1. Las artes mecánicas, la magia y la ciencia
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diante una cadena de investigadores y un trabajo de colaboración entre los científicos. Los métodos y operaciones de las artes mecáni cas, su carácter de progreso e intersubjetividad, proporcionan el mo delo para la nueva cultura 85. La ciencia, tal como Bacon la concibe, debe abandonar el terreno de la incontrolada genialidad individual, el azar, lo arbitrario y las síntesis precipitadas y trabajar en cambio basándose en un experimentalismo construido no ex analogía hominis sino ex analogía universi, fundado en el conocimiento de la naturaleza instrumental de las facultades cognoscitivas. En una cultura de este tipo no hay lugar para una razón capaz de alcanzar, por sí sola, la verdad racional. La verdad se presenta como un ideal a alcanzar y la lógica baconiana quiere ser precisamente el instrumento de conquista de nuevas ver dades, no el medio de transmisióm de verdades ya conseguidas. El rechazo del saber «contencioso» de la escolástica quería expresar justamente este escaso interés de Bacon por las verdades de trans misión. Pero para Bacon la conquista de verdades no puede ser obra de uno solo, sino de una colectividad de científicos organizada para lograr ese fin. A propósito de esto se ha dicho, con razón, que muchas de las malas interpretaciones del pensamiento de Bacon se habrían evitado si se hubiese tenido en cuenta la importancia que él concede al factor social, tanto en el momento de la investigación como en lo referido al objeto del conocimiento 86*.Desde este punto de vista nos proponemos aquí aludir al proyecto baconiano de una nueva organización del saber científico. Con una coherencia extrema y a lo largo de toda su vida, Bacon luchó en favor de una colectividad organizada de científicos finan ciada por el Estado u otros entes de utilidad pública e intentó crear una especie de internacional de la ciencia. En la famosa carta a lord Burgheley de 1591 8/, Bacon afirmaba que «había elegido el saber s5 La aceptación de este «modelo» no implica que Bacon considerase satisfactorio el nivel de perfección alcanzado por las artes mecánicas. De hecho afirma repetida mente que su status deja mucho que desear y que en el ámbito de las operaciones técnicas sólo se han aportado perfeccionamientos de escasa importancia (cfr. Val. Term., Sp. III, p. 226; CV, Sp. III, p. 591; R. Pb., Sp. III, p. 580; Praef., Sp. I, pp. 127-28; N O I 75, 88; D A , Sp. I, p.462 ). Haciendo hincapié en el carácter de progreso que define al trabajo técnico es posible, según Bacon, dar lugar a un nuevo tipo de cultura; en el ámbito de esta nueva cultura se verificará, incluso en las artes mecánicas, un progreso más acentuado. 8f’ J. DEWEY, Ricostruz ione filosófica , Barí 1931, p. 65. 87 Sp. L. I, p. 109.