DE LOS SIGILOS A LAS PALABRAS DE PODER
Continuemos avanzando. Supongo que ya todos han hecho magia con sigilos en forma exitosa y están fastidiados de que todo lo que desean se les cumple de inmediato, aunque no lo cuentan... en todo caso, ya han percibido lo sencilla que es: - Creación de un alfabeto mágico personal. - Formulación del deseo (concreto, afirmativo, posible, tangible y determinado en el tiempo). - Transformación del deseo en un sigil (mantra y glifo). - Carga del sigil. - Destierro. Y por eso ya quieren pasar a otro nivel. Bueno, ahora continuaremos en una fase más avanzada: vamos a crear servidores, pero por ahora, de los más sencillos, los que no tienen base material y sólo ejecutan una orden. Ellos constan de una sola palabra (a veces dos) con la cual se ac tivan. Se puede discutir si el servidor es la palabra o la orden, pero ello es irrelevante y en la Magia del Caos hacemos cosas más interesantes que enfrascarnos en discusiones semánticas.
Supongo que han visto al menos una película de la saga Harry Potter. Habrán notado que nunca es invocada una deidad (magia atea, pero no necesariamente caota) y que, en toda su magia, desde hacer levitar una pluma hasta enfrentarse con el maligno Voldemor, el poder es evocado mediante palabras, simples palabras, algunas dichas en lenguajes mágicos, otras en Latín y también algunas en lenguas modernas, pero deformadas por combinaciones (pueden ver una lista parcial aquí:http://www.bemonline.com/harry_potter/hp aquí:http://www.bemonline.com/harry_potter/hpencant.htm). encant.htm). Pues bien, se trata de palabras de poder, es decir, hechizos y encantamientos que se realizan mediante la proyección de la energía personal del mago o maga, contenida en un servidor con la forma de una palabra mágica.
Las plumas, por su poco peso, son relativamente fáciles de mover por los principiantes; pero en esta lección vamos a utilizar una materia aún más fácil de mover, por ser más liviana que el aire (mientras está caliente): el humo del incienso. En una habitación sin corrientes de aire, observamos que el humo brota de la punta de la varita de incienso y asciende en columna vertical por más de c incuenta centímetros, y luego se difumina. No se requiere mucha concentración para hacerla mover y bailar al son de una música que se ponga a sonar en ese espacio, por las vibraciones que producen las ondas de sonido en el aire circundante.
En este caso, el primer experimento consistirá en hacerla mover sin música de fondo y con la boca y nariz cubiertas por un pañuelo o tapabocas, para que la respiración no influya.
Para este tipo de magia se requerirá siempre de un proyector de la fuerza, como una varita, un bastón, una daga, una espada, un anillo u otra herramienta. Las palabras de poder son servidores, como dije: de los más sencillos, sin base material y consistentes tan sólo en una orden que se ejecuta una sola vez c ada vez. La manera de crearlos no difiere mucho de la carga de un sigil, sólo que esta vez no vamos a olvidar el propósito, ni a desterrar. El proceso consiste en formular un deseo de manera general, por ejemplo: "yo deseo que este humo baile" (o "que este objeto levite") y crear el mantra, de la misma manera que se hace con el mantra sigílico (eliminando las letras repetidas y desordenando el resto) pero sin forma gráfica, es decir, sin trasladarlo a un glifo. Como es de suponer, el mantra debe ser muy breve y, preferiblemente, de una sola palabra. Para cargar la palabra de poder se utilizan los mismos métodos que para la carga de sigilos, siendo el más comúnmente empleado la repetición atosigante. El tío Pete, en su Liber MMM (el primer capítulo de su libro "Liber Null & Psychonaut") expresa lo siguiente: "La parte de la mente en la cual surgen los pensamientos verbales es controlada mágicamente mediante la concentración en un sonido imaginado mentalmente. Cualquier sonido simple de una o más sílabas es elegido, por ejemplo, Abrahadabra, Yod He Vau He, Aum Mani Padme Hum, Zazas Zazas, Nasatanada Zazas. El sonido escogido es repetido una y otra vez en la mente para bloquear todo otro pensamiento. No importa cuán inapropiada pueda parecer la elección del sonido, debes persistir con él. Eventualmente, comenzará a parecer que el sonido se repite por sí mismo y esto incluso puede suceder mientras duermes. Estos son signos positivos. La concentración sonora es la clave para usar palabras de poder y para ciertas formas de proyectar hechizos." Una vez cargada, a diferencia de los sigilos, la palabra se deja en la memoria, para ser utilizada cuando se requiera. Después (mejor al día siguiente) encendemos el incienso en una habitación ai slada y, evitando que la respiración influya (ver más arriba) dictamos la orden para que la co lumna de humo se mueva o baile, mediante la pronunciación en voz alta de la palabra de poder, mientras se apunta a la base del humo con la varita u otro proyector. Después de este experimento tan fácil y sencillo, probemos a mover plumas, pequeños trocitos de papel, cabos de hilo y, después de después, a encender el incenso con la llama de una vela situada a cierta distancia...
