G. ZAREBSKI.
PARA NO “CAER” EN LA VEJEZ. Este titulo se puede entender en dos sentidos: 1. Como Como evi evitar tar la veje vejez, z, o 2. Como Como evitar evitar que que la vejez vejez signifi signifique que una una caída. caída. Y de los modos en que haitualmente se consigue uno u otro ojetivo. En efecto, ha!, "sicamente, dos modos de no caer en la vejez: 1. #uici #uicid" d"nd ndos ose e antes antes$$ 2. Evita Evitando ndo el suici suicidi dio. o. %&or qu' halar de suicidio, trat"ndose de la vejez( &orque pensar en el envejecimiento implica perciir el transcurso del tiempo de la propia vida, implica pensar en su final. )na vida que se va acaando. *e acuerdo a como la vivamos ! como vivamos la muerte, soportaremos o no la idea de envejecer. +quellos que no la soportan son aquellos que dice : + los - a/os me mato0. Y, efectivamente, de una u otra manera se matan. +lgunos literalmente se suicidan para no caer en la vejez, para no llegar a ella. tros, la atraviesan como una caída en picada ! se van matando. Envejecen ca!'ndose. Y, est"n los que toman precauciones para evitar la caída, para que la vejez forme parte de la vida. uiz", la parte que mas honre a la vida. *e modo que podemos halar de tres distintas maneras de enfrentar el envejecimiento: 1. 3os que piensan que es inevitale inevitale la caída ! no quieren quieren llegar llegar a viejos$ viejos$ 2. 3os que caen caen en la vejez vejez,, ca!'ndo ca!'ndose se 4. 3os que piensan piensan que que es evitale evitale la caída ! se se cuidan para para no caerse. caerse. Y, Y, podríamos agregar5 6. 3os que que apren aprenden den,, en la la vejez, vejez, a no caer. caer. El amor en tiempos de c7lera, de 8. 8arcia 9arquez es una novela que trata acerca de la vejez ! de os distintos modos de envejecer. #us personajes principales son ejemplos de esta clasificaci7n. + trav's de cada uno de ellos se puede analizar cuales son los factores personales que favorecen los distintos modos de llegar a viejos. &orque los factores de deterioro iol7gico ! de maltrato social no alcanza n a eplicar las distintas maneras de enfrentarlos ! atravesarlos.
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El escritor supo captar lo que se compruea en las estadísticas ! en la eperiencia clínica: la relaci7n entre las frecuentes caídas en la vejez ! la vivencia de la vejez como una caída. &revenir esta nos permitir" prevenir otras. ;eplante"ndonos nuestro modo de ser adultos, favoreceremos un sano envejecer.
NO “CAER” EN LA VEJEZ
3a novela comienza relatando el deceso de lo siniestro aquí tiene que ver con que causa cierta angustia o temor por su car"cter somrio o macaro o por su relaci7n con la muerte?. Y esta es la definici7n de lo siniestr: tiene este efecto todo lo que aparece de repente, revelando algo que deería haer permanecido oculto. Entonces, el prolema que representa la vejez para estas personas se refiere a dos cuestiones: 1. El considerar que nuestros aspectos negativos, feos, nuestras fallas ! faltas, deen estar a uen resguardo de la mirada de los otros, no deen manchar una imagen que se pretende inmaculada ! perfecta ! a cu!o cuidado se destina el m"imo de energía. 2.El considerar la vejez como el deposito de todo lo malo, lo despreciale, lo in@til ! feo.
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&oder aceptar el propio envejecimiento requeriría entonces un dole desenga/o: 1. *e que por ser j7venes poseemos todo: la vida, el poder, la elleza, la completud. 2. *e que por ser viejos carecemos de todo: nada de vida, nada de poder, nada de elleza, nada de completud. &ara lograr un uen envejecer deeremos superar las dicotomías asolutas del todo o nada entre la juventud ! la vejez ! deeremos cuestionar nuestra idea de adultez, de plenitud, de que es ser un adulto acaado. + la vejez se la supone mas alla de los ideales, mas alla de los acaeceres del amor ! del traajo. 3a imagen de un viejo cuestiona, como un espejo anticipado, nuestra imagen, nuestra identidad. Aos enfrenta a una imagen en que no nos reconocemos. Aos muestra la discordancia entre la apariencia ! el ser del sujeto. +l viejo no se lo reconoce como adulto, como semejante en algo a nosotros. *e aquí la idea de que los viejos son como los chicos0, es decir, el pensar que en la vejez ns infantilizamos, perdemos el control racional de nuestros actos, dejamos de ser sujetos supuestamente due/os de nuestro deseo ! pasamos a ser ojetos dependientes de los otros. &ara algunos el envejecer adquiere estas características siniestras. *e esta manera, lo que deería ser la aceptaci7n de un proceso gradual de deterioro org"nico, una metamorfosis gradual de nuestra imagen se anticipa como un caer repentino. El envejecer es para algunos el ir transform"ndose en un viejo conocido >lo cual significa que esa imagen no nos choca, no nos pertura?, para otros es mas ien transformarse en un viejo desconocido >es suponer que todo viejo se no El suicidio es no poder aceptar nuestra condici7n de mortales, que es a lo que nos enfrenta el envejecer. Esta suposici7n de que la vejez es un camino de ajada, una caída en picada, se ve confirmada rutalmente en nuestra sociedad, la que coloca a los viejos al margen del sistema, en el lugar del desecho, de lo descartale.
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CAER EN LA VEJEZ
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tros aconteceres como una enfermedad o una perdida, producen este efecto, sumiendo a estas personalidades en el pozo de la depresi7n. 3o siniestro en estos casos es que aquello que se suponía que podris suceder, finalmente sucede. Como en una profesia autocumplida, el resultado de este modo de envejecer es el total derrume del sujeto. Esto es lo que eplica, que para algunos, la vejez sea sin7nimo de enfermedad, pues su disposici7n personal lo lleva a un envejecimeinto patol7gico. +si es como se producen las depresiones ! la disposici7n a toda clase de enfermedades organicas que ti/en una vida de dolores ! quejas, hasta los casos mas graves de desapego total a su entorno en un camino autodestructivo que llav hasta la tan temida demencia senil. Es una confusi7n haitual el pensar que todo viejo termina demente. )na manera de pelear por la vida es detenerse a refleionar ! autocuestionarse. )n modo frecuente de derrume en la vejez es a trav's de las caídas. =aitualmente se piensa que la declinaci7n comienza o se acentua despu's de producida la misma. 3o que no se percie es que, la caída es una consecuencia de un derrume emocional !a instalado, de una primera caída que !a se produjo. Biene a ser un efecto, un modo de resolver las cuestiones del envejecimiento, cuando se carece de recursos para resolverlas de otro modo. 3os que las padecen son, haitualmente, personalidades narcisistas que se manejaron toda su vida con una l7gica del todo o nada. Cuando !a no pueden todo o no tiene todo >el poder, la elleza? caen en la nada. Como no aceptan perder, las circunstancias de perdida propias del envejecer representan para ellos sucesos difíciles de elaorar, carecen de la posiilidad de detenerse a refleionar ! resuelven el conflicto actuando impulsivamente. 3as circunstancias de camio en la vejez, generalmente duelos, que implican la necesidad de reestructurar los haitos cotidianos, los ritmos, incluso los ideales, se constitu!e en una tarea que ecede sus posiilidades. *eido a esta incapacidad para el autocuestionamiento ! la elaoraci7n, las consecuencias de la caída, como ser: el enlentecimiento, el incremento de la inhiici7n ! la pasividad, la perdida de autonomía ! la vuelta a la dependencia, se interpretan como consecuencia de la caída, sirven de justificaci7n para no aumir un replanteo personal. 5
Con el comentario es la vejez0 ! adjudic"ndolo a la causalidad o a la fatalidad, se evita el preguntarse acerca de cuanto uno mismo esta implicado en su determinaci7n. Esta menos promovida culturalmente la refleion que la acci7n, usando el cuerpo como instrumento ! centro del conflicto. 3a cultura promueve el rechazo de la conciencia de los afectos ! pensamientos que producen conflicto dolor. 3o que vivencian cmo un da/o que les acarrea el destino, lo representan con su propio cuerpo, actuando autodestructivamente, da/"ndose. #i oda la vida huo dificultad para aceptar los porpios limites, tampoco se podr"n aceptar los limites de la vida. #e adoptara, entonces, la posici7n de victima o de acusador. +si, lo que deería ser el com@n padecer humano, pasa a ser: mi mala suerte, por mi culpa, o lo que me hicieron. #e presentan asi haitualmente en la vejez, dos modalidades "sicas como conteto psíquico en la producci7n de una caída: *epresiva: que se presenta como el dejarse llevar, dejarse caer, dejarse atropellar, es decir, dejarse, entregarse como un ojeto al otro, sore la ase del autocastigo ! el autorreproche, asumiendo toda la falla. uerellante: que pone la culpa en otro, con intentos fallidos de reeldía ! act@an entonces atropelladamente. Estos son los casos que se caracterizan por su resistencia a los camios que acarrea el paso del tiempo: la falla esta en lo nuevo, lo mejor era lo de antes. anto una posici7n como la otra remiten al dolor que representa dar paso a lo nuevo, hacerse a un costado en la vida, pues el no somos nada propio de la asunci7n de la propia finitud, se transforma en ahora el es todo ! !o so! nada. En lugar de pensar que ahora no se puede nada0 se trata de poder entender que nunca se pudo todo0 ! que ahora se puede distinto0, ! aquí se pone en juego la elaoraci7n de nuevos ideales ! aspiraciones, lo que conlleva la posiilidad de un camio de actitudes, de ritmos ! de organizaci7n de la vida diaria, que se requiere para prevenir caídas. Cuando esto no sucede, se vive tratando de demostrarse a si mismo ! a los otros que aun se puede como supuestamente antes se podía, lo que lleva a una sorecarga ! a una soreeigencia en el rendimiento a distintos niveles, llegando incluso a la adicci7n a los estimulantes.
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odos estos mecanismos constitu!en una oportunidad ! un riesgo permanente de producci7n de caídas. Es decir que, lo que lo que deería ser la aceptaci7n de una perdida a trav's de la elaoraci7n del duelo, es vivenciado como caída ! derrume ! desencadena un proceso amenazado permanentemente de una caída real. Cuando esta se produce, adem"s de las consecuencias haituales de sedentarismo, perdida de fuerza ! de autoconfianza, miedos ! autorreproches, se produce la perdida de la autonomía, la cual realimenta la depresi7n que, junto al repliegue generalizado, con un entorno cada vez mas pore ! reducido, va determinando un gradual desapego de todos los espacios: motor, auditivo, visual, temporal, mental ! social. Estas características de perdida de la autonomía ! desapego que representan a la vejez patol7gica, suelen ser tomados como ejemplo de la vejez, no solo por los otros sino por el viejo mismo, atriu!endo entonces a la vejez, vivida como una violenta caída, la causa de la caída. El retorno >regresi7n? a la dependencia, que es lo que lleva a pensar que los viejos son como los chicos, es, en realidad, una confirmaci7n de la actitud dependiente que se mantuvo toda la vida. Cuando aquello que supuestamente lo hacia sentir completo se pierde, una caída puede hacer recuperar el aston que siempre se necesito para andar ! sostenerse. 3a propensi7n alas caídas puede ser leida entonces como síntoma de que la vejez se vive como crisis. Y saemos que esto no es inevitalemente asi$ la vejez no es sin7nimo de caída, derrume ! crisis. &ara prevenirlo, har" que evitar la rigidificacion: mantener la fleiilidad en todos los ordenes de la vida. )n cuerpo fleile es un ser humano fleile. 3a vejez plantea una opci7n: dejarse caer, dejarse llevar por la enfermedad, la queja, el ponerse en manos de otro, o la participaci7n activa en nutrirse con nuevos valores, poniendo a traajar el narcisismo en la actividad creativa.
NO CAERSE EN LA VEJEZ
%u' hace alguien que se propone llegar sano a la vejez( 7
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serva, desde joven, con inter's a los viejos, tratando de aprender de ellos lecciones de la vida. &iensa, por lo tanto, que se puede aprender a envejecer. &uede reconocerse en ese espejo porque acepta llegar a viejo. Ao constitu!e para el una imagen siniestra que le anticipa un final rechazado. Ao le teme a la muerte. 3e teme a la dependencia en la vejez, es decir, a la vejez patol7gica que puede diferenciar de una vejez sana.
#e puede ser viejo para algunas cosas pero no para otras. #e puede serlo sin sentirlo ! sentirlo sin serlo. Esta es la particularidad de la vejez en el ser humano, porque es la particularidad del ser humano: la discordancia entre lo que se siente, lo que se aparenta ! lo que se es. Esta es una ecuaci7n personal que esta en cada uno resolver de modo particular entre el verse, el sentirse, el escucharse ! lo que se recie de la mirada, la escucha ! el sentimiento de los otros, cualquiera sea la edad. El resultado de esta cominatoria nunca ser" una definici7n asoluta: serlo o no serlo. Es decir que nadie consistir" en ser viejo. #e sentir" viejo o joven para algunas cosas, se vera viejo o joven para otras, se sara joven o viejo. #e puede halar de viejo en el ser humano en los aspectosiologicos ! en los aspectos sociales. 3a vivencia de la vejez es otra cosa. *esde el punto de vista psíquico, la vivencia de sentirse viejo, de saerse viejo, de estar viejo, es asolutamente relativa a cada uno ! sus circunstancias: en que momento vital, en relaci7n con que o para que. Aadie puede consistir en ser viejo porque nadie consiste en su cuerpo ! nadie consiste en su rol social ! familiar. 3o iol7gico ! lo social, son para el ser humano, como receptores de la temporalidad. Es importante, desde el punto de vista psíquico, el como vivimos los peque/os impactos de lo cotidiano: el grado de aceptaci7n, elaoraci7n del dolor, de la herida.
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#i envejecemos mal anímicamente, se amplian las posiilidades de enfermar en lo iol7gico ! en lo social. 3o crucial para un uen envejecer es poder aceptar el sorellevar la discordancia entre lo que se es ! lo que se parece. &oder aceptar que uno se siente joven pero que el cuerpo envejece. ;econocer que algo se va perdiendo. #e podría apelar a recursos que haga mas llevadera esa discordancia: gimnasia, maquillaje, moda, etc. El prolema es la pretencion de orrar toda evidencia, toda marca. 3a ma!oría de los viejos que son sanos no le temen a la muerte. 3a condici7n humana es una oscilaci7n permanente entre su conciencia de ser necesariamente mortal ! su inconsciente posiilidad de inmortalidad.
NO “CAER” EN LA VEJEZ.
En la novela se hacen alusiones frecuentes a la situaci7n vital de las viudas. =a! un mandato social, algo se espera de las viudas. 3o que se espera de ella ser" consecuencia de lo que se espero de ella en vida de su esposo. &ara aquellas mujeres que vivieron anuladas tras su rol de esposa en una relaci7n de pegoteo con su maridos, la viudez vendr" a marcar el final de la misi7n que les fue adjudicada ! que fue su misi7n: atender su casa ! su homre. Ya la mediana edad, con el alejamiento de los hijos, constitu!e en estaos casos un duro trance que comienza a empujarlas hacia el derrume >en la medida en que no ha!a un replanteo? que acaa en la repetici7n de las caídas. Es que la vejez las enfrenta a una difícil encrucijada: reDconocerse como autoDvalidas. #u ligar en el matrimonio fue siempre el de ser el sost'n de otro, sostenidas en el deseo de ortro %C7mo hacer para reencontrarse sola frente a su deseo( 3a caída se produce precisamente poruqe ha! deseo pero se teme o no se sae que hacer con ese deseo$ no lo pueden sostener ! la caída las salva del riesgo de ser aut7nomas, del riesgo de vivir. 3a caída aparece como asunci7n de una derrota, el resignarse a no poder, la claudicaci7n del deseo.
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3a perdida de su sosten, de su aston, las lleva frecuentemente a tener que recurrir un nuevo aston, ahora material, que viene a confirmar que sempre necesitaron una protesis para sostener su identidad$ !a que al perder a su marido la viuda queda sumida en la invalidez psíquica, tardando mu! poco en desencadenarse la invalidez física real. #e plantea asi la prolem"tica de la dependencia. En la medida en que contemos con cada vez ma!or numero de emprendimientos socioculturales recreativos, con ma!or grado de participaci7n, en los cuales los viejos tengan la oportunidad de sentirse activos ! productivos, menor ser" el numero de geri"tricos que se necesiten. 3as sensaciones de etra/eza, de andar a la deriva, representan el reacomodamiento de la identidad que se atraviesa en el traajo de duelo, en aras de diferenciarse ! terminar de separarse de lo perdido. 3os uenos recuerdos que hacen dichosa a la vejez son las reminiscencias, relatos de 'pocas pasadas que se transmiten con deleite ! que indican que ha! una elaoraci7n normal de las perdidas, !a que representan la satisfacci7n por lo que se cosecho. &ero cuando la funci7n ! el lugar del viejo, cuando el sentido de su vida pasa a ser solo transmitir uenos recuerdos, la reminiscencia se transforma en nostalgia.
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