El Arte Místico de la Respiración por Ralph M. Lewis, F. R. C.
Lectura para las Horas de Descanso
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El Arte Místico de la Respiración por RALPH M. LEWIS, F. R. C.
.•. .•. .•. El simple arte de respirar suspende al hombre entre dos mundos. El respirar introduce a la vida. De la vida parte la consciencia y, en los humanos, esto resulta en una concepción de un mundo físico. Además de eso, otras consecuencias de la respiración en el hombre son ciertos estados subjetivos, como ser la consciencia de un intangible ser y sutiles inclinaciones psíquicas. A estas últimas el hombre las ha asociado con un dominio invisible e infinito, que ha designado como el mundo espiritual o Divino. En vista de que el aliento es la causa primaria del fenómeno de la vida y de la consciencia espiritual del hombre, no es extraño que, por siglos, se haya creído que el aliento era el vehículo de cualidades Divinas. Las personas que tienen un punto de vista completamente objetivo, podrían pensar de otra manera. Podrían decir que el aire es solamente la chispa que enciende las otras propiedades del ser del hombre. Podrían afirmar que las llamadas cualidades espirituales del hombre surgen realmente del organismo del ser del hombre. El
aire, podrían decir, no es más que el impulso que pone en movimiento a la maquinaria orgánica. Es esta maquinaria -los diferentes sistemas somáticos del hombre físico- los que producen las funciones de la mente, el ego y la consciencia espiritual. El subjetivista, es decir, el religionista y místico, contraría esta opinión, resaltando que las propiedades químicas del aire, solas, como ser el oxígeno y el nitrógeno, no pueden mantener el funcionamiento normal del hombre. Ellos sostienen que una inteligencia impregna la fuerza vital de vida, lo que se explica por las funciones involuntarias de un organismo. Esta inteligencia, en alguna forma, tiene una afinidad con el aire que respiramos.
Desde que el ser y la consciencia parecen depender del aliento, es razonable que el aire que respiramos debe ser, o debe contener como una concha, la esencia espiritual. Los aborígenes de Australia del Oeste usaban una palabra, wang, para denotar aliento, espíritu y alma. Los primitivos groenlandeses declaraban que hay dos almas para el hombre, la sombra y el aliento. Los antiguos egipcios, después del reino del gran rnonoteísta, el faraón Akhnaton, enseñaban que el aliento hada las veces de puente a través del espacio, entre Dios y el hombre. El aire era una unión tenue e invisible con el Dios de más allá. El lenguaje hebreo revela igualmente esta unidad del aliento con el espíritu o alma del hombre. La palabra nephesh significaba aliento pero eventualmente se transformó en neshamah, que también significa espíritu. El Viejo Testamento revela que la infusión de aliento significaba para los antiguos más que la dádiva de vida al hombre. Significaba también la inclusión de alma dentro del cuerpo. En el Génesis, ll: 17, encontramos: "Y el Señor Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y respiró dentro de sus narices el aliento de vida; y el hombre se transformó en un alma viviente".
El atribuir cualidades Divinas al aliento, identificándolo con el alma, se debe en parte al modo en que piensan los hombres. Todas las cualidades o características que están relacionadas con la naturaleza espiritual del hombre, el ego, la consciencia e intuición, son totalmente inmateriales. No tienen substancia física aparte del cuerpo. Estos poderes parecen residir dentro del cuerpo; sin embargo, no asumen forma visible como el corazón y los pulmones. Se manifiestan solamente en el organismo que respira. Parecen cesar cuando el aliento se va. El razonamiento primitivo, aún común para muchos hombres modernos, tiende a conferir la misma naturaleza sobre condiciones o cosas similares.
Debe notarse en la mencionada cita que no se dice que haya infundido al hombre con alma, sino más bien con "el aliento de la vida". De allí el hombre se volvió
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"un alma viviente". Esta distinción provee una oportunidad para una interesante abstracción metafísica. ¿Hemos de inferir de esto que el alma acompaña a la fuerza vital de vida -el aliento de la vida- o que el alma acontece como un efecto de la fuerza vital que actúa sobre el cuerpo? En otras palabras, ¿es el aliento humano la causa del alma o es el medio a través del cual el alma entra en el cuerpo? Si lo último es correcto -que el aire engendra tales atributos como los que identificamos como alma- entonces la antigua doctrina que el aliento de la vida es una llave a la naturaleza espiritual del hombre puede reconciliar con las teorías de la ciencia moderna. Una mayor consideración de este punto hemos reservado para más adelante. EL ALMA, ¿UNA SUBSTANCIA? Las etimologías de las palabras griegas psyche, o alma, y pneuma, o aire, están relacionadas. En la clásica filosofía griega, el alma y las cualidades espirituales se han hecho muchas veces depender del aliento. La idea no era que el aliento causaba vida y que el alma más tarde residía dentro del cuerpo, sino más bien se pensaba que el aire que se respiraba estaba infundido con la substancia del alma. La filosofia estoica relata que "pneuma -aliento o espíritu- no es más que una parte de una gran alma mundial". Debido a que la mente o el principio racional era del Alma Mundial, la inhalación de aliento le traía al hombre esa inteligencia 4
Divina que se manifestaba dentro de él como razón o intelecto más alto. Debe admitirse que ordinariamente es muy difícil para la mente humana albergar la idea que una grosera substancia corpórea, como ser el cuerpo, puede engendrar tales cualidades incorpóreas como las que se atribuyen al alma. Parece más probable para la mayoría de las mentes que el alma está relacionada con una substancia más sutil. El aire es invisible y, para la mente de los antiguos, era igualmente infinito. Por consiguiente, parangonaba aquellas cualidades concebidas para la naturaleza Divina del hombre. Era plausible para ellos que el aire era o una emanación directa de la esencia "Divina" o el portador de ella. A causa de la importancia del aire para la vida y por la especulación de su relación con el alma, los filósofos griegos también buscaron la forma de comprender el mecanismo de la respiración. Plutarco, en sus ensayos, cita las teorías de la respiración postuladas por Empédocles, Asclepiades y Herophilus. La teoria de este último muestra una asombrosa comprensión del proceso fisico de la respiración, anticipándose a las explicaciones de la fisiología moderna. La identificación del aliento con el alma llegó a influir en muchos rituales religiosos y filosóficos, al igual que en las costumbres sociales. En la Roma antigua, el pariente más cercano se inclinaba sobre el 5
lecho de muerte para inhalar el último aliento del que se iba. Se creía que el alma salía de la boca cuando estaba yéndose la chispa vital. El pariente posiblemente podría inhalar algunas de las cualidades inmanentes del alma, las que se introducirían a su propio ser o, al menos, que estas cualidades podrían preservarse dentro de él.
dentro de la mayoría de los hombres. La respiración se ha comparado por estos orientales como el "punto de partida de la meditación". En escritos atribuidos a Hermes Trismegistus, el personaje legendario, como ser el ensayo "El sermón de Isis a Horus", se relata que todas las cosas vuelven a su origen. "La Muy Sagrada Naturaleza ha puesto en todas las criaturas vivientes la señal clara de este regreso, pues ese aliento que tomanos de arriba, fuera del aire, lo mandamos arriba de nuevo, para tomarlo nuevamente".
El aliento, como la fuerza vital de vida y, por lo tanto, impregnado con la esencia del alma, se creía que poseía grandes cualidades terapéuticas. Entre mucha gente, el soplo del aliento sobre áreas infectadas del cuerpo o sobre los enfermos, se consideraba beneficioso para el afligido. Debido a que se creía que el alma entraba con el aliento y se iba con él, se afirmaba que el soplar el aliento sobre otros podría también impartir la esencia espiritual. Hasta encontramos referencias a esto en el Nuevo Testamento, donde se relata que Jesús respiró sobre los discípulos, impartiéndoles el regalo del Espíritu Santo.
En las doctrinas budistas se dice que el ritmo de respirar es sólo una parte del ritmo completo del universo. Este ritmo ejemplifica el movimiento cósmico de aumento, reducción, expansión, contracción, absorción y expulsión, como se atestigua en los otros fenómenos de la naturaleza. Philo de Alejandría, dijo: "El pasado, él (Moisés) llama al Aliento de Dios, porque es la cosa que da más vida (en el universo) y Dios es la causa de la vida".
Es en las doctrinas herméticas y esotéricas del misticismo y las religiones de la India en particular que se le da importancia al acto natural de respirar. La respiración se ha desarrollado en un arte místico o ciencia por medio de la cual la consciencia espiritual se desarrolla. El respirar se considera un mediador entre lo consciente, el mundo mortal, y lo inconsciente, es decir, la inteligencia del alma que yace durmiente
En su ensayo sobre los elementos. Paracelso, afamado médico, Rosacruz y alquimista, dice que los otros tres, aire, fuego yagua, surgen del aire -"el aire le da fuerza al mundo y lo mantiene junto como un dique a una ciénaga . . . El aire, nuevamente, es como una piel dentro de la que está guardado un cuerpo, a saber, el mundo entero". En esta idea, Paracelso -al igual que antes que él el antiguo pensador Anaxímenes- confiere
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prácticamente sobre el aire la naturaleza substancia original de toda la existencia. RESPIRACIÓN
de ser la
CONTROLADA
A los hindúes, sin embargo, se les debe reconocer el haber considerado la regulación de la respiración como una ciencia por medio de la cual pueden alcanzarse ciertos fines ascéticos y espirituales. El yoga es un sistema de enseñanzas que fue derivado de la filosofia Sankhya. Gradualmente se ha separado tanto del Sankhya, que sólo los estudiantes más diligentes llegarán a conocer su pasado origen. Las doctrinas yogas tuvieron originalmente la intención de llevar la mente subliminal del hombre a una afinidad más cercana a las fuerzas y poderes de la naturaleza. Se dice que son torpes las funciones somáticas y las actividades corporales u objetivas, y por eso interfieren nuestra unidad absoluta con la naturaleza. La consciencia del cuerpo y la objetiva deben ser subordinadas, afirma el yoga. Se dice que la regulación de la respiración alcanza ese fin. En consecuencia, el yoga se hizo un método por el cual el individuo, el ser interior, se integraba con el ser universal, del cual el primero es una extensión.
piración debe suspenderse por cuanto tiempo sea posible. El respirar debe ser "sobre un área la más pequeña que sea posible". Esto se refiere a la respiración poco profunda. También se sostiene que el número de respiraciones debería ser disminuido gradualmente. A medida que se alarga la duración de la respiración suspendida, ésta se vuelve menos y menos profunda. ¿Precisamente por qué la respiración suspendida? ¿Por qué lo recomienda el yoga como un objetivo de todos los aspirantes espirituales? Primero se indica que es necesario controlar la respiración porque molesta la atención, tan necesaria para la meditación profunda. Cuando uno comienza el pensamiento abstracto, el movimiento rítmico del pecho distrae la concentración, pero a medida que uno se adentra en la meditación, la idea dominante lo hace a uno inconsciente del movimiento respiratorio. En las recientes doctrinas yogas se asegura que la respiración controlada es necesaria para la limpieza de las impurezas de la mente y el cuerpo y para alcanzar el estado ideal: en otras palabras, unidad con el ser universal.
El método de respiración controlada se llama pranayama, que es una combinación de dos palabras: prana, respirar para adentro o inspiración, y una modificación de la palabra apana que significa exhalación. Los yoga-sutras, o doctrinas yogas, relatan que la res-
Las doctrinas yogas añaden que la regulación de la respiración tiene un efecto terapéutico en los sistemas del cuerpo. Afirman que conduce a un aumento de la belleza y la longevidad, condición que, a su vez, trae equilibrio, gracia y poder personal.
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Parecería que los antiguos hindúes tenían una excelente comprensión de los efectos físicos y psicológicos de la respiración. Es evidente que hicieron un muy cuidadoso o lo que llamaríamos un estudio científico de la respiración. Estimaron el número de respiraciones por minuto, los que corresponden muy cerca a los dados por la fisiología moderna. También estaban aparentemente conscientes de que hay una relación entre el sistema respiratorio y las emociones. Con el control del aliento, las acciones reflejas estimularían o deprimirían las emociones. Al inducir ciertos estados emocionales, se vivificaría la consciencia interior o psíquica y podrían alcanzarse con mayor facilidad los estados subjetivos. LA RESPIRACI6N
y LOS SISTEMAS NERVIOSOS
riales del cuerpo, como un golpe de agua fria, panoramas poco usuales, sonidos o estados emocionales, afecta~ el ritmo respiratorio. Aquello que afecta a los nervios sensoriales altera las actividades del centro respiratorio y puede aumentar o decrecer nuestra respiración, como lo sabemos por experiencia. La respiración es activa y pasiva. La inspiración o inhalación es activa. Los músculos son expandidos. La exhalación es pasiva. Los músculos, siendo elásticos, vuelven gradualmente a lo normal, sin esfuerzo. Se cree que después de la exhalación la aumentada cantidad de dióxido de carbono en el torrente sanguineo actúa como un estímulo en el centro respiratorio. Desde el centro respiratorio, entonces, los impulsos nerviosos pasan, vía espina dorsal y fibras nerviosas, a los músculos intercostales y a los del diafragma, originando de nuevo la inhalación.
Hemos aprendido, a través de las investigaciones de la ciencia moderna, que el centro respiratorio que dirige nuestro casi involuntario acto de respirar, está localizado en la "medulla oblangata". Es este un bulbo espinal situado en la parte de arriba de la espina dorsal. Es un órgano que funciona para la conducción de impulsos entre la espina dorsal y el cerebro. Experimentos han probado que este centro es automático. Tiene una inherente actividad rítmica similar a aquella de los músculos del corazón. Es particularmente sensitiva al estímulo reflejo. El centro respiratorio está conectado con los nervios y senderos craneanos y espinales. Un estímulo de cualquiera de los nervios senso-
Se sabe que las enfermedades pulmonares que afectan la respiración rítmica, estimulan o deprimen las emociones de la persona afectada. Igualmente, el sistema nervioso simpático se afecta por la respiración. La sangre se carga con la respiración profunda. La energía es transmitida, por afinidad, desde el sistema nervioso espinal al simpático y, a su vez, afecta los centros psíquicos y de este modo es avivada la consciencia psíquica o interior.
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Cuando estamos emocionalmente perturbados como cuando repentinamente nos asalta el miedo, si respiramos profundamente y mantenemos la respiración, ayudamos a suprimir la turbulencia emocional. Las células de la sangre y las glándulas son revitalizadas por esta respiración profunda y el sostener el aliento. A través de la acción refleja, el centro respiratorio estabiliza de nuevo la respiración, lo que ayuda en el control de las emociones. El mantenimiento del aliento, mientras no cause incomodidad, ayuda a aclarar la mente y estimula los procesos del pensamiento. El aliento, repetimos, debe ser mantenido por cuanto tiempo sea cómodo hacerlo. El relajamiento es facilitado por la exhalación. El aliento debe ser exhalado tan completamente como sea posible, sin experimentar tensión. La duración, sin inhalación, debe ser por cuanto tiempo sea cómodo. Si se prueba tres o cuatro veces, hay un notable alivio en la tensión.
por orden del Cósmico significamos la inherente armonía del universo. Si deseamos, podemos hasta llamar alma a esta orden o armonía del universo. Más apropiadamente, sin embargo, podemos decir que, cuando • respiramos, somos infundidos con una inteligencia y un poder que actúa en el organismo físico, nuestro cuerpo, de tal modo que, en un ser complejo como es el hombre, se producen esos estados de consciencia que definimos como mortales y espirituales. De modo que la semilla del alma está en el aire que respiramos.
Desde el punto de vista Rosacruz, el aire que respiramos, aparte de sus propiedades químicas, contiene una polaridad, es decir, una cualidad de una doble esencia cósmica. Esta polaridad de la esencia cósmica es inmaterial, en contraste a su opuesto, que sale de los elementos materiales en los que consiste el cuerpo. El elemento inmaterial, o polaridad, es positivo o más activo que el que sale de la comida yagua que consuminos. Lleva consigo la orden rítmica del Cósmico; 12
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Los Rosacruces
lo inyitan ... a compartir con ellos su útil conocimiento, que hace la vida más disfrutable y libre de muchas de las dudas y confusiones que acosan al promedio de los hombres y mujeres de hoy. Los Rosacruces son una fraternidad no sectaria; dedicada a una investigación de los altos principios de la vida como están expresados en el hombre y en la naturaleza. Los llamados misterios de la vida y de la muerte, las desigualdades entre la gente, el propósito de nuestra vida aquí, son aclarados por las razonables enseñanzas Rosacruces. Las viejas verdades expuestas por los Rosacruces proveen a hombres y mujeres de ese útil conocimiento de los principios Cósmicos que les hace posible dominar sus vidas en vez de violentarlas con los años. Usted se asombrará de sus propias potencialidades y de las oportunidades concedidas a usted para que realice sus más caras esperanzas y sueños. No se requiere cambio en sus asuntos personales o sociales. Escriba hoy solicitando el libro gratis EL DOMINIO DE LA VIDA, que explica qué y quiénes son los Rosacruces y además cómo pueden ellos ayudarle en su vida. Dirija su carta a: ESCRIBANO L.H.D.
Los
ROSACRUCES (AMORC)
San José, California 95191, E.U.A.
