CUENTOS PARA PENSAR II
2007
Luis Collantes Segura - Cuentos para pensar II
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INDICE
1. EL MURO ........................................................ ................................................................................... ........................... 4 2. EL ELEFANTE PRESO ....................................................... ................................................................... ............ 5 3. DIARIO DE UN BEBE NO NACIDO .................................................... 7 4. EL CUARTO REY MAGO .................................................................. 9 5. EL PAIS DE LOS POZOS .................................................................12 6. EL SUEÑO DE DIOS .................................................... ......................................................................15 ..................15 7. EL ZAPATERO RICO .......................................................................17 8. HUELLAS EN LA ARENA ..................................................................18 9. ESCONDER LA FELICIDAD ..............................................................19 10. LA TRISTEZA Y LA FURIA ..............................................................20 11. LA ISLA DE LOS SENTIMIENTOS.....................................................21 12. LA ROSA Y EL SAPO......................................................................22 13. LA MARIPOSA.............................................................................23 14. CUENTO CRISTIANO ....................................................................24 15. LA CONFIANZA ...........................................................................26 16. EL NAUFRAGIO ...........................................................................28 17. LA GOTA CLARITA .......................................................................29 18. EL DIOS QUE PERDONA LOS PECADOS ...........................................30 19. EL AMOR Y LA LOCURA...................................................................31
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20. LA GOTA DE AGUA..........................................................................33 21. ¿PUEDE MORIR EL AMOR?................................................................34 22. EL ARBOL CONFUNDIDO..................................................................36 23. EL GUSANO Y EL ESCARABAJO.........................................................37 24. LOS TRES ÁRBOLES........................................................................39 25. LA CIUDAD DE LOS POZOS...............................................................41 26. LAS GUITARRAS .............................................................................43 27. HORACIO EL CAMELLO.....................................................................44 28. EL EL CIEMPIÉS CIEMPIÉS BAILARIN Y EL EL SAPO....................................................46 29. EL NIÑO PEQUEÑO ..........................................................................47 30. EL TRISTE GUSANO……………………………………………… GUSANO…………………………………………………………………………… ………………………………......48 …......48
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1. EL MURO Dicen que una vez un hombre, era perseguido por varios malhechores que querían matarlo. El hombre ingresó a una cueva. Los malhechores empezaron a buscarlo por las cuevas anteriores de la que el se encontraba. Con tal desesperación elevó una plegaria a Dios, de la siguiente manera: " Dios todopoderoso, has que dos ángeles bajen y tapen la entrada, para que no entren a matarme". En ese momento escuchó a los hombres acercándose a la cueva en la que el se encontraba, y vio que apareció una arañita. La arañita empezó a tejer una telaraña en la entrada. El hombre volvió a elevar otra plegaria, esta vez mas angustiado: "Señor te pedí ángeles, no una araña." Y continuó: "Señor por favor, con tu mano poderosa coloca un muro fuerte en la entrada para que los hombres no puedan entrar a matarme". Abrió los ojos esperando ver el muro tapando la entrada, y observo a la arañita tejiendo la telaraña. Estaban ya los malhechores ingresando en la cueva anterior de la que se encontraba el hombre y este quedó esperando su muerte. Cuando los malhechores estuvieron frente a la cueva que se encontraba el hombre, ya la arañita había tapado toda la entrada, entonces se escucho esta conversación: Primer hombre: Vamos, entremos a esta cueva. Segundo hombre: No. No ves que hasta hay telarañas, nadie ha entrado en esta cueva. Sigamos buscando en las demás cuevas. "La fe es creer que se tiene lo que no se ve. Perseverar en lo imposible" Hay una frase muy bella que dice: " Si le pides a Dios un árbol te lo dará, en forma de semilla". Pedimos cosas que desde nuestra perspectiva humana son lo que necesitamos, pero Dios nos da aquellas con las cuales nos muestra que con cosas muy sencillas, el puede hacer mucho mas. Como en esta lectura, a veces pedimos muros para estar seguros, pero no tendría ningún mérito pues sabríamos y tendríamos la certeza de que estamos protegidos, Dios en cambio nos pide además confianza en El, para dejarlo que su Gloria se manifieste y haga que algo como una telaraña nos de la misma protección que una muralla. Si has pedido un muro y no ves mas que una telaraña, recuerda que Dios puede convertir las cosas... y confía en El.
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2. EL ELEFANTE PRESO
Cuando yo era chico me encantaban encantaban los circos, circos, y lo que más me gustaba gustaba de los circos eran los animales. También a mí como a otros, me llamaba la atención el elefante. Durante la función, la enorme bestia hacía despliegue de peso, tamaño y fuerza descomunal... pero después de su actuación y hasta un rato antes de volver al escenario, el elefante quedaba sujeto solamente por una cadena que aprisionaba una de sus patas a una pequeña estaca clavada en el suelo. Sin embargo, la estaca era sólo un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado unos centímetros en la tierra. Y aunque la cadena era gruesa y poderosa, me parecía obvio que ese animal capaz de arrancar un árbol de tajo con su propia fuerza, podría, con facilidad, arrancar la estaca y huir. El misterio es evidente: ¿Qué lo mantiene entonces? ¿Por qué no huye?. Cuando tenía cinco o seis años, pregunté a algún maestro, a mi padre o a algún tío por el misterio del elefante. Alguno de ellos me explicó que el elefante no se escapaba porque estaba amaestrado. Hice entonces la pregunta obvia: Si está amaestrado, ¿por qué lo encadenan? No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente. Con el tiempo me olvidé del misterio del elefante y la estaca... y sólo lo recordaba cuando me encontraba con otros que también se habían hecho la misma pregunta. Hace algunos años descubrí que por suerte para mí alguien había sido lo bastante sabio como para encontrar la respuesta: "El elefante del circo no escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde que era muy pequeño". Cerré los ojos y me imaginé al pequeño recién nacido sujeto a la estaca. Estoy seguro de que en aquel momento el elefantito empujó, tiró y sudó tratando de soltarse. Y a pesar de todo su esfuerzo no pudo. La estaca era ciertamente muy fuerte para él. Juraría que se durmió agotado y que al día siguiente volvía a probar, y también al otro
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y al que seguía... hasta que un día, un terrible día para su historia, el animal aceptó su impotencia y se resignó a su destino. Este elefante enorme y poderoso no escapa porque CREE QUE NO PUEDE. Él tiene registro y recuerdo de su impotencia, de aquella impotencia que se siente poco después de nacer. Y lo peor es que jamás se ha vuelto a cuestionar seriamente ese registro. Jamás... Jamás... intentó poner a prueba su fuerza otra vez... Cada uno de nosotros somos un poco como ese elefante: vamos por el mundo atados a cientos de estacas que nos restan libertad. Vivimos creyendo que un montón de cosas "no podemos hacer" simplemente porque alguna vez probamos y no pudimos. Grabamos en nuestro recuerdo "no puedo... no puedo y nunca podré", perdiendo una de las mayores bendiciones con que puede contar un ser humano: la Fe. La única manera de saber, es intentar de nuevo poniendo en el intento TODO NUESTRO CORAZÓN y todo nuestro esfuerzo como si todo dependiera de nosotros, pero al mismo tiempo, confiando totalmente en Dios como si todo dependiera de él.
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3. DIARIO DE UN BEBE NO NACIDO Octubre-5: Hoy mi vida comienza, mis padres no lo saben todavía. Soy del tamaño del polen de una flor, pero ya soy alguien. Yo seré una niña, tendré pelo negro, y ojos azules. Casi todo ha sido arreglado. Ya sé, me gustarán las flores. Octubre- 19: He crecido un poquito, pero todavía estoy pequeña para hacer cualquier
cosa por mí misma. Mi mamá hace casi todo por mí, aunque no sabe que me está cargando debajo de su corazón, ¿pero será verdad que todavía no soy una persona real?, que unicamente mi mama es la que existe. YO SOY UNA PERSONA REAL, así como una migaja de pan, sigue siendo pan, mi mamá es, y yo soy. Octubre-23 : Mi boca está comenzando abrirse, sólo pienso en un año más o menos
estaré riéndome y después comenzaré a hablar. Mi primera palabra será mamá. Octubre-24 : Hoy mi corazón comenzó a palpitar, estará palpitando suavemente por el
resto de mi vida, nunca parándose. Después de muchos años, se cansará, parará y entonces moriré. Noviembre-2 : Hola mami, me acabo de despertar, ¿que tal estas?, siento un fuerte
golpe pero no sé que es lo que pasa; ¿qué ocurre mamá?, me parece oírte llorar, ¿estás llorando por mí? Sí creo que estas llorando por mí, porque papá esta refunfuñando y dice que tú tienes la culpa. Noviembre-8 : Mamá, pronto voy a saber como eres, los detalles no importan, lo
importante es que estés junto a mí. Noviembre-13: Mamá te oigo hablar por teléfono, ¿es el doctor?, ya estás más tranquila, es algo de abortar que no sé lo que es, ¿estás llorando?.
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Noviembre-15 : Vuelves a hablar de nuevo con el doctor, te dice que el sábado será el
aborto, ¿que es un aborto mama?, sólo faltan tres días, siento que me acaricias, te quiero tanto mamá, tengo tantos deseos de conocerte, de besarte y darte las gracias por todo lo que has hecho por mí. He escuchado las palabras y comprendo el motivo de tu angustia, ¿por qué no voy a nacer? ¿no voy a poder verte? ¿nunca podré besarte?. Noviembre-17 : No llores mas mamá, no te guardo rencor, quizás sera mejor para ti y
para él, yo al fin y al cabo no podré decir nada, paro, me hubiera gustado tanto haber nacido y conocer el mundo, pronto dejaré de existir. Noviembre-18 : Siento que vamos a la consulta y que tu corazón late más de prisa, ¿te
has dormido mama?, me falta el aire, siento que una mano me separa de ti, adiós mamá, sé que en el futuro tendrás otro niño, y él sí tendrá la oportunidad de vivir junto a ti, pero nunca olvides a quien pudo haber sido tu primer hijo. ADIOS MAMA, ADIOS DE QUIEN TE QUIERE MUCHO.........
FIRMADO: Un hijo que nunca llegó a nacer.
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4. EL CUARTO REY MAGO Cuando nosotros decimos Reyes Magos ya medio hasta decimos que son tres, que son reyes y hasta le ponemos nombres: Gaspar, Melchor y Baltasar. Pero, en realidad, el Evangelio simplemente nos dice que cuando Jesús nació en Belén unos magos vinieron del oriente a adorarlo. No dice que hayan sido reyes, ni dice que hayan sido tres, ni muchos menos da los nombres. Este cuento habla de un rey mago. Y este rey había salido con los otros reyes y también había traído sus regalos. Pero traía todo lo que tenía, porque él deseaba encontrarse con Jesús y quedarse con él. Por eso, vendió todo lo que tenía, lo convirtió en joyas, en dinero, en perlas y traía todo ese cargamento para entregárselo a Jesús y decirle: - Todo lo mío te lo entrego y me pongo a tu servicio. Pero resultó que a los tres días, una tormenta fuerte de arena en el desierto, desparramó las cosas y justo cuando él iba a montar su camello para seguir a los otros tres, un pastor le dijo: - Señor, se me han desparramado todas las ovejas, ¿ Por qué no me ayuda a recogerlas? Y el hombre pensó: - ¿Cómo puedo acercarme a Jesús y decirle aquí estoy, cuando dejo a este pobre hombre de esta manera? Entonces, se quedó cuatro o cinco días con él para ayudarle a juntar las ovejas y los otros tres reyes siguieron. Cuando logró juntar todas las ovejas, montó el camello y quiso alcanzar a los otros tres. Anduvo por el desierto tres días de camino con mucha dificultad. Llegó a un pueblito donde se encontró con una señora enferma, el marido muy enfermo, y justo tenían que recoger la cosecha de cebada y le dijeron: - Mire señor, vamos a perder toda la cosecha del año. Necesitamos que alguien nos ayude a recogerla.
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Y él pensó: - Tengo que ir a encontrarme con el Señor ¿ Qué hago?. Se quedó ahí y se le hizo el tiempo. Y así, cada vez que retomaba el camino se encontraba con una necesidad, con un hombre, con una mujer, con un pueblo, con un niño necesitado. Y así se le fueron gastando los años. Y al final pasaron como treinta y pico de años, siempre tratando de acercarse a Jesús, y siempre encontrándose con un hermano necesitado en el cual él veía el rostro de Jesús y decía: -¿Cómo puedo acercarme a Jesús y decirle aquí estoy, si en el camino dejé a este hombre necesitado? Gastó todo lo que tenía, su dinero y sus joyas. Todo lo fue gastando en el camino hasta que un día le dijeron: - Mira, ese hombre que vos estás buscando lo acaban de condenar y lo llevan para la Cruz. Ahí nomás, dejó todo: ya no tenía ni burros, ni camello, ni nada. Estaba viejo, gastado. Y cuando llegó al Calvario, se encontró con que este hombre que buscaba estaba en la Cruz, boqueando. Y, en ese momento, Jesús dijo: - ¿ Por qué me has abandonado? Y él se acercó con el corazón destrozado y le dijo: - No. Si yo no te dejé abandonado. Lo que pasa es que mis hermanos, tus hermanos, me retuvieron en el camino. Entonces Jesús lo miró y le dijo: - Hoy estarás conmigo en el paraíso. Y en ese momento murió también el cuarto rey mago sobre el Calvario. Y a partir de ese momento se encontró con el Señor y se quedó con Él. Pero sepamos que lo vamos a encontrar en cada hermano necesitado, en cada rostro. No nos van a detener, al contrario, nos van a ayudar a encontrarnos con ese Cristo en cada rostro sufriente, necesitado, esperanzado, deseoso de una mano, de una fraternidad, encontraremos el rostro de Cristo.
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Yo les diría, queridos hermanos, busquémoslo a Dios. Que en este año en que están transcurriendo nuestras vidas, sea el Espíritu Santo quién nos empuje en la esperanza, que nos confirme en ella para que un día escuchemos de boca de Jesús: - Hoy estarás con migo en el Reino.
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5. EL PAÍS DE LOS POZOS Era el país de los pozos. Cualquier visitante extraño que llegara a aquél país, no vería más que pozos: grandes, pequeños, feos, hermosos, ricos, pobres,... Alrededor de los pozos apenas se veía vegetación; la tierra estaba reseca. Los pozos hablaban entre sí, pero a distancia; siempre había tierra de por medio. En realidad, lo único que hablaba era el brocal, lo que se ve a ras de tierra. Y daba la impresión de que al hablar, sonaba a hueco. Porque claro, procedía de lugares huecos... Como el brocal estaba hueco, en los pozos se producía una sensación de vacío, vértigo, ansiedad... Y cada uno tendía a llenarlo como podía: con cosas, ruidos, sensaciones raras, y hasta con libros y sabiduría... Entre los pozos los había con un brocal en el que cabían muchas cosas. Otros tenían un brocal pequeñito pero también cabían cosas. Los cosas pasaban de moda, entonces los pozos las cambiaban y continuamente estaban llenando el brocal de cosas nuevas, diferentes y quien más tenía, era más respetado y admirado... Pero en el fondo, no estaban nunca a gusto con lo que tenían. El brocal estaba siempre seco y sediento. He dicho en el fondo? Bueno, sí: la mayoría, a través de los entresijos que dejaban las cosas, percibían en su interior algo misterioso... sus dedos rozaban en ocasiones el agua del fondo. Ante aquella sensación tan rara, unos sintieron miedo y procuraron no volver a sentirla. Otros encontraban tanta dificultad a causa de las cosas que abarrotaban el brocal, que se rindieron pronto y optaron por olvidar aquello que había “en el fondo”. También se hablaba (en la superficie) de aquellas “experiencia profundas” que muchos sentían, pero había quien se reía, bastantes, y decían que todo eso eran ilusiones... , que no había más realidad que el brocal y las cosas que entraban en el hueco. Pero hubo alguno que empezó a mirar hacia adentro..., y entusiasmado con aquella sensación que experimentaba en su profundidad, trató de calar más. Como las cosas
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que había ido acumulando le molestaban, prefirió librarse de ellas y las arrojó fuera de sí. Y el ruido lo fue eliminando hasta quedarse en silencio. Entonces, en el silencio del brocal, oyó burbujear el agua allá bajo, y sintió una paz enorme, una paz viva que venía de la profundidad... Y ya no eran solo las manos, sino también los brazos y todo el pozo el que se refrescaba y saciaba su sed en el agua. Entonces, el pozo experimentó que “aquello” justamente, era su razón de ser; allí, en el fondo, se sentía él mismo. Hasta entonces, había creído que el ser pozo era tener un gran brocal, muy rico y adornado, y bien lleno de cosas. Y así mientras otros pozos trataban de agrandar su brocal, para que el hueco fuese mayor y cupieran más cosas, éste, buceando en su interior, descubría que lo mejor de sí mismo estaba en la profundidad y que era más pozo cuanto más profundidad tenía... Feliz por su descubrimiento, intentó comunicarlo y comenzó a sacar agua de su interior, y el agua al salir fuera refrescaba la tierra reseca y la hacía fértil y pronto brotaron las flores alrededor del pozo. La noticia cundió enseguida. Las reacciones fueron muy variadas: unos se mostraron escépticos ante el descubrimiento, otros sintieron la nostalgia de algo que en el fondo, también ellos lo percibían. Otros desperdiciaron aquel alarde de poesía, como lo llamaron. Hubo quien le pareció una pérdida de tiempo aquel trabajo de sacar agua de su interior. Y la mayoría optó por no hacer caso pues la verdad es que estaban muy ocupados rellenando de cosas el brocal; ya se habían acostumbrado a la satisfacción que el tener les producía, se sentían a gusto en el ruido, y estaban contentos con las sensaciones que experimentaban desde afuera... Sin embargo, algunos intentaron la experiencia, y tras liberarse de las cosas que les rellenaban, encontraron también el agua en su interior. A partir de entonces, las sorpresas para éstos fueron en aumento: comprobaron que por más agua que sacaban de su interior para esparcirla entorno suyo, no se vaciaban, sino que se sentían más frescos y renovados... Y al seguir profundizando en su interior, descubrieron que todos los pozos estaban unidos por aquello mismo que era su razón de ser: el agua...
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Así comenzó una comunicación “a fondo” entre ellos, porque las paredes del pozo dejaron de ser límites infranqueables. Se comunicaban “en profundidad”, sin importarles como era el brocal de uno o de otro, ya que eso era superficial y no influía en lo que había en el fondo. Eso sí, en cada pozo el agua adquiría un sabor, incluso unas propiedades distintas: era lo característico del pozo. Pero el descubrimiento más sensacional vino después, cuando los pozos que ya vivían en su profundidad, llegaron a la conclusión de que el agua que les daba la vida, no nacía allí mismo, en cada uno, sino que venía para todos de un mismo lugar... y bucearon siguiendo la corriente de agua... Y DESCUBRIERON EL MANANTIAL... El manantial estaba allá lejos: en la gran montaña que dominaba el país de los Pozos. Que apenas nadie percibía su presencia, pero estaba allí, majestuosa, serena, pacífica... y con el secreto de la vida en su interior. La montaña había estado siempre allí, unas veces apenas visible entre brumas, otras radiante, siempre vigilante y dándose cuenta de todo lo que ocurría en torno suyo... Pero los pozos habían estado muy ocupados en adornar su brocal, y apenas se habían molestado en mirar hacia la montaña. La montaña había estado siempre aquí, en la profundidad de cada pozo, porque su manantial llegaba hasta ellos haciendo que fueran pozos. Desde entonces, los pozos que habían descubierto su ser, se esforzaban en agrandar su interior y aumentar su profundidad, para que e manantial pudiera llegar con más facilidad hasta ellos... Y el agua que sacaban de sí mismos hacía que la tierra fuera embelleciendo, transformaban el paisaje... Mientras allá en la superficie, la mayoría seguía ocupada en ampliar su brocal y tener cada vez más cosas.
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6. EL SUEÑO DE DIOS Fue allá, en los tiempos eternos. en una de esas mateadas de amanecer en el seno mismo de la Santísima Trinidad. Porque hay que saber que en Dios también existe una vida íntima. Dicen que es un diálogo de amor entre el Tata, el Hijo y el Espíritu Santo. De eso nada sabríamos, si no fuera porque el Hijo, cuando vivió entre nosotros, nos lo reveló. Los viejos cristianos que hablaban griego, solían llamar a esta conversa, con el nombre de perijóresis. Mientras que los que hablaban en latín la cono cían como Procesiones ad intra. Maneras de llamar a eso que nos resulta muy difícil de comprender, pero que existe de verdad. Bueno: en una de esas conversas que Dios tiene consigo mismo, Tata Dios comentaba medio entristecido: “¡Mal la veo, che! Mala tos le siento al gato. Fíjate que creamos al hombre para que fuera feliz en la tierra, obedeciendo a nuestra palabra. Y resulta que el hombre y su mujer, mal anoticiados por Mandinga, prefirieron hacerle caso a él, y agarraron nomás por mal camino. De nada sirvió echarlos del paraíso. No comprendieron ni se corrigieron. Les mandamos el diluvio, y de entre los pocos que se salvaron, volvió a renacer la mala semilla. Los desparramamos en la torre de Babel... y nada, sino peor. Ya no sé qué hacer. No puedo seguir castigándolos. Pareciera que aunque vean clarito la buena senda, no tienen la fuerza para seguirla. ¡Qué hacer! ¿A quién enviaré?” Parece que entonces, el Espíritu Santo le inspiró al Hijo la respuesta: “¡Ofrecete vos, che! Ofrecete Vos.” y el Hijo, inspirado por el Espíritu, se puso a disposición del Tata para lo que se ofreciera: “¡Aquí estoy para hacer su voluntad! ¡Envíeme!” Y, como cuentan los ancianos, de esta manera nació lo que llamaron la economía de la salvación. Es decir, el proyecto por el cual el Tata mandó a la tierra a su
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Hijo para que cumpliera plenamente su voluntad y nos la enseñara también a nosotros. Y no sólo eso: sino que llegara, por obediencia, a dar su propia vida para que nosotros tuviéramos la gracia y la fuerza para seguir la buena senda que nos devolviera a la casa paterna. De ese lugar de vida de donde nos habíamos apartado por la desobediencia.
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7. EL ZAPATERO RICO Un día bajó el Señor a la tierra en forma de mendigo y se acerco a casa de un zapatero pobre y le dijo: "Hermano, hace tiempo que no como y me siento muy cansado, aunque no tengo ni una sola moneda quisiera pedirte que me arreglaras mis sandalias para poder seguir caminando". El zapatero le respondió: "¡Yo soy muy pobre y ya estoy cansado que todo el mundo viene a pedir y nadie viene a dar!" El Señor le contestó: "Yo puedo darte lo que tu quieras". El zapatero le pregunto: "¿Dinero inclusive?". El Señor le respondió: "Yo puedo darte 10 millones de dólares, pero a cambio de tus piernas". -"¿Para que quiero yo 10 millones de dólares si no voy a poder caminar, bailar, moverme libremente?", dijo el zapatero. Entonces el Señor replicó: "Esta bien, te podría dar 100 millones de dólares, a cambio de tus brazos". El zapatero le contestó: "¿Para que quiero yo 100 millones de dólares si no voy a poder comer solo, trabajar, jugar con mis hijos?" Entonces el Señor le dijo: "En ese caso, yo te puedo dar 1000 millones de dólares a cambio de tus ojos". El zapatero respondió asustado: "¿Para que me sirven 1000 millones de dólares si no voy a poder ver el amanecer, ni a mi familia y mis amigos, ni todas las cosas que me rodean?" Entonces el Señor le dijo: "Ah hermano mío, ya ves que fortuna tienes y no te das cuenta".
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8. HUELLAS EN LA ARENA Una noche soñé que caminaba a lo largo de una playa acompañado por Dios. Durante la caminata, muchas escenas de mi vida fueron proyectándose en la pantalla del cielo. Según iba pasando cada un de esas escenas, notaba que unas huellas se formaban en la arena. A veces aparecían dos pares de huellas, y en otros momentos solamente aparecía un par de huellas. Esto me preocupó grandemente porque pude notar que durante las escenas que reflejaban etapas tristes en mi vida cuando me hallaba sufriendo de angustia, penas o derrotas, solamente podía ver un par de huellas en la arena. Entonces le dije a Dios : “Señor, tú me prometiste que si te seguía, tu caminarías siempre a mi lado. Sin embargo, he notado que durante los momentos más difíciles de mi vida sólo había un par de huellas en la arena. ¿Por qué, Señor, cuando más te necesitaba no estuviste caminando a mi lado ?” El Señor me respondió : “Las veces que has visto sólo un par de huellas en la arena, hijo mío, ha sido cuando te he llevado en mis brazos”.
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9. ESCONDER LA FELICIDAD En el principio de los tiempos, se reunieron varios demonios para hacer una travesura. Uno de ellos dijo: "Debemos quitarles algo a los hombres, pero,? que les quitamos?". Después de mucho pensar uno dijo: "?Ya se!, vamos a quitarles la felicidad, pero el problema va a ser donde esconderla para que no la puedan encontrar". Propuso el primero: "Vamos a esconderla en la cima del monte mas alto del mundo", a lo que inmediatamente repuso otro: "no, recuerda que tienen fuerza, alguna vez alguien puede subir y encontrarla, y si la encuentra uno, ya todos sabrán donde esta". Luego propuso otro: "Entonces vamos a esconderla en el fondo del mar", y otro contesto: "No, recuerda que tienen curiosidad, alguna vez alguien construir algún aparato para poder bajar y entonces la encontrara". Uno más dijo: "Escondámosla en un planeta lejano a la Tierra". Y le dijeron: "No, recuerda que tienen inteligencia, y un día alguien va a construir una nave en la que pueda viajar a otros planetas y la va a descubrir, y entonces todos tendrán felicidad". El ultimo de ellos era un demonio que había permanecido en silencio escuchando atentamente cada una de las propuestas de los demás. Analizo cada una de ellas y entonces dijo: "Creo saber donde ponerla para que realmente nunca la encuentren". Todos voltearon asombrados y preguntaron al mismo tiempo: "?Donde?". El demonio respondió: "La esconderemos dentro de ellos mismos, estarán tan ocupados buscándola fuera, que nunca la encontraran". Todos estuvieron de acuerdo y desde entonces ha sido así: el hombre se pasa la vida buscando la felicidad sin saber que la trae consigo.
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10. LA TRISTEZA Y LA FURIA En un reino encantado donde los hombres nunca pueden llegar, o quizás donde los hombres transitan eternamente sin darse cuenta..... En un reino mágico, donde las cosas no tangibles, se vuelven concretas.... Había una vez... Un estanque maravilloso. Era una laguna de agua cristalina y pura donde nadaban peces de todos los colores existentes y donde todas las tonalidades de verde se reflejaban permanentemente... Hasta ese estanque mágico y transparente se acercaron a bañarse haciéndose mutua compañía, la TRISTEZA y la FURIA. Las dos se quitaron sus vestimentas y desnudas las dos, entraron al estanque. La FURIA, apurada ( como siempre está la FURIA), urgida - sin saber por qué - se bañó rápidamente y más rápidamente aún, salió del agua... Pero la FURIA es ciega, o por lo menos, no distingue claramente la realidad, así que, desnuda y apurada , se puso, al salir, la primera ropa que encontró... Y sucedió que esa ropa no era la suya, sino la de la TRISTEZA... Y así vestida de TRISTEZA, la FURIA se fue. Muy calma, y muy serena, dispuesta como siempre, a quedarse en el lugar donde está, la TRISTEZA terminó su baño y sin ningún apuro ( o mejor dicho sin conciencia del paso del tiempo con pereza y lentamente, salió del estanque. En la orilla se encontró con que su ropa ya no estaba. Como todos sabemos, si hay algo que a la TRISTEZA no le gusta es quedar al desnudo, así que se puso la única ropa que había junto al estanque, la ropa de la FURIA. Cuentan que desde entonces, muchas veces uno se encuentra con la FURIA, ciega, cruel, terrible y enfadada, pero si nos damos el tiempo de mirar bien, encontramos que esta FURIA que vemos, es sólo un disfraz, y que detrás del disfraz de la FURIA, en realidad... está escondida la TRISTEZA.
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11. LA ISLA DE LOS SENTIMIENTOS. Érase una vez una isla donde habitaban todos los sentimientos: la ALEGRIA, la TRISTEZA y muchos más, incluyendo el AMOR. Un día, se les fue avisando a los moradores, que la isla se iba a hundir. Todos los sentimientos se apresuraron a salir de la isla, se metieron en sus barcos y se preparaban a partir, pero el AMOR se quedó, porque se quería quedar un rato más con la isla que tanto amaba, antes de que se hundiese. Cuando por fin, estaba ya casi ahogado, el AMOR comenzó a pedir ayuda. En eso venia la RIQUEZA y el AMOR dijo: -RIQUEZA, llévame contigo! -No puedo, hay mucho oro y plata en mi barco, no tengo espacio para ti dijo la RIQUEZA. El le pidió ayuda a la VANIDAD, que también venia pasando... VANIDAD, por favor ayúdame! No te puedo ayudar, AMOR. Tu estás todo mojado y vas a arruinar mi barco nuevo! Entonces, el AMOR le pidió ayuda a la TRISTEZA: -TRISTEZA, me dejas ir contigo? -Ay AMOR! Estoy tan triste que prefiero ir sola.. También paso la ALEGRIA, pero ella estaba tan ALEGRE que ni oyó al AMOR llamar. Desesperado, el AMOR comenzó a llorar, ahí fue cuando una voz le llamo: -Ven, AMOR, yo te llevo. Era un viejito, y el AMOR estaba tan feliz que se le olvidó preguntarle su nombre. Al llegar a tierra firme, le preguntó a la SABIDURIA: -SABIDURIA, quién era el viejito que me trajo aquí? La SABIDURIA respondió: -Era el TIEMPO -El TIEMPO? Pero por qué solo el TIEMPO me quiso traer? La SABIDURIA respondió: -Porque solo el TIEMPO es capaz de ayudar y entender al AMOR...
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12. LA ROSA Y EL SAPO Había una vez una rosa roja muy hermosa y bella. Se sentía de una maravilla al saber que era la rosa más bella del jardín. Sin embargo, se daba cuenta de que la gente la veía de lejos. Un día se dio cuenta de que al lado de ella siempre había un sapo grande y oscuro y que era por eso que nadie se acercaba a verla de cerca. Indignada ante lo descubierto le ordenó al sapo que se fuera de inmediato; el sapo muy obediente dijo: Está bien, si así lo quieres. Poco tiempo después el sapo pasó por donde estaba la rosa y se sorprendió al ver la rosa totalmente marchita, sin hojas y sin pétalos. Le dijo entonces: -Vaya te ves muy mal. ¿ Que te pasó? La rosa contestó: - Es que desde que te fuiste las hormigas me han comido día a día, y nunca pude volver a ser igual. El sapo solo contestó: -Pues claro, cuando yo estaba aquí me comía a esas hormigas y por eso seras siempre la más bella del jardín. Moraleja: Muchas veces despreciamos a los demás por creer que somos más que ellos, más bellos o simplemente que no nos " sirven" para nada..... Dios no hace a nadie para que este sobrando en este mundo, todos tenemos algo especial que hacer, algo que aprender de los demás o algo que enseñar, y nadie debe despreciar a nadie. No vaya a ser que esa persona nos haga un bien del cual ni siquiera estemos conscientes .
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13. LA MARIPOSA Un día, una pequeña abertura apareció en un capullo; un hombre se sentó y observó por varias horas como la mariposa se esforzaba para que su cuerpo pasase a través de aquel pequeño agujero. Entonces, pareció que ella ya no lograba ningún progreso. Parecía que ella había ido lo más lejos que podía en su intento y no podía avanzar más. Entonces el hombre decidió ayudar a la mariposa: tomó una tijera y cortó el resto del capullo. La Mariposa entonces, salió fácilmente. Pero su cuerpo estaba atrofiado, era pequeño y tenía las alas aplastadas. El hombre continuó observándola porque él esperaba que, en cualquier momento, las alas de ella se abrirían y se agitarían para ser capaces de soportar el cuerpo, el que a su vez, iría tomando forma. Nada ocurrió! En realidad, la mariposa pasó el resto de su vida arrastrándose con un cuerpo deforme y alas atrofiadas. Ella nunca fue capaz de volar. Lo que el hombre, en su gentileza y voluntad de ayudar no comprendía, era que el capullo apretado y el esfuerzo necesario para que la mariposa pasara a través de la pequeña abertura, era el modo por el cual Dios hacía que el fluido del cuerpo de la mariposa llegara a las alas, de tal forma que ella estaría pronta para volar una vez que estuviera libre del capullo. Algunas veces, el esfuerzo es justamente lo que precisamos en nuestra vida. Si Dios nos permitiera pasar a través de nuestras vidas sin obstáculos, él nos dejaría lisiados. No seríamos tan fuertes como podríamos haber sido y nunca podríamos volar. Pedí fuerzas... y Dios me dio dificultades para hacerme fuerte. Pedí sabiduría... y Dios me dio problemas para resolver. Pedí prosperidad... y Dios me dio un cerebro y músculos para trabajar. Pedí coraje... y Dios me dio obstáculos que superar. Pedí amor... y Dios me dio personas para ayudar. Pedí favores... y Dios me dio oportunidades. "No recibí nada de lo que pedí... pero recibí todo lo que precisaba ."
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14. CUENTO CRISTIANO Una vez me encontré en el tren con un compañero del secundario al que prácticamente no veía desde que habíamos terminado los estudios. Era uno de esos tipos a quien todos habíamos desahuciado: tenía un estilo de vida muy desenfrenado, no estudiaba nada, vivía peleándose... El chico que vino a saludarme en el vagón era una persona totalmente distinta: estaba sonriente, sereno, como reconciliado consigo mismo (y también un poco más gordito). Me contó de su vida: estaba de novio, estudiando en la facultad, realmente feliz. Hablando con algunos amigos que habían mantenido contacto con él me enteré de que la experiencia del noviazgo le había dado a su vida un giro de 180 grados. Me acordaba de él cuando uno de los profesores del seminario nos comentaba que lo único que nos libera de nuestro pecado, de nuestros afectos desordenados, es conocer un amor más grande que ellos. Este chico había hecho esa experiencia: conocer el amor de otra persona lo había liberado, le había dado una plenitud que ya no necesitaba buscar en otras cosas. En la Pascua esta realidad de liberación se da en forma plena. La pasión de Jesús no es la satisfacción de la deuda a un Dios contador; es la prueba de que Dios nos ama hasta el fin. Es Dios que nos grita que su amor es en serio, que Él se entrega hasta las últimas consecuencias. En su muerte, Jesús establece una alianza con nosotros, alianza que sella con su sangre. Y el Padre sella esta alianza con la Resurrección, confirmando la entrega de Jesús, diciendo de vuelta que él es su Hijo amado. La Pascua no es simplemente la cancelación de una cuenta: es mucho más. Es un fuego arrollador que devasta todo nuestro pecado, que nos da la posibilidad de compartir la vida misma de Dios, de ser deificados. Conocer (en su sentido bíblico) el amor de la Trinidad, dejarnos amar por Dios, es la verdadera fuente de libertad, de plenitud, en una palabra: de vida. Curiosamente, aceptar este amor resulta difícil. ¡Estamos poco acostumbrados a que alguien nos ame como somos, a ser abrazados con toda nuestra miseria y debilidad! Preferiríamos que se nos amara por nuestros logros, por lo que hacemos. Y nos da miedo abrirnos a la misericordia incondicional de Jesús, porque sabemos, consciente o inconscientemente, que recibir este amor nos cambiaría, nos convertiría ("volvería hacia") el rostro de Jesús. Y ya nunca seríamos los mismos. Ya no tendríamos "el control" sobre lo que hacemos y pensamos. Y eso suele asustar mucho, porque nos hace vulnerables. Ese mismo miedo es el que se manifiesta en nuestras relaciones personales, cuando tenemos miedo de exponernos, de arriesgarnos a ser amados. Y entonces cerramos las puertas a todos, para que nadie entre. Así, nadie puede lastimarnos. Pero al mismo tiempo, ¡nadie puede amarnos! Quizás por eso muchos maestros espirituales dicen que la principal dificultad con respecto a Dios es el abandono, la confianza. Creo que esto se da particularmente
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en nuestra generación. Arrastramos tantas heridas que nos cuesta dar ese salto definitivo, ese desprendimiento último que nos permite ser amados. Estamos bombardeados por la hostilidad y el ruido. Se nos plantean entonces estas dos opciones: cerrarnos tras una falsa postura de dureza, de cerrazón a todo lo que implican los sentimientos y la relación profunda con las demás personas (y por ende, con Dios); o caer en un intimismo que tampoco es un verdadero vínculo con los demás. Nos volvemos posesivos y mediocres: no nos animamos a salir de nosotros mismos. Ninguna de estas dos opciones lleva al verdadero amor. La experiencia real de ser amados nos vuelve más conscientes de nuestra fragilidad y nos arriesga a ser heridos, es verdad. Pero a la vez es la que nos sostiene y nos envía a dar testimonio del amor. Todo esto se da en grado máximo cuando lo llevamos a nuestro vínculo con Jesús. Si no nos exponemos, si no nos abrimos a su amor incondicional, podremos hacer muchas cosas, inclusive cosas grandiosas. Pero no habremos experimentado nunca la misericordia de Dios. No seremos verdaderos testigos de su amor. Para esto hace falta reconocernos necesitados y pobres, tener sed del Dios viviente, como dice el salmo. Y una vez que nos presentamos a Dios con lo que somos; sin justificarnos, sin explicarnos, como si Dios necesitase razones para mostrarse misericordioso, entonces somos abrazados por su amor. Recorrer este camino puede parecer muy complicado. La realidad implica solamente dos cosas: sinceridad con uno mismo y paciencia. Y buscar a Dios con insistencia. Especialmente me parece una gran ayuda meditar sobre el misterio pascual de Jesús. Con lentitud iremos descubriendo como en la Pascua de Jesús está la manifestación culminante del amor de Dios. Total gratuidad, total entrega sin un anticipo previo de nuestro amor. Esta Pascua que se repite todos los días en la vida de tanta gente, y sobre todo en la Eucaristía. Termino y me doy cuenta de que estos son nada más que balbuceos. Pero quizás estas incoherencias les sirvan para su propio camino, y el Espíritu pueda atar algún cabo suelto en el corazón. Que el Señor nos dé la gracia de experimentar su amor, para que podamos dar testimonio de su misericordia infinita ante nuestros hermanos. P.D: En este camino es fundamental encontrarse con Jesús en la Palabra, que es la que nos manifiesta su rostro verdadero. Por eso les dejo algunos textos bíblicos que pueden ayudarles en su meditación. -Sobre todo, los textos de la pasión y resurrección que están en los cuatro evangelios. A la luz de ellos se lee todo el Nuevo Testamento. La Pascua de Jesús es la que echa luz sobre todo lo demás. -La primera carta de Juan. -Rm 5, 6-11 -Rm 8, 28-39 -2 Cor 5, 14-21 -Gal 2, 20 -Gal 4, 4-7
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-Ef 1, 3-14 -Ef 2. 1-10
15. LA CONFIANZA Cuentan que un alpinista desesperado por conquistar el Aconcagua, inició su travesía después de años de preparación pero quería la gloria para él solo, por lo tanto subió sin compañeros. Empezó a subir y se le fue haciendo tarde, y más tarde, y no se preparó para acampar, sino que decidió seguir subiendo decidido a llegar a la cima. Pronto oscureció. La noche cayó con gran pesadez en la altura de la montaña, ya no se podía ver absolutamente nada. Todo era negro, cero visibilidad, no había luna y las estrellas eran cubiertas por las nubes. Subiendo por un acantilado, a solo 100 metros de la cima, se resbaló y se desplomó por los aires... caía a una velocidad vertiginosa, solo podía ver veloces manchas más oscuras que pasaban en la misma oscuridad y la terrible sensación de ser succionado por la gravedad. Seguía cayendo... y en esos angustiantes momentos le pasaron por su mente todos los gratos y no tan gratos momentos de su vida, el pensaba que iba a morir, mas sin embargo, de repente sintió un tirón muy fuerte que casi lo parte en dos... ¡SI como todo alpinista experimentado, había clavado estacas de seguridad con candados a una larguísima soga que lo amarraba de la cintura. En esos momentos de quietud, suspendido por los aires, no le quedó más que gritar: "AYÚDAME DIOS MIO", "AYÚDAME DIOS MIO"... De repente una voz grave y profunda de los cielos le contestó: ¿QUÉ QUIERES QUE HAGA?"
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"Sálvame Dios Mío" "REALMENTE CREES QUE TE PUEDA SALVAR?" "Por supuesto Dios Mío" "ENTONCES CORTA LA CUERDA QUE TE SOSTIENE..." Hubo un momento de silencio y quietud. El hombre se aferró más a la cuerda y reflexionó...... Cuenta el equipo de rescate que al otro día encontró colgado a un alpinista congelado, muerto, agarrado con fuerza, con las manos en una cuerda... ¡A DOS METROS DEL SUELO!.. Tú ¿qué tanta confianza tienes en Dios para soltar la cuerda?
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16. EL NAUFRAGIO El único sobreviviente de un naufragio fue visto sobre una pequeña e inhabitada isla, el estaba orando fervientemente, pidiendo a Dios que lo rescatara, y todos los días revisaba el horizonte buscando ayuda, pero ésta nunca llegaba. Cansado, eventualmente empezó a construir una pequeña cabañita para protegerse, y proteger sus pocas posesiones. Pero entonces un día, después de andar buscando comida, el regresó y encontró la pequeña choza en llamas, el humo subía hacia el cielo. Lo peor que había pasado, es que todas las cosas las había perdido. El estaba confundido y enojado con Dios y llorando le decía "¿Como pudiste hacerme esto?" Y se quedó dormido sobre la arena. Temprano, en la mañana del siguiente día, el escuchó asombrado el sonido de un barco que se acercaba a la isla. Venían a rescatarlo, y sorprendido les preguntó, ¿Cómo sabían que estaba aquí?. Y sus rescatadores le contestaron, Vimos las señales de humo que nos hiciste..... Es fácil enojarse cuando las cosas van mal, pero no debemos de perder el corazón, porque Dios esta trabajando en nuestras vidas, en medio de las penas y el sufrimiento. Recuerda que la próxima vez que tu pequeña choza se queme....Puede ser simplemente una señal de humo que surge de la GRACIA de Dios. Por todas las cosas negativas que nos pasan, debemos decirnos a nosotros mismos, DIOS TIENE UNA RESPUESTA POSITIVA A ESTO. "LA FELICIDAD ES UN TRAYECTO, NO UN DESTINO"
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17. LA GOTA CLARITA Érase una vez una gota de agua, que se llamaba Clarita. Acababa de llegar al mar llevada por la corriente de un río. Todas sus amigas, las otras gotas de agua, que viajaban en la corriente del río, se habían separado. Clarita se había perdido. Las gotas de agua de mar la miraban raro. Clarita era pura y cristalina, no tenía sal. A las gotas de agua de mar no les gustaba nada que ella fuera diferente. Clarita se sentía tan sola y triste, que siempre estaba en la superficie del agua, para ver si encontraba a sus amigas, las otras gotas de agua de río. Tantas horas pasaba en la superficie, que con el calor del sol, se evaporó y subió a formar parte de las nubes. Clarita estaba encantada. Nunca se había evaporado antes y le sorprendió muchísimo la sensación de volar. Clarita estaba en la gloria, en estado gaseoso, dentro de la nube, junto a miles de gotas más. El viento movía a todas suavemente. Volaban sobre pueblos, bosques, ciudades, montañas... ¡Era maravilloso! Pero un día, de repente, su nube ¡PAMM! chocó con otra nube. Una descarga eléctrica, el relámpago, iluminó el cielo y un tremendo estruendo, el trueno, estremeció a las dos nubes. Tras el choque, muchas gotas cayeron de la nube, entre ellas Clarita. La luz del sol iluminaba cada una de las gotas que caían, formando brillantes colores. ¡Era el arco iris! Clarita alucinaba con tanta belleza, pero la velocidad de la caída era tremenda. Clarita estaba asustada. No sabía dónde iba a caer: ¿sobre un árbol?, ¿contra el suelo? “¡Ay, que duro!” pensó, ¿o sobre un jardín lleno de flores..? hasta que ¡PLOFF! fue a parar a una piscina donde había un par de niños nadando. “¡Ay que bien!” pensó Clarita, “podía haber sido peor”. Las otras gotas de agua eran como ella, tampoco tenían sal. Además podría divertirse jugando con los niños. Clarita, ahora, sí era feliz. Y colorín, colorado, este cuento se ha acabado.
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18. EL DIOS QUE PERDONA LOS PECADOS Se afirmaba en la aldea que una anciana tenía apariciones divinas, y el cura quería pruebas de la autenticidad de las mismas, entonces le dijo: -La próxima vez que Dios se te aparezca, pídele que te revele mis pecados, que sólo El conoce. Esa será una prueba suficiente. La mujer regresó un mes más tarde, y el cura le preguntó si se le había vuelto a aparecer Dios. Y al responder ella que sí, le dijo: -¿Y le pediste lo que te ordené? -Sì, lo hice. -¿Y qué te dijo El? -Me dijo: "Dile al cura que he olvidado sus pecados
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19. EL AMOR Y LA LOCURA Cuentan que una vez se reunieron en un lugar de la tierra todos los sentimientos y cualidades de los hombres. Cuando el Aburrimiento había bostezado por tercera vez, la locura como siempre tan ocurrente, le propuso: Vamos a jugar a las escondidas? La intriga levanto la ceja y la curiosidad contesto: a las escondidas? Y como es eso?. Es un juego, dijo la locura. "yo me tapo la cara y empiezo a contar desde uno hasta un millón mientras ustedes se esconde, y cuando yo haya terminado de contar, el primero de ustedes que encuentre ocupara mi lugar para continuar el juego."El entusiasmo bailo seguido de la euforia. La Alegría dio tantos saltos que termino por convencer a la duda e incluso a la apatía a la que nunca le interesaba nada. Pero no todos quisieron participar: la Verdad prefirió no esconderse, ¿Para que? Si al final siempre la descubrían, y la soberbia opino que era un juego muy tonto (en el fondo lo que le molestaba era que la idea no había sido de ella) y la Cobardía prefirió no arriesgarse. . ."uno, dos, tres… comenzó la locura. La primera en esconderse fue la Pereza, que como siempre se dejo caer detrás de la primera piedra del camino. La Fe subió al cielo y la Envidia se escondió tras la sombra del triunfo, que con su propio esfuerzo había logrado subir a la copa del árbol más alto. La generosidad casi no alcanza a esconderse. Cada sitio que hallaba le parecía maravilloso para alguno de sus amigos. ¿Un lago cristalino? Ideal para la belleza. ¿La rendija de un árbol? Perfecto para la timidez. Así termino por ocultarse en un rayito de sol. El Egoísmo, en cambio encontró un lugar muy bueno desde el principio, ventilado, cómodo pero solo para el. La Mentira se escondió en el fondo de los océanos (mentira,
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en realidad se escondió detrás del arco iris) y la pasión y el deseo en el centro de los volcanes. El olvido. . Se me olvido donde se escondió, pero no es importante. Cuando la locura contaba 999 el Amor aun no había encontrado sitio para esconderse, pues todo se encontraba ocupado. . . hasta que diviso un rosal y enternecido decidió esconderse entre sus flores." n mil ", contó la locura y comenzó a buscar. La primera en aparecer fue la pereza, solo a tres pasos de la piedra. Después se escucho a la fe discutiendo con Dios en el cielo sobre teología, y la pasión y el deseo los sintió vibrar en volcanes. En un descuido encontró a la Envidia y claro así pudo descubrir donde estaba el triunfo. Al egoísmo no tuvo ni que buscarlo: el solito salio de su escondite, que resulto ser un nido de avispas. De tanto caminar sintió sed y al acercarse al lago descubrió a la belleza. Y con la duda resulto mas fácil todavía pues la encontró sentada sobre una cerca sin decidir donde esconderse. Así fue encontrando a todos. El talento entre la hierba fresca. A la angustia en una cueva oscura. A la mentira detrás del arco iris (mentira si ella estaba en el fondo del océano) y hasta el Olvido. . Que se olvido que estaba jugando a las escondidas. Solo el amor no aparecía por ningún lado. La Locura busco detrás de cada árbol, bajo cada arroyuelo del planeta, en las cimas de las montanas y cuando estaba por darse por vencida, vio las rosas. Con una horquilla empezo a mover las ramas Hasta que de pronto se escucho un grito doloroso. Las espinas habian herido los ojos del Amor. La locura no sabia que hacer para disculparse: lloro, imploro rogó, pidió perdón y prometió ser su lazarillo para siempre. Desde entonces, desde la primera vez que se jugo a las escondidas en la tierra, el Amor es ciego y la Locura lo acompaña.
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20. LA GOTA DE AGUA Era una gota de agua que sintió la llamada del mar. Era una gota cristalina, una sólida existencia de brillo, frió y transparencia. Había nacido en una cumbre. El Sol la hacia brillar mucho, y cuando la gota sintió que el mar la llamaba experimentó dentro sí la emoción de sentirse líquido y rodar hacia el arroyo. Entonces emocionada se dirigió hacía el mar apresurada y por ese cause del riachuelo ella Corría cristalina. La velocidad le encantaba, los paisajes que descubría la llenaba de admiración, “ correr hacia el mar, que maravilla debe ser ”, pensaba. Todo le alegraba, la gota con su presencia, las flores florecían a su paso los bosques reverdecían, los pájaros cantaban y hacia el mar corría limpia y sencilla, pero un día se canso de caminar. El cause de un río le apareció muy estrecho y denso: “ que pena no poder ver más tierra y mundo. Este rió es muy estrecho ”, pensó . Al saltar sobre la represa de un molino, divisó horizontes de tierra y en tierra quiso convertirse. Aprovechando el desagüe de una acequia, se salió de la corriente y se estacionó. Inesperadamente se sintió prisionera de la tierra, convertida en charco sucio, maloliente, tibio y repugnantes animales crecieron en su seno y el Sol dejo de reflejarse en ella. Pasó una tarde un peregrino, se detuvo ante el charco y dijo al ver la gota de agua detenida:” pobre agua, ibas al mar y te quedaste en el charco ”. Le dio pena y se inclinó hacia ella. La tomó en el cuenco de la mano y se la devolvió al riachuelo diciendo:” recobra tu vocación al MAR”.
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21. ¿PUEDE MORIR EL AMOR? Hubo un vez en la historia del mundo un día terrible en el que el Odio , que es el rey de los malos sentimientos y los más grandes defectos, convocó a una reunión urgente. Todos los sentimientos negros del mundo y los deseos más perversos del corazón humano llegaron a esta reunión con curiosidad por saber cuál era el propósito. Cuando estuvieron todos, hablo el Odio y dijo: “Los he reunido aquí porque deseo matar a alguien”. Los asistentes no se extrañaron mucho pues era el Odio quien hablaba, y él siempre quería matar alguien . “Quiero que maten al amor”, dijo. Muchos sonrieron malévolamente pues más de uno le tenía ganas. El primer voluntario fue el Mal Carácter , quien dijo: “yo iré”, y les aseguro que en un año el Amor habrá muerto, provocaré tal discordia que no lo soportar”.. Al cabo de un año se reunieron otra vez y al escuchar el reporte del Mal Carácter quedaron muy decepcionados. “Lo siento, lo intente todo, pero cada vez que yo siembro una discordia, el Amor la supera” . Fue entonces cuando muy diligente se ofreció la Ambición, quien dijo: “En vista de que el Mal Carácter fracasó, iré yo. Desviaré la atención del Amor hacia el deseo por la riqueza y el poder, y con esto lo destruiré”. Y empezó la Ambición el ataque hacia su víctima quien, renunciando a todo deseo desbordado de poder y riquezas, triunfo de nuevo. Furioso el Odio ,por el fracaso de la Ambición envió a los Celo, quienes burlones y perversos inventaron toda clase de artimañas para despistar al Amor y lastimarlo con dudas y sospechas infundadas. Pero el Amor con valentía se impuso nuevamente. Año tras año, el Odio siguió en su lucha enviando a sus más hirientes compañeros, envió al Egoísmo, a la Indiferencia, a la Pobreza a la Enfermedad y muchos otros que fracasaron siempre, porque cuando el Amor se sentía desfallecer tornaba de nuevo fuerzas y todo lo superaba. El Odio, convencido de que el Amor era invencible les dijo a los demás: “No hay nada que hacer el Amor ha soportado todo, llevamos muchos años insistiendo y no logramos vencerlo”.
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De pronto, de un rincón del salón, se levanto un sentimiento poco conocido que vestía todo de negro, con un sombrero gigante que cubría su rostro. Su aspecto era fúnebre como el de la muerte: “yo mataré el Amor” dijo con seguridad. Todos se preguntaron quién era ése que pretendía hacer solo, lo que ninguno había podido . El Odi o dijo: “ Ve y hazlo”. Tan sólo había pasado algún tiempo cuando el Odio volvió a llamar a todos los malos sentimientos para comunicar que después de mucho esperar, por fin el Amor había muerto. Todos estaban felices, pero sorprendidos. Entonces el sentimiento del sombrero negro habló: “Ahí les entrego el Amor totalmente muerto y destrozado” y sin decir más intento marcharse. “Espero , dijo el Odio , en tan poco tiempo lo eliminaste por completo. ¿Quién eres?”. El sentimiento levantó por primera vez su horrible rostro y dijo: “Soy la Rutina”
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22. EL ARBOL CONFUNDIDO En algún lugar que podría ser cualquier lugar, y en un tiempo que podría ser cualquier tiempo, un hermoso jardín con manzanos, naranjos, perales y bellísimos rosales, todos ellos felices y satisfechos. Todo era alegría en el jardín, excepto por un árbol profundamente triste. El pobre tenía un problema: ¡No sabía quién era.! Lo que le faltaba era concentración, le decía el manzano: "Si realmente lo intentas, podrás tener sabrosísimas manzanas, ¡ve que fácil es!" "No lo escuches", exigía el rosal. "Es más sencillo tener rosas y ¡ve que bellas son!" Y el árbol desesperado, intentaba todo lo que le sugerían, y como no lograba ser como los demás, se sentía cada vez más frustrado. Un día llegó hasta el jardín el búho, la más sabia de las aves, y al ver la desesperación del árbol, exclamó: "No te preocupes, tu problema no es tan grave, es el mismo de muchísimos seres sobre la Tierra. Yo te daré la solución... No dediques tu vida a ser como los demás quieran que seas. Sé tú mismo, conócete... y para lograrlo, escucha tu voz interior." Y dicho ésto, el búho desapareció. "¿Mi voz interior?... ¿Ser yo mismo?... ¿Conocerme?..." Se preguntaba el árbol desesperado, cuando de pronto, comprendió. Y cerrando los ojos y los oídos, abrió el corazón, y por fin pudo escuchar su voz interior diciéndole: "Tú jamás darás manzanas porque no eres un manzano, ni floreceras cada primavera porque no eres un rosal. Eres un roble, y tu destino es crecer grande y majestuoso. Dar cobijo a las aves, sombra a los viajeros, belleza al paisaje... Tienes una misión: ¡Cúmplela!" Y el árbol se sintió fuerte y seguro de si mismo y se dispuso a ser todo aquello para lo cual estaba destinado. Así, pronto llenó su espacio y fue admirado y respetado por todos. Y sólo entonces el jardín fue completamente feliz. Yo me pregunto al ver a mi alrededor, ¿Cuántos serán robles que no se permiten a si mismos crecer?... ¿Cuántos serán rosales que por miedo al reto, sólo dan espinas?... ¿Cuántos, naranjos que no saben florecer? En la vida, todos tenemos un destino que cumplir y un espacio que llenar. No permitamos que nada ni nadie nos impida conocer y compartir la maravillosa esencia de nuestro ser. ¡Nunca lo olvides!
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23. EL GUSANO Y EL ESCARABAJO había una vez un gusano y un escarabajo que eran amigos, pasaban charlando horas y horas. El escarabajo estaba consciente de que su amigo era muy limitado en movilidad, tenía una visibilidad muy restringida y era muy tranquilo comparado con los de su especie. El gusano estaba muy consciente de que su amigo venía de otro ambiente, comía cosas que le parecían desagradables y era muy acelerado para su estándar de vida, tenía una imagen grotesca y hablaba con mucha rapidez. Un día, la compañera del escarabajo le cuestionó la amistad hacia el gusano. ¿Cómo era posible que caminara tanto para ir al encuentro del gusano? A lo que él respondió que el gusano estaba limitado en sus movimientos. ¿Por qué seguía siendo amigo de un insecto que no le regresaba los saludos efusivos que el escarabajo hacía desde lejos? Esto era entendido por él, ya que sabía de su limitada visión, muchas veces ni siquiera sabía que alguien lo saludaba y cuando se daba cuenta, no distinguía si se trataba de él para contestar el saludo, sin embargo calló para no discutir. Fueron muchas las respuestas que en el escarabajo buscaron para cuestionar la amistad con el gusano, que al final, éste decidió poner a prueba la amistad alejándose un tiempo para esperar que el gusano lo buscara. Pasó el tiempo y la noticia llegó: El gusano estaba muriendo, pues su organismo lo traicionaba por tanto esfuerzo, cada día emprendía el camino para llegar hasta su amigo y la noche lo obligaba a retornar hasta su lugar de origen. El escarabajo decidió ir a ver sin preguntar a su compañera qué opinaba. En el camino varios insectos le contaron las peripecias del gusano por saber qué le había pasado a su amigo. Llegó el escarabajo hasta el árbol en que yacía el gusano esperando pasar a mejor vida.
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Al verlo acercarse, con las últimas fuerzas que la vida te da, le dijo cuánto le alegraba que se encontrara bien. Sonrió por última vez y se despidió de su amigo sabiendo que nada malo le había pasado. El escarabajo avergonzado de sí mismo, por haber confiado su amistad en otros oídos que no eran los suyos, había perdido muchas horas de regocijo que las pláticas con su amigo le proporcionaban. Al final entendió que el gusano, siendo tan diferente, tan limitado y tan distinto de lo que él era, era su amigo, a quien respetaba y quería no tanto por la especie a la que pertenecía sino porque le ofreció su amistad. El escarabajo aprendió varias lecciones ese día. La amistad está en ti y no el los demás, si la cultivas en tu propio ser, encontrarás el gozo del amigo. NO DEJES CRECER HIERBA EN EL CAMINO DE LA AMISTAD
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24. LOS TRES ÁRBOLES Había una vez tres árboles en una colina de un bosque. Hablaban acerca de sus sueños y esperanzas y el primero dijo: "Algún día seré un cofre de tesoros. Estaré lleno de oro, plata y piedras preciosas. Estaré decorado con labrados artísticos y tallados finos; todos verán mi belleza". El segundo árbol dijo, "Algún día seré una poderosa embarcación. Llevaré los más grandes reyes y reinas a través de los océanos, e iré a todos los rincones del mundo. Todos se sentirán seguros por mi fortaleza, fuerza y mi poderoso casco" Finalmente el tercer árbol dijo: " Yo quiero crecer para ser el mas recto y grande de todos los árboles en el bosque. La gente me verá en la cima de la colina, mirará mis poderosas ramas y pensarán en el Dios de los cielos, y cuán cerca estoy de alcanzarlo. Seré el mas grande árbol de todos los tiempos y la gente siempre me recordarán" Después de unos años de que los árboles oraban para que sus sueños se convirtieran en realidad, un grupo de leñadores vino donde estaban los árboles. Cuando uno vio al primer árbol dijo: "Este parece un árbol fuerte, creo que podría vender su madera a un carpintero", y comenzó a cortarlo. El árbol estaba muy feliz debido a que sabía que el carpintero podría convertirlo en un cofre para tesoros. El otro leñador dijo mientras observaba al segundo árbol: "Parece un árbol fuerte, creo que lo podré vender al carpintero del puerto". El segundo árbol se puso muy feliz porque sabía que estaba en camino a convertirse en una poderosa embarcación. El último leñador se acercó al tercer árbol; éste estaba muy asustado, pues sabía que si lo cortaban, su sueño nunca se volvería realidad. El leñador dijo entonces: "No necesito nada especial del árbol que corte, así que tomaré este". Y cortó al tercer árbol. Cuando el primer árbol llegó donde el carpintero, fue convertido en un cajón de comida para animales, y fue puesto en un pesebre y llenado con paja. Se sintió muy mal pues eso no era por lo que tanto había orado. El segundo árbol fue cortado y convertido en una pequeña balsa de pesca, ni siquiera lo suficientemente grande para navegar en el mar, y fue puesto en un lago. Y vio como sus sueños de ser una gran embarcación cargando reyes había llegado a su final.
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El tercer árbol fue cortado en largas y pesadas tablas y dejado en la oscuridad de una bodega. Años mas tarde, los árboles olvidaron sus sueños esperanzas por las que tanto habían orado. Entonces un día un hombre y una mujer llegaron al pesebre. Ella dio a luz un niño, y lo colocó en la paja que había dentro del cajón en que fue transformado el primer árbol. El hombre deseaba haber podido tener una cuna para su bebé, pero este cajón debería serlo. El árbol sintió la importancia de este acontecimiento y supo que había contenido el mas grande tesoro de la historia. Años mas tarde, un grupo de hombres entraron en la balsa en la cual habían convertido al segundo árbol. Uno de ellos estaba cansado y se durmió en la barca. Mientras ellos estaban en el agua una gran tormenta se desató y el árbol pensó que no sería lo suficientemente fuerte para salvar a los hombres. Los hombres despertaron al que dormía, éste se levantó y dijo :"Calma! Quédate quieto!", y la tormenta y las olas se detuvieron. En ese momento el segundo árbol se dio cuenta de que había llevado al Rey de Reyes y Señor de Señores. Finalmente, un tiempo después alguien vino y tomó al tercer árbol convertido en tablas. Fue cargado por las calles al mismo tiempo que la gente escupía, insultaba y golpeaba al Hombre que lo cargaba. Se detuvieron en una pequeña colina y el Hombre fue clavado al árbol y levantado para morir en la cima de la colina. Cuando llegó el domingo, el tercer árbol se dio cuenta de que el fue lo suficientemente fuerte para permanecer erguido en la Cima de la colina, y estar tan cerca de Dios como nunca, porque Jesús había sido crucificado en él. Moraleja de esta historia es: Cuando parece que las cosas no van de acuerdo a tus planes, debes saber que siempre Dios tiene un plan para ti. Si pones tu confianza en El, te dará grandes regalos a su tiempo. Recuerda que cada árbol obtuvo lo que pidió, solo que no en la forma en que pensaban. No siempre sabemos lo que Dios planea para nosotros, solo sabemos que: Sus caminos no son nuestros caminos pero...sus caminos siempre son los mejores.
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25. LA CIUDAD DE LOS POZOS "Esa ciudad no estaba habitada por personas, como todos las demás ciudades del planeta. Esa ciudad estaba habitada por pozos vivientes..... pero pozos al fin. Un día llego a la ciudad la "moda" que seguramente había nacido en algún pueblito humano: La nueva idea señalaba que todo ser viviente que se aprecie debería cuidar mucho más lo interior que lo exterior. Lo importante no es lo superficial sino el contenido. Así fue como los pozos empezaron a llenarse de cosas. Algunos se llenaban de Joyas ,monedas de oro y piedras preciosas. Otros, más prácticos, se llenaron de electrodomésticos y aparatos mecánicos. Algunos más , optaron por el arte y fueron llenándose de pinturas, pianos de cola y sofisticadas pinturas modernas. Finalmente los intelectuales se llenaron de libros, de manifiestos ideológicos y revistas especializadas. Pasó el tiempo. La mayoría de los pozos se llenaron a tal punto que ya no pudieron incorporar nada más. Los pozos no eran todos iguales, así que, si bien algunos se conformaron, hubo otros que pensaron que debían hacer algo para seguir metiendo cosas a su interior. Alguno de ellos fue el primero; en lugar de apretar su contenido, se le ocurrió aumentar su capacidad ensanchándose. No paso mucho tiempo antes de que la idea fuera imitada, todos los pozos gastaban gran parte de sus energías en ensancharse para poder hacer más espacio en su interior. Un pozo, pequeño y alejado de la ciudad, empezó a ver a sus camaradas ensanchándose desmedidamente. Él pensó que sí seguían hinchándose de tal manera, pronto se confundirían los bordes y cada uno perdería su identidad. Quizás a partir de esta idea se le ocurrió que otra manera de aumentar su capacidad era crecer pero no a lo ancho sino hacia lo profundo. Hacerse más hondo en lugar de más ancho.. Pronto se dio cuenta que todo lo que tenía dentro de él le imposibilitaba la tarea de profundizar. Sí quería ser más profundo debía vaciarse de todo contenido. al principio tuvo miedo al vacío, pero luego, cuando vio que no había otra posibilidad, lo hizo. Vacío de posesiones el pozo empezó a volverse más profundo, mientras que los demás se apoderaban de las cosas que él se había desecho. Un día, sorpresivamente el pozo que crecía hacia adentro tuvo una gran sorpresa: adentro, muy adentro, y muy en el fondo encontró... ¡¡¡agua!!!. Nunca antes otro pozo había encontrado agua. El pozo superó la sorpresa y empezó a jugar con el agua del fondo, humedeciendo las paredes salpicando los bordes y por último sacando el agua hacia afuera. Así que la tierra alrededor del pozo, revitalizada por el agua empezó a despertar. Las semillas de sus entrañas, brotaron en pasto, en árboles y en flores.
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Todos le preguntaban como había conseguido el milagro. Ningún milagro, hay que buscar en el interior, hacia lo profundo. Muchos quisieron seguir el ejemplo pero desdeñaron la idea cuando se dieron cuenta de que para ir más profundo tenían que vaciarse. En otra punta de la ciudad otro pozo, decidió correr el riesgo del vacío. Y también empezó a profundizar. Y también llegó al agua. y también salpicó hacia afuera creando un segundo oasis verde en el pueblo. Un día casi por casualidad los dos pozos se dieron cuenta de que el agua que habían encontrado en el fondo de sí mismos era la misma. Que el río subterráneo que pasaba por uno inundaba la profundidad del otro. Se dieron cuenta de que se abría para ellos una nueva vida. La búsqueda les había deparado un nuevo y secreto punto de contacto: "LA COMUNICACIÓN PROFUNDA QUE SOLO CONSIGUEN ENTRE SÍ, AQUELLOS QUE TIENEN EL CORAJE DE VACIARSE DE CONTENIDOS Y BUSCAR EN LO PROFUNDO DE SU SER LO QUE TIENEN PARA DAR".
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26 LAS GUITARRAS Un grupo Folclor comienza a tener mucho éxito, hasta que uno de sus miembros sugirió que era preciso afinar las guitarras. Bien mirando el consejo era sensato, pues todas aquellas guitarras se habían comprado de segunda mano y normalmente se guardaban en habitaciones muy húmedas y polvorientas. Se contactó con varias afinadoras por medio de las páginas amarillas y se confió la tarea al más barato. Esto llegó a los pocos minutos y puso enseguida manos a la obra. Sosteniendo bien la primera guitarra, comenzó a tirar cuerdas y tensarlas. “¡Uy! ¡Ay! ¡ooh!, chillo la victima infortunada. Las otras guitarras lo oyeron, vieron lo que estaba ocurriendo y quedaron todas aterradas. Una de ellas susurró a sus amigas: “Miadle, es sádico. Parece que disfruta haciendo sufrir a la gente”. Todas las guitarras empezaron a temblar de miedo; pero el afinador no se dio por enterado y continuó su trabajo implacable, sin que pareciera importarle nada. Entre tanto, en el último, semioculta detrás de un cojín, Adela, una de las guitarras má pequeñas , estaba muerta de miedo e intentaba deliberadamente no moverse: “Te lo ruego, Señor, no permitas que me encuentre, sálvame de esta torturador y haré cuanto me pidas”. La oración de Adela parece que fue escuchada. El afinador no reparó en ella, que permanecía inmóvil detrás del cojín. “Gracias, Señor , por liberarme”, dijo con voz entre cortada la pequeña guitarra agradecida. Por la tarde llegaron los músicos, listos para su próxima intervención. Apenas comenzaron a probarlas, se quedaron encantados: ¡Son fantásticas ahora!. No creía que pudieran emitir un sonido tan bueno”. Por supuesto, las guitarra se sintieron muy halagadas y orgullosas de sí mismas. Entonces uno de los guitarristas descubrió a Adela, que asomaba por encima del cojín. Apenas pulsaron sus cuerdas, todos gruñeron. Luego se echaron a reír: ¡Qué granizado! esta sí que es basura de guitarra. Creo que prescindiremos de ella por esta noche al menos”. Cogieron todas las otras guitarras y bajaron. La pobre Adela se quedo sola. “ Nadie la quería porque era inútil ”
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27. HORACIO EL CAMELLO Horacio miró al cielo y dijo a sus amigo: “mirad! Que estrella más rara, pareciera que nos hace señas y nos pide que la sigamos”. Todos ellos vivían cerca de un oasis , donde sus vidas discurrían en paz, humildes y seguras...tenía yerbas y dátiles en abundancia para comer y mucho agua para beber. Nada había turbado jamás la placida existencia de estos camellos, ahora se daba cuenta que su amigo estaba fascinado por aquella nueva estrella rara y brillante... Estaban asombrados y se preguntaban que podía significar...”recuerdo uno de mis sueños de infancia” - prosiguió Horacio- “Ví una estrella que se alzaba por el horizonte y oí claramente que me mandaba por señas que todo lo siguieran en busca de una nueva vida, de un nuevo país y de una nueva patria....ahora me pregunto si esta podrá ser esa misma estrella?. Algunas de sus amigas y amigos se echaron entonces a reír...los que no habían visto la estrella lo tachaban de loco visionario, de un ingenuo soñador... de un tonto. ¡caramba!, ¿cómo seguir una estrella?, jamás nadie lo pensó antes...¿a dónde?, ¿cómo? ¿por cuánto tiempo? ... además ¿por qué seguirla?...¿ adonde? ¡!! “¿adónde
nos quiere llevar? – respondió Horacio - y para siempre si es posible”... Aquella estrella nos esta invitando a seguirla y yo me siento atraído irremediablemente por ella...!caramba! la seguiré, no importa lo que me cueste, he tomando una decisión y nadie podrá detenerme”. La mayoría de los camellos se miraron entre sí, lo dejaron solo y fueron a dormir, comer y beber, solo unos pocos se quedaron detrás intrigados por esa nueva estrella resplandeciente que brilla en el cielo...y uno de ellos preguntó: ¡Horacio!. ¿tienes intención de adentrarte en el desierto y dejar toda la comunidad y seguridad de este hermoso oasis?”. “sí he decidido renunciar a todo, mirad, esta comenzando amanecer y la estrella podría pasar de largo ante nosotros. Podría desaparecer y nunca más volver ... es ahora o nunca. ¡. Es la oportunidad de nuestras vida.... Algunos camellos se sentían impresionados por la impacienta y determinación de Horacio; resolvieron en aquel momento unirse a el viaje...”Nosotros también iremos, pero danos tiempo para reunir algunas cosas para el viaje, necesitamos muchas yerbas, abundante agua, dátiles, comida, cereales...”, “mirad” – interrumpió Horacio – se acaba el tiempo, la estrella ha comenzado a alejarse, no podemos esperar un minuto más... Aquella que nos llama a seguirla se hará cargo seguramente de nosotros, de nuestras necesidades ... ella cuidará durante el viaje. ¡yo me voy al instante alguno quiere venir conmigo, ¡que venga! Sino , quédense aquí y sigan viviendo así.. sin salir de este pequeño oasis... “ Y Horacio comenzó a alejarse, internándose en la arena hostil del desierto interminable... sus ojos permanecían fijos en la pequeña estrella resplandeciente según iba desapareciendo del horizonte del oasis.
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Solo dos camellos echaron a correr y se unieron a Horacio antes de que el desapareciera por el horizonte. Los demás camellos menearon la cabeza con un gesto de desaprobación y negación , y murmuraron entre sí: “Que idiotas, están chiflados , arriesgarse por las puras.... seguramente morirán en el camino de sed, hambre y frió... y pensar que pudieron quedarse aquí con nosotros en este oasis, disfrutando de estos placeres y de todas las cosas que la vida nos brinda... mientras tanto Horacio, la estrella y sus dos amigos desaparecieron por el horizonte....
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28. EL CIEMPIÉS BAILARIN Y EL SAPO Érase una vez un ciempiés que bailaba estupendamente con sus Cien pies. Cuando bailaba, todos los animales del bosque se reunían para verlo. Y todos quedaban muy impresionados con el exquisito baile. Pero había un animal al que no le gustaba ver bailar al ciempiés. Era un sapo. ¿ Qué puedo hacer para que el ciempiés deje de bailar?, pensó el sapo. No podía decir simplemente que no le gustaba el baile. Tampoco podía decir que él mismo bailaba mejor; decir algo así no tendría ni pies ni cabeza. Entonces concibió un plan diabólico. Se sentó a escribir una carta al ciempiés: “Ah, inigualable ciempiés”, escribió “soy un devoto admirador de tu maravillosa forma de bailar. Me encantaría aprender tu método. ¿Levantas primero el pie izquierdo nro. 78 y luego el pie derecho nro .47? ¿ o empiezas el baile levantando el pie izquierdo nro. 23 antes de levantar el pie derecho nro. 18?. Espero tu contestación con mucha ilusión. Atentamente, el sapo”. Cuando el ciempiés recibió la carta se puso inmediatamente a pensar en qué era lo que realmente hacía cuando bailaba. ¿ Cuál era el primer pie que movía?¿y cuál era el siguiente?. El ciempiés, tras un momento de perplejidad, descubrió con horror que estaba totalmente paralizado. Durante el resto de su vida jamás pudo volver a bailar
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29. El PEQUEÑO NIÑO Erase una vez un niño que colegio. Él era bien chiquito y su colegio grande. Cuando el niño descubrió que podía transponer la puerta de la calle e ir a su salón de clase caminado, se puso feliz y el colegio ya no le parecía tan grande como antes. Una mañana cuando el niño estaba en el colegio, la profesora dijo: “hoy vamos a hacer un dibujo”. ¡Qué bueno pensó el niño , pues le gustaba hacer dibujos. Él podía hacerlos de todos los tipos: leones, tigres, gallinas y vacas, trenes y barcos. Tomó su caja de lápices y comenzó a dibujar. Pero la profesora dijo: “Esperen, todavía no es hora de comenzar”. Ella espero hasta que todos estuvieran listo. Ahora dijo la profesora, “nosotros vamos a dibujar flores” y el niño se puso a dibujar bonitas flores con sus lápices rosa, naranja y azul. Pero la profesora dijo: “esperen, quiero mostrarles cómo hacerlo” y dibujó una flor con tallo verde. Luego le dijo la profesora: “ ahora ustedes pueden comenzar. El niño miró la flor de la profesora y miró su flor. A él le gustaba más su flor, pero no podía decirlo, volteó el papel y dibujo una flor igual a la de la profesora, era una roja con el tallo verde. Otro día, cuando el niño estaba en clase al aire libre, la profesora dijo: “ Hoy haremos algunas cosas con arcilla” . ¡Qué bueno pensó el niño, a él le gustaba jugar con arcilla, podía hacer todo tipo de cosas: elefantes, pericotes, autos y camiones, y se puso amasar y hacer una bola de arcilla, pero la profesora dijo: “esperen, todavía no es hora de comenzar”, y ella espero a que todos estuvieran listo. Ahora, dijo la profesora, “haremos un plato”, “Que bueno” pensó el niño, porque le gustaba hacer platos, y se puso a hacer platos de diferentes formas y tamaños. La profesora dijo: “esperen, voy a enseñarles como se hace” y ella les enseño como hacer un plato hondo. Luego les dijo: “ahora ustedes pueden comenzar”. El niño miró el plato de la profesora y después miró su plato, a él le gustaba más su plato que el de la profesora, pero no podía decírselo. Amasó toda la arcilla formando una bola grande e hizo un plato igual al de al profesora. Pronto el niño aprendió a mirar y hacer las cosas exactamente como la profesora, ya no hacia las cosas como él pensaba. Entonces ocurrió que el niño y su familia se mudaron de casa, a otra ciudad, y él tenía que ir a otra escuela. Esta escuela era más pequeña que la otra y no había puertas de calle para su salón. Él tenía que subir grandes peldaños hasta su salón. El primer día estaba en la escuela, profesora dijo: “hoy vamos a hacer un dibujo” “!Que bueno!” ,pensó el niño y espero que la profesora dijera lo que había que dibujar, pero la profesora no dijo nada y sólo caminaba por el salón. Cuando ella llegó donde estaba el niño, le pregunto “¿no quieres dibujar?”, “sí”, dijo el niño, “¿qué vamos a dibujar?”. “Yo no sé hasta que tu lo hagas”, dijo la profesora. “Dibuja lo que te guste”. “¿Y de qué color?”, preguntó el niño. La profesora respondió: “si todos hacen el mismo dibujo y
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usan los mismo colores, cómo voy a saber ¿cuál es el dibujo de cada uno?. “yo no sé”, dijo el niño y comenzó a dibujar una flor roja con tallo verde”. 30. EL TRISTE GUSANITO. Había una vez un pequeño hoyito en la tierra donde vivía un gusanito, que se llamaba Gusanín. Él se sentía muy solo y triste porque nadie lo quería, decían que no hacía nada bien. Siempre intentaba hacer cosas nuevas pero nada le salía bien. Una vez se subió a un hermoso árbol para que los demás animales lo vieran y lo aceptaran, esperando dijeran - ¡Eh! Miren ahí va el grandioso... Pero se cayó. Intentó brincar pero se dio cuenta que no tenía patas, intento volar pero se olvido que no era pájaro y se deprimió mucho al darse cuenta que nada de lo que intentaba lo había podido lograr. Así triste y muy desanimado se fue arrastrando hasta llegar cerca de su hogar, donde se encontraba su único "supuesto" amigo. Un pájaro que se llamaba Beto. Gusanín le dijo: - No sirvo para nada, no puedo hacer nada bien. No puedo brincar porque no tengo piernas, no puedo volar pues no tengo alas. Beto con sus ojos grandes y muchos deseos de darle animo, le dice: - Sí sirves para algo, eres gordito, eres jugoso, resbaloso y tierno. Pregunta Gusanín: - Sí, entonces ¿para qué sirvo? Contesta Beto: -¡Sirves para la cena! Ja, ja, ja, ja. Gusanín dice: - ¡Oh no! Me va a comer... Gusanín sale corriendo y se esconde en su pequeño hogar. Se sentía tan mal, tan solo. Ya no tenia a nadie. Su único “amigo” también lo había traicionado ya que se lo quiso comer.
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- Estoy tan solo, solo muy solo... Entonces Gusanín escuchó una voz que le dice: - No, no estas solo me tienes a mí. Pregunta Gusanín: - ¿Quién eres? ¿Dónde estas? Contesta la voz: - Soy tu creador, tu Dios. Pregunta Gusanín: - Dios, ¿Por qué me hablas? Tan solo soy un gusano, no sirvo para nada. Contesta Dios: - Sí sirves. Gusanín pregunta: - ¿Para qué sirvo? ¿Para qué? Contesta Dios: - Tú te comes la semilla que no va a dar fruto, tú haces hoyitos en la tierra y de esa manera las raíces de los árboles pueden sentir el aire. ¡Ah!, y lo más importante fuiste creado por Mí y eso es muy, muy importante. No importa lo que digan o piensen los demás. Sólo importa lo que yo piense de ti que soy quien te creo con un propósito especial. Puede ser que no sirvas para ellos que no saben nada de ti pero; para Mí, eres lo máximo y eso es lo importante.