El Análisis Oracional Las guerras se pueden luchar con armas, pero pero se ganan con hombres. hombres. Es el espíritu de los subalternos y de los líderes que logra la victoria.
General George S Patton. Jr. Está Está clar claro, o, por por tant tanto, o, que que debe debemo moss part partir ir en nues nuestro tro anál anális isis is de lo que que hemo hemoss denominado oración, en principio: un sintagma que expresa coherentemente algo: «Si vienes mañana, iremos de excursión». «El viento sopla con uer!a». "mbos sintagmas son oraciones, aunque de mu# diverso tipo, como como veremos. Son sintagmas con un sentido completo, coherente. "hora bien, como en el caso de los signos, nos conviene delimitar la oración en su orma más simple, para estudiar sus caracter$sticas, su composición # sus posteriores transormaciones. %or deinición #a sabemos que la oración será: & 'ndependiente 'ndependiente desde el punto de vista semántico (coherencia). & 'ndependiente sintácticamente. sintácticamente. & *omo consecue consecuencia ncia de las dos caracter caracter$stica $sticass anteriore anteriores: s: ir enmarcada enmarcada pausas cuando cuando se trata de expresión expresión oral.
entre
+o rene rene estas estas caracter$sticas caracter$sticas del sintagma sintagma «iremos de excursión», excursión», porque su sentido sentido depende de otro sintagma: «si vienes mañana». -ampoco -ampoco las rene «si vienes mañana», por la misma ra!ón # porque, además, depende sintácticamente sintácticamente de «iremos de excursión». S$ que las rene «el viento sopla con uer!a». & %ero an pode podemos mos encon encontrar trar sintag sintagmas mas con con menor menor nmero nmero de signos signos que tenga tengann independencia independencia semántica, sintáctica # va#an enmarcados entre pausas: «en». «/0ravo1». «2esde luego». «+o», etc. 3o caracter$stico caracter$stico de estas oraciones oraciones simples es, es, además además de que dicen dicen o predican algo algo mediante un reducido nmero de signos ling4$sticos, la presencia de un predicado de naturale!a comunicativa, expresiva o apelativa. En eecto, el criterio ormal más seguro para delimitar una oración simple es la presencia real de al menos un signo que realice la unción de predicado. & 3a unción de predicado predicado se halla en en la base de toda maniestación ling4$stica. 3o que comunicamos o expresamos es el predicado cuando nosotros nos hacemos su5etos de nuestra expresión. Sin predicado no existe comunicación o expresión posible dentro de la lengua. +o debe conundirnos el hecho de que la ma#or parte de las veces ob5etivemos nuestra expresión haciendo aparecer un su5eto # un predicado externos a nosotros mismos:
«olverán las oscuras golondrinas». «6an venido todos por el mismo camino». Es esto precisamente lo que conunde el estudio de determinadas oraciones tradicionalmente consideradas como el$pticas. "s$, cuando utili!amos el lengua5e en unción apelativa pura: «*haval, escucha». «7ira, ven». «/Eh, t1», etc. # a veces, expresiva: « /6ombre 1». «/*aramba1», etc. En estos casos, pues, aparecen sintagmas simples que uncionan con independencia sintáctica # semántica. *abe ante ellos dos interpretaciones: como nos hallamos uera del normal plano comunicativo del lengua5e, no se trata de oraciones simples: nada se predice o comunica, sino que llamamos a alguien o expresamos algo. El análisis gramatical puede, en estos casos, reducirse precisamente a señalar el valor expresivo o apelativo de estos elementos. El análisis es posible cuando estos sintagmas tienen, además, alguna carga comunicativa, en cu#o caso aparece el predicado gramatical: «/3ástima1». «/*uidado1», etc. 2e modo más simple se puede considerar el sintagma con estas caracter$sticas como la expresión de un predicado cu#o su5eto es quien lo emite. 6a# algunos sintagmas que son oraciones aparentemente simples, pero que sólo se pueden considerar tales en relación con el contexto o la situación: &«8*uándo me pagarás9». &«7añana». «7añana», en este caso, rene en apariencia todas las caracter$sticas de la oración simple. En realidad su sentido es demasiado dependiente, determinado, por el contexto. +o ha# inconveniente en denominar como predicado a todos estos sintagmas que aparecen ocasionalmente ormando una oración simple, porque sta es la unción que &en deinitiva& asumen (como qui!á, 8S$9, bueno, 8;u9, etc.), pero cuidando siempre de señalar su carácter contextual o situacional. & "s$ pues, si hemos dicho que la lengua unciona mediante la emisión o creación de oraciones # que stas constan obligatoriamente de un %redicado # un Su5eto, impl$cito o expl$cito, está claro que el proceso del habla puede resumirse genrica e inicialmente en una regla mu# sencilla: el hablante emite oraciones o sintagmas de enunciados completos # coherentes caracteri!ados por su composición de S (Su5eto) # % (%redicado).
&&&? (S) @ % En donde = indica «primera regla gramatical»A >, «oración»A &&&? «compuesta o ormada por»A ( ) que puede aparecer o no realmente con el sintagma oracional.
B
En adelante trataremos de ir resumiendo la teor$a gramatical mediante reglas de este tipo, lo más generales # sencillas posibles. Estas reglas tienen la venta5a de presentarnos el aspecto dinámico del proceso ling4$stico. El hablante se expresa realmente aplicando «in mente», inconscientemente, esas reglas a la sustancia del contenido, al contenido semántico que quiere expresar mediante la lengua. 7ediante estas reglas relaciona los signiicados con los signiicantes, relación que debe ser ob5eto de estudio de la gramática. La Oración Simple: Variedades Formales Y Semánticas.
&"ntes de pasar a explicar otros tipos de uncionamiento gramatical conviene que enumeremos siquiera las variedades de este tipo de unidades, las oraciones, que llamaremos simples, cuando se nos presenta con su orma más sencilla, con un solo S # un solo %. %or variedades semánticas entenderemos los tipos de signiicados que pueden transmitir, a nivel general, claro, es decir, signiicados genricos. Segn las intenciones de quien reali!a este proceso &la ormación # emisión de oraciones& la oración simple puede ser una airmación, una negación, una exclamación, una interrogación, la expresión de una posibilidad o de una duda, o &en in& la maniestación de un deseo o de un mandato. eámoslo a travs de e5emplos concretos: & >raciones simples enunciativas airmativas. Son las más recuentes en todas las lenguasA se suelen adoptar al modelo genrico #a presentado (S @ %) sin especiales rasgos distintivos: «El niño intenta extraerse las ideas por la nari!» (C. <óme! de la Serna). «El tiempo se ha posado deinitivamente sobre nosotros» (*. Dos *ela). & >raciones enunciativas negativas. Se distinguen de las anteriores solamente por la presencia de algn tipo de negación: «El humo no logra pintarle bigotes al cielo» (C. <óme! de la Serna). & >raciones exclamativas. Se reconocen gráicamente porque suelen ir entre signos de exclamación. En el lengua5e oral lo que var$a es su entonación, que el hablante adecua a sus intenciones con altos # ba5os caracter$sticos. *on recuencia aparecen en este tipo de oraciones dislocaciones del orden más lógico # recuente de los elementos oracionales, as$ como inter5ecciones: «/;u lástima que esto no sea pecado1» (%. 0aro5a). «/;ue di$cil resulta a veces depurar la verdad de las cosas1» (. "#ala). & >raciones interrogativas son las que empleamos para preguntar algo. Se caracteri!an en el lengua5e oral por un tipo de entonación inconundible #, a veces, por la presencia de pronombres o adverbios interrogativos («qu, quin, cómo, cuándo...»). En el lengua5e escrito suelen ir enmarcadas entre doble signo de interrogación: «8*ómo tienes los o5os9» (. 'nclán). «86as ido t alguna ve! a eso del caeteatro9» (". Famora). & >raciones dubitativas. 3a posibilidad o duda se señala ling4$sticamente por medio de algunas part$culas («o5alá, qui!á...»), la orma de los verbos (uturos de indicativo, condicionales # tiempos de sub5untivo), o palabras # sintagmas que signiiquen este mati! («poder, durar, creer», etctera): «%odr$a parecerle a usted el lance gracioso» ("!or$n).
G
«%odis consultar el libro» (3. raciones desiderativas. *on ellas expresamos un deseo. Son áciles de reconocer, además, porque suelen llevar el verbo en sub5untivo: «/;ue sigáis viendo muchos entierros1» (. 'nclán). «2ios va#a contigo, Sancho hermano» (*ervantes). o ormulillas especiales que indican el deseo: «" ver si consegu$s divertirnos un poco» (0aro5a). & >raciones exhortativas. 'ndican un mandato o una prohibición más o menos uerte. Suelen llevar el verbo en imperativo o uturo imperecto de indicativo: «+iña, ve a colgarme la capa» (. 'nclán). «25eles usted que llamen» ("!or$n). Estas clasiicaciones, en in, deben tomarse con cuidado. El estudio de la lengua, al menos por ahora, carece de la exactitud de las matemáticas u otras ciencias: las cosas no son tan i5as ni las verdades tan absolutasA no siempre es ácil distinguir entre oraciones exclamativas # desiderativas, o entre desiderativas # exhortativas. *on recuencia la intención del hablante es doble, # el tipo semántico resultante es comple5o. anse algunos e5emplos: «H que no vuelva a mandarme recados por nadie» (*. 7art$n
I
«3os perros son unos animales domsticos». olveremos a encontrar la relación por concordancia uniendo otras partes de la oración. & 3as restantes unciones de la lengua se deinen por relación a estas dos básicas de su5eto # predicado: J Son complementos las que a#udan a delimitar el&signiicado de stas. J Son relacionantes las que nos permiten engar!ar unos sintagmas con otros para construir oraciones más comple5as. Sin embargo, muchas categor$as de signos no tienen unción propia, sino que son solidarios, se apo#an o se unen a otros signos para uncionar con ellosA as$ ocurre, por e5emplo, con los moremas de gnero o nmero: «%ocos quisieron acompañarle». En «pocos» ha# un morema de nmero K&sK que no reali!a unción alguna en la oración. El sintagma «pocos», sin embargo, en el que ha# no menos de dos signos, reali!a la unción de su5eto. El morema de plural, pues, como otros muchos, se une a otros para ormar signos que uncionan normalmente en la oración, su unción es ormante. 3o más importante es que siendo la coniguración Su5eto @ %redicado la básica de toda oración, las demás unciones se reieren a ellas en ltimo trmino (complemento de un su5eto o de un predicado, complemento del complemento de un su5eto o un predicado, etc.). 3os elementos de relación sirven para engar!ar el con5unto. ase imagen: Elementos de relación. & 3as unciones gramaticales, ve$amos, pueden estar cumplidas por muchos signos, pero tambin por sintagmas u oraciones. *uando se trata de un sintagma, siempre ha# un elemento nuclear o central en torno al cual se disponen los otros signos, que llamamos reerentes porque dependen del ncleo semánticamente # llevan los mismos moremas de gnero # nmero en el caso de que ha#a concordancia. En la oración «uelve el verano con todo su esplendor» «verano» es el su5eto, «vuelve» el predicado # «con todo su esplendor» un complemento. 3a unción de complemento está reali!ada, en este caso, por un sintagma en el que distinguimos no menos de cinco signos m$nimos: KconK KtodK KoK KsuK KesplendorK «*on» es el relacionante que sirve para unir el complemento al resto de la oraciónA el ncleo del sintagma es «esplendor», al que se reieren «todo» # «su», que dependen de l no sólo por su signiicado, sino por concordancia en gnero (masculino) # nmero (singular). Si cambiamos «esplendor» por «alegr$a», el gnero # el nmero de alegr$a obligan a cambiar los reerentes: «con toda su alegr$a». En resumen, en todas las asociaciones de signos que reali!an una misma unción cabe distinguir siempre un ncleo # otros trminos &reerentes& que se reieren a l. Está claro que el art$culo # los moremas de gnero # nmero no pueden actuar más que como reerentes, porque no uncionan solos. rente a ellos existen signos, como los L
pronombres personales, que no pueden uncionar más que como ncleos, nunca como reerentes. eremos todo esto más despacio. Funciones Y Enlaces De La Proposición
3as proposiciones uncionan normalmente como ad5etivos # como sustantivos, es decir: & *omplementando sustantivos en cualquiera de sus unciones: «3a pel$cula que vi a#er no me ha gustado». «6ablar con el atrevido que insinuó tal cosa». & *omplementando pronombres: «*omprar estos que parecen me5ores». & *omo su5eto, complemento directo o complemento indirecto: «3os que preer$s quedaros, levantad la mano. «-iene lo que se merece». «+o in5uriis a quien os a#udó». & *omo predicado nominal: «Esta desgracia es lo que más me ha hundido». & *omo trmino de preposición: «Ha no he vuelto con los que me maltrataron». +ormalmente para uncionar en la oración, la proposición se sirve de un elemento enlace. En el caso de las proposiciones ad5etivas # sustantivas suele ser un relativo o la con5unción «que». En el caso de las adverbiales o trminos de una preposición, mediante la preposición misma, sola o acompañada de que, o de un adverbio pronominal: «+o me parece bien que volváis». «3os d$as que pasó all$ le sentaron mu# bien». «Se han marchado sin que se supiera nada». «3a chispa saltó cuando nadie lo esperaba». +ada impide, vistas sus unciones, a una proposición complementar, por e5emplo, a un sustantivo de otra proposición: «3os d$as que he pasado con los amigos que me quedan all$, serán inolvidables». «;ue me quedan» es una proposición ad5etiva que caliica o se reiere a «amigos», este sustantivo, a su ve!, es el ncleo de un complemento preposicional, «con los amigos», de otra proposición ad5etiva. (;ue he pasado con los amigos) de «d$as», su5eto de la oración base. Es este un hecho más que enriquece las posibilidades del lengua5e para uncionar de modo ininitamente comple5o mediante estructuras simples.
El Párrafo El párrao es la unión de varias ideas que giran alrededor de una principal. El párrao ideal está constituido por una idea principal # de dos a cuatro ideas secundarias.
M
2emás está decir que cada una de las ideas está separada de las otras por un punto que indica inal de la oración. 3a idea principal por lo general, se ubica al principio del párrao. Ello no quiere decir que obligatoriamente, deba encontrarse all$. El lector puede a#udarse a encontrar la idea central a travs de dierentes procedimientos. El más sencillo es separando las ideas # ver cuál resume a todas. Nsta será la principal. >tros preieren seguir el proceso discriminatorioA la que tenga sentido sin necesidad de las otras, sa será la idea principal. *uando en un párrao, todas las ideas parecen importantes # tienen sentido sin apo#arse en las otras, se puede airmar que es un párrao excepción. 3os párraos excepción son comunes en los textos de matemáticas, cuando expresa axiomas o teoremas. En estos casos el párrao es corto # sólo está ormado por una oración. *uando un párrao está ormado por varias principales o varias deiniciones, está mal redactado. Existen tres tcnicas para resaltar la idea principal: la e5empliicación, la ampliación # el contraste. En la primera, se presentan situaciones que sirven de modelo para reairmar la idea principal. En la segunda el autor recurre a proporcionar más detalles que reairman la idea principal. En la ltima las oraciones de apo#o se oponen a la principal. 3a tcnica a emplear depende del escritor # las habilidades que ste tenga. E5emplos. OEl cambiante aspecto de la guerra a ines del siglo PP presenta desa$os especiales. 2os actores principales aectan el e5rcito # su lidera!go en niveles superiores. %rimero, las naciones contra la democracia han intensiicado su capacidad para luchar. Esa capacidad requiere que el e5rcito se prepare contra el campo entero de una guerra Q desde una guerra nuclear hasta acciones contraterroristas. Segundo, la continua aplicación de tecnolog$a en la guerra, 5unto con cambios en las capacidades # posición de la amena!a, han transormado dramáticamente los requerimientos humanos del combateR =. OEl lidera!go durante tiempo de pa!, # de guerra requieren de l$deres # comandantes en niveles superiores que son previsores, lexibles # capaces de reaccionar oportunamente. 2eben poder determinar lo que su organi!ación es capa! de hacer en tiempo de guerra, establecer las normas # adiestrar las unidades de acuerdo con estas normas. En la e5ecución de sus tareas, ellos antes que nada, son los instructores # asesores para sus organi!acionesA desarrollan la capacidad tcnica # tácticaA omentan el esp$ritu orgánico para reali!ar el ob5etivo # triunarA muestran su inters # usan sus destre!as de lidera!go en beneicio de sus unidades # soldadosA aseguran las tradiciones de servicio abnegado a la nación.RB O3a lista de responsabilidades es casi interminable. 3os l$deres # comandantes en niveles superiores instru#en, asesoran e inspiran. Ellos se interesan por sus unidadesA son tcnica # tácticamente eicientes e instru#en las unidades # los soldados subalternos a uncionar igualmente. Establecen # requieren que se mantengan normas di$ciles, claras, alcan!ables # signiicantes. 3os individuos en posiciones superiores son responsables por toda acción buena, mala, correcta e incorrecta. inalmente, inspiran # =
icham Dohn ". (=TUV) Liderazgo y Mando en los Niveles Superiores M !!"#$%. ashington 2.*. *uartel p *it pp I&L.
V
desarrollan la excelencia en las unidades # en los soldados. Son los árbitros del esp$ritu humano que desempeñan tan importante papel en el xito de la organi!ación.R G En el primer párrao, ha# más de tres oraciones, pero sólo una tiene vida propia # sinteti!a lo que se expresa: &os 'actores principales a'ectan el e()rcito y su liderazgo en niveles superiores. El autor en este caso, utili!a la tcnica de la ampliación, pues seguidamente, expone en oraciones separadas los dos actores. En el segundo párrao, la idea principal ser$a: El liderazgo durante tiempo de paz, y de guerra, requieren de líderes y comandantes en niveles superiores que sean previsores, 'le*ibles y capaces de reaccionar oportunamente. 2espus de sta, el autor da e5emplos
de cómo deben proceder los l$deres # comandantes en niveles superiores. Se utili!ó la tcnica de la e5empliicación. En el tercer párrao, se utili!a el contraste. En la oración principal: La lista de responsabilidades es casi interminable. Se habla de una lista # de las responsabilidades. 3as siguientes hablan de lo que hacen los l$deres. El proceso de anali!ar párrao por párrao a#uda a recordar lo que se le#ó # acilita el aprendi!a5e. "l escribir se hace lo contrario. Escriba una lista de ideas que desea apare!can en su escrito. "socie las que giran alrededor de la misma idea # 5erarqu$celas. 2espus comience la redacción. Cecuerde separar cada idea del resto, utili!ando un punto. Wna ve! que ha#a terminado de escribir, dle el escrito a un conocido # p$dale que le explique lo que está le#endo. Si el mensa5e captado es el que usted pretend$a enviar, lo ha hecho bien.
G
'0'2. %. ==.
U