LA REVELACIÓN DE DIOS Dios, Dios, porque es bueno y sabio, “quiso revelarse a sí mismo y dar a conocer su voluntad”. Nos resulta difícil conocer a Dios porque no lo vemos. Pero “Él en esta revelación, habla a los hombres como amigos, movido por su gran amor, y mora con ellos para invitarlos y recibirlos en su compañía” I- ¿Qué es la Revelación? La Revelación es la manifestación que Dios ha hecho a los hombres de sí mismo y de aquellas otras verdades necesarias o convenientes para la salvación eterna. Él ha querido revelarse mediante mediante obras y palabras íntimamente ligadas ligadas entre sí y que se esclarecen mutuamente. II- ¿De qué maneras se nos ha revelado Dios? Dios ha querido hacerlo de dos maneras a través de una revelación natural o revelación mediante las cosas creadas (Rom 1, 19-20) y una revelación sobrenatural o divina (Heb 1, 1-2) III- ¿Cuáles son las etapas de la revelación? Dios se manifestó de manera progresiva y por etapas y éstas fueron: a) Desde el origen, Dios se da a conocer en las cosas creadas, y, queriendo abrir el camino de la salvación sobrenatural, se manifestó, además, personalmente a nuestros primeros padres desde el principio b) Dios selló con Noé una alianza eterna entre Él y todos los seres vivientes (Gen 9, 11) c) Dios eligió a Abraham y selló una alianza con él y su descendencia. De él formó a su pueblo, al que reveló su ley por medio de Moisés. Lo preparó por los profetas para acoger la salvación destinada a toda la humanidad. d) Finalmente Dios se ha revelado plenamente en su Hijo, Jesucristo, en quien ha establecido su alianza para siempre. (Heb 1, 1-2). No habrá ya otra Revelación Revelación después de él. IV- ¿Cuáles son las fuentes de la revelación? La Revelación divina está contenida en las Sagradas Escrituras y en la Tradición, que constituyen un único depósito donde se custodia la palabra de Dios. ¿Qué es la Sagrada Escritura?: La Escritura?: La Sagrada Escritura es la palabra de Dios, en cuanto escrita por inspiración del Espíritu Santo". ¿Qué es la Tradición?: La Tradición?: La Tradición es la Palabra de Dios no contenida en la Biblia, sino transmitida por Jesucristo a los Apóstoles y por éstos a la Iglesia.
La Iglesia saca su certeza de todo lo revelado tanto de la Sagrada Escritura como de la Tradición. "Y así las dos se han de recibir y venerar con el mismo espíritu de devoción". V- ¿Cómo se transmitió la revelación divina? Cristo, palabra definitiva del Padre, entregó su verdad y su gracia a la comunidad de los discípulos, para que ellos la transmitieran a los hombres de todas las generaciones (Mt 28, 18-20), por consiguiente la comunidad de discípulos (la iglesia), ha recibido la revelación cristiana integra y completa para transmitirla fiel e inalterablemente a todos los hombres. Así pues, la revelación de Dios llega a nosotros a través de la Tradición Apostólica, que se realiza por la transmisión viva de la Palabra de Dios (llamada simplemente Tradición) y por la Sagrada Escritura, conservadas ambas en la Iglesia y transmitidas fielmente por ella. La escritura no suprime la tradición. Es posterior a ella y necesita de ella para ser rectamente interpretada. Ambas se complementan. VI-¿A quién le corresponde la interpretación del depósito de la fe? «El oficio de interpretar auténticamente la Palabra de Dios, oral o escrita, ha sido encomendado sólo al Magisterio vivo de la Iglesia, el cual lo ejercita en nombre de Jesucristo» (D V 10), es decir, al Papa y a los Obispos en comunión con él. Oración: Te damos gracias, Señor y Padre nuestro, te bendecimos y te glorificamos, porque has creado todas las cosas y nos has llamado a la vida. Tú nunca nos dejas solos, te m anifiestas vivo y presente en medio de nosotros. Ya en tiempos antiguos guiaste a Israel, tu pueblo, con mano poderosa y brazo extendido, a través de un inmenso desierto. Hoy acompañas a tu Iglesia peregrina, dándole la fuerza de tu Espíritu. Por medio de tu Hijo nos abres el camino de la vida, para que, a través de este mundo, lleguemos al gozo perfecto de tu reino. Por eso, con los ángeles y los santos, cantamos sin cesar el himno de tu gloria: Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo. Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria. Hosanna en el cielo. Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo. (Plegaria Eucarística V/a) Prof. César Rodríguez Córdova