FECHA: 18 de junio de 1968.HORA: 16:30 hs. Aprox. PROTAGONISTAS: Jorge Raúl Scassa Suter y Rubén Andrawos.INVESTIGACION: Ingeniero Sigurd von Wurmb, Fabio Zerpa y ONIFE ONIFE (Santa Fe).El primer testigo fundamental, el protagonista, es el capitán Jorge Raúl Scassa Suter, que había pertenecido pertenecido a la fuerza aérea y que ahora es piloto comercial nº 1.718, quien conjuntamente, con un amigo suyo, Rubén andrajos, aviador civil, no comercial, y gerente de una fabrica de caramelos muy importante en la Republica Argentina, pilotaban un avión Cessna, modelo 182 y con matricula LVITR.Habían salido aquel día de 1968 del aeropuerto de Dolores, en la provincia de Córdoba, en el centro de la Republica Argentina, con destino a San Fernando del Valle de Catamarca, y a la altura mas o menos de la localidad de la Guardia en la parte Sur de la provincia de Catamarca, Catamarca, a las 4:30 hs. de la tarde, con un cielo totalmente claro y limitado; hallándose en vuelo se encontraron con un objeto volador no identificado. ide ntificado. Este es un relato de los hechos: “Se nos apareció un OVNI OVNI por encima del ala derecha, derecha, a una distancia de 800 a 1000 metros, que se dirigía hacia nuestro avión y a nuestra misma altura. Tenia forma de un plato sopero invertido, con una cúpula redonda; era metálico, con una coloración gris-azulada, sin ventanillas ni gases. Calculamos que tenía aproximadamente unos 30 metros de diámetro. Como habíamos estado en contacto con la torre de control de la ciudad de Córdoba, volvimos a llamar sin recibir contestación; había interferencias de radio; entonces entonces procedimos a llamar a la torre de control de Catamarca, Catamarca, a la que sentíamos muy levemente y no la entendíamos absolutamente cuando el OVNI estaba junto a nosotros. Decidimos entonces hacer una llamada al aire a cualquier avión o estación que estuviese en condiciones de captarnos, y a la respuesta la recibimos en un vuelo 713 de Aerolíneas Argentinas que había despegado desde Córdoba con destino a Resistencia, provincia de el Chaco, en la parte noreste de Argentina. De inmediato le informamos ala ala comandante comandante sobre lo que acontecía con el platillo volante, a lo que nos respondió si nos declarábamos en estado de emergencia y si el objeto atentaba atentaba sobre la seguridad de nuestro vuelo; le pedimos que se mantuviera con la misma frecuencia radial hasta que lograra hacer contacto con la torre de control de Córdoba o de Catamarca, y que no atentaba de manera alguna contra nuestra seguridad.“Pero el objeto seguía allí, frente a la nariz de nuestro avión, nos acompaño unos segundos en nuestra misma dirección, dirección, sin sonido en sus desplazamientos, desplazamientos, hasta imprimir una velocidad fantástica alejándose hacia el norte y perdiéndose