GURDJIEFF Y EL SUFISMO Robert Amadou
Por su propósito común y propio, tanto el Señor Gurdjieff como el Sufismo1 tratan de una búsqueda espiritual, así por la enseñanza recibida como por el trabajo que se lleva a cabo en el hombre que aspira a pasar de lo ilusorio a lo real y de los condicionados a lo incondicionado; esto no se podría llevar a cabo si no se diera en él, o también con él, lo incondicionado para invocarlo de nuevo, y lo real para despertarlo. Por estos aspectos, solamente, no se podría, de ningún modo, afirmar a priori que el Señor Gurdjieff es un sufí ni que su camino está emparentado con el sufismo ni se inspira en él; tampoco se puede afirmar que la identidad real de finalidad y por consiguiente la analogía eventual de vocaciones se alimentan de una fuente común de situaciones propicia para una mutua comprensión.Sin embargo, uno debe interrogarse sobre la verdad que existe más allá de la apariencia, sin predecir resultados. “Venimos de de Dios y a Él retornaremos retornaremos “ Este Este versículo versículo del Corán Corán (XX, -158) da fundamento al Sufismo. Tariqu, el camino, significa ante todo y desde los siglos LX Y X el itinerario del alma hacia Dios; luego cada confraternidad gobernada por un Sheik, cuya línea iniciática se remonta aAli y a Muhamad el profeta y que gracias a la iniciación o inducción, bajo la dirección del Sheik y por el aprendizaje de un método neuma-físicopsicológico, propicia el progreso de sus miembros en el camino. Las técnicas se desprenden del método: reflexión y meditación, letanías por lo general asociadas con ejercicios respiratorios y gestuales; estas técnicas, lo mismo que ciertas prácticas ascéticas, como la del ayuno o la vigilia y además el rol del maestro y de las confraternidades, no son exclusivos del Sufismo. Pero no existe necesidad alguna asignar, en cuanto a lo principal, similitudes debidas a una misma influencia. El Sufismo es algo conforme a la naturaleza del hombre, que lo hace capaz de Dios. Las sociedades que acogen la metafísica, las de los antiguos griegos o los Indo-Arios, por ejemplo, han afinado su análisis y elaborado, en la aplicación de sus resultados, ´procedimientos eficaces de entrenamiento. La historia el sufismo, en cuanto se refiere a las prácticas, con razón o sin ella, es agitada. Hay escuelas, autores que trataron de reconciliar las prácticas originales ( y anteriores a lo escrito) con agentes llegados recientemente; con el Neoplatonismo y el Vedantismo en primer lugar ; también se allega al Shamanismo, olvidado en ocasiones. Sin embargo los puristas, los integristas por por repartidos que estuvieran entre muchas cofradías, debido a circunstancias circunstancia s históricas históric as y geográficas, y aunque no pudieron ignorar totalmente el vocabulario forjado por las escuelas heterodoxas, han luchado por una tariga, ramificada sin duda, pero leal y pura.
------------------------1 “Sufismo” mal traducido como tacawwurt, y “sufí” aún peor como mutacawwurt el que adhiere al tacawwurt (ya que sufí designa al hombre ya realizado). Sin embargo creemos poder seguir aquí el uso común contando con la indulgencia del lector ya advertido.
Es que el sufismo se irradia desde el corazón del Islam; sin el sufismo no hay Islam e igualmente, sin Islam no hay sufismo. Fuera del Islam ortodoxo no hay sino un sufismo herético; “sufismo”, entonces, aunque conserve el nombre, pierde su sentido, o bien toma otro y en tal caso sería mejor no hablar de sufismo? El Islam como ya lo expusimos, comienza con la revelación coránica: Dios, sus ángeles, sus libros y sus mensajeros; el rezo ritual, el ayuno del mes de Ramadam, el impuesto legal, inclusive el peregrinaje. Si uno reivindicara la acepción muy legítima y su corolario, según l cual todos los seres, según su naturaleza y con la condición de que la sigan, son “musulmanes”, se podría ampliar la fórmula dela siguiente manera: la religión implica el misticismo, el misticismo implica la religión. At-tariga, el camino, une la circunferencia del círculo con su centro. El círculo es el Islam,
la circunferencia, la ley, al centro se encuentra la Realidad: esoterismo y exoterismo en el círculo del Islam. At-tariga, el camino, la fraternidad, sufís tanto el no y como el otro. El sufismo es el misticismo islámico; el misticismo o esoterismo como sinónimos. Eso es todo. Avancemos con cautela, aunque los sufís definen su disciplina sin referencia expresa al Islam, en el sentido estricto, - “el camino de las revelaciones”, “los buenos modales “ “La renuncia a los placeres egoístas”, “ ciencia de la insuflación “, etc.- esta referencia está siempre implícita (hasta en el rechazo condenable a su ley ). La definición que enunciaba el único género común se completa con la diferencia específica sobreentendida. La ley que se impone por sí misma, protege al sufí lo mismo que al maestro y la cofradía, o se puede entender de otro modo: la libertad en las formas, no contra ellas. Un sufismo muy especifico
Nacido con el Islam, el sufismo se formó literalmente, en el seno del sunismo, y se individualizó en doctrinas, en fogara o derviches, y en cofradías, cuando los musulmanes dejaron de ser todos sufís. Ocurrió hacia la adolescencia de la civilización árabe y desde entonces, eflorescencia, decadencia y renacimientos continuaron hasta nuestros días. Imposible de detallar esto, pero también imposible de esquematizar Tres centros principales de difusión: Bagdad, El Magreb, y el Khorasan. En este último centro nos detendremos puesto que es este tronco, por otra parte muy ramificado, el que Gurdjieff encontró la tradición Khorasiana es, en general, la que con más frecuencia se apartó de lo ortodoxo; donde, con más frecuencia se encontró el esoterismo sutilmente, o peor el exoterismo. Tres ramas principales: las cofradías Naqshabandiyya, Khalwatayya y Bektashaiyya. Nos interesan especialmente la primera y la tercera. Los Naqshabandiyya fueron fundados por AbúYaQubYusuf al-Hamadhi, quien murió en 1140. No celebraran el concierto espiritual pero sus dikr, sus letanías se acompañaban con técnicas respiratorias. Fueron numerosos en Anatolia, en el Cáucaso y en el Indo y un renacimiento es notorio a media dos del siglo IXI. Los Bektashaiayya nacieron n Turquía a finales del siglo XV siguiendo el movimiento de un persa inmigrante en Anatolia, en el siglo precedente. Este pertenecía a la tradición mesopotámica de Junaid( Dios te haga morir a ti mismo y permanezca en ti); Los sufís fueron allí frecuentemente indiferentes al culto del Islam e incluyeron en su doctrina elementos chiitas, gnósticos y cristianos, antes de fundirse, en el siglo XII, con el sufismo chiita.
Formas extravagantes
Uno de los componentes de la tradición Khorasoniana que intervino en Irán es la compañía de las “gentes de la censura” o malatiyya. Consiste en una tendencia interna del sufismo, no una órden en particular. Apareció en Nishapur en el siglo IX, con AbúYacid Al-bistani. Penetrada por la idea de la nada del hombre frente a Dios, prescribió la humildad, el disimulo del progreso individual en el camino. Sus practicantes fueron tachados de quietistas .Su discreción cuando se exagera puede volverlos asociales; se separan de la comunidad al mismo tiempo que de la religión. Son verdaderamente quietistas: Tranquilos de corazón hasta el punto de abandonar también sus deberes religiosos, además los placeres lícitos, soñando con abolir las costumbres y listos a exhibir las faltas que les atraigan censuras. Esta sub-tendencia anomianista engendrará los galandarias del siglo XI , con su vestimenta especial, la cabeza rapada lo mismo que el rostro, excepto el bigote, las orejas y las manos con orificios para recibir las argollas de hierro en señal de penitencia, usos éstos del todo prohibidos. Muchos encontraron refugio entre los nabqsblandis y los bekthashis. Entre aquellos malamatis se reclutaron derviches errantes, turcos bebas, locos de Dios. Y entre estos locos de Dios un lugar eminente ocupa Shams de Tabbriz. Este Girovago, nacido cerca de Ararat, después de haber permanecido oculto por largo tiempo, de haber viajado por Turquía, por Irán y el Cáucaso, este maestro espiritual de lo mágico, hace uso de métodos rudos, es colérico, se ríe del dinero que consigue. Pero es él quien confiere, de alguna manera, a Rum i la última iniciación antes del tercer nacimiento que es la muerte. Rumi por su parte es un modelo de ortodoxia, no solo en apariencia sino en la realidad: la experiencia espiritual tiene una raíz; la Ley del Islam; ramas; caminos o fraternidades; frutos, que son lo Real y el conocimiento de lo Real. Muchos caminos conducen a Dios. Yo he e scogido el de la música y la danza. “También Rumi descolló en la poesía. Por estos medios, el sufí se despierta, y en el sentido pleno de la palabra, se realiza. Su psicología es trascendental: el nafs o el alma inferior no se confunde con el ruh o alma suprior, el espíritu, pero en la práctica obtiene su concurso: “cuando tu , tú salgas de la ilusión, encuentras tu tú real.” Son estos sufís, estas confraternidades, las que persistían en los países de Gurdjieff. Sucede que los neo-sufismos, inspirados ya sea en las más extravagantes formas nacidas de los grandes sufís de Asia occidental y central, ya sea reinventándolas, pero en todo caso agravándolas, han tratado de acaparar a Gurdjieff. Es necesario denunciar esta maniobra lo mismo que a estos neo-sufismos que llamaríamos mejor pseudo-sufismo Pseudo-sufismo y pseudo-gurdjiefismo
En primer lugar la sociedad de VilayatKhan que se proclama como religión universal compuesta por el emperador Akhbar, sobre la triple base del Islam de cristianismo y del budismo, para evacuar la especialidad islámica del sufismo. (Un tal AbdullahDougan, dentro de este intento, ha combinado en una mezcla imposible el pensamiento de InayatKhan, padre de Vilayat y un auténtico sufí indú, el de Gurdjieff y el suyo propio). En segundo lugar, el del AfgahanoIdrissShah cuyo sufismo se dirige hacia una especie de vago panteísmo, de misticismo invertebrado que él descubre en los alquimistas y brujos, los francmasones y cátaros, Raimundo Lulio, Francisco de Asís y otros
inesperados; todos, para comenzar, sufis cualificados. Si como se ha intentado suponer, Shah ha incluido muy poco e Gurdjieff en su variedad de pseudo-sufismo, que difunde a partir del comienzo de los sesenta, “la Orden Sufi” (sic) sedujo en 1963 -1965, a un antiguo amigo y discípulo de Gurdjieff, publica y edita, engulle todo, no digiere nada y además añade: Ultimo Avatar del peseudo-sufismo: el sufí que no pertenece a ninguna organización, no se adhiere a ningún credo, sino que ha desarrollado su hombre interior. Aberrante! Y de una vez, porque no anexar a Gurdjieff a ese neo-sufismo ya que su enseñanza, a pesar de él, no ha dejado de contribuir.¡ “Hoy son numerosos quienes se presentan como sufís y se encargan de responder a todas las preguntas y exigencias relativas al sufismo. Cada uno de ellos se ufana de haber escrito uno o dos libros acerca del tema. Pero sus obras sólo contienen bestialidades y absurdos como repuesta a preguntas no menos insensatas y bobas. Semejantes impostores ni siquiera se dan cuenta que son, algo más que indeseables, malhechores”. Este epígrafe, tomado de Al -Sarraj, del siglo X ÁRABE, POR Elwell Sutton, como encabezamiento de su artículo justo y terrible” Sufismo y Pseudo-sufismo”. Se podría leer como una filigrana que adornara el presente estudio. El amigo de los Sufis
Jamás Gurdjieff se ha presentado como sufí. No habría que tenerlo como tal ya que jamás se profesó islámico, o se considerara erético. Pero Gurdjieff ha contado, y parece que con complacencia, cómo había encontrado derviches y había tomado instrucción de ellos. (“Derviche” es la denominación persa de “pobre” y se aplica como su equivalente árabe fagir, al adepto al sufismo). Primero se dio el encuentro y luego se procedió a la instrucción. Sobre los años de aprendizaje de Gurdjieff en contacto con los derviches sólo tenemos noticia de su testimonio. IdrissShah, bajo el pseudónimo de “Rafael Lefort”, J.G.Benett, y sus seguidores no son realmente otra cosa que novelistas mediocres. Sin embargo, sobre algún hacho considerado como histórico por Gurdjieff y testimoniado solo por él, no estmos en capacidad de discriminar la parte eventual de la verdad y la parte evidente de la fábula. Es un asunto de mentalidad y de pedagogía. En Gurdjieff, efectivamente, no se puede contar con ningún cuidado, quizás con ningún sentido de objetividad, en el sentido occidental moderno del término. Esta objetividad, en el fondo, no es otra cosa que la objetividad de esquizofrénicos que la han inventado, en tanto que la subjetividad del sujeto verdadero, del verdadero sujeto, descubre lo real de todos los sujetos, los únicos que realmente son reales. Particularmente en materia de historia, hecha mediante encuentros siempre personales y que constituyen su esencia, el testimonio obtiene valor de su naturaleza y de su eficacia, lo mismo que del testigo, según su intención, que consiste en fortalecer su relación con otro y la relación de este otro con otro; no pretende procurar el placer solitario de una curiosidad satisfecha. Por consiguiente, nombres, lugares, discursos, un tratamiento historiográfico (excepto de sundo grado, el del testigo y sus cualidades), si no fuera imposible sería una traición.
(ejemplos sencillos: Los Sarmúns, esta categoría, este orden de derviches cuyo nombre Gurdjieff es el primero en citar, quizás no existen; la atribución al discurso es incierta, etc). Sin embargo, los escritos de Gurdjieff y sus palabras transmitidas por sus discípulos dan testimonio de una profunda familiaridad con las comunidades religiosas e Asia occidental y central, aún del Medio Oriente; -traducen y hacen caer en la cuenta – acerca de la omnipresencia y la importancia tanto social, y digamos, filosófica de estas comunidades. No hay nada sorprendente en esta familiaridad: Todo el mundo, en esas comunidades, conoce a todo el mundo, sus creencias y sus costumbres; pueden conocerse aún con antelación, con tal que su deseo provenga de la buena intención. Gurdjieff nació y creció en ese medio y luego ha viajado, movido por el mejor deseo que se pueda dar a los ojos de los orientales: el de la ciencia. Gurdjieff recibe del cristianismo – su padre era del rito griego ortodoxo, su madre armenia gregoriana o monofisita - atención y ternura. Pero siguiendo su inclinación hacia el sufismo le da por la dervichomanía”, según su propia expresión, q ue ilustra sus propósitos. Naturalmente, él se refiere a los sufís con los nombres usuales del país de su íntimo conocimiento, pero también fue de los sufís y de sus áreas muy características que recibió la imagen del misticismo islámico, o de origen islámico. Por esto privilegió el sufismo a otras escuelas de sabiduría, pero prefirió la Meca Bokara. Danzas y Música
Gurdjieff considera que las danzas y la música son parte integrante del sufismo, ya qsue, en su forma más elaborada son únicos en su género. Evoca n derviche de Tabriz. No sería quizás una alusión disfrazada a Shams de Tabriz? En todo caso, numerosos rasgos acercan a los compatriotas Shams y Tabriz, aspecto subrayado por Michel Ramdom. El mito de los “buscadores de la verdad”, como compañía organizada , estructurada, interpreta, al transponerla al plano de la historia social – deliberada o ciegamente, no sabría decirlo – una realidad mística, admitida por el conjunto del sufismo, pero exaltada por los derviches que Gurdjieff pudo frecuentar desde su infancia los Sufis resultan engrandecidos y las religiones minimizadas: “ ciertamente, con la destrucción de las confraternidades de “Derviches” desaparecieron completamente las últimas chispas, que bajo las cenizas habrían podido un día u otro reavivar el rescoldo de posibilidades con las que contaba y esperaba San Mohameth “(Relatos de Belzebú p. 684 ). Cualquiera que fuera la verdad espiritual y lo que pensara Gurdjieff acerca de eso, el mito es, normalmente didáctico, táctico. Es necesario juzgarlo bajo este aspecto. Y nos conduce al aspecto de la relación con Gurdjieff con las religiones. Ritos Derviches
SI Gurdjieff nunca pretendió ser Sufi, ha sostenido que él enseñaba, a su manera lo que enseñan los derviches. A simple vista, no se encuentra nada, en un contexto no solo mudo en el Islam, sino religioso. Sin embargo, en el trabajo se encuentra rastros de influencia: como podría ser de otra forma? Los “ejercicios” los “movimientos” hacen de Gurdjieff un “ maestro de danza”, a la Rumi. Pero técnicas respiratorias y gestuales existen también el cristianismo oriental y en el chamanismo y estos han ejercido su influencia en los países de Gurdieff y no solamente fueron hallados por Gurdjieff. Parece
ciertos rasgos específicos, por otra parte accesorios, de los ritos derviches se encuentran en el trabajo de Gurdjieff. Una influencia sufí es innegable, otras también, probablemente en grado más débil, la reinvención no lo es menos. No me atrevo a ir más lejos. El programa de teatro de los Campos Eliseos en 1923, cuando amplió el escenario, nos vita encontrarnos con impases. Gurdjieff anuncia allí, en efecto “ los movimientos del cuerpo humano según el Arte del Antigüedad oriental y particularmente de la gimnasia Sagrada y las ceremonias religiosas que se conservan aún en ciertos templos del Turquestán, del Tibet, de Afganistán, de Kafiristán y de Chitral. Imposible de encontrarlo aquí?. Ciertamente. Pero la “dervichería “ de Gurdjieff no ocurrió como0 por delirio. Los consejos psicológicos, corrientes entre los derviches, entre todos los sufís y codificados en las reglas de muchas cofradías coinciden con los que Guredjieff prodigaba y ha incorporado a su enseñanza: la atención, la prudencia, el apartar los pensamientos extraños, observar la vigilancia y la concentración. Pero aún otra vez , estas reglas son indisociables del contexto religioso del Islam, inclusive en la relación de las reglas. Estas insisten en la conciencia y el recuerdo, pero en la conciencia de Dios y en el recuerdo de Dios, en el reconocimiento, pero en el reconocimiento de Dios en su corazón. Los ejercicios implican, visten, las letanías que son de contenido religioso y su recitación interior tiene como objeto su interiorización: del dirk, que es recuerdo y repetición, movimiento de la lengua, al dirk del corazón. ( como eco, el hesicanismo: la oración llamada del corazón debe descender allí o ascender de allí ) La psicología de los sufís, y de los hesicastas, es una psicología transcendental, inspirada por el espíritu , orientada hacia el espíritu. Lo real para ellos es el fin, es lo Rea. Los sufís heterodoxos, no eran los únicos en tener en la boca el nombre de Dios, del Dios del Islam, que es también el de las otras religiones, aunque no siguieran la L, cuyas transgresiones eran signo de reconocimiento ya fuera del vicio a la virtud, pero del vicio sin hipocresía, considerado como reconocido por la virtud o como conducente a ella. Ahora bien, Gurdjieff no inserta abiertamente el trabajo en la religión y aún parece querer justificar su posición mediante una enseñanza laicizada. Su camino sería descrito como “contra la naturaleza y contra Dios. Un hombre religioso
Ante todo, Gurdjieff no es objeto respecto de su historia de la Religiones, tomado en cuenta su teoría y su autobiografía. Aquí y allá, el uso de la fábula y de la provocación responden al carácter de Gurdjieff, a la necesidad de probar y de cuidar mediante sus terapias de choque, esas torpezas de los occidentales, alumnos suyos. Para aparecer más provocante hace de provocador sin esforzarse. Como buen oriental a Gurdjieff no le podía faltar la religión. Habla de ella al borde sus libros con un respeto que paree irónico, pero que no es al sino en parte, porque allí también interviene su familiaridad; ella autoriza la ironía pro impone el respeto, y perdura un fondo de creencia, al menos de adición a la creencia como asunto de familia, y que se cae de su peso. Yo no sabría precisar evidentemente más, y aún menos apreciar. El satanismo es, más que una anti-religión, una religión al revés. La acusación aducida contra Gurdjieff en este punto, es tan grotesca, y tan boba que no merece comentario.
Por el contrario Gurdjieff trata sobre el origen y establecimiento de las religiones. Bajo una semificción recurre a las nociones de profetismo, central en Islam y en el Cristianismo primitivo, o jueo-cristiano, y elemento de unidad trascendente de las religiones, que pretenden también numerosas escuelas del sufismo. Pero Gurdjieff endurece sus opiniones y, utilizándolas con fines de todo despreciativos, olvida o finge olvidar que los derviches, con todos sus hermanos musulmanes, tienen a Muhamed como sello de la profecía y que al respecto, el emir Abd Al Quadir, por ejemplo, rectificaba: si la infidelidad no existe, no existe de modo absoluto. Sobre todo, la idea de los grandes iniciados de donde provendría lo mejor de las religiones y de fundamentos a la unidad de todas ellas. Si se los subordina a buscadores e inventores independientes y atípicos, tiende más bien a ser un sufismo mal asimilado; esta idea se hace inaceptable ya que los primeros musulmanes son tenidos como personas que adquirieron poderespero se preocupaban ellos por adquirir poderes? Del lado de Turquía nacieron los derviches.- . El Cuarto Camino
Sin embargo el testimonio de quienes vivieron cerca a Gurdjieff es capital. Es algo que no tiene ambigüedad: Gurdjieff era un hombre religioso, creía en Dios, oraba a Dios, su propósito era espiritual y lo perseguía con amor: conducir a sus alumnos a lo real que no era otra cosa que lo Real. Un detalle me llama la atención: todos los 29 de octubre sus discípulos piden celebrar un oficio por la paz de Su alma en la catedral rusa del París San Alejandro Newsky. En la raíz de esta iniciativa , de una piedad a la vez filial y religiosa, no puedo imaginar un malentendido ni una infidelidad. Por qué entonces fingir irreligión, quizás en la enseñanza, dudoso en este punto; con seguridad en el trabajo que parece ser de una psicología completamente humana, de un humanismo que no iría más de lo humano? Yo propongo : lo occidentales han perdido a tal
punto la dimensión mística de la religión, que la religión así inanimada, desespiritualizada, se les ofrece como algo incomprensible, inadmisible , en ocasiones odiosa. Gurdjieff estimó paradójicamente que era necesario atraerlos hacia esta dimensión, guiarles hasta allí y que mantuvieran los ojos bien abiertos! Verían a Dios? Un seguidor de Gurdjieff estimó, bien preparado para comprender a Gurdieff, después de varios años en el camino exponía: la espiritualidad, en Gurdjieff, reúne lo religioso , pero como emergente del interior. Tres caminos distingue Gurdjieff, tres caminos, resumiría yo, para salir de allí, o entrar allí, y que se conocen desde muy antiguo: el del faquir (dicho de otra manera el del faquir o del sufí), el del monje y el del yogui. Tres caminos místicos siempre abiertos al musulmán , al cristiano, al hindú que quiere perfeccionar su religión . (Gurdjieff se limita a su medio multicultural, y sin duda considera, y sin duda considera a los judíos como una etnia cerrada.), además, un cuarto camino, el camino del hombre astuto que Gurdjieff ha trazado, diseñado y donde se aceptan los monstruos sin religión. En efecto, se requiere en Gurdjiff y en sus alumnos, una gran astucia para escapar a las trampas de las ninguna ley ni culto alguno los protege, ni por inercia, ni por catástrofe. La astucia primordial de Gurdjieff, consiste en haber manifestado lo psicológico, según la conveniencia. Gurdjieff, siguiendo el consejo de su abuela: ha hecho algo que nadie había hacho antes.
Sin embargo el fondo de su enseñanza es espiritual y el fondo de su pensamiento es místico. Por lo tanto su camino es atípico e incógnito al comienzo. Astucias
Paralelo a los otros res, entre los que la tariga es el preferido , su camino los une en lo infinito, es decir en lo Real, o en Dios. A menos que como peregrinos, un buen día, no cambiemos de camino, como Kathryn Hulme quien pasó de Gurdjieff al convento, sin ocultar que fue gracias a él. (Otros podrán pasar al Vedantismo, o al Sufismo, pero no tendrán nada que ver con los sincretismos del neo-sufismo. El mayor peligro en el que encallan las astucias, por ausencia de suficiente astucia en el alumno, cosiste en encerrarse en el psicologismo en el que se podría transformar la psicología inicial, trascendental. Su espíritu, descuidado, sufrirá por esto, lo mismo que su psiquismo y su cuerpo cuya función es la de estar ordenado al espíritu, con riesgo de en lugar de que la psicología de Gurdjieff se vea confirmada y aclarada por la Mística del Evangelio. Por
ora parte, Jung cae en el mismo riesgo, y aún en n riesgo más amenazante, porque su psicología se mezcla abiertamente con religión, con una dosis más de hipocresía que de astucia perderse. (Morice Nicoll ha sistematizado esta captación: propone una exégesis psicológica del Evangelio,). “Si ustedes no creen en el espíritu, creerán en la materia y en los espíritus inferiores y baratos”. El viejo Brunetiére invocaba los espíritus del espiritismo, añadan entonces los psiquismos de los vivos. Y la astucia que se debe tener para comprender a Gurdjieff es sutil y debe entrañar la astucia por la cual Gurdjieff parte e la materia y de los espíritus para desembocar y hacer desembocar en Dios; por este camino “con tra la naturaleza y contra Dios, fórmula definida como el camino que fuera de desórdenes y de idolatría, tiene a Dios como fin, porque las facultades ocultas en la naturaleza profunda del hombre se resumen en su capacidad de divinización. (Ciertamente, “contra Dios” tiene sentido en sus corolarios, con garantías en las Escrituras. Jacob lucha contra Dios y se convierte en Israel, Cristo reserva el Reino para los violentos que se apoderan de él por la fuerza”) .¿ Aquí no son necesarios los roles de maestro, de Gudjieff o de sus repetidores, su prudencia, y las otras tres virtudes cardinales y los siete Dones del Espíritu Santo? Uno de los repetidores de primera línea recordaba no hace mucho: “San Agustín ha dicho ”Ama a Dios y has lo que quieras”. No ha dicho “Ama lo quieras, y eso es Dios”. Todo el asunto consiste en que con la gracia de Dios, consecuente con sus esfuerzos pero activa ya cuando él se lanza), el alumno comprende el primero de los mandamientos. Tengo la certeza de que los caminos Tradicionales – el camino del sufí, el del monje, o el del esoterismo cristiano y el de hindú, lo mismo que el de la kábala y los del taoísmo y budismo Zen – son más seguros que los del hombre astuto. Felices los occidentales que tienen la inteligencia de tomarlo! Pero cuántos superarán la ignorancia o los prejuicio que loes obstruyen o enmascaran la entrada? Con relación al mundo moderno, en el que Gurdjieff trabaja, y al estado de las doctrinas tradicionales de este mundo, es decir en buscar la muerte intencionalmente y constatar la nada, Gurdjieff no tiene mérito? Yo pienso que sí y así lo creo.
Gurdjieff se conmueve
Gurdjieff se conmueve: exilado, sutil entre los groseros, cuidadoso de liberar a algunos, no sin sacar, como buen oriental, el mejor partido personal de la situación, hipnotizador, a pesar de los desprecios, se opone a la de hipnotizador, a pesar de los desperdicios, y maledicencias), frecuentemente condenable según las normas ordinarias, frecuentemente haciéndose pasar por tal, pero loco por Dios, también por vocación, él se enfrentó por cumplimiento del deber al toro de la in-civilización, con algo de piedad, un poco de desprecio, un poco de diversión y un inmenso amor por Dios y por el prójimo. Entonces como no comprender – como no compartir – la fraternidad que sintieron y experimentaron de parte de sus discípulos cuando visitaban las confraternidades, en Marruecos o Afganistán? Aún si la provocación de Gurdjieff molesta, evoquemos en contrapartida a Shams de Tabriz. Ya que Dios le concedió un personaje tan escandaloso a Rumi, con qué derecho nos escandalizaríamos, o rechazaríamos el hecho de que también haya suscitado a Gudjieff para abrir los ojos a algunos burgueses de Europa y de América? Los monjes habían enterrado botellas de calvados, no sin intención. Pero en virtud e la facultad llamada “intuición perspicaz” – cuyo don se había instalado en ellos gracias a su vida piadosa – previeron que ese líquido divino cayera en manos dignas de comprender el significado e tales cosas, y que incitaría al poseedor de tales manos a exaltar con toda conciencia el sentido ideal sobre el que la corporación de monjes se había fundado, para operarla mejor transmisión a la generación siguiente” ( Relatos de Belzebú, p. 1177.). El
hombre que ha escrito eso no era un impostor, ni era tampoco un santo, pero si desdeñaba tomarse en serio excepto en su función, quiere decir que él era de sobra el hombre de las cosas serias, de lo que es Dios y de lo que son los verdaderos buscadores exclusivamente.
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