Escribir sobre música De cómo los periodistas especializados se animaron a firmar sus notas más largas: biografías, ensayos y miradas diversas sobre los movimientos musicales que acompañaron las revoluciones culturales del siglo XX Walter Lezcano
PARA LA NACION
JUEVES 21 DE ABRIL DE 2016 • 09:52
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JUGAR
Fernando García y José Bellas, responsables de la colección 100 Veces.
C
omo parte vital de la vida cotidiana, la música y lo que significa como manifestación, y hasta síntoma, de los cambios culturales más
trascendentes de todas las épocas está siendo objeto de estudio y análisis por diversas obras. No es algo nuevo, por supuesto. De todas maneras, la intensidad con la que estos años han ido apareciendo textos nacionales y traducciones, editoriales especializadas y sellos que publican libros dedicados a artistas o a movidas mainstream o del under demuestran que el universo sonoro merecía ojos, oídos y cerebros que dieran cuenta de una complejidad: la música importa tanto como la economía, la política y demás. Es decir, forma parte de la educación sentimental de gente que encontró en el rock o el tango o el jazz o el folklore una identidad y un espacio donde desarrollar una existencia que tenga sentido y valga la pena transitar hasta el final.
Desde la reedición del monumental y exhaustivo 50 años de rock en Argentina (Sudamericana), de Marcelo Fernández Bitar; pasando por el necesario y reivindicativo Cemento (Gourmet musical) de Nicolás Igarzábal; Historia secreta del disco (Caja negra), de Peter Shapiro , o Bien al sur. Historia del blues en la Argentina (Gourmet musical), de Gabriel Grätzer y Martín Sassone, la literatura musical se impone en la mesa de novedades.
Para José Bellas, editor del
"Análisis, crítica, humor es lo que no deberían faltar al escribir estos textos" José Bellas
suplemento joven de Clarín Sí! y responsable con Fernando García de la colección 100 veces (Ediciones B) donde ya se ocuparon de Pappo, Los Redonditos de Ricota y de los Rolling Stones, considera que el ensayo
musical "seguramente es un género menor, perpetrado por lo general por personas que no tienen problema en que así se lo etiquete o califique. Análisis, crítica, humor es lo que no deberían faltar al escribir estos textos". Cuando se le pregunta por el origen de la colección 100 veces dice: "esta serie de libros plasma el placer de miles de conversaciones y fantasías que tenemos acerca de determinados artistas. Nos interesaba buscar, exponer y englobar, de fuentes directas, biografías no lineales, que intentaran acercar una visión del artista en los propios términos que éstos lo vivieron, tratando de emular su intensidad. Por eso lo definimos como read & roll. Una de las pautas que siempre tratamos de cumplir es que el lector se encuentre con historias y testimonios que sean vírgenes de Internet antes de ser publicados. Todo, insisto, tomado de fuentes directas, buscando que esos testimonios nos sorprendan primero a nosotros. Lester Bangs decía: «El rock and roll tiene más que ver con los mitos que con los hechos». Coincidimos."
Al hablar de textos del género que le gustan nombra lo siguiente: "Agarrate, de Juan Carlos Kreimer. Es una Biblia para nosotros. Una forma lúdica, poética y periodística a la vez de dar cuenta el primer rock argentino, antes de las productoras, los mánagers, los prensa, el enciclopedismo, los "códigos", el negocio. Después, Psychotic Reactions & Carburator Dung, de Lester Bangs: la antología del insuperable crítico de críticos. Como bien dice Greil Marcus, su compilador: "Durante años, el mejor escritor norteamericano fue quien no escribía otra cosa que críticas de discos". Por último: Saegnitia Praecox, de Pablo Schanton, un largo ensayo, que se estiró hasta libro, sobre la apatía y la abulia del rock americano que sonorizaba a la Generación X. Lleva contexto, investigación, información e iluminación."
El periodista y escritor Sergio Pujol tiene una larga relación con el género. Su último libro es Oscar Alemán. La guitarra embrujada (Planeta). Tiene sentido preguntarle sobre las diferencias que encuentre entre abordar una nota y embarcarse en la escritura de un libro: "los libros sobre música son, en el fondo, libros de historia cultural. La narrativa musical es el caballo de Troya que me
permite cruzar las murallas de la Historia. En las notas, en cambio, doy rienda suelta al crítico musical, con su función valorativa".
Pujol también percibe cierto
"Hoy se escribe más y mejor sobre música que hace 20 años atrás. No sé si podemos decir lo mismo de la crítica literaria o de las artes visuales" Sergio Pujol
"destrato por parte del campo intelectual hacia los libros de música, que en las librerías están siempre al lado de los de cocina y deporte. Con suerte, son vecinos de los de cine. Pero en esto también hay culpa de los propios autores de libros de música, que suelen ser poco ambiciosos en sus aspiraciones literarias. De todos modos, la situación está cambiando a ritmo acelerado. Hoy se escribe más y mejor sobre música que hace 20 años atrás. No sé si podemos decir lo
mismo de la crítica literaria o de las artes visuales. No hay una fórmula ni un decálogo para escribir sobre música; el resultado dependerá del enfoque que se elija. Pero aún así diría que los buenos libros son aquellos que a base de investigaciones logran trascender el historicismo anecdótico y el panegírico."
Norberto Cambiasso, autor del fundamental Vendiendo a Inglaterra por una libra.
Bajo la mirada de Pujol, el mayor desafío consiste en lograr que un libro sobre música sea un objeto relativamente autónomo, placentero y enriquecedor leerlo por sí mismo, no como apéndice o accesorio de una experiencia intensa y directa llamada "música": "me interesa que el libro estimule una escucha más atenta del músico o el género sobre que el que escribo. En Oscar Alemán, la guitarra embrujada me propuse volver a poner en valor una figura extraordinaria, que supo ser muy famosa en los años 40 y 50, con toda su leyenda de correrías en la París de los años 30 sobre sus hombros, y que estaba un poco desdibujada en la memoria colectiva. Asimismo, no quise limitarme a la reivindicación y avancé sobre cuestiones que siempre me interesaron: las migraciones - de personas y de culturas-, los elementos cosmopolitas de la sociedad argentina, la relación de los porteños con el jazz, el lugar de lo negro en la sociedad criolla e inmigratoria. De esta manera, la vida de Alemán se convirtió en un relato de innumerables links."
Cuando le toca hablar de los libros que le gustan del género nombra a los siguiente: "El ruido eterno (The rest is noise), de Alex Ross, me parece un trabajo modélico en más de un sentido. Su modo de poner en diálogo los procesos históricos de todo el siglo XX con el desarrollo de la música contemporánea es inteligente, nunca forzado. Otro libro fascinante es de Greil Marcus: La historia
del rock en 10 canciones. Focaliza canciones poco conocidas, seleccionadas a manera de contra-canon, que funcionan como hipertextos de otras músicas y artefactos de cultura moderna. En el espacio de lecturas jazzísticas me impresionó Pero hermoso(But Beautiful) de Geoff Dyer. Es un conjunto de ensayos con fuerte carga ficcional en torno a grandes músicos de jazz (Lester Young, Thelonious Monk, Ben Webster, etc.)."
El periodista Juan Morris, secretario
"La dificultad es poder convertir esas notas ascendentes de un teclado, la distorsión de una guitarra o la calidez de una voz en un territorio conquistable por la escritura" Juan Morris
de Redacción de Rolling Stone Argentina, publicó Cerati, la biografía (Sudamericana). Un texto que cimenta su potencial en la fuerza narrativa para contar una vida exitosa y en perpetua búsqueda. Para Morris, la escritura se trató de un desafío alquímico: "el gran desafío de esta clase de libros es poder convertir a la música en un material narrativo. Que la música, las horas que pasan los artistas frente a una consola, la forma en que arman los acordes en su guitarra, los reverbs que le
agregan a un instrumento, el efecto de cámara con el que buscan darle ubicuidad a una voz, que todo eso pueda ser también una historia en sí misma. Mientras escribía la biografía tenía claro que si gran parte de su vida había pasado dentro de la música, mi desafío era convertir esas excursiones hacia un instrumento o dentro de un estudio de grabación en parte de la historia. Más allá de conquistar América latina con Soda Stereo parte de las aventuras de la vida de Cerati eran abstractas pero igual de apasionantes: la dificultad es poder convertir esas notas ascendentes de un teclado, la distorsión de una guitarra o la calidez de una voz en un territorio conquistable por la escritura, ponerle palabras a lo que no lo tiene, es un ejercicio sinestésico de convertir la música, las vibraciones producidas en el aire por los instrumentos, en paisajes, colores, texturas, estados anímicos. Es
apasionante."
Como parte del staff de una revista importante en su gremio, Morris reflexiona sobre las forma de sortear los lugares comunes en la escritura del género. "Escribir sobre música es un acto reflexivo, que implica escucharse a uno mismo, cómo suena una canción dentro en uno. Escucharse puede ser doloroso, incómodo, desconcertante o liberador, pero es siempre una experiencia única. No hay una forma correcta de escuchar una canción. No hay formas correctas de experimentar el arte. Por lo que hay que desprenderse de todos los «deber ser» que hay alrededor de la escritura musical. Hay que intentar transmitir de qué se tratan las etiquetas, cómo suenan. Al ser una materia abstracta y emocional, es normal sentirse inseguro y que estás pisando en el aire, entonces uno trata de agarrarse de algo firme, pero sobreactuar erudición creo que es el camino equivocado. Hay que tratar de ser preciso.
Al hablar de sus libros preferidos cuenta: "Fear of Music, de Jonathan Lethem. Es una colección en la que autores escriben sobre discos que los marcaron. Lethem es uno de los grandes escritores de nuestra época y el texto es una mezcla de evocación sobre la fascinación de cuando era adolescente y salió el disco, análisis musical de las canciones, reconstrucción histórica de la época, ensayo sobre el grupo y mirada sobre la cultura pop. Crónica Vol. 1, de Bob Dylan. Me encanta leer a una de las leyendas del Siglo XX sentirte frustrado y acechado por su mediocridad. Además, es un gran narrador. Y Like a Rolling Stone, de Greil Marcus. El libro es la fascinación y obsesión de Marcus por esa canción convertida en un texto que reconstruye cómo fue compuesta,
Juan Morris, autor de Cerati, la biografía.
qué influencias asimiló Dylan en ellas, análisis musical y el impacto que causó cuando salió."
Mariano Del Mazo escribió, junto a Pablo Perantuono, la biografía de Los Redonditos de Ricota Fuimos reyes (Planeta). Una aventura atractiva: "Fue placentero porque nos encontramos con un artefacto gigante y misterioso, que había que desactivar como si fuera una bomba. Lo que proyectan los Redonditos en la gente es insondable y ha construido fanatismos por doquier. No es habitual escribir sobre algo que fue importante en la vida de uno, y también -en diferentes intensidades- en la de miles de chicos y no tan chicos a lo largo de más de 30 años. Con Perantuono intuimos de entrada que la mitología de los Redonditos está plagado de malentendidos, aspectos que no habían sido contados, que se agazapaban ahí nomás: glorias, épicas y miserias. Cuando nos encontramos que Poli había tenido contacto con futuros integrantes del ERP, y que después el padre de Skay fue secuestrado por una facción de esa organización, nos dijimos: hay mucho más que la historia de una banda de rock and roll. Por acá pasa las tensiones de 40 años de historia argentina."
Como periodista de música con mucha historia en el medio, Del Mazo considera que un buen libro de música debe sortear la coyuntura, la excusa periodística, la efeméride, resistir lo máximo posible el paso del tiempo y tener "claridad de objetivos: qué quiero contar, qué quiero revelar, qué costado quiero profundizar. Me gustan los libros de música que, al pasar, me cuentan una historia. Me gustan los libros que aportan aspectos que ignoro, me gusta la incorrección pero no el amarillismo o la mera anécdota, me gustan las buenas entrevistas y la variedad de fuentes."
Entre los libros que están en su biblioteca elige a locales: "El mal entendido, la biografía sobre Piazzolla de Diego Fischerman y Abel Gilbert: notable lo bien escrita que está, y la combinación de análisis y data; el de Eduardo Berti con Luis Alberto Spinetta: Crónicas e iluminaciones, por su tono descontracturado en el
punto justo entre el fan y el periodista, y un tres por uno de Sergio Pujol: sus trabajos biográficos sobre Yupanqui, Discépolo y Oscar Aleman, libros que se complementan y que unidos son un vigoroso testimonio de la música popular argentina del siglo XX."
Sergio Pujol, un referente de la literatura consagrada a músicos y movimientos culturales.
El periodista Norberto Cambiasso acaba de publicar una obra fabulosa: Vendiendo a Inglaterra por una libra (Gourmet musical), donde se retrata, con la excusa de hablar de los comienzos del rock progresivo, una época apasionante a nivel cultural, político y económico de Inglaterra. "Desafíos y placeres hubo muchos en la escritura. El placer de redescubrir una música que fue la banda de sonido de mi adolescencia. Reescuchar con otros oídos cosas como Tarkus y Close to the Edge realmente cambió mi percepción del costado más comercial de esa música y derribó algunos prejuicios que tenía incorporados. Un desafío importante consistió en tratar de agrupar en un argumento coherente una inmensa cantidad de material (tanto musical como cultural e histórico). Y además intentar presentarlo de una manera atractiva, que no se volviera aburrido, pesado y mal escrito. Lo que quería demostrar en este primer volumen, a contramano de todo lo escrito sobre el tema en el mundo anglosajón, era que si bien el rock progresivo tenía sus orígenes en la contracultura de los sesenta, no por ello podía
tratarse como un mero derivado, puesto que pertenecía a una década (la de los '70) mucho menos optimista y bastante más conflictiva. Para demostrar el punto, me vi obligado a una reconstrucción puntillosa del período."
Como editor de la revista Esculpiendo milagros, recordada y hoy extinta, Cambiasso tiene sus propias ideas sobre lo que significa escribir un buen libro sobre música: "No se puede hacer sentido de las expresiones culturales (de cualquier tipo) sin un conocimiento adecuado de los contextos. Cuanto más se sepa del segundo, en mejores condiciones está uno de comprender a las primeras. Eso aplica desde un debate teórico-ideológico hasta la explicación de un disco, un libro o un film. El formalismo a ultranza, tan característico de cierta crítica contemporánea que hace un culto de los signos y los textos, me parece completamente desencaminado. Solo la erudición y la distancia crítica pueden esquivar los lugares comunes. Tenía claro desde el principio que lo importante en mi libro eran los propios protagonistas y cómo se percibía el prog en su tiempo."
Por último, Cambiasso habla de sus libros predilectos dentro del género: "mi modelo de crítico musical es Ian MacDonald, por su conocimiento profundo de muchos campos y su increíble capacidad para comprender y sintetizar el valor de los fenómenos musicales. Su libro sobre los Beatles, Revolution in the Head, sigue pareciéndome fundamental. Otra gran biografía es Crosstown Traffic, la de Charles Shaar Murray sobre Jimi Hendrix. Un ejemplo de cómo se pueden tratar desde otra perspectiva un montón de asuntos de los que suele ocuparse la academia y llegar a conclusiones enteramente diferentes.
El tercer modelo no es musical. Me inspiro en una larga tradición de historiadores británicos, de E. P. Thompson y Christopher Hill a Tony Judt o Dominic Sandbrook. Ellos me han enseñado a no amilanarme ante la necesidad de interpretar materiales amplios y desarrollos históricos de largo alcance. Y un referente argentino por antonomasia es el gran historiador Tulio Halperín Donghi."