Quiero comenzar la carta de despedida a mi abuelo, esta estrofa refleja el sentimiento que nos embarga como familia el día de hoy, el el día que intempestivamente te vas de nuestro lado y que por supuesto no son los deseos de nuestros corazones. Abuelo, creo que ha llegado llegado el momento de despedirnos. despedirnos. Ya Ya nos dimos la última mirada, la última sonrisa, el último abrazo y el último de los besos. o estar!s físicamente con nosotros, y no podremos tocarte y sentirte cerca, como desearíamos, pero sabemos que tu viejita, mi abuela, te llam" para para que la acompa#es. $a vida nos ha golpeado nuevamente como como familia, y tenemos tristeza por tu partida, sin embargo quisiera en esta oportunidad agradecer muchas cosas, primero por ser tu nieto, y dejarme compartir contigo, cada vez que quise hacerlo, sin reproches, sin preguntas, sin rencores. %egundo por haber estado con nosotros m!s de &' a#os. a#os. (or hacernos vivir momentos únicos y memorables, por tus chistes, tus canciones, tus palabras inventadas, por tu picardía, tu entusiasmo y alegría. Quisiera agradecer tambi)n tus ense#anzas, no e*presadas en palabras, ni en la simple teoría, sino en hechos concretos, donde tu valentía, esfuerzo y lucha estuvieron siempre presentes, teniendo a tu familia como el principal pilar de tu e*istencia. +omo no destacar tu atrevido acto de de criarnos a mis hermanos y a mía, por darnos parte del estudio, por ense#arnos a ganarnos la vida con dignidad, por tu constante lucha para sacar a tu familia adelante, y uno se complica con dos hijos, tu y mi abuela criaron a mis tíos y a tus nietos.. e ser un agricultor de oficio, te convertiste en un padre para mí y porque no decir en un h)roe- sin tener estudios ni conocimientos previos, nos inculcaste a que estudiemos mucho para ser alguien en la vida, afrontaste un desafío importante, todo esto por los tuyos.
%iempre tuve miedo de perder a uno de mis seres queridos, queridos , en especial a mis abuelos, pues siempre han sido ese pilar de apoyo que me ha inspirado a ser una mejor persona siempre. st!n llenos de sabiduría y de increíbles de increíbles historias que siempre ador) escuchar. escuchar. ebo decir que nunca estuve preparado, jam!s vi venir que algo así podría pasar, y menos tan pronto. (erder a mi abuelo, a ese roble, a ese hombre fuerte e inteligente, y sobre todo, bueno, fue bueno, fue una de las peores cosas que me han pasado. $o peor de todo es que no pude estar presente cuando dio su último respiro, pero siento que si así fue, fue fue, fue precisamente porque la vida así lo quiso. Y quiz! no quiz! no pude despedirme directamente de )l, )l , ni decirle cu!nto lo quería, pues quiz! no recordaba qui)n era, porque su memoria había partido antes que )l. %in embargo, hoy tengo la valentía de dedicarle algunas líneas que s) que s) que leer! donde quiera que est).
/(apito0 1oy en día ya no puedo decirte estas palabras físicamente, porque ahora est!s all! arriba, en el cielo, cont!ndole tus historias a todos los amigos que hiciste en ese increíble lugar. sas historias que marcaron tu vida, que te hicieron ser fuerte, y que te convirtieron en la maravillosa persona que siempre fuiste. sas historias que solías contarme en cada tarde que compartíamos en familia y que, aunque me las contaste muchas veces, siempre era genial escucharlas, porque me hablaba de ti, de mi abuela y porque me hacía entender que el mejor abuelo del mundo sí e*istía, y ese eras tú. Aún recuerdo cada vez que me llamabas para que vaya a la scuela, cuando me ense#abas a cocinar, a lavar, a cocer mi propia ropa y al salir siempre me entregabas tus palabras de bendici"n, junto con ese dinero que me obsequiabas para mis recreos, porque decías que tenías que cumplir con tus nietos todo lo que no pudiste cumplir con tus hijos, tal como ahora lo dice mi mam!. 2ecuerdo que la última vez que te vi sonreír fue en ese momento, cuando un abrazo tuyo me dijo que tu memoria aún estaba contigo, aunque con el paso de los días comenzaba a empacar para irse definitivamente. 1asta que un día lleg" el final. o s) c"mo pas". o s) en qu) momento comenzaste a enfermarte y perder fuerzas, aunque no querías demostrarlo. %iempre fuiste esa persona fuerte que no quería mostrar debilidad ante sus seres queridos para no preocuparlos, pero simplemente en tus últimos días ya no pudiste ocultarlo. $os días se hicieron eternos, pero tu memoria se iba. ebo admitir que fue duro saber que a veces no me reconocías, pero la alegría venía cuando podía notar que no habías dejado de ser tú mismo, que aún hacías bromas y te enojabas, luego 1eras tan cordial como siempre. /3e ir) volando4, me dijiste un día en el hospital, y así fue. (ero te fuiste volando al cielo, tal como un !ngel lleno de sabiduría que llega a mejorar un lugar. o s) qu) me motiv" a darte un besito en la mejilla y en tu frente la última vez que te vi, pero sí s) que esa fue mi despedida, aunque haya sido peque#a.
5e quiero y te e*tra#are siempre Abuelito omingo !vila4.