Los caprichos de Goya Op. 195 del compositor italiano Mario Castelnuovo-Tedesco es una serie
que consta de 24 piezas para guitarra publicada en 1960 en Estados Unidos donde residió haciendo música para cine. Tedesco utiliza los grabados de Goya como inspiración para crear la serie, tomando en cuenta el alto contenido satírico de estos. En un principio, el interés para crear piezas de guitarra (Castelnuovo nunca tocó este instrumento) fue el encuentro con el guitarrista Andrés Segovia quien viajó con Manuel de Falla a Italia en 1932. Entre otras piezas, esta serie fue pensada para ser interpretada por el ya que gozaba de un gran renombre en la época, aunque, finalmente, la serie fue digitada y revisada por Angelo Gilardino. El interés de la interpretación interpretación de esta serie serie surge a partir de la variedad de lenguaje lenguaje guitarrístico que ofrece tanto tanto en la técnica compositiva compositiva como en la estructural dentro dentro de piezas para guitarra de la época contemporánea. Al revisar la inclusión en el repertorio de piezas con estructura pianística abordada desde la guitarra, se busca encontrar como las ideas sonoras se transforman en una unión de lenguajes yuxtapuestos, así como también se presenta la mutación e interacción del material pictórico de Goya y su traducción y representación surgidas en los grabados con técnicas de representación dentro del lenguaje sonoro e idiomático de la guitarra. Se propone un enfoque metodológico de análisis sobre las partituras y las imágenes entendidas ambas como guías interpretativas en conjunto partitura-imagen, siendo esta una estructura artística mixta que revela una información más detallada de la obra. Así, se hará un análisis musical e interpretativo sobre las imágenes de Goya, tratando de encontrar los gestos traducidos a lo sonoro, revisando las alegorías que los elementos visuales contienen dentro de la imagen tales como danzas y a momentos que refieren contextos sociales y situaciones que se puedan hallar dentro de lo lo sonoro para así brindar información dentro del del contenido pictórico-sonoro alegórico. A fin de comprender las diferentes manifestaciones de influencia de imagen dentro de la obra podríamos vislumbrar como la sugerencia de las imágenes lleva a un desarrollo distinto y variado de la composición e interpretación de las obras para guitarra. En este trabajo se analizan tres piezas con señalamientos de tempo que aluden a danzas tradicionales y a relaciones con la imagen.
El amor y la muerte
El grabado contiene la siguiente inscripción: “Ve aquí un amante de Calderón que por no saberse
reír de su competidor muere en brazos de su querida y la pierde por su temeridad. No conviene sacar la espada muy a menudo.” La imagen sugiere una dualidad entre mujer (amor) y el caballero desfalleciendo (muerte), elementos con los que Tedesco forma una alternancia motívica en el registro grave y en el agudo. El compositor denota el carácter primario de la imagen indicando un carácter “pesante y trágico”.
A su vez las figuras armónicas son cromáticas y ascendentes,
aumentando
la
tensión
hasta
desprenderse en un agudo en sforzato que se suspende para volver a acumular tensión en cromatismos.
El tema agudo se desarrolla y extiende en contraposición a lo largo de la primera sección, donde los temas se invierten y el tema agudo cromático comienza a descender (alusivo a la mujer sollozante).
A través de estos dos elementos contrastantes Tedesco forma una imagen que se transmuta a una contraposición de caracteres y personajes que se mueven a través de variación de dinámica y masa sonora.
La indicación singhiozzando (sollozando) demarca la representación del llanto y el sufrimiento a partir de la figura que sostiene al amante que empieza a desvanecerse y tambalear con la figura de
tresillos. Estos elementos podrían dar una sugerencia de un dualismo que se integra con tensiones.
IX Bien tirada esta
En este grabado, la inscripción refiere lo siguiente. “No puede haber cosa más tirada por los suelos que una
ramera. Bien sabe la tía Curra lo que conviene estirar las medias”
La pieza comienza con un tritono, a sabiendas de las connotaciones “diabólicas” que contiene tal sonido, el
intervalo desciende en alusión a la media que se estira para mostrar los atributos de la mujer. Después de esta sección que es inconexa con la siguiente sección, aparece la anotación de “tempo di Jota” (que deriva de una palabra árabe que significa salto), una danza tradicional aragonesa (España) que se baila levantando las piernas. A lo largo de la pieza el baile va desarrollándose armónicamente, modulando en tonalidad y carácter, contrastando el carácter libidinoso de la dama.
A lo largo de la pieza la danza se vuelve sugestiva hacia un carácter más dulce, para terminar resolviendo el intervalo de tritono con intervalos justos, dando conclusión a la alusión de una prostituta de manera sugerente.
XII Quién más rendido
“Ni uno ni otro. Él es un charlatán de amor que atodas dice lo mismo y
ella está pensanso en evacuar 5 citas que tiene dadas entre 8 y 9 y son las 7 y 1/2.” En esta pieza, Tedesco alude a los embates del caballero con el gesto de su movimiento, una curva que implora y seduce a la dama altiva. Tedesco “aleja” el tema de su
armonía principal a la vez que crea un perfil melódico que se arrastra y da sugerencias solo al principio del compás, casi como una sugerencia que termina por ser rechazada por glissandos que vuelven a la figura principal. Este carácter de dobles intenciones es demarcado con la indicación de “Rigaudon”, una danza cortesana del sur de Francia popular en el siglo XVIII, para luego volver al
tema de las propuestas y el cortejo. Las indicaciones a lo largo de la pieza marcan una melodía que se acompaña sugerentemente, en
contraste
con
la
armonización desarrollada de otros movimientos, donde el contexto armónico y melódico están
constituidos
relaciones más intrínsecas.
con
Conclusión: Este es apenas un acercamiento a la transformación del gesto que proponen las imagenes Goya a la música de Tedesco, con esto, se espera poder favorecer a la introducción de concepción de lo pictórico-sonoro, entendido como línea de interpretación de obras a partir de la combinación de proyecciones aparentemente disimiles de contenidos y técnicas más que al análisis separado de los elementos musicales y/o pictóricos, dando como resultado una proyección de tratamiento del sonido a partir de lo que las imágenes pudieran sugerir al gesto musical tanto al interprete como a la proyección e información de los programas y presentación en público.