<; C,T\V EOXLV K O T ' 'EittKoupov (VI/2, 124)-— 74- 4
Teseo-Rómulo.
Solón-Publícula.
Tenústocles-Camilo.
Aristides-Catón
el
Mayor.
Cimón-Lúculo. /2:
Pericles-Fabio
11/1
Foción-Catón
Máximo. el Menor.
II/2
Filopemen-T.
Flaminio.
III/I
Demetrio-Antonio.
III/2
Licurgo-Numa.
IV/
Galba.
Nicias-Craso. Diéw-Bruto.
Coriolanó-Alcibíades.
Demóstenes-Cicerón.
Emilio Pímlo-Timoteón. Sertorio-Éwrnenes.
Pelópidas-Marcelo.
Alejandro-César.
Pirro-Mario. Arato. Artajerjes. Agis y Cleómenes-T. Lisandro-Sila.
y C. Graco.
AgesilaO-Pompeyo.
Otón.
En su artículo de la RE trae ZIEGLER las ediciones comentadas de cada uno de los escritos, mientras que para las Vidas hace una exposición de conjunto (960). Además: R. FLACELIÉRE, P. Dialogue sur l'Amour, París, 1953. J. DERFADAS, P. Le Banquet de Sept Sages, París, 1954. F . LASSERRE, P. De la Musique, Olten-Lausana, 1954. W. H. PORTER, Lije of Dion, Dublín, 1952. S. GER£VINI, Vita di Flaminino, Milán, 1952 (con trad.). E U G . MANNI, Vita Dem. Pol., Florencia, 1953- A - GARZETTI, Vita Caesaris, Florencia, 1954. R. DEL R E , Vita di Bruto, 3.» ¡?d., Florencia, 1955. E. VALGIGLIO, Vita di Mario, Florencia, 1956. Vita dei Gracchi, Roma, 1957. — Léxico: D . WYTTENBACH, Leipzig, 1843; se prepara una nueva edición en Olms/Hildesheim del Index Graecitatis de los Moralia (tomo 8 de la edición de D . WYTTENBACH, Oxford, 1830). — Plutarco ha sido muy traducido; he aauí una selección de traducciones recientes: BR. SNEIX, Von der Ruhe des Gemütes und andere philos. Schriften, Zurich, 1948. K. ZIEGLER, P. über Gott und Vorsehung, Dámonen und Weissagting, Zurich, 1952. El mismo, Grosse Griechen und Rómer, 1-5, Zurich, 1954-60 (las traducciones citadas hasta aquí están en la Bibl. der Alten Welt). W. Ax, Griech. Heldenleben, 6. a ed., Stuttgart, 1953. El mismo, Rom. Heldenleben, 5. a ed., Stuttgart, 1953. Fíancés: B. LATZARUS, Vies paralléles, 5 volúmenes, París, 1951-55. Trad. inglesa en la edición bilingüe de la Loeb Class. Libr. F. C. BABBITT, H. CHERNISS, W. C. HELMBOI-D, Moralia, 15 vols. proyectados, en parte todavía en preparación, Londres, 1927-1959. B. PERRIN, The Parallel Lives, n vols., Londres, 1914-26; reimpresiones hasta 1959. — Poseemos una monografía extensa y de abundante contenido en el gran artículo de K. ZIEGLER, RE, 21, 1951, 636-962. Una buena caracterización, en M. POHLENZ, Gestalten aus Helias, Munich, 1950, 671. Importante para la religiosidad de P . : M . P. NILSSON, Gesch. d. gr. Reí., 2, 2. a ed., Munich, 1961, 402. — Para la biografía como género: W. STEIDLE, Sueton und die ant. Biographie, Zet., 1, Munich, 1951. A. DIHLE, Stud. z. griech. Biogr., Abh. Ak. Gott. Phil.-hist. KL, 3, F . 37, 1956, con importantes capítulos dedicados a Plutarco y con un análisis de la vida de Cleomenes. — Estudios monográficos: H. SCHLAEPFER, Pl. und die klass. Dichter, Zurich, 1950. M . A. LEVI, Pl. e il V. secólo, Milán, 1955. R. WESTMAN, Pl. gegen Kolotes. Seine Schrift "Adversus Colotem" ais phüosophiegeschichtliche Quelle, Acta Phi-
861
Prosa
los. Fennica, 7, Helsinki, 1955. E. MEINHARDT, Perikles bei Pl., tesis doctoral, Francfort, Fulda, 1957. R. FLACELIÉRE, "Pl. et l'épicurisme", en la obra miscelánea Epicúrea in mem. H. Bignone, Genova, 1959, 197. W. CL. HELMBOLD and E. N. O'NEIL, Pl.s Quotations,
Baltimore, 1959. H. WEBER, Die Staats- und Rechtslehre Pl.s von Chaironeia, Bonn, 1959. A. M. TAGLIASACCHI, "Le teorie estetiche e la critica letteraria in Plutarco", Acmé, 14, 1961, 71. LISETTE GOESSLER, Pl.s Gedanken über die Ehe, tesis doctoral, Basilea, Zurich, 1962. — Influencia: R. HIRZEL, Plutarch. Erbe der Alten, 4, Leipzig, 1912.
2.
E L APOGEO DE LA SEGUNDA SOFÍSTICA
En Isócrates y Platón se dio una antinomia pedagógica que, con intensidad variable, condicionó la vida espiritual hasta el ocaso de la Antigüedad. En esta lucha por la hegemonía educativa hubo extralimitación por ambos lados, con intento de romper el equilibrio, pues tanto la filosofía como la retórica reclamaron para sí el exclusivo derecho de intervenir en la formación. En la época helenística, como hicimos notar, las antiguas y modernas escuelas filosóficas tenían fuerza suficiente para afirmar su derecho. Esto se expresa en el intento de Cicerón, que no es único, de reducir a equilibrio las exigencias de ambas partes. Algo distinto sucede en los dos primeros siglos de la época imperial antes de que el neoplatonismo infundiese nueva inquietud en la vida espiritual. Ahora la filosofía había abandonado extensas parcelas del discutido campo a la retórica: ésta dominaba en su mayor parte la enseñanza superior y determinaba los rasgos de la literatura de la época 64. La lucha con la filosofía, es cierto, había perdido crudeza, y en ocasiones se podía mantener con ella relaciones de buena vecindad. El Estado sancionó esta situación evolutiva cuando Vespasiano, en virtud de un edicto del año 74, distinguió con especiales privilegios a gramáticos y rétores, así como a los médicos65. El mismo emperador comenzó en Roma la fundación de cátedras de retórica dotadas por el Estado. Tampoco la filosofía salió después malparada, pues Marco Aurelio instituyó en Atenas cuatro cátedras, de manera que cada uno de los grandes sistemas salió por sus fueros6*; pero quien compare la extensión e intensidad de la enseñanza de la retórica en el imperio con lo que significaba la filosofía en esta época verá pronto de qué lado se inclinaba la balanza. Al que aspiraba a una formación superior, de antemano se le indicaba el camino de la retórica. Si había superado ya la instrucción elemental, la enseñanza de la gramática le introducía mediante extensas lecturas en la teoría del arte oratoria y le formaba con ejercicios preparatorios ("Progymnasmata") 67 de diversa índole: la 64 H. I. MARROU, Histoire de l'éducation dans l'antiquité, 5.a ed., París, 1960 (trad. alemana Friburgo, Munich, 1957). D. L. CLARK, Rhetoric in Greco-Román Education, Nueva York, 1957, con abundante bibl. W. KROLL, RE, S 7, 1940, 1039 (especialmente 1105 ss.) ofrece una buena introducción. Cf. también A. D. NOCK, Sallustius, Cambridge, 1926, XVII. 65 Inscripción de Pérgamo: R. HERZOG, Sitzb. Akad. Berl. Phil.-hist. K.I., 1935, 967. S. RICCOBONO, Fontes Iuris Anteiustiniani, 1, 2.a ed., 1941, 420. 64 Luciano, Eunuco, 3. 67 KROLL (cf. nota 64), 1119, 33, demostró cómo los gramáticos acapararon en parte la enseñanza retórica.
Época imperial
862
repetición, la composición sobre un tema obligado, que se extendía con una reglamentación escrupulosa sobre cualquier asunto moral, la descripción (écfrasis), la demostración o refutación de una causa imaginaria, por no citar más que unos cuantos ejemplos. Todos recordaremos cómo esto seguía practicándose en la escuela de nuestra juventud hasta que se consideró más eficaz dejar que los niños, con la pluma o el pizarrín en la mano, dejasen volar su fantasía. Después de la enseñanza. gramatical venía la retórica, que debía formar al orador cabal y que terminaba con la declamación de un tema ficticio 68. Las Suasoriae y las Controversiae de Séneca el Viejo nos brindan un cuadro impresionante de la desbordada fantasía con que se manipulaban las más necias historias como tema de tales ejercicios. La retórica influyó de dos maneras en la poesía de la época. En primer lugar, no podía por menos de producir su efecto el hecho de que la mayoría de los poetas de esta época habían pasado por las escuelas de retórica. Pero, en segundo lugar —-y esto es lo más importante—, la retórica con sus pretensiones invadía el terreno de la poesía. Una evolución que vimos ya iniciarse con Gorgias se completa ahora: todos los géneros (como encomio, epitalamio, epitafio) que antes pertenecían a la poesía son ahora firme posesión de la retórica. Ya antes del comienzo de la época imperial, hacia la mitad del siglo i a. de Cristo, se inicia la reacción largamente preparada contra el aticismo, que se presenta como un retorno al estilo ático antiguo*9. En la polémica de Cicerón, así como en Cecilio, natural de Caleacte de Sicilia, y en Dionisio de Halicarnaso, nos sale al encuentro este aticismo. De la abundante producción dé Cecilio, que, además de obras retóricas y técnicas, exegéticas y lexicales, compuso una historia de la guerra de los esclavos, poseemos sólo fragmentos™. Su libro Sobre los diez oradores (rispl xou xccp«Kxf]po(; t<5v 8éKcc pr|TÓpcov) quizá creara por primera vez el canon, pero en todo caso determina la fisonomía de la época imperial. El enemigo encarnizado del asianismo (Kara
E. OFENLOCH, Leipzig, 1907.
71
A causa de una falsa atribución originada por el título, Aiovuotoo T> AOYYÍVOU,
se ha hablado a menudo del Pseudo-Longino. O. JAHN-J. VAHLEN, Bonn, 1910. A. O.
863
Prosa
doro, le replicó hacia el 40 d. de C. Para él, lo sublime no se alcanza con reglas, sino que existe en todas partes donde los grandes sentimientos desligados de la vulgaridad cotidiana consiguen expresarse de tal manera que llegan a cautivar nuestra alma. Esto puede conseguirse lo mismo mediante la pasión de Demóstenes que mediante el ímpetu trágico o la visión platónica. Nuestro autor no llega a establecer distinciones más precisas. Cuando comprobamos que a él no le parecen dignos de admiración los pequeños cursos de agua, aunque sean cristalinos y provechosos, sino los torrentes impetuosos, estamos escuchando la alabanza de lo genial en sus gigantescas dimensiones, pero recordamos también el principio de Calimaco, el cual se expresó con la misma imagen en sentido opuesto (cf. página 740). Este anónimo, cuyo nombre nos complacería conocer, se anticipó a su época, como genial y solitario crítico, en su comprensión de la poesía de alto rango. En ojeada retrospectiva, podría parecemos que caracteriza la transición del espíritu antiguo al moderno, pero, si bien se mira, su obra no pudo todavía provocar semejante cambio. Por grande que haya sido la influencia de nuestro anónimo en la Época Moderna (por ejemplo en la Querelle des anciens et des modernes, tan favorable a Homero), en la Antigüedad hubo de abandonar el campo a los partidarios del canon y la mimesis. Dionisio de Halicarnaso, que llegó a Roma el año 30 a. de C. y durante veintidós años ejerció allí su actividad en estrecho contacto con los círculos representantes de la política y de la cultura, estaba dispuesto más que Cecilio a asumir una postura intermedia. Le atraía poco el asianismo, pero su modelo preferido no fue Lisias, sino Demóstenes (rispl TT]Q Ar^ooOévoüq Xᣣ
74
Cf. WEHRLI, op. cit.,
16.
Ed. con trad. y coment., W. RHYS ROBERTS, Londres, 1910; el mismo, Three Literary Letters, Cambridge, 1901.
864
Época imperial
aduciendo una multitud de ejemplos sobre el segundo, pretende aleccionarnos estilísticamente. Muchas de estas observaciones, especialmente las relativas a las combinaciones de los sonidos, nos inducen a creer que hemos perdido conciencia de los efectos de la antigua lengua artística. Se atribuyó a Dionisio una Técnica retórica, obra de variado contenido y no desprovista de valor, que quizá pertenezca al siglo n i d. de C. Más adelante hablaremos de Dionisio el "Historiador". Hay que entender el aticismo ante todo como reacción contra la ampulosidad asiánica, pero constituye un signo de debilidad y anquilosamiento el que no tuviera que oponer a aquél sino una forma de lenguaje y estilo que en siglos anteriores había sido expresión de denso contenido, pero que a la sazón no podía serlo. En esta época no comienza un proceso cuyo cometido fuera dar nueva vida a las antiguas formas, sino que lo que se considera esencial es el cuidado del estilo como pieza de museo. El aticismo encontró su expresión extrema en la elaboración lexical del material lingüístico consagrado. El trabajo del helenismo y su búsqueda de glosas, motivada por otras razones, se continuó en esta época de manera peculiar. En la confusa producción de este período brillaron con luz propia las colecciones auristas de Elio Dionisio de Halicarnaso y de Pausanias, oriundo de Siria, en la época de Adriano75. Fueron utilizados copiosamente por los aticistas posteriores, y a su vez estaban influidos por Diogeniano de Heraclea76, el cual, a través de Julio Vestino, remonta al aristarqueo Panfilo de,Alejandría. Éste había elaborado a mediados del siglo i d. de C. la tradición lexical en un léxico de glosas en 95 libros, y se retrotrae así, pasando por Dídimo, a la gran época de la ciencia alejandrina. Diogeniano es una de las fuentes principales del léxico, tan valioso para nosotros, de Hesiquio de Alejandría (siglo v) 77 . Anotamos aquí una indicación sobre la Suda bizantina (siglo x) 78 , que representa para nosotros la última fuente (muchas veces de dudoso valor, pero indispensable) de la antigua literatura recopiladora. Volviendo a la lexicografía de orientación aticista, diremos que algo conservamos de la segunda mitad del siglo 11 d. de C. Los límites de la tolerancia lingüística son oscilantes. Rigurosísimo es Moiris en sus Aé^eiQ 'ATTIKCCL 79. Aticista de rígida observancia era también Frínico, de cuyas dos obras ('ATTIKIOTr|q, 2 1., y ZcxtHOTiicn Ttpoito:paaK£ur|, 37 1., dedicada a Cómodo) poseemos extractos80. Su afortunado rival en la candidatura a la cátedra ateniense de sofística, Julio Polideuces (Pólux) de Náucratis, era menos ortodoxo en las cosas 75
Para los dos, la colección de fragmentos de H. ERBSE, Untersuchungen zu den attiz. Lexika, Abh. d. Deutsch. Akad. Phil.-hist. KL, 1949/2, Berlín, 1950. La obra ofrece una multitud de hallazgos importantes sobre el origen y tradición de las glosas aticistas. Sigue siendo una mina W. SCHMID, Atticismus, 1-4, Stuttgárt, 1887-96, si bien los fundamentos manuscritos, necesariamente incompletos, aconsejan cautela. 76
ERBSE, op. cit., 36.
77
La ed. de M. SCHMIDT, 4 vols., Jena. 1858-68 (ed. minor, 1867), está ya sustituida por K. LATTE: I (A-A), Copenhague, 1953. 78 Interpretación del título según F. DOLGER, Der Titel des sog. Suidaslexikons, Sitzb. Bayer. Akad. Phil.-hist. KL, 1936/6. Edición: A. ADLER, 5 vols., Leipzig, 1928-38. 79 80
I. BEKKER, Berlín, 1833, con Harpocratión. EKXoyrj del *ATTIKIO-TTÍ<;: W. G. RUTHERFORD, Londres, 1881. Extracto de la
2o<¡>. TtpoiiapaoKEuri: J. v. BORRIES, Leipzig, 1911.
865
Prosa
de lenguaje y estaba mucho más interesado por problemas relativos al contenido; conservamos en extracto su Onomástico S1, y para muchas cuestiones, como la escena y las máscaras, por nombrar sólo éstas, constituye una fuente valiosa. El Léxico de los oradores de Harpocración (Aé£,eiq T¿OV Séxoc pryrópcov) ffi, de la misma época, utiliza buenas fuentes y, con sus referencias a cuestiones de hecho, ofrece importante material para el estudio de la judicatura ática. El aticismo tuvo su oposición. Un léxico anónimo, el Antiaticista83, ensancha deliberadamente el círculo de los buenos autores y de los fenómenos lingüísticos. Luciano derrochó su sátira contra la tendencia hiperpurística que llevaba a ciertos individuos a apropiarse con preferencia un puñado de pomposas palabras del ático antiguo para significarse (Rhet. praec. 16 s.). El colmo de este abuso es aquel KEITOÚKEITOC; (Aten. 1, 2 e) cuya ciencia se agotaba en el esclarecimiento de si tal palabra estaba testimoniada en ático o no (KEITCCI T\ 06 KEÍTOCI.)Si existió mucha oposición a un aticismo que rompió sus vínculos con la lengua viva (ouvr}Qeia), su influjo fue decisivo para el anquilosamiento de la vida lingüística y cultural en un clasicismo que no podía producir ya en su suelo nuevos frutos. El que alguien, como el astrólogo Vecio Valente, escribiera su introducción a la astrología ('Av6oXoyícci, 9 1.) M sin colorido aticista constituye una excepción. La exposición del aticismo era un presupuesto inexcusable para el examen de la retórica de la época imperial. Sin embargo, sería erróneo hablar de su exclusivo dominio y querer caracterizar sólo mediante ella a la segunda sofística. No menos particularista sería la actitud del que quisiera designar a este período como simplemente asianista. Un duradero confusionismo ha provocado el que en él se entrecrucen tendencias diversas. Constituye un mérito de NORDEN el haber mostrado en su Antike Kunstprosass que no se trata de esto o lo otro, sino de un antagonismo continuado a lo largo de la Antigüedad tardía entre el clasicismo aticista y la herencia del asianismo, jamás abatido enteramente. Esto es valedero, en la teoría y en la práctica del estilo retórico, sobre todo para la "compositio verborum" (OÚVGEOLC;), mientras que en la elección de las palabras (éKXoyií) el aticismo podía asegurarse una amplia primacía. En todo caso, cada autor requiere, como demostró NORDEN, un análisis especial de las corrientes en él operantes. La expresión "segunde sofística" es empleada por Filóstrato en sus Biografías de sofistas. En general induce a confusión, dado que separa demasiado escuetamente este período de la antigua sofística, pero, por otra parte, no se trata del comienzo de algo nuevo, sino de un proceso que, desde Gorgias, y a través de Isócrates, el Perípato y el helenismo, conduce, con alternativas de acción y reacción, a la época imperial. Según Filóstrato (1, 19), es Nicetes, en tiempos de Nerón, el renovador de la sofística, el cual tuvo un seguidor en la persona de su discípulo Escopeliano. Nicetes era oriundo de Esmirna, y su discípulo de Clazómenas dio lecciones en la ciudad natal de su maestro; oradores ambos, los dos se !1
E. BETHE, 3 vols., Leipzig, 1900-37. W. DINDORF, 2 vols., Oxford, 1853, cf. nota 79. En Harpocración se basa el Lexicón rhetoricum Cantabrigiense, E. O. HOUTSMA, Lugd. Bat., 1870. 83 En Anécdota, Berlín, 1814/21, 78, de I. BEKKER. 82
84
W. KROLL, Berlín, 1908.
85
Vol. i, 4.a ed., Berlín, 1923. Allí, 353, i, bibl. sobre la vieja controversia.
LITERATURA GRIEGA. — 55
Época imperial
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mantienen dentro de la tradición asiánica. En parte, esto también es valedero para Polemón, con el cual llegamos ya a las tentativas de renovación de la época de Adriano. Por encargo del emperador hubo de pronunciar en el año 131 delante del Olimpieo de Atenas el solemne discurso de inauguración de aquél. Poseemos dos Declamaciones suyas K en las que nos presenta a dos padres de guerreros caídos en Maratón disputándose el honor de pronunciar el discurso fúnebre. Nos gusta más en su Fisiognómica87, que, por cierto, sólo conocemos por una traducción árabe y la paráfrasis del médico Adamancio. Del grupo más antiguo de estos sofistas hay que nombrar a Loliano de Éfeso8S, quien, además de ejercitarse en la oratoria, escribió una Techne en la que exponía la teoría de la "stasis". En el primer período de la nueva sofística sobresale un hombre que en el curso de una vida rica en avatares modificó la índole espiritual inculcada por aquélla con influjos de distinta y mejor especie. Dión de Prusa en Bitinia (hacia 40-120)89, Cocceianus al recibir el derecho de ciudadanía de Nerva, de sobrenombre Crisóstomo a partir del siglo 111, comenzó su carrera como rétor y escribió ocasionalmente contra los filósofos. Sinesio nos ha trasmitido en su Alabanza de la calvicie una sátira (iicdyviov) de la Alabanza de la cabellera, de Dión. Se han perdido discursos de alabanza del papagayo y del mosquito. Influencias interiores y exteriores hubieron de dar otro giro a la vida de este varón. Musonio Rufo, que fue también maestro de Epicteto y contra el cual había escrito Dión en su juventud (Flpóq Mouoóviov), le ganó para el estoicismo, influyendo especialmente en Dión los elementos de dicha doctrina afines al cinismo. En el año 82, al caer en desgracia su protector Flavio Sabino, le alcanzó también la condena de destierro que Domiciano decretó contra aquél, teniendo que abandonar Italia y su patria de Bitinia. Hasta la muerte de este César, vivió vagabundeando en circunstancias difíciles y viajando mucho, sobre todo por el noroeste del imperio. El espíritu de los discursos de esta época concuerda con la vida del cínico filósofo mendicante. En los reinados de Nerva y Trajano fue repuesto en su alto honor, pero permaneció fiel a sus convicciones éticas. Al elogio de la moral unió el elogio de una helenidad. cuyos rasgos eran los de un pasado glorificado románticamente. Con esta disposición de ánimo se enfrentaba con los modelos áticos, pero con moderación, ya que para él era siempre más importante lo que tenía que decir que la manera artificiosa de decirlo. Sinesio caracteriza en un pasaje importante de su Dión % la orientación de su estilo en una dirección seria y digna, vinculada 86
H. HINCK, Leipzig, 1873.
87
G. HOFFMANN en R. FORSTER, Physiognomonici Graeci et Latini, 1, Leipzig, 1893,
98; ibid., FORSTER, 295. 88 Sobre esta ciudad en la vida cultural de la época, J. KEIL, "Vertreter der zweiten Sophistik in Ephesos", Ost. Jahrh., 40, 1953, 5. En ella enseñó Dionisio de Mileto, en ella desenvolvió Favorino de Arélate una parte de la lucha de concurrencia con Polemón, en ella recibió Elio Arístides la corona de la victoria y Adriano de Tiro mantuvo escuela abierta por largo tiempo. Benefactor especial de la ciudad fue el sofista T. Flavio Damiano. 89 Ediciones: J. v. ARNIM, 2 vols., Berlín, 1893/96. G. DE BUDÉ, 2'vols., Leipzig, 1916/19. Con trad. ingl.: J. W. COHOON-H. L. CROSBY, 5 vols., Loeb Class. Libr., 1932-50. Fundamental como su edición es el libro de ARNIM: Leben und Werk des Dio von Prusa, con una introducción: Sophistik, Rhetorik, Philosophie in ihrem Kampfe utn die Jugendbüdung, Berlín, 1898. [N. B.: la ed. de ARNIM ahora en reimpr. 1962.] 90
En NORDEN (cf. pág. 865, nota 85), 355.
te—• «Aoaiaosa:..
867
Prosa
al camino emprendido hacia la filosofía. Se le atribuyen 80 discursos, de los cuales, sin embargo, las Corintíacas y la segunda declamación Sobre Tyche son de su discípulo Favorino de Arélate 9l . El estilo refulgente de figuras musicales y de cláusulas rítmicas de este sofista, que escribió también una obra miscelánea (navro8cotT?| íoTopíoc, 24 1.), está en contraste impresionante con la manera más llana de Dión. Desde 1931, un papiro vaticano que contiene un fragmento del escrito Sobre el destierro {Us.pl 4>uyf¡c,; núm. 330 P.) nos da una idea del estilo artificioso de Favorino, recargado de citas en este caso. Los discursos auténticos de Dión son documentos importantes para la historia de la cultura, sobre todo los consagrados a ciudades como Rodas, Alejandría, Celenas (31-35). En esta serie hay que incluir el Euboico (7), con su descripción de la penuria económica de Grecia, pero lo que sobre todo cautiva el interés del lector en él es el idilio de una familia de cazadores cuya vida plácida y tranquila se pone en contraste con la agitación y la corrupción de la ciudad92. El Tróikós (11) pertenece a la serie de enmiendas a Homero como las que el libre juego de la época gustaba de introducir en el mito. Una exposición de la guerra de Troya, que negaba la caída de la ciudad, sería del gusto del público romano. Los cuatro Discursos sobre el rey (1-4) pertenecen al debate filosófico sobre el soberano ideal; el sentimiento religioso de Dión se patentiza bien en el Discurso olímpico (12), que contiene juicios apreciables sobre la importancia del arte en la representación de la divinidad. Resulta sumamente atrayente en los pasajes en que, utilizando la vetusta forma de la diatriba, exhorta con auténtico convencimiento a la ponderación y al autodominio. Lo último que sabemos de la vida de Dión se refiere a un proceso que sostuvo en 111/12 ante Plinio el Joven, a la sazón procónsul de Bitinia, contra odiosos acusadores. Se conserva la carta que Plinio escribió en esta ocasión a Trajano (ep. 81), así como la respuesta del emperador, hermoso testimonio de su magnanimidad. En el apogeo de la nueva sofística, que coincide con la favorable situación económica del siglo 11, nos encontramos primero con la brillante figura del maratonio Tiberio Claudio Ático Herodes (101-177). Él, que contó entre sus maestros a Favorino y Polemón, y entre sus condiscípulos, además de oradores brillantes, como Elio Aristides, a los príncipes imperiales Marco y Lucio, figura inmerso en la tradición de una retórica que se esforzaba en mantener un vínculo con la filosofía. A su fama de orador juntaba la de mecenas. Este hombre rico y prestigioso, que fue proclamado cónsul en Roma el año 143, erigió, gracias a su liberalidad, espléndidos monumentos en numerosos lugares de Grecia, sobre todo, naturalmente, en Atenas, en donde su Odeón ofrece en nuestros días espacio para conciertos y representaciones. Este ático, que llamaba "ebrio" al estilo del asianista Escopeliano, tuvo conciencia de la importancia de la ponderación; 51 Esto es seguro para las Corintíacas, de las que NORDEN (cf. pág. 865, nota 85), 422, hace un importante análisis. Para la atribución a Favorino del Discurso sobre la Tyche existen argumentos diversos. También es sospechosa la autenticidad del discurso 30, el Caridemo; cf. M. P. NILSSON, Gesch. d. gr. Reí., 2 vols., 2.' ed., Munich,
1961, 92
401, 2.
El interesante y bien logrado experimento de verter la prosa del Euboico a hexámetros alemanes fue hecho por H. HOMMEL, Dion Chrys., Euboische Idylle, Zurich, 1959 (Lebendige Antike).
Época imperial
868
la conservó también como aticista, pero contribuyó al predominio del purismo arcaizante. Escribió mucho: cartas, diatribas y otras cosas; conservamos un discurso nepl itoXLTELac,93, cuyo modelo fue el discurso de Trasímaco A los de Larisa (cf. pág. 386). El antiguo estilo está tan bien imitado, que se ha pretendido repetidas veces fecharlo en el siglo V94. En el siglo 11 florecen con el máximo esplendor aquellos rétores a quienes LUDWIG RADERMACHER llamó, con expresión insuperable, "oradores de concierto". La serie de sus antepasados remonta incluso a Gorgias, porque sobresalieron en dos formas cultivadas por él: la improvisación y la declamación cuidadosamente preparada. El culto que se tributó a estos hombres sólo es comparable con el tributado a los dioses de aquella época. No como improvisador, pero sí como maestro del discurso artístico, consiguió la más alta fama entre todos Elio Aristides. Nació el año 129-30 9S en Adrianuteras de Misia. En su juventud recorrió Egipto. Los viajes que emprendió para dar conferencias le llevaron luego a lo largo y a lo ancho del mundo griego y también a Roma. Se detuvo mucho tiempo en Esmirna, ciudad que estaba orgullosa de él. Murió hacia el año 189. Aristides sigue una conducta parecida a Isócrates, pues también él reivindica para sí la totalidad de la educación y quiso en este sentido emprender la lucha contra el mismo Platón. Su discurso Sobre la retórica (45 D.) se dirige sobre todo contra el Gorgias de aquél y pretende adjudicar la primacía a la retórica y a su carácter de "techne". Estos ataques fueron tomados en serio en los círculos neoplatónicos; por la Suda sabemos que Porfirio replicó. En el discurso Sobre los cuatro (46 D.) combate el juicio adverso de Platón sobre Milcíadés, Cimón, Temístocles y Pericles. La misma romántica glorificación del pasado ático inspira también al Panatenaico (13 D.). Se comprende que este orador haya sido un convencido aticista, como revela su Monodia (18 K.) a Esmirna destruida por el terremoto del año 178 96. Interpuso toda su influencia para la reconstrucción de la ciudad, a la que dedicó su Esmirnaico (17 K.), y su misiva a los emperadores romanos (19 K.) da testimonio de sus buenos oficios. El gran artificio de la forma no puede escamotear el hecho de que el material ideológico de estos discursos es, en su mayor parte, herencia de la tradición; se podría hablar de un aticismo de los temas. Pero no faltan por completo alusiones a la situación histórica. Esto es válido sobre todo para el Discurso a Roma (26 K.), que MICHAEL ROSTOVTZEFF 97 nos ha presentado convincentemente como la mejor descripción del imperio en el siglo 11. Roma aparece en él como la gran pacificadora en una gigantesca federación de ciudades-estado en la que ella misma es una polis más. Los 55 discursos ofrecen un cuadro colorista. Además de panegíricos a ciudades, tenemos declamaciones sobre temas de la historia clásica, discursos de 93
Edición: E. DRERUP, Paderborn, 1908.
94
Así también H. T. WADE-GERY, Class. Quart., 39, 1945, 19, con reseña sobre la controversia. 95 Su indicación sobre la constelación en la que había nacido (50, 58 K.) podría referirse también al 117, pero es más probable la fecha más tardía. 96
97
Importante, NORDEN (cf. pág. 865, nota 85), 420.
Gesellschaft und Wirtschaft im rom. Kaiserreich, 1, Leipzig, r929, IT2. Monografía con texto, trad. y bibl.: JAMES H. OLIVER, Trans. of Am. Philos. Soc. N. Ser. 43/4, 1953, 871-1003.
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circunstancias y epístolas. El orador quiere suplantar constantemente al poeta, como se aprecia en los Discursos a los dioses (37-46 K.), que solían preceder a los grandes discursos como antiguamente los himnos "homéricos" a las recitaciones de los rapsodos. Un capítulo original, más interesante que atrayente, forman los seis Discursos sagrados ('Iepol Xóyoi; 47-52 K.) 98 . Aristides padeció durante 17 años una enfermedad, en cuyo tratamiento fracasaron los médicos, pero de la que le sanó Asclepio después de largas curaciones. Él se considera un escogido bajo la especial protección del dios que le sanó en Pérgamo, asegurándole así su triunfal carrera. Estas declaraciones tienen mucha importancia porque constituyen un testimonio de la relación personal en que un hombre culto del siglo 11 estaba con un dios, pero resulta poco simpática la vanidad de Aristides, su hipocondría y su credulidad en los milagros de Epidauro, rayana en la ingenuidad. Se atribuyó a Aristides, probablemente más tarde, un manual retórico que constaba de dos partes, una sobre la oratoria política y otra sobre la oratoria desprovista de ornato. Más colorista e interesante que el Aristides cuidadoso de la forma es Filóstrato. Pero inmediatamente hemos de preguntarnos cuál de ellos, y entonces surge un problema extraordinariamente difícil. La Suda, en confusos artículos, nos presenta tres Filóstratos emparentados entre sí, a los cuales, como veremos, hay que añadir un cuarto. Cuando nos dice que el primero de ellos, autor de muchos discursos, vivió en el reinado de Nerón y que fue padre del segundo Filóstrato, que ejerció su actividad bajo Septimio Severo, nos vemos en una gran confusión. En tercer lugar nombra la Suda a un Filóstrato que fue resobrino y yerno del segundo. A pesar de nuestra desconfianza, se puede admitir este doble parentesco. Como el Filóstrato que escribió los Icones posteriores designa como a su abuelo por parte de madre al autor de los más antiguos (según nuestra opinión, era éste el segundo Filóstrato), hemos de contar todavía con un cuarto individuo portador de este nombre. Conservamos diversos escritos con el nombre de Filóstrato. La atribución de los mismos a cada uno de los Filóstratos representa un problema para la historia de la literatura. La solución que alcanza un alto grado de probabilidad (pero nada más) atribuye lo conservado, con dos excepciones, al segundo Filóstrato, mientras que el primero sigue siendo un enigma. Este segundo Filóstrato nació entre 160 y 170. Tuvo por maestros a famosos rétores, como Damiano de Éfeso99 y Antípatro de Hierápolis, el educador de Geta y de Caracala, y llegó a Roma en el reinado de Septimio. Ciertamente fue su maestro Antípatro, que le introdujo en palacio, en donde la siria Julia Domna, ambiciosa esposa de Septimio, creaba el ambiente y los gustos. Después del dramático fin de su protectora y de su hijo Caracala en el año 217, Filóstrato regresó probablemente a Atenas para ejercer allí su actividad de sofista. Según la Suda, murió en tiempo de Filipo Árabe (244-249). Con toda seguridad atribuimos a este Filóstrato las Biografías de los sofistas (BÍOL OO(¡HOT<3V, 2 1.), de cuya importancia programática ya hablamos. La obra 98
Una excelente exposición en A.-J. FESTUGIÉRE, Personal Religión among the Greeks, Univ. of Calif. Press, Berkeley, 1954, 85. 99 Cf. pág. 866, nota 88.
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empieza con los fundadores de la antigua retórica sofística, en la que Gorgias ocupa el debido lugar, y, pasando por los fundadores de la nueva orientación, llega hasta la época del autor. Igualmente segura es la atribución de la Biografía de Apolonio de Tiana (Tá éq TÓV Tuccvéoc *AiroX*<í>viov, 8 l.)100. Esta obra, monstruosa perp interesante, anterior a las biografías de los sofistas, está relacionada con la esfera de intereses de Julia Domna y los que la rodeaban. El Apolonio histórico vivió en el siglo i d. de C. y escribió sobre todo género de asuntos neopitagóricos, entre los cuales una vida del maestro. Entre las 77 cartas que nos han llegado puede haber algo de auténtico I01. Pronto se adjudicaron a este personaje relatos maravillosos que hicieron de él un gran hechicero. Pero Filóstrato trata de convertirlo, de embaucador de baja estofa, en asceta y taumaturgo neopitagórico, en un verdadero 0£Ío<; ccviíp. Como Filóstrato incorpora a esta aretalogía episodios de fabulosas novelas de viajes, tiene ocasión de dar un tono orientalizante a capítulos como la estancia del sabio en la India, halagando así el gusto de su egregia protectora. Verosímiles, si no seguras, son las otras atribuciones. Entre ellas está el Heroico, curioso diálogo, no suficientemente estudiado todavía, entre un viticultor del Quersoneso tracio y un viajante fenicio sobre héroes del país. Las correcciones a Homero que en él aparecen son puro juego literario, pero no debe estimarse lo mismo la defensa de la creencia en los héroes 102. Prestigiar la herencia de la antigua tradición por medio del arte de la palabra es la finalidad del Gimnástico, importante por sus muchas informaciones sobre agones, tipos de deportes y métodos de entrenamiento. Quizá la obra más simpática atribuida a Filóstrato sea los Icones (2 1. divididos en cuatro partes), descripción de una colección de cuadros en Ñapóles, en la que la écfrasis, ejercicio habitual en las escuelas de retórica, se transforma en la epídeixis del maestro. A Filóstrato le importa sobre todo, naturalmente, hacer gala de su ingenio, de su ootylcc, en las explicaciones y puntualizaciones de nexos artificiosamente establecidos, pero —considérese o no la colección de pinturas como existente— la alusión a cuadros verdaderos no puede ponerse en duda 103. La prosa de Filóstrato, que está influenciada por el purismo aticista, sin renunciar por eso a un libre juego, y que en sus mejores creaciones, a pesar de todos sus perifollos, tiene también su encanto, puede estudiarse en esta obra mejor que en ninguna otra. El pequeño diálogo Nerón, en el que el filósofo Musonio describe la hybris del tirano, ha ido a parar a la tradición lucianesca. Difícil de enjuiciar es el Epistolario, trasmitido en tres versiones, que contiene chocarrerías eróticas y cartas a diversos destinatarios. Merece atención la Carta 73, con la defensa de la sofís100 Además del análisis de F. SOLMSEN, RE, 20, 1941, 139, también R. HELM, Der ant. Román. 2.a ed., Gotinga, 1956, 62. Sobre el tipo, L. BIELER, QEÍOC, ávr|p, 2 vols., Viena, 1935/36. 101 Sobre las cartas, v. WILAMOWITZ, Herm., 6o, 1925, 307; ahora Kl. Schr. 4, 394. El texto en R. HERCHER, Epistolographi Gr., 1873, 78. 102 Bibl. sobre el Heroico considerado como réplica a Dictis, en W. KULLMANN, Die Quellen der Ilias, Herm., E 14, 1960, 104, 1. 103 Sobre la discutida cuestión, SOLMSEN, op. cit., 168. Además, A. LESKY, "Bildwerk und Deutung bei Ph. und Homer", Herm., 75, 1940, 38, en donde se valora la contradicción entre la interpretación de F. y un objeto que evidentemente existía.
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tica ante Julia Domna. Lo más que se puede decir es que no se han aducido argumentos convincentes contra su autenticidad. Al tercer Filóstrato, que nació en 190/91 y que alcanzó gran celebridad como orador, sólo le podemos atribuir la Epístola a Aspasio de Ravena, secretario imperial y titular de la cátedra de retórica, que trata del estilo epistolar. La Díalexis, incluida por KAYSER entre sus obras y que trata de equilibrar la oposición entre "nomos" y "physis", en nuestra opinión sigue siendo anónima. Al cuarto Filóstrato pertenece una colección más reciente de Icones, en la que copia fatigosamente a su abuelo. Los espectáculos admirados de rétores famosos, la interminable lucha entre los reinos de los diádocos filósofos, la constante penetración de lo irracional en forma de misticismo con su evasión del mundo o de banal superstición, todo esto iba acompañado en la época de los Antoninos por la risa de un hombre que veía el mundo a través de su escepticismo y cuyo oficio era la sátira. Samosata, donde Luciano vino al mundo alrededor del 120, estaba situada en el Eufrates superior y era capital de la Comagene; él mismo se llama sirio en ocasiones, y en su biografía es importante comprobar que llegó de fuera al mundo griego y que hubo de aprender la lengua en la escuela (Bis accus. 27). Su iniciación en el aprendizaje de la escultura en casa de su tío tuvo, como relata en el Somnium, un final rápido y doloroso. Se encaminó luego a la escuela de retórica, pero allí aprendió algo más que el hábil manejo de las reglas de retórica. Extensas lecturas le dieron un sólido conocimiento de la prosa ática en su aspecto formal y le proporcionaron un íntimo conocimiento de la poesía griega desde Homero hasta los alejandrinos. No es que hubiese penetrado en la problemática de la gran poesía; lo que él domina son los motivos y sus grandes líneas externas. Tiene siempre a la mano buena cantidad de citas y, mejor aún, de alusiones. En el mundo de la Comedia Nueva es donde se ha familiarizado mejor con el pasado. Se ha dicho con acierto que junto al aticismo formal de Luciano existe un aticismo de fondo en el que su tendencia anticuaria no excluye naturalmente la penetración de elementos contemporáneos m. En el aspecto lingüístico, su diligencia y gusto condujeron a este escritor no griego a un sorprendente dominio del ático, que en la llana amabilidad de su estilo produce una cierta sensación de vida. Tenía el derecho de satirizar en Lexiphanes y Pseudologista el exagerado hiperaticismo, pues ciertamente en la moderación que él supo mantener se funda la eficacia de su estilo. Luciano comenzó cultivando con gran éxito la oratoria de aparato a la manera de los sofistas. Largos viajes le llevaron por muchas partes de la ecúmene, por Asia Menor, Grecia, Italia, y hasta la Galia, donde residió mucho tiempo. Conservamos algunos testimonios de esta actividad oratoria: discursos de entrenamiento (Abdicatus, Phalaris, Tyrannicida), descripciones artísticas (De domo, con la écfrasis de una sala suntuosa; Hippias, con la de un baño), el elogio genuinamente sofístico de la mosca en el Muscae encomium y aquellas Prolaliai, pequeños aperitivos retóricos, que precedían a una epídeixis de mayor extensión los ; de éstas, De electro, Harmonides, Herodotus y Scytha pertenecen, proba104
105
Así lo muestra DELZ (V. pág.
877).
K. MRAS, "Die -itpoXccXiá bei den griech. Schriftstellern", Wien. Stud., 64, 1949, 71, que discute esta forma en Luciano, Apuleyo, Dión de Prusa, Himerio y Coricio, y resalta las semejanzas formales entre los dos autores citados en primer término; cf. el
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blemente, a esta época, y quizá también otras prolaliai (Bacchus, De dipsadibus, Zeuxis), pero el Hercules, que confirma la renovada afinidad sofística de Luciano, demuestra que también en su vejez escribió piezas de esta índole. Este espíritu inquieto, siempre dispuesto a la réplica, no podía encontrar en la actividad sofística ninguna satisfacción duradera. En su Bis accusatus (Atq KOCxriyopoó^svoq) tiene que defenderse en la Acrópolis de Atenas contra la retórica, a la que, según su declaración (32), abandonó a la edad de cerca de 40 años. Derramó después todo su sarcasmo en el Rhetorum praeceptor ('PrjTÓpcov 01SáoKccXoq) sobre una actividad que aseguraba el éxito a los atrevidos artificios. El Pseudosophista, que es afín a los escritos ya mencionados contra el hiperaticismo, pone en solfa la presunción en asuntos lingüísticos. En el Bis accusatus, tan importante biográficamente, habla en el pasaje antes mencionado de relaciones con la Academia o con el Liceo. Se ha concluido de aquí el comienzo de un período filosófico, tratándose de ver en el Nigrino indicios de un proceso de esta naturaleza. Este difícil diálogo describe una visita de Luciano a casa del platónico Nigrino en Roma. El relato está enmarcado en un diálogo precedido por una carta de dedicación al filósofo. Se ha sospechado, sin que se pueda asegurar, que la exposición de éste fue abreviada y que el diálogo fue añadido después. Esto último es posible por dos razones: primero, por la tendencia apreciable en el discurso de Nigrino a contraponer una Atenas ideal a la inconsistente vanidad de Roma106, y además por el hecho de que Nigrino (no es un nombre ficticio) causó impresión a Luciano. Pero aquél no fue capaz de hacer de Luciano un filósofo, lo que jamás fue. La moderna investigación 107 ha renunciado con razón a la imagen de un Luciano que habría experimentado profundos cambios. Es natural que este hombre vivaz, pero siempre adherido a la superficie de las cosas, tuviese trato con la filosofía. Cínicos y epicúreos podían ofrecer muchos temas a su escepticismo; otros, como los estoicos, le repugnaban, pero nunca se entregó a un estudio formal de los problemas. Mucha mayor mella hizo en Luciano la filosofía vulgar cínica. Antes de que Menipo se convirtiera en su modelo, ya había escrito diálogos, pero consideró como original creación suya (Prom. in verbis, Bis acc, Bacchus, Zeuxis) la invención de diálogos satíricos, en los cuales eran empleados elementos del diálogo socrático y de la comedia. A esta primera etapa de literatura dialogada pertenecen los Diálogos de los dioses, los Gecov 8iócXoyoi; a ellos se agrega el Prometeo, y se continúan aquéllos con los Diálogos de los dioses marinos, ''Evákioi biáXoyoi. En todos ellos se barajan con irónica ingenuidad temas que. la poesía clásica brindaba en abundancia sin que se haga visible la tendencia demoledora. En numerosos temas de la comedia están inspirados los Diálogos de las heteras ('ErcupiKol 6iá\oyoL); también el Timón, con su historia de la riqueza recuperada y la repulsa del parásito, debe mucho a la comedia, pero prepara aquellos diálogos que Luciano escribió bajo el influjo de la diatriba filosófica popular de mismo, "Apuleius' Florida im Rahmen ahnlicher Lit.", Anz. Ósterr. Akad. Phil.-hist. KL, 1949, 205. 104 AÜR. PERETTI, Luciano, un intellettuale greco contro Roma, Florencia, 1946, puso este aspecto muy en primer plano. Allí, pág. 147, bibl. Además, CASTER, LUC. (V. pág. 877), 374. A. QUACQUARELLI, Lá retorica antica al bivio, Roma, 1956. 107
Espec. CASTER, Luc. (v. pág. 877).
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Menipo de Gádara (cf. pág. 720). En ella, el escéptico y satírico, el enemigo de la tradición aceptada sin crítica, encontró el instrumento adecuado a su índole. En el Bis acc. (33), el diálogo personificado habla de cómo los procedimientos que con él empleó Luciano habían encontrado su perfección en Menipo. En los diálogos de los años 161 a 165 se ven los progresos hechos por Luciano en mordacidad y agilidad. Su racionalismo dispara las más agudas flechas contra la religión. En el Icaromenipo vuela el cínico al cielo para escapar al caos de las opiniones; el fuppiter confutatus (Zeüq ¿Xeyxó^evoq) nos presenta a la suma divinidad en una posición difícil ante el destino; el fuppiter tragoedus (Zeüq xpccywSóc.) muestra la agitación de una asamblea de dioses porque en una disputa epicúreo-estoica se va a demostrar su inexistencia, y en el Deorum concilium (6ecov IKKXT]C¡[CC) se queja Momo de la multiplicación de nuevos dioses. Mucho después prosiguió Luciano los sarcasmos de esta índole en las Saturnalia. En todas estas obras recibe Luciano influjos literarios, como se demuestra observando que sus ataques no se dirigen tanto a fenómenos de su época (como astrología, creencia en los démones o nuevo misticismo) cuanto a la imagen tradicional de la religión que le ofrecía la poesía. 1 Esta literatura tiene un sello específicamente cínico cuando, en juego audaz con el mito, contrapone la visión de la felicidad del que carece de necesidades a la locura y corrupción de los ricos. Ésta es la suprema sabiduría que en el Menipo (M. r¡ NEKuo^icxvTEÍa) aprende el personaje del título, elegido con toda intención, en su descenso a los infiernos. Cataplus, Caronte, Diálogos de los muertos (NEKpiKoi biáXoyoi) y el Gallo ("Ovsipoq f] dXgKTpocóv) son de la misma índole. En el Navigium (nXolov r\ só^aí)* ^ u e e s a ^ ° P oster i° r > s e T^Q Luciano de la estupidez de los deseos humanos. El amargo sarcasmo con que las escenas de ultratumba pintan el destino de los ricos y poderosos nos permite oir las voces de los indigentes y oprimidos, que crearon el bienestar de una época sin participar de él. También la filosofía recibe su varapalo: así, en el repetidas veces mencionado Bis accusatus, en el Convivium (ZujJ-itóaiov r¡ AontíGcct), con su riña de filósofos, en la Vitarum auctio (BCQV irpccoic;), con la subasta de las formas de vida filosóficas. Su poquito de palinodia contiene el Piscator ('AXieuc, f] ávccpiouven e TSOJ l
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del escepticismo toda filosofía dogmática y, por lo tanto, también el estoicismo. En tema sobado insiste el Eunuco cuando Licino describe en toda su mezquindad la disputa por la cátedra de filosofía de Atenas (año 176). En dos diálogos (EÍKÓveq. 'Yitép TSV EÍKÓVCDV) llenos de adulación a Pantea, la amante del emperador Vero, Luciano ha dejado constancia de que él no se comportó mejor. De los diálogos de Licino, es interesante desde el punto de vista histórico y cultural el que sin razón alguna ha sido considerado en ocasiones como apócrifo: De saltatione (riept ópxr|0£6>q)Luciano, que en una carta De mercede conductis (riepi TCOV áitt uia0<5> OUVÓVTGOV) había recomendado encarecidamente a un tal Timocles que se precaviese contra la vida del funcionario adscrito a la corte, cantó la palinodia, ya viejo, al aceptar un cargo bien retribuido en Egipto110. Su Apología trata de justificar su conducta. En el último período de su vida literaria produce todavía algunas obras importantes, en las que la forma epistolar sustituye al diálogo. En dicha forma está redactada la obra De historia conscribenda (Uac, bel ioropCav ouyYpcc<[)£iv) m , que se dirige contra la historia tal como proliferaba en tiempos de la segunda guerra contra los partos y fija los fines y límites del género en el sentido del debate helenístico. Sirven como acompañamiento musical a esta obra los dos libros Verae historiae ('AXT]6f) 6ir|yi^a:T
Probablemente el de secretario a cognitionibus; cf. CASTER, LUC. (y. pág. 877), ". 111 G. AVENAMOS, Lukians Schrift zur Geschichtschreibung, tesis doctoral, Francfort, 1954, public. en Meisenheim a. Glan. 1956, con mucha bibl. 112 Cf. pág. 873, nota 109. 113 M. CASTER, Études sur Al. ou le faux prophete de L., París, 1938 (con texto y traducción). 114 Sobre esto, DELZ, en la tesis abajo mencionada. '•: ¿ c 369,
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perial, es difícil decidir si lo hace inconscientemente o ello es un deliberado juego irónico. Incluso en la repetición de palabras y giros se manifiesta el rutinario que vive de la tradición y sabe trabajar hábilmente con ella. Incluimos aquí como aticista de estilo propio a Artemidoro de Daldis en Lidia, del que poseemos un Libro de sueños~{'OveipoKpiTiKÓv, 5 l.)115. Este escritor era probablemente estoico, y, como a tal, se le podía permitir reducir a sistema la creencia en los sueños y acreditarla con ejemplos. El laborioso ejercicio de la epídeixis y, más aún, el aprendizaje retórico obligado para conseguir una alta posición no son imaginables sin una abundante literatura retórica, de cuya profundidad nos dan testimonio las noticias y los libros conservados 116. Al principio de este apartado se habló del antagonismo entre Apolodoro de Pérgamo y Teodoro de Gádara, así como de la pervivencia de aquél en los discípulos de ambos. Allí hicimos también un esbozo de los ejercicios escolares de retórica. La más antigua colección que poseemos de estos Progymnasmata es la de Elio Teón de Alejandría117, que vivió con toda probabilidad a finales del siglo 1 d. de C. Ejerció dilatada influencia en la época bizantina. El autor más importante en el terreno de la teoría retórica fue, en la época imperial, Hermógenes de Tarso u s . Nacido en el año 160, descolló primero como niño prodigio por sus dotes de orador, pero, ya hombre, se apartó del ejercicio en boga para acreditarse como teórico de talento y gusto. También él escribió Progymnasmata. Pero sus realizaciones principales son el replanteamiento de la teoría del Estado de Hermágoras (cf. pág. 821) en la obra rispl oráoeav y el tratamiento sistemático de las formas y procedimientos del discurso en los dos tomos de su Teoría del estilo (Uepi ÍSscov). Ésta se fundamenta enteramente en el análisis de los modelos clásicos, sobre todo de Demóstenes, de manera que podría hablarse de un aticismo retórico. Que Hermógenes utiliza los trabajos de sus predecesores se colige de las coincidencias con la Techne retórica (cf. página 869) U9, atribuida falsamente a Aristides, de la que se sirve, pero que no fue su única fuente. En el número de estos escritos hay que incluir Sobre la invención de argumentos (Jlepl ebpéasac,, 4 TÓ^OI) y Sobre los medios del estilo fuerte (riept U.E965OU 6£IVÓTT]TOC;). Hermógenes impuso lentamente sus principios, 115
R. HERCHER, Leipzig, 1864; preparada la reimpresión en Olms/Hildesheim. R. VOLKMANN, Die Rhetorik der Griechen und Romer, 2.a ed., Leipzig, 1885 (3.a edición, 1901), todavía no ha sido superado. Más en pág. 861, nota 64; cf. también página 615, nota 693. Además, G. A. KENNEDY, "The Earliest Rhetorical Handbooks", Am. Journ. Phil., 8o, I9S9> 169- En KROLL, RE, S 7, 1940, 1132, 42, un instructivo cómputo de las ocasiones para la epídeixis retórica. 117 L. SPENGEL, Rhet. gr., 2, Leipzig, 1854, 59. Los Progymnasmata de Teón fueron leídos en armenio en la baja Edad Media. Edición de una traducción armenia con el original griego, JA. A. MANANDJAN, Erivan, 1938. Comunicaciones sobre los manuscritos en Wjestnik Matenadaranti, 3, Erivan, Acad. de Ciencias de la RSS de Armenia, 1956, 451. ÍTALO LANA, I "Progimnasmi" di Elio Teone, 1, La storia del testo, Turín, 1959. Un segundo tomo deberá estar consagrado a la traducción armenia, que ofrece todos los Progymnasmata que faltan en la trasmisión griega, excepto el último. 118 H. RABE, Rhet. gr., 6, Leipzig, 1913; cf. KROLL (véase la nota 116), 1127, 1135. W. MADYDA, "Über die Voraussetzungen der Hermogenischen Stillehre", Aus d. áltertumswiss. Arbeit Volkspolens. D. Ak. d. Wiss. Berlín. Sekt. f. Altertumswiss., 13, 1959, 44"' W. SCHMID, Rhet. gr., 5, Leipzig, 1926. 114
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pero llegó a constituir el canon en la Antigüedad tardía. Aftonio de Antioquía 12B, discípulo de Libanio, reelaboró en el siglo iv el sistema de Hermógenes en sus Progymnasmata, que en parte superaron al modelo e influyeron mucho en los bizantinos. Los Comentarios a Hermógenes m constituyen de por sí toda una literatura que se extiende desde finales de la Antigüedad hasta la retórica bizantina. El desdichado siglo n i fue todavía muy fecundo en el terreno de la retórica, si es que aquí se puede hablar de fecundidad. El anónimo Segueriano (TÉXVT] TOG TroXi.Ti.Kou Xóyou) m es importante dentro de la retórica por el contraste entre analogía y anomalía. Los tratados de Menandro de Laodicea (rtspt émSeiKTiK<3V) I23 y la Techne pseudodionisíaca anteriormente mencionada (pág. 864) dan reglas para los diversos géneros del discurso. Casio Longino, filólogo, rétor y hombre interesado en cuestiones filosóficas, enemigo de Roma y consejero de Zenobia de Palmira y víctima de su caída, aparece ante nosotros como personalidad de contornos algo más claros; además de una carta en la Biografía de Plotino de Porfirio, poseemos solamente fragmentos de su Comentario al métrico Hefestión y de su Retórica 124. Apsines de Gádara, con su Techne125, que conservamos reelaborada, pertenece todavía al siglo 111. Elio Aristides: La tradición parece remontar a antiguas ediciones en grupos. Del mejor códice, el Laurentianus 60, 3 (escrito en 917), B. KEIL encontró en 1887 la primera mitad en el Parisinus 2951. Ediciones: W. DINDORF, 3 vols., Leipzig, 1829 (en el volumen 3, escolios); sólo en parte reemplazado por B. KEIL, vol. 2, Berlín, 1898. Reimpreso, 1958 (17-53 con nueva paginación). Los manuales apócrifos de retórica: W. SCHMID, Leipzig, 1926*. F. W. LENZ, The Aristeides Projegomena, Leiden, 1959, una serie de tratados sobre la vida y obra del orador, que hasta ahora habían pasado inadvertidos. — Exposiciones: A. BOULANGER, Ael. Ar. et la sophistique dans la province d'Asie au IIe siécle de notre ere, París, 1923. U. v. WILAMOWITZ, "Der Rhetor Ar.", Sitzb. Berl. Ak. iPhil.-hist. K?., 30, 1925, 333- C. A. DE LEEUW, Ael. Ar. ais bron voor de kennis van zijn tijd, Amsterdam, 1939. Los Filóstratos: La tradición, que cambia de obra a obra, consúltese en las ediciones de K. L. KAYSER, 2 vols., Zurich, 1844/53, luego Leipzig, 1870/71. Ediciones sueltas: Gymn.: J. JÜTHNER, Leipzig, 1909 (con coment. e índice de palabras). V. NOCCELLI, La ginnastica, trad. e comm., Ñapóles, 1955. Icones: Seminariorum Vindob. sodales, Leipzig, 1893 (con importantes índices). Los Icones más recientes: C. SCHENKEL y E. REISCH, Leipzig, 1902 (incluidas las 14 descripciones de estatuas de CaKstrato del siglo iv d. de Cristo). En la Loeb Class. Libr. (con trad. ingl.): Vit. Ap.: F. C. CONYBEARE, 2 vols., 1912/17. Vit. Soph. (con Eunapio): W. C. WRIGHT, 1922; repr. 1952. Los primeros y 120
• H. RABE, Rhet. Aphth. progymn. Rhet. 121 Para los textos Stuttgart, 1832-36; el
gr., 10, Leipzig, 1926. El mismo, Jo. Sardianus, Commentarius in gr., 15, Leipzig, 1928. están todavía vigentes los Rhetores gr. de CHR. WALZ, 9 vols., sirio fue publicado por H. RABE, Leipzig, 1892/93. Datos en
CHRIST-SCHMID, Gesch. d. gr. Lit., 2. T./2, 6.» ed., Munich, 1924, 935, y KROIX (cf.
página 875, nota 116), 1137. 122 Texto en L. SPENGEL-C. HAMMER, Rhet. gr., 1, Leipzig, 1894, 352. 123 L. SPENGEL, Rhet. gr., 3, Leipzig, 1856, 331. Pero no es seguro cuál de los dos tratados pertenece a Menandro. C BURSIAN, Der Rhetor Menander und seine Schriften, Abh. Bayer. Ak. I. CL, 16/3^ 1882 (con texto), atribuye las AicupéoEic, TSV ÍIUÓEIKTIKSV a Menandro y el tratado riept éittSeiKTiKñv a un anónimo. 124 125
L. SPENGEL-C. HAMMER, Rhet. gr., 1, Leipzig, 1894, 179. L. SPENGEL-C. HAMMER, op. cit., 217; cf. KROIX (V. pág.-875, nota 116), 1123.
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segundos Icones (con Calístrato): A. FAIRBANKS, 193I. Las Cartas (con Alcifrón y Eliano): A. R. BENNER and F. H. FOBES, 1949. — La mejor, monografía es el artículo de F. SOLM-
SEN, RE, 20, 1941, 124. — Para al lengua, W. SCHMID, cf. pág. 864, nota 75. Luciano: Completamos primero la exposición anterior con los escritos no mencionados en ella: Adversus indpctum, Anacharsis, De calumnia, Demonax, Dissertatio cum Hesiodo, Iudicium vocalium Pro lapsu Ínter salutandum, De luctu, De sacrificiis. En la producción de Luciano se han introducido muchas obras apócrifas, entre las cuales hay dos que reclamar, especial atención: De Syria dea trata, en dialecto jonio y al estilo de Heródoto, del culto de Atárgatis en Hierápolis de Siria. Si no se quiere encontrar a toda costa entre líneas parodia e ironía, como hace en parte otra vez BOMPAIRE (V. injra), habrá que negar a Luciano la paternidad de esta obra, importante para la historia de la religión, cosa que recientemente J. DELZ, Gnom., 32, 1960, 761, considera necesaria. Por motivos lingüísticos hay que decir lo mismo del Lucius (AOÓKIOC. r] ovoc,), a pesar de los diversos intentos de atribución a Luciano. La divertida historia de la metamorfosis de un joven curioso en asno es un resumen de las perdidas Metamorfosis de Lucio de Pairas, en las cuales se inspiró Apuleyo para El asno de oro. Sobre la relación entre las versiones, A. LESKY, "Apuleius von Madaura und Lukios von Patrai", Herm., 76, 1941, 43, con una ojeada a la investigación; Q. CATAUDELLA, La novellá Greca, Ñapóles, s. a., 152. Otros escritos apócrifos, en cuya enumeración seguimos a HELM: Amores, De astrologia, Charidemus, Cynicus, Demosthenis encomium, Halcyon, Longaevi, Ñero (v. Filóstrato), Ocypus, De parásito, Patriae encomium (inautenticidad dudosa), Philopatris, Tragoedopodagra. Los Epigramas también son dudosos. — Es decisivo para el estudio de la tradición K. MRAS, Die Überlieferung Lukians, Sitzb. Akad. Wien. Phil.-hist. KL, 167/7, 1911. Remonta nuestra tradición a una antigua edición completa y a una selección de los escritos más estimados. — Ediciones: completa, sólo la de C. JACOBITZ, 4 vols. (con vocabulario), Leipzig, 1836-41; ed. min., 1871-74. Están incompletas las ediciones de F. FRITZSCHE, 3 vols., Rostock, 1860-1882, y de J. SOMMERBRODT, 3 vo-
lúmenes, Berlín, 1886-99. Se quedó en los comienzos F. N. NÍLÉN: Fase. 1/2, Leipzig, 1906/23. Ediciones parciales en las notas; además, K. MRAS, Dial, mer., Berlín, 1930. El mismo, Die Hauptwerke des L. griechisch und deutsch, Munich, .1954 (con notas críticas al texto; pág. 539, breve historia del texto y ojeada a los códices). En la Loeb Class. Libr.: A. M. HARMON, 8 vols., 1913 ss.; sucesivas reimpresiones hasta 1959 (con traducción inglesa). — Lukian. Parodien und Burlesken. Aüf Grund der Wielandschen Übertragung de E. ERMATINGER y K. HÓNN, Zurich, 1948 (Bibl. d. Alten Welt). — Escolios : H. RABE, Leipzig, 1906. — Sigue siendo importante R. ,HELM, L. und Menipp, Leipzig, 1906. De él es también el artículo de RE, 13, 1927, 1725. Es importante M. CASTER, L. et la pensée religieuse de son temps, París, 1936. AUR. PERETTI, Luciano. Un intellettual'e Greco contra Roma, Florencia, 1946. Ütil J. DELZ, L.S Kenntnis der athenischen Antiquitaten, tesis doctoral, Basilea, 1950. J. BOMPAIRE, Luden écrivain. Imitañon et création, Bibl. Éc. Franc. d'Ath. et de Rome, 190, 1958. — Influencia: A. VrVES COLL, Luciano de Samosata en España (1500-1700), La Laguna, 1959.
3.
HISTORIÓGRAFOS Y PERIEGETAS
Separamos en nuestra exposición a Dionisio de Halicarnaso y a Diodoro por una larga cesura, si bien los dos son casi contemporáneos y, como historiadores, si se quiere llamarlos así, son compiladores. Pero en tanto que Diodoro se aplica sobre todo a la reunión de materiales, que elabora sin grandes pretensiones esti-
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lísticas, el crítico del estilo y el precursor del aticismo quiere también realizar su programa en la obra histórica. Cuando compuso su Historia primitiva de Roma ('Pcü^alKfi ápxccioXoyícc) m, que publicó el año 7 a. de C , apenas se dio cuenta de lo difícil que era la empresa de completar a Polibio con una exposición que abarcase desde la historia primitiva de Roma hasta el 264 a. de C. Confióse irreflexivamente a los analistas romanos para historiar una época que todavía hoy resulta nebulosa para nosotros127. La crítica histórica le era extraña, y, con una veneración sin límites hacia la virtud romana, erigió a ésta un monumento que tenían que contemplar incluso sus compatriotas, muchas veces de sentimientos tan distintos a los suyos. Naturalmente, el prurito retórico se manifiesta en numerosos y largos discursos. Intentos ocasionales de dar dramatismo al relato denuncian la tradición helenística. La lengua, con abundantes concesiones a los historiadores y oradores antiguos, propende a un clasicismo coloreado de aticismo I28. De los veinte libros, poseemos los diez primeros enteros y el 11 con lagunas; para el resto hemos de recurrir a las excerptas de Constantino Porfirogénito y a un epítome milanés 129. Más de siglo y medio después, un griego se aplicó a la narración de la historia de Roma, pero en su totalidad. Apiano de Alejandría ejerció su profesión de abogado en Roma en el reinado de Adriano; allí trabó amistad con Frontón, partidario del arcaísmo latino, y fue procurador, probablemente de Egipto. Ya viejo, escribió su Historia de Roma ('Pco^atKá) 13°, que debió acabar alrededor del año 160 B1. Se diferencia de Dionisio por varias particularidades: el estilo de su extensa narración carece, en realidad, de pretensiones, pero en lo que se refiere al contenido, aunque carece de enfoque propio y de penetración crítica, puede atribuirse el mérito de una ordenación original y no mal concebida. De los 24 libros, que todavía conoció Focio, los tres primeros trataban de la historia primitiva:' 1, Monarquía; 2, 'ITCCXLKIÍ; 3, ZccuviTiKr|. Trataba luego por separado de cada uno de los pueblos y países tal como fueron entrando en contacto con Roma en el curso de su historia: 4, KeXTiKr); 5, ZLKEXIKÍI KCCI vriotcoTLKri; 6, 'I|3r]piKr|; 7, 'Avvip'ccÍKri; 8, AL^URT^; 9, MCCKESOVIKT] KCXI 'IX\opLKr|;
126 C. JACOBY, 5 vols., Leipzig, 1885-1925. Con trad. ingl., E. CARY, 7 vols., Loeb Class. Libr., 1937-50. Los fragmentos de un trabajo preparatorio Uepl /póvcov F Gr Hist 251. 127 Sigue siendo importante E. SCHWARTZ, RE, 5, 1903, 934; ahora Griech. Geschichtschreiber, Leipzig, 1957, 319. E. GAIDA, Die Schlachtschilderungen in den Ant. Rom. des D. v. H., Breslau, 1934. A. KLOTZ, " Z U den Quellen der Arch. des D. v. H.", Rhein. Mus., 87, 1938, 32; el mismo, Livius und seine Vorgánger, III, Leipzig, 1941. 128 S. EK, Herodotismen in der Arch. des D. v. H., Lund, 1942; el mismo, "Eine Stiltendenz in der rom. Arch. des D. v. H.", Éranos, 43, 1945, 198. 125 Ambros. Q 13 sup. ANGELO MAI, Romanarwn antiquitatum pars hactenus desiderata, Milán, 1816. 130
Edición de Teubner: I, P. VIERECK-A. G. ROOS, 1939. II, L. MENDELSSOHN-P.
VIERECK, 1905. Un papiro número 66 P., con trad. ingl., H. WHITE, 4 vols., Loeb Class. Libr., 1912/13; reimpr. hasta 1955. E. GABBA, App. bellorum civilium l. 1, Bibl. di studi sup., 37, Florencia, 1958. 131 En el proemio, Apiano se llama a sí mismo procurador de los emperadores Marco Aurelio y Vero, con lo cual se asignan los años i6r-i69.
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10, 'E\¡\.T}VLKr] Kcd 'IcoviKri; 11,.ZupiccKi^ m ; 12, Mi0pi.6áT£LO(;. Aquí se introducen cinco libros sobre las guerras civiles (13-17, 'EucfuXícov), que tienen su proemio propio; después seguían la historia de Egipto (18-21, AíyuítnaKOv) y, llegando hasta la época del autor, 22, 'EKaTOVTCXETÍcc, 23, ACCKLKIÍ, y 24, 'Apáfkoc;. Poseemos enteros los libros 6-8, la segunda parte del 9 y los libros 11-17, entre los cuales están, por lo tanto, los cinco libros de las guerras civiles. Añádase la introducción al libro 4, un trozo sobre Macedonia del libro 9 y diversos fragmentos. Muy difíciles son las cuestiones relativas a las fuentes133. El deseo de aducir nombres precisos ha originado hipótesis inciertas. En todo caso, se ha comprobado que Apiano no utilizó una fuente única en las diversas partes de su obra. No hay que incluirlo en el número de los historiadores importantes, pero parece que su método de trabajo fue menos primitivo de lo que a veces se creyó. También en esta época, que tenía su mirada vuelta al pasado y era esclava de la rigidez de su purismo lingüístico, pudieron surgir obras admirables cuando escritores de sensibilidad y sano entendimiento no se dejaban desviar por las tendencias estilísticas imperantes. Flavio Amano de Nicomedia en Bitinia m (alrededor de 95-175) buscó su modelo, al igual que otros, en un pasado que se retrotraía a medio milenio. Quería ser un nuevo Jenofonte, como dice enfáticamente en diversas ocasiones 135. Igual que su modelo, se aplicó en su juventud a la filosofía cuando escuchó en Nicópolis las lecciones de Epicteto. Lo que sabemos de las teorías de éste lo debemos a esta circunstancia. Cuando, después de la muerte de Epicteto, personas no autorizadas publicaron los apuntes que Arriano había tomado durante su aprendizaje estoico, él se decidió a cuidar directamente la edición. Conservamos cuatro de sus diez libros de Diatribas, y además el Enquiridión, resumen, dedicado a un tal Mesalino, de la ética de Epicteto. Focio nos informa de doce libros de Homilías, lo cual quizá deba entenderse en el sentido de que a los 8 libros de Diatribas se añadieron 4 libros de Apomnemoneutnata y con ellos se formó un corpus de 12 libros. En las obras llegadas a nosotros se conserva el estilo propio de la lengua cotidiana, y representan una tradición estimable, pero no una creación personal de Arriano como escritor. 132 La nocpSiKrj que sigue aquí en los manuscritos es un añadido bizantino motivado por el hecho de que el mismo Apiano ( n , 51; 14, 18; 17, 65) anunciaba una historia de los partos. 133 Sigue siendo importante E. SCHWARTZ, RE, 2, 1895, 216 = Griech. Geschichtschreiber, Leipzig, 1957, 361, que admite fuentes enteramente romanas, pero no se atreve a dar nombres en forma precipitada. Trabajos más recientes en Fifty Years of Cla'ss. Scholarship, Oxford, 1954,-190, nota 119 s. P. MELONI, II valore storico e le fonti di libro macea, di A., Ann. fac. lett. Cagliari, 23, Roma, 1955. E. GABBA, A. e la storiá delle guerre civ., Florencia, 1956. Contra la excesiva valoración de Asinio Polión como fuente para este capítulo,
M. GELZER, Gnom., 30, 1958, 216. 134 A. G. Roos, Flavii Arriani quae exstant omnia, 2 vols., Leipzig, 1907/28 (sin Epicteto, cuyas ediciones se pueden ver en la bibl. a la filosofía). Bilingüe: P. CHANTRAINE,
L'Inde, 2.a ed., CoXl. des Un. de Fr., 1952. E. ILIFF ROBSON, Anab. and Ind., 2 volúme-
nes, Loeb Class. Libr., 1929/33. F Gr Hist 156. — Pap. Soc. It., 12, núm. 1284, es, según ha demostrado K. LATTE, Nachr. Akad. Gótt. Phil.-hist. Kl., 1950, 23, un fragmento de Tó¡ UET' 'AAé£,ocv5pov. La mejor exposición es la del artículo de E. SCHWARTZ, RE, 2, 1895, 1230 = Griech. Geschichtschreiber, Leipzig, 1957, 130. 135 Peripl. 1, 1; 12, 5; 25, r. Táct. 29, 8. Cinegét. 1, 4.
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Este bitinio de noble linaje, recompensado por su ciudad natal con el sacerdocio vitalicio de Deméter y Core, en el remado del gran amigo de los griegos hizo una brillante carrera Ascendió a la dignidad de cónsul "suffectus" y administró la provincia de Capadocia como "legatus Augusti pro praetore". Debió entrar en posesión de su cargo hacia el año 130 y, según una inscripción, todavía lo conservaba en el año 137. Viajó mucho al servicio del emperador, conoció Nórica y- Panonia y se vio empeñado en tareas tan serias como la protección de su provincia contra los ataques de los alanos. Relacionada con su actividad está su obra más antigua conocida por nosotros, el Periplus Ponti Euxinim, que dedicó en 130/31 al emperador Adriano. En él refundió un informe sobre un viaje, en comisión de servicio, de Trapezunte a Dioscurias en el ángulo oriental del Ponto, escrito con anterioridad en latín por razón de su cargo, con dos partes que completaban su itinerario en un periplo completo del mar Negro. Su fuente fue Menipo de Pérgamo. Además, durante su proconsulado en el año 136 publicó su Táctica (TÉXVT] TCCKTIKIÍ). También en esta obra el análisis descubrió la fusión de materiales procedentes de un informe oficial sobre maniobras de infantería con una tradición literaria cuyo precedente está en la Táctica de Eliano y que remonta a Asclepiódoto (cf. pág. 804, nota 364). Al círculo de estos escritos pertenece también probablemente la Alánica, puesto que Arriano como procónsul hubo de proteger a la provincia de los ataques de los alanos. El códice florentino de los tácticos (Laur. 55, 4) conserva un trozo de esta obra ("EKTCC£,I.<; KOCT, 'A\CCvcov). Ya antes de morir Adriano (138), Arriano dejó Capadocia. En el período siguiente le encontramos en Atenas, viviendo en circunstancias completamente distintas. Adquirió el derecho de ciudadanía en el demo de Peania; en 147/48 fue arconte epónimo y después prítano de la Pandiónida 137. No sabemos en qué medida fue determinado este cambio por su propia voluntad o por circunstancias políticas. Pero se ve claramente que Atenas, el viejo centro cultural convertido en museo, en cierto sentido significaba para Arriano una culminación de sus aspiraciones: en ella podía consagrarse con toda intensidad a su actividad literaria. El Cinegético, que conservamos, revela ya en su título la imitación de Jenofonte. Su ambición llegó a más: se asimiló el estilo de Heródoto y de Tucídides y se propuso llegar a ser el historiador de períodos decisivos y de su patria. Probablemente, las biografías perdidas de Timoleón y de Dión, a las cuales hay que añadir la curiosa del ladrón Tilórobo I3a, fueron ejercicio preparatorio a obras de mayor empeño. A este grupo de trabajos históricos de los primeros años en Atenas pertenece también la obra que perpetuó el nombre de Arriano: la Anábasis de Alejandro. El título representa un homenaje a Jenofonte, lo mismo que la división en siete libros, pero el contenido revela condiciones de historiador por lo menos parejas a las de su modelo. Por fortuna, ya en la elección de sus fuentes (sobre todo Ptolomeo, y en segundo lugar Aristobulo) supo separar la vulgata de la tra136 Cf. R. GÜNGERICH, Die Küstenbeschr. i. d. griech. Lit, Munster, 1950, 19. Otro Periplus Ponti Euxini (Geogr. Gr. min., 1, 402) es una tardía compilación. La inscripción con su mandato, en DESSAU, Inscr. Lát. sel., II, 2, Berlín, 1906, núm. 8801. 13 ' Los testimonios epigráficos, en SCHWARTZ (cf. pág. 879, nota 134). 138 Para la forma del nombre, L. RADERMACHER, Anz. Akad. Wien. Phil.-Mst. Kl., 1935, 19; 1936, 8.
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dición solvente y contrajo el gran mérito de preservar la imagen de Alejandro de las nebulosidades novelescas. Como complemento de la Anábasis escribió Arriano la Indiké. También en ella supo recurrir a buenas fuentes, como Nearco (página 609), Megástenes (pág. 801) y Eratóstenes. La imitación de Heródoto se extiende en esta obra hasta el dialecto. Hemos perdido las grandes obras históricas. Así, las Bythyniká, que exponían en ocho libros la historia de su país natal desde los principios míticos hasta la muerte de Nicomedes Filopátor (74 a. de C ) . Los bizantinos conocieron todavía esta obra. Se perdieron también las Parthiká (17 1.) y la Historia de los diádocos (Tá ^ex' 'AXé£,av&pov). Si hemos de creer a Focio, la obra tenía diez libros y terminaba ya con los sucesos del año 321; por lo tanto, quedó muy incompleta. También Arriano fue aticista, pero el hombre que se propuso como modelo la sencillez de Jenofonte evitó todo exceso, renunciando a las figuras ornamentales, y hablaba un lenguaje que parece adaptarse bien a todo lo que sabemos de él. Algo más de medio siglo después, figura también como historiador otro bitinio que escaló asimismo los más altos puestos del imperio. Casio Dión Cocceyano de Nicea (alrededor de 155-235)139; pariente además de Dión de Prusa, está ya predestinado a una brillante carrera a causa del rango senatorial de su padre, Casio Aproniano, y de la actividad de éste como procónsul. Poco después de la ascensión de Cómodo al trono (180) llegó a Roma, y, reinando todavía este emperador, entró en el Senado. En tiempos de Pértinax fue designado pretor; en el reinado de Septimio Severo fue cónsul "suffectus"; en 216 acompañó a Caracala en su expedición a Oriente. Macrino le confió en calidad de "curator ad corrigendum statum civitatium" el restablecimiento del orden en Pérgamo y Esmirna, pero fue en tiempos de Severo Alejandro cuando disfrutó de especiales favores. Bajo el reinado de éste (222-235) administró el proconsulado de África, así como las provincias imperiales de Dalmacia y de la Panonia Superior, y el año 229 fue cónsul "ordinarius", teniendo como colega al emperador. Pero aquí terminó su carrera. La severa disciplina que impuso le había malquistado con la tropa y con la guardia de tal manera que el mismo emperador le aconsejó que no pasase en Roma el período de su segundo consulado. Dejó la ciudad y sus cargos oficiales y se volvió a su patria de Bitinia, donde pasó los últimos años de su vida. Comenzó a escribir sus libros al servicio de Septimio Severo, en quien, como otros, tenía puestas al principio grandes esperanzas. Escribió sobre los sueños y presagios de los que se deducía el acceso de Septimio al poder, y no debió hacer con esto un "sacrificium mentís", pues a una creencia exenta de preocupaciones filosóficas en una providencia guiadora unía también la credulidad en los presagios. Escribió luego una obra sobre la muerte de Cómodo y sobre los sucesos posteriores, también en homenaje al emperador. Incluyó extractos de ambos trabajos en su gran obra. 139 La edición, famosa con justicia, de U. PH. BOISSEVAIN (5 vols., Berlín, 1895-1931, reimpresa sin modificación en 1955) contiene en el cuarto vol. el Index historicus de H.
SMILDA y en el quinto el Index Graecitatis de W. NAWIJN. En BOISSEVAIN, la historia de
la tradición. Edición TEUBNER de J. MELBER, 3 vols., 1890-1928. Con trad. ingl., E. CARY, 9 volúmenes, Loeb Class. Libr., 1914-26. LITERATURA GRIEGA. — 56
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Cuando Casio Dión nos cuenta los sueños por medio de los cuales fue confirmado como historiador (72, 23), hemos de interpretar esta noticia como testimonio de los impedimentos que hubo de vencer. Escribir la historia de Roma desde sus comienzos era una empresa gigantesca, y creemos a Dión cuando dice que estuvo diez años recogiendo materiales y doce escribiendo hasta llegar a la muerte de Severo (211). Luego continuó la obra, poniendo punto final con su consulado del año 229. Cuando terminó su obra Historia romana, había llegado a los 80 libros. Emplea el método analítico, que venía ya exigido por la naturaleza de una parte importante de sus fuentes. Sin embargo, trata, en la medida de sus fuerzas, de armonizar con aquél e1 respeto a los nexos cronológicos y topográficos. En la exposición de cada una de las partes, la naturaleza de los sucesos determina notables diferencias. Una primera parte extensa (51 1.) abarca desde Eneas a Augusto, a quien nos presenta como fundador de la monarquía. En ella se expresa ante todo la convicción de Dión, según el cual la pintura de los detalles está reñida con la dignidad de la historia (6YKO<; Tf¡Q toxopkx^ 72, 18) y con su cometido, que consiste en hacer resaltar los rasgos principales. No era su fuerte la claridad en la exposición; por otra parte, no renunció por completo a los efectos dramáticos, como muestran, por ejemplo, las escenas de Vercingetórix. Por duro que pueda ser el juicio de SCHWARTZ, en general puede decirse que precisamente en esta parte se hacen patentes los límites del vigor expositivo de Dión. En la exposición de la época imperial hasta la muerte de Marco Aurelio ha mermado el dominio espiritual de la materia el hecho de que el leal partidario de la monarquía vio a ésta desde el principio como un dato firme, y por esto no explicaba enteramente el desarrollo del principado. El discurso que en el libro 52 pronuncia Mecenas en defensa de la monarquía está tan dominado por el espíritu de la época de Dión, que se ha considerado como la inclusión intencionada de un programa 14°. Es natural que la narración se haga más colorista y directa cuando Dión habla de la historia contemporánea vivida por él. Él mismo tuvo conciencia de ello y juzgó necesario aducir motivos y disculpas (72, 18). Los problemas relativos a las fuentes son muy difíciles en esta obra gigantesca, y aun después del profundo estudio que constituye el artículo de SCHWARTZ quedan problemas planteados. Para los seis primeros siglos de Roma parecen figurar en primer plano como fuentes los anales; desde el libro 36, la fuente más importante es Livio, y resulta difícil valorar la importancia de Tácito. SCHWARTZ ha ido demasiado lejos al negar al romano la originalidad de su pintura de Tiberio para apartar completamente de él a Dión, en el que aparecen también los mismos rasgos. En este punto sigue habiendo mucha incertidumbre, y nuestro intento de esclarecer puntos particulares no puede resolver la multiplicidad de cuestiones relativas a las fuentes 141. Se han conservado de la obra, que los bizantinos poseyeron todavía, en su mayor parte con deterioros al principio y al fin, los libros 36-60, que abarcan desde el año 68 a. de C. hasta el 47 d. de C ; además, fragmentos de los libros 79 y 80 en 10 hojas de un pergamino, el Vat. gr. 1288. Bizantinos que utilizaron a Dión ofrecen algo que puede reemplazar lo perdido. En el siglo xi 140
M. HAMMOND, "The significance of the speech of Maecenas in Dio Cassius Book LII", Trans. Am. Phil. Ass. 63, 1923, 88. 141 Alguna bibl. en Fifty Years (cf. pág. 879, nota 133), 191, nota 122 s.
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Juan Xifilino reelaboró los libros 36-80, escribiendo una historia que seguía el orden cronológico de los Césares. En Antonino Pío y en los comienzos de Marco Aurelio, según su indicación (70, 2), encontró ya una laguna. Después, en el siglo xil, Juan Zonaras extractó los libros 1-21 y 44-80 de Dión para los libros 7-12 de un 'ETUTOUT] ía-ropiwv. De entre otros recursos auxiliares para la reconstrucción, hay que volver a citar sobre todo el conjunto de excerptas de Constantino Porfirogénito. El estilo de Casio Dión 142 necesita nuevas investigaciones que diluciden sobre todo la cuestión de en qué medida sus desigualdades se deben a influencia de las fuentes. Aspira a un arcaísmo aticista, y sus modelos son Tucídides y Demóstenes, o sea, autores muy diversos; se da en Dión una mayor cabida que en Arriano a recursos retóricos y figuras musicales, sobre todo en los frecuentes y extensos discursos. Muy inferior a Casio Dión es Herodiano 143, sirio helenizado, unos veinte años más joven que aquél. También él sirvió al Estado, pero no en cargos tan elevados como Casio Dión. Su Historia del imperio después de Marco (Tfjq uerá MápKov (JaaiXeíaq íoropCca, 8 1.) se extiende hasta el advenimiento de Gordiano III al trono (238). La narración de este triste período, empedrada de superficiales sentencias, carece de fecundos puntos de vista y sólo tiene importancia por las fuentes que utiliza; la lengua quiere ser ática, pero sólo en parte lo consigue, y refleja el influjo de la retórica sofística de la época. Casi sorprende encontrar un ático entre los historiadores de la época imperial. P. Herenio Dexipo (F Gr Hist 100), que nació hacia el 210 y vivió hasta la época de Aureliano, se vio rodeado del esplendor de la antigua tradición ática. Perteneciente a la estirpe de los Cérices, fue titular de un alto sacerdocio (ÍEpeóc;TOxvcryT'iq),basileus, arconte epónimo, y conquistó méritos organizando grandes fiestas (T 4 = IG II/IIP 3669). Pero demostró también su eficacia en el peligro cuando (alrededor del 267) rechazó de Atenas a los hérulos con una tropa reclutada a toda prisa. Su obra capital fue la gran Crónica (XpoviKT) laxopLa, que tema por lo menos 12 libros), que se extendía desde los tiempos primitivos hasta 269/70. En ella se percibe una línea que va desde la historia universal de un Éforo, pasando por obras como la Biblioteca de Diodoro, hasta las crónicas universales bizantinas a la manera de Juan Malalas (siglo vi) o Juan Antioqueno (siglo vn). Dexipo escribió además Skythiká, obra en que trataba de las invasiones germánicas habidas desde el año 238 hasta por lo menos el 270. Debemos considerar con bastante seguridad los cuatro libros de la Historia de los diádocos (Tcc usx' 'AÁé£,ocv5pov) como resumen de la obra homónima de Arriano. Focio (F Gr Hist 100 T. 5) elogió el estilo de Dexipo. NIEBUHR lo condenó con muchísima dureza, NORDEN m lo alabó calurosamente, SCHWARTZ 145 lo ha 142
Bibl. en Fifty Years (y. nota anterior), 191, nota 121. Edición: K. STAVENHAGEN, Leipzig, 1922. Una cierta valoración del autor, en F. ALTHEIM, Lit. u. Gesellsch. im áusgehenden Alten., 1, Halle, 1948, 165. Por el contrario, con análisis del primer libro, E. HOHL, Kaiser Commodus und Her., Sitzb. Akad. Berl. Kl. f. Geselhchaftswiss., 1954/1; cf. A. BETZ, AjdA, 10, 1957, 255. 144 Ant. Kunstprosa, 1, 4.a reimpr., Leipzig, 1923, 398. 145 RE, S 5, 1930, 293 = Griech. Geschichtschreiber, Leipzig, r957, 290. Para Dexi143
po, también ALTHEIM (V. nota 143), 175.
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tachado de oscuro y forzado, mientras que JACOBY se expresa con reservas. Como se ve, nos faltan puntos de apoyo que libren nuestro juicio al menos de un subjetivismo grosero. Claro es que Dexipo, nada loable como estilista, toma como modelo a Tucídides 14í . Además, todo juicio de los modernos descansa sobre una débil base, ya que sólo poseemos discursos propiamente. A la crónica de Dexipo añadió Eunapio de Sardes (cerca de 345-420)147 los 14 libros de su obra histórica ('Yirajj.viíficcTcc EaxopiKá), que narraba la época desde 270 a 404. Este enemigo de los cristianos dedicó su obra a su amigo Oribasio, escritor de temas médicos y médico de cabecera de Juliano. Conservamos solamente extractos en Focio, en la colección de excerptas de Constantino y en la Suda. Poseemos completas las Biografías de los sofistas (ptoi ocxjHaTGv), que tratan sobre todo de los neoplatónicos. Están escritas en estilo muy artificioso, pero nos dan noticias sobre la vida y actividad de rétores y filósofos en Constantinopla y en las ciudades griegas del Asia Menor en el siglo iv. A la obra histórica de Eunapio siguió, con enlace cronológico aproximado, la de Olimpiodoro, natural de la Tebas egipcia, que en 22 libros relataba los sucesos desde 407 a 425 y estaba dedicada a Teodosio II (408-450)148. Bajo este emperador y algún tiempo después de él vivió el sofista Prisco de Panión de Tracia. Además de ejercicios retóricos y cartas, escribió una Historia bizantina (8 1.), que probablemente llegaba hasta el año 472. Sólo poseemos fragmentos: el más importante describe la embajada a Atila de la que fue miembro en 448, y que se contiene en las excerptas de Constantino. Éstas y Focio nos han trasmitido también fragmentos de las Byzantiaká (7 1.) de Maleo, que prosiguió la narración histórica hasta el 480. Nos han llegado los seis libros de la Nueva historia (Néa ÍOTopíoc) de Zósimo 149, que escribió a fines del siglo v. Nos ofrecen una concisa narración sobre los emperadores hasta Diocleciano y una exposición más pormenorizada de los años que corren desde el 270 al 410. Esta obra, cuidadosa en la reelaboración de las fuentes y en el estilo, es notable por sus tendencias: su autor explica el hundimiento del poderío de Roma por el abandono de la fe religiosa de los antepasados. 146 Cf. F. J. STEIN, Dexippus et Herodianus rerum scriptores quatenus Thucydidem secuíi sint, tesis doctoral, Bonn, 1957. 7 " Los fragmentos históricos de Eunapio y de los historiadores que siguen, en el cuarto tomo del ya anticuado MÜLLER, Fragm. Hist. Gr. Las Biografías de los sofistas: en la Loeb Class. Libr., W. C. WRIGHT (con la Vida de los Sofistas de Filóstrato), 1922; reimpresión 1952 (con trad. ingLX J- GIANGRANDE, Roma, 1956, en una nueva fundamentación manuscrita cotejada con el importante códice Laur. 86/7 (siglos xn-xni) G., reproduce la tesis de V. LUNDSTRÓM de que la Vida de Libanio por Eunapio, trasmitida por separado, representa una recensión propia. El mismo, "Vermutungen und Bemerkungen zum Text der Vit. Soph. des Eun.", Rhein. Mus., 99, 1956, 133; "Herodianismen bei Eun.", Herm., 84, 1956, 320; "Caratteri stilistici delle Vit. Soph. di Eun.", Boíl, del Com. per la prepar. di Ed. Naz. dei Class. Gr. e Lat., N. S. 4, 1956, 59. Para todos estos autores son importantes los extractos de la época de Constantino; edición de PH. U. BOISSEVAIN, C. DE BOOR, T H . BÜTTNER-WOBST, 4 vols., Berlín, 1903-1906. 148 Los fragmentos, entre los cuales un extracto de Focio cod. 80 y una cita en Zósimo 5, 27, 1, en MÜLLER, Fragm. Hist. Gr., 4, 1885, 58. 149 L. MENDELSSOHN, Leipzig, 1887; reimpr. en Olms/Hildesheim en preparación.
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Por muy remotos tiempos, a la manera de la historia universal, comenzaba su narración Hesiquio Ilustric de Mileto (F Gr Hist 390), que empezaba su Crónica con Bel de Babilonia y la hacía llegar hasta el reinado de Justiniano. Como el excelente historiador de éste, Procopio de Cesárea (autor de 8 libros, que conservamos, sobre las guerras de su imperial señor), pertenece ya a la época bizantina, cerramos con Hesiquio la serie que se abría con otro milesio, Hecateo. Con el epíteto restrictivo de cuasihistórico incluimos en esta serie las Strategemata (8 1.) del macedonio Polieno B0 . Dedicó esta colección de diversos ardides de guerra en el año 162 a los emperadores Lucio Vero y Marco Aurelio a manera de ayuda táctica;, pero no es la obra de un militar, sino la de un rétor que ha compilado, en el verdadero sentido de la palabra, sus materiales y los ha expuesto con fatigosa preocupación aticista. Tampoco es propiamente un tratado de cuestiones científicas el Estratégico de Onasandro 151, que escribió en el reinado de Claudio, ni las Tácticas de Eliano, que probablemente escribió en tiempos de Trajano y que en gran parte es tributario de Asclepiódoto152. En ambos casos los autores exponen eruditos saberes con propósitos didácticos. En el fondo, las Strategemata son una colección de curiosidades militares del tipo de las que una literatura agotada en su tradicionalismo gustaba de cultivar excitando el interés con el hechizo de lo chocante. El que tengamos que incluir aquí a Flegón de Trales, liberto de Adriano (F Gr Hist 257), es un disfavor achacable a la tradición. Se ha perdido la extensísima crónica de las Olimpíadas ('OXU[Í7UOVLK¿OV Kcd xpóvcov oüvccyayr\, 16 1.; además hubo una edición en 8 libros y un epítome en 2), que se extendía desde el comienzo del cómputo de las Olimpíadas hasta la muerte de Adriano; también se han perdido sus trabajos sobre topografía y heortología romanas, así como una descripción de Sicilia. En cambio poseemos la obra Sobre prodigios y hombres longevos (riept 8ccuu.ccotov 153 KCCI nccKpofiícDv) , en la que se pueden leer cosas de fantasmas, mutaciones de sexo, gigantes, engendros monstruosos, y otras atrocidades parecidas. Un manjar favorito de esta época era la literatura miscelánea, como representante de la cual mencionamos ya (pág. 867) a Favorino de Arélate. Por Claudio Eliano (alrededor de 175-235)154 conocemos bien este pasatiempo, que, al parecer, necesitan las épocas sin fuerte cohesión espiritual. Este prenestino fue en Roma discípulo del sofista Pausanias y adquirió una cierta soltura en escribir 150 155
J. MELBER, Leipzig, 1887. La edición de H. KOCHLY, Leipzig, 1860, es repetida por W. A. OLDFATHER, Ae-
neas Tacticus, Asclepiodotus and Onasánder, Londres, 1923. A. DAIN, Les manuscrits d'Onésandros, París, 1930. Para bibl. sobre el arte militar, cf. en Bitón, pág. 825, nota 425, y M. FUHRMANN, Das systematische Lehrbuch, Gotinga, 1960, 182, 3. 152
H. KOCHXY-W. RÜSTOW, Griech. Kriegsschriftst. 2 / 1 , Leipzig, 1855. A. DAIN, His-
toire du texte d'Elien le tacticien des origines a la fin du moyen age, París, 1946. 153 Con JACOBY, que en F Gr Hist 257 da el texto, suponemos una obra con doble título, pero ello no es completamente seguro. 154 R. HERCHER, 2 vols., Leipzig, 1864/66. Las cartas, con trad. ingl. (con cartas de Alcifrón y de Filóstrato): A. R. BENNER y F. H. FOBES, Loeb Class. Libr., 1949. Las Historias de animales, con trad. ingl.: A. F. SCHOLFIELD, 3 vols., Loeb Class. Libr., 1958/59 (tercero en preparación). H. GOSSEN, Quellen und Stud. z. Gesch. d. Naturwiss. u. d. Median, 4, r935, 18, da un catálogo de los animales en Eliano.
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griego aticista, en lo cual encontraba no poco placer155. Como resultado de su labor de compilador de extractos, realizada no en los antiguos autores, sino más bien en obras misceláneas, leemos los diecisiete libros de Historias de los animales (llepl £;ó)cov Í8IÓTT]TOC) En este amontonamiento de curiosidades zoológicas figura algo así como idea directriz la tendencia estoica a mostrarnos la sabiduría de la naturaleza. Similitudes con el Fisiólogo I5é revelan que Eliano se inspiró en una especie de, vulgata paradoxográfica. Esta colección de cosas prodigiosas de la historia natural debió originarse en su forma más antigua en el siglo n d. de Cristo en Alejandría. Posteriormente, en su versión latina y aderezada con simbolismo cristiano, configuró el mundo ideal de la Edad Media. A las Historias de los animales en cierto modo se contraponen por su asunto, relacionado con el hombre, las Historias varias {UoiKÍXr] toTopícc, 14 1-), cuya primera parte, sin embargo, trata también cuestiones de la naturaleza. La versión de alguna de las partes en Estobeo y en la Suda demuestra que esta obra está hecha frecuentemente de extractos. También han llegado a nosotros veinte Cartas de labradores, aticistas por la forma y el contenido. Se han perdido escritos de tendencia estoica (Uepl irpovoíccq, rispl Geícov EvapyeiQv). Al poner a continuación de Eliano a Ateneo de Náucratis con su Banquete de los sofistas (AELTtvooo(()ioTa[, 15 1.)15? no queremos encubrir con este emparejamiento las profundas diferencias qué los separan. Ateneo revela su formación espiritual en el hecho de que pergeña su abigarrada obra miscelánea como un banquete de numerosos sabios (¡29!) de diversas tendencias que tiene lugar en casa del distinguido romano Larensis, y ha llevado la imitación de Platón hasta el extremo de dar a su obra forma dialogada al estilo del Banquete. Tampoco aparecen precisamente en las enormes cantidades de noticias anticuarías gramaticales y literarias puntos de vista de gran alcance, pero lo que podemos sacar de aquel repleto arsenal es para nosotros un material preciosísimo. Ateneo utilizó la Biblioteca de Alejandría con probidad y nos ha trasmitido un cúmulo inmenso de noticias útiles. Hay que elogiarlo por su afán de citas y también por el cuidadoso esmero con que las reproduce. ¡Cuántos fragmentos de la Comedia —por citar un solo ejemplo— nos ha trasmitido! Ciertamente, no podemos considerarle como investigador que asciende hasta las fuentes: él bebió preferentemente 155
Cf. el final de las Historias de los animales. Filóstrato le alaba en Vit. Soph. 2, 31, 1. Su ideal estilístico era la estudiada naturalidad. 156 Edición: F. SBORDONE, Milán, 1936; cf. M. WELLMANN, Der Physiol., Vh.il., Suppl. 22, 1930. O. SEEL, Der Physiologus, trad. y coment. (Lebendige Antike). 157 Desde el libro 1 hasta el comienzo del 3 sólo existen extractos. Apuntaciones en el manuscrito principal (Marcianus A, siglo x, llevado desde Constantinopla en 1423 por G. Aurispa) revelan que había además una edición en 30 libros. Contra la opinión sostenida también por los editores franceses de que los 15 libros de Ateneo serían un resumen de una obra compuesta en un principio de doble número de vols., es decir de 30, se pronuncia después de G. WISSOWA (GGN, 1913, 325) también ahora H. ERBSE, Gnom., 29, 1957) 290. ERBSE defiende también contra los editores franceses la tesis de PAUL MAAS de que el epítome de Ateneo procede del Marcianus A y de Eustacio. Ediciones: G. KAIBEL, 3 vols., Leipzig, 1887-90 (con importantes índices). S. P. PEPPINK, 2 vols., Leiden, I936/39. Con trad. ingl., C. B. GÜLICK, 7 vols., Loeb Class. Libr., 1933-41. Con trad. fr., A. M. DESROUSSEAUX-CH. ASTRUC (1- 1-2), Coll. des Un. de Fr., 1956. — LAJOS NYIKOS,
Ath. quo consilio qnibusque usus subsidiis dipnosophistarum libros composuerit, tesis doctoral, Basilea, 1941.
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en el ancho río de la tradición tal como la entendían un Dídimo o un Trifón. De su vida nada sabemos; la crítica escarnecedora de Cómodo (12, 537 s.) indica que la obra se publicó después de la muerte de éste. A pesar de la diversidad de los temas que toca, hemos de incluir aquí a Diógenes Laercio 15S. También éste, sin alardes de penetración crítica, nos ha trasmitido en los diez libros de su Historia de los filósofos (OtXoaó^cov (Jícov KCCI 607uárcov aüvayayr\) m una gran masa de extractos, suministrándonos un inapreciable material. Reunió escritos sobre la sucesión en cada una de las escuelas filosóficas, obras doxográficas, colecciones de apotegmas y catálogos de libros; tampoco él es un investigador de las fuentes, sino que constituye para nosotros un ejemplar patente de una inmensa tradición desaparecida. Parece haber tenido predilección por los escépticos, pero en cierto modo delata su fisonomía espiritual el hecho de haber consagrado todo un libro (10) a Epicuro, cosa que únicamente hace, por otro lado, al tratarse de Platón (3). La obra quedó incompleta, pues no pocas partes producen la impresión de extractos reunidos informemente. En lo referente a la época de su autor, parece que han de considerarse como muy probables los primeros decenios del siglo 111 anteriores al predominio del neoplatonismo. Diógenes publicó, además, una colección de Epigramas, cuyo primer libro (náuuerpoq) narraba en diversas combinaciones métricas la muerte de hombres famosos. Los relativos a los filósofos fueron introducidos por él en la historia de los mismos. Se comprende fácilmente que una época que sentía predilección por esta literatura cultivase especialmente la forma de la antología, tan en boga ya en el helenismo. También aquí frente a una obra conservada hay un sinnúmero de ellas perdidas. En el siglo v, Juan Estobeo 16°, así llamado por el nombre macedonio de la ciudad de Estobios, reunió en su Antología pasajes escogidos de numerosos poetas y prosistas. Hay que suponer también aquí que el compilador utilizó colecciones preexistentes. La disposición de los cuatro libros de la Antología es idéntica, y consiste en que a la indicación del tema siguen los pasajes de los poetas y luego los de los prosistas. En la Edad Media la obra fue trasmitida en dos partes separadas, cada una de las cuales comprendía dos libros (Eclogae y Florilegium), pero ésta es una división secundaria.
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Esteban de Bizancio menciona la pequeña ciudad de Laerte, en Asia Menor; WiLAMOWITZ, Herm., 34, 1899 629 ( = Kl. Schr., 4, 1962, 100), pensó agudamente en un sobrenombre, de 8(.oyevf|c, AccEpruáSnc,. Texto: todavía el de C. G. COBET, París, 1862. Con trad. ingl., R. D. HICKS 2 vols., Loeb Class. Libr., 1950. A. BIEDL, Zur Textgeschichte des Lciertios Diógenes. Das grosse Exzerpt í>, Ciudad del Vaticano, 1955. P. MORAUX, "La composition de la 'Vie d'Aristote' chez Diog. Laerce", Rev. Ét. Gr., 68, 1955, 124. O. GIGON, "Das Prooemium des Diog. Laert. Struktur und Probleme", Horizonte der Humanitas (Freundesgabe Wili), 1960, 37-64.. G. DONZELLI, "Per una edizione critica di Diog. Laerzio. I Codici VUDGS", Boíl, per la prepar. di Ed. Naz. dei Class. Gr. e Lat., N. S. 8, 1960, 93. El mismo, "I codici PQWCoHIEYJb nella tradizione di Diog. Laerzio", Stud. It., 32, 1960, 156. 159 Otras versiones del título, en E. SCHWARTZ, RE, 5, 1903, 738 (= Griech. Geschichtschreiber, Leipzig, 1957, 453), que hay que citar en la cuestión de las fuentes. 160 Edición: C. WACHSMUTH-O. HENSE, 5 vols., con apéndice, Leipzig, 1884-1923; 2.a ed. sin modificar, Berlín, 1958.
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Remonta al siglo n la única obra de literatura periegética que nos ha llegado: la riEpir|yr¡aiQ xf¡<; 'EXXá&oq de Pausanias (10 1.) 1
Texto: F. SPIRO, 3 vols., Leipzig, 1903; reimpr. 1959. Para la recensión sigue siendo útil la edición de J, H. CHR. SCHUBART y CHR. WALZ, Leipzig, 1838/39. Fundamental para la crítica y la exégesis, si bien anticuado en muchos detalles: H. HITZIG y H. BLÜMNER, 3 vols. en 6 partes, Leipzig, 1896-1910. Bilingüe: W. H. S. JONES y H. A. ORMEROD, 5 vols., Loeb Class. Libr., 1931-35. Abundante material (mucho sobre etnografía) en el comentario a la traducción de J. G. FRAZER, 6 vols., Londres, 1898; la 2.a ed. solamente tiene en el texto las adiciones de la 1.a. G. Roux, Paus. en Corinihe (2, 1-15), París, 1958 (con trad. y coment.). Una excelente traducción (abreviada) con importantes notas ofrece ERNST MEYER, Zurich, 1954 (Bibl. d. Alten Welt); el mismo, Paus. Pührer durch Athen und Umgebung, Zurich, 1959 (Lebendige Antike). O. REGENBOGEN, RE, S 8, 1956, 1008, nos ofrece la mejor monografía. Bibl. allí y en MEYER, op. cit., 726. Además: A. DILLER, "The Manuscripts of Paus.", Trans. Am. Phü. Ass., 88, 1957, 169.
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timonio de que su obra (o grandes partes de ella) haya sido resultado de plagios: la construcción y disposición de la misma son creación suya. Lo que ve en un viaje y lo que aprende preguntando lo refunde con los frutos de unas lecturas que no se reducían a compendios. Se debe considerar si la frecuente mención de Pérgamo está relacionada con la importancia que su biblioteca tema para Pausanias. Ocasionalmente deja entrever algo de su personalidad: así, 8, 2, 5, en la repulsa de la divinización de hombres (¡léase emperadores!), y 8, 8, 3, sobre el paso operado en el curso de su trabajo por la crítica racional de los mitos a su interpretación simbólica. Característico de él y de la época en que escribió es su interés por todo lo relacionado con el culto, sobre todo con el culto primitivo y antiguo. De la literatura mitográfica, que a partir del helenismo nos imaginamos fue muy abundante, ha llegado a nosotros la Biblioteca 1623 que se ha atribuido al gran gramático Apolodoro de Atenas (cf. pág. 818). C. ROBERT demostró en su tesis doctoral163 que esta atribución es falsa. Como la lengua de la Biblioteca no es aticista, se pensó en atribuirla al siglo 1 d. de C , pero no debe excluirse tampoco el 11, pues en libros de esta índole las tendencias estilísticas se revelan con poquísima uniformidad. El libro que conservamos comienza con la teogonia y se interrumpe, después de la terminación de diversos ciclos de leyendas, en la genealogía mítica del Ática. El epítome del Codex Vat. 950 (descubierto en 1885 por R. WAGNER) y los fragmentos sabaíticos (descubiertos en Jerusalén en 1887 por A. PAPADOPOULOS) nos dan una idea del resto, que seguía en la narración a Homero y al ciclo. La obrilla resplandece con los nombres de antiguos autores, pero toma sus materiales del helenismo tardío.
4.
NOVELA EN PROSA Y EPISTOLOGRAFÍA
En ningún otro género de la literatura griega como en la novela cambiaron los papiros tan fundamentalmente la imagen tradicional de su evolución. Durante mucho tiempo, la interpretación dominante fue la del libro de ERWIN ROHDE. Solamente existían entonces firmes bases para la datación dé Jámblico, que nació antes del 115 y escribió después del 165, lo cual se deduce de su mención de Soemo, rey armenio repuesto por los romanos. ROHDE pone a este Jámblico en el comienzo de una evolución que considera terminada en el siglo vi con Caritón. Así que la novela sería un producto tardío de la época imperial y, como tal, de valor muy incierto. En segundo lugar, esta cronología invitaba a interpretar a aquélla como manifestación de la segunda sofística. ROHDE, después de otros164, defendió decididamente esta interpretación. 162 Texto: R. WAGNER, Mythogr. Gr., 1, 2.a ed., Leipzig, 1926. Con trad. y coment., que trae abundantes noticias etnográficas: J. G. FRAZER, 2 vols., Loeb Class. Libr., 1921. Análisis: V. WILAMOWITZ, "Die griech. Heldensage", 1; Sitzb. Akiid. Berl. Phil.-hist. Kl, 1925, 41; 2: ibid., 214 ( = Kl. Schr., 5/2, 54). M. VAN DER VALK, "On Apoll. Bibliotheca", Rev. Ét. Gr., 71, 1958, 100. 163 Berlín, 1873. 164 Entre los precursores hoy olvidados hay que mencionar especialmente a A. NicoLAI, Über Entstehung und Wesen des griech. Romans, Berlín, 1867.
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Este orden de ideas fue radicalmente alterado gracias a los papiros de los siglos ii-m d. de C. que contienen fragmentos de Caritón, a los que hay que añadir recientemente un papiro 165 del siglo 11 d. de C. La lengua y las alusiones históricas (v. abajo) hacen posible remontar la novela a un período anterior, quizá al siglo 1 a. de C. En todo caso, nos atrevemos a retrotraer los comienzos del género hasta época helenística, pues ya los fragmentos de la Novela de Niño nos llevan a este origen. Un segundo derrumbamiento de la teoría tradicional fue ocasionado por los papiros de la novela de Aquiles Tacio (cf. abajo), que rectificaron el comienzo tardío de éste (hasta dentro del siglo v) y al mismo tiempo originaron la caída de la creencia 166, largamente sostenida, de que este autor era tributario de Heliodoro. Resulta, pues, que la novela griega se desarrolla en el helenismo tardío y que podemos seguir sus vicisitudes hasta el siglo ni d. de C. Hay que precaverse contra la opinión de que este siglo significó el fin del género; circunstancias adversas de la tradición pueden habernos privado de muchas obras, y la distancia temporal entre la novelística griega y su vigoroso resurgir entre los bizantinos puede ser menor de lo que pensamos. En todo caso, las nuevas aportaciones a la cronología de la novela griega confirman la hipótesis de su origen que pretendía adscribirlo a la práctica retórica de la segunda sofística. En el brillante bosquejo que puso como apéndice a la traducción de Heliodoro por REYMER, OTTO WEINREICH califica humorísticamente a la novela erótica griega de bastardo nacido de la unión de la envejecida epopeya con la caprichosa historiografía helenística. Con esto quedan designados los componentes fundamentales, si bien, como indica el propio WEINREICH, hay que añadir otros más, pues el arsenal de temas de este género tardío es extraordinariamente grande. Aventuras de viaje y patetismo erótico en abundancia extraordinaria definen a la novela griega. Su importancia está diversamente repartida, pero apenas se pueden considerar las novelas de viajes y las de amor como géneros diferentes, pues los dos grupos de temas en la mayoría de los casos se encuentran reunidos. El relato de viajes fabulosos tiene una larga ascendencia. La Odisea ocupó en ella un puesto de honor, pero hemos de remontarnos más lejos. Relatos egipcios cómo el del Imperio Medio que trata del marino que a consecuencia de un naufragio llega a la isla de la poderosa serpiente nos permiten reconocer una herencia primitiva de narraciones mediterráneas 167. Lo que dijimos anteriormente del despierto interés de los griegos, sobre todo de los jonios, hacia países lejanos (página 246) explica que la noticia auténtica y el relato fabuloso encontrasen siempre dispuestos los oídos a acogerlos. Después de la expedición de Alejandro corrieron ambos géneros en cantidad incesante por todo el mundo griego, pero prevaleciendo lo fabuloso. El hecho de que la campaña de Alejandro se convirtiese en una novela de efectos incomparablemente grandes permite reconocer la virtud germinal que en estas fábulas había para la novelística posterior. 165
Papyri Michaelidae, Abefdeen, 1955, núm. 1. Mantenida aún por HELM (véase pág. 902), 47. l6T Cf. L. RADERMACHER, Die Erzahlungen der Odyssee, Sitzb. Akad. Wien. Phü.-hist. KL, 178/1, 1915, 38. J. W. B. BARNS, "Egypt and the Greek Romance", Mitt. aus der Papyrussamml. der Osterr. Nationalbibl, 5, Viena, 1956, 29. 166
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En cuanto al poder sin límites con que Eros actúa en la novela, hay que buscar la explicación en la pujante penetración de los motivos eróticos en la poesía helenística. El haber puesto en claro esto constituye un mérito del libro de ROHDE, en el que también se valora con justicia la contribución de Eurípides a este proceso. Para él, el erotismo de la novela griega tiene un cuño propio. Se trata siempre del "pathos" del gran amor, que está enteramente en la línea trazada por Eurípides. Sin embargo, en la novela la pasión criminal sólo aparece en las figuras secundarias 168, cuyas acciones contribuyen al desenvolvimiento de la acción, mientras que la armonía de la pareja central brota de un amor grande y puro. Éste se enciende a la primera mirada que se dirigen mutuamente los predestinados, y la meta alcanzada a través de peripecias y extravíos no es el placer fugaz, sino la unión duradera como una necesidad del corazón. Lo dicho establece ya una distinción entre la novela griega y las novelas al estilo de las Historias milesias {cf. pág. 793), con su cómica frivolidad. Sobre todo hay que renunciar a incluir la novela en las formas primitivas del romance. Las profundas y esenciales diferencias de los dos géneros sólo permiten ocasionales similitudes en los temas. Pero hay que preguntarse seriamente de dónde proceden las características de un erotismo que hermana la más alta intensidad de la pasión con la decencia más excelsa. ¡Cuan delicadamente nos dice, por ejemplo, Heliodoro (5, 18, 8) que los amantes duermen separados! Ahora bien, ya la epopeya homérica, con toda su libertad en materia sexual, tiene un concepto muy elevado de la dignidad de la mujer. Sírvannos de ejemplo Penélope y Nausícaa. En el hombre, sin embargo, se da en la poesía helénica de la época anterior mucho más el alejamiento antinatural de todo lo afrodisíaco a la manera de Hipólito que el amor de un joven tierno y puro y que sabe reportarse a pesar de toda su intensidad. No es fácil decir por qué caminos penetran estos caracteres en el cuadro del erotismo helénico. Puede haber tenido no pequeña parte en este fenómeno una nueva interpretación de la naturaleza del amor fundada en la filosofía, en la filosofía platónica sobre todo. Pero, además, no podemos minimizar el influjo de la herencia narrativa oriental, de la que la Ciropedia de Jenofonte nos brinda un impresionante ejemplo en la historia del amor incondicional de una noble dama. En este caso también debía mantenerse dentro de unos límites. Además de la influencia ejercida por Eurípides, el drama influyó en la novela de dos maneras. Primero en los temas: aquellos relatos de niños expósitos y reencontrados, de gentes que se vuelven a encontrar después de larga y dolorosa separación —herencia de la tragedia que luego recibió la Comedia Nueva—,. desempeñan en la novela un papel importante. Y si conociéramos mejor el mismo, con sus raptos, piraterías y asesinatos, resaltarían con más evidencia las coincidencias temáticas. Pero, por otra parte, la dramatización constituye un rasgo que define la naturaleza de la técnica narrativa, de estos testimonios literarios. La tensión dramática se provoca con toda clase de medios, y el comienzo de la obra de Heliodoro nos ofrece un ejemplo característico de esto. Las peripecias se siguen unas detrás de otras, diálogos movidos alternan con monólogos 168 El motivo de Putifar lo trató M. BRAUN, Griech. Román ttnd hellenistische Geschichtschreibung, Francfort del Main, 1934; History and Romance in Graeco-Oriental Lit., Oxforc, 1938.
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llenos de patetismo lí9 . Pero hay que hacer notar que el drama influyó no sólo directamente, sino también y con igual intensidad a través de la historia helenística dramatizada, de la que hablamos anteriormente (pág. 794). En la historiografía en sentido lato podríamos incluir la biografía, que concedió dilatado espacio en determinadas formas literarias helenísticas a los rasgos novelescos. Antes hemos rechazado la teoría que hacía derivar la novela de las escuelas retóricas de la segunda sofística. Ya la cronología demuestra que es falsa. Pero con esto no quiere decirse que el ejercicio escolar de las "progymnasmata", que exigía del alumno la elaboración oratoria de las más diversas situaciones de la historia, el mito o la libre ficción, y del maestro ejemplos modélicos, no haya sido de alguna importancia para la novela. Un ejercicio de tal naturaleza debió conducir necesariamente (al menos en los mejor dotados) a una mayor penetración en los procesos anímicos y a un conocimiento más fino del detalle psicológico. De este modo, el ejercicio constituía también una preparación para la novela I7°. Por supuesto, se ha demostrado la falsedad de la hipótesis según la cual determinadas denominaciones de formas narrativas en Cicerón y en escritos retóricos griegos se refieren a la novela m . Digamos también que la Antigüedad no acuñó una denominación fija para este género. Cuando, por ejemplo, Focio habla ocasionalmente de Drama, Dramaticón o Comodía para referirse al romance, no hace más que valerse en tales casos de denominaciones de géneros perfectamente definidos. La palabra "romance" ha conservado la significación corriente que tema en la Francia de la Edad Media, en la que designaba, en contraposición al latín de los sabios, una narración poética en la lengua popular, la "lingua romana". Desde finales del siglo xm, este significado quedó restringido al de poema en prosa. Se ha intentado derivar la novela griega en su totalidad de mitos divinos orientales, sobre todo del mito de Isis y Osiris, y buscar su origen en la exposición de los dolores y muerte de la divinidad m. Esta teoría, dada su exageración, no se puede sostener aun en el caso de que no se subestime el influjo de elementos orientales en la novela. Tampoco hay que olvidar que la representación del mundo erótico de la novela descansa en motivos de las religiones mistéricas, y que incluso toma de ellas elementos lingüísticos, pero, sin embargo, todo esto no autoriza a generalizar y a hacerla derivar de los misterios. Hay relaciones de otro tipo que se originan de la secularización del mito griego y su conversión en elementos novelescos. Al hablar de Dionisio Escitobraquión (pág. 813) vimos que la libre invención poética tenía al lado el probo manual mitográfico. La época imperial continuó por el mismo camino. Hacia el año 100 d. de C , Ptolomeo de Alejandría, por sobrenombre Queno, escribió, además de otras obras, su epopeya Antihomero, cuyo título indica el propósito 169
Ejemplos en H. RIEFSTAHL, Der Román des Apuleius. Francfort del Main, 1938, 86, 22. Para Heliodoro, remitamos, por ejemplo, al gran monólogo trágico de Cariclea (6, 8, 3). 1,0 Una enumeración de los rasgos de este tipo, en RIEFSTAHL, op. cit., 88, 25. 171
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K. BARWICK, Henn., 63, 1928, 261.
K. KERÉNYI, cf. pág. 902. Modernamente, R. MEKKBLBACH ha enseñado y defendido con energía en el libro abajo mencionado la tesis del origen de la novela a partir de los misterios. Su propósito es demostrar "que las novelas son propiamente textos mistéricos".
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de corregir a Homero, y su Kaiv-q laropía (6 1; napá&o^oq íoropía en la Suda) m. Es peculiar del estilo de esta literatura el que para todas sus ficciones poéticas encontraba siempre fiadores autorizados. Una línea cuyo representante en el helenismo son las Troica de Hegesianacte de Troya se continúa en las novelas troyanas de Dictis y Dares. Hasta hace medio siglo eran sólo conocidas por versiones latinas de la Antigüedad tardía m e influyeron mucho en dicha forma en la Edad vMedia y en la Época Moderna. Es muy interesante el papel que desempeñó la novela de Troya en el plan trazado por Goethe para la terminación de la Aquileida. Siempre se supuso la existencia de originales griegos anteriores a las versiones latinas. En 1907, un papiro de principios del siglo 111 d. de C. (número 240 P.) confirmó esta hipótesis en lo que se refiere a Dictis. Se puede fechar a ambos autores a principios de la época imperial. Es característico de este género el que se nos presenten como contemporáneos de los sucesos referidos, que el frigio Dares figure de parte de los troyanos, que la novela de Dictis se hiciera pública por medio de una tablilla de madera que a consecuencia de un terremoto apareció en Cnosos en la tumba de Dictis en tiempos de Nerón175. Por el contenido y por la forma, la novela es descendiente de un enjambre de importantes antepasados. El análisis puede descubrir muchos hilos que conducen a otras zonas literarias. Pero es más importante comprobar que en ella se expresa un sentimiento distinto de la v i d a m . El mito ha dejado de ser una fuerza viva, la historia de los griegos que rechazaron a los persas y lucharon en guerras fratricidas por la hegemonía se ha convertido ya para el helenismo en "historia antigua", la política de la época es conducida por unos pocos grandes y no tenía ningún sentido que trascendiese la amenaza o la seguridad de la propia existencia ciudadana. El reino de la fantasía estaba radical y definitivamente separado del reino de la propia vida, entregada a los afanes cotidianos. Lo maravilloso existía sólo al otro lado de estos estrechos límites. Allí, en extraños países y en el destino de los amantes que se acreditan como modelos de fidelidad y constancia, se buscaba y encontraba con frenesí incontenible. Ahora más que nunca pudo la mujer favorecer el ansia de lectura del público. Cuesta trabajo imaginarse a una Gorgo o Praxínoa de las Adoniazousai de Teócrito ante una tragedia de Sófocles: preferiríamos poner en sus manos una novela griega. Dos papiros berlineses (núm. 2041 s. P.) nos dan una fragmentaria idea del más antiguo representante del género accesible a nosotros, la Novela de Niño. " s W. KUIXMANN, Die Quellen der Illas, Herm., E, 14, 1960, 141, 1, separa a Ptolomeo Quenno, a causa de su utilización más cuidadosa de las fuentes, de la literatura de ficción de su tiempo. 174 Ediciones de F. MEISTER, Leipzig, 1872 y 1873. W. EISENHUT, Dictyis Cretensis Ephemeridos belli Troiani libri a Lucio Septimio ex Gráeco in Latinum sermonem transían. Accedit papyrus Dictyh Graeci ad Tebtunim inventa, Leipzig, 1958. Característico de "Dictis": JOHN FORSDYKE, Greece bejore Homer, Londres, 1956, 153. Para la Aquileida de Goethe: K. REINHARDT, Von Werken und Formen, Godesberg, 1948, 311; ahora en Tradition und Geist, Gotinga, 1960, 283. " 5 Para la ficción de credibilidad en la hagiografía: A. J. FESTUGIÉRE, Révélation d'Hermes Trismégiste, 1, 2.a ed., París, 1950, 309. Para los argumentos de credibilidad basados en los hallazgos de la tumba, W. BURKERT, Phil., 105, 1961, 240. 176 F. ALTHEIM (V. pág. 902) considera la novela especialmente apropiada como expresión de tiempos de crisis y revoluciones.
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Niño, que, según Ctesias (cf. pág. 653), encabeza la serie de reyes asirios, y Semíramis, cuyo nombre, por otra parte, no aparece en los fragmentos, forman la pareja de amantes cuyas variadas vicisitudes determinan ya en estos fragmentos el curso de la acción, que tiene un desenlace feliz. Un fragmento cuenta cómo los amantes, que son primos, expresan cada uno a la madre del otro su ardiente deseo de unirse. La cuidada retórica del joven, que prueba su pureza, y la pudorosa timidez de la muchacha contrastan eficazmente. El otro fragmento nos presenta a Niño antes del combate contra los armenios. Lleva consigo elefantes y un contingente griego, evidente anacronismo de la índole de los que se encuentran a menudo en los escritores griegos de novelas. Los fragmentos son del siglo 1 d. de C. La redacción de la novela es muy anterior; sus contactos con la historiografía y particularidades lingüísticas y su pronunciado horror al hiato aconsejan remontarla al siglo n a. de C. El motivo amoroso está ya firmemente consolidado en la Novela de Niño, pero, al parecer, falta en la novela de viajes de Yambulo. Conocemos sus líneas generales por las excerptas del libro 2 de Diodoro (cap. 55-60), que nos da el "terminus ante". También hay que considerar esta obra como escrita en el siglo 11 a. de C. Las aventuras de Yambulo (el nombre es sirio) le llevan a Etiopía, y de aquí a una isla, situada en el sur remoto, en la que extraños habitantes viven felizmente en un mundo fabuloso. Particularidades como la propiedad comunitaria de las mujeres pertenecen a los elementos del ideal del Estado utópico, que a la sazón contaban ya con una tradición. Durante siete años vive Yambulo feliz en esta isla del sur, pero, arrojado por los isleños, regresa por la India a su patria. .Luciano, que escribió su Historias verdaderas (cf. pág. 874) para satirizar la novela de aventuras de viajes, reconoció (1, 3) la atractiva exposición de las fantasías de Yambulo. El extracto de Diodoro no ofrece ningún argumento en favor de la hipótesis de que la novela de Yambulo contuviese temas eróticos, aunque esta posibilidad no pueda excluirse. Pero sí que aparecen vinculados estos temas a fantásticas aventuras de viaje en Los prodigios más allá de Tule (Tá úitép Qoú\r\v amena, 24 1.) de Antonio Diógenes. Poseemos un extracto de ellos en la Biblioteca de Focio (cod. 166), al que hay que añadir excerptas en la Biografía de Pitágoras de Porfirio y un papiro (núm 50 P., siglo 11-111 d. de C ) . Luciano, como ya advirtió Focio, parodió la obra en su Historia verdadera. Como, por otra parte, el trasladar la acción a la época de Pitágoras, y todo lo que de él se cuenta, concuerda bien con la nueva oleada pitagórica de principios de la época imperial, hay motivos para suponer que la novela es del siglo 1 d. de C. La certificación de autenticidad suministrada por tablillas contenidas en una cajita de madera de ciprés que apareció después de la toma de Tiro por Alejandro evidencia la analogía con Dictis. Dichas tablillas contendrían el relato de Dinias sobre sus exploraciones aventureras, que le llevaron más allá de las fronteras de la ecúmene, e incluso hasta la luna. El relato de la pareja de hermanos que huye de un perverso hechicero egipcio, entrelazado con el de las aventuras de Dinias, Vuelve a tomar el hilo del tema legendario. La magia desempeña un gran papel, se emplean muchos trucos típicos de la novela, tales como separaciones y anagnórisis, muertes aparentes y envenenamientos. Hay ciertos elementos eróticos, sin que ellos constituyan el núcleo, como ocurrirá en la novela erótica, de la que vamos a tra-
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tar. Focio nos da a conocer la hábil técnica con la que estaban entrelazados los hilos de la acción. En la narración de Dinias en primera persona estaban incorporados en la misma forma los relatos de otros personajes. Ya hablamos de los hallazgos papiráceos que obligaron a cambiar radicalmente la fecha de la novela de Caritón de Afrodisias en Caria, e incluso a retrotraerla al helenismo tardío. La historia de Quereos y Calírroe (8 1.) contiene episodios de libre invención, pero también busca contactos con la historia. Al comienzo de la novela figura el nombre de Hermócrates, el general siracusano que dirigió la victoriosa lucha contra el cuerpo expedicionario de Atenas (cf. pág. 497). Su hija es la bella Calírroe, a la que Quéreas, hijo de un adversario político de Hermócrates, toma por esposa con ayuda de la voluntad popular; luego, a causa de las intrigas de sus rivales y por sus propios errores, la pierde otra vez, pero después de infinitos peligros la vuelve a encontrar felizmente y para siempre. También aparecen participando en la acción Artajerjes II y sus sátrapas Farnaces y Mitrídates; una sublevación de los egipcios contra la dominación persa conduce al desenlace, pero todos estos personajes y hechos históricos son elementos no esenciales en el abigarrado juego de la fantasía. Aparecen ya en Caritón casi todos los episodios acostumbrados, mezclados como las cartas de una baraja: el flechazo amoroso de la pareja, la sospecha de infidelidad provocada por los envidiosos, y en virtud de la cual Quereas maltrata a su esposa, la muerte aparente y el enterramiento, ladrones que saquean la tumba y raptan a ésta que retorna a la vida. Con misteriosa fuerza, Oriente atrae hacia sí la acción. Por Mileto se pasa a la corte del rey de Persia; la revuelta egipcia provoca el desenlace. En estas novelas es siempre la belleza extraordinaria de la heroína la causa de sus peores desgracias. Hombres de alta posición social —hasta el Gran Rey— la pretenden y tejen complicadas intrigas en torno a ella, hasta el momento en que Tyche, la gran soberana, concede a la pareja, tan duramente probada, la dicha segura de una recíproca posesión. El dramatismo de la narración es muy intenso. El propio Caritón, al describir en el libro 5 el procedimiento judicial ante el Gran Rey, abundante en efectos, puntualiza que la escena debe superar a las del drama. Por otra parte, la narración discurre bastante rectilínea de episodio en episodio. La técnica de Heliodoro es muy distinta en este punto. La cuidadosa evitación del hiato habla en favor de un origen más antiguo. Las similitudes lingüísticas con historiadores clásicos se explican porque los temas están relacionados con la historia. Llama la atención la inserción ocasional de versos. Algo parecido se encuentra en Jenofonte de Éfeso. Pero nuestro material es pobre para que podamos hablar de una particularidad de la novela más antigua. La abundancia de papiros relativos a las novelas permite reconocer que el siglo 11 d. de C , época de considerable bienestar, fue también una época insaciable de lecturas novelescas. Las novelas a las que pertenecen los fragmentos que poseemos pueden ser, naturalmente, muy anteriores. Un fragmento (número 2046 P.) nos da a conocer la separación de los enamorados: la embarcación de Herpílide no puede hacerse a la mar a causa de una tempestad, mientras que su amado es arrastrado en otro barco por la tormenta. Fragmentos de la novela Metíoco y Parténope (núm. 2047 s. P.) nos muestran al héroe en su desprecio a Eros, que, naturalmente, ejerce sus efectos con fuerza tanto mayor. Otro frag-
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mentó cuenta el rescate de Parténope en Corcira. El manido tema del suicidio evitado se encuentra en un fragmento (núm. 2054 P.) que describe la desesperación de una cierta Calígone. Con relatos de las luchas entre saurómatas y escitas, que separan a los enamorados, nos encontramos en la esfera cuasihistórica de la novela más antigua. De dos pequeños fragmentos (núm. 2053, 2057 P-) que fueron escritos en el tránsito del siglo 11 al 111, el primero nos presenta a una Antea que muere envenenada; en estas historias constantemente se planean suicidios. Un palimpsesto sobre pergamino (núm. 158 P.) del siglo vil con un trozo de Caritón contiene también otro de la novela de Quíone, que, a pesar de todos los fogosos pretendientes, se mantiene fiel al amado. Se aprecian similitudes con Caritón, sin que se deba pensar que éste sea el autor. Pero es probable que también esta novela pertenezca al grupo más antiguo. Mencionemos asimismo el fragmento perteneciente a la novela de Sesoncosis (núm. 2044 P.). En ella se expone un conflicto entre el legendario rey de Egipto y su hijo, que —seguramente atraído por otro amor—- renuncia al matrimonio concertado por el padre. El papiro fue escrito en el siglo 111 o iv, pero su carácter historizante parece revelar un origen más antiguo. En la ordenación de los cinco libros de las Efesíacas (Tcov KOCT' "AvGeiccv Kcd 'APpoKÓ(iT]v 'E<|>EO-ICCK<3V Xóycov pi^Mcc e) de Jenofonte de Éfeso se plantean algunos problemas. Habrócomes, que quiere ser superior a Eros (este motivo no tiene continuadores), y Antea se ven en la procesión de Ártemis, se declaran su amor y se casan. Entonces interviene el oráculo de Apolo de Colofón, que anuncia peligros venideros. Para evitarlos, los parientes envían de viaje a la joven pareja, con lo cual se da pie, naturalmente, a la usual secuencia de aventuras. Tempestades y naufragios persiguen a los separados amantes, y constantemente surgen en su camino pasiones peligrosas, provocadas por su belleza. El motivo de Putifar desempeña su papel en las vicisitudes de Habrócomes, mientras que Antea, entre sus muchas aventuras, corre el peligro de convertirse en la mujer de un pobre pastor. Pero este hombre de noble espíritu, aunque de la más baja condición, respeta su integridad. Es digna de notar la reaparición de un tema que Eurípides había introducido con audaz innovación en la leyenda de Electra. Es importante para la datación la circunstancia de que la novela presupone la creación del cargo de los irenarcas por Trajano. Parece deducirse un "terminus ante" del hecho de que el templo de Ártemis en Éfeso, que fue destruido en 263, desempeña en el relato un papel importante. Claro que no hay que excluir la posibilidad de que el autor retrotrajera la acción y pasara por alto el mencionado suceso, pero las Efesíacas tienen un parentesco tan estrecho en el aspecto formal con la novela de Caritón, que no puede ser muy posterior a los finales del siglo 1 d. de C.177. La Suda, que nos informa también de una obra histórica de Jenofonte, Sobre Éfeso (riepl TTÍQ 'E^eotov iróA.£coq), da a las Efesíacas una extensión de diez libros. Ahora bien, la composición de la novela, que amontona muy torpemente aventura tras aventura, es en muchas partes sorprendentemente concisa. Así que es muy verosímil la hipótesis de ROHDE 178 de que esta obra es un resumen. Pero 177 HELM (V. pág. 902), 45, sostiene la dependencia de Heliodoro y asigna a Jenofonte a últimos del siglo rv. Nada de esto es convincente. 178 Gríech. Román (v. pág. 902), 429; cf. R. M. RATTENBURY, Gnom., 22, 1950, 75.
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no hay que excluir, tratándose de este adocenado escritor, la posibilidad de que estos fenómenos sean más bien el resultado de su impericia. Ya dijimos que, gracias a sus indicaciones autobiográficas, podemos fechar las Babiloníacas del sirio Jámblico en el último tercio del siglo II d. de C. Del contenido y estructura de la obra nos da una idea bastante aceptable el extracto del "Dramaticón" 179 que el erudito Focio incluye en su Biblioteca (Codex 94). El escenario de la acción es la Mesopotamia prepersa. Falta en esta novela el mar, con sus tormentas, naufragios y piratas, pero, en cambio, además de los motivos conocidos, que se dan con prodigalidad, aparece un ladrón antropófago y se concede mucha intervención a los fantasmas y a la magia. Este barullo infernal de persecuciones, asesinatos y confusiones se origina porque Garmos, el cruel rey de Babilonia, codicia la posesión de Sinónide, esposa de Rodanes. La composición es muy floja. Focio permite reconocer aditamentos novelísticos y excursus sobre diversas costumbres; además, las vicisitudes de los personajes secundarios están muy hábilmente ligadas a la acción principal. La lengua de los fragmentos revela fuerte influjo de la retórica. La Suda asigna al último libro el número 39, mientras que Focio termina con el libro 16, sin que podamos sospechar qué sucesos vendrían después de la feliz reunión de la pareja. Podemos suponer la existencia de dos ediciones de distinta extensión, pero no hay que olvidar la inseguridad en la indicación de los números en nuestra tradición manuscrita. Al siglo 11 pertenecen también las novelas del sofista Nicóstrato de Macedonia, de las cuales ni siquiera el título conocemos, y las Metamorfosis de Lucio de Patras (cf. pág. 900). Quizá debamos atribuir la misma fecha al original griego de la Historia Apollonii regis Tyrii, como aconsejan sus puntos de contacto con las Efesíacas de Jenofonte. La historia del rey Apolonio, quien, después de peligros de toda índole, logra casarse con la hija del rey de Cirene, pero que después, a causa de las más extrañas vicisitudes, pierde a su esposa e hijo, y sólo después de muchos años los vuelve a encontrar milagrosamente, fue traducida a varias lenguas y sobre todo se convirtió en libro popular en una versión latina del siglo v o vi. Lo conservado basta para que podamos hacernos una idea de una producción novelesca tan extensa como floja. Sobresalen en ella, en cierta manera, dos obras que siguen fieles por otra parte a los temas típicos. Los papiros 18° —ya hicimos mención de esto— obligaron a variar fundamentalmente la fecha de Leucipe y Clitofonte (8 1.) de Aquiles Tacio (cuyo nombre encubre el del dios egipcio "Tat"). 179
Algunos fragmentos que se contienen en manuscritos son enumerados por ÚRSULA SCHNEIDER-MENZEL (V. más abajo a propósito de Jámblico). 180 Cf. arriba, pág. 913 El papiro de Ox. núm. 1250, de últimos del siglo m o principios del iv, provocó el primer retroceso. Importantes divergencias con los manuscritos plantean un problema. C. F Russo, que da también la bibl., ha hecho ver en Accad. dei Lincei, Rendic. d. classe di scienze mor. stor. e filol., Ser. VIII, vol. X, 1955, 397, la posibilidad de que el papiro, con intención de abreviar, haya alterado algo. VILBORG se muestra cauteloso en la edición (v. pág. 902), LXI. Un papiro milanés del siglo n d. de C , publicado por A. VOGLIANO, Stud. ital. fil. class., 15, 1938, I2r, obligó a retrasar todavía más la fecha. Bibl. para los dos papiros, Qu. CATAUDELLA, Parola del passato, Fase. 34, 1954) 37> !• Además, un papiro al presente desaparecido: W. SCHUBART, Griech. Lit. Pap. (Ber. Sachs. Akad. Phü.-hist. Kl., 97/S)> Berlín, 1950, núm. 30, que el editor considera perteneciente al siglo III. LITERATURA GRIEGA. — 57
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Los hallazgos confirman la fecha de F. ALTHEIM m . Éste, fundado en indicios históricos, que, por supuesto, no son decisivos dado el método de trabajo de los escritores de novelas, pretendía fechar la novela entre los años 172 y 194. El rétor alejandrino, al que la Suda atribuye también diversos escritos de contenido misceláneo, quiere salirse del camino trillado, como muestra especialmente al principio. El autor llega a Sidón después de una travesía marítima tempestuosa, y admira allí una pintura con el rapto de Europa, que él, con visible complacencia por la écfrasis retórica, describe al estilo de Filóstrato. En él se encuentran varias descripciones de este tipo. Eros, que gobierna al toro, da motivos a un diálogo con un joven: es Clitofonte, que en un bosquecillo de plátanos junto a un arroyo claro habla a lo Fedro del poder de Eros, tal como lo había experimentado en terribles aventuras. La novela; en la medida en que podemos apreciarlo, presenta, además, rasgos originales por el hecho de que relata por extenso y con finos matices el progresivo crecimiento del amor entre los dos jóvenes hasta que huyen juntos. Por supuesto, al lado de elementos descriptivos de psicología realista figuran lucubraciones sobre el amor de escolástica erudición. Una tempestad que hace caer a los fugitivos en poder de ladrones egipcios introduce la serie de aventuras, que se desenvuelve, dentro de los episodios convencionales, con el estilo más dramático posible. Repetidas veces llévase a Clitofonte al convencimiento de que su amada ha sido muerta. Sirva de ejemplo comprobatorio del término a que puede llevar el deseo de acumular temas sensacionales la escena en que contempla el sacrificio de la amada sin sospechar que todo se ha realizado con la ayuda de visceras atadas por delante y con un puñal,de los que se usan en la escena. También en esta novela la constante fidelidad encuentra su premio, como reclama el género. Pero, contrariamente a lo que acontece en Heliodoro, aparece de vez en cuando en la narración la nota lasciva, y entra en el marco de lo insólito el que Clitofonte tenga que satisfacer una vez los deseos de la mujer, cuya pasión constituye el tema de casi toda la segunda parte. El desarrollo de la acción, a pesar de diversas divagaciones, es bastante rectilíneo, y las acciones de los personajes secundarios están sólidamente insertas en el tema principal. La forma lingüística de rebuscada sencillez (á
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seguro límite inferior. Su fecha probable es el segundo lustro del siglo 111, pero no se puede excluir con seguridad el siglo iv 183. Será mejor hacer caso omiso de la noticia que aparece por vez primera en la Historia de la Iglesia de Sócrates (siglo v; 5, 22), según la cual Heliodoro, que en su juventud escribió las Etiópicas, llegó a ser más tarde obispo de Trica y habría introducido el celibato en Tesalia. En la Historia de la Iglesia de Nicéforo Calisto (hacia 1320; 12, 34), esto se transforma en la fábula de que, antes de su elección, un sínodo puso a Heliodoro en el dilema de quemar su obra o de renunciar a la dignidad episcopal. También Aquiles Tacio aparece en la Suda como cristiano, y es importante consignar a este respecto que en la leyenda de san Galactión y de santa Episteme (MIGNE, 116, 93) figuran como padres de aquéllos Clitofonte y Leucipe, la pareja protagonista de la novela 184. Todo esto pertenece a la serie de intentos de legitimar de alguna manera las dos novelas más leídas relacionándolas con el cristianismo. Hemos de aludir aquí, aunque sea en breves palabras, al abundante empleo de temas novelescos en la literatura cristiana 185. Dos particularidades asignan a la novela de Heliodoro un puesto especial. En primer lugar, el inusitado virtuosismo en la técnica narrativa. Queda por completo fuera del marco el comienzo: unos ladrones que están oteando a las primeras luces del alba desde una cima situada en la desembocadura heracleótica del Nilo contemplan un raro espectáculo: un barco de carga abarrotado de mercancías, sin tripulación, sin botes y sin heridos graves, los restos de un banquete y una muchacha que cuida a un joven herido. Se nos presenta a la pareja de Teágenes y Cariclea sin más preámbulos en una extraordinaria situación dramática, y así se provoca una tendón que sólo se resuelve al enterarnos por etapas varias, dispuestas hábilmente, de la trama complicada de sucesos anteriores. Cariclea es la hija de los reyes de Etiopía, abandonada por su madre. Se cría en Delfos, donde se enamora de Teágenes, que la corresponde. Con el joven y el anciano Calasiris, al que ha enviado la reina de Etiopía en busca de su hija, se encamina a una lejana tierra, de la que con palabras oscuras y prometedoras de felicidad habla un oráculo. Sigue otra vez una cadena de peligros y aventuras, hasta que Cariclea, ya destinada como Teágenes al sacrificio, encuentra en Etiopía a sus padres, y allí, juntamente con el amado, recibe la dignidad sacerdotal. La variedad de la acción está realzada con extraordinaria habilidad por los personajes secundarios, cada uno de los cuales tiene su propia historia emocionante: como Cnemón, que, envuelto en una situación putifarina, se va a correr mundo; como Tiamis, el noble capitán de bandoleros, que resulta ser hijo de Calasiris. Un destino adverso, que se anuda temporalmente con el de la pareja, le ha desterrado, pero vuelve a encontrar a su padre y una vida honrada. 183 Para una fecha más tardía: M. VAN DER VALK, "Remarques sur la date des Ethiopiens d'Héliodore", Mnem., 9, 1941, 97, con la hipótesis de que Heliodoro es tributario de Juliano en muchos pasajes; A. WIFSTRAND, Bull. Société des lettres Lund, 1944/45, 2, 36 ss., fundado en observaciones lingüísticas; M. P. NILSSON, Gescfa d. gr. Reí., 2, 2. a edición, Munich, 1961, 565; O. WEINREICH en la traducción de REYMER (cf. pág. 902), 348, demuestra que ningún argumento es concluyente. 184 Además, H. DÓRRIE, "Die griech. Romane und das Christentum", Phil., 93, 1938, 273. 185
Mucho en H E L M (V. pág. 902), 53.
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Por otra parte, las Etiópicas constituyen un relevante testimonio de que nuevas fuerzas religiosas penetran esta época. La castidad no es aquí simple postura, sino una auténtica exigencia interior. Los gimnosofistas etíopes consiguen la abolición de sacrificios cruentos; se reconoce la intervención de la justicia divina en el curso de los acontecimientos humanos. El que en la novela encontremos rasgos neopitagóricos o neoplatónicos1S6 depende de su fecha. El Oriente influye sublimando la representación del dios sol sentido como universal y colocado a la par de Apolo. No faltan la astrología, la creencia en los sueños y en la magia, pero se distinguen como formas inferiores y separadas de la sabiduría de los sacerdotes. En Heliodoro se percibe con especial claridad que la lengua de estas novelas es producto artificioso. Todos los recursos del arte retórico y apoyaturas poéticas no pueden desmentir el carácter pobretón de este estilo. Se construyen, pero no se redondean, grandes períodos. La manía, sobre todo, de recargar las oraciones amontonando participios conduce a la formación de cláusulas monstruosas. Un poco fuera del grupo de la novela de amor y aventuras descrito hasta aquí queda la novela pastoril de Dafnis y Cloe (4 1.) de Longo de Lesbos. Con habilidad literaria se armonizan aquí elementos diversos en un conjunto que ha ejercido una gran influencia y que gustaba al propio Goethe 187. Aquí se excluye la lejanía: la novela se desenvuelve en la isla, patria del autor, cerca de Mitilene. Las aventuras (una agresión a Cloe, el intento de raptar primero a Dafnis y luego a Cloe) son accidentes episódicos, lo mismo que diversos obstáculos que se oponen a la unión de ambos. Por extenso y con todo amaneramiento, pero con gracia, se describe el mundo bucólico, en el que se desenvuelve la acción. Si lo comparamos con los Idilios de Teócrito, no hay que echar en olvido la distancia que separa este juguete del arte del alejandrino. En Longo todo es idílico en el sentido de aquella poesía bucólica, que se acomodaba al mundo de esta novela. En este escenario idílico coloca el autor a dos expósitos que sirven a unos pastores. El brotar de su inclinación, la ingenuidad de su pasión, que tarda en encontrar el camino de su satisfacción, es propiamente su tema. El autor observa la inocencia de los dos jóvenes y el impulso instintivo de su pasión con cierta lascivia, y así los describe, y esto hace que la novela oscile entre la frivolidad y la naturalidad. El desenlace ocurre al estilo de la Comedia Nueva: Dafnis y Cloe encuentran a sus padres, acomodados ciudadanos de Mitilene, y pueden casarse. Pero a la vida de la ciudad prefieren la felicidad del mundo pastoril en el que se han criado. El final, con su reconocimiento de la excelencia de la vida inocente en la naturaleza, recuerda el Euboico de Dión (cf. pág. 867). Hoy se propende a no separar demasiado en el tiempo a Longo y a Dión y a adscribir a aquél todavía al siglo 11. Han resultado inaceptables las fechas admitidas en otro tiempo, pero hay que considerar también como posible la primera mitad del siglo 111. El estilo, de calculada simetría y simplicidad, está de acuerdo con esta cronología m. 186
Para lo último, GEFFCKEN y ahora NILSSON, op. cit., 565, 5. Diálogo con Eckermann, 20 de marzo de 1831. 188 En un pródromo a su libro luego mencionado pretendía- R. MERKELBACH demostrar en la novela relaciones con los misterios, sobre todo con los de Dionisos: "Daphnis und Chloe", Antaios, Zeitschr. für eine jreie Welt, 1, 1959, 47; el mismo, Román und Mysterium (v. abajo), 192. 187
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La epistolografía I89, objeto predilecto de la retórica, que cuidaba las cartas como ejercicios de estilo, es un género distinto de la novela. Pero en sus formas eróticas existen puntos de contacto en cuanto al contenido, y por esto es oportuno decir aquí unas palabras sobre ello. Ya mencionamos las cartas eróticas de Filóstrato (pág. 870) y las cartas de labradores de Eliano (pág. 886). Se ha perdido la colección de cartas eróticas del rétor Lesbonacte, del siglo 11. Es el mismo escritor del que poseemos tres míseras declamaciones 190. Está en consonancia con el espíritu de la época el que dos de ellas presupongan situaciones históricas del siglo v a. de C. Los más apreciables testimonios en este terreno son las cartas de Alcifrón, que, por lo demás, pertenece al siglo 11. En los cuatro libros (Cartas de pescadores, Cartas de labradores, Cartas de parásitos y Cartas de heteras) se exterioriza no sólo el esfuerzo lingüístico del aticista (que, por supuesto, no puede evitar desigualdades) y su celo anticuario, sino que sorprendemos el cálido amor del autor hacia su Atenas interpretada románticamente, y no rara vez consigue recoger en sus cartas algo de la gracia incomparable de aquella época. Esto es aplicable sobre todo a la fingida correspondencia entre Menandro y su Glícera, de la que ya tuvimos ocasión de hablar (pág. 675). Resultan también agradables algunas descripciones de la naturaleza llenas de frescura, como ocurre en la primera de las cartas de pescadores y en el relato de una excursión al campo (4, 13). Su erotismo es convencional, apreciándosele claramente sus puntos de contacto con la comedia, así como el de otros elementos de su estilo. Pero también en este erotismo hay cosas bonitas, como la carta de Lamia a Demetrio (4, 16) m . Un continuador muy tardío de esta literatura es Aristéneto, que, según la mención del pantomimo Caramalo (1, 26, cf. Sidonio Apolinar 23, 268), perteneció al siglo V. El empleo de cláusulas acentuadas concuerda con esta cronología. En sus Cartas eróticas (2 1.), dejándose llevar de su tendencia al griego aticista, copia frases enteras de Platón, de escritores de novelas, de Luciano, Filóstrato y Alcifrón, por nombrar sólo algunos. Pero es interesante desde el punto de vista de los argumentos, pues recopila los temas eróticos de la Antigüedad sacándolos de todos los géneros literarios (1, 10 y 15 están tomados de los Aitia de Calimaco). Hay que incluir aquí una alusión a la forma no erótica de la novela epistolar, representada únicamente por una colección de 17 cartas atribuida a Quión de Heraclea. Quión, al igual que su cómplice Leónides, procedía de la Academia, así como Clearco, tirano de Heraclea del Ponto, contra el cual dirigieron ambos la conjuración a muerte en las Dionisias del año 352. A propósito de esto, recordemos que Dión, amigo de Platón, cayó víctima, en Siracusa, de una conspiración tramada por el académico Calipo. Hay que rechazar la opinión de que las cartas con la descripción de los sucesos anteriores al hecho proceden del mismo Quión. Ayuno de conocimientos históricos especiales tomados de tradición digna de crédito, el autor de estas cartas es hombre de talento mediocre. Es difícil de-
m Para la carta y su teoría: H. KOSKENNIEMI, Studien zur Idee und Phraseologie des griech. Briejes bis 400 n. Chr., Helsinki, 1956. 190 Edición: F. KIEHR, Leipzig, 1907. 1,1 Texto con trad.: v. WILAMOWITZ, Herm., 44, 1909, 467 = Kl. Schr., 4, 244.
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terminar su fecha exacta. Quizá haya que referirla al helenismo tardío o al siglo i d. de C. m. Bibl. general para la novela: E. ROHDE, Der griech. Román, Leipzig, 1876; 3.a edición, 1914; reimpresión con un prefacio de K. KERÉNYI, Hildesheim, 1961. E. SCHWARTZ, Fünj Vortráge über den griech. Román, Berlín, 1896. K. KERÉNYI, Die griech.-orient. Romanlit. in religionsgeschichtlicher Beleuchtung, Tubinga, 1927. F. ZIMMERMANN, "AUS der Welt des griech. Romans", Die Antike, 11, 1935, 292 (con trozos traducidos). E. H. HAIGTH, Essays on the Greek Romances, Nueva York, 1943. F. ALTHEIM, Lit. u. Gesellschaft im ansgehenden Altertum, Halle, 1948; Román und Dekadenz, Tubinga, 1951. R. HELM, Der antike Román, Berlín, 1948; 2.a ed., Gotinga, 1956. BR. LAVAGNINI, Studi sul romanzo greco, Mesina-Florencia, 1950. O. WEINREICH, Nachwort zur Heliodor-Übers., por R. REYMER, Zurich (Bibl. d. Alten Welt), 1950. R. MERKELBACH, Román und Mysterium in der Antike, Munich, 1962. — Ediciones generales. W. A. HIRSCHIG, Erotici scriptores, París, 1856. R. HERCHER, Erotici scriptores Graeci, 2 vols., Leipzig, 1858/59. P. GRIMAL, Romans grecs et latins. Textes presentes, trad. et annotés, París, 1958. Q. CATAUDELLA, II romanzo classico, Roma, 1958. F. ZIMMERMANN, Griech. Roman-Papyri, Heidelberg, 1936; cf. P(ACK), núm. 2041-2067 y sobre los diversos autores. Tradición: H. DORRIE, De Longi Achillis Tatii Heliodori memoria, tesis doctoral, Gotinga, 1935 (cf. R. M. RATTENBURY, Gnomon, 13, 1937, 358). Cantón: W. E. BLAKE, Oxford, 1938. F. ZIMMERMANN, Der Román des Chariton, 1, Text u. Übers., Berlín, 1960 (Abh. Ak. Leipz. Phil.-hist. KL, 51/2). Trad. ital.: A. CALDERINI, Milán, 1913. B. E. PERRY, "Ch. and his Romance from a Literary-Historical Point of View", Am. Journ. Phil., 51, 1930, 93. — Jen. de Éfeso: G. DALMEYDA, Coll. des Un. de Fr., 1936 (bilingüe). — Jámblico: E. HABRICH, Iamblichi Bábyloniacorum reliquiae, Leipzig, 1960. Análisis de ÚRSULA SCHNEIDER-MENZEL en ALTHEIM, Lit. u. Gesellsch. (y.
arriba), 48. — Historia Apollonii: A. RIESE, Leipzig, 1893. — Aquiles Tacio: S. GASELEE, Loeb Class. Libr. (con trad. ingl.), Londres, 1917. E. VILBORG, Estocolmo, 1955 (con historia de la tradición y bibl.); además, C. F. Russo, Gnom., 30, 1958, 585. D. SEDELMEIER, "Studien zu Ach. T.", Wien. Stud., 72, 1959, 113. — Heliodoro: A. COLONNA, Roma, 1938. R. M. RATTENBURY y T. W. LUMB, Coll. des Un. de Fr. (con trad. de J. MAILLON),
3 vols., 1935, 1938, 1943; 2 a ed., 1960. F. ALTHEIM, Lit. u. Gesellsch. (v. arriba), 93. V. HEFTI, Zur Erzáhlungstechnik in H.s Aeth., tesis doctoral, Basilea, Viena, 1950 (con bibliografía). O. MAZAL, "Die Satzstruktur in den Aith. des Hel. v. Emesa", Wien. Stud., 71, 1958, 116. Trad.: R. REYMER, Zurich, 1950. Inglés: M. HADAS, Ann. Arbor Univ. of Michigan Press, 1957. — Longo: W. D. LOWE, Cambridge, 1908. G. DALMEYDA, Coll. des Un. de Fr., 1934; reimpr. 1960 (bilingüe). Juntamente con Parten»: J. M. EDMONDS, Loeb Class. Libr., Londres 1955 (bilingüe). O. SCHONBERGER, Longus, gr. y al., con comentarios, Berlín, 1960. Trad. alemana: L. WOLDE, Leipzig, 1939. E. R. LEHMANN, Wiesbaden, 1959- G. VALLEY, Über den Sprachgebrauch des L., tesis doctoral, Upsala, 1926. — Alcifrón: M. A. SCHEPERS, Leipzig, 1905. Las Cartas de las heteras: W. PLANKL, Munich, 1942 (bilingüe). Con cartas de Eliano y Filóstrato: A. B. BENNER y F. H. FOBES, Loeb Class. Libr., Londres, 1949 (bilingüe). L. FIORE, Florencia, 1957 (bilingüe). Una traducción ingl. de F. y B. WRIGHT, Londres, 1958. — Aristéneto: Para el texto hay que recurrir aún a los Epistolographi Graeci de R. HERCHER, París, 1873 (con trad. lat.), que muchas veces maneja caprichosamente la tradición. Trad. fr.: J. BRENOUS, París, 1938. Tra192
Hemos de agradecer a I. DÜRING, Goteburgo, 1951 (Acta Univ. Gotoburg., 57), una excelente edición con trad. y coment. (importante también para la lengua). Asigna el origen de la colección a la época comprendida entre el comienzo del reinado de Augusto y Plutarco. O. GIGON, Gymn., 69, 1962, 209, retrotrae la fecha a las postrimerías del siglo 11 a. de C.
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ducción alem. con intr. y notas: A. LESKY, Zurich, 1951 (Bibl. d. Alten Welt). El mismo, "Zur Überlieferung des A.", Wien. Stud., 70, 1957, 219. [N. B.: A. D. PAPANIKOLAOU, Zur Sprache Charitons, tesis doctoral, Colonia, 1963.]
5.
LA SEGUNDA SOFÍSTICA EN EL PERÍODO TARDÍO
El siglo iv está repleto de fenómenos que indican el cambio de los tiempos y que preparan un acontecimiento, el cierre de la universidad ateniense, que señala el límite que nos hemos propuesto. Las antiguas familias han desaparecido en su mayoría en la confusión del siglo 111; la pérdida de los bienes rurales ha puesto a las ciudades en trance dificilísimo. La efebía, pieza central de la educación griega, había dejado de existir; en el 393 terminan los agones en Olimpia, en la que, el año 385, el último olimpiónica conocido por nosotros había sido el príncipe armenio Varzdates. Pero la retórica continuaba siendo todavía la grande y casi única fuerza formativa desde hacía tiempo. Sus maestros, los sofistas, configuraban en gran parte la vida cultural. Vemos en ella anquilosamiento y disolución, pero no debe olvidarse cuánto ha contribuido el ejercicio de la retórica a la conservación de la tradición helénica. Los grandes autores del pasado seguían siendo fundamento de la enseñanza y un ideal perseguido 193. Ésta adquirió en el decurso más tranquilo del siglo IV un nuevo y último impulso. Hay que reconocer que ella se adhería a la oposición, partidaria de la tradición, contra el cristianismo. De aquí el asentimiento de los círculos tradicionales a la política de Juliano. Pero en general se avenía a transigir con los príncipes cristianos. El más afortunado maestro de retórica de su tiempo, de corte sofista, fue Libanio de Antioquía de Siria (314 hasta cerca de 393). Después de estudiar en Atenas y tras un largo viaje, abrió escuela en 340/41 en Constantinopla, esquivó las intrigas de .sus enemigos marchándose en 346 a Nicomedia, y regresó definitivamente en 354, después de una breve estancia en Constantinopla, a su patria. Entre sus discípulos, procedentes de todos los países de Oriente, hubo cristianos tan significados como Juan Crisóstomo, Basilio el Grande y Gregorio de Nacianzo. Pero Libanio, el tradicionalista, quedó al margen de las nuevas ideas, y el intento de restauración de Juliano significó para él el cumplimiento de sus aspiraciones. Consideraba como alumno suyo al emperador, aunque no había podido escuchar sus lecciones en Nicomedia en su juventud. Dedicó al emperador, caído en Oriente el año 363 en la lucha contra los enemigos del imperio, su Monodia a fidiano (17 F.) y su discurso más largo, el Epitafio a Juliano (18 F.), en el que con más intensidad que en otros percibimos acentos personales. La estrecha vinculación a su ciudad natal encontró su expresión en el panegírico a ésta, el Antióquico (11 F.) 194 . Libanio pronunció este importante discurso histórico en Antioquía en las Olimpíadas. 193 Para el estudio de las formas de la enseñanza en el helenismo tardío es importante el cap. vi, "Paidéia Grecque et Éducation Chrétienne", del libro de FESTÜGIÉRE sobre Antloqaia (v. abajo). "'; Bibl., v. abajo.
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El legado literario del orador y maestro, en el que hay también una autobiografía (i F.), es muy extenso, a pesar de que no se conserva íntegro. Además de los discursos destinados a circunstancias diversas, quedan numerosas Declamaciones escolares y piezas modelo (Progymnasmata) para los diversos ejercicios exigidos por la escuela de retórica. Compuso para un entusiasta de Demóstenes, el procónsul Montio, las Hipótesis a los discursos de aquél, pero la parte más extensa de lo conservado está formada por la gigantesca colección de Cartas, con la que sólo admiten remota comparación en la Antigüedad la de Juliano y la del platónico, y luego obispo, Sinesio de Cirene. No todo lo que leemos en Libanio es retórica. Su fe en la primacía de la cultura helénica es auténtico convencimiento. También comprobamos en él, por mucho que su mundo espiritual esté edificado con elementos del pasado, muchos ingredientes de la época. Las Cartas son una fuente valiosa para la comprobación de este punto. No hay que olvidar tampoco que en ocasiones encontró un lenguaje más libre para referirse a las desdichas del Estado y de la sociedad. Como estilista, figura en el frente contrario al asianismo y se atiene a los grandes modelos antiguos. Su modelo más admirado es Elio Aristides, que era ya para la Antigüedad tardía poco menos que un clásico. Libanio rehusó una invitación que se le hizo para ir a Atenas en 353, dejando el terreno libre a otros. En su tiempo, Himerio de Bitinia gozaba allí fama de orador. Nació hacia 310, y murió de edad avanzada. En Atenas, donde había estudiado, comenzó su actividad de sofista. El haber dejado la ciudad por algunos años puede estar relaciorado con una derrota que sufrió en la competición oratoria con Proheresio. Juliano le llamó en 362 a Antioquía, y en 368 regresó a Atenas. Sus ochenta Dismrsos, de los que poseemos enteros 24 y de los que conocemos algunos por extractos de Focio, se abstem'an de temas políticos. Por Focio sabemos de ejercicios retóricos suyos con ficciones frivolas para uso de las escuelas: Demóstenes intercede por la reposición de Esquines, Epicuro es acusado de incredulidad, y otras cosas por el estiló. Conservamos el Polemárquico, un discurso de aparato atribuido al arconte Polemarco en la fiesta ática de los Epitafios. Pero principalmente se trata de discursos de circunstancias, alocuciones a altos funcionarios y, sobre todo, muchas cuestiones relacionadas con la actividad docente. Frente al purismo de Libanio, aparece en Himerio, "el amigo del coro divino de los poetas" (or, 4, 3), una aproximación a la lengua poética sin ejemplo en esta época 19S. La retórica rivaliza aquí con la poesía, y esta emulación se lleva a límites extremos. Estos discursos aspiran a ser himnos y cantos: su autor se siente más cerca de los poetas, de los lesbios sobre todo, que de sus naturales modelos, los antiguos oradores. En medio de toda su inaguantable afectación, puede servirnos ae agradable compensación el que de esta manera nos haya conservado muchos fragmentos de poesía antigua. Ninguno de los sofistas mencionados adoptó una actitud hostil frente a la filosofía. Libanio incluso habla de ella con especial respeto196. La rivalidad existe, pero no se discute a la filosofía su derecho a vivir; antes, al contrario, se tiene a gala ser filósofo. Más cercano a ella está el bitinio Temistio, que se cree vivió 1,5 Una instructiva relación de pasajes en E. NORDEN, Ant. Kunstprosa, 4.* reimpr., Leipzig, 1923, 429. 196 Por ej., or. 1, 131; 13, 13; ep. 1051, 1496.
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de 317 a 388. Dentro de sus posibilidades, permaneció fiel a los filósofos, que él había conocido ya a través de su padre. Se adhirió al movimiento espiritual de su época; era su filósofo preferido el sesudo Aristóteles, queriendo establecer un puente de unión entre él y Platón, a quien cita a menudo. Escribió paráfrasis a los dos filósofos y conservamos las paráfrasis a Aristóteles. Pero el propio Temistio había pasado, primero en su patria y luego en Constantinopla, por las escuelas de retórica, y hacia 345 empezó a enseñar en la nueva capital. Como pretendió servir a dos señores, atrajo sobre sí, como suele acontecer, los ataques de ambos lados. En una serie de discursos, de los que el primero era el BaoccviotTjq f\
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quico o Misopogon (odiador de la barba), una sátira que el emperador, malhumorado, compuso en Antíoquía poco antes de su muerte en el campo de batalla, y que es una importante pieza autobiográfica. El emperador, que ostentaba la barba de los filósofos y que tenía mucha simpatía por los tínicos, se revolvía airado contra los que a él le parecía que falseaban el ideal cínico. Por esto, en el año 362 se revuelve en un discurso Contra los perros ineducados (Etq TOUC, COTcaSsÓTouq KÚvaq), mientras.que el discurso Contra el cínico Heraclio encierra motivos personales. Las Cartas de Juliano, así como algunos Epigramas que nos han llegado a nombre suyo, plantean problemas de autenticidad. Pero en la colección de Cartas se encuentran documentos auténticos de la época, sobre todo la carta a Temistio, con previsiones a problemas de gobierno, y el memorial a los atenienses, con una rendición de cuentas autobiográfica. Las obras de Juliano son muy importantes para el conocimiento de la época y del propio Juliano, personaje trágico en su problemática. Estos testimonios literarios, escritos con premura y tributarios de los modelos de la época, apenas tienen importancia desde el punto de vista estilístico. Ahora, y a manera de apéndice, mencionemos la escuela retórica de Gaza, que sólo llegó a su apogeo a comienzos del siglo vi y cuyos conspicuos representantes eran todos cristianos: Procopio, que, además de muchas obras teológicas, escribió declamaciones rigurosamente aticistas, ejercicios de clase y cartas, y celebró al emperador Anastasio en un Panegírico; su discípulo Coricio, interesante sobre todo por un discurso en defensa de los actores y, en los discursos al obispo Marciano, por la descripción de las iglesias de Gaza; Eneas, del que poseemos cartas y un diálogo llamado Teofrasto, en el que el filósofo relata su conversión al cristianismo. Los trabajos de técnica retórica, como aquellos cuyo estudio seguimos hasta el siglo ni (págs. 875-876) continuaron hasta finales de la Antigüedad. De Lácares de Atenas, perteneciente al siglo v, sabemos que escribió, además de otras obras, una sobre el ritmo de la prosa. Su discípulo más eminente fue Nicolao de Mira en Licia, del que poseemos Progymnasmata. Son de un cierto valor para el conocimiento de una tradición que, sin crear nada nuevo, trabajaba a base de elementos trasmitidos. J. GEFFCKEN, Der Ausgang des griech.-rom. Heidentums, 2.a ed., Heidelberg, 1929. — Libánio: R. FORSTER, 12 vols., Leipzig, 1903-27. J. BIDEZ, Themistius in V. Briefen, París, 1936 (edición crít. de 52 Cartas con coment.). L. HARMAND, L. discours sur les patronages, París, 1955 (con trad. y coment.). P. WOLF, Vom Schulwesen der Spatantike. Studien zu L., Baden-Baden, 1952 (con bibl.); "L. und sein Kampf um die hellenische Bildung", Mus. Helv., n , 1954, 231. P. PETIT, L. et la vie municipale á Antioche au IVe siécle aprés J.-C, París, 1956; "Recherches sur la publication et la diffusion des discours de L.", Historia, 5, 1956, 479; Les étudiants de L., París, 1957. A. J. FESTUGIÉRE, Antioche paienne et chrétienne. L., Chrysostome et les moines de Syrie, París, 1959. Este importante libro trae una traducción del Antióquico, con comentario arqueológico de R. MARTIN, el relato de la actividad de L. en Antíoquía y una selección de las cartas con traducción y ordenadas cronológicamente. — Himerio: A. COLONNA, Roma, 1951; el mismo, "Himeriana", Boíl, del com. per la prepar. della ed. naz. dei class. Gr. e Lat., 9, 1961, 33. S. EITREM, L. AMUNDSEN, "Fragments from the Speeches of Him.", Class. et Med., !7) 1956, 23. — Temistio: Las paráfrasis a Aristóteles, en el quinto vol. de los Commen-
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taña in Aristotelem Graeca (v. pág. 610). Los discursos: W. DINDORF, Leipzig, 1832; reimpr. en Olms/Hildesheim, 1961. H. KESTERS, Antisthéne de la dialectique, Lovaina, 1935. El mismo, Plaidoyer d'un Socratique corare le Phédre de Platón. XXVTe discours de Th. Introd., texte et trad., Lovaina, 1959. La edición es útil, pero es insostenible la tesis de que Temistio se haya apropiado aquí el escrito de un socrático; cf. O. GIGON, Mus. Helv., 18, 1961, 239; O. REGENBOGEN, Gnom., 34, 1962, 28. G. DOWNEY, "Education and Public Problems as seen by Th.", Trans. Am. Phil. Ass., 86, 1955, 291. — Juliano: J. BIDEZ y F. CUMONT, J. imperatoris epistulae leges poematia fragmenta varia, París, 1922. J. BIDEZ, I / I : Discours; I / 2 : Lettres, Coll. des Un. de Fr., 1932 y 1924 (bilingüe). W. C. WRIGHT, 3 vols., Loeb Class. Libr., 1913-23. B. A. GRONINGEN, I. imp. epistulae selectae. Textus min., 27, Leiden, 1960. F. BOULANGER, Essai critique sur la syntaxe de Vempereur Julien, Lille-París, 1922. J. BIDEZ, Ld vie de l'empereur J., París, 193° (traducción alem., 3.a ed., 1942). Para su programa religioso, M. P. NILSSON, Gesch. d. gr. Reí., 2, 2.a ed., Munich, 1961, 455. J. KABIERSCH, Untersuchungen zum Begriff der Philanthropia bei dem Kaiser j . , Klass. phil. Stud., 21, Wiesbaden, 1960. — Para los escritores de Gaza hay que recurrir todavía a las antiguas ediciones que indica CHRIST-SCHMID en su Lit.-Gesch. Además, las ediciones de Eneas, Theophrastus sive de immortalitate animae por MARÍA E. COLONNA, Ñapóles, 1958. Nicolao: J. FELTEN, Leipzig, 1913.
[N. B.: G. DOWNEY prepara una nueva edición de los discursos de Temistio. Comunicación de W. BUCHWALD.]
6.
LA FILOSOFÍA
Los dos primeros siglos de la época imperial están dominados en filosofía por un tradicionalismo que, sin embargo, presenta modalidades de considerable amplitud. Al lado del cultive esotérico de la tradición figuran las viejas teorías que se complementan con una auténtica vida interior. La actividad compilatoria, que en gran medida habían iniciado los peripatéticos, se continúa también. Nos han llegado partes considerables 198 de un compendio de doctrinas (Xuvayoyr] TSV ápeoKÓvxcov) que compuso Aecio en el siglo 1 o 11. Son de importancia inapreciable para la historia de la filosofía antigua, sobre todo porque Aecio se concretó meramente a exponer, sin sacar a relucir exégesis propias. El Perípato mantiene su estrecha vinculación con el trabajo erudito. El hallazgo dé los escritos didácticos de Aristóteles y su publicación (cf. pág. 609) habían creado las bases para la extraordinaria actividad de los comentaristas. Hubimos de referirnos a elía al hablar de Temistio, y destacamos ahora entre un gran número a Alejandro de Afrodisias (principios del siglo 111)'" como erudito exégeta que sirvió con devoción a su maestro. Su maestro fue Aristocles de Me158 H. DIELS reconoció y puso de relieve en Doxographi Graeci, Berlín, 1879, 273-444, que la obra de Aecio es la fuente común del Epítome (para éste, K. ZIEGLER, RE, 21,
1951, 879) del Pseudo-Plutarco, de excerptas de Estobeo en 'EKX.oyat ((XXUKOÍI KCCI I*|8L-
KCCC y del Pseudo-Galeno, ÜEpl <(HXOC,. tcToptaq. 199 P. MORAUX, Alexandre d'Aphrodise. Exégéte de la Noétique d'Aristote, París, 1942. F. E. CRANZ, "The prefaces to the Greek editions of Al. of Aphr. 1450 to 1575", Proc. of the Am. Philos. Soc, 102, 1958, 510. Para la tradición, en la que figura Alejandro, es importante el fragmento de un comentario a la Tópica, que es por lo menos 100 años más antigua que la de Alejandro: Pap. Fayum, 3 (alrededor del 100 d. de C).
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sina (Sicilia), el cual, como autor de una extensísima obra de historia de la filosofía (Ilepl 4>LXoao<¡>[a<; ftifiXla i) m, figura dentro de la genuina tradición peripatética. A juzgar por los fragmentos, que han llegado a nosotros a través sobre todo de la Praeparatio evangélica de Eusebio, recibimos la impresión de una obra escrita con erudición y asentada en base científica y que, en su aspiración a trazar la historia de las diversas teorías, superó con mucho a Diógenes Laercio. También escribió sobre retórica (Téxvcu pr|TopiKaí)El escepticismo de cuño pirrónico, con el que la Academia había tenido contactos temporales (cf. pág. 716), había experimentado ya una renovación a finales del siglo i a. de C. por obra de Enesidemo de Cnosos. Sexto Empírico, eminente representante de aquella escuela médica empírica con la que simpatizaba también Enesidemo, es nuestro principal testigo de la lucha que sostuvo esta orientación contra todo dogmatismo. Escribió a fines del siglo 11 y nos dejó un Resumen de las teorías de Pirran (riuppcbvsLOi üiioTu-róaeK;, 3 1.) y Escépticas que comprenden seis libros Contra los matemáticos y cinco Contra los dogmáticos2111. Ciertamente, la oposición escéptica a los resultados adquiridos por la razón contribuyó, y no por voluntad de sus representantes, a preparar el camino al misticismo. Noticias como la que nos habla del interés de Plotina, esposa de Trajano, por el epicureismo o testimonios como la inscripción de Enoanda (cf. pág. 714) revelan que el epicureismo todavía tema partidarios. Sin embargo, no se puede hablar de progresos de la doctrina, que en la Antigüedad tardía quedó muy rezagada. En esta época el estoicismo desplegó una vida interior muy intensa. Como había conquistado ya el mundo romano, su influjo fue decisivo. ¿Quién podría justipreciar, por ejemplo, el influjo que ejerció Areo Dídimo de Alejandría, estoico con tendencia platónica, en su calidad de filósofo áulico de Augusto y amigo de Mecenas? 202. Maestro de Lucano y Persio fue L. Aneo Cornuto de Leptis (África). De él poseemos una Teología helénica abreviada ('EmSpour) TSV Kccxá TI^V 'EXXr|ViKÍ|v 0£oXoy£ocv itccpccoeSouévcov), enteramente inmersa en la tradición de la alegóresis estoica, tal como la vimos expuesta en el escrito casi contemporáneo de un Heráclito, mencionado antes (pág. 705). Un personaje que caracteriza la vinculación de extensos círculos culturales es el filósofo Queremón203, simpatizante del estoicismo, que probablemente estuvo al frente del Museo de Alejandría después de Apión (pág. 836). Después del año 49 llegó como preceptor de Nerón al palacio imperial y escribió tratados de historia y gramática. Si cotejamos los fragmentos llegados a nosotros de las Historias egipcias y de las Cuestiones jeroglíficas sobre la escritura ideográfica de los antiguos egipcios 200 Los fragmentos estar en MUIXACH, Fr. Phil. Gr., 3, 206, y en H. HEILAND, Aristoclis Messanii Reliquiae, tesis doctoral, Giessen, 1925. F. TRABUCCO, "II problema del De philosophia di Aristocle di Messene e la sua dottrina", Acmé, n , 1958 (1960), 97. 201 Las mismas citas nos brindan la siguiente cronología: Ilupp. ira., luego Contra tos dogm. 7-XI (contra los lógicos, físicos, éticos dogmáticos), reelaboración ampliada de riupp. úit. 2, 3; por último, Contra los matemát. 1-6 (para gramática, retórica, geometría, aritmética, astrología y música). 202 Resúmenes de sus obras doxográficas sobre Platón y Pitágoras en Estobeo, cf. H.
DIELS, Doxographi, 447.
203 Una colección de fragmentos comentada por H. R. SCHWYZER, tesis doctoral, Bonn (Klass.-phü. Stud., 4), 1932. Los fragmentos también en F Gr Hist 618.
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con la noticia de que ejerció como hierogrammateus en el seno de una comunidad sacerdotal egipcia, veremos en él un representante de aquel sincretismo egipcio-alejandrino orientado con una actitud romántica hacia el pasado y abierto lo mismo al platonismo que al pitagorismo. También al siglo 1 d. de C. pertenece probablemente el Pínax de Cebes, una exposición alegórica, que conservamos, de los diversos caminos de la vida. Es tan frecuente que los estoicos romanos escriban en griego, que Séneca constituye casi una excepción. También se sirvió de la lengua griega C. Musonio Rufo, de Volsinii, de origen ecuestre. Estobeo nos ha conservado algo de los apuntes de su discípulo Lucio 204 . Por lo que de ellos podemos colegir, nos le muestran enteramente dentro de la tradición. La influencia de su personalidad debió ser mayor. En los últimos años de Nerón, como miembro que era de la oposición filosófica, fue desterrado al islote de Giaros, pero pudo volver en el reinado de Galba. Bajo Vespasiano y Tito repitióse el juego de destierro y retorno. Importante es el número de sus discípulos, entre los cuales encontramos, además de Dión de Prusa, al hombre que dio un inolvidable sello personal al autodominio estoico ante la vida. Epicteto nació a mediados del siglo 1 d. de C. en Hierápolis de Frigia. Era un esclavo impedido por una parálisis. A su amo, el cortesano Epafrodito, debió la libertad y también la posibilidad de escuchar las lecciones de Musonio. Él también enseñó en Roma al principio, pero luego, a consecuencia de la expulsión de los filósofos en tiempo de Domíciano, hubo de acatar el decreto imperial, y reunió un gran número de discípulos en Nicópolis de Epiro. Debió morir ya en el reinado de Adriano. Más todavía que el antiguo estoicismo, hacía hincapié su doctrina en cuestiones de ética. W. THEILEE ^ lo ha expresado en una fórmula brillante: con un mínimo de metafísica da un máximo de sabiduría ética. Si en esto se acerca mucho al cinismo, en mayor medida que éste vuelve a reconsiderar los puntos que desde sus comienzos el estoicismo consideraba importantes. Pero su cinismo no es bronco. No escuchamos al hombre que lucha ardorosamente contra los bienes de este mundo, sino al sabio que con tranquila superioridad recomienda la renuncia. También en él es un estribillo el "fata sequi", pero no habla de él con el "pathos" heroico de un Séneca, sino con humilde sumisión a la voluntad de la providencia. Habla del antiguo cosmopolitismo estoico con tonos de auténtico amor al hombre. Se comprende que se haya pretendido encontrar en él elementos del cristianismo. No escribió nada. Lo que conocemos de él se lo debemos a Arriano (cf. pág. 879). Éste nos trasmitió en su carta dedicatoria de las Diatribas una idea de la fuerte y directa impresión que ejercía la enseñanza oral de Epicteto. W. THEILER considera al emperador Marco Aurelio como el último estoico que escribió obras de entidad. El intercambio epistolar del futuro gobernante con su maestro Frontón 206 nos permite ver la notable transformación operada en su vida. Frontón y Herodes Ático se habían esforzado honestamente en conquis204
Edición de O. HENSE, Leipzig, 1905.
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Gnom., 32, 1960, 500. 206 Especialmente 1, 2ls en C. R. HAINES, The Correspondence of Marcus Comelius Fronto, Loeb Class. Libr., 1919, del año 146; una buena traducción con introducción de THEILER (cf. abajo), 9.
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tar al príncipe para la retórica, pero la seriedad con que interpretaba la vida le condujo por distinto camino, el de la filosofía. Ella fue la compañera del soberano que después de un largo período de paz, con sus más felices sucesos, hubo de soportar las arduas preocupaciones del imperio. Los partos, la peste, los marcomanos, los cuados, una revuelta dirigida por Avidio Casio, le mantuvieron durante su reinado (161-180) en constante actividad. Su filosofía le ayudó a conservar la tranquilidad interior necesaria para cumplir sus deberes. Gran parte de los 12 libros de sus admoniciones A sí mismo (Tá stq écarróv) fueron escritos durante la campaña: así, el libro 2 en el país de los cuados, el libro 3 en Carnunto. El carácter aforístico propio de todos los libros menos el primero, que probablemente escribió el último, se explica por la índole del autor, pero también por las circunstancias de su redacción. El que la doctrina estoica de Marco Aurelio sea distinta de la de Epicteto no depende, o depende en mínima parte, de que utilice en mayor medida fuentes distintas (por ejemplo, a Apolonio). Tampoco depende de manera decisiva de la diversa postura personal; es un temperamento distinto el que aquí nos habla. Si en Epicteto vemos un cálido sentimiento y una hermosa confianza, en Marco Aurelio encontramos una profunda resignación que marca el tono del conjunto. La Historia Augusta (4, 27, 7) pone en boca de Marco Aurelio la frase del filósofo gobernante de Platón, pero en el emperador leemos algo distinto (9, 29): "No pongas tu esperanza en el Estado de Platón, sino conténtate con que la más pequeña cosa vaya adelante". Así habla el hombre que, sin ilusiones, inaccesible a la tentación de refugiarse en el misticismo, seguía por el camino del deber el mandato de lo divino que había en su interior y que le dio a conocer la doctrina estoica. Un papiro berlinés207 nos ha conservado gran parte de los Rudimentos de la ética ('H8i.Kr) moixslaoic;) de Jerocles de Alejandría, casi contemporáneo de Epicteto. Tiene poco interés para nosotros este manual vulgarizador de la ética del estoicismo antiguo. La última gran creación de poderoso influjo de la filosofía griega está vinculada al nombre de Plotino Su obra no está, como tampoco la de los otros pensadores helénicos, aislada en el tiempo; todavía podemos reconocer muchos de los elementos que se concentraron en su filosofía como en un punto focal para desde ella, y remontando los siglos, ejercer su influencia en varias direcciones. Debería desterrarse definitivamente la opinión de que el neoplatonismo significa sencillamente el avasallamiento del espíritu helénico por Oriente, una especie de venganza que el Mito tomó de su despótico señor el Logos. Por otra parte, no deben ser subestimados los elementos orientales, que ejercieron su influjo sobre todo en la época tardía. La investigación sobre este punto está todavía en agraz. Pero en cuanto a Plotino, podemos decir que su construcción se asienta en fundamentos helénicos y está erigida predominantemente con materiales del mismo origen. Ante todo, su filosofía es real y verdaderamente platonismo renovado. Por supuesto, el platonismo no fue adaptado en toda su extensión. La dialéctica de los primeros diálogos apenas tenía nada que pudiese utilizar el nuevo movimiento, y Núm. 400 P.; la clásica edición de H. v. ARNIM, Berl. Klass. Texte, 4, 1906.
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dígase lo mismo del pensador político Platón, cuyas palabras no encontraban eco en una época imperial. Pero la radical separación entre el mundo ofrecido a los sentidos y otro accesible sólo al espíritu y el establecimiento de aquello que es lo único de valor en el hombre, en la esfera de lo espiritual, todo esto constituye el conjunto de presupuestos decisivos e inconmovibles del platonismo renovado. En Platón vemos los orígenes de importantes elementos del sistema de Plotino. En el Ser sobre el Ser (¿itÉKeiva xfjq oüoíaq), que en la República (509 b) se identifica con la idea del Bien, se anticipa la superación de todo ser por lo Uno, y el curioso pasaje de la Carta séptima (341 c; cf. pág. 545) sobre la luz del conocimiento supremo, encendida de repente tras largos esfuerzos, es comparable, por muchas diferencias que medien, con la manera en que Plotino se representa el logro de la más alta meta. Las líneas que enlazan entre sí ambos sistemas no deben, sin embargo, encubrir la realidad de que el platonismo renovado no surge directamente de la tradición de la Academia, sino que surgió en el mundo antiguo como una novedad preparada desde otras partes. En lugar de una lucha dialéctica, interminable por su misma naturaleza, interviene ahora la proclamación y la explicación de conocimientos que se obtienen con la evidencia de la contemplación interior. En el círculo de los neoplatónicos se podrá discutir la manera de coordinarse y subordinarse los más diversos problemas de este conocimiento, pero éstos permanecen inaccesibles a la duda. La nueva seguridad puede llegar hasta la intolerancia. Pero el último fin no es simplemente el conocimiento de la esencia de Dios, sino la unión con él vivida en un acto místico. La filosofía se ha transformado en religión. Este camino fue preparado por diversas corrientes. Sólo en pequeña medida en el seno de la misma Academia ateniense. Ciertamente, en Espeusípo y en Jenócrates se pueden apreciar importantes puntos de arranque de la doctrina posterior208, pero el desarrollo de la escuela durante el helenismo recibió pocos impulsos fructíferos. Con todo, el eclecticismo significa que la doctrina se abrió a otras orientaciones. El platonismo realiza también esta apertura fuera de la Academia. Se advierte influjo pitagórico en Eudoro de Alejandría209, que es importante para el fortalecimiento de la tradición platónica en el siglo 1 a. de C. Además de elementos del Perípato, desempeñaron un importante papel otros del estoicismo en la escuela del comentarista de Platón, Gaio (primera mitad del siglo 11 d. de C ) , que nos es accesible gracias a los escritos introductorios a Platón, Pró~ logo y Didascálico, de su discípulo Albino 21°. Gayo formuló la proposición, importante para toda la exégesis platónica posterior, de que las doctrinas del maes208 PH. MERLÁN, From Platonism to Neoplatonism, La Haya, 1953. Además, H. DoRRIE, Philos. Rundschau, 3, 1955, 14; "Zum Ursprung der neuplat. Hypostasenlehre", Herm., 82, 1954, 331. 205 H. DORRIE, "Der Platoniker Eud. von Alexandreia", Herm., 79, 1944, 25. Para el movimiento iniciado en Alejandría, A. WLOSOK, Laktanz und die philos. Gnosis, Abh. Ak. Heidelb. Phü.-hist. Kl, 1960/2, 52. 210 Para su relación con Gaio: K. PRAECHTER, "Zum Platoniker G.", Herm., 51, 1916, 510. Para su caracterización, el trabajo de H. DORRIE, "Die Frage nach dem Transzendenten im Mittelplatonismus", en Sources de Plotin. Entretiens sur l'ant. class., 5, Fondation Hardt, Vandoeuvres-Genéve, 1960.
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tro había que entenderlas ya ¿Tucn:r|uovi.KCúcJ, ya etKOToXoyLKCúc;211, ya en sentido meramente científico, ya en el sentido de insinuación y alegoría. Los escritos de Albino nos permiten reconocer el avance de un platonismo que considera al demiurgo como principio subordinado a las ideas, como mera concausa del Ser, pone en juego el binomio de conceptos 8úvccuiq-£vépY£i.a e introduce el peldaño de lo divino en el sistema neoplatónico. En contacto con este círculo estuvo también Celso, que en el siglo n, al final de los años setenta, atacó a los cristianos en su Palabra verdadera ('AXr)8r|q Xóyoc,). La réplica circunstanciada de Orígenes (Kccxá KéXaou, 8 1.) permite restablecer en gran parte su contenido. Respecto a los influjos estoicos a que nos hemos referido, hay que pensar también en Posidonio212. Hemos de recordar que Teón de Esmirna, que escribió en tiempos de Adriano, utilizó probablemente en su Introducción matemática a Platón (Jlspl TCOV Kara TÓ ua6r]UcmKÓv xpiT^H^v £ k T 1 1 v FlXcacovoq ccváy213 VCOOLV) un comentario al Timeo del peripatético Adrasto, que se basa a su vez en Posidonio. Constituye un ejemplo característico de cómo se va borrando la precisión en los límites del sistema la postura conciliadora de Plutarco y Máximo de Tiro. Orador ambulante y filósofo, este último abre su platonismo a casi todos los otros sistemas, menos al de Epicuro, y sitúa junto a la idea de dios, a la que se da un sentido trascendente, un copioso demonismo. De las conferencias que pronunció en tiempo
Proclo en Tim. 1, 340, 25 Diehl. 212 iff THEILER, Die Vorbereitung des Neuplatonismus. Problemata, 1, Berlín, 1930, trató de demostrar su importancia para el platonismo. H. R. SCHWYZER, RE, 21, 1951, 577, se muestra escéptico. 213
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E. HILLER, Leipzig, 1878. J. DUPUIS, París, 1892 (con trad.).
D. Fase. 2, 82; ahora D. YOUNG, Theognis, etc., Leipzig, i96r, 86. Hubo otras colecciones de máximas de Sexto (A. ELTER, Bonn, 1891/92), Secundo, Demonio, Eusebio; todo muy anodino a juzgar por los restos. 215 En Simplicio, In phys. 1, 7; cf. E. R. DODDS, Class. Quart., 22, 1928, 140.
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puso Nicómaco de Gerasa, en Arabia, autor además de una biografía de Pitágoras, una Introducción a la doctrina de los números ('ApiSuTyuKr) £ÍoccYCoyi!|) 216> que fue muy estimada y comentada por los neoplatónicos. Ningún otro pensador del siglo 11 d. de C. es tan importante como el sirio Numenio de Apamea217 para el estudio de la estrecha vinculación entre pitagorismo y platonismo, del entusiasmo por la creencia en un dios trascendente, del desprecio de la materia motivado por el concepto dualista del mundo. No es del todo ilógico, aunque sí una superficialidad, el que sus contemporáneos reprocharan a Plotino que tomase como fuente a Numenio218. El platonismo tal como lo entendía Numenio significaba repulsa de los elementos procedentes del Perípato, a los que había abierto de par en par las puertas el eclecticismo de un Antíoco de Ascalón (cf. pág. 716). En igual oposición a Aristóteles encontramos también al platónico Ático219, que vivió en la segunda mitad del siglo 11. Renunció a un eclecticismo cercano a Aristóteles, pero, por otro lado, concedió entrada a algunos elementos del estoicismo. Hemos de ver la actitud de los pitagóricos, tan importante en el platonismo renovado, su orientación hacia una forma de vida determinada y hacia el conocimiento de la divinidad como su fin en un movimiento más amplio, que hundía sus raíces en el helenismo y tomó incremento en los primeros siglos de la época imperial. Este dualismo divorciado del mundo, que aspira a la liberación del hombre mediante el conocimiento de Dios y la unión con él, aparece ante nuestros ojos en la colección, importante para la historia de la religión, que bajo el nombre de Hermes Trismegisto reúne cierto número de tratados. El más importante de estos Escritos herméticos, que presentan numerosas diferencias entre sí, es el Poimandres. No es ésta ocasión de ocuparnos de la hermética, hermana pagana de la gnosis, pero habría de adjudicársele un lugar en el ambiente espiritual del que había de surgir el neoplatonismo. Dígase lo mismo de los Oráculos caldeos, que gozaron de especial estima entre los neoplatónicos. Proceden de la época de Marco Aurelio, y su autor fue probablemente el teúrgo Juliano. Los restos de estas máximas en hexámetros (Xóyta) revelan la fusión de indudables elementos orientales con otros pitagóricos, platónicos y estoicos 22°. Plotino, que elaboró su sistema —última gran creación de la filosofía antigua— partiendo de esta confusa multitud de elementos, nació en 205. No sabemos dónde; es inaceptable una noticia de Eunapio que dice que nació en Licópolis r21, en el Alto Egipto. A los veintiocho años, es decir, muy tarde, se entregó 216 Edición de R. HOCHE, Leipzig, 1866. Se ha conservado también un 'AptioviKÓv ¿YX E l P' 0 l 0 v : C. JAN, Musici Script. Graeci, Leipzig, 1895, 237. 217 G. MARTANO, Numenio d'Apamea, Ñapóles, 1960. 218 Porfirio, Vita Plotini 17, 1. Los motivos que hacen comprensible este reproche los expone E. R. DODDS en su trabajo "Numenius and Ammonius", que es una contribución a las Sources de Plotin mencionadas en la bibl. a Plotino. 219 Eusebio ofrece los fragmentos más importantes en la Praeparatio evangélica, ir, 1 s.; 15, 4-9; 12 s. J. BAUDRY, Añicos. Fragm. de son oeuvre avec introd. et notes, París, 1931. 220 Bibl. en M. P. NILSSON, Gesch. d. gr. Reí, 2, 2.a ed., Munich, 1961, 479, 1. 221 FR. ZUCKER, "Plotin und Lykopolis", Sitzb. D. Ak. Berlín, 1950/1, tiene por verdadera la noticia y se apoya en la existencia de fuertes elementos culturales griegos en este mundo greco-egipcio. Habla también de la obra conservada de Alejandro de Licópolis, neoplatónico, que escribió Contra las doctrinas de los maniqueos (npóc. xac. Mctvixcttcov Só^aO-
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a la filosofía, produciéndole desilusión al principio los filósofos profesionales de Alejandría, pero pronto encontró en Amonio al maestro que le indicó el camino 222 . Amonio, conocido más tarde con el sobrenombre de Sacas, no escribió nada. Lo que sabemos de él, sobre todo a través de Porfirio, es que reunió en su doctrina elementos pitagóricos y platónicos. Sin duda, fue el estímulo espiritual de Plotino. Once años fue éste su discípulo, en el sentido platónico de comunidad de vida y espíritu; después se incorporó a la campaña de Gordiano III contra Persia (243) para conocer la sabiduría de los pensadores indios223. Pero en la primavera del 244 fue asesinado el emperador: Plotino tuvo que huir a Antioquía, y el mismo año se trasladó a Roma. Allí inició su actividad filosófica docente, que prosiguió durante veintiséis años, diez de enseñanza oral y el resto de enseñanza escrita. El año 269 hubo de retirarse con gran pesar a Campania, donde murió en 270. Hemos tratado de comprender los presupuestos históricos de la doctrina de Plotino, y sólo podemos indicar algunos rasgos esenciales de ella. En él es de importancia decisiva el trascender el Uno a todas las formas y grados de la realidad, que, sin embargo, no debe entenderse como concepto numérico; más bien escapa a toda positiva descripción: es la suprema divinidad y el principio de todos los seres. Bajo él está el reino del espíritu, que es pura fuerza pensante del Uno, pero ya afectado de pluralidad. Aquí tienen lugar las ideas, que en Plotino no constituyen en la misma medida que en Platón el nervio de la doctrina. En esta gradual estructura que nosotros recorremos de arriba abajo sigue el reino del alma, que no es ni corporal (estoicismo), ni armonía (pitagorismo), ni entelequia (Perípato). Ella es el principio organizador de todos los organismos vivientes, del cosmos como conjunto y de cada uno de los seres vivientes. La misma materia (en el sentido de la realidad plotiniana, lo no existente) recibe la forma (el elboc, aristotélico) de la esfera del alma. Cada uno de los grados del ser no han surgido los unos de los otros en el tiempo; emanación y origen son solamente metáforas en este sistema; más bien, todas estas esferas o hipóstasis están encadenadas entre sí (un importante pasaje: 6, 5, 4, 23) y forman una grande y, en última instancia, única estructura. De aquí depende la posibilidad que tiene el hombre de filosofar y su misión filosofante. Desde la inextricable pluralidad de lo terreno puede el trabajo de su espíritu remontar el alma hasta lo Uno. La pureza del cuerpo y del alma son, lo mismo que para los pitagóricos, presupuestos obvios; el último fin no es en Plotino, sin embargo, mero conocimiento, sino la unión con el principio supremo, unión mística. Dicha unión se alcanza, después de larga preparación, en los raros momentos en que el hombre sale de sí mismo mediante el éxtasis. Cuatro veces, así lo afirma Porfirio (Vita, 23, 16), participó Plotino de esta plenitud. Plotino hizo accesibles sus escritos al círculo de sus discípulos, pero no hizo durante su vida ninguna edición. En la Vita de Porfirio (4-6) tenemos un catálogo fidedigno de los trabajos de Plotino ordenados cronológicamente. De él se deduce que Plotino no procedía sistemáticamente, sino que, según .lo reclamaban 222
H. DORRIE, "Ammonios, der Lehrer Plotins", Herm., 83, 1955, 439. Porfirio, Vita Plotini 3, 17. No existe apoyo ninguno para la hipótesis de É. BRÉHIER, La pfíilos. de Pl., París, 1928, según el cual Plotino tomó pensamientos esenciales de la India. ni
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las exigencias escolares, abordaba las cuestiones más urgentes. Por un escolio (en algunos manuscritos, después de 4, 4, 29) sabemos de una edición que cuidó el médico Eustoquio, uno de los más adictos discípulos del maestro. Muchas razones abonan la hipótesis de que las citas de Eusebio, valiosas para la tradición, remontan a esta edición. Pero se impuso la de Porfirio, que fue publicada algo más tarde, entre 301 y 305. En ésta fueron reunidos los escritos por grupos de asuntos formando tres cuerpos (ocopierna) de 27, 18 y 9 escritos; por consiguiente, un total de seis grupos de 9 cada uno: de aquí el título de Enéadas, que fue el que prevaleció. La llamada Teología, trasmitida en árabe, es una exposición de la doctrina que se formó a través de paráfrasis. El intento de relacionarla con los oxóAicc ¿K T5>V OUVOÜOISV que Amelio, otro discípulo y compañero de Plotino, escribió en cerca de 100 libros carece de pruebas fundadas224. El más conspicuo discípulo de Plotino, el sirio Porfirio de Tiro, llamado originariamente Maleo, fue más bien un erudito de gran valía que un filósofo creador. Pero su última aspiración teológica, la purificación y salvación del alma, le vinculó a la doctrina de Plotino. Nació el año 234 en Tiro, estudió en Atenas, y llegó en 263 a Roma junto a Plotino, al cual abandonó en 268, después de una grave crisis interior, sin apartarse de su doctrina. Después de una larga permanencia en Sicilia regresó a Roma. Hay que suponer que allí dirigió la escuela después de Plotino. Son importantes para el estudio de su evolución los restos de un escrito Sobre la filosofía deducida de los oráculos (Flspl Trjq ¿K \oyía>v
Cf. H. R. SCHWYZER, RE, 21, 1951, 505. A. N. SUBOS, Amelius von Etrurien, te-
sis doctoral, Munich, 1954- El mismo, Amelii Neoplatonici fragmenta, Atenas, 1956. 225
A. R. SODANO, Leñera ad Anebo, Ñapóles, 1958. F. ALTHEIM y R. STIEHL, Por-
phyrios una Émpedokles, Tubinga, 1954, han publicado, tomándolos de una obra árabe de Sahrastám, extractos de escritos de Porfirio, entre ellos un fragmento de la Carta a Anebo, que es importante para el conocimiento de los antecedentes del De mysteriis de Jámblico; sobre esto, ALTHEIM-STIEHI, Philologia sacra, 1958, 100.
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seemos todavía la Eisagoge, llegaron a ser un importante capítulo de tradición cultural. Con la pérdida de muchas otras, hemos de sentir la de su obra Contra los cristianos, que exponía en 15 libros una crítica pormenorizada. El neoplatonismo adquirió en seguida gran extensión. Empezaron a formarse escuelas que, respetando las ideas básicas, introdujeron numerosas variantes. De gran importancia en este sentido fue el sirio Jámblico de Calcis (cerca del 275 hasta cerca del 330). Oyó en Roma las lecciones de Porfirio, pero se apartó considerablemente del camino de su maestro. Contradicciones que el neoplatonismo entrañaba se hacen más patentes en él. Ahora se abre la cloaca de toda clase de inmundicias y se da rienda suelta a la superstición y a las prácticas mágicas e irrumpen arroUadoramente elementos orientales. Por otra parte, sin embargo, se estructura todo cuidadosamente en un sistema, lo cual originó una doctrina abstrusa y llena de sutilezas, en su mayor parte con ayuda de divisiones triádicas. Los escritos conservados son, con una sola excepción, restos de una Dogmática pitagórica (Zuvccycoyr] TQV riuOcc/opeícov Soyuccxcov, 10 libros). A una Biografía de Pitágoras hay que añadir un Protréptico y tres escritos sobre la teoría de los números en sentido pitagórico-neoplatónico. Además, es también obra suya el De mysteriis, sobre cuya autenticidad no se duda hoy y de la que Marsilio Ficino tradujo extractos al latín (1497). Es respuesta del sacerdote egipcio Abammón a la carta de Porfirio a Anebo, y es uno de los más importantes documentos de la religión de la Antigüedad tardía. De entre los representantes de la corriente siria del neoplatonismo que arranca de Jámblico mencionaremos a su discípulo Teodoro de Ásine, que continuó la estructuración triádica de su doctrina. La línea politeísta y supersticiosa del neoplatonismo se perfila con trazo firme en la escuela de Pérgamo fundada por Edesio de Capadocia, discípulo de Jámblico. Ejerció gran influencia a través de Máximo, discípulo de Edesio, en el politeísmo sincrético de Juliano. Al servicio de esta tendencia figura una introducción popular al neoplatonismo, que, consignada por Salustio en la obra Sobre los dioses y el mundo, ha llegado a nosotros. Todo parece indicar que el autor es aquel amigo del emperador al que éste dedicó su Discurso cuarto y a consecuencia de cuyo alejamiento escribió para consolarse el Discurso octavo 226. En abierta oposición a las tendencias mencionadas figura la escuela alejandrina. Los componentes metafísico-religiosos quedan subordinados aquí a los componentes científicos particulares. Sigue vigente el espíritu del Museo. De este modo se hicieron posibles en este terreno las vinculaciones con el cristianismo. De aquí tomó Sinesio de Cirene, después obispo, su impulso para su futura vida espiritual. Le conocemos ya (pág. 844) como autor de himnos, y queremos completar con una ojeada a sus escritos en prosa227 la imagen de este hombre, que redujo a síntesis original los elementos convergentes en su personalidad. Fue discípulo de la filósofa Hipatia, hija del filósofo y matemático Teón de Alejandría, que en el año 415 fue asesinada por cristianos fanatizados. La enseñanza de filosofía neoplatónica, astronomía y matemática que este varón, nacido entre 370 y 375, recibió de ella fue decisiva para su futura orientación, mientras que la frecuentación de las escuelas atenienses de entonces nada bueno podía ofrecerle. Sobre esto, NOCK (V. abajo), CI. N. TERZAGHI, Synesh Cyrenensis opúsculo, Roma, 1944. -*** ***** *«&* i"
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Conoció personalmente Bizancio y su corte, y se hallaba preocupado, entre otras cosas, en la manera de conjugar en su propia persona la vida activa y la vida contemplativa cuando la elección que tuvo lugar en su patria en 410 le hizo metropolita de la Pentápolis. Hemos de creer a los autores cristianos que afirman que fue después de su elección cuando recibió el bautismo228. Pero los himnos, parte de los cuales son anteriores, permiten ver con claridad que sus pasos iban encaminados hacia la fe cristiana. En este camino, empero, jamás renunció a su estrecho contacto con la filosofía. Nada hay tan significativo a este respecto como aquel pasaje de una de sus cartas (ep. 11 p. 648 H.) en el que dice que considera su sagrado ministerio no como alejamiento de la filosofía, sino más bien como un retorno a ella. No se conoce el año de su muerte, pero debió tener lugar poco después del 415. La más antigua de las obras en prosa conservadas es el discurso Uspl [3aaLXeíccq229, en el que, como emisario del emperador Arcadio, exponía su ideal del poder. Muchas facetas de su personalidad se manifiestan, a pesar del aparato literario, y en parte precisamente por ello, en su Dión (Atcov T\ itspl TTJC; KCCT' en CCÚTÓV SiccycoYÍlO ^ el 1 u e defiende su actividad filosófica y poética contra el fanatismo de cualquier procedencia y toma como modelo a Dión de Prusa. Expuso las desdichas de su protector Aureliano en los AtyÓTmoi Xóyoi r\ itepl itpovoíac, ^ j encubriéndolas en el mito Osiris-Tifón; a la obra ülepl xoG Scópou acompañaba una esfera celeste que mandó construir; Flspt ¿vuitvíov trata de la vida om'rica, en especial de su significación mántica; del humorístico Elogio de la calvicie (OccXccxpíccc; ayKá>yuov) ya hicimos mención (pág. 866). En cada etapa de su camino se complacía en escribir cartas 232: así que la colección, que comprende 156, representa para nosotros un buen capítulo de su biografía y de historia de la cultura, tras el cual se hace perceptible la imponente personalidad de su culto autor. En tanto que da a sus himnos, vinculados a un género lírico, un colorido dórico, se esfuerza por dar a su prosa un carácter ático puro. De Jerocles de Alejandría (siglo v) poseemos un comentario a las Sentencias áureas de Pitágoras y notables restos de su obra Sobre la providencia y el destino. Fidelísimamente representan esta tendencia erudita los numerosos comentaristas de Aristóteles y Platón233, de entre los cuales debemos citar aquí como tes228
Evagr., Hist. eccl, 1 15. Nicéforo Cal., Hist. eccl. 14, 55. Focio, Bibl. can. 26. CH. LACOMBRADE, Le discours sur la royame de Synésios de Cyréne. Trad. nouv. avec introd., notes et comm., París, 1951. 230 K. TREU, Synésios von Kyrene. Ein Kommentar zu seinem "Dion", Berlín, 1958. El mismo, Syn. v. Kyr. Dion Chrysostomos oder Vom Leben nach seinem Vorbild, Berlín, 1959 (texto y trad.). 231 S. NlCOLOSI, II "De providentia" di Sinesio di drene, Padua, 1959. 232 A. GARZYA, "Per l'edizione delle epistole di Sinesio", Accad. dei Lincei. Bolletino del Comitato per la preptirazione della Ediz. Naz., Nuova serie, 6, 1958, 29, y "Nuovi scoli alie epistole di Sinesio", ibid., 8, 1960, 47. Cf. también Rendic. Accad. Linc, 8/13, 1958, 1, y Rendic. Accad. di Napoli, 33, 1958 41. 233 KL. KREMER, Der Metaphysikbegriff in den Aristoteles-Kommentaren der Atnmonios-Schule. Beitr. z. Gesch. u. Theol. des Mittelalters, 39/1, Munster, 1961. Entre las ediciones de los comentarios de Olimpiodoro a Platón es especialmente importante L. G. WESTERINK, O. Comm. on the First Alcib. of Pl., Amsterdaro, 1956. W. NORVIN, Leipzig, I9I3J I936> editó los comentarios al Fedón y al Gorgids; véase también para Damascio. 229
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timonios (cf. pág. 610) los nombres de Ammonio, Olimpiodoro y Juan Filópono, convertido luego al cristianismo. La escuela ateniense, que recibió de Jámblico fuerte impulso en el establecimiento de los principios aplicados a la exégesis de Platón y en la construcción escolástica del sistema, comienza con Plutarco de Atenas. Es digno de consideración un colaborador suyo, Siriano, porque aplicó la retórica al ejercicio docente. Comentó la Metafísica de Aristóteles y a Hermógenes23*. Discípulo de los dos autores mencionados, Proclo (410-484 aproximadamente), que nació en Bizancio, pasó su juventud en Licia y en sus años jóvenes encontró en la escuela de Atenas el lugar de su actividad, fue el más afortunado representante de la misma tendencia. Sobre su vida nos da noticias la biografía que escribió Marino, su entusiasta discípulo y secuaz Proclo continuó elaborando el sistema neoplatónico en una serie de escritos, entre los cuales hemos de hacer resaltar el Epítome de teología (XtoixeLaaic, 9eo?.oviKrj) y el Epítome de física (ILtoij^EÍaoM; (j>uoiKiq), que conservamos, así como en los numerosos Comentarios a Platón, cuya suma teológica se expone en el importante tratado Sobre la teología de Platón (Etq TT|V nXccrcúvoc; GsoXoytccv), en el que acometió la ulterior elaboración del sistema neoplatónico. Hizo esto introduciendo subdivisiones cada vez más minuciosas e interpolaciones de las cuales es muy característica de la escuela ateniense la inclusión de las Hénadas entre el Uno primitivo y lo Inteligible. En su variedad, ya que no en el rango científico, Proclp recuerda a muchos alejandrinos. Escribió obras de matemática (entre las cuales, un Comentario a Euclides) y de astronomía, y comentó también a Homero y a Hesíodo. De sus explicaciones a éste poseemos todavía fragmentos. Es por lo menos dudoso que pertenezca a él la Crestomatía (cf. pág. 104, nota 142). De sus Himnos ya hemos hablado (página 867). Los últimos representantes de la escuela ateniense, Damascio235, en el que se entrecruzaron otra vez de manera original dialéctica y mística, y Simplicio, el distinguido comentarista de Aristóteles, figuraron en el número de los siete filósofos que después de la clausura de la escuela por Justiniano (529) fueron a Oriente, a la corte del rey de los persas. La conclusión de la paz en el año 533 hizo posible que regresaran a una Atenas que no podía ser ya la ciudad de la Academia platónica. Sexto Empírico: H. MUTSCHMANN, I : Pyrrh. Hypot., Leipzig, 1912, repr. 1958; I I : Adv. dogmáticos (7-11), 1914; I I I : Adv. mathematicos (1-6), ed. J. MAU, índices de K. JANÁCEK, 1954. Con trad. ingl.: R. G. BURY, 4 vols., Loeb Class. Libr., 1933-49. Importante para el texto: W. HEINTZ, Studien zu Sext. Emp. Schr. d. Kónigsb. Gel. Ges., separata 2, 1932. — Cornuto: C. LAÑO, Leipzig, 1881. — Heráclito: Edición de la Bonner philol. Gesellschaft, Leipzig; 1910. — Cebes: K. PRAECHTER, Leipzig, 1893. A. PH. FLOROS, '"O K. TtívocC, Platón, 7, 1955, 287. C. E. FINCH, "The Place of Codex Vat. gr. 1823 in the Cebes Manuscript Tradition", Am. Journ. PhiL, 81, 1960, 176. — Epicteto: W. A. OLDFATHER, Contributions toward a Bibliography of Epictetus, Univ. of Illinois, 234
H. RABE, Syr. in Hermog. commentaria, Leipzig, 1892/93. L. G. WESTERINK demostró en su trabajo Dantascius, Lectures on the Phüebus, wrongly attributed to Olympiodorus, Amsterdam, 1959, que los comentarios al Pedan y al Filebo, que figuran en el cod. Marc. gr. 196, fols. 242-337, pertenecen en realidad a Damascio, y nuevamente edita, traduce y comenta los discursos en cuestión. 233
Prosa
919
1927. A suppl. ed. by M . HARMAN, With
a preliminary
list of Epictetus
mánuscripts
by
W. H. FRIEDERICH and C. U . FAYE, ibid., 1952. Importante para el texto: REVILO P E N D -
LETON OLIVER, Nicoló Perotti's Versión of Enchiridion of Ep., Urbana, 1954; además, K. M R A S , AfdA, 12, 1959, 107. Texto: H . SCHENKL, 2. a ed., Leipzig, 1916. Bilingüe: W. A. OLDFATHER, Discourses, 2 vols., Loeb Class. Libr., 1926 (reimpr. 1952/59). J. SOUILHÉ, Entretiens,
Coll. des Un. de Fr., 2 vols., 1948/49. PABLO JORDÁN DE URRIES Y
AZARA, I , Barcelona, 1957. H . W. F. STEIXWAG, Het 1. B. der Diatriben, Amsterdam, 1933 (trad. con buen coment.). Traducciones: W. CAPELLE, Jena, 1925. J. BONFORTE, Nueva York, 1955. R. LAURENTI, Epitteto. Le diatribe e i frammenti, Bari, 1960. Interpretación: B. L . HIJMANS Jr., "AoK.r]ois-Notes on Epictetus' Educational System, Assen, 1959. U n artículo detallado sobre Epicteto por M . SPANNEUT en el Reallex. f. Ant. u. Chr., 5, 1961, 599. — Marco Aurelio: H . SCHENKL, Leipzig, 1913. Bilingües las cuatro ediciones siguientes: C. R. HAINES, Loeb Class. Libr., 1916; A. J. TRANNOY, Coll. des Un. de Fr., 1925; A. S. L. FARQUHARSON, 2 vols. (con coment.), Oxford, 1944; W. THEILER, Zurich, 1951 (superior, con excelentes notas; en la pág. 300 de la obra, también bibl.). Una trad. de A. MAUERSBERGER en la 4. a ed., Leipzig, 1957 (Samml. Dieterich 50). T r a tados y monografías: H. R. NEUENSCHWANDER, Mark Aurels Beziehungen zu Séneca und Poseidonios, Noctes Romanae, 3, Berna, 1951. A. S. L . FARQUHARSON, Marcus Aurelius. His Life and his World, 2. a ed., Oxford, 1952. F . C. THOMES, Per la critica di Marco Aurelio, Turín, 1955 (Pubbl. d. Fac. di Lett. e Filos., 7, 5). C H . PARAIN, Marc-Auréle, Portraits d'histoire, París, 1957. Epicteto y Marco Aurelio: M. POHLENZ, Die Stoa, 2. a ed., Gotinga, 1959. — Albino: P. L o u i s , París, 1945. H. DORRIE prepara una nueva edición. Bibl.: R. E. W I T T , Albinus and the history of Middle Platonism, Cambridge, 1937. J. H. LOENEN, "Albinus' Metaphysics", Mnem., S. 4, 9, 1956, 296; 10, 1957, 35. — Celso: O. GLOCKNER, Kl. Texte, Bonn, 1924. R. BADER, Der 'A\T\QT\C; Xóyoc. des Kelsos, T ü b . Beitr., 33, 1940. A. WIFSTRAND, "Die Wahre Lehre des Kelsos", Bull. de la Soc. Royale des Lettres de Lund, 1941/42, 391. H . CHADWICK, Orig. Contra Celsum, Transí, with introd. and notes, Cambridge, 1953. C. ANDRESEN, Logos und Nomos. Die Polemik des K. wider das Christentum, Abh. z. Kirchengesch., 30, Berlín, 1955 (descripción de la personalidad filosófica de Celso, con juicio crítico de la colección inédita de fragmentos de H. O. SCHRODER, que en 1939 presentó como trabajo de oposición a cátedra). — Máximo de T i r o : H . HOBEIN, Leipzig, 1910. — Numenio: E. A. LEEMANS, Studie over den wijsgeer Numenius van Apamea met uitgave der fragmenten, Bruselas, 1937. R. BEUTLER, RE, S 7, 1940, 664. — Son importantes para el platonismo y su trasfondo espiritual los capítulos correspondientes en M. P. NILSSON, Gesch. d. gr. Reí., 2,-2. a ed., Munich, 1961, 415, 426, 435. — Escritos herméticos: Los textos: W. SCOTT-A. S. FERGUSON, 4 vols., Oxford, 1924-36. A. D. NOCK-A. J. FESTUGIÉRE, 4 vols., Coll. des Un. de Fr., 1945-54; 1 y 2 reimpr., 1960. Nos ha sido dado a conocer en traducción armenia, y aparte del corpus de escritos herméticos, el tratado El mensajero de Matenadaran, 3, Erivan, Acad. de Ciencias de la RSS de Armenia, 1956; el texto en armenio es de JA. MANANDJAN, y el ruso, de S. AREFSCHATJAN. Además, H. DORRIE, Gnom., 29, 1957, 446. Para todo este capítulo es fundamental la gran obra de A. J. FESTUGIÉRE, La révélation d'Hermés Trismégiste: I : L'astrologie et les sciences occultes; I I : Le dieu cosmique; I I I : Les doctrines de l'áme; I V : Le dieu inconnu et la gnose, París, 1944-54. A. WLOSOK, Laktanz und die philos. Gnosis, Abh. Ak. Heidelb. Phil.-hist. Kl, 1960/2, 115. — Plotino: Bibliografía por B. MARIÉN en la traducción de CILENTO (v. abajo). Para la historia del texto: P. HENRY, Les états du texte de P., Bruselas, 1938; Les manuscrits des Ennéades, ibid., 1941; segunda ed., 1948. H. R. SCHWYZER, Gnom., 32, 1960, 32, para las partes de Plotino citadas en la Praeparatio evangelice! de Eusebio. Ediciones: E. BRÉHIER, 6 vols., Coll. des Un. de Fr., 1924-38; 2. a ed., 1954 (bilingüe). Nueva edición crítica, la única valiosa: P. H E N RY-H. R. SCHWYZER, I (Enn. 1-3), Bruselas, 1951; I I (Enn. 4-5), 1959. Traducciones:
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Época imperial
R. HARDER, Leipzig, 1930-37; vuelta a publicar con el texto griego (basado en el de HENRY-SCHWYZER) y notas, I a / b (1-21), Hamburgo, 1956; I I a / b (22-29), edd. BEUTLER-THEILER, 1962; V a / b (46-54), edd. BEUTLER-THEILER, 1960; V c, apéndices de Porfirio sobre la vida de Plotino y sobre la ordenación de sus escritos, ed. MARG, 1958. De estos textos se publicaron dos ediciones de trabajos seleccionados, Hamburgo, 1960. Una selección de HARDER en la Fischer-Bücherei, 1958, con buena introd. y buen estudio sobre la influencia de la obra. U n a selección ingl. en trad.: H . A. ARMSTRONG, Plotinus, Londres, 1953. También en ital., V. CILENTO, Antología Plotiniana, Bari, 1955; del mismo también la estimable trad. it. de Plotino, Bari, 1947-49. La trad. ingl. de S T . MAC KENNA, sec. ed. revised by B. S. PAGE, Londres, 1957. Una monografía de mérito relevante es el articulo de H. R. SCHWYZER, RE, 21, 1951, 471-592, con bibl. y un importante capítulo sobre la influencia. P H . V. PISTORIUS, Pl. and Neoplatonism. An introductory study, Cambr., 1952. J. TROUILLARD, La procession Plotinienne, París, 1955; Lü purification Plotinienne, París, 1955. H . FISCHER, Die Aktualitat Pl.s., Munich, 1956. K. H. VOLKMANN-SCHLUCK, Pl. ais Interpret der Ontologie Platons, 2. a ed. sin modificaciones, Francfort del Main, 1957. W. HIMMERICH, Eudaimonia. Die Lehre des Pl. von der Selbstverwirklichung des Menschen, Forsch. z. neueren Philos. und ihrer Gesch., N . F . 13, Würzburg, 1959. Sources de Plotin. Dix exposés et discussions
par A. H . ARMSTRONG, P. V. CILENTO, E. R. D O D D S , H . DORRIE, P .
HADOT, R. HARDER, P. P . HENRY, H . C H . PÜECH, H . R. SCHWYZER, W. T H E I L E R , en
En-
tretiens sur Vánt. class., 5, Fondation Hardt, Vandoeuvres-Genéve, 1960. E. BRÉHIER, La philosophie de Pl, 2. a ed., París, 1961; en trad. ingl. de J. THOMAS, Chicago, 1958. C. RUTTEN, Les Catégories du monde sensible dans les Ennéades de Pl., Bibl. de la Fac. de Phil. et Lettr. de Liége 160, 1961. — Porfirio: Las ediciones de los escritos por separado, en R. BEUTLER, RE, 22, 1953, 278 ss. W. THEILER, P. und Augustin, Halle, 1933 (Schr. d. Kónigsb. Gel. Ges., 10/1). Para la cuestión, también P. COURCELLE, Recherches sur les Confessions de S. Aug., París, 1950. J. J. O'MEARA, Porphyry's Philosophy from Oracles in Aug., París, 1959, pretende demostrar que la obra de Porfirio riepi Tr¡c, EK Xoyícov (|HAoco
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Prosa
1928, reimpr. 1961, Olms/Hildesheim. V. COUSIN, Procli Diad. comm. in Platonis Parmenidem: según la 2.a ed. (París, 1864) ha sido reimpresa en 1961, en Hildesheim, Minerva, Sociedad Limitada de Francfort del Main, prepara una nueva impresión de la edición de In Platonis Theologiam de AE. PORTUS que vio la luz en Hamburgo en 1618. En este mismo lugar han aparecido en 1962 reimpresiones de V. COUSIN, Procli philosophi Platonici opera inédita (según la 2.a ed. de 1864), y A.-E. CHAIGNET, Pr. Comm. sur le Parménide, 3 vols. (i. a impr., París, 1900-1903). [N. B. De la edición de Sexto Empírico, ahora III Adv. math. de MAU en 2.a ed., 1961; asimismo los índices de JANÁCEK como vol. IV, 1962.]
7.
CIENCIAS
El ímpetu de la investigación científica que distingue sobre todo al primer helenismo se transforma en la época imperial en un impulso expansivo que necesariamente implica una debilitación. También en este terreno se aprecia claramente que la cultura griega de esta época ha de ser considerada en sus vinculaciones con Roma. La teoría pura no encuentra en ella terreno abonado. Para los amos del mundo, la astronomía tiene un sentido si ayuda a elaborar un calendario útil; la ciencia de la naturaleza, si contribuye a la mejora del campo; la geometría, si ayuda a la medición de las provincias y a la confección de mapas. La ciencia griega perseguía otros fines. Algunos no los perdieron de vista tampoco en esta época, pero son meros continuadores. De gramática se ocuparon muchos. Como dato curioso, mencionemos a la erudita recopiladora Panfila, que en el reinado de Nerón escribió 33 libros de Apuntes históricos misceláneos. Al tratar del aticismo (pág. 864) hablamos ya de la importante actividad lingüística de los lexicógrafos. Incluimos aquí a Hcrenio Filón de Biblos, a quien conocimos ya, en otro aspecto muy distinto (pág. 118), como autor, rehabilitado actualmente, de las Historias fenicias. Escribió también sobre historia y gramática. A él debe remontar, al menos en su forma primitiva, el léxico de sinónimos236 que fue atribuido a Amonio. Fue éste el gramático alejandrino (era, además, sacerdote del diosmono) que, después de la destrucción del templo pagano, llegó con Heladio a Constantinopla. El siglo 11 trajo también a la gramática un segundo renacimiento. Apolonio Díscolo, que ejerció su actividad predominantemente en su ciudad natal, Alejandría, trató en un gran número de escritos, citados por la Suda y por él mismo, sobre las partes del discurso. De estos trabajos menores sólo poseemos tres, pero además de éstos nos quedan los cuatro libros de su Sintaxis (Ilepl ouvxá^ecoq), en los cuales se nos da, por primera vez, un resumen sistemático de esta materia. Él no descubrió nuevos caminos: parte directamente de las partes del discurso y se delata, cual corresponde a un verdadero "díscolo", como analogista doctrinario. También su hijo y discípulo Herodiano realizó tarea compendiadora en zona distinta de la lengua. En Roma y en el reinado de Marco Aurelio, a quien se la dedicó, compuso su Prosodia general (Ka0oXiKr) TtpootpSCa). Nos quedan 236 K L . NICKAU, Das sogenannte Ammonioslexikon. Vorarbeiten zu einer textkritischen Ausgabe, tesis doctoral, Hamburgo, 1959 (mecanogr.).
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Época imperial
extractos de ella. Se perdieron numerosos escritos aislados, hasta uno sobre Anomalías formales (Xlepl [ioviípouc, Xá^ecoq) y el Philhetairos23,7, pequeño léxico aticista, quizá apócrifo. Un tercer sistemático hizo un trabajo similar en el terreno de la métrica. Hefestión, siguiendo la tradición alejandrina, escribió su gran obra rispt u.étpcov (48 l.); y emprendió la tarea, encomendada al tiempo en otros casos, de compendiarla él mismo. El resultado final, alcanzado atravesando varias fases, ha llegado a nosotros con el título de Manualito ('Eyx£Lpí8iov). También en el campo de la doctrina musical se centra la actividad en los epítomes y excerptas. Conservamos una Introducción a la doctrina de la harmonía ('Eloccycayr] dp^oviK^) 23S , cuya paternidad se atribuye a los matemáticos Euclides y Pappo y a un cierto Cleónides. Este oscuro personaje debe ser el verdadero autor. Un códice de Leiden de Aristóxeno presupone un manual más extenso, que debió existir entre Aristóxeno y la Eisagoge. Difícil es determinar su fecha, pero probablemente se remonta a los comienzos del siglo 11. En el seno de la geografía, la rama histórico-descriptiva y la matemática encontraron una continuación que significa un saldo negativo. Ya hablamos (página 808) de Estrabón de Amasia en el Ponto (aproximadamente del 64 a. de C. hasta el 19 d. de C.) como historiador. Su gran obra histórica se ha perdido y poseemos (con lagunas) los 17 libros de su Geografía. Los dos primeros libros, en los cuales discute con antecesores suyos, como Eratóstenes, Polibio y Posidonio, sobre los elementos matemáticos de la geografía, permiten comprobar que no era éste su fuerte. Ya el hecho de que, influido por el estoicismo, admita la autoridad de Homero le impide una penetración profunda en los problemas. La parte informativa, mucho más extensa, sobre Europa (3-10), Asia (11-16) y África (17) se funda sólo en medida restringida sobre la experiencia de Estrabón, que, sin embargo, llegó muy lejos en sus viajes; las más de las veces sigue a sus fuentes, entre las cuales hay que destacar especialmente, además de los autores mencionados, a Artemidoro de Éfeso (11 1. de Geographoúmena, hacia el año 100 a. de C ) . Estrabón escribe en estilo llano, sin tendencias acentuadamente aticistas. No es un autor de relieve, pero hemos de agradecerle el habernos trasmitido esta geografía ricamente provista de indicaciones históricas y de variados excursus. En el terreno de la geografía descriptiva hemos hablado ya de Dionisio el Periégeta (pág. 845) y de Arriano (pág. 880), y en esta serie hemos de incluir aquí el Anaplus Bospori de Dionisio de Bizancio, que probablemente escribió todavía en el siglo 11. El escrito pretende alcanzar dignidad literaria y trata de desplegar todos los artificios de la retórica aticista. También en las postrimerías de la Antigüedad existen compiladores geógrafos, como Marciano de Heraclea en el Ponto (hacia el 4 0 0 ) m , que nos dejó muestra de su actividad. El gran léxico de Esteban de Bizancio, las Étnicas, de 237
A. DAIN, Le "Philétaeros" attribué a Hérodien, París, 1954. El texto según la edición de C. JAN en los Musici Scriptores Graeci, 1895, 179, ha sido publicado con traducción lat. en el tomo VIII de la edición euclidiana de J. L. 238
HEIBERG y H. MENGE, Leipzig, I9r6, 185. Se encuentra un análisis en M. FUHRMANN, Das
systematische Lehrbuch, Gotinga, 1960, 34. 235 Sobre los restos de su Epítome en Artemidoro de Éfeso y de sus periégesis: R. GÜNGERICH, Die Küstenbeschreibung in der ara. Lit., Munster, 1950, 22. Los textos, Geogr. Gr. min., 1, 5r5.
Prosa
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las que poseemos algunos artículos en el original y muchos en extractos, remonta probablemente al siglo vi, quizá ya al otro lado del límite cronológico que nos hemos trazado. De obra que perdió quilates al ser resumida puede calificarse el trabajo que Ptolomeo de Ptolemaida en el Alto Egipto (año 100 aprox. hasta cerca del 170) realizó en el campo de la matemática aplicada. Pero es justo reconocer que aquí más que en lugar alguno se exigió en mayor medida dominio científico de la difícil materia. Ptolomeo, que vivió en Alejandría, administró con decoro la gran herencia del Museo, y trata de dar cuenta también de los principios filosóficos en los que se apoyaba su acción. El pequeño escrito sobre teoría del conocimiento rispl Kpixriptou KCCL fiyejioviKoO nos le muestra inmerso en la tradición peripatética, a la cual mezcla elementos platónicos y estoicos. Relativamente pronto •—las observaciones astronómicas aducidas caen en 127-147— escribió la obra que contiene el saber astronómico de la Antigüedad, la MccSrKicmKT] OÓVTCC^K;. Del título de la traducción árabe (siglo ix), que a su vez remonta a una forma de ueytoxri OÓVTCC£,IC; (O algo parecido), procede la denominación de Almagesto. En ella se nos trasmite la concepción geocéntrica del universo de Hiparco y otros. Aristarco de Samos había de resurgir solamente en la concepción de Copérnico. El Tetrabiblos (Ma0T]uaTiKT] o 'AitOTeXEauccTLKri OÓVT
Edición de H. RE, 11, 1921, 683.
ZIEGLER,
Leipzig, 1891. Para la relación con Posidonio, A.
REHM,
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introducción a la astrología, cuyo título era probablemente Isagógicas241. Conservamos extensas partes, que permiten constatar en este conglomerado pseudocientífico así la antigua tradición como teorías nuevas, entre ellas las de Ptolomeo. Todavía dentro de la importante tradición helenística, Menelao figura entre los matemáticos. A través de una traducción árabe242, que a su vez sirvió de base para traducciones al latín y al hebreo, podemos valorar sus aportaciones a la trigonometría esférica. La matemática griega fue por largo tiempo predominantemente geometría. Por esto, si bien Nicómaco de Gerasa de Arabia (que hacia el año ioo d. de C. ejerció su actividad de escritor) asume en la historia de esta disciplina un lugar especial, no puede considerársele como investigador de importancia propia. Pero es el primero del que sabemos que escribió de aritmética. Como neopitagórico, resume en su Introducción a la aritmética (EtaocycoY1^ ^P 1 " 9jxr)TiKr|)24i las conquistas del pitagorismo en este campo. Apuleyo de Madaura y después Boecio tradujeron el manual al latín. Su Mística de los números (0eoXoyoóuEvcc xfjq ápi9ur]TiKf¡cJ m se conserva sólo en fragmentos, mezclados con otros tratados. Mejor suerte tuvo en la trasmisión Diofarito de Alejandría (siglo ni), de cuya obra principal, la Aritmética (13 1.) poseemos los seis libros primeros; añádase la obrilla Sobre números poligonales. La importancia especial de la Aritmética, colección de trabajos ordenados sistemáticamente, se funda en que en el mundo griego apenas conocemos precursores de los problemas algebraicos que en ella se abordan. La Antigüedad tardía se aplicó también con diligencia a la recopilación de comentarios en el campo matemático. Los dos Papos alejandrinos (probablemente en tiempos de Diocleciano) y Teón (cf. pág. 916) escribieron, entre otras cosas, sendos comentarios al Almagesto245. Eutoquio (nacido hacia el 480) 246, que comentó a Arquímedes y a Apolonio, pertenece también a esta serie. Pero no sólo se componían comentarios. De Sereno (siglo iv) poseemos dos escritos sobre secciones cónicas y cilindricas; de Domnino (siglo v), una introducción a la aritmética inspirada en Euclides. Ya hemos dicho (pág. 825) que en la problemática cronología del ingenioso Herón habíamos de contar con la posibilidad de situarlo dentro de la época imperial. Las creaciones de la técnica eran a la sazón importantes también para la guerra. La literatura helenística relativa a la técnica del asedio se continuó en la época imperial. Apolodoro de Damasco, arquitecto ilustre de Trajano, dedicó al emperador Adriano su Poliorcética247. Muy cerca de los límites temporales que nos hemos fijado figura el especialista en mecánica y arquitecto Antemio de Tra241
Edición de E. BOER, Elementa apotelesmatica. Interpretationes astronómicas add.
O. NEUGEBAUER, Leipzig, 1958. 242 M. KRAUSE, Die Sphárik von Menelaos aus Alexandrien in der Verbesserung von Abü Nasr Mdnsür b. 'Ali t. 'Iraq, Berlín, 1936. 243 Edición, R. HOCHE, Leipzig, 1866. Trad. de los seis capítulos introductorios: M. SIMÓN, Festschr. Ai. Cantor, 1909. Traducción inglesa: M. L. D'OOGE, Nueva York, 1926. 244 En la antigua edición de los dos escritos de AST, 1817. 245 La ZuvaycoYií de Pappo: F. HULTSCH, Leipzig, 1876-78 (con trad. lat.). Traducción fr. con introd. y notas de P. VER EECKE, Brujas, 1933; reimpr., París, 1959. Teón: N. HALMA, París, 1821 (con trad.). 246 Para Eutoquio, Sereno y Domnino, bibl. en REHM-VOGEL (V. abajo, en Galeno), 71. 247 R. SCHNKIDKR, Abh. Gótt. Ges. Phü.-hist. Kl, N. R, 10/1, 1908 (con trad.).
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les, que desde 532 hasta su muerte, ocurrida en 534, trabajó con Isidoro de Mileto en la reconstrucción de Santa Sofía. Poseemos un fragmento de su trabajo sobre espejos ustorios248 Con más independencia que otras ramas de la ciencia, adquirió un gran desarrollo en la época imperial la medicina, aun cuando también en ésta desempeñaron un papel decisivo las aportaciones del pasado. En cuanto a los metódicos, cuya escuela aventajó mucho a principio del siglo 1 d. de C. a empíricos y dogmáticos, se puede trazar en general, aun cuando con mucha inseguridad, la siguiente línea 249 : Asclepíades de Prusa (Bitinia), que llegó a Roma, a más tardar, el año 91 a. de C , edificó su teoría en nítida oposición a la teoría de los humores de la escuela hipocrática, asentándola sobre un atomismo puro. Su discípulo Temisón de Laodicea se apartó (probablemente ya antes del año 23 a. de C.) 250 de su maestro, en enante que hizo figurar en el núcleo de su doctrina las condiciones de las paredes porosas (tensión, relajamiento, mezcla de los dos estados 151 ). Tésalo de Trales en Lidia, médico que se preocupaba mucho del éxito de público y que ejerció su profesión en Roma en tiempos de Nerón, elaboró la terapéutica de la escuela metódica y debe ser considerado como perfeccionador del sistema. A pesar de un cierto primitivismo en etiología y terapéutica (pág. 826), de esta escuela salió uno de los más grandes médicos de la época imperial: Sorano de Éfeso. Se formó en Alejandría, ejerciendo su profesión allí y en Roma, en tiempos de Trajano y Adriano. Ha penetrado en la historia de la medicina como autor de la mejor exposición antigua de ginecología. Además de las Gynaikeia (4 1.), conservadas en griego (por cierto, en difícil trasmisión), nos ha presentado sus materiales en dos libros de TuvaiKeta KOCT' tTíap¿>Tr\aiv como una iniciación para comadronas en forma de preguntas y respuestas; nos ha llegado una traducción latina. En la misma forma nos trasmitió Celso Aureliano252 la gran obra de Sorano Sobre enfermedades agudas y crónicas (Uspl ó£éa>v KCCI Xpovícúv TiaQav). También poseemos en griego una Biografía de Hipócrates (de una obra sobre médicos famosos) y un escrito Sobre vendajes (üspl éiuSéa^cov) con ilustraciones. En el trasfondo de la escuela de los metódicos se esconde el escepticismo renovado de Enesidemo (cf. pág. 908). Por el contrario, del estoicismo recibió fuerte impulso la escuela de los pneumáticos que fundó en Roma ya en el siglo 1 a. de C. Ateneo de Atalea253. El papel del pneuma en las teorías médicas no es nuevo; recordemos a este propósito a Filistión, Diocles (cf. pág. 624) y Erasístrato (cf. pág. 849). Pero Ateneo no identificó el pneuma con el aire, sino que lo 248
En A. WESTERMANN, Paradoxographi, Brunsv., 1839, 149. G. L. HUXLEY, Anthe-
mius of Tralles. A study in Later Greek Geometry, Cambridge, 1959. 249 Contra el intento de L. EDELSTEIN (RE, S 6, 1935, 358, "Methodiker") de excluir a Temisón de esta serie: K. DEICHGRABER, RE, 5 A, 1934, 1632 ("Themison") y H. DiLLER, RE, 6 A, 1936, 168 ("Thessalos"). 250
251
Cf. DEICHGRABER, op. cit., 1634, 8 -
révoc, OTEyvóv, poáoEc,, éiuiteitXeyuévov. Se discute la participación que en los detalles de la elaboración de esta teoría hayan tenido Temisón y Tésalo. 252 E. DRABKIN, Cael. Aur., Univ. of Chicago Press, s. a. (1950), con trad. ingl. 253 F. KUDLIEN, "Poseidonios und die Arzteschule der Pneumatiker", Herm,, 90, 1962, 419 (421), ha demostrado que hay que situar cronológicamente a Ateneo alrededor del año 100, contra la conjetura divulgadísima de WELLMANN (bajo Claudio).
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Época imperial
interpretó, en el sentido de los estoicos, como el hálito caliente, que, a diferencia del aire de la respiración, tiene su asiento en el corazón y es el verdadero vehículo de la vida, cuyas perturbaciones provocan los accidentes fisiológicos y patológicos. En las dos generaciones siguientes de discípulos, representados por los nombres de Agatino y del también importante cirujano Arquígenes254, a pesar de todas las luchas sectarias se impone en creciente medida la tendencia al equilibrio ecléctico que dominó extensamente el último estadio de la medicina-antigua. Esto se hace patente en uno de los más importantes médicos de la época imperial, Rufo de Éfeso, perteneciente todavía al siglo i d. de C. De sus numerosas obras han llegado a nosotros, además de muchos fragmentos, algunos escritos menores Sobre la denominación de las partes del cuerpo, Sobre dolores del riñon y de la vejiga y Cuestiones médicas. También en Areteo, pneumático del siglo i, se percibe la tendencia al eclecticismo. De él poseemos dos obras en cuatro libros, cada una sobre diagnóstico y terapia de enfermedades agudas y crónicas. Escribió en dialecto jónico y tiene muchos homerismos25S. Si bien en este título hemos hablado de recopilaciones en cada uno de los campos con menoscabo de la integridad doctrinal, esto no es aplicable al médico más afortunado de la Antigüedad tardía. Ciertamente, también Galeno, el ecléctico, hizo muchísima labor recopiladora, pero hizo también una verdadera reelaboración de la doctrina recibida, la sometió a crítica y la superó en muchos puntos. Nació el año 129 (¿130?) en Pérgamo, la ciudad del culto a Asclepio. En su patria oyó las lecciones de filósofos de diversas tendencias, pero ya en ella se orientó hacia la medicina. Largos viajes por Asia Menor, Grecia y Alejandría le proporcionaron el conocimiento de varias escuelas y maestros. En 157 fue médico de gladiadores en su patria, pero cuatro años después se fue a la capital, única ciudad que podía prometerle una brillante carrera. Después de unos años (166), a pesar de todos sus éxitos regresó de Roma a Pérgamo, huyendo de la peste que a la sazón afligía a Italia. Pero Marco Aurelio no quiso renunciar al hombre ya famoso. Galeno hubo de acompañar al emperador en su campaña contra los marcomanos. Supo, sin embargo, conseguir algo que le agradaba más que la vida de campaña: se le encargó de prestar servicio médico al príncipe heredero Cómodo. Marco Aurelio le nombró después su médico de cabecera. Nuestra información sobre los últimos años de su vida es deficiente; murió hacia el año 200. La producción literaria de Galeno es casi inmensa. En escritos de su senectud se preocupó de su propia bibliografía (flept T S V ÍSÍCDV pí^Xcov y otros) y enumera en ellos 153 obras en 504 volúmenes. Y eso que no enumera todos, ya que faltan en la lista muchos que han llegado a nosotros. Poseemos de él, íntegros o en partes extensas 150 escritos, además de algunos en traducciones latinas o árabes. En el escrito recién mentado, el mismo Galeno trae una subdivisión 254
C. BRESCIA, Frammenti medicinali di Archigene, Ñapóles, 1955. G. LARIZZA CA-
LABRÓ, "Frammenti inediti di Archigene", Boíl, del comit. per la prepar. della Ed. Naz. dei class. Gr. e Lat., 9, 1961, 67. 255 Es discutible, empero, que esto, como pretende C. J. RUIJGH, L'élément Achéen dans la langue épique, Assen, 1957, 85, pueda explicarse por una tradición que arranque de la antigua poesía didáctica. Una monografía sobre Areteo prepara F. KUDLIEN, al cual hemos de agradecer la comunicación epistolar de la fecha: "Areteo pertenece precisamente a la mitad del siglo 1 d. de C." (contemporáneo de Dioscórides y de Andrómaco, médico áulico de Nerón).
Prosa
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de sus trabajos. Un grupo contiene obras filosóficas, en las que, como en otros, se revela ecléctico, rechazando únicamente el epicureismo y el escepticismo. Se aplica a sí mismo la frast que constituye el título de una de sus obras: "Oxi Ó ápioToq íccxpóq xal 0iXóao<|>oc,. También su Protréptico al arte médica y la gran obra dogmática (flepl xc3v 'I-rnroKpáxouq KOCÍ nXáxcovoc, 5OYUCCTCOV, 9 1.) nos muestran al médico que pretende ser filósofo y que escribiría también sobre lógica y sobre teoría del conocimiento. De escritos gramaticales y retóricos puede decirse que sólo conocemos títulos, además del primer libro de la obra Sobre los nombres de la medicina, que poseemos en una traducción árabe hecha a base de otra siria256. El catálogo de sus escritos nos permite conocer que se ocupó en gran medida del vocabulario de los prosistas áticos y del de la comedia. También existió un trabajo suyo Sobre palabras áticas notables. En un escrito sobre el orden en que se deben leer sus trabajos (Hispí xfjq xá£,eco<; xav ibícov |3Í|3XCÚV Tipóc; EÚYEVICCVÓV), Galeno mismo dice cuanto podemos colegir de su estilo: no quiere ser artista meticuloso, su principio capital es claridad de expresión (oa(¡)r|V£ia)257. Como a menudo trata de alcanzar esta claridad con desmesurada extensión del período, su lectura resulta poco agradable. La literatura médica de Galeno abarca en su gigantesca extensión poco menos que todas las zonas a la sazón exploradas. Su principio básico es la creencia en Hipócrates, con lo cual se admite la importancia de la teoría de los humores. Pero incorporó a ella ideas de otros sistemas e incluso no excluyó a los metódicos, a quienes combate con muchísimo ardor. En sus escritos campeó un tono polémico, pues sintió durante toda su vida el placer de la disputa. Fue también pagado de sí mismo y vanidoso hasta la saciedad. Y, sin embargo, es evidente que un retrato de Galeno fundado en una interpretación profunda (hasta ahora no se han hecho más que intentos) revelaría otros rasgos, los rasgos del hombre que pone su honrado esfuerzo en la ciencia y que hace examen de conciencia sobre el camino emprendido. Precisamente K. DEICHGRABER258 ha valorado los datos autobiográficos de Galeno en su obra Sobre la distinción de las pulsaciones (rispl 8iocyv<¿a£Cú<; o(f>uy^<3v) en forma que enriquece y amplía en el sentido indicado el retrato del sabio. En los escritos médicos continuamos con los compiladores, entre los que hay que destacar a uno por la honestidad de su trabajo y por su significación como intermediario: Oribasio, médico de cabecera de Juliano, de cuyo enorme compendio, las 'IoapiKocl auvaycoyai en 70 libros, conservamos enteros 23, a los que hay que añadir extractos de otros. Asimismo poseemos una edición abreviada de la gran obra en nueve libros (ZÚVOIJHQ itpóq EüoxáSiov xóv utóv) y cuatro libros de Euporista, una especie de manual de medicina doméstica. Tenemos todavía que mencionar la obra farmacológica más importante que nos ha legado la Antigüedad: Materias médicas de Pedanio Dioscórides (rispl üX-^c, íccxpiKfiq, 5 L; el 6 y el 7 son añadiduras posteriores). Procede de la segunda 256
M. MEYBSHOF y J. SCHACHT en Abh. Preuss. Akad. Phil.-hist. Kl., 1931/3. Además, K. DEICHGRABER, Sitzb. D. Akad. Klasse f. Sprachen, Lit. u. Kunst, 1956/2, 4. 257 Para la interpretación tolerante de Galeno en el alto aprecio de la lengua griega es importante la introducción del libro II de riepl 6tot
Sitzb. D. Akad. Klasse für Sprachen, Lit. und Kunst, 1956/3.
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mitad del siglo i d. de C. y su autor es casi contemporáneo de Plinio el Viejo. Con Dioscórides y al fin de nuestra exposición aparece un tesoro especial de la tradición. Unos manuscritos a cuya cabeza figura el Vindobonensis Med. Gr. i m han conservado ilustraciones que remontan en último término a Cráteras, el consejero farmacológico de Mitrídates VI Eupátor. Para bibliografía general remitimos a las págs. 249 y 827. — Apolonio Díscolo: R. SCHNEIDER y G. UHLIG, 3 vols., Leipzig, : i 8 7 8 - i 9 i o . P. MAAS, A. D. de pronominibus. Pars generalis, Bonn, 1911 (Kl. Texte, 82). A. THIERFELDER, Beitr. z. Krit. u. Erkl. des A. D. Abh. Sachs. Ak. Phil.-hist. Kl., 43/2, 1935. — Herodiano: A. LENTZ, 2 vols., Leipzig, 1867-70. Contra sus reconstrucciones, R. REITZENSTEIN, Gnom., 5, 1929; 243- El Philhetairos sólo en J. PIERSON, en el apéndice de su edición de Moeris, 1759. — Hefestión: M. CONSBRUCH, Leipzig, 1906. — Estrabón: Importante para la tradición es la edición del palimpsesto vaticano: W. A L Y, De Strabonis códice rescripto, Vaticano, 1956; con un apéndice sobre los más importantes manuscritos por F . SBORDONE. W. ALY, "Zum neuen Strabon-Text", Parola del passato, 5, 1950, 228. Ediciones: A. MEINEKE, 3 vols., Leipzig, 1851/52. G. KRAMER, 3 vols., Berlín, 1844-52 (con aparato crítico). C. MÜLLER, París, 1858. Con trad. ingl.: H. L. JONES-J. R. S, STERRETT, 8 vols., Loeb Class. Libr., 1917-32 (muchas veces reimpreso). A. SCHULTEN, Estrabón. Geografía de Iberia, E d i c , trad. y comentario, Barcelona, 1952 (Pontes Hispaniae antiquae, 6). W. ALY, Strabon von Amásela. Geographika, texto, trad. y notas explicativas, 4 vols.: Unters. über, Text. Aufbau und Quellen der Geographika, Bonn, 1957 (Antiquitas, R. 1/5). Estudio crítico de A. DILLER, Gnom., 30, 1958, 530; W HERING, DLZ, 80, 1959. — Dionisio de Bizancio: R. G Ü N GERICH, Berlín, 1927 (2. a ed. inalterada, 1952; excelente edición crítica). — Estéfano de Bizancio: A. MEINEKE, Berlín, 1849; reimpr., Graz, 1956. — Ptolomeo: Edición T e u b ner: I : J. L. HEIBERG, Almagest, 1898; I I : el mismo, Kleinere astron. Schriften, 1907; I I I / i : F . BOLL-AE. BOER, Tetrabiblos, 1940; I I I / 2 : F . LAMMERT, riepl Kpix., 1952; 2. a ed. con índices, 1960. El Almagesto en alemán, con notas: K. MANITIUS, 2 vols., Leipzig, 1912/13. El Tetrabiblos con Manetón: W. G. WADDELL y F . E. ROBBINS, Loeb Class. Libr., 1940 (con trad. ingl.). Harmónica: I. DURING, Góteborg, 1930 (con coment.). Óptica: G. Goví, Turín, 1885. A. LEJEUNE, L'optique de Claude Ptolémée dans la versión latine d'aprés Varabe de í'émir Eugéne de Sicile, Lovaina, 1956. Geografía: F . A. NOBBE, 3 vols., Leipzig, 1843-45. Sólo llega hasta el libro 5. C. M Ü L L E R - K . FISCHER, París, 1883/1901. Como falta una edición completa utilizable, es tanto más útil la publicación parcial de varios países occidentales por O. CUNTZ, Die Geographie des Pt., Berlín, 1923. E. POLASCHEK, "Ptolemy's Geography in a New Light", Imago Mundi, 14, 1959, 17. — Diofanto: P. TANNERY, 2 vols., Leipzig, 1893/95. Trad. franc. con introducción y notas de P. V E R EECKE, Brujas, 1926; reimpr., París, 1959Para la medicina de esta época remitimos especialmente a P. DIEPGEN, Gesch. d. Medizin, 1, Berlín, 1949. Para las ediciones separadas tal como aparecen en el Corpus Medicorum Graec. es muy útil la cómoda reseña que da K. DEICHGRABER en D. Akad. d. Wiss., Schriften der Sektion f. Altertumswiss., Cuaderno 8, Berlín, 1957, 116. A continuación citamos otras ediciones, haciendo una selección restringida. — Sorano: Edición insuperable en CMG, 4. — Rufo: C. DAREMBERG-C. E. RUELLE, París, 1879 (con fragmentos). H. GARTNER, Rufus von Eph. Die Frdgen des Arztes an den Kranken ('IccTpiKÓc ¿pcotriUOCTOC), tesis doctoral, Gotinga, 1960; ahora CMG, 1962. G. KOWALSKI, Rufi Ephesii De corporis humani appellationibus ( ' O v o u a o í c a xSv TOO ávOpáizoo uoptov), tesis docto255 El inestimable códice, escrito para Anicia Juliana, hija del emperador bizantino, está actualmente en la Biblioteca Nacional de Austria y asegurado contra una posible destrucción con métodos de conservación altamente especializados. Asas , 0 «SÍ¡Í
Prosa
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ral, Gotinga, 1960 (edic. con registro de palabras). — Para los pneumáticos es imprescindible todavía: M. WELLMANN, Die pneum. Schule. Philol. Unten., 14, Berlín, 1895. — Areteo: CMG, 2 (ahora 2 a ed., 1958). — Galeno: Falta una edición completa utilizable; la de C. G. KÜHN, 20 vols., Leipzig, 1821 a 1833, no lo es. Varias obras en CMG, 5 (cf. arriba, DEICHGRABER). Además: F. PFAFF, Gal. Kommentare zu den Epidemien des Hippokrates. índices der aus dtm Arabischen übersetzten Ñamen u. Wórter, CMG, 5/10, 2, 4, Berlín, 1960, con una edición del Escrito simultáneo de Galeno por K. DEICHGRABER y F. KUDLIEN. Otras ediciones aisladas, en A. REHM-K. VOGEL, Exakte Wissenschaften. GERCKE-NORDEN, Einl. 2/5, 4.a ed„ Leipzig, 1933, 77- Además, A. J. BROCK, rtepí
LITERATURA GRIEGA. — 59
ÍNDICE DE NOMBRES Y OBRAS
Abammón, 916. Ábaris, 185. Ábaris (Heraciides Póntico), 185. Abdicatus (Luciano), 871. Abel, E., 845 n. Abrahán, 835. Acad. prior. (Cicerón), 515. Acad. post. (Cicerón), 531, 582, 717. Acamienses, Los (Aristófanes), 261, 413, 454, 456, 457, 458, 459, 46o, 469, 470, 480, 666. Acursio, Bono, 182. Acusación (Polícrates), 525. Acusilao de Argos, 130, 248. Achcaká (Riano), 767. Ad. (Donato), 305 n. Adamancio, 866. Adams, C. D., 634 n., 636 n., 637 n., Adams, S. M., 329. Ad. Att. (Cicerón), 608. Adelphoe (Menandro), 678, 682. Adelphoe (Terencio), 305 n., 677, 678, Adelfos (Terencio), 456. Ad fam. (Cicerón), 586, 806. Adimanto, 536, 557. Adler, A., 864 n. Adoniázusai (Teócrito), 749, 750, 753, 778, 896. Adonis (Bión), 757, 758. Adonis (Dionisio el Joven), 662. Adonis (Fílico y Pt. Filopátor), 774. Adonis (Praxila), 207. Adonis (Sótades), 777.
Ad Pomp. (Dionisio de Halicarnaso), 353 n., 488, 5 " n . , 655Ad principem ineruditum (Plutarco), 855,
312, 467,
645.
694.
756,
859Adrados, F . Rodríguez, 25 n., 82 n., 141, 146, 182, 184, 198. Adrasto, 912. Adriano, 118, 663 n., 755, 839, 840, 841, 843, 844, 845, 847, 852, 864, 866, 878, 880, 909, 912, 925. Adriano de Tiro, 866 n. Aduladores, Los (Éupolis), 453, 466. Adv. math. (Sexto Emp.), 377 n. Adversus Colotem (Plutarco), 860. Adversus indoctum (Luciano), 877. Aecio, 907 y n. Aetia physica (Plutarco), 855, 859. Aetia Romana. Aetia Graeca (Plutarco), 855, 859. Afareo, 614, 662. Aforismos (Hipócrates), 518, 519. África, T . W., 800 n. Aftonio de Antioquía, 485, 876. Agamenón (Esquilo), 239, 272, 273, 276, 277, 282, 284, 285, 286, 287 y n., 288, 296, 297, 333, 35i, 405, 412, 704. Agatarco de Samos, 515. Agatárquides de Cnido, 808, 810. Agatías, 772, 843. Agatino, 926. Agatocles de Cícico, 654. Agatocles, maestro de Píndaro, 219, 333, 334-
932 Agaíón, 381, 392, 432, 440, 441, 442, 469, 545, 555, 661, 662, 688. Agesilao, 646. Agesilao (Jenofonte), 650, 651, 721. Agías de Trecén, 106. Agón de Homero y Hesíodo, l i o , 116, 129, 181.
Ágrioi (Ferécrates), 682. Agroikós (Menandro), 675. Agustín, San, 585, 708. Aigyptiaká (Helanico), 359. A t y ó i m o t Xóyoi tí icepl tcpovoíccc, (Sinesio de Cirene), 917. Aioliká (Helanico), 359. Aiolosikón (Aristófanes), 455, 478. Aíschinas (Teócrito), 753. Aites (Teócrito), 754. Aitia (Calimaco), 731, 734, 739, 741, 742, 743, 744 n., 745, 748, 760, 770, 784, 901. Ala (Teócrito), 755. Alabanza de la cabellera (Dión), 866. Alabanza de la calvicie (Sinesio), 866. Alánica (Flavio Arriano), 880. Alberti, G. B., 356, 512. Albini, U., 388, 389, 435, 625 n., 643. Albino, gn-912, 919. Alceo, 133, 136, 153, i54a-, IS5-164, 165, 167, 168, 172, 173-174, 183, 195 n., 201, 203, 769. Alceo, comediógrafo, 665. Alceo de Mesene, 771. Alcestis (Eurípides), 310, 392, 393, 394, 395, 396, 398, 429, 431, 434, 435, 688. Alcestis (Frínico), 257. Alcib. (Plutarco), 799. Alcibíades (Antístenes de Atenas), 533. Alcibíades (Esquines de Esfeto), 534. Alcibíades (Euclides de Mégara), 533. Alcibíades Mayor (Platón), 134, 334, 542. Alcidamante, 116, 382, 385, 621 y n., 643, 735Alcifrón, 675, 877, 885 n., 901, 902. Alción (Anón.), 541. Alemán, 133, 152, 174-177, 178, 180, 209, 2 2 3 , 226, 2 3 1 .
Alcmeón (Astidamante), 661. Alcmeón de Cretona, 107, 179, 199, 244, 245, 246, 249, 828. Alcmeón en Corinto (Eurípides), 391, 425. Alcmeón en Psófide (Eurípides), 396. Alcmeónida (Anón.), 107, 789.
Historia
de la literatura
griega
Aleadas, Los (Sófocles), 302 n. Alegorías homéricas (Heráclito?), 705-706. Alejandra (Licofrón), 775. Alejandro (Euforión), 788. Alejandro (Eurípides), 411, 420, 775. Alejandro (Filón de Alejandría), 834. Alejandro (Plutarco), 856. Alejandro Afer, 571 n. Alejandro de Afrodisíade, 586 y n., 587, 823, 927. , Alejandro de Éfeso, 783 y n., 830. Alejandro de Etolia, 441, 773, 774 y n., 777Alejandro de Feras, 647, 649, 662. Alejandro de Licópolis, 913 n. Alejandro de Parión, 776 n. Alejandro de Pleurón, 733. Alejandro Magno, 19, 233, 439, 580, 581, 603, 609, 618, 622, 629, 635, 636, 640, 654, 657, 662, 669, 672, 673, 674, 717, 725, 727, 728, 729, 766, 797, 798, 799, 800, 849, 853, 890. Alejandro Polihístor, 811, 813, 834. Alejandro Severo, 898. Alejandro o Sobre la colonización (Aristót.), 58o, 583. Aletas, Los (Pratinas), 259. Alétheia (Antístenes de Atenas), 533. Alétheia (Protágoras), 533. Alexámeno de Teos, 543. Alexandrias (Arriano), 847. Aléxandros (Luciano), 874. 'AXs^áv&pou irpá£,£iQ (Calístenes), 657. Alexas, 777. Alexiphármaka (Nicandro de Colofón), 108, 784. Alexis de Turios, 663, 665, 666 n., 689. Alfeo de Mitilene, 793. Alfonsi, L., 611. Almagesto, 923, 924, 928. Álope (Cárcino, trág.), 661. Álope (Eurípides), 420, 687. Álope (Quérilo, trág.), 257. A los de Larisa (Trasímaco), 868. Alt, K., 328, 436. Altar (Besantino), 755. Altar (Dosíadas), 755Altheim, Fr., 242, 369, 703, 719 n., 883 n., 893 n., 898, 902, 915 n. Aly, W., 207 n., 824 n., 928. Alian, D. J., 194, 584, 606, 612.
índice de nombres y obras Alien, J. T., 437Alien, T . W., 6o n., ioo, I O I , 103 n., 112 y li., n 6 n . , 671 n. Allinson, F . G., 695. Amádoco, 631. Amaranto, 758. A Marcela (Porfirio), 915. Amasis, 339Amatoriae narrationes (Plutarco), 859. Amatorius (Plutarco), 859. Amazón (Sótades), 777. Améis, K. Fr., 101. Ameleságoras, 698. Amelio, 915. Amerio, Romano, 724. Ámico (Epicarmo), 266. Amintas, 799. Amintas I I de Macedonia, 578. Amipsias, 462, 469. Ammendola, G., 297, 328, 356, 435, 436. Amonio de Alejandría, 921. Amonio, escritor religioso, 699. Amonio, neoplatónico, 918. Amonio Sacas, 914. Amores (Luciano), 877. Ampio, G., 542 n. Amundsen, L., 906. Anábasis (Jenofonte), 262, 525, 647, 648, 650, 653, 659. Anábasis (Soféneto de Estinfalo), 648. Anábasis de Alejandro (Flavio Arriano), 880. Anacreonte, 133, 136, 166, 201-204, 208, 209, 210, 211, 212, 387. Anacharsis (Luciano), 877. Anagraphé de Lindos, 801. Anágyros (Anón.), 453. Anales (Tácito), 649. Analítica (Aristót.), 587, 588. Analítica (Teofrasto), 717. Anal. post. (Aristót.), 579. Anania, E., 328. Ananio, 141. Anaplus Bospori (Dionisio de Bizancio), 922. Anastasio, 906. Anaxágoras, 18, 191, 240-241, 244, 361362, 363, 364, 368, 389, 509, 515, 527Anaxándrides de Camiro, 663, 665, 666 n. Anaximandro de Mileto, 188, 189 n., 190191, 194, 237, 243, 247, 353, 36i.
933 Anaximandro de Mileto el Joven, 357. Anaxímenes de Lámpsaco, 603, 621 y n., 635, 657, 797. Anaxímenes de Mileto, 188, 191-192, 237, 238, 247, 3 6 i , 363. Anderhub, Dr. J. H., 515 n. Andócides, 383, 388-389, 622, 645, 626. Andresen, C , 919. Andrewes, A., 75 n., 490 n., 513. Andria (Menandro), 676. Andria (Terencio), 677, 678. Androción, 630, 650, 698. Andróginos (Éupolis), vid. Desertores, Los. Andrómaca (Antifonte, trág.), 661. Andrómaca (Eurípides), 403, 434, 455. Andrómaco, 802, 926 n. Andrómeda (Eurípides), 415, 425, 470. Andrón de Halicarnaso, 657. Andronico, 587. Andronico de Rodas, 609, 720. Aneo Cornuto de Leptis, L., 908. Anfiarao, 107, 640. Anfiarao (Aristófanes), 456, 467. Anfiarao (Cárcino, trág.), 661. Anfidamante, 115, 117. Anfitruo (Plauto), 663. Aníbal, 802. Anicia Juliana, 928. A Nicocles (Isócrates), 613 n., 616, 618, 621. Animae an corporis affectiones sint peiores (Plutarco), 859. Animales (Crates de Malos), 450. Ánite de Tegea, 770. Annibaletto, L., 356. Anomalías formales (Herodiano), 922. Anonymus Iamblichi, 372, 388. Anonymus Londinensis, 517. Anouilh, Jean, 160. An seni sit gerenda res publica (Plutarco), 855, 859. Antágoras, 767, 790. Antemio de Trales, 924-925. Antenóridas (Baquílides), o La reclamación de Helena, 231. Anteo (Agatón), 774. Anterastaí (Platón), 542. Antheus o Anthos (Agatón), 441. Anthologia Planudea (Max. Plan.), 740, 772, 773Antiaticista
(Anón.), 865.
934 Antidosis (Isócrates), 18, 585, 614, 615, 618, 619 y n., 620. Antifanes, comediógrafo, 663, 665. Antifanes de Berga, 659. Antifonte de Ramnunte, 382, 622. Antifonte, sofista, 321, 378, 382-383, 3843S5, 388, 500, 514, 645, 692. Antifonte, trágico, 661. Antigenes, 233. Antígona (Astidamante), 661. Antígona (Eurípides), 401, 422. Antígona (Sófocles), 160, 277, 300, 303, 305, 306, 307, 3°9, 310, 311, 315. 3I7> 320, 323, 327, 328, 336, 39°, 401, 5°7Antígono de Caristo, 735, 781, 812-813. Antígono Gonatas, 697, 701, 703, 774, 780, 793Antígono Monoftalmo, 749 n., 798, 799, 810. Antiguo Testamento, 131, 831, 832, 834, 836. Antihomero (Ptolomeo de Alejandría), 892. Antüoco, 41, 48. Antilogias (Protágoras), 372, 375, 507. Antímaco de Heliópolis, 847. Antímaco de Colofón, 98, 131, 146 n., 206 n., 332, 445, 667-669, 670 n., 741, 742, 750, 765= 766, 786. Antínoo, 847. Antíoco I de Comagene, 730. Antíoco I de Siria, 698, 781. Antíoco I Soter, 766, 801, 802. Antíoco III, 727, 787. Antíoco IV Epífanes, 832, 836. Antíoco de Ascalón, 708, 716, 913. Antíoco de Siracusa, 360. Antiope (Eurípides), 420. Antióquico (Libanio), 903. Antióquico o Misopogon (Juliano), 906. Antípatro de Hierápolis, 869.. Antípatro de Sidón, 771 y n. Antípatro de Tarso, 7°9Antípatro de Tesalónica, 843. Antípatro de Tiro, 712. Antiqua Corintia (Propercio), 207. Antístenes de Atenas, 381, 526, 527, 533, 534. 535. 615, 621. Antístenes de Rodas, .721. Antología (Estobeo), 887. Antología Palatina, 215, 231, 668, 740, 742, 749 n., 754, 755, 758, 760 n., 768, 769
Historia
de la literatura
griega
y n., 770, 771, 772-773, 774, 781 n., 793, 843, 850, 851. Antología Planndea, vid. Anthologia Planudea. Antonino Liberal, 205, 206, 784 y n., 786. Antonino Pío, 883. Antonio Diógenes, 894. An virtus doceri possit (Plutarco), 859. An vitiositas ad infelicitatetn sufficiat (Plutarco), 859. ' A v 6 o X o y í a i (Vecio Valente), 865. Apeliconte de Teos, 609. Apelt, O., 555 n. Apffel, H., 340 n. Apiano, 811 n. Apiano de Alejandría, 878-879. Apicultura, La (Menécrates), 781. Apión, 836, 908. Ápistos (Menandro), 675, 678 n. Apocolocyntosis (Séneca), 701. Apolíneo de Cartea, 211. Apolo (Alejandro Etolo), 441 y n., 774. Apolo (Simias de Rodas), 755. Apolo de Tiana, 912. Apolodoro de Alejandría, 784. • Apolodoro de Atenas, 265, 299 n., 361, 555, 577, 628, 629, 667, 785, 817, 818, 888. Apolodoro de Caristo, 694, 696. Apolodoro de Damasco, 924. Apolodoro de Gela, 694. Apolodoro de Pérgamo, 862, 875. Apolodoro, músico, 219. Apología (Filón de Alejandría), 835. Apología (Luciano), 874. Apología (Platón), 376, 464, 524, 525 y n., 528 y n., 530, 541, 545, 547 y n . , 550 y n., 721. Apología de Sócrates (Jenofonte), 530, 652 y n., 659. Apolonio, 699. Apolonio de Citión, 518, 827. Apolonio Díscolo, 177, 921, 928. Apolonio el Eidógrafo, 734 y n., 815 y n. Apolonio de Perge, 729, 822, 823, 924. Apolonio Rodio, 177, 211, 296, 726, 734, 742, 759-768, 785 n., 815, 846. Apolonio Sofista, 99, 177. Apolonio de Tiana, 147, 870, 912. Apolonio de Tiro, 709. Apomnemoneumata (Flavio Arriano), 879.
índice
de nombres
Apophthegmata ca. Apophth.
y
obras
Lacónica. Instituía LacóniLacaenarum (Plutarco), 855,
859Apotegmas de Menandro, 677. Appendix Vergiliana, 781, 786. Applebaum, S., 831 n. Apsines de Gádara, 876. Apuleyo de Madaura, 537, 691, 693, 793, 871 n., 877, 924. Apuntes históricos misceláneos (Panfila), 921. Aqua an ignis utilior (Plutarco), 859. Aqueo de Eretria, 440. Aqueos, Los (Menandro), 686 n. Aquileida (Goethe), 893 y n. Aquiles (Praxila), 207. Aquiles, comentador de Acato, 783. Aquiles Tacio, 728, 890, 897-898, 899, 902. Aracnomaqida, 112. Arai (Euforión), 787. Arai (Moiro), 787. Arangio-Ruiz, V., 550 n. Árato de Sición, 704, 800. Árato de Solos, 721, 780-782, 794, 820, 823, 846. Arbitraje (Menandro), vid. Epitrépontes. Arcadio, 9°5> 917Arcesilao, 574. Arcesilao IV, 222. Arcesilao de Pítane, 716 y n., 722, 816. Arcesilao (Menipo), 701. Arctino de Mileto, 105, 106. Archibald, R. C , 822 n. Ardizzoni, A., 767, 768. Arefschatian, S., 704 n., 919. Arend, W., 85 n. Areo Dídimo de Alejandría, 908. Areopagítico (Isócrates), 333. Aretalogia (Maiistas), 792. Aretálogias de Isis (Anón.), 792. Aretas de Cesárea, 21, 100. Arete (Partenio), 786. Areteo, 9^ 6 n., 929. Argoliká (Helanico), 359. Argoliká (Hipis), 360. Argoliká (Istro), 698. Argonáuticas, Las (Apolonio), 754, 759, 760, 761, 766. Argonáuticas, Las (Cleón y Teólito), 767. Argonáuticas, Las (Orfeo), 186, 735, 844. Ariadna en Naxos, 417.
935 Arifrón de Sición, 445. Arimáspeta (Aristeas), 185. Ario Dídimo, 712. Arión de Metimna, 155, 178, 251-252, 333, 337Aristágoras de Ténedos, 225, 341. Aristarco de Samos, 574, 590, 711, 728, 823, 826, 923. Aristarco de Samotracia, 74, 98 n., 99, 100, 161, 355, 479, 733, 734, 757, 815, 818, 820. Aristeas (Carta a Filócrates), 832. Aristeas de Proconeso, 184-185, 340. Aristéneto, 170, 743, 744, 765, 794, 901, 902. Aristides, 454, 613 n., 793, 794Aristipo de Cirene, 527, 533S34, 535, 54». 715. Aristobulo, judío, 834. Aristobulo de Casandrea, 798, 880. Aristocles de Mesina, 536, 907-908. Aristócrates, 631. Aristodemo, 555. Aristófanes de Bizancio, 98 y n., 129, 223, 301, 327, 403, 421, 434, 479, 575, 680, 689, 691, 733, 734 y n., 760 y n., 815 y n., 816. Aristófanes de Cidateneo, 18, 74, 102, 113, 132 n., 140, 142, 161, 186, 216, 224, 259 y n., 262, 264, 266, 270, 276 y n., 293, 294, 295, 299, 302, 312, 376, 390, 391 n., 409 n., 413, 415, 420, 425, 432, 439 n., 440, 441, 443, 444, 446, 447, 448, 449, 450, 451, 452, 454-48i, 515, 527 y n., 536, 540, 555, 661, 663, 664, 666, 675, 688, 817, 855. Aristogitón, 641. Aristómenes, 18 n., 99. Aristón de Ceos, 577, 583, 718, 719. Aristón de Quíos, 667, 705, 816. Aristonico, 99. Aristonoo, 791. (?) Aristophanis et Menandri comparado (Plutarco), 676, 855, 859. Aristophron, Pan., 540. Aristóteles, 18, 50, 51, 68, 97, 102, 103, 113, 120, 131, 134 n., 158, 168, 175 n., 178, 188, 189, 190, 194, 200, 233, 236, 244 n., 250, 251, 252 n., 254, 255, 259, 260, 261, 262, 263, 264, 265, 269, 271, 300, 314, 328, 335, 354 n., 359, 3 ó m . ,
Historia de la literatura griega
936 362, 363> 364, 369, 374 n., 38i, 382 n., 385 n., 389, 391, 418, 423, 427, 438, 440, 441, 443, 445, 44<5> 450, 458, 473, 477, 486, 516, 517, 521, 526, 529, 530, 531, 532 y n., 537, 538 n., 543, 544, 548, 553 y n., 554, 568, 571 y n., 572, 574, 576> 577-6x2, 614, 618, 622, 623, 643, 647 n., 657, 661, 662, 665 y n., 671, 688, 679, 699, 700, 717= 719, 720, 721, 722, 734, 735, 74i) 749 n., 780, 788, 796, 807, 810, 814, 826, 856 n., 905, 907, 913, 9i5> 917 n. Aristóxeno de Selinunte 265., Aristóxeno de Tarento, 154, 200, 256, 376, 442, 571, 608, 717, 721, 722, 828, 855, 922. Aritmética
(Diofanto
de Alejandría), 924.
'ApnoviKÓv éyxEipí&iov (Nicómaco de Gerasa), 913 n. Armstrong, C. B., 540 n. Armstrong, H. A., 920. Arnaldez, R., 837. Arnim, H. v., 436, 437= 546, 557 n., 613 n., 703 n., 723, 910 n. Arniv, J. v., 866 n. Arnott, P. D., 4 2 9 0 . Arquedémides, 271. Arquelao (Antístenes de Atenas), 533. Arquelao (Eurípides), 425. Arquelao de Atenas o Mileto, 362, 386, 527. Arquelao de Capadocia, 787. Arquelao de Macedonia, 331, 392, 425, 441, 487Arquelao de Priene, 112. Arqueología (Josefo), 837. Arquéstrato de Gela, 669. Arquibio, 740. Arquidamo, 490, 507, 509, 618. Arquidamo (Isócrates), 616. Arquígenes, 926. Arquíloco de Paros, 113, 134-138, 141-142, 143, 146, 147, 153, 160, 168, 180, 181, 184, 201, 240, 250, 694, 766. Arquílocos, Los (Cratino), 113, Arquímedes, 5I4, 822, 825, 924. Arquino, 623. Arquipo, 455. Arquitas de Tarento, n 9 2 , 539,
139, 140, 157, 159, 204, 214, 449, 451.
573, 722.
Arriano de Nicomedia, 609, 797, 799, 909, 922. Arriano, épico, 847. Arrighetti, G., 723. Arsínoe II, 731. Artajerjes, 518. Artajerjes II Mnemón, 357, 646, 653, 895. Ars poética (Horacio), 142, 253, 256, 667 n., 689, 775, 776Ars rhetorica (Julio Víctor), 821. Artápano, 834. Artemidoro, gramático, 758. Artemidoro Capitón, 522. Artemidoro de Daldis, 875. Artemidoro de Éfeso, 817, 824, 922. Ártemis (Antímaco), 668. Asamblea de los aqueos, La (Sófocles), 302 n., 326, 396. Asambleístas, Las (Aristófanes), 459, 470, 476, 478, 689. Asclepíades de Mirlea, 758, 819. Asclepíades de Prusa, 925. Asclepíades de Samos, 668, 670, 742, 750, 769, 770, 771. Asclepíades de Trágilo, 697. Asclepio de Epidauro, 44, 207, 477. Asclepiódoto, 804 n., 813, 880, 885. A sí mismo (Marco Aurelio), 910. Asinaria (Plauto), 694. Asinio Polión, 809, 879 n. Asno de oro, El (Apuleyo), 877. Asópida (Helanico), 359. Aspasia (Antístenes de Atenas), 533. Aspasid (Esquines de Esfeto), 534. Aspis, 128, 129, 130. AS-Sakrastání, 242, 243, 369. Ast, Fr., 568, 575, 924 n. Astiages, 316, 352. Astidamante I y II, 270, 661, 662. Astidamante I I I , trágico, 773. Astíoque, 848. Astrología Náutica (Tales), 189. Astronomicon (Higino), 748. Astruc, Ch., 886 n. Átacta (Euforión), 788. Átacta (Istro), 698. Átalo I, 813, 819, 820, 825. Átalo II, 825. Átalo I I I de Pérgamo, 783. Atamante, 420. Atañas, vid. Atanis.
índice
de nombres
y
937
obras
Atanis de Siracusa, 658. Atenágoras, 497. Ateneo de Náucratis, 112, 133, 154, 161, 177, 179, 198 n., 200, 209, 211, 258, 262, 300, 387, 433, 533, 537, 542, 580, 654, 669, 671, 675, 733, 774 y n., 777, 778 n., 784, 790, 816, 847, 865, 886-887. Ateneo de Atalea, C , 925, 926. Ateneo el Mecánico, 825. Atenodoro de Tarso, 712. Ático, 644, 913. Atila, 37, 884. Atis (Helanico), 490, 491. At Kins, J. W. H., 863 n. Atlántida (Helanico), 359. Atthis (Ameleságoras), 698. Atthis (Androción), 630, 650, 698. Atthis (Demón), 696. Atthis (Fanodemo), 658. Atthis (Filócoro), 697, 698. Atthis (Helanico), 359. Atthis (Melampo), 696. Atthis o Protogonia (Clitómaco), 657. 'A T TiKá (Ameleságoras), 698. ' A T t i K á (Istro), 698. 'ATTiKiaxr|C. (Frínico), 864. Aubfeton, R., 327. Aucher, J. B., 837. Auge (Afareo), 662, 665. Auge (Eurípides), 420, 687. Augusto, 99, 712, 779, 810, 819, 842, 902 n., 908. Aulo Gelio, 161 n., 678, 686, 694. Aulularia (Plauto), 678. Aureliano, 883, 917. Auria, G., 824 n. Aurispa, Giovanni, 100, n i , 296, 886 n. Ausonio, 183. Autobiografía (Josefo), 837. Autólico (Éupolis), 453. Autólico de Pítane, 607, 653. Auxo, 123. Avenarius, G., 796 n., 874 n. Aves, Las (Aristófanes), 142, 186, 259 n., 262, 376, 456, 459, 46o, 467, 48o, 481, 515, 527, 528, 683. Aves, Las (Magnes), 448. Avidio Casio, 910. Avieno, 246, 782, 845. Avilio Flaco, A., 834.
Avispas, Las (Aristófanes), 216, 259 n., 262, 409 n., 456, 464, 470, 480, 481, 688. Ax, W., 860. Axíoco (Anón.), 541. Axíoco (Esquines de Esfeto), 534. Axiónico, 665. Ayántides, 774. Áyax (Antístenes de Atenas), 533. Ayax (Sófocles), 303, 304 n., 306, 317, 326, 327, 328, 401, 410. Aymard, A., 730.
Baar, J., 99 n., 101. Babbitt, F . C , 860. Babiloníacas (Beroso), 801. Babiloníacas (Jámblico), 897. Babilonios, Los (Aristófanes), 453, 456, 460. Babrio, 181 n., 846. Bacantes, Las (Epicarmo), 267 n. Bacantes, Las (Esquilo), 292. Bacantes, Las (Eurípides), 391, 392, 425, 427 y n., 431, 433, 434, 435Baccini, D., 436. Bacchides (Plauto), 678. Bacchus (Luciano), 872. Bader, R., 919. Baer, Eva, 538 n. Bailey, C , 723. Baiter, 644. Baiter-Sauppe, 582 n. Balmori, C. H., 436. Balss, H., 249. Bandini, A. M., 852. Banquete, El (Aristót.), 583. Banquete, El (Jenofonte), 262, 357, 453, 653, 659. Banquete, El (Platón), 172, 381, 439, 440, 464, 525, 526 n., 528, 529, 533, 545, 546, 547, 553, 555 n., 556, 563, 886. Banquete ático (Matrón), 669. Banquete de los siete sabios (Anón.), 183. Banquete de los siete sabios (Plutarco), vid. Septem sapientium convivium. Banquete de los sofistas (Ateneo), 886. Baptai (Éupolis), 453. Baqueo de Tánagra, 518. Baquílides, 133, 175, 212, 215, 216, 221, 224, 227, 229, 230-233, 234-235, 251, 252, 330, 415, 439, 733Barabino, G., 680 n.
? ;ÍÍS«J
Historia de la literatura griega
93» Barbariká (Quérilo de Samos), 332. Barber, G. L., 656 n. Barbotin, E., 719 n. Barends, D., 658 n. Bargrave-Weaver, D., 368. Barigazzi, A... 388, 685 n., 746 n. Barns, J. W. B., 679 n., 890 n. BocpouXKÓc, (Herón de Alejandría), 826. Barth, Kaspar von, 667 n. Barth, P., 723. Bartoletti, V., 483 n., 512, 543, 655 n., 656 y n., 742 n., 787 y n. Barwick, K., 552 n., 708 n., 821 n., 829. BaoccviaxT}(; r\
Bérard, V., 63 n., r o í , 102. Berenice (Teócrito), 751, 754. Bergk, Th., 168, 277 n., 301 n. Bergson, Leif., 298, 329, 437. Bernardakis, G. N., 855 y n., 858, 859. Bernay, J., 601. Beroso, 801. Berve, H., 90 n., 144 n., 539 n. Bernagozzi, Giampolo, 249. Besarión, 100, 636. Bétant, G. A., 513. Bethe, E., 54 n., 103 n., 106, 287 n., 469 n., 666 n. 865 n. Betz, A., 883 n. Beutler, R., 829, 919, 920. Bevan, E., 773. Bezold, 728 n. Bianchi, U., 88 n. Bías de Priene, 183. Biblia, 20. Biblioteca (?), 818. Biblioteca (Apolodoro de Atenas), 889. Biblioteca (Diodoro), 809, 810. 883. Biblioteca (Focio), 102, 104, 894, 897, 917. Bickel, E., 255 n., 575, 751 n., 7761». Bickermann, E., 574 n. Bieber, M., 263, 461 n., 665 n., 666 n., 779 n. Bidez, J., 371 n. 823 n., 906, 907. Biedl, A., 887 n. Biehl, W., 436. Bieler, L., 22 n., 863 n., 870. Bignone, E., 329, 724. Biliriski, Br., 213 n. Binda, R. P., 435. Bingen, J., 680 n. Biografía de Apolonio de Tiana (Filóstrato(s)), 870, 874. Biografía de Filopemen (Polibio), 804. Biografía de Hipócrates, 925. Biografía de Lisandro (Plutarco), 332. Biografía de Moisés (Filón de Alejandría), 835. Biografía Biografía Biografía Biografía Biografías Biografías Biografías
de Pitágoras (Jámblico), 916. de Pitágoras (Porfirio), 894. de Plotino (Porfirio), 876. de los sofistas (Filóstrato(s)), 888. (Plutarco), vid. Vidas paralelas. de Homero (Anón.), 181. de los Oradores (Plutarco), 638.
índice de nombres y obras Biografías de los sofistas (Eunipo de Sardes), 884. Biografías de sofistas (Filóstrato(s)), 865, 869. Bión de Borístenes, 700. Bión de Esmirna, 757. Btoc, ni9aY°piKÓ<; (Aristóx.), 608. Birkenmajer, I. A., 610. Birt, Th., 18 n. Bis accusatus (Luciano), 871, 872, 873. Bischoff, H., 354 n. Bitiníacas (Dem. de Bitinia), 767Bitón, 825, 88511. Bizos, M., 643. Bjórck, G., 25511., 660 n. Black, M., 23811. Blake, W. E., 902. Blakeway, C. A., 135 n. Blass, F., 234, 624, 62711., 628, 637 y n., 642, 644. 645, 646. Blegen, 38. Bloch, H., 656. Bloch, K., 369. Bluck, R. S., 551 n., 556 n. Blum, L., 838. Blumberg, H., 611. Blumenthal, A. v., 13811., 231 n., 30011., 324 n., 327, 439, 441, 527» 662 n., 731 n., 75011.
Blümner, H., 888 n. Boccaccio, 625. Bock, M., 269 n. Bocheúski, I. M., 549 n., 587 n., 717 n. Bodas de Hebe, Las (Epicarmo), 265. Bodas del dios-río Hebro, Las (Ábaris), 185. Bodas de Peleo y Tetis, Las (Catulo), 747, 757Bodin, L., 513. Boecio, 610, 924. Boeckh, August, 227. Boehringer, 60 n. Boekel, C. W. van, 601 n. Boer, Ae., 928. Boer, Emilie, 723, 924 n. Boer, W. den, 75 n., 78 n. Boese, H., 920. Boghazkoi, 118. Bogner, H., 850 n. Bohme, R., 186 n., 297> 547Boiotiká (Helanico), 359.
939 Boissevain, U., 881 n., 884 n. Boker, R., 782 n., 794. Bolo de Mendes, 368, 812, 830. Bolte, J., 142. Boíl, £>. L., 728 n., 928. Bollack, J., 243. Bolling, G. M., 98 n. Boman, Th., 831 n. Bomer, A., 18 n. Bompaire, 877. Bonforte, J., 919. Bonitz, H., 582, 612. Bonnard, A., 141, 401 n. Bonner, C , 47 n. Bonner, R. J., 643. Bono Acursio, vid. Acursio, Bono. Boor, C. de, 884 n. Bormann, K., 837. Borries, J. v., 864 n. Bosch, H. de, 773. Boudreaux, P., 846 n. Boulanger, A., 862 n., 876 n. Boulanger, F., 907. Bourgey, L., 249, 523, 604 n. Box, R., 837. Bowra, C. M., 34 n., 35 y n., 55 n., 59 n., 75 n., 115 n., 146, 178 n., 179 y n., 180, 198, 201, 202 n.,
204, 233, 234, 235,
236 n., 238 n., 319 n., 328, 329, 391 n., 541 n., 793 n., 843 n. Boyancé, P., 540 n. Brancos (Calimaco), 746. Brandenstein, W., 562 n. Brandt, P., 112 n., 446, 669 n. Brann, A., 173. Brann, Th., 356. Braun, M., 891 n. Breccia, 292, 293> 787Bréhier, A., 837. Bréhier, E., 914, 9i9> 920. Breitenbach, H., 539 n., 649. Breitenbach, H. R., 660. Breitenbach, W., 437Breitholtz, L., 263 n. Brella, U., 435. Brémond, E., 642. Brenous, J., 902. Brescia, C , 724, 926 n. Breuninger, A., 554 n. Biisón de Heíaclea, 514, 533. Broadhead, H. D., 296.
940 Broccia, G., 125 n. Brock, A. J., 929. Brócker, W., 239 n., 388, 548 n., 56211., 612 n. Brochará, V., 70211. Brommer, F., 131 n., 259. Brown, T . S., 797 n., 799 n., 814. Bruhn, E.,' 328. Bruins, E. M., 825 n. Brut. (Cicerón), 621 n., 623, 627 n., 642, 730, 797, 803. Bruta ratione uti (Plutarco), 854, 859. Bttcoliastas (Teócrito), 752. Bucólicas (Mosco de Siracusa), 757. Buchheit, V., 388. Buchner, E., 61511., 616, 62011., 624 n., 643, 857 n. Buchner, G., 201. Büchner, K., 17 n., 149 n., 848 n. Buchner, W., 718 n. Buchwald, W., 281 n., 326 n., 397 n., 907. Budé, G. de, 645, 866 n. Buescu, V., 794. Buffiére, R , 97 n., 236 n., 357 n., 705 n. Bugonia (Eumelo), 130. Buhl, María Sophia, 242, 243. Buhle, J. Th., 577Bühler, W., 99 n., 758. Bultmann, R., 723. , Bunbary, E. H., 249. Burck, Eric, 15, 776 n. Burckhardt, G., 689 n. Burckhardt, Jacob, 236 n., 282, 395, 649. Burkert, W., 69 n., 9 ° n . , 194, 334 n., 348 n., 514 n., 618 n., 619 n., 728 a., 783 n., 828 y n., 829, 830 y n., 893 n. Burn, A. R., 23 n., 134, 198 y n. Burnet, J., 526 y n., 574, 575Burr, V., 60 n. Bursian, 876. Burton, R. W. B., 234. Burtt, J. O., 638, 645, 646. Bury, J. B., 249. Bury, R. G., 553 n., 918 n. Buschor, E., 232 n., 253, 258, 259, 263 n., 264, 298, 329, 437Busiris (Epicarmo), 265. Busiris (Eurípides), 430. Busiris (Isócrates), 193, 616. Bussemaker, U . C, 846 n., 929. Butcher, S. A., 600 n., 644.
Historia de la literatura griega Büttner-Wobst, Th., 814, 884 n. Butts, H. R., 432 n., 616 n. Bux, E., 659. Bythyniká (Flavio Arriano), 881. Bywater, Ingram, 584. Byzantiáká (Maleo), 884.
Caballeros, Los (Aristófanes), 447, 448, 450, 452, 453, 456, 457> 462, 480, 687. Cabellera de Berenice, La (Calimaco), 734, 742, 744Cabras, Las (Éupolis), 452. Cadíou, R., 837. Cahen, E., 748. Calcóndilas, Demetrio, 101. Calder, W. M., 325 n., 409 n., 799 n. Calderini, A., 902 n. Calhoun, G. M., 627 n., 634 n. Calías (Esquines de Esfeto), 534. Cálice (Estesícoro), 179. Calícrates, 699 y n. Calígula, 833, 834, 836. Calimaco, 19, 21, 107, 113, 141, 146, 162, 183, 218, 644, 668, 669, 721,. 726, 730749, 750 y n., 756, 758, 759, 760 y n., 764, 768, 770, 773, 779, 78i, 782, 783, 785, 787, 788, 790, 794, 815, 816, 817, 845, 850, 863, 901. Calino de Éfeso, 103, 104, 143, 144, 145, 147, 195Caliptómenos [Hipólito] (Eurípides), 326. 332, 399Calístenes de Olinto, 579, 580, 657, 697, 701, 798. Calístrato, 456, 470, 479, 627, 877. Calíxeno, 728 n. Calogero, G., 243, 565 n. Calpurnio Pisón, L., 713, 843. Callimachi fragmenta nuper reperta, 741. Cambises, 236, 339, 340, 721. Cameleonte, 211, 218, 2 6 9 ^ , 722. Camerer, R., 328. Camp, J. v., 575, 576Campbell, A. Y., 436. Campbell, L., 546. Campesinos, Los (Aristófanes), 467. Canción de los mendigos de Rodas, 132. Canción de Seicilos (Mesomedes), 791Canción de Ullikummi, 118. Canción procesional (Duris), 793.
índice de nombres y obras Canobo (Apolonio de Rodas), 766. Cantar de Hildebrand, 106. Cantar de los Nibelungos, 54. Cantarella, R., 297, 298, 480, 680 n., 695. Cántica (Plauto), 777. Canto de Artemisio (Simónides), 215. Canto de la corneja (Fénix de Colofón), 132. Canto triunfal a Glauco de Caristo (Simónides), 213. Cantos ciprios (Homero), 43 n., 97, 103, 104 y n., 105 y n., 741. Cantos de danza o Hipoquermas (Píndaro), 223, 224, 230. Cantos de procesión (Píndaro), 223, 224, 230. Cantos eróticos (Píndaro), 230. Cantos ístmicos (Píndaro), 225. Cantos monódicos (Ion), 439. Cantos triunfales (Simónides), 213. Capelle, A., 555 n. Capelle, W., 523, 723, 9*9Capizzi, A., 388. Captivi (Plauto), 693 n. Caracala, 845, 846, 869, 881. Caracteres (Teofrasto), 675, 691, 717, 718 n. Caramalo, 842, 901. Cárcino, trágico, 465, 661. Cárcino de Naupacto, 130. Carcopino, J., 166 n., 828 y n. Cares de Mitilene, 797. Cares, poeta gnómico, 669, 677. Caridemo, 631. Caridemo (Favorino de Arélate), 867 n. Caritón de Afrodisias, 889, 890, 895, 896, 902. Carlsson, G., 328. Carm. pop., 132. Cármides (Platón), 547. Carnat, P., 575, 576. Carnéades de Cirene, 709 n., 716. Caronte (Luciano), 873. Caronte de Lámpsaco, 246, 248, 249, 252 n., 346. Carpo, 123. Carra de Vaux, 825 n. Garriere, J., 198. Carta a Amneo (Dionisio de Halicamaso), 863. Carta a Anebo (Porfirio), 915 y n. Carta a Asclepíades (Filócoro), 697.
94£ Carta a Filócrates (Aristeas), 831 y n., 834. Carta a Heródoto (Epicuro), 712. Carta a Meneceo (Epicuro), 712. Carta a Pitocles (Epicuro), 712. Carta a Pompeyo Gemino (Dionisio de H a licamaso), 863. Carta profiláctica al rey Antígono, 608. Cartas (Aristeneto), 794. Cartas (Demóstenes), 636. Cartas (Esquines), 639. Cartas (Isócrates), 617. Cartas (Jenofonte), 653. Cartas (Juliano), 906. Cartas (Libanio), 904. Cartas (Lisias), 623. Cartas (Platón), 537-540, 547» 550, 555, 569Cartas de heteras (Alcifrón), 901. Cartas de labradores (Alcifrón), 901. Cartas de labradores (Claudio Eliano), 886. Cartas de parásitos (Alcifrón), 901. Cartas de pescadores (Alcifrón), 901. Cartas eróticas (Aristeneto), 901. Cartas misivas (Teopompo), 654. Cary, E., 881 n. Casandra (Calimaco), 733. Casandreida (Licofrón), 774. Casandro, 720, 812. Casina (Plauto), 694. Casini, Nilo, 550 n., 556 n. Casio Dión, 8, 866, 881. Casio Longino, 876. Cassola, F., 27 n. Caster, M., 871 n., 874 n., 877. Castiglioni, L., 70 n. Castor de Rodas, 818, 820. Castorión de Solos, 790. Catábasis (Orfeo), 187. Catálogo, vid. Catálogos de mujeres. Catálogo de mujeres (Apolonio?), 767. Catálogo de las mujeres (Niceneto), 785. Catálogos de mujeres (Hesíodo), 128, 129. Cataplus (Luciano), 873. Catasterismos (Eratóstenes de Cirene), 8.17. Cataudella, Qu., 194, 752 n., 780, 794, 877, 897 n-, 902. Categorías, Las (Aristót.), 587. Cato maior (Cicerón), 177, 651. Catón (Cicerón), vid. Cato maior. Catón de Ütica, 712. Catone, N., 328.
942 Catulo, 166, 169, 668, 744 y n., 747> 757Cauer, P., 98 n., 101. Cazadores del jabalí, Los (Estesícoro), 179 y nCazzaniga, E., 784 n. Cazzaniga, I., 794. Ceadel, E. B., 409 n. Cebes, 918. Cecilio de Caleacte, 383, 624, 638, 642, 644, 862-863. Cefisodoro de Tebas, 614, 657. Celio Antípatro, 802. Celso, 912, 919. Celso Aureliano, 925. Centauro, El (Aristófanes), vid. Drámata. Cerbero (Estesícoro), 179. Cerbero (Píndaro), vid. Viaje al averno de Heracles. Cércidas de Megalópolis, 702 y n., 723. Cércilas de Andros, 165. Cert. Hom. et Hes„ 103. César, 677, 713, 809, 820, 823 n., 847, 866. Cicerón, 162 n., 177, 194. 209, 217, 337, 346, 367, 373, 377 n., 427 n., 5 " ) 515, 531) 539, 540, 553, 566, 582, 584, 586, 608, 613 y n., 614, 619, 621 n., 623, 627, 642, 645, 651, 652, 709, 710, 712, 713, 714, 7i6 y n-> 717, 719, 729, 781, 782, 787, 794, 797, 803, 806, 819, 821, 828, 861, 862, 863, 892. Ciclo, 101. Ciclo (Dion. de Samos), 813. Cíclope (Eurípides), 325, 393, 429-430, 434, 436. Cíclope (Filóx. de Citera), 444. Cíclope (Teócrito), 752. Cieno (Estesícoro), 179Cuento, P. V., 920. Cilento, V., 920. Cimón (Platón), 542. Cimón (Plutarco), 301, 331, 362, 438, 488 n. Cinegético, El (Flavio Arriano), 880. Cinegético, El (Jenofonte), 651. Cinegético, El (Opiano de Apamea), 846. Cinesias (Estratis), 444. Cineto, n o . Cinetón, 103, 106, 131. Cínifes, Los (Magnes), 448. Circe (Alejandro Etolo), 774. Cirilo de Alejandría, 905.
Historia
de la literatura
griega
Gris, 747, 786. Ciro (Antístenes de Atenas), 533. Ciro el Joven, 646, 647. Ciro el Viejo, 316, 338, 339, 343, 344, 650, 721. Ciropedia, La (Jenofonte), 533, 65°, 651, 721, 797 n., 891. Cistellaria (Plauto), 678, 687. Ciudades, Las (Éupolis), 453, 455. Ciurnelli, D., 368. Clagett, M., 249. Claghorn, G. S., 566 n. Clark, D . L., 643, 861 n. Classen, C. J., 535, 552 n. Classen, C. I., 194. Classen, J., 513. Claudiano, épico, 847. Claudio Eliano, 97, 155, 426, 440, 540 n., 813-877, 885-886, 888, 925 n. Claudio Ptolomeo, 825. Clay, Dorothy M., 298, 329, 437. Clazómenas, 865. Cleantes de Aso, 704, 707 n., 723, 782, 790, 823. Clearco de Solos, 721. Cleef, F . L . van, 388. Clémenceau, 636. Clemente de Alejandría, 102, 186, 445, 7 i i , 775, 835 n. Clementz, H., 838. Cleobulo de Lindos, 203, 215, 217. Cleodemo, 834. Cleofonte (Platón, comedióg.), 451. Cleomedes, 710, 923. Cleomenes, 704, 771, 860. Cleón de Curio, 767. Cleopatra, 810. Cleóstrato de Ténedos, 781. Cleve, F . M., 368. Clidemo o Clitodemo, 657. Clitarco, 797. Clitodemo, vid. Clidemo. Clitofón (Platón), 542 y n. A.J SO Clitómaco, 716. Cloché, P., 645.
índice de nombres y obras Cohén, M. R., 249. Cohn, L., 837. Cohoon, J. H., 866 n. Colección de Andes (Istro), 698. Colección de cosas sorprendentes (Alejandro Polihístor), 811. Colección de costumbres raras (Nicolao de Damasco), 810. Colección de curaciones (Nicandro), 784. Colección de decretos (Crátero), 699. Colección de heroínas o de mujeres pitagóricas (Filócoro), 697. Colección de historias maravillosas (Antígono de Caristo), 812. Colección de manuales de Retórica (Aristót.), 603. Colección de Metamorfosis (Antonino Liberal), 784. Colin, G., 640 n., 645. Colofoníacas (Nicandro), 784. Colombo, A. María, 705 n. Colonna, A., 129, 173, 328, 356, 612, 902, 906. Colonna, María E., 907. Coloquios (Critias), 387. Colosio, G. B. L., 534 n. Colotes, 714, 716. Colson, F . H., 837. Coluto, 848 y n., 850. Collart, P., 98 n., 785 n. Collectio Accursiana, 182. Collectio Augustana, 181. Collectio Vindobonensis, 182. Colli, G., 587 n. Coman, J., 297. Comastas (Amipsias), 469. Comastas (Epicarmo), 267 n. Combellack, F . M., 86 n. Comedia de Ulises (Cratino), 450. Comedias de Safo, 693. Comentario a Árato y Eudoxo (Hiparco), 782. Comentario a Euclides (Proclo), 918. Comentario a Hermógenes (Juan el Diácono), 252. Comentario al catálogo de las naves (Apolodoro de Atenas), 818. Comentario al métrico Hefestión (Casio Longino), 876. Comentarios a Hermógenes, 876. Comentarios a Platón (Proclo), 918.
943 Comida funeral de Arcesilao (Timón de Fliunte), 702. Commorientes (Plauto), 694. Como (Teócrito), 752. Cómodo, 833, 864, 877, 881, 926. Comoedia Florentina (Menandro), 679, 690. Comparación de Menandro y Filistión, 842. Compernolle, R. van, 328. Conacher, D . J., 436. Conger, G. P., 706 n. Cónica (Apolonio de Perga), 822. Coniugalia praecepta (Plutarco), 859. Connos (Amipsias), 462. Conocimientos botánicos (Teofrasto), 717. Conón, 781, 786. Consbruch, M., 928 n. Consolatio ad Apollonium (Plutarco), 859. Consolatio ad uxorem (Plutarco), 859. Constancio I I , 905. Constantino, 841. Constantino Céfalas, 740, 772. Constantino VII Porfirogénito, 805, 810, 878, 883, 884. Constitución de Atenas, La (Jenofonte), 482. Constituciones políticas, Las (Critias), 387. Continuación a Homero (Quinto de Esmirna), 847. Contra Áfobo (Demóstenes), 627. Contra Agórato (Lisias), 624. Contra Alcibíades (Andócides), 384. Contra Androción (Demóstenes), 629, 630. Contra Apión (Josefo), 56, 837. Contra Aristócrates (Demóstenes), 631. Contra Aristogitón (Anón.), 388. Contra Aristogitón (Demóstenes), 629. Contra Aristogitón (Dinarco), 639. Contra Atenógenes (Hiperides), 640. Contra Calimaco (Isócrates), 615. Contra Colotes (Plutarco), 367. Contra Conón (Demóstenes), 628. Contra Ctesifonte (Esquines), 635, 639, 645. Contra Demóstenes (Dinarco), 627, 639. Contra Demóstenes (Hiperides), 640. Contra el cínico Heraclio (Juliano), 906. Contra Eratóstenes (Lisias), 622, 624. Contra Ergocles (Lisias), 625. Contra Estéfano (Demóstenes), 628, 629. Contra Eutínoo (Isócrates), 615. Contra Filtpides (Hiperides), 640.
944
Historia de la literatura griega
Contra Filocles (Dinarco), 639-640. Corno, Dario del, 99 n., 660. Contra Filócrates (Lisias), 625. Corollaria (Nevio), 665. Contra Flaco, 836. Corpus de discursos (Antifonte el Sof.), Contra Hipoterses (Lisias), 624, 643. 383. Contra la doctrina de los maniqueos (AleCorpus Hippocraticum, 517-524. jandro de Licópolis), 913 n. Corssen, P., 710. Contra la percepción habitual (Crisipo de Coste-Messeliére, P. de la, 845 n. Solos), 705. Costumbres de los pueblos extranjeros (CaContra Leócrates (Licurgo), 641. limaco), 734. Contra Leptines (Demóstenes), 629, 630. Cougny, E., 772. Contra Loquites (Isócrates), 615. Coulon, V., 480. Contra los cristianos (Juliano), 905. Courcelle, P., 577, 920. Contra los cristianos (Porfirio), 916. Cousin, V., 921. Contra los dogmáticos (Sexto Empírico), Crahay, R., 352 n. 908. Cramer, F . H., 728 n. " ' * * Contra los matemáticos (Sexto Empírico), Cranón, 636. 908. Crantor de Solos, 566. " " ' Contra los mercaderes de trigo (Lisias), Cranz, F . E., 907 n. 624. Crassus (Plutarco), 793. Contra los perros ineducados (Juliano), 906. Cráteras, 928. Contra los sofistas (Isócrates), 615, 619. Crátero de Macedonia, 642, 699. Contra Midias (Demóstenes), 633. Grates, académico, 716. Contra Neera (Demóstenes), 629. Crates, comediógrafo, 450, 451. Contra Neera (Ps, Dem.), 633. Grates de Malos, 63, 97, 455, 668, 820. Contra Onetor (Demóstenes), 628. Crates de Tebas, 676, 700, 703, 857. Contra Fraxífanes (Calimaco), 735. Crates, epigramático, 332. Contra Teocrines (Demóstenes), 628. Crates, escritor religioso, 699. Contra Timarco (Esquines), 638. Crátilo (Platón), 374, 547, 552 y n. Contra Timócrates (Demóstenes), 629, 630. Cratino, 113, 44^-450, 45i> 452, 457» 462, Contra Zenótemis (Demóstenes), 629, 696. 475, 479Controversiae (Séneca el Viejo), 862. Cratipo de Atenas, 656 y n. Convidados, Los (Aristófanes), 455 y n., Crawford, F . S., 611. 456, 464, 477Cresfontes (Eurípides), 420. Convivium (Luciano), 873. Creso, 184, 231 y n., 247, 337> 338, 341, Conybeare, F . C , 837, 876. 348, 352, 353Cook, J. M., 154 n. Cresson, A., 724. Cooper, L., 600 n. Crestomatía (Heladio de Antinoópolis), 846. Copérnico, 829, 923. Crestomatía (Proclo), 102, 104 y n., 918. Coppola, C.j 617 n. Cretenses, Las (Eurípides), 396, 401. Córax de Siracusa, 380. Crinágoras de Mitilene, 771, 842. Corbato, C , 441 n. Crisipo (Eurípides), 401, 421. Coreutas, Los (Epicarmo), 267 n. Crisipo de Solos, 425, 705-708, 780, 818. Coricio, 871 n., 906. Crisis (Sófocles), 377. Corica de Tanagra, 204-207, 208, 218 n. Crisóloras, Manuel, 21. Corintíaca (Eumelo), 130. Cristodoro de Coptos, 851. Corintíacas (Favorino de Arélate), 687 y n. Critias, 135, 137, 138, 142, 202, 203, 383, Cornelio Gallo, 786. Cornelio Léntulo, 811. 386, 433, 440, 446, 536, 538, 547Critias (Platón), 547, 553, 565, 566Cornelio Sisenna, L., 793. Critolao de Fasélide, 709 n., 719. Cornford, F . M., 194, 460, 558 y n., 559, Critón (Euclides de Mégara), 533. 562 n., 564 n., 565 n.
índice de nombres y obras Gritón (Platón), 524, 527, 528, 547 y n., 550. Croiset, M., 644. Crónica (Dexipo), 883. Crónica (Eusebio), 229. Crónica (Hesiquio Ilustrio), 885. Crónica de Cícico (Neantes), 800. Crónica de Somos (Duris), 800. Crónicas (Anón.), 801. Crónicas (Apolodoro de Atenas), 265, 818. Crónicas (Castor de Rodas), 818. Crónicas (Hipis), 360. Cronografías (Apolodoro de Atenas), 818. Cronografías (Eratóstenes de Cirene), 817. Cronología (Apolodoro de Atenas), 577. Crosby, H. L., 866 n. Crossman, A. H. S., 558 n. Crusius, O., 778 n., 780, 841 n., 846 n. Ctesias de Cnido, 518, 653-654, 655, 660, 795, 894. Ctesibio, 825. Ctesifonte, 635. Cuentos de viejas (Corina), 205. Cuestiones jeroglíficas (Queremón), 908. Cuestiones médicas (Rufo de Éfeso), 926. Cumas, 833. Cumont, F., 371 n., 907. Cunningham, M. L., 280 n. Cuntz, O., 928. Curcubio (Plauto), 678 n. Curtió Rufo, 797. Curtius, E. R., 48 n. Cushman, R. E., 576. Cynicus (Luciano), 877. Czwalina, A., 823 n.
Chadwick, H., 919. Chadwick, J., 25 n., 27 n., 28 n., 76 n., 523. Chaignet, A. E., 921. Chalmers, W. R., 242. Chambers, M . H., 508 n. Chambry, E., 184, 858. Chantraine, P., 81 n., 82 n., 88 n., 659, 879 n. Chapman, 102. Chaponthier, F., 435, 437Charidemus (Luciano), 877. Chelidón (Platón), 542. Cherniss, H., 188 n., 361 n., 553 n., 554 n., LITERATURA GRIEGA.
60
945 555, 565 n., 566 n., 567 n., 57° n., 572 y a., 575 n., 579 n., 585 n., 860. Chevallier, R., 645. Chil. (Tzetzes), 516. Chiliades, Las (Euforión,) 788. Christ, G., 234. Christ, K., 19 n. Christ-Schmid, 626, 732, 751, 794, 814, 858, 862 n., 876 n., 907, 920. Chroniká (Hipis), 360. Chroust, A. H., 525 n., 535, 652 n.
Dáctilos ideos (Hesíodo), 129. Daele, H. van, 480, 481. Dafnef aricas (Píndaro), 224. Dajnís (Estesícoro), 179. Dafnís o Litierses (Sositeo), 774. Dafnis y Cloe (Longo de Lesbos), 900 y n. D'Agostino, V., 436. Dahlmann, H., 708 n., 820 n. Dahnhardt, O., 298. Daifanto, 218 n., 224. Dain, A., 17 n., 21, 327, 512, 885 n., 922 n. Dale, A. M., 429 n., 435, 469 n., 752 n. Dale, M., 792. Dalmeyda, G., 388, 902. Damascio, 186, 575, 917 n., 918 y n. Damasístrato, 654. Damastes de Ligeo, 360. Damiano de Éfeso, 869. Damófilo, 222. Damón, 219, 332-334Dánae (Eurípides), 420. Danaides, Las (Aristófanes), 457. Danaides, Las (Dífilo), 693. Danaides, Las (Esquilo), 280, 298. Danaides, Las (Frínico), 257. Danaides, Las (Melanípides), 443. Daniel, 832. Daniélou, J., 837 n. D'Ansse de Vüloison, C , 99. Dante, 102. Danzarines, Los (Epicarmo), 266, 267. D'Arcy Thompson, 580. Daremberg, C , 928. Daremberg, Ch., 929. Dares, 893. Darío I, 246, 273, 274, 278, 340, 341, 342, 349, 353Daub, 734 n -
946 Davison, J. A., 28 n., 56 n., 98 n., 99 n., 113 n., 180, 204 n., 282 n. Dawe, R. D., 296. Dawkins, R. M., 174 n. Dawson, Ch. M., 748. Day, A. A., 732 n. De abstinentia (Porfirio), 719, 915. De adulatore et amico (Plutarco), 858. De Alexandri Magni fortuna aut virtute or. I et II (Plutarco), 859. De amicorum multitudine (Plutarco), 858. De amore prolis (Plutarco), 859. De an. (Filópono), 570 n. De an. (Simplicio), 570 n. De animae procreatione in Timaeo (Plutarco), 854, 859. De astrologia (Luciano), 877. De audiendis poetis (Plutarco), 858. De audiendo (Plutarco), 858. Debrunner, A., 808 n. De Cáelo (Aristót.), 364, 586 n., 589, 604. De calumnia (Luciano), 877. Decamerón (Boccaccio), 469. De capienda ex inimicis utilitate (Plutarco), 858. Decem oratorutn vitae (Plutarco), 855, 859. Declamaciones (Polemón), 866. Declamaciones escolares (Libanio), 904. De cohibenda ira (Plutarco), 859. De communibus notitiis contra Stoicos (Plutarco), 860. De compos. (Dionisio de Halicarnaso), 669 n. De cupiditate divitiarum (Plutarco), 859. De curiositate (Plutarco), 859. Dédalo (Aristófanes), 457. De defectu oraculorwn (Plutarco), 854, 859. De dipsádibus (Luciano), 872. De domo (Luciano), 871. De E apud Delphos (Plutarco), 854, 859. De electro (Luciano), 871. De eloc. (Demetrio), 173. De eloc. (Ps. Demetrio), 621 n., 642 n. De esu carnium (Plutarco), 854. De exilio (Plutarco), 230, 859. De facie in orbe lunae (Plutarco), 855, 859. De fato (Plutarco), 859. Defensa, La (Platón), 525. Defensa de Orestes (Antístenes de Atenas), 533De figuris (Rutilio Lupo), 821.
Historia
de la literatura
griega
De fin. (Cicerón), 539, 540. Definiciones (Anón.), 541. Definiciones (Critias), 387. De flatibus (Corp. Hip.), 517. De fortuna (Plutarco), 858. De fortuna Romanorum (Plutarco), 859. Defradas, Jean, 90 n., 144 n. De fraterno amore (Plutarco), 859. De garrulitate (Plutarco), 669 n., 859. De genio Socratis (Plutarco), 859. De gloria Atheniensium (Plutarco), 648, 689, 859. De Herodoti málignitate (Plutarco), 336, 355, 855, 859. De historia conscribenda (Luciano), 874. Deichgraber, K., 54 n., 108 n., 112 n., 190 n.,
I94J
242,
245 a.,
273 n.,
292
a.,
293 n., 296, 362 n., 481, 498 n., 513, 518 n., 521, 523, 814, 827, 925 n., 927 y n., 928, 929. De imit. (Dionisio de Halicarnaso), 217, 641, 669 n. De imit. (Tucídides), 355. Deininger, G., 495 n. De interpretatione (Aristót.), 587 y n. De invidia et odio (Plutarco), 859. Deipnón (Filóx. de Léucade), 669. Deipnón (Nicandro de Colofón), 783. Deipnón (Numenio), 783. De ira (Plutarco), 693. Deisidaimon (Menandro), 675. De Iside et Osiride (Plutarco), 854 y n., 859Demófilo, 912 n. Demóstenes, 904. De mysteriis (Jámblico), 915 n., 916. De la naturaleza (Anaxágoras), 362. De la naturaleza del universo (Ocelo de Lucania), 829. De la piedra (imán) (Demófilo), 368. De latenter vivendo (Plutarco), 860. De laude ipsius (Plutarco), 859. Delaunois, M., 643. Delatte, A., 194, 660. Delebecque, Edouard, 71, 392 n., 646 n., 651 n., 659, 660. De leg. (Cicerón), 337. Del espíritu (Leucipo), 363-364, 366, 369. Delfos (Antímaco), 668. De liberis educandis (Ps.-Plutarco), 855 n., 858.
índice de nombres y obras
947
(?)De libidine et aegritudine (Plutarco), 86o. De los pueblos (Helanico), 359. De lo Sublime, 169, 180, 218, 438, 638, 641. Del saqueo de Delfos (Teopompo), 655. De luctu (Luciano), 877. Delz, 874 n., 877. Dem. (Dionisio de Halicarnaso), 629. Dem. (Plutarco), 852. Démaco, 656. Démades, 633, 642, 646. Deman, Th., 530 n. Demarato, 341, 342, 350, 353. De mercede conductis (Luciano), 874. Deméter (Filitas), 732. Demetr. (Plutarco), 695 n. Demetrio (De eloc), 173. Demetrio Calcóndilas, vid. Calcóndilas, D . Demetrio de Corcira, 793. Demetrio de Escepsis, 811, 814. Demetrio de Falero, vid. Demetrio Falereo. Demetrio de Magnesia, 515. Demetrio Falereo, 19, 181, 183, 361, 530, 639) 674, 675, 690, 698, 699, 717, 720721, 800, 815, 831. Demetrio, escritor judío, 834. Demetrio, historiador, 360. Demetrio Magnes, 639. Demetrio Poliorcetes, 386, 639, 674, 695, 720, 793, 799Demiariczuk, J., 479, 696. Demócares, 582, 642, 800. Demócrates, 366, 367 y n., 699. Demócrito, 97, 241, 363, 364-368, 369, 376, 510, 515, 516, 533, 564 n., 566, 712, 714, 719, 733, 788, 809 y n., 812. Demódoco (Anón.), 541. Demódoco de Leros, 196. Demófilo comediógrafo, 656. Demonio, historiador, 694. Demón, 696, 698. Demonax (Luciano), 877. De morte Peregrini (Luciano), 874. Demos (Éupolis), 452, 453, 459, 471. Demóstenes, 408, 461, 577, 578, 582, 626638, 639, 640, 642, 643, 644-645, 658, 664, 674, 696, 819, 863, 875, 883. Demóstenes (Plutarco), 391, 627 y n., 628, 634. Demóstenes de Bitinia, 767.
i
Demosthenis encomium (Luciano), 877. De mus. (Píndaro), 174. De música (Plutarco), 855, 860. De natura deorum (Cicerón), 162 n., 217, 367, 373, 377 n., 585, 710, 7MDenniston, J. D., 297, 438, 569 n. De officiis (Cicerón), 427 n., 709. De or. [Or., Orat.] (Cicerón), 511, 553, 613, 614, 719, 729, 781. Deorum concilium (Luciano), 873. De parásito (Luciano), 877. De placitis philosophorum (Plutarco), 859. De Platone et eius dogmate (Apuleyo), 537. De primo frígido (Plutarco), 855, 859. De profectibus in virtute (Plutarco), 307, 358. De Pythiae oraculis (Plutarco), 854, 859. Derbolav, J., 552 n., 576. Dercílides, 575. De rep. (Cicerón), 539. De rerum natura (Lucrecio), 712. De respir. (Aristót.), 589. De rhet. (Filodemo), 582. De rhetorica (Agustín), 821. Derfadas, J., 860. De Rijk, 587 n. Derrocamiento de los tiranos por venganza (Fenias), 722. De sacrificiis (Luciano), 877. De saltatione (Luciano), 874. Descenso al Hades (Sótades), 777. Descripción de la tierra (Dicearco), 609. Descripción de la tierra (Dionisio Periegeta), 845. De sera numinis vindicta (Plutarco), 854, 859. Desertores, Los o Andróginos (Éupolis), 452. De sollertia animalium (Plutarco), 854, 859. Dessenne, M., 645. De sensibus (Teofrasto), 719. De stoicorum repugnantiis (Plutarco), 860. Destrucción de Ilion, 106. De superstitione (Plutarco), 859. Desrousseaux, A. M., 886 n. Dessau, 880 n. De Syria dea (Anón.), 877. De tranquilitate animi (Plutarco), 859. (?) De tribus rei publicae generibus (Plutarco), 855, 859.
94** De Thuc. (Dionisio de Halicarnaso), 353 n., 491, 627, 656. Detienne, M., 243. De tuenda sanitate praecepta (Plutarco), 859. Deubner, L., 1030., n o , 154 y n., 248 n., 274 n., 422, 739, 745 n., 920. Deucalionia (Helanico), 359. Devarius, M., 100 n. De virtute et vitio (Plutarco), 693, 858. De virtute morali (Plutarco), 859. De vita beata (Séneca), 715 n. De vitando aere alieno (Plutarco), 859. De vitioso pudore (Plutarco), 859. Devrofe, Irena, 814. Dewey, J., 558 n. De Witt, N . W., vid. Witt, N . W. de. Dexipo, P. Hernio, 883-88411. Diacosmos (Demócrito), 809. Diadochaí (Antístenes de Rodas y Soción de Al.), 721. AiocipécEic, TSV. éitibeiKTiKSv (Menandro de Laodicea), 876 n. Dialéxeis (Anón.), 372. Dialexis (Filóstrato), 871. Diálogos de las heteras (Luciano), 872. Diálogos de los dioses (Luciano), 872. Diálogos de los dioses marinos (Luciano), 872. Diálogos de los muertos (Luciano), 873. Diálogos de los siete sabios, 544. Diálogos polémicos (Zenón de Elea), 544Diano, C , 713 n., 723. Días, Los (Filócoro), 297. Dias Palmeira, E., 85 n. Diatribas (Flavio Arriano), 879. Dicearco de Mesene, 200, 473, 608-609, 717, 807 y n. Dicks, D . R., 824 n. Dictis, 293, 294, 870 n., 893, 894. Dictis (Eurípides), 399. Dictiulcos, Los (Esquilo), 293, 429. Dictiulcos, Los (Sófocles), 325, 393Dichtung und Wahrheit (Goethe), 602. Didascalias (Aristóf.), 603, 734. Didascálico (Albino), 911. Dídimo, 133, 142, 327= 382, 480, 487, 578, 635, 644, 645, 817, 819, 836, 864, 887. Dídymai (Menandro), 676. Diegeseis (Gonón), 786.
Historia de la literatura griega Dieh], Ernst, 13, 131 n., 141, 158 n., 160, 168 n., 173, 328, 446 n., 777 n., 912 n. Diels H., 15, 187, I94> 367 n., 523, 642 a , 723, 825 n., 827, 908. Diepgen, P., 827, 928. Diéresis (Aristót.), 586. Diesner, H.-J., 339 a , 498 n., 513. Dieterich, A., 250 n. Dietsch, H. R., 356. Diéuquidas de Mégara, 56, 60. Dífilo, comediógrafo, 677, 686, 693-694, 696, 776. Dífilo, épico, 332. Dihle, Albrecht, 721 n., 856, 860. Díilo, 336, 658, 699, 800. Dijk, J. van, 205 n. Dijksterhuis, E. J., 821 n., 822 n., 824 n. Diller, A., 888 n. Diller, Hans, 15, 130, 244 n., 249, 329, 407 n., 427 n., 436, 437, 509 n., 5*3, 517 y n., 518, 519 y n., 520 n., 522 n., 523, 549 n., 925 n. Dinarco de Délos, 669. Dinarco, orador, 627, 629, 639, 645. Dindorf, W., 101, 298, 328, 642, 645, 814, 865 n., 876, 907. Dinias, 894, 895. Dinócrates, 728. Dinóloco de Siracusa o de Acragas, 265. Dinón de Colofón, 654. Dinóstrato, 573. Diocleciano, 841, 847, 849, 884. Diocles de Caristo, 608, 826, 925. Diodoro de Mégara, 703 y n. Diodoro de Sicilia, 107, 108, 355, 363, 368 n., 656, 693, 7i°> 729 y n., 797, 799= 808, 809-810, 812, 814, 828 n., 877-888, 894. Diodoro (Sobre demos), 698. Diódoto, 712. Diofanto de Alejandría, 924, 928. Diógenes de Apolonia, 362-363, 369, 589. Diógenes de Babilonia, 708, 709 y n., 818, 820. Diógenes de Enoanda, 373, 714, 908. Diógenes Laercio, 156, I59n., 183, 192, 194, 235, 241, 293, 372, 375, 515 n., 530, 532, 533, 537 y «-, 538, 540 n., 541, 543, 546 n., 568, 569 n., 571, 574, 575, 577, 578, 582, 583, 604, 646, 647n.,
índice de nombres y obras 674, 700, 705, 708 n., 712, 713, 717, 720, 721, 724> 790, 828 n., 887, 908. Dióg, Laert. (Diéuquidas), 56. Diógenes de Sinope, 533, 700. Diogeniano de Heraclea, 864. Dión (Sinesio de Cirene), 866, 917. Dión de Prusa, 318, 840, 841, 866, 871 n., 880, 881, 890-900, 909, 917Dión de Siracusa, 537, 538, 539, 540, 541, 564 y n., 583. Dionisalejandro (Cratino), 448, 449. Dionisíacas (Nono), 849, 850. Dionisíades, 774. Dionisio (?), 180. Dionisio I, 444, 539, 540, 541, 617, 624, 658. Dionisio II, 541, 658, 661, 662. Dionisio Calco, 330. Dionisio de Bizancio, 928. Dionisio de Faselis, 733. Dionisio de Halicarnaso, 131, 163, 164, 217, 248, 353 n., 355, 441 n., 488, 491, 511, 512, 578, 613 n., 614, 621 n., 622, 624, 625 n., 626, 627 n., 629, 630 y n., 632, 639, 641, 642, 643, 644, 655, 656, 669 n., 789, 794, 796, 808, 862, 863, 877, 878. Dionisio de Heraclea, 705, 780. Dionisio de Mileto, 248, 346. Dionisio de Mileto, sofista, 866 n. Dionisio de Samos, 813. Dionisio el Tracio, 818-819, 820. Dionisio, épico, 849. Dionisio Escitobraquión, 809, 813, 892. Dionisio Periegeta, 845) 849 n., 922. Dionisios (Eubulo), 664. Dionisos (Epicarmo), 267 n. Aiovuoíou f[ Aoyytvou, 862 n. Dioptra, La (Herón de Alejandría), 826. Dioscórides, 771, 774, 926 n., 929. Dióscoro, 851. Dioscuros (Teócrito), 753, 756. Diótimo de Adramitio, 767. Dirlmeier, Franz, 190 n., 274 n., 306, 328, 548 n., 556n., 583, 584 n., 586 n., 588 n., 601, 605 n., 606 n., 707 n., 724. Díscolo (Menandro), 676, 678 n., 679, 680, 682, 688 n., 689, 695 n. Díscolo (Mnesímaco), 682. Discurso acusatorio de Ulises (Alcidamante), 382.
949 Discurso admonitorio a Demonico (Isócrates), 585, 618. Discurso a Demonico (Ps. Isócrates), 669. Discurso a Helios (Juliano), 905. Discurso a la Madre de los dioses (Juliano), 905Discurso a Roma (Elio Aristides), 868. Discurso cuarto (Juliano), 916. Discurso de alabanza a Elide (Gorgias), 380. Discurso de defensa (Antifonte de Ramnunte), 382. Discurso de la corona (Demóstenes), 635, 637 n., 638. Discurso de la paz (Isócrates), 617. Discurso mesénico (Alcidamante), 385. Discurso olímpico (Dión), 867. Discurso por Polístrato (Lisias), 384. Discurso octavo (Juliano), 916. Discursos (Andócides), 384. Discursos (Himerio), 904. Discursos a los dioses (Elio Aristides), 869. Discursos epidícticos (Teopompo), 654. Discursos sagrados (Elio Aristides), 869. Discursos sobre el rey (Dión), 867. Diss. (Máximo de Tiro), 530 n. Dissen, L., 227, 637 n. Dissertatio cum Hesiodo (Luciano), 877. Ditirambo a Cerbero (Píndaro), 225. Ditirambos (Baquílides), 215, 231, 232. Ditirambos (Filóx. de Citera), 444. Ditirambos (Ion de Quíos), 439. Ditirambos (Píndaro), 221, 223, 224, 230. Ditirambos (Simónides), 216. Ditirambos (Timoteo de Mileto), 444. Dittenberger, W., 546, 602 n., 783 n., 785 n. Dittmar, H., 534 n., 535. Div. inst. (Lactancio), 833. Diversas denominaciones étnicas (Calimaco), 734. Divertimientos (Filitas), 732. Divinización de .Arsínoe (Calimaco), 745. Dodds, E. R., 185 n., 241 n., 297, 382 n., 435, 436, 543 n., 550 n., 576, 912 n., 913 n. Dodds, R., 928. Dogmática pitagórica (Jámblico), 916. Dólger, F., 864 n. Dolor, causa y curación (Diocles), 608. Domiciano, 840, 852, 866, 909, 910.
95o Domnino, 924 n. Donato, 30511., 685. Don Discurso y Doña Discursina (Epicarmo), 266. Donner, J. J., 437. Donzelli, G., 887 n. D'Ooge M. L., 924 n. Dornseiff, F., 60n., n o n . , 118n., 227, 228 n., 234, 557 n., 692 n., 740 n., 847 n. Doroteo de Sidón, 845 y n. Dorpfeld, 38 y n. Dórríe, H., 285 n., 481, 560 n., 574 n., 704 y n., 899 n., 902, 911 n., 914 n., 919, 920. Dosíadas de Creta, 752, 755 y n. Dositeo de Pelusión, 781. Dos veces náufrago (Aristófanes), 455. Dottin, G., 845 n. Douse, W. H. D., 659. Dover, K. J., 480, 513, 663 n., 666 n., 688 n. Dow, Sterling, 57 n. Downey, G., 907. Doxografia (Teofrasto), 607, 719. Drabkin, E., 925 n. Drabkin, I. E., 249. Drachmann, A. B., 227, 234, 827. Drama de- Giges, 776. Dramas, Los, o Ntobos (Aristófanes), 455. Dramata o Centauro (Aristófanes), 456 n. Dreizehnter, A., 6 n . Drerup, Engelbert, 636 y n., 642, 645, 868 n. Drexler, H., 436, 474 n., 814, 858. Driesch, H., 589. Drossaart Lulofs, H. J., 610. Droysen, J. G., 298, 481, 636, 672. Dübner, F., 481, 772. Duchemin, J., 234, 431 n., 436. Duckworth, G. E., 678 n., 689 n. Dumortier, J., 275 n. Dunbabin, T . J., 30 n. Dunbar, H., 101. Dupuis, J., 912 n. Durante, M., 60 n. Düring, Ingemar, 528 n., 577, 578 y n., 582 n., 583 n., 584 n., 587 n., 604 n., 606, 610, 611, 902 n., 928. Düring, J., 584 n., 587 n., 605 n. Duris de Samos, 655, 699 n., 793, 794, 795> 796, 799-800, 809, 810. Durrbach, F., 646.
Historia
de la literatura
griega
Earp, F. R., 298, 329. Easterling, P. E., 327. Ebeling, H., 101. Ebeling, R., 304. Ebener, D., 436, 493 n. Eberhard, A., 842 n. Eberhardt, W., 496 n., 513Ecfántides, 448. Eckermann, 310 n., 403, 677 n., 900 n. Económica (Aristót.), 605. Económico, El (Jenofonte), 525, 652. Edad de oro (Éupolis), 452. Edelstein, E., 516 n., 517, 518 y n., 525. Edelstein, L., 244 n., 516 n., 517, 518 y n., 522 n., 523, 524, 723, 925 n. Edesio de Capadocia, 916. Edipo (Cércino, trág.), 661. Edipo (Esquilo), 274, 418. Edipo (Eurípides), 422. Edipo en Colono (Sófocles), 303, 321, 322, 327, 328, 432. Edipo Rey (Sófocles), 270, 305, 312, 3153i7> 319= 321, 327, 328. Edipodia, 103. Edipodia (Meleto), 661. Edipo y la esfinge (Hofmannsthal), 315. Edmonds, H., 651. Edmonds, J. M., 13, 141, 146, 173, 180, 479, 666, 695, 696, 759, 902. Edonos, Los (Esquilo), 292. Edwards, H. L . R., 814. Eea de Alcmena (Anón.), 128. Eea de drene (Hesíodo), 128. Eea de Corónide (Hesíodo), 128. Eeas (Hesíodo), vid. Catálogos de mujeres, 128. Eecke, P. ver, 821 n., 822 n., 824 n., 924 n., 928. Efemérides (Eumenes de Cardia y Diód. de Entras), 797. Efesíacas (Jenofonte de Éfeso), 896, 897. Efipo, comediógrafo, 664. Efipo de Olinto, 798. Éforo de Cime, 346, 656-657, 659, 699, 799, 800, 809. Egenio de Sicilia, 928. Egeo (Eurípides), 398, 420. Egermann, F., 329, 627 n., 645. Egimio (Hesíodo), 129. Eginético (Isócrates), 614. Egipcíacas, Las (Apión), 836.
índice de nombres y obras
951
Egipcíacas, Las (Hecateo de Abdera), 368 n., 812. Egipcíacas, Las (Manetón), 801. Egipcios, Los (Esquilo), 280. Egipcios, Los (Frínico, trág.), 257. Églogas (Virgilio), 756, 757. Ehlers, W., 70, 786. Ehnmark, E., 88 n. Ehoias (Sóstrato), 786. Ehrenberg, Victor, 200 n., 300 n., 308, 309, 329, 333 n., 463 n., 481, 508 n., 536 n., 730. EÍKÓVEÍ; (Luciano), 874.
Eirene (Teopompo, comedióg,), 664. Eiresíone, 113, 132. Eis, G., 523. Eisagoge (Porfirio), 916, 922. Eisenhut, W., 893 n. Eíc, xa év FIuSíoic, 6 e p u á (Paulo Silenciario), 851. Eitrem, S., 906. Ek, S., 878 n. 'EK^oyal (puoiKat Kat rjOiKat (Estobeo), 907 n. Electra (Eurípides), 287 n., 392, 413, 414, 415, 423, 433, 434, 435, 436, 532. Electra (Sófocles); 312, 315, 316, 317, 318, 326, 327, 328, 336, 413. Elegía a Arquelao de Atenas (Sófocles), 362. Elegía a Magas y Berenice (Calimaco), 748. Elegía a Feríeles (Arquíloco), 138, 143. Elegías (Critias), 387. Elementos (Euclides de Alejandría), 573, 821 n. Eleusinios, Los (Esquilo), 407. Eleusis, 225. Eliaká (Istro), 698. Eliaká (Riano), 767. Eliano, Claudio, vid. Claudio Eliano. Elio Aristides, 866 n., 867, 868-869, 876, 90-4Elio Dionisio de Halicarnaso, 864. Elio Temisón, O , 841. SÍ Elio Teón, .875 y n.
(Menan-
Elter, A., 818 n., 912 n. Ellendt, F . , 329. ' H i s p e n r\ 'Ec)>r|U£pí&ec,, 697 n. Emigración a Elea (Jenófanes), 235. Emil. (Plutarco), 856. Emonds, H., 464 n. Empédocles, 915 n. Émporos (Filemón), 693. Encomio a Alejandro (Píndaro), 224. Encomio a los luchadores en las Termopilas (Simónides), 145, 215. Encomio a Ptolomeo (Teócrito), 750. Encomio a Teóxeno de Ténedos (Píndaro), 224. Encomios (Baquílides), 233. Encomios (Píndaro), 223, 224, 230. Encomios (Teopompo), 654. En defensa de Eufileto (Iseo), 626. En defensa de Euxenipo (Hiperides), 640. En defensa de Formión (Demóstenes), 628. En defensa de Licofrón (Hiperides), 640. En defensa del inválido (Lisias), 625. En defensa de Nicias (Lisias), 623. En defensa de Sócrates (Lisias), 623. Enéadas (Plotino), 915. Eneas de Gaza, 906. Eneas el Táctico, 658. Eneida (Virgilio), 177, 765, 766. Enesidemo de Cnoso, 908, 925. En favor de la libertad de los Rodios (Demóstenes), 631. En favor de los Megalopolitas (Demóstenes), 630. Ennio, 425, 745 n., 812. Enómao (Eurípides), 421. Enópides de Quíos, 515. Enoptron (Árato), 782. Enquiridión (Flavio Arriano), 879. Enriques, F., 369. Enuma elii, 119. Eolo (Antifanes), 665. Eolo (Eurípides), 401. Ep. 7. a (Platón), 54iEp. (Libanio), 904 n. Ep. (Pseudo Esquines), 222. Ep. ad Amm. (Dionisio de Halicarnaso), 630, 632. Epafrodito, 742. Epaminondas, 829. 'ETU|3CÍ>HIO<; (Hipócrates de Cos), 518.
Epicarmo, 264-267,
544 y n., 666 n., 778.
952 Epicedio a Timandro (Partenio), 786. Epícrates, 664. Epicteto, 723, 866, 879, 909, 918. Epicuro, 363, 364, 675, 712-715, 723-724, 887, 904. Epidemias (Hipócrates de Cos), 517, 521 y n. Epidemias (Ion), 295, 300, 438, 439, 527. Epidikazómenos (Apolod. de Caristo), 694. Epígenes de Sición, 254. Epígonos (Anón.), 102, 103, 104. Epigramas a poetas célebres (Teócrito), 754. Epigramas (Calimaco), 733, 735, 740, 741, 748, 768. Epigramas (Dióg. Laercio), 887. Epigramas (Juliano), 906. Epigramas (Luciano), 877. Epigramas (Filitas), 732. Epigramas (Riano), 767. Epigramas (Simónides), 215. Epigramas (Teócrito), 751, 754. Epikedeias (Arato), 781. Epikichlides, 112. Epiménides (Platón), 542. Epiménides de Creta, 185 y n. Epinicio (Epicarmo), 267 n. Epinicio (Eurípides), 391Epinicio a Sosibio (Calimaco), 747. Epinicios (Baquílides), 230, 231, 232. Epinicios (Píndaro), 214, 223, 225, 227, 230. Epinicios (Simónides), 214, 215. Epinómide (Platón), 543, 568. Epist. (Horacio), 701, 745. Epist. (Plinio el Joven), 867. Epist. (Séneca), 707. Epístola a Alipo (Filócoro), 697. Epístola a Aspasio de Ravena (Filóstrato), 871. Epístola didáctica a su hija Árete (Aristipo), 534Epistolario (Musonio), 870. 'EiuoToXtuocioi xapccKTÍjpEc, (Proclo o L i banio), 720. Epitafio (Demóstenes), 408, 635. Epitafio (Gorgias), 380, 384. Epitafio (Hiperides), 640. Epitafio (Lisias), 615, 624. Epitafio a Juliano (Libanio), 903. 'EmTácJuoc, BICÍVOQ (Anón.), 757Epitalamio de Aquiles y Deidamia, 758. Epitalamio de Helena (Teócrito), 754.
Historia de la literatura griega Epitalamios (Safo), 132, 166, 167. Epítome de física (Proclo), 918. Epítome de Heródoto (Teopompo), 654. Epítome de teología (Proclo), 918. 'Eiu-rouri ÍOTopiSv (Juan Zonaras), 883. Epítome libri de animae (Plutarco), 859, 907. Epitrépontes (Menandro), 677, 679, 682, 684, 685 y n., 686, 687, 688, 689, 690, 691, 692, 694, 695 y n. Epopeya de Gilgamesch, 183. Epopeya de los arimaspos (Aristeas), 184. Epopeya de Rodas (Pisandro), 131. Er, 561. Erasístrato, 608, 750, 826, 925. Erasmo, 125 n. Erastés (Teócrito), 756. Eratóstenes, 63, 225 n., 256, 479, 609, 624, 634> 734> 759, 76l, 815, 816-818, 824, 830, 881, 922. Erbse, H., 17 n., 98 y n., 99 n., 100 n., 101, 234, 345 n-= 351 n., 464 n., 474 n., 481, 499 n., 504 n., 512 n., 513, 633 n., 643, 652 n., 659, 738 n., 765 n., 805 n., 807 n., 833 n., 857 n., 864 n., 886 n. Erecteo (Eurípides), 409, 641. Erga (Hesíodo), 108, 115-117, 120-124, 128 n., 129, 130, 131, 138, 140, 149, 161,
180, 374, 377, 697 n., 780. Enfila (Estesícoro), 179. Erígone (Eratóstenes), 256, 816-817. Erina de Telos, 670-671. Erixias (Anón.), 541. Erixímaco, 555. Ermatinger, E., 877 n. Ernesti, J. Chr. G., 643, 646. Érotes (Fanocles), 153, 785. Erotiano, 518. Erótico (Demóstenes), 636. Erótico (Euclides de Mégara), 533. Erótico (Lisias), 623, 624. Erótico (Plutarco), 854. Errandonea, I., 328, 329. Escepsis de Tróade, 537. Escépticas (Sexto Empírico), 908. Esct'ía (Estesícoro), 179. Escita (Timoteo de Mileto), 445. Escílax de Carianda, 246, 609. Escipión, 677, 709, 803, 804 y n. Escirios, Los (Eurípides), 41. Escirón (Eurípides), 430.
índice
de nombres
y
obras
Escitino de Teos, 240. Escolio a Escopas (Simónides), 217. Escopeliano, 848, 865, 867. Escrito contra Alcibiad.es (Antifonte el Sof.), 382, 385. Escrito sagrado (Evémero), 812. Escrito sobre tragedia (Filócoro), 697. Escritos herméticos (Hermes Trismegisto), 913Escritos técnicos (Lisias), 623. Esféricas (Teodosio de Bitinia), 824. Esfero de Borístenes, 704. Esfinge, La (Esquilo), 274. Esmirna (Helvio Cinna), 747. Esmirnaico (Elio Aristides), 868. Esmirneida (Anón.), 146. Esopo, 136, 181, 182, 183, 184. Esperanza o riqueza (Epicarmo), 266. Espeusipo, 537, 541, 573, 574, 579, 581, 716, 911. Esquilo, 120, 130, 150, 151, 152, 153 n., 160, 178 n., 215, 216, 221, 234, 239, 257, 258, 259 y n., 268-298, 299, 302, 307, 312, 315, 316, 318, 325, 326, 327, 329, 351, 353, 389, 390, 392, 394, 405, 407, 408, 4 " , 412, 413, 414, 421, 427, 431, 432, 437, 438, 44°, 473, 474, 475, 557, 660, 661, 704, 767, 771. Esquines (Euclides de Mégara), 533. Esquines de Esfeto, 527, 534, 541. Esquines, orador, 627, 628 n., 634, 635, 638639, 645, 793, 904Essen, M. H. N . von, 513Estado, 667 y n. Estacio Cecilio, 678. Estado de los lacedemonios, El (Jenofonte), 650, 651. Estasino, 104. Esteban de Bizancio, 515, 887, 928. Estefanías (Eurípides), vid. Hipólito Estefanéforo. Estenebea (Eurípides), 401. Estesícoro, 129, 133, 155, 177-180, 208, 209, 210, 223, 227, 284, 316, 381, 415, 752. Estesícoro de Himera, 179. Estesímbroto de Tasos, 97, 236, 357, 482, 667, 812. Estética (Hegel), 307. Estilpón de Mégara, 533, 7°3Estobeo, 139, 183, 195 n., 198 n., 369, 575,
953 757, 758, 767, 778 y n., 785, 793, 810, 846, 847, 886, 907 n., 908 n., 909. Estrabis, 443-444. Estrabón, 154, 159, 609, 693 n., 710, 733, 808, 820, 824, 922, 928. Estratégico (Onasandro), 885. Estratocles, 641, 709. Estratón de Lámpsaco, 582, 719, 815, 817, 823, 826. Estratón de Sardes, 843. Etaicas (Nicandro), 784. Eth. Nic. (Aristót.), 113, 532, 586 n. Ética a Eudemo (Aristót.), 582, 586, 661. Etiópicas (Heliodoro de Émesa), 898, 899, 900. Etiópida, 41, 42, 105 y n., 106, 107. Etneas, Las (Esquilo), 269, 294. Étnicas (Esteban de Bizancio), 922. Etólicas (Nicandro), 783, 784. Etymologicum Magnum (Anón.), 252. Euboico (Dión), 867 y n., 900. Eubulo, 630, 631, 633, 638, 650, 664, 665, 666. Euclides de Alejandría, 97, 573, 607, 821, 924. Euclides de Mégara, 527, 532-533, 538. Eüctemón, 515. Eudemo (Aristót.), 583 y n., 584, 586. Eudemo de Chipre, 583. Eudemo de Rodas, 579, 607, 717. Eudoro de Alejandría, 911. Eudoxo de Cnido, 562, 573 y n., 578, 781, 782, 822. Eudoxo de Rodas, 800. Euforión de Calcis, 787-788. Eufronio, trágico, 774. Eufronio de Quersoneso, 777, 817. Eugamón de Cirene, 106. Eumelo, 130. Éumenes, 799, 819. Euménides, Las (Esquilo), 152, 280, 283, 284, 289, 290, 291, 296, 297, 333, 390, 393Eunapio de Sardes, 884 y n., 913. Eunomia (Tirteo), 144. Eunuco, El (Luciano), 874. Eunuco, El (Menandro), 676, 677. Eunuchus (Terencio), 677, 685. Eupólemo, 834. Éupolis, 223, 449, 452-454, 456 n., 457, 466, 471.
954 Euporísta (Oribasio), 927. Eurifrón, 518. Eurípides, 122, 142, 186-, 200, 206 y n., 2 i i , 214, 235, 251, 257 y n., 270, 273, 287 n., 298-299, 301,- 3©3, 3 i ° r - 3 « > 3*6, 317, 3i8, 320 y n„ 321, 322, 325, 326, 331, 333, 363, 387, 389-437, 438, 44°, 441, 442, 444, 445, 446, 451, 458, 459, 461, 463, 466, 469, 470, 472, 473, 474, 475 Y n., 487, 532, 536, 602, 641, 660 y n., 662, 665, 677, 682 n., 686, 687, 690, 69511., 696, 704, 755, 766, 775, 776, 779, 7 9 i , 792, 794, 820, 841, 85611., 891, 896. Eurípides el Joven, 391, 425. Eurípilo, 848. Eurípilo (Sófocles), 325. Europa (Mosco), 757. Europea (Estesícoro), 179. Europia (Eumelo), 130. Europias (Nicandro), 784. Eusebio, 106, 118, 157, 164, 191 n., 211, 229, 336, 533, 775, 78o, 834, 852, 908, 912, 913, 915, 919. Eustacio de Tesalónica, 17, 74, 100, 113, 114, 223, 748. Eustoquio, 915. Euticles de Tría, 631. Eutidemo (Platón), 367 n., 547, 552. Eutifrón (Platón), 524, 547, 548. Eutímenes, 246. Eutocio, 822-823, 924 y n. Evágoras (Isócrates), 616, 621. Evagr., 917 n. Evangeliario Uspensky, 21. Evangelio (Marcos, San), 20. Evelyn-White, H. G., 129. Evémero de Messene, 377, 812, 814. Eveno de Paros, 386, 446, 621, 780. Exagoge (Ezequiel), 775, 776. Exegético (Clitómaco), 658. Exhortación a muchachos hermosos (Calímaco), 745. Éxodo, 835. Explicación de los símbolos pitagóricos (Anaximandro el Joven), 357-358. Explicaciones alegóricas de las leyes sagradas (Filón de Alejandría), 835. Ex Ponto (Ovidio), 732. Ezequiel, 775, 833.
Historia de la literatura griega Faetón (Eurípides), 424. Faggella, M., 437. Fagles, R., 235. Faino, 515. Fairbanks, A., 877. Fálaris, 178, 537. Falco, V. de, 328, 640 n., 646, 718 n. Fáleas de Calcedón, 477. 557. Faleco de Focea, 769. Falus, R., 242.
VHOÍÍ
V.
Fanfani, A., 76 n. Fanocles, 153, 785. Fanodemo, 658, 696, 698, 699. Faón (Platón, comedióg.), 451. Farber, H., 132 n., 852. Fariña, A., 243. Farmakeutria (Teócrito), 753. Farnabazo, 500, 649. Farnaces, 895. Farnell, L. R., 234. Farrington, B., 827. Farquharson, A. S. L., 919. F a u t l v W . , 435. Favorino, 305 n., 530, 866 n., 867, 885. Favre, Chr., 356. Faye, C. U., 919. Feacios, Los (Platón), 542. Fecht, R., 824 n. Fedón (Platón), 22, 362, 463, 515, 524, 527, 546, 547 y n., 549, 553, 554, 556 y n., 566, 583, 618, 917 n., 918 n. Fedón de Elide, 527, 534. Fedra (Séneca), 799 y n. Fedra (Sófocles), 326. Fedro (Platón), 19, 380, 516, 517 y n., 542, 544, 547, 553, 563, 569, 618, 621 n., 623. Feldhans, F . M., 827. Felten, J., 907. Fenias, 717. Fenicias, Las (Aristófanes), 457. Fenicias, Las (Eurípides), 322, 401, 420, 421, 422 y n., 423, 432 n., 434, 456, 441Fenicias, Las (Frínico, trág.), 257, 258, 272. Fénix (Euclides de Mégara), 533. Fénix (Eurípides), 401. Fénix de Colofón, 132, 701, 702, 723. Fenómenos, Los (Arato), 781, 782. Fenómenos, Los (Teócrito), 752. Ferckel, F., 625, 643.
índice
de nombres
y
obras
Ferecides de Atenas, 248. Ferecides de Siró, 187-188, 440. Ferécrates, 443, 451, 455, 479, 682. Fereos (Mosquión), 662. Ferguson, A. S., 919. Ferguson, W. S., 383 n., 556 n., 561 n. Ferias de Éreso, 722 y n. Ferrante, D., 328. Ferrero, L., 194. Festa, N., 659 n. Festugiére, A. J., 183 n., 436, 523, 535, •542, 562 n., 565 n., 568 n., 605 n., 724, 728 n., 869 n., 837, 893, 903 n., 906, 919. Fick, August, 82. Fiesta del triunfo, La (Epicarmo), 266. Fiestas, Las (Filócoro), 697. Filarco, 655, 794, 795, 796, 800, 806, 809, 814. Fíleas, 515. Filebo (Platón), 519 n., 547, 565, 918 n. Filemón, 686, 693, 696, 776. Filemón de Solos, 693 n. Fileurípides (Axiónico), 665. Füico de Córcira, 773, 774, 790. Filino de Agrigento, 802. Filino de Cos, 827. Filípicas (Anaxímenes de Lámpsaco), 635, 657. Filípicas (Demóstenes), 632, 633, 634, 644. Filípicas (Pompeyo Trogo), 809. Filípicas (Teopompo), 654, 655 n. Filípides, 694. Filipo (Isócrates), 617, 620, 621, 633. Filipo (Mnesímaco), 664. Filipo II de Macedonia, 246, 574, 579, 609, 613, 617, 620, 631, 632, 633, 634, 635, 636, 638, 654, 656, 657, 790, 797, 799Filipo V, 655, 581. •-•.-., Filipo Árabe, 869. Filipo de Opunte, 537, 568. Filipo de Tesalónica, 771-772. 843. Filisco, 664, 802. Filistión de Locros, 607, 925. Filistión de Nicea, 842. Filisto de Siracusa, 658. Filitas de Cos, 146, 731-732, 741, 750, 786. Filocleón, 464, 465, 688. Filocles I y II, trágicos, 270. Filócoro de Atenas, 359, 476, 578, 696-698, 699, 771.
955 Filoctetes (Antifón, trág.), 661. Filoctetes (Baquüides), 233. Filoctetes (Euforión), 788. Filoctetes (Sófocles), 303, 317, 318, 321, 326, 328, 369, 399, 417, 429. Filodamo de Escarfea, 791. Filodemo de Gádara, 333, 334, 582, 713 y n., 714, 716, 718, 723, 769, 771, 842. Filolao de Crotona, 515, 556, 828 y n. Filón de Alejandría, 831, 834-835, 837. Filón de Biblos, Herenio, 118 y n., 119, 121, 191 n. Filón de Bizancio, 729, 825. Filón de Larisa, 716. Filón de Mégara, 703. Filón el Viejo, 833-834. Filónico el Dialéctico, 621 n. Filónides de Tebas, 704. Filóstrato(s), 301, 53on., 638, 865, 86987J, 876, 885 n., 886 n., 898, 901. Filóxeno de Alejandría, 820. Filóxeno de Citera, 444, 752. Filóxeno de Léucade, 669. Finch, C. E., 918. Fineo (Esquilo), 272. Finley, J. H., Jr., 220 n., 234, 298, 356, 502, 513Finley, M . I., 76 n., 513, 659, 814. Finley, M. J., 93 n. Finsler, G., 53 n., 102, 600 n. Fiore, L., 902. Fischer, C. T., 814 n. Fischer, H., 920. Fischer, K., 928. Física (Aristót.), 120, 190, 570, 588, 589, 606. Fisiognómica (Aristót.), 605. Fisiognómica (Polemón), 866. Fisiólogo, El (Claudio Eliano), 886. Fite, W., 558 y n. Fitton, J. W., 436. Flaceliére, R., 102, 642, 724, 858, 860. Flach, H., 129. Flaminino, 771, 840. Flashar, H., 381 n., 524, 549 n., 601 n., 604 n. Flauta mágica, La (Mozart), 417. Flaver, D . D., 436. Flavio Arriano. de Nicomedia, 879-881, 883. Flavio Damiano, T., 866 n. Flavio Dióscoro, 679.
956 Flavio Sabino, 866. Flegón de Trales, 885. Fleischer, U., 101, 518 n. Florida (Apuleyo), 691, 693. Floros, A. Ph., 918. Fobes, F . H., 611, 877, 885 n., 902. Foceida, 107. Focílides de Mileto, 131, 139, 196, 621. Focio, 20, 21 y n., 102, 104, 134, 653, 654, 808, 810, 846, 878, 879, 881, 883, 884 y n., 892, 894, 895, 897, 904, 917 n. Focke, F., 41 n., 70 n., 645, 857 n. Foco de Samos, 189. Fórcides, Las (Esquilo), 293. Forderer, M., 112 n., 113 n. Forman, L. L., 645. Formio (Terencio), 694. Forónida (Anón.), 130. Forónide (Helanico), 359. Forsdyke, John, 893 n. Forster, E. S., 644. Fórster, R., 866 n., 906. Foucault, J. de, 644. Fowler, B. H., 297. Formis, 264. Formisio, 624. Fraenkel, E., 141 n., 269 n., 270, 281 n., 287 n., 296, 297, 425 n., 474 n., 481, 678, 695. Fragmento de Dánae (Simónides), 217. Fragmento de elegía (Ion), 439. Franoois, G., 88 n., 236 n., 352 n. Franceschini, Ae., 610. Frank, E., 193 y n., 573. Frankel, Hermann, 9, 14, 69 n., 81 n., 87 n., 93, 125 n., 145, 152, 167, 173, 174, 187 n., 213 n., 216, 227, 233, 234, 236 n., 238 n., 242, 243, 245 n., 249, 356, 362 n., 747 n., 755 n., 765 y n., 767. Franyó, Zoltan v., 174. Frasco, El (Cratino), 450, 462. Frazer, J. G., 888 n., 889 n. Frey, V., 436. Freymuth, G., 257 n., 715 n., 724. Friedel, O., 117 n. Friederich, W. H., 919. Friedlánder, Paul, 117 n., 142 n., 199 n., 200 n., 201, 234, 542 y n., 545 n., 546 n., 547, 553, 557 n., 564 n., 566 n., 568, 575, 576, 579 n., 803 n., 849 n., 885. Friedrich, W. H., 55 n., 85 n., 298, 329,
Historia de la literatura griega 399 n., 422 n., 427 n., 437, 663 n., 678 B., 696. Frigios, Los o Rescate de Héctor, El (Esquilo), 293. Friis Johansen, Karsten, 564 n. \ ,(KMggvFrínico, aticista, 864. Frínico, cómico, 451, 469, 472, 682, 683. Frínico, trágico, 257-258, 259, 272, 273, 293, 776. Frínide de Mitilene, 443. Frisch, H., 484. Frisk, H., 824 n. Fritz, K. v., 115 n., 130, 189 n., 192 n., 193 n., 194, 244 n., 245 n., 249, 275 n., 276 n., 280 n., '297, 306 n., 328, 349 n., 358 n., 369, 396, 397n., 399 n., 435, 436, 514 n., 515 n., 572, 601 n., 655 n., 699 n., 703 n., 716 n., 723, 796, 807 n., 813 n., 856 n. Fritzsche, F., 877. Frixo (Eurípides), 421. Froben, 22. Frontón, 878, 909 y n. Fuchs, H., 802 n. 833 n. Fugitivo Eros (Teócrito), 757. Fugitivos, Los (Luciano), 873. Fuhr, C , 644. Fuhrmann, Manfred, 622, 815 n., 819, 885 n., 922 n. Fuks, A., 831 n. Fundación de Colofón (Jenófanes), 235, 439Fundación de Lesbos (Apolonio), 766. Fundación de Quios, Historia de la (Ion), 359, 439Fundaciones de islas y ciudades y sus cambios de nombres (Calimaco), 735. Furley, D . J., 718 n. Furt.-Reichh, 168.
Gabathuler, M., 771 n. Gabba, E., 878 n., 879 n., 909. Gadamer, 579 n. Gade, R., 814. Gaida, E., 878 n. Gaiser, Konrad, 534 n., 542 n., 544 y n., 553n., 557 n., 576, 577. Gaisford, 129. Gálateia (Calimaco), 748. Galeno, 295, 519, 705, 710, 925-927, 929-
índice
de nombres
y
obras
Galerio, 847. Galiano, M. Fernández, 173, 234, 650 n., 718 n. Galieno, 841. GaUavotti, C , 81 n., 173, 179 n., 198, 206 n., 234, 746 n., 748, 758, 773» 79° n. Gallet de la Santerre H., 154 n. Gallo, El (Luciano), 873. Gártner, H., 928. Garzetti, A., 860. Garzya, A., 180, 198, 435, 436) 845 n., 917 n. Gaselee, S., 902. Gassendi, Pierre, 363, 712. Gassner, John, 600 n. Gaster, T h . H., 250 n. Gattiker, H., 99 n., 100 n. Gauss, H., 576. Gautier, L., 659. Gaya Ñuño, 645. Gayo, 911. Gebhardt, E., 525 n., 652 n. Geer, R. M., 814. Geffcken, J., 526 n., 535, 541 n., 546 n., 574, 576, 604 n., 610, 773, 900, 906. Gehring, A., 101. Gel. (Varrón), 433. Gelio, Aulo, vid. Aulo Gelio. Gelzer, K. Ital, 484. Gelzer, M., 804 n., 805, 807 n., 814, 879 n. Gelzer, Th., 262 n., 464 n., 458 y n., 474 n., 479, 481. Gemino, 824. Genealogía (Simónides de Ceos), 358. Genealogías (Hecateo de Mileto), 247. Génesis, 835. Gentili, Br., 204, 231 n., 233, 234, 235, 264, 265, 266, 267, 746 n., 791 n., 792 n. Geografía, 928. Geografía (Eratóstenes de Cirene), 817. Geografía (Estrabón), 922. Geographoúmena (Artemidoro de Éfeso), 824, 922. Georgiades, Thr., 792 n. Geórgicas (Virgilio), 784, 847. Georgiev, 25 n., 26 n., 27, 82 n. Georgós (Menandro), 679. Geranomaquia, 112. Gercke-Norden, 26 n., 756 n., 929. Gerevini, S., 860.
957 Gerhard, G. A., 695 n., 701 n., 777 n. Gerioneida (Estesícoro), 179. Germain, Gabriel, 61 n. Germánico, 782. Gernet, L., 388, 627 n., 633, 634, 644. Gerson Rabinowitz, W., 584 n. Gerytades (Aristófanes), 472. Gestinger, H., 22 n., 390 n., 487 n., 850 n., 851. Giangrande, J., 884 n. Giannantoni, G., 535 n. Giannini, A., 142, 176 n., 263, 666 n. Gigante, M., 204, 298, 388 n., 484 n., 643, 655 n. Gigantiada (Dionisio (?)) 849. Gigantornaquia (Claudiano), 847. Gigantomaquia (Hegemón de Tasos), 446. Giges, 135, 337, 354Gigon, O., 103 n., 189 n., 194, 237 n., 238 n., 242, 243, 373 n., 379 y n., 382 n., 388, 525 n., 526, 527, 529 n., 530 n., 532 n., 534 n., 535, 541 n., 543, 546, 547 n., 548 n., 549 n., 553 n., 562 n., 567 n., 569, 575, 576, 577 y n., 583 n., 584 n., 586 n., 600 n., 610, 612, 652 y n., 710 y n-, 7"n., 716 n., 722, 723, 812 n., 887 n., 902 n., 907 n. Gil Fernández, Luis, 563 n. Gillies, M . M., 767. Gimnástico, El (Filóstrato), 870. Giocarinis, K., 611. Giordano, D., 844 n. Giovanacci, L., 616 n. Glícera (Menandro), 675 n., 676. Glaucipo, 642. Glauco de Potnias (Esquilo), 272, 294. Glauco de Regio, 257, 360, 387. Glauco marino (Esquilo), 272, 294. Glockner, O., 919. Glenn Ussher, R., 718 n. Glor. Athen. (Plutarco), 206, 217. Glosario (Hipócrates de Cos), 518. Glosas desordenadas (Filitas), 731. Gnazzoni Foá, V., 242. Góbel, F., 90 n. Godley, A. D., 356. Goedeckemeyer, A., 723. Goethe, 7, 54, 55, 62, 94, 102, 166, 204, 225, 228, 229 n., 291, 292, 310, 321 n., 396, 403, 417, 420, 569 n. 5 602, 672, 893, 900.
958
Historia
de la literatura
griega
Griffith, J. G., 202 n., 655 n., 656 n. Goheen, R. F., 328. Grilo (Aristót.), 586, 603. Gohlke, P., 612. Grilü, A., 714, 723. Goldschmidt, G., 695. Grillparzer, 166. Golownjá, W. W., 474, 481. Grimal, P., 130, 902. Gombosi, O., 133 n. Groeneboom, P., 296, 297. Gómez, María R., 65011. Gromska, D., 641 n. Gomme, A. W., 132 n., 513Grónbech, V., 73°Gomperz, H., 530 n. Groningen, B. A. van, 109 n., 117 n., 130, Goodenough, E. R., 837. 146, 149 n., 155 n-, 198, 224 n., 234, Goodspeed, E. J., 15. 243, 344, 356, 680 n., 752 n., 781 n., Gordiano I I I , 883, 914. 788, 907. Gordon, C. H., 118 n. Groot, Á. W., 637 n. Gorgemanns, H., 567 n. Gorgias, 21, 236, 242, 276, 372, 376, 378- Grosskinsky, A., 513381, 382, 384, 386, 388-389, 408, 411, Grossmann, G., 152 n. 440, 441, 511, 516, 533, 536, 551, 552, Grote, 575557, 600, 614, 621, 655, 729, 795, 862, Grotius, H., 773. Grube, G. M. A., 433 n., 437, 724, 863 n. 865, 868, 869Gorgias (Platón), 200, 366, 385, 487, 530 n., Grünwald, M., 194, 242. Gruppe, O. F., 123. 538, 547 y n., 550, 551, 553, 563, 573, Gschnitzer, F., 730. 619, 868, 917 n. Guadán, A. Manuel, 828 n. Gorgias de Atenas, 821. Guarducci, M., 792 n. Gorgona (Teócrito), 755. Gudeman, A., 600 n., 610. Gossen, H., 885 n. Guggisberg, P., 259Gossen, H. A., 517 n. Guillermo de Moerbeke, 578. Gottlieb Welcker, Friedrich, 307. Gulick, C. B., 886 n. Gould, J., 576. Gundel, H. G., 728 n. Govi, G., 928. Gundert, H., 95 n., 142, 153, 216 n., 234, Gow, A. S. F., 267 y n., 731, 740 n., 749 n., 286 n., 529 n., 548 n., 561 n., 563 n. 751, 752 n., 754 n., 755 Y n., 758, 759, Gundolf, 166. 773 y n., 783 y n., 784 n., 794. Güngerich, R., 249, 609 n., 820 n., 824 n., Graaf, C. van der, 279 n, 880 n., 922 n., 928. Gramática griega (EHonisio Tracio), 818. Güterbock, Gustav, 118 y n. Grande, C. del, 250 n., 259, 791. Guthiie, W . K . C , 88 n., 91 n-, i 8 6 n . , Grandes Eeas (Hesíodo), 128, 129 n. 187 n., 194, 577. Gran drama, El (Ion), 439. Gutschmid, 809 n. Gran Ética (Aristót.), 586. Gynaikeia (Sorano de Éfeso), 925. Gran orden del mundo (Leucipo), 364. Gran Retra, 144 y n. Grapheion (Calimaco), 748 n. Haag, E., 552 n. Gray, D., 24 n. Haarhoff, T. J., 19 n. Gray, D . H. F., 75 n. Haas, H., 184. Greene, W. C , 88 n., 558 n., 575. Habitantes de Esciro, Los (Sófocles), 326. Greenwood, L. H. G., 411 n., 437Habrich, E., 902. Grégoire, H., 435. Habrón, 699. Gregorio de Nacianzo, 843, 903. Hackforth, R., 556 n., 563 n., 565 n. Gregorio XV, 772. Hacha (Teócrito), 755Grene, D., 298, 329, '437, 513Hadas, H., 723. Grenfell, B. P., 14, 15, 292. Hadas, M., 831 n., 902. Grensemann, H., 523. Hadot, P., 920. Griffith, G. Th., 730.
índice
de nombres
y
obras
Haedícke, W., 22711., 321 n. Haffter, H., 48311. Hagendahl, H., 723. Hagnónides, 717. Hagopian, D., 754 n. Haigth, E. H., 902. Haines, C. R., 909, 919. Halcyon (Luciano), 877. Halieus (Alejandro Etolo), 774. Halieutiká (Nicandro de Colofón), 783. Haliéutiká (Numenio), 783. Halieutiká (Opiano de Anazarbo), 845. Halm, 821 n. Halma, N., 924 n. Hall, R. W., 558 n. Halley, E., 823 n. Halliday, W. R., 112, 671 n. Hamm, Eva-Maria, 174. Hammer, C , 622 n., 876 n. Hammond, M. 882 n. Hammond, N. G. L., 512 n. Hampe, Roland, 27, 38, 69 n., 75 n., 78 n., 80, 87 n. Hampl, Franz, 23 n., 37 n -> 39 n., 509Handel, P., 748 n. Handford, S. A., 658 n. Handley, E. W., 396 n. Hanfmann, G. M . A., 27 n., 154 n. Hanón, 824. Harder, R., 27 n., 550 n., 681 n., 829 y n., 920. Harding, H. F., 565 n. Harman, M., 919. Harmand, L., 906. Harmon, A. M., 877 n. Harmónica (Aristóx.), 571, 608. Harmónica (Ptolomeo de Ptolemaida), 923, 928. Harmónides (Luciano), 871. Harpocratión, 644. Harris, J. R., 837. Harrison, E. L., 94 n. Harrison, J., 259. Harsh, Ph. W., 298, 328, 329, 437= 6 75 n. Hartmann, A., 106 n. Hartmann, N., 5890. Harvey, A. E., 133 n., 174, 201. Hásler, B., 723. Hasler, F . S., 198. Hatzfeld, J., 649 n., 659. Hauschild, H., 6 6 5 0 .
959 Hausrath, 182, 184. Headlam, W., 780. Headlam, W. G., 297. Heath, Th., 607 n. Heath, T h . L., 821 n., 822 n., 823 n., 827. Heautontimoroumenos (Terencio), 677, 692. Hebbel, 291, 307. Hebdóme (Platón), 542. Heberdey, 768. Hécale (Calimaco), 743, 746 y n., 748. Hécate (Dífilo), 693. Hecateo de Abdera, 368 n., 809, 812. Hecateo de Mileto, 18, 116, 240, 246, 247340, 345, 346, 347, 355, 358, 359, 363, 656, 659, 812, 885. Hecatón, 708 y n. Hecker, A., 746. Héctor (Astidamante), 661. Hécuba (Eurípides), 389 n., 402, 403, 411, 422, 432 y n., 434, 435. Hechicera, La (Teócrito), 740. Hechos de los Apóstoles, 672. Hédelin d'Aubignac, Francois, 53. Hédila, 770. Hédilo de Samos, 740, 770. Hedypátheia (Arquéstrato), 669. Hedyphagética (Ateneo), 669. Hefestión, 928. Hefti, V., 902. Hegel, 307, 369, 545 n. Hegemón de Tasos, 446. Hegesianacte, astrónomo, 781. Hegesianacte de Troya, 893. Hegesias, cíclico, 104. Hegesias de Magnesia, 729, 796 n., 797 n. Hegesias, Peisithánatos, 534. Hegesino, 104. Hegesipo de Sunio, 634, 641. Hehn, Víctor, 54, 86. Heiberg, J. L., 518 n., 523, 821 n., 822 n., 823 n., 824 n., 825 n., 827, 922 n., 928. Heidegger, M., 561 n., 568 n. Heidel, W. A., 523. Heiland, H., 908 n. Heinemann, I., 837. Heinimann, F., 282 n., 344 n., 361 n., 368, 371 n., 372 n., 373 n., 520 y n., 523, 608. Heinimann, K., 152 n., 153 n. Heintz, W., 918. Heinze, R„ 574 n., 776 n., 848.
960 Heitsch, E., m n., 644, 753 n., 78511., 84411. Hekler, A., 303 n. Hékyra (Apolod. de Caristo), 694. Hékyra (Terencio), 694. Hélade (Platón, comedióg.), 451. Heladio de Antinoópolis, 846. Helanico de Mitilene, 358-360, 490, 657. Helck, W., 801 n. Helena (Anaxándrides), 665. Helena (Estesícoro), 179. Helena (Eurípides), 122, 392, 413 n., 415, 416, 417, 418, 419, 432 n., 434, 436. Helena (Gorgias), 372, 380, 381. Helena (Isócrates), 616, 619 y n. Helénicas (Anaxímenes de Lámpsaco), 657. Helénicas (Calístenes), 657. Helénicas (Díilo), 699. Helénicas (Jenofonte), 529, 647, 648, 649, 650, 658, 659. Helénicas (Teopompo), 654. Helénicas de Oxirrinco (Anón.), 655-656. Heleniká (Neante's), 800. Heliodoro de Émesa, 890, 891, 892 n., 896 n., 898-900, 902. Heliodoro, periegeta, 614, 699. Helm, R., 701 n., 870 n., 873 n., 877, 899 n., 902. Helmboldt, W. C , 752 n., 860. Helvio Cinna, 747, 786. Hellmann, F., 356. 1 Hemarco, 716. Hemmerdinger, B., 356, 512. Henderson, Isobel, 792 n. Hengel, M., 838. Heníochoi (Menandro), 676. Henning, R., 63 n. Henry, P., 919, 920. Henry, Rene, 21 n. Hense, O., 723, 887 n., 909. Hentze, C , 101. Hepperle, A., 249. Heraclea (Paniasis de Halicarnaso), 131. Heracleia (Riano), 767. Heracleida, La (Anón.), 131. Heracles (Antístenes de Atenas), 533. Heracles (Baquflides), 231. Heracles (Dífilo), 693. Heracles (Eurípides), 322, 409, 433, 434, 436, 742. Heracles (Rintón), 779.
Historia
de la literatura
griega
Heracles matador del león (Teócrito), 757. Heracles o Ificlo (Partenio), 786. Heraclidas, Los (Eurípides), 405, 406, 408, 434» 436. Heraclides Crítico, 824. Heraclides de Cime, 657. Heraclides de Tarento, 827. Heraclides Lembos, 721. Heraclides Póntico, 154, 155, 156, 185, 256, 442, 574, 667 y n., 705, 721, «55Heraclisco (Teócrito), 754. Heráclito (Alegorías homéricas), 106, 706, 908. Heráclito de Éfeso, 18, 138, 194, 237, 238240, 241, 242-245, 266, 370, 538, 701, 705, 833. Heráclito de Halicarnaso, 740, 770. Herber, H., 95 n., 253 n., 261 n., 262 n., 263 n., 264, 267 y n., 409 n., 435, 490 n., 495 n., 504 n., 509 n., 510, 513, 523, 540 n , 560 n., 564 n., 566 n., 728 n., 732 n., 733 n., 734 n., 736, 738 n., 739 n., 740 n., 741 n., 742 n., 744 n., 747 n., 748, 754 n., 757 n., 759 n., 760 n., 766, 768 n., 781 n., 845 n. Hércules (Luciano), 872. Hercher, 701 n., 829, 875 n., 885 n., 902. Herenio Filón de Biblos, 921. Herilo de Cartago, 705. Hering, W., 928 n. Hermágoras de Temnos, 821, 875. Hermann, C. F., 537 n., 575. Hermann, Gottfried, 53 n., 54, 71, 123, 296, 661. Hermann, K. F., 546, 570 n. Hermes (Eratóstenes de Cirene), 816. Hermes (Filitas), 732. Hermes Trismegisto, 728, 913. Hermesianacte, 731, 732 y n., 786. Hermias (Calístenes), 657. Hermias de Metimna, 537, 575, 579, 580, 582, 658, 671. Hermipo, comediógrafo, 331, 451, 664. Hermipo de Esmirna, 577, 626, 722. Hermipo, astrónomo, 781. Hermocles de Cícico, 792-793Hermócfates de Yaso, 733. Hermócrates (Platón), 565. Hermodoro, 573. Hermógenes de Tarso, 355 n., 382, 621, 691 n., S75, 9 i 8 .
índice
de nombres
y
obras
Hermótimos (Luciano), 873. Herodas, 753, 778, 780. ' Herodes Ático, 810, 845, 909. Herodiano, 100, 883 y n., 921-922, 928. Heródico de Babilonia, 528. Heródico de Selimbria, 516, Herodoro de Heracles, 358, 514, 533, 659. Heródoto, 100, 104, 105, 107, 113, 114, 131, 141. 155, 157. 164, 165, 178, 181, 182, 184, 185, 186 n., 191, 202, 211, 213, 246, 247, 248, 251, 254, 257, 268, 269, 310, 316, 329, 332, 334-3S7, 358, 359, 360, 363, 366, 478, 492, 503, 5°4, 5°5 ; 508, 650, 651 n., 653, 721, 776, 855, 877, 880, 881, 888. Heródoto (Luciano), 355. Herodotus (Luciano), 871. Héroes (Timocles), 664. Herófilo de Calcedón, 826, 827. Heroico, El (Filóstrato), 870 y n. Heroidas (Ovidio), 165, 399, 744. Herología (Anaximandro el Joven), 357. Herondas, vid. Herodas, 778 n. Herón de Alejandría, 825-826, 924. Heros (Dífilo), 693. Heros (Menandro), 679. Herrick, M. T., 600 n. Herrlinger, G., 670 n. Herzog, R., 778 n., 780, 861 n. Hesíodo, 40, 61, 63, 92 y n., 96, 103, 108, 114-130, 131, 137, 138, 139, 140, 147, 149, 151, 152, 161, 164, 175, 180, 181, 185 y n., 186, 188, 190, 218, 228, 235, 238, 240, 285 n., 352, 374, 377, 382, 489, 511, 621, 668, 743, 766, 780, 782, 784, 785, 787, 828, 848, 855, 918. Hesíodo (Euforión), 788. Hesiodos (Teleclides), 450. Hesiquio de Alejandría, 864. Hesiquio Ilustrio, 885. Hess, H., 640 n. Heteroioúmena (Nicandro de Colofón), 784. Heubeck, A., 26 n., 29 n., 31 n., 40 n., 59 n., 60 n., 69 n., 75 n., 79, 88 n., 95 n., 101, H2n. Heusinger, H., 60 n. Heusler, A., 54 n. Heuss, A., 730. Heyse, M , 645. Hibrias de Creta, 201. Hícetas de Siracusa, 515. LITERATURA GRIEGA. — 6 1
961 Hicks, R. D., 887 n. Hiérela (Menandro), 679. Hieran (Jenofonte), 262, 653. Hierón I I , 728. Hierón de Siracusa, 212, 217, 220-222, 230, 231, 269, 750, 825. Higiene (Diocles), 608. Higino, 661, 686, 748. Hija natural, La (Goethe), 228. Hijmans, B. L., Jr., 919. Hilarotragodia (Rintón), 779. Hilarotragodia (Rintón de Siracusa), 263, 265. Hilgard, A., 819 n. Hiltbrunner, O., 275 n., 282 n., 295. Hiller, E., 912 n. Hiller v. Gartringen, F., 446. Himerio de Bitinia, 161, 173, 210, 871 n., 904, 906. Himmerich, W., 920. Himno a Afrodita (Homero), 111 y n. Himno a Apolo (Alceo), 161. Himno a Apolo (Homero), 109, 110. Himno a Apolo deifico (Homero), 107 n., 108. Himno a Apolo délico (Terpandro), 155. Himno a Apolo piuco (Homero), 107 n. Himno a Ares (Homero), 107. Himno a Ártemis (Anón.), 162. Himno a Atena Itonia (Alceo), 162. Himno a Deméter (Filico), 790. Himno a Deméter (Homero), 108, 109, 112. Himno a Dioniso (Homero), 109, n i , 112. Himno a Eros (Alceo), 162. Himno a Eros (Antágoras), 790. Himno a Hefesto (Alceo), 162. Himno a Helios (Homero), n i n. Himno a Helios (Mesomedes), 844 y n. Himno a Hermes (Alceo), 161. Himno a Hermes (Homero), n o - n i , 325. Himno a Hestia (Aristonoo), 791. Himno a Higyeia (Arifrón), 445. Himno a Kairós (Ion), 439. Himno a los Dáctilos dícteos (Anón.), 791. Himno a los Dioscuros (Alceo), 161. Himno a Némesis (Mesomedes), 844. Himno a Pan (Árato), 781. Himno a Pan (Homero), n i . Himno a Roma (Melinno), 793. Himno a Zeus (Cleantes de Aso), 704. Himno a Zeus dicteo (Pelecastro), 791.
962 Himno a Zeus (Píndaro), 224. Himno de Hécate (Homero), 117. Himnos (Calimaco), 735-738, 741, 743, 748, 790. Himnos (Homero), 101, 107-112, 735. Himnos (Mesomedes), 791. Himnos (Orfeo), 186, 735. Himnos (Proclo), 735, 844, 918. Himnos (Sinesio de Cirene), 844. Himnos a los dioses (Píndaro), 223, 224, 230. Himnos a los dioses (Telesila), 207. Hinck, H., 866 n. Hiparco (Platón), 542 y n., 543. Hiparco (Pseudo Platón), 202. Hipárquico (Jenofonte), 651. Hípaso de Metapontio, 515 y n. Hipatia, 916. Hipérbolo (Platón, comedióg.), 451. Hiperides, 21, 408, 627, 634, 638, 639, 640641, 642, 645. Hipias de Elide, 217, 360, 376, 377-378, 384, 514. Hipias Mayor (Platón), 543, 547, 549. Hipias Menor (Platón), 100, 547, 549. Hipias, pisistrátida, 503. Hipis de Regio, 360. Hipócrates de Cos, 219, 344, 368, 437> 5i6524, 608, 703, 827, 927Hipócrates de Quíos, 514. Hipódamo de Mileto, 335, 477, 557. Hipódico de Calcis, 330. Hipólito (Eurípides), 392, 398, 399, 400, 401, 402, 434, 435, 531Hipólito Estefanéforo o Estefanías (Eurípides), 399Hipomedonte mayor (Euforión), 788. Hiponacte de Éfeso, 21, 113, 136, 137, 140141, 142, 183, 694, 701, 778. Hipón de Samos, 362. Hiporquema (Pretinas), 471. Hipótesis (Libanio), 634, 904. Hipótrofo (Platón), 542Hipp. min. (Platón), 377. Hippias (Luciano), 871. Hippokómoi (Menandro), 676. Hippólytos Kályptómenos (Eurípides), vid. Caliptómenos. Hipsicles de Alejandría, 821 n., 824. Hipsípila (Eurípides), 420. Hirschig, W. A., 902.
Historia de la literatura griega Hirzel, Rudolf, 544, 857. Hist. an. (Aristót.), 521, 578, 580. Historia Apolloni regís Tyrii, 897, 892. Historia Augusta, 910. Historia bizantina (Prisco de Panión), 884. Historia de Agatocles (Duris), 800. Historia de Alejandro (Anaxímenes de Lámpsaco), 657. Historia de Átalo (Neantes), 800. Historia de Hércules (Herodoro de Heraclea), 358. Historia de la época posterior a Polibio (Estrabóa), vid. Histórica Hipomnémata. Historia de la fundación de pueblos y ciudades (Helanico), 359. Historia de la guerra judia (Justo de Tiberíades), 837. Historia de la Iglesia (Nicéforo Calisto), 899, 917. Historia de la Iglesia (Sócrates, historiador), 899. Historia de la Medicina (Menón), 607. Historia (de) Lidia (Janto), 248, 346. Historia del imperio después de Marco (Herodiano), 883. Historia de los diádocos (Arriano), 881, 883. Historia de los diádocos (Dexipo), 883. Historia de los filósofos (Dióg. Laercio), 887. Historia de los persas (Carente), 246, 346. Historia de los persas (Dionisio de Mileto), 248. Historia del teatro (Juba II), 810. Historia de Pompeyo (Posidonio), 710. Historia de Roma (Apiano de Alejandría), 878-879. Hist. eccl. (Evagr.), 917 n. Hist. nat. (Eliano), 440. Historia patria (Efipo), 657. Historia primitiva de Roma (Diodoro), 878. Historia romana (Casio Dión), 882. Historia romana (Juba II), 810. Historia siciliana (Antíoco de Siracusa), 360. Historias (Demócares), 699. Historias (Duris), 799. Historias (Efipo), 656, 657. Historias (Eudoxo de Rodas), 800. Historias (Nicolao de Damasco), 810. Historias (Timeo de Tauromenión), 802.
índice
de nombres
y
963
obras
Historias de amor pasional (Partenio), 786. Historias de los animales (Claudio Eliano), 884 y n. Historias egipcias (Queremón), 908. Historias fenicias (Herenio Filón), 118, 921. Historias milesias (Aristides), 469, 793-794, 891. Historias varias (Claudio Eliano), 886. Historias verdaderas (Luciano), 894. Historiká Hipomnémata (Estrabón), 808. Hitzig, H., 888 n. Hobbes, Thomas, 513. Hobein, H., 919. Hoche, R., 913, 924 n. Hoekstra, A., 124. Hoerber, R. G., 551 n. Hoeschel, David, 810. Hoffleit, H. B., 142 n., 199 n., 201. Hoffmann, E., 544 n., 576, 723. Hoffmann, G., 866 n. Hoffmann, H., 301 n. Hofmann, J. E., 249. Hofmannsthal, 315. Hofrichter, W., 862 n. Hohl, E., 483, 484, 883 n. Holderlin, 90, 309, 315, 322, 370, 602. Holmes, D . H., 643. Holscher, U., 41 n., 56 n., 72 n., 120 n., 185 n., 188 n., 189, 190 n., 239 n., 242. Holzinger, K., 481, 779. Holwerda, D., 481, 522 n. Hombert, M., 643. Homerikós (Demetrio Fal.), 720. ! Homero, 8, 18, 22, 27, 30, 31-113, 114, 116, 117, 122, 127, 129, 131, 134, 135, 136 n., 139 n., 143, 144, 154 n., 170, 177, 179, 180, 185, 186, 200, 213, 228, 231, 233, 235, 236 n., 237, 238, 240, 245, 274, 284, 295, 326, 344, 345, 352, 355, 357 y n., 359, 387, 412, 429, 434, 489, 502, 504, 509, 561, 600, 602, 621, 626, 643, 667, 668, 669, 703, 707, 741, 747, 749 n., 750, 759, 764, 765, 766, 767, 781, 788, 790, 815, 819, 820, 849, 850, 855, 863, 870, 871, 889, 893, 9 i 8 , 922. Homero de Bizancio, 773. Homero Selio, 679. Homeyer, Helene, 721 n. Homilías (Flavio Arriano), 879. Hommel, H., 437, 662 n., 706, 867 n. HomcAoi (Efipo), 664.
Hónn, K., 877 n. Hook, V., 642. Hopfner, Th., 854 n. Horacio, 136, 142, 158, 160, 161, 162, 163, 229 n., 253, 256, 447, 667 n., 689, 701, 713, 745, 775, 776 n. Horas, Las (Aristófanes), 464. Horas, Las (Pródico), 376, 377. Horna, K., 844 n. Horneffer, A., 356. Horneffer, G., 513. Hort, A. F., 724. Hortensio Hórtalo, 730. Hortensius (Cicerón), 584 y n., 585. House, H., 600 n. Houtsma, E. O., 865 n. How, C. W. W., 356. Howald, E., 194, 242, 537 n., 576, 655 n., 738 n., 740 n., 748, 795 n. Howald-Staiger, 746 n., 748. Hubbell, H. M., 613 n. Huber-Abrahamowicz, E., 561 n. Hubert, C , 858. Huchzermeyer, H., 133 n. Hude, C , 356, 513, 659. Hude, K., 626, 643. Hudson-Williams, H. L., 616 n., 643. Huevo, El (Teocrito), 755. Hüffmeier, F., 524. Hultsch, F., 607 n., 924 n. Humbert, J., 112, 633, 644. Hunger, H., 17 n., 18 n., 22 n., 184, 680 n., 792. Hunt, A. S., 14, 15, 292, 324. Hunter, L . W., 658 n. Husmann, H., 792 n. Huxley, G. L., 925 n. Hydria (Menandro), 678 n. Hypomnemata (Calimaco), 735. Hypomnemata (Demófilo), 368. Hypomnemata (Istro), 698. Hypomnemata (Pitágoras), 829. Hypothekai, Las (Anón.), 846.
Iatriká (Árato), 781. Iatriká (Marcelo de Side), 845. 'laTpiKcct oovayayaL (Oribasio), 927. fbico, 133, 180 n., 202, 208-211, 233. Ibis (Calimaco), 742, 747, 759, 787. Ibis (Ovidio), 747 y n.
964 Icaromenipo (Luciano), 873. Icones (Filóstrato), 869, 870, 871, 876, 877. Ichneutat (Sófocles), vid. Rastreadores, Los, 25211. Idas (Baquílides), 232. Ideo de Hímera, 362. Idilios (Teócrito), 115, 444, 731, 749, 751, 753, 756, 900. 'Iepóc. Xóyoq, (Pitágoras), 829. 'Ispóc; Xóyoq. itepí 6 E S V (Pitágoras), 829. Ificlo (Partenio), vid. Heracles. Ifigenia (Ennio), 425. Ifigenia (Poliido de Selimbria), 443. Ifigenia en Áulide (Eurípides), 391, 392, 425, 427, 43°, 432 n., 434, 435, 436, 602. Ifigenia en Áulide (Rintón), 779. Ifigenia entre los Tauros (Eurípides), 417 y n., 418 n., 431, 43211., 434, 435, 436, 842. Ifigenia entre los Tauros (Rintón), 779. Ilberg, J., 518 n., 523. litada, La (Homero), 31, 32, 33, 36, 37-61, 62, 63, 64, 65, 68, 69 y n., 74, 75 y n., 76, 77, 78, 79, 85 y n., 86, 87, 88, 89, 90, 91, 92, 93, 94, 95, 96, 98 n., 99, 100, 101, 102, 103, 104, 105 y n., 106, 107, m n., 112, 117, 120, 121, 125, l 3 o n . , 132, 133, 135, 139, 144, 145, 158, 189, 231, 250 n., 274, 285, 319, 354, 379, 401, 502, 504, 580, 661, 667, 720, 736, 767, 811. litada, La (Sótades), 777. Iliada desprovista de una letra, La (Néstor de Laranda), 847. litada Menor, La (Anón.), 103, 106. Iliff Robson, E., 879 n. Iliupersis (Estesícoro), 106, 178, 848 n. Illig, L., 226 n. Imbrioi (Menandro), 676, 679. Imhof, M., 17 n., 329, 430 n. Immerwahr, H. R., 356. Immisch, O., 574, 581 n., 718 n. ínaco (Euforión), 788. Inaco (Sófocles), 325. Indálmoí (Timón de Fliunte), 702. Indemans, J. H. H. A., 724. Index acad. philos., 537. índicas (Démaco de" Platea), 801. índicas (Megástenes), 801. índice real (Ptolomeo de Ptolemaida), 923. Indiká (Ctesias), 654.
Historia de la literatura griega Indiké (Flavio Arriano), 881. In Flacc. (Filón?), 831. Ingresos, Los (Jenofonte), 650. Ino (Eurípides), 420. In phys. (Simplicio), 912 n. In Rempubl. (Proclo), 846. Inscripciones áticas (Filócoro), 697. Instinsky, H. U „ 484. Inst. Lac. (Plutarco), 136. Instit. (Quintiliano), 669 n. Introducción (Gemino), 824. Introducción a la aritmética (Nicómaco de Gerasa), 924. Introducción a la doctrina de la harmonía (Euclides, Pappo y Cleonides), 922. Introducción a la doctrina de los números (Nicómaco de Gerasa), 913. Introducción matemática a Platón (Teón de Esmirna), 912. Invenciones (Simónides de Ceos), 358. ío (Baquílides), 232. lo (Licinio Calvo), 747. Ion (Eurípides), 418, 419, 420, 421, 425, 434, 436. Ion (Platón), 33, 357, 547, 549-' Ion de Quíos, 192, 300, 359, 362, 438-440, 446, 527Ion de Samos, 446. Iónica (Paniasis), 131. Ireneo, 355, 819 n. Irigoin, J., 223 n., 234, 327. Irmscher, J., 537 n., 659. Isabel I, 613 n. Isagógicas (Paulo Alejandrino), 924. Isauriká (Cristodoro), 851. Iseo, 626, 644. Iseo (Dionisio de Halicamaso), 626. Isidoro de Mileto, 821 n., 925. Isígono de Nicea, 813. Isilo, 790-791. Islas, Las (Aristófanes), 455. Islas, Las (Platón, comedióg.), 451. Isócrates, 18, 116, 193, 198, 235, 333, 380, 381, 382 n., 386, 511, 536, 577, 582 n., 585 y n., 6o2, 603, 604, 613-621, 623, 626, 627, 629, 630, 633, 634, 637, 640, 641, 642-643, 646, 648, 654, 655, 656, 658, 662, 697, 729, 803, 861, 865. Isócrates (EHonisio de Halicamaso), 614. Istmiastas, Los (Esquilo), 294, 297.
índice de nombres y obras ístmicas (Píndaro), 220, 221, 223 y n., 228, 23011. Moroptoa (Ameleságoras), 698. ' I o t o p í o f| [i¿xá rioXúpiov (Posidonio), 710. ' IOTopiKct 6no|jivr|HaTa (Euforión), 788. Istro Calimaqueo, 218, 698, 722. Italie, G., 296 n., 298, 436, 437. Itard, J., 827. Iudicium vocalium (Luciano), 877. Ivanov, T., 686 n. Ixeutiká (Opiano de Anazarbo), 845 n., 846. Ixión (Eurípides), 424. Izzo d'Accinni, Ang., 356.
965 Jaspers, Karl, 523. Jeanniére, A., 243. Jebb, R., 328. Jebb, R. C , 642. Jenarco, 544. Jeníades, 379. Jenócrates, 220, 537, 571, 574 y n., 579, 581, 716, 855, 9 " . Jenócrito, 174, 177. Jenodamo de Citera, 174. Jenófanes de Colofón, 192, 229, 235-237, 240, 242, 243, 244, 357, 37°, 4 i i , 433 n., 702. Jenófilo, 801. Jenofonte, 133, 212, 222, 255 n., 262, 264,
357, 377, 382 y n., 482, 524, 525 y n., Jacinto (Euforión), 788. 528 y n „ 529, 530, 550, 629, 646-653, Jackson, J., 435. 654, 656, 659, 721, 797 n., 800, 879, 881. Jacob, Friedrich, 636. Jenofonte de Éfeso, 895, 896-897, 902. Jacobitz, C , 877. Jenomedes, 360, 744. Jacobsthal, P., 208. Jens, W., 60 n. Jacoby, C , 878 n., 884, 885 n. Jensen, Chr., 645, 685 n., 695. Jacoby, Félix, 13, 60 n., 93 n., H7n., 129, Jerjes, 218, 220, 258, 273, 274, 334, 335, 13511., 247 n., 249, 299, 335, 345n., 351, 337, 342, 343, 344, 35°, 351» 352, 361, 356, 358 n., 359, 360, 379 n., 389 n., 810. 441, 443 n., 609 n., 648 n., 650, 654 n., Jerocles de Alejandría, 910, 917. 656 y n., 657, 658 n., 696 y n., 697 n., Jerónimo de Cardia, 799. 698 y n., 699, 702 n., 794 n., 800 n., 801, Jerónimo de Rodas, 722. 808 n., 809 n., 811 n., 813, 816. Jesús Sirach (Libro de), 832. Jachmann, G., 53 n., 55 n., 60 n., 87 n., Joél, K., 526 n. 98 n., 574, 575, 678 n., 696, 753 n. Joerden, Kl., 402 n. Jaeger, Werner, 8, 9, 14, 112 n., 152 y n., Johansen, Friis, 97 n., 298, 329, 437. 186 n., 187, 189, 220 n., 236 n., 242, Johnson, R., 613 n. 244 n., 276 n., 297, 492, 518 n., 521 n., Joly, R., 524. 522 y n., 525, 531, 535, 543, 546 y n., Jones, A. H. M., 695. 559, 56o n„ 568 y n., 579, 584, 585 n., Jones, H. L., 928. 586 y n., 589, 604, 606 y n., 607 y n., Jones, H. S., 513. 608 y n., 611, 612, 616, 617, 618 n., Jones, W. H. S., 523, 888 n. 629 n., 630 n., 632, 635 n., 645, 647 n., Jorge Sincelo, 923. 650 n., 651 n. José, 835. Jahn, O., 862 n. Josefo, 56, 836-837, 838. Jalabert, 730 n. Josifovic, St., 779. Jámblico, neoplatónico, 192, 208, 211, 515, Jourdain, A., 610. 584, 828 n., 829, 916-918, 920. Jourdain, Ch., 610. Jóvenes, Los (Baquílides), 232. Jámblico, novelista, 889, S97, 902. Jowett, B., 575, 576. Jan, C. von, 792 n., 913 n., 922 n. X p ó v w ávaypa
966 Juan el Diácono, 252 y n. Juan Filópono, 918. Juan Malalas, 883. Juan Xifilino, 883. Juan Zonaras, 883. Juba II de Mauritania, 810. Judas Macabeo, 832. Juegos fúnebres en honor de Pelias, Los (Estesícoro o íbico), 179, 209. Juicio de las armas, El (Esquilo), 292. Juliano, 884, 899 n., 903, 904, 905-906, 907, 916, 927. Juliano, teúrgo, 913. Julio Polideuces, 864-865. Julio Valerio, 798. Julio Vestino, 864. Julio Víctor, 821. Juneaux, M., 858. Juppiter confutatus (Luciano), 873. Juppiter tragoedus (Luciano), 873. Juramento (Hipócrates de Cos), 518, 522, 523. Justiniano, 540, 839, 843, 885, 918. Justino, 797. Justo de Tiberíades, 837. Jüthner, Julius, 213 n., 620 n., 876. Juvenal, 453.
Kabiersch, J., 907Kahlenberg, W., 518 n. Kahn, Ch. H., 194, 243. Kahrstedt, U., 539 n., 839 n. Kaibel, G., 261, 265, 266 y n., 267, 328, 331 n., 449 n., 45°, 544 n., 713 n., 734, 886 n. Kaiví| íoxopla (Ptolomeo de Alejandría), 893. Kakovaros, 38 n. Kakridis, J. Th., 37, 40 n., 41 n., 55 n., 56 n., 64 n., 93 n., 102, 128 n., 140 n., 325 n. 492 n., 508 n., 701 n. Kakridis, Ph. J., 48 n., 82 n., 847 n. Kalinka, E., 103 n., 484. Kallenberg, H., 356. Kamerbeek, J. C , 327 n., 328, 435, 404 n., 437Kapferer, R., 523. Kapp, E., 523. Kapp, I., 55 n., 373 n. Kappelmacher, A., 648 n.
Historia de la literatura griega Kapsomenos, S. G., 754 n. Karchedonios (Menandro), 678. Kasimakos, Nikon G., 645. K a t á OpuySv (Cecilio de Caleacte), 862. K a t á Ké\oou (Orígenes), 912. Kara Xeirróv (Arato), 781. Katharmoí [Purificaciones] (Empédocles), 241, 242, 243. Katiíic, R., 483 n., 512 n. Kaufmann-Bühler, D., 114 n., 298. Kayser, K. L., 876. Kazantzakis, N., 102. Kazik-Zawadzka, Irena, 174. Keil, B„ 876. Keil, J., 866 n. Keller, G. A., 817 n. Keller, J., 298, 329. Keller, O., 812 n. Kemp, Lysiane, 814. Kemper, H. D., 433 n. Kennedy, G. A., 875 n. Kenner, H., 278 n., 297, 466 n. Kenyon, F . G., 18 n., 645. Kerényi, K., 109 n., 193 n., 259, 262 n., 892 n., 902. Kern, O., 109 y n., 134 n., 185 n., 516 n., 844 y n. Kerschensteiner, I., 565 n. Kerschensteiner, J., 369, 539 n., 562 n. Kesters, H., 907. Keydell, R., 785 y n., 794, 84411., 845 n., 846 n., 848 n., 851. Khatschikian, L . S., 704 n. Kiefner, W., 298. Kiehx, F., 901 n. Kiéíkegaard, 463. Kiessling, 776 n. Kingston, P., 767. Kinkel, G., 102, 333 n. Kircher, Athanasius, 234. Kirchhoff, A., 54, 69, 70, 72. Kirk, G. S., 34 n., 57 n., 75 n., 77 n-, 79 y n., 83 n., 84, 130, 194, 243. Kirkwood, G. M., 327 n., 329. Kisch, 47 n. Kitto, H. D . F., 14, 298, 328, 329, 437. Klaffenbach, G., 29 n. Klein, F . N., 835 n. Kleingünther, A., 154 n. Kleinknecht, Hermann, 35 n., 554 n. Kleinlogel, A., 513.
índice de nombres y obras Kleinstück, H., 481. Klerúmenoi (Dífilo), 694. Klibansky, R., 565 n., 576. Klingner, F., 60 n., 7 1 , 714, 715 n. Klotz, A., 6311., 87811. Klowski, J., 624 n. Knapowski, R., 60911. Knoch, W., 568 n. Knox, A. D., 142, 70211., 723, 780. Knox, B. M. W., 328, 373 n., 435. Koch, Cari, 525 n. Kock, Th., 14, 479, 666, 694 n. Kóchly, H., 813 n., 88511. Kókalos (Aristófanes), 455, 456, 687. Kálax (Menandro), 675, 676, 677. Koller, H., 95 n., 25511., 333 n., 555 n-, 56411. Kollesch, J., 929. K6m Esqawh, 679. Kommerell, M., 601 n. Komodotragodia (Alceo), 664-665. Komodotragodía (Anaxándrides), 664-665. Korianno (Ferécrates), 451. Kornemann, E., 814. Korte, Alfred, 261 n., 263 y n., 264, 267, 301, 630 n., 634, 662 n., 663 n., 666 n., 674, 67511., 67611., 67911., 685, 688 n., 689 n., 69011., 695 y n., 696, 71611., 748. Koskenniemi, H., 901 n. Kosmopoia (Antímaco), 847. Kossyphopulos, St. G., 318. Koster, W. J. W., 480, 481, 562 n. Kowalski, G., 928. Kozane, 21. Krafft, F., 74611. Kraft, V., 34911. Kraiker, W., 7711. Kralik, D . ' v., 37 n. Kramer, C. H., 62911. Kramer, G., 928. Kramer, H. J., 530 n., 545 n., 546, 553 n., 554> 557 n., 562 n., 564 n., 570, 571 y n., 572 y n., 576. Kranz, Walther, 7, 15, 194, 23911., 24111., 243, 25511., 286 n., 330 n., 369, 415, 432 y n., 555 n., 565 n., 579 n. Krapataloí (Ferécrates), 451. Krarup, Per, 59 n. Kraus, W., 40 n., 190 n., 267, 280 n., 297, 298, 329, 381 n., 474 n., 480, 481, 602 n., 680 n., 682, 689.
967 Krause, M., 924 n. Krause, W., 88 n. Krausse, O., 431 n. Kremer, KL, 917 n. Kretiká (Teócrito), 755. Kretschmer, P., 24 n., 26 y n., 61 y n., 546, Krevelen, D . A., 724. Krieg, W., 423 n., 43211., 409 n. Kroeker, E., 436. Krohn, K., 716 n. Kroll, J., 198, 73811. Kroll, W., 60311., 643, 813, 861 n., 86511., 875 n. Kromafer-Veith, 813 n. Kroymann, J., 76711., 814. Krüger, D., 645. Krüger, G., 542 n., 575Kuchenmüller, G., 731 n., 732 n. Kudlien, F., 723, 925 n., 926 n., 929. Kühlewein, H., 523. Kühn, C. G., 929. Kuhn, H., 535, 567 n. Kühn, J. H., 125 n., 517, 5*9 n., 523, 525n., 535= 652 n., 752 n., 759. K6KXOU (léxpriotí; (Arquímedes), 822 n. Kullmann, W., 36 n., 41 n., 43 n., 88 n., 103 n., 104 n., 105 n., 130, 238 n., 724, 870 n., 893 n. Kumaniecki, C. F., 298. Kumanudes, S. N., 142. Kumarbi, 118. Kurfess, A., 833 n. Kurland, S., 611. Kurtz, E., 243. Kuttner, F . A., 792 n. Kyklos, 772. Kypriaká (Helanico), 359. Kópioa 5ó£cu (Epicuro), 712.
Labarbe, J., 85 n., 98 n. Lácares de Atenas, 906. Lacides, 574. Lacombe, G., 610. Lacombrade, Ch., 917 n. Lactancio, 706, 833, 835 n. Lacy, Ph. de, 723. Lachmann, Karl, 54. Ladrón de copas, El (Euforión), 787. Laín-Entralgo, Pedro, 547. Laloy, L., 780.
968 Lamben, W. G., 181 n., 205 n. Lamento de la doncella, El (Alceo), 162. Lamento de la muchacha, El (Anón.), 777Lammers, J., 471 n. Lammert, F., 928. Lámmli, F., 643. Lámpito, 471. Lamprias, 853, 857, 858. Lamprias (Euclides de Mégara), 533. Lampro, 299. Lamprocles, 233, 333, 334Lana, ítalo, 369, 875 n. Lanata, G., 171 n. Landmann, G. P., 513, 659 n. Lang, C.j 918. Lang, P., 574 n. Langerbeck, H., 112 n., 365 n., 574, 576, 584, 585 n. Lanig, K., 95 n. Laocoonte (Baquilides), 233. La Penna, V. A., 130. Laques (Platón), 542, 547 y n. Laqueur, R., 671 n., 696 n., 725 n., 805 n. Larizza Calabró, G., 926 n. Láscaris Gomneno, C , 828 n. Láser, S., 60 n. Laso de Hermíone, 216, 219, 224, 233, 333. Lasserre, F., 141, 142, 752 n., 860. Lasso de la Vega, José Sánchez, 81 n., 147. Latte, K., 112 n., 115 n., 126 n., 140 n., 141 n., 142, 150 n., 180, 204, 208, 247 n., 249, 292 n., 351 n., 357, 659, 660, 670 n., 679 n., 731 n., 753 n., 758, 788 n., 790 n., 792 n., 841 n., 864 n., 879 n. Lattimore, R., 149 n., 234, 298, 437. Latzarius, B., 860. Laúd, calv., 136. Laudes Deorum Homeri, 111. Lauer, S., 234. Laurenti, R., 919. Laurenzi, L., 303 n. Lausberg, H., 643. Lavagnini, Br., 902 n. Layo (Esquilo), 274. Leaf, W., 101. Lebégue, H., 863 n. Leda (Dionisio el Joven), 662. Leemans, E. A., 919. Leeuw, C. A. de, 876. Leeuwen, J. van, 480. Lefébvre, Gustave, 679.
Historia de la literatura griega Legrand, Ph. E., 356, 759. Lehmann, E. R., 481, 902. Lehrs, F . S., 845 n. Leisegang, Hans, 541 n., 549, 566 n., 576, 707 n., 834, 836, 837. Lejeune, A., 928. Lelio, 709. Arin^aTa (Arquímedes), 822 n. Lemnias, Las (Aristófanes), 457. Lenai o Bacantes (Teócrito), 755. Lendle, O., 125 n., 491 n. Lennep, D . F. W. van, 395, 435, 437Lentz, A., 928. Lenz, F . W., 632 n., 876 n. Leo, F., 721 n., 732 n., 777, 856. Leodamante, 573. León de Bizancio, 657. León, matemático, 573. Leonardo de Aretino, 578 n. Leoncion (Hermesianacte), 731, 786. Leónidas de Alejandría, 843. Leónidas de Tarento, 768, 769, 770, 771, 773, 782. Lesbiáká (Helanico), 359. Lesbonacte, 901. Lesky, Albin, 14, 42 n., 53 n., 63 n., 77 n., 86 n., 95 n., 102, 109 n., 118 n., 125 n., 128 n., 146 n., 155 n., 255 n., 259, 271 n., 275 n., 288 n., 292 n., 297, 298, 3°9n., 321 n., 322 n., 329, 402 n., 404 n., 427 n., 437) 475 n., 639 n., 660 n., 662 n., 706 n., 707 n., 743 n., 752 n., 757» 761 n., 7630., 794, 841 n., 870 n., 877, 903. Lesky, Erna, 244, 249, 5 r 9 n . , 520 n., 523, 605 n. Lessing, 301, 430, 601, 768 n. Letters, F . J. H., 329. Léucade, 166 y n. Leucadia (Menandro), 166. Leucipe y Clitofonte (Aquiles Tacio), 897. Leucípides (Simónides), 215. Leucipo, 363-364, 366, 369. Leumann, M., 84, 355 n. Lévéque, P., 97 n., 441 y n., 920. Lever, K., 481. Levi, E., 718 n. Levi, M. A., 643, 860. Levinson, R. B., 558 n. Levy, Gertrude R., 539 n. Lévy, J., 192 n. Aé&iq, 'AxxiKaí (Moiris), 864.
969
índice de nombres y obras Léxico de Hipócrates (Euforión), 788. Léxico de los oradores (Harpocratión), 865. Lexiphanes (Luciano), 871. Lexis (Antidoro), 669. Leyes (Platón), 133, 186, 442 n., 524, 543, 547, 559, 567 y n., 568 y n., Libanio de Antioquía, 530, 627, 634, 720, 876, 903-904, 906. Libellus de elocutione (Anón.), 720. Libro de las maravillas (Antigono de risto), 735. Libro de los himnos órficos (Proclo), Libro de sueños (Antifonte el Sof.), 385. Libro de sueños
644,
541, 569. 644,
Ca844. 382,
(Artemidoro de Daldis),
875. Libro sobre Abraham (Anón.), 812. Libros de los Macabeos, 832. Licimnio de Quíos, 381, 443, 445, 621. Licinio Calvo, 747. Licno, vid. Alejandro de Éfeso. Licofrón de Calcis, 479, 733, 773, 774 y n., 775, 779, 794Licofrón, sofista, 621. Licón, 719. Licurgo, 19, 144 n., 145, 254, 260, 295, 629, 640, 641, 64S, 650, 658, 660, 849. Licurgo (Esquilo), 292. Lichtenthaeler, Ch., 523. Liebich, W., 713 n. Lígdamis, 131, 335. Limenio, 791, 793. Lindforth, J., 185 n. Lindsell, A., 751 n. Lindskog, C , 858. Linforth, J. M., 328. Link, E., 630 n. Linkomies, E., 606 n. Lipsius, J. H., 643. Lirco (Niceneto), 785 n. Lis. (Plutarco), 445, 667. Lisandro, 303, 445, 446, 667, 766. Lisias, 384, 408, 530, 553, 563, 615 y n., 622-625, 627, 641, 643-644, 863. Lisias (Dionisio de Halicarnaso), 441 n., 622, 624, 625 n., 643. Lisis, 829. Lisis (Platón), 546 n., 547, 548. Lisistrata (Aristófanes), 454, 456, 459, 469, 470, 471, 476, 48o, 481.
Lista de los vencedores en los juegos piucos (Qtlístenes y Aristót.), 602, 657. Lista de los vencedores olímpicos (Hipias de Elide), 360, 378. Lista de vencedores olímpicos (Aristót.), 603. Lítica (Orfeo), 186. Lincas, Las, 845. Litierses (Sositeo), vid. Dajnis. Littré, E., 517 y n., 523. Livio, 540, 882. Lobeck, Ch. A., 185 n. Lobel, Edgar, 14, 156 n., 173, 223 n., 233, 234, 266, 292, 610, 776. Lodge, R. C , 553 n., 561 n., 576. Loenen, J. H., 919. Loenen, J. H. M . M., 242. Lohmann, J., 587 n. Lohse, G., 98 n. Loliano de Éfeso, 866. Long, H. S., 297, 611. Longo, O., 297. Longo, V., 652 n. Longo de Lesbos, 756, 900, 902. Lord, Albert B., 34 n., 35, 58. Loriaux, R., 576. Lorimer, H. L., 75 n., 154 n. Lorimer, W. L., 610. Lóschcke, G., 253. Los que sacan las redes (Esquilo), vid. Dictiulcos, Los. Louis, P., 575, 919. Lowe, W. D., 902. Lowenclau, J. v., 552 n. Lówy, E., 135 n. Lucano, 908. Lucas, D . W., 259, 298, 329. Lucas, F . L., 600 n., 773. Luccioni, J., 558 n., 645, 660. Luciano de Samosata, 355, 475, 701, 865, 871-874, 877, 901. Lucilió, epigramático, 843. Lucilo de Tarra, 767. Lucio Pairas, 877. Lucio Vero, 885. Lucius (Anón.), 877. Luck, G., 716 n., 773. Lucrecio, 363, 712, 714, 715 n. Ludus Septem Sapientium (Ausonio), 183. Ludwich, A., 851, 852. Ludwig, W., 417 n., 422 n., 430 n., 678 n.
97Ó Lueder, A., 716 n. Lukasiewicz, J., 587 n. Lullies, K., 115 n. Lumb, T. W., 902. Lumpe, A., 242. Lundstrom, V., 884 n. Lurja, S. J., 297Luschnat, O., 512, 513, 708 n., 724. Lüthi, M., 756 n. Lyde (Antímaco), 668, 741, 742, 786. Lydiaká (Cristodoro), 851. Lydiaká (Helanico), 359. Lynch, W. F., 562 n.
Llegada de Apolo al país de los hiperbóreos, La (Ábaris), 185. Lloyd, A. C , 565 n. Lloyd-Jones, H., 178 n., 235, 274 n., 275 n., 287 n., 297, 307 n., 327, 680 n., 777 n.
Maass, E., 101, 817 n. Maas, P., 208, 327, 434, 446 n., 656 n., 670 n., 756 n., 790 n., 794, 886 n., 928. Macaón de Corinto, 773. Macaulay, 499. Macedónicas (Duris), 799 n., vid. Historias. Macedónicas (Marsias), 798. Mac Kenna, St., 920. Macran, H. S., 608 n. Macrino, 881. Maddalena, A., 298, 329, 356, 513. Madvig, 59. Madyda, W., 875 n. Magalháes-Vilhena, V. de, 530 n., 535. Magas de Cirene, 693. Maggi, A., 435, 436. MocyiKá, 248. Magister, Tomás, 21, 327. Magnes, 264 y n., 447-448. Mai, Angelo, 878 n. Maidment, K. J., 666 n. Maier, E., 145 n. Maier, H., 525 n., 535Maiistas, 792. Maillon, J., 902. Mair, A. W., 779, 846 n. Mair, G. R., 794. Makkink, A. D. J., 388. Maleo, 884.
Historia de la literatura griega Malcovati, Enrica, 852. Maldiciones, Las (Euforión), 787. Malf, A. W., 845 n. Malten, L., 61 n., 128 n. Manandjan, Ja. A., 875 n., 919. Manasse, E. M., 555 n., 558 n., 561 n., 564 n., 566 n., 568, 572 n., 575. Mancebos, Los (Esquilo), 292. Mancini, Aug., 435. Maneto de Sebénnito, 801. ais..*«&<» Manetón, 928. Mangey, Th., 837. Manitius, K., 782 n., 823 n., 824 n., 928 n. Mann, W. N., 523. Mannebach, E., 535. Manni, Eug., 860. Mansión, A., 610. Mansuelli, G., 814. Manual de retórica (Córax), 380. Manual de retórica (Tisias), 380. Manualito (Hefestión), 922. Marcelino, 485, 487, 488 y n., 638. Marcelo (Plutarco), 822. Marcelo de Side, 845. Marcial, 675, 843. Marciano de Heraclea, 906, 922. Marco, V. de, 327, 328. Marco Antonio, 19, 810. Marco Aurelio, 21, 100, 845, 861, 874, 878 n., 882, 883, 885, 909-910, 919, 92i, 926. Marcos, San, 20. Marcovich, M., 243. Marcus, R., 837, 838. Marchant, E. C , 659. Marenghi, G., 604 n. Marg, W., 48 n., 88 n., 142, 355 n., 357> 920. Margues, 101, 112 y n., 113 y n. Mariano, 846. Marién, B., 919. Mariette, 175, 176. Marignac, Aloys de, 576. Marikás (Éupolis), 452, 453. Marinaros, Sp., 75 n. Marino de Tiro, 923. Marino, neoplatónico, 918. Mario, 709. Marot, K., 35 n., 59 n., 81 n. Marrou, H. I., 613, 861 n. Marrou, H. J., 577, 726 n. ,
índice
de nombres
y
obras
Marschall, Th., 64711. Marshall, CL, 827. Marsias (Melanípides), 443. Marsias de Pela, 797-798. Marsilio Ficino, 916. Martano, G., 91311. Martin, G., 193 n., 249, 555 n., 563 n., 680 n., 765 n. Martin, J., 794, 817 n. Martin, R., 906. Martin, V., 98 n., 437, 645, 679, 680 n., 701, 781, 783 n. Martinazzoli, F., 99 n., 101, 433 n., 437. Martini, E., 784 n., 786 n., 792 n. Marx, F., 258 n., 696. Maizuüo, B., 70 n., 101, 132 n., 13611., 173, 448 n., 481, 667, 695. Masaracchia, A., 149 n., 153. Mascaliano, L., 779. Masellis, V., 583 n. Masón, P. G., 434. Masqueray, P., 648 n., 659. Massa Positano, L., 481. Masson, O., 137 n., 142. Mastrelli, C. A., 174. Materias médicas (Pedanio Dioscórides), 927. Mathieu, G., 642, 643, 644. Matías Claudio, 829. Matrón de Pítane, 669. Manes, Wilhelm, 72. Matthaei, Christian Friedrich, 111. Matthies, D., 821 n.. Matthiessen, K., 171 n., 413 n. Mau, J., 708 n., 827, 918, 92i. Mauersberger, A., 814, 919. Mausolo (Teodectes), 661. Máxime cum principibus philosopho esse disserendum (Plutarco), 855, 859. Maximiliano de Baviera, 772. Máximo de Tiro, 171, 53° n., 912, 919. Máximo, neoplatónico, 916. Máximo Planudes, 740, 858. Mayerhófer, J., 611. Mayr, F., 558 n. Mazal, O., 902. MOC6I"|UOCTI.KÍ] aúvToc£t<; (Ptolomeo de Pto, lemaida), 923. Mazon, P., 55 n., 97 n., 101, 129, 296, 327, 329, 481. Mazzantini, C , 243.
971 Mazziotti, M., 369. Me Diarmid, J. B., 194. M e Donough, J. T., 679. Me Kay, K. J., 739 n., 749Méautis, G., 297, 329, 695. Mecánica (Aristót.), 605. Mecánica (Filón de Bizancio), 825. Mecenas, 908. Medea (Cárcino, trág.), 661. Medea (Eurípides), 270, 318, 326, 392, 397, 398, 399, 402, 420, 432, 433, 434, 435Medea (Neofrón), 397. Medea (Rintón), 779. Mededovií, Avdo, 57. Mr|6eia (Epicarmo), 265. Medei, A., 47711. Mederer, E., 813. Mediceus, 327. Meditaciones (Marco Aurelio), 21. Meecham, H. G., 831 n. Meerwaldt, J. D., 436. Megaclides, 179, 614. MsyáX.Ti TÉXVT| (Trasímaco), 386. Mégara (Anón.), 757. Megástenes, 801, 881. Meület, A., 81. Meineke, A., 666, 677, 692 n., 786, 928 n. Meinhardt, E., 861. Meister, CL, 513. Meister, F., 893 n. Meister, K., 81 n., 378 a , 512 n. Meister, Richard, 532 y n., 832 n. Mekler, S., 581, 724. Melampo, 129. Melampodia (Hesíodo), 129. Melanchthon, 614. Melanipa cautiva (Eurípides), 420. Melanípides de Melos, 443, iMMelber, J., 881 n., 885 n. Meleagro (Antifonte, trág.), 661. Meleagro (Eurípides), 401, 792. Meleagro de Gádara, 670, 772, 793. Meles, 443. Meleto, acusador de Sócrates, 529. Meleto, trágico, 661. Meliambos (Cércidas), 702. Melinno, 793. Meliso de Samos, 236, 238, 242. Melissúrgica (Virgilio), 784. Meloni, P., 879 n. Memnónida (Anón.), 105.
972 Memorias (Árato de Sición), 800. Memorias (Ptolomeo Lago), 797. Memorables, Las (Jenofonte), 377, 382, 524, 525, 526, 528 y n., 53°, 550, 652 y n., 659. Menandro, 166, 266, 323, 416, 447, 457, 478> 479, 663, 665, 675-692, 693, 694, 695, 712, 768, 776, 778, 855Menandro de Éfeso, 801. Menandro de Laodicea, 876 y n. Mendelssohn, L., 878 n., 884 n. Menéeles, 699 y n. Menecmo, 822. Meneemos (Planto), 663. Menécrates de Éfeso, 781. Menécrates de Jantos, 801. Menedemo (Licofrón), 774. Menelao de Egas, 767. Menelao de Terapne, 39. Menelao, matemático, 924. Menestor de Síbaris, 245. Menéxeno (Antístenes de Atenas), 533. Menéxeno (Aristót.), 583. Menéxeno (Platón), 382, 547, 552. Menge, H., 821 n., 922 n. Menipo (Luciano), 873. Menipo de Gádara, 701, 872, 873, 877, 905Menipo de Pérgamo, 880. Menn, W., 18 n. Menódoto de Perinto, 800. Menón, 517, 551, 607. Menón (Platón), 197, 383, 547 y n., 551, 552, 566. Menzel, A., 530 n. Mercalor (Plauto), 693. Méridier, L., 435. Merkel, R., 767. Merkelbach, R., 56 n., 70 n., 72 n., 106 n., 128 n., 129 y n., 142, 171 n., 184, 659, 660, 752 n., 754 n., 798 y n., 813 n., 892 n., 900 n., 902. Merki, H., 560 n. Merlán, Ph., 560 n., 573 n., 574 n., 576, 579 n., 581 n., 612, 724, 911 n. Merone, E., 142. Mervyn Jones, D., 100 n. Mésala Corvino, 640. Mesk, J., 649 n. Mesomedes, 791, 844 y n. Messeniká (Riano), 767.
Historia de la literatura griega Mestrio Floro, L., 852. Metafísica (Aristót.), 189, 244 n., 362, 374 n., 53°, 531, 538 n., 553, 554, 572, 585, 586, 588, 589, 606, 918. Metamorfosis (Lucio Pairas), 877, 897. Metamorfosis (Néstor de Laranda), 847. Metamorfosis (Ovidio), 784. Metamorfosis (Partenio), 786. Meteorología (Aristót.), 604. Metíoco y Parténope, 895-896. Metrodoro de Escepsis, 811 y n. Metrodoro de Lámpsaco, epicúreo, 716. Metrodoro de Lámpsaco, comentador de Homero, 357. Metrodoro, médico de Cnido, 608, 826. Mett, H. J., 820 n. Mette, H. J., 31 n., 81 n., 98 n., 101, 102, 142, 277 n., 296, 297, 327, 609 n. 679 n., 680 n. Meuli, K. 35 n., 61 n., 63, 181 n., 185, 256 n., 348, 552 n. Meursius, 608 n. Mewaldt, J., 444 n., 5 i 9 n . , 523, 724, 929Meyer, A., 102. Meyer, C , 513. Meyer, E., 38 n., 153, 35°, 538 n., 546 n., 888 n. Meyer, Th., 550 n. Meyer, W., 842 n. Meyerhof, M., 927 n. Michaud-Quantin, P., 610. Michel, O., 838. Michel, P.-H., 249. Michelakis, E. M., 612. Michler, M., 524. Midón (Platón), 541. Migne, 899. Miguel Ángel, 283. Miguel Coniates, 748. Mikkola, 613 n., 618 n., 643. Milciades (Esquines de Esfeto), 534. Milojíic, 191 n. Miller, H. W., 435. Miller, M., 356. Mills, K. W., 576. Mimnermo de Colofón, 145-147, 153, 198, 668, 741. Mimos en prosa (Sofrón), 544. Minar, E. L., 194. Mineros, Los (Ferécrates), 451. Minghetti, R., 523.
índice de nombres y obras Miniada, 107. Minio-Paluello, L., 587 n., 610, 611, Minoides Mynas, 84611. Minos (Platón), 543. Minos (Pseudo Platón), 252 n. Mioni, E., 101, 610, 814. Mireaux, Émile, 76 n. Mirmidones (Filemón), 693. Mirmidones, Los (Esquilo), 293, 297. Mirón de Pirene, 767. Mirónides, 454. Misch, G., 243, 615 n., 800 n. Misios, Los (Sófocles), 302 n. Misógino, 679 n. Misopogon (Juliano), vid. Antióquico. Mística de los números (Nicóroaco de G e rasa), 924. Misúmenos (Menandro), 689 n., 691. Mitchell, T., 575. Mito del reino celeste, El (Anón.), 118. Mito de los Argonautas, El (Herodoro de Heraclea), 358. Mitrídates, 710, 811 y n., 895. Mitrídates VI Eupátor, 928. Mitsdorfer, W., 481. Mittelstrass, J., 823 n. Mnasalces de Sición, 769. Mnáseas, 702. Mnemón, 518. Mnemosine (Moiro), 773 n. Mnesarco, 711. Mnesímaco, 664, 682. Moderato de Gades, 912. Moellendorff, 748, 758. Moerbeke, Guillermo de, 610. Mogenet, J., 607 n. Moiro, 773, 864. Molón, 821. Momigliano, A., 656 n., 659, 699 n. Mondésert, Cl., 837. Mondino, Maria Luisa, 848 n. Mondolfo, R., 190 n., 194. Monodia (Elio Aristides), 868. Monodia a Juliano (Libanio), 903. Monografía sobre la guerra numantina (Polibio), 804. Monótropos (Frínico, cómico), vid. Solitario, El. Monro, D. B., 101. Monti, A., 142. Montmollin, Daniel de, 600 n. '
973 Mooney, G. W., 779. Mopsopia (Euforión), 788. Moralia (Plutarco), 438, 540 n., 852 n., 853860. Moraux, Paul, 583, 611, 887, 907 n. Morel, W., 695. Morenz, S., 112 n. Moretum, 757. M0rland, H., 929. Morpurgo, A., 634 n. Morwitz, E., 174. Morrison, J. S., 194. Morrow, G. R., 567 n. Mosco de Siracusa, 757, 759, 787. Moscopulo, Manuel, 21, 327. Mosquensis, 109. Mosquina, 770. Mosquión, 407, 661-662, 685, 686, 692, 774Mostellaria (Plauto), 693. MoOaca (Epicanno), 265 n. Moulinier, L., 186 n. Mouterde, 730 n. Moutsopoulos, E., 576. Mras, K., 118 n., 780, 833 n., 871 n., 877, 919. Mugler, Ch., 249, 368, 369, 563 n., 565 n. Mühl, M., 148 n. Mühll, P. von der, 55 n., 66 n., 69 n., 70, 101, 102, 142, 382 n., 383 n., 585, 716 n., 719 n., 723, 738 n., 790 n., 795 n. Mujeres de Etna, Las (Esquilo), 270. Mujeres de Pleurón, Las (Frínico, trág.), 257. Mujeres en la fiesta de Adonis, Las (Teócrito), 740. Mujeres que prometen desterrar a la diosa (Sofrón), 267. Mulierum virtutes (Plutarco), 855, 859. Mullach, 535, 908 n. Müller, C , 845 n., 928. Müller, F., 492, 511 n. Müller, G., 149 n., 328, 538 n., 567 n., 568, 584 n., 607 n., 785 n., 808 n. Müller, H. F., 863 n., 8840. Müller, P. A., 626 a. Müller, S., 298, 437. Müller, von, 291. Mummio, L., 804. Munacio, 758. Munding, H., 130.
974 Münscher, K., 644, 653 n. Müri, W., 361 n., 510, 523, 648 n. Murko, Mathias, 34, 57. Murphy, N . R., 55811. Murray, A. T., 644. Murray, Gilbert, 259, 271, 277, 283, 296, 298, 435, 437, 46°, 477 n., 481, 654 n., 920. Murray, R. D., Jr., 278 n., 279 n., 329, 468 n. Mus. (Filodemo de Gádara), 333. Musas (Alejandro Etolo), 774. Musas, Las (Epicarmo), 26711. Musas, Las (Frínico, cómico), 451, 472. Muscae encomium (Luciano), 871. Museo, 8, 30, 107, 185, 186 n., 789, 852. Museo (Alcidamante), 116, 382 y n., 735. Museo (Calimaco), 735. Museo de Éfeso, 766. Musonio Rufo, 723, 866, 870-871, 909. Musurillo, H. A., 833 n. Muth, R., 167 n., 242, 567 n. Mutschmann, H., 918 n. Mutsopulos, E., 298. Mylonas, E., 77 n. Mynors, R. A. B., 610. Myres, J. L., 24 n., 75 n., 78 n., 80, 88 n., 356. Mystoxides, A., 615.
Naber, S. A., 838. Nacimiento de Aleña (Hermipo), 664. Nacimiento de Epicuro (Menipo), 701. Nachmanson, E., 146 n., 248 n., 528 n. Nachstadt, W., 858. Nairn, J. A., 9, 780 n. Nanno (Mimnermo), 146, 668. Napoleón, 182, 636, 772. Natalis Comes, 846 n. Nat. hist. (Plinio el Viejo), 20, 301, 580, 675, 790. Nat. quaest. (Séneca), 710. Nauagós, 664. Nauck, Adolf, 14, 98 n., 297, 328, 389 n., 436, 438, 441, 661 n., 666. Nauck von E. Bruhn, 329. Naumaquio, 846. Naupáctica (Cárcino de Naupacto), 130. Nausícaa (Sófocles), 301. Nausífanes, 712.
Historia
de la literatura
griega
Navarre, O., 480, 644. Navigium (Luciano), 873. Nawijn, W., 881 n. Nawratil, K., 510 n. Neantes Cícico, 800. Nearco, 609, 798, 881. Nebel, G., 234, 309 n., 723. Nechepso, 728 y n., 830. Nekyia (Menipo), 701. Neleo de Escepsis, 609. Nélod, G., 243. Ñemeos (Píndaro), 220, 225, 228, 230, 321. Nemesio, 920. Nemesión, 100. Némesis (Cratino), 448. Nenci, G., 249. Neocles, 712. Neoclides, 573. Neofrón, 397 y nota. Neoptólemo de París, 767. Nereidas, Las (Esquilo), 293. Ñero (Luciano), 877. Ñero (Suetonio,) 841. Nerón, 653, 836, 837, 841, 843, 865, 869, 893, 908, 909, 921, 925, 926 n. Nerón (Musonio), 870. Nerva, 866. Nestle, Walter, 50 n., 92 n., 93 n., 242, 298, 381 n., 388. Nestle, Wilh., 194, 298, 353 n., 371 n., 377, 378 n., 382, 387 n., 414 n., 520 n., 523, 529 n., 534 n., 557 n. Néstor de Laranda, 785, 847. Neubecker, A. J., 713 n., 724. Neuburger, D . A., 827. Neuenschwander, H. R., 919. Neugebauer, 244 n., 249, 924 n. Neumann, G., 818 n. Nevio, 665. Newiger, H.-J., 287 n., 413 n., 464 n., 474 n., 481, 613 n., 615 n., 620 n. Nicandro de Colofón, 108, 783-784. Nicandro de Colofón, poeta épico, 783. Nicandro de Tiatira, 699. Nicanor, 100. Nicéforo de Calisto, 899, 917 n. Nicéneto de Samos, 767, 785. Nicérato de Heraclea, 445, 667, 750. Nicetes, 865. Nicias (Plutarco), 300, 392. Nicias de Mileto, 750, 754.
índice de nombres y obras Nickau, K l „ 921 n. Nicklin, T . , 436. Nicocles (Isócrates), 613 n., 616. Nicodemo de Heraclea, 843. Nicofonte, 18 n. Nicolai, A., 88911. Nicolao de Damasco, 810. Nicolao de Mira, 906. Nicolosi, S., 917 n Nicómaco de Gerasa, 913, 924. Nicomedes Filopátor, 881. Nicóstrato de Macedonia, 897. Niebuhr, 883. Niese, B., 838. Nietzsche, 9, 428. Nigidio Fígulo, 828, 912. Nigrino, 872. Nigrino (Luciano), 872. Nihard, R., 427 n. Nilén, F . N . , 877. Nilsson, M . P., 28 n., 29, 39 y n., 75 n., 81 n., 88, 91 n., 92, 185 n., 187 n., 359 n., 475, 478 n., 690 n., 726, 728 y n., 730, 792 n., 860, 867 n., 899 n., 90011., 907, 913 n., 919. Niños (Hiponacte), 701. Níobe (Esquilo), 293, 297. Níobos (Aristófanes), vid. Dramas, Los. Nix, L., 825 n. Nobbe, F . A., 928. Noccelli, V., 876. Nock, A. D . , 861 n., 9 i 6 n . , 919, 920. Noctes Att. (Aulo Gelio), 678. Nodrizas de Baco, Las (Esquilo), 292. Noé, M., 52 n. Nombre de los mares en pueblos y ciudades, 734. Nombres de pueblos (Hipias de Elide), 378. Nomenclatura de los pueblos (Helanico), 359: Nociva f3ocp[3apiKá (Aristót.), 810. Nomos (Filóx. de Citera), 444. Nomos (Corp. Hipp.), 523. Nomos (Timoteo de Mileto), 444. Nomos piuco (Sacadas de Argos), 133. Nonio, 511 n. Nono, 759, 843, 848, 849-850, 851. Non posse suaviter vivi secundum Epicurum (Plutarco), 860.
975 Norden, E., 637 n., 73on., 865, 833 n., 868 n., 883. Norlin, G. B., 642. Norma (Epicuro), vid. Sobre el criterio. Norsa, Medea, 14, 292. Norvin, W., 917 n. Norwood, Gilbert, 234, 401 n., 407, 408 n., 437Nosis de Locros, 770. Nóstoi (Estesícoro), 178 y n., 179 n . Nóstoi (Homero o Agias de Trecén), 106. Notopulos, James A., 34 n., 87 n., 124 n. Novela de Ahiqar (Anón.), 181, 182. Novela de Alejandro (Calistenes), 701, 798. Novela de Esopo, 181, 182. Novela de Niño (Anón.), 890, 893, 894. Novelas milesias, 469. Novotny, F., 568 n. Nubes, Las (Aristófanes), 266, 450, 452, 456, 459, 462, 464, 470, 474, 477, 478, 480, 481, 527 y n., 540. Nuchelmans, J. C. F . , 329. Nueva historia (Zósimo), 884. Numann, G., 818 n. Numenio de Apamea, 913, 919. Numenio de Heraclea, 783 y n. Núñez, F . , 758. Nupcias de Céix, Las (Hesíodo), 129. Nuyens, F . , 606, 607, 611. Nyikos, Lajos, 886 n.
Oaristjs (Teócrito), 756. Ocelo de Lucania, 829. Ocupación de Mileto, La (Frínico, trág.), 257Ocypus (Luciano), 877. Oda a Heródoto (Sófocles), 302. Odisea con abandono de una letra, La (Trifiodoro), 848. Odisea, La (Homero), 3 1 , 32, 33, 34, 36, 40, 54 y n., 56 n., 57 y n., 59, 61-74, 75, 77, 78, 86, 87, 88, 89, 90, 91, 92, 93, 94, 95, 96, 98 n., 99 n., 100, 101, 102, 103, 106, 108, 114 y n., 128, 151, 166, 178, 182, 274, 284, 401, 429, 444, 502, 541, 691, 720, 761, 763, 890. Odomantopresbeis (Aristófanes), 455. 'OOUOCJEÜC.
OCÓTÓUOXOC. (Epicarmo),
265.
'O&UOO-EÜQ vocuccyóc. (Epicarmo), 265. Oehler, Aug., 773.
Historia de la literatura griega
97<5 Oehler, H., 81311. Oehler, K., 606 n. Oellacher, 785. Oeri, H. G., 66511. Oertel, F., 148 n., 47711., 613 n. Ofenloch, E., 86211. Ofíacas (Nicandro), 784-785. OÍ. (Píndaro), 221, 222, 223, 224, 225, 226, 227, 228, 238 n. Oldfather, W. A., 813 n., 814, 885 n., 918, 919. Olén, 107. Olimpíadas (Flegón), 885. Olímpico (Gorgias), 380, 615. Olímpico (Lisias), 624. Olimpiodoro de Tebas, 884. Olimpiodoro, neoplatónico, 537, 542, 575, 917 n., 918 y n. Olimpionicas (?), 817. Olintíacas (Demóstenes), 632, 633. Oliver, J. H., 300 n., 359 n., 868 n. Olivieri, A., 267, 666, 780. Ollacher, H., 446. Ollier, F., 650 n., 653 n., 659. O'Meara, 920. Onagos (Demófilo), 694. Onasandro, 813, 885. Onesícrito de Astipalea, 797. Ónfale (Ion), 439. Onians, R. Br., 94 n. Onomácrito, 186. Onomástico (Polideuces), 865. Opelt, J., 851. Opiano de Anazarbo, 845 y n. Opiano de Apamea, 846. Opiniones de los filósofos naturales (Teofrasto), 188. Opiniones de los físicos, Las (Teofrasto), 607. Oppermann, H., 685 n. Opstelten, J. C , 329. Óptica (Euclides), 822. Óptica (Ptolomeo de Ptolemaida), 923. Oráculos caldeos (Juliano, teúrgo), 913. Oráculos escitas (Ábaris), 185. Oráculos sibilinos, 833. Ora marítima (Avieno), 246. Orationes (Juliano), 905. Orationes (Libanio), 904 n. Orationes (Temistio), 255, 571. Orestes (Afareo), 662.
Orestes (Cárcino, trág.), 661. Orestes (Corina), 205. Orestes (Eurípides), 392, 422, 423, 434, 435, 436, 445, 662, 791. Orestes (Rintón), 779. Orestíada, La (Esquilo), 178 n., 270, 273, 274, 276, 277, 278, 281, 283, 290, 291, 292, 293, 297, 3°2, 312, 416, 418. Orestíada, La (Estesicoro), 178, 179, Orestíada, La (Janto), 177. Orfeo, 30, 107, 153, 185, 187, 208, 359,
432,
271, 284, 401, 316. 440,
833, 844, 845. Órganon (Aristót.), 587. Orgé (Menandro), 674, 676. Oribasio, 884, 927, 929. Orígenes, 912. Orígenes (Calimaco), vid. Aitia. Ormerod, H. A., 888 n. Ornithogonia (Boio), 784. "Qpoi AccnTO|>c
Ó
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ÍOtTpÓC,
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(¡uXÓOOCJÍOC,
(Galeno), 927. Otten, Heinrich, 118 y n. Otterlo, W. A. van, 87 n., 226 n. Otto, W. F., 93Ovidio, 120, 165, 166, 206, 329, 732 y n., 737, Owen, Owen, Owen,
743, 784, 848 n., 852. A. S., 436. E. T., 298. G. E. L., 611.
Paap, A. H . R. E., 356. Paasen, C. R. van, 577. Pablo, San, 782. P(ack), 789 n., 833 n., 841 n., 849 n., 902. Pack, Roger, A., 14, 22 n., 98 n., 479. Page, B. S., 920. Page, Denys L., 14, 37, 38, 52 n., 55 n., 59 n., 60 n., 69 n., 70 n., 75 n., 79, 83 n., 84 85 n., 142 n., 156 n., 157 y n., 160 n., 165 n., 166 n., 168 y n., 170 n., 173, 176 n., 177 n., 180, 204, 205, 206 n., 208, 209 n., 213 n., 215, 233, 234, 252 n., 267 n., 274 n., 295, 297, 325, 328, 387 n., 397 y n., 406 n., 411 n., 420 n., 434 n.,
índice de nombres y obras 435, 450 n., 452 n., 453 n., 479, 480, 486 n., 66211., 685 n., 689 n., 693 n., 696, 77911., 78511., 787 n., 789 n., 790 n., 841 n., 843 n. Pagliaro, A., 8411. Paideutikón (Pitágoras), 829. Palabra verdadera (Celso), 912. Paladas, 843. Palamedes (Eurípides), 411, 470. Palamedes (Filemón), 693. Palamedes (Gorgias), 372, 381. Paléfato, 659. Palinodia (Estesícoro), 178, 179, 415, Palm, A., 52211. Palm, J., 72911., 814. Palmer, L . R., 28 n. Pampremio, 851. Panatenaico (Elio Aristides), 868. Panatenaico (Isócrates), 617, 619, 621. Panatenaico (Teopompo), 654. Páncrates, 847. Pandora (Goethe), 420. Panecio de Rodas, 708-709, 710, 711, 723, 820. Panegírico (Isócrates), 615, 616, 617, 620 y n„ 621, 624, 648. Panegírico (Procopio), 906. Panégyris (Filemón), 693. Panfila, 921. Panfilo de Alejandría, 864. Panfo, 107. Paniasis de Halicarnaso, 131, 335, 352, 667. Pánniquis (Calimaco), 745. Panofsky, D. E., 125 n. Panoptai (Cratino), 449. nocvTo&cmr) toToplct (Favorino de Arelate), 867. Paoli, U. E., 73 n., 255 n., 425 n., 625 n., 628 n., 629 n., 632 n., 644, 716 n. Papadopoulos, A., 889. Papanikolaou, A. D., 903. Pap. Soc. It., 741. Papiro de Hibeh, 334. Papo(s), 924. napá&o£o<; io-xopEa (Ptolomeo de Alejandría), 893. Paráfrasis al Evangelio de Juan (Nono), 850. napccyyEXÍou (Corp. Hip.), 518 n. Parain, Ch., 919. Parallela minora (Plutarco), 859. LITERATURA GRIEGA. — 62
977 Paraskeuaí (Lisias), 623. Pareti, L., 37 n. Parménides, 236, 237-238, 239, 241, 242, 243, 36i, 373, 379, 388, 532, 554, 562 y n., 564, 571Parménides (Platón), 545, 547, 562 y n. Parmentier, 435. Parry, A. M., 235. Parry, Milman, 34 y n., 35, 57, 85 n., 86 y n. Parsne an facultas animi sit vita passiva (Plutarco), 860. Parsons, E. A., 19 n. Partenio de Alemán (Píndaro), 226. Partenio de Nicea, 268, 732, 786. Partenios (Píndaro), 223, 224, 230. Parthiká (Flavio Arriano), 881. Pasquali, G., 17 n., 718 n. Pater, W., 553 nPatón, W. R., 772, 814, 858. n á x p u x (Cristodoro), 851. Patriae encomium (Luciano), 877. Patricio Teágenes, 851. Patrocles, 801-802. Patzer, Harald, 33 n., 259, 276 n., 297, 502, 513. Patzig, G., 5870. Paulo Alejandrino, 923. Paulo Silenciario, 843, 851. Paulson, J., 129. Pauly, 14. Pausanias de Damasco, 888. Pausanias, lexicógrafo, 864. Pausanias, periegeta, 39, 103, 105, 128 n., 130, 131, 134, 143, 146 n., 199, 202, 206, 207, 221, 241, 259, 293, 439, 487, 490, 527 n., 541, 555, 888. Pausanias, sofista, 885, 888. Pavano, G., 863 n. Pavlu, J., 541 n. Paz, La (Aristófanes), 102, 439, 455, 460, 466 y n., 467, 470, 480, 481. Pean (Anón.), 791. Pean (Filodamo), 791. Peón (Limenio), 791. Pean a Apolo (Aristonoo), 791. Pean a Apolo y Asclepio (Isilo), 791. Peón a Apolo y Asclepio (Macedonio), Pean a Asclepio (Anón.), 791. Peón a Asclepio (Sófocles), 790.
106, 186, 268, 767,
459,
791.
978 Pean a Ceos (Píndaro), 219, 224. Peón a los Abderitas (Píndaro), 224. Pean a Tito Flaminino (Anón.), 793. Peones (Hermocles de Cícico), 793. Péanes (Píndaro), 219, 223, 224, 230. Pearson, A. C , 327, 328. Pearson, L., 249, 509 n., 813. Pedanio Dioscórides, 927-928. Pédech, P., 727 n., 814. Peek, W., 112 n., 142, 176 n., 178 n., 201, 204, 331, 446, 747 n., 77i> 790 n., 792 n. Pelecastro, 791. Peleo (Eurípides), 401. Pelladas, Los (Afareo), 662. Pelladas, Los (Eurípides), 391. Pelíades (Dífilo), 693. Pelopia (Herodoro de Heraclea), 358. Pelletier, A., 838. Pendleton Oliver, Revilo, 919. Penna, V. A. La, vid. La Penna. Pennacini, A., 723. Penndorf, J., 649 n. Pentateuco, 831, 835. Penteo (Esquilo), 292, 427. Peplos (Aristót.), 605. Peppink, S. P., 886 n. Pequeña canción diurna, 132. Pequeña Cosmología (Demócrito), 367. Pequeño orden del mundo (Demócrito), 366. ¿Pera? (Dífilo), 694. Perdicas I I , 443, 492. Peregrino Proteo, 874. Peretti, Aurelio, 197 n., 198, 259, 656 n., 872 n., 877 n. Periandro de Corinto, 155, 157, 178, 183, 210, 252, 339. rispl ¿tp6cov (Hipócrates), 827. rispl ' A r m a r e . ouveOstac, (Ireneo), 819 n. rispl aÚTouaToitoir|TiKfi<; (Herón de Alejandría), 826. rispl PCCOIXEÍCXQ (Sinesio de Cirene), 917. Pericles, 137, *9t, 214, 238, 258, 268, 299, 300, 309, 329, 333 y n., 335, 336, 34i, 361, 362, 378, 408, 432, 448, 449, 452, 454, 465, 477> 482, 484, 486, 490, 491» 492, 493, 494, 496, 504, 506, 507, 508, 510, 524, 537, 551, 557, 620, 622, 673. Pericles (Plutarco), 333, 451, 486. ÜEpt AEivápxoo (Dionisio de Halicarnaso), 639. rispt 8ia<¡>opSc, oípuyuSv (Galeno), 927n.
Historia de la literatura griega Periegesis (Hecateo de Mileto), 247. flEpt EIU8ELKTIK(SV (Menandro de Laodicea), 876 y n. riEpiTÍY^011; ffit; 'EXXá&oc, (Pausanias), 888. riEpt EXÍKCOV (Arquímedes), 822 n. rispl évuirvícov (Sinesio de Cirene), 917. rispl 'HpccKXstac. (Ninfis), 801. r i s p í sfi(|>CúVCúV KCtt 5üO<()(í)VCDV Yp^t^láTCOV
(Demócrito), 788. riEpt £Úoxrlttoo,óvTi<; (Corp. Hip.), 518 n. Plepl <|>i.Xoao
índice de nombres y obras Periplo o Período (Ctesias), 654. Periplus maris Erythraei (Anón.)j 824. Periplus Ponti Euxini (Flavio Arriano), 87911., 880 y n. riepl itoir)TlKrjc, (Aristót.), 600. n e p t TtoXiTElccq (Tiberio Claudio), 868. ílepl itpovoíccc. (Claudio Eliano), 886. riepl ipuxáq KÓaiico Kat
979 Perrotta, G., 234, 329, 436, 773. Perry, B. E., 182, 184, 902. Persa (Plauto), 663. Persas, Los (Epicarmo), 267 a . Persas, Los (Esquilo), 257, 258, 269, 271, 273, 283, 285, 296, 298, 353Persas, Los (Timoteo de Mileto), 18, 424, 444, 445Perseida (Quérilo), vid. Persiká. Perseo (Pretinas), 259. Perseo de Cicio, 704, 708 n. Perses de Tebas, 769. Persiká (Ctesias), 653, 654, 660. Persiká (Helanico), 359. Persiká (Heraclides de Cime), 657. Persiká (Mnemón), 518. Persiká o Perseida (Quérilo de Samos), 332. Pérsino de Éfeso, 669. Persio, 908. Pértinax, 881. Pertusi, A., 129, 436. Perusino, Franca, 682 n. Pescadores, Los (Teócrito), 757. Pestalozzi, H., 41 n. Pétale (Ferécrates), 451. Petersen, L., 122 n. Petit, P., 906. Petosiris, 728, 830. Petrarca, 619. Petrie, A., 646. Petronio, 140, 701, 793Pfaff, F., 522, 929. Pfeiffer, Rudolf,. 14, 67 n., 70 n., 128, 138, 177 n., 293 n., 297, 325, 326, 725, 734 n., 735 n., 741 y n., 742 y n., 744 n., 746 n., 747 n., 748, 786 n:, 815. Pfister, F., 824 n. Pfligerdorffer, G., 710 n., 715 n. Pfuhl, E., 232 n. Phalaris (Luciano), 871. Pharmakeútriai (Teócrito), 728. Phasma (Filemón), 693. Phasma (Menandro), 685, 687. Philárgyros (Menandro), 678 n. Philhetairos (Herodiano), 922. Philip, J. A., 194Philippe, M. D., 611. Philippson, A., 23 n., 71311. Philippson, P., 121 n. Philippson, R., 723. Philogelos (Filistíón de Nicea), 842.
980
Historia de la literatura griega
Philopatris (Luciano), 877. Philopseudes (Luciano), 873. Photiadis, Pénélope, 701 n. Phys. (Filópono), 570 n. Phys. (Simplicio), 570 n. Physikón (Pitágoras), 829. Pickard-Cambridge, A. W., 253 n., 256 n., 259, 260 y n., 287 n., 302 n., 438 n., 446, 448, 450 n., 455 n., 460 n., 464 n., 536 n., 660 n., 663 n., 666 y n. Picht, G., 723. Pieraccioni, D., 328. Pierleoni, G., 659. Pierson, J., 928. Pieters, M . F., 479. Pigres, 112. Pílades, 779, 842. Pínakes (Calimaco), 19, 733. Pínakes de Calimaco, A los (Aristóf. de Bizancio), 733. Pínax (Cebes), 909. Píndaro, 13, 133, 138, 147 y n., 154, 163, I74J
175)
186,
187,
204,
205,
206,
207,
212, 213, 214, 215 n., 216, 217, 218-230, 231, 232, 233. 234, 235> 238, 255) 269, 284, 299) 321, 333, 375, 386, 406 n., 439, 763, 791, 856 n. Pinner, H. L., 18 n. Pippin, A. N., 436. Pires de Mileto, 777. Pirítoo (Critias), 387. Pirro de Sicilia, 749, 799, 800. Pirrón de Elea, 716. Pirrón de Elide, 702, 827. Pisandro, 131, 300, 422 n. Pisandro (Platón, comedióg.), 45 1 Pisani, Vittore, 25 n., 82 n., 83, 112, 130, 134, 356, 380 n., 484, 729 n. Piscator (Luciano), 873. Pisístrato, 56, 64, 148, 157, 212, 253, 256, 338, 5°3Pistorius, Ph. V., 920. Pit. (Píndaro), 218, 219, 220, 221, 222, 226, 227, 228, 269, 284, 406 n., 763. Pitaco de Mitilene, 132, 148, 156, 157, 158, 159, 183, 200, 216, 462. Pitágoras, 166 n., 192-194, 209, 235, 240, 244, 364, 377, 440, 552, 608, 664, 722, 828 y n., 829, 894, 908. Piteas de Masalia, 230, 609. Pitermo, 201.
Piuco (Gorgias), 380. Pitoclides, 334. Pitón (Timón de Fliunte), 702. Places, E. des, 234, 546 n. Planisferio (Hecateo de Mileto), 247. Plankl, W., 902. Planudea, vid. Collectio Vindobonensis. Planudes, Máximo, 21, 182, 198, 327, 772. Plataico (Isócrates), 616. Platnauer, M., 417 n., 436. Platón, 19, 22, 33, 85 n., 87, 98 n., 130, 133) 134) 142, 152, 172, 183, 186, 187, 192, 193 n., 197, 200, 202, 216 y n., 234, 236 n., 255, 266, 267, 293, 309, 334) 357) 366, 367 n-, 369, 37°, 373, 374 n., 375 y n., 377, 378, 380, 382, 383, 384, 385, 387, 440, 442, 463, 464, 477, 487, 514, 515, 5i6, 517, 519 n., 524, 525 n., 526 y n., 527, 528 y n., 529, 530 y n., 532, 533, 534, 535-577, 578, 579 y n„ 581, 582 n., 583, 584, 585, 586 y n., 589 n., 600, 606 y n., 608, 612, 616, 618, 619 y n., 623, 627, 640, 652 n., 653 y n., 655, 664, 667, 671, 700, 715, 716, 717, 721, 722, 807, 825, 828 n., 829, 836, 853, 854, 856, 861, 886, 887, 901, 905, 908, 9 " , 914, 915) 917, 9 i 8 . . Platón (comediógrafo), 451. Platonicae quaestiones (Plutarco), 633, 854, 859. Platonio, 449 n., 454, 478. Plauto, 663, 678 y n., 683 n., 687, 692, 693, 777Plegaria a Afrodita (Safo), 169. Plezia, M., 577 n., 578, 582 n. Plinio el Joven, 751, 841, 867. Plinto el Viejo, 20, 580, 670 y n., 675, 790, 813. Plokion (Menandro), 678. Plotina, 908. Plotino, 841, 910, 911, 9i3-9i5> 919Plutarco de Atenas, 918. Plutarco de Queronea, 136, 153 n., 154, 174, 183 y n., 205, 2 0 6 / 2 0 7 , 230, 257, 260 n., 276 n., 299, 300 n., 301, 307 n., 331, 332, 333, 336, 355, 362, 367, 39i, 392, 438, 439, 445, 451, 486, 488 n., 530, 540 n., 609, 627 y n., '628, 633, 634, 648, 667, 669, 676, 682, 689, 693, 695 n., 707, 714, 778, 793, 795, 799, 800, 804, 822, 824, 852-861, 902, 912.
índice de nombres y obras Pluto (Aristófanes), 264, 444, 455, 459, 467, 477, 478, 481, 666. Pintos (Cratino), 450. Pneumática, La (Filón de Bizancio), 825 n. Pneumática, La (Herón de Alejandría), 826. Poema a Diomedes (Anón.), 789. Poema a la boda de Arsínoe (Calimaco), 748. Poema a Teodoro (Sótades), 777. Poema cosmológico (Empédocles), 242. Poema de Marpesa, El (Baquílides), 233. Poema didáctico (Parménides), 238. Poemas expiatorios (Ábaris), 185. Poemas expiatorios (Orfeo), 187. Poenulus (Plauto), 678. Poeppel, O., 5 i 9 n . , 523. Poesía, La (Aristófanes), 455. Poética (Aristót.), 50, 68, 102, 131, 134 n., 250, 251, 252 y n., 255, 260, 263, 264, 271, 302, 314, 381 y n., 418, 423, 427, 438, 441, 443, 445, 44<>, 450, 544, 582, 589, 600, 601, 602, 662, 665 y n., 675 n., 741, 780, 796. Poética (Teofrasto), 717. Pohle, U., 641 n. Pohlenz, Max, 14, 232 n., 255 n., 259, 262 n., 263 n., 267, 269 n., 277 n., 280 n., 283, 298, 329, 343 n., 35°, 356, 38o n., 381 n., 385 n., 402 n., 406 n., 413 n., 437, 453 n. ; 458 n., 480, 518 n., 519, 521, 523, 575, 600 n., 629 n., 635 n., 645, 675 n., 692 n., 702 n., 703 y n., 707 n., 708 n., 710, 723, 724, 853, 837, 858, 860, 919. Póhlmann, E., 792. Póhlmann, R. v., 613 n., 477 n., 791 n. Poíesis (Antífanes), 665. Poimandres (Hermes Trismegisto), 913. Pokorny, E., 645. Polaschek, E., 928. Polemárquico (Himerio de Bitinia), 904. Polemón, académico, 703, 716. Polemón de Ilion, 811, 814. Polemón, sofista, 866, 867. Polibio, 655, 656, 659, 702, 729, 794, 795, 796 n., 800, 802, 803-808, 810, 814, 878, 922. Polícrates de Samos, 192, 201, 202, 208, 209, 210, 211, 233, 339, 340, 353, 525 y n., 616, 621, 652 y n. Polidamante, 46, 48, 49, 51, 57, 85. Polidectes (Esquilo), 293.
981 Polideuces, J., vid. Julio Polideuces. Polieno, 885, 888. Poliido (Eurípides), 424. Poliido de Selimbria, 443. Polimnesto de Colofón, 174, 175. Poliorcética (Apolodoro de Damasco), 924. Polístrato, 716. Politeia (Zenón), 703. Política (Aristót.), 250, 477, 516, 568, 6oi, 606. Política (Platón), vid. República. Política (Trasímaco), 386. Político, El (Antifonte el Sof.), 382. Político, El (Platón), 546, 547, 564, 567. Politikón (Pitágoras), 829. Politis, Linos, 21. Polo de Acragas, 381, 551, 621. Pompeyo, 709, 809, 811. Pompeyo Trogo, 809. Pontani, M., 296. Pope, 102. Popper, K. R., 558 n. Porfirio, 162, 192, 373, 667 n., 719, 876, 868, 913 n., 914 y n., 915-916, 920. Por la muerte de Eratóstenes (Lisias), 625. Por la paz (Demóstenes), 633. Por los lariseos (Trasímaco), 386. riopvopooKÓc, (Eubulo), 666. Poroi (Jenofonte), 629, 647, 650 n. Porson, 435. Porter, H. N., 81 n. Porter, W. H., 860. Portus, E. A., 921. Porzig, W., 25 n. n<3c, 'AXá^ávSpoi; fíyOl (Onesícrito), 797. Posidipo de Casandria, 694. Posidipo de Pela, epigramático, 668, 742, 770. Posidipo de Tebas, 843. Posidonio, 605, 709-712, 723, 808, 809, 810, 820, 912, 922, 923 y n. Post, L . A., 695. Pótscher, W., 88 n., 297, 352 n. Pouilloux, J., 137 n., 837 n. Powell, D . I. U., 755 n. Powell, H., 785 n. Powell, I. U., 153 n., 267, 356, 441, 669, 701 n., 702 n., 723, 731 n., 767, 768, 773 n., 774 n., 777 n., 779 n., 784 n-, 786 n., 787 n., 789 n., 790 n., 791 n., 792 n., 793 n., 794, 816 n.
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Historia de la literatura griega
Powell, J. E., 512, 513. Praecepta (Corp. Hip.), 518. Praecepta gerendae reipublicae (Plutarco), 855, 859. Praechter, K., 194, 611, 828 n., 911 n., 918. Praeparatio Evangélica (Eusebio), 118, 533, 775, 834, 908, 913 n. npocYnaTÉlai (Füodemo), 723. Prakken, D., 248 n. Prátinas de Fliunte, 251, 253, 257, 258259, 269, 299, 471. Prato, C , 437, 475, 481. Praxágoras, 608, 826. Praxífanes, 487, 721, 735, 742. Praxila, 207-208. Préaux, Claire, 695, 696. Preceptos de Quirón (Hesíodo), 129. Preger, Th., 331 n. Preisendanz, K., 22 n., 753 n., 772. Preiser, G., 523. Preiswerk, R., 659. Prendergast, G. L., 101. Prentice, W. K., 64811. npEoPsoTiKÓ? (Hipócrates de Cos), 518. Presta, A., 773. Preuss, K. Th., 250 n. Preuss, S., 642, 645. Priapeas (Sótades), 777. Príapo (Sótades), 777. Prickard, A. O., 86211.-86311. Prinz, K., 843 n. Prior, A. N., 70311. Prisciano, 516, 920. Prisciliano, 845. Prisco de Panión, 884. Proagón, El (Aristófanes), 456, 464. npópXrina POEIKÓV (Arquímedes), 822 n. Problemas (Aristót.), 604. Problemas homéricos (Aristót.), 602. Problemas homéricos (Zenón de Citio), 703. Proclo (Crestomatía), 102, 103, 104 y n., 105,
H 2 , 134-
Proclo, neoplatónico, 107, 542, 573 y n., 575, 720, 823, 844, 846, 912 n., 918, 920. Procopio de Cesárea, 885. Procopio de Gaza, 906. Pródico, 358, 376-377, 389, 516, 533, 614. Prodigios de más allá de Tule, Los (Antonio Diógenes), 894. Proemio a Caliope (Mesomedes), 844. Proemios (Critias), 387.
Prognosis (Hipócrates de Cos), 518. Progymn. (Teón de Alejandría), 615. Frogymnasmata (Aftonio de Antioquía), 876. Frogymnasmata (Elio Teón), 875 y n. Progymnasmata (Hermógenes), 875. Frogymnasmata (Libanio), 904. Progymnasmata (Nicolao de Mira), 906. Proheresio, 904. Prolaliai (Luciano), 871. Pro lapsu inter salutandum (Luciano), 877. Prolegómeno de comoedia (Tzetzes), 450. npoXEyóuEva TÍJC, nxáTcovoc,
281, 282, 296, 297.
ripo^aSeüc, íj núppa (Epicarmo), 265, 266. Prometeo encendedor del fuego (Esquilo), 283. Prometeo liberado (Esquilo), 283. Prometeo portador del fuego (Esquilo), 272, 283. Prometheus es in verbis (Luciano), 872. Pronóstico (Corp. Hip.), 521. Pronósticos de Cos (Corp. Hip.), 519 n. Fropémptico (Erotiano), 671. Propercio, 130, 207, 732. Proposiciones cnidias (Corp. Hip.), 518. Propris, A. de, 295 n. npóc, 'Epaxooeévooc, ysoypcvpíav (Hiparco de Nicea), 824. npóc; Mouocbviov (Dión), 866. Prosodia general (Herodiano), 100, 921. Prospáltioi (Éupolis), 452. Protágoras, 217, 335, 336, 363, 367, 369, 371 n., 372-376, 377, 378, 379, 38o, 382, 385, 387, 388, 389, 407, 453, 489, 5°7, 508, 528, 533, 544, 548, 549, 567. Protágoras (Platón), 183, 200, 216 y n., 369, 375 y n., 376, 378, 384, 440, 453, 516, 547 y n., 548 y n., 550, 551, 653. Proteo (Esquilo), 284. Protesilao (Eurípides), 409. Protréptico (Aristót.), 584 y n., 585 y n., 587, 618. Protréptico (Clem. AL), 102. Protréptico (Jámblico), 388, 916. Protréptico al arte médica (Galeno), 927. Protógenes, 790.
índice
de nombres
y
obras
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Protogonia (Clitómaco), vid. Atthis. Prudente Melanipa, La (Eurípides), 420. Psamético, 141. Psammites (Arquímedes), 822. Psaón de Platea, 800. Psaromaquia, 112. Pseudo-Apolodoro, 248. Pseudo Calístenes, 798 y n. Pseudo Demetrio, 621 n., 642 n. Pseudo Demócrito, 830. Pseudo Demóstenes, 633. Pseudo Dositeo, 846 n. Pseudo Escílax, 246. Pseudo Esquines, 222. Pseudo Focilides, 131 n. Pseudo Galeno, 907 n. Pseudo Isócrates, 669. Pseudologista (Luciano), 871. Pseudo Longino, 862 n. Pseudolus (Plauto), 678 n. Pseudo Platón, 202, 252 n. Pseudo Plutarco, 231 n., 295 y n., 614, 622, 623, 624, 626, 638. Pseudoscimno, 785. Pseudosophista, El (Luciano), 872. Ptolomeo I Soter, 19, 534, 674, 675, 720, 726, 728 n., 731, 812, 821, 880. Ptolomeo II Filadelfo, 19, 175, 368, 697, 720, 728, 731, 733, 736, 737, 749, 750, 773, 777, 790, 815, 825, 826, 831. Ptolomeo I I I Evérgetes, 295, 734, 738, 744, 759, 761, 778, 78i, 782, 816. Ptolomeo IV Filopátpr, 774, 832, 834. Ptolomeo VI Filométor, 721. Ptolomeo VII Fiscón, 804, 816. Ptolomeo de Ptolemaida, 923, 928. Ptolomeo Lago, 797-799Ptolomeo Queno, 578, 892-893. Puccioni, G., 780. Puech, Aimé, 173, 234. Puech, H. Ch., 920. Puelma, M., 731 n., 741 n., 744 n., 745 n., 748, 752 n. Purificaciones, Purificaciones, tharmoi.
Las (Filócoro), 697. Las (Empédocles), vid.
Quacquarelli, A., 872 n. Quadlbauer, F., 481. Quaest. Graec. (Plutarco), 205.
Ka-
Quaestionum convivalium libri IX (Plutarco), 276 n., 778, 855, 859. Quaglia, Luciana, 51 n. Quandt, G., 844 n. Quéreas, 802. Quéreas y Calírroe (Caristón), 895. Querefonte, 462, 550. Queremón, filósofo, 908. Queremón, trágico, 662. Quérilo de laso, 766 y n. Quérilo de Samos, 189, 332, 445, 667, 668. Quérilo, trágico, 257, 269, 302. Quilón de Esparta, 305 n. Quintiliano, 131, 162 n., 178, 180, 214, 622, 642, 689, 693, 745. Quinto de Esmirna, 847 y n., 848 y n. Quión de Heraclea, 901. Quiónides, 264, 448. Quirón (Ferécrates), 443, 451, 455. Quirones (Cratino), 449.
Raabe, G., 194. Rabbow, P., 532 n. Rabe, H., 252 n., 875, 876 n., 877 n., 918 n. Radamanto (Critias), 387. Radermacher, L., 28 n., 60 n., 61 n., 62 n., non., 112n., 131 n., 132n., 142, 262n., 263 n., 328, 331 n., 380 n., 381 n., 382 n., 383 n., 386 n., 388, 474 n., 481, 525 n., 533 n., 535, 615, 643, 702 n., 729 n., 761 n., 863 n., 868, 880 n., 890 n. Radt, St. L., 234. Raeder, H., 618 n. Raeder, J., 929. Raffaele, F., 180 n. Rahn, H., 95 n. Raimund, 167. Ramnoux, Cl., 243. Ranas, Las (Aristófanes), 259 n., 262, 270, 276 n., 293, 294, 295, 299, 391 n., 420, 425, 432, 438, 440, 44i, 451, 456, 458, 459, 472, 481, 528. Ranas, Las (Magnes), 448. Randall, J. H., Jr., 612. Ranowitsch, A. B., 730. Rapisarda, E., 297. Rapto de Helena (Coluto), 848. Rarezas de todo el mundo reunidas según los lugares (Calimaco), 735.
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Historia de la literatura griega
Rastreadores, Los (Sófocles), 2521)., 293, Resumen de las teorías de Pirran (Sexto Empírico), 908.324.. 325, 328, 393, 429. Retórica (Aristót.), 51, 168, 178, 300, 354 n., Ras Schamra, 118, 119. 382 n., 385 n., 39i, 443, 603, 622, 788. Rathmann, W., 193 n., 24211. Retórica (Casio Longino), 876. Rattenbury, R. M., 89611., 902. Raubitschek, A. E., 33311., 357, 408 n., Retórica a Alejandro (Anaxímenes de L á m psaco), 621-622, 65765511., 776. Retórica de Oxirrinco, 386. Raven, J. E., 194, 368. Reuters, F . H., 183 n. Re, R. del, 860. Reverdin, O., 568 n. Rea, J., 396. Reclamación de Helena, La (Baquüidcs), Reymer, 890, 899 n., 9°2. Reymond, A., 249. vid. Antenóridas. Reynen, H., 67 n. Recopilación (Hipias de Elide), 378. Rhetorum praeceptor (Luciano), 865, 872. Refutaciones sofísticas (Aristót.), 588. Rhys Carpenter, 2911-, 37Regenbogen, O., 94n., non., 150n., 188 n., Rhys Roberts, W., 643, 863 n. 249, 328, 356, 357, 435, 513, 518 n., Riano de Creta, 767. 548 n., 56311., 60511., 675 n., 717 n., 718 Ribbeck, O., 666 n. y n., 719, 722 n., 724, 795 n., 888 n., 907. Rico Gómez, María, 55° n. Registro de los arcontes (Demetrio Fal.), Richard, M., 22 n. 720. Richardson, E. C , 22 n. Reglas del pensamiento (Demonio), 365Richter, L., 561 n., 600 n. Regww et imperatorum apophthegmata (Plu- Richter, W., 533 n., 766 n. tarco), 855, 859. Richtsteig, E., 862 n. Rehdantz, C , 646. Riefstahl, H., 892 n. Rehm, A., 27 n., 827, 924 n., 929. Riemschneider, W., 422 n., 436. Rehm-Vogel, 825 n. Ries, Kl., 618 n. Reich, H., 780. Rieth, O., 707 n. Reichel, W., 78, 79Rigobello, A., 576. Reidemeister, K., 554 n., 827. Riley, Lyman W., 611. Reinach, Th., 173, 443 n., 831 n., 838. Rilke, 602. Reinhardt, K., 48 n., 49 n., 56 n., 58, 60 n., Rinón (Esquines de Esfeto), 534. 69 n., 70, 72 n., 92 n., n i n . , 122 n., 236, Rintón de Siracusa, 263, 265, 779. 239, 240 y iv., 242, 243, 283, 297, 298, Rio, F . G. del, 659. 31°, 317, 322 n., 329, 348, 368 n. 437, RÍOS, Rosetta da, 608 n. 481, 510 n., 561 n., 710 n., 723, 809, Risch, E., 25 n., 26, 27, 28 n., 84 n., 17 tn., 89311. 180. Reininger, R., 532 n. Rítmica (Aristóx.), 608. Reisch, E., 876. Ritter, C , 546. Reiter, S., 837. Rivier, A., 401 n., 433 n., 437, 523Reitzenstein, R., 125 n., 126 n., 768 n., Robbins, F . E., 801 n., 928. 928 n. Robert, C , 79, 10311., 107 n., 889. Rennie, W., 644. Robert, L., 201, 779. República (Platón), 87, 152, 293, 333, 375, Roberts, C. H., 20, 22 n. 3»5, 477, 539, 540, 542, 547, 55°, 55*, Robertson, D . S., 685552, 556, 559, 560 n., 562, 564, 567, 569, Robin, L., 576, 612. 6i2, 622, 721, 855, 911. Robinson, C. A. Jr., 813 n. Rescate de Héctor, El (Esquilo), vid. Fri- Robinson, D . M., 165 n., 518 n., 632. Robinson, R., 576, 863 n. gios, Los. Rochefort, G., 920. Rescher, N., 194Rodenwaldt, 77. Reso (Sófocles), 301, 392, 433, 660, 661.
índice
de nombres
y
obras
Rodríguez Adrados, F., vid. Adrados, F . R. Roebuck, C , 188 n. Rogers, B. B., 481. Rohde, E., 184 n., 786 n., 846, 889, 896, 902. Rohrer, K., 508 n. Rolfes, Eugen, 58711. Roller, R., 38811. Romüly, J. de, 298, 3^9, 437, 5 " , 513Ronconi, A., 81 n., 632. Ronnet, G., 645. Roos, A. G., 87811., 87911. Fióos, E., 25811., 481. Rooy, C. A. van, 19 n. Ros, J., 513Roscher, Wilhelm, 484. Rose, H . J., 2811., 281 n., 296. Rose, V., 611. Rosen, Haiim B., 356. Rosenstrauch, H., 819 n. Ross, David, 553, 555 y n., 560 n., 562 n., 574, 575, 576, 583 n., 584, 611. Ross, W, D., 530 n., 546, 547, 548 n., 587 n., 588 n., 603 n., 611, 612, 622 n. Rostagni, Aug., 732. Rostovtzeff, M., 730, 839 n., 868. Rotólo, V., 779 n. Rouse, W. H. D-, 851. Roussel, L., 296, 328. Roussel, P., 644. Roux, G., 888 n. Rubenbauer, H., 13. Rudberg, G., 526 n. Rudens (Plauto), 694, 696. Rüdiger, H., 17 n., 170 n., 174. Rudimentos de la ética (Jerocles de Alejandría), 910. Rueca, La (Erotiano), 670. Rueca, La (Teócrito), 754. Ruelle, C. E., 928. Rufener, R., 556 n., 575, 576. Rufo de Éfeso, 026, 928. Ruhnken, David, n o . Ruijgh, C. J., 27 n., 84 n., 926 n. Ruipérez, M . S., 25 n., 91 n. Ruiz de Elvira, A., 551 n. Rumpel, J., 234, 759. Rupé, H., 101. Rupprecht, E., 484. Russo, C. F., 129, 201, 253 n., 301 n., 391 n., 455 n., 456 n., 457 n., 464 n., 474 n., 480, 481, 897 n., 902.
985 Rüstow, Alexander, 10. Rüstow, W., 813 n., 885 n. Rutherford, W. G., 481, 846 n., 864 n. Rutilio Lupo, P., 821. Rutten, C , 920. Ryffel, H., 333 n., 807 n. Rylands, 181. Rzach, A., 129.
Sabbadini, I. C , 643. Sacadas de Argos, 133, 174. Sacerdotisas de Hera, Las (Helanico), 360. Sacrificios, Los (Filócoro), 697. Sachs, C , 133 n. Sachsenweger, H., 636 a. Saffrey, H. D., 585 n. Safo, 132 y n., 133, 137, 153, 154 y n., 155, 156 n., 159, 164-174, 177, 180, 201, 203, 209, 215 n-, 451, 670, 770. Sahrastání, 915 n. Sakellariou, M. B„ 27 n. Salamina (Solón), 148. Salaminias, Las (Esquilo), 292. Salida de los astros, La (Hipsicles), 824. Salmoxis, 340. Salter, F . M., 814. Salustio, editor, 327, 748. Salustio, teúrgo, 916. Salvajes, Los (Ferécrates), 451. Sambursky, S., 708 n. Somier (Menandro), 679, 682, 692, 695. Sammaritario, R., 724. Sanconiatón, 118, 119, 191. Sanctis, G. de, 660. Sánchez, M., 756 n., 759. Sandys, J., 234. Sanna, G., 839 n. San Nicoló, M., 726 n. Santillana, G. de, 249. Sarton, George, 249, 518, 523, 562 n., 573, 576, 604, 823 n., 827, 929. Sátiro, 390 y n., 391, 722. Sátiros, Los (Cratino), 449. Sátiros, Los (Frínico, cómico), 451. Satán (Antístenes de Atenas), 533. Saturae Menippeae (Varrón), 701. Satumalia (Luciano), 873. Sauppe, 644. Sbordone, F., 886 n., 928. Scarcella, A. M., 436.
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Historia de la literatura griega
Scatena, U., 436. 68311., 703 n., 713 n., 715 n., 71611'., Scazzoso, P., 436. 86411., 87511., 87611., 87711. Sciacca, G. M., 388. Schmid, Wolfg., 718 n., 722, 723, 724. Scimno de Quíos, 785. Schmidt, E. G., 703, 704 y n. Scott, E., 792. Schmidt, M., 819 n., 86411. .-• Schmidt, W., 82511. Scott, W. s 919. Schmitz-Kahlmann, 618 n., 643. Scylla (Hédila), 770. Schmitz-Moormann, K., 56011. Scytha (Luciano), 871. Schnabel, P., 801 n. Schacher, E. J., 611. Schneider, M., 845 n. Schacher, J., 586 n. Schachermeyr, F., 23 n., 2411., 27 n., 28 n., Schneider, O., 615 n. Schneider, R., 825 n., 924 n., 928. 38 y n., 58011., 730, 813. Schneider-Menzel, Úrsula, 897 n., 902. Schacht, J., 927 n. Schadewaldt, Wolfgang, 2911., 3011., 32 n., Schneidewin, 328, 329. 41 n., 4811., 50 n., 52 n., 53 n., 55, 56 n., Scholfield, A. F., 794 n., 885 n. 60 n., 61 n., 70 y n., 71, 72 y n., 73, Scholl, N., 552 n. 74, 75 n., 77 n., 78 n., 80 y n., 87 n., Schónberger, O., 902. 92 n., 102, 114 n., 16511., 166 n., 174, Schone, H., 518 n., 825 n., 827 n. 180, 22511., 227, 234, 24511., 288 n., 297, Schonewolf, H., 432 n., 444 n., 445 n., 446. 303 n., 328, 329, 381 n., 396 n., 498, 502, Schopenhauer, 307. Schott, A., 794. 513, 566 n., 573, 601, 76511., 782. Schott, G., 852. Schaerer, R., 545 n. Schottlander, J. W., 133 n. Schafer, Arnold, 636, 645. Schrade, H., 88 n., 93 n. Scharold, H., 548 n. Schramm, E., 825 n. Schedia (Dífilo), 694. Schramm, F., 779. Scheer, E.,. 779. Schreckenberg, H., 255 n., 259, 601 n. Scheffer, T h . v., 102, 129, 767, 851. Schroder, H. O., 919. Schefold, K., 61 n., 303 n. Schroeder, O., 696. Scheidweiler, F., 67011., 797 n. Schroeder, R. A., 102. Scheler, 291. Schromer, Franz, 648. Scheliha, R. v., 86311. Schubart, J. H. Chr., 888 n. Schenkel, C , 876. Schubart, W., 18 n., 726 n., 897 n. Schenkl, H., 919. Schuckburgh, E. S., 643. Schepers, M. A., 902. Schuhl, P. M., 561 n., 576, 703 n. Schiassi, G., 328, 436, 645. Schulten, A., 928. Schick, Carla, 356, 388, 814. Schultz, F., 645. Schildknecht, W., 329. Schumacher, J., 249. Schlaepfer, H., 860. Schwabl, H., 95 n., 117 n., 123, 130, 186 n., Schlatter, G., 740 n. 238 n., 242 y n., 846 n. Schlegel, A. W., 403. Schwartz, E., 54 n., 69 n., 70 y n., 101, Schlegel, Friedrich, 81. 373 n., 389 n., 437, 502, 533 n., 534 n., Schleiermacher, 526, 542, 546, 570, 571, 632, 647 n., 656, 703 n., 723, 724, 795, 576798, 814, 878 n., 879 n., 882, 883, 887 n. Schlesinger, E., 328. Schwartz, J., 128 n., 130, 137 n., 873 n. Schliemann, 23, 38, 811. Schweigháuser, J., 814. Schmekel, A., 70811., 710. Schmid, Wilhelm, 7, 14, 217 n., 272, 277 n., Schweitzer, B., 112 n., 561 n., 813 n. 282, 336 n., 347 n., 353 n., 355 n., 36311., Schwenn, F., 129, 218 n., 225 n., 234. 381 n., 40211., 406 n., 43411., 438 n., Schwinge, E. R., 310 n. 447 n., 450 n., 452 n., 454 n., 474 n., Schwyzer, Eduard, 25, 27, 177 n., 729, 832 n., 846 n. 480, 487 n., 5°3 n., 513, 525, 66311.,
índice
de nombres
y
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obras
Schwyzer, H. R., 908 n., 912 n., 91511., 919, 920. Sealey, R., 32 n. Seaton, R, C , 767. Secundo, 912 n. Sedelmeier, D., 902. Seeger, L., 481. Seel, O., 73 n., 481, 540 n., 609 n., 809 n., 824, 886 n. Segueriano, 876. Segundo Alcibíades (Platón), 542. Selb, Hans, 863 n. Seleuco de Seleucia, 823. Seleuco Nicátor, 801. Sellschopp, Inez, 129. Sámele (Esquilo), 292. Semo de Délos, 261. Semónides de Amorgos, 139-140 y n., 142, 145, 146, 180. Séneca, 171 y n., 328, 399 y n., 701, 707, 710, 714, 715 n., 848 n., 909. Séneca el Viejo, 862. ( Senn, G., 724. Sentencias en verso (Cares), 669. Septem sapientium convivium (Plutarco), 183, 855, 859. Septimio Severo, 785, 845, 869, 881. Serapión de Alejandría, 827. Sérapis, 720. Sereno, 924. Serm. (Horacio), 447= 713, 745Setti, A., 297. Severo Alejandro, 881, 882. Severyns, A., 15, 60 n., 75 n., 85 n., 100, 104 n., 235. Sexto Empírico, 186, 377 n., 379, 387, 388, 908, 918, 921. Sexto Qu., 912 y n. Shields, Emily L., 611. Shipp, G. P., 86 n. Shorey, 575. Sicelias (Nicandro), 784. Sicélicas (Hipis), 360. Sicherl, M., 104 n., 920. Sichirollo, L., 576. Sidonio Apolinar, 901. Siegmann, E., 267, 293, 294, 297, 325, 328, 425, 659, 694 n., 777 n. Siete contra Tebas, Los (Esquilo), 104, 160, 259, 271, 274, 275, 276, 277, 278, 295, 296, 421.
Siete sabios maestros, Los (Anón.), 183. Sieveking, W., 858. Sigerist, H. E., 524, 826. Sikeliká (Filisto), 658. Sikes, E. E., 112, 671 n. Sila,. 609, 710, 811. Sileno, 802. Sileo (Eurípides), 430. Sílloi (Jenófanes), 235. Sílloi (Timón de Fliunte), 702. Símaco, 480. Simbad, 62. Simias de Rodas, 755, 769. Similitudes, Las (Juba II), 810. Simíquidas, 752. Simón (Fedón de Elide), 534. Simón de Atenas, 651. Simónides, 122, 139 y n., 145, 200, 211-216, 219, 220, 221, 223, 224, 226, 229, 230, 233-234, 331, 548, 653. Simónides de Ceos, 358. Simónides de Magnesia, 766. Simplicio, 190, 570 n., 823, 912 n., 918. Simposio (Juliano), 905. Sinclair, T . A., 129, 558 n. Sinesio de Cirene, 136, 844, 866, 904, 916917. Singer, Ch., 929. Sinko, T., 357. Sintaxis (Apolonio Díscolo), 921. Sintenis, C , 858. Sirenas, Las (Epicarmo), 267 y n. Siriano, 691 n., 918. Siringa, La (Teócrito), 755. Sirón, 713. Sísifo (Anón.), 541. Sísifo (Critias), 387. Skeat, T . C , 18 n. Skelton, John, 814. Skemp, J. B., 564 n. Skutsch, 787 n. Skythiká (Helanico), 359. Skythiká (Herenio Dexipo), 883. Smallwood, E. Mary, 837. Smereka, J., 437. Smith, C. F., 513. Smith, G., 643. Smith, W. D., 435Smutny, R. J., 758. Smyly, J. G., 15. Smyth, H. W., 296, 297.
988 Snell, Br., 86 n., 94 n., 95 n., 101, m n., 130, 13811., 150 n., 174, 179 n., 184, 192 n., 223 n., 224 n., 233 n., 234, 240 n., 242, 243, 245 n., 249, 254 n., 364n., 369, 377 n., 399 n., 411 n., 422 n., 434, 436, 532, 576, 619 n., 748, 753 n., 860. Sneller, C. B., 660 n. Sobre Alemán (Filócoro), 697. Sobre altares y sacrificios (Ammonio, escritor religioso), 699. Sobre auletas (Telestes), 722. Sobre colores (Aristót.), 605. Sobre cosas admirables (Polemón de Ilion), 811. Sobre Délos (Filócoro), 697. Sobre dolores de riñon y de la vejiga (Rufo de Éfeso), 926. Sobre Éfeso (Jenofonte de Éfeso), 896. Sobre el alma (Aristót.), 583, 606. Sobre el alma (Crisipo de Solos), 705. Sobre el arte médico (Anón.), 372. Sobre el cambio de nombres de los peces (Calimaco), 734. Sobre el coro (Sófocles), 302, 514. Sobre el criterio (Epicuro), 712. Sobre el deber (Panecio), 709. Sobre el decálogo (Filón de Alejandría), 835. Sobre el destierro (Favorino de Arélate), 867. Sobre el destino (Crisipo de Solos), 705. Sobre el dialecto ático (Crates), 820. Sobre el dialecto de los espartanos (Trifón de Alejandría), 819. Sobre el drama satírico (Cameleonte), 722. Sobre el estado primitivo (Protágoras), 374, 377Sobre el estilo (Efipo), 657. Sobre el mar Rojo (Agatárquides), 808 y n., 810. Sobre el medio ambiente (Hipócrates de Cos), vid. Sobre los aires, aguas y lugares. Sobre el movimiento de los animales (Aristót.), 605. Sobre el mundo (Aristót.), 605. Sobre el no ser o sobre la naturaleza (Gorgias), 379. Sobre el nuevo ordenamiento (Demóstenes), 632. Sobre el Océano (Piteas de Masalia), 609.
Historia
de la literatura
griega
Sobre el olivo (Lisias), 625. Sobre el oráculo de Delfos (Alejandro Polihístor), 811. Sobre el patrimonio de Aristófanes (Lisias), 625. Sobre el Pneuma (Aristót.), 605. Sobre el ser (Protágoras), 373. Sobre el sumo bien (Epicuro), 712. Sobre enfermedades agudas y crónicas (Sorano de Éfeso), 925. Sobre Eurípides (Filócoro), 697. Sobre fiestas y sacrificios (Habrón), 699. Sobre Haloneso (Demóstenes), 634. Sobre Haloneso (Hegesipo), 641. Sobre historias increíbles (Paléfato), 659. Sobre hombres célebres (Neantes), 800. Sobre Homero (Demófilo), 368. Sobre Homero y Hesíodo (Antidoro), 669. Sobre invenciones (Filócoro), 697. Sobre Italia (Antíoco de Siracusa), 360. Sobre la adivinación (Filócoro), 697. Sobre la alimentación (Corp. Hip.), 518. Sobre la biga (Isócrates), 615. Sobre la buena conducta [médica] (Corp. Hip.), 518. Sobre la comedia, 663. Sobre la Comedia Antigua (Eratóstenes), 817. Sobre la concordia (Antifonte el Sof.), 382, 385. Sobre la constitución (Demetrio Fal.), 720, 800. Sobre la constitución (Trasímaco), 386. Sobre la creación del mundo (Filón de Alejandría), 835. Sobre la denominación de las partes del cuerpo (Rufo de Éfeso), 926. Sobre la dieta (Corp. Hip.), 522. Sobre la dieta en las enfermedades agudas (Corp. Hip.), 518. Sobre la distinción de las pulsaciones (Galeno), 927. Sobre la embajada a Gaio, 836. Sobre la embajada corrompida (Esquines), 638, 645. Sobre la embajada infiel (Demóstenes), 634. Sobre la enfermedad sagrada (Hipócrates de Cos), 520, 523. Sobre la equitación (Jenofonte), 651, 659. Sobre la Filosofía, 585.
Índice de nombres y obras Sobre la filosofía de Aristóteles (Nicolao de Damasco), 810. Sobre la filosofía deducida de los oráculos (Porfirio), 915. Sobre la formación o sobre ios nombres (Antístenes de Atenas), 533. Sobre la fundación de Sálamina (Filócoro), 697. Sobre la generación y la corrupción (Aristót.), 589. Sobre la gruta de las ninfas (Porfirio), 915. Sobre la guerra judía (?), 836. Sobre la habitabilidad de la zona ecuatorial (Polibio), 804. Sobre la historiografía (Teofrasto), 795. Sobre la indestructibilidad del mundo (Filón de Alejandría), 835. Sobre la iniciación en los misterios (Estesímbroto), 357. Sobre la invención de argumentos (Hermógenes de Tarso), 875. Sobre la isla de Icos (Fanodemo), 658. Sobre la libertad del virtuoso (Filón de Alejandría), 835. Sobre la locomoción de los animales (Aristót.), 605. Sobre la medicina antigua (Corp. Hip.), 519, 523. Sobre la música (Plutarco), 154, 174. Sobre la música (Teofrasto), 719 n. Sobre la naturaleza (Alcmeón), 244. Sobre la naturaleza (Anaximandro), 190. Sobre la naturaleza (Aristót.), 529. Sobre la naturaleza (Empédocles), 241. Sobre la naturaleza (Epicuro), 712, 713. Sobre la naturaleza (Heráclito de Éfeso), 240. Sobre la naturaleza (Jenófanes), 236. Sobre la naturaleza (Zenón de Citio), 704. Sobre la naturaleza del hombre (Corp. Hip.), 521. Sobre la naturaleza [del hombre] (Predico), 376. Sobre la nutrición (Corp. Hip.), 522. Sobre la paz con Esparta (Andócides), 384. Sobre la piedad (Heraclides del Ponto), 721. Sobre la piedad (Teofrasto), 719. Sobre la pintura (Juba II), 810. Sobre la providencia (Crisipo de Solos), 705.
989 Sobre la providencia
(Filón de Alejandría),
834-835Sobre la providencia y el destino (Jerocles de Alejandría), 917. Sobre la recta, conducta (Epicuro), 712. Sobre la reproducción de los animales (Aristót.), 605. Sobre la Retórica (Aristót.), vid. Grilo. Sobre la Retórica (Elio Aristides), 868. Sobre la Retórica (Epicuro), 712. Sobre la situación en el Quersoneso (Demóstenes), 634. Sobre la teología de Platón (Proclo), 918. Sobre la Tetrápolis (Filócoro), 697. Sobre la tranquilidad del alma (Demonio), 366. Sobre la verdad (Antifonte el Sof.), 382, 384, 385Sobre la vida y poesía de Homero (Plutarco), 855, 859. Sobre la virtud (Anón.), 541. Sobre las clases de cartas (Anón.), 720. Sobre las cosas del Hades (Demonio), 367. Sobre las cosas en el Hades (Protágoras), 373Sobre las crecidas del Nilo (Aristót.), 604. Sobre las divisiones (Euclides), 822. Sobre las fiestas atenienses (Apolonio), 699. Sobre las formas de vida (Clearco de Solos), 721. Sobre las fracturas (Corp. Hip.), 521. Sobre las fracturas y luxaciones (Corp. Hip.), 516. Sobre las Ideas (Aristót.), 586. Sobre las imágenes de los dioses (Porfirio), 915Sobre las impresiones auditivas (Aristót.), 605. Sobre las invenciones (Efipo), 657. Sobre las leyes particulares (Filón de Alejandría), 835. Sobre las líneas indivisibles (Aristót.), 605. Sobre las Ninfas (Calimaco), 735. Sobre las orientaciones de la vida (Epicuro), 712. Sobre las partes de los animales (Aristót.), 531, 605. Sobre las Simmorías (Demóstenes), 629, 630. Sobre lo justo (Anón.), 541. Sobre lo sublime (Cecilio de Caleacte), 862.
990 Sobre los agones en Atenas (Filócoro), 697. Sobre los aires, aguas y lugares, o Sobre el medio ambiente (Hipócrates de Cos), 520, 523. Sobre los Alévadas (Euforión), 788. Sobre los antiguos poetas y músicos (Glauco de Regio), 360, 387. Sobre los certámenes (Calimaco), 734. Sobre los cuatro (Elio Aristides), 868. Sobre los demos (Diodoro de Mégara), 698. Sobre los diez años (Demetrio Fal.), 720, 800. Sobre los diez oradores (Cecilio de Caleacte), 862. Sobre los dioses (Apolodoro de Atenas), 818. Sobre los dioses (Protágoras), 372, 373, 508. Sobre los dioses y el mundo (Salustio), 916. Sobre los doce años (Démades), 642. Sobre los Egipcios (Hecateo de Abdera), 812. Sobre los hiperbóreos (Hecateo de Abdera), 812. Sobre los ístmicos (Euforión), 788. Sobre los judíos (Alejandro Polihístor), 775. Sobre los judíos (Anón.), 812. Sobre los longevos (Luciano), 802, 877. Sobre los medios del estilo fuerte (Hermógenes), 875. Sobre los misterios (Andócides), 384. Sobre los misterios eleusinos (Melampo), 696. Sobre los misterios en Atenas (Filócoro), 697. Sobre los mitos de Sófocles (Filócoro), 697. Sobre los nombres de la medicina (Galeno), 927. Sobre los orígenes de las plantas (Teofrasto), 717. Sobre los poetas (Aristót.), 543, 600. Sobre los poetas y sofistas (Damastes de Sigeo), 360. Sobre los Reyes (Timágenes), 809. Sobre los reyes de Judea (Demetrio?), 834. Sobre los ríos del mundo (Calimaco), 735. Sobre los símbolos pitagóricos (Alejandro Polihístor), 811. Sobre los sofistas (Alcidamante), 382. Sobre los sueños (Filón de Alejandría), 835. Sobre los tamaños y distancias del sol y de — la luna (Aristarco de Samos), 823. »»•«.
Historia de la literatura griega Sobre los tiranos de Sicilia (Fenias), 722. Sobre los tratados de Alejandro (Demóstenes), 635. Sobre los tributos de Asia (Ctesias), 654. Sobre los vientos (Calimaco), 734. Sobre Meliso, Jenófanes y Gorgias (Anón.), 236, 379Sobre monumentos y mausoleos (Diodoro de Mégara), 698. Sobre números poligonales (Nicómaco de Gerasa), 924. Sobre pájaros (Calimaco), 734. Sobre palabras áticas notables (Galeno), 927. Sobre pintura (Duris), 800. Sobre Pirro (Timeo de Tauromenión), 802. Sobre plantas (Aristót.), 605. Sobre poemas (Praxífanes), 735. Sobre poetas (Praxífanes), 735. Sobre poetas trágicos (Telestes), 722. Sobre prodigios y hombres longevos (Flegón), 885. Sobre puertos (Timageto), 763. Sobre reducción de luxaciones (Corp. Hip.), 521. Sobre refranes (Demón), 696. Sobre ríos raros (Peristéfanos), 785. Sobre Roma (Alejandro Polihístor), 811. Sobre sacrificios (Demón), 696. Sobre sacrificios atenienses (Crates de Malos), 699. Sobre sacrificios espartanos (Sosibio), 801. Sobre Sicilia (Lico de Regio), 803. Sobre símbolos (Filócoro), 697. Sobre sus prestaciones (Lisias), 625. Sobre Temístocles, Tucidides y Pericles (Estesímbroto), 357, 482. Sobre toréutica (Duris), 800. Sobre Tropos (Trifón de Alejandría), 819. Sobre Tyche (Demetrio Falereo), 690. Sobre Tyche (Favorino de Arélate), 867 y n. Sobre vendajes, 925. Soción de Alejandría, 721. Sócrates, 137, 171, 237, 238 n., 362, 363, 367 n., 376, 379, 38i, 382, 399, 453, 462, 463, 464, 514, 517, 524-535, 538, 540, 542, 543, 544, 545, 548, 550, 551, 552, 553, 554, 555, 556, 557, 558, 562, 564, 579, 608, 615, 616, 646, 652 y n., 653, 700, 722, 803 n.
índice de nombres y obras Sócrates (Platón), 372 n. Sócrates, historiador, 899. Socráticas (Jenofonte), 525. Sodano, A. R., 915 n. Soféneto de Estinfalo, 648. Sofista, El (Aristót.), 583Sofista, El (Platón), 309» 373, 546, 547, 562 n., 564 y n., 582 n. Sofistas (Filóstrato(s) ), 638. Sófocles, 107, 160, 232 y n., 269, 270, 271, 273, 278, 293, 296, 298-329, 331, 333 n., 334, 352, 362, 367, 377, 389, 390, 391, 394, 395, 396 n., 401, 410, 4 " , 4M, 417, 422, 429, 431, 432, 438, 440, 446, 451, 473, 474, 507, 514, 524, 582, 602, 642, 683, 748, 767, 771, 790, 841, 856 n., 893. Sofrón, 267, 544, 776, 778. Sofronio, 204, 544 n. Solger, K. W. F., 329. Solitario, El (Frínico, cómico), 451, 469, 682, 683. Solmsen, F., n i n . , 114 n., 130, 151 n., 152 n., 153, 298, 382 n., 383, 415 n., 567 n., 568 n., 588 n., 603 n., 604 n., 816 n., 817, 826, 870 n., 877. Solón, 56, 97, 147-153, 158, 183, 184, 198, 199, 200, 203, 335, 337, 338, 353, 454, 536, 617, 7°3Solón (Plutarco), 183 n. Sommerbrodt, J., 877. Somnium (Cicerón), 710. Somnium (Luciano), 871. Sópatro de Pafos, 779. Sorano de Éfeso, 516, 925, 928. Sordi, M., 660. Soreth, M., 549 n., 551 n. Sosibio, 175, 262, 264, 801. Sosícrates, 785. Sosífanes, 774. Sosígenes, 823 y n. Sósilo de Lacedemonia, 802. Sositeo de Tróade, 771, 774 y n. Sóstrato de Cnido, 728. Sóstrato de Phanagoria, 785-786. Sótades, cómico, 777. Sótades de Maronea, 777. Sotérico, 847. Souilhé, J., 919. Soury, G., 773, 855 n. Sousa Medeiros, W. de, 142. Spanneut, M., 919.
991 Spanopoulos, G., 827. Speiser, A., 562 n. Spengel, L., 622 n., 875 n., 876 n. Spieker, R., 86 n. Spira, A., 320 n., 418 n.3 431 n. Spiro, F . , 888 n. Spletstósser, W., 61 n. Spoerri, W., 58 n., 368 n., 710 n., 809 n., 812 n. Spranger, J. A., 434. Srebrny, St., 302 n. Stadtmüller, H., 772. Staiger, E „ 132 n., 329. Stallbaum, G., 100 n. Stanford, B., 68 n., 101, 102. Stanford, W. B., 298, 481. Stark, R., 22 n., 173, 294 n., 296 n., 298, 512, 528 n., 576, 584 n., 606, 610, 656 n., 819 n. Starkie, W. J. M., 480, 481. Staudacher, W., H 9 n . Stavenhagen, K., 883 n. Steck, 821 n. Steckerl, F., 608 n. Stechini, L. L., 484. Steenberghen, F . van, 611. Steffen, V., 328, 779. Steffen, W., 297. Stegemann, V., 97 n., 101, 845 n., 851. Stegmüller, O., 17 n. Steidle, W., 382 n., 547 y n., 550 n., 563 n., 643, 860. Steiger, Emil, .7. Stein, F . J., 884 n. Stein, H., 356. Steiner, G., H 9 n : Steinmetz, P., 718 n. Stella, L. A., 61 n., 70 n., 75 n., 249. Stellwag, H. W. F., 919. Stenzel, J., 545, 564 n., 572 y n., 576. Stéphanos (Filipo de Tesalónica), 771. Stéphanos (Meleagro de Gádara), 771. Stephanus, R., 305 n. Sterling Dow, 28 n. Sterrett, J. R. S., 928. Steudel, I., 523. Steup, J., 513. Sticker, B., 794Stichtenoth, D., 609 n. Stichus (Plauto), 678, 682. Stiehl, R., 242, 369, 703, 719 n., 915 n.
Historia
992 Stiewe, K1. 3 128 n. Stockem, B., 7011. Stockinger, H., 88 n. Stócklein, P., 569 n. Stoessl, Fr., 258 n., 27411., 298, 436, 437, 680 n. Stoicos ábsurdiora poetis dicere (Plutarco), 860. Storost, J., 578 n. Straaten, M. van, 723. Strasburger, Gisela, 46 n. Strasburger, H., 76 n., 8511., 24711., 343 n., 350 n., 356, 488, 513Strategemata (Polieno), 813, 885. Straub, H., 827. Straus, Juliane, 695. Stricker, B. H., 831 n. Strohm, H., 404 n., 436, 437, 60511., 660 n., 724. Strommata
(Clemente de Alejandría), 445,
7 " , 775Strómberg, R., 718 n. Stroux, J., 719. Strunk, K., 82 n. Strycker, E. de, 5 4 4 0 . Strzelecki, L., 68311. Studemund; W., 842 n. Sturz, F . W., 659. Suasoriae (Séneca el Viejo), 862. Subos, A. N., 915 n. Suda, 134, 139, 140, 144, 156, 171, 177, 180, 184, 185, 186 n., 197, 206, 209, 210, 211 n., 212, 216, 218, 224, 251 y n., 256, 257, 258, 269, 270, 301 y n., 302, 332, 333, 352, 357, 358, 36o, 391 n., 425, 433, 438, 439, 443, 444, 451, 485, 516, 518, 537, 568, 578, 627, 638, 646, 653, 654, 663, 667, 674, 679, 686, 697, 698 n., 709, 732, 734, 748, 749, 755, 757, 759, 761, 772, 777, 7 8 i ; 782, 787 n., 788, 798, 811, 819, 820, 830, 845, 847, 852, 864, 868, 884, 886, 896, 897, 898, 899, 921. Sueño, El (Herodas), 778. Suess, W., 234. Suetonio, 841. Sühnel, R., 102. Sulpicio Galo, C , 830. Sulzer, Asta-Irene, 234. Sulla (Plutarco), 609. Súplica de Manases, La, 832.
de la literatura
griega
Suplicantes, Las (Esquilo), 270, 271, 277, 278 y n., 280, 290, 297. Suplicantes, Las (Eurípides), 322, 402, 405, 407, 409, 413, 434, 436. Sus, W., 474 n., 481, 662 n. Susarión, 263. Susemihl, F., 730. Suys-Reitsma, S. J., 34 n. Swinburne, 283. Sykutris, J., 534 n., 574 n., 635 n., 644, 798 n. Sylloge Euphemiana (Const. Céf.), 772. Sfmrnicta (Istro), 698. Synapothnéscontes (Dífilo), 677, 694. Syrinx (Teócrito), 751. Szantyr, A., 302 n. Szádeczky-Kardoss, S., 146.
Taccone, A., 328, 435, 436. Taciano, 236, 357. Tácito, 649, 882. Táctica (Asclepiódoto), 804 n., 813. Táctica (Eliano), 880, 885. Táctica (Flavio Amano), 879 n., 880. Tácticas (Polibio), 804. Tagenistai (Aristófanes), 472. Takebe, Rinsyo, 259 n. Tales de Mileto, 35, 58 n., 183, 188, 189, 190, 191, 194, 243Taletas de Gortina, 174. Talisias (Teócrito), 750, 751, 752, 755, 770. Tátniris (Sófocles), 301. Tannery, P., 830, 928. Tántalo (Prátinas), 259. Tarn, W. W., 730, 797 n. Taton, R., 249, 827. Taubler, E., 488 n. Taxiarcos, Los (Éupolis), 452. Taylor, A. E., 361 n., 526 y n., 553 n., 565 n., 566 n., 575. Tcherikover, V. A., 831 n. Téages (Platón), 542 y n. Teágenes de Mégara, 148. Teágenes de Regio, 97, 236, 357. Tebaicas (Nicandro), 784Tebaida (Antímaco), 667, 668. Tebaida (Estacio), 667 y n. • Tebaida (Homero), 103, 104, 274, 668. Tebaida (Menelao de Egas), 767, 790. Técnica de la Eristica (Protágoras), 544.
índice de nombres y obras Técnica retórica (Dionisio de Halicarnaso), 864 n. Téchnai (Eveno de Paros), 386. Téchnai (Teodoro de Bizancio), 386. Techne (Apsines de Gádara), 876. Techne (Loliano de Éfeso), 866. Techne (Ps.-Dionisio), 876. Techne (Teodectes), 604. Techne retórica (Aristides), 875. Teeteto, 758. Teeteio (Platón), 237, 373, 374 y n., 375,
993
Teodoro de Cirene, 5I4-5I5> 539, 563> 564. Teodoro de Gádara, 862-863, 875. Teodosio I, 905. Teodosio I I , 884. Teodosio de Bitinia, 824 y n. Teódoto, 834. Teófanes de Mitilene, 811. Teófilo, 19. Teofrasto, 183, 188, 194, 236, 364, 579, 580, 582, 586, 604, 605 y n., 607, 608, 609, 639, 674, 675, 691, 711-1T-9, T2.-2.ri., 724, 782, 795 y n., 796, 814, 815, 820. 5H> 530 y n., 547> 556, 560 n., 563= 564 Teofrasto (Eneas), 906. y n., 565, 572, 578. Teognídeas, 196, 199, 200. Téxvr| TOÜ TOX.IT IKOÜ Xóyoo (Sigueriano), Teognis de Mégara, 195-198, 200, 621. 876. Té/votí ór|TopiKoc[ (Aristocles de Mesina), Teogonia (Ábaris), 185. Teogonia (Aristeas), 185. 908. Teogonia (Epiménides), 185. Tékhnai (Antifonte el Sof.), 383. Teogonia (Ferecides de Atenas), 248. Telauges (Esquines de Esfeto), 534. Teogonia (Hesíodo), 103, 115, 117-121, Teleclides, 450. 123, 125, 126, 128, 129, 130, 137, 150, Teléfia (Sófocles), 302. 151, 218, 228, 736. Télejo (Anón.), 789. Teogonia (Museo), 185. Télefo (Filitas), 732. Teogonia rapsódica (Orfeo), 186, 845. Télejo (Eurípides), 326, 396, 458. Teólito, 767. Telegonía (Eugamón de Cirene), 106. Teles, 723. Teología (Ferecides de Siró), 187. Telesila, 207 n., 208. Teología (Plotino), 915. Telestes de Selinunte, 443. Teología helénica abreviada (Aneo CornuTelestes el Ditirámbico, 722. to), 908. Temisón de Laodicea, 925 y n. Teón, Elio, vid. Elip Teón. Temistio, 173, 255, 571, 904-905, 906-907. Teón de Alejandría, 22, 821, 916, 924 y n. Temístocles, 212, 257, 233, 258, 268, 353, Teón de Antioquía, 530. Teón de Esmirna, 912. 482, 490, 510, 551. Teón, gramático, 742, 758, 767, 775. Temístocles (Fñico), 774. Teopompo (comediógrafo), 664. Temístocles (Mosquión), 662. Teopompo de Quíos, 18 n., 66 n., 355, 654Temístocles (Plutarco), 795. Temkin, O., 523, 929. 655, 657, 671, 749 n., 795, 799Tempestad, La (Eurípides), 417. Teoría del estilo (Hermógenes de Tarso), Tenerani, 303. 875. Teoría de los esqueletos (Clearco de Solos), Xen Holder, Cl., 513. 721. Tennes. (Critias), 387. Teosofía de Tubinga, 833. Teocles, 793 n. Teozótides (Lisias), 643. Teócrito de Quíos, 671, 749 n. Teóciito de Siíacusa, 108, 115, 161, 177, Terapéutico (Crisipo de Solos), 705. 207, 267, 444, 728, 731, 739, 749-759, Terencio, 305 n., 456, 677, 678, 694. Terencio Afer, 175. 768, 778, 787, 846, 900. Teodectes de Fasélide, 530, 603, 604, 661, Tereo (Sófocles), 326, 397 y n. T e Riele, G. J. M . J., 298. 662. Terípides, 627. Teodorico, 37. Terón de Acragas, 187, 212, 220, 221. Teodoro de Ásine, 916. Terpandro, 154-155 y n., 174, 443, 444. Teodoro de Bizancio, 386, 621, 623. LITERATURA GRIEGA. — 63
994 Terzaghi, N., 298, 844 n., 916 n. Tésalo de Trales, 925 y n. Teschub, 118. Teseida (Difilo), 332. Teseo (Baquílides), 232. Teseo (Eurípides), 409. Teseo (Dífilo), 693. Tesmoforiantes, Las (Aristófanes), 259 n., 302, 390, 415, 432, 440, 469, 470, 480, 481. Tespis, 251, 254, 256, 302, 771. Tesprótida (Anón.), 106. Tetrahiblos (Ptolomeo de Ptolemaida), 923, 928. TETpaya>via\ióc, TiapapoXfjc. (Arquímedes), 822 n. Tetralogías (Antifonte el Sof.), 383. Teubner, 482, 612, 858, 878, 881 n., 928. Teudio de Magnesia, 573. Teykowski, H., 696. Thaer, C , 821 n. Thakeray, H. St. J., 831 n., 838. Thálatta (Ferécrates), 451. Thalheim, Th., 643, 644, 659. Theander, C , 857 n. Theiler, Willy, 55 y n., 56 n., 70 n., 180 n., 225 n., 363 n., 577, 703 n., 724, 756 n., 805 n., 807 n., 829, 909, 912 n., 919, 920. Theodékteia (Aristót.), 603. Theophoruméne (Menandro), 679. Theriaká (Nicandro de Colofón), 783. Theriakd (Numenio), 783. Theristaí (Teócrito), 753. Thesaurás (Filemón), 693 y n. Thesaurós (Menandro), 678 n. Thesleff, H., 242, 828 y n., 829. Thessaliká (Helanico), 359. Thessaliká (Riano), 767. Thiel, H. van, 798 n. Thiel, J. H., 650 n. Thierfelder, A., 544 n., 695, 928. Thomas, Ivor, 827. Thomas, J., 920. Thomes, F . C , 919. Thomson, G., 259, 297, 298. Thomson, J. O., 249. Thomson, Margaret H., 718 n. Thummer, E., 234.Thyen, H., 837. Thyónichos (Teócrito), 753. Tibrón, 648.
Historia de la literatura griega Tibulo, 732. Tiéche, E., 55 y n., 256 n. Tierney, M., 435. Tierra y mar (Epicarmo), 266. Tiestes (Eurípides), 413Tietze, F., 431 n. Timaeus (Cicerón), 828. Timágenes de Alejandría, 808-809. Timarco, 634. Timeo (Platón), 255, 547, 560 n., 565, 566 n., 567, 568 n., 721, 830, 854, 912. Timeo de Locros, 565, 829. Timeó de Tauromenio, 775, 802-803, 806, 809, 811, 814. Timocles, 664. Timocratea (Demóstenes), 630. Timocreonte de Yaliso, 212, 233, 482. Timoleón, 658, 802, 880. Timoleón (Plutarco), 669 n. Timón (Luciano), 872. Timón de Fliunte, 235, 451, 683, 702, 723, 781, 827. Timónides de Léucade, 658. Timoteo de Mileto, 18, 392, 424, 432, 443, 444, 841. Timpanaro Cardini, M., 194. Tívi &icc([>£p£t ó 'ATTIKÓC, ¿¡fjXoc, xoO, 'Aoiccvou (Cecilio de Caleacte), 862, Tínico de Calcis, 233. Tiranión el Joven, 819. Tiranión el Viejo, 609, 819. Tiresias, 66, 73, 106, 308, 310, 313, 421, 428, 433Tirney, J. J., 711 n. Tiro, 128, 337. Tirsis (Teócrito), 752. Tirteo, 143-145 y n-> U7, 148, I53> 195Tisafernes 500. Tischendorf, 685. Tisias, 177, 380, 621, 623. Titanomaquia (Eumelo), 102, 103, 130. Tito, 836, 909. Tkatsch, J., 610. Tlepólemo de Rodas, 39. Toante, 46, 418. Todd, O. J., 481. Toma de Ecalia, La (Anón.), 107. Toma de Troya, La (Trifiodoro), 848. Tüv ' A p á t o u tccd E66ó£ou (Jxxivonévcov é£,riYTiaiq (Hiparco de Nicea), 823. Tópica (Teofrasto), 717-
índice de nombres y obras
995
Trifiodoro, 848 y n., 850. Tópica (?), 907 n. Trifón de Alejandría, 819, 887. Tópicos (Aristót.), 588. Trilogía Tebana (Esquilo), 270, 271. Topitsch, E., 50911., 510, 513. Trinummus (Plauto), 693 y n. Tóplitz, O., 57211. Tripertitum (Pitágoras), 829. Torraca, L., 605 n. Tripolítico (Dicearco), 807. Tovar, A., 435, 60311., 758. Triptólemo (Sófocles), 301. Toxaris (Luciano), 873. Tristes (Ovidio), 732. Toynbee, A. J., 730. Troica (Hegesianacte de Troya), 893. Trabajos, Los (Hesíodo), vid. Erga. Troiká (Helanico), 359. Trabajos, Los (Menécrates), 781. Troikós (Dión), 867. Trabucco, F., 908 n. Troikós (Hipias de Elide), 378. Tracias, Las (Cratino), 449. Trouillard, 920. Trocías, Las (Esquilo), 292. Troyarías, Las (Eurípides), 142, 392, 409, Tracio, El (Euforión), 787, 788. 411, 413, 432 n., 434, 436, 704. Tragedia de Belerefonte (Eurípides), 389, Troyanos, Los (Epicarmo), 267 n. 466. Tragodúmena (Asclepíades Trágilo), 697. Truculentus (Plauto), 693. Trüdinger, K., 249, 345 n. Tragoedopodagra (Luciano), 877. Trajano, 840, 849 n., 852, 866, 867, 885, Truisa-Troya, 38. Trümpy, H., 78 n. 896, 908, 924, 925. Trypanis, C. A., 748. Trannoy, A. J., 919. Tschandragupta, 801. Trapecitico (Isócrates), 614. Traquinias, Las (Sófocles), 107, 231, 307, Tsopanakis, A. G., 144 n. Tucídides, 8, 52 n., 105, 108, 147 y n., 310 y a , 311, 312, 318, 328, 4 " 177, 200, 245, 248, 346, 348, 355, 36o, Trasibulo, 220, 387, 500, 535, 623. Trasilo, 368, 574. 382, 392, 408, 455, 456, 485-619= 627, Trasímaco (Platón), 542 n., 547, 557 y n. 638, 649, 650, 653, 654, 655 n., 656, 673, Trasímaco, 385, 386, 542, 557, 621, 868. 805, 856, 863, 879, 883. Trasquilada, La (Menandro), vid. Perikei- Turco, L. del, 824 n. romene. Turner, E. G., 18 n., 19, 22, 296, 512, Tratado sobre la defensa de una ciudad si680 y n., 791 n., 799 n. tiada (Eneas el Táctico), 658. Turolla, E., 920. Traversa, Aug., 99 n., 129. Turyn, A., 234, 296, 327, 434Traversari, Ambrogio, 111. Tuse. (Cicerón), 162 n., 209, 531, 710, 787. Traverso, L., 234. Tyche, 228, 416, 418, 419, 425, 510, 661, Trencsényi-Waldapfel, J., 136 n. 690, 691, 853. Trenkner, Sophie, 794. Tyrannicida (Luciano), 871. Treno (Simónides), 214, 215. Tzetzes, I., 97, 104 n., 450, 516, 733, 735, Trenos (Píndaro), 223, 224. 774, 775Treu, K., 917 n. Tzetzes, Juan, 775. Treu, M., 95 n., 128 n., 137 n., 141, 142, 157 n., 162 n., 176 n-, 216 n., 233, 496 n., 656 n., 680 n. Überweg, F., 194, 611. Treves, P., 624 n., 633, 635 n., 645, 646, Ueberweg, 828 n. Ugarit, 118. 788 y n., 794Uhlig, G., 819 n. 928. Triagmós (Ion), 440. Tricarano (Anaxímenes de Lámpsaco), 657. Ulbricht, E., 679 n. Triclinio, Demetrio, 21, 296, 327, 434, 435, Ulises (Antístenes de Atenas), 533. 480, 481. Ulises el tejedor (Alexis), 665. Tricot, J., 587 n., 604 n., 605 n., 724, 920. Ullikummi, 118. Trífales (Aristófanes), 472. Ullrich, Franz Wolfgang, 501. LITERATURA GRIEGA. — 6 3 *
996 Untersteiner Candia, L., 523. Untersteiner, M., 234, 237, 242, 259, 296, 297, 298, 328, 329, 356, 37i> 372, 373 n., 38211., 388, 58511. Uruk, 183. Usener, H., 37 n., 262, 512, 723. 86311. Uspenski, 685.
Vahlen, J., 86211. Valgiglio, E., 101, 436, 436, 860. Valgimigli, E., 610. Valk, M. van der, 70 n., 72 n., 98 n., 198, 88911., 89911. Vallauri, G., 814 n. Vallet, G., 177 n. Valley, G., 902. Vanhoutte, M., 567 n., 568 n., 576. Var. hist. (Eliano), 155, 426, 540 n. Varrón, 433, 574, 701, 708, 820 n. Varrón de Atax, 782. Vecio Valente, 728 n., 865. Velsen, A. v., 480. Vellacott, Ph., 680 n. Vellauer, A., 767. Vencedores en los juegos de Apolo Carneo, Los (Helanico), 360. Vendedores de Coronas (Eubulo), 665. Venini, P., 779. Ventris, Michael, 27 n., 28 y n. Venzke, H., 845 n. Verae historiae (Luciano), 874. Verbeke, G., 58711., 606 n., 610, 611, 723. Verdad (Antifonte el Sof.), 383. Verdenius, W. J., 130, 242, 549 n., 556 n., 560 n. 563 n. Vero, 874, 87811. Verrall, 401. Versificación de los pronósticos hipocráticos (Nicandro de Colofón), 784. Vespasiano, 836, 861, 909. Viaje al averno de Heracles o Cerbero (Píndaro), 224. Viaje de Heracles a la conquista del cinturón de Hipólita, El (Epicarmo), 265. Vian, F., 767, 847 n., 848 n. Viano, C. A., 587 n. Vicaire, P., 561 n. Vicenzi, O., 435. Victorias en las Dionisios ciudadanas y en las heneas (Aristót.), 603.
Historia
de la literatura
griega
Victorias Olímpicas (Timeo de Tauromenio), 803. Victorius, P., 622. Vida de Apolonio de Tiana (Sotérico), 847. Vida de Arquitas (Aristóx.), 608. Vida de Esquilo, 293. Vida de Grecia (Dinarco), 609. Vida de Libanio (Eunapio), 884 n. Vida de Pitágoras (Jámblico), 208, 211, 828, 829. Vida de Pitágoras (Porfirio), 915. Vidas paralelas (Plutarco), 853, 855, 857 y n., 858, 860. Víereck, P., 878 n. Vilborg, E., 26 n., 897 n., 902. Vince, J. H., 644. Vink, C , 542. Vinzent, O., 575. Virgilio, 130, 177, 713, 753 y n., 756, 784, 847, 848 y n. Vischer, Fr. Th., 282. Visita de Heracles al centauro Folos (Epicarmo), 265. Vita (Sátiro), 390 n. Vita (Sótano de Éfeso), 516. Vita Ambrosiana, 223. Vita Ammoniana, 578. Vita Apoll. Tyan. (Filóstrato(s)), 530 n., 638. Vita de Hesiquio, 578. Vita Latina, 578. Vita dec. orat. (Pseudo Plutarco), 295 n., 614, 622, 626, 642. Vita manuscrita (Eurípides), 389, 390, 392. Vita Marciana, 578. Vita Menagiana, 578, 583. Vita Plotini (Porfirio), 913 n., 914 y n. Vitae dec. orat. (Plutarco), 260 n. Vitarum auctio (Luciano), 873. Vit. Soph. (Filóstrato(s)), 886 n. Vitelli, Girolamo, 14, 292, 435. Vitrubio, 515Vives Coll, A., 877. Vlastos, G., 190 n., 369. Vleminck, Chr. de, 328. Voegelin, Eric, 91 n., 576. Voegelin, W., 643. Vogel, C. J. de, 535, 585, 722. Vogel, F., 814. Vogel, K., 827, 929. Vogliano, A., 723, 897 n.
índice
de nombres
y
obras
Vogt, E., 6o n., 38211., 680 n., 695 n., 84411. Vogt, J., 513. Voigtlander, H. D., 56511., 576. Volkening, M., 484. Volkmann, K. H., 920. Volkmann, R., 875 n. Volmer, H., 42411. Vooys, C. J., 724Voss, J. H., i o i , 102. Vretska, H., 436, 659. Vretska, K., 55611. Vries, G. J. de, 545 n., 576. Vürthekn, J., 180, 297. Vysoky, K., 29211., 297.
Wace, A. J. B., 2811. Wackermagel, J., 82 n. Wachsmuth, C , 887 n. Waddell, W. G., 801 n., 928 n. Wade-Gery, H. T., 59 n., 60 n., 9711., n o n . , 868 n. Waerden, B. L. van der, 249, 817 n., 825 n. Waern, Ingrid, 775 n. Waern, J., 441. Wagner, R., 889 y n. Walbank, F . W., 719 n., 796 n., 804 n., 814. Walberer, G., 116 n., 382 n., 643. Waldal, Per, 827. Waldock, A. J. A., 329. Walker, P. K., 490 n. Walpurgis, 476. Walter, O., 300 n., 301. Walton, F . R., 814. Waltz, P., 773. Walz, Chr., 876 n., 888 n. Walz, J., 615 n., 624. Walzer, R., 242, 577, 610, 929. Wallace, M., 773. Wallinga, H. T., 356. Wassermann, M. F., 436. Wassermann, F . M., 513. Wasserstein, A., 316 n. Waszink, J., 576. Waszink, J. H., 577, 610. Way, A. S., 435. Weber, A., 94 n. Weber, L., 257 n., 435Weber, O. von, 139 n. Webster, T. B. L., 27 n., 29 n., 36 n., 59 n., 60 n., 69 n., 75 n., 79, 80, 83 n., 87 n.,
997 259, 263 n., 264 n., 266, 267 y n., 287 n., 329, 441, 479, 481, 640 n., 660 n., 661 n., 663 n., 666 y n., 675 n., 676 n., 678 n., 679 n., 686 n., 687 n., 689 n., 692 n., 694 n., 695. Webster-Dale, A. M., 258. Wedberg, A., 555 n., 563 n. Wegehaupt, I., 858 n. Wegner, M., 133 n., 154 n. Wehrli, F., 61 n., 97 n., 155 n., 181 n., 183 n., 236 n., 357 n., 443 n., 479 n., 523, 535, 568 n., 574 y n., 583 n., 607 n., 608 n., 655 n., 657 n., 690, 699, 719 n., 722 n., 724, 795 y n., 796, 807 n., 815 n., 828 n., 863 n. Weidauer, K., 509 n. Weiher, A., 101, 112. Weil, H., 435, 443 n., 601 n. Weil, R., 553 n., 644Weinberger, W., 22 n., 848 n. Weinreich, Otto, 481, 569 n., 659, 738 n., 890, 899 n., 902. Weinstock, H., 329. Weinstock, St., 728 n. Weische, A., 716 n. Weiss, E. R., 101. Weissinger, R. T., 689 n. Wellauer, 767. Wellesz, E., 792 n. Wellmann, M., 608 n., 886 n., 925 n., 929. Wells, J., 356. Wendel, C , 19 n., 759 n., 767. Wendland, P., 831 n., 837. Wenzl, A., 562 n. Werfel, 437. Werner, E., 792 n. Werner, O., 296. Werre-de Haas, M., 297. Wersdórfer, H., 643. Wescher, C., 825 n. Westerink, L. G., 537 n., 542 n., 575, 917 n., 918 n., 920. Westermann, A., 925 n. Westlake, H. D., 300 n., 494 n., 655 n. Westerbrink, A. G., 435Westman, R., 860. Westphal, 282 n. Whaley Harsh, Philip, 14. Whallon, W . , ' 8 5 n . Wheelwright, 243. Whiston, W., 838.
998 Whitaker, G. H., 837White, H., 87811. White, J. W. ; 480, 481. Whitman, C. H., 59 n., 75 n., 79, 80, 86 n., 329Whittaker, Th., 920. Wickert, L., 839 n. Widmann, H., 724. Wiechers, A., 184. Wieland, W., 58811. Wieneke, J., 780. Wiesinger-Maggi, Inez, 747. Wiesmann, P., 271 n. Wiesner, Joseph, 127 n., 604. Wifstrand, A., 747 a , 851, 899 n., 919, 929. Wilamowitz, U. v., 54 n., 56, 60 n., 6911., 70 n., 82 n., 116, 128 n., 129, 13011., 139, 143, 145, 170, 185, 187 n., 206 n., 21511., 220 n., 225 n., 227, 234, 269 n., 273 n., 277 n., 282, 284, 292, 296, 298, 300 n., 324, 331, 333, 359» 395, 4°6, 410, 436, 446, 480, 481, 512, 537 n., 539, 543, 545, 574, 576, 616, 629, 632, 659, 67011., 671 n., 695 y n., 70811., 739 n., 746 n„ 748, 750 n., 752, 755 n., 757 n., 758, 759, 768-n., 775, 778 n., 780, 788, 790 n., 791 n., 793 n., 812, 844 y n., 862 n., 87011., 87611., 88711., 88911., 90111.
Historia
de la literatura
griega
Witt, R. E., 919. Witte, K., 8511. Wlosok, A., 71611., 72811., 85411., 83511., 837, 911 n., 919. Wolde, L., 234, 298, 437, 902. .nosiESBoV Woldinga, G. J., 65311. Wolf, Erik, 91 n., 126 n., 373 n., 386 n., 388. Wolf, Friedrich August, 54, 56, 108. Wolf, Jerónimo, 614. Wolf, P., 906. Wolff, E., 271 n., 275 n., 297, 550. Wolfson, H . A., 611, 837. Wollgraff, W., 388. Wood, Robert, 31. Woodbury, L., 198. Woodhouse, W. J., 153. Worms, F., 117 n. Wright, F . B., 902. Wright, W. C , 876, 884 n., 907. Wundt, M., 587 n., 606 n. Wuhrmann, W., 328, 436. Wüst, E., 51 n., 95 n., 264 n., 776 n., 780. Wüst, F . R., 638 n. Wyller, E. A., 562 n. Wyse, T . C. W., 644. Wyss, B., 206 n., 667 n., 668, 680 h., 847. Wyttenbach, D., 860 n.
Wilamowitz, Tycho v., 313, 314, 324, 329, 395Wilcken, Ulrich, 750. Wilcox, S., 643. Wild, J., 558 n. Wilhelm, A., 142, 25611., 438, 643, 65011., 666, 676. Wilpert, P;, 55511., 570 n., 58611., 611, 612. Wille, J., 929. William, J., 373 n., 723Willis, W. H., 645. Wimmel, W., 52611., 65311., 741 n., 748. Winden, J. C. M . van, 56611., 577. Winnington-Ingram, R. P., i 3 3 n . , 154 n., 234, 297, 328, 435, 436, 791 n. Winspear, A. D., 576. Winter, F . J., 4611. Winter, J. G., n 6 n . Wipprecht, F., 357 n. Wissowa, G., 14, 886 n. Withington, E. T., 523Witt, N. W. de, 724.
Yambo de las mujeres (Semónides), 139, 142. Yambos (Calimaco), 745, 747. Yorke, E. C , 281 n. Young, D., 131 n., 912 n. Young, D . C. C , 198. Young, G. M., 773'Y-róp TQV EÍKÓVOV (Luciano), 874. ' YTtojivrinaxa íoxopiKá (Eunapio de Sardes), 884.
2o<|)iOTiKr| iipoitapacK£ur| (Frínico), 864. 2-rouáxi.ov (Arquímedes), 822 n. Suvaycoyrj (Pappo), 924 n. l.üvaycoyf\ xcov ápeoKovxcov (Aecío), 907. 2úvoi|>i(; npó<; Eúaxá9i.ov xóv u-íóv (Oribasio), 927.
Índice
de nombres
y
obras
Zacarías Calierges, 758. .Zacher, 480. Zafiropulo, J., 238 n., 368, 369. Zamolxis, 547. Zancani-Montuoro, P., 178 n. ©ocouácuoc (Teopompo), 655. Zeller, E., 194, 568, 828 y n., 82911. Zepf, M.,' 561 n. Zenódoto de Éfeso, 42, 97, 99, 731, 733, 734) 759, 815. Zenón de Citio, 702-704, 706, 708, 816. Zenón de Elea, 238 y n., 544, 562, 703. Zenón de Pérgamo, 704. Zenón de Sidón, 713. Zeuxis (Luciano), 872. Ziebarth, E., 628 n. Ziegler, H., 923 n. Ziegler, K., 186 n., 187 n., 768, 776 n., 779, 814, 852, 853 y n., 854, 857 n., 858, 860, 907 n. Zielinski, Th., 452 n., 458, 474. Zilliacus, H., 679 n.
999 Zimmermann, A., 847 n. Zimmermann, F., 902 n. Zamolxis, 547. Zintzen, Cl., 399 n. Zoilo, 602, 621. Zoología (Aristót.), 604, 605, 717. Zópiro (Fedón de Elide), 534. Zoroastro, 574. Zósimo, biógrafo, 627. Zósimo, historiador, 884 y n. Zoumpos, A. N., 242. Zucker, F., 229 n., 354 n., 388, 625, 633 n., 638, 643, 680 n., 682 n., 693 n., 695, 740 n. 748, 849 n., 913 n. Zühlke, B., 401 n. Zumbach, O., 112. Zuntz, Günther, 164 n., 383 n., 405, 406 n., 407, 413, 417, 435, 436, 437, 48o, 481, 601 n. Zuntz, P., 831 n. Zürcher, Walter, 395, 427 n., 437, 586 n.
ÍNDICE
GENERAL
Págs. Introducción
9
Prólogo a la segunda edición
13
Nómina de abreviaturas
15
I.
La transmisión de la literatura griega
17
II.
Los comienzos
23
III.
La epopeya homérica A. La litada y la Odisea i. Poesía épica anterior a Homero 2. Asunto y estructura de la Ilíada 3. La cuestión homérica 4. Asunto y estructura de la Odisea 5. El análisis de la Odisea 6. Estratos culturales en la poesía homérica 7. Lenguaje y estilo 8. Dioses y hombres 9. La transmisión
31 31 31 37 52 61 69 74 80 88 96
B. El ciclo épico
102
C. Los himnos homéricos
107
D.
112
Otras obras atribuidas a Homero
IV. La época arcaica ...
114
A. Hesíodo
114
B. La epopeya arcaica después de Hesíodo
130
1002
Historia de la literatura griega Págs. C. La lírica temprana 1. Sus orígenes y géneros 2. El yambo 3. La elegía 4. Solón 5. El canto lesbio 6. El canto coral
131 131 134 142 147 153 174
D.
Relatos populares
180
E.
La literatura religiosa
184
F.
Los comienzos de la
G.
Apogeo de la lírica arcaica 1. Teognis 2. El epigrama y el escolio 3. Anacreonte ..' 4. Lírica de la madre patria 5. Lírica coral
filosofía
188
...
195 195 199 201 204 208
H.
La filosofía del Ser a fines del período arcaico
235
I.
Los comienzos de las ciencias y de la historiografía
243
J.
Los comienzos del drama 1. La tragedia 2. La comedia
249 249 260
V. La época de la polis griega
268
A. Comienzo y apogeo del período clásico 1. Esquilo 2. Sófocles 3. Los otros géneros poéticos 4. Damón, teórico de la música 5. Heródoto 6. Otros historiógrafos 7. La filosofía ...
268 268 298 330 332 334 357 360
B. La ilustración y sus adversarios 1. Los sofistas y los comienzos de la oratoria 2. Eurípides 3. Otros poetas trágicos 4. Los otros géneros poéticos 5. La comedia política 6. Escritos políticos 7. Tucídides 8. Las ciencias 9. Sócrates
369 369 389 437 442 446 482 485 514 524
índice general
1003 Págs.
C.
VI.
El siglo iv hasta Alejandro 1. Platón y la Academia 2. Aristóteles y el Perípato 3. El arte del discurso 4. Historiografía 5. Drama 6. La restante poesía
El helenismo
672
A. Atenas 1. La Comedia Nueva 2. Prosa ática 3. Los sistemas B.
VIL
535 535 577 612 646 660 667
filosóficos
Los nuevos centros 1. Caracterización general 2. Calimaco 3. Teócrito 4. Apolonio 5. Epigrama 6. El drama 7. La restante poesía 8. Historiografía 9. Ciencias 10. Obras pseudopitagóricas 11. Literatura judío-helenística
La época imperial A. Poesía B. Prosa 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7.
672 672 696 700 ...
725 725 730 749 759 768 773 780 794 814 827 831 839 839
Plutarco El apogeo de la segunda sofística Historiógrafos y periégetas Novela en prosa y epistolografía La segunda sofística en el período tardío La filosofía Ciencias
índice de autores y obras
852 852 861 877 889 903 907 921 931