Epistemología, filosofía de la ciencia, gnoseología, teoría del conocimiento: ¿Sinónimos? Distinciones conceptuales
Antes de iniciar el estudio de una disciplina es preciso comenzar por aclarar el significado de su nombre, pues este, de cierta manera, indica sus rutas de indagación, sus propósitos y sus modos de acceder a ellos. El nombre del curso es Epistemología, por lo que deberíamos esclarecer el sentido de esta palabra que, al parecer, durante mucho tiempo ha gozado de prestigio; para ilustrar esto, citemos las palabras de un profesor amigo: Cada vez es más común que estudiosos de áreas distintas a la filosofía recurran al término ‘epistemología’, tal vez para llamar la atención sobre algo profundo de su disciplina o que se encuentra en estado crítico. Artículos sobre la epistemología de la educación, del deporte, del trabajo social, del feminismo, de la ciencia, invaden las revistas de divulgación académica, sin que se pueda obtener de ellos una noción clara y común de lo que quieren decir cuando apelan al mal tratado término. A no ser que simplemente quieran referirse a algo muy importante y les parezca provechoso llamarlo epistemología, la mayoría de estos es tos académicos utiliza el término vagamente. La confusión aumenta cuando dentro de la misma filosofía no se distingue la epistemología de otras ramas afines con el estudio del conocimiento, como es el caso de la filosofía de la ciencia y la metodología de la investigación. Si bien la filosofía de la ciencia y la metodología de la investigación tienen unas áreas de trabajo correctamente delimitadas, que las diferencian de la epistemología y entre sí, al ser las tres reflexiones de segundo orden sobre el conocimiento, es decir, reflexiones sobre actividades cognitivas ya conceptualizadas, se supone que obedecen a los mismos campos de estudio (Posada, 2007, pp. 11-12). De la extensa cita podemos entresacar un par de ideas: en primer lugar, que la palabra epistemología es usada con frecuencia, aunque no siempre se haga de modo preciso; en segundo lugar, que hay un campo semántico al que pertenece la epistemología, cuyo signo distintivo es el estudio del conocimiento. Estas dos ideas servirán de puntales para levantar un significado básico del término epistemología, aunque el tratamiento se hará de modo inverso. En primer lugar, pareciera sencillo aclarar una cuestión terminológica, bastaría con ir a un diccionario y ya; se supone que el diccionario resuelve este tipo de inquietudes. Veamos. El Diccionario de la Real Academia define Epistemología como: “Doctrina de los fundamentos y métodos del conocimiento científico” (es valioso retener que la raíz griega es episteme); mientras que Gnoseología se define como: “Teoría del conocimiento”, pero en su segunda acepción dice: “Epistemología”. Pero, antes que aclarar, las definiciones dejan dudas; por ejemplo: si la raíz de la epistemología es episteme, ¿puede reducirse episteme a “conocimiento científico” sin más? Consideremos un caso: en el famoso diálogo Teeteto o De la ciencia, de Platón, el personaje Sócrates dice al joven Teeteto: “… Pon todo tu esfuerzo en esto, como en lo
demás, e intenta alcanzar una definición de lo que es realmente el saber” (148cd)1. La palabra subrayada es !"#$%&µ'(, que el traductor al castellano traduce como saber; en una traducción inglesa se lee Knowledge, conocer. Etimológicamente, entonces, episteme sería saber, conocer; en tal sentido, epistemología sería un estudio del conocimiento. ¿De dónde saca el DRAE la palabra científico? De nuevo, podría ser ilustrativo recurrir a los griegos, en este caso a Aristóteles. En sus investigaciones recogidas en el libro Metafísica, Aristóteles se propone dilucidar “de qué causas y principios es ciencia la Sabiduría”2. La palabra subrayada es !"#$%&µ'), que el traductor al castellano traduce como ciencia; en una traducción inglesa se lee knowledge, que, ya se había dicho, significa conocer. Si se tiene en cuenta el contexto de discusión al que atiende Aristóteles, se comprenderá que cuando habla de !"#$%&µ'), se refiere a un tipo especial de conocimento, el científico, que no se confunde con lo sensible, la memoria, el arte (técnica), sino que da cuenta de causas (*+%,*( ) y principios (-./0(), solo esta lleva el nombre de ciencia. ¿Por qué todo este recorrido? No es lo mismo leer en el DRAE que Epistemología es “Doctrina de los fundamentos y métodos del conocimiento científico”, que comprender que, si se atiende a la etimología, conocimiento científico no se reduce a lo que se entiende hoy como conocimiento científico, sino que implica un conocimiento más amplio, mínimamente, como un conocimiento capaz de dar cuenta de causas y principios, lo cual no es exclusivo del conocimiento científico en el sentido contemporáneo. ¿Está equivocado el DRAE? En absoluto. Estaríamos equivocados nosotros si obviáramos la discusión acerca del término episteme y lo redujéramos a conocimiento científico en el sentido de la ciencia moderna. Estaríamos en concordancia con el DRAE si identificamos que conocimiento científico siempre ha tenido una perspectiva más amplia. Estas sutilezas, obviamente, no se le pueden exigir a un diccionario general de la lengua castellana; sería más conveniente usar un diccionario propio de nuestra disciplina filosófica; uno de los más citados en nuestra lengua es el famoso diccionario Ferrater-Mora. Con respecto a la definición de Epistemología leemos: “Véase, CIENCIA, CONOCIMIENTO Y GNOSEOLOGÍA” (Ferrater Mora, 1964, p. 539). A este paso, el camino se hace menos promisorio. Un camino más esperanzador sería hacer una indagación por el conocimiento mismo: si el campo semántico de las palabras en discusión es el conocimiento, sería más relevante indagar filosóficamente por este término. Justamente, el filósofo Johannes Hessen ha hecho tal reflexión. En su clásico libro Teoría del conocimiento, el autor afirma: Pero antes de filosofar sobre un objeto es menester examinar escrupulosamente este objeto. Una exacta observación y descripción del objeto debe preceder a toda explicación e interpretación. Hace falta, pues, en nuestro caso, observar con rigor y describir con exactitud lo que llamamos conocimiento, este peculiar fenómeno de conciencia. Hagámoslo, tratando de aprehender los rasgos esenciales generales de 1
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este fenómeno, mediante la autorreflexión sobre lo que vivimos cuando hablamos del conocimiento (Hessen, 2007, p. 13). Ahora bien, parece importante destacar que una clarificación de los términos dependerá de si podemos aclarar en qué consiste el conocimiento. Hessen da interesantes respuestas al respecto (que no conviene explorar en este momento sino en próximas sesiones del curso). Pero también agrega una sutil dificultad a nuestra indagación. Leemos en su breve apartado sobre la historia de la teoría del conocimiento: No se puede hablar de una teoría del conocimiento, en el sentido de una disciplina filosófica independiente, ni en la Antigüedad ni en la Edad Media. En la filosofía
antigua encontramos múltiples reflexiones epistemológicas, especialmente en Platón y Aristóteles. Pero las investigaciones epistemológicas están ensartadas aún en los textos metafísicos y psicológicos. La teoría del conocimiento como disciplina autónoma aparece por primera vez en la Edad Moderna. Como su fundador debe considerarse al filósofo inglés John Locke. Su obra maestra, An Essay Concerning Human Understanding (Ensayo sobre el entendimiento humano), aparecida en 1690, trata de un modo sistemático las cuestiones del origen, la esencia y la certeza del conocimiento humano. Leibniz intentó en su obra Nouveaux essais sur l´entendement humain (Nuevos ensayos sobre el entendimiento humano), editada como póstuma en 1765, una refutación del punto de vista epistemológico defendido por Locke. Sobre los resultados obtenidos por éste edificaron nuevas construcciones en Inglaterra George Berkeley, en su obra A Treatise Concerning the Principles of Human Knowledge (Tratado de los principios del conocimiento humano, 1710), y David Hume, en su obra maestral Treatise on Human Nature (Tratado de la naturaleza humana, 1739-1740), y en la obra más breve Enquiry Concerning Human Understanding (Investigación sobre el entendimiento humano, 1748). Como el verdadero fundador de la teoría del conocimiento dentro de la filosofía continental se presenta Emmanuel Kant. En su obra maestra epistemológica, la Crítica de la razón pura (1781), trata, ante todo, de dar una fundamentación crítica del conocimiento científico de la naturaleza. Él mismo llama al método de que se sirve en ella "método trascendental". Este método no investiga el origen psicológico, sino la validez lógica del conocimiento. No pregunta -como el método psicológico- cómo surge el conocimiento, sino cómo es posible el conocimiento, sobre qué bases, sobre qué supuestos supremos descansa. A causa de este método, la filosofía de Kant se llama también brevemente, trascendentalismo o criticismo (Hessen, 2007, pp. 10-11). La sutil dificultad que nos plantea Hessen radica en que, aparentemente, homologa los términos “Teoría del conocimiento” y “epistemología”. Por ejemplo, cuando menciona el período clásico de la filosofía, señala que allí la teoría del conocimiento se nutrió de “múltiples reflexiones epistemológicas”, aunque no prístinas, sino “ensartadas en los textos metafísicos y psicológicos (luego Hessen hará una valiosa distinción entre estos terrenos de
indagación). También es el caso de la presentación que hace de la gran obra de Kant, Crítica de la razón pura, a la cual Hessen llama: “obra maestra epistemológica”, que, de no haber usado antes los términos “teoría del conocimiento”, podría haber llamado: “gran obra maestra de la teoría del conocimiento”. Este deshilvanado recorrido por los conceptos nos ha permitido alejarnos de la pretensión inicial, esto es, no se ha podido aclarar cuáles son las diferencias entre epistemología, filosofía de la ciencia, gnoseología y teoría del conocimiento. Faltaría preguntarnos si es que son sinónimos, esto es, si preocuparnos por establecer una distinción entre estos conceptos no es más que un pseudo problema. Para tratar de salir de este, veamos el uso que de los términos hacen dos expertos en esta disciplina filosófica: Ernest Sosa, Jaegwon Kim, Jeremy Fantl y Matthew McGrath, editaron el compendio Epistemology: An anthology. En él se lee lo siguiente: La epistemología es una investigación filosófica de la naturaleza, condiciones y alcance del conocimiento humano. Incluye algunos de los asuntos más problemáticos y persistentes de toda la filosofía, los cuales definen su historia. El problema del escepticismo es un ejemplo; otro es la controversia entre empirismo y racionalismo, con su resultado Kantiano y Hegeliano. Aunque, a primera vista, estos problemas son extraños al sentido común, de hecho se derivan de modo natural de la reflexión rigurosa sobre la mayoría del conocimiento ordinario acerca del mundo que nos rodea, el conocimiento producido o sostenido por la percepción, la memoria o la inducción. La reflexión elemental sobre tales cuestiones produce problemas y paradojas que han atraído a filósofos desde los tiempos antiguos hasta el presente (Sosa, Kim, Fantl, & McGrath, 2008, p. ix). Por su parte, el epistemólogo Nicholas Rescher sostiene: La misión de la epistemología, la teoría del conocimiento, es clarificar lo que implica la concepción de conocimiento, cómo se aplica y explicar por qué tiene las características que tiene. La idea de conocimiento que está aquí en cuestión debe, en primera instancia, al menos, construirse en su sentido modesto, de modo que también se incluya la creencia, la conjetura y demás. Es erróneo llamar “epistemología” o “teoría del conocimiento” a la teoría cognitiva en general. Su rango de preocupación incluye no solo el conocimiento en sentido estricto, sino también la creencia racional, la probabilidad, la plausibilidad, los modos de evidencia y, adicionalmente aunque no solo esto, la erotética, lo que tiene que ver con el origen y solución de las preguntas (Rescher, 2003, p. 13). Ateniéndonos en lo anterior, no habría mayor distinción entre los términos epistemología, teoría del conocimiento y gnoseología (entre epistemología y teoría del conocimiento basta lo señalado por Hessen, así como las citas de Sosa et al y Rescher; para la relación epistemología-gnoseología, ver DRAE y Ferrater-Mora)3. Pero, ¿qué pasa con la filosofía 3
El que no haya mayor distinción no implica que esta equivalencia semántica no tenga adversarios; cito dos casos:
de la ciencia? ¿Es lo mismo que Epistemología, Gnoseología y Teoría del conocimiento? Al parecer, no. Leamos la definición de uno de los auto denominados filósofos de la ciencia: El objetivo central de la filosofía de la ciencia es entender la ciencia como una actividad cognitiva. Algunas cuestiones centrales que han surgido y han sido discutidas son las siguientes: ¿Cuál es el objetivo y el método de la ciencia? ¿Qué hace a la ciencia una actividad racional? ¿Qué regula, si es que hay algo que lo haga, y gobierna el cambio de teoría en la ciencia? ¿Cómo se relaciona la evidencia con la teoría? ¿Cómo se relacionan las teorías científicas con el mundo? ¿Cómo se forman los conceptos y cómo se relacionan estos con la observación? ¿Cuál es la estructura y contenido de los principales conceptos científicos como: causación, explicación, ley de la naturaleza, confirmación, teoría, experimento, modelo, reducción, etc.? (Psillos, 2007, p. ix). Si se presta atención a la cita, puede notarse que todas las preguntas están centradas en la ciencia; de hecho, Psillos así comienza, viendo en ella una actividad cognitiva, es decir, la ciencia como resultado de un proceso de conocimiento. De acuerdo con esto, si bien la filosofía de la ciencia pertenece al campo semántico signado por el conocimiento, es más El epistemólogo argentino Mario Bunge, al establecer la distinción entre epistemología o teoría del conocimiento clásica y epistemología o teoría del conocimiento contemporánea, afirma: “epistemología es solo una de las ciencias cognitivas y tiene una relación considerable con sus disciplinas hermanas, en particular, con la psicología (cognitiva, del desarrollo, evolutiva) y la sociología (en particular con la psicología social y la sociología del conocimiento)” (Bunge, 1983, p. 3). El filósofo colombiano Germán Vargas Guillén, en su clásico Tratado de Epistemología, afirma: En el presente estudio diferenciamos… la teoría del conocimiento o gnoseología y la epistemología. Pero, además, reconocemos que la divergencia entre estos dos tratados de la filosofía estriba en que el primero se dedica de manera fundamental a investigar sobre preguntas como: ¿Bajo qué condiciones se produce el conocimiento en el sujeto? O ¿cuál es la relación sujeto-objeto que produce conocimiento? En efecto, ¿es posible afirmar que ‘existe’ o se da el conocimiento como una realidad de la experiencia humana? ¿Hay unas ‘reglas’ para juzgar el carácter de verdadero o falso, atribuible a un determinado conocimiento? Mientras en la epistemología nos dirigimos a otros cuestionamientos. Entre estos podemos destacar: ¿Cuál es el objeto de investigación sobre el que ‘versa’ o en el que se detiene una ciencia específica? ¿De qué método se vale una disciplina del conocimiento determinada para dar curso a sus investigaciones sobre un objeto previamente delimitado? ¿Cómo logra –una ciencia o una disciplina del conocimiento– dar validez social a los hallazgos que obtiene, sobre un objeto particular de investigación y mediante un determinado método, para articularse en la práctica social e histórica? (Vargas Guillén, 2003, pp. 40-41). Defenderemos en este curso que lo que estos filósofos denominan Epistemología podría caber más en el marco de lo que se conoce como Filosofía de la ciencia.
reducida en tanto el conocimiento al que alude es el conocimiento científico, entendida la ciencia no como la episteme antes considerada, sino como se entiende desde la revolución copernicana, la ciencia descrita por Husserl en Crisis, o Heidegger en La época de la imagen del mundo, o Gadamer en Elogio de la teoría, o Foucault en Las palabras y las cosas, es decir, la ciencia galileana, la ciencia unida a la técnica para representar y disponer, la ciencia que olvidó a la teoría como “contemplación”, la ciencia mathesis. Como corolario de estas reflexiones podríamos concluir lo siguiente: La mayoría de los autores homologa teoría del conocimiento y gnoseología. Algunas posturas diferencian entre teoría del conocimiento y gnoseología, y epistemología, por ser esta una indagación sobre la ciencia, mientras que aquellas una indagación sobre el conocimiento en general (científico, ordinario, filosófico, intuitivo, etc.). Para algunos, la indagación especializada acerca de la ciencia no sería tanto la epistemología cuanto la filosofía de la ciencia. Finalmente, algunos no ven distinción entre teoría del conocimiento, gnoseología y epistemología. Para los propósitos de este curso, no habrá distinción entre teoría del conocimiento, gnoseología y epistemología, de modo que llamaremos esta disciplina con cualquiera de tales nombres; igualmente, aunque comparte núcleos reflexivos con la epistemología, se tomará la filosofía de la ciencia como una especialización de la epistemología, un subconjunto (de hecho, nuestro programa ofrece un curso denominado “Filosofía de las ciencias naturales y sociales”); por tanto, quien persista en homologar epistemología con filosofía de la ciencia, tendrá que aclarar que, para él, la epistemología se entiende en el reducido contexto del conocimiento científico postgalileano, en cuyo caso, traduciremos perfectamente que se refiere a filosofía de la ciencia.
Bibliografía
Bunge, M. (1983). Treatise on Basic Philosophy: Epistemology and Methodology I: Exploring the World (Vol. 5). Dordrecht: D. Reidel Publishing Company. Ferrater Mora, J. (1964). Diccionario de Filosofía (5 ed.). Buenos Aires: Suramericana. Hessen, J. (2007). Teoría del Conocimiento. Buenos Aires: Losada. Platón. (1988). Diálogos V: Parménides, Teeteto, Sofista, Político. Madrid: Gredos. Platón. (1881). The Theaetetus. Cambridge: Cambridge University Press. Posada, J. G. (2007). La noción tripartita del conocimiento: una introducción a la epistemología. Manizales: Universidad de Caldas. Rescher, N. (2003). Epistemology: An Introduction to the Theory of Knowledge. New York: State University of New York. Sosa, E., Kim, J., Fantl, J., & McGrath, M. (2008). Epistemology: An Anthology. (E. Sosa, J. Kim, J. Fantl, & M. McGrath, Edits.) Oxford: Blackwell. Vargas Guillén, G. (2003). Tratado de Epistemología. Bogotá: San Pablo. Psillos, S. (2007). Philosophy of Science A - Z. Ediburg: Edinburg University Press.