: DEL APRENDIZAJE A LA ESCRITURA
EL JUGUETE RABIOSO
Rita Gnutzmann Facultad de Filología,Vitoria
En la actualidad, nos es necesario producir, producir sin parar. Se trata de la labor de un obrero que debe ganar su pan y que no puede retirar hasta haber hecho una fortuna. fortuna. Además, si el escritor se para, el público le olvida... E. Zola !""#$, %El dinero en la literatura&. En' El naturalismo naturalismo. (arcelona. )en*nsula. !+"+, !.
Resumen
En el presente trabajo se realiza una lectura de El uguete rabioso (1926) a partir de los diversos encuadres genricos reconocidos por la crítica! El estudio se apo"a en los aportes #ue reconocen en la obra, la narraci$n de la %istoria de su protagonista, &ilvio 'stier, " #ue relacionan esta narraci$n con la picaresca " el ildungsroman! El anlisis se centra en dos aspectos *undamentales+ el aprendizaje de &ilvio como actor de su propia %istoria ladr$n, " el de su aprendizaje como escritor #ue e-plica mediante la puesta en te-to del relato, la clave de su e-istencia!
/obert /obe rtoo Arlt Arlt es un auto autorr hoy hoy d*a d*a tan tan cons consag agra rado do que que pare parece ce inimaginable que su nombre pudiera desaparecer de los catálogos editoriales y de los programas de ense0an1a1. Esta consagraci2n se apoya en un ingente acervo de estudios sobre su obra debidos a cr*ticos argentinos y e3traneros,
"
/45A 6785Z9A77
con clara preferencia por la e3:gesis socio-pol*tica o psicoanal*tica$ en los primeros con la e3cepci2n de A. 9. Zubieta, !+"$ y de la formal y estructuralista por parte de los segundos, tendencias que a menudo se han ignorado mutuamente o han mostrado el m*nimo inter:s la una por la otra. ;a primera novela de Arlt, El juguete rabioso, publicada en !+<=, no es ninguna e3cepci2n a la regla. 6on1ále1 ;anu1a considera a Arlt un eterno %adolescente&, %un semi-analfabeto& con %s*ntomas de inmadure1& !+!'><, #$ y % El juguete rabioso , más que novela, un conunto de relatos ?...@ con inocultables vislumbres autobiográficos& !+!'$. a /aúl ;arra !+=<'!+, <#$ y 7ira Etchenique hab*an insistido en los elementos autobiográficos hasta e3agerarlos y concluir que se trata de una %novela autobiográfica cien por cien& Etchenique !+=<'!+$. 6on1ále1 ;anu1a observa, además, el parecido con la novela picaresca, aunque :sta es reescrita por un lector de BostoievsCi !+!'"$. 9irta Arlt y Dmar (orr: retoman la idea de la novela picaresca2 y a0aden la temática de la %iniciaci2n& para relacionarla nuevamente$ con la literatura autobiográfica !+"'>$. El e3-miembro de .ontorno, Dscar 9asotta, bao las influencias sartreana y psicoanal*tica, ve en el relato una %verdadera fenomenolog*a de la aparici2n del mal& y en el protagonista en todos los protagonistas arltianos$ la necesidad de %trascendencia&' Silvio como sus sucesores Erdosain y (alder$, condenado a una vida vulgar, sue0a con la vida aventurera y la fama !+"<'>, >"$. Biana 6uerrero hace hincapi: en la problemática socio-econ2mica en su cap*tulo dedicado a la novela, titulado %El aprendi1ae de la sociedad& 6uerrero !+<$3F un análisis parecido hace (eatri1 )astor !+"#'=#, >-$. 6erardo 9. 6oloboff anali1a el te3to bao la idea de que todo está relacionado con la literatura, tanto los delitos como los inventos de Astier !+""'>=$4, idea tambi:n presente en el art*culo de Adolfo )rieto acerca de las lecturas de Silvio !+"=$. Aden G. Hayes corrige la afirmaci2n de cr*ticos anteriores acerca del te3to como autobiograf*a del autor, convirti:ndola en la del personae principalF estudia c2mo :ste transforma su vida en arte !+"<'<$. En esa v*a le sigue IicCy 8nruh en sus páginas sobre El juguete rabioso como /0nstlerroman , dentro de su cap*tulo dedicado a %5he IanguardsJ )ortraits of the Artist& !++'"ss.$. ;a misma cr*tica reconoce que, aparte de los rasgos picarescos y de la influencia dostoievsCiana, e3isten %indicadores& %marCers&$ del ildungsroman , idea que pretendo desarrollar en este lugar 5. Komo es natural, dado su origen, la novela de aprendi1ae o ildungsroman ha sido estudiada principalmente por cr*ticos alemanes o de la literatura alemana, pero en los últimos a0os, con el auge de la literatura
+
E 343E5E '78&8' BE; A)/E7B4ZALE A ;A ESK/458/A
femenina6, este g:nero ha sido retomado, aunque no se limite en absoluto a una protagonista femenina como prueban algunas novelas de Baniel 9oyano, Iargas ;losa o Alfredo (ryce Echenique, para mencionar s2lo tres eemplos. El ildungsroman , como todos los g:neros y subg:neros literarios, se ha desarrollado a lo largo de su historia' surgi2 durante el siglo MI444, en la :poca del 4dealismo alemán con sus valores :ticos y humanistas SNales !+"'!$7. 9uestra el proceso formativo de un oven desde su adolescencia hasta su madure1 con la finalidad de desarrollar su total personalidad 6oethe' %mich selbst, gan1 Nie ich bin, aus1ubilden&, il%elm :eisters e%rja%re, %Hamburger& Ausgabe !++', <+#$, formaci2n que se reali1a en constante tensi2n entre sus deseos y aspiraciones y los intereses de la sociedad, es decir, en la base del subg:nero e3iste el conflicto entre la potencialidad del individuo y la realidad limitadora8. a el primer estudioso del ildungsroman, Oarl 9orgenstern alude a la posibilidad de que, al final del camino, el h:roe no alcance su meta de plenitud individual y su integraci2n como miembro responsable en la sociedad9 y, recientemente, /odr*gue1 Pontela ha mostrado que %el final arm2nico y positivo ?...@ nunca o casi nunca se da en este g:nero& !++='"$. Es evidente que a lo largo de la historia del g:nero, las e3periencias que el ildungs%eld debe superar han variado, al igual que el ideal de formaci2n que se persigue. )or último, recientemente y bao la influencia del psicoanálisis, el aprendi1ae como forma de denegaci2n de deseos y pulsiones propios es visto como un proceso de %auto-enaenaci2n& Smith !+"''=>$. )ara el clásico ildungsroman , (ucCley !+'!-!"$ resume los siguientes componentes y etapas principales' la uventud y la orfandad, el provincialismo y el viae a la ciudad, el conflicto con la sociedad circundante yQo entre generaciones, la formaci2n mediante una serie de e3periencias vitales incluidas algunas amorosas$ y de lecturas prohibidas y la búsqueda de una vocaci2n y de valores :ticos.
/45A 6785Z9A77
1. Silvio-acto Silvio Astier es el narrador de su propia historia que comien1a a sus catorce a0os, presentándose a s* mismo y a sus compinches como %;os ladrones& t*tulo del primero de los cuatro cap*tulos$. Silvio, al igual que sus compa0eros, carece de padre y por lo tanto habrá que esperar que determinados personaes desempe0en el papel de gu*a. El primero que se presenta es el 1apatero andalu1, vieo y contrahecho, due0o de un tesoro inestimable' los cuadernillos de bandoleros como Biego Korrientes, Los: 9ar*a %el /ayo de Andaluc*a& alias %el 5empranillo& o %el amo de Andaluc*a&$ y Laime el (arbudo. A esta edad, el aprendi1ae se centra en la lectura y la imitaci2n de los grandes ladronesF aparte de los mencionados folletines, Silvio tambi:n conoce otra literatura de ladrones, como los más de cuarenta volúmenes de ocambole 10 y os miserables de Iictor Hugo, ya que menciona los personaes de 9ontparnasse y 5enardhier. )ero en esta fase de su aprendi1ae da lo mismo la literatura que la realidad' el vieo 1apatero al elogiar a %un parroquiano rumboso& le ofrece otro modeloF igualmente sirven los %apaches& que protegen al presidente de la república, criminales franceses e3pulsados según la nota de prensa de Soi1a /eilly11 o los famosos ladrones mencionados con su nombre' (onnot, ;acombe y Ialet. Es obvio que el robo y la fama van unidos' fama que cobran los ladrones como valientes, osados, ricos y generosos ante el pueblo y ante las doncellas que se les rinden en todas partes %daba ar pobre lo que quitaba ar rico... ten*a mu: en toos los cortio...&, !=$F pero tambi:n la fama que se gana a trav:s de la prensa y a trav:s de las %memorias&, bien propias o bien escritas por otros12. )ero tambi:n el cine eerce evidente influencia sobre ellos, aunque en primer lugar sobre ;ucio13' imita la m*mica de ciertos actores en su papel de granua de barrio y su gesto de encender la cerilla en la suela del 1apatoF tambi:n es :l quien conoce los alrededores del cine y el que sugiere el robo de una oyer*a adosada a la letrina del mismo, lugar que seguramente debe ser relacionado con su práctica masturbadora. )ero la lectura induce a la práctica' aparte de varios planes de robo que no se reali1an, se relatan hechos como el desvaliar casas abandonadas o para alquilar, sus robos en caf:s y comercios y la forma de convertir los obetos en dinero. Sin duda, la escena más comentada es la del robo en la escuela' s2lo despu:s de haber cargado con un enorme bot*n de lámparas, los ladrones entran en la biblioteca para hacer lo mismo con los libros, es decir, convierten la literatura en mercanc*a con acreditado valor en el mercado negro, prescindiendo de su valor %espiritual&, con la e3cepci2n de
E 343E5E '78&8' BE; A)/E7B4ZALE A ;A ESK/458/A
una 4eogra*ía que, apropiadamente, el falsificador de banderas nacionales Enrique se guarda, y la poes*a de (audelaire, apreciada por el futuro escritor Silvio. En fin, más que personaes-gu*as encontramos en este cap*tulo influencias librescas y cinematográficasF los 2venes ladrones, llenos de %un deseo infinito de inmortali1ar?se@&, imitan actitudes y posturas de sus h:roes favoritos con su %halo de soberbia y audacia& en la frente, rev2lver en mano y %regocio& en el alma y una %sonrisa e3tra0a& a lo /ocambole$ en la boca. Es comprensible que, al final, ante la necesidad de disolver su Klub por el peligro de ser descubiertos, se complacen en la lectura de su aventura en un peri2dico %por d:cima ve1& +$14. Si el primer cap*tulo mostraba la etapa de la libertad, fuera de las contingencias sociales, en la que el dinero serv*a para %go1ar&, para dar %emoci2n& y no para aplacar necesidades como el hambre15, el segundo, al parecer, deb*a corresponder a la integraci2n en la sociedad mediante el %trabao honesto& Bon 6aetano' el hombre honesto no tiene vergRen1a del trabao, #$. Silvio, un a0o mayor, se emplea, por requirimiento de su madre, en la librer*a del napolitano Bon 6aetano y su muer Bo0a 9ar*a. En realidad, como es sabido, la librer*a resulta ser una %caverna& de compraventa y una %ladronera&, el due0o un grandull2n, trapacero, codicioso y estafador y su muer %cruel&, sucia y vengativa. El cap*tulo termina con el intento de incendio de la librer*a, intento que, aunque fallido, devuelve al protagonista nuevamente a la libertad. Si repasamos el cap*tulo, vemos que Silvio hace varios aprendi1aes en este a0oF pasa por toda una serie de penurias y humillaciones relacionadas con el trabao' el hambre, el fr*o y la incomodidad la falta de una cama decente$, pero tambi:n la vergRen1a de tener que escuchar las peleas matrimonialesF la obligaci2n de atraer a los clientes con un cencerro en la manoF el viae degradante con los trastos sucios por la ciudad al dear Bo0a 9ar*a temporalmente$ al maridoF el tener que limpiar la letrina y fregar la calle bao los oos de hermosas doncellas... En fin, el mito del %trabao honrado&, que satisface y permite el ascenso social, es destruido por la realidad humilladora y degradante. )ero, tambi:n en otro campo, el oven Silvio a0ade una nueva e3periencia, la de la falta de compa0*a femenina. Prente al sentimiento amoroso hacia Eleonora, mencionado en el primer cap*tulo, que e3clu*a todo lo f*sico, aqu* predomina el aspecto sensual16. ;a primera referencia la encontramos aquella noche seguramente de carácter reiterativo$ en que los rostros de las doncellas le %hieren con espada de dul1ura&, metáfora que no dea lugar a dudas sobre la realidad del deseo se3ual, y que termina con el
/45A 6785Z9A77
acto masturbatorio $, evidente audacia literaria para la :poca. ;a angustia de nunca poder aspirar a la reali1aci2n del amor se relaciona para Silvio con su pobre1a, como cuando observa la parea de 2venes burgueses17 o al encontrar a la cortesana francesa. Si en el ildungsroman la e3periencia amorosa sirve para la maduraci2n del adolescente, a Silvio esta e3periencia le está negada y s2lo puede ser fuente de congoa o de enso0aciones %orgiásticas&, aprendidas en %los cromos de los libros viciosos& +$. El comien1o del cap*tulo 444 vuelve a la misma situaci2n del 44' Silvio, un a0o mayor, rodeado de su madre y su hermana y sin trabao, se ocupa con lecturas. En este caso es la vecina 7aidath18 la que lo impulsa a buscar un nuevo empleo, esta ve1 en la Escuela 9ecánica de Aviaci2n. ;a lectura de la Electr$nica de (ah*a frente al e3preso recha1o del %novel2n truculento& de ;uis de Ial$ indica el campo al que Silvio se va a dedicar en este cap*tulo, en consonancia con su aspiraci2n de llegar a ser un inventor ingeniero$ como Edison19. En efecto, la primera parte del cap*tulo se centra en sus inventos, en absoluto limitados a obetos ilusorios un se0alador de estrellas fugaces$ sino tambi:n prácticos una máquina de escribir como un dictáfono$ e incluso b:licos como un ca02n. El nuevo fracaso de sus aspiraciones debido a la traici2n del cap*tan 9árque1 quien lo despide para favorecer a un oven enchufado, arroa a Silvio a la desesperaci2n más profunda y le hace cuestionarse el sentido de esta %vida puerca& !<<$, t*tulo original de la novela que fue sustituido por el que encabe1a este cap*tulo según la recomendaci2n del escritor y mecenas /icardo 6Riraldes. Esta desesperaci2n contrasta directamente con el final del cap*tulo anterior en que Silvio, a pesar de las humillaciones, tiene la fuer1a y el esp*ritu de rebeld*a para cantar a la vida' %Iida, Iida, qu: linda que sos ?...@. Iida, qu: linda que sos, Iida... qu: linda... Bios m*o, qu: linda que sos& sic, ++$. Su absoluta postraci2n está relacionada con la se3ualidad, no la de Silvio sino la del homose3ual an2nimo de la pensi2n, un oven inducido a la %aberraci2n&20 a la misma edad en que comen1aba la formaci2n del propio Silvio. 8n último fracaso al solicitar en vano trabao en cualquier buque y la evidencia de su peque0e1 ante la grande1a de los transatlánticos, las mercader*as y las rique1as lo convence de la inevitabilidad del suicidio. )ero incluso este momento no está e3ento de teatralidad, aprendida en libros o pel*culas, al imaginarse en el papel de un suicida en un catafalco, rodeado de doncellas hermosas que lloran su muerte. Komo en posteriores novelas, el h:roe Silvio, Haffner, el Astr2logo, pero ya no Erdosain$ salva su vida por una casualidad. En este cap*tulo se observa por primera ve1 la interiori1aci2n de las cir-
E 343E5E '78&8' BE; A)/E7B4ZALE A ;A ESK/458/A
cunstancias adversas. Silvio no s2lo cambia en su interior, sino que refle3iona sobre estos cambios y anali1a su devenir psicol2gico. Es precisamente esta introspecci2n lo que distingue al ildungs%eld del protagonista de la novela de aventuras, en la que el h:roe siempre domina su mundo y su psicolog*a permanece estática, y de la picaresca, aunque, en los últimos a0os, cr*ticos como 9. (ataillon y P. /ico han insistido en el carácter autorrefle3ivo del azarillo, caracter*stica abandonada a partir de 4uzmn de 'l*arac%e y El usc$n cf. /odr*gue1 Pontela !++='!+
/45A 6785Z9A77
!+<'!<$ o como acto de denuncia de la hipocres*a social que incita a la delaci2n pero condena moralmente al delator 21. Algo de ello e3iste en el sentido de que Iitri22 mismo habla de %la ley de la ferocidad& !""$ y el maltrato del /engo al ser detenido ser*a su más clara confirmaci2n. ;a ra12n de la traici2n no es el dinero recha1ado por Silvio$, ni la aceptaci2n por la sociedad :l quiere alearse de ella$, sino el intento de conocerse a s* mismo, llegar hasta lo más hondo de s* mismo, un %curioso de esta fuer1a enorme que está en m*&. Kon este acto Silvio ha llegado al final de su adolescenciaF aunque su vida continúa, carece de inter:s para el relato, puesto que su formaci2n termina en ese momento. El narrador marca claramente el comien1o y el final de este aprendi1ae con los verbos %iniciar& y %salir& que abren y cierran la novela' %Kuando ten*a catorce a0os me inici$ ?...@ un vieo 1apatero andalu1& -- %5ropec: con una silla... y salí &. /esumamos lo que nos ha aportado el estudio de Silvio como il; dungs%eld ' Silvio madura psicol2gica y f*sicamente a lo largo de la historia, porque aprende algo nuevo en cada uno de los cap*tulos. En el primero, ataca el derecho a la propiedad y debe rendirse ante la fuer1a coactiva de la polic*a. En el segundo, debe aceptar la idea del trabao, pero se rebela ante las humillaciones. En el tercero, lleno de ilusi2n por el nuevo trabao y su capacidad de inventor, es e3pulsado e intenta suicidarse. En el cuarto, decide no ser uguete pasivo y toma las riendas mediante la traici2n y apuesta por el voluntario aislamiento de la sociedad. 5ambi:n una comparaci2n entre su comportamiento en el primer y el último cap*tulo muestra la evoluci2n que Silvio ha recorrido' el adolescente recoge a su amigo Enrique en peligro de ser detenido en el primeroF en el último, Silvio, tres a0os mayor, despu:s de un debate interior entre dos voces, la de /ocambole23 y la de un %idiota&, se decide por delatar y entregar a su amigo /engo a la polic*a, traici2n que afirma su libertad de decisi2n y su yo romántico$ engrandecido por la búsqueda de s* mismo. En todo el relato se ve al protagonista en situaciones que lo enfrentan con la sociedad, caracter*stica de este tipo de narraci2n como (atin subraya en su ensayo sobre la novela de aprendi1ae' %El hombre se transforma junto con el mundo& !+"+'
!. Silvio-"#cito
E 343E5E '78&8' BE; A)/E7B4ZALE A ;A ESK/458/A
Komo hemos visto, el final queda abierto, tal como es costumbre en este tipo de novela25, pero aqu* me interesa la motivaci2n y el efecto para el futuro a que Silvio alude en su última refle3i2n como personae-actor. Afirma que la traici2n ocupará su pensamiento y su %quehacer&, refiri:ndose claramente a la escritura' Entonces yo guardar: un secreto, un secreto salado, un secreto re pugnante, que me impulsará a investigar cuál es el origen de mis ra*ces oscuras. ?...@ me preguntar:' )or qu: fui tan canallaT, y no sabr: responderme... !=$. ;a idea e3presada en ese momento constituye el enlace para la segunda parte de la vida de Silvio' la etapa del creador y de la escritura-búsqueda de una e3plicaci2n de aquel acto, de c2mo lleg2 a cometerlo tras un largo camino y de indagar en el sentido de la %vida&, palabra-clave en su relato. )osiblemente Silvio hace su primer aprendi1ae de narrador de un relato oral$ en su segunda visita a Iitri, por lo que la sorprendente reacci2n del ingeniero balbuceante, entusiasmado$ no significar*a más que el modelo que Silvio-autor quiere imponer a sus lectores. a A. Hayes y antes 9. 6oloboff relacionaron la traici2n con la escritura de sus memorias' %Se ha conquistado el material y el tema con que se relatará la historia de todo este ciclo ?...@ que es la novela. El acto final aparece, as*, coronando una verdadera metáfora de la creaci2n art*stica& 6oloboff !+""'>"->+$26. El relato en primera persona de un narrador de cuyo nombre nos enteramos tarde gracias a un diálogo, ya advierte al lector de que se trata de algún tipo de autobiograf*a o autoficci2n27, hecho que se refuer1a en seguida por la afirmaci2n de la situaci2n de enunciaci2n' %no me sorprende al escribir mis memorias de que Enrique se hospeda en uno de esos hoteles que el Estado dispone para los audaces y bribones& !"$. Komo en la c:lebre novela proustiana, un yo-narrador evoca su yo oven, que ha deado atrás, pero que sobrevive de alguna manera en :l. )ara el narrador, eventos del futuro en el plano de la acci2n se convierten en pasado, con posibilidad de continuar en el presente, como en el caso de Enrique, aludido en la cita anterior' Enrique, a los catorce a0os, enga02 a un fabricante de caramelos, prefigurando cuál ser*a en el futuro su destino. En efecto, en algún momento del pasado no especificado, el ladr2n fue detenido y %ahora& tiempo del discurso$, %Enrique se hospeda en uno de esos hoteles...& y continuará ah* en el futuro$. Komo es habitual, no se indica la distancia temporal 28 y, como dice 6enette, se trata de un pret:rito, %especie de pasado sin edad& !+<'<><$. En El juguete rabioso se marca la diferencia entre actante y
/45A 6785Z9A77
emisor mediante las formas verbales' las del pasado para el tiempo de la acci2n y el presente para el tiempo del discurso29. Ieamos los siguientes eemplos' %Sonada aventura *ue la de mi ca02n y grato me es recordarla& frente a' % s que de mutuo acuerdo, resolvimos organi1ar un club de ladrones, del que por el momento nosotros solos ramos afiliados&. Kon ello, el narrador convierte lo que fue una vida %real&$ en una construcci2n, sometida a %procesos de selecci2n, ordenaci2n, argumentaci2n e interpretaci2n& como observa A. Hayes con ra12n !+"<'<>$. Bentro del te3to se alude a la *utura escritura, -aparte de en la constataci2n de escribir %mis memorias&- cuando Silvio se empapa de colores, olores y aromas y dice' %una fiesta universal y perfumada, cuyo futuro relator fuera yo& !!$. 9uchas veces la distancia temporal se anuncia claramente mediante adverbios temporales como %entonces&, %más tarde&, %aún&, %aún ahora&, %desde... hasta&, %despu:s&, etc., a menudo relacionados con verbos de percepci2n y de recuerdo' %Aún no he olvidado la alegr*a que e3perimentaba...& o %Aún tengo el cuadro ante los oos& o en la pregunta que se hace el narrador' %Be d2nde proven*a esta certe1a il2gica que despu:s ha guiado todos los actos de mi vidaT& !>$. El frecuente uso del verbo %recordar& o %no olvidar&$ evidencia, asimismo, la situaci2n de enunciaci2n' %Ii rostros de mueres que ya no olvidar: amás. Ii sonrisas que aún me gritan su befa en los oos...& sic, +F v:ase mi edici2n en Kátedra !+"'>+-#$. Dtras veces, el distanciamiento se consigue mediante el tono ir2nico de las e3clamaciones al evocar el pasado' %UVu: nuevo mundo pintoresco descubr* en la casa de la familia 4r1ubetaW& <>$, %U(ella persona era don 6aetanoW& o en los adetivos %venerable& y %noble& para el degradado %B*o Petente& y para la profesi2n del /engo, encargado de vigilar los carros de la feriaF en la descripci2n de :ste se a0ade el retru:cano a la iron*a' %esa cara triangular enroecida por el sol, bronceada por la desvergRen1a&. Kuando se trata de su propio yo oven, la iron*a se hace afectiva' %UDh, iron*aW, Uy yo era el que hab*a so0ado en ser un bandido grande como /ocambole y un poeta genial como (audelaireW& #$. Es obvia la comprensi2n, la simpat*a y la nostalgia que el narrador mayor y el autor$ siente por su yo oven. En ocasiones, el uicio indirecto de aqu:l sobre :ste, se e3presa en el adetivo, como cuando tacha sus inventos de anta0o de %combinaciones mecánicas absurdas& !#<$ o cuando desautori1a su actuaci2n o pensamiento de entonces directamente' %Sub* tres escalones y auda1mente -as* pensaba entonces- me intern: en un estrecho corredor& !#"$. Komentarios o descalificaciones como llamar %barrabasadas& a sus actos o decir' %7o recuerdo por qu: sutilezas y sinrazones llegamos a convencernos de que robar era acci2n meritoria y
E 343E5E '78&8' BE; A)/E7B4ZALE A ;A ESK/458/A
bella& muestran el cambio espiritual del personaeF incluso se puede decir que hay cierta actitud morali1adora en el Silvio-mayor 30. Alguna ve1 :ste incluye un uicio generali1ador sobre los 2venes' %Estos certámenes absurdos como se sabe, apasionan a los muchachos& !"F cf. el eemplo del %regocio que nos engrandece las almas&, <$. Dtro recurso que subraya la distancia es el resumen introducido, por eemplo, por el adverbio %as*&' %As* viv*amos d*as de sin par emoci2n& >$ o el uicio sobre el tipo de relato del /engo' %As* eran las narraciones del /engo. 9on2tonas, oscuras, y sanguinosas& !=$ o en la f2rmula %en fin& con que concluye la presentaci2n de la vida de los 4r1ubeta <$. El ap2strofe o la e3plicaci2n tambi:n muestran que el narrador tiene en mente a su lectorF el siguiente eemplo se encuentra en la descripci2n de ;ucio' %A0adid a esto una gorra ?...@ y tendr:is la desfachatada estampa de ese festivo masturbador& $. 4gualmente el par:ntesis muestra la preocupaci2n del narrador por facilitar la comprensi2n, como cuando e3plica por qu: Enrique citar*a a BarNin y ;e Bantec ante un ue1' %Enrique era ateo$& >=$ o cuando interrumpe el discurso directo del mismo en presente$ con un par:ntesis en pasado$ para e3plicar la situaci2n de la casa de los 4r1ubeta' %Aqu*, en el fondo de la carnicer*a la pared de la casa de 4r1ubeta era medianera respecto a dicho fondo$ hay un gringo...& >$. 4ncluso el hecho de usar el apellido en ve1 del nombre del antiguo amigo delata al narrador adulto. ;o mismo es cierto para la preparaci2n de los diálogos en escenaF veamos un único eemplo' %Estamos en casa de Enrique. 8n rayo roo penetra ?...@. Enrique refle3iona ?...@. ;ucio fuma ?...@. o estoy sentado en el suelo& "$. En la parte anterior, dedicada a la :poca formativa de Silvio, se ha ha blado de sus lecturas31, claramente opuestas a las de las presuntuosas hias 4r1ubeta. Aparte de las lecturas antes mencionadas, la mayor*a de ellas para sobrellevar la vida gris y mediocre los %deleites& de la literatura bandoleresca y ocambole$ y la falta de compa0*a femenina los %libros viciosos&$, tambi:n debe de haber le*do la literatura caballeresca, puesto que se hace anunciar ante Iitri con el nombre de Pernán 6on1ále1, personae rebaado a la profesi2n de dibuante. Además, el t*tulo del segundo cap*tulo, %;os trabaos y los d*as&, denuncia su conocimiento de Hes*odo, aunque no está claro si ya lo ley2 de oven o si es el narrador e3perimentado quien hace este gui0o interte3tual a su lector. E3iste otra fuente muy importante que no se menciona e3presamente, pero cuya influencia es notable en el relato' la picaresca espa0ola. ;a misma estructura epis2dica de la novela, el cambio de amos, la lucha por la supervivencia, etc. recuerdan a este tipo de novela,
/45A 6785Z9A77
aunque, a la ve1, hay múltiples elementos que distinguen El juguete rabioso de aquella y de ninguna forma se deber*a incluirla en este subg:nero cf. 6nut1mann !+"'$. E3isten incluso algunas coincidencias te3tuales, como la figura del 1apatero que tiene su precedente en el d2mine Kabra, igual que el criado 9iguel, cruce entre el d2mine y su flaco criadoF el ambiente de la primera noche en casa de los 6aetano, con Silvio tirado encima de la %yacia más taimada&, repite la primera noche de ;a1arillo en casa del escudero id. !+"'=-$. 5ambi:n la descripci2n del paseo de Bon 6aetano por el mercado, sus regateos y el ambiente s2rdido deben algo a la picaresca !<$. Consideremos, por último, algunos aspectos estilísticos del texto ue nos lle!an a la persona del narrador" #lama la atenci$n el estilo ela%orado, el tono lírico de muc&os pasa'es ( el amplio número de met)*oras ( comparaciones po+ticas" #os paralelismos ( las an)*oras en la siguiente cita prue%an ue el narrador tiene un conocimiento mu( por encima de las no!elas ín*imas mencionadas en la primera parte -C&usma llama%an .las /ru%eta al almacenero""" c&usma a la tendera""" c&usma al carnicero" n muc&os casos la elisi$n del artículo inde*inido produce un e*ecto po+tico -enuda llu!ia picotea%a el cristal""", -ú%ita tristea me so%recogi$""", -Congo'osa seuedad del espíritu, peregrina !oluptuosidad, para citar s$lo algunos e'emplos" #a repetici$n ( la gradaci$n son otro elemento típico del lengua'e del narrador, a !eces para criticar a los comerciantes un !endedor de%e -escoger las pala%ras""" adular con circunspecci$n""" entusiasmarse con una %agatela, acertar con un gesto""" interesarse !i!amente""" agradecer con donaire""" no desconcertarse""" 155, otras !eces pro%a%lemente con m)s *recuencia para conmo!er al lector -tenía la sensaci$n de ue mi rostro se &a%ía entosuecido de pena, de*ormado de pena, una pena &ondísima, toda clamorosa 121" l lengua'e meta*$rico ( metonímico es otra muestra de la maestría de il!io como escritor -me ceía la *rente un cilicio de nie!e o en la descripci$n de la noc&e con el &omosexual -na angustia &orri%le pes$ en el aire con*inado ( -su pensamiento espantoso crua%a el silencio, &asta ue -el sordo c&oue de un cuerpo so%re el muro, me arue$ el alma" i todo lengua'e literario es pleon)stico, el de il!io:narrador lo es en grado sumo" ;ero por encima de todo se comprue%a ue il!io se &a con!ertido en un !erdadero escritor en el ni!el de la &istoria sa%e retratar la psiue del &om%re con todas sus
E 343E5E '78&8' BE; A)/E7B4ZALE A ;A ESK/458/A
*rustraciones ( angustias al estilo de su admirado audelaire en relaci$n con leonora"
/45A 6785Z9A77
N$TAS
! )rueba de ello son las dos biograf*as de D. (orr: y S. Sa*tta, publicadas el mismo a0o <###$. Dbviamente, Arlt es un XvalorY econ2mico por el que las editoriales argentinas, a pesar de la fuerte crisis del mercado, pueden apostar. ;a primera biograf*a de /aúl ;arra !+#$ mostraba claramente los peligros %novelescos& fantasiosos$ del g:nero, por eemplo, al pretender conocer los pensamientos del moribundo Arlt !+=<'!!ss.$.- 7o olvidemos, por otra parte, el hermoso homenae que /icardo )iglia dedica al autor en su novela espiraci$n arti*icial !+"<'!=#ss.$ y en sus cuentos %Homenae a Arlt& y %;uba& !+$. < En un congreso sobre %;a )icaresca&, en 9adrid en !++, ;. 9art*ne1 Kuti0o y 7. Karricaburo leyeron una ponencia sobre el relato arltiano como %picaresca porte0a& !++$. > I:ase, asimismo, los art*culos de /icardo )iglia, %/oberto Arlt' una cr*tica de la econom*a literaria& !+>$, %;iteratura y propiedad en la obra de /oberto Arlt& y %/oberto Arlt' la ficci2n del dinero& !+$ y de 7o: LitriC, %Entre el dinero y el ser...& !+=$. )ara apoyar su teor*a, limita su análisis a dos episodios' el robo en la biblioteca y el incendio de la librer*a. 6oloboff repite en este libro -con peque0os cambios- su art*culo de !+' %;a primera novela de /oberto Arlt' el asalto a la literatura&. evista de crítica literaria latinoamericana, <, !+, >-+F tambi:n publicado en &eminario sobre oberto 'rlt . )oitiers. 8niv. de )oitiers. !+"!, !-<". a en mi introducci2n a la edici2n de la novela en Kátedra 9adrid, !+"$ e3pres: esta idea' %se narra el aprendizaje del protagonista Silvio& y la relacion: con el ildungsroman !+"'>$. I. 8nruh fuer1a los actos ficticios para identificarlos con la vanguardia' la creaci2n del Klub corresponde al nacimiento de un movimiento vanguardista con %an e3pansive, grand design to engage a mass public&F el robo del Biccionario porque da mucho dinero en la reventa$ resulta %an act emblematic of the vanguards assault on academic tradition& !++'"=$. 9ientras que para A. G. Hayes la vo1 l*rica de Silvio surge en el episodio con la cortesana !+"<'"=-"$, para 8nruh aparece en el momento del robo de la biograf*a de (audelaire Uen realidad se trataba de sus versosW$ !++'"$. 5ambi:n A. )rieto insiste en su art*culo en el papel que uega la literatura en el relato y en la formaci2n de Silvio !+"='!!$. = Sobre el ildungsroman femenino, v:ase E. Ai1enberg. %El ildungsroman fracasado en ;atinoam:rica' El caso de 7*igenia de 5eresa de la )arra&, evista 7beroamericana, !>, ulio-dic. !+", >+-=F 9. 4. ;agos, En tono ma"or! elatos de *ormaci$n de protagonista *emenina en a. 7eN Drleans. 8niv. )ress of the South. !+++ y ;. . ;utes. 'llende, uitrago, uiselli! 'pro-imaciones te$ricas al concepto del ?ildungsroman@ *emenino . 7eN orC, )eter ;ang, <###.
)ara el t:rmino y el análisis del g:nero, v:ase P. 9art*ni !+=!'ss.$F sobre la teor*a literaria de la :poca, v:ase /. 6nut1mann. 5eoría de la literatura alemana! (a teoría literaria alemana) . 9adrid, S*ntesis, !++, p. ! y ss. " 9. Hirsch !++'>#<$ define la finalidad del ildungsroman de esta manera' %the process of maturation is one of selfrecognition' the individual discovers his authentic self and reali1es his personal destiny in the assumption of social responsability&. 8no de los estudios más abarcadores es el de 9. A. /odr*gue1 Pontela. a novela de auto*ormaci$n !++=$. + 9orgenstern en 9artini !+=!'!$. 7o sorprende que tras el aprendi1ae que narraban las novelas se escond*a el intento de educar al mismo lector' %(ildungsroman Nird er heissen dRrfen, erstens und vor1Rglich Negen seines Stoffs, Neil er des Helden (ildung in ihrem Anfang und Portgang bis 1u einer geNissen Stufe der Iollendung darstelltF 1Neytens aber auch, Neil er gerade durch diese Barstellung des ;esers (ildung, in Neiterm 8mfange als ede andere Art des /omans, f[rdert& id.'$. 7o cabe duda de que el cr*tico ha tenido en mente la preceptiva horaciana del %utile dulci&. !# En su obra de teatro 5rescientos millones, /ocambole desempe0a un papel importante y los demás personaes e3presan su admiraci2n por el hecho de que sus ha1a0as ocupen cuarenta tomos y por haber sido le*do %por todas las tenderas, modistillas y planchadoras del mundo&F aparte del :3ito, el propio /ocambole insiste en el dinero que los volúmenes han aportado a su autor' %millares y millares de francos& !++!'444, <$, en fin, tres obsesiones padecidas por el propio Arlt' capacidad de trabao, dinero y :3ito cf. el c:lebre pr2logo a os lanzallamas, tan parecido a lo que Zola e3presa en el ep*grafe que encabe1a este estudio$. 8n amigo del autor, Konrado 7al: /o3lo recuerda la afici2n de :ste por /ocambole y la buena amistad que hi1o con su madre gracias a ocambole !+"'"$. !! Soi1a /eilly era director de la evista =opular y public2 el primer cuento arltiano %Lehová& en esta misma revista unio !+!"$. El >! de mayo de !+># Arlt le dedica un %aguafuerte&' %Este es Soi1a /eilly&. !< Iolver: sobre el tema de las %memorias& más adelante.- Kon respecto al famoso %5empranillo&, tenemos el retrato del viaero ingl:s Lohn P. ;eNis de !">
faltaba en este tipo de literatura y en las canciones populares de la :poca como muestra :sta sobre el 5empranillo' %Be )uente 6enil a ;ucena, de ;oa a (ename*, las mocitas de Sierra 9orenaQ se mueren de pena,Q llorando por t*&. Hoy d*a, su itinerario se ha convertido en ruta tur*stica en las provincias de K2rdoba, 9álaga y Sevilla$. Kuando el %aguafuertista& Arlt via2 por Andaluc*a en !+> e3clamaba' %Estas son las tierras de Los: 9ar*a el 5empranillo y del bandido Biego Korrientes& !+!'<"$. Besde entonces el bandolerismo andalu1 ya se ha merecido dos congresosF v:ase /. 9erinero Ed.$. 'ctas de las &egundas ornadas sobre el andolerismo en 'ndalucía. K2rdoba, Ayuntamiento de ;ucena, !+++. !> El :3ito en el cine o %bibli2grafo&$ tambi:n llama la atenci2n de Silvio =, ==, "+, !<<$. ;ucio es el primer personae arltiano que introduce el tema del cineF posteriormente, en os siete locos y os lanzallamos, (arsut será seducido e irá a HollyNood para representar un papel en la versi2n cinematográfica de la farsa de revoluci2n que acaba de vivir. ! 5ambi:n la aventura definitiva de Enrique es obeto de una nota de prensa !$ y el /engo guarda los recortes period*sticos de un atraco en el que particip2 !">$. En os lanzallamas el destino de otro estafador y asesino$, Erdosain, se detallará con disfrute morboso en la prensa sensacionalista. ! Sabemos que los chicos gastan el dinero ganado mediante el robo en caf:s, viaes en coche o en tren, es decir, dándose un %goce al cuerpo voluptuoso& >!$. != El cap*tulo se puede dividir en los siguientes segmentos' !. preludio la madre lo manda trabaar, =!-=$F <. descripci2n de la librer*a y sus due0os =-=$F >. un d*a y una noche en la librer*a =-=$F . una nocheQ las noches' sue0os con doncellas =-$F . pelea matrimonial -"<$F =. episodio Sou1a "<-"$F . viae humillante con Bo0a 9ar*a "-+!$F ". preludio al episodio con la cortesana francesa +!$F +. episodio con la cortesana +<-+>$F !#. angustia post-cortesana +>+$F !!. odio, humillaciones y rebeli2n de Silvio +-+$F !<. el incendio y su fracaso +-!##$. ;os segmentos , ", +, !# están dedicados a los sentimientos de frustraci2n amorosa-se3ual de Silvio. ! En las novelas de Arlt la burgues*a siempre se relaciona con el pianoF cf. 6nut1mann <###$. !" A pesar del escaso conocimiento del alemán del autor y su antipat*a hacia esta lengua, en la ra*1 del nombre se encuentra la palabra %7eid& envidia$ que define el carácter de este personaeF otro ud*o %hediondo& aparece al comien1o del cap. 4I !#$. Es sabido que, en la revista hebraica Avar , Arlt fue acusado de antisemitismo. !+ ;as otras aspiraciones son' ser un poeta como (audelaire pasi2n fracasada como empleado de librer*a$, un demonio aventurero$ como /ocambole su afici2n en el cap*tulo 4$ y un general como 7apole2n. <# Silvio denuncia la homose3ualidad del otro como algo %sucio& y le recomienda ver a un m:dico. ;a cara enfermi1a y blanca del homose3ual recuerda a la l*vida del masturbador ;ucio y su baa estatura parece relacionarse, asimismo, con su inversi2n, igual que su %mirada falsa&. El personae carece de toda dignidad, aunque es cierto, que Silvio siente cierta piedad por :l cf. D. 9asotta !+"<'"=$. 5odo el episodio está rodeado de suciedad el homose3ual y la pensi2n$ y violencia, por eemplo, con la muer maltratada y la %puerta cerrada violentamente& !>#, !>>$. )or otra parte, este personae lleva directamente al 9olina de El beso de la mujer araBa de 9anuel )uig. $, ). O. SpecC !+"'<=$ ya llam2 la atenci2n sobre la influencia de /ocambole en este acto y S. Sa*tta retoma la idea en su art*culo %5raiciones desviadas...& !+++$. << ;o que más sorprende es la comprensi2n e incluso el entusiasmo con que el ingeniero sigue a Silvio en su canto a la vida, suponiendo que es un hombre con %ce0o profundo&, %melanc2lico& y trabaador serio !"#$. ;a interpretaci2n que la mayor*a de los cr*ticos hace de :l como t*pico representante de la burgues*a 9asotta' %la traici2n a su amigo es lealtad al ingeniero y a la clase& !+"<'>$ me parece sorprendenteF por el contrario, espiritualmente parece un Silvio mayor cf. su %balbuceo&, sus %oos brillantes&, su %sonrisa pueril& y su murmurar %como so0ando&, !"", !"+$. <> El oven ya anticipa una de las caracter*sticas más importantes de los hombres arltianos' la teatralidadF el cap*tulo 44 termina con Silvio representando una %comedia de conciencia&F el 444, con el catafalco de un suicida el propio Silvio$ rodeado de bellas mueresF el 4I -si deamos de lado el %ep*logo& de la despedida de Iitri- con el debate interno aludido entre /ocambole y un cretino de barrio. En este sentido se puede ver el final del cap*tulo 4, la salvaci2n de Enrique, como otra %comedia& a imitaci2n de cualquier novela o pel*cula polic*aca, aunque la alusi2n directa sea a la iblia al pedir Enrique -como Kristo- agua. Este dato subraya una ve1 más la relaci2n con el último cap*tulo y la delaci2n del /engo, ya que Silvio se convierte en %Ludas 4scariote&. < ;os valores formativos en la Alemania del siglo M4M no eran ni religiosos ni cient*ficos sino art*sticos' tanto ;essing como Schiller cre*an en la ildung o
amorosa es otro elemento que eleva a Gilhelm' no se queda con 9ignon la aspiraci2n absoluta a lo infinito$, ni con 5herese la realidad sin deseos de infinito$ sino con 7atalie el equilibrio entre ambas$. < /odr*gue1 Pontela muestra que el ildungsroman ontol2gicamente hablando siempre resulta abierto, puesto que %la autoformaci2n de nuestra vida no acaba nunca pero e3igimos que se cumpla la ilusi2n creada por el ildungsroman' la ilusi2n de considerar concluida la constituci2n de la personalidad heroica. ?...@ El ildungsroman es un g:nero que, como borrador vital, demanda una correcci2n continua hasta la muerte del protagonista& !++=."$. Es sabido que varios autores de ildungsroman Gieland, 6oethe, Oeller$ han escrito posteriormente novelas sobre una segunda etapa de sus h:roes. <= Komo ya se ha mencionado, cr*ticos como A. Hayes y I. 8nruh enfocan a Silvio como escritor de su propia vida' %la producci2n futura de Silvio será literaria - invenci2n verbal& Hayes !+"<'><$F pero ellos se basan en actos concretos del personae para interpretarlos como actos simb2licos, sin anali1ar los elementos formales relacionados con la actividad narrativa. 5ampoco me convencen afirmaciones del tipo de que la quema de la caverna significa la liberaci2n de las vieas formas de escribir y que %vender papel ?para 9onti@ equivale a escribir literatura oficial y aceptada& Hayes !+"<'<, >"$ o que el club de ladrones equivale a los %select gatherings& de los vanguardistas 8nruh !++'"=$. 6oloboff, a su ve1, relaciona el robo de la biblioteca y el incendio con la destrucci2n de la literatura oficial y con la liberaci2n de Silvio. )ara :l, la creaci2n propia de Silvio está simboli1ada en el papel virgen con el que mercadea para 9onti y en el que escribirá la historia de su traici2n. En algunos casos los cr*ticos cometen errores evidentes como cuando afirman que /engo era el compa0ero de sus d*as de ladr2n o cuando le dan valor simb2lico al t*tulo, a pesar de que su inventor fue 6Riraldes 8nruh !++'", +>$ o cuando atribuyen el personae de /ocambole a Salgari Hayes !+"<'>=$. < Kf. 6. 6enette !+"+'><$ sobre %el contrato de lectura& que rige a ec%erc%e' %En este libro, yo, 9arcel )roust, cuento ?...@. Es a m* a quien atribuyo en este libro unas aventuras que en la realidad no me han sucedido, al menos de esta manera. En otras palabras, yo me invento una vida y una personalidad&. )ara este g:nero, 6enette dice que el %meor t:rmino ser*a aquel con el que Serge BoubrovsCy designa su propio relato' auto*icci$n&. <" Este hecho marca claramente su diferencia con la novela picaresca. 5ampoco se concreta el espacio desde el que Silvio escribe' tanto se ofrece el 7euqu:n, al que Silvio aspiraba, como cualquier otro espacioF de todas formas no olvidemos que %el sur& era un espacio simb2lico marcado por la oposici2n %al norte&, al que el /engo pensaba escaparse con el bot*n y su c2mplice. <+ En algunos momentos se trata del presente hist2rico en el nivel de la acci2n, como en el siguiente eemplo' %El /engo se r*e...&. En otros casos la temporalidad resulta ambigua' en el cap*tulo 44, Silvio dice en pret:rito' %yo pensaba en la belle1a con que los poetas estremecieron al mundo& y continúa sin transici2n' %a no tengo ni encuentro palabras para pedir misericordia&F en realidad no parece que haya un cambio de Silvio-personae a Silvio-narrador cf. asimismo su búsqueda de un %poema& que no encuentra y sus refle3iones despu:s de haber recibido el beso de la cocotte' %Estoy colmado de indecisos deseos...& +!, +$. ># 7o encontramos el distanciamiento hostil de clase de Vuevedo frente a su usc$n, quien ve con preocupaci2n e iron*a c2mo las clases baas pretenden medrar, aparte de la omnipresencia del %ingenio& quevedesco en toda la novela que convierte a )ablos en un mero pelele en manos del autor. >! 5ambi:n /. )iglia !++#'>>->$ insiste en esta adicci2n de los personaes arltianos a los libros' (alder es %una especie de 9adame (ovary tanguero. Ergueta lee la (iblia ?...@, Erdosain asesina a la bi1ca sic$ para repetir un relato que ley2 en un diario&F en su conclusi2n enumera todos los productos de consumo masivo' %el cine, el follet*n y sobre todo el periodismo son máquinas de crear ilusiones sociales, de definir modelos de realidad&. Esta lectura incluida la del cine$ tiene un %efecto perturbador y delictivo& sobre los personaes. Komo se ha visto, tanto los modelos reales como los imaginarios de Silvio pertenecen al mundo del crimen y de la marginalidad o lo tratan como los grandes escritores (audelaire, (aroa, BostoievsCi, autores mencionados por Silvio$. )ero tampoco debemos e3cluir el novel2n sentimental de ;uis de Ial, que %%o"& no estaba dispuesto a leer, !#!$ y, tal ve1, ni le estaban desconocidas las %e3quisiteces& de Kherbulie1 con las que suspiraban las doncellas 4r1ubeta <$ ni las lecturas dannun1ianas de don 6aetano, autores a los que el periodista Arlt dedica dos notas %I*a crucis de las e3quisitas almas solitarias& y %El gran olvido que cubre a BJAnnun1io&, '= !++'<>$. En la nota sobre BJAnnun1io, recha1ado actualmente, se reconoce entre %los que sab*amos de memoria tro1os de sus poemas&.
%I%LI$GRA&'A
%i(lio)a*+a )"n"al (atin, 9. 9. %;a novela de educaci2n y su importancia en la historia del realismo&. En' Esttica de la creaci$n verbal . 9:3ico. Siglo MM4. !+"+. (ucCley, Lerome H. &eason o* Dout%! 5%e ildungsroman *rom Aic>ens to 4olding . Kambridge, Harvard 8niversity )ress, !+. 6enette, 6:rard. Figures 777 . )aris, Seuil, !+<. -------------------. =alimpsestos! a literatura en segundo grado. 9adrid, 5aurus, !+"+. Hirsch, 9arianne. %5he 7ovel of Pormation as 6enre' (etNeen 6reat E3pectations and ;ost 4llusions&. En' 4enre. !<,>, !++, <+>->!!. Lost, Pranois. %;a 5radition du ildungsroman&. En' .omparative iterature, . 9artini, Prit1. %Ber (ildungsroman. Zur 6eschichte des Gortes und der 5heorie&. En' Aeutsc%e Viertelja%rssc%ri*t , MMMI, !+=!, -=>. /odr*gue1 Pontela, 9ar*a de los \ngeles. a novela de auto*ormaci$n+ una apro-imaci$n te$rica e %ist$rica al /eichenbergerQ 8niv. de Dviedo. !++=. ?ildungsroman@ desde la narrativa %ispnica. Oassel, Smith, Lohn H. %Kultivating 6ender' Se3ual Bifference, (ildung, and the (ildungsroman&. En' :ic%igan 4ermanic &tudies, !>,<, !+", <#=-<<. SNales, 9artin. 5%e 4erman ildungsroman *rom ieland to , >-=+.
%i(lio)a*+a ," #o(" Alt Arlt, 9irta y (orr:, Dmar. =ara leer a oberto 'rlt . (uenos Aires. 5orres AgRero. !+". Arlt, /oberto. El juguete rabioso. (uenos Aires, Pabril Editora, !+=+. ----------------. 5rescientos millones! En' 8bra completa. Iol. 444. (uenos Aires, )lanetaQ Karlos ;ohl:, !++!. ----------------. 'gua*uertes porteBas+ cultura " política. (uenos Aires, ;osada, !++. (orr:, Dmar. oberto 'rlt! &u vida " su obra. (uenos Aires, )laneta, <###. Etchenique, 7ira. oberto 'rlt . (uenos Aires, ;a 9andrágora, !+=<. 6nut1mann, /ita. oberto 'rlt o el arte del calidoscopio. (ilbao, 8niversidad del )a*s Iasco, !+". --------------------. %4ntroducci2n&. En' /oberto Arlt, El juguete rabioso. 9adrid. Kátedra. !+", +-">. --------------------. %9úsica de piano, tango y a11 en la obra de /oberto Arlt&. En' .iberletras , >, <###, ?!# - <<@. 6oloboff, 6erardo 9. 4enio " *igura de oberto 'rlt . (uenos Aires, E8BE(A, !+"". 6on1ále1 ;anu1a, Eduardo. oberto 'rlt . (uenos Aires, KEA;, !+!. 6uerrero, Biana. oberto 'rlt, el %abitante solitario . (uenos Aires, 6ranica Editor, !+<. Hayes, Aden G. oberto 'rlt+ la estrategia de su *icci$n. ;ondon, 5amesis, !+"<. LitriC, 7o:. %Entre el dinero y el ser lectura de El juguete rabioso de /oberto Arlt$&. En' Aispositio. !,<, !+=, !##-!>>. ;arra, /aúl, oberto 'rlt, el torturado. (uenos Aires, Vuet1al, !+=<. )rimera edici2n !+#. 9art*ne1 Kuti0o, ;uis y 7orma Karricaburo. %8na picaresca porte0a' El juguete rabioso de /oberto Arlt&. En' 'ctas del 7 .ongreso 7nternacional sobre a =icaresca. 9adrid, 8niversidad Komplutense, !++, !!>-!!>. 9asotta, Dscar. &e-o " traici$n en oberto 'rlt . (uenos Aires, KEA;, !+"<. )rimera edici2n !+=.
)astor, (eatri1. oberto 'rlt " la rebeli$n alienada. 6aithersburg, Ediciones Hispam:rica, !+"#. )iglia, /icardo. %/oberto Arlt' una cr*tica de la econom*a literaria&. En' os ibros. <+, mar1o- abril !+>, <<-<. ------------------. %;iteratura y propiedad en la obra de /oberto Arlt&. En' a 8pini$n, !#--!+>, !#-!!. ------------------. %/oberto Arlt' la ficci2n del dinero&. En' ". )rieto, Adolfo. %Silvio Astier, lector de folletines&. En' -#. Sa*tta, Sylvia. %5raiciones desviadas, enso0aciones imposibles' los usos del follet*n en /oberto Arlt&. En' 7beroamericana, , !+++, =>-"#. ----------------. El escritor en el bos#ue de ladrillos! 3na biogra*ía de oberto 'rlt . (uenos Aires, Sudamericana, <###. SpecC, )aula Oathleen. oberto 'rlt and t%e conspiracies o* *iction. )hB. ale 8niversity, !+". 8nruh, IicCy. atin 'merican Vanguards! 5%e 'rt o* .ontentious Encounters. (erCeleyQ ;os AngelesQ ;ondon, 8niversity of Kalifornia )ress, !++. Zubieta, Ana 9ar*a. El discurso narrativo arltiano! 7nterte-tualidad, grotesco " utopía. (uenos Aires, Hachette, !+".