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LA MUERTE DE CUAUHTEMOC ¿DÓNDE?, ¿CÓMO?, ¿CUÁNDO? Y ¿POR QUÉ? SU MUERTE EN LA CUENCA DEL RÍO CANDELARIA.
GUATIMOZIN ÁLVARO LÓPEZ ZAPATA CANDELARIA, CAMPECHE, MÉXICO. -2006-
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Í N D I C E. TÍTULO.
NÚMERO DE HOJA.
1. Preguntas y localización de respuestas……………………………………
3-4-5-6
2. La muerte de Cuauhtemoc. ¿Dónde?, ¿Cómo?, ¿Cuándo) y ¿Por qué?
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3. La obsesión de Cortés por Acalán……………………………………...
8-9-10-11
4. La muerte de Cuauhtemoc, ¿Dónde?...........................................................
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5. La muerte de Cuauhtemoc, ¿Cuándo?..........................................................
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6. Cuauhtemoc: Comentarios y análisis sobre su muerte…………........... 13-14-15-16 17-18-19-20-21-22 7. ¡Imagínese! ¿Qué pasaría si la hipótesis fuera aceptada y comprobada?.... 22 8. Los últimos 20 días de Cuauhtemoc, reconstrucción de los hechos…… 22-23-24-25 9. La muerte de los frailes. ¿De hambre, o asesinados por Cortés?..................
26-27
10. Identificación de Itzamkanac, Mazatán, Tayel, Taxahá y Tuxkahá……
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11. Taxahá, Yaxzan, Taxaham, El Tigre, San Marcos, Las Ruinas…………… 29-30 ¿Por qué tantos nombres para el mismo lugar? 12. Un resumen sobre los informes y bases que disponemos para la localización del lugar de los hechos…………………………………31-32-33-34-35 13. Un mapa del partido del Carmen………………………………………………… 35 14. Algunos investigadores del lugar de las ejecuciones…………………....
36-37-38
15. Cifras en torno a la vida y muerte del último emperador azteca………...
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16. Comentarios………………………………………………………………...
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17. Plano tomado del libro ―Remontando el Río‖ de Sophia Pincemin D........
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18. Nombres de todos los pueblos de la provincia de Acalán………………40-41-42-43 19. Expedición de Honduras (mapa) y el códice Vaticano ―A‖…………………. 44-45 20. Tuxkahá en 1525, zona conflictiva entre Acalán y Mazatán……………… 21. Los informantes………………..……………………………………….
46-47
47-48 y 56
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22. Dos representaciones de Cuauhtemoc…………………………………
-49
23. Errores de apreciación………………………………………………….
50-51-52
24. La búsqueda de la tumba………………………………………………
52-53-54
25. Indicios de que Cuauhtemoc murió en Candelaria…………...……….
54-55-56
26. Tres gráficas y una representación de Cuauhtemoc…………………...
57-58
27. Inspección en ―Las Ruinas‖, de la región de Candelaria, Camp……... 28. Consideraciones y datos diversos……………………………
59-60-61 62-63-64-65
29. Discurso enardecedor y últimas palabras de Cuauhtémoc……………..... 30. Ixtilxóchitl mandó esculpirse en una peña……………………………….…
65-66 66
31. Imprecisiones en perjuicio de nuestra historia local…………………….... 66-67-68 32. Mis visitas a la zona arqueológica de ―Taxahá‖……………………………
68-69
33. Plena identificación de Taxahá. (Mapa y Referencias)…………...……….
70-71
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LA ¿DÓNDE?
MUERTE DE CUAUHTEMOC. ¿CÓMO? ¿CUANDO? Y ¿PORQUE?
P R E G U N T A S
1. ¿En que fecha fue asesinado? 2. ¿Quién calculó esta fecha? 3. ¿Quién comprobó esa fecha? 4. ¿Dónde se encontraba Itzamkanac? 5. ¿Qué significa Itzamkanac? 6. ¿Cuál es la provincia que más menciona Hernán Cortés en su quinta carta de relación? 7. ¿Qué quiere decir Maní en Maya? 8. ¿En qué lugares consiguió Cortés, oro? 9. ¿Quién dio informes de que en el río Acalán había oro? 10. ¿Dónde había estado la Malinche en calidad de esclava? 11. ¿En qué lugar nació la Malinche? 12. ¿Quién fundó la villa de Salamanca de Acalán? 13. ¿De qué pueblo o provincias se expresa mejor Cortés? 14. ¿En que lugar fue asesinado Cuauhtemoc según nuestra hipótesis? 15. ¿Qué significa Taxahá, en maya? 16. ¿Cuáles son las coordenadas de Taxahá? 17. ¿Sabe usted como viajar a Taxahá? 18. ¿Para que se alistaron los frailes en la expedición? 19. ¿Cuál es el libro más interesante dedicado al estudio de la provincia de Acalán? 20. ¿En que ciudad tabasqueña, año con año festejan el aniversario de la muerte de Cuauhtemoc? 21. ¿En que fecha dieron tormento de fuego los españoles a Cuauhtemoc y al señor de Tacuba? 22. ¿Qué significa en maya, Tuxkahá? 23. ¿Tuxkahá era Acalantleca o Mazateca? 24. ¿Por qué motivo los mazatecos o los chontales no pudieron hacer un puente en Tuxkahá? 25. ¿En que fecha salió Cortés de Itzamkanac? 26. ¿Cuántos ríos cruzaron para llegar a Taxahá? 27. ¿Qué río cruzaron en puentes? 28. ¿Qué río cruzaron en balsas? 29. ¿Qué capitán envió Cortés a conquistar a las Hibueras? 30. ¿Viajó por vía terrestre o marítima?
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31. ¿Qué gobernador cubano era enemigo de Cortés? 32. ¿A quien mandó Cortés para aniquilar a Olid? 33. ¿La segunda expedición fue por tierra o por mar? 34. ¿Cómo conseguían oro los caciques chontales? 35. ¿Cuánto llega a medir el árbol llamado Kanac? 36. ¿Cómo se llama la ropa de los caribes? 37. ¿Quiénes bautizaron a los Caribes con ese nombre? 38. ¿Qué día del mes hemos calculado que llegaron los expedicionarios de Cortés a la provincia de Acalán? 39. ¿Cuántos días estuvo Cortés en Acalán. 40. ¿Qué tributo dieron los caciques a Cuauhtemoc? 41. ¿A quien prestó Cortés uno de sus caballos para que cabalgara a Itzamkanac? 42. ¿Dónde se llevaron a cabo las pláticas indígenas, en Itzamkanac o Taxahá? 43. ¿Cuál fue el móvil de los crímenes? 44. ¿A qué árbol se le conoce como árbol del ahorcado? 45. ¿Por qué son de mal agüero los días 13 para los mexicanos, y más aun si cae en día martes? 46. ¿En que año llegaron a la Nueva España los primeros franciscanos y como se llamaban? 47. ¿Cómo se llamaban los 2 frailes que vinieron en la expedición y por qué se alistaron en ella? 48. ¿Cuánto tiempo estuvo Cortés en Taxahá? 49. ¿Por qué no es válido suponer que los frailes franciscanos murieron de hambre? 50. ¿Por qué asesinó Cortés a los dos frailes? 51. ¿Reprobó los hechos o nó el rey de España? 52. ¿Quién quizás fue el intelectual mayor de la N.E., en 1525? 53. ¿Cuántos, por lo menos fueron los ajusticiados? 54. ¿En qué año encontró Sholes los documentos relativos a las actividades de los chontales de Acalán? 55. ¿En que año envió Sholes a su asistente Chamberlain a hacer estudios en la cuenca del Candelaria? 56. ¿Que significa Tayel en maya? 57. ¿Que nombre tenía el cerro de los muertos? 58. ¿Cuántas ciudades o pueblos acalentlecos o mazatecos han sido identificados? 59.- ¿Los Acalantlecas eran híbridos o mayas? 60.- ¿Quién llamó a los chontales de Itzamkanac, Fenicios del nuevo Mundo?
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61. ¿Cuál es el nombre anterior del río Candelaria? Pág. 29, lín. 13 62. ¿Cuál es el nombre anterior del río Caribe? Pág. 29, lín. 25 63. ¿En qué aldea fueron encontrados a principio de siglo huellas humanas de 15 000 años de antigüedad? Pág. 29, lín. 30 64. ¿Qué hacienda del río desempeño importante papel colonizador del alto río Candelaria? Pág. 29, lín. 35 65. ¿Quiénes llamaron Caribes a los nuevos indígenas venidos de la costa al Candelaria? Pág. 30, lín. 10 66. ¿A dónde emigraron los indígenas costeños que se habían dado cita en el alto Candelaria? 67. ¿De donde habían venido estos aborígenes? 68. ¿Cuándo perdió Taxahá su nombre original? 69. ¿Con qué otro nombre se le conoció a Taxahá, durante la temporada chiclera? 70. ¿Cuál es la población más alejada de una ruta ideal Tenochtitlán-Las Hibueras? 71. ¿Cuál es la única población Acalantleca visitada por el conquistador y situada en la margen derecha? 72. ¿Cuántos días de camino habían entre Itzamkanac y Nito, frontera con Honduras? 73. ¿Cómo se llamaba la zona arq., de Santa Clara? 74. ¿Qué especie de venados lancearon los expedicionarios? 75. ¿Por qué no querían obedecer a los chontales los pobladores que vivían en unos ríos? 76. ¿Estuvo habitado Taxahá en 1525? 77. ¿A qué distancia del edificio principal de Taxahá, se encuentra lo que parece ser una tumba maya? 78. ¿Es pequeña o grande la zona arqueológica Taxahá? 79. ¿Qué distancia hay en línea recta entre las poblaciones de Taxahá y Tuxkahá? 80. ¿Qué historiador tabasqueño fue el primer en estudiar los últimos días de Cuauhtemoc?. 81. ¿Quién fue la primera persona que situó a la provincia de Acalán en la cuenca de Candelaria? 82. ¿El historiador Pablo Montañés en que lugar de la cuenca de Candelaria situó a Itzamkanac? 83. ¿Qué historiadora Zacatecana dijo haber encontrado los restos de Cuauhtémoc en Ixcateopan, Guerrero? 84. ¿La historiadora Ana Luisa Izquierdo en que lugar ubica el sitio del doble magnicidio? 85. ¿En qué año nació Cuauhtemoc, aproximadamente?
Pág. 30, lín. 9 Pág. 30. lín. 15 Pág. 30, lín. 18 Pág. 30, lín. 19 Pág. 31, lín. 27 Pág. 31, lín. 30 Pág. 32, lín. 3 Pág. 32, lín. 24 Pág. 33, lín. 30 Pág. 34, lín. 3 Pág. 34, lín. 25 Pág. 34, lín. 27 Pág. 34, lín. 31 Pág. 32, lín.
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P R E G U N T A S
86. ¿En que fecha fue aprehendido Cuauhtemoc? 87. ¿Cuántos días estuvo prisionero de los españoles? 88. ¿Cuántos días viajó en la expedición? 89. ¿Cuántos años ha permanecido en secreto el lugar donde fue sacrificado? 90. ¿Fecha en que hipotéticamente fue descubierta su tumba en el lugar conocido como ―Las Ruinas? 91. ¿Según el historiador campechano Gaspar Cahuich Chacón, que significa en maya, Pax Bolon Acha? 92. ¿Qué aguerrido grupo indígena hacía incursiones en suelo Mazateco, en 1525? 93. ¿Quién es el arqueólogo restaurador de la zona arqueológica de ―El Tigre‖, antaño Itzamkanac. 94. ¿Quién es el director de difusión cultural en el estado de Campeche? 95. ¿Cómo se llama el director del I.N.A.H. de Campeche? 96. ¿Qué arqueólogo del I.N.A.H. de Campeche visitó la zona arqueológica de ―las Ruinas‖? 97. ¿De cuántas estructuras se compone la zona arqueológica de las Ruinas según el historiador H. Ojeda? 98. ¿Qué extensión ocupa el asentamiento prehispánico llamado hoy ―Las Ruinas‖. 99. ¿Que coordenadas geográficas tiene dicho sitio? 100. ¿Había sido notificada esta zona arqueológica?
LOCALIZACION DE RESPUESTAS.
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LA M U E R T E D E C U A U H T E M O C. ¿DÓNDE CÓMO? ¿CUÁNDO? Y ¿POR QUÉ? (I N T R O D U C C I Ó N)
El día 28 de febrero de 1998, un canal de televisión de la ciudad de México, transmitió la siguiente noticia… ―Hoy se celebra un año más de la muerte de Cuauhtemoc en Itzamkanac, Tabasco‖. Y es a este lacónico informe al que hoy nos dedicaremos analizar con esmero. Efectivamente, ese día se celebró el cuatrocientos setenta y tres aniversario de la muerte del último emperador azteca Cuauhtemoc, y de su primo Tetlepanquetzal (Señor de Tacuba), datos que desde hace más de un siglo fueron calculados por el historiador Manuel Orozco y Berra, mismos que fueron comprobados por Sholes y Roys, aprovechando cómputos astronómicos oficiales de Monte Wilson, Estados Unidos. Por lo que respecta a los demás datos que diera a conocer el canal TV., todos son falsos, a saber: Itzamkanac es una palabra aguda, es decir acentuada prosódicamente en la última sílaba y no en la penúltima: está compuesta de Itzam, que quiere decir iguana o lagarto (aunque hoy se sabe que no son lagartos, sino cocodrilos), y de Kanac, que es un árbol también llamado canaco o cotón de caribe (Alchornea Latifolia). La población de Itzamkanac no se encontraba en Tabasco, sino en Campeche (Cuenca del Candelaria), y la ejecución del emperador azteca no se realizó en ese lugar, hoy ruinas El Tigre, sino dos jornadas más adelante, en Taxahá, que posiblemente corresponde al lugar, hoy llamado ―Las Ruinas‖, terreno particular del Sr. Delfino Oropeza, municipio de Candelaria. Más observaciones falsas: Tanto la aseveración de que los restos de Cuauhtemoc fueron encontrados en Ixcateopan, Guerrero, así como que el asesinato se realizó en Xicalango, Atasta, según unos, o en un lugar situado entre Laberinto y Reforma, en Tabasco, cuenca del San Pedro, según otros historiadores, carecen de veracidad. Hemos leído hasta el cansancio y agotado los recursos posibles, ya que el tema es para nosotros de gran importancia, y llegamos a la conclusión de que estos hechos se produjeron, sin lugar a dudas, en la cuenca de Candelaria. Los más prestigiados investigadores a nivel internacional apoyan esta última hipótesis. Por si no fuera suficiente la televisión, los libros de historia y otras especialidades, dan informes falsos respecto a las muertes de los héroes sacrificados. El tema de la muerte de Cuauhtemoc, es innegablemente el enigma mayor de nuestra historia mexicana, y quien esto escribe ha encontrado por los menos, veinticinco claros indicios del lugar donde pudieron haber quedado sus restos. Vale decir, incluso, que sobre este tema, cada vez se sabe menos, debido a la desinformación o mala información, pero sobre todo a la apatía de los mexicanos por conocer los hechos.
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LA OBSESION DE CORTES POR ―ACALAN‖.
El siguiente análisis de la quinta carta de relación, que Cortés le envió al emperador Carlos V, el 3 de septiembre de 1526, pretende demostrar en forma convincente que el famoso viaje del conquistador a las Hibueras (hoy Honduras), fue un pretexto para revolver el sureste mexicano en busca de oro, y no la persecución de uno de sus capitanes llamado Cristóbal de Olid que se le había rebelado, o la conversión de los indígenas a la religión católica. Ya en su cuarta carta, el conquistador Hernán Cortés al hablar de Yucatán, dijo: ―Pienso descubrir muchas y muy ricas y extrañas tierras‖ y ―Tengo mucha información de que aquella tierra es muy rica‖. Veamos: 1. Cortés salió de la gran Tenochtitlán (Tenuxtitan) rumbo a las Hibueras el 12 de octubre de 1524. Cita en su quinta carta a un total de 95 lugares (s.e.u.o), aunque solo visita 80 aproximadamente, incluyendo provincias, villas, pueblos, caseríos, etc., siendo los diez lugares visitados que más menciona, los siguientes: Provincia de Xicalango, 7 menciones; provincia de Chilapán 7 menciones; provincia de Acuculin, 7 menciones; provincia de Quiatleo o Mazatán hoy La Misteriosa, 8 menciones; provincia de Zagoatan, 9 menciones; pueblo de Naco, 11 menciones; pueblo de Iztapan, 15 menciones y provincia de Acalán, 25 menciones. Citar a la provincia de Acalán en 25 ocasiones es bastante significativo, y si a esto le agregamos que el pueblo de Itzamkanac formaba parte de la propia Acalán, resulta desproporcionado, sobre todo si lo comparamos con el lugar de destino de los expedicionarios: las Hibueras, a la que cita solamente en tres ocasiones. La conclusión de nuestros estudios nos lleva a suponer que la intención principal de esta expedición fue visitar la provincia de Acalán hoy cuenca de los ríos Candelaria y Mamantel. Otras poblaciones de Acalán que nombró son: Tizatépetl, Teutiercas e Itzamkanac, pero nos causa extrañeza, a menos que sea intencionalmente, que no se mencione para nada a Taxahá, lugar donde según los papeles de Pax Bolón Maldonado, se perpetró el asesinato del último emperador azteca, Cuauhtemoc. Esta omisión obedece a la costumbre del conquistador de restarle importancia a los lugares y a los demás protagonistas de hechos trascendentales, en su propio beneficio, y al deseo de ocultar el lugar de las ejecuciones, mismo que en un futuro podría convertirse en santuario de la mexicanidad. Lo que no es justificable, es que los campechanos tengamos en el olvido a Taxahá. De la misma forma que el maya yucateco se entristece cuando recuerda al pueblo de Maní, que quiere decir todo pasó, o todo acabó, nosotros los campechanos debemos acongojarnos cuando recordemos a Taxahá. Maní representa para los mayas yucatecos, lo que Taxahá para toda la república mexicana, la pérdida de la esperanza, ¡Que actitud tan ejemplar la de los mayas yucatecos!
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2. Distancia mayor entre 2 poblaciones o provincias visitadas o inspeccionadas por Cortés: Del pueblo de Iztápan a la provincia de Acalán, 40 leguas. 3. Estancia mayor en un pueblo o provincia: en el pueblo de Ocumba buscando su camino, 20 días. En la provincia de Acalán, por varios motivos, 20 días. 4. Mayor esfuerzo realizado por los expedicionarios para llegar a una población o provincia: De la provincia de Ziguatecpan a Petenecte, primer pueblo de Acalán. Antes de llegar a Acalán (informa Cortés), se les unieron más de tres mil ánimas de los naturales de Ziguactepan principalmente, e hicieron caminos y un gran puente y ―dieron tan buena prisa y maña en ello‖, que en cuatro días lo acabaron, de tal manera que pasaron por él todos los caballos y gentes y tardará más de diez años que no se deshaga si a mano no lo deshacen, y esto ha de ser con quemarlo, y de otra manera sería dificultoso de deshacer, porque lleva más de mil vigas, que la menor es tan gorda como el cuerpo de un hombre y de nueve y diez brazas de largura, sin otra madera menuda que no tiene cuenta. 5. Provincia visitada más alejada y fuera de una trayectoria normal o perfecta, entre los lugares de origen y de destino de los expedicionarios: Provincia de Acalán, en especial el pueblo de Taxahá. En esto hay que considerar que Hernán Cortés no conocía el camino, y había que evitar las regiones más inhóspitas, pero sí contaba con la información de los naturales, que además se comportaban con amabilidad. Es de suponerse que la visita a la provincia de Acalán fue intencional y muy bien planeada. 6. Lugares donde Cortés adquirió oro. Antes de mencionar los sitios donde el conquistador consiguió el codiciado metal, nos permitimos recordarles el siguiente episodio acontecido con anterioridad a la expedición: ―Husmeando el palacio del rey Axayácatl, en Tenochtitlán, toparon los españoles con la pieza sellada que guardaba su tesoro y se apoderaron de él. Tomaron todo y en todos los lugares buscaron el metal. A los escudos de plumas preciosas de quetzal les fueron arrancadas las placas de oro y el símbolo precioso de la pluma fue entregado al fuego. Moctezuma les dio las señas y los envió al riñón mexicano, hoy Istmo de Tehuantepec, en la costa Chinanteca, hacia Coatzacoalcos, Tamazula y Zacatula. Las gentes de Cortés retornaron con la noticia de los ríos con pepitas de oro y tributos en metales elaborados‖. Sin embargo, tenemos fuertes sospechas de que fue doña Marina (La Malinche), la incondicional acompañante de Cortés, la que dio información en el sentido de que en el río Acalán, hoy río Candelaria, había oro, pues ella había estado en calidad de
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esclava en el gran centro comercial de Xicalango y supuestamente había visto a los mercaderes chontales de este río hacer trueques de ese metal con otros mercaderes nahoas o mayas. Ella era natural de Copainalá, Chiapas, y deseaba regresar a estas tierras ya convertida en figura importante de los conquistadores españoles. A continuación enumeramos los lugares donde Cortés consiguió oro: en México, en el palacio del rey Axayácatl, como ya explicamos; en México, después de darle tormento a Cuauhtemoc se dirigieron a la casa de éste donde había una como alberca; en la ciudad de Huicicila, en donde le entregaron oro, plata y cobre; en la provincia de Tututepeque, situada en el hoy estado de Oaxaca, cerca del océano pacífico; en la provincia de Acalán, en cuatro ocasiones a saber: en el pueblo de Petenecte, en la capital Itzamkanac y en dos ocasiones más en las que el conquistador no menciona lugar específico. Cabe decir que la información de la Malinche de que había oro en estas tierras hoy Candelarenses fue la que originó la estampida de españoles al sureste mexicano. Desafortunadamente aquí nunca han habido minas de oro. 7. Lugares en donde dejó Cortés alguna carta, recado o señal, por si llegaban posteriormente otros españoles. En Tepetitán (Temacastepeque), donde dio a los naturales ―algunas cosillas‖ y cartas para que tuvieran en sus pueblos y los mostrasen a los españoles que pasasen por allí, ―porque con ellas estarían seguros‖. En la provincia de Acalán, en la que el mercader principal llamado ―Apaspolón‖, recibió también algunas cosillas a las que él se aficionó, y una nota porque él se lo rogó si pasasen por allí algunos españoles, y así supiesen que quedaba como amigo. Pasados cinco años, llegó la expedición comandada por Alonso Dávila Benavides, quien fundó la villa de Salamanca de Acalán, a orillas del río del mismo nombre, como avanzada para la conquista de Yucatán, lo cual se considera un burdo pretexto, aunque ellos dijeron que también buscaban minas de oro. 8. Pueblo y provincias de las que mejor se expresa el conquistador: pueblo de Iztápan, ―Aquí estuve, --dice Cortés--, ocho días, es muy grande y está asentado en la ribera de un hermoso río. Tiene muy buen asiento para poblar en él españoles, tiene muy hermosa ribera donde hay buenos pastos, tiene muy buenas tierras de labranza‖. Acalán, ―Esta provincia es muy gran cosa, porque hay en ella muchos pueblos y mucha gente, es muy abundosa de mantenimientos y de mucha miel‖. ―Hay en ella muchos mercaderes y gente que trata en muchas partes, y son ricos de esclavos y de las cosas que se tratan en la tierra; está toda cercada de esteros y todos ellos salen a la bahía o puerto que llaman de Términos, por donde en canoas tienen gran contratación en Xicalango y Tabasco, y aún créese aunque no está sabido del todo la
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verdad, que atraviesan por allí a esta otra mar, de manera que aquella tierra que llaman Yucatán queda hecha isla‖. La obsesión de Hernán Cortés por Acalán le rindió magníficos dividendos, ya que recibió buen albergue, muchas provisiones y mujeres guías para el camino, suficiente información sobre los españoles que andaba buscando y algo de oro. A cambio nos dejó, sin querer, la gloria de tener para siempre los restos del último emperador azteca, Cuauhtemoc, ―máximo defensor en la conquista del territorio que hoy es México‖. Pero de todos modos, la expedición de las Hibueras, hoy Honduras, fue un rotundo fracaso.
LA MUERTE DE CUAUHTEMOC, ¿DÓNDE?
Respuestas: En el lugar que el I.N.A.H. señala en sus mapas con el nombre común de ―LAS RUINAS‖, terreno propiedad particular del Sr. Delfino Oropeza, y perteneciente a la jurisdicción del municipio de Candelaria, Campeche. Su nombre original es Taxahá y su significado es ―agua plana‖ o sea de baja profundidad y estancada, aludiendo la expresión a una aguada que comienza a unos diez metros de la base del edificio principal, donde supuestamente fue asesinado el emperador. Taxahá, pertenecía a la provincia, señorío o cuchcabal prehispánico de Acalán y aparece en la lista de los papeles de Pax Bolón Maldonado (escritos en idioma náhuatl en Campeche, en los siglos XVI y XVII), con el Núm. 49, al cual se le agregó: ―que tuvo veinte días Cortés, donde se cortó la cabeza al capitán mexicano QUATEMUCO‖. Otros datos complementarios: primero, en un mapa publicado en la historia de Yucatán (1854), nos muestran varios lugares de nuestra geografía candelarense, en la que desafortunadamente las letras utilizadas son pequeñísimas por lo que apenas podemos identificar los siguientes lugares: 1) Batcab, que corresponde a la laguna Campones, 2 ) Ucum, que se trata del río Caribe, afluente del Candelaria, 3) Encima del nombre anterior, otro menos imperceptible que parece decir ―Taxahá‖. Este lugar está localizado exactamente en el mismo sitio que hoy conocemos como ―Las Ruinas‖, lo cual resulta revelador. Segundo, esta misma zona arqueológica, era conocida, a mediados del siglo pasado como ―Ruinas del Tigre‖, tal como lo señala un mapa de José María Regil de 1853. El mismo sitio, fue conocido durante la época chiclera como ―Ruinas de San Marcos‖. Las coordenadas pudieran ser 74º 68’ 05‖ Este, y 20º 32’ 111‖ Norte, ó 18º 21’ 56.6‖ de latid norte y 90º 39’ 51.6‖ de longitud oeste, de reciente medición. NOTA: Si usted quiere viajar a las ruinas de ―TAXAHA‖, utilice la carretera Escárcega- Candelaria, vía corta; al llegar al ejido ―Don Samuel‖ intérnese en nuestra geografía campechana hasta llegar a Nueva Rosita, ahí contrate un guía que le llevará durante 14 kilómetros por brechas o caminos madereros apropiados para vehículos de una tonelada.
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LA MUERTE DE CUAUHTEMOC, ¿CUÁNDO? Para Hernán Viola, historiador de la Smithsonian, ―Los europeos consideraron a América como un lugar para explotar y a sus pueblos como una especie de fauna que debía ser domesticada. Nunca pensaron que se trataba de seres humanos iguales que ellos, ni que tenían una historia tan antigua y rica como la del viejo mundo‖. Es fácil suponer -- informamos nosotros --, que al conquistador Extremeño, poco le importaba la seguridad física de los héroes de la resistencia, si morían en el camino (a las Hibueras) o no; para él, la única importancia consistía en la responsabilidad que le atribuyese el rey Carlos I de España, siendo de vital consideración la opinión de los frailes franciscanos, Juan de Tecto y Juan de Ahora, que por otra parte, tal parece que se alistaron a la expedición tanto para evangelizar como para cuidar las vidas de los jefes de la resistencia. Como Cortés carecía completamente de moralidad (su vida licenciosa es la mejor muestra de que carecía de virtudes privadas) cayó víctima de su soberbia en una escena suscitada ante los caciques de Acalán, y que nos lo narra el historiador Salvador Toscano. ―Cuauhtemoc llegó a Tuxkahá, envuelto por la majestad y prestigio de México, entonces habló a los Acalantlecas con tiernas palabras de un vencido en una arenga en la que resonó la herida de un pueblo desecho‖. Pero los señores de Acalán respondieron prestamente: ¡Oh señor y amo! ¿Acaso eres tú nuestro súbdito humillándote? No te intranquilices, porque aquí está tu propiedad, he aquí tu tributo. Y ante los ojos del vencido soberano se extendieron ocho cestillas cargadas de oro, más joyeles de jade y de turquesa, el tributo para saciar a Cortés. Los chontales se habían reconocido súbditos de las gentes de México, de la nobleza del centro del país de Tollán. ―Que venga el señor, nuestro amo y soberano, que nos hagamos dignos de esta merced. Que trate a sus súbditos con clemencia, porque si él impone algo, ya se encontrará de donde tomarlo‖. Desde luego, estas palabras de reconocimiento para el emperador azteca, de parte de los chontales, debió haberlas sentido estimulantes, al mismo tiempo que para el conquistador han de ver sido desagradables: él se sentía lo máximo, nadie podía restarle autoridad y herido en su amor propio, decidió ponerle un hasta aquí a las dudas de que ―Quien era el que mandaba‖. Sospechamos, que en ese momento, el conquistador decidió dar muerte al emperador mexicano, al que después de algunos titubeos en vista de lo peligroso que era oponerse a ello, el cacique Pax Bolón Acha consintió que la ejecución se llevara a cabo en algún lugar alejado de la capital y en absoluto secreto. Seguidamente, todos los movimientos de los caciques, como los de Cortés, nos parecen confabulatorios: movilidad de canoas, avituallamientos, movimientos tácticos etc., que marcaron el principio de un desenlace imprevisto para los demás expedicionarios.
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CUAUHTEMOC: COMENTARIOS Y ANÁLISIS SOBRE SU MUERTE.
Allá por 1989, empecé a aficionarme por la historia de la región candelarense, a tal grado, que por las noches no conciliaba el sueño haciéndome mil preguntas sobre diversos sucesos acaecidos en diferentes épocas en estas tierras campechanas. De inmediato compré una veintena de libros, más algunos no podía conseguirlos como el de France V. Sholes, ―Los Indios Mayas Chontales de Acalán-Tixchel‖. Tuve tan buena suerte, que la maestra Teresa Ramayo Lanz de la ciudad de Campeche, me dio acceso a ese libro de su propiedad. Otro lugar donde logré versarme sobre los datos que buscaba fue la biblioteca de Candelaria, aprovechando mi condición de encargado de ese centro cultural. En mi deseo de obtener libros, debo confesar que en una ocasión logré la adquisición de dos hermosos ejemplares de la Historia de Campeche, tomos I y II, de una manera un tanto impropia y que les contaré: Una damita me platicó que en una casa particular de conocido empresario campechano, estaban tirados en el piso de la sala, un centenar de libros de diferentes materias y en la que sobresalían los ya citados. Los malandrines ya habían saqueado desde hacía varios meses esa casa abandonada, robándose las cosas de más valor material y dejando tirados en el suelo dichos libros, mismos que me trajo y que después de leerlos ávidamente, forman parte de la biblioteca. Es muy triste observar, que mientras una personas luchan por los libros que le han de dar los conocimientos necesarios para una buena formación cultural, otros no le dan la debida importancia. Con respecto al tema de la muerte de Cuauhtemoc, pronto me percaté de que para lograr identificar el sitio donde fuera sacrificado, no se necesitaban estudios superiores. Con una educación secundaria siempre que fuera acompañada de un fuerte entusiasmo, terquedad de mosca y sobre todo perspicacia para interpretar los informes primarios, separando los falsos de los verdaderos, podría llegarse al lugar de los hechos. Digo esto, porque las dos fuentes primarias de información, ―Cartas de Relación de Hernán Cortés y ―La Verdadera Historia de la Conquista de la Nueva España‖ de Bernal Díaz del Castillo, nos dan muchos informes pero no los principales. Cabe destacar que los historiadores modernos se dejan engañar por los falsos informes de Cortés y Bernal Díaz del Castillo, dando por cierto sus relatos, no obstante que ellos mismos han descubierto visos de falsedad. En lo sucesivo, los investigadores no deben olvidar que la calidad moral del conquistador era muy baja y que el soldado historiador pudo haber estado amenazado por Cortés. Debemos de admitir que los informes de la conquista de lo que hoy es México, está plagada de mentiras y que con estos datos nunca saldremos de la confusión y por ejemplo,
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nunca hallaremos el lugar de las ejecuciones de nuestro héroes, que constituye hasta la fecha, el mayor enigma de nuestra historia mexicana. Ánimo pues, tenemos que ser más analistas y menos ingenuos. Comprendamos que hubo fuerte disposición para encubrir informaciones que condujeran al descubrimiento de los escenarios de los hechos. De todos modos, la verdadera historia de la conquista de la Nueva España no se ha escrito, y de esta obra sólo debemos dar por cierto todo aquello que no afecte a los intereses de los conquistadores españoles, ejemplos: Cruzamos dos ríos, volvamos a nuestro camino, les pareció mal a todos, etc., y que son informes que agregándole ―fineza analítica‖, nos pueden servir para enterarnos de lo sucedido. A propósito de nuestros historiadores contemporáneos, opino que hay muy buenos, pero no cuentan con el apoyo de las autoridades correspondientes, tal como lo hacen las universidades extranjeras con los suyos. Por tal razón, son ellos los que se llevan las palmas en las investigaciones históricas y desde luego vienen a nuestro país porque nuestros recursos históricos son comparativamente superiores a los de sus países de origen. Por otra parte, a nuestros gobernantes ni siquiera se les ha ocurrido tener en nuestro país copias de los documentos existentes en los archivos de las casas de contratación de Sevilla y Cádiz, España, así como otras escrituras testimoniales de nuestra historia que existan en otros países. Incluyamos en este párrafo el grave desperdicio de recursos informativos que perdemos debido al gran surtido de mapas ilegibles, que a nadie le interesa clarificar. He notado con tristeza, que hasta hace unos pocos años, en las escuelas primarias y secundarias de nuestro país, se les enseñaba historia a los estudiantes dándole preferencia a lo acontecido en otros lugares como: China, Egipto, Mesopotamia, Grecia, Italia, por lo que los estudiantes se formaban la falsa idea de que en nuestro país nada había acontecido, que somos un punto blanco en el mapa en cuestiones de civilizaciones antiguas. Por tal motivo quien esto escribe, ha encontrado en su largo peregrinar, un cúmulo de personas que no tienen inclinaciones hacia el conocimiento de las culturas prehispánicas de nuestro país y que para mi desgracia, son las que ostentan el poder político y económico. Pero todavía hay más, los campechanos no queremos o queríamos aceptar a nuestro querido estado como el lugar de los magnicidios, no obstante que los libros primarios tienen informes en la que virtualmente señalan a nuestro terruño (cuenca del Candelaria), como el único candidato; todo lo contrario de los tabasqueños, que admirablemente luchan ―contra viento y marea‖ porque todo mundo acepte que estos hechos acontecieron en su territorio. Tengo noticias desde hace 10 años, de que en Tenosique Tabasco, año con año celebran el aniversario de la muerte de Cuauhtemoc, ya que consideran que eso sucedió en ese municipio; traen grupos danzantes que representan escenas prehispánicas. Esto lo hacen en el parque principal y lo encabezan los historiadores Pedro Vega y Manuel Urrutia.
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Cabe señalar que Cortés planeó los magnicidios de tal modo que fuera imposible su localización, dio informes falsos y se guardó datos importantes como el nombre de las últimas poblaciones involucradas en los acontecimientos y por si fuera poco, al llegar a España continuó con su sarta de mentiras 27 años después, por medio de su capellán Francisco López de Gómara. Y en verdad que el lugar escogido para ocultar sus fechorías, por aquellas cosas del destino no pudo haber sido mejor: En plena selva y en un espacio mal comunicado hasta 481 años después. Pero lo que nunca imaginó el conquistador es que a todo esto, se le agregaría un escaso interés de los nuevos habitantes de la región por hacer lo indicado para localizar el lugar de los hechos. Cabe preguntarse, ¿Será que no les debemos nada a nuestros antecesores? Es pertinente señalar que desde hace veinticinco años por lo menos, vengo coleccionando frases ingeniosas de celebridades mundiales, mismas que he llamado ―Joyas del Pensamiento Universal‖; digo todo esto, porque existe una al respecto a nuestro tema que siempre he tenido en especial consideración: ―Cuando se rompen pautas pueden surgir nuevos mundos‖, Tuli Kupferberg. Creo que esta frase, en caso de triunfar mi hipótesis sobre la muerte del último emperador azteca, podría ser parcialmente responsable de haber terminado con el enigma imperante durante cuatrocientos ochenta y un años del lugar de los tristes sucesos de 1525. De todos modos, aunque siento una gran atracción por los hechos históricos, creo que hay otros motivos más fuertes que me ligan a las investigaciones: 1. Descender de mayas por la línea materna, raza con la que me identifico psicológica y sentimentalmente, 2. por el hecho de haber nacido en Salto Grande, población que se encuentra en el histórico río de los sucesos. 3. Pienso que estas circunstancias, agregadas al hecho de ser el cronista de la ciudad de Candelaria son demasiado fuertes y me estimulan en mi trabajo, por lo que puedo decir sin poder ocultar el orgullo, de ser el único investigador nato de los sucesos inherentes a la muerte de Cuauhtemoc. En mis ansias de conocer el lugar de los hechos, un día de 1989 entreabrí en una mesa, diez o doce libros de historia, entre ellos los dos principales, mismos que acompañé con un modernísimo mapa del INEGI. Y al cabo de una semana, lo único que había obtenido de dichos libros fue un fuerte dolor de cabeza, ya que las obras primarias no son fáciles de entender, por lo que quedé más confundido que nunca. En especial, cuando leí en un periódico por deducción del autor, que el conquistador había cruzado el río Caribe, afluente del Candelaria, que me negué a creer en estos informes. No, esto no es cierto --pensé--, Cortés no cruzó el Caribe, ¿para qué habría de cruzarlo? si este no se encontraba en la ruta a las Hibueras. Había otra razón para que yo creyese que el conquistador no cruzó el río Caribe: El conquistador había recibido de manos de los caciques chontales días antes, unas mantas con dibujos bien elaborados, que le señalaban su largo camino a Nito, en la frontera con Honduras,
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además de guías para el camino que desde luego no lo llevarían por las orillas del río Caribe, y mucho menos lo cruzarían; sin embargo, ahí estaba con letras grandes el informe conjeturado del desconocido autor: ―CORTÉS CRUZÓ EL CARIBE‖. Así estuve varios días, en infernal confusión; la lógica me decía que algo no funcionaba bien. Y fue cuando hice mi primer descubrimiento importante: los libros escondían datos o los falseaban. Seguidamente comprendí que efectivamente Cortés si había cruzado el río Caribe, y al hacerlo no andaba buscando su camino a las Hibueras, sino el lugar apropiado para ejecutar al emperador mexicano y a su primo Tetlepanquetzal, mismos que había dado tormento de fuego el día de San Hipólito, 13 de agosto de 1521. De todos modos, el investigador que señaló que Cortés cruzó el Caribe, hasta ahí terminó sus estudios y conjeturas, tal como le han sucedido a otros sondeadores. ¿Qué sorpresas hubiera tenido si hubiese continuado sus pesquisas al otro lado del Caribe, en plena selva, pero a tan sólo ocho kilómetros de la orilla del río? De una cosa si quedé convencido de estos mis primeros estudios: Campeche era el único estado candidato donde se habían cometido los crímenes, pues estos apuntaban concretamente a algún lugar de la margen derecha del río Caribe, afluente del Candelaria. Fue así como pregunté a muchos campesinos que vivían por el rumbo de ―Las Campanas‖ y la laguna ―Salsipuedes‖, ¿Qué zona arqueológica de gran tamaño se encontraba por esos lugares?, y después de algunos cálculos y de averiguar que el INAH., no había hecho estudios en dicha zona por estar alejada de las vías de comunicación, llegué a la conclusión, a los 15 días de haber comenzado los estudios, de que el lugar conocido como ―Las Ruinas‖, era la antigua Taxahá, lugar del doble o triple magnicidio de nuestros héroes. Seguí recabando informes y fotografías, y el día 12 de octubre de 1990 los hice públicos en un periódico de la capital campechana. Diez días después, repetí la información en otro artículo periodístico. A estas informaciones públicas, nunca nadie me preguntó en qué basaba mis afirmaciones, y es más, nunca oí algún comentario al respecto. Así llegamos hasta el 12 agosto de 1996, día que recibí una carta del señor Refugio Sobrevilla Saldaña, coordinador de la casa de la cultura de Tula, Hidalgo, en la que me felicitaba y daba por ciertos mis deducciones y comentarios sobre la muerte del llamado ―Joven abuelo‖. Pero algo no encajaba en la serie de informaciones dadas; fue así, poco a poco meditando, que comprendí que debía de continuar mis estudios. Semanas después encontré el fallo a mis apreciaciones: el lugar de los hechos si era el mencionado en esa primera ocasión, sí se había llamado ―San Marcos‖ dicha zona arqueológica durante la época chiclera y el INAH., lo tenía registrado con el nombre común de ―Las Ruinas‖, pero su nombre autóctono no era Tuxkahá, que significa ―donde las aguas se juntan o revuelven‖, sino ―Taxahá‖, que en lengua maya es ―agua plana‖, haciendo
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alusión a una aguada de gran tamaño, que en tiempos de lluvia, se aproxima a unos diez metros de la base del edificio principal, lugar donde presumiblemente fueron colgados los cuerpos o las cabezas de nuestros héroes de la conquista. Pero si el lugar de los sacrificios es ―Taxahá‖, ¿dónde queda ―Tuxkahá‖? Fue así como advertimos que a ocho kilómetros a vuelo de pájaro, en la juntura del río Caribe con ―Arroyo Negro‖, se encuentran unas ruinas de escasa importancia, dentro del ejido Pablo Torres Burgos. Es a este lugar al que Bernal Díaz del Castillo menciona como ―un poblezuelo‖, inmediatamente después de relatar los pormenores relativos a las ejecuciones y a sus probables consecuencias. Tuxkahá era población Mazateca, por tal motivo no aparece en la lista de los papales de Pablo Pax Bolón.
A continuación transcribimos textualmente lo dicho por el soldado historiador y que tiene varios datos reveladores: ―Volvamos a ir nuestro camino con gran concierto, por temor que los mexicanos, viendo ahorcar a sus señores, no se alzasen; Más traían tan mala ventura de hambre y dolencia, que no se les acordaba de ello. Y después que los hubiero ahorcado, según dicho tengo, luego fuimos camino de otro poblezuelo, y antes de entrar en él pasamos un río bien hondable, en balsas, y hayamos el pueblo sin gente, que aquel día se habían ido…‖ Para nosotros los investigadores, estos informes merecen profundo estudio, por ser acontecimientos cercanos al lugar de los sucesos. Así por ejemplo, meditamos: Uno de los recursos con que contamos los que nos dedicamos al noble arte de escribir para el público, es el de las frases de transición. La transición es un puente, una breve frase o afirmación que conecta dos ideas o pensamientos. Este elemento de conexión permite pasar de un pensamiento o idea a otro de diferente esfera, sin brusquedad o precipitación. Bernal Díaz no conocía los recursos de las ―frases de transición‖, por tal motivo empezaba cada párrafo de sus escritos, con frases trilladas, de tal modo que la palabra ―volver‖ o algunas de sus formas verbales las usó en su obra como frases de transición, por lo menos en 121 ocasiones: páginas 382, 394, 421, 450, 456, 464, 472, 473, 477, 480, 501, 536, y 549. Sólo en una ocasión escribió ―volvamos a nuestro camino‖, página 419 y también una sola vez dijo la frase que tanto nos interesa: ―volvamos a ir nuestro camino‖, en el capítulo 177, página 470 (decimocuarta edición de Editorial Porrúa, S.A.). Nosotros interpretamos esta frase como: ―regresemos por el camino que ya anduvimos‖ y que se ajusta exactamente a nuestras suposiciones: ―salieron los expedicionarios de Tuxkahá con rumbo a Taxahá, sacrificaron a los mexicanos en la madrugada e inmediatamente regresaron por el mismo camino a Tuxkahá, pero antes de llegar a este poblezuelo, cruzaron un río muy hondable, en balsas‖.
Está claro que este río es el Caribe y que a la altura de la citada población de Tuxkahá, es ancho y muy hondable, entendiéndose que por tal motivo, los chontales no pudieron hacer un puente, además de que era zona limítrofe entre dos cuchcabales con
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diferencias políticas. Otro asunto que queda establecido es que esta población estaba muy cerca del río y que se mira desde el lado opuesto, por tal motivo Bernal Díaz escribió: ―Luego fuimos camino de otro poblezuelo, y antes de entrar en él pasamos un río bien hondable, en balsas‖.
Continuando con nuestro tema, es preciso recalcar que la mayoría de los investigadores modernos, aunque entienden que algunas informaciones del conquistador extremeño y de Bernal Díaz, son dolosas, incorrectas, incompletas o tendenciosas, a menudo lo olvidan o pasan por alto, cayendo víctima de esta situación; dan por cierto que el lugar de las ejecuciones es Tuxkahá y se olvidan que los papeles de Pablo Pax Bolón, descendiente del mercader principal de Acalán, informan claramente que el lugar de las ejecuciones fue Taxahá. Aunque el legajo de documentos de Pax Bolón contiene varias informaciones tendenciosas para favorecer a la memoria de los españoles, una cosa si damos por cierta, el nombre de la población donde fueron asesinados los héroes de la resistencia indígena fue Taxahá. Cortés escribió en su quinta carta de relación, que salió de Itzamkanac el domingo 26 de febrero de 1525 por la mañana, y llegó a Tuxkahá ese mismo día en una jornada agotadora. Bernal Díaz señala que para llegar al lugar de las ejecuciones cruzaron dos ríos: el primero en puentes, que sin duda se trata del San Pedro, muy cerca de su desembocadura al Candelaria, y luego atravesaron otro en balsas. Este otro río es el Caribe y lo pasaron en balsas por ser más ancho y profundo, además de ser limítrofe entre dos provincias o cuchcabales con diferencias políticas.
La razón por la cual los expedicionarios lograron completar en un solo día la jornada Itzamkanac-Tuxkahá, es porque entre ambas poblaciones existía un camino blanco de los llamados ―Sacbes‖ y del cual todavía quedan algunos tramos, mismos que fueron utilizados por los chicleros hace tan solo sesenta años. Tanto Cortés como B.D.C., informan que los caciques de Acalán les regalaron cien canoas cargadas con bastimentos. Cabe preguntarse, ¿A dónde se dirigieron dichas canoas? La respuesta es la siguiente: Nuevamente Tuxkahá es uno de los sitios más apropiados y es lógico suponer que este enorme bastimento fue conseguido bajo la presión de las armas, no como regalo, deduciéndose que mientras unos expedicionarios viajaban por la vía terrestre, otros lo hacían por la vía fluvial, no alejándose mucho unos de otros.
Pregunta importante es la siguiente: Si consideramos que los expedicionarios al salir de Itzamkanac tardaron más o menos siete días en llegar a Mazatán y como ambos lugares están plenamente identificados y sólo los separa en línea recta unos 35 kilómetros y un río (el San Pedro), ¿Por qué tardaron tanto tiempo en llegar? La respuesta es obvia: No viajaron en línea recta y desde luego no lo hicieron al sur de esta población, sino al este de Itzamkanac y norte de Mazatán. Si lo hubieran hecho por el lado contrario (Arroyo Esperanza, la ruta ideal), no habría necesidad de reconocer
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a Mazatán pues esta hubiera quedado fuera del derrotero. En resumen, los expedicionarios estuvieron al norte de Mazatán antes de llegar a esta población, alejándose intencionalmente del camino ideal a las Hibueras. Es casi superfluo decir que el capítulo conocido como ―Expedición o marcha de Cortés a las Hibueras‖ está llena de falsedades, en especial los datos relacionados con la ciudad de Itzamkanac (estancia y salida de ella) por lo que llegamos a la conclusión de que la historia verdadera de la conquista de la nueva España, no se ha escrito jamás, decimos esto porque es lógico suponer que los demás capítulos de nuestra historia, están llenos igualmente de falsedades.
La historia de la expedición a las Hibueras comienza así: En 1523 Hernán Cortés envió a uno de sus capitanes de más confianza (Cristóbal de Olid) a conquistar las Hibueras (Honduras), que se decía eran tierras muy ricas. Olid viajó por la vía marítima saliendo de Veracruz, y al pasar por Cuba se dejó convencer por los partidarios de Velásquez (enemigos acérrimos de Cortés) para hacer la conquista por cuenta propia, no obstante que los gastos del viaje los había sufragado el conquistador español.
Tiempo después al enterarse Cortés de los hechos, envió nuevamente por la misma vía a Francisco de las Casas, con la misión de aniquilar a Cristóbal de Olid, y finalmente, el 12 de octubre de 1524 al no tener noticias de De las Casas, Cortés emprende la expedición a las Hibueras, ésta vez por la vía terrestre. Nos preguntamos, ¿Por qué dos expediciones a las Hibueras por la vía marítima y luego una por la vía terrestre? ¿Para sorprender a Cristóbal de Olid? ¿No hubiera sido más fácil y seguro sorprenderlo usando los medios marítimos?
¿Por qué emprendió Cortés una expedición en la que tenía que cruzar el estado de Tabasco, que tan bien conocía como un lugar pantanoso lleno de peligros? No, la expedición de Cortés a las Hibueras no existió como tal, un título más apropiado para este importante capítulo de nuestra historia hubiera sido: ―Expedición de Cortés al sureste mexicano en búsqueda de oro? Pero, ¿Quién informó al conquistador de que en el sureste mexicano había oro? Obviamente, una de las personas más cercanas a él, la Malinche. Esta dama, tan costosa para la causa mexicana, había estado en condición de esclava en el importante centro comercial de Xicalango, mismo lugar a donde los mercaderes de Acalán llevaban sus mercancías para intercambiarlas con las de otros caciques que acudían a dicho mercado, por lo que nos resulta fácil suponer que fue ella (dada su incondicionalidad para los españoles) la que informó a Cortés de que en el río Acalán había oro. La codicia del conquistador por el fino metal motivó lo que fuera la fracasada expedición en la que perdieran sus vidas los jefes de la resistencia indígena. Repetimos, que en estas tierras nunca han habido minas de oro, los
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chontales habían conseguido este producto por medio del trueque con otros pueblos, sin embargo este era escaso y mezclado con otros metales.
Revisando los libros originales nos percatamos que se nos esconden algunos informes, ejemplos: ¿Llevaban armas pesadas los expedicionarios?, ¿En que condiciones viajaban nuestros héroes de la resistencia?, ¿Hacían vida sexual los españoles con las indígenas?, ¿Qué recursos alimenticios contaba el conquistador para nutrir a los más de tres mil expedicionarios que llevaba?
He aquí un gran secreto: Paños de henequén en Coatzacoalcos y unas mantas en Itzamkanac, ambos con figuras y utilizados a manera de mapas para señalar los caminos. En el primer caso se explica claramente el material de que fue hecho el paño, pero en el segundo, al que se refiere ―unas mantas‖, sospechamos que el material de confección es el Kanac, un árbol también llamado canaco (ya castellanizado), o ―Cotón de caribe‖, cuyo nombre científico es Alchornea Latifolia, con que confeccionaban todavía hace pocos años su indumentaria los caribes del estado de Chiapas. La altura máxima del ―Kanac‖ es 22 metros y su diámetro, 60 centímetros. Su madera es suave y usada en construcciones rurales ligeras y se usa mucho como árbol de sombra en las plantaciones cafetaleras.
La técnica que usan los caribes para beneficiar la fibra del Kanac es la siguiente: Derriban el árbol y ya en posición horizontal el fuste de la planta, le hacen incisiones a la corteza cada dos metros, seguidamente le hacen otra incisión a todo lo largo del mismo fuste, y a continuación, dándole de golpes a la corteza con un garrote, desprenden los pedazos que les servirán a manera de petatillos para sus camas de varas. Estas mismas láminas pueden remojarlas en agua durante algún tiempo, hasta que se pudra la corteza, quedando en buenas condiciones la fibra que les ha servir para confeccionar su indumentaria llamada ―Cotón de Caribe‖. Tal parece que este grupo (los Caribes) que hoy vive en el estado de Chiapas, tiene sus orígenes en la cuenca del Candelaria, principalmente en las camperías llamadas por Sholes y Roys, Isla Pac, en las cercanías de ―Taxahá‖. Fueron bautizados con ese nombre por los carmelitas que llegaron a estas tierras (alto Candelaria) en los años cincuentas y sesentas del siglo XIX, en plena época tintera, siendo los capitanes de los barcos tinteros los que dispusieron ese nombre para ellos, por encontrarles parecidos con ese otro grupo aborigen del mar Caribe. Pero este otro grupo, al que nosotros llamamos ―Caribes II‖, no guarda relación étnica con el otro grupo: son auténticos mayas peninsulares que vinieron de lugares como: Tixchel, Xicalango, Champotón, Campeche, Mamantel, Sabancuy etc., huyendo de los hordas españoles y refugiándose en el alto río Candelaria, amparados por la protección que les daban los ―saltos‖ o ―raudales‖ del río.
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Regresando a nuestro tema original, ―La muerte de Cuauhtemoc‖, quiero agregar que fue en ―Taxahá‖, precisamente el fatídico día martes, 28 de febrero de 1525, cuando los aborígenes conocieron las crueldades de los españoles; tanto en Taxahá con la muerte de los aztecas, como en Tuxkahá, con los crímenes a los frailes franciscanos, quedando grabado en las mentes de los indígenas las escenas macabras. Por tal motivo, cuando tres siglos después incursionaron por estos lugares los nuevos colonizadores en busca del palo de tinte, el cedro y el caoba, y posteriormente la resina del chicle, los naturales abandonan sus lugares de origen, haciendo poco contacto con los blancos, remontándose a lo más profundo de la selva Guatemalteca y los altos de Chiapas, pero sin perder sus relaciones con el medio acuático. Todo parece indicar que hace un siglo el río Candelaria formaba parte del sistema Grijalva-Usumacinta y debido a la alta concentración de alcalinidad de las aguas de los ríos citados, se formaron moles calcáreas de fisiología rocosa, también llamados saltos corridos, impidiendo el libre curso de las aguas. Por otra parte, mentiras van y mentiras vienen en relación con los altos jefes de la resistencia. Algunos escritores señalan a la región de Xicalango como el lugar de los sucesos. Esto no es cierto, sin embargo allí sucedió algo interesante que les voy a relatar: Justamente cuando Cortés salió de México rumbo a las Hibueras, también envió desde Veracruz a un capitán llamado Simón de la Cuenca, para que se acomodase bien avituallado en las aguas cercanas a Xicalango. Este cumplió dicha orden, pero estando Cortés en un río de Tabasco, mandó a otro de sus capitanes llamado Francisco Medina, junto con otro soldado, para que alcanzara río abajo la región de Xicalango y le dio poder para ser capitán junto con Simón de la Cuenca. Este último no aceptó la orden, se hizo de palabras con Medina y pelearon a muerte, no quedando vivos más que 6 ó 7 españoles de los dos navíos. Vieron esta revuelta los indígenas y acabaron de matar a todos y quemaron los navíos. (Datos de B.D.C.) También existe en Tabasco un lugar entre las poblaciones de Laberinto y Reforma, que nos discute la paternidad de los tristes hechos. La llaman Acala, cuenta con zona arqueológica y se dice que los lugareños han logrado comprobar que los hechos sucedieron en dicho lugar, por medio de la comunicación oral, de padres a hijos, durante aproximadamente 19 generaciones. Lamentablemente esto no es posible y la única probable referencia a dicho lugar la encontramos en el capítulo CLXXV, página 462 de la obra de B.D.C., ―Y en este pueblo de Iztapa (hoy Emiliano Zapata, Tab.) se informó Cortés de los caciques y mercaderes de los naturales del mismo, el camino que habíamos de llevar, y aun les mostró un paño de henequén que traía de Guazacualco, donde venían señalados todos los pueblos del camino por donde habíamos de ir hasta Gueyacala, que en su lengua se dice la ―Gran Acala‖, porque había otro pueblo que se dice ―Acala la chica‖. Por lo tanto nosotros no podemos ni
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siquiera asegurar que Cortés haya estado en dicho lugar, sin embargo conjeturamos lo siguiente: En nuestra misma región, hoy existen poblaciones que llevan los siguientes nombres: Nuevo Coahuila, Estado de México, Monclova, etc., porque los habitantes de estos lugares son originarios de otras partes de la república con idénticos nombres. Algo similar pudo haber sucedido entre ―Acala la Grande‖ y ―Acala la Chica‖. +++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++
I M A G Í N E S E.
¿QUE PASARÍA SI LA HIPÓTESIS FUERA ACEPTADA Y COMPROBADA? 1. El mayor de los misterios de nuestra historia quedaría resuelto. 2. El gobierno y el pueblo mexicano podrían decidirse a rendirles honores a las memorias de los máximos héroes de la defensa de la conquista de México. 3. La mención de los hechos en libros, novelas, películas y polémicos programas televisivos y periodísticos. 4. Dentro del programa ―Mundo Maya‖, a Candelaria colocado en un alto nivel histórico, tanto en el plano nacional como en el internacional. 5. Convertida a ―Taxahá‖ en un santuario de la mexicanidad, a la que todo buen mexicano deba visitar por lo menos una vez en su vida. 6. La probable proyección turística de otros sitios locales como: El Tigre, Tayel, Salto Grande, La Misteriosa, Ojos de Agua, Aguas Verdes y los saltos del río. 7. La creación de fuentes de trabajo por varios años en la región. 8. La protección ecológica inmediata de las márgenes del Candelaria. 9. La erección de una estatua en algún lugar estratégico, para elevar las memorias de Cuauhtemoc y Tetlepanquetzal. 10. La probable declaración de Taxahá de ―Patrimonio Cultural de la Humanidad‖. 11. Y si el Vaticano aceptase el sacrificio de los frailes franciscanos en aras de sus principios, habría que hacerles igualmente honores, colocarlos en sus justos lugares en la liturgia católica, con sus constantes alusiones al lugar de los hechos. Pero sobre todo, se haría justicia a nuestros máximos héroes de la conquista. ++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ ―LOS ÚLTIMOS VEINTE DÍAS DE CUAUHTÉMOC‖ --RECONSTRUCCIÓN DE LOS HECHOS-Con la llegada de los expedicionarios a la provincia de Acalán el día jueves 9 de febrero de 1525 (fecha aproximada), comienza el conteo final que culminaría con la muerte del último emperador azteca y de su primo, Tetlepanquetzal, señor de Tacuba,
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llevándose consigo las esperanzas del pueblo azteca. Pero antes de continuar con nuestro relato, queremos dejar en claro algunas diferencias de opiniones con los escritos chontales y nuestras conclusiones. Es muy posible que Hernán Cortés haya estado en Acalán unos 20 días, pero en la población de Taxahá, donde diera muerte a los aztecas, no estuvo ni siquiera 24 horas, tiempo empleado exclusivamente para la trama y ejecución de los asesinatos. En cuánto a los motivos de estos, nos sumamos a las opiniones de las fuentes indígenas que niegan la existencia de una conspiración contra los españoles.
Los expedicionarios llegaron a esta provincia entrando por el pueblo de Tizatépetl y después de descansar seis días siguieron a Teutiercas, población de mayor tamaño que la primera; de ahí continuaron a la capital Itzamkanac, de donde salieron el domingo 26 de febrero muy de mañana. Llegaron a Tuxkahá de noche y al siguiente día partieron hacia Taxahá, cruzando el río Caribe, y 8 kilómetros después, en Taxahá, asesinaron a los mexicanos a las 4 ó 5 de la mañana del martes 28 de febrero. Regresaron de inmediato a Tuxkahá, donde ese mismo día, por razones de seguridad, asesinaron a los frailes, pues ellos no se tragaron el cuento de que los asesinatos se debieron a que los de México conspiraban contra los españoles.
Continuaremos la reconstrucción de los hechos, permitiéndonos dar algunos informes tomados del libro ―Cuauhtemoc‖ de Salvador Toscano: Los chontales se reconocieron súbditos de las gentes de México: ―Que venga el señor, nuestro amo y soberano. Que nos hagamos dignos de esta merced. Que nos trate a sus súbditos con clemencia. Porque si el nos impone algo ya se encontrará de donde tomarlo‖. Entonces Cuauhtemoc habló a los Acalantlecas con tiernas palabras de un vencido: ―Esforzaos nobles Acalantlecas, lo más que podáis, con la ayuda de nuestros dioses. Estad contentos, no vayáis –añadió amargamente--, a pueblos extraños‖. ―Sed felices aquí, para que no ocasionéis dolor a las gentes del pueblo, a los viejos, a los ancianos, a los niños que están todavía en las cunas, y a los que apenas comienzan a caminar, a los que están jugando. Tened cuidado con ellos y compadeceos de ellos. Que no se vayan a un pueblo extraño, amadlos, no los abandonéis. Y os lo recomiendo expresamente, porque nosotros seremos enviados a Castilla. Qué se yo si regresaré o pereceré allá. Quizá vuestro poder. Amad a vuestros hijos tranquilamente y en paz. No les inflijáis ningún disgusto. Y sólo digo esto: ayudadme en alguna forma con algo para que yo pueda dar la bienvenida al gran señor que es soberano de Castilla‖. Pero los señores de Acalán respondieron: ―¡Oh señor y amo! ¿Acaso eres tú nuestro súbdito humillándote? No te intranquilices, porque aquí está tu propiedad. He aquí tu tributo‖. Y ante los ojos del vencido soberano se extendieron 8 cestillas cargadas de oro, más joyeles de jade y turquesa. El tributo para saciar a Cortés.
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De todos modos, cuando el sol se iba a ocultar, irónicamente, el sol del crepúsculo que significa el nombre de Cuauhtemoc, la sórdida tragedia llegó: un traidor de origen otomí denunció que los mexicanos estaban conspirando contra los españoles, calculando el tiempo necesario para aniquilarlos, para caer sobre ellos y asaltarlos. Todas las fuentes históricas recuerdan el nombre del denunciante, el mexicalcinca Coztemexi: Cortés, Ixtilxóchitl, Chimalpahin, Anales de Tlatelolco, etc., pero en tanto que las fuentes indígenas mexica (Anales de Tlatelolco) y Tezcocana (Ixtilxóchitl) niegan la existencia de una conspiración, el testimonio español (Cortés y Bernal Díaz) la acepta como plenamente probada. Fue así como se fue desenvolviendo el dramático epílogo. Quienes son gratos a la memoria de Cortés han afirmado la existencia de la conjura, pero quienes le son adversos la han negado sólo para arrojar una mancha más al conquistador. (Hasta aquí la versión de Salvador Toscano E.)
Pero nosotros tenemos un doblaje muy diferente a lo antes referido. No debemos de olvidar, que la única persona que hablaba el español, el náhuatl, el maya y entendía el putunthán, idioma de los chontales, era la Malinche, que como ya dijimos había vivido en condición de esclava en Xicalango, centro comercial en la hoy península de Atasta, Campeche; ella era simpatizante de los españoles, traductora, espía, consejera, amante de Cortés e informante de las costumbres de los aborígenes, y sin duda participó en forma decisiva en esta tragedia, como ya lo había hecho anteriormente en Cholula, ocasionando la muerte de cientos de Tlaxcaltecas. La Malinche corrió a informar al conquistador que los caciques chontales habían hecho reverencia a los jefes de México, de los cuales se reconocían súbditos y les habían dado ocho cestillas cargadas de oro. Hasta aquí las relaciones entre los chontales y los españoles habían sido cordiales: no olvidemos que Cortés en un detalle sin precedente, prestó uno de sus caballos a Pachimalays, hijo de Pax Bolon Acha, para que cabalgara hasta Itzamkanac a llevarle un recado a su padre. Pero las excesivas atenciones (tan tradicionales en estas tierras campechanas) y reconocimientos a las gentes de México, asustaron primero a la Malinche y luego al conquistador, que no olvidaron que estaban rodeados de tres mil indígenas mexicanos, otro tanto de aborígenes chontales y en suelo desconocido por ellos. El pánico se apoderó de Cortés y de inmediato detuvo a los caciques chontales y los procesó; había llegado el momento de demostrar quien era el que mandaba; exigió cien canoas cargadas con alimentos para continuar su camino y guías que lo llevasen fuera de la ruta programada. No se puede asegurar, pero es posible que entre ambas partes hayan elegido el lugar donde habrían de sacrificar a los mexicanos, ya que a ambas partes no les convenía que esto se hiciera en Itzamkanac. La agitación que se produjo al momento: movilidad de canoas, avituallamiento, movilización de tropas, fueron los preparativos que culminarían con las ejecuciones de nuestros héroes.
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Es de suma importancia señalar, pues lo consideramos necesario para nuestra historia Candelarense, que no hemos encontrado ningún elemento de juicio que indique un alzamiento indígena en contra de los españoles, toda vez que las pláticas entre los caciques y los mexicanos se llevaron a cabo gracias a la intervención de la Malinche, una mujer reconocida por todos como aliada de los españoles. Para efectuarse dichas conversaciones se tenían que conocer o tener nociones de dos idiomas: los mexicanos conocían el náhuatl pero no el putunthán que hablaban los chontales; estos a su vez no conocían el náhuatl. Así que de hecho, queda demostrado que la Malinche fue la traductora de las pláticas indígenas, que al parecerle bastantes amistosas, se lo comunicó de inmediato a Cortés agregándoles tintes de alzamiento.
Todo indica que estas pláticas se llevaron a cabo en Itzamkanac y no en Taxahá, como se nos quiere hacer creer; de ahí que como resultado de la decisión de Cortés de asesinarlos, exigiera a los caciques las 100 canoas con alimentos. Para juntar dicha cantidad de provisiones, tuvieron que pasar varios días y luego dirigirse con ellas a un lugar fuera de la ruta programada. Todos estos datos, así como las muertes de los frailes y la falta de información sobre los nombres de las últimas poblaciones visitadas, nos indican que existen suficientes razones para creer que el móvil de los crímenes fue el temor y a esto hay que agregarle el deseo de ocultar el escenario de los hechos.
Igualmente, nos parece mentira el que Cuauhtemoc haya sido colgado de una ceiba; este árbol es monopódico y de ramas muy altas, por lo que es inadecuado para efectuar maniobras de ahorcamiento, y en la actualidad no existe en la región de Taxahá. La única mención que tenemos al respecto se la debemos a Díaz del Castillo y a la que le atribuimos tal confusión. Esta se refiere a un hecho acaecido en un pueblo situado más adelante y que nosotros identificamos como ―Tuxkahá‖ y que dice así: ―Y Cortés les mandó a hacer una cruz en un árbol muy grande que se dice ―ceiba‖ que estaba junto a las casas donde tenían los ídolos‖.
Tanto en el mapa de Tepechpan, como en el Códice Vaticano A, que se refieren a la muerte de Cuauhtemoc y a la de los frailes, aparecen árboles que no tienen parecido con la ceiba y si en algo, al guácimo o pixoy, árbol que crece en las camperías y que en estas tierras y en Cuba se le conoció en los siglos pasados como ―Árbol del Ahorcado‖.
Si nos metemos en el terreno de lo misterioso, de lo difícil de averiguar, tenemos otro caso digno de mencionar: los mexicanos consideramos al número 13, como signo de mal agüero o mal presagio del porvenir y todavía peor si ese día 13 corresponde a un martes. Pues bien, la caída de la gran Tenochtitlán se llevó a cabo un día martes 13 de agosto de 1521. A esta aversión sin fundamento se le conoce como Triscaidecafobia. En torno a las muertes de nuestros mártires mexicanos y a las de los frailes franciscanos, existen gran variedad de versiones difíciles de aclarar.
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LA MUERTE DE LOS FRAILES FRANCISCANOS. ¿DE HAMBRE O ASESINADOS POR CORTÉS?
Respuesta: Fueron asesinados. Como se sabe, en 1523 llegaron a la Nueva España los primeros frailes franciscanos, ellos fueron: Juan de Tecto, Juan de Ahora y Pedro de Gante. De estos, los dos primeros acompañaron a Cortés en su viaje a las Hibueras, y de la suerte de ellos los libros nos dicen lo siguiente: 1. Que murieron de hambre en la provincia de Acalán, 2. Que murieron de hambre, y 3. Refiriéndose a Juan de Tecto o Dekkers, que murió de hambre en el viaje a las Hibueras ―arrimado a un árbol‖. Pero la verdad es otra muy distinta, fueron asesinados por el conquistador extremeño al oponerse a las muertes de Cuauhtemoc y Tetlepanquetzal. Igualmente fueron asesinados otros españoles de las cuales recelaba el conquistador y que podrían ser testigos de estos crímenes injustificados.
Deducimos esto por lo siguiente: 1. los frailes habían asistido espiritualmente (confirmación y confesión) poco antes de sus asesinatos a los aztecas, en el pueblo de Taxahá, y como después de estas acciones sólo permanecieron en suelo Acalantleca unas cuantos minutos u horas, damos por cierto que no murieron en esta provincia. Aunque los informes de los chontales afirman que Hernán Cortés estuvo en Taxahá veinte días, nuestras investigaciones nos conducen a creer que estuvo en dicho lugar menos de 24 horas. Considérese en este párrafo el hecho de que los papeles de ―Pax Bolón‖ fueron escritos en Campeche por el nieto del cacique principal de Acalán muchos años después. Tampoco es aceptable la afirmación de que murieron de hambre el mismo día de las ejecuciones, porque como dijo Bernal Díaz del Castillo, dos días antes, los españoles habían recibido, ―cien canoas cargadas con maíz, bastimento, gallinas, miel y sal, de manera que todo ―el real‖, tuvo muy bien de comer‖.
Además, el mismo conquistador expresó en la quinta carta de relación, que la provincia de Acalán es muy abundosa de mantenimientos y cosas de la tierra, etc., y mucho tiempo después que el conquistador dejara estas tierras, seguía mencionándolas en términos halagadores. Según nuestra opinión con respecto al Códice Vaticano A, este sugiere que ese mismo día fueron ejecutados los frailes y sus cadáveres arrojados al río Acalán (en el afluente Caribe del Candelaria) que servía de límite entre las provincias de Acalán y Mazatán. Estas últimas ejecuciones sucedieron en Tuxkahá a 8 ó 10 kilómetros de Taxahá, ejido Pablo Torres Burgos.
Como en ese mismo lugar, Díaz del Castillo mencionó la existencia de los frailes, este informe sólo nos sirve para sospechar que la alusión desempeña el papel de encubrimiento de los asesinatos, ya que en toda la expedición a las Hibueras, sólo habían sido mencionados en una ocasión y en forma justificada.
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Según Bernal Díaz del Castillo, poco después de los crímenes, Cortés dio un paso en falso en una de sus salidas de su aposento, pues no podía dormir y se descalabró la cabeza. Se deduce que estas preocupaciones que le quitaban el sueño a Cortés no fueron motivadas por las ejecuciones de los indígenas, sino por sus asesinatos en contra de los frailes, que de no haberlos sacrificados, lo hubieran denunciado al rey de España, Carlos I ó V de Alemania.
Tanto Taxahá, donde fueron ejecutados los mexicanos, como Tuxkahá donde lo fueron los frailes franciscanos, no fueron mencionados por sus nombres por ninguno de los dos historiadores aludidos: Cortés y Díaz del Castillo. Para que esos lugares posteriormente no fueran identificables y potencialmente convertirse en santuarios de la mexicanidad y de los franciscanos. De todos modos, del rey de España, Carlos I de España y V de Alemania, por cédula del dos de octubre de 1525, reprobó los hechos y reprendió a Cortés, llegando hasta ahí la justicia del rey. Fray de Tecto (Dekkers) quizás fuera al morir, el intelectual mayor de la Nueva España, Había sido durante catorce años profesor de teología de la universidad de París y confesor del rey de España, Carlos I. Juan de Ahora (Van der Awera) aprendió la lengua náhuatl y fundó en Texcoco la primera escuela para niños. Está demás decir que el gremio franciscano debe trabajar para rescatar del anonimato el nombre de los frailes que no dudaron en sacrificar sus vidas en beneficio de sus más altos ideales, no obstante que no tenían misión autorizada de la Santa Sede, ni jurisdicción canónica. Resulta válido suponer que estos frailes mártires sospechaban de las intenciones perversas del conquistador contra el último emperador azteca y su primo, el señor de Tlacopan o Tacuba, por lo que se alistaron en este viaje donde perdieron la vida. Para nosotros los mestizos, resulta estimulante saber que dentro de ese gran contingente de hombres con una moral bajísima que conquistaron lo que hoy es nuestro país, vinieron también unos cuántos ―íntegros‖ que lamentablemente pese a sus esfuerzos, nada pudieron hacer ante las salvajes acciones del verdugo de México.
Es de comprenderse, que no fueron dos sino cuatro o cinco (pudiendo llegar hasta nueve), los héroes sacrificados ese fatídico día martes de las carnestolendas, 28 de febrero de 1525; dos o tres pertenecientes a nuestra raza indígena americana y dos concernientes a nuestra descendencia española. Todos ellos por igual, merecen nuestro reconocimiento, respeto y admiración. Y todos ellos se encuentran descansando en tierras del municipio de Candelaria, estado de Campeche.
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IDENTIFICACIÓN DE ITZAMKANAC, MAZATÁN, TAYEL, ZIHUACTEPAN, TUXKAHÁ Y TAXAHÁ. Allá por 1933, el escritor norteamericano France V. Sholes, encontró en el archivo general de Indias, Sevilla, España, unos documentos relativos a las actividades de los chontales de la provincia prehispánica de Acalán, en la que se incluye una lista de 76 poblaciones que formaban parte de su extenso territorio, el lugar de origen de sus habitantes, la historia sobre la llegada de los españoles en 1525, la muerte de Cuauhtemoc y otros hechos importantes. I D E N T I F I C A C I Ó N. ITZAMKANAC. En 1937, Sholes viene a ciudad del Carmen y envía a través del río Candelaria a su asistente, señor Roberto S. Chamberlain, el cual da fe de que la provincia de Acalán corresponde a las cuencas de los ríos Candelaria y Mamantel, y que la capital Itzamkanac coincide con la zona arqueológica ―El Tigre‖, a unos 40 kilómetros río arriba de la población de ―San Enrique‖, hoy Candelaria. MAZATAN. (Tierra del venado mazate). Encaja maravillosamente con la zona de la hoy ―Laguna Misteriosa‖, descrita por Cortés: Laguna grande con isleta en medio y un arroyo que penetra en la laguna, tiene fosas o trincheras etc., dos mapas del libro ―Relación de las cosas de Yucatán‖ de Diego de Landa, de aproximadamente 1570, comprueban que la hoy Misteriosa con su zona arqueológica, es la antigua Mazatán. TAYEL. (En el lugar de los niños o de los huevos, Shuman). En 1986, la arqueóloga Sophia Pincemin D., visitó la zona arq., de San Enrique a 9 kms., de Pejelagarto, entrada a la colonia Miguel Alemán, misma que fuera visitada por Andrews en 1943, y a manera de hipótesis señaló que esa zona arq., corresponde a la antigua Tayel, capital del grupo Cehache. Aparece en los papeles de Pax Bolón con el número 18 y agrega que tiene monumentos capaces de rivalizar con los de Palenque o Yaxchilán. Tayel no estuvo en el derrotero de los expedicionarios. ZIHUATECPAN O AZIGUATESPANOB. Hoy conocido como ―Cerro de los Muertos‖, se encuentra situado en el lugar más estratégico del río Candelaria, precisamente donde se juntan los ríos: Caribe, San Pedro y el Candelaria propiamente dicho. Fue población Mazateca y luego Acalantleca. TUXKAHÁ. (Donde las aguas se juntan o revuelven). Quiero proponer a manera de hipótesis que la pequeña zona arqueológica situada en la confluencia de Arroyo Negro con Río Caribe, es la antigua Tuxkahá, lugar donde asesinaron a los frailes. TAXAHÁ. (Agua plana). Hipotéticamente quiero señalar, que la zona arqueológica situada en el ejido Pablo Torres Burgos, terrenos de propiedad particular del Sr. Delfino Oropeza, conciernen a la antigua Taxahá, escenario de las muerte de Cuauhtemoc y Tetlepanquetzal. Estas son las únicas zonas arqueológicas Candelarenses supuestamente identificadas con sus nombres originales.
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TAXAHÁ, YAXAN, TAXAHAM, TEOTILAC, EL TIGRE, SAN MARCOS, LAS RUINAS. ¿Por qué tantos nombres para el mismo lugar?
Ya hemos dicho en otros artículos, que los Acalantlecas que vivieron en el Candelaria y el norte del Petén Guatemalteco, era híbridos, Mayas-Nahoas. Seguramente con predominio del primer grupo, más su agresividad se debía por haber recibido una inyección de sangre náhuatl en el transcurso de los siglos anteriores a la conquista española. Cuando el grupo fue descubierto por los españoles en 1525, pasaban por un proceso de mayización, cambiando su condición guerrera en hábiles comerciantes que no conocían fronteras. Por tal motivo, el genial escritor JOHN ERIC SIDNEY THOMPSON los llamó ―Fenicios del Nuevo Mundo‖. Lamentablemente, su floreciente civilización que avanzaba a grandes pasos, fue arrasada por las hordas españolas, que si bien es cierto los evangelizaron, también lo es, que los esclavizaron. Debido a estos motivos (hibridismo y colonización) tenemos para el lugar señalado diferentes nombres: Taxahá, en maya y Teotilac, en náhuatl, son los más antiguos que les conocemos. Por lo que respecta a los nombres Yaxzan y Taxaham, algunos historiadores señalan hipotéticamente que son nombres de barrios de la misma ciudad, pero nosotros no debemos de descartar la idea (dado su parecido fonético) que son nombres dados equivocadamente por los millares de mexicanos que estuvieron en dicho lugar el día de las ejecuciones, 28 de febrero de 1525 y que al llegar a la ciudad de México, no lo recordaban exactamente por no conocer el idioma maya. En los años cincuentas del siglo XIX, el río Candelaria, entonces llamado río Pakaytún, fue colonizado por dos flancos al mismo tiempo: 1. Entrando por el nacimiento del afluente Caribe, que por aquellos años se llamaba río Concepción. Para esto se utilizó un largo camino que venía de los chenes y tocaba poblaciones como: Nohbecán, Tanché, San Antonio, Concepción (La parte más cercana al río), y continuaba a San Felipe (cercano al arroyo Esperanza) y Santa Rita, San Andrés y San José del Petén, estas tres últimas poblaciones en suelo Guatemalteco. Fue precisamente en la aldea Concepción, donde el arqueólogo Engerrand, encontró a principios del siglo actual (cerca del río) artefactos de sílex (pedernal), como hachas, raspadores, núcleos y lascas desprendidas a golpes de piedra, cuya antigüedad fue calculada en quince mil años y constituyen conjuntamente con los hallazgos de las grutas de Lol-tun, en Yucatán, las huellas más antiguas del hombre en la península. Por su parte, la colonización del alto río candelaria, la hacienda ―Candelaria‖,
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(no confundirla con la ciudad de Candelaria), desempeñó importante papel. Esta hacienda se encuentra a 40 kilómetros antes de su desembocadura, en la margen izquierda de donde comienzan los saltos. Los primeros en cruzar las dos series de ―saltos ― fueron Marcelo Mucel y Henry Pauling, que conjuntamente limpiaron algunos de ellos para darle mayor fluidez al río y así transportar el palo de tinte que escaseaba en las costas campechanas.
Todos parece indicar, que al comenzar esta nueva colonización del Alto Candelaria, los grupos indígenas que se habían dado cita en lugares como Pakaytún y el citado por France V. Sholes, Isla Pac, abandonan la región y emigran hacia los altos de Chiapas y el Petén Guatemalteco. Estos grupos asentados en los alrededores de Taxahá, fueron llamados Caribes por los Carmelitas, por encontrarles parecidos con ese otro grupo de aborígenes del mar Caribe o mar de las Antillas que ocuparan lugares tan lejanos como Colombia y Venezuela, y consideradas como personas crueles e inhumanas.
Pero no existe ninguna relación étnica entre ellos, ya que estos primeros son pacíficos mayas yucatecos venidos al alto Candelaria, de lugares de la costa como: Tixchel, Mamantel, Xicalango, Sabancuy, Champotón, Campeche etc., huyendo de los españoles. Fue durante estas primeras incursiones de los blancos en la búsqueda de los tintales (aproximadamente 1850), cuando Taxahá pierde su nombre original para convertirse en ―El Tigre‖, según lo demuestra un mapa de José María Regil del año 1853, nombre que conservó por más de un siglo, pues todavía en la temporada chiclera 1956-57, seguía llamándose de igual modo, según mapa a la vista de la Secretaría de Agricultura y Ganadería, firmado por el ingeniero Oscar Treviño, y en la que se incluye un campamento llamado Mérida.
Esto mismos nombres ya no existen en la región, pero extrañamente, hoy se conoce como ―El Tigre‖ a la zona arqueológica que antaño se conociera como Itzamkanac, capital de la provincia prehispánica de Acalán, que visitara Hernán Cortes en 1525 en su famosa expedición a las Hibueras, y por si fuera poco la confusión, la pequeña población cercana a este segundo El Tigre, también se llama Mérida, ambos desde hace más de cincuenta años, lo que nos hace pensar que estos dos nombres fueron copiados de lo que fuera la región de Taxahá. Otro nombre que se le dio a esta zona arqueológica de Taxahá, durante parte de la época chiclera, fue ―Ruinas de San Marcos‖ y finalmente, en la segunda mitad del siglo actual, arqueólogos del I.N.A.H., haciendo alusión al estado deplorable en que se hallaban, le dan el nombre común de ―Las Ruinas‖. En este lugar, todavía se encuentra vestigios de la majestuosidad de lo que fuera la selva candelarense, con sus bejucos colgantes, tal como la describiera B.D.C., mismo sitio donde hoy se confunden la algarabía de los saraguatos con el no menos pavoroso rugido de . . . las motosierras.
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UN RESUMEN SOBRE LOS INFORMES Y BASES QUE DISPONEMOS PARA LA LOCALIZACION DEL LUGAR DE LOS HECHOS
A continuación mencionaremos todas las pistas con que contamos para la localización del escenario de los crímenes y que señalan a la zona arqueológica registrada por el I.N.A.H., con el nombre común de las Ruinas, situada entre los ejidos Pablo Torres Burgos y San José de la Montaña, como la antigua ―TAXAHA‖, donde se cometieron los magnicidios.
1) Porque expresamente así lo señalan los papeles de Pablo Pax Bolón, de 1612, descendiente de los chontales de Acalán, y quienes mejor que ellos para estar bien informados sobre el nombre de la población. En la lista de las poblaciones, TAXAHA aparece como el número 49 y dice textualmente: TAXAHA, que tuvo veinte días Cortés, donde se cortó la cabeza al capitán mexicano, QUATEMUCO. 2) Porque Taxahá, significa en maya ―Agua Plana‖ y precisamente en las Ruinas, existe una aguada de gran tamaño y escasa profundidad, muy cerca de esta. 3) Porque presumiblemente, este es el lugar que Bernal Díaz del Castillo menciona en el encabezado del capítulo 177, página 468 y que dice: ―En lo que Cortés entendió después de llegado a Acala, y como en otro pueblo más adelante sujeto al mismo Acala, mandó a ahorcar a Guatemuz, gran cacique de México y a otro cacique señor de Tacuba, y la causa porqué, y otras cosas que pasaron‖. 4) Porque Taxahá, y Tuxkahá llamado Teotílac por los mexicanos, se encuentran a 2 jornadas más allá de Acalán. (Datos de Fernando de Alba Ixtlilxóchitl). 5) Porque queda descartada la otra candidata que mencionan los historiadores modernos, ―Tuxkahá‖, que significa: ―Donde las aguas se juntan o revuelven‖, mismas que identificamos con la pequeña zona arqueológica de P.T.B., precisamente, donde se juntan las aguas de ―Arroyo Negro‖ con el río Caribe; este primer nombre (arroyo negro) implica necesariamente de que se trata de un río de aguas turbias. 6) Porque de todos los lugares visitados por los expedicionarios, Taxahá es precisamente el sitio más alejado de una ruta ideal Tenochtitlán –Hibueras, lo que era conveniente para Cortés que deseaba que dicho lugar nunca fuera localizado. 7) Porque de todas las poblaciones Acalantlecas visitadas por el conquistador, Taxahá es la única situada en la margen derecha del río Candelaria, lo que sugiere un elaborado plan de ocultamiento de los hechos.
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8) Porque estando Taxahá más alejada de Nito que Tuxkahá y en el mismo perímetro que Itzamkanac, encajan bien las dos informaciones de Bernal Díaz del Castillo (capítulo 177, páginas 468 y 470). 1. De Itzamkanac a Nito, 8 soles, 2. De Tuxkahá a Nito, 7 soles. Nota: Efectivamente, por estar en la misma periferia Itzamkanac y Taxahá con respecto a Nito, estas se encontraban a ocho soles de camino, mientras que Tuxkahá no solamente se encontraba a menos distancia sino sin el impedimento de dos ríos, el San Pedro y el Caribe. 9) Porque estando hoy plenamente identificadas las poblaciones de Itzamkanac y Mazatán (la tierra de venados), los expedicionarios no pudieron estar al sur de este último lugar hoy conocido como ―Laguna Misteriosa‖, porque de haberlo hecho no hubieran tenido necesidad de reconocer dicha laguna, pues quedaría fuera del derrotero a las Hibueras. 10) Porque se nota un plan perfectamente elaborado desde el punto de vista militar, desempeñando Tuxkahá la posición de base operativa. Incluso, debe considerarse la posibilidad de que al regresar Hernán Cortés y utilizar por segunda ocasión la balsa, sus posibles enemigos quedarían fuera de su alcance con solo desarticularla. 11. Porque según B.D.C., (página 469) al salir de Itzamkanac cruzaron dos ríos: ―Pasamos dos ríos: el uno en puentes, que luego se quebraron al pasar, y el otro en balsas‖. Nota: esta información encaja maravillosamente con nuestra hipótesis: los ríos son el San Pedro y El Caribe. El primero lo pasaron en puentes por ser angosto, y el segundo lo tuvieron que pasar en balsas debido a que es más ancho y profundo, sobre todo a la altura de Tuxkahá. 12. Porque existía entre Itzamkanac y Tuxkahá, además de la vía fluvial, un sacbé (camino blanco), de la cual todavía quedan algunos tramos, especialmente a la altura de el rancho Santa Clara, mismos que fueron utilizados hace tan sólo 60 años por chicleros que huían de la finca San Rafael. 13. Porque aunque existen infinidad de lugares en el río Candelaria y sus afluentes, Tuxkahá se encuentra en un lugar ideal para viajar en un solo día desde Itzamkanac, tanto por agua como tierra. 14. Porque tal como describe en su libro Salvador Toscano Escobedo; ―El capitán español sólo encontró ante sí la densa selva tropical, gigantescos cedros rojos y ramones colosales, amates y retorcidas ceibas –el ixminché sagrado de los mayas—de bejucos colgantes…‖. Así se encuentra hoy (exceptuando las ceibas) esta zona de Las Ruinas, 500 metros antes de llegar al ejido San José de la Montaña, todavía una de las zonas más boscosas de la región de Candelaria.
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15) Porque luego de que B. D.C., terminara su relato sobre los crímenes (página 470), el historiador comienza el siguiente párrafo así: ―volvamos a ir nuestro camino con gran concierto‖, y que interpretamos así: Regresemos por el camino que ya anduvimos, y que nuevamente encaja con nuestra hipótesis. 16) Porque B.D.C., informa lo siguiente al salir de la hipotética Tuxkahá. ―Y otro día muy de mañana comenzamos a caminar con nuestros guías, y sin acontecer cosa que de contar sea, y fuimos a domir cabe un estero y cerca de unos montes muy altos‖. Nosotros conocemos por este rumbo del supuesto camino de Cortés, dos lugares con esas características: uno de ellos, terreno propiedad de dos hermanos de apellido Ferrer y otro cuyo dueño es un doctor Chiapaneco. 17) Porque según B.D.C. (capítulo 178, pág. 471) ―Como salimos de Pueblo Cercado, que así le llamábamos desde allí en adelante, encontramos un bueno y llano camino y todo sabanas y sin árboles; y hacía un sol tan caluroso y recio, que otro mayor resisterio no habíamos tenido en todo el camino‖. Exactamente como lo relata el historiador se encuentra hoy este campo conocido como ―El bebedero‖ y zonas aledañas a ―La Misteriosa‖, supuesta ruta de los expedicionarios, con un calor intenso durante el mes de marzo. 18) Porque don Bernal escribe en el capítulo 178, pág. 472, lo siguiente: ―Y yendo por aquellos campos rasos, había tantos venados y corrían tan poco, que luego los alcanzábamos a caballo, por poco que corríamos con los caballos tras ellos, y se mataro sobre veinte. Y preguntando a los guías que llevábamos como corrían tan poco aquellos venados y no se espantaban de los caballos ni de otra cosa ninguna, dijeron que en aquellos pueblos, que ya he dicho que se decía los Mazatecas, que los tienen por sus dioses, por que les ha parecido en su figura, y que les ha mandado su ídolo que no les maten ni espanten, y que así lo han hecho, y que a esta causa no huyen‖. Agreguemos el siguiente comentario: Si hay algún lugar en la región Candelarense donde sabemos que existieron una gran cantidad de venados hasta hace apenas unos 40 años, este es la zona de la Misteriosa y campos aledaños de El Bebedero, Zacatonal y Aguada Seca. Los venados a que se refieren tanto B.D.C. como Cortés son de la especie llamado Mazate, temazate o cabrito, un venado pequeño, rojizo, de cuernos cortos o sin ellos, propio de la zona caliente. 19) Porque el mismo Bernal Díaz del Castillo, escribió en el capítulo 182, pág. 469. ―Y los caciques dijeron que, puesto que eran sobre veinte pueblos, que no les querían obedecer todos los más de ellos, en especial unos que estaban entre unos ríos, y que era necesario que luego enviase de sus teules, que así nos llamaban a los soldados, a hacerles traer maíz y otras cosas, y que les mandase que les obedeciese, pues que eran sujetos‖. Agreguemos que los ríos a los que se refieren los caciques de
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Acalán, son los llamados hoy: Río Caribe, Arroyo Negro y Laguneta, que se encuentran (todos) por el rumbo de Taxahá, al igual que un pequeño arroyo intermitente llamado El Zapote; y no les querían obedecer porque estas poblaciones como ya hemos dicho, no eran Acalantlecas, sino Mazatecas. 20) Porque los siguientes lugares que visitó Cortés después de Pueblo Cercado fueron las poblaciones quemadas días antes por los lacandones, y aunque jamás se identificarán, se sabe que estos pueblos efectivamente no tenían ninguna protección por estar situados en terrenos muy planos. 21) Porque después de la caza de venados en los campos rasos, Cortés visitó la Misteriosa, la antigua Mazatán, situada en el derrotero de los expedicionarios. 22) Porque en un mapa de 1854, de la historia de Yucatán, en el lugar que proponemos se ubica Taxahá, parece leerse dicho nombre, en letras demasiado pequeñas. 23) Porque teniendo la región de Candelaria docenas de zonas arqueológicas, todos los datos que disponemos apuntan solamente hacia el rumbo de Taxahá, hoy Las Ruinas, 500 metros antes del ejido San José de la Montaña. 24) Porque habiendo tantas zonas arqueológicas en la región, Taxahá es la única que compite con la capital Itzamkanac en lo que a nombre se refiere. Según mapa de José María Regil del año de 1853, el sitio se llamaba ―Ruinas El Tigre‖, mismo nombre con que hoy se conoce a lo que fuera Itzamkanac. Y más de un siglo después, según mapa del ingeniero Oscar Treviño, (temporada chiclera 1956-57), la zona de Taxahá seguía llamándose El Tigre y por si fuera poco, un hato chiclero situado en los mismos límites, se llamaba Mérida, al igual que en el segundo, ― El Tigre‖. ¿Coincidencia? No, copia de nombres. 25) Porque estando la zona de Taxahá, muy alejada de las vías de comunicación terrestre hasta 1995, el sitio no ha sido estudiado por el I.N.A.H. Sabemos de fuentes fidedignas, que Taxahá si estuvo habitada en 1525, a la llegada de los españoles. 26) Porque a tan sólo cien metros de distancia de la pirámide principal de la hipotética Taxahá, se encuentra un montículo, y sobre de él, dentro de una oquedad, en posición inclinada, una enorme losa grabada, posiblemente funeraria, por lo que sospechamos se trata de la tumba del emperador azteca ―Cuauhtemoc‖. Nota: La zona arqueológica aludida, según los entendidos, es superior en tamaño a la capital Itzamkanac, y se encuentra terriblemente saqueada. Hagamos algo.
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ALGUNOS INVESTIGADORES DEL LUGAR DE LAS EJECUCIONES.
MARCOS E. BECERRA SÁNCHEZ. Tabasqueño nacido en Teapa, Tabasco, fue zel primero en estudiar los últimos días de Cuauhtemoc, mismos que hizo públicos en sus libros: Itinerario de Hernán Cortés en Tabasco, 1908, y Expedición de Hernán Cortés a las Hibueras, 1910. En este último libro, Becerra propone que Cuauhtemoc fue muerto en la cuenca del Usumacinta, en Guatemala, y sitúa a Itzamkanac muy cerca de la laguna Itzam, en el afluente del Usumacinta llamado ―De la Pasión‖. Queda entendido que el escritor descubrió (¿) el nombre de la laguna y en base a ello elaboró su hipótesis acomodando los nombres de las poblaciones visitadas por los expedicionarios, de tal manera que encajaran en el itinerario. Lamentablemente, a nuestro juicio, el señor Becerra, dejándose llevar por su gran amor a la región que lo vio nacer y a la que le dedicó grandes esfuerzos, descuidó algunos informes importantes señalados por Bernal Díaz del Castillo, Hernán Cortés, Chimalpahin, Ixtilxóchitl, etc., aunque ignoramos si estos ya eran conocidos en su época. Existen en la hipótesis del señor Becerra errores importantes: Cuauhtemoc no fue sacrificado en Itzamkanac, sino 2 jornadas más adelante y el conquistador al hablar de Acalan dijo: ―Está toda cercada de esteros, y todos ellos salen a la bahía o puerto que llaman de Términos…‖ datos que no encajan en sus figuraciones. SYLVANUS GRISWOLD MORLEY, norteamericano nacido en Pensilvania, conoció los trabajos de Becerra y visitó la región del Usumacinta, donde dejándose llevar por los trabajos del tabasqueño, acepta que el último emperador azteca fue ejecutado en la cuenca del Usumacinta. La reputación del investigador no sufrió ningún menoscabo no obstante su desacierto respecto al lugar de las ejecuciones. DORIS ZEMURRAY STONE, norteamericana, escribió en 1932 para la universidad de Tulane de Louisiana su ―SOME SPANISH ENTRADAS‖ y pone como primera entrada a la América Central a Hernán Cortés, siendo la primera escritora que sitúa a la provincia de Acalán como situada en la confluencia de los ríos que desembocan en la Laguna de Términos, concretamente al Candelaria y sus afluentes. EDWARD WILLYS ANDREWS, nació y murió en Chicago. En 1943 visitó la región de Candelaria y estudió la zona arqueológica situada a la entrada del ejido Miguel Alemán, a la que denominó ―San Enrique‖, nombre en aquel entonces de la población de Candelaria. Apoyó la hipótesis de la señora Doris Zemurray Stone. FRANCE V. SHOLES y RALPH L. ROYS, con la asistencia de Eleanor B. Adams y Robert S. Chamberlain, todos ellos de la universidad de Oklahoma, USA., dieron a conocer en amplios informes escritos en el libro: ―The Maya Chontal Indians of Acalán,
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Tixchel‖, la localización de la provincia de Acalán en las cuencas del Candelaria y el Mamantel, lugar de orígenes de sus habitantes, nombre de las poblaciones chontales y mactunes, una versión indígena sobre la muerte de Cuauhtemoc(PAPELES DE PAXBOLON) en Taxahá y la primera identificación de Itzamkanac en lo que hoy es la zona arqueológica ―El Tigre‖. PABLO MONTAÑEZ, nacido en Tabasco, escribió en 1987 el libro titulado ―La Ruta Trágica de Cortés‖, en la que describe el asesinato de Cuauhtemoc en Teotílac, cuenca del Usumacinta Guatemalteco, pero curiosamente coloca a la provincia de Acalán y a su capital en la cuenca del Candelaria, esta última en la juntura del arroyo Esperanza con el río San Pedro, en el lugar donde hoy se encuentra ―San Román‖. Estos dos informes a juzgar de quien esto escribe, se contraponen. SOPHIA PINCEMIN DELIBEROS, de nacionalidad francesa, realizó formidables estudios arqueológicos en la cuenca del Candelaria en 1989. Sus deducciones nos parecen brillantes. Es su libro ―Remontando el Río‖, una obra interesante y donde se puede aprender mucho. Desafortunadamente escoge como lugar de los magnicidios a la capital ―Itzamkanac‖, asunto que nos parece incierto. PEDRO VEGA, Tabasqueño radicado en Tenosique, propuso que el asesinato del último emperador azteca fue consumado en Akakja, cerca de la ciudad de Tenosique, Tabasco, y sitúa a Itzamkanac en el lado opuesto a Canitzá. Esta equivocada versión fue apoyada por el historiador Manuel Urrutia y por numerosos paisanos que cada día 28 de febrero celebran en dicha ciudad, el aniversario de la muerte de Cuauhtemoc. EULALIA GUZMÁN, nacida en San Pedro Piedra Gorda, Zacatecas, puntualizó la comarca de Acalán y el lugar del asesinato de Cuauhtemoc, entre el sur de Tabasco y el Petén Itzá, en el norte de la república de Guatemala. Descubrió el 26 de septiembre de 1949, bajo el altar mayor del templo católico de Ichcateopan, Guerrero, lo que creyó eran los restos de Cuauhtemoc, cuya identidad fue controvertida por una gran comisión nombrada por la Secretaría de Educación Pública y sobre la cual, por convenir a intereses nacionales, no se ha dicho la última palabra. SALVADOR TOSCANO ESCOBEDO, nació en Atlixco Puebla. Apareció su libro ―Cuauhtemoc‖ en 1953, 4 años después de su muerte en un accidente de aviación cuando apenas tenía 37 años. Identifica a Itzamkanac como la capital de Acalán en el río de la Candelaria e informa que los crímenes se cometieron en Tuxkahá, en las cercanías de la metrópoli de Acalán. Toscano profesó un gran amor hacia el mundo indígena que se derrumbaba por el embate de la civilización occidental. El libro de Toscano, es el más leído de cuantos se han escrito referente a la muerte del emperador. ANA LUISA IZQUIERDO, de la UNAM., escribió en 1997 su libro ―Acalán y la Chontalpa en el siglo XVI‖, identifica a la capital Acalantleca (Itzamkanac) con el sitio conocido hoy como ―El Tigre‖, en la cuenca del Candelaria, a la cual calcula que a la
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llegada de Cortés contaba con una población de 4 500 habitantes. Al lugar de los magnicidios lo reconoce como la población hoy llamada ―San Román‖ situado en la margen izquierda del río San Pedro, afluente del Candelaria. A la opinión de estas autoridades, algunas de ellas verdaderas celebridades, quiero agregar modestamente mi parecer: Cuauhtemoc y Tetlepanquetzal fueron asesinados en el sitio conocido hoy como ―Las Ruinas‖, terreno del señor Delfino Oropeza, situado entre los ejidos Pablo Torres Burgos y San José de la Montaña, municipio de Candelaria, Campeche.
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CIFRAS EN TORNO A LA VIDA Y LA MUERTE DE CUAUHTEMOC. Año de su nacimiento (aproximado)……….. 1 501 Su edad al morir, en años (aproximada)…… 24 Fecha de su muerte, martes 28 de febrero de 1 525 Fecha de su aprehensión, 13 de agosto de...... 1 521 Días que estuvo prisionero………………….. 1 295 Días que viajó en la expedición……………… 139 Fecha en que por cédula el rey Carlos I reprobó los hechos y reprendió a Cortés. 2 de octubre de 1 525 Años que ha permanecido en secreto el lugar donde fue sacrificado………………………… 481 Fecha en que hipotéticamente fue descubierta su tumba en Las Ruinas. 5 abril 1 998 ++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ COMENTARIO: Con motivo del quinto aniversario de la muerte de Luis Donaldo Colosio, un canal de televisión azteca, lanzó al aire un informe respecto a los magnicidios ocurridos a través de los siglos en tierras mexicanas. Se recordaron los asesinatos de Francisco I. Madero, Emiliano Zapata, Venustiano Carranza, Álvaro Obregón y desde luego Luis Donaldo Colosio, todos ellos considerados magnicidios. Pero el evento histórico más significativo y trágico de la conquista de nuestro país, el triple magnicidio de Cuauhtemoc, Tetlepanquetzal y Coanacoch, en la cuenca del Candelaria, nadie se acordó. Y por si fuera poco el total abandono en que se tiene el recuerdo de nuestros máximos héroes de la resistencia, en una radiodifusora tabasqueña se transmitió la noticia de que en la ciudad de Tenosique, Tabasco, el presidente municipal de dicho lugar, disfrazó la estatua del último emperador azteca, con el objeto de ridiculizar al personaje político del mismo nombre. ¿POR QUÉ?
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NOMBRES DE TODOS LOS PUEBLOS DE LA PROVINCIA DE ACALÁN Y SU SIGNIFICADO. (Otto Schumann, J. M. Chávez y Fidencio Briceño). (UNAM).
En este apartado citaremos a todos los pueblos que se nombran en los papeles de PABLO PAX BOLÓN, con la intención de reconstruir la provincia de Acalán según las propias fuentes históricas chontales. Otto Schumann, J. M. Chávez y Fidencio Briceño tradujeron los nombres de todos esos pueblos con la finalidad de localizarlos por medio de reconocimientos de superficie. Sin embargo, son pocos los que se han podido ubicar, otros su localización es tentativa. 01. ACALAN: Llamado Itzamkanac, pueblo. 02. TAHOBO: En el lugar del árbol hueco. (Otto Shumann). 03. TAHCAB o TATACAU: En la tierra, en la cuerda. (Otto Shumann). 04. TAPIB: En el horno. (Sholes y Roys). 05. CACMUCNAL (ZACMNAL): En lo enterrado (Otto Shumann). Tumba blanca (Sholes y Roys). 06. TANAUIBCAB: En la tierra parada (Manuel Chávez). 07. TAUCHCABAL: Tierra del zapote negro o del tlacuache. (Otto Shumann). 08. TAHKAKALAEZ: En lo revuelto o en la quemazón. (Briceño y M. Chávez). 09. TAPACAUICHCAB: En la tierra del arroyo de dos caras o del arroyo falso. (Briceño-Chávez). 10. TIXKANCUBIM: En la acacia amarilla. (Sholes y Roys). 11. TANACOMCHUTTE: En la casa del árbol que contiene agua. En la casa que cuenta o almacena agua. (Chávez). 12. TAHCEHXUCH: Donde abreva el venado (Briceño-Chávez). 13. TAKUNCHELAL: En los árboles Kunche (Scholes y Roys). 14. TATOK: En el pedernal (Scholes- Rovs). 15. TAMAUITZ: En el cerro de la guacamaya. (Schumann). 16. PETENMAX: Isla o territorio del mono. (Sholes y Roys). 17. TACHAKAM: (Ahora llamado Chunab) En la sabana. (Sholes y Roys). 18. TAYEL: En el lugar de los niños o de los huevos. (Schumann). 19. TEMAX: Donde están los monos o los chiles. (Scholes y Roys). 20. TAHAALKANTELAL: Entre los arroyos del árbol Kante. (Schumann). 21. TAHMALIN: Donde las flores (para hacer colchones o antorchas. (Viguiera Dentata) Chávez. 22. TAHKOMTILAL: En el valle sin dueño. (Chávez).
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23. TAHAAZCAB: El lugar del amanecer o el lugar de la alborada. (Briceño). 24. PETENAKU: Isla o territorio sagrado o del templo divino. (Chávez) 25. UXPETEN: Isla o territorio sagrado o del templo divino. (Chávez). 26. UATUNHOBONNIXTTE: En el nixté inclinado (Scholes y Roys). 27. TAKOOLKU: En el lugar de caldo sagrado o en el lugar de lo hábil y sagrado. (Chávez). 28. TAHCHIMAYTUN: Piedra venado en chontal (Scholes y Roys). 29. PANUITZCAB: Sobre la tierra o pueblo del cerro, la tierra del cerro quebrado. (Chávez). 30. TAHCACAB (TAHSACAB): En la cantera de cal. (Scholes y Roys). 31. TIXMALINDZUNUM: Dzunum significa colibrí. (Scholes y Roys). 32. TAHBIDZCABAL: Donde la tierra labrada. (Chávez). 33. TANCUT: (Tanzut) En la vuelta. (Scholes y Roys). 34. CHANHILIX: Varas pequeñas o palizadas (Chávez). 35. TACHANTOPPOLTUN: en donde brotan las piedras pequeñas (Chávez). 36. HOMOLNA: Casa hundida o derrumbada (Sholes y Roys), (Briceño). 37. TAOCABAL: en el pie de la tierra, en el soporte de la tierra. (Chávez). 38. TAHULI: En el pie de la tierra, en lo semejante, en la entrada. (Chávez). 39. CACCHUTE: (ZACCHUTE), cedro blanco. (Scholes y Roys). 40. TANIUITZ: En la ladera del monte. (Scholes y Roys). 41. TAPPOTTELAL: donde brotan los árboles. (Chávez). 42. TAPAXTOH: En el atabal del impuesto. (Chávez). 43. TAHCHACCHAUAC: En el lugar del gigante. (Chávez). 44. TAKUCAYCAB: (TAKUZAYCAB) en la sagrada tierra apelmazada o amontonada. (Chávez). 45. PALIBPETETTE: Hendidura o arroyo en forma de frijol o forma redonda. (Chávez). 46. TACHICIUA: en la oreja del maíz nuevo. (Chávez). 47. TAYAXTTELAL: donde las ceibas están. (Scholes y Roys.). 48. TAYAXAKCAB: Donde la tierra verde se une o mezcla. (Chávez). 49. TUXAKHA: Donde el agua se mezcla. Tal vez sea la confluencia de dos corrientes. (Scholes y Roys). 50. TAYNPILAL: en las redes para lagartos. (Chávez). 51. TAHBUDZIL: En la humareda o donde hay humo. (Schumann). 52. HOKNADZIC: Donde el humo está. (Scholes y Roys).
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53. TABIDZCABAL: En la tierra labrada. (Chávez). 54. TANOHUN: En lo grande o en lo viejo. (Chávez). 55. KANLUM: Tierra amarilla. (Scholes y Roys). 56. TAPAXUA: En lo quebrado, donde el maíz quebrado, en lo dispersado (asentamientos). (Chávez). 57. YAXHOPAT: Cinco promontorios verdes o espaldas verdes. (Chávez). 58. TAPOP: En los juncos (Sholes y Roys). En las esteras (Schumann). 59. TABOLAY: Donde el animal de rapiña está. (Scholes y Roys). 60. TAPOM: En el árbol de copal. (Sholes y Roys). 61. TAPULEMTTELAL: En la cresta de las aves. (Chávez). 62. TUHOLHAM: En el lugar de la tierra entre cada hueco. (Schumann). 63. TACACHILAL. (TAZACHILAL), donde las calandrias. (Chávez). 64. BOTEAC: Cañas o tallos del maguey, promontorio en agua estancada o mar tranquilo. (Chávez). 65. TADZUMUYCAB: En la tierra de las palomas. (Schumann). 66. TAMOMONCAB: La tierra de los momones. (Schumann). 67. TAHCHIMAL: En el escudo, o en la defensa. (Scholes y Roys). 68. YAXAHINTUN: Piedra verde o señor piedra verde. (Chávez). 69. TAHKOMCAB: En el lugar de la tierra hundida o de la hondonada. (BriceñoChávez). 70. TEMOCH: árbol tullido. (Chávez- Briceño). 71. TAYCHILAK: En la lengua lastimada. (Schumann). 72. TACHIICABAL: En la tierra de los nances. (Schumann). 73. TUHOLHAM: Orilla limpia o abierta. (Chávez). 74. TAYKBALAM: Donde el tigre negro (jaguar) está. (Scholes y Roys). 75. TANOCHICH: Donde la gran ave está. (Scholes y Roys). 76. TAMULTUM: En el túmulo de piedras. (Scholes y Roys, Schumann). ++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ NOMBRES DE ALGUNAS POBLACIONES ACALANTLECAS SEGÚN LOS PAPELES DE PAXBOLON MALDONADO Y SU SIGNIFICADO SEGÚN EL SEÑOR GASPAR CAUICH CHACON, LICENCIADO EN HISTORIA Y MAESTRO EN LENGUA MAYA DEL INSTITUTO CAMPECHANO. 3. TAHCAB O TACACAU: Tierra muy fértil. 4. TAPIB: En el horno (en el horno bajo la tierra).
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05. CACMUNAL: Enterrado en la tierra fértil. 06. TANAUIBCAB: En la raíz de la tierra parada. 18. TAYEL: En el lugar de los huevos. 19. TEMAX: donde están los monos o donde está el chile max. 23. TAHAAZCAB: Muy al amanecer. 24. PETENAKU: La isla de Dios. 25. UXPETEN: Isla siete. 29. PANUITZCAB: Sobre el cerro excavado. 31. TIXMALINDZUNUM: El paso del colibrí. 40. TANIUITZ: Frente al cerro. 53. TABIDZCABAL: En la tierra angosta. 55. KANLUM (no Kalum): Tierra amarilla. 65. TADZUMUYCAB: En la tierra plana. 73. TAHOLAM: Muy flaco. 75. TANOCHIHE: Huevo grande.
OTROS NOMBRES. (GASPAR CAUICH CHACON). ITZAMKANAC: (ITS’ANKANA’AN) lugar de mucha agua. ACALAN: lugar de aguadas. TAXAHA: Agua plana (no profunda). PAX BOLON ACHA: El que controla las nueve aguas. OTRAS FUENTES DE INFORMACIÓN. ACALAN: Lugar de canoas. (Bernal Díaz del Castillo). ACALLAN: En las canoas. (Diccionario de México, Editorial Panorama) MAZATAN: Tierra de venados. (Bernal Díaz del Castillo.) MACTUN O TAMAGTUN: Piedra o roca que cubre u obstruye algo. (Ana Luisa Izquierdo). TIZATEPETL: Cerro de la tiza. (Ana Luisa Izquierdo). TEOTILAC: Verdadero lugar del agua profunda. (Ana Luisa Izquierdo). ZAPOTITLAN: Entre los zapotes. (No disponible).
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E X P E D I T I O N DE H O N D U R A S. La parte inferior de la ―Tira de Tepechpan‖ (aquí incompleto), tiene la Siguiente leyenda en francés, seguramente puesta por Aubin. ―73. Quauhtemoctzin, 11. et dernier Roi de México, 74, 75. Mort des Rois Mexicains Citée par Humboldt. Essai II, p. 64. Expedition de Honduras‖. A.L.Z.
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El mensaje impreso en el Códice VATICANO ―A‖ es muy amplio. Al centro vemos a dos indígenas colgados de un árbol. A la izquierda, a un fraile colgado de un madero. A la derecha, el cadáver y la cabeza de dos españoles flotando en el río. Nuestros estudios nos indican que los hechos corresponden al mismo día, pero no al mismo lugar. Los indígenas fueron asesinados en ―TAXAHÁ‖, y los españoles, en ―TUXKAHÁ‖, habiendo una distancia de ocho kilómetros en línea recta, entre estas poblaciones, hoy zonas arqueológicas en la cuenca del río Candelaria. –A.L.Z.
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TUXCAHÁ EN 1525, ZONA CONFLICTIVA ENTRE LAS PROVINCIAS PREHISPÁNICAS DE ACALAN Y MAZATAN. Situada en la margen izquierda del río Caribe, afluente del Candelaria, justamente donde vierte sus aguas Arroyo Negro. Tuxcahá, población mazateca, era una zona conflictiva donde convergían los intereses económicos y políticos de las dos principales provincias del Alto Río Candelaria: Acalán y Mazatán. Precisamente fue en esta gran zona de ríos, arroyos, lagunas y sobre todo camperías, donde estaban los 20 pueblos que según los caciques chontales no los querían obedecer. Estas poblaciones no estaban sujetas a la provincia de Acalán porque se sentían Mazatecas. Sin embargo, esta provincia se hallaba en una encrucijada pues si al oeste tenia a Acalán, provincia que la había desplazado de su lugar de origen en la cuenca del Candelaria, al sur, los aguerridos lacandones hacían constantes incursiones en su territorio, quemándoles sus casas, robándoles sus propiedades y llevándose a los pobladores para usarlos como esclavos o para ser sacrificados a los dioses. Mazatán, situada en terreno llano, se vio obligada a defender sus poblaciones, fortificándolas con empalizadas y fosas profundas (algunas todavía muy visibles), al mismo tiempo que hacía concesiones a los Acalantlecas, ejemplos: el constante tránsito en sus caminos de los mercaderes, así como cierta dependencia en abasto de algunas mercancías, principalmente la sal. Al norte de Tuxcahá y apenas separado por el río Caribe grandes extensiones de terrenos dominados por los Acalantlecas en 1525, fueron escenarios de los fatales acontecimientos en las que perdieron la vida los máximos jefes de la resistencia indígena: Cuauhtemoc y Tetlepanquetzal. Taxahá fue el nombre de la población donde fueron ejecutados nuestros héroes indígenas y todavía conserva no obstante los constantes saqueos de que ha sido objeto desde hace por lo menos cincuenta años, la esplendidez de por lo menos 26 estructuras casi todas piramidales, estilo Petén y que podían rivalizar en tamaño con las de la capital Itzamkanac. En este asentamiento prehispánico se halló una estela inclinada, hecha con piedra de la región y que mide 2.10 metros de ancho por 2.50 metros de alto, sin sumar parte de su espiga que se encuentra enterrada. La estela, está situada en una plataforma muy baja y está grabada al frente con jeroglíficos muy borrosos, por lo que urgen los servicios de algún epigrafista oficial del I.N.A.H. Más al norte de Taxahá, a solo 1.5 kilómetros de distancia se encuentra otra zona arqueológica de menor tamaño y aunque algunos estudiosos la mencionan como parte de la misma Taxahá, sospechamos de que se trata de la población conocida en su tiempo como Tachaham, vinculada también con la muerte de Cuauhtemoc y que en la lista de los papeles de Pax Bolón Maldonado aparece con el número 17.
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Aunque algunos historiadores muestran a esta población en la cuenca del Mamantel, nosotros tenemos algunos indicios que señalan que Tachaham se encuentra a tan solo 1.5 kms., de Taxahá y a 7.5 kms., del río Caribe, siendo nuestras razones las siguientes: 1) Porque tanto Tuxkahá, como Taxahá y Tachaham, están vinculadas con la muerte de Cuauhtemoc, lo que indica que deben estar cerca unas a las otras. 2) Porque dichas poblaciones relativamente no están muy alejadas de la capital Itzamkanac y del hipotético derrotero que la mayoría de los historiadores no tabasqueños acreditan para los expedicionarios de las Hibueras. 3) Porque Tachaham según los historiadores Sholes y Roys, significa ―en la sabana‖, siendo precisamente esta población la más cercana a ―Isla Pac‖, llamada así por los historiadores aludidos a la campería mayor del río Caribe. 4) Porque Tachaham, tiempo después cambio su nombre por el de ―Chunab‖, siendo nuevamente poblada por mayas yucatecos, lo que se puede interpretar que su ubicación se localiza en una área rayana entre la provincia de Acalán y las cercanías con Yucatán. 5) Porque en esta población murió en 1526, el cacique chontal Pax Bolón Acha y como sus restos fueron trasladados a la capital, es lógico suponer que Tachaham no estaba muy lejos de la corriente principal del río Acalán. +++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ L O S
I N F O R M A N T E S.
HERNAN CORTÉS PIZARRO, en su libro ―Cartas de Relación‖ no informa el nombre del lugar de los trágicos sucesos y también oculta dolosamente el de la última población visitada antes de los sucesos, así como la primera después de los hechos, que como explicamos se trata de la misma. Su mutismo nos indica el deseo de ocultar el lugar de los hechos. BERNAL DIAZ DEL CASTILLO. En su libro ―Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España‖, escrita en Guatemala en 1568, el soldado historiador nos dice lo siguiente en el encabezado del capítulo CLXXVII, ―En lo que Cortés entendió después de llegado a Acala, y como en otro pueblo más adelante sujeto al mismo Acala mandó ahorcar a Guatemuz, gran cacique de México, y otras cosas que pasaron‖.
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FRANCISCO LÓPEZ DE GÓMARA, es el único historiador que alude a Itzamkanac como el lugar de los magnicidios. Esta información ha sido desestimada por varias razones, 1. Porque Gómara era capellán de la casa y familia de Cortés en España y estaba al servicio de este. Como sabemos que el conquistador tenía un interés especial en ocultar el nombre del lugar de los magnicidios, no es de dudarse que aprovechara esta oportunidad para confundirnos, 2. Porque no se ajusta a los datos proporcionados por él mismo Cortés en sus ―Cartas de Relación‖, ni en los de Díaz del Castillo, ni en las fuentes indígenas, 3 Porque Gómara jamás estuvo en América. PABLO PAX BOLÓN MALDONADO, escribano público del pueblo de Tixchel informó en la ciudad de Campeche el 5 de julio de 1612, detalles sobre los motivos de la muerte del emperador azteca y señaló lo antes dicho: ―Taxahá‖, que tuvo 20 días Cortés, donde se cortó la cabeza al capitán mexicano, Quatemuco‖. DOMINGO FRANCISCO DE SAN ANTÓN MUÑÓZ CHIMALPAHIN. (15791660) historiador aborigen, en sus análisis históricos menciona como lugar de los hechos, a la provincia de Acallan Hueymollán. FERNANDO ALBA IXTLILXÓCHITL. Historiador y traductor trae el nombre azteca de la población, Teotílac, dos jornadas después de Acallan y concreta el dato en martes de carnaval. Orozco y Berra fue el primero en calcular esta fecha movible para situarla correctamente en el 28 de febrero, cálculo que Scholes y Roys han confirmado aprovechando cómputos astronómicos oficiales de Monte Wilson, Estados Unidos. LA TIRA DE TEPECHPAN, da la siguiente versión: los condenados fueron decapitados, sus cuerpos suspendidos de los tobillos de las ramas de la ceiba, en tanto las cabezas de las víctimas se clavaron en los muros del templo principal de Tuxkahá. CODICE VATICANO ―A‖. Nos muestra en una sola escena a dos indígenas colgados de las ramas de un árbol; a un fraile también colgado, y aparte, el cadáver de un español y la cabeza y los miembros de otras personas flotando en el río. HERNANDO ALVARADO TEZOZOMOC. El adalid del pueblo Mexica nació hacia 1520, informó que ―cuando el marqués supo tal falsedad, al punto hizo bautizar a los reyes, a Cuauhtemoc y a Tetlepanquetzatzin y a Tlacotzin. En cuanto se bautizó a los dos primeros los sentenció en justicia. Ambos reyes murieron en Hueymollán‖. JUAN DE TORQUEMADA. Nació en España. Escribió: ―Fuélos ahorcados aquella noche de un árbol llamado pochótl, que los castellanos llaman ceiba, que es muy grande y muy copado. Aquí amanecieron todos estos tres reyes colgados, y otros 5 señores con ellos, que debieron de ser de la consulta, o comprendidos en los recelos‖.
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―E R R O R E S
D E A P R E C I A C I Ó N‖.
Quizás el amor a lo nuestro nos hace ver algunas cosas como no son, ejemplos: Podríamos jurar que la más hermosa de las aves, vuelo silencioso y ojos penetrantes, es el águila, y que los colores más bellos que hayan visto seres humanos son: el verde, el blanco y el rojo, mismos que lleva nuestra enseña nacional, y así sucesivamente. Quizás eso mismo le pasa a algunos historiadores, que aceptan libre de toda duda, aquello que se haya escrito en la antigüedad sobre nuestro país, y más si lleva un título tan rimbombante como: ―Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España‖. Pero no hay que ser tan ingenuos o fantasiosos, las historias de los pueblos están hechas de mucha lucha y poca danza, de muchas lágrimas y pocas sonrisas. Aceptemos que don Bernal Díaz del Castillo escribió un libro, pero, ¿Cómo sabemos que lo que estamos leyendo fue lo que escribió? o ¿Cómo podemos estar seguros que los puntos más trascendentes de la obra, no fueron modificados para beneficio de la memoria de esos crueles conquistadores? Una cosa es cierta para quien se profundiza en el estudio de este libro: Don Bernal Díaz, más que un soldado historiador, era un caballero historiador, pero preguntémonos, ¿Lo fueron igualmente los primeros editores y demás elementos que participaron en la elaboración del libro? Si esto es así, ¿Por qué tantos tachones en el curso de la obra? Yo creo que no. Sucede también que a veces un historiador, un cartógrafo etc., comete errores en sus escritos, mismos que después serán copiados por otras personas, persistiendo el error. Pongamos ejemplos: La campechana isla ―Bermeja‖, que aunque aparece en varios mapas de los siglos XVIII y XIX, nunca fue localizada. Así mismo, una cadena montañosa que corre de sur a norte del centro de nuestra geografía campechana según varios mapas de diferentes épocas, no existe. Igualmente una información de don Arturo Shiels nos dice allá por el año 1879, que el nacimiento del río Candelaria es desconocido, y que su extensión ha sido calculada en 250 millas. Esta misma información, sin comprobarse, ha sobrevivido 125 años y sigue apareciendo en libros y revistas de prestigio como Selecciones, con el único cambio de que las millas fueron convertidas en kilómetros (402). Por lo tanto, para no caer en aberraciones, los investigadores debemos poner en duda todo lo que leemos, sólo dando por cierto los hechos, después de una larga reflexión. Nota: el río mide aproximadamente 260 Km. En otro orden de ideas, es comprensible la actitud del conquistador al proporcionarnos datos que nos lleven a la confusión y así nunca encontrar el lugar donde fueron asesinados los máximos héroes de la resistencia, para que dicho lugar no se convierta en un santuario de la mexicanidad. Ejemplo de falsa información: Don B. D. C., narra en el capítulo 178, pág. 472: ―Y yendo por aquellos campos rasos, había tantos venados y corrían tan poco, que luego los alcanzábamos a caballo, por poco que corríamos con los caballos tras ellos, y se mataron sobre veinte.
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Y preguntando a los guías que llevábamos ¿Cómo corrían tan poco aquellos venados y no se espantaban de los caballos ni de otra cosa ninguna?, dijeron que en aquellos pueblos, que ya he dicho que se decía los mazatecas, que los tienen por sus dioses, porque les ha parecido en su figura, y que les ha mandado su ídolo que no les maten ni espanten, y que así lo han hecho, y que a esa causa no huyen. Y en aquella caza, a un pariente de Cortés, que se decía Palacios Rubios, se le murió un caballo porque se le derritió la manteca en el cuerpo de haber corrido mucho. Dejemos la caza, y digamos que luego llegamos a las ―poblazones‖ por mi ya nombradas, y era mancilla verlo todo destruido y quemado‖. ―Y yendo por nuestras jornadas (continúa B.D.C.), como Cortés siempre enviaba adelante corredores del campo a caballo y sueltos peones, alcanzaron dos indios naturales de otro pueblo que estaba adelante, por donde habíamos de ir, que venían de caza y cargados un gran león y muchas iguanas, que son hechura de sierpes (¿) chicas, que en estas partes así les llaman iguanas, que son muy buenas de comer; y les preguntaron que si estaba cerca su pueblo, y dijeron que si, y que ellos guiarían hasta el pueblo, y estaba en una isleta cercada de agua dulce‖. Nuestras investigaciones nos dicen que estos lugares se encuentran al sur de la gran curva que describe el hoy ―Arroyo Negro‖ y al norte de la laguna que conocemos como ―La Misteriosa‖. Así mismo, Hernán Cortés escribió en sus ―Cartas de Relación‖, página 163 lo siguiente: ―Y en estos llanos se hallaron muchos gamos y alanceamos a caballo 18 de ellos, y con el sol y con haber muchos días que los caballos no corrían, porque nunca habíamos traído tierra para ello, sino montes, murieron dos caballos, y estuvieron muchos en harto peligro. Hecha nuestra montería, seguimos el camino adelante, y a poco rato hallé algunos de los corredores que iban delante parados, y tenían cuatro indios cazadores que habían tomado, y traían muerto un león y ciertas iguanas, que son unos grandes lagartos que hay en las islas‖. Queda entendido que esta información es la misma que nos dio B.D.C., sólo que Cortés sitúa este lugar después de salir de Tayza (Tayasal) Guatemala. Estamos convencidos que la primera información es la correcta y la segunda es una hábil maniobra del conquistador para confundirnos y así no localizar el lugar de los hechos. Tal parece que las iguanas a que se refieren los dos historiadores son los llamados ―garrobos marinos‖, especie ya desaparecida en nuestro medio y cuyos últimos ejemplares existieron en la hoy Laguna Misteriosa y áreas limítrofes con Guatemala. Otro caso en que se manifiesta la astucia del conquistador (o la de los editores de su libro), es su aparente corta estancia en la capital Itzamkanac, lugar en la que declara que nunca ha pedido ninguna cosa a los señores de estas partes, si ellos no me lo quieren dar. Hemos llegado a la conclusión de que el conquistador extremeño estuvo en
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Itzamkanac de ocho a diez días, y que las cien canoas que les fueron dadas con bastimento fueron conseguidas a base de amenazas, pues habían aprehendido a los caciques chontales y acusados de confabulación con los héroes mexicanos. Cabe destacar que el mismo derrotero errático que llevó el conquistador a su salida de Itzamkanac, quizás sea la mejor prueba de que los asesinatos a los mexicanos no fueron motivados por una conspiración o alzamiento contra los españoles, sino crímenes provocados por un juicio aventurado de la Malinche, advenido durante las pláticas entre los mexicanos y los chontales. Al salir de la capital chontal, llevaba un derrotero no con la mira puesta en Nito y por el cual ya había recibido valiosos informes y guías para el camino, sino en el lugar donde realizaría las ejecuciones. Otros datos interesantes son: Los frailes franciscanos, dos intelectuales de primer orden, no se tragaron el cuento de que las ejecuciones fueron motivadas por una conspiración indígena, por lo que planeaban hacer la denuncia a los reyes españoles, pero el conquistador (o la malinche) presintiendo dicha acción, los asesinó ese mismo día y sus cadáveres tiró al río. Cabe la posibilidad de que alguno de ellos haya sido encontrado haciendo anotaciones de las incidencias del viaje en su libro diario, tal como el nombre de las poblaciones y que no le favorecía a Cortés. De todos modos, los franciscanos que quedaron en México, trece según nuestra cuenta) supieron lo sucedido por boca de los mexicanos que habían regresado de la expedición, e hicieron la delación a los reyes españoles, por lo que Cortés quedó fuera de los cargos principales, siendo reprobadas sus acciones de Taxahá y Tuxkahá, por cédula de Carlos I, el 2 de octubre de 1525. Curiosamente, cuando Cortés llegó a su destino en esta fracasada expedición, en la que no hubieron evangelizaciones ni acopio de bienes materiales, pudo constatar que soldados leales a él, habían asesinado al desertor y traidor Cristóbal de Olid. Vale decir que a Cortés se le otorgaron algunos tratamientos como el de ―Don‖ y que se le nombrara ―Adelantado de los Mares del Sur‖, pero esto lo logró meses antes de que los reyes españoles supieran lo de sus crímenes. Todos estos sucesos, fueron ―secretos‖ entre españoles y aborígenes mexicanos, que nunca llegaron a los libros. ++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ LA
B Ú S Q U E D A D E L A T U M B A.
En febrero de 1998, ante la desesperante situación económica en la que me encontraba y que me impedía realizar un viaje de reconocimiento a la zona arqueológica llamada ―Las Ruinas‖, platiqué mis inquietudes al señor Ernesto Vargas Pacheco, encargado del INAH para la reconstrucción de las ruinas ―(EL
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Tigre‖), explicándole con todos los detalles en que basaba mi hipótesis de que en dicho lugar, se cometieron los magnicidios. Don Ernesto me escuchó con interés y a mi solicitud de que hiciese una pesquisa en dicho lugar, me contestó que iría a dicho sitio a investigar si había cerámica anaranjada, como prueba de que estuvo habitada a la llegada de los españoles a estas tierras. Lamentablemente, don Ernesto por esos días viajó a México, quedando la investigación en suspenso. PRIMER VIAJE A ―LAS RUINAS ―. El día 29 de marzo de 1998, me acompañaron los señores Francisco Corral Salazar y Carmen Rueda en un viaje a dicho sitio, que resultó costoso y frustrado, pues el vehículo resultó impropio para transitar por esos caminos. SEGUNDO VIAJE A ―LAS RUINAS‖. El día 5 de abril de 1998, acompañado del amigo José Hernández Ramos y con un vehículo del señor Julio López Zapata, por fin pude llegar a ―Las Ruinas‖, constatando las lamentables condiciones en que se encontraba; igualmente vimos dos estelas tiradas en el suelo y una enorme losa situada en una oquedad, que nos pareció ser una tumba. Eran las 7 de la noche, pero con suficiente visibilidad, y de inmediato me invadió una agradable satisfacción de triunfo, ¿Y si esa tumba fuera la de Cuauhtemoc?, ¿Cuántos secretos escondería?, ¿Qué repercusiones tendría el hallazgo?, ¿Cuántos opiniones y mitos de celebridades se derrumbarían? ¿Qué beneficios acarrearía a la región? y sobre todo, ¿Qué homenajes recibirían nuestros máximos héroes de la resistencia? TERCER VIAJE A ―LAS RUINAS‖. Considerando el éxito obtenido en el viaje anterior, el día 9 de abril (jueves, 4 días después) a invitación mía me acompañó el señor Ricardo Encalada Argáez, director de difusión cultural del estado de Campeche, en un nuevo viaje a ―las Ruinas‖. Don Ricardo, filmó una película que 15 días después fue proyectada por un canal de televisión de la ciudad de Campeche. Pocos días después de esta última fecha, llegó a Candelaria el director del I.N.A.H. de Campeche, Lic. Carlos Vidal Angles, al cual informé minuciosamente mi hipótesis sobre la muerte de Cuauhtemoc y mi hallazgo en ―Las Ruinas‖. Lamentablemente, a don Carlos, no pareció interesarle mis conjeturas, por lo que no viajó a dicho lugar. CUARTO VIAJE A ―LAS RUINAS‖ Afortunadamente, días después logré convencer al custodio de las zonas arqueológicas de Candelaria, señor Julio Soler Graham, de que visitara el sitio tantas veces mencionado, para poner un hasta aquí a los enormes saqueos de por lo menos 50 años, y en futuro deslindar responsabilidades, por lo que en mayo 21, acompañado de dicho custodio y del arqueólogo del I.N.A.H., señor Hebert Ojeda, hicimos un nuevo viaje al sitio, el cual resultó exitoso, quedando ambos señores comprometidos a trabajar a favor de una
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atención inmediata a esa zona arqueológica que a juzgar de las estimaciones de ellos, es la de mayor magnitud de la región Candelarense, incluyendo a la de la capital Itzamkanac, prevaleciendo en sus estructuras los estilos ―Río Beec‖ y ―Petén‖. ++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ A finales de abril o principios de mayo, apareció en el diario ―Novedades‖ de Ciudad de Campeche, la siguiente nota periodística, la cual transcribo textualmente y analizo: INDICIOS QUE CUAUHTEMOC MURIÓ EN CANDELARIA Novedades/REDACCION.___________________________________________________ El Instituto Nacional de Antropología e Historia reveló que existen indicios de que el emperador azteca, Cuauhtemoc, fue sacrificado cerca de la zona arqueológica de Candelaria. Sin embargo, añadió que es muy difícil determinar el lugar y casi imposible aseverar que existe una lápida. Por su parte, el director de Difusión Cultural de la Universidad Autónoma de Campeche (UAC), Ricardo Encalada Argáez, aseveró que existe una tumba que se cree perteneció al emperador azteca. ―Sin embargo, el INAH no ha hecho nada por investigar‖, estimó. Encalada Argáez aseguró que visitó la zona y encontró restos de lo que podría ser la tumba del emperador, pero se quejó de que el INAH no ha enviado ―siquiera una cuadrilla de trabajadores para investigar‖. Vidal Angles explicó a Novedades que una de las cartas de relación del español Hernán Cortés, detalla que cuando traía preso al emperador azteca, sospechó de una rebelión indígena por lo que decidió asesinarlo. -Grandes historiadores y personajes del mundo arqueológico, entre ellos el investigador Román Piña Chán, la maestra Eulalia Guzmán y el actual investigador de la zona de ―El Tigre‖, han planteado la posibilidad de que la zona de ―Izancanah‖ (¿) o ―El Tigre‖, sea el sitio donde efectivamente haya muerto el último rey azteca dijo. El planteamiento del cronista de Candelaria que asevera haber encontrado la tumba de Cuauhtemoc, indicó, carece de fundamento. Subraya que las cartas de relación de Hernán Cortés, abundan que Cuauhtemoc fue ahorcado y su cuerpo tirado en la selva para alimento de los animales carnívoros. ―Entonces es muy difícil plantear dónde está la tumba‖, replicó. Precisó: ―En este momento no podemos decir que se ha descubierto y mucho menos hablar de la existencia de una lápida. En la etapa prehispánica según la historia no existían lápidas‖. Lo que se ha tratado de relacionar con una lápida, no son más que un conjunto de grandes piedras con petroglifos o petrograbados, pero no podemos plantear que sea la tumba de Cuauhtemoc, insistió.
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Contrario a lo que afirma el director de difusión cultural de la UAC, sostiene que desde hace tres años están trabajando en la zona arqueológica ―El TIGRE‖, donde se hicieron estudios topográficos del sitio, levantamientos de la estructura, entre otras obras. Resalta que es imposible determinar de un día para otro si efectivamente en esa zona murió Cuauhtemoc, ya que el medio natural de la región ―ha sido cambiado drásticamente‖. Incluso, manifestó que la comunidad de ―El Tigre‖, está asentada sobre el sitio prehispánico, además que existe una deforestación ―Terrible‖ de la región. La prioridad principal, es rescatar el sitio y posteriormente analizar cuidadosamente las cartas de relación de Hernán Cortés para determinar dónde y en qué lugar fue asesinado el emperador azteca. -Es como encontrar una aguja en un pajar, añadió, ―Izancanah‖ o ―El Tigre‖ es un sitio de 25 kilómetros cuadrados, donde tiene que haber un gran trabajo, concluyó. Hasta aquí las declaraciones del director del I.N.A.H., y del director de difusión cultural de la Universidad Autónoma de Campeche, mismas a las que me permito hacer el siguiente comentario: 1. Me niego a creer que investigadores como Román Piña Chán, la maestra Eulalia Guzmán y el Sr. Ernesto Vargas Pacheco, actual restaurador de la zona ―EL Tigre‖, hayan planteado la posibilidad de que en la zona arqueológica de ―Itzamkanac‖ sea el sitio de los crímenes. Pues dicha zona no se ajusta a los informes de B.D.C., Ixtlilxóchitl, Chimalpaín, la tira de Tepechpan, Pablo Pax Bolón y las mismas Cartas de Relación de Hernán Cortés. Sólo López de Gómara asegura que la ejecución fue en Itzamkanac, pero esta versión queda descartada pues Gómara (que jamás estuvo en América) recibió dichos informes siendo capellán del mismo Cortés. El historiador Salvador Toscano dice: A Gómara, le debemos un equívoco histórico de más de cuatrocientos años. 2. Las ―Cartas de Relación‖ no dicen que el cuerpo de Cuauhtemoc fue tirado en la selva para alimento de los animales carnívoros. 3. Se comenta que en la etapa prehispánica, según la historia, no existían lápidas. Pero la etapa que estamos señalando (1525) no es prehispánica, pues los españoles ya habían destruido Tenochtitlán, desde hacía tres años y 6 meses y medio. 4. Es cierto que en Itzamkanac se están haciendo trabajos de reconstrucción, pero el sitio ―Las Ruinas‖, que es al que nos referimos y donde suponemos fueron ejecutados Cuauhtemoc y el Sr. de Tacuba, no había sido visitado por el personal del I.N.A.H., nunca, según informes del custodio y del arq. Sr. Ojeda. Quiero continuar el tema con una declaración: ―Si logro encontrar el lugar de las ejecuciones, quizás el éxito no se deba tanto a mi insistencia, sino al escaso esfuerzo o nulo, que pusieron las autoridades. En ―la búsqueda‖, jamás he sentido la competencia de nadie a manera de sombra. En otras cosas existe la competencia
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por lograr el éxito, pero aquí lo que predomina es el total desinterés y la apatía por resolver el enigma. Sólo escuché a cambio expresiones derrotistas, como: ―Buscar la tumba de Cuauhtemoc, es como buscar una aguja en un pajar‖, siendo lo más triste el haberlo oído de labios de quien menos debería decirlo. Para la declaración anterior, yo he elaborado una frase que resulta ser divergente: ―Es obligación y motivo de satisfacción de nosotros los Campechanos, y de ningún otro grupo más que nosotros. No podemos eludir esta responsabilidad‖. Quiero decir que desde hace algunos años, en mi interior, este tema de las ejecuciones de nuestro héroes, ha tocado delicados aspectos como son: El amor a la patria y el deber que tenemos los humanos de atender nuestros orígenes. Pero quizás, en contraposición, quien hizo las veces de fuerza generadora fue el orgullo, que me señalaba lo triste que sería que otra u otras personas con mucho más estudios y sobre todo con una capacidad económica abrumadora lo lograsen. En especial, me acordaba de la inesperada respuesta que en plena competencia, dio cierto deportista cubano del béisbol: ―Nos podrán ganar en otros deportes, pero en este no‖, Digo esto, porque si bien es cierto, que en otros lugares existen elementos avanzados para lograr un objetivo como este de las investigaciones, nosotros podríamos superar fuerzas, por medio de la motivación y el deber. El tema de la muerte del ―Joven abuelo‖, es a todas luces, el enigma mayor de nuestra historia con 474 años de vigencia, y quizás sea el peor atendido, motivada por la escasa importancia que se le ha dado. Tenemos elementos suficientes al alcance de nuestras posibilidades para lograr descifrar este misterio, pero insistimos en posiciones propias de personas fracasadas… ¡Basta ya! ++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ LOS INFORMANTES… (Viene de la página 47). 09. Por la Ruta Histórica de México, Centroamérica i las Antillas. 3 volúmenes. Marcos E. Becerra Sánchez. Biblioteca básica Tabasqueña. Gobierno de Tabasco. 10. ―Enciclopedia de México‖. Secretaría de Educación Pública. CD., de México 1988. 11. ―Historia Cartográfica de la Península de Yucatán‖. Michael Antochiw 1994. Gobierno del estado de Campeche. Grupo Tribasa. Una producción de editorial: Comunicación y Ediciones Tlacuilo, S. A. de C. V. 12. Códice de Cuauhtemoc. Biografía. Dolores Roldán. Editorial Orión. 13. Acalán y la Chontalpa en el siglo XVI. Por Ana Luisa Izquierdo. Universidad Nacional Autónoma de México, 1997. 14. La Tradición Oral Sobre Cuauhtemoc. Alicia Olivera de Bonfil, Universidad Nacional Autónoma de México, México 1980. 15. Diccionario de México, Juan Palomar de Miguel. Editorial Panorama.
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Campeche, Cam. 2 de Junio de 1998 INSPECCION EN ―LAS RUINAS‖ DE LA REGION DE CANDELARIA, CAMPECHE.
Arqlgo Heber Ojeda Mas Sección de Arqueología Centro INAH Campeche.
El 19 y 20 de mayo del presente año visitamos en compañía del custodio del área de Candelaria Sr. Julián Soler y del cronista del mismo lugar Sr. Alvaro López Zapata un asentamiento prehispánico ubicado a 8 km. al norte-noroeste del ejido Pablo Torres Burgos.
Efectivamente, se trata de un asentamiento prehispánico ubicado en terrenos de pequeña propiedad del -----Sr. Delfino Oropeza----Conocido con el mote de ―Chelano‖ con domicilio en Triunfo, Tabasco.
El sitio arqueológico está compuesto por un basamento de alrededor de 100 m. por lado y de 7 m. a 2 m. de alto de acuerdo a la topografía del terreno. En la parte superior de este basamento se disponen diversas estructuras de tal forma que integran tres plazas, siendo la central la más amplia en donde se concentran las estructuras de mayor volumen y altura (hasta de 8 m. de alto) de la plataforma.
En el lado oeste del basamento sobre el terreno natural, existe otra plaza con varias estructuras siendo la mayor con más de 20 m. de alto con signos de saqueo que dejó expuesto parte del muro (Foto No. 1). Justamente en el lado sur de esta plaza se encuentra una estela fuertemente inclinada hacia la parte de atrás. La estela, numerada como No. 1, (Foto No. 2) que se desplanta de una plataforma muy baja, tiene alrededor de 2.10 m. de ancho con altura de 2.50 m. sin sumar parte de su espiga que se encuentra enterrada en el suelo. Sólo el frente de la estela estuvo grabada con jeroglíficos y actualmente sólo quedan las huellas de los mismos, lo que no permite
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distinguir con claridad los grabados porque han estado expuestos directamente a la intemperie.
Esta estela compuesta de una loza grande de piedra no tiene relación alguna con una lápida ya que son dos cosas distintas. Además la base de la estela tiene una excavación furtiva lo que ocasionó que se inclinara fuertemente.
En esta misma plaza encontramos dos lozas de piedra de grandes dimensiones rotas en varios pedazos que pueden corresponder a otras estelas que actualmente estuvieron expuestas al fuego.
Por la parte de en medio del lado norte del basamento también encontramos un fragmento de otra estela (estela No. 2) de 1.30 m. de largo por 1.05 m. de ancho con 30 cm. de espesor. Como la estela anterior, también estuvo tallado y actualmente se encuentran muy erosionados sus glifos (Foto No. 3).
Una estructura ubicada en el ángulo sureste del basamento, tiene alrededor de 11 m. de alto y presenta un saqueo. Sin embargo permite observar parte del muro de la fachada elaborado de piedras labradas muy bien embonadas. (Fotos Nos. 4 y 5).
Otra estructura de más de 20 m. de alto ubicada como a 100 m. al noroeste del basamento es piramidal y por la su lado norte hacia la cúspide se aprecia parte del muro del recubrimiento del edificio que podría corresponder a uno de los cuerpos que lo forman.
En cuanto a la muerte de Cuauhtemoc, Hernán Cortés en sus Cartas de Relación informa que este hecho fue en un pueblo de Acalán, en donde mandó a ahorcar en 1525 a Cuauhtemoc y al señor de Tacuba porque estaban incitando a una rebelión en contra de los españoles. Lo mismo señala Bernal Díaz del Castillo en su Historia de la Conquista de la Nueva España.
El episodio de la muerte de Cuauhtemoc, es uno de los menos aclarados de la conquista y uno de los más controvertidos. Las versiones difieren en lo que toca al lugar de la ejecución y hasta los
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denunciantes. Cortés y Bernal Díaz no dan ninguna precisión sobre la ciudad en donde tuvo su lugar este acontecimiento, lo que plantea un problema de interpretación, pero lo que es claro es que fue en las inmediaciones de Itzamkanac. Las fuentes relacionadas a este hecho están divididas lo que dificulta con los datos que proporcionan decidirse por una u otra versión.
Probablemente si se contara con información escrita que señalara el lugar específico de la ejecución y enterramiento de Cuauhtemoc se necesitaría que tuviera una serie de requisitos antropológicos específicos como edad, sexo, y estatura promedio que tendrían que corresponder a los restos óseos del personaje en cuestión ya que en todos los asentamientos prehispánicos existen enterramientos humanos. Además deberían estar acompañados con ofrendas asociadas a las costumbres funerarias náhuatl de la época y sobre todo si se trataba de un emperador azteca, lo cual sería muy difícil ya que los españoles probablemente evitarían que se continuara el culto considerado como pagano.
MECANUSCRITO EN PODER DE LA SECCIÓN DE ARQUEOLOGÍA DEL CENTRO INAH CAMPECHE.
N. de la R. Posteriormente, el arqueólogo Heber Ojeda Mas, del centro INAH de Campeche, tuvo la amabilidad de informarnos lo siguiente: son en total 26 estructuras, de las cuales, siete son de menos de dos metros, quince de dos a cinco metros, dos de más de quince metros y dos más de veinte metros de altura. El asentamiento prehispánico ocupa una extensión de una y media hectáreas. El uso actual del suelo es ganadero y las coordenadas geográficas del sitio arqueológico denominado ―Las Ruinas‖ son: latitud norte 18º 21’ 56.6‖ y longitud oeste 90º 39’ 51.6‖
Cabe mencionar que no obstante ser conocida esta zona arqueológica desde hace más de cincuenta años, incluso en medio de ellas hay un camino transitado por los habitantes de la comunidad ―San José de la Montaña‖, el titular del centro INAH de Campeche dice no haber sido notificada. Ha sido terriblemente saqueada. Nunca ha tenido protección. A.L.Z.
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CONSIDERACIONES Y DATOS DIVERSOS. Este artículo tiene como objetivo principal el proporcionar al público algunas informaciones y consideraciones que por su naturaleza (o por descuido personal) no incluimos o lo hicimos vagamente en los escritos anteriores. 1. LOS RECURSOS DE LOS INVESTIGADORES. Entre las ciencias auxiliares de la historia se encuentran: la antropología física, la etnología, la biología, la genética, la geología, la paleontología, la paleografía, la geografía, la ecología, la arqueología, la lingüística, la religión, el arte, el derecho, la política, la sociología, la psicología, y la economía, que por cierto, no se sabe si son ciencias auxiliares de la historia, o simples secciones de esa gigantesca disciplina científica. 2. LOS INVESTIGADORES CIENTÍFICOS. Entre los grandes estudiosos de la cultura maya, cabe resaltar los nombres de: Fray Diego de Landa, Fray Antonio de Remesal, Gonzalo Fernández de Oviedo y Valdés, Marcos E. Becerra Sánchez, Ralph L. Roys, Robert S. Chamberlain, France V. Sholes, John Eric Sydney Tohmpson, Silvanos Griswold Morley, George C. Engerrand, Edgard Willys Andrews, Teobert Maler, Alberto Ruz Lhuillier, Salvador Toscano Escobedo, William J. Folan Higgins, Román Piña Chán (de origen campechano) y por lo menos cien investigadores más. 3. LOS PATROCINADORES DE LOS ESTUDIOS. Universidad de Oklahoma. Museo Peabody de la Universidad de Harvard. Departamento de Arqueología de la Institución Carnegie de Washington. Instituto Nacional de Antropología de México. Universidad de Pensilvania y otras instituciones. Lamentablemente, no podemos afirmar, dada la enorme cantidad de piezas arqueológicas que se encuentran en algunos museos y coleccionistas privados de Estados Unidos y Alemania, que en todas estas investigaciones prevaleció el deseo sano por el amor a la cultura. 4. PUNTOS OSCUROS DE NUESTRA HISTORIA LOCAL. Hace poco tiempo pude enterarme de buenas fuentes, que el INAH., del estado de Campeche no posee un historiador oficial, circunstancia que explica claramente por qué existen en nuestra historia campechana, tantos puntos todavía no aclarados. Cabe recordar que hasta hace unos cincuenta años la región Candelarense era considerada un punto blanco en el mapa, un espacio de la península de la que poco había que decir, pues escasa participación había tenido en la formación y esplendor de los mayas. No obstante, cabe considerar que civilizaciones antiguas como Mesopotamia, China y Egipto, estuvieron asentadas en las cuencas de grandes ríos. En el caso del río Candelaria, hemos comprobado que a través de los siglos varios grupos se asentaron en su cuenca y que por lo menos dos más, no solamente vivieron aquí (Pakaytunes y Caribes), sino son originarios de esta región, habiendo sido desplazados a los altos de
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Chiapas y norte de Guatemala, a mediados del siglo XIX por el hombre blanco venido de la isla del Carmen, durante las primeras inmigraciones colonizadoras en busca del palo de tinte y maderas finas. Esta hipótesis todavía no considerada en la historia peninsular toma fuerza si se acepta que hasta hace un siglo, el río Candelaria formaba parte del sistema Grijalva-Usumacinta, por lo que los desplazamientos de estos y otros grupos esencialmente canoeros, lo lograron sin salir del medio acuático. Hoy, tanto los pakaytunes como los caribes viven mezclados con los lacandones de Chiapas y aunque los estudiosos ya se han percatado de las diferencias que existen entre estos y los lacandones, tribu representativa de México, todavía desconocen el origen de los primeros, que para nosotros tiene aspectos muy claros. Quizás, según nuestro criterio, una de las razones por las cuales estas tribus amalgamadas en una sola o consideradas como tales por lo más estudiosos, ha llamado la atención, es por haber sido la más reacia para alternar con el hombre blanco hasta hace 50 años; este proceder cerril se explica fácilmente si se consideran las ocasiones en que han sido desplazados de su hábitat en Guatemala, de la laguna Miramar en Chiapas y sobre todo de la cuenca del Candelaria, cuando en 1557 fueron deportados a Tixchel, en la costa, por el rumbo de Sabancuy. Muchos fueron testigos presénciales de las bárbaras ejecuciones en Taxahá de los líderes aztecas y de otros elementos sospechosos de conspirar contra los españoles, quedando en sus mentes las escenas macabras de estos sucesos mismas que fueron transmitidas de generación en generación. Por otra parte, craso error cometieron hace unos 50 años o más, algunos historiadores al proponer que fueron invasores del altiplano los que asolaron algunas ciudades mayas del hoy estado de Yucatán, entre ellas Chichén Itzá. Considerando que la ciudad de Itzamkanac no ha mostrado hasta la fecha, alguna huella de que haya sido invadida, si desde esta ciudad o alguna otra de la provincia se planearon dichas invasiones. Los chontales de esta provincia de Acalán era un grupo híbrido (mayanáhuatl) belicoso, expansivo y que dominaba la marinería, suponiéndose incluso, que tenían bajo su férula a ese centro comercial llamado Xicalango. Igualmente en su libro ―Así Vivieron los Mayas‖, el historiador Demetrio Sodi M., inspirándose en uno de los libros del Chilam Balán, hace una descripción de los pueblos que, ―sufrirán la consecuencia con la llegada del hombre blanco a la península‖ enumerando a 19 de estos pueblos, incluyendo a Potonchan y Cehache, los más cercanos a Acalán y Xicalango que no fueron nombrados. ¿Será posible que estas dos últimas provincias, dadas sus belicosidades fueran responsables de las invasiones? Suponer que tribus invasoras del altiplano, en especial toltecas, arrasaron algunas ciudades mayas, tiene graves implicaciones. Antes habría que explicar como le hicieron estos grupos para dominar a otros situados a cientos de kilómetros de distancia, pasando por lo menos por una veintena de territorios enemigos y terrenos difíciles
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llenos de ríos y pantanos, muy ajenos a los espacios donde ellos vivían y con los consecuentes problemas con los mosquitos, cocodrilos, idiomas, etc. No nos explicamos por qué estos historiadores no consideraron que dichas invasiones se planearon desde una comarca más cercana como la cuenca del río Candelaria. Pero donde más puntos oscuros de nuestra historia local hemos encontrado está relacionado con la muerte de los líderes aztecas y los frailes franciscanos. 1. No funciona la idea de que Cortés haya tardado en destruir la gran Tenochtitlán, capital del imperio más grande de América, en solamente 75 días, y que después haya invertido en perseguir a un capitán que se le había rebelado nada menos que ocho veces ese mismo tiempo, cuando debiera estar saboreando las mieles de la victoria. 2. Tampoco funciona la idea de que Cortés haya enviado dos expediciones a las Hibueras usando los medios marítimos, primero mandando a su capitán en plan de conquista, luego persiguiéndolo al saber que se le había rebelado, y más tarde en una tercera expedición, nuevamente persiguiéndolo personalmente por terrenos pantanosos que bien conocía. Preguntémonos: ¿Por qué dos expediciones por agua y luego una tercera por tierra? ¿Para sorprender a Olid? 3. Salvador Toscano escribió: ―Aún al ponerse el sol se cantaba y danzaba porque, además, a la tropa india le excitaba una noticia que allí corrió: que en Acalán terminaría el viaje del capitán Cortés‖. Este anuncio, informamos nosotros, fue dado a las tropas indias poco antes de las ejecuciones, siendo tal decisión muy atinada, e implica la idea de que antes de que se expusiera el tema de la conjura contra los españoles, ya la decisión de asesinar a los líderes aztecas estaba tomada. Además no era conveniente que estos elementos aborígenes que habían visto asesinar a sus antiguos jefes continuaran el viaje junto al sanguinario conquistador. Este análisis, sumado a los informes de las fuentes indígenas que niegan la existencia de una conspiración, así como el hecho de que Cortés se vio obligado a ejecutar a los frailes franciscanos supuestamente porque no estuvieron conformes con las ejecuciones, y por la que pensaban denunciarlo, son algunas de las muchas pruebas que existen de que efectivamente no hubo tal conspiración. 4. Otro punto de nuestra historia local que merece un análisis es el siguiente: Cortés escribió en su quinta carta de relación que: (refiriéndose al hijo mayor de Pax Bolón Acha), ―y él se quedó conmigo, y otro día nos partimos, y le mandé dar un caballo de los míos, y fue muy contento cabalgando en él hasta que llegamos al pueblo que se llama Izamkanac‖. Este informe está en contradicción con otros que señalan que los aborígenes creían que hombre y caballo eran una sola cosa y que dichos caballos echaban rayos mortales por los ojos.
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5. En 1948 apareció la monumental obra de France V. Sholes y Ralph L. Roys, ―The Maya Chontal Indians of Acalán Tixchel‖, a cuyo título se le agregó en inglés: Una Contribución a la Historia y Etnografía de la Península de Yucatán. Este libro de 565 páginas representa lo máximo que se ha escrito de la provincia prehispánica de Acalán constituyéndose en una guía imprescindible de los estudiosos de la región de Candelaria. Lamentablemente, el título de dicho libro parece incorrecto, porque como el mismo señor Sholes explica detalladamente, los indios (nombre que se le dio a los nativos de América) chontales, era una raza híbrida maya-náhuatl, por lo que era suficiente el decir ―Los Indios Chontales de Acalán-Tixchel‖, para entender y dejar establecido su condición de mayas y nahuatlacos de esta tribu.
DISCURSO ENARDECEDOR Y ÚLTIMAS PALABRAS DE CUAUHTEMOC. Existen demasiadas dudas respecto a la fecha en que fue pronunciado el discurso enardecedor de Cuauhtemoc dirigido a los chontales. Para este hecho histórico hemos calculado un día entre el 20 y el 25 de febrero de 1525, y el lugar, con menos dudas, Itzamkanac, la capital del señorío o cuchcabal. Toscano en su libro ―Cuauhtemoc‖ escribió lo siguiente: Entonces habló a los Acallantlaca con tiernas palabras de un vencido, en una arenga en la que resonó la herida de un pueblo deshecho: ―Esforzaos, nobles Acallantlaca, lo más que podáis, con la ayuda de nuestros dioses. Estad contentos. No vayáis –añadió amargamente--, a pueblos extraños. Sed felices aquí, para que no ocasionéis dolor a las gentes del pueblo, a los viejos, a los ancianos, a los niños que están todavía en las cunas, y a los que apenas comienzan a caminar, a los que están jugando. Tened cuidado con ellos y compadeceos de ellos. Que no se vayan a un pueblo extraño. Amadlos. No los abandonéis. Y os lo recomiendo, expresamente, porque nosotros seremos enviados a Castilla. ¿Qué se yo si regresaré o pereceré allá? Quizá no vuelva a veros. Haced todo lo que esté en vuestro poder. Amad a vuestros hijos tranquilamente y en paz. No les inflijáis ningún disgusto. Y sólo digo esto: ayudadme en alguna forma con algo para que yo pueda dar la bienvenida al gran señor que es soberano de Castilla‖. Con respecto a la fecha y el lugar donde Cuauhtemoc pronunció sus últimas palabras recriminándole a Cortés su decisión de asesinarlo, hemos calculado que sucedió la madrugada del martes 28 de febrero de 1525, en la ciudad de Taxahá, provincia de Acalán, lugar que hoy se conoce como ―Las Ruinas‖, ejido Pablo Torres Burgos. Del mismo libro de Salvador Toscano hemos extraído el siguiente informe: Bernal Díaz recogió las últimas palabras del héroe. Le habían puesto en las manos un crucifijo, después de haberlo confesado, y en tanto que el rey de Tacuba expresaba que su muerte era buena por poder morir junto al gran señor de México: Cuauhtemoc se volvió severamente a Cortés y habló con amarga energía:
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―Oh Malinche: días había que yo tenía entendido que esta muerte me habías de dar y yo había conocido tus falsas palabras, ¿Por qué me matas sin justicia? Dios te la demande, pues yo no te la di cuando te me entregaste en mi ciudad de México‖. Este último informe merece una profunda reflexión, pues tal parece que el conquistador español estuvo en alguna ocasión en manos del emperador azteca, o por lo menos, él lo consideraba así, sólo que las crónicas españolas no lo señalan. IXTILXOCHITL MANDÓ ESCULPIRSE EN UNA PEÑA. ―Antes de entrar a la ciudad (Izankanac) Ixtilxúchitl previno a Apochpalan mandase a sus arquitectos le retratasen en una peña muy alta que está junto al camino de Itzamkanac, y así lo retrataron al natural con las mismas armas que llevaba puestas en aquella ocasión, esculpiendo su retrato en la peña, que hoy en día, según opinión común y en los cantos parece, lo cual Ixtilxúchitl mandó para que sus descendientes viesen su retrato y hubiese eterna memoria de él‖. El historiador Fernando Alva Ixtilxóchitl que nació 50 años después de los acontecimientos de Taxahá, escribió en su libro el mensaje anterior relativo a un rey chichimeca también llamado Ixtilxóchitl (Hernando) que nació y murió en Texcoco (1500-1531), y acompañó a Cortés a las Hibueras, viaje en el que Cortés ahorcó a su hermano Coanacoch, a quien el mismo había aprehendido pues había sido su enemigo. Este ahorcamiento de Coanacoch (conjuntamente con los de Cuauhtemoc y el señor de Tacuba) sucedió en la provincia de Acalán y se le han agregado tintes novelescos, pues se dice que ya colgado llegó su hermano Ixtilxóchitl y cortó con su espada la soga del ahorcado. Sin embargo, añade este dato significativo: A los 4 días Coanacoch murió de vomito de sangre. Nota: Nunca se ha sabido de algún lugar cercano a Itzamkanac, donde exista o haya existido alguna peña labrada con el retrato de alguien. IMPRECISIONES EN PERJUICIO DE NUESTRA HISTORIA LOCAL. Al insigne escritor tabasqueño Marcos E. Becerra Sánchez le debemos el que una docena de escritores por lo menos, también tabasqueños, hayan señalado para el lugar de los sucesos inherentes a la muerte del emperador azteca, un espacio situado en las cercanías del río Usumacinta Tabasqueño o Guatemalteco. Los estudios del señor Becerra fueron hechos por lo menos 30 años antes que el célebre historiador France V. Sholes, llegara a ciudad del Carmen con un impresionante equipo de trabajo, libros y documentos copiados del Archivo General de las Indias, en Sevilla, España, con el propósito de confirmar que en las cuencas de los ríos Candelaria y Mamantel estuvo asentada la provincia de Acalán. Por tal motivo en 1937, el asistente del Sr. Sholes, Mr. Robert S. Chamberlain sube en una barquera chiclera al alto río
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Candelaria y confirma lo antes dicho, agregando que la capital de dicha provincia prehispánica, corresponde a lo que hoy se llama ruinas de ―El Tigre‖. Pero no obstante los profundos estudios realizados y que ya nadie pone en duda, los historiadores tabasqueños continúan insistiendo que dicha capital y provincia corresponden a lugares situados en Tabasco. Sin embargo, dos informes, uno de Hernán Cortés y otro de Díaz del Castillo, protagonistas de los hechos relacionados con la muerte de Cuauhtemoc, no concuerdan con dicha hipótesis. Hernán Cortés escribió en su Quinta Carta de Relación al rey de España ―Esta provincia de Acalán es muy gran cosa, porque hay en ella muchos pueblos y de mucha gente, y muchos de ellos vieron los españoles de mi compañía, y es muy abundosa de mantenimientos y de mucha miel. Hay en ella muchos mercaderes y gentes que tratan en muchas partes, y son ricos de esclavos y de las cosas que se tratan en la tierras; está toda cercada de esteros, y todos ellos salen a la bahía o puerto que llaman de Términos, por donde en canoas tienen gran contratación en Xicalango y Tabasco‖. Y nosotros informamos que la declaración, ―y todos ellos salen a la bahía o puerto que llaman De Términos‖, es señal de que no estaban hablando del río Usumacinta, pues este desemboca en mar abierto, no en la laguna de Términos. Otro informe que descarta alguna posibilidad de que los asesinatos a nuestros héroes se haya cometido en algún lugar de Tabasco nos lo da el soldado historiador Díaz del Castillo: ―En lo que Cortés entendió después de llegado a Acala, y cómo en otro pueblo más adelante, sujeto al mismo Acala, mandó ahorcar a Guatemuz, gran cacique de México, y a otro cacique, señor de Tacuba, y la causa porqué y otra cosas que pasaron‖. Estas declaraciones, informamos nosotros, sirvieron de encabezado al capítulo CLXXVII de la obra de B.D.C. Asimismo, considerando, (pues el texto así lo señala) que estas afirmaciones fueron dadas en Itzamkanac, y los asesinatos fueron 2 jornadas más adelante de la citada ciudad, por lo que queda automáticamente descartada la posibilidad de que esto haya sucedido en suelo tabasqueño. Sin embargo, dichos historiadores, con una terquedad digna de mejor causa, insisten en que los hechos se produjeron en esas tierras. Otro caso de ―Piratería Histórica‖ en perjuicio nuestro, es el siguiente: MACTUN, población situada unos 18 kilómetros de Tenosique, Tabasco y en un afluente del Usumacinta, significa en maya: ―piedra que tapa‖ y se refiere a las múltiples obstrucciones que el río Candelaria presenta en su parte baja, en la que sobresalen moles calcáreas de fisiología rocosa. El ya citado historiador France V. Sholes nos dice en la página 371 de su libro: ―El principio que empezó, estando en sus pueblos los Tamagtun, que se llama chontal, y Acalán en mexicano, los indios magtunes, como parece por sus pueblos en que asistían, que la cabecera se llama Yxamhanac‖. Por lo tanto, queda entendido que Mactunes o Tamagtunes se llamaban los aborígenes prehispánicos del bajo río Candelaria y no se refieren a espacios o grupos del hoy estado de Tabasco.
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Otra circunstancia relativa a nuestra historia prehispánica y que merece nuestra atención es el caso de los tres Acalanes, uno en Campeche, otro en Tabasco, y uno más en Chiapas, concretamente entre los tributarios del Usumacinta Superior llamados De la Pasión, Chixoy y Lacantún, a cuyos moradores se les llamaba Acalanes, Acalas y con más frecuencia Lacandones. Este tercer Acalán viene a ser la parte más recóndita del único Acalán que ha existido (el de Campeche), que se vio favorecido con más elementos humanos al replegarse en el siglo XVI los aborígenes del Candelaria y el Mamantel, huyendo de las hordas españoles que querían deportarlos a las costas cercanas a Sabancuy para hacerlos más accesibles a la autoridades (civil y eclesiástica). Esta afluencia humana a los altos de Chiapas y Guatemala continuó en menor escala durante todo el siglo XVI y parte del XVII. Con respecto al segundo Acalán (el Tabasqueño), ya hemos mencionado que parece ser que algunos elementos del primer Acalán, colonizaron en el siglo XV, en una zona no muy alejada (río San Pedro, afluente del Usumacinta) que la historia consigna o registra con el nombre de ―Acala la Chica‖. Comparativamente, esto es lo mismo que sucede en tiempos modernos: Una persona se aleja de su terruño, se instala en otro lugar al que le impone el mismo nombre de su sitio de origen. MIS VISITAS A LA ZONA ARQUEOLOGICA ―TAXAHA‖. En los meses de marzo y abril de 1998, realicé cuatro viajes en plan investigatorio a la zona arqueológica conocida como ―LAS RUINAS ―, la hipotética ―TAXAHA‖ mencionada en los papeles de PAX BOLON, y que lamentablemente no fue señalada en la última carta topográfica del INEGI tal como lo había venido haciendo. El área sigue siendo la parte más selvática del río Candelaria con sus árboles gigantes, aunque muy delgados, y con bejucos colgantes, que lamentablemente están siendo talados para convertirlos en potreros. Da tristeza ver como los camioneros se llevan las mejores maderas de la región, sin importarles el destrozo que ocasionan al hábitat de animales y plantas. En uno esos viajes el director de Difusión Cultural de Campeche, constató que un cerdo doméstico, propiedad de un comunitario, estaba siendo acechado por un tigre real que merodeaba por los alrededores, y ese mismo día quien esto escribe, topó con una boa constrictor de gran tamaño, en plena zona arqueológica. De noche se escucha con cierta constancia el aullido de los monos saraguatos, mientras que de día son más frecuentes los pavorosos rugidos de las motosierras. Respecto a las exploraciones que hizo en dicho lugar un arqueólogo del I.N.A.H., en uno de esos viajes (el último), si es que se le puede llamar así a un breve vistazo del sitio, constatamos un escaso interés hacia nuestro acervo cultural antepasado, pues no se visitó una estructura piramidal que se veía a lo lejos, no anduvimos
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observando las dimensiones o capacidad de la aguada que le da nombre a la zona, no se comprobó la denuncia hecha de que el baño de una casa moderna situada muy cerca de las ruinas está construido con bloques de piedra traída de estas, escaso interés se mostró en las estelas que se encuentra tiradas en el suelo, no se especuló ni mucho menos se inspeccionó sobre el camino que los antiguos mayas transitaban diariamente hacia el río, mismo que anduvieron Cuauhtemoc y Tetlepanquetzal rumbo a sus martirios, etcétera. Informes recientes de algunos Candelarenses señalan que la zona arqueológica de Taxahá la conocen desde hace 50 años y en la actualidad cientos de personas transitan por esos lugares, pues el camino que conduce a San José de la Montaña, pasa en medio de estas ruinas de gran tamaño, capaces de rivalizar con las de ―El Tigre‖. Sin embargo, dichas ruinas, quizás las más saqueadas de todo el municipio, no habían sido notificadas al I.N.A.H., de la ciudad de Campeche. Resulta incuestionable que para un mejor conocimiento de nuestra historia local se necesita investigar en diversos lugares: Cuevas, sobre todo las cercanas a la ―Laguna Perdida‖, de la que tenemos informes de hace 48 años con un mapa antiguo. Se dicen cosas fantásticas sobre ellas. ―Sacbeob‖ o caminos blancos, de los que se sabe existen varios en las cercanías de El Tigre; Chultunes o Cisternas, para protegerlos de la rapacidad de los saqueadores. Lugares especiales situados en el fondo del río, donde los antiguos mayas hacían sus ofrendas al Dios de la Lluvia. Diques sumergidos, de los que existen ocho en el tamo comprendido entre Candelaria y Salto Grande. LA GENTE DE CANDELARIA SE HACE LAS SIGUIENTES PREGUNTAS: 1. ¿Dónde están depositadas las piezas arqueológicas encontradas en ―El Tigre‖? 2. ¿Cuándo tendremos un informe sobre los saqueos al ―Cerro de los Muertos‖? 3. ¿Es cierto que también fue saqueada ―Poza de Ventura‖? 4. ¿Por qué no se ha prohibido el buceo en ríos y lagunas? 5. ¿Cuándo tendrá el río un programa eficiente de vedas? 6. ¿Por qué no se ha construido la carretera a Salto Grande? 7. ¿Cuándo tendremos los ciudadanos Candelarenses autoridades que atiendan nuestras inquietudes y sospechas? Han desaparecido para siempre, JOHN ERIC SIDNEY TOHMPSON y FRANCE V. SHOLES, dos gigantes en el campo de las investigaciones y máximos descubridores de nuestra historia local. Hoy, con los avances espectaculares en los métodos científicos indagatorios, cualquiera de ellos hubiese contestado a nuestras preguntas: Calmen sus angustias compañeros, pronto traeremos todas las respuestas que tanto anhelan conocer. ÁLVARO LÓPEZ ZAPATA.
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REFERENCIAS DEL MAPA NÚMERO 1
1. Vía del F.C. del Sureste. 2. Carretera EscárcegaCandelaria. 3. Ruinas ―San Enrique‖, (Tayel).
24.Arroyo ―Las Tortugas‖ 25. Laguna ―Los Campones‖. 26. Laguna ―El Aguacate‖. 27. Laguna ―Larga‖.
28. Arroyo 4. Ciudad de Candelaria. ―Las Golondrinas‖. 5. ―Taxahá‖, llamada hoy 29. Laguna ―El Toro‖. ―Las Ruinas‖. 30. Laguna ―Las Correas‖. 6. Río ―Caribe‖. 31. Laguna ―Ramonal‖. 7. Arroyo ―Negro‖. 32. Laguna ―Los Pavos‖. 8. Empalme ―Caribe- 33. Laguna ―Salsipuedes‖. Arroyo Negro‖. 34. Empalme ―Caribe9. Laguna ―El Infierno‖. Arroyo Laguneta‖. 10. Laguna ―La Olla‖. 35. Arroyo ―Laguneta‖. 11. Laguna ―San Juan‖. 36. Laguna ―La Vieja‖. 12. Laguna ―Mucal‖. 37. Laguna ―El Silencio‖. 13. Empalme Candelaria- 38. Laguna ―El Teniente‖ San Pedro-Río Caribe. 39. Laguna ―California‖. 14. Laguna ―La Fangosa‖. 40. Laguna ―El Cayucón‖. 15. Empalme ―San Pedro- 41. Laguna ―El Tasistal‖. Arroyo Esperanza‖. 42. Laguna ―Aguas Tibias‖. 16. Laguna ―La Mariposa‖ 43. Laguna ―Vista Alegre‖ 17. Laguna ―El Salvaje‖. 44. Laguna ―La Perdida‖. 18. Laguna ―La Cafetera‖. 45. Laguna ―La 19. Laguna ―Los Pericos‖. Misteriosa‖. 20. Laguna ―El Mamey‖. 21. Laguna Los Campilla. 46. ―Tres Lagunas‖. 22. Laguna ―El Colorado‖. 47. Laguna ―El Pollo‖. 23. Laguna ―Los Patos‖. 48. Laguna ―El Pollito‖.
49. Laguna ―EL Tigre‖. 50. Laguna ―El Civalón‖. 51. Laguna ―La Amapola‖. 52. Laguna ―Chumpich‖. 53. Laguna ―El Manguito‖. 54. Laguna ―Agua Mala‖. 55. Laguna ―Las Tortugas‖. 56. Laguna ―Las Tortuguitas‖. 57. Laguna ―Morelos‖. 58. Laguna ―El Mapache‖ 59. Laguna ―Tres Reyes‖. 60. Laguna ―El Zoológico‖. 61. Laguna ―El Reloj.‖ 62. Laguna ―El Cival‖. 63. Laguna ―El Mamey‖. 64. Laguna ―Matillas‖. 65. Río Julubal (Guatemala). 66. Laguna ―El Paixban‖. 67. Itzamkanac, hoy ―El Tigre‖. 68. Arroyo ―Esperanza‖. 69. ―Tuxkahá‖. 70. Puente de Cortés. 71. ―Sacbeob‖ (Caminos). ÁLVARO LÓPEZ Z.
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LA ¿DÓNDE?
MUERTE DE CUAUHTEMOC ¿COMO? ¿CUÁNDO? Y ¿POR QUÉ?
ÚNICA HIPÓTESIS CAMPECHANA SOBRE LA MUERTE DEL ÚLTIMO EMPERADOR AZTECA Y SU PRIMO TETLEPANQUETZAL, EN LA CUENCA DEL RIO CANDELARIA. INCLUYE UNA RECONSTRUCCION DE LOS HECHOS. (Autor: ÁLVARO LÓPEZ ZAPATA)
GUATIMOZIN.
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MONUMENTO A CUAUHTEMOC (Antonio García Cubas) Es uno de los más bellos que posee la capital. Fue erigido en 1888, en la segunda plazoleta, a la memoria del ilustre caudillo y último emperador azteca. Sobre el basamento circular con cuatro escalinatas, limitadas por leopardos, símbolo de la fuerza, se levanta el monumento forformado de tres cuerpos. En el primero, la basa o pedestal, las escarpas, almohadillas y un coronamiento con adornos semejantes a los de Mitla, cuadran los ta bleros de bronce con inscripciones o con asuntos históricos de bajo relieve, el del frente tiene la siguien te inscripción: A la me moria de Cuauhtemoc y de los guerreros que combatieron heroicamente en defensa de su patria, M. D. XXI; en el del norte, el bajorrelieve representa el histórico momento en que Cuauhtemoc, llevado a la presencia de Cortés, devuelve a este el puñal que violentamente le había arrancado y le dice: Toma tu puñal y mátame, ya que no he podido morir defendiendo a mi pueblo; el del sur recuerda el sacrificio del ilustre guerrero y de su compañero Tetlepanquetzal, rey de Tacuba, sometidos al tormento de fuego. El segundo cuerpo está compuesto de un basamento de fases inclinadas sobre cuyas esquinas se levantan bellas columnas agrupadas, estilo tolteca, que sostienen un gracioso y original cornisamiento ricamente ornamentado con figuras tomadas de los antiguos edificios indígenas. En los tableros del basamento se hallan con letras de bronce los nombres de los siguientes guerreros: CUITLAHUAC, el rey sucesor de Moctezuma II y héroe de la Noche Triste; TETLEPANQUETZAL, rey de Tacuba y compañero de infortunio de Cuauhtemoc; CACAMA Y COANACOCH, reyes de Texcoco que con sus parciales ayudaron a Cuauhtemoc en su heroica defensa. El último cuerpo, de menores dimensiones que los anteriores, y del mismo estilo de construcción y ornamentación, sirve de pedestal a la hermosa estatua de bronce del valeroso Cuauhtemoc, que en actitud enérgica se dispone a lanzar un dardo. ÁLVARO LÓPEZ ZAPATA.