De conformista a Mente Invencible Guía práctica y simple para descubrir tus deseos y hacerlos realidad Haz del resto de tu vida lo mejor de tu vida
Natalia Montolio
De conformista a Mente Invencible Guía práctica y simple para descubrir tus deseos y hacerlos realidad Haz del resto de tu vida lo mejor de tu vida
Natalia Montolio
De conformista a Mente Invencible. Copyright © 2017 by Natalia Montolio Todos los derechos reservados. Producción: Marc Reklau Sin limitación de los derechos de autor reservados arriba, ninguna parte de este libro puede ser reproducida en cualquier forma o por cualquier medio electrónico electrónico o mecánico, mecánico, incluyendo sistemas sistemas de almacenamiento almacenamiento y recuperación de la información, ni sin el permiso por escrito del del autor. La única excepción es la mención mención de un comentarista, comentarista, que puede citar citar pasajes breves en una recensión. Advertencia
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www.menteinvencible.com
A mis campeones Marc y Paula, por su amor incondicional y su apoyo constante.
Tabla de contenido 1. Introducción 2. Ser auténtico 3. Pasar tiempo contigo mismo 4. Poder y coraje para tomar tus pr opias decisiones 5. No querer agradar ni complacer a todo el mundo 6. Querer te 7. La tabla de tus deseos 8. Escoge una meta a la vez 9. Gestionar la falta de dinero 10. Gestionar la falta de tiempo 11. Las tentaciones 12. Las preocupaciones 13. Los pensamientos irracionales 14. El poder de los pensamientos positivos 15. La influencia de tus relaciones 16. El poder de la mente 17. El poder de las palabras 18. Las afirmaciones 19. Vencer el miedo 20. El poder del no 21. El poder de la paciencia 22. El poder de la concentración total 23. El poder de la fe en tu meta. 24. Acción 25. Las excusas 26. La constancia 27. La habilidad más poderosa: la persistencia Epílogo Sobre el autor Agradecimientos
Introducción Eres lo que eres, tienes lo que tienes y haces lo que haces debido a los pensamientos que has ido depositando en tu mente sobre ti mismo, sobre las demás personas, sobre lo que te mereces o no, sobre tus límites, sobre el dinero y sobre otras muchas cosas desde que naciste hasta ahora. Y podrías ser, tener y hacer lo que quisieras, pero probablemente hayas sido educado con una mentalidad conformista, viviendo por debajo de tus capacidades. Todos tenemos la posibilidad de cambiar nuestra mentalidad conformista por otra ganadora o invencible, y aun así no lo hacemos, pues la mentalidad conformista es la más fácil y cómoda de escoger, aunque a la larga la más destructiva. Una mentalidad conformista nos impide pensar en lo que realmente queremos, dejando que otros lo hagan por nosotros, o hace que nos dispersemos por no trazar ni metas ni objetivos claros, llevando nuestra vida al abismo. te enseña cómo cambiar aquellos pensamientos que te están impidiendo ahora mismo tener la vida que mereces, y la importancia de marcarse metas en la vida, para que puedas ser lo que quieras ser, tener todo aquello que desees tener o hacer aquello que te apasione, pues tus pensamientos son lo que construyen o destruyen tu vida. “De conformista a Mente invencible”
Pensamientos de abundancia, felicidad, satisfacción, energía inagotable y prosperidad te llevarán a una vida de abundancia, felicidad, satisfacción, energía y prosperidad. Cuando tu mente cambia, tu vida cambia. ¿Quieres un cambio en tu vida? ¿Quieres que el resto de tu vida sea lo mejor de tu vida? Haz los cambios en tu mente que te llevarán a ello y a conseguir todas las metas que quieras alcanzar. Puedes preparar tu mente para averiguar cuáles son tus deseos, tus metas o tus sueños e ir a por ellos con determinación. Las personas que no han trazado metas a lo largo de su vida, y han ido dejando que los quehaceres diarios les hayan absorbido su tiempo, su dinero y su energía sin saber exactamente en qué, tienen la sensación de haber tenido una vida vacía en algún momento de su vida. Son personas que sienten que han hecho muchas cosas y que han gastado mucho tiempo, dinero y energía, pero no saben exactamente cómo, ni en qué. Se sienten tristes, frustradas y estafadas con la vida y con ellas mismas. Este libro quiere ayudarte a que el resto de tu vida sea lo mejor de tu vida, preparando tu mente para establecer metas acorde al estilo de vida que deseas, conseguirlas y lograr el autocontrol necesario para que nada te desvíe de ellas, a tener la responsabilidad y el compromiso de cumplirlas, porque sin metas ni objetivos nunca serás diferente de hoy y nunca serás mejor que hoy.
es un manual de instrucciones con pautas claras y precisas, desglosadas en cinco etapas para darte la autoconfianza que es tuya por derecho propio y con ella la actitud determinante para ganar, vencer y lograr cualquier meta que desees conseguir. “De conformista a Mente Invencible”
Las cinco etapas que hay que superar para conseguir cualquier meta que deseas en la vida son: 1. Saber claramente cual es la meta que deseas conseguir, 2. Obsesionarte todo el día con la meta que deseas lograr, 3. Autoconvencerte de que eres capaz de conseguir dicha meta, 4. Conocer los 4 poderes indispensables que necesitas para alcanzar cualquier meta. 5. Actuar y conocer los métodos para no desviarte de la meta que te has propuesto alcanzar.
Soñar sin actuar es fracasar.
Primera Etapa: Descubre las metas que deseas alcanzar. La primera etapa te ayuda a descubrir qué es lo que más deseas, y para ello debes conocerte muy bien a ti mismo para saber cuáles son tus gustos, preferencias y necesidades. Muchas personas se centran más en lo que los demás esperan de ellas que en ellas mismas, y al final no saben que es lo que quieren, y escogen unos deseos que en realidad no son los suyos, sino son unos deseos para satisfacer a otras personas y por eso les cuesta mucho conseguirlos, porque no han salido de lo más profundo de su corazón. (La carrera que eligen los padres para sus hijos, el trabajo que no eligen ellos mismos, la pareja que no les satisface pero aguantan por la presión social, etc.) Si eres capaz de superar esta primera etapa serás capaz de elegir de forma sincera, sana y concreta el deseo o meta que quieras conseguir en cada momento de tu vida (comprar un coche, conseguir una determinada cantidad de dinero, casarte, ir de vacaciones con tu familia, comprar una casa, o lo que te más te motive). Será un deseo que saldrá desde lo más profundo de tu corazón y por eso contribuirá enormemente a hacer del resto de tu vida lo mejor de tu vida. Para superar esta etapa y averiguar lo que más deseas, es necesario superar las siguientes fases: ▪ Ser auténtico ▪ Pasar tiempo contigo mismo ▪ Poder y coraje para tomar tus propias decisiones ▪ No querer agradar y contentar a todo el mundo ▪ Quererte ▪ Escribir la carta de deseos ▪ Escoger una meta a la vez
Segunda Etapa: Obsesiónate con la meta que deseas alcanzar. En la segunda etapa descubrirás todo lo que necesitas para poder desear ardientemente lo que hayas elegido en la primera etapa, ya que cuánto más fuerte sea tu deseo de conseguir algo, más rápidamente lo conseguirás y con mayor probabilidad de éxito. En esta etapa aprenderás a convertir tu deseo en una sana obsesión, en la que estarás pensando mañana, tarde y noche, como si se tratase de una prescripción médica. Estas son las fases que deberás superar en esta etapa: ▪ Gestionar la falta de dinero ▪ Gestionar la falta de tiempo ▪ Las tentaciones ▪ Vencer las preocupaciones ▪ Eliminar los pensamientos irracionales ▪ El poder de los pensamientos positivos ▪ La influencia de tus relaciones Una vez superada la segunda etapa podrás desear tan intensamente tu meta o deseo, que el esfuerzo que tendrás que hacer para conseguirlo será mínimo comparado con el que tendrías que hacer de no superarla.
Tercera Etapa: Autoconvéncete de que vas a conseguir lo que te has propuesto. Muchas personas no consiguen sus metas, porque aunque llegan a saber con precisión qué es lo que quieren, no se creen capaces de que vayan a lograrlas, por las creencias limitadoras que tienen sobre ellas mismas. Las creencias son aquellas opiniones sobre ti mismo, que están incrustadas en tu mente, porque así te lo han repetido incansablemente desde pequeño, y esas creencias controlan tu comportamiento en cualquier aspecto de tu vida y te hacen sentir capaz o incapaz de conseguir las cosas. Si cada vez que en tu entorno expresabas una idea o un proyecto, las respuestas eran del tipo “estás como una chota”, “confórmate con lo que te dan”, “no me esperaba esto de ti”, o “toca de pies en el suelo” acabas renunciando a tus metas antes de vivir de nuevo otra mala experiencia de escuchar esas respuestas, que de tanto oírlas se incrustan en tu mente convirtiéndose en creencias, y te las acabas creyendo. Algunas personas millonarias aunque se arruinan vuelven a ser millonarias: porque tienen la creencia que hacer dinero es lo normal, y hay una fuerza invisible que les empuja a ser millonarias de nuevo. Para algunas personas la vida es un martirio, pues no saben lo que les pasa y porque no consiguen nada de lo que se proponen, y aunque quisieran cambiar algo no lo conseguirán hasta que eliminen las creencias limitadoras de su mente como quien borra un tatuaje de su piel. Estas son las fases que encontrarás en la tercera etapa y que te enseñarán a autoconvencerte de que eres capaz de lograr la meta que quieres conseguir: ▪ El poder de la mente ▪ El poder de tus palabras ▪ Vencer el miedo ▪ El poder de las afirmaciones
Cuarta etapa: Los poderes indispensables para que una meta se cumpla. La cuarte etapa te enseña las habilidades indispensables para que puedas alcanzar cualquier meta u objetivo que desees lograr. Estas son las fases que debes superar en esta etapa: ▪ El poder del no ▪ El poder de la paciencia ▪ El poder de la concentración total ▪ El poder de la fe en tu meta.
Quinta Etapa: Acción y todo lo necesario para que nada te desvíe del camino hacia la meta propuesta. La quinta etapa consiste en pasar a la acción. Sin esta etapa no hay premio. Esta etapa te ayuda a no abandonar tu meta aunque aparezcan problemas, y a no dejarte llevar por todas aquellas tentaciones y/o excusas para caer en la pereza en lugar de la actividad que tenías prevista en el camino hacia tu meta. Estas son las fases que debes superar: ▪ La acción ▪ Las excusas ▪ La constancia ▪ La habilidad más poderosa: la Persistencia Si logras superar las 5 etapas tendrás unos cimientos tan sólidos que te convertirás en una persona poderosa, que cumple una meta tras otra, cosechando cada vez más éxitos y con menos esfuerzo.
Ser auténtico Cuando has estado años viviendo como los demás querían, o cómo tú creías que los demás esperaban de ti, tu “yo auténtico y poderoso” ha quedado encerrado en una jaula, de la cual sólo tú tienes la llave. Únicamente cuando estás solo, dejas salir de la jaula a tu verdadero yo por un rato, porque entonces no hay nadie a quien impresionar, ni nadie a quien temer o decepcionar. Pero cuando te reúnes con otras personas, encierras de nuevo a tu “yo auténtico” en la jaula, y en lugar de disfrutar del momento presente, te preocupas más por si te están juzgando los demás, por lo que estarán pensando de ti o por causar buena impresión. Y él no ser auténtico y expresar tus verdaderos deseos, te produce cada vez más frustración, más angustia y más estrés, porque quieres ser tú pero no te atreves, y te vas separando cada vez más de tu verdadera esencia. Te gustaría ser tú mismo y sentirte cómodo en tu propia piel, expresando libremente tus opiniones, pero no puedes y tampoco sabes que es lo que te impide hacerlo, sobre todo cuando has estado demasiado tiempo concentrándote en la opinión que los demás tenían de ti, o en lo que el mundo quería que fueses, en lugar de ser tú mismo. Cuando no eres auténtico escoges unas metas que no salen del fondo de tu corazón, escondiendo tus verdaderos objetivos y deseos para no decepcionar a los demás. Ello acaba con tu ánimo, tu vitalidad, y tu alegría, dejando la mayoría de cosas que empiezas sin acabar o condenándote a una vida infeliz. Las personas que “eligen” la carrera, la pareja o lo que sea por no defraudar a sus padres o a la sociedad nunca son felices, y no saben porque.
Ser auténtico te ayudará a descubrir que es lo que realmente deseas, y a estar en paz contigo mismo. Las siguientes pautas te ayudarán a ser auténtico y a disfrutar de una vida que hasta ahora pensabas que sólo era para unas pocas personas afortunadas: 1. En lugar de enfocarte en el pasado, en lo que piensen los demás, o en lo que piensas tú de ti mismo, enfócate a partir de ahora en la actividad que estás haciendo en el presente, sin importarte nada más que esa actividad y el momento presente. Si estás trabajando, enfócate de pleno en el trabajo, si estás cocinando enfócate totalmente en lo que estás cocinando, si estás tomando café enfócate en el café que estás tomando y nada más. Cuando tu mente se desvíe hacia otra cosa, llévala de nuevo al momento presente. El estar enfocado plenamente en la actividad presente hace que cada vez te afecten menos los acontecimientos externos y las opiniones de los demás, acercándote más a tu esencia, dejándote de juzgar, de pensar si te están juzgando y poco a poco darás importancia a lo que a
ti verdaderamente te gusta. 2. Cuando estés con un grupo de personas escucha atentamente lo que están conversando, sin estar pendiente de cómo te ven ellos, o en querer aparentar algo que no eres. No tengas prisa en hablar por hablar para demostrar que tú también sabes mucho. Dedícate sólo a disfrutar y a aprender de cada segundo presente, y di lo que quieras decir, sin juzgarte. 3. No pretendas ser el centro de atención, pues pretenderlo es de personas inseguras y perdedoras. Las personas auténticas saben que la actitud auténtica es lo que atrae más a las personas y el querer centrar toda la atención demostrando algo que no son, las aleja. 4. En el restaurante, disfruta y dedica tiempo a pensar que es lo que más te gusta de la carta y atrévete a pedir lo que deseas sin miedo a lo que pensarán los demás por tu elección, o por el tiempo que tardas en escoger. 5. Descubre cuáles son tus valores: Muchas personas viven desmotivadas, tristes y sin saber realmente quienes son, porque viven de acuerdo con los valores de sus padres, hermanos o amigos, no con los suyos propios. (No es obligatorio que a ti te guste la fama, si tus padres son famosos).
Sólo descubriendo tus valores puedes ser tú mismo y con ello perseguir las metas que están en coherencia con esos valores, y tener la vida que tú verdaderamente quieres vivir. Pero ¿Que son exactamente los valores?
Los valores son aquellas cualidades con las que más te identificas, las que te hacen sentir mejor, las que te emocionan al pronunciarlas o las que te hacen ser menos conformista para vivir tu vida. Cuando tienes una meta que cumplir, pero tu cuerpo se resiste cada vez que tienes que realizar las acciones que te llevan hacia a esa meta, es porque esa meta no está alineada con tus valores. Identifica aquellos valores que quieres que guíen tu vida, defínelos en términos claros y precisos, identifica que acciones te permiten llegar a ellos y hazlas.
Método NAT para escoger cuáles son tus valores: Para identificar cuáles son los valores que te definen o quieres que te definan a partir de ahora te propongo que utilices el método NAT: 1. Escribe una lista con todas las cualidades o características que conozcas, como: Amor, amistad, respeto, ahorro, amabilidad, ambición, aceptación, empatía, compresión, compromiso, respeto, avaricia, belleza, buen humor, éxito, complacencia, confianza, cortesía, educación, dignidad, diversión, elegancia, empatía, entusiasmo, delicadeza, diplomacia, felicidad, fidelidad, fama, exuberancia, firmeza, cuidado de mis hijos, franqueza, fortaleza, motivación, galantería, cuidar los detalles, servir, honestidad, honor, hospitalidad, humildad, usticia, lealtad, opulencia, orden. organización, pasión, placer, orden, limpieza, disciplina, moda, moderación, familia, orden, resolución, frugalidad, trabajo, sinceridad, moderación, limpieza, serenidad, paciencia, tolerancia piedad, profesionalidad, tranquilidad, puntualidad, lujo, fortuna, postergación, sexo, poder, trabajar duro, trabajar motivado, solidaridad, solvencia, temor, responsabilidad, procrastinación, templanza, valor, miedo, prudencia, pereza, risa, alegría, velocidad, riqueza, silencio, soledad, salud, libertad financiera, libertad personal, ingresos, negocios, educación …. O cualquier valor que se te pueda ocurrir a ti. 2. Agrúpa en cinco columnas todas las características por algo que tengan en común, y por un nombre a cada columna que tenga que ver con los elementos de su lista. Por ejemplo: Amor amor cuidado de mis hijos familia amistad respeto amabilidad aceptación empatía compasión cortesía cariño afecto educación tolerancia hospitalidad solidaridad sinceridad justicia
Poder libertad financiera libertad personal trabajo éxito abundancia autoestima triunfo dinero fama solvencia confianza inspirción ingresos negocios conocimiento responsabilidad lujo poder eficacia riqueza orden templanza resolución
Belleza orden organización limpieza paciencia belleza elegancia buena alimentación salud cuidar los detalles serenidad educación silencio
Compromiso
Pasión
compromiso firmeza valor lealtad honor puntualidad justicia profesionalidad honestidad responsabilidad disciplina respeto dignidad lealtad solidaridad prosperidad sinceridad resolución
felicdad trabajo motivado pasión placer entusiasmo buen humor sexo diversión risa alegría
Estas columnas pueden formar los valores de una persona que si los memoriza, los acaba incrustando en su mente: amor, poder, belleza, compromiso, vivir con pasión. Y cada uno de ellos engloba los subvalores de la lista. Aplicando este método, que consiste en agrupar los adjetivos que más te atraen en cinco grupos,
tú puedes crear tus propios valores, no los que te hacen quedar bien con la sociedad, con tu entorno o con tu profesión. No tienes por qué contar tus valores a nadie si no quieres, lo único que tienes que hacer es interiorizarlos y conocerlos muy bien, porque sólo alineando tus metas con tus valores conseguirás alcanzarlas exitosamente. Una vez has escogido esos cinco valores, piensa en cómo es tu vida ahora, y si está alineada con esos valores. Porque cuando lo esté podrás tener una vida apasionada y con propósito. Muchas veces la sorpresa es que la vida que llevas no está alineada con los valores que has escogido porque nunca te paraste a pensar cuales eran tus valores, o quizás sí que los sabías pero actuabas de acuerdo a los valores de otras personas para no decepcionarlas, o por miedo a sus reacciones (Hiciste medicina porque tu padre era médico, pero querías ser Actor). Ahora es definitivamente el momento de empezar a hacer cambios en tu vida para corregir ese problema. Para poder vivir más fácilmente de acuerdo a tus valores relaciónate con personas con valores similares a los tuyos, pues ellas no verán tus errores como fracasos, sino como algo que te ayudará a crecer, aprender y mejorar. Acude a sitios donde puedas encontrar esas personas con valores similares a los tuyos y que te aceptan tal como eres por esos valores, no como ellas quieren que seas, como es posible que esté pasando con algunas de las personas con las que te relacionas ahora. Si el pasado no te ha llevado al punto donde quisieras estar ahora, déjalo marchar y empieza a ser tú mismo, fiel a tus valores y cuando vivas de acuerdo a ellos empezarás a experimentar lo bien te sientes y te trata la vida. Una vez hayas identificado tus valores, piensa en metas que hayas cumplido hasta ahora y te hayan costado más o menos y si están alineadas con tus valores o no y por eso te costaron más o menos. Por ejemplo cuando mis hijos nacieron decidí dejar mi trabajo de Directora de Tecnología de 8:00am a 8:00 pm porque uno de mis valores es el cuidado y educación de mis hijos. Me sentía fatal llegando a casa con mis hijos durmiendo y cada día se me hacía más pesado ir al trabajo. Me sentí mucho mejor cuando lo cambié por uno que podía salir a las cinco de la tarde y me permitía ir a recoger a mis niños, a pesar de que muchas personas me dieron la espalda por ello. En ese momento yo tenía claro cuáles eran mis valores o prioridades y eran tan fuertes que no me importaban para nada las opiniones de los demás.
Triunfarás siempre que tus acciones estén alineadas con tus valores, que pueden ir cambiando en función de tus circunstancias.
Pasar tiempo contigo mismo Dialogar contigo mismo te ayudará a escoger que es lo más correcto para ti, sin importarte lo que piensan los demás, y sin tener que justificarte por ello con nadie, excepto contigo mismo. Te ayudará a crecer, a desarrollarte como persona, a destacar tus habilidades, y a hacerte responsable de tus decisiones para dejar de culpar de tus actos a otras personas.
El único obstáculo para alcanzar el éxito eres tú mismo. Las personas con mentalidad conformista siempre encuentran a un culpable de su situación y de su manera de ser: los padres, su pareja, los políticos, los hijos... Prefieren culpar a los demás y actuar como víctimas sin control de su propia existencia, que dedicar tiempo al autoconocimiento. La cruda realidad es que el enemigo más grande que te impide lograr lo que quieres lograr eres tú mismo, pero es más fácil culpar a los demás de todo lo que te pasa en la vida. Dedicar tiempo a uno mismo y sentirse a gusto a solas es vital para ser feliz, hacer felices a los demás y disfrutar de la vida al máximo. Las personas que se sienten bien con ellas mismas disfrutan de la compañía de las demás personas y ellos de la suya y no necesitan mendigar amor ni reconocimiento de nadie para sentirse queridas. Son personas entusiastas, que emanan energía y alegría y resulta muy agradable estar con ellas. Pasa tiempo contigo mismo para reconocer aquellas relaciones que te están haciendo daño, y que los quehaceres diarios, el trabajo, los amigos, la familia o las aficiones no te dejan ver y por eso sigues con ellas. Hablarte con respeto te ayudará a reconstruirte antes de una caída, tener más creatividad y más libertad. No te sientas un egoísta o un loco por dedicar tiempo a ti mismo, porque corres el riesgo de que cuando te des cuenta de que tu vida es un desastre será demasiado tarde para arreglarlo. Muchas personas tienen miedo a afrontar la cruda realidad de lo que está pasando en sus vidas y prefieren eludir sus problemas y volcarse en los de los demás. Si tú no dedicas tiempo a la autocomunicación y al autodescubrimiento, acabarás haciendo lo que los demás creen que es mejor para ti, cuando en realidad es lo mejor para ellos, pues es imposible que sus gustos, necesidades y circunstancias coincidan con las tuyas. Las siguientes pautas te ayudarán a pasar tiempo contigo mismo y descubrir el poder del diálogo
interno: 1. Compórtate contigo mismo como lo harías con tu mejor amigo y no te dejes de lado, dejando pasar los días tal como vienen. 2. Puedes empezar con cinco minutos por la mañana, a conciencia y con ganas de estar contigo. Deséate pasar un buen día, pregúntate que tal te va todo, como te sientes, que te apetece hacer o que debes hacer hoy para estar mejor mañana. 3. Al final del día puedes dedicar diez minutos a reflexionar sobre lo que te ha gustado del día y/o sobre lo que te ha molestado. Lo óptimo es dedicar 20 o 30 minutos al día a hablar contigo mismo, como si estuvieses hablando con otra persona. 4. Háblate de temas verdaderamente importantes, sin dejar la conversación hasta llegar al fin. 5. Piensa cuando te vas a dar este tiempo y anótalo en la agenda y empieza a ver los resultados. Si no aprendes a concederte tiempo para ti, a conocer tus sentimientos, tus necesidades y tus deseos, y haces todo por los demás excepto para ti, un día te acabarás arrepintiendo, porque cuando haces todo por los demás excepto para ti antes o después acabarás muy mal, porque te darás cuenta es que has dejado de vivir por tu vida por vivir la de los demás.
Ahora estás a tiempo de conocer la mejor versión de ti mismo que te llevará a conseguir todo lo que deseas.
Poder y coraje para tomar tus propias decisiones Aprender a tomar tus propias decisiones y acertar es el paso más importante para que tu vida sea exitosa, pues gran parte de lo que has conseguido hasta ahora y lo que eres es fruto de las decisiones que has ido tomando a lo largo de tu vida. Observa a tu alrededor y piensa cual fue la decisión o conjunto de decisiones que te llevaron exactamente a tener lo que tienes, a hacer lo que haces, y a ser quien eres, y si esa decisión fue tuya o de otra persona y en qué estado de ánimo te encontrabas cuando la decidiste. Si eres de las personas que siempre pregunta antes de tomar cualquier decisión: “¿Te parece bien?”, ¿Tu de mi lo harías?”, “¿Irías a la playa o a la montaña?” “¿Qué hago?” “¿Me voy a trabajar fuera?, o cualquier pregunta de este estilo, es que estás dispuesto a confiar más en la opinión de otras personas que en la tuya propia. Estás dejando tu vida en manos de personas con unas creencias, valores, educación, experiencias y gustos distintos a los tuyos. Puede que lo hagas por miedo a que otras personas te critiquen, a que las cosas no salgan bien, a que quieras asegurarte que no vas a herir ni a decepcionar a las personas de tu entorno, o porque prefieres dejar la responsabilidad de tus decisiones en manos de otras personas. Pero además, si siempre necesitas que alguien apruebe tus decisiones, el día que no encuentres a nadie que lo haga vas a desesperarte porque la aprobación de tus decisiones se ha convertido en una adicción y eres incapaz de decidir nada por ti mismo, y si lo encuentras tus decisiones dependerán del estado de ánimo de esa persona. Ana estaba a punto de comprar un ático que le encantaba pero antes necesitaba la aprobación de su mejor amiga, que vive feliz con su marido en una planta baja porque tiene vértigo. Ésta le acabó convenciendo de que un piso bajo era mucho mejor. Ana le hizo caso y dejó escapar el ático, sin caer en la cuenta que su mejor amiga defendía esa opción de acuerdo a sus necesidades de vértigo, pero no a las de Ana. Con el tiempo Ana me contaba que su piso ya no le gustaba, que ella quería un ático. Y es que el primer error que te lleva a vivir una vida que no te satisface, es dejar tus decisiones en manos de otras personas o circunstancias, cuando tú eres la única persona que tiene todas las variables para escoger una u otra acción en cada momento determinado de tu vida, y actuar en línea con tus valores. No importa que tomes decisiones correctas o equivocadas, lo verdaderamente importante es que sean tus propias decisiones, no las de los demás. Tómate tu tiempo y no tengas miedo de que algunas personas te critiquen, o que no vean con buenos ojos lo que haces, pues está científicamente demostrado que el no ser capaz de tomar tus propias decisiones y necesitar siempre la aprobación de los demás, es una de las mayores causas de problemas de inseguridad y ansiedad en las personas.
Valorar los conocimientos y enseñanzas de los demás está bien, pero tú
eres quien debe tomar tus propias decisiones. Las siguientes pautas te ayudarán a tomar tus propias decisiones que te llevarán a decidir en cada momento la mejor opción para disfrutar de una vida basada en tus propios deseos y elecciones: 1. Huye las personas de mente inamovible, cerrada e inflexible que no acepta otras formas de pensamiento, creencias y valores que no sean las suyas. 2. No pidas consejo a personas que te desmotiven, te creen inseguridad y pérdida de confianza en ti mismo, pues hay personas asesinas de los sueños de los demás por naturaleza. Yo solía pedir opinión a una persona que siempre me decía que tocase con los pies en el suelo cuando le explicaba mis sueños. Con el tiempo, me di cuenta de que yo no llevaba a cabo ninguno de mis propósitos sólo porque no encajaban con la mentalidad de esa persona que yo tenía como referente. Era una de esas personas que te cortan las alas cuando muestras un entusiasmo por un nuevo proyecto, y si te equivocas en tus decisiones te hacen sentir un inútil y fracasado, y te ven incapaz de conseguir las metas que te propones. Este tipo de personas ni siquiera te escuchan porque ya lo saben todo y sólo te necesitan para alimentar su ego, y tú les das poder permitiendo que te digan todo lo que haces mal. Pero aun así, yo le seguía pidiendo audiencia para cada decisión que tenía que tomar. Hasta que me di cuenta que sus creencias, valores y necesidades eran diferentes a las mías y lo abandoné.
Ese día empezó una carrera de éxitos imparable para mí. 3. Aléjate de las personas que te juzgan y te etiquetan porque en algún momento de tu vida has tomado una decisión equivocada, pues sólo tú sabes el porqué de tu decisión y no tienes que dar explicaciones a nadie y lo que en un día fue una buena decisión puede ser que hoy no lo sea, simplemente porque tú y las circunstancias han cambiado. Ello no te convierte en un fracasado, sino en una persona con más experiencia y con más conocimientos, que te permitirá avanzar mejor. 4. Huye de las personas que sólo te quieren si haces lo que ellas quieren que hagas, y de las personas manipuladoras que quieren decidir por ti, argumentando que saben lo que es mejor para ti; normalmente, suelen ser personas de las que dependes emocionalmente y sin quererlo te pueden hacer mucho daño porque “te obligan” a tomar su decisión porque temes las reacciones que pueden tener cuando tomas una decisión contraria a la suya (chantaje emocional, culpabilidad, hacerte sentir un inútil o un fracasado…). No las culpes, ni te enfades con ellas, pues no lo saben hacer de otra forma y tu ni puedes ni es tu deber cambiarlas, pero si puedes tomar control del rumbo de tu vida alejándolas de tus decisiones. 5. Averigua que personas han conseguido antes que tú la meta que persigues y pregúntales como lo han hecho. Esas y las personas con buena actitud hacia ti, son las personas que te interesa conocer y pedir consejo para la consecución de tus metas. 6. Cuando encuentres algo que te haga saltar de la cama sin despertador ve a por ello, sin consultar a nadie, para que no te diga lo que es mejor o peor para ti, porque eso sólo
lo sabes tú desde lo más profundo de tu corazón, y algo que te hace saltar cada día de la cama feliz y sin despertador ha nacido sin duda del fondo de tu corazón, y es éxito asegurado. Muchas personas se levantan apáticas sin la alegría que debería proporcionar el regalo de un nuevo amanecer, un nuevo día, y una oportunidad más para hacer realidad todos sus sueños. Muchos padres están convencidos de que deben transmitir a sus hijos sus gustos, necesidades y aficiones, haciéndoles sentir culpables si ellos no están de acuerdo. Hay padres que deciden todo por los hijos, pensando que es lo mejor para ellos, creando ese tipo de personas que se levantarán apáticas cada día, dejando pasar la vida con lo que les traiga, hasta que un día salga su verdadero yo con tanta fuerza que ese día darán un giro total a su vida, ante la mirada atónita de su entorno habitual. Tengo un compañero de profesión que quería ser médico, pero sus padres se lo prohibieron porque el mayor ya había escogido medicina y no querían dos hijos médicos, así que escogió Ingeniería, preguntándose cada día porque había tomado tal acción, sin destacar en ningún trabajo a pesar de ser Ingeniero.
Algunas personas acaban tomando unas decisiones basadas en unos gustos y necesidades que no provienen de su convencimiento más profundo y con el tiempo serán infelices y no sabrán porque. 7. Ten valor para tomar tus propias decisiones desde este mismo momento y no te juzgues si en alguna ocasión has tomado una mala decisión o alguna decisión de la que te has arrepentido. Ello te da más experiencia y en ese caso todo lo que tienes que hacer es preguntarte que puedes hacer para mejorar o en que has fallado, pero nunca dejes de tomar una decisión por miedo a equivocarte, pues el miedo es el principal freno del éxito. Y el fracaso es indispensable para el éxito. 8. No tomes decisiones cuando hay escasez de algo, pues las decisiones que se toman equivocadamente o que se dejan en manos de otras personas se producen cuando escasea el tiempo, el dinero, la autoestima, la salud física, la salud mental o las relaciones porque las decisiones en tiempo de escasez, sólo tienen en cuenta la escasez y la angustia del momento presente y no el impacto futuro.
No tomes decisiones en momentos de escasez, porque sólo tendrán en cuenta la angustia del momento presente, sin tener en cuenta el impacto futuro. 9. No tengas prisa a la hora de tomar una decisión. Los bancos, empresas de seguros, o inmobiliarias te someten a la presión del tiempo para que firmes lo antes posible la venta de sus productos y no tengas mucho tiempo a analizar cuál es la opción que más te conviene por si esa fuese precisamente la de no firmar. Cuando alguien te pone prisas para que firmes algo, en realidad te está manipulando para que
actúes de acuerdo con sus intereses. Los manipuladores exigen una respuesta inmediata o una acción inmediata con el fin de ejercer presión sobre ti. El reto de los vendedores es cerrar las ventas lo antes posible para que actúes rápidamente. Por eso son tan populares los “Últimos día de rebajas”, “Si firmas ahora te regalo un móvil”, “Sólo quedan dos plazas”, o eslóganes de este estilo, que arrastran a muchas personas a hacer lo que ellos quieren que hagas, haciéndote creer que no serás tan estúpido de dejar escapar “algo tan bueno” y “que ya casi está agotado”.
Usa el tiempo a tu favor, convéncete de que tienes todo el tiempo del mundo y acertarás mejor en tus decisiones. 10. No tomes decisiones cuando estás triste o deprimido pues tus decisiones son peores que si estás alegre u optimista. Es necesario que seas consciente de tus emociones antes de tomar una decisión importante y es mejor tomarlas cuando estás en paz contigo mismo. Cuando estás triste todo te da igual, y te pueden vender cualquier moto. 11. No decidas cansado o con los niveles de energía bajo mínimos. Este es el motivo por el cual los supermercados ponen al lado de las cajas de pagar, las chucherías o las cosas más inútiles. Ellos saben que ya llegas agotado a la caja, por las decisiones de compra que has hecho durante una hora recorriendo los pasillos del supermercado. Tu mente ya está débil para decirle a tu hijo que deje los caramelos que ha visto en último momento, o tienes la presión de la gente de la cola que quiere pagar, y acabas accediendo a comprar algo, que te pide tu hijo o tu misma y que en otras condiciones hubieses dicho que no. También cuando te falta el dinero tomas las peores decisiones, porque la falta de dinero te quita energía y te agota, y en esos momentos los Bancos se aprovechan para darte créditos abusivos, o las empresas para que aceptes trabajos muy por debajo de tu valor.
Cuando tomas las decisiones en un momento de angustia, en el momento en que tu estado de ánimo vuelva a su estado normal y recuperes tu energía, te darás cuenta del error que has cometido, entonces el cuerpo te pedirá cambiar esa decisión porque elegiste algo “antinatural” para ti en un estado inestable. Eso explica porque a veces las mejores personas eligen las peores relaciones, los trabajos mal pagados, o los peores negocios: porque probablemente las hicieron en un momento de angustia, sin tener en cuenta el impacto futuro. 12. No escojas pareja cuando estás deprimido, o justo cuando acabas de salir de una mala relación, pues en esos momentos te aferras a un clavo ardiendo y es muy probable que cuando te recuperes te des cuenta de la mala elección que hiciste y lo mandes a paseo.
Método NAT para tomar buenas decisiones Analiza cada situación lo mejor que puedas y toma tu tiempo para tomar tu propia decisión, preguntándote las siguientes preguntas antes de tomar cualquier decisión: Supongamos que tu meta es ahorrar 500 € cada mes, pero de repente se cruza un precioso vestido por tu camino ☺ ▪ ¿Qué quiero conseguir? (Ahorrar 500 euros cada mes) ▪ ¿Para que necesito hacer esto ahora? (Comprarme un vestido) ▪ ¿Lo hago porque quiero, por miedo de algo o alguien o porque me falta voluntad? ▪ ¿Es coherente con mis valores? (De compromiso, por ejemplo) ▪ ¿Me da más energía hacerlo, o me la quita? ▪ ¿Cuánto tiempo me dura “el subidón” de la acción que acabo de realizar? ▪ ¿Cómo afecta en la consecución de mi meta? Después de responder a estas preguntas, sabrás tú mismo si la decisión de comprarte el vestido era acertada o no, si lo que quieres conseguir son 500 € extras de ahorro cada mes. Al principio costará pensar en estas preguntas cada vez que tengas que tomar una decisión, pero con práctica se realizarán en tu mente de forma automática.
No querer agradar ni complacer a todo el mundo A todos nos encanta que nuestros amigos, familiares, colegas de trabajo y redes sociales nos admiren, quieran y respeten. Y es normal. Lo que no es normal es querer que todo el mundo lo haga, ya que es imposible. Las personas que quieren gustar y complacer a todo el mundo acaban frustradas, con problemas de ansiedad y agotadas, por la cantidad de energía física y psicológica que necesitan gastar para alcanzar el imposible reto de gustar a todos, y esa falta de energía les impide pensar en sus propios deseos y necesidades. Las personas que quieren agradar a todo el mundo son personas que se sienten inferiores a los demás, tienen la autoestima muy baja, y permiten que los demás hagan de ellas cualquier cosa, y encima les dan las gracias y siempre con una sonrisa en la boca. Se conocen como las “personas felpudo” y suelen ser muy aburridas, porque piensan más en lo que dirán según lo que vayan a decir los demás, que en decir lo que realmente piensan y disfrutar del momento presente. No suelen divertirse, pero en caso de hacerlo tampoco quieren reconocer que se divierten por si a los demás no les parece bien, y por ello modifican sus opiniones, comportamientos, valores y creencias en función de las otras personas. La necesidad de sentirse queridos por todos y por todas, hace que estas personas gasten mucho dinero en regalos, cenas y lo que haga falta. Algunos gastan enormes fortunas sin más motivo que el no poder soportar el hecho de que si no lo hacen no los van a querer, o gastan excesivamente en ropa y en comprar cada vez más por la inalcanzable meta de querer gustar a todos, pero nunca se gustan a sí mismas. Las personas que no se quieren a ellas mismas, por son la diana perfecta de las vendedoras, que les dicen lo bien que les sienta todo y la compra les sirve para calmar esa ansiedad que les produce el deseo de gustar a todos. Pero el disfrute de esa compra les dura muy poco tiempo. Sólo cuando te gustas a ti mismo, sin importarte la opinión de los demás es cuando estás en armonía con tu ser, y las compras que haces son porque las deseas profundamente y no por querer satisfacer a nadie.
Al comprar lo que tú realmente deseas y no para cubrir ninguna insatisfacción personal es cuando valoras tus compras, las agradeces, te sientes inmensamente feliz y es cuando más aciertas y disfrutas lo que te
has comprado. Las siguientes pautas te ayudarán a priorizar tus necesidades, sin que te importe lo que piensan las demás personas y dejarás de ser carne de cañón de aquellos manipuladores que para conseguir sus fines usan a personas que quieren agradar a todo el mundo. 1. Reconoce que es imposible complacer a todo el mundo. Aunque tengas las mejores virtudes del mundo, nunca gustarás a todas las personas. Siempre habrá personas que te criticarán y desaprobarán, igual que tú criticas y desapruebas a otras personas, porque eso le pasa a todo ser humano. De la misma forma que hay personas que a ti no te gustan, es lógico pensar que haya gente a la que tú no le gustas. 2. No te preocupes por lo que la gente piense de ti. No sacrifiques tu verdadero yo y poderoso, que te llevará a conseguir importantes logros en la vida, por las opiniones de los demás. Lo más importante es la opinión que tú tienes de tu mismo y trabajar para que esa opinión sea la mejor que puedes tener de cualquier otra persona. 3. No bases tu autoestima en la cantidad de gente a la que puedes complacer. Ayudar a los demás y complacerlos está bien, pero porque así lo eliges, no por miedo a lo que pensarán de ti sino lo haces o por sentirte una mala persona. 4. Haz las cosas que tú realmente quieras hacer independientemente de lo que opinen los demás: cambiar de trabajo, cambiar de casa, ganar más dinero, cortarte el pelo, o cualquier cosa que nazca de tu interior… porque cada persona seguirá con su vida independientemente de tus elecciones.
Aunque las opiniones de los demás son importantes, no deben ser un actor determinante y menos para complacer a todo el mundo a menos que quieras acabar loco o sin identidad propia. 5. No pienses que todo el mundo sabe más que tú, principalmente porque no es así. Cree en ti mismo y convéncete de que eres una persona inteligente y como tal reconoce que no tiene ninguna lógica que te sientas mal por el hecho de no gustarle a una parte de la población. 6. Estudia y analiza cómo mejorar aquello que no te gusta de ti mismo, pero por gustarte a ti y por sentirte mejor contigo mismo, no por gustar a los demás. 7. No dejes que tu bienestar personal dependa de lo que piensan los demás de ti. Traza metas y enfócate en conseguir resultados, no en si a la gente le caes bien o mal, ya que eso no te traerá el bienestar ni para ti ni para tu familia. 8. Al final del día, piensa en aquellas situaciones en las que te has relacionado con personas: al comprar el pan, en el trabajo, en el autobús, en el bar, en la calle o donde sea. Seguro que con alguna de ellas no te has sentido bien, y tú no tienes por qué ser el causante de ello, sino quizás porque tenían un mal día, o simplemente porque son desagradables por naturaleza. Sus problemas o su manera de ser no pueden desviarte de tus verdaderos propósitos. Tú no puedes controlar la forma de ser o el
comportamiento de las demás personas y tienes que aceptarlo.
Las personas que que viven por complacer a todo todo el mundo olvidándose olvidándose de sus propósitos, generalmente generalmente acaban muy mal. mal. Si hasta ahora has querido complacer a todo el mundo piensa si te ha beneficiado en algo, o de lo contrario te ha perjudicado. 9. No hay nada malo en expresar tus gustos, necesidades y opiniones, opiniones, igual que hacen muchas personas. Pide lo que te apetezca, dónde comer, que película ver o que hacer, líbrate de ataduras y haz todo aquello que te haga sentirte orgulloso de ti mismo, sin importar lo que piensen los demás. 10. Si te cuesta, empieza por relacionarte con las personas que te permiten mostrarte tal cómo eres y huye de aquellas que te ponen mala cara o se enfadan si no eres como ellas quieren. Así cogerás práctica y confianza expresando tus opiniones sin miedo y comunicando con claridad lo que quieres, piensas y necesitas, primero con personas afines a ti y poco a poco con todo el mundo, sin dejarte manipular por nadie, y sin preocuparte de gustar a todo el mundo. 11. Planifica y dedica tiempo para saber lo que quieres ser, tener o hacer y no habrá nada que te detenga para hacer del resto de tu vida lo mejor de tu vida.
Jamás cambies por agradar agradar a las demás personas; sé tú mismo y las buenas personas te amarán por ello.
Quererte Alguien dijo una vez que si tú no te valoras y no te quieres a ti mismo, nadie te querrá y esto fue pasando de boca en boca convirtiéndose en un dicho popular. Y los dichos populares nadie los cuestiona, se cree que son verdad y punto. Pero la realidad es que te pueden querer infinitamente aunque no te ames a ti mismo, igual que hay muchas personas que quieren a los perritos abandonados.
El problema de no quererte quererte a ti mismo es el tipo de de personas a las que que vas a atraer. Puedes tener la gran suerte de encontrarte con buena gente que te quiera. Pero si no te quieres a ti mismo, te conformarás con cualquier tipo de relación con muchas probabilidades de que alguna de ellas te haga mucho daño, porque las personas con baja autoestima se conforman con cualquier tipo de relación. Las personas que no creen en ellas mismas, son el blanco perfecto para aquellas personas que saben cómo atrapar a sus víctimas, tan faltas de afecto y cariño, y una vez atrapadas, hacen de ellas lo que quieren, que normalmente suele ser maltrato psicológico con insultos, enfados, humillaciones y abusos sino ceden a sus deseos y necesidades. Lo peor de todo es que las personas con baja autoestima se autoculpan por no haber sido capaces de dar a su pareja lo que necesitaba, y lo acaban justificando muchas veces por su comportamiento. Son personas que piensan que son inútiles, desgraciadas y con ello lo único que hacen es atraer a inútiles y desgraciados a su vida. Las personas que ni se quieren, ni se respetan, ni se valoran a ellas mismas, son las que en el trabajo aceptan todos los “marrones” a cambio de una palmadita del jefe en la espalda, las que tienen los peores sueldos aunque merezcan mucho más pero no se creen dignas de ello, y las que dejan que su entorno opine cualquier cosa sobre ellas y sus acciones, autocondenándose a una vida sin metas ni propósitos, por no creerse merecedoras de ellos. El mejor legado que les puedes dejar a tus hijos es fomentarles una elevada autoestima, haciéndoles sentir campeones desde que nacen y así cada día de su vida, y serán unos campeones. Lo peor que puedes hacer para tus hijos es decirles palabras despectivas y desmotivadoras, porque éstas se convertirán en sus creencias. Antes de hablar con tus hijos o personas queridas, asegúrate de estar sereno/serena y el fin de lo
que deseas comunicar: ¿Educarlos o calmar tu nerviosismo? He visto a madres gritar insultos a sus hijos por el estado de histeria en que se encuentran cuando su hijo ha volcado un zumo de naranja en la mesa, ha manchado su camisa o no para de llorar. Definitivamente, son madres que no conocen el poder de las palabras, sobre todo a edades tempranas. Las siguientes pautas te ayudarán a amarte a ti mismo, con lo que conseguirás emitir unas vibraciones positivas que atraerán cosas, personas y situaciones positivas: mejores relaciones, mejor trabajo, más seguridad en la toma de decisiones, más confianza, más dinero y más salud a tu vida. 1. Observa el diálogo interior que tienes contigo mismo. Háblate bien, con calificativos calificativos positivos, como lo bien que lo haces todo, el gusto que tienes en vestir, lo guapo o próspero que eres. Empieza practicando con dos calificativos y aumenta el número cada día. 2. Habla bien de ti mismo con las demás personas, de lo lo que te gusta, de tus planes, y no de lo inútil que eres, o que no sirves para nada pues eso hace que la gente te rechace, pues la gente no quiere estar con gente que se queja y autocompadece y al sentirte rechazado tu autoestima disminuye. 3. Sé fuerte y no caigas en el juego juego de criticar a los demás, porque esas críticas acabarán afectando negativamente en tu autoestima. Cuando estés hablando con alguien que sólo esté criticando a otras personas, dile que no te interesan los chismes y habla de otra cosa o vete. 4. Habla con firmeza y determinación, porque es muy difícil que las personas te hagan caso y te tomen en consideración sino hablas con convicción, eliminando de tu vocabulario las coletillas del tipo “Ejem ….” “Esto ..” “Ummm…” “Vale ….” Hablar con decisión te hará ganar cada vez más autoestima. 5. Deja de aferrarte al pasado y no te culpes por los errores cometidos, pues hacer algo y equivocarse es mucho mejor que no hacer nada. Al final, la gente se arrepiente más por lo que no hizo, que por lo que hizo, y cada cosa que q ue te ha pasado en la vida te está e stá preparando para algo mejor que aún está por llegar. La gente no te recordará por tus pensamientos, la gente te recordará por tus acciones. 6. Reserva tiempo para ti mismo para sentirte mejor contigo mismo. Puede ser por la mañana, madrugando veinte minutos antes que nadie. 7. Visualiza lo feliz y motivado motivado que vas a despertar y piensa tres motivos que te hacen levantar tan entusiasmado, pues cuando lo consigas aumentarán tus niveles de autoestima y bienestar mental, canalizando tu energía hacia la consecución de tus metas, objetivos y felicidad.
Ve a dormir sin preocupaciones, feliz con tu entorno y en paz contigo mismo para empezar bien al día siguiente y sentirte más querido de buena mañana.
Estás pensando que es difícil, sino imposible. Es difícil, pero puede hacerse, al final es cuestión de llevar tu mente hacia donde tú quieras, aparcando tus preocupaciones antes de ir a dormir o no. Lo creas o no depende de ti, e irás viendo a lo largo de este libro como puedes hacerlo. 8. Ponte metas, comprométete con ellas y llévalas a cabo, pues ello te hará sentir orgulloso de ti mismo y aumentar tu autoestima. 9. Rodéate de personas que te quieren por ser como eres, no como ellas quieren que seas y deja de pasar tiempo con las personas equivocadas, aquellas que después de estar un rato con ellas te hacen sentir mal. 10. Haz ejercicio y si puede ser deporte de competición mejor para lograr, vencer y ganar.
La tabla de tus deseos Muchas veces no se cumplen las metas simplemente porque uno no sabe cuáles son las metas que quiere cumplir y se vuelve una persona conformista, por no dedicar tiempo a pensar que es lo que realmente quiere. Otras personas no se marcan metas por el miedo a fracasar o por no creer en ellas mismas.
Si no tienes metas claras en tu vida familiar, personal, laboral o cualquier área de tu vida, vivirás haciendo lo que te dicen los demás y nada más. Entonces, tarde o temprano acabarás muy mal, y tú serás el único culpable de ello. A veces no sabemos lo que queremos debido a la gran variedad y abundancia de cosas que hay en el Universo para desear, y dejamos pasar la vida tal como viene. ¿Quién te impide desear lo que quieras mentalmente? La mente no tiene límites, pero también es muy vaga para pensar y la mayoría de las veces preferimos que otros piensen por nosotros, perdiendo unas oportunidades increíbles simplemente por pereza mental. Otras veces tenemos muy claro lo que no queremos (no pasarlo mal a final de mes, no quedarme más sin vacaciones, no aceptar trabajos mal remunerados, etc.), pero no somos capaces de enunciar con claridad lo que sí queremos. Cuando te diriges al Supermercado para hacer la compra vas con una lista de todos los productos que necesitas comprar, no con la lista de los que no quieres comprar. Con las cosas que deseas, deberías hacer también la lista de las que deseas lograr, en lugar de las que no.
Método NAT para escoger tus deseos Imagínate el Universo como un enorme Supermercado donde puedes escoger absolutamente entre todos los deseos que te puedas imaginar. Este Supermercado, igual que todos los Supermercados, está clasificado por pasillos. Pero en este caso, los pasillos no son de lácteos, verduras o limpieza. Los pasillos del “Supermercado Universo” son: 1. 2. 3. 4. 5. 6.
Pasillo Personal Pasillo Relaciones Pasillo Laboral Pasillo Ocio/Experiencias Pasillo Dinero Pasillo Cosas Materiales
En cada pasillo de este Gran Supermercado se encuentran los deseos que el Universo brinda a cualquier persona dispuesta a recogerlos, y a trabajar para conseguirlos. - Pasillo Personal :nterminable, mejores hábitos alimenticios, escritor de éxito, actor, delgado/a, mejor alegría interminable, captar la atención de todos cuando hables, atraer aspecto físico,como un imán el tipo de personas que quieres, tener más vestir mejor, ganar autodisciplina, tener más compromiso, no procrastinar, saber decir una Maratón, vivir NO, saber expresar tus opiniones, tener más empatía, no tener miedos en América, fama,infundados, no ser celoso, no ser envidioso, ser ambicioso, estar muy éxito, poder,fuerte, no tener miedos, disfrutar con los deportes de aventura, millonario/a, ser levantarse pronto, cuidar más la salud, visitas periódicas médico, patinadora dentista, sesiones de belleza, alguien que puede influenciar a otros, profesional ,capaz de lograr lo que te propones, tener un cuerpo 10, tener más deportista de élite, paciencia, etc. energía i Tu puedes escoger cualquier cosa de este “pasillo del Universo” y tenerla como quien coge algo del Supermercado. La diferencia está en que en este caso en lugar de pasar por caja y pagar, deberás realizar las acciones que con disciplina, perseverancia y una buena estrategia te llevarán a conseguirlo, y lo mismo con los demás “pasillos del Universo”. - Pasillo de Relaciones: tener mejor relación con la familia, relacionarte con los personas influyentes del mundo, evitar las relaciones tóxicas, relacionarte con personas con los mismo intereses que tú, tener muy buena relación con tus hijos, tener una buena relación de pareja, tener buena relación contigo mismo, tener amistades positivas, eliminar las relaciones que impiden tu progreso, pasarlo bien con las personas que te rodean, repeler las personas equivocadas, etc. - Pasillo Laboral: Tener tu propio negocio,Diseñadora, Marketing digital, Periodista, hacer consultoría para empresas, tener unaYoutubber famosa, dentista, Comercial, tienda de moda de lujo, Médico, ayudar aPolicía, Bombero, Farmacéutico, ganar más
las personas en su desarrollo personal,de X al mes, tener una inmobiliaria, regentar decoradora, arquitecto, abogado,un restaurante, dirigir un hotel, Profesor en Conferencista internacional, Coach,Universidades, Profesor de Escuelas de Economista, Enfermera, Cuidado personas Negocio, personal shopper, trabajar en una mayores, Empresario, Presidente de unaONG; fundar una ONG, montar un negocio, gran empresa, etc. - Pasillo Experiencias: Crucero de lujo, camping, viaje de lujo en Nueva York, vuelta al mundo, natación, gimnasio, golf, tenis, sky, surf, sky acuático, shopping, mirar escaparates, pasear por la ciudad, pasear por el campo, navegar, servicio de limpieza, servicio de plancha, chófer, viajes a XX, viaje en velero, ruta por los mejores restaurantes del mundo, viajar a los lugares del mundo que desee en primera clase, etc. - Pasillo finanzas: Liquidar todas las deudas, ahorrar cada mes una cantidad, tener unanco, cantidad fija de X, tener ingresos pasivos (casas, libro, internet, alquileres, etc.), tener etc. siempre dinero en el ba - Pasillo cosas materiales: casa al lado del colegio, casa al lado del trabajo, comprar comida en el mejor sitio, yate, reloj de oro, diamantes, ropa de marca, una nave industria, el mejor edificio de la ciudad, una montaña, una isla, los mejores muebles para la casa, los mejores utensilios para la casa, la mejor cocina del mundo, coche, un teléfono última generación , los mejores ordenadores, ropa de lujo, accesorios de lujo, la mejor comida, etc. Selecciona lo que más te guste de cada pasillo y haz la tabla de tus deseos. Personal Relaciones Laboral Experiencias Finanzas Materiales
Una vez has escogido dos o tres o los que verdaderamente desees ordénalos por prioridad.
Hacer una tabla de tus deseos te hará romper la creencia que tienes de ti mismo sobre la persona conformista que eres ¿Quién te impide desear lo que quieras? Si no lo haces tú lo harán otros por ti. Las personas sin metas, gastan su tiempo sin saber exactamente en qué, porque van sin dirección dejándose llevar por las situaciones diarias o por las metas, deseos u objetivos de otras personas. Estas personas suelen vivir con la sensación de que les falta algo, pero no saben que es: se desmotivan, se deprimen y en algunos casos llegan a enfermar física y mentalmente. Rellena la tabla anterior, no permitas que el destino se decida por tu suerte o por otras personas. Elige el camino por el quieres ir y trázalo.
Tus metas, deseos u objetivos te permiten ser el creador de tu futuro.
Escoge una meta a la vez Una vez has hecho la tabla de tus deseos, escoge sólo un deseo o meta, que sea clara, específica, posible de realizar y práctica. Y cuando lo hayas alcanzado o estés a punto de alcanzar, entonces ve a por otro. Y así poco a poco vas construyendo una vida maravillosa basada en los deseos y metas que vas alcanzando para tu vida próspera y feliz. Para poder escoger una meta de entre todas las posibles que has seleccionado en el apartado anterior pregúntate: 1. ¿Por qué quieres conseguir esta meta ahora? (Tener más reconocimiento, ser más feliz, tener más dinero, influenciar a los demás, ayudar a los demás, tener más experiencia, mejor forma física, porque te lo has propuesto, llevas mucho tiempo detrás de ella, lo necesitas, no tenerlo no te deja dormir, etc. …) 2. ¿Eres capaz de ver los pasos que te llevarán a ella? ¿Cuáles son? 3. Valora del 1 al 10 la importancia de conseguir esta meta para ti. 4. ¿Cómo cambiará tu vida cuando consigas esa meta? 5. ¿En cuánto tiempo lo conseguirás? 6. ¿Cuáles son las posibilidades de conseguirlo? 7. ¿Cómo te sentirás cuando lo consigas? 8. ¿Estás dispuesto a poner todo el trabajo, pasión, ilusión, energía y sacrificio para alcanzar tu objetivo? 9. ¿Te mereces conseguir este objetivo? Escoge la meta que reúna más respuestas satisfactorias y entonces, cuélgala en todos los lugares que puedas, y sigue leyendo porque a partir de aquí estás a pocos pasos de conseguirla
Aquí termina la Etapa 1 que te ha permitido descubrir cuál es la primera meta que deseas alcanzar. Pasa a la Etapa 2: Los pasos para poder desear ardientemente la meta que deseas alcanzar
Gestionar la falta de dinero Cuando no tienes dinero es cuando menos ganas tienes de pensar en una meta e ir a por ella. No por el hecho de que necesites una cierta cantidad de dinero para alcanzarla, sino porque la angustia, la infelicidad y la intranquilidad por no poder satisfacer las necesidades de tu familia y las tuyas, no te dejan pensar en otra cosa que no sea en lo desdichado y pobre que eres o en como pagarás tus facturas. Uno acaba perdiendo el tiempo compadeciéndose todo el día, en lugar de estar realizando unas preciadas acciones que le sacarían de su precaria situación. Probablemente hayas llegado a esta situación por falta de metas, por falta de planificación, por unas malas relaciones, y por dejarte llevar por los quehaceres diarios o por los objetivos de otras personas (familiares, parejas, amigos o publicidad), gastando sin planificación ni control, y teniendo entonces problemas para llegar a final de mes. Los pensamientos sobre lo inútil que eres por haber llegado a esta situación hacen que te preocupes más por la falta de dinero que por los métodos que te llevarían a conseguirlo. Pero los pensamientos de angustia y escasez, sólo te traerán más angustia, escasez y graves enfermedades físicas y mentales a tu vida. No dejes que las preocupaciones, la ansiedad y la intranquilidad provocadas por la falta de dinero en un determinado momento de tu vida sean el principal freno a la consecución de tus logros. No busques excusas ni te autocompadezcas, trabaja con los recursos que tienes para alcanzar tus metas o consíguelos si la meta que deseas es lo suficiente importante para ti.
No te quedes estancado y avanza con lo que tienes porque el agua que no fluye, se queda estancada y se pudre. Las siguientes pautas te ayudarán a tener la energía y motivación para perseguir una meta incansablemente (trabajo, aumento de sueldo, formación, vender tus conocimientos en Internet, vender tus habilidades, vender lo que sea, escribir un libro, hacer vídeos,…) en lugar de dedicar el tiempo a la autocompasión, que lo único que creará es el rechazo de las demás personas agravando aún más tu situación. 1. Huye de los entornos negativos. Cuando escasea el dinero, te sientes más a gusto en un entorno que sólo te habla de lo difícil que está el mundo, de que la culpa es de los políticos, o que es imposible vivir bien con los sueldos que hay, porque eso te hace
sentir una persona normal y no como una persona fracasada y frustrada por la falta de dinero. Huye rápidamente de esos entornos negativos porque en estos entornos generarás pensamientos negativos que atraerán pensamientos más negativos hasta caer en una espiral de la que será muy difícil que te levantes. Necesitas entornos positivos en los que haya gente optimista que ha conseguido salir adelante con situaciones peores que la tuya, gente que te de ánimos para luchar y gente que admires para seguir sus pasos, por mucho esfuerzo que te cueste. Y si no admiras a nadie, búscalo. Lee biografías de gente que ha conseguido metas muy grandes en este mundo, o personas que conozcas, apúntate a cursos gratuitos, conferencias, a sitios donde puedas encontrar personas que sumen a tu vida y no resten, mira videos motivadores y de abundancia por youtube, libros como este que estás leyendo, o cualquier cosa que te empuje a avanzar. Hay personas que han estado en la ruina completa y gracias a su mentalidad positiva y de abundancia que han logrado a base de rodearse de un entorno óptimo las 24 horas del día y una obsesión desmesurada por conseguirlo, han conseguido salir de ella. 2. Tu preocupación por el dinero se reflejará en tu rostro y atraerás a desalmados que se aprovecharán de tu mala racha para pagarte poco o nada prometiéndote un futuro de gloria. Huye de estas personas como de la peste, y ten coraje para pedir lo que te mereces, tú vales mucho más que todas ellas. Piensa que sólo estás pasando una mala racha económica, probablemente porque hasta ahora no sabías la importancia de trazar una meta y alcanzarla. Detecta a las personas o situaciones que quieran aprovecharse de ti en estos momentos y apártalos rápidamente de tu camino.
Aunque te falte dinero arriésgate y pide lo que crees que mereces, porque si no estás bien retribuido te condenarás nuevamente a una vida de miseria y mediocridad. 3. Piensa en los pasos que tienes que hacer para llegar a la meta escogida (un nuevo trabajo, un aumento de sueldo…) y escríbelos. Entrégate en cuerpo y alma en realizar dichas acciones (enviar cada día diez currículos, hacer seguimiento de los envíos, llamar a las empresas…) y piensa que esas acciones son las que te traerán los beneficios a tu vida. Muchas personas, en sus malos momentos hacen trabajos gratis, pasan horas en Facebook, watsaps o en cualquier otra cosa que les haga sentir bien instantáneamente, desperdiciando un tiempo que deberían estar invirtiendo en realizar las acciones que les llevarían a alcanzar su meta. Pero su necesidad de sentirse bien aunque sea por muy poco tiempo, es mucho más fuerte que su necesidad de realizar las acciones que les sacarían de la mediocridad. 4. Impregna tu subconsciente de riqueza y abundancia, con imágenes de experiencias o de cosas que te atraigan: viajes de lujo, restaurantes, la mejor oficina para trabajar, el mejor colegio para tus hijos, la casa de tus sueños, dinero en abundancia...olvida tu angustia por un momento y busca fotos en revistas, en Internet, en fotografías antiguas o recuerdos y ponlas en sitios visibles.
5. No te abandones en estos momentos que es tan fácil hacerlo. Esfuérzate por arreglarte, hacer ejercicio y cuidarte cada día. 6. Tampoco descuides tu casa. En estos momentos necesitas que irradie más luz y energía que nunca para darte las fuerzas necesarias que te impulsarán a realizar las acciones necesarias que te llevarán a conquistar tu meta. y mantén más que nunca el orden y la limpieza aunque sea a costa de un esfuerzo extraordinario. 7. Busca imágenes de casas bonitas, barcos, coches, o aquello que más te gusta y pégalas en la nevera, en tu habitación o por los lugares más visitados de la casa. 8. Estudia cómo piensan y que hacen las personas ricas, porque así aprenderás como puedes hacerlo tú también y no tener que encontrarte más en esta situación de escasez puntual por la que atraviesas ahora. Conocer gente con dinero disminuirá considerablemente tus esfuerzos para conseguirlo. 9. Cuando estés preocupado por el dinero toma consciencia de que este sentimiento no sirve para nada y vuelve al momento presente para seguir realizando la acción que estabas realizando. Pellízcate o agárrate a algo para darte cuenta que en el momento exactamente presente tu falta de dinero no es un problema y lo que tienes que hacer en este momento es realizar la acción que te lleva a tu meta para no encontrarte más con este sentimiento de angustia y preocupación. 10. Mira películas o videos con imágenes y guiones de riqueza y abundancia. 11. Olvídate de las creencias de que pensar en el dinero es ser avaricioso, ruin o malo, o que la vida no consiste en la abundancia de posesiones y los servicios más exclusivos, pues esas creencias impiden tu verdadero progreso.
Pregúntate cómo puedes darle la vuelta a esta situación, que puedes aprender de ella y como evitar que te vuelva a pasar. .
Gestionar la falta de tiempo La falta de tiempo es una de las cosas que provoca más estrés, ansiedad y frustración. La mayoría de las personas están tan ocupadas que el tiempo se les pasa volando, van todo el día corriendo y no se dan cuenta que moverse no significa necesariamente avanzar. Para cumplir tus metas, necesitas pensar antes de hacer cosas, que es lo que importa y lo que no importa, porque el tiempo es limitado. Tienes un cheque en blanco de veinticuatro horas cada día para pensar en que lo vas a invertir e invertirlo bien, porque la mayoría de las cosas que hacemos cada día no importarán dentro de cinco minutos, ni en un año, y menos en cinco años. Queremos hacer muchas cosas en poco tiempo, algunas de ellas no sirven para nada, pero nos han enseñado que si no estamos todo el día ocupados somos unos vagos, o que tenemos que correr para demostrar que tenemos muchas cosas que hacer. Por eso en las empresas puedes ver gente corriendo de un lado para otro como pollos sin cabeza, haciendo cosas que no importan.
Es una creencia que busca la cantidad y no la calidad de las acciones que realizamos. Cuando comes al mismo tiempo que consultas el móvil, es muy probable que por la tarde no te acuerdes de lo que has comido, porque haciendo muchas actividades a la vez, no es posible recordarlas después, ni concentrarse al 100% en cada una de ellas. Y entonces corres el riesgo de convertirte en una persona sin pasado, porque no puedes guardar recuerdos, ya que el presente es el material con el que se van construyendo tus recuerdos y tu memoria. Y si en el presente almacenas muchas cosas al mismo tiempo, entonces no eres capaz de recordar ninguna bien. Por eso, cuando llega la noche sólo sabes que no has parado en todo el día, pero eres incapaz de describir lo que has hecho y eso te produce mucha ansiedad y sentimiento de inutilidad. O la típica situación que nos ha pasado a todos antes de salir de casa ya con las llaves del coche en la mano y estás pensando en el informe que tienes que entregar, en donde dejaste aparcado el coche, en porque tus niños ahora se están peleando, en ir a recoger el traje a la tintorería, etc , etc, etc. De repente dejas las llaves en un sitio que eres incapaz de recordar diez segundos después. Eso es debido a que tu mente no estaba totalmente inmersa en el presente y es como si ese momento en que depositaste las llaves en algún sitio, se hubiese borrado todo de tu memoria, teniendo que hacer un esfuerzo muy grande para recuperarlo.
Las personas que hacen muchas cosas a la vez creen que viven mucho más que las demás, porque van todo el día corriendo, pero en realidad están construyendo una vida vacía, porque llegará un momento en que se darán cuenta de que ha pasado mucho tiempo, pero no sabrán exactamente en que lo han gastado. Cuando estás totalmente inmerso en el presente vives mucho más que los que no lo hacen, porque puedes recordar lo que has hecho, y al poder recordarlo es como si lo vivieses cada vez que lo recuerdas. Realizamos muchas cosas a la vez, porque pensamos que así ahorramos tiempo. Pero es enfocándote en una sola cosa a la vez cuando realmente ahorras tiempo, porque necesitas mucho menos tiempo para llevar a cabo esta tarea y además la eficacia, eficiencia y efectividad con que realizas dicha actividad alcanzan el máximo nivel.
Cuando estás totalmente enfocado y concentrado en una sola cosa, te cansas mucho menos que si estás pendiente de más cosas a la vez, porque no tienes que gastar energía en decidir en cual prestas más atención y eres mucho más eficaz y productivo. Muchas empresas obligan a sus empleados a dejar el móvil en la entrada porque saben que la persona promedio dedica un 39% de sus horas de trabajo a “socializar” haciendo que ese tiempo no sea nada productivo, por eso muchas lo prohíben, porque saben que es la única manera de garantizar que no se va a utilizar. Y a ti te hacen un favor, porque te enfocas a lo importante que es el trabajo, con lo cual gastas menos energía inútil que la que gastas cuando estás pendiente de varias cosas a la vez para decidir con cual prestas más atención. Solemos ser también muy optimistas con el tiempo que nos llevará a realizar una determinada actividad. Yo soy especialmente optimista en este aspecto. Y las tareas siempre llevan más tiempo de realizar que el que nosotros suponemos que nos llevará. Por eso a veces se nos pasa el tiempo, hemos realizado menos tareas de las que nos habíamos propuesto hacer y nos estresamos empezando a correr a última hora para poder con todo. Es muy importante administrar bien el tiempo, y eso significa distribuir tus actividades, prioridades y expectativas de forma realista y que se cumplan. Un truco que funciona bastante bien es asignar el doble del tiempo del que tú crees a cada tarea que tienes que realizar. De esta forma te aseguras de que vas a poder completar la tarea en tiempo y que no te va a faltar tiempo para realizar todo lo que te has asignado para el día. Si vas todo el día corriendo, y tu tiempo se pasa volando sin la sensación de haber hecho algo útil en el día, es porque no tienes una meta clara, te pones más actividades al día de las que puedes hacer, malgastas el tiempo con tonterías, no estás viviendo plenamente el presente. Tu interior no está en sintonía con tu exterior y ello te produce cada vez más frustración, desesperación y desgaste. Y te impide avanzar en la consecución de tus metas. Las siguientes pautas te ayudarán a gestionar mejor tu tiempo sintiéndote con ello más satisfecho y feliz porque tienes tu vida bajo control:
1. Escribe durante unos días en que inviertes tu tiempo y en que lo malgastas, para que tengas una valoración de lo que está pasando en tu vida y puedas hacer un plan de mejora. Sé honesto contigo mismo en como administras tu tiempo, pues es preferible estar concentrado diez minutos en una tarea que estar una hora en esa tarea perdiendo el tiempo y decir que has estado trabajando en esa tarea una hora. Las personas exitosas consideran más importante la calidad del tiempo que la cantidad de tiempo empleada en una actividad, y sobre todo estar en el momento presente. 2. Haz por la noche una lista de todas las tareas que tienes que realizar al día siguiente, o madruga para planificar tu día: prepara la ropa que te vas a poner para el trabajo, lo que harás de desayuno, lo que tienes que liquidar en el trabajo, las gestiones que tienes que hacer al salir del trabajo, etc. Planificar la noche anterior lo que tienes que hacer al día siguiente te ahorra una gran cantidad de energía que de otra forma gastarías en todas las decisiones que debes ir tomando a lo largo del día. 3. Justo antes de ir a dormir, piensa en las cosas que tienes que resolver al día siguiente: pedir un aumento de sueldo, escribir el currículo, llamar a tres clientes, porque por la mañana te levantarás con la solución. Te levantarás con el texto en la cabeza y sólo tendrás que escribirlo. Esto es debido a que tu mente subconsciente nunca duerme. Y si tú haces una la lista de cosas antes de ir dormir, mientras tu mente consciente duerme plácidamente tu mente subconsciente no deja de trabajar en lo último que has pensado antes de dormir y va buscando soluciones para ti. Por la mañana te despiertas con las soluciones o parte de la solución en tu cabeza. 4. Delega y no caigas en la trampa de creer que tú tienes que hacerlo todo, porque “sino quien lo va a hacer”, cargándote con todas las tareas de la casa, del trabajo y con todo. Delega siempre que sea posible, dando la oportunidad de demostrar la capacidad y la confianza en las personas de tu entorno, y sobre para que tú tengas tiempo para ti. Cuando comprendas esto ganarás muchísimo tiempo, y la gente de tu alrededor estará más feliz, porque la gente quiere ser libre e independiente, no tener a alguien que quiere hacer todo por ellos y encima va todo el día con la lengua fuera y descuidada. 5. Establece tus prioridades de acuerdo a tus valores. 6. Administra el tiempo según tus necesidades, ten coraje para eliminar de tu vida los ladrones de tiempo como las redes sociales, llamadas de teléfono o personas tóxicas, deja de ir a eventos que no te aportan nada, sé disciplinado, di no cuando no quieras destinar ese tiempo a lo que te proponen, y realiza las tareas que te aportan valor y dirigen hacia la consecución de tus metas. 7. Sé ordenado pues el desorden hace perder mucho tiempo buscando las cosas. Cuánto tiempo habrás perdido buscando un teléfono por no haberlo anotado en el listín telefónico, o buscando las llaves, por no tener el hábito de dejarlas en su sitio.
Bautiza un sitio para cada cosa como hacen los japoneses, y ten el hábito de dejar las cosas en su sitio cuando las hayas dejado de utilizar.
8. Sé organizado. La desorganización provoca mucho estrés, porque te hace olvidar tareas pendientes y porque eres consciente de que pierdes el tiempo tontamente que podrías estar dedicando a otras cosas más útiles, pero sobre todo si encima no haces nada por corregir esa falta de organización y la misma situación de buscar las cosas se repite una y otra vez.
Pregúntate con frecuencia si ahora mismo estás administrando bien tu tiempo, porque la calidad de tu vida viene determinada en gran parte en como gestionas ese tiempo.
Las tentaciones La mayoría de las veces no cumplimos las metas que nos hemos propuesto debido a las tentaciones que hay que vencer por el camino. Y sólo si estás dispuesto a esforzarte duramente con determinación, disciplina y voluntad para vencer aquellas tentaciones que te desvían de tu meta, serás capaz de alcanzar cualquier meta que te propongas. Si tu objetivo es perder peso, pero no puedes dejar de comer grasas, es difícil que pierdas peso. Si deseas ahorrar una determinada cantidad de dinero, pero te compras todos los caprichos que se te antojan, es difícil que puedas ahorrar tal cantidad de dinero.
¿De qué sirve marcarse metas cuando haces justo lo contrario de lo que tienes que hacer para llegar a ellas? Imagínate por un momento que tienes que acudir a un sitio dónde van a entregarte un millón de euros, pero no puedes retrasarte ni un segundo de la hora en la que habéis acordado la entrega. El sitio está a tres horas de tu casa en coche por autopista y haciendo una paradita de 15 minutos para tomar un café y relajarte, llegarás a tiempo. Pero si de repente decides desviarte por todos los pueblos de la carretera para visitarlos, nunca llegarás a esa cita, por mucha ilusión que te haga.
Y lo mismo te ocurrirá con cualquier meta que te propongas, si no eres capaz de superar las tentaciones que se aparecen por el camino: que no la lograrás. Las siguientes pautas te ayudarán a dominar las tentaciones que puedan aparecer en el camino hacia tu meta, para que puedas cumplirla en el tiempo establecido, sea pedir un aumento de sueldo, cambiar de casa, montar tu propio negocio, hacer dieta, o cualquiera que sea la meta u objetivo que desees alcanzar: 1. Elimina físicamente las tentaciones del camino hacia tu meta. Por ejemplo, si tienes que estudiar ve a la Biblioteca y deja el teléfono en casa para asegurarte tres horas de estudio sin interrupciones de ningún tipo. Por ejemplo, si tu objetivo es ahorrar, pero con la tarjeta de crédito te pierdes, entonces deja la tarjeta de crédito en casa y sal con una pequeña cantidad de dinero en efectivo.
Tener cerca tentaciones te agota, por el gasto de energía que tienes que hacer para evitarlas y al final acabas cediendo a ellas. Si no las tienes a tu alcance, ya no tienes que gastar tiempo ni energía en decidir si las evitas o no. 2. Pero a veces no es posible eliminar las tentaciones de tu vista. Por ejemplo, tienes bollería en casa por tus hijos pequeños. Cuando estás siguiendo una dieta muy estricta, tu mente no deja de pensar en esa fantástica bollería y si se toma un bollo o no. Lo más probable es que acabes cogiendo un bollo de chocolate para quedarte tranquila. “Total, por uno …” jaja. Pero esta escena que se repite cada día, acaba por frustrarte porque has contado a todas las amigas la dieta que estás siguiendo y cada vez te ven más gorda. De la misma forma que un fumador deja de fumar sin sufrir durante ocho horas en un avión, porque se mentaliza y es totalmente consciente de que no puede fumar, debe ser posible mentalizarse de cualquier cosa que no debas hacer con tal de seguir la meta marcada. La base para eliminar las tentaciones de tu cabeza cuando aparecen, es tener un nivel de conciencia muy alto, es decir estar atento y plenamente consciente y concentrado en lo que estás haciendo en el momento presente, y no dejar de pensar nunca en la meta que quieres alcanzar. En el momento en que aparezcan las ganas de caer en las tentación, es porque te está dominando un gran impulso, has bajado la guardia, tus pensamientos se han ido a otro lugar, y lo que tienes que hacer es volver nuevamente al presente, realizando la actividad que estabas realizando y pensar en tu meta.
Si eres capaz de esperar un minuto antes de caer en la tentación, ya no caes, hasta que te venga de nuevo el impulso. El método NAT es muy útil para vencer a la mayoría de las tentaciones: Consiste en tener siempre un cronómetro a mano, y cuando te venga el ímpetu de ceder ante una tentación que va a fastidiarte el logro de tu meta, ponlo en marcha y aguanta un minuto pensando en tu meta. ¡Verás lo que ocurre en tan solo un minuto! Puedes poner tu cronómetro en marcha durante un minuto cada vez que te entran ganas de comprar chorradas y pregúntate si realmente es necesario gastar ese dinero que te puede faltar después para otra necesidad o que te desvía de tu objetivo de ahorra una cierta cantidad de dinero. 3. Haz una lista de las tentaciones que pueden aparecer en el camino hacia la meta que deseas cumplir, y piensa y visualiza lo que harás cuando aparezcan. El pensarlo continuamente, hará que cuando aparezcan, tu mente esté preparada para la respuesta y ni se inmute ante la aparición de las mismas, siguiendo con rectitud hacia el camino marcado.
Visualiza y memoriza las acciones que harás cada vez que aparezcan las
tentaciones y cuando aparezcan las vencerás como un superhéroe. Muchas personas visualizan y piensan en las tentaciones que pueden aparecer en el camino hacia su meta, pero después ya se cansan y la pereza mental les impide pensar que es lo que harán cuando aparezcan, entonces cuando llegan las tentaciones improvisan, y ceden. La improvisación es una de las causas más comunes que impiden alcanzar las metas que te propones.
Escribe tu destino, los pasos pasos que vas a hacer hacer para llegar a él, los los obstáculos que pueden aparecer y como los superarás. Los militares analizan y visualizan todas las posibles acciones que puede realizar su enemigo, para estudiar la mejor solución posible, memorizarla memor izarla y contraatacar rápidamente sin riesgo a las improvisaciones y ganar de esta forma cada batalla que le llevará a la victoria final. El perdedor es el que menos planifica y más improvisa, se confía a su suerte y piensa que cuando lleguen los enemigos ya verá lo que hace. El ganador realiza entonces acciones que el contrincante no espera y lo deja fuera de combate, porque es más rápido que él. Igual que las tentaciones hacen contigo ☺ 4. En lugar de pensar el sacrificio que tienes que hacer para vencer las tentaciones que se presentan en el camino, piensa lo bueno que es hacer lo que tienes que hacer hace r y busca todas las ventajas de ello. Por ejemplo si estás haciendo dieta, en lugar de pensar que es muy aburrido no poder comer dulces, cambia este pensamiento por el de que la dieta tiene comida muy rica y además saludable y que te encanta comer. Si cada vez que tienes que comer tu plato de dieta piensas que asco de vida, en lugar de hacer de ello un momento de placer, cada vez que tengas que comer el menú de tu dieta, tu mente te recordará lo aburrido y duro que es la vida y que hay otras cosas mejores. Por eso, al final acabarás abandonando. En cambio, si le convences de lo bien que lo pasas haciendo dieta, y descubriendo nuevos plantos, al final lo lograrás y sin echar en falta los dulces. Todo está en tu mente. 5. Antes de caer en una tentación piensa que todo lo que estás disfrutando con ella en estos momentos, es lo que vas a perder después. 6. No dejes de pensar en la meta final y en cómo te sentirás cuando la consigas. 7. Consigue pequeñas victorias, porque la sensación de recompensa y motivación que te dan aumentan la testosterona, sustancia del cuerpo que te impulsa el deseo de superar nuevas metas, alcanzando cada vez más confianza en ti mismo y metas cada vez más ambiciosas.
Te vas convirtiendo en una persona poderosa, que ya no dice lo que va a hacer sino que lo hace. Todos querrán saber cómo lo has hecho y te abrirán sus puertas hacia el éxito imparable.
Las preocupaciones Por tu mente pasan cada día 70.000 pensamientos o ideas, de los cuales de la mayoría de ellos no te das cuenta. Estos pensamientos pueden ser positivos, neutros, o negativos, según afecten a tu vida positivamente, no la alteren para nada, o te den mala vida. Las preocupaciones son pensamientos negativos que te impiden avanzar hacia tus metas, pues te crean ansiedad, cansancio, estrés, angustia, bajo rendimiento, y acaban por dejar huellas en tu rostro, como herpes, canas, ojeras, enfermedades, y te pueden llegar a matar, por el temor y el malestar físico y psicológico que provocan. Hay cosas por las que preocuparse, ya que se derivan de procesos mentales lógicos y razonados, como el hecho de que te despidan del trabajo de la noche a la mañana. Pero también hay preocupaciones que surgen de ideas irracionales, por la falta de conocimiento, y que se dan sólo en tu mente por el temor a lo que pueda ocurrir (cuando tu hijo se retrasa diez minutos en llegar a casa, cuando tu pareja no te llama, o cuando piensas que se acabará el dinero dentro de tres años). Estos preocupaciones irracionales te impiden alcanzar tus metas, pero también de tener una vida sana y feliz. Cuando estás preocupado, y empiezas con un pensamiento negativo, entonces una cadena de pensamientos negativos se empiezan a desencadenar: uno detrás de otro, llegándote a paralizar por completo, alejándote cada vez más de la solución a tu problema que está causando tu preocupación. La mayoría de personas que no trazan metas en su vida, son las que tienen más preocupaciones, pues necesitan tener su mente ocupada en algo, y empiezan a dar rienda suelta a su imaginación, normalmente con pensamientos negativos, porque es lo más cómodo para la mente.
Si dejas a la mente a su libre albedrío irá de pensamiento negativo en pensamiento negativo. Para que tengas pensamientos positivos o encuentres la solución a tus problemas hay que estar dispuesto a hacer un esfuerzo, pues la mente por si sola siempre va a lo peor. Las siguientes pautas te ayudarán a combatir las preocupaciones y a tomar el control de tus problemas, antes de que ellos asuman el control de tu vida y sean los frenos al logro de tus metas.
1. Distingue las preocupaciones imaginarias, que son sólo fruto de tu imaginación, cómo aquellas cosas por las que te preocupas y que aún no han pasado, pero ni siquiera existen pruebas objetivas, ni fundamentos reales de que vayan a pasar. Como que tu pareja te engaña sólo porque se retrasa cinco minutos en llamarte. 2. Cuando sientas que estás preocupado por algo, pregúntate en primer lugar si es una preocupación real y segunda piensa lo que puedes hacer para acabar con ella, y cuando lo sepas, actúa inmediatamente. 3. Cuando estés preocupado por algo, en lugar de asumir los hechos busca información y estudia y analiza la situación con calma para ver si realmente hay motivo por el que preocuparse o no. Una forma fácil de buscar información es imaginar que esa información te la pide otra persona para analizar los hechos, y saber con información objetiva si realmente hay que estar preocupado o no. 4. Pon toda tu energía y entusiasmo en la actividad que estés haciendo en el momento presente sin recrearte en los reproches del pasado u obsesionarte con las angustias angus tias del futuro, porque ello librará a tu mente de preocupaciones innecesarias. 5. Obsesiónate y apasiónate por las las cosas que quieres conseguir, porque de esta forma invertirás tu tiempo en realizar las actividades que te llevarán a ello en lugar de mantener tu mente ocupada en preocupaciones sin fundamento. 6. Ataca los problemas cuando aparecen con firmeza y aplomo y no los obvies para que no desemboquen en una preocupación grande y real.
Los problemas existen, pero lo que más ayuda ayuda es buscar solución solución en lugar de derrumbarse, derrumbarse, lamentarse o buscar posturas fatalistas. fatalistas. 7. No te preocupes por las personas que amas, porque aunque te han enseñado que hay preocuparse por po r cualquier cosa de las personas amadas, querer lo mejor para par a ellas no significa preocuparse por todo lo que hacen o dejan de hacer. 8. Si no puedes llevar la preocupación a tu zona de influencia, es decir a aquella zona donde puedes hacer algo, entonces deja de preocuparte, porque es inútil preocuparse por algo y gastar tu energía y atención en algo se escapa de tu control. Y si puedes llevarla, entonces busca la solución y actúa.
Preocuparse por cosas cosas que se escapan de de tu control, como la situación situación política o económica de de tu país, el mal comportamiento comportamiento de algunos algunos compañeros de trabajo, trabajo, o cosas en las que no puedes hacer nada nada sólo te llevan a la frustración y a perder el tiempo. 1.
Dedícate a vivir el momento presente con toda su intensidad, centrándote en lo que estás haciendo y no en lo que pasará. Pues si lo que estás haciendo lo haces bien, lo que pasará será bueno.
1.
Los pensamientos irracionales Los pensamientos irracionales y destructivos son aquellos pensamientos que se apoderan de nosotros sin ningún motivo, como cuando una persona ha estudiado mucho para un examen pero no puede dejar de pensar “- Me va a ir o fatal...” “- No sé para que he estudiado tanto si lo haré mal…”- Todo lo hago mal”…”.
O cuando nos encontramos a un vecino que no nos saluda y empezamos a pensar “- Le habré hecho algo”... “- Porque no me dice nada” “- Con lo amable que soy con él, será estúpido”…
Nos decantamos siempre hacia la opción que nos hace más daño, en lugar de pensar simplemente que ese día el vecino no nos vio o tiene un mal día, simplemente porque la mente humana es así de pesimista si la dejas a su libre albedrío. Controla a tu mente, o ella te controlará a ti, porque a ella le encanta jugar a ser adivina, con los peores pensamientos. Y cuando la mayoría de tus pensamientos son negativos, todo lo ves desde una óptica negativa y pesimista haciendo que tus familiares, amigos, compañeros de trabajo te vean como una persona pesimista y negativa, lo cual actuará en contra de tus intereses, y te frenará en la consecución de tus metas. Cuando pasas una mala época, el peor favor que te puedes hacer es generalizar tu situación como si siempre hubiese sido así: “ Nadie me ha querido nunca”, O cuando buscas trabajo “ A mi edad nadie me quiere contratar”, o cuando te deja el novio “Nunca más encontraré a nadie como él…”
Muchas veces los pensamientos irracionales son excusas que se pone el cerebro para evitar tener que buscar trabajo, empezar un nuevo proyecto, una relación, o hacer las acciones que toquen. O se trata de generalizaciones sin lógica porque en el caso de “Nadie me ha querido nunca” si fuese así no sabrías lo que es querer, porque si dices que nadie te ha querido nunca, no podrías saber lo que es que te quieran, por lo tanto no podrías ni siquiera realizar esta negación. Los pensamientos irracionales te crean ansiedad, malestar y si se agudizan pueden llevarte a una depresión y a enfermedades graves, porque cada vez que tu cerebro crea un pensamiento, tu mente produce unas sustancias químicas del mismo tipo. Pensamientos negativos, producen sustancias químicas negativas y con ellos tu rostro se acaba transformando en un rostro agrio, abatido y de preocupación constante, que se percibe desde el
primer momento que se entra en contacto contigo, creando rechazo en la demás personas, lo que puede ser muy perjudicial si te dedicas a las ventas en una primera entrevista de trabajo, o en una cita con tus familiares o amigos. Cuando los pensamientos son positivos, el cuerpo produce unas sustancias químicas que hacen que te sientas bien, alegre y positivo. Te conviertes en una persona que emana entusiasmo, alegría que contagias a los demás, y con la que todos quieren estar. En cambio, si tus pensamientos son negativos o de preocupación las sustancias químicas que produce el hipotálamo hace que te sientas mal, cansado, fatigado, triste, deprimido. Las personas que tienen pensamientos irracionales lo pasan mal, pero también lo hacen pasar muy mal y amargan la vida a la gente que tienen a su alrededor, porque son personas que no comunican lo que desean y andan todo el día pensando lo que podrías haber hecho por ellas y no has hecho, lo que les podrías haber regalado y no les has regalado… y luego te hacen sentir culpable por lo que les falta, cuando tú no tenías ni idea de lo que estaba pasando por su cabeza. La mayoría de los casos, por más que hagas por ellas, nunca están contentas porque siempre esperan más de ti. Son personas que tienen unas expectativas en su cabeza, de las que tú no tienes ni idea, y por lo que acabas siempre recibiendo broncas.
Las personas que no comunican sus deseos suelen ser personas que por lo general nunca están contentas ya que siempre están esperando que se cumplan unas expectativas de las cuales tú no tienes ni idea. Justamente por la falta de comunicación y por dejar a la mente que juegue malas pasadas es el motivo por el cual se rompen muchas relaciones. Las siguientes pautas te ayudarán a sustituir pensamientos irracionales por pensamientos positivos y productivos que impacten positivamente en tu vida: 1. Si estás con un grupo de gente con el que no acabas de encajar, en lugar de torturarte con pensamientos del estilo “No sé qué pasa pero no caigo bien a la gente” esfuérzate por buscar grupos con tus mismos intereses, necesidades, aficiones y valores. 2. Analiza las cosas antes que te asalten los pensamientos irracionales. Por ejemplo, si te duele la barriga, en lugar de pensar que ya tienes cáncer de estómago, analiza lo que estás comiendo últimamente o si estás nervioso, o acude al médico. 3. Expresa tus sentimientos, deseos y opiniones y no esperes que los demás los adivinen y acierten. La gente no es adivina, y las expectativas no cumplidas te crearán mucho sufrimiento y ansiedad injustificados. 4. No te hables con palabras que no dirías ni a tu peor enemigo “ No valgo para nada” “Soy un cobarde”…. Se permisivo contigo mismo y piensa que todo el mundo puede cometer errores, y que éstos se han inventado para aprender y ser mejor cada día. 5. Agradece y alégrate cuando te feliciten por algo, o cuando te echen un piropo.
Cuando alguien halaga a las personas con baja autoestima los primeros pensamientos que le vienen a la cabeza son irracionales: “Tampoco es para tanto…” “Lo dicen para que me sienta bien...”, “Seguro que quiere algo a cambio”… y todo lo que podría ser una gran celebración para ellas acaba en una cadena de pensamientos irracionales que le impiden celebrar sus logros y reconocer lo buena que es. 1. Detecta y toma consciencia cuando aparecen los pensamientos irracionales, y detente a pensar si tienen lógica y porque estás pensando lo que estás pensando en estos momentos. “¿Este pensamiento es cierto? ¿En qué me baso? ¿Por qué no pienso en lo verdaderamente importante que me hace avanzar en lugar de estancarme y torturarme de esta manera?
2. Obsesiónate con un objetivo que quieras cumplir, y ten pensamientos enfocados a las acciones que te tienen que llevar a la conquista de tu objetivo. Los pensamientos irracionales son un malgasto inútil de tiempo y energía. 3. Concéntrate en cada actividad que estás realizando en cada momento. 4. Al final del día haz un listado de los pensamientos que has tenido y haz balance sobre si los pensamientos que has tenido han sido lógicos o no. Las personas que tienen pensamientos irracionales suelen pensar mal de las otras personas.
Los sentimientos de amor, alegría y esperanza hacia otras personas harán que disminuyan los pensamientos irracionales que aparecen en tu cabeza. En cambio, los sentimientos de envidia, rabia, venganza, celos y odio hacia los demás te arrastrarán a una vida gris y de miseria, pues siempre estarás buscando las maneras de lastimar a los demás con tus pensamientos intrinculados e irracionales, en lugar de ir hacia tus metas, y celebrar tus triunfos con los demás.
El poder de los pensamientos positivos La cara que haces, la expresión de tu mirada, tu manera de ser y el tipo de vida que llevas, refleja la calidad de tus pensamientos.
Te conviertes en lo que piensas porque el tipo de pensamientos que tienes atraen más de lo mismo. Pensamientos de luz, amor y abundancia te convierten en un imán de luz, amor y abundancia. Cada pensamiento emite una energía que atrae cosas, experiencias y personas de la misma naturaleza que ese pensamiento. Por eso tu salud, tus finanzas y tus relaciones son un reflejo de tus pensamientos sobre cada uno de estos temas, porque tus pensamientos son los responsables de todo lo que ocurre en todas las áreas de tu vida. Tener pensamientos positivos significa ver las cosas buenas de todo lo que te rodea, tu trabajo, tu familia, tus amigos, tus compañeros y de ti mismo. Aunque tengas pensamientos positivos vas a tener problemas, pero ellos te ayudan a salir más rápido de ellos, y estar más abierto a explorar otras alternativas. Supongamos que en tu trabajo van a despedir a la mitad del personal, pero aún no han hecho la lista. Puedes agobiarte y pensar que van a despedirte a ti, hundirte y deprimirte (pensamientos negativos), o puedes pensar en buscar alternativas por si te despiden o puedes pensar que a ti no te tocará porque lo has hecho siempre muy bien (pensamientos positivos).
Tú decides si prefieres tener pensamientos negativos que te hundan más, o positivos que te ayuden a buscar soluciones. Los pensamientos positivos te permiten no desplomarte ni agobiarte frente a un problema o posible problema (deprimirse ante la posibilidad de un despido laboral), sino que te permite analizar y pensar con más claridad cómo resolverlo. Las personas con pensamientos negativos son las conocidas como “nubarrones” que sólo saben quejarse y lamentarse, para evitar el esfuerzo de encontrar solución a los problemas y aplicarla. Si quieres obtener resultados positivos en tu vida, debes tener pensamientos positivos. “ Me voy a curar ” en lugar de “ Me encuentro fatal ” cuando tu objetivo es curarte de una enfermedad, “Voy a llegar a la meta”, en lugar de “ Estoy agotado”, “ Este trabajo es para mí” en lugar de “Ya lo he
erdido, hay mucha competencia”.
Los pensamientos positivos te dan seguridad para salir de casa a realizar tus actividades diarias, (“Yo hoy puedo con todo lo que me echen”, en lugar de “Se presenta un día de perros”), y te dan más fuerza para superar todos los obstáculos que se presenten el día a día o para alcanzar tus metas, y no verlo todo oscuro, lo que te llevaría a una vida sin sentido. Las siguientes pautas te ayudarán a tener más pensamientos positivos para atraer a tu vida más cosas positivas: 1. Ríe. Si no sabes cómo hacerlo busca en youtube videos de risa y dedica por lo menos quince minutos a mirar esos videos o relacionarte con personas que te hagan reir, o apúntate a cursos de risoterapia, o mira comedias de risa, busca ranking de películas de risa por Internet o en tu video club, o cualquier cosa que te pueda ir bien según tu sentido del humor. El no reír en todo el día te convierte al final en una persona amargada, que sólo tiene pensamientos negativos. 2. Haz actividades que te resulten positivas ya sea salir a pasear, ir al cine con amigos, ir a un spa, darte un masaje, salir a cenar, o lo que te haga sentir bien. 3. Evita la compañía de gente pesimista, aunque se trate de tu familia, tus amigos o compañeros de trabajo. 4. Ten contacto con la Naturaleza siempre que te sea posible. 5. Rodéate de gente positiva, entusiasta, alegre y enérgica que te contagie su bien humor y ganas de vivir. 6. ¡VIVE CON PASIÓN! Tienes un cheque en blanco de 24 horas cada día para vivirlo como tu decidas.
La influencia de tus relaciones El tipo de relaciones que tienes, juega un papel muy importante en tu vida, ya que constituye uno de los medios que te ayudará a conseguir tus objetivos tanto personales como profesionales, a crecer y a desarrollarte en todos los ámbitos de la vida, y tú a ellas, por lo que no es algo que se pueda dejar al azar. Las cinco personas con las que pasas más tiempo tienen una gran influencia sobre ti, y los especialistas aseguran que eres la mezcla de las cinco personas con las que pasas más tiempo, incluso tus ganancias mensuales son un promedio de estas cinco personas con las que más te relacionas. Las siguientes pautas te ayudarán a construir buenas relaciones y te alejarán de aquellas personas que te juzgan y que necesitan rebajarte para sentirse bien consigo mismas. 1. Evita la gente que te impide avanzar y rodéate de gente positiva, optimista y alentadora de tus sueños. Si quieres crear la vida que tú quieres, huye de las personas que sólo te apoyan y están felices contigo si haces lo que ellos te dicen que hagas. Normalmente son personas que van de víctimas para que las compadezcas, expertas en chantaje emocional, y con eso pueden conseguir lo que ellas quieren, impidiendo que tú vayas hacia tus metas. 2. Huye de las personas que hagas lo que hagas siempre tienen algo que echarte en cara y hacerte sentir culpable aunque tú no sepas que es lo que has hecho mal. O a las que te hacen sentir como un fracasado y te avergüenzan por tus errores del pasado. 3. Aléjate de las personas que te juzgan por ser demasiado joven o demasiado viejo para emprender un negocio o una ilusión: Zukkenberg creó Facebook a los diecinueve años, el coronel Sanders creó KFC, la cadena de pollo frito más grande del mundo a los 67 años. 4. Huye de las personas que no te inspiren confianza, pues las buenas relaciones laborales y personales se basan en la confianza. 5. Huye de las personas que separan amigos, parejas, hermanos o pueblos para reinar ellas mejor y te impiden crear equipos y buenas relaciones. 6. Huye de las personas que te hacen responsable de sus irresponsabilidades, de las que no se alegran por tus logros, o de las que te sólo ven y te hacen ver tus defectos creando más inseguridades en ti, para hacer de ti lo que ellas quieran. 7. Huye de las personas que te desvalorizan, te juzgan, te desprecian y te ridiculizan para sentirse ellas superiores. 8. Rodéate de personas que te hacen sentir bien, prosperar, y que reflejan el amor que sientes por ti mismo. Recorre tu camino con personas que te quieren por lo que eres
ahora, no por lo que ellas quieren que seas. Únete a personas que aceptan tus decisiones por lo que quieres ser, sin querer manipularte hacia las suyas. Comparte tus deseos e ilusiones con personas positivas que te estimulan y si les pides ayuda te la dan sin condiciones ni chantajes de ningún tipo. 9. Busca el apoyo en las personas que te aconsejan y que te animan en momentos de dudas o de flaqueza. 10. Fíjate en las personas que han tenido éxito en el objetivo que tú estás persiguiendo: analiza su comportamiento, reúnete con ellas si es posible, analiza su metodología, lee sus libros, mira sus vídeos y modela las buenas prácticas de estas personas. 11. Establece siempre relaciones a partir de energía positiva (acepta nuevas relaciones personales y profesionales a tu vida cuando estés anímicamente bien).
Aquí termina la Etapa 2 que te ha permitido conocer aquello que necesitas saber para poder obsesionarte con la meta que deseas alcanzar. Paso a la etapa 3:Autoconvéncete de que eres capaz de conseguir tu meta.
El poder de la mente Comprender la importancia de la mente es vital, porque ella es la responsable de tu comportamiento, de tus fracasos, y de tus éxitos.
El cuerpo tiene límites, la mente no. La mente está formada por la mente consciente y la mente subconsciente. En la mente subconsciente se almacenan todos los datos que
proceden del exterior (todas las imágenes que hay a tu alcance, todos los sonidos, sabores o sensaciones), y también de tu interior (tus pensamientos, sueños o imaginaciones), desde que naciste hasta ahora. Tu mente subconsciente está continuamente absorbiendo toda la información que existe en tus inmediaciones, aunque a veces no te des cuenta de su presencia: todo lo que oyes, incluso la televisión del vecino, todo lo que ves, hasta la gota de polvo más pequeña, todo lo que hueles, o los sueños que tienes cuando estás durmiendo o lo que estás pensando. Tu mente subconsciente absorbe todas las palabras que oyes y que te dicen otras personas y se quedan allí incrustadas.
Tu mente consciente trabaja con todos los datos que hay almacenados en tu mente subconsciente. Por ejemplo, si quieres dibujar una manzana, tu mente consciente busca todas las imágenes de las manzanas que tiene almacenadas en su subconsciente desde el día que naciste hasta ahora, entonces selecciona la que más le gusta y la dibuja. Seguramente, la manzana que dibuje yo, será muy diferente a la que dibujes tú, porque según las experiencias que hemos tenido tú y yo, dibujaremos unas u otras, porque para ello nos basamos en lo que hay en nuestro subconsciente almacenado y lo demás es como si para nosotros no existiera.
Decides y actúas según los datos que tienes almacenados en tu subconsciente. Lo que no hay almacenado en tu subconsciente es como si no existiese, porque no lo has visto, oído, sentido, tocado, ni olido nunca, ni siquiera en tu imaginación.
Por eso es tan importante nutrir a tu mente subconsciente con datos de valor, y ello se consigue estando con las personas, experiencias y entornos que te llenan tu mente de cosas alineadas con lo que tú quieres para tu vida. Si quieres ser rico, relaciónate con gente rica, haz experiencias de rico, vive, siente, huele y respira como un rico. Si quieres tener éxito, vive, siente, toca, habla, y huele como una persona de éxito. Si quieres ser mediocre ten relaciones mediocres, vive, siente, toca, habla y huele como una persona mediocre.
Según lo que entre en tu subconsciente así será tu vida. Y, lo mejor de todo, es que nuestra mente subconsciente no distingue entre la realidad y la ficción, por lo tanto no hace falta que nuestras experiencias sean reales. Es decir, para tu mente subconsciente son tan reales las experiencias que tienes visitando yates de lujo, como viéndolas por un vídeo. Lo importante es que lo alimentes según el tipo de meta que desees lograr. Si quieres ser rico, imprégnate de imágenes de riqueza y abundancia en youtube, en revistas o donde quiera que sea. Aun teniendo esta facilidad para poder elegir e introducir cosas en nuestro subconsciente alineadas con la meta que deseamos alcanzar, no lo hacemos: seguimos con aquellas relaciones tóxicas que nos llenan la cabeza con datos que nos impiden alcanzar nuestras metas, vamos a sitios que no aportan nada a nuestras metas, vemos películas de accidentes aéreos aun cuando queremos vencer nuestro miedo a volar. Y si queremos tomar control de nuestra vida lo único que podemos hacer es alimentar bien nuestro subconsciente, y más ahora en la época de Internet, que tenemos una gran oferta de sitios donde acudir para ver imágenes, libros, videos, personas de aquello que se alinea con la vida que queremos conseguir. Supongamos que desde pequeño te decían que eras un patoso, y creciste con ello. Es muy probable que te hayas convertido en una persona que lo haga todo mal o a medias, porque cuando empiezas a hacer algo tu mente consciente te dice que eres un patoso, y ya ni te esfuerzas en hacerlo bien. Todos estamos genéticamente preparados para ser lo que queramos ser, hacer lo que deseemos, y tener todo aquello que queramos, pero para ello hay que introducir en el subconsciente los mensajes adecuados y eliminar los perjudícales para nuestro desarrollo y prosperidad. La mayoría de las personas no conocen el poder del subconsciente, y por eso los padres, los profesores y el entorno en general no ponen especial cuidado en lo que dicen a los niños, que dejan entrar cualquier cosa en su subconsciente, que determinará en gran parte como será su vida. Todos los padres deberían saber la importancia de lo que dicen a sus hijos porque son las entradas con las que los hijos irán fabricando la respuesta a todo y en general su vida, pero a veces los padres repiten cosas sin saber el daño que están haciendo al desarrollo personal de sus hijos. Por eso las relaciones, los medios de comunicación o cualquier medio con el que te relaciones,
las experiencias que tengas, lo que sientas , huelas o vivas es tan importante, porque de todo ello se va alimentando tu subconsciente , que servirá para construir o destruir tu vida. Puedes imaginarte a tu mente subconsciente como una Biblioteca que tiene muchos libros almacenados, y a tu mente consciente como la persona que realiza el trabajo con los libros que hay en la Biblioteca. En función de la calidad de los libros que hay en la Biblioteca podrás hacer un mejor o peor trabajo. Las personas envidiosas, avariciosas, celosas y con ira, son personas que han crecido con estos calificativos a su alrededor y los han ido repitiendo a lo largo de su vida con sus palabras y sus actos reforzando aún más su avaricia, envidia, celos e ira. Pero hay personas que aun creciendo en esos entornos, han preferido buscar los caminos de paz, alegría, abundancia y buenos sentimientos hacia ellos y los demás mediante libros, relaciones y experiencias, que han ido desplazando los antiguos pensamientos que había en su mente subconsciente y con los que habían crecido, por otros más sanos. Hay personas frustradas porque quieren hacer algo, y aun aplicando todas las técnicas a su alcance no lo logran. Y es porque lo primero que tienen que hacer es examinar que hay en su subconsciente, o cuáles son sus creencias, y sustituirlas por otras.
Cuando los deseos conscientes no están alineados con lo que hay en la mente subconsciente, es cuando la persona empieza a sentirse mal, frustrada y sin comprender porque no es capaz de hacer lo que realmente quiere. Es cuando entonces le entra un deseo ardiente de desaprender lo aprendido. Tu deseas por ejemplo tener dinero, pero en tu mente subconsciente hay almacenados datos del tipo “ El dinero no da la felicidad ”, “ El dinero sólo trae problemas”. Por eso nunca tienes dinero y cuando lo tienes dinero lo gastas o lo regalas. Por eso lo primero que debes hacer si quieres tener dinero es asegurarte que los datos que hay almacenados en tu subconsciente son los adecuados, y si no cambiarlos con visualizaciones, afirmaciones o técnicas de hipnosis. Tu deseas tener una casa grande, pero tienes grabado en tu subconsciente que una casa grande sólo sirve para limpiar más, quizás porque en tu casa y en la casa de tus amigas siempre viste a las madres limpiando. Deberás quitar antes ese pensamiento de tu subconsciente, porque si no nunca tendrás una casa grande, ya que tu mente te saboteará para que no la tengas.
Cuando comprendes que tú pides los deseos y que esos deseos se ejecutan con el material que hay en el subconsciente tu vida cambia completamente, porque desde ese momento empiezas a esforzarte para “alimentarlo” bien y eliminar lo que no interesa. Las pautas siguientes te ayudarán a alimentar el subconsciente con datos que estén alineados con
los deseos que quieres cumplir o las metas que deseas alcanzar: 1. Los datos que hay en tu subconsciente sobre ti mismo, son los que determinan tu comportamiento y se llaman creencias. Son atributos que se han ido introduciendo en tu subconsciente en tu infancia, o de adulto pero sin darte cuenta. Pero de adulto tú puedes cambiar tu personalidad cambiando aquellas palabras, calificativos, descripciones, adjetivos en los que quieras convertirte. Si no te los dicen los demás, entonces dítelo a ti mismo mediante afirmaciones cargadas de emoción o escucha grabaciones con afirmaciones sobre como deseas ser, pues se trata de introducir en el subconsciente esas nuevas palabras para ir desplazando a las que no te gustan. Cuantos más datos puedas introducir sobre aquello que quieres ser y más veces lo puedas escuchar, más posibilidades tienes que esos datos desplacen a los antiguos.
Eres como te han hecho, pero puedes ser como quieres ser 2. Prestando atención, la mente consciente puede filtrar los datos que deja pasar al subconsciente, y modificar o eliminar los que le están haciendo daño. Eliminar los datos del subconsciente es posible porque ya lo has vivido en situaciones de miedo y límite: por ejemplo, yo tenía pánico a ir sola por la noche, pero un familiar necesitaba unos medicamentos urgentemente a las dos de la mañana, entonces el miedo se va a tomar viento, y a las dos de la mañana vas sola a la farmacia de turno a buscar esos medicamentos para tu familiar que tan mal lo está pasando, y corres tanto que ganarías cualquier maratón en esos momentos y ya no te acuerdas de tu miedo a la noche ni de tu dolor de rodilla para correr, pues tu objetivo es más grande que cualquier miedo y cualquier dolor. El miedo es un estado mental, como el dolor y muchas cosas en esta vida. También has observado como automáticamente unos pensamientos con castigos o con multas son sustituidos por otros: Por ejemplo en una carretera sin límite de velocidad, cuando establecen el límite a 80km/h, automáticamente ese límite se graba en tu mente. La técnica de leyes y prohibiciones es la que usan las autoridades para conseguir que el pueblo haga lo que ellos desean de inmediato. Estos ejemplos te muestran que la mente es capaz de eliminar con poco tiempo los datos del subconsciente que no le interesa según las circunstancias que se den. Necesitas concentración y práctica para darte cuenta cuales son los pensamientos que te están haciendo daño o evitando que alcances tus metas y sustituirlos por otros mediante afirmaciones, autohipnosis, autosugestión o las técnicas que sean mejores para ti.
Tu vida es un reflejo de los datos que hay grabados en tu subconsciente. Pero el ser humano es tan perfecto que tiene el poder de cambiar esos datos a conveniencia para tener una vida próspera y de éxito. 3. No dejes entrar cualquier cosa en tu subconsciente y para ello lo mejor es prestar atención a tus relaciones para que sean positivas, a las experiencias que tienes y a las acciones que realizas, porque durante las 24 horas del día se están introduciendo
todos los datos de tu ambiente en tu subconsciente. 4. Entra en contacto con la Naturaleza siempre que puedas. Rodéate de cosas bellas y agradables si quieres que tu vida sea bella y agradable. 5. Realiza técnicas de meditación para adquirir fortaleza mental y escoger que cosas son las que interesa meter en tu subconsciente y cuáles no. A parte de almacenar datos, la mente subconsciente tiene la función de obedecer las órdenes de la mente consciente. Por ejemplo, cuando tu mente consciente dice “vamos a
pasear”, entonces tu mente subconsciente pone en marcha todos los mecanismos que ya ha aprendido para que se produzca el deseo expresado por la mente consciente. (Levantar una pierna, después la otra y seguir con la marcha). Cuando tu mente consciente pide algo, tu mente subconsciente se vuelve imparable para hacerlo, pero con los datos que tiene almacenados. La mente subconsciente es también la encargada de realizar las funciones automáticas, es decir aquellas que no hay que pensar, por ejemplo lavarse los dientes, ducharse, caminar, conducir, o sea las que se han convertido en hábitos. Mientras estás realizando cualquier actividad tu mente subconsciente sigue almacenando y procesando 400 millones de bits por segundo, día, tarde y noche. La mente subconsciente trabaja las 24 h del día.
Como tu subconsciente no duerme, si antes de dormir piensas lo que tienes que hacer al día siguiente, te levantarás con la solución. Por ejemplo, si antes de ir a dormir piensas en el mail que le tienes que enviar a un cliente, por la mañana te levantarás con ese mail en la cabeza. Sólo tendrás que redactarlo. Por eso muchas personas hacen la lista de lo que van a hacer al día siguiente antes de ir a dormir, porque se levantan con la solución de esa lista. Algunas personas han tenido la suerte de crecer alimentando su subconsciente con palabras de aliento, imágenes exitosas y cosas bonitas que les han llevado a una vida de éxito y prosperidad. Pero la mayoría han crecido con una mentalidad conformista, porque su mente subconsciente ha sido alimentada con afirmaciones del tipo “Confórmate con lo que tienes”, “Es mejor participar que ganar”, “No hay que ser ambicioso”, “No te mereces todo lo que deseas”, etc. Ahora es el momento de cambiar e introducir a conveniencia lo que quieres en el subconsciente y cambiar o eliminar lo que te está fastidiando, y observar como así tus deseos y propósitos serán cumplidos exitosamente.
El gran poder de las personas exitosas es entrar en contacto con su mente subconsciente y tú puedes hacer lo mismo. Una vez comprendido el poder del subconsciente nadie ni nada te va a parar en la consecución de tus logros y deseos. También te ayudará a tomar conciencia de las palabras que les dices a tus hijos, a tu pareja, a tus compañeros de trabajo, o a ti mismo.
El poder de las palabras Lo que te dices a ti mismo, lo que les dices a los demás o lo que dicen de ti te puede hacer mucho bien, o por el contrario te puede causar mucho daño. Las palabras son muy poderosas, porque entran en tu subconsciente y pueden llegar a convertirse en creencias, es decir en aquellas ideas o pensamientos que tienes de ti mismo y que acabas creyendo que son la realidad sobre ti. Si sólo has escuchado de ti que eres guapo desde que naciste hasta ahora, crees que eres guapo. O inútil, si sólo has escuchado que eres un inútil. En tu infancia muchas de las calificaciones que escuchabas se convirtieron en creencias, porque no tenías capacidad de discernir lo que dejabas entrar en tu mente y lo que no. Si las creencias son positivas es perfecto, pero si las creencias son negativas o limitantes se convierten en un problema porque debido a ellas retrasas o nunca llevas a cabo la consecución de tus metas. Si toda la gente te dice que eres guapa, acabas creyendo que eres guapa (creencia positiva). Si siempre escuchas que eres una patosa, puedes acabar con la creencia de que eres una patosa (creencia negativa) y dejarás de intentar muchas cosas. Una palabra te puede hacer cambiar de actitud, tomar una determinada decisión e incluso cambiar tus creencias. Siempre has pensado que eras una inútil, pero de repente tu Profesor te dice que eres un genio. Tan sólo una palabra de una persona admirada por ti puede servir para romper el hechizo de tu creencia limitante “inútil”. Una palabra suave puede apaciguar tu ira y una palabra grosera te puede enfadar aún más. Tu grado de autoestima va directamente relacionado con el grado de afectación que te produce lo que los demás dicen de ti. Si lo que los demás dicen de ti te afecta mucho, significa que tienes una baja autoestima y debes seguir trabajando en ello para reforzarla. Las palabras tienen un gran poder con la salud. Cuando estás enfermo y sólo hablas de tu enfermedad y lo mal que estás empeoras. Por eso cuando estés enfermo háblate con frases de aliento como “Estoy mejorando, es cuestión de paciencia”, en lugar de “Es horrible esta situación”, “Estoy harto de estar enfermo” Las palabras son capaces de alterar tus niveles de energía: pues cuando te dan buenas noticias te
sientes bien, aumentando tus niveles de energía y motivación, en cambio cuando te dan malas noticias te sientes mal y más cansado. Las pautas siguientes te ayudarán a ser amable contigo mismo, y hablarte con palabras agradables para favorecer tu autoestima y autoconfianza: 1. Utiliza durante una semana sólo palabras positivas, amorosas y enérgicas que sirvan para crear, dar, compartir y amar, y deja igualmente entrar en tu mente las palabras que sirvan para crear, dar, compartir y amar. 2. Háblate siempre en positivo, pues la mente omite el NO, por eso es mucho más eficaz decirle a los niños “hablad bajito” en lugar de “no gritéis”. En lugar de decirte “ NO voy a engordar más”, es más efectivo, “voy a adelgazar”. 3. Selecciona bien las personas con las que te relacionas, porque sus palabras te pueden ayudar a sentirte aceptada, segura y motivada, pero también con sus palabras te pueden herir, desmotivar y destruir. 4. Escoge bien las palabras que te dices a ti mismo, y vigila sobre todo las críticas que te haces a ti mismo, pues muchas veces te hablas de una manera que no le permitirías a nadie, en cambio tú lo haces, y ello se impregna directamente en el subconsciente. Tener pensamientos de “ soy una fracasada, nadie me quiere, voy desarreglada...” es el peor favor que te puedes hacer a ti mismo. 5. A partir de ahora háblate sólo con frases positivas y que te hagan sentir bien, como lo que les dirías a tu hija. 6. Cuida las palabras que les dices a los demás, porque esas palabras también entran en tu subconsciente, y las malas palabras hacia los demás se pueden volver rápidamente en tu contra. 7. Entiende que lo que te dicen los demás sobre ti son sus formas de pensar, de acuerdo a sus experiencias y sus creencias, y no un ataque hacia ti, y lo que opinen los demás sobre ti o sobre lo que sea son simplemente diferentes perspectivas de ver las cosas, las personas y los lugares.
No dejes que las palabras que los demás dicen de ti te afecten.
Las afirmaciones Las afirmaciones son frases muy poderosas, que bien formuladas sirven para expresar y finalmente conseguir las cosas que deseas en la salud, amor, trabajo, dinero o lo que quieres lograr en cualquier ámbito de tu vida. (Más dinero, cambiar de trabajo, una casa más grande, unas vacaciones de lujo con tus hijos, un coche, una pareja, que tus hijos sean buenos, etc.).
Cuanto más a menudo recites las afirmaciones mayor será su efecto. Las afirmaciones deben formularse de la siguiente manera: 1. Redáctalas en primera persona, seguido de tu nombre y seguido de la afirmación (Yo+ tu nombre + Afirmación en presente). Yo, Nat he doblado mi sueldo. Yo, Nat tengo una casa más grande. Yo, Nat he vendido 1M de libros el primer mes.
1. Exprésalas en tiempo presente. Por ejemplo, si quieres una casa más grande en lugar de decir “ Me encantaría …” “Estaríamos mucho mejor …” , afírmalo en presente como si ya lo tuvieses “ Me siento feliz en esta casa ...” (Visualiza tu nueva casa) “ Ahora trabajamos mucho mejor cada uno en su habitación 2. Debes creerte tus propias afirmaciones, y si en un principio no te las crees, repítelas tres veces cada día durante un mes, como si se tratase de tu nueva medicación y te las acabarás creyendo. 3. Siente una gran emoción cada vez que recites una afirmación, pues sin ningún tipo de sentimiento no servirá para nada. 4. Visualiza tu afirmación con imágenes al tiempo que es la estás enunciando. Existen muchas afirmaciones en libros o en Internet, que puedes repetir, pero crear tus propias afirmaciones es mucho más eficaz, porque se basarán en aquello que tú realmente quieres y salen directamente de tu corazón. Es muy probable que las afirmaciones que copies de otras personas no te funcionen, por lo que vale la pena invertir tiempo en pensar cuales son aquellos deseos o logros que deseas cumplir y traducirlos después en afirmaciones. ¿Cómo quieres ser? ¿Qué quieres tener? ¿Dónde quieres trabajar? ¿Cuánto dinero quieres tener? ¿Cómo quieres que sea tu casa? Hasta que no puedas reproducir en tu mente exactamente lo que quieres será prácticamente imposible conseguirlo, y serás arrastrado por la vida realizando los deseos de los demás, no los tuyos propios. Todo por no dedicar tiempo a visualizar aquello que más quieres e ir a por ello. La mayoría de las personas se conforman diciendo lo complicada que es la vida y lo mal que está todo. Si ese tiempo de quejas lo dedicasen a visualizar lo que quieren su vida mejoraría espectacularmente.
Las afirmaciones te sirven para concretar aquello que deseas. Y cuando lo puedes concretar, acabas teniéndolo.
Crea el tablero de la afirmación Piensa una afirmación de forma clara, y asóciala a una imagen o un conjunto de imágenes. Puedes buscar imágenes relacionadas con esta afirmación en Google, Internet, una revista o haz una foto y pégala en un cartulina que llamarás el tablero de tu afirmación para convertir tu deseo en realidad. Pon ese tablero (cartulina con la afirmación y todas las fotos que tengan relación con tal afirmación) en tu habitación, o haz una foto a ese tablero y ponlo de salvapantallas en el móvil o en algún sitio visible todo el día. Recita las afirmaciones mañana, tarde y noche como si fuese tu dosis de medicamento para que se vayan depositando en tu subconsciente. Si quieres un coche nuevo, tu afirmación será “Yo, mi nombre, tengo el modelo (el modelo) de la marca (la marca)”. Ve al concesionario y sácate fotografías con él para pegarlas en tu tablero de la afirmación que llamarás “Nuevo coche”, busca fotografías por Internet o por donde quieras relacionadas con este nuevo coche y tu nuevo deseo, y ponlo en un lugar donde veas a menudo. Puedes hacer afirmaciones que sirvan para tu dieta como “Yo, (tu nombre) soy una persona delgada con un cuerpo de lujo porque como comida muy sana y hago deporte tres veces por semana en el mejor gimnasio de la ciudad”
O puedes realizar las afirmaciones que quieras con el objetivo que desees lograr. Si quieres cambiar de casa, busca fotografías de cómo es tu casa, o imagínala y pega en un tablón todo lo referente al deseo que has escogido. No hace falta que le digas a nadie lo que estás haciendo porque te dirán que no funciona, que son timos, que eres un colgado o cualquier cosa para hacerte desistir. Lo único que estás haciendo llenar tu subconsciente de cosas que te interesan, en lugar de dejar entrar cualquier cosa como hacen las personas que seguramente te criticarían por usar las afirmaciones y crear una vida de diseño. Haz las afirmaciones que decidas, y tu subconsciente se encargará de hacer el resto. En un mes empezarás a notar el cambio y será ese cambio el que se encargará de decirte si el método funciona o no.
Las imágenes de las afirmaciones que vas poniendo en tu subconsciente son como las semillas que van a diseñar tu nueva vida, y si no introduces nuevas imágenes continuarás como hasta ahora. Si las introduces y eres persistente, constante y cariñoso como el jardinero hace con sus semillas hasta tener las más hermosas flores, tendrás los más hermosos deseos que jamás hayas podido imaginar. .
Vencer el miedo El miedo es un sentimiento que forma parte de las personas y en muchos casos es bueno y necesario, ya que nos pone en estado de alerta frente a situaciones peligrosas, evitándolas o pudiendo escapar más rápido de ellas, como por ejemplo el miedo a acercarte mucho al fuego, que puede salvarte de sufrir graves quemaduras. Estar un poco asustado ante una situación nueva también es normal, porque a las personas no nos gusta lo que desconocemos e intentamos alejarnos de ello por todos los medios. Cualquier persona, por valiente que te parezca, tiene miedo cuando se enfrenta por primera vez a algo.
Lo que no es normal es dejar que un miedo incontrolable y sin causa aparente se apodere de ti anulando tus capacidades y tus aptitudes, llevándote a tomar decisiones equivocadas o a no hacer nada. Este miedo que paraliza causa depresión y tristeza porque no te deja vivir la vida que tú realmente quisieras vivir. Actuar sin miedo es actuar de forma libre, y entrar en contacto con tu esencia haciendo lo que realmente te apasiona, pero debido al miedo incontrolable, la mayoría de las personas no hacen lo que desean, se quedan en su zona de confort y bloquean todo deseo de superación para evitar riesgos. ,El miedo es el causante de comportamientos irracionales y perjudiciales que te impiden desarrollar todo tu potencial, como no ser auténtico por miedo a que los demás no te quieran, no hacer algo por miedo a que no seas aceptado o que te miren mal, no ir a por un objetivo por miedo a fracasar, no empezar una cosa por miedo a no saber hacerlo, mentir por miedo a las represalias, y así con un sinfín de conductas que te impiden recoger los frutos de las acciones que evitaste hacer por culpa de un miedo la mayoría de las veces injustificado. Te ilusionas con que vas a pedir un aumento de sueldo, aprender nuevas cosas, tener nuevas relaciones, abandonar una vida que te está matando, cambiar de ciudad, hablar en público, pedir el dinero que te mereces, o un nuevo proyecto, pero cuando llega el momento de hacerlo te quedas paralizado por miedo porque estás visualizando un resultado negativo que aún no ha ocurrido, pero te duele todo el cuerpo como si hubiese ocurrido y te ves incapaz de llevarlo a la práctica.
Cada persona es un mundo y tiene miedo a cosas diferentes, por eso lo más importante es que tú seas consciente de tus miedos cuando te aparecen para que los puedas identificar y descubrir si se trata de miedos inútiles e injustificados, o excusas para no hacer lo que tienes que hacer, y en cualquier caso irte familiarizando con ellos y afrontarlos cuando vuelvan a aparecer. Las siguientes pautas te ayudarán a vencer los miedos injustificados para lograr una mayor seguridad y confianza en ti mismo, fortalecer tu equilibrio mental, mostrar serenidad ante situaciones límite y realizar las acciones que te guían hacia la consecución de tus metas:
1. Exponte cada día a una situación que te incomode y te provoque miedo para superar poco a poco el miedo sin motivo aparente. Empieza con situaciones sencillas, para enfrentarte cada vez a situaciones más difíciles para ti. Yo tenía miedo a los aviones, pero cogí un trabajo que me obligaba a volar dos das a la semana a Madrid y ahora amo volar. 1. Si hay una acción en especial que te da miedo, como hablar en público, practícala el mayor número de veces que puedas, y así vencerás al miedo que te provoca, dejándolo ser parte de ti, sino lo puedes eliminar por completo. Se trata de que te des cuenta de que aunque el miedo forme parte de ti no debe paralizarte. De tanto repetirla en poco tiempo tendrás más confianza y seguridad para llevarla a cabo. A medida que aumentes tu autocontrol ponte tareas más difíciles. Así lo hiciste para aprender a montar en bicicleta: primero estuviste varios días con cuatro ruedas hasta coger confianza, después con las dos, y al final sabías tanto que ya ibas sin manos. O piensa el miedo que te daba al principio conducir sólo y ahora puedes conducir tranquilamente sin pensar en cada movimiento que tienes que hacer 2. Cuando no puedas empezar una acción y te sientas mal, pregúntate si lo haces por miedo y averigua de que tienes miedo. Identifica cuales son esos miedos y reproduce esa situación todas las veces que puedas para tomar tú el control sobre el miedo y no al revés. 3. No tengas miedo a las críticas, ni a los errores que puedas cometer. Nadie más que tú debe juzgarte por los errores cometidos. Aprende de ellos y sigue avanzando. Para hacerlo bien, primero es normal
haberlo hecho menos bien. 4. Al final del día haz una lista de todas las situaciones o acciones que te han provocado una sensación de miedo, o no has realizado por miedo, y reflexiona sobre el porqué de esos miedos y de si eran injustificados o no. 5. Si tienes miedo al fracaso, en lugar de pensar en todas las maneras en que puedes fracasar, concentra toda tu energía en pensar en todas las maneras en las que puedes triunfar. 6. Si tienes miedo a equivocarte, disfruta equivocándote y aprende de ello. 7. No tengas miedo de pedir ayuda para cumplir tus metas cuando la necesitas por parecer inútil o ignorante. 8. Obsesiónate con la meta que deseas alcanzar, porque esa obsesión mata el miedo que puedas tener. Las personas que tienen éxito también tienen miedo pero se enfrentan con valor a cualquier meta, porque el deseo de conseguir la meta propuesta es superior al miedo. 9. Si tienes miedo al cambio calcula el beneficio que te produce el cambio frente al riesgo. Muchas personas odian sus trabajos pero no cambian nunca por miedo, y se quedan en un trabajo que no les gusta pero piensan que en ningún otro serán capaces de ganar el mismo dinero, o no les cogerán en ningún otro sitio.
Las personas que tienen éxito también tienen miedo pero a pesar de su miedo actúan con coraje y lo vencen. Si no quieres que tu vida se limite a pagar las facturas, vivir las expectativas de los demás y poca cosa más, aprende y practica para eliminar de tu vida los miedos inútiles e injustificados.
Aquí termina la Etapa 3 que te ha permitido comprender el poder de la mente, las palabras, las afirmaciones y rechazar los miedos para que puedas convencer a tu mente de que eres capaz de ser lo que quieras ser, tener lo que quieras tener o hacer lo que más te apasione. Paso a la etapa 4: Los poderes indispensables para conseguir cualquier meta que te propongas
El poder del no La mayoría de las personas hacen lo que esperan de ellos su familia, sus amigos, la sociedad o su entorno en lugar de perseguir sus metas, y acaban haciendo muchas cosas que no quieren hacer o se encuentran en situaciones donde no quisieran estar. Muchas personas son incapaces de decir un no porque no quieren ofender a otras personas con su respuesta, porque tienen miedo a que no les quieran, o simplemente porque no se atreven a negarse a nada de lo que les piden. Son personas que anteponen sus necesidades a las de otras personas. Cuando no están de acuerdo con lo que dicen las otras personas, en lugar de mostrar su punto de vista, se quedan en silencio o se muestran como si estuviesen de acuerdo y luego no dejan de atormentarse por su comportamiento.
Si te cuesta decir no es probable que a menudo te sientas cansado, estresado y deprimido. Si no estás dispuesto a decir no cuando así lo deseas acabarás siendo un fracasado y con muchas posibilidades de enfermar, porque lo que haces no está en concordancia con tus valores, sino con los de otras personas. Cuando eres incapaz de decir no a lo que realmente no deseas aceptar, muchas personas se aprovecharán de ti porque tu cara refleja el miedo a decepcionar a esas personas, de perderlas o de ofenderlas y ellas saben que vas a ceder ante cualquier petición por tu incapacidad de negarte ante nada y te compensarán diciendo lo buena persona que eres. El no saber decir no a nada hace que vayas todo el día corriendo satisfaciendo las necesidades de otros, porque el miedo a negarte a nada es más fuerte que la sobrecarga que llevas encima, a parte de la posibilidad de meterte en líos por hacer cosas que no debías y no haber dicho que no querías hacer. No saber decir no a tiempo en los negocios, te llevará directo al fracaso y a la ruina económica, por aceptar trabajos a precios por debajo de tu valor o incluso gratis. O a malgastar tu tiempo en cosas que no te aportan absolutamente nada. Las personas que no saben decir no, son personas impulsivas que ante cualquier invitación dicen que sí, sin pararse un momento a pensar si realmente pueden y les conviene aceptar, y después se torturan con pensamientos sobre lo débiles, cobardes o inútiles que son. Es tan grande la
necesidad que tienen de agradar a los demás o tan baja su autoestima que la primera palabra que les sale de la boca es si a todo. Si te cuesta mucho decir no sobre todo si llevas años diciendo que si a todo, debes aprender a hacerlo ahora mismo, porque cada día que pasa te sentirás peor por la incoherencia en cómo se desarrolla tu vida, haciendo unas cosas cuando te gustaría estar haciendo otras, estando en sitios en los que no te gustaría estar, cobrando menos dinero del que deberías cobrar y en definitiva conformándote con todo y llega un momento en que empiezas a sentirte mal, y tu cuerpo empieza a producir sustancias químicas que te hacen sentir muy mal por no tener el control de tu vida, impotencia y enfermedades como la depresión, la fibromialgia y otras más graves, aparte de ser un perdedor toda tu vida porque difícilmente lograrás los objetivos que te propongas. Las personas que dicen si a todo empiezan muchas cosas que nunca terminan, porque sus metas se ven continuamente interrumpidas por las necesidades y los deseos de otras personas a los que no saben negarse. Cuando lo que piensas, dices y haces está en concordancia, te sientes dueño y decisor de tu propia vida, te sientes poderoso, en total equilibrio y armonía fabricando entonces tu cuerpo sustancias que te conducen a la salud, al éxito y al poder. Probablemente ya hayas experimentado la sensación de decir si, y al rato pensar porque lo hiciste, cuando realmente querías decir que no como tener que ir al cine con las amigas cuando en realidad no querías y al rato maldecirte por no haber dicho que sí, o acompañar a tu hermana de compras cuando preferías quedarte en casa estudiando. Y si has tenido la valentía y la inmensa suerte de experimentar la sensación de decir no cuando querías decir no, como decirle a tu jefe que no te parecía bien el sueldo que te pagan, o a tu familia que no quieres ir a una comida habrás podido observar la diferencia entre las dos reacciones de tu cuerpo ante un situación y otra. Las siguientes pautas te ayudarán a decir no con determinación, cuando así lo desees: 1. Cuando alguien te haga una invitación o una petición repite mentalmente la pregunta y piensa antes de contestar lo que vas a decir, y dile a la persona que lo pensarás y le darás la respuesta más tarde. 2. Piensa que tan digno y respetable es decir que si, como decir que no. Tienes todo el derecho del mundo a elegir la respuesta que más te convenga en cada caso. La mayoría de las personas comprenden que puedas decir no y respetan tu respuesta, porque ellas también lo hacen. 3. Acepta que negarse a un compromiso es bueno porque permite que cumplas con tus compromisos ya adquiridos anteriormente, y te conviertes en una persona que cumple su palabra. 4. Entiende que rechazar las peticiones de las personas no quiere decir rechazarlas ni herirlas, tan sólo que esa petición concreta no te interesa. 5. Aléjate de aquellas personas que se enfadan cuando les dices que no, de los chantajistas emocionales que te impiden la libertad de decir no a sus peticiones y de
las personas que hagas lo que hagas nunca se sienten felices con tu comportamiento, para aprovecharse de ti, siempre que así lo deseen 6. Cuando por fin hayas aprendido a decir no, entonces no cedas al chantaje emocional de las personas que te dicen que con tu actitud te has convertido en una egoísta porque ya no estás dispuesta a rendirte a su egoísmo. 7. Practica diciendo no en cinco ocasiones durante veinte días.
El poder de la paciencia Con paciencia tienes muchas más posibilidades de cumplir tus objetivos, ser más feliz, más amable, más tolerante, tener más autocontrol, curar tus enfermedades, y tener más esperanza y fe en cualquier cosa que quieras lograr.
La paciencia es una habilidad clave para el éxito, y nadie nace con ella, por lo que deberías poner el máximo esfuerzo en aprenderla. Las personas impacientes aplazan las acciones necesarias para conseguir sus propósitos, y en su lugar realizan aquellas acciones que les proporcionan beneficios inmediatos, como comer compulsivamente, socializar en las Redes Sociales o ponerse a ver una serie de televisión, pues prefieren los beneficios a corto plazo. La mayoría de las personas, buscando soluciones rápidas a sus problemas se dejan manipular por anuncios del tipo “dietas exprés”, “éxito rápido”, “millonario en un mes” , etc., sin comprender que para alcanzar cualquier meta son necesarios unos pasos que requieren tiempo. Las personas impacientes abandonan sus metas justo cuando están a punto de alcanzarlas, y como van dejando las metas sin terminar van perdiendo la confianza en ellas mismas. Acaban pensando que son incapaces de terminar lo que empiezan y no saben porque. Y es muy difícil convencerles de que las metas sólo las acaban aquellas personas que luchan con perseverancia, aprenden a superar los obstáculos y saben esperar al momento adecuado. Las personas impacientes suelen ir saltando de pensamiento en pensamiento, de tarea en tarea, de preocupación en preocupación. Antes de acabar un pensamiento, una tarea o una preocupación ya están saltando a otra, pues no tienen paciencia para terminar nada.
La multitarea es el denominador común de las personas impacientes, pensando que es la única forma de llegar a todo. Las personas impacientes son nerviosas, sufren de estrés, se frustran por no acabar las cosas que empiezan y siempre van sobrecargadas porque creen que pueden hacer más cosas que las que realmente el tiempo les permite. No tienen buenas relaciones personales porque no tienen paciencia para dejarlas hablar y acaban terminando sus frases por ellas, no escuchan, cambian de tema, y las personas se cansan de estar con alguien así de impaciente porque provoca tensión y nervios en el ambiente porque es alguien que siempre tiene prisa, y la contagia a la gente que hay a su alrededor.
Son personas que cuando preguntan, antes de que la persona responda ya están formulando otra pregunta, o contestando ellas mismas. Las personas impacientes también suelen tener mala relación con el dinero, porque como no tienen paciencia para esperar a reunir el dinero suficiente para comprar lo que desean, prefieren endeudarse aumentando así cada vez más su ratio de endeudamiento.
Las buenas cosas pasan a quienes tienen paciencia y saben esperar el tiempo que hay que esperar. Ser paciente te permitirá sobrellevar mucho mejor los fracasos, pues sabrás que superarlos sólo es cuestión de tiempo y volverás a intentarlo, y verás el fracaso como una oportunidad para aprender, mejorar y volver a intentarlo, en lugar de verte como una persona fracasada porque tiene fracasos de vez en cuando.
Sin fracasos no hay éxito. Las personas impacientes se desesperan ante situaciones difíciles y no toleran bien los fracasos ni las situaciones complicadas. Las siguientes pautas te ayudarán a tener paciencia, y con ello el autocontrol necesario para alcanzar cualquier meta que te propongas: 1. Cuando estés realizando una actividad, mantén tu concentración en la actividad que estés realizando sin pensar en nada más, y dedícale todo el tiempo del mundo hasta que la termines. Si tienes problemas de concentración empieza con tareas sencillas, y no las abandones hasta que las termines. 2. Tómate cada problema de la vida como una oportunidad para encontrar la solución sin perder la calma en momentos de crisis, porque cada problema te ayudará a cultivar la paciencia en todos los momentos de la vida. Por ejemplo, en lugar de perder la paciencia cuando tu hijo llora pregúntate que es lo que le pasa y cómo puedes calmarle; o cuando alguien conduce muy despacio pregúntate si está buscando aparcamiento, si es una persona mayor o si le está pasando algo. Si quieres comprar algo, espera a reunir el dinero en lugar de endeudarte para tener lo que deseas al instante. 3. Pasa todo el tiempo que puedas en contacto con la Naturaleza, contemplando y admirando la belleza de la misma, pues ella es uno de los mejores aliados para cultivar la paciencia: un paseo por el mar, un paseo por el bosque o por el parque, contemplar la puesta de Sol , fijarte en los árboles que hay por el camino … 4. Sé agradecido por las cosas incluso antes de tenerlas, pues el sentimiento de gratitud te quita la desesperación por obtener o hacer más cosas inmediatamente.
5. Al final del día agradece las tres mejores cosas que has tenido o te han ocurrido (Levantarte feliz, ver a tus hijos por la mañana, tener un trabajo, pasear por la calle, tener comida para ti y tu familia, haberte atrevido a pedir un aumento de sueldo, haber ido al gimnasio, etc. ..). 6. Encuentra las técnicas de paz mental que te vayan mejor como respirar profundamente durante unos minutos, la meditación o el yoga.
El poder de la concentración total Estamos tan ocupados y con tantas cosas que hacer, que muchas veces nos resulta difícil concentrarnos en una sola cosa y hacemos varias cosas a la vez sin tener el foco en ninguna de ellas. Cuando realizas varias tareas a la vez, no puedes estar concentrado al 100% en cada una de las actividades que estás realizando, sino que estás semi-concentrado, y por eso los resultados también son semi-resultados, es decir mediocres. Estar totalmente concentrado en una actividad significa utilizar toda la energía mental y física en esa actividad, y descartar todo aquello que no sirva para realizar dicha actividad. (Móvil, televisión, periódico, redes sociales, otros pensamientos, etc.). Cuando te acostumbras a realizar varias actividades que no requieren toda tu atención, vas perdiendo la habilidad de concentrarte en una sola cosa, y acabas haciendo un poquito de todo a la vez: trabajar, escuchar música, contestar wasaps, comer y ver la televisión. Las personas que ya tienen la mente “multitarea”, necesitan hacer varias cosas a la vez, y cuando se quieren concentrar en una sola cosa no pueden. Su mente está tan acostumbrada a hacer varias cosas a la vez, que cuando necesita concentrarse en una sola cosa, entonces busca el móvil o se va hacia otros pensamientos u otras acciones que mantengan su mente en multitarea. Se han acostumbrado a hacer las cosas con interrupciones, por lo que si no las tienen se las buscan y se despistan con otra cosa. Son personas que no saben concentrarse en una sola cosa, pero cuando descubren y utilizan el poder de la concentración total en una sola actividad, empiezan a tener un mayor autocontrol, menos estrés, resultados más satisfactorios y las actividades se van realizando en la dirección de la consecución de sus metas . Las siguientes pautas te ayudarán a adquirir la concentración y la atención en una sola tarea a la vez: 1. Antes de empezar una actividad, deja tus ojos abiertos totalmente quietos sin pestañear y respira muy lentamente. Sigue en esta posición todo el tiempo que puedas y en un rato estarás totalmente concentrado realizando tu actividad con todas tus energías mentales y físicas puestas en ella. 2. Puedes hacer algo de ejercicio antes de empezar una actividad que requiera mucha concentración o pasear porque cuando realizas ejercicio liberas endorfinas, que son
sustancias que te hacen estar más feliz. Y si estás más feliz, te cuesta menos concentrarte. 3. Cada vez que te distraigas de la actividad que estás realizando o la charla que estás teniendo para ir a buscar el móvil, socializar a las redes sociales, o cualquier otra acción que te despiste de lo que estabas haciendo, ten consciencia de ello y pregúntate porque lo has hecho, en lugar de seguir concentrado en tu actividad. 4. Consigue apasionarte por la actividad que tienes que realizar. Pregúntate “¿Cómo puedo hacer esta tarea y además divertirme mientras la hago?” De esa forma será difícil que se cuelen otros pensamientos para distraerte de lo que estás haciendo. Si quieres correr, ponte un buen equipo, una buena música y ve a un lugar que te guste mucho, o corre con un grupo de gente con el que te sientas bien. Sentirse a gusto con lo que estás haciendo es una de las armas más poderosas contra las distracciones. ¿Por qué no te desconcentra el móvil cuando estás con tu enamorado? ¿Por qué no piensas en otra cosa que en bailar cuando estás en la discoteca? Porque cuando la actividad que estás haciendo te apasiona, no hay nada que te distraiga ni te aleje de ella. Para practicar el arte de la concentración total puedes empezar con la preparación de la comida evitando caer en la tentación de coger el móvil o hacer ninguna otra actividad mientras cocinas por ejemplo una deliciosa paella. Cuando pones todo el cariño y atención a lo que estás haciendo el resultado obtenido es excelente. Cuando haces multitarea el resultado obtenido en cada tarea es mediocre, y lo puedes comprobar con el resultado obtenido en una paella a la que le has dedicado toda tu atención, y en otra, a la que mientras cocinabas ,contestabas al teléfono, veías las noticias y mirabas el Facebook. 5. Descansa, pues cuando estás cansado el poder de concentración total dura menos poco tiempo. Por eso es importante realizar las actividades que requieren más concentración cuando tienes los niveles de energía más altos, que para la mayoría de las personas es a primera hora de la mañana. 6. Alterna períodos de concentración máxima con momentos de relajación total. Y relajación total no es leer mails, socializar en las redes sociales o contestar el móvil. Los momentos de descanso son para relajarse realizando respiraciones profundas, pequeños paseos o meditar.
El poder de la fe en tu meta. Tener fe en la meta que quieres cumplir, significa que sabes que vas a alcanzarla sin ninguna duda, y por eso no te importa invertir toda tu energía física y mental en todas las acciones que tienen que llevarte a conseguirla. Tener fe en tu meta, es algo mucho más poderoso que creer en tu meta, es SABER que vas a cumplirla y el poder de la fe es tan grande, que hace que actúen dentro de ti unas fuerzas que te hacen imparable, hasta conseguir aquello que te has propuesto. Son las fuerzas de la pasión, de la autoconfianza, de la autodisciplina y de la constancia. La fe te impulsa a dedicarte en cuerpo y alma, día y noche en las acciones que te conducen hacia la meta que quieres conseguir. Una persona sin fe se centra más en lo negativo que en lo positivo y se rinde fácilmente, pues cuando falla una vez, llega a la conclusión de que no vale la pena seguir intentándolo porque va a volver a fallar. En cambio, una persona que tiene fe en lo que hace siente los fallos como experiencias que hay que superar para mejorar, y no deja de apasionarse por la meta que desea alcanzar por más veces que falle. Cuando tienes fe en la meta que quieres alcanzar, la confianza y seguridad que tienes en ella hace que superes todas las dudas, obstáculos y aquellas preocupaciones que se presentan en el camino, sin rendirte jamás, porque sabes que antes o después vas a alcanzar la meta propuesta. Te levantas cada día con ganas y energía para realizar aquellas acciones que te van a llevar a lograr lo que te has propuesto. Puede que al principio no tengas fe en tu meta, pero a base de hacer las acciones que te llevarán a ella, poco a poco vas adquiriendo la fe tan necesaria para llevarla a cabo. Por ejemplo, muchas personas no se creen capaces de que van a poder conducir solas. A base de la práctica diaria, poco a poco van convenciéndose de que van a lograrlo. Por eso, cuando quieres conseguir algo, aunque al principio no te salga bien, no sepas muy bien cómo hacerlo o no tengas fe en que vas a lograrlo, haz igualmente cada día los pasos que te llevarán a tu meta y poco a poco irás teniendo la fe en ella. Las siguientes acciones te ayudarán a consolidar la fe en tu meta: 1. Expresa de forma muy clara la meta que estás persiguiendo. Muchas veces no es que no tengamos fe en la meta que queremos conseguir, pero somos muy ambiguos o generalistas y al no tenerlo muy claro tampoco somos capaces de saber lo que ocurrirá o cuáles serán los próximos pasos a dar, con lo que es muy difícil que se cumpla, o creernos que se va a cumplir. 2. Dedica todo el tiempo que puedas a tu objetivo e invierte toda tu energía física y mental en él, pues con ello conseguirás tener fe en que lo vas a cumplir.
3. Es normal que muchas veces desfallezcas y pienses que no vas a cumplir el objetivo, pero si sigues con disciplina y perseverancia llegarás a tener fe en tu meta. 4. Hazte un fiel seguidor de tu meta y no te dejes de serlo por las críticas de los demás porque tú eres el único juez de tus actos, y dueño de tu vida. 5. Visualiza y obsesiónate con tu objetivo, mañana, tarde y noche como si fuese tu dosis de medicación. 6. La meta o el objetivo que quieres conseguir tiene que ser realista, o sea que es realizable por una persona porque antes lo ha realizado ya. Realista es conseguir un millón de euros, no realista es tirarse de un quinto piso y volar. 7. Haz un esfuerzo mental grande para visualizar tu meta y los pasos que te llevarán a ella. Mentalízate de que lo conseguirás hasta conseguirlo, y siéntelo con total convicción en lo más profundo de tu ser. 8. Indica en qué fecha vas a lograr tu objetivo. 9. Realiza afirmaciones diariamente. 10. Ten una actitud de ganar, lograr y vencer.
Cultiva la fe en tus metas, pero también en ti mismo, porque una persona que cuenta con la fe es capaz de conseguir todo lo que desea.
Fin de la Etapa 4 donde has conocido las habilidades indispensables para conseguir cualquier meta.
Paso a la Etapa 5 y última: qué hacer para no abandonar jamás en aquello que te propongas, hasta que lo consigas
Acción Todos queremos triunfar, todos queremos conseguir nuestras metas y lograr nuestros deseos, todos proclamamos que vamos a lograrlo, pero cuando nos damos cuenta de las actividades y el esfuerzo que hay que hacer para lograr una dieta, escribir un libro, cambiar de trabajo, aprender un idioma nuevo, comprar una casa nueva, reunir un millón de euros, o cualquier meta que deseemos, entonces muchas veces abandonamos. Un objetivo, una idea, un pensamiento o un plan no sirven para nada si no los llevas a la práctica porque sin acción no hay resultados. ¿De qué sirve saber y decir que lo mejor es una vida saludable si comes todo lo que te apetece y no te cuidas? ¿De qué sirve decir que te levantarás cada día más pronto si luego no lo haces? ….. ¿Por qué cuesta tanto llevar a la acción los planes que uno piensa y dice para una vida mejor? Porque vivimos en un mundo lleno de distracciones, porque somos perezosos por naturaleza e impacientes para obtener resultados a medio/largo plazo. Porque nos gusta perder el tiempo, y a veces perder el tiempo se convierte en un círculo vicioso, porque cuanto más pierdes el tiempo, más fácil es encontrar distracciones y aplazar las cosas que tienes que hacer. Porque solemos postergar las cosas para más tarde, diciéndonos a nosotros mismos que cuando se den las circunstancias oportunas, o cuando tengamos más confianza o cuando estemos listos “lo haremos”. Sin embargo, pasa la vida y ese día nunca llega. Muchas personas se conforman más en aparentar que en hacer, por eso les encanta exhibir sus logros por pequeños que sean.
Si no haces lo que dices, defraudarás a las personas que confían en ti y al final nadie te tomará en serio, ni siquiera tú mismo. Para los triunfadores, lo más importante es el compromiso y la responsabilidad, y saben que no hacer aquello con lo que se han comprometido para cumplir las metas establecidas, lleva a las personas a un hoyo cada vez más profundo del que cuesta mucho salir por la frustración, ansiedad y depresión que ello produce. Los triunfadores lo saben, porque probablemente algún día ellas estuvieron en esa situación, de hablar mucho y hacer poco, hasta que aburridas de su propio discurso decidieron hacer mucho y hablar poco. Las personas exitosas y que no dejan de aprender para su desarrollo personal, saben que el pasado es para aprender de los errores y no repetirlos.
Cuando estés realizando las acciones que te llevarán a tu meta, pensarás que no está pasando nada (no estás adelgazando, no estás consiguiendo el trabajo). Te garantizo de que si sigues con las acciones marcadas desde el primer día sin desfallecer, aparte de crecer terminarás la meta que te has marcado, si la meta está claramente definida y los pasos que te llevan a ella también. La mayoría de las metas que te propones no se terminan porque te impacientas por ver los resultados que a veces toman su tiempo. Y lo peor de todo, es que muchas veces has abandonado cuando, sin saberlo, estabas a punto de conseguirlo. A mí me encanta la historia del bambú japonés: Plantas la semilla del bambú y durante los primeros siete años no pasa nada apreciable, pero si la riegas y realizas las actividades periódicas necesarias para su cuidado, a partir del séptimo año ¡la planta crece más de 30 metros! Las siguientes pautas te ayudarán a hacer lo que dices que vas a hacer para conseguir los objetivos que te vas marcando a lo largo de tu vida, 1. Reconoce que tú eres el único creador y responsable de tus éxitos y tus fracasos según las actividades que decides hacer en cada momento de tu vida. Tú recoges aquello que vas sembrando, pues toda causa produce su efecto correspondiente (si comes mucho no conseguirás la meta de adelgazar, si gastas mucho no conseguirás tu meta de ahorrar…). 2. Identifica en cada momento de tu vida la meta que quieres conseguir y haz el plan de acción detallado con las acciones que te llevarán a esa meta. Haz las acciones tal como habías previsto, pues la vida te devolverá los resultados de las acciones realizadas. 3. La parte más difícil de toda tarea es empezarla, porque tratas de evitar algo que no sabes si te saldrá bien, o que te aburre o que es difícil. Lucha para vencer la resistencia al inicio de la tarea, y tendrás grandes posibilidades de realizarla exitosamente. 4. Desvía tu atención de las distracciones física y mentalmente. Saca el móvil de tu habitación si tienes que escribir, o los dulces si estás de dieta. 5. No pongas excusas en el momento que te habías comprometido a hacer algo. 6. Deja de lado las cosas que no son importantes y haz de inmediato las cosas que tenías marcadas que ibas a hacer, dejando lo otro para después. 7. No esperes a que se den las condiciones perfectas para hacer lo que te habías propuesto. Si tienes previsto correr a las seis de la mañana hazlo. Y si no lo haces di que no lo vas a hacer. 8. Delega en otras personas aquellas tareas que no te aportan valor, y no quieras hacerlo todo para sentirte útil y que te quieran. 9. Enfócate en los resultados que quieres obtener, y no en lo que puedan pensar las demás personas sobre ti. 10. Comprométete totalmente para llevar a cabo lo que te has propuesto hacer.
11. Piensa en el sentimiento de alivio y la sensación de bienestar que provoca terminar la tarea que te has propuesto. 12. Identifica, autoevalúate y reflexiona con frecuencia para ver si lo que dices y piensas está en concordancia con lo que haces y corrige si no es así, porque una de las causas que causan más infelicidad y desdicha en las personas es no estar en concordancia con lo que dicen que va a hacer y con lo que hacen. 13. Reconoce tus errores y no des importancia a si te equivocas, o a lo que piensen los demás pues tú eres el único juez de tu vida, así que no dejes nunca de hacer cosas por miedo a equivocarte.
Las personas que no hacen lo que han dicho que van a hacer, defraudan a quienes han confiado y puesto las expectativas en ellas, por lo que al final no son tomadas en cuenta.
Las excusas La mayoría de las personas se ponen excusas para no cambiar y para no hacer nada, pero las personas que alcanzan sus sueños no inventan excusas, actúan. Excusas hay de todos los tipos, pues todos tenemos una gran variedad de excusas que utilizamos para intentar ser coherentes con lo que hemos dicho que íbamos hacer, como “No tengo tiempo”, “Ya lo haré mañana”, “Por un día que me salte la dieta no pasa nada”, “He llegado tarde por el tráfico”, “El Facebook me atrapó”… La falta de tiempo, la falta de recursos, el miedo, el perfeccionismo o el no querer renunciar a nada para conseguir tu meta son las excusas perfectas para no hacer nada. La falta de tiempo: Si el tiempo es lo que te limita a seguir con la meta que te habías propuesto,
párate a reflexionar si realmente esa meta era tan importante para ti. De lo contrario, puedes sacar tiempo a muchas actividades que no te están aportando nada a tu vida, como aquellos compromisos a los que acudes porque te preocupa lo que puedan pensar los demás. O aquellas acciones que haces porque piensas que sólo las puedes hacer tú y no delegas. O aquellas cosas que no dejas de hacer porque ya has invertido mucho tiempo y dinero en ellas, o ineficacias como hacer la compra cada día en lugar de planificarte y en general la falta de planificación. Si tienes muy clara la meta que quieres realizar y siente verdadera pasión por ella, conseguirás los recursos ahorrando, incrementando ingresos, pidiendo un préstamo, buscando recursos económicos, compartiendo tu meta con alguien, o cualquier otro método. La falta de recursos
Búscate la vida y encuentra los recursos para cualquier cosa que te propongas. Las personas de éxitos son eficaces (alcanzan sus metas) y eficientes (con los recursos que tienen) El miedo: El
miedo es pensar que algo malo va a suceder aunque no tengas evidencia de ello, por eso si la evidencia no es real, actúa aunque tengas miedo pues todos tenemos miedo. El miedo no es real, el peligro si, pero a veces te dejas vencer por él miedo que no es real, y éste te impide hacer la vida que te mereces. Es evidencia real de que algo malo va a pasar si te tiras por la ventana, pero no es evidencia real de que algo malo va a pasar si lanzas una WEB de afiliados. No querer renunciar a otras cosas:
Hay personas que quieren ser delgadas sin dejar de comer bollería y fritos, o quieren ganar más dinero pero también estar todas las tardes en las redes sociales. Y para conseguir ciertas cosas irremediablemente hay que renunciar a otras.
Centrarse en lo que no pueden controlar.
Muchas personas centran su energía y sus quejas en lo que no pueden controlar (el tiempo, la crisis, la familia) y eso les impide actuar, en lugar de centrarse en lo que pueden controlar y actuar (cambiar de trabajo, buscar nuevos ingresos, etc.). Son aquellas personas que cuando no encuentran trabajo no se ponen a buscarlo con la excusa de que con lo mal que está todo no lo van a encontrar. Falta de conocimientos Hoy
en día la falta de conocimientos no es impedimento para realizar cualquier cosa que se quiera lograr, porque están al alcance de todos recursos, libros en Bibliotecas, cursos, manuales en Internet o subcontrataciones para poder llevar a cabo cualquier meta alcanzable. La excusa de “No sé cómo hacerlo” ya no sirve, pues ·googleando· se puede saber hacer todo lo que uno necesita, si está apasionado con ello. Buscar información indefinidamente La
falta de conocimientos puede será tan buena excusa como el exceso de información para no tomar acción. Hay personas que establecen muy bien los objetivos y el plan para llevarlos a cabo, pero nunca tienes la suficiente información para pasar a la acción y se acaban convirtiendo en coleccionistas de información. Está muy bien tener información sobre algo que vas a hacer, pero llega un momento que la búsqueda de información para escribir un libro, meditar, ganar dinero, hacer deporte, hacer una dieta, cambiar de trabajo o lo que sea se convierte en una excusa para no mover un dedo. Es más cómodo estar en el sofá leyendo como ser un experto en ventas que empezar a vender. Si tu deseo es vender más llega un momento que es más efectivo empezar a realizar llamadas y ponerle ganas, determinación, sudor, iniciativa, esfuerzo y tiempo y salir a la calle a vender, en lugar de seguir leyendo más teoría y acudiendo a cursos sobre ventas sin fin. Se acaba cayendo en la parálisis por el análisis. El perfeccionismo Hay
personas que esperan a tener los mejores recursos o a tenerlo todo perfecto para empezar a hacer algo: No hace falta que tengas el mejor traje del mundo para ir a entrevistas de trabajo hasta que empieces a hacer entrevistas, ni que estés perfeccionando el currículo y nunca lo acabas de enviar. No esperes a tener el mejor equipo de meditación para empezar a meditar, o a tener dinero para lo que sea. Ser un perfeccionista no te llevará a la consecución de tus metas. No veas la falta de dinero o conocimientos como obstáculos insalvables para comenzar a hacer lo que quieres. La mayoría de las excusas son justificaciones que nos hacemos por algo que no hacemos y deberíamos hacer. El no hacer lo que debemos hacer nos crea una tensión interior, y al final optamos por no hacerlo por liberar rápidamente esa tensión y angustia. Pero esa liberación es momentánea ya que después nos sentimos peor por no haber hecho lo que realmente debíamos hacer. Nos frustramos, nos agobiamos y nos convertimos en víctimas de nuestra existencia, en lugar de personas con entusiasmo, alegría y determinación para ganar, vencer y lograr. La excusa que nos ponemos para no hacer una determinada actividad cuando toca es un autoengaño y al final como tal puede traer fatales consecuencias.
Planifica, actúa, corrige y mejora.
La constancia Para conseguir cualquier meta es imprescindible tener constancia, o lo que es lo mismo, un trabajo diario, permanente y organizado. Con la constancia no hay nada que no puedas ser, ni nada que no puedas tener, ni nada que no puedas alcanzar. El trabajo duro no sirve para nada si no lo haces de manera constante. Tiene mucho más efecto hacer un pequeño esfuerzo todos los días, que hacer un esfuerzo muy grande sólo un día. Hacer las cosas un día o dos no sirve para nada, te desmotiva y te hace malgastar energía física y psicológica (correr un día entero no sirve para nada pero si una hora cada día). Muchas personas empiezan sus metas con gran entusiasmo pero al poco tiempo abandonan, porque lo más difícil para conseguir una meta es ser constante (hacer la dieta cada día para adelgazar, enviar cada día cartas para cambiar de trabajo, hacer cada día las tareas indicadas montar un negocio, hacer cada día visitas a clientes para ganar más dinero, estudiar cada día para preparar un examen, levantarse cinco minutos antes cada día para ser más puntual…). La falta de constancia se debe a que no disfrutas con la actividad que tienes que realizar para llegar a tu objetivo, como comer verduras cada día, o porque los resultados no llegan con suficiente rapidez y tiras la toalla o te distraes por otras cosas que suceden en tu vida, porque la expectativas que tenías no se están cumpliendo o por cualquier obstáculo de la vida. Y para conseguir cualquier meta que te propongas debes estar motivado, no perder el foco, pero sobre todo ser constante. Cuando dejas lado tu actividad por unos días te empiezas a sentir culpable, por haber roto el compromiso que habías hecho contigo mismo (ir a correr todos los días, ahorrar, cenar ensalada, no comer más chucherías…). Las siguientes pautas te ayudarán a ser constante y no tener más ese sentimiento de culpabilidad: 1. Asegúrate de tener definido tu objetivo de forma clara y precisa, que sea realista, medible y alcanzable. Asegúrate de que sabes para que y porque quieres conseguir esa meta u objetivo que te has propuesto. Si no puedes explicar la meta que persigues a un niño de tres años, tienes grandes posibilidades de abandonarla en seguida, por mucho que te esfuerces en ser constante. Debes visualizarte explicando a un niño de tres años tu meta, él te preguntará que significa lo que le estás diciendo, tú se lo explicarás más sencillamente, él te preguntará para que lo quieres, explícaselo. Si eres capaz de
recrearte en esta escena visualmente y responder a todas las preguntas que te puede hacer un niño pequeño entonces tu meta está muy bien definida. 2. Asegúrate de que la meta que quieres alcanzar nace del fondo de tu corazón y no impuesta o manipulada por otras personas. 3. Ten fe ciega de que vas a conseguir la meta que te has propuesto, pues la falta de fe es uno de los principales motivos por lo que las personas no son constantes en sus metas y abandonan. Si estás buscando trabajo, pero no estás convencido de que vayas a encontrarlo a la que lleves tres días enviando currículos tirarás la toalla. Si no estás convencido que vas a tener mucho mejor aspecto con la dieta que sigues a los cuatro días abandonarás. 4. Céntrate en el objetivo, pero también en los pasos que tienes que dar para llegar al objetivo, pues muchas veces te planteas un objetivo, pero sin planificar ni tener en cuenta lo que hay que hacer para llegar a él. De la misma forma que para planificar un viaje no te centras sólo en el destino sino también en las acciones que tienes que realizar para llegar a él (preparar la maleta, comprar cosas, reservar el vuelo, reservar el hotel, preparar dinero para el viaje, etc…) lo mismo debes hacer para cualquier meta que deseas realizar: concretar las acciones que debes hacer para alcanzarlo. 5. Ten en cuenta todos los imprevistos que se pueden dar en el momento de realizar las actividades que te llevan al objetivo, para igualmente realizarlas. Por ejemplo si te has propuesto ganar una maratón, debes tener en cuenta todo lo que necesitas para que nada te impida ser constante en tu entrenamiento diario (que pasa si un día llueve, o si estás enfermo, o si has perdido las deportivas….). Se realista cuando confecciones los planes que te van a llevar a conseguir tu meta, como los quehaceres diarios, tu trabajo, o problemas imprevistos para que puedas realizar las actividades cuando toquen. 6. Tu estado de ánimo no debe ser un paralizador para llegar a tu meta. Por ejemplo si te ha dejado el novio no es motivo para no hacer ejercicio diario si era parte de tu actividad diaria para llegar a la meta propuesta, o si te han ascendido y lo quieres ir a celebrar con tus amigos. Ni la depresión en un momento determinado, ni la euforia, ni en definitiva ningún tipo de emociones te deben apartar de realizar la tarea que te toque independientemente de si estás motivado, cansado o sea cual sea tu estado de ánimo, si lo que deseas es la constancia que se requiere para alcanzar cualquier meta que te hayas propuesto. Es posible que no puedas controlar tus emociones, pero hay que mantener firme el rumbo, hacia eso por lo que un día planificaste una serie de acciones para conseguirlo y en caso de abandonar sólo habrá servido para perder el valioso y escaso tiempo que todos tenemos. 7. Conviértete en una persona responsable que responde a los compromisos que adquiere consigo mismo. 8. Determina las estrategias y lo que vas a hacer para cuando te sientas cansado para realizar las actividades que debes realizar. 9. Reconoce que las cosas no cambian de hoy para mañana. No te bases en la velocidad de los resultados ni con los demás, pues hay personas a las que les cuesta llegar más
despacio que a otras. Compárate contigo mismo, si hoy estás a un paso más de tu meta que ayer. 10. Si un día has hecho más de lo previsto, no es excusa para no seguir con la acción al día siguiente. Por ejemplo, si hoy has corrido tres horas y tu entrenamiento era de una hora es tu problema. Mañana deberás realizar el entrenamiento de una hora aunque estés agotado. La constancia implica no abandonar las actividades diarias previstas hasta que llegues a la meta. Cumple cada día, y si un día te pasas, cumple al día siguiente y al otro y al otro. 11. Crea un ambiente propicio para la realización de la actividad. 12. Piensa lo que vas a perder por no hacer la actividad que deberías hacer para llegar a tu objetivo. 13. Reconoce que tener constancia requiere tiempo y mucha disposición por tu parte pero que los beneficios que se obtienen con ella son increíbles, y que sólo pueden disfrutar los campeones y personas exitosas que han aprendido a tener constancia en todo lo que se proponen hasta conseguirlo. 14. Aprovecha cada momento para crecer y superarte. 15. Incorpora la actividad que debes realizar diariamente después de un hábito que ya tengas implementado en tu vida. Por ejemplo justo después de lavarte los dientes hacer los diez minutos de meditación que te llevarán a tu objetivo de tener más templanza. O, justo después de comer salir a pasear una hora. Todo lo que puedas automatizar o convertir en un nuevo hábito en tu vida tiene muchas más posibilidades que lo hagas con constancia. 16. No mires atrás, o como eras antes o las metas que abandonaste y en qué punto te encuentras ahora. No te culpes de lo que hiciste mal, sino que aprende ello. Es el momento de concentrarte en lo que puedes hacer hoy, y prepararte para lo que harás mañana.
La habilidad más poderosa: la persistencia La persistencia consiste en no abandonar una meta hasta conseguirla, aunque fracases una y otra vez. Una persona persistente insiste en aquello que desea obtener, enfrentándose a las dificultades y a los problemas cuando aparecen y busca la forma de superarlos, aprendiendo de lo que no ha salido bien, para planificarlo de otra manera. La persona persistente trabaja duramente, y es paciente, pues sabe que las cosas no salen a la primera. Para tener éxito se necesitan muchas habilidades pero la más importante es la persistencia, porque te permite alcanzar todo lo que te propongas por más grandes que sean los obstáculos que aparezcan en el camino. Tus conocimientos y habilidades te harán avanzar en la dirección correcta hacia tu meta en los buenos tiempos, pero si no aprendes a ser perseverante abandonarás a la que aparezcan las primeras dificultades. Por eso, la persistencia es la habilidad más importante de las personas exitosas. Tu persistencia no dejará que abandones tus metas por las críticas de otras personas, las que te dicen que no vas a lograrlo, las que te hacen dudar, o las que se ríen de ti. Tu persistencia no te hará abandonar aunque ya nadie confíe en ti porque te has quedado sin dinero, sin trabajo y sin nada para perseguir esa meta. La mayoría de las personas exitosas no son mejores que tú, pero si más persistentes, les da igual fracasar porque se levantan y siguen hasta que alcanzan lo que se han propuesto y no se rinden porque tienen fe ciega que van a lograr lo que se han propuesto. Las personas exitosas saben que hay que sacrificarse para conseguir lo que desean, en contra de lo que intentan vender algunos charlatanes sobre lo contrario. La única forma de conseguir todo aquello que uno desea es esforzarse mucho y trabajar muy duro y con enfoque, y ese esfuerzo te hace cada vez más fuerte para reponerse de cualquier caída. Las siguientes pautas te ayudarán a ser más persistente: 1. Despiértate y acuéstate visualizando la meta principal que quieres conseguir en estos momentos. Obsesiónate con ella. 2. Escribe el motivo por el cual haces cada día lo que haces. Lista todas las razones por las que quieres alcanzar la meta. (Por ejemplo, escribir un libro para ayudar a todas las personas a ser más felices consiguiendo sus metas, hacer una maratón para ganar, ganar x € para comprar la casa de la Calle X, o cualquiera que sea la meta que quieras
conseguir). 3. Esfuérzate para que la meta que te has propuesto sea increíble, y te proporcione resultados increíbles, porque así estarás siempre motivado para seguir adelante por más grande que sea cada caída. 4. Apasiónate por tu meta. Si tienes pasión por tu meta, seguirás adelante sin que te importen las dificultades que aparezcan en el camino. La pasión por una meta te lleva directamente al éxito. Si lo haces sólo por dinero es más probable que abandones en seguida cuando aparezcan dificultades. 5. Da lo mejor de ti e invierte hasta la última gota de energía en cada actividad que tengas que realizar para llevar a cabo tu objetivo. 6. Trabaja duro, pues la vida no recompensa lo fácil, sino echa un vistazo a lo que has conseguido y piensa si fue fácil o no. Así tienes que estar dispuesto a trabajar duro, pero inteligentemente, y si fracasas utiliza el fracaso como aprendizaje y para replantear la estrategia para llevar a cabo tu meta y sigue adelante. Y si amas lo que haces, aunque trabajes duro, puede ser divertido.
“Cuantas más piedras encuentre en el camino, más grande construiré mi castillo” 7. No te conformes con lo que tienes, con lo que recibes o simplemente con sobrevivir y lucha por lograr tus sueños por más difíciles que parezcan. Esfuérzate en ser el mejor. 8. Enfócate en una sola meta, porque de esa forma tendrás todas tus fuerzas mentales y físicas disponibles para reponerte de las caídas y seguir. Si estás haciendo varias metas a la vez es más probable que caigas y no te levantes. 9. Empújate a hacer lo que tienes que hacer física o mentalmente en cada momento para llegar a la meta propuesta. Olvídate de la pereza, la inseguridad, el miedo y la timidez.
El fracaso es un éxito si aprendemos de él
Epílogo Transformar una mente conformista en una mente invencible no es sencillo, y para algunas personas es incluso imposi ble. Pero para ti que compraste este libro es posible, pues adquiriendo este libro, has demostrado que eres una persona con una actitud de cambio, y esta actitud es el primer paso para destacar en cualquier aspecto y vivir en primera clase. Y si has logrado llegar hasta aquí, estás a un paso de convertirte en una persona con una personalidad poderosa, segura, que confía en sí misma, que deja de conformarse y de vivir como otros le dicen cómo tiene que vivir. Con una autoestima tan elevada que vas a ser capaz de conseguir cualquier meta que te propongas. Una tras otra, y tener en la vida el éxito que te mereces. Si yo he podido, tú también puedes. Puedes seguir mucho más en www.menteinvencible.com
Sobre el autor Soy Natalia Montolio, Ingeniera Industrial, cosechadora de muchos éxitos en la vida, pero también de muchos fracasos, o mejor dicho experiencias. Unos y otros me han hecho ver que la vida te da los resultados según las acciones que tú hagas. Por mi profesión, he tenido la oportunidad de trabajar durante años en grandes empresas como T-Systems, IESE o SEAT, lo que me ha permitido conocer miles de personas de todos los perfiles y aprender muchísimo de cada uno de ellos. He podido estudiar, observar y analizar porque algunas personas con los mismos estudios llegan a los puestos más altos de una empresa, y porque otras se pasan toda la vida en la misma posición. Como la mayoría de los Ingenieros, he sido y soy incansable y tenaz hasta encontrar la solución a todos los problemas que se me plantean sean del ámbito que sean, y por eso no dejé de investigar hasta descubrir que el éxito es de las personas que saben lo que quieren, trazan un plan claro y sencillo para conseguirlo, y lo ejecutan, sin miedo a nada, con foco, y sin importar las circunstancias que haya a su alrededor. He escrito el libro que me hubiese gustado encontrar hace años, para que hubiese aprendido mucho más rápido lo que he tardado años en aprender, y mejor practicar: un libro con instrucciones claras y precisas para tomar el control de tu mente, del cual yo he sido la primera beneficiada, deseándote lo mismo para ti, pues cuando pasas de ser conformista a diseñadora de tu propia vida a través de tus pensamientos, sin importarte lo que piensen o hagan los demás, te vuelves IMPARABLE en cualquier ámbito de tu vida, cosechando un éxito detrás de otro.
Agradecimientos Gracias a mis hijos, Marc y Paula porque cada día aprendo de ellos, por su vitalidad, su alegría contagiosa, su afán de superación, su entusiasmo y esa pasión que ponen en todo lo que hacen, porque siempre me han apoyado y por recordarme cada mañana lo maravillosa que es la vida. Gracias a Marc Reklau, por animarme a escribir este libro, por su constante apoyo y por ser una de las personas más positivas, entusiastas y motivadoras que he conocido. Una persona que sólo ve el lado bueno de las personas y el talento que hay escondido en ellas. Una persona que saca lo mejor de todas las personas que tienen la suerte de conocerlo. Yo tengo la suerte de estar a su lado y con él he conseguido mi sueño de formar un equipo con mi pareja. Gracias a mi madre que me ha enseñado la importancia de cuidar todos los detalles en todo aquello que haces, a dar importancia a las personas y hacer que siempre se sientan bien, por su espíritu de servicio y por haber estado siempre a mi lado en los momentos más difíciles. Por su generosidad infinita, por animar siempre a las personas a hacer aquello que más desean e ir detrás de sus sueños. Y por las grandes celebraciones que nos han reunido a toda la familia y por cuidar tan bien a mis hijos para que yo pudiese ir a trabajar. Gracias a mi hermano Marc un fenómeno de la medicina y más aún como hermano, por haber confiado siempre en mí, y por ayudarnos a mí y a mis hijos para que nada nos faltase nunca. Él es un gran responsable de mi exitosa carrera por tenerlo de ejemplo como persona exitosa, perseverante, apasionado de sus metas y de conseguirlas una tras otras. Él es imparable y entusiasma a todos los que tiene a su alrededor. Gracias a mi hermano Lluís por su bondad infinita y su generosidad con sus conocimientos, y con sus mejores libros que me ha regalado y que gracias a ellos he aprendido muchas cosas que no aprendes en la Universidad pero que son mucho más importantes como la felicidad y la alegría. Gracias a mi hermana Silvia, porque un rato con ella es la mejor medicina antidepresiva que uno puede tomar por la gracia y el salero que le pone a todo. Por su generosidad cuando le pides la ropa y te da lo mejor, porque de corazón quiere que seas la mejor. Gracias a mi padre, porque de él hemos sacado todos ese gran corazón que él tenía. Y porque estoy segura que es el Ángel que hace que SIEMPRE encuentre aparcamiento delante de cualquier sitio que voy. Es increíble, pero sucede siempre. Gracias a mi amiga Montse por su amistad incondicional, por sacarme de muchos apuros, y porque es la mejor persona del mundo, junto con Ana, amiga desde la juventud. Gracias a Ana por estar siempre ahí, y ser siempre sincera y hacerme ver muchas veces la realidad de las cosas.