wis Biord EN BUC DL PSDO
Lws . frd e cnsdad e máxm repesnane de dnoada «Na qeoga» qua n eórca ada e Esds Unds 'a edads de Js añ ssna y e n nna ha · jcd sbre nea geecnes de aqeó g: Aunq Aunqee a Aqeogía t t ad des deros dnte s ús ne ñs n amé a, ua cnada n Ls R Brd es sn ebr rencd de fa unne p tds td s ss s s e eg gdo doss deacres. Tan en rg a t o n s l infrd dnb ls strs m" aente v y epelavs en ntepretón de ls das rqoóco n són ecsvent dealsta de són dell psd ppniend un pfnd enacó m dóa d scplna. b p ofce n nc de td ls inqeudes, tde y pio n penas de Bnfrd nte problema d étd en naleza mis de mtd inífco A pe de qe l ps · ne del u no han ad suamnte con e emp en cano oncept de cltr dl de plón del p n n g; lr e mdan lgnos lg nos teos y s c , nc, n c, eesos mds p Nea Aqeooí direi direi del et eto o pot redo d s ne ne es� na ads n paa es id cn ftafs y dbus de to ea p ser l s mderd , sn d la lr y amen de cntas h pui ad h ho l in neame Se ad adv v e e l n pr c c u up p ión ión ons ns: : t ·nie po si sif fc ado del egist egist rqu eoó oó--
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EN BUSCA DL PASADO
LEWIS R. BINFORD
EN BUSCA DEL PASADO Descifando el registro rqueológico
JO
F.
Colaboración Colaboraci ón editoria de CHERRY Y ROBIN TORRNCE TORR NCE
Trauccin castellna de
PEPA ASULL
EDITORIAL CRÍTICA
Quedan riguosamente pohibias, sin la autorización escita e los ttulares l copyrght, bajo las sanciones establecias en las leyes la repoución total o pacial e esta oba por cualquier eio o pocedmento, compendios la eprogaa y e tratamento infoátio y la istibución de ejemplaes e ea meiante aquiler o préstamo públicos.
. ª edición: mao de 1988 2 edicón abl de 1991 ª
Títuo oinal IN PURSUIT OF AST DECODNG T ARCEOLOGCAL RECO hames an Hudson onres Cubiea ni Satu © 983: Ls R Binf © 1983 póloo Con enew © 1988 de la tadución castelana paa España y Amrica Etoial Cica S A raó 385, 08013 Bacelona SB 84-723-3429 epósito leal B 104181991 peso en Espaa 199 ROE S A Receo, 2 08005 Bacelona -
Este bro está dedicado a la memora de Fa;os Bodes. En recuedo de as muhas hos en qu bomemos, dsutimos y dfrutamos ada uno on as opnones dl otro Nuestro ampo a peddo a uno de sus oaboradores ms destacados o a un gan amio Lamento proundamente no poder oí a répa de Bordes a este lbro
PRÓLOG La obra de Lewis Binford le conviere en el pensador ás preeinene de nuesra época en el capo de la arqueología. Su inuencia -nos hallaos ane el represenane ás aniguo y original de la corriene inelecual de los años se sena que sera llaada «Nueva Arqueologa» ha sido ayor que la de ningún oro escrior de ese siglo dedicado al conocimieno del pasado ás aniguo del hobre Al escribir ese prólogo, eno el privilegio de expresar la enore inuencia que ha ejercido el pensaieno reeado en ese libro en e desaroo de la «ar queologa procesual modea ya ue ofrece la oporunidad de denir más cla raene el lugar del hombre en el undo Para uchos la aracción ás obvia de la arqueologa es el placer del descubriieno desenerrar los perdidos esoros del pasado a avenura de realzar nuevos halazgos en ierras lejanas es uno de esos placeres Pero eso es sóo el [io y coo Binford pone claraene de anifieso en ea obra no es l�¡e ás iporane o ás ineresane de la epresa La area de la arqueologa no es sipleene «recoponer el asado coo si los frgenos y las piezas -los daos aeriales se pudieran encajar sin dificulad ya en el oeno de su erccin logrando as una iagen cohe rene; la area real és, por el conrio un desao y una lucha una lucha coni nua por consegu unas inerpreaciones que puedan relacionarse con los hallaz gos de anera coherene y usificable La eciación inelecual y la easpera ción- de la prácica de la arqueologa poiene de la ensión eisene enre la abundancia de la evidencia por un lado y las auénticas diculades que se plan ean al forular conclusiones seguras po el oro. Es una avenura inelecual ás gratcane que la era consecución de nuevos hallazgos ediane una eca ación coninuada Considero ese libro eremadaene iporane porque pone e anifieso con enore claridad -de hecho con ás aridad que ningn rabajo anerior que esa lucha por el signicado ha sido siepre y sigue siendo el desao funda enal de la arqueologa Sólo acoeendo esa lucha podeos alcanzar una coprensión váida del pasado priiivo del hobre y de los procesos que con iguraron su ansforación hasa el presene El bro tene adeás oro rio sa disino: se disua leyéndolo Lewis Binford es un hobre que vive su arqueologa con considerble inen sidad la loga de aerias pueden conider ·
EN BUSCA DEL PASADO
la tnoarquología -s dcir, vivir y rabjr ntr grupos contmporános de cazadorsrcolctors y otros grupos con conomías d subsistnci no occidn als hay campo par un ric y variad xprinci. Rcurdo prfcmnt l primra visia cadémica ralizad por l utor Gra Brtañ a la confrncia rquológica d Shild n dicimbr d 1971. Su comunicción s bsó la intrprcin d l vidci arquológic dl príodo Musrins Frncia (qu n sta ob s discu n l capulo 4). Fu muy brilan si bin dmsiado tcic n lgunos momtos. Pro n cas las nochs qu prcdiron i la confrncia cuaro d osotros ls pamos hablado sntdos alrddor d u s Las vlas qu hbía sido ncndi das al cominz d la ca iban cosumindos mntras w dscribí sus x icia tr o qumal unmiut ngun osoros ostb l á míima intnción movrs hsa qu un dspués d otra ls vlas s agoa ba hci las trs d la mdrugad ntoncs dcidimos dar d trabar Rcurdo stas inrsts y nimadas vld co gra placr porqu ían l cuidd d compri u quologí experimentada, u aruologí qu s ha vivido: dl ordn d las idas y d l cmprsió dl psdo a l matización mdiat la princia sobr l trro Es sntido d imdiz d l p rici prsol s xprsa mor mdit l palba hblad uqu cro qu quda rdo co sufici caridd muchos d los cpulos s lbo; d hcho la mayor par d los tomaron form como plabr habld como ya idican los diors su ota inroducoi Todos nosoos n l Dprt mno d Arquología d Souhampon fuimos gradmnt simuados y prndimos mucho d sus sanzs durn l otoo d 1980, cudo furon aborados stos cpulos Cro qu st ibro consrva gra par d la pro ridd ipulso y furz d azonmio qu s hiciro patts n l tao pr soal Pd lrs por tnto como una posición por par d uo d los rin cipls aquólogos dl mundo d lguos d s aspctos más importants dl trabao qu sá llvado cbo Qui lo la obtndrá nuvos conocimitos obr l ida dl hombr primiivo y crc d l vidcia n la qu dscansa utro conocimito sobr . La iporaci d s lbo no rsid pricipalmt n l intrsant po sició qu d l auor d sus proycts d invsigción Dscasa más bi su xpicació y mplificación d alguos d los principios dmntls d la Nuva Aquologí qu Biford h sado propoido dsd 1962 y qu ha inuido an significivamt muchos rbaos postriors l aspco más impotan r n cuta n la Nuva rquología o rquoloí procsual como s llamada hor qu la ovdad s ha dsvac do s qu pzó y n gran mdid coninúa plntdo ua sri d regunts crc dl psado humao Inicialmnt no coaba co u curpo órico cohr ést s u aspco qu a mnudo s h intrprado mal o más pro piamn dfrmdo y sólo lmnt d mara gradual y con dificulds s stá cofcciondo st urpo órico. ralidad la Nuv Arquología asum l cho d qu no hay un sisma fácil y lboado mdian l cul po dmos obr u coocimito vádo sobr l pasdo. l como Binford po
PRÓLOGO
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esudiosos desde algunos de los pades de la aqueologa ales como el geneal Pi-Rives y Osa Monelius hasa Godon Chlde o Wale Taylo han coni buido al desaollo de la eoa aqueolgica. uchos de ellos han dado la impe sión de que hab an logado esablece un modo coeco de pocede una seie de eglas con las que odíamos poegui «hace» aqueologa y econsui el pasado del hombe Peo Binfod ha insisido consanemene en que odava ca ecemos del modo seguo que pemia lega a econsucciones del pasado en coheencia oal con el aeial aqueológico disponible mediane pocesos fide dignos de infeencia s expueso puede que ese aspeco cucial no apaezca como una evelacin sopendene eo en ealidad es la idea fundamenal de la Nueva Aqueologa bllanemene doumeada en el apl 2. En do caplo se esme el e ciene libo de Binford Bones: Ancien Men and Modern Myth, en el que colo ca a nuesos anepasados humanos más aniguos en una pespeciva muy dif een e a la que esamos acosumbados stos aspecos son expuesos con gan cla dad y coheenia, de odo que ese volumen ofece una pespeciva sin paalelos de la lucha inelecual y el debae que consiuyen el auénco dama de la aqueo loga conempoánea CIN EFRW
NOTA EDIORIL Puede ser úti ai iector conocer alunos detalles de cómo lleó a ser escrto este lbro y tambén obre nuestra colaboracón en su produccón. Durante u ta a Europa (de octubre de 980 a enero de 1981), el profesor Bnfrd habló ante audencas de dersa índole, desde reunones masas a upos reducdos de pofesonale sobre su trabajo ya realzado y las nestacone en curso Tambén partó clae a aumnos no raduados y dcutó sus dea con estudante graduados y profeores unerstaros y tambén do confrencas ante randes audenca arqueológca. n toda estas ocasones la repueta ue etremadamente ntusasta A aquello de nootos que hemos tendo la suerte de haber sdo enseñados por Bnord no no sorprendó la cálda acogda que recbó: tene una ran capacdad para hacer «rer» el pasado para llear a la races de las controeas mportantes y para uerr apomacones muy ornales a los problemas metodolócos y teórcos que tene planteados la arqueologa Gracas a la presón de Coln Renew por entonces profesor de arqueolo a en la Unerdad de Southampton que ue la prncpal nsttucón que hos pedó a Bnfrd durante u sta) muchas de las conferencas ueon grabadas con Ja esperana de en un futuro poder reaar un lbo basado en una selec cón de las charlas ero las cntas eran demasado numerosa para er publcadas n una prea y extensa labor edtoral e mplcaba un eceso trabajo que Bnford no poda realzar en su totaldad osoto le conocamos ben éramos entuastas de su trabajo y de su ón general de la arqueologa y además ha bamo acuddo a la ayor parte de su confrencas dadas en Inlaterra or todo ello se no pdó colaborar en la frmdable tarea de convertr las cnta restrad a lo largo de dos docenas de esones en un lbro de nterés para el lego o el estudante no graduado y tambén para los arqueólogo pofeonales Nuestro debere ncales ncuan restrar las eone obtner (y en muchos aso realzar) transcrpcones de la cntas etablecer un ato coherente para el lbro y confecconar un teto a partr de las transcrpcones n prmer borrador muy prelmnar ue enado al autor; lo eó con é a uráfca en el erano de 1981 lo ordenó modfcó aros captulo (pncpamente debdo a su extensón) añadó ntroduccones a las seccone dos nueos captulos y notas a pe de pána y elecconó las lustacones n base a esta matea prma enormemente meorada edtamos la ersón fnal uestra prncpal tarea ue aseurar una coherenca y en cao necesaro plfcar en lo poble aque-
OTA DTORIL
(problema qe raramente se plantea en ss eposiciones abladas) a sido na tarea mco s larga de lo qe abíamos imaginado en n principio pero el placer de exainar literalente palaba por palabra los últios pensamiento de uno de los leres reconocidos en nuestro propio campo ha tenid s recopensa. inalmente emos creído conveniente dar a conocer las fentes originales de done proviene cada uno de los capíulos El capítulo 1 se basa en tres carlas radiofnicas emitias por la BBC en abril de 1981 y publicadas en The Listener (9, 16 y 23 e abril de 981). El captlo 2 fue originalmente presentado coo dos conferencias sobre la arqeología del aleolítico para clases de no graduados en la Universidad de otampton Los capítulos y 4 feron especialmente escritos para este libro; el priero incorpora observaciones e ideas ue surgieron del viaje de Binford a ráfica durante el verano de 1981 La transcripción de n seinario realiado en el Institto Albert Egges van Gien para Pre y Protoistoria en la Universidad de Amsterdam a sido sólo retocado levemente y conforma el capítlo 5. na confrencia dada en el Depatamento de Prehistoria y Arueología de la Universidad de effield forma el núcleo el capítlo 6 mientras e el capítulo 7 se compone de una serie e lectras presentaas al pblco en hefeld y Sotampton y e na carla dada en la Preistoric ociety de Londres El captulo 8 f ra parte e un seminario qe tvo lugar en la London cool o Economics como parte e na serie titulada «Modelos en Historia» organiada por Eest Gellner y Jon all, e inclye también parte de la disusión qe siguió a la conferecia dada en Ams terda Finalmente el capítulo 9 proviene de la gabación de na conferencia inf rmal dada a estdiantes no graduados en la Unisiad de otampton El libro creemos one de maniesto la enorme amplitud de intereses del ator En l se eponen diversos teas ue pueden satisfacer gstos arqueoló gicos y iversos, dese la vida de nuestros antepasados más antiguos y los orígenes de la agicutura a planteamientos sobre el desarrollo de la civilización o lo qe los arqueólogos gustan de llamar sociedades complejas Lewis Bn f rd demesta asimismo e la evidencia tiliada para estiar nestro pasa do, el registro arqeológico es co más compleja de lo qe mcos e noso tros abíamos imaginado y relaciona esta evidencia con n lenguaje antigo ue no a sido odavía esciado. El propósito de este libro y de eco de la ayor parte e la investigación de Binf rd, pasada y presente es encontrar ca inos para descirar este lengaje J F
CHRRY
OBN RRNE
AGRADECIMIENTOS DL AUTOR
Este ibro oece un amplio ebte sobre ueso oometo de pso y os tetos rezos pr opreer mejor E é expogo gus de ms propis experes quiris o rgo e mi rer omo etógr oo estite e ompo�tmeto im y omo rqueogo Deo grde er tos ques persoás que h heho posie mi trjo y que me h mo sgio Coretmete este bro ebe su existe s presioes e oi Reew obi Toee y Joh hery Ests tres persos, ms que igu otr me istro gbr ms oferes europes y que sier e bse u ibro; os tres h sio isbes e su poyo imo e sistei pr que est obr puese ser ev térmio Nu por greérseo bstte urte mi esti e Europ o ee ve Gmbe y Kvs sborg me guiro oigiero y euro e e i iteetu europeo por est us estoy muy greido estos bueos migos E vie Europ hzo tmbé posibe u mrvos om o eise y Fros Bores víspe e Año Nuevo e 1980. Fue u grbe vst pero esgrime te ib ser útm ve que viese Fois vivo Por est oportui estoy tbi e eu o ms rioes europeos omo meioo e e Prefo e este ibro hgo refre u osde rbe ti de ivestigió o termi u iportte pte e u e lev bo o estimu urte u rvioso vije Sur e e vero e 198 (resto e u vitó pr r u seie e oreis e Uiversi e E bo) E e urso e vist uve grdbe opor tu e her u ije re e río Nossob e e Norte e Sur; urte u oto peoo e empo omprt s expees e os turis ts Gus y Mrge Ms que se ei hitumete estuio de s hie mié tuve e piviegio e eotrrme o e oor K. ri oo o s otors E zbeth Voigt y Eizbeth Vr (e rsv Museu) y pue vistr os yimetos e Kromri Sterkfotei y Srtkr de mo e os gus que ejor os ooe e e muo hr Kei y e equ po e South i Museum e u e E bo hiiero posibe ue es tuise s oeioes de fu existetes e iho museo iuyeo s de mportte ymieto de esembour de ro Kses (sobre s que espe ro presetr u trbjo próxmete) Miss Sh e South Museum fe e guirme rvés e oe e otogrs mte
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GRDECIMIETS DEL AUOR
Con seguridad en este liro quedarán reeados los esferzos llevados a cabo por las nuerosas personas que hicieron posile i ae aicano. Hay que destacar en pier lugar a John Parkington que organizó el viaje y e ayudó en tantas oasiones durante i estancia en Suráica a John le estoy ver daderaente agradecido por una de las experiencias ás excitantes de i carrera profsional Aqu en Abuquerque, diversas personas han contriuido a elaborar este liro Debo mencionar al equipo de la nstructonal Media Ofice de la niersidad de Nueo México, con el ue he colaborado estrechaente durane la realización de as copas otográficas de is dibuos y que han logrado ipresio nes tan agnfcas a partir de is diapositivas y negativos El Departaento de ntropología de a niversidad de Nuevo Méxco coo siepre, apoyó i in estigación en particular subencionando gran parte del traao otogáfco y proporcionándoe un ayudante que colaoró en a preparación del anuscito y en otras investigaciones Mis ecanógrafas Martha Graha y Signa aalde realiaon un gran esero para lograr un uen anuscrto Diersas personas han apoado tografías para publicar en este lir Charles Asden Ji Chishol Iren de Vore Pat Draper, Diane iord, Robert Hard Susan Ke John Lanha, John Parkington dward Santry Olga Soer y Noran Tindale n el texto consta el nore de los autores de aquellas fotogaas no realizadas por el autor l traajo de estas personas ha peritido eorar este libro y les agraeco a cada uno de ellos su cooperación Ia llen Mors dibj las reconstruccones de los odos de vida del hobre aniguo (igs. 2 5 y 16) as coo la iaginativa reconstrucción del «Jardín del dén» (fg 18: agradezco enoreente su ayuda y talento. Para naizar, eo recalcar el iportante papel desepeñado por obn Torrence y John Cherry en la producción de este ibro Reisaron la transcp ción de las cintas y la priera conversión de la palabra halada en anuscrito. Una vez hube reelaorado estas transcriciones trabaaron duraente para edi ta i trabao y sus sugerencias acerca de la ra de reorganizar la obra die ron sin duda coo resultado un producto eor No hay palaras adecuadas para expresar i gratitud a Roin y a John LW R
BINFD
PREFACIO Este libro está ormado por las transcripciones revisadas de una serie de con rencias dadas n Grn Bretaña y Escandinavia durante el otoño de 90 y ls primeras semanas de 1981. Las confrencias estaban planeadas para lograr una serie de objetivos, pero sobre todo pretendían arrojar luz sobre temas en curso de investigación es decir que versaban fecuentemente sobre mateias que es taba investigando o ideas en proceso de maduración y que todaví no había de sarrolado lo suficiente para pode ser presentadas en un artículo o monograa. o signica que esta obra al igual que las confrencias antes mencionadas no presenta los resultados de una investigación y pensamiento completos sino que se trata más bien, de una especie de ensayo sobre los avances conseguidos en diversos teas incluyendo también mis opiniones sobre el trabajo de otros nvestigadores De todos es sabido que los arqueólogos publican los resultados de una investigación mucho empo después de haber concludo los trabajos; por otro lado el estímulo que proporciona la discusión e intercambio de ideas -que consituye el acicate de la investigación normalmente tiene lugar entre un grupo restringido» de amgos y colegas y raramente sobrepasa estas onte ras antes de la aparición de las tardías publicaciones sobre el trabajo acabado Por tanto las conferenci tienden a rellenar l vacío existente etre la excita ción que proporciona la investigación en curso y la poca atractiva tarea que im plica el preparar la publicación «inal» Espero que al dar a conocer m pensa miento e investigación actuales pueda compartir parte de esta excitación, de ma nera que otras personas se vean también estmuladas por el atractivo de trabajo no acabado He intentado oecer la inormación suficiente que permita mostrar lalínea seguida en la prosecución de algunos ronaentos aunque general mente no presento conclusiones»: de hecho en algunos casos no estoy todavía segro de cuáles serán Mi actitud acerca del abajo de otros está naturalmen te condicionada por mis propias experiencias e intereses actuales pero a pesa de esto he intentado ofrecer una espece de estado de la cuestión» respecto a ciertas áreas de la invesgación Hace algunos años perlé un programa e investigación de largo alcance proponiendo que los estudios sobre los restos de funa, sobre el uso organiado del espacio y sbre los sistemas ecológcos fesen considerados los más rove chosos para el desarollo de una teoa explicativa en aqueología2 La mayor
PREFACIO
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prourar almento. En esta publicaión utizo algunos de los resultados de estos estudios, anqe centro la disusin en el anáisis espaial en términos de nes to conocimiento sobre la variabilidad existente tanto en ada no de los yai mientos omo al comprar los yamentos entre s Cada no de estos aspetos no de ellos asi naizado y el otro en proeso de investigación, están a la espera de nevos estdos eológios Ello ondiiona mi programa de investiga ión a largo plao ya e considero ue se trata de un aspeto interesante y por tanto digno de disusión Las conferenias no son sino na serie de apntes y valoraiones crítcas so bre e trabajo en crso y en alunos casos, su enue e variado considerabe mente en respesta a mis apreiaions acrca del arcter de la adiencia Casi todas ellas feron pronniadas ante grupos muy diversos y on diferetes nive les de familiaridad on la areología y la prehistoria Otro aspeto a resaltar son las derenias ue observé entre los prosionales presentes en la adiencia Me sorprendió la diversidad ue existe entre mis olegas europeos tanto en lo e respeta a sus intereses omo a'la importania ue dan a la investigaión e se leva a abo fera de los mites de sus campos de estdio partiulares El echo de ue en diversas regiones del Norte de Europa los depósitos paleo ltios sean muy sasos o no existan motivó ue en algunas confrenias la atenión se centrara en la areología agíola y protourbana aunqe esta pre frenca no fese tan a arente en las reniones en ue asistan prehistoiadores del Sr de Eropa o Aica Igualmente observé e los arueólogos interesa dos en la investigaón de la Edad de la edra se dediaban preferentemente a nvestigar los restos rocedentes de yacimientos mesoltios es deir los sb produtos del hombre plenamente moderno pero todavía preagrícoa Enonté e mis dissiones sobre los problemas de método -reeados en las partes I y II de este lbro ean consideradas o bien irrelevantes para su trabao o de interés sólo a casa de s preopaión (pramente aadémia) or el uste rense o el Paleolítico Inior e sorprendió este tipo de reaión aune ciertamente, abría obtenido na respuesta similar por parte de un grpo de reólogos del Nevo undo ue investigasen sobre los peodos Arcaio o de la Cultra de los Bosues de Améca del orte Por todo ello he intentado presentar en este lbro las dissiones acera del ombre antiguo y del Muste ense en témnos de metodologa, ya que onsidero qe interesa a todos los arqeólogos a margen de los perodos de tiempo en e se entren sus inves tigaciones pariclares Me sorendió también la cantidad de gente que pareía no estar amiliari ada on la bibloraa etnográa de soiedades aadoras y recoletoras as dissiones sobre los restos arueológios de los pueblos aadoresreoletores normalmente adolean de una arencia de inomación adecuada y estaban ba sadas más en deas romántias ue en una comprensión genina derivada de testimonios de pimera mano Por esta raón utilié mchas diapositivas ue permitieran ilstrar is experiencas entre los caadoresreoletoes y mostrar la manera como as oblaciones nómadas «maran» su medio on restos aqeo
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EN BUCA DEL PSADO
no es nevo para los arqeólogos- parece que no se le ha prestado la s fciente atención y raramente ha sido tenido en cuenta al interpretar el regstro arqueo-
lógico Qizás esé exagerando el tema pesto qe, ciertamente el inters de la maor parte de los arqeólogos presentes en las confrencias no se cenaba en poblaciones nómadas; mis conferencias or tanto pudieron interpretarse como na especie de tarea msionera digida a resaltar algnos de los interesan tes problemas qe planteaba el mtodo inferencia! qe se hacen patentes al aplicarlos a los peblos cazadores y recolectores. Muchos europeos paiclamente los escandinavos qeían qe hablase de la Neva Arqueología pero es interesante resaltalo s conocimiento no se basaba en la ncline qe apntaba en ms pblicaciones aparecds desde 1969, sino en los argumentos contenidos en los tabajos de Fritz y Plog 3 tam bin de Watson LeBlanc y Redman4 Tengo la impresión de que la maor parte de los estdiosos eropeos consideran estos trabajos como una rama ingenua del positivismo n intento de adoptar n sistema losóco para la arqueología motivado por el deseo de llegar a ser «científico» o por algún extraño impulso americano de medir las cosas» Reconozco que s difícil vender na serie de tácticas si el objetivo la teleologa no está claro� si no se me dce dónde vamos no pedo evaluar la sgerencia de ir allá Qás mchos de los programáticos de la Nueva Arqeologa se eqivocaron en este sentido y algnas de las reac ciones negativas estn justifcadas En respuesta a esta reacción he intentado organiar el libro en nción de argmentos basados en el ejemplo poniendo de manifiesto la natralea de los problemas arqeológicos originados en los dierentes doos de la invesga ción A smo tiempo he intentado aunar estas diferencias ante la necesidad común a toos los arqueólogos de mejorar nestros mtodos de infrencia No discto especíicamente las conclusiones epistemológcas sino úncamente las más práctcas y que considero más oportnas Si el lector aprecia este matz, comprederá que inevitablemente de ello se deriva na complicacón en las conclsiones epistemológcas Esto más convencido que nunca de qe el secre to para el desarrollo de la ciencia arqeológica estrba en la profndizaón y experimentación de las estrategias epistemológicas. Pretender que se adoptaran tácticas positivistas concretas era quizá prematuro y mchos arqeólogos no lo graron apreciar las razones de tal pretensión En esta obra intento poner de manesto -a travs de na serie de ejemplos discrsivos la necesidad de na autntica preocpaón por la epistemología Parece que en Europa hay dos pos de arqeólogos claramente difrenca dos: los especialistas tcnicos qe representan la iencia en arqeologa5 y los «lósofos sociales (estrcturalistas, maristas mofogenesistas etc) Este libro pretende sugerir cómo los dos tipos peden anarse crear una cena genina de la arqueología No es mi intención decir que estos dos tipos son eclusivos del Viejo undo los dos están presentes tambin en Amrica del Norte a diferencia estrba en que en Amrica del Nore el contraste se hace patente entre el duro arqeólogo de campo que discte sobre la fera del
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PRFACIO
(por uerte, en el Viejo Mundo e obeva mucho meno macimo aocado a la aqueologí; tnto lo epecalita cenco como lo lóofo ocale etán má ntereado en lo reultado ntelecale ue muco de lo «hombre de campo» del Nuevo undo). Lo defenore de la «cienca en arqueologí» tan corente en Gran Bre taña conderan al parecer que el dearrollo de lo método por nfrenca depende en prncpo de otra enca Éta e la razón de que e realte el papel de la ooarqueología la geología o de cualquer otra dcplna que traba je al eco de la arueología En ceto entdo ete raonamento e acer tado: la teoría y explcacone de lo feómeno obervado y que han do desarroada en otro campo pueden certamente utlare como ae paa la ferencia arueológica Con todo ecuentemente no encontramo con que la inerenca obtenda de ete modo no on quiá ni útle n adecuada para la olución de nueto problema arqueológco El reultado e que e ha pro ducdo un dearolo contante de uno poco ubcampo que tratan o reto arqueológco bao u propo euema n que ello implque necearamente el avance de la caua de la arqueologa En tae cao la evidenca arqueológ ca termna por erir a lo objetvo de otra dcplna un ejemplo de ello e oberva cuando la dvericación de la cría del ganado dométco oveja y ca bra e etudia en trmino puramente oológico y el arqueólogo e ve oblga do a bucar el contexto adecuado que le permta adaptar el trabajo del ooar ueólogo a u propio etudo Eactamente éta e la concluón ue me leó al etuo de la fauna y a la pubcacón de lo bro Nunamiut Ethnorchaeology 6 y Bones. El centíco ubdao penaba nunca realará la nvetgacón necearia que permta re laconar lo reto de fauna con la nterpretación de la ocedade humana del paado Tale centco erán capace como mámo de dearrollar técnca que permtrán nterpretar poblacone de animale antigua8 pero por degra cia u reultado erán dudoo al carecer del conocmento neceario obre lo proceo de rmacón aueológico9 E de eperar que úncamente lo ar ueólogo erán capace de realia la nvetgacione pertnente para lograr lo objetvo arqueológco al margen de la ayuda que puedan prporonar le la cencia auxliare10 reo que la mayor parte de lo aqueólogo e han percatado de ue la cre dibldad de una nferenca obre el paado e tan válda como el cnocmento en el que éta e baa ambén abemo dede hace mucho tempo que nuetro conocento obre alguno fenómeno e má egro que obre otro topher Hawke 11 lo reconocó mplíctamente cuando en 1954 proponía u «e cala de abldad en aquelo domno en lo que el conomiento y compren ón e uponín relatvamente eguro la infrencia era coniderada mucho má cómoda El neo fndamental ente la «arqueología tradconal» y la llamada «Nueva Arueologa quedó ben lutrado en una conerencia a la que tuve el prvlego de atr durante m etana en Suthampton El conferenciante era el dtn gudo arqueólogo M J. O'Kelly artíce de a ecavacón del mportante yac 7
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ge, qué aspecto tendría en su época e incluso sobre qué sucesos pudieron mo dicar el registro arqueológico hasta conseguir la aparencia observada en el momento de la excavación. Todas estas inferencias haban podido efectuarse gracias a la conexión establecida entre las observaciones arqueológicas y los principios y leyes causales tomados de la mecánica de la física y de los campos relacionados con la ingeniea aplcada Sin embargo era interesante su renuen ia a considerar la naturaleza de la sociedad en la que el yacimiento haba fn cionado ¿Cuál era la razón de esta actitud? La respuesta puede ser simplemen te que no existen pcipios fiables o teoras de la cultura y la sociedad a las cuales el prof sor O'Kelly pudera apelar para usticar las inrencias realiza das a partir de sus observaciones o que pretendo sugerir aqu es que os arqueólogos no pueden depender de otrs campos para desarollar los principios necesarios que les permitan hacer inferencias fiables sobre el pasado: ellos mismos deben desarollar una ciencia de la arqueologa ;as tácticas empleadas por los lósofs sociales representan el extremo opuesto3 Estos defensores de puntos de vista diversos (marxista estructuralis ta materialista idealista etc) creen que sus posturas favorecen la comprensión e inteligibilidad del mundo14 Frecuentemente usan el registro arqueológico para progresar en sus postulados mediante lo que yo llamo «argumentos acomodati cios post hoc», es decir consideran el pasado como «conocido» en cuanto que coincide con su tendencia filosóca particular o con su posición adoptada Per ecuentemente tales argumentos toman la forma de flacas silogísticas Ello queda quizás relejado en una experencia que tuve durante mi estancia en In laerra on motivo de la invitación a dar una conferencia en ambridge presenté una cota ntrodución hstórca de las ideas metodológicas que apareceran posteriormente publicadas en el libro Bones15 y participé también en un colo quio organizado principalmente por estudiantes de Ian Hoddr Esta «dscu sión» empezó con la lectura a cargo de dos estudiantes de unos trabaos en los que se acusaba a la ciencia a la arqueología y a mis propios escitos de contener un an número de deciencias nfracciones e ncluso felonas intelec tuales (por eemplo Hodder me comunicó que una importante deficiencia de mi trabao entre los nunamiut era el hecho de que no haba preguntado a los esquimales sobre sus actitudes respecto a la basura6 Después de escuchar du rante largo tiempo me legó el turno de responder al obvio desao Qu dice a esto prf sor Binford ué podía decir? a mplicación era clara yo hab sido complaciente e incluso simpatizaba con muchas de las deficiencias del regis tro arqueológico citadas ntenté sugerir que quizás algunas de las acusaciones estaban mal planteadas no se podan apcar a m trabao o simplemente que eran falsas y equivocadas Mis protestas o bien feron acogidas con risas por considerarlas obviamente incorrectas o bien atacadas porque haba considerado que vaias de las críticas no tenan fundamento Este incidente ocurrido en ambridge es un eemplo de una orma normal de argumentación utliada por los lósofos sociales prmer se pregunta a la
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dan como resultado u eniquecimiento o pogeso intelectual Esta manea de proceder es una espece de ejercco sin ecursos sobe la alacia de determinada elación causa-efecto que se da con fecuencia entre los polemistas con una orientación osóca, y enta en contradicción con aquelos que buscan el po geso de la ciencia arqueológica. Los alsos silogismos son por tanto corientes y lo son también otas tácti cas cuestioables usadas por los «lósos» Por eemplo con ecuenca abogan por el uso de un lenae particular que si se emplea adecuadamente pemite Ja compensón d undo seún su poscón osóca pacula Esta prctica es naturalmente tautológica peo las tácticas de los lósoos sociales no son cntíicas En contra de esto postulados está la epistemoloía cientíica que en un pincipio fe utilizada como un medio de evaluar las ideas mediante la objetivación de las descipciones de la realdad17 Este lbo trata de cmo da mos sentido a la expeiencia aqueológca y de la ma en que hemos y estamos usando tales eperiencias una vez convetidas en testimonos signicativos del pasado paa que os pemitan exploa dicho pasado y valoa nuestas ideas acerca de él Si emago la losoa sin la ciencia es simplemente cultura y la ciencia sin la losoa es una convención estéril Por tanto debemos integrar las dos apoximacioes porque entocs y sólo entonces seremos capaces de cea una disipna productiva que contribuya al crecimieto acumulativo de conocimiento
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DESCIFRANDO EL REGSTRO AQUEOLÓ
NCI DE LA ARQUEOLOGÍ
Hac algún tmo, n autobs un sñor d dad rguntó qué haca. Yo l j qu ra arquóogo É rpcó: «Eso d sr maravllos orqu o nco qu s ncsta ara tnr to s sut» Tuv qu convncrl d qu su unto d vsta sor la rqueooía no ra m É n l qu arquóogo dsntrra asa>) q l arquólogo con éxo s l qu dscubr algo qu no s había sto ants qu toos los arquóogos pan sus vas yno un ado a otro con l n ralzar dscubmntos spctacuars Es ta una conccón nustra cna quzás aproaa ara l sgo XIX, pro qu no s austa a a naralza a arquología ta coo s ractca hoy n ía al mnos n los térmnos n los qu o a cobo n st caulo quro icar por qu cro qu os aruólogos son algo más qu sls scubdors. Como uchas rsonas cabalro autobs saba bastant quvocao al crr qu arquólogo scubr asao El regsto aqueolóco está auí on nosoos, e pesene. stá alá ntao con muchas osbda ds d sr scubto a constrs una nuva carrtra; s una part mpor tant nustro uno contmporáno y las obsaons qu hacos sor é stán aquí y ahora son nustras contmornas No son osaons di rctas qu sorn dl asado (or o caso un storaor qu mana nacón d u dao sgo xv scrto or l autor n s poca Los hchos obsaos l rstro quoógco son actuals y or sí smos no nos nran acrca asao. rgso arqulógco no s comon smoos paaras o conctos sno d rstos matras y dstrucons mata o moo or ntnr su snto -o co ora foma la anra n qu oos ponr rgsto arquoógco n alaras s arguando cóo gaon a str sos maras co s han odcao y co adqurron as caactrstcas qu vos hoy sta coprnsón dn d una ran acuulan conomntos qu raconan as actvads huma nas (s cr a diámc) con as conscuncas d stas actas q pu dn sr osab n os vstgos matrals (s dcr a sáca n ra
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EN BUCA DEL PASDO
lenguaje no aducido, algo que necesiamos «desca» paa i de las simples amaciones sobe la maea y su clasicación a aseveaones de inteés behavoísico sobe el pasado. As pues el desao que la aqueologa planea consiste en la tanscipcón de manea eal de a infmación esáca conenida en los estos maeiales obsvables paa econsu la dináca de la vda en el pasado y esudia las condcone que han hecho posible que estos maeiales hayan sobevvido y lle gado asta nosotos Ese desao ue sienen mchos aqueólogos es enome y nada fáci de anta poque ege de nosotos una meo compensón de nuestas popas nteaccones con el mundo maeal Después de todo aa mene pesamos atención a la manea en que nuesto copotaento puede odifica nuesto conexto matea y dea huella sobe lo que sucede en nues ta vda ctdiana; simplemente no conempamos el mundo dede esa pepec� va Sin embago el aqueólogo debe pepaase paa haceo as Debe llega a neesase po asuntos basante ulgaes: ¿Cómo dspone la gene de su basu a? ómo deciden que un insumento esá gasado y si necesan compa uno nuevo? Cuándo consdean que algo ya no es útl y debe se sustudo o e lado con oos fnes? La nfmacón sobe esas decsiones decsiones que modican la ma y odenacón de los obetos aeales es fundamenal paa os aueógs e epean sr capaces de desca y eer» e egisto a queológco en énos de aqueos aspecos del pasado que les neesan ómo odemos enfenaos a ese desao ¿Podemos empeza a loga nuestos oetvo smplemene ecavando más yacimientos descubendo nue vas cosas como supona el hombe del autobs? Mi espuesta debe se un o undo «O» Si (como sospecho) la mayo pate de la gente encuenta esta es puesa sopendene es poque imagina que los aqueóogos sólo excavan yac mentos no aben nada aceca de l tabaos de nvesgacón que deben lleva se a cabo paa ayuda a descalos Qué sugeencias pueden hacese? Los métodos de la hsoa o de las cencas natuales o de cualque ota discplia son apopiados paa los poblemas que planea la aqueologa? La pmea dea que echazaíamos es la de que los aqueólogos son smple ente hstoiadoes especiales qe aaan con desventaa es deci histoiado es que no tenen egisos escios ebe ecnocee la dfenia ndamental ue este en e ipo de daos ulaos po as dos discpinas Los hstoado es sea cual sea su inteés especco en el pasad abaan de una ma u ota con los egisos escos cóicas caas daos o cualquie o ipo de egis liteaio del pasado qe haya sido ealiado ntenconalene po una pesona paa ansmit nfmación Sin embago como todos sabemos las caas pueden ebellece la ealdad en la pácca ls escioes de daos esciben a menudo paa un futuo leco desconocido odos los egistos buo" cátcos son muy susceples de alteacón debdo a ineeses pesonales l he cho de que la gene no sempe es honesa enena inevablemente al hisoia do con el poblema de compede los movos que pueden habe movdo a os ndiduos paa eva a abo un egiso esco del pasado n cambio los
DESCIFRANDO
EL REGSTRO ARQUEOÓICO
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traño realmente agna que aguen en el pasado hubiese deformado deliberadamene es pequeo fagmento del regisro arqueológco para sus propósios particulares o que hubiese ocado lo que aba arojado como un medio d comunicacón con algen del futuro. Con ello no uiro decr nauralmente que el oe no use las cosas ateriales para counicarse Las ropas o as joas que llamos refean nuestro stau u otros spectos propos; si un hombre es polca o ombero os lo indca el unorme que llea pues éste prporcona una informain uy especca sobre su trabao Pero aunque las cosas ate riales generalmene couniquen inomacón codcaa, raramente son codcadas con propósios de engao. El arquelogo trabaja con un tpo d material my direne al del hstorado al menos desde el puno de vsta de los siste mas simbócos de comuncacón que el hombre utliza Agunos hisodores hn popueto que el mejor méodo para ifrmarse acerca del psado es la empata1 es ecir imaginar simplemene qu accioes o crcunsanas llevarn a las condiciones obsevadas Por ejemplo puedo en contrr un ogar rodeado e piedras con carbón en el cenro y huess roos y piedras a un lado. En ese caso me digo: «YO so n hombre Si estuiese sen ado junto a un hogar ¿qué podra haber heco para que las cosas se queden co las e aora?» En esas condicones poda ser capa de plantear una sere de supests acerc de qu or en e psdo. Pero eborr esos su uesos es slo el prmer aso y precsa de una mene mainaiva dl conoci ento acuuavo de la relacn enre el comporaento huano y los oe os materales. Mucho más mportante es cómo evlua esas ideas ómo sa bemos que no exisieron oras circunstancias qe tviero ugar en el pasado y puderon asimismo haber producdo los modelos qe obseamos en el regsro arqueolgco in la meodologa adecuada para evaluar las ideas sóo tendre os las manos libres para generar onones de toas sobre el pasdo per careceremos de medos para conocer su eacud ¿No será acaso el meor medio pra enfenarns al desafo seguir los pasos de los que ns peceeron al y coo sugieren algunos arqueólogos es decir adoptar por jeplo los todos de las encas sociales La sugerenca es se ducora Per deberíaos recordar ue las cencas socales se desrrollaron para raar la dinámica socia Los aruelogos como a he enfatzado no ob sevan ecs sociales obsevan ecos maeriales odos eos conteporneos y por ao los procedienos e as ciencas soales en la rcica son napropiados para la arqueoog La arqueoogía debe enfentarse con la natu raeza de los daos que emplea y con la singularidad del desao cómo acceder desde el presene al pasado. Lo que se necesa es na cenca de gio ar queológico qe enque los problemas especiaes qe surgen al traar e uilar este registro ar conocer el psado Si no somos realmente istoriadores ni cientcos sociales, qué podemos decir acerca de los moos de las cencas naurae Ésa es una sgerencia bastane ms adecuada porque enre los cienícos narales no se espera que los hecos qe se obseran «ablen por sí mismos Los sicos, uímcos, bó logos, etc, no maginn que las relaciones obsevadas engan un seo qu
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N BUSCA DEL PAO
s ú a inpraón dada. Sguramn, ésa s a posión n a qu s unra arquóogo: nprar os hhos aruoógos (auals) qu ob srva y ugo raar d vauar hasa u puo su maen d pasdo s ajusa a a raidad Es por sa razó u smpr h afmado qu a arqooga dbra adopar o mtodos d las ínas nauas2 o as ias nas q onoz qu pud audar a arquóogo n su spia y puar ima: disponr sóo obsaons auas sob mras uya gnss s inas ub a ravs d a obsvaión. ¿Qu impiaons in s hho n os prodimnos u sguios a avar un yamno? ¿Nsiamos prouarnos sobr signifado d os sos arquoógos ans d xavaros? i s as ¿inur so n os rsua dos d a avaó Cramn aruóogo oo dscbo b sar proupado por sas usios Nauramn no sabramos nada ara d psado si nusras nrgas sviran nramn ddadas a dsaroar ua pra modooga d invsgaió y aasramos n rgisro d os h hos arquoógios d pasado Por oro ado ampoo saamos más ra d onor pasado si uvsmos un rgsro arquoógo ompo y nigún modo d dar sndo Obviamn os dos aspos d a invsgaón ar" quoógia db dsarroars onuam pro so s ms fi dro q hao. Podmos avar n so s onar on a modooga sara qu nos prma nrprar as osas qu obsrvamos; o podos var a abo a sva nvsgaió modoóga onraos qu a avar un aimo as osas qu nsamos obsrar jusamn o sa A m nudo s oy a os arquóogos dir «X s un ório o Y s un hombr d ampo» o ar qu «ano d a ava muhos yamnos oan pro no os inrpra uy bn nsa ara a arquooa s basa n a sidad d u rimno quirado nr dsarroo d as nas u os pm har nfrnias aas ara d pasado y a razaón d ob srvaios arquoógas qu nos proporonan marias d raó No ro qu s puda avar un yaino orramn a mos qu spa os ambn qu poa pudn r os dao avados para ograr n rnias sobr pasado Por jmpo si y o onos as nas d daaón por radoarbono3 no dra snido u osrvara arbón d una ava ón sóo uando s q ansis d musras d arbón sin onamiar pud dar ua mdda indpdin d impo ransurido m dy una d a sidad d rogr s maria y d rgisraro uidadosan n rsu· n as bunas nas d avaión dpdn d ooimno d os ss mas ponas d har nrnias ara d pasado Po as popas nas d avaón so as q onnuan os van a u mayor y variado n mro d rmas d ivsigaó modoógia porqu simpr onramos osas qu o ndos y qu nos inrsan osas qu gn una ayor n vsiaón ans d qu podamos uiiaras para ar irnias sobr paado Por ano a arquooga s una dspa inrava qu no pud rr
DSCRANO RGISTRO ARQUEOLÓO
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en certos teas. La autocrítca conduce al proreso y es por sí ms un desa o que el aueólogo quizá sólo copate co el paleontólogo y agún otro cen tífco cuya preocupacó últma sea hacer nerencias sobre el pasado en base a datos actuales La arqueoloa no es un campo ue ueda estdiar el asado directament, puede mitarse sólo al descubiiento como sugera el hombre del autobs Por el cotraro es u ampo enteramente depedente de las inferencias sore el pasado a pair de cosas encotradas n la actualida os datos arueoógicos esgracaaente o son edentes or s isos. ¡Mucho ms c sera nuestro trabajo si lo feran! ANIZR EL PESET SV A PAA
Todos esamos flarzados c el cché de e estudaos e pasa paa conocer el presente Quiá no J esteos tanto con la idea de estudia l esen te para enteder el pasado Al meos ucha gente parece no coprender muy bien el heo e que os arquelogos ayan a viir co los aborgenes australa os 4 o que sgan a los bosqumnos Kug en ss caceras 5 Éstas o son excamente el tipo de activdades que se suponen propias del arqueólogo. Pero desgraciadaente, muchos de osotros estaos ocupados cas po copleto e estas actidades al menos durante alguna fse de nuestra caera n efecto cluso en lo Estados Undos n la odea cudad de ucson zona este u poyecto drgdo a estudia las práctcas de poduccó d basuas de los actuales habtates de la cuda;6 los arqueólogos paseando con os asureros El hecho de que tales práctcas se lleven a cabo creo que es u síntoa de que el campo de la arqueología se etá aplando y hacendo cada ve má sostcado Como esultado, la arueología debería estar en condcioes de oecer al udo una nocones de nesto psado ás claas y estiulantes ue las ue uca ates haba sdo capa de proporcionar. El regsto arqueológco, como ya he enconado, es un enóeno conte poráneo y as observcoes ue hacemos sobre él no so aaone <stóri cas» Necesaos yacmetos ue conseen elementos del pasad pro de igual maner teneos necesidad de iseto teóicos que den sentdo a esos eleeno uando se encuentran. Identcaros xactaente ecoocer su contexto en el pasado depende de un tipo de inestgació que no puede ser 1evada a cabo a tras del restro arqueológco úcant. s decr s ntentaos iestigar Ja relacón estente entre la stática y la dáa debeos sr caaces de obsear ambos spectos smultáeamente y el nco lugar don de podemos obsear la dámica es en el undo actual aquí y aora Voy a ar un eeplo tpo de allago muy común que ctúa los aueólogos so los strumentos ltcos Para obteer un meo cocient del contexto e el que los hobres hacían usaan y dsponía de nstrmentos ticos sera lógicaene mu útl obsear peblos qu los usen Éste fe el tvo que e llev al desierto central de Astraa hace varos años con el n de real trabaos de capo entre un grupo de gente que conocía este tipo
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EN BUSCA DEL PASDO
e estas gentes (la ináca) con las consecuenias e este compotaiento vis to a tavés e la distibución, iseño y moiicación e los instumentos e piea (la estática). Pate e este trabajo se escibe bevemente en el capítulo 7. M obetivo ea estuiar la estátca y la námica en un contexto actual Si lle gásemos a compenelas en toos sus matices, contaamos con una especie e pea Rosetta: un sistema paa «esca» lo estático pasano e los istu mentos íticos encontos en un yacimiento aqueológico a la via que evaban las gentes ue los eaon all os nexos ente lo ue encontos y las coniciones que ieon luga a su poucción sólo pueen estuase a part e puebos actaes (g 1). Yo he tabaao sobre este poblema on los nunamut un gupo e esquimales, caza re e abú en Alaka7 y con os navaos, ue son pastoes e oeas en el Suoeste aeicano;8 y tengo vaios estunte tabaano ente los·osquia nos !Kung en el Sur e Áica Toos estos tabaos e campo están planteao con la nala e poe estuiar e maea iecta los nexos ente las osas que encontamos como aqueólogos y los iversos compotaientos que ieon como esultao la proucón oificaión y isposición eventual e estas co sas 9 La aueoloa exeimentl 10 es otra área e investiacón en la u el pe sente es usao aa servi paao, o el obeto e popocona oseacio nes para la exacta inteetación el egsro arqueolóco Una gan pate e este métoo e tabao fe nicao en Gan Betaa Compene la eceación expermental e sucesos o pocesos que sabemos ebe habe ocuo en el pasao paa bsea cuál haba sio e esultao arqueológco Po eemplo, si una casa se quema 1 1 y la eoión e sus estos tene luga uante un lago peoo, ¿cul seía el esultao que verían los aqueólogos? De qué manea e habran iao la estuctra orga su otno on pobemas que poemos aboa a tavés e la expeimentación a nvestgacón en este sen tio nos pemte evaluar hasta ué punto poemos acepta lo que vemos como iectamente efeible al pasao o como lgo eomao e maneras vesas po los pocesos intemeios Oa e las ventaas e la expeintacón es la posibla e epouci las téccas e los atesanos antiguos, es ecir, apen e a ace instmentos e pea,12 ceámca y otro proucos empleaos en las tecnologa pehisórca y ap os nuevos conocentos a situacones i entes e a que nos permitan soluciona poblema este tio e tabao puee contribui a un mayo entenmiento el restro aqueológco eo que estamos en conciones e aima que los arqueóloos empearán a emplea estos métoos expermentales con mayo ecuenia e l que lo han hecho en el pasao cuano empiecen a se conscientes e que el meo hecho e encon a n obeto carece pácticamete e valo s no se le puee evesti e con tnio os ocumentos histócos consttuyen ota ente impotante e nfma ión, que sólo ecientemente ha empezao a se utiiaa po los aqueólogos
DESCN EL RITRO ARQUOÓO
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Birho
squma G/w
l . Distrbucón de algn pueblo ptv ctu m l tx.
un vez conocidas ls ctividdes que los podujeon. Aho bien, simplemente es a y mir no es l úca mera de obtene es infomción pes existe ambén un cnidad impotante de documentos escos que desciben las ac ciones de hombe de psado. A mendo e esudio de los documentos hisó cos nos sve no sóo p idetifica os uaes de ocpción antos sino mbién p infomnos de lo que í suced qu nve de especcón atenal est po empo o delles eentes a la oazación ocil del senamiento. Un vez conocdos estos specto sobe a dinác del sena mieno esmos en condiones de ecv l yciento y elcion Jos haz gos con as noicis que poseemos sobe ls ctividdes y pocesos que vieon lu ace tiempo Ete uso de la hiso com una m de conol eer menl está todv en sus incios unue espes qe en n futuo se o duzcn nes poesos en es diección13 númeo de pesons ue tod hcen insmenos de pied p l cz sien un modo de id nómada isminuye cad da; po no las utus eneaciones de aqueóloos tendán escsas oounides e estudia las enes que usan este ipo de instmen o Peo a eistenci de docuentos históicos qe contienen obseciones hechas por individuos acules sobe a dinánca de os yacimientos en el pasado enite ecavlos y, en bse os etos exisenes sobe dichos les inten a elacion o que enconmos en el eno con ls inciones históics. De odos odos l paba escia no es el nico documento históco que este afuadmente dunte los tos cien ños heos sido cces de eiza foofs Muchs de els fueon tomdas pincipios de silo cuan
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EN BUSCA DL PAAD
ológo. ¿De qué anea podemos emplear tales toraas paa ue os pro poonen ua omaón aueoóa út? M experena e suere que no es tarea ál Po ejepo, es eesaro onoe ua see de detales ales oo la distana l de os etes de la áaa s ueemos onvert ua oaa oblua (es der toada po ua áaa sosteda a ano mra do a pasae) en un apa ue de todos odos o seá aáloo a los que u eó alza a caa un yae Ua ve esos pbeas én os esté resuetos eso seguo de que se ogaá esaremos e ondoes de apeha de una manea uo más entabe los entos de les de to gas etnográfas toadas en un pasado relatamee reee Las fooga as tee una medate malosa: podeos er ua persona del pasado sentada ete a nosotos ooe lo ue estaba aendo e aue mot Coseuetemente se pueden poe en oexón as reaoes espaales de la gee o ls as de as asas o Ja ete de los ogaes on as asas· e u oexto beavorísto ue noamente es d de establee nluso o a ada de la palabra esta o as orafas se onsue tee sul áneaente ua a vsón de opoameto e e pasado ua espee de «apa» una enome ventaa ue os aueóoos seguaente apalaá en e turo Teeos por ano tres mortae ps de vestaó a desarola el esudo de os uebos oneoáeos a eaón de suao pe ales ue os pean ontrola as ausas a de estudar los efos el uso de doumetos stos de dferet c, todos elos apos de esta ó qu a arqueoo onemoránea está epeado a desaoa de oa sgava A edda ue estos aspetos va aduedo poraa la ma gen popular de aueóloo ado o u aso desuredo ua tuba seá sustuda po a de un ndduo eéto nteesado en as todos os os de la atda uana ue odue a esutados ue puede ueda refeados en e egsro aqueoógo Los GRAD ITOqANT D A AQOÍA
Qué es ue ueremos ooer del pasado Es see d deemar a vabdad de una sugerea s de anteao o sabeos lo que petedemos oseu Ese postuado es a aplale a a aqueooía omo a ualquer ota dspla; lo ue petendeos onoer ae de pasado de de a determnate e e étodo o ue os arueólogos ea a abo as eaao nes e vesta el resto aueoóo S o tenen as deas laas a espe to es seá d eota a oma de apromarse a los datos aueolóos o sabeué tpo de vestaó an e lea a ao para nepetaos. Po tato uesas deas aera del pasado aeta a la nestaó aueolóa a desarolo de la aueologa en general Puede se de utdad sut be
DESIFRNO EL RESTRO ARQUELÓGCO
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S preendemos �opta una aproxmaón arqueológa pa, ¡empeemos por el pnipo! Creo ue es exremadamene mporne poseer algún po de naó aera de los rasgos ndamenales de la ondua de nuesros an epasados más anos. Tenemos sus huesos nauralmene es der los ósles de los hombres más remoos algunos de ellos de una angüedad que osa en re 3 y 6 mllones de años Pero undo empezó el comportamieno ípo el úno sgnfavo para used y para m omo membros ue somos de la msma espee? La respuesa es splemene qe no lo sabemos Conoemos uándo se produjeron los ambos en la apadad raneaa en el amaño de nuesro uerpo y en la forma de nuesra pels; sn embargo odava gnoramos en u momeno e hombre omenó a usar el lenguae uándo empeó a r en pe uñas as monógamas o a ompar el amen ere dulos: so ésas las araerísas que de heho nos dsnguen de la maor pae de los anma les ¿Qu angüedad ene el omporameo que odos onsderamos omo ípamene humano Cuáes eon realmene nuess anepasados más an guos? Creo ue sos son unos d los emas enrales de la inesgaó arueo óga. Hay una cuesón de aualdad ue manene en onroersa a los arqueó logos el hobre de hae 2 mlones de años ¿aaba ya para almenarse ¿dsponí de un ampameno base ompara la ienda y los almenos den o del grupo14 Esas pregnas adqueren sgnado uando se oeplan e el onexo del omporameno anmal en genera los prmaes (exluyendo al hombe) por eeplo enden a dormr en los árboles y no en el suelo y omen en el msmo lugar en ue han obendo e meno y no done uermen omo hae el hombre Cuándo empezó el ssema de da erresre la adad aadora y el reparo del almeo? Fue la aza deermnane en la eoluón del lenguae b lo ue ora ondua soal Qu moó esos ambos y ómo deberaos epalos Sólo uando hayamos esledo lo que realmene su edó en el pasado podremos empear a pregunaos el po qué sueó Y solamene la arueologa reo esá en ondones de prooronarnos or maón sobre ales nerroganes l esudo bológo omparao del regso de los sles humanos no puede por s solo onesar a nuesras pregunas. as respuesas serán la onseuena de la negaón e una mpla aredad de daos arueológos ue se han onserado no namene la nforman sobe la anaomía de nueros anepasados sno ambn por eemplo del ugar done eron hallados sus esqueleos fslados y su relaón on los nsrumenos de pedra y los subprodos de sus omdas on odo hay que ener en uena ue los arguens emdos hasa ahora no han sdo euenemene muy só dos Por emplo la mayor pare de los lbros de eo aueológos aseguan e e hombre ano era ador de anmales se armeno se basa en los hallagos de yaenos omo la gargana de Oldua g. 4), suado en el Áa oenal en ese lugar además de los sles de hondos e nsrumenos de pedra anuos ambn han sdo eonrados gran andad de huesos d anales al esar esos huesos asoados a isrumenos de pedra es po
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EN BUSCA DEL PASADO
tamos estos strumentos de piedra tan anguos son depósitos geológicos creados por agentes naturales, no por el hombre: éste simplemente esuvo presente en el contexto ambiental durante el perodo de tiempo en que los pocesos naturales que aron los yacimentos estaban en pleno desarollo, y no hay razón para suponer que todos los hallazgos aarecidos en tales yacmientos se puedan relaionar. En otro yacimiento del Arica orental han aparecdo unas huellas de homínidos conseradas en la roca a las que se les atruye una nigüedad de unos miones de años 15 Pero éstas no eran las únicas huellas también fueron identicadas huellas de elente, jiraf, pintada e ncluso de pequeños gusanos. Sería bastante absurdo llegar a la conclusión de que la asociación de huellas de homínidos y de elente mplica que el hombre antiguo era pastor de elentes Sin embargo, es precisamente el tipo de lógica usada por los arqueólogos que, a partir del hallago de instrumentos de piedra y huesos de jira en un mismo depósito, presuponen que el hombre mató a la mencionada jira De hecho, ésta quizá muró por causas natuales y los instumentos de piedra eran utilizados y abandonados en el yacimiento cientos de años después, siendo utilizados, tal ez, para cortar productos egetales Si los arqueólogos quieren comprender el pasado correctamente tendrán que soluconar el problema de separar los diersos procesos y comportamentos que llearon a la ación de un depósito; estos temas los discuto con más detalle en los capulos y . Otra controersia interesnte que plantea la arqueologí gira en too a la pregunta de si todas las características que consideramos puramente humanas se iniaron al mismo tiempo o bien eran emergentes , en el sentido de que surgieron en contextos dferentes ¿Puede considerarse la eolución de la, por así decilo, erdadera esencia del hombre como una especie de «salto cuantitatio» o s bien se trata de un proceso de crecimiento progresio? De nueo, la respuesta es, simplemete, que no lo sabemos Se ha dcho, por ejemplo, que la adopción por parte del hombre de la postura erguida, sobre dos pieas, constituye un salto cuantitatio porque libera las manos el uso de las manos hizo posible la bricacn de instrumentos los instumentos propiciaron el lenguaje y el lenguaje preparó el camino a muchos cambios en la organzación socal, tales como el reparto del alimento y la adopón de actiudes alruistas Ésta es una a de eolución sobre la que tengo bastantes dudas Personamente, creo que no deberíamos subestar la necesidad de planicación que tuieron los antiguos cazadores pa poder solucionar por ejemplo, el problema del abaste ciiento de alimento durante la estación del año n que las plantas no crecen Quizá era en el contexto de la caza donde la acumulación de inomación y su procesado empezaron a jugar un papel más iportante para nuestra eolución M planteaento, sn embargo, es que el desafo que nos plantea la inestigación del pasado consiste en buscar canos que nos pertan descubrir si tales orentaciones son correctas o no Uno de los interrogantes más importantes que podemos examinar a traés de la inesgación arqueológca es el que hace refrencia al momento en que surgieron comportaentos característicos que cremos nos distinguen de otros
DSCIFRANO EL REGSTRO ARQUOÓO
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gene, además de los arqeólogos. Nos e1imos al orgen de la agrclra y a las condcones e llevaron al hombe a adopta nas omas de da mucho ms sedenaras que las corespondenes a s pasado como cazador y recolec o ¿Por qé el hombre dejó de rasladarse se esablecó y empezó a nens car s prodccón de almenos en espacos cada vez ms peqeños? Eso es desps de odo lo qe sgnfca ealmene la agrcla Po q ese fenó meno se prodjo en mchos lgaes dferenes del Vejo y evo Mndo? y ¿cl es la razón de qe esos cambos se dean en egones an dsnas deno de lo qe desde un pno de sa aqeológco es n peído de empo an lado como nos 2.000 años? En el capílo 8 hago algnas sgerencas so bre la dreccón a segur s qeemos haa espesas a esos nerroganes S famos capaces de acceder a alnas de esas cesones ceo qe esaríamos en condcones de empezar a comprender la nenca qe nesra adapacón ejecó sobe neso ssema de da y ambn sobe nesro ncho parcla deno del ndo anmal Dgo eso porqe la adopcón de la agcula y el sedenarsmo mplcan na sere de cambos my caraceríscos: repesena na eadapacón mpoane por pae de na espece sn qe se obseren en con raparda excesvos cambos bológcos Sobe esa segnda y crcal see de Gandes Inerroganes de la nesgacón aqeológca prccamene carece mos de nrmacón hsóca escra El ece gpo de poblemas ambn podce en geneal na gan ascna cón esa ez nos remos a los oígenes de la clzacón Los ssemas polí cos bajo los que vmos la mayo pae de nosoos y la complejdad de la d bana qe cas odos lleamos esn oalmene alejados del ssema de da nómada basado en la caza y la ecoleccón qe pró en el conexo en el qe veon lga nesos cambos bológcos Cles feron las casas qe movaon ese nevo eslo de vda ¿Q razone exsero para qe las soce dades basadas en la agrcla evolconaran haca pos de oganzaón polí cos y bcrcos cada vez ms complejos Q casas prodjeon el enome ncremeno de la esecalzacón ano a nvel de la asanía como al de la oganzacón socal o del rabajo qe caaceza a na cdad sea sa mode na o anga? os hallamos ane na prolemca en la qe la arqeología empeza a e laconarse con la hsoa la fosoa políca y mhas oas de las cencas so cales y ello gacas a qe conamos odavía con algnos peblos sados en paes emoas del mndo moderno qe aún no se han vso aecados por la eolcón nusral y po ano ss procesos esn en pleno desarlo: el ar qeólogo pede apoa ss daos y compalos con los qe deran de oas cencas socales Fe neresane observa qe, en cada na de las res confe encas neaconales a las qe ass dane 1981, el ema cenal de dscsón e la aparcón de los ssemas polcos complejos el posble papel desempeña do po el comeco y en q medda los monopolos sobre la podccón afc an el nvel de desarollo polco (en el capílo 9 planeo algnos de ms pnos de vsa sobe el ema) En la acaldad, es neesane obseva qe esas ds csones neresan cas exclsvamene a los arqueólogos, pero en el pasado es
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EN BUC DEL PASADO
minos de igualdad con las disciplinas de investigación que poseen una metodología más histórica La arqueología se inicia por tanto, en el pasado remoto en el mismo comienzo de nuestra historia biológica, un período en el que nuestro desconocimiento sobre el comportamieno humano es casi total y prosigue a lo largo de toda la evlución hasta la complejidad del mundo moderno ¡Tal es el campo de acción de la arqueología! Pero ¿ofrecen los arqueólogos perspectivas específicamente arqueológicas ue las diferencien de otrs campos al tratar por ejemplo los orígenes del sedentarismo o la aparición de los sistemas polticos complejos? Creo que la respuesta debe nevitablemente ser «SÍ». Los arqueólogos ncian su investigación con los objetos materales y es natural que adopten puntos de vista materialistas; a menudo, avanzan argumentos de naturalea ragmá tica en contextos donde son mucho más corrientes los argumentos de tpo psico lóco y creo que pueden ser útiles aunque sólo sea porque proporcionan una base concreta a certos debates de largo alcance. Las respuestas a los fascinantes Grandes ntrrogantes que he mencionado anteriormente y que discutié más adelante dependen de la interacción entre la obseración, por un lado y la investigación para dar sentido a las observaciones por el otro. Esto genera un impulso y este impulso está creciendo, como ocurre con la disciplina arqueológica en su conjunto: existen muchos más arqueólogos en la actualidad que hace cincuenta años. Por consiguiente muchas áreas de la investigación han dejado de ser simples utopías arqueológicas y se han convertido en problemas reales que pueden ser afrontados inteligentemente y también solucionarse en lugar de vagas generalidades sobre el pasado, esperamos obtener información fable. Sin embargo nuestros Grandes Interrogantes no se resolverán trabajando en nuestro país o provincia y a pequeña escala sino que requeren una investgación que comprenda amplios perodos de tiempo y extensas áreas geográficas La comunidad de nvestigacón arqueológi ca es cada vez más inteacional y la biblograa sobre el tema que nos ocupa ha crecido hasta abarcar muchas lenguas. La investigación realmente excitante está progresando y las soluciones a nuestros principales problemas no las pode mos considerar lejanas, sino que en algunos casos, están ya a nuestro alcance
Primera parte
¿CÓMO ERA?
¿Cómo a l pasao?, cómo vía los hombr u sos ean sus stlos ida Éstas son quzá las gutas más tamnt osaas o los aqóloos y tambén o los lgos. En la bblogaía aquológa han lgao a asocas a uno los objtos la aquología: «cosu l a sao» Po i umos alcaa t t ojo os sao la una mtoooga guosa u s mta ta o to aoóg cos En sta a a l lbo so mosa la csa l mlo téccas ttatas scas la auologa y scut a moo jmlo alguos los oblmas qu s lanta cuao guntaos qué ocu hac 1 mllón año uan l oo qu on ustos tasaos hoúos A obo osu l asao s ha ascao fcutmt l sa o q aqulogo amcao Walt Talo ouso a la aquología n 948. ala ho stgao tnía algo mu n de l qu muchos aqóogos san2 aylo staba ntsao n la costcó otxtos cultals l asao qu cosaba como staos ánmo o cogaons Cre que no o halíam te est cetiumb quólogs huie exnad s aterial de fm imi ue e popoe l pete edo onsno os vestig taes omo des cm bjto matle, imio e ompotmieo lt omo itmedio et la ia o obto mt; e reum, hbi coido l dife x e ss p p s gpioe empíi sipti tgo utle de os püebos e eb etdd.3
al como nca st asa aylo o ptía u los stos auolóos usn sgaos uncó os ocsos mcácos y bhaostc0s u los ouon tanto fmal omo otualmnt sno qu pnsaba u ba conss l mo ntltual n qu oaba. Haía fna a molo omas mtals qu smbolzaa las «as 1 s cuta tas los ats4 n os atulos sgunts so mosa u a muo tamos cono c cos hchos ·aca l asao qu tn oca laó s s qu tn algua co las as conguacos mntals o nluso con la cula sn to sto aa sua ctas fmas comotamto o ay sa sub las as sonsabls la maufactua los atatos o otos atos xaíos l sto auológco Algunas cs ustas gun tas acca cómo a l asao mlca agua los als q nustos aasaos smao n sus onttos ambtals la omaó qu-
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da, por tanto será behavioístca y ecológica no ideológica. De hecho es im portante señalar que los arqueólogos no siempre ntentan reconstuir una «ver sión tecicolo» de todos los aspectos de la da pimtiva del hombre Una re construcón completa del pasado es un objetivo muy poco realista La atención de los estudiosos que se proponen esta meta tiende a estar dirgida haca los yacimientos arqueológicos espectaculares y en u buen esado de consevación -pequeüs «Pompeyas» donde el tiempo ha sdo detenido por causas no usuales5 or lo general estos son los estudiosos que consideran que la natura leza del regstro arqueológco lmta los tpos de intepretacón y reconstuccón que los arqueólogos pueden hacer Ello es partcularmente cierto cuando los obetivos de los reconstruccionistas» están ligados a una estricta epistemolog empíica o inductiva que sugiere que únicamee pdem eazar ara de auel pates del asado que dean uellas drectas Aunque Taylor trabaaba en térmnos de una aproxmacón más o menos idealsta reconocó que la reconstrucción del pasado a partir de los restos ar queológicos se basaba en la inferenca Crea además ue los arqueólogos tenían que hacer ierencias si pretendn ir más allá de lo que él consideraba descip cones estériles del regstro arqueológico egar a realzar proposiciones ntere santes acerca del pasado alor llamó a este poedimiento de neencas la apoximación conuntva: la unión de las observaciones empicas del registro arquoógco con los nóenos inedos como pertnecntes a la cultura y pueblo que se está investgando6 No era una idea totamente nueva; ots estudosos anteriores haban adertido ya que el pasado es creado» por los ar queólogos medate la utlzación de obseaciones hechas en el pesente y que es inrido o construio según los datos qe lo arqueólogos creen ue son sig nicativos En contraste los investigadores que se senten intelectualmente se guos smplemente con la idea de que sólo podemos generalar a partr de las obseacnes empicas presuponen que las nferenas tenen que ser en su conunto evitadas aylo se opuso a los argumenos de estos empíricos e hzo una sugestiva llamada a los arqueólogos p que fueran más ll de sus datos pero dsgacadamente no propuso las lneas a seguir que nos indicaran cómo proceder en la páctca Tampoco eaminó los métodos para llvar a cabo infe rencas eactas ni paa evaluarlas o veiicalas una ez reaadas. 7 Sin embargo los arqueólogos sempre han hecho nferencias para reconstruir el pasado sin tomar en consideracón la calidad de los métodos empleados En esta parte del libro pasaé revsta a la histoa de ln ivstgcos impor tantes realizadas sobre el hombre antiguo y al haceo ilustraré de qué orma algunos rqueólogos incluyéndome a , estamos intentando desarroar méto dos para hacer ierncias que sean más ables que s realizadas anteormen te S nuestos esfuezos tienen éto algún d relmente sabremos algo acerca del pasado ·
2.
¿ERA EL HOMBRE UN C.ZDOR PODEROSO?
¿Qé lse de rtrs ern nestros atesdos más ntigos qe hbit ro sbn n he 2 moes de ños? Sóo pr de n o re ltimete reite eezos ber lgo er de los sere a ti de los cule volo el hobre odeo dde i o inlso seto te . or tto el desfío metodolgo e reresent el ntet de ooer s oortmiento es alo eo, y reo e los relogos trá orre tmee s ss mtodos os ermte sber o er l d en un o t remot El Peoltio Ierior de heho es seie de m de rbs r los métodos tés rqeogos: hst qé to een iormr os de sdo t tgo e es os lo odemos mgir s está bsdos en l exerie moder n este ítlo exogo lgs oioes sobre el lim inteletl (e eoli ostte) e imer en este mo de l iestgi sgiero esqem de álisis qe · ede s rtíero EL HOBR COMO ATADO SAGUAO: PNO D VIT D R 1
He UOS seset os Ray¡ Dar, tost srino db lses rátis sobre l ntom e el lestoeo. Coo ejerio rt id ss estdites e bsra or los lredeores siles y heso rotos los e or lr ss es t de detcin Un oen rog r mn sobre heso e ell onsder teresnte. Esto le oo desés ¡_ dsiet imortte e n ter de liz er de Tn 130 km l norte de Kimberley en rá. Dt más trde reord os esloos qe reoreron s es dors ndo io or ier e lo hor es e foso sl onoido o el ombre de «o de g» ndo de o dd erenente n o e hoe muy ngo En l tdd se mos e soes los 2,7 mlloes de os ero e el mometo de s des brimeto desoomoss ntigüedd rel De heho de se gn qe lgos de nestros tesdos dier ofeer el seto reo e rt y desde el omienzo estb onedo de e el fós de ng o b lgr iote e el árbol eelio del omre ero trs l bl i de ss riers desriiones tis del ráeo ho eseiais-
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EN BUSCA DL PSADO
tas europeos estuvieron en desacuerdo con la identicación y sugrieron que se trataba del fósil de un chimpancé o de algún otro animal Dart hizo un viaje a Inglaterra y a otros lugares de Europa evando su pequeño fósil para que fuese examinado y sólo consiguió que se entablase una uerte controversia sobre si estaba o no en la nea ancestral del hombre. Para art era evidente que no había una base anatómica concetada que permitiera hacer un juicio en un sentido u otro el cráneo fósil con su caja craneana conserada era extraordinario algo tan diferente que no exstían criterios claros para decidir si se trataba realmente de un hombre fósil Mientras estaba en Inglaterra Dart empezó a cambiar su manera de exponer el problem: ! pregn <¿e e un hmbe?> n enía pr qué er plantea nca mente desde el punto de vista anatómico porque lo más importante acerca del hombre antiguo era su omportamento y no su aspecto. Un rasgo intrínseco al hombre razonó, es el comer carne regularmente. Si pudiésemos encontrar una evidencia clara de depredación ello sería indicativo de que estaamos tratando con un hombre (o un antepasado de él) y nos peritiría suponiendo que ué semos lo suficientemente aortunados para encontrar sus huesos descub1r cómo era la anatomía del hombre antiguo De manera similar, el hombre es el nico ser que hace uso del fego de modo que si se encontraran huellas de uego en asocacón con ósles sabramos que e] hombre había estado presente y la isma ógica puede aplicarse a la abricación de instrumentos Dart usó también otros criterios pero estos tres eran los más importantes pues denían a hombre no anatómica sino behaviorsticamete Este razonamiento llevó a Dart a un tipo de investigación muy diferente a la que nos tenía acostumbrados la paleontología Anteriormente, los anatomis tas habn intentado aprender acerca de la historia más antigua del hombre ba sándose en datos anátomicos, mientras que los arqueólogos lo hacían estudian do los instrmentos de piedra Dart propuso precisamente esto el hombre desarrolla una conucta única; ¿qué rastro dearía esta conducta tras de sí? El hecho de encontrar huesos asociados a huellas behaviorísticas del tipo esperado nos debía permitir descubrir algo sobre la apariencia física del hombre en el pasado remoto, lo que, en realidad era el tema en discusión. sí, en los aos en torno a la segunda guerra mundial, Dart estudió con gran detale las enormes cantidades de huesos de animales no prates hallaos en diversos depósitos del Áica meridional en particular en los sedimentos de Maapansgat. Lo hizo con la esperaa de determinar si la criatura responsable de las acumulaciones de huesos en el caso de que se tratara de los restos óseos de animales comidos por alguna catura podía ser el hombre antiguo Creo que la historia dictaminará que Dart aanó poco en este aspecto de la investigación En los depósitos de fsiles aparecdos en otro acimiento ob servó por ejemplo la existencia de algunas manchas oscuras, lo que le hio infer que se trataba de un antiguo ego y, por tanto atestiguar que la presencia del hombre en aquel lugar estaba asegurada. Consecuentemente, el fósil en contrado más tarde en Makapangat recibió el engorroso nombre de -
¿ERA EL HOME U CAZADO POEOSO?
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2. ¿Nuestro pasao? Caza e peío Po-etco Representació de uno «zaore podeos o» o amale ranporao p edzos de carne y heo (qe poeor mnte srá usas com útiles) h un lugr de hbiaó situao e ua uv o bg. Ee cn ro mp dsó l tabaj clrame frn: l mbe «agres vos» van bsca d alme to . menra las mjeres y los nño permanecen a la espera de qe vel lo poeeoe msclo Dbo a láp ealado po a Elle Morr.)
y, por ano se conmaba su punto de visa de que los hombes-mono ósiles de os deósios eran anepasados de ombe De odos modos sus esudios sobre los uesos feron más ejos y sus inves igaciones le levaon a econociieno de algunos squemas nuevos ineesan es no adeidos aneormene: la ecuencia diferencial de hesos en ests de pósis n se coreonde con la compscón anatómca e ls anales oernos. 3 Sabemos sin duda cuános uesos ay en un esqueleo de anope o de eón poque esos animales odavía exisen y, por ano podemos cona los difeenes ipos de uesos que inegan sus esqueleos Tenemos un modeo una seie de epecaivas que nos permie econocer si un regisro aqueológico coniene odos los uesos que coponen el esqueleo sin modiica de un animal deemnado. Cuando Da usó ese azonamieno paa examia sus depósios enconró que os esuemas obseados no encaaban con esas expecaias en absouo abía canidades de cáneos mand¡ulas y paas ineriores peo muy pocas cosillas vérebras y pelvis ¿Cómo podía explicase? Da uiizando el más impoane de los ecusos manos la imagina ción , supuso que la azón de las ecuencias dieenciales de uesos esidía en que agún anepasado del ombre cazaba animales ljos de su luga de resi dencia; algunas paes anaómicas ean dejadas en el luga de la maana mien ras oras se anspoaban paa se comidas y lo más signiicaivo de odo
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EN BUSCA DEL PSDO
que agunos huesos eran evados a hogar para ser usados como instrumentos. ¡Sbitamente tenamos un modeo competamente nuevo de pasado una nueva noción de hombre! Si Ja imagen supuesta por Dart para epicar o que veía era correcta e hombre en ese perodo de gran antigüedad se compotaba en gran medida como usted o como yo: cazaba (agunas veces empeando sistemas particuamente voentos) tena una vivienda base permanente, dorma repetidamente en e mismo ugar llevaba e aento a su área dormitorio vivía en agún tipo de casas (g 2), todo eo rasgos behaviorísticos de hombre que se dierencian bastante de os rasgos correspondientes a os otros primates A combinar as observaciones con a maginación, haba surgido no sóo a imagen de una orma muy ancesta de hombre sino a idea de que estos antepasados eran poderosos cazadores, «matadores consumados»4 Los predesoes del hobe . cogía pesas vvas ediate el so de a volenia las golpeaba asta aarlas depedazaba sus cepos oos los desem baba iebo a iebo, apagaba su sed voraz o a sagre caiee de las vas dvoaban asiosaete la are altatada y aoatada5
Pero había también otra causa bastante convincente que justicaba este argumento. Dart razonó que era natura que e hombe experimentase con os objetos que estaban a su acance si aqueos antepasados de cuerpo pequeño eran de hecho, matadores depredadores agunos de os objetos con os que más probabemente experimentaran seran sin duda, os huesos de a presa muerta. Dart pensaba que era ógico que os rimeros instrumentos de hombre feran mazos porras sierras de hueso porque os huesos de os animaes tie nen propiedades naturaes que os hacen utiizabes sin ninguna eaboración pre via Una mandíbua inrior de antlope puede ser utiizada como sierra sin que sea preciso eectuar ningún tpo de modicación; os sóidos huesos de as extre midades superiores conorman a romperse hemosos puñaes puesto que tien den a quebrarse con una ractura en espira que produce puntas aadas. ¿Uti izaron nuestros remotos antepasados humanos, aquelos poderosos cazadores, taes huesos como instrumentos? D DAS ACRC DE DT E cuadro interpretativo descrito anteiomente fe en gran pate pubicado a o argo de os años cincuenta6 aunque en aquea época no acanzó gan di fsión. E pncipa responsabe de s difsin fe e escitor Robert dre quien, después de reaizar un viaje a Áfica adoptó os puntos de vista de Dart su prer bro Afrcan Genesis, que oeca una descpcón gráfica de nuestros primitivos antepasados presentándoos como matadores sanguinaos se convir tió en un bestseler e traducido a varias enguas.7 Esta reconstruccón de pasado remoto también atrajo a psicóogos como Konrad Loenz cuo trabajo
¿R
EL
HOMBRE UN CAZADOR PODROSO?
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invesigacines desinadas a valrarl. Cm he mencinad al cienz, el de sarrll de nuestra cncepción del hmbre antgu es un fenómen cnemp ráne alg muy cercan a nuesrs das Un de ls rimeros desafs clars a las deas de Dar vin l cual era basane lógic pr pare de ls anrpólgs físcs Ess nvesigadres se pregunarn: ¿cm ese equeñ animal -el Atralopitec- de sól uns 40 kg de es pud haber sid un czadr ders caaz de acumular ds ls huess que Dar haba esad esudiand? N pdía haber inervenid al gún r agene? Un artícul publcad en 1957 sugirió que el Astralopithe c, les de ser el cazadr era el cazad que haba sd el limen de la hiena manchada africana y que las accines de las henas y n s de ls hmbres, eran la causa de las acumulacines de huess Esa ieresane prpuesa di lugar a algunas investigacines realmene rvechsas Si se supnía que ls uess fern acumulads r las hienas se raaba smlemene de verifcar e cmrtamien de dchs anmales en la acualidad De manera que A. R. Hughes clega de Dart xcavó uns zs en un lugar ecuenad pr las henas suad cerca del Parque Nacnal Kru ger, en Suráfrca; per únicamene encnró ls huess de una rtuga y llegó a la cncusón de que las hienas no acumulaban huess y que una explicación de ese i n era una bjeción válida a Ja hpóesis de Dar0 Pr r lad exista una bibgraa palenlógca cnsiderable que sugería que lo aían. r ejeml muchs esras de ls yacimients del lescen brtánic ha ban sid radcnalmente inerpreads cm niveles de hienas incus ls ge nerales rmans se haban quead de que las hienas desenterraban ls curps de ls sldads muerts y se ls cmían lguns de ls nentes de Da pensarn que el raba de ughes era insuciente ara slucnar el ema de frma defniva, fera en un senid en r de manera que emezarn a reunir infmación sbre el cmpramien de las hienas y de trs anmales12 Cada vez se hiz más evidene que las hienas, baj cieras cndicines, aumu lan huess er, nclus e ests cass, n curre necesariamente las henas manchadas r eeml l hacen más a menud que las hienas ardas Ese cmramient vara según las crcunsancias (pr ejeml s rivalzan cn ls lenes n) Las hienas, ls lepards y ls lenes se cmpran de manera dsnta resc a ls huess ane crcunsancias derenes Obviamene ece siams cn'er much más acerca de ess animales si querems cmrender su psbe ael cm agenes que cnrbuyern a la frmación de deóss que cntenan evidencas del hmbre N uede derse que la imagen ública del arqueólg sea la de un hmbre que va a ca para bserar el cmpramien de las hienas Cn d una are imrane del traba reazad sbre el cmprtamient animal que se nició a nales de ls as cincuena fue llevad a cab r arqueólgs Sus vestigacines les habn llevad a reunarse qué rcess en el asad ginarn ls depósi arqulógics que bseams hy en d? Tenn a su dissición las bsevacnes arquelógicas, y exsían vesigis sbre el mae ral arqelógic que renaban sbre las causas que ls dan haer rgina
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N BUSCA DL PASO
Koob Fora !
�
Gargaa de Olduvai
Hotenoes kuiseb
(
Makapansgat Río Nossob
Sfeonen Swarrans Kromraa
3.
l. R 8.
Distribuión alguno yaciieno ipe en q han apaecid d omíndo pimiivs.
Sólo hace un par e écadas que la arqueología en África (g. 3) (y en otros lugares) ha iniciado una nue etapa ierente en la que la investigacón est orientaa hacia la elaboración de técnicas que permitan la comprobación e as ieas acerca del pasao.13 A ATERIVA D AKY
Aproimadamente por la misma época en que surgan estos intereses metodológicos expuestos en el apatado anteror otro investigador empezó a realizar escubrmientos que eron cruciales para nuesta comprensión del comportamiento el homnido antiguo Louis Leakey a pesar e la inmensa cantia e energa empleada a o largo de más de 30 años e trabajo y del gran interés de mostrado por el hombre antiguo, no haba tenido la suerte e descubrir material fósl importante: en los años treinta haba llevao a cabo eensas pospeccones en la garganta de Olduvai en el África oriental (g 4); en los años cuarenta ha bía eaminao granes reas de un importante yacimiento el Paleolco Medio situao en Olorgesailie contano para ello con prisioneros e guerra italianos que engrosaban su ferza e trabajo; y después e la guerra hab reiniciado el trabaj de pospección siempre con la gran lusión de encontrar óses que in rmaran de manera signicativa sobre la naturaleza de la evolución humana El sueño se cumplió en el año 1959 cuando la esposa de Leakey Mary observó un pequeño agmento de hueso epuesto en el bore de unos depósitos
¿R EL HOMBR UN CAZADOR PODEROSO?
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una cratura parecida al hombre, que descansaba sobre el suelo vuelto hacia abajo. u La excavacón del depósto se llevó a cabo cas nmedatamente y reveló el etraordinaro cráneo fósl que Leakey llamó Znanthrops. Desde el momento de su aparición se vio con clardad que este cráneo era el de una cratura bastante diferente de las descrtas anteriormente por art Estas últimas eran relatvamente pequeñas y grácles con mandblas de tamao moderado Pero la mandbula de este especien era dgna de tenerse en cuenta: la superfce del tercer molar era cas tan grande coo un cuarto de dolar amercano o una moneda de dos penques brtánica Los msculos de la mandíula deberon ha ber sdo enormes porque no haba sucente espaco en la supercie de la ca beza· para albergar su unón y era necesara a presencia de una cresta saient de hueso coocida como cresta sagtal para aderir los msculos (como sucede con el cráneo del perro) l Zjanthropu no se pareca en absoluto en éste y otros muchos aspectos al hombre moderno pero era evidente que caminaba ergudo era bpedo y tena una gran caja craneana El descubrmento por parte de Leakey de ese «australoptecino robusto» en Oldua complicaba todava más los a complejos argumentos anatómcos. Formas smilares se haan en contrado anteriormente en Suráfrca pero su cronologa relativa no era segura ¿ran más antguos o eran en gran parte contemporáneos? Lo más portante. con todo. era que el cráneo ósl del inthrop se encontraba en un depósito junto con unos nstrumentos de pedra incuestiona bles; al contrario de lo que haba suceddo con los instrumentos de hueso de Dart en est caso no se requera magnacón para ver que se trataba d nstru mentos Los arqueólogos ya haban desarrollado crterios dedignos con los que 4. Vsta d la gagn de Olduva. (Foo cedda pr Din Giffod.)
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podían reconocer los instrumentos de piedra producidos por la mano del hombre, y gran parte de las personas cuaicadas en el tema estuvieron de acuerdo en afirmar que las piedras encontradas en los depósitos junto con el cráneo del «Zinj» eran realmente instrumentos Por tanto no se podía discutir que al me nos una de las ideas de Dart habí sido costatada. Por otra parte existí la oportunidad de comprobar si la visión de Dart so bre «el hombre caador poderoso» era correcta porque los depósitos contenían un hoínido en asociación no sólo con instrumentos de piedra sino también con muchos huesos pertenecientes a otras criaturas En 1959, en las rimeras publaones aparecdas en dversos medios Leae anuncó que los huesos asociados eran de páaros pequeños tortugas cerdos óvenes y también huevos de páaro15 Eo inducía a pensar que el hombre antiguo era esenciamente vegetariano pero un vegetariano que com carne de manera ocasional cuando surgía la oportunidad: si por azar se encontraba con un nido de páaros robaba los huevos; si de manera casual daba con un lagrto probablemente se lo co mía si el encuentro era con un cerdo que había tenid descendenca hacía poco probablemente obaba los cerditos. Como comentaron Washbu y Howell E exraordinario descubimiento ocurrido en grgn de Olduvai h caricad agus . de as impoanes cuesioes conceiees a cmorameo de os ausroiecinos Proorciona una car evidencia de que esos mínidos, e aguna medida ern cavros y dereddores, comedo su ie básica mee vege con carne en aricur de anmes equeños y d cchorros de aguns eseces mayores Es muy imrobbe que os aigus ausoiecinos de cueo pequeo rcicarn a cz con frecuencia mienras que as fra seriores más grades (que rbabemene os remzron) dían comer con mmferos de enor amo y/o jóvenes No y evienc qe nos erm sugeir que es criurs fern caces de resr a os grndes mameos her vvros an carcersicos de eisceno fic16
¡Esta nterpretación se basaba solamente en los resultados de la excavación de un área de 4 x 6 m! Teniendo en cuenta el enorme inters de os halagos la National Geographic Socety deidió contribuir con una ayuda inanciera im portante para que se pudieran evar a cabo los trabaos a largo plao planteados por Leakey en la garganta de Olduvai. Fue abierta un área de excavación mu cho mayor en too a la pequeña ona ya excavada (conocid coo FK22). El estado de conseración de los restos hallados era sorprendente; se podían recuperar incluso pequeños roedores insectos e iprontas de nsectos Pero el aspecto más asombroso teniendo en cuenta las prier obseracines de Lea key era el número y cantdad de especies represen en u sacio tan limi tado En un sectr estaban los huesos de un okai_· (una ma peistocena de iraf) en otro los restos fagmentarios de cerdo cbao y una variedad de antíope aicano, todos ellos del Pleistoceno. Tambié apaeciern estos de nmales exócos cráneos de siluros roedores camaones y huesos de tortuga de mar. De hecho en el momento de las excavacions el iventao de los grandes mamíferos ncuí muchas especies diferentes s parecía bastnte a una de
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Todo pareca indicar que los datos.de las excavaciones apoyaban reamente el punto de vista orgna de Dart sobre el hombre antiguo ¡Ciertamente, un escenario en el que haba cazadores lo sucientemente diestros como ara abatr caballos, atloes grandes okais y otros amales areca incomatible con las primeras hiótesis de Leakey que hablaban de un tímido vegetariano que bebía los huevos de pájaro y se disculpaba por pisar lagros! El material de Olduvai pareca no orecer dudas a maor arte de los in vestigadores estaban dispuestos a considerar en base a las asocaciones observa das entre instruentos y huesos, que se trataba de «lugares de ocuación» generados por las acciones de los homínidos antiguos Por ejemlo en el sector FK JÑ3 parecía casi seguo que eaey haba sacado a a luz una suercie de tie rra antigua que no había sido alterada ecesivamente: en el suelo fueron halla dos los retos intactos de una serie de tortugas de tierra con sus huesos casi en la osición anatómica correcta Cerca de las tortugas habí in situ vértebras y costillas de un antlope aicano con instumentos de iedra alrededor Aunque algunas áreas no resentaban un aspecto tan evidente como ésta que acabamos de describir muchos espacios que contenan huesos y piedras asociados fueron considerados coo lugares de ocupación Una ve aceptado que los contenidos de estos epaamientos eran atribuibles a las acciones de los homnidos la imagen del hobre caador no se vea contradicha por los hallagos, sino todo lo conrario or ejemlo en el sector llamado K, Mary eakey18 ecavó nivel que contena los restos de un Dinotherium. Este etraño anial leistoc nico presentaba unos dientes tn enormes como colmillos de eleante que saan de su mandbula inerior a modo de cargador rontal y que utilaba para escar bar en los pantanos ara obtener sus alimentos vegetales no de estos grandes animes se encontraba aquí en el K arcialmente desaticulado y cerca de instrumentos de iedra bastante definidos a oposición a la idea del hombre antiguo como poderoso cazador se camó, de manera comrensible esgraciadamente, ouis eaey muió en 1972, mientras estaba buscando ndos ara poder poseguir las ecavaciones, y su trabao ha sido proseguido por su esposa May y su hijo Richard en otos lugares a evidencia de eaey en Olduvai sin embargo, sie como base a las opiniones más comunes y co rentes sobre la naturaleza del compormiento homnido rimtvo, los puntos de vista que ueden halarse rácticamente en todos los lbros de teto de la ac tualidad Ha que admitir que en ninguno de los depósitos estudiados hasta en tonces del Olduvayense (es decir del Olduv más antiguo) se haban encontrado huellas de fuego y que los niveles con instrumentos de iera tmpoco conte nan eemlos evdentes de los tips de insrumentos de hueso que art propona; la fata de la evidencia necesaa para demostrar dos de los crterios de art daba ie a que se cuestionaran sus argumentos a este respecto, aunque la sto ra de los nstrumentos de hueso y de la fauna a uchos les arecía inequvoca L nueva ortodoa queda bien reejada en los numerosos escritos de Glynn Isaac uno de los aficanistas contemporáneos más imortantes9 a imagen dl u
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se apxima . . A medda que los hmbres se cecn l obsad advert l peseni de ts pimates studs más abj que él Un gupo de cituas n stad descansnd en l suel la somba de un árbol mints lgunos jóvens uegn a su alddor Cundo los mbes se poxma, ests ciatus s levntn y s ac edent que son bípeds Paec que se t de muers qu gritan extadas mient algunos de ls jóenes co paa encntrse cn el gpo que llega . l obeto que tansptan s el cuerpo d u n impl y l gupo s e eúne a su ldedr cn gn excitacón. S prducn lgunos mpujones y golps y estalli dos d ra y menza Lugo uno de ls machos mayes tma dos bjets d un mntn stado l pi del ábl. Se pn en cuclllas y ls· glpea ptidmnt deándose ír lars sondos de pquto. Ls otas crtus se emonn en to a él y recogen los pequñs fgmentos cortntes que se an despendd d ls peds. Cuando se n acumulad una sei d lascas que paecen esp cdas p el suel sus ps l nddu que trbaja l ped abandon los ds peds ebusc po ente ls fgmnts y slcon dos o trs pezs. Volvién dos l animl l mch domnante empz a ac ncsnes cda mac adult s prp d un to dl nmal y se eta un ncón del car con un o dos mbras y vns qu le n seguid S sientan mstcnd y ctando l can y hy bocads que nterlos camban de mans . no de ls mchs se levanta extiend ss brazos se rasca ls sbcs y lug s snt; se rclin cn t l ábol sult un sonoo ucto y se ps l mno p pna . 20
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¿Nuestro paado? Alua ciabl dl íoo P!io-P/iocno. Represeaón e ua «banda» reduda e honos prmvs a cttd d ls ds hobres suados a la erecha poe en evdenca que copaía el alent ls adults y el nño que aparece seaos a l iquera sugere el aesraeo en la cofecó de tles l gp muesra cuosa ate el reoo de dos hobes que habían do e busca de almeo. ¿Qu es lo que ran al apameo base, aleos vegeales cae t e la aza del ñ? (Db a lápi pluma ealzao por Iva Ellen Mis) 5.
El acmiento de Koobi Fra: emplazaiento donde se haó u poptamo (FxJj3), xcavo por Gly Isaac (Foto cdida por Dae Gfd.) 6.
Iaac, reéndoe a lo importante depótos pletocnco ha argumentado que hace uno 2 mllone de año el hombre era un cazador que llevaba lo producto de la caza a u lugare dortoro para copartrlo con lo acho y la hembra (porque va en grupo amlare con dón del trabajo egún el exo). En reuen deende la dea de que dferente caractetca eencal mente humana etaban ya preente como repertoro behavorítco en una eta pa orprendenteente tan antgua de la eolucón honda. Podemo pregun tarno de manera utcada cóo puede nrre la vda agen preentada por aac a partr de lo depóto de eta remota poca g. 6). Los TBJOS DE RAIN
Lo decubento que tuveron lugar en la garganta de Oldua lenca ron defntaente a ucho mebro de la coundad centca que hata entonce e haban entdo poco atecho con la concepcón que Dart tena de la naturaleza de nuetro anguo antepaado Se podujo un lenco ncó moo obre el concepto de «poderoo caador» que duaa alguno año. En la actualdad la nueva excavacone lleada a cabo en Áca y la netgacón etodológca realada en derente luare del mundo han propcado el urgeno de un tpo de aproxacón nterpretata mu drente que en m opnón debera proporconar Ja bae para un exaen mucho á realta 4.
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Bl"FORD
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C K.
Bran (a la derecha) estudando os hesos proedentes de a exavación de Swarkrans, agoso de 1981.
de este matera antiguo. Gran parte de este nuevo impuso se debe al innovador trabajo niciado a mediados de los años sesenta por el suraf icano C K. Brain (fg 7). 21 E pmer trabajo de Brain se haba desaoado en unos depósitos suraicanos simiares en agunos aspectos a os que Dart haba utiiado como base para sus argumentos acerca de uso de los instumentos de hueso y también so bre la caa de anmaes por parte de os austraopitecinos No he mencionado hasta ahora la eistencia en Suráica de otros yacimientos importantes (fig 3) que poporconaron conjuntos faunísticos asociados a restos de austraopitecinos Uno de os íderes de as investigaciones levadas a cabo en e yacmiento de terkfntein y en otros situados en la msma área fue R. Broom quien junto con G Schepers lanó la idea de que as acumuaciones de huesos proabemente eran obra de as hienas y no ugares de ocupaón o bases domésticas de hmbres antiguos muy «depredadores» De hecho el p unto de vsta de muchos investigadores eminentes 22 antes de descurmiento de Leakey (instrumentos en los niveles de Znj) era e de que el materal de os yacimientos suraicanos quiá podía atribuirse a otros animales o era e producto de la acción carroñera por parte de nuestros primeros antepasados os hallazgos de eakey pareían ser ncompatibes con tales ideas E probema inicial con e que se enfentó Brain fue poder expicar cómo
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que prodjeron la ormación de tales depósios permiiría inerprear su conte nido con una base mucho más rme. Sus primeras observacones a este respecto feron en gran meda incidentales Había adverido la resencia de_ un elemen to interesane en e paisaje siuado aededor de una serie de yacimienos sura fricanos con los ue estaba muy famiiarizado e rataba de un medio ambiente clásico de la sabana, con matorral bajo que se mezclaba graduaente on fr maciones deséricas; pero los árboles en vez de ser achaparrados y estar disper sos como es usual eran bastane grandes y se presentaban agrupaos (fig 8) Descubrió que la asa era geológica La disolución de los gruesos depósitos de caliza de la egión había provocado la ormación de cámaras en la roca que actuaban como desagües naturales dando lgar a proundos poos como resu tado de la ltración de las aguas subterráeas o del desecado supercal Natu ralmente era estos recursos de agua los que alimentaban a los grandes árboles a que or lo demás se raaba de un medo ambiene muy seco Brain y otros colegas empezaron a preguntarse si los lechos ivesigados por Dar qzá no eran cueas o brigos rocosos por los que se podía caminar sino isuras profn das semejantes a tampas a donde habían sido arrastrados los huesos y ocasio nalmente tabién poían haber caído animales vivos Mienras esaba odaía en las primeras etaas de su investigación rai relacionó esa observación con ora igualmente imporane: lo leopardos cuando se veían acosados por otros depredadores tendí a arrasrar sus presas hacia los árboles.23 Ese comporta miento junto con la costumbre observada en los leopardos de usar abrigos roVis de ls excacione de Swtr. Al ondo terkontn. Agosto de 198 . Obeven, l izqed l árole ue crce juto l fisu de ls pdr cls 8.
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C. K.
Brain en el proceso de exavación del yacimieno de Swartkra. Agoso de
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cosos y suras como cubiles (especialmente uando una hembra tiene crías), eron interretados incluso por Da como posibles agentes que intervenían en la mación de estos depósitos.24 Pero ¿era suiiente este tipo de inmación para crear una imagen convincente sobre los procesos de rmación en el pasado? Cieramente no Bain necesitaba contar con observaciones más detalladas y relevantes de la historia natural antes de poder avanzar argumentos interetativos de manera que el siguiente paso e aprender algo acerca del comortamiento del leopardo Descubió que la mayor parte e los depredado res carnívoros de Aica pueden fácilmente comper con un leopardo en una conrontación directa y éste ha superado esta conyntura mediante el arraste de su presa hasta un árbol para estar relativamente a salvo de sus compdores (en paricular de las hienas La presa se cuelga de una rama con las ieas suspendidas a ambos lados y cuando el leopardo empiea a consum su vícta a Jo largo del eje centra de la parte trasera diversas partes empiean a caer al suelo Entre todos los depredadores de Árca los leopardos son los únicos que al parecer observan un compoamento de este tipo El estudio comparaivo de los huesos que quedan sobre la supercie del sue lo debajo de los árboles y alrededor de las isuras como resultado del compor tamiento del leopardo produjo algnos resultados tiles or itar sólo un ejem plo Jos huesos del cráneo mostraban muchas acturas por presión y perforaco
¿ERA L HMR UN CAZADOR PODROSO?
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0 Reconstruccó de una esea en la que u leopardo, subido a u árbol ue surge de ua fsra de la rca calza se come a homíndo ptvo. (Dbujo a plua realzado por Mary Coombs y reprducdo con atora c del South Afícan Mseum Bulet, n.º 9, 1968.)
para los depredadores ya e podrían desgarrarles el esóago Ese copor aieno da coo reslado la presenia de na serie de arcas en el cráneo cya eidisancia guarda relación con el espacio exisene enre los dienes caninos de n leopardo.25 Brain na vez bo apliado ss conocienos con na sere de observaciones anaómicas de ese po volvió a exainar el aerial de Swarkans (g. 9 y fe capaz de deosrar e aqí abién las acras del cráneo eran probableene el reslado no ano de los golpes de porra dados por el hobre (coo había pensado Dar), sino de la ere por asxia a la anera descria anerioee. En os esos de Makapansga el conrase enre la presencia de los esos infriores inacos y la asencia casi oal de vérebras podía relacionarse con el esea ípico de conso lleado a cabo por los leopardos. De heco los pos de rpra eran en s conjno seejanes a los e Brai esaba enconrando en ss invesgaciones acerca del coporaieno del leopardo coneporáneo (g. 10). Nos haaos por ano ane na siación y esilane. E coneo geológico prodcía grpos de árboles e oecían sobra y·proecón en un paisaje por ora pare abiero; ales abienes consitían el ábia naral para el conso de alieno de no de los depredadores ayores y al conso de alieno daba coo reslado na aclación de hesos en el borde
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Resumen esquemáico de l secuencia de la fomación de yacimiens de hmínd en Surica: pimea etpas. 11.
El prier po (A) e l rción de una ce subtere debido a la olucón de !a rca clia dolomític ituda por debao del anto acuero. L eoión suda durte lrgos período de epo qued relejda en !s poundas gargnt de Jo o y en e! decenso de! nto acufeo, de nera que l cavea oada por la olución te enconad queda l descubierto, por enci de! nto acufero A prtr de ete oento (B), ! percolción del gu subteáea iici' l frció de traverto dentro de l cave metr que las uas en fr de zigzag (debid percolcón) e alrgn a cua de l olución y eosión ecica Dunte ete poceso en l o e qu e h decedido el anto cuero pueden frre nuevs caveas por debo de l y exitentes poniendo en couniccón l piera caveas co las guas subterá neas. os grandes bloques caídos de teho modican a foa Ltea d l avea oigina y el cuce de gu de la percoló
mismo de las suras naturales Esta combinación de circunstancias convenció a Brain de que estos mismos procesos y condiciones operando a lo largo de mi lones de años habían contribuido a la ormación de los depósitos paleontológi cos que estaban siendo excavados en Suráfrica Con todo Brain no se liitó al estudio de los leopardos. Estudió también el puerco espí aicano conocido por acumular huesos en sus cubiles; examinó el coportamiento de las lechuzas que cieramente habían contribuido con con siderables cantidades de huesos de pequeñas criaturas a la rmación de los d póitos situados en los emplazamientos calizos; e investigó de nuevo el copor tamiento de las hienas y al contrario de art se dio cuenta de que las acciones de este interesante animal podían explcar muchas caractersticas de los conjun tos aunísticos de los yacimientos antiguos del «hombre-mono» Todos estos es udios del comporamiento animal fueron siultaneados con la eavación e in vestigación continuadas del importante yacimiento de Swartkrans Los razonamientos derivados de la investigación metodológica de Brain han hecho posible desarrollar en la actualidad una imagen de los procesos que die ron ugar a la ación de agunos de los depósitos suraricanos Las guras 11 y 12 presentan una vista general de cómo fueron condicionados sus conteni dos por una secuencia de sucesos que se produjeron en el contexto de los pro cesos geológicos Naturalmente, en la realidad la situación es mucho más com pleja pero el punto prinpal debe estar claro: estos depósitos son el resultado de un gran número de procesos que pueden relacionarse con otros numerosos agentes que actúan bajo condiciones cambiantes Aunque la evidencia del com poramiento honido y de sus estos esté presente sus asocacones refejan a dináma del nve de oganzacón del ecotema (más que el comportamiento especíco de una sola especie, como asumía Dar) Brain, en su trabajo sobre los procesos de formación empleó métodos de inferencia es decir la investiga ción de as propiedades que permiten la diagnosis» de un dpósito y la atribu
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Nueva cae formad po debjo del anto aíeo
SECU ENCIA D E LA FORMACIÓN DE LOS YACIMIENTOS DE HOÍNIDOS EN SURÁFRICA
LR. Bin!ord
diferentes y variads que operaban en el medio ambiente del pasado no podría decirse lo mism de los yacmientos stuados al aire ibre del Áica oren tal? Si se trata también de paimpsests de est tipo, ¿de qué rma lo podría mos reconocer? y de qué manera podríamos iniciar investigaciones análgas al trabajo realiado r Brain en las cuevas para obener una nueva comprensión del materal del Afrca orental? Si las asociaciones de arteactos y huesos no sn sucientemente claras y los huesos n representan tampoco un testigo «edente por sí mismo» de la naturaleza de la dieta del hombre antiguo entnces quizás el comportaento de los homínidos antiguos ese bastante dierente de las reconstruccones ortodoxas rpuestas por los investigadres para el ca oental LA
COTUÓ DE OS ESTUDIOS CTMPOOS
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EN BUSCA DEL PASAO
Resumen eqeáico de la ecuecia de a formació de o yacimieo de homíido e Sárica: útm etp. 12.
Las pqueñas suras s agrada (1), ponendo e omuaón la supe del treo on la aera stuada por debajo E too a estos ageros ree árboles y las entradas a los msmos popa l a prsena de una gra adad de amales: los murélagos y las lehuas pntra en su nteor, mentras qu los prmates (luyedo a los homdos durme e la entrada y atrae la ateón d los leopardos aadores y d las hnas aroñeras a teraó especa qu se estable estos amales determa el ontedo de los dpóstos aumlados gradualmete (el que so arastrados al tor de la aa Co el tempo y dbdo a la rosó, as fsuras se agradan (2 y ello da lugar a que se des haa la aerna una mayor atdad d agua de la superfe ío que prooará la rmaó de aales a trés de los depóstos aulados preamente a formaó de dihos anas aelera a erosó de a supee y prooa ambos osderabes e e tamaño y forma de las suras y e las áreas adyantes Ua erosón prologada d las aberturas pude proar o be su obturaó debdo a la ada de roas y trra o be su agrandato e partular uado las fsuras orta l plano de la suprfe en ángulo nlnado dando lugar a la omaón de peueños abrgos oosos (3). Estas modfacoes en la suprfe propa y odoa la utlacó del lugar por pat d dsttas ases de anmals luyedo a los homdos Por jemplo s los amales menos ágls omo es el aso de la hea pud aeder a las etradas d las ueas protdas, los prmates rá dsmudas las odoes de segridad del lugar esogdo pramente como emplazamto para dormr; los leopards, a su ez també erán dsmudas las posbdads de hars o presas omidas durate sus vstas oturnas notrádose e su lugar a ompedores más tmbles E tales odioes los máxmos resposables de la aumulaón de restos en los depóstos de la aa será las has (el II y quzás otrs aroros (auue e Swartkras los hallazgos d sles de homdos y d útles en el l os da que alguos membros de la famla Homiide usaro oaso almete la galra d etrada Falmete los dpóstos deeen relatamente estables (4), aque postrores erosones y deposoes darán omo resultado ua stratgrafa entremelada
Razonó que esta preferencia por ciertas partes anatómicas debía entenderse en términos de selección de los agmentos usados como instumentos y comida llevada a cabo por los australopitecinos. Brain había advertido que sus datos sobre la alimentación de los leopardos mostraban que ciertas partes tendían a ser comidas y destruidas, mientras que otras podían sobrevivir al leopardo e incluso a las hienas carroñeras. Estas observaciones eran muy interesantes pero la mayoría de las muestras tomadas por Brain eran equeñas y él mismo no estaba convencido de que hubiera entendido las causas del fenómeno adver tido por Dart Con el n de obtener una mayo comprensión inició un pro yecto etnoarqueológico con un gupo de pastores hotentotes contemporáneos que viven en Namibia26 stas gentes poseen rebaños de cabras que son sacri cadas y comidas en sus mismos poblados Puesto que no negocian con cae fuera de sus establecimientos podemos considerar en principio que todos los huesos deben esar acumulados en el poblado Brain se popuso observar si los
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Eosión del l 1
Nv 1 Traert
NOTA: Esta es un eceni genrizd b en l ycmieo e Swks. Vée B (1981,f 15)
SECUENC IA DE LA FORMACIÓN DE LO YACIMIENTOS DE HOMÍNIDOS EN SURÁFRICA
LA. Binfrd
coger aros mles de. huesos procedentes de arios polados, Bran observó ua clara tendenca en las frecuencas relatas de las pates anatómcas: tendenca a favor de las mandbulas y los extremos dstales de mchos huesos y en contra de las tebras costllas y extremos proximales Dado que en el pasado tam bén habí exstdo animales carroñeros no es de extrañar qe se obsrara un enoe grado de smltud entre las ecencas de hesos procedentes de los pobados hotentotes y las de los depóstos de Makapansgat asocados con e Australopithecus.
Toda la edenca anteror, extrada en parte de obseracones constatadas en e mndo moderno ndujo a Bra a creer que eran los leopardos otros anmales plestoéncos y no el hombre los agentes responsables de estos depó-
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Vista de un árbol de grades dmenone dede la boca de un ua de la roca caza, Swakr 1981: qu é fra a va coempada por e hombr prmvo dede u área doo. 13.
sitos. Según esta nueva ntepretación, el Austrlopithecu no vivía necesariamente en el lugar donde se encontraban sus huesos: ¡spemente e comido alí! Ls yacimentos no era lugares de vivienda sino trampas natuales y lugares dormitorio Puede ser estimulante observar que dos personas, separadas literalmente por medio mundo e gnorantes cada ua de ellas de lo que la otra reala, sian unas leas de razonamiento muy similares En la época en que Brain estaba estudando los leopardos y los huesos de cabra de los hotetotes, yo no le coo
¿ L HOMBRE UN CAZADOR PODEROSO?
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Durante el trabajo de campo advertí de manera casual que las frecuencias de los difrentes huesos exstentes en los montones de basura del campamento de invieo navao (g. 14) parecían ser muy dierentes de las obsevadas en los yacimentos de verano. A ser consciente de todos los problemas de interpre tacón que plantean las variaciones en las ecuencias de las distintas partes ana tómicas de los restos del Pleistoceno Infeor discutidos anteiormente, decidí iniciar un pequeño proyecto en colaboración con estudiantes con el n de constatar si mi impresión inicial acerca de las ecuencias de huesos era correcta y en este caso cuál era la causa de dcas difrencias Al trabaar en un área remota de la reserva navajo no teníamos problema de acceso al material apro pia: ¡de hecho lo indio nimban jocosamete al oco profesor y a sus s tudiantes a ue limpiaran sus corrales! Recogimos los huesos de los emplaa mientos que habían sido ocupados por gentes de las que teníamos inrmación y conocímos también la duración de la ocupación los peíodos de permanen cia etc Había imaginado que los navajos mataban y comían oveas y cabras de ve en cuando y que el modelo observado sería un reeo directo de este com portmiento Pero nuestro estudio reveló que había grandes diferencias en las ecuecias relativas de las partes anatómicas entre los asentamientos de vier no y de verano de los navaos Una vez obseadas las direncias empeamos a considerar sus causas Es tos yacmientos están ubicados en un área desértica con invieos severos -fe cuentemente en enero se cubren de una gruesa capa de nieve y con tempera turas nocturnas que descienden regularmente hasta los OºF (-18° C). Ello oca siona qe muchos de los corderos nacidos en la pmavera aterior y también muchos de os anmales más vieos simplemente mueran helados los navaos acostumbran a comerse estos animaes excepto si se trata de pequeños corderi tos muy acos en cuyo caso sirven para alimentar a sus perros Elo ocasiona que los emplaentos invenales oecan un rgistro aunístico arqueológco con tendenca a una ecuencia de edad. En los asentamientos de verano selec conan para el consmo a las oveas que se encuentran en su meor momento En ambas situacones los perros tienen libre acceso a la basura y es evidente que los huesos de las oveas vieas son ás buscados que los huesos blandos de los corderitos pequeños. Nuestos estudios de laboratorio (g 1) sobre la rela ción eistente entre la densidad de los huesos y el crecimiento nos pemtieron construir gráfcos que mostraban cómo los cambios en la durea de cada hueso del cuerpo debido a la edad afectan su probabidad de supervvencia Podíamos fácimnte demostrar que el sometmiento de todos los huesos a los mismos agentes de desgaste daría como resultado unas ecuencias marcadamente di rencadas. Creímos que la causa determinante de las diversas ecuencias de las partes anatómicas en los emplaaentos navaos eran las ensidades de los huesos de los animales de dierentes edades mientras que las dferencias ente asentamentos residía en las dierencas en la estucura de edad de los aniales cuyos hesos habían sido roídos o comidos por los perros.
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Una muj navajo paándo paa dscutiza a ua oja. (Foo cedda por J. Chsolm) 14.
antopes muchos de ellos tan o inuso más pequeños que ovejas aunque con una secuencia de edad bastante dierente Pero en el caso de que en Makapansgat los restos objeto de estudio fueran el resultado de la actividad propia de un depredador como el leopardo, que mata prefrentemente a anmales muy jóvenes o muy viejos estos procesos podían ser pertnentes; de hecho encontra mos una grn semejanza entre las ecencias de los huesos de los emplazamien tos navaos modeos y los de Makapansgat. llo representaba un nuevo refuero a la prmera conclusión de Brain: la distnta ecuenca de los huesos de un gulados es simplemente un refleo de su derente capacidad de sobrevivir a desgaste proucido por las mordeduras de los carnívoros o por el flujo de las aguas no el resultado de las actividades de caza d los australopitecinos Tanto Brain como o estábamos esudiando procesos dinámicos en el mundo modeo como base para el desarrollo de métodos que nos permitieran realiar inferencias sobre los restos estáticos del pasado remoto Abos éramos conscientes de que los arqueólogos deben ser capaces de identiicar los agentes responsables de un depósito antes de intentar intepretarlo. En mi rabajo de campo llevado a cabo etre los esquimales nunaut en el Norte de Alaska 28 (véase cap. 6) vi otra posibilidad de obtener infrmación comparativa controlada a
¿ERA EL HOMBE
U CAZADOR PODEROSO?
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y vlver ms tarde a 24 de eas para hacer un inventario de los hesos qe qedaban (s otrs gares de matanza feron destruidos en e ntern pr oss pardos por a fusión del hiel de lag) Investigé adeás na serie de gua ridas de obs y registré a coposición rupturas y sisteas de reduras de los cnjunts faunsticos. 29 Poco más tarde e enteré de que el investigador britá nic Andrew Hi 30 estaba levand a cab exactaente el s tipo de inves tigación en lugares de matanza a aire ibre de lenes y hienas en Uganda y en el Sur de Etipa, y que haba grad reunir n cerp iprtante e ineresan te de dats il n tena inrmación sobre las garidas y a qe y posea ca reca de a suciente base para pder generaizar e cmportaiento de los ani ales con os hesos cand s levan a sus áreas dormitorio Afortnadamen te esta laguna pudo savarse en aguna edida gracias a ls trabajs del arqueó lgo Richard Klei 31 qe haba reaizad registros detalads de s grandes cnjuntos fauístics procedentes de la excavación de na guarida de hiena en Suráica na ve reud td este material y cparado -s lugares de matanza de depredadores de Hil a guarida de hiena de Kei y mis prpias guaridas y lugares de aaa de bs-, surgó un esquema uy repetitivo Lobs hie nas y flinos parece qe se cmprtan de manera my siar y prducen cn junts de huess extremadaente seejantes inclus en contexts bastante di frentes a desigaldad prncipa reside en la frecencia con que cada especie 15. Eudan lvando a cabo u xrmto de descurzmto dd a nvtigar ció d la prpdd d o huo fució d l dd. Aqurqu, 1973.
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N BUSA D PASADO
introduce el hueso en sus lugares dormitorio: los leons parece que no lo hacen, las hienas lo hacen siemre, mientras que los lobos se comportan como ratas al evar a su guarida todo lo que ueden. Entre todas las esecies lo que vaa no son tanto los pos de hueso resutantes del comortmiento deredatoo como las cantidade en que se encuenan A combinar derentes tios de in omación fue osible obtener una magen reaista de la natuaeza de los con juntos que ueden encontarse como resultado del comortmiento deredao rio animal VOLIO AL LEISTOCENO
¿De qué manera este tio de infrmación uede ayudar al arqueólogo a reconstruir el comortamiento humano de hace 2 mllones de años? Mi raona miento es el siguiente en lugares donde tenemos contextos arqueológicos o a leontológicos en los que son muchos los fctores que han conribuido en la fr mación de un deósito, necesitamos encontrar modos de eliminar los elementos conocidos o reconocibles que no nos interesen directamente con el n de oder observar si existe algún elemento «desconocido» que ueda relacionarse con las actividades humanas. Los anáisis qumicos cuaiativos siguen recisamente la misma estrategia se coloca algún comuesto en un tubo de enayo y se tiene que averigua cuál es la sustanca desconocida El rocedimiento cásio es ex taer e identifica todos los elementos del comuesto conocidos hasta que sólo queda un residuo desconocido (ero relativamente uro) que es lo suciente mente oco ambiguo ara ser identicado mediante la consulta de un libo de exto Los arqueólogos desgaciadamente no oseen este lbro de texto ero sus tácticas analticas ueden ser smilares asar de las solucones conocidas a las desconocdas mediante el islamiento de los residuos Consideré, or tanto como «conocida» la estructura de los conjuntos de huesos roducidos en los diversos emlaamientos or los animales deredado res y caroñeros, y como desconocidos los deósitos de huesos excavados or los Leakey en la gganta de Olduvai Usando técnicas matemáticas y estadísti cas consideré hasta qué unto los haagos de la garganta de Olduvai odín ser exlicados en térmnos de los resultados del comortamiento deredador, y cuánto quedaba sin exlicar Resultó ser un anáisis exitante Mi exectaión estaba centrada en que toda la vaiabilidad en el material funstico olduvayense seía atibuible a las actividades de los deredadores y caoñeros y que el Znjanthropus estaba a orque fue comido or algún otro nima Pero al obser var mis resultados constaté que en los yacimientos con ecuencias elativamen te altas de instrumentos había una cantidad considerable de mateial residual que no od exlicarse or lo que sabemos acerca de los cavoros aricanos Las mandíulas y equeñas artes del cráneo aarecan ocasionalmente en e
¿RA EL HOMR
UN
CAZADOR PODROSO?
3
Esta pequeña informacón es sugeente po sí misma. Los depedadoes y caoeos acanos compiten por la cae, entas el tuétano es consumido pincpalmente po los amales jóvenes, en especal los cánidos y hienas que oen los uesos. Ahora bien paa pode establece unas elaiones codales entre aimaes es coriente que una especie viva de los supoductos de la ota: po ejemplo los ebaos de antílopes tienen una escolta de escaabajos pelote os Ua espece que consigue un nuevo nicho casi nunca compite diectamente con los anmales ya establecidos de antemano sino que investiga los límites del sistema de enega paa enconta la manea de emplea la entopía de otos amales ¿Puede esto explica las fecuencias de los huesos esiuales? n los lugaes de matana de depedadoes el alimento que más comúnmente se deja sin consumi ncluso después de que caroñeos como las hienas lo hayan aan donado es el tuétano (que queda atapado en el teio de los huesos) y éste es un alimento que el hombe antiguo podía fácimente consumi sin tene que competi dectaente con los otos depedadoes pesentes en el medio am biente. ¡Siempe me había sentido un poco icómodo ante el supuesto machis mo de los peueños austalopitecinos de 40 kg de peso enfentados a leonas afianas de 60 kg! o inteesante de estos análisis faunísicos no es simplemente que la emo ción (conceptual) del mateial compendida en téminos de compotamiento anmal deje egulaente esqemas esiduales claos sino que ales esquemas son muy siilaes ente sí Detecté un esquema esidua epetido que tiene al gún sentido si consideamos el compotamiento de los caoeos ya que su magnitud guada una estecha elación con la cantidad de instmentos de pie da exstentes en cada depósito a esta conclusión no huiese podido ega si me huiese mitado únicamente a analiza los huesos A pesa de la divesidad de opiniones ue impean sobe el tema podemos arma que los nstumentos más antguos olduvayenses son simplemente piedas otas que pobablemente sólo pudieon sevi como pecutoes, maas o choppers. Las lascas despendi das de estas piedas no feon genealmente utiliadas ya que en los depósitos infeioes -s istumentos para cota son aos, mientas que los instmentos mológcamente sofsticados (como es el caso de los aspadoes) están ausen tes. Estas osevaciones deen situase en el contexto de la secuencia estatigrá fica de Olduva. as divesas excavaciones se ealzaon en depósitos geológicos que abarcan un pedo de tiempo etemadamente lago de ceca e 200000 años desde los niveles infeioes datados en 1800000 aos a los depósitos su peoes del echo I ue se emontan a 600.000 años Contaiamente a lo que podía imagnase los lechos mejo consevados son los nferiores y má antiguos os nivees antiguos nos evelan la páctica de una seie de actividades junto a un lago cuyos mágenes gaduamente fueon etándose; en cambio los nveles supeioes están mucho más alteados po pocesos hdológicos loca
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N BUCA DEL PSADO
mente pocos dientes en los niveles nferiores a cantidades de dintes y pocos huesos en los iveles superiores. El esmalte de los dientes, naturamente, es la parte más dura del cuerpo de u anima y la más resistente a la destrucción mecánica o a la disolución bajo la acción de los ácidos del suelo De manera que en lo depósitos de Olduvai el cambio direccional en la proporción dientes/ huesos observada entre la parte inferior y la superior nos advierte de lo poco conveniente que resulta considerar la media de desgaste del ueso o su trans porte por el agua como alo constante a lo largo del tempo En los luares donde se produce el transporte por agua como parece que ocurría en los niveles superiores de lduvai es posible que se genere algún tipo de división mecánica de los instrumentos por tamaños que afectaría presumble mente a sus frecuencias de aparción: cuanto más violenta sea la corriente de agua, más arrastrará las piezas de piedra pequeñas dejando sólo las randes En el estado actual de nuestros conocimientos geológcos podríamos predecr la existencia en los niveles inferiores de montones de pequeños instrumentos en lascas in su y grandes cantidades de objetos pesados en los superiores ¡pero, sn embago lo certo es o conraro! Los procesos de erosón no pueden, por tanto, ser el principal agente responsable de la composición cambiante de los conjuntos de nstruentos de piera. Hay motivos para sospecar que estamos considerando el uso incrementado de instrumentos de borde cortante como un leve refejo de alunos cambios beaviorísticos realmente importantes ocurridos entre las poblacones homíndas a lo largo de este enorme lapso e tiempo Esta sospecha se ve frtalecda por otra correlación inquietante. A meda que aumenta la ecuencia relativa de lascas e instrumentos sobre lasca también lo ace la ecuencia de los animales de gran taaño los niveles superiores con enen cantdades relativamente grandes de ipopótamo jirafa elefante y rino ceronte (todos ellos representados generalmente por los dientes). Naturalmen te esto es en esenca lo que podríamos esperar de los esquemas de erosión an tes mencionados os animales pequeños serían retrados por las aguas dando como resultado un predominio a favor de los dientes de los anmales randes. Pero si e los niveles iferiores tenemos el registro del ombre que practica la carroñería, en los límites de las onas de matana de los depredadores y en otras localiaciones mortuorias de animales prncipalmente en busca del tuétano de los huesos, y si se observa un cambio a avés del tiempo a favor del uso 1ncre mentado de los instrumentos cortantes es por lo menÓs raonable imagar que el hombre estaba comenando graduamente a competr -como carroñero por la cae (más que por el tuétano del hueso Si ello es erto, seguramente tendería a centrar cada ve más sus actividades en los animales mayores Cuan do un león come una gacela de Grant no deja nada pero en el caso de los restos de un elefante incuso después que an terminado las cigüeñas marab y una ve se an hartado de comer y an abandonado el lugar todas las ienas de la regón, queda toavía algo comestible para un carroñero realmente persis tente (si accede al luar lo suficientemente pronto (fig 16). En base a una sim
¿ERA EL HOMBR
16.
U
CAZADOR PODEROSO?
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¿Nues paa? Rcers lécos del prí Pli-leitoen. Un gupo de rco-
lctors fmado pr hombrs, mujs y nñ ncuntra un esqlet relatvamnt esco d un anml mto cca de un curso d agua y s dispon a recoger los rstos mintas trs ndiiduos e acc para incpase al gup cmpatir l alimnto Apacn tam bén dvsos aimals e acstmban a fcntar dico lugar Est cnao nada nos dice aceca d los campamentos bas divsión dl tabao, trslado dl aiment a la áas dmi toio acca del compartir el alimt. (Dbo a lpiz y a pla raliado po !a Elln Mos)
tros antepasados del Pleistoceno contamos con poco más que la eidencia d unas dos docenas d suelos, que abarcan un período cronolóico de 1200.000 años que a medida que son más recientes aparecen más perturbados Con todo existe una estandarización en los datos, aunque algunos de ellos n la ac taidad no dejen de sr meramente orentatvos El esquema repetido de e cuencias de huesos residuaes en los nieles inriores creo que s bastante se gr: es a idencia del hombre comiendo un poco de tuétano, una ente ali mntria que debe haber representado un componente inntamnte pequeño de su dieta total Los sinos parecen caros: el hombre más antiuo leos d ser un poderoso cazador de bestias parec que fe el más marinal de los carroñeros.
3.
VIDA Y MUERTE EN LA CHARCA
¿ óNDE COMÍA
Y
DOM EL HOMBR PRIMíTVO?
Hemos visto en el capítulo 2 cómo los estudios de Brain sobre ciertos proce os ue operan en el mundo actual han creado de orma gradual un cuerpo de conocimienos ue permite interpretar los depsitos de las cuevas surafricanas desde la perspectiva de la dinámica e su formación A su vez esta interpre tación nos ilustra sobre el papel ue el hombre primitivo jugó en los ecosistemas elejados en esos depósitos Por ejemplo parece ser que los homínidos, duran te los meses más fríos, buscaban lugares para dormir ue estuvieran protegidos de la misma manera ue lo hacen en la actualidad los abuinos (ig. 17 ). Igualmente interesante es la ausencia de datos demostrativos en cuanto a ue la comida fuese transportada a estas áreas doritorio y consumida en dicho lugar; 17 . Babuno en Glgl Kena entado al borde de una roca reguardada La abertura resguardadas en la roca y lo abrgo on utlzado a menudo omo áreas dormitorio véae Bran 1981, pp 27-273 (Foto realada por Barbaa Smt y cedda por AntroPhoo Cabrdge, Maacutt)
VIDA
Y
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MUERTE EN LA CHARCA
Densidad de los huesos Mer Ata Bja
1
. .
8 atriz para lasificar a función de yaimieno según as densdades de o artefatos y restos aunístios, segn los datos observados por sac. (saac, 1971, ig üa, p. 25.)
TIPOS DE YACIMIENTO SEGÚN ISAAC (1971)
la mayor parte del consumo almentaro era efectuado (en tales lugares) por depredadores en partcular por leopardos que cazaban prmates dormdos. os yacmentos surarcanos estudados en el capítulo 2 son aproxmadamente contemporáneos a los famosos «suelos» de la garganta de Olduva, y del yacmento 5 de Koob Fora,2 otro mportante lugar de nvestgacón stuado en el Árca orental (fig 3. os arqueólogos que trabajan en esta zona nssten en que los homíndos vían en áreas doméstcas a las que llevaban comda para ser compartda y consuma en pequeños grupos famlares Los depóstos sura rcanos por el contraro ponen de maniesto que, al menos en lo ue respecta a una forma de homíndo las actvdades de dormr y consumr almento no estaban asocadas espacalmente De modo que exste una aparente contradc cón en las conclusones elaoradas a partr de la evdenca observada en el Sur y Este de Árca ¿En qué se basan entonces los nvestgadores que trabajan en el Áfrca orental para opnar que en este período remoto de hace más de 1 mllón de años, los homíndos seguían un comportamento típcamente humano en lo que se reere a tener un lugar únco para dormr y comer? a respuesta a esta pregunta nos lleva a reconocer que una sere de convencones y «argumentos pst hoc» 3 han sdo utlzados por los arqueólogos que trabaan en el Áca orental para justicar su opnón de que los llamados «suelos habtacón eran de hecho áreas doméstcas a observacón de Glyn
1
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EN BUSG;A DEL PAADO
saac que postula que «el háito e concentrar los restos e alimentos y los ar teactos aandonados en áreas concretas es una e las características ásicas del comportamiento que distingue al animal humano e los otros primates»,4 nos lleva a la definicón del lugar e ocupación como un espacio donde el homre traaja con los instrumentos, consum alimento y duerme Como resultado, la asociación de instrumentos de piedra y huesos de animales ha sido aceptada como indicativo e área doméstica, es decir, un lugar donde el homre vive, traaja y duerme. Algunos estudiosos, tal como suraya Isaac (fig. 18), incluso han llegado a sugerir que las diferencias relativas oservadas en las densidades de los huesos y en la distiución de los artefactos pueden aceptarse como evi dencia e distintos tipos de asentamientos Una gran densidad e huesos y una aja densidad de insrumenos, por ejemplo, serviría para defnr e lugar e matana o carnicera, mientras que altas densidades e restos líticos y faunísticos consideran que es propio de los lugares e habitación. Posteriores intentos, realizados por saac y sus colaoradores, destinados a clarificar estas convencio nes, expuestas en 197, les han llevado a reafirmarse prácticamente en todas sus opiniones5 se consideran áreas domésticas los lugares a los que los homíni dos llevaan los alimentos para ser compartidos entre los miemros del grupo. Son diversos los argumentos en favor de esta creencia: 1., se dice que los hue sos y los arteactos de piedra coexisten en «concentraciones anómalamente al tas 20, el tipo e deterioro de los huesos se supone que es el resultado del comportamiento homínido; 30 las composiciones de los huesos presentes se consideran por lo menos «no incompatiles» con la suposición de que fueron acumulados por los homínidos 6 ¡No carece e ironía el que tal razonamiento utilice esencialmente los mis mos criterios empleados por Dart para justificar su pretensión de que los homí nidos eran los agentes responsales e la creación de las acumulaciones de hue sos en las cuevas suraicanas! Me parece que, como ocurriera con los argumen tos e Dart, nos equivocaríamos si pretendiésemos utilizar las convenciones pro puestas por saac y sus colegas para interpretar el registro arqueológico, antes de tener un conocimiento más amplio de los procesos responsables de la forma ción le estos depósitos situados en el África oriental En mi opinión, la pro puesta más acertada para soluciona este prolema es la que ya mencioné ante riormente, es decir, que la evidencia surafricana parece ser incompatile con la idea de que los homínidos primitivos comían y beían en los mismos lugares. Esto es precsamente lo que los arqueólogos que traajan en el África oriental consderan establecido desde un principio, de manera que es inevitable que in terpreten las concentaciones de huesos y artefactos como lugares de ocupación o restos e áreas domésticas ¿Cómo inicia la investigación de los vestigios que han llegado hasta nustra época (llamada a veces «estudios actuales») para de ducir de ellos las pautas de conducta de nuestros antepasados más remotos? ¿Cómo podemos averiguar, de hecho, qué ocurría en aquellos tiempos tan an tiguos
El cauce sec del rí Nssb, al sur del desierto de Kalaha (para su exaca localzacón, véase la figura 3). 19.
A INFORMACIÓN QUE NOS PROPORCIONAN LAS CHARCAS EN LA ACTUALIDAD
Al gual que ocurrera con los estudos de Bran (sobre los procesos que !levaron a la ormacón de los depóstos en cuevas), debemos tambén empezar a estudar la dnámica de los ecosstemas, centrando nuestra atencón en las char cas, cauces de ríos o márgenes de los lagos de terrtoros que, por otra parte, son relatvamente secos, porque en estos contextos ambentales es donde se ub caron los yacmentos del Áfrca orental stuados al are lbre, nterpretados convenconalmente como áreas doméstcas. Es dcl para la mayora de noso tros vsualzar en detalle la sabana clásca y los medoambentes de pastos stua dos en el nteror de Árca, caracterzados por densas concentracones de an males de caza La escena presenta vastos terrtoros salpcados por grpos de árboles y matorrales, stuados a menudo en los cauces de ros secos o alrededor de carcas. Para alguen poco acostumbrado a observar la vda salvaje, el medo ambente tene una cadenca enormemente dramátca M prmera experenca en este medo ambente arcano 7 empezó una ma ñana cuando penetré en un área rca en caza y camné a lo largo de la cuenca de un ro seco (fg. 19) En el valle se dvsaban algunos ungulados agrupados cerca de las chacas. Tambén se dvsaban grupos e ñúes que en número e dez, ventcnco o ncluso cuarenta ndvduos descansaban a la sombra de los árboles stuados cerca de una uente A medda que nos aproxmábamos, vmos cómo un macho adulto (fg 20) se levantaba, se sacuda y, sumdo en el polvo, bajaba la cabeza levemente para mrar en nuestra dreccón. as avestrces co
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20.
EN BUSCA DEL PASADO
Un macho adult de fu
y
antílpe en a pximdade de un curso de gua.
rrían a lo largo de nuestro camino, y las omnipresentes gacelas (ig 1) nos miraban, pero continuaban alimentándose sin dejar de caminar lentamente a lo largo del valle hacia una zona de sombra o hacia un área con hierba reseca; el valle, con sus cursos de agua era realmente el dominio de los ungulados La única señal perceptible de violencia era un bu itre ocasional que se hallaba situado en la cima de un árbol se elevaba por encima de nosotros o, algunas veces, descendía a tierra incorporándose a un grupo que comía alrededor de un animal muerto Si se observa este medio ambiente con más detalle se advierte fácilmente la presencia de esqueletos enteros o ya descuartizados: los indicios silenciosos de muerte violenta son elementos constantes en la supericie de las tierras situadas alrededor de las charcas Si se permanece en el área durante algún tiempo se constata que el ritmo os tensiblemente plácido del lugar es cualquier cosa excepto artiicioso Los ungu lados dominan ciertamente las uentes de agua al mediodía, pero cuando el sol alcanza el horizonte de poniente empiezan gradual pero deliberadamente, a re troceder hacia los límites del valle y a escalar las dunas exteriores del mismo Es sorprendente observar cómo abandonan el dominio ejercido a lo largo del día a medida que se dispersan por el vasto territorio situado lejos del agua y desapa recen Ante a presencia de la luz declinante del ocaso, los depredadores, seño res de la noche se dirigen hacia el valle para ocupar las charcas y ejercitar su dominio sobre el lugar ue ocuparan durante el día los ungulados (ig 22). Generalmente, la hienas son las primeras en llegar se aproximan a las charcas lentamente, atravesando viejos esqueletos de ungulados, muertos previa
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2.
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MUERTE EN LA HARCA
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Gacels alimentánde en el valle del río Nosb.
mente por os depredadores, y de otros anmaes que mueron de orma menos voenta cerca de agua (g 23 Las henas pueden roer estos huesos que ya están reatvamente secos pero generamente se drgen a beber porque acostumbran a tomar agua antes de cazar La búsqueda de amento puede no empezar reamente hasta mucho más tarde por a noche, de manera que es e cuente que as henas permanezcan en e área nmedata a a uente de agua royendo huesos removendo os esqueetos u ocupadas en dferentes actvdades socaes (fg 24. Una vez oscurece puede dejarse o aguna amada (e carac terístco «audo») más tarde as henas se van con e n de reazar sus matanzas y asegurarse carne fesca Tambén os eones y os eopardos vstan a menudo as uentes de agua durante a noche, puesto que tambén necestan agua durante as horas actvas de caza y persecucón de a presa Los rugdos de eón se escuchan normamente ya tarde entre as 10 de a noche y as 2 de a madru gada cuando recorren grandes dstancas vstando as charcas stuadas a o ar ' ·, go de camno antes de acechar y atacar a a presa. Entre as 2 y as 4,30 de a madrugada, a actvdad parce amanar: a menos desaparecen os sondos de os depredadores y a noche contnúa Justo antes de a sada de so se ncrmentan os rugdos de os eones; os depredadores tenden a drgrse haca rutas conocdas que, recuentemente conducen o atravesan puntos de agua Cuando os rayos de so nundan e pasaje os butres ya están revooteando en busca de a carnaza de a noche anterior E caor de
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N BUSCA DEL PASADO
na hena manchada dirigéndose hacia una charca, al aar decer bsérvese al fondo la re sencia de ñúes que se alejan del valle y , po ano ambién de la charca. (Foto cedida por John arkingon) 22
queleo de un u que muó cerca de una charca. 23 .
VIDA Y MU ERTE EN LA CHARA
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Huesos procedentes d diversos esqueletos qu furon mezclados por las hena duante la noche del da 14 de julo de 1981. Pueden observarse partes de esquelet de antlope alce y ñu 25
Antílopes crca e curso de agua, a meda maüa.
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EN BUSCA DEL PASADO
Los primtes, incluyéndonos a nosotros, son criatras diurnas Nestros ojos son órganos de día y estamos mal adaptados para la práctica de la caza la recolección o, incluso para la autoprotección durante la noche Uno se pregnta cómo una criatra tan poco preparada para reali:ar actividades en la oscuridad podía mantenerse seguro en un lugar para dormir que estuviera situado muy próximo a una fuente de agua en el entorno africano que acabamos de describir No es de extrañar que los cazadoresrecolectores actales qe viven en medio ambientes africanos relativamente alejados no ubiquen sus campamentos jnto a las uentes d agua, a pesar de que cuentan con recursos tales como encender fuego para auyntar a los epreaores (fig 26) o, natralmente, tienen también la posibilidad e emplear armas elativamente efectivas contr os s s eesario ¡El ugar que nunc escogería para establecer un campamento en Ja sabana africana es precisamente cerca e una ente de agua! Sin embargo los arqueó logos nos dicen que nuestros antepasados homínidos acostumbraban a emplazar sus áreas domésticas precisamente en estos lugares En base a too lo expuesto se impone el preguntarnos si los tres criterios sados por los investigadores del África orienta (expestos en páginas anteriores) permiten realmente reconocer de manera fiable los lugres e ocupación utilizados como área doméstica Empecemos a examinar el problema considerando los artefactos de piedra en su justo valor esto es como objetos producidos y sados por los homínidos. Lo que nos interesa saber es hasta qué puno el contexto en el que feron sa 26. Campamnto d bosqumanos actuals en Gausha pan Namba, 976. Est campamno ú ubcado a 15 km apomadamnt d urso d agua más próxmo. (Foo edda por l Souh Afican Muum Ciudad del Cabo)
VDA Y M UERTE EN LA CHARCA
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27.
Hss d al rdos y ts pr las hinas n las prximidads d na hara. Ests hss prvinn dl aroñ d n sqt smjant al q apar n la figura 23 (Ft dida pr Jhn Landham)
8 Fragmnts d hs, xtraíds pr autr d s xrmnt d un ón Ant sta idnia pdms inferir u fragmnts d hss procdnts d las dfains y rgurgitains s amuan también n las znas d dsans frntadas drant l día pr ls lns.
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E BUSCA DEL PASADO
dos estos instrumentos incluye precisamente los mismos emplazamientos en los que fueron depositados los huesos a ellos asociados. Mis observaciones llevadas a cabo en las fuentes de agua africanas ilustran varios detalles importantes respecto a este problema l.º, las muertes naturales son frecuentes en las proximidades de las fuentes de agua; 2 0, las matanzas de depredadores también ocurren en dichos lugares; 3 . 0 , las hienas al roer los huesos relativamente secos que se hallan en las primidades de las fuentes de agua pueden agrupar huesos de diferentes esquelets; y 4 es posible localizar grandes acumulaciones de lesos (fig. 27 hasta una dstanca e 100 m del agua Estos hechos significan que es factibíe encontr onsdebles cantidades de huesos alrededor de las jentes de agua. as cantiades reales varían probablemente según el número de huesos
sepultados y tambn a tenor de la disponibilidad y accesibilidad de las fuentes de agua eistentes en la regón Además, los leones a menudo arrastran las presas a la sombra para su consumo: es bastante frecuente que durante el día se concentren, en grupos relativamente granes, bajo los árboles situados en las proximidades del agua or tanto los pequeños fragmentos de huesos regurgitado o mezclados con sus heces (fg. 28 pueden contrbur tambén a la forma ción e un depósito particularmente si se acumulan a lo largo de años antes e uedar sepultados Tales observaciones provocan refleión y muestran la posibilidad de que aparezcan huesos en las proximidades de las fuentes de agua ncluo aunque los homnido no hayan jugado una parte activa en el proceso de acumulación. Pero tenemos que buscar una evidencia adicional que nos permta corroborar que en efecto este tipo de depósitos «naturales» de huesos se dieron en el pasado A ARQUEOOGÍA E A CHARCA ANTIUA
Durante mi reciente estancia en el Sur de África tuve la oportunidad de visitar el yacimiento, verdaderamente espectacular de Elandsfontein que proba blemente se remonta a un período de tiempo que oscila entre 200.000 y 400.000 años e antigüdad La interpretación de ste yacimiento no es segura, pero lo que me interesa resaltar aquí es la estructura e las asociaciones observadas en dicho lugar a mayor parte de los estudiosos están de acuerdo en que los depósitos se formaron en el contexto ambiental de un manantial y que las fuentes e agua asociadas eran resultado de un drenaje interno variable Hoy el lugar consiste en ua serie de dunas de arena que se mueven constantemente aunque hay razones para creer que su desestabilización es un fenómeno relatiamente reciente A medida que las arenas se mueven y s trasladan, van apareciendo conjuntos destacables e huesos de animales fosilizados En algunos lugares pueden allarse los restos del esqueleto e un animal antiguo cuyos huesos se han dis persado ligeramente de la misma manera que un esqueleto moderno es disper
VIDA
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MURTE EN LA CHRCA
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29. Huesos e la supee del yaceto de Elads ten puestos al desuer po la acó del veto (La ubcacón del yacmeto se uesta e la gua 3)
30 Hacha de an, e la su pefie del yaeto de Eladsfote
un paseo realizado por la tarde en torno a los lugares donde se hallaban los hallazgos más abundantes, advertí que sólo una concentracón e huesos probablemente pertenecientes a un mismo animal presentaba eidenca los huesos largos habían sdo rotos a golpes con el fin de extraer su
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EN BUSCA DEL PASO
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ELANDSFONTEIN , "CORTE 10" ARTEFCOS Escala en metros
3. Diarama de la dstrbucón de los atefactos de «corte 10» de yacmento de Elandsfonten (Infor macon obtenda de Snge y Wymer, 1968)
solitaio manuport (es deci, una pieda llevada al luga po el hombe) ea el único ítem asociado. En algunas ocasiones, apaecen gupos de huesos concentados en deteminadas agupaciones apaentemente oba de algún agente que actuó en el pasado natal o animal peo las condiciones bajo las que estos conjuntos se maon todavía se desconocen Po ota pate están documentados en el luga cubiles de canívoos existentes en la antigüedad: concetamente, la pesencia de hienas está epesentada po copolitos (heces fosilizadas) y po concentaciones de pequeñas astillas de hueso y fragmentos oídos que apaecn nomalmente en las inmediaciones de las guaidas de estos animales
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VDA Y MUERTE EN LA HARCA
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32. Dagama d la dstrbucón d hesos en el «corte 10» dl ya cmento d Elandsfontn (Inorma!n ob tnda de Singe y Wy m, 1968.)
LANDSFONTEJ N, "CORTE 10" HUESOS Escala en metros
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con algunos lugares que nos proporconan concentracones mportantes de huesos y artefactos 1 Por ejemplo en el «corte 0» exste evdenca de que ueron dferentes agentes los que contrbuyeron a la formacón del depósto (fg. 3) Con todo vsto desde la perspectva de las convencones nterpretatvas de los arqueólogos que nvestgan en el Áca orental la asocacón entre huesos e nstrumentos conducrí drectamente a la conclusón de que se trataba de un lugar de vvenda, es decr el campamento base de alguno de nuestros antepasados plestocéncos (fig 32) Es posble que sea certo pero la presenca de concentracones de nstrumentos en un espaco pequeño rodeado por grupos grandes y varados de huesos de anmales no apoya la dea de que esta asoca
LRB.
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EN BUSCA DEL PASADO
c1on enre huesos y herramienas sea única. De hecho, es difícil imaginar un ugar de yacimieno donde hubieran sido depositados óo os insrumenos y, por ano no s vieran rodeados por imporantes canidades de huesos de ani maes E yacimiento e Eandsfonein puede verse como un tipo de «relao admonitorio» paeontoógico: y como ta, merecera una etensa investigación que nos permiira deermnar e grado e variabiia del reparto faunstico, ya que se trata d un ugar n e que os huesos aniguos aparecen muy bien conservados E siguine paso sera e estabecimieno e un posibe modeo representa tio de a profusión d especies animaes y ambién e as partes anaómicas rpresenadas que aternan (covaran)» con instrumentos reconocibles Si e modeo de covarianza pudiese demostrarse en conuntos faunsticos de yacimienos an favorabes como e de Eandsontein, endríamos una información genera sobre a composición de las muestras de huesos halados juno a instrumenos, y nos permitira sepaar de forma anatica as asociaciones observadas en os yacimienos de hombre aniguo Ese yacimieno iustra a menos, e deae de que tano en el pasado como en a actuaia puedn haarse juno a las fuenes de agua muchos prootipos diferentes de conjunos faunsicos La escasa evidencia (comparada con la abundancia de fauna bien conservada) de hombre o de os homnidos nos indu ce a suponer que en os pocos ugares donde aparecen instrumentos se encontarn ambién canidades susanciaes de huesos Si os huesos y las fuentes e agua van junos», a margen de a presencia o ausencia del hombre lo que debemos averiguar son as condiciones particuares en las que os instrumentos pudieron se dposiado por os homnidos en taes lugares
DESARROLLO D UN ARGUMENTO AEABE
Desde que mpecé a estudiar a arqueooga de hombre primitivo me la maron a aención diversos hechos observados repeidamente en la arqueologa de eistoceno Medio l . º , muchos yacimientos de perodo Achelense (Paleoio Inferior) propocionan grandes cantidades de instrumentos de piedra; 1 2.º en muchos casos esos instrumentos aparecen reativamente modificados por e uso 3 °, e uso de cuevas y abrigos rocosos durante el Peistoceno Medio parece ser rro y os eempos ms aniguos conocidos ienden a estar en ugares on u medio mbiene empado y 4.0, a mayor pare de os emplazamientos que os arqueóogos han amado yacimientos» están directamente asociados con fuenes de agua a mayora de os auores esn de acuerdo en que los yacimienos de este perodo que preenan grndes conjunos de instrumentos pueden considerarse razonabemene como paimpsestos de distribuciones de insrumentos acumulados a o argo e muchos perodos ocupacionaes. Si elo es así es difcil imagi nar en qué circunsancias a granes dispersiones de insrumentos existentes
VIDA Y MUERT EN LA CHARCA
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desechados ras un periodo de uso basane coro Tal siuación me parece incompaible con la noción de un grupo que necesia usar insrumenos en el lugar donde vive 2 Después de odo ¿qué es más probable que los ocupanes del lugar buscasen primero en su área inmediaa para enconrar insrumenos apropiados y/o maerias primas o que ignorando los resos e insrumenos relaivamene poco usados desechados previamene viajasen a oros lugares donde podrían obener la maeria prima y volviesen con insrumenos y/o maerias primas? Los yacimienos caracerizdos por los cuaro punos mencionados antes 3 de hecho parecen represenar el omeno inal de períodos muy coros en los que se dio una ciera planiicación. Probablemene uvo lugar algo parecido a lo ue epongo a coninuación os homínidos dejan un ugar dormiorio y empiezan a buscar alimeno en el medio circundane; hacen insrumenos apropiados para la prácica del carroñeo y los llevan consigo hasa que ésa iene éio y el lugar más apropiado para obener lo que buscan es alrededor de las uenes de agua, emplazamieno adecuado para la concenración de esqueleos Los inrumenos una vez empleados en la exracción de las pares comesibles de las piezas elegidas para el carroñeo, los descaran y o bien comen en el lugar o regresan con cieras pares escogidas al lugar e vivienda y dormiorio o a la charca más próima donde puede ener lugar el consumo de alimeno El llevar la comida obenida mediane el carroñeo a los lugares e vivienda era probablemene una caracerísica del com oramieno homínido en el Achelense Superior y en el Paleolíico Medio e Arica (o Museriense en Europa) 4 Con odo hasa qué puno eso se pracicaba ambién en las eapas anerores es lo que precisamene esamos raando e deerminar La elevada recuencia e insrumenos acabados l a ala de evidencia de que fueran m uy usados y la concenración de insrumenos cerca de las uenes de aga donde podían enconrarse los animales mueros necesarios para pracicar el carroñeo son condiciones que coinciden con el puno de visa de que esos lugares eran espacios desinados a la obención y consumo de la carne conseguida mediane el carroñeo y también del uéano de los huesos, y no lugares de oupación donde enían los homínidos sus áreas domésicas y comparían los producos e sus acividades de caza. 5 El escenario que acabo de presenar parece creíble. Incluso pone de aniieso una serie e caracerísicas que sobrepasan la inerpreación e ales localizaciones como «lugares de vivienda» Pero la cedbldad no sgnfca que la interpetacón sea verdadera o exacta, simplemene enaiza la uilidad le invesigar ales posibilidades Al avanzar esos argumenos esamos en la misma posición inelecual que Brain cuando al cuesionar las inerpreaciones e ar ue capaz de proponer escenarios aleaivos razonables: el hecho e que sus nuevas ideas uviesen senido no las convería en verdaderas» La creibililad simplemene demuesra que una línea deerminada e invesigación ha sio planeada razonablemene a invesigación que surge de ales argumenos debe
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BUA D PAAD
STAO AfUA LA VESTIGACIÓN
La vestgacó llevada a cabo e la actualdad e yacmetos del hombre prmtvo stuados e el Áfrca orental me recuerda m trabajo desarrollado e el perodo ue va de 1966 a 969 sobre el problema musterese» y ue se dstrá e los captulos 4 y 5. Los umerosos trabajos de vestgacó llevados a cabo por membros del eupo ue estuda los mportates yacmetos stua dos e el área de Koob Fora 1 6 cotempla u amplo espectro ua persoa está buscando huellas de carncera y tpos de ruptura de hueso otra estuda el proceso de fabrcacó le los strmetos e pedra, compoedo las lascas e strumetos para establecer la secueca e la reduccó del úcleo; cluso ua ecera, peumblemente, esá etudand el euema epacal de los hu sos e stmentos; y estoy seguro ue otras vestgará los materales e sus yacmentos para poder amplar el campo de observacó Cada uevo estudo e este tpo da como resultado la geeracón e más atos sobre el yacmeto pero todos son únicamente testimonios sobre el registro arqueoógico. La exs teca de métodos de fereca sóldos provoca la acumulacó e más y más atos, cuyo sgfcado e térmos e clasfcacó del pasado os es descoocdo. Estos datos normalmente se terpreta medate el empleo del método de las hpótess de trabajo mltples»; para decrlo brevemete recoocemos ue las cosas puede haber ocurrdo e esta maera y propoemos jucos sobre lo ue parece más aceptable .7 Slo e casos excepcoales se ha establecdo métodos para justfcar las ferecas plateadas. U ejemplo de ello es el recoocmento por parte de Lawre e Keeley 18 de ue los strumetos sobre lasca haba sdo usados para cortar care y algún tpo de materal vegetal os hallamos ate u método establecdo para medr el uso de la pedra, probado depedetemete y en base a argumentos de ecesdad fscamete comprobados ue apoya la fereca. Uo se pegunta ué nvestgacó de alcace medo 19 justcara las terpretacones ue a bue seguro se extraerá de los coocmetos recetemete adurdos sobre el esuema espacal, las huellas sobre huesos, la freuea de las especes, etc Muchos vestgadores arueólogos parece no haber aceptado pleamente ue los estudos del regstro arueológco proporcoa u estmulo para la vestgacón e el mundo modeo, la cual a su vez, puede convertr nuestras observacones arueológcas e explcacoes exactas acerca del pasado. U gran nmero de arueólogos todavía trata de realzar descubrmetos que cree ue por s solos les permtrá efectuar ferecas sobre el pasado. Que el pasado se hace evdete para auellos ue realza cudadosas observacones es un pensameto cosolador, pero desgracadamete falso. La vestgacó e Áfrca orental debe empezar a platearse la sguete mportante pre guta: «¿Qué signfca?»
Segunda parte
¿QUÉ SIGNIFICA?
En la Primera parte considerábamos cómo un deterinado enoque en el estudio de comportaiento de os acontecmentos de psado poda condiconar la actitud en la interpretación del regstro arqueológico Esta segunda parte por el contrario, aborda los probleas que se presentan coo consecuencia de la acuuación de obseracions dealads y que sólo se eidencian de�pués de realizar ntensas investigaciones sobre e registro arqueoógico. Cuano el ar queóogo ha nestgado y consegudo estabecer odelos inteesantes en e re gstro arqueoógico a cuestión que se plantea es la de su nterpretación. En otras palabras ¿qé sucesos del pasado estn relejados en los odeos estabe cdos por os arqueóogos? Muchos de nosotros somos conscientes de que os étdos ideados para estabecer modeos que peritan a interpretación del egtro reoógico no son absolutaente objetvos Por el ontrario desarrolamos procedimientos para estudiar el registro arqueológco porque pensamos que nos perten hacer observaciones reeantes sobre aquellos aspectos de pasado que quereos dlu cidar Los arqueóogos han inventado procediientos para casifcar as cosas que encuentran y han epleado diersas convncion para dar sentido a los grupos reconocdos. Estas taxonomas o casiicaciones guiarán us obseraciones en las dstribucones de cosas en térno de tepo espacio De odo siar los arqueólogos esperan que sus odeos les conducan a deternados resultados porque parten con ciertas ideas preconcebdas acrca del alor de estas clasifcaciones. He usado el térino «conencón» puesto que pretendo argumentar que la teoría con a que noralente opera a arqueología ha asuido una sre de conenciones para dar sentido a as obseraciones realiadas a partir del registro arqueoógco stas conencones aseguran que os materiaes eprcos no pue dan entrr en conlcto con uposicione aneriores. De srayarse dado qe todas las airmaciones sobre el pasado son nerencas qu simpleente no es posbe deducr de una sere de suposciones una concusión que ente en conicto con estas suposcones Como dce Popper: «Una inerencia deducta o inductia no puede a partir de pras consstentes llegar a una conclusión que fralmente contradga as preisas de las que partimos 1 Los arqueóogos con recuencia, hacen suposcones sobre la ora en que fue conformado e registro arqueoógico tanto a nivel de sus propiedades frmaes coo de a distribución. Por ejempo se acepta comnmente que as culturas eran hoogéneas y que estaban uerteente ntegradas en virtud de as ideas y valores de sus participantes. Según este punto de ita las expetatas de crear odeos en el registro arqueoógco son bastante caras « los tipos
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dentro de ciertos lmites».2 Simplificando, podríamos decir que los yacimientos deben ser más similares cuanto más cerca estén en el iempo y en el espacio n el caso de qu el mundo real diera de estas expectativas, se generan innu merabes «hipótesis auxiliares» para acomodar las obseraciones a la teoría As la táctica seguida por los arqueólogos tradicionaes es la de ofrecer arumentos adicinales que «si son erdad» llevaran a una correspondencia entre a oría y a readad Popper 3 a dudado de que esta estrategia «inmunice a una teora le a necesidad de ser comprobada A los arqueólogos se les ha ncargado poner en práctica ta estrategia: sus intentos por inmunizar sus supo sicions anteriors han dado como resultado sus reconstrucciones del pasado Si por ejemplo fracasan al observar similitudes a través de las secuencias e acumuación, s teora de transmisión cultural es «protegida» de estos datos por medio de la aceptación de una igración de neas gentes en el área sta mi gración hipotética, a su ve, se conierte en una parte inamovibe de la «verda dra» reconstrucción del pa·s ado u los arueóloos suponen e están buscan do «una buena adaptación de las condiciones hará que casi cualquier hipótesis esté de acuerdo con os fenómenos Esto satisfrá a la imaginación, pero no hace avanzar nuestro conocimiento»4 Los arqueóloos son particularmente proclives a este tipo de trampa filosóica y metodológca puesto que todas las airmacines acerca del pasado deben ser inferidas y los métodos que tienden a ustifcarlas no pueden, en consecuen cia, sr comprobados mediante la experimentación. Dicho de otra manera nun ca podemos utiia el pasado inferido para comprobar las suposiciones que ha cemos al generar tales inferencias. No es sorprendente por tanto, que la mayor parte de los arqueólogos acepten sin cuestionarlos sus métodos empleados para hacer inferencias y no discutan la vaidez de tales métodos. Sólo en escasas ocasions podemos conseguir suiciente perspectia para «captar el mensaje» de e nustros modos por ineencia pueden ser alsos. ora ben, cuando eto sucede estamos capacitados para epezar la búsqueda metodológica que nos lee a una mejo comprensión de las condiciones dinámicas que produjeron os modeos arqueoógicos que hemos ocumentado Una vez podamos responder a a pregunta «¿Qué signiica?» estaremos en condiciones de empezar una n estigación estiante dirigida a conocer «cómo era»
4.
EL DESAFÍO DEL MUSTERIENSE
Los hombres de negocios y los políticos, a veces dan a sus oponentes el ttulo despreao de «Neartal» ara la mayora de nosotros el nombre evoca la imagen de un indivduo uerte algo peludo, con la fente huida rasgos grandes y una piel colgando alrededor de la cntura sta criatura es presentada en un mundo salvaje, con la mirada perdida emplaada en la entrada de una cueva y rodeda de restos de animaes consumidos. La imagen públca del hombre Neandertal es la de un anmal basto buto sin cultura que responde a los impulsos hmanos más emenales tales como la comida el sexo y el bienestar En coraste los lbro de teto arquolco tnd a otorar a los Neandertales un papel innovador en Ja hisoria humana. A menudo, han sido consderados como los primeros de nuestros antepasados en usar pigmen tos 1 enterrar a sus muertos 2 y quiás en practicar algún tipo de ritual centrado en cuevas de osos3 n la época en que tendíamos a ver en el pasado la epopeya de Ja aparición del hombre y su paso del reino de las estas al domino de lo humao los Neandertales eran representados como las pmeras craturas que mostraron un ncipiente interés por la estética (es decir por el arte y la religión), algo muy alejado de las preocupaciones ásicas características de nuestros antepasados animles En la biblografía más reciente en particular la que han producdo nuestros colegas pertenecientes a las ciencias bológcas los Neandertales son consderados como una variante racial del hombe plenamente moderno; se acepta con bastante ecenca que en términos behaviorísticos, eran similares a nosotro, pues los ndicios de algunos comportamentos típicamente humanos como el lenguaje se spone que tuvieron lugar antes de su aparción. Desde est perspectiv, l sp cucos sobre nuesra hstra evoluva se centran normalmente en eras anteriores al Paleolítico Medio de los Neanderta les Aunque es certo que ha habdo dierentes puntos de vsta sobre la conduca de los Neandertales (un problema de ¿cómo era?») de hecho no será esta diversidad de opinión que por otra parte estimuló la controversa y la nvestiga ción el ema que dscutir en este capíulo Aquí pretendo considerar el poblema del Musteriense el nombre arqueológico del período asocado al hombre Neandertal, que presenta una antgüdad que oscila ente 125.000 y 30000 años), un problem que surge de preocupacines estricamene arqueológicas y etodológicas Nos hallamos ante un tpo de dscusión dfrente de la epuesta en la Prmera parte. Por ejemplo, las controversias que h eaminado en los capítulos ·2 y 3 resecto a s el hombre prmitivo era cazador y si vivía en cam
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EN BUSCA DEL PASADO
pamntos base y compartía el alimento, concierne a los contenidos de los yaci mientos arqueológicos a los que hacemos referencia y a la cuestión de si eran exclusivamente atibuibles a la acción de los homínidos prmitivos Si este obstáculo pudies se superado la preocupación metodológica respecto a estos teas sera mínima l desao que plantea el estudio del hombre primitivo es bastante simple: ¿Cómo conoceremos el pasado? l debate que se centra alrededor del hombr Nandertal tiene raíces históricas, ya que se trata de un para digma de la investigación arqueológica per s. Además, la discusión se ha basado en aspctos diversos Al tratar del hombre primitivo la discusión se centraba en l inerprtación behaviorística e las asociaciones registradas entre muchos tipos de objetos aparecidos en yacimientos distintos; la controversia del Muste rinse sin embargo se centra en la interpretación que se debe dar a la variabilidad observada en un solo tipo de ítem aparecido en muchos yacimientos Ade más, surge porque los arqueólogos consideraron como característico del Paleolítico Medio un modelo cada vez más complejo de unidades taxonómicas.
L PERÍODO DE LAS ANTIGÜEDADES
Y
EL MONUMENO
Desde los inicios e la arqueología existen dos cuestiones que siguen siendo undamentales primera cómo describimos en términos ormales la variabilidad de las cosas que perduran del pasado? y, segunda ¿cómo se distribuye cronológica y geográicamente la variabilidad observada? n un principio, se recogían muchas cosas (hablando en términos relativos), pero el contexto e los ha llazgos no estaba bien documentado Los arqueólogos podan clasiicar y reconocer similitudes y dierencias entre los artectos y las construcciones, es decir, se organizaban los restos que eran claramente atribuibles a la mano del hombre. Estos elementos eran conocidos como «antigüedades y monumentos»: un hacha le mano, una punta e flecha de bronce Stonehenge, la espectacular tumba de corredor de Newgrange en Irlanda, etc. A medida que los arqueólogos ueron trabajando para descubrir los modelos de distribución de los diversos tipos de hallazgos ueron observando que algunas propiedades de estos materiales proporcionaban datos indicativos mientras que otras, parecían mostrar una ads cripción menos reconocible Por ejemplo en el antiguo y elemental trabajo de C J Thomsen realiado en Dinamarca, se vio claro que el tipo de materia prima empleada en la abricación e los instrumentos indicaba una dierencia cronológica de ahí surgieron las dades e la Piedra, e! Bronce y del Hierro 4 n la investigación paleolítica empezó a observarse que el diseño de los instrumentos abricados con un mismo tipo de materia prima tenía sentido tanto desde el punto de vista conológico coo geográico. Las hachas de mano parecían encontrarse sólo en ciertos tipos e depósitos geológicos y en asociación con ciertos tipos de auna Por otro lado las piezas retocadas como las recuperadas en Solutré, Francia se encontraban en contextos geológicos y unísticos muy dierentes.
EL DESAFÍO DEL MUSTERIENE
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33. Reconstrucción propuesta por el geneal Pitt-Rivers sobre el proceso evolutio desde un simple palo hasta tipos de útiles más complejos: una visión del pasado característica del siglo xrx y pincipios del x . (Reproducido, con autoización, de Myrs 1906 p 1 11 )
logía a través de cuyas disciplinas podía demostrarse q u e los ósiles eran indicativos de edades y eras dierentes de la historia de la Tierra La creencia de que el estudio taxonómico implicaba el descubrimiento de un orden natural en los datos arueológicos estaba relacionada con la idea de que el pasado del hombre se caracterizaba por el progreso. Donde mejor aparece reflejada la idea de progreso es quizás, en los escritos del general PitRivers uno de los «padres» de la arqueología al menos en los países de habla inglesa: Nuestra tarea es seguir .. la sucesión de idas a rvés de las cuales se ha sarollado la mente humana desde lo simple a lo complejo desde lo homogéno a lo heterogéneo; seguir paso a paso . . la ley de la continuidad po la que la mente ha pasado e los estados .. simples e conciencia a la aociación de ideas, y así a las generalizacones más amplas5
En n prncpo la mayor parte de los arqueóogos creían qe la ecuencia del desarrollo del hombre hacia la civilización era una secuencia que iba e
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EN BUCA DEL PASADO
lo simple a lo complejo lógica, progresiva y evolutiva Era la consecuencia de una sucesión lógica en la que una porción de conocimiento condiciona la si giente y así sucesivamente El general PttRivers compendia esta aproxima ción6 En la figura 33, por ejemplo, podemos observar el origen de una variedad del phla industrial en un simple palo sin retocar Bajo una serie de modificaciones inicales podmos seguir una progresión que lleva hasta el escudo australiano, mientras que bajo otra serie de condiciones iniciales na segunda secencia lleva a la maza de gera etc Partiendo de este punto de vista, la hmanidad fue consideraa como na progresión a través de na sere de estadios de pro greso interdependientes Puesto qe la secuencia era considerada dependiente de un orden seriado, toda la humanidad había pasado a través de la misma serie de etapas. La varabilidad eistente en el mndo moderno se jstifcaba como una consecuencia de n desarrollo desigual de los distintos estadios de progreso, de manera que algunos pueblos contemporáneos se habían estabilizado en etapas que ya habían sido superadas por otros pueblos en un período anterior. Este pnto de vista sobre la evolución cultural justiicaba l cosumbre de dar conte nido a la prehistoria etrapolando los datos que ofrecían las descripciones de las sociedades primitivas contemporáneas Por ejemplo para reproducir el mo delo de vida del hombre Neandertal se saba frecuentemente como modelo los aborígenes australianos Cito a continación un fragmento de un pequeño libro maravilloso, escito desde na perspectiva evolcionista basada en el concepto de progreso (Everyday Lfe n the Old Stone Age) , pblicado en 922: Debemos buscar agunos puebos primitivos que vivan bajo condiciones simiare y estén e a misma etapa de cvización que os Musterienses y ver s pode mos traar agunas comparacoes útes: os aborígenes de Austraa son un puebe que reúne estas característcas7
Dentro el clima intelectual que defendía la idea de progreso había otros puntos de vista importantes qe algunas veces se mantenían independientes y qe en otras ocasiones se mezclaban de maneras diversas, dando lugar a na especie de vitalismo gneralizado El concepto de proceso que merge consideaba la evolución del hombre como el resltado de la realizacón de s potencial entendiéndose éste como una calidad esencial, una auténtica «chispa» qe saltaba y se desarrollaba de modo algo difrente en función de los distintos contetos biológicos o físico Por ejemplo, la aceptación por parte de Henry Fairfield Osborn y otros de la (falsa) mandíbula 8 hallada en Piltdown Inglaterra, en 1908, como evidencia de que nuestros antepasados más antigos poseían un cerebro mayor qe el Pithecanthropus (en aquel momento se pensaba que éste era más reciente) les llevó a l siguiente conclsión: Si e Pitlzecanhropus es verdaderamete de a Edad de a Piedra Media como ahora parece, debe consderarse como un tpo prmtvo supervvente de hombre de Dawn, aslado en os bosues de Java . La supervvenca de un tpo de hombre prmtvo excludo de a competcó po seres más vgorosos no es un caso
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Siguiendo este enfoque la conexión del evolucionismo con una clase e racismo tampoco era inecuente; y además, para explicar los diferentes logros del hombre se incorporaban otras ideas elitistas Por ejemplo, la «teoría del gran hombre (que considera el progreso como consecuencia de los comportamientos de individuos especialente dotados) era común en el pasado y todavía es muy aceptada en la arqueología como se desprende de los comentarios hechos por Fraois Bordes en una época tan reciente como 1969: ... no db confunds la ntlgnca y l ntlcto catvo st último s ao, ncluso n la actualdad y pac s qu a pat d la histoia d dvsas civl zacons pud dducis qu la popoción d los intlctos caivos s son constants as condcions cultuals y las psions dl mdio ambint dpnd dl númo total d ndvduos. Po tanto s posibl qu n gupos palolíticos no muy numeosos haya tanscurdo gnacions sn qu apacisn intlctos cativos El pogso po tanto ha sido lnto, ncluso aunqu las poblacons pudan hab sdo ntlignts y hab hcho bun uso d los datos ya adqui dos10
Esta visión es acepada, además, por Grahame Clark que en 1979 escribió: el curso de la historia ha sido menos modificado por los errores populares que por la forma de pensar original de los hombre preeminentes». 1 1 En los albores e l a arqueología prehistórica eran pocos los que cuestionaban el punto e vista progresivo del pasado humano, aunque pudieran diferir en la elección de la teoría concreta empleada para explicar los hechos Lógica mente y teniendo en cuenta tal perspectiva el objetivo de la arqueología era el descubrimiento e la secuencia real del cambio progresivo. En 1893, Otis Mason dirigiéndose a los padres fundadores de la arqueología norteamericana ijo La investigación más provechosa (e la arqueología) para comprender la historia e la civilización es la búsqueda del origen de las ideas que hicieron época2 N C Nelson medio siglo más tarde postulaba unos objetivos y una comprensión de los nes arqueológicos bastante semejantes . nuestra ciencia está llamada a demostrar el momento y lugar de origen e todas la invenciones más importantes y a trazar su expansión por el undo 13 En el primer cuarto del siglo x, los arqueólogos paleolitistas consideraban que se habían alcanzado muchos e estos objetivos. La Edad de la Piedra An tigua se concebía en etapas El período más antiguo el del impulso representado por yacimientos al aire libre ubicados a lo largo de las cuencas de los ríos, se caracterizaba por pesados instrumentos sobre núcleo, las hachas e mano que habían sido descubiertas por Boucher de Perthes y que nos indicaban la gran antigüedad del hombre La siguiente etapa del desarrollo cultural era el período llamado Musteriense o era de los «hombres de las cuevas tipifcado por instru mentos hechos sobre lascas y generalmente con retoques en un solo lado Al usteriense le seguían los períodos Auriñaciense Solutrense y Magdaleniense (g 34), cuando los hombres vivían en cuevas y al aire libre, fabricaban instru mentos de piedra en forma de hojas y además, usaban el hueso el asta y el marfl practicaban el arte y rituales defnidos.1 4
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EN BUSCA DL PSADO
Magdaleniense
Sotrense
Auriñaciense
useense o
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A1eense
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Cheense
Pre-chelense MODELO "EVOLUTIVO L.RB
Modelo de evolucn cultul al como la concebn los prehsoidoes del sglo x1x pncpos del A l zuerda precen los nmbres de los períods, y l deecha los ps d útles más mporanes en correlaón con ls períods. 34.
EL
RÍODO D L «RTFATS»
Y
D LOS COJ UOS, 1 5
Si la aqueoloía del Paleoltico Ineio se caacteriza po su pocuación po dilucida en qué edida las antigüedades y onuentos son elejo de los logos conseguidos po la huanidad, el siguiente peíodo de los «ateactos y countos» povocó u cciente iteés po la clsificación de los atefacts y la descipció de los conjuntos deiidos coo la suma de atefactos asociados que se supoa ean cotepoáneos El caácte de los cojuntos depende ía de su peteecia a pos ticos idetiicables. El espíritu de esta oienta ción ue acetadaete esuido po Golo Childe en 1929, en la aosa in oducció a su libo The Danube in Prehistoy: Eoro io to vao hrraientas, adornos ugares de enterramo tcu d caa constantente asociados. l ol
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L DSAFÍO D L MUTfüEN
Phyum de las lascas
Plum de Jos núcleos
Q ¡
MODEO DE
HJLA PARALELOS L.RB
35. Modelo de phi/ parelos populazado po los prehisoriadores a parir aproximadamee de 1930. Se pensó que los dstnos grupos ulurls represeados por pos de úles de peda derenes podía se e algunos asos onn1poreos y o suesvos segú ua se cuenca eolua esra, el po observdo e la fgur 34
Evidentemete la idea de l a historia étnica no era nueva y había sido deba tida al menos desde principios de siglo en contextos posteriores a la Edad de la Piedra Antigua 17 n Europa existían diversas posturas teóricas respecto al papel de las razas pa, en oposición a lo que hoy llamaríamos vigor híbrido , en costante progreso. Había tambié dierencias de opinión respecto a la capacidad de la inventiva del ombre Algunos estudosos pensaan que el homre era extremadamete coservador y que las inovacioes era raras otros por el cotrario consideraban que si el homre reaccioaa le manera similar ante los mismos estímulos podía esperarse que muchas venciones uera realizadas independientemente en momentos y lugares distintos En geeral aquellos que creían en la raza pura como soporte del progreso cultural veían al hombre como un ser no innovador y por tanto esperaan que las tradiciones culturales ueran muy estables y duraderas Por otro lado, aquellos que tenían un punto de vista más liberal cosideraban al hombre como un ser relativamente creativo y creían que la cultura estaba sujeta a cambios tato desde el iterior como a
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EN BUSCA DEL PASADO
cas de interpretación tuvieron poca incidencia en la investigación paleolítica porque el estudio de l Edad de la Piedra Antigua parecía demostrar que el progreso estaba en relación con las distintas etapas del crecimiento cultural. En otras palabras se creía que los materiales empíricos podían confirmar las antiguas ideas evolutivas: los argumentos en contra de la evolución parece ser que fueron irrelevantes para los estudiosos del Paleolítico. Esta situación cambió sin embargo cuando a principios de los años treinta el abate Breuil 1 expresó la opinión de que a lo largo del extenso período de la Edad de la Piedra Antigua existieron simultáneamente phi/a paralelos (o en términos modernos mayor número de tradiciones culturales). El impacto de las ideas de Breuil queda bien refejado en una afirmación hecha en 938 por Dorothy Garrod En el sistema antiguo las culturas del Paleolítico aarecan como una sucesión lineal con divisiones horizontales claras como ocurre en una sección geológica. Pra los oneros de la rehistoria estas culturas se desarrollaron lógicamente una a partir de la otra en un movimiento ordenado ascendente y se asuma que rere sentaban etaas universales en la historia del rogreso humano. En la actualdad la rehistoria ha sufrido el destino de la mayora de las artes integrantes del or denado universo del siglo x1x. Nuevos conocimientos han dado una vuelta al calidoscoo y las ezas están todavía cayendo ante nuestros ojos asombrados El es quema rincial del nuevo modelo está emezando a aarecer Podemos distinguir en la Edad de la Piedra Antigua tres elementos culturales de gran imortancia. Se manifiestan en las llamadas industrias de las hachas de mano industrias de lascas industrias le hojas y sabemos que las dos rimeras ya desde las éocas más remotas siemre ueron contemoráneas y estamos emezando a aos cuenta le que los orígenes de la tercera ueden buscarse mucho más lejos de lo que habímos sosechado Sólo se necesita un momento le eflexión ara ver que nos halamos ante las antguas dvsones del Paleolítico Inerior Medio y Suerior eo con un nuevo eje director debemos, con too ser cuidadosos y no hacer estas dvisiones dmasiado rígidas D e hecho estas corrientes culturales no corren e manera aralela e indeendinte; una visión semejante de la historia humana sera absurdamente artiicial. Se están constantemente encontrando y se infuyen entre s e incluso algunas veces van juntas y roducen una nueva aces1 9
Este testimonio dado por uno de los historiadores británicos más eminentes demuestra claramente cuán revolucionarias eran las ideas de Breuil. Es interesante obervar que, mientras duró la oposición a esta reinterpretación radical de nuestro pasdo, lo «phla culturales paralelos» (fg. 35) se convirtieron con bastante rapidez en el punto de vista ortodoxo. Además Breuil elaboró su no ción del pasado al sugerir que las tradiciones culturales independientes mostra ban algunas distribuciones que contrastaban con la época y el medio ambiente . . encontramo ndustrias biaces alternando con ndustras de lascas. Las lascas se dan antes y desus de los momentos álgidos de fro y las bifaces en los eríodo interglacials Parece razonable deducir que esta alternancia se debe a los mo vimientos de los gruos humanos que a medida que las condiciones glaciales avan zban segían a lo animales que cazaba haca el sur y el oeste.2
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No tardó mucho en surgr una ecuacón entre estas tradcones opuestas y la creenca entonces corrente de que coexsteron ormas derentes de hombres antguos: Durante la primera parte de los tiempos Pleistocenos . . . ocupaban el área dos razas diferentes. Primero aparecen industrias perenecientes a una cultura de ins trumentos de lascas (Cromerense) más tarde, en el oeste la cultura Chello-ache lense que proviene de Áica y pertenece a la civilización de nstrumentos de nú cleo tomó la alternatia . . con la llegada del último máximo glacial los hacedores del cup-de-poing se retraron de la escena y las culturas pertenecientes a la civi lización de los instrumentos de lasca ocuparon todo el área.21
E punto de vsta de que había una «tradcón de nstrumentos sobre lasca» abrcados por ormas neoantrópas (de los homíndos ancestrales al hombre moderno contemporánea a una tradcón de nstrumentos sobre núcleo producda por una orma paleoantrópia (que no rmaba parte de nuestros antepasados nmedatos era popular en los años trenta y cuarenta y aún se dscutía ampla mente en los años cncuenta.22 En 196 D. Peyrony ampló el razonamento sobre los phi/a al Paleolítco Superor. Decía que lo que preamente se había consderado como Aurñacen se en el esquema de Mortllet debía ser vsto como dos tradcones culturales derentes el Aurñacense propamente dcho y el Pergordense.23 Su argumentacón ue amplamente aceptada y sgue sendo la base para gran parte de la clascacón de lo s arteactos del Paleoítco Superor fancés. 24 ÁRBO DE LA VDA
Dar un nuevo enoque más centífco mplca normalmente un cambo en los métodos y en las aproxmacones utlzados en la clascacón u ordenacón de las observacones. A este respecto podemos decr que en el caso de los estudos paleolítcos el trabajo de Franos Bordes (fig. 6) ha sdo portante2 Este nvestgador desarrolló tanto un sstema el ás amplamente adoptado para clasficar nstrumentos de pedra como las técncas para descrbr cuanttatvamente los conjuntos. Sus resúmenes cuanttatvos sobre las formas de los nstrumentos de pedra encontrados juntos en nveles excavados se convrteron en undades báscas de comparacón y de su obra surgeron las sstematzacones basadas en los conjuntos del regstro arqueológco. Además Bordes deendó que las técnicas empeadas en la abrcacón de los nstrumentos de pedra deberían tratarse ndependentemente de las formas reales de los nstrumentos. El últmo atrbuto se manestaba en rasgos tales como las relacones entre la orentacón de las lascas orgnales las ormas de los bordes retocados y su orentacón respecto a la rma de la lasca sobre la que se habían abrcado los útles Al contraro de lo que se tenía en cuenta al estudar los trazos en la herramenta consecuenca de su abrcacón, las técncas empleadas en la produccón de las
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EN BUSCA EL PASADO
36. Fan�ois Borde durnte su estnc en Autrala, en 1974.
para estudiar a interación socia ente os gpos cutuaes dferencados.2 Basándose en estos postuados B ordes empezó po estuda mateaes excaados preiamente e inició tambén una serie de excaacones e ago acance 2 que iban a cabiar considerabemente nuestos puntos de sta aceca de pasa do Teniendo como reerenca su sta de tipos, cascó todos os nstumentos reperados en un msmo nie aqueoógico identcabe A pat de aquí as recuencias de os dierentes tpos de instrumentos podían esumrse mediante la coneccón d una gráica acumuativa28 A compaa as fomas de as gácas de os yacimientos del perodo Musteriense de Paeoíco Medo B odes dstinguió o ue pareca ser una norma epettia (ig 37) exstían cuato fo mas básias rpresentadas reptidamente y sóo unos pocos casos que podían nsiderarse ambiguos o ntermedios Los cuato tpos de Musteense econo idos por Bordes pueden resumise como sigue: E conunto es geneamente econocido por a prncia de hachas e mano una cantidad modeada e aspado res ateras muchos enticuados y muecas y un númeo consideabe e cuchios de dorso rebajado a orma caacteístca e a gáfca es una cura baja l.
ustrn d tdción achelene.
Este tipo generamente foma una gráfca en dagona (debido a u a ayo parte de os tipos de nstumentos se pesentan en 2.
/utrne típico
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EL DESAFÍO DEL MUSTERIENSE -
·
TIPOS DE CONJ UNTOS MUSTERENSES
314· 6 7 8 9 0, !.3 5 78 92 2 23 6 89333233 34333'38394 4 4 4444 490 3•6& 66 3 Punt s Raedera Grupo del Trns-
1
1
versales
J
Paleo Supior
·!
Lista de to de F Bors
J�esC�
+ dentic.
lu1-
zs
LR. Binford
37 Gráico en el que pecen dendos los tpos de conjuntos musterenses de Borde Los tpos de útles preen enumeados en el ee horzontal. U dgrama de los porcentaes acumultvos e da tpo de tl hallado e un conunto oncde genelmente con ua de las cutro ctegorís le foas ms importntes A prtr de estos datos se entabló una ontrover s acerca del sgnifcado de estas cuatro curvas dferecadas
achelense prncpalmente en la escasez de hachas de mano y en una menor frecuencia de cuchillos de dorso rebajado y de otros tipos de instrumentos análogos a los ejemplares comunes del Paleolítico Superior 3 Musteriense on denticulaos. La distribución de este tipo normalente comprende una gráfca baja y cóncava, debido a la escasez de raspadoes y a la abundancia de muescas y denticulados Las hachas de mano son aras o no aparecen; los raspadores son de factura deficiente; os cuchillos de dorso rea jado son raros.
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EN BUCA DEL PASADO
4 Grupo charentiense. El último grupo queda expresado mediante una gráfica alta y convexa Dominan los raspadores, son poco recuentes los denticulados y las muescas mientras que las hachas de mano y los cuchillos de dorso reaado son raros o están ausentes Bordes reconoce dos sutipos en este grupo charentiense: a) el sutipo La Quina, en el que los raspadores son típicamente transversales y la técnica Lvallois es rara o está ausente; y el subtipo La Ferrassie caracterizado por la presencia de raspadores producidos sore los ordes de las lascas y tamién por la frecuencia de la técnica Levallois En la terminología corriente, denominaría a los primeros estudios de Bordes como «traao de reconocimiento de modelos» porque, en ellos, el investigador finó y lai de e ordenada as propiedaes e las cosas que podía oservar sistemáticamente Hizo muchas observaciones sore el registro arqueo lógico y reconoció una estructura en los datos. Lo que sorprendió a algunos arqueólogos fue la naturaleza de la normativa que empezaa a surgir de la aplicación e La Méthode Bordes 29 Una observación previa (verificada y clariicada por la aplicación de los métodos de Bordes permitía concuir que la secuencia estratigráfica de camios en las formas de los conuntos de instrumentos de piedra no era necesariamente direccional, ni parecía indicar esquemas de camio graduales sto ya había sio oservado para el Musteriense por Pyrony,30 pero fue demostrado sin lugar a dudas por Bordes en particular a través de sus excavaciones en el ahora famoso yacimiento de Come Grenal Mediante la aplicación de sus técnicas, Bordes demostró a partir de los atos a existencia de tres aspectos diferenciales (ig 8) 1 Industrias alternatvas En una secuencia estratigráfica extensa, con niveles de lechos sucesivos, un tipo e Musteriense (por ejemplo, el Típico puede ser seguido en el tiempo por el Denticulado y posteriormente, en el nivel posterior, aparecer de nuevo un conunto Musteriense Típico En este modelo, cada uno de los tipos de conuntos musterienses mantienen su propia identidad a lo largo del tiempo, pero se alternan entre sí de maneras varias a través de secuencias particulares 2 «Phila» parlelos. Al considerar la región como un todo, se oserva que los diferentes tipos de Musteriense conservan su identidad a través de largos períodos de tiempo y coexisten como culturas reconociles3 De ahí se desprende que cuando están ausentes en las secuencias de un yacimiento pueden aparecer representados en los modelos observados en algún otro yacimiento contemporáneo Culturas persistentes. La normativa descuierta por Bordes podía además ser descrita como indicativa de culturas persistentes, es decir f rmas de organización ehaviorística que presentan un registro arqueológico relativamente sin camios a través de largos períodos de tiempo Estos tipos de conjuntos diferentes tapoco se ven afectados por el contacto con otras culturas igualmen-
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EL DESAFÍO DEL MUSTERIENSE
10 1 12 i3 14
15
Trad. chelense Trd chelense Trad helense d chelnse Trad chelense Trad chelense Típico Tpio pio Típio Dentculado Dentculado Denticul
ALTR NANCI A D LS CONJUNTOS MUSTRINSS
16 17
18 19 20 2 22 23
24 25 26 27
2 29 30
31 32
33 34
35
L Qina L Qina a Ferssie Tpio Tpio pio Tpio a Fersse
Comb Gra l Sección en l a ína 14
Escala en metrs
2
3
4 L.R Binford
38 Seccn rqueológc · del cmnto mustrns de Combe Genl, Fnc, que pone de mnfesto l exitnc de conj ntos ltetivo
defendía la existencia de diferentes líneas culturales que se remontaban a épocas muy lejanas33 Estas líneas o phi/a mantenían su integridad formal como hacen las especies biológicas y, por tanto no eran capaces e mezclarse fácilmente con «especies» diferentes. La distribución de estas especies culturales avanzaba retrocedía y volvía a aparecer en el espacio geográico, quedando reflejada en los depósitos arqueológicos en forma de conuntos que podían alternar con otros y a través del tiempo circular por la misma región El concepto de los conjuntos como representantes de especies culturales ha sido considerado recientemente como el punto de vista orgánico del pasado: L hto cltal p e ntn y explca n témnos nclmnt
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N BUS CA DEL PASADO
a prmera hac referenca a la exstena d e un paralelsmo drecto entre los mun dos cultural y orgánco de tal forma que podemos esperar encontrar una correla cón entre la estratgrafía arqueológca y la natural La segunda se reere a que cualquer complejo cultural como ocure con culquer complejo paleontológ co puede expresarse de frma más o menos constante Esto últmo sgnica que las entdades culturales reconocdas en la sstemátca arqueológca deben consde rarse como categorías naturales que, como ocurre con las especes orgáncas son nerentemente dscontnuas y no modfcan su orma de un contexto al sguente. llo mplca que una tradcón especíca dará lugar a un únco tpo característco de ndustra en el egstro arqueológco, cualquera que sea el período específco espaco-temporal34
Las innovaciones de Bordes, a pesar de los logros importantes conseguidos al aplicar su método por eemplo la estructuración del registro arqueológico con un nivel de exactitud nunca alcanzado hasta entonces se han incorporado a una v1s10n antigua del pasado y de la cultura en consonancia con el modelo biológico: el árbol de la vida como lo ha llamado acertadamente A L Kroeber EL
PRSNT: UN CONFLICTO D OPINI ONS
La fragilidad del esquema desarrollado y puesto en práctica por Bordes (que implica refinadas técnicas de obse•ación y descripcin) nos indujo, a otros in vestigadores y a mí a considerar que la visión del pasado efenia por nuestros colegas franceses (a la que estaban acomodando el registro arqueológico) entraba en conflicto con el conepto general de cultura desarrollado por los estudiosos americanistas en sus estudios sore los pueblos primitivos actuales del Nuevo Mundo Esta diferencia fue descrita por los investigadores americanos como un contraste entre el punto de ista orgánco, ilustrado por el árbol e la vida, y el punto de vsta cultural representado por el árbol de Ja cultura (ig 39 . El punto e vista cultural había sio establecido por los investigadores que estudiaban la distribución espacial e los rasgos y complejos existentes entre grupos étnicos y sociales conocidos, presentes en vastas regiones de América del Norte Estas investigaciones permitieron, por ejemplo establecer una estrecha correlación entre la distribución de formas culturales distintas y los tipos de medio ambientes;5 pero los arqueólogos que trabajaban con los materiales estudiados según los métodos de Bordes negaban que e sus atos pudieran proponerse tales correlaciones 6 Además los antropólogos americanos habían tenido difcultades en diferenciar los límites regionales de los grupos sociales o étni cos7 La variabilidad existente entre tales unidades socialmente denidas no era constante y ello hacía prácticamente imposible el reconocimiento e grupos ét nicamente distintos Por el contrario aquellos que mantenían el punto e vista orgánico consideraban la diferenciación étnica como una característica e los pueblos del pasado En resumen existía una oposición directa entre la visión
EL DESAFÍO DEL MUSTERIENSE
MODELO "ORGÁNICO
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MODELO "CULTURA'
39 Comparción de s visiones de pasdo según e punto
y culturl,
en
Ante esta problemática se imponía una pregunta: ¿las condiciones existentes en la actualidad diferen tanto de las del pasado o es que enfocamos la visión de este pasado de forma inadecuada? Era de vital importancia saber qué interpretación se había dado a las observaciones hechas en el registro arqueológico al utilizar los procedimientos de Bordes Resumiendo ¿qué es lo que la taxono mía de Bordes estaba midiendo realmente y qué es Jo qu se pretendía indicar al comparar la composición de Jos conuntos de Jos diferentes yacimientos? En 966, junto con Saly Binford, sugerí las condiciones que de darse en el pasa do podían haber conducido a algunas de las regularidades observadas por Bordes 38 En aquella época, nuestro trabao se centraba en determinar la manera en Ja que el regstro arqueológico se había formado superando las contradic ciones en su interpretación e identifcando sus formas variables y su dinámica Estos temas serán ampliados en el próximo capítulo. a histora de la investigación , en el caso de l Museriense, es mu y diferente a la de las controversias suscitadas sobre los orígenes del hombre primitivo (cap 2) ya que ante esta segunda problemática, la investigación fue rápidamente orentada hacia la interpretación del regstro arqueolgico en función de las condiciones que lo habían producido El problema musteriense no era un problema de método, puesto que las técnicas empleadas por Bordes contaban con el bene plácito de la mayoría que las consideraba muy sofsticadas y, por tanto, con los atributos sufcientes para ser conceptuadas como la metodología Los mode-
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sideraban empíricos y, por consiguiente no sometidos a cuestión. Los métodos que podían ser usados en apoyo de una interpretación del pasado no llegaron a cestionarse, pues su correcta aplicación dependía de los datos disponibles. Había culturas persistentes e industrias alternantes: ¿cómo podía esto refutarse? A medida que el archivo arqueológico iba consiguiendo un nivel de documenta ción más complejo y riguroso, se hacía patente también el conicto cada ez ayor existente entre la normativa y el problema de la naturaleza de l a variabilidad cultural. Sólo cuando, a través de los procedimientos descriptivos desarrollados por Bordes, se hizo «hablar» al registro arqueológico se evidenció el con flicto previamente oculto existente enre el concepto de cultura que orientaba los métodos de Bordes, por un lado y los conceptos derivados de las descripcioe d la uura material e los indios americanos, por el otro El reconocimiento de la existencia de diferencias fundamentales en las suposiciones acerca del registro arqueológico así como respecto a la cultura misma fue impulsado por la aparición del problema musteriense. La discusión acerca del hombre primitivo se ha visto rodeada de una cierta teatralidad, que ha propiciado multitud de argumentaciones y para algunos ha sido la ocasión de «irse por las ramas»; sin embargo, la investigación sobre el problema musteriense ha transcurrido por cauces relativamente tranquilos Con todo, es muy probable que este último prolema afecte de forma considerable a la arqueología en general porque la controversia musteriense nos ha levado a tener que cuestionar las ideas básicas, aquellas relacionadas con la verdadera naturaeza de la cultura
5.
UNA ODISEA ARQUEOLÓGICA
ESCUBRIENDO EL PASADO
Aquellos que ncamos nuestros estudos de arqueología a finales de los años cncuenta y prncpos de los sesenta fumos educados de una manera bastante convencona La mayoría de nuestros profesores empleaban su tempo ntentando resolver problemas cronológcos medante el estudo de las varacones en las formas de los artefactos y en las dversas maneras de ordenacón secuencal del materal generalmente sn ayuda de la nrmacón estratgráfca correspondente. De este modo, la mínma enseñanza arqueológca que recbmos, tanto yo como otros estudantes de m edad, mplcaba el hecho de aprender a comparar conuntos de objetos y dstrburlos en seres, con la esperanza de que tales seres reejaran de alguna manera el paso del tempo. Se hacía hncapé en la seracón (sobre la estratgraa) porque estaba amplamente extendda al menos en el Este de Norteamérca la creenca de que los depóstos con estratgrafía eran escasos o n squera exstían. La metodología arqueológca se ocupaba cas excusvamente de problemas de cronología. La causa del cambo de estos esquemas, que nos condujo a algunos de noso tros a no conformarnos con lo establecdo, fue la nvencón y aplcacón de la datacón por radocarbono Pensábamos que el C14 resolvería de una vez por todas, gran parte de los problemas cronológcos a los que nuestros profesores habían dedcado tanto esfuerzo Y s estos problemas podían en parte, resolver se, sera posble entonces utlzar los restos arqueológcos desde un aspecto más económco2 Es decr, s los estudos arqueológcos sobre los nstrumentos de pedra, la cerámca u otros artefactos habían servdo úncamente para resolver problemas cronológcos que ahora podían dlucdarse medante el smple análss de restos de carbón ¿qué deba hacerse con todos los artefactos?: deba poderse extraer otro tpo de nformacón.3 La nueva vía, abeta medante la datacón por radocarbono, no era el únco camno; tambén eran mportantes otras técncas de datacón (tales como la dendrocronología), el renovado nterés por la geologa y el reconocmento de que en Amérca del Norte existían algunos yacmentos con buenas estratgrafías Nuestra respuesta a todos estos cambos fue el empezar a buscar la manera de consegur nueva nformacón acerca del pasado y sobre otros temas, además de la cronología Mrando retrospectvamente creo que gran parte del trabajo llevado a cabo en aquellos días estaba guado por una estratega mayortaramente nductva Nuestro razonamento era que s queríamos conocer el pasado de rma dstnta
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EN BUSCA DEL PASADO
debíamos oner en rácica nuvas maneras de observación tal como ha de mosrado la invención del microscopio si se consigue una nueva f rma de ver se podrán observar numerosos hechos y en rincipio estos nuevos hechos nos remitirán a nuevos tios de fenómenos Ésta era nuestra idea y así emecé a rabajar or ejemlo en las rácicas mortuorias A su vez y aunque ello parezca ahora chocante or entonces escaseaba el rabajo experimenal llevado a cabo con uensilios de piedra or americanos John Withoft era el nico ar queólogo americano e la generación anterior a la ma que había realizado algún ipo e exerimenación sobre la manufactura de los iles de iedra 5 Comencé a intentar considerar las asociaciones lticas en términos de secuencias restringidas examinando los artefactos a lo largo e toda su trayecoria desde la materia rima haa la roducción e uensilios acabados. 6 Esimulado or el rabajo de ihof rocuré oner en rácica las técnicas de análisis e restos licos 7 Tale inenos no eran sino una bsqueda de nuevas formas e observación e maneras de aislar nuevos ios e atos a artir del mismo material. Por aquel enonces nunca ensábamos en preguntar «¿cómo dar senido a lo que vemos observábamos nicamene para ver cosas nuevas. Creíamos que e alguna manera «conoceramos» sus signifcados. Fue en ese contexto cuando comencé a escribir sobre el muestreo en arquología y acerca e las alicaciones posibles e la robabilidad y la esadísica en la excavación y en los anlisis de los maeriales arqueológicos. Pero tal coo se puso e maniiesto me vi envuelo en dos ipos de roblemas nuevos mucho más imotanes. El rimero de ellos era el tema e los orígenes e a agricultura,9 un viejo roblema que los arqueólogos hacía iemo que discían. Se rataba esncialmene de una cuestión e inerretación ¿cómo y por qué ocurió? En el capulo 8 traaré ese ipo de roblema y aré mi oinión sobre cómo odra resolverse El otro problema giraba en torno a ostulados diferenes: concerna al signi ficado que deba darse a la variabilidad en el regstro arqueológico y esecficamne a la variabilidad aislada en las industrias del Museriense europeo or Fraois Bordes (ca 4. Ése era un ema que se hizo familar a principios de los años sesena y lo traé en rofundidad anes de decidirme a ublirlo ues consideba qu era un tio e problema totalmene nuevo. El debae no era acrca d la naualeza del registro arqueológico. La mayoría de nosotros cono camos los daos arueológicos los yacimienos y lo que en ellos se había encon ado confiábamos en Bordes y no discrepábamos de su tiologa Lo que nos uesionábamos era algo distinto el sigificado del modelo que residía en el rgiso arqueológico Con anterioridad al surgimiento del problema musterien sc, este io d diiculad no haba sio arontado con toa equidad (o al menos n mis esudios sobre enterramientos piedras talladas etc.). En la actualidad uedo ver que la mayoría e argumentaciones que aprendí como esudiane ver saban sobre la interreación convencional de los hallazgos arqueológicos. Alguien odía decir or ejemplo «He enconrado un yacimiento en X y un yaci mieno en Y, ambos de la misma época por ano debe exisir oro en un puno
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UNA ODISEA ARQEOLÓGICA
El tema musteriense al menos tal como yo lo concebía consistía en algo muy distinto. Así y a pesar de que había reconocido esta distinción intenté todavía en contrar una solucón al problema a través del descubrimiento de técnicas. Sabía que nuevas excavaciones no resolverían el problema y por otra parte conside raba posible obtener una solución analizando de manera diferente el material existente. Así empec a investigar lo que ahora denomino «técnicas de reconocimiento de modelos» utilizando para ello técnicas multivariadas (fig 40) que nos ayudaban a aisla y reconocer modelos que de una manera y otra eran inhe rentes a los datos del registro arqueológico. 1 Estaba satisfecho con la estrategia empleada en el recoocimno d modlos empzamo prc pios de los años sesenta no únicamente a los allazgos musterinses sino también a muchas otras áreas: Bob Whallon, Henry Wright y otros utilizaban e in
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e
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EN BUSCA DEL PASADO
vestigaban estas aproximaciones en una amplia variedad de material arqueológico 1 1 Pero el problema principal no desapareció, sino que se hizo más acuciante Los DATOS NO HABAN POR SÍ SOLOS
En 967 recibí ondos 12 para trasladarme a Europa durante un año con la inalidad de trabajar más estrechamente con Bordes, en Burdeos Mi programa de investigación era el siguiente: si no podíamos estudiar directamente las piedras talladas quizá podríamos en cambio, estudiar en suelos arqueológicos excavados, 13 los restos aunísticos y las distribuciones horizontales tanto de la auna omo e las ieras taadas En ta caso sería posible relacionar la variabi lidad de los objetos líticos con otras características de los yacimientos arqueológicos en cuestión, características que hasta entonces no habían sido estudiadas sistemáticamente Mi razonamiento era que dierentes tipos de actividad debían haberse combinado de formas distintas para producir estas asociaciones y, por tanto existiría por lo menos cierto tipo e correlación entre algunas actividades y determinados subproductos de los restos de consumo de alimentos (por eemplo huesos de animales) igualmente, debía existir algún tipo de relación entre los diversos utensilios relacionados con la obtención, elaboración y consumo de animales. En Francia trabajé durante un año en la identiicación de todos los útiles de piedra y huesos de animales procediendo a su registro y teniendo en cuenta la parte anatómica y el modelo de ractura (igs 4 y 42). A partir de aquí se produjo el primero de una serie de desengaños En los casos en que los yacimientos habían sido excavados cada utensilio de piedra se había computado mediante el empleo de coordenadas espaciales tridimensionales, de manera que podían ser registrados horizontal y verticalmente para reconstruir su distribución en las supericies de tierra del pasado; los huesos, en cmbio habían sido recogidos por niveles Y au¡que la cualidad de los datos era considerable, no era suiciente como para permitirme analizar todas las inormaciones con el mismo mecanismo Era, pues, posible establecer correlacio nes entre el total de conuntos aunísticos y el total de conjuntos líticos, aunque
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Ejemplos de las ho trabajo empleadas en 1968 Francia, en el estudio del miento de Combe Grenal. a r 41 nos muestra un fragment la planta del nivel M La 42 r sen ta el gráfico que resum análisis factoral de los conju de útiles de Combe Grenal e !ación con las medidas inde dients dl cambo ambiental. 41, 42.
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no suceda lo miso con la distribución de los huesos y las piedras en cada uno de los niveles excavados Pese a ello llevé a cabo sucesivos estudios de correla ción en tal número que necesité un enorme baúl de acero para transportar todos mis papeles a los Estados Unidos Puedo hablar de correlaciones entre cualquier par de utensiliostipo del Musteriense entre utensilos y huesos entre huesos y líneas de irculación de agua en cuevas es decir prácticamente entre cualquier tipo de datos Evidentemente descubrí muchos datos nuevos en los que nadie había reparado anteriormente pero ninguno de ellos hablaba por sí solo, como tapoco lo hacan los datos iniciales Al producir más y más datos y al detectar más y más modelos había ampliado únicamente el alcance del problema sin consguir soluciones Ninguna de las correlaciones proporcionó sufciente información como para indicaos la razón de su existencia: simplemente estaban allí en el registro arqueológico como modelos complejos de asociación estática. Es importante constatar que a partir de tal cantdad no escasez- de infor mación empecé a vislumbrar que las aproximaciones llevadas a cabo presentaban serias dificultades de explicación Nnguna de ellas bastaba para indicarme el tipo de asociación más adecuado que debía realizar con cualquiera de aquellos datos Mi baúl metálico era tan grande y pesado que decidí volver a casa en barco y, durante el viae de 5 días desde Le Havre a Nueva York tuve la oportunidad de realizar algunas reflexiones desconsoladoras Todo el proyecto era obviamente un acaso total ¿En qué había fallado? ¿ qué había deado de hacer?, ¿sería quizá simplemente que los arqueólogos no pueden aprender nada acerca del pasado? ¿dónde me había equivocado? Todavía conservo en casa un pequeño cuaderno de notas en el que escribí una serie de deducines lógicas de mis pensaientos a partir de algunos con ceptos fundaentals una especie de autorreflexión Muchos de estos pensa mientos han sido incorporados en el capítulo l.) El primer encabezamiento reza «qué es el registro arqueológico?» Debao escribí el registro arqueológico es estático» y a continuación una serie de apuntes en el sentido de que (excluyendo los gusanos) no hay nada dinámico en el registro arqueológico En realdad lo que nos interesa del pasado es la dinámica es decir qué hacía la gente cómo vivían y si competían o colaboraban É st es el problema básico y fundamental no exclusivo del período Musteriense sino endéico de la arqueología cómo podemos realizar inferencias dinámicas a partir de datos estáticos? Más abao se puede leer n i apuntes el registro arqueológico es contemporáneo; existe en la actualidad y cualquier observación que realice acerca de él es una observación del prsente» Pro, sin embargo lo que nos interesa como arqueólogos es el pasado. Todo ello e sugiere que los arqueólogos nos encontramos entre los seres más optimistas del undo Excepto en caso de que conozcamos las articulaciones necesarias y determinantes que se dan entre causas dinámicas y consecuencias estáticas ¿cómo podeos justificar una inferencia realizada de unas a otras? El aspecto dinámico del pasado hace tiepo que desapareció.
UNA ODISEA ARQUEOÓGCA
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43 Una joven esquimal nunamiu on su abigo con capucha (bodada ésa on ua pie de carayú) y un mant o oloado po ncima; Paso Anak tuvu k, Aaska, 197.
¿ÜFRECE EL MUNDO CONTEMPORÁNEO UNA SOLUCÓN?
Antes de desembarcar en la ciudad de Nueva York, en vísperas del Año Nuevo de 1969, ya tenía algunas de las respuestas a estos problemas al menos en mi pensamiento Preparé un plan de investigación para desplazame al Ártico en la primavera de 1969 con la nalidad de conivir con un grupo de esquimales cazadores. Las razones de este viaje eran algo más concretas y tenía muchas probabilidades de que se tratara de una experiencia muy positiva. Si alguna vez era capaz de realizar inferencias correctas de los datos arqueológicos estaba convencido de que previamente debía entender la dinámica de los sistemas actuales y estudiar sus consecuencias estáticas. Los esquimales eran mi oportunidad por diversas y buenas razones. En pri mer lugar en Burdeos había estudiado los huesos de reno hallados en los yaci
Área de cía del caribú porcuine
lZÁREA DE CRÍA O MIGRACÓN DE PRMAVERA � ZONA DE PASTO NERNAL
MAPA DEL NO RTE DE ALASKA EN EL QUE SE SE ÑALA E ÁREA ESUDADA Y A DSRIBUCIÓN DE AS MANDAS DE CARIBÚ Escala 30
60
90
120
50
Estado de Alaska 180
2 10
240
270
00 milla s
NOTA: Segn os datos aotados por Hemm ing ( 1971) sobe los movmentos del caib. L.R 44.
Mapa del norte de Alaska en el que aaece indicada la ubcación del Paso Anaktuvuk y la dstrbuc de las manadas de carbúes.
Binford
UNA ODI SEA ARQ UEOLÓGICA
45.
Zachaias Hug d so!ado bú n Pas Anaktuvuk duan a migación d pimav a (Ft cdida p bt Rausch) 46
Paámica ds nort d pbad equima d Pas Anakt vuk (n dicción su t) d val Anaktuvu Alaska, pimava d 1971.
111
12
EN BUSCA DEL PASADO
figs. 43 a 46) En segundo lugar, era posible estudiar un grupo que dependía casi enteramente de la caza, algo que no es fácil encontrar en la actualidad En tercer lugar, su medio ambiente era ártico y por tanto semejante al existente en los yacimientos franceses que había tenido oportunidad de conocer (en ellos se hallaron algunos pólenes arbóreos que indicaban un paisaje de bosque) En resumen había llegado a la inevitable conclusión de que la única posibilidad de desarrollar métodos arqueológicos e inferencia era a través del estudio de pue blos contemporáneos vivos, o mediante la práctica e la arqueología en situacio nes cuyo componente dinámco estaba documentado históricamente Considera ba que la «etnoarquología» la «arqueología experimental» y los «yacimientos arqueológicos históricos eran la única oportunidad que teníamos para desarro llar y perfeccionar os métodos de inferencia que trataban e los conjuntos de artefactos hechos por el hombre Después de todo, el trabajo llevado a cabo en la física eperimental había dado como resultado las técnicas de datación por radiocarbono técnicas que no pueden considerarse arqueológicas en sentido estricto, pero que son de gran utilidad para los arqueólogos Por otra parte, estas 47 Equipo paricipate e la campaña de 1969 e el lago Tulugak, Alaska. De izuierda a derecha: Richard Wka, Charles Amsdn, Don Campbell y Lewis Bifrd
NA ODISEA ARQUEOLÓGICA
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48 Dan vVitte recogiend huesos de un escondrijo esqial de ce dune a campaña de 1972.
tres aproxacones podían resultar útles para desarrollar un cuero de nferencas aplcables a la arqueología aunque éste no era nuestro propósito inical. Pasé varas teporadas en el período de tepo comprendido entre 169 y 1973 (gs. 47 y 48), practcando etnoarqueología en el Ártco (caps. 6 y 7) uchos de cuyos resultados esán publcados en i libro Nunamiut Etnoarchaeology 14 Gran parte de esta nvestgacón se centraba en la explotación anal y en los análiss faunístcos, pero quería tabén dedcare e nuevo y de anera ás di recta a los probleas dervados e la interpretación de conjuntos líticos Así, en 197, e dirgí a Australia 1 5 para trabajar con algunos grpos aborígenes que to davía fabrcaban útles de pedra (cap. 7) Una consecuencia de este trabajo ue el despertar de i antguo nterés por los orígenes d la agcultua (cap 8) La ex perenca de capo con cazadores y recolectores actuales e convenció de ue, s quereos conseguir odelos y explicacones váldos acerca de los orígenes de la agrcultura debeos conocer con precsión el grado de variabldad ecológico conóco y socal existente en la organización de los pueblos cazadores y reco lectores; después de todo dependía de este grado de variabilidad qu opraran al gunos tipos de fuerzas selectvas dando lugar a nuvos tipos le producción ue in cluían la agricultura y la doesticación de anales. Ell e llevó en 97 a ini car un proyecto de largo alcanc con la inaldad de acuular noracón et nohstórica y etnológica
14
EN BUSCA DEL PASAO
tore centrándome en cómo incidan lo factore ambientale en u orgnizacón Tre han ido por tanto lo tem centrle de mi nvetgción a o lrgo de lo a eent: primero, e etudio metodológco de lo conjunto de hue so de nale (cap 2); egundo, l orgnzcón pcial de lo reto de actvdad y l etructra de lo yaimiento arqueológico (cap. 3, 6 y 7 y terce o tudo compaato globle de czdor y recolectore. o tre tema e relconn directamente con lo do problema mencionado anteriormente lo orgene de l grcultur y el problem de la vrblid en el Muterene. l nteré por lo período antigo e conecuenca de mi etudo faunítico E RO Y VA QUOOGÍ Aquello que etán amlardo con la ltertur rqueológc de lo ltmo quince ño habrán oberado, in duda algo raro en l cronologí del progama d nvetigación que cabo de enuncr Uno de lo hito en el derrollo de l llamd «Nueva Arqueología» ue l pulccón en 968 del volu men de enayo ttulado ew pereciv i rcheolog. Dcha obr cuó cierto impacto generó principio de lo año etenta gran número de dicuone L mayora de idea y etudo de m coleg y dcípulo nerto en ete olumen, e remontan a prncipio de lo año eenta a un momento anterior la relización de m vje Frnci pra etudir el Muteriene La publicción del libro concidió proximadamente con el momento de máimo alejamiento de m trbajo en lo que repecta a una nvetigacón orentad metodológicamente: tan pronto como éte aparecó d un giro de 90° y enqu mi nvetigacó en otra dreccón. entra realzab trabajo de campo o nalzba lo reultado ntenté evtr mucha de l dea mpernte en l litera�ra uolói d s añs stta Me manuve a magn obrv con tencón alguno de lo tema y raonaiento que yo mimo o mi coleg habíamo ntroducido deordenadamente y que en ocione hbín eguido direccone que nunc ceí que pudiern toar1 Por tanto quzá ea propado coniderar brevemente cómo contemplab la relción exitente entre m progrm de in vetigcón y la evolucón eguia por la Nuev Arqueología en Etdo Unido, durante lo año etent. mpecé tratar la lógic de l floofa de la ciencia en relación con la ntgación rqeológica en un rtíclo publicdo el ao 967 . 17 or aquella poca, ntentaba implemente etablecer una opinión negati un rgumento orio a determnado punto de vita cerca de la interpretción del regitro arqueológco que ern corrente por quel entonce M upueto er que cundo uno condera un cuepo de dao arueoógco y dce eto e lo que gnic en térmno hitórco», etá haciendo un inferenc L única etrtegi propa, y que coniderb viable par evaluar una idea previa, contí en deducir u conecuenc aplcánola tra condicon empírc que udern dre en el mundo Se preuponía por tnt qe exiían lun dea crc del po
UNA ODSEA RQUELÓGIC
5
gico procmndo después que todos debmos investigr siguiendo principios deductivos. ¡No entiendo ni entenderé nunc est sugerenci! Creo que e modo en que investigmos estrib en observr dtos, reconocer modeos tener intui ciones o ides bntes o simpemente revvir vies nociones y gsts pero que sobrevivieron durnte os; pero vengn de donde engn s ides intn tmos r sentido o que vemos r eo debemos utiizr un ógic que se centre en s imicciones de nuestrs ides en e mundo re Éste es e imortnte ppe de ronmiento deductivo Debe hcerse hincpié, sin embrgo en que eo n sgnic que se trte de orm primer de obtener ides ni qe deb usrse un form deducti en o que se refiere observciones per se, en ugar de evr a cbo un ecón de ide Como emo d confusión eistente en este sentido citré un pn de investigción que tuve oc sin de evur por encrgo de Ntion Science Foundtion principios de os ños setent Los utores de pn postubn que reizbn su investigción rqueoógic siguiendo e «método ógicodeductivo Intentbn exminr un ve fluvi determindo. Su hipótesis er que existn cmpmenos o rgo de os diques y prtir de este hecho deducn que debern encontrrse rtectos en dichos dique E trbo de cmpo propuesto preten probr est hipótesis. Evidentemente eo er un compet tonter y que se trt d un propoición reiv cráctr de registro rqueológi que de ser corect únicmente nos inormrá cerc de criterio certdo de su utor 18 Por poner un ejempo, supongmos que nzo hipótesis de que este ibro tiene un nchur de 15 cm y u vez comprobdo con un reg se demuestr que ectivmente mide cm E hecho de ue teng rzón no supone ningún tipo de impicciones inteectues únicmente evidenci mi hbiidd pr recono cer nchur de os ibros E ronmiento deductivo sóo es importnte si se empe pr evur uns impicciones inteectues dervd o deducids de un cuerpo de ides de un rzonmiento Ls proposiciones emprics citds en os eempos que cbo de proponer nunc contienen tes impicco nes. ste es un specto de Nuev Arqueoog que permnece go confuso y creo que form en que e presentdo y rgumentdo, en myorí de bibiogr rqueoógic mericn h sido contrproducente Ser e útimo en negr importnci de rzonmento deductivo y unque probbemente en que su re de cup por os pobres rgumentos sobre deduc ción y contrstción de hipótesis que privbn tnto en os ños setent, me gustr creer que no soy de todo responsbe Tmbién requieren gunos comentrios os spectos socioógicos de rqueoogí mericn, conuos y go desgrdbes cus de os trstornos cecidos en os ños sesent Supongo que tmbién debo ceptr mi prte de responsbiidd respecto y que según comentó un vez Abert Spuding soy e nuevo rqueóoo más vieo de ciudd. A pincipios de os ños sesent me punté gunos tntos en os debtes mntenidos con mis coegs y comp ñeros rqueóogo ueron nuestros oponentes y no nosotos os que cuñ ron e término de «Nuev Arueoog» Robert Bridwood egó incuso con-
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N BUSCA DEL PASADO
de arqueoogía todavía nueva: arqueoogía de coportamiento arqueología so cia, astroarqueología etc. Mucho tiepo y energía se han gastado en os últi os años arguentando acerca de estos nuevos «capos». Personaente he intentado evitar tales debates ya que no contienen rouestas serias tr de una discipina científica, sino que más bien representan una _a de postura socioógica dentro de la organización de a arqueoogía americana. En realidad an suido a la literatura arqueoógica en una conusión especialente por parte de aquellos que no están iplicados en la arqueología de América. É ste es un aspecto de la Nueva Arqueología del que e gustaría distanciare. UNTUALIZAClONES FINAES
É ste es, en pocas palabras el camino que ha seguido mi investigación duran te las dos útias décadas un caino a enudo divergente del recorrido por la Nueva Arqueología. Reeja aquello que en mi opinión, debería ser priorita rio en cuanto al desarrollo del campo de a arqueología. Creo firmeente que para acer inerencias se precisa una etodología sóida y por el momento careceos básicaente de ella. La arqueología no a sido una ciencia creció con una serie de convenciones utilizadas en un momento u otro por la mayoría de arqueóogos para interpretar» sus hallazgos Muchas de estas convenciones no han sido jaás veriicadas y desconocemos simplemente si son válidas y eficaces. Pero disponeos de otros étodos a nuestro alcance que nos periti rán sin duda reaizar airmaciones mucho más precisas e interesantes acerca del pasado. Tal investigación metodológica es obviamente crucial aunque no debeos ovidar os problemas más relevantes de la arqueología tales coo todo lo relativo a sus orígenes la anera de explicar la variabiidad cultural o bien a causa que produce dierencias en los enómenos étnicos y estilísticos. Todos estos aspectos deben desarrollarse conjuntaente ya que a in'estigación etodológica no puede ser llevada a cabo de ora aislada sino más bien den tro del contexto general de una probeática que esperamos solucionar a largo pazo. Estas útias puntuaizaciones han servido en i caso para explicar los orígenes de la agricultura y la variabiidad en el Musteriense. Durante los últi os 20 años he estado iplicado en múltipes y diversas acetas de la arqueología aunque en reaidad a o largo de mi carrera no he trabajado en otros pro blemas.
6.
CAZADORES E N U N TERRITORIO
NA VISIÓN ESTTICA DE U TERRITORIO DINÁMCO
Los yacimientos excavados son el sustento de los arqueólogos S u visión del pasado se circunscribe necesariamente a estos puntos discretos y aislados del paisaje Se trata de una visión ija, aunque el comportamiento en el pasado especialmente el de los cazadores y recolectores era extremadamente mó vil. Cada yacimiento presena una visión parcial y limitada del total de las actividades y depende de su posición dentro de un sistema de comportamiento regional. Es posible imaginar, por ejemplo que los diferentes conjuntos de útiles de piedra del Mustriense descritos por Bordes (cap. 4) son simplemente pequeños segmentos de la vida de un grupo cazador y recolector. Pero existe la posi ble complicación de que si el modelo de actividades llevadas a cabo durante el Musteriense varió sbstancialmente en los diferentes momentos y lugares los niveles consecutivos de cada yacimiento representarían unos «otogramas» del pasado poco dierenciados Estas ideas sencillas, junto con mi concepción acerca del comportamiento de los hombres durante el Paleolítico ormaron las bases de mi oposición a la interpretación de Bordes sobre los modelos a observar en los conjuntos musterienses. Bordes creía que las dierencias existentes entre ellos relejaban las identidades étnicas e los diversos grupos que los habían fabricado. Mi teoría, en cambio, gira en torno a la idea de que en cada yacimiento, el uso del espacio y tecnología desarrollados por el hombre musteriense son una respuesta especí ica a unas circunstancias concretas En otras palabras, vislumbraba un sistema cultural en el que tuvieron lugar dierentes actividades en espacios distintos Además creía que la tecnología empleada en la elaboración de utensilios era lo suicientemente exible como para poder enrentarse a variaciones locales en la demanda y por tanto, en caso de necesidad las mismas actividades podrían desarrollarse en diversos lugares empleando para ello tiles distintos. En la época en que realizaba estas investigaciones existían ya nociones de variabilidad arqeológica en este sentido y los relatos etnográicos acerca de cómo usaban su medio los cazadores y recolectores me sugirieron que mi punto de vista era por lo menos correcto; pero no existían investigaciones detalladas sobre las relaciones establecidas entre la manera en que eran utilizados los espa cios (es decir, los yacimientos) y el grado de adaptación del sistema, entendido como un todo. De igual modo las variaciones en el papel desempeñado por la tecnología en respuesta a las circunstancias especíicas del yacimiento no habían
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EN BUSCA DEL PASADO
sido estudiadas. Mi viaje a Alaska ue en gran parte realizado con la idea de observar a los esquimales nunamiut y poder conseguir estos datos (véase cap 5). D urante mi investigación etnoarqueológica en dicho l ugar intenté observar desde una perspectiva arqueológica la dinámica del modelo de asentamiento a través de su movimiento cíclico en unción de las estaciones. A pesar de que esta investigación conirmó mis ideas más generales sobre la ormación de los acimientos mis observaciones indicaron claramente que los arqueólogos carecen normalmente de métodos apropiados para detectar los modelos del uso del espacio enormemente complicados, empleados por cazadores y recolectores ta les como los nunamut Con el in de ilus trar la naturaleza de estos problemas interpretativos describiré algunos de los acimientos que registré durante mi investigación llevada a cabo entre los esquimales nunamiut, en Anaktuvuk Alaska (fig 44) Empezaré con el uso del espacio y los modelos de asentamiento a escala regional para prosegir describiendo cómo ciertos niveles de comportamiento deben entenderse en términos de grupos de yacimientos o en términos de actividades en lugare concretos Los eemplos que siguen demostrarán algunos de los orígenes de la variabilidad que caracteriza la arqueología de los pueblos nómadas. A ESCAA DE SO DE ESPACIO
El uso del espacio a gran escala por parte de los nunamiut demuestra que los arqueólogos deben recalibrar la perspectiva que poseen de los cazadores y recolectores en unción de una unidad de excavación de 05 m y trasladarla a un área de más de 300.000 km. Si descontamos ciertos casos excepcionales que se dan en las zonas ecuatoriales esta área de enormes dimensiones representa la amplitud del dominio del medio ambiente por parte de n grupo típico de cazadoresrecolectores compuesto quizá por sólo treinta o cuarenta personas La banda raras veces explota todo el espacio en un momento dado pero necesita disponer de toda la región para contar con un surtido de opciones seguro Con el fin le comprender cómo una banda reducida e personas se servía e un espacio tan grande creo que puede ser útil un examen inicial de la unidad espacial utilizada por un grupo durante una estación demostrando a continua ción cómo las vriaciones observadas en dicha unidad durante un largo período e tiempo están relacionadas con la explotación de una región de grandes dimensiones Podemos tomar como centro e operaciones el área en la que un grupo de esquimales nunmiut establecía asentamientos o campamentos base a lo largo del ciclo estacional de un año (ig 49) Esta área central de residencia abarca normalente una extensión de aproximadamente 5400 km aunque la tierra que explotan a base de expediciones uera del campamento principal puede cubrir un área e 25000 km• Debe resaltarse que los esquimales no son atípicos en lo que respecta al uso del espacio: el área central e residencia utilizada
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CAZADORES EN UN TERRITORIO
21 juio-20 agosto, 1 947 21 agosto-1 sept 1 947 3 sept.1 0 abril 1 948 1 1 abri24 abril 2 abri28 abril 29 abril27 mayo 28 mayo6 jun io 7 ju io9 jui o 9 juio1 3 junio 1 O 14 juio16 junio 1 1 17 juio24 junio 1 2 4 5 6 7 8 9
NOTA: Extesón total de circuito: 1 29 millas.
MOVIIENTO ANUAL DE UNA FAMILIA N UNAIUT 21 de junio d 1 947-24 d junio d 1 48 sca en milas 5
49
o
5
10
5
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25 . LR Binford
Ubicación de ls yacimintos ocupados o una familia nunamit a lo larg del cicl anual 947-948
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EN B USCA DE L PASADO
Una n ica ocupacón
@
Ocupacíones m últples
-i
Ocupacones superpuesas
1 ago ulugak 2 Kongumuuk 3 Anaktuvuk 4 ampamento de ld oy 5 Pubituk 6 ampamento de handler Wien ÁREA CENTRAL DE RESDENCA: RADIO DE ACCÓN D E OS NUNAMUT, 1 947-1952 1 Ecala en mas
20
25 L. R Bintord
Si consideramos representativo e caso de los nunamiut resulta que la arqueología creada por una pequeña banda que se mueve a través e su territoio de la manera descrita puede ser extremadaente compleja La ubicación de os yacimientos de residencia creados por cinco amilias de esquimales durante un período de cinco años, queda reejada en la igura 50. El primer dato a esatar es el taño dl núeo residencial ocupado por un grupo de gente tan pequeño Es sorprendente que estas cinco amiias nunamiut cubrieran un espaio semejante al de la Dordoña en Francia (fig 51), lugar donde se localizan los yacimientos cláscos d Musterinse Una vez aceptado el hecho de que los
CAZADORES EN UN TERRTORIO
50
121
(págna amerior)
Ubicación d los luga res de reidencia ocupados por cinco fami lias nunamiut durant un período de cinco años La dstrbución d stos yacimientos quivale al áea cental de residencia de st grupo squimal durant st príodo. Comparación entre el tamaño de las áras cntrales d rsidencia de los squima ls nunamiut y d los bosquimanos G/wi San y l ára dond han sido localizados lo yacimientos arqueológicos dl M ustriens «clásico» en la rgión d la Dordoña, Francia (véas cap. 4).
Drbución de lugae de reide na de na famlia G/w an duante once mee
51.
ÁREA D LA DORDOÑA FRANCIA ESCALAS REGIONALES COMPARATVAS
scala en mílla 10
0
20
30
40
50
60
70
80
90
0 0 L.R. Bmford
problema radica en que los arqueólogos han planteado su investigación sobre los yacimientos paleolíticos desde una visión sedentaria del mundo. Debido a que los pueblos cazadores y recolectores qu e intentamos estudiar no respondían probablemente a esta visión creo que lo correcto es intentar acercar nuestra perspectiva a la realidad En la igura 50 puede observarse otro detalle importante. N o solamente advertimos que el número e yacimientos es considerablemente mayor que los usados por una familia a lo largo de un año, sino también que la arqueología del lugar se complica básicamente porque ciertos espacios del territorio fueron ocupados repetidaente año tras año mientras que en otros no sucedió lo mis mo El modelo de reutilización en estos yacimientos ha determinado en gran parte su tamaño en términos e distribución de arteactos y rasgos; en consecuencia los espacios ocupados repetidamente son considerablemente mayores que aquellos ocupados sólo e orma esporádica Ello implica que la variabili dad en la cantidad de espacio ocupado por un yacimiento, cualidad registrada normalmente por los arqueólogos, no obedece a las dierencias en el tamaño u organización social del grupo que residió allí sino que releja simplemente el grado de repetición respecto a la utilización del medio por la misma banda mó vil. 2 El razonamiento empleado por Richard MacNeish3 y otros arqueólogos de que las diferencias en el tamaño de los yacimientos están en relación con los diversos grados de organización del grupo (tales como «microbanas»
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EN BUSCA DEL PASADO
bandas») es por tanto falso A juzgar por mis observaciones basadas en los nunamiut actuales es obvio que ya no podemos establecer relaciones simples entre la variabilidad en el tamaño del yacimiento y la naturaleza del grupo que reside allí salvo en caso de adquirir mayores conocimientos acerca de los demás factores que inciden en la dispersión de los restos en un yacimiento En otras palabras los arqueólogos deben conocer los procesos de formación del registro arqueológico: éta es la anera de que los yacimientos cobren entidad IO HUMANO DE UO DE A TERRA
El modeo de uso de a terra utlzado por los nunamiut ilustra también otro factor que afecta al registro arqueológico No deja de sorprendernos el hecho de que mucos cazadores y recolectores no residen exclusivamente en un territorio sino que fenómeno que contradice las suposiciones de la mayoría de los arqueólogos explotan una serie de áreas distintas y ocupan cada una de ellas asta que el medio se degrada A enudo tras un período de años y a causa de un incendio o debido a un agotamiento de los recursos animales el grupo se desplaza hacia un territorio completamente diferente donde los recursos ya han surido un proceso de regeneración Por ejemplo entre los nunamiut el tiempo de utilización de un núleo residencial es aproximadamente de diez años Basándoe en conversaciones mantenidas con esquimales ancianos he cons truido un odelo idealizado (ig. 52) que muestra la manera en que los nunaiut confían explotar una región a lo largo de la vida de una persona 4 La base del modelo es un patrón cíclico del uso de la ierra El área central de residencia que ocupa el grupo se onsidera, al nacer una persona coo el territorio de nacimiento de dica persona. Si la banda se ha instalado recientemente en dicho lugar es de esperar que el recién nacido/a viva en esta área por lo menos durante diez años antes de que se trasladen a otra área central de residencia completamente distinta y que no a sido ocupada por lo menos desde hace cincuenta años. Esta segunda área se conocerá como erritorio de formación, si se trata de un hobre, y trrtorio de ortjo, si la nacida es una mujer (puesto que las jóvenes se casan alrededor de los 16 años mientras que los jóvenes esperan aproxiadaente hasta los 28 años) En esta área el hombre iniciará su apren dizaje como cazador y viajará por amplias zonas amiliarizándose as con el me dio ambiente. Transcurridos diez años llegará el momento de trasladarse de nuevo y entonce el hombre se instalará en el territorio de cortejo mientras que sus hermanas se encontrarán ya criando a sus primeros ijos Cuando inal mente un joven se casa suele, por lo general, ir a vivir durante varios años al territorio de la failia de su mujer Seis u ocho años más tarde cuando el hombre puede considerarse ya en plena madurez y es uy hábil en la caza se dirigirá a otra área completamente diferente En su últio territorio un ombre que ha triunado puede contri-
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CAZADOS E N UN TRRITORIO
/
ósn 28anaa loX.s 32 años t,)Etensi de l o 1.500 mil as terrang1 toro de1lam1esposa) / ut
Extens osn 1anual (t) de l o 9 a los 27 - 1 736 ml as2 terr toriooo dede co 0) ón) � {terri t l a procreaci Kanjalikmit " C
I
1
\ \
\ \
/ Extensi ó n anua! (t2300 los 1 8 aos 2) demillosl a1s'0 aaprox ;territoro de formación • (territorio de cortejo) Tlugakmit l mapa está basado en un
8
\
\ Extensón anual 0 Etensi ó n anal 33 a los 4 años ri:1 8ª�fas' (t5) de l o s 2400 mil as2 aprox. �{r¿ de los c_ ac .i A
NOTA:
(territorio de nacimiento)
:
Kanmalingmiut
croqus realizado por Simon Paneack
TRTOI DE UNA BANDA NUNAMIUT
12
24
aprox Escal8500 a en mimil al ass 36
48
60
72
84
96
10
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L.R. Binford
Modeo ideaizado de so d a tierra de lo> nunami a o argo de período de ida de na persona; dicho modelo se bsa en inormación adquirida a ravés de entreistas cn informantes esquimaes. 52.
lugar concreto desde donde se puede cruzar un río podrán ser recordados a partir de sus relatos La habilidad de un cazador disminuye cuando ha sobrepasado los 40 años de edad, momento en ue la mayoría de hombres empiezan a perder la vista encontrando dificultades a la hora de subir una montaña etc En este momento de su carrera un caador se trasladará probablemente a su territorio de nacimiento completando el ciclo del uso de la tierra; y ya desde el inicio de la vejez tendrá que depender gradualmente de otros para poder satisfacer sus necesidades básicas de subsistencia. En resumen, el área en ue un hombre reside durante toda su vida consta de unos cinco territorios diferentes y puede alcanzar una etensión de hasta 22000 km• Pero a lo lrgo de toda su vida un hombre nunamiut podrá haber
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EN B USCA DEL PASADO
CAZADORES E N ERRTORIO
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normalmente utiliza. El mismo modelo de uso de la tierra puede encontrarse entre los aborígenes del Desierto Central de Australia y entre los naskapi en Terranova. Grupos cazadoresrecolectores como los que acabamos de citar uti lian un espacio de enormes dimensiones que es ocupado durante un período de tiempo considerable mediante la configuración de una serie de territorios dis tintos más reducidos. É stas son las dimensiones de la escala que debemos tener presente, si queremos entender la variabilidad en los yacimieos arqueológicos de los cazadores y recolectores móviles. COMPEJO STUACIOA E LAS FUETES DE ANA VK na vez escrta la orma en que os grupos cazadores y recoectores explo tan una serie de territorios distintos podemos pasar a exainar a manera en que organian sus tareas dentro de los límites de un área central de residencia (fig 53). Una forma acertada de observar la organiación de las actividades a este nivel es considerar una agrupación de lugares que denomino omplejo situacional. Cuando una serie de acontecimientos se interrelacionan ormando parte de una estrategia global, los distintos lugares donde tienen lugar las diversas actividades interrelacionadas orman un complejo situacional. Mi estudio etnoarqueológico sobre los asentamientos de los esquimales nunamiut proporcio nó diversos ejemplos de estos grandes «complejos» de territorios
54. Ubacó de los dversos compo netes que coform el complejo situacional de ls uees del Aavik.
AGR UPACIÓN DE YACI MI ENTS EN ANAVI K
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EN BUSC A DEL PASADO
A un km. de disancia e hall el yacimeno de caza
Yaciment A-8-
55. Campamentos de caza localiados en una ;tensión de sauces, en las fuentes del Anavik. AMPAMENTOS DE AZA EN UNA EXTENS ÓN DE SAUCES FUENTES DELANAVIK Ecala en metros L.RB.
30
30
60
90
110
MO
170
200
56 (págna siguiete). Campamento de los enamorados Planta del últio campamento estival de caza (J), en las fuetes del Anavi
El complejo situacional en las fuentes del Anaik (fig 54) está fomado po tes yacimientos dieentes que son utilizados conjuntamente duante la caza del caib ú, en su peíodo de migación (q ue tiene luga en pimaea) hacia el note a taés del paso de Anaktuvuk en uta hacia la tunda abieta y llana Los yacimientos oman un conjunto unitaio y en este caso están integados po: a) un campamento de caza (incluyendo un «campamento de los enamoados» especializado) b) un yacimiento de matanza con áreas especializadas en el des cuatizamiento y c) una seie de escondjos de pieda donde se almacena la cae En cada uno de estos emplazamientos se ealizan actividades completamente dieentes y aunque los tes yacimientos distan unos de otos apoxima damente 1 km compaten una misma taea (la eplotación del cabú) y nomalmente son utilizados tan sólo un día po el mismo gupo.
CAZADORES EN UN TERRITORIO
Agosto 1964
,
127
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NOTA: Área aprox. yCiñ80: 504m2 1
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' 1,_ . CAPAMEO ESIVAL E CAZA "J (FUETES DEA AVIK) Escala en metrs 10
12
14
16
18
20
22 L.
R. Bfod
Campamento temporal de caza
El componente principal del complejo situacional es un campamento temporal (fig. 55) usado básicamente durante a migracón del caibú. Desde un punto de vista arqueológico este lugar, situado en las fuentes del Anavik consiste en u n yacimiento que ocupa una extensión de medio kilómetro donde puede observarse una distribución ininterrumpida de restos. De hecho esta continua dispersión de restos no representa el resultado de una única ocupación por un gru po, sino que es el resultado de la reutilización del l ugar a lo largo de u n período de por lo menos 10 años Los restos de las diversas ocupaciones durante este largo período de tiempo se superponen y ello da como resultado un enorme palimpsesto de materiales arqueológicos.
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EN BUSCA DEL PASADO
ampamenw de los enamoraos (fig 56)
Co la ayuda de uos iformadores que haba acampado e las fuentes del Anavik pude aislar afortuadamete diversos campamentos del cojuto de material arqueológico distribuido de forma cotiua E uo de ellos, llamado yaimieto J, puede obsease qe u detemiado tipo de estuctua u culo de piedras para sostener ua tienda y un hogar exterior se repite tres veces Este gpo de crculos represeta un solo perodo de ocupació El yaci mieto J o orma parte del complejo e caza del caribú; si embargo es ite resante e s mismo porque su historia ilustra una división del trabajo que es corriete ente los grupos cazadoresrecolectores pese a que unca ha sio obeto de u tratamieto especal por parte de la literatura etnográfica. A finales del verao las provisie de cane seca peaada ls esqumales tras la migració del caribú, ha dismiuido cosiderablemete y resulta icomibles la care que aú se coserva se ha edurecido, el sabor ha ido desapareciedo a causa e la lluvia y las partes más sabrosas han sido cosumi das Además en estaépoca del o todava o hay caza disponible en el medio ambiete local. La mayora de caribúe excepto uas pocas piezas que sólo puede encotrarse e las proimidades e los glaciares situados e las zoas altas de las montañas pacen en las tierras lejanas del orte y los carneros cimarró so difciles de localizar e esta época del año Co el fi de aimar a alguien para que vaya a cazar, a pesar de las dificultades que ello comporta debido a la escasez los nuamiut ha creado un incetivo fasciate. A fiales de verao, las parejas e enamorados son autorizadas a vivir jutas pero o en el campameto de residecia pricipal sino icamente e campamentos de caza situados en putos muy alejados E resultado es que a largo plazo todos salen beeficidos: los de mayor edad subsiste gracias a las provisiones e carne almacenadas en las casas, mientras que los más jóvenes buscan us almenos e el campo. Si Jos jóvenes tiee éxto e sus expediciones de caza de vuelta al hogar traerá care resca que compartirá co el resto de individuos pero si o cosigue cobrar ninguna pieza se setirán hambrietos aunque feices. Sabemos que el mismo tipo de estrategia es utilizado por los idios washo cazadores y reclectores que viven junto al lago Tahoe, en California A princi pios de la primavera cuando las povisioes esasean y el hambre se deja sentir, se permite a su vez que los jóvees eamorados levanten campamentos en áreas distantes, dode las posibilidades de obtener alimento son bastante reucias Esta estrategia de los cazadores y recolectores se basa en la disponibilidad de los jóvees que se encuetra e la plenitud e la vida para responder a los icetivos apropiados y decidirse a correr u riesgo. El campameto J es uo de estos campametos de eamorados y, por tato, la distribució e los materiales arqueológicos e el yacimiento no coincide con la observada en otros tipos de campametos e caza ales como a mayoría de los que se ubica e las fuentes del Aavi. Normalmente Jos trozos de care seleccionados se repartirá en un hogar comunitario pero en tal caso cada gru-
57 Yacimiento de matana de los esquimales nunamiut. Al fondo la entrada al valle del Anaik Panorámica del área de decuartizamiento del caribú, en el yacimieno de la unes del Anaik 58.
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Áreas de descuatizameno
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1 NOT: . E las áeas de descuazamíeo sóo apaece os huesos de a caza de 91. 2 Las asas de uesos que apaecen en ono a dos ogaes fueon esadas en 1972
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Hogaes uzados e 197 Hoaes no uzados en 197
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COMP LEJSI ACIONAL DEL YACM IENO DE MAANZAD ECUARAME PAO DE ANAKVK, ALASKA [ N 10 scaa en eos
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59 Planta del yaimien de maana y deuaiamien de las uentes del Anavik una ve fctuada la caa de pimaea del caibú. Obséese la distibucin de ls hgares y de los ests faunísics 60 ealle del ga y del áea de cnvesación del yacimient de matanza y descuartiamie siuad e las fues del Anaik 6 1 Detalle del áea de descuatiamient del yacimien de las fuentes del Anaik Obsvese las áeas ciculaes donde fuen descuaiads ls aibúes y la ubicación de ls ess dschads
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Restos de pueso de caza anteio al emleo de amas de uego
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ÁREAS DEL HOGAR - CONVERSACI ÓN Y ACTIVDADES ADYACENTES YACMI ENTO DE MATANZA Y DESCUARTIZAMI ENTO DE ANAVIK scala en mes
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eactamente la clase de datos que los arqueólogos pueden utilizar para identii car este tipo de división del trabajo por grupos de edad que se dieron en el pasado Proceso de matanza
El segundo componente del cmplejo ituacional de las uentes del Anavik, es decir, el espacio donde tiene lugar la matanza y preparación del caribú muer to es completamente dierente de las agrupaciones de círculos de tindas obser vadas en el campamento temporal de caza Cuando los caribúes atraviesan el vale, son abatidos desde posiciones situadas en una loma y, una vez los anima les han muerto son arrastrados a·tro luar para su descuartizamiento (figs. 57 y 58) Los restos óseos registrados en este lugar tras la caza de primavera indi can la presencia de un mnimo de 54 caribúes, aunque sabemos que los nunamiu llegaron a descuartizar allí un total de 111 piezas. En el plano del yacimiento (ig. 59), los espacios vacíos de huesos representan las distintas reas donde los cariúes son descuartizados Para despellejar un caribú y preparar las porciones de carne, proceden a colocar al animal en un área despejada (ig. 60) y así un hombre puede trabajar a su alrededor El resultado de este comportamiento es que se crea un círculo con los productos de desecho depositados en la periferia lejo del área de matanza Igualmente los productos resultantes de retocar y ailar los útiles de piedra, empleados en el descuartizamiento, quedarán depositados en los bordes del área circular destinada a la preparación del animal En el área de descuartizamiento existen cuatro hogares que fueron utilizados por los cazadores (g 61 A su alrededor colocaron un paraventos constudo a base de astas de venado (abandonadas anteriormente en un yacimiento utilizado en primavera) Durante el proceso de descuartizamiento, las manos de los que realizaban las tareas se iban enriando paulatinamente y ello motivaba que e vez en cuando se resguardaran del viento para calentarse junto al fuego y, quizá también para comer un poco de tuétano extraído le los huesos de los animales muertos Alrededor de los hogares aparece una distribución de huesos 7
62 Escondrjo e carne, heco e ganles pedra, semejante a los encontrado en el talud de la verente norte del valle stuado en lo alto del yacmiento e ma tanza e las fuentes del Anavk Este ejemplo orresponde al complejo stuaconal ubcado a la entrada del valle Kongumuvuk. (Para su loca lzacón exacta véase la fgura 53)
63 Supuestas casas de pozo ecaadas en un yacimiento paleoltico de Rusia (Foto cedda por Olga Soer.)
64 Carne de caribú en proceso de secado colocada en un bastidor de madera de un yacimiento de matanza de prmaera situado en las cercanías del arroyo Kongumuvuk. (Su localización exacta corresponde al n.º 8 de la figua 53 65 Cae d e caibú e n proceso de secado, colgada de las ramas de un sauce situa do en el límite septentrional de la estación de caza d Kongumuvu. (Yacimiento n. 13 de la figura 53
Yacimiento de l maeso
Yacimiento de invieno 156-1959
Rocas del soldado en a rua de caibú de ooño n.º 3
NOTA: En este mapa sóo apaece el 41 % de los yacimientos aqeogcos docmenados
LR. Binford
MAPA DE ÁREA DE AGO TUU GAK , ALASKA scala
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500 600 700
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Mapa del ára lago Tuuak n qu apc sñalizads s ycimt y s cm-
CAZADORES EN UN TERRITORIO
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completamente dfeente la obsevada tanto en el áe de descuatzamento de este msmo yacmento como en el campamento de caz socado hca don de los hombes se dgen una vez fnalzadas las dvess taes ll ealzads Almacenamiento de la are
El tece componete del complejo stuaconl vene epesentado po el lu g donde se almacen la comda: una estctua de ped de unos 4 m de dá meto (g. 62) Los escondjos de peda empleados paa guad l crne 8 epesentn un see de ayudas pemanentes que se stúan nomalmente en ls cecanías de los ycmentos de matanza Actúan como una espece d em plazmento centl donde los ndvduos pueden cud a lo lgo del año en busc de comda pa el gupo evtando de este modo el tabajo que supone sta toda la cae hast cda uno de los yacmentos de esdenca que ocupaán a lo lago del tempo en que se dedcn las actvddes popas de las dvesas estacones del o. En el nteo del escondjo colocan sguendo un modelo adal uns caps de cane sepaadas ente sí po pedas o lstones de madea con el fin de egua l cculacón del e sellándolo posteomente con pedas La azón del gn esfuezo nvetdo en la constuccón de los es condjos de peda p la cane estb en l mpotanc cítca que en el modelo de subsstenc de los nunamut dquee el almacenmento A un aqueólogo etas mpesonantes estuctuas de peda le podán pae ce casas peo este ls nunamut nunca fueon utlzads como tales El uso de escondjos de ped póxmos a los yacmentos de matanza ecueda algu ns de las <casas de pozo» (ig 63) paecdas en dvesos ycmentos paleolí tcos en Rusa9 y ello sugee que estas estuctuas tampoco ean casas sno que como ocue con ls estuctuas de ped de los esqumles, se tata de smples escondjos de cne. En los yacmentos de mtanza la cane puede se almacenada de muy d vesas mneas ademá de los ctados escondjos de peda. Cuando la tempe atua se stú po dejo de los 0°, l cane descutzada, o ncluso todo el anmal puede smplemente pemnece amontonada en el suelo En geneal las astas srven p nca su ubcacón, de mne que los cazadoes puedan loclzalos nluso tas una nevda En otas épocs del año, en cmbo l cne se coloca sobe bsdoes de madea paa que se seque (fg 64) A veces los escondjos de cane usdos en los campamentos de cza conssten smple mente en pocones de cne extenddas sobe una cueda o ben colocadas en ls mas de los ábole stuados en los límtes de una extensón de suces (fg. 65) Desde el punto de st queológco los estos de estos escondjos queda án eflejdos en una dstbucón lnel de huesos gndes Los escondjos de cne sean del tpo que sean son centos mpotantes ecusos seguos los que los nunmut pueden acud mentas ecoen su hábtat en busc de comda dconl
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EN BUSCA DE PASADO
67. Las rocs del soldado deitn a ra eguid pr la manad de crbúes que se dirigen a mntañ ituad al ete de ag Tuugk (En l figu 66 puede observse su loclizíón excta)
OMPEJOS STACIONAES DE LAO UUGAK
Mi estdio sobre os gupos qe ocpan yacimentos reacionados entre sí a reveado qe na secencia de actividades dirigida a a consección de ca qiera de estas tareas, no tiene gar necesariamente en n mismo yacimiento Adeás ycintos qe parecen my dstintos peden de hecho pertenecer a a misma categoría genera e comportaiento comportaiento qe por otra parte ha sio diferenciado ediante diversos tipos e actividades. Uno de os grpos de compejos sitacionaes ms fascnantes sado por os esqimaes n nait est bicado en a región sitada arededor de ago Tgak (fig 66), área y rica en recsos Este ago es sficientemente profundo como para poporcionar n tipo de pescado y apreciado qe se conoce con e nombre de trucha de ago; os arroyos primaveraes qe en é desagüan están flanqea dos por grandes etensiones de saces o ca representa n importante recrso de eña y agnos e os senderos tiizados por os caribúes en s migración acia e norte trascrren precisaente por e ago
Rutas pepads
Los restos arqeoógicos qe restan de a expotación de caribú en as cer-
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CAZADORES EN UN TERRITORIO
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NOTA: sto s puest os de caa son en realdad ugares de tro ara los arqueos. stán stuados en campo aberto, a lo largo de las stas dejadas or los anmales G eneralmente son utlzados en el contexto de una manada de anmales Los aqu representados son caracterstcos de las laderas medas Los ucados en las partes baa o en las cimas de !os cerros conssten en construccones de pedra totalmente cerradas de forma oval
Hogar Fragmento de arc o
Fecha de asa
Lascas ob ten idas por presón
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Fragmentos de los huesos del cado scondo de astas de venado
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Pedras pore fuego
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Roca madre
Límte del área reexcaada
PU ESOS DE CAZA DE OS UAMU DE MEDADOS DE SIGO XX AGO UUGAK AASKA Escala en metrs
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L.R Bford
Planos de tres puetos de caa del siglo I localizados en una ruta del caribú en la vertiente orental del lago Tulugak (Su posición exacta puede verse en la figura 66.) Obsérese la presenca de prodctos de deseco procedentes de sus «reigeros» de la repaación de útiles, así como un escondrijo de astas de enado destinadas a la confección de puntas de fle ca. Los ogares (representados con trama cuadiculada) han sido colocados en el lado inteno de las paredes del puest de caa para que los cazadore se benefciaran de su calor durante la espera de la llegada del cibú 68.
ue también incorporan relieves hechos por el hombre ue son muy difíciles de detectar sin una información etnográca previa. Los componentes básicos de una ruta cuando no está en uso se asemejan a un montón de piedras que denomino rocas de soldado (g 67) Pero en cambio cuando se sirven de ella los cazadores esquimale adoptan medidas tendentes a facilitar la conducción de los caribúes a la cima de un collado o a cercados parcialmente naturales ubicados en un extremo del lago y por tal motivo colocan musgo alrededor de las rocas simulando la silueta de un hombre o incluso tambén, ropa vieja sobre el musgo para intimidar al caribú conseguir ue avance y limitar sus movimien-
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EN BUSCA DEL PASADO
69.
Las esaciones de caza R y B, en e Paso Anakuvuk. Obsérvese a presenci de una pie de cariú a modo de eho donde un hombre duerme menras su compañeo vigia l legada d a caza (Para su ocaiación exacta véase figura 53 )
Puesto de caz
A lo lrgo de un le ls ruts del cibú, que se dirige hci l cim de l mont dycente l lgo locliznos 70 pequeños puestos de cz desde los que dos hombres nuniut (proechndo el instinto nturl del cibú que le muee situse en l cim del monte cuando se e menzdo) podín cechr sus ress stos puestos de cz (fig 68) se componen de un estructur permente resultdo de excv un gujero en l lde rocos o de construir un pequeñ pred. Tienen un doble función, y que no sólo sirven pr ocul tr los czdoes sio que tmbién les protegen hst cieto punto del viento dunt l esp que puede polongse hst 8 o incluso 12 hos Es obio que dunte este tiempo pueden sentir muho fío pero, debido que el fuego huyent l cibú los czdoes hn idedo otro sistem p clentrse Al lleg l puesto de cz, los hombes derribn sus pedes y hcen un grn fuego. Cundo l gt h pendido totlmente montonn ls piedrs sobre ls llms y dejn que sig iendo por debjo, hst que el clo se trnsmite ls piedrs y pemite los hombres curucrse unto l pred y mntenerse
CAZADORES EN UN TERRITORIO
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paredes de las casas máxime si la reconstrucción propuesta que nos habla de pieles colocadas por encima de las paredes de piedra es correcta ¿No podría tratarse realmente de puestos de caza similares a los utilizados por los nunamiut? Los puestos de caza de los esquimales presentan una planta en forma de pequeños semicírculos que miden, aproximadamente unos 24 m de diámetro 1 1 Los restos hallados en uno d e ellos, fechado e n una época anterior a la utilización de armas de fuego por parte de los nunamiut, ponen de manifiesto el tipo de actividades que se desarrollaran en dichos lugares Las astillas procedentes de la rotura de huesos realizada para etraer el tuétano así como pequeüos fragmentos que resultan de golpear las articulaciones para hacer caldo indican los «refrigerios» que debieron consumir Los restos de industria procedentes de la manufactura reparación de útiles están aqu representados por arcos rotos algunas puntas de flecha de piedra. Los úiles necesarios para la caza no se fabrican en los puestos de caza, sino que son elaborados de antemano con lo cual se consigue que el cazador esté siempre a punto mientras espera la llegada de los animales que transcurren por su ruta migratoria Ello implica que los restos de un primer estadio de producción difcilmente están representados en los puestos de caza. En su lugar para matar el tiempo, los hombres acostumbran a llevar consigo un útil roto que necesita reparación o se dedican a completar cualquier tarea inacabada Por tanto las actividades realizadas en este tipo de acimientos no están directamente relacionadas con la tarea principal la caza del caribú , sino que van encaminadas a aliviar el aburrimiento Otro tipo de artefacto hallado en el puesto de caza que aparece representado en la fgura 68, es una punta de fecha de asta que ue guardada para su uso turo pero que nunca fue utilizada Ocasionalmente los hobres permanecen en el puesto de caza durante la noche en lugar de retornar al campamento base En tal caso un hombre vela vigila la caza mientras otro duerme vestido sobre una piel de caribú (fig. 69) en otra área del acimiento, intercambiando sus posiciones sucesivamente Los cazadores al permanecer allí durante un período de tiempo considerable acostumbran a hacer fuego en un lugar alejado de la pared del puesto de caza con el fin de prepararse cado o cocinar carne ese a su similitud respecto a los puestos de caza descritos antes el acimiento resultante de esta actividad será más complejo en términos arqueológicos uno debe estar alerta para no con fundir el puesto de caza y el hogar con un campamento base ocupado por un grupo familiar Campamento base
Otro componente de los complejos situacionales del lago Tulugak son los campamentos de residencia emplazados cerca del lago lugar donde abundan la leüa el agua corriente Los nunamiut seleccionan la ubicación de los campa-
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puede ser escondido y uego ransporado e agua y e combusibe sin embargo son más diícies e rasadar. Los yacimienos e residencia se ubican por ano en función de esos recusos básicos y a gene acomoda sus ecursiones fuera de campameno base según a disribución de as fuenes e aimeno. En e ago Tuuga enconramos una disribución coninua e resos arqueoógicos ago parecido a o observado en os campamenos superpuesos de as fuenes de Anavik Aqu e odos modos e yacimieno fue uiizado repeida y básicamene con a misma función; en cambio as orias de ago Tuugak han sido ocupadas en diversas épocas de año y por diferenes razones esabeciendo campamentos de verano para beneficiarse de a rucha mienras que os pobados de invierno ueron ubicados cerca de os abundanes recursos de eña. Si se avara ese yacimieno es de suponer que se enconrara un campameno e residencia sobre un pueso e caza o un pobado e invierno superpueso a un campameno de pesca e primavera ¿Podríamos como arqueógos disinguir odos os componenes superpues os de un yacimieno an compicado como e de ago Tuugak? ¿Podramos reconocer odos os ipos especiaizados de yacimienos ubicados en os arede dores por ejempo, as ruas de caribú os escondrijos de carne y os puesos e caza? Acuamene a arqueooga carece de os méodos necesarios para enfenarse a os compicados resos arqueoógicos dejados por puebos cazado res y recoecores Debemos empezar a idear e mecanismo que nos permia desenredar os paimpsesos de ocupaciones superpuesas y descubrir as formas para reconocer áreas e acividades asociadas que esán separadas por disancias e varios kiómeros. OIDERACÓ GOBA DE SITEMA
Una de as ecciones más imporanes ue podemos eraer de mi rabajo enoarqueoógico enre os esquimaes nunamiu es a necesidad e considerar odos sus yacimienos como pare e un sisema más ampio. Además de os ugares e residencia econramos una gran variedad e áreas que fueron ui izadas para desarroar areas muy concreas y que son pare inegrane e! modeo genera de vida empeado en e Árico Hemos viso cómo unos yacimien os isados esán inerreacionados y forman compejos siuacionaes cómo esos copejos siuacionaes pueden agruparse denro de erriorio expoado por una banda y finalmene insisimos en que diversos erriorios pueden ser uiizados subsiguienemene a o argo de perodo de vida de un hombre. Para poder reconsruir e modeo goba de uso de a ierra os arqueóogos deben idenificar primero a función especfica de cada uno de os yacimienos y después reunir cada una de as pares. La dificuad que eo enraña es basane simiar a ineno de reconsruir el moor de un auomóvi cuando disponemos de cada una de sus pares por separado: es necesario conocer e funcionamieno
CAZADORES EN UN TERRITORIO
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prehistórico. En otras palabras, la unidad básica de la arqueologa es el yaci miento, pero su nalidad es utilizar estas unidades para estudiar el comportamiento del pasado humano; y para conseguir este objetivo debemos desarrollar una metodología apropiada que nos permita identiicar el papel desempeñado por cada uno de los yacimientos dentro de un sistema global. YACI MIENTOS ESPECIALIZADOS
El interés de los estudios arqueológicos realizados sobre los pueblos actuales reside en qe, a erar lo diferens ipo de yacimietos que ocpa poemos empezar a apreciar el grado de variabilidad que esperamos encontrar en el registro arqueológico. Con el n de acilitar la comprensión de mi punto de vis ta creo conveniente describir algunos yacimientos especializados que tengo documentados entre los nunamiut Algunos de estos yacimiento eran sorprendentemente grandes Los arqueólogos suponen que las áreas de actividad ocupan un espacio reducido y que en su orden interno son homogéneas tengo documentado un yacimiento no resi dencial que ocupa un área aproximada de l.500 m2 y en el que se llevaron a cabo una gan variedad de tareas (ig 70) Este yacimiento, situado en Kongumuvuk, es utilizado durante la migración otoñal del caribú; en dicha época, los hombres se esconden en una extensión de sauces con el in de camularse y mientras esperan la llegada de los animales, unos cazadores se alimentan ingiriendo algún tipo de «rerigeio» alrededor de un pequeño uego (como, por ejemplo, el tuétano de un hueso resco) y otros reparan útiles. El caribú se caza y mata a cierta distancia del yacimiento y por consiguiente los esquimales para no interrumpir el movimiento de las manadas que llegan sin cesar, cobran las reses apresuradamente en el mismo lugar en que son abatidas y arrastran las porciones seleccionadas del animal hasta la zona de los sauces. na vez se hallan uera de la ruta de migración, los hombres terminan de descuartizar la presa y parte de la carne es escondida o colocada en una especie de bastidor para que se seque Una de las actividades más importantes que tienen lugar en este yacimiento es la preparación de las pieles. En eecto, los pellejos se extienden para que se sequen y son sujetados con piedras para evitar que el viento los arrastre (ig 71) Ello propicia Ja presencia de una gran cantidad de pequeños círculos de piedras, todos de un tamaño similar, distribuidos por el yacimiento Como arqueólogos, ¿reconoceramos que las distintas áreas dierenciadas de este gran yacimiento el área de consumo de alimento alrededor de un hogar, el lugar de actividades artesanales, los escondrijos de carne y bastidores de secado, o el lugar donde preparan las pieles orman un todo, o por el contrario las consi deraríamos yacimientos separados? Crculos de piedra de las tendas
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diversas actividades que tienen lugar además del secado de pieles. Por ejemplo, en un yacimiento situado en lo alto de las montañas que es ocupado normal mente en verano por cazadores que van en busca de caribúes adultos machos, se encuentran pequeños crculos de piedra de un tamaño similar a los crculos de Kongumuvuk asociados a pequeños hogares. En este caso sin embargo el tamaño de las piedras de los crculos es mayor que en el yacimiento citado aneriormente, porque estas piedras fueron empleadas para sujetar las tiendas de piel de caribú ste yacimiento difiere de la estación de caza de Kongumuvuk ambién en otro aspecto: contrariamente a lo observado en Kongumuvuk, que ofrece una gran diversidad de áreas, aquí se observa la presencia de una serie 70. Plano de la etación de caza otoñal, situad en el valle Konumuvuk (Yacimiento n º 13 de la figura 53.)
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CAZADORES EN UN TERRITORIO
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7 1. Círculo de piedras peqñas usadas por los nunamiut como lastre paa sujetar las peles de carbú durante el prceso de secado (ara su lcalzacón exacta en la estacón de caza de Kongumuvuk, éase la fgra 70.)
de uniddes idéntics diez círculos y un hogr qe se repiten un y otr vez Por tnto los ycimientos especilizdos pueden vrir en unción de l homogeneidd o vribilidd de los módulos que los componen. Estaciones de caza
Ls estciones de cz son no de los tipos de ycimiento más comunes en el pisje culturl de los nnmit. Pueden ser my complejos (como curre con el ycimiento de Kongmuvk o el de Msk 1 del qe hblremos en el próximo cpítlo), reltivmente sencillos como los lgres de emboscd del lgo Tlugk o extremdmente efímeros Como ejemplo de est últim cte gor podemos encontrr lugres donde un czdor se limit permnecer oclto detrás de n peñ y posiblemente construye un peqeño hogr Accidentes nturles del tereno tles como ls peñs so normlmente usdos omo estciones de cz (fig 72). En tles ycimientos es posible que sólo se encentre un pequeño ogr lguns piedrs resquebrjds por el fuego y un sere e útiles que feron escondidos en vists un utilizción posterior. Elementos auxiliares
Ls rocs del solddo situds lo lrgo de ls ruts del ribú en el lgo
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EN BUSCA DE L PASADO
plean una amplia gama de ellas, siendo unas de las más corrientes las llamadas de cada mortal El lugar donde se halla cada trampa de cada mortal (fig 73) debera considerarse como un yacimiento especializado. A menudo, se construyen en las cercanías de los escondrios de carne, con el fin de mantener a los competidores alejados del alimento, aunque, por otra parte, el escondrijo de carne es en s mismo un cebo que atrae a los zorros y lobos hacia el área donde está emplazada la trampa de cada mortal A su alrededor se construyen unas pequeüas vallas con el objetivo de asegurar que la presa entre exactamente de a manera deseada l disparador de la trampa se coloca en el interior, convenientemente desplazdo (de modo que rebase, por ejemplo la longitud del cuelo del animal), para que éste se vea obligado a colocar sus patas delantera obre uno de los travesaüos antes de que la gran roca colocada en la parte superior se le precipite encima Puede darse el caso de que la piedra no llegue a matar al animal, pero e cualquier modo caerá sobre su lomo y le impedirá la huida Trampas de ada mortal como las que construyen los nunamiut son, proba blemente, muy comunes en el registro arqueológico H e observado construccio nes simiars en yacimientos asociados con el hombre de Neandertal, y también es evidente que muchos lugares descritos por los arqueólogos norteamericanos como enterramientos infantiles túmulos de piedra rituales o pozos e almacenamiento son en realidad trampas de caída mortal Los arqueólogos deben ser ca 72 Estacó d caa stuada un prado natural cerca dl arroyo Lttl Contact, n el valle Anaktuvuk. (Vas la igura 53) Est lugar dsmpa la msma ncón qu el qu aparec prsntado la gura 69, aunque stá ubicado u trrno d caractrístcas derents. Hay que resaltar qu n su tro uro sonddos lños y dos latas vjas de caf empladas paa hervr l agua del t para sr utlzadas n otra ocasóTambén escondron l tr no (n prmavra una v se hubo drrtdo la nev d nvrno.
CAZADORS E UN TERRITORIO
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Tampa de caída motal, pensada para la captu de un Jobo. Estas trampas siempe se constuyen en otoño, ates de que se poduzcan las primeras nevada fuertes. 73.
paces de idenificar con exactiud los yacimienos de este ipo utilizados en el pasado dotados de dimensiones muy reducidas y con un elevado grado de especialización
Yacimientos de proceso de la carne
Entre los nunamiu exise un gran número de yacimienos relacionados con la caza del caribú pero ambién encontramos muchos otros dond se ectúa la preparación de la caza. Anriormene ya mencioné el yacimiento donde se descuartiza en las fuenes del Anavik y el lugar donde se secan las pieles en Kongumuvuk. Otro ejemplo de este tipo de yacimienos nos lo orece el caso de una familia que mató alrededor de 50 cariúes mediane la etraagma de con ducirlos a un lago próximo (fig. 74) Todo el proceso de preparación del secado de la carne se realizó aproxmadamente en an sólo 12 días, pero aun así la canidad de resos depositados en el lugar era verdaderamente asombrosa (fg. 75). Se crearon dos grandes montones de huesos rotos procedentes de la ex racción del uétano aunque de odos modos la carne perteneciene a tal cantidad de huesos no e consumida allí y por anto los montones no correspon-
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EN BUSCA DEL PASADO
supone emplear una ecuación simple, del tipo propuesto por Yellen,13 para re lacionar la cantidad de restos con la duración de la ocupación. Antes de interpretar la naturaleza de los datos hallados en los yacimientos arqueológicos de bemos determinar el tipo de comportamiento que los generaron: es preciso re construir la función del yacimiento Mi investigación entre los nunamiut ha demostrado que en los acimientos arqueológicos se reaza una gran variedad de activdades. También ha puesto de manifiesto que estos diversos tipos de comportamiento dejan huellas diferentes en el registro arqueológico por lo cual es posible que en el futuro se puedan desarrollar técnicas que nos permitirán reco nocer lugares especializados utilizados en épocas prehistóricas
74 Plano dl yacimiento de Tlkkana, luga dond se procesaon para su almacenaminto 50 caibúes, emplando para ello sólo 12 días. La nome acmulación de hsos s consecenca de las activdades de procsamiento de la cae allí dsempeñadas y n rflejo dl nmeo de ndvdos que ocupó el acmeno de la duacón de dca ocpacón
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AZADORES N UN TRRTORO
NOTA Se ha rgistrado cada aumento de 5 hesos/m2
Ára excavada: 56 m
YACIM IENTO DETL KKANA: E NS IA E LS H UESS Escal en mtros: 10
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75. Mapa de las densidades de hesos de caribú hallados en el ycimiento de Tlkkana. (Véase la figura 74.)
SPOSJCIÓN DE LOS YACIMIENTOS DE RESDENCA
Los arqueólogos necesitan el empleo de métodos aunque éstos estén a un nivel de anáisis poco desarrolado para estudiar los modeos de uso que tienen lugar dentro de cada uno de los yacimientos. Los lugares de residencia, así como los yacimientos especializados, pueden concebirse como formados por pequeños «módulos». Uno de los complejos de yacimientos más eeenta es la estructura donde vive la gente Los estudios de grupos cazadores y recoectores de muestan que la naturalea de los módulos de residencia, as como la forma en que están distribuidos en el espacio, pueden variar enormemente y por tanto,
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EN BUSC D EL PSADO
ellen 1 ha propuesto un modelo general para los campamentos de residen cia de los osquimanos !Kung, en el que las chozas que alergan familias indi iduales se agrupan formando un crculo (fig 76) En el centro del crculo de chozas aparece un espacio vaco de uso comunitario mientras que en torno a su periferia se encuentra un área destinada a la realización de tareas especialia das El campamento bosquimano que aparece representado en la igura 77 es un uen ejemplo de la estructura espacial reflejada en el modelo de Yellen En los campamentos de la estación seca de los birhor (grupo de caadores y recolectores de la India) también puede oservarse la presencia de una agrupación estrecha le caañas cuos hogares están situados a unos 3 m de las mismas 5 Pero no toos los campamentos le osquimanos coinciden con este modelo
Modeo popueso po John Yelen de un ampameto ideaizado de os bosquimanos !Kun (Repoduccón autozada, de oriinal apaecido en Yelen 1977, fg 12 p. 126.) 76.
idealizado; 1 otros grupos de cazadorsrecolectores exhien f rmas de distribu ción intea del acimiento que no coinciden con el modelo e Yelen Por ejemplo los campamntos le los indios seri en México están estructurados según un modelo lineal entre los cobertizos e las distintas unidades e habi tación eiste un espacio consideale (fig 78) Tal como ocurre con los acimietos osquimanos ambién entre os diversos asentamientos de os birhor (fig 79) ara la distriución de las iviendas Por ejemplo, en una ocasión en la que cuato andas haían acapo en un mismo lugar cada una de ellas mantuvo su integridad individual estableciendo su campamento por separado. Además, las chozas no ueron distriuidas según el modelo de crcuo propuesto por ellen sino que se ubicaron formando un semicrculo A pesar de que se trata claramente de un único asentamiento (al margen e la separación espacial eistente entre los distintos grupos), los restos arqueológicos de un acimiento coo éste podran con facilidad ser interpretados erróneamente como una serie e asentamientos distintos no integrados a que se observaran claros va
CAZADORES EN U TERRITORIO
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77. Campamento de esidencia ocupado por los bosquimanos nharo qe viven en el desierto cental de Namib. El modelo de cículo descrto por Yllen (fg. 6) queda relejado en esta ftogafía Obsévese l cane qe celga dl ábol sitado a la deecha (véase fig 65) (oto de L Fourie cedida por l Africana Msem, Johannesbugo
El uso de l espaco fso como elemento derencador de l a dstanca socal como se demuestra en el caso de los brhor podra ser un prncpo omún a todos los yacmentos de azadoresrecolectores. S ello es erto esta general zacón sería útl para encazar la nterpretacón de los yacmentos arqueológ os. Sn embago pede pesentase una complcacón posteror que se hae evidente en los yacmentos de resdenca de verano de los nunamut En estos lugares pese a que las dfeentes agrupacones soales o bandas establecen sus campamentos n dstntas áreas del msmo yacmento las dversas casas pertenecientes a ada na de las bandas se encuentran a menudo separadas por gran des dstancas En un yamento del que contamos con una nforacón part larmente buena la meda de la dstanca exstente entre las resdenas e los membros e la msma undad soal era e unos 90 m Cómo nterpretara un arqeólogo esta dstrbón espaal representada por agrupacones separadas de restos? ¿como yacmientos diferentes? como dversos grupos socales ds tntos? o tal como era en realdad como dos bandas compuestas por dversas
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E BUSCA DEL PASADO
78. Campameto de idios sei, situado en a isla Tibuón Sonoa México Las estuctuas del asentamiento apaece alineadas echo que contasta con el modelo de asentamientos de crculo popuesto po Yllen (ig 76 a cabañas en uso an sido emplazadas encima y junto a estos de estuctura atioe aluno de cuyos estos todavía son visibles en el extemo a deca le la fotoafa E Asce (196) se oece una descpción excelente de los asentamietos si (Foto de E. H Davis, 122, cdida po el Museum o te Ameican Inda Heye oudatio)
bldd especto l dstbucón en el espco de los módulos de esdenc. L dstbucón de ls estcts (gupds o dspess en cíclos o en sem cículos etc) y l dstnc estente ente cd unidd vrí de un grpo oto según se desole el cclo de estcones de cd gpo étnco o bnd. Los queólogos deben econoce l exstenc de este tpo de bldd compende os fctoes que l hn ogndo y smsmo deben de métodos p detct en e egsto queológco
L RETO PARA N UESTRA METODOLOGÍA
T como he vendo demostndo o lgo de este cpítulo el ptón de <1sentmento de los gupos czdoes y ecoectoes puede contemplse como un odeo ognzdo en un see de nveles los cules se etenden desde el áe de gndes dmensones que utlz un gupo lo lgo de l d de no de sus mebos hst lleg l dstbucón de ls css y hoges en n ycmento, psando p el áe centl de esdenc y el complejo stucon! (E náss de os sgos de cd uno de los ycmentos se consde mpl
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79 Mapa del campamento ocupdo simultánemente por cutro bandas brhor (véase la figura 1) Obsérvese la grn distanc existente entre cada band y l agrupación no circular de ls cbañas (Véase Wlliams, 1968.
mente en el capítulo siguiente.) Es por ello que para comprender el registro arqueológico de los cazadoresrecolectores debemos investigar cada uno de estos niveles No sólo necesitamos desarrollar métodos que nos permitan recono cer los tipos de dinámica organizada que tuvo lugar en cada escala del uso del entono sino que debemos también ser capaces de detectar aquellas variaciones, concretadas a lo largo del tiempo entre grupos diferentes de cazadores y recolectores que se reeren a In organización del comportamiento a nivel regional de núcleo de residencia de complejo situacional de yacimiento individual y también a nivel de las actividades.
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EN BUCA DL PASADO
Es evidente qe en este capíto no he intentado desaoa étodos po ineencia en o qe especta a os odeos pehistóicos de so de a tiea anqe es de esper pate de ateia a qí pesentado peda se tiizado paa a consección de este objetivo17 Po e oento e he iitado a taza e aco e a nataa de pobea a qe se enentan os aqeóogos Sin ebago en base a os ejpos pesentados es posibe extae divesas ecciones de tiidad pa os aqeóogos y gei agnos cainos a segi A a z e os datos expestos sobe os nnait no es coecto spone qe n gpo de gentes genean yaciientos inteaente hoogéneos Igaente a ceencia de qe na ayo poiidad e os yaciientos ente sí pica a s vez n ayo siiitd tapoco se ve eendada po as expeiencias expestas anteoente La existencia de copejos sitacionaes en os qe na actividad deteinada se eaiza en tes o ás gaes distintos, es incopatibe con os todos qe cho aqeóogos epeaon en e pasado paa da sentido a a sitdes y dieencias de os conjntos de areactos o o enos en anas egiones y en agnas sociedades e zaoesecoecos podeos spon qe canto ás intensa sea a tiización e n ga conceto ás vaiados seán o distinto tipos e asentaientos y yaciientos bicados en dicho ga n ejepo de eo es a zona de ago Tgak qe eece na consideación ás detaada Po eepo está geneaente aceptado qe dento de edio abiente expotado po chos cazadoes y ecoectoes existen cietos gaes coo e ago Tgak qe popocionan tanto na gran concentación e ecsos de diíci tanspote coo chas posibiidades de éxito en a obtención e ecsos tanspotabes A nive aqeoógico, estos gaes son exteadaente copicados Así cada yaciiento es e elejo e a secencia única e sos qe otiva on en e pasado s epazaiento en dcho ga Evidenteente, as dieencias intenas qe se obsevan en a atraeza e as actividades así coo a segegación espacia e os gaes donde se han vado a cabo divesas tácticas son copatibes con agnos de os pobeas qe pantean os atos steienses egistados po Bodes (cap 4) Peo no nos confundamos: estas expe iencias etnoaqeoógicas no popocionan sociones diectas a «pobea stiens». a concsión qe podeos saca e i tabajo ente os nnait no signiica qe is agentos ncionaes aceca de a vaiabiidad de Msteiense esen coectos sino ás bien qe os étodos aqeoógicos po inencia son n general inadecados Las convenciones tiizadas po a ayo ía e aqeóogos paoitistas han deostado se incapaces e hace rente a a vaiabiidad y divesidad de so de a tiea qe nos ista e caso e os nnai t E eto qe nos orece esta case de etnoaqeoogía es cea etodoogías eoes Cóo podeos apende as ecciones qe se deivan e esta investigación aceca e a dináica de so e a tiea y apicaas a os estdios e os conntos de ties e pieda pehistóicos N ¿Qé debeíaos hace paa pasa e a visión etnogica goba de n sistea dináico copeto a a pespectiva
CAZADORES EN U TERRITORO
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fcacón de yacmentos qe sgue crteros de smltud en la estructura no puede agrupar correctamente a los yacmentos que corresponden a un tpo de explo tacón del medo ambente, n tampoco a aquellos que abarcan el período de vda de un ndvduo Ello nos llea de nevo al desafío metodológco: ¿cómo reconocer que estas cosas diferentes halladas en lugares dstos son componentes de un mism sstema? Gran parte de m trabao expuesto a lo largo de estas lneasse ha centrado prncpalmente en los hesos de anmales, 19 porque son elementos comunes tn to al presente como al pasado Hemos demostrado que en los yacmentos los esqueletos de anmales han so modfcados y dstrbudos e acerdo a prnc pos patuars; qe n últma isaca fen determdos po la actda des báscas que tambén se llevaron a cabo en otros lugares del entorno tal como he demostrado en este captulo En el próxmo captulo pretendo segur otras lneas e nvestgacón que podrán aydar a la arqueología a dagnostcar (con otro tpo de datos tales como los conntos lítcos) la varabldad causada por dferencas en el so de los emplazamentos tal como queda reflejado en este captulo. Este nueo tpo de nvestgacón se centra en el estudo de la es tructura del yacmento
7.
LA GENTE E N S U ESPACIO
A ESTRUCTURA EL YACIMENO: UN DESAFÍO A LA NTERPRETACÓN ARQUEOLÓGCA
Tal como ya vimos en los tres prmeros capítulos uno de los Grandes Interrogantes que los arquelogos intentan normalmente dilucidar es la f rma en que el hombre primitivo organizaba su espacio de vida; es decir conocer la ubicación y relación espacial de actividades tales como dormir comer conseguir alimentos elaborar útiles etc Queremos saber hasta qu punto el hombre pri mitivo hizo un uso adecuado y especializado del espacio Por ejemplo una vez iniciado el empleo regular de útiles ¿organizaron nuestros antepasados su uso del espacio de manera que siempre tuvieran a mano los útiles necesarios o simplemente se limitaban a fabricarlos y abandonarlos en el lugar de su utiliza ción Compartían el alimento según la tendencia observada en el hombre moderno? En otras palabras el estudio del uso del espacio en el pasado plantea una pregunta fundamental: ¿cómo estaban organizadas las actividades humanas en los diferentes lugares Vimos en el capítulo anterior cómo algunos cazadoresrecolectores moder nos se desplazan por un cierto número de lugares llevando a cabo en cada uno de ellos diferentes tipos de actividades. Si el arqueólogo tal como intenté enfatizar entonces quiere comprender la dinámica de los sistemas que se produjeron en el pasado debe ser capaz de diagnosticar la naturaleza y organización de las tareas realizadas en cada yacimiento Asimismo si queremos resolver el «problema musteriense» debemos estar en condiciones de reconstruir por lo menos algunas de las actividades que fueron realizadas en sus yacimientos actuando en funcin de los dato y deando al margen a formación de los conjuntos lti cos ya que nuestro objetivo consiste en averiguar si la composición de los con juntos de útils de piedra varía de f rma regular ante hechos que pudieron ocurrir en el pasado Más concretamente los arqueólogos quieren interpretar en lo que respecta a las condiciones de da prehistóricas hechos tales como las distintas frecuencias de los útiles, sus diferencias de distribución con respecto a los restos d animales o la relación existente entre ciertos tipos de restos pro cedentes de la elaboración de útiles de piedra y los mismos útiles l estudio de la esructua del yacimiento, es decir la distribución espacial de artefactos restos y fauna en los yacimientos arqueológicos fue uno de los retos que me propuse conseguir cuando inicié la investigación etnoarqueológi ca 1 Mis epericias etnográficas e hicieron ver que generalmente eisten
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grupos de vrbles que, segú los csos, determ e gr medd l form de orgzr el comportmeto e los dsttos lugres Por ejemplo, e los cmpmetos de cz el reltvo éxto de u prtd uye de mer sustcl sobre los modelos de cosumo de lmetos,2 sobre ls ctvddes relzds y, meudo, cluso sobre l durcó de ocupcó del cmpmeto Por otr prte, e los cmpmetos de resdec ests stucoes de depedeca so dclmete evdetes y, e cso de que exst, refej drástcs medds de fuerz que collev estrtegs de emergec uc vsts e cmpmetos de cz3 E resume, observé que los dsttos modelos de vrbldd e los cojutos podí relcorse co tpos de ycmetos fucolmete dfere tes. S embo y pese ess dvesdde coaes, pece ue mbén este u sere de rsgos que subyce permetemete y que so crcterístcos de l orgzcó espcl ter de l vd de u ycmeto. Por todo ello, metrs vestgb el problem de l vrbldd e l soccó de l fu, proveché culquer oportudd que se me presetó pr documetr el modelo espcl de los hllzgos e ycmetos de los que se cooce su fucó, durcó de l ocupcó, époc de uso, etc relcé est tre co l es perz de recostrur u «coleccó» de mteriles que podrí, quzá, servr de bse pr el desrollo de los crteros que me permter recoocer los fc tores que codco l orgzcó espcl de ls ctvddes llevds cbo e los ycmetos, l mrge de su fucó Uo de los elemetos comues todos los ycmetos, tto del presete como del psdo, es el tmño sco y l estuctura de los hombres que los utlzro ¿Acso este hecho smple represet l clve pr terpretr l estructur del ycmeto? prtr de ejemplos etográicos se puder demostrr que certos tpos de modelos espcles so el resultdo de smples mecs mos del cuerpo humo, dspodrímos de u bse pr hcer ferecs cerc del psdo, por lo meos prtr del mometo e que uestros tepsdos tuvero u cuepo smlr l uestro L relcó etre el cupo humo y los modelos espcles ctur como u «objeto etero (por usr el térmo de Whtehed),4 y que ést h sdo costte, tto e el psdo como e el presete As como el esqueleo proporco el rmzó del cuerpo (e oro l cul se dspoe los músculos y órgos), tmbé l ordecó de los elementos auiliares de u ycmeto coformrá el esqueleto lrededor del cul se org z ls ctvddes; el úmero de persos y efectos depede, sí, de esos elemetos eistetes e el ycmeto. Phlp Wger los h deido de l s guete mer: contenedores taes como cestas, vasijas cajas edficios instaaciones en a rma de caminos y pataformas y barreras, como pueden ser as valas diques, muros estos elmentos representan un racondicionamiento o aumento de as características de medio ambiente . controlan o previenen as acciones de os materiaes óidos líquidos o gaseosos, y también as de os seres animados5 . .
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EN BUS CA DEL PASADO
PLANTA ESQUEMÁTICA
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YACIM ENTO PALANGANA; ÁREA CASA N.0 1 LAGO TULUGAK, ALASKA meos
80 Planta esquemática del yacimiento de Palangana, un asentamiento esquimal nunamiut de invieo. (Su localización exacta aparece en las figuras 53 y 66.) Segurmente exista también un bastidor para secar la crne aunque éste no fue localizado La estructura de tamaño reducido anotada como «casa le la construcción» fue edificada para que la ocuparan los hombres mientras construían la cas de invierno y no fue utilizada una vez ésta estuvo acabada Para una descripción del yacimieno véase Iinfor ( 978 a, pp 4144)
uso y los caminos de circulación como odelos de íems y/o agrupaciones espaciales de artefactos . Estoy convencido de que los rasgos definitorios del carcter de las actividades la organización del trabajo empleado en su ejecución y el uso previsto de un lugar en relación al sistema global de subsistencia del asenta miento están codificados en la organización de la estructura del yacimiento ebemo conocer, por una parte los factores que condicionan la manera en que la gente se instala dispone y usa un lugar, mientras que por la otra ad quiere gran importancia la forma en que un grupo mantiene un yacimiento . La mejor manera de ilustrar estas observaciones generales es mediante el ejemplo En un típico asentamiento esquimal de invierno (g 80) existe una organización situacional característica formada por diversos elementos auxiliares bsicos que incluyen una casa un bastidor para la carne correas de perro
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encuentran diversas áreas de actividades especialzadas las cuales pueden in clur un basurero famliar, un montón de astillas de hueso un cercado para los perros, un área de trabajo una pila de troncos asociada a una zona de talla de la piedra un espaco destinado al juego de los niños y, finalmente, una serie de áreas dedicadas a los restos desechados por los hombres. Tales áreas no constituyen un elemento auxiliar per se, sino que se trata de lugares donde se llevan a cabo funcones concretas, apropadas para las necesidades de vida de la unidad social allí presente. Las superfcies de tierra sobre las que se realizan regularmente ciertas actvdades quizá no ofrecían el aspecto actual, ya que han sufido modficaciones (al margen de s fueron lmpiadas o no). Desde e punto de vsta arqueológico, no deben considerarse como alteraciones del relieve ni tampoco como una simple dsposición de materales naturles o manufacturados (una casa o un hogar, por ejemplo) sino que debemos observar en ellas los rastros arqueológcos que nos ndquen las funcones allí realiadas en base a las disposiciones espacales de los ítems, tanto útiles como desechos, que fueron producdos en el área de forma accidental o bien colocados intenconada mente Los caminos y avendas de acceso, tanto para las personas como para los materales están includos en la estructura de los elementos auxlares y de las áreas de uso. Desde una perspectiva arqueológca lo más apropiado es una vez obtendo el perfl general proceder de forma analítica y descriptiva con el fin de intentar deinir la organización stuaconal en función de sus rasgos y posteriormente estudar las relacones existentes entre esta organización interna y la dispersión de los ítems Por desgraca en la realidad los restos arqueológicos dicilmente oecen una situacón tan ideal Es corrente que en muchos yacimientos arqueológicos, si no en todos los elementos auxlares no aparecen en un estado de conservacón smlar y ello dificulta la rma de proceder propuesta. Un ho gar puede, por ejemplo ser reconocido, pero la presencia de una casa a su alrededor es probable que no quede señalada por agujeros de poste o por otros detalles estructurales Carecemos en Ja actualidad de los métodos adecuados para llevar a térm no esta tarea LeroiGourhan por ejemplo, adelantó un modelo de estructura situacional medante el cual pretenda inferr la presenca de una casa a partir de la dispersión e los ítems (fg 81) Su inferencia no sólo es sospechosa por cuanto escoge la agrpación de ítems después de asumir la existencia e una casa, sino que , a tenor e mis experiencias etnográicas, considero que sus su gerencias no son nada convincentes Los arqueólogos necesitan dsponer de criteros que les permitan distnguir los modelos que puedan aparecer en ausenca de la casa, o en yacimientos donde los tipos de indcos de residencia no están presentes. S adoptamos el punto e vista de los procesos de formacón, vemos que estos yacmentos están organzados en módulos del tipo ya descrito en el capí tulo 6. En el caso del yacimento esquima se puede hablar con bastante propie dad de los hogares dispuestos para cocinar al aire libre, del cercado para el pe
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EN BUSCA DEL PASADO
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81 �" lga e esd·ú Li-Gourhn. ¡ hogr on A) sá sudo a nrada d la casa o srucura y s consdr l cnro d as cvdads organads dl ya cmno Dcho hogr marca l dvsón nr l spco nror y l xror d n srcu ra El nror s concb como l ár d uso doésco y pud sr subdvddo n dos ons En la ona B 1 las prsonas s snan lrddor dl fugo y llvn cbo dvrss c vdad y acos socals s d suponr qu l mannn raonablmn lmpa y qu s raa d un lugar dond s llvan a cbo las acvdads más dlcadas LroGourhan dscrb la zona B 1 como l ára dond los arquólogos nconrrán pquños úls y ocr La sgund ára dl nror d la srucura la dnomn ona C l ára dormoro, dond s d suponr qu s ncunrn pocos arfcos o dschos En orno al hogar pro y n l xror d la srcura, xs oro spaco domésco on B, dond s consdr qu s rlan las acvdads más oscas qu producrán una grn cndad d dschos Dchos dshos pu dn cosisr n los rsos dl rbao d l pdr asa d vnado o huso y mbén s po drán hallar n sa ona B 2 pdras usadas para cocnr Más allá xs una sr d círculos concénrcos ons D E y G, qu son concbdas como: D ona d vrdro concnrdo y dsposcón rpva; E on d vrdro dsprso; F spaco vrtdro scso y G spaco con hallagos slados En s modlo s sprar qu s obsrv una gran dfrn ca n nsa d rsos xsns ambos lados dl hogar: la mor nsa corrspondrá l ára suada fur d la cas y l mnor, al lo opuso Es s un bun jmplo cóo un modlo formacón pud ulars par jusfcar una sr d convncons dads pr nrprar los rsos rquológco. (Rproduccón, auorada dl orgnl aparcido en LroGourhn y Bréllon 192, fg 74 p 254.)
parte, a la imposibilidad de distinguir las diferencias que existen entre las peculiaridades de un sistema cultural vivo y los modelos de los restos arqueológicos (confusión que fue acertadamente anticipada hace ya algunos años por Schiffer y Rathje). Pero antes de proseguir debo explicar con claridad el signicado exacto de conceptos tales como actividd» «equipo de herramientas y «áreas de actividad». Un equipo de herramientas es el conjunto de útiles empleados en la consecución de una tarea Una actividad es una serie de tareas integradas que se ejecutan generalmente en una secuencia temporal y de manera ininterrumpida Es sabido que tareas idénticas pueden formar parte e actividades distintas: por ejemplo la tarea de cortar carne puede incluirse en las actividades de descuartizamiento y preparación de la carne para su cocción y consumo etc Las áreas de actividad son lugares o supercies donde tienen lugar actividades tecnológicas, sociales o rituales. Es fácil imaginar actividades que requieren el
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en el registro arqueológico lo que me impulsó hace ya algunos años a deender el empleo de técnicas estadísticas multivariadas para el análisis de la variabiidad entre conjuntos Volviendo al punto de vista espacial es conveniente anticipar que las áreas ubicadas dentro de los yacimientos pueden ser igualmente complejas: en algu nos casos se tratará de lugares utilizados para ines diversos mientras que en otros advertimos la realización de actividades o tareas exclusivas Ello nos lleva a la conclusión de que no existe necesariamente una correspondencia exacta entre un lugar y un equipo de herramientas, o incluso entre un espacio y una sim ple actividad Pero no debe inferirse a partir de estas airmaciones que la ubica ción e los arteactos carece de estructura y por tanto que no proporciona inormación acerca del carácter del sistema cultural del pasado sino todo lo con trario el reto de interpretar la estructura situacional no diiere del desaío que pantea la arqueología en general ¿Cómo dar el sentido exacto a los modelos que observamos? 10 Iniciaré en primer lugar la búsqueda de métodos apropiados a través del estudio de la composición actual de los modelos existentes en la estructura situacional mientras que dedicaré el resto del capítuo a comentar algunas de las observaciones más sugeretes que he realizado sobre los pueblos actuales. Por tal razón centraré mis análisis en los módulos espaciales que subyacen en Ja estructura e la ubicación y disposición e las actividades (áras de actividad) y en las asociaciones e ítems (equipo de herramientas) , ácilmente detectables por los arqueólogos mediante el estudio e reconocimiento e los modelos e la estructura situacional EL TRABAJO
ALEDEDOR DE U HOAR
uando los individuos realizan un trabajo que requiere el uso e un hogar tienden a desempear su tarea de acuerdo con un modelo e�pacial que parece ser universal Por ejemplo una mujer bosquimana !Kung que vive en Botswana 82. Joven boquimano utilizando un pefoado de ao en n ampamento ubiado en Gtsha Pan Obévee que no e halla entado diectamnte fente al fuego ino a un lado E hoga e halla a poca ditancia de un obetio en uyo inteio e viible n lecho. Cea del fue go al oto lado del indivu entado, e halla oto yunque. (Foto tomada en 1975 po J. Krame, edida po el South Aian Mueum Cudad de l Cabo.)
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EN BUSCA DEL PASADO
riura las corezas del mongongo sobre un yunque emplazado aproxmadamene a l m del hogar donde serán osados (fig. 82) Para realizar esta area no se siúa direcamene frene al fuego, sino que permanece sentada lateralmente ya que si adopara una posición fonal carecería del espacio suficiene para rabajar y, eidenemente, le resultaría difcil remoer las brasas. Nos enconramos ane el modelo ípico de una persona que rabaja alrededor del fuego: el opera rio se siena de manera que su cuerpo forme un ángulo recto respeco al fuego y se coloca a una disancia de m Un aborigen del Desiero Central de Austra lia también se siena en posición ladeaa respeco al fuego cuando caliena, en las brasas la resina que empleará para enmangar n til de piedra en su puño de madera (fig 83 La misma posura se obsera asimismo cuando una mujer navaj o prepaa l limenos en un ogar situado al aire ibre (fig 84) Este modelo ha sido regisrado por los anropólogos en numerosos rabajos enográ icos y yo, personalmente, he enido ocasión de identificarlo con recuencia al examinar aniguas foografías enográcas Una ez constatado un modelo básico de aciidad en torno a un hogar es importane resalar una serie de detalles adicionales asociados o de diferencias imporantes que pueden ser significativos En el interior de las casas se suele 83. Hombre aborigen alya wara del centro de Australia preparando resina de spinix utilizada para enmangar útiles de piedra. Para reali zar su trabajo se sienta fente al hogar.
84 Mje navajo dl Sudoese de Estados U nidos preparando alimenos en un ho gar al air libre Obsérvese la ubicación de hogar en relación a la mujr y a ss are facos. (Foto cdida por Susan Kent)
LA GENTE EN SU EPACIO
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ACI M IENTO E CEAN ADY, ARROYO DE KONGUM UVUK, ALASKA Escal en mtros LR. Binford
Mp del ycimiento Clen Ldy, próximo l rroyo Kongumuuk Pso Anktuuk Ask Puede obserse l disposición de ljs en orm de rco conormndo un pltorm dycente l hogr D situdo en el interior de l cs moss. Est modelo es típico de ls situciones en que un indiiduo utiliz hbitulment n lugr concrto en too l ogr Obsérvese tmbién el grdo de limpiez del áre interior delimitd por l pltform Eis ten, demás un hogr eterior , n pequño veredero d puerta, l derch d l entrd de l cs y un enorme bsurero d huesos, l izquierd 85
Grupo milir de bosquimnos !Kung preprndo ls cortezs mongongo Ob sévese l isposición circulr del grupo; los indiiduos parecen sentdos a ciet distnci del ogr situdo en primer término (Foto ce did por Ptrici Drper.) 86.
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EN BUSCA DEL PASADO
87. Rstos proceentes !e la elaboración !e útiles e pie!ra Esta actividad se rea lió en el campamento de hombres del yacimiento de Bendaijerum, situado en el centro de Australia ocupado por os ayawara
colocar certo nmeo de pedras junto al hogar que son utlzadas como peque as mesas destnadas a cortar la carne, preparar el almento o depostar rec pentes contenedores (g 85). Pero el modelo observado diere ostensblemen te s se trata de todo un grupo de ndvduos, que trabajan alrededor de un ho gar o ben tan sólo de un únco operaro, que se senta en soltaro unto al modelo Con el de que todos los ndvduos dspongan del espaco necesaro para trabaar cada uno de ellos se stúa a certa dstanca del uego de manera que los restos resultantes de su actvdad aparecerán ormando un círculo alre dedor de ste (fg 86), en una dsposcón que dere de la dstrbucón perpen dcular de restos propa del tabao de un solo ndvduo Otra observacón mportante acerca de la estructura stuaconal nos la lustra la manuctura de tles de pedra (fig 87) llevada a cabo por los aborígenes alywara, en Australa1 En una ocasón tuve la oportundad de ver a un hombre sentado que acía saltar lascas de un ncleo La ubcacón de los pequeños rag entos resultantes del mpacto de los golpes me ndcaría posterormente el lu gar donde aquél se había sentado ya que estos pequeños fragmentos cayeron entre sus peas y permaneceron ntactos en el lugar Las lascas sn embargo, habían sdo dspuestas cudadosamente ormando un arco rente a él, y la forma y taaño de dcho arco venían determnados por la longtud del brazo del nd vduo Un modelo smlar fue tambén observado en una parte del mundo to88 Disposición circular clásca alrededor de un hogar observada por los bosquimanos nharo en Ganzi, Botswana 1969. (Foto de H Styn cedida por el South African Museum Ciudad de El Cabo.)
LA GNT SU ESPACIO
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Parte delantera de área toss
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Parte tasera de !a zona oss
89. Modelo de zonas drop tss en ae al comporta miento obserdo en el yacimento Mk ituado en el Paso Anaktuvuk, Alska (Véase Binfod 1978)
y
MODELO DE HOGAR EXTERIOR DE "HOMBRES Escal' en mtros
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L.H
talmente opuesta (el Norte de Alaska), lugar donde tuve la ocasón de contemplar a algunos esqumales ancanos que trabaaban la pedra Los modelos espacales de trabajadores sentados en torno a un hogar se complcan recuentemente ante la presenca de más de un ndvduo y ello obedece a hecho de que accones smlares y paralelas realzadas por dstntos nd vduos, as como sus dferentes gestos, generan dstrbucones superpuestas. La igura 88 nos muestra claramente la dsposcón clásca de un hogar central y una sere de ndvduos sentados a su alrededor. Creo que el lector podrá aprecar la compleja naturaleza de los modelos espacales que generan los ítems de jados por un grupo de personas sentadas. Este tpo de dstrbucón ha sdo con vertda en un modelo deal (f. 89), y para ello nos hemos basado en las observacones hechas en un yacmento esqumal donde un grupo acostumbraba a sentarse alrededor del fuego rmando un crculo. Los restos desechados conformaban u n redondel de pequeos ítems ubcado en torno a hogar; sn embargo, la dsposcón de los ítems grandes era dstnta, ya que estos objetos habían sdo arrojados por los ndvduos haca atás de sus espaldas, lejos de área donde permanecían sentados Permítanme que lustre este modelo general de u n grupo sentado alrededor del fuego hacendo referenca a un caso concreto regstrado entre los nunamut, en un campamento de caza donde los hombres realzaban las taeas de extrac cón del tuétano de los huesos de carbú S bservamos la dstrbucón espacal de las pequeñas astllas, resultantes de la ractura del hueso para extraer el tué
5 Binford
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Yunque
Hogar para cocinar y calenta r
Zona drop
Peque ño vertedero de huesos procedentes de la elaboracón de caldo
OBSERVACIONES BEHAVIORÍSTCAS HO GA RE S A Y B, ACI M I ENTO DE MATANZA DE ANAKTQTAU K Escala e n metros
LR. Binfd
90. Comportamento obeado en too a lo hogares A y B, en el yacment de matana y desuartizameto de Anaktiqtauk, suado en el Paso Anaktuvuk, Alaska (n l g 53 pa ece u loclzacn exata) Do hombe (n' 2 y 3) entdo rente l hoga B ompen ho de cabú y come el tétno till eulttes de ompe los heo qed epacd a leddo, en la ona drop Lo heo gnde on dedo a un lado o aoado dt en la zoa toss Lleg el ndvduo n 1 y ugee hace n caldo con l col de cbú qe tae congo y alguno de lo heo dejdo na vez extído el tétno P ello encende un ego en un egndo hoga A y coloca una lt de cé encma del ego pa que heva el calo (va l figr 72) El ndvdo n.º 1 vgl el fego y el hevo del caldo hata que conde qe ya etá a punto ntonce lo vete en taz y lo heo empleado paa hce el caldo on depoitado l oto lado del hog A La pepacin del caldo l ha ealzado el nddo n de pe. Una vez conmdo el caldo, dcho individuo ecoge nmeoo ragmento eo bandonado ta la extacción del tétno y pepa con ello oto calo na vez evdo ete egundo caldo, lo heo hevdo on depotdo detá del lg donde t entado el ndvdo nº l .
tano vemos que ésta se concentran alrededor del hogar en un lugar que deno-
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los esquimales; es decir ueron abandonados n situ, en el iso lugar donde se produo la extracción del tuétano. Por otro lado, la distribución espacial de los ragentos de hueso grandes en la zona os- 1 3 es diferente ya que éstos ueron arroados o colocados detrs de los individuos en un rea despejada una vez que el tuétano había sido extrado El hecho de arroar a un lado los Jtems de gran tamaño es descrito por los esquimales como un tipo de «manteniiento preventivo» del área donde se sientan. Cuando pregunté la razón de estas distintas maneras de distribuir los huesos e dieron «¿quién quiere sentar se sobre un hueso grande'?» La presencia de diversos indiviuos que realizan tarea diferentes en torno a un hogar puede contribuir a la variabilidad tto el nnido omo de Ja orma de las distribuciones de los huesos n la situación qe nos uestra la igura 90, el individuo n.º se dedica a hervir fragentos de hueso para elaborar una especie de caldo actividad que se realiza en un hogar distinto (aunque ello no se considere siempre necesario) Un hecho destacable es que dicho individuo tras verter el caldo en unos tazones adecuados para que tanto él como los demás miembros del grupo puedan ingerirlo procede a vaciar el contenido del recipiente utilizado para hervir los huesos al otr lado del fuego o lo tira directaente a su izquierda; en la figura 90, estas áreas son denoinadas «pequeos vertederos». Esta acción la colocación de una asa de restos agrupa 9 1 . Acividade desaoladas en el yacimento Mak Pao Anakvuk, A!aka en una ade de pmavera.
YACIMENTO MASK N17
Lalzación de las atvdades desarlladas la ade del 5 de juno Pel de cabú drmr
N116
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Hgar encendd N12
Escala en etrs
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NOTA: Distribución de los huesos seg ú Leoi-Gourhan y Brézion (1966, fig 59).
DISTRIBUCÓN DE HUESOS EN L MODELO DE HOGAR EXERIOR DE " HOMBR ES PINCEVENT N.º 1 Escal en metros
92 Modelo de zona toss, de unos hombres senados alrededor de un hogar exe rior sperpeso a la disr bción de los arefactos de hueso de yacmeno de Pn cevent Uno. (Basado en los daos arqueológicos aparecidos en LeroiGourhan y Brézillon 1966, fig 9, p 335)
dos forma obviamene, una concenración homogénea de íems a diferencia de lo que ocurría con los íems sobre los que hemos esado hablando hasa aho ra Esas disribuciones localiadas rompen y aleran el modelo de íems dese chados y arrojados que se han ido acumulando simuláneamene. En los días sigui·enes cuando había más hombres en el yacimieno se consruyó un ercer hogar en el lugar indicado en la figura 90. La exisencia previa del pequeño monón de huesos derás del individuo n0 1 acuaba como una especie de «imá» concenrándoe a su alrededor oros desechos de manera que la mayoría de los íems arrojados por los hombres que se hallaban senados en orno del úlimo hogar fueron a engrosar el monón anerior odavía visible. Esos ejemplos han ilusrado res modelos disinos de disposición de resos: primero, abandonar ítems in situ; segundo arrojar íems de forma individualizada y ercero arrojar un conjuno de íems en masa. En el primer caso l os íems
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Zona eeo,to andzonavi uotoen
93 Modl d frmacón d los hogars d Pncvnt Uno Dbd a un cambo n la drccón dl vnto (sm bolad por las flchas n trmitnts) ls ocupants s trasladaron d un hgar a otro stuad n las nmdacons. Est uso dl spaco xtnsvo no s caractrístco n lugars u prsntan un spaco lmado, como s l caso d un casa o abrgo (Ls datos arquológcos provnn de roGourhan y Brézllon 1966 fig 56, p 331.)
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DSARROLLO DISTRIDLBUCIMODEO ÓN D ÚID LFORMC S ÓN PI NCEVENT N.º 1 Escala en metros
L R. Bifd
trabajados pero los tems grandes o los conjuntos de ítems pequeños son arro jados a la perfera de las áreas de trabajo donde fueron usados HOGARES EXTERORES E INTERIORES
La dstrbucón de restos alrededor de un hogar nos permte deterinar en tre otras cosas, s la actvidad en cuestión tuvo lugar dentro o fuera de una casa Por ejemplo, durante un largo perodo de tiempo pude documentar la forma de utlacón del espacio , por parte de los esqumales nunamiut, en un campamen to de caza (el yacmiento Mask) En el plano del yacimento (g. 91) se observan los modelos de actvdad llevados a cabo en un momento dado: un hombre duerme sobre una pel de carbú, otro aparece sentado a un lado fabricando
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el ejemplo anterior la mayoría de ellos están sentados alrededor del fuego con versando Presumiblemente, los hombres sentados en semicírculo alrededor del uego han arrojados los restos de su comida en el área situada en torno al mismo donde el humo era muy denso debido a la direccin del viento o bien por encima de sus hombros creando por tanto una zona toss característica del mo delo espacial Esta especie de vertederos y zonas toss no se darían dentro de una casa por que difícilmente la gente arroa los materiales e desecho contra las paredes e su vivienda Dicho de otra manera las prácticas e mantenmiento empleadas en espacios ubicados en el interior le una casa y que sufrieron un uso intensivo tienden a ser bastante diferentes e las observadas en contextos exteriores. Una onseeia d s comportamieno es que os hogares interiores y exterores difieren respecto a la distribucin de las cenizas y de otros restos procedentes del hogar He observado que los hogares usados para cocinar ubicados en el interior de las casas acostumbran a star rodeados de piedras con el fin de im pedir que arda el piso e la habitacin (las pieles o esteras) Las piedras que delimitan l hogar impiden a su vez que las cenizas se dispersen por las áreas próxmas al hogar en las que se realizan ciertas tareas or otro lado, los hogares exteriores no suelen estar rodeados de piedras y cuando se guisan plantas o animales la constante búsqueda entre las brasas de los alimentos asados provoca que las cenizas y las piedras cuarteadas por el fuego se dispersen; el resul tado es que, a la larga toda la zona situada alrededor del fuego aparece enne grecida por las cenizas, carbones y otros restos del hogar. En la figura 94, por ejemplo aparece una muer bosquimana masarwa esparciendo las cenizas para poder recuperar las nueces Como los fuegos se encienden una y otra vez en la misma área general y esta zona ennegrecida aumenta el centro del fuego tiende a extenderse. Estas características distintivas de los granes hogares slo se an en áreas fuera de las casas donde el espacio es menos reducido y las actividades pueden tener un carácter más amplio 94. Mujer bosquimana masarwa escudriñando enre las cenizas de un fuego con el fin de recuperar las nueces osadas Obsérvese la disposición dl marillo el yunque y las nueces, uilizados con anterioridad por un individuo en posición sedne (éas la gura 82) (Foo cedida por el Naional Culural Hisory Museum Preoria)
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2
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95 Reconstrucción realid pr Leroi-Gourhan de los tres hogres de Pincevent Uno (Reproducción, utorizda del originl parecido en Leroi-Gourhan y Brézillon 1966, fig 78, p. 363)
Nestros conocimientos sobre el significado de la distribución de los desper dicios nos aydarán a interpretar el comportamiento de los habitantes del yaci miento del Paleoltico ancés Pincevent (figs. 92 y 93), de hace aproximada mente unos 15.000 años 4 Si uno toma el modelo de los actuales esquimales del yacimiento de Mask que contempla a los hombres sentados alrededor de un fuego procede a reajstar la escala y acto segido lo aplica directamente sobre la distribción de restos procedentes de la manufactra de útiles de piedra halla dos en este yacimiento arqeológico observará de inmediato que ambos coinci den exactamente El excavador de Pincevent Leroi-Gourhan, inerpretó el mo delo de los restos arqueológicos hallados en este yacimiento como evidencia de la existencia e na casa pero tengo mis dudas de que esté en lo cierto: tal como hemos visto en el registro etnográco la distribución en orma de anillo del material de desecho es típica e las actividades realizadas al aire libre La evidencia adicional que proporciona la investigación etnoarqueológica
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Hogr
Campmento de ho mres ngttjr Según dibu jo de Goud ( 197, fg. 22)
ABOR ÍGEN ES AUSTRALIANOS Lecos de d e árbol
ampamento mrabi n. 0 4: 2 adulos CAZADORES-RECO LECTORE S D EL NORTE DE TAILANDIA Escala n metros
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96. Dstntas dsoscones para dormr documentadas entre los aborígenes australanos y los mrabr del Norte de Talanda (véase la fgura 1 ) Obséese la repetcón del modelo de lechos y hogares alternados (Basado en Gould, 1977, fig. 22; Velder, 1963 fg 2)
cuencia según la direccin de l viento. Por ejemplo, en el caso de un área llana (donde la gente gusta de sentarse) los hogares se situarán a tenor de las características allí observadas; sin embargo, si la direccin del viento varía de manera que el humo les molesta no abandonarán su emplazamiento preferido sino que tan slo se desplazarán ligeramente y construirán otro fuego. De esta manera no tienen que trasladar todos sus utensilos al otro lado del fuego original, ni tampoco deberán sentarse en el lugar donde previamente habían arrojado sus desperdicios. Cuando uno no se ve limitado por la presencia de una casa o de un refugio temporal, es más fácil construir otro hogar que adaptarse a la situa
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R. Binford
97.
Modelo de áreas dormitorio: un diagrama generalzado de la disposición y tamaño de la s áreas dormtorio basado en las observaciones realzadas entre un gran núero de sociedades de cazadores-recolectores.
La dstribución de los restos en relación a los tres hogares de Pincevent (figs. 92 y 93) sugiere que solamente una persona dominaba el uso de dos fuegos. Lo que osblemente ocurrió en este caso es que el viento cambió de dirección y los hombres que se encontraban sentados en torno al fuego procedieron tan sólo a desplazarse 180º y construyeron otro hogar para evitar el humo. Debido a que el vento sólo afecta a los hogares instalados al aire libre la reconstrucción de una tenda de pieles que cubriría los tres hogares (fig. 95) hecha por LeroiGourhan, is carece de fundamento cuando menos en los términos de nuestra · nueva manera de entender la estructura situacional que se deriva de la investi
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Hoga Resto Resto líti cos
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98 98 Modelo de forman forman de la la áreas dormtoio en los los dsnos dsno s nveles de del Ab Pataud Pat aud.. (Baado en la nfomacón aqeológca apaecda en Movus, 1975)
ÁREAS DORMITORIO Otra de las ocasones en que se evdenca la nluenca de los actores relaconados con el tamaño y mecansmos báscos del cuerpo humano aparece a la hora e consderar el espaco que los ndvduos necestan para dormr. En el egstro etnográfco se observan muchos y dferente dferentess tpos tp os de acondconamen tos para dormr pero todos ellos dependen de una sere limtada de actores (fg. 96). Por ejemplo de aborígenes australanos australanos ngatatjara
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de los mrabri qe vive en los bosqes tropicales de Tailandia , 17 los hogares no se sitúan entre lechos individales sino entre lechos dobles cuando la composición del grpo es mixta los hogares se hallan emplazados tanto entre lechos individuales como dobles Al margen de peqeñas peqeñas variaciones variaciones en el número de lechos individuales y dobles la disposición básica qe inclye la alternancia de lechos y hogares parece qe se repite por todo el mundo El tamaño de los lechos no viene determinado únicamente por el número de individuos qe dermen en ellos si la gente derme vestida por ejemplo necesita más espacio qe si lo hace bajo algún tipo de cobertor Una vez aceptado que los factores más relevantes que observamos en los ejemplos contemporáneos so nlogo a aquels de as épocas pehstras g 97) podríamos calclar el espacio necesario para instalar n lecho de la misma manera que n arqitecto determina en la actualidad el espacio a ocpar por las diferentes áreas de na casa Las disposiciones de las áreas dormitorio tpicas de los abrigos rocosos son especialmente interesantes ya que las vaaciones en la ubicación de los lechos vienen determinadas por la época del año Normalmente en invierno los lechos están colocados de forma paralela al f ndo del abrigo si se trata de un lecho individal individal colocan coloc an el hogar hogar aproximadam aproximadamente ente a 1 ,20 m a partir de la roca mientras qe en el caso de n lecho doble la distancia será de unos 2 m En verano cuando s e spone spone que e s necesa necesario rio evitar evitar el calor absor absorbid bido o por la la roca (debido a s exposició exposiciónn al a l sol) sol) los lechos s e coloc colocan an perpendicularmente a la pared del fondo y la gente duerme con la cabeza alejada del foco de calor; los hogares en este tipo de distribuciones están sitados entre los lechos Como ocu o currie rriera ra con los modelos de los hombres que trabaja trabajan n sentados sentad os alrealrededor de un hogar (expesto anterormente) estos modelos generales de distri bción de las áreas dormitorio derivan del registro tnográfico y peden también ser tilizados para interpretar los yacimientos arqeológicos: la estructura básica del cuerpo hmano después de todo ha permanecido sin variaciones desde hace ya mucho tiempo El valor de esta aproximación puede demostrase analzando la distribción de hogares en el yacimiento del Paleoltico Sperior del Abri Abri Patad en Francia Francia excavado excavado por H. I Movis Si superponemos superponemos un modelo tipificado de lechos (sobre los e tengo na docmentación etnográfica amplia) a la planta de n nivel del Abr Patd perteneciente a la fase del Au riñaciense I Antigo observamos observamos que una disposición de lechos individuales en tre los hogares encaja perfectamente con los modelos espaciales arqueológicos (fig 98. Entre los grpos actales como ya he mencionado anteriormente Ja alternancia de hogares y lechos individales es tpica en los campamentos de aqellos grpos de cazadores qe se componen únicamente de hombres La combinación de este tipo de distribución de lechos con la presencia de hoyos para asar ubicados frente al área dormitorio me sugiere que en aqella época el yacimiento no fue utilizado como un lgar de residencia (como Movis pro pso originariamente) sino qe se trata de n campamento temporal -
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fondo del abrigo es lisa sabemos por los datos etnográficos, que los hogares se construyen a menudo de esta forma con el fin de prevenir el posible incendio de los lechos En este este mismo mismo nivel por otro otro lado la ubicación de algunos hogahogares a una distancia aproximada de 2 m de la pared posterior del abrigo nos sugiere que quiás hubieran existido allí lechos dobles. Frente al área dormitorio se encuentra un grupo de piedras que yo interpretaría como una especie de biombo para protegerse del viento. Los restos arqueológicos de este sector del abrigo rocoso sugieren que nos encontramos ante un campamento ocupado por una familia integrada por pocos individuos (situación que difiere bastante de la descrta antes); probablemente nos hallamos ante uno de los diferentes sectores que componen el modelo de asentamiento de las gentes del Paleolítico Superior que vivieron en esta área (para una descripción de las variaciones existentes en los modelos de asentamiento de los cazadoresr cazadoresrecolectores ecolectores,, véase el capítulo capít ulo 6) .
ÜESA YUNO YUNO EN L A CAMA
Del estudio de estos datos etnográficos se desprende otra problemática a te ner en cuenta Nos referimos al hecho de que con frecuencia el área dormito rio de un yacimiento no es utiliada exclusiva y necesariamente para dormir Por lo general la gente concibe concibe el lecho como n espacio privado personal Si
Límite de la
etnográfico conocido xcavación ealizaa o Bian Hyden,
1979
9. 9. Camp ampamento nto de de lo los aborígenes pintup. Obsérvense los pequeños hogares y los restos de fragmentos procedentes de los de sayunos tomados en las áreas dormitorio. (Basado en Hayden, 1973 fg. 25B p 152)
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Vertedero de uea
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de puerta puerta
Á rea toss a
100 Campamento Campa mento n.º 7 de los !Kung san según re gstro de John Yellen Obsérvese la presencia de vtedros de puerta a la derecha de las entradas a las cabañas. Ests vertederos contienen los restos del de sayuno que fe consumid en los lechos, dentro de las cabañas (Bsado en la planta sin numerar del campamento 7 aparecida en Yellen, 1977)
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NOTA: Los contornos ndcan e! Incemento de 5 uesos por 50 cm2. l a pa oignal aparee en Yelen ( 1977)
CAMPAME CAMPAME NTO !KUN !K UNG G SAN SAN 7 N !ABSH A Estructura stuacona stuacona y densdad de huesos Escala en metrs
un hombre, por ejemplo se senta en su lecho deja entender que no quere ser molestado Al pede llevar a cabo una sere de actvdades tales coo pensar con tranqldad, elaborar útles o penarse, pero el resto de la comundad sabe que no desea hablar Esta msa relacón espaco personal/área dormitorio la he encontrado entre todos los grupos de cazadores y recolectores con los que he trabajado (g. 99) He observado que en los campamentos de caza los ndvdos se construyen su lecho; en cierta medida no deja de ser un hecho simbó lco ya que no lo utlzan para dormr sno smplemente coo lugar a donde acdr para reparar los útles con cama y tranquldad o splemente, para estar solos. El uso de los lechos lec hos como espaci espacio o personal personal crea en los campamentos campamentos algunas algunas dstrbucones de materal nteresantes que sólo podemos esperar constatarlas en el regstro arqueológco. arqueol ógco. Los cazadoresrecolectores acostumbran a consumr na comda preparada en grupo únicamente por la noche, pero es corrente corrente que tomen algún tpo de sobra de la cena, como por ejemplo carne fía o un heso de conejo, y se lo lleven junto al lecho. De esta manera tendrán comda para el desayuno Es lógco qe por la mañana, cuando quzás hace fío y la gent suele estar soñolienta y algo alhmorada, se agradezca poder sentarse en el lecho y coer en slenc o Como C omo resltado resltado de esta actvidad actvidad se rma en torno torno a cada lecho un peqeño basurero o depósto de desperdcos. Además de los restos del día anteror, estos basureros pueden contener tabén los huesos de
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vc1 rc�i;dn u cquo e bde de im! s sG !' ísrs tré d a puea rtu r rtt_ E gjr irr trirt dit d ñ rs d d g t ió J riz fi de rir e tir v r r xitt l hy P etr idd d d i e tr st e cc
02. Cava el hoyo para asa El hoyo se cava en un área relatvamente lmpa y la terra extraída se deja a un lado del agujero. La eplcacón dada por los ndvduos que realzan las operacones es que es mejor calentar la terra seca» se re feren al hecho de que prenden fuego tanto dentro del agujero como a sus lados) La tea de la platafor ma stuada junto al hoyo se clenta y posteriormente será empujada detro del agujero para sellar el fue go a modo le horno (véase la fgura 05) En esta ftografía puede verse la leña colocada sobre la plataforma stuada junto al hoyo
103 Socara el canuo Una vez que e ha dspuesto la leña dentro del agujero agujero y sobre l plataforma plataforma se encende el fuego. Cuando éste ha prendido totalmente se coloca el canguro encma nos nstantes y se retra, con el fn de socarrar el pelo y poder, posterormente rasparlo mejor. La operacón se repte varas veces hasta que el pelo qeda totalmente socarrado Esta actvdad se realza porque el pelo es un ecelente aslante y s se deja en la pel retrda o ncluso mpde la coccón
iguient) 6 (ágna iguient)
Plana del áea exitent exitentee en tomo al hoyo ho yo para
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Colocar /a cae n e hor
E canguro es coocado encima de as brasas existentes en e agujero y o msmo ocrre co los paos (envetos en hojas para reteer os gos que se despende de l coón). Se verte encima a tiera caiente ' as brasas de a p taorma hasta qe a cane queda totamente cbierta. A partir de este mometo comenza a occón.
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UGAR DE COCINA A AIRE LIBRE
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EN BUSCA DEL PASADO
pequeños mamferos que no fueron compartidos en la cena realizada en grupo, sino cocinados en los hogares próximos a los lechos y consumidos allí mismo. Por todo ello es de esperar que en los yacimientos arqueológicos la distribu ción de los restos de las comidas individuales y comunitarias aparezca diferen ciada Los desperdicios de los «desayunos en la cama» no siempre son depósitados alrededor del área donde se ha consumido el alimento. En un campamento bosquimano (fig 100) una vez los individuos se han despertado y tomado su desayuno en la cama, los restos de la comida son recogidos en las pieles o cobertores del lecho llevados a la puerta de la cabaña y abandonados allí9 Este comportamiento ocasiona la ormación de un etedero de desayuno contiguo al área dormitorio o justo al lado de la puerta. He observado la presencia de vertederos de puerta en los campamentos de los esuimales así como de los aborígenes australianos y poseo información acerca e la existencia de este tipo de basureros en asentamientos ocupados por horticultores Á REAS D ACTIVIDAD EXTENSAS El hecho de que los individuos realicen algunas tareas de pie en lugar de sentados provoca una gran dispersión de los restos que se derivan de ellas. Un buen ejemplo de una actividad que requiere un espacio amplio es la preparación y uso de hoyos para asar al aire libre os aborígenes alyawara con los que estuve trabajando, eplean los hoyos para asar y también para realizar un gran número de actividades (igs. 006) y en una ocasión James O'Connell y yo tuvimos la oportunidad e constatar cómo la construcción y utilización de un hoyo para asar influye en el tamaño del área e actividad resultante. Nos hallábamos en el interior e un bosque con u grupo de hombres alyawara que se dirigían a una cantera cuando por el camino deron muerte a un canguro rojo hembra que llevaba una pequeña cría en su blsa y también a tres avutardas australianas En días cálidos como el que os ocupa si durante las expediciones se caza algún animal cuando el grupo se ecuentra ya a cierta distancia del campamento de residencia se acostumbra a cocinarlo allí mismo para prevenir que se pueda estropear antes de que vuelvan on él al campamento. Un hoyo para asar usa do re petdamnte, en un yacimento de residenca de los alyawara australanos. Es obva la gran cantdad de carbón vegetal que se acumula en torno a hogares de este tpo. Los lugares en donde se realzan esta clase de actdades acostumbran a stuarse lejos del centro de activdades de un asentamento. 107.
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Esuimal nunamiut descuarti zando un caribú muerto durante la migración de primavera. El espaio circular que utilia Johnny Rulland en too al animal es similar al empleado por los alyawara alrededor del hoyo para asar visible en las figuras 106 y 107. 108
Lo primero que hicieron los hombres fue descuartizar el canguro con un cu chillo de piedra y un hacha de metal que llevábamos con nosotros Generalmen te este tipo de animales grandes se cocinan con piel y en este caso, tras extraer las vísceras a través de un pequeño agujero practicado en el abdomen del canguro, la abertura fue cerrada y atada con ramitas de acacia A continuación se excavó un hoyo para asar que medía aproximadamente un metro y medio de longitud y algo más de medio metro de anchura y de profundidad, se recogió la leña que se colocó convenientemente en la plataforma situada junto al aguje ro y, finalmente, se encendi el fuego Mientras la leña adía, depositaron el canguro sobre el fuego para socarrar el pelo y poder, así, rasparlo con mayor fcilidad Mientras tanto dispusieron hojas formando un cerco en el suelo (para impedir que la carne cocinada se impregnase de tierra), desplumaron parcial mente los pájaros y los cubrieron a su vez con hojas con el fin de que éstas absorbieran la grasa desprendida durante el proceso de cocción. Cuando las llamas se habían consumido, los alyawara cogieron un palo y golpearon la leña para provocar la caída de los trozos medio carbonizados al fondo del agujero Finalmente, una vez decidido que el fuego estaba en condiciones de ser utiliza do, los hombres colocaron el canguro en el hoyo, con las patas hacia fuera, y los pájaros envueltos en hojas, disoniendo sobre ellos e resto del carbón vegetal El tiempo de cocción fue de aproximadamente una hora Mientras duraba esta actividad, observamos los modelos espaciales que habían generado todas estas tareas � incluso confeccionamos un mapa del área, registrando la ubicación de todos los detalles que eran susceptibles de ser observados en un yacimiento arqueológico Así, fueron marcados en el mapa: el hoyo para asar (fig 107, el área donde ardía el fuego, la tierra pocedente del hoyo, el lugar donde fue depositada la leña, las ramas de los árboles empleadas para preparar la carne antes de su cocción, el lugar donde se preparó la cola del canguro mientras se asaba la carne e incluso, el área en que Jim O'Connell y yo hicimos nuestro fuego particular para cocinarnos unas habichulas
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EN BUSCA DEL PASADO
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ÁREA DE DESCUARTIZAMIENTO Escala en metros
L R. Binford
109. Ara de actvdad usada por os nunamiut para descuartzar un carbú. La estructura de espacio destnado a a reazaón de este trabajo es as dénta a a observada en e hoyo para asar de os ayawaa (fg. 06 y 07). En ese aso, sin embargo e oal de área usada es ago mayor, debdo a que as partes desechadas han sdo depostadas en a perferia de área destnada a ua/trabajar
Un hecho interesante, que se desprende de nuestro estudo sobre ese asado de canguro, es que exste certa regularidad en la extensión del espacio ocupado por los ndviduos que realizaban las acvidades de pe (entre 17 y 4 m2). Ade más la secuencia de la activdad que he descrto responde al clásco modelo crcular, con el hoyo para asar en el centro, un espaco para trabaar alrededor del puno central y otro crculo en la periferia donde es de esperar que se acumule cualquer tipo de ítem sobrante Los restos procedenes del uso nmedato del hoyo se concenraban alrededor de éste mentras que los demás desperdcios ocupaban una zona toss, localzada a cera dstanca del hoyo. El descuartzamieno de los animales constuye otra acvidad que produce un modelo de restos uy smlar La prncpal derenca entre asar y descuar zar resde en que en el segundo caso no quedan en la parte cenral del área restos idenificables por los arqueólogos (fg. 108). Normalmente, la persona
11 0. Alyawara australanos dstrbuyendo la cae de un canguro que fue asado en un hoyo ubicado en la pefera de un campamento de redenca. Es ecuente que se utlce a los nños como ntermedaros para que hagan llegar a las personas au sentes la porcón de cae que les corresponde.
1 1 Bosqumano raspando la pel de un amal, e el campamento Mokud situado en el área yae Nyae de Namba 1976. (oto cedda por el South Afrcan Museum Cudad de El Cabo.
1 12. Hoyo para asar de grndes dmensones ubcado detrs de una csa tarahumra, en el Norte de Méco. Es clarmente vsble el rea stuada alrededor del hoyo destnada a crcular/trabajar. Exste una analogía espacal entre el rea de descuartzamnto de los esqu males (fg. 0) y la correspondente a los hoyos para asar utlzado por los aborígenes australanos (fgs 06 y 107) (Foto cedda por Robert Hard)
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EN BUSC DEL PASDO
tuar con libertad en torno al animal así como b) la presencia de restos ue han sido arrojados lejos de la zona de trabajo y se han acumulado en la periferia (fig 109) A tenor de mis observaciones llevadas a cabo entre los esquimales nunamut el descuartizamiento del caribú requiere aproximadamente unos 30 m2 de superfcie. En la gura 59 se observa este modelo de comportamiento en la distribución arqueológica que resulta e descuartizar el caribú en el yacimien to de Anavik Pero las áreas e descuartizamiento que encontramos en los yacimientos esquimales y también en los asentamientos e los aborígenes resultan asimismo interesantes por otra razón En efecto, entre estos grupos la dis tribución e carne tiene lugar generalmente en las mismas áreas de descuartizamiento (fg. 1 10) en lugar de en las áreas e residencia ya que (tal como ecalcaron os infrmantes) el compartir la carne era ocasión para un tipo de visita diferente que cuando un pariente viene a «hablar», implicando con ello que la etiqueta de hospitalidad se aplcaba sólo dentro de los connes e la «casaho gar». Robert Hard ha observado que entre los tarahumara de México (fg. 11) se efectúan distribuciones de restos análogas y a una escala espacial similar, a la constatada en las áreas de descuartizamiento Estas gentes cocinan plantas del desierto en grandes hoyos para asar, ubicados generalmente en la parte trasera de las casas y alejados de las áreas de actividad que se sitúan frente a las puertas de las viviendas Actividades tales como asar y descuartizar que implican un espacio considerable se llevan a cabo por lo general lejos de las áreas usadas cotidianamente. Los aborgenes australianos, por ejemplo incluso en yacimientos donde es e esperar que la ocupación va a ser mínima constryen sus hoyos para asar en espacios situados en la periferia del centro e actiidades del campamento; es decir, en aquellas áreas utlizadas para dormir, conversar y también en pequea escala preparar los alimentos y desarrollar algún tipo e actividad manual Entre los esquimales y los navajos he observado una estrategia de emplazamiento que ofrece grandes similitudes: generalmente sus hoyos para asar se localizan junto a los lugares usados como pequeños basureros o para cortar la leña con el n de no interferir en las actividades normales e la vida de un campamento También he observado que en los yacimientos austra lianos y esquimales las áreas donde se realiza el trabajo en posición erguida y que por tl razón requiere amplios espacos se encuentran con recuencia muy próximas entre s. En los yacimientos esquimales (fg 71) por eemplo las áreas de descuartizamiento se hallan a menudo ubicadas junto a las áreas donde se realiz la carga e trineos y el almacenamiento, áreas todas ellas situadas en los límites del área central de residencia por cuanto precisan de una gran canti dd de espacio El curtido de la piel es otra actividad que, en los campamentos e resiencia acostumbra a desarrollarse en áreas localizadas en la periferia de las zonas centrales. En caso de que tan sólo se proceda a curtir una o dos piezas (g. 111) éstas se fjarán posiblemente justo al lado o algo detrás de los refugios pero si se trata e curtir un número considerable de ellas entonces serán tas
LA GENTE E S ESPACIO
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113.
Campamento bosqumano, en Angoa, 1930. Se trata de os famosos «boqumanos amaros», conocdos tambén por sekee. (Para una mayor nformacón, véase Ameda 1965. Obsérvese a ubcaón de hogar frente a a cabaña, construda par: proporconar sombra durante as horas más caurosas de día. (Foto de J Drury, cedida por el South Afrcan Musum, Cudad de E Cabo.)
eistentes en el área escogida; de tal modo el «anillo» de piedras qu e se forma puede aprovecharse más tarde como lastre para asegurar la piel En la mayoría de los casos un arqueólogo interpretaría este modelo como el círculo de una tienda o podría inferir a partir de un montón de piedras, la existenia de algún tipo de estructura cuando en realidad se trata de una serie de piedras que se han amontonado como consecuencia de limpiar una superficie para curtir las pieles
STRUCTURA SJTUACOA: CO MBINA CÓN D E MODEOS
Tal como die anteriormente, los yacimientos están compuestos por distintas disposiciones de los elementos auxiliares las supricies o los ítems Hasta aquí hemos visto cómo estos elementos básicos pueden combinarse para formar mo delos espaciales generales que implican actividades particulares (por ejemplo, las disposiciones de trabajadores sentados áreas dormitorio lugares amplios donde se ealiza el trabajo de pie, etc.). Creo que ahora estamos en disposición
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Área de dspersn 8,5 m.2
Usada por una famlia durante dos das: 2 adulos y 3 nños de 4 7 y 1 aos Hueso . Vana de legumbre * Melón • Fua •
*
Área domésica de Toma
CABAÑA N.0 2 TANAGABA, CAMPAM ENTO Nº 5 Según dbujo aparedo en Yeen (1977) Escala en metros 4 L. R. Binford
4 Mapa de un cabaña típca d los bosqumanos !Kung, con el hogar asociado. (Basado en la planta sn numea del campamnto 5, aparecida en Yellen 197)
análisis de la estrucura situacional: la forma en que los modelos espaciales se
entremezcan dentro de la estructura de un yacimiento con entidad propia. La falta de espacio nos impide considerar toda la gaa de variabilidad existente en a estructura situacional observada etnogrficamente sin embargo, podemos empezar a utilizar parte de los conocimientos adquiridos con el fin de dar sentido a agunos de os modelos espaciales observados en el registro arqueológico En primer lugar consideraremos a modo de eemplo la forma en que los modeos de actividad pueden utilizarse para analizar la estructura de un campamento bosquimano típico (ig 1 13) En el desierto de Kalahari la gente constrye pequeñas cabaas más para protegerse del sol que para buscar calor. Mediado e día la temperatura puede ser muy elevada y durante esas calurosas horas los bosquimanos acostumbran a permanecer en el interior de las cabañas sentados sobre sus lechos empleando el tiempo en la confección de útiles o efectuando otras tareas de modo que los restos resultantes de estas actividades reaizadas a la sombra aparecen distribuidos en el área dormitorio. Por el contrario el hogar destinado paa cocinar las comidas comunitarias est ubicado uera de l a cabaña, cerca de la puerta (fig 1 14) ; cuando el alimento es consumi
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COMPARACIÓN DE CAMPAMENTOS · EJEMPLOS Y MODELOS Escala n metro 10
L. R Bintord
la izquierda, direntes tamaños y disposiciones de casas y hogares pertenecientes a tres grupos de cazadoresrecolectores distintos: los bosquimanos !Kung, los esquimales amiut y los aborígenes ngatatjara. A la derecha, aparecen epresentados tres modelos hipotéti cos de estructura situacional; los dos modelos nferiores están bsados en yacmiento docu mentados etnográficamente 15.
A
examinar los datos de tres grupos distintos de cazadoresrecolectores, los bos quimanos !Kung los esqumales nunamiut y los aborígenes ngatatara vemos que los espacios ocupados por la casa las áreas dormitorio y el hogar exterior son muy semejantes (fig. 115) La razón de esta gran similitud en las dimensiones obedece simplemente a que el factor que las condiciona es el mismo en to dos los casos: el cuerpo humano En este caso, se trata sencillamente de la can tidad de espacio que un grupo de gente necesita para peranecer sent�;ªl¡
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16 Campamento de los indos mercanos pes negros,
Obsérvese, a la zquerd, el hogar-cocna l re lbr con un trípod que soporta un prasol. L casa está situd la derecha (Foto realad por H. F. Robinson.) 1920.
dedor d e un hogar facilitando a su ve z n a zona que permita el adecuado acceso a la cabaña El tamaño de las chozas en los campamentos bosquimanos es también prácticamente idéntico: las variaciones se deben simplemente al número de personas que las ocupan Los mecanismos del cuerpo contribuyen a que se den estas situaciones repetidas y, debido a que sus propiedades son las mismas para todos los humanos no es de extrañar que exista n enorme grado de reiteración en las dimensiones espaciales de los campamentos ocpados por ca zadores y recolectores. Ahora bien pese a que la forma e los distintos modelos se repite constan temente e un yacimiento a otro y de un grupo e gente a otro existen también diferencias entre ellos que pueden ser altamente interesantes. Por ejemplo, n los hogares comnitarios e los nnamit (fig 1 15) el modelo es n círclo formado por la gente sentada con las áreas drop y toss correspondientes (figs. 88 y 89). Evidentemene, contamos con otras maneras de organizar la preparación y consumo del alimeto, como en el caso de que exista na marcada división del trabao en lo ue respecta a la persona qe cocina los alimentos. En muchos campamentos nunamit, las meres cocinan los alimentos en un hogar «cocina exterior y, a continación, los sirven en un área distinta. Es corriente qe en el lugar donde se halla ubicada dicha «cocina» coloqen un pequeño biombo de ramas alrededor del hogar para protegerlo del viento o, si hace mucho calor una especie e parasol sobre la cocina ara proteger a la cocinera (fig. 116) Por eemplo en la figura 75 se mestra la distribción e los ítems de n hogar-
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Direccón de la luz del sl Probabe vetaa
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OA: Las desdades ha sd egsadas cada SO cm.2
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CASA PALANGAN A
DEN SIDADES DE AS ASTILAS D E HUESOS Ecala en mtros
LR. Binford
117
Plano de las densdades d las astllas de hueso localzadas dentro y alededo de una asa esquimal de nveo (Casa Palangana), en el lago Tulugak, Alaska. (Para la ubcacón
exaca del yacmeno véanse las fguras 53 y 6.) a mayor densdad nos ndca el lugar donde se senan los hombres para comer La dsribucón de las asllas esá báscamene cenrada en orno al hogar pero sobre odo en su lado zquerdo, dejando lbre un área destnada a los rabaos doméscos que realzan las mueres durane l a preparacón de las comdas Los lugares marcados con A» y «B casi con seguridad represenan los espacios donde se senan el hombre (B) y la muer (A) de la casa
ser arrojados por encima del fuego, dando como resulado lo que yo llamo una «dsribución de sos ipo mariposa» (fig. 1 15). La comida una vez preparada es servida a los hombres en ora área siuada ambién al aire libre si el iempo es agradable pero si se presena inclemene se sirve junto a los lechos emplazados denro de un reugio Como resulado de ese comporamieno, mediane el cual las comidas pueden consumirse ano en el exerior como en el inerior
N BA L ASADO
188 Deión de la luz del sol Pobable ventana
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CASA PALANGANA
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DENSIDDS D LS SCS OBTNDS POR PESÓN Escal en mets
L R. Biford
18. Plw e el 1¡ue aparecen reprsntadas las densidads de las lascas obtenidas por prsón prodntes de la manfactra de útls d pdra, stados dntro y alrddor d a Caa alangana. (Véae la fgura 1) Su dtrbucón está condconada por la orentacón de la ventana; e decr, guada relacón con la ubcacón de la entrada de luz natural a la vvenda durante la ecaa hora de lu de lo nverno ártico. Do ugare en lo que e oberva una gran concentracón concden, aproxmadamente, con la área marcada «A» y «B» en la fgura 17 que preentan una gran dendad de atlla de hueo.
EL INTRIOR D LA CASA PALANGANA U o e mis estudios más detallados sobre el uso del espaio es el que hae referenia a una vivienda e invierno de los esquimales, etnohistóriamente muy bien documentada llamada Casa Palangana (figs. 80 y 7).2 En ela se observa que la distribuión e pequeñas astillas omo onseuenia de la rotura de huesos para extraer el uétano orma un modelo semiirular bien deinido
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LA GENTE EN SU ESACIO
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Lechos Líme zna
CASA PALAN PALAN GANA OD ELO DE FORMACIÓN
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Escala mets mets L R. Binf Binfor ord d
1 1 9 Recostrucció Recostrucció de la la oraiza oraizació ció espacial espacial del área área ms frecuetada recuetada d e l a asa asa Palangaa Los símbolos que representn figuras de individuos sentados indican los lugres de siento más importntes, identifiados por la distribución de las astillas de ueso y de piedra (véanse las figuras 117 y 118). Los individuos n' 8 y 9 representan una misma persona que cmbia ligermente de posición respeto al fuego, según esté ocupado en consumir alimento (8) o en actividades artesanales (9) La razón de que a menudo se aleje del hogar se debe a l presenci de un poste para sostener el teho, que fue loclizado justo frente a la piedra que aparece detrás del individuo n 9 En este aso el individuo mbia de sento cuando necest la luz procedente de la ventana para poder realizar sus actividades Los asientos n 3 y 5 segurmente son utilizados por la mujer de la casa: la posición nº 3 sería el siento «rientado cia la luz» necesario par realizar o reparr artefactos, mientras qe la posición nº 5 es el área de acceso al hogar, utilizado por la cociner, y es de suponer que ésta se sente sobre el lecho. Obsérvense también las laas de piedra, situadas a la derech de su siento, frente al ego (5) Las posiciones 1 y 2 están ubicadas en el exterior de la csa, a la luz del sol, lugres donde seguramente los ombres se sentarán en los escasos días cálidos de prinipios y finales del invieo, pra realizar actividades artesanales o para consumr alimentos
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sumidores de las comidas. Por el contrario, el lado sudeste del hogar contiene una cantidad mucho menor de fragmentos y en algunos lugares su ausencia es casi total. Esta escasez de astillas de hueso nos indica el lugar por donde la cocinera accedía al fuego para preparar y servir las comidas. En la figura 109 no aparecen representados los huesos grandes, ni tampoco existe una zona zo na toss toss asociada a esta zona drop de astillas de hueso y ello se debe sin duda a que los esquimales nunca nu nca lanza lanzan n los huesos hue sos grandes grandes detrás de sus lechos lechos o hacia haci a los espacios situados a lo largo de las paredes de la casa, donde acostumbran a co locar ss pertenencias. Dos hechos, relacionados ambos con el mantenimiento de estas estancias nos indican que l a distib distibuci ución ón de hesos y astillas ha tenido lugar entro entro de una estruc estructr tra a 1 . . la presenc presencia ia de una zona drop formada por resto restoss dispuestos en torno a la s astillas de hueso más peqeñas nos muestra muestra qe esta área era limpiada regularmente; el tamaño de este montón y la existencia de un gran basurero situado al exterior, junto a la puerta, pone de manifesto e l espacio existente existente en torno torno al hogar que a su vez la limpieza llevada a cabo en el se usaba intensamente intensamente 2. la revela revelador doraa asencia asencia de la zona toss también debe asociarse con la actividad de «mantenimento preventivo» que tiene lugar una vez fnalizada la comida Dede el punto de vista comparativo, podemos asimismo, considerar la distribución de las pequeñas astillas dentro de la casa como resultado de la elabo ración de instrumentos de lascado por pesión. Es evidente que estas lascas de piedra están más densamente distribuidas en las zonas alejadas del hogar nor malmente en el lado sudoeste de la casa (en la parte superior a la izquierda, de la figura 1 18) , área área en la que por otra otra parte se observó na escasa escasa densidad densidad de astillas de hueso. Este contraste debe entenderse en función del emplaza miento de los individuos que fabrican los útiles, que estaría condcionado por la entrada de luz. Los hombres que realizaban o reparaban los útiles de piedra se sentarían presumiblemente en el lugar más idóneo para beneficiarse de la luz que entraba a través de la ventana. Las astillas de hueso por otro lado serían producidas prncipalmente durante la comida de la noche qe en invierno se sirve sirve una vez ha h a oscurecido y la casa está caliente gracias al fuego utilizado para cocer el alimento; los hombres no se encentran sentados en el espacio dedica do al trabao, sino cerca de la luz que despide el hogar. Por tanto las diferen cias en la distribución de estas dos clases de ítems (astillas de hueso y lascas de piedra deenden del lugar y momento en que la tarea se haya realizado. A pesar de ello también exiten algunos rasgos comunes a ambas distribuciones: primero, las astillas de hueso y las lascas de piedra aparecen más densamente concentradas en los puntos A y B (fg. (fg. 1 17) 17) y segundo, segundo, comparte comparten n a la vez una concentración en el exterior y al sur de la habitación. Estas correspondencias contradicen la habitual ubicación de la gente que en posición sedente, repara útiles o come A partir de estos datos, creo estar en condiciones de inferir que la disposición de la zoa donde se sientan los individuos puede resumirse en el modelo de uso del espacio observado en el interior de la Casa Palangana (figs.
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LA GENT GENTE E EN SU ESPACI O
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A Asta tallada
Dirección de la uz del sol Po bab le venana venana
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Posible límie de la casa casa
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CASA PAL PALANG ANG ANA
Desechos de asa asa adea
Líite zona
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RESTO DE MANUFACTUA Escla en metros
L R. Binford
120 Distribución de los etos de ma¡1factra en la Casa Palangana. Cada punto representa u ítem cuya situación diferenciad ue registrada durante la ecavación del yacimiento Es evidente que exste una concentracón de materal en el cuadrante de la casa adyacente a la ventana (véanse (véan se las fgu fgura rass 117 y 1 18). 18) .
Gourhan. La superposición en la distribución de restos de ndustria observada en la planta de la casa fig. 120) pone en evidencia dos aspectos importantes: Primero en el cuadrante de la casa próximo a la ventana (espacio destinado al trabajo doméstico) existe una dispersión generalizada. Esta área es la equiva lente a la zona B» del modelo de LeroiGourhan, aunque su división en dos subunidades, tal como pronostica el modelo no ha sido posible observarla aquí. Del estudio de la Casa Palangana se desprende ) que en torno al hogar se realizan las actividades actividades derivadas derivadas de, o relacionad relacionadas as con, co n, el consumo de alimenalimento que tiene lugar en las horas de oscuridad, y b) que las actividades llevadas
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EN BUSCA DEL PASADO
Dircción de la luz dl so Posible venana
Límt de la oa
CASA PALANG PALANG ANA
MODELO
DE
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FORMACIN
Escal a en metros metros
L. R Binford
Modelo de formaón de la atvidade llevadas a cabo en la Casa Palangana. L dstbucón de los estos de manuactua tal como apaecen en la gua 20 y l ubcacón de los útles o de sus agmentos han sdo supepuestas l modelo e uso del espco pesentado en gu a 19 os ccu ccuos os en blanco epesentan epesentan útles út les de ped los cícul cículos os negos negos ndcan la gua ateactos de asta de venado los punttos son estos e la mnufactua de útles ltcos; «A» epesnta los estos de la produccón de útes de asta de vendo y W» son los estos de la manuactura de útles de madea. Debe esaltase que los útles apecen gupados en pequedeecha (al note del hoga) hoga) que contst con l pesenca pesenca escs escs ños montones stuados ¡ la deecha y dpesa obsevada a Ja zqueda (al su oeste del hog) La myoí de los útles los habían esconddo o llevado a otr emplazamento, de modo que en el momento de bandon el luga lug a éstos éstos no ueon vstos o fueon fueon olvdados Este modelo de dspesón e útles es muy coente coente en ls áea domtoo de muchos yacimentos yacimentos 21.
res res situados al aire aire libre (figs. 74 7 4 75 y 89) donde los materiales materiales aparecen amontonados junto a os espacios destinados a la realización de trabajos (figs 90 y 115).
LA GENTE EN SU ESPACIO
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Distrbucón d huesos
Resos Resos alentari s de hueso Asillas de heso Hoga Pedas
Hogar pira
Madea
YAC I M IENTO PAL PALANG ANG ANA : ÁREA ÁR EA DE LA CASA CASA 1 LAGO TULUGAK, ALASKA meos
E yacimieto Paagana, n e e lago lago Tulugak, Tulugak, Aaska: dir diribuci ibución ón e los los huso (exepto en el nterior de la casa) La dispersón de los huesos guarda relacón con la almentaón de los perros perros ue estaban estaba n atado a l o largo del límte l ímte noroccdental del del yacmento. yacm ento. Algnos he sos provienen de atvdades conretas, omo es el caso de las realzadas en el ogar de pedras, pero en general aprecen esparc esparcdos dos por por la msma área qe las astllas de esos 122.
mstico (g 119) Estos términos no implican ningún tipo de regas de uso o de acceso exclusivo a estos espacios por parte de los hombres o mujeres; única mente describen la relativa ecuencia con que ambos sexos utilizan, en la prác tica cada área De hecho, hecho , la mayoría de las actividad actividades es realizad realizadas as por los hombres se llevan a cabo en una casa de hombres, una estructura especial especial que suele ser usual en los yacimientos de invierno (gs. 80 y 22). Frecuentemente, la primera estructura ue se construye en un asentamiento es la casa de los hombres sta es utilizada como refugio mientras los hombres erigen las casas de invierno, antes de que sus familias se trasladen al poblado. En estas casas, los grupos de hombres pasan muchos días realizando trabajos especializados, a menudo en compañía de jóvenes que aprenden las tcnicas de manufactura y reparación de los útiles Los productos elaborados pueden dejarse en la casa de los hombres y de esta manera no tendrán que retirarlos cuando las mujeres necesi
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E BUSCA DE PAADO
ten dsponer de un ayor espacio en sus casas, por ejeplo para preparar los alentos o cuidar de los niños Existe, por tanto, un área de actvdad especal donde puede realizarse la anufactura y reparación de útiles, ndependenteente del espacio destinado a estos tabajos, ubcada en la casa de resdencia En los yacientos enos estables o en aquello ocupados úncaente en las teporadas cálidas acostubra a existir un área, localizada en el exteror de la casa y destinada a procurar asento a los hobres, donde las ujeres, por otra parte tabén realzan certas activdades e incluso ingeren algunas de sus coidas Dicha área suele estar eplazada en una zona bien iluinada, relatvaente cálda y protegda coincdendo frecuenteente con e l lado erdional de la casa tal coo se hace patente en el odelo de la residencia nunaut que ostraos en la fgura 15 En lo peodos u cálidos, cuando l ctv dades desarrolladas por las ujeres tenen lugar e n el exteror los alientos se preparan en el ogarcocna stuado al are libre, cerca del cual se encuentra el área de convrsacón de las ujeres, lugar don tabién cosen, anuacturan o reparan útiles o, sipleente, vglan a lo niños que juegan en los alrededo res As pues en verano la casa no es ás que el lugar donde se duere o se guardan los distintos ensees y tan sólo se usa en caso de al tepo Volvendo a la organizacón interna del espacio de una casa, es evdente que el ábito doéstco se define por la abundncia de artefactos y de restos pro cedentes de la anufactura o reparación de tiles de adera o de asta de vena do (ig 121) La dstribución de artefactos en esta área es en sí isa nteresan te En prer lugar se obseva una ayor concentracón en el espacio exstente entre los lechos y a un etro, aproxadaente a la derecha, del asento n. 5 (ocupado por la cocinera) Tabén se observan pequeñas agrupaciones de ar tefactos detrás, o justo al lado, de los lugares donde se sentan los hobres, en el lado poco lunado del hogar dichos útes consisten en tes desontados en proceso de ser recopuestos o bien se trata de útles copletos en perfecto estado, que han sdo alacenados cerca del lugar donde habtualente se sien tan los hobres o en las áreas dortorio. En general, no se suelen hallar tes ocultos en los espacos doéstcos ya que estas áreas se lpan regularente He observado que los pequeños escondrijos son caracterstcos de las áreas dortorio partcularente en los asos de yacentos peranentes, y ello obedece al hecho de que se encuentran en una ona poco luinada y son dfclente observados en el oento de abandonar la casa; cuando se trata de una tenda, este problea desaparece ya que en el omento de su desantelaento, pe netra la luz del da e luina el lado oscuro del hogar. E
EXTERIO E UNA ASA ESQUlMAL
S coparaos el interor de la casa y el yacento (consderado coo un todo), veos que exsten diferencias en la estructura del uso del espacio corresponiente a cada uno de los ábitos: en efecto, el uso altaente diferenciado
LA GENTE EN SU ESPACIO
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sts de ariú empdas omo idores pr e amenmieno, en e podo d Pso nktuvuk otoño de 1969. r evtr que os ítems queden enterdos en a neve os empqetn y os uegn de st. Eo fa tmbén e acso dhos produos cuando se h umuldo un ran nidd de nieve (Foto cedd po C Amdn) 123.
22) había cuaro perros atados, entre éstos l a casa se enconraba un ontón enorme de asillas de ueso. Al oeste de la casa aparecía un ogar de piedras uilizado para derreir la grasa de los uesos del caribú Es ineresate resalar que el área ocupada or el hogar de piedras el onón de uesos, asociados a éste abarca una exensión casi an grande coo la isa casa En este yacimiento se observan algunos dealles que plantearían dificulades de interpreación si no conociéraos de aneano los probleas derivados del medio ambiene que los esquimales an de afrontar a lo laro de las diferenes épocas del año En las figuras 1 9 2 por eeplo, aparece un oón e piedras fuera e la caa que se designa con el nobre de plataforma-escondite. En el Árico, los es dejados sobre el suelo aes de las grades nevadas que tienen lugar durane los eses de ocubre noviebre se congelan no pueden recuperarse si no es ediante el enore esfuerzo que supone la necesidad de retirar el hielo fg 2) or esa razón colocan los ítems que no necesitarán durante el invieo sobre unas pequeñas plataforas hechas de piedra o (si no ienen piedras a su alance de asas de venado (fg 23) Esas áreas de alacenaieno de artícuos que requieren una proección especial no precisaente de calor luz, se hallan con frecuencia ubicadas en los alrededores e las casas de los esquiales Por eeplo es casi seguro que al sur de la Casa Palangana área odvía no excavada enconraríaos un gran basidor para almacenar carne en e invierno. Si nos aleamos dl aciieno para obener una visión de conuno de su
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Inediataente adyacente a ea etán a área diferenciada de forma toca (habando en térino epaciae) área en a que e evan a cabo actividade que individuaente ocupan una etenión coniderabe: o batidore de aacenaiento y e baurero ubicado junto a a puerta Si no aejao todavía á de a caa podeo obervar a preencia de a área que ocupan una ayor etenión y que a nive funciona, e uetran á epeciaizada e ugar donde e haan o perro atado y e hogar de piedra. Eta generaiza cione epírica on tie e intereante pero ¿de qué fora podeo utiizar eta obervacione hecha obre un aentaiento inverna de o equiae para que no reuten tie a a hora de interpretar e regitro arqueoógico en gnral? La respueta etá en que per debe ntrur a teía para epicar a continuación o odeo y tructura de tipo obervado en e yaciiento de a aa Paangana ONDI CIONA MfENTOS EN EL USO DEL ESPACIO: EL CALOR Y LA LUZ
La Caa Paangana repreenta un caro ejepo de organización epacia condicionada por un área reguardada y perfectaente deiitada detinada a a funcione doética La caa proporciona refugio a una gran variedad de actividade ditribuida eparadaente tanto en o que repecta a tiepo coo a epacio Aguna de ea coo pueden er a eaboración de útie o a pre paración de aiento e reaizan en o io epacio pero en oento diferente (uso intensivo, ientra que otra por ejepo a actividade doética o e dorir e practican generaente habando en térino epacia e de fora á egregada uso extensivo). En reaidad podeo coniderar que a organización de epacio dentro de una caa articua principaente en bae a do factore: e caor y a uz La propagación de caor dentro de un edificio e aproiadaente iétrica ientra que a uz e ditribuye de f r a aiétrica en funión de dieo de a etructura Por tanto a actividade que requieren tanto uz coo caor (divera tarea de fabricación y preparación) e ocaizan en e cuadrante á iuinado de a caa y on levada a cabo en gran parte durante e día en un área de uo intenivo; otra actividade que precian nicaente de caor y de un ínio de uz (por ejepo coer y dorir) e concentran en a área de a caa ecaaente iuinada por a caridad que proviene de eterior A argen e a organización epacia genera condicionada por a eana de caor y de uz debeo coniderar tabién o efecto que a di viión de trabajo ejerce obre a ociedad ya que teneo contancia de papee diferenciado en función de eo y de a edad Mucha de a actividade deepeada por o hobre que incuyen a anufactura de úties y de otro íte neceario requieren una extenión coniderabe de epacio y tabién en ocaione un argo período de tiepo hata u finaización23 De eta anera e etabeciiento e área de uo epecífico ofrece a ventaja de no
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uo del epacio aunque no debemo olvidar tampoco aquello factore que fa vorecen la intensificacin del epacio utilizado. De todo lo dicho hata el momento se desprende que la temperatura exterior es un fctor importantíimo que condiciona la etructura ituacional ya que, cuanto más baja ea la temperatura un mayor número de actividade deberán realizare en espacio protegido de ahí urge el problema de que la construccin de una estructura o el uo de un epacio protegido implica a u vez la restricin de la cantidad de luz diponible en el interior de un ediicio o abrigo. La Casa Palangana e un buen ejemplo de cómo una cantidad limitada de luz tiende a favorecer la intensicacin del uo de los espaio que cuentan con una iluminacin adecuada. o contrario también e cierto: cuanto más asequible e la luz má amplio seá el espacio utilizado. as imitacione en la ditribucin del calor deben también incrementar la intensificacin de las actividade en epacios retringido Por todo lo dicho cuanto más necesario sea un refugio (debido principalmente a la condicione adversa del medio mayor erá la dierenciacin en el uso del es pacio como repuesta a la limitacione de la iluminacin. La exitencia de condicionamiento que alteran el uso del epacio queda per fectamente reejada en la obervacin hecha por John Yellen 2 obre lo bo quimanos !Kung. Eta gentes van variando de lugar a lo largo del día en funcin de la ditribucin (cambiante de la ombra y en cada uno de dicho lugare realizan eencialmente las mimas actividades. Este uo extenivo del epacio e únicamente posible en el caso de que no exita otro tipo de condicionante que afecta a la idoneidad de los lugares escogido para realizar tareas de corta duracin en epacio relativamente pequeo Lo bosquimano al enfrentarse únicamente al problema de mantener una relacin ventajoa entre el epacio neceario para trabaar y la ombra etán en condiciones de adoptar dicho espacio en uncin de la ditribucin de lo lugare umbríos . Este ejemplo sugiere que cuanto má dependa una tarea concreta e un lugar específico para u rea lizacin má intena será la concentracin de actividade en lugare que reúnan la condicione deeadas El epacio domético de la Casa Palangana e en este entido un ejemplo apropiado Al margen de la condicione del medio ambiente las tarea individuales difieren en proporcin al grado de exigencia de un uso extensivo del espacio. Por ejemplo las diversas tarea que pueden er realizada por una perona en tada podrán er llevada a cabo en el mismo lugar si e procura que no coinci dan en el tiempo (detalle del que me ocuparé má adelante). Por otro lado, las actividades que requieren extenione de terreno diferenciada tienden a distribuire independientemente Recordemos al respecto que en ete mimo capítulo tuvimos ocasin de comentar que un hoyo para asar e un elemento auxiliar que ocupa una extenin que ocila entre 17 y 4 m2 cuyo uso modiica coniderablemente la uperficie dl terreno (por ejemplo debido a la acumulacin de carbn hata el extremo de incapacitarla para ser utilizada en otro menesteres. Por tanto a una actividad de ete tipo se le adudicará un área propia
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124. Hombe pertenecnte a los ndios pueblo jemez, del Suoeste de los Estados Undos preparando el maí para sr almacenado posteriormente para el nveo octubre d 976 (Foto cedida por el Maxwell Musum of Anthropology nirsidad de Nueo Méxco)
TIMO D COSCUCIÓ
as variaciones en la duración del tiempo empleado en la consecucon de cada actividad es un factor adicional a tener en cuenta ya que determina, en muchos casos que algunas tareas se realicen en áreas especiales Las actividades que monopolian un espacio durante un largo período de tiempo difcilmente se llevan a cabo en áreas de uso doméstico intensivo por cuanto en dichos lugares el modelo normal implica la consecución de tareas de corta duración que pueden compaginarse con las actividades diarias de comer y dormir Muchas taras de manufactura requieren la producción de una serie de elementos que gradualmente se irán acoplando entre sí a medida que se vayan acabando, de forma que una interrupción en el proceso carece de sentido Todos nosotros experimenta mos en nuestra infancia la frustración que representaba el hecho de extender sobre la mesa de la cocina un rompecabeas o un juego y que acto seguido nos viéramos obligados a retirarlo porque tenían que preparar la comida. Evidente mente el retira nuestras cosas significaba deshacer todo cuanto habamos he cho Por esta misma razón aquellas tareas que requieren cierto tiempo se rele gan generalmente a áreas que pueden ser monopolizadas sin que ello implique la ierrupción de las actividades que necesitan un tiempo de realización más
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12 5. Lugar de matanza y descuartizamiento situado n la vertient nrte del río Anaktiqtauk, en el Paso de Anaktuvuk Alaska. (Par Slt lcalización exacta véase la figura 53) Los restos del descuartizamient no se recogen en aquellos cass en que no se piensa olver al lugar pero si se da la circunstancia de que se trta de un emplaamiento al que volven para realar las mismas tarea se procederá a recoger las astas y los huesos grands y quemarlos.
Los EFECTOS DE AMONTONAR RESTOS
Todava queda otra consderacón a tener en cuenta al exanar la organzacón del uso del espaco: nos referos al voluen de los subproductos que orgnan las dversas tareas Al argen del tepo epleado toda actvdad que genera una gran cantdad de desperdcos requere espaco no solaente durante su ejecucón sno tabén una vez ésta ya ha fnalzado porque hasta que los desperdcos no se retren su presenca pedrá que esta superfce pueda ser utlzada para otros enesteres Esto es una realdad no porta la rapdez con que se realce la tarea Por ejemplo cuando un ndo eez prepara en la época e la recoleccón el az para ser alacenado, produce una gran cantdad de desperdcos (fig 124). No hace falta tener ucha agnacón para darnos cuenta de que entras los restos de la operacón e descortezar e aíz no sean retrados esta área no podrá ser utlzada para otros enesteres En los yacentos ocupados durante un espaco e tepo reducdo las actvdades que orgnan granes cantdades e productos de desecho se ubcarán lejos de las áreas e uso ntensvo y sus restos se dejarán in situ. En cabo en los yacentos habtados durante un perodo de tepo ás largo las áreas e actvdad ubcadas en los lítes del yacento serán padas para que queden e nuevo en condcones de ser utlzadas para realzar ésta y otras actvdades) En un prncpo e sorprendó ue los nunaut lparan sus yac
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miento de primavera y otoño, ubicado muy lejo de u poblado pero me explicaron que la gran cantidad de hueo y ata abandonado en el uelo y que procedían del decuartizamiento maivo, invadían el camino y podían cauar accidente Aí una vez finalizada la caza del caribú, recogían lo hueo abandonado en lo yacimiento y lo quemaban6 Lo yacimiento ocupado únicamente en repueta a una ituación epecífica (g 59), o que no encajaban con la pauta de uo normal de la tierra, no e limpiaban de eta manera La figura 125 no muetra un yacimiento que en el apecto funcional e puede equiparar al pueto de caza y al lugar de decuartizamiento del yacimiento del Anavik Ete último e limpiaba con la intención de volver a utilizarlo de nuevo en el futuro mientra que el primero fue abandonado en el etado que no muetra a foograía, ya qe consdeaon nvable u ponta eutilización En reumen lo yacimiento que amontonan gran cantidad de ret no ilutran do apec to En primer lugar, el tamaño del área requerida y la cantidad de reto pre vita pueden determinar la elección del epacio donde debe dearrollare una actividad En egundo lugar la probabilidad de que el área ea utilizada de nuevo, junto con el tiempo de permanencia del montón de deperdicio que e ha generado, afecta al grado de limpieza incluo en la área de actividad ubicada en la periferia STRATEGIAS D E IMPJEZA
Lo yacmiento equimale de decuartizamiento ponen de relieve otro actor adicional que condiciona la etructura de lo yacimiento arqueológico: no referimo al mantenimiento del yacimiento. Sin duda etamo en deuda con Michael Schiffer por haber llamado la atención obre ete importante apecto7 En bae a mi experiencia como etnógrafo creo que el mantenimiento de un yacimiento requiere por lo meno do tipo de proceo 1.0, mantenimiento preentvo (la ubicación de lo tem leo de lo epacio de uo ntenivo y 2 mantenimiento post hoc (la propia limpieza de la área y el tranporte de lo reto acumulado hacia áreavertedero epeciale En general el manteni miento preventivo implica un cierto grado de anticipación de la cantidad de ba ura que e acumulará en el curo de una actividad dada y ello, a u vez afecta a la ubicación de la actividade (como indican lo ejemplo citado anterior mente El mantenimiento preventivo en el cao de aquella actividade que tienen lugar fuera de una etructura, conite normalmente en lanzar lo reto fuera del área de utilización inmediata, l cual conlleva la formación de un depóito o zona toss en lo límite del área de uo intenivo En el apecto técnico eto reto contituyen la basura primaria (egún el término empleado por Schif er,8 pueto que lo ítem han ido colocado en el contexto inmediato a u uo Dentro de una caa, el mantenimiento preventivo uele etar explícitamente relacionado con la etrategia de limpieza En una vivienda equimal por
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mismo, los restos «agrupados», ue tienen cabida en una olla de cocina, se transportan deliberadamente uera de la casa, hacia un áreavertedero, mientras ue en situaciones más provisionales, o carentes del abrigo formal de una casa, el mismo contenido hubiera sido vaciado directamente junto al hogar fig 90). Ambos tipos de vertederos, creados por el mantenimiento preventivo del interor de la casa, son clasifcados por Schier como basura secundaria es decir, restos depositados de nuevo), aunue contengan exactamente las mismas cosas ue las onas toss ubicadas alrededor del hogar y ue seguramente Schifer consideraría como basura primaria La notable dierencia ue se establece entre estas dos situaciones reside en a escala de área ue se usa y mantiene de orma intensiva En el primer caso, dicha área es bastante reducid (dstnd a pocurar asiento y situada unto a la zona toss), mientras ue en el segundo se trata de todo el interior de una casa, incluyendo las áreas donde permanecen sentados, realizan el trabao doméstico y duermen. Por tanto, la comprensión de las relaciones de organización establecidas entre los ítems recuperados en el yaci miento depende de basar los modelos estructuales en los datos observados y no en alguna división convencional, hecha sobre criterios puramente ormales, entre basura primaria y secundaria Creo ue es bastante obvio ue, en igualdad de condiciones, la atención prestada al mantenimiento de un área está relacionada con la intensidad de u uso. Las áreas utilizadas intensamente suen un proceso de mantenimiento exhaustivo y, por tanto, estarán asociadas a áreas de distribución especializada. Hasta ué punto esto es cierto depende, de todos modos, del tiempo ue dure este uso intensivo: el mantenimiento de áreas usadas intensivamente sólo es mínimo durante períodos cortos Ello representa ue en estas áreas podemos suponer la existencia de una estrecha relación entre la duración de la ocupación y el esuerzo invertido en su mantenimiento. Además, cuanto más larga sea la ocupación, mayor será el número de actividades a realizar en dicho Jugar. Por tanto, debe existir na correlación entre la duración de la ocupación y el númer de áreas en las ue se llevan a cabo actividades especializadas y/o la cantidad de áreas a gran escala, situadas en la perieria del área de actividad principal, a las ue se les dedica un mantenimiento cuidadoso. Esta última proposición parece coincidir con las observaciones llevadas a cabo por Yellen entre los !Kung3 y también con mi propia investigación, por lo menos en lo que se reiere a yacimientos de residencia NA TEORÍA ACERCA DE LA ESRUCTURA S!TUACONAL
Creo ue ya se ha dicho lo suiciente, cuando menos a título preliminar, para poder captar la dirección seguida en mis intentos por constuir una teoría apicable a la estructura situacional. Sabemos ue tanto la luz como la temperatur son actores ue, considerados globalmente, varan de orma regular, y por tal razón debemos ser capaces de empezar a sugerir correlaciones entre la estructu
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dio ambiente tales como la movilidad pueden también relacionarse con determinadas formas de funcionamiento. Por ejemplo cuanto menor sea la movilidad de un grupo o más acusado su sedentarismo, mayores serán las probabilidades de conflictos en la escala y duración de las actividades desarrolladas en cualquier lugar. Ya heos visto que algunas variables de este tipo afectan al grado de separación espacial existente entre actividades diversas o también al modo de utilización intensivo o extensivo de los espacios comprendidos en un yacimiento. Igualmente cuanto mayor sea la complejidad de la tecnología y organización social de un grupo que ocupa un yacimiento más complejas serán las actividades relacionadas con la manuactura y elaboración de materiales para su uso y consumo y ello dará como resultado una complejidad todavía mayor en la estructura situacional. Si a esto añadimos las variables del medio ambiente por ejemplo la lluvia o un sol intenso, elementos ambos que ejercen una gran nluencia sobre el uso de algún tipo de refugio nos encontramos con que la comprensión de la organización espacial que se deriva del comportamiento humano se convierte en un campo de investigación aún más interesante y motivador. Creo que he demostrado cómo la investigación de las relaciones funcionales puede ayudarno a desarrollar métodos para interpretar los modelos observados correctamente en el registro arqueológico. Aceptados ciertos avances en el desarrollo de los métodos interpretativos aplicados a los restos faunísticos y a algnos aspectos de la estructura situacional considero que ya podemos abor dar la interesante tarea de intentar comprender en términos de la organización interna de los sistemas del pasado la variabilidad en la composición de los conjuntos que nos ilustra el «problema musteriense». Los ejemplos interpretativos y las generalizaciones resultantes discutidas aquí deben se vistos como muestras de una estrategia de investigación concreta y creo que también he demostrado la iportancia de esta aproximación en el estudio de la estructura situacional. De todos modos no está de más recordar que queda mucho camino por recorrer antes de que podamos olvidarnos de los artefactos y empezar a reconstruir los contextos dinámicos en los que tales distribuciones tomaron forma. En esta parte del libro he utilizado la polémica sobre el Musteriense para ilustrar un problema mucho más general que los arqueólogos simplemente no han afrontado e reiero al hecho de que los criterios basados en similitudes son nsuficientes para señalar los límites de los sistemas culturales del pasado Recordemos or un momento que los diferentes tipos de yacimientos comentados en el captulo 6 demuestran repetidamente que un sistema de vida está for mado por: a espacios b) uerza de trabajo y e) una serie de tácticas esferas todos ellos inteaente diferenciados Los arqueólogosdeben reconocer que los distintos conjuntos arqueológicos son expresión de diferencias funcionales deno de sisteas únicos y no neceariamente, diferencias entre sistemas. El agrupar simplemente las cosas que son similares nos garantiza que nunca veremos un sistema en términs reales. Necesitamos juntar todos los aspectos arqueológicos diferentes de un mismo sistema
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tades de os arqueólogos en reconocer la expresón material de certos tpos mportantes de yacimientos del pasado, taes como los campamentos base. La msma nocón de campamento base, por ejempo coneva mpcacones acerca de unos habitantes que coen y duermen juntos en el msmo lugar, sobre a orga nzacón de os roes sociales en funcón de las diferencias de edad y sexo, acerca de compartr responsabidades entre aquelos que desmpeüan roles dstntos, y también sobre cómo fue ntroducda la tecnología adaptativa y cómo se mantuvo, tenendo en cuenta que todas as actvidades estaban centradas en «ugares de ocupación distintos Un requisito fundamental para levar a cabo un recono cmento exacto de éste u otro tipo de yacimento en el registro arqueológico es comprender as consecuencias espacaes estátcas de la frma en q st ban integradas a nvel funconal estas dferentes dmensones d organzacón dinámca Esta habdad en reconocer las caracteístcas que s supone reflejan mportantes transformacones es crucia, si queremos enfocar el estudio de la evoucón del hombre de frma realsta Las convencones correntes por ejem po os argumentos sobre la abundancia de os artefctos o sobre a asocación de artefactos y huesos dstan mucho de ser atrayentes y no presentan sufcientes eementos dentoros Debemos abandonar la dea de que la posbildad, en sí misma, justfca los sgncados que otorgamos a as observaciones arqueológicas se necestan formas de proceder mejores A enrentarnos a un modelo reconocibe de registro arqueológco, tenemos que empezar a preguntarnos «¿qué signfca?, y a partr de aquí seguir una vía cientíca que implcará la investigación de propiedades de mundo exteror con e fn de amplar nuestros conocmientos La nvestgación de las reacones entre a dnámica (comportamento humano) y los resutados estátcos (artefactos, estructura stuaconal, restos faunístcos) debe enfocarse en torno a desarrolo de métodos seguros y exactos que nos permitan nferr «cómo era en el pasado En esta seccón, espero haber ilustrado el modo en que la investigacón debe aontar estos tres puntos: l . º , reconocer modeos en el regstro arqueoógco, 2. pantearse a importante pregunta de «¿qué signica? , y 3. manejar estu dos «actualzados» con el fn de desarrollar los métodos adecuados para reazar inferencas acerca de «cómo era» absoutamente certas na vez conozcamos ago 'cerca de a naturaeza del regstro arqueológco (respecto a cómo se ha poddo formar) estaremos en condicones de hacer afrmacones mucho más eactas sobre algunos aspectos de la realidad de pasado
Tercera parte
¿POR QUÉ OCURRIÓ?
Sabemos que e el pasado tuvero lugar ua sere de acotecmetos No platea demasadas dudas por ejemplo que ataño todos uésemos cazdores y recolectoes, tampoco que e u mometo dado e algú lugar y de algua maera la gete empeara a sembrar y domestcar platas y amales De la msma maera, parece raoablemete obvo que e la atgüedad la humadad vva e grupos pequeños y ómadas co ua superestructura socal escasamete desarrollada e lo que respecta a grades orgaacoes polítcas y relgosas y també que e algú lugar y de algua forma estos modos de vda cambaro y aparecero sstemas polítcos compleos. Por todo ello, podemos pregutaos « ¿por qué ocurró ?» s que dspogamos ecesaramete de muchos coocmetos sobre el regstro arqueológco de las épocas y lugares e que tuvero lugar estos acotecmetos. Platear esta preguta o es prvatvo de los cetficos: el hombre culto ha buscado explcacoes a acotecmetos coocdos o magados desde el mometo e que ha sdo coscete de su capacdad cognva Ua de las clases de varabldad cultural más mportate, recoocble e la actualdad cosste e la dfereca exstete e las tedecas telectuales que da lugar a dretes tpos de terpretacoes Certos acotecmetos puede ser explcados por u marxsta como hechos dervados evtablemete de la terelacó daléctca de las fueras socales; u creacosta podr ver e los msmos acotecme tos la mao de Dos que tervee e todas las cosas los partdaros de otras creecas culturales e cambo efatará el papel causal de la eleccó humaa de la presó de la poblacó, de los efectos retroactvos, etc. Todos estos argumetos explctvos sugere la ecesdad de coexoes etre las dsttas tedecas ya que se trata de argumetos sobre los tpos de causas que se cosdera operatvas Ua ve recoocdo u problema (los orígees de la agrcultura por eem plo, o las causas que dero lugar a la formacó de socedades compleas), la opcó cultural por sí sola puede bastar para elaborar u argumeto explcatvo A partr de algua forma de compresó adqurda acerca de cómo fucoa el mudo es posble orgaar esta compresó de maera que proporcoe u relato post hoc de los hechos problema» E realdad se trata de la orma más correte de argumeto que el hombre cultura] utla cuado defede s ' cesar ésta o aquella poscó Justc a su poscó ctado pequeños fragmetos de evdeca prevamete seleccoados observacoes destadas a fvorecer o cotradecr las vsoes partculares de cómo coa el mudo Los sgfcados de estas observacoes se cosdera que so evdetes e sí msmos Todos
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cncusión acerca de pasad que sea incmpatibe cn as premisas sbre as que se ha basad e argument E significa, inevitabemente que existen tan tas expicacines sbre s acnteciients de pasad cm diferencias fundamentaes en as supsicines básicas hechas en e mment de a inferencia Tds s arguments que tienden a cnferir credibiidad a taes inferencias, a base de apear a hechs adicinaes que n figuran en e argument rigina, sn cm anuncis: hacen prpaganda sbre a «utiidad de a frma de pensamient que se defiende. 1 La mayría de as veces taes apeacines a hechs sn equívcas, en cuant que s signicads asignads a as bservacines citadas n se justifican independientemente de s arguments a s que se remiten como evidencia Quizá sea una irnía e que muchas de as terías generaes empeadas pr s arqueógs se iniciarn, a mens fuern estimuadas, tras e estudi de fenómens cuturaes cntempránes históricamente dcumentads En tiemps pasads, ya manifesté e imprtante pape que representaban s estudis «actuaes» en e desarr de nuestrs métds pr inferencia2 pr tant n desaprueb esta situación De tds mds debe recacarse que a tería genera n es una Tería de Alcance Medi La tería genera impica a exis tencia de arguments destinads a expicar pr qué raznes e pasad era cm parece haber sid La mayría de as prpsicines teóricas generadas de estu di de sciedades cntempráneas, impican especuacines sbre as secuencias de acntecimients que pueden haber caracterizad a transfrmación de un mde de sistema en tr, y n dejan de ser extrapacines de un estadi de sistema a tr, cn arguments expicativs de cóm tuv ugar a transfrma ción 3 Ls teórics, cuand bservan una situación etngráfica actua en reai dad ven e funcinamient de un sistema ya en e estad que ha mtivad a búsqueda d e una expicación.4 Pr ejemp, Wittfge,5 en s u cásic argument (recrdems que reacina a irrigación cn frmas de rganización de estad «rientaes») sugería e pape causa de a irrigación y para e se basaba en a crreación bservada entre s sistemas hidráuics y s sistemas pítics sciamente estratificads Creyó bservar, a partir de funcinamient de taes sistemas, que e cntr mnpista de a tecngía de a irrigación prprci naba as bases de mantenimient de pder dentr de sistema E siguiente pas fue sugerir que esta reación funcina entre un mnpi prductiv y e pder pític fue a causa de surgimient de sciedades sciamente estratifcadas Una reación simiar subyace en e argument básicamente funcina de Marsha Sahins; 6 dich autr defiende que si s jefes funcinan cm agentes redistributivs es debid a que han surgid en cndicines que favrecen a re distribución Taes punts de vista quizá sean una cnsecuencia inevitabe de cntar só cn experiencias etngráficas en e mment de estabecer as bases de as especuacines referentes a s prcess evutivs Ls arqueógs (y quizá también aguns histriadres sn s únics investigadres que trabajan cn hechs reacinads directamente cn episdis evutivs y as bservacines etngráficas se refieren cm máxim a funci
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ría de Alcance Med prpa En su lugar han adptad ls arguments teórcs generales lanzads pr s hstradres y etnógraf s acmdand las bservacnes del regstr arquelógc a dchs arguments. ¡Ns halams smplemente ante un ejercc tatlógc cuand (y curre cn recuenca) estas bservacnes sn ctadas a su vez cm prueba de que las terías generales sn verdaderas! Ls arqueólgs, pr tant deben abandnar este pasatemp nútl. Necestams cncentras en el desarrll de una Tería de Acance Med un camp en el que las bservacnes etngrácas e hstórcas sn crucales cm prueba y emplear s métds de nferenca desarrllads de esta forma para btener respuestas a preguna m ¿qué sgnca y cóm era. Úimente s se pueden btener respuestas seguras a taes preguntas ser prvechs ntentar buscar respuestas a preguntas cm «¿pr qu curró?».
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SOBRE LOS ORÍGENES nF LA AGRICULTURA
Tuve un profesor que deca qu e uno puede pasarse la vida intentando explicar porqué la Tierra es plana y fracasar totaente Tena bastante razón: plantear una pregunta tonta supone malgastar mucho tiempo Inicio este captulo por tanto, haciendo una breve descripción de algunos de los modelos básicos y razonamientos normalmente aceptados por los arqueólogos y antropólogos al tratar el problema de los orgenes de la agricultura fenómeno global que se inició en algunas áreas hace aproximadamente unos 10000 años Señalaré los fallos que según mi opinión existen en estos razonamientos y, posteriormente, describiré las pocas líneas de investigación que parecen más sugerentes Estos nuevos razonamientos de ningún modo se han agotado; podramos decir que se trata de meros ensayos pesar de ello nos anuncian algunos cambios ligeros pero significativos en la forma de plantearnos una pregunta PROXJMACONES AL PROBLEMA D EL ORGEN DE LA A GRICULTURA
Supongo que la especulación sobre los orgenes de la agricultura se remonta al momento en que el hombre empezó a ser consciente de su propia historia Centrándonos en los límites de nuestra tradición cultural los escritos de Charles Darwin 1 y H L Roth 2 representan, quizás, algunos de los primeros intentos serios de afrontar el problema Darwin planteó sus trabajos en base a sus conocimientos de biologa y no estuvo muy acertado en lo que respecta a los orgenes de la agricultura. En efecto en una disertación en la que especulaba sobre la razón que haba incitado al hombre a advertir que una planta poda crecer a partir de la siembra de una semilla se basó en el supuesto de que la variable determinante y defnitiva que justicaba el origen de la agricultura era el conocimieto; es decir, crea que la agricultura era la consecuencia inevitable de saber que una semilla plantada en la tierra se convierte en una planta Este punto de vista erróneo no finalizó con Darwin. Existen todava muchos que defenderan la idea de que la agricultura es una forma de roducción con ventajas evi dentes y que el hombre la adoptará inevitablemente si tiene conocimiento de ellas En nglaterra surgó por primera vez una forma incipiente de argumento mecanicista que fue dado a conocer a través de los escritos de Peake y Fleure 3 y
SOBRE LOS ORÍGENES DE LA A GRICUTURA
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psterrmente medante ls trabajs de V Grdn Childe4 Se trataba de u argument darvnan (en el sentd de las ideas blógicas de Darwin), ya que se intentaba magnar las cndcines que , en el pasad pudern frzar al hm bre a expermentar cn nuevs meds de prducción ¿Hasta qué punt el hmbre mdcó su cmprtamient presnad pr el fracas de sus prácticas anterres? ¿Adptó nueas estrategas cm resultad de su prpia vsión acer ca de l que le pdía deparar el futur? ¿En qué medda ciertas presines r zarn al hmbre a enfentarse a ls nuevs prblemas, a expermentar cn su medi ambiente y fnalmente a cnvertirse en agricultr Estas imprtantes preguntas algunas de las cuales se mantenen tdavía en vigr uern dfun ddas pr Chlde y se cncen c la «tería de la cntigüidad» «tería del asis que hacen referencia a ls rígenes de la agricultura Darwin creía que la crecente desecacón del desert del Saara y de tras znas, acaecda al nal del últm perod glacal había prvcad la cncentración prgresiva de tds ls animales (incluyend al hmbre) en ls valles de ls rís en un escenari que ahra se ns muestra agradable aunque prmitiv. Alí se prdu una «cnvulsón alg parecd a embarcarse tds en una misma nave en la que ls animales y el hmbre ahra cara a cara tenían que encntrar ls mecanisms adecuads para acabar cn sus prblemas Childe escribió que ls hmbres en ests medi ambientes tan favrables en ls que crecían td tip de plantas al practcar la agrcultura pudiern bviamente prprcinar a ls anmales de pastre grandes cantidades de aliment a base de rastrs Se bservó un camb entre el tp de vida parasitaria prpa de ls cazadres y reclectres (g 126) y la especie de simbisis existente entre las plantas y animales que según Chlde caracterzaba la práctca de la agrcultura 5 126 Poblado de una omunidad agrícola. Un poblado agrícola negrado por ndvduo povennte d Okinawa, Iwo y Siean que e eablecó a fnale de la sgunda guerra mundal n la la de Yaeyama (la Ryuky (Foto toada en juno de 953 por E. Sanry y edda po el aor)
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127 oblado d patr. Antament naa d h Tso lige, ceca dl lag Clad, en Azona, nembre de 1935 en el moment del ecento de las oejas. (Ft cedda por el Maxwell Musem f Anthroplogy, Universdad de Ne Méxco)
Este argumento no constituía realmente una explicación sino, según palabras del flósofo de la ciencia Car! Hempel,6 un «esbozo de explicación», ya que incluía algunas variables y algunas ideas sobre el mecanismo pero también comprendía un modelo de historia En la actualidad, el problema de construir un modelo acertado estriba en q ue todos los acontecimientos imaginados deben ser exactos (algo que las teorías no requieren) Cuando las variables aparecen com binadas con los acontecimientos, existe el peligro de un ataque en ambos entes: quizá se compruebe que sus hechos históricos no son correctos o, quizá, se argumente que sus varables no son apropiadas. Frecuentemente, si se demues tra que uno de estos dos elementos está mal concebido, también se rechaza el otro É sta fue exactamente la estategia seguida por Robert Braidwood por entonces perteneciente al Oriental Institute, de Chicago) y por sus colaboradores para atacar el argumento de Childe, que se basaba en agrpaciones mecanicistas.7 Braidwood empleó diversas técnicas, como por ejemplo el análisis de polen y la sedimentología, con el fn de evalua si en el Próximo Oriente se había producido un cambio en el medio ambiente antes de la aparición de la agricultura Su conclusión fue que no se había producido un período de desecación importante8 Si tal afirmación era cierta, el modelo de Childe resultaba, entonces, indudablemete incorrecto 9 La aproximación de Braidwood a este tema era esencialmente idealista, ya que compartía asimismo la idea de que el conocimiento es un factor determinante. Postulaba que el hombre se familiarizó con el medio ambiente al final
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bcón ntelectual. El hombre, empleando las palabras del propo Bradwood, se «staló» en su medo ambente, 10 ¡es de suponer, como la gallna que una vez nstalada confortablemente en su ponedero tene grandes deas! S el hombre se nstaló en un medo que en potenca albergaba plantas y anmales domestcables acumulando al msmo tempo conocmentos no es de extrañar que exstera una certa predestnacón respecto al resultado fnal del proceso.1 Es decr, s se establecó en un área en la que abundaba el trgo slvestre debó convertrse en un agrcultor de trgo s, por el contraro, se asentó en un área que albergaba carneros cmarrón se convertría en un pastor de oveas (fg. 27) Éste era aproxmadamente, el nvel de conocmento mecánco que se desprendía de la mayoría de las explcacones sobre el orgen de la agrcultura vgentes entre el fnal de la segunda guerra mundal y prncpos de los años sesenta La nocón de «nstalarse» todavía está en vgor. Creo que esta nocón subyace en gran par te de los trabajos realzados por Erc Hggs y sus colaboradores. Dchos auto res postulan que la domestcacón es el resultado de un proceso de aprndzaje prolongado, una concencacón gradual por parte del hombre de las posblda des de manpulacón que ofrece el medo ambente Por tanto, el gradualsmo, característco de los escrtos de Bradwood no falta en la lteratura contempo ránea; de hecho, se observa un resurgr de este tpo de razonamentos. Es nteresante resaltar que ncdentalmente en la lteratura dealsta de los períodos anteror e nmedatamente posteror a la guerra, aparecía mplícto un elemento adconal Aquellos que teorzaban sobre los orígenes de la agrcultu ra sguendo los razonamentos que he menconado antes deberon ocasonalmente enfrentarse a un ejemplo etnográico contraro a sus postulados como en el caso de un grupo humano que vvía en un área donde crecía el trgo slves tre y que, sn embargo, no abían proceddo a su domestcacón. Se do la ex plcacón de que se trataba de gente estúpda que no aprendía con facldad. S una de las varables determnantes sobre las que se basaba la teoría era la cualdad del protagonsta, es decr su capacdad de aprender, debemos señalar que la stuacón opuesta vendría representada por un grupo que practcase la agrcul tura en un área que no se puede consderar excepconal. Los postulados de Chlde, basados en la dfusón de la seleccón, fueron reemplazados totalmente por el punto de vsta de Bradwood, el cual consdera ba la agrcultura como un proceso emergente: una vsón contra la que no había alternatvas efectvas en la lteratura de los años cncuenta El título «la apar cón de » era corrente en los artículos de este período, y se dscutía recuentemente el inicio de numerosos fenómenos (con dencones e las fases inicia, epi-inicial y postinicia). La vsón general era la de las oscuras tneblas del hombre antes de la lumnacón el hombre ba tropezando por su medo am bente, en un ntento contnuo e realzar esto o aquello. M dscreto desaío al punto e vsta e Bradwood fue publcado en 968 en un artículo1 y causó certo revuelo Su publcacón concdó con la aparcón de algunos razonamen tos en los que el crecmento de la poblacón era consderado como el factor
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defecos presenes en los rzonmienos de Childe es decir, er un combin cin de hisori y eorí especulivs un «esbozo de explcción Inené uiizr lguns vribles que consideré de impornci en un modelo que se bsb en l ide que enímos cerc del psdo Desgrcidmene esb equi vocdo respeco o que hbí sido el psdo; y si ello se podí demosrr mbién dbí resulr bsne fácil descrr ls vribles que hbí consider do poco impornes De hecho, rs l inicil populridd de los llmdos rgu menos «demográficos» se h producido un rección 7 En l culidd muchos uores firmn simplemene que esos rgumenos son ingenuos o que hn sio demosrdos e form incorrec 1 8 E mense meodológico que se deriv de esos rgumenos prescindiendo e l conroversi ocsiond por l impornci de los fcores demográficos per se- es el siguiene: l prácic de l griculur es un form e crer posibiliddes de subsisenci, un solución n problem humno fundmenl eso es conseguir o necesrio pr comer. Ahor bien si de lgun mner l griculur se desrrolló l mrgen de ls prácics e los pueblos no griculores, serí rzonble suponer que surgió pr resolver un problem l que se enfrenbn gunos pueblos Cuál podí ser ese problem? Con seguridd esb relciondo con el medio mbiene, y que el problem de bsecimieno de limen por pre de los czdores y recolecores se origin como consecuenci de l dinámic del medio en inercción con l cción del hombre ¿Se encuenrn os nimles donde se supone que deberín esr? ¿Es su número el usul? Se hn explodo en demsí los recursos de ls plns? En ors pbrs, ¿cuá es l inercción exisene entre el hombre y su medio? Por odo lo expueso es uy rzonble que durne un período de iempo exisier un grn inerés por el náisis de los medio mbienes y qu e, en buen medid, se reizrn esudios cd vez más delldos. Los rqueólogos odví ern grduliss, pero menos hor rbjbn denro de un conexo ecológico Fue iersne observr o que ocurrió cundo lguien, en el rnscurso de un serie de conferencis pregunó «¿por qué los indios de Cliforni no prcicbn griculur? El conferencine podí responder pregunndo su vez co ué ipo de plns conbn, y ennces el udiorio normlmene hubier responio isponín e grn cnidd de bellos» Peo l pregun fue olvidd observr que los indios no enín necesidd de prcicr l griculur en un mdio mbiene n generoso És es l ejemplificción de un rgumeo ue prece con frecuenci no sólo en conferencis sino mbién en rícus y ue mo l Popuesta del Jrdín del Edén. Prece ser que, en conr d lo qu defiende l Bibli no hy u n único Jrdín del Edén (fig. 128) sino muchos (¡y ésos hn ido preciendo en función del número de persons ue escriben cerc del origen de l griculur !) Permínme que me explique Exisen muchos reos enográficos de l époc de explorción o senieno cooni, que nos hbln de l presenci de pueblos nogriculores en disins pres del mundo. Por no donde se que se plnee el em de ls cuss e dopción de l griculur se puede hcer un rápido es de lógic
SOBRE L ORÍGENE DE LA AGRICULTURA
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Muchos arqueólogos han sugerdo que medio ambientes ricos como el aquí representado, colmados de alimentos a punto de ser recolectados, proporcionaron e marco adecuado para el inicio del sedentarismo y de la agricultura. (Dibujo de Iva Ellen Moris.) «El hombre y los aniales en el Jardín del dén.»
cual los especialistas sabían muy poco. Se podujo entonces un inteesante desafío ente la gente que contaba con expeiencias etnogáficas y aquellos que ceían esta inf mados sobe los antecedentes ambientales de los oígenes de la agicultua; se tata de un juego que he visto pactica una y ota ve a lo lago de los últimos años. Alguien puede ofece un agumento sobe los oígenes de la agicultua ha ciendo hincapié po ejemplo en la escasa cantidad de pitachos hallados ente los caadoes y ecolectoes del Póximo Oiente sealando a su ve que la existencia de una sociedad compleja implica el abandono de la páctica de la caa y ecolección . Un miembo del auditoio p untualizaá entonces que en Me soaméica no había pistachos y sin embago se pacticaba la agicultua; o a la invesa, que en Califonia y en la costa nooccidental de Noteaméica luga donde no se pacticaba la agricultua existían una seie de sociedades comple jas El confeenciante puede confesa que no ha tenido en cuenta estos detalles peo a su ve pondá de elieve que en Mesoaméica escaseaban también otos ecusos mientas que en Califonia y en la costa del nooeste contaban con tal cantidad de bellotas o salmones que no tuvieon necesidad de inventa la agicultua. Los pueblos no adoptan la agicultua si viven en medios altamente poductivos: es deci en pequeños «Jadines del Edén» donde el alimento es muy
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yoría de arqueólogos «Damos por supuesto que en general la raza humana tiene más posibilidades de supervivencia llevando una vida sedentaria que viajando y que en igualdad de circunstancias donde eista una oportunidad de efectuar el cambio éste será llevado a cabo» Este enunciado es l o que qu e yo llamo «prncipio «prncipio del mínimo mínimo esfuer esfuerzo» zo»:: u n hombre no hace nada por conseguir alimento a menos que se vea forzado a ello Si no tiene que caminar, permanecerá sentado (fig 129). Si en un lugar eiste comida en abundancia por ejemplo un criader criaderoo de molusco molu scos s allí acudirá Eviden temente, en un Jrdín del Edén, el hombre no se moverá de un lado a otro «propue sta del Jar Jard dn n del Edén» y el atractivo atractivo princip principio io del Estas dos ideas la «propuesta mínimo esfuerzo» consideradas conjuntamente, han dado lugar a una sucesión de argumentos muy interesantes Recientemente se ha sugerdo por ejemplo que en la cima de los Andes existía existía un Jardín Jardín del Edén que qu e favoreció favoreció la vida sedentaria. sedentaria.0 0 De D e la l a misma ma nera se ha propuesto que en el Great Basin de Norteamérica eistía un Jardín del Edén que se extendía a lo largo de diversas cuencas internas donde grades marjales producían enores cantidade de espadañas comestibles Desconozco cuántas toneladas de espadaña se supone que había en un radio de dos horas a pie del lugar en cuestión pero si lo que se desea es comer espadañas durante toda la vida quizás es cierto que allí existía un Jardín del Edén De todos mo os os se dijo y y con basta bastante nte seri serieda edadd que este recurso era era la causa del sedensedentarismo y de la vida en poblados practicado en la región 29. 2 9. Arroz Arroz en procs procso o de secado secado para ser se r posteriormente posteriormente almacenado almacenado Poblado de Hoshino, isla de Yaeyama (al Sur de las Ryukyus). El sedentarismo representa una mayor inversión en elementos auxiliares y la circulación de artículos y productos hacia los consumidores; a ello también contribuyó contribuyó el almacenamiento de productos en grandes cantia cantiades des alargando de esta forma, el período de su consumo (Foto tomada en junio de 1953 por E Santry y cedida por el autor)
OBRE LOS ORÍGENES DE LA AGRICULTURA
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Otra sugerencia, prouesta recientemente por Perlman, intenta identificar los recursos acuáticos y de los estuarios con el «auténtico» Jardín del Edén Se arma que la estrategia elegida será aquella que tienda a potenciar el traajo que implique un esfuerzo y riesgo mínimos. El principio del mínimo esfuerzo dictamina que existe una atracción atracción en torno a los Jardines del Edén productivos y, según esta nueva ropuesta, éstos deen localiz localizarse arse en medio amientes amientes cos teros Admito que ya había suuesto casualmente esta idea cuando construí mi modelo mode lo sobre sob re los lo s orígen orígenes es de la agricult agricultura ura en las zonas margin marginales ales, ,33 pero hace algún tiemo que aandoné dicho suuesto porque consideré que conducía inevitalemente a suponer suponer que qu e algunos algunos uelo ue loss eran «más perceptivos» o <inge <ingenio nio sos que otros ¿or qué entonce o a omrendido tn ponto la Gan Verdad del Principio del mínimo esfuerzo, mientras que otros ignoran todavía sus evidentes ventaas? De estos argumentos no se desrende necesariamente que el sedentarismo idílico en un determinado Jardín del Edén condujera a la agricultura, pero a pesar de ello algunos arqueólogos han reivindicado esta idea Kent Flannery, or ejemlo, encontró su Jardín del Edén en Turquía Después de la pulicación del conocido artculo de Harlan 4 sore los camos de trigo silvestre exis tentes en dicha zona Flannery5 sugirió que éstos podían roorcionar la base suciente para mantener el sedentarismo y al arecer, consideró innecesario el desarrollo de nuevos argumentos al respecto resp ecto Posteriormente Hassan Hassan 6 relacio relacio nó esta sugerencia con los camios del medio amiente que ocasionaron, en algunos lugares, la ormación de un Jardín del Edén que, se decía, roducía recursos que se daan en más de una estación y eran redeciles espacialmen te Estos recursos rec ursos habían h abían sido considerados consider ados previamente como alimentos no no arovechables, ero, una vez las condiciones del medio camiaron, se apreciaron en su usto valor y, al ser altamente productivos y «estimulados por las condiciones del medio amente, fmentaron el sedentarismo y condueron fnal mente a la agricultura El reciente trabao de Niedererger8 nos proorciona otro ejemplo En las excavaciones que realizó en un yacimiento situado junto al lago excoco en México encontró restos de ánade, ciervo y espadaña: es decir, evidencia de todos los recursos que un homre uede necesitar y todos en un mismo sitio No haa motivos para aandonar un lugar con tales características. Aquí teneos, pues, un surtido comleto de argumentos sore los orígenes de la agricultura. El hombre se hizo sedentario porque encontró un pequeño Jardín del Edén Una vez haituado a llevar una vida sedentaria, las cosas se le emezaron a poner difíciles; quizá los ánades, por poner un ejemlo, ya no acudían con la misma ecuencia que antes El hombre emezó a violar su nido , por así decir decirlo lo y se vio frzado a rocurarse una producción suplementaria (es decir, la agricultura) Pero si realmente el sedentarismo conduce a la agricultura, nos encontra mos de nuevo en el mismo lugar que antes ¿Por qué razón los puelos de Califia y de la costa noroeste no practicaron la agricultura? Estos argumentos
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de plantas domestcadas precedió a a aparcón de os sstemas de vda sedenta ros.9 Los argument argumentos os que acabo de de reseñar sn sn ser los ncos consttuyen consttuyen la esenca de las explcacones ofrec ofrecdas das hasta has ta el momento sobre la agrcultur agrcultura. a. Según se desprende desprende del de l argumento gradualsta el hombre desarrolla la agrcultura porque posee una mayor normacón De acuerdo con a vsón del Jardn del Edén (fg. (fg. 28) aqué a practca practca rápdamente en medo medo ambentes rcos, hecho que avorece e sedentarsmo; el sedentarsmo a su vez, se consdera como un estíulo de la ntensfcacón de a produccón o de a experimentacón de or mas de producr e almento sufcente en los espacos lmtados stuados alrede dor de un asentamento permanente (de ahí a agrcultura Una alternatva a este unto de vsta (evdente por otra parte es que la adopcón de a agrcultura requere un consderable grado de sedentarsmo; por tanto, es de suponer que la gente se asenta con la práctca de a agrcultura porque ésta ofrece mu chas posbldades y pemite que la decsón tomada en contra de nomadismo se tome de acuerdo con e prncpo del mínmo esfuerzo30 Todos os punts de vsta presentados hasta e momento levan mplícto en sus argumentos dversas ormas de gradualsmo; además, todas as deas son teeológcas E l avance avance contnuo contnuo aunque gradua graduall haca el empleo de de recursos recursos seguro guro s , la adopcón de técncas técncas que conducen a a solucón totalmente asumda del sedentarsmo o la propensón a reducr e esuerzo son nocones que dan por sentado que la evolucón de de hombre está orentada con una un a naldad naldad y que , por tanto progresa haca un desenlace nevtable. Es nteresante resaltar que os razonamentos de os estructuralomarxstas y de los teórcos de los sstemas geneales que tenen en cuenta os procesos de morfogéness no deren demasado de las teorías gradualstas, dado que el cambo es vsto como nevtable. En ambos dscursos se reconoce que «el sstema cultural tene propedades de transformacón propas .. No se trata de socedades en equlbro, sno que éstas se hallan en permanen permanente te estado estado de alcanza alcanzarr su consecucón consecucón .» .3 Nos dcen dcen que as transormacones de la socedad deben consderarse como un producto de la l a eeccón eecc ón humana human a por ejemplo la orma orma de emplear el tempo o de utlzar os frutos frutos de una nversón produc productva tva:: « . ¿cómo se puede hablar de de causaldad materal de las accones humanas cuando en cas todas las stuacones operan los poderes creatos mposbes de predecr, de a mente humana?»3 Exste otra forma de graduasmo que no contempla a cualdad vtal causa del paso a la agrcultura, como un resultado del sstema, sno que magna la exstenca de un u n «prncpo «prncpo motor» extern extern o Esta Es ta fuerz fuerzaa es vsa vsa como co mo un u n mpu so contnuo por parte del medo ambente Como ejemplo, se puede ctar el argumento demográco de Cohen,33 quen emplea una orma cas pura de la teoría mathusana sobre el crecmento de la poblacón y postula que, desde el momento en que las pobacones sguen crecendo sn solucón de contnudad, debe exstr una presón contnua e nexorable sobre el grupo que favorece la mplantacón de nuevos métodos, destnados a aumentar el sumnstro de al-
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SOBRE OS ORÍGENES DE LA AGRCULTURA
de adaptación podrá gozar de perodos relatvamente estables, de duracón variable, que representarán los momentos propcos para competr con xto con las perturbacones del medo ambente Puede que en el orgen de tales cambos se encuentren los efectos acumulados de la hstora del sstema, pero tales efec tos se deben más a consecuencas de las relacones ecológcas alteradas que a la accón contnuada, ya sea de algunos prncpos esencales nternos como de presones externas nexorables Chlde hzo una prueba al realzar una aproxmacón selectva de este tpo, pero fracasó en los campos estrctamente hstórcos Creo que sería de utldad ntentar avanzar de nuevo en esta dreccón L MOVILIDAD COO OPCIÓN SEGRA ENTRE LOS CAZADORES
Y
RECOLECTORES
La mayoría de los argumentos expuestos comparten un supuesto comn el movmento es algo que el hombre ntenta suprmr y el sedentarsmo es una condcón deseada.4 ¿Es ésta una suposcón acertada? y, en caso armatvo, ¿por qu? Desde la perspectva de especes como la nuestra, que ntentan con segur un modo mo do de vda seguro seguro ¿por qu q u la l a movldad movldad es negatv negatvaa y, en cambo, el hecho de establecerse en un lugar es postvo? Lo prmero que se me ocurre es una observacón emp empír írca ca Hace ya una dcada o más, tuvmos, ms estudantes y yo, una sere de experencas al trabajar y vvr con dversos pueblos nómadas: los esqumales de la regón nortecentral de Alaska los aborgenes del Deserto Central de Australa (fg 30) los bosquman qumanos os !K ung ung de B otswa otswana na y los lo s hortcult hortcultores ores nóadas del Norte de Mxco Nnguno de estos pueblos crea que la movldad fuera perjudcal; es más, en el caso de los cazadores y recolectores «puros» esta dea era bastante nsana y por una smple razón Según expresón de un ancano esqumal: «cuando estoy en un lugar desconozco lo que está pasando en otro» Prosguó explcando que el llevar una vda segura segur a dependa dependa totalmente de acertar acertar en en la l a eleccón del pró xmo lugar a donde se dr drg grí rían an y las la s eleccones acertadas sólo eran posbles s se conocía lo que estaba ocurrendo a lo largo y ancho de una extensa zona en la que de hecho no se vva Era necesaro controlar un terrtoro muy amplo con el n de poseer el sucente conocmento para tomar decsones prudentes en funcón de los recursos constataos en este terrtoro. Cuando los esqumales actuales se ven forzados (por dversos asuntos burocrátcos a permanecer en un lugar consderan que sufren una experenca muy traumátca En la práctca, se hacen los perddzos y realzan largas excursones por el terrtoro A su regreso tenen muchas cosas que contar: cuántos rastros de alce veron, dónde se hallan los ánades, s en un área determnada exsten muchas reservas de leña, dónde se han producdo ncendos s los helos cubren los lagos, su grosor en los lagos donde pescan, etc Toda esta normacón es crucal para poder saber cómo actuar en cao de cambos mprevstos, por ejempl cuando los osos pardos localzan los escondrjos de carne y el almento almacenado se perde Ú ncamente se podrá sobrevvr s se toman decsones acer-
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130 130 borígn borígns s ngatatja ngatatjara ra trasladando el ampamnto e n los Warburton Rang utral utra l occdntal, 935 Al contraro d d lo que q ue ocurre con la vda sdentara sdentara asocada a la agicultura agicultura y a otra estratgas d obtncón de almnto intensas, los cazadores y rcolctores deben r cambando contnuament de mdo ambnt (Foto toada por N B. Tndale, edda por el Dpartamento de ntropología, Unvesdad d Calforna Los Ángeles.)
ban no tanto por el hecho de dspone de comda sno precsamente porque sí tenían reservas de almentos. Cuando en un lugar se reúne una gran cantdad de almento, sempre será posble volver a él. En tales crcunstancas, realzar una gra e intentar consegur los almentos que corren pelgro representa una medd med daa de segurd segurdad ad de escaso escaso resgo. resgo. De hecho he cho la mayor movldad movldad se produce produce cuando se cuenta tambén con una maor cantdad de almento. Y esta acttud dclmente sugere la puesta en práctica del prncpo del mínmo esfuerzo. Observé un comportamento smlar entre los aborígenes del eserto Central de Australa cuando me encontraba trabajando con un grupo en un área que ofrecía una gran densdad de caza: por ejemplo durante una excursón de cuato horas a pe contamos hasta 85 canguros. Es de suponer que s la vsón del Jardín del Edén es correcta estos grupos se lmtarían a permanecer allí y dedcarse a la caa de los canguros. Sn embargo a pesar de que eran conscentes de que la abundanca de caza les podía proporconar una segurdad total, tenían necesdad de realzar un vaje para observar el otro extremo del terrto-
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QCÉANO ARTG
ERRITORIS NUNAMIUT ANTES Y DESPUÉS D E LA VIOLENTA DISMI NUC IÓN D E POBLACIÓN DE CARIBÚES Escala en milla
NOTA: Infomación extraída e C. W Amsden ( 197)
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80
100 120 140 L A. Binford
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131 El territorio de los nunamiut antes y después de la violenta dsminución de la poblacón de caribúes. La respuesta de este grupo de caadores-recolectores a la escase de comida con sistió en tiplicar la extensión del terrtorio que cubrían hasta entonces para conseguir el ali mento (Según datos de Amsden, 1977) Los recursos costeros acuáticos que algunos consi deraran como un «Jardn del Edén» feron utiliados como alimentos sustitutios en las temporadas en que escaseaban los caribúes pero al recobrar el control de las manadas, los esquimales volvieron a practicar la caza en las tieras del interior
a causa de un exceso de comida sino que aprovechan estas circunstancias para trasladarse a otras áreas, la mayoría de las veces con el propósito de informarse y recolectar. Por tanto, me parece que para que un sistema se haga sedentario debe producirse un conjunto de circunstancias en las que una información de este tipo no sea ya de utilidad y la opción de trasladarse a territorios no ocupados deja de ser una alternativa realista. Llegados a este punto, debo enfatizar una vez más la escala de los sistemas de caza y recolección: no todos son extensos, pero ninguno de ellos es realmen-
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de personas utilizará a lo largo de toda su vida un área de aproximadamente 22000 km (fig 53) Se trata sin duda de un área grande pero los hombres cooen mucho espacio: dónde están los escondrijos los lugares adecuados para cruzr el ro los rastros de caza etc Durate mi trabajo de campo por ejemplo nventarié los útiles escodidos y posteriormete entrevisté a los cazadores de las dos bandas que operaban en el área preguntándoles acerca de la ubica ción de los utesilios; casi todos me proporcioaro una lista exacta de los útiles escodidos que se ecotraban dispersos en un área de aproximadamente 250000 km ¡Esta iformación no la poseía por ser sedentarios! De hecho, todo su sistema educativo teda a proporcionarles iformació acerca de su espacio y tambié a darles ua serie de opciones alterativas Es fácil comprender que e un espacio e estas dimensiones existen numerosas posibilidades alternativas para ser utilizadas e caso de que fallen los recur sos de un microambiente concreto. Por ejemplo e la zona central del norte de Alaska en el año 1910 la població de caribúes fue dispersada violentamente (fig 131) Unos forasteros relacionados con las operacioes de extracció de Un hombre okinawan y su mujer preparando la iera para plantar batatas Yanbabu, 152 132
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Trasplante de etoño de arro en lo arrozales. Nago Okinawa 1951
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oro en el Yukon prendieron fuego a una serie de bosques lo cual provocó que ardieran grandes extensiones de pasto de invierno (un área que los esquimales nunca habían visto) produciéndose un descenso catastrófico en la densidad de población del carib Pero los cazadores de caribú no se sintieron confndidos cuando vieron que su principal recurso de alimento había desaparecido: tenían diversas opciones todas elas implicaban desplazamientos y sabían exacta mente en qué consistía cada una de ellas Algunos se dirigieron al curso alto del río Colvile y se dedicaron a preparar provisiones de pescado; otros iniciaron la temporada de caza del caero cimarrón en el valle Dietrich una parte de su territorio en el que no estaban viviendo; otros empezaron a competir con los indios athapaskan intetado de a or rebaño de carbúes qe tna un territorio de crianza y un terreno de pasto invernal diferentes incluso algunos se dirigieron hacia la costa y se dedicaron a Ja caza de focas No tuvieron necesidad de aprender ninguna de estas estrategias alternativas pues ya conocían y habían experimentado todas las estrategias fundamentales de subsistencia que practicaban sus vecinos y podían ejecutarlas perfectamente bien Pero la orma de llegar a conocer estas otras opciones fue a través de la movilidad, mo vilidad que dio lugar a la acumulación de un banco de información que permitía seleccionar las alternativas Quizá debamos volver a nuestra pregunta iniial acerca de los orígenes de la agricultura pero desde una perspectiva diferente ¿Qué podía forzar a un grupo de gentes a pasar de un sistema basado en un banco de información (caza y recolección) a otro fundamentado en un banco de labor (agricultura)? Permanecer en un lugar para cuidar las plantas (fgs 132 y 133) es un modo de ganarse la vida totalmente diferente a practicar las estrategias nómadas que acabo de reseñar Creo que el apremio crítico debe haber sido algo que restó seguridad a la opción del nomadsmo llo me conduce de nuevo a una serie de argumentos que planteé hace ya algunos años Pese a que la idea parece no ser muy operativa en iertas regiones contino todavía pensando que el crecimiento de la población tiene algo que ver con el problema
L CRECIMIENTO DE LA POLACIÓN
Y
LAS OPCONE S DE SUBSISTENCA
DE S CAZADRES-RECTRS
El registro arqueológico nos indica que el amplio cambio que supuso el paso de la caza y recolección a la práctica de la agricultura es básicamente un fenómeno del período Pleistoceno Tardío Si los argumentos ya expuestos que acreditan este hecho implican realmente la pérdida de las opciones de movilidad como consecuencia de una concentración demográfica tendremos que planteaos la razón de que el crecimiento de a población haya afectado nicamente a un período tan reciente de la evolución de la humanidad. Estamos ante un tema del que se sabe muy poco pero creo que os hemos equivocado al suponer que las explicaciones que damos respecto a los acontecimientos ocurridos después de la aparición del hombre sapens sapiens, hace aproximadamente
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EN B USCA DEL PASADO
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DE NS IDAD DE POBLACIÓN DE LOS CAZADOR ES RECOLECTORES PER TENECIE NTES AZONAS CON ME DI O AMBIENTES DISTINTOS L.R Binford
134 Densidad de población de los caadores-recolectores perteneientes a zonas con medio ambientes distintos. La ocedade de cazadorerecolectore regtrada etnográcamente han sdo agrupada en cnco ctegoría (de la cuva A a la E) egún el «índce de pluvioidad», obtendo mednte l dvión de la evaporación/tranpiración potencal en un lugar dado (e decr, la cantidad de agua que e evaporaría tranpraría e dpuiera del agua de forma lmtda tenendo en cuenta l radcón olr anual del lugar) y la lluva caída. S e regtra la meda de la dendde de poblacón de lo cazadore-recolectore egún u temperatura efectva el ntervalo de l lluvi cíd, e oberva que la máxma denidade de población e regtan en zon de temperatura templada (áre raada). El valor de máxma denidad en cada categoría de pluvioidad varía egún la temperatura efectva (líne gruea ajedrezada)
haber sido muy distinto a nosotros, biológicamente y en su comportamiento Se sabe que ada espeie tiene onas en las que su reprodución es óptima: por ejemplo el maí crece mejor en Iowa que asi en ualquier otro lugar ¿Por qué no tenía también que ocurrir lo mismo con los humanos por ejemplo con los aadores y reoletores? Para obtener una respuesta examiné la variación en la densidad de población de los caadores y recoletores en los distintos medio ambientes del mundo (fig. 134) En definitiva, puedo deir que el resultado ue que las máximas densidades se daban aproximadamente a una biotemperatura media de la tierra (temperatura efectiva media 5 de 144° C; es deir, en
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e hombre prmtvo no exstó en dchas zonas y el Neandertal no tuvo aí mucho éxto. Elo sgnfca que las áreas más propcas para el potencal reproductor de hombre moderno se halan en ugares de la zona templada (g 52). na vez que e hombre se nstaó con este potencal en las zonas tempadas debía producrse un reorzamento de la poblacón. El proceso se compcaría por as uctuacones clmátcas habdas durante a época de las gacacones que provocaron a extncón de certas pobacones n embargo en algunos lugares e reorzamento se produjo hasta el punto de empezarse a notar os eectos de este aumento de pobacón Esto es razonabe en térmnos bológcos: parece que, en os trópcos e prncpal mecansmo reguador es la mortaldad ments q en e tco deempeña esta la feldad y n as zonas e1padas actúan ambos Es nteresante destacar que s comparamos las tasas de crecmento de la poblacón en ugares ecuatorales del Nuevo y Vejo Mundo se observa que son mucho más rápdas en e prmero de ellos que en el segundo y e motvo hay que buscarlo en el hecho de que en el Nuevo Mundo no había organsmos natvos patógenos Cuando e hombre llegó al Nuevo Mundo ya es taba nmunzado contra estos organsmos desarrodos en el Vejo Mundo; había pasado a través de un «tro e enfermedad» que permtó que a penetrar en as zonas ecuatoraes de Nuevo Mundo se produera un crecmento de la pobacón. Esto expca el desfase cronológco exstente entre el desarrollo cutura e os cazadores y recoectores y las socedades de estado hecho que puede relaconarse tanto con la nutrcón como con as tasas de crecmento de la pobacón, ntrínsecamente dstntas, observadas en dversos medo ambentes (aunque os mecansmos todavía se desconozcan) De toos modos m opnón es que no podemos pensar en térmnos de un potenca reproductor constante, respecto a hombre en todos los medo ambentes S aceptamos que entre los cazadores y recolectores de certos medo ambentes tene lugar un crecmento de pobacón perceptbe debemos preguntaos, a a vez qué tpo de efectos producrá este cremento en su estratega normal de subsstenca Tomemos como ejempo a stuacón típca e un grupo de unas trenta personas que ocupan una extensón anua A a o largo de unos dez años, sendo el tota de área ocupada en e curso de la vda de un hombre de cnco veces aproxmadamente la extensón A (fig 52) El número de perso nas de grupo crece y en consecuenca más pronto o más tarde deben pantear se sus oblgacones de parentesco Quzás e únco probema es que hay dema sadas bocas que amentar con as reservas e pescado dsponbles y a pesa de a étca de recprocdad exstente entre elos alguno se olvda de cumpr con a obgacón de amentar a un parente Una o dos famlas se enfadan y dec den trasadarse a a próxma undad anual B. Estn en su terrtoro y tenen derecho a hacero, aunque en aque momento todavía no vve nade allí en condcones normales, todo e grupo se hubera drgdo a dcho lugar para pasar otros cnco años o más por tanto este trasado segmentaro es, en certo sent do, prematuro Cuando os recursos de terrtoro A empezan a escasea as personas que aún permanecen alí se marchan a terrtoro C, en lugar de drgrse al B porque todava están enadadas con sus parentes. En poco tempo
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destiada al curso de ua vida. E lugar de usar el territorio de ua forma seriada como ocurrira de o existir la presió demográfica se produce tesioes detro del sistema que tiede a separar y dividir a sus partes dado como resultado la utilizació del territorio como si se tratara del juego de «saltar y parar». Cuado el crecimieto de la població aumeta se sigue produciedo roces (tego alguos ejemplos iteresates documetados etográfcamete). El grupo que ocupa el territorio B podrá dirigirse al D, mietras que el que se halla e el C quizá se subdivida e dos grupos excluyetes el E y el F. Cuado el grupo ubicado e D completa el ciclo y se dirige de uevo a A, muchos de los recursos ecesarios para vivir todava o se habrá recuperado: e el Ártico por ejemplo los suces que so utilizados como leña para el fuego ecesita uos 5 años para que pueda volver a ser utilizados. E codicioes ormales ello o represeta igú problema ya que u grupo tarda e volver a ocupar u territorio por lo meos 40 años Si retora a los 1, evidetemete tedrá dificultades. Ua bada a medida que la regió se va colmado cada vez cotará co eos opcioes para elegir el uevo emplazamieto (o carecerá de ellas). Al llearse la regió de gete se restrige la movilidad y la explotació de los re cusos se cocetra. La aglomeració de hecho impide el desarrollo ormal de la estrategia de los cazadores y recolectores basada e la práctica de la movilidad como recurso de seguridad. a de las varias e iteresates respuestas a este problema puede ser u aumeto e las visitas iterregioales por parte de los idividuos (los grupos eteros ya o está e codicioes de trasladarse de ua regió a otra como hacía ates). Esto puede represetar u iteto tato de superar los tiemos difíciles como de eseñar a los iños el couto del territorio pero este iteto es totalmete irreal ya que los iños o tedrá e u futuro la oportuidad de trasladarse de u lugar a otro del territorio. Ua respuesta mucho más sigificativa es la que se refiere a los tipos de recursos de alimeto utilizados. Existe ua relació simple etre el tamaño de l aimal y la catidad de espacio que requiere para mateerse. El espacio ecesario para alimetar a u aimal co u peso que oscila etre 55 y 35 kg es bastate cosiderable (y e el Árico es eorme) Si u cazador cueta co u área de ua extesió que oscila etre 0000 y 000 km2 probablemete estará e codicioes de matar alces y caribús de forma ormal. Si se ve restrigido a u área de 80 km de logitud seguramete podrá coseguir el caribú supoiedo que su territorio coicida co ua ruta migratoria; pero o podrá cazar alces porque sus radios e acción so superiores e mucho a los del cazador. Este último que ateriormete mataba ales y preparaba su care para ser almaceada debe cotetarse ahora co aimales de meor tamaño: áades o pescado o e áreas costeras icluso mariscos. E poco tiempo y a teor de la dismiució de su capo de acció se ve progresivamet forzado a rebajar el tamaño de sus pre sas. Es ievitable que fialmete prescida de los aimales y se dedique a las
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observada en las zonas templadas parece ser que fue e hecho de drgrse haca los lugares con recursos acuátcos). En segundo ugar a dependenca que mpca el cudado de las plantas va en aumento En tercer lugar y debdo a que la poblacón sgue crecendo (s se halla en un medo ambente que ofece opcones con posbldades) la demanda de consumdor aumenta pero ahora e espaco está lmtado y es oblgado estabecer algún tpo de ssema de produccón nten svo (es decr la agrcultura) Desde el punto de vsta meodológco el modelo de concentración no es pre csamente un modelo de fácl aplcacón ¿Cómo pueden los arqeólogos medr el crecmento de la poblacón o su concentracón? En certo sentdo la tua cón es basa paecda a la de un médco qe obsea os sta e nenta determnar la enermedad Uno de los «síntomas nteresantes que nos puede proporconar el modelo de concentracón es e hecho de que los ntentos real zados por los cazadores tendentes a conducr manadas o domescar anmales deberon preceder a la domestcacón de las plantas En las secuencas arqueo lógcas de Perú parece que se cumple este síntoma ya que los camédos y los conejllos de Indas aparecen unos 2000 años antes que as plantas domestca das Asmsmo los trabajos reaados por Dexter Perkns y oros en el Próxmo Orente sugeren que en esta regón las ovejas y cabras domestcdas preceden tambén a las plantas.36 Algunos de estos hechos que antes no podían tratarse de rma adecuada empean a cobrar sentdo. Otro síntoma nteresante lo consttuye el nco de un estlo de vda sedentaro Ya observé anterormente que uno de os mayores contrastes entre el Vejo Mundo y Perú por un lado y Mesoamérca y Norteamérca por el otro resde en la dferenca exstente entre la aparcón hstórca del sedentarsmo y la evdenca del uso de plantas domestcadas; en las áreas ctadas en últmo lugar as plantas domestcadas preceden ncluso durante un período de tempo consderable a la aparcón de asentamentos esables mentras que en las prmeras áreas ctadas ocurre lo contraro. S aceptamos como probable qe la proteína anmal es mportante tanto a nvel nutrtvo como de reproduccón humana37 la agrcultura por sí soa nunca resolverá e probema de la concentracón. Una alternatva de almento que no sea vegetal por ejemplo los recursos acuátcos 38 y la domestcacón de anmales ayuda a ntensficar la produccó de almento para uso humano que no sea vegetal En tales condcones el paso a sedenta rsmo puede preceder a a adopcón de la agrculura ésta aunque quzá sea muy mportante por su contendo calórco nunca podrá resolver e desequlbro exstente entre e almento anmal y el vegeal. En Mesoamérca y Norteamér ca, así como en algunas regones de la Europa emplada e aumeno del sedentarsmo potencado por la explotacón de recursos acuátcos parece haber preceddo a la adopcón de la agrcutura Por otro lado en aqueos gares donde no había alternatvas acuátcas n se domestcaba a los anales a práctca de la agrcultura seguía sendo una estratega que proporcoaba calorías y la mo vdad era el únco medo de asegurar a adquscón de almento anmal a par tr prncpalmente de los recursos terrestres En estas crcunstancas e seden tarsmo se mpone mucho después de la adopcón de a agrculua como estra-
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aunque de hecho se trata de una deprsión de amplio espectro y no de una revolución. Los cazadores y recolectores debido a su tendencia a concentrarse en una región se vieron obligados a rebajar el tamaño de los animales de caza y a incrementar el número de espacios cada vez más reducidos dode producir los alimentos compensando así la imposibilidad de poner en práctica las estrategias más especializadas que empleaban cuando ejercitaban la caza sin lmites espaciales. Este cambio es quizás una de las mejores pistas que tenemos para coocer los procesos que tuvieron lugar en relación con los orígenes de la agricultura. Creo que o podremos usar como ndice la relación entre la diversidad de especies y el tamaño de los animales hasta que no estemos en condiciones de predecir con cierta exactitud en qué mometo de la secuencia arqueológica deberíamos observar los primeros signos de prácticas de labores intensivas. Respecto a la zona oriental de Norteamérica estos procedimientos parecen operativos. Puede demostrarse por ejemplo que cualquier grupo de cazadores que se vio forzado a su bsistir a base de moluscos en una época del año tan tempraa como febrero se encontraba sólo a un paso de adoptar la agricultura. En otras palabras en aquellos lugares donde la presión sobre los recursos es tan uerte que llega a limitar las provisiones en otoño y hace por otra parte que la caza escasee en invierno de modo que únicamente puede contar con los molusos a principios de la primavera se dan las circustancias idóneas para que e poco tiempo se inicie el cultivo del maz. El desarrollo de las ideas que acabamos de exponer puede ser provechoso pero debe hacerse una sugerecia adicional importante: todas estas teorías o modelos ideados para que nos proporcionen una explicación acerca de por qué razón ocurren las cosas no pueden contradecir de orma directa el registro arqueológico. La mayoría de las diversas teorías expuestas a lo largo de este capítuo otorgan distintos signifcados al heco arqueológicmente demostrado de que co el paso del tiempo cada vez se utilizaron en mayor medida los recursos alimentarios menores y más localizados. Ya he puesto de manifiesto que Flannery se refiere a este modelo como la «revolución de amplio espectro una respuesta de los cazadores que vivan uera de su Jardín del Edén. Hassan por su parte cree que es resultado de la toma de conciencia de las ventajas que proporcionan los recursos seguros surgidos a raíz de los cambios ocurridos en el medio ambiente. Cohen en cambio considera estos mismos hechos como evidencia de la relación establecida entre las estrategias de subsistencia y la presión demográfica en general; es decir que a disminución en la relación existente entre el alimento dspoible y la demanda del consumidor dio como resultado u mayor uso de alimentos poco «apetecibles». Hayden inalmente opina que el mayor uso de recursos «escogidos» aquellos que se reproducen rápida y abundatemente tiene su orige en la sabidura acumulada de las poblaciones que han surido una tensión continua e inexorable. 40 o mismo he argumentado aqu que estos hechos reflejan una táctica de refuerzo. La función de los mecaismos homeostáticos que tienden a manteer los grupos locales de cazadores-
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Tods ests teorís, deds por los rqueólogos, no son sno mers forms de proporconr dstntos sgnficdos l msmo modelo empírco demostrble en el regstro rqueológco; y estoy seguro de que es posble ofecer muchs otrs nterpretcones No me cbe l menor dud demás, de que s se enun cn otros modelos empírcos (gulmente sujetos nterpretcones mbgus) se podrín desrrollr rgumentos dconles sobre otrs cuss del orgen de l grcultur bstnte dstnts. ¿Cómo escoger entre tods ests nterpretcones lterntvs de los msmos hechos? ¿Cómo decdr entre ls dverss teorís y entre sus dferentes tendencs? Vemos que en los csos que hemos lustrdo ls regls pr el conocmento dervn generlmente de ls teorís ctads Es dcir, el sgnfdo ddo observcones rqueológcs será compatible con los mecnsmos sumdos de cusldd que conformn ls teorís Ello sgnfc que culquer pelcón los mterles empírcos del regstro rqueológco representrá smplemente un «rgumento comodtco post hoc», que necesrmente poy l teorí. S queremos slr de est stucón, totlmente nstsfctor, debemos desrrollr un lenguje propdo y crer los nstrumentos necesros pr medr ls vrbles que observmos en el regstro rqueológco; pero pr ello debemos lcn zr cert objetvdd l hor de evlur ls teorís.1 Ello sgnfc que pr poder hcer nferencs, l rqueologí necest desrrollr un Teorí de Alcnce Medo42 que hy sdo ded y probd en contextos ntelectules pr tdos de ls teorís sobre el comportento del psdo que ntentmos evlur. En generl, l rqueologí no h sdo cpz de drse cuent de que pr refutr o poyr ls teorís se requere un cuerpo de técncs de nferenc dotdo de soldez, grntzdo l mrgen d ls teorís cerc de l dnámc del psdo
9.
CAMINOS QUE CONDUCEN A LA COMPLEJIDAD
Las socedades complejas y las cvlzacones surgen en épocas dferentes y en dstntas partes del mundo, cas sempre después del desarrollo de la agrcultura. Conocer el modo en que se orgnaron es un tema que me ha interesado desde hace mucho tempo M tess doctoral, leída hace unos vente años versa ba sobre la aparcón de los sstemas socales complejos en el Este de Norteamé rca 1 pero desde entonces no he vuelto a traajar drectamente sobre el tema. He ntentado e toos modos, estar al corrente e los abundantes trabajos aparecdos ya que m nterés, desde un punto de vsta metodológico y procesual 35. Una esquina del «palacio» de Labná Yucatán Mxico La impresionante inversión de tabjo y habilidad, así como el elaborado sibolismo, que imlica una esrucura como ésa, desaía nuestra caacidad explicaiva: ¿por qu ocurrió? (De l archivo del profesor Fay-Cooer Cole, en posesión dl auor en la acualidad)
CAMOS QUE CODUCE A LA COMPLEJIDAD
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sgue en actvo ¿qué estrategas han segudo los arqueólogos al ntentar explcar este fenómeno? Debo decr que no puedo suscrbr la mayoría de los textos leídos sobre el tema Por tanto quzá sea neresante consderar brevemente algunas de lo que para mí son lmtacones en los modelos de pensamento que prevalecen corentemente En prmer lugar deberíamos desechar por completo algunas de las deas acerca de los orígenes de los sstemas complejos que en su tempo alcanzaron gran renombre (y que todavía podemos encontrar en la lteratura contemporá ne) Po eemplo la pmras generacones de antropólogos acostumbraban a argumentar que el conocmento como ocurre con los orígenes de la agrcultura) ha sdo de alguna manera u ftor !mtador crítco eplcar la aparcón de la cvlzacón fg 135) mplcaba smplemente ntentar magnar lo que ndujo al hombre a nventar el arte la filosofía los complcados sstemas legales etc Incluso en épocas comparatvamente recentes algunos hstoradores y ar queólogos han ntentado defnder que tales logros maravllosos sólo son posbles cuando el hombre lbre dspone del tempo de oco necesaro para poder desarrollar actvdades «pensadas» Esto tampoco es certo ya que los grupos de cazadoresrecolectores normalmente dsponían de más tempo lbre que las socedades compleas. Tambén exsten argumentos de la varedad ortogenétca los cuales defenden que certas culturas humanas poseen una espece de dnámca ntrínseca una tendenca nherente al crecmento progresvo La gente que se ncó en la dreccón corecta por así decrlo tuvo mayores posbldades de alcanzar la cvlzacón que aquellos que malgastaron sus vdas hacendo co sas que no conducían drectamente a la cvlzacón occdental No es dfícl ob sevar la falta de coherenca de estos argumentos y creemos que no merecen que les dedquemos más tempo ONOPOLISTAS, ALRSAS
Y
GRADES-HOMBRES
ncar ms estudos sobre el orgen de los sstemas compleos y lo hce desde una perspectva claramente amercana que sn duda condconó ms pasos exstían dos grandes tendencas: la defendda por Marshall Sahlns en su tess doctoral y la seguda por mí tambén en la tess doctoral. Creía que el poder era una consecuenca de los monopolos sobre la produc cón y que éstos eran en gran medda una respuesta funconal de las socedades que dependían báscamente del almacenamento y cuyos recursos almentaros se hallaban localzados en espacos muy reducdos Según los datos etnohstórcos y arqueológcos obtendos en el Este de Norteamérca parece evdente que el pez anádromo es decr, peces como el salmón que vven en agua salada y remontan el río para desovar en agua dulce consttuye un recurso crítco para algunos grupos humanos que dependen del almacenamento fig 136). El acce so a un producto almentco de este tpo es sn embargo muy dfícl: los peces no son fácles de pescar en agas profundas y cuando alcanzan aguas superfcales se encuentran en un estado tan depauperado que no vale la pena pescarlos, A
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EN 8USCA DL PASADO
DISTR IBUC ÓN D E LOS ASENTAMIENTOS POWHATAN
107 Símbls e = aldeas ® " poblads
15 millas
36. Distribción l los asntamintos powhatan en a Baha Chsapak, Virinia. 1607 Obsérs a concntración l adas poblados xistnt n a zona d transición ntr as
CANS QUE CONDUCN A LA CMPLJIDAD
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monopolo sobre un recurso crítco que podía ser ejercdo según sus convenen cas poltcas por toda la regón En la actualdad, sgo creyendo que este modelo es operatvo en cas todas las socedades conocdas del Norte de Amérca que han alcanzado un nvel socopolítco elevado y una base despótca clara Es nteresante resaltar que la mayoría de ellas son undades polítcas pequeñas con una poblacón que no excede los 3000 habtantes Aquellas comundades que presentan un número mayor de habtantes están ntegradas de forma bastante dstnta (como pueden ser las confederacones u otras formas polítcas más «democrátcas»). Los autén tcos poderes dctatorales ejercdos tanto en lo que hace referenca a la vda como a la muerte, por los ndvduos prncpales de los sstemas pequeños (basados en el monopolo de los recursos), no se dan en otros tpos de socedades norteamercanas Las decsones sobre asuntos relaconados con la guerra o el arbtraje de dsputas ecuentes en las alanzas polítcas dependen normalmente del consentmento unánme de los consejos formados por representantes de dversos segmentos de la socedad y de grpos de parentesco 4 Algunos de los sstemas así organzados pueden llegar a ser muy extensos, con una hegemo na polítca que abarca áreas de aproxmadamente 750000 km e ntegran hasta 200000 habtantes Exsten por tanto, grandes contrastes en el regstro etno gráfco de Norteamérca: por un lado las confederacones polítcas extensas, cuyo poder es ostentado por organzacones tpo consejos en lugar de ndvduos nvestdos en un status elevado por el otro están los cláscos sstemas pequeños organzados nternamente, que basan su exstenca en el monopolo de los recursos de subsstenca crítcos Pero Sahlns adoptó un punto de vsta dferente En base a unas nocones marxstas bastante smples, supuso que en el nco de las socedades complejas todos los jefes deben ser empresaros despótcos que explotan a las masas su conocdo trabajo de campo llevado a cabo en la Polnesa pretendía demostrar este punto de vsta Pero lo que realmente encontró allí fue algo bastante dstn to Los jefes no parecían ser unos sucos empresaros sno más ben unos ndvduos agradables que actuaban de forma altrusta de hecho, se trataba de unos personajes que ntentaban cumplr con sus electores realzando alanzas en tér mnos de enlaces comercales con el exteror Ello mplcó que Sahlns tuvera que desarrollar una nueva hpótess para explcar el desarrollo del poder y argu mentó, entonces, que las jefaturas y los status poderosos eran en potenca el resultado de un comportamento altruista, por medo del cual los ndvduos prncpales redstrbuían los productos (u organzaban su dstrbucón) de forma que todos los membros de la poblacón puderan tener acceso gualtaro a los productos obtendos dferencadamente en los dversos lugares del entorno Ev dentemente el modelo (fg 137) presupone la exstenca de poblacones seden taras El sedentarsmo, a su vez combnado con la dversdad exstente en el medo ambente, se contemplaba como la base mecánca para la dversdad pro ductva a nvel regonal (ya ue los ndvduos de dstntos lugares no podan producr las msmas cosas) A corto plazo la dversdad puede colocar a unos ndvduos en poscón ventajosa respecto a otros; pero s el sstema pretende
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ANTEPASADO MÍTICO = Acmlación
· Redistribución
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b ANTI GUO JEFE
Modelo de redstrbu ón de productos entre los pa entes que ocupan zonas con medo ambentes dferentes; la edstrbucón da como resultado una unón smbólca entre las áreas con una productvdad dferencada. (Reproduc cón autorzada del orgnal aprecido en Flannery y Coe, 1968 fg. 4 p. 280) 137.
exedente en un área para dstrburla en otras zonas uya produón es defi tara o está basada en otro tpo de produtos 5 ¡Este modelo redistributivo láso fue reado en parte porque Sahlns desubró que no odaba a los jefes polnesos sno todo lo ontraro le gustaban! Una vez plasmadas estas deas en su tess dotoral leída en la nversdad de Columba omenzaron a apareer artíulos 6 en los que se ritaba este punto de vsta: se le ensuraba la nonsstena del modelo en base a los datos que el msmo Sahls había empleado Estas rítas ponían de manfesto que en las slas del Paífo donde la dversdad ambental es onsderable (un elemen to mplíto en el razonamento), los terrtoros polítos no abaran áreas paraelas a la osta sno qe omprenden zonas que van desde la osta haa el nteror de ma que cada omundad nluye en sus domnos toda la gama de dversdad eológa presente en la regón. De esta forma dfílmente podía argumentarse que la funón prnpal de los jefes y de las alanzas entre jefes tenía omo fnaldad generar smboss regonales y asegurar a ada uno de los ndvduos un aeso gualtaro a todos los produtos Las suposones hehas por Sahlns sobre la Polinesa paree que no fueron planteadas en los térmnos adeuados Ello no mpdó que los arqueólogos rápda y gustosamente adoptaran el modelo de Sahlns7 Por todas partes fueron dentfados sstemas prehstóros le redstrbuón organzados por agentes on poder entral ndvdos agrada bles que daban salda a los produtos y generalmente ofreían una vda segura
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Simltáneamente, algnos antopólogos obsevaon qe cietas áeas del Pacfico (pincipalmente la Melanesia) oecían ejemplos etnogáfcos inteesantes a los qe se poda acdi paa contasta el modelo. Constataon qe en Neva Ginea y Boneo existan cietamente pesonas con n status elevado, peo qe no estaban asociadas a sistemas económicos edistibtivos De acedo con las ideas de Sahlins, los altistas agentes de distibción se dedicaan a poca el bien de la mayoía; en vitd de este compotamiento desineesado adqiieon s status y mediante la adqisición de este status obtvieon el pode: po tanto es ccial paa la eplicación de este azonamiento la conjnción de la pesencia de sistemas edistibtivos y la posesión de n status elevado. Sin embago, ello no paece qe ociea en cietas áes e !a Polinesi. La espesta de Sahlins a estos desafos consistió en ofecenos n jego semántico en esencia, consideó qe el poblema ea inexistente En s ingenioso ensayo titlado «Poo man, ich man, bigman chief . .»,8 amaba qe estas sociedades de Neva Ginea no están ealmente oganizadas o basadas en sistemas edistibtivos y qe s oganización jeáqica es más apaente qe eal. S conclsión ea qe son epesentativas de n tipo de sistema my distinto llamado sistema granhombe. Con todo, tanto Sahlins como otos aqeólogos han continado centando s inteés en las jefatas edistibtivas. Ceo, sin embago, qe los ogenes de la complejidad social hay qe buscalos en las sociedades oganizadas en tono a gandeshombes Explicaemos a continación, en beves palabas, cómo fnciona n sistema ganhombe. Cando n hombe llega a la madez, empieza a competi con ss igales con el fin de establece alianzas, negociables fea de s gpo, con individos petenecientes a otas nidades sociales distibidas po los alededoes Ello compota na ma de intecambio ecípoco etadado Un fto ganhombe ealiza na alianza mediante la donación, a s nevo socio de alianza de n obseqio o smbolo de s agadecimiento n colmilo de veaco tallado o na concha de gandes dimensiones pocedente de la costa, o algn tipo de objeto qe haya obtenido a tavés de ota alianza. Una vez el socio sa o conseva esta peba de amistad, está en condiciones de pedi al ganhombe ayda en lo qe hace efeencia al alimento hospitalidad paa él y paa los miembos de s gpo. Ss segidoes consigen segidad y el ganhombe obtiene pestigio. Si el ganhombe ocpa na posición favoable y podctiva, y tiene éxito al negocia las alianzas con individos qe viven en distintos lgaes de la egión, difcilmente necesitaá tiliza ss alianzas e «intecambia» ss obseqios paa consegi a cambio alimento paa s gpo. Dispone de na gan segidad, qe pede ofece a aqellos qe se alían con él y viven en el poblado En los sistemas ganhombe, la competencia se establece po las pesonas y ello da como esltado na gavitación de gentes (especto al lga de esidencia) en too a los gandeshombes. El status se ve incementado en aqellos casos en qe los indiidos peden ofece segidad a ss segidoes gacias al númeo de alianzas qe han establecido. Cando la cosecha falla, los segidoes de n ganhombe se ven potegidos a coto plazo poqe éste pede tiliza ss alianzas paa consegi alimento paa ellos peo a pati del mo-
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entones a otro aspirante a granhombre que les ofreza una mayor seguridad. El resultado de este interesante y efiiente sistema es un movimiento de poblaión onstante a través del hábitat que oinide asi totalmente on los modelos ambiantes de la produión difereniada. En ontraste on el hipotétio sistema de jefaturas de Sahlins donde el status se adquiere omo resultado de la redistribuión de artíulos de onsumo en un sistema granhombre no son los poductos los que se trasladan sino los individuos. Las flutuaiones a orto plazo de la produión se ven neutralizadas por los modelos de status diferenia dos porque éstos produen el efeto de una onstante puesta al día de la distribuión de poblaión en relaión on su produión real. Evidentemente los medio ambientes estables, on diferenias más o menos peanentes en la poduión (deerminadas eológiamente) tienden a favoreer la apariión de individuos on un status elevado que nuna se ven en la ne esidad de reurrir a sus alianzas. Podríamos suponer que en ello radian las bases neesarias para la obtenión de ierta ontinuidad en la distribuión diereniada del status y de la poblaión en una región; es deir el iniio de una soiedad ompleja con poder instituionalizado y on diferenias de riqueza. De todos modos paree que las osas no son así. Las alianzas de un granhombre negoiadas a nivel individual no pueden ser edidas a otra persona no son transferibles a sus hijos los uales deben negoiar las suyas propias. En onse uenia, uando un granhombre on éxito se muere sus alianzas mueren on él y sus ompetidores ganan en status omo onseuenia de esta muerte. Por tanto existe un inevitable trasvase de poblaión relaionado on la muerte de personas dotadas de un status elevado. Si en la región existen diferenias en el medio ambiente muy maradas los desendientes del granhombre neesitarán probablemente poo tiempo para negoiar nuevas alianzas favorables y atraer de nuevo haia sí a los seguidores. Con el tiempo se observaría un modelo periódio de flujo y reujo de poblaión en torno a los entros que disponen de una produión segura y la presenia ontinua a lo largo de generaiones de individuos on un status elevado. Supongo que nos hallamos ante una espeie de monopolio pero un monopolio muy distinto de aquellos que se basan en el aeso espeífio a los reursos rítios ¿Cómo podría un sistema on estas araterístias derivar haia una soiedad ompleja lásia basada en el poder auténtio? Siempre he reído que el poder se iniia uando se está en ondiiones de reuniar on impunidad a una rela ión soial Ustedes y yo podemos estableer el auerdo de que todo lo mío es suyo y todo lo suyo es ío. Pero si en los momentos difíiles ignoro este auer do y no sufro las onseuenias, a partir de este momento he dado ya el primer paso haia el poder. É sta es una noión bastante negativa del poder que normalmente ha sido onsiderado en términos de hacer leyes a la medida de uno en la prátia, por lo menos desde un punto de vista evolutivo reo que el poder guarda relaión on romper las leyes hehas a la medida de uno y presindir de las onseuenias Quizá deberíamos entrar nuestra atenión en las ondiiones bajo las uales ello puede ourrir en el ontexto de los tipos de organiza-
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es ácilmente detectable en las culturas rimitias quizá nunca llegó a existir, salvo en la imaginación de Sahlins El moimiento institucionalizado de roductos a granel no deja de ser una caracterstica roia de las sociedades de estado industrializadas, ero no tanto de las sociedades rimitias9 Por otro lado los sistemas que ractican un reajuste continuo de la distribución de los consumidores (en Jugar de Jos roductos) en unción de las variaciones de Ja roducción arece que son a tenor del registro etnográco muy numerosos y los tenemos bastante bien documentados ¿No se darían con la misma ecuencia en el asado rehistórico? NTENSFCACÓN Y SPECIALZACÓN
Permítanme que examine otra idea muy extendida sobre los orgenes de las sociedades comlejas El razonamiento es simle En ciertos sistemas con una roducción de subsistencia es osible aumentar la uerza de trabajo con el fin de incrementar la roducción total marginal, o cambiar o acrecentar la tecnolo gía de roducción en istas a mejorar la ecacia de la uerza de trabajo o modi icar el carácter de la roducción1 El objetivo de tales cambios es roiciar Ja roducción más allá de las simles demandas de los roductores A artir del momento en que ello es osible queda libre el camino ara mantener a ersonas metalúrgicos ceramistas esecialistas de la olítica etc (igs 3840 que no están directamente relacionadas con la roducción de subsistencia 1 Una esecialización de este tio se dice roorciona las bases ara e] desarrollo de una comlejidad de mayor envergadura Por tanto, la comrensión de los sistemas comlejos imlica el centrarse en dos temas cruciales: . Qué clases de incentios existen aa la roducción más allá de las necesidades de subsistencia inmediatas? y 2 ¿de qué orma estos excedentes inuyen en la ormación de las sociedades comlejas Considero extremadamente difícil adentrarme en este tio de razonamien tos Soy esencialmente darinista y creo que los sistemas culturales cambian bajo condiciones de selección natural; que éstos se en emujados y arrastrados en dierentes direcciones y tabién que la forma en que se roduce el cambio guarda relación con la manera que tiene la gente de resoler sus roblemas Los «adatacionistas» no importa si oeran bajo un aradigma idealista como Bennett según Ja moda materialista deendida or Harris 1 o si se dejan fascinar or los rinciios del «mínimo esuerzo» , 1 de «reducción de riesgos»1 5 o or la «teoría de la recolecció ótima» 6 intentan constuir una exlicación teleológica que justique las direcciones seguidas (o imaginadas) or la historia de la eolución Creo que el rinciio a seguir más ráctico ara construir una teora es aquel que guarda relación con el rinciio de la inercia Un sistema ermanecerá estable hasta que se ea resionado or uerzas exteas a su organización como sistema Ante reguntas tales como ¿or qué surgen los siste-
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Por tanto la idea de que un aumento en la producción es undamental para el origen de la complejidad social me lleva a preguntar qué problema se resuelve al aumentar la producción ¿Cuáles son las diicultades a las que se enrenta un grupo de gente que justiiquen de orma directa en términos de seguridad el cambio tecnológico la intensificación del trabajo y el aumento de la producción ¿Qué les lleva a desarrollar estas estrategias y otras nuevas? No creo que la motivación sea simplemente psicológica una especie de intento prehistórico de superar al vecino ni tampoco son aceptables las explicaciones vitalistas tales como que una sociedad «quiere prosperar» o que está «preparada para civilizarse». Incluso las formas de vitalismo menos censurables son cuando menos ortoge nésicas en cuanto asumen un principio motor interno o «móvil principal» En el caso de aproximaciones tales como la teoría de la recolección óptima, se dice que la disminución del gasto de energía aumentará automáticamente la «capaci dad» y por tanto ésta se verá avorecida de ora selectiva Tales suposiciones implican principios vitales de dinámica interna que son considerados como tra yectorias evolutivas adaptadas. 1 El sistema creo debe de alguna manera enconrarse ante una situación acuciante ante algún problema Los argumentos en deensa de la intensiicaciónespecialización deben ir acompañados de indicaciones adecuadas acerca de la naturaleza de estas situaciones acuciantes y probleas. ¡El presupuesto parece que estriba en que cualquier hombre «racional» busa un beneicio! Ésta es otra manera de poner de maniiesto que casi todas nuestras teorías sobre el porqué emergieron los sistemas sociopolíticos complejos son argumen tos caducos inspirados en gran medida en direntes ramas de la ilosoía económica. Estamos cometiendo el faux pas metodológico de explicar el unciona mieto interno de los sistemas modernos mediante argumentos uncionales y orecerlos como explicaciones de la orma en que cambian o han cambiado los Una adolecete de Miyako, islas Rykyu, confeccionndo ítem de dambea para intercambiaro. (Foto tomada en junio de 953 por E Santry y cedida por el autor) 138.
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sistemas en el pasado Éste es sin duda, u n problema fundamental, pero existen también otros problemas adicionales incluso en el supuesto de que se acepte una posición gadualista y se adopten f rmas diversas del funcionaliso econó mico como si se tratara de una teoría Por ejeplo Ja aparición de una especia lización artesanal se considera fecuentemente coo un paso decisivo hacia la configuración de Jos sistemas copleos; pero no veo la razón de que la especia lización artesana] tenga necesariamente que jugar un papel importante En Áfi ca por ejemplo e] trabajo del metal (sobre el que poseeos una inoración considerable) es realizado principalmente por parias. Los individuos especializados en la producción de ceráica como es el caso de Jos técnicos ceamistas de] área de Tarascán e Mxico petnecen genealmente a los eores desfa vorecidos y desprotegidos de la sociedad son gente que carece de tierras y no 139 Muje en Ah Tso
navajo tejiendo cerca del lago Colorado, Ariona no viembre de 935 (Foto edida por el Maxwell Museum of Anthropolog Universidd de Nuevo México.)
Ceramista realizando su trabajo Nah Okinawa islas Ryukyu, 952 40.
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tiene acceso a la producción de alimento La mayoría de los ejemplos de espe cialización con los que estoy amiliarizado a través del registro etnográico), procedentes del Nuevo Mundo Asia y África, sugieren que estos especialistas son individuos que luchan por conseguir un lugar en la sociedad (ig 141. Esta situación difiere considerablemente de la contemplada por muchos arqueólogos quienes consideran que es la organización de la socieda: la que cambia, la que hace posible y potencia el mantenimiento de los especialistas casi podríamos decir a la manera renacentista Este tipo de observaciones procedentes del Tercer Mundo ig 142 pueden, o no ser de interés para nuestro problema, pero todavía desconozco si los arqueólogos est
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Un mercado e n las ae e Hng Kn, 1952. «Nuestro pase dscurró a través de ua calle larga, ell ejempl de la calles cas . Aqu pdams ctemplar cóm ls artesas atvs realzaa su traaj afaosamete y vedía ls prducts elabrad td ell e ua úca atacó que servía para ls tres cmetds: cm taller, almac y c mstra dr Allí estaba ls grups de stradres de metal calderers btrs y fradres, apñads e sus casas estrechas e medo del estrépt que prduca ls martlls de ls fras Tam haía carpters zapateros, sastres athas de r y plata paragüers abaers, dguers talladres de jade, grabadres de ells y decradres, c ls maestrs de las umersas artes que aastecía las ecesdades lus de la vda cha. Ms all se pda ctemplar las tedas de cuadrs exedo las llamatvas ras de ls artstas atvs E cada esqua se veía ccas prtátles que etre vapres prporcaa a ls espectadres hamrets ls sarss gredetes de a cmda rpda Para ls ms aderads exstí a l larg de la calle ua see e casas e cmida taeras y casa de t U pc ms adelate, ua multtud de ugadres dsputaba us pcs metrs cuadrads de uel c ls prpe tars de las paradas de araas co ls vededres ambulates de dulces. Cerca de td ell se ecntraa las tedas be surtdas de ls prestamstas . . . » (Smth 1847 p 289) 142.
grupo se subdvide en dos o más unidades smlares que llevarán a cabo sus ac tividades de orma independiente y en emplazamienos dferencados Incluso entre los oricultores donde la amilia, extendid (fig. 44) o no, constituye una de las unidades de producción báscas, el crecimiento poduce a dplica cón de estas unidades básicas. Se forman más mlias s bscan nuevos «espacios» para que dichas fmilas puedan actuar como unidades de produccón. Ésta e la típca estructura general de cecimiento ue se observa en los lugares
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Una hda cD1npletu d uzadvs-revore: bqum h qu v t Sn
t y /Gam Nmb al grup puede cnsderse la undad de pduccón; e crecment d com resutad ceacón d tas unddes semejnes és (F tmad en 97 pr L Fure cedd p e African Museum Jhnnesurg.)
donde se producen concentraciones como ya vimos en el capítulo 8); y los contextos selectivos que favorecen la práctica de diversas tácticas de intensifcación son consecuenca de este modelo de crecmento. Creo que en un momento determinado de la trayectoria de intensificación se produce una ruptura importante respecto a las formas de crecimiento vigentes hasta entonces Estas unidades de producción básicas y de reciprocidad generalizada (por emplear los térmnos
L m extendda de Tahhaa Gensh, en e pad de Fátm Oknwa (ss Ryukyu) 52. 144
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145 Una via d la omunidad intrua de El Porvenir udad de Panamá, Panamá, en 1967. Los dvdu em graron a sta omunidad procedente d otra unidade ocials má tabl; l crecimiento obligó a una erie d prona a eparr de la unidad ocial n la qu habían nacido. (Foto cedida por W. Salvador )
de Sahlins) en lugar de duplicarse inician el desarrollo de una serie de conven ciones destinadas a excluir individuos; es decir ciertas personas son apartadas de forma que la unidad mantenga su tamaño y emplazamiento estables (ig. 145) En tales condiciones el crecimiento de la población da como resultado la aparició de una clase d e personas desasistidas que cambia considerablemente el panorama y también las unidades de competición. 20 Algunos de mis colegas y alumnos han estado trabajando durante los últimos años entre grupos de cazadoresrecolectores de Botswana que, por diversas ra zones han adoptado la agricultura y el pastoreo y se han hecho sedentarios y autosuficientes. Entre la práctica de la cazarecolección y el sedenarismo total existe una amplia gama de situaciones y matices, pero en este contexto quienes más nos interesan son aquellos pueblos q ue se hallan en una situación intermedia es decir que no pueden ser clasifcados como totalmente cazadoresrecolectores ni como totalmente sedentarios: podríamos decir que estn entre «la espada y la pared» En las socidades azadorasrecolectoras la ética de comportamiento que prevalece gira en torno a la reciprocidad generalizada de modo que la gente comparte libremente con sus parientes sin esperar a cambio una com pensación concreta o inmediata Sin embargo si un hombre tiene a su cuidado un rebaño de cabras y debe reforzar su propiedad porque cada vez es más se dentario, se verá en la obligación de rechazar a sus parientes cuando éstos ven gan a pedirle una cabra para cenar. Los antropólogos han observado que los nicos individuos que tienen éxito son aquellos que prescinden de sus compromisos sociales y se enrentan a la presión social que les obliga a compartir su riqueza y a no ser tacaos. Para capitalizar su producción, deben ser desleales con su propia sociedad. Una vez desligados de ella, disponen de una especie de libertad de maniobra que es ipensable en aquelos que todava respetan las reglas sociales Abandonada ya la prácica de la reciprocidad generalizada su seguridad depende de su talento y no de sus parientes que por oro lado, ya
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146 Un granhmbre de Nueva Gunea exibend ls drns, frut de sus nterambs, que pnen de anfest su statu elevdo dentr del grup lcl (Ft edda pr M Strthern.)
han sido rechazados; rápidamente se conierten en comerciantes y emiezan a negociar de ormas diersas con gentes que no ertenecen a su sistema Son los rimeros que deuestran interés en comerciar con los antroólogos que llegan a sus tierras o con los agentes gubeamentales que quieren erfra ozos. En otras palabras deben oganizar su seguidad en función de os medios que les oece el mundo exterior al margen del sistema del que roienen ARATIJAS
Y
MiÍS
¿Son el comercio y el intercambio realmente las causas del desarrollo oltico y social tal como han sugerido ecuentemente los arqueólogos?21 Quizá plantear de nueo la discusión aunque sea breemente sobre el sistema del granhombre no ayudará a proundiar en este tema con cierta ersectiva La mayoría e nosotos heos contemplado en las páginas e revistas tales como National Geographc fotografas de los graneshombres de las altiplani-
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colgantes pinturas, plumas y toda clase imaginable de baratijas ofrece el aspecto de un árbol de Navidad profusamente decorado. Los ítems que llevan son obsequios uto de las relaciones sociales y que circulan exclusivamente en fun ción de las alianzas negociadas entre individuos (a las que me he referido anteriormete) No se trata de mercancías sino de símbolos no se intercambian en unción de su valor intrínseco y son utilizados porque informan acerca del nú mero y variedad de alianzas que un individuo ha realizado Los objetos y las materis primas de fácil obtención y que aparecen con profusión a lo largo e la región no proporcionaban obviamente demasiada información. Por tanto en todos los sistemas granhombre existe un auténtico interés por tener acceso a ítems exóticos conchas procedentes de la costa, diferentes clases de plumas de colores y e mateias primas que pueden ser obtenidos únicamente en unos lgares muy concretos: cuanto más raros y específcos sean éstos mayor será la información que proporcionen Algo similar observamos en el registro arqueológico del Este e Norteamé rica all se constata una secuencia evolutiva que se inicia hacia el 6000 a.C y que culmina en el período que va desde el 250 aC al 250 dC con un sistema de intercambio que incluye la circulación de una gran varidad de productos a escala realmente continental (fig 147 Conchas Busycon procedentes de la costa del olfo aparecen normalmente a 1500 km de su lugar e orgen en nume rosos enterramientos ubicados a lo largo e la región de los Grandes Lagos; cobre ativo originario del territorio situado al orte del Lago Superior ha sido localizado en poblados y necrópolis del Medio Oeste; mica de las minas de Virginia se encuentra a lo largo del valle del Mississippi; galena salida de las minas del Norte de Illinois aparece en enterramientos del Sudeste en el Norte y Sur de Carolina y en Florida3 pequeños botones y otros objetos de adorno de hierr meteórico procedente e los lmites de las Plains han sido hallados en yacimientos del Medio Oeste; obsidiana extraída en el Yellowstone National ark en las Montañas ocosas, se encuentra desde Wisconsin hasta Ohio La circulación e todos estos productos implica la existencia e un sistema compleo y muy amplio un sistema cuya escala geográfia es comparable a la extensión que ocpan la Europa central y occidental juntas Si realmente el comercio estmula la compleidad política, deberamos esperar a uzgar por la escala y volumen de la red de circulación documentada el desarollo de algo semejante a la Roma clásica en áreas tales como Ohio y en una época tan temprana como el ao 100 aC Sin embargo sistemas de intercabio tan exensos como éste se desconocen en aquellas áreas del mundo en las ue se desarrollaron las llamadas «grandes civilizaciones» ni en el Próxi mo Oriente, en l Egeo en el Valle e México o en los altiplanos de Per en contramos nada comparable antes de la aparición de lo que normalmente se acepta omo sociedades complejas. Cualquier modelo que intente explicar la aparición de la sociedad compleja en función de la importancia del comercio y le las formas de intercambio monopolista debe ser capaz de responder también ante la evidencia constatada en el Este de Norteamérica Nadie está en condi-
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desde el 900 al 1200 d. Allí encontramos yacimientos importantes y de dimen siones considerables No se trata exactamente de lugares de residencia ya que su arquitectura compleja y variada (kivas grandes habitaciones etc. parece estar relacionada con rituales religiosos y sociales La versión predominante so bre estas estructuras de la cultura pueblo atribuye su complejidad a las impor tantes funciones que debieron desempeñar dichos lugares como nudos centrales de las redes de intercambio de largo alcance8 Pero la evidencia en que se basa este punto de vista es remarcablemente débil una pequeña turquesa procedente del Sudoeste y hallada en México un escaso número de conchas· de la Costa Baja aparecidas al Norte de Nuevo México; motivos mexicanos en la cerámica del Sudoeste que reflejan algún tipo e conexiones Todo ello diícilmente apun ta hacia una red comercial de grandes dimensiones con too modelos de este tipo (nudos centrales de las redes de distribución abundan en el Sudoeste y en otros lugares. Para finaliar diremos que dicha versión se basa en el razona miento original de Sahlins que defiende la redistribución como el camino que conduce al poder Tales logros (como los observados en estos grandes yacimien tos pueblo) únicamente se pudieron originar y organiar al menos el argumen to original e Sahlins lo postla bajo la dirección de alguna autoridad cen tral, y una autoridad central surgrá en virtud de las unciones redstributivas que desempeñe. Pero ¿qué es lo que se redistribuía? ¡ Ú nicamente unas peque ñas cantidades e turquesas por centuria . en total probablemente en un número de materiales exóticos inferior a los aparecidos un milenio antes en un solo enterramiento de la cultura e los Bosques Media! AINOS QUE CON DUCEN A LA COPEDAD
Los arqueólogos desconocen todavía las causas que conducen a las socieda des complejas, los motivos e su aparición. El argumento en defensa de la redis tribución carece de bases objetivas: por el momento las noticias que tengo so bre los agentes redistributivos indican que operan en sociedades basadas ya en el poder político y dudo que el poder sea el resultado de un comportamiento amable. Los argumentos a avor de los incentivos económicos practicados con la finalidad de intensicar la producción necesaria para sostener un sistema complejo, se asemejan al problema del huevo y la gallina. De todos modos, co nocemos poco acerca de por qué alguien «querría» un sistema complejo hasta el extremo de invertir esuero para producir en exceso Deben existir presiones a avor del cambio en el sentido darwiniano aunque todavía no podamos iden tificar cuáles son y cómo operan. Los argumentos a favor del comercio como base necesaria para adquirir el poder generalmente fracasan porque la mayoría de los ejemplos citados como evidencia se refieren al intercambio e obsequios sociales y no a artículos e consumo valorados económicamente aquéllos nos informan acerca de las alianas sociales existentes entre individuos y no sobre
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modelos característcos de cambo derentes, relaconados con los dstntos ca mnos que conducen a la compledad realmente la arqueología se halla en apu ros Los arqueólogos permanecerán en una poscón desavorable hasta que no tengan certos conocmentos acerca del alcance de la varabldad que puede exstr en los sstemas complejos y en sus trayectoras de desarrollo Otra lmtacón mportante resde en que cas todas las aproxmacones realzadas con el in de crear un modelo de cambo se desarrollaron a partr de las varables de la dnmca unconal (es decr, según actúen los sstemas actuales vstos por un observdor o partcpante) Tal como sugerí anterormente, se han empleado puntos de vsta unconales para modelar los cambos transormaco nales, a pesar de que: a) la naturaleza de la transormacón no se conocía con exacttud, y ) sóo se contaba con el crtero de admsbldad, empleado para usticar el uso de un argumento unconal apropado para los procesos evolut vos El ejemplo quzá más obvo, y probablemente más engañoso, es el uso de dversas «pstas útles argumentos económcos vtalstas, para ntentar crear un modelo de los procesos evolutvos Los procesos ecológcos no son raconales, en cuanto no exste un cerebro rector o un ser sensble que controle la d námca, tal como generalmente asumen todos los argumentos económcos Como ocurró en los casos dscutdos en los capítulos precedentes, aquí apelo de nuevo al desarrollo de métoos seguros que nos permtan nerr las condcones del pasado a partr del regstro arqueológco S podemos desarrollar tales métodos, estaremos posblemente en condcones de responder a la pregunta ¿cmo era? A su vez, debemos permanecer alerta y reconocer el modelo a segur para comprender el «¿qué sgnca?» Ambas aproxmacones ne cestan y dependen del desarrllo de una teora ntermeda El lector quzá se preguntará acerca de las numerosas poscones filosócas exstentes en arqueología sobre las que contamos con hábles deensores3 0 He sugerdo que la mayorí de tales poscones mplcn el dar sentdo al regstro arqueológco medante el uso de «argumentos acomodatcos post hoc».31 Nn ún tpo de obetvdad se logrará empleando esta clase de aproxmacones n tampoco es posble aprender a través de ellas; úncamente nos proporconan Ja ascnacón de un debate sn fin Sólo cuando podamos evaluar estos puntos de vsta, recurrendo a las propedades del mundo exteror, estaremos en condcones de obtener algunas deas sobre Ja utldad le las dversas poscones nte lectuales Tales apelacones deben realarse medante un lenguaje de observa cón construdo cetícamente, a través del cual se da sentdo a las observaco nes y se ustca ndependentemente de las poscones ntelectuales que, según dcen, aún se están evaluando. No mporta hasta qué punto nos aproxmemos al problema, porque la con clusón es la msma necestamos métodos de nerenca más sóldos No pode mos lmtarnos a segur la Musa de la Curosdad y especular acerca e cómo ocurreron las cosas Debemos desarrollar métodos que nos permtan evaluar las deas que hemos generado y tambén contemplar Ja posbldad real de que
NOTAS PJ (pp 62) Et viaj fu poible gcis a los fuzos de Colin Rnew. Colin me invitó i Euop y ue inatigble en l búqued d los medio mterils necarios pr qu dich invitción pudir lleve témino Fu Colin quien coniguió el dinero y m ofrció toda clse de faciliddes, mbilidd y fcto. Po todo ello le toy muy grdcido 2 Binord ( 977 ). 3 Fritz y Plog (970) 4 Wton et a (97). 5 Ello qued bien relejdo en l oba d Brothwell y Higgs (969) 6. Binford (978 ) 7 Binord (98 ) 8 Por jemplo, reconstruir l structur d dd y exo de ls mnds en bae lo huso econtrdos en lo lugres de rsidenci, o econstui el número de l poblción niml originl preentd por lo hueos loclizados n lugrs cuy función deconoce. 9 Pr un crítica obre el uso dl MNI (númo mínmo de individuo) vé Binord (98 ), pp 6972, 478-479 0. Por ejmplo, el derrollo de l dtción por rdiocarbono. Hwk (94) 2 Vése O'Kelly (68 982); Vn WijngrdenBakker (974). 3. Un ejmplo del tipo de rgumento utilizado por lo «flóofos socile» pued hll en dm (198) Son prticulmnt inteeante lo comntrio y éplic dl utor 4. Existe una grn conusión nte lo quólogos respcto cómo e deroll un cinci y qué es lo que cotituye el pogo» Son mucho lo que ceptan l tesi de Kuhn (962, 970). Dicho uto deende qu el progreo e, en grn pte, rsultdo d la actuación de urzs irrcionles qu tiendn condicionr l viión dl mundo d los cientícos [Triggr (98) intnt utilizr et opinión pr interpet l hitori del pnmiento queológi co] Et potur iracionl h ido eguid y dsrrolld por numoos invetigdoes, por ejemplo, Feyeabnd (978) Este libo y esencialmente todo lo que he ecrito ofrece una visión l.
astante diferente de o que e l cieia de cómo opera.
Siempre he crído que el desrrollo de métodos d inerncia váidos es báico pra l po greso d l cienci modea. A ndie dberí orprnder qu no m procupen las recintes fimcione de Meltze (979) especto ue ninguno de lo pdigms d Kuhn obr l cmbio s hn ddo n queologí y qu mi potcion hn ido más mtodológics que teóricas. Es corrcto, creo, eigi cmbios revolucionaio en lo pradigma, pero el cmpo etá y pleto de puntos d vist intersnts y todaví no e h producido ningún vnc Por l contrio, l incidenci de et mod intlctul ube y bj como i s trtr del dobldillo d un vtido de señor. Únicment mdinte l drrollo d epitmologís cin tíic y d los método correpondints pra logrr un eltiv objetividd al evalur l idea nuev, e emperá cumulr el conociminto como reultdo de un empeño científ co
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Hodde (982), pp 9-92 Binod en pensa.
APÍLO (pp. 23-34) l. Po ejemplo Hawkes (980) 2 Véase Bnod (96 e) 3 Pa una descipción de las técnicas de datación po adiocabono véase Michels (973) Fleming (976) 4 Po ejemplo Gould (980), Hayden (979). 5. Po ejemplo, Yell en (977) 6. Rathje (4 1978 atje y McCahy (977 7. Binod (976 978 a, 978 b , 979, 90, 98 e, 982) . Bind y Btam (977) 9. Otos ejemplos de investigación «etnoaqueológica» apaecen en Gould (ed (97), Kame (d.) (979) 0 Coles (973 979). Winte y Bankhof (979) l2 Po ejemplo, Witthot (957); algunos esultados de expeimentos sobe la talla de la pieda apaecen en la evista Fintknapper's Exchange 3 Un ejemplo de uso de un yacimiento queológico históico como ora de contol sobe l metodologa aqueológica apaece en South (977 a, 977 b). 4. Isaac ( 978) 5 Leakey y Hay (979).
RIM T (NRODUCÓN) (pp. 37-3) l 2 3. 4. 5 6.
7.
Taylo (94). Taylo (972) Taylo (948), p 3 . ! p 193. Binod (98 b) Dunnell (90 b). Taylo (948), p. 93 En Binod (98 ), especilmente pp. 2-34, tato de los métodos de ineencia
ÍO 2 (pp 3965) l Véase Dat (959) LeGos Clak (967), pp -40 2. Dat (925, 948) El azonamiento de Dat se basaba en los datos más iables del mometo que paecan indica que los huesos hallados en los sedimentos de Makapan haban sio qemados U na vez ealizados los hallazgos de los ósiles de ustraoptheus en Makapangat Dat llegó a la conclusión de que el ustraoptheus hacía uso del uego y que po tanto ea un auténtico hombe Paa una inomación sobe las investigaciones posteioes véase Okley (954 96). 3 . Dat (926). A pati de los descubimientos ealizados en Taung Dat deendió que el utraoptheus ea cazado y po tanto el agente esponsable de las acumulacones de huesos que consideó se tataban de basueos. Las actuas obsevadas en los cráneos de los babuinos apoyaban esta idea En Dat (949) e dijo po primea vez que los hesos de
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4. Drt (1953). 5. Drt (1957), p. 85 6. Drt (1926, 1949, 1957 1960). 7. Ardrey (1961). 8. Lorez (1966). 9. Wshbu (1957). 10 Hughes (1954). 1 1 . Drt (1956) cluye u debte sobre ls descrpcoes cláscs del comportmeto de l he. 12. Drt (1958). 13. Vcet (1978). 14 . Lekey (1979). 15. Et terpetcón mpme dlg p la pe de l poc pero me h sdo mposble vergur lo que se djo exctmete e l coferec de pres. 16. Wshbur y Howell (1960) p. 40. 17. Lekey (1959 a, 1959 b 1960). 18 . Lekey (1971), e prtcular pp 49-58 y 24. 19 . Isc (971, 1975 1976 b, 1976 e , 1978). E Isc y Crder (1981) se trt especlmete del cosumo de cre como lmeto. 20. sc (1976 a pp 483-485). 2 1 . E Br (1981) prece u resume muy completo d e sus trabjos dch obr e s de cosult oblgd pr todos quellos teresdos e los tems dscutdos quí. 22. Vse Wshbu (1957), Brtholomew y Brdsell (1953). Ls prmers terpretcoes hechs por Drt y otros estb bsds e los cojutos de u hlldos e el ycmeto de Tug; éstos coteí úcmete mles pequeños tles como el dsuro, huevos de pájro, pequeños roedores, bbuos y homídos, pero estos dtos o uero cosderdos como dctvos del comportmeto de ls hes u otros mles crívoros. Por ejemplo, Robert Broom (1933 p. 137) escrbó: «A prtir del estudo de los huesos precidos e soccó co el cráeo de ug pudmos coocer lguos de los hábtos del Atraopithecus . . . cocdo co Drt e cuto cosderrlo el bsurero del Australopthecus . . . El depósto está ormdo báscmete por huesos de u tpo de dsuro y extgudo. odos los cráeos prece rotos, meudo e pequeños agmetos. S dud, o er los grdes crívoros como el leoprdo o el chcl los mles que se lmetb de estos dsuros, porque qullos se trg los cráeos u ve trturdos L form e que prece rotos los cráeos de los bbuos os duce pesr e lgú tipo de critur que quser hcerse co el ce rebro . . . » Est vsó del hombre tguo fue ceptáds grdulmete y domó l ltertur especld hst prcpos de los ños ccuet. Los ycmetos se terpretro como bs reros credos por el Austra/opithecus, y que ste er u depreddor meor que se lmetb de mles pequeños, huevos de pájro, etc. Vse, por ejemplo, Okley (1953). Drt, e kpsgt, ecotró u u totlmete dstt, dode predomnb el tílope, y deedó l de de que el hombre tguo er muc ho más cdor de lo que e decí. Aquellos que hbí ceptdo los rgumetos bsdos e los dtos de ug cosderro que los ue vos hllzgos er cosstetes y ls nterpretcoes de Drt exgerds los que rechzb l de de que uestros tepsdos er uos czdores sguros reccoron e cotr de ls terpretcoes bsds e el mterl de Mkpsgt; l presec de imles más robustos db credbldd y vorecí l teoría de que los getes de l cumulcó er los grdes cívoros. 23. Br (1968). 24. Drt (1959) p 121 25 . Br (1981), fgs. 50 y 221.
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30 3 .
Hill ( 972. Kli (975).
CÍT 3 (pp. 6682) Bai (98, pp 27273 sta bseación es aplicable en paticula a las fmas bustas del Ausralopithecus. 2. Véase Bu al. (980) 3. Binfd (98 a), pp. 8389 ! l90 244246 y 283299 examio cn ciet detalle la fució le los «aguments ps ho» 4 saac (97) p. 278 5 saac y Cale (98) . !bid, p 3 7. Duate ls meses le julio y agost e 98 tuve la potunidad de visita diesas eas y yacimiets le Suáfica y egioes lmitoes llo fue posible gacias a la ayuda pestada po la Uniesidad de Ciudad del Cabo en dnde pucié uas cofeencias ate un gup de estudiates iteesados en estos tema. 8. Schalle ( 972) áms y 2 coicide cn mis aonamietos 9. Datació apximada ealizada po Vba (1975 . Paa ua mayo ifomació sbe el yacimiet e ladsfntei véase: Sige y lü. Wym (968, Kli (978 eacon (975 os yacimientos acheless ha apaecid cubietos de atefactos peo su úmeo es sufciente paa que pdams csidea esta situació inteesante; un ejemplo clsico es, p ejempl el Hizte B y el yacimiet pincipal (D/89) de Olgesailie Véase Isaac (977 2 Me bas e las itepetacines de Munday (976 y Maks y Feidel (1977) sus ta bajos pne de maifiest la impotancia de estuia las elacioes existentes ente ls lugaes e extacción de la mateia pima, la foma en que so empleads ls mateiales en u yaci miet y la disposición de ls útiles y de ls estos esultates e su fabicación el cas de ls yacimietos musteieses localizados en el Negev sael se obsevó que el tamaño de ls úcleos y de las lascas ea me e l cass en que la mateia pima lítica no pcedía de ls alededes. Ls ivestigades intepetao este hech cmo eflejo de u cmpotamiet plateado en témis e ecnomiza efuezos p pate e ls idividuos que ealiza ban ls útiles musteieses Ce sin embago que lo que ealmete aalizamos sn las co secuencias del cmpotamiet de uns cupates que llegao al yacimieto despovists de un equipo de útiles adecuado. Dichs individus buscao la mateia pima po los alededes y al enconta los atefacts que haba sil itoducidos p ocupantes ateies ls convitie en útiles l explicaa el mdel obsevado si tee que emitins a la impobable infeencia popuesta le ue la pblació musteiense ia en asetamientos fijos a dode se haca llega la mateia pima pocedente de ots lugaes y se utilizaba de foma ecoómica Al magen de eta cntoesa ls útiles y los estos itoducids difícilmete sobevive e su fma pimitiva e lo yacimientos que han sid ocupados a l lago de u período de tiempo cosideable Po el ctaio en los yacimiets acheleses la longitud media de los úcles tiende a aumeta e ls cass e que se bseva un pedominio de los bifaces en ls cojuts ltics (esta bseación es costatable po ejemplo en los mateiales pcedentes de Ologesailie sts tems tuieo que se tanspoados y abadoads e su cntexto de uso donde habían sido utilads como bifaces y o como lascas o útiles sobe lasca Es difícil magina u campameto base que fuese el último luga le uso de istumentos o a los ocupantes de ests campamets que ignasen las mateias pimas dispibles allí baj fma de bifaces peiamente intducids l.
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tos ipos de lugaes ocupdos po los homínidos antiguos; los campamentos base pueden habe exisido 14 He llevado a cbo investigciones sobe las cacteísticas de los conjuntos funísticos contemplados tnto desde el puno de vist de l ecuenci de ls pates antómicas como en elación los ipos de macs de coe o actu y las señales poducidas po los dientes de caívoos oedoes Po el momento esa investigación está en cuso, peo paece se que el coñeo ea muy pacicado con los nimles de amaño elaivamente gande encontados en los yacimienos de l Edad de la Pieda Medi del ío Klasies, en Suáfica. Un compota mieno simila pecen eeja los estos de uo y cbllo de los yacimientos musteienses de Euop occidenl. Póxmamente oeceé los esultados de s investigciones 15 La mayoí de investigdoes, l se pegunados po la evidencia diect de ! pácic de la caz en el Pleistoceno Ineio mencionn lgunos yacimienos donde los úiles de pied paecen asociados a un esquele e m ge (u left en Odi FLK 6 un hipopótmo en Koobi Fa y un düwherium en Olduvai FLK N ), o en acimientos donde los úiles están sociados numeosos esqueleos de animles de la mism especie En el pime cso, se contempla la posibilidad de que se te del esultado del caoño pcticdo en el mismo lug en ue muió el animl de gands dimensions, peo, en el segudo, menudo se considea como una evidencia de la pácica de l cza po pate del hombe pimiivo y se sugiee que dichos individuos conducn a los nimales hcia la muee o que al menos, se ls genciabn pa consegui gndes cniddes de alimento de un misma especie Vse, po ejemplo, Isac (1977), Shipmn et al. (1981) Agumenos en conta de esos pun os de vista pecen en Binod (1977 b) y en inod y Tod (1982). 16 Pa una descipción del esado ctul de la investigción véase: Leky (1981), pp 7688 17 Un debae sobe les métodos de ineenci pece en Binfod (1981 a), pp 8386 y 246247 18 Keeley y Toth (1981) 19. infod (1977 a), p 7 SGD PR (IRÓ) (pp 8586) Poppe (1972) p 198 2 SonnevilleBodes (1975 a) p 35 (tducción l inglés del oginal rancés) 3 Poppe (1972) p 30 4 Blac, en Poppe (1959) p 82 l.
CÍ 4 (pp. 87102) evidencia del uso de pigmentos la encontamos en los agmentos de oce ojo y de mangneso que pesentan señles de desgaste Aunque dicho desgaste es inepetado como el esultado del uso de dichos agmentos como lápices p dibuja po el momento en los depósios musteienses no hn sido locliados atefactos coloeados 2 evidencia de que en el Musteiense se daba sepltu a los mueos pece esu mid en S Bind (1968) y Haold (1980) 3 Binfd (1981 a y Kuen (1 976) tan el em del itual pcticado po los ende les en ls cuevas de osos. 4. KlindtJensen (1975) 5 Myes (1 906), p 29 6 !bid., lám III 7 Quennell y Quennell (1922), pp 102105 l
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11 Clarke (1979) p 17. 2. Mason (1883) p 403. 13. Nelson (1938), p 148. 14. Osborn (1916) es un buen ejemplo de los puntos de vista vigentes a principios del siglo x. 15 En inord (1981 a, 1982) se orece una perspectiva algo distinta del «perodo de los arteactos y de los conjuntos. 16. Cilde (1929), p v1 17. Para una mayor información sobre la situación de la arqueología anterior a 1930, véa se rigge (1980), en particular el captulo II 18. Por ejemplo, reuil (1931 1932 a, 1 932 b). 9. Garrod (1938), p 20 reuil y Lantier (1965), p. 115. 2 1 . urkitt (1963), pp 129130. 22. Estos puntos de vista an sido tratados por Hoebel (1949), Movius (1956), Herskovits (1955); existen evidentemente, mucos otros 3 Pyrony (1930, 933, 1936). 24. Movius (1953); y más recientemente Laville et l. (1980). 25. Véas e ordes (1950, 953 b, 1961 ) Compárese con Sonnevilleordes (975 b). 26 ordes (1953 ). 27 ordes (1972). 28. Para mayor inormación véase Sonnevilleordes (1975 b). 29. [bid. 30. Peyrony (930). 3 l. ordes (1972). 32. Las primeras ormulaciones de phi/ paralelos empezaron a ser planteadas a inales de los ños cuarenta y principios de los cincuenta: por ejemplo, raidwood (1946) Movius 1948). 33. Versiones modiicadas de los puntos de vista de reuil siguen dominando en algunas de las investigaciones actuales. Véase Collins (1969), Ohel (1979). 34 Sacktt (1981), p 90. 35. Wisslr (1914, 1923), Klimek (1955), Kroeber (1939), Mlke (1949), Hodder (1977) 36. ordes (1972), pp 148-149. 37. Wissler (1914), pp 468469 38 Para una mayor inormación sobre el argumento uncional», véase inord y inord (1966, 1969), inord (1972 , 1973) El punto de vista opuesto es deendido por ordes (1961 b, Sonneville-ordes (1966), Collins ( 969, 1970), ordes y Sonnevilleordes (1970) Mellars ( 1970), ordes e a (1972)
CÍU 5 pp 103-116) l . En Coe (1964) queda relejado el gran esuerzo realizado por el autor en la búsqueda de estratigrafas 2. Taylor (1948). 3. Véase en particular, Willey (1953) 4. Véase rown (d) (971) 5 Las dos publicaciones más impo1antes que trataban de la manuactura de ls útiles de pieda eran Pond (1930) y Wittot (1957); además, en Wittot (1952) puede leerse un
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10 Véase Binford y Binford (1966) 1 1 na corta exposición de los primeros trabajos realizados con tcncas de análisis multivariantes aparece en Binord y Binford (1966) p. 293 ig. l . 1 2 Mi primera mujer Sally Binford y y o recibimos una subvención de l a ational Scien ce Foundaton En Francia colaboraron con nosotros Georgs Bordes, Gerald Eck icholas Gessler Cathy ReadMartin Dwight Read Michl Lenoir y Polly Wiessner. El equipo reci bió en todo momento el apoyo de Fran�ois Bordes Jean Phillippe Rgaud y del personal del laboratorio de Bordes. 13 Por aquel entonces creía como pensaba también la mayora de los investigadores que se trataba de «lugares de ocupación» casi peectamente conservados con muchas posibilidades En la actualidad tales suposiciones nos parecen ingenuas 14 La investigación llevada a cabo entre los esquimales nunamiut ue subvencionada por la WennerGre Fdio o nthropgic Res y a aiona ciece ounda tion Los resultados de los trabajos realizados entre los nunamiut aparecen en las siguientes publicaciones: Binrd (1976 1978 a, 1978 b 1979 1980 1981 a, 1981 b, 1981 c, 1982) 15 Tanto el viaje a Australia como el trabajo de campo all realizado estuvo subvenciona do por el Institute of Aboriginal Studies Camberra 16 Por ejemplo, B inord (1981 b ) 17 Binford (1967); véase también Binord (1968 b) 18 Un razonamiento similar aparece en Binrd (1969) .
CAPÍTULO 6 pp 117153) 1 Silberbauer (1972) 2 Flannery ( 1972) desarrolló este razonamiento para sistemas más sedentarios. 3 Véase MacNeish (1958) p 137 o, para una visión más amplia Maceish Peterson y Neely (1972) en especial p. 355 4 Una descripción más completa sobre este tema la encontramos en Binfrd (1981 e) . 5 Binrd (1978 a), pp 306312 6 Véase Downs (1966) 7 Una descripción más detallada del yacimiento de las fuentes del Anavik aparece en Binford (1978 a), pp. 171178 8 !bid, pp. 235245 9 Me reero a los restos interpretados por P. P Yeimenko cmo zemlyanka o «agujeros para dorir» ncluyo también la «vivienda número » del nivel superior de Kostinki I y el «hoyo U» de Avdejevo un yacimiento no publicado. Para una desripión más detallada del yaciento de Kostienki y de otos yacimientos importantes del Paleltico en usia véase Klein (1973) Mi información acerca de estos restos específicos se basa en una comunicación personal del proesor Grigoryev de la niversidad de Leningrado 10 . Klein (1973) p 70 fig 8 1 1 Lugares similares han sido descrtos por Crowell y Hitchcock (1 978) pp. 3751 entre los bosquimanos san de Kalahari 12 Binford (1978 b) pp 330361 13 Yellen (1977) pp 113130 14 bd. en particular pp 125131 15 Williams (1968 1969) 16 Comunicación personal de Patricia Draper 17 B inord (1982) 18 Debo resaltar que el tema central del debate musteiense era la naturalez de ls con juntos de útiles líticos. Al hablar del uso de la tierra no he mencionado los útiles líticos porque los esquimales nunamiut que tuve ocasión de estudiar ya no empleaban artefactos de piedra;
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CÍ 7 (pp 54-23 Binord ( 978 b Binford ( 978 a en prticular pp 265320 b pp. 32327 Whitehad (953 pp 5859 Wgner (960 p 9 eroiGourhan y Brézillon ( 966 pp 6-364 Vn Noten (978 Schiffer (972, Schffr y Rathje (973 Binford y Binford (966 En la biblograía especilizada existe una gran confusión respecto a lguns de estas ideas. Ya en la época en que conjuntmente con mis estudiantes de l Universidad de Chicago ahondaba en conceptos tes como áres de actividad y equipos de heramientas reconoc el problema dual que se presentaba al desarrollar técnicas par la identificación de modelos en el registro rqeológico y par l intepretacin de los resultados de tales modelos Robert Whallon siguió trabajando sobre este tem e investigó ls técnicas y los rzonamientos qe podín ser tiles al respecto; demostró sin lugar dudas que reconocí la existencia de difrencias entre n modelo rqeológico y los significados qe se le pueden atribuir: l. 0 « . . en l mayoría de los lugares de ocupación se desarrollarán actividdes humanas algu nas de ls cuals tendrán lugar en espacios diferenciados . la diferenciación espacial de las actividades se consttar en l a desigul distribución de los tipos de tiles en un áre de ocupación consecuenia de sus diversos usos en las distintas actividades llevads a cabo en el yacimiento.» [Whallon (973 a p. 16] 2 « . nuestros rgumentos no implican que todas las actividades debn desrrollrse en áreas exclsivs y seprdas espcialmente uns de otras sino simplemente qe alguns ctividades deben por lo menos algunas veces efcturse en áres diferenciads.» (!bid p. 7 3 «l concentración espacial de útiles no se debe necesrimente al bndono de los ítems en el lugr en que han sido utilizados . sino que es el resultdo del comportmiento hmano cotidiano asocido a l presencia de un tecnología en relción o ticuld con el resto del sistema cltral globl Por tnto es susceptible de poder ser explicad por los prehistoriadores dentro del marco de reerencias adecuado. (Jbid p. 9 Tras ests firmciones básicas Whallon pasó a exminar ls técnicas de reconocimiento de los modelos de distribuciones espaciales conocidos. H prosegido perfeccionndo ls ntigas técnics de reconocimiento de modelos y h desarrollado otras nevas. Véase Whllon (973 b 974 y el trabajo realizado en est dirección por Newell y Dekin (978 Ante todo ello es difcil comprender y justificar el tipo de crític qe Schifer (97 digió contra Whallon. Qizá la falaci más sorprendente dedicada al trbajo de Whallon proviene de Yellen (977 en especil p. 34; dicho autor sugiere que presponemos que cda ctividd debe producirse en esacios independientes y qe los tiles hlldos asocidos implican, por tanto una nica actividad Esta clase de rgumentos ponen simplemente de manifiesto un total desconocimiento de la sitción y de la historia del desrrollo de los métodos arqueológicos M trabjo en Australia lo realicé en condición de invitdo de James OConnell mients él investigab con los alyawra El sopore económico corrió crgo del Australan Abo riginl Institut Camberr 2 Para evitar consiones preferimos respetar la acepción inglesa. Drop en este contexto signifc dejar cer' N de la t) 3 Al igul que ocurría con la zona dop aqu también creemos más conveniente respe tr la acepción inglesa. Toss signific rrojar'. N de la t.) LeroiGourhn y Brézllon (966 972 2 3 4 5 6 7 8 9 O
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20 Binfd (1978 a) , pp. 142145 21 !bid. ' pp 435457 22 El modelo de lechos y hogaes alteados observado anteomente es aplicable sólo a eas domitoo despotegidas o a estructuas y abigos, cuya unción pncipal es potege de la lluvia y del sol. Cuando las estuctuas son utilizadas paa conseva el calo las diso siciones de las áeas domitoo del gupo on más sples. Además los lechos y hogaes alte nados no se emplean poue se mantiene el combustible de oma ue caliente todo el abigo y no únicamente las áeas adyacentes al uego. 23 En un conteto esuimal, la manufctua de bacas tneos o amazones paa la casa y la conección de tiendas son eemplos de taeas cuya ealizacón euiee un lago peíodo de tiempo y po lo geneal tienen luga en áeas apatadas, dispuestas especialmente paa este fin. En Binfod (1978 a), p. 348 fig. 75 apaece una otogaa de un kayak en poceso de constuccón; ado su áea de atvidd qe está iuada en l eio póxim a casa. 24 Yellen (1977 p 92 25 Se obsevó ue ente los esuimales los individuos de más edd acostumbaban a de sempeña actividades atesanales con mayo ecuenca ue el esto de los habitantes. Solan eunise en la casa de alguna paeja de edad madua sin hijos o con hos casados peo ue vivían en oto luga Estas casas sin niños a veces funcionaban en téminos de actividades atesanales como las casas de los hombes. Allí los hombes podían ealiza su tabajo y de jalo en las áeas peifércas al espacio doméstico utilizado po la señoa de la casa en un luga ue no molestaa 26 En Binfod (1978 a), p. 462 g 9 1 puede obsevase cómo ueman los desechos de un yacimiento de descuatizamiento/pocesamiento. 27 Schife (1972 1976) ha popuesto la distinción conceptual ente basuas primaría y secudaias y ha insistido en la necesidad ue tienen los aueólogos de dieenia estos dos tpos de depósitos. a idea de Schiffe se basa en una pemisa válida y constuctiva peo según m fma de entende los pocesos de omación ceo ue no es coecta 28 Schie (1972) 29 En Binod (1978 a) , pp. 145147 se descibe una comida esuimal en una casa de invieno 30 Schife (1976) p. 57 popone algunos citeos omales paa el econocimiento de las basuas secundaias Las basuas secundaias están ormadas po mateiales desgastados y otos y genealmente apaecen en depósitos ue pesentan una gan densidad y divesidad de mateles ¡Compese esta eplicación con las descipciones ealizadas po Yellen (1977 p 109 sobe las basuas pimaias observadas en sus áeas nucleaes 31 Yellen (1977) pp 8183 Debe esaltase ue a pesa de ue Yellen ha ealizado ob sevaciones válidas, se euivoca al considea ue Whallon y yo hemos ealizado «rgidas» ti pologías de yacmientos Véase la nota 10 32 Binod (1980 pp 420 33 El debate sobe la vaiació fucioal en elación con la contovesia musteiense no atañe al uso de útiles a pesa de la opinión de muchos investigadoes: po ejemplo Collins (1969 Tringham (1978 p 174 Cahen et al (1979 Yo agumenté ue las fmas de vabilidad en la oganización de los sistemas de adaptación homínidohumanos ean impotantes, así como también lo ean los actoes ue las condicionaban, a pesa de ue la aueología tadicional había negado ue tal vaiabilidad eistiea Pecisamente y debido a esta negativa no sopende ue investigaciones de este tipo no hayan sido empendidas anteomente Muchos investigadoes modenos han intepetado eóneamente mi punto de vista ceen ue petendía demosta ue eistía necesariamente una elación ente los diseños de los útiles y su uso anticipado es deci, ue las consideaciones sobe el uso del útil deteminaban el diseño del mismo. En ealidad nunca hice tal afmación ni lo petendí Lo ue sí hice, sin embago, es sugei ue los útiles con distintos diseños podían se empleados en usos divesos dento del poceso tecnológico Po tanto, el estudio de la vaiación en la fecuencia obsevada en
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cón entre uso y orgnzcón (unque exst un cert nterccón mutu en mbos csos). Conocer e uso de un ítem no nos permte nferir os modeos de orgnizción empedos en e mntenmento de tecnoogí trvés de tempo n tmpoco s formsde dstrbucón que nuyen nversón de esfuerzo en e mntenmento de ugres donde se empeb tecnoogí Esto útmo debe consderrse conjuntmente con reconstruccón de s cciones concrets rezds por os ndivduos que empen os útes s queremos que cuquer com prensón rest de s soccones reconocds observds en e regstro rqueoógco pued ser comprendd en térmnos hstórcmente sgnfictvos y precsos En resumen e rgumen to funcon es mucho más que un smpe cuestón de empeo de út. ERCEA RTE (NTODUCCIÓ (pp. 207209) Est nconsstenc h sdo reconocd tmbén por otros nvestigdores [por ejempo mbergKrovsky (975) unque no comprto s soucones probem sugerids por d chos utores¡. En ford (977 a se nz de grotesc de que se pueden deducr «m pcciones de vericcón» de proceder encmndo dr sentdo s observcones rqueoógcs n función de s msms observcones 2 nford (98 a), en espec pp 2-30 3 No pretendo con eo decr que este rzonmiento es picbe úncmente estudo de s sceddes compejs: exsten numerosos trbjos que hcen reerenci sstems más ntguo menos evoucondos [por ejempo sc e Isc (975)] Lekey y Lewn (978) concretmente (por nog con os !Kung sn) deienden que recoeccón er muy mpor tnte pr e hombre prmtvo y que cuquer tpo de bos emped pr trnsportr er uno de os úties ntiguos más mportntes poco después de eer e trbjo de eey y Lewn (l978) v un progrm de teevsón en e que Pt Shpmn (de Unversdd John Hopns) expcb que rzón de presenc de tnts mrcs de corte en os metápodos de os ungudos hdos en os ycmentos frcnos resdí smpemente en costumbre de os homndos de extrer os tendones pr conecconr . s boss [vése Po tts y Shpmn (98) unn (8 ) Science News ( 98) ] É ste es un ejempo cásco de dptción de s observcio nes de egstro rqueoógco s props des, sendo ctds posteiormente como prueb de que sts ides orignes ern corrects un smpe tutoog 4 Rdcfferown reconocó nconsstenc de «hsto1 conjetur» Restó (958, p 4) qe «L eonstrucón hpotétc de psdo sume nevtbemente certos pincpos gnere pero no os demuestr; sus resutdos dependen por e contrro de su vdez» A pesr de que cuestonb reconstruccón de hstor prtr de s observcones etnográ cs cuestón metodoógc es msm pr s observciones rqueoógcs Su crític etnogrfí orentd hstórcment es gumente pcbe queos que doptn teorís en funcn de observciones rqueoógcs y suponen de guna mner que ésts pueden confrmr o rechzr s teorís [un ejempo nteresnte prece en Melen (98) 5 Wtfoge (957) 6 Dscutdo en e cpítuo 9 PÍTUL 8 (pp 20229)
Drwn (175) 2 oth (887) 3 eke y Feure (927) 4 hde (928) 5 !bid p 2 l.
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0 . Bradwd y Reed (957). . Bradwd (963), p 0 2 Hggs y Jarman (969), Hggs (ed.) (972, 975). 3. Bnfrd (968 a). Aunque cn e antcpe arguents que debatré psterrmente en este capítu, deb puntuazar que una aprtacón mprtante a estas deas prvn de concept de pequeñs «Jardnes de Edén» que servían paa cncentrar a a pobacón y ofre cían psbdades para un crecmento de a msma más seguro. En m trabajo uté agunas de as supscnes de ms predecesres y tambén arguments que justfcaran a fuerza seec ta a partr de a estructura dnámca de a pobacón 4. Dumnd (965), Bserup (965). 5 Smth y Yung (972). 6. Fannery (969). 7. Bender (975) Brson (197) og (95) ss (974 979 ade 98. 8. Véase a postura adptada pr Fannery (973) 9 Beardsey (956), p. 34. 20. Rck (980). 2. Madsen (979). 22. Perman (980). 23. Bnfrd ( 98 a). 24. Haran (967) 25 Fannery (969) 26 Hassan (977) tabén se debate e tema en Hassan (98), en especa pp. 23-24. 27. Carece de sentd consderar a posbdad de asegurar y de predecr co caraterístcas de medo ambente fácmente recncbes [véase Hassan (977), Hayden (98)]: abas sn propedades de s prcedments tctcs y n característcas de ed ambente. A par tr de moment en que se psee a nfrmacón necesara sbre un ed ambente, práctcamente cuaquer recurso se cnverte en predecbe (y por tanto segur) Los que Hayden descre cm segurs recurss «rseeccnados» son precsamente aques que pueden ser ep tads con una mína nformcón acerca de medo ambete, puesto que tenden a ser estacinaros y a estar reunds en znas; es curso que ésts sean os msmos recursos que según Hayden e hmbre expta a medda que se hace más «ccedr» de su ed ambente 28. Nederberger (979) 29 MacNesh (964, 97 972). Esta mprtante observacón era conocda por Fannery (973) y Bender (978) aunque Hassan (98), en su trabj a gnoraba Hassan sn dula hubera pstuad que sus des sbre a prduccón de mentos son apcabes só a Pa estna y que cada una de as áreas restantes requeren expcacnes partcuares. 30 Por ejep Hayden (98) p 544 dce: «Parece evdente que en stuacones de guadad os cazadoresrecectres adoptarán estrategas que pquen e mínm men t» 3 . Bender (978) p. 207. 32. Bennett (976 b, p. 848. 33. Chen (977). 34 Véanse as ntas 9 y 28. 35. Baey (960) 36 . Perkns (1964); cf Reed (969). 37. Bnfrd y Chasko (976); para una mayor nfrmacón sbre este punto de sta véase ee (972) 38 Osbo (977) ntenta destrar que s recursos acuátcos no cnsttuyen «Jardnes de Edén» Yesner (980) recnoce que exste un prbea stórc s os recurss acuátcs deben ser consderads cm «Jardnes de Edén» ¿por qué as pobacones prmtvas aparen temente n o descubreron? Sn embarg cta a s cazadresrecectres csteros cm
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39 Flnnery (1965) 40 Las referencas aparecen en las notas 17 26 33 y 39 4 1 É ste fue el tema de una conferenca pronuncada durante m estanc en Gran Bretaña (Bnford 981 ) , que no ha sdo ncluda en el presente volumen. 42. Bnford (1977 a), p 7.
CÍO 9 (pp 230248) Bnford (1964 a) 2. Sahlns (198) 3 En Norteamérca las «efaturas» basadas en un poder lmtado están dstribudas a lo largo de las zonas costeras desde Chesapeake Bay bordean la costa atlántca haca el sur (nuyed p tales coo l guae y atravesando e área de Florida llegan hasta el Golfo de Méxco Sstemas smlres tambén se localzan en el valle del Msssspp aunque escasean lo largo de la costa del Golfo al oeste de la desembocadura del ctado o 4. Por eemplo Gearng (1962). 5. Sahlns nunc trató el tema de la productvdad dferencada e forma adecuada Su concepto de recprocdad desequlbrada» por ejemplo se refere úncamente a las condcones de ntercambo a corto plazo. as dscusones acerca del modo de organzacón redstrbutvo todava no han consderado de forma satsfactora los casos en que los desequlbros en una regón son permnentes lo ue dr lugr a un desequlbro constante en la crculacón de productos. 6 Véase Fnny (1966); Earle (1977) 7 Flannery y Coe (196) tmbén San
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han olvidado en gran medida el aspecto que hace reerenca a la organización de las articula ciones ecológicas entre los sistemas. 8. La suposición de una dinámica intea ha sido una parte básica y undamntal de la mayoría de las posiciones ilosóficas de las cencias socales asocidas con la palabra «evolu cón». Véase Dunnell (980 a) Respecto a mi argumento (epusto con anterioridad) en vor de una posicón selectva véase Bnfrd (972 b) 9. Sugiero que exsten numerosas caracterstcas de organización en la historia evolutiva de los sistemas culturalmente integrados. Ello significa que existen posibilidades de que se produzcan cambios dramáticos o «puntuaciones» con una aparente alta de contnuidad del tipo esperado si se considera el proceso evolutivo desde el punto de vsta gradualista 20. El reciente trabao de Dunnell (980 a sobre las ideas evolutivas en antropologa está en desacuerdo con el vitalsmo y a fvor de una visión selectiva, tal como se deiende aquí. Por otro lado rechaz algun distnces ardgmtas por oidraras carents de base. Por eemplo airma exactamente: «La idea de que el sueto es cultur ha aslado la evolución cultural de la evolución en general La cultura debe explicarse, no en base a prncpios evolu tvos y de mecanismos que han demostrado a la larga ser operativos en el mundo sno me diante procesos rerbles únicamente a la cultura» (p 48. Estas airmaciones que Dunnell consdera opiniones devastadors son a mi entender posiciones simplistas que puden conducir si se toman en sero a aquella mascarada del pensamiento productivo que se ampara bao el nombre de sociobiologa. La stuacón en el eemplo que acabo de ofecer, es análoga a una especie que previamente se relacion de orma competitva con los de su misma especie y es capaz de repente, de desviar la dinámica de selección hcia un órgano no deseado» un dedo pequeño por eemplo y al hacerlo garantiza no sólo la seguridad futura d la especie original sino también un auténtica competitividad entre los dedos pequeños incorpóreos Si una organizacón es capa de este tipo de reestructuración (como lo es la cultura) creo que será más convenente investigar algunas de las propiedades de este aspecto del nómeno que intentar reducirlo a una simple analoga de genes con habildad para conducir el éxito repro ductivo al nivel de la especie en el sentido lteral de la paabra especi El argumento de Dunnell olvida por completo el problema de las adaptaciones humnas éstas son extrasomáti cas y deben entenderse en términos de procesos extrasomáticos La cultura hay que ncuadrar la en este domno de la organización. 2 . Véase Renrew (969) Parsons y rice (97), Rthje (971) 22 Fogel (963). 23. Walthall et al. (979) 24 Pruer (96). 25 Griin al (969). 26. Véase Struever y Houart (972). 27 Habitaciones subteráneas de planta circular, de uso ceremonial (N d la 28 Por ejemplo J udge (979); también Cordel! y Plog (979), n particular pp 49424 29. Con recuencia se aboga por l exstenca de sciddes compleas en áreas tales como el sudoeste amercano considerándolas como un paso hci la obtencón de la «lbertad» intelectual a partir de la «opresión» del pasado etnohistórico en el que se suponía que existan únicamente sociedades igualitarias». Es casi seguro que en el pasado existieron formas de sociedad que no aparecen representadas en las descrpciones relativamente recientes de la época colonal De todos modos consdero que los criteios citados en avor de la autoriad centralizada y de la mportancia de las uncones redistributvas se basan en gran medida en el tamaño y soistcación arquitectónica de las ruinas ¿Debemos realmente creer que la huma ndad puede realizar actos substanciales de trabao coordnado sólo si está «organiada» por la autoridad de un gobierno central poderoso? 30. Véase Gould y Lewontin (979). Para una revisión de las posturas filosfcas vigentes en la actualdad véase Wenke (98) 3 Bnord (98 a en espcial pp 83-85 y 84-97.
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naktuvuk valle del laska) 46, 53, 72 navik uentes del laska) 53, 57, 62 *
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uria remiten a
las
campamentos de caza en las 5556 complejo situacional de las 125-135, 54 descuartizamiento en las 145, 182, 200, 5861 yacimientos de matanzas 62 animales pequeños 46, 54, 251 animales huesos de véase fauna restos de antigüedades y el monumento perodo de las 8891 antílope 41, 42, 47, 60, 63, 251, 24, 25 rbol de la vida 95-100, 39 arcaico perodo 17 Ardrey Robert 42 asentamiento sistemas de 117153, 131 rea residencial 118, 120, 150, 4952 ci clo humano del uso 122125, 140, 220 222, 225-226, 52 territorio de cortejo 122, 52 territorio de formaión 122, 52 territorio de namiento, 122123, 52 Australopítheus 3765, 250-251 A. prometheus 40; véase también Zinjanthropus avestruz 69 ayudas auxiliares 135, 143145, 155159 babuinos 66, 251, 7 basuras 200201, 257 Bennett J 237 Binfrd Lewis R. 9-13, 47 y passim Binord Sally 101, 255 birhor 148149, 1, 79 Bordes Franois 91, 95102, 104, 117, 120, 152, 3637 Bosques de mérica perodo de la Cultu r de los 17 bosquimanos 148, 184, 243, 26, 82, 111 G/wi 118, 1 !Kung 27-28, 148, 178, 185, 197, 201, 219,258, 1, 76, 86, ZOO
ilutraione.
276
EN BUSCA DEL PASADO
115 masarwa 168, 4 nharo, 48, 77 88 sekele (o amarills) 113 Braidwood, Robert 115, 212-213 Brain C. K 4955, 5658, 60 66, 81, 7, 9 Breuil A, 94, 98-99 Broom, Robert, 50 251 buitre, 70
caballos, 46 cabra 56, 58, 227 243 cambios 33, 233, 244247 138 141-142 146 147 vas tamóién reciprocidad; re distribución Campbell D 47 caguros 179180, 220, 101 103-105, 110 caribú 12628, 32, 136-139, 141143, 145, 167, 182 200 223, 226, 44-45 5861, 64-66, 69 71 7475, 108 125 131 carroñero, 16, 62-65 vas ambi faua
restos de primitivo, hombre cerámica 28, 103, 239, 140 cerdos 46 ciencias 21, 2324; en arqueología 18-19, 25; naturales 24, 25; sociales 25, 33 civilización 33, 230, 246 vase ambién sociedades complejas Clactoiense 35 Clark Grahame 91 clasifcació vas tipología Clean Lad, acimieto 85 Cohe M 218 Combe Grenal acimiento 98, 38 41-42 51
creacioistas 207 cuevas 5 1 , 55, 66, 69 , 80, 11-13 véas ambn abrigos rocosos cultura 21, 37, 92, 102 contextos cultura les 37 vestigios culturales 37
charcas 66-82, 20, 22-23, 25 27 Chelese, 3435 Childe, V Gordon, 92, 211-214, 219 chimpancé 40
lerocroología, 103 depredadores 5153 60, 62-63, 67, 70 71, 7476, 251 , 12; ase ambn el ombre e las especies dinámica 23-25 , 2730, 54, 60, 69 86, 1 0 1, ·
1 09 , 1 1711 8, 1 51152 , 223, 248, 260-261 Dinohrium 47, 253 documentos históricos 24, 2830 dmesticació: e animales 207, 227 de platas, véase agricultura orígenes de la Dunnell R 261
eologí 16 Eladsotei yacimieto de, 76, 80, 3 29-32
elefate 32, 64, 253 empirismo 38 epistemología 18, 21, 38, 249 «escala de fiabilidad» 19 econdrijos 126, 144, 194, 222, 117-121 123 de care 126, 135, 139140, 141 143, 194 29 56 62 6466 80 espacial aálisis 16, 82, 106; éase am bién asetamietos sistem de yaci
mientos estructura e los especialización artesaal 29, 33, 237240 138-143
esquimales, 109, 163, 178, 182, 200201, 257, 112; ase ambn nuamut, esqui males estática 23-24, 2728, 108 estructuralismo 18 20 estudios actuales 68, 208; as ambién etoarqueología etnoarqueología 10, 2829, 5661, 112113, 117153 159201
evolución: del hombre 3 1 ; e la cultura 89-90, 208, 242, 33-34 del lenguaje 3 1 ; teoría arvinia de la 210211, 213, 21 8, 238, 247 ecavacioes 9 26, 30
eperimetal arqueología 28, 30, 112
faua restos e, 16 19, 3 2, 42, 46, 5562, Dart Raymod 39-44, 45, 46, 47, 50-52, 53, 54, 5556, 81, 250, 251
6869, 71, 7678, 7981, 106, 113114 132-135, 153, 249, 24 27-28 30 32 59 61 64-65, 74-75 90 92 astillas de hue
ÍNDICE ALFABÉTICO
to del leopardo 52-53; cocetració de 68 76-78, 18 dureza de los huesos 59 ecuecia direcial aatómica, 41, 55-63, 80 106, 154, 249 253 huellas de caicera 82, 253 matazas 178182, 200 101 108109, 112 vas tambén ya cimietos tipológicos de matanzas; mo delos de factura, 61 82, 106; tuétao del hueso, 62-66, 77 81, 163 188 90 losofía de las ciecias, 1819 1 14 filósofs: políticos 33 sociales 18, 2021, 249 Flaery Ket, 217, 228 eure H . , 21 0 frmació modelos de , 1 1-12 , 81 93, 1 19 121 ftografas usadas e arqueologa, 30 160 Fritz J, 18 gacela 64 70 74, 21 gaia pitada 32 Garrod Dorothy 94 Gausha pa (Namibia), 26, 82 Gilgil Keia) 1 7 gradualismo 214 218 239 260 gra hombre sistema de, 235-237, 244246 146; teora del 91 Hadar, Hard Robert 182 Hara J 217 Harris M. 237 260 Hassa F 217, 228, 259 Hawkes, Christopher 19 Hayde B 228, 259 Hempel Car, 212 herramietas equipo de 158 hiea 43, 52, 54 6162 63 64, 7071, 76 78 251, 12 22 27 Hill Adrew 61 hiopótamo, 6, 253 historia 23-24, 29 33-34, 209 258 Hodder Ia 20 Hog Ko 142 hoteotes 56-58 Howell, C, 46 huesos, faua, restos de
277
idealismo, 20 38 212213 impala, 48 iferecia arqueológica 1820 26, 38, 54, 82, 8586 108, 112, 114, 116, 152 155 57 208, 249 istrumetos 24 3132 40 42, 4546 50 63 76 81, 117 120, 128 139 141 143 154, 179, 254, 257, 258 de hueso 42, 45 47 91, 251; éae ambén piedra, istrumetos de irrigació 208 saa Giyn 4749 6768, 6, 18 Jardí del Ed 46 214 128 éa bién agricultura orígees de la jemez idio 199 jirafa 32 46, 64
am-
Keeley, Lawrece, 82 Klasies Klei, Richard, 61 Kogumuvuk, yacimieto (Alaska) 141 143, 145 62, 64-65, 7071, 85 Koobi Fora 67, 82 253, 6 Kroeber, A L 100 Kromdraai, 3 Kruger Parque Nacioal de, 43 Labá (Mxico) 135 Leakey Louis, 44-47, 50 62 Leaky Mary 44-45, 47, 62 Leakey, Richard, 47 LeBlac S 18 lechuzas 54 leó, 41 , 43, 6263, 64 7 1, 76, 28 leopardo, 43 5153 56 57-58, 67 71, 10, 12
LeroiGourha, A., 157 169-171 190191 81 92, 95, 115 evalloisiese 35
Little Cotact arroyo (Alaska), 53, 72 lobos, 60-62, 144, Lorez Kora
278
EN BUSCA DEL PASADO
Mask yacimiento (Alaska) 13 167 169 , 89, 91 Mason Otis 91 materialismo 20 mntals normas 37 metodología 2526 37 39 4, 61, 8586, 98 100106, 112, 11 16 118 1011, 9153 202 , 29 2728, 258 mínimo sfuerzo principio del 217 237 monopolio 33 208 231233 236 136 Montlius Osar 11, 9 morfogensistas 18 �i H I. 173 mrabri 173 1, 96 Mustrnse 9697, 10 108, 1 17 37-38; período 10, 17, 81 91, 96 98 109 120 252253, 34-35, 51 problema 82 87 100 11 116, 152 15 202
naskap indios 125 National Gographic Society 6 2 navaos indios 28 5860 160 182, 1, 14 84, 126, 139 Neandrtal hombre d 8788 90 1 225 Ngev (Isral) 252 Nelson N C . 91 Newgrang (Irlanda) 1920 88 Nidrbrgr C. 217 Nossob río 3, 19, 21 Nueva Arqueología 911, 1819, 11116 nunamit esquimales 10 20 28, 60 182 21923 255, 1, 43, 108, 131; structura del yaciminto 156157 163, 167169, 186, 188197 200 80, 85, 89-91, 109, 115, 117-123, 125 uso del spacio a gran scala 1 18150, 49-5
ñu 69, 20-24
obetividad 21 229 28 O'Connll Jms 178179 okapi O'Kely M J . , 19-20 Olduvai garganta d 31, , 67, 9 626 67, 253 3, 4 matriales n 7
Osborn Hnry Fairfield 90 oso 61 ovja 59 223, 227 126
Palangana Casa 88197 80, 117-122; ac tividads cerca de la luz natural 190 191 196 áras dormitorio n 191 19, 196 119, 121; áras interiores de 190 195 196, 119-121; distribución d astillas de huso 117, 121; distribución de las cas 118, 121; hombrs en 19219 195 modeos de formación 9196 9, 121; mures n 19219 Palangana yaciminto (Alaska) 195196 66, 80 Paleolítico príodo: Infrior 17 39 80, 9 Medio 8788 9, véase ambién Mustrins; Suprior 995 173 paleontología 27 3 Panamá ciudad 145 Panch Pera campamento 79 Peake H 210 Perkins Dxter 227 Perlman S 217 perros 5659 Perths Bouchr de 91 Pyrony D 95 98 piedra instrumentos de 28 3132, 0 7 8 636 68, 7 76 80 91 95 103 10, 106 113 135 139 152, 160 252 253 18, 30-31, 34, 37, 42, 83; concntra ción de 68, 79, 8081 18; culturas pr sistnts 98 102 distribución espacial d 164165 190191, 87, 118, 121; ha cha de mano 88, 91, 9 80 industrias alternativas 98 102 38; ph/a parallos 9 98, 35; véase tambén instrumntos Piedra Media Edad de la 8, 253 piel trabajo de la 139 1112 15, 182 183, 11 pies ngos indios 116 Piltdown (Inglatrra) 90 Pincvent (Francia) 169171 92-93, 95 Phecantropus, 90 PittRivrs genral 11 8990 33 Plistocno 59, 65 80, 253 véase ambién Palolítico príodo primitivo hombr Plog F 18
ÍNDICE ALFABÉTICO
los orígenes de la sociedad compleja, 240243 teora malthusiana, 218 poder polítio, 208 231 233234 236237 247248 261 136 Popper, K 85 positivismo, 18 114115 pos hoc, argumentos acomodaticios, 20 67 157 207 229 248 81 powhatan, indios, 136 Prechellense, 34-35 primates, 3132 6668 74 éase también primitivo, hombre primitivo, hombre, 911 3765 66-76 87 88 101102 busador de alimentos, 31 42 67 87 154 5 16 ampamentos base, 31 42 49 59 66-68 69 74 79 81 87 252253 2, 16 características físi as del, 31 87 azador, 31 40 49 60 87 250253 como altruista soiable, 48 como presa, 53 10 dieta del, 4647 55 259 16 división del trabajo difrencia do, 49 2 16 fsies de, 31 39-40 445 53 6, 251 huellas del, 32 «podero so azador», 42 46 49 251 2 uso del espaio por el, 154-155 uso del fego por el, 40 250 véas también yacimien to, estrutura del progreso, onepto de, 8991 93 249 puero espín, 54
radocarbono, dataión por, 26 103 1 12 ankin, yaimiento (Tennessee), 147 athje, W, 158 reoleón óptima, teoría de la, 238 reonocimiento de modelos, técnica de, 105 reonstrución del pasado, 3738 86 redistribución, 208 233237 247 260 137; en distintos lugares, 233234 137 ed Lake (Arizona), 126, 139 edman, C 18 registro arqueológio, naturaleza del, 17 18 2324 26 3031 37-38 82 85 101 02 108 207 229 246 enia del, 25 dagnosis del, 54 68 152153 interpre taión del, 28 lenguaje descirado en el, 13 2324
279
usia, yaimientos paleolítcos en, 135 137 255 63 yukyu, islas, 126 129 132133 138 14 141
Sahlins, Marshall, 208 Schepers, G 50 Schiffer, Michael, 158 200 201 256 sedentarismo, 33 215216 217218 221 227 233 243 128130 seri, indios, 148 78 sistemas, teoría de, 218219 social, organizaión, 29 32 136137 143 145 estratificaión, 209 233 240 145 jefes, 234236 véase también gran hom bre, sistema de sociedades omplejas socedades ompleas, 3334 207208 213 257 260261 modelo de espeializaión, 237243; modelo de redistribuión 234 137 monopolios, 231233 orígenes de, 230248 sistema de jefaturas, 236 243 247 Solutré (Francia), 88 Solutrense, 91 3435 Spaulding, Albert, 115 Sterkfontein, 50 3, 8 Swartkrans, 53-54 3, 8, 9 12
tarahumara, indios, 182 112 tasmanianos, 90 Taung, 39 251 3 nño de, 39 taxonoma, véas tipología Taylor, Walter, 11 3738 Thomsen, C. J, 88 Tiburón, isla (Méxio), 78 tipología, 85 8889 92 9598 100-102 tortuga, 46 trucha de lago, 136 Tulugak, lago (Alaska), 143 152 53 117 122 complejo situacional de, 13640 47, 53, 6668
Tulukkana, yaimiento (Alaska), 145 74 75
Wagner, Philip, 155
280
EN BUSCA DE L PASADO
Whitehead A 155 Witter D, 48 Wittfogel K. 28 Witthoft . 14 Workman R 47 Wright Henry 5
acimiento caractersticas del 153 abri gos 183197 22 basureros 168 178 21 90 99 22 basueo familiar 157 85; círculos de piedra 141-143 771 domi 2178 10 256 9600 9; hogar 128 132-135 138 139 141 43 15 157 159-178 183186 188 19194 221 256 56 59 68 882 8485 88-89 999, 06, 322; hoos para asar 178182 pequeños vertede ros 165 90 vertederos de astillas de huesos 157 165 188-189 195 80 85 7; vertedero de puerta 175 19 acimientos estructuras de los 15424 distribución de cenias 168 94 07; efecto de actividades variables 182183 186-187 196197 2122 efectos de amontonar restos 1992 22 24; es queletos 155-157 185-186 manteni miento del yacimiento 221 125; modelos de: rea circular 18182 59 6 04 08-09 2 reas de activida des extensas 178-183 áreas dormito rios 172-174 183184 19 194 8 96
98 9 2; distrbución semicircular 188 75 6; grupo de actividad 16
162 163 169 173 182 186 19191 193 8 8586 88 90 2; trabajo alre dedor de un hogar 159167 173 183 8284 94; zona dop 164 166167 186 18819 89-90; ona toss 165 166168 186 188189 21 8990 93 09 6
yacimientos arqueológicos históricos 1 12 251 acimientos funcionales 118153 155 8 inos ipoógicos: campamentos ba se 13914 155 173 253 véase también primitivo hombre; campamentos de caza 127132 155 163 167 173 175 5556; campamento de los enamorados 128-132 56; especialidades 141146 de matanas 68 126 132 141 145 2 8 5759 6, 62 64 90 25; proceso de matana 132135 141 145146 58 7 7475; puestos de caza 138-139 141 143 2 65 68-72; rocas del soldado 137 66-67 rutas preparadas 136137 13914 143 6668; véase también es condrijos Yellen John 145148 197 21 256 76 78; modelo propuesto por 148 7678
Znjanthrous , 4546 5 62 oro 144
ÍNDICE por oLN ENFREW . Nota editorial, por JoHN F. HERRY y Agradecimientos del autor . Prefacio
9
Prólogo,
l
üBIN TüRRENCE
Descifrando el registro arqueológico
La ciencia de la arqueologa Analizar el presente sirve al pasado Los grandes interrogantes de la arqueología
12 14
16 23 23 27
30
Primera parte ¿CÓMO ERA? 2 ¿Era el hombre un cazador poderoso? . El hombre como mataor sanguinario: los puntos de vista de Dart Dudas acerca de Dart . La alternativa de Leakey Los trabajos de Brain . La contribución de los estudios contemporáneos Volviendo a Pleistoceno
62
3
66
.
Vda y muerte e la charca .
Dónde comía y dormía el hombre primitivo? La nformación que nos proporcionan las charcas en la actualidad La arqueología de una charca antigua . Desarrollo de un argumento aceptable . Estado actual de la investigación .
39 39 42 44 49 55
66 69 76
80 82
Segunda parte QUÉ SIGNIFICA? .
El desafío del Musteriense .
87
EN BUSCA DEL PASDO
82
El árbol e la via El presente un conicto e opiniones .
95 100
5 Una odisea arqueológica Descubrieno el pasao Lo s atos no hablan por sí solos ¿Ofrece el uno conteporáneo una solución? El absuro y l a Nueva Arqueología . Puntualizaciones finales 6.
Cazadores en un territorio
na isón esáia d un erriorio ináico La escala e uso el espacio Ciclo huano el uso e la tierra . Coplejo situacional en las fuentes el Anavik Coplejos situacionales el lago Tulugak Consieración global el sistea Yaciientos especializaos Disposición e los yaciientos e resiencia El reto para nuestra etoologa La gene en su espacio
103 106 109 114 116 117 117 11
.
7
103
122 .
125 136 140 141 147 150 154
.
La estructura el yaciiento: un esafío a la interpretación arqueo lógica El trabajo alreeor e un hogar Hogares exteriores e interiores . Áreas oritorio Desayuno en la cama Áreas e actvia extensas Estructura situacional cobinación e oelos El interior e la Casa Palangana El exterior e una casa esquial Conicionaientos en el uso el espacio el calor y la luz Tiepo e consecución Los efectos e aontonar restos Estrategias e lipieza Una teoría acerca e la estructura situacional .
.
.
.
.
154 159 167 172 174 17 13 1 194 196 19 199 200 201
Tercera parte ¿POR QUÉ OCRRIÓ? 8.
Sobre los orígenes de la agricultura
.
Aproxiaciones al problea el origen e la agricultura La oilia coo opción segura entre los cazaores y recolectores
210 210 219