Sistema de constructos personales
En 1955 George Kelly presentó su Teoría de los Constructos Personales. Según el autor, cuando miramos el mundo "exterior", lo hacemos a través de nuestras propias creencias o de lo que él llama constructos personales. La diferencia que establece un constructo no es algo que existe en las cosas del mundo, sino algo que construimos o evaluamos. Es por ello que la realidad de cada uno de nosotros es única y diferente de la de los demás, al menos hasta cierto punto. Según Kelly, los procesos humanos se orientan a la anticipación de los acontecimientos. Los constructos que tenemos sobre nosotros mismos y sobre el mundo nos permiten integrar cada experiencia dándole un sentido. Kelly hace diferenciación con respecto a los constructos: Los constructos periféricos (constructo que no es básico para el sistema de constructo y puede alterarse sin serias consecuencias para el resto del sistema) son aquellos más universales, propios de los demás aunque incluyan aspectos propios de uno mismo. Y Los centrales (constructo que es básico para el sistema de constructo de la persona y no puede alterarse sin consecuencias serias para el resto del sistema), son los más significativos para uno mismo y que determinarían lo que somos. 1. El Corolario de la Construcción. “Una persona anticipa los acontecimientos construyendo sus réplicas”. Kelly (1966, Pág. 74). Construimos nuestras anticipaciones usando nuestra experiencia pasada para permitirnos ver las coincidencias con antiguas construcciones; de allí inferimos la similitud de los acontecimientos, pues no debemos olvidar que somos siempre conservadores, en tanto que tal, siempre esperamos que los hechos ocurran tal como esperamos o que nuestra construcción anticipe. Exploramos entonces las pautas y las estabilidades de nuestras anteriores experiencias. Es
entonces que estas construcciones sirven igualmente para acercar similitudes y, claro está, para distinguirlas de las que no se fronterizan con la expectativa creada. 4 El corolario de la dicotomía.
“El sistema de construcción de una persona está compuesto de un número finito de constructos dicotómicos”. Kelly (1966, Pág. 86). “La construcción dicotómica denota -. Dice Kelly (1966) -. Un aspecto elemental existente dentro de un ámbito de conveniencia, sobre la base en los cuales algunos elementos son semejantes a otros y algunos están en contraste. En su contexto mínimo una construcción es el modo en el que al menos dos elementos son semejantes y contrastan con un tercero. Por lo tanto, debe haber al menos tres elementos en contexto, o por supuesto sí puede haber más”. (Pág.88). Kelly también les llama constructos bipolares para enfatizar su naturaleza dicotómica. Tiene dos extremos o polos: allí donde hay delgadez debe haber gordura; donde hay alto, debe haber bajo; donde hay arriba debe haber abajo y así sucesivamente. Son muchos los constructos que tienen nombre o pueden nombrarse fácilmente: bueno-malo, contento-triste, introvertido-extravertido, caliente-frío. Pero existen otros que no son nombrables. Y que incluso, nos recuerda, hasta los bebés tienen constructos: Comida que Como vs. Comida que Escupo; Peligro vs. Seguridad; Mamá vs. Extraño. No es antojadizo, entonces, que muchísimos de nuestros constructos sean no verbales tales como los hábitos, todo aquello que reconocemos y sin embargo no nombramos. Ciclo de la experiencia
La experiencia es una forma de conocimiento o habilidad derivados de la observación, de la vivencia de un evento o proveniente de las cosas que suceden en la vida. Tanto el ser humano como también muchos animales pueden obtener esta forma de conocimiento llamada experiencia a lo largo de sus vidas.
Según Kelly, existe un ciclo de la experiencia que se repite constantemente en nuestras relaciones sociales del día a día.
Este ciclo se basa en la idea de que cada uno de nosotros construye una réplica de la realidad, basándonos en las creencias que tenemos acerca de nosotros mismos y lo que nos rodea ( Kelly llamaba a este conjunto de creencias, constructos personales ). Con ello intentamos predecir el futuro, es decir, anticipamos lo que va a suceder, y en función de lo que sucede después se reconstruye la idea original que teníamos al principio del ciclo, confirmándola o desconformándola. A continuación, cada una de las fases del ciclo con un ejemplo: 1. Anticipación: Es el modo con el que procesamos cualquier situación, está relacionado con la manera que tenemos de anticipar procesos; esta anticipación o “lectura” de los acontecimientos dependerá de nuestra experiencia previa. Ejemplo: Imaginemos un personaje, María.
María ha tenido una mala experiencia en la oficina con un antiguo compañero de origen marroquí; éste no valoraba su trabajo, levantaba el tono de voz a menudo y fácilmente hacía comentarios machistas. Ahora la hermana de María sale con un chico también de origen Marroquí, e invita a toda la familia a cenar para presentar a su nueva pareja. Para María, esta situación es muy violenta ya que de entrada anticipa que el novio de su hermana será una persona no grata y cree que se sentirá incómoda al tener que hacer buena cara. 2. Implicación: es el momento en que los constructos (conjunto de experiencias) entran en juego con la experiencia. Algunos constructos serán los pilares de nuestra identidad, otros no serán tan determinantes en nuestra forma de ser y pensar. Ejemplo: Para María, es muy importante el respeto hacia los demás. 3. Encuentro con el acontecimiento: es el momento en que se encuentran mi constructo junto con la experiencia. Ejemplo: cena en casa de la hermana de Maria. Todos hablan y conocen a la nueva pareja. 4. Validación o invalidación de lo anticipado: los acontecimientos no son en sí validos o no, sino son nuestros criterios los que deciden (nuestro sistema de creencias,
nuestros
constructos).
El
ser
humano
necesita
confirmar
o
desconfirmar, sino nunca corregiríamos nada, solo existiría una verdad. Ejemplo: desconfirmación. Maria comprueba que estaba equivocada. El novio de su hermana los recibe encantado y pasan una fantástica velada. Maria se siente a gusto de estar en la cena. 5. Revisión constructiva del sistema: Es como la conclusión a la que la persona llega luego de todos los procesos anteriormente nombrados. Donde intervinieron los constructos y las experiencias.
Ejemplo: no todas las personas de origen marroquí son machistas y maleducadas. Así es como el ciclo de la experiencia de Kelly, se encuentra en nuestro día a día, anticipamos todos los acontecimientos con los que nos vamos a encontrar (una reunión, una fiesta, una sesión de cine, un examen, etc.) y luego estas anticipaciones las validamos o invalidamos para reconstruir la idea que teníamos en un principio (la reunión finalmente sí ha servido de algo y hemos llegado a un acuerdo, la película ha sido más aburrida de lo que esperaba, el examen finalmente no era tan difícil, etc.) Todo ello constituye la experiencia y cuantas más situaciones vivimos, más aprendemos. Además, la experiencia sirve para rectificar y aprender de nuestros errores; el ciclo siempre está dispuesto a volver a empezar.