OCULTISMO PRÁCTICO Helena P. Blavatsky El ocultismo en oposición a las artes ocultas Insinuaciones prácticas para la vida diaria
IMPORTANTE PARA LOS ESTUDIANTES
Hay muchos que ansían instrucciones prácticas de Ocultismo; y por lo tanto es necesario de!ar sentado de una ve" para siempre# $% &a especial especial di'erenci di'erenciaa entre el Ocultismo Ocultismo teórico teórico o (eoso'í (eoso'íaa y el Ocultismo Ocultismo práctico o )iencias Ocultas. *% &a índole índole de las di'icultad di'icultades es que entra+a entra+a el estudio estudio del del Ocultismo Ocultismo práctico. práctico. Es muy 'ácil ser teóso'o pues puede serlo cualquiera de medianas 'acultades intelectuales a'icionado a la meta'ísica de conducta pura e ine,oísta que mayormente se ,o"a en prestar que en reci-ir auilio que siempre está dispuesto a privarse de su ,usto en -ien de los demás y sea amante de la verdad la -ondad y la sa-iduría en sí mismas y no por el provecho que prometan alle,ar. Pero muy distinto es entrar en el sendero que conduce al conocimiento de lo que de-e hacerse discerniendo acertadamente acertadamente entre el -ien y el mal; y tam-i/n conduce al hom-re al punto en que le es posi-le hacer cuanto -ien desea sin ni siquiera a veces levantar en apariencia un dedo de la mano. 0demás hay un importante hecho que le conviene conocer al estudiante y es la enorme y casi ilimitada responsa-ilidad asumida por el instructor en -ene'icio del discípulo. 1esde los ,ur2s orientales hasta los pocos ca-alistas de países occidentales que ense+an los rudimentos de la ciencia sa,rada i,norantes muchas veces del ries,o a que se eponen todos los instructores están su!etos a la misma ley inviola-le. En cuanto empie"an a ense+ar de veras y con'ieren tal o cual poder o 'acultad a sus discípulos sea de índole 'ísica psíquica o mental car,an so-re sus hom-ros todos los pecados del discípulo ya de omisión ya de comisión que se re'ieren a las ciencias ocultas hasta el momento en que el discípulo lle,a ll e,a a 3aestro y es directamente responsa-le. Hay una mística y 'atal ley reli,iosa que reverencian y o-servan los cristianos de la I,lesia ,rie,a que tienen medio olvidada los de la romana y está a-solutamente a-olida entre los protestantes. 1ata de los primeros días del )ristianismo y es sím-olo y epresión de aquella otra ley oculta a que antes nos re'erimos r e'erimos acerca de las relaciones entre 3aestro y discípulo. )onsiste en que el padrino y la madrina de la criatura en las 'uentes -autismales contraen parentesco espiritual entre sí y con su ahi!ado 4$%. &os padrinos toman tácitamente so-re sí todos los pecados del ahi!ado 4*% hasta que /ste tiene uso de ra"ón para conocer el -ien y el mal y es responsa-le de sus actos. Esto eplica por qu/ los 3aestros son tan escrupulosos y por qu/ a los discípulos se les
ei,en siete a+os de prue-a para demostrar su aptitud y adquirir las l as cualidades requeridas por la se,uridad de 3aestro y discípulo. El Ocultismo no es ma,ia. 5esulta relativamente más 'ácil aprender las artima+as del hechi"o y los procedimientos para valerse de las sutiles pero todavía materiales 'uer"as de la naturale"a 'ísica porque muy lue,o se despiertan las potencias del alma animal del hom-re y prontamente se desarrollan las ener,ías actuali"adas por su amor su odio y sus pasiones. Pero esto es ma,ia ne,ra o hechicería, pues únicamente del motivo depende que el e!ercicio de una 'acultad sea mali,no y ne,ra ma,ia o -ien ma,ia -lanca y provechoso. )uando en el actuante queda la más leve huella de e,oísmo no es posi-le utili"ar las ener,ías espirituales, porque la intención no es a-solutamente a-solutamente sincera y la ener,ía espiritual se transmutará en psíquica o-rando en el plano astral con tal ve" 'unestos resultados. &as potencias y ener,ías de la naturale"a animal lo mismo puede utili"arlas el e,oísta y ven,ativo que el a-ne,ado e indul,ente. &as potencias y ener,ías del espíritu sólo cederán al mane!o de quien ten,a per'ectamente puro el cora"ón. Esto es magia divina. 0sí pues 6qu/ condiciones se requieren para ser estudiante de la Sabiduría divina? Porque conviene advertir que no es posi-le instrucción al,una so-re este punto a menos que durante los a+os de estudio se satis'a,an y ri,urosamente se cumplan determinadas condiciones. 7ste es un requisito indispensable y sine qua non. 8adie sa-rá nadar si no se arries,a en a,uas pro'undas. 8in,una ave puede puede volar antes antes que le cre"can cre"can las alas y dispon,a dispon,a de espacio espacio para moverlas y de valor para lan"arse al aire. 9uien quiera mane!ar una espada de dos 'ilos de-e sa-er es,rimir a la per'ección el 'lorete para no herirse o lo que es peor da+ar a otros al primer intento. (odo instructor oriental posee :re,las privadas: con el o-!eto de 'acilitar con toda se,uridad el estudio de la a-iduría divina; y esto dará aproimada idea de las condiciones en que se ha de prose,uir dicho estudio para que la ma,ia divina no se invierta en ma,ia ne,ra. &os pasa!es si,uientes están esco,idos de entre ,ran n2mero de ellos y se contin2a su eplicación entre par/ntesis# l% El lu,ar ele,ido para reci-ir instrucción de-e ser tal que no se distrai,a la mente y est/ lleno de o-!etos ma,n/ticos de :estimuladora in'luencia:. Entre otras cosas han de estar reunidos en un círculo los cinco colores sa,rados. El lu,ar de-e hallarse li-re li -re de toda in'luencia mali,na que se cierna en el am-iente. *% 0ntes que se le permita al discípulo estudiar :cara a cara: ha de adquirir conocimientos preliminares en una selecta compa+ía de otros discípulos le,os (upasakqs) cuyo n2mero necesariamente de-e ser impar. <=)ara a cara: si,ni'ica en este caso un estudio independiente o separado de los demás; cuando el discípulo adquiere la instrucción cara a cara de sí mismo 4su divino ?O superior% o de su ,ur2. Entonces reci-e cada cual su debida in'ormación se,2n el uso que haya hecho del conocimiento reci-ido. Esto sólo puede acaecer al t/rmino del ciclo
de instrucción.> @% 0ntes que t2 4el instructor% comuniques a tu lanú 4discípulo% las -uenas 4santas% pala-ras del &035I8 o le permitas :disponerse: para Dubjed, de-es tener cuidado de que su mente est/ por completo puri'icada y en pa" con todos en especial con sus otros oes. 1e la contrario las pala-ras de a-iduría y de la -uena &ey se dispersarán arrastradas por los vientos. <:&amrin: es un tratado de instrucciones prácticas escrito por (sonAkhaApa. )onsta de dos partes# una con 'ines eclesiásticos y eot/ricos y otra para uso esot/rico. :1isponer: para 1u-!ed es preparar los o-!etos usados en la videncia como espe!os y cristales. &os :otros ?oes: se re'ieren a los condiscípulos. 0 menos que entre los estudiantes reine la mayor armonía no será posi-le el /ito. El instructor ha de hacer la selección se,2n las ma,n/ticas y el/ctricas naturale"as de los estudiantes aproimando y a!ustando con sumo cuidado los elementos positivo y ne,ativo.> % 1urante el estudio de-en los upasakas mantenerse unidos como los dedos de la mano. &es ense+arás que todo cuanto per!udique a uno ha de per!udicar a los demás; y si lo que uno ale,ue no encuentra eco en el pecho de los demás denotará que 'altan las requeridas condiciones y será in2til se,uir adelante. <1i'ícilmente sucederá esto si la elección preliminar se hi"o con los requisitos ma,n/ticos. 1e otro modo los discípulos aunque pare"can aptos para reci-ir la verdad ha-rán de esperar muchos a+os a causa de su temperamento y de la imposi-ilidad que eperimentan de ponerse en armonía con sus compa+eros.> C% El ,ur2 de-e armoni"ar a los condiscípulos como si 'ueran cuerdas de un la2d 4vina% que aunque cada una distinta de las demás emiten concertados sonidos. )olectivamente constituyen un teclado que responde en todas sus partes al más li,ero toque 4el toque del 3aestro%. 0sí sus mentes se a-rirán a las armonías de la a-iduría vi-rando en modulaciones de conocimiento en todas y en cada una de ellas con e'ectos placenteros para los dioses que presiden 4án,eles tutelares o custodios% y provecho para el discípulo. (am-i/n así quedará la a-iduría por siempre impresa en sus cora"ones sin que !amás se que-rante la armonía de la ley. D% 9uienes deseen adquirir el conocimiento que conduce a lo siddhis 4poderes ocultos% han de renunciar a todas las vanidades del mundo y de la vida. 40quí si,ue la enumeración de los siddhis% % 8adie puede continuar siendo upasaka si se cree di'erente de sus condiscípulos y superior a ellos diciendo# :oy el más sa-io: :oy el más santo y más ,rato al 3aestro o a mi comunidad que mi hermano: etc. &os pensamientos del upasaka han de estar predominantemente 'i!os so-re su cora"ón eliminando de /l todo pensamiento hostil a cualquier ser viviente y llenándolo del sentimiento de su unidad con los demás seres y con todo cuanto en la naturale"a eiste. 1e lo contrario no es posi-le el /ito. F% Gn.!anú 4discípulo% sólo ha de rehuir las in'luencias eternas 4las emanaciones ma,n/ticas de las criaturas vivientes%. Por lo tanto aunque en unidad con todo en su interna naturale"a, ha de tener cuidado de apartar su cuerpo eterno de toda in'luencia etra+a. 8adie sino /l ha de comer en su plato y -e-er en su vaso. 1e-e evitar el contacto corporal 4esto es tocar o que lo toquen% con seres humanos o con animales.
<8i siquiera se permite tener animales dom/sticos como perros ,atos canarios etc. ni tampoco tocar ciertos ár-oles y plantas. El discípulo ha de vivir por decirlo así en su propia atmós'era a 'in de individuali"arla con ocultistas propósitos>. % &a mente de-e permanecer em-otada para todo menos para las universales verdades de la naturale"a so pena de que la :1octrina del )ora"ón: se redu"ca a la escueta :1octrina del O!o: 4esto es el vano ritualismo eot/rico% . $% El discípulo no de-e tomar alimentos de índole animal ni nada que ten,a vida. (ampoco ha de -e-er vino ni licores ni usar opio pues todas estas cosas son como los espíritus mali,nos (lhama#in) que se a'erran al incauto y devoran el entendimiento. $$% &os medios más e'icaces de adquirir conocimiento y disponerse a reci-ir la sa-iduría superior son la meditación la a-stinencia el cumplimiento de los de-eres morales los pensamientos apaci-les las pala-ras ama-les las -uenas acciones y la -enevolencia hacia todo con entero olvido de sí mismo. $*% Jnicamente por la o-servancia de las re,Ias anteriores puede esperar el lan2 la adquisición a su de-ido tiempo de los siddhis de los arhates cuyo desenvolvimiento lo conducirá ,radualmente a la unidad con el (odo $niversal. Estos doce pasa!es están entresacados de unas @ re,las cuya enumeración resultaría in2til porque nin,2n si,ni'icado tendrían en Europa. in em-ar,o por pocos que sean -astan para indicar las inmensas di'icultades con que en su sendero ha de trope"ar el aspirante a upasaka nacido y educado en países occidentales.4@% (odos los m/todos de educación en Occidente y más todavía en In,laterra se apoyan en el principio de emulación y por'ía. 0 cada educando se lo ecita a aprender más rápidamente adelantar a sus compa+eros y so-repu!arlos en todo lo posi-le. e cultiva asiduamente la equivocadamente llamada :rivalidad amistosa: y este mismo espíritu se alimenta y vi,ori"a en todas las modalidades de la vida. )on tales ideas inculcadas desde su ni+e" 6 cómo puede relacionarse un occidental con sus discípulos :como lo están los dedos de la mano:K 0demás aquellos condiscípulos no son de su. propia elecciDn o esco,idos por /l llevado de personal simpatía y estimación. &os esco,e su instructor en muy distintos puntos y quien desee ser estudiante de-e tener primero la 'ortale"a su'iciente para matar en su cora"ón todo sentimiento de aversión y antipatía hacia los demás. 6 )ómo pueden los occidentales ser capaces ni siquiera de intentar esto ardientementeK Por otra parte los pormenores de la conducta diaria y la prescripción de no tocar ni aun la mano de las personas más íntimas y queridas Lcuán opuestos son a las ideas occidentales so-re el a'ecto y los -uenos sentimientosM L)uán 'río y duro parece todo elloM Ha-rá quien tilde de e,oísmo de a-stenerse de complacer al pró!imo a 'in de pro,resar uno mismo. 0 los que así opinen de!/moslos que di'ieran hasta otra encarnación el intento de entrar 'ervorosamente en el sendero. in em-ar,o no consintamos que se !acten de su ima,inario ine,oísmo pues en realidad les en,a+an las apariencias y convencionalismos -asados en las emotivas e'usiones de la llamada cortesía que pertenecen a la vida 'icticia y no a los dictados de la verdad.
Pero aun prescindiendo de estas di'icultades que ca-e considerar como :eternas: si -ien no de!a de ser ,rande su importancia 6cómo podrán los estudiantes occidentales encuadrarse en la requerida armonía K En Europa y 0m/rica es la personalidad tan vi,orosa que cuantos pro'esan las letras o las artes se envidian y aun se odian mutuamente. El odio y la envidia entre los de una misma pro'esión han lle,ado a ser prover-iales y los hom-res procuran lucrar a toda costa hasta el punto que los modales ur-anos y la cortesía social no son más que una hipócrita máscara de los demonios del odio y de la envidia. %n Oriente el espíritu de la insepara-ilidad se le inculca a la ni+e" con tanta 'irme"a como en Occidente el espíritu de la rivalidad. 0llí no se 'omenta la am-ición personal ni los sentimientos y deseos e,oístas. )uando el terreno es naturalmente '/rtil se cultiva en de-ida 'orma de suerte que el ni+o al lle,ar a hom-re está acostum-rado vi,orosa y potentemente a su-ordinar el yo in'erior al ?o superior. En Occidente predomina la creencia de que el principio ,uiador de la conducta es el ,usto y dis,usto que inspiren los demás hom-res y cosas aunque no lle,uen a convertir dicho principio en norma de vida ni traten de imponerlo a nadie. 9uienes se que!an de ha-er aprendido poco en la ociedad (eosó'ica 'i!en su atención en la si,uiente sentencia entresacada de un artículo pu-licado en la revista &ath, de 'e-rero de $FFF# :En cada uno de los ,rados la clave está en el mismo aspirante.' 8o es :el temor de 1ios: el principio de la a-iduría sino que el conocimiento del ?o es la Sabiduría misma. 0l estudiante de Ocultismo que ya practica al,una de las re,las precedentes se le representa ,rande y verdadera la respuesta del oráculo de 1el'os a todos cuantos anhela-an oculta sa-iduría y que el sa-io ócrates repitió corro-orándola varias veces# HOMBRE, CONÓCETE A TI MISMO.
EL OCULTISMO EN OPOSICIÓN A LAS ARTES OCULTAS menudo oí decir, pero nunca lo creí hasta ahora, que ha# quien por medio de poderosos encantos mgicos rinde a su determinado prop*sito las le#es de la +aturale"a. (ilton)
El periódico -orrespondencia de mayo de $FFF insertó varias cartas que atesti,uan la pro'unda emoción que causó en al,unos ánimos nuestro tra-a!o pu-licado en a-ril del mismo a+o $FFF -a!o el título de cultismo prctico, 1ichas cartas comprue-an y re'irman dos conclusiones ló,icas a sa-er# $% 9ue muchos más hom-res cultos y de -uen entendimiento de los que pudieran 'i,urarse los materialistas creen en el ocultismo y la ma,ia. 4% *% 9ue la mayor parte de ellos 4incluso muchos teóso'os% no tienen claro concepto de la índole del Ocultismo y lo con'unden con las ciencias ocultas en ,eneral sin eceptuar la ma,ia ne,ra. &as ideas que se 'or!an de las 'acultades que el Ocultismo con'iere al hom-re y de los medios que han de emplearse para adquirirlas son tan variadas como caprichosas. 0l,unos se 'i,uran que para i,ualar a Nanoni sólo es necesario un maestro en el arte que ense+e el camino. Otros creen que para emular a 5o,er Bacon o al conde de aint ermain no tienen más que atravesar el canal de ue" e ir a la India. 3uchos toman por ideal a 3ar,rave con su siempre renovada !uventud y no cuidan del alma que se ha
de entre,ar en cam-io. 8o pocos con'unden con el Ocultismo la hechicería al estilo de la pitonisa de Endor que :a trav/s de la -oste"ante tierra evoca a los 'lácidos espectros desde la esti,iana lo-re,ue" a la lu" del día: y los disputa por aparecidos adeptos. &a :ma,ia ceremonial: se,2n las re,las -urlonamente epuestas por Eliphas &evi es otro ima,inario alter ego de la 'iloso'ía de los anti,uos arhates. En resumen los prismas a cuyo trav/s miran el Ocultismo los 'ilóso'os cándidos son tan variados y multicolores como ca-e en la humana 'antasía. 6e indi,narán estos candidatos a la sa-iduría y al poder si decimos la pura verdadK 8o solamente es 2til sino que ahora es ya necesario desen,a+arlos antes que sea demasiado tarde. &a verdad so-re este punto puede declararse en pocas pala-ras# Entre los centenares que en ccidente se llaman ocultistas no hay ni media docena que ten,an ni siquiera idea aproimada de la ,enuina naturale"a de la ciencia que tratan de dominar. )on pocas ecepciones están todos en pleno camino de la hechicería; pero de!/moslos resta-lecer al,2n tanto el orden en aquel caos que predomina en su mente antes que protesten contra esta a'irmación. 9ue cono"can primero la verdadera relación entre las ciencias ocultas y el Ocultismo así como la di'erencia entre una y otro y entonces se indi,narán si todavía creen estar en lo cierto. Entretanto di,ámosles que el Ocultismo di'iere de la ma,ia y demás ciencias ocultas; como el esplendente sol di'iere de un candil y como el inmuta-le e inmortal espíritu del hom-re 4re'le!o del a-soluto in'inito y desconocido (O1O % di'iere de la mortal arcilla del cuerpo humano. En nuestra re'inada civili"ación occidental donde las len,uas modernas han ido evolucionando con la 'ormación de pala-ras epresivas de nuevas ideas y pensamientos no se sentía la necesidad de nuevos voca-los para epresar conceptos que tácitamente se tilda-an de :supersticiones: pues toda nueva modalidad mental aparecía materiali"ada en la 'ría atmós'era del e,oísmo de Occidente y el incesante a'án tras los dioses de este mundo. 1ichos voca-los 2nicamente hu-ieran podido epresar ideas que a duras penas eran capaces de al-er,ar en su mente los hom-res cultos para quienes la ma,ia es sinónimo de prestidi,itación; la hechicería equivalente a crasa i,norancia y el Ocultismo la triste reliquia de los desequili-rados 'ilóso'os medievales del 'ue,o como aco-o Boehme y aint 3artin; epresiones todas que se consideran más que su'icientes para a-arcar el campo entero de un :dedal de costura:. (anto la pala-ra ma,ia como las pala-ras hechicería y Ocultismo se usan en Occidente ensentido despectivo y por lo ,eneral para desi,nar las escorias residuales de los tiempos del oscurantismo y los perversos si,los del pa,anismo. Por lo tanto no hay en nuestro idioma pala-ras que de'inan y maticen la di'erencia entre las re'eridas 'acultades anormales o entre las ciencias que conducen a su adquisición con la eactitud y 'i!e"a con que las de'inen y mati"an los idiomas orientales y so-re todo el sánscrito. i las autoridades reconocidas en la materia dan a las pala-ras :mila,ro: y :hechi"o: el mismo si,ni'icado en cuanto les atri-uyen la idea de operar prodi,ios que-rantando las leyes de la naturale"a 4M% 6 qu/ si,ni'icarán para quienes las oyen o pronuncian K El cristiano no o-stante :que-rantar las leyes de la naturale"a: al creer 'irmemente en milagros, porque dice que los o-ró 1ios por medio de 3ois/s desde+ará los hechi"os o encantamientos de los ma,os de Qaraón o los atri-uirá al demonio. 8uestros piadosos enemi,os relacionan al demonio con el Ocultismo mientras que sus impíos adversarios los in'ieles se ríen de 3ois/s de los ma,os y de los ocultistas y se sonro!arían de prestar seria atención a seme!antes :supersticiones:. (odo esto ocurre por no ha-er adecuadas pala-ras para epresar la di'erencia entre lo su-lime y verdadero y lo a-surdo y ridículo ni se+alarse los claroscuros límites que los separan. &o a-surdo y ridículo son las teoló,icas interpretaciones que ha-lan del :que-rantamiento de las leyes
de la naturale"a: por el hom-re 1ios o el demonio. &o su-lime y verdadero son los cientí/icos mila,ros y encantamientos de 3ois/s y los ma,os de con/ormidad con las le #es naturales. (anto 3ois/s como los ma,os e,ipcios esta-an versados en la sa-iduría aprendida en los santuarios 4que eran las academias y corporaciones cientí'icas de aquellos días% y en el verdadero Ocultismo. &a pala-ra Ocultismo induce se,uramente a error tal como está traducida de la pala-ra compuesta 0upta12id#a., que si,ni'ica :conocimiento secreto:. Pero 6conocimiento de qu/K 0l,unos t/rminos sánscritos nos ayudarán a responder. Entre otros muchos nom-res de la diversas clases de ciencia esot/rica que aparecen en los Puranas esot/ricos citaremos por más nota-les los cuatro si,uientes# $% aj3a12id#a.(4) es el conocimiento de las ocultas 'uer"as de la naturale"a puestas en acción por la práctica de ciertos ritos y ceremonias reli,iosas. *% ah5vid#5, que si,ni'ica :,ran conocimiento:. Es la ma,ia de los ca-alistas y del culto tntrico, aunque suele de,enerar en hechicería de la peor especie. @% 0uh#a 2id#5, o conocimiento de las mismas 'uer"as del sonido 4/ter%; y por lo tanto de los mantras cantados en las oraciones y encantamientos cuya e'icacia depende del ritmo y la melodía. (am-i/n se de'ine diciendo que es una práctica má,ica 'undada en el conocimiento y correlación de las 'uer"as de la naturale"a. % tma12id#5, que los orientalistas traducen literalmente por :)onocimiento del alma: o verdadera a-iduría pero que si,ni'ica mucho más. El 0tmaARidya es la 2nica clase de Ocultismo a que de-e aspirar todo prudente e ine,oísta teóso'o admirador de !u" en el Sendero. &as demás modalidades de Ocultismo son rami'icaciones de las ciencias ocultas esto es artes -asadas en el conocimiento de la 2ltima esencia de todas las cosas en los reinos de la naturale"a 4mineral ve,etal y animal% . 9uien conoce esta 2ltima ciencia conoce tam-i/n el reino material de la naturale"a por invisi-le que sea dicha esencia y por mucho que hasta ahora haya escapado a las investi,aciones cientí'icas. &a alquimia astrolo,ía 'isiolo,ía oculta y quiromancia tienen su ra"ón de ser en la naturale"a y las ciencias que acaso por su ineactitud se llaman e6actas en esta /poca de paradó!icas 'iloso'ías han descu-ierto al,unas de estas artes. Pero la clarividencia sim-oli"ada en la India por el :O!o de iva: y llamada en el apón :Risión in'inita: no es el hipnotismo ni el mesmerismo ni se adquiere por medio de tales artes. (odas las demás modalidades del ocultismo pueden dominarse y o-tener de ellas resultados -uenos malos o indi'erentes; pero el tma12id#a no les da mucho valor pues a todas incluye y aun a veces las utili"a con -en/'icos propósitos despu/s de eliminar las escorias y tener cuidado de que no quede ni el menor elemento e,oísta. Epliquemos la cuestión. (oda persona puede estudiar cualquiera de las mencionadas :artes ocultas: sin preparación especial sin restrin,ir demasiado su ,/nero de vida ni depurar ,ran cosa su moralidad; pero en este caso el noventa por ciento de los estudiantes que se hayan distin,uido en una ra"ona-le modalidad de ma,ia se precipitan desaprensivamente en la ne,ra. Pero 6que les importaK (am-i/n los vudús y los dugpas comen -e-en y se al-oro"an en las hecatom-es de víctimas de sus in'ernales artes y otro tanto en diverso sentido hacen los ama-les ca-alleros que practican la vivisección y los hipnoti"adores diplomados por las Qacultades de 3edicina. &a 2nica di'erencia entre am-os consiste en
que los vud2s y los du,pas son hechiceros conscientes y los vivisectores de la tai'a de )harcot y 5ichet lo son inconscientes. Pero como unos y otros han de cosechar los 'rutos de sus acciones en el arte ne,ra los practicantes occidentales no de!arán de o-tener ,o"oso provecho aunque lue,o reci-an su casti,o porque el hipnotismo y la vivisecci*n, tal como se practican en Occidente son pura y simple hechicería menos el conocimiento que poseen los vud2s y du,pas y que nin,2n )harcot ni 5ichet puede adquirir en medio si,lo de arduos estudios ni eperimental o-servación. Por lo tanto que se queden sin 0tmaARidyia o verdadero ocultismo quienes lo desde+an para chapucear en la ma,ia consciente o no de su índole y recha"an por demasiado ri,urosas las re,las impuestas a los estudiantes. 1e!/moslos que sean ma,os por cualquier medio aunque durante las die" encarnaciones si,uientes no pasen de vud2s y du,pas. in em-ar,o el inter/s del lector se concentrará pro-a-lemente en quienes sienten invenci-le atracción hacia el Ocultismo aunque todavía no hayan su-yu,ado sus pasiones ni mucho menos sean verdaderamente ine,oístas. 6)ómo proceder con estos des,raciados a quienes así des,arran por mitad 'uer"as anta,ónicasK Porque demasiadas veces se ha dicho para que haya que repetirlo y es cosa evidente para cualquier o-servador que una ve" despertado de veras en el cora"ón del hom-re el anhelo por el Ocu$tismo no le queda esperan"a de pa" ni lu,ar de descanso y consuelo en el mundo. Gna incesante y roedora inquietud que no puede apaci,uar lo empu!a a las más desoladas y ásperas circunstancias de la vida. u ánimo es demasiado pasional y e,oísta para permitirle el paso por las Puertas de Oro y no halla pa" ni descanso en la vida ordinaria. 0sí pues 6ha de caer inevita-lemente en hechicería y ma,ia ne,ra y acumularse durante muchos a+os un karma terri-leK 68o hay otro caminoK e,uramente lo hay. 8o aspire a mayores cosas que las que se sienta capa" de cumplir. 8o eche so-re sus hom-ros una car,a demasiado pesada. 0unque no lle,ue a ser un 3ahatma un Buddha o un ,ran santo si estudia la 'iloso'ía y la ciencia del alma podrá ser un modesto -ienhechor de la humanidad por más que care"ca de 'acultades :so-rehumanas: pues los siddhis o 'acultades del arhat se reservan 2nicamente para los capaces de consa,rar su vida al cumplimiento al pie de la letra de los terri-les sacri'icios que su adquisición requiere. Ha de sa-er y recordar para siempre que el verdadero cultismo o 7eoso/ía es la incondicional y a-soluta renunciación de la personalidad en pensamiento y o-ra. Es altruismo, y quien lo practica queda enteramente esco,ido de entre las 'ilas de los vivientes tan lue,o como se entre,a a la o-ra porque :no vive para /l sino para el mundo:. 3ucho se le dispensa durante los primeros a+os de prue-a; pero tan pronto como pasa a ser discípulo :aceptado: de-e desvanecer su personalidad y convertirse en una /uer"a ben8/ica de la naturale"a. 1esde entonces se a-ren a su paso dos caminos opuestos# ha de ascender tra-a!osamente pasa a paso durante numerosas encarnaciones sin intervalo devacánico por la áurea escala que conduce al arhatado; o al dar el primer paso en 'also res-alará escala a-a!o rodando hasta el 'ondo de la ma,ia ne,ra. (odo esto se i,nora o se ha olvidado enteramente en nuestros días. En e'ecto quien sea capa" de o-servar la silente evolución de las preliminares aspiraciones de los candidatos echará de ver que suelen preocuparles etra+as ideas. &os hay cuyas racionales 'acultades torcieron a!enas in'luencias hasta el punto de 'i,urarse que las pasiones animales pueden su-limarse y elevarse de modo que todo su ardor se diri!a hacia adentro a 'in de mantenerlas encerradas en el pecho hasta que en ve" de estallar su ener,ía se invierta en dirección a lo alto con santos propósitos; es decir hasta que la colectiva /uer"a de las reprimidas pasiones capacite al hombre para entrar en el verdadero santuario del alma y permanecer allí en presencia de su
aestro, del ?o superior. 0 este 'in no luchan con sus pasiones ni las matan sino que
mediante un violento es'uer"o de voluntad las reprimen y mantienen en !aque de!ando sus -rasas en rescoldo. e someten ,o"osamente a la tortura del !oven espartano que consentía que la "orra le devorase las entra+as antes que deshacerse de ella. LOh po-res cie,os visionariosM ería esto lo mismo que si a una cuadrilla de deshollinadores ,rasientos de su la-or se les encerrara en un santuario adornado de -lanquísimos lien"os y en ve" de convertirlos con su contacto en un montón de sucios pin,a!os se adue+aran del sa,rado recinto y salieran de /l tan inmaculados como los lien"os. 1e i,ual suerte cupiera ima,inar que una docena de te!ones encerrados en la pura atmós'era de un monasterio (dgon1pa) pudieran salir de /l impre,nados de los per'umes del incienso. LEtra+a a-erración de la mente humanaM 6Es posi-le que así seaK 1iscutámoslo. En el santuario de nuestra alma el :3aestro: es el :?o superior: el divino Espíritu cuya conciencia deriva y se 'unda en la 3ente 4por lo menos durante la vida mental del hom-re% a la que llamamos alma humana o alma personal 4pues el alma espiritual es vehículo del Espíritu% . 0 su ve" el alma personal está constituida en su aspecto superior por aspiraciones espirituales voliciones y amor divino; en su aspecto in'erior por deseos animales y pasiones terrenas comunicadas por su contacto con el cuerpo astral que es el asiento de todas ellas. Por lo tanto el alma personal es el enlace o esla-ón entre la naturale"a animal del hom-re que la ra"ón procura dominar y la naturale"a espiritual hacia la que aquella propende cuando lo,ra venta!a en su lucha con la naturale"a animal. Esta 2ltima es la instintiva alma animal, madri,uera de las pasiones que el imprudente entusiasmo arrulla en su pecho en ve" de matar. 6cómo esperar que la cena,osa corriente de la cloaca animal se convierta en el cristalino manantial de las a,uas de la vida K 60 qu/ terreno neutral pueden rele,arse las pasiones sin que a'ecten al hombreK &as violentas pasiones de amor y lu!uria se mantienen vivas en su cuna es decir# en el alma animal porque tanto el aspecto superior como el in'erior de la mente o alma humana recha"an a seme!antes hu/spedes aunque no puedan evitar el ro"arse con ellos como vecinos. El ?o superior o Espíritu es tan impermea-le a los malos sentimientos como incapa" el a,ua de me"clarse con el aceite o cualquier otro líquido impuro y ,rasiento. El 2nico la"o con el hom-re y el ?o superior es la 3ente la 2nica que puede contaminarse y está en incesante ries,o de que las ;adormecidas pasiones despierten en cualquier momento y la arrastren al a-ismo de la materialidad. 6)ómo puede concertarse con la divina armonía del ?o superior si esta armonía está que-rantada por la presencia de las pasiones animales en el santuarioK 6)ómo es posi-le que la armonía prevale"ca y triun'e cuando la mente está contaminada y tur-ada por el tor-ellino de las pasiones y los terrenales deseos de los sentidos corporales y del hom-re astralK Porque el cuerpo astral no es compa+ero del ?o superior sino del cuerpo terreno. Es el la"o entre el manas in'erior y el cuerpo 'ísico; el vehículo de la vida transitoria, no de la inmortal. )omo som-ra proyectada por el hom-re si,ue servil y mecánicamente sus movimientos e impulsos propendiendo p%r la tanto a la materia sin ascender !amás hacia el Espíritu. &a unión con el ?o superior sólo puede cumplirse cuando anulada la 'uer"a de las pasiones quedan trituradas y aniquiladas en la retorta de una in'lei-le voluntad; cuando no sólo han muerto las concupiscencias y ansias de la carne sino que muerta asimismo la personalidad se invalida el cuerpo astral que re'le!a al hom-re triun'ante y no a la codiciosa y e,oísta personalidad. Entonces el -rillante ugoeides, el divino ?o vi-ra en consciente armonía con los dos polos de la entidad humana# El hom-re de puri'icada materia y la siempre pura alma espiritual. El hom-re permanece
en presencia y para siempre se une íntimamente con el ?o superior con el 3aestro el )risto de los ,nósticos 4D%. 0sí pues 6 cómo le sería posi-le al hom-re entrar por la an,osta puerta :del Ocultismo: estando sus cotidianos pensamientos li,ados a todas horas con las cosas terrenas con deseo de poderío concupiscencias am-iciones y de-eres que si -ien honrosos no de!an de ser terrenosK 0un el amor a la 'amilia el más puro e ine,oísta de los a'ectos humanos es un o-stáculo para el verdadero cultismo. Porque si ponemos por e!emplo el santo amor maternal o el conyu,al a2n en estos mismos sentimientos anali"ados a 'ondo y enteramente cernidos encontraremos e,oísmo personal en la madre y e,oísmo dual en los cónyu,es. 6 9u/ madre no sacri'icaría sin vacilar cien y mil vidas que tuviera por el hi!o de sus entra+asK 6 y qu/ amante marido no satis'aría los deseos de su amada esposa aun a costa de la dicha a!enaK e nos dirá que esto es lo natural; pero aunque lo sea se,2n el códi,o de los humanos a'ectos no lo es se,2n el códi,o del divino amor universal. Porque mientras el cora"ón palpite de amor tan sólo por unos cuantos seres los más queridos e inmediatos 6cómo podrá el resto de la humanidad estar en nuestras almasK 69u/ resto de amor y solicitud quedará en nosotros para pro'esarlo a la :,ran hu/r'ana:K 6 y cómo se hará oír :la tenue y callada vo": en un alma enteramente ocupada en sus predilectos deudosK 69u/ lu,ar se de!a allí para las necesidades de la humanidad en con!unto de modo que el cora"ón las sienta ya ellas responda 'ácilmenteK )on todo quien aspire a aprovecharse de la sa-iduría de la mente universal ha de lo,rarlo mediante la humanidad entera sin distinción de ra"a temperamento creencia ni condición social. ólo el altruismo no el e,oísmo ni aun en su más no-le y le,ítimo concepto puede conducir al hom-re a identi'icar su individual ?o con el ?o universal. El verdadero discípulo del verdadero Ocultismo ha de consa,rarse a la o-ra de satis'acer las necesidades de la humanidad si quiere adquirir la 7heo1Sophia o a-iduría divina y )onocimiento. El aspirante ha de esco,er a-solutamente entre la vida del mundo y la vida del Ocultismo. In2til y vano intento es conciliarlas porque nadie puede servir a dos se+ores y complacer a am-os. 8adie puede servir a su cuerpo ya su ?o superior ni cumplir los de-eres de 'amilia al propio tiempo que los de la humanidad entera sin privar a una o a otra de sus derechos; porque si presta oído a la :tenue y callada vo": no podrá escuchar el clamor de sus peque+uelos; o si atiende a las necesidades de /stos quedará sordo a la vo" de la humanidad. El casado que intentase se,uir el verdadero Ocultismo práctico en ve" de la /iloso/ía te*rica ha-ría de sostener una incensante y desatentada lucha porque continuamente vacilaría entre la vo" del impersonal divino amor a la humanidad y la del amor personal y terreno lo cual sólo podría conducirlo al 'racaso en uno u otro o tal ve" en am-os de-eres. 8o sería esto lo peor pues quienquiera que despu8s de haberse comprometido en el Ocultismo ceda al halago de un amor, e6perimentar por casi inmediata consecuencia el verse irresisti-lemente atraído del divino estado impersonal al in'erior plano de materia. El deleite sensual a2n sólo de pensamiento entra+a la inmediata p/rdida del discernimiento espiritual. &a vo" del aestro no podrá distin,uirse entre la de las pasiones como tampoco se distin,uirá la de un du,pa porque en seme!antes circunstancias no es posi-le distin,uir lo !usto de lo in!usto y la sana moralidad del est/ril nominalismo. El 'ruto del 3ar 3uerto es la más apropiada ale,oría mística porque se vuelve ceni"a en los la-ios y ací-ar en el cora"ón resultando en :cada ve" más pro'undas tinie-las loco por sa-iduría culpa-le por inocencia ansioso de /tasis y desesperado por esperan"a:.
Pero una ve" en,a+ados y despu/s de o-rar se,2n su en,a+o muchos hom-res se nie,an a reconocer su error y se hunden más y más en el 'an,o. 0unque de la intención deriva principalmente el que la ma,ia sea blanca o negra, los resultados de la hechicería involuntaria e inconsciente no pueden por lo menos que au,urar mal karma. Bastante se ha dicho en demostración de que la hechicería es toda especie de maligna in/luencia ejercida sobre otras personas que su/ren o hacen su/rir en consecuencia. El karma es una piedra que chapoteada en las tranquilas a,uas de la vida levanta ondulaciones cada ve" más amplias hasta el in/inito. &as causas en,endradas han de producir e'ectos evidenciados en la !usta e inque-ranta-le ley de retri-ución. 3uchos de estos de'ectos podrían evitarse si las ,entes se a-stuviesen de prácticas cuya naturale"a e importancia desconocen. 8adie espere so-rellevar una car,a superior a sus 'uer"as y 'acultades. Hay ma,os con,/nitos místicos y ocultistas de nacimiento a causa de la directa herencia de una serie de encarnaciones y si,los de su'rimientos y 'racasos. Están ya a prue-a de pasiones. 8in,2n 'ue,o de ori,en terreno puede in'lamar sus sentidos ni sus deseos. 8in,una vo" humana halla respuesta en sus almas ecepto el ruidoso clamor de la humanidad. on los 2nicos que tienen ase,urado e$ /ito. Pero son rarísimos y pasan por las estrechas puertas del Ocultismo porque no llevan la personal impedimenta de los transitorios sentimientos humanos. e han desprendido de los a'ectos de la naturale"a in'erior parali"ando la animalidad astral y ante sus pasos se a-re la estrecha pero áurea puerta. 8o les sucede lo mismo a quienes todavía han de llevar durante varias encarnaciones la car,a de los pecados cometidos en pasadas y aun en la presente vida. 0 menos que procedan con suma precaución la áurea puerta de a-iduría puede transmutarse para ellos en la ancha puerta y el espacioso camino que :conduce a la perdición: y por la tanto :muchos son los que entran por ella:. Esta ancha puerta es la de las artes ocultas practicadas con motivos e,oístas sin la restrictiva previsora y -en/'ica in'luencia del tma12id#5.
Estamos en la edad de Sali cuya letal in'luencia es mil veces más poderosa en Occidente que en Oriente. 1e aquí las 'áciles presas que las Potestades tene-rosas hacen en este ciclo de lucha y las muchas ilusiones en que hoy día se a,ita el mundo entre ellas la relativa 'acilidad con que los hom-res se 'i,uran que pueden lle,ar a la :Puerta: y cru"ar el um-ral del Ocultismo sin ,randes sacri'icios. (al es el sue+o de al,unos teóso'os inspirados por el a'án de poderío y e,oísmo personal; pero estos sentimientos no los conducirán a la am-icionada meta pues como di!o uno de quien se cree que se sacri'icó por la humanidad# :Estrecha es la puerta y an,osto el camino que lleva a la vida y pocos son los que la hallan:. (an estrecha es en e'ecto que a la simple mención de al,unas de las preliminares di'icultades los espantados candidatos occidentales vuelven >a espalda y se marchan tam-aleantes y tem-lorosos. 1e!emos que se queden aquí sin que su mucha 'laque"a les consienta mayor intento porque LayM de ellos si al volver la espalda a la puerta estrecha los arrastra su ansia de Ocultismo a dar un paso en dirección de las anchas y hala,adoras puertas del áureo misterio que centellea a la lu" de la ilusión. &os conducirá a la ma,ia ne,ra y con se,uridad desem-ocarán muy lue,o en el 'atal camino del In'ierno a cuya entrada leyó el 1ante estas pala-ras# &er me si va nella citt9 dolente &er me si va nell:eterno dolore &er me si va tra la perduta gente.
INSINUACIONES PRÁCTICAS PARA LA VIDA DIARIA PREFACIO
&as citas de que está compuesto este artículo no se entresacaron en un principio con el propósito de pu-licarlas; y por lo tanto pueden parecer al,o deslava"adas. Rieron primeramente la lu" como una iscelnea teos*/ica, con la esperan"a de que el lector pudiera hacer las convenientes anotaciones para 'ormar un dietario de etractos v tener un duradero re,istro de los li-ros leídos de modo que o-tuviera positivo provecho de su lectura. i,uiendo este m/todo el lector condensaría en un -reve espacio todo cuanto la pareciera esencial en el li-ro. (am-i/n se insin2a como de valiosa ayuda para el estudiante aplicado el m/todo de leer cada ma+ana cierto n2mero de citas a 'in de practicarlas durante el día y meditar so-re ellas en los ratos li-res. I
&evántate temprano tan lue,o como te despiertes y no te quedes pere"osamente en la cama medio despierto y medio so+ando. 1espu/s ora 'ervorosamente por la re,eneración espiritual del ,/nero humano a 'in de que cuantos luchan en el sendero de la verdad reci-an positivo y vehemente aliento de tus oraciones y para que t2 te 'ortale"cas sin ceder al hala,o dc los sentidos. 5epres/ntate en la mente la ima,en de tu 3aestro arro-ado en samadhi. Ponla delante de ti con todos sus pormenores; piensa reverentemente en /l y rue,a por el perdón de todos los errores de acción y omisión. )on esto te será más 'ácil concentrarte puri'icar el cora"ón y hacer mucho más. 5e'leiona so-re los de'ectos de tu carácter descubriendo por completo tus vicios # los /ugaces placeres que te proporcionan, y determínate 'irmemente a hacer todo cuanto puedas para no ceder nuevamente a ellos. Este autoanálisis que te lleva ante el tri-unal de tu propia conciencia 'acilitará tu pro,reso espiritual en un ,rado que no podrías ima,inar. 3ientras te laves o -a+es e!ercita tu voluntad deseando que las impure"as morales se eliminen al propio tiempo que las corporales. En tus relaciones con los demás o-serva atentamente las re,las si,uientes. $% 8unca ha,as nada que no sea de tu de-er; esto es nada innecesario. ntes de hacer una cosa re'leiona si de-es hacerla. *% 8unca hables ;palabras ociosas<. 0ntes de pronunciarlas piensa el e'ecto que pueden producir .8unca que-rantes tus principios de conducta por consideraciones de amistad. @% 9ue nunca ocupen tu mente vanos o in2tiles pensamientos. Esto es más 'ácil para dicho que para hecho. 8o es posi-le desalo!ar de ,olpe la mente. 0sí en un principio procura evitar los malos u ociosos pensamientos ocupando tu mente en el eamen de tus 'altas o en la contemplación de los seres per'ectos.
pron e % 1urante la comida e!ercita tu voluntad deseando que el alimento te aproveche para construir un cuerpo en armonía con tus espirituales anhelos y no en,endrar malas pasiones ni mali,nos pensamientos. )ome 2nicamente cuando ten,as ham-re y -e-e cuando ten,as sed y nunca de
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resi,namos a la imposi-ilidad de llevarlo a ca-o. i estáis por entero a-atidos será porque antes decayeron vuestros pensamiento. &uede un hombre estar encarcelado, #, sin embargo, trabajar en /avor de una causa. 0sí os ehorto a que elimin/is de vuestra mente todo dis,usto por las circunstancias en que os veáis y si conse,uís considerarlas según las miras de vuestro ?o superior, no sólo vi,ori"arán vuestros pensamientos sino que se re'le!arán en vuestro cuerpo y lo 'ortalecerán. O-rad activamente cuando sea hora de o-rar y entretanto esperad con paciencia que lle,ue esta hora. )olocaos en concordancia con el 'lu!o y re'lu!o de los ne,ocios de la vida a 'in de que apoyados en la naturale"a y en la ley con la verdad y la -ondad por 'aro seáis capaces de o-rar maravillas. &a i,norancia de esta ley tiene por consecuencia alternativas de irre'leivo entusiasmo por una parte y del a-atimiento y desconsuelo por otra siendo así el hom-re esclavo de la marea de la vida cuando de-iera ser su due+o. )omo dice :&a vo" del ilencio:# (en paciencia candidato y no temas el 'racaso ni solicites el /ito. !a energía acumulada no puede aniquilarse, sino que se transmuta en otras modalidades de actuación; y como no es posi-le que permane"ca por siempre inactiva contin2a eistiendo. Por lo tanto es in2til resistir a una pasión que no podemos dominar. i no derivamos por otros conductos su acumulada ener,ía se irá ro-usteciendo hasta que prevale"ca contra la voluntad y la ra"ón. Para dominarla es preciso conducirla por otro canal superior a aquel por el que i-a. 0sí la a'ición a una cosa vul,ar puede transmutarse en a'ición a una cosa elevada y el vicio puede revertirse a virtud con s*lo invertir el prop*sito. &a pasión es cie,a; va a donde se la lleva y la ra"ón es para ella mucho me!or ,uía que el instinto. &a cólera reconcentrada o el amor reprimido han de encontrar un o-!eto en que verter su ener,ía pues de lo contrario amena"an estallar con peli,ro de su poseedor. !a calma sigue a la tormenta. &os anti,.uos decían que la naturale"a tiene horror al vacío.. 8o podemos destruir o aniquilar una pasión pues si la so'ocamos vendrá a su-stituirla otra in'luencia elemental. Por lo tanto no intentemos destruir lo in'erior sin sustituirlo por al,o superior# el vicio por la acrisolada virtud y la superstición por el recto conocimiento.4% III
a-ed que contra el deseo la apetencia de recompensa y la miseria de la am-ición no hay otro remedio que 'i!ar# la vista y aplicar al oído a la invisi-le e insonoro. 4F% 1e-e el hom-re creer en su con,/nita 'acultad de pro,reso y no atemori"arse al considerar su naturale"a superior ni de!arse arrastrar por la in'erior. 4% & eperiencia demuestra que las di'icultades no han de a-atir al hom-re ni mucho menos desesperan"arlo pues de lo contrario el mundo no ,o"aría de las maravillas de la civili"ación. 4$% Es'or"arse en se,uir adelante es la primordial necesidad del que ha entrado en el endero. 61e dónde etraer la 'ortale"a K 3irando alrededor no es di'ícil echar de ver en dónde encuentran otros hom-res su 'ortale"a. 1imana de la pro'unda convicción. 4$$% Hay que a-stenerse por ser de !usticia el a-stenerse no con el solo intento de mantenerse uno limpio. 4$*% Para pelear contra sí mismo y vencer en la -atalla es preciso que el hom-re cono"ca que en la pelea está haciendo lo que de-e hacer. 4$@% :8o resistáis al mal:; es decir no os que!/is ni irrit/is contra los inevita-les in'ortunios de la vida. lvidaos de vo sotros mismos al tra-a!ar en -ene'icio de los demás. i
al,uien nos ultra!a persi,ue o in!uria 6a qu/ resistirK )on la resistencia provocaríamos mayores males. En toda o-ra sea la que 'uere hemos de considerar el mandato imperativo del de-er y no su relativa importancia o insi,ni'icancia. El me !or remedio para el mal no es reprimir sino eliminar el deseo; y esto puede con mayor e'icacia cumplirse manteniendo la mente de continuo 'i!a en las cosas divinas. El conocimiento del ?o superior queda invalidado cuando la mente se complace en los o-!etos de los deM;en'renados sentidos. 4$% 8uestra naturale"a es tan ruin so-er-ia am-iciosa concupiscente y entercada en sus !uicios y opiniones que si las tentaciones no la restrin,iesen se arruinaría por completo. En consecuencia nos acomete la tentación a 'in de que aprendamos a conocernos y seamos humildes. &a mayor tentación es no tener tentaciones y así de-emos ale,rarnos al vernos tentados para con resi,nación calma y constancia resistir a la tentación. 4$C% )onsiderad que no de-/is hacer nada sólo para vos mismo, sino que ha-/is de cumplir los de-eres prescritos por 1ios. 0nhelad encontrar a 1ios y no busqu8is lo que Dios os puede dar . 4$D% Haced todo cuanto hayáis de hacer; pero no con el propósito de reci-ir el 'ruto de la acción. 4$% i cumplís todas vuestras acciones con el pleno convencimiento de que no os han de alle,ar provecho personal sino que las hac/is porque es vuestro de-er y está en vuestro temperamento el hacerlas se de-ilitará ,radualmente la personalidad e,oísta hasta que por completo apaci,uada -rille en todo su esplendor el verdadero ?o y lo cono"cáis.4$F% 8o de-/is consentir que la ale,ría ni la pena os desvíen de vuestro resuelto propósito.. Hasta que el 3aestro os acepte tra-a!ad a-ne,adamente por el pro,reso y adelanto de la humanidad. Esto es lo 2nico que proporcionará verdadera satis'acción. El conocimiento aumenta en ra"ón directa de su uso= esto es cuanto más ense+amos más aprendemos. Por lo tanto -usquemos la verdad con la con/ian"a de un ni+o y la voluntad de un iniciado comunicando nuestro conocimiento a quien de /l care"ca para con'ortarlo en su pere,rinación. El discípulo de-e reconocer plenamente que los derechos individuales son el resultado pon"o+oso de la serpiente del e,oísmo. 8unca puede recriminar ni censurar a nadie ni levantar la vo" para de'enderse o disculparse. 8in,2n hom-re es nuestro enemi,o ni nuestro ami,o. 7odos son por igual nuestros instructores 4$% 8o hay que tra-a!ar por ape,o al provecho temporal o espiritual sino para cumplir la ley de la vida que es la recta voluntad de 1ios. 4*% IV
8o viváis en lo presente ni en lo 'uturo sino en lo eterno. &a ,i,antesca hier-a 4del mal% no puede 'lorecer allí. Esta mancha de la eistencia se limpia en la atmós'era del pensamiento en la eternidad.@ Para lo,rar el :)onocimiento del Espíritu: es requisito indispensa-le la pure"a de cora"ón que puede alcan"arse por dos medios principales# desechando persistentemente todo mal pensamiento y manteniendo el ánimo sose,ado en toda circunstancia sin jams agitarse ni irritarse por nada.. Estos dos medios de puri'icación reci-en su mayor estímulo de la devoci*n # la caridad. 8o hemos de desmayar en nuestros es'uer"os aunque nos sintamos todavía impuros. 9ue cada cual aspire a la pure"a y se es'uerce en alcan"arla por el recto camino cuya primera etapa es la pure"a de cora"ón.
&a mente ha de puri'icarse tam-i/n cuando uno siente cólera o dice 'alsedades o sin necesidad descubre las /altas ajenas o dice y hace al,o con propósito de lison!a o cuando al,uien queda en,a+ado por la insinceridad de pala-ra u o-ra. 4*$% 9uienes deseen salvarse han de evitar la lu!uria la cólera y la codicia; o-edecer 'ielmente las Escrituras estudiar la 'iloso'ía espiritual y perseverar en su reali"ación práctica. 4**% 9uien o-ra por motivos e,oístas no puede entrar en un cielo donde no eiste el e,oísmo. >uien no ansía el cielo, sino que est contento donde se halla, est #a en el cielo, mientras que el descontento clamará en vano por /l. &i-re y 'eli" es quien carece de personales deseos y el :cielo: no puede si,ni'icar otra cosa que un estado de li-eración y 'elicidad. 9uien hace las -uenas o-ras con esperan"a de recompensa no es 'eli" hasta reci-irla y en cuanto la reci-e cesa su 'elicidad. 8o ca-en descanso y 'elicidad permanentes mientras haya qu/ hacer y cumplir. El cumplimiento del de-er lleva en sí su propia recompensa. 4*@% 9uien se cree más santo que otro y se !acta de no tener talo cual vicio o 'laque"a y presume de sa-io y de superior en al,o a sus pró!imos es incapa" del discipulado. El hom-re ha de volverse como ni+o para entrar en el reino de los cielos. u-limes tesoros son la virtud y la sa-iduría; pero si en,endran or,ullo y el sentimiento de separatividad respecto a los demás serán las serpientes del e,oísmo reaparecidas en distinta 'orma. &a primera re,la consiste en la entre,a y sacri'icio del cora"*n del hom-re con todas sus emociones, lo cual si,ni'ica el logro de un equilibrio inalterable por las emociones personales.
Poned sin demora en práctica tan -uenas intenciones y no de!/is ni una solo en propósito. 8uestro 2nico procedimiento verdadero consiste en que el motivo de la acción est/ en la misma acción y nunca en su recompensa. 8o ha de incitarnos a la acción la esperan"a del resultado ni tampoco hemos de mantenernos en la inacción. :Por medio de la ' e 4*% se puri'ica el cora"*n de la insensate" y de las pasiones con lo que se domina el cuerpo y por 'in se consi,ue la su-yu,ación de los sentidos.: 4*C% &as características del sa-io iluminado son# $% )arencia de todo deseo y conocimiento de que sólo el verdadero E,o o supremo Espíritu es 'elicidad y que todo lo demás es dolor. *% )arencia de ape,o o repulsión a cuanto pueda sucederle pues o-ra sin cálculo e,oísta. inalmente lle,a la su-yu,ación de los sentidos que no
aprovecha ,ran cosa sin la primera característica y es in2til y con 'recuencia nociva por en,endrad ora de hipocresía y or,ullo espiritual sin la se,unda característica. 4*D% 9uien no practica el altruismo y no es capa" de compartir su 2ltimo -ocado con el más po-re o desvalido que /l; quien se nie,a socorrer a su pró!imo de cualquiera ra"a nación o creencia s iempre # dondequiera lo vea su'riendo; quien cierra los oídos al clamor de las miserias humanas; quien oye calumniar al inocente y no lo de'iende como se de'endería a sí mismo no es te*so/o. V
8adie o-ra -ien si descuida los incon'undi-les de-eres de la vida resumidos en el
divino mandamiento. 9uien cumple con su de-er pensando que de no cumplirlo le resultará per!uicio o que su cumplimiento le allanará las di'icultades que se les presenten en el camino o-ra con la vista puesta en el resultado. Hemos de cumplir con nuestro de-er tan sólo porque lo manda 1ios quien puede en cualquier instante dispensarnos de su cumplimiento. 3ientras no apaci,Temos la inquietud de nuestra naturale"a de-emos o-rar consa,rando a 1ios los 'rutos de nuestra acción y atri-uirle el m/rito de nuestras o-ras. &a verdadera vida del hom-re consiste en identi/icarse con el supremo %spíritu. Pero esta vida verdadera es del todo independiente de nosotros, porque es en sí la real verdad y no la actuali"a nin,una de nuestras acciones. El reconocimiento de que cuanto se opone a esta verdad es ilusorio es una nueva conciencia, y no una acción. &a li-eración de un hom-re no está en modo al,uno relacionada con sus acciones; porque las acciones son 2tiles en cuanto nos dan a conocer nuestra completa incapacidad para emanciparnos por nosotros mismos de la eistencia condicionada. (ranspuesta esta etapa las acciones son más -ien impedimentos que auilios. 9uienes o-ran o-edeciendo a los divinos mandamientos y sa-en que la 'acultad de o-rar así es un don de 1ios y no peculiar atri-uto de la conciencia personal del hom-re se li-ran de la necesidad de la acción. Entonces la verdad llena el puri'icado cora"ón y se perci-e la identidad con 1ios. &o primero que de-e hacer el hom-re es desechar la idea de que o-ra /l de por sí pues todas las acciones tienen por es'era las :tres cualidades naturales: y no en modo al,uno el alma. 5econocido esto ha de e!ecutar con devoci*n todas sus acciones; esto es sacri'icarlas en aras del upremo y no de su persona. Ha de o'recer el sacri'icio a sí mismo o sea a su ?o superior que equivale a sacri'icarlas a Ishvara. (odos sus actos y aspiraciones han de estar consa,rados así mismo o al (odo. quí interviene la importancia del motivo. Porque si e!ecuta valerosas ha"a+as o -en/'icas acciones o adquiere conocimientos para auiliar a la humanidad ya ello le mueve el 2nico deseo de lo,rar la salvación o-rará en tales casos por su propio -ene'icio y en consecuencia se o'recerá sacri'icios a sí mismo. 0sí es que ha de consa,rarse internamente al (odo reconociendo que /l no es el actor sino tan sólo el testigo presencial de la acción. )omo quiera que reside en cuerpo mortal le contur-a la duda; y esto denota su i,norancia de al,o por lo que ha de disipar la duda con :la espada del conocimiento: pues si sa-e responder a una duda de se,uro la disipará. 7oda duda proviene de la naturale"a in/erior # nunca de la superior. 0sí es que a medida que aumente su devoci*n, será mayor el conocimiento que adquiera de su naturale"a sátvica. Porque se ha dicho# :El per'ecto de la devoci*n 4o que perseverare en su e!ercicio% adquiere con el tiempo espontáneamente conocimiento espiritual.: y tam-i/n se ha dicho# :El hom-re de mente du-itativa no ,o"a de este mundo ni del otro ni lo,ra -ienaventuran"a 'inal.: Esta 2ltima 'rase re-ate la idea de que si eiste en nosotros el ?o superior aca-ará por triun'ar de la necesidad de conocimiento aunque seamos indolentes y recelosos y nos conducirá a la -ienaventuran"a 'inal con la colectiva corriente de la humanidad. &a verdadera oración consiste en contemplar todas las cosas sa,radas o aplicadas a los actos de la vida diaria acompa+adas del vehemente y cordial deseo de que sea más intensa su in'luencia para enaltecer y me!orar nuestra conducta y que se nos conceda al,2n con cimiento de ellas. (odos estos pensamientos de-en entrete!erse con el conocimiento de la suprema y divina Esencia de que dimanaron todas las cosas. &a cultura espiritual se lo,ra por medio de la concentraci*n, que de-e e!ercitarse diariamente utili"ndola en todo momento. e ha de'inido la meditaci*n diciendo que
es :el cese de todo activo pensamiento eterno:. -oncentraci*n es el en'oque de todo nuestro ser en determinado o-!eto. Por e!emplo madre a-ne,ada es la que ante todo y so-re todo vela por los intereses de sus hi!os en todos sus aspectos no la que piensa durante un día entero en una sola modalidad de los intereses 'iliales. El pensamiento tiene potencia reproductiva y cuando la mente se posa en una idea queda coloreada por /sta y todas las demás ideas asociadas con la principal -rotan entonces de la mente. Por esta ra"ón el místico aca-a por conocer todo o-!eto en el que constantemente piensa con detenida contemplación; y así di!o Srishna con mucho acierto# :Piensa constantemente en mí. )on'ía sólo en mí. y con seguridad llegars a mí'.
&a vida es el ,ran maestro. Es la ,ran mani'estación del E,o quien a su ve" mani'iesta al upremo. 1e aquí que todos los m/todos sean -uenos y todos 'ormen parte del su-lime anhelo de la devoción la cual se,2n el Bha,avad ita es :el /ito en las ,estiones:. &as 'acultades psíquicas a medida que se vayan reci-iendo tam-i/n de-en emplearse porque nos revelan el conocimiento de al,unas leyes; pero no hay que ea,erar su valía ni tampoco desconocer sus ries,os. El que con'ía en sus 'acultades psíquicas es como quien se enor,ullece y canta victoria por ha-er lle,ado a la primera estación de la cuesta que conduce a los picachos que se ha propuesto escalar. VI
Es una ley eterna que el hom-re no puede ser redimido por una potestad e6terior a sí mismo. 1e ser esto posi-le -astara con que hace muchísimo tiempo hu-iera visitado la tierra un án,el que declarando verdades celestes y mani'estando las 'acultades de la naturale"a espiritual descu-riese a la conciencia humana los mil hecho que i,nora-a. 4*F% El crimen lo mismo puede perpetrarse en pensamiento que en acción. 9uien por cualquier causa odia a otro que ,usta ven,arse y no perdona las in!urias está poseído del espíritu del homicidio aunque no se d/ cuenta de ello. 9uien se do-le,a a 'alsas creencias y somete su conciencia a una institución humana -las'ema de su divino ser y por lo tanto :invoca el nom-re de 1ios en vano aunque no preste !uramento al,uno. 9uien desea o simpati"a con los deleites sensuales sea en el trato conyu,al o 'uera de /l es el verdadero ad2ltero. 9uien no presta al pró!imo los conocimientos -ondades y auilios que prudentemente pudiera otor,arle y vive para acumular rique"as materiales es el verdadero ladrón. 9uien di'ama calumnia y re-a!a el carácter de su pró!imo en toda especie de 'alsedades es tam-i/n un ladrón y de la peor índole. 4*U i los hom-res 'uesen -uenos consi,o mismos y -en/volos con los demás se operaría un 'ormida-le cam-io en su estimación del valor de la vida y de las cosas se esta vida. 4@% EDUCACIÓN DEL PENSAMIENTO A )oncentrad todas las 'uer"as de vuestra alma en el empe+o de cerrar las puertas de vuestra mente a todo pensamiento sin permitir la entrada más que a los que prometan revelaros la irrealidad de los sentidos y de la vida corporal y la pa" del mundo interior. 5e'leionad noche y día so-re la irrealidad de cuanto os rodea y de vuestra misma personalidad. &os malos pensamientos no son tan nocivos como los ociosos e indi'erentes porque de los malos pensamientos podemos ,uardarnos cuando nos determinemos a com-atirlos y vencerlos. Esta determinación ro-ustecerá vuestra voluntad. &os pensamientos ociosos e indi'erentes distraen la atención y mal,astan
ener,ía. &a primera y mayor ilusión que se ha de vencer es la identi'icación con el cuerpo 'ísico. Pensad que este cuerpo no es más que una casa donde ha-/is de vivir temporalmente y así no volver/is a ceder a sus tentaciones. procurad tam-i/n dominar las prevalecientes 'laque"as de vuestro carácter diri,iendo el pensamiento por el camino más a propósito para etin,uir las pasiones. 1espu/s de los primeros es'uer"os sentir/is un indescripti-le vacío y desconsuelo en vuestro cora"ón; pero no os amedrent/is por ello sino considerad lo como el suave crep2sculo precursor del naciente sol de la 'elicidad espiritual &a triste"a no es un mal. 8o os que!/is porque los que os parecen su'rimientos y o-stáculos suelen ser en realidad los misteriosos es'uer"os de la naturale"a para ayudaros en vuestra o-ra si sa-/is aprovecharlos. )onsiderad todas las circunstancias con la ,ratitud de un discípulo. 4@$% (oda que!a es una re-elión contra la ley de pro,reso. &o que hay que evitar es el dolor que todavía no ha sobrevenido. El pasado no puede mudarse ni enmendarse. &o perteneciente a las eperiencias presentes no puede ni debe evitarse; pero sí han de evitarse las preocupaciones sobre imaginarias desgracias o los temores acerca del porvenir, así como todo impulso o acción que puede causar presente o 'uturo dolor a nosotros o a los demás.4@*%
VII
8ada más valioso para quienquiera que un ecelso ideal hacia el que aspire de continuo ya /l amolde sus pensamientos y emociones de suerte que re,ulen lo me!or posi-le su conducta. i así se es'uer"a para llegar a ser, más -ien que a parecer como su ideal no 'racasará en el empe+o de acercarse cada ve" más a /l. in em-ar,o ha-rá de luchar para este lo,ro y si su ideal es elevado y verdaderamente se encamina a alcan"arlo no se envanecerá sino que por el contrario se humillará de su rectitud pues al descu-rir ante sí la posi-ilidad de mayor adelanto en planos todavía más elevados no se en,reirá de su pro,reso ni tampoco se enti-iará su ardor. Precisamente el reconocimiento de las vastas posi-ilidades de la vida humana es necesario para disipar el tedio e invertir en celo la. apatía. 0sí la vida no es odiosa sino acepta-le cuando comprendemos claramente su 'inalidad y estimamos sus espl/ndidas oportunidades. El más recto y se,uro camino para lle,ar a este elevado plano de conciencia es el e!ercicio del alA truismo, tanto en pensamiento como en acci*n. Estrecho es en e'ecto el campo visual limitado a la personalidad que mide todas las cosas con la vara del inter/s e,oísta porque en seme!ante limitación no es posi-le que el e,o conci-a elevados ideales ni se acerque a los planos superiores de eistencia. &as condiciones de adelanto están dentro y no 'uera y por 'ortuna son independientes de las circunstancias y condiciones de la vida terrena. Por lo tanto a todos se les depara la ocasión de ir escalando cum-re tras cum-re y cooperar así con la naturale"a en el cumplimiento de la evidente 'inalidad de la vida. 4@@% i creemos que el o-!eto de la vida es la satis'acción y -ienestar de la personalidad y que el -ienestar material con'iere la suprema dicha con'undiremos lo in'erior con lo superior y la ilusión con la verdad. 8uestra modalidad material es consecuencia de la constitución material de nuestros cuerpos. omos :,usanos de la tierra: porque nuestras aspiraciones se arrastran por la tierra; pero si entráramos en un sendero de evolución donde 'u/semos menos materiales y más et/reos tomaría muy distinto cari" la civili"ación. 3uchas cosas que ahora nos parecen indispensa-les y necesarias de!arían de serlo; y si pudi/ramos trans'erir nuestra conciencia de un etremo a otro del ,lo-o
con la velocidad del pensamiento serían in2tiles los actuales medios de comunicación. )uanto más pro'undamente nos hundimos en la materia más medios de comodidad material necesitamos; pero el esencial y potente dios interno del hom-re no es mate1 rial ni depende de las restricciones peculiares de la materia. 6)uáles son las verdaderas necesidades de la vida K &a respuesta está en relación con lo que cada cual crea necesario. &os 'errocarriles los -uques de vapor la lu" el/ctrica etc. nos son ahora necesarios; y sin em-ar,o millones de ,entes han vivido lar,o tiempo 'elices sin conocerlos. Para uno serán necesarios una docena de palacios; para otro un carrua!e; para otro una pipa o una -otella de ron. Pero todas las necesidades de esta índole. son /icticias, constituyen el estado en que el hom-re se encuentra satis'echo y le incitan a permanecer en /l sin desear al,o superior por lo que pueden ser estor-o más -ien que impulso en su evolución. i nos eleváramos a un estado más alto en el que no se ei,iese nada arti'icioso todas las cosas 'icticias de!arían de ser necesarios y no las desearíamos; pero la apetencia de placeres ,roseros en los que tiene 'i!o su pensamiento, le impide al hom-re entrar en la vida superior.4@% NOTAS
4$% (an sa,rado se !u",a este parentesco espiritual en la I,lesia ,rie,a que el matrimonio entre padrino y madrina de una misma criatura se considera un incesto de la peor especie y es le,almente nulo. Esta prohi-ición matrimonial alcan"a a los hi!os del padrino respecto de los de la madrina y viceversa. 4*% 0l -auti"ado se lo un,e con el crisma como en la iniciación y en verdad que el -autismo es un misterio. 4@% )onviene advertir que a todos los discípulos aunque sean le,os se los llama upasakas hasta reci-ir la primera iniciación cuando se les da el nom-re de upasaka lan2. Pero antes de entonces se consideran le,os o se,lares aun aquellos que pertenecen a las lamaserías y están ya seleccionados. 4% El Ocultismo di'iere ,randemente de la ma,ia. 4C% 1icen los -rahmanes que el aj3a eiste desde la eternidad y procede del er upremo... en quien está latente :sin principio:. Es la clave de la traivid#a, la ciencia tres veces sa,rada contenida en los versículos de los ritos sacri'iciales. e,2n la I8(5O1G))IV8 al -rahmana itare#a= :El aj3a eiste en todo tiempo tan invisi-le como la ener,ía almacenada en un acumulador el/ctrico cuya actuali"ación requiere 2nicamente el de-ido mane!o del aparato. upónese que el aj3a se dilata desde el ahavani#a o 'ue,o del sacri'icio hasta los cielos en 'orma de puente o escalera por la cual puede el sacri'icador comunicarse con el mundo espiritual y aun elevarse en vida hasta las moradas de los dioses.: El aj3a es una modalidad del akásha y para actuali"arla es preciso que el sacerdote iniciado pronuncie la &alabra perdida, -a!o el impulso del poder de la voluntad. 4lsis sin 2elo A0nte el veloA tomo primero%. 4D% 9uienes se inclinan a ver tres E,os en el hom-re denotarán su incapacidad para advertir el meta'ísico si,ni'icado de esta a'irmación. El hom-re es una trinidad
de cuerpo alma y espíritu; pero sin em-ar,o el hom-re es uno y se,uramente no es su cuerpo 'ísico o transitoria vestidura. &os tres %gos son los tres aspectos del hom-re en los planos astral mental y espiritual. 4% R/ase agia blanca # negra por Qran" Hartmann 4F% R/ase !u" en el Sendero 4% R/ase -omentarios a !u" en el Sendero 4$%3a-el )ollins Por las &uertas de ro 4$$% &or las &uertas de ro. (@A)!u" en el Sendero (@B)&or las &uertas de ro (@C)hagavad 0ita
4$C%3olinos 0uía %spiritual (@E)hagavad 0ita (@F)hagavad 0ita (@G)-omentarios a !u" en el Sendero (@H)!u" en el Sendero (AI)hagavad 0ita
4*$% !u" en el Sendero, 5e,la . (AA)hagavad 0ita (AB)hagavad 0ita
4*%Hartmann agia blanca # negra 4*C%e entiende aquí por 'e el conocimiento adquirido mediante el e!ercicio del altruismo y la -enevolencia. (AE)hagavad 0ita (AF)hagavad 0ita
4*F%Spirit o/ the +eJ 7estament, pá,. CF. 4*%Spirit o/ the +eJ 7estament, pá,. C$@.
4@%7heosophist !ulio de $FF , pá,. C 4@$%7heosophical Si/tings. 8W @ vol. *AF. 4@*%Patan!ali /orismos del oga. 4@@%. Buck , an, pg @IE. 4@%Hartmann agia blanca # negra