Herramientas sociales, políticas y culturales en torno al desarrollo rural sustentable Alfonso Barquín Cendejas Homo Sapiens, Evolución y trabajo-aprendizaje Jorge H. Flores José Luis Vera La comunicación como factor determinante en el éxito de los negocios de los productores rurales Alberto Zuloaga Albarrán Nancy Contreras Moreno Producción de tesinas: contribución a la metodología desde su análisis Sergio Alejandro Martínez Vázquez El marco jurídico de la organización de productores y del crédito rural: procesos y perspectivas Sergio Reyes Osorio
Tan antigua como la humanidad misma, la imbricación entre conocimiento, innovación técnica y transformación (de los sistemas humanos y los entornos), constantemente genera intersecciones problemáticas para el análisis, el replanteo y la actitud crítica. Con el advenimiento del canon científico occidental, y particularmente con la Revolución Industrial en incontenible expansión desde los albores del siglo XIX, los destinos de nuestra civilización se hallan inexorablemente unidos a la racionalidad científica y lo que ésta sea capaz de des-velarnos sobre el mundo y sus procesos. Desde las políticas de Estado y la administración de las naciones, hasta la factibilidad de toda visión empresarial, constituyen perspectivas que relativizan la viabilidad de sus destinos a la manera en que sean capaces de comprender los fenómenos específicos que afrontan; en buena medida, un reto de apropiación de las verdades que la ciencia ha creado. Frente al vértigo de la realidad, en su dinámica y sus contradicciones, la “ontología oficial” de la Edad Contemporánea –la Ciencia–, no sólo demanda una constante renovación de sus potentes representaciones. También –y he aquí un aporte capital de esta obra– demanda la re-humanización de esos saberes mediante una aplicación tecnológica estrictamente concebida para servir a sus creadores y usuarios en su realización y sus necesidades más diversas y apremiantes, más legítimas y conscientes, más dignas y más justas, en fin, más humanas.
Fundamentos e Instrumentación de la Economía Basada en el Conocimiento
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Laura Elena Garza Bueno
Laura Elena Garza Bueno
Trabajo-aprendizaje en el financiamiento del desarrollo rural. Propuesta estratégica de aplicación Alierso Caetano de Oliveira Erick Quesnel Galván Silvia Valencia Abundiz Diagnóstico regional con enfoque territorial Oscar Figueroa Rodríguez (coordinador) El concepto de riesgo y la administración del crédito en el sector rural Leonel Ramírez Farías Conversión del trabajo en objeto de estudio Laura Elena Garza Bueno
FORMACIÓN PARA EL FINANCIAMIENTO DEL DESARROLLO RURAL
Fundamentos e Instrumentación de la Economía Basada en el Conocimiento Gestión de la Innovación y el Conocimiento en Empresas Rurales
Laura Elena Garza Bueno con la colaboración de José María Gil Roig - Catalina Pérez Gómez
Es economista de la Escuela Superior de Economía del IPN. Sus estudios doctorales en la extinta Unión Soviética le valieron el Ph. D. en la Universidad Estatal de Moscú “M. V. Lomonosov”. Es profesora investigadora del Colegio de Postgraduados, y catedrática en la Universidad Autónoma Chapingo. Tiene el nivel II dentro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI). Como parte de su faceta en el servicio público nacional, especialmente en el rubro de la formación de recursos humanos, fue directora general del INCA Rural de 1996 a 2000. Desde entonces ha venido diseñando, promoviendo, coordinando y evaluando programas de formación, incluidos algunos de postgrado y con alcance nacional. Entre sus múltiples publicaciones destacan abordajes temáticos como son los de la evaluación de programas, el microfinanciamiento así como la capacitación y desarrollo de competencias profesionales. Efectuó una estancia sabática en el Centro de Investigaciones en Economía y Desarrollo Agroalimentario (CREDA) adscrito a la Universidad Politécnica de Cataluña, y en cuyo contexto se desarrollaría la investigación plasmada en la presente obra.
FUNDAMENTOS E INSTRUMENTACIÓN DE LA ECONOMÍA BASADA EN EL CONOCIMIENTO Gestión de la innovación y el conocimiento en empresas rurales
FUNDAMENTOS E INSTRUMENTACIÓN DE LA ECONOMÍA BASADA EN EL CONOCIMIENTO Gestión de la innovación y el conocimiento en empresas rurales
laura elena Garza Bueno con la colaBoración de josé maría Gil roiG
- catalina pérez Gómez
Fundamentos e Instrumentación de la Economía Basada en el Conocimiento Gestión de la Innovación y el Conocimiento en Empresas Rurales © Laura Elena Garza Bueno © Primera edición, 2013 Edición original publicada por: Colegio de Postgraduados (CP), Campus Montecillo, México Financiera Rural (FR), México Universidad Autónoma Chapingo (UACh), México Centro de Investigación en Economía y Desarrollo Agroalimentario (CREDA), Cataluña, España Colección: Formación para el Financiamiento del Desarrollo Rural Corrección de estilo: Alejandra Martínez Fernández Dirección editorial: Codex+ / Judith Sandoval Romo Diseño y maquetación: Codex+ D.R. © Financiera Rural Agrarismo 227 Col. Escandón. C.P. 11800 Del. Miguel Hidalgo, México, D.F. ISBN: 978-607-715-194-4
El contenido del presente libro es responsabilidad exclusiva de los autores. © Reservados todos los derechos. No se permite la reproducción, total o parcial de este libro ni el almacenamiento en un sistema informático, ni la transmisión de cualquier forma o cualquier medio, electrónico, mecánico, fotocopia, registro u otros medios sin el permiso previo y por escrito de los titulares del copyright. Impreso en México
CONTENIDO
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MENSAJE DEL DIRECTOR GENERAL DE FINANCIERA RURAL
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MENSAJE DEL DIRECTOR GENERAL DEL COLEGIO DE POSTGRADUADOS
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PREFACIO
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PRESENTACIÓN
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INTRODUCCIÓN
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1. LA ECONOMÍA BASADA EN EL CONOCIMIENTO El Conocimiento Científico-Tecnológico Características de la Economía Basada en el Conocimiento
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2. LA INNOVACIÓN CREADORA DE CONOCIMIENTO Evolución hacia el concepto innovación La búsqueda de la innovación generalizada La innovación y la estrategia empresarial El proceso innovador Herramientas para innovar La perspectiva de la OCDE: el Manual de Oslo Innovación de producto Innovación de proceso Innovación de mercadotecnia Innovación de organización
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3. LA GESTIÓN DEL CONOCIMIENTO Conceptualización de la Gestión del Conocimiento Modelos de Gestión del Conocimiento A. La visión oriental de Ikujiro Nonaka e Hirotaka Takeuchi B. El enfoque de Beatriz Muñoz Seca y Josep Riverola C. La perspectiva interdisciplinaria del “Método Trabajo-Aprendizaje”
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4. UNA MANERA DIFERENTE DE GESTIONAR EL CONOCIMIENTO Las unidades económicas de pequeña escala del sector agroalimentario Innovación y Gestión del Conocimiento en unidades económicas de pequeña escala El punto de partida: la revaloración del conocimiento Fomento a la Innovación La estrategia de Gestión del Conocimiento La aplicación del conocimiento C-T mediante la interacción de la teoría y la práctica A. Delimitación de la problemática a resolver como objeto de estudio B. Apropiación del sustento teórico C. Contextualización del fenómeno bajo estudio (El diagnóstico) D. Formulación de la hipótesis en que se fundamenta la proyección de la realidad E. Monitoreo y evaluación de la instrumentación del proyecto de transformación de la realidad Los rasgos del nuevo modelo Reflexiones finales
137
BIBLIOGRAFÍA GENERAL
147
ANEXO 1
153
ANEXO 2
MENSAJE DEL DIRECTOR GENERAL DE FINANCIERA RURAL
Financiera Rural es una institución del Gobierno Federal que en este 2013 está cumpliendo diez años de existencia. Una primera década de compromiso con la transformación y el desarrollo productivo del campo mexicano. Ahora se alinean todos los esfuerzos de la institución para materializar la visión del Presidente de la República plasmada en el Plan Nacional de Desarrollo, llevando el crédito a donde jamás ha llegado y contribuyendo a lograr un campo justo, productivo, rentable y sustentable. Diez años en los que Financiera se ha convertido en un referente de financiamiento del campo. Nuestra misión es desarrollar a través del financiamiento, en el primero y segundo piso, cualquier actividad económica lícita ya sea agropecuaria, turística, artesanal, de servicios, transporte o cualquier otra que se lleve a cabo en poblaciones menores a 50 mil habitantes. La Financiera Rural debe asumirse como un aliado de los productores y emprendedores para llevar sus proyectos al éxito y mejorar así la calidad de vida de la población y contribuir al desarrollo de México. Celebramos nuestra primera década compartiendo algunos logros. Se ha mantenido y hecho crecer el patrimonio institucional; se ha incrementado el otorgamiento de crédito, y al avanzar en el volumen de colocación se ha podido mejorar gradualmente la tasa que se ofrece a los clientes y productores rurales. Todo ello obedeciendo el mandato de ley, al mantener la sustentabilidad y patrimonio de la institución, pero no debemos sentirnos tranquilos, antes bien, debemos elevar el compromiso para desarrollar el medio rural de México. Para avanzar en esta dirección, estamos convencidos de que la capacitación y formación profesional son elementos fundamentales para el éxito. Sin embargo, el medio rural es un sector en donde se requieren no sólo conocimientos técnicos y sensibilidad para detectar 7
las necesidades de financiamiento para el desarrollo de proyectos, sino que requiere un gran amor por el campo mexicano, ya que en cada proyecto es indispensable poner pasión para su éxito. Más aún, estamos convencidos de que una parte sustantiva de la solución a los problemas del campo está en manos de su gente; por ello, es indispensable acompañar al crédito con servicios de capacitación y asesoría: desde que cada proyecto es apenas una idea, hasta que está concretado, andando y en un punto estable. Es por ello que durante la vida de la Financiera Rural, hemos hecho de la capacitación, del conocimiento y del desarrollo de competencias, componentes imprescindibles de nuestra estrategia institucional. Son estas condiciones necesarias para lograr la autosustentabilidad que conlleve al desarrollo rural de México. Visto así, el aprendizaje constituye condición de autosustentabilidad; es pues un elemento de enriquecimiento de las personas. Por ello, en Financiera Rural vemos este aprendizaje como parte inherente del desarrollo de cada individuo que participa en su actuar: empleados, clientes y sobre todo los prestadores de servicios de asesoría. Estos últimos son sin duda una parte estratégica del equipo de Financiera Rural, ya que sin ellos, sin su entrega y profesionalismo, no hubiera sido posible desarrollar todos los sujetos de crédito y todos los proyectos que han recibido financiamiento en esta década de trabajo. El programa de formación desarrollado entre el Colegio de Postgraduados y Financiera Rural, en sus vertientes de Maestría Tecnológica en Prestación de Servicios Profesionales y la Maestría en Gestión Financiera para el Desarrollo Rural, constituye un gran instrumento para la formación de personas que brinden servicios de capacitación y asesoría. Estas maestrías han desarrollado tanto a personal de la Financiera Rural como a técnicos externos, haciendo una mancuerna de trabajo permanente en el desarrollo de proyectos productivos, negocios y empresas en medio rural. A través de ello Financiera Rural se pronuncia a favor del fortalecimiento de las capacidades humanas y la formación de capital social. Parte sustantiva en esta aventura tan importante se expresa en la producción editorial del que este libro forma parte y que tengo el gusto de presentar: una sofisticada medida de inversión en el desarrollo 8 MENSAJE
DEL DIRECTOR GENERAL DE
FINANCIERA RURAL
del capital humano, al estimular la producción intelectual del pensamiento como contribución indispensable a los procesos de aprendizaje para el desarrollo regional sustentable. La serie documental “Formación para el Financiamiento del Desarrollo Rural”, expresa el doble esfuerzo de renovación y continuidad ante complejos y desafiantes fenómenos a incidir: los del desarrollo rural, el conocimiento y aprendizajes inherentes, la seguridad alimentaria y la sustentabilidad en sus dimensiones. Grandes exigencias, que obligan a conducir nuestras acciones y medidas desde los mejores conocimientos y modelos explicativos de la realidad, la cual nos plantea grandes cuestionamientos aún por responder, y que buscan ser afrontados por la presente elaboración documental. Para ello se ha recurrido a especialistas, académicos, investigadores y profesionales en áreas diversas del saber: ciencias sociales y de la cultura, humanas y cognitivas, ciencias económicas y agronómicas, entre otras, para hacerlas accesibles al estudio y el análisis tanto de los estudiantes en ambas maestrías, como de los cuerpos docentes responsables de la conducción de los procesos formativos (al enriquecer el abordaje riguroso de los contenidos curriculares), incluidos también, empero, funcionarios y personal institucional comprometidos con su propia formación, así como todo profesional preocupado con el mejoramiento de nuestro campo. Coincidimos plenamente con los especialistas cuando se afirma que la educación es la base del acceso y la generación del conocimiento y la calidad de vida, así como sustento de una cultura innovadora y solidaria. Tengo la certeza de que los conocimientos y habilidades que obtengan en estas obras va a mejorar la calidad del servicio que ofrecemos, pues Financiera trabaja para que el campo de México sea más próspero, por lo que su compromiso no sólo es llegar a ser el principal colocador de crédito en el medio rural del país, sino también ser reconocida por su agilidad, por su pasión en el servicio y dedicación para que cada proyecto sea un caso de éxito que contar. Nos esforzamos porque “se corra el rumor”, más exactamente la certeza, de que la Financiera Rural ayuda –con voluntad, capacidad, estrategia y pasión– al éxito de las empresas rurales que financia, no sólo por nuestra efectividad en el otorgamiento de los créditos necesarios, sino a través de acciones educativas y de formación integral para el FUNDAMENTOS
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éxito de los negocios de nuestros clientes; personas del medio rural que buscan ver cumplido su sueño de crear una empresa y, con ello, mejorar sus condiciones objetivas de vida.
Ing. Carlos Treviño Medina
Financiera Rural
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DEL DIRECTOR GENERAL DE
FINANCIERA RURAL
MENSAJE DEL DIRECTOR GENERAL DEL COLEGIO DE POSTGRADUADOS
Como institución de enseñanza superior e investigación científica, el Colegio de Postgraduados se complace en presentar esta serie de obras documentales, esfuerzo intelectual que emana del proceso formativo de las Maestrías en Prestación de Servicios Profesionales, y en Gestión Financiera para el Desarrollo Rural, postgrados concebidos e instrumentados conjuntamente con Financiera Rural, a fin de elevar el potencial de los consultores y capacitadores rurales, así como del personal institucional vinculado a la operación de crédito como palanca de desarrollo. Quisiera aprovechar este contexto para unas breves reflexiones. Primeramente, me gustaría invitar al lector a pensar en los desafíos que tenemos como país, y empezaría con la siguiente consideración. Quizá uno de los mayores retos históricos que tenemos como sociedad y como gobierno, es llegar a revalorar realmente nuestro medio rural; aplicando un enfoque integral a la agricultura, la alimentación, las demandas del mercado, los recursos naturales, la pobreza como fenómenos que hay que entender para afrontar. Debemos de tener presente, y más vale que nunca se nos olvide, que la agricultura influye en la tranquilidad y en la paz social, algo de lo que estamos muy necesitados en este momento. Relacionar en forma sistemática e innovadora la educación con el desarrollo y el bienestar humano de nuestro campo, es un proyecto que pide visionarios de gran realismo, debido a que ello implica crear y recrear modelos, posturas, valores y acciones clave dentro de una estrategia de combate a la desigualdad, aspecto inseparable al de la seguridad alimentaria; implica una postura explícita ante la necesaria inclusión, equidad y sustentabilidad en el campo; responsabilidad de los productores, del gobierno, de la sociedad en su conjunto. Empieza por reconocer que el sector rural debe cambiar, 11
principalmente, desde dentro, a fin de mitigar la pobreza, proteger el medio ambiente y contribuir a la soberanía nacional. La evolución de la agricultura favorece a toda la sociedad, dada su efectividad como motor de desarrollo. La innovación –no sólo tecnológica– así como el desarrollo participativo, son estrategias efectivas para aumentar la productividad. Se requieren, consecuentemente, cambios e innovaciones en comercialización, en mercadeo y financiamiento, en crédito e infraestructura de apoyo, al menos. Se sabe por ejemplo que el factor más limitante de la agricultura no es el de la tecnología, sino el de la comercialización; evidencia que da lugar al primer mandamiento del productor, no plantar nada, no sembrar nada, hasta no saber quién me va a comprar, bajo qué condiciones, y con qué flujo de pago. El crédito constituye sin duda un insumo productivo, pero también lo es la infraestructura de apoyo y el mercadeo. Tecnología, innovación, comercialización, representan componentes cruciales, sin embargo, la condición de realización de todos y cada uno radica en el factor humano. Necesitamos apoyar el desarrollo de capacidades, y la obra representada por este proyecto educativo compartido con la Financiera Rural es un ejemplo de convicción capacitadora desde el momento en que se reconoce la importancia de la organización y la capacidad autogestiva de los productores, pues necesitamos mejores productores pero, sin duda también, mejores servidores públicos, mejores prestadores de servicios; todo un reto de conocimiento y aprendizaje. Como es de suponer, el desafío es educativo, y desde este rubro se busca tomar postura y compromiso ante exigencias como la producción y la productividad; agregar valor a productos primarios, esto es, que el productor reciba más por su esfuerzo y los riesgos que corre en el primer eslabón de la cadena productiva; la seguridad alimentaria, agua y energía; la realidad de la degradación ambiental; pérdida de biodiversidad y, también, el cambio climático. Educación, investigación, capacitación, organización, innovación, desarrollo participativo, representan sin embargo nuestro mayor desafío, pero también nuestra mejor inversión como país y como sociedad. Nuestras instituciones deben trascender el aislamiento de meros esfuerzos independientes en vías a proyectos interinstitucionales 12 MENSAJE
DEL DIRECTOR GENERAL DEL
COLEGIO
DE
POSTGRADUADOS
como del que esta producción bibliográfica surge: con la participación del sector productivo y los componentes de apoyo a la innovación; con el desarrollo participativo y la integración económica de las cadenas de valor que, sólo mediante la decisión y la capacidad de los propios productores, logren más y mejores empleos, generar y retener riqueza en las regiones y elevar con ello la calidad de vida del medio rural. Esperamos que, como parte del proyecto educativo emprendido conjuntamente entre la Financiera y el Colegio, las obras enmarcadas en la colección “Formación para el Financiamiento del Desarrollo Rural” contribuyan al crecimiento, desarrollo y fortalecimiento de los saberes, destrezas y actitudes de actores clave del gran compromiso esbozado en esta breve reflexión: capacitadores y consultores del medio rural; funcionarios, servidores públicos y agentes de desarrollo que enfrentan un mundo cambiante, complejo y a menudo contradictorio. El trabajo plasmado en estos libros ha venido y seguirá materializando muchas ideas, pronunciamientos y tomas de posición, así también, valores y convicciones; y aquí deseo enfatizar la parte de nuestra institución, a saber, seguir contribuyendo a la consolidación de un original proceso formativo, una vía prometedora para apoyar a nuestros productores rurales en la construcción de sus propios proyectos, modelos y rutas viables de desarrollo con sustentabilidad; horizonte de cambio que, sin duda, está determinado por las decisiones y capacidades de todos los que participan en ese entrañable universo de complejidades, de riquezas múltiples, de contradicciones y desafíos que llamamos campo mexicano.
Dr. Jesús Moncada de la Fuente
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E INSTRUMENTACIÓN DE LA ECONOMÍA
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PREFACIO
¿Cuál es la relación entre el conocimiento y la economía?, ¿de qué manera se gestiona el conocimiento y qué efectos tiene la innovación en la economía contemporánea?, ¿cómo se realimentan estos procesos?, ¿qué es la economía del conocimiento, y en qué condiciones ocurren estos procesos en el medio rural? Tales son algunas inquietudes que se abordan en este libro. La innovación es resultado de la capacidad inherente del pensamiento humano; estrechamente vinculada con la capacidad de conocer y problematizar el entorno y, sobre todo, de encontrar soluciones y nuevas maneras de hacer las cosas, resolver problemas y aprovechar los recursos y oportunidades para satisfacer las necesidades de la vida humana. Por este motivo la historia de la innovación es la del desarrollo tecnológico y ha acompañado a la humanidad desde sus albores en la medida en que la subsistencia humana depende más de la capacidad de la especie de humanizar el medio que de adaptarse a él. La especie humana no ha evolucionado –biológicamente hablando– para adaptarse a condiciones tan extremas como las del desierto del Sahara y las del Polo Norte; podemos subsistir en estos medios gracias a que las sociedades han generado los conocimientos aplicados suficientes para crear una tecnósfera que nos permite tales posibilidades. Es la maravillosa capacidad de aprendizaje individual y la extensión social educativa que permite “amplificar” la potencia del conocimiento hacia todos los ámbitos de la vida humana, incluyendo desde luego la producción e intercambio de los bienes y servicios. La innovación como capacidad de implantar soluciones novedosas es condición de la competitividad empresarial, es por ello que las condiciones específicas en que ocurre, así como las estrategias e instrumentos para dirigirla hacia fines específicos, no pueden ser un asunto trivial. 15
La velocidad con que cambian y la manera misma en que se producen, comercializan y consumen los bienes y servicios de toda índole es algo que caracteriza al mundo contemporáneo y que depende directamente de la capacidad de generar nuevos conocimientos y disponerlos socialmente. Si bien el cambio es una constante a lo largo de la historia humana, la velocidad a la que ocurre imprime características distintivas en nuestra sociedad debido a los efectos económicos y sociales derivados de tales cambios y a la capacidad social de asimilarlos, modificando las estructuras sociales mismas. El conocimiento como motor del cambio y la innovación tiene condiciones de realización y difusión específicas en cada sociedad, que dependen a su vez de la estructura institucional encargada de promover y fomentar la educación y la investigación científica y tecnológica, así como de la estructura económica que realiza la producción e intercambio de los bienes y servicios que demanda la sociedad. De la medida en que las estructuras económicas y empresas optan por modelos de monopolización o de innovación para su desarrollo, depende el valor del conocimiento en el desarrollo. Podemos suponer que a mayor dominio de la estrategia monopólica, menos dinámico será el proceso de cambio y más restrictivas las posibilidades sociales de realizar el valor intrínseco de los servicios del conocimiento. Por este motivo es cada vez más importante comprender los factores de cambio e innovación que ofrecen una explicación general sobre la manera en que nos conducimos frente al mercado como productores, trabajadores, vendedores y consumidores. Esta comprensión es indispensable para apoyar la toma de decisiones en el nivel de diseño de política pública, tanto como en el de las empresas y unidades de producción particulares, si realmente se desea optimizar la inversión en la creación y gestión del conocimiento desde perspectivas novedosas que nos permitan atisbar el horizonte de cambios y transformaciones sociales complejas derivadas del avance científico y tecnológico. Esta inversión es necesaria para asegurar la capacidad de los países para generar conocimientos, adoptar e implantar innovaciones tecnológicas, asegurando niveles de productividad y competitividad en todos los sectores y ramas de actividad. La mejor comprensión de la función e impacto del conocimiento en la economía y su transformación deberían conducir a una distinta 16 PREFACIO
asignación de las prioridades presupuestales de manera que se aseguren las inversiones en ciencia y tecnología y se garantice tanto el desarrollo científico como los procesos de adopción y apropiación de la tecnología disponible. En este libro, Laura Elena Garza realiza una revisión sintética de las corrientes de pensamiento actuales sobre estos asuntos tan escabrosos como apasionantes. Ofrece una revisión de los conceptos básicos con que se piensa hoy la relación entre conocimiento y economía, y se adentra en los modelos de gestión de la economía del conocimiento. Propone distinciones pertinentes relacionadas con el tamaño de las empresas y unidades de producción y, por ende, de la medida en que las restricciones presupuestales y estructurales requieren y derivan en estrategias diferenciales para la gestión de la innovación y la competitividad. Adelanta algunas respuestas sobre formulaciones como el aprendizaje de las organizaciones y sobre las maneras en que se organizan los procesos de aprendizaje en empresas y unidades de producción, colocando especial atención en torno a las empresas y unidades de producción rurales y sus condiciones especiales de acceso al conocimiento y modelos de gestión. Esta obra se enmarca en el contexto del Programa Integral de Formación, Capacitación y Consultoría para Productores e Intermediarios Financieros Rurales, que opera la Financiera Rural, cuya vertiente formativa apoya el Colegio de Postgraduados mediante la operación de dos programas de estudio con opción terminal a Maestría Tecnológica en Prestación de Servicios de Conocimiento. El programa formativo está orientado a modificar la manera en que se piensan, operan y realizan los servicios de capacitación y asesoría en el medio rural. Estamos seguros de que este libro contribuirá a mejorar la comprensión de las funciones clave de los involucrados en los proyectos de desarrollo en el medio rural y a alinear el esfuerzo colectivo de quienes estamos comprometidos con el desarrollo de las capacidades de los agentes técnicos ligados a estos procesos.
Eduardo Ibarra Thennet Coordinación Técnica-Operativa, Financiera Rural
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PRESENTACIÓN
El conocimiento científico-tecnológico es el ingrediente fundamental que –aplicado dinámica y permanentemente– permite a las empresas incrementar sus beneficios. No obstante, la incorporación del factor conocimiento científico-tecnológico (C-T) como recurso, inevitablemente obliga a la aplicación de nuevos esquemas de organización (de objetos y sujetos) y al desarrollo de nuevas capacidades de los sujetos que, en conjunto, aseguren la eficacia en el ciclo cienciatecnología-producción-mercado. Lo anterior ha propiciado la producción de nueva (y, a veces, al rescate de vieja) literatura con el tema del conocimiento y su incidencia en la actividad económica sea ésta a nivel macro, meso o microeconómico. Parte de la literatura que aborda el vínculo mencionado está hecha desde la perspectiva de las empresas, pues es en ellas donde se concreta el aporte del conocimiento científico-tecnológico a la actividad económica. De ahí que resulta cada vez más frecuente encontrar textos donde, desde la perspectiva organizacional, se plantean ideas para incidir en el conocimiento mediante su gestión, o lo que algunos autores prefieren llamar administración, dirección o “gerenciación”. Otra forma frecuente de abordar el vínculo entre el conocimiento C-T y la actividad económica es en torno al concepto de innovación. Sea que se haga mención al concepto por separado, o bien mediante la expresión actividad de Investigación & Desarrollo & innovación (I&D&i)1. En efecto, con la que se hace referencia al conjunto de iniciativas referidas a actividades de investigación (I), desarrollo tecnológico (D) e innovación (i). Si bien desde nuestro punto de vista la expresión no nos parece precisamente la más adecuada, no podemos negar su uso 1 Es frecuente encontrar la expresión recurriendo a guiones o al signo más. En lo particular nos parece más adecuado el uso del signo de origen latino “&”, monograma de et (equivalente a nuestra conjunción “y”), por lo que a lo largo del texto recurrimos a la expresión de esa manera. 19
ni su más frecuente interpretación: entre más investigación y desarrollo tecnológico, más inventos; y derivado de ello, más competitividad y por tanto, más desarrollo. Relación sobre la que existe una amplia evidencia, por lo que, en numerosos países, se ha intensificado la difusión de incentivos en pro de su consolidación. No obstante, la conexión de aspectos a la que alude tiene un carácter más bien macroeconómico, que no representa necesariamente la conexión de eventos que acontece al emprender acciones de tipo microeconómico o a nivel de organización. En ambos casos, la finalidad es la misma: elevar la competitividad a partir de la innovación, pero implica otras acciones de muy diverso orden. Asunto, este último, que está siendo de interés no sólo para los economistas, sino también para los estudiosos del campo de la psicología, la sociología, la antropología y las denominadas ciencias del aprendizaje. A partir de los distintos enfoques disciplinarios desde los que se aborda el término conocimiento, adopta connotaciones diferentes, pero que en términos generales hacen referencia a conocimiento científico, tecnológico, técnico o, simplemente, a la información que se manifiesta de manera abstracta (en principios teóricos, fórmulas, métodos, etc.) o concreta (materializado en maquinaria, equipo, materias primas, etc.) y se instrumenta a partir de los saberes (incluyendo el saber hacer) de los individuos. No obstante la gran diversidad de enfoques, en todas las propuestas siempre subyace la idea esencial de incorporar y consolidar (sea como empresa, sector o país) el uso y aplicación del conocimiento Científico-Tecnológico en la producción de bienes y servicios. Situación que deberá redundar en su competitividad y, por ende, en sus beneficios de tipo monetario. La diversidad de enfoques disciplinarios adoptados y los variados paradigmas2 desde los que se visualiza el fenómeno conocimiento-competitividad así como las diferentes unidades de análisis (empresa, sector, país) objeto de estudio del vínculo, han propiciado una maraña conceptual en torno al concepto conocimiento y las estrategias para su
2 Para el caso de la economía, destacan las visiones de las escuelas marxista, institucionalista y, por supuesto, la neoclásica. En el caso de la disciplina definida en inglés como Knowledge Management la situación no es diferente, lo que se observa, de entrada, en la terminología alternativa propuesta por diversos autores (por ejemplo Organizational Knowledge o Development Knowledge). 20 PRESENTACIÓN
aplicación3. Situación que complejiza la comprensión de las posibilidades de instrumentación de los principios teóricos de la economía actual en el ámbito empresarial. Al plano general antes descrito, se sumaron necesidades muy concretas derivadas de diversos compromisos interinstitucionales. Una de ellas se refiere a los procesos de formación en los que empezó a participar el Colegio de Postgraduados (CP) en el año 2006. A partir de ese año, el CP ha participado activamente en la formación de, aproximadamente, mil Prestadores de Servicios (PS) vinculados a la Financiera Rural4 (FR), quienes son profesionistas de diferentes disciplinas y que en los hechos deben fungir como agentes de desarrollo de las capacidades de los individuos y de las unidades económicas donde éstos generan sus ingresos. La iniciativa trata por tanto de ofrecer elementos teóricos y prácticos a los PS para que impulsen prácticas innovadoras y de gestión de los diferentes tipos de conocimiento que propicien la competitividad de las unidades económicas del medio rural (Financiera Rural, 2006). A lo anterior, hay que agregar la necesidad de complementar la formación de los estudiantes regulares de las áreas de economía y administración en las instituciones académico-investigativas auspiciantes; tanto del Colegio de Postgraduados y de la Universidad Autónoma Chapingo (UACh), así como del Centro de Investigaciones en Economía y Desarrollo Agroalimentario (CREDA) adscrito a la Universidad Politécnica de Cataluña. Destacando asimismo que la vinculación entre las mismas para este proyecto ha sido posible gracias al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología de México (CONACYT), en el marco de su Programa de Apoyo para Estancias Sabáticas y Consolidación de Grupos de Investigación. Es importante señalar que, además de las motivaciones derivadas de la práctica docente, el presente texto es también resultado de las acciones promovidas por el CP como parte de la línea prioritaria de investigación número 14, dedicada a la Educación, Desarrollo Humano y Gestión del Conocimiento, la cual busca generar conocimientos 3 Véanse las afirmaciones de Donate M., M., 2007; Del Moral, A., et al., 2007; Liebowitz, J. e I. Megbolugbe, 2003; por mencionar sólo algunos. Así como la sólida crítica desde la ciencia del conocimiento realizada por Eduardo Bueno C. (2004). 4 Una descripción detallada del contexto y las expectativas del proyecto puede consultarse en Garza L., 2006. FUNDAMENTOS
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teóricos y metodológicos, y estrategias de acción en educación, para contribuir a la formación de personas comprometidas con el desarrollo de sus organizaciones o comunidades. Las necesidades anteriormente señaladas condujeron, primeramente, a la afanosa búsqueda de documentos que ayudaran a atenderlas y, posteriormente, a la tarea de realizar uno más específico con la finalidad de proporcionar a los educandos de las instituciones mencionadas los elementos teóricos y prácticos necesarios para que sean capaces de impulsar prácticas innovadoras y de gestión de los diferentes tipos de conocimiento que propicien la competitividad de las unidades económicas –de pequeña y mediana escala– del medio rural. Todo el esfuerzo que significó el diseño e instrumentación de este proyecto de apoyo a la formación de gestores de la innovación y el conocimiento hubiera sido imposible de realizar sin la disposición, entusiasmo y, por supuesto, experiencia del Dr. José Ma. Gil Roig (CREDA) y la Dra. Catalina Pérez (del Instituto de Investigaciones y Tecnología Alimentaria) quienes apoyaron en la formulación e instrumentación del mismo en tierras catalanas así como en parte del texto final. A ello habría que agregar las valiosas sugerencias del Dr. José Miguel Omaña Silvestre y del Mtro. Bernardo Solís Sánchez, profesores del CP y la UACh respectivamente. Así como a las críticas y comentarios de los involucrados en el proyecto, por parte de la Financiera Rural; me refiero a Eduardo Malagón Mosqueda, Eduardo Ibarra Thennet, Erick Quesnel Galván y Jorge Flores Trejo. Por último, queremos reiterar que la necesidad de apoyar las labores de docencia e investigación relacionadas con la comprensión y operacionalización de la Economía Basada en el Conocimiento para el caso del agro, dio pie al presente texto, pero que el mismo no se considera un ejercicio concluido. Al contrario, esperamos que sea una labor que resulte enriquecida con las experiencias de los profesores que recurran a él así como la de quienes diseñan e implantan planes de negocios basados en la innovación y la gestión del conocimiento.
22 PRESENTACIÓN
INTRODUCCIÓN
El presente documento se elaboró con el afán de ayudar a los estudiantes de las áreas de Economía y Administración vinculadas con el medio rural, en la adquisición de elementos teóricos y prácticos que les permitan impulsar prácticas innovadoras y de gestión de conocimientos que propicien la competitividad de sus unidades económicas. Para ello, el documento consta de una estructura conformada por cuatro apartados. El primer apartado está dedicado a explicar las causas originales de la Economía Basada en el Conocimiento (EBC) así como las principales características de esta forma de organización de la economía. Dada la importancia del componente de conocimiento en la actividad económica se dedica un parágrafo de este apartado a analizar en qué consiste el conocimiento y el rasgo esencial del mismo: su construcción a partir del método científico. Esto con la finalidad de evitar la frecuente confusión existente en torno al término conocimiento y dejar en claro que, fundamentalmente, al menos desde la Revolución Industrial, son la ciencia y sus derivados tecnológicos los que permiten revalorar la actividad económica. Después de abordar los orígenes de la EBC, el siguiente capítulo trata la manera en que ésta se instrumenta, cosa que ocurre a través de la innovación. Es decir mediante la incorporación del conocimiento científico-tecnológico en productos y procesos productivos que permiten a los agentes económicos posicionarse mejor en los mercados. Este segundo capítulo consta de dos apartados. El primero de ellos, aunque dirigido a precisar el concepto EBC, hace una breve revisión de la evolución que ha tenido el mismo y a las frecuentes acepciones con que se utiliza. El segundo de los apartados tiene una finalidad eminentemente práctica ya que está orientado a una clasificación de las variantes de innovación y a proporcionar ejemplos de ello. De tal manera que los lectores comprendan rápidamente las formas en que se ha venido instrumentando la EBC. 23
El tercer capítulo está estructurado de forma similar al anterior. En el primer apartado se precisan las ideas que subyacen en lo que se ha dado por llamar la Gestión del Conocimiento (GC). Y el segundo, incluye un abordaje donde se describen dos importantes modelos que emergen dentro de dicha disciplina y un modelo que –fundado en las ciencias del aprendizaje– ha venido aplicándose por los prestadores de servicios adscritos a la Financiera Rural1. Tomando en consideración que los modelos de GC han estado dirigidos a las grandes organizaciones empresariales sin tomar en cuenta las unidades económicas de pequeña y mediana escala, particularmente las del medio rural, se da inicio al cuarto capítulo rescatando sus rasgos esenciales. De tal manera que se sientan las bases para, posteriormente, proponer un modelo particular de GC para el caso de los productores y empresarios de pequeña escala que participan en las actividades económicas del medio rural. Los cuatro capítulos descritos incluyen, al final, una lista de actividades recomendadas para fortalecer el aprendizaje de los usuarios del presente texto. A manera de anexos, se presenta una lista de lecturas organizadas por temas, que pueden ayudar a los interesados a profundizar en algún aspecto particular, y un segundo sobre “mapas de empresa”.
1 No sólo por la institución, pues las experiencias más cercanas durante el periodo que abarca el presente proyecto han sido las de este grupo. 24 INTRODUCCIÓN
1 LA ECONOMÍA BASADA EN EL CONOCIMIENTO
Aunque para la mayor parte de nosotros el vínculo economía-conocimiento no pareciera un tema ligado a la cotidianeidad, la verdad es que está presente en numerosos momentos de nuestras vidas. En el supermercado, por ejemplo, cuando seleccionamos el tipo de leche que más se adapta a nuestras necesidades sea deslactosada o semidescremada; cuando preferimos tomates con larga vida de anaquel o piñas pequeñas; en el trabajo cuando encendemos la computadora o en el hogar cuando empleamos el microondas. En todos esos actos de nuestra vida está presente la actividad económica de alta densidad científica. Esta forma de organización de la economía ha transformado numerosas prácticas cotidianas y, muy particularmente, la manera en que los países y las empresas se insertan en el mercado mundial. De ahí la importancia de comprender este fenómeno y los alcances del mismo. El nuevo modelo de organización de la economía, conocido como economía basada en el conocimiento (EBC), no es otra cosa más que la aplicación cada vez más generalizada de las disponibilidades del progreso científico y técnico a la solución de las crecientes y nuevas necesidades de la sociedad. Esta nueva forma de organización de la economía, termina por consolidarse en los últimos lustros del siglo XX, con lo que se reafirma la cada vez más acelerada producción de bienes con una alta densidad de valor intelectual científico y tecnológico. Es decir, la ciencia se transforma en fuerza productiva directa (Grobart, 1998). O como afirma Sergio Ordoñez, el modelo económico actual se caracteriza por haber hecho de la valorización del conocimiento su principal fuerza productiva (Ordóñez, 2004:17). El interés por la esencia y las características del nuevo modelo de organización de la economía no es exclusivo de los economistas. Es un interés compartido por los estudiosos de la administración; 25
del denominado Management y, por supuesto del Desarrollo. Esto sin contar el interés surgido en campos del conocimiento ajenos al de la economía pero abocados al estudio del individuo y su entorno. De tal manera que podemos encontrar diversas maneras de apreciar lo que, en estricto sentido, es economía basada en conocimiento. Peter Drucker (2003: 21) –considerado por muchos padre del Management como disciplina–, señala: “Entramos en un tercer periodo de cambios: el giro desde la organización basada en la autoridad y el control, la organización dividida en departamentos y divisiones, hasta la organización basada en la información, la organización de los especialistas del conocimiento”. La objetivación del conocimiento en productos no es un fenómeno nuevo. Revisando los fundamentos antropológicos del trabajo se tiene que “Por virtud del trabajo, praxis adecuada a fines, los humanos vencemos la resistencia de las materias y fuerzas naturales (cfr. Sánchez Vázquez, 1979); creando objetos útiles, realidades enteras que satisfacen las tan complejas y siempre crecientes necesidades humanas: del estómago y de la imaginación, en efecto, objetivas y subjetivas, individuales y colectivas, inmediatas y trascendentes... humanas, e incluso, visto desde su perspectiva evolutiva, prehumanas” (Flores T., J. y J.L. Vera, 2010:73). No obstante lo anterior, la objetivación del conocimiento en una producción masificada sí es un fenómeno relativamente reciente ya que despunta con la llamada Revolución Industrial y se dinamiza de manera espectacular como resultado de la revolución tecnológica de la informática y las comunicaciones, puesto que esta última ha posibilitado que el vínculo entre ciencia y conocimiento se vuelva más accesible y aplicable a la producción (Ordóñez, 2004). Un interesante ejercicio realizado por Ander-Egg (2004), nos muestra cómo a partir del siglo XVIII la implicación ciencia-tecnología-técnica se manifiesta en periodos más cortos. Es decir, el tiempo transcurrido entre un descubrimiento científico y su aplicación práctica se acorta cada vez más. Al respecto, véase el Cuadro 1 donde se señalan las fechas de algunos descubrimientos y el tiempo que tardó su aplicación. En él se observa claramente cómo después del siglo XVIII, el lapso entre la teorización y su aplicación se va reduciendo cada vez más. 26 LA
ECONOMÍA BASADA EN EL CONOCIMIENTO
Cuadro 1. Años transcurridos entre el descubrimiento o el invento científico y su aplicación Año del descubrimiento
Año de aplicación
Año transcurrido
Fuerza expansiva del vapor
1665
1785
120 años
Fotografía
1727
1825
98 años
Motor eléctrico
1821
1886
65 años
Teléfono
1820
1876
56 años
Radio
1867
1902
35 años
Tubo de vacío
1884
1915
31 años
Tubo de rayos catódicos
1895
1913
18 años
Radar
1925
1939
14 años
Televisión
1922
1936
14 años
Reactor nuclear
1932
1942
10 años
Elementos semiconductores y transistores
1948
1953
5 años
Circuito integrado
1958
1961
3 años
Rayo láser
1959
1960
< de 1 año
Invento
Tomado de: Ander-Egg, Ezequiel, Métodos y Técnicas de Investigación Social II. La ciencia: su método y la expresión del conocimiento científico, 2004, p. 32.
La ciencia propicia el desarrollo tecnológico pero, a su vez, ésta se apoya en el segundo “...se inventa –como dice Whitehead– el método de inventar” (citado por Ander-Egg, 2004:31). Esta situación es particularmente evidente en el siglo XX y, muy especialmente, en los últimos lustros del mismo cuando se evidenció la posibilidad de la ciencia para “hacer cosas”. Situación que se vio exponencialmente desarrollada por un régimen donde la expansión económica se basa en la productividad que éste alcance. No obstante, antes de continuar con la caracterización de la EBC es necesario detenernos y abrir un paréntesis para definir el conocimiento científico-tecnológico y así poder comprender la manera en que éstos agregan valor a los productos y servicios. En el entendido de que se trata de precisar el término considerando los aportes de la ciencia que estudia a la ciencia misma y la manera en que se construye FUNDAMENTOS
E INSTRUMENTACIÓN DE LA ECONOMÍA
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el conocimiento: la epistemología. Ya que si la ciencia se ha vuelto el motor de la tecnología resulta necesario conocer la manera en que opera y la naturaleza de sus productos. Como es inherente al pensamiento filosófico, los principales representantes de la epistemología presentan diferencias importantes ante los problemas fundamentales de este quehacer intelectual. Para los efectos que buscamos, es factible rescatar algunas de las ideas esenciales de “esa cosa” llamada ciencia, como la alude Chalmers (2000), para comprender lo que nos ofrece el trabajo científico, ya que desde nuestro punto de vista, eludir este punto y optar por caracterizaciones o simplificaciones reduccionistas no aproximará al lector al núcleo de la EBC.
EL CONOCIMIENTO CIENTÍFICO-TECNOLÓGICO El conocimiento científico es aquél que nos permite aproximarnos a la realidad con mayor certidumbre. Este conocimiento nos da una claridad fundada sobre la naturaleza intrínseca de los fenómenos en tanto reales, y que poseen características específicas. Según sus grados de legitimación social, se pueden identificar diferentes tipos de conocimiento: • El conocimiento incipiente que es pre-teórico y comprende explicaciones sencillas referentes a cómo se hacen las cosas (las respuestas dadas a los porqués). • El conocimiento ordinario, o de sentido común, procura explicaciones de la realidad haciendo referencia a esquemas prácticos de carácter inmediato y que se relacionan directamente con acciones y necesidades concretas. • El conocimiento científico, socialmente producido, legitimado y establecido por la comunidad científica y en proceso permanente de validación. (Bonilla C., E., 2009:25). En tanto nos explica cada vez mejor el funcionamiento de la realidad, el conocimiento científico nos brinda los elementos necesarios para transformarla, situación que buscamos mediante nuestro esfuerzo físico e intelectual. Un conocimiento científico explica la realidad bajo estudio y, con ello, da la posibilidad de incidir en ella más eficazmente. Los conocimientos sobre el funcionamiento de la energía nuclear o del ADN, por ejemplo, sirven para cambiar la realidad. 28 LA
ECONOMÍA BASADA EN EL CONOCIMIENTO
El principal producto de la ciencia es el conocimiento teórico-explicativo que nos brinda elementos para transformar la realidad. Dicho producto se alcanza a través de la manera en que procede la ciencia, o lo que suele llamarse el método científico. El nombre es ambiguo, sin embargo: “Por una parte es merecido porque tal método existe y es eficaz. Por otro lado la expresión ‘método científico’ es engañosa, pues puede inducir a creer que consiste en un conjunto de recetas exhaustivas e infalibles que cualquiera puede manejar para inventar ideas y ponerlas a prueba” (Bunge, 2006:48). Aún cuando existen diferentes puntos de vista respecto a lo que es el método científico, esto no impide que haya un amplio reconocimiento a sus éxitos en el campo de las ciencias naturales. Otra cosa es que se considere el más adecuado para otro tipo de ciencias. En particular para aquellas de carácter social. Es menester señalar que en este sentido existe un profundo e interesante debate. No obstante, el abordaje de los puntos de vista al respecto es algo que excede los fines del presente texto. Basta señalar que las prácticas generadoras de conocimiento que se intensifican en las últimas décadas del siglo XX son aquéllas de carácter científico que son útiles para su realización en el mercado1. Buena parte de los éxitos científicos que sustentan la EBC se ubican en el campo de las ciencias naturales y se ha llegado a ellos mediante el uso de estrategias de investigación científica cuyo rasgo distintivo es la contrastabilidad. Dicho de otra manera, las ideas que han venido a transformar la forma en que se realiza la producción, la distribución y el consumo han sido ideas de carácter científico, que a manera de teoría o hipótesis se consideran objetivamente contrastables con datos empíricos. Son avances científicos que ofrecen resultados, cuyo valor económico emerge cuando se aplican en los procesos de producción y consumo. Comprender lo anterior resulta esencial en la definición de estrategias encaminadas a incorporarse a la EBC. Son las prácticas generadoras de conocimiento científico las que más han contribuido a 1 “Han aparecido prácticas epistémicas en cuya estructura axiológica se encuentran valores económicos (como la ganancia financiera), junto con valores que ahora son considerados positivos –si redundan en un beneficio económico– y que afectan directamente el dominio epistémico, como la apropiación privada del conocimiento…” (Olivé, 2008: 42). FUNDAMENTOS
E INSTRUMENTACIÓN DE LA ECONOMÍA
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generar bienes o servicios con alto valor de mercado; algo que, no necesariamente, compromete por igual toda la investigación científica. Dicha actividad, en su amplio sentido, también es generadora de valores epistémicos sujetos a compromisos éticos y sociales. Y es gracias a la ciencia, en su más pura acepción, que puede existir también la práctica científica con fines mercadológicos. Por lo tanto, las estrategias de incorporación a la EBC deben formar parte de políticas mucho más amplias en materia de educación, ciencia y tecnología, que atiendan los diferentes problemas de la sociedad en su conjunto (Olivé, 2008). Aun y cuando nuestro proceder como especie humana sea predominante –y vitalmente– racional (es decir, que en el proceso evolutivo de la misma destaca la capacidad de comprender y transformar coherentemente la naturaleza en beneficio de la especie), el pensamiento humano no siempre ha necesitado alcanzar (ni en todas las épocas ni en todas las culturas) los atributos de rigor, tan característicos de la ciencia. La capacidad para serlo nace con la persona pero la posibilidad de concretar ese paso depende de esfuerzos concretos en ese sentido; el conocimiento científico “…no lo desarrolla espontánea o biológicamente –determinado por su genética–, sino por medio de un esfuerzo mental deliberado y disciplinado” (Dieterich, H., 2007:25). Sólo el esfuerzo interpretativo basado en un razonamiento riguroso o sea el trabajo intelectual, permite ir más allá de la mera apariencia. Permite captar la esencia de la realidad y, por tanto, da la posibilidad de incidir en ella. Para Dieterich (2007:35) el conocimiento científico es el único medio disponible para conocer el mundo real tal como objetivamente existe y opera. De ahí que la utilidad del pensamiento objetivo no se limita al análisis de los temas de investigación académicos, sino que debe emplearse en situaciones de gran trascendencia, donde una decisión equivocada puede tener consecuencias irrevocables para las personas. De ahí que el autor concluye que la finalidad de la ciencia sea, por tanto, eminentemente práctica. Aspecto que se confirma plenamente bajo el modelo de organización de la economía que prevalece en la actualidad. El conocimiento científico tiende a ser ordenado y sistematizado en función a hechos y fenómenos de la misma naturaleza, lo que da pie a distintas especialidades de la ciencia. Ese conjunto de conocimientos 30 LA
ECONOMÍA BASADA EN EL CONOCIMIENTO
llamado ciencia nos proporciona los principios teóricos, mientras que la tecnología nos da la posibilidad de aplicarlos. La ciencia nos brinda los mapas de la estructura de los hechos. “Mapas” que sirven de base para la tecnología en tanto ésta se ocupa de la aplicación de tales conocimientos para transformar determinado aspecto de la realidad. Aspecto que puede estar relacionado con cualquier actividad de la vida humana y que asociamos más frecuentemente con los procesos industriales. Las prácticas tecnológicas, a diferencia de las científicas, se orientan no hacia la generación de conocimientos, sino a la transformación de objetos que serían materiales o simbólicos, aunque muchas veces para ello generan nuevo conocimiento… pero, ciertamente, en las sociedades cuya economía se rige por el mercado, la tendencia dominante es que las prácticas tecnológicas generen productos con un valor de cambio que se realice en el mercado (Olivé, 2008:40). Tal vez una mejor manera de entender lo anterior sea recurriendo al término técnica, el cual corresponde a “el conjunto de procedimientos o métodos que permiten hacer los trabajos de forma más rápida, eficaz y repetible” (Viramontes B., R., 2009:54). Si revisamos la historia, podemos observar que la mayoría de las técnicas o procesos técnicos (que incluyen varias técnicas) se crearon a partir de la experiencia y conocimientos técnicos previos. Es decir que sólo cuando la ciencia fue adquiriendo más importancia y proporcionando más descubrimientos, fue que éstos empezaron a utilizarse para la creación de nuevos procedimientos tecnológicos. Distingo [dice Olivé] entre prácticas técnicas y tecnológicas, reservando el término de tecnología para aquéllas prácticas cuyo objetivo central es la transformación de objetos mediante procedimientos que se benefician del conocimiento científico. Las prácticas técnicas, en general, son aquéllas que transforman objetos sin hacer uso, necesariamente, del conocimiento científico (Op. cit., p. 40). La piedra angular de la economía basada en el conocimiento es el conocimiento C-T que da valor a procesos o productos. No obstante éste no se realizaría si no se atiende durante el ciclo completo que va FUNDAMENTOS
E INSTRUMENTACIÓN DE LA ECONOMÍA
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desde la producción hasta el consumo, lo que exige recurrir a otro tipo de conocimientos, más de carácter aplicado. Por ejemplo, información financiera, de mercados, canales de comercialización, etc., debidamente procesada e interpretada. O bien, conocimientos teórico-prácticos (de los individuos por separado o en conjunto) que se manifiesten en una adecuada comprensión del conocimiento C-T y la interacción con la realidad. Todo ello para innovar2 de manera sistemática y permanentemente. Por lo tanto, la EBC se concreta mediante la combinación de: I) las innovaciones básicas, consistentes en conocimientos científico-tecnológicos que permiten comprender y transformar el producto o servicio en cuestión; II) las innovaciones complementarias, las cuales permiten conocer y transformar la manera de operar y, III) una fuerza laboral capaz de innovar, tanto a nivel individual como grupal. Evidentemente, esa combinación no surge de manera espontánea sino como resultado de un esfuerzo que la propicie. De ahí la importancia de manejar los flujos de los distintos tipos de conocimiento3 enunciados y alcanzar la combinación óptima de los mismos. Entendiéndose de ahí, que el punto óptimo se plasma en el mercado bajo la idea de competitividad. A lo anterior habría que agregar que bajo el nuevo modelo de organización de la economía “...no basta ya con satisfacer de forma general la demanda solvente global; se hace imprescindible ahora «conquistar» al consumidor concreto, en cualquier segmento o nicho de mercado que éste se encuentre” (Grobart, 1998:179).
CARACTERÍSTICAS DE LA ECONOMÍA BASADA EN EL CONOCIMIENTO El resultado de todo lo anterior es un vínculo más estrecho entre el innovador y el inversionista, que se refleja en la rápida aplicación práctica de los conocimientos científico-tecnológicos para la reproducción de objetos de consumo, además de los medios y objetos de trabajo. Aparecen nuevas ramas de producción y modalidades de servicios con sólidas connotaciones científicas, las cuales habrán de asumir un rol decisivo en la creación de la nueva base tecnológica. Encabezan, por tanto, una nueva forma de “industrialización”. 2 El tema de la Innovación se aborda en el siguiente apartado. 3 Tema que se aborda en el apartado 3. 32 LA
ECONOMÍA BASADA EN EL CONOCIMIENTO
La reconversión industrial consiste, en la renovación parcial del aparato productivo y la comprobación comercial de los sistemas de producción flexibles bajo un régimen fundamentalmente capitalista. De esta manera se crean las condiciones para un nuevo tipo de industria “...basada en la difusión masiva de la electronización a todas las esferas de la actividad económica e intelectual, la automatización integral de la producción y los servicios, la propagación generalizada de la informática y las comunicaciones, el empleo multifacético de materiales artificiales con propiedades prediseñadas, así como la diversificación de los productos de la ingeniería genética y la biotecnología, ...” (Grobart, 1998:181). Bajo el nuevo entorno ocurren cambios radicales que conforman un mundo diferente donde los seres humanos incrementamos nuestras capacidades a niveles que hace unas décadas correspondían a nuestra fantasía. En particular nos referimos a las llamadas “tecnologías convergentes”, las cuales forman parte de la dinámica contemporánea del desarrollo científico-técnico. Con este nombre se hace referencia a la combinación sinérgica de diferentes tecnologías transformadoras: (a) nanociencia y nanotecnología; (b) biotecnología y biomedicina, incluyendo la ingeniería genética; (c) tecnología de la información, incluyendo comunicación y computación avanzada y (d) ciencias cognitivas, incluyendo la neurociencia cognitiva (nano–bio–info–cogno, NBIC). Todas ellas constituyen la combinación del conocimiento para la manipulación de la materia viva con la inerte, teniendo como objetivo final impactar directamente a sectores estructurales de la economía, lo político, social y ambiental (Vessuri, H., et al, 2009).
NANOTECNOLOGÍA: LA NUEVA FRONTERA EN CIENCIAS DE LOS ALIMENTOS Artículo original por Carmen I. Moraru, et al., Food Technology, vol. 57, (12):24-29a Traducción y análisis del artículo de Mercedes Pedreño Navarro
"Entender las propiedades especiales de materiales de tamaño nanométrico, permitirá a los científicos en el campo de la alimentación desarrollar nuevos productos que sean más saludables, sabrosos y seguros".
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E INSTRUMENTACIÓN DE LA ECONOMÍA
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La nanotecnología es la ciencia que se basa en propiedades de aquellos materiales que tienen tamaño nanométrico, y ha aportado mejor entendimiento de la relación entre las propiedades macroscópicas y estructuras moleculares, grados de orden, y fuerzas intermoleculares tanto en materiales sintéticos como biológicos. Esta ciencia es definida por los autores de este artículo como la ventana que permitirá comprender, replicar o mejorar la complejidad y la funcionalidad de compuestos biológicos, consiguiendo así el control que la naturaleza tiene sobre dichos compuestos. Hasta el momento la mayor parte de las aplicaciones de la nanotecnología se han desarrollado en los campos de electrónica, automatización, o farmacéutica y medicina. Sus aplicaciones en el campo de Tecnología Agroalimentaria se prevé que producirán una revolución en dicho campo. El desarrollo de nuevos ingredientes como nano-partículas, nano-emulsiones, nano-compuestos, y materiales con nano-estructuras tendrán un gran impacto en el desarrollo de nuevos productos y sus envases. Los procesos de producción también se verán afectados por nuevos métodos derivados de la nano-biotecnología y de la ingeniería basada en nano-reacciones entre otros. Y, por último, se podrán utilizar nano-sensores y nano-dispositivos que mejoren la seguridad y trazabilidad de los alimentos. Algunas de las aplicaciones que se están desarrollando son: Nano-compuestos en el área de envasado de alimentos. Por ejemplo, un nuevo tipo de goma espuma para el envasado de platos preparados con mejores propiedades térmicas y biodegradables. Otro ejemplo son los nano-materiales, que se están desarrollando para poder envasar cerveza en botellas de plástico, algo imposible hasta ahora. Nano-tubos y membranas. Son el material más duro que se conoce, siendo de 10 a 100 veces más fuerte que el acero por unidad de peso. Estos materiales serán vitales en el futuro para la industria aeronáutica y automovilística, y serán igualmente importantes en el diseño de maquinaria industrial o en el diseño de sensores en empresas agroalimentarias. Vehículos de transmisión. Nano-partículas y nano-esferas permiten una mejor encapsulación y una emisión más eficiente que la de la encapsulación tradicional. Su efectividad es tal que incluso se podrían utilizar para tratamiento de alergias alimentarias. 34 La
economía basada en el conocimiento
Nano-herramientas para bioseguridad. Pueden permitir el desarrollo de biosensores que permitan detectar agentes biológicos como ántrax o tuberculosis en la cadena alimentaria de una forma fiable y eficaz. Caracterización y manipulación de biomoléculas. Desarrollo de métodos que permitan la caracterización de materiales y polímeros moleculares en nano escalas. Estas son algunas de las posibles aplicaciones de la nanotecnología en la industria agroalimentaria, dicha industria debe encontrar la forma de beneficiarse de esta nueva tecnología por el bien de la humanidad. Tomado de: http://www.euroresidentes.com/futuro/nanotecnologia/articulos/nanotecnologia-alimentacion.htm
Destaca, muy en particular, por su impacto en la sociedad en su conjunto, la revolución tecnológica de la informática y las comunicaciones que gracias a sus alcances en el envío y procesamiento de información, imagen, texto y audio, vino a constituirse en la nueva base tecnológica de la economía y la sociedad. El paso de la computadora del uso institucional al uso personal transformó, especialmente en los años ochenta, tanto el producto social como el modo de vida de la sociedad. Y, para los noventa, la confluencia de las computadoras con las comunicaciones incide en la mayoría de las actividades económicas y en una enorme gama de actividades sociales. Los nuevos rasgos que caracterizan la economía actual han sido ampliamente reconocido por los más diversos autores –independientemente del paradigma en que se ubiquen– valorando, en especial, el papel del conocimiento C-T, el cual junto con las tecnologías de la informática y las comunicaciones son las fuerzas que dinamizan la actividad económica. La OCDE (1996) define la economía basada en el conocimiento como la economía basada en la producción, distribución y uso del conocimiento y de la información. En la definición de la OCDE, señala Barceló (2001), queda implícita la atribución del conocimiento como factor de producción. Si en la economía agrícola el recurso central era la tierra y en la industrial el capital físico, en la actualidad el conocimiento –tanto en su categoría FUNDAMENTOS
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de input como de output– se configura como el principal elemento de creación de riqueza. Y, aunque, como señala la misma autora, no existe un acuerdo generalizado de lo que significa la EBC, sí existe consenso respecto al hecho de que este proceso ha derivado en: • La aparición de nuevas actividades económicas y modificación de la estructura sectorial de las economías. • Transformación de los patrones de inversión que implica un crecimiento de ésta en intangibles como I&D, reestructuración de las organizaciones, y tecnologías de la comunicación. • Mayor cualificación profesional generalizada en todos los sectores. • Incremento de las exportaciones de productos de alta tecnología. La expresión «economía basada en el conocimiento» fue acuñada para describir la tendencia de las economías avanzadas a ser cada vez más tributarias del conocimiento, la información y la formación de alto nivel, así como de la necesidad creciente, de los sectores públicos y privados, de poder acceder a todos estos elementos. Manual de Oslo, 2005. Según la OCDE (1999), los cambios experimentados por las economías que la componen muestran la creciente importancia de la producción, difusión y uso del conocimiento para mejorar la competitividad de las empresas y el comportamiento de la economía en su conjunto. De acuerdo a lo señalado en el documento de la OCDE (1999) y al resumen que hace Barceló (2001), el movimiento generalizado hacia la EBC se observa en un crecimiento significativo en los sectores intensivos en conocimiento (en particular de las tecnologías de la información y la comunicación), el gasto creciente de las economías de la OCDE en I&D y el impulso a la generación de recursos humanos altamente calificados. A partir de esas tendencias la OCDE estableció una serie de indicadores que se publican en sus anuarios y que tratan de dar cuenta de los avances de la EBC. En relación al gasto cabe destacar que de acuerdo al Reporte de la OCDE 2010, los países que la componen gastan en promedio poco más del 2% de su PIB en I&D. Aunque, evidentemente, el promedio es resultado de las diferencias entre los países que la integran, en el caso de México la diferencia con respecto al promedio es mucha, ya que la inversión en I&D apenas representa el 0.4 del PIB. 36 LA
ECONOMÍA BASADA EN EL CONOCIMIENTO
La suma de los avances alcanzados por el progreso científico-técnico ha beneficiado a las organizaciones empresariales y, al mismo tiempo, ha permitido a los países desarrollados –que es donde se concentran la mayoría de dichos avances4– enfrentar la saturación que presentaba el mercado. Los nuevos conocimientos y sus aplicaciones permiten a las empresas de estos países confrontar la competencia con nuevas estrategias. De ahí la importancia creciente de las políticas dirigidas al fomento de la investigación y el desarrollo tecnológico. ÍNDICE DE LA ECONOMÍA DEL CONOCIMIENTO (KEI) E ÍNDICE DE CONOCIMIENTO (KI) ELABORADOS POR EL BANCO MUNDIAL El índice de la economía del conocimiento elaborado por el Banco Mundial sirve para comparar la posición de los países a través de un conjunto de variables relacionadas al conocimiento. Explica la relación entre el nivel de conocimiento asociado con el nivel de desarrollo de un país o región. El Índice del Conocimiento (KI) mide la capacidad de un país para generar, adoptar y difundir el conocimiento. Es un indicador del potencial de desarrollo de los conocimientos en un país determinado metodológicamente. Constituye el promedio de los resultados de desempeño de un país o región en tres componentes de la economía del conocimiento: 1) la educación y los recursos humanos; 2) el sistema de innovación, y 3) las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC). El Índice de la Economía del Conocimiento (KEI) toma en cuenta si el entorno es propicio para el conocimiento y pueda ser usado eficazmente para el desarrollo económico. Se trata de un índice agregado que representa el nivel general de desarrollo de un país o región en relación con la economía del conocimiento. El KEI se calcula sobre la base de la media de las puntuaciones del rendimiento de un país o región en los cuatro componentes relacionados con la economía del conocimiento: a) régimen institucional e incentivo económico; b) la educación y los recursos humanos; 4 La concentración de los avances científico-técnicos en los países desarrollados está asociado al hecho de que el insumo fundamental para la producción de nuevo conocimiento es el ya preexistente y acumulado, lo que a su vez está asociado a un conjunto de recursos dirigidos a investigación, capital humano e infraestructura. FUNDAMENTOS
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c) el sistema de innovación y d) las tecnologías de la información y las comunicaciones. A su vez, para los propósitos del índice, cada componente en sí está representado por tres variables clave: a] Régimen institucional e incentivo económico • Tarifa y barreras no arancelarias • Calidad en la regulación • Estado de derecho b] Educación y recursos humanos • Tasa de alfabetización de los adultos • Cobertura en secundaria • Cobertura en bachillerato y universidad c] Innovación Pagos de royalties por derechos de propiedad intelectual (licencias de patentes, software, etc.); solicitudes de patentes concedidas por la oficina de patentes y marcas de Estados Unidos; artículos de revistas científicas y técnicas d] Tecnologías de la información y las comunicaciones • Teléfonos por cada 1 000 habitantes • Computadoras por cada 1 000 habitantes • Usuarios de Internet por cada 10 000 habitantes Fuente: World Bank, 2008. Tomado de: Aboites y Soria (2008:50).
Actividades 1. Buscar cinco definiciones de la Economía del conocimiento. Identificar el campo del conocimiento desde el que se aborda y la unidad económica que enfoca. 2. Desarrollar un breve texto sobre la biotecnología, señalando en qué consiste, y describiendo alguno de sus aportes donde se observe el descubrimiento del principio científico y la manera en que su aplicación está transformando la realidad. 3. Investigar el gasto en C-T en México (tanto gubernamental y privado) y compararlo con el de países como EU o Japón.
38 La
economía basada en el conocimiento
2 LA INNOVACIÓN CREADORA DE CONOCIMIENTO
La creciente importancia de la innovación ha dado pie al surgimiento de numerosas propuestas o estrategias en torno al análisis del fenómeno de cara a mejorar la competitividad de una organización. Partiendo de la importancia de la innovación en la economía actual del conocimiento, antes de abordar las definiciones concretas, vale la pena abundar algo más respecto a sus orígenes.
EVOLUCIÓN HACIA EL CONCEPTO INNOVACIÓN De acuerdo con Formichela (2005), quien dedica una monografía completa a revisar la evolución del concepto, la idea de innovación prácticamente está presente desde que surge la ciencia económica y ha sido observada por autores de las más diversas corrientes. Comenzaba a vislumbrarse en los escritos de los clásicos Adam Smith y David Ricardo, aunque no lo mencionaran explícitamente. Adam Smith en su obra La riqueza de las naciones (1776) menciona que la división del trabajo aumenta sus facultades productivas a través de tres caminos, siendo uno de ellos la invención de maquinaria específica. Asimismo, Smith explica que el trabajador abocado a una determinada tarea intentará mejorar la forma de llevarlo a cabo y tendrá incentivo a inventar nuevas herramientas y máquinas para ello. Por otra parte, Carlos Marx en su obra El Capital (1867) considera el fenómeno al señalar la incorporación del conocimiento al trabajo como un aspecto sumamente importante ya que permite el desarrollo de las fuerzas productivas y, por ende, de la productividad1. El 1 “... si a primera vista es evidente que la gran industria, mediante la incorporación de fuerzas naturales y de las ciencias de la naturaleza al proceso de producción, no pueden menos que acrecentar extraordinariamente la productividad del trabajo, en modo alguno resulta tan evidente, por otra parte, que esa fuerza productiva acrecentada no se obtenga gracias a un gasto mayor de trabajo”. K. Marx, El Capital, 1978, Siglo XXI Editores, México, tomo I, p. 471. Citado por Ordoñez (2004:11). 39
asunto medular, bajo el enfoque marxista, no son las pequeñas modificaciones ocurridas en el marco de una empresa, sino la fuerza que las provoca: el conocimiento. Tal conocimiento, en la medida en que se constituye en la fuerza productiva más importante, da pie a una nueva fase de desarrollo del capitalismo. En el entendido de que esta fase nueva es el resultado, a su vez, de una nueva base productiva y una nueva forma de producción que provocan el surgimiento de nuevos productos, servicios y ramas de actividad, los cuales se convierten en los sectores que articulan el resto de la actividad económica y dinamizan su crecimiento (Ordoñez, 2004). Al igual que en el caso de los autores mencionados, los exponentes de la corriente neoclásica consideran el fenómeno de la innovación asociado al uso de la tecnología. Para ellos, las empresas poseen una función de producción común y toman sus decisiones en relación a la tecnología en condiciones de perfecta certidumbre, y buscando, siempre, obtener los mayores beneficios. Por lo tanto, el conocimiento tecnológico es analizado como explícito, imitable y posible de ser transmitido perfectamente. Existe un stock global de conocimiento científico-tecnológico y cualquier empresa puede producir o captar innovaciones a partir de éste (Formichela, 2005; Herrera, L., 2008). En suma, se considera que la tecnología se desarrolla fuera del ámbito productivo ya que la ciencia opera en forma relativamente independiente del proceso económico. De tal manera que –una vez que la tecnología existe– el empresario puede incorporarla o no al proceso de producción. Aunque la idea de la innovación subyace en los textos de numerosos autores, es Josep Schumpeter el primer economista que desarrolla ampliamente el concepto. Al analizar las inestabilidades del capitalismo resalta la importancia del cambio tecnológico como determinante del crecimiento económico. Schumpeter (1942) utiliza el término “empresario innovador” para referirse a aquellos individuos que con sus acciones causan inestabilidades en los mercados. Define al empresario innovador (o emprendedor) como una persona dinámica y fuera de lo común, que promueve nuevas combinaciones o innovaciones. Él lo expresa de la siguiente manera en su libro Capitalismo, socialismo y democracia: “La función de los emprendedores es reformar o revolucionar el patrón 40 LA
INNOVACIÓN CREADORA DE CONOCIMIENTO
de producción al explotar una invención, o más comúnmente, una posibilidad técnica no probada, para producir un nuevo producto o uno viejo de una nueva manera; o proveer de una nueva fuente de insumos o un material nuevo; o reorganizar una industria, etc.” (Formichela, 2005). El primer economista importante en desarrollar ampliamente el concepto de proceso de innovación fue el economista austríaco Joseph Schumpeter, quien estableció la diferencia entre invención, innovación y difusión. Definió invención como aquel producto o proceso que ocurre en el ámbito científico-técnico y perdura en el mismo (ciencia pura o básica), y a la innovación la relacionó con un cambio de índole económico. Para Schumpeter, la transmisión de la innovación es la que permite que un invento se convierta en un fenómeno económico-social, lo que a su vez permite explicar los ciclos del capitalismo y la dinámica interna de dicho sistema. A partir de los planteamientos de Schumpeter las ideas en torno a la innovación han venido evolucionando en forma ininterrumpida. En dicha transformación destacan –en un esquema muy general– dos grandes visiones. La primera basada en el enfoque neoclásico tradicional donde la innovación (asociada fundamentalmente el cambio tecnológico) se produce fuera de la actividad empresarial y las empresas solo se suman al mismo. Y, la segunda, de mayor influencia en la actualidad, es la denominada evolucionista, la cual emerge como resultado de los trabajos de Nelson y Winter (1982)2 durante la década de los setenta y el trabajo de Rosenberg (1976) donde –además de plantear lo endógeno del proceso– se reconocen las implicaciones macroeconómicas del mismo aplicando un enfoque más ecléctico que sustenta que la competencia tecnológica es la fuerza motriz del desarrollo (Herrera, 2008). A la larga, el uso del término se ha vuelto muy flexible, empleándolo para referirse a la introducción de, prácticamente, cualquier cambio (objeto o método nuevo) al que las empresas recurren para llegar y mantenerse en el mercado.
2 Compilados en el texto que se cita. FUNDAMENTOS
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La innovación, señala Benavides (1999), es un proceso sistemático y deliberado mediante el cual se pretende alterar determinados factores de la empresa. A través de este proceso se conciben nuevas ideas que, una vez desarrolladas, permiten la introducción en el mercado de nuevos productos o procesos, la adopción por parte de la empresa de nuevas estructuras organizativas, el empleo de nuevas técnicas comerciales, de gestión, entre otros. (Benavides, 1999; citado por Flores U. y Peña C., 2008:37). El desarrollo de la palabra innovación se ha extendido a otro tipo de fenómenos, ya que puede implicar tanto la idea de un cambio tecnológico generalizado como un cambio dentro de las organizaciones –especialmente en las de tipo empresarial– o bien en la sociedad (Flores U. y Peña C., 2008). En tal virtud, el fenómeno de la innovación ha sido abordado desde múltiples perspectivas disciplinarias y, muy en particular, por el de las ciencias económico-administrativas. La innovación es el proceso de aprendizaje sistémico, interactivo, multidisciplinario y de diferentes actores, en el cual nuevos conocimientos son generados, otros son transferidos y otros ya existen en las instituciones participantes. Este conjunto de conocimientos nuevos y existentes es asimilado e interconectado para introducir en la sociedad una nueva tecnología. (Sáenz y De Sousa, 2006; citado por Flores U. y Peña C., 2008:38).
LA BÚSQUEDA DE LA INNOVACIÓN GENERALIZADA Desde los años ochenta se afianzó a escala mundial una nueva concepción del desarrollo económico-social y científico-técnico, condicionada por el incremento acelerado del rol que desempeña el progreso del conocimiento C-T (Grobart, 1998). Esta organización económica ampliamente denominada como la Economía Basada en el Conocimiento se manifiesta, esencialmente, en los países desarrollados. En su número de septiembre del año 2002, la revista inglesa The Economist confirma la importancia de lo anterior al hacer referencia a los efectos económicos del conocimiento escribien42 LA
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do que “la innovación es considerada actualmente como el ingrediente más importante de cualquier economía moderna y es causa de más de la mitad del crecimiento de América y del Reino Unido. En resumen, es la innovación, más que el capital y el trabajo, lo que hace que el mundo avance”. Derivado de lo anterior, en los países de la OCDE se generaliza y perfecciona en estos años la institucionalización de la política científico-técnica, al asumir los órganos competentes, en primer lugar, la misión de trazar las prioridades estratégicas en esta esfera para el largo y el mediano plazo y, en consecuencia, determinar los principales volúmenes y proporciones del financiamiento. A partir de la sistematización, en los setenta y ochenta, de la labor de prospectiva tecnológica y evaluación de proyectos, se fundamentan planes nacionales de investigación y desarrollo tecnológico, momento en que empieza a popularizarse el signo I&D. Para los años ochenta es característico el crecimiento sostenido de los gastos en I&D, tanto en cifras absolutas como en indicadores relativos (aunque con oscilaciones anuales y estructurales, en cada país específico). Si bien como regla, en el campo de las investigaciones aplicadas y trabajos de desarrollo la mayor parte de los recursos financieros son aportados y reabsorbidos con creces (a partir de las demás fuentes) por la empresa privada, no obstante, debe reconocerse la trascendencia que adquieren los fondos públicos para el desarrollo de la investigación fundamental y de los principales servicios científico-técnicos, en interés de todo el sistema social. De tal manera que la capacidad de estos países de generar y aprovechar con eficiencia los logros de la ciencia y la técnica es resultado de una política que se constituyó como esencial. Ya que desde las últimas décadas del siglo XX la política científico–tecnológica se convirtió en uno de los elementos centrales de la política de los Estados desarrollados, en especial en sus tres principales centros (Estados Unidos, Japón y la Unión Europea). La política C-T dejó de ser, definitivamente, un mero aditamento promotor de investigaciones y potenciales científicos con fines esencialmente “culturológicos”, para transformarse en el principal instrumento de la capacidad innovadora a escala nacional, que sirve para crear condiciones sistemáticas que favorezcan la competitividad de sus productos y servicios en el mercado mundial (Grobart, 1998). FUNDAMENTOS
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Al margen de los distintos enfoques que explican la creciente participación de la ciencia y la tecnología en el proceso económico, todos los autores coinciden en que su fomento ha ido adquiriendo cada vez más importancia en el ejercicio de la administración pública. De acuerdo a datos recogidos por la OCDE en Perspectivas de Ciencia, Tecnología e Industria de 2008 (documento donde se analizan las principales tendencias del tema en los países de la OCDE y otras economías importantes), el incremento en el gasto en I&D ha sido notable. La inversión de los países miembros de la OCDE en 2006 dirigido a I&D se elevó a 818 mil millones de dólares, en comparación con los 468 mil millones de dólares en 1996. Casi todos los países –señala la OCDE (2008)– han experimentado un aumento en las patentes y las publicaciones científicas en los años recientes. Si bien Estados Unidos de América tiene aún la proporción más grande de familias de patentes trivalentes (patentes registradas en Estados Unidos de América, Japón y la Unión Europea para proteger el mismo invento), su proporción ha bajado, como lo ha hecho la de la UE3. Al mismo tiempo, la proporción de familias de patentes de las economías asiáticas aumentó marcadamente entre 1995 y 2005, aunque a partir de un bajo nivel. La publicación de artículos científicos también ha aumentado, pero aún está altamente concentrada en unos cuantos países; la zona de la OCDE en general representa más de 81% de la producción global. No obstante, las capacidades científicas están creciendo con fuerza en algunas economías emergentes.
La transferencia de tecnología Uno de los elementos a señalar relacionado directamente con la innovación es la transferencia tecnológica. La transferencia de tecnología es el proceso en el cual se comparten habilidades, conocimiento, experiencia, know-how, herramientas, métodos de fabricación e inclusive instalaciones entre compañías, universidades, centros de investigación, entidades gubernamentales y otras 3 Se refiere a los países que conforman la Unión Europea actual: Alemania, Austria, Bélgica, Bulgaria, Chipre, Dinamarca, Eslovaquia, Eslovenia, España, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Hungría, Irlanda, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Malta, Países Bajos, Polonia, Portugal, Reino Unido, República Checa, Rumanía y Suecia. 44 LA
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instituciones para asegurar que los desarrollos científicos y tecnológicos sean accesibles a la sociedad. Por tanto, la transferencia es otro medio de acceso al conocimiento y a la tecnología, recursos necesarios en el proceso innovador (European Commission, 2009). La transferencia tecnológica constituye un asunto de importancia capital en el mundo actual, por lo que, en el caso de la Unión Europea, está considerada en todos los objetivos planteados para la universidad europea en el horizonte 2020 sobre una “Europa del Conocimiento”. Si las empresas, y sobre todo las pequeñas y medianas (PyMEs), desean avanzar en innovaciones deben disponer de la tecnología y el conocimiento adecuado que pueden obtenerse a través de dos fuentes complementarias: fuentes internas como los departamentos propios de I&D&i y las fuentes externas mediante la colaboración con proveedores y socios externos para la adquisición del conocimiento o la tecnología disponible o en desarrollo (González, J., 2011). Al respecto, la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT, 2005) remarca que la capacidad del país para generar o adoptar innovaciones tecnológicas y organizativas va a depender de la calidad y nivel de los recursos humanos (productividad), de la inversión en I&D (generación de nuevo conocimiento), de los mecanismos de financiamiento de la innovación (competitividad), y de los incentivos, especialmente de la administración, para promover que las empresas transformen en innovación el nuevo conocimiento y la tecnología obtenidos mediante procesos de transferencia.
LA INNOVACIÓN Y LA ESTRATEGIA EMPRESARIAL Tal como señalan Escorsa y Valls (2003) la evolución en la gestión de la investigación y el desarrollo (I&D) condujo al concepto de innovación. Desde sus inicios la gestión de la I&D trataba de mejorar la utilización de recursos humanos y materiales para producir conocimiento. Con el paso de los años las empresas fueron conscientes que la prioridad no era utilizar ese conocimiento para resolver problemas de I&D, sino FUNDAMENTOS
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convertirlo en nuevos productos o procesos que permitieran aumentar la rentabilidad. De esta manera los resultados de la I&D se transforman en beneficios empresariales. Esta evolución llevó entonces a la gestión de la innovación, añadiendo a la gestión de la I&D aspectos como el lanzamiento de nuevos productos y un estudio de viabilidad. Situación que, aunada a la existencia de diferentes modelos teóricos sobre la innovación y la complejidad de instrumentar algunos de ellos, propició el desarrollo de diferentes modelos de fomento o gestión de la innovación (Forrest, 1991; Rothwell, 1994; Hidalgo, et al., 2002; Escorsa y Valls, 2003). En concordancia con lo anterior, y de hecho, paralelo al concepto de gestión de la innovación, surge el concepto de gestión de la tecnología, que según Dankbaar (1993) intenta mantener y mejorar la posición competitiva de la empresa mediante la utilización de la tecnología. De acuerdo con este autor, la gestión de la tecnología comprende todas las actividades de gestión en identificación y manejo de la tecnología, la I&D y la adaptación de nuevas tecnologías en la empresa. De acuerdo con Escorsa y Valls (2003) presenta muchos puntos de contacto con la gestión de la innovación e inclusive, en ocasiones, ambas expresiones se utilizan indistintamente ya que sus fronteras no están perfectamente delimitadas. El concepto de detección de nuevas tecnologías o la “vigilancia tecnológica”, se considera como parte de la gestión de la innovación y la tecnología. En el apartado de herramientas para innovar se ofrecen más detalles sobre la vigilancia tecnológica. Para Michael Porter (1980) la competitividad de una nación depende de la capacidad de su industria para innovar y mejorar. Esta es una manera para incorporar el concepto de estrategia en el proceso de la innovación. La innovación es sinónimo de cambio, cambiar para sobrevivir a la competencia. De acuerdo con Escorsa y Valls (2003) el progreso técnico, la internacionalización de la economía y la desmasificación de los mercados empujan a una mayor flexibilidad de los procesos productivos. Tanto los productos como las tecnologías tienen un ciclo de vida, introducción, crecimiento, madurez y declive. Asimismo, tanto el producto como su proceso o tecnología, pueden sufrir un cambio, una transformación, una renovación.
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La OCDE (1992) en su análisis de la innovación en PyMEs remarcó que la invención no pasa a ser innovación si no se concreta en un producto aceptado por el mercado y ampliamente difundido. El agente de la invención es el científico o el técnico, mientras el agente de la innovación es el empresario. Tal como se ha comentado en el anterior apartado, la gestión de la innovación va ligada a la estrategia empresarial, pero no se puede asegurar que fueran ideas consideradas desde los orígenes del concepto de gestión empresarial. La estrategia apuntaba a áreas funcionales como las finanzas, recursos humanos, la producción o las ventas. Definiciones más recientes explican la estrategia como “la elección, tras el análisis de la competencia y del entorno futuro, de las áreas donde actuará la empresa y la determinación de la intensidad y la naturaleza de esta actuación” (Ader, 1983). Por tanto, la innovación puede entenderse como una opción estratégica por la cual apuesta la empresa para garantizar su continuidad. A principios de los ochenta, Kantrow (1980) remarcaba la importancia de la tecnología en la estrategia empresarial. Abell (1980) considera que toda empresa al momento de elaborar su estrategia debe tener presente dar respuesta a las siguientes tres preguntas: ¿Qué productos o servicios se van a ofrecer? ¿Quiénes serán los clientes? ¿Cómo se producirán tales productos (tecnologías)? La respuesta a esta tercera pregunta establecería la estrategia tecnológica. (Ver Figura 1). Figura 1. Los tres ejes estratégicos Qué necesidades satisface la empresa
Empresas, factibilidad y estrategia
A quién (Segmento de mercado)
Cómo Satisface la necesidad (Tecnología)
Fuente: Adaptación de: Abell, 1980 (Citado en: Escorsa y Valls, 2003:61). FUNDAMENTOS
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De acuerdo con Michael Porter (op. cit.), la estrategia es aquella característica que hará a una empresa distinta, brindando una ventaja competitiva que al fin y al cabo dará un valor agregado apreciado por el cliente. Este mismo autor defiende que sólo tres estrategias genéricas pueden llevar al éxito de acuerdo con el mercado que se tenga en mente: el liderazgo en costos, la diferenciación y la alta segmentación. De acuerdo con el Cuadro 2, elaborado a partir de las ideas de Porter (1980), en el caso del liderazgo en costos hay que tener presente la inversión en recursos para llegar a fabricar grandes series eficientemente. La diferenciación sólo se alcanza si se innova en productos que sean percibidos como únicos en el mercado y en la alta segmentación, focalizándose en un grupo de compradores en particular (mercado geográfico o línea de producto). Esta segmentación puede considerar los costos más bajos o por diferenciación. Cuadro 2. Estrategias en la obtención de ventaja competitiva Mercado objetivo
Ventaja competitiva
Genéricos (caso de los commodities)
Centrado en el bajo costo (al no contar con diferenciación que lo particularice)
Segmento o nicho de mercado
Centrado en la diferenciación del producto o servicio (pues presenta mayor tolerancia en el aspecto del costo)
Mercado en su conjunto
Existe un rejuego o alternancia entre la importancia del liderazgo en costos y la de la diferenciación del producto o servicio
EL PROCESO INNOVADOR La innovación es analizada y estudiada como un proceso, es decir, una secuencia de pasos que pretende llevar una idea al mercado. De acuerdo con Velasco, et al., 2007, no existe un modelo claro y explicativo para describir el proceso de innovación, es decir el camino que tiene lugar desde que surge una invención hasta que ésta alcanza el mercado. Los modelos recogidos en la literatura presentan carencias e interrogantes, hasta el punto que algunos autores concluyan que por el momento no se ha desarrollado un modelo del 48 LA
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proceso de innovación generalizable (Forrest, 1991; Hobday, 2005). Otros autores llegan a cuestionar el hecho mismo de intentar desarrollar un modelo universal para explicar el proceso de innovación (King y Anderson, 2003). En el Cuadro 3 se clasifican por autores los modelos ofrecidos sobre el proceso de innovación. Cuadro 3. Modelos ofrecidos por distintos autores sobre el proceso de innovación Clasificación de modelos del proceso de innovacion
Autor • Saren, M. A. (1983) • • • •
Forrest, J. (1991)
• •
• •
Rothwell, R. (1994)
•
• • •
•
Modelos de Etapas Departamentales (Departamental-Stage Models) Modelos de Etapas de Actividades (Activity-Stage Models) Modelos de Etapas de Decisión (Decision-Stage Models) Modelos de Proceso de Conversión (Conversion Process Models) Modelos de Respuesta (Response Models) Modelos de Etapas (Stage Models) Modelos de Conversión y Modelos de Empuje de la Tecnología/Tirón de la Demanda (Conversion Models and Technology Push/Market-Pull Models) Modelos Integradores (Integrative Models) Modelos Decisión (Decision Models)
Proceso de innovación de primera generación: Empuje de la Tecnología (Technology-Push) Proceso de innovación de segunda generación: Tirón de la Demanda (Market-Pull) Proceso de innovación de tercera generación: Modelo Interactivo (Coupling Model) Proceso de innovación de cuarta generación: Proceso de Innovación Integrado (Integrated Innovation Process) Proceso de Innovación de quinta generación (System Integration and Networking)
FUNDAMENTOS
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Clasificación de modelos del proceso de innovacion
Autor • •
Padmore, T., Schuetze, H. y Gibson, H. (1998)
• •
Hidalgo, A. León, G. Pavón, J. (2002)
• • • • •
Trott, P. (2002)
Escorsa, P. y Valls, J. (2003)
European Commission (2004)
Modelo lineal (Linear model) Modelo de enlaces en cadena (Chain link model) Modelo en ciclo (Cycle model) Modelo Lineal: Empuje de la Tecnología/ Tirón de la Demanda Modelo Mixto (Marquis, Kline, Rothwell y Zegveld) Modelo Integrado
•
Serendipia (Serendipity) Modelos lineales (Linear models) Modelos simultáneos de acoplamiento (Simultaneous coupling model) Modelos interactivos (Interactive model)
• • • •
Modelo Modelo Modelo Modelo
• • •
Innovación derivada de la ciencia (Technology Push) Innovacion derivada de las necesidades del mercado (Market Pull) Innovación derivada de los vínculos entre los actores en los mercados Innovación derivada de redes tecnológicas Innovación derivada de redes sociales
• • •
Lineal de Marquis de la London Business School de Klime
Fuente: Velasco, et al., 2007:2.
Del análisis de las propuestas realizadas por distintos autores se deduce que existen algunos modelos sobre el proceso de innovación que son más extendidos y aceptados en la literatura. Concretamente los más destacados son: Modelos Lineales, Modelos por Etapas, Modelos Interactivos o Mixtos, Modelos Integrados y el Modelo en Red (Velasco, et al., 2007). En el presente capítulo no será posible detallar los diferentes modelos, empero se anima al lector interesado para que consulte las referencias dadas al respecto. A continuación nos 50 LA
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centraremos en comentar el Modelo Lineal (Rosseger, 1980), el modelo de la London Business School y la adopción que de éste hizo en su momento el Centro de Innovación y Desarrollo Empresarial de la Generalidad de Cataluña (CIDEM), hoy llamado ACC10. El Modelo Lineal se explica brevemente porque aunque resulta relativamente simple en sus consideraciones, ayuda a establecer las bases de los modelos posteriores. En el caso del modelo adaptado por el CIDEM, se explica por qué ha servido de herramienta en Cataluña para trabajar el tema del proceso innovador. El Modelo Lineal (Figura 2) considera el inicio del proceso en la investigación básica hasta la llegada al mercado. Es un modelo que considera conceptos muy útiles aunque hay que tener presente que es poco realista de acuerdo a la secuencia planteada, dado que en ocasiones el proceso de innovación pueda iniciarse aprovechando resultados ya obtenidos o innovando en la fase de diseño y lanzamiento del producto.
Figura 2. Modelo por etapas de la innovación tecnológica
ACTIVIDADES
Investigación básica
Investigación aplicada
Desarrollo tecnológico
Inversión aprendizaje Difusión
RESULTADOS
Descubrimiento
Invención
Información
Innovación
Efecto económico
Patentes LOS RESULTADOS CONTRIBUYEN AL AUMENTO Y MEJORA DE:
Conocimiento científico
Conjunto de inventos existentes
Conocimiento tecnológico
Plantas productivas, equipos, productos existetntes
Fuente: Rosseger, 1980. Citado en: Eescorsa y Vall, 2003:26.
El modelo del CIDEM es el modelo seleccionado por el Centro para la Innovación y el Desarrollo Empresarial de Cataluña (Figura 3. CIDEM, 2007), a partir del modelo de Voss, Chiesa y Couglan de la London Business School.
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Figura 3. Modelo del proceso de innovación del CIDEM
Redefinición de los procesos productivos
Desarrollo de producto
Redefinición de los procesos de comercialización
Mercado
Mercado
Generación de nuevos conceptos
Gestión del conocimiento y de la tecnología
Fuente: CIDEM, 2007:16.
De acuerdo con el CIDEM el proceso de innovación estaría definido por todas aquellas tareas relacionadas con hacer cosas nuevas y hacerlas de manera diferente para aumentar el valor. Tal proceso debe estar marcado por un enfoque claro de mercado; es decir, el mercado nos da información de entrada para tomar decisiones y se finaliza o materializa con un output al mercado. Tal como se observa en la gráfica, el proceso incluye cuatro actividades básicas: Generación de nuevos conceptos: en la cual se identificarían los nuevos conceptos de productos o servicios a desarrollar. Además contempla mecanismos para estimular la aportación de ideas y creatividad por parte de los trabajadores y seleccionarlas. • Redefinición de procesos productivos: acciones encaminadas a alcanzar más flexibilidad y productividad, más calidad y menos costos de producción. • Desarrollo de producto: metodologías aplicadas por la empresa para pasar de la idea al lanzamiento de productos o servicios, teniendo presente consideraciones de producto desde la fabricación hasta la postventa, pero además aspectos como la coordinación de equipos de trabajo y técnicas de gestión de proyectos. • Redefinición de los procesos de comercialización: analizar cómo cambios en la comercialización pueden significar un 52 LA
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aumento en el valor de los productos o generación de uno nuevo. Se consideran también las nuevas tecnologías de la información. La Gestión del Conocimiento y la tecnología es la actividad que estaría dando apoyo a las ya explicadas y, mediante la cual, se facilita el proceso innovador a través de una buena gestión del conocimiento y la tecnología con recursos internos y externos. Los externos podrían considerar la transferencia desde centros y universidades o mediante alianzas estratégicas con otras empresas.
HERRAMIENTAS PARA INNOVAR De acuerdo con los temas comentados hasta el momento respecto a la innovación, se puede comprender mejor la complejidad que envuelve el proceso innovador. Los outputs o resultados derivados del proceso dependen en gran medida de la calidad de los inputs y herramientas utilizadas para llevarlo a cabo. En este apartado, se busca destacar algunos conceptos y estructuras reconocidos durante los últimos años como importantes herramientas de apoyo al proceso innovador. A continuación se describen los aspectos principales de la vigilancia tecnológica, la inteligencia competitiva, y la creatividad. A. La vigilancia tecnológica y la inteligencia competitiva Continuando en la línea de la gestión de la innovación y la tecnología integradas dentro de la estrategia empresarial, y considerando el impacto que la información tiene en el proceso de innovación, la vigilancia tecnológica (VT) es otro importante concepto a incluir. La información es definitivamente, y más en los últimos años, un recurso estratégico que se debe gestionar correctamente. En los últimos 12 años, la vigilancia tecnológica está siendo considerada como una importante herramienta en la gestión de la innovación. La norma UNE:166002:2006 establece los requisitos del sistema de gestión de la I&D&i y define la VT como “una forma organizada, selectiva y permanente de captar información del exterior sobre tecnología, analizarla y convertirla en conocimiento para tomar deciFUNDAMENTOS
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siones con menor riesgo y poder anticiparse a los cambios” (Aenor, 2006). Hay que señalar que algunos enfoques conceptuales clasifican la vigilancia tecnológica dentro de un concepto más global, la vigilancia estratégica. Este concepto más global, además de monitorizar o vigilar los cambios en el área de la tecnología, da seguimiento o vigilancia competitiva, comercial y del entorno (ver Figura 4). Por tanto el objetivo de la vigilancia estratégica es “la generación y tratamiento de ideas aplicables al desarrollo de nuevos productos, servicios o procesos, o en la mejora de los ya existentes”. (Fundación Prodintec, 2010). Figura 4. Vigilancia estratégica
VIGILANCIA TECNOLÓGICA Información de carácter científico y técnico
VIGILANCIA COMPETITIVA Competidores actuales y/o potenciales
VIGILANCIA ESTRATÉGICA VIGILANCIA COMERCIAL Clientes, proveedores, mercados, mano de obra en el sector
VIGILANCIA DEL ENTORNO Legislación, normativa, política, economía, cultura, medioambiente
Fuente: Fundación Prodintec, 2010.
La tarea de la vigilancia tecnológica no es fácil para las empresas en general, ya que gran parte de la información necesaria para captar nuevas ideas se encuentra en el exterior de las organizaciones, siendo además compleja y abundante. El objetivo es entonces organizarla y tratarla para añadirle valor. La vigilancia contribuye por tanto en el proceso innovador a reducir las decisiones erróneas en el inicio de un proyecto de I&D&i, así como en las fases de lanzamiento previo al mercado (Muñoz, J., Marín, M., y Vallejo, J., 2006). Como ocurre en muchas ocasiones al intentar definir ciertas expresiones, en el caso de vigilancia e inteligencia competitiva podemos encontrar varias propuestas. Para Gilad (1992) la inteligencia competitiva es el acceso oportuno al conocimiento e información relevantes en las distintas fases de la toma de decisión. Pero la aproximación de Hidalgo, et al., (2002) puede aclarar la diferencia entre los términos: 54 LA
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la inteligencia se diferencia de la vigilancia en que constituye un paso más en el proceso de gestión de la información obtenida: la vigilancia persigue la obtención de la información más relevante del entorno para nuestros intereses y su análisis, mientras que la inteligencia hace especial énfasis en otros aspectos como su presentación en un formato adecuado para la toma de decisión y el análisis de la evaluación de los resultados obtenidos mediante su uso. B. Creatividad Un elemento que no se puede dejar de considerar al momento de hablar de innovación es la creatividad, dado que las ideas que surgen de esta actitud o capacidad son necesarias en el proceso innovador. Peter Druker en su libro La disciplina de la Innovación (1986) decía “¿Cómo pueden los directivos intentar planificar o inclusive fiarse de un proceso que depende tanto en sí mismo de la creatividad, de la inspiración o de la misma suerte?” evidentemente hay innovaciones que brotan de un instante de genialidad. Asimismo, la mayoría de las innovaciones, especialmente las de más éxito, resultan de una investigación consciente y deliberada de oportunidades de innovación que sólo se pueden encontrar en pocas situaciones. Para Hurbert Jaoui (1979) la creatividad es la actitud para crear, y también un conjunto de técnicas y metodologías susceptibles de estimular y de incrementar nuestra innata capacidad de crear desarrollándola y canalizándola. También se puede definir la creatividad como la capacidad de encontrar, definir y resolver problemas mediante opciones, sean alternativas o inéditas. Tal como lo señala Escorsa y Valls (2003) las “empresas excelentes” han aprendido a seleccionar y a aprovechar las ideas creativas tanto internas como externas y a gestionar la innovación de manera sistemática. Pero hay que tener presente que a la creatividad no le sigue automáticamente la innovación, dado que las ideas son únicamente la materia prima, pero no la producen inevitablemente. De igual manera es posible que una empresa sea innovadora a pesar de un bajo nivel de creatividad interna. Después de revisar diferentes conceptos en torno a la innovación, desde su influencia en la estrategia empresarial, además de algunos modelos propuestos para su gestión y herramientas de apoyo a tal FUNDAMENTOS
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proceso, la Figura 5 propone un enfoque que considera todos estos elementos (Alonso, 2011). Tal como se observa en ella, en el marco de un plan estratégico, tanto la vigilancia estratégica como la creatividad son fuentes importantes de ideas. Mediante la aplicación de metodologías concretas se realiza una selección de las mejores, las cuales son luego gestionadas como proyectos. Estos proyectos pueden finalizar de manera exitosa como innovaciones o pueden llegar a ser reevaluadas en algún punto del proceso. Figura 5. Elementos del proceso de innovación
PROCESO DE INNOVACIÓN VIGILANCIA * clientes * competidores * proveedores * mercados * personal * ...
Plan estratégico y personas
IDEA
CREATIVIDAD * proceso * técnicas
SELECCIÓN DE IDEA
PROYECTOS
INNOVACIÓN ÉXITO
MEJORA CONTINUA
SEGUIMIENTO FRACASO
Fuente: Alonso, 2011:10.
LA PERSPECTIVA DE LA OCDE: EL MANUAL DE OSLO Según Schumpeter las innovaciones radicales son las que cambian el mundo mientras que las progresivas alimentan ese proceso. Desde nuestro punto de vista, las innovaciones que cambiaron la organización de la economía, y que pueden ser consideradas radicales, fueron aquellas que 56 LA
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derivadas del avance científico-técnico permitieron la creación de productos nuevos o la transformación de los existentes mediante cambios en sus procesos productivos. Este tipo de innovaciones ocurrieron en el ámbito de la oferta. No obstante, no podemos ignorar la tendencia que contempla la innovación también desde la perspectiva de la demanda mediante la inclusión del marketing u otras modalidades de modificación de las prácticas convencionales. Es un hecho que el carácter innovador de la actividad económica ha venido incrementándose y transformándose. Prueba de ello es la evolución del concepto de innovación contenido en el Manual de Oslo, considerado como el más importante referente en el tema. En la edición del Manual de Oslo de 1992, sólo las innovaciones de producto y de proceso de producción eran consideradas como tales. Mientras que en 2005, el Manual, en su tercera edición, introdujo las variantes de organización y marketing. La OCDE, señala Juan Mulet (2005), trabaja desde hace años en entender la innovación tecnológica. A esta institución internacional se debe una definición de innovación continuamente mejorada, siempre muy precisa y, sin duda, la más aceptada en el panorama internacional. Ha sido recogida en las sucesivas ediciones de su Manual de Oslo, que es una guía destinada a las autoridades estadísticas de los países miembros de esta organización, para llevar a cabo las encuestas encaminadas a conocer la situación de la innovación. Su primera edición fue aprobada en la capital noruega y por este nombre es conocida. El Manual de Oslo, además de conceptualizar, pone énfasis en el levantamiento de información y análisis para valorar las acciones encaminadas a la innovación, por lo que su aplicación también permite evaluar, lo que para los fines prácticos de este estudio resulta de gran utilidad. De ahí que el presente texto recurra al concepto de innovación y las acciones innovadoras establecidas en el Manual de Oslo. El Manual de Oslo señala que “una innovación es la introducción de un nuevo, o significativamente mejorado producto (bien o servicio), de un proceso nuevo, de un nuevo método de comercialización, o de un nuevo método organizativo, en las prácticas internas de la empresa, la organización del lugar de trabajo o las relaciones exteriores” (OCDE, 2005:56). FUNDAMENTOS
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La visión del citado Manual incluye conocimientos en materia científico-tecnológica, organizativa, financiera y comercial (algo que deberá servir de base para identificar las innovaciones hechas por los productores y empresarios de las experiencias que sean revisadas por los lectores del presente texto). Para algunos autores, en cambio, la innovación suele estar asociada a cambio y a creatividad: «Un cambio en la conducta de las personas como consumidores y productores» (Drucker, 1981). «Viendo lo que el mundo ve, leyendo lo que todo el mundo lee, oyendo lo que todo el mundo oye, innovar es realizar lo que nadie ha imaginado todavía» (Morcillo, 1995). «Ofrecer al mercado un modelo de negocio distinto al de la competencia» (González Alorda y Huete, 2009).
El Manual de Oslo distingue cuatro tipos de innovaciones:
Tipos de innovación según el Manual de Oslo
de de de de
producto proceso mercadotecnia organización
En los dos primeros casos la definición toma en cuenta la innovación tecnológica, la cual, de acuerdo a la terminología que hemos venido manejando, equivale a la incorporación del conocimiento C-T en el proceso de producción. En el caso de las innovaciones de mercadotecnia, el cambio está relacionado con la demanda del consumidor, la cual busca satisfacer todas las exigencias del mismo, incluyendo la presentación y la forma de entrega. En el caso de las innovaciones organizacionales, el Manual de Oslo contempla todo tipo de prácticas novedosas, que con el fin de mejorar los resultados de la empresa, se establezcan al interior de la misma o bien en vinculación con otras empresas o instituciones. Dentro de este tipo de prácticas destacan las 58 LA
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dirigidas a mejorar el aprendizaje y la difusión del conocimiento en la empresa, las cuales, evidentemente, buscan impulsar la aplicación de los conocimientos en los procesos mismos de trabajo con fines de innovación. La participación de los trabajadores de manera individual y el trabajo en equipo son una forma de incorporar conocimiento a lo que, siguiendo a Marx, Ordoñez (2004) llama “trabajo vivo”, en contraposición al “trabajo muerto” donde las innovaciones ya están dadas. De tal manera que bajo los nuevos modelos organizativos las fases que van del diseño hasta la finalización del producto, tienden a convertirse en un proceso de creación de nuevo conocimiento y su constante materialización en el producto mismo. Dada la importancia que tiene la clasificación de los tipos de innovación, a continuación se explicarán sus diferentes modalidades apoyándonos en ejemplos prácticos vinculados al sector agroalimentario, o bien de experiencias del medio rural correspondientes a otros sectores. Algunos de los ejemplos seleccionados se derivan de la acción del Instituto de Investigación y Tecnologías Alimentarias (IRTA) de Cataluña, así como del Colegio de Postgraduados y la Financiera Rural. Mediante los proyectos educativos y de investigación mencionados en la presentación de esta obra, se pretende además de ejemplificar un tipo de innovación concreto, resaltar la presencia de algunos conceptos y herramientas del proceso innovador comentadas en este capítulo.
INNOVACIÓN DE PRODUCTO Esta modalidad se refiere a la introducción de un bien o un servicio nuevo, o bien, que haya sido mejorado significativamente en cuanto a sus características o en cuanto al uso al que se le destina. Esta definición incluye la mejora significativa de las características técnicas, de los componentes y los materiales, de la informática integrada, de la facilidad de uso u otras características funcionales (OCDE, 2005:58). De acuerdo con el manual, las innovaciones de producto incluyen tanto a bienes como a servicios, lo que las caracteriza como tales es que estén basadas en nuevos conocimientos o tecnologías o en nuevas utilizaciones o combinaciones de conocimientos de tecnologías ya existentes. FUNDAMENTOS
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Algunos ejemplos pueden ayudar a comprender mejor el tipo de la innovación al que nos referimos. Un caso de innovación de producto es el ocurrido en un sector tan antiguo como es el de elaboración de pan, donde una empresa catalana del sector alimentario, la multinacional Europastry-Fripan logró innovar gracias al desarrollo del pan ultracongelado precocinado y a la aplicación de la tecnología de los fermentos líquidos. Hasta ese momento disponer de pan caliente a cualquier hora del día con una manipulación mínima en el punto de venta parecía un problema sin solución (Cidem, 2007). Sin embargo, en la actualidad las tiendas del barrio suelen ofrecer baguetes calientes casi a cualquier hora del día.
Mejora del cuajado y de la germinación para la obtención de nuevas variedades de geranio de pensamiento El objetivo de este proyecto, iniciado en 2010, consiste en poner en marcha un programa de mejora de geranio de pensamiento que resuelva el problema del bajo nivel cuajado y de germinación, permitiendo, por tanto, obtener numerosas poblaciones segregantes con un razonable esfuerzo. Ello permitiría la obtención de nuevas variedades que dispongan de un porte comercialmente interesante y homogéneo (más compacto y con buena ramificación), que presenten pocas exigencias de frío, por tanto, sean de floración primaveral, cubriendo una gama de colores lo más completa posible. La reseña de los detalles técnicos se pueden consultar en el link a continuación. Fuente: “Memoria de Actividades 2010” del Instituto de Investigaciones y Tecnología Alimentaria (IRTA), de la Generalitat de Catalunya, España. Dicho texto puede ser consultado en: http://issuu.com/irta/docs/memo_2010__cast?mode=window&backgroundColor=%23222222
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Proyecto MIPFOOD: polímeros de impronta molecular para la industria agroalimentaria MIPFOOD es el acrónimo para el proyecto “Desarrollo de polímeros de impronta molecular (Molecularly Imprinted Polymers-MIP) para su aplicación en el campo alimentario. Estos polímeros actúan como atrapadores de los agentes que causan el deterioro de los alimentos y bebidas. En este proyecto participan cuatro universidades, cinco empresas, dos centros tecnológicos y un centro de investigación, cuenta con 5.4 millones de euros de presupuesto y esta financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación de España. El objetivo general del proyecto es desarrollar nuevos polímeros de huella molecular (MIPS) rápidos, sensibles, robustos y económicos con el objetivos de cubrir las necesidades actuales de la industria agroalimentaria para el control de calidad y seguridad de los alimentos. Para ello se plantea el desarrollo de varios prototipos basados en MIPS que cubran las necesidades de diferentes alimentos como la carne, el pescado y los lácteos en cuanto a: • Control del alimento, previo a su envasado. • Etiquetas inteligentes incorporadas en el envase para detección de contaminantes. • Desarrollo de envases activos para la liberación controlada de antioxidantes o antimicrobianos con el fin de prolongar la conservación. Fuente: “Memoria de Actividades 2010” del Instituto de Investigaciones y Tecnología Alimentaria (IRTA), de la Generalitat de Catalunya, España. Dicho texto puede ser consultado en: http://issuu.com/irta/docs/memo_2010__cast?mode=window&backgroundColor=%23222222
Cuando el producto es en realidad un servicio, la innovación puede incluir mejoras significativas en la manera en que estos servicios se prestan (en términos de eficiencia o rapidez, por ejemplo), la adición de nuevas funciones o características a servicios ya existentes, o la introducción de servicios enteramente nuevos. Un ejemplo de ello –aportado por el Manual– es la mejora de los servicios bancarios mediante el uso de Internet. FUNDAMENTOS
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INNOVACIÓN DE PROCESO Es la introducción de un nuevo, o significativamente mejorado, proceso de producción o distribución. Ello implica cambios significativos en las técnicas, los materiales y programas informáticos. El objeto de las mismas puede ser disminuir los costos unitarios de producción o distribución, mejorar la calidad, producir o distribuir productos nuevos o sensiblemente mejorados (OCDE, 2005:59).
Optimizar la duración de los productos cárnicos Este proyecto se ha llevado a cabo durante tres años mediante la modelización del comportamiento microbiano siguiendo un enfoque orientado a producto. El proyecto ha llevado a cabo la modernización y validación de la tecnología de barreras por altas presiones hidrostáticas y bioconservadores. Entre los resultados más relevantes del proyecto destaca la elaboración y validación de modelos matemáticos predictivos de la inactivación de patógenos (Listeria manocytogenes y Salmonella entérica) y de alterantes (Enterococcusfaecalis y Serratialiquefaciens) en jamón curado loncheado, en función de los parámetros tecnológicos de procesado por altas presiones (AP). El estudio de la influencia de los factores intrínsecos (del producto) y del procesado en el efecto bactericida de las AP, ha permitido demostrar y cuantificar el efecto baroprotector que ejerce una “actividad agua” (aw) baja. En determinados productos, de baja aw, las altas presiones no siempre serían suficientes para lograr los estándares de seguridad y requerirían medidas adicionales, como la combinación con técnicas de bioconservación (como la aplicación de antimicrobianos naturales como la nisina). Por otro lado, la influencia de la cantidad de grasa en la inactivación bacteriana por AP está menos clara, aunque parece depender tanto del tipo de microrganismos como de la intensidad de presión. El uso de la nisina, sobre todo aplicada directamente a la superficie del producto, pero también a través de películas (envasados activo), 62 LA
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mejora la seguridad del jamón curado loncheado gracias a un efecto bactericida sobre L. monocytogenes que se mantiene a lo largo del almacenamiento del producto. En los productores con valores de aw bajos la acción de la nisina se ve favorecida. La modelización del efecto combinado de la adición de nisina con los tratamientos de AP ha permitido cuantificar los efectos para cada uno de los factores. Los modelos matemáticos elaborados permiten definir, con base científica, los criterios de proceso óptimos (combinación de presión, tiempos y temperatura) según las características del producto (aw, aplicación de bioconservación), para cumplir con los estándares de seguridad alimentaria internacionalmente recomendados. Por tanto, serían útiles para la toma de decisiones en relación al diseño y validación de proceso en la industria cárnica. Fuente: “Memoria de Actividades 2010” del Instituto de Investigaciones y Tecnología Alimentaria (IRTA), de la Generalitat de Catalunya, España. Dicho texto puede ser consultado en: http://issuu.com/irta/docs/memo_2010__cast?mode=window&backgroundColor=%23222222
Como ejemplo de nuevos métodos, el Manual de Oslo menciona la introducción de equipos automatizados en una cadena de fabricación o la instalación de un diseño asistido por computadora para el desarrollo de un producto. Los métodos de distribución están vinculados a la logística de la empresa y engloban equipos, programas informáticos, técnicas para el abastecimiento de insumos, asignación de suministros en el seno de la empresa o la distribución de productos finales. Las innovaciones de proceso incluyen los nuevos –o significativamente mejorados– métodos de creación y de prestación de servicios. Pueden implicar la introducción de cambios significativos en los equipos y los programas informáticos utilizados por las empresas prestadoras de servicios o en los procedimientos o técnicas empleadas para prestar dichos servicios. En este sentido, en el Manual, se presentan ejemplos tales como la adición del GPS a los servicios de transporte; o nuevos sistemas para la reservación por parte de una agencia de viajes. La introducción de una nueva o significativamente mejorada tecnología de la información y la comunicación es una innovación de FUNDAMENTOS
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procesos destinada a mejorar la eficacia y la calidad de una actividad de apoyo básico (por ejemplo las compras, la contabilidad, el mantenimiento, etc.).
INNOVACIÓN DE MERCADOTECNIA Una innovación de mercadotecnia consiste en la aplicación de un nuevo método de comercialización que en general las empresas no utilizaban antes; desde cambios significativos del diseño o el envasado del producto, hasta su posicionamiento, su promoción o definición de tarifas. Tratan de satisfacer mejor las necesidades de los consumidores, de abrir nuevos mercados o de posicionar de una nueva manera un producto de la empresa con el fin de aumentar las ventas (OCDE, 2005:60). Para que sea considerada una innovación de esta índole deberá representar una ruptura fundamental con relación a los métodos de comercialización practicados por la empresa. La introducción de nuevos métodos de comercialización puede referirse tanto a productos nuevos como a productos ya existentes. De acuerdo a lo establecido en el Manual, las innovaciones de mercadotecnia, principalmente, incluyen cambios significativos en el diseño del producto que son parte del nuevo concepto de comercialización. En este caso, los cambios de diseño del producto se remiten a cambios de forma y aspecto que no modifican las características funcionales o de utilización del producto. Ese sería el caso de modificaciones en el envasado el cual puede modificar totalmente su forma con el objeto de atraer más compradores. También se pueden considerar innovaciones de mercadotecnia los cambios en los sabores de algunos productos alimentarios destinados a atraer nuevos segmentos de la población. Los nuevos métodos de comercialización en materia de posicionamiento de productos se refieren, principalmente, a la creación de nuevos canales de venta, entendidos éstos como los métodos utilizados para vender bienes y servicios y no los métodos logísticos (transporte, almacenamiento y manejo de productos) esencialmente relacionados con la eficiencia. Como ejemplos de innovaciones de mercadotecnia en el posicionamiento de un producto, el Manual cita la introducción de una red de franquicias, la venta directa o la venta al por menor con cláusula de exclusividad, entre otros. 64 LA
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En cuanto a los nuevos métodos de comercialización en materia de promoción de productos, el Manual establece que éstos implican utilizar nuevos conceptos para promocionar los bienes o servicios de una empresa. Por ejemplo, la primera utilización de unos medios o de una técnica de comunicación significativamente diferente, como pudiera ser el caso de una película o programas de televisión para promocionar bienes y servicios de una empresa. Otro ejemplo es el desarrollo de la imagen de marca o de un logo nuevo que permita renovar la imagen del producto. La introducción de un sistema de información personalizada con el fin de adaptarse a las necesidades de la clientela de manera individual también puede considerarse una innovación de mercadotecnia. Las innovaciones en cuanto a precio implican la utilización de nuevas estrategias para establecer las tarifas para comercializar los bienes o servicios de la empresa. Un ejemplo lo constituye la variación de un precio en función a la demanda. Es decir, si la demanda es escasa el precio baja. O bien, la introducción de un nuevo método que permite a los clientes elegir, en el sitio web de la empresa, el producto según las características que buscan y después ver el precio correspondiente. Los métodos cuyo único objetivo es establecer las tarifas por segmentos de clientela no se consideran innovaciones.
Proyecto “Paleta de Sabores” En los últimos años han aparecido en el mercado muchas variedades de fruta de calidad extraordinaria que están siendo cultivadas por los agricultores. Este cambio varietal tan rápido y la gran diversidad de opciones resultantes han provocado que los consumidores no siempre sepan qué gusto tiene una variedad determinada siendo reticentes a la compra de la misma ante la duda de si tendrá el gusto esperado. Es por eso que Catalonia Qualitat, la cadena de Supermercados Plusfresc y el IRTA han puesto en marcha el proyecto “Paleta de sabores” un proyecto innovador que fue presentado en Lleida y que se basa en clasificar el gusto de la fruta mediante diferentes colores en el mismo punto de venta, de forma que los consumidores puedan escoger, para una misma fruta y con un código de FUNDAMENTOS
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colores, si prefieren comprar variedades con un gusto más dulce u otras con un gusto más ácido o refrescante. El proyecto ISAFRUIT, que se ha llevado a cabo los últimos años en Europa y en el que ha participado el IRTA ha puesto de manifiesto, mediante catas en diferentes países, que dos terceras partes de los consumidores prefieren el gusto dulce en manzana y melocotón y sólo una tercera parte prefieren el gusto ácido. Estos resultados son independientes del país, edad o sexo. El IRTA ha participado en la clasificación de más de 200 variedades de fruta, en función de sus contenidos de azúcares y ácidos que le son propios a cada variedad. Esta información es producto de las evaluaciones de variedades de fruta dulce que realizan las Estaciones Experimentales de Lleida y MasBadia desde hace 15 años. Con el proyecto “Paleta de sabores” se ha pretendido que la fruta esté identificada en el lineal con un color que indique si el gusto de la variedad es dulce o más refrescante (más ácida), y que ello ayude al comprador a la hora de decidir su compra. Fuente: “Memoria de Actividades 2010” del Instituto de Investigaciones y Tecnología Alimentaria (IRTA), de la Generalitat de Catalunya, España. Dicho texto puede ser consultado en: http://issuu.com/irta/docs/memo_2010__cast?mode=window&backgroundColor=%23222222
INNOVACIÓN DE ORGANIZACIÓN Esta modalidad de innovación implica la introducción de un nuevo método organizativo en las prácticas, la organización del lugar de trabajo o las relaciones exteriores de la empresa (OCDE, 2005:62). Este tipo de innovaciones pueden tener por objeto mejorar los resultados de una empresa reduciendo los costos administrativos o de transacción, mejorando el nivel de satisfacción en el trabajo (y, por consiguiente aumentar la productividad), facilitando el acceso a bienes no comercializados (como el conocimiento externo no catalogado) o reduciendo los costos de suministros. Lo que distingue una innovación de organización de otros cambios organizativos en el seno de la empresa es la introducción de un mé66 LA
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todo organizativo que no haya sido utilizado antes y que resulte de decisiones estratégicas tomadas por la dirección. Las innovaciones de organización en las prácticas de la empresa implican la introducción de nuevos métodos para organizar las rutinas y los procedimientos de gestión de los trabajos. Así, por ejemplo, pueden introducir nuevas prácticas para mejorar el aprendizaje y la distribución del conocimiento en la empresa. O bien, establecer catálogos de conocimiento o bases de datos sobre las prácticas a seguir, las conclusiones obtenidas y otras formas de conocimiento que sean fácilmente accesibles a terceros. Como otro ejemplo, cabe citar la introducción, por primera vez, de sistemas como el de gestión de la calidad. Todas las innovaciones en la organización del lugar de trabajo incluyen la introducción de nuevos métodos de atribución de responsabilidades y del poder de decisión entre los empleados para la división del trabajo en el seno de los servicios y unidades organizativas de la empresa, así como nuevos conceptos de estructuración, en particular, la integración de distintas actividades. Como ejemplo de esta modalidad de innovación podemos mencionar la introducción, por primera vez, de un modelo organizativo que confiera a los empleados de la empresa mayor autonomía de decisión y les anime a comunicar sus ideas. Para ello, se puede descentralizar el control de la gestión y las actividades del grupo o crear equipos en los cuales cada empleado goce de mayor flexibilidad. Como ejemplo de innovación organizativa cabe citar los sistemas de producción “justo a tiempo” o la producción sobre pedido. En materia de relaciones exteriores de una empresa, innovar implica la introducción de nuevas formas de organización de las relaciones con otras empresas o instituciones públicas, así como el establecimiento de nuevas formas de colaboración con organismos de investigación o clientes, de nuevos métodos de integración con los proveedores y la externalización o subcontratación, por primera vez, de actividades consustanciales a una empresa (producción, compras, distribución, contratación y servicios auxiliares). En suma, se trata de innovar y, para lograrlo, hay que recurrir a las más diversas estrategias, en el caso de las empresas y, de programas y políticas, cuando de países se trata. De una u otra manera ambos se afanan en la incorporación del conocimiento C-T que conduzca a las FUNDAMENTOS
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primeras a mejores posiciones en el mercado y, a los segundos, a la senda del crecimiento económico.
El Fondo Regional Quiauhchiuhqueh (“Hacedores de lluvia”) Aunque para muchos pudiera parecer extraño, en el Distrito Federal también hay ámbito rural, y en él existen comunidades indígenas. Una de ellas constituyó el Fondo Regional Quiauhchiuhqueh, el cual tiene influencia en las delegaciones Xochimilco, Tláhuac, Milpa Alta, Magdalena Contreras, Tlalpan y Cuajimalpa, que forman parte del Distrito Federal. El Fondo se origina a raíz de un apoyo de la hoy denominada Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), la cual aporta recursos que aun cuando están destinados a un fondo de carácter revolvente, no siempre se recuperan en tiempo y forma por lo que la operativa del Fondo presenta insuficiencias y deficiencias. La falta de una oferta sostenida de recursos que permitan solventar las necesidades financieras de muy diversos tipos de productores y artesanos llevó a los responsables del Fondo a desarrollar un proyecto para su transformación. El proyecto está encaminado a convertir el Fondo Regional Indígena en una Empresa de Intermediación Financiera formal. Es decir una empresa operadora de crédito a través del cual habrán de financiar la producción de ovinos, porcinos, bovinos, apícola, de queso, leche, artesanías, textiles y de distintas hortalizas de invernadero, actividades en que participan las 39 organizaciones y 256 socios que integran el Fondo. Esperan que el crédito contribuya a la integración de los distintos grupos de productores. La conversión del Fondo Regional en Empresa de Intermediación Financiera ha significado un intenso trabajo de formación de sus recursos humanos para que éstos sean capaces de identificar las alternativas y prioridades de sus actividades económicas y para traducir las prácticas del Fondo en prácticas formales de administración de cartera pero sobre todo, ha significado un cambio de enfoque.
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“Pero esto trae cambios de fondo en el trabajo que hacemos. El Fondo nace como una asociación sin fines de lucro, con cuestiones sociales, pero con el paso del tiempo lo tenemos que ver con visión empresarial; el cambio es algo muy difícil. Estamos mal acostumbrados, lo queremos recibir todo del gobierno, prácticamente regalado, y si lo utilizamos bien y si no también, al fin el año que entra pedimos. Entonces ese es el proceso de cambio de mentalidad, no porque sólo tengamos 10 marranos significa que no podamos ser una pequeña empresa: llevar controles administrativos, de calidad, de mercado, plantearnos el crecimiento, avanzar en la cadena productiva. Todo eso es lo que hemos tratado de cambiar, porque un crédito al 22% sobre saldos insolutos, para un negocio, es bueno, muy bueno, pero traemos esa inercia de 12 años de trabajo, y eso es lo que cuesta". (Miembro del Consejo Directivo del Fondo Regional Quiauhchiuhqueh). Para lograr la conversión se realizó un trabajo conjunto (Financiera Rural-fondo regional) para el tratamiento de la cartera vencida y la reestructuración de la cartera de crédito. Además de la reingeniería financiera el Fondo requirió del apoyo del Gobierno del Distrito Federal y la CDI para incrementar su capital social y constituir garantías líquidas. Una vez concluido este proceso la Financiera Rural le otorgó una línea de crédito de 6,5 millones de pesos con la que habrá de comercializar ocho tipos de crédito. Fuente: Bitácora de proyectos estratégicos de Financiera Rural.
Actividades 1. Buscar definiciones del concepto innovación y contrastarlas con las mostradas. Observar si añaden nuevos elementos a las ya conocidas. Identificar el plano desde el que se abordan (macro, meso, micro u otro). 2. En la dirección de la USPTO (The United States Patent and Trademark Office) http://www.uspto.gov/about/stats/index.jsp podrá encontrar estadísticas que le permitirán elaborar un cuadro con los datos sobre el número de patentes por regiones a nivel Fundamentos
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mundial (América Latina, América del Norte, Europa, Asia y países árabes). A partir de esos datos, conteste las siguientes cuestiones: a) ¿Qué tasa de variación media anual ha registrado el nú mero de patentes en los últimos 10 años? b) ¿Cuál ha sido el comportamiento de las diferentes re giones? 3. Tomando como punto de partida la respuesta al inciso b) de la pregunta anterior, piense en las posibles repercusiones de la concentración de los avances de las patentes en unos cuantos países. Escriba mínimo una cuartilla.
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innovación creadora de conocimiento
3 LA GESTIÓN DEL CONOCIMIENTO
Todos los conceptos conllevan significaciones más o menos complejas con las que se busca explicar la realidad pero, asimismo, la potencialidad para transformarla. Comprender lo que significa y la importancia que tiene el conocimiento en la economía actual es, por tanto, sólo una parte de la tarea. La tarea completa implica añadir más y mejores conocimientos a la actividad económica que realizamos. Es un hecho que el conocimiento permite hacer cosas que dinamizan la economía, lo que condujo a un boom de políticas, programas, estrategias, métodos, etc., que buscan manejar los distintos tipos de conocimiento para liberar el poder de la innovación como fuente de ventajas competitivas en las organizaciones1. Se trata, por tanto, de innovar como país, sector, empresa, etc. ¿Cómo hacerlo? La respuesta a la pregunta anterior la dan, además de los que se ubican en la ciencia económica, numerosos autores que formados en distintos campos del conocimiento tienden a ser agrupados en las disciplinas administrativas y, en particular, en la denominada Gestión del Conocimiento. Son autores que pertenecen a diferentes corrientes de pensamiento pero que asumen una idea respecto al conocimiento y la forma de manejarlo (llámese gestión, “gerenciación”, administración o dirección del mismo) y, a partir de ella, proponen diferentes estrategias de acción. Es el caso de los trabajos de Nonaka y Takeuchi, 1995; Probst, Raub y K. Romhardt, 2001; Davenport y Prusak, 2001; Muñoz Seca y Riverola, 2003; Garvin, 2003; Argyris, 2003; Jiménez y Sanz, 2006. Independientemente de que se parte de diferentes marcos conceptuales y se recurre a diferentes instrumentos teórico-metodológicos, existe una clara interrelación entre la gestión de la innovación y la gestión del conocimiento en tanto ambas consideran esencial la 1 Expresión tomada de Colina, et al., 2006. 71
generación de conocimiento científico-técnico (lo que suele expresarse en la función I&D) y tienen como unidad de concreción de la innovación a la empresa. Según autores como Escorsa y Valls (1997), o bien Suárez y Escorsa (2001), la Gestión de la Innovación incluye la gestión de la I&D, así como el lanzamiento de los nuevos productos y procesos y el estudio de las razones de su éxito o fracaso; mientras que la Gestión del Conocimiento es un área más reciente que ha tenido numerosas definiciones en los últimos años, aunque Suárez y Escorsa recomiendan la definición de Knapp (1998), ya que se asocia explícitamente con la innovación y considera a la Gestión del Conocimiento como: "el conjunto de procesos para transferir (convertir) capital intelectual a valor, y dichos procesos incluyen a la innovación y creación del conocimiento, así como la adquisición, organización, aplicación, intercambio y reaprovisionamiento de conocimiento". La revisión de las corrientes citadas permite observar que no existen contradicciones entre el enfoque de la economía evolucionista y el punto de vista de corrientes como la de recursos y capacidades o la de la empresa basada en conocimiento donde se insertan los autores antes señalados (cfr. Suárez y Escorsa, op. cit.; López, et al., 2007). Sin embargo, para el caso de la pequeña y mediana empresa hemos considerado pertinente hablar de gestión del conocimiento en tanto las estrategias propuestas por diversos autores de esta corriente toman como punto de partida la idea de aprovechar al máximo los conocimientos de las personas que colaboran en la misma y es a partir de estas diligencias que se propician las innovaciones. La aparición y creciente importancia del conocimiento como un nuevo factor de producción hace que el desarrollo de tecnologías, metodologías y estrategias para su medición, creación y difusión se convierta en una de las principales prioridades de las organizaciones de la sociedad del conocimiento. Sin embargo, también podemos considerar que ha sido precisamente el desarrollo de esas tecnologías y metodologías para la medición y difusión del conocimiento las que lo han convertido en un elemento indispensable para el desarrollo económico y social (Rodríguez, 2006:25).
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Derivado de lo anterior, la llamada Gestión del Conocimiento se ha convertido en uno de los paradigmas más difundidos en el campo de la gestión de instituciones empresariales.
A principios del siglo XXI, se ha reconocido la necesidad de entender y medir la actividad de gestión de conocimientos para que las organizaciones y sus sistemas puedan mejorar lo que hacen y para que las administraciones puedan desarrollar políticas que promuevan esos beneficios (OECD, 2003:13).
CONCEPTUALIZACIÓN DE LA GESTIÓN DEL CONOCIMIENTO En relación a las propuestas conceptuales agrupadas en la denominada por algunos Gerencia, por otros Gestión del Conocimiento, coincidimos con Bueno, E. (2004), quien además señala su coincidencia con otros autores, respecto a lo desafortunado de tales términos. Sin embargo, creemos que las alternativas propuestas por diferentes autores no son óptimas por lo que preferimos usar el de Gestión del Conocimiento pero bajo la siguiente advertencia. La idea esencial que subyace en todas las posturas es que las organizaciones deben conocer la forma como ocurren los procesos fundamentales en su existencia: ser capaces de interpretarlos y de incidir en ellos. Situación que, en el contexto actual, deberá reflejarse en el diseño de estrategias encaminadas a la construcción de ventajas competitivas de nuevos tipos lo que incluyan acciones de innovación que involucren actores externos e internos y de manejo de los flujos de conocimiento dentro de la organización. Ese conjunto de acciones obliga a una serie de diligencias. Es decir, habrá que propiciar una serie de gestiones para innovar y para propiciar que los conocimientos de las personas aumenten y contribuyan al proceso innovador. Por lo tanto, adoptamos el uso del concepto Gestión del Conocimiento en el entendido de que lo comprendemos como realizar medidas que propicien los flujos de conocimientos necesarios para que la empresa se inserte en la EBC. Esta precisión nos aparta, desde nuestro punto de vista, de la idea de que se pueden administrar, “gerenciar” o dirigir los conocimientos de los sujetos. FUNDAMENTOS
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Las tendencias gerenciales actuales ubican a la Gestión del Conocimiento en las organizaciones “… como una forma colaborativa de crear un sistema total de innovación en el cual participan y se automotivan todos los actores existentes dentro de la cadena productiva, incluyendo la sociedad y los clientes” (Flores U. y Peña C., 2008:61). Lo que, dicho de otra manera, consiste en promover prácticas compartidas en pro de la innovación como acción estratégica de una organización.
La Gestión del Conocimiento se refiere al conjunto de elementos que aseguran la mejor utilización de un activo que siempre ha estado presente en la organización, pero al que por fin se le reconoce su derecho a ser un recurso fundamental de la misma. La Gestión del Conocimiento trata de garantizar que esta utilización se enfoque deliberadamente hacia la mejora constante de la productividad y competitividad de la empresa (Muñoz Seca, B. y J. Riverola, 2003:236).
Existen numerosas definiciones de la Gestión del Conocimiento y aunque en todas ellas está presente el vínculo entre conocimiento y competitividad, la forma de visualizarlo puede ser diferente, sea porque el enfoque privilegia al individuo o a la organización. Al margen de lo anterior es un hecho que quien habla de gestionar el conocimiento busca hacer algo con él. De ahí que varios autores, además de conceptualizar, tiendan a presentar modelos que establezcan los procesos organizacionales que son fundamentales para consolidar de manera exitosa el vínculo entre conocimiento y competitividad. Para algunos autores el manejo del flujo de conocimientos sólo puede realizarse mediante una práctica constante de Aprendizaje Organizacional (Garvin, D., 2003; Argyris, C., 2003; Jiménez y Sanz, 2006), postura que gira alrededor del término organizaciones que aprenden y que fuera popularizado por Senge, P. (2005). Bajo esa línea la idea esencial es profundizar, de manera permanente, en el conocimiento y comprensión de las actividades que realiza la organización en aras de su constante mejoramiento. Tarea que implica la búsqueda incesante de nuevos conocimientos y de su aplicación y diseminación al interior de la organización. 74 LA
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Ahora, aunque todos los autores interesados en la revisión y análisis permanente de las actividades que realiza una organización podrían, aparentemente, ubicarse en una misma corriente, esto no es así. Los autores suelen proponerse objetivos diferentes, aun cuando todos pretenden llegar a un mismo punto (una organización competitiva). El objetivo explícito de un autor puede ser enfatizar el desarrollo de una cultura organizacional, o bien, el uso de las tecnologías de la información o el desarrollo del talento humano. Además de lo anterior, el hecho de que cada autor tiende a enfocar el conocimiento de diferente manera hace que el espectro de la llamada GC se vaya ampliando. Cosa similar sucede con las estrategias sugeridas para la adquisición y diseminación del conocimiento. Y, por último, las diferentes herramientas y el nivel de instrumentación que éstas ofrecen, hacen que cada propuesta contenga algún elemento diferenciador que dificulte la tarea de tipificar; algo que evidentemente no agota el interés de hacerlo. Un ejemplo de lo anterior se puede observar en uno de los trabajos más difundidos y referidos sobre el tema: La organización creadora de conocimiento de los japoneses Nonaka y Takeuchi (1999). En dicho trabajo, los autores consideran que la clave para entender el éxito de las empresas japonesas es comprender la manera en que éstas se relacionan con el conocimiento. Ya que mientras que las empresas occidentales tienden a asociar el conocimiento con información y a valorar sobre todo el razonamiento, las organizaciones orientales aprovechan las tácitas y a veces muy subjetivas percepciones, ideas e intuiciones de los empleados. De tal manera que aunque su análisis tiene el mismo fin que el del resto de los autores de la GC, el concepto medular (conocimiento) es visto de una manera totalmente diferente a la de otros autores. Aunque sin duda resultaría de utilidad contar con una reseña de la enorme gama de autores que, de una u otra manera, abordan el manejo del flujo de conocimientos y el fomento a la innovación, la tarea de registrar el origen y evolución de los múltiples enfoques no forma parte de los objetivos del presente trabajo. Para los fines que aquí se persiguen, se optó por seleccionar tres enfoques. La selección consideró la accesibilidad de los textos que los describen y el hecho de que en ellos se desarrolla una conceptualización que fundamenta sus estrategias, la cual va acompañada de evidencia empírica. FUNDAMENTOS
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En las páginas siguientes se presentan, primero, las ideas esenciales de los enfoques de Nonaka y Takeuchi, seguidas de la propuesta de Muñoz y Riverola. En ambos casos los planteamientos de los mencionados autores corresponden a la disciplina conocida como Gestión del Conocimiento y están dirigidos, esencialmente, a empresas de gran envergadura. El tercer caso, en cambio, propone la gestión de los conocimientos a partir de los fundamentos provenientes de distintos campos disciplinarios y fue diseñado pensando, fundamentalmente, en las pequeñas unidades económicas del medio rural. El modelo de Nonaka y Takeuchi es mencionado por prácticamente todos los autores de textos relacionados con la GC y forma parte de la bibliografía de cualquier curso sobre el mismo tema. Por otra parte, el trabajo de estos autores destaca por poner de manifiesto la importancia de derivar el conocimiento del proceso mismo de trabajo, situación ignorada durante todo el reinado del modelo fordista-taylorista. Además del modelo anterior, se consideró pertinente incluir el de Muñoz y Riverola el que, a diferencia del anterior, nos muestra el camino de su operacionalización. En el trabajo de estos autores hay un claro esfuerzo de vinculación entre la comprensión y la transformación o, en el caso que nos ocupa, de la implantación de prácticas que permitan aprovechar el conocimiento de las personas y de las organizaciones. La fuerte orientación pragmática de la obra se ve reflejada en un buen número de herramientas que, sin duda, orientan al momento de tener que instrumentar la EBC. Por último se abordará el modelo basado en el método “Trabajo- Aprendizaje”, y que sustenta en la pertinencia del aporte interdisciplinario que hace para enfrentar las particularidades operativas y organizacionales que enfrentan, desde sus aprendizajes, los sujetos sociales a cargo de las pequeñas unidades económicas que operan en el medio rural.
MODELOS DE GESTIÓN DEL CONOCIMIENTO A. La visión oriental de Ikujiro Nonaka e Hirotaka Takeuchi
Uno de los modelos de GC más citados por todos los que abordan el asunto de la GC es el de Nonaka y Takeuchi (1999), quienes durante varios años trabajaron el caso de las organizaciones japonesas para, 76 LA
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finalmente, plantear que el éxito de éstas se basa en la manera en que entienden y emplean el conocimiento.
En una economía cuya única certidumbre es la incertidumbre, la mejor fuente para obtener ventajas competitivas duraderas es el conocimiento. Cuando de la noche a la mañana cambian los mercados, proliferan las tecnologías, se multiplican los competidores y los productos quedan obsoletos, sólo alcanzarán el éxito las empresas que de un modo consistente creen nuevo conocimiento, lo difundan por toda la empresa y lo incorporen rápidamente a las nuevas tecnologías y productos. Esas son las actividades que definen a la empresa “creadora de conocimiento”, donde todo el negocio gira sobre la innovación continuada. Fuente: Nonaka, Ikujiro (2003:23): La empresa creadora de conocimiento.
Desde el punto de vista de Nonaka y Takeuchi (1999) las empresas exitosas son aquellas capaces de crear conocimiento. Lamentablemente, afirman, no son pocos los directivos de empresas que no han comprendido la verdadera naturaleza de una empresa creadora de conocimiento y que por tanto son incapaces de desarrollarla. La principal razón de ello es que su visión de conocimiento se restringe a lo objetivo, formal y cuantificable. Considerando que gestionar el conocimiento se reduce a procesar dicha información. Para estos autores el problema consiste en que la mayoría de los directivos occidentales consideran que la empresa es una especie de máquina de “procesar información”. Sin embargo -afirman- existe otra manera de entender el conocimiento y su papel en las organizaciones empresariales. Es una forma que se encuentra más frecuentemente en las principales y más competitivas empresas japonesas como Honda, Canon, Matsushita, NEC, Sharp y Kao, las cuales son reconocidas por su capacidad para responder rápidamente a los clientes, crear nuevos mercados, desarrollar nuevos productos y dominar nuevas tecnologías. La piedra angular del enfoque japonés reside en reconocer que la creación de nuevo conocimiento no es simplemente una cuestión de “procesar” una información objetiva. Es más bien una FUNDAMENTOS
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cuestión de saber aprovechar las tácitas y a menudo muy subjetivas percepciones, intuiciones y corazonadas de los empleados, y luego poner esas ideas a disposición de toda la empresa para ser probadas y utilizadas (Nonaka, I., 2003:27). El enfoque anterior, que de acuerdo a lo señalado por Nonaka y Takeuchi (1999) está presente en muchas empresas japonesas, se basa en la idea de que la empresa no es una máquina sino un organismo vivo que tiene una finalidad y la capacidad de ajustarse al entorno para responder a esa finalidad en forma permanente. De tal manera que la vinculación entre la idea y el ideal permite la constante transformación. “La esencia de la innovación consiste en recrear el mundo siguiendo una determinada visión o ideal” (Nonaka, 2003:27). De ahí que, para estos autores la generación de nuevos conocimientos no es una actividad especializada de unos cuantos, sino una manera de actuar en la que todos son trabajadores del conocimiento. Una de las experiencias que les permitió fundamentar sus ideas sobre las empresas japonesas es la ocurrida a los encargados de desarrollo de producto de la sede de Matsushita Electric Company en Osaka, quienes en 1985 se encontraban trabajando en una nueva máquina para la elaboración de pan. El equipo en cuestión tenía problemas para lograr que la máquina amasara el pan de forma correcta. La corteza del pan se quemaba, mientras que al interior la masa no terminaba de cocerse. Después de múltiples intentos la desarrolladora de software Ikuko Tanaka propuso estudiar la técnica utilizada por los panaderos del Osaka International Hotel, el cual tenía fama de elaborar un excelente pan. Tras un año de estudios Tanaka pudo establecer las especificaciones del producto que reproducían la técnica aplicada por los panaderos del hotel. El resultado de lo anterior fue un nuevo electrodoméstico que ya en su primer año estableció récord de ventas (Nonaka, 2003:30). A partir de la caracterización esbozada en los párrafos anteriores Nonaka y Takeuchi (1999) plantean una manera de dinamizar la espiral de los conocimientos. Es decir, una manera de gestionar los conocimientos dentro de la organización. Para ello, recomiendan aprovechar las dos formas de conocimiento existentes en la misma y a las que ellos denominan como conocimiento explícito y tácito. El conocimiento explícito es aquél que puede ser expresado en palabras y números y puede compartirse fácilmente en forma de datos, fórmulas científicas, 78 LA
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procedimientos o principios universales. Mientras que el conocimiento tácito es de tipo muy personal, tiene sus raíces en lo profundo de las acciones y la experiencia individual así como en los valores ideales y emociones de cada persona. No es fácil plantearlo a través del lenguaje formal y resulta, por tanto, difícil de trasmitir y compartir. Cuando Ikuko Tanaka decide aprender directamente del jefe de panaderos de Osaka International Hotel, lo que hace es adquirir sus conocimientos tácitos mediante la observación, la imitación y la práctica. O, como dice el mismo Nonaka (2003:31), “asimila el oficio”. Lo que equivale a adquirir conocimiento tácito de un conocimiento del mismo tipo. Sin embargo, no basta con ello. Los conocimientos adquiridos deberán hacerse explícitos para que puedan ser aprovechados por la empresa en su conjunto. De ahí que, retomando el ejemplo de la elaboración de pan, Ikuko Tanaka haya tenido que llevar lo aprendido a expresiones formales debidamente fundamentadas que puedan ser compartidas con el equipo de trabajo. Dicho de otra manera, transformó su conocimiento tácito en explícito. El siguiente paso le correspondió al equipo de Matsushita, quien a partir del conocimiento explícito proporcionado por Ikuko Tanaka, normativiza ese conocimiento recogiéndolo en un manual o libro de trabajo y lo transforma en un producto. Esta vez la secuencia fue de conocimiento explícito a explícito (en otra modalidad). Un conocimiento explícito nuevo, al irse diseminando por toda la empresa, propicia que otros empleados empiecen a interiorizarlo y, de esa manera, a ampliar y modificar sus propios conocimientos tácitos. O sea que el conocimiento explícito tiende a generar nuevos conocimientos tácitos. A partir de los razonamientos anteriores, Nonaka y Takeuchi plantean las cuatro formas básicas de crear conocimiento: I) De tácito a tácito; II) De explícito a explícito; III) De tácito a explícito y, por último, IV) De explícito a tácito. El aprovechamiento de ambos tipos de conocimiento es recomendado por Nonaka y Takeuchi (1999) mediantes acciones de Socialización (de tácito a tácito); de Exteriorización (de tácito a explícito); Combinación (de explícito a explícito) y de Interiorización (de explícito a tácito). Acciones que se representan con las siglas SECI y que se esquematizan en la Figura 6. FUNDAMENTOS
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Figura 6. Esquematización de la Propuesta de Nonaka y Takeuchi 1. Socialización
2. Externalización Conocimiento tácito colectivo
Conocimiento tácito individual
Conocimiento explícito
Conocimiento explícito colectivo 4. Interiorización
3. Combinación
Cabe destacar que los dos pasos fundamentales de la suerte de recursividad, o incluso espiral, del conocimiento que proponen Nonaka y Takeuchi son la externalización y la interiorización en tanto requieren de una participación activa y de plena conciencia por parte de los individuos que las realizan. “Cuando el empleado inventa un nuevo conocimiento, se está también reinventando a sí mismo, a la empresa e incluso al mundo”2 (Nonaka, 2003:34). En suma, el trabajo de Nonaka y Takeuchi muestra que las empresas japonesas, al igual que muchas de las occidentales, consideran importante aprovechar el conocimiento para su constante desarrollo. El asunto es que las primeras aplican una visión diferente respecto al conocimiento ya que suelen aprovechar los conocimientos existentes 2 Aunque la cita textual es de Nonaka, la idea no es nueva pues su abordaje se ha dado más bien desde la perspectiva filosófica, donde la relación hombre–realidad es vista como el propósito de transformación del mundo y vincula al ser humano con el medio natural, además de su entorno social; por lo tanto, se presenta en la vida humana como el fundamento material de la supervivencia y del conocimiento. “Únicamente merced a ese contacto directo y constante con el medio ambiente, el hombre logra transformar los elementos de la naturaleza, consiguiendo, así, apropiarse espiritualmente de ellos, comprenderlos y garantizar la reproducción cotidiana de su existencia a largo plazo. Esta relación hombre–realidad es a la vez un vínculo entre el mundo real y el sujeto, entre este sujeto y el objeto de conocimiento. Tal enlace se realiza en la praxis, siendo ésta su expresión más plena” (Duch, I., 2007:70). O bien como Marx lo establece al tocar el tema de la praxis: en el acto de tejer se producen, al mismo tiempo, el tejido y el tejedor (cita no textual). 80 LA
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al interior de una organización sean éstos objetivos y formales o, simplemente un saber hacer o una habilidad individual. Toman en consideración ambas modalidades de conocimiento, y a partir de ello es que aplican una estrategia para reproducirlo y acrecentarlo. B. El enfoque de Beatriz Muñoz Seca y Josep Riverola Al igual que la mayoría de los autores relacionados con la GC, Muñoz Seca, y Riverola (2003) reconocen al conocimiento como un elemento clave para el desarrollo de las empresas. No obstante, para ellos lo importante no es profundizar sobre la importancia del mismo (aspecto que dan por sabido), sino avanzar en la manera de integrar el conocimiento en la vida operativa de la empresa. De tal manera que el principal propósito de su trabajo es dar respuesta a una pregunta central en la empresa de hoy ¿Cómo usar el conocimiento para mejorar la productividad de la empresa, haciendo sus operaciones más competitivas? La respuesta a lo anterior resulta sencilla (aunque inevitablemente su instrumentación no lo sea tanto): “haciendo que todos usen su conocimiento”. Para estos autores el nuevo contexto exige una mentalidad diferente. De tal manera que si los directivos siguen pensando que su labor consiste en diagnosticar los problemas, trazar planes de acción y proceder a implantarlos, están equivocados. Pues como señalan los autores esta forma de desempeñarse incurre en la perniciosa actitud de “yo pienso y tú trabajas”. El nuevo enfoque exige que las empresas exploten todo el conocimiento que existe al interior de ellas mismas. Se trata de que todas las personan apliquen el conocimiento a la realización de acciones que mejoren la productividad o la competitividad de la empresa. En virtud de su propio reconocimiento de que su visión asume un carácter eminentemente práctico, optan por identificar el conocimiento con un cierto tipo de resultados. Para estos autores lo importante no es tanto saber qué es el conocimiento sino saber cómo detectarlo o reconocerlo, pues una de sus manifestaciones más evidentes se observa en la resolución de problemas. De ahí que tomen como elemento central de su argumentación el concepto de problema, en tanto todo problema requiere para su solución un determinado tipo de conocimiento. FUNDAMENTOS
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La visión anterior los obliga a establecer una definición operativa del concepto. Entendiéndole elementalmente como una situación relativamente inconveniente o dificultosa, según los autores es posible aislar las tres características básicas de todo problema, a saber: • Un problema requiere de la existencia de un agente interesado en el mismo. • Un problema resulta de la actividad del agente, actividad que se concreta en una situación. Una situación es una configuración del mundo que se obtiene en un momento determinado. • Finalmente, se requiere de la existencia de un criterio de agrado o desagrado, criterio que evidentemente debe depender del agente, y que da a los problemas un marcado grado de subjetividad. Un problema es un problema para alguien y no, necesariamente, para todo el mundo. A partir de las ideas antes descritas Muñoz Seca y Riverola establecerán una definición de conocimiento. Para ellos un conocimiento es la capacidad de resolver un determinado conjunto de problemas. Precisión que muestra la operacionalización del conocimiento en términos de solución de problemas. Derivado del enfoque antes descrito, los autores se vieron obligados a profundizar en la manera en que se lleva a cabo el proceso de resolución de problemas donde, recurriendo a representantes de diversas disciplinas, lo enfocan como la aplicación de una serie de transformaciones sobre una situación, y que la convierten progresivamente en algo que tiene las características deseadas, características que replantean su condición “problemática” original para el agente responsable (Muñoz Seca, y Riverola, 2003:9). El conocimiento de una empresa se encuentra -como atinadamente afirman los autores- en los individuos. Y si el conocimiento se manifiesta en la posibilidad que los individuos tienen de resolver problemas, entonces la manera de identificar los activos de conocimiento con que cuenta una empresa es observando las materializaciones del conocimiento entendidas como problemas resueltos. Evidentemente, no se trata de considerar todos los problemas a los que se enfrenta el individuo. El asunto consiste en ver la forma en que su conocimiento se materializa en productos, procesos o representa82 LA
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ciones simbólicas vinculados todos ellos al quehacer de la organización empresarial de que se trate. La resolución de los problemas a los que se enfrentan los individuos en una organización empresarial les exige un conjunto de conocimientos que Muñoz Seca y Riverola, apelando a diversos autores, catalogan de tipo reflexivo y operativo, los cuales pueden tener un origen abstracto o lo que ellos denominan de tipo “percepcional” (resultado de la acumulación de experiencias en la memoria histórica del agente). A partir de las precisiones anteriores los autores se aproximan a uno de los problemas más importantes del conocimiento en la empresa: el tratamiento del conocimiento colectivo. En este sentido, insisten en su postura de que el conocimiento se encuentra en los individuos quienes son los que poseen los mecanismos para hacer deducciones y resolver problemas. Las organizaciones no poseen mecanismos deductivos. “La organización puede modificar el contenido del depósito de conocimiento común, a medida que nuevas experiencias o deducciones de otros, muestran la verdad o falsedad de determinadas proposiciones” (Muñoz Seca y Riverola, op. cit., p. 41). El mecanismo mediante el cual la empresa busca influir y modificar el conocimiento común es lo que puede calificarse de aprendizaje organizativo. Aunque, reiteran los autores, el aprendizaje organizativo sólo se produce como consecuencia del aprendizaje personal. El aprendizaje organizativo, los conocimientos de los individuos y todo ese acervo de significaciones es lo que define, al final, las competencias de la empresa, en tanto la combinación estructurada de un conjunto de conocimientos. Estructura que deberá ser consecuencia de la utilización de los conocimientos para llevar a cabo los procesos de negocio de la empresa. Derivado de lo anterior, los autores señalan la importancia de que las empresas identifiquen las competencias esenciales que poseen. Lo que representa un esfuerzo bastante complejo ya que no se trata de establecerlas, únicamente, en el plano individual, sino de observarlas como competencias de orden colectivo. Es decir, observando la sinergia que se establece entre los diferentes tipos de conocimientos que poseen los individuos. Para ello, las empresas pueden recurrir a ordenar su inventario de conocimientos a partir de las funciones propias de la empresa y de las competencias requeridas para su realización. De tal manera que las organizaciones puedan evidenciar sus carencias FUNDAMENTOS
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y atenderlas pero también, contar con elementos para compararse con el entorno y valorar su inventario de conocimientos. Para Muñoz Seca y Riverola la verdadera naturaleza de la gerencia del conocimiento está en la implantación operativa del sistema de mejora permanente. El cual diferencian de la mejora continua al considerar que esta última supone ir haciendo cosas nuevas gradualmente de una mejor forma, mientras que la mejora permanente considera todo tipo de innovaciones o cambios, tanto los que se dan de manera progresiva como los que representan un cambio radical. Todo ello en la búsqueda sin fin del progreso y consolidación de un sistema que potencie la capacidad humana de superación. Estos autores consideran que este enfoque no sustituye a ninguno de los clásicos con la excepción del sistema de calidad, al que trasciende. Por lo tanto consideran que la Gestión del Conocimiento no es un nuevo enfoque de la organización de la empresa. Pero –como bien señalan Flores y Peña (2008:61)– sólo recientemente es que se considera de forma explícita al conocimiento como un activo de la organización. La Gestión del Conocimiento es el conjunto de elementos que aseguran la mejor utilización de un activo que siempre ha estado presente en la organización, pero al que por fin se le reconoce como un recurso fundamental de la misma. La Gestión del Conocimiento trata de garantizar que esta utilización se enfoque deliberadamente hacia la mejora constante de la productividad y competitividad de la empresa. Para gestionar el conocimiento, Muñoz Seca y Riverola consideran que el primer paso debe ser la identificación de los conocimientos que se poseen y el análisis competitivo de éstos. Véase Figura 7. Figura 7. Esquematización de la propuesta de Muñoz Seca y Riverola
84 LA
Proceso
Objetivo
Identificación e inventario de conocimiento
Determinar las carencias o las posibilidades de lo que se sabe en la organización
Análisis competitivo del conocimiento
Identificar aquéllos conocimientos que se poseen y que pueden proporcionar ventajas competitivas
GESTIÓN DEL CONOCIMIENTO
Una vez elaborado el inventario de conocimientos, proponen dos usos para el mismo. El primero, consiste en establecer una cartera con los conocimientos clave de la organización. Es decir, aquéllas competencias esenciales para el funcionamiento de la organización. De esta manera será posible determinar sobre qué conocimientos se va a apoyar la organización para ofrecer un servicio competitivo en el futuro y definir prioridades de inversión, de investigación, de adquisición de conocimientos y de formación, que debe llevar la organización. La otra variante de uso para el inventario de conocimientos consiste en crear nuevos activos a partir de la información que ofrece. El inventario de conocimientos permite poner de manifiesto sistemáticamente posibilidades y carencias de un determinado desarrollo. Las ideas anteriores son ilustradas por los autores a través de las siguientes interrogantes: Dada la existencia objetiva de un producto o servicio ¿Existen los conocimientos necesarios para proveerlo? ¿Qué conocimientos faltan y dónde pueden obtenerse? Dado un conjunto de conocimientos ¿Qué servicios pueden generarse a partir de ellos? Recomiendan que el proceso de inventariado de conocimiento se lleve a cabo en forma sistemática. Para ello sugieren que el registro se haga bajo un enfoque de problema-solución, enfatizando el conocimiento que permitió resolver el problema. Esta propuesta se basa en el hecho de que los conocimientos están “almacenados” en las personas, no son observables y su composición sólo se puede inferir por inducción, ya sea a partir de la observación de sucesos reales o por la realización de experimentos (Flores U. y Peña C., 2008:67). Como ya señalamos con anterioridad, el análisis competitivo del conocimiento busca identificar aquellos conocimientos que se poseen y que pueden proporcionar ventajas competitivas. Para ello, los autores proponen la medición de los conocimientos internos y externos y la comparación de la posición de conocimiento en relación a la del entorno. De tal manera que cuando se detecten conocimientos por encima de los que prevalecen en el entorno, la organización estará en posibilidades de utilizarlos para desarrollar nuevos productos y servicios que se constituyan en nuevas ventajas competitivas. FUNDAMENTOS
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C. La perspectiva interdisciplinaria del “Método Trabajo-Aprendizaje” Al igual que los autores enmarcados en la GC, los creadores del método Trabajo-Aprendizaje (TA) asignan al conocimiento un papel de primer orden en el desarrollo de las unidades económicas (de producción, transformación y distribución) que operan en el medio rural. No obstante, a diferencia de algunas corrientes propias de la disciplina denominada Gestión del Conocimiento, se establece una diferenciación clara entre el conocimiento disponible dentro de cada colectivo de trabajo, y el que se puede reconocer en el desempeño de los individuos que lo integran. Esta distinción permite identificar los conocimientos a los que debe acceder tanto el colectivo como el sujeto individual. Acceso que se puede lograr mediante la adquisición, el intercambio con otros colectivos y/o individuos o bien, mediante el estudio propio. Conocimientos que pueden ser teóricos o prácticos y que pueden presentarse de manera formal y objetiva o como percepciones subjetivas, lo que Nonaka y Takeuchi denominarían conocimientos explícitos o tácitos. La aplicación de la propuesta teórico-metodológica Trabajo-Aprendizaje conduce a establecer una clara distinción entre los conocimientos a los que deben acceder el sujeto individual y el colectivo de trabajo para mejorar su desempeño, lo que en el caso de las PyMEs equivale a desarrollar de mejor manera todo el proceso económico-productivo (innovación incluida). Con ello, se dibuja una triada entre i) el trabajo vivo que se desarrolla a lo largo de todo el proceso económico-productivo, ii) el conocimiento pertinente para el colectivo y, iii) el aprendizaje de las personas. Esta interrelación constituye el triple entrelazamiento (o “trenza”) como eje articulador para la transformación de la actividad productiva en distintos ámbitos y donde el aprendizaje representa la variable de cambio que hace dinámico el proceso (Piña, A., et al., 1999; Duch y Reyes, 1987). El entrelazamiento al que aluden estos autores citados parte de las siguientes consideraciones: • Que el ámbito de la práctica, es decir, del quehacer concreto y presente que enfrentan los productores o trabajadores implicados, es el punto de partida y de arribo del proceso de trabajo-aprendizaje. Es, de hecho, la situación que coloca a los sujetos (tanto al capacitador-consultor como a los productores o trabajadores), de frente a los fenómenos de la realidad 86 LA
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•
•
sobre los cuales se pretende intervenir, y que generará un conjunto de interrogantes pertinentes que guiarán los procesos de conocimiento y de aprendizaje. Que en la búsqueda de respuestas a las interrogantes o preguntas generadas, se asume abierta y claramente la necesidad funcional de combinar las siguientes rutas: — Indagar cuáles son los conocimientos con los que ya cuentan, o tienen a su alcance cotidiano, distintos integrantes del grupo de productores y que los ponen en juego en sus tomas de decisión y operación observable. — Organizar y conducir actividades de indagación directa en el campo práctico de los fenómenos en cuestión, mismas que conduzcan a la generación y sistematización de información necesaria para apoyar el análisis y la toma de decisiones. — Recurrir al conocimiento C-T pertinente para que el colectivo de productores o trabajadores puedan comprender las soluciones pertinentes a la problemática enfrentada y, dado el caso, contribuyan a su generación. Que se concibe el aprendizaje de nuevos conocimientos, habilidades y actitudes, como la modificación de las estructuras de las personas, desde las cognitivas y valorativas hasta las neurológicas. Por ende, se asume que la enseñanza consiste en el diseño y conducción de las actividades que permitan al sujeto poner en juego sus capacidades preexistentes, de frente a los fenómenos de la realidad en cuestión y lograr así las modificaciones necesarias en sus propias estructuras. En este plano se enfatiza que son las personas en lo individual quienes asumen las responsabilidades y hacen su parte para que avance el proceso colectivo.
En las unidades de pequeña escala, llama la atención el hecho de que los conocimientos requeridos para insertarse adecuadamente en la EBC pueden recaer en unas cuantas personas o, incluso, en un solo individuo. A su vez, las formas de relacionarse entre los individuos difieren de los esquemas típicos de una empresa de grandes dimensiones de los sectores secundario y terciario. Situaciones, ambas, que obligan a plantearse una manera diferente de desarrollar los conocimientos entre los individuos. FUNDAMENTOS
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Antes de continuar con la descripción de esta metodología, es importante señalar que es resultado de un largo proceso de trabajo de diversos especialistas, teóricos y prácticos, que ha sido variablemente sistematizado (lo que incluso imposibilita parcialmente para hacer el debido reconocimiento a todos sus creadores). Así pues, resulta factible establecer varios momentos clave del proceso que permiten identificar las instituciones participantes y la evolución del enfoque. El primero, durante una experiencia que se llevó a cabo entre 19811983 en el estado de Yucatán, a partir del trabajo conjunto entre el Instituto Nacional de Capacitación del Sector Agropecuario (INCA Rural) y el Banco de Desarrollo que, en esos años, atendía al sector agropecuario (Banrural) en su sede peninsular. El gran mérito de esta experiencia fue dar inicio a la reflexión teórico-metodológica en torno al concepto de capacitación (Duch, I. y R. Reyes, 1987; Duch, et al., 2005), además de dar origen a un nuevo tipo de programas de capacitación, en tanto se hallan vinculados al análisis de los procedimientos de trabajo. Otro momento clave ocurre entre 1997-2000, cuando el INCA Rural retoma los planteamientos esenciales de la metodología trabajo-aprendizaje (Duch, I. y R. Reyes, 1998 y Piña, A., et al., 1999) y los vincula a nuevas experiencias de formación (STyPS et al., 1999) de tal manera que desarrolla una propuesta para formar a los denominados Prestadores de Servicios que habrían de formar parte de los programas de desarrollo rural de la SAGARPA. En este contexto, se desarrollaron experiencias piloto que dieron pie a un nuevo proceso de discusión y análisis integrando, entre otros profesionales, a los actores que dieron impulso a la propuesta original en los años ochenta. Así, se logró poner en claro algunos aspectos centrales de la capacitación y la consultoría a los productores rurales de acuerdo con este método, entre las que es posible enfatizar el reto que representa mejorar la comprensión del proceso de trabajo vivo para los trabajadores/productores, la ubicación de preguntas clave en interacción directa con la actividad de los sujetos en activo como “disparadoras” de la búsqueda de respuestas pertinentes y la importancia del ejercicio y la puesta en juego de las capacidades para el aprendizaje de las personas. Al examinar el conjunto de aspectos que emergían como relevantes en su devenir práctico de intervención para potenciar el proceso 88 LA
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de estudio y aprendizaje desde y durante el proceso de trabajo de los productores para que, a su vez, ellos mejoren el desempeño de su actividad económica, se hizo evidente que, más que un catálogo de recomendaciones, el método resulta de la aplicación creativa de la comprensión seria de las bases científicas o fundamentos disponibles, es decir, sobre la naturaleza del conocimiento y el aprendizaje vinculados al trabajo de los productores o trabajadores atendidos y, en forma correspondiente, de los propios asesores o capacitadores. Es así como en la construcción del método trabajo-aprendizaje se asume la necesidad de conjuntar y articular los principios conceptuales resultantes que fundamentan la formación basada en el mismo (Duch, et al., 2005:223). Se destaca así la pertinencia de derivar lógicamente consecuencias o implicaciones metodológicas sobre las formas de proceder en la intervención formativa a partir de un conjunto de resultados –muy específicos– de diversas ciencias: Epistemología, Psicología del Aprendizaje, Neurofisiología, Semiótica, Antropología y Didáctica. Un tercer momento de su historia, se caracteriza por la profundización de la relación entre el método y los contenidos a aprender por los productores capacitados, a través de asignar al diagnóstico y la proyección del desarrollo (“plan de negocios”) el papel de ejes de su concreción (Financiera Rural, 2006:57-60). De tal manera que quienes fungen como prestadores de servicios para el desarrollo de las unidades económicas (de micro, pequeña y mediana escala) del medio rural encuentran el campo de aplicación de los fundamentos científicos que rigen el desarrollo cognitivo. La suma combinada de los avances descritos permitió el diseño de una cada vez más sistematizada propuesta teórico-metodológica (educación en, desde y para el trabajo), que retoma el fundamento de las seis ciencias referidas3 arriba. Primero, las implicaciones que tienen para el aprendizaje determinadas evidencias desarrolladas desde los enfoques epistemológico, psicológico, neurofisiológico, y de la semiótica y, segundo, plantea su aplicación a manera de método, el cual habrá de desarrollarse a partir de situaciones de trabajo (fundamento 3 Una revisión más profunda se puede consultar en el libro El Espejo. Fundamentos del aprendizaje humano, de Malagón, E., 2011. Y, una ilustración de la operacionalización del Método T-A se puede consultar en Caetano, et al., 2010. FUNDAMENTOS
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antropológico) que son las que establecen los contenidos didácticos a identificar, mismos que habrán de atenderse respetando los principios de la lógica inherente a los fenómenos en cuestión (Financiera Rural, 2006:47-61). El método Trabajo-Aprendizaje retoma de la epistemología la idea de que la conciencia humana no puede coexistir con la realidad sin contar con una explicación de ésta, y le incorpora, además, un principio teórico para el aprendizaje el cual puede expresarse a partir de la concepción de Bachelard (1948) en los siguientes términos: el hombre en la necesidad de contar con explicaciones sobre su realidad tiende a sostenerse en sus propias explicaciones, las cuales no sólo constituyen puntos de partida para nuevas explicaciones sino fundamentalmente obstáculos epistemológicos que frenan el desarrollo de su conocimiento. Este principio teórico ocupa un lugar central en el proceso de aprendizaje puesto que conduce a la conclusión de que para acceder a la explicación de un fenómeno de la realidad es preciso reconstruir explicaciones preexistentes (pero frecuentemente insuficientes, aún cuando por corto plazo pudiera retenerlas, aunque necesariamente concientizadas). El estudio del desarrollo de la inteligencia (fundamentado en la psicología) tiene como propósito comprender la tesis teórica consistente en que el aprendizaje consiste en el desarrollo de estructuras cognitivas que se estructuran por etapas como resultado de la interacción con la realidad. La comprensión de esta tesis teórica da lugar a la formulación del principio metodológico correspondiente, el cual puede ser expresado en los siguientes términos: identificar las estructuras cognitivas del capacitando y a partir de éstas, generar situaciones de interacción con la realidad que permitan la transformación y consolidación de estas estructuras y por tanto del aprendizaje. Por su parte, los avances de la neurofisiología muestran la ocurrencia de fenómenos biológicos de crecimiento y cambio cerebral, literalmente hablando, en el transcurso del fenómeno del aprendizaje. Los resultados observados en materia de formación de nuevas sinapsis durante el aprendizaje y la existencia de circuitos neuronales complejos, conduce a establecer un principio teórico consistente en que el aprendizaje radica en la conformación de redes neuronales 90 LA
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que se crean para y mediante la interacción con la realidad en el acto mismo de aprender y mediante la intervención de diversos sistemas funcionales que tienen su asiento en regiones determinadas del cerebro. Estos resultados permiten concluir que sin participación y sin reflexión efectivas del sujeto, no hay aprendizaje. La semiótica como ciencia de los signos y sus significados constituye otra disciplina que aporta resultados de primera importancia para la comprensión del fenómeno del aprendizaje. Entre sus aportes más significativos encontramos la mayor impugnación al carácter innato o supuestamente natural de los signos. Todo signo implica por tanto una interpretación y un marco interpretativo. En los procesos tradicionales de capacitación, el capacitador asume el papel central al constituirse como sujeto codificador de la realidad y por tanto como mediador entre los fenómenos de la realidad que deben ser aprendidos y el que busca aprenderlos, destinando a éste un papel como codificador. Este enfoque está en contradicción con los procesos psicológicos, neuropsicológicos y epistemológicos del aprendizaje, en tanto el sujeto sólo puede aprender asumiendo el papel central en la explicación de los fenómenos que busca aprender. En consecuencia, en la metodología de trabajo-aprendizaje se modifica la relación entre fenómeno, capacitador y capacitando, asignando a este último un rol fundamental al fungir como codificador de la realidad en un proceso conducido por el capacitador. Por su parte, los hallazgos de la antropología muestran que el trabajo ha constituido la estrategia fundamental de sobrevivencia de la especie y ha encontrado también al trabajo como actividad fundamental para comprender y aprovechar la naturaleza en beneficio de la especie. Esta capacidad de comprender y aprovechar constituye el rasgo central del aprendizaje, lo cual conduce a fundamentar la extrema importancia del binomio trabajo-aprendizaje, como núcleo de la estrategia de sobrevivencia de la especie humana. Se trata de una especie cuyo rasgo distintivo es aprender y trabajar, trabajar y aprender. Lo anterior puede sintetizarse en un principio teórico que sostiene que el trabajo ha constituido y constituye una fuente fundamental, natural e histórica del aprendizaje para el hombre (véase Flores, J. y J.L. Vera, 2010).
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En lo que corresponde al fundamento lógico-didáctico la perspectiva de la metodología de trabajo-aprendizaje considera que todo contenido se refiere necesariamente a un fenómeno de la realidad, en consecuencia la didáctica del contenido es la didáctica del fenómeno correspondiente y esta didáctica es necesariamente una explicación del fenómeno en sí mismo derivada de su lógica interna. Esto a diferencia de la didáctica tradicional que asume como concepto rector la noción de contenido de aprendizaje y se procede a la formulación de una didáctica de los contenidos. El método se refiere a la forma de aplicar los fundamentos del aprendizaje para asegurarlo. Consiste en la comprensión de la enseñanza como establecimiento de situaciones de aprendizaje dependientes del sujeto que aprende y del contenido a aprender. Sin embargo, el contenido no es una parte constitutiva del método. El método se aplica al contenido y se subordina a éste, porque constituye la forma de abordarlo. (Malagón, 2011:243). Es famosa la frase de Kurt Lewin, según la cual “no hay nada más práctico que una buena teoría”. En esa sintonía de pensamiento, esta propuesta de intervención ha venido enfatizando la potencia efectiva de algunas de las mejores certidumbres teóricas alcanzadas particularmente por las seis disciplinas ya referidas. Cabrá aclarar que los autores y promotores de un método que relaciona tan estratégicamente los potenciales creativos del trabajo con el aprendizaje, no excluyen la posibilidad de ulteriores incorporaciones “destiladas” de otras ciencias, como la cibernética por ejemplo. Sin embargo, a la fecha, el método T-A, articula explícitamente estas seis ciencias (de hecho seis tesis capitales procedentes a cada una de ellas, pero de ningún modo aislándolas de sendas matrices científicas de origen) a manera de núcleo duro de toda su fundamentación teórica. Una premisa clave de toda esta postura, en buena medida paradigmática4, se ha expresado 4 Incluso en su más estricta acepción kuhniana, es decir como “logro o realización” de una comunidad intelectual que, como matriz disciplinar y normativa consiste en un “conjunto de compromisos compartidos” de tipo ontológico (cómo asumimos que son las cosas), epistémico (cómo es que asumimos que podemos conocerlas), así como axiológico (qué valores defendibles como legítimos justifican las acciones). El 92 LA
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a menudo en forma peculiar: “identificar una gran verdad teórica y será posible desarrollar [creativamente], a partir de ella, una potente herramienta [método]”. En efecto, el método T-A es auto-concebido como “la aplicación de los fundamentos (teóricos) del aprendizaje a fin de asegurarlo”. La efectividad de intervención sobre el aprendizaje de las personas será directamente proporcional a la profundidad de comprensión que se posea sobre cómo aprenden los seres humanos. Pero no precisamente limitado a la enseñanza escolar, sino en los ámbitos vitales, históricos y evolutivos de la producción material de la vida; en la esfera de acción y pensamiento más natural, expandida y determinante de toda la vida humana: el trabajo. El método T-A correlaciona biunívocamente seis tesis selectas, con sendas implicaciones metodológicas. Esta paridad teoría-procedimiento busca incidir en el aprendizaje del sujeto a condición de una estricta congruencia con las dimensiones en que se construyen nuevas y mejores explicaciones en los individuos; y tales dimensiones del aprendizaje son, al menos, biológicas, socioculturales, cognitivas y ecológico-adaptativas (en forma respectiva, esferas de abordaje para ciencias como la neurofisiología, semiótica, psicología y antropología). Asimismo, puesto que la brecha del aprendizaje supone una distancia variable entre el bagaje nocional del sujeto y lo que realmente constituye un fenómeno en toda su complejidad y lógica inherentes, existe un problema fundamental para la didáctica. Las correlaciones entre los seis fundamentos teóricos y sus respectivas implicaciones metodológicas son como sigue:
método T-A reúne componentes cruciales como para constituirse en un paradigma capacitador con postura explícita en cada uno de estos tres niveles de compromiso, al atribuir determinaciones inherentes a los fenómenos de su interés (los del trabajo, el conocimiento y el aprendizaje en principio), al tomar posición de rigor sobre cómo conoce-aprende el ser humano y, por supuesto, qué tipo de valores legitiman la intervención capacitadora así promovida (desde la autodeterminación de los individuos, hasta la inclusión de economías y comunidades, hasta hoy marginadas, a modalidades más equitativas y dignas de participación en estructuras económicas globalizadas). FUNDAMENTOS
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Disciplina
Antropología
Psicología
Neurocognición
94 LA
GESTIÓN DEL CONOCIMIENTO
Tesis teórica
Implicación metodológica
El trabajo ha constituido y constituye la fuente fundamental, natural e histórica de la hominización y del aprendizaje en el hombre.
Esta importancia del binomio trabajo-aprendizaje puede ser aprovechada por la práctica educativa mediante la conversión de una situación de trabajo en una situación de aprendizaje, mediante la realización de una reflexión intencionada, diseñada, planificada, consciente, sistemática y dirigida sobre el trabajo.
El aprendizaje y la inteligencia consisten en la formación de estructuras cognitivas que se constituyen y desarrollan por etapas en el acto mismo de interactuar con la realidad e identificar sus estructuras.
El proceso de enseñanza debe identificar las estructuras cognitivas de quien aprende y partir de ellas para establecer situaciones de interacción con la realidad que generen desequilibrios de las mismas, para dar lugar a nuevos procesos de asimilación y acomodación y por tanto al desarrollo de la cognición y el aprendizaje.
El aprendizaje consiste en la conformación y modificación de redes neuronales que se crean en el acto mismo de aprender por la interacción con la realidad, y de forma subordinada a los circuitos de memoria existentes y a los sistemas funcionales conformados, especialmente los del lenguaje y el pensamiento lógico.
Desplegar el proceso de enseñanza-aprendizaje como una práctica que propicie una intensa, especializada y diversificada actividad cerebral durante el aprendizaje, que entienda la existencia de una base biológica del interés y la atención; comprenda la necesidad de una estimulación multisensorial y diversificada; comprenda la necesidad de desarrollar específicamente funciones particulares tanto motoras como intelectuales (percepción, análisis, síntesis, planeación, imaginación, creatividad, abstracción, lectura, verbalización y escritura), pensamiento lógico y demás funciones cerebrales complejas.
Disciplina
Semiótica
Epistemología
Tesis teórica El aprendizaje constituye un proceso de significación de la realidad, un acto de semiosis. Su contenido constituye un sistema de signos sujeto a la significación afectiva y cognitiva que tiene para el sujeto, significación que depende de sus estructuras internas y del contexto sociocultural y económico en que se desenvuelve. El Hombre es una especie cognoscente que no puede coexistir con una realidad no explicada, aunque su explicación sea de carácter mágico, religioso, empírico, científico o filosófico. El hombre se sostiene en sus propias explicaciones, como puntos de partida para saberes rectificados y como obstáculos epistemológicos para el desarrollo de su conocimiento, hasta que se generan las rupturas epistemológicas necesarias mediante la confrontación con la realidad.
Implicación metodológica
En los procesos de aprendizaje el sujeto que aprende debe constituirse en significador y codificador del referente, en tanto el educador asume el papel de conductor del proceso de significación, generando la atención cognitiva del sujeto en las características y regularidades del referente que deben ser significadas y codificadas.
En el proceso de aprendizaje es necesario partir de las explicaciones de la realidad que tienen los sujetos de aprendizaje, para identificar los obstáculos epistemológicos que encierran, así como establecer situaciones de interacción con la realidad que confronten las explicaciones y generen las rupturas que le permitan construir sus nuevas explicaciones.
FUNDAMENTOS
E INSTRUMENTACIÓN DE LA ECONOMÍA
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Disciplina
Didáctica
Tesis teórica
Implicación metodológica
Todo contenido de aprendizaje se refiere a un fenómeno de la realidad que se rige por su lógica interna, es esta lógica la que permite su explicación y su conversión a fenómeno comprendido; esta lógica interna es también la didáctica para su aprendizaje, en consecuencia, cada fenómeno impone su propia didáctica que es relativamente independientemente del educador y del educando.
Para cada contenido de aprendizaje es necesario y factible identificar el fenómeno correspondiente y la lógica interna que lo explica a fin de construir una secuencia lógica, estructurada y coherente de reflexiones bajo la forma de cadenas de causalidad y consecuencias que conduzcan desde la estructura de pensamiento del que aprende, hasta la estructura inherente o “lógica interna” del fenómeno bajo estudio y, por tanto, su aprendizaje. En esta construcción es necesario identificar observables del fenómeno bajo estudio o isomórficos a éste, que sean accesibles a las estructuras de pensamiento del que aprende.
Aunque todo lo anterior pudiera interpretarse como un conjunto de principios encaminados a propiciar el aprendizaje en términos generales, esa visión sería parcial, pues el método T-A no se restringe a los fundamentos del aprendizaje, sino que involucra los contenidos esenciales del aprendizaje buscado, cuando éste queda vinculado a las competencias necesarias en el desarrollo de las empresas: el diagnóstico económico-productivo y la planeación del desarrollo. Se trata, por tanto, de propiciar un proceso reflexivo permanente que siente las bases para una constante “vigilancia del entorno económico” por parte de los agentes del medio rural. Si bien es cierto que hablar de la planeación del desarrollo pudiera parecer una tarea distante de las funciones propias de la microeconomía o de la administración más preocupadas por el manejo eficiente de los recursos que la calidad de vida de los sujetos sociales involucrados, basta con hacer una precisión para rebatir esa idea. La planeación del desarrollo que propone el método T-A pasa, necesariamente, por el crecimiento económico, en tanto lo considera esencial, pero sin dejar de reconocer que es insuficiente para asegurar el bienestar de los involucrados. La 96 LA
GESTIÓN DEL CONOCIMIENTO
idea que subyace en los textos referidos al método T-A es que la mejora de ingresos es fundamental pero corresponde a una sola dimensión del desarrollo humano, de ahí que su planteamiento sea más abarcador. El diagnóstico económico productivo y la planeación del desarrollo aunado a los seis fundamentos del aprendizaje enlistados unos párrafos atrás, integran en conjunto el fundamento teórico y metodológico que rige la dinámica del proceso de capacitación de productores y todo tipo de empresarios del medio rural que busca impulsar acciones de mejora en las unidades económicas de los capacitandos, como vía para incrementar su bienestar. Desde esta perspectiva, señala Malagón (2011:243) el proceso de capacitación consiste en una serie flexible de actividades secuenciales y estructuradas de estudio, planeación y realizaciones de transformaciones del proceso económico-productivo. Se trata de situaciones de interacción con la realidad a aprender. El proceso de capacitación desde la perspectiva del método T-A se estructura como la práctica integrada de tres procesos conceptualmente diferenciados: 1. El estudio permanente del proceso de trabajo como proceso socioeconómico. 2. La formulación y ejecución de proyectos de desarrollo de los procesos productivos (lo que incluye los servicios de conocimiento). 3. La conducción del proceso de aprendizaje inherente a los dos procesos anteriores. Una idea esquematizada de la vinculación entre los seis fundamentos del aprendizaje y los contenidos rectores de diagnóstico económico y proyección se puede observar en la Figura 8. Bajo el enfoque del método T-A el concepto de diagnóstico se asume desde una perspectiva económica dinámica de la que se habrá de revisar no una situación concreta estática, sino la secuencia cambiante de momentos económicos, lo cual sólo se puede lograr mediante el desarrollo de capacidades del sujeto social involucrado para diagnosticar y proyectar. La proyección, planeación y ejecución de las transformaciones del proceso económico-productivo constituyen nuevas percepciones de las potencialidades de cambio de la realidad que implican nuevas capacidades de percepción del futuro, de anticipación de la realidad, ampliación de horizontes espacio-temporales y FUNDAMENTOS
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fortalecimiento de las capacidades fundamentales de formular hipótesis y planes mediante el arreglo de fines y medios. Lo que equivale a un proceso permanente de reexpresión del proyecto como imagen de futuro (Malagón, 2011). Figura 8. Esquema del Método Trabajo-Aprendizaje
Principio lógico-didáctico
Principios psicológico, semiótico, epistemológico y neuropsicológico
Principio antropológico
Identificar la lógica interna del contenido
Identificar las características cognitivas de los capacitandos
Diseñar situaciones de trabajoaprendizaje
Diseño de una secuencia reflexiva concreta en situaciones específicas de trabajo-aprendizaje
La concreción de lo anterior se logra mediante dos formulaciones metodológicas. La primera es la denominada Mapa de Aprendizaje, la cual equivale a una ruta indicativa de orden general para el diseño de los procesos de aprendizaje. La segunda es el Mapa de Contenidos (Anexo 2). Esta segunda herramienta, tiene la virtud de asociar la proyección de las mejoras a la actividad económica a manera de un Plan de Negocio con las mejoras al inventario de conocimientos de los sujetos sociales. Esto, tanto desde la perspectiva del conocimiento individual como del colectivo, permite identificar las capacidades generales y particulares que requiere un grupo de productores para decidir, conducir, ejecutar evaluar y retroalimentar un proyecto. En función de esta identificación, sirve de base para el diseño y revisión de un Plan de Negocios que incorpore el recurso del conocimiento al resto de los factores que integra, y de ahí la relevancia de incluirlo en el presente texto.
98 LA
GESTIÓN DEL CONOCIMIENTO
Para concluir este esbozo de método T-A, podemos decir que los modelos de GC revisados nos muestran interesantes maneras de abordar un mismo fenómeno. En tales esquemas propositivos, los modelos resumidos buscan hacer más competitiva a la empresa, centrándose en aprovechar al máximo los conocimientos de las personas que colaboran en la misma. No obstante, la manera en que cada uno sugiere aprovechar dichos conocimientos presenta diferencias. De ahí que los conceptos utilizados, los instrumentos y los procedimientos recomendados guarden diferencias. Los dos primeros modelos hacen aportes valiosos pero siempre referidos a las grandes organizaciones empresariales, situación que nos preocupa en virtud de que la mayor parte de las empresas de cualquier país son de pequeña escala; por su parte el modelo paradigmático del método T-A aporta rutas procedimentales de rigurosa base científica para implementar acciones de educación en, sobre y para el trabajo, con independencia de la dimensión o escala de la unidad económica de la que pudiera tratarse.
Actividades 1.
Una de las corrientes más difundidas dentro de la GC es la del Aprendizaje Organizacional. Averigüe en qué consiste y cuáles son sus fundamentos. 2. Escriba una breve reflexión sobre las razones por las que la GC es hoy más importante que nunca. 3. Ingrese a la páginas del Electronic Journal of Knowledge Management http://www.ejkm.com/main.html y haga una revisión del contenido temático de los últimos números.
FUNDAMENTOS
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4 UNA MANERA DIFERENTE DE GESTIONAR EL CONOCIMIENTO Hasta ahora hemos venido revisando un conjunto de ideas que vale la pena recapitular. La idea con la que iniciamos el presente documento es la del papel que juega el conocimiento científico-técnico en la actividad económica, lo que se plasma en el concepto de Economía Basada en el Conocimiento. Situación que no es casual ya que (gracias al conocimiento C-T) las empresas desarrollan nuevas estrategias para enfrentar los mercados saturados y conquistar nuevos consumidores que les aseguren su permanencia en los mercados y la continuidad de sus beneficios. La incorporación del conocimiento C-T permite transformar significativamente productos y procesos con la finalidad de atender diferentes segmentos de la población e individualizar la oferta. Es decir, permite innovar, asunto que desarrollamos en el segundo capítulo. Ahora, la combinación de estas innovaciones con cambios en la forma de comercializar o de organizarse para producir sin duda potencia la estrategia de las empresas para sostener sus ventajas competitivas en el contexto de la EBC. Otra de las ideas desarrolladas con anterioridad es la de que construir y sostener las ventajas competitivas del nuevo tipo obliga a nuevos esquemas de organización entre los agentes económicos y demanda nuevas competencias por parte de las empresas y los individuos que las conforman. Se trata de un modelo organizativo que propicie la creatividad individual y colectiva que permita generar un sistema de innovación permanente capaz de dar respuesta a las complejas y cambiantes necesidades de los consumidores. Generar organizaciones capaces de crear y mantener ventajas competitivas del nuevo tipo obliga a pensar en la manera de apartarse del esquema que Muñoz Seca y J. Riverola tipifican en la forma “Yo pienso,
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tú trabajas”1. Se trata de manejar los diferentes flujos de conocimientos con el fin de generar innovaciones de todo tipo que se sucedan en forma dinámica y permanente, y redunden en beneficio de la organización. Tomando en consideración que los conocimientos se desarrollan en los individuos, es obvio que las estrategias ponen especial atención a la inducción de las capacidades de las personas pero cuidando siempre que estén dirigidas a la diseminación y aprovechamiento del colectivo. De tal manera que permitan a la empresa mejorar sus beneficios. La necesidad de caracterizar y comprender esas nuevas estrategias de la economía, condujo a estudios que al final dieron pie a la construcción de modelos explicativos y de interpretación más o menos sofisticados. Es el caso de las propuestas de Nonaka y Takeuchi, Muñoz Seca y Riverola y la denominada metodología Trabajo-Aprendizaje, abordadas en el capítulo anterior. Ahora, a los aportes de los modelos revisados habría que agregar las particularidades de las empresas de pequeña y mediana escala. Aun cuando el objetivo de incorporación a la EBC debe ser común para empresas de todas las escalas independientemente del sector de la economía en que se ubiquen, las diferencias de condiciones no pueden ser ignoradas. Derivado de lo cual es necesario revisar las características de las empresas de pequeña escala así como de las unidades económicas de producción correspondientes al sector agropecuario.
LAS UNIDADES ECONÓMICAS DE PEQUEÑA ESCALA DEL SECTOR AGROALIMENTARIO Retos para la pequeña escala Existe una marcada diferencia en el tamaño de las organizaciones de tipo empresarial, lo que usualmente se observa en el número de empleados, el monto de facturación y el volumen de ventas. Los criterios para establecer la diferencia entre micro, pequeña y mediana empresa muestran diferencias entre países, las cuales a pesar de ser significativas no replantean la situación desventajosa que enfrentan este tipo de organizaciones en relación con las grandes empresas y corporaciones. 1 Nos referimos a las nuevas estrategias diseñadas por especialistas provenientes de diferentes campos del conocimiento y que en coincidencia con otros autores, agrupamos en torno de la categoría y análisis de la “Gestión del Conocimiento”, los cuales presentan un propósito y objetivo comunes. 102 UNA
MANERA DIFERENTE DE GESTIONAR EL CONOCIMIENTO
Criterios considerados por la UE y la OCDE
Personal ocupado
Ventas anuales (millones de euros)
1-9
<2
Pequeña
10-49
<10
Mediana
50-249
<50
>250
>50
Tamaño de la empresa Micro
Grande
Rangos establecidos por el INEGI (México) Tamaño de la empresa Micro
Personal ocupado
Ventas anuales (millones de pesos)
0-10
hasta 4.0
Pequeña
11-30/50
4.01 a 100
Mediana
31/51 a 100/250
100.01 a 250
En torno a los criterios establecidos por los países, existen algunas críticas que reconocemos con cierta validez pero que no habremos de abordar pues su análisis excede los límites del presente trabajo. Los rasgos que nos interesa destacar de las unidades económicas de pequeña escala (independientemente de que sean micro o pequeñas) son los siguientes: una incidencia en el mercado poco significativa y, usualmente, acotada a lo local; cuentan con un personal poco especializado y disponen de limitados recursos financieros por lo que generalmente no se encuentran en condiciones de emprender actividades de investigación que conduzcan a innovaciones básicas que les permitan incorporarse a la EBC. Por otra parte, las unidades económicas de pequeña escala suelen ser conducidas por personas con insuficiente formación o bien con una formación que no se adecua a las exigencias de la EBC2 por lo que suelen enfrentar dificultades no sólo para financiar sino también para diseñar estrategias pertinentes al nuevo contexto.
2 Aunque esta situación es más grave en el caso de las Micro y PyMEs no les es exclusiva. Casi todos los autores que hablan de la GC mencionan la existencia de directivas que no acaban de acoplarse al nuevo enfoque económico basado en el conocimiento C-T. FUNDAMENTOS
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A partir de lo anterior es posible afirmar que un modelo de GC que maneje los flujos de conocimiento que propicien la innovación, su aplicación y constante recreación en unidades económicas de pequeña escala, tiene que considerar las limitaciones que su dimensión les impone y que sólo puede ser resuelta mediante la integración económica. La integración económica bajo ciertos esquemas organizativos permite resolver o al menos paliar las limitantes de una escala pequeña pero plantea otro reto, puesto que serán varias unidades económicas o, mejor dicho, varias directivas las que deberán reconocer el nuevo modelo económico para poder actuar en consecuencia. A ello habría que agregar que resulta prácticamente imposible que la investigación para la innovación básica se desarrolle al interior de una de estas empresas o de la organización asociada de éstas. Por lo que el sistema de innovación deseable para este tipo de unidades económicas estaría integrado por un conjunto de agentes autónomos y entidades a cargo de la investigación. El medio rural. Algunas características en México La noción o concepto de “medio rural” está abierto a revisión y análisis, lo que obliga a considerar dimensiones espaciales complejas y dinámicas, no sólo en forma de un conjunto de regiones o zonas geo-ecológicas, sino propiamente territoriales, esto es, ahí donde las poblaciones se desarrollan y apropian sociohistóricamente en distintas actividades o se desempeñan en múltiples sectores, como la agricultura, la artesanía, las industrias pequeñas y medianas, el comercio, los servicios, la ganadería, la pesca, la minería, la extracción de recursos naturales y el turismo, entre otros. En dichas regiones o zonas hay asentamientos que se relacionan entre sí y con el exterior, y en los cuales interactúan gran diversidad de instituciones, públicas y privadas (cfr. Pérez, 2005). Aunque durante muchos años, la idea de “lo rural” estuvo asociada, incluso restringida, a las actividades agropecuarias, en la actualidad trasciende lo estrictamente relativo a dicho sector y mantiene nexos fuertes de intercambio con lo urbano, el cual, no sólo se basa en la provisión de alimentos, sino también de gran cantidad de bienes y servicios, entre los que vale la pena resaltar la oferta y preservación de recursos naturales, servicios ambientales, los espacios para 104 UNA
MANERA DIFERENTE DE GESTIONAR EL CONOCIMIENTO
el descanso y recreación, así como los aportes al mantenimiento y desarrollo de la cultura y la identidad misma de los grupos humanos que le habitan (Pérez, op. cit.). Las imágenes rurales de los países latinoamericanos, donde la agricultura campesina era exclusivamente el medio de supervivencia de una familia rural, han cambiado en tal grado y forma, que demandan pensar en “una nueva ruralidad", donde coexisten empresas de alta complejidad tecnológica, empresas que forman parte de grupos económicos transnacionales extra-agrarios, empresas del agroturismo, con mundos rurales heterogéneos con campesinos, productores medios y trabajadores rurales segmentados por los procesos de mecanización, grupos étnicos y nuevos desocupados. Todos ellos están presentes en los nuevos paisajes, escenarios y eventuales conflictos rurales, tratando de posicionarse o adaptarse a las nuevas reglas del juego, resistir y organizarse para modificar “gramáticas” de poder políticas, o también buscar estrategias que les permitan encontrar otros espacios territoriales que integran migraciones internas así como internacionales (cfr. Giarracca, 2005). El INEGI (2010) considera una población como rural cuando ésta tiene menos de 2,500 habitantes. En apego a tal criterio (con todo lo discutible que pudiese llegar a resultar), en México viven alrededor de 24 millones de personas en el medio rural, es decir, casi la cuarta parte de la población nacional. De las 199 mil localidades del país, 196 mil corresponden a esa dimensión demográfica. Sin embargo, la vida rural en México se extiende mucho más allá de esas pequeñas localidades. En ocasiones se considera un umbral de 15 mil habitantes ya que las localidades con población inferior a ese número presentan formas de vida característicamente rurales, entre las cuales destacan: el ingreso proveniente de la actividad agrícola, residencia de la familia en el predio agrícola, primacía de la mano de obra familiar que se aplica en la explotación del predio, así como la producción de autoconsumo y con un contacto marginal con los mercados, entre otros (Foro Nacional de Agricultura Familiar, 2006). Tan solo al utilizar dicho umbral, la población rural resulta de más de 38 millones de personas (37% del total nacional). Ahora bien, si tomáramos como referencia el criterio establecido en Financiera Rural, mismo que eleva el lindero a poblaciones de hasta 50 mil habitantes, la proporción rural/urbano se modifica significativamente. FUNDAMENTOS
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Lejos de ser marginal, el desarrollo rural (empleo, ingreso, articulaciones productivas, condiciones de vida) constituye una parte muy relevante del desarrollo nacional (FAO, 2009). Actualmente, la población rural desarrolla de manera creciente actividades diferentes a la agricultura, como el comercio local, la artesanía, la extracción de materiales, el ecoturismo, los servicios ambientales o el trabajo asalariado en diversas ocupaciones, entre otras. Sin embargo la agricultura sigue siendo predominante en el campo mexicano, sobre todo entre la población más pobre, donde representa 42% del ingreso familiar. Asimismo, si bien las otras ocupaciones productivas son cada vez más importantes en el empleo y el ingreso de la población rural, no son excluyentes respecto de la agricultura. Entre ambas formas de actividad productiva existe una dinámica positiva, en la que el crecimiento de una favorece la expansión de la otra. El progreso agrícola demanda mayor cantidad de insumos, empleo directo y servicios; permite mayor capacidad de inversión de las familias rurales en otras actividades; y genera un mayor dinamismo de los mercados locales. Al mismo tiempo, el crecimiento en el ingreso no agrícola favorece las capacidades de inversión en agricultura, aumenta las posibilidades de actividades postcosecha, así como la integración vertical en actividades de almacenamiento y transporte de la producción y genera mayor demanda local para la producción sectorial. El progreso combinado de las actividades agrícolas y las no agrícolas en el medio rural favorece también una mejor articulación económica con el sistema de ciudades intermedias. Para el dinamismo económico y la generación de empleos, el papel del desarrollo agrícola y rural resulta esencial (FAO 2009). La CEPAL (1999) ha venido sosteniendo que diversas tipologías de productores rurales reflejan gran heterogeneidad, basada en las diferentes dotaciones de recursos naturales, humanos y financieros, así como los niveles de acceso a instituciones y mercados desiguales. Por ello, los impactos de la globalización son también diversos y las medidas diseñadas para fomentar la pequeña agricultura tienen que partir de dicha heterogeneidad, a fin de que las políticas que se ejecuten no sean de carácter generalizado, sino que estén diferenciadas por tipo de productor.
106 UNA
MANERA DIFERENTE DE GESTIONAR EL CONOCIMIENTO
Los distintos tipos de productores rurales tienen estrategias de ingreso claramente discernibles. Un rasgo común es el esfuerzo de valorizar sus recursos y activos en los diferentes mercados y actividades a los cuales tienen acceso. Entre estas estrategias figuran la seguridad alimentaria familiar mediante el autoconsumo, la producción de productos básicos intercalados y la ganadería familiar, la cual sirve de fuente importante de ahorro. En cierta forma, de lo anterior se desprende una grave implicación, la cual suele caracterizar a la población rural en México: la pobreza, y por ello se afirma que una familia rural tiene más probabilidades de ser pobre cuando sus activos territoriales son pocos y sus ingresos dependen sólo de la agricultura, el tamaño de la familia es grande y el índice de dependencia económica alto, tiene pocos o ningún adulto trabajando en los mercados laborales, carece de capital de migración y no participa en los flujos migratorios, tiene bajo nivel de escolaridad, entre otros. Consideraciones en vías a la integración de las cadenas agroalimentarias Además de las características derivadas de la escala, habría que considerar –para el caso de las empresas que nos ocupan– las características del medio rural, y tomar en cuenta los retos específicos que supone lo agropecuario o agrario3; es decir, aquella parte del sector primario que incluye fundamentalmente las actividades agrícolas y pecuarias las cuales son la base de la industria alimentaria. Como es de suponerse, las actividades mencionadas están sujetas a ciclos biológicos y a una serie de eventos climatológicos que imprimen a la actividad rasgos y riesgos que no son comunes a otro tipo de empresas. Ahora, dado que no basta con distribuir los productos del sector agropecuario sino que es necesario transformar las materias primas del mismo y de incorporarles valor dando lugar a productos elaborados o semielaborados, resulta necesario asociar las actividades del mismo a las de la industria de alimentos. Por lo tanto resulta más apropiado hablar del sector agroalimentario, concepto que reconocemos ciertamente complejo en tanto incluye actividades económicas 3 Especialmente en el caso de México, a diferencia de otros países de habla hispana, los “asuntos agrarios” tienden a quedar predominantemente referidos a la tenencia de la tierra. FUNDAMENTOS
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de los dos macrosectores señalados y una diversidad de actividades que garantizan su vinculación y la satisfacción de los consumidores. Tradicionalmente por comercialización agraria se entendía el proceso por el cual los productos agrarios iban desde la explotación agropecuaria hasta el consumidor. Durante este proceso al producto se le añadían una serie de utilidades, con los consiguientes costos, que incrementaban el valor añadido del producto final: • Utilidades de Espacio: la producción y el consumo tienen lugar en sitios diferentes, por lo que es necesario trasladarlos desde un punto a otro. • Utilidades de Tiempo: la producción agropecuaria está sujeta a procesos biológicos mientras que el consumo es mucho más estable a lo largo del tiempo. Por tanto se necesita acompasar los ritmos de producción y consumo. • Utilidades de Forma: la mayor parte de los productos agrarios no pueden consumirse tal y como se producen. • Utilidades de Posesión: a lo largo del proceso el producto agropecuario es propiedad de un número mayor o menor de agentes. Sin embargo la concepción de producto alimentario como un producto agropecuario al que se le suman una serie de servicios ha ido modificándose paulatinamente. En la actualidad, el producto agroalimentario no es sino un bien más que trata de satisfacer diferentes necesidades del consumidor y que tiene, como característica diferenciadora respecto a otros bienes, que utiliza a productos agropecuarios como materias primas. Desde esta perspectiva surge el concepto de sistema agroalimentario o cadena de valor alimentaria cuyo objetivo se centra en aportar al consumidor el valor que requiere para satisfacer sus necesidades. Dicha cadena estaría integrada por los suministradores de insumos productivos -fertilizantes, semillas, etc.-, el sector agropecuario propiamente, la industria alimentaria y la distribución (tanto mayorista como minorista y otras modalidades de distribución moderna) que tratan de aportar cuatro tipos de valor al consumidor: • Valor de servicio: surtido, información, comodidad, trato y disponibilidad. • Valor de producto: marca, innovación, salubridad y ecología. 108 UNA
MANERA DIFERENTE DE GESTIONAR EL CONOCIMIENTO
• •
Valor de precio: ofertas, descuentos, promociones, facilidades de pago. Valor de identificación: imagen o mensaje que se quiere transmitir.
La cadena de valor alimentaria, sobre todo en los países más desarrollados, está sufriendo un cambio estructural que está afectando tanto su dimensión horizontal como vertical. Si en la década de los 80 del siglo pasado el objetivo de las empresas de la cadena era ser mejor que su competidor directo, en la década siguiente se trataba de ser no sólo mejor que dicho competidor, sino capaz, incluso, de anticiparse a sus clientes y proveedores. Hoy en día, como en la mayor parte de los sectores económicos, existe una carrera por el tamaño (ser más grande que el competidor directo). Todos estos cambios estructurales no son sino una consecuencia directa del proceso de adaptación de la cadena a un nuevo perfil del consumidor que, en general, es mucho más cauto, más selectivo, menos consumista, menos leal a la marca y más sensible tanto al precio (ofertas, descuentos) como al tiempo (conveniencia). El último eslabón de la cadena se ha adaptado bien a estas circunstancias (a veces nos peguntamos hasta qué punto no las ha provocado), presionando hacia atrás en la cadena y creando dificultades estructurales tanto a la industria como, principalmente, al sector agropecuario. Esto ha determinado que el sector agropecuario en el mundo desarrollado se caracterice por una marcada dualidad. Por un lado, existe una agricultura en la que el aumento de la productividad se ha convertido en su eje de acción para hacer frente a las exigencias de volumen y precio tanto de la distribución moderna como de la población. Por otro lado, existe una agricultura basada en características diferenciadoras relacionadas con atributos ligados al territorio y al sistema de producción4. Y normalmente ambos tipos de agricultura se presentan como antagónicas, criticando a la primera por su potencial impacto en el medioambiente y ensalzando a la segunda como depositaria de los valores asociados a la sostenibilidad, por los cuales el consumidor debe de estar dispuesto a pagar un sobreprecio adicional. 4 En el caso de los países subdesarrollados, además de esta dualidad, existe otra derivada del destino final de los productos: mercados domésticos y mercados de exportación. FUNDAMENTOS
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Este planteamiento ha hecho que cada tipo de agricultura se desarrolle de forma independiente y, en cierto modo, excluyente cuando ambos debieran, si no necesariamente de converger, sí de propugnar por una re-comprensión mutua ante los fundamentos recuperables -o inevitables– de cada uno. La agricultura convencional que hoy tenemos no es sino el reflejo del sistema económico que se ha ido construyendo en los últimos años y que parece que ahora ha entrado en crisis, víctima de sus propios abusos. El relativamente bajo precio de la energía ha incentivado la intensificación de la agricultura generando grandes monocultivos con las consiguientes consecuencias negativas sobre el medioambiente. Quizás es el momento de dar menos importancia al petróleo y volvérsela a conceder a la fotosíntesis: diversificación de cultivos, complementariedad de cultivos, rotaciones, circuitos de comercialización más cortos. Pero tampoco nos podemos amparar en los atributos diferenciadores para encubrir ineficiencias ya que, en último extremo, el consumidor va a pagar un precio mayor. A la agricultura basada en la diferenciación habría que exigirle los mismos niveles de eficiencia que a la agricultura tradicional y nótese que me refiero a eficiencia en la utilización de recursos y no sólo a productividad. Ambas agriculturas deben de seguir coexistiendo y convergiendo en algunos de sus planteamientos. Estamos en una época de cambio y la agricultura debe enfrentarse a nuevos retos: mercados más globales, mayores flujos de información, cambio climático, suministro alimentario, energía y desarrollo rural, entre otros. Para hacer frente a estos retos, el futuro debe descansar en tres pilares: 1. Inversión en I&D&i (Investigación, Desarrollo e Innovación) y difusión del conocimiento. 2. Administración ágil y eficiente capaz de formular políticas agrarias adecuadas (para lo que es necesario invertir en fuentes de información y conocimiento). 3. Realzar la importancia de la gestión empresarial de las explotaciones, instrumento imprescindible para la toma de decisiones productivas óptimas.
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MANERA DIFERENTE DE GESTIONAR EL CONOCIMIENTO
INNOVACIÓN Y GESTIÓN DEL CONOCIMIENTO EN UNIDADES ECONÓMICAS DE PEQUEÑA ESCALA Ante estas nuevas perspectivas, las empresas exitosas son aquellas capaces de crear y desarrollar conocimiento. Nunca se insistirá demasiado en la advertencia de Nonaka y Takeuchi (1999), según la cual no son pocos los directivos de empresas que no han comprendido la verdadera naturaleza de una empresa creadora de conocimiento y consecuentemente serán incapaces de desarrollarla. Este desconocimiento se puede hacer extensivo al caso de las directivas de pequeña escala. Independientemente de la gravedad del desconocimiento es un hecho que para enfrentar los retos de la EBC resulta indispensable comprender la esencia de su funcionamiento y la manera de insertarse en su esquema. A eso se dedican los siguientes apartados.
EL PUNTO DE PARTIDA: LA REVALORACIÓN DEL CONOCIMIENTO Las empresas de pequeña escala interesadas en ingresar en la categoría de empresas exitosas en la EBC deberán entender el conocimiento y su papel en la incorporación de valor a la actividad económica. Aunque esa afirmación pudiera llevarnos a pensar que bastaría con entender la esencia de la EBC para que el interesado asimile la idea, el asunto no es tan simple. Los agentes económicos, al igual que el resto del mundo, enfrentan -lo que G. Bachelard (1948) llamaría- un verdadero obstáculo epistemológico. Es decir, la resistencia intelectual para una adecuada apropiación de la realidad o del entorno, la cual se deriva de referencias o experiencias que remiten a una interpretación diferente. La adopción de las nuevas prácticas de Gestión del Conocimiento depende de que los sujetos sociales involucrados en la tarea estén convencidos de su importancia y de que sepan cómo hacerlo correctamente. Lamentablemente, en la literatura dedicada a la GC suele abordarse la implementación del modelo en cuestión sin que se revele la manera en que se llegó a la convicción de hacerlo. Situación que resulta comprensible ya que en la gran empresa se tiene conocimiento sobre la EBC y, lo que se desconoce (según Nonaka y Takeuchi) es su instrumentación. FUNDAMENTOS
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En el caso de la pequeña empresa resulta fundamental considerar la etapa previa al proceso de incorporación a la EBC y averiguar en qué medida la comprensión del fenómeno conduce a acciones de innovación. Sólo de esta manera se podrá tener una idea clara de lo que realmente obstaculiza a las unidades económicas de pequeña escala en su incorporación a la EBC. Resulta fundamental que los sujetos sociales, es decir los conjuntos de agentes vinculados directamente con el fenómeno de nuestro interés (la EBC), comprendan las ideas esenciales de este nuevo modelo de organización de la economía para que transformen sus prácticas en forma pertinente. La interpretación de la realidad que realizan los agentes económicos deberá brindarles los elementos decisivos para planear su transformación. Para ello, la observación deberá asumir un carácter objetivo. Es decir, un conocimiento que explique de manera certera la realidad y, por tanto, abra la posibilidad de transformarla. La interpretación rigurosa del entorno es el punto de partida de la transformación de la actividad económica en aras de adecuarla a nuevos contextos. Las prácticas de innovación o de manejo de los conocimientos con efectos sostenibles en la construcción de ventajas competitivas del nuevo tipo sólo pueden darse si existe la convicción de que las últimas dependen de las primeras. El proceso de re-conceptualización del papel del conocimiento en la organización actual de la economía puede ser enfrentado con mayores o menores ventajas por las organizaciones de gran escala. Cosa contraria ocurre con los pequeños productores y empresarios de pequeña escala del medio rural quienes dependen para ello de sus capacidades individuales, las cuales pudieran ser o no potencializadas por programas gubernamentales; dependen, para la instrumentación del nuevo enfoque, de la adhesión a la nueva idea del resto de participantes del eslabón mismo o de la cadena5 completa en la que interviene. Y dependen, también, de la comprensión de las ideas esenciales del nuevo enfoque por parte de quienes habrán de aportar el conocimiento C-T. Por lo tanto, creemos que la implantación de un conjunto de prácticas de gestión de conocimientos 5 El enfoque que aquí se adopta responde a la idea de que el desarrollo del sector agropecuario exige estrategias de competitividad basadas en la creación y consolidación de cadenas de valor desde la base social de los productores organizados. Es decir que las actividades que van de la producción al consumo se vinculen a través de la agregación de valor dirigido no sólo a satisfacer al cliente, sino a generar y retener más riqueza de su trabajo. 112 UNA
MANERA DIFERENTE DE GESTIONAR EL CONOCIMIENTO
en productores y empresarios de pequeña escala del medio rural inicia con la diseminación y arraigo de la idea de adherirse a la EBC a fin de estar en condiciones de fomentar la innovación de tipo básico y de gestionar los conocimientos. La idea esencial que se deriva de lo expresado en párrafos anteriores es que, indefectiblemente, mediante la revaloración –de carácter individual y grupal– del papel del conocimiento en la construcción de las ventajas competitivas, los productores y empresarios de pequeña escala estarán mejor posibilitados para impulsar estrategias de fomento a la innovación y gestión del conocimiento. En el entendido de que únicamente mediante la articulación pertinente de ambas estrategias se alcanza la competitividad del nuevo tipo. Idea que se representa en la figura inferior. Figura 9. Acciones de adhesión a la EBC por parte de unidades económicas de pequeña escala
Estrategias de fomento a la innovación
Revaloración del papel del conocimiento
Resultados en la competitividad
Estrategias de gestión del conocimiento
FOMENTO A LA INNOVACIÓN La estrategia de fomento a la innovación a la que nos referimos es la del conjunto de acciones que deriven en transformaciones significativas en el producto o en el proceso de producción del mismo. Ello no quiere decir que la empresa de pequeña escala no deba promover innovaciones de otro tipo como las de organización, financiamiento o mercadotecnia. El asunto es que las primeras constituyen la variable determinante para la incorporación a la EBC. Por lo tanto, la columna FUNDAMENTOS
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vertebral de la estrategia será la creación de nuevos conocimientos C-T o la aplicación novedosa de aportes científicos ya reconocidos que se logre mediante alguna alianza interinstitucional6. (Ver Figura 10). Figura 10. Acciones para la innovación
Estrategias de Fomento a la Innovación
Alianzas con Centros de Investigación Alianzas con Empresas
La idea de distinguir las acciones de fomento a la innovación de las de gestión del conocimiento –como se observa en la Figura 9– a diferencia de los modelos de GC que suelen considerarlas de manera integrada tiene un sustento. Se basa en el hecho de que las unidades económicas de pequeña escala no cuentan con la infraestructura física y financiera para emprender acciones de investigación con fines de innovación básica al interior de la empresa por lo que su manejo de flujos de conocimiento se realiza en planos diferentes: I) en el de alianzas interinstitucionales; II) en el de la agrupación con otros productores y empresarios y, III) en el de su propia unidad de producción o empresa. Destacando el hecho de que los dos primeros son los que propician la generación de los nuevos conocimientos que se necesitan para la incorporación a la EBC, mientras que el tercero se refiere a los flujos necesarios para incorporar los nuevos conocimientos al producto y proceso en cuestión. En la actualidad, las alianzas interinstitucionales para fines de creación y desarrollo del conocimiento C-T presentan un esquema poco adecuado para dar respuesta a la EBC. La vinculación suele ocurrir bajo un esquema de oferta de la institución de investigación que se concreta de manera eventual. Es decir, donde el agente investigador define la investigación para, posteriormente, “transferir” los conocimientos derivados de la misma. Lo que, además, presenta una temporalidad definida. 6 Asunto que de alguna manera está considerado en la tríada a la que alude el método T-A al señalar la necesidad de acceder al conocimiento disponible en el entorno para mejorar todo el proceso económico productivo. 114 UNA
MANERA DIFERENTE DE GESTIONAR EL CONOCIMIENTO
Lo anterior no significa, de ninguna manera, que los resultados de la investigación bajo el enfoque de oferta no sean de utilidad para las unidades económicas cuya actividad esté relacionada con este aporte especializado externo. Pero los beneficios de tales innovaciones no suelen estar dirigidos a darle un valor de diferenciación a los productos o procesos por lo que no garantizan, necesariamente, la competitividad asociada a la EBC. Cabe destacar que esta forma de vinculación no se corresponde con el esquema considerado óptimo por quienes estudian la GC en el marco de la gran empresa. En primer lugar porque no surge del interés de la empresa por generar un nuevo producto o proceso y, en segundo, porque no se basa en un constante ir y venir de los conocimientos C-T de los investigadores y los recursos humanos de la empresa; para insertarse y sostenerse en la EBC hace falta una interacción permanente entre el innovador y el inversionista (aunque sea de pequeña escala). Existe, en efecto, investigación de tipo clientelar por parte de los centros de investigación. En esos casos, el investigador satisface la demanda específica del comprador. Sin embargo, el empresario de pequeña escala no cuenta con posibilidades de financiarla por lo que esta modalidad ocurre, con mayor frecuencia, para el caso de las grandes empresas. En suma, las unidades económicas de pequeña escala del medio rural sólo pueden ser “creadoras de conocimiento” mediante el establecimiento de alianzas con instituciones públicas y privadas que dispongan de los recursos humanos y financieros necesarios que dicha tarea demanda. No obstante, de acuerdo a lo observado, la creación de conocimiento que se deriva de ese tipo de vinculación no presenta un carácter dinámico y sostenido, sino puntual y eventual.
LA ESTRATEGIA DE GESTIÓN DEL CONOCIMIENTO La otra tarea asociada a la de innovar es la de proponer acciones que impulsen el flujo de conocimientos de los individuos que forman parte de la unidad de producción o de la empresa o grupo de empresas en cuestión. En este caso se trata, básicamente, de desarrollar las capacidades que permitan aplicar, mejorar y complementar las innovaciones básicas generadas en alianza con las instituciones de FUNDAMENTOS
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investigación. Evidentemente, se trata de desarrollar las capacidades y las competencias individuales pero con miras a mejorar las competencias de la unidad económica en su conjunto. Las condiciones de la empresa de pequeña escala, o sea sus limitados recursos humanos y financieros, suelen propiciar organizaciones donde los individuos operan de manera polivalente y multifuncional lo que provoca que el flujo de conocimientos necesario para la incorporación a la EBC discurra de diferente manera. Esto quizás puede comprenderse mejor si desagregamos un poco más las acciones (Ver Cuadro 4). No obstante, antes de hacerlo hay que recordar lo señalado en el primer capítulo de este documento, que la EBC se concreta mediante la combinación de innovaciones de diversos tipos, las cuales sólo pueden surgir y ser aplicadas por individuos con conocimientos de carácter teórico y práctico (ciencia-tecnología-técnica)7. Por lo tanto, revisemos las acciones, el tipo de conocimientos requeridos y la dirección en que éstos fluyen. Las actividades que permiten instrumentar la EBC demandan conocimientos teóricos y prácticos poseídos por individuos con diferentes especialidades. Esto ocurre en todos los casos. El asunto es que, en el caso de las unidades económicas de pequeña escala a diferencia de las grandes empresas, los conocimientos existentes corresponden a un menor número de personas. También, que cuando hablamos de una organización de unidades económicas de pequeña escala, la forma de relacionarse de los individuos asume modalidades distintas a las que se presentan en el caso de una gran empresa. Se trata de un conjunto de pequeñas unidades que se manejan independientemente y con criterios desvinculados. En cierto modo, el “autoconocimiento” de la organización que promueven los teóricos de la GC resulta, mutatis mutandis, autoconocimiento a nivel de individuo, en el caso de las unidades económicas de pequeña escala.
7 Cuando hablamos de técnica nos referimos al “…conjunto de procedimientos ó métodos que permiten hacer los trabajos de forma más rápida, eficaz y repetible” (Viramontes, B., op. cit., p. 54) quien señala que si revisamos la historia podemos observar que la mayoría de las técnicas o procesos técnicos (que incluyen varias técnicas) se crearon a partir de la experiencia. 116 UNA
MANERA DIFERENTE DE GESTIONAR EL CONOCIMIENTO
Cuadro 4. Tipo y flujos de los conocimientos
Actividades para la incorporación a la EBC Comprensión de la idea esencial de la EBC y de la importancia de la innovación para mejorar la competitividad. Diseminación de la idea de la importancia de la innovación para mejorar la competitividad (a nivel del grupo ya integrado o de posible integración).
Identificación del mercado y de los nuevos conceptos que éste demanda.
Flujo de conocimientos
Ascenso del conocimiento en un mismo individuo.
Del productor y empresario a sus pares, o de especialistas hacia el grupo que proyecta innovar.
Ascenso del conocimiento en un mismo individuo. Conocimiento individual que se vuelve del colectivo.
Adquisición de conocimientos necesarios para la innovación básica (Contratación de alguna institución).
De los investigadores a los productores y empresarios.
Aplicación de las innovaciones en las unidades de producción y en las empresas.
De los productores y empresarios a los responsables del proceso productivo o de transformación.
Monitoreo de la aplicación de las innovaciones.
De los investigadores a los productores y empresarios y de éstos a los responsables del proceso productivo o de transformación.
Valoración de los resultados de la o las innovaciones en virtud de su éxito en el mercado.
Ascenso del conocimiento en un mismo individuo. Conocimiento individual que se vuelve en colectivo.
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La afirmación anterior no sólo se sustenta en el hecho de que las unidades económicas de pequeña escala concentran las decisiones respecto al futuro de la empresa en una o en unas cuantas personas, sino también en el hecho de que el aprendizaje organizativo sólo se produce como consecuencia del aprendizaje personal (Muñoz Seca B. y J. Riverola, op. cit., 2003:41). Las unidades económicas de pequeña escala no cuentan con una infraestructura que permita, al director, dueño o responsable de la misma, delegar en otros la tarea de fomentar o gestionar la innovación en su carácter estratégico y de largo plazo. De hecho, él tiene que asumir una serie de funciones que en una gran empresa se delegan (técnicas, administrativas, relaciones públicas, etc.). Por otra parte, para incorporarse a la EBC no basta una innovación. Es necesario innovar sistemática y permanentemente. Por lo tanto, quien esté a cargo de la unidad económica tiene que comprender y asumir el compromiso de gestionar o fomentar las innovaciones todo el tiempo. La tarea de las directivas al frente de una pequeña o de una gran empresa presenta importantes diferencias a la hora de instrumentar la EBC como se puede observar en la Figura 11. Figura 11. La GC en la gran y la pequeña empresa La directiva de la empresa
El responsable de una pequeña empresa •
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Identifica el mercado y los nuevos conceptos que éste demanda. Diseña y pone en práctica estrategias para estimular la creatividad de todo su personal a fin de que lleven a cabo innovaciones de todo tipo. Pone en práctica estrategias para diseminar las innovaciones y todos los aportes de la creatividad en su personal. Diseña y pone en práctica estrategias de formación que permitan instrumentar las innovaciones
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Establece alianzas para identificar mercados y nuevos conceptos. Identifica posibles innovaciones e instituciones que pudieran generar o aportar el CC-T. Promueve y realiza acuerdos con los responsables de otras unidades económicas para poder adquirir las innovaciones. Establece alianzas con empresas o instituciones de investigación con fines de innovación. Monitorea el proceso C-T que se lleva a cabo en el centro de investigación. Realiza acciones dirigidas a estimular la creatividad de su personal a fin de que lleven a cabo innovaciones complementarias. Realiza acciones de director/educador para que su personal pueda instrumentar las innovaciones. Realiza acciones de intercambio de conocimientos con los responsables de otras unidades económicas.
MANERA DIFERENTE DE GESTIONAR EL CONOCIMIENTO
A lo anterior habría que agregar que en el modelo económico actual los proyectos se desarrollan en un contexto de incertidumbre. De tal manera que los proyectos de innovación independientemente de que sean de largo alcance (estratégicos) o específicos y de corto alcance (v. gr., una modificación concreta al producto o al proceso) no suelen desarrollarse con estricto apego a lo planificado. Cualquier investigador sabe que un protocolo de investigación puede ser modificado por un hallazgo inesperado o por los hallazgos de la competencia. Los nuevos proyectos se caracterizan por la incertidumbre. En esas condiciones, los responsables de las unidades económicas tienen que mantener una práctica de reflexión constante y sistemática que esté sustentada en un método objetivo. Los productores y empresarios de pequeña escala del medio rural que deseen incorporarse de manera sostenible a la EBC requieren, sobre todo, gestionar sus propios conocimientos de tal manera que siempre estén en posibilidades de comprender el proceso en que están inmersos y los factores que inciden en el mismo. Se trata de que den inicio a una espiral de conocimientos ligado al proceso de incorporación al nuevo modelo. Proceso que los obliga a un diagnóstico constante de la realidad circundante y de los factores que la alteran. La incorporación a la EBC exige no sólo la incorporación de conocimientos C-T para los productos y procesos de trabajo sino también la incorporación de procesos analíticos rigurosos en el desempeño de nuestro trabajo, el cual se plasma a lo largo de todo el proceso de la actividad económica. Es decir que el nuevo modelo exige individuos con conocimientos C-T o mejor dicho, conocimientos teóricos y prácticos que habrán de ser objetivados en el proceso mismo de trabajo. El conocimiento científico permite conocer la esencia de los fenómenos. Nos explica su funcionamiento y nos permite incidir en ellos. Dicho de otra manera: nos aproxima a la verdad. Esa aproximación a la realidad se logra mediante teorías, leyes, principios, etc., que se obtienen aplicando el método científico pero que, lamentablemente, son vistos como herramientas exclusivas de la comunidad científica a la cual se considera muy alejada de las prácticas laborales cotidianas. Por ende, el método científico no es patrimonio exclusivo de los científicos, en tanto lo importante de este enfoque es el carácter objetivo de la interpretación y la suficiencia de las explicaciones teóricas para los FUNDAMENTOS
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fines prácticos. Lamentablemente, la aplicación durante varias décadas de un modelo económico en que a la ciencia se le asignaban un papel de superespecialización más o menos marginal y donde prevalecía la organización del trabajo promovida por el Taylorismo propiciaron el surgimiento de barreras entre el pensamiento y la ejecución (Grobart, 1998; Ordoñez, S., 2004). Es decir, entre la teoría y la práctica.
LA APLICACIÓN DEL CONOCIMIENTO C-T MEDIANTE LA INTERACCIÓN DE LA TEORÍA Y LA PRÁCTICA La separación (aparente) entre el saber y el hacer ha generado una gran confusión. Ha contribuido a que la sociedad piense que lo científico es poco práctico y que asocie formación teórica con formación libresca sin relevancia en la práctica profesional. Sin embargo, “… toda práctica profesional -para ser tal- debe tener una teoría o teorías de referencia. Esta teoría o teorías no sólo proporcionan claves para la lectura de la realidad, sino también un marco referencial para orientar la acción sobre esa misma realidad, a través de modelos de actuación propios de cada campo o ámbito profesional” (Ander-Egg, 2003:147). La necesidad de propiciar procesos de trabajo innovadores y creativos así como de estrechar el vínculo entre el descubridor, el gestor y el instrumentador de la innovación, conduce a revisar el vínculo entre los conocimientos teóricos y su aplicación práctica. Se trata en esencia de promover el desarrollo autónomo de las capacidades propias a través de la reflexión en lo que hacemos y cómo lo hacemos. Es decir, retomando como objeto de estudio nuestro propio proceso de trabajo8. El dominio del vínculo entre teoría y práctica permite al poseedor del mismo incrementar constantemente sus conocimientos y hacer mejor las cosas. Por lo que deberán reflejarse en el dominio de su quehacer como gestores de su incorporación a la EBC. Así como en el inventario de conocimientos y, muy en particular, en las competencias adquiridas9.
8 Tema abordado en el capítulo anterior, en el apartado dedicado al método denominado Trabajo-Aprendizaje. 9 Por competencia laboral se entiende la aptitud de un individuo para desempeñar una misma función en diferentes contextos de trabajo y con base en los resultados esperados. Lo que significa la puesta en evidencia de los conocimientos, las capacidades y los comportamientos requeridos para el desempeño de una actividad. 120 UNA
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El manejo del vínculo entre la teoría y la práctica es una forma de gestionar los conocimientos. El progreso de la humanidad está asociado a su capacidad de generar, almacenar y diseminar conocimientos, pues evidentemente la gestión de los conocimientos en esencia no es algo nuevo. “Ciertamente –señala Del Moral (et al., 2007:2) al principio de su libro– los conocimientos han sido gestionados desde que la gente pensó seriamente acerca de su trabajo”. La diferencia estriba en el carácter sistemático y dinámico que busca dársele hoy día. De ahí que consideramos fundamental, primero, rescatar la idea de que pensar seriamente acerca de su trabajo es una tarea propia de la especie humana. Y, segundo, que basta con retomar esa práctica mediante una sistematización viable y pertinente al contexto para transformar las prácticas de una organización empresarial (Garza B., L., 2010). Para ello proponemos recuperar los pasos propuestos por el método científico, asunto que desarrollamos más adelante y sólo después de haber fundamentado el hecho de que el ser humano gestiona sus conocimientos desde los albores de la humanidad. El vínculo entre la teoría y la práctica ha sido abordado por numerosos especialistas de distintos campos del conocimiento10. Tanto en su cimiento filosófico como en su forma histórica originaria, el trabajo y el desarrollo de las potencialidades del ser humano se hallan estrecha e indisolublemente ligados. De ahí que retomar el vínculo natural de trabajo-aprendizaje, como forma histórica original de la unidad de la teoría y la práctica, sea la consecuencia lógica que permita enfrentar los nuevos retos en materia de conocimientos. No obstante, esto sólo será posible si se asigna al trabajo una doble intencionalidad, la de generar los productos del trabajo en sí mismo y la de aprender del trabajo, a partir de una reflexión consciente y sistemática. Para ello, se propone retomar el método científico y aplicarlo a la realidad circundante.
10 Asunto que ya se comentó anteriormente en el apartado dedicado al método Trabajo-Aprendizaje. Por otra parte los planteamientos que siguen fueron desarrollados más ampliamente en Garza, 2010; por lo que aquí se retoman sólo los aspectos esenciales. FUNDAMENTOS
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Retomar el vínculo entre la teoría y la práctica significa aplicar el método científico, el cual consiste en recorrer los pasos esquematizados en la Figura 12 y que uno a uno se desarrollan, de manera breve, en los párrafos subsecuentes. Figura 12. Los pasos del método científico
Delimitación del problema a resolver (escasa o nula participación en el mercado)
Apropiación del sustente teórico (principios que rigen la EBC)
Contextualización del problema (detección de necesidades de innovación)
Formulación de hipótesis (proyección de la realidad mediante plan de negocios)
Monitoreo de avances y evaluación de resultados del negocio
A. Delimitación de la problemática a resolver como objeto de estudio Aunque el título pudiera sugerir que este apartado trata de técnicas para definir o plantearse un problema, la interpretación sería errónea. La situación problemática que enfrentan las organizaciones empresariales de todo tipo ante la EBC está clara desde el principio del documento. De lo que se trata, es de precisar el campo específico del conocimiento en el que se encuentra inserto el problema para poder desprender el instrumental con el que habremos de intentar resolverlo. Para ello requerimos algunas precisiones. 122 UNA
MANERA DIFERENTE DE GESTIONAR EL CONOCIMIENTO
Primero. ¿A qué nos referimos cuando hablamos del objeto de estudio? Nos referimos a un fenómeno (o sea a un evento de la realidad) dentro de la gran diversidad de fenómenos que se presentan en el universo, tanto aquéllos que suceden en el ámbito de la naturaleza o en el campo de lo social. Es un aspecto o parcela de la realidad que concentra nuestro interés y que no puede explicase sin recurrir a la teorización. Segundo. El entramado que vemos en la realidad y que nos interesa estudiar, puede ser muy complejo e involucrar -en un mismo grupo social, por ejemplo- un expandido espectro de fenómenos (de cambio climático hasta una acelerada inflación, pongamos por caso), de ahí que sea necesario hacer abstracción y establecer una articulación entre los fenómenos partiendo de aquel fenómeno que resulta prioritario para nuestro estudio. Ha de quedar claro que lo prioritario en nuestro caso es la incorporación a la EBC, sí, en todo el entramado de sus condiciones de posibilidad. Por lo tanto el campo del conocimiento que aborda ese tipo de problemática es el económico. La lectura articulada de la realidad a que nos referimos consiste en observar el fenómeno con el instrumental teórico-metodológico que la ciencia económica propone para establecer relaciones entre situaciones de oferta y demanda. Considerando las particularidades que estas últimas han asumido en las últimas décadas como son la oferta globalizada y una demanda cada vez más compleja en tanto las necesidades del consumidor son más complicadas. Se trata, por tanto, de recurrir a la economía y, dentro de ella, a los factores que inciden en el posicionamiento de una empresa en el mercado. De tal manera que habrá que adentrarse en los conceptos que explican las ventajas competitivas del nuevo tipo y todo el funcionamiento de la economía basada en el conocimiento. Poniendo énfasis en la comprensión de las ideas que subyacen detrás del concepto innovar. En suma, la definición de la problemática/objeto de estudio consiste en reducir el fenómeno económico o conjunto de fenómenos que inciden en el primero a sus aspectos y relaciones fundamentales. Evidentemente, dicho proceso deberá abordarse con los sujetos sociales involucrados.
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B. Apropiación del sustento teórico En este punto, se busca destacar un rasgo distintivo de la reflexión científica dirigida a los procesos de trabajo. Nos referimos al hecho de que, en estricto sentido, quien toma como objeto de estudio su trabajo no selecciona un marco teórico de la forma en que un científico lo haría. Lo anterior se puede comprender más fácilmente si, primero, precisamos en qué consiste un marco teórico y, segundo, revisamos cómo suele seleccionarse. El marco teórico comprende un conjunto de conocimientos científicos que (a manera de constructos lógicos, leyes, modelos conceptuales, etc.11) nos permiten acercarnos a la realidad de manera más objetiva que si lo hiciéramos a partir de nuestros conocimientos ordinarios. En la medida en que el individuo utiliza teorías y leyes comprobadas aumenta el contenido objetivo del conocimiento. Este predominio del contenido objetivo ha permitido lograr explicaciones más consistentes de los fenómenos, lo cual facilita la predicción y el control de los mismos (Rojas S., R., 2007). En el caso de la reflexión científica sobre los procesos de trabajo, el proceso ocurre de otra manera. El marco teórico y conceptual mediante el cual se explica el fenómeno bajo estudio está predeterminado o al menos considerablemente anticipado. De ahí que el primer paso para entender cómo opera la realidad que queremos transformar no es “construir” el marco teórico, sino principalmente identificarlo. Identificar el marco teórico, en el caso que nos ocupa, significa apropiarse de las explicaciones de cómo opera una economía de mercado en la que el conocimiento se ha constituido como su principal fuerza productiva. Significa entender la importancia de innovar, lo que resulta indispensable pero insuficiente. No basta con reconocerlo. Hace falta tomar conciencia de ello para emprender una permanente contrastación de sus postulados con la realidad. Se trata de observar de manera sistemática su eficacia en la transformación de
11 Las teorías se introducen cuando los estudios de algún fenómeno han revelado una serie de uniformidades que se pueden expresar en forma de leyes. Las leyes proporcionan el eslabón por razón del cual, circunstancias particulares pueden servir para explicar el hecho de que se produzca un evento dado. Es decir, las leyes afirman la existencia de una conexión uniforme (en tanto A, ocurre B). 124 UNA
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la realidad en concordancia con nuestras predicciones. De esta manera logramos una visión crítica de nuestro quehacer que sustente nuevas y más certeras formas de realizar nuestro trabajo. Identificando el marco teórico estamos en la senda correcta. Pero, para apropiarnos de él, hace falta identificar los conceptos esenciales contenidos en sus fundamentos y en sus propuestas. C. Contextualización del fenómeno bajo estudio (El diagnóstico) Una vez que se ha definido el objeto de estudio y se ha comprendido el marco teórico, el siguiente paso es describir el fenómeno en su situación concreta. Es decir, contextualizarlo. Contextualizar el fenómeno significa hacer un diagnóstico del objeto de estudio con las herramientas teórico-metodológicas proporcionadas por el paso anterior. Esto significa reproducir el modelo teórico usando los conceptos para describir el contexto estableciendo, además, de manera precisa la dimensión de la problemática. Tomando en consideración que la problemática que nos ocupa es la simple amenaza o la pérdida de la competitividad, es evidente que debemos comprender el concepto y las variables que inciden en él. Aunque lo anterior puede llevar a suponer que la propuesta es formar expertos en economía, en realidad no es así. No hace falta ser experto en epidemiología para comprender la importancia de que la producción y comercialización de alimentos se realice bajo determinadas normas de higiene. Se trata de que se comprendan los principios básicos de la ciencia económica y, a partir de ellos, analizar la información necesaria para poder operar dichos principios y estar en condiciones de emitir juicios sólidos, sin que sea necesario que se conozcan todos los detalles técnicos del marco teórico. En suma, la contextualización del fenómeno o conjunto de fenómenos que constituyen el objeto de estudio en nuestra organización implica una lectura articulada de lo observado a la luz del área disciplinaria eje. O sea la economía, pero sin perder de vista la necesidad, determinada por momentos y situaciones específicas, de trascender dichos campos del conocimiento y observar otro tipo de fenómenos que puedan distorsionar nuestra intervención de la realidad. La concreción de lo anterior obliga a identificar la posición de la empresa en materia de competitividad, y a la caracterización del FUNDAMENTOS
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mercado y de los nuevos conceptos que éste demanda, lo que deberá constituir una detección de las necesidades de innovación. D. Formulación de la hipótesis en que se fundamenta la proyección de la realidad Una vez elaborado el diagnóstico de la realidad que queremos modificar el siguiente paso es proyectar una nueva situación económica. Haciendo hincapié en el hecho de que dicha predicción deberá tener un carácter científico, por lo que deberá estar sustentada en las relaciones entre variables que propone la ciencia económica. En pocas palabras: se deben formular hipótesis. La esencia de una hipótesis es la de ser una suposición que anticipa la descripción de una variable o la relación entre dos o más variables. Correlación que, en nuestro caso, se observaría entre las variables innovación y competitividad. “Las hipótesis –afirma Ander-Egg– son tentativas de explicación de los hechos y fenómenos que se van a estudiar, que se formulan al comienzo de una investigación mediante una suposición o conjetura verosímil destinada a ser contrastada empíricamente por la comprobación de los hechos… Sin embargo, para evitar equívocos, hemos de señalar que la hipótesis es más que una suposición o conjetura que anticipa: su formulación implica y exige constituirse como parte de un sistema de conocimiento…” (2003:213. Las cursivas son nuestras). Es decir, que sólo la concatenación lógica de aspectos teóricos y conceptuales tomados de modelos explicativos de la realidad (teorías, leyes, sistemas conceptuales) permitirá fundamentar las hipótesis para que puedan dar respuesta a las preguntas formuladas. A medida que profundizamos en la reflexión –como resultado de nuevas observaciones, la interpretación de nuevos datos, etc.– se van esclareciendo las relaciones entre los fenómenos bajo estudio y nos encontramos en posibilidades de formular las hipótesis como fundamento a nuestras predicciones. La implicación de necesidad, si ‘p’ entonces ‘q’, en este caso debe suponer primero una afirmación rigurosa o premisa (es decir, sustentada en un cuerpo de conocimientos o teoría)12 12 Es importante señalar que en el caso que nos ocupa, o sea la de formular hipótesis como parte de nuestro trabajo, nos referimos a conjeturas o suposiciones en cierto modo preexistentes, y que de entrada no pretenderíamos cuestionar. A diferencia de los investigadores que buscan ampliar los conocimientos y, por tanto, buscan la 126 UNA
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y segundo, con un enunciado condicional que se desprenda de la afirmación teórica. Una manera fundamental de desarrollar la hipótesis la constituye el Plan de Negocio, en tanto le da certeza al plan de innovación al mostrar cada uno de los factores que intervienen en su instrumentación. Mediante el plan de negocios se documenta el propósito (derivado de la hipótesis) y todos los planes, estrategias y tácticas necesarios para dar respuesta a la motivación (y con ello verificar la o las hipótesis). E. Monitoreo y evaluación de la instrumentación del proyecto de transformación de la realidad En la historia de la ciencia se ha discutido de manera amplia el caso del experimentum crucis, es decir la prueba crucial que nos decida definitivamente sobre la cuestión de la veracidad de una hipótesis. Sin embargo, para los efectos de la tarea que nos ocupa, es decir aquélla que está dirigida a orientar nuestros procesos de trabajo basta con sumarse a “… la convención práctica de decir que los datos de la contrastación son congruentes o incongruentes con la hipótesis y que por ende, se considera a esta falsa o verídica” (Dieterich, H., 2007:139). Cualquiera que fuera el resultado, este momento marca el inicio de una etapa de análisis y retroalimentación para iniciar una reformulación de nuestra tarea investigativa. El monitoreo y evaluación de los resultados alcanzados de las acciones fundamentadas en las hipótesis (o sea su contrastación) pueden realizarse con diferentes métodos. La contrastación mediante acciones de monitoreo y valoración deben ser sistemáticos, es decir, no se puede contrastar una hipótesis con un dato aislado o una simple observación. Requiere de un ejercicio constante de observación a fin de producir series de datos que nos permiten su comparación con base en el método estadístico.
verdad respecto al fenómeno bajo estudio, es posible que sus hipótesis planteen una nueva manera de explicar el fenómeno mismo. En caso de que las nuevas hipótesis se verifiquen estamos –en variable magnitud– frente a una revolución científica. No obstante, ese no es nuestro propósito. Para nosotros es suficiente tomar las hipótesis como un punto de partida estratégico y propositivo (con apego al método científico) que sustente nuestra intervención en la realidad. FUNDAMENTOS
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En suma, el monitoreo y valoración de nuestras intervenciones de la realidad, las cuales están fundadas en una reflexión científica, exigen una disposición a observar y, sobre todo, a registrar el comportamiento del fenómeno de nuestro interés.
LOS RASGOS DEL NUEVO MODELO Retomar a los estudiosos de la actividad económica actual condujo de forma natural a reconocer la creciente aplicación del conocimiento científico tecnológico en la misma y el rol decisivo que este tipo de conocimiento juega en la construcción de la competitividad. Competitividad que tiende a manifestarse como resultado de un vínculo en espiral ascendente entre la creación de conocimiento científico y su objetivación en innovaciones. Primero, a manera de tecnología y, luego, como objetos de producción masiva como resultado del proceso de aplicación de la tecnología. Proceso que a su vez va acompañado de la objetivación del conocimiento individual y colectivo durante el trabajo vivo en procesos de producción que permiten recrear y enriquecer el conocimiento plasmado en su forma material y el del individuo. El destacado papel del conocimiento C-T en la actividad económica obligó, asimismo a una revisión de los fundamentos de la epistemología como forma de establecer la naturaleza del mismo y de la manera en que éste se recrea como práctica de los individuos (fundamento antropológico y filosófico). Todo lo cual permitió establecer de manera precisa la esencia del nuevo modelo de organización de la economía y los dos planos de su concreción. Las precisiones anteriores permitieron elaborar un mapa de los conceptos esenciales y, de esa manera, enfocar con la rigurosidad posible el vínculo entre la objetivación del conocimiento (en sus dos modalidades) y la competitividad y, consecuentemente, aceptar la idea de gestionar el conocimiento. En el entendido de que gestionar significa realizar diligencias que conduzcan a la creación de conocimientos C-T y a su objetivación tecnológica y operativa con fines de colocación en el mercado. Definición que permite observar la idea esencial en el plano de una organización empresarial. La identificación de las formas de objetivación del conocimiento C-T permite establecer los tipos de diligencias a realizar para lo128 UNA
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grar la instrumentación de la EBC en una organización empresarial. Uno de ellos, encaminado a promover la creación de nuevos conocimientos que puedan ser objetivados en productos y procesos innovadores. Y, el otro, dirigido a estimular la aplicación consciente y reflexiva de dichos conocimientos. La primera tarea habrá de realizarse bajo la responsabilidad de un colectivo de investigadores y, la segunda, por todos los individuos que conforman el colectivo de la empresa. En el caso de las unidades económicas de pequeña escala los procesos medulares para la objetivación del conocimiento asumen características propias. Primero, la innovación (entendida como la objetivación material del conocimiento C-T) exige la interacción de colectivos de fuera y dentro de la empresa, con motivaciones y objetivos institucionales diferenciados. Y segundo, la instrumentación de la innovación como objetivación en trabajo vivo exige la reflexión teórico-práctica, como práctica individual más que colectiva. En consecuencia, los individuos que estén a cargo de una unidad económica de pequeña escala deberán promover, por una parte, la conformación de un sistema de innovación basado en la interacción de quienes crean el conocimiento C-T y quienes lo incorporan a sus productos y procesos. Un sistema en el que todos los componentes deberán operar como un todo en el que la interacción propicie el ascenso de los conocimientos teórico-prácticos de los individuos que conforman los dos colectivos. Por otra parte, deberán promover nuevos aprendizajes a partir de la diseminación y puesta en marcha de los conocimientos que permiten instrumentar las innovaciones (véase Cuadro 5). De tal manera que la tríada propuesta por los autores del método Trabajo-Aprendizaje se mantiene pero incluyendo a un nuevo sujeto social: la institución a cargo de la investigación quien deberá sumarse a ella de manera cabal. La inclusión de este nuevo sujeto refuerza la necesidad de fortalecer capacidades de gestión de los conocimientos en los responsables de las unidades económicas de pequeña escala, a fin de que puedan conducir su propio proceso de inserción en la EBC. Para ello, resulta fundamental el aprendizaje basado en el vínculo entre conocimientos teóricos y prácticos.
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Cuadro 5. Procesos medulares de la Gestión del Conocimiento en PyMEs agroalimentarias Procesos medulares
Objetivo
Apropiación del papel del conocimiento C-T en la actividad económica de la empresa (Detección de necesidades de innovación).
Identificar los conocimientos C-T que incrementan la competitividad sea porque reducen costos o agregan valor y permiten diferenciar el producto.
Integración económica de un conjunto de unidades económicas de pequeña escala.
Ampliar el volumen de la demanda de conocimientos C-T.
Identificación de los proveedores de los servicios del conocimiento.
Establecer alianzas (de interacción permanente y no sólo formales) con los proveedores de los servicios del conocimiento para desarrollar los conocimientos C-T que otorguen ventajas competitivas a la empresa.
Identificación de los conocimientos necesarios para incorporar el conocimiento C-T a los productos y/o procesos de la empresa en cuestión.
Determinar las carencias o posibilidades de lo que saben y saben hacer los actores involucrados con los productos y/o procesos de la empresa en cuestión.
Vinculación entre quienes demandan y quienes ofrecen los servicios del conocimiento mediante la comunicación directa, sistemática y permanente.
Desarrollar los conocimientos necesarios entre los responsables de incorporar el conocimiento C-T a los productos y procesos de la empresa en cuestión.
Incorporación del conocimiento C-T a productos y/o procesos.
Reducir costos e incrementar valor de la mercancía.
Incorporación del conocimiento individual a productos y/o procesos. Evaluación de resultados de la incorporación de conocimiento C-T a productos y/o procesos así como de los alcances en la diseminación de los conocimientos entre los actores participantes.
Medir el posicionamiento en el mercado y la relación costo-beneficio. Inventariar los nuevos conocimientos de los actores y las posibilidades que ofrece para la empresa.
Detección de necesidades de nuevos conocimientos C-T.
Confirmar o establecer nuevas alianzas con los proveedores de los servicios del conocimiento para desarrollar los conocimientos C-T que otorguen ventajas competitivas a la empresa.
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Figura 13. Esquema de la gestión de los conocimientos en pequeñas empresas Empresas de pequeña escala ámbito interno y externo
Detección de necesidades de innovación
Gestión de la innovación mediante integración de PyMEs y alianza con centros de investigación
Nuevos aprendizajes
Nuevos CCCT
Asimilación y concreción de los nuevos CCCT (productos y/o procesos)
Gestión de los nuevos CCCT flujos de conocimiento de investigadores - PyMes y PyME-PyME
La reunificación sistemática y permanente de la teoría y la práctica, es decir, del saber y el saber-hacer tanto entre colectivos interinstitucionales como en el plano individual, constituye la clave para hacer efectiva la economía basada en el conocimiento. El saber existente desde la Gestión del Conocimiento C-T y en la innovación misma, debe ir de la mano de su aplicación consciente y reflexiva. Retomar ese vínculo abre nuevas posibilidades para las organizaciones empresariales de pequeña escala, siempre a condición de tener en cuenta ciertos principios teóricos relativos a la economía pues, de otra manera, se restringirían a un proceso de transferencia de tecnología que pudiera ser de utilidad pero no necesariamente contribuir a la construcción de la competitividad del nuevo tipo. A diferencia de otros modelos donde lo esencial para generar nuevos conocimientos es aprovechar toda expresión plausible de sus formas FUNDAMENTOS
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pre-existentes en el recurso humano con el que cuenta la empresa, el que aquí se propone enfatiza como punto de partida la comprensión de la importancia de los nuevos conocimientos en la actividad económica. Pues sólo a partir de una correcta conceptualización los responsables de pequeñas empresas rurales podrán emprender acciones que constituyan un manejo consciente de los flujos de conocimiento. De otra manera pueden ignorar el asunto o, incluso, implementar innovaciones carentes de articulación con la demanda y que, por tanto, no impacten en la competitividad de la organización. El análisis anterior lleva a pensar que la principal dificultad de la pequeña empresa es su limitación para conceptualizar y formular las nuevas estrategias que permitan instrumentar la economía basada en el conocimiento.
REFLEXIONES FINALES Un modelo de gestión del conocimiento que permita a las PyMEs insertarse de manera exitosa en la EBC deberá considerar tres particularidades de dicha gestión. La primera es que la tarea directiva es prácticamente individual por lo que sus responsables deben comprender a cabalidad la importancia de crear y desarrollar conocimientos en sus dos vertientes: conocimientos C-T que mejoren sus productos y procesos, y conocimientos entre los individuos que crean, desarrollan y aplican los conocimientos C-T. La segunda particularidad es que la generación de conocimientos C-T exige alianzas entre PyMEs y de éstas con las instituciones prestadoras de servicios del conocimiento. En el entendido de que dichas alianzas deben trascender la asociación formal y generar una interacción permanente que vigile la pertinencia de la innovación buscada. La tercera y última es la (casi) auto-detección de necesidades de conocimientos teórico-prácticos de los individuos que laboran en las PyMEs a fin de incorporar y, de ser posible, enriquecer el nuevo conocimiento C-T al producto o proceso en cuestión. Alcanzar los conocimientos necesarios para impulsar la EBC y poner en práctica un principio esencial de la misma como es la innovación parece difícil, en el caso de las PyMEs agroalimentarias del medio rural, sin la intervención de agentes externos. Al menos en el corto 132 UNA
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plazo. Ahora, la intervención del agente externo deberá detonar el proceso de incorporación a la EBC considerando dos tipos de diligencias. Una de ellas, dirigida a estimular la aplicación consciente y reflexiva de los conocimientos de los actores de la unidad económica. Y la otra encaminada a promover la creación de nuevos conocimientos que puedan ser objetivados en productos y procesos innovadores. De ahí que se pueda considerar a estos agentes externos como gestores de los conocimientos y de las innovaciones. Para lograr lo anterior resulta fundamental una práctica sistemática y permanente de reunificación de la teoría y la práctica tanto entre colectivos interinstitucionales como en el plano individual. El saber propio de la gestión del conocimiento C-T y en la innovación misma debe ir de la mano de su aplicación consciente y reflexiva. Retomar ese vínculo abre nuevas posibilidades para las organizaciones empresariales de pequeña escala. Los pequeños productores y empresarios del sector agroalimentario rural, que deseen incorporarse de manera sostenible a la EBC, requieren principalmente gestionar sus propios conocimientos de tal manera que siempre estén en posibilidades de comprender el proceso en el que están inmersos y los factores que inciden en el mismo. La incorporación a la EBC exige no sólo la incorporación de conocimientos C-T a los productos y procesos de trabajo, sino también la incorporación de procesos analíticos rigurosos en el desempeño de nuestro trabajo; es decir que el nuevo modelo exige individuos con conocimientos teóricos y prácticos que habrán de ser objetivados en el proceso mismo de trabajo. Por otra parte, para impulsar procesos de trabajo que propicien la innovación y la creatividad resulta necesario estrechar el vínculo entre el descubridor, el gestor y el instrumentador de la innovación. Situación que también obliga a revalorar el vínculo entre los conocimientos teóricos y su aplicación práctica. Se trata esencialmente de promover el desarrollo autónomo de las capacidades propias a través de la reflexión sobre lo que hacemos y cómo lo hacemos13. El dominio del vínculo entre teoría y práctica permite al poseedor del
13 Sobre el método Trabajo-Aprendizaje véase Caetano, et al., 2010; Duch, 2007; Financiera Rural 2006; Malagón, 2011. FUNDAMENTOS
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mismo incrementar constantemente sus conocimientos y hacer cosas que deberán reflejarse en el dominio de su quehacer. De ahí que consideramos fundamental, primero, rescatar la idea de que pensar con rigurosidad acerca de su trabajo es propio de la especie humana (Flores y Vera, 2010; Klamroth, 1987). Y, segundo, que retomar esa práctica mediante una sistematización viable y pertinente al contexto impactará decisivamente en la transformación de las prácticas de una organización empresarial (Garza, 2010). Las particularidades de las PyMEs agroalimentarias marcan importantes diferencias a la hora de gestionar el conocimiento que les permite incorporarse a la EBC. La primera de ellas es el punto de partida, el cual consiste en la comprensión de la importancia de incorporar conocimientos C-T en la actividad económica; repetimos, sólo a partir de una correcta conceptualización los responsables de pequeñas empresas rurales podrán emprender acciones que constituyan un manejo consciente de los flujos de conocimiento. La segunda es la manera de gestionar y apropiarse de la innovación. La innovación (entendida, como ya fue explicado, en la objetivación material del conocimiento C-T) exige, en el caso de las PyMEs agroalimentarias, la interacción de colectivos -de fuera y dentro de la empresa- con motivaciones y objetivos institucionales diferenciados pero que deben asumir una meta común. A su vez, la instrumentación de la innovación como objetivación en trabajo vivo exige la reflexión teórico-práctica, como iniciativa inicialmente individual antes que colectiva. En consecuencia, los individuos que estén a cargo de una unidad económica de pequeña escala deberán promover, por una parte, la conformación de un sistema de innovación basado en la interacción de quienes crean los conocimientos C-T y quienes lo incorporan a sus productos y procesos. Un sistema en el que todos los componentes deberán operar como un todo en el que la interacción propicie el ascenso de los conocimientos teórico-prácticos de los individuos que conforman los dos colectivos. Por otra parte, deberán promover nuevos aprendizajes a partir de la diseminación y puesta en marcha de los conocimientos que permiten instrumentar las innovaciones. La gestión de los flujos de conocimiento en unidades económicas de pequeña escala sólo es posible si los que las dirigen le asignan a su 134 UNA
MANERA DIFERENTE DE GESTIONAR EL CONOCIMIENTO
trabajo una doble intencionalidad; la de generar los productos del trabajo en sí mismo y la de aprender del trabajo, a partir de una reflexión consciente y sistemática. Somos conscientes que puede no ser fácil para la pequeña empresa agroalimentaria rural gestionar los conocimientos que conduzcan a la innovación y sustenten su correcta aplicación, pero es factible hacerlo. El asunto es que, en su papel de gestora de los nuevos conocimientos, no pierda de vista el mercado y los principios esenciales de la EBC.
Actividades 1.
Revise la conexión entre los proveedores de conocimiento y el mercado de una determinada actividad económica (considerando por ejemplo, el sector terciario o de servicios). Haga una búsqueda de casos de vinculación de centros de investigación y universidades con empresas. Identifique el propósito, la forma de alianza y los resultados alcanzados. 2. Identifique los programas gubernamentales de apoyo a las unidades económicas de pequeña escala. Revise en qué consisten y haga un análisis crítico. 3. Competencia laboral es un concepto de gran utilidad para aplicar un modelo de GC. Haga una búsqueda por Internet para averiguar en qué consiste. Trate de identificar las competencias laborales de un Consultor de GC para empresas rurales de pequeña escala.
FUNDAMENTOS
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Tema 6. MétodoTrabajo-Aprendizaje Fundamento antropológico Engels, F., 2003, El papel del trabajo en la transformación del mono en hombre, Editorial Panamericana, México. Klamroth, E., 1987, El papel del trabajo en el proceso de hominización, ENAH-INAH, México.
Neurocognición Deacon, T., 1997, The Symbolic Species. The Co-evolution of Language and the Brain, Norton Ed., Nueva York, USA. Kandel, E., 2006, En busca de la memoria. Una nueva ciencia de la mente, Katz Barpal Editores, Madrid. Kolak, D., W. Hirstein, P. Mandik & J. Waskan, 2006, Cognitive Science. An introduction to mind and brain, Routledge, Nueva York, USA. Maturana, H. y F. J. Varela, 1980, Autopoiesis and cognition. The realization of the living, D. Reidel Publishing Company, Londres. Pinker, S., 2000, Cómo funciona la mente, Ediciones Destino. Salas, R., 2003, ¿La educación necesita realmente de la Neurociencia? En: Revista Estudios Pedagógicos, enero 2003, Universidad Austral de Chile, Chile, págs. 155-172. Semiótica Alcides, J., 1997, Estado del arte de la semiótica actual. En: Lit. lingüíst. Núm. 10, págs. 191-204, ISSN 0716-5811. Disponible en: http://www.scielo. cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0716-58111997001000010&lng=es&nrm=iso
Chomsky, N., 2000, New horizons in the study of language and mind, Cambridge University Press, Nueva York, USA. Eco, U., 2006, Tratado de semiótica general, DEBOLSILLO, México. FUNDAMENTOS
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Psicología Piaget, Jean, 1981, Psicología del niño, Ediciones Morata, Madrid. Pinker, S., 2007, La tabla rasa. La negación moderna de la naturaleza humana, Paidós, Madrid. Saavedra, M., 2001, Aprendizaje basado en el cerebro. En: Revista de Psicología, 10 (1), Universidad de Chile, Chile, págs.141-150. Epistemología Bachelard, G., 2004, La formación del espíritu científico. Contribución a un psicoanálisis del conocimiento objetivo, Siglo XXI, México. Chalmers, A. F., 2000, ¿Qué es esa cosa llamada ciencia? Siglo XXI, Madrid. La visión global del Método Trabajo-Aprendizaje Duch, I., 2007, Una alternativa pedagógica para la capacitación, Tesis de Licenciatura, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Nacional Autónoma de México, Colegio de Pedagogía, México. Duch, I., Garibay, F., y Quesnel, E., 2005, La capacitación otra mirada. Lecciones de experiencias mexicanas de capacitación rural, Secretaría de Educación Pública; Universidad Pedagógica Nacional; Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura; El Colegio de Tlaxcala, A.C.; Asociación Nacional de Organismos de Competencia laboral, A.C., México. Duch, I. y Reyes, R., 1987, Hacia la concepción teórico-metodológica de la capacitación, Proder, INCA Rural, FAO, México. Duch, I. y Reyes, R., 1998, Revisión de la concepción teórico-metodológica de trabajo-aprendizaje a la luz de los aportes de las diferentes ciencias que inciden en el hecho educativo. Documento mimeografiado, México. Financiera Rural, 2006, Concepción general del proyecto de formación de prestadores de servicios, México. Financiera Rural, 2006, Manual del Docente y el Tutor, México. Financiera Rural, 2004, Programa Integral de Formación, Capacitación y Consultoría para Productores e Intermediarios Financieros Rurales, México. Disponible en: www.financierarural.gob.mx/ Piña, A., Reyes, R. y Quesnel, E., 1999, La metodología de trabajo-aprendizaje: capacitación para el desarrollo rural, cuadernos de trabajo, INCA Rural, México. 150 ANEXO 1
Tema 7. Metodología de la investigación científica Ander-Egg, E., 2003, Métodos y Técnicas de Investigación Social. La ciencia: su método y la expresión del conocimiento científico, Editorial Lumen, Buenos Aires, Argentina. Bunge, M., 2003, La ciencia. Su método y su filosofía, Siglo XXI, México. Bunge, M., 2004, La investigación científica, Siglo XXI, México. Dieterich, H., 2007, Nueva guía para la investigación científica, Ed. Ariel, México. Rojas, R., 2005, Métodos para la investigación social. Una proposición dialéctica, Plaza y Valdés Editores, México. Rojas, R., 2007, El proceso de la investigación científica, Editorial Trillas, México. Rojas, R., 2007, Guía para realizar investigaciones sociales, Plaza y Valdés Editores, México. Salkind, N., 1999, Métodos de investigación, Prentice Hall, México.
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ANEXO 2 MAPA DE CONTENIDOS1 El Mapa de Contenidos es una herramienta que sirve de base para el diseño y revisión de un plan de negocios, particularmente desde la perspectiva de los requerimientos de conocimiento individual y colectivo inherentes a toda visión de empresa. En tanto que didáctica de una empresa rural, permite identificar las capacidades generales y particulares que requiere un grupo de productores, y en función de esta identificación, sirve de base no sólo para la elaboración del plan de negocios en la fase de diseño de las empresas, sino para la formulación consecuente de los manuales necesarios para establecer o incubar, evaluar y retroalimentar en la práctica un proyecto económico. El Mapa pues, constituye un instrumento lógico que se fundamenta en una serie de premisas generales que habrán de regir el proceso de aprendizaje, entre los que destacan los siguientes: 1. La planeación y realización de un plan de negocios derivan de la lógica del proceso económico-productivo. El aprendizaje resulta significativo cuando se refiere a las necesidades del proyecto, y los contenidos y la secuencia de la capacitación están determinados por la dinámica del proceso productivo. 1 Este instrumento fue diseñado para su inducción en los servicios de conocimiento brindados a productores rurales por parte de consultores y capacitadores, particularmente los vinculados a la lógica del Programa Integral de Formación, Capacitación y Consultoría de Financiera Rural. Ha sido pedagógicamente instrumentado en concordancia con la perspectiva académica de la Maestría Tecnológica en Prestación de Servicios del Colegio de Postgraduados (misma que promueve explícitamente la educación y entrenamiento de estos técnicos en el Método Trabajo-Aprendizaje). El presente Anexo fue una adaptación desde diversas fuentes institucionales de este instrumento también conocido como heurística de empresas. Algunos de los documentos inéditos que sirvieron de base para esta exposición son: Malagón, E. “Mapa de Contenido para un Plan de Negocios de Empresa (Herramienta para la revisión del producto “Plan de Negocios” correspondiente al Servicio I.1)”, 2006; y Quesnel, E. “Manual Integrado del plan modular para la formación de prestadores de servicios profesionales”, 2007. D.R. Financiera Rural. 153
2. La dinámica de un proyecto productivo consiste en un conjunto de fenómenos de la realidad cuya comprensión es el objetivo del proceso de capacitación. Cada contenido de capacitación se refiere a un fenómeno de la realidad, y aprender esos contenidos significa comprender las relaciones de causalidad que lo rigen. La organización didáctica de la capacitación consiste en la organización de las cadenas de causalidad que permiten comprender cada fenómeno. 3. El diseño de un plan de negocios bajo un proceso de capacitación debe consistir en una secuencia de reflexiones por parte del productor, que será diseñada y conducida por el capacitador. Esta secuencia de reflexiones coincide con las cadenas de causalidad del fenómeno a aprender y necesariamente debe partir de las capacidades cognitivas y conocimientos que sobre este fenómeno tiene el grupo de productores a efectos de contrastarlas, rectificarlas o, eventualmente, llegar a sustituirlas. 4. Cada contenido de capacitación se refiere a un componente del proyecto productivo, o sea a un componente del proceso de trabajo. Por ello es altamente conveniente realizar el aprendizaje en las situaciones de trabajo correspondientes, agregando a estas situaciones de trabajo una reflexión sistemática a fin de convertirlas en situaciones de trabajo-aprendizaje. Como se observará, permite identificar y programar necesidades generales y particulares de capacitación, establecer formas de organización requeridas para el proyecto, y facilita la elaboración del manual de producción y el establecimiento de los sistemas de control requeridos. El diseño del Mapa parte de entender que todo plan de negocios conduce a generar un producto o servicio determinados cuyas características han de ser definidas por expectativas de mercados concretos y que es a partir del diseño del producto y/o servicio como se puede definir el conjunto de aspectos que integrarán el proyecto. El Mapa tiene la siguiente utilidad que debe tener también el Plan de Negocios:
154 ANEXO 2
•
•
•
•
Permite analizar la relación entre cada una de las características del producto y la solución tecnológica que asegura esa característica. Permite establecer la relación entre característica del producto, solución tecnológica y fase o componente del proceso productivo en la que corresponde realizar cada solución. Permite identificar las soluciones técnicas correspondientes a cada fase o componente del proceso productivo, lo cual equivale al diseño de cada una de las fases o componentes del proceso productivo. Permite identificar las necesidades específicas de capacitación y por tanto diseñar el programa de capacitación correspondiente al proyecto.
Es conveniente aclarar que en el concepto de “solución tecnológica” se consideran los diferentes aspectos técnicos, administrativos, organizativos, etc. que incluyen el qué, con qué, cuándo y cómo hacer para asegurar una determinada característica del producto. A. Condición preliminar: caracterización del sujeto social Se entiende por “sujeto social” al grupo de personas que se hacen cargo de las responsabilidades y consecuencias de un proyecto. En cada proyecto productivo, fundamentalmente corresponde a un grupo de personas que se ubican en una misma cadena de valor y se proponen un proyecto en común. Debido a esto, podríamos suponer que en el grupo existen ideas, aspiraciones y acciones en común. Por lo tanto, es fundamental que en el grupo exista claridad sobre aquello que les motiva a mantener tal acción. Así, en la conformación de ese sujeto colectivo y la definición de quiénes estamos de acuerdo en trabajar juntos en torno a un quehacer determinado, es una condición estratégica que el grupo de productores necesita asumir con conocimientos de causa y resultado de un análisis compartido. Es conveniente para toda acción de capacitación retomar o realizar con el grupo el análisis con el apoyo del esquema para diseñar la estrategia. Consecuentemente, se debe responder explícita y sistemáticamente a las preguntas centrales de la estrategia: ¿qué hacer?, ¿por qué? y ¿para qué?. FUNDAMENTOS
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Para definir el ¿qué hacer?, partimos de definir idea de trabajo conjunto o coordinado, la idea se está proponiendo llevar a los hechos. En el análisis del ¿por qué?, es necesario que el grupo exprese claramente un análisis serio de sus características propias y de su entorno en función de la tarea propuesta (diagnóstico). En esta revisión, es importante utilizar información real que permita formarse una idea, no solo clara, sino realista, de lo que se quiere y puede construir juntos. Es necesario sustentar con información descriptiva, concisa y lo más completa posible las respuestas a las siguientes interrogantes, y entre las que resultan pertinentes: • ¿Qué tipo de población se aglutina en el grupo? • ¿Quiénes lo integran? • ¿Cómo es su entorno físico y natural? • ¿Cuáles son sus recursos productivos? • ¿Cuáles son las características específicas de su localización y radio de acción? • ¿De qué vive la gente? • ¿En cuáles cadenas de valor participan? ¿En qué eslabones se ubica su actividad actual? • ¿Quién(es) y como controlan los demás eslabones de su actividad? • ¿Qué medios tienen para incidir en las decisiones públicas? En este análisis diagnóstico se distinguen elementos internos que corresponden al grupo de productores, de los que definitivamente resultan externos. Ya profundizando, se identifican los aspectos o factores que pueden ser favorables a la idea de proyecto que se está pensando llevar a la práctica (fortalezas y oportunidades), de aquellos que se puedan convertir en riesgo para el mismo quehacer (debilidades y amenazas). Es común representar lo que va resultando de esta revisión en una matriz, como ejes de análisis, los dos criterios mencionados en los párrafos anteriores. Ésta se construye al agrupar los diferentes factores identificados para ponerlos en la balanza y valorar lo adecuado o no de la idea para el proyecto. Esta manera de acomodar los factores relevantes para examinar y apoyar el diseño de la estrategia se conoce como identificación de fuerzas, oportunidades, debilidades y amenazas, o matriz “FODA”. 156 ANEXO 2
En los últimos años, se ha puesto de moda esta forma de clasificación de la información. Empero, en muchos casos, esto se ha traducido en un mal manejo de la herramienta y se ha caído en la superficialidad. Es por ello, que resulta necesario subrayar las siguientes recomendaciones: 1a. Al ir clasificando los factores relevantes del diagnóstico y llenando la matriz, ha de tenerse siempre presente que todo el ejercicio se hace en función de una idea de proyecto, y no en sentido genérico, para todo. Hay factores que son fundamentales para realizar una idea del proyecto, pero que resultan irrelevantes para otra. Más, un mismo aspecto, por ejemplo “altos grados de humedad en el aire”, puede ser condición favorable para un proyecto de cultivo de hongos seta, sin embargo obviamente un factor de riesgo para otro de almacenamiento de frutas secas. 2a. Cada factor relevante que se anota debe estar respaldado por la información más completa que exista en el archivo de la comunidad como parte del autodiagnóstico realizado. En esta lógica, es conveniente enunciar los factores relevantes en forma afirmativa destacando en qué medida y forma presentan una condición favorable o un riesgo. 3a. Una vez que se ha llenado la matriz, es preciso identificar la manera en que el proyecto adopta una postura “ofensiva” para aprovechar las oportunidades desde las fortalezas, así como un conjunto de medidas “defensivas” para “administrar los riesgos” y sortear las dificultades. El análisis estratégico demanda que el sujeto se cuestione sobre la razón de ser de esta conformación. La pregunta ¿para qué?, invita a formar y diseñar una visión de más largo plazo sobre el futuro del grupo y su acción, sobre las expectativas que se espera hacer realidad en la medida en que se desarrollen bien éste y otros proyectos que emprenda. Se construye así lo que se ha dado en llamar “propuesta de valor” y se le identifica con componentes como: • Misión: razón de ser o motivación existencial del sujeto. • Visión: a dónde se pretende llegar en el mediano y largo plazo (proyecto económico). • Objetivos: los fines esencialmente cualitativos determinan aquello que se pretende conseguir con los aspectos centrales de la visión. FUNDAMENTOS
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•
Metas: expresión cuantitativa de los anteriores y que harían palpables los avances en torno a los objetivos, por ende, permiten medir el avance en su consecución.
En este sentido, se entiende la importancia de quedar claras, para el grupo que impulsa el proyecto en cuestión, sus características así como porqué el quehacer que se propone es adecuado a sus necesidades, perspectivas y posibilidades en el contexto de su realidad. El nivel de claridad alcanzada debe dar pautas para definir la forma, el momento y las instancias o el lugar para formalizar la existencia del grupo. Es necesario estudiar cuál es la forma de organización que mejor se acomoda al grupo de frente a los retos que representa el proyecto. En sí, esta definición es un acto creativo y de carácter táctico, que deberá hacerse con base en el estudio de otras experiencias organizativas y de las leyes que les dan sustento, así como ajustándo las características de lo que el grupo es y quiere hacer. Las reglas internas y la “figura asociativa” jurídica que se adopte, al igual que si se decide y resulta posible trabajar sin registro de tal índole, deben ser un traje a la medida que toma conscientemente el mismo grupo. Cuando se piense optar por una figura asociativa normada por una ley, es necesario tomar en cuenta las necesidades comerciales y demás que se vayan marcando al examinar el proceso de producción y la administración del proyecto. La revisión de estos aspectos ofrece elementos que permiten determinar si es o no necesario conformar una figura asociativa o si basta con la que pudiera ya existir para asumir adecuadamente la conducción del proyecto. Recordemos que en nuestras leyes mexicanas se contemplan varias decenas de figuras asociativas posibles. Para valorar con el grupo comunitario las opciones que puedan venir al caso, se sugiere informarse sobre las leyes correspondientes tomando en cuenta cómo es que cada figura contempla atender necesidades como las siguientes: • Tomar en cuenta a todos los afectados en las decisiones fundamentales (integración de los socios y estructuras de gobierno). • Definir cómo es que se tomarán decisiones cotidianas en el proyecto y se repartirán cargas de trabajo (delegación de responsabilidades). • Rendición de cuentas. 158 ANEXO 2
• •
Realizar actos de dominio sobre bienes muebles e inmuebles. Establecer y cumplir compromisos con terceros.
El estudio sobre el sujeto social del proyecto y su realidad para la propuesta conforma el punto de partida del proyecto. Las hojas de información o fichas útiles para este estudio deben ubicarse en la primera parte del archivo del proyecto, sea que dicho sujeto esté constituido legalmente o no, y bajo cuál o cuáles figura(s) asociativa(s).
SECCIÓN PRIMERA Diseño General del Producto y Proyecto Productivo 1. ¿Cuál es el producto que se obtendrá con el proyecto? 1.1 El Mercado 1.1.1 Situación del mercado Para responder a esta pregunta se debe considerar un tipo de mercado factible para los productores asociados que toman las decisiones necesarias para acceder a mercados alternativos reales. Dentro de esto, es necesario caracterizar, con la mayor precisión posible, dentro de la cadena de valor específica para el caso y la región. 1.1.2 Identificación de la clientela Es necesario identificar a la clientela que se piensa que puede adquirir el producto o servicio del que se trate, de ser posible, en términos de una cartera de clientes. Con este ejercicio, se rompe con la idea falaz de que el mercado es una entidad abstracta y autorreferida, que se resuelve con una definición imprecisa del tipo “mercado regional”, y se pasa a terreno de las relaciones comerciales entre personas de carne y hueso. 1.2 Definición del producto La definición de este punto debe ser corresponder a un tipo específico de mercado previamente identificado, en el cual deben señalarse todas las características que definen el producto que el cliente está interesado en adquirir, estableciéndose de manera precisa especificaciones técnicas del producto y condiciones mercantiles del cliente. De acuerdo con el lema de “al cliente lo que pida”, es conveniente que cada uno de FUNDAMENTOS
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esos aspectos sean definidos en términos de rangos tales como los márgenes de costo de producción, puesto que en la práctica no es posible asegurar el valor preciso de un determinado parámetro, sino controlar que ese parámetro tenga valores dentro de un determinado rango. 1.2.1 Especificaciones técnicas Las características del producto en sus aspectos de calidad, volumen, cantidad, estacionalidad, etcétera. 1.2.2 Condiciones mercantiles Presentación, costos de producción, precio de venta, formas de pago, condiciones de entrega del producto, requerimientos de facturación, etc. 2. ¿Cuáles son las soluciones tecnológicas que aseguran el producto con las características definidas? Al contestar esta pregunta se necesita empezar por estudiar las causas y condiciones a partir de la cuales el producto realmente logre las características establecidas, y desde ahí, cuidar que las soluciones tecnológicas sean factibles para las condiciones y potencialidades reales de los productores. La respuesta debe ser factible de estructurarse mediante el siguiente esquema. 2.1 Diseño de la Solución Tecnológica para el Producto Es necesario retomar ¿cuáles son las características del producto?, y para cada una de ellas definir: • ¿De qué factores depende que el producto presente esa característica y por qué? • ¿Cuál es la solución técnica para esa característica? • ¿Cuál es la fase o componente del proceso productivo en la que se asegura esa característica? 3. ¿Cómo debe realizarse cada fase o componente del proceso productivo para asegurar las características del producto? (Diseño de las fases o componentes2 del proceso productivo): 2 Se denomina genéricamente “componentes” a los distintos aspectos clave del proceso que no pueden ser vistos estrictamente como factores interdeterminados, por ejemplo, la localización, las instalaciones, la irrigación, el crédito, etcétera. 160 ANEXO 2
Es necesario dar respuesta a esta pregunta, de tal manera que sea factible estructurarla en una clara formulación. Si observa las siguientes interrogantes, notará que está agrupada a partir de las fases o componente del proceso productivo. En consecuencia se necesita enlistar cada fase o aspecto del proceso productivo, y para cada una de ellas, presentar la información que da respuesta a: a) ¿Cuáles son las características del producto que se atienden en esta fase o componente del proceso? b) ¿Cómo debe realizarse la fase o componente del proceso productivo para asegurar las características del producto? (La respuesta consistirá en los aspectos fundamentales del diseño o solución tecnológica de la fase o componente que asegura las características del producto). c) ¿Cómo necesitan organizarse y repartirse el trabajo los productores para cumplir con los requerimientos de cada fase o componente? d) ¿Qué saben y cómo realizan comúnmente los productores cada fase? e) ¿Qué necesitan aprender los productores para realizar la fase o componente del proceso productivo como se requiere? 4. ¿Cómo deben organizarse los productores en el proceso productivo para que pueda realizarse de acuerdo al diseño identificado? (Organización y división del trabajo en el conjunto del proceso). La respuesta a esta pregunta debe precisar la división del trabajo que permita, de la manera más simple, asegurar el cumplimiento del diseño identificado para cada fase o componente del proceso productivo. Es conveniente señalar que un mismo diseño de una fase puede ser realizado mediante diferentes lógicas organizativas del trabajo, más sistémicas o más autónomas, según lo decidan los productores. La respuesta formulada debe ser factible de estructurarse conforme a lo siguiente: 4.1. Necesidades de capacitación para el proyecto. ¿Cuáles son las necesidades de capacitación del grupo de productores para realizar el proyecto y asegurar el producto con las características identificadas? Las necesidades de capacitación del grupo de productores para el proyecto están determinadas por la diferencia entre la forma FUNDAMENTOS
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tradicional en que se suele realizar cada actividad por los pequeños productores y la forma en que el diseño lo requiere.
SECCIÓN SEGUNDA Diseño del proceso general de producción Al abordar los contenidos de este apartado, se necesita partir de la premisa de que el proyecto productivo está diseñado para la obtención de un producto que habrá de satisfacer requisitos específicos de un mercado determinado. Hay que considerar que estos requisitos implican determinadas características del producto, cuya consecución depende de las condiciones productivas particulares de producción. 1. Es más que conveniente formular una relación completa –aunque no necesariamente detallada– de los recursos que son necesarios para el proyecto productivo, incluyendo insumos, materia prima, maquinaria, equipo e instalaciones; asegúrese de que la relación sea básica pero completa. 2. Debe ser factible también diseñar una secuencia completa –aunque no necesariamente detallada– de las fases del proceso productivo describiendo las actividades específicas que implique y la forma de organizarlas. Inicia cuando se cuenta con los recursos productivos (insumos, materia prima, maquinaria y equipo) y concluye con el producto terminado. 3. Se propone también diseñar una secuencia completa –aunque no necesariamente detallada– de las fases del proceso que conducen desde el producto terminado hasta su colocación en el mercado por el grupo de productores. Estas tres secuencias constituyen fases generales del proceso de producción y dependen del diseño del producto conforme al mercado. Es necesario presentarlas como imagen de conjunto y mostrar la dependencia entre ellas. 1. Proceso de abasto para el proyecto productivo Se necesita dar respuesta de manera precisa y sintética a lo siguiente: a. ¿Cuáles son los recursos productivos que necesita el proceso? (enlistar) 162 ANEXO 2
b.
c.
e. f.
g.
Es necesario detallar los siguientes puntos para cada recurso productivo mencionado: ¿Qué características deben tener estos recursos? Enlistar las características y ubicar claramente en relación con cada una: ¿Por qué o para qué deben tener esta característica? ¿El recurso puede ser comprado, rentado, producido, construido, acondicionado o cómo se puede contar con él? d. ¿Cómo deben definirse responsables de que el recurso esté disponible? (Problema individual, grupal, decisiones colectivas, división del trabajo) ¿Cuándo deben tenerlo disponible? Controles necesarios para las actividades del abasto ¿Cómo deben definirse responsables de llevar ese control? (Problema individual, grupal, decisiones colectivas, división del trabajo) ¿Cuándo se debe aplicar ese control?
Capacitación necesaria para el abasto h. ¿Qué necesitan saber los responsables de llevar el control para asegurar la disponibilidad del recurso? i. ¿Qué saben ya y cómo lo hacen? j. ¿Qué necesitan aprender? k. ¿Cómo o en qué situación es más conveniente aprenderlo? l. ¿Cuándo es necesario que se realice la capacitación? Producción del manual para las actividades de abasto m. ¿Quién debe a escribir en el manual las decisiones sobre el abasto de este recurso? (Problema individual, grupal, decisiones colectivas, división del trabajo) n. ¿Cuándo lo debe presentar al grupo? o. ¿Quién debe vigilar la aplicación del manual para este recurso? (Problema individual, grupal, decisiones colectivas, división del trabajo) 2. Proceso de producción Es necesario dar respuesta de manera precisa y sintética a lo siguiente para cada una de las fases o componentes del proceso de producción: FUNDAMENTOS
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a. ¿Qué características del producto dependen de determinada fase, y por qué? (Enlistar las características y para cada una de ellas responder) b. ¿Qué actividades se incluyen en esta fase? c. ¿Cómo deben realizarse estas actividades? d. ¿Quién debe hacerse cargo de realizar estas actividades? (Problema individual, grupal, decisiones colectivas, división del trabajo) e. ¿Cuándo se deben realizar estas actividades? f. ¿Cuánto costarán estas actividades? (Orden de magnitud con indicadores unitarios en caso necesario) g. ¿Qué tipo de medidas pueden tomarse para contar con los recursos financieros necesarios para estas actividades? Controles necesarios h. ¿Qué control se debe llevar en esta actividad para asegurar las características del producto? i. ¿Quién debe encargarse de llevar esos controles? (Problema individual, grupal, decisiones colectivas, división del trabajo) j. ¿Cuándo se deben realizar los registros de esos controles? Capacitación necesaria k. ¿Qué necesitan aprender los responsables de estas actividades y sus controles? l. ¿Cómo o en qué situación es más conveniente aprenderlo? m. ¿Cuándo es más conveniente realizar la capacitación necesaria? Producción del manual para las actividades de esta fase o componente n. ¿Quién debe a escribir en el manual las decisiones sobre estas actividades? (Problema individual, grupal, decisiones colectivas, división del trabajo) o. ¿Cuándo y cómo lo debe presentar al grupo? (Problema individual, grupal, decisiones colectivas, división del trabajo) p. ¿Quién debe vigilar la aplicación del manual para estas actividades? (Problema individual, grupal, decisiones colectivas, división del trabajo) 164 ANEXO 2
3. Proceso de acopio y comercialización Es necesario dar respuesta de manera precisa y sintética a ¿cuáles son las actividades a realizar para colocar la producción en el mercado? Para ello, es preciso enlistar las actividades en relación con el acopio, la selección, empaque, almacén, transporte, etcétera, y detallar lo siguiente para cada tipo de actividad enlistada: a. ¿Cómo se deben realizar estas actividades? (Problema individual, grupal, decisiones colectivas, división del trabajo) b. ¿Por qué deben realizarse de esta manera? c. ¿Quiénes serán los responsables de realizar estas actividades? (Problema individual, grupal, decisiones colectivas, división del trabajo) d. ¿Cuándo se deben realizar estas actividades? (Establezca órdenes de magnitud y emplee las unidades de medida necesarias) e. ¿Cuánto se requiere y qué tipo de medidas se pueden tomar para financiar estas actividades? Controles necesarios f. ¿Qué controles se deben llevar para realizar estas actividades conservando las características del producto? g. ¿Quién será responsable de llevar esos controles? (Problema individual, grupal, decisiones colectivas, división del trabajo) h. ¿Cuándo se deben aplicar estos controles? Necesidades de capacitación i. ¿Qué necesitan aprender los responsables de estas actividades y de aplicarlos controles? j. ¿Cómo o en qué situación es más conveniente aprenderlo? k. ¿Cuándo es más conveniente que se realice la capacitación? Producción del manual l. ¿Quién debe escribir en el manual las conclusiones sobre estas actividades? (Problema individual, grupal, decisiones colectivas, división del trabajo) FUNDAMENTOS
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m. ¿Cuándo lo debe presentar al grupo? n. ¿Quién debe vigilar la aplicación del manual para esta actividad? (Problema individual, grupal, decisiones colectivas, división del trabajo)
SECCIÓN TERCERA Relación del proyecto con el sistema de producción Es necesario dar respuesta de manera precisa y sintética a lo siguiente: 1. Identificación de los recursos que se emplean en el proceso Enlistar los recursos naturales, de equipamiento, instalaciones, trabajo, dinero, etc., y en cada caso detallar: 1.1 ¿Cuánto de este recurso debe dedicarse al proyecto? (emplee unidades de medida) ¿Para qué se dedica este recurso al proyecto? 2. Relación con la producción de autoconsumo familiar y productivo 2.1 ¿Cómo se afecta la producción de autoconsumo con el proyecto? 2.2 ¿Cómo puede compensarse la producción de autoconsumo? 3. Relación con el ingreso monetario de todas las distintas fuentes 3.1 ¿Cuánto y cómo se afecta el ingreso monetario de otras actividades distintas a la línea de producción? 4. ¿Cuáles procesos productivos deben modificarse por la entrada del proyecto? 4.1 ¿En qué consisten las principales modificaciones? 5. ¿Pueden realizarse estas modificaciones mediante un nuevo proyecto grupal? 5.1 ¿En qué consistiría este nuevo proyecto? (indíquelo en líneas generales) 5.2 ¿Qué se necesita para lograr este nuevo proyecto? (indíquelo en líneas generales)
166 ANEXO 2
Fundamentos e Instrumentación de la Economía basada en el Conocimiento Gestión de la Innovación y el Conocimiento en Empresas Rurales se terminó de imprimir en el mes de diciembre 2013 en Printing Arts México. El tiro total es de 1000 ejemplares.
Herramientas sociales, políticas y culturales en torno al desarrollo rural sustentable Alfonso Barquín Cendejas Homo Sapiens, Evolución y trabajo-aprendizaje Jorge H. Flores José Luis Vera La comunicación como factor determinante en el éxito de los negocios de los productores rurales Alberto Zuloaga Albarrán Nancy Contreras Moreno Producción de tesinas: contribución a la metodología desde su análisis Sergio Alejandro Martínez Vázquez El marco jurídico de la organización de productores y del crédito rural: procesos y perspectivas Sergio Reyes Osorio
Tan antigua como la humanidad misma, la imbricación entre conocimiento, innovación técnica y transformación (de los sistemas humanos y los entornos), constantemente genera intersecciones problemáticas para el análisis, el replanteo y la actitud crítica. Con el advenimiento del canon científico occidental, y particularmente con la Revolución Industrial en incontenible expansión desde los albores del siglo XIX, los destinos de nuestra civilización se hallan inexorablemente unidos a la racionalidad científica y lo que ésta sea capaz de des-velarnos sobre el mundo y sus procesos. Desde las políticas de Estado y la administración de las naciones, hasta la factibilidad de toda visión empresarial, constituyen perspectivas que relativizan la viabilidad de sus destinos a la manera en que sean capaces de comprender los fenómenos específicos que afrontan; en buena medida, un reto de apropiación de las verdades que la ciencia ha creado. Frente al vértigo de la realidad, en su dinámica y sus contradicciones, la “ontología oficial” de la Edad Contemporánea –la Ciencia–, no sólo demanda una constante renovación de sus potentes representaciones. También –y he aquí un aporte capital de esta obra– demanda la re-humanización de esos saberes mediante una aplicación tecnológica estrictamente concebida para servir a sus creadores y usuarios en su realización y sus necesidades más diversas y apremiantes, más legítimas y conscientes, más dignas y más justas, en fin, más humanas.
Fundamentos e Instrumentación de la Economía Basada en el Conocimiento
OTROS TÍTULOS DE LA COLECCIÓN:
Laura Elena Garza Bueno
Laura Elena Garza Bueno
Trabajo-aprendizaje en el financiamiento del desarrollo rural. Propuesta estratégica de aplicación Alierso Caetano de Oliveira Erick Quesnel Galván Silvia Valencia Abundiz Diagnóstico regional con enfoque territorial Oscar Figueroa Rodríguez (coordinador) El concepto de riesgo y la administración del crédito en el sector rural Leonel Ramírez Farías Conversión del trabajo en objeto de estudio Laura Elena Garza Bueno
FORMACIÓN PARA EL FINANCIAMIENTO DEL DESARROLLO RURAL
Fundamentos e Instrumentación de la Economía Basada en el Conocimiento Gestión de la Innovación y el Conocimiento en Empresas Rurales
Laura Elena Garza Bueno con la colaboración de José María Gil Roig - Catalina Pérez Gómez
Es economista de la Escuela Superior de Economía del IPN. Sus estudios doctorales en la extinta Unión Soviética le valieron el Ph. D. en la Universidad Estatal de Moscú “M. V. Lomonosov”. Es profesora investigadora del Colegio de Postgraduados, y catedrática en la Universidad Autónoma Chapingo. Tiene el nivel II dentro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI). Como parte de su faceta en el servicio público nacional, especialmente en el rubro de la formación de recursos humanos, fue directora general del INCA Rural de 1996 a 2000. Desde entonces ha venido diseñando, promoviendo, coordinando y evaluando programas de formación, incluidos algunos de postgrado y con alcance nacional. Entre sus múltiples publicaciones destacan abordajes temáticos como son los de la evaluación de programas, el microfinanciamiento así como la capacitación y desarrollo de competencias profesionales. Efectuó una estancia sabática en el Centro de Investigaciones en Economía y Desarrollo Agroalimentario (CREDA) adscrito a la Universidad Politécnica de Cataluña, y en cuyo contexto se desarrollaría la investigación plasmada en la presente obra.