SER Y SER EN EL MUNDO El ser del hombre, para Heidegger, es el Dasein (literalmente, ser ahí), o sea el o mismo, para el !"al est# siempre en $"ego s" propio ser% Sin embargo, el hombre entregado !on los otros a s"s &"eha!eres !otidianos, se ol'ida de sí mismo, s"s a!tos brotan desde "era de sí% Este s"$eto de la eisten!ia !otidiana se masii!a, se '"el'e "no de$ando de ser o% *ero el hombre sabe &"e s" ser est# en $"ego, a dieren!ia de las !osas &"e tienen s" ser i$ado% La esen!ia del Dasein se basa en s" eisten!ia% *"esto &"e Heidegger identii!a la esen!ia !on el ser, enton!es el ser del hombre se "nda en s" eisten!ia% En este !onteto, la eisten!ia toma "n sentido n"e'o, p"es se transorma en "na determina!i+n e!l"si'a del Dasein% El !ar#!ter et#ti!o al &"e al"de el t-rmino eisten!ia epresa ese estar en $"ego del ser del Dasein, p"es -l llega a ser de a!"erdo a s" estar abierto a s"s posibilidades, eligiendo% Este modo de ser est# siempre en $"ego, por lo &"e el hombre no tiene determina!iones a priori "era de s" eisten!ia% S"s determina!iones s"rgir#n de s"s ele!!iones de tal manera &"e la eisten!ia es m#s originaria &"e el o% El o est# es t# ab abie iert rto o a s" s"ss ho hori ri.o .ont ntes es te temp mpor oral ales es,, es po porr es eso o &" &"e e el titiem empo po es "ndamental para el ser del hombre% La relei+n, no p"ede ser "na 'ía de a!!eso al o p"es al /ni!o o &"e al &"e se podría llegar por esta 'ía es a "no id-nti!o, determinado, i$o% El t-rmino Dasein epresa la rela!i+n del ser !on el hombre la rela!i+n del hombre !on el ser% El ser (Sein) entra en la rela!i+n !on el hombre en !"anto, al re'el#rsele est# ahí (Da) para el hombre% 0ste es el Dasein del ser% El hombre es el Da del Sein, es de!ir, el #mbito en &"e el ser se ha!e patente% *ero, tambi-n, el Da del Sein es el #mbito en &"e el hombre es% El Da del Sein es el Da (ahí) del hombre% No es "na rela!i+n ob$eti'a, p"es el hombre llega a ser hombre dentro de la rela!i+n% La palabra Dasein se1ala el p"nto en &"e se !r".an el hombre el ser% El serenelm"ndo es otro modo de ser del hombre% M"ndo e&"i'ale a&"í a hori.onte% El m"ndo es apert"ra del ser, en !"o hori.onte est# la eisten!ia% Este m"ndo !ambia !on los !ambios en la historia de la rela!i+n del hombre !on el ser% Heidegger ha epresado &"e 2el m"ndo no es lo &"e es !omo es por el hombre, pero tampo!o p"ede serlo sin -l2% 34+mo 34+m o lllleg ega a He Heide idegge ggerr a la no no!i !i+n +n de se sere rene nel lm" m"nd ndo o !o !omo mo es estr tr"!t "!t"ra "ra originaria del Dasein5% 6attimo propor!iona "na idea bastante !lara7 El ser del hombre !onsiste en estar reerido a posibilidades8 pero !on!retamente, este reerirse no se ee!t/a en "n !olo&"io abstra!to !onsigo mismo, sino !omo eistir !on!retamente en "n m"ndo de !osas otras personas% Es posible &"e esta estr"!t"ra le permite a Heidegger s"perar s" propia distin!i+n de hombre !omo !o mo po posi sibi bililida dad, d, pa para ra " "nd ndar arlo lo tam ambi bi-n -n !o !omo mo "n "na a rea eallid idad ad%% 9mb mbas as determi det ermina!i na!iones ones ont ontol+ ol+gi! gi!as, as, irre irre"t "tabl ables es en s" "ni "ni'er 'ersal salida idad, d, se re& re&"ier "ieren en
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m"t"amente para !ara!teri.ar al Dasein% El hombre es posibilidad, pero tambi-n es d"e1o de "na eisten!ia real, la !"al, por otra parte, tampo!o da !"enta del hombre total% El Dasein no es simplemente "na 2presen!ia a mano2 (6orhandenheit), "n estar por ahí (ling aro"nd) o algo &"e "no p"ede trope.ar (!ome a!ross) en el m"ndo% No es s+lo "n presente #!ti!o (6orhandene)% El Dasein se temporali.a, si se entiende bien a Heidegger, en el ir a s" propio en!"entro desde el m"ndo% El m"ndo es a&"ello ha!ia lo !"al por lo !"al el Dasein se temporali.a, es de!ir, eiste% La epresi+n por lo !"al anti!ipa, originariamente, la posibilidad &"e se determina #!ti!amente% El proe!to originario de la posibilidad del Dasein es ponerantesímismo el m"ndo% Ese a!onte!er del s"praproe!to proe!tante, en el &"e se temporali.a el ser del Dasein, es el serenelm"ndo% El Dasein es lo &"e !onig"ra el m"ndo% El ente no podría re'elarse de ning/n modo si no en!ontrase o!asi+n de penetrar en s" m"ndo% Heidegger ha des!"bierto 'arios momentos en el serenelm"ndo &"e !ara!teri.a la realidad h"mana% ---------------------------------------------
SER Y TIEMPO
Martin Heidegger :rad"!!i+n de ;os-
"enos 9ires, ?@@?%
§ 13. ESBOZO DEL “SER EN” TOMANDO POR EJEMPLAR DE ÉL N MODO !NDADO. EL "ONO"#M#ENTO DEL MNDO Si el “ser en el mundo” es una estructura fundamental del “ser ahí” en que éste se mueve no pura y simplemente, sino preferentemente en el modo de la cotidianidad, entonces esta estructura ha de ser siempre ya experimentada ónticamente. Sería incomprensile que permaneciese totalmente emo!ada, sore todo dado que el “ser ahí” dispone de una comprensión de su ser, por va"amente que funcione esta comprensión. #as tan pronto como se aprehendió el “fenómeno del conocimiento del mundo”, cayó éste ya en una interpretación “externa” y formal. $l indicio es el a%n hoy usual partir del conocimiento como una “relación entre un su&eto y un o&eto” que encierra en sí tanta “verdad” como vacuidad. #as su&eto y o&eto no coinciden con “ser ahí” y mundo. 'un cuando fuese dado definir ontoló"icamente el “ser en”partiendo del “ser en el mundo” co"noscitivo, se tendría como primer prolema imperioso el de caracteri!ar fenoménicamente el conocimiento como un ser en el mundo y relativamente a éste.
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)uando se reflexiona sore esta “relación de ser”, se da ante todo un ente, llamado naturale!a, como aquello que se conoce. $n este ente no cae trope!ar con el conocimiento mismo. Si éste “es” en al"una medida, es %nicamente en el ente que conoce. *ero tampoco en este ente, la cosa llamada homre, es el conocimiento “ante los o&os”. $n todo caso, no es al"o tan externamente constatale como, di"amos, las peculiaridades corporales. $n la medida, pues, en que el conocimiento es en este ente, pero no es nada externamente inherente a él, tiene que ser al"o “interno”. 'hora ien, cuanto m+s inequívocamente se constata que el conocimiento es inmediata y propiamente “allí dentro”, e incluso que no tiene nada de la forma de ser de un ente físico ni psíquico, tanto m+s sin supuestos se cree proceder en la cuestión de la esencia del conocimiento y de la dilucidación de la relación entre el su&eto y el o&eto. *ues %nicamente a partir de este instante puede sur"ir un prolema, a saer, esta cuestión cómo sal"a este su&eto co"noscente de su “esfera” interior para entrar en otra “a&ena y exterior”, cómo pueda el conocimiento tener un o&eto, cómo har+ que conceir el o&eto a fin de que a la postre lo cono!ca el su&eto sin necesidad de correr el ries"o de saltar a otra esfera. *ero en medio de todas estas variaciones sore el mismo punto de partida, falta totalmente la cuestión de la forma de ser de este su&eto co"noscente, cuyo modo de ser es, sin emar"o, el tema t+cito, pero constante, siempre que se trata del conocimiento de que es el su&eto. Sin duda se oye en todos los casos ase"urar que no se concie, ciertamente, el interior y la “esfera interna” del su&eto como una “ca&a” o una “&aula”. *ero el silencio reina acerca de la si"nificación positiva del “interior” de la inmanencia en que por lo pronto est+ encerrado el conocimiento y acerca de la manera de asarse el “car+cter de ser” de este “ser inferior” del conocimiento en la forma de ser del su&eto. 'hora ien, como quiera que se interprete esta esfera interna, sólo con que se plantee la cuestión de cómo “sal"a” de ella el conocimiento y lo"re una “trascendencia”, salta la vista que se encuentra prolem+tico el conocimiento sin haer aclarado antes cómo sea y qué sea este conocimiento que propone tales eni"mas. *artiendo del tal punto, se permanece cie"o para aquello que ya con la m+s superficial consideración del fenómeno del conocimiento se viene a decir t+citamente el conocimiento es un modo de ser del “ser ahí” como “ser en el mundo”, que tiene su fundamento óntico en esta “estructura de ser”. ' este remitir al fenómeno -el conocimiento es una forma de ser del “ser en el mundo”- pudiera oponerse esto con seme&ante exé"esis del conocimiento se aniquila el prolema del conocimiento qué puede se"uir siendo cuestión, una ve! que se empie!a dando por supuesto que el conocimiento es ya cae su mundo, cae el mundo que dee alcan!ar en el trascender del su&eto y %nicamente en él/ #as prescindiendo de que en la pre"unta %ltimamente hecha resulta patente de nuevo el “punto de vista” constructivo, no &ustificado por los fenómenos, qué otra instancia que el fenómeno mismo del conocimiento y la forma de ser del co"noscente decidir+ si hay y en qué sentido haya un prolema del conocimiento/ Si, ahora, pre"untamos qué es lo que revela el fenómeno del conocimiento mismo, hay que constatar que el conocimiento mismo se funda por anticipado en un “ser ya cae el mundo” que constituye esencialmente el ser del “ser ahí”. $ste “ser ya cae” no es, hay que decir ante todo, simplemente el rí"ido estar mirando con la oca aierta al"o puramente “ante los o&os”. $l “ser en el mundo” est+, en cuanto “curarse de”,
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embargado por el mundo de que se cura. *ara que sea posile el conocimiento como una actividad que determina teoréticamente lo “ante los o&os”, es menester una previa deficiencia del tener que ver con el mundo en el modo del “curarse de”. 'steniéndose de todo producir, manipular y dem+s operaciones seme&antes, se coloca el “curarse de” en el %nico modo del “ser en” que resta ahora, a saer, en el “no m+s que demorarse cae...”. Sobre la base -de est+ forma de ser relativamente al mundo, que permite que los entes que hacen frente dentro del mundo ha"an frente no m+s que en su puro aspecto wodäe2, y como modo de esta forma de ser, es posile diri"ir la vista de una manera expresa a aquello que así hace frente. $ste diri"ir la vista es en todos los casos un determinado “diri"irse a...”, un “poner la vista en” lo “ante los o&os”. 3esde el primer momento toma a los entes que hacen frente un “punto de vista”. 4al diri"ir la vista se produce en él modo de un peculiar detenerse cae los entes intramundanos. $n seme&ante “detención” -como astenerse de toda manipulación y utili!ación- se lleva a cao el percibir lo “ante los o&os”. $l perciir tiene la forma de llevarse a cao del “decir” de al"o como al"o. Sore la ase de este interpretar en el m+s amplio sentido se convierte el perciir en determinar . 5o perciido y determinado puede expresarse en proposiciones, y como así enunciado retenerse y conservarse. $ste percipiente retener una “proposición sore...” es él mismo un modo del “ser en el mundo”, y no dee hacerse exé"esis de él como un “proceso” por el que un su&eto se procure representaciones de al"o, que como así apropiadas queden "uardadas “ahí dentro” y en relación a las cuales pueda sur"ir eventualmente la cuestión de cómo “concuerden” con la realidad.
'l “diri"irse a...” y “aprehender”, no sale el “ser ahí” de una su esfera interna en la que empiece por estar enclaustrado, sino que el “ser ahí” es siempre ya, por ora de su forma de ser primaria, “ahí fuera”, cae entes que hacen frente dentro del mundo en cada caso ya descuierto. 6 el detenerse determinante cae el ente que se trata de conocer no es un de&ar la esfera interna, sino que en este mismo “ser ahí fuera” cae el o&eto el “ser ahí” es “ahí dentro” en el sentido ien comprendido, es decir, él mismo es quien, como “ser en el mundo”, conoce. 6, a%n, el perciir lo conocido no es un retornar del salir aprehensor con la presa "anada a la “&aula” de la conciencia, sino que incluso perciiendo, conservando y reteniendo sigue el “ser ahí” co"noscente, en cuanto “ser ahí ” ahí fuera. $n el “mero” saer de una “relación de ser” de los entes, en el “sólo” represent+rsela, en el pensar “simplemente” en ella, no soy menos cae los entes ahí fuera en el mundo, que en un acto de aprehensión original . 7asta el olvido de al"o, en el que al parecer se ha extin"uido toda “relación de ser” a lo anteriormente conocido, ha de conceirse como una modificación del original “ser en”, y de i"ual modo toda ilusión y todo error. 5a indicada relación de fundamentación de los modos del “ser en el mundo” constitutivos del conocimiento del mundo pone en claro lo si"uiente que en el conocimiento "ana el “ser ahí” un nuevo “estado de ser” relativamente al mundo en cada caso ya descuierto en el “ser ahí”. $sta nueva posiilidad de ser puede desarrollarse a su manera, convertirse en cometido expreso y a&o la forma de ciencia tomar la dirección del “ser en el mundo”. *ero ni el conocimiento crea ab initio un commercium del su&eto con un mundo, ni este commercium sur"e de una acción del mundo sore un su&eto. $l
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conocimiento es un modo del “ser ahí” fundado en el “ser en él mundo”. 3e aquí que el “ser en el mundo” pida como estructura fundamental una exé"esis previa.
Martin Heidegger
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