El MÉTODO DE MARIA MONTESSORI
INDICE Introducción.................................................................................................3 El método.....................................................................................................3 La maestra.....................................................................................4 La educación..................................................................................4 El ambiente....................................................................................5 Educación sensorial.....................................................................................6 Materiales empleados....................................................................6 Conclusión....................................................................................................8 Bibliografía...................................................................................................9
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INTRODUCCIÓN María Montessori, doctora en medicina por la Universidad de Roma, trabajó varios años con niños con deficiencias psicológicas. A través del trato
con
ellos
consiguió
desarrollar
un
método
que
más
tarde
perfeccionaría aplicándolo en niños normales. Creó las “Case dei Bambini” para niños en edad preescolar, que tuvieron gran aceptación, de tal forma que sus métodos siguen utilizándose en la actualidad en colegios que llevan su nombre, como el Colegio Montessori en Zaragoza, International Montessori School en Madrid, entre otros. Cuando la doctora Montessori empezó a elaborar su método la base educacional existente consistía en que al niño no se le tenía en cuenta como persona, se le educaba para el futuro, no para el momento presente. Las necesidades del niño tanto físicas como espirituales no eran cultivadas. Al niño solo se le corregían las actitudes que desagradaban, sin pensar en el motivo de su manifestación. El método que desarrolló se basa en conseguir que dentro del niño se realice la adaptación psíquica, por lo que Montessori define su método como científico de principio a fin. Lo consigue no con una disciplina de enseñanza teórica, sino con la práctica de la observación, de la comparación y el juicio. Para Montessori “la educación del niño es la cuestión más importante para el porvenir de la humanidad”.
MÉTODO Comienza su método observando las necesidades de los niños y elaborando un mundo donde ellos puedan desenvolverse cómodamente sin la intervención de adultos. La creación de un entorno ordenado y seguro, donde el niño se responsabiliza de su cuidado y mantenimiento. Está hecho a su medida, igual que el de los mayores pero a menor escala. Sus escuelas son una casa en miniatura, con clases provistas de
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mesas, sillas, con baños, comedor, y aulas anexas para realizar otro tipo de actividades.
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Todo el material, adornos y útiles que hay en la escuela tienen que ser llamativos y atractivos para que los niños se sientan atraídos hacía ellos y los utilicen de forma voluntaria. En estas clases se reúnen niños de diferentes edades entre 3 y 6 años, lo que produce que haya actividades que unos sepan realizar y otros no, sintiéndose lo más mayores motivados a prestar ayuda a los pequeños, consiguiendo una grata satisfacción personal. En este ambiente se desarrolla la actividad social del niño. El niño actúa en total libertad dentro del aula, puede escoger el material con el que quiere trabajar. Con los ejercicios el niño consigue abstraerse, concentrarse en su mundo interior, pero para ello es necesario que se de un ambiente adecuado con calma, tranquilidad y orden.
Montessori realizó los
materiales con la intención de que la concentración conseguida con las repeticiones mecánicas de los ejercicios les ayudase a aprender diversos conocimientos.
La Maestra En esta educación es de gran importancia el saber hacer de la maestra. Tiene que ayudar al niño, pero no corregirle o enseñarle con superioridad. Su deber es vigilar al niño, procurarle todo el material que necesite, iniciarle en los ejercicios despertando su imaginación. Su educación moral ha de procurarla la capacidad de atender las necesidades anímicas del niño y tratarlo con cariño. La maestra debe conseguir que el niño llegue a actuar sin su ayuda.
La Educación Lo importante es el niño, pero no hasta tal punto que se le sobreproteja no dejándole actuar, realizando todas las actividades que el debe hacer e intentando que aprenda una ciencia sin sentido para él.
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El niño tiene que actuar sin obstáculos, en libertad. Los adultos solo podemos evitar los peligros que pueden perjudicarles, y enseñarles a hacer las cosas por sí mismos. De esta forma el niño se hace independiente y desarrolla su carácter.
El Ambiente Montessori da una gran importancia al ambiente donde se desarrolla la actividad del niño, tiene que ser proporcional en cuanto a dimensiones y de características adecuadas para que el niño pueda manipularlo por el solo, sin ayuda de adultos. Tiene que responsabilizarse interviniendo en realizar tareas simples como limpiar, mantener el orden, poner y quitar la mesa, incluso lavar los platos. El niño gasta su energía en actividades gratificantes que le ayudan al desenvolvimiento intelectual y al desarrollo de su capacidad sensitiva. Al ejecutar las tareas que elige libremente de acuerdo con su edad y capacidad de realización, alcanza grandes progresos que no se podría lograr en otras etapas de su vida, esto forma parte de la nueva pedagogía. Montessori nos propone el análisis de la cultura como elementos escalonados que deben aprenderse según se vaya elevando el grado de desarrollo sensitivo. Estos elementos van aumentando en dificultad y si uno de ellos no fuese adquirido en el momento oportuno, se pierde, imposibilitando la adquisición de conocimientos superiores, estableciendo la necesidad de regresar al punto perdido para poder avanzar y desarrollar correctamente la inteligencia razonadora y creadora.
Montessori, divide la técnica de su método en tres partes: educación motriz, educación sensorial y el lenguaje. Yo he elegido para el desarrollo la educación sensorial, porque es la que aporta un material didáctico que además de desarrollar los sentidos, a mi juicio, también complementa al desarrollo motriz, el lenguaje, la escritura, la música y la libertad.
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EDUCACION SENSORIAL El material didáctico que nos propone es muy sencillo y manejable por los niños, sin necesidad de un adulto, lo que hace que les atraiga. Aparte de los ejercicios propuestos para estos materiales, no cabe duda de que los niños son capaces de darles otras muchas utilidades, como construir edificios o casas, que también les ayuda a desarrollar sus sentidos. Todos los materiales expuestos en su método, se siguen utilizando en la actualidad, bien como material didáctico en las clases, o como juguetes comprados por los padres para que los niños se entretengan aprendiendo. Sin embargo entre los empleados por Montessori en sus aulas y los actuales, hay una gran diferencia de colorido, formas, dibujos más divertidos, más adornados…, pero la esencia y el objetivo pretendido son el mismo. Los materiales son utilizados por el niño con plena libertad, tiene la capacidad de elegir entre los juegos que están a su disposición y el tiempo empleado es ilimitado, es el niño el que determina cuando acaba de jugar, o cambia de juego. Durante
este
tiempo
que
permanecen
ocupados
con
estos
materiales las maestras solo les vigilan, e intervienen en el caso de que a las piezas se les de un uso inapropiado o se las estropee. Son las encargadas de guiar, más que de enseñar, a los niños para que desarrollen algunos ejercicios, como el de las figuras encajables o a darles alguna ligera noción, como el nombre de las piezas, pero son ellos, mediante la observación, la ayuda de otros niños, o mediante la experimentación, quienes aprenden a manejarlas. En el manejo de las piezas los niños cometen errores, pero no por ello son reprendidos, estos errores son parte del aprendizaje que les ayuda mediante una autocorrección a llegar a utilizarlas de forma adecuada.
Materiales empleados
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Para educar la vista y distinguir diferentes dimensiones Montessori nos aporta un material consistente en cilindros encajables provistos de un pequeño botón para cogerlas con los dedos, haciendo que los niños practiquen la habilidad prensora de la pinza (motriz). Está elaborado para fortificar la inteligencia del niño, mediante la observación, la comparación, ayuda a razonar y a decidir. Otro material con el mismo fin, son los cubos de madera de mayor a menor tamaño, los prismas de madera de colores, con sección cuadrada que va disminuyendo y otra serie de prismas que mantiene constante la dimensión de su sección pero varía su longitud. Todos ellos se utilizan para hacer torres u ordenarles siguiendo el tamaño de las piezas de mayor a menor o viceversa. Con estas piezas el sentido que se trabaja es la vista, pues el número de piezas es muy grande y el niño tiene que escoger entre ellas. También realiza la función motriz al tener que transportar las piezas, a veces casi tan grandes como sus manitas y otras veces muy pequeñas. A través de la temperatura del agua utilizada para lavarse las manos, el niño desarrolla el sentido térmico. Para desarrollar el tacto, nos propone listones con diferentes grados de rugosidad en su superficie, y también lijas, por las que el niño debe pasar las yemas de los dedos para apreciar los distintos acabados. Otros elementos con el mismo objetivo son las telas de diferentes grosores y materiales. Utiliza unas tablillas de madera de diferentes colores y pesos, pero de las mismas dimensiones, para que el niño aprecie el peso de material cogiendo las tablas y sopesándolas en sus manos. Este ejercicio se realiza con los ojos tapados para que no pueda ver el color de las tablas que es el que diferencia las de un peso similar a otras más pesadas. En las figuras geométricas encajables, similar a los cilindros, es necesaria la intervención de la maestra que propone el orden de las piezas y les enseña sus nombres, pero no para reprender al niño ni para enseñarle como se colocan las piezas. Estas figuras son planas, para que el niño las reconozca y aprecie su contorno ha de pasar los dedos a su alrededor, (le ha de enseñar la maestra como se realiza, para que aprecie 8
todos los detalles) movimiento que le ayudara a desarrollar la mano para el dibujo y la escritura, a la vez que se les enseña a nombrar todas las figuras, ayudándoles a ampliar su lenguaje. También desarrollan la vista al comprobar que no cualquier forma entra dentro del molde seleccionado por ellos, o al revés, no cualquier molde sirve para su figura. Este juego es completado con una serie de tarjetas con las formas de las piezas, representando el contorno grueso, fino, y la superficie entera. Estas piezas les dan a los niños muchas opciones de juegos diferentes. Con estos elementos consigue que el niño pase de la realidad a la abstracción. El oído se trabaja con una serie de cilindros que emiten diversos sonidos, del más agudo al más grave. Emplea campanillas para el reconocimiento de las notas de la escala musical, pequeñas arpas y el piano. Con la utilización de todos estos materiales se pretende que se consiga un reconocimiento de las piezas, de contrastes, como los colores, y diferenciación de objetos semejantes. La “lección del silencio” es un procedimiento a tener en cuenta, porque a la vez que los niños permanecen en silencio, ellos están en un juego, se acostumbran a estar en, y a apreciar el silencio, y al intentar escuchar cualquier sonido, agudizan el oído. Montessori afirma que este ejercicio desarrolla el espíritu social porque basta con que un niño sea travieso y rompa el silencio para estropear el ejercicio, pero yo añadiría que no solo este ejercicio, sino también en cualquier otro.
CONCLUSIONES El ambiente que nos propone Montessori para el desarrollo físico y psicológico de los niños se sigue utilizando en la actualidad en la clase de preescolar, lo que ratifica su acierto al crear un “mundo” para ellos. Sin embargo las directrices que marca para el comportamiento de la maestra no son tenidas totalmente en cuenta, actualmente lo que hace es enseñar más que dirigir o vigilar.
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Su método proporciona a los niños independencia de los adultos, en cuanto que ellos pueden desarrollar actividades, elegir, ayudar, pasando de ser un simple “estorbo” cuando un adulto realiza una actividad y no quiere ser molestado, a convertirse en una ayuda e incluso un compañero. La libertad de los niños en el momento de escoger sus actividades, así como el desarrollo de ellas sin apenas la intervención de la maestra, les permite conseguir una independencia y capacidad de abstracción muy útiles para su posterior desarrollo sensitivo, en el que comienzan con actividades de escritura, lectura, matemáticas. Los tiempos de las actividades los marcan los niños, permitiendo que cada uno tenga su velocidad de desarrollo. Podríamos hablar de enseñanza individualizada. El desarrollo de las clases en grupos de diferentes edades ayuda a la socialización, a crear un espíritu de colaboración prestando ayuda a sus compañeros, además de enriquecer y practicar su lenguaje mientras juegan. Resuelven problemas, aprenden a elegir entre varias alternativas, la más adecuada a través del juego, enfrentarse a nuevos retos a través de todo ello consiguen obtener una gran confianza en si mismos. Su educación, en este método, va dirigida a niños de preescolar, que es cuando se desarrollan con más rapidez la motricidad y los sentidos, el periodo sensitivo y el comportamiento humano. Su pedagogía al igual que Rousseau, está pensada para desarrollar las facultades del niño en su presente, que es el momento más importante, pues es, el que está viviendo. Dentro de este método también hay que tener en cuenta la actitud del niño frente a las actividades, haciéndose necesario para su desarrollo, que los niños mantengan una concentración en las tareas que realizan, ayuda mutua, orden, disciplina y respeto a los compañeros, sin lo cual el método no funcionaría. Es interesante señalar que no hace distinciones entre niños revoltosos o “trastos” y los niños más manejables, solo hace una pequeña referencia a ellos en la “lección del silencio”, lo que me hace pensar que ha esta edad todos los niños muestran el mismo interés hacia su método, con lo que no estoy de acuerdo. 10
BIBLIOGRAFIA - Montessori, María. Ideas Generales sobre el Método. Manual Práctico. Madrid. CEPE, S.A. 1994. (Colección Clásicos Cepe). ISBN 84-7869-155-3
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