30 tipos de besos y formas de besar 1.- El beso de costado: Es el más clásico que se da una pareja cuando inclinan sus cabezas
en direcciones opuestas, ya que permite un mejor contacto. 2.- Beso inclinado: Es un beso dulce entre dos personas. Uno de ellos echa su cabeza hacia
atrás, mientras que el otro lo toma del mentón y lo besa. 3.- Beso directo: Se trata de un beso largo apasionado, donde la pareja sólo chupa los
labios del otro o los mordisquea, siendo a veces más excitante que el clásico beso francés. 4.- Beso presión: Con la boca cerrada se presionan los labios con fuerza. 5.- Beso superior: Uno de los dos muerde el labio superior de su pareja, quien a su vez
devuelve el gesto besándole el labio inferior. 6.- Beso broche: Este tipo de demostración amorosa sucede cuando un amante sujeta con
sus labios los de su pareja. 7.- Beso palpitante: Este es de esos tiernos, en que se recorre la boca de la pareja dándole
pequeños besitos. 8.- Beso contacto: Los labios apenas se rozan mientras el beso se da básicamente sólo con
la lengua. 9.- Beso para encender la llama: Un beso en las comisuras es la mejor manera que se
recomienda para motivar la pasión en la pareja. 10.- Beso para distraer: La idea de este beso es llamar la atención del otro cuando está
concentrado en otros menesteres, como el trabajo o la televisión. Para eso, se recomienda besar otras partes de su cuerpo, cuer po, a parte de la boca, como la nuca, la frente, sus ojos, el pecho, la garganta, etcétera. 11.- Beso nominal: Tras besar a la pareja, con dos dedos se tocan sus labios. 12.- Beso con pestañas: No se trata del típico beso esquimal. Más bien es recorrer con
besos las pestañas de la pareja. 13.- Beso con un dedo: Nada es extraño. En este beso se recorre con un dedo los labios de
la pareja por dentro y por fuera. 14.- Beso con dos dedos: Tras mojar dos dedos, se tocan los labios del otro. 15.- Beso que despierta: Este beso se da en las sienes, de manera suave para despertar a la
persona amada.
16.- Beso que demuestra: Por la noche a la vista de la gente, los amantes demuestran su
cariño dando un beso en las manos o el cuello. 17.- El beso del recuerdo: Tras hacer el amor, uno de los dos descansa su cabeza en el
muslo de su pareja, y besa su pierna. 18.- Beso transferido: Se trata cuando uno de los dos besa una fotografía u otra persona,
mirando fijamente a su pareja, para transmitirle que, en realidad, ese beso es para ella. 19.- Beso lagrimoso: Este beso se da cuando una persona extraña tanto a su ser amado, que
toma su fotografía y la besa. 20.- Beso viajero: Son besos que con la imaginación de la pareja pueden recorrer todas las
partes del cuerpo. 21.- Beso al pecho: Con los labios mojados se besan los pezones de la pareja y si ella lo
desea, se presionan suavemente con los dientes. 22.- Beso con reloj: Aquí, la idea es olvidarse de todo y concentrarse solamente en las
caricias y besos que se le da a la pareja para que la experiencia sea más placentera para ambos. Para los momentos más pasionales, este tradicional texto incluye la práctica de mordiscos, los que pueden aumentar el placer en los momentos más oportunos. 23.- Mordisco de jabalí: Suele darse en los hombros y quedan marcados con líneas rojas,
supuestamente, como las huellas que deja un jabalí en el barro. 24.- La nube quebrada: En el pecho, los mordiscos dejan levantamientos circulares en la
piel que son desiguales. El lugar indicado se debe a que la piel es más sensible en esa parte p arte del cuerpo, por lo tanto, no hace resistencia a las marcas que deja el mordisco. 25.- Mordisco escondido: Este se da en el labio inferior, dejando una suave marca roja. 26.- Mordisco clásico: Tal como su nombre lo dice, es el que se da mordiendo una gran
cantidad de piel. 27.- El punto: Al contrario del anterior, sólo se muerde una pequeña cantidad de piel,
dejando una marquita roja. 28.- La línea de puntos: En los muslos o en la frente se muerde una pequeña porción de
piel con todos los dientes. 29.- El coral y la joya: Se da al juntar los labios y los dientes, donde los primeros serían el
coral y los segundos, la joya, dejando esas marcas.
30.- La línea de joyas: Otra clásica mordida con todos los dientes.
Diferentes tipos de besos
Los hombres de ciencia han determinado que al besar ponemos en movimiento alrededor de 30 músculos de la cara, intercambiamos cerca de 300 colonias de bacterias, liberamos una cantidad imprecisa de hormonas y aumentamos nuestro ritmo cardíaco. Existen diferentes tipos de besos, entre ellos estan los siguientes: El beso seco : es el beso simple, cuando se apoyan los labios de uno contra los del otro. Beso Hollywoodense: al momento de besarse, uno inclina al otro hacia atrás, como
invitándolo a estar más cómodo y preperandolo para lo que le espera. Este estilo se impuso en las películas de los años '50 y se convirtió en una clásico, aunque no es muy frecuente entre las parejas sigue siendo muy romático. El beso succionador: para practicarlo, la mujer tiene que tomar entre sus labios el labio
inferior de su pareja para introducirlo en su boca, mientras que él ejerce una movimiento de succión. Beso francés o de lengüita:consiste en que la mujer toque con su lengua los labios del
hombre para luego intrducirla en la boca de su pareja y viceversa. El beso de lado:se realiza cuando cada uno de los miembros de la pareja gira su cabeza en
sentidos opuestos para besarse. El beso de apretón:se refiere cuando una persona aprieta fuertemente sus labios contra el
labio inferior de su pareja. El beso de tú uno y yo el otro:se trata de que el hombre bese el labio superior de la mujer
mientras que ella besa el labio inferior de él. El beso toma todo: un miembro de la pareja toma entre sus labios los labios del otro. El beso de lengua apasionado: La pareja introduce sus respectiva lengua en la boca del
contrario tocando los dientes al paladar. El beso de yo te sigo : en este caso se espera a que uno de los dos inicie la acción de besar y
el otro le siga alcanzando un ritmo frenético. El beso cazador: este se da cuando la pareja juega a que cada uno trata de atrapar con sus
labios el labio inferior del otro. Las señales de lenguaje corporal que despliegan las mujeres cuando se sienten atraídas por un hombre. Un tema nada fácil, pues la seducción femenina es un fenómeno tan complejo y enigmático como ellas mismas. No faltan los sitios de Internet donde aseguran tener tales claves de seducción, pero las mismas están un poco desactualizadas (si es que no son absurdas de por sí). A continuación mencionaré diez que no sólo están sustentadas por investigaciones científicas; tampoco entran en conflicto con el sentido común.
Lenguaje corporal El lenguaje silencioso que nunca miente explicado de forma fácil y sencilla.
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- Su buen humor es espontáneo: Ya sea sonriendo o riendo abiertamente, una mujer que disfruta de tu compañía seductora se notará feliz y agradada. Una que otra risilla nerviosa, o una sonrisa pícara, es un gesto de que ella disfruta de tu presencia (ojo, hasta ahí, mejor ándate sin prisas… recuerda que ellas “huelen” tu desesperación).
- Hace el gesto de tocarte casualmente: Si de repente te toca el brazo, te acomoda la camisa, o incluso llega a rozarte la pierna con la suya, es un indicio de que quiere acercarse. ¡No lo desaproveches! Sólo trata de diferenciar toques accidentales de aquellos hechos con intención seductora. - Demasiadas “coincidencias”. Si ella gusta de tí, buscará la manera seductora de que se encuentren de manera “fortuita”. ¡No hablo de acoso, claro está…! Más bien se siente como si te leyeran la mente y
adivinaran lo que vas a hacer (el cual es de hecho un superpoder innato en ellas).
- Las miradas intermitentes: Debes aprender a mirar indirectamente a las mujeres. No es difícil; lo que necesitas precisar es si las mujeres tratan de verte cuando no las estás mirando. Si es así, has llamado su atención. Recuerda que ellas pueden analizarte y descartarte en apenas un vistazo. Puedes olvidar los consejos sobre la apertura de las pupilas, son irrelevantes pues dependen no sólo de su emoción, sino también de la iluminación de donde se encuentren. - El cabello tiene un significado especial: Creo que ésta es la pista menos comprendida (porque de hecho, es bastante difícil de precisar). Las mujeres siempre hacen el gesto de acomodarse el cabello; es una costumbre automática, que obviamente el 99% del tiempo no tiene que ver con coqueteos (aunque no poco sitios de Internet nos inviten a pensar así). Pero ese 1% restante tiene una función biológica: sacudir con intención seductora las feromonas de su piel hacia nosotros (recuerden la importancia que tiene el sentido del olfato en la seducción). Por supuesto, no empiecen a olisquear ahí y allá, ¡Se verán bastante raros! Procuren más bien precisar cuando el gesto de acomodarse el cabello es premeditado, en un movimiento más minucioso de lo normal (pero no necesariamente más lento), y mas aún si ella mantiene el contacto visual en su lenguaje corporal ¿Menudo lío, verdad?. - Si la mujer está sentada a tu lado, al cruzar las piernas pondrá la más alejada de tí por encima de la otra, para mostrar mejor la pantorrilla. Con este gesto, y en esta posición, los músculos de la pierna se ven más tersos y provocativos. - La barbilla, hacia tí: Creo que un enfoque erróneo en la interpretación del lenguaje corporal femenino durante la fase de acercamiento, es que las mujeres supuestamente tienden a “mostrar el cuello”, cuando
les interesa un hombre. Un poco aventurada la afirmación, dado que depende ni más ni menos ¡De la
postura en la que la mujer está sentada! Una forma más adecuada de identificar esta tendencia es fijarse si su barbilla está ligeramente hacia nosotros (independientemente si vemos su cuello o no). Si es así, este gesto es buena señal. - Los pies, un poco separados: una investigación indica que cuando una mujer está de pie, el dinamismo con el que mantiene el equilibrio nos dice la emoción que siente. Si ambas piernas están derechas e inexpresivas, su pasión está muy lejos, ¡Quizá en Japón!. Si están ligeramente abiertas o jugando con los tobillos, está nerviosa (¿pero por qué?), no podemos saberlo a menos que sigamos indagando. Pero con certeza no está distante. - Recuerda detalles de conversaciones anteriores (que a veces ni tú mismo recuerdas): ¿Pensabas que sólo se trataba de mirar cómo se mueve? Una mujer, por distraída que sea, no olvida pequeños detalles de lo que le decimos, si les parecemos interesantes. - No se siente intimidada por tu proximidad: Si de verdad le gustas no le importará que te acerques a ella; pero si lo haces en el momento inoportuno, o si eres demasiado impetuoso, puedes despedirte de todo el esfuerzo que habías aplicado hasta ese momento. ¿Quieres saber una manera sencilla y seductora de acercarte a una mujer sin “amenazar” su espacio? Dirige su atención lejos de tí mientras lo haces: busca algo que le pueda llamar la atención (un cachorrito, otra pareja, una escultura, qué se yo…) y apúntalo con la mirada, mientras te acercas a ella (como tratando de “señalar” con tus ojos lo que quieres que vea).
Debes estar pendiente si ella oscila ligeramente hacia atrás (¡mala señal!) Las 8 fases de la seducción
Las futuras víctimas de tu seducción viven en su propio mundo, y su mente está ocupada por ansiedades e inquietudes diarias. Tu meta en esta fase inicial de la seducción es separarlas poco a poco de ese mundo cerrado y llenar su mente con ideas de ti. Una vez que hayas decidido a quién seducir (1: Elige la víctima correcta), tu primera tarea será llamar la aten víctima, despertar en su interés por ti. Si se resiste o se pone difícil, tendrás que seguir un método más pausad velado, y conquistar primero su amistad (2: Crea una falsa sensación de seguridad: Acércate indirectamente); aburrida y es menos difícil de abordar, un método dramático te será útil, para fascinarla con una presencia mi (3: Emite señales contradictorias); o para dar la impresión de que eres alguien a quien los demás codician y p pelean (4: Aparenta ser un objeto de deseo: Forma triángulos). Una vez intrigada tu víctima, transforma su interés en algo más intenso: deseo. Al deseo suelen precederlo se de vacío, de que dentro falta algo que debe aportarse. Infunde deliberadamente esas sensaciones, haz que tu víctima se percate de que en su vida faltan romance y a Engendra una necesidad: Provoca ansiedad y descontento). Si ella te ve como quien llenará su vacío, el interé y se convertirá en deseo. Este se avivará sembrando sutilmente ideas en la cabeza de tu víctima, indicios de los seductores placeres que esperan (6: Domina el arte de la insinuación). Reflejar los valores de tu víctima, ceder a sus deseos y estados le encantará y deleitará (7: Penetra su espíritu). Sin darse cuenta, sus ideas girarán cada vez más en torno a ti.
habrá llegado el momento de algo más intenso. Atráela con un placer o una aventura irresistible (8: Crea tent seguirá. Estrategias de Seducción. Elige la víctima correcta
El Arte de la Seducción > Estrategias de seducción
Elige la víctima correcta para seducir. Todo depende del objetivo de tu seducción. Es conveniente usar la estrategia de estudiar detalladamente a tu presa. Escoge sólo las que serán susceptibles a tus encantos. Las víctimas correctas son aquellas en las que puedes llenar un vacío, las que ven en ti algo exótico. A menudo están aisladas o son al menos un tanto infelices (a causa tal vez de recientes circunstancias adversas), o se les puede llevar con facilidad a ese punto, porque la persona totalmente satisfecha es casi imposible de seducir. La víctima perfecta posee alguna cualidad innata que te atrae. Las intensas emociones que esta cualidad inspira contribuirán a hacer que tus estrategias de seducción parezcan más naturales y dinámicas. La víctima perfecta da lugar a la caza perfecta.
Estrategias de Seducción. Elige la víctima correcta Ejemplo: Cuando Jiang Qing, más tarde llamada Madame Mao, conoció a Mao Tse-Tung en 1937, en el refugio montañoso de éste en el occidente de China, sintió lo desesperado que estaba por un poco de color y sabor en su vida; todas las mujeres del campamento se vestían como los hombres, y habían renunciado a cualquier gala femenina. Jiang había sido actriz en Shanghai, y era todo menos austera. Proporcionó a Mao lo que a éste le faltaba, y le concedió la emoción adicional de poder educarla en el comunismo, apelando a su complejo de Pigmalión: el deseo de dominar, controlar y reformar a una persona. Pero en realidad, era Jiang Qing quien controlaba a su futuro esposo. La mayor carencia de todas es la de emoción y aventura, precisamente lo que la seducción ofrece. “Es un golpe de suerte encontrar a alguien a quien valga la pena seducir. [...] La mayoría de
la gente se precipita, se compromete o hace otras tonterías, y en un instante todo ha terminado y ya se sabe qué ganó ni qué perdió.” DIARIO DE UN SEDUCTOR. Soren Kierkegaard Fuente: "EL ARTE DE LA SEDUCCIÓN" , de Robert Greene Estrategias de Seducción. Crea una falsa sensación de seguridad, acércate indirectamente
El Arte de la Seducción > Estrategias de seducción
Si al principio usas una estrategia de seducción demasiado directa, corres el riesgo de causar una resistencia que nunca cederá. Al comenzar, no debe haber nada seductor en tu actitud. La estrategia de seducción ha de iniciarse desde un ángulo, en aproximación indirecta, para que el objetivo se percate de ti en forma gradual. Ronda la periferia de la vida de tu blanco: aproxímate a través de un tercero, o finge cultivar una relación en cierto modo neutral, pasando poco a poco de amigo a amante. Trama un encuentro "casual", como si tu blanco y tú estuvieran destinados a conocerse; nada es más seductor que una sensación de destino. Haz que él objetivo se sienta seguro, y luego ataca. Lo que buscas como seductor es la capacidad de dirigir a los demás adonde tú quieres. Pero esta estrategia es peligrosa; en cuanto ellos sospechen que actúan bajo tu influencia, te guardarán rencor. Si tus objetivos lo descubrieran, tarde o temprano se volverán contra ti. Pero ¿y si pudieras lograr que hagan lo que quieres sin darse cuenta? ¿Si creyeran estar al mando? Este es el poder del método indirecto, y ningún seductor puede obrar su magia sin él. El primer paso por dominar es simple: una vez que hayas elegido a la persona correcta, debes hacer que el objetivo venga a ti. Si en las etapas iniciales logras hacerle creer que es él quien realiza el primer acercamiento, has ganado el juego. No habrá rencor, contrarreacción perversa ni paranoia. La estrategia de conseguir que tu objetivo venga a ti implica concederle espacio. En las etapas iniciales de la seducción, entonces, debes hallar la manera de aplacar toda sensación de desconfianza que la otra persona pueda experimentar. (Sentir temor y peligro puede agudizar más tarde la seducción; pero si provocas esas emociones en las primeras etapas, lo más probable es que ahuyentes a tu víctima.) Establece una distancia neutral, aparenta ser inofensivo, y te darás margen de maniobra. Ejemplo: Ninon de L'Enclos, la cortesana y estratega de la seducción del siglo XVII, creía que disfrazar las intenciones propias no sólo era necesario: aumentaba el placer del juego. Un hombre jamás debía declarar sus sentimientos, pensaba ella, en particular al principio. Esto es irritante y provoca desconfianza. "Lo que ella adivina persuade mucho más a una mujer de estar enamorada que lo que oye", comentó una vez. Con frecuencia, la prisa de una persona en declarar sus sentimientos resulta de un falso deseo de complacer, pensando que esto halagará a la otra. Pero el deseo de complacer puede ofender y molestar. Los niños, los gatos y las coquetas nos atraen por no intentarlo en apariencia, e incluso mostrarse indiferentes. Aprende a encubrir tus sentimientos, y que la gente descubra por sí sola lo que pasa.
Fuente: "EL ARTE DE LA SEDUCCIÓN" , de Robert Greene
Estrategias de Seducción. Crea una falsa sensación de seguridad, acércate indirectamente
El Arte de la Seducción > Estrategias de seducción
Si al principio usas una estrategia de seducción demasiado directa, corres el riesgo de causar una resistencia que nunca cederá. Al comenzar, no debe haber nada seductor en tu actitud. La estrategia de seducción ha de iniciarse desde un ángulo, en aproximación indirecta, para que el objetivo se percate de ti en forma gradual. Ronda la periferia de la vida de tu blanco: aproxímate a través de un tercero, o finge cultivar una relación en cierto modo neutral, pasando poco a poco de amigo a amante. Trama un encuentro "casual", como si tu blanco y tú estuvieran destinados a conocerse; nada es más seductor que una sensación de destino. Haz que él objetivo se sienta seguro, y luego ataca. Lo que buscas como seductor es la capacidad de dirigir a los demás adonde tú quieres. Pero esta estrategia es peligrosa; en cuanto ellos sospechen que actúan bajo tu influencia, te guardarán rencor. Si tus objetivos lo descubrieran, tarde o temprano se volverán contra ti. Pero ¿y si pudieras lograr que hagan lo que quieres sin darse cuenta? ¿Si creyeran estar al mando? Este es el poder del método indirecto, y ningún seductor puede obrar su magia sin él. El primer paso por dominar es simple: una vez que hayas elegido a la persona correcta, debes hacer que el objetivo venga a ti. Si en las etapas iniciales logras hacerle creer que es él quien realiza el primer acercamiento, has ganado el juego. No habrá rencor, contrarreacción perversa ni paranoia. La estrategia de conseguir que tu objetivo venga a ti implica concederle espacio. En las etapas iniciales de la seducción, entonces, debes hallar la manera de aplacar toda sensación de desconfianza que la otra persona pueda experimentar. (Sentir temor y peligro puede agudizar más tarde la seducción; pero si provocas esas emociones en las primeras etapas, lo más probable es que ahuyentes a tu víctima.) Establece una distancia neutral, aparenta ser inofensivo, y te darás margen de maniobra. Ejemplo: Ninon de L'Enclos, la cortesana y estratega de la seducción del siglo XVII, creía que disfrazar las intenciones propias no sólo era necesario: aumentaba el placer del juego. Un hombre jamás debía declarar sus sentimientos, pensaba ella, en particular al principio. Esto es irritante y provoca desconfianza. "Lo que ella adivina persuade mucho
más a una mujer de estar enamorada que lo que oye", comentó una vez. Con frecuencia, la prisa de una persona en declarar sus sentimientos resulta de un falso deseo de complacer, pensando que esto halagará a la otra. Pero el deseo de complacer puede ofender y molestar. Los niños, los gatos y las coquetas nos atraen por no intentarlo en apariencia, e incluso mostrarse indiferentes. Aprende a encubrir tus sentimientos, y que la gente descubra por sí sola lo que pasa. Estrategias de Seducción. Emite señales contradictorias
El Arte de la Seducción > Estrategias de seducción
Una vez que la gente percibe tu presencia, y que, incluso, se siente vagamente intrigada por ella, debes fomentar su interés antes de que lo dirija a otro. Lo obvio y llamativo puede atraer su atención al principio, pero esa atención suele ser efímera; a la larga, la ambigüedad es mucho más potente.
La mayoría somos demasiado obvios; tú sé difícil de entender. Emite señales contradictorias: duras y suaves, espirituales y terrenales, astutas e inocentes. Una mezcla de cualidades sugiere profundidad, lo que fascina tanto como confunde. Un aura elusiva y enigmática hará que la gente quiera saber más, y esto la atraerá a tu círculo. Crea esa fuerza sugiriendo que hay algo contradictorio en ti. La seducción no avanzará nunca a menos que puedas atraer y mantener la atención de tu víctima, convirtiendo tu presencia física en una obsesiva presencia mental. En realidad es muy fácil crear esa primera incitación: una tentadora forma de vestir, una mirada sugestiva, algo extremoso en ti. ¿Pero qué pasa después? Nuestra mente recibe un bombardeo de imágenes, no sólo de los medios de información, sino también del desorden de la vida diaria. Y muchas de esas imágenes son muy llamativas. Tú pasas a ser entonces apenas una cosa más que clama atención; tu atractivo se acabará a menos que actives una clase de hechizo más duradero que haga que la gente piense en ti en ausencia tuya. Esto significa cautivar su imaginación, haciéndola creer que en ti hay más de lo que ve. Una vez que la gente empiece a adornar tu imagen con sus fantasías, estará atrapada. Esto debe hacerse pronto, antes de que tus objetivos sepan demasiado y se fijen las impresiones sobre ti. Debería ocurrir en cuanto ellos te ponen los ojos encima. Al emitir señales contradictorias en ese primer encuentro, creas cierta sorpresa, una ligera tensión: pareces ser algo (inocente, desenvuelto, intelectual, ingenioso), pero lanzas también un destello de algo más (diabólico, tímido, espontáneo, triste). Mantén la sutileza: si la segunda cualidad es demasiado fuerte, parecerás esquizofrénico. Pero haz que la gente se pregunte por qué eres tímido o triste bajo tu desenvuelto ingenio intelectual, y conseguirás su atención. Dale una ambigüedad que le haga ver lo que quiere, atrapa su imaginación con algunos atisbos voyeristas de tu alma oscura. Mantendrás mejor su atención si sugieres que detrás de esa fama acecha otra cualidad. Nadie ha tenido fama más mala y pecaminosa que Lord Byron. Lo que enloquecía a las mujeres era que detrás de su aspecto un tanto frío y desdeñoso, intuían que en realidad era muy romántico, e
incluso espiritual. Byron exageraba esto con su aire melancólico y sus ocasionales buenas obras. Paralizadas y confundidas, muchas mujeres creían poder ser quien lo recuperara para la bondad, lo convirtiera en amante fiel. Una vez que una mujer abrigaba esa idea, estaba totalmente bajo su hechizo. No es difícil crear ese efecto seductor. Si se te conoce como eminentemente racional, por decir algo, insinúa algo irracional. Estrategias de Seducción. Aparenta ser un objeto de deseo, forma triángulos
El Arte de la Seducción > Estrategias de seducción
Pocos se sienten atraídos por una persona que otros evitan o relegan; la gente se congrega en torno a los que despiertan interés. Queremos lo que otros quieren. Para seducir y atraer más a tus víctimas y provocarles el ansia de poseerte, debes crear un aura de deseabilidad: de ser requerido y cortejado por muchos. Será para ellos cuestión de vanidad volverse el objeto preferido de tu atención, conquistarte sobre una multitud de admiradores. Crea la ilusión de popularidad rodeándote de personas del sexo opuesto: amigas, ex amantes, pretendientes. Forma triángulos que estimulen la rivalidad y aumenten tu valor. Hazte de una fama que te preceda: si muchos han sucumbido a tus encantos, debe haber una razón.
Estrategias de Seducción. Aparenta ser un objeto de deseo, forma triángulos Paulina Bonaparte, hermana de Napoleón, aumentaba su valor a ojos de los hombres teniendo siempre un grupo de adoradores a su alrededor en bailes y fiestas. Si daba un paseo, nunca lo hacía con un solo hombre, siempre con dos o tres. Quizá eran simplemente amigos, o incluso piezas decorativas y satélites; su vista bastaba para sugerir que ella era valorada y deseada, una mujer por la que valía la pena pelear. En el Diario de un seductor , de Soren Kierkegaard, Johannes tiene designios sobre la inocente y joven Cordelia. Sabiendo que su amigo Edward es irremediablemente tímido y soso, lo alienta a cortejarla; unas semanas de atenciones de Edward harán que los ojos de Cordelia vaguen en busca de otra persona, cualquiera, y Johannes se asegurará de que se fijen en él. Johannes optó por la estrategia y la maniobra, pero casi cualquier medio social contendrá contrastes de los que puedes hacer uso en forma casi natural.
Estrategias de Seducción. Engendra una necesidad, provoca ansiedad y descontento
El Arte de la Seducción > Estrategias de seducción
Una persona completamente satisfecha no puede ser seducida. Para seducir, tienes que infundir tensión y Seduce suscitando en ellos sensaciones de descontento, disgusto con sus circunstancias y ellos mismos: su vida carece de aventura, se han apartado de sus ideales de juventud, se han vuelto aburridos. Para seducir, las sensaciones de insuficiencia que crees te brindarán la oportunidad de insinuarte, de hacer que te vean como la solución a sus problemas. Angustia y ansiedad son los precursores apropiados del placer. Aprende a inventar la necesidad que tú puedes saciar. Cleopatra logró que Julio César se acostara con ella la noche misma en que se conocieron, pero la verdadera seducción, la que lo convirtió en su esclavo, comenzó después. En sus conversaciones posteriores, ella hablaba una y otra vez de Alejandro Magno, el héroe del que supuestamente descendía. Nadie podía compararse con él. Por implicación, ella hacía sentir inferior a César. Comprendiendo que, bajo su bravuconería, César era inseguro, Cleopatra despertó en él una ansiedad, un ansia de demostrar su grandeza. Una vez que él se sintió así, fue fácil avanzar en su seducción. Las dudas sobre su masculinidad eran su punto débil. Asesinado César, Cleopatra volvió la mirada en seducir a Marco Antonio, uno de los sucesores de aquél en la conducción de Roma. Marco Antonio adoraba el placer y el espectáculo, y sus gustos eran burdos. Ella apareció ante él primeramente en su barcaza real, y luego le dio de beber y comer, y motivos de celebración. Todo esto perseguía hacerle ver a Marco Antonio la superioridad del modo de vida egipcio sobre el romano, al menos en lo relativo al placer. En comparación, los romanos eran
aburridos y poco sofisticados. Y una vez que a Marco Antonio se le hizo sentir cuánto se perdía al pasar tiempo con sus soldados insulsos y su matronal esposa romana, fue posible que viera a Cleopatra como la encarnación de todo lo excitante. Se volvió su esclavo.disonancia en la mente de tus objetivos. Estrategias de Seducción. Domina el arte de la insinuación
El Arte de la Seducción > Estrategias de seducción
Hacer que tus objetivos se sientan insatisfechos y en necesidad de tu atención es esencial; pero si eres demasiado obvio, entreverán tu intención y se pondrán a la defensiva. Sin embargo, aún no se conoce defensa contra la insinuación, el arte de sembrar ideas en la mente de los demás soltando alusiones escurridizas que echen raíces días después, hasta hacerles parecer a ellos que son ideas propias. La insinuación es el medio supremo para influir en la gente. Crea un sublenguaje afirmaciones atrevidas seguidas por retractaciones y disculpas, comentarios ambiguos, charla banal combinada con miradas tentadoras- que entre . En la seducción, como aconsejaba la seductora cortesana francesa Ninón de L´Enclos, es mejor no verbalizar el amor por la otra persona. Que tu blanco lo perciba en tu actitud. Tu silencio tendrá más poder de insinuación que tu voz.
Estrategias de Seducción. Domina el arte de la insinuación No sólo las palabras insinúan; presta atención a miradas y gestos. La técnica favorita de Madame Récamier era la de incesantes palabras banales y una mirada tentadora. El flujo de la conversación impedía a los hombres pensar mucho en esas miradas ocasionales, pero se obsesionaban con ellas. Lord Byron tenía su famosa "mirada de soslayo": mientras se hablaba de un tema anodino, inclinaba la cabeza, pero de pronto una joven (su objetivo) lo sorprendía mirándola, inclinada aún la cabeza. Era una mirada que parecía peligrosa, desafiante, pero también ambigua; muchas mujeres cayeron atrapadas por ella. El rostro habla un idioma propio. Acostumbramos tratar de interpretar el rostro de las personas, el cual suele ser un mejor indicador de sus sentimientos que lo que ellas dicen, algo que es fácil de controlar. Como la gente siempre interpreta tus miradas, úsalas para transmitir las señales insinuantes de tu elección. Por último, la causa de que la insinuación dé tan buenos resultados no es sólo que evita la resistencia natural de la gente. También, que es el lenguaje del placer. Hay muy poco misterio en el mundo; demasiadas personas dicen exactamente lo que sienten o quieren. Ansiamos algo enigmático, algo que alimente nuestras fantasías. Dada la falta de sugerencia y ambigüedad en la vida diaria, quien las usa repentinamente parece poseer algo tentador y lleno de presagios. Este es una especie de juego incitante: ¿qué trama esa persona? ¿Qué se propone? Indirectas, sugerencias e insinuaciones crean una atmósfera seductora, que indica que la víctima no participa ya de las rutinas de la vida diaria, sino que ha entrado a otra esfera. Lo que distingue a una sugestión de otros tipos de influencia psíquica, como una orden o la transmisión de una noticia o instrucción, es que en el caso de la sugestión se estimula en la mente de otra persona una idea cuyo origen no se examina, sino que se acepta como si hubiera brotado en forma espontánea en esa mente. -Sigmund Freud.
Estrategias de Seducción. Crea tentación
El Arte de la Seducción > Estrategias de seducción
Haz caer al objetivo en tu seducción creando la tentación adecuada: un destello de los placeres por venir. Así como para seducir la serpiente tentó a Eva con la promesa del conocimiento prohibido; como seductor, tú debes despertar en tus objetivos un deseo que no puedan controlar. Para seducir, busca su debilidad, esa fantasía aún por conseguir, y da a entender que puedes alcanzarla. Podría ser riqueza, podría ser aventura, podrían ser placeres prohibidos y vergonzosos; la clave de la seducción es que todo sea vago. Pon él premio ante sus ojos, aplazando la satisfacción, y que su mente haga el resto. El futuro parecerá pletórico de posibilidades. Estimula una curiosidad más intensa que las dudas y ansiedades que la acompañan, y ellos te seguirán, lograrás seducirlos.
Estrategias de Seducción. Crea tentación
En la mayoría de los casos, la gente se esfuerza por mantener su seguridad y una sensación de equilibrio en su vida. Si siempre saliera en pos de cada nueva persona o fantasía que pasa a su lado, no podría sobrevivir a la brega diaria. Usualmente ve coronados sus esfuerzos, pero lograrlo no es fácil. El mundo está lleno de tentaciones. La gente lee de personas que tienen más que ella, de aventuras de otros, de individuos que han hallado la riqueza y la felicidad. La seguridad por la que pugna, y que parece tener, es en realidad una ilusión. Encubre una tensión constante. Como seductor, nunca confundas la apariencia con la realidad. Sabes que la lucha de las personas por mantener un orden en su vida es agotadora, y que las corroe la duda y el rencor. Es difícil ser bueno y virtuoso, siempre teniendo que reprimir los más fuertes deseos. Con eso en mente, la seducción es más fácil. Lo que los demás quieren no es tentación; la tentación es cosa de todos los días. Lo que desean es ceder a la tentación, darse por vencidos. Esa es la única manera en que pueden librarse de la tensión que existe en su vida. Cuesta mucho más trabajo resistirse a la tentación que rendirse a ella. Tu tarea como seductor, entonces, es crear una tentación que sea más intensa que la variedad cotidiana.
Estrategias de Seducción. Crea tentación Tu seducción debe centrarse en los demás, apuntar a ellos como individuos, a su debilidad. Entiende: todos tenemos una debilidad dominante, de la que se deriva el resto. Halla esa inseguridad infantil, esa carencia en la vida de la gente, y tendrás la clave para tentarla. Su debilidad puede ser la codicia, la vanidad, el aburrimiento, un deseo reprimido a conciencia, el ansia de un fruto prohibido. Las personas dejan ver eso en pequeños detalles
que escapan a su control consciente: su manera de vestir, un comentario casual. Su pasado, y en especial sus romances, estarán llenos de pistas. Tiéntalas con ardor, en forma ajustada a su debilidad, y harás que la esperanza de placer que despiertes en ellas figure más prominentemente que las dudas y ansiedades que la acompañan.
Estrategias de Seducción. Crea tentación En 1769, Casanova conoció en Londres a una joven apellidada Charpillon. Era mucho menor que él, la mujer más hermosa que hubiera visto jamás, y con fama de destruir a los hombres. En uno de sus primeros encuentros, Charpillon le dijo sin más que se enamoraría de ella y ella misma sería su ruina. Para incredulidad de todos, Casanova la persiguió. En cada encuentro ella insinuaba que podría ceder; quizá en la siguiente ocasión, si él era bueno con ella. Charpillon excitó su curiosidad: qué placeres le brindaría; él sería el primero, la domaría. "El veneno del deseo penetró tan cabalmente todo mi ser", escribió después Casanova, "que, si ella lo hubiera querido, me habría despojado de todo lo que poseía. Yo habría aceptado la misería a cambio de un solo beso." Esta "aventura" fue en efecto su ruina; día lo humilló. Charpillon había juzgado correctamente que la debilidad primaria de Casanova era su necesidad de conquistar, seducir, de vencer retos, de probar lo que ningún otro hombre había probado nunca. Debajo había una especie de masoquismo, un placer en el dolor que una mujer podía infligirle. Jugando a la mujer imposible, incitándolo y luego frustrándolo, ella ofrecía la tentación suprema. A menudo da resultado hacer sentir al objetivo que eres un reto, un premio por ganar. Al poseerte, obtendrá lo que nadie más ha tenido. Incluso podría obtener dolor; pero el dolor está cerca del placer, y ofrece sus propias tentaciones. Lenguaje corporal y seducción. La mirada
El Arte de la Seducción > El lenguaje corporal en la seducción
En una conversación no todo es lenguaje verbal. La información que se transmite a través del lenguaje corporal es, también, muy importante. A veces incluso más que las propias palabras. Del lenguaje corporal se puede decir muchísimo, pero en este artículo voy a limitarme a dar, simplemente, un par de nociones fáciles, básicas y muy importantes para que, en el juego de la seducción, cuando estemos en una interacción transmitamos cercanía, calidez e interés por la otra persona, haciendo que la interacción avance mejorando la confianza entre ambas partes. La forma en que miramos con nuestro lenguaje corporal, y más aún, el gesto de si miramos o no a una persona cuando estamos hablando con ella, transmite mucho acerca de nuestro interés por ella y nuestra forma de ser.
Hay que entender dos principios: 1. El gesto de mirar al escuchar a la otra persona, estamos transmitiendo interés, curiosidad y eso no es amenazante, al contrario. 2. El gesto de mirar al hablar nosotros, transmitimos seguridad y dominación. Esto es muy importante porque en el lenguaje corporal no hay reglas fijas. Todo depende de lo que queramos conseguir en cada momento. No siempre será bueno el gesto de mirar fijamente, así como tampoco lo será apartar siempre la mirada.
Para generar una interacción relativamente normal o neutra en la que, simplemente se pretenda llevarse bien con la otra persona y generar complicidad, será bueno usar el gesto de mirar fijamente cuando la otra persona hable y mirar sólo de vez en cuando en los momentos en los que estemos hablando nosotros. Esto transmite interés, pero no es dominante ni amenazante, como digo es una forma natural y neutra de comunicación. Pero hay varios casos en los que esto quizá este gesto no nos interese tanto. Veamos algunos ejemplos: Si la chica es excesivamente tímida y no está cómoda a nuestro lado, será bueno evitar mirarla fijamente durante más de uno o dos segundos, incluso aunque ella esté hablando, porque si ella es una persona insegura y no tiene confianza con nosotros se sentirá amenazada si la miramos fijamente. Digamos que aquí nos sobraría valor y en estos casos es bueno relajar el gesto y jugar menos fuerte. En este caso convendrá sonreír mucho y mirar de la forma más amigable posible. Si estamos en una fase en la que la chica tiene confianza con nosotros deberemos mirar fijamente siempre, tanto cuando estamos hablando nosotros como cuando esté hablando ella, puesto que en esta fase lo interesante será empezar a escalar nuestra seducción y crear tensión sexual. La mirada es el gesto más natural y auténtico de demostrar que estamos cómodos y que deseamos a la otra persona. Si la chica está siendo altiva e inaccesible será bueno no prestarla demasiada atención al principio. Pero esto no debemos hacerlo con nuestras palabras sino con nuestro lenguaje corporal. Dedicar atención a NO mirarla, y NO orientar nuestro cuerpo hacia ella puede ser una solución perfecta para que ella perciba con este gesto que no nos impresiona y que no necesitamos gustarle. Cuando ella baje de su actitud altiva, entonces deberemos cambiar de actitud y empezar a mirar y tener un lenguaje corporal más accesible. Recuerda que, si la interacción transcurre normalmente, al comienzo lo ideal será mirar fijamente al escuchar y eventualmente al hablar. Sin estar nunca más de un par de segundos mirando cuando estamos hablando.
Personalidad seductora. El libertino
El Arte de la Seducción > Cómo crearte una personalidad seductora
Una mujer nunca se siente suficientemente deseada y apreciada. Quiere atención, pero demasiado a menudo él hombre es distraído e insensible. El libertino es una de las grandes figuras de seducción de la fantasía femenina: cuando desea a una mujer, por breve que pueda ser ese momento, irá hasta el fin del mundo por ella. Puede ser infiel, deshonesto y amoral, pero eso no hace sino aumentar su atractivo. A diferencia del hombre decente normal, el libertino es deliciosamente desenfrenado, esclavo de su amor por las mujeres. Está además él señuelo de su reputación: tantas mujeres han sucumbido a su seducción que debe haber un motivo. Las palabras son la debilidad de una mujer, y él es un maestro del lenguaje seductor. Despierta el ansia reprimida de una mujer adaptando a ti la combinación de peligro y placer del libertino.
Lord Byron. Libertino y poeta La radicalidad del libertino va aparejada con la sensación de peligro y tabú, e incluso el aura de crueldad que lo rodea. Éste fue el atractivo de un libertino y poeta, uno de los mayores seductores
de la historia: Lord Byron. Byron aborrecía todas las convenciones, y lo demostraba sobrada y gustosamente. Cuando tuvo una aventura con su hermanastra, quien le dio un hijo, se aseguró de que toda Inglaterra lo supiera. Podía ser en extremo cruel, como lo fue con su esposa. Pero todo esto no hacía sino volverlo mucho más deseable y seductor. Peligro y tabú apelan a un lado reprimido en las mujeres, las que supuestamente deben representar una fuerza cultural civilizadora y moralizante. Así como un hombre puede caer víctima de la sirena por su deseo de liberarse de su masculino sentido de responsabilidad, una mujer puede sucumbir al libertino por su anhelo de liberarse de las restricciones de la virtud y la decencia. Es frecuente, en efecto, que la mujer más virtuosa sea la que se enamore en mayor grado del disoluto. Entre las cualidades más seductoras del libertino está su habilidad para lograr que las mujeres deseen reformarlo. ¡Cuántas no creyeron que domarían a Lord Byron! ¡Cuántas no pensaron ser aquella con la que Picasso pasaría finalmente el resto de su vida!
Libertino Valmont. De la novela y película Las amistades peligrosas Explota esta tendencia al máximo. Cuando te sorprendan en flagrante libertinaje, echa mano de tu debilidad: tu deseo de cambiar, y tu imposibilidad de conseguirlo. Con tantas mujeres a tus pies, ¿qué puedes hacer? La víctima eres tú. Necesitas ayuda. Ninguna mujer dejará pasar esta oportunidad; son singularmente indulgentes con el libertino, por su prestancia y simpatía. El deseo de reformarlo esconde la verdadera naturaleza de su deseo, la secreta emoción que obtienen de él. Cuando Bill Clinton fue pillado en pleno libertinaje, las mujeres salieron de inmediato en su defensa, y hallaron toda excusa posible en su favor. El hecho de que, a su extraña manera, el libertino esté consagrado a las mujeres lo vuelve adorable y seductor para ellas. Por último, uno de los bienes más preciados del libertino es su fama. Nunca restes importancia a tu mala reputación, ni parezcas disculparte por ella. Al contrario: acéptala, auméntala. Ella es la que te atrae mujeres. Son varias las cosas por las que debes ser conocido: tu irresistible encanto para las mujeres; tu incontrolable devoción al placer (lo que te hará parecer débil, pero también una compañía excitante); tu desdén por lo convencional; una vena rebelde que hace que parezcas
peligroso. Este último elemento puede ocultarse un poco; en la superficie sé atento y cortés, pero no dejes de hacer saber que tras bastidores eres incorregible. El duque de Richelieu divulgaba sus conquistas tanto como podía, con lo que estimulaba el deseo competitivo de otras mujeres de sumarse al club de las seducidas. Lord Byron seducía a sus víctimas propicias gracias a su mala fama. Una mujer puede ser ambivalente ante la fama de Clinton, pero bajo esa ambivalencia hay un interés profundo. No dejes tu reputación al azar, o al rumor; es tu obra maestra, y debes producirla, pulirla y exhibirla con la atención de un artista.
Bill Clinton. Seductor libertino Para actuar como libertino, el requisito más obvio es la capacidad de soltarte, de atraer a una mujer al periodo puramente sexual en que pasado y futuro pierden sentido. Debes poder abandonarte al momento. Cuando el libertino Valmont -basado en el duque de Richelieu-, en la novela epistolar de Laclos del Siglo XVIII, Las amistades peligrosas, escribe cartas evidentemente calculadas para tener cierto efecto en su víctima selecta, Madame de Tourvel, ella adivina a todas luces sus intenciones de seducción; pero cuando esas cartas le hacen arder de pasión, empieza a ceder. Un beneficio adicional de esta cualidad es que te hace parecer incapaz de controlarte, muestra de debilidad que agrada a una mujer. Al abandonarte a la seducida, le haces creer que sólo existes para ella, sensación que refleja una verdad, por temporal que sea. La mayoría de las centenas de mujeres que Pablo Picasso, consumado libertino, sedujo al paso de los años tuvieron la sensación de ser las únicas que él en verdad amaba. Al libertino jamás le preocupa que una mujer se le resista, ni, en realidad, ningún otro obstáculo en su camino: un marido, una barrera física. La resistencia no hace otra cosa que espolear su deseo, incitarlo aún más. Cuando Picasso seducía a Françoise Gilot, le r ogó que se resistiera; necesitaba resistencia para incrementar la emoción.