Concepción jerárquica o humanista
quipo 1 Lourdes Sara Ferrer Elias Ma. Guadalupe Frausto Juarez Valeria A. Portugués Morales Giovanni Escandon Rosales Tutora: María De Jesús Trejo
Polivalencia del término cultura La cultura tiene diferentes representaciones y cada nación, cada ciudad, cada rincón del planeta tiene diferentes maneras de ver el mundo y de expresar su identidad, ya sea como individuo o como sociedad, pues por muy cercanas que sean las regiones, las costumbres y tradiciones pueden ser distintas y eso no significa que sea mejor una cultura u otra, sino que la cultura se diversifica y así va adquiriendo nuevos conocimientos. Por su parte, diferenciar la variedad de términos que relacionan el significado de “cultura” permite establecer un criterio para estudiar el concepto a partir de su contexto (por ejemplo, cultura como extenso conocimiento, cultura como forma de vida de una comunidad, cultura como desarrollo de un arte, etcétera), el cual ocupa el ámbito social para nuestros fines académicos.
Cultura en la historia La cultura ha ido evolucionando conforme pasa el tiempo, igual que su concepto, pues lo que se creía que era cultura en el siglo XVIII no coincide con la misma definición de cultura que se percibe en el siglo XXI, es decir, la manera de ver el mundo, pues hay cambios en todos los ámbitos culturales como la música, la vestimenta, la lectura, cosas que han cambiado en este periodo. Estas percepciones han variado de acuerdo con los momentos sociohistóricos y de progreso de la humanidad, pues la cultura, de ser un concepto que realza las virtudes del espíritu humano, ha pasado a percibirse como una mercancía o algo que brinda un estatus a determinados sectores.
Concepción jerárquica o humanista El concepto primigenio de cultura diferenció al ser bárbaro del educado y entrenado, en un contexto donde se pasó de la caza a la recolección. En el siglo XVIII, la cultura era entendida como un proceso en el que el espíritu es cultivado por la instrucción, el refinamiento y el saber. La Ilustración, por su parte, asociaba a la cultura con progreso, educación y razón, además de que tenía un carácter normativo. Hacía referencia a un proceso de mejora de las instituciones y debía extenderse a todo el género humano. La Revolución Industrial, en el siglo XIX, generó un parteaguas en el que la cultura tenía un carácter jerárquico relacionado con el progreso material, que i mplicó asociar dicho concepto con la riqueza material. Así, la cultura se concibe como la cima del logro humano, y debe ser transmitida mediante la educación. A partir de este periodo, se conceptualiza a la cultura como un bien que genera nobleza y dignidad, y que marca la barrera entre las clases al discriminar a una persona con baja educación de una persona refinada.
Conclusiones Uno de los primeros detalles que percibimos en torno a la concepción jerárquica o humanista de la cultura es que se hace énfasis en conceptos de razón, educación y refinamiento del espíritu. Esto ha ayudado a que el hombre deje de ser instintivo para apegarse más al pensamiento que genere resultados. La ventaja de esta concepción es que se entiende la importancia de la educación como medio para transmitir la cultura y hacerla presente como un bien social. Otra ventaja es que la cultura es parte del progreso y, a la vez, es responsable de que éste ocurra. Una desventaja apreciable radica en que la cultura refleja la diferenciación de clases, hasta la actualidad, lo que genera discriminación al abrir una brecha entre el culto y el inculto. También, a partir de la Revolución Industrial, la cultura adquiere un estatus de mercancía, puesto que llega a relacionarse con el bienestar material que sólo unos cuantos podían obtener.
Referencias Ariño, A (s/f). La concepción de la cultura. Universidad de Valencia, recuperado de UPN.