El sueño de la bella carnicera- Freud La Bella Carnicera, como ha sido nombrada por Lacan, ha quedado inscrita en la historia del psicoanálisis por consistir en un estupendo ejemplo salido de la pluma de Freud para ilustrar diversos aspectos de la vida psíquica. e trata de una paciente su!a, esposa de un carnicero, que le anuncia un día que ha tenido un sueño contrario a su teoría de los sueños se"#n la cual estos consisten en la reali$aci%n de deseos. El relato de Freud, que &"ura en el Capítulo '( de La 'nterpretaci%n de los ueños concerniente concerniente a la de)ormac de)ormaci%n i%n onírica, onírica, es relativa relativamente mente corto pero pero complejo, preciso ! ri"uroso al mismo tiempo. *e aquí lo que la bella e+pone al creador de la teoría de la interpretaci%n de los sueños uiero dar una comida, pero no dispon"o sino de un poco de salm%n ahumado. /ienso en salir para comprar lo necesario, pero recuerdo que es domin"o ! que las tiendas están cerradas. 'ntento lue"o tele)onear a al"unos proveedores, ! resulta que el tel0)ono no )unciona. 1e este modo, ten"o que renunciar al deseo de dar una comida.2 3C%mo puede ser -pre"unta ella- que se trate de un deseo cumplido4 cumplido4 Freud Freud le responde responde que s%lo un análisis análisis podría dar con el sentido del sueño, aunque e)ectivamente, concede, pareciera que sus dudas dudas son del todo todo ra$ona ra$onable bles. s. 5 contin continuac uaci%n i%n,, la interr interro"a o"a sobre sobre los sucesos del día anterior recordándole que estos suelen ser el material que el sueño sueño toma toma en prim primera era inst instan anci cia a para para )orj )orjar arse se.. 1e esta esta mane manera ra,, ella ella va prove!endo la si"uiente in)ormaci%n - u marido le ha dicho que desea adel"a$ar, ra$%n por la cual, entre otras, no desea aceptar nin"una invitaci%n a comer )uera. 1e donde quedan li"ados, como se observa, comer )uera2 ! en"ordar2. - 'nmediatamente despu0s, entre risas, relata que un pintor ha querido pintar la cabe$a de su marido, a lo que 0l ha respondido que el más pequeño tro$o del trasero de una muchacha bonita habría de serle más a"radable de pintar que toda su cabe$a, por mu! e+presiva que )uese.2 e trata aquí de una asociaci%n de la paciente que pone de relieve el deseo se+ual del marido, evidenciándolo además como un hombre que parece saber d%nde se encuentra la ma!or )uente de "oce al que es posible acceder, cosa que le señala al pintor con su comentario no sin que la esposa ha!a dejado de advertirlo. - i"ue una nueva idea asociativa, la misma que de al"una manera, como se verá hacia el &nal del relato, responde a la anterior. 5 ella le "usta mucho el caviar pero le ha dicho a su marido, que estaría presto a satis)acerla en cuanto se lo pidiera, que no le trai"a aquello que más le "usta caviar. 5sí, pues, ella ha instalado entre ambos un deseo insatis)echo, cosa que intri"a "randemente a Freud. Freud. 3/ara qu0 puede precisar de un deseo insatis)echo42, se pre"unta. La respuesta que ella o)rece, en el sentido de que se trata de un "usto caro, no lo convence nce. Le parece ece, más bien, que se trata de una just usti&caci%n apar aparen ente teme ment nte e ra$o ra$ona nabl ble e de la que que echa echa mano mano la conc concie ienc ncia ia ante ante el
desconocimiento de los motivos incon)esables que causarían el deseo parad%jico. - Finalmente, comenta que ha visitado hace unos días a una ami"a su!a por la que su marido parece tener predilecci%n pese a ser mu! del"ada, siendo que a 0l le "ustan las mujeres más redondeadas. La ami"a le ha dicho que 6desea en"ordar7 8, acto se"uido, le ha pre"untado que cuándo la invita a comer en su casa, en la que se come maravillosamente2. La interpretaci%n de Freud no se hace esperar. Es como si ante la pre"unta de su ami"a hubiera usted pensado96Cualquier día te convido !o, para que en"ordes hartándote de comer a costa mía ! "ustes lue"o más a mi marido79 1e este modo, cuando a la noche si"uiente sueña usted que no puede dar una comida, no hace su sueño sino reali$ar su deseo de no colaborar al en"rosamiento de las )ormas de su ami"a2. /ero, 3por qu0 soñar con salm%n ahumado4, quiere saber Freud. 8 la carnicera le responde in duda, porque es el plato pre)erido de mi ami"a2. Curiosamente, tambi0n la ami"a se priva de su plato pre)erido di$que por ra$ones de índole econ%mica. Es decir que la Bella Carnicera se ha identi&cado con la ami"a mediante la )abricaci%n de un síntoma sostener un deseo insatis)echo. Este deseo, -que viene al lu"ar del deseo prohibido, el mismo que se han propuesto no alcan$ar-, es pues, comenta Freud, el si"no de una identi&caci%n hist0rica, la misma que se produce entre sujetos que comparten una problemática se+ual similar. *e aquí una de las claves de la insatis)acci%n )emenina, sobre la que tanto se ha dicho, pero no nos e+tenderemos sobre ello en esta oportunidad. El deseo de la Bella Carnicera es, en realidad, que no se realice el deseo de la ami"a, de la que está celosa: pero, identi&cada como está con ella, lo que aparece en el sueño es que no se reali$a su propio deseo. /or esta vía ella encuentra la )orma de redoblar su desconocimiento respecto de lo que sería su propio deseo, )rente a su ami"a ! )rente a su marido. Con estas palabras conclu!e Freud el análisis del sueño la sujeto ocupa en su sueño el lu"ar de su ami"a porque 0sta ocupa en el ánimo de su marido el lu"ar que a ella le corresponde ! porque quisiera ocupar en la estimaci%n del mismo el lu"ar que aqu0lla ocupa2. 1e lo que puede )ácilmente deducirse el m%vil de la envidia, el mismo que lo distin"uiría de la ambici%n que otro no alcance un "oce que el sujeto, sin admitirlo, desea para sí. ;ás importante a#n, es lo que viene a a"re"ar Lacan, la ra$%n pro)unda que ha dado lu"ar a la identi&caci%n entre ambas ami"as es la pre"unta por lo a"almático de la )eminidad, ! es cierto que la satis)acci%n del deseo de caviar o de salm%n, incluso del deseo se+ual, no terminaría de responderla una ra$%n más para sostener la insatis)acci%n: es que tampoco es eso, dice la hist0rica.