TEMA I FUNDAMENTACIÓN DE LAS PRÁCTICAS DOCENTES
1.1 DEFINICIÓN E IMPORTANCIA DE LAS PRÁCTICAS DOCENTES.
Definición de Práctica Docente. La Práctica Docente es la demostración experimental de capacidades para dirigir las actividades docentes, que se realizarán en el aula. La Práctica Docente, como actividad real, es la ejecución de clases prácticas en los establecimientos de nivel primario y medio de manera obligatoria como requisito legal previo a la obtención del titulo de profesor de 2da. enseñanza.
Ambientar al alumno con su campo profesional. Ejercitar la planificación planificaci ón de aula: de unidad y de clase. Solventar las dificultades que se presentaren en el desarrollo de las actividades con los alumnos en clases. Aplicar los métodos didácticos y pedagógicos adecuados en el desarrollo de la clase.
La Práctica Docente se realiza en dos etapas:
Como asignatura, se la cumple en las clases del periodo lectivo. En esta fase el alumno adquiere fundamentos teóricos para la aplicación práctica que realizará como docente. Como práctica propiamente dicha, en la que el alumno ejerce temporalmente la unción de maestro en una institución de nivel primario o medio, bajo el control de un Supervisor de la Escuela de Lenguas y Lingüística, quien asesora al alumno en la ejecución de la práctica, y de un Profesor- Guía, que es profesor de la unidad educativa donde el alumno realiza sus prácticas.
Importancia de la práctica docente. La Práctica Docente es una asignatura de importante y eminentemente práctica; por medio de la cual el alumno-maestro y alumnosupervisor, puede demostrar sus destrezas, aptitudes y competencias para la dirección control y evaluación del aprendizaje de los diferentes niveles del sistema educativo.
La practica docente exige varias habilidades, sin embargo quizás una de las mas importantes de todas es la de saber escuchar a los alumnos, a quienes representan el publico o auditorio es fundamental para lograr una buena comunicación y por ende la transmisión efectiva y fecunda de los conocimientos de los que somos portadores. Para poder tener claridad en la concepción de aprendizaje que subyace al programa y una buena instrumentación didáctica, es conveniente que el profesor cuente con elementos teórico-técnicos que le permitan interpretar didácticamente un programa educacional a partir de una teoría y con una concepción de aprendizaje que lo lleve a
propiciar en sus educandos una formación acorde con el plan de estudios de la institución donde realiza su labor.
1.2 LA ACCIÓN DOCENTE EN EL CENTRO EDUCATIVO.
La acción docente en el centro educativo debe tener un ambiente propicio para el aprendizaje, y este ambiente seria ideal si se cumplen las siguientes condiciones, a sabe:
Los docentes inician y terminan las clases puntualmente y la jornada diaria, se organiza como una secuencia de experiencias variables y regulares y con un horario flexible. Los docentes logran generar un ambiente armónico en la sala de clases, donde los estudiantes se muestran desafiados y comprometidos con el trabajo. Los docentes valoran, acogen y utilizan para el aprendizaje los aportes, dudas, errores y propuestas delos estudiantes. Existen disposiciones institucionales que evitan que se interrumpa el trabajo escolar. Para facilitar el trabajo los docentes establecen límites y expectativas claros de comportamiento. Los docentes muestran dominio y consistencia en el cumplimiento de las normas establecidas. Los docentes establecen normas y rutinas para el funcionamiento del curso y la organización y uso de los útiles y materiales. Los docentes se aseguran que todos los estudiantes tengan el material necesario para trabajar. Los docentes utilizan adecuadamente el espacio de las salas (muros, diario mural) como medio para el aprendizaje (mapas, trabajos de los estudiantes, metas de aprendizaje, entre otros). Los docentes cuidan que las salas estén limpias, ventiladas, atractivas y organizadas para el aprendizaje.
1.3 PERSPECTIVA DE LAS PRÁCTICAS DOCENTES DOMINICANAS
En el marco de las debilidades que han caracterizado los sistemas educativos de América Latina, en la última década han sido amplios los estudios, análisis, reflexiones, teorías, acerca de los importantes desafíos que enfrenta la educación del siglo XXI. Se plantea que en éste entramado, el docente desempeña un rol clave para el logro de las aspiraciones de una educación de calidad, que responda a las necesidades de una nueva generación que enfrenta la rápida difusión de la información, del conocimiento, la globalización del mercado, la economía y las nuevas tecnologías.
En los albores del siglo XXI, además de buscar respuestas en el campo educativo a los problemas de orden estructurales, económicas, políticas, culturales, existe una nueva cosmovisión de la figura del maestro o maestra; la reflexión se sitúa en el perfil y competencias que deben ser las características del docente en nuevo milenio. Diferentes trabajos subrayan elementos como los valores humanos, ética, amplio manejo de las herramientas cognitivas y metodológicas, la creatividad, capacidad para el trabajo en equipo y manejo de las diferencias, pero sobre todo su capacidad para preparar a sus estudiantes para que puedan enfrentar los desafíos de este siglo. Para ampliar las perspectivas sobre este tema sería interesante rescatar un elemento de gran valor en la práctica docente y es la memoria de lo vivido. Independientemente de los avances alcanzados en cuanto a aprendizaje de modo general, la correlación que existe entre los fundamentos filosóficos conceptuales del Plan Decenal como tal la formación docente como pilar del mismo, abre el espacio a preocupaciones basadas en hipótesis actualmente verificables en la actualidad. Coexisten la anarquía y la dispersión con el discurso actualizado de avanzada condiciones que obstaculizan el diseño), puesta en marcha de procedimientos que generen prácticas de producción, creación y saber propositivo. Hay elementos claves de la cultura dominicana que deben ser tomados en cuenta en el análisis de los procesos educativos de modo que los planes no se enmarquen en el aspecto curricular de forma parcial y tradicional, como lo confirman disposiciones vigentes en lo relacionado con la separación entre contenidos v disciplinas. Es necesaria la reformulación del perfil del maestro y la maestra acorde con las necesidades de desarrollo, aprendizajes significativos y capacitación transformadora que supere las políticas tradicionales obsoletas. Las experiencias de seguimiento y continuidad a los programas universitarios ofrecen resultados desalentadores, pues las estrategias educativas implementadas giran en torno a prácticas tradicionalmente didactistas que han sido superadas. Los paradigmas fundamentalmente tradicionales continúan orientando el proceso.La formación de maestros debe incorporar una visión amplia y variada de la sociedad, relacionada a la cotidianidad, permitiendo y propiciando la creatividad e implementación de elementos culturales como medios e instrumentos de pedagogía formativa. Urge una verdadera transformación educativa dominicana, que relacione a nivel orgánico el funcionamiento de las escuelas con el aula y la vida diaria, enfocando el individuo como sujeto de su entorno. Urge dar pasos de avance, de verdadera transformación, de actualización de conceptos, dejar a un lado el pasado.