♪Nombre:
♫Ignacio Rodríguez ♫Macarena Sánchez Salazar. ♪Fecha: Lunes 9 de junio de 2014
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Introducción
♪Cabe destacar, como punto de partida léxico, que el pueblo investigado, se define como “aymara”, y no “aimara”.
Para este trabajo, nos propusimos hacer un análisis de los roles de las parejas en la vida aymara y la relación entre el hombre y la mujer dentro de está, regidos según su sistema de dualidad complementaria. Para poder hacer un trabajo claro, antes de comenzar definiremos algunos conceptos básicos de la civilización aymara, para así luego adentrarnos más precisamente en el tema.
♪Temático. Mencionaremos brevemente algunos puntos claves de la cosmovisión del pueblo aymara, para que en el análisis podamos comprender como el trabajo, el género y la cosmovisión están inevitablemente ligados entre sí.
“La cosmovisión aymara abarca ambos aspectos: su medio natural y su mundo sobrenatural. Es una visión religiosa que sacraliza el medio natural y que, al mismo tiempo, legitima la posición y función existencial del hombre en ese mundo. La cosmovisión da sentido definitivo a su existencia, inspiración a su lucha por 1
sobrevivir y energía a la defensa de su identidad étnica.”
Es esta la cita la que nos lleva a crear la hipótesis sobre la relación del trabajo, el género y la cosmovisión de este pueblo. Carlos Aldunate menciona aquí que todos tienen un lugar y una misión que no es porque si. Por esto mismo, creemos que el hombre y la mujer aymara no trabajan debido a un gusto o necesidad imperante, sino porque ellos nacieron con un 1
“Culturas de Chile volumen segundo. Etnografía: sociedades indígenas contemporáneas y su ideología”, Carlos Aldunate. Editorial Andrés Bello; Santiago de Chile, 1996. pp. 170. 2
lugar en el mundo. También confiamos en que la cosmovisión define a qué nivel debe trabajar el hombre y la mujer, teniendo en cuenta que está, como muchas otras, esta basada en la dualidad complementaria, el bien y el mal, adelante, atrás, etc. El hombre y la mujer también deben significar algo para lo que es esta sociedad.
♪Contexto Este trabajo será abordado desde el punto de vista de la sociedad aymara tradicional, aunque cabe destacar, que la forma de organización que el pueblo utiliza, en los tópicos que expondremos, se ha mantenido hasta el día de hoy, con salvedades como su ocupación geográfica, la cual se ha visto modificada debido a la expansión de industrias en la zona. Este trabajo está basado en algunos artículos extraídos de revistas de historia y apoyado en el libro “Culturas de Chile volumen segundo. Etnografía: sociedades indígenas contemporáneas y su ideología” de Carlos Aldunate. Como punto de partida para abordar el tema, partiremos hablando de la cultura como tal, diferentes aspectos dentro de esta; a modo de intentar esclarecer posibles dudas y, en el proceso, responder a nuestra pregunta:
¿Qué tanto influye la cosmovisión
aymara en
la relación diaria entre los
géneros?
El Pueblo aymara
El pueblo aymara está compuesto por diferentes etnias y lenguas, es una comunidad andina con una amplia gama de culturas. Los aymaras habitan parte de Bolivia (occidente), Chile (norte), Perú (sur) y Argentina (norte).
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Los aymaras organizan su territorio particularmente. Cada etnia tiene una capital o
“marka”, dividen el territorio en una cuatripartición hecha según su cosmovisión, que se basa en la dualidad. Esta cuatripartición se produce debido a una bipartición primaria y una secundaria. La bipartición primaria entre el sector sur y el sector norte, el primero es representado por Manqhapacha (que vendría siendo el mal, la oscuridad, lo de abajo, atrás, etc.) y el segundo es el sector sur, representado por Arajpacha (Lo bueno, lo de adelante, la luz, lo de arriba, etc.). Después de esto se produce la bipartición secundaria en donde se dividen los ayllus (los cuales son comunidades con un antepasado común). Esta bipartición divide las tierras altas de las tierras bajas. Pone a los pastores en las altas y a los agricultores en las bajas. En esta última bipartición podemos notar la división del territorio en base al rol de las personas; a su trabajo. En base a esto, y aplicando un análisis sociológico, podemos ver que, al igual que en nuestra sociedad actual, cada persona que compone la tribu tiene status y roles determinados, y aquí incluso el mismo territorio se basa en los status, los agricultores no vivían en el mismo lugar que los sacerdotes, por ejemplo. Además de Arajpacha que representa lo bueno y Manqhapacha que representa lo malo
hay una tercera “ pacha” que es Acapacha que significa “aquí”, y ésta representa el mundo terrenal, el de los humanos. Para que el mundo terrenal funcione, es necesario que las dos
“pachas” opuestas vivan en armonía. Es aquí donde viene el tema de la dualidad complementaria. Una necesita de la otra, se complementan entre sí. Como el hombre y la mujer, sin uno no puede existir el otro.
“Según esta cosmovisión, acapacha, está suspendido entre dos extremos: los fasto y lo nefasto; entre dos principios: el principio de la creación u ordenación del mundo 2
y el del kuti (vuelco, caos, muerte) (Kush, 1970: 148).”
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“Culturas de Chile volumen segundo. Etnografía: sociedades indígenas contemporáneas y su ideología”, Carlos Aldunate. Editorial Andrés Bello; Santiago de Chile, 1996. pp. 176. 4
“El hombre sabio busca llevar vida acertadamente en el acapacha, el mundo existencial del ego, ajustando su existencia y su comportamiento al justo equilibrio entre los extremos opuestos del arajpacha y del manqhapacha. Así , “estando bien 3
con Dios y con el Diablo”, se logra aquel tinkú.”
El Matrimonio
Al matrimonio en el mundo Aymara se le llama “Chacha-warmi” siendo este la unión entre dos seres humanos opuestos. El matrimonio está basado en la “panipacha” que es la dualidad entre los integrantes que lo conforman. La relación entre el matrimonio aymara de por sí, debe ser equitativa. Tienen tareas y roles que se complementan y que tienen una igualdad en importancia, a esto se refiere con “panipacha” a una dualidad complementaria en la que el uno y el otro se necesitan.
“Para comprender mejor el sentido de panipacha se desglosa la morfología de panipacha, que equivale en castellano a: Pareja humana, pani = dos (humanos), dual; /-pacha/ = sufijo nominal inclusor, que denota unión de dos personas. En efecto, panipacha significa dualidad en igualdad de condiciones de dos personas. En este contexto, denota un cuerpo dual con similitud de posiciones y categorías en la estructura. El concepto de panipacha es, entonces, el sustento intrínseco de chacha-warmi, y es aplicable no solo al cuerpo conyugal, sino también en diversos ámbitos sociales que tienen connotaciones duales, por ejemplo, la pareja de novio 4
(Mamani 1989).”
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“Culturas de Chile volumen segundo. Etnografía: sociedades indígenas contemporáneas y su ideología”, Carlos Aldunate. Editorial Andrés Bello; Santiago de Chile, 1996. pp. 176. 4 “Chacha- Warmi paradigma e identidad matrimonial Aymara en la provincia de Parinacota”, Manuel Mamani M., 1999, pp. 309. 5
En el matrimonio actual, quizás no en Chile pero si en otros países, es común en la mujer que al casarse adopte el apellido del marido reemplazando su apellido materno. Esto no sucede en el mundo aymara, ya que de ser así esto significaría que la mujer está siendo prácticamente sometida al hombre, lo cual es algo inaceptable, ya que la relación de matrimonio está comprometida con un carácter de reciprocidad dual, no sólo complementando lo positivo en la pareja, sino también complementando sus lados opuestos. Esto está totalmente relacionado con su cosmovisión, al igual que como funciona socialmente, por ejemplo la relación de Arajpacha con Manqhapacha (lo bueno y lo malo); deben llevarse bien. Si están en paz, el mundo terrenal Akapacha funcionara bien; habrá un equilibrio. Otra diferencia con el caso anteriormente dado, en el que se consideraría a la mujer como sometida del hombre, acá también existe un lazo muy importante entre los padres de cada persona. Los lazos familiares no se cortan nunca, por lo tanto el reemplazar el apellido de la madre por el del esposo significaría romper un lazo entre la madre y la hija. También es importante señalar que en el mundo aymara no es aceptable contraer matrimonio con familiares.
Los jóvenes si quieren contraer matrimonio, tanto hombres como mujeres, deben aprender lo que son las tecnologías andinas dependiendo de su sexo, si no lo saben serian prácticamente inútiles para las labores. Es necesario que esto sea así, ya que de esta forma se complementarán como pareja. De no saber trabajar las tecnología andinas habría una desigualdad entre la pareja.
“ En consecuencia, el aprendizaje de tecnología andina es imperativo para los niños y jóvenes aymara de ambos sexos (Gavilán 1996: 68), quienes al poseer este dominio gozarán de prestigio personal y familiar. Por el contrario, quienes carecen
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de tales dominios serán acreedores del desprestigio y reproche de la comunidad, especialmente los jóvenes que contraen matrimonio…”
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Con respecto al trabajo, ya mencionado en la cosmovisión, es necesario aclarar que también se encuentra dividido según donde se vive. Esto define que trabajo deben realizar, o que deben aprender para poder dominar estas tecnologías.
“Como es de advertir, la sociedad de la pre cordillera espera, de los jóvenes, el dominio de la tecnología agrícola: labranza de la tierra, manejo de las herramientas, selección de productos, etc.; mientras que la sociedad altiplánica, deben dominar la tecnología ganadera: crianza de animales, confección de elementos pastoriles, técnicas de trasquila, faenamiento de animales, etc. en ambos sectores se exige el dominio de las técnicas textiles. De esta forma el estatus y posición de ambos componentes quedan sancionados y garantizados por la sociedad aymara (Mamami 1989: 123).”
En el mundo aymara la mujer y el hombre poseen la misma categoría, incluso en los cargos tradicionales; ambos tienen los mismos cargos, de no ser así, la mujer puede reclamar sus derechos, los cuales fueron otorgados por la estructura aymara. En el matrimonio, en lo que a bienes conyugales respecta, ambas partes poseen sus bienes individuales propios. El trabajo en la sociedad aymara se encuentra dividido por género y por etapa de ciclo vital. Dependiendo de si son mujeres o si son hombres, les corresponderá realizar un trabajo determinado. La división por edad está determinada por lo siguiente:
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“Chacha- Warmi paradigma e identidad matrimonial Aymara en la provincia de Parinacota”, Manuel Mamani M., Revista de Antropología Chilena, 1999, pp. 311. 7
“… en el caso de los hombres, serán yocalla o niños (entre 5 y 12 años aproximadamente), wayna o joven (entre 12 y 18 años aproximadamente, etapa previa al matrimonio), chacha o esposo (varón que está a cargo de una unidad domestica, aun que la edad cronológica no es relevante, puede abarcar entre los 18 y los 60 años) y achichi o abuelo (varón que se halla en la fase final de su ciclo laboral, entre los 60 y 80 años). Para las mujeres son: imilla o niña (entre los 5 y 12 años aproximadamente), tawajo o joven mujer (entre los 12 y los 18 años: etapa previa al matrimonio), warmi o mujer casada (mujer a cargo de una edad domestica entre los 18 y 60 años) y apache o abuela (mujer en la fase final del ciclo 6
laboral, entre los 60 y 80 años…”
Además de la división por ciclo vital está la división por género, la cual está determinada por la actividad que se quiera realizar. Por ejemplo, las actividades que están ligadas producción y la reproducción son más comúnmente realizadas por las mujeres.
Conclusión: La cosmovisión aymara influye en toda la vida de las personas que pertenecen a esta cultura. Tanto el matrimonio como los trabajos que realiza la población, están condicionados a la cosmovisión. El trabajo que realizan depende de ella, por ejemplo, al principio de este ensayo mencionamos la organización del espacio según la cosmovisión, la cual estaba formada según una cuatripartición, ésta constaba de dos biparticiones, y cada una de estas divide las labores de los habitantes (Como ya demostramos en la investigación), dentro de esta los jóvenes debían de aprender las tecnologías andinas según el territorio al que pertenecen. Ambas situaciones tienen en común algo, ¿Qué? pues que los aymaras no aprenden las tecnologías andinas por gusto o necesidad, estas se condicionan a lo que es la cosmovisión (y no solo el tema de las tecnologías), ya que se debe aprender cierto número de costumbres para poder llegar a ser un buen trabajador y cumplir su labor de esposo eficiente, ¿Por qué? Pues para poder tener una igualdad entre 6
““Buscando vida…”: hacia una teoría aymara de la división del trabajo por genero”, Vivian Gavilán Vega, Revista de Antropología Chilena, 2002, pp. 104. 8
ambos integrantes del matrimonio, ya que si no es así se corre el riesgo de terminar con la armonía, debido a que no habría un equilibrio entre ambos. Se rompe la dualidad complementaria. La cosmovisión aymara es sumamente respetada. Ellos creen en ella y cumplen las tradiciones ancestrales por que respetan a sus ancestros, incluso se esfuerzan para que un matrimonio perdure y cuando enviudan consiguen pareja rápido ya que es un requerimiento
para ser considerados “gente”.
“La vida en pareja se requiere para distribuir el trabajo, pero también para cumplir con los ideales de personas en esta y en la otra vida, después de muertos. El matrimonio es el rito de paso más importante. Este marca a las personas como miembros sociales de la comunidad, adquieren de este modo la condición de Jaque 7
(gente) o adultos.”
A pesar de todo esto, en la última parte de la investigación, llama la atención que se siga siempre tan arduamente una reciprocidad entre los sexos en el matrimonio y en la vida diaria, pero sin embargo, los trabajos asignados a las mujeres son más pesados y conllevan más tiempo ya que se dice que los hombres necesitan más tiempo para el ocio.
“Las actividades reproductivas y productivas en manos de la mujeres inciden en que estas inviertan más trabajo. Los hombres así pueden disponer de mayores momentos de ocio como jugar futbol o divertirse con amigos y amigas. El ocio no es 8
bien visto en las primeras.”
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““Buscando vida…”: hacia una teoría aymara de la división del trabajo por genero”, Vivian Gavilán Vega, Revista de Antropología Chilena, 2002, pp. 114. 8 ““Buscando vida…”: hacia una teoría aymara de la división del trabajo por genero”, Vivian Gavilán Vega, Revista de Antropología Chilena, 2002, pp. 114. 9
Esto se contradice con respecto a la dualidad complementaria y a la igualdad que esta conlleva. Lamentablemente, este hecho en sí, da para una investigación diferente. La investigación nos pareció sumamente interesante, llama la atención como el pueblo Aymara cree en ese mundo sobrenatural que convive con el natural. Tienen una especie de
“karma”, podría decirse, y es fascinante. Además que, a pesar de lo último, el rol que le dan a las mujeres en la comunidad es admirable, e incluso el hecho de que las labores de mujeres tengan que ver con lo que es la reproducción, fertilidad y abundancia podría estar relacionado con el tema de la tripartición utilizada en las tradiciones (rituales): Mallcu, Pachamama y Amaru los cuales representan abundancia, fertilidad y distribución.
Bibliografía
““Buscando vida…”: hacia una teoría aymara de la división del trabajo por genero”, Vivian Gavilán Vega, Revista de Antropología Chilena, 2002.
“Chacha- Warmi paradigma e identidad matrimonial Aymara en la provincia de Parinacota”, Manuel Mamani M., Revista de Antropología Chilena, 1999.
“Culturas de Chile volumen segundo. Etnografía: sociedades indígenas contemporáneas y su ideología”, Carlos Aldunate. Editorial Andrés Bello; Santiago de Chile, 1996.
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