Cómo Ser Un Buen Amigo Lucas 10.25 Introducción: Lucas 10.25=Y he aquí un intérprete de la ley se levantó y dijo, para probarle: Maestro, ¿haciendo qué cosa heredaré la vida eterna? De inmediato nos damos cuenta que esta pregunta no fue sincera, fue hacha por un ceudo abogado tratando de que Jesús caiga en una trampa teológica. ¿Cuál fue la respuesta de Jesús? ¿Que está escrito en la ley? ¿Cómo lees? Aquél, respondiendo, dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo. Y le dijo: Bien has respondido; haz esto, y vivirás. Pero él, queriendo justificarse a sí mismo, dijo a Jesús: ¿Y quién es mi prójimo? Respondiendo Jesús, dijo: Un hombre descendía de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de ladrones, los cuales le despojaron; e hiriéndole, se fueron, dejándole medio muerto. 31 Aconteció que descendió un sacerdote por aquel camino, y viéndole, pasó de largo. 32 Asimismo un levita, llegando cerca de aquel lugar, y viéndole, pasó de largo. 33 Pero un samaritano, que iba de camino, vino cerca de él, y viéndole, fue movido a misericordia; 34 y acercándose, vendó sus heridas, echándoles aceite y vino; y poniéndole en su cabalgadura, lo llevó al mesón, y cuidó de él. 35 Otro día al partir, sacó dos denarios, y los dio al mesonero, y le dijo: Cuídamele; y todo lo que gastes de más, yo te lo pagaré cuando regrese. 36 ¿Quién, pues, de estos tres te parece que fue el prójimo del que cayó en manos de los ladrones? 37 Él dijo: El que usó de misericordia con él. Entonces Jesús le dijo: Ve, y haz tú lo mismo. Ahora para poder comprender esta historia tenemos que entender el trasfondo y las circunstancias.
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Este intérprete de la ley era un ególatra que quería justificarse así mismo haciéndole a Jesús una pregunta deshonesta. La biblia dice que este hombre estaba probando a Jesús. O sea estaba tentando a Jesús. Permítame decirle algo del Señor Jesucristo; si usted viene a él con una pregunta honesta siempre le recibirá una respuesta honesta, pero si usted viene a Jesús con una pregunta deshonesta o sea una pregunta tramposa, Jesús no le responderá. Si no que más bien le ara a usted una pregunta, el Señor siempre procedió de esa manera y eso fue lo que hiso con este intérprete de la ley, que era un abogado astuto y listo. Jesús le pregunto; ¿que está escrito en la ley? ¿Cómo lees? En otras palabras el Señor le dijo; bien tú eres un abogado conocedor de la ley y que es lo que dice la ley. Y el abogado respondió; amaras al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con todas tus fuerzas y con toda tu mente y a tu prójimo como a ti mismo. Note que la pregunta inicial que este hombre hiso es una buena pregunta. ¿Maestro haciendo que cosas heredare la vida eterna? Y Jesús le confronta con lo que dice la ley. Evidentemente ese abogado había estudiado las escrituras las había analizado y su respuesta estaba basada en los libros de Deuteronomio y de Levítico y sabía todo eso. Ese hombre tenía religión pero no tenía vida, era religioso pero estaba perdido. Así que Jesús comienza a tratar con este hombre porque no solo era un abogado astuto si no un mal abogado era un abogado deshonesto, de alguna manera trato de buscar una falla en la ley al preguntar ¿y quién es mi prójimo? Usted y yo debemos aprender de esto, este hombre tenía un credo pero no tenía salvación, sabía algo sobre la ley de Dios, pero no tenía
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genuina vida en su corazón, era religioso pero estaba perdido tratando de encontrar alguna falla en la ley de Dios. Sabía que la ley de Dios decía que había que amar a Dios y el creía que amaba a Dios hasta cuando Jesús le dijo, que debía amar al prójimo, hasta que él dijo un momento ¿y quién es mi prójimo? ¿Cuál era el problema de este hombre? Él no tenía ninguna dificultad amando a Dios porque en lo concerniente a él, Dios no estaba presente. Pero la gente estaba por todo lado rodeándole y él no quería ir demasiado lejos y no quería mar a alguien que no tenía que amar él podía amar a Dios de forma abstracta pero a nadie en forma concreta. Él quería bajar esa su llamada religión del plano de lo eterio a lo al plano de la vida real en la cual vivía, no tenía problemas amando a Dios con todo su ser pero no quería amar a nadie en esta tierra que no tenía que amar. Era como el hombre que se vanagloriaba de lo mucho que amaba a los niños.
Amas solo en lo abstracto= Un hombre se vanagloriaba de lo mucho que amaba a los niños, un día el hiso un hermoso trabajo de albañearía cubriendo con concreto el caminito de entrada al garaje de su casa y mientras el concreto se secaba entro as u casa a tomarse un refresco, los niños del vecindario vinieron, y dejaron las huellas de sus zapatos de sus manos y una gran variedad de dibujos infantiles en el concreto aun fresco. Cuando el hombre salió y vio lo que los chiquillos habían hecho se puso muy furioso insultando a los niños alcanzando alguno de ellos para darle su merecido escarmiento. Al ver uno de los vecinos le dijo; vecino yo pensé que usted amaba a los niños, usted siempre está diciendo cuanto ama a los niños, y el
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hombre le contesto oh si yo los amo en lo abstracto pero no los amo en el concreto. Con excepción de la parábola del hijo prodigo de la oveja perdida esta parábola es una de las más hermosas que Jesús relato. 1 de Juan 4.20-21 “Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto? 4:21 Y nosotros tenemos este mandamiento de él: El que ama a Dios, ame también a su hermano. Si tu corazón el cuartel general del odio, aun cuando dices amar a Dios, y odias a tu hermano, estas mintiendo…no lo amas… Alguien me dirá aparentemente ofendiendo, pastor me está llamando mentiroso. En realidad yo no lo conozco también como para hacerlo. Pero la biblia lo dice; “Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto? Este intérprete de la ley este abogado que tenía un corazón pecaminoso estaba buscando una cuartada, estaba buscando donde trazar una línea establecer un límite para así poder tenerlo todo a su manera y este es el trasfondo de este pasaje de las escrituras. Este hombre preguntándole a Jesús. ¿Qué debo hacer para heredar la vida eterna? Pero me encanta como Jesús le responde con otra pregunta. Que dicen las escrituras al respecto y el abogado que evidentemente conocía las escrituras le dan la respuesta adecuada y entonces Jesús le dice; Bien has respondido has esto y vivirás. Entonces el hombre le pregunta; ¿pero maestro quien es mi prójimo? Bien ahora ya tenemos el trasfondo completo. Ahora veamos la historia misma:
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La primera parte de esta parábola que conto Jesús es el retrato de lo que yo llamo criminal falto de humanidad. Lucas 10.30= Respondiendo Jesús, dijo: Un hombre descendía de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de ladrones, los cuales le despojaron; e hiriéndole, se fueron, dejándole medio muerto. La ciudad de Jerusalén está ubicada a una cima de un monte, el monte de Sion, y está a manso menos a 900 metros de altura de sobre el nivel del mar, Jericó está ubicada cerca al mar muerto y es el punto más bajo en toda la tierra. El mar muerto está a más de 400 metros por debajo del nivel del mar. Así que hay una diferencia de aproximadamente de 500 metros de altitud entre Jerusalén y Jericó. Y hay un hombre que está yendo desde Jerusalén la ciudad del gran Dios a Jericó que era una ciudad pagana perdida moral y espiritualmente se podía decir que iba de una ciudad celestial a una ciudad infernal. Y desde Jerusalén a Jericó el camino siempre es descendente lleno de peligrosas curvas y rodeado de montañas, cuevas y enormes rocas. Fue entonces y lo sigue siendo hasta ahora, es un lugar perfecto para que se escondan ladrones, asaltantes y criminales. Era un viaje muy peligroso especialmente si uno viajaba solo y eso fue lo que sucedió con este hombre de la parábola. Viajando solo que cayó en manos de los ladrones quienes lo asaltaron, lo golpearon le despojaron de todo lo que traía y cuando lo vieron inerte en el suelo y cubierto de sangre lo dejaron creyéndole muerto. Ahora este es un cuadro de la humanidad alejada de Dios, asaltada, maltratada y robada por el diablo. Y quizás algunos se estarán preguntando ¿y eso que tiene que ver con nosotros hoy?
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Solo porque no estamos interesados en este abogado que no vivió en estos siglos, ni interesados en esta parábola, por estupenda que sea debemos preguntarnos, que significo entonces y como pues tiene entonces una explicación en nuestros días? Pero quizás la pregunta más importante está relacionada con esta parábola es como se aplica a usted personalmente. Sea percatado que vivimos en ciudades cuyos habitantes están iyendo como por así decirlo de Jerusalén a Jericó y que por lo tanto están descendiendo y descendiendo alejan docén de Dios, y casi invitando al diablo para que los asalte, les robe y les maltrate. Hay aquellos que están heridos domésticamente tienen hogares destrozados, cada día se oye de corazones quebrantados y destrozados por satanás hay mucha gente herida emocionalmente. Cada día me doy cuenta de niños y niñas que son víctimas de los abusos que los mayores que en muchos casos son sus propios padres. Heridos físicamente. Por las drogas y su adicción. Heridos psicológicamente. Y se convierten en un ejército de muertos vivientes. Y también hay muchos heridos económicamente. Quizás muchos de nosotros disfrutamos de una buena comida hoy, pero abran otros que no tienen nada que comer. No piense que porque usted tiene lo suficiente los demás lo tienen. Muchos aunque vivan en grandes casa, son esclavos del ocultismo, el humanismo, el liberalismo religioso. Satanás los ha asaltado los ha despojado de los más profundos valore éticos y morales y les ha dejado tendidos en el camino desdenté asía Jericó medio muertos. Y muchos quizás de los que están aquí tiene un corazón quebrantado, nuestro mundo es un mundo lleno de dolores los heridos espirituales y emocionales están alrededor de nosotros con sus corazones quebrantados y sus vidas destrozadas.
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Hay millones de personas que necesitan de amor, vivimos en medio de una criminalidad humana. El hombre de la parábola descendía de la ciudad celestial Jerusalén a la ciudad infernal Jericó y cae en las manos de los ladrones quienes le despojan de todo lo que tiene y le dejan sangrante botado en el camino medio muerto, eso es lo que satanás hace. Pero no solo tenemos una criminalidad inhumana sino también una actitud que es lo mismo de mala, una casual indiferencia. 31 Aconteció que descendió un sacerdote por aquel camino, y viéndole, pasó de largo. 32 Asimismo un levita, llegando cerca de aquel lugar, y viéndole, pasó de largo. Los sacerdotes eran los que celebraban los rituales en esos días. Los levitas eran los que guardaban, cuidaban de la ley. Y estos dos representan lo que es la religión con sus rituales y con sus reglas, el sacerdote religión con los rituales, el levita religión con sus reglas. Ahora recuerde que Jesús está hablando con un hombre que se creía justo un hombre que no quería amar a nadie que no tuviera que amar. Este hombre que hablaba con Jesús tenía religión pero no tenía vida espiritual. El Señor Jesús venía a salvar al hombre del pecado y de la religión. Yo creo que lo segundo es más difícil de hacer que lo primero. La religión le hará intolerante, cruel y con un falso sentido de justicia. El hombre que hablo con el Señor Jesucristo no era un ateo, era un religioso. Es usted salvo. Tiene usted una vida en Cristo santa.
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El apóstol Pablo antes de encontrarse con el Señor Jesús en el camino a damasco, era un hombre sumamente religioso, y en el capítulo 3, 5 de Filipenses el describe lo que fue su viada antes de conocer a Cristo. “Circuncidado al octavo día, del linaje de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo de hebreos; en cuanto a la ley, fariseo” Esto hermano y amigo es su hoja de vida. Este no es un hombre del monto. “En cuanto a celo, perseguidor de la iglesia; en cuanto a la justicia que es en la ley, irreprensible.” ¿Qué es lo que está diciendo? Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo.
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