La Presenescencia va de los 60 a l os 75 años, una fase de vejez activa de los 75 a los 85 años y una etapa de senilidad a partir de esta edad. (Williams 1993) Malnutrición en el 59% de los ancianos que viven en residencias, así como el 65% de los pacientes geriátricos hospitalizados y el 22% de los pacientes ambulatorios mayores de 70 años.
afectando a la cantidad y la calidad del alimento que se ingiere. Mayor apetencia por los sabores dulces o salados, con relación a edades más jóvenes. Incapacidad de detectar si los alimentos están muy fríos o muy calientes, aumentando el riesgo de sufrir lesiones en la mucosa oral. Disminución de la sensación de sed.
gastrointestinales, neurológicas, cardiovasculares y/o del aparato locomotor. Lesiones osteoarticulares disminuyen la autonomía del anciano para su cuidado personal e incluso para poder adquirir y transportar los alimentos o realizar preparaciones culinarias que estimulen el apetito.
Cambios en la composición corporal
Alteraciones gastrointestinales
Necesidades energéticas, Las necesidades energéticas totales disminuyen entre un 5 - 10% por década a partir de los 65 años.
Disminución en la masa magra metabólicamente activa, por pérdida de masa muscular y de células de diferentes órganos y tejidos. Aumenta el porcentaje de grasa que envuelve los órganos y disminuye la grasa subcutánea. La masa ósea disminuye, especialmente en las mujeres a partir de la menopausia. Menor gasto metabólico basal reducción de actividad física. Pueden conducir a situaciones de sobrepeso y obesidad. La necesidad de asegurar un aporte adecuado de calcio, así como una actividad física regular como medida de prevención de la pérdida de masa ósea y muscular.
Cambios funcionales Modificaciones en los órganos de los sentidos. El descenso de papilas gustativas disminuye la sensibilidad a los sabores,
Alteración funcional de las glándulas salivares, descenso de la secreción salival. Aumento de las infecciones periodontales, caries, perdida casi total de los dientes. Descenso de las secreciones digestivas, dificultad para la absorción de calcio, hierro, folato y vitamina B 12 , disminución del peristaltismo intestinal.
Alteraciones metabólicas Los niveles de glucemia en ayunas aumentan cada década 2 mg/dL y los de glucemia posprandial 8 - 15 mg/dL
Factores de riesgo nutricional en las personas de edad avanzada Factores psicosociales, La soledad, el aislamiento, la pobreza y la dependencia, entre otros. Presencia de enfermedades. Frecuente depresión, el insomnio, la demencia, la anorexia, el alcoholismo, la ceguera y la sordera, las enfermedades
Necesidades de energía y nutrientes
Las Recommended Dietary Allowances (RDA) del National Research Council aconsejan un aporte energético después de los 51 años de edad de 25 - 30 Kcal /Kg /día, estableciendo una disminución promedio de energía de 600 Kcal /día en varones y 300 Kcal en mujeres.
Necesidades
de proteínasLas recomendaciones son, al igual que para el adulto, de 0,8g /Kg /día y un mínimo del 12% del total calórico. Las personas de edad avanzada pueden combinar proteínas de elevada calidad (leche, huevos, pescado y carne) con otras menos ricas en aminoácidos esenciales (de origen vegetal). Necesidades de CHOS
Se recomienda CHOS que aporten el 55-60% de energía total consumida. Fibra de 20 - 25 g /día o 10 g /1000 Kcal, a partes iguales entre fibra soluble (leguminosas, algunas frutas y verduras y frutos secos) e insoluble (cereales integrales, pan, piel de las frutas y algunas verduras). Necesidades de lípidos. 30 - 35% del total energético. Saturada <10% Monoinsaturada 10-15% Poliinsaturada <10%
NECESIDADES DE VITAMINAS Y MINERALES En la edad avanzada la biodisponibilidad de micronutrientes puede estar alterada por los cambios fisiológicos, la presencia de enfermedades, el consumo de medicamentos, etc. Para Vitamina D Las recomendaciones aumentan a partir de los 70 años hasta 15 mg /día ó 600 UI, por lo que es necesario el consumo de suplementos de vitamina D si no hay suficiente exposición al sol. Vitamina B12: La deficiencia de esta vitamina aparece como consecuencia de la menor secreción de ácido, debido a la atrofia gástrica relacionada con la edad. Acido Fólico La deficiencia en esta vitamina se da por una menor absorción por la hipoclorhidria gástrica o del consumo de fármacos.
Calcio: Está justificado aumentar la ingestión de (800 mg) hasta 1200 mg /día. En la mujer postmenopáusica podrían ser necesarios hasta 1.500 mg /día.
NECESIDADES DE AGUA Las necesidades de agua serán las necesarias para equilibrar las pérdidas, Son muy variables de unas personas a otras y difíciles de evaluar. De forma general, se calculan sobre la base de 30 - 35 mL /Kg de peso corporal día, es decir, de 1.5 a 2 litros de agua diarios o al menos 8 vasos.
GUIA ALIMENTARIA PARA ASEGURAR EL CUMPLIMENTO DE ESTAS RECOMENDACIONES I alimentos con función plástica Carne pescado pollo huevos (2raciones diarias) La carne, el pollo y el pescado proporcionan proteínas de alto valor biológico. Los huevos son una buena fuente de proteínas de alto valor biológico, hierro, vitamina A, tiamina, riboflavina y vitamina D. Leche y productos lácteos (2 ó más vasos al día) principal fuente de calcio Puede tomarse como tal en cualquiera de sus formas: entera, desnatada, en polvo, o como derivados lácteos, yogur y queso.
II alimentos con función energética
PAN Y CEREALES (4 ó 5 raciones diarias) Proporcionan cantidades significativas de hierro, tiamina, riboflavina y niacina. Incluidas las pastas (fideos, macarrones, tallarines) arroz, harina de cereales y los cereales expandidos.
AZÚCAR
Y
DULCES
(se deben consumir con moderación) Azúcar, mermelada, jarabes, melazas, bollos, pasteles.
GRASAS Y ACEITES Todas las grasas y aceites son ricos en calorías y deben tomarse con moderación si existe sobrepeso u obesidad.
III. Alimentos con función reguladora VEGETALES Y FRUTAS (al menos 4 raciones diarias) Debe incluir al menos una ración diaria de frutas ricas en vitamina C y al menos 3 ó 4 raciones por semana de vegetales ricos en ßcaroteno y folato. Los vegetales ricos en ß-caroteno (vegetales de color verde oscuro o amarillo intenso) también proporcionan algo de riboflavina, hierro, calcio y ácido fólico. Zanahorias, espinacas, calabacín, calabaza, batata, pimientos verdes.