Ensayo de “Nos han dado la tierra”
La trama de “Nos han dado la tierra” es bastante simple a primera vista. La historia trata acerca de cuatro campesinos exrevolucionarios: Melitón, Faustino, Esteban y el narrador. Ellos se encuentran caminando desde la maana y en el momento !ue comien"a la historia el sol est# miti$#ndolos a su mayor %uer"a. Evocan lo !ue est# sucediendo y cómo el $obierno les asi$nó esas tierras antes !ue ellos pudieran hacer al$o con la misma. En el camino hablan acerca de una $allina de Esteban y &nalmente lle$an a un pueblo donde parecieran reponer %uer"as, pero al &nal se menciona !ue sus tierras no est#n en el pueblo, sino m#s all# de 'ste( Nos han dado la tierra es una obra !ue aun!ue a primera vista denuncia un tema simple, posee un tras%ondo sociohistórico !ue se subdivide en dos partes. La primera es el tras%ondo del &n de la revolución, y el se$undo )en el cual se crió *ul%o) el tiempo despu's de la revolución y las consecuencias de la misma. El pasado de *ul%o tiene un impacto en toda su literatura, este se encuentra pla$ado de eventos e in+uencias externas, entre los primeros se encuentran la muerte de sus padres, inestabilidad poltica y ven$an"as, las cuales le a%ectaron directa o indirectamente. En las in+uencias externas se encuentra mayormente dos, la primera, el expansionismo estadounidenese- y el se$undo, el nacionalismo anterior y posterior a la revolución. in embar$o, el tras%ondo de la revolución es el !ue posee mayor impacto. La revolución mexicana /0102)01034, %ue en t'rminos simples una revolución no exitosa, %allida desde el principio, en el cual los supuestos intereses del campesinado )!ue era oprimido por los terratenientes) y la clase obrera, %ueron cumplidos. La realidad dista de ser 'sta, puesto !ue nunca hubo un cambio real, y mucho menos radical, en las leyes o en el $obierno. Los intereses y la ambición personal %ueron los 5nicos !ue prevalecieron. 6 la misma se de$eneró en simples luchas por el poder traduci'ndose en anar!ua, autoritarismo, represión y otras ba7as pasiones. 8l &nal de la misma poco se hi"o y muy poco se cumplió. 6 como la situación cambió, la literatura tambi'n lo hi"o. El escenario se movió de la ciudad a lo rural y el campesinado. 6 'sta expresó sus esperan"as, sus desilusiones, %racasos y crticas. 9niciando con el ttulo se puede apreciar una irona: “Nos han dado la tierra”. No precisamente les han dado la tierra sino un blo!ue inerte de vida. 6 al repetir esto lo hacen 5nicamente para liberar al $obierno de sus obli$aciones. osteriormente al ttulo aparece la primera ima$en: “Después de tantas horas de caminar sin encontrar ni una sombra de árbol, ni una semilla de árbol, ni una raíz de nada, se oye ladrar a los perros.”
;bs'rvese la primera parte de estas lneas. La primera ima$en !ue lle$a a la mente es de un lu$ar completamente vaco, desierto, desolado, muerto desde su ori$en y por pla"o perpetuo.
sta es la tierra que nos han dado. -austino dice+
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$!uál tierra nos han dado )elit*n&” Los campesinos como se observa, se encuentran desorientados, en cierto punto no saben ni por!u' caminan y mucho menos pareciera !ue supieran a dónde van. e siente tristemente, cómo ellos mismos se han resi$nado desde hace mucho a su situación, a su miseria universal y cómo se han sometido completamente a la voluntad de su $obierno y cómo 'ste obró para !uitarles los 5ltimos tra"os de libertad !ue posean. u miseria lle$a a tal $rado de pro%undidad al observarse lo !ue poseen: la nada en su expresión absoluta. 6 aun!ue en cierto tiempo re+exionan acerca de su situación, de su identidad y de la realidad !ue los envuelve, poco hacen acerca de la misma, sino m#s !ue censurarse y resi$narse nuevamente a su estado de miseria.
“'ero sí, hay algo. Hay un pueblo. (e oye que ladran los perros y se saborea ese olor a gente como si uera esperanza” “!onorme ba"amos, la tierra se hace buena. (ube pol#o...nos gusta/hora los ladridos se oyen aquí” “(í es una gallina colorada la que lle#a steban deba"o del gabán. (e le #en los o"os dormidos y el pico abierto 0 /llí escondida se te #a a ahogar. )e"or sácala al aire.” 8l$o !ue sin duda perdura en todo el cuento es un aparente estado de esperan"a. >esde el principio con el ladrar de los perros y como estos se van acercando, la $ota de a$ua y el polvo !ue sube de la tierra, este estado se percibe constantemente. ?odos estos si$nos dan un sentido de esperan"a hacia un porvenir me7or pero se mira como desaparecen al darse cuenta !ue la $ota se la tra$a la tierra y !ue su tierra est# allá arriba, más allá del ladrar de los perros, más allá de donde existe la vida y por supuesto más allá de donde reside la esperan"a. La $allina al parecer es de importancia irrelevante, pero si se observa de cerca, se puede ver, a mi parecer, otro estado de esperan"a. No es un estado de esperan"a hacia el %uturo, sino una esperan"a basada en la %e en el pasado. e observa una $allina !ue en un tiempo %ue sin duda lo me7or, un pasado codiciado- pero ahora yace des$astada y cansada, un presente sin optimismo. 8!u, el narrador le pide !ue la sa!ue a la $allina al aire por!ue si no se la #a a ahogar . Es decir, la pide para !ue todos la miren, para !ue evo!uen al pasado como una %uente de esperan"a y !ue no se aho$ue en un recuerdo olvidado. 6 por eso se piensa !ue el destino &nal de estos campesinos es la ciudad )la vida y esperan"a) pero lo m#s decepcionante es or el invariable desenlace: “Nosotros seguimos adelante, más adentro del pueblo. 1a tierra que nos han dado está allá arriba.” 8 primera vista pareciera !ue el ar$umento !ue se trata es bastante sencillo: una crtica hacia el proceso de repartición de la tierra !ue apela a la misericordia de los lectores para !ue tomen conciencia. ero, si se ve la recurrencia de ciertos patrones en toda la obra de *ul%o, se puede ver !ue invariablemente 'ste intenta )a trav's del ar$umento super&cial) tratar temas m#s pro%undos de la naturale"a humana. ?emas de trascendencia &loso%al. Estos podran ser la postura del hombre resi$nado a su universo in&nito /El Llano4, de cómo 'l mismo se resi$na a su estado de miseria espiritual o intelectual y muchas veces no cuestiona lo !ue da por dado, es decir, la autoridad o simplemente lo superior />ios, el $obierno4. Lo interesante de la %orma de escribir de *ul%o es de cómo, no 'l, sino sus persona7es, sin nin$una prisa, van describiendo por medio de ellos mismos lo !ue *ul%o !uiere ensear. Lo$ra introducir su ar$umento en %orma muy sutil y a la ve" sencilla lo$rando un estado en !ue a primera vista es muy di%cil percibir. Lo !ue le interesa %undamentalmente es el estado ps!uico de sus persona7es, hasta el punto
!ue todas sus acciones exteriores son solo de importancia en la medida !ue estos lo a%ectan interiormente. Los cuentos de *ul%o representan el constante desmoronamiento de toda esperan"a y el %racaso de toda ilusión. *ul%o en este sentido puede ser visto como realista o como esc'ptico, sin embar$o, lo !ue 'l !uiere demostrar en otras ocasiones no es el estado de la humanidad, sino al$o m#s personal, su posición ante esta humanidad de$radada. En pocas palabras, nos !uiere decir simplemente !ue 'l ya perdió )hace mucho tiempo) la %e en la esperan"a, la %e en el provenir y m#s !ue todo la %e en la humanidad. ólo !uiere darse a ver como un instrumento para prevenirnos acerca de al$o !ue 'l ya da por dado. La obra de *ul%o se mantiene en un aparente cambio constante y el hilo temporal en muchos de sus cuentos se traslada de %orma desordenada de una situación a otra, haciendo !ue muchas veces 'ste puede perderse. in embar$o, lo$ra criticar temas del estado de esterilidad del ser humano por medio del len$ua7e colo!uial y sencillo del campesinado mexicano- en el preciso momento en !ue 'ste 5ltimo se encontró en la desolación y en la nada, al &nal de la revolución de los intereses de los “mexicanos”- no de todos estos, sino de a!uellos de la “'lite mexicana”(