VILLAS MISERIA Por Eduardo Blaustein
Parte 1 La invención del fuego.
“El recuer recuerdo do terrib terrible le de Villa Basura Basura,, delibe deliberad radame amente nte incend incendiad iadaa para para expuls expulsar ar con el fuego fuego a su indefenso vecindario, era un temor siempre agazapado en el corazón de los pobladores de Villa Miseria. a noticia de a!uella gran operación ganada por la crueldad, no publicada por diario alguno, corrió no obstante como un buscapi"s maligno#. $s% abre la primera primera p&gina p&gina de la novela m&s conocida conocida de Bernardo Bernardo Verbit Verbits'( s'(,, Villa miseria también es América. $bre con la expulsión por fuego ( termina con una secuencia ferrocarrilera en la !ue nuevos )umildes venidos del interior argentino se aparecen en la gran ciudad con sus petates ( esperanzas, con o sin conocimiento de lo !ue pueda esperarlos. El embrión embrión de la novela novela fue una serie de notas !ue Verb Verbits'( its'( publi publicó có en 1*+ en el diario diario en el !ue traba-aba, Noticias Gráficas. a serie, a la vez, fue producto de lo !ue el periodista ( escritor apenas atisbaba a ver desde lo alto del tren !ue lo llevaba cada d%a al traba-o un asentamiento semiescondido, laber%ntico, la Villa Maldonado. /omenzó a pasearse por la villa durante los d%as francos ( a interesarse por la vida de sus vecinos. a novela salió al mercado en los a0os sesenta ( fue, adem&s de un "xito editorial, algo as% como la desclandestinización del tema. e atribu(e a Verbits'( 2desde !ue publicó a!uella primera serie de notas2 la invención misma de la expresión “villa miseria#. eg3n explicó alguna vez su )i-o 4oracio, su padre se inspiró en un verso del poeta negro 2o afroamericano, si se prefiere2 angston 4ug)es “5o tambi"n so( $m"rica#. a cita de la novela tiene !ue ver con lo !ue encierra su primer p&rrafo p&rrafo una larga )istoria, ( c%clica, !ue no sólo puede referir a la "poca en !ue fue publicada sino tambi"n a lo ocurrido a partir del golpe militar de 1*67 con las villas miseria de la /apital 8ederal ( a lo sucedido )asta )ace mu( poco tiempo. /uando la dictadura militar tomó el poder, las estad%sticas oficiales, siempre escurridizas, indicaban !ue en /apital viv%an m&s de 99+ mil villeros. Ec)ada al bulto, la cifra castrense inclu%a a nueve mil )abitantes de :3cleos 4abitacionales ;ransitorios construidos por el propio Estado ( a otros siete mil !ue tambi"n viv%an en barrios construidos por pol%ticas oficiales. 4acia fines de 1*<=, las autoridades mostraban como uno de sus ma(ores "xitos de gestión ( de imagen otras estad%sticas !ue mostraban !ue la población villera se )ab%a reducido a poco m&s de 9+ mil personas. En el lapso transcurrido, )ubo sangre ( )ubo fuego. Pasaron los a0os ( !uedó demostrado !ue los “"xitos# de la pol%tica erradicadora 2dise0ada primero en mesas de arena ( llevada a cabo entre gases lacrimógenos, con camiones de basura ( tan!uetas2 ser%an m&s !ue relativos. 4o( la población villera porte0a ronda las 1= mil personas. En un art%c art%culo ulo publi publicad cado o en 1*<+ 1*<+ en la revista revista Nueva Sociedad , el periodista ( escritor boliviano ;ed /órdova2/laure alud%a a “la calcutización de las ciudades latinoamericanas# (, en ese contexto, a un enigma particular “>/ómo )acen los vendedores ambulantes !ue proceden de la marginalidad para sobrevivir con los pocos centavos !ue recolectan? Este es apenas uno de los misterios de la econom%a marginal en las ciudades latinoamericanas, un misterio !ue los planificadores, (a sean desarrollistas, 'e(nesianos, friedmanianos o marxistas, prefieren no enfrentar. a marginalidad es el moderno e implacable @aterloo de capitalistas, tecnócratas, dictadores ( )asta revolucionarios#. i se reemplaza la la idea particular particular del vendedor vendedor ambulant ambulantee por una realidad realidad m&s vasta, la de las villas miserias, el interrogante, sólo supuesto, es a3n ma(or. as villas miseria capitalinas )an sabido sobrevivir a todo por!ue son parte in)erente de una )istoria económica ( social din&mica, imposible de aislar ( ani!uilar en laboratorio. laboratorio. on tambi"n parte parte de la vida de la ciudad, parte de su fuerza laboral. $3n $3n cuando la ciudad ciudad !uiera verse blanca, bonita, pulida, moderna ( eficiente ( a3n cuando pretenda !uitarse de encima “el problema de las villas#. Ese planteo de las villas como problema data por lo menos de medio siglo atr&s. 5 buena parte de las pol%ticas oficiales, cuando para solucionar el problema impulsaron impulsaron la erradicació erradicación, n, fracasaron. 5a fueran pol%ticas medianamente democr&ticas ( amistosas o esencialmente brutales, como las !ue se expondr&n en estas p&ginas. iendo !ue durante la dictadura militar se aplicó el tr&mite sencillo de la fuerza fuerza bruta bruta en funció función n de todos todos los “fraca “fracasos sos anteri anteriore ores# s# Adebid Adebidos, os, seg3n seg3n el diagnó diagnóstic stico o oficia oficial, l, a la blandura, la ineficiencia, la negligencia o los en-uages de los pol%ticos, es conveniente, antes de dar cuenta
de la )istoria desencadenada en 1*67, resumir la )istoria anterior. El Proceso de Ceorganización :acional no llegó a la $rgentina en plato volador. as villas miseria tampoco. Los orígenes.
os primeros datos acerca de la conformación de villas miserias en la ciudad de Buenos $ires no refieren a pobladores de tez oscura venidos del interior sino a )ombres ( mu-eres europeos, inmigrantes como los primeros. En 1*1 el Estado dio refugio a un contingente de polacos en unos galpones vac%os ubicados en Puer Puerto to :uev :uevo. o. Dos Dos a0os a0os atr& atr&ss )ab% )ab%aa esta estalla llado do la crisi crisiss mu mund ndia iall ( no es de extr extra0 a0ar ar !ue !ue al prime primerr nucleamiento se lo llamara Villa Desocupación 2todo un dato social e )istórico2 ni !ue al a0o siguiente se conformara conformara otro con un nombre !ue ser%a el reverso reverso sem&ntico sem&ntico exacto Villa Villa Esperanza. /omo efecto de la ran Depresión el pa%s iniciaba dificultosamente el proceso de sustitución de importaciones. El incipiente desarrollo industrial de Buenos $ires interven%a como polo de atracción de migrantes internos. $ la inversa, las geograf%as de las !ue ven%an esos inmigrantes, sus econom%as regionales, entraban en crisis ( as% sigue siendo )asta el d%a de )o(, setenta a0os despu"s. El )ec)o de de !ue la expansión de las primeras poblaciones poblaciones villeras en las cercan%as de Cetiro se acelerara a fines de los FG= tiene a la expulsiónHindustrialización como explicación general ( m&s puntualmente a la actividad ferroviaria ( portuaria !ue tambi"n entrar%a en crisis en a0os m&s recientes. Pero todav%a en 1*G=, cuando el gobierno prove(ó de viviendas precarias a un grupo social mu( castigado, esos )abitantes pioneros de lo !ue ser%a la villa de Cetiro eran de origen italiano ( el barrio se conocer%a durante decenios como “Barrio Inmigrantes#. Jnas cuantas manzanas m&s al norte, con el apo(o del gremio de a 8raternidad, comenzaron nuevos asentamientos de familias de ferroviarios en los m&rgenes de las v%as del Belgrano. Ese extremo norte de la villa de Cetiro ser%a Villa ald%as. M&s tarde llegaron nuevos pobladores, bolivianos ( )abitantes )abitantes del noroeste noroeste argentino, argentino, muc)os muc)os de ellos zafreros, zafreros, rec)azados rec)azados en los ingenios azucareros azucareros cuando cuando comenzaron a endurecer sus reclamos sindicales. ;ambi"n en los KG=, KG=, en la zona capitalina capitalina !ue se conoc%a conoc%a como Ba0ado Ba0ado de 8lores, lo !ue ser%a ser%a el Par!ue $lmirante BroLn, comenzaron a instalarse viviendas precarias alrededor de un barrio de emergencia !ue, como los primeros de Cetiro, tuvo origen oficial el barrio acarra. En cuanto a la villa de Ba-o Belgrano, cu(os cu(os primer primeros os )abita )abitante ntes, s, en los a0os a0os F9=, F9=, fueron fueron vended vendedore oress ambulan ambulantes tes,, c)anga c)angarin rines es ( obrero obreross no calificados !ue ocuparon una manzana, con los a0os ocupar%a unas once )ect&reas. El primer plan de eliminación. eli minación.
4acia 1*++, a0o de la Cevolución ibertadora, a las villas de Cetiro, Ba-o Belgrano ( ugano )ab%a !ue sumar una larga larga serie de nuevos nuevos n3cleos n3cleos villeros, villeros, algunos bautizados bautizados con nombres picarescos picarescos o maliciosos maliciosos !ue !uedar%an incorporados en ciertos lugares ambiguos de la cultura popular Villa 8&tima, Villa Piol%n, Villa Medio /a0o, Villa ;ac)ito, Villa * de -ulio. En abril de 1*+7 la reci"n creada /omisión :acional de la Vivienda A/:V elevó al Poder E-ecutivo un censo !ue indicaba !ue en la ciudad exist%an 91 villas, )abita )abitadas das por .*9= .*9= person personas. as. En toda toda el &rea &rea metro metropol polita itana na se )ablab )ablabaa de 6<.G= 6<.G= vecino vecinoss viller villeros. os. /uantificar la población villera significaba, por primera vez ( en el mismo acto, asumir el tema de las villas como “problema#. $ renglón renglón seguido, la solución ideada, por entonces original, era la de la erradicación. $l menos en su concepción inicial a!uel primer plan plan de erradicación intentaba dar alguna respuesta social. as dosis de violencia en los planes sucesivos se fueron fueron )aciendo )aciendo progresivament progresivamentee ominosas ominosas con los a0os, con un primer ensa(o general durante el nganiato ( como un plan de terorismo urban%stico sistem&tico a partir de 1*67. En un libro del del ar!uitecto ar!uitecto scar 5u-novs'( u-novs'( !ue (a tiene tiene algo de cl&sico, cl&sico, Claves políticas del problema habitacional argentino. 1!!"1#1 , se destaca “la preocupación social de los informantes de la /:V# cuando propon%an por e-emplo !ue los con-untos de viviendas en los !ue deb%an ir a parar los erradicados fueran concebidos como unidades vecinales con sus centros comunales. os nuevos asenta mientos deb%an ser cerc cercan anos os a los los medi medios os de trab trabaa-o, o, de tran transpo sport rte, e, con con su escu escuel elaa prima primari riaa ( )ast )astaa con con un cent centro ro de abastecimiento ( artesanado. os centros comunales, dec%an esos funcionaros, “constitu(en la esencia del barrio. En "l ( por "l, con la colaboración de la asistente social, se deber&n crear las -untas vecinales, !ue reemplazar&n con el tiempo a la administración oficial en el mane-o ( organización de tareas comunales ( presentar&n al respectivo municipio sus pedidos ( sugerencias#. $!uel ambicioso ambicioso plan plan fue posiblemente posiblemente la primera primera demostració demostración n de los riesgos ( de los fracasos fracasos de las intervencio intervenciones nes estatales, estatales, especialmente especialmente las dirigidas dirigidas meramente desde arriba. arriba. Pese a cierta sensibilidad sensibilidad
inicial en el planteo, el pro(ecto no de-aba de ser un intento de imposición vertical al !ue la población villera deb%a deb%a sub subord ordina inarse rse,, antes antes !ue “reada “readapta ptarse rse#. #. tras tras buenas buenas intenc intencion iones es como como la de brinda brindarr presun presuntas tas facilidades de pago a los erradicados para !ue ocuparan sus nuevos )ogares, de-aban afuera a buena parte de los supuestos beneficiados. 8inalmente, a lo largo de siete a0os el plan elaborado para cubrir las necesidades )abitacionales de G mil pobladores apenas si terminó en la construcción de 91G viviendas para 1.9
u nombre es relativamente legendario legendario no sólo para la población villera de /apital sino para los villeros de a Matanza, como los del barrio as $ntenas. /omo "l mismo dice, esa zona villera de la provincia no es m&s !ue la continuidad natural de otras villas de /apital, con e-es de salida !ue parten, entre otras v%as posibles, de la avenida de los /orrales. $ los efectos de estas p&ginas, afirmar !ue el nombre de Ouan /(mes es largam largament entee conoci conocido do por los dirige dirigente ntess villero villeross porte0 porte0os os A( por los num numero erosos sos funcio funcionar narios ios !ue lo sufrieron lleva impl%cito el )ec)o de !ue el )ombre no tiene por !u" ser conocido para la sociedad no villera. a incomunicación entre ambos mundos )ace a la esencia del tema. El apellido, aclara "l, es de origen turco. Pero "l mismo, legendario tambi"n por lo locuaz, se apresura en aludir a su madre de origen polaco ( sin embargo criollista ( tanguera. Ouan /(mes nació en un conventillo, no el de la call callee lav lavar arr% r%a, a, sino sino en uno uno de Mata Matade dero ros. s. Dice Dice )abe )aberr mamad mamado o de su madr madree una una cier cierta ta sensibilidad !ue va de lo barrial solidario a lo nacional2popular ( dice !ue (a a los !uince, en ese mismo conventillo, era l%der de pe!ue0as causas. o ir& reiterando ( subra(ando en una conversación de cinco )oras en un bar de an Ouan ( Entre C%os crianza en barrio obrero, picados en los potreros, con los vecinos de las villas cercanas, “cero discriminación#. ;anguero al l%mite de lo obsesivo fundador del /%rculo de $mantes del ;ango, animador de c)arlas ( espacios radiales, Ouan /(mes bautizó a sus dos )i-os 4omero ( Pic)uco ( se -acta de retener en la memoria la cifra exacta de 19== letras desde el primer verso al 3ltimo. u fracaso en
el programa dol pregunta, se excusa, fue producto del azar. De manera manera tal !ue /(mes, /(mes, cu(o testimon testimonio io aparece aparece a!u% como el primer primero o de dirige dirigente ntess viller villeros os !ue consiguieron sobrevivir al Proceso, escapa al estereotipo del villero moroc)o ( correntino, santiague0o o de Ou-u(. 5 si es el primero en ser citado es por!ue /(mes (a estaba en /apital en los a0os de la ibertadora ( por!ue fue entonces o poco despu"s !ue tuvo su primer contacto con las villas como militante social. currió el d%a en !ue un amigo del bario de ugano, compa0ero de traba-o en la f&brica /amea del entonces ignoto metal3rgico orenzo Miguel, le pidió a(uda para solventar cierto problema !ue se presentaba en la villa /ild&0ez. Por entonces el arro(o corr%a sin tubo, a cielo abierto. Eran tambi"n las "pocas de la toma del frigor%fico frigor%fico isandro de la ;orre, ;orre, "pocas arduas, ( parece ser !ue en la /ild&0 /ild&0ez ez )ab%a )ab%a cierto cierto oficial oficial de polic% polic%aa !ue ten%a por costumbre costumbre sobrepas sobrepasars arsee en el e-erci e-ercicio cio de la autoridad. $s% !ue Ouan /(mes acompa0ó a su amigo metal3rgico )asta la villa. $mbos, -unto “a todo un grupo de pende-os de 1<, 1* a0os#, convocaron a reunión de vecinos ( mediante el sencillo ex)orto de “no de-arse de-arse atropellar atropellar por un )i-o de puta#, puta#, sembaron sembaron la semilla de una primera comisión comisión vecinal vecinal ( provisoria. provisoria. Despu"s se convocó a comicios. /(mes merodeaba por entonces las -uventudes de de la intransigencia intransigencia radical, a pocos pasos de los resistentes peronistas ( siguiendo como co mo se pod%a la l%nea 5rigo(en28CO$2ebenso)n. u merodeo fue m&s o menos ef%mero de la J/CI lo expulsaron. $l poco tiempo fundó su primer ateneo 2“El /ombatiente#2 ( a)% nom&s alcanzó a entrevistarse ( abrazarse en Punta del Este nada menos !ue con Ernesto uevara. $ punto estuvo de enlistarse en los planes del /)e para crear uno, dos, miles de pe!ue0os Vietnam. /uando primereaban los F7= ( despuntaban (a las primeras radicalizaciones ideológicas, Ouan /(mes optó por una cierta forma de la sensatez !ue consist%a en no despegarse ni de las bases ni de los territorios a los !ue se pretend%a liberar. En los F7= se negó a tener )i-os con su primera compa0era. ólo por!ue no entend%a a los !ue pretend%an )acer una Cevolución con )i-os a cuestas, dados los dolores de cabeza dom"sticos !ue suele apare-ar la venida de los )i-os. a ausencia de )i-os, las idas ( vueltas de su vida militante, apuraron la separación de su mu-er. $ su segunda esposa la conoció muc)o despu"s viviendo en la villa 1+ o /iudad culta, una denominación !ue "l detesta, por discriminadora. “>culta de !u"? ui"n se oculta?#. /uando los tuvo, 4omero ( Pic)uco se criaron en las villas. #e $rondi%i a &nganía.
Ounto a la implementación implementación de planes planes de construcción construcción de barrios financiados financiados por el Banco 4ipotecari 4ipotecario o :acional, el per%odo de gobierno de 8rondizi2uido fue art%fice de uno de esos pro(ectos de construcción provisoria !ue en su momento )izo escuela el de viviendas provisorias prefabricadas en metal. Por su forma abovedada, abovedada, sus ondulacion ondulaciones es ( su precariedad precariedad,, tambi"n tambi"n por sus dimensiones dimensiones min3sculas, min3sculas, esas casas fueron bautizadas como los “medios ca0os#. /omo en la administración anterior ( las siguientes, a ese gobierno no le faltó su plan erradicador, el PEVE o Plan de Erradicación de Villas de Emergencia !ue depend%a del ministerio de bras P3blicas de la :ación. Ese plan nunca se llevó a cabo. $l mismo tiempo, durante ese per%odo, el gobierno municipal reconoció a la 8ederación de Villas de Emergencia como interlocutor leg%timo ( los villeros no sólo pudieron )acer conocer sus reclamos a trav"s de la 8ederación sino tambi"n en el /once-o Deliberante, especialmente a trav"s de los partidos socialista, demócrata2cristiano ( comunista. $l punto !ue se iniciaron una serie de me-oras parciales en distintos barrios, especialmente en materia de provisión de agua, luz ( conexiones cloacales. Esos planes puntuales no daban abasto para el crecimiento de la población villera, !ue )acia 1*7 (a era de G9.G79 personas en nucleamientos Ala cifra no incorpora los cinco mil )abitantes del albergue @arnes, demoli demolido do casi casi treint treintaa a0os a0os despu" despu"s. s. a cuesti cuestión ón viller villeraa comenz comenzaba aba a formar formar parte de las prior priorida idades des declaradas por cada admnistración municipal. Jna de las consecuencias fue la consolidación del rol de la /omisión Municipal de la Vivienda, a la !ue progresivamente ( dependiendo de la "poca, se le ir%an asignando buena parte de las tareas relacionadas con la cuestión de las villas, inclu(endo las peores. $lguno $lgunoss rasgos rasgos de pendul pendulari aridad dad entre la opción opción erradica erradicador doraa ( las pol%ticas pol%ticas sociales sociales consen consensua suadas das siguie siguieron ron vigent vigentes es durant durantee el mandat mandato o de $rturo $rturo Illia. Illia. a 8edera 8ederació ción n de Villas illas apo(ó apo(ó inicial inicialmen mente te al gobierno ( pudo consolidarse gracias a la existencia de un marco pol%tico tolerante, muc)o menos represivo !ue el de los a0os anteriores. ;ambi"n fue permeable ( flexible a la )ora de establecer alianzas con algunos partidos pol%ticos ( con la /onfederación eneral del ;raba-o. Pese a ese clima de di&logo, la relación de la 8ederación con el municipio fue m&s conflictiva. En agosto de 1*7 la 8ederación entregó al presidente Illia un pliego de reivindicaciones. 8ue la primera vez !ue un -efe de Estado recibió de manos de los villeros una
s%ntesis s%ntesis de los atropellos atropellos acumulados acumulados ( seguramente seguramente la primera en !ue a ese nivel !uedó transparentado transparentado un salto cualitativo en las demandas de ese sector de la población ante el Estado. En a!uel documento la 8ederación ped%a “1 ue nadie sea desalo-ado de las villas sin antes ofrecerle una vivienda decorosaQ decorosaQ “9 !ue !ue se respete la inviolabilidad del domicilioQ “ !ue la Municipalidad Municipalidad,, Vialidad Vialidad ( el gobierno gobierno faciliten elementos elementos para me-oras, me-oras, para lo cual todos los vecinos pondremos mano de obra completamente gratuitaQ “G !ue se derogue derogue en forma inmediata inmediata el decreto G<=+H7 ( se suspenda la expulsión de nuestros )ermanos paragua(os,c)ilenos ( bolivianos...#. El documento conten%a un par par de reivindicaciones reivindicaciones centrales m&s !ue para la ad-udicación ad-udicación de viviendas en nuevos barrios se creara una comisión lo suficientemente participativa como para evitar favoritismos “( dar prioridad a las familias m&s necesitadas# ( !ue el gobierno cediera a la 8ederación un local en el !ue poder funcionar. El gobierno aceptó las demandas ( en noviembre de 1*7G, en base a un pro(ecto de un diputado de la J/CP J/CP,, se apro aprobó bó la le( 17.7 17.7=1 =1 de cons constr truc ucció ción n de vivi vivien enda dass “con “con la fina finali lida dad d de erra erradi dica carr definitivamente las actuales villas de emergencia en todo el pa%s#. El plan nuevamente contemplaba programas de financiamiento financiamiento accesibles, con pr"stamos de entre !uince ( treinta a0os. Jn a0o despu"s, ( a nivel municipal, se sancionó un Plan Piloto, una de cu(as disposiciones principales era la de estimular la creación de “centros de /omunidad# /o munidad# en cada una de las villas. os centros 2cread 2creados os desde desde el aparat aparato o estata estatal, l, sub subord ordina inados dos a las decisi decisione oness de la /MV2 /MV2 deb%an deb%an ser &mbito &mbitoss de organizac organización ión ( desarrollo desarrollo de condicione condicioness !ue posibilitaran posibilitaran la erradicación erradicación.. Estaban Estaban pensados pensados para ganar el apo(o de los propios villeros mediante un funcionamiento a tres niveles social, m"dico ( educacional. $s% como a fines de los F+= sobrevolaba sobrevolaba la peculiar idea de la “readaptació “readaptación#, n#, en este caso el ob-etivo era el de engendrar engendrar entre los )abitantes )abitantes un “cambio de mentalidad mentalidad#, #, una superación del “!uedantism “!uedantismo o est&tico# est&tico# responsable de !ue los villeros vivieran en villas. $l cabo del tiempo, se implementó una serie de me-oras en las condic condicion iones es de vida vida en num numero erosos sos barrio barrios, s, no sólo sólo en materi materiaa de infrae infraestr struct uctura ura sino sino tambi" tambi"n n de construcción de locales comunitarios, dispensarios, escuelas, trazado de calle s, alumbrado, etc. Existió Existió tambi"n un Plan Plan Piloto para la Erradicac Erradicación ión de las Villas Villas de Emergencia Emergencia +, 7 ( 1< del Par!ue Par!ue $lmirante BroLn, !ue inclu%a obras de drena-e, de recuperación de terrenos ( el entubamiento del /ild&0ez. Para cuando se produ-o el golpe de Estado de Ouan /arlos ngan%a, ese plan sólo )ab%a llegado a cumplirse de manera parcial. En un marco de crisis pol%tica 2el peronismo, proscripto en las elecciones presidenciales, triunfó en los comicios !ue se realizaron en el K7+2 las relaciones entre la 8ederación de Villas ( las autoridades volvieron a agriarse, en el )abitual marco de amenazas de desalo-os, de incendios intencionales, pero tambi"n, de la articulación endurecida entre representantes representantes villeros ( sectores del peronismo. a Cevolución $rgentina, llegada para para !uedarse por cuarenta a0os, a0os, no encontró en la 8ederación de Villas Villas una organización lo suficientemente sólida como para !ue "sta pudiera resistir la embestida militar. Pero el acercamiento entre el incipiente movimiento villero, los partidos ( diversos sectores del peronismo fue importante en la obtención de con!uistas ( para engendrar un cierto nivel de combatividad. /omo dato simbólico de lo !ue los villeros empezaban a representar en el imaginario social, ( contra corriente de las actitudes estigmatizadoras, en la Villa 1 de Cetiro (a se )ab%a instalado, en 1*71, el padre /arlos Mugica. En los barrio barrioss /omun /omunica icacio ciones nes e 5P8 (a estaba estaban n presen presentes tes alguna algunass organ organiza izacio ciones nes asisten asistencia ciales les ( educativas. Segunda presentación: Magtara $eres.
a se0ora tiene tiene 7* a0os ( los lleva mu( bien. bien. $parece $parece co!uetame co!uetamente nte arreglada arreglada ( vestida, el pelo corto, corto, muc)a soltura, mu( agradable. $un!ue mane-a un discurso aparentemente candoroso, con algunas )uellas en la entonación de origen correntino, es due0a de una memoria ( una lucidez prodigiosas. El apellido 8eres es de origen liban"s, cuenta, ( fueron su pap& ( 9+ parientes los !ue se vinieron a la $rgentina, previa escala en /uritiba, Brasil. El nombre de pila Magtara es la castellanización, o m&s fielmente la deformación de Muftara, Muftara, !ue !uiere decir “la Elegida#. Elegida#. El padre de la Elegida ( de otros oc)o )i-os fue 2dice ella2 el t%pico turco de vender en carro $eine% beineta% &ab'n% &abuneta. (Combra% baisano) baisano) $ o%dos o%dos de los 8eres, criados criados en Paso de los ibres, llegaron llegaron los ecos de las le(endas le(endas de Buenos $ires, tierra de oportunidades, ( )asta a!u% se vinieron, en busca de las f&bricas ( el traba-o. Magtara se vino (a
casada con un maestro de escuela ( tres )i-os. El mismo cura !ue ofició en el casamiento les consiguió un primer c)alecito en /la(pole. El matrimonio 8eres se anotó en un plan de viviendas en $vellaneda. e anotó ( se sentó a esperar. a vivienda nunca sal%a. Pasaron los meses ( supieron cómo eran las cosas en la gran ciudad 2“:o sab%amos !ue )ab%a tanta trampa#2, descubrieron !ue para acceder a viviendas oficiales u oficiosas )ab%a !ue coimear. El marido maestro de Magtara )ab%a enfermado ( (a no pudo traba-ar en las escuelas. /omenzó a )acer c)angas contables para un restaurante, alfabetizó adultos, escribió cartas para !uienes no sab%an escribir. u pregunta 2“>/ómo !ue no sab"s leer?#2 se )izo rutinaria. Empezó a atender c)icos de d%a ( a sus padres de noc)e. Magtara, mientras tanto, )ac%a una vida fiel a todos los catecismos !ue le )ab%an ense0ado desde c)ica. Entre alfabetizaciones, catecismos ( obras de bien, los 8eres fueron beneficiados en 1*7= con una vivienda en el comple-o cercano a /obo ( /urapaligNe, el Barrio Civadavia, constru%do por el Banco 4ipotecario. :o conoc%an el barrio ni a sus )abitantes. os )abitantes s% se conoc%an entre ellos, muc)o proven%an de las villas de Mataderos. $s% !ue llegaron a la casita en calle de tierra con apre)ensiones ( en el peor momento posible, de noc)e ( con frente de tormenta. a guardia de infanter%a estaba plantada al borde del barrio, con las instrucciones de rutina ec)ar fieramente a los desconocidos. es pidieron los documentos ( Magtara estrenó su flamante condición de vecina peleadora, aun!ue todav%a no le de-aran estrenar la propia cas a 2>/ómo !uiere !ue encuentre los papeles de la casa en esta oscuridad? Entonces intervino el azar, uno de los de la Infanter%a resultó ser un vie-o conocido de /orrientes !ue les fran!ueó el paso. a primera impresión no fue del todo alegre la casa )ab%a sido intrusada, los vidrios estaban rotos. Entraron con farol de noc)e, no )ab%a ni luz ni agua, s% una rata muerta de buen tama0o. e )abr&n mirado a!uella noc)e los 8eres ( los )i-os de los 8eres, pendientes de la oscuridad, la tormenta, la ausencia de agua, la rata muerta, los vidrios rotos ( los vecinos. Pasó lo !ue no ten%an previsto los vecinos se acercaron para darles una mano. 25o ten%a miedo de no acostumbrarme. Pero los vecinos fueron mu( dulces, mu( buenos. Esta pe!ue0a )istoria de un barrio constru%do por el Banco 4ipotecario ( !ue el Proceso militar, a la )ora de demoler ( erradicar, denominó villa, transcurrió )acia 1*7=. Jn par de a0os despu"s, Magtara 8eres peleaba con sus vecinos contra las )uestes del @arnes, interesadas en ocupar la mitad del barrio !ue, al borde de /obo ( /urapaligNe, todav%a estaba a medio construir. En el lapso !ue va de 1*7 a 1*77, los villeros porte0os se )icieron 6= mil. Parte 9. Plan 'eneral de &peraciones.
“...4o(, como en todas las etapas decisivas de nuestra )istoria, las 8uerzas $rmadas, interpretando el m&s alto inter"s com3n, asumen la responsabilidad irrenunciable de asegurar la unión nacional ( posibilitar el bienestar general, incorporando al pa%s los modernos elementos de la cultura, la ciencia ( la t"cnica, !ue al operar una transformación substancial lo situ"n donde le corresponde por la inteligencia ( el valor )umano de sus )abitantes ( las ri!uezas !ue la providencia depositó en su territorios. ;al, en apretada s%ntesis, el ob-etivo de la Cevolución#. Mensa-e de la Ounta Cevolucionaria al pueblo argentino. 9< de -unio de 1*77. Derrocamiento de $rturo Illia.
(ercera presentación: (eófilo )o*n"+ (apia.
4ubo una le-ana "poca en el pa%s, )asta los primeros F6=, en la !ue medio mundo consideraba importante usar la expresión “(an!uis# para referirse con alg3n orgullo ( alg3n desd"n a los Estados Jnidos, a los nacidos en ese pa%s, a todo lo !ue saliera de ese pa%s. os villeros no usaban tanto esa expresión sino una m&s modesta ( m&s simp&tica, salida seguramente de las pel%culas ( las series de coLbo(s ellos dec%an “los -o)nis#, o “los -o)nies#. El amigo ;eófilo ;apia, oriundo de Ou-u(, no recuerda exactamente dónde fue !ue comenzaron a llamarlo Oo)n(, puede !ue )a(a sido en el puerto, en donde traba-ó la mitad de su vida, por!ue as% le dec%an a los marineros de otras banderas. a cuestión es !ue a "l se lo conoce como Oo)n( ;apia ( !ue sonr%e de buen grado cuando se le rescata la memoria de a!uel maravilloso -ugador peruano !ue, como "l, se
llamaba ;eófilo, ( de apellido /ubillas. Oo)n( nació en Ou-u( capital )ace +* a0os, )i-o natural de do0a Dominga ;apia, traba-adora dom"stica. De c)ico se fue con su madre a Mendoza en un plan !ue no fue golondrina sino m&s bien todo terreno. e fueron a traba-ar a la vi0a pero tambi"n a la cosec)a del durazno, de la manzana, del tomate de c)acra ( de todo lo !ue diera la tierra. ;raba-ó en todo eso ( tambi"n se )izo tiempo para terminar la primaria en Mendoza. ;en%a 99 cuando los vientos de la emigración lo arrancaron por segunda vez del lugar !ue pisaba. a madre se !uedó con otro )i-o en Mendoza ( "l se vino a Buenos $ires con la esperanza universal !ue en su caso resume as% “a esperanza de tener m&s estudios, de profundizar un poco, de lograr algo#. /orr%a 1*7 ( se subió a El ibertador, a!uel tren !ue, como El erranoc)e !ue iba a /órdoba o el Estrella del :orte !ue iba a ;ucum&n, se anunciaba por los meg&fonos de Cetiro, cuando en Cetiro todos los andenes ten%an vida. Ba-ó en Cetiro ese d%a de 1*7, nublado ( con lluvia. /on el compa0ero !ue ten%a a sus parientes en la Villa 1, subieron al 1G, m&s todos los petates. a primera c)anga fue la de peón ( lavacopas en un restaurante. a segunda la de vendedor en carro de )elados :oel, por la zona de Palermo. Despu"s se metió en el puerto, en la estiba. /onoció las )uelgas del F77, se afilió al JP$, le dieron su documento de estibador. Desde entonces )asta )o( se supone !ue Oo)n( ;apia traba-ó toda su vida en el puerto, mixturando ese traba-o con otros en la construcción o ("ndose )asta Puerto Madr(n, a obras de monta-e. Pero sólo debe suponerse !ue Oo)n( sigue traba-ando en el puerto de Buenos $ires. Desde 1**+, $0o de Privatización, !ue Oo)n( est& suspendido. Jna empresa denunciada por vaciamiento lo de-ó fuera de carrera, a "l ( a unos cuantos m&s. /omo la estación Cetiro, )o( el puerto tiene muc)a menos vida !ue la !ue supo tener. $sunto de temer si se considera lo resumido m&s atr&s !ue en la villa de Cetiro abundaban los portuarios tanto como los ferroviarios. as esperanzas actuales de Oo)n( ;apia son tan modestas como la "poca !ue la Ousticia les d" la razón a los traba-adores suspendidos, poder cobrar la -ubilación aun!ue la empresa !ue lo suspendió no )a(a )ec)o los aportes. Mientras tanto vive en la villa de Cetiro ( tambi"n en el barrio Illia, donde est& su familia. En Cetiro se encarga de )acer el traba-o social !ue necesitan los vecinos. ;odos los d%as se realiza a)% una olla popular para 9+= personas. El gobierno porte0o aporta 1= de esas raciones. o dem&s se consigue a fuerza de manguear. El comedor comunitario !ue Oo)n( a(uda a mantener se llama as% “Padre Mugica#. Los a,os de La Morsa.
El inciso “e# del acta de los “b-etivos pol%ticos de la Cevolución $rgentina#, fec)ado tambi"n el 9< de -unio de 1*77, era el referido al “&mbito de la pol%tica de bienestar social# ( dec%a “/rear las condiciones para un creciente bienestar social de la población, desarrollando la seguridad social, elevando al m&ximo posible los niveles de la salud ( facilitando su acceso a una vivienda digna#. En 1*7<, el ministerio de Bienestar ocial editó un cuadernillo de oc)enta p&ginas !ue dec%a en su portada “Plan de erradicación de las villas de emergencia de la /apital 8ederal ( del ran Buenos $ires. Primer programa. Erradicación ( alo-amiento transitorio#. En la primera l%nea de introducción, las autoridades reiteraban la coartada ideal !ue )ab%an encontrado para fundamentar el pro(ecto “En octubre de 1*76 el conglomerado urbano, denominado ran Buenos $ires, fue afectado por inundaciones pocas veces vistas, al desbordarse los r%os Matanza ( Cecon!uista, !ue cruzan dic)a zona en busca del C%o de la Plata... $l advertirse !ue los daminificados en ma(or grado eran )abitantes de las denominadas KVillas de EmergenciaF, los cuales en calidad de intrusos tienen all% instaladas sus improvisadas viviendas, en terrenos bald%os privados unas veces ( fiscales las m&s, surgió este KPlan para inundados ( comienzo de la erradicación de las Villas de EmergenciaF#. El megaplan dise0ado por los e!uipos t"cnicos del nganiato 2m&s all& de las excusas ( de poder discernir !ui"nes efectivamente )ab%an sido afectados por las inundaciones2 era el m&s forzudo intento de erradicación -am&s conocido )asta entonces. u meta dar vivienda a 6=.=== villeros de la /apital 8ederal ( a otros 91= mil del conurbano. ;otal 9<=.=== errradicaciones ( realo-amientos. $!u% no se trataba de dar pasos intermedios, ni de me-orar las condiciones de las villas, sino simple ( llanamente de erradicarlas mediante un despliegue formidable de recursos )umanos, t"cnicos ( financieros. a alusión sobre la “ciencia ( la t"cnica# del primer mensa-e de la Cevolución $rgentina a la población no era casual a!uellos eran militares amantes de los saberes ( destrezas de la tecnificación, buscadores a ultranza de la eficiencia, ingenieros de vastas reestructuraciones estatales. a pol%tica )acia las villas no pod%a si no ser “totalizante, co)erente ( definitiva#. Esta vez la tarea no fue tanto concebida ( e-ecutada por
la /omisión Municipal de la Vivienda 2como si ocurrió en los a0os del Proceso2 sino por el ministerio de Bienestar ocial Aal frente del cual se desempe0aba /onrado Bauer, rencabezando m3ltiples articulaciones. 8ue el mismo ministerio !ue a0os despu"s creó el Prode o “impuesto al bobo#. El programa tuvo su le( n3mero, la 16.7=+, sancionada en diciembre de 1*76, !ue conten%a dos programas complementarios. Jno, el de la construcción de <=== viviendas transitorias en 16 :3cleos 4abitacionales ;ransitorios. En esos n3cleos de 1, metros cuadrados por familia, se supon%a !ue los villeros deb%an 2otra vez2 “readaptarse#, antes de ser trasladados como gente civilizada a sus nuevas viviendas. Expertos sociales ser%an los encargados de “motivar# a los villeros para de-ar atr&s sus p"simos códigos de conducta. a idea de !ue los :3cleos 4abitacionales ;ransitorios A:4; fueran levemente estrec)os 2los 1, metros cuadrados2, el !ue fueran de una p"sima calidad constructiva ( el !ue se pro)ibiera expresamente a sus pobladores efectuar en ellos cual!uier tipo de me-oras Adesde poner un toldo a pintar un marco de ventana, tener coc)e o perro, respond%a a una idea sagaz al verse obligados a vivir en condiciones tan espantosas, los villeros, como perros de Pavlov bien adiestrados, se ver%an inundados por ansias de superación (, entonces s%, desear%an esforzarse para me-orar, cosa !ue a ellos nunca se les )ubiera ocurrido. Cetomaremos este punto m&s adelante. 8irmes en sus miras, los funcionarios supusieron !ue veinte de cada cien familias erradicadas se las arreglar%an solas para de-ar la villa, !ue a un 7=R )abr%a !ue a(udarlas con subsidios ( al otro 9=R m&s vulnerable brindarle a3n m&s facilidades. El <= por ciento de 67 mil involucraba a +7 mil pobladores. os funcionarios )icieron este otro c&lculo si consegu%an “extraer de las Villas# Atal la expresión literal ( meter a oc)o mil personas por a0o en los :4; de trece metros cuadrados, entonces, mediante simple arte de rotación, es decir llenando ( vaciando los :4; en forma anual, en sólo siete a0os realo-ar%an a los +7 mil. ;odos ellos 28ase dos del Plan2 ir%an a viviendas dignas definitivas ( eso necesitaba de una fant&stica ingenier%a financiera. e asignaron partidas del presupuesto nacional, se consiguieron pr"stamos del BID, en 1*69 se dispuso !ue un =R de los dineros del 8ondo :acional de la Vivienda se destinaran al plan de erradicación. $ los villeros no les entusiasmaron particularmente ni los :4; ni las erradicaciones. :o ten%an demasiadas formas de expresarlo (a !ue la dictadura de ngan%a no ten%a en sus planes reconocer a la 8ederación de Villas como interlocutora de nada. 8ue as% !ue comenzó a estrenarse para la )istoria el uso masivo de las topadoras ( las palas mec&nicas, !ue el Proceso supo perfeccionar sofisticando las formas de crear terror. a Cevolución $rgentina fue tambi"n el precedente general de lo !ue ocurrir%a a0os despu"s con el uso de las palabras. us funcionarios emplearon dos de los tres verbos b&sicos !ue resumir%an la pol%tica estatal )acia las villas ( !ue la gestión /acciatore2Del /ioppo desenterró ( recicló ni bien puso manos a la obra congelar% desalentar% erradicar . Congelar implicaba la pro)ibición de !ue se generaran nuevos asentamientos, !ue se constru(eran nuevos )ogares en las villas o !ue se reocuparan las casas desalo-adas. Esto 3ltimo era dif%cil las casas desalo-adas eran inmediatamente destru%das. *esalentar significaba, entre otras tareas, presionar, urgir, romper la organización interna en los barrios. +rradicar , en la versión del cuadernillo de las oc)enta p&ginas, implicaba la “eliminación total de las villas#.
Poco m&s aba-o se aclaraba, como previendo “:o se trata de una eliminación arbitraria ( violenta. as soluciones !ue ofrece el Plan con sus diversas alternativas, lo tornan profundamente racional ( )umano#. a aclaración, p&gina <, aparec%a ba-o el siguiente subt%tulo “Cigor t&ctico#. Jn poco m&s adelante, en la p&gina 1G acerca del rubro “/oordinación#, se dec%a “a coordinación con algunos organismos no dependientes de Bienestar ocial, )a sido prevista expresamente en la e(, como es la participación del /omando de Ingenieros del /omando en Oefe del E-"rcito#. El anexo * desarrollaba largamente esa participación. Entre otros items, se especificaba !ue el /omando de Ingenieros ser%a el encargado de “demoler las villas de emergencia evacuadas ( restituir los predios respectivos a !uien corresponda# ( !ue tendr%a entre otras “misiones particulares#, la de “proporcionar apo(o de inteligencia ( de acción psicológica a fin de explotar adecuadamente, desde un primer momento, la participación del E-"rcito en los traba-os a desarrollar#. Para 1*7<, a0o de edición del cuadernillo, los villeros de /apital, seg3n censo del ministerio de Bienestar ocial, eran 1=9.1G. Ounto con los del ran Buenos $ires, conformaban una ciudad de medio millón de )abitantes.
;odo lo !ue alcanzó a )acerse en los a0os del nganiato en /apital 8ederal fue la erradicación 2implementada por la /omisión Municipal de la Vivienda2 de seis villas miseria )abitadas por
/omo para agravar los efectos del fracaso de las erradicación, las pol%ticas de topadora ( :4; terminaron convirti"ndose en un boomerang para las autoridades. $un!ue la antigua 8ederación de Villas )ab%a entrado en crisis, reemplazada en alguna medida por nuevas -untas de delegados, la resistencia contra las erradicaciones terminó fomentando un polo de resistencia popular -usto para cuando el r"gimen comenzaba a dar muestras de agotamiento. Estimuló ademas el acercamiento entre los pobladores de las villas ( dos de los focos m&s combativos de la "poca la /; de los $rgentinos ( el Movimiento de /uras para el ;ercer Mundo. El cambio de "poca, !ue inclu%a esas nuevas formas de resistencia, afectar%a profundamente a las propias pol%ticas oficiales en materia de vivienda. El punto de inflexión !uiz& pueda simbolizarse en un modesto volante aparecido en 1*7*, el “Bolet%n de Villas :S 1. u" es la erradicación# “El gobierno militar nos enga0a diciendo !ue en estas villas viviremos durante un a0o para luego ser trasladados a departamentos m&s cómodos. Pero la realidad nos muestra !ue los compa0eros villeros !ue fueron trasladados a estas villas transitorias todav%a no vieron los cimientos de sus confortables departamentos ( sólo ven cómo se les vienen aba-o las paredes de las casillas a donde los llevaron#. $!uel documento conten%a una larga descripción de los :4;, desde sus caracter%sticas b&sicas 29,G por 9,G por 9,1= de altoQ paredes de cuatro cent%metros de grosor2, a su le-an%a de los lugares de traba-o, la ausencia de escuelas, m&s todas las pro)ibiciones respecto a los modos de vivir. uienes redactaron a!uel bolet%n fueron bastante m&s all& “Alas autoridades Destru(en la organización de las villas... reemplazan a nuestras comisiones por otras nombradas desde arriba... El verdadero ob-etivo es ale-arnos de a poco de las ciudades ( de los lugares de traba-o, con el ob-eto de desgastarnos ( obligarnos a volver a nuestros pagos Anos pagan )asta el via-e para !ue nos va(amos a morir de )ambre a los lugares de donde nos vinimos por falta de traba-o. Esto es parte de su plan de desorganizar a la clase obrera ( romper todos sus órganos representativos#. M&s adelante, cuando )a(a !ue referirse a la 3ltima dictadura militar, se ver& )asta !u" punto estas observaciones sobre los ob-etivos estrat"gicos de la erradicación ten%an sentido. 8inalmente, el volante )ac%a el tradicional llamado a la luc)a, en letras ma(3sculas “uc)emos contra los campos de concentración. uc)emos contra el estado actual de las villas de emergencia. uc)emos por la transformación de nuestras villas en verdaderos barrios obreros#. a resistencia comenzaba a cobrar fuerza, las pintadas en los barrios alud%an no a la sigla t"cnicamente neutral “:4;# sino a las “villas cuartel#. Jn * de noviembre de 1*7*, en anta 8e, se realizó el primer Encuentro :acional de dirigentes villeros de todo el pa%s, auspiciado por los curas villeros de /apital ( por diversas iglesias. $l poco tiempo, la Iglesia reconoció al E!uipo acerdotal ( brero en Villas de la /apital, estrec)amente ligado con el movimiento de acerdotes del ;ercer Mundo. El movimiento (a ven%a mostr&ndose en espacios radicalizados. En marzo de 1*7*, la revista Cristianismo , -evolucin publicaba una carta de los curas villeros dirigida al presidente ngan%a. En uno de sus p&rrafos, el documento radiografiaba )istorias de vida “Esto pasa )o( en nuestra Patria. /E8ECI: MET, casado, + )i-os, traba-a con toda su familia en una estancia de /orrientesQ sueldo total !ue recibe la familia U+=== mensualesQ beneficios sociales, ninguno. /uando debe llevar a alg3n familiar al m"dico del pueblo vecino, se le descuenta su -ornal. EEJ;ECI
$, casado, 6 )i-os, A9 fallecidos por desnutrición, )ac)ero en a allareta APcia. de anta 8e, -ornal U== Alos d%as !ue )a( traba-o pagados en bonos de mercader%as a retirar en el almac"n del mismo patrón. EV$CI; /$CCIT, tucumano, casado, padre de cuatro )i-os, obrero del surco, despu"s de meses de desocupación por cierre de ingenios ( falta de fuentes de traba-o, sufre con desesperación el )ambre ( la frustración...#. El texto continuaba con )istorias seme-antes )asta rematar as% “Estos )ombres pertenecen a nuestras villas. 5 casos similares se repiten por millares#. Por supuesto, el documento impugnaba la pol%tica erradicatoria “por!ue pretende combatir efectos sin atacar las causas #. Menos de dos a0os despu"s, (a en los v"rtigos previos al F6, Cristianismo , -evolucin daba cuenta en sus p&ginas finales de comunicados de organizaciones armadas. Desde expropiaciones de camiones !ue cargaban ( su reparto en barriadas pobres a la detonación de “ca-as2volanteras# en el ministerio de Bienestar ocial “en represalia por el violento desalo-o policial de los compa0eros de la villa Mart%n Nemes#, de Cetiro. En a!uella "poca no exist%a la figura del desaparecido, pero los )ubo. Jno de ellos fue :"stor Martins, relacionado seg3n rememora /(mes con el movimiento villero. Es m&s o menos por entonces !ue los medios comienzan a usar la expresión “espiral de violencia#, !ue abarca de manera algo difusa un panorama extenso de torturas, asesinatos, agitación social, represión pol%tica, desalo-os compulsivos en las villas, ( m&s adelante accionar guerrillero. o !ue estaba cambiando tambi"n, aceleradamente, eran los modos de pensar la sociedad, inclu(endo los vie-os moldes acerca de !ui"nes eran los villeros. /ambiaba en amplios sectores de las clases medias la tradicional actitud discriminatoria 2los villeros como borrac)os, como )araganes, como vividores, como delincuentes2 o los comentarios burlones acerca de la proporción de )i-os ( antenas de ;V !ue ten%an las villas. 4a( pe!ue0os s%mbolos de ese cambio ( ese acercamiento entre las clases medias ( los sectores populares. $s% como en los F7= Bernardo Verbits'( )ab%a publicado su Villa miseria también es América , en 1*61 el /entro Editor de $m"rica atina publicó un librito del antropólogo 4ugo Catier, Villas , villeros. /on el estilo propio de la "poca, lleno de iron%as m&s o menos violentas ( de alusiones a la cultura nacional, Catier pon%a en duda el imaginario entero, la concepción establecida acerca de la condición villera, ( la contaba de otra manera, poniendo en duda incluso las estad%sticas oficiales. /itando un traba-o de la Dirección eneral de $sistencia a las Villas de Emergencia de la provincia de Buenos $ires, Catier dec%a !ue sólo en /apital ( en 1*77 los villeros eran 9== mil. Despu"s enumeraba a vuelo de p&-aro las diferentes culturas ( econom%as de la !ue proven%an los villeros los colonos, pobladores ( parceleros correntinos ( su mala vida en algodonales a-enos o propios, pero de dos a diez )ect&reasQ los rio-anos “subalimentados# !ue alguna vez )ab%an sido mineros o due0os de algunas cabezas de ganadoQ los zafreros de ;ucum&n ( altaQ los minifundistas de 4uma)uaca. Jn p&rrafo de su libro se refer%a espec%ficamente al papelón )ec)o por las autoridades con la construcción de los :3cleos 4abitacionales ;ransitorios ( al consecuente repliegue oficial. Merece citarse, por previsor. “Descanse el pa%s el plan de erradicación transitoria no continuar&. as casas pensadas para siete a0os durar&n cien... a duc)a del min3sculo ba0ito est& colocada sobre el inodoro a la turca... :o se permite cerrar, ni ampliar, ni me-orar. a gente deb%a sentir el KrigorF para apreciar luego el para%so de la vivienda definitiva, para ganar ansias de me-orar. $)ora s%, (a !ue se )a decidido !ue vivan all% para siempre, no tiene ob-eto impedir su me-oramiento#. a mirada de la prensa seria era otra. En la p&gina editorial de un diario tradicional se dec%a de los :4; “os ambientes est&n divididos con sentido moral en relación con el n3mero de miembros de cada familia, la construcción es sumamente modesta, pero de material inco mbustible#. $un!ue atento a la necesidad de dar con las causas profundas !ue )ab%an engendrado las villas miseria, ese mismo editorial de -ulio de 1*6= remataba con un llamado a los gobernantes para !ue estuvieran alertas ante “la solapada acción de !uienes desean el mantenimiento de las villas KmiseriaF con fines de agitación popular#. Jno de los grandes aciertos del Proceso a la )ora de conseguir lo !ue el nganiato no pudo, fue volver a apelar a las ra%ces discriminatorias profundas de la sociedad, !ue los v"rtigos ideológicos de los F6= no consiguieron borrar en absoluto. De manera tal !ue, tras los vendavales desatados por el Proceso, en los primeros a0os democr&ticos ( siempre con esa condición c%clica !ue tiene la )istoria de las villas, fue
necesario volver a )acer nuevas sistematizaciones ( aprendiza-es. En 1*<6, en /ovimiento villero , +stado 01"123, Patrica D&bolos, Marcela Oabbaz ( Estela Molina volv%an a repasar la vie-a )istoria “as villas denotaban una presencia mu( fuerte de las contradicciones del sistema en plena /apital, por lo !ue comenzó a evidenciarse un mane-o discursivo tendiente a desviar el nudo del problema villero ( desplazarlo a rasgos individuales sobre la cotidianeidad de la vida del villeroQ con expresiones tales como Kel villero se automargina ( de ninguna manera trata de mimetizarse con la s ociedadF#. in embargo, las "pocas a las !ue nos est&bamos refiriendo, el paso de los F7= a los primeros F6=, eran de cambio ( los medios 2siempre deseosos de captar lo nuevo ( potente2 comenzaron a prestar atención a ese curita guapo de extracción recoleta ( !ue daba tan bien en c&mara, el padre /arlos Mugica, !ue durante a0os, -unto con otros como el -esuita Oos" Meisegeier, se )ab%a dedicado a traba-ar por los pobres en silencio ( en un lugar tan e4tra5o como las villas de Cetiro. Esos curas dec%an !ue no se pod%a desvincular el compromiso cristiano del compromiso con los pobres, ped%an pan para los !ue ten%an )ambre ( )ambre ( sed de -usticia para los !ue ten%an pan. El cura Mugica encabezaba protestas ( movilizaciones, reclamaba la entrega de los restos del /)e uevara, )ab%a andado en Par%s en pleno ma(o del F7< ( en /uba, -ugaba al f3tbol con los villeros de 5P8 ( ald%as 2sus feligreses2 ( organizaba campa0as tales como “:avidad con luz#, cosa de !ue EB$ se decidiera a ec)arle unos cables gruesos a las villas de Cetiro, ( !ue los villeros pudieran colgarse. Eso fue d%as despu"s de !ue Ouan Perón, en su retorno al pa%s, se apareciera en la villa para saludar a los vecinos ( entrevistarse con el padre Mugica. Esa buena relación, una vez asumido el gobierno, no prosperar%a. Eran tiempos de alegr%a e integración, de fervor popular ( frentes de tormenta. /on el tiempo, el padre Mugica ser%a visitante asiduo en velatorios primero fue el de los montoneros muertos en @illiam MorrisQ poco despu"s, el de los guerrilleros fusilados en ;releL. Magtara/ o*n"/ uan.
$un!ue Magtara 8eres, la del barrio Civadavia, no viv%a en un :3cleo 4abitacional ;ransitorio sino en una casa )ec)a con cr"ditos del Banco 4ipotecario, a ella tambi"n le llegó la pro)ibición imperiosa de efectuar me-oras en su vivienda. e consideraba altamemente peligroso reemplazar el alambre te-ido !ue separaba los terrenitos por una medianera, e incluso cubrirlos con ligustrina o madreselva. El terreno en el !ue Magtara todav%a vive tiene *,<= por 1= metros. 4a( otros para familias m&s numerosas de doce por doce ( los m&s c)icos son de oc)o por oc)o. as casitas !ue llegaron a construirse fueron *+9. /ada casa contaba con un riguroso inventario para !ue nadie se llevara nada desde la enorme mesa de portland !ue invad%a el minocomedor ( no permit%a la circulación Areli!uia !ue unos pocos conservan, sólo !ue en el patio ( para el mate, a las cinco cuc)etas de )ierro ( sus fle-es. En caso de pretender introducir camas de madera, los due0os de casa deb%an efectuar largas colas ( no menos extensas imploraciones ante los funcionarios. Para cuando las topadoras del plan erradicador comenzaron a entrar ( salir de los barrios, Magtara (a llevaba un camino recorrido en el su(o. En su interpretación, la )istoria no tiene nada de complicado ella ven%a de sus catecismos, su marido de alfabetizar, en el barrio prevalec%a la cultura del fiado. “Eran tiempos en !ue no se robaba#. En su ni0ez de Paso de los ibres, su padre, por alfabetizado, guardaba los a)orros de los vecinos en su cuenta bancaria, cada vez !ue esos vecinos )umildes consegu%an vender su producción de lana o de lo !ue fuera. $s% !ue resultaba natural !ue en el barrio Civadavia 2o villa, seg3n el Proceso2 ella )iciera vestiditos para los c)icos m&s pobres en la iglesia o !ue en su casa )ubiera una “ca-ita solidaria# a la !ue aportaban los !ue pod%an ( a la !ue acud%an los !ue necesitaban, o !ue ella misma se metiera en la primera comisión vecinal. Esa comisión inauguró la primera plaza del barrio, con su primer m&stil. 8ue en un lugar despe-ado, donde supieron crecer los -acarand&es. Oo)n( ;apia no fue un activista visible en la villa de Cetiro durante los a0os de la Cevolución $rgentina, dice !ue acompa0aba, en los actos o las movilizaciones. Pese al perfil ba-o, tiene un concepto bien preciso de lo !ue significa el recuerdo del padre /arlos Mugica “El es una bandera de luc)a, pr&cticamente dio la vida por nuestros derec)os ( para !ue fu"ramos respetados. :osotros no pod%amos o no podemos conseguir traba-o cuando decimos !ue vivimos en una villa. a gente de las villas s% !ue !uiere conocer su )istoria, conocer sus derec)os ( saber cómo pelear#. as cosas se estaban poniendo distintas (a en 1*6=, cuando Ouan /(mes, el tanguero, decidió irse a vivir a la villa as $ntenas. Dice !ue lo )izo por!ue siempre fue un militante o barrial o sindical o comunitario, pero !ue siempre fue el barrio lo !ue le pareció m&s concreto ( m&s )umano. “$c& me !uedo#, di-o !ue se di-o, ( fue a parar a un lote !ue le dio la gente, a la !ue conoc%a largamente, como a todas las villas de a
Matanza, “casa por casa, lote por lote#. Por un tiempo vivió de revendedor, animando una curiosa cooperativa !ue llevaba ( tra%a muebles, camas, sillas o ropa “para la propia gente del barrio. os compa0eros socializaban )asta su casa (, si lo ten%an, su coc)e#. Ouan /(mes recuerda !ue cuando comenzaron a radicalizarse los procesos pol%ticos )ab%a dos grandes )orizontes posibles para un militante uno superestructural ( clandestino, el otro, el territorial, el de promover la transformación en el seno de los movimientos de masas. “:o se puede organizar algo ( ni si!uiera conocer el territorio donde se va a traba-ar#, dice Ouan. u reacción no era sólo )acia los clandestinos sino )acia ese fenómeno )arto conocido, lo !ue "l denomina “toda la podredumbre politi!uera, el clientelismo, la profesionalización de la pol%tica ( el doble discurso !ue dice !ue busca contener cuando en realidad lo !ue !uiere es frenar #. En 1*6= se cumplir%a el primer aniversario del /ordobazo. Ouan, como tantos, era de los !ue percib%an !ue en el pa%s algo iba a explotar. ólo !ue, adem&s del entusiasmo, dice !ue (a entonces tuvo una sospec)a in!uietante “Esto se est& acelerando demasiado#. En as $ntenas, /(mes ( sus compa0eros crearon una entidad !ue se llamó B$, olidaridad ( uc)a Barrial. El comenzó a ligarse con los sindicalistas m&s duros de /órdoba, con los de I;C$/2I;C$M, con $gust%n ;osco, $rmando Oaime, tambi"n con el abogado ilvio 8rondizi, !ue cuatro a0os despu"s ser%a asesinado por la ;riple $. $grupaciones como la de /(mes empezaban a disputar con otras como el /omando de rganización, de $lberto Brito ima. Pistas de lo !ue se ven%a, pero en el territorio semiclandestino de las villas miseria. !uarta presentación: el So-reviente !.
$lguien, en 1**=, escribió un poema for-ado al (a flaco calor de esas "pocas. Es un alguien cu(o nombre ( apellido no se pueden citar, por pedido expreso. Ese alguien, santiague0o, prefiere presentarse como el obreviviente /. El obreviviente /, del !ue seguiremos )ablando m&s adelante, guarda una serie de papelitos escritos a m&!uina en la villa en la !ue debió refugiarse varios a0os despu"s de la llegada de la dictadura. Jno de los poemas !ue escribió empieza as%
El villero advertido, bien orillero es margen pueblero ( palo frontero flaco de imagen, )i-o de labrador o de obrero es )ambre lindero ( postergado -ornalero.
“De la indioafrolatinoamericanidad#, se llama la composición, !ue termina de esta forma
$s% traba-a el )ambre lindero de -ornalero en pobres de imagen )i-os de postergados obreros lanzas templando en solidario fuego pueblero pFal advenimiento del )ombre nuevo.
El obreviviente / recuerda con fiereza !u" fue, durante el nganiato, lo !ue lo llevó a convertirse en lo !ue los diarios de entonces denominaban “agitadores#. 2 reaccionabas o te apic)onabas o te convert%as en autómata o te pon%as loco. :adie se salvaba, nadie se escapaba de los efectos tir&nicos. ;e violaban todos los convenios laborales ( si te eno-abas te tiraban los perros encima. El obreviviente /, como Oo)n( ;apia ( tant%simos pobladores de la 1, todav%a recuerda cómo lo )ac%an traba-ar en el puerto rodeado de alambrados ( perros de polic%a. o recuerda bien, ( con furia. ;odav%a a la distancia parece asustarse ( odiar la locura !ue vio crecer en "l. 25o empec" a expresar ese sometimiento con mi mu-er ( mis )i-os. El )ombre guarda im&genes vie-as.
2Ven%an esos estudiantes con esos discursos... 5 algunos dec%an “BuenoW Pasame la ametralladoraW#. 4ab%a de todo, depend%a del portador de las distintas ideas. $lgunos predicaban la revolución pero no se dedicaban a construirla. #icta-landa/ primavera e invierno.
Dec%amos m&s arriba !ue, en su repliegue, el r"gimen militar, a)ora encabezado por el general $le-andro anusse ( de camino al ran $cuerdo :acional, varió en forma sustantiva la pol%tica )acia las villas miseria, no sin atravesar m3ltiples conflictos entre las propias agencias de gobierno, superposiciones de tareas, celos ( renuncias de funcionarios. 4ubo reconocimiento de las organizaciones vecinales, promesas de me-oramiento en los planes de vivienda, compromisos de frenar desalo-os ( )ubo desalo-os aislados resonantes como los de la villa Mart%n Nemes. 4ubo desde el ministerio de Bienestar ocial, (a encabezado por 8rancisco Manri!ue, la conocida combinación de asistencialismo con intentos de cooptación. En las villas de Cetiro ( del Ba-o Belgrano se realizaron me-oras. $l mismo tiempo, entre 1*6= ( 1*6 otras seis villas, en las !ue viv%an m&s de doce mil personas, fueron erradicadas, con la /omisión Municipal de la Vivienda involucrada en la tarea. 5a en la etapa final de la retirada del gobierno, la 8ederación de Villas no sólo )ab%a resurgido sino !ue )ab%a ganado en autonom%a ( sufrido una fuerte transformación en su identidad, for-ada tanto en sus luc)as como en su relación con el peronismo m&s duro ( con los curas del ;ercer Mundo. a 8ederación a)ora se opon%a frontalmente a las erradicaciones ( propon%a en cambio la transformación misma de las villas en barrios obreros. El obreviviente / recuerda un )ito del a0o 1*6, la creación del Movimiento Villero Peronista AMVP, alineado con la Ouventud Peronista, con la ;endencia Cevolucionaria, con el Movimiento de In!uilinos Peronistas. El )ombre fue un activista fervoroso en la villa 1, all% donde, apenas un a0o despu"s de su creación, algunos en el MVP tuvieron la idea de declarar al barrio como “villa montonera#. $puros terribles de esos a0os, similares a una an"cdota !ue relata Ouan /(mes. a del d%a en !ue dos militantes m&s o menos imberbes ( de gestos clandestinos, lo ubicaron de manera secreta para anunciarle !ue sus superiores ten%an pensado volar las antenas de radio :acional en la villa, !ue por algo se llamaba “as $ntenas#. e di-eron !ue se lo anunciaban por respeto a su tra(ectoria ( para cuidar las vidas ( )aciendas de los paisanos. /(mes los sacó carpiendo. 8ervores. En el libro (a citado de D&volos, Oabbaz ( Molina )a( un extenso espacio dedicado a la manera en !u" se vivió la primavera del F6 en el interior mismo de la /omisión Municipal de la Vivienda. ;"cnicos, ar!uitectos, sociólogos, empleados ( asistentes sociales decididos a compartir la vida con los villeros. E!uipos mixtos, mesas de traba-o comunes, asambleas permanentes, reivindicaciones. Enfrente ten%an al lópezreguismo, cómodamente apoltranado en el ministerio de Bienestar ocial. $0os extra0os empleados de la /MV ( villeros tomaban tierras en forma con-unta, los otros pensaban en erradicar. Magtara 8eres recuerda fielmente el -ulepe !ue se pegó cuando 2como en los relatos de svaldo oriano2 en el barrio Civadavia un grupo de compa0eros peronistas peló los fierros para disparar contra otros compa0eros peronistas. Ella, !ue siempre )ab%a sido peronista, a partir de entonces se fue deslizando, suavecito, )acia la democracia cristiana, l%nea 4umanismo ( iberación. Ouan /(mes mismo debió escapar de los balazos del /omando de rganización. as villas eran un bot%n !ue todos !uer%an disputar. Entonces, ( por momentos, a tiros. Muc)os a0os despu"s, a fuerza de combis, pa!uetes de comida ( tel"fonos celulares. Pasó /&mpora, vino Perón. Eran todav%a los a0os legendarios en los !ue la gente re%a por las alusiones est"ticas del eneral, !ue refiri"ndose a las formas proporcionadas en los frisos de los templos griegos ( aplic&ndolas a la conduccin política , doctrinaria , usaba la expresión “en su medida ( armoniosamente#. “:uestro deseo es erradicar totalmente las villas de emergencia, especialmente por los c)icos, por!ue son peligrosas#, dec%a el anciano presidente al diario 6a Nacin, en enero de 1*6G. $s% !ue la muc)ac)ada villera, la de la OP, o la de la O;P, conflictuada con ópez Cega, con Perón ( con el -efe comunal Aun militar retirado, apenas si pod%a imaginar consignas “ +n su medida7 , armoniosamente% 78ueremos verle 7la cara al intendente#. bien, en alusión al m&s c"lebre proverbio uban%stico del lópezreguismo A“El silencio es salud#, la muc)ac)ada bramaba “ A la lata% 7al latero% 7el silencio no es salud 7para nuestros compa5eros #. El 9 de enero de 1*6G el servicio oficial de Prensa ( Celaciones P3blicas emitió un extenso comunicado, el 1G, rese0ando una entrevista en la uinta de livos entre Perón 2con Isabel a su lado2, ópez Cega ( un grupo de villeros de Cetiro. $lgunos extractos. “os )abitantes del barrio expusieron sus problemas ( necesidades ( el Oefe de Estado les manifestó la
preocupación del obierno :acional para arbitrar soluciones definitivas# “4emos tenido algunas dificultades por las malas interpretaciones, por gente !ue !uiere interferir o entorpecer, pero tenemos !ue de-arnos de macanas con cuestiones pol%ticas. :uestro deseo no es per-udicar, sino solucionar# APerón. “$ continuación, ( en nombre de la Vicepresidente de la :ación, se0ora Mar%a Estela Mart%nez de Perón, el se0or Oos" ópez Cega )izo entrega a un delegado de la villa de una orden para retirar en la Dirección de $sistencia ocial Integral, 7.=== -uguetes para los ni0os residentes en la Villa 1 de Cetiro#. Entre disputas ( -uguetes, las cosas suced%an r&pido. Oo)n( ;apia recuerda la muerte precisa de un vecino ( compa0ero de la villa 1, $lberto /)e-ol&n. as otras muertes posteriores, las del Proceso, las tiene al mismo tiempo presentes ( perdidas. uego de !ue Perón respaldara la pol%tica erradicadora A( al mismo tiempo !ue se bat%an records )istóricos en materia de superficie construida en todo el pa%s, comenzó la erradicación de la villa de ald%as. /)e-ol&n fue muerto el 9+ de marzo de 1*6G, en una movilización de dos mil villeros a Plaza de Ma(o, frente al ministerio de Bienestar ocial. Pronto !uedaron rodeados por el tradicional despliegue de patrulleros ( carros de asalto. $lberto /)e-ol&n ten%a = a0os ( recibió un ita'azo policial en la espalda. Jn e-emplar de esos d%as de la m%tica revista Así , con sólo una foto, traza una representación estremecedora de la "poca. En primer plano, ( )acia el &ngulo inferior derec)o, tres miembros de la guardia de infanter%a observan al enemigo. /ontrolan el frente (a des)ec)o de la manifestación, con militantes !ue intentan acordonar, contener a los !ue vienen detr&s. Jno de esos militantes sostiene la pancarta en la !ue la sigla MVP est& cruzada por la tacuara ( el fusil. $l lado mismo de la pancarta, una mu-er -oven observa el cad&ver, tom&ndose la cabeza con las manos. M&s fotos, comunicados de Perón o Muerte, “el presb%tero /arlos Mugica durante el sepelio#, la imagen de otro muerto futuro el diputado eonardo Bettanin, un ep%grafe !ue dice “4ermanos ( familiares del villero /)e-ol&n lloran sobre su f"retro. Eran 1G )ermanos#. Ese d%a los villeros se declararon de luto ( de paro. os volantes del MVP ( del 8rente $ntiimperialista ( por el ocialismo A8$, en donde militaba Ouan /(mes, )ablaban de traición. Oo)n( ;apia tambi"n recuerda con precisión 2( no como las otras, las futuras2 una segunda muerte, la del padre /arlos Mugica, baleado el 11 de ma(o de 1*6G frente a la parro!uia de an 8rancisco olano. El recuerdo es suscinto “Muc)a tristeza, no lo pod%amos creer. 4ab%a gente de todos lados#. El obreviviente / lo recuerda as% 2El anduvo desde los primeros F7=, despu"s vinieron los dem&s curas tercermundistas. 5o lo !uiero muc)o, )ablo en presente. El era un tipo mu( llano, no ocultaba nada. Era deslumbrante, la -uventud del barrio se sent%a atra%da por "l. El escuc)aba ( de-aba )ablar. e gustaba la c)arla, la pol"mica, mov%a ideas. 2(9ueron a5os felices en las villas) 2a $rgentina ven%a de una tradición amistosa entre sus )abitantes. os asados, todas esas cosas afianzaban la amistad natural entre los vecinos. ;oda esa )ospitalidad, esa amistad !ue tra%amos de las provincias... :os abr%amos la )eladera... Esas cosas !ue )o( no existen. En una serie cronológica sobre la )istoria de la 1, parte de sus tant%simos traba-os acerca de las villas, el padre Oos" Meisegeier, compa0ero de Mugica de toda la vida, ( adem&s su sucesor, )izo esta sola anotación escueta “Ma(o 1921. Velatorio en barrio /omunicaciones, /apilla /risto brero, del P. Mugica ( posterior entierro. e suceden las discusiones acerca del autor intelectual de su muerte#. $l final de ese per%odo, un G=R de los )abitantes de la 1 )ab%an sido trasladados a viviendas en monobloc'. “;odas estas acciones 2dice scar szla' en su formidable traba-o /erecer la ciudad ( en referencia a tomas de tierra, conflictos, erradicaciones ( me-oras2 no detuvieron, naturalmente, la continuada expansión de las villas, cu(o n3mero ( población alcanzaban en v%speras del nuevo golpe de estado, cifras in!uietantes#. El obreviviente /, ( todos los otros, se fueron preparando para lo peor. Parte . 0anda en fuga " li-ro a%ul.
$0o 9==1, el de la disea en el Espacio. una es!uina Iriarte, en Barracas. a villa 9129G sigue a)%. 4a( galpones ( una canc)ita en frente de la villa, donde est& la parada del 6=. Pasando Montes!uieu, en un
paredón grande, la gente )izo un mural con una le(enda “/uidemos el barrio#. :o )a( un cambio s3bito en la fisonom%a de los frentes, en Iriarte al +==, cuando Barracas se )ace villa. Es un cambio m&s sutil, !ue no necesita de la intervención de muros aisladores. ;odo el frente de la villa a lo largo de la avenida es un sucesión de bolic)es angostos ( a lo largo de la vereda coc)es ( camionetas medianamente ruinosas, m&s un camión atmosf"rico !ue extiende sus mangueras de extracción. Entre las paredes de cada bolic)e desembocan los pasillos estrec)os !ue vienen de los descampados internos. $ cada salida de pasillo corresponde una zan-a con su arro(o -abonoso ( su pe!ue0o puente de madera o cemento. Jn perro grande se monta a una perra c)ica, !uedaron abotonados. $mbos miran a todas partes. os vecinos, a punto de intervenir, discuten con !u" estrategia. Poco m&s all& est& una posible entrada oficial al barrio, la construcción de la mutual 8lor de /eibo. Ese es el centro social ( comunitario de la villa. Jn par de mesas, algunas sillas, gente !ue entra ( sale, el mate, el termo, las facturas !ue se ofrecen a la visita. En una l&mina grande puesta sobre la pared dice “Plan de pago de tierras#. 4a( varias opciones desde las 9G cuotas de 69 pesos mensuales Am&s la cuota social a las cuatro cuotas de G==. , en su defecto, 1.7== pesos al contado, m&s la cuota social. obre otra pared, un despliegue de fotos !ue muestra de !u" manera los villeros van constru(endo sus casas. o )acen grupalmente, sin saber cu&l casa le corresponder& a cada uno cuando finalicen, para asegurar sudores ( esmeros e!uitativos. El 8laco uillermo Villar, alto ( pelilargo, antiguo -ugador de an orenzo ( de diversos e!uipos sudamericanos, es el referente de la mutual. 4ace (a una considerable cantidad de a0os, el 8laco inventó en la villa una propaladora, es decir una radio a meg&fono. Esa propaladora despu"s se )izo 8M comunitaria, la apuca(, nudo de articulaciones varias. $lguna vez, all% mismo munido de su micrófono ( gracias a la intermediación del periodista televisivo /"sar Mascetti, el 8laco se produ-o un notón recibió en la radio al doctorazo uillermo Oorge del /ioppo, el principal e-ecutor del plan erradicador del Proceso, ( lo sometió a riguroso interrogatorio. Dicen !ue lo )izo polvo. Pero esa 8M no est& m&s. $parentemente, ciertas internas pol%ticas en el barrio, ciza0eadas desde afuera, derivaron en cierto triste final. a visita a la 91 no es sin embargo tanto para dar con el 8laco como para c)arlar con alguien m&s veterano, en edad e )istoria. Ese alguien es un )ombre de unos sesenta ( pico, alto, mu( entero, con una gorra con visera. El tipo estaba en la entrada de la villa )ace rato, )ubo un mal entendido con los )orarios. Est& de mal )umor. igue como rumiando su bronca, una vez adentro, ( aun!ue comienza la ronda del mate. Parece !ue el 8laco, siempre sonriente, no le explicó del todo de !u" se trata la )istoria, la de preparar este librito. $ntes de testimoniar nada, dice el tipo, la /omisión Municipal de la Vivienda deber%a )acerse una autocr%tica, ( una autocr%tica del tipo feroz. 4abla duro ( se expresa mu( bien. Mira duro tambi"n, ( larga esta frase 25o no s" si les aconse-ar%a a los compa0eros de la villa conceder entrevistas a la /omisión Municipal de la Vivienda. Vuelve a reiterar lo del pedido de autocr%tica. evanta un dedo ( agrega 2 :nstitucional. El tipo viene de sufrir un castigo duro, dur%simo, !ue viene de a0os. Est& sentado firme sobre la mesa, ( extiende unos brazos enormes ( comienza a negarse terminantemente a testimoniar sobre nada. Muc)o menos a presentarse como lider de nada. $un!ue tampoco, a0ade, a minusvalorarse. ;al la literal expresión. El )ombre sobre la silla emplea un discurso extraordinario, )ec)a sobre muc)as experiencias ( lecturas. Vuelve a aludir a la /MV, al origen de clase de sus funcionarios. 2Me in!uieta cómo se conciben ellos como institución. Es tal cual lo )ab%an dic)o otros antes !ue "l, o como lo )ab%a resumido /(mes para m&s de un sobreviviente de las villas, “a /MV es el enemigo#. Palabra va, palabra viene. De a poco el )ombre aflo-a, se va enc)amigando. Pero no de-a de establecer pautas de negociación. e lo ve bien curtido en la materia. Veremos, dice, si concede la entrevista. os compa0eros tendremos !ue reunirnos. $cepta finalmente una segunda cita, para dentro de un par de d%as. o )ace a rega0adientes. /omparte s% la idea de )acer memoria ( dice 2Estamos entrenados para el olvido. El tipo, por supuesto, es el !ue dos d%as despu"s exigir& no ser presentado con su nombre. Es el !ue firma sus escritos como obreviviente /.
El mal argentino.
$ partir de mediados de los F7= la población villera del pa%s comenzó a crecer a una tasa descomunal el 1+R anual. Durante a0os, ( lo mismo a partir de la retirada del Proceso, el ritmo de crecimiento de la población villera en /apital estuvo por encima de la del promedio. En su con-unto, )acia 1*6 los conglomerados villeros conformaban la cuarta ciudad argentina, aun!ue medianamente invisible, o al menos no siempre oficializada. ólo en /apital ( el ran Buenos $ires exist%an G== mil villeros repartidos en 7== n3cleos poblacionales. /uando los militares ocuparon el poder, en marzo de 1*67, en la ciudad de Buenos $ires viv%an exactamente 99G.<<+ villeros. Esa es al menos la cifra proporcionada por las propias autoridades militares, en la !ue inclu(eron *1== )abitantes de seis :3cleos 4abitacionales ;ransitorios ( a otros 7*= !ue poblaban los barrios Civadavia, arc%a ( Mitre. /omo se explicó al relatar la )istoria de Magtara 8eres, esos no eran “villas# 2como pretendieron los militares2 sino barrios construidos por el Banco 4ipotecario. us vecinos (a )ab%an pagado o estaban pagando las respectivas cuotas, desde )ac%a a0os. De todas maneras la /MV rebautizó como “Villa GG# al barrio Civadavia ( planificó construir una pla(a de transferencia de cargas en el agu-ero !ue !uedara. 4a( buenas razones para creer !ue en m&s de un caso el forzamiento de la categor%a “villa# obedeció lisa ( llanamente a planes erradicadores detr&s de los cuales se escond%an interesantes negocios inmobiliarios. Jn caso particularmente llamativo es el del barrio /oronel arc%a, de Escalada ( Coca, “compuesto por integrantes de la Polic%a 8ederal#, seg3n reconocen los documentos de la /MV de entonces. in embargo, desde los escritorios del funcionariado, ese barrio de cien viviendas de material prensado, cruzado por calles ( sendas peatonales, tambi"n se )izo “villa#. $ la )ora de estudiar las pol%ticas urbanas del Proceso, el investigador ( politólogo scar szla' es uno de los !ue m&s "nfasis puso en subra(ar la concepción global !ue ten%a el gobierno militar. a concepción “del orden social !ue aspiraba instituir, del lugar !ue en el mismo se asignaba a los sectores populares, del papel estrat"gico !ue ten%a la ocupación del espacio geogr&fico ( de la distribución poblacional -uzgada m&s conveniente a los fines de la Kseguridad nacionalF#. El razonamiento sigue as% “El fenómeno nuevo !ue se advierte en la pol%tica argentina despu"s de 1*67 es, precisamente, la subordinación de medidas aparentemente aisladas ( puntuales, a grandes lineamientos de pol%tica !ue responden a un modelo de sociedad !ue poco tiene !ue ver con la experiencia previa del pa%s#. El Proceso militar retomó una discusión )istórica ( leg%tima acerca de uno de los “males# estructurales del pa%s la de las grandes extensiones “vac%as# dentro del territorio argentino, la del despoblamiento versus el sobrepoblamiento, la de la )ipertrofia del pa%s con cabeza de león ( cola de ratón. /omo se sabe, el debate arranca por lo menos con armiento ( $rturo Oauretc)e )izo c"lebre en su /anual de ;onceras argentinas la zoncera nS 9 2“El mal !ue a!ue-a a la $rgentina es la extensión#2 ( la zoncera nS 2“o !ue conviene a Buenos $ires es replegarse sobre s% misma#2. o !ue )izo el Proceso al retomar las riendas de esas discusión, !ue sigue siendo imperiosa, fue pretender llegar a una resolución por la v%a de m"todos brutales. 8ue m&s o menos por entonces !ue comenzaron a mane-arse con notorios sesgos de i mpunidad discursiva nociones tales como la de “viabilidad# 2de la :ación, de las provincias2 o de los “excedentes poblacionales#, o de la cantidad de gente !ue pod%a !uedar dentro o fuera de un pro(ecto de :ación seg3n el modelo a elegir. Desde la Presidencia misma, el gobierno militar re!uirió a dos mesas de traba-o interministeriales el dise0o de estrategias !ue permitieran tener ba-o control “el crecimiento de la región metropolitana bonaerense#. Esos planes deb%an contar con el apo(o de la secretar%a de Planeamiento ( la coordinación de una denominada Dirección eneral de rdenamiento Espacial. a sola denominación t"cnica de las agencias de gobierno, retrotrae a los planes del nganiato, sólo !ue en t"rminos a3n m&s exacerbados. De nuevo, las estrategias a aplicar deber%an ser dr&stica ( totalizantes. En materia de pol%ticas urbanas, ( en /apital 8ederal, los planes de erradicación de villas tambi"n eran parte de una estrategia integral, sustentada al menos en cuatro acciones fundamentales. iguiendo la sistematización )ec)a en un traba-o coordinado por 4ilda 4erzer, producido por el Instituto de Investigaciones ino ermani, esas “cuatro patas# de la estrategia urban%stica del K67 son 2a le( provincial <*19 de ordenamiento territorial, !ue “tuvo como efecto la no realización de nuevos loteos destinados a la población de ba-os ingresos#. $ la larga, el destino estrat"gico de buena parte de los
“espacios vac%os# ser%a el de los countries, los barrios cerrados, los cementerios privados. Emprendimientos dirigidos a !uienes )o( se denominar%an los “ganadores del modelo#. 2a nueva le( de locaciones urbanas !ue dispuso el descongelamiento de los al!uileres en un per%odo de tres a0os. /omo se ver& m&s adelante, muc)os de los antiguos in!uilinos engrosar%an las cifras de expulsión ( empobrecimiento. 2El programa de construcción de autopistas, !ue, -unto con los estacionamientos, “favorecieron la apropiación de renta en los terrenos c"ntricos. $l paso de la demolición, se profundizar& el d"ficit )abitacional#. 2a erradicación de las villas. Vistas estas estrategias en con-unto, la reestructuración urban%stica, antes !ue paliar problemas de infraestructura o resolver el problema )istórico del d"ficit )abitacional, desencadenaba fuertes efectos redistributivos, concentradores, ( de-aba afuera a buena parte de los sectores populares. ólo como para )acer una referencia r&pida a una de esas “cuatro patas#, !ue no sea la de las erradicaciones de villas, conviene resumir lo ocurrido con la “liberación# de los al!uileres Asólo tres a0os atr&s la palabra liberación se usaba para otra cosa ( sus efectos. Esa otra )istoria, tanto por el tipo de diagnóstico !ue )ac%an las autoridades, como por sus promesas acerca de lo bien !ue iban a salir las cosas, es esencialmente paralela a lo ocurrido con las villas ( sus )abitantes. os debates acerca de cómo salir de la opción “al!uileres libres# contra “al!uileres congelados# (a eran crispados antes del F67. as autoridades militares consideraron tempranamente el problema, al punto !ue el comunicado nS 1 de la Ounta (a lo inclu%a en la agenda oficial. Para cuando la llegada del golpe, pr&cticamente no exist%an al!uileres en oferta, (a !ue los propietarios estaban a la espera de la liberación del sistema. Jn departamento de tres ambientos !ue fuera a salir al mercado ten%a un precio de al!uiler de unos 9=.=== pesos, contra un salario promedio de 7 mil. as asociaciones de propietarios dec%an !ue para salir de los al!uileres congelados ( para normalizar el mercado, era imperioso derogar todas las legislaciones reguladoras 2tal como las autoridades se dispon%an a )acer en otras &reas2 ( toda norma de amparo al locatario. El 3ltimo censo, de 1*6, indicaba !ue exist%a un d"fitit )abitacional de un millón seiscientas mil viviendas, resultado de la suma entre !uienes viv%an en departamentos compartidos ( los !ue lo )ac%an en )ogares in)abitables. ;ras una serie de conflictos ( cavilaciones, el 9* de -unio de 1*67 se sancionó un nuevo pro(ecto de le( !ue las autoridades elaboraron en casi total )ermetismo. a nueva le(, di-eron los gobernantes, marcaba “el principio del fin de una "poca#. Efectivamente fue as% la oferta de nuevos al!uileres se multiplicó casi por siete en apenas un a0o. ólo !ue una gruesa proporción de las familias in!uilinas !ue )asta entonces estaban amparadas, ( muc)as de las cuales )abitaban en las viviendas m&s antiguas de la ciudad, no podr%an acceder ni a esos valores ni a la vivienda !ue (a ocupaban, una vez !ue se “normalizaran# los valores. /uando comenzó a percibirse el drama social !ue desencadenar%a el sinceramiento del problema de los al!uileres, las autoridades relativizaron las cifras de la cantidad de gente !ue !uedar%a afectada, anunciaron planes complementarios, confiaron p3blicamente en !ue las reglas del libre mercado diluir%an ( reparar%an por s% mismas cual!uier dificultad !ue pudiera sobrevenir, inclu(endo la nivelación de los precios. De manera emblem&tica, uno de los funcionarios !ue salió a tran!uilizar a la opinión p3blica fue uno a partir de a!u% tendr& un rol protagónico en esta )istoria el titular de la /omisión Municipal de la Vivienda, uillermo del /ioppo. ;ran!uilos todos, di-o, “el mundo no se va a venir aba-o# cuando comience a regir la liberación de al!uileres. $ mediados de 1*6< vaticinó !ue no )abr%an m&s de medio centenar de desalo-os en toda la ciudad. ;iempo despu"s se conoció !ue en sólo uno de los cincuenta -uzgados de la /apital, en 1*6*, se iniciaron G= -uicios de desalo-o, !ue se dictaron 9+= sentencias ( !ue 7= de ellas ordenaban el desalo-o con uso de la fuerza p3blica. Paralelamente, los diarios del F6< informaban !ue el costo de la construcción )ab%a aumentado en un G+R Acontra un 9+R de las previsiones oficiales ( en un =R los costos de los nuevos al!uileres. os prometidos cr"ditos del Banco 4ipotecario, !ue deb%an paliar el problema de los !uedaban sin tec)o, resultaron inaccesibles para la ma(or%a. os camiones de mudanza ( los operativos de desalo-o se convirtieron en parte del paisa-e ( de la vida cotidiana de los sectores m&s vulnerables de las clases medias ba-as ( traba-adoras. >$ dónde fueron a parar esas personas? $ superpoblar las casas de sus familiares, al conurbano, a las provincias, a )oteles ( pensiones. 8orzando una expresión !ue el sociólogo $rtemio ópez empleó muc)o m&s tarde, puede decirse !ue esos contingentes )umanos fueron antecedente ( parte del fenómeno de la
“pobreza de puertas adentro# !ue se generalizar%a en la d"cada del K*=. En t"rminos de cifras, scar szla' deduce un total de == mil personas expulsadas de la /apital 8ederal al cabo de la gestión de pol%ticas urbanas aplicada por la dictadura militar Arecordemos !ue unas doscientas mil fueron las erradicadas de las villas. En las p&ginas finales de /erecer la ciudad. 6os pobres , el derecho al espacio urbano , szla' )ace este balance “/uestionando las formas de apropiación ( uso del suelo, Alas autoridades -ustificaban la erradicación de villas de emergencia. Cecuperando zonas destinadas a obras p3blicas unilaterlamente decididas, daban lugar a expropiaciones por construcción de autopistas o por ampliación de espacios verdes. Celocalizando industrias, produc%an la virtual desaparición de fuentes de traba-o ( el inevitable "xodo de la población obrera... Desde la óptica de ciertos sectores sociales ( estatales, los pobres de la ciudad siempre constitu(eron una amenaza latente. M&s de una vez se levantaron los puentes sobre el Ciac)uelo para evitar el acceso a Buenos $ires de masas obreras !ue se dirig%an en manifestaciones a la Plaza de Ma(o#. Es oportuno a)ora explicar por !u" szla' tituló a su traba-o como lo tituló “Merecer la ciudad#. Para lo cual es necesario acudir por segunda vez a una declaración de 1*<= del -efe de la /omisión Municipal de la Vivienda, uillermo del /ioppo, acerca de la ciudad de Buenos $ires !ue el Proceso so0aba “:o puede vivir cual!uiera en ella. 4a( !ue )acer un esfuerzo efectivo para me-orar el )abitat, las condiciones de salubridad e )igiene. /oncretamente vivir en Buenos $ires no es para cual!uiera sino para el !ue la merezca, para el !ue acepte las pautas de una vida comunitaria agradable ( eficiente. Debemos tener una ciudad me-or para la me-or gente#. El uso del ver-o erradicar.
El * de septiembre de 1*67 apareció este suelto en el diario 6a -a;n “21796, Ba)%a Blanca. Este tel"fono atiende 9G 4s. del d%a. Est& instalado en el /omando de peraciones ;&cticas del V /uerpo de E-"rcito. $ toda )ora puede llamarse para dar cuenta de movimientos sospec)osos. El tel"fono fue ubicado en el marco de la luc)a antisubversiva con el ob-eto de erradicarla#. El 16 de diciembre de 1*66, cuando un grupo de tareas, contando con el traba-o de inteligencia previa del marino $lfredo $stiz, secuestró a un grupo de integrantes de organismos de derec)os )umanos, entre ellos a la fundadora de Madres de Plaza de Ma(o, $zucena Villaflor, ( a las religiosas francesas $lice Domon ( "onie Du!uet, la Dirección :acional de Prensa )izo reproducir en los diarios este comunicado “8rente a la desaparición de un grupo de personas, entre ellas dos religiosas, el gobierno nacional expresa su vivo ( categórico repudio a todo intento perturbador de la paz ( de la tran!uilidad de los argentinos. En estos momentos tan propios para la armon%a ( el entendimiento, en circunstancias en !ue pueblo ( gobierno buscan, con renovado af&n, las soluciones !ue permitan arribar a una paz digna ( duradera, la subversión, encerrada en su ni)ilismo, insiste con sus m"todos de odio ( destrucción. El gobierno de las 8uerzas $rmadas, con la colaboración de todos los sectores del pa%s, reafirma su in!uebrantable decisión de erradicar todas las manifestaciones disociantes de la comunidad nacional ( rec)aza el incalificable propósito de generar enfrentamientos con otros pa%ses, con instituciones religiosas ( con familias asoladas por la violencia extremista#. $mbas citas, como es evidente, sólo tienen por ob-eto ilustrar cu&les eran durante la 3ltima dictadura militar los usos del verbo erradicar , es decir )asta !u" punto erradicar era algo m&s !ue un simple eufemismo t"cnico. De nuevo a las cifras. Es necesario detenerse en ellas, a3n cuando siempre el mane-o de n3meros !ue pretenden representar personas tienen algo de brutal e in)umano, ( a3n cuando, en la )istoria de las erradicaciones, las estad%sticas tienen bastante de elusivas ( a veces de contradictorias. $ su vez, el )ec)o mismo de !ue sean elusivas o contradictorias, tiene relación con la doble lógica en !ue se desarrollaron las tareas erradicadoras. as aplicaba el Estado, verticalmente, imponiendo no sólo sus pol%ticas sino sus n3meros. El ob-eto de aplicación de esas pol%ticas era un mundo social semiclandestino, indefenso, !ue no ten%a cómo terciar a la )ora de )acerse visible. i la represión militar fue clandestina, las pol%ticas erradicadoras, aun!ue oficiales e incluso vociferadas como estrategia p3blica central de la dictadura, se dirig%an a un sector aislado del con-unto social. Para cuando los efectos de las erradicaciones llegaron a los medios 2lo !ue demoró muc)o m&s !ue el tratamiento medi&tico del tema de los desalo-ados por el descongelamiento de al!uileres2, ( para cuando la c3pula de la Iglesia se decidió a intervenir, (a la tarea )ab%a sido realizada.
scar 5u-novs'( dice !ue el total de la población villera )acia abril de 1*67 ascend%a a 91< mil personas ( !ue el a0o siguiente (a era de 9<= mil, seg3n datos oficiales refle-ados por diarios de la "poca. $un!ue las presiones sobre esa población ( los desalo-os parciales comenzaron apenas meses despu"s de !ue se produ-era el golpe militar, las autoridades se tomaron alg3n tiempo para afinar sus pol%ticas totalizadoras. En agosto de 1*67 )ubo esta comunicación oficial “a intendencia municipal )ace saber a la población !ue, en cumplimiento de su pol%tica de congelamiento de las villas de emergencia existentes en la ciudad, no permitir& de ninguna manera la construcción de nuevas viviendas en dic)os lugares o la ampliación de las actuales. /on tal motivo se advierte a !uienes no accedan a dic)a pro)ibición, !ue se dispondr& de inmediato a la demolición de toda nueva construcción sin per-uicio de adoptar las medidas legales !ue correspondan contra !uienes lesionen los leg%timos derec)os de dominio !ue e-erce la Municipalidad sobre sus predios#. Es m&s interesante la parte final del comunicado divulgado por los diarios “a Municipalidad, responsable de la urbanización ( el ornato de la ciudad, no puede ni debe tolerar la proliferación de construcciones de emergencia, !ue por estar re0idas con elementales necesidades materiales ( espirituales de la vida )umana, son contrarias a la salud de la población#. El obreviente /, Magtara 8eres, Oo)n( ;apia, Ouan /(mes, -unto con sus 9== mil vecinos, eran e-emplos acabados de cómo con su mera existencia conspiraban contra el buen ornato de la ciudad , la salud de la poblacin. Veamos de !u" manera vivieron ellos los d%as previos ( posteriores al 9G de marzo de 1*67 ( el peso ominoso de la fórmula congelar7erradicar , a la !ue poco tiempo despu"s se le a0adió, -usto en el medio, la variante articuladora desalentar . Para Ouan /(mes la )istoria ven%a de arrastre. Entre otros arrastres, de las persecuciones desatadas por el /omando de rganización ( otros n3cleos duros de la derec)a peronista. Ouan se )ab%a radicado en 1*6= en as $ntenas, aun!ue relacionado siempre con las otras villas cercanas de /apital. En su villa de adopción lo )ab%an elegido presidente de la comisión vecinal. /uarenta ( oc)o )oras antes del golpe, fueron los vecinos !uienes lo protegieron de la llegada de las patotas mixtas. o interesante es !ui"n le dio el primer alerta un funcionario municipal al !ue los vecinos de as $ntenas )ab%an tratado durante alg3n tiempo. Este )ombre no sent%a por los villeros alg3n cari0o especial, ( aun!ue carente de ideolog%as radicales, )ab%a aprendido a respetar a la gente de la villa ( a sus dirigentes sencillamente por lo bien !ue se organizaban ( por los logros !ue )ab%an obtenido. Este funcionario simplemente obró por conciencia. Jn domingo por la ma0ana llamó a /(mes para decirle !ue ten%a !ue comentarle “un asunto delicado# ( le pidió verlo con urgencia, no en la intendencia sino en su casa. Jna vez -untos, le mostró a Ouan un papel !ue sus superiores le )ab%an pedido firmar. El papel era una denuncia de los pesados de a Matanza contra /(mes ( otros dirigentes. o t%pico de entonces reconocidos zurdos, extremistas peligrosos. /(mes ( los dem&s le agradecieron el aviso al oscuro funcionario. 5 efectivamente a las pocas )oras en as $ntenas ca(eron los camiones del E-"rcito. En la villa los vecinos )ab%an cavado una veintena de pozos deba-o de las viviendas. $lgunos se ocultaron en ellos. tros permanecieron borrados durante semanas. En el medio se produ-o el golpe. a !ue al cabo del tiempo no pudo salvarse fue una mu-er, tella Maris Mart%nez, a la !ue confundieron con alguna otra persona. tella Maris era la secretaria de alud de la comisión vecinal. a torturaron salva-emente. /uando salió 2estaba embarazada2, salió destruida vivió oc)o a0os encerrada, semipostrada, )asta !ue falleció. En cuanto a Ouan, as $ntenas fue su lugar de exilio. Guardado ( a la distancia, siguió e-erciendo su rol de dirigente villero, a pedido de los vecinos. a referencia de Oo)n( ;apia a los d%as del golpe ( a cómo se vivieron en las villas es m&s breve pero no por eso menos eficaz. $ lo largo de su vida en la 1 "l debió ir ocupando sucesivamente tres o cuatro casas ( lotes distintos, seg3n cómo lo corrieran las circunstancias. “:osotros esos d%as vimos cómo nuestros dirigentes, !ue eran nuestros )ermanos, eran perseguidos, ( cómo entraban en sus viviendas ( las derrumbaban#. ;apia cita el nombre ( apellido del obreviente / entre el grupo de los dirigentes perseguidos. El obreviente / utiliza su verba fiera cuando tiene !ue ubicarse en la "poca “Era una situación de barbarie militarizada, de maltrato indiscriminado. Me vi obligado a )acer un traba-o de autosugestión para desaparecer del mapa, para no delatar a nadie. Entr" en un proceso de olvido voluntario de todo#. El obreviviente / pretendió guardarse en la 1. 4asta !ue un d%a, a la vuelta del traba-o, los vecinos le advirtieron !ue lo estaban buscando. Durante seis a0os estuvo a los saltos, viviendo en la semiclandestinidad.
4asta !ue pudo instalarse en la villa 91, !ue es donde vive a)ora. El otro !ue guarda recuerdos medianamente n%tidos de a!uellos es d%as es el padre Pic)i, o Oos" Meisegeier, el !ue )ab%a sucedido a Mugica en la villa 1 2ab%a !ue la mano ven%a dur%sima. os -esuitas de Belgrano (a me )ab%an dic)o K:o te vengas por ac&F. 5o me fui a la villa a protegerme. Por!ue sab%a !ue, al menos en los a0os anteriores, m&s all& de == metros )acia andentro de la villa, la cana no entraba. 5o ten%a mi plan de escape pensado, por !u" pasillo salir, pisando !u" durmiente. os dirigentes !u" otra cosa pod%an )acer !ue borrarse, irse al interior. El Negro Vidal uzm&n, dirigente del Ba-o Belgrano, desde entonces, est& en el Paragua(. 2(< la demás gente) 2Miedo, encerrarse ( c)au. Oo)n( ;apia ( Ouan /(mes coinciden en rescatar el nombre de otro de los dirigentes villeros perseguidos Oos" Valenzuela, !ue fue secuestrado ( luego liberado. /ómo no, cuando Valenzuela falleció, )ace poco tiempo, el obreviente / le escribió uno de sus poemas. obre una )o-a de papel cuadriculado, en tinta ( con ma(3sculas. =Arriba don >osé Valen;uela?, se llama el poema, ( a!u% va una reproducción parcial.
;enerlo presente con su carca-ada de pende-o rabioso ( !ue si diez se le opon%an, mil lo respaldaban ( !ue si sus rivales en contra farfullaban su fiel pueblecito indoamericano de /omunicaciones, igual lo respaldaba
En"rgico ( decidido dirigente vecinal, de grandes movimientos, !ue temerariamente arremete contra armados ( asesinos ladrones policiales armado como ariete por su amotinada gente ;u nombre, -unto al del padre /arlos Mugica, /)e-ol&n ( los de nuestros !ueridos dirigentes desaparecidos, asesinados, estar&n siempre afectivamente en nuestros corazones, en la popular memoria colectiva.
o !ue es un poco terrible del caso es de !u" particular manera operan el recuerdo ( la memoria de los muertos ( perseguidos de las villas, !u" serias dificultades existen para traerlos al presente, o por !u" dura razón el obreviente / se resiste a decir su nombre ( el de otros. De lo cual se intentar& decir algo, m&s adelante. Las mieles de la mano dura.
$ lo largo de estas p&ginas se se0aló )asta !u" punto las autoridades militares supieron sacar partido de los peores per-uicios de la sociedad )acia los villeros ( cómo, en contrapartida, fueron absolutamente l3cidas a la )ora de presentarse como las !ue, por fin, dar%an una solución r&pida ( eficiente al problema. a campa0a propagand%stica se redobló )acia el a0o 1*66 cuando se inició el plan (a sistematizado de erradicaciones. En sus abundantes intervenciones en los medios, las autoridades no de-aban nunca de repasar el repertorio completo de pre-uicios la villa como g)etto oscuro e in!uietante, due0a de una subcultura dudosa ( nocivaQ la villa como lugar de acomodos ( privilegiosQ la experiencia )istórica acumulada, en la !ue pol%ticos populistas, demagogos ( corruptos no se )ac%an cargo del problema salvo para de-arlo intacto ( lucrar con los villeros, ( "stos con los pol%ticosQ la cantidad 2rigurosamente inflacionada2 de extran-eros e indocumentados !ue !uitaban vivienda ( traba-o a “los argentinos#Q la puesta en tela de -uicio de los %ndices de pobreza realQ las actividades comerciales )ec)as al margen de la le(Q el no cumplimiento en el pago de
impuestos pese a lo retributivo de ese comercioQ las mafias ( los delincuentes reales ( presuntos !ue explotaban el territorio, etc. os funcionarios militares se erig%an como la contracara absoluta de toda esta panoplia de vicios, !uedantismos, negligencias ( corruptelas. Ellos, dec%an, operar%an eficientes, limpios, modernos, dr&sticos. 5 as% ser%a la ciudad !ue legar%an a las generaciones futuras. El 1 de -ulio de 1*66 el intendente svaldo /acciatore Acu(o ascenso de brigadier a intendente de Buenos $ires sólo se explica por el reparto de poder entre el E-"rcito, la Marina ( la $eron&utica, sancionó la ordenanza .7+9. Esa ordenanza fue la !ue dispuso !ue la /omisión Municipal de la Vivienda, por ser el “organismo idóneo#, se )iciera responsable del plan integral de erradicación. $s% como durante el nganiato los planes )ab%an tomado forma impresa en a!uel cuadernillo de oc)enta p&ginas, la memoria acerca de cu&les fueron los planes de la dictadura militar del F67 tuvieron letra ( m3sica en un grueso libro de 11G p&ginas impreso por la /omisión Municipal de la Vivienda en septiembre de 1*<=. Es un mamotreto generoso en cuadros, organigramas ( estad%sticas, !ue pasó a la )istoria como el ibro $zul. En contraposición con el cuadernillo del nganiato, va al grano sin demasiados prólogos. En el cote-o con todos los documentos oficiales acumulados )asta entonces, los relacionados con la cuestión villera, ostenta un notorio empobrecimiento discursivo. Es posible !ue ese empobrecimiento obedeciera a una simple cuestión f&ctica ( de actitud No tenemos por 8ué dar e4plicaciones. En ese ibro $zul, en la tira de nombres de funcionarios de la /MV, se destaca, adem&s de uillermo del /ioppo, el denominado “erente $rea rdenanza .7+9#, comisario inspector svaldo alvador otito. El nombre del comisario otito )ace a )itos importantes en la )istoria de los villeros, al punto !ue en )omena-e a su tra(ectoria los sobrevivientes todav%a lo recuerdan como 6a Chancha Colorada. otito contaba con a0os de experiencia territorial. Muc)o antes del golpe sol%a liderar operativos de desalo-o ( era conocido casi como un persona-e popular antiguo, un comisario de a!uellos !ue, seg3n recuerda el obreviviente /, “se sacaba el uniforme para pelear#. De )ec)o el obreviviente / fue uno de los !ue enfrentó a otito en pugilato, un d%a !ue la villa de Cetiro terminó gaseada ( bien nutrida de guardias de infanter%a. as primeras p&ginas del libro de la /MV est&n dedicadas a ilustrar con estad%sticas los sucesivos fracasos oficiales en materia de erradicación, inclu(endo en forma impiadosa los del per%odo de la Cevolución $rgentina. os villeros, dec%a la primera introducción, m&s bien económica, eran presentados en trazos mu( gruesos como “familias provenientes en su ma(or%a del interior del pa%s ( de pa%ses lim%trofes, con escasos recursos econmicos Alas cursivas no son del original ( ba-a calificación de mano de obra, !ue se encuentran en estado de marginalidad#. M&s adelante se aseguraba !ue “el crecimiento paulatino ( desmesurado de las villas de emergencia amenazaba la calidad de vida ( de población de la ciudad#. 5 un poco despu"s, se afirmaba !ue los planes acumulados de construcción de viviendas de inter"s social fracasaron, por!ue los villeros )ab%an trasladado a sus nuevos )ogares “las pautas de la villa#, no se integraron con el con-unto de la sociedad, ni tampoco supieron desarrollar “el sentido de propiedad#. “/omo consencuencia 2dec%a la introducción2, no asumieron la obligación del pago de cuotas, ni el cuidado de la vivienda, manteniendo sus normas de comportamiento id"nticas a las de la villa#. /omo se puede apreciar, los prólogos son breves ( asertativos, un tanto feroces, ( abren paso a la idea de ahora viene lo me&or . o !ue sigue es un bonito organigrama militar, generoso en c%rculos, rect&ngulos ( flec)as, !ue por su sola ( eficaz simplicidad permite comprender de un plumazo en !u" consiste el plan de erradicación ( sus etapas. ;res c%rculos centrales, ra(ados, dicen lo !ue (a )emos anticipado congelamiento, desaliento, erradicacin. /uatro circulitos intermedios, m&s cuatro flec)azos, conducen a un c%rculo ma(or, la solución final u “rdenamiento social ( edilicio# de la ciudad. Despu"s de la aproximación geom"trica inicial, el ibro $zul se expla(aba con el asunto de las tres etapas. /ongelamiento. ;al como se )ab%a )ec)o durante el nganiato, la tarea consist%a en dimensionar el territorio, estudiar su densidad poblacional, censar a sus )abitantes, mediante relevamientos aerofotogr&ficos ( los !ue )abr%a !ue )acer sobre el terreno. /on el tradicional sistema de escritura castrense 21, 1.1, 1.9.G, 1..2 ( con meticulosidad escolar, la etapa congelamiento inclu%a tareas como estas 1.9.1.
Marcación de casillas. “e comienza por pintar en el frente de cada vivienda un recuadro de fondo negro sobre el cual se procede a colocar el n3mero correspondiente a la vivienda#.
1.9.9.
:umeración de casillas. “En forma correlativa se numeran las viviendas a fin de conocer con exactitud la cantidad de las mismas#.
En el punto 1..9 se mencionaba el tema de los /ertificados de $sentamiento Precario A/$P en los !ue
!uedar%an asentados los datos de filiación de los vecinos, obtenidos en el censo. os /$P deber%an “ser ex)ibidos por el villero ante cual!uier $utoridad Municipal, Policial o eguridad !ue as% lo re!uiera#. $ su vez Ainciso 1..., la /MV confeccionar%a por cada vecino una “8ic)a ega-o# !ue ser%a “utilizada por el personal afectado a las etapas de desaliento ( erradicación. irve adem&s para volcar en ella, cronológicamente, el proceso desarrollado por la familia )asta su erradicación#. Desaliento. “Es a!uel accionar !ue lleve paulatinamente a la población villera a no encontrar motivaciones !ue -ustifi!uen su permanencia en la villa#. as previsiones desmotivadoras de la /MV ocupan una carilla ( algo m&s con seis distintas variantes de vigilancia, pro)ibición ( control. /ontrol del comercio “ilegal#, industrias, talleres, depósitos. /lausuras ( decomisos. “Pro)ibición estricta de vender, comprar, ceder o al!uilar las viviendas existentes, como as% tambi"n la ampliación o nuevas construcciones#. Pro)ibido circular ( estacionar “dentro del radio de la Villa#. “Demolición inmediata de casas abandonadas o a!uellas en !ue se constata su venta o al!uiler#. a sexta normativa Ao punto “efe#, es particularmente sugerente “a presencia constante del Personal del KDepartamento de Vigilancia InternaF, motivando a la población villera a encontrar la solución a su problema )abitacional, mediante la compra de un terreno o retornando a su pa%s o provincia de origen#. Dos observaciones. Jna en los documentos del nganiato, donde a!u% dice “motivar#, all% dec%an “urgir#. Dos de !u" neutra manera funcionaba la burocracia del mal. 8inalmente Erradicación. “Es el accionar !ue permite la liberación de los terrenos afectados por las Villas de Emergencia... exige la implementación ( concentración de recursos )umanos, materiales ( económicos, cu(a magnitud depende de cada Villa a erradicar#. Es a partir de a!u% en donde las autoridades de la /MV comienzan a )acer previsiones, planes ( promesas acerca de a dónde ir&n a parar los erradicados, a los !ue se proponen cuatro alternativas b&sicas. “a2 ;raslado a terreno propio. b2 Cetorno a su provincia o pa%s de origen. c2 Egreso por medios propios. d2 $po(os crediticios#. Cespecto del terreno propio, la /MV aseguraba !ue proveer%a a las familias erradicadas de transporte para su traslado, de materiales ( de un “plano prototipo# siguiendo al cual, f&cilmente esa familia construir%a su nueva casa. $ los !ue !uisieran volverse a su provincia o pa%s de origen, la /MV les garantizaba pasa-e gratis ( traslado igualmente gratuito de sus enseres. Jn poco m&s ambigua era la explicación acerca del “egreso por medios propios# “on a!uellos egresos !ue surgen como consecuencia del accionar del rganismo en el &rea de Villas, cu(a influencia )ace !ue algunas familias abandonen por sus propios medios estos asentamientos, no utilizando recursos de la /MV#. En cuanto a los apo(os crediticios, se otorgar%an gracias a la concesión de pr"stamos del Banco de la /iudad de Buenos $ires ( estar%an destinados a familias de ba-os recursos. iendo !ue, como !uedó asentado, desde las primeras p&ginas de introducción el ibro $zul englobaba al con-unto de la población villera como “de ba-os recursos#, no !uedaba demasiado claro a !ui"nes llegar%an esos beneficios, especialmente cuando las autoridades comenzaron a decir !ue eso de los ba-os recursos era m&s !ue relativo. El margen de duda !ueda interrumpido a poco !ue se lee ese p&rrafo. Punto ( aparte ( el inmediatamente siguiente es el !ue dice “Demolición# “$ medida !ue van cumpli"ndose las distintas alternativas, se procede a la inmediata demolición Aesta vez el subra(ado s% es del original de las viviendas, lo !ue culminar& con la erradicación total de la familia#. Vamos a de-ar para m&s adelante los balances !ue )ac%a la /MV )acia 1*<= acerca de las erradicaciones, ( !u" fue de la vida de sus previsiones ( promesas. Version1.=
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End8ragment====99=*+6 Parte 1.
E2odo.
8ue una vecina del barrio Civadavia la !ue, agitada, le dio la primera noticia a Magtara 8eres, tras la visita de un funcionario
2>$ vos tambi"n te llegó el papel ese? $(, Magtara. ;engamos cuidado, se viene la erradicación.
2>Erradicación? >Eso !u" es?
Es llamativo. a pregunta, la primera reacción de Magtara, fue id"ntica a lo !ue muc)os familiares ( amigos de desaparecidos recuerdan )aber dic)o cuando recibieron la noticia del secuestro de un ser !uerido
2>/ómo !ue desapareció? >/ómo alguien puede desaparecer as%, en el aire?
$s% !ue, cuando Magtara recibió la noticia de !ue ella ( sus vecinos pod%an !uedarse sin casa, simplemente respondió
2Pero cómo si lo )emos estado pagando toda la vidaW
:o fue la 3nica en reaccionar de esa manera, fueron varios los !ue cre(eron !ue lo !ue dec%a la vecina “era una locura, un verso#. 4asta !ue la /MV se instaló en el barrio con oficina ( todo, ec)ando a un vecino de su casa. 5 )asta !ue apareció pintado sobre un muro el enorme cartelón de advertencia !ue todav%a )o( se puede leer, pro)ibido circular, pro)ibido ingresar con automóviles, pro)ibido ingresar ve)%culos de carga, rdenanza .7+9.
$ Magtara le llegó una comunicación de un funcionario del Banco 4ipotecario :acional, recordemos !ue el barrio )ab%a sido financiado con los cr"ditos de esa institución. 5 despu"s una segunda notificación, pero esta vez de la /MV. En los arc)ivos del /entro de Estudios egales ( ociales, )a( algunas carpetas vie-as con )istorias villeras de esos a0osQ algunos papeles amarillean. Entre esos papeles )a( una copia de una de esas c"dulas de notificación !ue granizaban sobre las villas de a decenas de miles. Esta en particular !ue sobrevivió en el /E aparece redactada exactamente de esta for ma
!omisión Municipal de la Vivienda.
#epartamento de Vigilancia Interna.
I3(IMA!I&3 4L(IM& AVIS&.
Villa: 5655651.
!asa 37: 888.
Sector I.
e intima al ocupante de la vivienda a presentarse Acon tar-eta de censo ( documentos de identidad, el d%a G del corriente, en el )orario de 1G a 1* )oras en la oficina “Erradicación# de la /omisión, instalada en la calle Varela 1*+=, /apital 8ederal, de esta villa. De no presentarse en el plazo fi-ado, su vivienda ser& demolida.
Buenos $ires, G de -unio de 1*6*.
En el borde inferior, donde dice “Oefe de Villa#, aparece la firma de alguien apellidado Xranz. En donde debe firmar el notificado, con su nombre ( apellido, aparece escrita con letra r3stica la fórmula “e niega a firmar#. uien fuera el “ocupante# de la casilla 999 del sector uno de la villa 121121G del Ba-o 8lores, se negó a darse por notificado. Es presumiblemente uno de los <6 firmantes de un pedido de recurso de amparo presentado por Emilio Mignone, del /E, !ue por entonces colaboraba con la villa ( con el cura de la villa, Oorge Vernazza.
Magtara fue a la oficina de la /MV con su vecina $nselma. Pese al tono con !ue )ab%a sido citada, le di-o al funcionario
2D%game !u" precisa.
2:ecesito !ue entregue su casa.
$nselma se puso a llorar.
2>/ómo me dice?
2Jstedes se van a tener !ue ir. ;iene !ue firmar unos papeles ( entregar su casa.
2Bueno... >Me entrega las llaves?
2>as llaves de !u"?
2Del departamento nuevo. > se cree !ue me vo( a ir a la calle despu"s de )aber pagado tantos a0os por la casa en la !ue vivo?
El tipo se levantó de golpe. evantó el pu0o ( amenazó con descarg&rselo en la cara.
2Pegue, pegue 2di-o Magtara2. Pegue !ue no so( manca.
$garró un cenicero pesado !ue )ab%a sobre la mesa ( amenazó con usarlo como ob-eto contundente.
Jn cuarto de siglo despu"s, Magtara recuerda ( suspira
25 pensar !ue (o en el barrio era la pacifista, la solidaria. e ve !ue ese d%a se me despertó el indio.
8altaban pocos d%as para !ue empezaran las acciones.
2as familias encerraban a los )i-os en los roperos. Despu"s nos empezamos a enterar de !ue exist%an los desaparecidos.
Em-ellecer la ciudad9 0ao 0elgrano.
:o les faltó convicción a las autoridades militares a la )ora de establecer ob-etivos estrat"gicos. 8ieles a su concepción de embellecimiento urbano, atentas a la distinta valorización de tierras seg3n de !u" zona de la ciudad se tratara ( pendientes de la inminencia del Mundial F6<, se decidieron a acometer las primeras erradicaciones en las zonas m&s sensibles de la /apital, las !ue menos toleraban la presencia de villeros, las de la zona norte. De manera !ue el primer experimento social ( el primer blanco, por su su cercan%a con la canc)a de Civer, fue la villa del Ba-o Belgrano, seguida por el conglomerado de Cetiro ( el de /olegiales.
Jna primera pista de lo !ue ocurrió con los erradicados de las villas porte0as deriva precisamente de lo ocurrido con esos primeros operativos acelerados por la inminencia del Mundial. Muc)os de los desalo-ados fueron a parar al as% llamado comple-o )abitacional E-"rcito de os $ndes, cu(a construcción data de 1*6, ( cu(o nombre de guerra 28uerte $pac)e2 obedecer%a a un rapto de inspiración del periodista televisivo Oos" de Ter. 8uerte $pac)e )ab%a sido concebido para !ue vivieran all% unas 99.=== personas. i en alg3n momento llegaron a ser 1==.===, es en parte por la )istoria de las erradicaciones. a misma !ue se continuó en el a0o 9=== cuando para solucionar el problema )abitacional se procedió a demoler algunas de las torres del comple-o, solución !ue tambi"n se practicó el 17 de marzo de 1**1 con la implosión en cadena de los sucesivos blo!ues del albergue @arnes, aut"ntico espect&culo pol%tico emitido en vivo ( en directo.
a instalación de oficinas de la /MV en su barrio, la !ue recuerda Magtara 8eres en su testimonio, fue parte de una t"cnica )abitual. Esas oficinas llegaron a contar, seg3n de !u" barrio se tratara, con una planta de )asta medio centenar de personas !ue engrosaban otras brigadas como la de la Dirección de impieza, nutrida de desocupados, o las dedicadas a la seguridad ( vigilancia, compuestas en su ma(or%a por miembros de la polic%a o las 8uerzas $rmadas, en retiro o en actividad.
En 1*<=, con esp%ritu reconfortado, el &nimo en alza, en la p&gina G7 del ibro $zul de la /MV se dice !ue el operativo Ba-o Belgrano, iniciado a fines de 1*66, “fue la primera gran experiencia de erradicación# (, por supuesto, una experiencia exitosa. os funcionarios )ac%an memoria acerca de lo !ue era esa villa once manzanas próximas a “zonas par!uizadas, lagos, campo de golf municipal, clubes privados, campo )%pico, etc., ...se ubicaba dentro de una zona privilegiada de la /apital 8ederal#. ;ambi"n se deten%an notoriamente en lo !ue sab%an sobre las )istorias ( expectativas de los vecinos del Ba-o Belgrano, “moradores# !ue (a en 1*61 se )ab%an resistido a ser erradicados “argumentando !ue se trataba de un barrio obrero ( no de una villa de emergencia#. “Esas expectativas 2continuaba el informe2 se mantienen )asta 1*67#.
$ erradicar lo mismo. El 11 de marzo de 1*6<, exactamente cinco a0os despu"s del triunfo electoral de
4"ctor /&mpora 2( seguramente la coincidencia no fue casual2 la /MV barrió con las primeras manzanas, demolió 9*+ viviendas 2“9= de ellas de dos pisos#2 ( erradicó a “9*< familias compuestas por *6 personas#. En un tiempo r"cord de poco m&s de 7= d%as, la tarea )ab%a terminado, “recuper&ndose 6,9 )ect&areas de tierra valios%sima para un futuro ambicioso plan !ue llevar& a un ordenamiento social ( edilicio de la /apital 8ederal, como corresponde a toda Kran /iudadF con envergadura cosmopolita#. 4abr& !ue aclarar “cosmopolita# no abarca a bolivianos o paragua(os, -u-e0os o tucumanos.
$l finalizar el cap%tulo destinado a la villa del Ba-o Belgrano, la /MV trazó una memoria suscinta cargada casi de melancol%a.
“/ontaba con una amplia red comercial interna Aalmacenes de ramos generales, pizzer%a, bares, panader%as, etc.. us )abitantes eran totalmente localistas, compraban en negocios de la villa ( muc)os Kal fiadoF. $s%mismo los vecinos !ue ocupaban viviendas linderas se abastec%an en dic)os negocios#.
$)% termina la cosa, sin m&s referencias acerca de !u" se )izo de la )istoria de ese barrio cu(o nombre est& desde entonces en v%as de extinción. a pertenencia al Ba-o Belgrano, )asta ese a0o de 1*6<, )ab%a fogoneado entre otras cosas los cantos futboleros de la )inc)ada de Civer, especialmente los de 1*6+, cuando despu"s de 1< a0os de luc)a, a!uel e!uipo !ue contaba en su mediocampo con Merlo, Oota Oota ópez ( $lonso volvió a obtener un campeonato.
omos del barrioH Ba-o Belgrano el !ue no es c)orroH es criminal el m&s cobardeH mató a su madre ( el m&s valienteH paF !u" vamos a )ablar.
/uide se0oraH su gallinero por!ue esta noc)eH vamoFa afanar una gallinaH para el puc)ero por!ue ma0anaH tenemoF !ue morfar.
Ese cantito, muc)o m&s cercano a la alegr%a !ue a la criminalidad, es de lo poco !ue puede a(udar a reconstruir la )istoria del Ba-o Belgrano en estas p&ginas. Existe un film documental !ue trata el tema /rónicas villeras, de Marcelo /"spedes. 4a( una segunda canción, acaso m&s elaborada !ue la anterior, !ue compuso un m3sico cu(a infancia transcurrió, ( gozosa, en los m&rgenes del barrio. Ese m3sico es un )inc)a conocido de Civer ( editó en 1*<, con el retorno de la democracia, un disco precisamente denominado Ba-o Belgrano. El m3sico es uis $lberto pinetta ( Oade la banda !ue ten%a por entonces. as letras de pinetta no son transparentes, pero )a( bastante de lo !ue pretende decir en la /anción de Ba-o Belgrano !ue se entiende.
a ma0ana lanza llamas desde su )erida, d"bilmente
caleidoscopio de ciudad ( vos tan solo, tu ropa est& vac%a tan le-os del )ogar est&s !ue todo sue0o duele m&s ( (a no )a( forma de recomenzar
Desolado, el )ombre perdido entre camionetas !uemadas en aserr%n )abr&n marcado su mirada como a una )uella ( "sta siempre se dilu(e como o-os, barro, cielos, todo...
Ba-o Belgrano, amor ascendente, es ella !uien te busca donde vos no est&s ( es !ue toda tu canción persistir& siempre, siempre, ( )asta en el turbio r%o...
5 si no se entiende demasiado, a)% est& la ilustración en la tapa ( contratapa del disco, )ec)a por Eduardo antell&n. a l%nea le-ana de los rascacielos como )orizonte turbio, de un lado. $lguien pescando en la costa coc)ambrosa del r%o. En una orilla del barrio, la se0ora barriendo la vereda ( el vie-o en la silla de pa-a. 5 en el reverso del disco, en el centro, la villa !ue parece vencerse por su propio peso, como un castillo de naipes. $lrededor el barrio casas de gente decente, el taller mec&nico “El cabezón#, la panader%a, el caf" bar, el colectivo G9, la mina paseando al perro. Jn patrullero )ace la ronda a la iz!uierda, con un cana asomando el arma larga. $ la derec)a, algo demasiado parecido a un 8alcon verde, con la sirena improvisada sobre el tec)o, ( en su interior los pesados de anteo-os oscuros, asomando tambi"n las Ita'as. 4a( un detalle m&s un vie-o camión cargado con muebles ( colc)ones. “a nueva fe#, se llama la empresa de mudanzas.
ueda el vie-o tango !ue Ouan /(mes debe recordar bien, Ba-o Belgrano, de $nselmo $ieta ( 8rancisco arc%a Oim"nez. Jn tango burrero !ue dec%a
/u&nta esperanza la !ue en vos viveW 2acame eFpobre, pingo !uerido no te me man!u"s paFl :acionalW
0arrio Rivadavia. ; de la ma,ana.
/omo Oo)n( ;apia, como el padre Pic)i, como el obreviviente /, Magtara recuerda de !u" manera los empleados de la /MV motivaban a los vecinos, antes !ue ofrecerles cr"ditos ( terrenos, para !ue se decidieran a egresar por sus propios medios. as pro)ibiciones ( controles, los operativos de pinzas ( rastrilla-es, la imposibilidad )asta de comprar el pan ( la lec)e, la presencia permanente de pesados, la de peros de polic%a, las re!uisas al salir ( al entrar, los allanamientos, las presiones, las patadas en las puertas, los gritos, los maltratos, las amenazas, las b3s!uedas de antecedentes policiales, eran factores estimulantes como para tomar la decisión de irse. Magtara, de !uien (a se di-o !ue posee una memoria extraordinaria, recuerda perfectamente el d%a en !ue se demolió la primera casa.
2Eran las seis de la ma0ana, un vecino dio el alerta. :osotros !uisimos avisarnos, nos fuimos a golpear las puertas de los dem&s... Imposible eran tan!uetas, camiones del E-"rcito. Mandamos le-os a nuestros )i-os para !ue no los metieran presos. Entonces escuc)" como un ruido, una estampida. $)% ca(ó la primera casa ( me puse a llorar. Me acuerdo de eso ( me pongo a llorar otra vez.
6Al ca-o del tiempo/
2/uatrocientas diez.
6
2Intentamos. as mu-eres pusieron los cuerpos delante de las topadoras. Pero ellos llegaban siempre de madrugada ( tiraban... >cómo se llama esto !ue tiene olor ( se a)oga uno?
6'ases lacrimógenos...
2Me acuerdo !ue nosotros pon%amos frazadas, as%, ( cerrr&bamos las ventanas por!ue te a)ogaba. 5 a la gente !ue sufr%a asma o del corazón, la ten%amos !ue llevar )asta la avenida /obo.
6n día en ?ue se armó ms tumulto o...=
2:o. os tiraban siempre a la noc)e, para !ue la gente se metiera en las casas. 5 ellos dec%an “i usted no se va, le tiramos la casa aba-o#.
4n círculo de pintura negra so-re la casilla/ la tareta verde de identificación. El padre Pic*i/ ?ue unto con otros seis curas comen%ó a *acer lo ?ue pudo por los villeros de la @5 " por los otros/ recuerda ?u cosas le fran?uea-a 'uillermo del !ioppo cuando los atendía en su despac*o/ escoltado por La !*anc*a !olorada/ o comisario Salvador Lotito:
2Miren, (o aplico la radio2pasillo. 4ago ruido, golpeoQ por a)% alguien tiene !ue ir preso. /orto el agua ( la luz. 5 la radio2pasillo )ace correr la noticia.
Era un poco ms. Lo recuerda el So-reviviente !: 6Voltea-an intercalando/ dos casas en una man%ana/ dos casas en la siguiente. !omo para asustar ms a la gente. o*n" (apia:
2as familias lloraban, gritaban. Eran camiones del E-"rcito ( camiones municipales, d%a por medio, esos camiones de basura de cabina blanca ( ca-a azul, con volcador. 4asta una se0ora con c&ncer, me acuerdo de ella, !ue estaba con el )i-o. Ped%an por favor !ue no los llevaran. os cargaron igual. Eran miles familias, los de ald%as, !ue muc)os )o( est&n en 8uerte $pac)e, los de 5P8, !ue los mandaron a ugano, los de /omunicaciones, Inmigrantes...
5a para 1*<=, con buena parte de la tarea consumada, en una de sus abundantes intervenciones p3blicas, Del /ioppo resumió estas )istorias en forma breve
2e trató el problema en forma !uir3rgica ( en tiempo r"cord .
8órmula expresiva !ue al d%a de )o( goza de excelente salud e incluso aspira votos.
2iempre !ue se opera )a( sangre2, complementó al otro d%a el co misario otito.
Magtara/ un a,o despus.
Dice Magtara, textualmente “Duró como un a0o el tiempo de las demoliciones#. Vamos a de-ar a!u% !ue flu(a otra porción de su relato, con la )istoria del barrio Civadavia.
2Cecurrimos buscando a(uda a tantas partes... todos te cerraban las puertas. :os dec%amos “>5 si nos reunimos en las iglesias?#. “:oooo.... por!ue nos van a incendiar las iglesias#. ;odo el mundo nos negó la a(uda. Eramos un grupo como de treinta personas. Jn d%a nos di-o Del /ioppo a nosotros “>Jstedes !u" se creen, !ue van a poder con nosotros? $)% viven === personas ( ustedes son =. os dem&s salen f&cil#.
4asta !ue poco a poco el barrio, ( con "l las viviendas, comenzó inundarse por la cantidad de ca0er%as maestras rotas !ue las topadoras de-aban a su paso. Ella se despertó una noc)e ( vio !ue el agua estaba tocando su colc)ón. uiz& lo m&s precioso !ue le !uedó arruinado desde entonces fue lo !ue ten%a guardado en una vali-a. 2;oda una vali-a !ue ten%a llena de fotos, !ue sac&bamos fotos cuando tiraban las casas. 5 (o ten%a muc)o escrito. Escrib%a por e-emplo cuando se iban a dormir los c)icos, !ue !u" ser%a de la vida de nosotros, !ue a dónde %bamos a ir a parar, !ue tantos vecinos !ue desaparecieron no los %bamos a ver m&s, los ra-aban por la madrugada, los tiraban por a)%. Jno de sus escritos se llamaba “a noc)e oscura de la Patria#.
6
2Por la resistencia !ue )icimos, por!ue "ramos treinta pero "ramos de fierro. Pens&bamos resistir aun!ue nos costara la vida, ellos vieron !ue "ramos mu( fuertes. Jn d%a me di-eron “:o pasa nada, con ustedes no es la cosa#. Ellos, cuando golpeaban as% fuerte ( uno abr%a, pon%an el pie en la puerta, para !ue no pudi"ramos cerrar, >viste? Entonces se met%an adentro.
$ ella tambi"n le golpearon la puerta unas cuantas veces. Jn d%a le di-eron “Venimos a llevar las m&!uinas#, las de su taller de costura.
2>/ómo !ue se llevan las m&!uinas?. $c& no van a llevar ninguna m&!uina por!ue nosotros las compramos peso a peso con el sudor de la frente.
En este punto el relato se embarulla levemente. Magtara dice !ue entre los !ue le golpearon la puerta )ab%a un comisario pelirro-o al !ue le dec%an el /olorado, pero aparentemente un /olorado !ue no era a /)anc)a /olorada, o tal vez s%. a cuestión es !ue este /olorado, !ue era el -efe del operativo, ten%a un )i-o al !ue por supuesto los vecinos llamaban el /oloradito. 5 parece !ue este /oloradito, “!ue era tan matón como su padre#, adoptó su peor cara de )i-o de puta
2>$s% !ue no la vamos a llevar a la m&!uina?
El /oloradito amagó con agarrar una de las m&!uinas m&s grandes. Magtara reaccionó como a!uella otra vez
2Mir&, vos la vas a llevar a la m&!uina. Pero vas a morir ac& dentro. 5 agarró unas ti-eras grandes de costura. $)ora, de nuevo desde el presente, un cuarto de siglo despu"s, Magtara se repite en esa extra0eza de no poder reconocerse 25 (o le iba a clavar... ;e -uro !ue... u" feo !ue es perder el control, viste. 5o !ue era tan, !u" s" (o. a buena vecina, !ue tom&bamos mate, !ue plant&bamos plantitas, de pronto te convert%an en una bestia. 5 mi nuera, cuando vio !ue le iba a clavar la ti-era, largó la m&!uina. 5 di-o el /oloradito “Bueno, est& bien. a de-amos#.
i Magtara pudo sobrevivir en su casita del barrio Civadavia no fue sólo por su firmeza. racias a su militancia cristiana )ab%a )ec)o buenas migas con un miembro destacado de la $cción /atólica, pro)ombre de la ciudad, el presidente de la $sociación $migos de $venida de Ma(o. Este )ombre, !ue cultivaba alguna amistad con /acciatore o Del /ioppo, sol%a insistirle
2Magtara, all& no va a !uedar nadie. Es me-or !ue te trates de salvar vos. >u" !uer"s )acer? >uedarte en la calle con toda tu familia?
Cecuerda Magtara !ue respond%a
2Pero, >( la dem&s gente?
El )ombre intercedió. /onsiguió )acerle una cita con /acciatore. /acciatore )izo saludo uno ( los de-ó con Del /ioppo. Del /ioppo le propuso un arreglo, cura de por medio, ofreci"ndole una casita en el barrio Dellepiane. Pero Magtara, de nuevo, terca
2>5 la dem&s gente?
2Pero se0oraW Jsted pide la c)anc)a, los 9= ( la m&!uina de )acer c)anc)itosW
a segunda oferta fue m&s amplia treinta viviendas en /la(pole, para todos los vecinos resistentes. Pero los vecinos no !uer%an, “por la le-an%a del traba-o ( de la escuela de los c)icos#.
/uando vio !ue los vecinos no aceptaban la oferta, Del /ioppo se decidió a apretar
2Bueno, entonces pierden todo.
2MagtaraW;e vas a !uedar en la calleW2, suplicó su amigo el mediador.
25 bueno, vamos a ver si nos !uedamos en la calle.
Ella cree !ue si Del /ioppo no los ec)ó a patadas, fue por la buena presencia del amigo mediador.
(odos nuestros muertos.
Verano del a0o 9==1, en la mutual 8lor de /eibo, de la villa 91 de Barracas. Es el d%a de la segunda cita con el obreviente /. iempre tieso sobre la silla, la mirada dura, tira esta frase como para !ue !uede claro
2Pel"e por todos lados, me cagaron a tiros por todos lados.
/on pinzas, forceps ( tirabuzón, apenas si se le pueden arrancar unos pocos datos de su biograf%a m&s le-ana. Dice !ue nació en antiago del Estero, !ue (a en antiago viv%a en una villa, !ue su padre era de origen africano ( su madre era c)ilena. El, en 1*++, cuando se vino a Buenos $ires, fue a parar directo a la villa 1 de Cetiro.
El obreviente / (a pasó sus escritos al entrevistador. $flo-a, siempre con esfuerzo, unos cuantos recuerdos e ideas de lo ocurrido en tiempos del nganiato, los del F6 ( los del Proceso. uiz& sólo sea la forma !ue sus palabras adoptan en los apuntes, pero en el cuaderno los p&rrafos se aparecen siempre torvos, -odidos, como si comprimieran un nivel de fiereza ( de dolor insoportables. 4a( dos compa0eros de la villa !ue lo escuc)an )ablar ( se mantienen en silencio. 5 alguno !ue otro !ue de vez en cuando se apo(a en el umbral de la puerta, para escuc)ar tambi"n en silencio. 4a( alg3n tipo de comunión entre ellosQ ( códigos !ue el entrevistador no est& seguro de poder descifrar. Mu( de vez en cuando uno de los muc)ac)os !ue lo escuc)an, interviene. o )ace por e-emplo cuando el obreviente / recuerda la represión ca%da sobre el puerto o sobre las villas de Cetiro. $mbos se conocen de las "pocas del puerto tanto como de las de la 1. El compa0ero !ue lo escuc)a )ablar, de pie ( apo(ado contra una pared, recuerda de pronto a un vecino su(o al !ue metieron en el camión ( llevaron )asta ugano ( cómo a la semana otro camión lo tiró en la villa l2112 1G.
En un momento dado el obreviente / menciona los reencuentros )abidos despu"s de la dictadura. “8elices de vernos vivos 2dice2 despu"s de tantos a0os#. /omo tantos !ue debieron esconderse o irse del pa%s, tambi"n entre los villeros exist%a la duda de !u" le )abr%a pasado a 8ulano ( !u" a Mengano, si les )abr%a pasado o no lo peor.
2$)% ocurr%a !ue ten%amos !ue preservar la vida de los compa0eros, no pod%amos vernos. 5o ten%a !ue preservar la m%a ( viceversa. Ellos tambi"n pensaban !ue (o pod%a ser boleta.
$ lo largo de la conversación, el obreviviente / no sólo se resiste a dar su nombre sino tambi"n a intentar reconstruir la lista de los !ue se ra-aron ( de los !ue murieron. /omprime sin ma(or detalle siete muertes. Pero no dice de !ui"nes ni cómo. Mu( al final, !ueriendo ( no !ueriendo, )ablando entre ellos ( sin mirar al entrevistador, se pasa revista a otras muertes. El compa0ero !ue lo escuc)a cuenta de otra v%ctima anónima ( la tira como ametrallando, apretando los dientes, d&ndole importancia ( al mismo tiempo, si es por el tono presunto, vaciado de sentimiento. Es el recuerdo de alguna madrugada del F67, en villa 1. a polic%a estaba all%, como siempre, en operativo de rutina o lo !ue fuera, con la gente alrededor. a 3nica imagen !ue suelta el compa0ero del obreviente es la de un muc)ac)o -oven de la villa, activista, !ue se negó a obedecer va(a a saber !u" orden de los uniformados.
2El se agarró a la mani-a de la puerta del patrullero. ab%a !ue lo iban a matar. /uando se separó un par de metros, lo acribillaron.
$s% !ue otra muerte, ( gratuita. 4abr& !ue pensar !ue si en el pa%s del Proceso se mataba clandestina e
impunemente por las calles, tanto o m&s pod%a ocurrir en las villas, cu(a visibilidad social siempre fue menor. >$ !ui"n le pod%a importar? De )ec)o las barriadas pobres siguen siendo los territorios en los !ue se sigue matando con ademanes no demasiado clandestinos. o complicado del caso 2tal como se insinuó algunas p&ginas m&s atr&s2 es !ue la )istoria de las villas durante la dictadura, en lo !ue concierne a los nombres de sus perseguidos ( desaparecidos, )a !uedado le-os del mundanal ruido de la $rgentina blanca, por su propia constitución )istórica ( social. /uando se intenta )acer esa sistematización de las v%ctimas ( los nombres, la información !ue se recibe es fragmentaria o se )a perdido para siempre. 5 las actitudes son recelosas, como la del obreviente /.
as clases medias, mal !ue pudieron, )an reconstruido la )istoria de sus muertos. os villeros, ( seguramente lo mismo ocurre con otros sectores populares, especialmente en el ran Buenos $ires ( el interior del pa%s, )an !uedado m&s o menos colgados de la palmera, con sus dolores ( terrores internalizados, castigados desde antes del K67 ( despu"s del K< tambi"n. Dice Ouan /(mes “os organismos de derec)os )umanos nunca pudieron )acerse cargo de las desapariciones de las villas, a3n cuando alguna vez los villeros funcionamos en la $PD4 ( aun!ue, desde el /E, Emilio Mignone, $licia liveira ( $ugusto /onte nos dieron una mano con los -uicios por las erradicaciones#.
er%a in-usto llamarle temor a lo !ue siente el obreviviente para no !uerer )ablar, por!ue seguramente el )ombre no tiene nada de pusil&nime. Estas l%neas fracasan all% donde )ab%a !ue ponerle un nombre a su reticencia, ( a la de los dem&s.
!omida para ratas.
/on su apellido alem&n ( su formación de -esuita, tambi"n Oos" Meisegeier, el padre Pic)i, evoca recuerdos de cad&veres amanecidos sin explicación aparente. Jn d%a, (a avanzada la erradicación de la 1, un vecino de ald%as se apareció para decirle
2Padre, tiraron unos cuerpos a)% en el barrio nuestro. :os di-eron !ue no los mir&ramos, !ue no los toc&ramos por!ue si no nos iba a pasar como a ellos.
Eran nuevos cad&veres tirados sobre la pampa argentina, cuerpos :: como los !ue aparec%an en la costa del r%o, 8&tima o Pilar A“$parecieron esta ma0ana numerosos cad&veres#, tituló el de -ulio de 1*67 a Cazón. El padre Pic)i interpreta !ue seguramente fueron cad&veres tirados a modo de presión psicológica sobre los villeros. Cecu"rdese “el accionar !ue lleve paulatinamente a la población a no encontrar motivaciones !ue -ustifi!uen su permanencia#. os cuerpos !uedaron a)%, para ser comidos por las ratas. Despu"s las motoniveladoras pasaron por encima de sus restos.
$s% !ue las autoridades se anotaron grandes porotos a la )ora de conseguir uno de los ob-etivos centrales de la etapa congelar2desalentar, previas a erradicar. Oo)n( ;apia lo sintetiza de esta forma
2Miedo. ;en%amos miedo a ser secuestrados al salir de las iglesias, tras las reuniones !ue )ac%amos, miedo a salir del barrio ( !ue te cazaran por KactivistaF o KextremistaF, miedo a desaparecer.
Magtara 8eres, !ue a)ora, en el 9==1, cuenta su )istoria en una pe!ue0a oficina de la /MV, retoma este mismo asunto. Oo)n( ;apia est& a su lado ( la escuc)a con atención, aportando de vez en cuando un murmullo o un dato nuevo sobre a /)anc)a /olorada.
o !ue cuenta Magtara sucedió un domingo lloviznoso en la iglesia del barrio. us vecinas )ab%a ido como
siempre a la capilla de c)apa, la !ue ten%a a la virgen de Itat%, cosa de limpiarla ( preparar las flores para la misa !ue deb%a oficiar el padre rlando 5orio. Ella no fue ese d%a, por culpa de una gripe. 5orio, amigo ( vie-o compa0ero de andanzas del padre Pic)i, llevaba a0os viviendo en una casita del barrio.
2Viene una vecina corriendo ( me dice “$(, do0a Magtara. e llevaron al padre rlando ( a todos los c)icos, ( a la mon-a tambi"n#. ;odos ellos siempre ven%an a tomar mate, caminaban por el barrio, eran como unos vecinos m&s. Entonces dec%an !ue el padre era comunista, le inventaban cada )istoria, terrorista, de todo. Entonces le digo a la vecina “>/ómo !ue se lo llevaron?#. “%, vinieron con esos camiones grandes del E-"rcito ( lo encapuc)aron cuando estaba dando la misa, los alzaron a)% a la fuerza, a todos los c)icos, diecisiete c)icos#.
a noc)e anterior Magtara )ab%a recibido una visita in!uietante. upo despu"s !ue los visitantes ca(eron en un coc)e negro ( !ue uno de los pasa-eros ba-ó para preguntar por el padre rlando 5orio. “omos amigos de "l, tenga confianza, venimos para salvarlo#, le di-eron a Magtara cuando dieron con ella. Ella negó !ue el padre viviera en la villa. El )ombre !ue ba-ó del auto negro, !ue ten%a pinta de ser importante, le insistió ( le pidió !ue lo llevara )asta la casa. Ella siguiendo dudando, con temor. 8inalmente se subió al coc)e, !uedó sentada atr&s entre dos grandotes, sintió los bultos de sus armas.
2>:o me reconoce?2, preguntó el !ue parec%a estar al mando.
2Me parece !ue s%, de alg3n lado.
2Me )abr& visto por televisión.
El )ombre se presentó como alguien !ue )ab%a sido importante en el peronismo, alguien !ue )ab%a via-ado en el avión !ue tra-o de regreso a Perón. legaron a la casa del padre rlando. Pero el !ue abrió la puerta no fue el padre rlando sino un pelado desconocido. Magtara tardó en reconocerlo, aparentemente era otro cura conocido en el barrio como El $lem&n, ( !ue )asta )ac%a poco era barbudo ( pelilargo. El )ombre del coc)e negro estaba a)% para urgir a los dos curas para !ue se fueran de la villa. El $lem&n aceptó el conse-o “5o me vo( esta noc)e#. El padre rlando di-o !ue no, !ue se !uedaba. e insistieron, pero nada. e dieron unos cuantos abrazos.
Magtara retoma el relato
2Vinieron esa noc)e. El se )ab%a ido a la casa de la madre o de un familiar, le rompieron todos los libros. El ten%a una biblioteca grande )ec)a de ladrillos ( maderas, como la cama. Era un alma de Dios, se conoc%a a todo el barrio. 5o le preguntaba !u" !uer%a decir lo de “cura tercermundista# ( "l me dec%a “:o te explico por!ue vas a tener miedo, vas a creer !ue somos unos monstruos#. Pero como (o ve%a !ue era tan bueno...
Magtara mane-a m&s o menos al bulto la idea de !ue ese domingo en !ue secuestraron al padre rlando, desaparecieron tambi"n “diecisiete c)icos# !ue )ac%an cate!uesis ( traba-o social en el barrio. 5 !ue de todo el grupo sólo se salvó una sobrina de 8rancisco Manri!ue ( otra c)ica !ue era )i-a de brigadier o de coronel.
2>Por !u" est& segura de !ue eran diecisiete?
25, por!ue m&s o menos los c)icos !ue siempre ven%an eran entre !uince ( diecisiete. Esa c)ica !ue se salvó estuvo nueve a0os en Espa0a. 5o no !uiero mencionalarla por!ue las t%as viven, ( ellas me pidieron
!ue nunca cuente por!ue ten%an muc)o miedo. a c)ica, cuando vino, oc)o o nueve a0os despu"s, parec%a otra persona. e ataba un pa0uelo as%, no se de-aba ver la cara. 4ab%a sido una c)ica brillante, de la facultad... /uando la vi en ese estado... Ella nunca supo !ue le mataron a todos los dem&s.
El padre rlando 5orio estuvo cinco meses secuestrado, sin !ue los vecinos del barrio supieran absolutamente nada acerca de cu&l )ab%a sido su destino.
2:osotros (a d&bamos misa por "l, cre(endo !ue estaba muerto. 5 una noc)e viene alguien. Me vino a buscar una persona desconocida, golpea la puerta, me dice “:ecesito !ue venga conmigo#. Era una noc)e oscura, una boca de lobo, no )ab%a !uedado ni una luz por!ue ellos )ab%an destrozado todos los faroles, todas las cosas. Mi )i-o me dec%a “:o, mam&, no va(as. ui"n sabe !ui"n es el !ue te !uiere ver, a lo me-or te lleva a matar#.
a mu-er insistió en !ue Magtara se pondr%a feliz de reencontrarse con una persona !ue conoc%a bien ( !ue !uer%a muc)o. Magtara fue )asta el lugar en el !ue la estaban esperando, una casa !ue (a )ab%a sido desalo-ada, pero no demolida.
2Entro a)% ( veo !ue )ab%a una mesita ( )ab%a dos )ombres ( una mu-er. 5o, cuando entr" ( los vi, les di-e “$c& no )a( ninguna persona amiga m%a#. 5 me asust" por!ue me di-e “$c& me van a matar#. Entonces el padre rlando )izo as% ( se sacó la peluca. Estaba vestido de mu-er, me di-o “Magtara, no me !uer%a ir sin despedirme de usted, !ue tanto luc)amos -untos#. El Papa lo salvó a "l, lo mandaba !ue lo lleven a Coma. 5 cuando se sacó esa peluca rubia !ue ten%a nos abrazamos tanto, lloramos tanto. “rlando est&s vivo, est&s vivo, no lo puedo creerW#.
2>legó a decirle en dónde lo tuvieron secuestrado?
2$(, nos contó tanta monstruosidad. 5o no lo pod%a creer. :os mostró las piernas, cómo las ten%a. Eran llagas... los brazos. Dice !ue era como un pozo ( ellos tuvieron no s" cu&ntos d%as en ese pozo, !ue dice !ue se orinaban ( !ue )ac%an sus necesidades encima.
a )istoria del secuestro ( desaparición del padre rlando 5orio aparece relatada en el :unca M&s en forma un poco m&s ordenada, aun!ue en lo esencial es como la cuenta Magtara. 5orio, sacerdote -esuita, fue secuestrado el 9 de ma(o de 1*67 en el barrio Civadavia. Ese mismo d%a el general $lbano 4arguindegu( atribu%a el secuestro del ex2senador urugua(o Telmar Mic)elini, “ese luctuoso suceso#, a la subversión. a tapa del /lar%n de ese d%a mostraba el ensagrentado rostro de V%ctor al%ndez tras una pelea en ud&frica ( anunciaba el asesinato de Cingo Bonavena en Estados Jnidos. racias a presiones de la Iglesia, 5orio fue liberado el 9 de octubre de ese mismo a0o. tro sacerdote, su compa0ero 8rancisco Oalics, )ab%a sido secuestrado con "l. $mbos compartieron el cautiverio en la Escuela de Mec&nica de la $rmada. $l tiempo fueron llevados a una casa operativa de Don ;orcuato. En el lega-o 79< de la /:$DEP, 5orio testimoniaba de esta manera
“En determinado momento del interrogatorio se pusieron a discutir entre ellos, pude escuc)ar !ue comentaban la conveniencia o no de una rastrilleo en la villa... ent%a !ue estaba en un sótano, permaneciendo en el suelo, siempre con la capuc)a... tro d%a vino un )ombre, era el mismo !ue me )ab%a preguntado por Mónica uinteiro... :os preguntó si no nos )ab%amos dado cuenta de !ui"n nos )ab%a tomado, ( el padre Oalics le contestó Ka Escuela de Mec&nica de la $rmadaF, ( el interrogador asintió diciendo Kepan !ue esto es una guerra ( en una guerra a veces pagan -ustos por pecadoresF#.
Pasaron los cinco meses. Previa in(ección de pentonaval, 5orio ( Oalics fueron subidos a una camioneta
!ue comenzó a dar vueltas por la ciudad. tra in(ección ( m&s vueltas. ;erminaron arro-&ndolos en un descampado, en unos ba0ados de /a0uelas.
Para aclarar a !u" se refiere Magtara al aludir al secuestro del padre 5orio ( de “diecisiete c)icos# ( para relacionarlo con el nombre de Mónica uinteiro, mencionado por el torturador de la EM$, es necesario retrotraerse a una carta famosa !ue Emilio Mignone, uno de los fundadores del /E, le escribió al entonces teniente general Oorge Cafael Videla. a carta fue escrita el 9+ de ma(o de 1*67, es decir dos d%as despu"s de la desaparición de 5orio ( Oalics. /omienza describiendo el allanamiento de su casa a cargo de un grupo de tareas del E-"rcito, ocurrida un viernes 1G de ma(o a las cinco de la madrugada. /ontin3a relatando la detención de su )i-a Mónica Mignone. 8inaliza diciendo “Desde esa fec)a )asta )o( 2o sea durante cinco d%as2, no )e podido saber nada de Mónica. Es como si se la )ubiera tragado la tierra. :adie se )ace responsable de su detención ni nos da a conocer dónde se encuentra#.
Muc)o despu"s el matrimonio de Emilio ( /)ela Migone interpuso un escrito ante la /orte uprema, mu( posterior al primer recurso de )abeas corpus !ue (a )ab%an presentado. 4ab%a pasado tiempo ( el escrito era rico en detalles. Explicaba las insólitas circunstancias en !ue se )ab%a producido el secuestro en un edificio de la avenida anta 8e, lindero con otro edificio fuertemente custodiado por el E-"rcito, (a !ue all% resid%a la familia del general Camon enaro D%az Bessone. Jbicado a media cuadra del departamento del almirante Isaac Co-as, vigilado tambi"n d%a ( noc)e por los soldados.
“Ese mismo viernes 2contin3a el escrito2 supimos !ue en operativos similares, unas )oras antes, )ab%an sido detenidos cuatro amigos de mi )i-a#. os Mignone citan los nombres de dos matrimonios tambi"n secuestrados por el E-"rcito el de Mar%a V&s!ues campo ( /"sar $madeo ugones ( el de Beatriz /arbonell ( 4oracio P"rez @eiss. $grega !ue poco m&s tarde se enteraron de la desaparición de Mónica uinteiro ( de Mar%a Est)er orusso. Mónica uinteiro era una ex2religiosa de las )ermanas de la Misericordia, )ab%a sido profesora de Mónica Mignone en un colegio de Belgrano.
M&s adelante los Mignone reconstru%an otra )istoria m&s, a la !ue consideraban “elemento probatorio importante# para la causa !ue intentaban esclarecer
“El domingo 9 de ma(o de 1*67, alrededor de += )ombres con uniforme de combate de la Infanter%a de Marina, algunos de ellos con el aditamento de boinas ro-as, rodearon una zona de la villa de emergencia del Ba-o 8lores, en las proximidades de /urapaligNe ( /obo, a la vista de los vecinos. Eran exactamente las 19. $llanaron una modesta vivienda donde resid%an )ac%a varios a0os los sacerdotes -esuitas 8rancisco Oalics, conocido autor de varios libros dedicados a la pr&ctica de la oración ( rlando 5orio, consagradado a la pastoral en ese medio. En ese momento se encontraba oficiando misa el presb%tero abriel Bossini ( participaba un grupo de oc)o -óvenes !ue se desempe0aban como cate!uistas... a Infanter%a de Marina se llevó detenidos a todos los presentes, excepto el presb%tero Bossini. iete de los -óvenes fueron liberados en la madrugada siguiente en la avenida eneral Paz#.
a alusión de Magtara acerca de los secuestros ( de la intervención de 8rancisco Manri!ue 2ex marino2 ( de otro militar 2ex capit&n de :av%o2 es veraz. os secuestrados ( los ex2marinos pudieron establecer !ue el lugar de detención fue la EM$, en donde !uedaron 5orio ( Oalics. Pero el grupo de -óvenes !ue )asta )o( siguen desaparecidos no es el de los !ue se llevaron -unto a 5orio ( Oalics, sino el de los !ue fueron detenidos el 1G de ma(o anterior. Entre ambos grupos suman !uince personas. :inguno de ellos eran militantes pol%ticos sino -óvenes católicos comprometidos. ;odos pasaron por la EM$. tro sacerdote, el padre franciscano /arlos $rmando Bustos, fue desaparecido tambi"n en ese mes de ma(o, un d%a <, frente a la iglesia de Pompe(a. 8ormaba parte de la corriente /ristianos para la iberación.
Este espacio dedicado a los padres 5orio ( Oalics, a los -óvenes cate!uistas del Barrio Civadavia ( a los
cristianos comprometidos, obedece al )ec)o de !ue todos ellos traba-aron en las villas. $m"n de los asesinatos de los obispos de a Cio-a, Enri!ue $ngelelli, ( de an :icol&s, /arlos Ponce de eón, abarcando 3nicamente a la gre( católica, al cabo de la dictadura se supo !ue 17 sacerdotes comprometidos con los pobres fueron asesinados, !ue once fueron detenidos ( expulsados del pa%s ( !ue a otros 99 se les permitió !uedarse tras su secuestro ( tormento. 4a( nombres resonantes entre los de los desaparecidos relacionados con las villas. El de la )ermana $lice Domon, !ue traba-ó en ugano, el de Dagmar 4agelin, !ue lo )izo en 8uerte $pac)e, el de Marianne Erice, !ue militó tanto en la villa del Ba-o Belgrano como en el barrio Nemes, de la 1.
El padre 8rancisco Oalics, una vez liberado, via-ó a los Estados Jnidos, m&s adelante se radicó en $lemania. 5orio se refugió en Coma (, de regreso al pa%s, estuvo en el obispado de uilmes, -unto al obispo :ova', ( en Ingeniero Oacobacci, con Miguel 4esa(ne. 8alleció en el Jrugua( el < de agosto del a0o 9===, a los 7< a0os.
(odos nuestros muertos )II+.
En una nota de la revista El Porte0o )ec)a en la villa de Cetiro, publicada en marzo de 1*<7, aparec%a 2sin !ue el cronista supiera entonces de !ui"n se trataba2, un persona-e conocido ( respetado por los dirigentes villeros Efraim Medina $rispe. Puede !ue )acia 1*<7 los recuerdos sobre las erradicaciones ( sobre lo ocurrido durante la dictadura estuvieran m&s frescos. Medina $rispe, boliviano, )i-o de ind%genas e indigenista, due0o de una alicinante verba -ur%dico2pol%tica, fue, )acia 1*6*, uno de los promotores ( l%deres de la /omisión de Demandantes !ue se atrevió a entablar -uicios contra el Estado por las erradicaciones, asunto del !ue )ablaremos m&s adelante. En a!uel a0o de 1*<7 Medina $rispe se refer%a a las v%ctimas de la represión en las villas de esta manera
2%, de Perito Moreno )an desaparecido doce cate!uistas. $c&, de nosotros Ade la 1, )an desaparecido dos delegados. Jno de ellos es 8rancisco ;orres, de /omunicaciones, padre de cuatro )i-os. Despu"s, el otro !ue desapareció fue $lberto /ondor%.
El padre Pic)i confirma el nombre de 8rancisco ;orres como desaparecido. “%, el ;oto ;orres. 8ue el capataz cuando )ubo !ue )acer la reconstrucción de *= casillas despu"s de un incendio, en el K69#. En cuanto a $lberto /ondor%, es otro de los nombres !ue !uedan en el aire. Oo)n( ;apia se acuerda de "l, pero sólo alcanza a decir “:o lo volv% a ver nunca m&s a partir de entonces#.
:ombres ( fragmentos de nombres. En la traba-osa reconstrucción de la lista de v%ctimas de la represiónHerradicación en las villas 2traba-osa por imperio del miedo, la desarticulación, las expulsiones, la desaparición social de muc)os de los !ue las )abitaron2 deben mencionarse al menos provisoriamente estos nombres, ( a0adirse a los (a mencionados
2$lberto /a(etano alleta $lfaro. 4ab%a sido erradicado de la villa 1 a 8uerte $pac)e. $ll% viv%a :udo 7, piso +, departamento B. as fuerzas de seguridad acordonaron el edificio en monobloc', lo esperaron apostados ( lo acribillaron cuando sub%a las escaleras, el * de -ulio de 1*66. e lo llevaron en una furgoneta, lo torturaron, lo cre(eron muerto ( abandonaron su cuerpo. Desvali-aron su casa, un polic%a usurpó despu"s el departamento, seg3n testimonio de vecinos. alleta )ab%a sido estibador ( fue c)ofer. Jn accidente ferroviario lo de-ó sin piernas en el a0o 1*67, usaba prótesis. 8ue miembro de la Ouventud Peronista ( del MVP.
2Enri!ue a(ago tambi"n sufrió un accidente en el tren !ue lo llevaba, aun!ue leve. Mientras lo estaban atendiendo en el dispensario en !ue lo atend%an, fue secuestrado por la polic%a, un 1= de septiembre de 1*66.
8ue llevado a una comisar%a ( nunca m&s se supo !ue pasó con "l. ;en%a 79 a0os, oc)o )i-os.
2uc%a Mar%a /ull"n ten%a 9* a0os, era viuda de Oos" uis :ell, un militante )istórico !ue !uedó paral%tico en la matanza de Ezeiza. uc%a )ab%a traba-ado con el padre Mugica en la capilla /risto brero. 8ue secuestrada el 99 de -unio de 1*67.
24"ctor :atalio obel. 8ue abogado de la J/C$ ( de los villeros de la 91. Desapareció el 9= de abril de 1*67. ;en%a 6 a0os.
2;eodoro Jruguag)a, Cicardo amarra rtiz, scar $lfredo alazar. os tres eran paragua(os ( miembros del MVP, de la villa 91. El < de ma(o de 1*67 el diario a pinión publicó un parte oficial en el !ue los nombres de los tres aparec%an como presuntos liberados de una comisar%a. a fec)a de desaparición de todos es coincidente + de ma(o de 1*67. a compa0era de alazar, Mar%a Est)er Peralta, mendocona, embarazada de cinco meses, tambi"n fue desaparecida.
2Ouan /arlos :egrito &nc)ez 2el apellido no est& confirmado2 aparece como otro militante del MVP secuestrado ( desaparecido en septiembre de 1*67.
Ouan /(mes a0ade el apellido de otro :egro, /)anampa, al !ue se llevaron de la villa 1+ 2seg3n recuerda2 con el pretexto de )aber instalado un puesto de c)oripanes no autorizado sobre la avenida, ( al !ue desaparecieron. 4ab%a sido activista en la villa ( militante de la J;$. En el E!uipo de $ntropolog%a 8orense confirman el dato aportado por /(mes Daniel Bonifacio /)anampa, desaparecido el 1G de abril de 1*6<, traba-ador del transporte subterr&neo.
M&s all& de !ue a estos nombres puedan a0adirse muc)os m&s, de personas !ue fueron secuestradas ( luego liberadas, a partir de a!u% las identidades de perseguidos ( muertos se ponen m&s ( m&s difusas. 4a( referencias de dos vecinos del barrio Civadavia, amigos entre s%, de los !ue sólo sobreviven lo !ue ser%an presuntos “nombres de guerra# :ac)o ( Eduardo. $lguna vez fueron detenidos por delitos comunesQ se )icieron militantes en el contacto carcelario con presos pol%ticos. :ac)o participó en una “toma# del barrio policial /oronel arc%a.
Ouan /(mes repasa nombres de sobrevivientes de distintas villas !ue tuvieron actuación destacada, adem&s de Oose Valenzuela alvador 4errera, de la 7Q la c"lebre Isidora Pena(o de la 91, !ue a la )ora de )acer este libro estaba en el /)acoQ el ordo /aballero de la 9=Q Marcelino Escalier, boliviano, de la 121121GQ Pastor Valle-os, tambi"n boliviano ( pintor, del barrio Illia. $ la lista )abr%a !ue a0adir el nombre del :egro Vidal uzm&n, refugiado v%a $/:JC en u!ue, Paragua(, donde todav%a vive.
ueda tambi"n la memoria de un nombre un poco m&s !ue significativo el de Codolfo @als). Periodista, escritor, militante. Durante buena parte de los a0os K69 ( F6, @als), entonces miembro del Peronismo de Base, se dedicó a ir religiosamente los fines de semana a la villa 1, con su compa0era ilia 8erre(ra. ol%an caerse por la casa de Oos" Valenzuela 2“dirigente indiscutido#, recuerda ilia2 ( funcionaban en la de un vecino. Valenzuela )ab%a dado con un ar!uitecto de la /MV, de los buenos, el /)olo /edrón, !ue )o( vive en Mar del Plata. /edrón )ab%a traba-ado en el pro(ecto de construcción de viviendas populares de la pe!ue0a Villa 6 de Mataderos, durante la intendencia de Montero Cuiz. El pro(ecto Villa 6 es un s%mbolo !ue !ueda de a!uellas "pocas de traba-o con-unto ( dif%cil entre la /MV ( los villeros, s%mbolo tambi"n de la confluencia entre clases medias ( vecinos de barrios populares. De )ec)o fue una experiencia !ue se irradió a otra villas, con la asunción de /&mpora, ( un antecedente de las “mesas de traba-o# mixtas surgidas en el F6.
/edrón ven%a de esas )istorias. @als), a0os atr&s, )ab%a traba-ado en una experiencia de comunicación popular !ue se recuerda )asta )o( el semanario de la /; de los $rgentinos. ol%a irse )asta la 1 con el grabador a cuestas, para registrar lo !ue se )ablaba ( discut%a en las reuniones. /on Valenzuela pensaron lo obvio cómo difundir las tareas, cómo convocar ( articular me-or a los vecinos. “4a( !ue sacar un bolet%n, una revista#, di-eron. “Pero lo tiene !ue )acer la propia gente#, agregó @als). $s% !ue sobre el puc)o inventó lo !ue )o( se llamar%a un taller de periodismo popular. Primera lección cómo mane-ar el grabador, !ue para entonces era tecnolog%a de punta. Entre asados ( reuniones, les ense0ó a los c)icos a grabar, desgrabar ( redactar. 4icieron comunicados, boletines, pero la )istoria no les dio tiempo para !ue el “emanario villero# pudiera consolidarse. a )istoria, (a se di-o en estas p&ginas, iba demasiado r&pido. @als) ( ilia 8erre(ra sol%an ir en colectivo de su departamento de ;ucum&n ( Cecon!uista a Cetiro. El via-e no pod%a durar m&s !ue veinte minutos. Pero cuando de regreso de la villa ba-aban del 7, en pleno centro, en el otro mundo, @als) le dec%a a ilia !ue la cosa era demasiado rara, !ue o se iban a vivir a la villa o se de-aban de -oder. El antepen3ltimo acelerón del F6 de-ó trunca la mudanza. @als) fue secuestrado ( desaparecido por un grupo de tareas de la EM$ entre las 1.= ( las 17 del 9+ de marzo de 1*66, un d%a despu"s de distribuir su /arta $bierta a la Ounta Militar.
El c*ico de enfrente/ la vecina de al lado.
Magtara, memoriosa, retiene cuatro recuerdos m&s, de su barrio. El del secuestro de Don $rturo, un vie-o militante comunista, )ombre de lo m&s manso, seg3n ella cuenta. El de “el c)ico de enfrente#, )i-o de una de sus vecinas m&s !ueridas, cu(a identidad prefiere no revelar, !ue traba-aba en una f&brica, no militaba en nada ( nunca m&s apareció. El de dos )i-os de una familia del para-e as aleras. Magtara sol%a encontrarse con la mam& de esos c)icos en la verduler%a, los )i-os de ambas compart%an la escuela. “Ella dec%a !ue los )i-os eran montoneros, pero como (o ve%a !ue eran tan buenos todos, para m% no ten%a sentido#. Esos c)icos desaparecieron. a mu-er se apareció con los nietitos en la mano, una noc)e, llorando ( golpeando una ventana. “e llevaron a mi )i-a, ( a mi (erno, ( a mi otro )i-o#. alvaron a los m&s nenes por esconderlos deba-o de la cama.
Magtara finaliza con el recuerdo n3mero cuatro, lo !ue le pasó a su propio )i-o “!ue estuvo !uince d%as desaparecido ( se salvó por milagro#. Presuntamente lo agarraron de los pelos por confundirlo con otro por llevar un sobretodo gris, por tener cabello casta0o ( tonada correntina. o metieron en alg3n pozo con dos desconocidos, separados. Picana, dónde est& la c"lula, dónde ten"s l as armas.
2acaron a los otros dos pibes, les sacaron la capuc)a ( "l escuc)ó los tiros de cuando los mataron. Mi )i-o dice !ue "l miraba el cielo ( pensaba !ue iba a ser el tercero, !ue en la casa nunca iban a saber dónde fue a parar.
$l )i-o de Magtara le pasaron un cigarrillo, "l pensó !ue lo mataban. $pareció un suboficial !ue di-o
2Me parece !ue este tipo no es. $ ver, )abl& un poco.
El )i-o volvió a )ablar. El suboficial insistió
2:o. >:o ves !ue no sabe nada? o est&n por matar al pedo.
Lo largaron en un descampado.
En el barrio Civadavia, en Cetiro, donde )ubo villas !uedó tierra arrasada. Monta0as )ec)as con los
escombros apilados ( cubiertas de (u(os, cad&veres ba-o los escombros nivelados, cloacas ( ca0er%as rotas a cielo abierto, lagunas. En el barrio Civadavia estuvieron diez a0os sin agua. “Ibamos a ba0arnos 2recuerda Magtara2 con el ca0o roto de una casa abandonada. e )ac%an unas colas terrribles, la gente con la toalla ( el -abón en la mano. 5 a la madrugada lo mismo, con los tac)os, para recoger el agua#.
El obreviviente / ( su vie-o compa0ero de la 1 ( del puerto recuerdan cómo algunos de los m&s pesados de la /MV, antes ( despu"s de demoler, sa!ueaban a los vecinos. El padre Pic)i tambi"n rememora la )istoria de dos abogados ligados al P/, Victoria :ovellino ( 4oracio Cebón 2sobre !uienes volveremos m&s adelante2. Esos abogados, los mismos !ue a(udaron a los primeros villeros !ue demandaron al Estado, se animaron a en-uiciar a la municipalidad por el robo de material !ue era de egba. curre !ue a menudo las )istorias de pe!ue0a corrupción, al lado de otras, resultan sólo datos de color.
#e regreso al Li-ro A%ul.
$ partir de la p&gina 91, el ibro $zul redobla sus energ%as estad%sticas. De los casi 99+ mil villeros del K67 se pasa 1G7 mil en un a0o ( poco m&s, a 11+ mil para el 1 de diciembre del F6<, a +1.
$parece tambi"n la mención de lo )ec)o con a!uel barrio policial, el /oronel arc%a, el de las cien viviendas )ec)as en material prensado. “El &rea recuperada 2informa el ibro $zul2 est& comprendida dentro del gran pro(ecto KInteramaF A(a en e-ecución integrado por un par!ue de diversiones, confiter%a ( -ard%n zoológico#.
Jna pe!ue0a actualización al respecto, como para analizar la pro(ección actual de asuntos !ue parecen remotos. El pro(ecto Interama fue uno de los diversos esc&ndalos de corrupción con !ue salieron salpicadas las autoridades militares a la )ora de la retirada. 5 a!uella corrupción !ue parece vie-a, siguió saltando en el tiempo, )asta llegar a nuestros d%as. El * de agosto de 1***, en un art%culo de a :ación titulado “$cusan a Dromi de cobrar sobornos#, un antiguo funcionario del Proceso aparec%a ligado a tales esc&ndalos. e trata de uillermo aura, secretario de bras P3blicas de /acciatore, el !ue inició no sólo las obras del par!ue Interama sino de las autopistas a Ezeiza. aura fue procesado en 1*<6 por el asunto del par!ue Interama. El actual gobierno porte0o sigue recibiendo demandas por a!uellas )istorias ( sigue pagando los cr"ditos contra%dos por la construcción de las autopistas, para cu(a realización tambi"n se desalo-aron personas ( se partieron barrios. a noticia de a :ación no estaba tanto dirigida a recordar el pasado de aura, como a informar sobre un libro !ue el ex2funcionario presentó por esos d%as, denunciando !ue las empresas viales )ab%an pagado un soborno de siete millones de dólares para obtener concesiones de rutas con pea-e. ;odo este repaso no implica !ue el intendente svaldo /acciatore no tuviera reparos en lanzarse a )acer pol%tica a fines de los F*=. :i tampoco el )ec)o de !ue, todav%a m&s )acia atr&s en el tiempo, /acciatore, -unto con /arlos u&rez Mason, fuera uno de los integrantes de un i ntento de putsc) contra el gobierno de Perón, en los primeros a0os K+=.
Jn recorte al azar de diarios no tan vie-os. Jno de /rónica guardado por Oo)n( ;apia en su pe!ue0o arc)ivo personal. “Erradicar las villas#, dice el t%tulo de un lunes 17 de abril de 1*6*. ;ras los repasos estad%sticos de rutina, el diario traslada sin ma(ores filtros lo !ue dice uillermo del /ioppo sobre la pol%tica de erradicaciones “e destacó en la oportunidad la importancia de la permanencia de esta pol%tica, la claridad con !ue )a sido formulada ( concretada, la limpieza con !ue se e-ecutó, toda vez !ue los m"todos se
)an ido perfeccionando, teniendo con ello eco favorable#. El p&rrafo siguiente agrega “eg3n las fuentes de la /omisión Municipal de la Vivienda, el propio erradicado se )a ido convirtiendo en promotor de la erradicación#.
M&s o menos con la misma alegr%a ( en el mismo diario, el 9= de ma(o de 1*66, Del /ioppo aseguraba !ue el +1R de los villeros eran extran-eros, proporción !ue en otro recorte del 9+ de -ulio de 1*6<, en a Cazón, aparec%a s3bitamente inflacionada por "l mismo 7+R. En el e-e mplar de /rónica del F66 )ac%a observaciones igualmente cient%ficas respecto de la villa 1 de Cetiro “Es un t%pico pueblo de Bolivia, )asta se vende c)u0o#. 5, refiri"ndose a las villas en general a0ad%a “e vive en ellas por comodidad, (a !ue no se paga ni la luz, ni impuestos de ning3n tipo ( )asta se instalan industrias#. a solución propuesta por el responsable era simple “destruir la estructura económica de las villas#. En la p&gina siguiente del diario, el gobernador de la provincia, general Ib"rico ant2Oean bramaba con ma(3sculas “DEBE 4$BEC VIE:/I$ DE V$CE MC$E#.
a campa0a galopaba briosa por a!uellos d%as. En la sexta de /rónica del d%a anterior, 1*H+H66, Del /ioppo embest%a as%
“Es necesario desmitificar lo !ue en estos 3ltimos diez a0os se )a venido diciendo ( )aciendo en relación con las villas de emergencia... 4asta a)ora nadie entró en las villas para desentra0ar lo !ue realmente se esconde detr&s de las necesidades de un = por ciento de los )abitantes de las mismas, !ue en los 3ltimos a0os sirvieron de clientela pol%tica, al amparo de una verdadera mafia !ue se alberga en ellas#. De pronto los villeros de “escasos recursos# eran sólo uno de cada tres. 5 de golpe, en la misma conferencia de prensa, Del /ioppo di-o !ue el total de villeros de la /apital no eran 9== mil o 99= mil, sino 96=.===. 5 algunos de ellos )asta ten%a “un 8alcon 66 ( una camioneta#.
os afanes matem&tico2cient%ficos de Del /ioppo se prolongaron por a0os. En /lar%n del 1* de ma(o de 1*<1, el funcionario disertaba as%
“os resultados est&n a la vista. Producidas las erradicaciones de las villas de Cetiro ( avenida Perito Moreno se produ-o una sensible disminución de los casos de tuberculosis ( s%filis, ( tambi"n del %ndice de delincuencia#.
Esta serie de extractos period%sticos no se expone a!u% sólo para ilustrar cu&l era el discurso oficial de las autoridades 2no resistido por los medios, sino m&s bien verticalizado ( amplificado2 sino tambi"n para poner en examen la validez de sus verbosas cuantificaciones. $puntan tambi"n a saber !u" pasó con los erradicados ( sus cuatro presuntos alternativas de destino, expuestas en el ibro $zul traslado a terreno propio, retorno a la provincia, retorno al pa%s de origen, traslado por medios propios. Por cada villa erradicada, el ibro $zul abruma con su balance estad%stico. Jn e-emplo para la villa del Ba-o Belgrano, consumado el desalo-o, aparecen 1GG1 familias derivadas a terreno propio, 177 idas por sus propios medios, 7+ !ue volvieron a la provincia ( G !ue lo )icieron a su pa%s. $parece un !uinto rubro !ue el ibro $zul no preve%a =7 familias trasladadas “a otras villas ( :4;#. i se concede graciosamente el deliz, el total de familias desalo-adas coincide con el total de las censadas 9=91. o central es !ue, de manera abrumadora, las autoridades afirman !ue la enorme proporción de familias erradicadas de todas las villas 2en los parciales, siempre un 61 a 6 por ciento del total2 fueron a(udadas a instalarse en el bendito “terreno propio#.
4ora de detenerse en este particular.
$ dónde fueron a parar.
a primera respuesta de Magtara es del tipo contundente
2:o. $)% les llevaban ( los de-aban tirados por la eneral Paz. 5 a los !ue )ab%an comprado ( alcanzaron a escriturar, les daban tan poca plata !ue le alcanzaba para comprar !ui"n sabe dónde, una casita miserable. Despu"s se arrepintieron ( muc)os volvieron a alg3n terreno.
o mismo dice Oo)n( ;apia respecto de los de Cetiro
2os de-aban en cual!uier lado, en unos pantanos, del otro lado de la eneral Paz. /on el tiempo, los !ue pudieron demostrar !ue eran de la villa, volvieron.
;ambi"n el compa0ero silencioso del obreviviente /, en la villa 91, recordando el caso de un vecino su(o
2o cargaron en camión, lo de-aron en ugano. $ la semana lo volvieron a cargar ( lo tiraron en la 121121G, sin terreno ni nada. 5o me fui a Oos" /. Paz por mi cuenta.
uiz& el caso del barrio Civadavia fue el m&s particular, siendo !ue los vecinos )ab%an pagado o ven%an pagando por su vivienda. De manera tal !ue cuando llegó la /MV centenares de familias se apuraron en vender )asta lo !ue no ten%an para terminar de pagar, tener la escritura ( mostrarla a los funcionarios.
2:os pidieron esa plata, nos di-eron “En dos d%as tiene !ue -untarla, si no, no tiene derec)o#. “>5 todo lo !ue pagu"?#. “:o, todo lo !ue pagó no sirve por!ue usted no canceló todav%a#. Ellos !uer%an ec)ar a todos, al !ue no )ab%a escriturado ( al !ue s%. Muc)os de los !ue (a ten%an la escritura se fueron, por temor, se fueron.
4acia 1*6* las autoridades se aprestaban a erradicar a un nuevo total de 7G.=== villeros m&s, el grueso de lo !ue faltaba. Pero ese a0o )ubo un cierto to!ue de inflexión ( una demora en los ritmos, reconocida con pesar en los balances del ibro $zul, p&gina <7
“En el gr&fico comparativo siguiente puede observarse la diferencia evolutiva de las erradicaciones efectuadas... El decrecimiento operativo evidenciado en esta 3ltima etapa, es esencialmente producto de dos factores principales
12 El Movimiento Pastoral Villero, en con-unción con /&ritas, inició en la segunda mitad del a0o 1*6* su acción en las villas, tendiendo a la obtención por parte del Estado del pago de un subsidio a cada familia ( la formación de cooperativas de vivienda.
92 Encontr&ndonos en la 3ltima etapa del proceso se da la existencia de un residual compuesto por grupos económicamente imposibilitados de toda solución#.
Efectivamente, era todo un problema "se del “residual compuesto# ( de las familias imposibilitadas, pese a las previsiones del principio acerca de los “escasos recursos# de todos ( a todo lo !ue se )ab%a prometido en materia de cr"ditos.
Vamos primero a lo de las promesas originales ( luego iremos a la pastoral villera. eg3n rememoran
Marta Bellardi ( $ldo de Paula en Villas Miseria origen, erradicación ( respuestas populares, en ma(o de 1*6< el Estado dispuso un “sistema de apo(o pecuniario# para las familias !ue iban a ser erradicadas. e trataba de entregar un subsidio de 19 pesos argentinos destinado exclusivamente al adelanto del pago de un lote, con el compromiso urgido del beneficiado de abandonar la villa en un plazo de entre 7= ( *= d%as. e entregaban adem&s otros 1< pesos argentinos para cubrir los gastos en servicios de infraestrutura. os autores del libro se tomaron el traba-o de averiguar cu&nto costaba un terreno del ran Buenos $ires )acia agosto de 1*6<. Jn lote en Moreno val%a += pesos argentinos, en uernica val%a 1==. os doce pesos del primer subsidio e!uival%an a cuatro salarios m%nimos de entonces, el terreno de uernica e!uival%a a 97 de esos salarios.
in embargo Del /ioppo )ab%a dic)o en alg3n momento !ue el 6=R de los villeros estaban en perfectas condiciones de abandonar los barrios por su cuenta. $lgo fallaba, ( en las p&ginas del ibro $zul, (a )acia el final Ap&gina **, cuando se )ace repaso de los cr"ditos de los !ue se )ab%a )ablado al principio, los destinados a la compra de un terreno, se inclu(e apenas un 3nico parcial, el !ue corresponde al segundo trimestre de 1*<=. e )abla de un total de *<9 entrevistas efectuadas con los potenciales beneficiarios, de 9== tr&mites iniciados ( de 1=7 cr"ditos efectivamente ortorgados. :o existen m&s explicaciones de por !u" aparece sólo ese parcial de 1=7 cr"ditos otorgados en el marco de un documento oficial de 11G p&ginas !ue pretende sistematizar la )istoria de, )asta entonces, 1G+ mil erradicaciones.
Jna 3ltima referencia acerca de la a(uda oficial ( de a!uel “plano prototipo# con el !ue los erradicados, una vez optimistas sobre su nuevo lote, construir%an la casa propia. Bellardi ( De Paula )acen constar algo al respecto la absoluta “inutilidad# del plano. /uando los (a ex2villeros, estuvieran donde estuvieran, concurr%an a las municipalidades para !ue les aprobaran los planos de construcción, “eran ec)ados sistem&ticamente#.
Siete6curas6villeros6siete.
Ouan /(mes los vio llegar a unos cuantos, desde el otro lado de la eneral Paz, en la villa as $ntenas de a Matanza, all% donde se )ab%a refugiado.
2:o sólo !ue los vi llegar, los vi llegar a patadas.
Jn domingo, en 1*6< o 1*6*, vio cómo varios camiones se met%an por los fondos de la villa, en lo !ue )o( se llama la manzana 96. lov%a ( los camiones se pusieron a descargar gente, muebles. Ouan se preguntó lo mismo !ue los vecinos de as $ntenas “>u" )acen estos? >Est&n tra(endo gente? >Pero ac&?#.
2Era un contingente !ue )ab%an erradicado de la 121121G. os de-aron sobre un terreno !ue entonces era puro descampado, entre las villa ( las v%as. Esos terrenos no eran parte de la villa, eran municipales. os tiraron sobre ese terreno pelado !ue con la lluvia se )ab%a )ec)o c)ocolate, era una cosa in)umana. 5 volvieron a los pocos d%as para llevarse otra vez a algunos. Despu"s, con el tiempo, esos terrenos fueron las actuales manzanas 96 ( 9<.
Esta referencia !ue )ace Ouan /(mes, -unto con todas las anteriores contadas por Magtara, Oo)n(, el obreviviente /, son apenas una porción min3scula del total. Muc)as otras )istorias similares fueron resumidas por siete curas villeros en lo !ue fue un informe c"lebre “a verdad sobre la erradicación de las villas de emergencia del &mbito de la /apital 8ederal#. Ese informe 2precedido de uno anterior, -unio de 1*6<2 fue fec)ado el 1 de octubre de 1*<= ( lleva al pie los nombres de esos siete curas 4"ctor Bot&n, de Villa uganoQ Miguel $ngel Valle, del mismo barrio pero de otra capillaQ Daniel de la ierra Aalias El allego, de BarracasQ Codolfo Cicciardelli, del Ba-o 8loresQ Oorge Vernazza, tambi"n del mismo barrio (
otra capillaQ Oos" Meisegeier, o Pic)i, de la capilla /risto brero de Cetiro ( Pedro ep)aille, de Mataderos.
Es posible imaginar !ue m&s de alguna alta autoridad eclesi&stica )abr& suspirado de irritación al recordar a!uella autorización del arzobispado de 1*7*, la !ue permitió oficializar de alguna manera el traba-o de la Pastoral Villera. Por!ue, aun!ue sin recursos ( de manera sumamente precaria, esos siete curas 2para usar la vie-a expresión espa0ola2 metieron un -aleo importante ante las autoridades, los medios ( la propia Iglesia. os siete curas ( los m&s !ue vulnerables n3cleos de villeros resistentes, fueron los 3nicos !ue a mediados de la dictadura se atrevieron a difundir lo !ue estaba sucediendo, enfrentando la versión oficial. a Pastoral Villera lo )ab%a intentado antes, ante el arzobispado, todav%a en 1*66, pero el arzobispado recomendó lo !ue a veces recomiendan los arzobispados prudencia ( sigilo.
in embargo, )acia 1*6*, las cosas estaban cambiando. 5a no imperaba la glaciación pol%tica de los primeros a0os, la tarea represiva de la dictadura estaba pr&cticamente finalizada, los excesos de las erradicaciones )ab%an ganado alg3n m%nimo espacio en la opinión p3blica. /on lo !ue el arzobispo se decidió a enviarle una ep%stola al se0or intendente, fec)ada el 9 de agosto de 1*6*, en la !ue expresaba su preocupación por la forma en !ue, seg3n parec%a ser, se llevaban a cabo las erradicaciones
“Estimamos imprescindible !ue se ponga especial cuidado en !ue nadie utilice, consciente o inconscientemente, la presión, la intimidación o cual!uier otro estilo o forma de traba-o !ue pueda !uitar la paz ( la calma para el traba-o fruct%fero#.
ue el traba-o de la /MV a esa altura (a )ab%a sido lo suficientemente fruct%fero lo demostró acabadamente el Informe de los siete curas villeros, un a0o despu"s. Pero antes !ue el Informe llegara a la opinión p3blica los medios fueron filtrando pe!ue0as denuncias, conflictos ( la permanente megafoner%a de la versión oficial. Entre las denuncias, seguramente lo !ue ocupó m&s espacio en los medios desde 1*6* fue la conformación de la /omisión de Demandantes, a!uella !ue Oo)n( ;apia ( Efraim Medina $rispe motorizaron desde lo poco !ue !uedaba de la villa de Cetiro ( en la !ue Ouan /(mes tambi"n tuvo participación.
El padre Pic)i, desde la piecita de arriba del almac"n !ue ten%a en la villa de Cetiro, pegado a la capilla, )ab%a conseguido el distinguido amparo de la parro!uia an Mart%n de ;ours, gente pudiente, como "l bien define. /&ritas ( la parro!uia lo apo(aron para iniciar pro(ectos de autoconstrucción en cooperativa ( salvar con ellos a la poca gente !ue !uedaba en la 1, 6= familias !ue terminaron siendo GG, contra las seis mil estimadas en el K67. a creación de la cooperativa /opacabana fue fruto de ese tipo de esfuerzos, lo mismo !ue otras como la /aacup" o la Madre del Pueblo, motorizada por el padre Vernazza en el Ba-o 8lores ( amparada legalmente por el /E. El vecino del padre Pic)i, Oo)n( ;apia, pudo !uedarse en la villa agarrado de ese solo )ilo el auspicio de /&ritas, la protección de un espacio %nfimo del barrio en el !ue !uedaron unos pocos vecinos. Ese grupo de vecinos acudió a la $sociación de $bogados ( all% dieron con dos profesionales solidarios ( audaces !ue (a fueron mencionados los doctores Victoria :ovellino ( 4oracio Cebón. “Ellos nunca nos cobraron un pesoQ pon%an plata de su bolsillo#, agradece Oo)n( ;apia.
a estrategia de los abogados fue medianamente simple, si es !ue algo pod%a ser simple en seme-antes a0os. /onsistió en demostrar !ue la municipalidad de /acciatore nunca )ab%a cu mplido la promesa de a(udar a los erradicados antes de !uitarles la vivienda ( de !uit&rselos de encima. El -ueves 96 de diciembre de 1*6*, /rónica, en referencia a a!uella causa denominada “$sunción oria ( otros contra la Municipalidad de Buenos $ires#, !ue representaba los intereses de 9 familias demandantes, amaneció as%
“a ala / de la /&mara /ivil admitió un amparo interpuesto por 9 familias afectadas por el plan de erradicación de villas de emergencia ( declaró la medida de no innovar. a decisión, !ue implica Kla pro)ibición de demoler las viviendasF de los villeros )asta tanto no termine el -uicio, se dictó por!ue la
Municipalidad no cumplió Kla exigencia de crear condiciones para !ue los desalo-ados puedan acceder a viviendas decorosasF#.
De )aber existido m&s Oo)n(s ;apias, padres Pic)is, abogados ( camaristas as%, las cosas )ubieran sido algo distintas. El falló sentó -urisprudencia ( fue repercutiendo en cadena entre los sobrevivientes de otras villas. El doctor Del /ioppo montó en cólera. Especialmente cuando le preguntaron sobre los recursos -udiciales !ue ven%an presentando los villeros
2Muc)os de esos pedidos fueron firmados por gente !ue no sabe lo !ue fir ma. a mitad de esas personas (a desistieron ( abandonaron las villas.
in embargo )ubo otros recursos de amparo, en la 91, en la 121121G. En esta 3ltima villa, la del Ba-o 8lores, los sacerdotes Codolfo Cicciardelli ( Oorge Vernazza, -unto con Emilio Mignone, del /E, ven%an traba-ando para proteger a la gente !ue !uedaba por erradicar. 4acia abril de 1*6* (a ven%an )aciendo cuentas para saber si pod%an o no avanzar en el pro(ecto de creación de la cooperativa Madre del Pueblo. En -unio de ese mismo a0o, Mignone presentó el recurso de amparo !ue firmaron <6 peticionantes. as tierras en las !ue viv%an, dec%a Mignone, )ab%an sido ocupadas “no sólo con el expreso consentimiento ( a(uda de las autoridades municipales sino tambi"n con su apo(o#. os primeros pobladores, agregaba, )ab%an adelantado pagos por esas tierras ( sus me-oras.
$!uel recurso prosperó, o al menos dio el tiempo suficiente como para !ue prosperara el pro(ecto de autoconstrucción de la cooperativa Madre del Pueblo. 8inanciado en sus principios por una fundación )olandesa 2( "sta financiada a su vez por un fondo proveniente de un impuesto a los cultos religiosos, destinado a la a(uda social2, a!uel pro(ecto cooperativo nacido de una situación de extrema vulnerabilidad, todav%a vive. svaldo riolo, de profesión ingeniero, presidió los primeros emprendimientos, de puro fil&ntropo ( visitando las obras los d%as s&bados. $3n a la distancia valora la calidad ( la e-ecutividad con !ue se )icieron esos barrios, construidos por los villeros mediante un sistema de autogestión. Primero fue uno para 7= familias en an Ousto, luego otro para 19=, en Merlo, ( luego un tercero para m&s de !uinientas familias en aferrere. a experiencia se pro(ectó 2dec%amos2 )asta el presente. eg3n repasa riolo, )asta )o(, a3n con cambios en el sistema, lo !ue nació como cooperativa Madre del Pueblo suma 1+== viviendas constru%das.
Ra/ B!ascaritaC/ ra.
$ V%ctor a)omero tambi"n lo terminaron de salvar las cooperativas. Pero antes le )icieron batir 2con un fierro puesto en la cabeza2 todos los r"cords posibles, por la cantidad de veces !ue lo ra-aron. V%ctor vendr%a a representar a esta altura de lo le%do la “!uinta presentación# de villero peleador ( sobreviente. i reci"n a)ora aparece en estas p&ginas es por lo !ue representa su )istoria de a!uellos a0os ( por lo !ue )ace )o(.
8ue en la villa de Cetiro donde le pusieron /ascarita, por!ue se aparec%a con la piel de la cara paspada. legó con la madre ( seis )ermanos en 1*7< ( el primer barrio en el !ue se instaló fue el Inmigrantes, donde (a estaba su vie-o. El ten%a oc)o a0os, la familia ven%a de alta ( antes !ue eso, por l%nea paterna, de Bolivia. a madre de V%ctor falleció, el padre no pudo contener el desbande. V%ctor se ra-ó de la casa ( a partir de a)% anduvo por todos lados en la calle, en el puerto, en el bar “El cura gauc)o# de la 1, del !ue sólo !uedan restos, dando vueltas entre los dirigentes portuarios, lustrando botas. upo andar tambi"n en la famosa guarder%a “Bic)ito de luz#, de la 1, ( fue a)% o en otro lado !ue le ense0aron a pintar al óleo. /omenzó a traba-ar desde mu( c)ico, no paró de traba-ar )asta a)ora. Iba ( ven%a a veces a la casa del vie-o, !ue traba-aba de alba0ilQ anduvo con "l por el barrio 5P8. Del 5P8 la familia pasó al barrio Mart%n Nemes 2siempre dentro de la 12, )asta !ue en 1*67 a esa casa los !ue (a se sabe la tiraron aba-o. os trasladaron a una casa de c)apa a cu(a familia (a )ab%an desalo-ado.
V%ctor siguió laburando. $nduvo entre otros lugares en el mercado de a-os ( cebollas, !ue por entonces funcionaba en los galpones del ferrocarril an Mart%n. 4ombreaba bolsas, por cada una agarraba un a-o ( una cebolla. Cepart%an con los compa0eros. $l cabo del tiempo se )izo unos mangos, compró o levantó un casita. Era de material, de nuevo en el Inmigrantes, cerca de la escuela $lbert c)Leitzer. a noc)e del 9 de abril de 1*6< V%ctor fue a feste-ar su cumplea0os en la escuela. $ eso de las siete de la ma0ana volvió a la casa. a casa no estaba m&s acababan de demolerla, a la su(a ( a la otra !ue se )ab%a )ec)o una de sus )ermanas. V%ctor pretendió retobarse. e pusieron un fierro en la cabeza, lo cagaron bien a palos. De las casas sólo pudieron rescatar algunas c)apas ( tirantes. os de la /MV (a )ab%an subido algunas cosas al camión. os subieron a ellos, los tiraron en los fondos de Cetiro. $l tiempo los sacaron, los volvieron a subir al camión, los tiraron en la manzana 1< de la villa 9=, en ugano.
i desde un primer momento los pesados eligieron ensa0arse con /ascarita no fue por casualidad. V%ctor se )ab%a metido en la /omisión de Demandantes de Cetiro, era el m&s pende-o de todos ellos. El d%a de su cumplea0os, cuando le tiraron la casa aba-o, cumpl%a los 1<. En la /omisión comenzó a conocer a otros dirigentes, el Pap( /aballero, alvador 4errera, Ouan /(mes. El dice !ue fue natural !ue se metiera con ellos, “por!ue el villero no piensa para s% solo, piensa para sus vecinos#. 5 aun!ue reconoce !ue tuvo miedo, dice !ue no fue tanto “por!ue era inconsciente, de pende-o !ue era. :o ten%a conocimiento de lo !ue )ac%a#. $ la )ora de ir ( venir de las reuniones, V%ctor )ac%a lo !ue los dem&s. ab%a !ue lo segu%an pero conoc%a me-or el terreno. $s% !ue eleg%a el me-or pasillo a la )ora de despistar. De todas maneras lo agarraban dos veces por semanaQ le )ac%an averiguación de antecedentes, lo met%an e n cana, lo ten%an de )i-o.
a rutina no se interrumpió cuando lo ec)aron de la villa de Cetiro para siempre. :i bien lo tiraron en la manzana 1< de la villa 9=, a V%ctor lo volvieron a cagar bien a palos ( le di-eron clarito
2$c&, pende-o, nada de organizar nada ni de armar !uilombo.
os tipos sab%an bien lo !ue )ac%an, gente seria. V%ctor siguió en la misma laburando, participando en las reuniones con los vecinos. Volvió a levantar la casa, otra vez de material. legaron los otros, se la volvieron a demoler. o tiraron en la manzana 7 ( con el tiempo pasó lo mismo llegaron, demolieron, lo ra-aron. $l menos la tercera manzana en la !ue lo tiraron, la 19, fue la vencida. $un!ue de vez en cuando volv%a a pasar V%ctor saliendo de un partido de f3tbol ( de pronto aparece la cana ( le dice “/ontra2la2pared2cara-o#. $lgunos amigos o conocidos prefirieron de-ar de verlo. El asunto es !ue desde entonces "l vive a)% en la manzana 19, casa 99. /on su mu-er ( con sus cuatro )i-os. El ma(or (a tiene 17 ( pasó a !uinto a0o. “Mu( bien el c)ango#, dice V%ctor.
5 a)ora a explicar la primera l%nea de esta )istoria. En la 9= de ugano )o( viven 9< mil personas. En el K67 eran unas G== familias. El Proceso las redu-o a <== )acia 1*<=. Para el F<9 eran unas G= o +=. Esas pocas familias pudieron !uedarse tanto por los amparos -udiciales como por las dos cooperativas !ue formaron los vecinos la “+ de noviembre# ( la “1< de febrero#.
V%ctor, !ue (a no es m&s /ascarita 2eso fue en Cetiro2, es empleado municipal. De siete a once de la noc)e dice !ue traba-a, por!ue al regreso del traba-o se dedica a otra cooperativa m&s, la “9+ de marzo#. a cooperativa (a es propietaria de nueve manzanas. Por estos mismos d%as, con la /MV, sus integrantes discuten la cuestión de los lotes, los planos, la construcción ordenada. /omo las otras dos anteriores, la “9+ de marzo# se llama as% en )omena-e a la fec)a de su fundación.
25 mir& !u" casualidad 2dice2. El 9+ de marzo es la fec)a en !ue mataron a $lberto /)e-ol&n. 9+ de marzo de 1*6G.
2>e van a cambiar el nombre a la cooperativa?
2:o, pero estamos pensando en ponerle “$lberto /)e-ol&n# a un pasa-e.
Dice V%ctor !ue aun!ue a su padre le costó contener a los )i-os, al punto !ue "l fue c)ico de la calle, )a( cosas !ue mamó del vie-o, como las ganas de traba-ar con la gente. 5 agrega !ue en realidad eso viene de le-os, de la abuela boliviana !ue (a armaba !uilombo en ;alara, su pueblo de /oc)abamba.
#e regreso a la escena.
Est&bamos con la escena en la !ue Del /ioppo montaba en cólera, por culpa de los demandantes villeros !ue no sab%an lo !ue firmaban. $!uella frase aparece en la (a citada nota de /lar%n del 1* de ma(o de 1*<1, en la !ue el funcionario abundaba sobre el fin de la s%filis, la tuberculosis ( la delincuencia. El /lar%n de ese d%a da alguna pe!ue0a pauta de !ue las cosas se le estaban poniendo espesas a la dictadura. Por un lado el general Viola diciendo Ap&ginas 9 ( “e reactivar& el aparato productivo#. Por el otro las p&ginas interiores con el t%tulo “uspensión masiva en una planta automotriz#. a información )ablaba de evel, pero tambi"n de suspensiones en Materfer, cesant%as en IX$2Cenault ( despidos en Metal3rgica ;andil.
/on todo, la especialidad de Del /ioppo era otra, la de los planes erradicadores, ( la de )acer balances de lo bien !ue andaban las cosas en su &rea. ólo !uedaban +== familias de villeros por erradicar, anunciaba el )ombre. “as dificultades en el cobro de los cr"ditos de apo(o responden a problemas culturales#, explicaba. “e dio a los villeros apo(o t"cnico, asesoramiento para la compra de terrenos, transporte gratuito de materiales ( enseres, traslado de grupos de traba-o, cr"ditos de fomento de %nfimos inter"s ( largo plazo#. $lg3n periodista se animó a preguntarle, >cómo es eso !ue se dice, !ue est&n apareciendo nuevos n3cleos de villas en el conurbano?
2Por a)ora )a( !ue crear una frontera en la eneral Paz2, dec%a Del /ioppo, m&s o menos como $lsina vislumbrando la zan-a contra el indio.
Pero ocurr%a !ue )asta los intendentes del conurbano 2desde an Isidro a $lmirante BroLn ( de a Matanza a eneral armiento2 comenzaron a protestar por la cantidad de villeros !ue les estaban lloviendo. legaron a registrarse )asta cuasi enfrentamientos armados entre personal de la /MV ( el E-"rcito, de uno ( otro lado de la zan-a de $lsina o eneral Paz. En Merlo, el intendenteHbrigadier llegó a emplear ve)%culos ( )elicópteros para impedir una curiosa “toma de plaza# de camiones de la /MV cargados de erradicados. El gobernador bonaerense salió a “lamentar# las pol%ticas “parciales# de la comuna porte0a ( tambi"n espetó
“Digo con una crudeza un poco irónica !ue no tengo a !uien pasarle las villas de emergencia. Entonces debo resolver el problema#.
El gobernadorHgeneral allino pudo )aberse inspirado en el ilustre e-emplo tucumano de su colega generalHgobernador Domingo Bussi, !ue tambi"n expulsaba pobres en camión ( los de-aba en antiago o /atamarca. $m"n de lo escrupuloso !ue era para pintar men)ires ind%genas de celeste ( blanco.
Letra " sangre.
os siete curas villeros, cuando redactaron su Informe sobre la erradicación, no se anduvieron con c)i!uitas
“as razones en !ue se basó este tremendo operativo fueron en el fondo meramente est"ticas, edilicias ( mez!uinas las villas miseria afeaban la ciudad ( )ab%a !ue recuperar terrenos para la comuna. as ordenanzas municipales !ue lo determinaron no se cumplieron respecto a ninguna de las inexcusables previsiones !ue en su letra ten%an acerca de los erradicados ni se )icieron loteos, ni se tomó ninguna medida activa en orden a Kcrear las condiciones para !ue los grupos familiares puedan acceder a una vivienda decorosaF, ni se prestó la Ka(uda pecuniariaF de la !ue en ellas se )ablaba, ni se otorgó ninguna clase de subsidios#.
Era un lengua-e bastante m&s !ue frontal como para !ue la c3pula de la Iglesia se atreviera a ampararlo. os siete curas, antes de difundir nada, deb%an respetar las reglas de la casa ( pasarle el documento al arzobispo, cosa de !ue lo aprobara. /omo era de prever, cuando el arzobispo $ramburu recibió el documento 2veinte p&ginas ( ve)ementes2, acudió a un ardid t%picamente vaticano. Di-o “Esto no fue protocolarizado#. 5 pretendió dormirlo en un ca-ón. Pero los siete curas persistieron. Di-eron !ue "sa era la tercera vez !ue )ablaban del tema con el )ombre. Por lo !ue )icieron llegar el docu mento a la prensa.
“:osotros, un pe!ue0o grupode sacerdotes, sin apo(o ni medios, no )emos podido montar una oficina con personal ( recursos para elaborar cifras ( estad%sticas. Pero )ace m&s de diez a0os !ue traba-amos en estas villas ( desde )ace (a m&s de tres, !ue diariamente )emos tenido !ue escuc)ar ( compartir las angustias de miles de erradicadosQ )emos visto con nuestros propios o-os centenares de familias realo-adas de una villa a otra, en condiciones cada vez m&s miserablesQ )emos visitado varios lugares del ran Buenos $ires donde se levantaron nuevas ( peores KvillasF con los erradicados de la /apital 8ederal#.
“Para dar cifras 2dec%an los curas2 )abr%a !ue rastrear todo el ran Buenos $ires#. in embargo se las ingeniaron mu( bien para dar unas cuantas pautas de lo !ue dec%an, refiri"ndose puntualmente a lo !ue pudieron relevar e inclu(endo fotograf%as de lo !ue describ%an
2En onz&lez /at&n, sobre ambas m&rgenes del arro(o as V%boras, en su cruce con la ruta 91, una flamante ( mu( miserable villa.
2En omas de Tamora, inmediaciones de Villa $lbertina, cantidad de casillas recientes agregadas a las !ue (a exist%an.
2En Isidro /asanova, barrio an $lberto, el antiguo :3cleo 4abitacional ;ransitorio de la calle an Petersburgo. “Muc)os lo pronosticaron dic)os n3cleos, por su exigua ( precaria construcción, se convirtieron en nuevas KvillasF... En ellos )an sido a)ora KreubicadosF muc)os de los actualmente erradicados, donde est&n en iguales o peores condiciones !ue las anteriores. /on el agravante de !ue a los all% trasladados no se les permitió llevar sus antiguas pertenencias, ni c)apas, ni maderas, ni ladrillos... ( deben adem&s pagar una especie de al!uiler, alrededor de los U1==.===#.
2Dentro mismo de la /apital 8ederal, en la KvillaF llamada K/iudad cultaF.
Muc)os de los erradicados, continuaba el documento, !uedaron en terrenos con sus c)apas ( maderas, a la intemperie, “sin ning3n tipo de construcción en la !ue pudieran albergarse#. “Muc)os fueron tambi"n los !ue, ante la desesperación de !uedarse sin tec)o, se endeudaron ba-o condiciones leoninas, con la compra de un terrenito !ue, durante largos a0os, tendr&n !ue pagar en cuotas cada vez m&s elevadas, ( con la amenaza siempre pendiente de perderlo#.
El p&rrafo m&s c"lebre del informe fue el !ue dec%a esto
“Por lo tanto, todas estas familias expulsadas de las villas de la /apital 8ederal )an sido trasladadas con su ilegalidad ( su miseria Asubra(ado en el original, a los municipios del ran Buenos $ires. /on el agravante de !ue la infraestructura, los servicios ( los recursos de estos municpios para asimilar estos nuevos contingentes de población son mu( inferiores a los de la /iudad de Buenos $ires, la !ue, por otra parte, recibe la casi totalidad del aporte laboral de todos ellos#.
Val%a la pena !ue los siete curas villeros entregaran el documento a la prensa, salteando alguna vaticana regla. upieron a los pocos d%as de la difusión del informe !ue el brigadier /acciatore tronó 2“Esos no son curas, !ue los ra-en#2 ( !ue presionó sobre la Iglesia para !ue los ec)aran a patadas. Monse0or $ramburu fue m&s proli-o aplicó sobre ellos lo !ue se llama una “amonestación canónica# 2tar-eta amarilla, se apura a traducir el padre Pic)i2, cosa !ue los sacerdotes soportaron dóciles ( felices. eg3n escribió Emilio Mignone en su libro Iglesia ( dictadura, los vicarios !ue transmitieron la sanción explicaron a los siete curas !ue sus pataleos )ab%an enturbiado una negociación importante entre arzobispo ( municicipio subsidios para la ad!uisición de una residencia, en la !ue el arzobispo aspiraba a residir tran!uilo. :ada demasiadado grave. El padre Pic)i recuerda !ue al poco tiempo al allego de la ierra 2!ue (a )ab%a desafiado a /acciatore en el programa televisivo “$lmorfando con a /)ona#2 se le ocurrió organizar un true!ue de -uguetes b"licos por pelotas, para lo cual convocó al premio :obel de la Paz ( reverend%simo subversivo $dolfo P"rez Es!uivel. o desterraron al to!ue, pero no mu( le-os !uedó en uilmes, con el obispo :ova'
M&s all& de todo esto !ue )o( se pueda contar con alguna amabilidad, m&s all& del tiempo transcurrido ( de las )istorias expuestas )asta a!u%, todav%a )o( el informe de los curas villeros resulta desgarrador. Especialmente las diez carillas escritas en una tipograf%a traba-osa ( menuda, en la !ue los sacerdotes volcaron decenas de )istorias de erradicados !ue ellos mis mos se ocuparon de registrar ( )asta de fotografiar. a vie-a marca de /ristianismo ( Cevolución parece estar presente en la forma en !ue resumieron esas )istorias, de las !ue a!u% sólo reproducimos dos, sin entorpecerlas con comillas.
2Camón $ntonio V&z!uez AD:I 6.1=9.7+9 vive en la casilla :S G< de la Villa de Emergencia :S 91 de Barracas. ;raba-a como c)angar%n en diversas panader%as de la /apital. ana U1<.=== por d%a. :o consigue traba-o a causa de su edad 2G* a0os2 ( de su enfermedad Ytuberculosis pulmonar2. ;iene un )i-o de corta edad, !ue tambi"n est& enfermo e internado en el )ospital ;orn3.
El domingo 1+ de -unio, a las 1= de la ma0ana, un empleado de la /omisión Municipal de la Vivienda se acercó a su casilla exigi"ndole !ue ten%a !ue abandonalarla e irse. $l responderle el interesado !ue no ten%a dónde ir a vivir, ( !ue adem&s estaba enfermo, dic)o empleado le empezó a dar puntapi"s ( trompadas, mientras le dec%a !ue “le iba a llevar preso ( le iba a !uemar el ranc)o con todo lo !ue ten%a dentro#.
2El d%a * de -unio de 1*<=, siendo aproximadamente las 91.=, dos empleados de la /omisión Municipal de la Vivienda se )icieron presentes en la /asilla :S +99 de la Villa de Emergencia :S 91, ocupada por Valentina de $lcaraz AD:I *9.91.17= con su familia. os dos empleados municipales se )allaban en estado de ebriedad, a -uzgar por su inco)erencia en el )ablar ( por su dificultad para tenerse en pie. ;ra%an en un fuentón botellas de vino, pa!uetes de )arina ( sac)ets de lec)e.
Despu"s de entrar en la casilla de la nombrada sin llamar ni pedir permiso, le pidieron !ue les regalara alguna botella de coca2cola. $l negarse la vecina a darles la bebida, le amenazaron dici"ndole !ue la iban a desalo-ar en 6< )oras. $l salir de a!u% se fueron a otra vivienda cercana, la casilla :S G*6, )abitada por Mar%a In"s /arballo A/.I. Prov de Misiones :S 1*+.79<, !uien en ese momento no se encontraba en casa. Despu"s de patear la puerta repetidas veces, ( para !ue no la tiraran aba-o, les abrió la )i-a, ;eresa de Oes3s /arballo, a
!uien le )icieron el mismo pedido de coca2cola !ue )ab%an )ec)o a la anterior. /omo se negara a entregarles la bebida, la agarraron por un brazo ( se lo retorcieron, la empu-aron contra la pared ( amenazaron golpearla con una botella de vino vac%a !ue tra%an. $l salir un )ermano m&s pe!ue0o gritando ( pidiendo auxilio a los vecinos, los empleados municipales abandonaron la casilla.
on sólo un par de testimonios de la previa a las erradicaciones. e siguen m&s adelante lo !ue cuentan los (a depositados, m&s all& de la eneral Paz. Es oportuno citar a)ora de manera completa una frase (a anticipada del comisario inspector otito
2iempre !ue se opera )a( sangre. En este caso de la erradicación de las villas de emergencia pasa lo mismo. e trata de un cedazo social. $lguien lo tiene !ue )acer. $c& siempre se critica al !ue )ace algo. on los riesgos !ue se corren en la función p3blica.
Bastante m&s atr&s en este traba-o, se mencionó a armiento. ueda claro !ue los !ue en 1*67 pretendieron aplicar sus buenas ideas, apelando a terceros o convirti"ndose ellos mismos en mazor!ueros, antes !ue a la civilización tra-eron la barbarie.
En las p&ginas postreras del ibro $zul est&n los resultados finales recopilados por los funcionarios de la dictadura. Esa recopilación est& precedida por este t%tulo “/ostos#. “/ostos#, e!uivale a camionadas. ólo para el per%odo eneroHma(o de 1*<= figuran 1<69 familias erradicadas A1=7 eran los cr"ditos otorgados a un “promedio#, demorado por culpa de los curas, de 19,G< erradicaciones diarias. a /MV debió implementar 9.916 via-es de camiones con baranda cu(os motores estuvieron funcionando durante 6+.*=1 )oras A( treinta minutos. os camiones volcadores rodaron 1.6G* veces, empleando un tiempo de *.9=9 )oras. os rastro-eros 1.1+G via-es, 1.<16 )oras rodadas Acon treinta minutos. as palas mec&nicas fueron usadas en << ocasiones, a lo largo de +.7= )oras.
En algunas cosas los funcionarios eran puntillosos.
Due digan dónde estn.
/on los a0os las )erramientas de la estad%stica ( de las ciencias sociales dieron la razón a lo !ue los siete curas villeros, a(unos de laboratorio pero conocedores del terreno !ue pisaban, di-eron en su informe. os n3meros demostraron antes incluso de la retirada de la dictadura !ue los partidos m&s ale-ados de la /apital 8ederal experimentaron un crecimiento de población, especialmente de familas )acinadas en viviendas precarias. a Matanza captó la ma(or proporción de erradicados A91R, seguido por omas de Tamora A*,7R, Merlo A
Para las autoridades porte0as, sin embargo, no cab%a duda de !ue el vasto plan erradicador )ab%a sido exitoso. i se tienen en cuenta las intenciones oficiales ( de !u" manera las autoridades )ab%an abundando en el asunto de los “fracasos# de otros gobiernos, no cabe duda de !ue tuvieron razón. De 1 villas !ue exist%an en el F67, ( !ue abarcaban al *1R de la población, tres fueron barridas ( las dem&s reducidas poco menos !ue a cenizas. Para cuando la /MV )izo imprimir el ibro $zul, los datos al =272<= indicaban !ue sólo faltaban 9+ mil villeros por erradicar Asin incluir los :4; ( barrios como el Civadavia. $l a0o siguiente las autoridades dec%an !ue sólo !uedaban +== familias villeras en toda la ciudad. Manipulando una vez m&s las cifras, en agosto de 1*<= el gobierno intensificó la campa0a publicitaria “En la /apital viv%an en 1*67 17+.=== personas. El 67R 219.===2 viven actualmente en casa propia#.
$ntes )ab%an partido de otros n3meros iniciales entre 99+ ( 96= mil. $!uel despliegue publicitario era
parte de una campa0a de grandes avisos oficiales !ue estaban encabezados con el slogan “>Por !u" $rgentina /amina?#. En distintos momentos esas campa0as 2dise0adas por agencias privadas nacionales ( extran-eras2 adoptaron diversos formatos, dependiendo de la "poca. Jna dec%a “i la $rgentina es )o( uno de los me-ores pa%ses del mundo... >Por !u" tenemos problemas?#. su variante “El mundo tiene cinco grandes problemas Acinco dibu-itos indicaban exceso de población, falta de alimentos, problemas raciales ( religiosos, escasez de energ%a, econom%as estancadas con desempleo. a $rgentina no tiene ninguno. >Entonces?#. 4acia fines del Mundial F6< )ab%a sido el enorme “Esto( orgulloso#. 5 un a0o antes “Jn&monos... ( no seremos bocado de la subversión# Ailustrado con el dibu-o del mapa argentino puesto sobre un plato (, a los lados, el tenedor ( el cuc)illo.
as estad%sticas oficiales !ue se )eredaron, siempre con su margen dudoso, indican !ue )acia 1*< sólo !uedaban entre +== ( 19.7== villeros en toda la /apital. Es mu( posible !ue las autoridades “inflaran# el n3mero de erradicados (a !ue a los efectos de su estrategia de mar'eting pol%tico 2lo !ue implica decir para ganarse la aprobación de buena parte de la sociedad2 el "xito erradicador las prestigiaba. /omo los siete curas villeros !ue se dedicaron a registrar padecimientos, sin “t"cnicos# a los !ue recurrir, Ouan /(mes tambi"n es conocedor del terreno ( relativiza las cifras oficiales. Cepasando ( sumando m&s o menos de memoria cada uno de los parciales por villa, /(mes cree !ue al cabo de la dictadura todav%a !uedaban entre 1+ ( 9= mil villeros. 5 sospec)a !ue )o( rondan los 1+= mil.
a sospec)a nos lleva a la asunción de Ca3l $lfons%n, los a0os de la democracia ( al presente, comenzando por una intervención de Magtara
2:osotros vimos a algunos !ue volvieron al barrio, o los )i-os. Eso pasó una vez en tiempos de $lfons%n !ue tomamos los terrenos pero con permiso de una funcionaria. e pedimos !ue los )i-os nuestros, !ue viv%an amontonados en la misma casa, o los )i-os de los !ue les tiraron la casa, pudieran tomar esos terrenos. Ella de palabra nos di-o !ue s%, !ue despu"s nos iban a regularizar. 5 todas las noc)es ten%amos !ue salir a la calle, a avisar a la gente, para cuidar esos terrenos. 8ormamos una comisión. $ los !ue !uer%an entrar, primero le )abl&bamos de buen modo. es dec%amos por e-emplo “:o, ustedes tienen casa en aferrereQ no pueden venir a estos terrenos. os van a limpiar los )i-os nuestros o los )i-os de los !ue les tiraron las casas#.
El mismo regreso de vie-os ( nuevos vecinos fue comprobado por Oo)n( ;apia en Cetiro o por la gente de la 91 en Barracas. En su libro a fuerza )istórica de los villeros, Ouan E. uti"rrez, !ue (a en los a0os democr&ticos supo ser cura villero en la villa 1+, ( !ue conoció alguna razzia monumental como la de octubre de 1*<6, repasa con una mezcla de perple-idad ( consternación cómo a su llegada a la villa los vecinos se reiteraban en testimonios sobre erradicación ( repoblamiento. /ita entre otros el relato de la )ermana ;eresa Mauro, aparecido en una revista católica “5o llegu" en el a0o 1*6* ( )ab%a unas 1G+ casasQ con las erradicaciones !uedaron unas 9==. Despu"s, )acia fines del Proceso, comenzamos a crecer otra vez. $)ora )a( 9=== casas#.
uti"rrez comenta tambi"n cómo le sorprendió lo !ue suced%a en la 1+, cada vez !ue “llegaba la :avidad o el $0o :uevo ( los vecinos se reun%an en las calles para feste-ar -untos#. os vecinos se reiteraban en el diagnóstico
...“la villa no es como era antes#...Q “antes pod%amos estar -untos#...#Q “antes las casitas eran de puertas abiertas, a)ora )a( re-as ( todos desconf%an de todos#...
$s% como en el conurbano, desde 1*<1, comenzó a crecer el fenómeno de los asentamientos ( tomas de tierra, en /apital muc)os de los expulsados 2de las villas, de )oteles e in!uilinatos, de las casas !ue al!uilaban o de las !ue fueron demolidas para la construcción de autopistas2 comenzaron a tomar viviendas. Existieron casos puntuales, como el de las manzanas !ue iba a ocupar la autopista $J, !ue analizaron 4ilda
4erzer ( otros investigadores en un traba-o sobre ocupación de inmuebles. Es en ese tipo de lugares donde comenzar%an a mezclarse los tantos. Pistas de lo !ue con los a0os se llamar%a “la guerra de pobres contra pobres#. Pistas tambi"n de cierto c)iste anclado en el imaginario popular, el del cartel en la villa !ue dice “Bienvenida clase media#. Jno de los ocupantes de esa zona, dec%a
2$!u% est& todo mezclado... )ab%a venido muc)a gente de afuera, de villas. Esta zona se )ab%a puesto terrible, terrible.
En una nota de El Porte0o, de 1*
25o, si encuentro alg3n lugar, agarro (, pum, me meto.
M&s all& del fenómeno puntual de las tomas de inmuebles p3blicos o privados 2unas +==, sólo entre las -udicialmente denunciadas, a fines de los F*=2 en todas estos a0os, como !uedó dic)o, las villas se fueron repoblando, cargando vie-os ( nuevos problemas, vie-os ( nuevos miedos. os efectos del terror fueron devastadores ( a ellos se sumaron los del punterismo pol%tico. El padre Pic)i, !ue )asta 1**9 vivió en la piecita de arriba del almac"n, dice sobre las villas de Cetiro !ue est&n “)iperfragmentadas, )iperclientelizadas. Internas de internas de internas#. El obreviviente / oscila entre dos posturas. En uno de los papeles escritos a mano para la entrevista asegura entre signos de admiración !ue “no es cierto !ue Ael militarismo, el terror genere corrección ( miedo en la población. ;ambi"n son un desaf%o !ue generó rebeld%a, respuesta contestaria, puebladas reivindicativasW#. Pero (a m&s calmo, en la conversación personal, su fiereza combativa da paso a un !uiebre igualmente fulero !ue tiene !ue ver con lo !ue ve a su alrededor como efecto del miedo, la pobreza ( el clientelismo, el aislamiento de la gente ( una necesidad de salvación personal !ue denomina “el virus de la atomización#.
;estimonios de militantes villeros contempor&neos, rescatados de una nota de la revista puntos sobre elecciones ( pobreza, publicada al filo del cambio de milenio
“$c& es cosa de todos los d%as pero ocurre con todos los partidos, incluso los m&s progresistas. $bren un 'iosco nada m&s !ue para las internas o las elecciones. Vienen con sus coc)es cero 'ilómetro ( sus combis ( )acen una vil compra del voto por una bolsa de mercader%a. El puntero cobra por eso#.
“Es !ue nosotros laburamos siempre ( los punteros laburan un a0o o seis meses antes de las elecciones. Vienen con su pa!uete de arroz o az3car ( lo destru(en todo. Es tanta la miseria. e nos acerca gente de todo tipo para salvarse como conce-al, gente !ue puede estar al pedo, )aciendo pol%tica entre comillas )asta las tres de la ma0ana. Pero lo !ue )acen los punteros con los aparatos no es pol%tica, pol%tica )ace el 8MI ( todos los pulpos. os punteros )acen miga-as#.
“4a( un pibito !ue (a aprendió todo. i vienen los menemistas canta “Menem lo )izo#Q si asoman los de la $lianza, canciones de la $lianzaQ ( si cae la iz!uierda entona $prendimos a !uererte... obrevive as%, se liga unas monedas#.
“:osotros !ueremos continuidad, no regalamos pa!uetes de arroz. 5 tratamos de sobrevivir en un barrio donde )a( alco)ol, droga, sida ( gente !ue viene a prometernos cosas. $dem&s de !ue tenemos !ue traba-ar ( mantener a nuestra familia, peleamos con los punteros ( tenemos !ue ser punteros en nuestra familia. >De !u" vale !ue seas un buen puntero si como padre sos un sorete?#.