Concretos de nueva generación: Dentro de la nueva generación de concretos el objetivo es simple, obtener productos de con una mayor resistencia, menor peso volumétrico, costo accesible y sin equipo especializado para su elaboración. Además de las características anteriores, la cuestión estética también ha sido revolucionada. Se ha logrado obtener una serie de concretos que, más allá de sus características mecánicas, ha destacado gracias a su apariencia. El primer concreto translucido fue creado por el arquitecto húngaro Ron Losonczi y el nombre de dicho material era LitraCon (light transmitting concrete), este concreto es el resultado de un arreglo tridimensional de fibras ópticas, con diámetros que van de dos micrones a dos milímetros, las cuales se ordenan en capas o celdas que corren paralelo a sí entre las dos superficies principales de cada bloque. bloque. La proporción de las fibras es muy muy pequeña (4 %) comparado con el volumen total de los bloques. Además, estas fibras se mezclan en el concreto debido a su tamaño insignificante, y se hacen un componente estructural. El resultado es la mezcla de 2 materiales, vidrio y concreto, mezclados de forma homogénea. La desventaja de este concreto reside en su fabricación, ya que solo se produce en bloques y no puede usarse en grandes obras, además de que su fabricación requiere materiales especiales. Por otro lado, estudiantes de Ingeniería Civil de la UAM Azcapotzalco han desarrollado una nueva generación de concretos para la industria de la construcción, los cuales permiten el paso de luz, conducen la electricidad, y son más ligeros y resistentes que los concretos disponibles en el mercado. Además del translúcido, los universitarios han creado un concreto igual en apariencia al tradicional, en color gris. Ambos son mucho más resistentes que cualquiera de los concretos que actualmente se comercializan. Los concretos tradicionales tienen una resistencia que va de los 250 a los 900 kg/cm2; en cambio el concreto traslucido, por ejemplo, puede alcanzar una resistencia de hasta 4500 kg/cm2 y el gris de 2500 kg/cm2. Por esta característica podría pensarse que los nuevos productos son sumamente pesados, pero no es así. El concreto translúcido tiene un peso volumétrico máximo de 2100 kg/m3 y el gris de 1950 kg/m3, cifras menores a los 2500 kg/m3, que es el peso de los concretos comerciales.
Otro
de los resultados de la investigación realizada por los estudiantes ha permitido la creación de concretos (ya sean grises o translúcidos) capaces de conducir la energía eléctrica sin necesidad de cableado interno. Con ello, en un futuro se tendrán estructuras policromáticas que generen diferentes efectos visuales, resistan a condiciones climáticas y físicas extremas, además de producir ahorros en la iluminación y en la calefacción de las construcciones El concreto convencional es resultado de la mezcla de cuatro elementos: agua, cemento, arena y grava; composición que los estudiantes modificaron para obtener las características de bajo peso y mayor resistencia. La preparación de los concretos no requiere equipo especial, se realiza con la maquinaria tradicional, posteriormente el concreto se vierte en moldes o cimbras, donde se compacta para lograr una buena colocación del material. Estos bloques de concreto son sometidos al proceso de curado también tradicional, igual al que se usa en obra, sin requerir de tratamientos térmicos o de laboratorio especiales. Entre otras mejoras para el concreto son los aditivos, los cuales son resultado de el carboxilato que aporta grandes parámetros de rendimiento en lo que respecta a una elevada fluidez, tiempo de trabajabilidad prolongado, valor de la relación agua/cemento reducido, elevados valores de resistencia y durabilidad en el concreto endurecido. Un comportamiento mejorado del rendimiento debe acarrear una mayor sensibilización de las condiciones de aplicación y los materiales, ya que en la industria de la construcción aumenta la variabilidad de las propiedades del material debido a unas tasas de reciclaje en continuo crecimiento. Los aditivos de concreto de nueva generación se han creado recientemente para reducir el porcentaje de finos (tamaño<0,125 mm), pasando de una media de 550 kg/m3 en el HAC convencional, a un valor no superior a 380 kg/m3, haciendo posible de este modo una mejora de la reología a unos costos competitivos. Los aditivos que modifican la viscosidad que hacen posible esto, son los novedosos polímeros iónicos, con un elevado peso molecular, que interactúan entre si y que en una reacción con moléculas de agua, forman una capa de hidratación creando una pasta de cemento con una estructura compleja. Por otro lado, el empleo de aditivos que modifican la viscosidad supone una mejora de la solidez respecto a las modificaciones de la humedad de los agregados y/o de la curva granulométrica, especialmente en lo referente al contenido de finos.