“El entenado”, Juan José Saer Trabajo Práctico 1) Br Breve eve biog biograf rafía ía del del aut autor or
Juan José Saer nació en Serodino, Serodino, provincia provincia de Santa Fe, Fe, el 28 de junio de 1937 1937.. Es considerado no solo uno de los escritores argentinos más importantes, sino también uno de los ensayistas y novelistas más influyentes del siglo XX. Abandonó los estudios de derecho y en 1962 comenzó a enseñar en el Instituto de Cinematografía de la Universidad Nacional del Litoral. En 1968 viajó a Francia con una beca y, desde entonces, residió en ese país, donde trabajó como profesor y jefe de cátedra de Literatura Latinoamericana en la Universidad de Rennes. Casi toda su narrativa tiene por escenario la ciudad de Santa Fe y sus alrededores, en donde vivió hasta su voluntario exilio. De esta manera, esta genial obra le ha dado a la pequeña capital de provincia argentina el mismo estatuto mítico que Joyce le dio a Dublín o Proust a París. París. Su residencia en el pueblo de Colastiné, sobre el río Paraná, a finales de la década de 1950, le permitió crear un espacio geográfico-literario habitado por personajes recurrentes. La otra unidad de la obra la dan los personajes, que se repiten en un elenco bastante bastante estable, estable, con con reenvíos reenvíos permane permanentes ntes de una narració narraciónn a otra. otra. limonero real , Juan José Saer se En 1974, con la publicación de la novela El limonero desprendió del acento realista de sus primeros libros de relatos para dar comienzo a una una de las las obra obrass más más rigu riguro rosa sass y orig origin inal alees de la lite litera ratu tura ra arge argent ntin inaa contemporánea. La influencia de Jorge Luis Borges y del objetivismo francés sirve de base para la singular operación realizada por Saer. De Borges tomó el perfil no psicologista psicologista y antirrealista antirrealista de sus relatos, relatos, y la exaltación exaltación del artificio; artificio; de los objetivistas, el trabajo experimental con las categorías narrativas de personajes, espacio y tiempo, y la descomposición detenida de los gestos y de la mirada. La forma en que se plasmaron estas influencias -la de Borges, cuando recién comenzaba a ocupar un lugar central en el sistema literario argentino; la del objetivismo, cuando la literatura del país vivía bajo el auge de la exaltación Rayuela- provocó un fenómeno muy singular de recepción de la subjetivista subjetivista de Rayuela obra de Saer. Primero fue reconocida por la crítica literaria y sólo mucho después, recién a mediados de la década de 1980, por el público. El premio Nadal de nove novela la,, que que le fue fue otor otorga gado do en 1987 1987,, en Barce Barcelo lona na,, por por La ocasión, y la consiguiente repercusión pública, representaron, en efecto, el primer momento de coincidencia entre las sanciones del público y de la crítica literaria con respecto a su obra. Dijo Ricardo Piglia : “...decir que Juan José Saer es el mejor escritor argentino actual es una manera de desmerecer desmerecer su obra. Sería preciso decir, para ser más exactos, que Saer es uno de los mejores escritores actuales en cualquier lengua y que su obra –como la de T. Bernhard o la de Samuel Beckett– está situada del otro lado de las fronteras, en esa tierra de nadie que es el lugar mismo de la literatura...” profundo, Dijo Mario Goloboff: “Los buenos libros hacen un camino lento, profundo, duradero. También los buenos escritores, que van creciendo con el tiempo. Ya nos pasó a los argentinos con Roberto Arlt, con Macedonio Fernández. Y es,
me parece, lo que está pasándonos con Juan José Saer quien, como un ateo casi religioso, endiosaba un culto, el de la palabra, el de la letra escrita. Alguien que trabajó la forma (la que era todo para él, como debe serlo para un artista verdadero) y que puso no sólo su gran inteligencia sino también su cuerpo en ella, sus manos, su respiración asmática, palpable en el ritmo de la frase; alguien que volvía y corregía hasta pelar el hueso, despejaba y despojaba para que quedara la palabra a flor de piel, la piel viva, en lo que bien podría llamarse una escritura ardiente”. “Vueltas a leer, sus narraciones deslumbran por esa obstinación: pasa con El limonero real, con El entenado, acaso sus mejores logros. Ciertos ensayos releídos de El concepto de ficción abruman por la claridad de las ideas (siempre personales y a contramano de la opinión dominante). Sus combates contra el límite del género, el realismo vulgar, los modelos fáciles de la representación estética, las ingenuidades frente a la propia realidad, la explotación totalitaria del oficio dejan mucho para reflexionar y aprender a los escritores y a los lectores que vendrán”.
Dijo Fabián Casas: “Saer forma parte de ese tipo de escritores a los que llamaré "los antiguos", utilizando este término como lo usaba Howard Phillips Lovecraft, los antiguos, digo, porque en su programa de escritura subsiste la idea de que un escritor es alguien insobornable que no responde ni a una editorial ni a una patria ni a nada que no sea el impulso que lo obliga a narrar”.
Dijo Guillermo Saavedra: “La obra de Saer plantea un camino, poco explorado, que permite salir de la dicotomía de escribir con o contra Borges. La clausura y claustrofobia que produjo Borges provocó cierta saturación en la literatura argentina. Saer escribe casi preponderantemente novelas, género que Borges no transitó deliberada y programáticamente. Ahí tal vez habría una refutación a la famosa explicación de Borges de por qué no escribía novelas. Borges decía que era imposible escribir novelas sin rellenos, sin ripio. Para él la escritura era algo que debía prescindir de todos los momentos innecesarios, y que eso sólo podía ocurrir en la poesía, en el cuento o en ensayos breves. La prosa de Saer, que fue planteada programática y explícitamente con el máximo de condensación, el máximo de distribución, lo que generalmente se le atribuye a la poesía, es una maravillosa refutación de esa aparente imposibilidad que planteaba Borges.”
Saer apelaba, a pesar de su prestigio internacional, a una modestia pocas veces vista en el rubro. En una entrevista realizada hace pocos años señaló: “Cuando me presentan como novelista me deprimo (risas), me parece una designación un poco melancólica. Es una denominación que comparto con mucha gente. La colección Grandes Novelistas de Emecé, por ejemplo, tuvo grandes escritores durante una época, y ya no, pero se sigue llamando “Grandes Novelistas”: Arthur Halley y Morris West son ahora grandes novelistas. De todo eso huyo”
Su trabajo abarca doce novelas, cinco libros de cuentos, cuatro de ensayos y uno de poemas.
Bibliografía: • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •
1960: En la zona, 1957-1960 (2003) 1964: Responso 1966: La vuelta completa 1967: Unidad de lugar 1969: Cicatrices (1969) 1974: El limonero real (novela). 1976: La mayor . 8432025151 - (1982) 1977: El arte de narrar: poemas, 1960/1975 (1977) 1980: Nadie nada nunca. 1983: El entenado (1983) 1983: Narraciones vol. 1 y vol. 2. 1986: Juan José Saer . 1986: Una literatura sin atributos (1996). 1988: El arte de narrar . 1988: Glosa. 1988: La ocasión. 1990: El testigo. 1991: El río sin orillas: tratado imaginario. 1993: Lo imborrable. 1993: Nobody nothing never . 1994: La pesquisa. 1994: La selva espesa. 1995: The event . 1997: El concepto de ficción. 1997: Las nubes. 1999: La narración-objeto. 2000: El arte de narrar: poemas. 2000: Lugar . 2000: Palo y hueso. 2001: Cuentos completos, 1957-2000 . 2005: La grande. 2005: Trabajos.
Tuvo dos hijos: Jerónimo, de su primer matrimonio, y Clara, del segundo. “La patria de un escritor no es sino la infancia y la lengua- señala Saer Escribir es sondear y reunir briznas o astillas de experiencia y de memoria para armar una imagen".
Murió en París, Francia, el 11 de junio de 2005, como consecuencia de un cáncer de pulmón. En 2006 apareció su novela póstuma titulada La grande.1 2) Marco histórico y geográfico del texto
1
Ver entrevista al escritor en el apéndice de este trabajo.
La historia se desarrolla en Europa y América (en las zonas ribereñas del Río de la Plata y del Río Paraná) desde la época de los primeros conquistadores españoles hasta 60 años después. Saer nos indica en qué momento sitúa la acción de “El entenado” en la segunda página de la novela: “En aquellos tiempos, como desde hacía unos veinte años, se había descubierto que se podía llegar a ellas por el poniente, la moda eran las Indias”.
Se dice que está basada en la aventura verídica de Francisco del Puerto, miembro de la expedición de Juan Díaz de Solís, a manos de los indios charrúas o guaraníes (aunque el autor les da el nombre de Colastiné, tribu que habitaba en la zona homónima santafesina, donde vivió entre 1962 y 1968). 2 Los Colastiné vivieron, a principios del S.XVI a orillas del Paraná, en la zona de Santa Fe. Eran de un nivel cultural primitivo al extremo y antropófagos. Dice M. Cervera en su historia de Santa Fe: …“indios sin moral, sin relaciones sociales, en luchas continuas entre sí, sin habitaciones ni pueblos aceptables”…
Saer ha reconocido que la elección del nombre “Colastiné” se debe no sólo a que ha vivido en la ciudad homónima, sino más bien a que cada vez que cita un nombre histórico, siempre tiene que saberse lo menos posible de eso. El narrador rompe con la temporalidad utilizando la técnica del “flashback” (narra la historia cuando es anciano y va y viene del presente al pasado y viceversa). Dice el autor: “Lo que me incitó a escribir “El entenado” fue el deseo de construir un relato cuyo protagonista fuese no un individuo, sino un personaje colectivo. En la intención original, ni siquiera había narrador…un día, leyendo la Historia argentina de Busaniche, me topé con las catorce líneas que le dedicaba a Francisco del Puerto… el resto es invención pura… el proyecto original resultó bastante alterado, ya que el narrador termina ocupando un lugar casi más importante que el del personaje colectivo (la tribu)”… Y continúa: “El tiempo y la estructura general del relato están distorsionados, aunque de manera discreta. La duración de los acontecimientos es inversamente proporcional a la de los distintos pasajes que los refieren. La orgía y los primeros días del narrador entre los indios ocupan alrededor de sesenta páginas; los diez años siguientes, ocho o nueve páginas, y los otros cincuenta años, unas veinte páginas. A partir de cierto momento la narración en sentido estricto se detiene, y comienza lo que podríamos llamar una descripción diacrónica de la tribu, después de la cual el libro termina con tres casos narrativos que no siguen ningún orden lógico ni ninguna cronología: los juegos de los niños, el indio agonizante y el eclipse… Sin esas variaciones estructurales, el relato se pertrecharía solamente para una forma lineal… el optar por el relato lineal tal vez pone en evidencia una concepción ingenua acerca de la esencia y del orden de los acontecimientos… No hay un solo narrador del S.XX que no haya optado por la complejidad formal para sus relatos… no hice más que tratar de imitar a esos narradores… Muchas 2
Aclaración: sobre este tema, ver biografía de Francisco del Puerto en el apéndice.
veces lo han exaltado (a “El entenado”) por ser un relato lineal o, peor aún, una novela histórica, lo que confirma esa observación sagaz de Lacan, según la cual en el elogio ya viene inevitablemente incluida la injuria” 3
La actual ciudad de Colastiné fue fundada por curas católicos, como una reducción indígena, luego de que estos aborígenes (junto a los calchaquíes chaqueños) fueran derrotados por las autoridades españolas. En 1673 todavía había veinte colastinés esclavos en la ciudad de Santa Fe y sus inmediaciones. Aunque el mismo autor “reniegue” de la “clasificación”, algunos críticos la consideran un ejemplo de la “Nueva novela histórica”, que se da en el marco de la posmodernidad (corriente de pensamiento que es el reflejo de una nueva realidad social), con un modo distinto de entender la Historia. Para entender bien este concepto, realizaré una breve reseña acerca de la novela histórica tradicional y de la latinoamericana. La novela histórica tradicional surge a principios del S.XIX, en Europa, con Sir Walter Scott, acompañando la decadencia de la burguesía. Características: a) Su propósito es recuperar el pasado y ajustarlo al presente, desde el cual se escribe. b) Se basa en textos documentados por historiadores y no en los hechos mismos (trabaja con versiones de esos hechos). c) Por lo tanto, es también una novela política, porque asume una posición en la que se analizan e interpretan los hechos desde una perspectiva ideológica determinada (la novela histórica legitima el pasado o se opone a él). d) Debe contar con un lector que maneje un mínimo de conocimiento histórico, pues el texto tiene “señales” que remiten a un momento histórico específico. e) No se convierte en histórica por ficcionalizar la historia. La ficción de la historia no es lo más importante, sino la forma como ésta es tratada. Lo que hace históricos a ciertos hechos es que hayan tenido una determinada trascendencia y que hayan influido en el desarrollo posterior de los acontecimientos. La novela histórica latinoamericana, a diferencia de la europea (que evoca el pasado con una mirada nostálgica. Por ejemplo: la Edad Media), presenta el pasado de una manera negativa (sobre todo el “colonialismo”. Por ejemplo, el “exterminio” indígena). Alejo Carpentier (escritor cubano) introduce cambios en la novela histórica y se considera que con la publicación de “El reino de este mundo” (1949) se inicia la “nueva novela histórica”. Esta novela responde a recientes fenómenos de orden histórico, cultural e ideológico. Se produce un debate con respecto a la validez de las narrativas del S. XIX. Se rompen los paradigmas. Existe una necesidad urgente de profundizar en nuestra propia historia. 3
Ver nota completa del diario Clarín en el apéndice de este trabajo.
En este marco se inscribe “El entenado”, que trata del primer encuentro entre europeos y nativos americanos, desde una forma narrativa propia de aquella época (como si fuera un relato de viaje). Incluye, además, los debates antropológicos, etnográficos e historiográficos de la realidad histórica del Nuevo Mundo (sobre todo en lo que respecta al concepto de “salvaje” y la construcción de identidades). La obra también puede ser leída como una novela de aprendizaje, en la que el personaje principal va sufriendo una serie de sucesos que posibilitan su “crecimiento”. Por otro lado, en diversos análisis se hace alusión a la “novela de la selva” en la literatura hispanoamericana, con las siguientes características: a) Representa un tipo de búsqueda de la identidad cultural hispanoamericana. b) El protagonista se adentra en el interior del continente americano y allí, a través de ir superando distintos obstáculos que la naturaleza le pone , se encuentra consigo mismo y experimenta una existencia más auténtica que la que ha llevado en la civilización de la que proviene. La naturaleza americana tiene un centro donde se revela el sentido de la existencia humana. c) El protagonista suele salir del lugar donde vive (por lo general, la ciudad) y se va a vivir a la selva por un período de tiempo. A través del “viaje” adquiere conciencia de un estilo de vida más auténtico y armónico en el seno de la naturaleza. d) Una vez superados los obstáculos, el protagonista deja de sentirse intruso y se integra al ambiente. Reformula sus valores y desea quedarse, por siempre, en el lugar descubierto, fuente de nueva felicidad. Estos análisis ponen como ejemplos a “El entenado”, Los pasos perdidos” (Alejo Carpentier) y “Canaimá” (Rómulo Gallegos), entre otros. En resumen, “El entenado” pone en cuestión la veracidad de la interpretación oficial de la historia presentada en las “Crónicas de Descubrimiento” del S.XVI. Contempla el descubrimiento y la conquista desde un punto de vista distinto y relativiza la interpretación europea. Desaparece la visión heroica de los soldados y presenta una visión utópica de la tribu (que expresa disconformidad con el orden social imperante y señala otras realidades posibles, que podrían mejorar el mundo). 3) Argumento resumido en quince secuencias 1.
2. 3.
4.
Un huérfano de quince años, que ha crecido entre prostitutas y marineros en un puerto español, se enrola como grumete en una expedición al Nuevo Mundo. Tras sufrir más de una vejación durante el viaje, llega al Nuevo Continente. Al tocar tierra firme y remontar un río, en su primera incursión, sus compañeros son asesinados por la tribu de los indios Colastiné y él, único sobreviviente, es secuestrado y llevado al interior de la selva, junto con los cadáveres de sus compañeros. Durante diez años convive con los aborígenes y observa sus costumbres y rituales (sobre todo un rito anual que consiste en salir a “cazar” a otro grupo
humano, matar a todos menos uno, traerlo a la tribu, comerse a los muertos, realizar una gran orgía y, luego de cierto tiempo, reintegrar al sobreviviente). 5. Al cabo de esos años, es “devuelto” en una canoa a otro grupo de colonizadores españoles. 6. Después de diezmar a la tribu, los españoles regresan a la Madre Patria con el joven. 7. Al llegar a España, es entregado al padre Quesada, un cura católico que le enseña a leer y a escribir, entre otras cosas. 8. Vive siete años en un convento junto al padre Quesada y otros clérigos. 9. El cura muere y el joven decide abandonar el convento. 10. Se une a un grupo de actores. 11. Escribe una obra de teatro basada en su historia (aunque no del todo real) y, con la compañía teatral, la interpreta en distintas partes del mundo con notable éxito. 12. Se hace rico. 13. Decide adoptar a tres niños huérfanos, hijos de una actriz asesinada, compañera de elenco, y dejar la vida de actor. 14. Se instala con su nueva “familia” en un pueblo del sur de España. 15. Sesenta años después de ser secuestrado por los Colastiné, ya anciano, decide escribir su historia, con el objeto de dar testimonio de la existencia de la tribu. 4) Motivos por el que no lo asesinan. ¿Cumple el mandato? ¿Cómo?
El protagonista, en un principio, no entiende por qué lo han dejado vivo y lo han raptado, por qué se lo retiene durante diez años (y no se lo “devuelve” como a otros secuestrados) y cuál es el significado del término “def-ghi”, que toda la tribu le marca con insistencia. Sólo al cabo de sesenta años, ya anciano, “entiende” el sentido de las actitudes de los Colastiné. Ellos lo han dejado vivir para que sea “testigo” de su existencia. Su misión es aprehender esa cultura y, luego, darla a conocer. Dar testimonio de la presencia de la tribu en el universo. No lo han podido “devolver”, como a otros, porque no encuentran, en los alrededores, personas similares (una “tribu” con sus mismas características). El resto de los rehenes, pertenecen a tribus cercanas, conocidas por los Colastiné. Por lo tanto, saben a qué lugar deben ser devueltos ( “Si a mí me mantuvieron tantos años con ellos, era porque no sabían bien dónde mandarme de vuelta; apenas vieron que los hombres que se me parecían andaban por las inmediaciones, me pusieron en una canoa y me mandaron río abajo” ).
Con respecto al término “def-ghi”, el narrador comienza explicando las distintas acepciones que los Colastiné le daban al término para, luego, considerar: “Después de largas reflexiones, deduje que si me habían dado ese nombre, era porque me hacían compartir, con todo lo otro que llamaban de la misma manera, alguna esencia solidaria. De mí esperaban que duplicara, como el agua, la imagen que daban de sí mismos, que repitiera sus gestos y palabras, que los representara en su ausencia y que fuese capaz, cuando me devolvieran a mis semejantes, de hacer como el espía o el adelantado que, por haber sido testigo de algo que el resto de la tribu todavía no había visto, pudiese volver sobre sus pasos para contárselo en detalle a todos… querían que de su pasaje por ese espejismo material quedase un testigo y un sobreviviente que fuese,
ante el mundo, su narrador… y los hiciese perdurar entre las cosas visibles cuando ellos, fugitivos, ya se hubiesen borrado por completo… nos soltaban para que fuésemos los mensajeros”…
Cumple con el mandato al escribir la historia, con el único objetivo de “salvar” a la tribu del olvido. En un estudio, encontré un concepto que me pareció interesante: “Gradualmente, el entenado hace suya la cultura de los indios quienes, metafóricamente, son ingeridos por él. Por eso, se puede convertir en su portavoz cuando ellos dejan de existir” 4 5)
Significado de “antropofagia”, “orgías”, “ellos y el mundo “lenguaje” y “la muerte”
exterior”,
En la última parte de “El entenado” el narrador hace una reflexión metafísica de la concepción que los Colastiné tienen de la existencia y de la muerte, y cómo estos dos conceptos se relacionan con el ritual de antropofagia y posteriores borracheras y orgías. Dice el narrador: “La muerte, para esos indios, de todos modos no significaba nada. Muerte y vida estaba igualadas… la muerte no los atemorizaba…”
La verdadera “muerte” para los Colastiné es el olvido y no la muerte física. Y luego: “Ellos estaban en el centro del mundo; el resto, incierto y amorfo, en la periferia… Ese lugar era, para ellos, la casa del mundo. Si algo podía existir, no podía hacerlo fuera de él… Ellos mismos eran ese lugar… Ellos eran el núcleo resistente del mundo”.
Presenta a la tribu de los Colastiné como un mundo autónomo, con una cultura autosuficiente, sin necesidad de integrar elementos del exterior. Lo único “seguro”, “asequible”, es su cultura, su civilización, su espacio. Y agrega: “La mera presencia de las cosas no garantizaba su existencia… Sin ellos, no había árbol, pero, sin el árbol, ellos tampoco eran nada… a ese mundo que parecía tan sólido, había que actualizarlo a cada momento para que no se desvaneciese… lo cuidaban, lo protegían, tratando de aumentar, o de mantener, más bien, su realidad… Todo cambio debía tener compensación; toda pérdida, sustituto… Por eso, cuando alguien se moría, esperaban ansiosos el próximo nacimiento… para los indios este mundo es un edificio precario que, para mantenernos en pie, requiere que ninguna piedra falte… puede decirse que, desde que los indios fueron destruidos, el universo entero se ha quedado derivando en la nada”.
Los indios se preocupan por el orden del mundo. Como se perciben como “lo verdadero”, sin ellos desaparecería el mundo. Todo, a medida que se va alejando de su aldea (el “centro” de ese mundo), se va perdiendo en lo no verdadero (eso incluye al resto de la humanidad). El resto de las cosas “existen” mantenidas por su presencia. Lejos de reconocer la superioridad de la naturaleza que los rodea, se ven a sí mismos como un grupo que la sostiene. En el medio de la selva, conviviendo con la tribu, el protagonista se va acercando a ese “centro” y al conocimiento del sentido del universo. Sólo a su regreso a España reflexiona sobre las diferencias culturales entre los dos lugares, comparando la vida “sencilla” de los aborígenes y el estilo de vida “hipócrita” de las personas que lo rodean (la obra teatral y la doble vida de los clérigos del 4
Ver la pregunta número cinco de este trabajo.
convento, entre otros). No nota los efectos de su experiencia iniciática hasta que está de vuelta en España. Esos diez años y su posterior regreso a la “civilización” le permiten cuestionarse quiénes son los “hombres” y quiénes los “salvajes” ( “llamarlos salvajes es prueba de ignorancia” ). Nunca termina de identificarse con los valores de la cultura occidental y, hacia el final del relato, utiliza el término “nosotros” para referirse a los Colastiné, incluyéndose en esa cultura, en esa cosmovisión del mundo de la que fue parte y espectador (“Al fin podíamos percibir el color justo de nuestra patria… Al fin palpábamos, en lo exterior, la pulpa brumosa de lo indistinto… Al fin llegábamos, después de tantos presentimientos, a nuestra cama anónima” ).
El canibalismo es el momento culminante en el encuentro con el “otro” y la constitución de identidades. Es un momento de mutuo enriquecimiento para el protagonista y la tribu. En una primera instancia, el entenado siente repulsión, pero con los años comprende que la antropofagia tiene un sentido: demostrar al “otro” que los Colastiné ya no se comen a sí mismos y que han pasado a una etapa superior en su existencia. El narrador lo aclara perfectamente en el texto: “Eso es lo que recién ahora, tan cerca de mi propia nada, comienzo a entender: que los indios empezaron a sentirse los hombres verdaderos cuando dejaron de comerse entre ellos… No se comían, y se volvían hacia el exterior, formando una tribu que era el centro del mundo… habían accedido, no sin trabajo, a un nivel nuevo en el que, aún cuando los pies chapalearan todavía en el barro original, la cabeza, ya liberada, flotaba en el aire limpio de lo verdadero… la única referencia que tenían para reconocer el gusto de esa carne extranjera era el recuerdo de la propia… Los indios sabían que la fuerza que los movía… era…el deseo de comerse a sí mismos. Ellos eran, de ese modo, la causa y el objeto de la ansiedad… ellos mismos eran la verdadera causa de sus expediciones”.
La antropofagia, seguido de las borracheras y de las orgías, constituye una especie de segundo mundo, al lado del mundo “oficial”. A través de él, todo el pueblo se renueva, regresa al tiempo idílico del principio del mundo, al momento que precede al instante de su creación. Por su intermedio, los indígenas renuevan la razón de su existencia y su papel de creadores del resto de los objetos y seres que los rodean (es interesante el hecho de que los Colastiné, durante el resto del año, nunca mencionen que comen carne humana). En cuanto al lenguaje, los aborígenes desconocían que el protagonista ignoraba su lengua y sus intenciones, por lo que el vocablo “def-ghi” le era ajeno ( “Me fue necesario ir desempastando, durante años, esa lengua en sí cenagosa para vislumbrar, sin llegar a estar nunca seguro de haber acertado, el sentido exacto de esas dos sílabas rápidas y chillonas con que me designaban… esos dos sonidos… significaban a la vez muchas cosas dispares y contradictorias. Def-ghi se les decía a las personas que estaban ausentes o dormidas, a los indiscretos, a los que durante una visita, en lugar de permanecer en casa ajena un tiempo prudente, se demoraban con exceso… se le decía a un pájaro de pico negro y plumaje amarillo y verde que a veces domesticaban y que los hacía reír porque repetía alguna palabra que le enseñaban… a ciertos objetos que se ponían en lugar de una persona ausente y que la representaban y que la representaban en las reuniones… al reflejo de las cosas en el agua… una cosa que duraba… al hombre que se adelantaba en una expedición y volvía para referir lo que había visto… a todo eso y muchas cosas más”… ). No llega
a comprender, hasta mucho después, que él fue, al mismo tiempo, todas esas definiciones de “def-ghi”: estuvo ausente y dormido, soñando el mismo sueño que los Colastiné. Fue un visitante que demoró su regreso; el pájaro al que le iban enseñando a repetir palabras; un “objeto” que se pondría en lugar de la tribu entera, el reflejo de esa cultura y un adelantado que volvería para referir lo que había visto. Aún lo es. Mientras escribe sus vivencias, es “def-ghi” (está contando lo que comprendió durante diez años). El narrador describe a la tribu con cierta nostalgia, como si algo extraordinario hubiera dejado de existir. La presunta “superioridad cultural” de los españoles no funciona puesto que los aborígenes suponen que ellos son los únicos seres verdaderos y todo el sistema cultural español les es indiferente. Además, tienen la capacidad del esfuerzo colectivo con el objeto de mantener su universo porque están acostumbrados a vivir en la frontera de lo desconocido y con incertidumbre acerca de su propia identidad. Por el contrario, los españoles sólo saben aniquilar al otro, al portador de la diferencia. Esto manifiesta un adelanto cultural de los indios. Para el entenado, esa cultura se convertirá en la auténtica y verdadera, en comparación con la del conquistador europeo. 6) Conceptos que aprende del padre Quesada
Existen dos elementos fundamentales que el padre Quesada le enseña al protagonista: a) Leer y escribir, indispensable en el futuro para poder cumplir con el mandato de los Colastiné ( …”si el padre Quesada no me hubiese enseñado a leer y a escribir, el único acto que podía justificar mi vida hubiese estado fuera de mi alcance” ).
b) La paternidad, importante para poder cerrar heridas y completar el círculo adoptando a sus propios hijos ( “Padre es, para mí, el nombre exacto que podría aplicársele” ). Pero, además, aprende los conceptos de valentía, inteligencia, humor ( “Podía hacerme reír durante horas”… ), humildad (“Tenía una forma particular de humildad, consistente en ridiculizarse a sí mismo” ), honradez e hipocresía ( “… al ir conociendo poco a poco a los otros religiosos, me daba cuenta de que, bajo su aspecto piadoso y bonachón, muchos de ellos, por tener la autoridad de su parte, eran capaces de cometer los delitos más grandes. Sin duda, el padre Quesada deponía su orgullo para no herirlos, ya que eran ignorantes, supersticiosos, mezquinos, acomodaticios leguleyos y pueriles, pero también para protegerse, porque… eran capaces de mandar a un hombre a la hoguera”… ), compasión (“Supe… que adivinaba mis penas, las justificaba y las compadecía”…), la importancia del estudio y la sabiduría.
El padre cree, a diferencia de muchos, que los indios son “hijos de Adán” ( …“lo cual significaba para él que eran hombres” ). El protagonista, ante esto, expresa: … “para mí no había más hombres sobre esta tierra que esos indios”…
El padre Quesada le enseña mucho más que conceptos teóricos. Él mismo posee una duplicidad: es un filósofo y, al mismo tiempo, un hombre con defectos mundanos (se emborracha y tiene concubinas). “Todo lo que puede ser enseñado lo aprendí de él. Tuve, por fin, un padre, que me fue sacando, despacio, de mi abismo gris, hasta hacerme obtener, por etapas, lo máximo que puede acordarnos este mundo… más que el latín, el griego, el hebreo y las ciencias que me enseñó, fue dificultoso inculcarme su valor y su necesidad…. Fue el amor a su paciencia y a su simplicidad, más que al conocimiento, lo que sostuvo mis esfuerzos”. 7) Significado del título
La palabra “entenado”, según la Real Academia Española, significa “hijastro”. El protagonista, un adolescente huérfano, es “adoptado” por la tribu de los Colastiné para que aprenda de ellos, los recuerde cuando se hayan ido y pueda contar a los otros acerca de su existencia. Como resultado, su condición cambia para siempre. Más adelante, experimenta una segunda adopción, la del padre Quesada, plena de sabiduría y afecto, que le permitirá cumplir con su “tarea” y conocer el verdadero rol paterno. Por último, en una tercera instancia, será él quien ocupará el lugar de “padre” o “adoptante” quebrando, en esos hijos amparados, el destino en el que se ve reflejado (Ver pregunta número 7). “El entenado”, entonces, es no sólo la fábula del joven, ni la de los Colastiné sino, sobre todo, la historia en carne viva de estas “adopciones”, el significado más profundo de lo que representan un hijo, un padre, y las relaciones entre ambos. 8) Relaciona la segunda etapa de vida en Europa con la vivida en América: adopción-representación, escritura
El protagonista de la historia viene de “la nada”. No tiene padres, ni hogar, ni familia. Ni siquiera “posee” el don de la escritura, ya que es analfabeto. Antes de irse a las Indias no reflexiona sobre el mundo en el que vive. Percibe su vida como tal y no tiene ambición de hacer grandes cambios. Es un muchacho que ha crecido en los puertos, huérfano, en cuya vida casi exclusivamente figuran las personas típicas de ese ambiente: marinos y prostitutas, pero quienes le ayudan y le introducen en la vida. Cuando abandona la sociedad española, no tiene nada que perder por irse, ni nada que adquirir por quedarse. La falta de experiencia le impide hacer comparaciones entre los dos mundos mientras esté en el continente americano, y se limita a observaciones y reflexiones sobre lo que está viendo. Tan sólo su regreso inesperado a España, y las circunstancias que su vida trae, abren un espacio más amplio para reflexionar sobre las diferencias culturales entre los dos lugares. No es hasta que regrese a España que podrá valorar la realidad auténtica y profunda que llegó a vivir entre los indígenas, que ha determinado inalterablemente su visión del mundo y su actitud que adopta en la vida: “Yo era arcilla blanda cuando toqué esas costas de delirio, y piedra inmutable cuando las dejé.”
Si bien el viaje y la llegada a América son vistos, en un primer momento, como una aventura, luego del “secuestro” comienza una nueva vida. Los aborígenes se transforman, con el correr de los años, en lo único concreto y verdadero que recordará cuando sea anciano. Ha sido “adoptado” por la tribu. Y “devuelve” el gesto al escribir la historia. Pero, para eso, debe aprender a leer y a escribir (importancia del padre Quesada- Ver pregunta número seis). Puesto que ya no puede hacer nada por la tribu extinguida, por lo menos trata de apuntar sus memorias y pensamientos sobre su cultura y concepto de existencia. “Con” y “gracias a” los Colastiné se forma la personalidad del entenado. Cuando retorna a Europa es, de nuevo, a “la nada”. No vuelve (como el Ulises de Homero) a su país para recobrar su herencia y el lugar destacado que corresponde al héroe vencedor de las fuerzas naturales. Añora, en cambio, su vida en la selva. Ya de vuelta en Europa, es nuevamente adoptado y educado por el padre Quesada. Mircea Eliade afirma que cada ser humano representa un microcosmos, el cual necesita un lugar, alrededor del cual construye y a partir del cual interpreta el mundo. Cuando falta este centro, el individuo vive un desajuste entre sí y su contorno, aunque a veces no está conciente de eso. En las novelas de la selva, la naturaleza americana también tiene un centro, donde se revela el sentido de la existencia humana y donde los protagonistas intentan construir su centro personal. El protagonista suele salir del lugar donde vive, por lo general de la ciudad, y se va a vivir a la selva, por lo general por un período de tiempo definido de antemano. Muchas veces se da cuenta del desajuste, de la falta de sentido que ha tenido su vida hasta el momento. Avanzando hacia el interior escondido y desconocido de la selva, adquiere conciencia de que lo que está buscando es un estilo de vida más simple, más auténtico y más armónico en el seno de la naturaleza. En algunas novelas este “centro” existe y el protagonista realmente lo puede alcanzar. En ellas, el protagonista, una vez superados todos los obstáculos y pasadas todas las pruebas, deja de sentirse un intruso y vive la experiencia de integración al ambiente. Reformula sus valores, renuncia a las comodidades de la vida de “allá” y desea quedarse por siempre en el lugar descubierto, fuente de nueva felicidad. El protagonista de “El entenado” es traído a un pueblo indio que representa el “centro”, pero no llega a entenderlo hasta muchos años después. No obstante, todas las experiencias de integración son breves y siempre se acaban después de cierto tiempo. Además, existe un paralelismo entre su “adopción” y la que él hace de los niños (que, de otra manera, hubieran sufrido su misma suerte). Ellos son los nuevos “entenados”, para los que compra una imprenta (instrumento que, casualmente, permite imprimir lo escrito). Ellos ya no serán analfabetos, ni vendrán de “la nada”. La historia cambia con esa “adopción” final (relacionar con pregunta número seis). Y es que, escrita durante los últimos años de la dictadura argentina, “El entenado” trabaja con la historia colonial, pero también registra el impacto de la opresión en el lenguaje y en la función social de la literatura dentro de un contexto radicalmente alterado por el autoritarismo y las presiones políticas del neoliberalismo.
¿Qué mundo le pertenece a este personaje: ¿El viejo o el nuevo mundo? Lo más probable que ninguno. De ahí el vacío ontológico. ¿Dónde está la realidad del entenado? No hay realidad para él, es pura memoria alambrada.