1º Capítulo: Tribus y Supertribus: Tomando en cuenta la serie de cambios impresionantes que el humano ha tenido que vivir desde hace millones de años, en que la Tierra empezó a poblarse, podemos decir que se ha provocado que el individuo busque modos de adaptación a cada nueva forma de vida. Por ejemplo, se han sustituido herramientas básicas de supervivencia por herramientas tecnológicas de trabajo y comunicación. El hombre ha evolucionado, sí. Pero según el criterio del autor, no ha evolucionado genéticamente lo suficiente acorde con lo que vive. Ya desde la Era de la Glaciación, según las evidencias, el hombre comienza a organizar de mejor manera su núcleo social. Las “tribus” van adquiriendo orden y sentido jerárquico. Aparecen las primeras civilizaciones o ciudades organizadas en algunas zonas orientales del Globo. Aquí podemos establecer establecer la diferencia fundamental entre entre una tribu y una supertribu: mientras que que en limitado e íntimo grupo tribal, todos sus miembros se conocen muy bien, en la supertribu, esto no ocurre. Ahora, un grupo tiene que estar liderado liderado por alguien. Aparecen las figuras de autoridad que que se encargan de administrar y guiar, también se hace necesario buscar formas de control un tanto más elaboradas para mantener en unidad e igualdad de condiciones a los crecientes grupos de gente. Paralelamente a este crecimiento poblacional, se producen choques entre tribus, supertribus y líderes por diferencias establecidas arbitrariamente por parte de quienes creen ser más astutos. Se hacen presentes la prepotencia, la injusticia y la competencia, ¿Por qué? Hay demasiadas personas, y la situación se hace cada vez más incontrolable. La pérdida del contacto persona-apersona se agudiza en la comunidad, ocasionando que las relaciones se resquebrajen. Es entonces, donde el hombre conoce la subordinación y el sometimiento, como no es conocido por todos, no interesa quien sea, es sólo persona que habita al lado. El perfil típico del “hombre delictivo” no parece encajar en el cuadro de la especie tribal, pero tribal, pero en el cuadro supertribal si. Si este habita en una supertribu, entonces ya está sometido a presiones a su alrededor. En el caso de un robo por ejemplo, lo haría incluso dentro de su supertribu, ya que no conoce ni es conocido por ninguno de sus miembros, no le importa despojar a alguien de lo que era suyo, después de todo, con él también han cometido injusticias. Hay que notar también, que no todas las supertribus se encuentran en las mismas regiones. Entonces, empiezan a marcarse diferencias entre las diferentes tribus de las regiones, manifestándose en cada una su propia cultura, costumbres, vestidos y modos de vida. Dependiendo de aquello, algunas ya participan en fiestas sociales, matrimonios, festividades populares, etc. De la misma manera sucede con las cuestiones religiosas y de idioma, a pesar de que cada supertribu tiene las suyas, esto hace que las relaciones entre los miembros del grupo se fortalezcan, pero que las relaciones con otros m iembros de supertribus se debiliten. De cualquier modo, aún incluso para establecer estas normas sociales de costumbres y creencias particulares, se ha necesitado por lo menos un líder por cada grupo de personas, alguien que guíe a la tribu y le ayude a permanecer en un mismo sentir. El hombre se ve en la ob ligación de buscar un sistema de representación más complejo para cada tribu. Surge la elección de dignidades y autoridades por “democracia”. Lo que viene luego ya es un tanto más conocido, los sistemas gubernamentales, de leyes, de administración ya es establecido, como sucede en nuestros días, en la mayoría de países, elegidos por el mismo pueblo. A pesar de que estos procesos en desarrollo también han tenido sus tropiezos, han logrado establecerse como el modo de gobierno primordial, hoy en día, hay muy pocos gobiernos comunistas, y monarquías al poder. 2º Capítulo: Status y Superstatus:
La lucha por la “dominación social” ha sido siempre una característica en todo grupo organizado. Día a día en nuestro medio vivimos una pelea constante: ¿los protagonistas? Todo aquel ser humano que de una u otra manera no se siente totalmente con su rango o posición social. Sin embargo, un status, cualquiera que sea, tiene un tiempo limitado de duración, ya que todos los individuos envejecemos y morimos, dejando esos espacios jerárquicos vacíos, y que deberán ser reemplazados con rapidez por nuestros descendientes. En este punto, el autor establece una especie de diez mandamientos de la dominación, los cuales, desde un primate hasta un actual líder nacional debe tener en cuenta al ejercer su autoridad: 1. Hacer clara ostentación de las galas, actitudes y gestos de dominación.- El ser humano acepta inconscientemente las señales y apariencia de poder. 2. En momentos de rivalidad activa, amenazar agresivamente a sus subordinados.- No basta tener poder, es preciso que se note. 3. En momentos de desafío físico, usted (o sus delegados) deben poder dominar por l a fuerza a sus subordinados.- Si las amenazas no funcionan, deben ponerse de manifiesto otras medidas más radicales. 4. Si un desafío implica más maña que fuerza, debe poder mostrase más inteligente que sus subordinados.- El líder debe ser astuto, inteligente, y decidido. 5. Debe sofocar las querellas que surjan entre sus subordinados.- Algo importante, ya que permitirá el orden y control en su administración. 6. Debe recompensar a sus subordinados inmediatos permitiéndoles disfrutar de los beneficios de sus altos rangos.- Hay que hacerlo con cautela, para evitar desmanes, y evitar posibles sublevamientos en contra de líder. 7. Debe proteger de una persecución injusta a los miembros más débiles del grupo.- Es decir, cumplir el rol de “defensor de los débiles”. 8. Debe tomar decisiones concernientes a las actividades sociales de su grupo. - Es quien impone normas y estatutos, el grupo está destinado simplemente a acatarlas. 9. Debe tranquilizar de vez en cuando a sus subordinados.- Pero de una manera sincera, la hipocresía tarde o temprano se refleja, las palabras se pierden en el aire. 10. Debe tomar la iniciativa al repeler amenazas o ataques procedentes del exterior del grupo.Debe ante todo, proteger a su tribu y velar por la unidad. Uno de los modelos supertribales que no ha hecho sino crear divisiones en las sociedades ha sido el “sistema” de clases sociales, que consiste en distinguir a las personas por la cantidad de pertenencias o posesiones a su haber. A pesar del tiempo transcurrido, variaciones en los nombres y diferencias de época, la esencia de los grupos sociales y jerarquía es la misma: el poder, beneficios y consideraciones son exclusivas de los que más tienen en una sociedad. De hecho, la demanda continua de nuevos modelos sociales y estereotipos, obliga a l os miembros de las crecientes supertribus, no sólo a adaptarse al modelo pre establecido sino a buscar romper aún más esquemas. Se llegó al punto de no pensar en nadie más que en uno mismo y en la superación PERSONAL, se perdió la esencia de la unidad e identidad t ribal, y ha llegado tan lejos, que aún ni las mejor intencionadas ideas de grandes filósofos y líderes mundiales han podido enmendar esta problemática. Es una situación que se ha ido de las manos. El habitante del zoo parecerá nunca estar de acuerdo con su status, si pertenece a una clase baja, luchará y luchará hasta llegar a una más alta (tal vez aparentará estar en una). Si ya se encontrara en una clase alta buscará ser superior a sus semejantes a toda costa. Desmond Morris dice, que la verdadera dominación, el verdadero status social, está relacionado
con la presión del poder y la influencia sobre los subordinados supertribales. Por esta razón si un individuo no alcanza “socialmente” lo que desea, tiende a f rustrarse y sus ideales de grandeza se desvanecen, y esto, en algunos casos, produce graves repercusiones. Un claro ejemplo lo encontramos en los machos de las supertribus, equivalentes a un padre de familia: su empeño para elevar su status le hace descuidar sus obligaciones como padre y cabeza de familia. Esto conlleva que su hijo, por ejemplo, encuentre en él una figura de ocupación y de trabajo más que una figura paternal; y esto, a su vez provoca un cierto desequilibrio en el estado de su salud mental mientras madura. Es entonces que el individuo de la supertribu se encuentra en un dilema: o fracasa y queda personalmente desilusionado, ó triunfa y pierde el control sobre su familia. En casos extremos de frustración personal, podemos ver el suicidio. No es más que un acto delictivo y perjuicioso en contra de uno mismo. Las causas de este comportamiento han sido estudiadas mucho, pero se han obtenido muy pocas conclusiones. Se propone que el suicidio y el homicidio tienen una más estrecha relación de lo que se imagina. Lo que si se ha comprobado es que, en lugares donde hay índices más elevados de homicidios, hay un mayor índice de suicidios y viceversa, lo que nos invita a creer que el suicidio y el homicidio son dos caras de la misma moneda. Alguien propuso alguna vez: “¿Por qué matarse a uno mismo si se puede matar a alguien más?”. Ahora, tomemos en cuenta el hecho de la violencia redirigida, y al hablar de esto, es necesario acotar, que es grave la violencia contra de los animales. En el pasado, los humanos sabían que los animales eran sus parientes, los tenían cerca y los respetaban, pero la evolución (incluso de mentalidad) hizo que estos humanos se alejaran paulatinamente de la vida animal, y obviamente se fue perdiendo ese respeto. Aunque en los últi mos cien años la crueldad hacia los animales ha creado conciencia de que no somos nadie para extorsionarlos, este tipo de comportamiento despiadado aún se practica: animales en cautiverio, corridas de toros, etc. En resumen, puedo decir, que el habitante del zoo humano, lucha ilógicamente para conseguir respeto ante los demás habitantes, sin darse cuenta de que hay muchos como él, y que lo único que logra es sentirse frustrado, tornarse violento, el caos y la confusión social dentro de una ya muy convulsionada sociedad supertribal. 3º Capítulo: Sexo y Supersexo: El comportamiento sexual del habitante del zoo, es parecido al comportamiento social, en algunos aspectos negativos, algunas cosas no son necesarias, pero parecieran serlo, sin medir daños ni consecuencias a cada uno de los dos animales involucrados en el acto sexual. Comparto el criterio del autor en creer que es inconcebible el hecho de que el hombre haya llegado a conocer oportunismo tal, que se ha convertido a esta actividad tan básica y tan gratificadora de procreación, en algo muy distorsionado y diversificado, sobretodo en los últimos años, en los que se ha visto cosas que nunca antes. Se divide al sexo en diez categorías funcionales que son las siguientes: 1. Sexo Procreador.- Tanto hombres como mujeres, estamos creados y diseñados para originar vida a través del sexo. La función básica y el objetivo primordial del acto sexual es precisamente ese: dar vida. Se podría entrar en extensos debates acerca de la procreación y el crecimiento desmedido de la densidad poblacional, sobretodo en algunos puntos del globo. Tanto las posiciones a favor como en contra tienen excelentes argumentos al tratar de justificar o no la prohibición de tener descendentes, en un mundo que cada vez tiene menos espacio. 2. Sexo de formación de pareja.- Somos, por naturaleza una especie formadora de parejas. Con a mor o no, cuando dos personas mantienen una relación, es muy probable que mantengan una vida sexual, así no sea con el fin específico de procrear. 3. Sexo de mantenimiento de pareja.- Este tipo de sexo, fortalece todo lo que el sexo de formación de pareja ya logró. En esta etapa tal vez los encuentros sean más frecuentes pero
menos intensos. 4. Sexo fisiológico.- La tensión fisiológica y la búsqueda de satisfacción sexual, son características del hombre y la mujer adultos. He ahí la necesidad de tener una experiencia orgásmica, la cual, en más casos de lo que imaginamos, es cumplida por la masturbación. Aún los individuos más célibes y abstinentes experimentan sueños eróticos, es más, producen más ansiedad debido al hecho mismo de abstenerse. En el caso de las mujeres se producen contracciones musculares y posiblemente secreción, en los hombres, los orgasmos espontáneos constituyen las emisiones nocturnas. El sexo fisiológico ha sido observado también en otras especies de animales, como elefantes, monos, gatos, delfines, etc., lo que nos hace creer que los sueños sexuales están presentes en todas las especies de animales. 5. Sexo exploratorio.- Una de las mejores habilidades o dones del ser humano es la creatividad, siempre ha encontrado nuevas formas de hacerlo todo, esto ocurre con el sexo. Hay evidencias de que en antiguas civilizaciones se practicaban nuevas posiciones, modos y maneras de tener relaciones sexuales a manera de exploración misma. Al igual que en otras categorías, el sexo exploratorio puede ser observado en otras especies de animales: los primates superiores, los grandes monos por ejemplo, exhiben una gama de experimentos sexuales, al encontrase cautivos. 6. Sexo recompensador por si mismo.- No podemos ignorar que de entre las causas que motivan a una relación sexual, está la de simple placer y satisfacción. Dentro de una pareja, una buena parte de los encuentros no se produce con el objetivo de reproducirse. Es más bien un momento de satisfacción mutua. Como un acto natural, no produce daño alguno, sin embargo, como todo, en exceso es malo. Puede acarrear consecuencias negativas para un individuo, sobretodo el desequilibrio en otros aspectos de su vida. 7. Sexo Ocupacional.- Podríamos también decir que es un arma contra el aburrimiento o una terapia ocupacional. Cuando hay un aburrimiento leve, simplemente hay desgano y falta de motivación, pero cuando el aburrimiento es intenso el impacto es diferente. Se produce ansiedad, desesperación e ira. Lo que busca este último estado, es simplemente ocuparse en alguna actividad, cualquiera que esta fuere, y mejor aun si produce placer. Se ha encontrado formas extremas de sexo ocupacional en hombres que han estado prisioneros durante mucho tiempo, quienes, lo que buscan es una cantidad de “deleite” para satisfacer sus exigencias fisiológicas. 8. Sexo tranquilizador.- Es la otra cara del sexo ocupacional, el otro polo. Cuando hay demasiada ocupación y agitación, un descanso es lo más gratificante, es algo como la búsqueda de una vía de escape. Así actúa de manera fundamental el sexo tranquilizador, constituyéndose en una de las alternativas más tentadoras, por así decirlo, al momento de un desestrés. 9. Sexo comercial.- La prostitución no es más que una transacción comercial. Ofrecer placer a cambio de dinero, generalmente, es un negocio. Esto o curre, por ejemplo cuando un hombre o una mujer se casa por interés, ofrece su cuerpo y su sexualidad a cambio de dinero. En otras especies animales es un poco diferente, en monas, se ha visto ofrecer sexo a cambio de comida, o pequeños pedazos de comida a los monos machos. 10. Sexo de Status.- Es el que se ha ido presentando en los años en los cuales el desarrollo y los cambios se han producido. El sexo de status está referido a la dominación. Por cuestiones naturales, el macho es el que somete a la hembra, quien es simplemente sumisa al deseo del macho de mantener una relación sexual. En los monos, el sexo de status, constituye un instrumento importante en su vida social. Sus frecuentes encuentros no son precisamente motivados por deseos sexuales, sino más bien por demostrar la dominancia sobre los individuos más débiles (incluso machos). Tanto en los hombres como en los monos, los comportamientos de dominación del macho y sujeción de la hembra pueden presentarse fuera de contextos sexuales. Un macho pued e copular
con el objetivo primordial de reforzar su ego masculino, más que cualquier otro de los nueve citados antes. Para un macho superior que mantiene sexo de status con una hembra, esta no es más que su “premio”, y pretenderá simplemente lucirla. Pero aquellos individuos que tienen problemas de inferioridad, es más probable que f recuenten a prostitutas para cumplir con la función de degradar a la hembra, exigiendo la sumisión que no pudo exigir en ot ra hembra. Este tipo de “trabajo” no puede ser más desigual, mientras más exhiba la hembra su sexualidad, el macho espectador se sentirá más dominante y poderoso. Si la necesidad el macho de realzar su ego es más intensa, más violento se vuelve y da lugar al sadismo. Una de las más frecuentes manifestaciones de sadismo es la violación. El sujeto encuentra en los seres más indefensos y vulnerables de la sociedad a los blancos perfectos para cometer los más egoístas actos de dominación sexual y violencia mal dirigida. Aquí un ejemplo, ¿Qué hubiera pasado si Hitler y Napoleón hubieran tenido una vida sexual normal? Seguramente la historia europea hubiera tenido un rumbo diferente. A Hitl er le faltaba un testículo y Napoleón no tenía sus genitales en las proporciones normales. Como su sexualidad no estaba del todo bien, compensaron descargando toda su agresividad convirtiéndola en brutal violencia. El sexo de status ha evolucionado como un sustitutivo de la violencia sanguinaria. Hoy en día, en todas las supertribus, todos los tipos de relaciones sexuales se practican. Como conclusión, podemos decir que para el moderno animal urbano del zoo, el sexo se ha convertido en supersexo. 4º Capítulo: Grupos Propios y Grupos Extraños: Uno de los mecanismos de comportamiento de los miembros delas tribus, cualesquiera que sean, es atacar a los miembros de un grupo extraño, un grupo que no sea el suyo. A continuación se analiza un poco lo que es una de las propiedades del hombre, que le hacen una especie tan única y muchas veces, incomprensible. En poco más de un siglo, desde 1820 hasta 1945, fueron nada más que 59 millones de seres humanos muertos por causa de choques entre grupos de una u otra clase. Mirándolo así como una gran suma, no logramos entender en qué momento el hombre empezó a matar (a veces de maneras muy crueles) a sus semejantes, pero pertenecientes a otra t ribu. ¿Con qué fin? Desde el punto de vista biológico, el hombre tiene la “necesidad” innata de defender tres cosas: a si mismo, su familia, y su tribu. Los animales de otras especies, también. Algo que no se puede dejar de mencionar, es que todas las especies más violentas que se han conocido, han terminado exterminándose unas a otras. El tiempo ha sido un factor trascendental en el cambio de comportamiento del hombre. El hombre sigue siendo el hombre, las familias, siguen siendo familias, pero las tribus ya no lo son, se han convertido en supertribus. Y por ahí podemos empezar diciendo que mientras el hombre comenzó a afianzarse en un determinado territorio, y dejó de ser nómada, ya tuvo algo que defender de los demás grupos: su espacio. Y como una “regla general” puede decirse que la tribu o grupo que en mejores condiciones se encuentre, saldrá victoriosa de cualquier tipo de conflicto. En una guerra por ejemplo, el contendor con más armamento, y más soldados será el que finalmente se lleve la victoria, y al parecer no le importará seguir luchando con otros grupos para seguir expandiendo su territorio y adquiriendo respeto y “status” respecto de otros grupos grandes. ¿Y qué es lo que nos han dejado las guerras? Nada más que un leve descenso en el índice poblacional mundial y graves repercusiones económicas. Las fuerzas cohesivas, aquellas que nos mantienen unidos, (a los miembros de un grupo) operan positiva pero internamente. En algunos períodos de la historia, nos damos cuenta que a pesar de que un imperio se expanda de tal manera que pareciera abarcar prácticamente a todo el mundo, vive en tensión por conflictos internos y guerras civiles. Se pertenece al mismo grupo, pero se han formado sub grupos que no son extraños, no, pero son diferentes.
Los sociólogos han determinado lo que denominan una “profecía de autorrealización”, que dice que los miembros de un grupo se basan mucho en las características físicas distintivas de ot ros grupos para pre-conceptualizar lo que son, de donde vienen, su cultura y su modo de comportamiento, llegando al punto de juzgarlos y agredirlos creándose a si mismo falsas ideas de los miembros de otro grupo. Lo peor de esto es que si algún miembro del grupo “juzgado” por así decirlo, hace algo que va en contra de lo establecido como “bueno”, se creerá que toda su colectividad actuará de la misma manera. Al recibir la agresión, los juzgados comenzarán a actuar de la misma manera que se creía originalmente que actuaban, y la “profecía” que en un principio se creía falsa se tornará verdadera. Las diferencias físicas ayudan a adaptar las subespecies a su medio ambiente, de modo que cada una de ellas se desenvuelve mejor en su propia zona particular. La especie humana ha formado especies distintivas mientras se distribuía alrededor de la Tierra, entre los grupos más representativos y numerosos encontramos a los caucasoides (blancos) con más del 55%, le sigue la sub especie amarilla con el 37%, luego la sub especie negroide con el 7% los grupos restantes que no suman más que el 0.5% juntos. A pesar de que las cifras a la actualidad no son exactas, podemos darnos una idea de cómo están distribuidas las sub especies. Los blancos históricamente han degradado, humillado y hecho de menos a lo s negros. Las disputas que se han producido por racismo son innumerables. Y hasta que las sub especies humanas dejan de tratar a otras sub especies humanas como inferiores o decadentes seguirán surgiendo problemas y de mayores magnitudes. Después de todo somos esencialmente lo mismo, sólo que bajo un vestido y color diferente. Hace más de dos mil años, Confucio dijo: “Las naturalezas de los hombres son idénticas, son sus costumbres lo que los separan”.
