DISCURSO DEL PADRE DE LA NOVIA:
Respetable concurrencia, Hijos míos, Pollita y Oris: Quiero expresar en pocas palabras mi profundo agradecimiento por la presencia de los que se han dignado concurrir a la celebración del matrimonio de mi hija Pollita, con Ris. Este gesto de todos ustedes quedará eternamente grabado en la memoria de toda nuestras familias. Queridos hijos, este es un día muy especial, para todas las personas que los amamos, queremos y apreciamos y, para nuestra sociedad; ya que nace un nuevo hogar con muchos retos en la vida. El día de hoy han sellado su compromiso ante nuestro Dios y ante los hombres; desde este momento, deberán compartir el respeto mutuo y las responsabilidades, bases fundamentales para sostener un nuevo hogar . Deseo agradecer de todo corazón a todos los que participaron en la boda, a los familiares de Ris, de Pollita, a sus amigas y amigos y, a quienes estuvieron activamente en la planificación y fueron el apoyo moral de ella en los días previos. Querida Hija te apartas de nuestro hogar, para formar uno propio, ¡esa es la realidad!, y es necesaria, necesaria, ya que está escrito: escrito: "Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne”, Estas palabras expresan la más profunda unidad física y espiritual del hombre y la mujer dentro del matrimonio. Pollita, ya que por cuenta propia elegiste este serio compromiso, se que vas a cumplir como una buena esposa, porque has crecido en un hogar, en donde se te ha inculcado, el respeto, las responsabilidades y todos los valores humanos que engrandecen a las personas de bien. A ti hijo, te doy la bienvenida a nuestra familia, eres parte importante de nuestras vidas y es tu amor a nuestra hija el único factor valedero para integrarte a esta sólida comunidad que te apoyará en todo momento. Por todo ello deseo brindar esta copa por la felicidad de los novios. ¡Salud!
