DESEAR CON ÉXITO 7 Reglas para hacer realidad los sueños
Pierre Franckh
Desear con Exito
Los deseos se realizan. Cada día, cada minuto, cada segundo. Permanentemente deseamos algo. Consciente o inconscientemente. Creámoslo o no. Nosotros deseamos incluso cuando no lo ueremos en a!soluto. "#u$ desea usted% "#u$ de!e realizarse en su &ida%
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Desear con Exito
Los deseos se realizan. Cada día, cada minuto, cada segundo. Permanentemente deseamos algo. Consciente o inconscientemente. Creámoslo o no. Nosotros deseamos incluso cuando no lo ueremos en a!soluto. "#u$ desea usted% "#u$ de!e realizarse en su &ida%
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Prefacio Mi historia Cuando tenía seis años se cumpli' mi primer deseo. Le ha!ía escrito una nota a mi ángel protector, ( para ue mi madre no la encontrara, la ha!ía esco escond ndid idoo !ien !ien.. )l dese deseoo se cump cumpli li'' pese pese a eso. eso. Reci Reci!í !í *ust *ustam amen ente te la !icic !icicle leta ta ue ue uer uería ía.. +ncl +nclus usoo eac eacta tame ment ntee del del colo colorr dese desead adoo ( con con la campanilla con el rat'n. Cuando tenía nue&e años, (a no creía, sino (a sa!ía ue los deseos se cumplen. Por los menos los míos. )ntretanto ha!ía escrito muchos deseos en papelitos ( se me ha!ían cumplido. Los milagros no eran para mí un asunto de -e, sino ue ha!ían llegado a ser un asunto de la realidad. Pese a eso, el *o&encito uería someter todo a una prue!a. eguro es seguro. Por esa raz'n tu&e ue intentar algo /imposi!le0, algo ue en realidad no puede -uncionar en a!soluto. 1 así, les encargu$ a los /seres de allá arri!a0 arri!a0 ue (o uería participar participar en una película de cine. 2e!ía ser un papel realmente realmente !ueno ( mi nom!re tenía ue aparecer en los títulos. )sa )sa &ez escri!í en el papel de deseos, /3 ue (o de!ía ser notorio para todos0. 1 e-ecti&amente, (a en el mismo año asumí en la película /4istorias de niños tra&iesos0 el papel de ad&ersario del actor principal. 5is padres creían en un milagro, (o en mi encargo, ue nadie aparte de mí ha!ía tomado en serio. 1o lo tom$ incluso mu( en serio, porue desgraciadamente el encargo se ha!ía cumplido más eactamente ue lo ue ha!ía pensado. 1o ha!ía cometido *ustamente un peueño error -atal. 4a!ía escrito en el papel, ue todos de!ían &erme en la película. 2e escuchar no ha!ía dicho nada. 2urante los tra!a*os de -ilmaci'n, el director decidi' ue el *o&en, cu(o papel (o hacía, de!ía ser un *o&en prusiano con dialecto !erlin$s. Para mi horror, me sincronizaron, es decir, reci!í otra &oz en la película. 6sí, (o tení teníaa mi prim primer er gran gran pape papell en el cine cine,, el dese deseoo se ha!í ha!íaa cump cumpli lido do.. Cualuie Cualuiera ra podía &erme, pero nadie podía escucharme. escucharme. 2i-icilmen 2i-icilmente te podía reci! reci!ir ir un unaa prue prue!a !a me*o me*orr ( desg desgra raci ciad adam amen ente te más más dolo doloro rosa sa de dese deseoo ine ineac acto to.. Por Por eso eso le dedi dediu u$$ un capí capítu tulo lo compl complet etoo a la -ormu -ormula laci ci'n 'n correcta8. Por alg9n tiempo insult$ a los /seres de arri!a0. 4asta ue tu&e en claro ue ellos ellos no podían hacer hacer a!solutam a!solutamente ente nada nada al respecto. respecto. implement implementee ha!la!an un idioma di-erente al mío. No sa!ían lo ue desde mi punto de &ista era !ueno o malo. 3
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No tenían ninguna eperiencia de c'mo era auí en el mundo, ellos simplemente s'lo cumplían mis instrucciones. 2esde entonces no hu!o ninguna duda más para mí: Los deseos se cumplen ! exactamente como se piden Cuando era niño (o sa!ía eso. Cuando niño toda&ía tenía contacto con mis deseos deseos ( espera!a espera!a simpleme simplemente nte ue $stos $stos se cumpliera cumplierann como me lo imagina!a. )n todo caso, la peueña -á!rica de notas -unciona!a en ese entonces. Pero el *o&en lleg' a ser grande ( un día se sinti' adulto. 1 así, del muchachito, ue en ese entonces poseía más conocimiento ue más tarde como adulto, adulto, result' un esc$ptico esc$ptico ( /realista0. /realista0. )n el camino a la pu!ertad, alguna &ez le ha!ía creído más a todos los adultos ue a sí mismo. u talento de /desear0 ha!ía caído cada &ez más en el ol&ido. )n su mundo de adulto adulto uería lograr lograr algo algo $l mismo, uería estar estar orgulloso de sí mismo, creía en la -uerza propia ( encontra!a a!surda ( &erg &ergon onzo zosa sa la a(ud a(udaa a*en a*ena, a, espe especi cial alme ment ntee la a(ud a(udaa /de /de arri arri!a !a0. 0. )l muchachito ha!ía de*ado de permitir milagros en su &ida. u &ida se puso más más di-íci di-ícil,l, más seria, seria, ( se encont encontra! ra!aa -recue -recuent nteme ement ntee con o!stá o!stácul culos os insupera!les. Comenc$ a luchar ( a compararme cada &ez más a menudo con otros, con lo ue constat$ constat$ ue aparentemente aparentemente siempre tenía las peores cartas. #ue el mundo es in*usto, se ha!ía con&ertido entretanto en una certeza para mí: "Por u$ a algunos les resulta todo todo ( a otros no no les resulta resulta nada% "Por u$ algunos tienen siempre tanta /suerte0, mientras ue a otros todo les resulta mal% "Por u$ a algunos les &a tan increí!lemente !ien ( a otros no les &a !ien en a!soluto% La respuesta a esas preguntas ( con $sta el cam!io para mi &ida, la encontr$ cuando muchos años despu$s me top$ con un li!rito !lanco con el título /5ilagros0. )n $ste, tuart ;ilde relata eactamente so!re las mismas eperiencias ue (o ha!ía tenido cuando era niño. 6 esa particular -orma de desear $l la llama encargar < un t$rmino mara&illosamente apropiado < ( asegur aseguraa ue -un -uncion cionar aría ía en cualu cualuier ier moment momentoo ( para para cualu cualuier ier persona. 1o esta!a pro-undamente conmo&ido. Comenc$ a acordarme otra &ez de mis tiempos de niño. "
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)n ese entonces ha!ían sido posi!les *ustamente esos milagros de los ue ha!la!a tuart ;ilde. )n auel tiempo $stos esta!an simplemente a mi disposici'n. "Pero por u$ eso solamente de!ía serle posi!le a un alma in-antil% "Por u$ no tam!i$n al adulto% " No era tal &ez la &ida en a!soluto tan in*usta% "La 9nica di-erencia entre los eitosos ( los -racasados no era tal &ez solamente ue los ganadores *amás duda!an de sí mismos ( de sus deseos% )llos simplemente sa!ían ue les correspondía lo ue desea!an. )ra normal para ellos ue sus epectati&as se cumplieran. us pensamientos se realiza!an, ( permanentemente. "Pero u$ /pensa!an0 ellos tan di-erente a otros% Las personas exitosas no dudan # siempre est$n en%ocadas positi&amente 'acia sus prop(sitos 6l -inal siempre eiste s'lo una di-erencia. =nos desean conscientemente ( con un o!*eti&o, los otros inconscientemente ( sin coordinaci'n, sin darse cuenta ue ellos son igualmente los causantes de sus circunstancias. Por medio de ese li!ro de tuart ;ilde mi &ida ha cam!iado por completo. 2esde entonces he puesto nue&amente en mi &ida innumera!les deseos exitosos de ese tipo. >1 -unciona? olamente ha( ue hacerlo < la &ida puede ser tan sencilla < ( aprender algunos peueños trucos ( artimañas. Porue tam!i$n con desear con éxito se pueden hacer algunas cosas err'neas ( pueden salir algunas cosas mal. También a desear hay que aprender Los deseos se cumplen cada día, cada hora, cada minuto. @am!i$n los nuestros. 1 *ustamente todos. Pero eso signi-ica ue tam!i$n se cumplen nuestras dudas. 1 nuestros pensamientos so!re nuestra propia in-erioridad. Porue esos son tam!i$n deseos, aunue in&oluntarios. Pese a eso se cumplen. Comenc$ entonces a o!ser&arme minuciosamente. o!re todo me interesa!an naturalmente mis deseos inconscientes ( c'mo podía aduirir control so!re ellos.
Nuestras expectati&as se &en a menudo %rustradas) s(lo por*ue nosotros esperamos desilusionarnos +
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)l uni&erso no puede di-erenciar entre !ueno ( malo. implemente entrega. 6l uni&erso le da lo mismo si el cumplimiento del deseo produce un e-ecto positi&o o negati&o en nuestra &ida. )l uni&erso no conoce lo *usto o lo in*usto, lo !ueno o lo malo, lo positi&o o lo negati&o. )l uni&erso simplemente entrega de acuerdo a nuestras imaginaciones. ")l uni&erso% "#u$ es eso% Pues !ien, la idea de ue el uni&erso es algo así como una gigantesca empresa de &enta por correspondencia, es mu( 9til al principio, cuando se trata de hacer ue nuestros deseos se realicen. @omado al pie de la letra, ocurre tam!i$n algo parecido con nuestros deseos. Astos son procesados ( entregados. 5ás adelante tratar$ la real interacci'n -ísica entre el en&ío de nuestros deseos ( su cumplimiento en nuestra &ida, es decir, de u$ manera está conectado eso con la energía ( su mani-estaci'n en el plano material. Pero por el momento nos a(uda mu( !ien la idea de una empresa uni&ersal de &enta por correspondencia, cuando se trata de aprender el modo adecuado de desear. o!re todo nos a(uda a tratar con eso de manera l9dica. )so es &enta*oso, porue todo lo ue es l9dico ( li&iano se cumple esencialmente más rápido ( más pronto. +gualmente importante para lo li&iano es sa!er ue siempre está a nuestra disposici'n ( ue, cuando obtenemos algo, eso no le falta a otro. Naturalmente eso no es así si deseo al esposo de mi amiga8. )n el transcurso de los 9ltimos B años he aprendido mucho en todo caso, como -unciona el desear con éxito. 2e esas eperiencias ( -allas propias ( de las de muchos otros, he concretado siete reglas ue nos a(udan a lle&ar la &ida ue deseamos. i deseamos de la manera correcta , se cumple todo en nuestra &ida. @am!i$n lo imposi!le. @am!i$n lo inalcanza!le. Lo -ascinante es *ustamente ue al desear adecuadamente no ha( límites. ea dinero, casa, auto, pare*a, tra!a*o o amor, todo es posi!le. No 'a# l,mites Las limitaciones existen solamente en la ca-e.a 6hí creamos nuestro mundo diario. 1 porue nosotros los adultos no sa!emos eso o no ueremos sa!erlo, la ma(oría de las &eces estamos mu( descontentos con nuestro mundo ue hemos creado nosotros mismos.
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"Pero c'mo se eliminan entonces esas limitaciones, c'mo se desea adecuadamente% "C'mo logra uno epresar sus deseos clara e ineuí&ocamente, sin interrumpir permanentemente la entrega de $stos o incluso desear cosas ue en realidad no se uieren% "1 c'mo se logra no desapro&echar la entrega% "1 c'mo se logra ecluir todo lo horri!le de su &ida% @odas esas son preguntas ue me hacen una ( otra &ez en mis con-erencias. Pero por -in se trata siempre solamente de una pregunta: "C'mo logro permitir todos los milagros en mi &ida% Los deseos se reali.an 01u de-e reali.arse en mi &ida 5ientras más a menudo he in-ormado entretanto en mis con-erencias &espertinas so!re desear con éxito, ma(or ha llegado a ser el inter$s por sa!er más al respecto. +ncluso muchos de auellos ue (a ha!ían escuchado de las di-erentes maneras de desear ( ue las ha!ían practicado por un tiempo, un día tiraron la toalla porue eso no -unciona!a adecuadamente para ellos. 1o esta!a asom!rado. 6uello ue entretanto era completamente normal para mí ( para mi &ida, para otros no era en a!soluto o!&io. 1 mientras más eplica!a, más preguntas surgían. @am!i$n en mí. @am!i$n (o comenc$ a preguntarles a mis auditores c'mo desea!an. Con eso se me aclar' cada &ez más por u$ con tantos no -unciona!a ( d'nde esta!an las -allas. 1 así, me pedían cada &ez más a menudo ue por -in escri!iera algo so!re el -uncionamiento de desear con éxito. 5uchas gracias a todos los ue me impulsaron una ( otra a &ez a hacerlo. in ustedes no eistiría este li!ro. @oda&ía me acuerdo de la dama ue me sonri' tan ama!lemente ( ue me di*o: /1o s$ ue usted escri!irá el li!ro0. /"Por u$%0, pregunt$ asom!rado. /Porue (o deseo eso0.
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Regla 1 Simplemente comience Para aprender a desear con éxito, lo me*or ue podemos hacer es simplemente comenzar alguna &ez. 1 por cierto con algunos e*ercicios -áciles para -amiliarizarse. Por -in ueremos &er mu( rápidamente los primeros resultados. "1 como se llega de la manera más rápida a los primeros resultados% Con deseos peueños. "Por u$ con /peueños0% Con $stos es posi!le acercarse más -ácilmente a los deseos, tomándolo como un *uego ( en -orma o!*eti&a. Las cosas ue a uno menos le signi-ican, tam!i$n le producen menos miedo. =no se las puede imaginar mentalmente ( a continuaci'n ol&idarlas nue&amente, es decir, desprenderse de ellas ( por consiguiente en&iarlas al &ia*e energ$tico. Con cosas sin importancia se con-ía más en ue el deseo se cumplirá, porue a uno no le interesan tanto. Dustamente la con-ianza es una de las cosas más importantes para desear con $ito. La con-ianza crea la -e. La %e en el xito produce el xito Por lo tanto, lo importante es solamente la -e. Asta es la -uente original ue nutre permanentemente al deseo con energía. iempre es la -e la ue mue&e montañas.
)l asunto de la raz'n La raz'n, en cam!io, uiere eplicaciones l'gicas ( tratará por lo tanto de con&encernos de ue todo eso no puede -uncionar. )lla toda&ía no lo sa!e me*or. Pero cada nue&a eperiencia positi&a ( cada eperiencia de $ito, contri!uirán a ue tam!i$n la raz'n est$ pronto con&encida de ue tenemos la capacidad de desear con $ito. Por -in $sta tiene una enorme capacidad para aprender. Pero s'lo puede sa!er lo ue ha eperimentado ( lo ue comprende. @odo lo demás no uiere ( no puede perci!irlo. Por eso la raz'n no está a cargo de los milagros. Asta intenta incluso categ'ricamente, impedir todos los posi!les milagros. @odo lo ue no se adapta a su concepto del mundo, no puede ser. Por ese moti&o eplico más adelante < para la raz'n mediante conocimientos cientí-icos E, por u$ nuestros deseos no s'lo se pueden 5
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cumplir, sino ue incluso siempre se cumplen, ( por cierto sin ecepci'n. )so le podemos entonces contraponer a la raz'n, cuando $sta uiere comenzar nue&amente a dudar. Para de*ar algo en claro: Los grandes milagros podrían -uncionar de la misma manera. 6l uni&erso le da lo mismo cuán grande o peueño es nuestro deseo. Siempre es solamente nuestra ima6inaci(n la *ue permite o impide al6o Pero como *ustamente nuestra imaginaci'n está hecha de tal manera, ue no creemos realmente en el cumplimiento de nuestros deseos, inconscientemente tra!a*amos mu( intensamente contra la realizaci'n de cosas aparentemente grandes. Los /milagros0 más pequeños , por el contrario, podrían tal &ez ocurrir !a*o ciertas circunstancias, seg9n el lema: /=na gallina ciega tam!i$n encuentra a &eces un grano0. Pero despu$s del primer /milagro0 más peueño, tal &ez uno encuentre el &alor para otro milagro peueño más, ue despu$s tal &ez (a no sea más un milagro, sino algo así como la entrega eitosa de nuestro deseo. )l cuarto ( uinto milagro llegan a ser cada &ez más una con-irmaci'n. Nuestra raz'n se da cuenta ue al parecer ahí ha( algo más, ue no puede eplicar. Asta se adapta ( constru(e un nue&o concepto. 1 repentinamente comienza a aceptar el nue&o mundo, porue desear con éxito es algo ue le parece o!&io a la raz'n: )lla en&ía ( reci!e. Con el tiempo se siente tam!i$n como creadora. 1 de repente creemos en la ma(or le( -ísica: La ener6,a si6ue a la atenci(n i eso es &erdad, se dice la raz'n, entonces tam!i$n se podrían intentar los deseos ma(ores. Naturalmente. Primero, sin em!argo, es importante con&encer realmente a nuestra raz'n. 1 la manera más -ácil para ue eso ocurra, es empezando con los deseos más sencillos. Lo 9nico a lo ue tenemos ue poner atenci'n es a perse&erar. +mpertur!a!lemente. Comenzamos por eso con una peueña -ase de prue!a. Lo ue necesitamos es *ustamente una eperiencia de $ito, para ue se le demuestre a nuestra raz'n: /5ira, -unciona0. 7
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Lo ue necesitamos es algo concreto, para ue podamos deshacernos de nuestras arraigadas con&icciones < de ue no -unciona. La práctica hace al maestro 6demás, nosotros somos principiantes en el arte de desear con éxito conscientemente. Consider$monos como aprendices. 6 un aprendiz de or-e!re, por e*emplo, no se le encomienda como primera tarea la -a!ricaci'n de un &alioso collar de !rillantes. Al sa!e ue esa es su meta. 6l -inal de su tiempo o-icial, $l tam!i$n se puede mane*ar con los materiales &aliosos, ue reuieren una eperiencia adecuada. )sa es tam!i$n nuestra meta, ueremos ue desear, tanto cosas grandes como peueñas, nos resulte -ácil ( ue o!tengamos el resultado deseado. Por eso practiuemos de pre-erencia primero con los deseos peueños ( *untemos así nuestras eperiencias. 1 *untar eperiencias signi-ica tam!i$n: Cometer errores ( aprender de $stos. @al como me -ue con el deseo del papel en el cine. Practiuemos entonces en las cosas con las ue &eamos rápidamente un resultado.
La reser&a de estacionamiento "C'mo sería, por e*emplo, con el -amoso estacionamiento ue no eiste, porue siempre otros nos lo arre!atan ante nosotros% )so tendría dos &enta*as. Ventaja I Los estacionamientos son el e*ercicio más -ácil, porue en su carácter de *uego no son tan peligrosos ni serios para nosotros ( para la -e ue tenemos hasta ahora. i nos podemos conseguir un estacionamiento por medio de desear con éxito, eso toda&ía no haría tam!alear nuestra -orma de pensar. )so es tan importante, porue de lo contrario nuestra raz'n, como /pensador *e-e0 lo consideraría como el ma(or peligro para ella ( tra!a*aría en contra. Pero un estacionamiento es más !ien una di&ersi'n, un *uego. )n caso de ue eso realmente resultara, toda&ía no demostraría nada. Ventaja II =n estacionamiento tampoco es en realidad su-icientemente importante, como para ue pudi$ramos creer: /No nos corresponde0. Con cosas ma(ores es mu( di-erente. 89
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Con cosas ue realmente son importantes para nosotros, dudamos mucho más ( creemos esencialmente más rápido ue no ocurrirán, porue secretamente estamos con&encidos de ue algo tan mara&illoso no nos corresponde. /Para eso no so( su-icientemente hermoso, há!il, rico o inteligente0. Pero conseguir un estacionamiento tiene carácter de *uego, para no tomarlo realmente en serio. 1 eactamente eso ueremos apro&echar. "C'mo se hace% :i pedido de estacionamiento 6l a!andonar la casa en&ío una peueña petici'n. Como compañero de con&ersaci'n tomo simplemente al ángel del estacionamiento. @am!i$n podría decir naturalmente /uerido cosmos0 o /uerido uni&erso0 o /uerida energía del deseo0. C'mo se lo llame es en el -ondo lo mismo. Lo principal es ue -unciona. )n todo caso (o pre-iero los ángeles. Los siento más personales ( más cercanos. ea cual sea el compañero de con&ersaci'n ue se eli*a, es importante: no !urlarse, no dudar ( no considerar una estupidez desear con éxito. #ueremos un estacionamiento ( esa es nuestra -ase de prue!a. )n una -ase de prue!a tam!i$n se pueden hacer cosas inusuales. /Pues !ien, uerido ángel del estacionamiento. @engo un estacionamiento en la calle3 Aste (a está ahora destinado para mí. 1o lo o!tengo, ( *ustamente cuando llegue allí0. Pero no se de!e -ormular su deseo demasiado poco antes del cumplimiento, porue tam!i$n el uni&erso necesita un cierto tiempo preliminar. Por lo tanto, lo me*or es pronunciar el deseo (a al salir de la casa. >>1?? >>Funciona?? 4o( ueremos creer en eso. 4o( pro!amos nuestra -uerza de pensamiento ( &emos cuán -ácil puede ser la &ida. )n el &ia*e hacia allí no de!emos pensar más en eso ue lo ue es necesario. Lo me*or es no pensar en a!soluto. Porue cuando toda&ía no se tiene práctica en desear con éxito, se instalan más !ien dudas, ue la certeza de ue todo tra!a*a para uno para me*or. )n todo caso, el hecho es ue cuando lleguemos a nuestro destino con nuestro auto, ocurrirá el milagro. ha( (a un estacionamiento li!re *ustamente allí donde lo necesitamos, o alguien se &a en ese momento. 88
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2esde ue 5ichaela ( (o deseamos con éxito, (a no tenemos pro!lemas con !uscar estacionamiento. >2esde hace d$cadas (a no más? )ntretanto emitimos la petici'n incluso casi de paso, porue sa!emos ue la comunicaci'n está ( ue nuestro deseo llega. 6 &eces incluso ocurre ue no &eo el estacionamiento ( pregunto /allí arri!a0 o pido una señal. @am!i$n eso -unciona. uno toca la !ocina o alguien se comporta de manera tan llamati&a ue mi &ista se dirige hacia allí. Pero no siempre anda todo per-ecto. 6 &eces tam!i$n ol&idamos desear ( luego tenemos siempre ue reírnos mucho, porue todo está lleno con autos estacionados. )ntonces siempre le pregunto a 5ichaela: /"4as encargado tal &ez demasiado tarde%0 u respuesta es tam!i$n siempre igual. /1o pensa!a ue t9 (a ha!ías ordenado uno hacía rato0. )n ese momento, de repente se nos aclara mucho nue&amente la di-erencia entre desear con éxito o tener ue luchar uno mismo por todo. Tra-a;ar con el uni&erso es esencialmente m$s sencillo *ue es%or.arse uno solo al m$ximo Por lo tanto, utilicemos la -uerza ue está siempre a disposici'n de todos nosotros. 6unue se trate de algo tan simple como un estacionamiento. 5ichaela ( (o nos ali&ianamos la &ida cotidiana con esos deseos más peueños desde hace tanto tiempo, ue eso (a nos parece completamente o!&io. olamente con esos /milagros0 más peueños podríamos llenar un li!ro completo. En -
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=na -irma grande i!a a &ender sus mue!les por uie!ra. Nosotros no ueríamos mue!les de o-icina en realidad, pero nuestro amigo mu( !ien podía necesitar nuestra a(uda. Cuando entramos al edi-icio de las o-icinas se nos aclar' todo. Gigantescas cu!etas hermosas con enormes plantas nos sonreían. 1 como nadie las uería, las o!tu&imos del síndico de uie!ra casi regaladas. 6rrendamos un cami'n de carga ( las lle&amos el mismo día a la casa. Las plantas eran realmente tan grandes, ue primero tu&imos ue hacer lugar en la casa. )li*a &arios de auellos deseos peueños. ea eitoso con $stos. Con&$nzase usted ( con&enza a su raz'n, o!tenga con-ianza. Con eso puede dedicarse tam!i$n tranuilamente a deseos ma(ores. olamente tiene ue hacerlo. 6unue al principio tal &ez le parezca a!surdo. Por lo demás, solamente su raz'n lo encuentra a!surdo. Pero su raz'n no está *ustamente a cargo de /milagros0.
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Regla !ormular correctamente "l principio #$o soy% )l ma(or error ue se comete una ( otra ( otra &ez al desear, es ue (a a tra&$s de la -ormulaci'n se en&ía un mensa*e totalmente di-erente al ue se tenía la intenci'n de en&iar. 6unue uno tenga mu( !uena intenci'n, no se acerca a su prop'sito. 6l contrario. La ma(oría de las &eces uno -ormula sus deseos incluso de manera ue se consolida la situaci'n desdichada en la ue se encuentra. i se desea, por e*emplo, mucho dinero, es completamente err'neo -ormular la orden / Yo quiero ser rico0. Lo ue se o!tiene entonces es la condici'n de /1oEuieroEserErico0. )sa condici'n (a la conocemos. )s la condici'n de /uerer algo0 ( /no tenerlo0. 2e ese modo re-orzamos entonces nuestra carencia.
No cree la condici(n de *uerer=al6o) sino de ser=al6o Por eso, la -ormulaci'n adecuada es: /)sto( preparado para la riueza en mi &ida0. : /1o so( rico ( -eliz0. : /)l dinero ue está designado para mí (a eiste ( está encontrando el me*or camino para entrar en mi &ida0. Nuestra -rase es: / Yo soy rico0. 1 no: /Yo quiero ser rico0. i ueremos una relaci'n -eliz de pare*a, no tenemos ue desear: /#uiero tener la pare*a apropiada en mi &ida0, o /#uiero encontrar la pare*a adecuada0. 2e ese modo, todo ueda como antes. )l uni&erso entiende ue ueremos algo ( nos en&ía la condici'n de uerer. )l uni&erso no conoce ninguna di-erencia entre presente ( -uturo. e entrega auello ue pensamos ( sentimos. Para nuestra -ormulaci'n de deseo eso signi-ica: Siempre deseamos en la %orma presente) nunca en la %orma %uturo
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/#uiero ser -eliz0, nos trae por desgracia *ustamente eso: el uerer. Nosotros seguiremos ueriendo eso. )l uni&erso entiende ue nuestro deseo es uerer algo. /1o so( -eliz0, nos trae la situaci'n ue realmente deseamos. /)sto( a!ierto ( dispuesto para permitir el amor0, a!re las puertas. La !9sueda tiene un t$rmino. /1o s$ ue la pare*a adecuada (a eiste ( ahora entra en mi &ida0, me trae la persona deseada a mi &ida. &acer como si ya i deseamos un armario para la pieza de estar, entonces lo me*or es sacar de inmediato el armario antiguo ( regalarlo o hacer ue se lo lle&en. Partimos de la !ase ue el deseo (a se está procesando. 1a hemos /comprado0 el armario. )l nue&o armario (a eiste entonces ( s'lo es cosa de tiempo para ue est$ en nuestra sala de estar. /4acer como si (a0, o!liga a reaccionar al uni&erso. 5ientras más claro eista (a nuestro deseo en nuestra imaginaci'n, más rápidamente el uni&erso tiene ue euili!rar el etraño deseuili!rio entre -uerza de pensamiento ( realidad.
A*uello *ue deseamos #a lo tenemos 2e ese modo, la presi'n de nuestro deseo aumenta enormemente. La energía en&iada es tan -uerte, ue el encargo está !ien arri!a en el mont'n de papeles de nuestro /-uncionario0. +ndependiente de si se trata de un armario, de dinero o de nuestra nue&a pare*a. 5ientras hacemos como si (a -u$ramos ricos o como si (a tu&i$ramos la pare*a deseada, más rápidamente se realiza lo deseado, porue en&iamos en -orma permanente una energía increí!lemente -uerte. 6traemos &erdaderamente el suceso a nuestra &ida. )so no signi-ica ue si ueremos ser ricos, de!amos (a antes gastar mucho dinero ( so!regirar nuestra cuenta. igni-ica más !ien, (a sentirnos como ricos. La riueza (a es parte de nuestra &ida. Podemos re-orzar nuestros deseos, al hacer como si (a se hu!ieran cumplido. "Por u$ esa condici'n de /hacer como si (a0 es tan importante% Porue con eso nos ocupamos una ( otra &ez de lo ue &iene de manera positi&a ( (a nos preparamos con-iados para eso. )s decir, nos ponemos en la &i!raci'n apropiada. 8+
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6demás, disminu(en nuestras dudas, re-orzamos nuestra con-ianza ( sentimos en -orma puramente emocional, cuán hermoso será ese esa condici'n para nosotros. 6l mismo tiempo le damos poco espacio a la raz'n para !uscar argumentos en contra. Cada &ez ue $sta nos uiera con&encer de lo imposi!le ue es en realidad nuestro pro(ecto, nosotros (a poseemos como contrapeso la eperiencia de la satis-acci'n ( de la &italidad ue se está mani-estando en nuestra &ida a tra&$s de lo ue &iene: /6sí se siente eso cuando está presente0. Las emociones son cada &ez más -uertes ( más intensas ue los argumentos de la raz'n. Por medio de /tantear el terreno0 emocionalmente, nos re-orzamos en nuestro deseo ( no empezamos tan -ácilmente a &acilar. Pero ante todo trans-ormamos nuestra consciencia de carencia en una consciencia de !ienestar. 6uello ue deseamos lo tenemos, porue nos corresponde por naturaleza. Nosotros no seguimos creando po!reza emocional o econ'mica, sino ue tomamos cada suceso o cada encuentro como algo &erdadero ue nos acerca a nuestro deseo. “o! y “ninguno! " o el asunto del miedo
4a( ue tener cuidado con los deseos ue &an acompañados de una porci'n propia de miedo en el -ondo. )l miedo es como un imán gigantesco. Los miedos atraen ;ustamente los sucesos *ue *ueremos impedir Los pensamientos poseídos por el miedo están mu( cargados emocionalmente. @ienen, por consiguiente, una energía etraordinariamente -uerte. 6demás, nosotros nos ocupamos en -orma especialmente considera!le de las cosas ue tememos. Nos imaginamos permanentemente los peores escenarios con todos los detalles posi!les ( los hacemos pasar una ( otra &ez por nuestra mente. 6unue les tenemos miedo, pensamos más en esas cosas ue en las cosas agrada!les de la &ida. +ncluso cuando nos &a !ien ( todo transcurre mu( !ien, no nos damos cuenta de lo mara&illoso ue ha( en nuestra &ida, sino ue nos sumergimos en una so-ocante energía de miedo.
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Pero la energía sigue siempre a la atenci'n. )so signi-ica ue siempre atraemos los sucesos de los ue nos preocupamos. Pero eactamente eso es lo ue no ueremos, porue en estricto sentido ueremos *ustamente e&itar lo terri!le. Todo lo *ue tratamos de e&itar lo atraemos a nuestra &ida i deseamos de un modo temeroso, en &erdad ueremos e&itar algo. 2a lo mismo cuán positi&o tratemos de epresarlo < en realidad la ma(oría de las &eces se esconde detrás de eso la idea de /1o no uiero ue30, o /No deseo ning9n30 Pero el uni&erso no conoce las pala!ras /no0 ( /ninguno0. No sa!e u$ hacer con la negaci'n. @ampoco con el intento de uerer e&itar algo, es decir, de no hacer algo. =n deseo así se realiza casi siempre en -orma completamente contraria a nuestro &erdadero deseo. )l uni&erso simplemente saca *ustamente las pala!ras /ninguno0 ( /no0 del -ormulario de pedidos ( los cumple como si deseáramos eactamente eso. /1o no uiero estar en-ermo0 signi-ica como energía de deseo: /1o uiero estar en-ermo0. "Por u$ eso es así% Nosotros no podemos no de*ar producirse algo. iempre podemos solamente crear algo ( no no crear algo. olamente el hecho de pensar en no crear, crea lo no deseado. No solamente porue el uni&erso simplemente anula la pala!ra /no0 por no conocerla E "c'mo se puede tam!i$n no llegar a ser algo% E, sino tam!i$n porue detrás de ese deseo está el miedo a una en-ermedad esencialmente ma(or ue el deseo de estar sano. Por consiguiente, uerer e&itar algo no se puede. Pero podemos hacer ue se produzca lo contrario de eso. @enemos entonces ue dedicarnos al eui&alente positi&o. La orden ue se entiende allá /arri!a0 tendría en realidad ue ser: /1o esto( sano0. )sa orden es simple ( clara. Con ese deseo nos ocupamos *ustamente de nuestra salud ( no de en-ermedad. Pero !ien -rancamente. "Cuántos de esos deseos negati&os pensamos ( pronunciamos cada día% /No uiero llegar a estar cesante. No uiero morir. No uiero tener ning9n accidente. No uiero ue me a!andonen. No uiero ser po!re0.
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in em!argo, de ese modo nos ocupamos en realidad solamente con los aspectos negati&os ( en&iamos esa energía. Lo ue llega allá /arri!a0 de acuerdo con eso, (a lo sa!emos. )so, deseado correctamente, tendría ue ser: /@engo tra!a*o0. o( -eliz en mi relaci'n. @engo todo lo ue necesito0. @al &ez comprenda ahora el uno o el otro, por u$ algunos deseos han sido entregados tan err'neamente. )n realidad no -ueron e-ectuados en a!soluto err'neamente. La entrega -ue incluso mu( inmediata ( eacta. olamente el -ormulario de deseos -ue llenado eui&ocadamente. 'note por escrito el deseo 2e ese modo el deseo se re-uerza. Aste a!andona nuestro cuerpo por primera &ez -ísicamente. 1a con eso gana -uerza. 2e pronto lo pensamos en serio. 6!andonamos el espacio de las especulaciones ( sueños, en el ue toda&ía no creemos tan de &erdad en esto.
Si escri-imos nuestro deseo) lo mani%estamos 2esde ahora $l está en la materia. )s nuestra -irme &oluntad. +nue!ranta!le, claro e ineuí&oco. )specialmente cuando se es principiante en desear, se de!ería retener su deseo por escrito. 2espu$s, cuando (a se tiene una rutina ( una -e -irme ( se pueden mirar hacia atrás su-icientes $itos, se puede ocasionalmente prescindir de la escritura. 2espu$s se puede tam!i$n encargar sin más ni más o lanzar una !re&e mirada hacia arri!a o lo ue a uno se le ocurra. Pero la des&enta*a es ue si solamente deseamos de paso, alguna &ez (a no sa!remos todo lo ue hemos deseado ( tarde o temprano perderemos la &isi'n glo!al. 6demás, no solamente deseamos siempre algo de paso, sino ue permanentemente de*amos tam!i$n de desear algo, o modi-icamos el deseo. 5uchas &eces no lo ha!íamos pensado así en a!soluto, s'lo está!amos por un momento entusiasmados con eso ( enseguida deseamos otra &ez algo di-erente. 6l uni&erso le da lo mismo. 6uello ue es deseado, es entregado, aunue tal &ez (a no nos sir&a en a!soluto. 1 de pronto estamos en un re&olti*o de deseos en&iados ( (a no tenemos ninguna &isi'n glo!al so!re nuestra &ida. curren entonces innumera!les cosas di-erentes ( contradictorias alrededor de nosotros ( en todo el caos (a no nos damos cuenta de ue somos los creadores de todas las cosas. 85
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e agregan tam!i$n todos nuestros deseos inconscientes, ue no ueremos tener en realidad. 1 estamos nue&amente allí donde (a no uisi$ramos estar. curren cosas ( nosotros no tenemos idea ui$n ha encargado todo eso. Nuestros primeros deseos de!eríamos entonces realizarlos me*or totalmente conscientes. 1 darles, con la anotaci'n por escrito, una clara orientaci'n e importancia. Por lo menos para el comienzo, recomiendo tam!i$n crearse un peueño ritual. :i deseo me es tan &alioso) *ue &ale la pena *ue me dedi*ue a l #or eso deja que el momento se con$ierta en un momento especial. %&mate el tiempo y la tranquilidad 'n este momento configuras tu $ida. %al $e( puedes poner bonita m)sica, encender algunas $elas o bien permanecer en absoluto silencio. *o importante en eso es que te relajes. +uando estamos relajados, la $ida se $e muco más agradable y nuestro deseo se forma de manera esencialmente más positi$a. Y los pensamientos positi$os son un catali(ador para nuestra energ-a de deseo. ás adelante ablaremos detalladamente de por qué eso es as-. +uando ayas formulado tu deseo en forma totalmente clara para ti, an&talo por escrito, con la profunda certe(a de que se cumplirá. /obla el papel y col&calo en un lugar especial. /ebe ser un lugar bonito, porque ese lugar nos indica cuán importante y “sagrado! es nuestro deseo para nosotros. #uede ser un lugar secreto y no $isible para ojos extraños. *o importante es solamente que sabemos de la fuer(a del deseo en$iado, y eso se refuer(a, entre otras cosas, por medio de un lugar especial para nuestro pequeño papel.
)l hecho de anotar en una ho*a de papel o en una tar*eta o en un diario, tiene, además, otras &enta*as. )s al mismo tiempo una argumentaci'n -a!ulosa para nuestra raz'n. Porue (a despu$s de poco tiempo, la ma(oría de las &eces (a no sa!emos mu( eactamente lo ue hemos escrito. Por cierto conocemos toda&ía el sentido aproimado de nuestro deseo, pero las pala!ras se tergi&ersan en nuestro recuerdo con el correr del tiempo. No es de asom!rarse, (a ue cada día &ienen hacia nosotros numerosas in-luencias nue&as. 87
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Nosotros cam!iamos, nuestros pensamientos cam!ian, ( con eso tam!i$n nuestro recuerdo, ue la ma(oría de las &eces nos simula una mezcla de &erdad, cosas pensadas ( cosas esperadas ue no se pueden separar. i el deseo es entonces entregado ( se puede &ol&er a leer el pedido original, se eperimenta casi siempre una mara&illosa sorpresa. Lleno de asom!ro se constatará cuán eactamente se ha cumplido el deseo, e-ecti&amente de acuerdo con nuestro encargo escrito. in la anotaci'n por escrito del deseo, con seguridad se estará muchas &eces ante pro!lemas sin soluci'n. )n todo caso, así me ha ocurrido a mí. 6unue mi deseo ha!ía sido epuesto con toda eactitud, al principio no sa!ía ue hacer con $l, porue no lo ha!ía anotado por escrito ( naturalmente dentro de mi alegría ha!ía ol&idado la redacci'n eacta de mi deseo. El pa*uete de re6alo lle6() pero no se puede a-rir 4ace más o menos diez años, despu$s de nuestra 9ltima película de cine /1 este es reci$n el comienzo0, está!amos casi en uie!ra. 4a!íamos in&ertido todo nuestro dinero en nuestra propia -irma productora. 6unue la película tu&o una acogida asom!rosamente !uena, no produ*o su-iciente dinero. 6demás, 5ichaela ( (o ha!íamos tra!a*ado renunciando a una gran parte de nuestros sueldos, en -a&or de la película. 2espu$s ue se agotaron todas las posi!ilidades -inancieras, tu&imos -inalmente ue cerrar nuestra -irma ( no sa!íamos eactamente c'mo sería nuestro -uturo econ'mico. )so tam!i$n se puede epresar en -orma un poco más drástica: 4a!íamos perdido todo ( está!amos ante un riguroso nue&o comienzo. La situaci'n era más ue tensa. 2e mi acti&idad como autor toda&ía no podíamos &i&ir, ( cuando tam!i$n nuestros 9ltimos ahorros se aca!aron más rápidamente ue lo ue ha!íamos pensado, se etendi' lentamente el pánico en mí ( le comuniu$ a 5ichaela todas mis preocupaciones. Le pint$ los peores escenarios ( en mi temerosa desesperanza (o era completamente con&incente. Por lo menos así me parecía. Le de*$ en claro en -orma ineuí&oca ue, o comenzá!amos de inmediato nue&amente con las actuaciones, o de!íamos de*ar la casa costosa. Lo me*or sería ue nos instaláramos lo antes posi!le en un departamento chico. 'lo así tendríamos la oportunidad de mantener todos los gastos dentro de un marco soporta!le, hasta ue tal &ez ganara la primera cantidad de dinero con la escritura. 29
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5ichaela s'lo sonri'. 1 cuando 5ichaela sonríe, no se le puede negar nada. Por lo menos (o no. Cuando 5ichaela sonríe, sonríe su alma ( se sa!e ue todo estará !ien. 6l mismo tiempo (o tenía en claro ue ninguna de mis proposiciones sería aceptada. La 9nica soluci'n ue era acepta!le para ella era entregarle al uni&erso un deseo con garantía de $ito. 5ichaela hacía eso desde ue tenía once años de edad ( lo mara&illoso en ella es ue ha( s'lo pocas cosas ue podrían asustarla. Por ue por -in ella tiene un importante aliado en su &ida < sí, naturalmente aparte de mí < el uni&erso. Cuando 5ichaela ( (o nos encontramos por primera &ez, se encontraron dos /deseadores0 acti&os. 1 cada &ez ue uno de nosotros está /a!a*o0, el otro lo le&anta nue&amente ( nos recordamos mutuamente ue en realidad no necesitamos hacer otra cosa ue emplear nuestra -uerza de deseo. )sa tarde era 5ichaela la ue sonriente proponía la 9nica soluci'n realmente práctica. 'lo teníamos simplemente ue desear con éxito. Cuando #a no se puede 'acer nada m$s) desear se puede siempre Naturalmente. "C'mo pude ol&idar eso% olamente a tra&$s de la seguridad ue irradia!a 5ichaela, encontr$ el camino de &uelta hacia mi antigua con-ianza. i escri!ir es &erdaderamente mi /asunto0 ( en el -uturo de!ía seguir escri!iendo, el uni&erso tenía ue encargarse por la seguridad econ'mica. )ntonces era o!&io ue mi encargo sería reci!ido ( de inmediato entregado. )n ese entonces toda&ía pensa!a ue necesita!a una especie de autorizaci'n así para mis deseos. "Cuándo dinero necesita!a% "Cuánto tiempo tendríamos ue &i&ir de eso% "Cuánto sería una hermosa suma% "Cuánto dinero ha!íamos perdido a tra&$s de la -irma% "Cuánto dinero ha!ía de*ado de reci!ir, por medio de renunciar a la ma(or parte de mi sueldo como director ( autor% Nosotros de!íamos poder &i&ir con ese dinero por lo menos un año sin preocupaciones ( de!ía ser más o menos igual a la cantidad a la ue (o ha!ía renunciado por nuestra película. Pronto llegu$ a una suma aproimada a los H. marcos. Pero una cantidad realmente hermosa sería 77.777 marcos. Finalmente el deseo esta!a claro.
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6gradecí de inmediato el cumplimiento del deseo, pues esta!a seguro ue llegaría el dinero ( no uise pensar más en eso, para no caer así en la tentaci'n de dudar. 5i deseo de!ía mantener su -uerza ( energía. 6lgunas semanas despu$s -uimos in&itados los dos en 2Isseldor- a la gala de =nesco, para &ender allí !oletos para un sorteo con un !uen prop'sito. Como cada &ez, tam!i$n nos compramos nosotros mismos algunos. Pero esa tarde no gan' ninguno de nuestros n9meros. Ni siuiera un li!ro o un secador de pelo o un simple C2. @odos los n9meros premiados (a ha!ían salido ( ha!ían sido repartidos a los -elices ganadores, aparte de uno: el premio principal, un -lamante auto Daguar nue&o. 2e pronto, en el mismo segundo, cuando la enorme rueda con los n9meros comenz' a girar por 9ltima &ez, supe ue ese era el momento en ue se materializa!a mi deseo. )se era el gran momento. )n ese instante (o esta!a consciente del uni&erso ( todos sus regalos. 1o sa!ía ue en ese momento se cumplía mi deseo. 1o esta!a conectado, (o era uno ( !al!ucea!a: /h, mi 2ios, ahora sucede0, ( 5ichaela me mira!a desconcertada. 1 sin em!argo, aunue (o lo /presentía0, esta!a igual de perple*o ue 5ichaela, cuando Jai P-laume, el moderador de la tarde, anunci' mi n9mero. Jai esta!a tan sorprendido de &erme so!re el escenario, ue de inmediato re&is' mi !oleto &arias &eces. Pero no ha!ía duda, (o ha!ía ganado el premio principal de la tarde, un auto Daguar de un &alor de KKK. marcos. 6hora surgía la pregunta, u$ precio podríamos o!tener por el auto, porue ue no ueríamos uedarnos con $l, lo teníamos en claro 5ichaela ( (o. )l ingreso era por -in para asegurar ue (o siguiera escri!iendo. =na prestigiosa empresa automo&ilística se hizo cargo de la &enta ( -i*o el precio en K. marcos. Pas' una semana, una segunda ( toda&ía otra. )l auto no se &endía. 4a!ía su-icientes clientes, pero todos pasa!an de largo por nuestro auto ( compra!an el mismo modelo, pero por el precio total. 2espu$s de tres semanas !a*amos el precio a MM. marcos. 6 la empresa no le pareci' !ien. @emían per*udicar ellos mismos sus precios. Pero -inalmente cedieron a mi presi'n. Pas' una semana, una segunda, ( el auto no se &endía. 2espu$s de mucho luchar, se !a*' nue&amente el precio a HH. marcos. )n &ano. )l auto seguía sin &enderse. Nadie lo comprendía. )l auto era una ganga, no -alta!a clientela, pero nadie uería tener ese auto, ue entretanto esta!a directamente en la entrada. @ampoco por H. marcos. 22
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5ichaela ( (o (a no comprendíamos el mundo. )l dinero deseado esta!a prácticamente ante nuestros o*os, pero parecía no ha!er ninguna -orma de c'mo podía llegar a nosotros. Con seguridad la soluci'n tenía ue ser simple. 6l -in ( al ca!o hasta ahora siempre ha!íamos deseado con éxito. )l hecho de ganar el auto era una prue!a su-iciente. Pese a eso no comprendíamos u$ ha!ía andado mal. )ntonces nos sentamos !ien tranuilamente ( preguntamos hacia dentro. 2e pronto nos dimos cuenta de las &erdaderas circunstancias. No lo comprend-amos. Pero la raz'n rara &ez lo puede a(udar a uno con una entrega eitosa. La ma(oría de las &eces es la intuici'n la ue le indica el camino correcto. La respuesta era tan l'gica como o!&ia. 1o ha!ía pedido ue se me compensara la suma de nuestra película a la ue ha!ía renunciado ( nosotros de!íamos &i&ir un año con eso. La cantidad ue (o ha!ía pedido era aproimadamente de H. marcos. " no% Pero entonces < naturalmente < me pude acordar. 6 mí me ha!ía gustado la repetici'n del n9mero di&ino 7. )so signi-ica ue la cantidad eacta ue (o ha!ía deseado era de 77.777 marcos. 6gitado llam$ por tel$-ono a la empresa automo&ilística, pero allí no se mostraron en a!soluto entusiasmados. e nega!an a entregar el auto a un precio tan !a*o. Reci$n despu$s de una larga discusi'n, aceptaron de mala gana. Pas' una semana, una segunda, el auto no se &endía. 1o (a no comprendía el mundo. 6hora todo esta!a correcto. "Por u$ mi pedido no era entregado% Llam$ de nue&o por tel$-ono. "e ha!ía o-recido el auto realmente a 77.777 marcos% 2espu$s de largos rodeos, me con-esaron ue (o reci!iría de ellos por cierto los 77.777 marcos, pero ue ellos tam!i$n uerían ganar un poco, ( ha!ían o-recido el auto en HO. marcos. @an s'lo una &ez ue insistí en -orma &ehemente ue se le colocara al auto el precio acordado, aceptaron. @al &ez solamente por deshacerse por -in de mí. No ha!ían pasado dos horas cuando son' el tel$-ono. 4a!ían &endido el auto de inmediato a ese precio. )n medio de la alegría, comenc$ tam!i$n a eno*arme un poco. "Por u$ (o, idiota, no ha!ía deseado HH.HHH o MM.MMM < o el dinero para dos años% )ntonces ha!ría reci!ido mucho más por el Daguar. "Pero ha!ría reci!ido en realidad más de 77.777% Con ese dinero nos arreglamos los dos ecelentemente !ien. Pro!a!lemente era eactamente la cantidad adecuada ue me correspondía. " simplemente el pedido -ue hecho con toda eactitud% " -ue solamente una sucesi'n de casualidades% 23
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Pero lo más asom!roso en toda esa historia es lo siguiente. >5enos de un año antes, mi mara&illosa 5ichaela tam!i$n ha!ía ganado un auto? =n peueño @o(ota ro*o, ue toda&ía tenemos actualmente. "C'mo ocurri' eso% Pues !ien, 5ichaela di*o ue algunas semanas antes le ha!ía indicado al uni&erso ue desea!a ese auto. Pero so!re ese mara&illoso premio relatar$ más adelante en -orma detallada. ol&amos al Daguar: i en ese entonces hu!iera anotado mi deseo por escrito, me ha!ría ahorrado algunos ue!raderos de ca!eza ( algunas semanas de espera. Cuando el deseo se cumpli', (o sa!ía s'lo &agamente lo ue en realidad ha!ía deseado eactamente. Lo ue por cierto tam!i$n ocurre !astante a menudo, es ue ciertas partes de la entrega no nos gustan o (a no nos gustan. @al &ez tampoco las ha!íamos pensado *amás así. )ntonces la ma(oría de las &eces estamos -irmemente con&encidos de ue el pedido -ue hecho en -orma err'nea. Pero lo escrito &eri-ica la -ormulaci'n original del deseo ( nos indica cuán eactamente ha tra!a*ado el cosmos ( cuán ineactamente hemos -ormulado. Dustamente por medio de la anotaci'n por escrito del deseo, se aprende, dentro de poco tiempo, a mane*arse con la di-erencia entre lo deseado ( lo e-ecti&amente entregado. 1a por medio del tra!a*o comparati&o, rápidamente uno ha!rá precisado su deseo de tal manera, ue la &ida se organiza mara&illosamente. Con la -ormulaci'n adecuada, desear con éxito es !astante sencillo. )n todo caso, por medio de anotar por escrito nuestro deseo, tenemos una prue!a de ue nuestra peueña -á!rica de deseos -unciona ( ue no es ninguna -antasía. 2entro de poco tiempo tendremos -inalmente muchos de esos peueños papelitos ( nuestras dudas iniciales se con&ertirán por -in de asom!ro cre(ente en conocimiento con&encido. Nada es tan exitoso como el mismo xito) por*ue atrae m$s xito 'acia l Cuando comenc$ nue&amente a desear, coleccion$ muchos de esos papelitos. Necesita!a muchas de auellas prue!as, porue al -in ( al ca!o (o &enía de un colegio cientí-ico. Como se sa!e, allí se -orman principalmente esc$pticos realistas. 1o necesita!a, por lo tanto, un cierto tiempo para reeducar mi mente ( con&encerla de la e-ecti&idad del hecho de desear. 2"
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Pero -inalmente las notas tam!i$n -ueron su-icientemente con&incentes para para mi raz' raz'n. n. Asta Asta comp compre rend ndi' i' ue ue eso eso -u -unc ncio iona na!a !a ( aho hora ra segu seguía ía tra!a*ando tra!a*ando en la direcci'n direcci'n deseada. 5e gusta gusta por cierto cierto tra!a*ar tra!a*ar con notas. notas. )n mi cuarto cuarto de tra!a*o, tra!a*o, dos dos ta!leros para cla&ar notas cu!ren el largo de la pared, ( de esa manera el /caos /caos creati&o0 creati&o0 se puede a!arcar a!arcar con la &ista. &ista. Pero esa /papeler /papelería0 ía0 no es asunto de cualuiera ( muchos me han contado ue pre-ieren escri!ir sus deseos en un li!ro diario etra para deseos o en li!ro diario normal, con otro color. )so tiene tiene e-ecti&amente e-ecti&amente &arias &enta*as: Por un lado, se puede comprender despu$s c'mo se ha desarrollado la -or -ormula mulaci ci'n 'n del del des deseo eo,, desde esde el prim primeer impr impreeciso ciso:: /1o /1o uie uierro much muchís ísim imo3 o30, 0, hast hastaa la &ers &ersi'n i'n de-i de-ini niti ti&a &a.. La pr' pr'im imaa &ez &ez es posi posi!l !lee ahorrarse muchos de los pasos intermedios. tra &enta*a es ue en todo todo momento se tienen para consultar, consultar, los deseos ( el modo en ue se cumplieron. +ncluso años despu$s. 2e eso no s'lo se puede aprender para -ormulaciones -uturas. @am!i$n se tiene una prue!a irre-uta!le en !lanco ( negro para la raz'n, cuando $sta dude nue&amente ( uiera uiera atri! atri!uir uirlo lo todo a la /casua /casualid lidad0 ad0.. 6demás 6demás,, con eso siempre siempre se encuentra nue&amente su-iciente moti&aci'n para desear con $ito algo otra &ez. &ez. No siempre siempre se piensa piensa *ustament *ustamentee en esa posi!ilidad, posi!ilidad, so!re todo cuando uno nue&amente tiene el agua hasta el cuello. >1 al -in -in ( al ca! ca!o simp simple leme ment ntee en entr tret etie iene ne anot anotar ar por por escr escrit itoo sus sus eperiencias de $ito? !ormular claro( corto y preciso 5ientras más preciso se es con la -orm ormulaci'n del deseo, más eactamente se e-ect9a el pedido. 5ientras más &aga ( di-usamente se procede, más posi!ilidades eisten de o!tener algo di-erente a lo ue uno se ha imaginado en realidad. i se desea, por e*emplo, un armario para su sala de estar, ha( ue descri!ir u$ aspecto de!e tener el armario ( d'nde de!e enca*ar. #u$ color, cuál madera, u$ tamaño e igualmente u$ o!*etos de!en ca!er en $l. i uno no es &erdaderamente preciso, ha( simplemente mucha distancia entre lo pensado ( lo entregado ( tal &ez uno reci!a alg9n armario ue ni siuiera se puede usar. in importar cuántos puntos tenía nuestro pedido, ( cuán detalladamente lo hemos anotado, todos los puntos son entregados correctamente. correctamente. 2+
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Pese a eso, a &eces con la entrega nos llama la atenci'n de ue ha!ía otros puntos ue hemos ol&idado ( ue ahora nos molestan molestan mucho. Por eso no es en a!soluto tan importante ela!orar un catálogo con mil puntos, porue ha!rá otros cien mil puntos ue no se nos han ocurrido ( ue entonces son entregados como más !ien no los hu!i$ramos deseado. Trate de expresarlo en dos o tres %rases )so suena suena como contrad contradicci icci'n, 'n, pero pero no lo es. Porue Porue mientr mientras as más preciso ( corto ha( ue ser, más se está -orzado -orzado a llegar hasta hasta la &erdadera &erdadera esencia de su deseo. i uno puede epresarlo con dos -rases, sa!e más eactamente eactamente lo ue realmente desea. Cuando un autor de!e presentar su idea a los productores, siempre se pide epre epresar sar la la idea en una una -rase. -rase. Porue Porue si uno no no logra logra transmit transmitir ir su historia con pocas pala!ras, pala!ras, menos lo logra con muchas. Por eso los autores tra!a*an muchas &eces durante mucho tiempo en epresar epresar la idea principa principall de la historia historia lo más !re&emente !re&emente posi!le. posi!le. 6lgo 6lgo mu( similar les ocurre a los redactores de tetos pu!licitarios, pu!licitarios, ue a &eces de!en de!en usar s'lo s'lo dos o tres tres pala!ras pala!ras.. No o!stante o!stante,, en esas esas pocas pala! pala!ras ras tiene ue estar estar contenida con con eactitud la esencia total. Por lo lo tanto, tanto, mientra mientrass más corto se -ormula -ormula,, más preciso preciso es el deseo. deseo. 5ient 5ientras ras más pala!r pala!ras as se usan, usan, más &ago ( di-uso di-uso es el pedido, pedido, ( por consiguien consiguiente te tam!i$n tam!i$n la entrega. entrega. =na -ormulac -ormulaci'n i'n de deseo más corta ( eacta es esencialmente más poderosa ue un escrito de dos páginas. Cuán poderosas pueden ser pocas pala!ras, lo he podido eperimentar con su-iciente -recuencia. Deseado sin *uerer #) sin em-ar6o) exitosamente exitosamente Con OO años (o (a era mu( conocido a tra&$s de la tele&isi'n. Pero no en el teatro. La La tele&isi'n ( el el teatro no eran eran compati!les en en ese tiempo. )n el mundo del teatro los actores de tele&isi'n eran despreciados ( se los considera!a como actores de segunda categoría. #ue una estrella de tele&isi'n como (o pudiera o!tener alguna &ez un !uen papel en un un teatro teatro -amoso, -amoso, se conside considera!a ra!a como etremad etremadament amentee poco pro!a!le. Pero un día &i en el @eatro Residencial la -unci'n /4amlet0, con 5ichael 2egen. 2/
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)sa presentaci'n me de*' impresionado ( uería a toda costa tra!a*ar tam!i$n en ese teatro. =na pretensi'n imposi!le. Ni siuiera o!tu&e una cita con el director Jurt 5eisel o con el dramaturgo de auel entonces. )so me molest' tanto, ue escri!í toda mi -rustraci'n en una ho*a grande de papel. Furiosamente decía ahí con grandes letras: />1o act9o en ese teatro? >@oda&ía en este año? >1 (o mismo me eli*o el papel?0 1 para ue todos pudiera pudieran n &er mi su!le&aci'n, su!le&aci'n, colou$ colou$ ese papel en mi pare pared. d. Co Cort rto, o, precis precisoo ( cert certer ero. o. 1 (o esta!a esta!a con&e con&enc ncido ido de ue ue eso eso ocurriría. @res meses meses despu$s despu$s me llamaron llamaron por tel$-on tel$-onoo del @eatro @eatro Residenci Residencial. al. )llo )lloss uer uería íann ue ue -uer -uera. a. "#u$ "#u$ ha!í ha!íaa ocur ocurri rido do%% 5ich 5ichae aell 2ege 2egenn esta esta!a !a produciendo Fausto K ( Fausto O ( no uería ocupar los papeles con actores del mismo teatro, sino con personas nue&as, -rescas, no gastadas, con actores como (o. )ntonces -ui a hacerle una demostraci'n. Primero el papel de director de teatro de Fausto K. 5ichael 2egen me en&i' a la casa ( despu$s de tres tres días me hizo hacer el papel de alumno. 1 despu$s me pregunt' de hecho, cuál papel me gusta!a más ( cuál uería representar. representar. Pedí un tiempo para pensarlo ( le pregunt$ a mi padre. Al me recomend' repr repres esen enta tarr al alumn alumno, o, un papel papel clási clásico co ue en Faust Faustoo O serí seríaa mu( mu( importante. 1 así ocurri' ue toda&ía en el mismo año actu$ en el @eatro Residencial en 5Inchen, en un papel ue (o mismo ha!ía elegido. @oda&ía en la misma semana esta!a sentado con el director Jurt 5eisel, uien me o-reci' un contrato de tres años. Pero (o no uería comprometerme por tanto tanto tiempo con un teatro -i*o. 1o ha!ía &isto a todos todos los colegas, ue reci$n en la cartelera se entera!an, cuál papel tenían ue representar posteriormente. Para eso simplemente (o pensa!a demasiado li!remente. in sa!erlo, (a entonces ha!ía deseado en -orma mu( eacta ( precisa ( lo ha!ía mani-estado mani-estado con una nota en mi mi pared. Para mí no ha!ía ha!ía ninguna duda de ue así tenía ue ocurrir.
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Regla ) 'gradecer * el generador para desear con é+ito =na &ez ue hemos anotado nuestro deseo en un papel, terminamos el pedido con un agradecimiento. >)so es mu( importante? 6gradecer contiene tantos tantos aspectos positi&os positi&os para nuestro nuestro desear con éxito , ue auí s'lo los puedo mencionar de pasada. Incrementar lo bueno Con el agradecimiento comenzamos a considerar en nuestra &ida las cosas cosas ue andan andan !ien. !ien. 2irigim 2irigimos os nuestr nuestraa atenc atenci'n i'n a los mara&i mara&illo llosos sos sucesos ue nos ocurren cada día. Les entregamos atenci'n ( reconocimiento. Con eso (a reconocemos ue increí!lemente mucho en nuestra nuestra &ida (a está completam completament entee en en orden. orden. @omamos @omamos consciencia consciencia de cuánto hemos aceptado hasta ahora como algo o!&io ( de cuánta atenci'n le hemos prestado prestado a lo poco ue tal &ez toda&ía no est$ en orden. i escri!imos escri!imos espontáneamen espontáneamente te una una peueña peueña lista en la ue est$n todas las cosas ue andan !ien en nuestra &ida, nos asom!raremos de cuántas ha( en esa lista. 5uchas &eces es *ustamente así, ue de diez cosas ocho -uncion -un cionan an mara&i mara&illo llosa samen mente, te, pero pero nosotr nosotros os siempr siempree nos -i*amos -i*amos en los pocos puntos negati&os. Naturalmente la carencia o!tendrá importancia entonces entonces ( todo lo mara&illos mara&illosoo se perderá cada cada &ez más. i siempre siempre s'lo o!se o!ser& r&am amos os *ust *ustam amen ente te lo ue ue no no noss agra agrada da,, algu alguna na &ez &ez de*a de*ará rá de agradarnos agradarnos la &ida completa.
La permanente mirada a nuestra carencia nos -lo*uea la &ista 'acia nuestra ri*ue.a @al &ez simplemente miremos !ásicamente demasiado lo negati&o. &i&imo &i&imoss demasi demasiado ado inten intensam sament entee compar comparánd ándono onoss con otros. otros. Porue Porue la ma(oría de las &eces es solamente la comparaci'n la ue nos hace ser in-elices. )trañamente )trañamente siempre o!ser&amos en otros *ustamente s'lo las cosas positi&as ( con eso caemos en sentimientos de in-erioridad, porue no podemos tener todo eso tal como ellos. )l peueño peueño e*ercicio e*ercicio siguiente siguiente con la lista, lista, nos a(uda !astan !astante te !ien a o!ser&arnos o!ser&arnos alguna &ez a nosotros mismos mismos desde a-uera. 25
Desear con Exito
'lige un momento tranquilo y siéntate relajado. +oncéntrate en ti mismo. 0bsér$ate con una sonrisa. Y acuérdate de todos los momentos ermosos en tu $ida. +uánto ya as logrado. %odo lo que ya as logrado. 1 cuántas personas ya as ayudado. 2uién ya a sido feli( a tra$és de ti. 0bsér$ate nue$amente en esos mara$illosos momentos de tu $ida. 0bsér$alos sin melancol-a. /e todo eso as sido capa( asta aora. 'sa es tu fuer(a, tu talento y tu capacidad. /e eso también serás capa( una y otra $e( en el futuro. %odo eso lo puedes lograr reiteradamente. Y aora obsér$ate en tu entorno. 0bser$a a tu familia, a tus amigos, a tus parientes. %) eres importante para ellos. #orque significas algo en su $ida. %u amor acia ellos es tu rique(a. %) eres un apoyo y un ejemplo para ellos. #or medio de la fuer(a de tus palabras, por medio de cada una de tus acciones, también cambias su $ida. 1 tra$és de ti ellos logran mucas cosas que sin ti qui(á no las ubieran logrado. 3in tu aliento, tu protecci&n y tu amor. ucas $eces incluso fue tal $e( solamente tu pura presencia. 3iente tu agradecimiento por las posibilidades que la $ida te a ofrecido asta aora de mostrar grande(a. Y aora concéntrate en los momentos en que tus amigos y conocidos y tu familia te an ayudado asta aora. 4+uántas personas piensan bien sobre ti5 4+uántos te quieren, aunque no siempre puedan demostrarlo5 4+uánta fuer(a y satisfacci&n te dan ellos una y otra $e(5 4+uán a menudo lucan ellos contigo por la $erdad, porque t) les eres importante5 Y aora obsér$ate en tu entorno directo. 2ué mara$illosamente lo as logrado asta aora, pese a las condiciones a $eces dif-ciles. 'ca un $ista(o mentalmente. %odo eso los as creado de la nada. 'res creador de tu propio mundo. 0bsér$ate lleno de bondad y calor. *a $ida también te da abundantemente. 3iente cuán mara$illoso es todo eso. 3iente tu agradecimiento. Y aora abre tus ojos y comien(a a escribir todas las cosas mara$illosas en tu pequeña lista. 'starás asombrado de cuánto ya marca mara$illosamente en tu $ida.
1 con eso ponemos en mo&imiento un ciclo de otro tipo. )n &ez de ca&ilar siempre so!re nuestros pro!lemas, reconocemos lo !ueno ue (a eiste en nuestra &ida. 5ientras más a menudo hacemos el e*ercicio, más claramente nos damos cuenta de las cosas de nuestra &ida ue tra!a*an para nosotros. Nos damos cuenta ue la &ida (a -lu(e en muchas áreas.
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Desear con Exito
>or medio de a6radecer se multiplica lo mara&illoso 6 lo ue uno dirige su atenci'n, le suministra energía. Por medio del agradecimiento se multiplican todas las cosas !uenas ue (a ha( en nuestra &ida, porue se les suministra más energía. La &ida se hace cada &ez más mara&illosa, porue uno adapta su consciencia a las cosas !uenas de su &ida. )l agradecimiento llena el coraz'n. )l agradecimiento lo con&ierte a uno en una -uente pura de energía. 5ientras más clara ( pura sea la energía, con ma(or rapidez ( precisi'n pueden actuar todos nuestros deseos. Traer al presente Pero la idea !ásica del agradecimiento no es solamente unirse con el uni&erso ( con el -lu*o de la &ida, sino tam!i$n trasladar al presente el suceso deseado. )n el momento en ue agradecemos, el deseo es escuchado ( (a se mani-iesta. Porue agradecer traslada el deseo al presente. )so es compara!le con el am$n al -inal de una oraci'n. 6m$n, traducido, signi-ica: >Realmente, ciertamente? 6sí es ahora. Las energías de la oraci'n ( del deseo son mu( parecidas. )n am!os casos llamamos a un orden superior ( pedimos una soluci'n. Las dos las sellamos o las terminamos con el am$n o con el agradecimiento. !ortalecer la ,e )l agradecimiento elimina tam!i$n todas las dudas ( preocupaciones. e cree en la realizaci'n. e está seguro. @al como en la &ida cotidiana, uno agradece solamente por las cosas ue (a están con-irmadas. /Gracias porue haces eso por mí0. e agradece entonces solamente por auello ue se está a!solutamente seguro de ue se realiza. Con el agradecimiento con-irmamos nuestra petici'n. )l deseo está sellado. )s como la -irma en un documento. 6hora (a no ha( más espacio para dudas. )so -unciona tam!i$n en las situaciones más desesperadas, como las ue eperimentamos una ( otra &ez 5ichaela ( (o. @al como (a he mencionado, 5ichaela ( (o nos ganamos dos autos dentro de un año. 2el asom!roso premio del Daguar (a he relatado. 1 menos de doce meses antes, ha!ía sucedido un /milagro0 mu( similar. 39
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"l deseo de tener un auto 5ichaela tu&o un accidente con uno de los dos autos ue teníamos ( &endimos ese &ie*o cacharro ue ha!ía uedado gra&emente a!ollado. )n ese tiempo (o tenía ue &ia*ar todos los días de Qonn a Jln para la preparaci'n de nuestra película /1 ese es reci$n el comienzo0. )s decir, necesitá!amos urgente un segundo auto para 5ichaela. "Pero de d'nde sacar% implemente desear. )n &ez de eno*arnos por el accidente, le dimos la !ien&enida al cam!io en nuestra &ida ( está!amos dispuestos a permitir un nue&o auto. "C'mo% )so (a no de!ía ser nuestro pro!lema. 6lgunas semanas despu$s, cuando (a ha!íamos ol&idado el deseo hacía tiempo, está!amos in&itados a una gala en Jln, donde compramos -ormalmente n9meros de ri-a para un !ene-icio, pero el sorteo se hizo esperar eternamente. 6l -inal (a está!amos cansados, le entregamos los n9meros a una pare*a de amigos ( nos -uimos a casa. 6 la mañana siguiente el amigo nos despert'. Pasaría de inmediato por nuestra casa, uno de nuestros n9meros ha!ía ganado, pero solamente algo peueño, pero $l uería entregarnos personalmente nuestro peueño premio. )stá!amos gra!ando en nuestra cocina. 6llí ha!íamos construido una peueña cámara ( Clelia arto ha!la!a para un papel en nuestra nue&a película, cuando apareci' el mencionado amigo. )l regalo ue $l mantenía en alto era realmente peueño. )ra una lla&e. =na lla&e de auto. )l auto al cual pertenecía esa lla&e esta!a en el sal'n de los estudios 5C5 listo para retirarlo. )l n9mero de sorteo de 5ichaela ha!ía sido e-ecti&amente sacado en la noche como ganador principal. >1 todo eso sin ue la prensa hu!iera sa!ido algo? < )ra casi -antasmal, porue el deseo más secreto de 5ichaela era, ue incluso si alguna &ez ganara algo grande, nadie de!ía sa!erlo. 6 ella no le gusta cuando tales cosas se di&ulgan. La situaci'n era realmente casi grotesca. Cuando entramos al sal'n, los operarios (a esta!an desmontando la gala. 1 en medio de todo el mo&imiento esta!a nuestro auto solitario, a!andonado, ol&idado (, sin em!argo, toda&ía a la &ista de todos. Nadie se preocup' de nosotros cuando -uimos hacia el auto. No se hicieron preguntas, cada uno esta!a ocupado consigo mismo. acamos la lla&e, entra!a !ien. Con el coraz'n palpitando hicimos -uncionar el auto. )l motor ronronea!a en -orma so!resaliente. 5ichaela no podía entender en a!soluto su suerte. 5etimos todos los glo!os de -elicitaciones en el auto ( salimos inad&ertidos del sal'n, pasando por el 38
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lado de los operarios ( de las mauinarias de construcci'n, en medio del ma(or tumulto. 5ichaela se sentía pro-undamente agradecida ( aceptada por el uni&erso. 6lgunos días despu$s nos en&iaron los documentos. 6 prop'sito, toda&ía andamos en ese auto e incluso es el 9nico ue tenemos actualmente. Nuestro deseo se ha!ía cumplido nue&amente entonces del modo más mara&illoso. )stá!amos -elices. "#ui$n no lo estaría naturalmente% Pero en rigor, simplemente s'lo ha!ía sucedido lo ue ha!íamos deseado ( atraído a nuestra &ida al desearlo. +ncreí!le, pero, sin em!argo, tan simple. Simplemente entregar los problemas )l agradecimiento o-rece, además, otra &enta*a. )l agradecimiento con-irma ue -inalmente uno ha entregado la !9sueda de la soluci'n de sus pro!lemas. Lo mara&illoso de desear con éxito es ue podemos simplemente entregarles a /otros0 nuestras preocupaciones ( pro!lemas ( con-irmar eso con el agradecimiento. /#uerido cosmos, ueridos ángeles, uerido 2ios o uienuiera ue est$ encargado de eso, encárguense por -a&or de eso ( háganme sa!er si puedo hacer algo. Pero (o espero señales claras. Porue ahora (o hago lo ue ustedes más pre-ieran. 2e*o ue me &a(a !ien. Les agradezco por su a(uda0. 2esde ese mismo momento no necesitamos más dedicarnos a eso. Porue de lo contrario eso signi-icaría ue dudo de auellos a los ue les he encomendado el asunto. Cuando hemos realmente entregado nuestros pro!lemas, sa!emos ue se están encargando de ellos ( podemos dis-rutar el día nue&amente de !uen humor.
Entre6ar los pro-lemas en &e. de 'acerlos 6irar )so es eactamente lo ue (o hago desde hace años con mis preocupaciones. implemente los entrego. 1a no ca&ilo más, no ha!lo más permanentemente conmigo mismo o mentalmente con otras personas, (a no pienso &ariantes ( alternati&as, no hago girar pro!lemas de un lado para otro, no trato de -orzar una soluci'n de acuerdo con la raz'n. implemente entrego. 1 tan s'lo cuando reci!o un impulso para entrar en acci'n, lo hago. 1 de hecho eso es la ma(oría de las &eces lo correcto. )l “entregar los problemas! he tenido primero ue aprenderlo por cierto. 32
Desear con Exito
Cuando %ui a-andonado de la noc'e a la ma?ana 4ace muchos, muchos años, (o ha!ía sido hundido en la más pro-unda desesperaci'n en -orma totalmente sorpresi&a. 5i pare*a de auel entonces, con la cual ha!ía con&i&ido cinco años, ha!ía conocido a otro hom!re. )lla uería estar *unto a $l. Pasa!a sus días ( sus noches con $l ( (o me encontra!a en la más pro-unda desdicha. No comía nada ( no podía dormir !ien de puro mal de amores. )so me destroz' el coraz'n. Llora!a, ra!ia!a, me desespera!a. 6demás, la prensa in-orma!a ampliamente del -eliz nue&o romance de ellos dos ( me considera!a como perdedor, como la innecesaria uinta rueda, como -racasado, ue solamente estor!aría el nue&o amor. 4erido pro-undamente en mi interior, epuesto a la opini'n p9!lica, alcanc$ el punto más !a*o. )ntonces, despu$s de una semana, me lleg' un li!ro a las manos, en el cual, entre otras cosas, aparecía esta oraci'n: 3eñor, dame la serenidad para aceptar cosas que no puedo cambiar, y el $alor para cambiar lo que puedo cambiar. Y la sabidur-a para diferenciar lo uno de lo otro.
Leí eso más !ien de pasada. "#u$ podría a(udarme una oraci'n en mi situaci'n% 6 la mañana siguiente, despu$s de diez días de la más pro-unda desesperaci'n, pronunci$ de nue&o esa oraci'n mentalmente. )n mi agotamiento (a no ha!ía nada más ue retener, nada más por u$ luchar. 5i pare*a uería &i&ir con ese otro hom!re, (a no ha!ía nada ue cam!iar. 5e di por &encido. )sta!a derrotado. 5e entregu$ por completo. )ntonces las pala!ras dichas en -orma distraída comenzaron repentinamente a desarrollar una &ida propia. 1o esta!a animado. Como si alguien hu!iera encendido una luz, (o esta!a satis-echo, inundado de la más pro-unda con-ianza. )n mi casa comenc$ a !ailar, a cantar, a cocinarme algoS en mi más pro-unda desdicha (o esta!a -eliz. La eperiencia de -elicidad era tan enorme, ue repetidamente se me asoma!an lágrimas en los o*os. 33
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)se estado dur' casi un año. +n&adido de pro-unda -elicidad, (o eperimenta!a el mundo de un modo completamente nue&o. Lleno de esa sensaci'n de ser lle&ado, de la conei'n con el uni&erso, o con 2ios, o con mi 1o superior, o como se le uiera llamar, (o esta!a completamente -eliz. @odo era irrele&ante ( -undamental al mismo tiempo. 5i pare*a regres' a mí. )lla sentía la -uerza ue salía de mí. Pero (o (a no encontr$ el amor anterior hacia ella. entía de!er de protecci'n ( respeto, aprendí a perdonar ( a reconocer errores propios. Pero ante todo aprendí a permitir ue el amor &iniera hacia mí ( a de*arlo -luir dentro de mí en cada acci'n. La prensa me o-reci' in-ormar detalladamente so!re mi &isi'n de las cosas, me o-recieron desagra&io, pero de pronto eso (a no era importante. 1o esta!a -eliz ( satis-echo. No, la opini'n p9!lica (a no me era importante. #uien uisiera &er la &erdad, la &ería. 5i raz'n ha!ría dicho seguramente algo di-erente, pero (o le pregunt$ a mis sentimientos, a mi intuici'n ( desde ese día eso me ha resultado mu( !ien. @an s'lo mucho despu$s estu&e consciente de u$ ha!ía causado mi sensaci'n de -elicidad: 1o simplemente ha!ía entregado mis preocupaciones. @odo el peso ha!ía salido de mí. 2esde ese momento pude organizar mi &ida li!remente ( con naturalidad. Podía dis-rutar mi &ida. No ha!ía nada ue tenía ue -orzar. e cuida!a de mí. "Para u$ preocuparse por algo ue no se puede cam!iar% No tiene sentido ( es un derroche de energía. 1o podía utilizar toda mi energía para la creaci'n de lo hermoso en mi &ida. 6 tra&$s de esa eperiencia me enter$ ue la ma(oría de los pro!lemas etrañamente s'lo lo son en nuestra mente. Porue casi siempre lo ue primero he sentido como negati&o, despu$s ha resultado ser por mi !ien. 2a lo mismo si ha sido el tran&ía ue se me ha ido, el gui'n rechazado o el rechazo de mi pare*a. 2etrás siempre ha esperado algo superior ( me ha guiado hacia un nue&o /milagro0 -antástico. Todo sucede por mi -ien )sa es la pro-unda certeza ue tengo desde ese entonces. @odo lo desagrada!le, /negati&o0, es solamente una correcci'n, ue me lle&a de &uelta a mi camino hacia la -elicidad. Por medio del drama del amor ued$ nue&amente li!re para otra pare*a, ( de ese modo conocí a 5ichaela. La ma(or -elicidad en mi &ida. 3"
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Regla .on/encer a la ra0n 2e nuestra in-ancia hemos aprendido la manera más rápida de ue se nos cumplan nuestros deseos: mendigar, lloriuear ( gritar todo el tiempo necesario hasta ue por -in reci!amos el chupete. Pero con desear -unciona *ustamente al re&$s: No mendigamos, no indicamos lo ue nos -alta ni lo desdichados ue somos por eso < totalmente al contrario: Nosotros sa-emos *ue reci-imos lo *ue deseamos) *ue eso nos corresponde # *ue siempre est$ a disposici(n )so signi-ica para la ma(oría de nosotros, cam!iar primero su modo de pensar: "C'mo es eso de ue todo está siempre a disposici'n% "Por u$ -unciona en realidad desear% 4asta ahora he usado la idea del uni&erso como una enorme empresa de &enta por correspondencia, pero ahora dediu$monos un poco a los aspectos -ísicos de -ondo, para ue tam!i$n nuestra raz'n est$ con&encida de ue nuestros deseos e-ecti&amente se cumplen. No ha( ue preocuparse, no es di-ícil, solamente tiene suspenso. La ma(oría de eso (a lo hemos escuchado en clase de -ísica, aunue tal &ez eso era un tema a!urrido ue no tenía ninguna relaci'n con nuestra &ida. 6hora los hechos aduieren una nue&a &ida. Conectados unos con otros, producen una imagen completamente nue&a de la realidad. olamente tenga &alor ( a&ent9rese en ese &ia*e al mundo más allá de lo &isi!le. Para nuestra raz'n ese &ia*e es indispensa!le, para ue desear con éxito se haga /comprensi!le0 para ella ( apo(e nuestros es-uerzos en el -uturo. 2n poco de ,3sica @odo es energía. No eiste otra cosa ue energía. @am!i$n la materia es pura energía. @am!i$n nosotros los seres humanos estamos -ormados eclusi&amente de energía. +gualmente los pensamientos, los sentimientos, las emociones, sucesos ( situaciones, son solamente di-erentes mani-estaciones de energía. 3+
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"2e u$ consta entonces la materia% 2e partes diminutas ue se llaman átomos. Los o!*etos se di-erencian !ásicamente s'lo por el tipo de átomos de ue están compuestos ( por la -orma en ue $stos están ordenados. @oda la materia de este mundo está compuesta solamente de esos átomos. Los átomos se unen con otros átomos, contraen cohesiones ma(ores o &uel&en a separarse. Los átomos se pueden di&idir en partículas su!at'micas toda&ía más peueñas, !ásicamente en protones, neutrones ( electrones. 2e un modo simpli-icado, podemos imaginarnos eso así: )ntre los protones ( neutrones ue -orman el n9cleo del átomo, ( los electrones ue giran en 'r!itas alrededor de $stos, ha( mucho espacio &acío. +nimagina!le pero cierto: i el n9cleo de un átomo -uera del tamaño de una ar&e*a, la cu!ierta de electrones estaría a K7 metros de distancia. )ntonces la ma(or parte de lo ue /&emos0 es s'lo &acío. in em!argo, lo perci!imos como materia. olamente lo perci!imos así, en realidad no es así. Nada es como lo &emos Nosotros solamente captamos las di-erentes &i!raciones ( procesamos las in-ormaciones en nuestro cere!ro, -ormando la idea de algo concreto. Las /traducimos0. 2espu$s ue casi todas las personas las traducen de un modo mu( similar, por lo menos suponemos eso, tam!i$n /&emos0 ( /sentimos0 las cosas de un modo mu( similar. Los colores, por e*emplo, en realidad no eisten en a!soluto tal como los perci!imos. Llegan &i!raciones a nuestros o*os, ahí son trans-ormadas en impulsos el$ctricos ( nuestro cere!ro produce lo ue /&emos0. Las di-erentes -recuencias de colores producen incluso emociones en nosotros, hacen &i!rar algo en nosotros. Por eso sentimos algunos colores como -ríos o cálidos, aunue el material mismo siempre tiene igual temperatura. @odo se compone entonces de átomos, $stos a su &ez de partículas su!at'micas ( $stas son a su &ez una enorme acumulaci'n de energía. @an s'lo una &ez ue comprendamos ue cada o!*eto de esta @ierra, cada persona ( cada situaci'n solamente son energía en di-erentes -ormas, podremos darnos cuenta de u$ manera podemos in-luir so!re la materia. )n KMBB los -ísicos 5arie ( Pierre Curie o!ser&aron c'mo se puede originar materia de la /nada0. 2escu!rieron cientí-icamente ue la energía se puede trans-ormar en masa.
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6uí entra en *uego ahora un elemento mu( importante para nuestro desear con éxito6 la energía se puede dirigir, ( *ustamente por medio de la -uerza del pensamiento. Nuestros pensamientos son algo así como una pistola láser ue puede dirigir la energía so!re un punto. La luz de una ampolleta ( la de un láser se di-erencian esencialmente en ue una es di-usa, los protones se mue&en en todas direcciones, ( la otra es dirigida. )actamente así, nuestra -uerza de pensamiento dirige la energía ue eiste siempre ( en todas partes, de manera ue $sta se condensa en una -orma determinada. • Nada es como lo &emos. • La materia es energía, se origina por medio de energía ( es mantenida en su estado por medio de energía. • i no ha( energía, no ha( materia. • La energía se puede dirigir. • Cada pensamiento es pura energía ( act9a a su &ez so!re la energía. i la energía produce materia ( los pensamientos son pura energía, permanentemente se originan, alrededor de nosotros, cosas ue nosotros materializamos. Porue al -in ( al ca!o nosotros pensamos permanentemente. Para dirigir concretamente nuestros deseos a nuestra &ida, solamente tenemos ue hacer las siguientes cosas: • =tilizar la -uerza de los pensamientos. • 2esarrollar la capacidad de hacer repercutir lo ue deseamos. Para eso hacemos uso de dos le(es. 8 La le# de la conser&aci(n de ener6,a )iste una le( -ísica -undamental, seg9n la cual se -orma toda nuestra &ida. Asta dice, tal como (a hemos escuchado, ue cada -orma mani-estada se compone de energía ( se puede con&ertir en otra -orma. Pero tam!i$n dice ue la energía *amás se pierde, sino solamente se puede trans-ormar. Puede cam!iar, se puede trans-ormar, pero *amás des&anecerse en el aire. )l -il'so-o naturalista 2em'crito TEB7K a.C.8 descu!ri' ue en realidad nada de este mundo puede desaparecer, sino siempre s'lo trans-ormarse. o!re esa teoría se !asa nuestra -ísica actual. 34
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"Pero u$ signi-ica eso para nuestro desear con éxito5 @al como la materia se puede con&ertir en otras -ormas o en energía in&isi!le para nosotros, tam!i$n una energía, ue primero ha sido in&isi!le, se puede con&ertir en materia. 1 nosotros podemos in-luir so!re esa con&ersi'n de las -ormas. iempre es solamente la energía la ue crea nue&as -ormas. La energía es dirigida ( mantenida por medio de la consciencia. Lo *ue pensamos se materiali.a )so tam!i$n puede ser lo aparentemente imposi!le. Como ganar dos autos dentro de un año, encontrar el gran amor de su &ida, el tra!a*o adecuado, la casa ideal o tam!i$n solamente una la&adora usada. Porue cada deseo es energía. Aste es en&iado ( uiere concretarse, es decir, trans-ormarse en materia. 5ientras más intensos son los pensamientos ue se en&ían, más poderosa es la energía. 5ientras más -uertemente est$n cargados emocionalmente, más -uerza de empu*e aduieren. 2esgraciadamente en lo negati&o tam!i$n es así. @am!i$n los pensamientos negati&os uieren consolidarse. 6 la energía le da lo mismo lo ue nosotros pensemos. No hace di-erencia entre !ueno ( malo, no conoce moral ( tampoco e&al9a. 6 la energía le da lo mismo en lo ue se trans-orme. implemente s'lo cam!ia de -orma. 6l hacerlo, o!edece a la le( -undamental: La ener6,a si6ue siempre a la atenci(n i somos desdichados, en&iamos mu( a menudo pensamientos negati&os al cosmos. /o( tan desdichado0. /5e &a tan mal0. /Nadie me uiere0. /o( para compadecerse0. /0@odo es irremedia!le0. < @odas esas son 'rdenes energ$ticas para el uni&erso. Nuestra desgracia se re-orzará. Pero el mismo principio puede tra!a*ar para nosotros. < La energía mental es en&iada ( se condensa. e *untan di-erentes energías, personas las cogen al &uelo, las consideran ideas propias, eperimentan ( tra!a*an en eso ( de pronto está ante la puerta la pare*a deseada, el suceso esperado o el o!*eto largamente anhelado. @odo es solamente una -orma de energía.
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)n rigor eiste en nuestro mundo un surtido increí!le de todo. )s s'lo cuesti'n de distri!uci'n. 4a( de todo. Para todos. @am!i$n para nosotros. )s s'lo cuesti'n de o-erta ( demanda. 2epende de lo ue demandemos energ$ticamente, se distri!u(e o se constru(e de manera ue entre en nuestra &ida. i &i&imos en un mundo de carencia, nosotros hemos encargado *ustamente esa carencia. Lo ue reci!imos es la eperiencia de carencia, mientras ue nuestro &ecino tal &ez nada en riueza, porue simplemente s'lo ha pedido riueza en su &ida. =na &ez ue ha(amos comprendido ue ha( de todo ( ue nuestra realidad solamente se orienta por lo ue pedimos, nuestra &ida se desarrollará de un modo completamente di-erente. Porue la energía puede adoptar cualuier -orma. Todo existe en a-undancia) pero s(lo se distri-u#e se6
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El xito atrae al xito) la des6racia atrae cada &e. m$s des6racia Cuando estamos enamorados, adicionalmente a nuestra -elicidad amorosa, tam!i$n -unciona me*or todo lo demás. Naturalmente, porue o!ser&amos el mundo con o*os positi&os. Pensamientos positi&os crean un mundo positi&o. @odo parece entonces resultarnos !ien. Nuestras -rases son entonces: /o( tan -eliz0. /)l mundo entero está a mis pies0. /@odo &a !ien0. 1 e-ecti&amente el mundo está realmente a nuestros pies, porue el cosmos tam!i$n toma esas -rases ( las procesa. in em!argo, en el momento en ue cam!iamos nuestra opini'n ( (a no nos sentimos lle&ados por el amor, o!ser&amos el mundo de un modo más crítico ( nuestras -rases de deseos son entonces mu( di-erentes: /Al no me uiere0. /)lla con seguridad me engaña0. /6 mí no se me puede amar en a!soluto0. /No so( hermoso0. /5e siento chico ( -eo0. /@odo el mundo está en mi contra0. 1 de acuerdo con el cam!io de nuestras -rases de deseos, dentro de poco tiempo cam!iará por completo la eperiencia. =no reci!e la con-irmaci'n de sus pensamientos, sin sa!er ue uno mismo es el &erdadero causante. i nos o!ser&amos una &ez durante un día, podemos constatar cuántas de auellas -rases de mandato pronunciamos interiormente casi en -orma permanente. La &i!raci'n es &i!raci'n ( repercute con nuestros pensamientos ( opiniones. )so rige naturalmente para todas las áreas. ean positi&as o negati&as. i algo &i!ra completamente di-erente a nosotros, no lo perci!iremos en a!soluto. Pero eso no signi-ica ue para otras personas tampoco eista o ue en general no eista. 'demás( un poco de biolog3a /1o creo solamente lo ue realmente &eo0, /)nergía, &i!raci'n < eso tienes primero ue mostrármelo0S esas ( otras -rases parecidas escuchamos una ( otra &ez de parte de los /realistas0 empedernidos. Lo chistoso de eso es ue ellos, además, están orgullosos de eso. Por u$ eso es un chiste ( u$ podemos eplicarle a nuestra propia raz'n, si $sta ocasionalmente nos con-unde con tales dichos, lo sa!rá usted con esta ecursi'n en la !iología. )s un hecho ue nosotros podemos perci!ir con nuestros 'rganos de los sentidos s'lo la más mínima parte de la realidad ue nos rodea. "9
Desear con Exito •
Con nuestros ojos podemos ver solamente el 8% del espectro de luz existente.
Nosotros no podemos darnos cuenta de la realidad )so signi-ica ue el MOU de la realidad se cierra ante nuestros o*os. 1 con los otros 'rganos de los sentidos es toda&ía peor. 6unue sa!emos ue eiste ese MOU, hacemos como si no eistiera en a!soluto. 1 eso solamente porue no podemos perci!irlo. Con-iamos más en nuestra percepci'n ue en la &erdadera realidad. 5antengámonos en ue nuestra percepci'n de la realidad no es en a!soluto real. 4a( una historia al respecto ue lo ilustra mu( !ien. =nos ciegos tocan un ele-ante. 6uel ue toca una pierna dice: /=n ele-ante es redondo ( duro0, otro toca la trompa ( opina: /=n ele-ante es delgado ( &uela permanentemente de un lado para otro0. )actamente así nos -ormamos una idea: Lo poco ue perci!imos, lo completamos -ormando una idea propia ( luego estamos con&encidos de ue esa es la realidad. "1 seg9n u$ criterio -ormamos la idea% >2e acuerdo a lo ue (a conocemos? "#u$ ocurre entonces con las cosas ue por lo menos, gracias a nuestros sentidos, podríamos reconocer% "C'mo nos mane*amos con el /escaso0 ocho por ciento ue podemos perci!ir% "Lo captamos realmente por completo% Lo *ue no @perci-imos no existe para nosotros 6unue es solamente un ocho por ciento de la realidad, se trata, pese a eso, de millones de di-erentes in-luencias por día. @onos, ruidos, imágenes, pensamientos, con&ersaciones, m9sica, ruido, reaccionamos al peligro, a las emociones, al a*etreo ( a la rapidez, contestamos cartas, llamadas tele-'nicas, )E5ails, tomamos decisiones para nosotros ( para otros, leemos li!ros, re&istas, re&istas t$cnicas, somos !om!ardeados con propaganda, eperimentamos desilusiones ( rechazos e interactuamos con otras personas. 4a( ue procesar diariamente in-ormaciones tras in-ormaciones. 2e un mínimo de $stas podemos ocuparnos realmente, porue ocuparse de algo signi-ica tomarse tiempo para eso. Pero *ustamente es el tiempo lo ue solamente tenemos limitado.
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Por ese moti&o, la raz'n no uiere ( no puede procesar todoS eso simplemente haría estallar su capacidad. Por eso ella simplemente se desconecta para muchas cosas. Principalmente son cosas ue (a conoce ( con las cuales está -amiliarizada. "Por u$ de!ería alarmarse por cada auto ue se acerca% La ma(oría de lo ue conocemos es suprimido entonces de manera completamente o!&ia e inconsciente, para ue tengamos su-iciente tiempo para las cosas ue nos son importantes. i uno, por e*emplo, está parado en un paradero de !uses, con seguridad no podrá decir despu$s cuántos autos han pasado. implemente no era su-icientemente importante como para ocuparse de eso. +gualmente no es importante, cuáles personas ( cuándo su!ieron o !a*aron a un !us o cuántos transe9ntes atra&esaron la calle con la 9ltima luz &erde del semá-oro. @al &ez ha(amos en-ocado nuestra percepci'n al peri'dico o mentalmente está!amos toda&ía con nuestra pare*a o (a en la -utura reuni'n en la o-icina. Nosotros siempre captamos conscientemente s(lo una pe*ue?a parte del mundo percepti-le 1 *ustamente auella parte ue consideramos importante ( apropiada para nosotros. +nconscientemente captamos aproimadamente 77.888 impresiones por segundo ( las almacenamos en nuestro cere!ro, sin ue sepamos algo de eso. )n -orma consciente perci!imos solamente nue$e impresiones por segundo. )so signi-ica ue nuestro su!consciente almacena innumera!les cosas de las cuales no sa!emos nada en a!soluto. )n -orma consciente perci!imos solamente una mil$sima de las cosas ue -lu(en hacia nosotros. •
2el ocho por ciento de todas las cosas, perci!imos conscientemente otra &ez s'lo una mil$sima ( consideramos eso como la &erdad uni&ersal.
La realidad ue eperimentamos es entonces etremadamente peueña en relaci'n con la realidad total ue nos rodea. No podemos perci!ir el mundo en toda su magnitud. Cada día decidimos una mil$sima parte consciente ( predominantemente en -orma inconsciente, hacia d'nde dirigimos nuestra atenci'n. @odo lo demás no eiste para nosotros. "2
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i hemos suprimido ciertas cosas de nuestras &idas por un tiempo su-iciente, ni siuiera creemos ue para otros puedan eistir. >Pero esa no es la &erdad? )se es solamente el intento de la raz'n de -ormar una imagen de tres piedrecitas de mosaico. Las otras mil piedrecitas de mosaico ue están alrededor no las perci!e, no entran en la imagen. 2e ese modo se con-irma ella misma ue su percepci'n es correcta ( nos simula ue no eiste nada más ue lo ue eperimentamos. @No ten6o ni la m$s m,nima molcula de con%ian.a *ue 'a-r$ otro &ia;e en aerona&e *ue no sea con un 6lo-o Lord Jel&in, -ísico8 "Pero u$ hacer si ueremos tener una imagen con más -acetas, si deseamos &i&ir en una realidad más colorida ue nos o-rezca más posi!ilidades% "i ueremos in&itar a otra realidad a nuestra &ida% Lo primero es tomar consciencia de ue e-ecti&amente eiste más de lo ue hasta ahora hemos perci!ido. La raz'n acepta nue&as cosas desconocidas en capas más pro-undas, tan s'lo una &ez ue por lo menos las ha(a escuchado o leído tres &eces. Por eso es !ueno e importante para la raz'n leer este capítulo a menudo. Le a(uda a desprenderse de sus arraigados patrones de pensamiento. Lo segundo es dirigir nuestra atenci'n a las áreas deseadas. @enemos entonces ue hacer &i!rar otros pensamientos, para ue en nuestra &ida ocurra algo di-erente ( nue&o. "le/ar la ,recuencia de /ibracin )so es como cam!iar una emisora en la radio. Giramos un poco en nuestra propia -recuencia, con la ue de*amos entrar cosas. "Pero c'mo hacemos eso% Podemos, por e*emplo, ele&ar nuestra &i!raci'n, al pensar en cosas hermosas o al entonar nom!res sagrados. 1a el hecho de cantar la pala!ra sagrada 5 o la repetici'n de -rases positi&as de a-irmaci'n, ele&a nuestra &i!raci'n mental en áreas ue hasta el momento no conocíamos, ( con eso de*a entrar en nuestra &ida cosas ue en el plano del mundo -ísico eterno son aparentemente inalcanza!les. Los pensamientos positi&os tienen tam!i$n una &i!raci'n más alta ue los negati&os. "3
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)n&iar deseos positi&os es en todo caso igualmente un giro en la emisora. e llega a estar más despierto para las cosas ue hasta el momento no eistían en nuestra &ida, pero ue igualmente re&olotean ahí /a-uera0 o-reci$ndose. 5ientras uno no se ha(a metido en la -recuencia deseada, no las puede perci!ir. No las puede ni oír ni tocar. i uno uiere desear con éxito, tiene ue meterse en lo nue&o, de lo contrario no lo puede perci!ir. )l hecho es ue cuando retenemos algo por un tiempo su-icientemente largo en nuestra consciencia, eso es -orzado a materializarse en el mundo eterior. Pero desgraciadamente nuestra consciencia no es la 9nica instancia ue en&ía energía regularmente. @enemos una parte mucho más insistente en nosotros, ue igualmente pronuncia deseos permanentemente. 1 por eso nos ocuparemos ahora de la siguiente pregunta: 01u es exactamente lo *ue uno retiene constante # repetidamente en su su-consciente "Con u$ -iltra uno inconscientemente !oicoteador interno%
sus deseos% ")iste un
.reencias Cuando los deseos no se cumplen, casi siempre eiste un segundo deseo ue es más -uerte ue el primero. )se segundo deseo, con seguridad tra!a*a entonces contra el primero. 1 por cierto en -orma más permanente ( con una con&icci'n esencialmente ma(or. "#u$ ocurre entonces la ma(oría de las &eces ue deseamos algo% i uno o!ser&a con más eactitud su procedimiento para desear, se da cuenta ue se dedica a su deseo tal &ez diez minutos al día. =no lo re-uerza, tal &ez tam!i$n se lo imagina, lo &isualiza ( pasa entonces nue&amente a la &ida cotidiana. Pero las OB horas ( minutos restantes uno cree ue eso de todos modos no -unciona, ue todo es una tontería ( ue en realidad a uno de todas maneras no le corresponde el cumplimiento del deseo. =no es un perdedor. La suerte la tienen siempre los demás. "Cuál deseo tiene tal &ez más -uerza% "Cuál deseo es tal &ez más perdura!le ( poderoso%
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6 menudo los pensamientos en la consciencia ( las con&icciones en el su!consciente son mu( di-erentes o incluso opuestos. +ncluso cuando el deseo se hace percepti!le, no sa!emos ue hacer con el regalo, la oportunidad pasa sin ser apro&echada. )ntonces ocurre ue uno desea algo intensamente, pero interiormente no está en a!soluto dispuesto a aceptarlo. )l anhelo &a en una determinada direcci'n, pero en &erdad no somos en a!soluto capaces de desempeñar realmente el nue&o papel. )n todo caso, a mí me ha ocurrido así. A?os de adelanto a mi desarrollo 1a hace O años (o tenía el pro-undo deseo de escri!ir. "Pero u$% "6 ui$n le interesaría lo ue (o tenía ue comunicar% 1o no sa!ía eactamente so!re u$ de!ía escri!ir ( tampoco para ui$n. Pero tenía el deseo. Claro ( rotundo. #uería ue apareciera un li!ro mío. Pronuncia!a el deseo, agradecía ( con-ia!a. 6lgunas semanas despu$s (o esta!a tarde en la noche en el !ar de una discoteca en Qerlín. +nesperadamente un hom!re se dio &uelta hacia mí ( me ha!l'. /=sted escri!irá. 1 para mí0. 1o no entendía lo ue uería ese hom!re de mí ( s'lo me reí simplemente. Pero $l permaneci' completamente impertur!a!le. /)scri!irá algo ue solamente usted puede escri!ir. 1 (o lo editar$0. 5e pas' su tar*eta. )ra e-ecti&amente editor. 1 de una de las casas editoras más grandes. /=sted ni siuiera sa!e si (o puedo escri!ir0, contest$. / si uiero escri!ir siuiera0. "Le ha!ría ha!lado de lo contrario%, me pregunt' sonriendo. /=sted escri!irá algo, ( por cierto algo ue irá mu( pro-undo. Cuando (a est$ listo, llámeme por tel$-ono0. 1o esta!a conmocionado. 5i deseo se ha!ía cumplido. in ha!er escrito ni una línea, (a tenía un editor. Pero (o toda&ía no esta!a en a!soluto preparado para eso. 2e puro miedo de no poder ser capaz, naturalmente no lo llama!a por tel$-ono. No escri!ía ni una sola línea. )n &ez de eso tenía enormes con-lictos con mi pare*a. )lla estall' en lágrimas porue (o por -in ha!ía encontrado mi destino ( ella no. Por muchas semanas me acos' con su en&idia ( sus celos ( (o caí en mi sensaci'n de in-erioridad. No se podía esperar ue (o -uera capaz de escri!ir. "+
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)l cumplimiento de mi deseo solamente me ha!ía traído disgustos. )n &ez de apro&echar la oportunidad, me escondía ahí donde tenía $ito: en el escenario ( decía los tetos de otros autores. 6l mismo tiempo tenía la deprimente sensaci'n de no ha!er apro&echado la oportunidad en el momento preciso. 5e sentía como un -racasado. 1 todo solamente porue ha!ía deseado algo ue toda&ía ni siuiera podía e-ectuar. 5i deseo se ha!ía cumplido, pero (o no podía apro&echar la oportunidad, porue pro-undamente en mi interior ha!ía con&icciones totalmente di-erentes. /No puedo escri!ir. )so no le interesa a nadie. olamente hago el ridículo. o( un -an-arr'n. o( un charlatán. i realmente me muestro, todos podrán &er ue no so( capaz de nada0. )l mundo se origina por medio de la -uerza del pensamiento. =na ( otra &ez de nue&o. Cada día ( cada noche. Nosotros lle6amos a ser lo *ue pensamos 'lo tenemos entonces ue eaminar lo ue pensamos. "Cuáles programas mentales transcurren realmente, para ue nuestra &ida se -orme como la estamos eperimentando% No siempre es realmente simple detectar todos los programas propios. 5uchos transcurren en -orma completamente inconsciente. "#u$ tipo de programas son esos% La -orma más -ácil de reconocerlos es en nuestras actitudes ( opiniones hacia la &ida. Los programas más -uertes tra!a*an a tra&$s de nuestras creencias. "Cuáles patrones de creencia tenemos% Reconocer patrones de creencia 2esde nuestra in-ancia suprimimos de nuestra &ida innumera!les cosas. 6doptamos las ideas de nuestros padres ( a!uelos, de nuestros hermanos ( pro-esores. Crecemos en el mundo de ellos. @odo lo ue hemos aprendido de ellos, c'mo nos trata!an, lo ue nos decían, ( naturalmente tam!i$n, c'mo trata!an con ellos mismos ( con otros, c'mo soluciona!an sus pro!lemas, c'mo lle&a!an su &ida de pare*a ( c'mo en-renta!an al mundo, todo eso nos ha marcado intensamente. in cuestionar esas cosas o eaminar su contenido de &erdad, las hemos adoptado para nosotros. 2esde entonces limitamos nuestra percepci'n a las cosas ue creemos 1 porue solamente lo ue perci!imos es &erdadero para nosotros, nos "/
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sentimos re-orzados en nuestra creencia. Lo ue (o creo, se hace realidad. Lo ue no creo, no puede ocurrir en mi &ida. )l hecho es ue uno mismo se aparta de la plenitud de la &ida por medio de su creencia. Las creencias son (rdenes i&imos en un ciclo de eperiencias ue siempre se repiten, porue las creamos permanentemente por medio de nuestros limitadores pensamientos. Nos construimos nuestro mundo de acuerdo con nuestra creencia. Nos sentimos con-irmados en nuestra creencia ( pensamos toda&ía más intensamente en esa direcci'n. 6uello ue creemos nos ocurrirá. Pero nosotros tam!i$n podríamos pensar totalmente di-erente. )ntonces algo mu( di-erente se haría realidad en nuestra &ida. in em!argo, no siempre es tan -ácil cam!iar su -orma de pensar. 5uchas de nuestras creencias están tan arraigadas en nosotros, ue muchas &eces cuesta desprenderse de ellas o modi-icarlas. La ma(oría de las &eces es incluso di-ícil distinguirlas siuiera. Pero eiste un medio de a(uda mu( !ueno. 6ntes de ue siga le(endo: 5arue con una cruz cuáles de las siguientes -rases podrían pro&enir tam!i$n de usted. "Cuáles de esas declaraciones son tam!i$n declaraciones su(as% "Cuáles cosas ha adoptado de los padres, hermanos, pro-esores, amigos o de la tele&isi'n%
1o no sir&o para nada )so no me corresponde Nunca ser$ -eliz "#ui$n me &a a uerer a mí% 1o no logro eso tros son me*ores ue (o No eiste ning9n dios )l seo es malo )l amor es siempre utilizado No eiste el &erdadero amor #uien ama es engañado Damás tengo dinero tros son me*ores ue (o en la cama No creo ue de eso resulte algo Damás har$ eso correctamente "4
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)l amor ha( ue merecerlo 2e todos modos no me toman en cuenta "#u$ dia!los puedo cam!iar (o% )s pre-eri!le ceder ue entrar en con-licto 2e todos modos &o( a perder otra &ez @al como so( realmente, no es posi!le ue alguien me uiera Damás o!tengo lo ue uiero i demuestro c'mo so( realmente, todos me a!andonarán 2e!ería a&ergonzarme @odo estaría !ien si3 )n asuntos de dinero se aca!a la amistad )n realidad3 1o no de!ería3 @odo es culpa mía Nadie me hace caso No comprendo a las mu*eres No comprendo a los hom!res Nadie se preocupa por mí 1o no puedo !ailar No puedo calcular 4ago todo mal tros tienen me*or seo ue (o Realmente no puedo satis-acer a un hom!re Realmente no puedo satis-acer a una mu*er Damás har$ carrera iempre tengo mala suerte No ha( ue ha!lar de seo 5e miento constantemente a mí mismo 1a no con-ío en nadie 1a no con-ío ni en mí mismo 5astur!arse no se de!e hacer La &ida es di-ícil )l tra!a*o es agotador olamente por medio de mucho tra!a*o se llega a tener dinero )l dinero corrompe el carácter No puedo retener nada en la memoria 1o pienso demasiado lento No tengo nada ue decir "5
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No se me considera 6 mí no se me puede amar No puedo &i&ir sin pare*a )l ue descansa se oida No puedo rela*arme Nada corresponde a mis epectati&as )l amor hace &ulnera!le )l amor es pasa*ero @engo ue alcanzar todo con mi tra!a*o iempre so( solamente utilizado Para conseguir !elleza ha( ue su-rir )l autoelogio -astidia No so( capaz de hacer eso Al no me merece Primero tengo ue pagar mi culpa )so (o no lo merezco en a!soluto in es-uerzo no ha( premio No de!o tener tales deseos 5e siento chico ( -eo @odo el mundo está en mi contra )n mi &ida no ha( milagros 5i tra!a*o no &ale nada Nunca ha( lo su-iciente 1o no !asto Nadie me uiere
1 a eso se agregan las autode-iniciones en -orma de /1o so(0. 6 prop'sito, de-inici'n signi-ica literalmente /delimitaci'n0 ( autode-inici'n signi-ica, (o -i*o límites ( eclu(o el resto de la realidad8.
1o so( insigni-icante 1o esto( solo 1o so( tonto 1o esto( desamparado 1o so( una persona ue no &ale nada 1o so( in9til 1o so( solamente una carga 1o so( demasiado !ueno para este mundo "7
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1o so( culpa!le 1o so( malo 1o so( temeroso 1o so( una persona sin talento musical 1o so( -lo*o 1o esto( en-ermo 1o so( demasiado gordo 1o so( demasiado -laco 1o so( demasiado chico 1o no so( su-icientemente há!il 1o so( una persona mala 1o so( tímido 1o so( demasiado serio 1o no puedo ser serio 1o esto( mu( a gusto solo 1o so( inmaduro 1o no so( atracti&o 1o so( conser&ador 1o so( arraigado 1o so( super-icial 1o so( adicto al seo 1o no so( sensual 1o no so( elocuente 1o so( impotente 1o so( -rígida 1o so( per&erso 1o no so( normal 1o so( -ácil de tentar 1o so( d$!il 1o so( -alto de imaginaci'n 1o so( pretencioso 1o so( duro, pero *usto 1o esto( siempre distraído 1o so( di-erente a los demás 1o so( una persona sin humor 1o no so( locuaz 1o so( un po!re dia!lo 1o so( demasiado &ie*o +9
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1o no so( simpático 1o so( egoísta 1o no so( su-icientemente importante 1o esto( siempre mu( cansado 1o so( torpe 1o no so( hermoso 1o esto( permanentemente en-ermo 1o so( desdichado
"Cuáles de esos patrones de creencia son aplica!les a usted% "Con cuáles se identi-ica usted% "Cuáles han penetrado tanto en usted, ue se han con&ertido en su &erdad% Con seguridad usted ha marcado con una cruz &arias declaraciones. Pues !ien, entonces ahora sa!e cuáles deseos en&ía permanentemente en -orma inconsciente. Con eso a menudo -renamos o trans-ormamos nuestros deseos conscientes en lo contrario. Los patrones de creencia son deseos incre,-lemente %uertes Astos son *ustamente pronunciados o pensados con incansa!le constancia. i uno cree, por e*emplo, ue el amor se tiene ue merecer, en&ía eactamente eso permanentemente ( se le cumple tam!i$n permanentemente. i uno cree ue solamente se puede hacer dinero por medio de mucho tra!a*o, la eperiencia irá eactamente en esa direcci'n. • 2e esa mezcla de di-erentes creencias construimos nuestra personalidad. • Lo ue está más allá de nuestras creencias personales, lo com!atimos inconscientemente. i ueremos pensar deseos ( creencias nue&as, di-erentes, completamente opuestas, ( en&iarlas al mundo, no necesitamos pensar otra &ez mil &eces lo nue&o, para disol&er lo antiguo. No, el uni&erso reacciona más rápidamente ue lo ue consideramos posi!le. in em!argo, tal &ez eso necesite alg9n tiempo, (a ue nosotros mismos no creemos realmente nuestras nue&as estipulaciones ( *unto con el deseo en&iamos una !uena porci'n de duda. +8
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1 con eso, al /-uncionario0 le llega una etraña mezcla de deseos. "Cuál tiene prioridad% Naturalmente auel ue tiene una larga historia. Cualuier otro -uncionario en nuestro mundo procedería de manera similar. 5iraría en las actas antiguas ( luego decidiría de acuerdo a lo ue aparentemente corresponde a nuestra costum!re. 5uchos deseos se -ormulan desde la consciencia de carencia. i mi deseo consciente es, por e*emplo, /1o so( hermoso0, sir&e de poco si (o no creo realmente eso. i (o realizo mi deseo diez minutos al día en -orma totalmente consciente, pero las restantes OB horas ( minutos esto( con&encido de lo contrario, "cuál deseo se cumplirá entonces% 4isol/er patrones de creencia "Pero c'mo podemos disol&er antiguos patrones de creencia% 6l darnos cuenta de d'nde &ienen realmente ( cuándo ( por u$ se originaron. 5e*or escri!ir en un papel todos los puntos ue se han marcado con una cruz ( pensar de d'nde pro&ienen en realidad esas con&icciones. "Cuándo ( d'nde se originaron% "Cuáles eperiencias lle&aron a $stas% "Cuál persona ha utilizado reiteradamente esas -rases% "Cuáles personas tenían esas con&icciones de sí mismas% "1 ui$n nos ha hecho creer una ( otra &ez ue nosotros tenemos esa determinada actitud% i &amos nue&amente allí, si regresamos al origen, descu!riremos la &erdad. i$ntese tranuilo ( rela*ado ( eli*a uno de los puntos marcados con una cruz. Cierre los o*os ( hágase una ( otra &ez la pregunta: /"2'nde comenz' todo%0 =sted estará asom!rado de las imágenes largamente ol&idadas ue se presentarán. ucesos ue al parecer ocurrieron hace mucho tiempo, pero ue toda&ía ho( marcan su idea de sí mismos. 1 de pronto constatamos ue muchas de nuestras con&icciones ni siuiera pertenecen a nosotros, sino ue tal &ez pro&ienen de nuestro padre o de nuestra madre. #uizás esas son -rases ue nos han predicado ellos una ( otra &ez. 6lguna &ez las hemos adoptado como &álidas para nosotros. 4emos comenzado a identi-icarnos con ellas. 2esde nuestra in-ancia lle&amos con nosotros esos -alsos patrones de creencia. i comenzamos a darnos cuenta ue esa es solamente una supuesta con&icci'n ( no la 9nica &erdad legítima, cam!iará la opini'n ue tenemos de nosotros mismos. Nos o!ser&aremos con otros o*os. 1a no estaremos tan seguros de la con&icci'n ue hemos tenido hasta ese momento. 1 está !ien así. Porue eso le uita la -uerza a nuestras -rases negati&as de mandato al uni&erso. +2
Desear con Exito
)l prop'sito del e*ercicio es de!ilitar las -rases negati&as de mandato ( -ortalecer las positi&as. )so ocurre en -orma -luida. Los espacios se &acían ( empiezan a llenarse con cosas nue&as. 1 por eso de!emos comenzar, en -orma paralela a nuestra /acci'n de -reno0, con el tra!a*o en nuestra lista positi&a de deseos. Los milagros ocurren por medio de -rases positi&as de deseo. Recordemos: • La materia se origina a tra&$s de la energía ( es -ormada por medio de energía dirigida. • Pensemos lo ue pensemos, se materializa. • 6 la energía le da lo mismo lo ue deseemos. )lla tra!a*a como lo esperamos, a -a&or o en contra de nosotros. • Nos limitamos nosotros mismos por medio de nuestros pensamientos. • Nos limitamos nosotros mismos por medio de nuestras creencias. • Nos limitamos nosotros mismos por medio de -rases negati&as de mandato. • Nosotros siempre eperimentamos solamente lo ue creemos. • @odo es posi!le si lo consideramos posi!le. @omemos, por e*emplo, el deseo de ser más atracti&o. "C'mo comenzamos entonces a con&encernos a nosotros mismos ue somos hermosos% E;ercicio para la -elle.a 'lige un momento tranquilo, desconecta el teléfono y b)scate un lugar en tu casa d&nde puedas permanecer por alg)n tiempo sin ser interrumpido. 3er-a bueno una agradable lu( sua$e y necesitamos un espejo grande. %al $e( el del pasillo o el del baño. Y entonces siéntate delante del espejo grande, de preferencia desnudo. 42ué ocurre normalmente5 Vemos de inmediato nuestras fallas corporales. /emasiado gordo, demasiado sua$e, demasiado flácido, demasiado colgante, demasiado $iejo, demasiado grande, demasiado cico, demasiado claro, demasiado arrugado, demasiado deforme. *a mayor-a de las $eces nos concentramos de inmediato solamente en nuestra celulitis, en imperfecciones y en las impure(as de la piel. 3i alguien nos dice que somos ermosos, nos defendemos en forma $eemente y mostramos rápidamente y con una llamati$a disposici&n, d&nde ay algo incorrecto en nuestro cuerpo. 's asombroso. +3
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%odos nosotros queremos ser ermosos, pero cuando alguien efecti$amente $e algo ermoso en nosotros, de inmediato lo con$encemos de lo contrario y mostramos totalmente sin inibiciones nuestros defectos, que en realidad queremos ocultar. #ero de ese modo no solamente con$encemos de nuestra fealdad a la persona que tenemos al frente, sino que también nos con$encemos nosotros mismos. Y lo acemos permanentemente. 9osotros somos nuestros mayores cr-ticos: /ejamos el asunto tan s&lo una $e( que la otra persona $e su “error!. 9;ealmente no somos ermosos: /espués de terminar el trabajo de con$encimiento, casi siempre caemos en una profunda triste(a. o ser ermoso es en realidad desagradable. #ese a eso, cada d-a nos con$encemos nosotros y con$encemos a otros de eso. Vol$amos a nosotros y a nuestro espejo, delante del cual estamos sentados.
i repetimos esto durante algunas tardes, si por alg9n tiempo nos tratamos ( tratamos a nuestro cuerpo respetuosamente, descu!riremos cada +"
Desear con Exito
&ez más partes en nuestro cuerpo ue nos agradan. Cada día aceptamos más de nosotros. Nuestro cuerpo es hermoso ( mara&illoso. @iene un enorme rendimiento ( ahora ue le entregamos nuestro respeto ( reconocimiento, comienza a ser cada día más hermoso. No es ue nuestro cuerpo de inmediato cam!ie ( se ponga más hermoso como si hu!iera un cuerpo -eo8, sino ue nuestra imagen de nosotros mismos cam!ia. 1a no ponemos una medida ue no es natural ( decimos: @an s'lo si mi cuerpo se &e como el de Claudia chi--er o como el de Qrad Pitt, es hermoso. Nosotros &emos la !elleza de nuestro cuerpo aora. La !elleza interior atrae a la !elleza eterior. 1 con eso nuestro cuerpo llega a ser e-ecti&amente cada &ez más hermoso ( nuestra irradiaci'n aumenta. i en&iamos ahora el deseo /(o so( hermoso0, nuestra secreta resistencia (a ha disminuido esencialmente. )l deseo se puede -inalmente mani-estar. !o permito la -elle.a Nos colocamos más ( más en la -recuencia de !elleza. )n&iamos esa energía ( al mismo tiempo ele&amos nuestra &i!raci'n. La le( de conser&aci'n de la energía ( la le( de resonancia tra!a*an para nosotros. @al &ez se nos diga pronto cuán hermosos somos. 1 entonces (a no cometemos más el error de con&encer a otra persona de lo contrario. /í, (o so( hermoso. 1 cada día me pongo más hermoso0. "+mposi!le% No, nada es imposi!le. 6uí ha( otro e*emplo de ue nada es imposi!le, si solamente lo consideramos posi!le. implemente tenemos solamente ue de*ar de relatarnos constantemente por u$ algo no puede resultar !ien. 6 &eces !uscamos directamente moti&os para el -racaso. Dunto con eso, algunos deseos son incluso entregados de inmediato. olamente no de!emos ol&idar *amás ue nosotros organizamos nuestra &ida por medio de nuestras propias creencias conscientes e inconscientes. Lo imposi-le se e;ecuta de inmediato Cuando hacíamos los tra!a*os -inales en 5Inchen para nuestra película /1 este es reci$n el comienzo0, nos sentíamos tan !ien, ue ueríamos regresar sin -alta a 5Inchen. )l tiempo esta!a !ueno, la gente era ama!le ( todos nuestros amigos esta!an otra &ez allí. 5Inchen era simplemente nuestro hogar. Pero de inmediato se presentaron miles de creencias, re-erentes a por u$ con seguridad eso no podría resultar !ien. ++
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ol&er a nuestra ciudad no es tan simple, porue Dulia, nuestra hi*a, asiste a una escuela internacional en Qonn. Ponerla en una escuela en 5Inchen sería con seguridad imposi!le, porue todas las escuelas angloparlantes están totalmente ecedidas. Las listas de espera duran &arios años. Naturalmente podríamos desear eso, pero &isto en -orma realista nuestro deseo necesitaría alg9n tiempo ( -altan solamente dos días de escuela para las &acaciones de &erano. Pro!a!lemente (a no ha( nadie en las escuelas. eguramente las listas de los cursos (a están hechas ( distri!uidas desde hace tiempo. No ha( lugar. Ni para nosotros ni para nadie de todo el mundo. )ste año (a no puede resultar. +ncluso si lo deseáramos mucho. Posi!lemente ni siuiera el pr'imo año.
Pero entonces tomamos consciencia de ue nue&amente ha!íamos caído en la propia trampa de -rases negati&as de creencia. )s decir, está!amos *ustamente creándonos el propio -racaso. 2e inmediato cam!iamos ( comenzamos a desear eso. 6l -in ( al ca!o, desear con éxito (a se ha!ía con&ertido en algo así como nuestra segunda naturaleza. Pero dedicarse al deseo no nos pareci' especialmente realista. "Por u$ no% Nue&amente ha!ía entrado por la puerta de atrás la raz'n con sus dudas. "Por u$ no de*amos ahora ue eso simplemente &enga hacia nosotros% 1 etrañamente, apenas nuestro deseo -ue -ormulado ( en&iado, sentí permanentemente el impulso de llamar por tel$-ono a una de las me*ores escuelas internacionales. 5ichaela solamente sonreía. Naturalmente eso era una estupidez, me decía mi raz'n. Naturalmente el cumplimiento del deseo era completamente imposi!le. Naturalmente eso no puede -uncionar en a!soluto. Pero despu$s del en&ío de un deseo, 5ichaela escucha mu( eactamente las energías más -inas. No ha!ían pasado dos minutos, ( ella puso en práctica mi impulso ( llam' por tel$-ono a la direcci'n de la escuela. )l milagro increí!le toma!a -orma. Le di*eron ue e-ecti&amente ha!ía toda&ía un lugar para el segundo curso < otro niño se ha!ía retirado E ( ue de!íamos ir mañana, el 9ltimo día de escuela del año. +/
Desear con Exito
in em!argo, no nos dieron esperanzas, porue normalmente es necesario un largo proceso de admisi'n. 6 la mañana siguiente está!amos sentados entonces asom!rados en la o-icina de la directora. Por el lado de nosotros ha!ía pasado una pare*a de padres llorando, porue su hi*o no ha!ía o!tenido un lugar, por lo cual i!an a &ol&er a +nglaterra. )n rigor teníamos en claro ue pese a toda la ama!ilidad de la directora, tam!i$n nos rechazarían, como a otros miles cada año. Por otro lado, nosotros ha!íamos deseado eso ( el deseo nos ha!ía conducido hasta auí. 6l medio de la o-icina de la directora, ue como por un milagro, toda&ía tenía un lugar li!re para conceder. )l 9nico lugar en toda la escuela. 1 ese lugar era, además, *ustamente en el segundo curso, al ue Dulia tenía ue asistir. La directora ha!l' largo rato con Dulia, la hizo hacer algunas prue!as, con&ersaron intensamente en ingl$s ( luego, despu$s de una hora, el milagro se hizo realidad. La directora nos inclin' la ca!eza en señal de apro!aci'n e ingres' a Dulia en la lista de los alumnos nue&os. i algo realmente ha!ía sido imposi!le, era: Reci!ir dentro de un día un lugar en esa escuela. @oda&ía años despu$s, otros padres nos con-irma!an lo inconce!i!le de ese milagro.
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Desear con Exito
Regla 5 .on,iar en /e0 de dudar Las dudas son otra -orma de creencias, ue producen un e-ecto mu( negati&o so!re los deseos. i se uiere desear con éxito, es mu( importante no nutrir las dudas, porue dudar no es otra cosa ue creer en el noE cumplimiento del propio deseo. 1uien ase6ura no creer en lo *ue desea) en realidad i6ualmente creeB Cree en lo opuesto a su deseo Nosotros siempre creemos algo. 1 aunue s'lo sea ue algo no -unciona. )trañamente nosotros somos me*ores ( más intensos en nuestra duda ue en nuestra -e en desear con éxito. Pero con dudar solamente nos o!staculizamos nosotros mismos. Con la duda uno hace &ol&er sus deseos, apenas despu$s de ha!erlos en&iado. 6 menudo se dice o se piensa en -orma paralela al deseo: /)sto de todos modos no -unciona0. Pero tam!i$n ese pensamiento no es otra cosa ue un deseo pronunciado. La actitud de epectati&a es entonces: /)sto no -unciona0. : /)n mi &ida esto no -unciona0. "1 u$ ocurrirá entonces% )se deseo en&iado es entregado tal cual. La duda es también un deseo muy claro Cuando uno decide entonces limitarse, eperimentará eactamente esa limitaci'n. @am!i$n con pensamientos temerosos uno -rena su deseo. 2etrás del pensamiento: /#u$ hago si esto no resulta ahora0, se oculta en el -ondo igualmente la duda. i uno estu&iera con&encido de ue el deseo se cumple, no necesitaría preocuparse más. La preocupaci'n s'lo le muestra a uno ue uno se a-erra más !ien a la duda ue al cumplimiento. 5uchos dicen entonces: /4e deseado tanto eso, pero no ha ocurrido. Lo sa!ía de antemano0. E "Pero u$ sa!ían de antemano% Con seguridad sa!ían ue desear no -unciona en ellos. )n&iaron ese conocimiento al mismo tiempo ue el deseo ( con eso le uitaron toda la energía. )l deseo -ormulado conscientemente es eclipsado la ma(oría de las &eces por dudas pensadas sin uerer. +5
Desear con Exito
Con la insistencia ue entra en nuestra &ida el deseo negati&o, es decir, el impedimento, &emos lo eitoso ue es e-ecti&amente desear. Nosotros somos siempre exitosos La ma#or,a de las &eces lo6rando nuestro %racaso Ni todos los pensamientos positi&os, ni todos los mantras del mundo a(udan, cuando nosotros constantemente pensamos pro-undamente en nuestro interior en carencia ( limitaciones. Porue la duda es una actitud pro-undamente arraigada. )s una creencia -irmemente esta!lecida ue igualmente se hace realidad. 1uien no cree en el xito) no puede tener xito "l camino hacia ,uera "#u$ hacer entonces con las dudas% "Con la peueña &oz ue dice permanentemente ue eso no le corresponde a uno, ue eso no -unciona de ning9n modo% "C'mo se logra no escucharla o no pensar en eso% )so es como con el chocolate, en el ue no se de!e pensar si se uiere !a*ar de peso. =no trata entonces en -orma completamente consciente de /no0 pensar en el chocolate ( con eso piensa a9n más en $l. No pensar en algo no es posi!le, porue a tra&$s del intento de no pensar en eso, ha( ue pensar incluso más en eso. )&itar es entonces una mala estrategia, porue *ustamente con eso se crea el pensamiento. Lo me*or es entonces permitir los pensamientos ( no e&aluarlos. )llos están presentes, !ur!u*ean hacia arri!a, son considerados !re&emente < por -in son solamente pensamientos, a los cuales no les damos más -uerza e importancia < ( sin comentarios uno los suelta ( los epulsa. Llegan nue&os pensamientos, algunos de lo ue ha ocurrido en el día, otros de nuestro pasado. on solamente pensamientos, en ellos no ha( nada malo. @an s'lo cuando uno se eno*a a causa de ellos, comienzan a molestarlo. @an s'lo cuando uno uiere e&itarlos aduieren poder. Porue con la con&icci'n /simplemente no logro eso0 o /mis pensamientos molestan permanentemente ( destru(en todos mis deseosV, uno crea ese escenario. +7
Desear con Exito
Por lo tanto, permitir ( no e&aluar es el 9nico camino. Los pensamientos &ienen ( &an ( no pertur!an la acci'n de desear con éxito. =no con-ía en sus deseos. Los pensamientos pertur!adores no tienen -uerza, porue no se les otorga -uerza. Podemos toda&ía a&anzar un paso ( dar &uelta la tortilla: 0>or *u dudar siempre de lo -ueno 0>or *u no poner en duda lo malo 2espu$s de todo, podemos dudar de si los pensamientos negati&os realmente son nuestra &erdad. Con la duda podemos tam!i$n -renar la permanente mani-estaci'n de nuestras estor!adoras creencias. Por eperiencia propia s$, sin em!argo, cuán rápido se puede sucum!ir a sus propias dudas negati&as. o!re todo si aumenta la presi'n personal. "l deseo de la casa ideal Cuando ueríamos mudarnos de Qonn a 5Inchen, s'lo teníamos mi peueña o-icina en 5Inchen. 5ichaela tiene un carácter mu( alegre ( uería sin -alta encontrar una hermosa residencia ue estu&iera mu( cerca, para ue (o no tu&iera ue mane*ar todos los días en el trá-ico de las horas punta. )lla -ue incluso un poco más le*os. )sta!a con&encida de ue encontraríamos una hermosa casita para arrendar, ue estaría máimo a tres minutos de distancia caminando. 1o tam!i$n esta!a con&encido de eso. Por -in nuestro deseo (a esta!a en&iado. Pero donde preguntáramos solamente reci!íamos incr$dulos meneos de ca!eza. Los corredores de propiedades competentes rápidamente nos de*a!an en claro ue en menos de un año con seguridad no encontraríamos nadaS no en ese sector. Nos di*eron, además, ue (a tenían gente ue &i&ía en un hotel, porue en ese sector simplemente no ha!ía ninguna o-erta de arriendo. Nuestros anuncios del peri'dico ni siuiera los contestaron. 5ientras más intensamente !uscá!amos, más imposi!le parecía ser el cumplimiento de nuestro deseo. Cuatro semanas antes de la planeada mudanza, la -irma de mudanzas comenz' a inuietarse. #uerían sa!er por -in ad'nde de!ían ser transportados todos los mue!les. 1o por cierto tam!i$n. )llos tenían ue conseguir autorizaci'n para estacionar ( colocar letreros ue indicaran prohi!ici'n de estacionar. Pero la casa /deseada0 toda&ía no se di&isa!a. Por el contrario. 1o tenía en claro ue -racasaríamos. 4a!íamos desa-iado demasiado a nuestra suerte. /9
Desear con Exito
1 entonces comenzaron a tra!a*ar dudas en mí. 1a re-leiona!a si no de!eríamos, por seguridad, arrendar un lugar para nuestros mue!les. 1o esta!a con&encido ue esa &ez las cosas no saldrían !ien. Pero 5ichaela permaneci' -irme en su creencia. /La casa &a a llegar, nosotros la hemos deseado, "entonces por u$ dudarlo%0 Naturalmente ella tenía raz'n. Naturalmente. Pero esto se con&ertía lentamente en una situaci'n !astante seria. "#u$ ocurre si el cosmos tenía otra comprensi'n del tiempo ue nosotros% " si en el uni&erso ingres' una cantidad increí!le de otros deseos ( $stos eran tra!a*ados de acuerdo a la -echa de ingreso% " tal &ez nuestro /-uncionario0 se ocupa!a, además, de otras cosas totalmente di-erentes% )sencialmente más importantes ue nuestro peueño deseo de tener una casa a!solutamente cerca de mi o-icina. "1 u$ de!íamos decirle a la gente encargada del traslado% /6ca!amos de en&iarle un deseo al uni&erso ( no se de!e dudar de $ste0. @odos nos considerarían completamente chi-lados. 6 decir &erdad, ha ha!ido momentos en ue (o tam!i$n he considerado a 5ichaela como3 Queno, digamos testaruda. Pero por -in nuestro matrimonio me era más importante ue el peligro cada &ez más inminente de estar sentado en la calle con los mue!les. )n realidad la idea me parecía mu( chistosa: Con tasas de ca-$ en el so-á entre autos estacionados. "Pero si comenza!a a llo&er% 1o me puse cada día más ner&ioso. o!re todo porue 5ichaela, en su ilimitada con-ianza interior, ha!ía suspendido o-icialmente los trámites con los corredores de propiedades ue no pensa!an, tal como ella, en el $ito ( eran todos8. Por u$ de!ía rodearse de energías ue tra!a*a!an contra su deseo, pensa!a ella. Poco antes de la mudanza toda&ía no teníamos casa ( tampoco a nadie más a uien le ha!íamos encargado !uscar una. 4asta ese momento (o ha!ía sido mu( !ueno en desear con éxito, pero ahora claramente ha!ían surgido límites. Pero no para 5ichaela. Las mu*eres son increí!lemente irracionales. Cualuier pensamiento racional les parece etraño. Pero la -echa se acerca!a más ( más. 6lguna &ez 5ichaela tam!i$n tendría ue mirar la &erdad cara a cara. 1 la cruel &erdad era tan e&idente. )sta &ez no ha!ía resultado la entrega inmediata. Nuestros mue!les serían puestos en la calle. Pero < para mí inconce!i!le < 5ichaela no uería mirar esa &erdad a la cara. Para ella no ha!ía ninguna raz'n para dudar. Por el contrario, ella me anima!a a no darle más espacio a mis dudas ( a a-errarme lleno de con-ianza al cumplimiento de nuestro deseo. /8
Desear con Exito
1 entonces e-ecti&amente ocurri' el milagro. Comenz' primero en -orma poco notoria en una -armacia. La dueña nos reconoci'. )lla nos ha!ía &endido hacía muchos años un test de em!arazo ( dos horas más tarde un segundo, porue el resultado no era claro ( (o -astidi$ a 5ichaela hasta ue ella le pidi' conse*o a la -armac$utica. ")l color de la -ran*a del test era ro*o o azul% )lla toda&ía se podía acordar mu( !ien de eso. Comenzamos a con&ersar ( de pronto nos cont' ue uno de sus antiguos amigos se mudaría ( su casa sería arrendada. 6uí, *usto a la &uelta de la esuina. 6ntes de diez minutos llamamos allí por tel$-ono ( acordamos una reuni'n para el día siguiente. Pero naturalmente nosotros no aguantá!amos tanto. )se mismo día en la tarde andu&imos -urti&amente alrededor de la casa ( la o!ser&amos por -uera. Nos gust'. )sa era nuestra casa. e sentía como nuestra casa. Pero al día siguiente era la cita o-icial para todos los demás interesados. "Por u$ de!íamos *ustamente nosotros o!tener esa casa% /@al &ez porue la hemos deseado ( está siendo entregada0, sonri' 5ichaela con su inue!ranta!le -e. 1 entonces ocurri' el segundo milagro o la segunda cuota de la entrega. Cuando nos ale*á!amos lentamente de la casa, &ino una dama de edad a&anzada ( uiso a!rir la puerta del *ardín. Pero $sta esta!a atascada. Nosotros (a está!amos mu( le*os, pero ella nos llam' ( nos pidi' ue la a(udáramos. Nosotros no solamente a!rimos la puerta del *ardín, sino tam!i$n la puerta de casa, ( cuando le eplicamos a la mu*er ue al día siguiente ueríamos &isitar la casa con todos los demás, nos in&it' a hacerlo de inmediato. 2e ese modo tu&imos una &isita guiada totalmente pri&ada a tra&$s de /nuestra0 casa. La casa era *ustamente lo ue ha!íamos !uscado. )stá!amos entusiasmados. 1a &eíamos mentalmente la distri!uci'n de las piezas ( sa!íamos d'nde ueríamos poner los mue!les. Pero toda&ía no se ha!ía llegado tan le*os. La anciana dama no uería anticipar ninguna decisi'n, pero simpatizamos ( di*o ue i!a a ha!lar por tel$-ono con su hi*o, ue era el encargado de pactar todo. 6l día siguiente conocimos a toda la -amilia, antes de ue llegaran los demás interesados. )ra una tarde mara&illosa ( todos tenían en claro ue nosotros o!tendríamos la casa. 6unue otros a continuaci'n o-recieron una cantidad considera!lemente ma(or de dinero ( pro!a!lemente podían presentar un ingreso esencialmente más seguro ue el de nosotros, poco despu$s teníamos el contrato de arriendo en nuestras manos. /2
Desear con Exito
"5ilagro% "Casualidad% " la entrega de nuestro deseo% in em!argo, ha!ía un gran impedimento. La casa esta!a a disposici'n reci$n en tres meses. @oda&ía esta!a completamente amo!lada ( para los arrendatarios no ha!ía ninguna posi!ilidad de de*ar la casa en una -echa anterior. Pero incluso eso no -ue ninguna di-icultad. e nos permiti' poner de inmediato todos los mue!les en la casa ( pasaríamos las noches en la o-icina por un tiempo corto de transici'n. Poco tiempo despu$s se mudaron antes de lo planeado ( por consiguiente nosotros tam!i$n. 6 nuestra mara&illosa casa /de acuerdo con nuestro deseo0 ( entregada dentro del plazo -i*ado. La situaci'n me*or' toda&ía más. No solamente nuestra casa correspondía eactamente a nuestros deseos ( mi o-icina esta!a tan s'lo a tres minutos de distancia caminando, sino tam!i$n los arrendadores eran un &erdadero e*emplo de humanidad ( los &ecinos un caso etraordinario de suerte. Por lo tanto, 5ichaela tenía raz'n. iempre se entrega. "Por u$ entonces dudar de eso% La duda es al6o as, como una cancelaci(n del deseo La duda es algo así como un deseo en contra. e cancela todo lo pedido. La duda en&ía la in-ormaci'n de ue eso de todos modos no &a a resultar. )l deseo es entonces !ien simple: /)so sale mal0 Lo ue el uni&erso entrega entonces es la con-irmaci'n de nuestra idea de ue eso no puede resultar. Con seguridad esa ha!ría sido mi eperiencia, si 5ichaela no hu!iera permanecido tan -irme. 6uardar silencio tro punto mu( esencial para el $ito al desear es no ha!lar de eso. No ha!le con nadie so!re su deseo, hasta ue $ste se ha(a cumplido. Por un lado, la energía se pierde por medio de ha!lar demasiado del asunto. Por otro lado, con&ocamos rápidamente a oponentes, en&idiosos e incr$dulos al plan ( les damos espacio a sus creencias ( a sus con&icciones.
a-lar del propio deseo lo de-ilita /3
Desear con Exito
"Por u$ es así% @odas las ideas realmente grandes se originan en la reser&a. @oda idea es al principio solamente un impulso, un pensamiento, ue si no se lo atrapa desaparece. Primero ha( solamente una idea &aga ue lentamente se concreta cada &ez más ( -inalmente, despu$s de alg9n tiempo, está en la mente como un producto u o!*eto claro. @an s'lo cuando la propia idea de $ste se consolida, se originan de $sta &isiones ma(ores ( planes concretos. @an s'lo cuando la propia estructura ( la propia idea se -ortalecen su-icientemente, se &a con $sta al mundo eterior, para con&encer a otros del nue&o pro(ecto ( entusiasmarlos ( comprometerlos. i eso se hiciera demasiado pronto, uno mismo no estaría su-icientemente esta!le. 6lgunas pala!ras despecti&as o des-a&ora!les, tal &ez conducirían en esa -ase a a!andonar el pro(ecto. Pero si nos hemos -amiliarizado con nuestra propia idea ( hemos llegado a estar su-icientemente -irmes con los nue&os planes, entonces eso (a se ha concretado de tal manera, ue podemos realmente a!ogar por ese pro(ecto. 6 pesar del &iento en contra ( de los opositores. @odos los grandes in&entores de este mundo pueden con-irmar ese proceso. 5antener algo en secreto no es tan importante entonces solamente a causa del peligro del ro!o de ideas, sino tam!i$n para ue uno mismo est$ primero su-icientemente seguro. "#ui$n &a a uerer ponerse en ridículo con ideas ue no se hacen realidad% La pr'ima &ez con-iamos menos en nuestras propias ideas ( alguna &ez estamos tan con&encidos de nuestra in-erioridad, ue (a no permitimos nue&as ideas o conceptos propios. Con desear se agrega toda&ía un aspecto completamente di-erente. @ememos ue se nos considere completamente locos. "6 ui$n se le puede contar algo tan /estra-alario0% @enemos temor de ue repentinamente se nos rechace por chi-lados o esot$ricos ( no nos tomen más en serio. "1 ui$nes son con seguridad los ue más se !urlan de nosotros% 6uellos cu(a propia &ida está menos en orden toda&ía ( ue por eso no uieren ue todo me*ore para nosotros. Lo ue ellos no creen, de pre-erencia tampoco de!e ocurrir en nuestra &ida. Lo me*or es entonces uedarse callado. Cuando hemos *untado su-iciente eperiencia ( algunos deseos se han cumplido, podemos con mucho gusto poner a otros en conocimiento de eso. Porue ahora estamos su-icientemente consolidados. a!emos de nuestra -uerza de pensamiento. Para nosotros (a no ha( más /casualidades0. 1 nuestro e*emplo incluso les puede dar &alor a otros. /"
Desear con Exito
7l/idar 1 como estamos *ustamente con callar, lo me*or es ue conser&emos silencio tam!i$n -rente a nosotros mismos, ue no pensemos más en el asunto respecti&o ( ue simplemente lo ol&idemos. l&idar tiene &arias &enta*as. Por un lado tam!i$n ol&idamos de dudar ( por consiguiente de anular todo el pedido. Por otro lado demostramos lo mucho ue con-iamos, (a ue estamos tan seguros de ue lo deseado entrará en nuestra &ida, ue (a no nos ocupamos de eso. )so, por -in, de!en hacerlo otros por nosotros. Con eso tam!i$n estamos a!iertos a aceptar lo deseado. in importar cuán precaria pueda ser nuestra situaci'n en este momento. 2e ese modo nos de*amos guiar en el momento preciso al lugar apropiado. 6sí es como me ocurri' a mí hace poco tiempo.
El aeropuerto de Amsterdam es cerrado /esear con éxito resulta en todas las situaciones. 1 naturalmente de pre-erencia cuando las cosas no andan especialmente !ien en la &ida. in em!argo, so!re todo en esos momentos, a &eces ol&idamos por completo desear algo oportunamente ( tratamos de luchar agitados. Pero igualmente rápido podemos tam!i$n li!erarnos de la a!surda acti&idad. 6sí me ocurri', por e*emplo, en el aeropuerto de 6msterdam. La enorme ne&az'n -ue para muchos completamente inesperada ( ha!ía paralizado todo el aeropuerto. 2urante &arias horas de paciente espera, la precipitaci'n de nie&e ha!ía aumentado tan se&eramente, ue -inalmente -ue cerrado todo el aeropuerto por la noche. La situaci'n era irremedia!le. e entregaron !e!idas, como tam!i$n mantas ( co*ines para la noche. +nnumera!les personas esta!an molestas, -uriosas, agotadas ( discutían. Pero su actitud negati&a -rente a lo ue no se podía cam!iar, no les a(uda!a a organizar la noche de manera más agrada!le. Por miles esta!an paradas en las !oleterías, por miles trata!an de llegar a su euipa*e ue se encontra!a guardado en alguna parte de los guardaeuipa*es de los a&iones. Nadie sa!ía realmente lo ue ocurría ( todos camina!an desamparados de un lado para otro. 6 mí me pas' algo mu( parecido al principio. @am!i$n (o me de*$ contagiar por la agitaci'n. 6l -in ( al ca!o al día siguiente tenía importantes citas ue no podría cumplir. Comenc$ a transpirar con mi gruesa chaueta ( me perdí en acciones sin o!*eto. Pero de pronto me acord$ nue&amente de desear con éxito. Lo ue no se puede cam!iar, no se puede cam!iar. /+
Desear con Exito
/2is-ruta la &ida cada momento, conser&a tu !uen humor ( simplemente encarga siempre la me*or soluci'n0. )so tam!i$n regía para esa noche. 5i pedido era mu( sencillo ( decía: /@engo para ho( en la noche una hermosa ( tranuila pieza de hotel ( o!tengo la me*or posi!ilidad para &ol&er a 5Inchen. 6hora esto( a!ierto ( preparado para esas in-ormaciones0. 6gradecí, además, por el cumplimiento de mi deseo, ( con eso concluí el deseo ( esta!a dispuesto a ol&idar lo apremiante de mi situaci'n. 1o sa!ía ue desde ese momento se cuidaría de ue todo ocurriera para mi !ien. Primero me sent$ con toda tranuilidad ( o!ser&$ el inusual mo&imiento. #ue un aeropuerto se cierre no sucede todos los días. )s decir, ha!ía cosas para &er ue antes toda&ía no ha!ía &isto. 1 así, de pronto perci!í un espectáculo mara&illoso. 5ientras innumera!les personas pelea!an por un pasa*e para el día siguiente, no siendo toda&ía en a!soluto seguro de ue al día siguiente se pudiera reanudar el -uncionamiento del aeropuerto, (o esta!a sentado ( toma!a ca-$. implemente sa!ía ue ocurriría lo adecuado para mí. 6unue el hotel del aeropuerto -ue cerrado por estar repleto e igualmente los hoteles cercanos, (o me tranuilic$ cada &ez más. 4a!ía gente desesperada, niños llora!an, la situaci'n parecía tener menos remedio con cada minuto ue pasa!a. Los arriendos de autos ha!ían cerrado, porue todos los &ehículos disponi!les esta!an ocupados. La raz'n se present' ( me sac' en cara por u$ no me ha!ía preocupado oportunamente por un &ehículo, pero la emoci'n esta!a toda&ía tranuila. =n auto de arriendo parecía entonces no ser la me*or soluci'n. 5e dio ham!re, camin$ de un lado para otro, me apo($ en la !arra de un !ar con una taza de ca-$ ( o!ser&$ toda la tur!ulenta masa humana. 2e pronto se do!l' un letrero, un &idrio -ue tirado hacia el lado ( una &oz -emenina me pregunt' ad'nde uería ir. 1o me ha!ía apo(ado en una !oletería. /6 5Inchen0, respondí con-undido. /6 las 7.B, tiene ue hacer trans!ordo una &ez0, di*o la dama ( antes de ue (o pudiera contestar algo siuiera, me entreg' un pasa*e. /=sted puede &ia*ar mañana temprano desde auí o desde la estaci'n central de 6msterdam0. in pensar mucho rato compr$ el pasa*e ( cuando me dí &uelta, detrás de mí ha!ía una -ila intermina!lemente larga de personas. Cuando me ha!ía apo(ado en la !oletería cerrada, (o era el 9nico ( ahora esta!a repleto ( los 9ltimos tenían ue esperar seguramente una hora o más. //
Desear con Exito
Como no sa!ía lo ue podía hacer hasta las siete de la mañana, dí un paseo alrededor del recinto ( sin &erdadera intenci'n -ui al s'tano. 6llí ha!ía un tren local a la estaci'n central de 6msterdam. 5e su!í a $l. )n el mismo segundo parti'. )l inspector me pregunt' d'nde pasaría la noche ( sin ue le preguntara me recomend' un hotel ue ueda!a a diez minutos de la estaci'n en un calle*'n lateral, (a ue todos los otros con seguridad esta!an completos a causa de la ne&az'n. )n la estaci'n ha!ía de treinta a cuarenta personas alrededor de un tai ( discutían, de dos hoteles de la estaci'n &i salir &ia*eros ue ha!ían sido rechazados, con euipa*e pesado ( !uscando. Camin$ con calma por el camino recomendado, encontr$ el hotel ( o!tu&e la 9ltima pieza. La 9ltima de todas en esa noche. =na pieza hermosa, grande ( tranuila. Pedí algo para comer, ( para coronar la eitosa noche, incluso una copa de champaña. in luchar con otros en una larga -ila de espera por un lugar, se ha!ía presentado rápidamente ( sin pro!lemas la me*or soluci'n para la noche. 6hora (o esta!a epectante si el tren sería realmente la posi!ilidad adecuada ( la más rápida. 6l día siguiente de madrugada &i &ia*eros dormir en la antesala del hotel ( me enter$ ue el aeropuerto toda&ía esta!a cerrado ( ue pro!a!lemente tampoco a!riría en todo el día. 6lgunos ha!ían pasado incluso hasta cuatro horas esperando en sus a&iones, hasta ue agotados ( decepcionados tu&ieron ue !a*ar nue&amente. )n mi tren a 6lemania esta!an sentados otros &ia*eros ue ha!ían pasado toda la noche en el repleto recinto de la estaci'n ( supe por ellos ue todos los ue en la noche ha!ían conseguido un auto, (a despu$s de pocos kil'metros tu&ieron ue &ol&er, porue las autopistas ha!ían sido igualmente cerradas. )l tren era, por lo tanto, no solamente la me*or posi!ilidad, sino tam!i$n la 9nica, para &ia*ar ese día de 6msterdam a 5Inchen. in desear con éxito, seguramente (o ha!ría pasado una noche atroz (, además, permanecido en &ano durante mucho tiempo en el aeropuerto. Pero así, (o esta!a sentado, ha!iendo dormido !ien, desa(unanE do -eliz en el carroEcomedor, mientras por mi lado pasa!a un !lanco paisa*e ne&ado. Cada uno siempre decide entonces $l mismo si una situaci'n es en realidad horri!le o mara&illosa. i conduce hacia más decadencia o si se desarrolla para me*or. Las cosas son como son. e puede decidir en cada segundo si $stas tra!a*an a -a&or o en contra de uno. Lo decisi&o es siempre solamente la -orma de &erlas. 5i -orma de &er la &ida es, siempre esperar lo me*or. 1 la -orma más -ácil en ue puedo hacerlo es desear con éxito. /4
Desear con Exito
Regla 8 "star abierto para #casualidades% No es posi!le imaginar el modo en ue se hace la entrega. Porue casi siempre el deseo se cumple de una manera ue *amás se hu!iera considerado posi!le. Por lo tanto, s'lo ha( ue estar simplemente dispuesto a ue el deseo se cumpla. i siempre s'lo se mira *ustamente en la direcci'n desde la ue se espera la entrega, podría suceder ue a uno se le &a(a la entrega, por esperar con impaciencia ue el pedido se lle&e a ca!o eclusi&amente de la manera eacta en ue enca*a en nuestra peueña capacidad de imaginaci'n. Pero el uni&erso es esencialmente más ingenioso. 2espu$s nos gusta decir ue ha ocurrido un milagro, porue estamos completamente sorprendidos de ue repentinamente ha ha!ido tantas /casualidades0 en nuestra &ida para ue se pudiera cumplir nuestro deseo. "l cosmos entrega de maneras sorprendentes )n &erdad simplemente s'lo se materializa nuestro deseo. 1 eso ocurre a menudo *ustamente de un modo con el ue no hemos contado. Pero eso solamente epresa algo so!re nuestro poder de imaginaci'n ( no so!re las muchas posi!ilidades ue eisten para ue se realice nuestro deseo. i deseamos entonces, por e*emplo, dinero, de!emos de*ar completamente a!ierto, de u$ manera el dinero llega a nosotros. Pero si estamos con&encidos de ue la tía )rna nos dará el dinero deseado, nos impedimos, con nuestra estancada imaginaci'n, reconocer la &erdadera entrega.
El cosmos eli6e siempre la manera m$s r$pida # m$s %$cil @al &ez la tía )rna no uiere en a!soluto darnos el dinero. )ntonces ella tampoco capta nuestra energía mental del deseo. implemente no resuena con $sta. Por eso nuestra energía en&iada no se ueda con la tía )rna ( se sigue epandiendo permanentemente, hasta ue se encuentra con algo ue tiene la misma &i!raci'n ( ue responde. Nuestra energía de deseo no rinde entonces un tra!a*o de con&encimiento, sino ue no es otra cosa ue una máuina c'smica de !9sueda. /5
Desear con Exito
2espu$s ue no podemos sa!er u$ o ui$n reacciona a nuestro deseo, tampoco tenemos idea naturalmente desde u$ direcci'n podría llegar el dinero. Pero como no tenemos ninguna idea, es !astante insensato -i*arse en una determinada direcci'n. Pese a eso lo hacemos. 1o mismo tam!i$n me sorprendo siempre de ue tengo una idea pre-a!ricada ( por eso muchas &eces no noto de inmediato el cumplimiento de mi deseo. #94nde se ha metido mi pedido:% * 7 #;"stoy sentado en el tren equi/ocado<% 1o &ia*o cada &ez más seguido en tren en &ez de &olar. )ncuentro ue se puede apro&echar me*or el tiempo. La ma(oría de las &eces me siento en el carroEcomedor ( &eo una película en mi computador portátil. 6sí me lo ha!ía propuesto tam!i$n esta &ez. )n las mañanas, cuando salgo de la casa, -ormulo rápidamente mi deseo ( lo en&ío. 1o uería primero ca-$ ( kuchen ( a continuaci'n &er una película ( lle&a!a todo lo necesario. 5i computador portátil ( un 22. )n el tren epreso ha( siempre enchu-es el$ctricos. Pero de pronto esta!a sentado en un tren interur!ano ue no era epreso. 6hí no ha!ía ni restaurant ni enchu-es. 6demás, el tren esta!a repleto. )l 9nico lugar li!re esta!a en una mesa en la ue, además, ha!ía personas sentadas -rente a mí, ue me mira!an ama!lemente con curiosidad. "No ha!ía llegado esta &ez mi pedido% i el tren (a está tan lleno, ha!ría sido !ueno estar sentado en un rinc'n, "pero auí en medio de un carro grande% )n todo caso (o no esta!a en a!soluto satis-echo con el uni&erso ( maldecía interiormente. 2e pronto el hom!re ue esta!a -rente a mí choc' con la rodilla contra algo ( se so!a!a la parte ue le dolía. /=n enchu-e0, se ue*a!a malhumorado con su esposa. /"#ui$n necesita algo así%0 >1o?, grit$ interiormente ( mir$ asom!rado de!a*o de la mesa. )-ecti&amente, allí ha!ía un enchu-e. @enía corriente para mi peueña película. 1 además, ese matrimonio sua!o desempac' un canasto con pro&isiones. Como para no creerlo, pusieron la mesa para ellos ( colocaron una taza de ca-$ para mí. 1 kuchen. /Porue ca-$ sin kuchen sería algo incompleto0, di*o el hom!re sonriendo ( me dese' ue me di&irtiera mucho con mi película. )l pedido ha!ía salido ( el uni&erso entreg'. 5i idea ha!ía sido uizás un poco di-erente, pero la entrega se ha!ía lle&ado a ca!o rápidamente. 1 *ustamente eso es lo entretenido en desear con éxito. Los deseos se cumplen siempreS solamente ha( ue con-iar ( estar alerta. /7
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Porue el modo en ue se realiza la entrega, la ma(oría de las &eces es sorpresi&o. "Pero c'mo se hace para no de*ar pasar la entrega% Intuicin "C'mo se cumplen nuestros deseos% Con seguridad de un modo di-erente a como lo esperamos. Lamenta!lemente no siempre resulta ue deseamos algo ( ese algo (a &iene hacia nosotros. Como todo es cuesti'n de energía, a &eces tam!i$n somos /solamente0 conducidos mu( sua&emente. 1 *ustamente allí donde se puede encontrar lo deseado. "Pero c'mo somos conducidos% )so puede ser a &eces una con&ersaci'n ue se coge al &uelo ( ue contiene una in-ormaci'n importante para uno. @am!i$n puede ser una idea ue se persigue. de pronto uno uiere ir por otro camino ue por el acostum!rado ( /casualmente0 se encuentra ahí con un antiguo conocido, ue de pura /casualidad0 le ha!la de alguien ue ha( ue conocer. 1 /etrañamente0 esa persona tiene *ustamente lo ue uno desea. =na casa, la herramienta para la cañería tapada, o conoce a alguien ue puede solucionar el pro!lema del computador. alguien se golpea la rodilla ( le indica a uno d'nde está el enchu-e oculto. Las energías conducen, guían, dirigen. olamente ha( ue estar a!ierto para eso. i uno ha en&iado un deseo, simplemente s'lo ha( ue permanecer con el oído atento ( despierto. )ntonces se o!tendrán todas las in-ormaciones necesarias. )l modo más seguro de ue eso ocurre es por medio de la intuici'n. +ntuici'n, "u$ es eso%
La intuici(n es la admisi(n de s, mismo i uno uiere tomar contacto con su intuici'n, no ha( ue hacer otra cosa ue seguir lo ue se siente !ueno. in importar cuán etraño, em!arazoso o ridículo nos parezca en el primer momento. La intuici'n no es otra cosa ue una acci'n espontánea. Cuando a uno se le ocurre algo ue desea hacer, entonces se hace. No se !uscan razones a -a&or o en contra. No se e&al9a. e sigue el impulso. +ntuici'n es lo contrario de raz'n. )s decir, no podemos re-leionar al respecto. La intuici'n no es una consecuencia l'gica de una re-lei'n intensa. La intuici'n pasa a tra&$s del sentimiento ( de las sensaciones. 49
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i se uiere hacer caso a la &oz de la intuici'n, s'lo ha( ue de*arse lle&ar. in -i*arse un o!*eti&o. i no se cuestiona ( no se e&al9a, si se pone atenci'n en los silenciosos pensamientos ( simplemente se siguen, si se permanece en el momento, sin uedarse en el pasado o mirar al -uturo, se tomará contacto con su intuici'n. El %uncionamiento de la intuici(n se desarrolla solamente en el presente Con a(uda de la intuici'n, la acci'n se &uel&e espontánea ( crece la con-ianza en la propia percepci'n. )n &ez de tener ue en-rentar nosotros mismos los desa-íos de la &ida cotidiana, nos de*amos lle&ar a la soluci'n deseada. )n realidad eso no es otra cosa ue recoger nue&amente la energía de materia -ina ue hemos en&iado. ol&iendo hacia nosotros, $sta nos guía entonces hacia donde o!tenemos lo deseado. 2icho simplemente, es nuestro presentimiento el ue nos guía. Naturalmente al principio uno está toda&ía inseguro. Como con todo, se necesita un poco de e*ercicio ( eperiencia. Pero incluso si al principio toda&ía es di-ícil darse cuenta c'mo se siente la intuici'n, despu$s de solamente un corto tiempo de -amiliarizaci'n, se -orma un !uen sentido para el -uerte aliado nuestro. Pronto uno se con&ierte en una unidad cerrada. 1a no se está solo. Nunca más. )iste en nosotros una instancia superior ue nos dirige ( nos guía hacia la respuesta deseada. No ha( ue preocuparse, desear con éxito -unciona siempre. @am!i$n sin intuici'n. Pero con ella resulta esencialmente más rápido. Nuestra intuici'n es simplemente algo así como nuestra direcci'n postal, adonde se en&ían las in-ormaciones acerca de d'nde podemos retirar lo deseado. Pero (o tam!i$n he actuado muchas &eces consciente contra mi intuici'n ( la entrega ha llegado pese a eso. 'lo ue algunas &eces con atraso. 6uí ha( dos peueños e*emplos de cuán concreta ( directamente tra!a*a la intuici'n. "ntregas rápidas Cuando uiero ue se me entregue algo en -orma especialmente rápida, hago el pedido a tra&$s de preguntas. /"2'nde encuentro lo deseado%0 o /"C'mo o!tengo de la manera más rápida3%0 )s decir, le encargo totalmente consciente a la energía en&iada ue se presente ante mi intuici'n. 48
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1 despu$s me rela*o ( pongo atenci'n a las más le&es señales. 6 &eces la respuesta es una -rase ue un &ecino dice en el restaurant, o los titulares de un diario o la letra de una canci'n en la radio. 4ace muchos años, cuando toda&ía no esta!a tan -amiliarizado con mi intuici'n, toda&ía tenía algunas di-icultades para reconocer las señales. 5uchas &eces tampoco sa!ía si (o mismo trata!a de con&encerme de algo o si empu*a!a conscientemente a mi raz'n en una direcci'n. @oda&ía me acuerdo mu( !ien del tiempo en ue a pesar de mi $ito pro-esional me sentía cada &ez más solo ( &acío. )n ese tiempo mi pro-undo deseo era solamente comprender cuál era el sentido de mi &ida. @oda&ía recuerdo cuando esta!a sentado en el ca-$ en chWa!ing ( pensa!a sin parar en &oz alta. "#u$ signi-ica en realidad toda esta poruería% "2'nde está el sentido en lo ue hago% 1o esta!a realmente eno*ado. /)sto( dispuesto para respuestas, pero $stas de!en &enir ahora mismo0. )ntonces descu!rí so!re mi mesa una antigua !oleta arrugada, a la ue no le dí ninguna importancia. Cuando ha!ía pagado ( me i!a del ca-$, el mozo me sigui' ( me di*o ue se me ha!ía uedado algo. )ra la !oleta arrugada. )ra de una li!rería de ahí cerca. Pero (o seguía sin interesarme realmente por $sta. Como (a di*e, toda&ía no era entendido en reconocimiento de señales8. Poco despu$s me detu&o un transe9nte ( me pregunt' por una calle ue (o no conocía. No ha!ía andado dos pasos ( me acord$ ue esa era la calle de la li!rería de la !oleta. )ntonces, al darme curiosidad por -in8 pas$ por ahí. )ra una etraña tienda. Con platillos sonoros en la &itrina ( al entrar uno se encontra!a con &apores de humo ue salían de un incinerador. )ra una de las primeras li!rerías esot$ricas en 5Inchen. 4asta ese momento (o ni siuiera sa!ía ue eistía algo así. 2espu$s lleg' a ser mi li!rería ha!itual. +nseguro pas$ a lo largo de los estantes de la li!rería. 6llí ha!ía nom!res de autores de los cuales (o no ha!ía escuchado *amás. No tenía idea cuál li!ro de!ía comprar, ni sa!ía siuiera por u$ esta!a en esa tienda. )ntonces se dio &uelta una mu*er, con el pelo !ien corto ( con unos pantalones de algod'n casi ridículos, ( me di*o: /@iene ue leer este li!ro, es -a!uloso0. Con una sutil sonrisa indic' un li!ro ue ha!ía en un estante. 5ás por cortesía ue por inter$s, lo compr$. )se li!ro ha cam!iado radicalmente mi &ida. )ra /)l manual de la consciencia superior0 de Jen Je(es.
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@enía todas las respuestas a mis preguntas. Por medio de ese li!ro comprendí de repente el sentido de lo ue hago. "Pero ha!ía sido eso realmente algo así como desear con éxito ( me ha!ía guiado esa tarde realmente un orden superior hacia ese li!ro% Nosotros sa!emos *ustamente c'mo tra!a*a la raz'n. 2uda ( a-irma incesantemente ue todo ha sido solamente una secuencia de casualidades. Por lo tanto, poco despu$s uise sa!er eso nue&amente. 1o esta!a !uscando otro li!ro más, ue por lo menos produ*era un e-ecto igual de intenso so!re mi &ida. )sta &ez -ui esencialmente más directo ( audaz con la -ormulaci'n de mi deseo. #uería tener el li!ro en mis manos el mismo día ( espera!a ue solamente se me comunicara el título. 6demás, en esta ocasi'n no uería -acilitarle tanto las cosas al destino. 1o no uería salir de la casa. @ampoco sentía en a!soluto el impulso por salir. =na hora más tarde me llam' mi agente. )lla uería sa!er si (o por -in ha!ía leído el gui'n del nue&o /Lugar del suceso0. Naturalmente no, ni siuiera lo ha!ía reci!ido. )lla esta!a horrorizada. 1o tendría ue ha!er leído el gui'n (a hace tiempo. )se sería el papel de mi &ida. @enía ue ponerme de inmediato en camino ( pasarlo a !uscar donde ella. )n el camino de regreso a casa se me ocurri' nue&amente mi deseo. Con todo el al!oroto lo ha!ía ol&idado por completo. Pero seg9n las apariencias, el uni&erso tam!i$n me ha!ía ol&idado a mí. "2'nde esta!a entonces mi li!ro% )sa tarde -ui tam!i$n a pasear a la calle Leopoldo. Naturalmente esta!a despierto ( atento: @al &ez alguien me d$ nue&amente in-ormaci'n. pesco al &uelo una -rase ue contiene el título del li!ro. Pero no ocurri' nada seme*ante. 5e sent$ en un !anco ( leí mi gui'n. )ntonces &i a un muchacho. )sta!a parado -rente a una tienda llorando ( no podía a!rir la puerta. 1o le a(ud$. )ra una li!rería, no, no esot$rica, pero a menos de tres pasos al lado de la ca*a me dio un peueño so!resalto. 6llí me mira!a -i*amente un li!ro cu(o título era /Gui'n para la maestría en la &ida0. =n li!ro ue me acompañaría durante todo un año. )ra como si Ron mothermon hu!iera escrito ese li!ro eclusi&amente para mí. "No ha!ía dicho mi agente ue (o de!ía leer el gui&n, ue sería el papel de mi &ida% iempre se entrega. i no tenemos su-iciente !uen oído, se nos seguirá con el /pauete0 todo el tiempo ue sea necesario hasta ue (a no podamos e&itarlo. Pero si ueremos reci!ir la entrega lo más rápidamente posi!le, ha( ue estar atento. 43
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Regla = 4escubrir los /erdaderos grandes deseos Los deseos son tan &ariados como la personalidad de cada indi&iduo. =no desea aprender a !ailar ( nunca ha tenido tiempo para eso o no tiene condiciones, el otro !usca &erdaderos amigos, porue siente cada &ez más -uerte la carencia en su &ida, ( un tercero anhela una pare*a ideal. Ninguno de esos deseos es más grande o más peueño, más importante o repro!a!le ue otro. @am!i$n da lo mismo si los deseos parecen razona!les, es decir, l'gicos para la raz'n. Cada deseo s'lo nos muestra simplemente la carencia ue sentimos en ciertas áreas de nuestra &ida. )ntretanto sa!emos ue nuestros deseos se cumplen. La pregunta esencial es, si con el cumplimiento de nuestro deseo tam!i$n se elimina nuestra carencia. " se hace notar mu( rápidamente en otra parte% La &erdadera pregunta es entonces: "4acia u$ uiere hacernos dirigir nuestra atenci'n esa carencia en nuestra &ida% Lo ue deseamos es simplemente un cam!io. 6lgo no nos gusta en nuestra &ida ( no sa!emos c'mo podemos cam!iarlo de un modo /normal0. Pero la ma(oría de las &eces tampoco sa!emos c'mo será realmente en cuanto el deseo se ha(a cumplido. "5e*ora realmente nuestra &ida con eso% .uáles deseos encajan conmigo )sa es la pregunta esencial. No tiene tal &ez ning9n sentido desear algo ue no corresponde en a!soluto a la propia naturaleza. Pese a eso lo hace la ma(oría de nosotros. 6 menudo deseamos algo solamente porue otros lo desean o por ue (a lo tienen. 5uchas &eces perseguimos un ideal ue no es en a!soluto el nuestro. Pero no porue otros encuentran /-a!uloso0 algo, eso tiene ue ser adecuado para nosotros. "1 u$ hacemos si lo anhelado se cumple% "i se realizan deseos ue no enca*an en a!soluto con nosotros% 6ntes de desear algo, de!eríamos en realidad tener en claro, u$ necesitamos &erdaderamente para nuestra &ida. "Nos sentimos despu$s realmente me*or, más aceptados, más dignos de ser ueridos o más -elices% )l cumplimiento de algunos deseos, nos puede poner *ustamente !a*o mucha presi'n. )l tra!a*o soñado tal &ez nos puede eigir demasiado, el deseo de un hi*o puede cumplirse demasiado pronto o el anhelado cam!io de casa nos puede hacer perder amigos. 4"
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Los deseos *ue se cumplen nos cam-ian siempre "Pero estamos tam!i$n realmente preparados para los cam!ios ( las consecuencias% Nuestra mara&illosa relaci'n amorosa, ardientemente anhelada, tal &ez nos ponga en contacto con nuestro miedo de no corresponder !ien o de perder lo largamente anhelado. #uizá no nos sentimos en a!soluto capaces de conducir el auto grande ( a causa de su impresionante tamaño no encontramos nunca un estacionamiento. no nos acostum!ramos a la deseada -ama ( a la atenci'n ligada a $sta. Los deseos ue se cumplen no siempre nos traen &erdadera -elicidad. Por eso, antes de atre&ernos a los grandes deseos, de!eríamos sa!er lo ue realmente esperamos de nuestro deseo. Cada deseo eitoso cam!ia nuestras circunstancias de &ida. Por eso de!eríamos eaminar con eactitud si realmente estamos dispuestos a ese cam!io. @al &ez nuestro anhelo &a en una direcci'n determinada, pero nosotros toda&ía no somos en a!soluto capaces de desempeñar realmente el nue&o papel. "l deseo de dinero Reci!ir mucho dinero signi-ica tal &ez a!andonar el entorno ha!itual, porue entonces uno se puede comprar una casa. #uizá tam!i$n se pierda el tra!a*o, porue simplemente (a no es necesario ( (a no se &e ning9n sentido en $l. e puede por cierto hacer ( de*ar lo ue uno uiera todo el día, "pero se tiene realmente ganas de eso% @al &ez uno eche de menos su antigua casa, sus &ecinos, sus colegas. Contra el deseo de reci!ir mucho dinero no ha( nada ue o!*etar, s'lo se de!ería simplemente tener en claro ue cada deseo tiene tam!i$n consecuencias. Por eso tal &ez sea esencialE mente más importante pensar so!re las condiciones de &ida ue a uno le gustaría lograr. Porue solamente mucho dinero no es ninguna garantía para ser -eliz. 5uchos millonarios de la Lotería, despu$s de pocos años (a eran nue&amente más po!res ue las ratas ( más in-elices ue nunca antes. Por eso, 5ichaela ( (o hemos hecho un peueño pacto con el uni&erso. >uestro con/enio con el cosmos 2espu$s ue ha!íamos ganado dos autos dentro de un año, está!amos pro-undamente impresionados de nuestro desear con éxito. "Pero por u$ hacer siempre pedidos 9nicos% 4+
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"No es posi!le hacerlo como suscripci'n permanente% +nmediatamente despu$s de pensar eso, 5ichaela ( (o deseamos en todo caso ue nunca más tu&i$ramos ue preocuparnos por dinero. )l dinero simplemente de!ía estar presente. No de!ía ser una cantidad ecesi&a, para ue sigui$ramos sintiendo su-iciente alegría ( moti&aci'n por nuestro tra!a*o, pero tampoco de!ía ser demasiado poco. )n todo caso de!ía ser su-icientemente a!undante en nuestra &ida, como para ue pudi$ramos hacer realidad lo ue anhelá!amos. )so era como un con&enio con el cosmos. Nosotros cumplimos con nuestra parte ( el uni&erso se encarga en el -uturo ue entre dinero regularmente. Las posesiones de-en estar a nuestro ser&icio # no nosotros al ser&icio de ellas 2esde ese día no eisti' nunca más para nosotros el tema del dinero. )l dinero llega simplemente a nuestra &ida. 6 &eces de un modo totalmente inesperado. Cuando se comienza a desear, uno tiene rápidamente en claro *ustamente lo siguiente: No se llega a ser rico por medio de tra!a*ar mucho. e llega a ser rico deseándolo e in&itando a la riueza a su &ida. 'lo si uno está con&encido de ue le corresponde eso, está realmente a!ierto ( preparado para la entrega deseada. Pero el dinero es solamente una parte del !ienestar. )n realidad la riueza contiene esencialmente más. Por eso, para ser &erdaderamente -elices, al desear de!eríamos pensar tam!i$n en los siguientes aspectos: • alud • =na mara&illosa &ida de pare*a • =na pro-esi'n satis-actoria • erdaderos amigos • u-iciente tiempo para uno mismo ( para los demás • Paz ( serenidad interior )sta lista se puede ampliar a &oluntad. olamente es importante sa!er ue la &erdadera riueza contiene más ue dinero. Pero el dinero, la /desprecia!le riueza0, es un ingrediente mu( desea!le para más satis-acci'n ( paz interior en la &ida.
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La /ida de pareja so?ada )l ma(or deseo de nosotros, los seres humanos, es tal &ez: )ncontrar a alguien ue est$ con nosotros en las !uenas ( en las malas, ue nos comprenda, con uien nos sintamos ueridos ( aceptados. )l deseo de una pare*a es tal &ez el ue in-lu(e más pro-undamente so!re nuestra &ida. Dustamente con el deseo de tener una pare*a es entonces importante ue nos preguntemos: "#u$ uiero realmente%, es decir, u$ cualidades de!e tener esa persona. 5odi-icando el conocido re-rán: /Por eso, ui$n se compromete eternamente, eamina 30, podemos decir:
>or eso) examina lo *ue realmente deseas) por*ue se cumplir$ Por lo menos igual de importante es, sin em!argo, preguntar por la propia moti&aci'n: "Por u$ uiero una pare*a% "#u$ de!e $sta traerme% La ma(oría de las &eces ocurre ue lo ue deseo o!tener eteriormente, en realidad -alta en mi interior. i mi deseo está, por e*emplo, epresado así: /#uiero a alguien ue me ame incondicionalmente0, eso signi-ica en realidad: /No so( amado, No so( digno de ser amado. 1o mismo no me amo0. 5uchos !uscan entonces una pare*a ue los ame incondicionalmente, s'lo porue ellos mismos no se aman. La &erdadera !ase de partida para el deseo tendría, sin em!argo, ue ser: /1o so( digno de ser amado tal como so(. 6cepto todas mis carencias ( -allas ( me acepto tal como so( ahora. 1o so( 9nico ( hermoso ( cada día me acerco más a mi amor por mí mismo. Por medio de mi amor hacia mí mismo atraigo a la persona ue me mira con los mismos o*os ue (o me miro a mí mismo. )sto( a!ierto ( dispuesto a permitir el amor hacia mí mismo, como tam!i$n el amor de otra persona. No le do( más -uerza a mis o!stáculos ( !loueos ( el amor en mí puede -luir li!remente. )sto( a!ierto ( dispuesto, para ue el amor se presente en mi &ida0. i simplemente s'lo deseara a alguien ue me ame, pero sin aceptarme a mí mismo, no podría en a!soluto aceptar el amor ue se me demuestra. @an s'lo por medio de la disposici'n interior, puedo permitir todo lo ue necesito. 1a no tengo entonces ue !uscar más, a mí me encuentran. Porue con la disposici'n adecuada, nos encuentra auello ue realmente necesitamos. Pese a eso, ha( algunos deseos ue no -uncionan en a!soluto. 44
Desear con Exito
Los deseos no de!en, por e*emplo, -orzar a otras personas a hacer algo contra su &oluntad. No podemos inducirlas entonces a ue se enamoren de nosotros. a hacer algo !ien determinado para nosotros. El li-re al-edr,o est$ so-re todas las cosas) tam-in so-re todos los deseos )so está mu( !ien, (a ue de lo contrario cualuiera podría desear algo de nosotros ( nosotros tendríamos repentinamente ue e-ectuar acciones ue no nos gustan en a!soluto. "Pero c'mo encuentro entonces a la persona ue me ame% Por medio de desear con éxito no consigo en todo caso ue una determinada persona, elegida por mí, ue se imagina mi mente, se una conmigo. Pero si (o, por medio de mi deseo, in&ito a mi &ida a una persona ue de!a tener eactamente mi &i!raci'n ( ue naturalmente de!a corresponder a mi amor, o!tengo con seguridad la pare*a ue es igual a mí ( ue enca*a conmigo. @edir la pareja apropiada )n mis con-erencias so!re &ida -eliz de pare*a me hacen reiteradamente la misma pregunta: /"C'mo logro conocer ( atraer a mi &ida a la pare*a apropiada%0 )n el -ondo eso es mu( simple. )n el -ondo eso es tan simple, ue llega a ser increí!lemente di-ícil para la ma(oría de nosotros. )n estricto sentido tenemos ue hacer mucho menos de lo ue pensamos. implemente tenemos ue de*ar de !uscar tan agitadamente ( con tanto pánico. Porue *ustamente la !9sueda con pánico ( agitaci'n indica solamente ue en realidad no con-iamos en todo el asunto. Pro-undamente en nuestro interior estamos casi siempre con&encidos de ue (a no encontraremos a nadie. Por lo menos no el /adecuado0. Quscar es lo contrario de encontrar. Para encontrar s'lo tenemos ue a!rir nuestros o*os ( nuestro coraz'n ( estar dispuestos a reci!ir.
Desear con xito si6ni%ica estar dispuesto a permitir todos los mila6ros en nuestra &ida La !9sueda o!staculiza en todo caso la permisi'n. 5ientras !uscamos, estamos ligados a un determinado o!*eto o prop'sito. 45
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6 una pro(ecci'n ue diseñamos en nuestra limitada consciencia ( la cual !uscamos incesantemente. )n nuestra imaginaci'n siempre ha!rá alguien ue no tiene ninguna -alla. Naturalmente, algo sin de-ectos e incon&enientes es solamente una mera ilusi'n. Porue algo así no eiste. 6lgo así eiste solamente en nuestra -antasía, ue en todo momento podemos encender ( apagar o modi-icar seg9n nuestra imaginaci'n. Pero nosotros !uscamos una persona ue se a*uste a nosotros. )s decir, $sta tendrá incon&enientes mu( parecidos a los nuestros. )n estricto sentido tam!i$n nos !uscamos a nosotros mismos, porue al -in ( al ca!o ueremos re-le*arnos en nuestra uerida pare*a. Asta de!e ser similar a nosotros. 2e!e desarrollarse con nosotros ( o!ser&ar el mundo con o*os parecidos a los nuestros. 2e!e pensar parecido a nosotros so!re las cosas más esenciales. o!re -idelidad, -amilia, amor, 2ios ( so!re el modo de superar la &ida. Nuestra -antasía no nos a(uda entonces en este caso. @ampoco nos a(uda la constante !9sueda, con la ue más !ien impedimos ue eperimentamos el &erdadero amor. 6ntes de en&iar un deseo tan importante, tenemos ue tener en claro lo ue &erdaderamente ueremos tener. Para de*arlo en claro nue&amente, el pedido no es di-ícil, pero es mu( importante para nuestra &ida. Los errores al llenar nuestro -ormulario de deseos tienen entonces igualmente amplias consecuencias. 1 no o!stante, aunue eso tenga tal importancia, a menudo no nos hacemos una &erdadera idea de c'mo de!e ser nuestro deseo de una pare*a /adecuada0. 6unue pensamos ue lo sa!íamos, no tenemos ninguna idea cuál pare*a nos hace realmente !ien. @ampoco ueremos pensar mucho tiempo en eso, simplemente ueremos tener una pare*a. Pero muchas &eces detrás de eso ha( un deseo completamente di-erente. No ueremos estar más solos. Por lo tanto, antes de en&iar nuestro pedido de!eríamos tener en claro u$ pare*a ueremos realmente tener a nuestro lado en nuestra &ida. Para eso a(uda la lista ue descri!í detalladamente en mi li!ro /Reglas de -elicidad para el amor0S auí entrego solamente un !re&e resumen. Con esa lista se nos aclara !astante rápido u$ esperamos de una &ida de pare*a, u$ estamos dispuestos a aportar ( cuál pare*a se a*usta me*or a nosotros. )n mis con-erencias ( en las sesiones indi&iduales tra!a*amos mu( seguido con esa lista. Asta es rápida, e-ecti&a ( proporciona una claridad asom!rosa.
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i ueremos entonces la pare*a /adecuada0, tenemos primero ue tener en claro u$ de!e !uscar el cosmos para nosotros. 2e ese modo se origin' tam!i$n la lista. La desarroll$ cuando (o mismo, despu$s de muchas con-usiones ( eui&ocaciones ( de innumera!les intentos -allidos, uise -inalmente tener la pare*a apropiada para mi &ida -utura. )n ese entonces me ha!ía aislado por un tiempo, para descu!rir u$ pare*a se a*usta realmente a mí. Para o!tener claridad al respecto, eperiment$ con di-erentes medios de a(uda ( posi!ilidades ( siempre solamente me dediu$ a la pregunta /"C'mo puedo darme cuenta de la me*or -orma, ui$n realmente enca*a conmigo%0 )ntonces se me ocurri' la idea de escri!ir una lista. 2escrito !re&emente, hice lo siguiente: )n una ho*a grande de papel hice dos columnas. )n la primera columna escri!í todo lo ue espera!a de mi -utura &ida de pare*a. )sa columna -ue llenada mu( rápidamente ( era !astante etensa. @odos mis deseos ( anhelos ingresaron allí. )n la segunda columna escri!í todo lo ue (o mismo esta!a dispuesto a aportar. 1 &$ase, esa columna era esencialmente más corta. Pero lo ue (o mismo no puedo aportar en una relaci'n, tampoco lo encontrar$ ahí. )ntonces era mu( e&idente ue (o !usca!a una pare*a con la ue pudiera desarrollar todas las carencias. #uien desee enterarse en -orma más eacta so!re este tra!a*o, ue lea por -a&or el li!ro /Reglas de -elicidad para el amor0. 6hí descri!í todo detalladamente. Cuando tu&e cada &ez más en claro c'mo de!ía ser mi -utura pare*a, lo escri!í todo en una ho*a de papel ( la de*$ en un lugar solemne. La -orma mara&illosa en ue ese deseo se cumpli', me asom!ra toda&ía ho(. .mo atraje a mi /ida a la pareja adecuada )n todo caso re-leion$ algunas semanas so!re mi deseo de una pare*a con mucha eactitud ( lo ela!or$ !asándome en mi lista. @an s'lo una &ez ue realmente esta!a a!solutamente seguro de la pare*a ue me*or enca*a!a conmigo, le entregu$ mi lista de deseos al cosmos. Porue una cosa tenía en claro: 5i deseo se cumpliría. Pero en estricto sentido, realmente no le -acilita!a al uni&erso el cumplimiento de mi deseo, porue en ese tiempo me ha!ía aislado por completo ( permanecí durante 59
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&arios meses casi eclusi&amente en mi casa. 6parte de dos horas en la tarde, en las cuales esta!a en el escenario del teatro de Jur-Irstendamm ( de una 9nica comida colecti&a con gran asistencia, a la ue los colegas me ha!ían -orzado ama!lemente a asistir, porue pensa!an ue estar permanentemente solo en mi casa no me haría !ien, (o permanecía en mi soledad. "C'mo de!ía entonces el uni&erso cumplir mi deseo% 6lgunas semanas despu$s, son' el tel$-ono. 6l ha!la esta!a una mu*er con la ue (o ha!ía con&ersado algunas semanas antes en esa comida. Pero (o (a no podía acordarme de ella con eactitud. olamente sa!ía toda&ía ue era ru!ia, delgada ( ue usa!a lentes gruesos. Pero de inmediato nos entendimos tan !ien, ue ha!lamos cuatro horas por tel$-ono ( al día siguiente otras siete horas. 1 como no nos podíamos &er, (a ue ella actua!a en el teatro de Qremen ( (o en Qerlín, al día siguiente ha!lamos otra &ez siete horas por tel$-ono. 4a!ía una comprensi'n tan pro-unda en tantas cosas, ue en la noche siguiente, despu$s de otras ocho horas al tel$-ono, acordamos ir *untos de &acaciones. )l sentimiento ue nos unía era tan intenso, ue al día siguiente incluso decidimos por tel$-ono &i&ir *untos ( 5ichaela, ue era capaz de una &erdadera entrega, renunci' de inmediato en su tra!a*o ( puso -in al arriendo de su casa. =n día despu$s decidimos casarnos, sin ha!ernos &isto realmente. "Pero realmente no nos ha!íamos &isto% @al &ez no -ísicamente, pero conocíamos uno del otro cada milímetro de nuestras almas. Nos ha!íamos contado todo. No ha!ía secretos. +ncluso sa!íamos cosas de nosotros ue no le ha!íamos con-iado nunca a ninguna otra persona. Nos ha!íamos mostrado. 4a!íamos a!ierto nuestro interior ( re&elado nuestra alma sin reser&as. Los dos sa!íamos ue $ramos el uno para el otro. @odos mis amigos me considera!an completamente loco. Pensa!an ue ahora esta!a totalmente demente. @rata!an de hacerme cam!iar de opini'n. /No sa!es en a!soluto u$ olor tiene, u$ sa!or tiene ( si en general se entienden -ísicamente0. Pero (o sa!ía ue si no le da!a oportunidad a la posi!ilidad de &i&ir mi &erdadero gran amor, lamentaría toda mi &ida la p$rdida de esa posi!ilidad. Cada &ez ue en otra parte las cosas no andu&ieran mu( !ien, (o pensaría en esa oportunidad 9nica. )n mi -racaso ( en mi indecisi'n. Por otra parte, "u$ riesgo corría (o% i 5ichaela ( (o realmente no nos comprendi$ramos -ísicamente, teníamos entonces la oportunidad de llegar a ser los me*ores amigos. Porue espiritualmente (a está!amos unidos. 58
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)lla pensa!a tal como (o, &eía el mundo con los mismos o*os, tenía los mismos anhelos ( esperanzas ( esta!a igualmente dispuesta a tra!a*ar en ella misma, tal como (o, para ue pudi$ramos disol&er *untos todos los de-ectos de la propia personalidad. 1 cuando (o, seis semanas más tarde, despu$s de muchas otras largas con&ersaciones tele-'nicas, aparecí delante de su casa con un &ehículo de mudanzas ( por primera &ez la &i tan claramente, esta!a mu( -eliz. Lo primero ue pens$ -ue: @u&e suerte. 5ichaela era la mu*er más hermosa ue (o podía imaginar. Pero lo más asom!roso era ue cuando despu$s sau$ nue&amente mi lista ( mir$ mi pedido, 5ichaela correspondía eactamente a esa lista en todos los detalles. Naturalmente tam!i$n reci!imos siempre etras, cosas ( cualidades ue no hemos -ormulado en nuestra lista de deseos. 6l -in ( al ca!o no podemos pensar en todo. Pero todo lo ue aparecía en mi papel se cumpli'. "Casualidad% #uien siga cre(endo eso, de!e seguir de*ando tranuilamente su &ida en manos de la casualidad ( es-orzarse mucho. )sencialmente más simple es, sin em!argo, desear con éxito ( determinar uno mismo su &ida. Pero como se puede &er !ien en mi e*emplo, no se de!e esperar una determinada -orma en la ue de!e realizarse la entrega. 'lo consiste en estar dispuesto. Nuestra nue&a pare*a nos puede hacer caer, ocasionar un accidente o demandarnos. "#ui$n dice ue el primer encuentro tiene ue ser positi&o% )n todo caso atraerá toda nuestra atenci'n hacia ella. 5uchos matrimonios -elices han comenzado no soportándose, pero etrañamente no si$ndose indi-erentes. Naturalmente eso puede igualmente ocurrir en -orma completamente romántica ( am!os sa!en desde el primer segundo, ue esa es la pare*a para la &ida. Lo importante simplemente es, solamente no tener una opini'n e idea -i*a acerca de c'mo de!e transcurrir eso. 2e lo contrario, el uni&erso podría estar entregando ( uno no se da cuenta de la entrega a causa de ausencia interior. 6 menudo me preguntan si 5ichaela en&ío tam!i$n al mismo tiempo al $ter, deseos de tener la pare*a adecuada. No, no lo hizo. Pero esta!a a!ierta ( dispuesta a in&olucrarse. Naturalmente ella tam!i$n ha!ría podido decir ue no, pero eso ha!ría sido una etraña entrega de mi deseo. /6uí está la mu*er más mara&illosa ue se a*usta eactamente a ti, pero ella no te uiere en a!soluto0. 52
Desear con Exito
Pues !ien, en todo caso el cosmos no entrega así. 5ichaela esta!a dispuesta ( a!ierta, ( (o ha!ía !uscado la pare*a ideal, ue naturalmente de!ía estar dispuesta ( a!ierta para una relaci'n amorosa. Por lo demás, se puede realmente escri!ir todo lo ue a uno se le &iene a la ca!eza. @am!i$n aspecto ( -igura ( rasgos característicos. No o!stante, esa no es ninguna garantía de ue uno será -eliz con esa pare*a, porue uizás uno se eige demasiado a sí mismo con sus deseos. +magin$monos, por e*emplo, ue la pare*a de!e ser atl$tica ( deporti&a ( naturalmente tener !uen aspecto. Pero entonces tenemos ue partir de la !ase, ue a esa -utura pare*a le gustan las acti&idades deporti&as ( desea tam!i$n practicarlas con nosotros. "e uiere eso realmente% uno desea una pare*a ue sea un cohete en la cama ( ue siempre tenga deseos. )l sueño de todos los hom!res. Pero si eso se hace realidad, pronto se puede trans-ormar en una pesadilla. "#u$ ocurre si despu$s de un mes uno (a no uiere tan seguido como ella o (a no se a*usta a la &elocidad o alguna &ez tiene otros intereses% cuando se teme ser a!andonado si uno (a no rinde en la cama. se tiene miedo de no !astar. i se desea una pare*a ue sea hermosa, pero uno mismo se encuentra poco atracti&o, se puede llegar rápidamente a tener sentimientos de in-erioridad. Formular deseos solamente de!ido a la carencia actual, puede ser !astante peligroso. )l deseo se cumple. i $ste es para nuestro !ien, no está, sin em!argo, garantizado. Por eso, especialmente al desear una pare*a se de!ería pensar mu( eactamente u$ pare*a se desea atraer. 9Llega a ser más ,eli0 la /ida: "e llega a ser más -eliz por medio de desear con éxito % í, en todo caso, pero de un modo di-erente a como se ha pensado. La -elicidad es una actitud interior ( tiene solamente poco ue &er con la realidad eterior eperimentada. i no somos -elices sin dinero o pare*a, tampoco lo somos con ellos. 6l -in ( al ca!o cada uno de nosotros conoce personas ue han logrado tener dinero ( pare*a o -ama (, sin em!argo, están eternamente de mal humor o son in-elices. i ueremos eperimentar -elicidad, no la o!tendremos por medio de in-luencia eternas.
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Desear con Exito
La -elicidad se origina siempre *ustamente desde adentro. )perimentamos -elicidad cuando emitimos -elicidad. )n eso no in-lu(e si &i&imos en una mansi'n o en una casa de B metros cuadrados. )n las dos podemos igualmente ser -elices como tam!i$n in-elices. La -elicidad se origina de una serenidad interior. La -elicidad se origina siempre cuando ueremos compartir con otros. La -elicidad es un estado en el ue nos encontramos con o sin pare*a, con o sin dinero, con o sin casa ( prestigio. Pero muchos creen ue solamente podrían ser -elices si tu&ieran algo determinado. 1 *ustamente esa pala!rita /si0 no nos de*a ser -elices. 1 por cierto nunca. Nosotros no ueremos en a!soluto ocuparnos de por u$ estamos *ustamente allí donde estamos, ( simplemente s'lo ueremos salir. Pero despu$s ue determinadas circunstancias, ( por cierto nuestros deseos ( creencias inconscientes, nos han dado la situaci'n ue no ueremos aceptar, tam!i$n con in-luencias eternas modi-icadas sentiremos ( actuaremos mu( parecido. Siempre nos lle&amos consi6o @am!i$n a la supuesta -elicidad, ue naturalmente siempre está en otro lugar ue en el ue nos encontramos. 1 por eso tam!i$n seremos in-elices en la -elicidad esperada. iempre -altará algo en nuestra &ida para eperimentar la &erdadera -elicidad. 4ace muchos años (o tenía aparentemente todo. 2inero, prestigio, $ito pro-esional, mu*eres ( !uena salud. 1 a pesar de eso no era -eliz. 5e sentía &acío e inuieto. @oda&ía esta!a con&encido de ue a todos los demás les i!a me*or ue a mí. )sta!a con&encido de ue tenía ue o!tener toda&ía más para acercarme a la -elicidad. @enía entonces ue ser más eitoso, acumular más !ienes, conseguir más mu*eres para ir a la cama, ( entonces aparecería la sensaci'n de pro-unda -elicidad. 1 *ustamente esa creencia no me de*a!a ser -eliz. Dustamente esa creencia en mi carencia, me hacía sentir la carencia. in sa!erlo, (o traslada!a al -uturo mi situaci'n de -elicidad. La creencia en la carencia acalla!a todos los demás deseos. 1o creía tanto en esa carencia, ue por lo &isto me impedía ser -eliz, ue incluso cuando se hicieron realidad los primeros deseos, no -ueron para mí los adecuados o llegaron demasiado tarde. Por esa raz'n, nada, pero realmente nada de lo ue -ue entregado de los pedidos, podía ser reci!ido con alegría ( agradecimiento, porue al mismo tiempo (o esta!a con&encido de ue a otros se les ha!ía cumplido el deseo esencialmente me*or. 5"
Desear con Exito
1o esta!a en !9sueda de la -elicidad, pero mientras más !usca!a a-uera, más la perdía de &ista. 5i deseo inconsciente era en ese entonces: /1o no so( -eliz. 5i -elicidad está en el -uturo. Necesito toda&ía más para ser -eliz0. Con eso (o pedía en -orma mu( concreta: /No sentir nunca -elicidad en el presente0. 5i posici'n -undamental era ser in-eliz. 1 en eso tampoco podía cam!iar nada el cumplimiento de algunos, o !ien, de muchos deseos. @an s'lo cuando renunci$, ( de*$ de ser lle&ado por la idea de llegar a ser -eliz por medio de otros, comenc$ a encontrar satis-acci'n pro-unda ( amor. 6l -in ( al ca!o, detrás de mi !9sueda esta!a siempre s'lo una cosa: 6nsia!a amor ( seguridad, ( como no los tenía espera!a o!tenerlos por medio de in-luencias eternas. Pero si no sentimos en nosotros el amor ( la seguridad, ninguna persona de este mundo nos lo puede dar. )so signi-ica, por mucho ue me duela, ue el cumplimiento de todos los deseos no cam!ia nada en nuestra actitud hacia la -elicidad. i ahora no somos -elices, tampoco lo seremos por medio de in-luencias eternas. +ncluso cuando a &eces creemos eso. La -elicidad ue eperimentamos entonces, es solamente de corta duraci'n, porue no corresponde a lo ue sentimos en lo más pro-undo de nuestro ser. 94esear con é+ito me ha hecho más ,eli0: >í, a!solutamente? No tanto porue ahora se cumplan todos los deseos en mi &ida, sino porue mane*o más conscientemente mi &ida ( me encomiendo a mi conducci'n. 1a el hecho de ue eperimento una ( otra &ez ue mis deseos se hacen realidad cuando uiero, me hace sa!er ue no tengo ue es-orzarme solo auí en la @ierra. +ncluso en los momentos más uietos ( solitarios, (o esto( satis-echo ( -eliz. )st$ totalmente aislado o !añándome en una multitud, (o esto( conectado. 1 lleno de agradecimiento.
Tra-a;ar con el uni&erso es esencialmente m$s %$cil *ue es%or.arse solo /esear con éxito cam!i' todo mi mundo. 5i -orma de eperimentar las
cosas, mi -orma de &er las cosas, mi percepci'n, mi &ida de pare*a ( mi amor por mí mismo. 5+