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IESE Insi g ht Por q ué un di r ecti vo deber ía ser humi l de
Por qué un directivo debería ser humilde Arga ndo ña Rámi z, An ton io
Original document: Reputación y humildad en la dirección de empresas
Year : 2013 Language: Español
La dim ensi ón moral d e la crisis financiera ha aviv avivado ado el interés por la ética de los directivos de empresas, Gobiernos y organismos reguladores, de supervisión y de control. De entre todas las virtudes que s e es peran de un directivo directivo ético, hay una que res ulta especialmente importante importante para aquellas personas que ocupan posiciones de gobierno o de dirección y que, sin em bargo, ha sido ignorada en l a ciencia económica: la humildad. Según el profesor del IESE IESE Antonio Antonio Argandoña, Argandoña, esto s e debe probable mente a una visión incompleta o mal enfocada de lo que significa ser humilde, de las razones por las que un bu en directivo directivo debería s erlo y de la contribución de una actitud mo desta al éxito éxito y a la reputación tanto de la emp resa com o del directivo. directivo. Corregir es a vis vis ión s esg ada y aportar nuevos nuevos el eme ntos de reflexión reflexión acerca de es ta virtud es el o bjetivo bjetivo del docum ento "Reputación "Reputación y humildad en l a dirección de empresas". ¿Qué significa ser humilde? Se tiende a pensar que la humildad es, o puede ser, incompatible con la reputación que el líder m erece y con la autoridad que neces ita para llevar a cabo cabo s u tarea. Pero es ju stam ente todo lo contrario: contrario: el directivo directivo hum ilde, si lo es de verdad verdad y consigu e que los dem ás le perciban as í, ejerce una mayor autoridad autoridad que el líder arrogante. La autoridad autoridad moral es tá asociada a una reputación reputación mucho más sólida, tanto tanto de s í mis mo como de la organi zación que representa. La primera y más im portante portante de las m anifestaciones anifestaciones de la hum ildad desde el punto de vista intrapersonal es el autoconocimiento. El humilde ni sobrevalora sus virtudes ni se menosprecia. Y la autoestima no le hace ser pretencios o. Adem Adem ás, s e autoevalúa autoevalúa cons tantemente y es cons ciente de que se puede equivocar. equivocar. Este autoconocimiento también incluye reconocer lo que debe a los demás: el humilde no s e atribuye atribuye todo el m érito de s us fortalez fortalezas as y resul tados, s ino que valora y agradece lo que le han aportado aportado los dem ás. Otro Otro de los rasgos asociados a la humildad es el sentido de trascendencia, trascendencia, que se ma nifiesta en la tendencia a actuar de acuerdo acuerdo con un ideal am bicios o. De ahí que el ser hum ilde s e caracterice caracterice también también por s er exigent exigente e consigo m ism o. También es probable que la hum ildad vaya vaya acompaña da de otras virtudes virtudes com o la objetividad, objetividad, la sencill ez, ez, el deseo de aprender o la paciencia con los dem ás. Cómo reconocer la humildad en un directivo El directivo directivo humi lde s e da a conocer a quienes le rodean tal y como es . No alardea de www.i esei nsi g ht.com/docImpr esi on.aspx?i d= 1493&i di oma= 1
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sus puntos fuertes, pero tampoco los niega ni oculta. Como tampoco oculta o disim ula sus defectos, carencias y errores. En consecuencia, no procura que los demás le alaben ni s e siente herido por sus críticas. Y agradece que le hagan sa ber cómo le ven, ya que as í puede mej orar su autoconocimiento. En la valoración s obre los demás , el humilde es consciente de que probablemente todos sean m ejores que él en algún sentido y su juicio sobre ellos suele s er menos riguros o que el que hace de sí mi sm o, pues no conoce las fortalezas y las posibilidades de los demás como las s uyas. Este tipo de líder también tiende a evitar las comparaciones entre sus cualidades, méritos, conocimientos y resultados y los de los demás. Y si se ve obligado a hacerlas, trata de no valorars e como s uperior a ellos . Los juzga cuando debe hacerlo, pero buscando aspectos pos itivos s iempre que sea pos ible. Esta actitud abierta con los demá s l e lleva a vivir otras virtudes conectadas con la hum ildad, como la naturalidad , la generosidad, el res peto o el espíritu de servicio. En particular, reconocerá los méri tos de s us cola boradores; pedirá, aceptará y reconocerá sus ideas , sugerencias y consejo s; y, por supues to, rechazará toda envidia res pecto a los éxitos y cualidades ajenos. Ponga a un directivo humilde en su empresa Del anális is de l os caracteres que identifican al directivo humi lde, se pueden extraer buenos argume ntos para ponerle al frente de la organización. Tiende a cometer m enos errores: su dispos ición interna a examinarse y su actitud externa de adm itir las críticas hacen que , por lo general, conozca bien sus límites y capacidades. Sus relaciones interpersonales s uelen ser m ás genuinas y sencillas, ya que su actitud no es arrogante y no necesita que los demá s le hal aguen. Suele ser sincero tanto en s us críticas como en sus elogios, poniendo de manifiesto los aspectos positivos de la conducta del otro, pero sin omitir los negativos, lo que le puede ayudar a mejorar. Tiende a buscar la colaboración, tanto para compensar sus propias insuficiencias como para aprovechar las excelencias del resto de personas en su equipo. Es probable que preste más atención al bien común de la organización que al suyo propio. El reconocimiento de sus limitaciones probablemente le lleve a la búsqueda activa de la excelencia.
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