BIBLIOTECA ELECTRÓNICA PARA EL MAESTRO
EL M AES AEST T RO Y L A PEDAGO PEDAGOG GÍ A
COM CO M O GUI AR A L OS J OV OVE ENE S por Ann Sullivan
EDITORIA EDITORIAL L M UNDO UNDO HISP HISPA A NO ©20 2007 07
COMO GUIAR A LO L OS
JO J OV EN ENES ES
ANN SULL ULLIV IVAN AN ©Copyright 1988. Casa Bautista de Publicaciones. El libro original fue publicado por Convention Press con el título How to Guide Youth ©1982. Tra Traducido ido, adaptado y publica licado con permiso iso. Tod Todos los los derechos reservados.
JO J OSI E DE SMI MITH TH TRA T RAD DUCCI ÓN Y AD A DAPTAC APT ACII ÓN
CASA CAS A BAUTI BAUTIS STA DE PUBL PUBLII CACI CACIO ONE NES S
COMO GUIAR A LO L OS
JO J OV EN ENES ES
ANN SULL ULLIV IVAN AN ©Copyright 1988. Casa Bautista de Publicaciones. El libro original fue publicado por Convention Press con el título How to Guide Youth ©1982. Tra Traducido ido, adaptado y publica licado con permiso iso. Tod Todos los los derechos reservados.
JO J OSI E DE SMI MITH TH TRA T RAD DUCCI ÓN Y AD A DAPTAC APT ACII ÓN
CASA CAS A BAUTI BAUTIS STA DE PUBL PUBLII CACI CACIO ONE NES S
Contenido omienzos: nzos: Com Compa pañe ñeros ros de de V iaje CAPÍTULO 1 — Comi res y Jóve J óvene nes: s: Uni Unido dos s pa para Servi Servirr CAPÍTULO 2 — L íderes
CAPÍTULO 3 — Atención: Aquí Se Aprende CAPÍTULO 4 — Compromiso: Un Requisito para el Aprendizaje terio o Ju J uven venil: Má M ás Al Allá de las Horas Horas de de Estud tudio CAPÍTULO 5 — Ministeri gar a Ser: Ser: La L a Potenc otenciialidad dad del A lumno CAPÍTULO 6 — L legar
CAPÍTULO 7 — Disciplina: Una Expresión de Amor Especial CAPÍTULO 8 — Reflexión: ¿Qué del Futuro? ACTIVIDADES DE APREN PREND DI ZAJ E PERSONAL
Capítulo 1. — Comienzos: Compañeros De Viaje Se Necesitan: Guias Idoneos Para J óvenes REQUISITOS: Conocer cómo se desarrolla el adolescente, entender cómo aprende, interesarse personalmente por cada joven, tener habilidades de liderar diversos proyectos según se necesite, conocer la Biblia, y tener una creciente relación con Dios.
HORARIO: Muchas horas, incluyendo fines de semana e imprevistos. REMUNERACIÓN: Intangible. Firme aquí si usted tiene interés en este cargo.
Si su iglesia pusiera un aviso como éste en el panel de avisos, ¿le parece que alguien solicitaría el trabajo de guía de los jóvenes adolescentes de su congregación? Pero, más importante es cómo este llamamiento para líderes le concierne a usted. ¿Usted solicitaría este trabajo? Los requisitos son variados, el horario exigente, y la recompensa no siempre se llega a ver. ¿Qué pensaría mientras leyera el aviso? Tengo miedo de trabajar con los jóvenes. No los entiendo. Una vez traté de dirigir un coro juvenil, y desgraciadamente no tuve mucho éxito. Me siento inadecuado cuando piden requisitos tan exigentes. Nunca firmaría ese aviso. He oído a algunos jóvenes jactarse de cuántos líderes juveniles hicieron renunciar. Será mejor que renuncie a mi trabajo de líder si esta iglesia piensa exigir tanto de mí. He estado pensando en ofrecerme para ser consejero pero, ¿cómo puede un adulto como yo aprender a trabajar con muchachos adolescentes?
¡¡¡ Deténgase!!! ¿Estaría dispuesto a poner a un lado cualquier reacción negativa que le impide ser un guía idóneo de jóvenes? ¿Se comprometería a un año de crecimiento trabajando con los jóvenes durante ese lapso?
¿Le gustaría a usted conocer personas interesantes? ¿Por qué no permitir que Dios lo use en una manera nueva y especial? ¿Por qué no aceptar el desafío de ser un guía para los jóvenes?
Si su respuesta es sí al desafío de ser un guía idóneo de jóvenes, siga leyendo. ¡Este libro es para usted! Si la respuesta es sí… pero… , este libro también es para usted. Tanto el que apenas comienza a trabajar con jóvenes, como el que tiene más experiencia pueden pensar sí… pero… ¡Hay tanto que aprender acerca de cómo trabajar con los jóvenes en la iglesia: tantos libros que leer, tantos métodos que considerar, tantas posibles experiencias que evaluar, tanto discernimiento espiritual que aprovechar, y tantas virtudes personales que desarrollar! No se desaliente; respetamos su sinceridad. Esperamos que este libro le ayude a responder al llamado de guiar a la juventud con un “sí” lleno de esperanza y entusiasmo. Detengase — Piense — Escriba ¿Qué dudas tiene que le impiden sentirse seguro acerca de su papel como líder de jóvenes?
1. 2. 3. ¿Qué preguntas tiene acerca del trabajo con los jóvenes que espera sean contestadas en este libro?
1. 2. 3. Recuerde sus experiencias de joven en su iglesia y describa al líder de jóvenes que fue de mayor influencia.
Edificada Sobre Una Base Solida La educación cristiana tiene sus raíces en los educadores hebreos de la antigüedad. Aquellos hombres de Dios creían que el propósito de la educación religiosa era ayudar a las personas en su desarrollo para que se parecieran más a Dios. La Torah, la sagrada Escritura, era estudiada porque contenía la clave para vivir rectamente dentro de la voluntad de Dios. A través del estudio de la Torah, aprendían cómo vivir diariamente en una relación con Dios.
Los primeros cristianos perpetuaron el concepto de la educación religiosa. Fomentaron la enseñanza de la fe en Cristo como base para la salvación, y la moralidad y los valores cristianos como principios para seguir en la vida. En la actualidad, la educación cristiana en nuestras iglesias evangélicas no se deja al azar. Se programa, tiene propósito, es sistemática y continua. Fomenta la fe en Cristo, y guía a sus seguidores a desarrollar su vida cristiana. La Biblia estimula a establecer un ministerio de educación cristiana. Jesús, a veces llamado el Maestro, frecuentemente se sentaba con sus seguidores con el propósito de enseñarles grandes verdades. En Mateo 5, 6 y 7, encontramos sus enseñanzas en el pasaje que llamamos el Sermón del monte. EnLucas 11, cuando los discípulos de Jesús le pidieron que les enseñara a orar, lo hizo dándoles un modelo para sus plegarias. Y en Marcos 4, encontramos otro ejemplo de un estilo de enseñanza de Jesús: historias o parábolas. La Biblia también nos estimula a alcanzar a quienes necesitan escuchar el evangelio. En el relato de la vida de Jesús en el Nuevo Testamento, quizá sus actos más tiernos son los que realizaba cuando alcanzaba a personas que lo necesitaban. ¿Quién puede cansarse de leer acerca de Jesús y la mujer samaritana, Mateo, Zaqueo, los hombres comunes que eran sus discípulos, las personas que sufrían enfermedades físicas, o el criminal arrepentido que compartió el día de la crucifixión con él? Nosotros, siendo sus discípulos, también somos llamados a alcanzar a aquellos que necesitan un amigo, a los que sufren, a los despreciados, y a los que no tienen una relación con Dios. Erica comenzó a asistir a la escuela dominical. Al principio no tenía amigos en la iglesia, pero su maestra le brindó su amistad. Cuando llegó el verano, ésta le dio anónimamente una beca de campamento para que pudiera gozar de esa experiencia. En el campamento sintió el impacto de los sermones, la música, las amistades que allí hizo, y la presencia de Dios. Volvió del campamento convertida en una nueva persona. Este cambio en la vida de Erica ocurrió porque una maestra que siguió el ejemplo de Cristo, alcanzó a una muchacha que necesitaba a Dios. Al creyente del Nuevo Testamento también se le anima a enseñar. La Gran Comisión de Cristo a sus discípulos registrada en Mat. 28:19, 20, incluye la orden de enseñar. Cuando el escritor de Efesios nombró los dones específicos que Dios da a los creyentes, incluyó el don de ser maestro. “Y él mismo constituyó a unos… maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo” (Ef. 4:11, 12).
Como creyentes organizados en un cuerpo llamado iglesia, seguimos el ejemplo de Cristo y sus primeros seguidores cuando establecemos nuestros programas de educación cristiana. Cuando usted acepta el desafío de servir en el Departamento de Jóvenes en el área de la educación cristiana, comienza a participar de lo que puede ser un ministerio estimulante y bendecido. Como maestro, director de departamento, consejero, líder u obrero, usted necesita reconocer que Cristo es el maestro perfecto. A pesar de que quizá nunca podrá llegar a la estatura de Cristo en lo que a su autoridad, amor y altruismo en su ministerio se refiere, usted puede ser importante en la vida del joven. En su propio estilo, puede guiar al joven a conocer a Dios, aplicar la Biblia a su vida y a empezar una vida de servicio al prójimo. Uno de los llamados más nobles es el de ser guía de la juventud.
Definiciones ¿Quién es guía de la juventud? Guía es el que capacita al joven para crecer en sabiduría, conocimiento y en gracia para con Dios y los hombres. ¿Quién es guía de la juventud? Guía es el que provee los medios que facilitan los procesos de desarrollo espiritual y mental de los jóvenes. Sabe organizar las experiencias de aprendizaje para que el joven aprenda a pesar de las distracciones, el desinterés y el descontento. ¿Quién es guía de la juventud? Guía es el que da los elementos a la juventud para que pueda responsabilizarse de su desarrollo, se atreva a ser fiel, a soñar grandes sueños y a ser más como Cristo. ¿Quién es guía de la juventud? Guía es el que enriquece la vida de todos los jóvenes en su grupo. Cada joven puede decir que su vida cambió porque esta persona fue su guía. ¿Quién es guía de la juventud? Guía es el que da aliento. El que reconoce que sus palabras de apoyo pueden ayudar al joven a tomar un paso de fe.
Capacitar Como capacitador, el guía provee los medios a los jóvenes para que ellos mismos puedan descubrir verdades. El guía no reparte conocimiento ni lo fuerza a penetrar la mente de sus alumnos; mas bien los guía para que ellos mismos puedan aprender. Su filosofía es: “No le digas al joven nada que él mismo pueda descubrir.” Reconoce las capacidades de sus alumnos, y los desafía a ampliarse tanto mental como espiritualmente a fin de comprender y aplicar la Biblia a sus propias vidas. Explora con sus jóvenes la posibilidad de comprometerse personalmente en la obra del Señor y los ayuda a prepararse
para ese compromiso. Reconociendo las cualidades singulares de cada joven, el guía estimula a cada uno a descubrir sus propios talentos al participar del programa juvenil de la iglesia. El guía capacita cuando provee oportunidades para que el joven haga sus propios descubrimientos.
Facilitar Como facilitador de la enseñanza, el guía crea el ambiente que facilita el aprendizaje; luego toma pasos para lograrlo. Reconoce que puede crear situaciones conducentes al aprendizaje, pero no puede forzar a nadie a aprender. El facilitador provee el ambiente que estimula el aprendizaje; usa métodos que complementan tanto su estilo de enseñar como las habilidades de aprendizaje de sus jóvenes; hace preguntas que llevan al joven a pensar más allá del nivel de la memoria; y basa todos sus esfuerzos en las necesidades de cada uno. El director de música que facilita el aprendizaje tiene un programa musical para todos los jóvenes; pero también provee oportunidades para los jóvenes que tienen el talento de cantar, tocar, hacer arreglos, componer música y dirigir. El líder de desarrollo cristiano o del Programa de Preparación que busca facilitar el aprendizaje puede, por ejemplo, tener un encuentro con los jóvenes en la biblioteca de la iglesia y ayudarles a seleccionar libros para una sesión de estudios en lugar de seleccionar él mismo los libros y distribuirlos luego entre los miembros. El guía no puede aprender ni desarrollarse por sus jóvenes. Como facilitador, percibe que su propósito es sencillamente proveer experiencias de aprendizaje, desarrollo y maduración.
Equipar Cuando un guía equipa al joven para que pueda aplicar a la vida diaria lo que aprende, le ha dado un verdadero tesoro. El significado de amar a otros, de adorar a Dios, o de honrar a los padres se aprenderá a cierto nivel cuando el adulto y el joven estudian juntos en clase. Sin embargo, la prueba de que aprendió o no, se ve en el estilo de vida del joven cuando no está en el templo. ¿Sus compañeros de colegio lo consideran diferente? ¿Se niega ella a hacer de la posición y popularidad sus dioses a pesar de que sus amigas lo hacen? ¿Vuelve él a casa a la hora que le han dicho sus padres aunque los padres de sus amigos les permiten estar afuera hasta más tarde? Cuando usted equipa al joven para transferir lo que aprendieron en la iglesia a la vida real, le ha legado una de las herramientas cristianas más importantes para subsistir en un mundo que no es cristiano.
Enriquecer El guía enriquece la vida de los jóvenes con quienes trabaja cuando busca la manera de que tengan nuevas y valiosas experiencias. El maestro de escuela dominical puede enriquecer la vida de sus jóvenes enseñándoles cómo usar comentarios bíblicos y otros libros de referencia. También dirigiéndoles por medio de su ejemplo a establecer una vida de oración activa y haciendo preguntas que requieren que cada joven exprese sus propias convicciones y su fe. Enriquecer la vida de la juventud es un área en la cual la tarea de guiar produce satisfacción inmediata al ir viendo los cambios en la vida de ellos.
Alentar Una última dimensión en la tarea de guiar que usted querrá adoptar en su estilo de liderazgo es el de alentar. Cuántas cosas maravillosas pueden suceder cuando alienta al joven a aprender, a buscar nuevas experiencias y a atreverse. Cierto maestro y sus jóvenes habían decidido visitar un asilo de ancianos. El guía alentó a los jóvenes para que compartieran sus talentos, su cariño y su tiempo con ellos. Llegó el día de la visita, y los ancianos fueron bendecidos por la visita de los jóvenes. El maestro juzgó que el proyecto fue un éxito. Pero aquello no terminó con esa visita. Laura, una de las jóvenes, se sintió atraída a los ancianos porque el maestro le había animado a compartir con ellos su talento musical y su cálida personalidad. Laura volvió a visitar el asilo llevando a su familia para que también se interesaran por servir a los internados. Lo que fue un proyecto de un día se convirtió en un ministerio especial porque un maestro animó a una jovencita del primer año de secundaria a dejar que Dios usara sus talentos. Los obreros que trabajan con la juventud en la iglesia llevan distintos títulos, pero todos se unen bajo el nombre de guía. Todos trabajan unidos para guiar a la juventud a aceptar a Cristo como Salvador, participar en los cultos, desarrollarse como creyente, comprender la Biblia, aplicando sus enseñanzas a su propia vida y capacitarse para servir a otros.
¿Por Que Eligio Usted Ser Un Guía? Marque con una “X” la o las opciones que elija. ___ 1. Porque alguien me lo pidió y no pude decir que no. ___ 2. Porque me gustan los jóvenes. ___ 3. Porque soy la única persona en mi iglesia que tiene la valentía de enfrentarse con un grupo de jóvenes.
___ 4. Porque el mejor maestro de escuela dominical que jamás he tenido fue en el área juvenil, y quiero ayudar a otros como él o ella me ayudó a mí. ___ 5. Porque no me gusta asistir a mi propia clase. ___ 6. Porque uno de mis talentos es el trabajo juvenil. ___ 7. Porque mi iglesia realmente necesita que yo trabaje en el área juvenil. ___ 8. Porque es lo que quiero hacer. ___ 9. Porque tengo algunas de las respuestas que la juventud necesita. ___ 10. Porque me comunico bien con la juventud. ___ 11. Porque siento el llamado de Dios a esta tarea. ___ 12. Porque una vez que empecé a trabajar con los jóvenes no supe ya cómo renunciar. ___ 13. Porque me gusta acompañar a grupos juveniles en sus actividades. ___ 14. Porque pienso que la juventud es divertida. ___ 15. Porque he estudiado psicología de la adolescencia. ___ 16. Porque he tenido éxito en el trabajo juvenil. ___ 17. Porque a mí esposo (o esposa) le gusta estar con los jóvenes. ___ 18. Porque me siento muy responsable ante el pastor. ___ 19. Porque empecé como reemplazante y el líder de antes no regresó. ___ 20. Porque mi hijo/a es adolescente y quiero saber qué hacen en el área juvenil. ___ 21. Porque el Espíritu Santo me ha guiado a aceptar esta responsabilidad. ___ 22. Porque verdaderamente me preocupo por la juventud. ___ 23. Porque me gustan las tareas difíciles. ___ 24. Porque los jóvenes me quieren. ___ 25. Porque___________________________ (Escriba usted la razón.) Especificar las razones que lo mueven a guiar a la juventud tiene su valor. Le ayuda a comprender las frustraciones, satisfacción, ansiedad, desencantos, o emoción de su papel de líder. También puede ayudarle a entender por qué ha sido un éxito o un fracaso en sus experiencias con la juventud en el pasado. Además le da la oportunidad de decidir sí sus razones para guiar a los jóvenes son las correctas y considerar sus motivaciones. Del mismo modo, le da oportunidad de pensar en adoptar nuevas razones para querer trabajar con la juventud.
¿Por qué el líder juvenil que triunfa opta por guiar en lugar de... instruir? entrenar? aclarar? informar? adoctrinar? inculcar? convencer?
El líder juvenil que triunfa opta por guiar porque en este papel él mismo puede aprender al lado de la juventud. Abandona la plataforma y, en su lugar, se sienta entre la juventud. No desprecia las ideas de nadie; sino que anima a todos los jóvenes a compartir las suyas. Reconoce que puede haber momentos cuando debe responder: “No estoy seguro; investiguemos los dos el asunto esta semana.” Sabe que la Biblia hablará al joven cuando éste se sienta en libertad de descubrir por sí mismo el mensaje de la Biblia. Sabe que realmente ha enseñado, sólo cuando alguien ha aprendido.
Una Persona, Muchos Papeles Cuando uno decide ser guía de la juventud, no puede imaginarse los muchos papeles que le esperan. Usted no puede triunfar como director del coro juvenil si su único papel es dirigir el coro una hora por semana. Es muy probable que también tenga que ser el planificador de actividades de aprendizaje, agente de viajes, peón de escenario, proveedor de comida y amigo. La líder de niñas adolescentes probablemente descubra que supervisar las reuniones de costumbre es en realidad sólo una pequeña parte de un papel más amplio. Puede ser también chofer, consejera en un campamento, confidente y compañera en el aprendizaje. El líder efectivo de un grupo de jóvenes en el Programa de Desarrollo Cristiano (Programa de Preparación) muy posiblemente agregará los papeles de teólogo, consultor, programador de sociales y de consejero a su papel asignado de dirigir a la juventud en sus estudios semanales. Los guías que triunfan con la juventud tienen ciertos papeles en común.
1. El guía triunfador establece una relación con cada joven en su grupo. Enseñar, dirigir, guiar y ministrar es más fácil para la persona que de verdad quiere a los jóvenes a quienes conoce bien. Varios eventos en la vida de Cristo nos recuerdan que se relacionó personalmente con la gente con quien vivía y trabajaba. En Juan 4encontramos a Jesús siendo amigo de la mujer samaritana,
aparte de enseñarle grandes verdades espirituales. En Lucas 19 leemos que Jesús fue amigo de Zaqueo y de cómo usó esta experiencia para enseñar acerca del uso de los dones. J esús establecía relaciones con personas que entonces se hacían receptivas a sus enseñanzas. Después que se relacionan con Cristo, sus vidas cambian. Desde entonces eran conocidas por sus hechos. (VeaMat. 7:20 y Juan. 15:16.) Considere la siguiente posibilidad en la práctica. Una iglesia nombra un director del coro juvenil con una habilidad musical excepcional. Todos en la iglesia están seguros que el coro juvenil será también excepcional. El nuevo director empieza a reunirse con los jóvenes, pero las cosas no marchan. Fustiga a los jóvenes en los ensayos del coro, y los ignora fuera de la hora de la práctica. Aunque tiene mucho talento musical, lamentablemente está destinado al fracaso. Mientras que el director de coro o cualquier otro guía juvenil no establezca relaciones, tanto con cada joven individualmente como con todo el grupo, no triunfará. El joven es más importante que cualquier canto que un coro pudiera cantar o que cualquier producción musical que el coro trate de preparar. El guía destinado a triunfar empezará estableciendo relaciones con sus jóvenes antes de tratar de llevar a cabo actividades de enseñanza-aprendizaje. Si quiere tener éxito, ya sea como consejero de Embajadores mayores o como líder de un grupo de preparación o de desarrollo cristiano, tendrá que conocer individualmente a los jóvenes antes de poder saber lo que necesitan recibir al estar en su grupo.
2. El guía que quiere triunfar reconoce que debe ser un alumno tanto como un maestro. Cuando reconoce su necesidad de estudiar y aprender al prepararse para ser maestro, el joven le respetará como compañero de aprendizaje. Lo apreciará porque no pretende saberlo todo. Lo apreciará más aún como maestro porque puede identificarse con él como alumno. La líder de niñas adolescentes puede sentirse muy segura que sabe casi todo lo que hay que saber acerca de la salvación. Pero cuando una de sus jóvenes escribe su experiencia de conversión y su crecimiento como cristiana, la consejera puede recibir una bendición nueva por la honestidad, sinceridad y percepción de la joven. El maestro que anima a su alumno a estudiar independientemente también puede aprender de la investigación que realice el joven. Para ser buen maestro, hay que seguir siendo alumno.
3. El guía que triunfa es el que está dispuesto a escuchar. Muchas veces sucede que el guía o consejero juvenil es el único creyente con quien el joven puede hablar. A veces busca una respuesta, pero con frecuencia simplemente quiere que alguien le escuche. Hay una película que cuenta la historia de un muchacho a quien, después de su muerte, no lo recordaba ni el hombre a quien había mencionado como su maestro favorito. Aunque el caso puede ser un tanto exagerado, quizá nos sacuda haciéndonos recordar las veces que no hemos estado dispuestos a escuchar a un alumno en la escuela dominical porque había que “cubrir toda la lección”, o las veces cuando elegimos conversar con amigos adultos en un social juvenil en lugar de estar entre los jóvenes o cuando no hemos sabido reconocer lo que dice un joven con su silencio. Al pensar en sus mejores experiencias como maestra y guía de jóvenes una hermana siempre menciona cierto momento que es parte normal de sus actividades en la hora de estar con los jóvenes. J untos comparten sus experiencias de la semana pasada y dedican unos minutos para orar por los pedidos específicos que han mencionado. A veces las necesidades de los jóvenes han sido tan apremiantes que no alcanzaban a estudiar toda la lección, pero ella reconoce que enseña a personas, no lecciones. Alguien que sabe escuchar, como esta maestra, fomenta un ambiente donde el joven puede hablar de lo que realmente le es importante. Si quiere tener éxito como guía, al programar el tiempo que estará usted con los jóvenes incluya un momento para escuchar.
4. El guía eficaz es aceptado por la juventud como uno más en el grupo. A la vez, necesita dar libertad a los integrantes del grupo para que den de sí mismos a fin de que la experiencia de aprendizaje sea valiosa para todos. En última instancia, el guía es responsable por el desarrollo y crecimiento del grupo. Para empezar, hay que desarrollar un espíritu de grupo. Se han de encarar problemas que requieren poca colaboración de parte del grupo antes de tratar de llevar a cabo un proyecto grande o una actividad que requiere solucionar un problema complicado. Antes de que el grupo sea promovido a otro departamento o clase, el líder o guía querrá organizar como mínimo una actividad durante la cual puedan expresar lo que el año les ha significado. También querrá programar maneras de mantener el espíritu de colaboración y de hablar abiertamente del grupo del cual han disfrutado durante el año. El guía eficaz reconoce que su propia vida es una herramienta de enseñanza. Lo que él valora, lo que él ama, lo que él considera importante, se reflejará en
su vida. Uno vive lo que valora. Sí, ¡este es un pensamiento que asusta! Cuando está dirigiendo usted una sesión sobre humildad, ¿qué evidencia de humildad ven los jóvenes en la vida de usted? Cuando tiene que enfatizar orden y buena conducta, ¿pueden los jóvenes ver en usted al adulto que es un ejemplo de autodisciplina? Cristo rogó a sus seguidores que fueran buenos ejemplos y que quitaran las faltas de sus propias vidas antes de hablar de esas faltas en las vidas de otros. La necesidad de aplicar las lecciones de Jesús a nuestras propias vidas no ha disminuido. Quienes guían a la juventud lo hacen por medio de sus vidas, tanto como por las sesiones de estudio que preparan. Los papeles que usted asume como guía variarán de acuerdo con la juventud con la cual trabaja. Para saber cuáles necesita asumir, ha de desarrollar sensibilidad hacia las necesidades de sus jóvenes. Entonces estará capacitado para actuar cuando vea una necesidad. Detengase — Piense — Escriba ¿Cómo se llama el joven a quien conoce mejor? ¿Qué ha hecho para suplir las necesidades de este joven?
1. 2. 3. ¿Cómo se llama el joven que menos conoce? ¿Qué puede hacer esta semana para llegar a conocerle mejor?
1. 2. 3.
Como Guiar Con Proposito ¿Cómo se diferencian los guías auténticos de las personas que meramente ocupan un puesto en la organización de la iglesia? Quizá la diferencia mayor entre estos dos tipos de personas es el propósito que los mueve. Mantener el orden, aguantar y completar las tareas asignadas son probablemente las únicas metas de los que “ocupan un puesto”. Lamentablemente, sus metas no son un secreto. Por otro lado, los guías pueden ser reconocidos por sus metas. Sus metas inmediatas incluyen:
1. Crear un ambiente conducente al aprendizaje. 2. Motivar al joven para que aprenda. 3. Enseñar para llenar las necesidades de los alumnos.
Sus metas de largo alcance incluyen:
1. Proclamar el evangelio. 2. Animar a los jóvenes para que se conviertan en testimonio y embajadores del amor de Dios.
El guía que fomenta un ambiente conducente al aprendizaje no se sorprenderá cuando, semana tras semana, sus alumnos aprendan. Porque este adulto sabe que son pocas las horas de la vida del joven que él puede estructurar y por ello, no quiere perder nada de tiempo. Prepara actividades de aprendizaje para los que llegan temprano, establece objetivos para cada sesión y unidad, y evalúa para determinar si dichos objetivos han sido alcanzados. Cuando hay que hacer anuncios o atender otros asuntos administrativos durante una sesión, lo hace eficientemente para no distraer la mente de las actividades de aprendizaje del día. El guía provee un ambiente sano de aprendizaje porque su grupo espera aprender cuando ellos y él se reúnen. El guía que tiene éxito reconoce, sin embargo, que tener un ambiente conducente al aprendizaje no asegura que el aprendizaje ocurra. Por lo tanto, programa maneras de motivar a los jóvenes para que se interesen por aprender. El joven promedio no llega a la iglesia con un deseo insasiable de lograr más conocimientos y comprensión. Por lo tanto, es la responsabilidad del guía estimular el cerebro del joven para que aprenda. Pero, ¿cómo motivar a la juventud? * Cambie la rutina para que los alumnos no se detengan en su afán de aprender. * Desafíe a los alumnos para que se sientan motivados a pensar más profundamente de lo que pensaban cuando eran niños. * Incluya a los jóvenes en la tarea de programar las actividades. * Elija actividades de aprendizaje que abran la mente. * Enfoque las necesidades del joven. * Presente las oportunidades de aprender con un espíritu entusiasta. * Comience cada sesión con una actividad que fascina a los jóvenes y los conduce a aprender. * Demuestre por medio de su propia preparación que aprender es importante. * Desarrolle un estilo de liderazgo tranquilo, pero a la vez expectante. * Ore pidiendo que sus jóvenes se desarrollen bajo su dirección.
El guía trata con jóvenes. Lucha por enseñar a personas, y no contenidos. Nunca subestima su responsabilidad de enseñar la Biblia, de capacitar a músicos, de desarrollar la habilidad de testificar, de aportar al crecimiento cristiano o de estimular la dedicación de la vida del joven a la obra misionera. Pero, en primer lugar, ama a los jóvenes con quienes trabaja. En segundo lugar, enseña, dirige y guía. Alberto es un ejemplo excelente de este tipo de guías. De verdad le gustan los muchachos a quienes enseña en la actualidad y los que enseñó en el pasado. No limita su interés a las horas en que se reúne con su grupo. Acompaña a los jóvenes en sus salidas cuando necesitan la compañía de un adulto o se presta para dirigir la discusión sobre discipulado en el retiro de fin de semana. Durante el verano va al campamento juvenil como director de deportes. Cuando uno de los muchachos juega en un partido colegial asiste si le es posible. El aprovecha todas las oportunidades para estar en contacto con los jóvenes. Porque el establece una relación con cada joven, puede programar sesiones que llenan sus necesidades específicas. ¿Por qué los jóvenes no quieren ser promovidos de su clase? Porque piensan que los considera importantes.
Enseñar Es Relacionarse Enseñar es relacionarse unos con otros. Cuando un adulto y un joven establecen una relación, puede haber enseñanza y aprendizaje. La diferencia entre la enseñanza que da y la que no da resultados, se encuentra con frecuencia en las relaciones que existen o no entre el maestro y sus alumnos. Sí el líder menoscaba al joven, desconfía de él, no lo comprende, lo humilla o lo critica, entonces no debe sorprenderse de que no aprenda. Aceptar al joven como es, es un acto de amor. Cuando éste sabe que es amado y aceptado, rara vez se resiste al aprendizaje. Las metas de largo alcance son la base de todo lo que un guía puede lograr. Estas se relacionan con organizaciones específicas, por medio de las cuales se proclama el evangelio y se alienta a la juventud para que se dedique a compartir el amor de Dios. Y a es sabido que la escuela dominical es el brazo de la iglesia que enseña la Biblia. Pero también es verdad que cada organización dentro de la iglesia comparte la responsabilidad de proclamar el evangelio, enseñar la Palabra y la doctrina cristiana. Las organizaciones misioneras pueden ser organizaciones cuyo propósito principal incluye acción y educación misionera; pero estos propósitos también deben ser compartidos por la escuela dominical, el programa de preparación o desarrollo cristiano y cualquier otra organización juvenil, si la iglesia ha de proveer un programa de educación cristiana adecuado para su juventud. El guía que quiere que cada
joven se desarrolle como cristiano ofrecerá una variedad de oportunidades para que amplíen su conocimiento, mejoren su comprensión y su aplicación personal de lo que aprende. Detengase — Piense — Escriba ¿Cuáles son sus propósitos de largo alcance para guiar a la juventud?
1. 2. 3. ¿Qué propósitos inmediatos tiene para los jóvenes con los cuales usted trabaja?
1. 2. 3.
El Guía Es Una Persona Especial ¿Recuerda alguna persona especial en su iglesia de cuando usted era joven? ¿Por qué se destaca de los otros que ya olvidó? Aquella mujer era una maestra muy especial. No tenía hijos, pero sentía cariño por los muchachos y chicas de su clase, y les enseñaba como si fueran sus propios hijos. Rara era la semana cuando no llamaba a alguno de ellos, incluyendo a los que tenían asistencia perfecta los domingos. “Sus muchachos” y los padres de todos ellos recuerdan, aunque han pasado los años, las llamadas que recibían los sábados por la tarde. No existe aún la prueba psicológica que pueda determinar y garantizar quién será un buen maestro. Su personalidad es importante si va a enseñar o guiar, pero no puede depender totalmente de ella como garantía del éxito. Tampoco existe una lista de libros para leer, ni una lista de cursos para tomar, ni listas de cualidades que puede usted adquirir para garantizar su éxito como guía de la juventud. Sin embargo, cuando empieza usted a observar a los mejores guías juveniles, notará ciertas cualidades que muchos tienen en común. ¿Cuáles son algunas de estas características del guía de la juventud?
Capacidad de Comunicarse Usted puede estudiar la Biblia hasta ser un erudito bíblico, pero si no puede comunicar lo que sabe, no será un guía satisfactorio. Hablar el lenguaje de los
jóvenes es requisito para saber comunicarse. La verdad es que los jóvenes sospechan de los adultos que tratan de parecer jóvenes en lugar de ser los adultos que a veces tampoco son. La persona que mejor comunica es la que mejor escucha.
Acepta sus Limitaciones El guía que acepta sus propias limitaciones sabe que él, por más que quiera, no puede resolver los problemas familiares del joven, no puede encarar problemas psicológicos serios, ni puede conseguir amigos para un joven solitario. Pero por otro lado, sí percibe que tiene capacidad de amar, desafiar, alentar, enseñar y ministrar. Tampoco se desanima ante la realidad de sus limitaciones.
Usa Actividades de Aprendizaje El guía que utiliza con éxito una variedad de métodos de enseñanza, es el que los usa como un medio para lograr sus objetivos de enseñanza. Pero variar las actividades por no hacer siempre lo mismo no tiene valor. La actividad cumple un propósito cuando ayuda a que alguien aprenda. El guía que recién comienza a trabajar con la juventud puede probar las diversas actividades sugeridas en los procedimientos de enseñanza de la literatura que usa. Más tarde podrá idear sus propias actividades y adaptar las actividades sugeridas para que llenen las necesidades de su propio grupo.
Ama El joven sabe cuándo su guía de veras lo quiere. Este toma varios pasos para que el joven sepa que se interesa personalmente por él. Por ejemplo: * Da una bienvenida sincera a visitantes y miembros nuevos. * Recuerda los cumpleaños. * Se pone en contacto con los ausentes. * Asiste a programas escolares, funciones, juegos y competencias en que participan los jóvenes. * Planifica programas sociales. * Colabora en los proyectos juveniles. * Le explica el plan de salvación.
Centrado en Cristo Hay maestros de escuela y otros adultos que se interesan por los jóvenes con los cuales usted trabaja. Pero el hecho de que el guía en la iglesia es un creyente consagrado es lo que lo diferencia de los demás adultos importantes en su vida. Por medio de su relación con el guía, el joven puede palpar que ser cristiano es tener una relación vital con el Señor viviente.
Depende de Dios Ser creativo, inteligente, saber psicología del adolescente y del joven adulto, y dominar las técnicas de enseñanza será de valor para el guía de la juventud. Con estas cualidades probablemente pueda ser un buen guía y un buen maestro. Pero además, quiere cambiar vidas y ayudar a los jóvenes cristianos en su desarrollo espiritual. Reconoce que no puede lograrlo solo y que Dios tendrá que actuar en esas vidas para que maduren en Cristo. Sí, proveerá oportunidades de aprender, pero dependerá de Dios para que las use para cambiar sus vidas.
Dedicado a la Tarea Ser dedicado es indispensable. Cuando usted acepta un puesto de liderazgo, los jóvenes, tanto como otros adultos, dependen de usted para que cumpla sus responsabilidades. Estar presente en las reuniones es solo parte de su dedicación. La dedicación requiere preparación, mejorar la manera de hacer el trabajo, estar involucrado con la juventud y gozar de una relación madura con Cristo.
Muestra Entusiasmo El entusiasmo es contagioso. Puede que no todos se contagien; pero un guía siempre serio y deprimido no tendrá participantes entusiastas. El guía entusiasta se entusiasma al ayudar a los jóvenes que… * se preparan para alguna competencia o concurso juvenil. * estudian la Biblia. * programan actividades sociales después de los cultos. * van de campamento. * aprenden un himno nuevo.
Enfatiza las Necesidades J uveniles El joven tiene muchas necesidades. Ha dejado atrás el mundo sencillo de su niñez y se encuentra en un mundo donde lo presionan sus padres, donde enfrenta el desafío de sus estudios, cambios en las relaciones con su familia y
un sentimiento de incertidumbre ante su futuro. Se pregunta quién es y a dónde va. El guía que reconoce las necesidades del joven trata de suplirlas estableciendo con él una relación personal y realizando acciones que conducen al joven a encontrar soluciones para sus problemas.
Flexible Una de las cualidades principales del guía eficaz es la flexibilidad. Demostrará esta característica al planificar una actividad de tal manera que algo inesperado, como la ausencia inesperada de su ayudante o de algún material no le causará pánico. Este tipo de líder guardará su compostura aun cuando la mayoría de los jóvenes de su grupo se retiren de la sesión treinta minutos antes para ensayar un canto que presentarán en el culto del domingo en la noche. Del mismo modo, dejará a un lado planes que trazó con esmero en cuanto percibe que no son del gusto de sus jóvenes. En otras palabras, ha descubierto que flexibilidad es sinónimo de supervivencia cuando trabaja con los jóvenes.
Auténtico El joven tiene una sensibilidad aguda que detecta quiénes son auténticos y quiénes no lo son. El guía que actúa con sinceridad será respetado por la juventud. Incluso cuando con sinceridad admite que hay cosas que no entiende acerca de Dios y de la Biblia. En el caso de que el líder juvenil descubra que está haciendo algo para lo cual no está capacitado, beneficiará a su grupo y a sí mismo si reconoce que estaría mejor en otro trabajo.
Dirige por Medio del Amor En el mundo fuera de la iglesia, es común ver líderes que dirigen por medio de la intimidación. Hasta existen cursos para enseñar cómo intimidar a otros. Sin embargo, en la iglesia, el estilo de liderazgo es distinto, es dirigir por medio del amor. Cuando escoge usted guiar o dirigir a la juventud, lo hace porque los ama, ama a Cristo y ama a la iglesia. Como líder, guía con un amor que glorifica a Cristo y no a su propio yo.
Dirigido por el Espíritu Santo El guía que tiene éxito no lo logra por casualidad. El Espíritu Santo ha dirigido a esa persona a trabajar en una capacidad de liderazgo y continua dirigiéndola al cumplir sus tareas. El Espíritu Santo dirige al guía a amar al joven que no inspira amor, a testificar al que no ha aceptado a Cristo, y a ministrar al que enfrenta un momento de crisis.
Tiene una Actitud Positiva Hacia la J uventud Muchos adultos tienen una actitud negativa hacía los jóvenes. No ven más allá de sus modas, su manera de hablar, su música, su energía y sus actitudes. Los guías que triunfan ven lo mejor del joven. No esperan una madurez más allá de sus años, ni sabiduría más allá de su capacidad, ni rectitud más allá de su nivel de desarrollo cristiano. El guía que triunfa valora al joven por la persona que es.
Tiene Sentido de Humor Guiar a la juventud es una tarea seria, pero el guía no puede tomarse a sí mismo con demasiada seriedad. Debe ver la gracia en una presentación que fracasa porque los participantes se tientan de risa, o en enseñar a dos grupos cuando había programado enseñar sólo al suyo. Al guiar a la juventud algunas cosas pueden salir mal, pero nada detendrá a la persona que puede reír (o al menos sonreír) ante situaciones inesperadas.
Practica Humildad Para muchos, el papel de siervo resulta desagradable. Pero el guía cristiano encuentra su ejemplo en Cristo, quien actuó como siervo cuando lavó los pies a sus discípulos para enseñarles humildad (vea Juan. 13: 1-17). El que busca gloria personal en su trabajo con la juventud raramente se sentirá satisfecho. Pero el que busca servir siempre encontrará a un joven que lo necesita.
Estudia la Biblia, la Literatura de su Organización y Otros Materiales Instructivos. Los guías que han logrado éxito son los que un día descubrieron que no se puede aprender demasiado. Estudian la Biblia para su propio desarrollo tanto como para preparar los estudios que enseñan. Estudian la literatura de su organización en busca de instrucciones específicas para la enseñanza y para tener información general sobre el trabajo con los jóvenes. Consultan otros libros como recursos para entender y guiar a los jóvenes.
Se Arriesga El guía que se arriesga es el que no se siente satisfecho con las cosas como se han hecho siempre. Está dispuesto a probar nuevos métodos de enseñanza, a empezar un proyecto de ministrar que demandará mucho de él, a discutir temas que no tienen respuestas fáciles, o a presentar un número musical contemporáneo en el repertorio que siempre ha sido tradicional. Puede que sus riesgos no siempre se vean coronados por el éxito; pero el guía que se arriesga
tiene vida, y ¡sus jóvenes nunca podrán acusarle de ser aburrido! La probabilidad de triunfar siempre merece el riesgo que hay que tomar. Los guías que tienen éxito evalúan sus puntos fuertes y débiles. Construyen sobre sus puntos fuertes y tratan de vencer sus debilidades. Use esta lista de características del guía juvenil que se acaban de explicar para examinar sus condiciones de líder. ¿Cuáles son sus puntos fuertes? ¿Cuáles son sus puntos débiles? Deténgase — Piense — Escriba Trace un plan para su desarrollo personal como guía juvenil. ¿Qué puede hacer dentro de los próximos tres meses para ser un guía más eficaz de los jóvenes bajo su responsabilidad?
Las Organizaciones Unidas Para Guiar En su mayoría, las iglesias bautistas tienen Escuela Dominical, la Unión o Sociedad de Jóvenes, el Programa de Preparación, Embajadores del Rey y, en algunos casos, Grupos de Acción Misionera. Son organizaciones separadas, pero unidas con el fin de proveer un programa educativo para beneficio de la juventud en la iglesia. Estas organizaciones se complementan con sus diferentes énfasis. Su valor no radica en las organizaciones en sí, sino en la forma en que ellas pueden cambiar las vidas de los jóvenes. Lo ideal es que todas trabajen juntas para lograr un conjunto de metas específicas. Si la iglesia no tiene todas estas organizaciones, entonces las existentes querrán adoptar las funciones de las que faltan. La iglesia puede unificar el programa educativo juvenil de diversas maneras. Si la iglesia tiene un director de jóvenes, éste querrá reunirse con representantes de cada una de las organizaciones dentro del programa de la iglesia para establecer metas y luego distribuirlas entre todas las organizaciones. Los líderes determinarán las actividades principales que cada organización realiza al igual que la forma de usar eficazmente el espacio que la iglesia provee para ellos. Si la iglesia no tiene una persona responsable de tal coordinación, entonces los líderes de todas las organizaciones se reunirán para planificar un programa juvenil unificado. Para conseguir a los líderes capacitados que necesita, la iglesia puede ofrecer cursillos de liderazgo para quienes quieran trabajar en cualquiera de las áreas juveniles. Así, el adulto podrá descubrir sus talentos y encontrar donde los puede utilizar mejor. Una vez que está capacitado para guiar a los jóvenes, puede escoger en qué organización le gustaría trabajar.
En la clase de liderazgo, los participantes necesitan recibir instrucción general sobre cómo estudiar la Biblia, lo que creen los bautistas y cómo aprende el joven. Además, han de dedicar tiempo para aprender cómo realizar las diversas actividades de enseñanza. También puede ser de valor que observen el trabajo de otros guías eficaces y que participen de actividades de aprendizaje con jóvenes menores y mayores. La clase de liderazgo abrirá el camino para que algún adulto comience un nuevo trabajo al capacitarse para ser un guía juvenil eficaz. La iglesia que se preocupa por los jóvenes organiza el programa educativo juvenil sobre la base de las necesidades de su juventud y de los puntos fuertes de los adultos que trabajan como guías de ellos. El trabajo de guías y maestros, como todo trabajo en la iglesia, es voluntario. Cuando a una persona hay que obligarla o insistirle para que acepte una responsabilidad, lo más probable es que ella y el joven sufrirán. Las necesidades juveniles se harán evidentes al trazar los planes de cada organización. El joven espera que la iglesia le ofrezca ayuda en las siguientes áreas:
1. Relaciones con jóvenes del sexo opuesto 2. Guía espiritual 3. Consejos sobre su vida familiar 4. Cómo realizarse 5. Creencias y valores Cada organización puede ayudar al joven en estas áreas que son de su interés. Pero para que no suceda que la educación cristiana se concentre sólo en una o dos de las necesidades de los jóvenes, las organizaciones deben trabajar unidas al planificar el trabajo del año. Haciéndolo así, todas las organizaciones pueden ser una fuerza unificadora poderosa para moldear las vidas de los jóvenes bajo la influencia de los distintos ministerios. —Miremos algunas vidas influenciadas por los diversos ministerios juveniles de la iglesia.
Tonia no podía participar de las actividades regulares de la iglesia porque estaba enferma. Con frecuencia viajaba más de cuatro horas a un hospital para recibir tratamientos especiales que tenía que soportar sola porque su familia no podía quedarse con ella. Cada uno debía atender las cosas de la casa y trabajar en sus propias actividades, dejando a Tonia sola en un ambiente impersonal. Un grupo de jóvenes y señoritas y algunas de sus mamas se enteraron de su situación. La visitaron, llevaron regalos y oraron por ella. Tonia quizá nunca visite la iglesia que estas jóvenes representaban, pero captó la realidad del
Señor al ser ministrada en el nombre de Cristo por un grupo especial de sus seguidores. Todas las mañanas por una semana los acampantes de edad escolar se reunían entusiasmados en el templo para su campamento diurno. Aunque los jóvenes que lo dirigían quizá hubieran preferido seguir durmiendo en lugar de levantarse tan temprano, dieron sus mañanas y sus tardes durante una semana para que los niños pudieran tener una experiencia significativa. Al terminar el campamento, los jóvenes consejeros habían aprendido a dirigir y a cooperar, sus padres se sentían contentos viendo a sus hijos llevar a cabo una actividad importante y las vidas de los participantes habían sido bendecidas por el contacto con estos jóvenes dedicados. Un día, tres chicas adolescentes vinieron a la escuela dominical. Nadie sabía exactamente qué edad tenían. No lo decían para no tener que ir a clases distintas. Querían estar juntas y eso de separarse por clases no significaba nada para ellas. Necesitaban la seguridad de su pequeño grupo de tres. Las jovencitas asistieron a una clase con una maestra que podía ver más allá de sus ropas humildes y su falta de educación, percibiendo que necesitaban cariño y sentirse aceptadas. Era fácil notar, a medida que se desarrollaban espiritualmente, con la ayuda de su maestra, la presencia de Cristo en sus vidas. Cierta familia empezó a buscar una iglesia a la cual asistir. Los padres querían encontrar una donde fueran suplidas las necesidades de cada miembro de la familia. En una iglesia, la menor de la familia inmediatamente hizo amigos en la Unión o Grupo de Jóvenes, tanto que no pudieron considerar con lógica si les convenía hacerse miembros o no. Las necesidades de la jovencita fueron suplidas con tanta rapidez que, aunque hubieran querido, los demás no hubieran podido sacarla de aquel grupo juvenil. Cuando pensamos en cómo las vidas cambian en la iglesia recordamos inmediatamente los cambios espectaculares que ocasionalmente se dan en la vida de los jóvenes. Pero cada joven en el grupo juvenil va cambiando sutilmente en su interés creciente en el prójimo, en su dedicación a Dios, en su deseo de usar sus talentos para bien, en una experiencia de adoración auténtica, y en su sentido de seguridad. Uniones o Grupos de Jóvenes, Embajadores, Auxiliares, coro juvenil, Programa de Preparación o de Desarrollo Cristiano y Escuela Dominical son muy distintas, pero a la vez constituyen una fuerza unida que anhela guiar al joven a seguir a Cristo y sus enseñanzas.
Deténgase — Piense — Escriba Escriba el nombre de un joven cuya vida cambiará por haber sido parte del ministerio juvenil de la iglesia a la cual usted pertenece. ¿Qué ha hecho para animar a ese joven a continuar creciendo como creyente?
Capítulo 2. — Líderes Y J óvenes: Unidos Para Servir ¿Qué sucede cuando el joven y sus guías participan del estudio bíblico, de la música, de actividades de desarrollo cristiano y misioneras? Puede suceder que haya problemas y alguna confusión. Puede que haya mucho trabajo y algunas frustraciones. Las posibilidades de lo que puede suceder son tan diversas como diversos son los miembros de las iglesias. Sin embargo, todas las organizaciones deben tener una misma meta: lograr aprendizaje, y todas deben actuar unidas para lograr esta meta común. El guía puede sentir cierta ansiedad cuando se da cuenta que, no teniendo preparación académica, debe asumir el rol de maestro. Puede que se haga preguntas como las siguientes: ¿Cómo puedo cambiar y de pronto ser un maestro en lugar de un alumno? ¿Cómo puedo seguir un plan de enseñanza que requiere la participación de los jóvenes cuando tengo tan pocos o demasiados en un solo grupo? ¿Cómo puedo estar seguro de comunicar al joven todo lo que necesita saber? ¿Cómo puedo enseñar al joven que no estudia las lecciones? ¿Cómo puedo convertirme rápidamente en un experto? ¿Cómo puedo enseñar tanto material en tan poco tiempo?
Todas estas preguntas tienen respuestas. Ojalá que después que las haya leído sienta menos ansiedad ante su tarea.
1. La persona que se preocupa ante la perspectiva de tener que ser de pronto un maestro en lugar de un alumno, puede desechar sus temores. Porque lo mejor es elegir el papel de “coalumno”. Dos pueden aprender mejor que uno. El adulto y el joven aprenderán más cuando aprendan juntos. Aprender es un proceso, no un resultado; por lo tanto, el adulto y el joven estarán unidos en un proceso que va más allá del momento cuando están juntos.
Enseñar Es Aprender Dicho japonés
2. Los procedimientos sugeridos para la enseñanza deben ser adaptados de acuerdo con las necesidades específicas de cada grupo en particular. Por ejemplo, si su grupo es más pequeño que el que requiere una actividad, antes de la sesión asigne a un alumno varias preguntas para contestar en lugar de una. También puede eliminar actividades menos esenciales. Si su grupo es más grande, o de jóvenes menores o mayores que el grupo para el cual fue diseñado el estudio, puede dividir el grupo en equipos de aprendizaje, desarrollar sus
propias actividades suplementarias o usar a los jóvenes mayores de entre el grupo para que ayuden en el trabajo con los menores.
3. El papel del adulto como maestro no es explicar todo. Esto sería una tarea imposible y sin sentido. No hay razón para que el adulto le explique al joven algo que éste puede descubrir por sí mismo. El aprendizaje ocurre cuando el joven pregunta e investiga. El guía sólo lo prepara para que éste tome sus propias decisiones. Necesita hacerse a un lado y dejar que el joven crezca.
Nunca le Diga al J oven Nada Que El Pueda Descubrir por Sí Mismo 4. La literatura que su iglesia adquiere para sus jóvenes puede ayudarles a prepararse para las experiencias de aprendizaje en la iglesia. Sin embargo, el joven puede aprender aunque no se haya preparado; y la literatura puede ser valiosa aunque no la haya estudiado en casa. El obrero quizá tenga que proveer actividades de aprendizaje extra mientras algún joven da una hojeada al estudio o al estudio-programa impreso o lee el pasaje bíblico que debía haber leído en casa. Condenar al joven porque no se preparó en casa no hará que se prepare la semana próxima. Pero una enseñanza que despierta la curiosidad del joven por lo que no estudió, o la enseñanza que hace que la Biblia, misiones o desarrollo cristiano sean estimulantes e importantes seguramente resultará en que el joven dedique más tiempo en casa para prepararse para las experiencias de aprendizaje en la iglesia.
5. Convertirse de la noche a la mañana en un experto en el uso de actividades de aprendizaje no es requisito para ser buen maestro o guía. Para empezar, no todas las actividades de aprendizaje se notan a primera vista. Las actividades mentales de recordar, comparar, contrastar, suponer, aplicar y crear son actividades que el líder ya sabe usar simplemente porque las practica a diario. Puede desarrollar sus habilidades en el uso de otro tipo de actividades de aprendizaje a medida que las va poniendo en práctica con sus jóvenes o al probarlas en una reunión de obreros. No tiene usted que ser un experto para sugerir o probar nuevas actividades de aprendizaje. Sugiera o pruebe lo que le parezca mejor para su grupo.
6. Es raro el obrero que tenga bastante tiempo para cubrir todo lo que le gustaría enseñar en una sesión. En la reunión de obreros puede decidir qué enseñar y cómo hacerlo. Una vez que haya establecido sus metas de enseñanza comenzará a planear cómo alcanzarlas. Recuerde que no puede alcanzar las metas de un trimestre en una sola sesión. No se puede crecer de ser un recién nacido en Cristo a un cristiano maduro en una sola experiencia de aprendizaje.
Sí, puede lograrse un aprendizaje con propósito, planeado y práctico, pero no en un solo día. Detengase — Piense — Escriba Cuando empezó a guiar a la juventud, ¿qué aspectos del trabajo le inquietaron más?
1. 2. ¿Ha logrado superar esas inquietudes?
1. 2. Al empezar a enseñar a los jóvenes, descubrirá que el volumen de aprendizaje que se logra varía según los individuos. El nivel de madurez del joven determina cuánta información retiene, la cantidad de material que puede comprender en un período dado de tiempo, el tipo de conocimiento que puede adquirir y la rapidez con que aprende. La disposición del joven para aprender se ve determinado por sus experiencias anteriores de aprendizaje y su nivel de maduración. La capacidad que un joven tiene para aprender es determinada por su inteligencia. La motivación para aprender se basa en su necesidad de saber, cambiar y crecer. El elegirá lo que quiere aprender. Las características de la personalidad del individuo también influyen sobre lo que aprende. El joven que es perseverante, curioso, seguro de sí mismo y muy ambicioso aprenderá bajo casi cualquier circunstancia. Pero un joven que se da por vencido fácilmente, se interesa sólo en la música de moda, no se siente seguro de sí mismo, y no tiene planes más allá del presente, aprenderá poco al encontrarse en un ambiente de aprendizaje. Cuando el maestro reconoce todas estas variantes en el grupo que enseña, no esperará el mismo nivel de aprendizaje de todos sus alumnos. El pensamiento religioso del joven es concreto. La mayoría va desarrollando su capacidad de pensar abstractamente. Para el segundo año de secundaria tiene un buen dominio de los pensamientos abstractos. Comprende conceptos históricos y el lenguaje figurativo. El joven de secundaria por lo general aprecia un estudio bíblico serio, un estudio de teología y la aplicación a la vida de principios religiosos complejos. Sin embargo, se ha de tener cuidado en todas las etapas porque no se puede generalizar sobre cómo son los jóvenes como alumnos.
Cuando el joven se encuentra en una situación de enseñanza-aprendizaje, tiene consigo: * sus percepciones acerca de su necesidad de aprender y cambiar; * los antecedentes de experiencias de aprendizaje anteriores; * sus percepciones de sí mismo como alumno de este maestro en particular y en esta situación en particular; * sus preocupaciones y sus ansiedades; * cualquier factor que impide que aprenda; * una resistencia ante la perspectiva de dejar lo familiar y de aventurarse a lo desconocido; * su habilidad de congeniar en un grupo; * su nivel de maduración que influye sobre su capacidad de escuchar, relacionarse y participar.
Aprender incluye tres factores: “... un sistema admirable de receptividad y respuesta, situaciones que estimulan y, asociación y liderazgo humano. Si se dan las condiciones correctas, el potencial de aprendizaje humano no tiene límites”. Gaines S. Dobbins
La responsabilidad del maestro es tomar al alumno tal cual es. También, tomarse a sí mismo con sus propios puntos fuertes y débiles, sus ansiedades y esperanzas y crear un ambiente conducente al aprendizaje. Allí podrá establecer una relación entre el alumno y el maestro. Una vez que el adulto y el joven se comunican, pueden estudiar y aprender con éxito. La actividad de aprendizaje en sí también determina cuánto aprende el joven. Si la actividad es significativa, el material se aprenderá con mayor rapidez que si se presenta por medio de una actividad que no tiene un propósito definido.
Que Es Aprender “Aprender es el proceso por medio del cual la conducta se modifica como resultado de la experiencia.”
El aprendizaje no es algo pasivo. Incluye descubrir por uno mismo todo lo que puede asimilar. Dado que aprender puede ser voluntaria o involuntariamente, el maestro o el guía querrán proveer actividades significativas para facilitar las experiencias de aprendizaje dirigidas. Como la conducta se modifica por lo
que se aprende, la meta del maestro cristiano ha de ser que los jóvenes con quienes trabaja sean más como Cristo como resultado de sus experiencias de aprendizaje. En un ambiente conducente al aprendizaje el joven puede desarrollar su conocimiento, sus habilidades, su comprensión y sus patrones de conducta; pero no puede prepararse para todas las circunstancias de la vida. Si el joven tiene experiencias de aprendizaje válidas en la iglesia, tendrá la habilidad de escoger la conducta correcta y las respuestas correctas a las preguntas que enfrenta en la vida real. Aprender no es automático; pero cuando el maestro prepara actividades de aprendizaje significativas, puede esperar que los alumnos lo hagan. Cuando una actividad de aprendizaje es similar a una realizada anteriormente, es probable que el joven la aproveche más que una actividad diferente de otras realizadas anteriormente. Si la tarea es placentera el joven aprenderá más que si no le produce placer. Y si la actividad ha sido bien preparada y se presenta en una forma lógica puede llevar a una experiencia de aprendizaje más significativa que cuando fue preparada apresuradamente.
Escucho y Olvido — Veo y Recuerdo Hago y Comprendo Dicho chino
Los jóvenes no son los únicos que están aprendiendo. El adulto o encargado de guiar aprende al prepararse para su encuentro con los jóvenes, y continúa aprendiendo mientras les enseña. El Día de Promoción, Carmen se sentía entusiasmada ante la perspectiva de un año de estudio bíblico lleno de desafíos con la clase de jóvenes. La tarea de enseñar no era nueva para ella; tenía años de experiencia. Pero este grupo de jóvenes era un desafío y sentía cierta ansiedad sobre el tiempo que le iba a llevar preparar cada estudio y así, poder ministrar a las necesidades de un grupo tan diverso y lleno de energía. Un poco en broma comentó: “¡Tendré que hacer más que dar una hojeada al estudio que me corresponde enseñar! Este grupo requiere que estudie más y me prepare mejor.”
Dedicarse a guiar es dedicarse a trabajar. El guía nuevo muy pronto descubre que no es el único que tiene que trabajar para moldear un grupo juvenil y convertirlo en un grupo de aprendizaje. Todos los líderes dedicados continuarán creciendo mientras presten sus servicios. Saben que tener una organización juvenil dinámica merece el esfuerzo que ésta requiere.
A veces tenemos una imagen equivocada de lo que significa ser un maestro o un guía en la iglesia. Esta lista representa algunos de los conceptos errados:
1. Es una persona excepcional que puede usar la autoridad de su puesto para mandar a otros.
2. Se ha ganado el derecho de dirigir porque tiene la habilidad de concretar actividades.
3. Posee habilidad y creatividad excepcionales. 4. Tiene una personalidad que llama la atención. 5. Tiene tal influencia sobre otros que voluntaria o involuntariamente éstos se convierten en sus seguidores. Gaines Dobbins
Estos conceptos no son precisamente cristianos. (VeaMat. 20:26-28). El maestro ideal no tratará de colocarse sobre los jóvenes como la persona descrita en la lista. El guía cristiano buscará servir al joven. Será un alumno junto con él. Buscará, por medio de su enseñanza, engrandecer a Cristo y no a sí mismo. El llamado a enseñar a la juventud es en realidad un llamado a convertirse en siervo.
El Guía Cristiano Buscará Servir al J oven Vivimos en una época de cambios en los programas educativos. Padres, agencias de gobierno, estudiantes, periodistas, legisladores y educadores expresan los problemas que han observado en la educación pública. Adjudican la culpa a diversas causas: maestros incompetentes, la televisión, una tendencia de la sociedad a ser indulgente, valores cambiantes, hogares destruidos, una población móvil y nuevos métodos educativos. Se han sugerido diversas soluciones, pero es dudoso que exista una solución perfecta. Entre el pueblo cristiano muchos se preocupan por lo que está pasando en el campo de la educación religiosa. Algunas denominaciones ven con alarma que la cantidad de personas matriculadas en las organizaciones educativas decrece. Algunos tienen sus dudas sobre lo que se enseña en la iglesia; otros se preocupan de los métodos que se usan para enseñar a la juventud. Hay los que quieren que el joven obtenga conocimientos; otros quieren que desarrolle comprensión y a otros no les importa qué se les enseña sino que pertenezcan a un grupo en la iglesia. Por cierto, ningún área educativa está exenta de problemas.
Las organizaciones educativas juveniles en las iglesias bautistas tienen problemas en común que parecen ser inherentes a su estructura. Los miembros asisten voluntariamente y muchos lo hacen con irregularidad. Los obreros con frecuencia carecen de la preparación y experiencia suficientes para dirigir a la juventud. El libro sobre el cual se basa toda la enseñanza no siempre es fácil de entender, especialmente en el caso de alumnos inmaduros. También, se espera que los líderes sepan mucho y sean evangelizadores. Una de las primeras cosas que el maestro inexperto debe aprender es a limitar su meta de enseñanza. Es natural querer que el joven obtenga conocimiento, se sienta inspirado y tome una decisión que cambie su vida. Pero es demasiado tratar de lograrlo todo en una sola sesión. Se debe elegir una meta basada en las necesidades de los jóvenes y en el tema a ser enseñado. Después, todo lo que se planifica para esa sesión debe relacionarse con la meta de enseñanza. Se han de usar los procedimientos de enseñanza sugeridos en los materiales de escuela dominical y de las otras organizaciones, más lo que uno mismo prepara para llenar las necesidades del joven. Cuando se suplen las necesidades específicas, también se logra la meta de enseñanza de la sesión. El maestro principiante también debe evitar la tendencia de enseñar al joven como si tuviera la misma edad de él. Los intereses del joven no siempre son los intereses del adulto. Si el maestro puede ampliar sus propios intereses para incluir lo que interesa al joven, va camino al éxito. Debe tratar de despertar la curiosidad del joven al comienzo de la sesión para llamar totalmente su atención. En el caso de los jóvenes adolescentes, debe evitar enseñar cualquier concepto que sea demasiado complejo para ellos. Un joven en los primeros años de secundaria puede comprometerse para participar en una actividad misionera durante varias horas un fin de semana. Pero el consejero de ese mismo joven difícilmente podrá hacerle comprender la consagración que un misionero debe tener o la dedicación que se requiere para participar en una actividad misionera durante todo el año. Cuando la novedad de estar guiando al joven ya pasó, el líder tendrá que luchar para no descuidar su preparación. La inspiración por medio de la cual fue escrita la Biblia no se transfiere automáticamente a quienes la enseñan; para comprenderla hay que estudiarla y Dios tiene que obrar en la vida de la persona que anhela conocerle. La elección de actividades de aprendizaje apropiadas también lleva tiempo. Prepararse el sábado en la noche para la escuela dominical resultará en una sesión donde se habla cualquier cosa, en “predicación”, o en enseñanza que requiere poca reflexión. Prepararse a último momento para las reuniones de las organizaciones misioneras resultará en actividades repetitivas, en demasiada dependencia en las sugerencias impresas para las reuniones y en que el joven opine que el líder piensa que las reuniones
no son importantes. Cuando el director del coro no está preparado, el ensayo se torna aburrido por falta de variedad. Se perderá el interés de los jóvenes y esto se notará en su conducta. Cuando uno considera todos estos problemas generales y luego los específicos que existen en cada congregación, no puede menos que maravillarse de que en la escuela dominical, en desarrollo cristiano, coros y en las organizaciones misioneras haya aprendizaje. Detengase — Piense — Escriba Según su parecer, ¿cuáles son las crisis de la educación cristiana en la actualidad?
1. 2. 3. ¿Qué está haciendo usted en relación con estas crisis?
1. 2. 3.
No Sin Esperanza Ahora, cuando la educación, tanto secular como religiosa es cuestionada, la educación cristiana puede reclamar el poder del Espíritu Santo sabiendo que es él quien da vida a cada faceta de la educación juvenil y quien fortalece el aprendizaje entre los jóvenes. La Palabra de Dios lo dice así: “Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuese, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré. Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio. De pecado, por cuanto no creen en mí; de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis más; y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado, Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis sobrellevar. Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir. El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber. Todo lo que tiene el Padre es mío; por eso dije que tomará de lo mío, y os lo hará saber” (J uan. 16: 7-15).
El cristiano puede estar seguro de que cuando permite que el Espíritu Santo obre por medio de él, lo que enseña cobrará vida y tendrá significado. Pero el maestro que cree saberlo todo y que explica todo, impide que el Espíritu Santo obre por medio de él y entre los jóvenes. Cuando el Espíritu Santo dirige un grupo, el adulto puede ceder su papel de líder a Aquel que puede dar resultados permanentes a su enseñanza. El obrero que depende del Espíritu Santo sabe que el Espíritu obrará entre los jóvenes como intérprete, revelador, confrontador, confortador, iluminador, inspirador, motivador y reconciliador. Por medio del Espíritu Santo hay un poder que produce en el guía cristiano una disposición a superar cualquier problema que pueda surgir en la educación cristiana de la juventud.
En Teoría El ser humano nace con pocas habilidades innatas; casi todo lo que lo hace humano debe ser aprendido. El hombre es el alumno preeminente en el orden creado por Dios; casi no hay límite en lo que él puede aprender. El psicólogo suizo J ean Piaget ha desarrollado una teoría que propone que el niño o el joven menor no puede adelantar su aprendizaje en relación con su etapa de desarrollo. Esto implica que se puede desafiar a jóvenes mayores a comparar principios cristianos abstractos con los principios que se ponen en práctica diariamente. Esos mismos principios cristianos pueden ser considerados por jóvenes menores, pero tendrán que ser en una experiencia de aprendizaje menos abstracta porque muchos jóvenes todavía no manejan ese tipo de pensamientos. Se tendrá éxito en el proceso de enseñanza-aprendizaje si se agrega nueva información a conceptos que los jóvenes ya dominan. Por ejemplo, en un estudio profundo de doctrina cristiana, el joven puede adquirir información para ampliar lo que antes ya ha aceptado en cuanto a la existencia de Dios como Padre, Hijo y Espíritu Santo. También puede usar esta nueva información para analizar actitudes anteriores. El aprendizaje puede dividirse en dos partes. Primera, el aprendizaje cognoscitivo. Este se relaciona con recordar datos y con el desarrollo de habilidades intelectuales. La segunda, aprendizajeafectivo, tiene que ver con la reacción o respuesta humana a ciertos contenidos, temas o experiencias. Benjamín S. Bloom ha establecido una clasificación del desarrollo del aprendizaje cognoscitivo. El sugiere que el ser humano comienza a aprender en el nivel más bajo de la comprensión. Allí adquiere conocimientos y avanza a niveles de aprendizaje más completos. Cada nivel progresivo depende de que
el alumno haya alcanzado el nivel anterior de aprendizaje. Los niveles ascendentes que sugiere Bloom son los siguientes:
Nivel de Evaluación — Cuando uno llega a este nivel puede evaluar, juzgar y detectar errores.
Nivel de síntesis — El joven que ha alcanzado este nivel puede desarrollar un plan, diseñar, proponer hipótesis y redactar o explicar.
Nivel de Análisis — Analizar, relacionar distintos pasajes, eventos y personajes bíblicos; distinguir información importante de la que es menos importante; interpretar y organizar cantidades de material son habilidades que tienen las personas que han alcanzado este nivel.
Nivel de Aplicación — Los alumnos que alcanzan este nivel pueden aplicar lo que saben a circunstancias nuevas; pueden probar, resolver, seleccionar, clasificar, poner en orden y desarrollar ejemplos.
Nivel de Comprensión — En este nivel de aprendizaje el joven puede parafrasear, agrupar, explicar, expresar una idea central, describir algo oralmente, llegar a una conclusión y hacer un resumen.
Nivel de Conocimiento — Cuando el alumno está en este nivel, el maestro puede pedirle que identifique, recuerde, haga una lista, empareje oraciones, recite, llene un blanco o clasifique.
Usando las teorías de Bloom como guía es posible guiar al joven hacia un estudio bíblico más profundo. Si el joven tiene un conocimiento bíblico específico, demuestra que comprende el significado del material bajo consideración y muestra la habilidad de aplicar ese material específico a su vida, entonces los líderes deben avanzar a niveles de aprendizaje más altos para que continúe su desarrollo. Deténgase — Piense — Escriba Use los niveles de aprendizaje de Bloom para escribir preguntas o actividades para una sesión de estudio bíblico. Use Juan. 4: 1-3 u otro pasaje que usted prefiera como base de sus preguntas o actividades.
Si esto le resultó difícil, vea los siguientes ejemplos de preguntas y actividades que se aplican a los diversos niveles de aprendizaje. 1. Nivel de Conocimiento ¿Quiénes eran los saduceos? ¿Qué significa arrepentimiento? ¿A dónde fue Pablo en su primer viaje misionero? Escribe en un mapa los nombres de los países donde hay obra bautista.
Identifica a los discípulos que estaban con Jesús en la transfiguración. 2. Nivel de Comprensión. Haz una paráfrasis de Juan. 3:16para que una persona no cristiana lo comprenda. Haz un resumen de los eventos de la primera Semana Santa. Cuenta la parábola de los talentos en una situación actual y usando un lenguaje actual. Explica lo que debe hacer una persona para ser nombrada misionera. Después de tomar notas de los sermones del pastor acerca de Moisés, decir la idea principal de cada sermón. 3. Nivel de Aplicación. Prepara un “sketch” original que muestre cómo podemos aplicar la enseñanza de Jesús referente a amar a nuestros enemigos. (Ver Mat. 5:4348.) ¿Cuál fue tu momento más difícil durante la semana pasada? LeeGál. 5:22, 23. ¿Cómo hubiera sido mejor ese día si hubieras aplicado uno o más de los aspectos del “fruto del Espíritu”? Clasifica a las siguientes personas como: innovadoras, seguidoras, líderes o inestables. Explica tu clasificación de cada una: Pablo, el joven rico, Sílas, Juan Marcos, Mateo, Nicodemo, Judas Iscariote. 4. Nivel de Análisis ¿Por qué te parece que los discípulos no entendían el tipo de reino que Jesús establecería? Da respuestas específicas. ¿Por qué motivos Judas traicionó a Jesús? Analiza el libro de Marcos y decide el propósito por el cual fue escrito. Después de listar tus ideas sobre qué constituye una iglesia, decide cuáles son más esenciales para que un grupo de creyentes sea llamado iglesia. 5. Nivel de Síntesis. Desarrolla un plan para compartir el evangelio con estudiantes no creyentes en tu escuela, colegio o facultad. Escribe un himno que exprese tus creencias sobre el Espíritu Santo. Diseña un diccionario bíblico para ser usado en una nueva obra. 6. Nivel de Evaluación. Explica brevemente la doctrina bautista de la Cena del Señor. Usa referencias para comparar esta doctrina con las enseñanzas de la Biblia. Evalúa las estrofas de cada himno que será cantado (o que fue cantado) en tu iglesia en un domingo dado. ¿Es cada himno teológicamente sano?
Haz una investigación de un asunto candente (aborto, eutanasia, derechos de la mujer, sida, etc.) en tu escuela, en tu casa, en tu vecindario y en tu iglesia. Estudia la Biblia para decidir cuál es la actitud más cristiana hacía el tema. Evalúa las respuestas que recibes en tu investigación. ¿Notas diferencias o similitudes entre las respuestas que recibes de personas en tu iglesia y fuera de ella? Es importante que recuerde siempre los diversos niveles de aprendizaje. Cuando el joven se queja de que la escuela dominical u otra actividad es “para niños”. Puede ser que sus líderes no están ofreciendo un desafío a su nivel de madurez mental. Cuando un joven menor no puede participar positivamente en una organización de la iglesia, quizá sus líderes están esperando de él una madurez mental que todavía no tiene. El área afectiva de aprendizaje que se relaciona con la reacción o respuesta humana ha sido clasificada por Bloom y Krathwohl y, al igual que la clasificación del área cognoscitiva, ésta empieza con el nivel más simple de aprendizaje y avanza hasta el más complejo. Sus divisiones son las siguientes: 1. Recepción — Esto significa ser sensible a la existencia de ciertas ideas y tener disposición de recibirlas o considerarlas. El alumno tiene conciencia de que la idea existe. No se niega a escuchar una discusión del tema. Pero a este nivel no se compromete con la idea. 2. Respuesta — Este nivel consiste en seguir la idea y responder a ella en una forma limitada. El alumno estará dispuesto a responder, y se siente bien con esta respuesta inicial. 3. Valorización — Esto es decidir que una idea es de valor y vale la pena comprometerse con ella. El alumno ha aceptado la idea a nivel de hacer lo que este compromiso requiere. 4. Organización — Este nivel consiste en desarrollar su sistema de valores por medio de aplicar la idea a nuevas áreas de su vida. El alumno desplaza viejos valores para hacer lugar al nuevo. 5. Caracterización de un Valor o Conjunto de Valores — El valor se incorpora a la vida de la persona a tal punto que se convierte en parte de su filosofía de vida.
Conocer y estar familiarizado con esta escala de aprendizaje será de gran utilidad para el líder cristiano. Cuando las ideas se presenten a jóvenes que no se han criado en la iglesia, sus respuestas, naturalmente, serán a un nivel menor. Por otro lado, el joven que se ha criado en la iglesia está listo para
tomar compromisos serios de vivir de acuerdo con las normas de Cristo. Usted necesita planificar lecciones que suplirán las necesidades de todos los jóvenes que enseña. No debe empujar al nuevo para que asuma un compromiso que no comprende. El joven que siempre ha asistido a la iglesia debe recibir el desafío de ir más allá de una simple respuesta. El debe incorporar los valores de Cristo a su propio sistema de valores. Por ello es necesario aceptar a los alumnos en el nivel de aprendizaje en que se encuentran y llevarlos progresivamente a niveles más altos. Las necesidades de los alumnos revelan dónde están en la escala de aprendizaje. El muchacho de primer año de secundaria que tiene una baja opinión de sí mismo necesita aceptarse y reconocer que vale a los ojos de Dios. Después de eso podrá ver más allá y tendrá la oportunidad de suplir las necesidades de otros. El joven mayor que ha superado la necesidad de memorizar los Diez Mandamientos, ahora necesita explicar, en un lenguaje actual, lo que significan. Debe explicar cómo se aplican a su vida. Este joven mayor está listo para analizar su estilo de vida a fin de determinar los pasos concretos a tomar para incorporar los Diez Mandamientos a su propia vida. Cuando usted enseña los principios de vida que Cristo enseñó, los jóvenes pueden analizar sus vidas de acuerdo con Mat. 7:20 y Juan. 15:14 para determinar qué nivel de madurez han alcanzado en su compromiso con Cristo.
Evaluación de Enseñanza-Aprendizaje ¿A sus jóvenes se les pide que meramente se sienten, escuchen y acepten todo lo que el guía dice y que recuerden lo que dice para contestar preguntas luego? ¿A sus jóvenes se les guía para que hagan observaciones, formulen definiciones y cumplan tareas que requieren un nivel mental más elevado? ¿Se les anima a investigar? ¿Ayudan a decidir lo que estudiarán? ¿Contribuyen a las reuniones de obreros?
En la Práctica No hay atajos para lograr el éxito en la tarea de guiar a la juventud. Pero detrás del éxito hay prácticas que no pueden ser ignoradas. 1. Ser un buen maestro requiere tiempo. Si usted se siente llamado a enseñar debe estar dispuesto a sacrificar otras actividades para dar tiempo a este compromiso de enseñar. 2. Usted como maestro necesita ser un experto en relaciones humanas. Todos los maestros son humanos; todos los alumnos también lo son. Y enseñar y
aprender se basa en esa relación. Una buena relación entre el maestro y el alumno libera a ambos para aprender juntos. 3. El joven se entusiasma cuando aprende, y se aburre cuando no aprende. Nadie se entusiasma si hace lo mismo cada vez que asiste a la reunión de una organización de la iglesia. Pero tampoco aprende si se presenta una actividad meramente por hacer algo. El propósito de la actividad es facilitar el aprendizaje. Es el medio para lograr un fin. Para que una actividad sea de valor, debe basarse en las necesidades de los alumnos. 4. Aceptar a otro tal cual es, es un acto de amor. Sentirse aceptado es sentirse amado. Los líderes que comunican su afecto sincero tienen éxito. Dejan que los jóvenes sean libres, se acepten a sí mismos, reconozcan su valor y determinen cómo quieren crecer. 5. Hay obstáculos que evitar porque cortan la comunicación con la juventud. Son los siguientes: ofrecer soluciones, emitir juicios, menoscabar a la persona o a sus ideas, negar la realidad tratando de hacer que la persona se sienta bien cuando las cosas le van mal, y someterla a un interrogatorio. (Thomas Gordon en Teacher Effectiveness Training.)
El obrero juvenil efectivo mantiene abierta la comunicación haciendo lo siguiente: • recordando callar; • dando al joven oportunidad de hablar; •haciendo ver que está escuchando; • dejando que el joven diga lo que quiera sin emitir juicios; • relacionándose con el joven como un igual cuando discuten un problema, una situación u observaciones bajo consideración.
6. El maestro es responsable de lo que sucede bajo su liderazgo. ¿Su enseñanza se basa en la Biblia? ¿Su programa se basa en las necesidades de sus jóvenes? ¿Escoge con cuidado las actividades? ¿Enseña a la juventud para aplicar las verdades bíblicas a la vida? ¿Les enseña que la Biblia no es un libro obsoleto? 7. Lo que el maestro sabe no puede ser impuesto a los alumnos. Cada persona descubre por sí misma las verdades divinas. J esús dio a sus seguidores la libertad de dejar atrás la religión que practicaban por tradición al ir creciendo en su fe personal. No fue tradicional en su enseñanza ni en los métodos que usó. No obligó al joven rico a seguirle. El maestro cristiano no necesita otro ejemplo que el de Cristo para dejar que sus alumnos desarrollen sus propias creencias.
8. El que los adultos y jóvenes estén en una misma aula no significa que automáticamente formarán un grupo. El guía que triunfa moldeará a este conjunto de individuos para lograr un grupo manejable y unido. Hay principios que el maestro cristiano necesita aplicar al formar su grupo. Cuando un grupo nuevo llega al aula, se han de tener actividades por medio de las cuales todos pueden aprender el nombre de cada persona y donde el líder y los jóvenes pueden aprender algún dato de los demás. El líder también necesita decir qué tipos de experiencias pueden esperar durante la sesión y cómo los jóvenes, trabajando con los adultos, formarán un grupo unido. Antes de que el grupo empiece a funcionar, necesitan establecer las normas de conducta futura, tales como responsabilidades, cooperación, respeto por las ideas de otros y manejo de los conflictos. De allí en adelante, jóvenes y adultos funcionarán como un grupo ocupado en actividades con propósito. Luego, antes de tener que pasar a otro grupo, el líder guiará a los jóvenes a enfrentar la separación y su integración en un nuevo grupo. 9. Los líderes de las organizaciones juveniles dentro de la iglesia han de demostrar las enseñanzas de Cristo de tal manera que los alumnos puedan ver que seguir a Cristo es cautivante y significativo. El Dr. Findiey Edge ha dicho que: “La vida cristiana debe ser más cautivante que otro tipo de vida. Si lo es o no, depende del que la está viviendo.”
Cuando el joven ve a un guía en quien confía y que vive para Cristo, se sentirá inspirado a seguir a Aquel que dirige a su guía.
Hacia una Aplicación ¿Cómo aplicar las teorías y prácticas de la enseñanza-aprendizaje cuando uno no es experto en enseñanza-aprendizaje? Considere estas posibilidades:
1. Lea libros serios sobre el tema de enseñanza-aprendizaje publicados en el campo de la educación.
2. Lea libros cristianos sobre cómo comprender a la juventud y cómo enseñarles.
3. Consulte este libro para ver si está aplicando la información referente a los diversos niveles de enseñanza-aprendizaje.
4. Manténgase al día con las novedades en el campo de educación cristiana asistiendo regularmente a reuniones de obreros, talleres y otras experiencias de aprendizaje que ofrecen su iglesia, asociación o convención.
5. Use el siguiente examen para analizarse como maestro. Póngase una clasificación de uno (1) a cinco (5) de acuerdo con su capacidad en cada área.
Uno (1) es la clasificación más baja (“raramente”) y cinco (5) es la más alta (“regularmente”). Vuelva a tomar este examen periódicamente para evaluar su desarrollo como guía.
Su Clasificación _____ 1. Baso mis enseñanzas en las necesidades de mis jóvenes. _____ 2. Acepto a cada joven como persona. _____ 3. Uso estrategias de enseñanza que van más allá de los niveles de conocimiento y recepción. _____ 4. Permito que el Espíritu Santo enseñe por mi intermedio. _____ 5. Dedico tiempo suficiente a mi responsabilidad de guiar a la juventud. _____ 6. Uso actividades de aprendizaje con propósito y variedad. _____ 7. Mantengo abierta la comunicación con los alumnos con quienes trabajo. _____ 8. Doy a mis jóvenes la libertad de dar forma a sus propias creencias. _____ 9. He guiado a mis jóvenes a integrar un grupo manejable que funciona como una unidad. _____ 10. Anhelo ser un ejemplo cristiano digno.
Factores que Pueden Afectar Negativamente el Aprendizaje El líder, el alumno y la situación específica de enseñanza-aprendizaje determinarán qué se aprende. El siguiente cuadro muestra algunas cualidades del maestro que afectarán negativamente a las experiencias de enseñanza-aprendizaje. Sí el maestro demuestra estas cualidades,
puede esperar estos resultados.
1. Falta de seguridad en sí mismo
1. No podrá guiar al grupo. Lo dejarán atrás para hacer
como maestro.
lo que ellos quieren.
2. Tener ideas preconcebidas de la
2. Los alumnos se aburrirán y dejarán de asistir o
enseñanza (probablemente la forma como le enseñaron a él).
escuchar.
3. Falta de relevancia.
3. Los miembros verán que lo que se presenta no es real y sospecharán que este maestro sabe menos de la vida que ellos.
4. Esperar demasiado, ser vigilante o
4. Los jóvenes responderán con unaresistencia pasiva.
supervisor.
Se esforzarán tanto en resistir como el líder en insistir.
5. Presentar demasiado material
5. Se malgasta el período de enseñanza. El maestro
demasiado pronto.
pensará que los jóvenes no quieren aprender, y los jóvenes sabrán que el maestro no se interesa de veras por ellos.
6. Tener una actitud negativa.
6. Los jóvenes también serán negativos.
7. Hablar demasiado.
7. Los jóvenes percibirán que el maestro piensa quelas ideas de ellos no son importantes. Se quedarán mudos o hablarán con tanta agresividad que el maestro considerará que tiene un problema de disciplina.
8. Decir una cosa y vivir otra fuera
8. ¡Los jóvenes son inteligentes! No creerán a este
del templo.
maestro. Si éste miente una vez, es probable que lo vuelva a hacer.
9. Exigir una conducta perfecta.
9. El joven tiende a reaccionar a exigencias idealistas e irreales revelándose o volviéndose apático.
10. Enseñar un tema en lugar de
10. Cuando se enseñan sólo temas, se pierde a los
enseñar a personas.
alumnos. En la hora de clase los muchachos se pondrán impacientes y las jovencitas compararán sus vestidos, zapatos, alhajas, etc. Otros se dormirán. Todo esto puede suceder cuando son el auditorio cautivado por un maestro cuya meta es enseñar una materia, en lugar de enseñar a alumnos.
Hay muchos factores que afectan el aprendizaje de la juventud en las organizaciones de la iglesia.
1. El joven puede estar pasando por una etapa rebelde en su vida. Entrar por las puertas del templo no cura la rebelión instantáneamente. Si así fuera, muchas familias vivirían en el templo. La rebelión puedeincluir rebelión hacia la iglesia.
2. El joven puede haber desarrollado una personalidad pasiva para sobrevivir en casa y en la escuela. Está listo para aceptar las creencias de otros, y prefiere no pensar por sí mismo. Sólo el maestro observador notará el problema. Para algunos, este joven es ideal.
3. Si una jovencita está teniendo conflictos en casa con su madre, esta crisis puede extenderse a su relación con líderes mujeres en la iglesia. Si mamá (que se supone no sabe nada) explota cuando trata de comunicarse con su hija, entonces es muy importante que su maestra no haga lo mismo. Si ella también explota, la joven sencillamente la clasificará como otra persona adulta a quien no hacer caso.
4. Cuando los padres del joven menor no consideran que la iglesia y sus programas son importantes, es difícil que dicho joven tenga una actitud positiva hacia el aprendizaje en la iglesia. Puede que asista porque sus padres le obligan y levantan barreras que lo separan de los líderes y de los demás “jóvenes de la iglesia” si sus amigos consideran que la iglesia no es parte importante de la vida.
5. El joven que no es aceptado socialmente en la escuela a veces carece de la habilidad o deseo de ser parte de un grupo en la iglesia. El líder puede ayudarle a sentirse parte del grupo y privadamente puede animar a otro joven para que sea sensible y se acerque a él. Hasta que este ser solitario se sienta parte del grupo, no podrá concentrarse para aprender porque su mente está preocupada con sentimientos de soledad y rechazo.
6. Las frustraciones escolares pueden ser transferidas a las situaciones de aprendizaje en la iglesia. Si a una persona se le marca como fracasada en la escuela, es probable que lleve esa marca en las clases en la iglesia. Su malestar con la escuela reaparecerá en la iglesia, haciendo que el joven se retraiga, sea causante de divisiones en el grupo o no asista más.
7. Para algunos, asistir a clases en la iglesia el domingo o durante la semana es como volver a la escuela. Unos quieren simplemente un ambiente distinto, otros quieren escapar de todo lo que se parezca a una escuela. Estos jóvenes traen problemas educativos especiales que no pueden ser ignorados.
8. Lo que sucede inmediatamente antes de que el joven llegue a la iglesia también puede afectar el aprendizaje. Si tuvo un altercado con sus padres
camino a la iglesia, o si en casa le espera una tarea escolar difícil, los líderes descubrirán que no tiene deseo de aprender.
9. Los jóvenes de inteligencia excepcional tendrán problemas de aprendizaje si sus maestros siguen siempre con la misma historia. Estos jóvenes necesitan recibir instrucción seria y oportunidad de desarrollo personal de acuerdo con su capacidad mental.
10. Los jóvenes mayores con frecuencia pasan por una etapa de dudas en que se hacen muchas preguntas. Algunos podrían clasificar esta etapa como una barrera al aprendizaje, y muy bien puede ser una barrera a lo que el maestro programó enseñar en una ocasión particular. Pero con amor, aceptación y comprensión, este “problema” puede ser el comienzo de un pensar independiente y de madurar en la fe. Cualquier detalle relacionado con la situación de enseñanza-aprendizaje puede convertirse en un factor dinámico que determina lo que se aprende. Además de las relaciones personales hay otros problemas que pueden influir sobre el aprendizaje. La influencia del ambiente será discutido en el capítulo 3, pero es importante reconocer en este momento que el ambiente influye sobre el aprendizaje. Pocas serán las iglesias que tengan el ambiente perfecto para aprender. Pero, todas pueden usar de la manera más efectiva posible el espacio con que cuentan, anulando distracciones visuales o ruidos, y manteniendo el espacio limpio y bien acondicionado. La enseñanza-aprendizaje no es fácil aun en el mejor de los ambientes, y puede ser extremadamente difícil en medio de distracciones y confusión. Considere los siguientes casos y aplique a cada uno un concepto presentado en este capítulo.
1. Diana asiste a las reuniones deAuxiliares de Niñas porque sus padres la obligan. Evita las actividades sociales donde tendría que pasar mucho rato con las otras muchachas. Con frecuencia llega tarde a las reuniones y busca oportunidades para faltar a los proyectos en los cuales las niñas participan como grupo. Aunque es bastante inteligente, su frecuente respuesta a preguntas que requieren pensar es: “No sé”. Imagine que usted es la líder de Diana. ¿Cuáles son las necesidades de Diana? ¿Cómo pueden usted y su organización llenar esas necesidades? ¿Cómo empezaría, específicamente, a llenarlas? ¿Cómo puede la Sociedad Auxiliar de Niñas convertirse en una experiencia de aprendizaje para ella?
2. Raúl es el nuevo director del departamento de jóvenes en la escuela dominical de su iglesia. En seguida descubrió que tiene muchos problemas. ¿Qué sugerencias le daría usted para ayudarle a resolver los siguientes?
(1) Un maestro se niega a usar estudios de casos realistas en su clase porque cree que sus alumnos no enfrentan problemas serios como drogas, alcohol y pornografía.
(2) Otra maestra comenzó a enseñar después de años de participar en un estudio bíblico interdenominacional a fondo. Se ha propuesto que sus alumnas conozcan la Biblia pero no les da tiempo para discusión durante la sesión.
Decida cómo Raúl puede ayudar a estos maestros a resolver sus problemas individuales, relacionados con la enseñanza, para que no impidan que sus alumnos aprendan.
3. El lugar asignado a los Jóvenes A para su sesión de trabajo es un pasillo entre los departamentos menores y la cocina. Nadie consultó a los jóvenes sobre este cambio en su lugar de reunión. Por otra parte, la señora que los guía no ve que el material escogido por la iglesia sea relevante a su grupo. ¿Qué soluciones habría para que las experiencias en este grupo no sean un desastre total?
4. Como consejero de Embajadores del Rey mayores, Ricardo ve que los muchachos nunca se portan como él espera. Es un obrero nuevo en la organización, pero ya quiere barrer con todo. Los muchachos tienen que quedarse sentados y sin hablar mientras él les dice todo lo que tienen que saber acerca de las misiones y de servir al prójimo. Había pensado llevar de campamento a los miembros y varios miembros en perspectiva, pero tiene miedo que los muchachos miembros le hagan pasar vergüenza. Por ahora, no pasa nada. Los muchachos siguen asistiendo a las reuniones pero no aprenden nada positivo. Decida cuáles son los problemas específicos de Ricardo (no sólo los síntomas de los problemas). ¿Cómo podría desarrollar un estilo de enseñanza que motive el aprendizaje?
Métodos: ¿Cómo Y Por Qué? El mensaje que se enseña en la escuela dominical y demás agrupaciones juveniles en la iglesia es el más dinámico de los mensajes. Por lo tanto, sólo los métodos dinámicos pueden transmitirlo adecuadamente. Para que las enseñanzas de Cristo se arraiguen en la vida de los alumnos, necesitan practicarlas. Este es el propósito del aprendizaje centrado en experiencias o actividades. Este tipo de aprendizaje no presupone que el joven es una esponja dispuesta a absorber conocimiento, creencias, valores y consagración. El alumno es una persona capaz de descubrir y decidir por sí misma.
En el campo de la educación secular se prueban constantemente nuevos métodos de enseñanza pero, ¿su iglesia ha adoptado algunos de los métodos nuevos que han tenido éxito en las escuelas públicas? ¿Usa usted métodos de enseñanza-aprendizaje que desafían a sus jóvenes? ¿Han evaluado los obreros que enseñan a los jóvenes sus métodos de enseñanza-aprendizaje? ¿Sabe usted por qué usa ciertos métodos en particular? Examinemos algunos métodos generales de aprendizaje, lo que se puede lograr con cada uno y cómo involucrar al alumno en los mismos.
Conferencia El método más conocido es probablemente el de la conferencia. La conferencia, como todos los demás métodos, no da resultado o deja de dar resultado por sí mismo; su efectividad es determinada por cómo y cuándo se usa. Supongamos que el conferenciante ha preparado bien su conferencia y ha limitado su tema al interés y nivel educativo de sus oyentes. Ahora su tarea es involucrarles en la experiencia de aprendizaje. Porque por lo general se aprende más cuando se usan varios sentidos, el conferenciante necesita recibir aporte de sus alumnos antes, durante y después de la conferencia. En su libro La Conferencia en la Enseñanza, LeRoy Ford presenta varias sugerencias para el uso de la conferencia. Antes de la conferencia dé un examen introductorio y asigne cosas específicas que deben captar al escuchar. Durante la conferencia use ayudas visuales, haga preguntas o escriba en el pizarrón. Después de la conferencia haga preguntas, permita que los escuchas hagan preguntas o distribuya una actividad que deben escribir basada en la conferencia. ¿Por qué elegir la conferencia? Entre las razones está la de transmitir bastante información en un período corto de tiempo, presentar ideas complejas en un vocabulario menos complicado para alumnos menores, presentar conocimiento y percepciones que los alumnos no tienen y enseñar a un grupo grande. Al usar el método de la conferencia, necesita recordar lo siguiente:
1. Prepare a fondo la conferencia. 2. Presente la conferencia en el vocabulario de los alumnos. 3. Vea que la conferencia sea breve. 4. Prepárese para recibir una variedad de respuestas activas de parte de los escuchas. 5. Espere atención y participación de los oyentes.
Deténgase — Piense — Escriba ¿Cuándo es la conferencia la mejor actividad de aprendizaje para su grupo? ¿Cómo puede captar la atención de sus alumnos antes de la conferencia?
¿Qué medios usaría durante la conferencia para involucrar a los alumnos? ¿Qué tipo de actividad sería apropiada como conclusión?
Discusión La discusión es una herramienta válida de aprendizaje. Sin embargo, puede usted llegar a depender demasiado de ella llegando a ser ésta la única experiencia de aprendizaje que tiene el grupo. Cuando usa la discusión, quiere que los jóvenes compartan sus ideas, opiniones y percepciones. Desgraciadamente muchos jóvenes y adultos piensan como el personaje de una tira cómica que dijo “No estoy seguro de este asunto de discusión en grupos. Me gusta hablar, pero odio tener que escuchar.” Se requiere que todos los participantes de una discusión hablen y escuchen. No puede esperar que el joven se anime a exteriorizar lo que siente si no ha establecido todavía una relación con el grupo. Si el joven no puede confiar en la lealtad del adulto o si el adulto desmerece al joven cuando habla, entonces éste dejará de hablar y de compartir con el adulto lo que piensa y siente. ¿Cómo se puede dirigir una discusión con los jóvenes la cual se ha desviado convirtiéndose en una conversación acerca de sus amistades, deportes, escuela u otros temas? En lugar de decir: “Hablemos de… “ el maestro puede usar técnicas que predisponen a la discusión y que a la vez limitan el tema. Estas técnicas incluyen completar oraciones, lluvia de ideas, análisis de casos y preguntas preparadas de antemano. Hay jóvenes que se sienten más dispuestos a hablar después de haber tenido tiempo de pensar y organizar sus pensamientos. Como actividad previa a la discusión, el maestro sensible puede incluir actividades que requieren escribir para llenar las necesidades de estos alumnos. O si hay un estudiante con problemas de aprendizaje y no puede contribuir cómodamente a la discusión, el maestro puede asignar algo específico para que este joven pueda prepararse para participar. Si hay jóvenes que dominan la discusión, el obrero puede decir: “Procuremos que todos hablemos una vez antes de hablar por segunda vez”. O puede agradecer al joven con más facilidad de palabra por su participación y luego pedirle que permita que otros tengan la oportunidad de hablar. Cuando un joven elige permanecer en silencio durante una discusión, es importante que el líder respete su decisión. Más tarde puede acercarse a él para ver si hay algo que el joven quisiera contarle privadamente, pero el joven merece respeto ya sea por su silencio o por su aporte.
Las reuniones de obreros son un laboratorio de aprendizaje práctico donde los líderes pueden desarrollar su habilidad de dirigir una discusión. Al concluir la próxima reunión de obreros, evalúen sus habilidades preguntándose lo siguiente: * ¿Logramos algo? ¿Qué? * ¿Contribuyó cada persona para ayudar al grupo a tomar decisiones? ¿Cómo? * ¿Fue esta una experiencia de aprendizaje? ¿Por qué? * ¿Estuvieron todos dispuestos a hablar? Explique. * ¿Hicieron los líderes preguntas estimulantes? Explique. * ¿El líder se hizo a un lado para dejar que otros participen? ¿Cómo? * ¿Se animó a todos para que participaran? ¿Cómo? * ¿Cómo clasificaría esta sesión? (Marque la clasificación apropiada.) ¿Por qué?
Sin valor Mala Mediocre Buena Muy Buena Excelente Use esta misma evaluación después de tener discusiones en el grupo de jóvenes. Al usar el método de discusión, necesita recordar lo siguiente:
1. No pregunte nada que pueda ser contestado por un simple sí o no, u otra palabra sola.
2. No permita que nadie se sienta menoscabado por sus ideas. 3. No ponga respuestas en la boca de los participantes. 4. Evite preguntas que tienen una sola respuesta correcta.
Actividades Creativas A los jóvenes les gustan las actividades creativas pero a los adultos a veces no y prefieren no usarlas. No están dispuestos a probar nuevos métodos de enseñanza. La persona que dice: “No puedo usar dibujo, música, drama o cualquier otra expresión creativa como herramienta de enseñanza” en realidad está diciendo: “No quiero usar este tipo de actividad.” ¿Por qué usar experiencias creativas de aprendizaje para enseñar a la juventud?
1. Los jóvenes cierran sus mentes cuando siempre se les exige que escuchen conferencias.
2. Los jóvenes están llenos de energía que conviene encauzar en actividades de aprendizaje en lugar de otras elegidas por los mismos jóvenes.
3. A los jóvenes les gusta hacer algo distinto. Saber lo que harán cada vez que se reúnen en la iglesia les resulta muy aburrido.
4. A veces se pueden expresar con menos inhibición por medio de actividades creativas.
5. Los jóvenes tienen muchos talentos que pueden usar en la iglesia con el propósito de compartir a Cristo.
6. El joven puede aprender mejor cuando se le incluye en el proceso de aprendizaje. No se puede crear algo sin estar incluido en la experiencia de aprendizaje.
¿Cuándo y cómo hacer que la actividad creativa sea parte del plan de enseñanza? Se usa la actividad creativa cuando parece ser la mejor manera de alcanzar una meta específica. Cuando el escritor de los materiales de currículo sugiere una actividad creativa es que ha analizado posibles maneras de alcanzar un nivel de enseñanza en particular y ha decidido que la actividad sugerida es la mejor manera de alcanzar esa meta. Sin embargo, el maestro no tiene que limitarse a usar sólo lo que viene sugerido en las revistas y otros materiales. Una vez que adquiere práctica en el uso de la expresión creativa en la enseñanza, querrá probar diversas actividades que él mismo diseñe. ¿Cómo se incorpora la actividad en el plan global de enseñanza? Considere estas posibilidades:
1. Una dramatización puede ser una herramienta motivadora efectiva para presentar una persona cuya vida será estudiada por los jóvenes.
2. Para los jóvenes en las organizaciones misioneras, el monólogo y diálogo se prestan para contar acerca de libros o artículos misioneros.
3. Crear un periódico para enfatizar un estudio histórico especial puede mostrar cómo el joven ha investigado el tema y cómo comprende a las personas o eventos de tiempos bíblicos.
4. Al enseñar acerca de la responsabilidad cristiana de cuidar el mundo de Dios, pueden hacer carteles que muestran maneras específicas en que el cristiano cumple con su responsabilidad.
5. Las actividades musicales no son exclusivas del ministerio musical. Componer un himno puede ser una experiencia significativa para el joven que ha completado un estudio de los salmos.
El único límite al uso de actividades creativas es el que impone la persona cuando decide limitar su enseñanza a los métodos más conocidos. El criterio a
usar es que la actividad debe ser una herramienta para aprender. Su propósito es enseñar. Al usar actividades creativas, se necesita recordar lo siguiente:
1. Participe con la juventud. 2. Enfatice la experiencia de aprendizaje más que la actividad en sí. 3. Seleccione actividades adecuadas para el material a ser enseñado y la madurez de los alumnos.
4. Usar demasiadas actividades creativas puede ser tan contraproducente como el uso exagerado de cualquier otro método.
Detengase — Piense — Escriba ¿Puede pensar en una actividad que nunca ha probado, pero que sabe que sus jóvenes disfrutarían y aprenderían de ella? ¿Qué podría hacer para sentirse cómodo y seguro para emprender esta actividad?
Enseñar en Equipo Bajo ciertas circunstancias, enseñar en equipo puede resultar más efectivo que hacerlo de la manera tradicional en que un solo maestro es el que enseña. Las ventajas de enseñar en equipo son: es una manera democrática de trabajar juntos, es utilizar mejor los talentos y conocimientos de los maestros, es dar oportunidad a la juventud de reunirse con más de un maestro, es utilizar el espacio disponible más ventajosamente y motivar para que haya más planificación de grupo. Las desventajas de enseñar en equipo incluyen el hecho de que algunos maestros no se sienten a gusto en este tipo de situación, los alumnos que reaccionan mejor en una clase tradicional y la gran cantidad de tiempo que se requiere para planificar las actividades de aprendizaje. ¿Cuándo conviene enseñar en equipo? * Cuando resulta mejor usar varios enfoques a un estudio en particular (por ejemplo, un estudio cultural, o político o psicológico del libro de Marcos). * Cuando el grupo se prepara para celebrar una fiesta cristiana (por ejemplo, al preparar una dramatización de Navidad puede haber escritores de libretos, fotógrafos y grabadores de sonidos). * Cuando el maestro nuevo se siente inseguro de usar nuevos métodos, puede trabajar con maestros de experiencia para desarrollar su habilidad de enseñar.
* Cuando la manera tradicional de enseñar se ha convertido en una rutina y las sesiones de aprendizaje necesitan nueva vitalidad.
Al enseñar en equipo, es necesario recordar lo siguiente:
1. Hay que prepararse a fondo para que cada maestro sepa bien cuál es su responsabilidad.
2. Hay que asegurarse que el equipo está haciendo algo mejor de lo que podría haber hecho un maestro solo.
3. Hay que estar seguro de que todos los obreros están dispuestos a colaborar.
Centros de Aprendizaje Algo que de cuando en cuando disfrutarán los jóvenes son las actividades en centros de aprendizaje. El joven puede ir libremente de un centro a otro al ir completando una actividad. O, cuando se desea mantener más orden, pueden ir en grupos de un centro al otro. En cada centro habrá, como mínimo, una actividad con objetivos medibles. El joven descubrirá las verdades por sí solo y luego evaluará lo que hizo y lo que aprendió con cada experiencia. Por ejemplo, si están estudiando Hechos 16, el líder puede proveer las siguientes actividades en centros de aprendizaje: • Escribir una carta en la que el joven simula ser un compañero de prisión de Pablo. Escribe la carta a su familia y le cuenta lo que sucedió según Hech. 16:22-34. • Un monólogo desde el punto de vista del carcelero de Filipos en que el joven simulará ser el carcelero que cuenta lo que sucedió y lo que sintió, basado en Hech. 16:22-34. • Dibujar una historieta de por lo menos cuatro cuadros basados en la secuencia de eventos narrados en Hech. 16:22-34. • Escribir la letra de un himno que hubiera podido ser cantado por un compañero de prisión de Pablo y Silas. El texto bíblico para esta actividad es Hech. 16:22-34.
Cada centro de aprendizaje ha de seguir el siguiente modelo:
I. Objetivo II. Materiales que se necesitan III. Procedimiento para lograr el aprendizaje IV. Evaluación Después que los jóvenes han cumplido una o más actividades, el líder da tiempo para que compartan las actividades que completaron.
Al usar centros de aprendizaje, recuerde lo siguiente:
1. Junte y tenga a mano todos los materiales necesarios antes de empezar la actividad.
2. Trabaje con los jóvenes según sea necesario para asegurar la participación de ellos y el cumplimiento de las actividades.
3. Elija actividades que ayuden a lograr los objetivos del estudio. Cuando uno empieza a querer mejorar sus técnicas de enseñanza puede sentirse frustrado porque no logra un éxito inmediato. El cambio puede ser lento. El joven puede temer hacer el ridículo o el rechazo si ésta es su primera experiencia en un departamento donde sus ideas son apreciadas y los métodos varían de una semana a otra. El líder puede sentirse inseguro al probar técnicas nuevas. Y el resultado no siempre es un éxito, pero poco a poco el interés aumentará y la preparación de actividades variadas tendrá éxito.
Glosario de Actividades Es imposible dar una lista completa de actividades de aprendizaje. Se puede adaptar una actividad anterior, combinar elementos de varias actividades o diseñar una nueva. Damos el siguiente glosario para los maestros y líderes nuevos que se preguntan qué pueden hacer además de dar una conferencia o dirigir una discusión. Conferencia — Ofrezca variedad usando visuales, dividiendo la conferencia en segmentos con tareas específicas basadas en lo que escucharán, presentándola como un monólogo, teniendo un panel que dirija una discusión después de la conferencia, asignando preguntas para que distintos grupos contesten después de la conferencia. Discusión — Para tener variedad empiece con una afirmación controversial; plantee varias ideas antes de comenzar la discusión; escriba los puntos principales en un pizarrón o cartel; preceda la discusión con una dramatización, una película, un estudio de caso; haga preguntas preparadas de antemano. Dramatización — (simulación de personajes, presentación de “sketches” o representaciones, monólogos, diálogos, títeres, pantomimas, lectura coral). Use para empezar una discusión, o para demostrar lo aprendido, o como introducción o conclusión de una unidad. Debate— Anime a todos para que intervengan haciendo que el público haga preguntas a los participantes cuando el debate haya terminado.
Arte— (carteles, exhibiciones, tableros, historietas, fotografías, diapositivas, collage, murales, banderines, esculturas de plastilina o de alambres, móviles, forros de libros, mapas, confección de filminas, dioramas y dibujos). Música — (composición de letra de himnos, escuchar discos con propósito, presentaciones musicales por individuos o grupos con talentos especiales). Redacción — (noticias, cartas, diarios, poesías, rimas, noticieros, dramatizaciones, avisos, oraciones, palabras de gratitud y aprecio, escribir un diario espiritual, historias, lecturas antifonales, completar una historia inconclusa, lecturas corales, paráfrasis, estudios de casos, completar oraciones, cuentos breves). Tareas individuales — (informes, investigación, emparejar frases, cuadernos, análisis de pasajes, rompecabezas, gráficos, juegos de palabras, cuestionarios, autoevaluación, reportajes, memorización, testimonios, contar un cuento).
Detengase — Piense — Escriba
Trace un círculo alrededor de la respuesta apropiada.
1. ¿Estoy usando los métodos apropiados al enseñar?___ Sí — No
2. ¿Estoy dispuesto a probar un nuevo método?______ Sí — No
3. ¿Alguna vez uso un método por el mero hecho de querer ser original?__________________________ Sí — No
4. ¿Me considero un educador?________________ Sí — No
Autoevaluación El obrero que participa en la educación juvenil necesita evaluar lo que va pasando en el grupo con el cual trabaja. Sin embargo, la evaluación en sí no tiene valor. Su verdadero valor radica en que el obrero vea sus debilidades y esté dispuesto a cambiar sus métodos o actitudes para suplir las necesidades de sus jóvenes. Cambiar no es fácil, pero será lo que determina si se desarrollará usted como líder o guía de la juventud. ¿Cómo evalúa sus esfuerzos? Puede tener una lista de control personal, hojas de evaluaciones anónimas preparadas por los jóvenes y hablar con franqueza con los adultos con quienes comparte el trabajo. Después de analizar las evaluaciones, podrá ver dónde necesita mejorar.
Hoja de Autoevaluación del Maestro Esto ha de hacerse periódicamente durante el año. Clasifíquese de 10 (fuerte) a 1 (flojo) en relación con la cantidad o calidad de la característica que usted ha adquirido.
1. Conozco bien a mis alumnos como individuos y como grupo de aprendizaje.____________________________
2. Planifico mis sesiones de enseñanza-aprendizaje para llenar las necesidades de mis alumnos. ________________
3. Uso una variedad de métodos apropiados para enseñar el mensaje en forma dinámica.__________________
4. Permito que los jóvenes descubran las verdades por sí mismos.________________________________
5. Trabajo más como un siervo que como una persona de posición.______________________________
6. Dedico mucho tiempo a mis responsabilidades de guiar a la juventud._____________________________
7. Escucho a mis jóvenes y a los obreros de más experiencia en este ministerio juvenil._____________________
8. Trato de comprender por qué mis alumnos actúan y reaccionan de la manera que lo hacen.________________
9. Lo que enseño se basa en la Biblia.______________ 10. Enseño bajo la dirección del poder del Espíritu Santo._______
Evaluación Trimestral de los J óvenes (No escribas tu nombre en este formulario)
1. Lo mejor que ha pasado en esta organización (coro, escuela dominical, organización misionera. Unión o Grupo de Jóvenes, Programa de Desarrollo Cristiano o Programa de Preparación) durante los últimos tres meses ha sido
2. Me gustó cuando 3. No me gustó cuando 4. Me sentí desafiado cuando 5. Me sentí aburrido cuando 6. Me gustaría que nuestro grupo
7. Mi vida está cambiando porque 8. Un adulto que trabaja con este grupo me impresionó positivamente cuando 9. Un adulto que trabaja con este grupo me impresionó negativamente cuando 10. Una cosa que quisiera ver durante los próximos tres meses es
Control del Departamento Cuando los obreros se reúnen para planificar sus actividades del trimestre, consideren lo siguiente:
1. ¿Cuándo sintió usted que tuvo éxito durante este trimestre? 2. ¿Cuándo sintió que todo salía mal? 3. ¿Qué necesidades de los jóvenes se están supliendo? 4. ¿Qué necesidades no se están supliendo? 5. ¿Qué actividades de aprendizaje son de más valor? 6. ¿Qué actividades de aprendizaje hubiera sido mejor no realizar? 7. ¿Qué aprendió de las sesiones de enseñanza-aprendizaje durante el trimestre en cuanto guiar a los jóvenes?
8. ¿Ha desafiado usted a sus jóvenes a lograr nuevos niveles de razonamiento y comprensión?
9. ¿Qué señales de madurez está viendo ahora que no veía hace tres meses? 10. ¿Qué evidencias de respuestas a sus oraciones está viendo? Se aprende en todas las áreas de la educación cristiana para jóvenes. Puede ser que algún encuentro lo deje desconcertado porque no ve ningún adelanto, pero usted debe volver a trabajar con el grupo juvenil porque hay esperanza: esperanza basada en su llamado a la tarea, esperanza basada en su fe en Dios, esperanza basada en su seguridad de que usted como guía es importante. Y hay esperanza de que cuando líderes y jóvenes se unen para aprender, sus vidas cambiarán para bien.
Capítulo 3. — Atención: Aquí Se Aprende El salón donde usted se reúne con los jóvenes, ¿indica que allí se aprende? Su salón puede ser el sueño de todo arquitecto, ser abierto y claro y estar equipado con muebles cuidadosamente elegidos que satisfacen sus necesidades. O, tal vez sea un agregado u otro lugar temporario, amueblado con objetos descartados por otros y recogidos con amor para tratar de proveer un espacio donde los jóvenes puedan aprender y crecer juntos. O, puede estar en una iglesia antigua que necesita ser reacondicionada pero que no cuenta con los fondos necesarios para ello. O, su lugar puede ser simplemente un rincón de un amplio salón compartido por grupos de otras edades y donde llega el murmullo de los demás. Una de las cosas más emocionantes de guiar a los jóvenes es que el aprendizaje puede ocurrir en prácticamente cualquier tipo de ambiente. Este, en sí mismo, no hace al maestro ni al alumno. Los jóvenes pueden aprender, y así lo hacen, en ambientes tan diversos como un “aula” al aire libre debajo de un árbol o en una habitación alquilada. El líder de jóvenes inteligente sabe que es posible guiarlos dondequiera que haya un lugar que pueda transformarse en un ambiente propicio para el aprendizaje. El líder de jóvenes inteligente busca la manera de hacer que el ambiente contribuya al aprendizaje. Reconoce que ciertos tipos de actividades se prestan para ciertos lugares. Por ejemplo, necesita un lugar más formal y estructurado para tener una experiencia creativa sobre la adoración luego de haber estudiado una unidad sobre dicho tema, o para la conferencia de un orador invitado para hablar sobre una materia estudiada. Otras actividades requieren lugares abiertos y poco edificio, como una actividad recreativa de barrio dirigida por los Embajadores del Rey, o dramatizaciones breves preparadas como parte de los estudios de la Unión o del Grupo de Jóvenes. El líder de jóvenes puede planear actividades que se adapten al ambiente de enseñanza-aprendizaje habitual o puede ocasionalmente llevar una actividad a otra área más conveniente. Sabe que el lugar donde se realiza un retiro puede ser adecuado para actividades que nunca serían posibles entre las cuatro paredes del salón de jóvenes de su iglesia. Busca nuevas maneras de usar los espacios disponibles y de mejorar el ambiente en el que enseña. También coloca materiales que puedan ser usados como herramientas para enseñar y aprender, como ser carteles, libros de consulta, discos y elementos audiovisuales. Estas ayudas pueden fomentar el aprendizaje en cualquier ambiente.
Mas Que Llenar Espacio Cuatro paredes, un piso y un techo pueden ser el espacio que determina el lugar de reunión de una organización de jóvenes, pero éste debe hacer más que simplemente contener a la gente si es que ha de contribuir al proceso de aprendizaje. Tiene que haber algo en este lugar que haga que el aprendizaje sea emocionante. Debe contribuir a motivar a los jóvenes y hacer que deseen participar en el aprendizaje. Mostrar carteles, mapas, banderines y otros elementos visuales puede comunicar el hecho de que se ha planeado algo especial en el salón. El ambiente del aula incluye tanto a la gente como a los objetos que ayudan a tener una experiencia de aprendizaje. El lugar es también una herramienta importante para trasladar el foco de atención de los jóvenes desde las cosas fuera del salón hacia la actividad o estudio planeado para ese día. La limpieza y el cuidado del salón son esenciales. Telarañas, baldosas rotas, polvo, montones de literatura vieja y otras señales de dejadez impiden el aprendizaje. Desvían los ojos y la mente de la sesión de aprendizaje. Los elementos visuales que no se relacionen con el tema hacen que los jóvenes se distraigan, pero un banderín atractivo, una enorme caja con preguntas en cada uno de sus lados, o una diapositiva proyectada sobre una pared captarán la atención del joven al entrar. Los elementos visuales viejos o los no relacionados con el tema del día indican que alguna vez se planeó algo, pero que no se ha organizado nada para estimular visualmente a los alumnos en esta oportunidad. El arreglo de las sillas en una área de enseñanza-aprendizaje también indica algo. Cuando están dispuestas en un círculo, en semi-círculos u otra manera informal, los jóvenes sienten que sus líderes los consideran co-alumnos. Cuando se las arregla en hileras, cuando el líder se para detrás de un atril, o cuando los adultos permanecen de pie mientras los jóvenes están sentados, no se puede obtener una sensación de libertad e igualdad en el ambiente de aprendizaje. De la misma manera, cuando los jóvenes están sentados y trabajando alrededor de una mesa, el líder que desee transmitir esa sensación de igualdad tomará una silla que no sea la que se encuentre a la cabecera de la mesa. Un salón puede representar un espíritu de democracia entre jóvenes y adultos, o puede ser el símbolo de un ambiente autocrático en el que las ideas de los jóvenes no se toman en cuenta. Detengase — Piense — Escriba Dibuje el espacio donde usted se reúne con los jóvenes. Haga un bosquejo del mobiliario y otros elementos del mismo. Haga una lista de las cualidades del lugar.
1. 2. 3. 4. 5. Haga una lista de los defectos del lugar.
1. 2. 3. 4. 5. Después de leer la próxima sección, sugiera maneras de transformar este lugar en un ambiente de aprendizaje más ideal.
El Ambiente Ideal El ambiente ideal no llama la atención por sí mismo. El líder que esté considerando hacer algunos cambios en el aula podría: pintar el salón de blanco con una pared central amarilla, agregar paneles acústicos en el cielo raso y eliminar todo mobiliario innecesario. Incluirá estantes o gavetas asignados a cada grupo que tenga allí sus reuniones y será fácil de limpiar. Si usted no cuenta con un espacio que puede ser renovado, todavía puede crear un ambiente de aprendizaje propicio. Considere las siguientes sugerencias:
1. Limpie el salón a fondo como un proyecto conjunto entre todos los que lo usan. Así evitarán desechar material útil o ubicar incorrectamente elementos cuando revisan los estantes o gabinetes. Lave las ventanas, deseche la literatura vieja, reemplace las ampolletas o bombillas quemadas, limpie el pizarrón y el piso.
2. Quite todos los muebles que no sean usados por ninguno de los grupos que se reúnen en el salón. Deje sólo el equipo suficiente para cumplir con las necesidades del grupo más numeroso que utilice el salón. El espacio libre es mucho más práctico para las actividades de aprendizaje que los lugares llenos de objetos.
3. Consulte con la comisión de mantenimiento de la iglesia para ver qué sugieren para mejorar la apariencia del salón. A veces con sólo una mano de pintura el aspecto del aula cambia radicalmente.
4. Guarde todo el material de aprendizaje que no se necesite para el estudio que se realice en ese momento. Evite estorbar a los demás dejando su material
afuera después de que su grupo se haya retirado. Cada grupo que use el salón debe tener un espacio en el gabinete o estante para guardar cosas. El material que no se guarde correctamente podría no ser localizado cuando se le necesite. El líder que sabe cómo organizar y guardar el material puede lograr que los otros también lo hagan.
5. Organice un centro de material de consulta, un centro de arte, y un centro de música. (Ver pág. 65.)
6. Comprometa a los jóvenes en el arreglo del salón. Estimúlelos para que sugieran y preparen material de ayuda para el aprendizaje.
7. Aliente a los padres de los jóvenes a que colaboren. Padres y jóvenes pueden limpiar y pintar a un costo mínimo, haciendo más agradable el lugar y proveyendo un momento de compañerismo entre jóvenes y adultos.
8. Coleccione moldes de letras de varios tamaños que puedan ser usados sobre papel de color para hacer banderines y carteles con letras atractivas.
9. Designe una comisión para que limpie el aula después que coman en ella para asegurarse de que el área quede limpia e higiénica.
10. Si hay cortinas gruesas en las ventanas, quítelas para permitir que penetre la luz natural. Puede reemplazarlas por cortinas más livianas si considera que hay que cubrir las ventanas.
11. Nombre un encargado de controlar regularmente el área de los jóvenes y comunicar a la comisión de mantenimiento cuando haya algún problema o algo que reparar.
12. Coloque a la entrada, elementos de apoyo para el aprendizaje a fin de atraer el interés de los jóvenes. Detengase — Piense — Escriba Ahora que ha comenzado a considerar diversas maneras de transformar un salón en un ambiente conducente al aprendizaje, ¿qué puede hacer para mejorar su aula como lugar de aprendizaje?
1. 2. 3. 4. 5.
Cómo Utilizar Eficientemente un Lugar Que No Es el Ideal ¿Qué es un ambiente de aprendizaje? Es un ambiente que pone al joven en contacto con cada estudio, visual y emocionalmente, en cuanto llega a la puerta. Un lugar bien planeado puede fomentar el aprendizaje, pero no puede asegurarlo. El obrero puede evaluar el espacio preguntándose si es apropiado tanto para la gente que lo usa como para las actividades del grupo. Puede mejorar el espacio dentro de ciertos límites, pero frecuentemente debe arreglárselas con un espacio que dista mucho de ser el ideal. Considere los siguientes ejemplos de problemas. 1. Un grupo de jóvenes se reúne en un rincón de un pequeño templo. Otros tres se reúnen al mismo tiempo en los otros rincones. ¿Qué puede hacer el grupo de jóvenes para que su rincón sea un ambiente conducente al estudio?
Divisores portátiles, una cortina extendida sobre un alambre o biombos plegables de fabricación casera pueden establecer los confines del espacio de los jóvenes. Para no molestar a las otras clases, el líder tendrá que planear actividades relativamente quietas. Evitará las conferencias debido a los ruidos que pueden distraer al alumno. Con paciencia, sentido del humor y una determinación de no permitir que las dificultades lo detengan, el líder ayudará a todos los grupos a tener un espíritu de colaboración. 2. En una iglesia con una escuela dominical en crecimiento, es necesario trasladar el departamento de J óvenes A de su área habitual a un lugar separado de los otros jóvenes para evitar el amontonamiento. ¿Cómo se puede manejar este cambio sin causar problemas?
La respuesta más obvia es “muy cuidadosamente”. Los jóvenes y sus líderes pueden sentirse muy dueños de su espacio. Las personas que deben ser trasladadas necesitan que se les explique por qué, cómo todo el programa de la iglesia puede beneficiarse con su traslado, y cuánto tiempo durará. Podría organizarse un período de merienda, confraternidad y anuncios con todos los jóvenes cada domingo antes de la escuela dominical para que puedan estar un rato juntos. Los jóvenes probablemente se adaptarán más rápidamente a una nueva área que alguien que haya enseñado durante 15 años en el mismo lugar. Cuando los encargados de coordinar el uso del espacio enfatizan la emoción de un cambio debido al crecimiento verán que algo tan simple como una mudanza es capaz de dar nueva vida a un departamento.
3. En una iglesia metropolitana donde el salón de jóvenes se usa para muchas activi actividade dades, ¿cómo puede puede cada grupo grupo que que usa usa el el sal salón ón compartir con buen espíritu lo que alguna vez fuera exclusivamente para los jóvenes?
L a mejor soluci solución ón se sería ría reuni reunirr a todos todos los lí líderes deres que usan usan el el sal salón. Se pue puede de llegar a un acuerdo sobre cómo compartir armarios, materiales, lugares en las paredes, y arreglo del salón. No siempre es fácil, pero con amor los líderes se esforzarán por encontrar una solución que tal vez no satisfaga totalmente a nadie, pero que sea justa para todos. Una actitud positiva de parte de los obreros de muchos años en lo que hace a la distribución del espacio puede ayudar a los los nuevos a senti sentirrse menos enos amenazad enazados os y más bien bienveni venidos. dos. 4. ¿Cómo puede usar mejor su espacio una iglesia antigua con un espacio para tareas educativas que no se presta para actividades de aprendizaje moderno (como arreglar varios cubículos para grupos pequeños)?
Si no es posible remodelar esta área, el director de departamento o división puede disponer que muchas de las actividades de estudio se realicen en las mesas esas del del área gene generral. L os sal salones más peque pequeños ños podrían podrí an ser ser usados los los días días en que grupos me menos nume numerosos rosos re realicen acti activi vida dade des s de aprend aprendiizaje zaje. 5. En cuanto a los los jóve jóvene nes s que que se reúnen en en otro otro lugar lugar que no es es el el edificio de la iglesia, ¿cómo se puede transformar cada semana un rincón al aire libre, una habitación o la sala de estar de una casa en un ambi bie ente de de estud studiio para para los l os jóve jóvene nes? s?
Se puede puede agregar gregar al ambien biente te el elementos portáti portátilles. Estos Estos pueden pueden guar guardar darse en una valija para ser llevados a donde y cuando quiera que los jóvenes se reúnan. Para contribuir al ambiente de aprendizaje del salón se pueden llevar rotafolios, biombos plegables que puedan servir para colocar información o un pizarrón pizarrón portáti portátill. L os cartel cartele es u otros el elementos visua visualles pue pueden den coloca colocarse rse con cinta adhesiva sobre la mayoría de las paredes. Hay que adaptarse al lugar con el cual se cuenta para enseñar. Cuando comparam comparamos nuestr nuestro o luga lugarr de ense enseña ñanz nza a con el lugar ugar ide i deal al,, podem podemos desa desani nim marnos. Pero recordemos los los diversos diversos ambie bientes ntes que J esús usó pa para enseña nseñarr: un campo campo sembrado, un bote, la la lader dera de un monte. monte. Deténgase — Piense — Escriba Mencione ncione los grupos (si los hay) hay) que que usan usan a otras horas horas el el espaci spacio o donde donde usted se reúne con los jóvenes.
¿Qué problemas (si los hay) ha detectado causados por el hecho de compartir el espacio? ¿Cómo se puede lograr que ese lugar sea más útil para todos los que lo comparten? Si se reúnen en un lugar que usa un aula, ¿cómo puede transformarlo en el mejor ambiente de aprendizaje posible?
Centros De Recursos ¿Qué se incluye en un centro de materiales de apoyo? • un diccionario bíblico • un atlas bíblico una concordancia •un com comentari entario o •mapas mapas • diversas traducciones de la Biblia • libros relacionados con el estudio •
¿Qué se incluye en un centro de arte? • papel de dibujo •goma goma de pegar pegar tij ti jeras •una mesa para dibuj dibujar ar • pliegos de papel, cartulina u otro papel barato • cinta adhesiva • revistas viejas • lápices • marcadores de fibra • lápices de cera • plastilina • hilo de envolver o alambre • tiza
¿Qué se incluye en un centro de música? •una graba grabador dora a •casetes • cancioneros e himnarios • un tocadiscos • discos
A ná nállisis De M ate terr iales De A po poyo yo ¿Qué elementos tiene usted ahora en su centro de materiales de apoyo? ¿En su centro de arte? ¿En su centro de música?
¿Sabe cómo obtener dinero de su iglesia para comprar los artículos que necesi necesita ta para enseñar? enseñar? ¿Cuántos libros de referencia ha encontrado en la biblioteca de su iglesia para complem complementar entar el mater aterial que está ense enseñand ñando o ahora? ahora? ¿Acostum ¿A costumbra bra incor incorporar porar a sus sus plan plane es de enseña nseñanza nza el el material que su igl igle esia sia le provee? ¿Cómo determinan las personas el uso equitativo de los materiales que deben compartir? ¿De dónde y a quién puede pedir prestados libros para complementar su enseñanza, si su iglesia no dispone de biblioteca? ¿Dónde guarda su material para no perderlo cuando no lo utiliza? ¿Quién es el responsable de elegir los materiales para los distintos centros? ¿Ha considerado desarrollar una lista de personas de apoyo disponibles en su iglesia y su comunidad, personas que puedan compartir sus conocimientos, experiencia y testimonios con sus jóvenes?
El obrero obrero necesi necesita ta tene tenerr una respue espuesta sta par para cada cada una de estas estas preguntas. preguntas. Si una de las metas de la educación de la juventud en la iglesia es proveer actividades de aprendizaje variadas para que los jóvenes puedan descubrir el significado de la Biblia y aplicar su mensaje en sus vidas, entonces usted como líder debe proveer las herramientas necesarias para lograrlo. El centro de materiales de apoyo es de vital importancia si desea guiar a los jóv jóvenes a encontrar respuestas por sí solos los. El líde líder puede estar con el jov joven por muy poco tiempo. Pero si éste puede desarrollar su habilidad de encontrar respuestas respuestas a sus preguntas, preguntas, entonc entonce es podrá continua conti nuarr aprendiend aprendiendo o sin sin ayuda ayuda durante el resto de su vida. L os materi teria ales del centr centro o musi musical cal y del del centr centro o de arte son para para que que el joven expre xprese idea deas que de otro otro modo modo no podría podría expr expre esar. sar. L a música úsica y el arte abri abrirán rán nuevas puertas de expresión creativa y de aprendizaje para todos los jóvenes. Cuando una iglesia provee ayudas para el aprendizaje, el líder se hace responsable de su uso. Ningún centro de materiales de apoyo, musical o de arte, tiene valor para el alumno en sí mismos. Sólo son valiosos cuando el maestro los usa para facilitar el aprendizaje.
M as A llá De L as Se Sessione oness De A pr pre endi ndiza zajj e Habi bituale tualess Cuando las iglesias limitan las experiencias de aprendizaje de los jóvenes a las cuatro paredes paredes del del templo, plo, no les les dan dan todas las las que le puede pueden n tener.
Los retiros y campamentos ofrecen excelentes oportunidades de enseñanza. ¿Por qué? Porque los jóvenes pueden concentrarse en lo que se les presenta sin las acostumbradas distracciones y presiones que tienen en la iglesia, el hogar o la escuela. La recreación es importante como parte del programa de un campamento de la iglesia o de un retiro. Pero si el momento en que están juntos sólo se dedica a la diversión, entonces nada distingue a un paseo de la iglesia de otro organizado por un club social o por un grupo de amigos. Es importante incluir una variedad de oportunidades de aprendizaje en esas ocasiones. Si sólo se presenta una charla, la actividad no será tan efectiva como si se llevan a cabo una variedad de experiencias de aprendizaje. Cuando el grupo de jóvenes demuestra mucho interés en cierto tema, el líder puede sugerir un encuentro fuera del lugar habitual para ampliar el tema. Si se interesan por tener más estudios bíblicos podrían reunirse durante la semana para continuar el estudio comenzado en la escuela dominical. La Unión o Grupo de Jóvenes que esté estudiando las creencias de otros grupos religiosos podría visitar una sinagoga durante uno de sus servicios. Los jovencitos que estén pensando en entregarse a Cristo podrían reunirse para cenar una noche y conversar con su pastor. Las Auxiliares de Niñas podrían reunirse para preparar y disfrutar de las comidas típicas de los países donde hay misioneros. Los Embajadores del Rey que asistan al Congreso Nacional de Embajadores del Rey aprenderán acerca de las misiones, pero también aprenderán a convivir y a responsabilizarse de sus propias acciones. Un coro juvenil siempre puede practicar en la iglesia, pero cuando sus miembros salen a cantar ante otra congregación se sienten bien a la vez que dan a otros la oportunidad de disfrutar de la música que han aprendido. El líder inteligente percibirá la necesidad de más oportunidades de enseñanzaaprendizaje que las habituales. Considere la posibilidad de proveer actividades de aprendizaje fuera del lugar de encuentro habitual, con el fin de enriquecer el ministerio de la iglesia entre sus jóvenes. Deténgase — Piense — Escriba Sugiera una actividad de aprendizaje que su iglesia nunca haya realizado fuera del lugar de encuentro habitual. ¿Qué valor podría tener esta actividad para la juventud de su iglesia?
Cuando un líder planea actividades de aprendizaje fuera de lo habitual, generalmente piensa lo que significarán para los jóvenes. Pero, también pueden ser valiosas para el líder. Son oportunidades en que éste y los jóvenes pueden conocerse mejor en un ambiente familiar. Establecer relaciones lleva tiempo del cual no siempre se dispone durante la sesión de aprendizaje regular
en la iglesia. Las actividades fuera de las habituales pueden sacar al líder de su rutina. Renunciar a un fin de semana o aun a una noche puede significar un gran sacrificio para un líder muy ocupado, pero un cambio de ritmo puede ser tan beneficioso para él como para el alumno. Y el líder puede crecer con el joven cuando participan juntos en actividades tanto de aprendizaje como de inspiración. Si es posible, las actividades extra podrían incluir también un período de estudio bíblico o grupos de estudio solamente para los adultos presentes. Los líderes de jóvenes con frecuencia echan de menos el estímulo que significa estudiar y compartir el aprendizaje con otros adultos. Una actividad especial que los adultos pueden realizar es dedicar una noche entera al planeamiento a fondo de las unidades. Las reuniones regulares de los obreros a menudo se realizan entre otras actividades. Son excelentes para preparar una sesión, pero son demasiado breves para examinar los propósitos de un trimestre entero. Las relaciones entre las unidades, las necesidades de los jóvenes que las unidades pueden satisfacer y los tipos de unidades que tendrán durante el trimestre. Cuatro de estas reuniones al año, de planeamiento a fondo, garantizarán a los guías y maestros a tener una visión amplia de su tarea en lugar de concentrarse sólo en la próxima sesión. Una de las experiencias más importantes de aprendizaje fuera del lugar habitual de reunión serán para el obrero las visitas a los hogares de los jóvenes. Su visita hace que el joven se sienta especialmente importante, hace que los padres sientan que el líder se interesa por su hijo/a, y le da al líder que realmente quiere conocer mejor a sus jóvenes la oportunidad de lograrlo. Organizar actividades de aprendizaje fuera del lugar de reunión habitual requiere tiempo. El tiempo es una de nuestras posesiones más valiosas. Pero los dividendos que da un mayor aprendizaje excede el costo de tiempo que el obrero debe pagar. El que enseña con eficacia a los jóvenes observa los siguientes principios: • El ambiente puede favorecer las actividades de aprendizaje que se llevan a cabo con la juventud. • Un espacio lejos de lo ideal puede convertirse en un ambiente de aprendizaje más adecuado. •Mejorar un lugar de aprendizaje no requiere grandes gastos. •Los centros de materiales de apoyo, música y arte pueden proveer los recursos necesarios para diversas experiencias de aprendizaje. •Las experiencias de aprendizaje no necesitan estar limitadas por el tiempo o lugar de las reuniones habituales de una organización dentro la iglesia.
“Cualquier salón/espacio/lugar debiera ser/puede ser una parte positiva para descubrir/tener un cambio para toda la vida.”
Capítulo 4. — Compromiso: Un Requisito Para El Aprendizaje ¿Quiénes son los alumnos? Somos hijos, hijas, los que dan satisfacciones, los hijos que desesperan. ¿Quiénes son los alumnos? Somos estudiantes, líderes, atletas, no somos nadie. ¿Quiénes son los alumnos? Somos amigos, conformistas, confidentes y solitarios. ¿Quiénes son los alumnos? Somos cosmopolitas, jóvenes de ciudades grandes, de barrios y de pueblos chicos. ¿Quiénes son los alumnos? Somos consumidores, empleados, gente que sigue las últimas modas, y soñadores. ¿Quiénes son los alumnos? Somos los hijos del divorcio, los recién llegados a la ciudad, los fracasados y los que sufren. ¿Quiénes son los alumnos? Somos los confundidos, los que buscan, los rebeldes, y los que un día triunfarán. ¿Quiénes son los alumnos? Somos todo esto y más. Cada uno de nosotros es humano. Cada uno de nosotros es una personalidad singular. Cada uno de nosotros es especial. Veámosnos tal como somos. Lo que el joven aprende, influye en lo que el joven es.
Influencias Que Afectan El Aprendizaje Lo que el joven aprende, influye en lo que el joven es. Para los jóvenes, el aprendizaje está específicamente influenciado por lo siguiente:
* la crisis de identidad de la adolescencia * las experiencias familiares y escolares * las relaciones con sus amigos * su cultura * las crisis que enfrentan * los tiempos en que les toca vivir.
Estos factores influyen tanto sobre la educación cristiana como en la secular. Ser joven no es fácil. Como John Claypool dijo: “los traumas de la adolescencia bien pueden ser los más intensos de todos”. Cuando uno decide guiar a los jóvenes, ha de saber que trabajará con un grupo que tiene una infinidad de problemas. Pero al comprometerse con la juventud, tanto el líder como los jóvenes pueden crecer juntos en Cristo.
¿Quien Soy Yo? Encontrar su propia identidad y desarrollar confianza en sí mismo son dos de las más importantes necesidades del adolescente. Estos problemas relacionados entre sí nunca han sido fáciles de manejar, y se complican en la sociedad cambiante en que vivimos. Mientras uno fluctúa entre la niñez, adolescencia y madurez, el mundo a su alrededor también está cambiando. Los valores ya no parecen permanentes, las familias cambian, están desunidas y confusas; los educadores buscan respuestas y programas para solucionar problemas educativos. El hecho de que los jóvenes estén confundidos no sorprende. Si agregamos a esta confusión la inseguridad típica de ellos, tendremos un panorama de los problemas que influyen sobre lo que el joven aprenderá en la iglesia. Sus maestros y líderes pueden ver síntomas de problemas cuando los jóvenes comienzan a… someterse a la mayoría, rebelarse contra la autoridad, ser hostiles, mostrar descontento y/o ansiedad, desmerecer sus habilidades y talentos, darse por vencidos sin siquiera intentarlo, recluirse en un mundo imaginario, aparentar lo que no son, guardar su distancia, buscar el anonimato y/o mostrarse sumamente críticos.
En lugar de ver los problemas detrás de estos síntomas, el líder inexperto trata de resolver problemas de conducta, sin pensar en qué tipo de ayuda realmente necesitan. Dar amor y aceptar, guiar a los jóvenes a aceptarse a sí mismos como criaturas valiosas de Dios, y ayudarles a descubrir quiénes son y a dónde
van, son algunos de los deberes más importantes del líder de jóvenes. Formar una identidad y mantener una buena autoimagen son procesos que duran toda la vida. Pero la juventud vive una etapa de crisis, confusión y trauma en estos aspectos, y sólo pueden compartir este momento de su vida.
Miembro de una Familia Uno nunca escapa de la influencia de su familia. El joven puede actuar como si hubiera nacido en un vacío criado por padres cuya influencia parece ignorar completamente, pero en realidad no engaña a nadie. La vida familiar del joven influye sobre su manera de aprender y su idea de la importancia del aprendizaje. Si un líder trabaja con jóvenes cuyos padres creen que la iglesia es importante, generalmente encuentra fuertes aliados en ellos. Sin embargo, si los jóvenes vienen de hogares en los que no se valoriza a la iglesia, el líder encontrará evidencia de esta influencia en el joven que no cree que participar en el culto, dedicarse al estudio bíblico o comprometerse con el trabajo misionero son partes importantes de su vida. Los problemas en el hogar pueden ejercer una influencia perjudicial sobre las experiencias de aprendizaje del joven. El joven cuyos padres son autoritarios, piensa y espera que los demás adultos también lo sean. Cuando se hace miembro de la Unión o Grupo de Jóvenes donde todos pueden opinar y nadie critica, quizá necesite apoyo especial y estímulo para formular sus propios pensamientos y llegar a sus propias conclusiones. El joven de un hogar democrático donde los hijos participan en las decisiones puede rebelarse cuando le toca un líder dogmático en la iglesia. Pero, estos se destacarán cuando puedan participar en proyectos de aprendizaje compartidos en la escuela dominical. El joven que viene de un hogar donde nadie se ocupa de los demás, puede dudar de la sinceridad del consejero de Embajadores del Rey que quiere ser su amigo. Es importante que el líder sepa reconocer que cada hogar representado en el grupo de jóvenes es singular y que la singularidad del joven es, en parte, el resultado de su hogar. Porque este influye en el aprendizaje, el líder debe visitar el hogar de cada joven para comprender a cada uno como producto de su ambiente familiar.
Los Problemas de Familia que Inciden sobre el Aprendizaje Puede haber varios problemas en los hogares de los jóvenes que influyen sobre qué y cómo aprenderán. El líder debe estar alerta a los siguientes problemas que necesitan atención especial.
•Jóvenes que viven con un solo padre y que necesitan la influencia de un adulto del sexo opuesto al del padre con quien viven. •Jóvenes de padres divorciados. •Jóvenes varones que piensan que la iglesia no tiene importancia porque ésta no es importante para sus papás. •Jóvenes de hogares humildes que se avergüenzan de su casa y no quieren que la vean. •Padres indiferentes porque están demasiado ocupados para dar de su tiempo a sus hijos. • Familias que tratan de esconder problemas serios (como la droga o el alcohol). • Padres que sólo critican y que nunca dicen nada positivo. • Familias que se están desintegrando. • Padres que son demasiado estrictos o que lo permiten todo.
Cuando el joven que tiene problemas como éstos comienza a hablar de ellos a su líder, es importante que éste conserve la calma. Mostrar disgusto, o escandalizarse hará que el joven se retraiga a su mundo de silencio. También es necesario escuchar sin ponerse de una parte o de otra. Lo que está oyendo es sólo un lado del asunto por lo que no está en posición de emitir un juicio. Si, sin pensarlo, critica al padre del joven, éste puede recriminárselo más adelante. El líder y el joven quizá no puedan resolver todos los problemas que existen en el hogar del joven. Pero se pueden sugerir instituciones o personas en la comunidad con capacidad para ayudar a la familia. También pueden buscar lo que la Biblia dice acerca de la familia feliz y el papel que deben cumplir los distintos miembros de ella. Los regalos más grandes que el líder puede dar al joven que tiene problemas son el regalo de escuchar, de guardar secretos, de tomarse tiempo para estar con él, de orar por él y su familia, de aceptarlo y asegurarle que es parte de la familia de Dios. Detengase — Piense — Escriba ¿Qué jóvenes en su grupo tienen problemas serios en su hogar en este momento? ¿Qué está haciendo usted para hacerles saber de su interés por ellos y sus familias?
El Mundo Escolar Porque el joven pasa tanto tiempo en la escuela, y por la importancia que la sociedad da a la educación, la escuela influye sobre todos los aspectos de la vida juvenil. Muchos jóvenes no se sienten a gusto en la escuela por lo cual es importante que los líderes en la iglesia logren que allí todos se sientan cómodos en sus experiencias de aprendizaje. Esto puede significar que sin que nadie lo note usted evitará pedir que lea en voz alta al joven que lee mal o que planee una variedad de actividades para que el alumno que anda mal en la escuela tenga oportunidad de realizar un trabajo que muestre su comprensión de la Biblia en lugar de su mala ortografía o su pobreza artística. El antagonismo hacia la escuela puede ser transferido a las experiencias de enseñanza-aprendizaje en la iglesia. Cuando parece que así es, el líder puede reunirse a solas con el joven para dejarle expresar libremente lo que no le gusta del grupo juvenil en la iglesia y qué cambios quisiera ver. Esto probablemente sorprenda al joven, pero también le ayudará a separar lo que pasa en la iglesia de lo que pasa en la escuela donde se siente que no tiene poder. Entonces él y su líder pueden ser socios en la tarea de mejorar, en lugar de ser contrincantes en una lucha por tener el poder. Aun el joven con problemas mentales serios sabe lo que piensan de él. No podrá memorizar la letra de una representación musical navideña ni prepararse para participar en un debate “fe versus obras” como medio para obtener la vida eterna. Pero, se dará cuenta cuando su presencia agrada y sí lo valoran como persona. El proceso interior de este joven es muy importante. El líder necesita darle actividades apropiadas para él y hacerle sentir que le ama y acepta. Héctor, un jovencito mentalmente incapacitado, se quedó durante años en la misma clase de escuela dominical en el departamento de jóvenes. El maestro era un hombre de negocios sin preparación especial para enseñar. Sencillamente había aceptado a Héctor tal cual era mostrándole que se interesaba por él. La reacción de Héctor fue quedarse en su clase año tras año. Aunque Héctor y su maestro nunca tuvieron conversaciones profundas, su manera de comunicarse, de corazón a corazón, fue un ejemplo de amor en acción para todos los que los observaban. La escuela secundaria puede ser un lugar peligroso para muchos adolescentes. Sufren el desprecio de profesores insensibles, o se sienten fracasados en sus actividades escolares, atléticas y sociales; otros reciben elogios demasiado pronto y luego los siguen buscando toda la vida; algunos siempre tienen miedo y otros buscan, sin éxito, la aprobación y aceptación de sus profesores y compañeros. Por suerte, la escuela secundaria no es el fin del mundo. Pero todos los jovencitos se preguntan:
“¿Lo que hacen los jóvenes en la iglesia es como otra escuela secundaria o es un lugar donde soy aceptado y donde puedo triunfar?”
Detengase — Piense — Escriba ¿Quiénes, de entre sus jóvenes están teniendo problemas en la escuela que afectan sus experiencias de aprendizaje con usted? ¿Qué ha hecho concretamente para eliminar o al menos disminuir los efectos de esos problemas escolares entre sus jóvenes?
El Poder de sus Amigos Centros juveniles, asociaciones, grupos, clubs. Podemos pensar en diversas maneras de llamar al joven y su grupo de amigos y compañeros. Pero debemos reconocer el papel importante que cumplen. El joven que siente que no es parte de ningún grupo se siente mal. Algunos que integran un grupo equivocado se sienten tan mal como si no integraran ninguno. Los maestros líderes pueden observar en las organizaciones de la iglesia la influencia de sus amigos sobre el joven. Los maestros en los departamentos infantiles trabajan con niños que se amoldan a los valores de sus padres casi en un ciento por ciento. Pero en los departamentos de jóvenes, el líder ve a los jóvenes adolescentes que se están independizando de sus padres y que, en cambio, se apoyan en sus amigos. Se peinan igual, se visten igual, hablan igual y se portan igual. Hay jóvenes que dependen demasiado de sus amigos. Como resultado desconfían de los adultos y se portan muy mal con sus padres. Pero en el caso del jovencito promedio, sus amigos no controlan totalmente su vida. El adolescente que tiene una buena relación con su familia, que es activo en su iglesia y que tiene la capacidad de entablar amistades, puede superar la presión de sus amigos. El líder de jóvenes tiene una responsabilidad en los casos cuando los amigos causan problemas entre la juventud. Primero, tiene la obligación de guiar al joven para que él mismo se dé cuenta del impacto que la presión de sus amigos está teniendo sobre su vida. Esto se podría hacer pidiendo al joven que conteste las preguntas de un cuestionario privado como el siguiente.
¿Quién Ejerce Control Sobre Tu Vida? 1. ¿Cómo se llama el disco más popular entre tus amigos? ¿Tienes uno? ¿Lo comprarías si alguien te diera el dinero? ¿Por qué?
2. ¿Cuál fue la última película que viste? ¿Con quién fuiste a verla? ¿Quién decidió que irían a verla?
3. ¿A dónde van tú y tus amigos para pasar el rato? Si pudieras elegir dónde podrían reunirse la próxima vez que se encuentren, ¿qué sitio elegirías?
4. ¿Hay algún sitio donde no quieres que te vean con tus padres el sábado por la noche pero que no te importaría si fuera en cualquier otro momento? Si tu respuesta es sí, escribe el nombre del lugar y di por qué.
5. ¿Dejarías que un compañero copie tus tareas o tu hoja en un examen? Si tu respuesta es sí, ¿por qué?
6. Si tus amigos quieren salir cuando empieza el culto, ir a tomar un café y después volver al final de la reunión ¿los acompañarías?____¿Por qué?
7. ¿Te invitan a fiestas donde te sentirías mal si tus padres supieran lo que hacen en ellas? Si tu respuesta es sí, ¿por qué aceptas o rechazas la invitación de ir?
8. ¿Qué piensan hacer la mayoría de tus amigos cuando terminen la enseñanza secundaria? ¿Qué piensas hacer tú?
Después de completar el cuestionario, sin duda algunos de los jóvenes admitirán que hay ocasiones cuando no ejercen un pleno control sobre sus vidas. El líder tiene la obligación de acercarse al joven que no se ajusta al grupo y buscar oportunidades para incluirlo en las actividades. Cuando los demás jóvenes trabajan con él y lo conocen, se irán derribando las barreras que le impedían formar amistades. El líder tiene la obligación de aceptar y amar a los que se sienten marginados del grupo, ya sea por su raza, su posición social o económica, su poca capacidad mental o su conducta distinta. El ejemplo del líder enseñará lo que él cree más que cualquier cantidad de lecciones sobre el amor cristiano. El líder cristiano tiene la obligación de guiar a su grupo a considerar sus prejuicios a la luz de las enseñanzas de Jesús, a encarar maneras de quitar el prejuicio, y de adoptar una conducta sin prejuicios. Aunque el joven no pueda
ver sus propios prejuicios, juzga la hipocresía del adulto. El líder ha de considerar sus propias creencias y acciones antes de tratar de ser un modelo para el joven. Detengase — Piense — Escriba ¿Qué ha hecho usted para ayudar a sus jóvenes y aceptar a una persona que es diferente? ¿Quién, en su grupo de jóvenes, no se siente aceptado? ¿Qué está haciendo usted para ayudarle a ser aceptado y apreciado por el resto del grupo juvenil?
La Cultura J uvenil La cultura juvenil es un fenómeno del siglo veinte. Entre otras cosas, ésta afecta a los jóvenes como alumnos de las siguientes maneras:
1. Muchos jóvenes son adictos a programas de televisión y a películas de acción producidas para el público juvenil. Las producciones de aficionados les aburren; las diapositivas y filminas les resultan más lentas todavía.
2. Algunos jovencitos cuentan con algo de dinero que le dan sus padres o por pago de trabajitos que hacen. Les es mucho más fácil dar una ofrendita a la obra misionera que aceptar el desafío de darse a sí mismos a una actividad misionera.
3. Cuando ser joven o tener una actitud y un aspecto juvenil es lo aceptable, los adultos quieren ser considerados jóvenes. Pero el líder que quiere ser “uno de los muchachos” perderá el respeto de ellos y, como consecuencia, su efectividad como maestro o líder.
4. La juventud es la mayor consumidora de cosméticos, discos, casetes y ropa. En un mundo cuyo dios es lo último en moda o sonido, el concepto de no tener otros dioses delante de nuestro Dios les resulta extraño a jóvenes que pueden decir de memoria los Diez Mandamientos y que de niños aprendieron cómo fueron escritos en tablas de piedra.
En Tiempos de Crisis Las situaciones de crisis en la vida del joven afectan el aprendizaje de quienes están en ellas y a la vez, la de los jóvenes amigos y conocidos. Cuando las jovencitas de las Auxiliares de Niñas se enteraron de que Nora estaba enferma, comenzaron a ser sus “Amigas Secretas”. Con cuidado
escogieron regalos sorpresas. Entre ellos: Papel para escribir, golosinas, revistas juveniles, cosméticos, lápices de colores, pinceles, etc. Además de mandarle notas y tarjetas, las chicas y sus familias oraban diariamente por ella y su familia a quienes nunca habían conocido. Se alegraban cuando Nora se sentía mejor y se entristecían cuando su enfermedad iba de crisis en crisis. Al ir acabándose la vida de Nora todo el departamento de jóvenes en la escuela dominical se sumó al interés y la obra de las Auxiliares. Lo que había empezado como un proyecto para dar momentos de alegría a una jovencita hermosa y valiente se convirtió en una experiencia de maduración para todos los jóvenes que hasta entonces no habían pensado en la muerte y se habían limitado a preocuparse por sus calificaciones, su ropa y sus amigos. El aprecio de Nora por sus doctores y enfermeras, su sonrisa a pesar de la agonía de su dolor, y su fe que podía haber cedido ante preguntas que no tienen respuestas, tocó las vidas de sus “Amigas Secretas”. Estas ya han olvidado la mayor parte de lo que hicieron ese año en Auxiliares, pero siempre recordarán lo que aprendieron de Nora al compartir en algo la crisis de su enfermedad y su muerte. Por lo general, si hay una situación de crisis ésta dominará los pensamientos del joven. Su comportamiento no será normal cuando enfrenta el divorcio de sus padres, su propia enfermedad, la enfermedad de un ser querido, mudarse de localidad, la pérdida de trabajo de su padre o la muerte. Necesitará una dosis extra de amor y apoyo que se puede mostrar con algo tan simple como proveerle transporte o una pequeña ayuda financiera de parte de la iglesia o un líder dispuesto a darle el regalo de más valor: darse a sí mismo. Puede necesitar alguien con quien compartir sus cargas, con quien orar y en quien apoyarse en tiempos de crisis. En un año promedio, casi todos los obreros, guías y maestros tendrán algún joven que enfrenta una situación de crisis. El apoyo del líder a las necesidades del joven que sufre puede convertirse en una de las experiencias de aprendizaje más significativas que puedan compartir él y el joven. Dejar los confines del templo para llegar al joven que sufre es la expresión máxima del profundo interés en la vida del alumno.
Los Tiempos A pesar de lo que el líder recuerde de “los viejos tiempos” tiene que aceptar que quedaron atrás. El único momento que usted tiene para enseñar la joven de hoy es hoy. Los únicos jóvenes a quienes puede enseñar son los jóvenes influenciados por el ahora en que viven. No podemos aislarnos de los tiempos en que vivimos. Quizá pensemos que conocemos al joven porque recordamos nuestra propia juventud. En cierta forma así es, porque las características básicas del joven adolescente son bastante constantes. Pero el joven de hoy no es como el de las décadas anteriores. Tampoco podemos pretender que porque
una vez fuimos líderes de un grupo juvenil, sabemos como son todos los jóvenes. Tenemos que estar dispuestos a dejar atrás nuestros propios conceptos y percepciones a fin de descubrir quiénes son los jóvenes a quienes enseñamos hoy. Los tiempos afectan la manera cómo aprende el joven, lo que ya sabe antes de integrar su grupo y su percepción de lo que necesita aprender. Estas influencias afectarán el estilo de liderazgo, los métodos de enseñanza y el contexto que usted enfatizará. Tantos son los jóvenes adictos a la televisión y a la música popular, que se hace necesario animar a la juventud para que desarrolle valores morales que resistan la influencia de una cultura cuyos valores no son cristianos. Cuando usted guía a jóvenes a quienes no les gusta leer ni estudiar, se encuentra ante el desafío de lograr un ambiente donde, a diferencia de la rigidez académica, aprender es divertido. Cuando en la escuela dominical dirige a jóvenes que buscan respuestas fáciles a las complejidades de la vida, necesita ponerlos frente a la Biblia para que puedan desarrollar sus propias creencias en lugar de recibir de sus líderes respuestas fáciles que son una burla de las enseñanzas de Cristo. Cuando trabaja en actividades misioneras con jóvenes prejuiciados o indiferentes, puede usar actividades de libros misioneros para desarrollar su sensibilidad y quitar sus prejuicios. Cuando usted percibe que miembros de la unión de jóvenes se preguntan sobre política, la economía, la situación mundial, las guerras, puede guiarlos a relacionar los temas de estudio y discusión con la realidad del presente. Un estudio de este tipo tendrá éxito porque se aprende mejor cuando se usa lo que es relevante para ellos. Una de las características dominantes de nuestros días es el “cambio”. El cambio trae aparejado consideraciones serias para el guía juvenil. ¿Está seguro que lo que usted enseña es relevante? Lo que usted enseña, ¿ayuda al joven a aceptar y enfrentar la realidad? ¿Está guiando usted al joven para que pueda desarrollar creencias que le servirán toda la vida al ir madurando y que no tendrán que descartar por ser superficiales? ¿Los métodos que usa predispone al aprendizaje significativo? ¿Estimula al joven a analizar y cuestionar para poder desarrollar su fe? ¿Está usted cumpliendo el desafío de guiar a los jóvenes hoy?
La Responsabilidad Del Líder Los jóvenes que integran su grupo de aprendizaje han sido moldeados por sus hogares, sus escuelas, sus amigos, su cultura y por los tiempos en que viven. Como líder, usted se encuentra ante el desafío de involucrarlos en relaciones y experiencias de aprendizaje que cambien sus vidas. Graciela, una dedicada maestra de jóvenes en la escuela dominical dice que este desafío es una de las
razones principales por las cuales disfruta de su tarea. La posibilidad de ayudar a los jóvenes con problemas, de guiar a cada uno a descubrir verdades bíblicas, y de ser una persona especial para sus alumnos son desafíos que acepta como parte de su papel como maestra. Graciela y otros guías tienen como su inspiración a personas cuyas vidas fueron cambiadas por su relación con Cristo; como por ejemplo Mateo, Pedro, Pablo y ellos mismos. La primera tarea del líder es establecer una relación con sus jóvenes. ¿Cómo obtener datos que lo ayuden a saber quiénes son en verdad? Un cuestionario rápido es una herramienta útil por medio de la cual pueden compartir sus puntos fuertes, sus necesidades y problemas con un líder adulto sin ventilar sus secretos delante de los demás jóvenes que pueden burlarse de su honestidad. Un método para realizar el cuestionario puede ser usando oraciones incompletas. Vea el siguiente ejemplo abreviado. Me siento más feliz cuando Creo que mi punto más fuerte es Me preocupo cuando Una parte de mí mismo que ojalá pudiera cambiar es A mi familia y a mí nos gusta Los demás me ven como Me veo a mí mismo como
Otra alternativa es preparar un cuestionario que requiera sólo marcar las preguntas que se aplican al joven. El siguiente cuadro resumido es un ejemplo de este tipo de cuestionario.
¡Que Talentos! Marca las cosas que haces bien: ___ Tocar el piano ___ Hablar en público ___ Cocinar ___ Escuchar los problemas de mis amigos
Mis Horas Libres Marca lo que te gusta hacer en tus horas libres: ___ Salir a caminar ___ Participar en un deporte organizado ___ Ver televisión ___ Coleccionar estampillas u otra cosa ____ Leer
Sueños que Sueño Marca las cosas que anhelas: ___Llegar a ser un líder ___ Lograr un mundo mejor ___ Ser fuerte físicamente ___ Tener mejores calificaciones ___ Ser rico
Lo Que Me Preocupa Marca las cosas que te preocupan: ___ Mi aspecto personal ___ Mis calificaciones ___ Mi familia ___ Tener amigos ___ Elegir un oficio o profesión
Si Fuera Millonario Marca en que invertirías un millón de $$: ___ Me compraría un auto ___ Lo invertiría en mi educación universitaria ___ Compraría un caballo ___ Ayudaría con los gastos de mi iglesia ___ Lo usaría para que papá se pudiera jubilar
O puede pedir a cada alumno que le dé su perfil llenando una hoja como la siguiente.
Mi Biografía Me llamo Mi dirección es Mi número de teléfono es Fecha de nacimiento Mis padres se llaman La ocupación de mi padre es La ocupación de mi madre es Cantidad de hermanos varones Nombres y edades Cantidad de hermanas Nombres y edades Curso el siguiente año escolar Nombre de mi escuela Trabajo en Mis hobbies, intereses y talentos son Cuando termine la escuela secundaria espero He obtenido los siguientes honores o reconocimientos
Fecha en que acepté a Cristo _____________ (mes) ___________(año) La persona que influyó sobre mi decisión de aceptar a Cristo es Fui bautizado (cuándo y dónde) ________ No soy creyente porque ___________ Participo de los siguientes programas en la iglesia: ____ Escuela Dominical ____ Coro ____ Auxiliares o Embajadores ____ Programa de Desarrollo Cristiano, Programa dePreparación o la Unión o Grupo de Jóvenes ____ Otros:
Cosas que me gusta hacer: ____ Excursiones misioneras ____ Salidas con el coro para cantar en ocasiones especiales ____ Estudios bíblicos familiares ___ Estudio bíblico de entre semana en el templo ___ Sociales ___ Retiros ___ Campamentos ___ Estudios especiales sobre relaciones con el sexo opuesto ____ Estudios especiales sobre relaciones con mis padres ___ Otros:
Como creyente yo: ____ Me siento en comunión con Dios ____ Busco comprender a Dios ____ Me preocupa mi vida cristiana ____ Tengo miedo de meterme mucho en las cosas de la iglesia ____ Quiero ser fiel a Cristo pero hay muchas cosas que me lo impiden
Una vez que ha abierto las vías de comunicación con el joven, tiene muchos meses por delante para cimentar su relación con él. Pero, no subestime la importancia de la primera sesión con un joven. Es de vital importancia que cada alumno salga de la misma habiendo percibido varias cosas importantes: que el líder le estima, que piensa que él es importante, que sus ideas serán apreciadas y que valdrá la pena aprender en este contexto. En el capítulo 5 encontrará sugerencias e ideas para cimentar las relaciones con sus alumnos.
Detengase — Piense — Escriba Prepare una actividad de aprendizaje para ayudarle a derribar cualquier barrera que tenga el joven nuevo cuando entra al grupo de usted al comienzo del año administrativo de la iglesia o en cualquier etapa del año. ¿Cuál es la idea ¿Cómo la llevará a cabo? ¿Qué materiales necesitará? ¿Cómo usará la información de este capítulo para ser un mejor guía?
La Comunicación Con Los Alumnos La comunicación requiere más que hablar y escuchar. Cuando nos comunicamos, nos estamos acercando al que escucha; lo tomamos en serio; y compartimos parte de lo que somos por medio de la conversación. Si como líder usted quiere tener una relación cálida con el alumno, necesita comunicarse con él. La comunicación auténtica es tan transparente como la que no lo es. El joven estará dispuesto a comunicarse con el líder sincero. La persona que se comunica oye las palabras y también los mensajes que éstas implican. Cuando el joven dice: “No tuve tiempo para llamar por teléfono a Fulano como prometí hacerlo” puede estar enviando un mensaje más complejo que el simple “No tengo tiempo”. Puede estar diciendo en realidad: “Quisiera ayudar. Quiero contarme entre los activos. Pero soy tan tímido que no pude hacer esa llamada.” O puede estar diciendo: “No me importa que haya ausentes. Me presionaste hasta que dije que llamaría, pero en ningún momento pensé hacerlo.” Cuando el joven dice: “No puedo ir al retiro este fin de semana porque tengo mucho que estudiar” puede ser que sea verdad. O puede estar usando una excusa aceptable para decir que no tiene el dinero para ir, o que no se siente a gusto con los demás jóvenes, o que sus padres no le dejan pero no quiere admitirlo. Una de las mejores maneras de ir conociendo al joven es escuchándole. ¿Cómo puede ser un mejor escucha? Quizá lo mejor es permanecer, callado y demostrar de cuando en cuando que está escuchando. Puede hacer un gesto de afirmación con la cabeza, o inclinarse hacia adelante o hacer alguna exclamación apropiada como “ajá”, “Sí”, Um”. Puede preguntar algo para darle la oportunidad de agregar algo más. También, puede responder a lo que ha escuchado. Al escuchar y responder, estará demostrando su respeto y aprecio por el joven. ¿Cómo responder después de escuchar al joven? Si éste ha dado su opinión o proporcionado datos, usted puede repetir lo que piensa que dijo el joven, para asegurarse de que ha entendido correctamente. Por ejemplo:
“Nunca logro complacer a mis padres. Siempre me están corrigiendo. Nunca hago nada bien”, se lamenta el adolescente. “¿Dices que aunque tratas de complacer a tus padres, no lo estás logrando?” “Sí, así es.”
En este diálogo el adulto no se ha puesto de parte de nadie, no ha condenado al joven, ni ha dado una opinión que nadie le pidió. Simplemente le comunica que está escuchando y entendiendo lo que dice. Un elogio puede ser la respuesta adecuada al joven que exterioriza ciertas situaciones. Por ejemplo: “Voy a tratar de dejar de ser sarcástico. Mis amigos no entienden que digo las cosas en son de broma. Quizá así me lleve mejor con ellos” comentó un joven. “Al reconocer que lo que dices no cae bien, demuestras madurez en percibir lo que otros sienten.”
Si, por otro lado, el joven está compartiendo problemas, dando un discurso con ideas incongruentes, o interpretando mal la Biblia, necesita usted tener cuidado con lo que contesta. Regañar, expresar desilusión o sorpresa, o dar una respuesta fácil, juzgar o negar que el problema existe, dañará la comunicación que usted está tratando de establecer. Podría responder con alguna de las siguientes maneras: • ¿Puedes ampliar un poco esa idea para poder comprenderla mejor? • ¿Qué quieres decir, exactamente? • ¿Cómo solucionarías el problema? ¿Cómo se compara tu idea con la interpretación generalizada? • ¿Qué similitudes ves entre tu idea y el contenido bíblico que estamos discutiendo? • ¿Cómo se compara tu idea con lo que creemos en esta iglesia? •
Estas respuestas obligan al joven a pensar y a seguir hablando. Necesita analizar sus ideas a la luz de un razonamiento sano y de una interpretación válida de la Biblia. Las respuestas como éstas también evitan avergonzar al joven. Pedirle que compare su interpretación con la interpretación generalizada de un pasaje bíblico es mucho más aceptable que decir: “Es lo más ridículo que he oído” o “Eso no es así”. Una de las tareas más difíciles del adulto que trabaja en el área juvenil es tratar de comprender las experiencias que están fuera de su propia vida. Es posible que no entienda totalmente lo que los jóvenes de hoy sienten. Es muy posible
que el adulto no haya pasado la experiencia de los problemas de familia, “stress” por la escuela y calificaciones o la presión de los amigos que tiene que soportar el joven de hoy. Pero si es compasivo, puede sentir la empatía que expresa este versículo: “Gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran” (Rom. 12:15). Tomando a Cristo como ejemplo, el líder de veras ama a la juventud al punto de que los problemas de ellos se convierten en sus propios problemas. Sin embargo, tendrá cuidado de no condenar, acusar o juzgar. Sus objetivos son amar, aceptar y comprender al joven mientras éste va resolviendo sus problemas de adolescente. Si hay un joven con problemas serios y que es aceptado por un adulto, los demás jóvenes percibirán esta aceptación. Más adelante ellos también estarán dispuestos a hablar y compartir sus problemas con este adulto tan especial. El respeto del adulto por aquel joven en particular también ayudará a que otros lo acepten. Si el líder muestra respeto por alguien que no parece merecerlo, los demás jóvenes seguirán su ejemplo. Este tipo de aceptación exige cambios. Hay que dejar atrás los viejos prejuicios. Y a no se puede generalizar cuando se descubre que cada joven es distinto. No se puede catalogar a todos como jóvenes alegres que rara vez piensan en algo serio. Y a no se tienen todas las respuestas. Hay que dejar de ser el único que habla, hay que aprender a comunicarse y a ser parte de la vida de la juventud. La persona que puede comunicar que acepta al joven, lo libera para empezar a pensar cómo quiere crecer, cómo quiere ser y cómo alcanzar su máxima capacidad. Aceptar es un acto de amor. Cuando uno es aceptado, se siente amado y libre para cambiar. Quizá el joven no pueda compartir sus problemas inmediatamente con el líder que lo acepta. Pero cuando llega el momento, cuando puede exteriorizar lo que siente, sabrá a quien recurrir. En un ambiente de aceptación, todos los participantes pueden crecer. El joven que tiene problemas serios puede gradualmente ir de lo que le ha sido enseñado a decidir lo que cree. Puede superar su confusión al ir encontrando respuestas. El líder que acepta programará sesiones que suplan las necesidades de los jóvenes a quienes conoce bien. Usará los materiales a su disposición para acercarse a sus alumnos. Tal líder impactará a sus jóvenes. El joven se contagia del líder que lo acepta y por él puede ver a Cristo. Cuando una persona es aceptada, se siente amada y libre para cambiar
Capítulo 5. — Ministerio J uvenil: Más Allá De Las Horas De Estudio Antes de comenzar a leer este capítulo, conteste las preguntas del “inventario personal” que se apliquen a usted.
Para Obreros con Experiencia 1. En un día típico, ¿cuánto tiempo dedica usted al estudio de la Biblia y la oración?
2. Antes de reunirse con sus jóvenes, ¿cuánto tiempo dedica a prepararse? 3. ¿Qué libro sobre adolescencia ha leído este último año? 4. ¿Cuándo fue el último taller o curso al cual concurrió con el fin de mejorar como guía de la juventud?
5. ¿Qué verdad espiritual es más clara o más importante para usted ahora de lo que era hace un año?
6. ¿Con cuáles jóvenes de su grupo ha establecido usted una relación personal?
7. ¿A qué actividades programadas para jóvenes ha asistido usted este último año?
8. ¿Cómo se llama el último joven matriculado en su grupo cuyos padres no asisten a su iglesia?
9. ¿Cómo ha incluido usted a los padres de los jóvenes en el ministerio y trabajo de su departamento?
10. ¿Qué es lo mejor, que ha pasado en su grupo juvenil este último año?
Para Obreros Nuevos 1. En un día típico, ¿cuánto tiempo dedica usted al estudio de la Biblia y la oración?
2. Antes de cada sesión con su organización juvenil, ¿cuánto tiempo aparta en su horario para prepararse?
3. ¿Qué libro sobre adolescencia ha leído para prepararse para cumplir con sus nuevas responsabilidades?
4. ¿Cuándo y dónde puede asistir a un taller o curso para aprender cómo guiar a la juventud?
5. ¿Cuáles son sus metas para su desarrollo espiritual personal? 6. ¿Cómo piensa llegar a conocer a sus jóvenes como personas? ctivida dade des s juve juveni nilles espe espera su igl igle esia sia que que usted asi asista sta? ? 7. ¿A quéactivi ¿Dónde puede obtene obtenerr nombr nombres es de de miembros bros en perspecti perspectiva va para su grupo 8. ¿Dónde juv juvenil?
9. ¿Qué planes tiene para incluir a los padres de sus jóvenes en las experiencias de enseñanza-aprendizaje?
10. ¿Cuál es su primera meta para su primer año como guía de la juventud?
Un Des Desafí fío o Para E l Guía Usted debe proponerse ser el mejor guía posible de la juventud si anhela ser más que un guía cualquiera. El que no busca superarse quizá no haga grandes daños, pero tampoco será todo lo efectivo que pudiera ser. Una cualidad indispensable para ser un guía efectivo es que los móviles que lo impulsan a trabajar sean correctos. ¿Es usted un guía que anhela ayudar a la juv juventud a crecer en Cris Cristto? ¿Se int interesa sinc inceramente en la juv juventud? ¿Desea desarrollar su don de enseñar? ¿Quiere servir a otros? Rafael y Rodo Rodollfo traba trabajan con los los jóve jóvene nes s ado adollescente scentes s en en su igl igle esia sia. A mbos bos tienen éxito porque los jóvenes a quienes ministran saben que ellos los quieren. Desea esean n que los muchachos muchachos se sie sientan seguros seguros de sí mismos, smos, reconozcan econozcan que que Dios les ama porque son especiales, y que sepan que por lo menos un adulto piensa que ellos son especiales. Rafael y Rodolfo son eficientes porque sus móviles al guiar a la juventud son dignos. Si sus móviles para guiar a la juventud son dignos, el segundo paso es examinar el mensaje que su vida revela. Sus actitudes y acciones anuncian más mensaj ensajes es que que todos los los estudios estudios que usted usted prepar prepara. Cuando uando La Laura era era maestra auxi auxilliar o re reempla plazante de la escuel scuela domi dominical nical,, por lo gene general le avi avisa saba ban n el el sába sábado do en en la la noche que debí debía a ense enseña ñar. r. A unque unque no no tenía tenía mucho tiem ti empo par para prepar prepararse, las las chicas chicas a las cuales cuales enseñ enseñab aba a aprendían prendían mucho de ella. Tanto es así que pidieron que se la nombrara como maestra ofi oficia cial. El El éxito xito de L aura es típi típico co de las pe personas rsonas que que han han ace acepta ptado do el el desa desaffío de lograr la excelencia como obreros juveniles. El guía eficaz necesita seguir creciendo espiritualmente cada semana si ha de tener tener algo algo para para dar dar a sus sus jóv jóven enes. es. La L a persona persona que da continua conti nuam mente debe debe mantener llena su copa. Dominar las mejores técnicas de enseñanza, ser un gran conocedor de las Escrituras, comprender las filosofías educativas, poner
metas tas el elevadas vadas y dedi dedicar car mucho mucho tie tiempo a los jóvene jóvenes. s. (V (V er Ef. 4: 1-4 1-4; 1 Tes. 5:17; Stg. 5:16 y 2 Tim. 3:14-17.) 3:14-17.) Al estudiar la Biblia para su propio desarrollo espiritual, ore para que el Señor le inspire y le guíe como líder de los jóvenes y recuerde específicamente a los jóvenes con quienes trabaja. Ten Tenga por seguro que los los buenos resulta ltados en el grupo juv juvenil serán respuestas respuestas a sus ora oraciones. ciones. ¿Qué opina de su papel como guía de jóvenes? ¿Suple esta actividad necesidades en su propia vida? Con frecuencia se enfatiza tanto las necesidades de la juventud que se olvidan las de sus líderes adultos. El adulto, como el joven, necesita un lugar donde puede compartir libremente sus ideas. Quiere sentirse parte de la iglesia, contar con la aprobación de otras personas, amar y ser amado y darse a sí mismo en servicio a otros. Necesita senti sentirr que val vale, que que es úti útill, que triun triunffa y que lo nece necesi sita tan. n. Y por por últi últim mo, el adulto necesita sentir que está haciendo bien la tarea para la cual fue llamado. Cuando usted como líder siente que lo que hace no llena sus necesidades, hágase las siguientes preguntas: • ¿Estoy sirviendo donde estoy mejor capacitado para servir? • ¿Estoy aprendiendo más de Dios y de la Biblia en esta posición de liderazgo? •¿Los ¿L os móvi móvilles que que me impulsa pulsan n a trab trabaj ajar ar son di dignos? • ¿Estoy dispuesto a romper barreras a mi alrededor para poder ser una persona auténtica? • ¿Dedico una cantidad de tiempo razonable para prepararme como líder? • Estoy esperando que los jóvenes den más de sí mismos de lo que tienen capacidad de dar? • ¿Tengo sueños irreales en cuanto a lo que constituye el éxito en el trabajo de liderar? • ¿Estoy permitiendo que Dios dirija mis esfuerzos?
Si está usted donde le corresponde y sus necesidades están siendo suplidas, se sentirá contento como líder juvenil. Si se siente infeliz y ve que servir a la juv juventud no suple sus necesida idades, quizá izá las las preguntas anterior iores pueden habe haberrle ayudado a encontrar encontrar la la razón de su descontento. descontento.
Usted Es Una Persona Especial ¿Cóm ómo o Establ table ece cerr Relac aciione oness I nte nterr pe perrsona onalles? Como líder, ¿ha estado dispuesto a ir un paso más allá de simplemente saber quiénes son los jóvenes en su grupo? ¿Se da cuenta de que realmente no los puede conocer si la única vez que los ve es en la sesión que usted dirige? Considere las siguientes estrategias que pueden ayudarle a comunicar al joven que usted se interesa por él: • Envíe una tarjeta o nota a cada joven una vez por mes como mínimo. • Recuerde el cumpleaños de cada joven en una forma especial, por medio de una tarjeta, una nota, una llamada telefónica o una visita. •L lame por telé teléfono o haga haga otro conta contacto cto con con los los mi miembros ausentes. ntes. Si Si alguien falta varios domingos, procure que los demás jóvenes lo llamen o hagan algún otro contacto con él. •A sista sista a los eventos eventos de deportivos porti vos o program programas especi special ale es en en los los cual cuales sus sus jóv jóvenes particip icipa an. • Compre en el negocio donde el joven trabaja. • Deje saber a cada joven que usted ora por él regularmente. • Comparta una actividad con el joven individualmente, como ir de compras, jug jugar al tenis, is, asist istir a algu lguna competencia deportiva iva o cualqu lquier ier otra actividad que interese a ambos.
Considere las siguientes estrategias que pueden ayudarle a conocer mejor al jov joven: * Programe una comida después del culto para los jóvenes y sus padres. * I nvite nvite a los jóven jóvene es a su casa casa para para un socia social o para para cel celebrar al algo como como cumpleaños, navidad, etc. * Siéntese con los jóvenes en las comidas que patrocina la iglesia. * Trabajen juntos en algún proyecto (limpiar o pintar el aula, juntar ropa usada para regalar, llevar a un grupo de niños pequeños al zoológico o al parque, visitar un asilo de ancianos, etc.) * Encuéntrese con jóvenes que trabajan durante la hora que tienen para comer. * A sista sista a las acti activi vida dade des s de de la igle glesia sia a las cual cuales asi asiste sten n sus sus jóvene óvenes. * Participe en las actividades sociales, creativas y de desarrollo que tiene la juv juventud.
* Forme y dirija un equipo deportivo compuesto por sus jóvenes. * Visite a cada joven en su hogar.
En cuanto comienza a reconocer a los jóvenes, vaya haciendo un fichero para cada uno en el cual anotará sus necesidades, puntos fuertes, talentos y metas. Así podrá ir agregando a este fichero durante el año y usarlo para ayudarle a planificar sesiones significativas. Detengase — Piense — Escriba ¿Qué estrategias le han dado resultado al empezar a establecer relaciones con su grupo?
1. 2. 3. ¿Cómo puede cimentar las relaciones con sus jóvenes?
1. 2. 3. Establecer relaciones lleva tiempo. Todos los esfuerzos que usted haga para conocer y comprender a la juventud tienen una característica en común: todas llevan tiempo. Lleva tiempo conocerme como soy. No soy únicamente el que aparece en la escuela dominical con cara de domingo. Soy también el que discute con mamá, el que se escurre cuando llega papá, y el que tiene miedo de hacer nuevos amigos. Lleva tiempo conocerme como soy. No soy únicamente el que nunca quiere contestar preguntas. Soy también el peor en la clase de Historia, el que batalla con el álgebra, y el que se pregunta qué será de mí dentro de diez años. Lleva tiempo conocerme como soy. No soy únicamente parte del grupo de jóvenes. Me pregunto por qué hay guerras, servicio militar y abortos. Me conmueven los refugiados, los pobres y los que sufren hambre. Me molesta la mentira, el engaño, la deshonestidad, las drogas y la pornografía.
¿Cómo puedes conocerme como soy? Lleva tiempo… tiempo para que me sienta cómodo contigo, tiempo para confiar en tí y decirte mis secretos, y tiempo para darme cuenta que de verdad me quieres. Querida J ulia: Estoy contentísima porque serás parte de mi primera clase de jóvenes en la escuela dominical. Qué bueno será estudiar juntas la Palabra de Dios todas las semanas. Quiero dar lo mejor de mí misma para que nuestra clase sea un lugar donde tú, las demás muchachas y también yo, podamos aprender a ser más como Cristo. Espero verte este domingo. Con cariño, Laura de Pérez
El adulto que nunca ha trabajado con la juventud a veces se siente tímido ante la perspectiva de conocerles. Se pregunta cómo superar las brechas entre él y ellos. A continuación encontrará sugerencias que le ayudarán.
1. Antes de comenzar el año administrativo en la iglesia cuando empezará a trabajar con los jóvenes, mande una nota a cada uno dándoles la bienvenida al grupo. En la nota puede compartir un poco de su filosofía en relación con su trabajo con los jóvenes para que sepan qué esperar. Vea un ejemplo en la página (XX).
2. Comience el año con un retiro o un social en el cual tendrá oportunidad de conversar con cada joven. Si tiene miedo de no saber qué decir, prepárese de antemano pensando en preguntas que les puede hacer. Asegúrese de que no puedan ser contestadas con una sola palabra. Aquí van algunos ejemplos. Para jóvenes en primer año de secundaria — ¿Qué diferencias notas entre la escuela primaria y la secundaria? ¿En qué se diferencia estar en primer año de secundaria y en el último de primaria? Para todos — ¿Qué ropas son las más populares en esta temporada? ¿Qué película buena has visto últimamente? ¿Qué piensas hacer cuando termines la secundaria? ¿Qué podríamos hacer para tener más jóvenes en nuestro grupo? Para jóvenes egresando de secundaria — ¿Qué piensas hacer cuando termines la enseñanza secundaria? ¿Trabajarás, irás a la universidad, harás ambas cosas?
3. Haga un esfuerzo sincero por comprender a la juventud en general. Lea revistas para jóvenes. Alguna vez escuche emisoras de radio con programas juveniles. Lea la sección de espectáculos en el periódico para ver qué películas están viendo y qué grupos musicales están en auge y de moda. Lea libros de psicología que abarquen desde la adolescencia hasta el joven maduro. Hable
con personas que trabajan con la juventud en escuelas, clubes y en la iglesia. Lea el periódico para encontrar artículos especiales sobre la juventud y de interés especial para ellos.
4. Después de tomar los primeros pasos para establecer una buena relación con el joven, necesita continuar buscando oportunidades fuera de la hora de clase para comunicarse con él. Las notas y las llamadas telefónicas ayudan a iniciar este contacto. Si usted es tímido, querrá pensar de antemano en algo sobre lo cual conversar porque descubrirá que algunos de ellos son tan tímidos como usted.
5. Al mejorar su habilidad de comunicarse, estará listo para visitar los hogares de sus alumnos. Puede pedir a una persona de más experiencia que lo acompañe las primeras veces. Esto le dará un sentido de seguridad si duda poder hacerlo. Programe sus visitas de manera que pueda conocer a los padres de sus alumnos.
6. La oración permeará todos sus esfuerzos de establecer relaciones con los alumnos. Aun el maestro más seguro de sí mismo no puede, solo, hacer frente a sus tareas. Orará regularmente pidiendo capacidad de apreciar a sus alumnos, para que cada uno y cada familiar representado sea receptivo, y para poder establecer relaciones que cambien la vida de los jóvenes.
7. Si alguna vez se enfrenta con una situación que lo desconcierta al relacionarse con la juventud, busque el consejo de un obrero de más experiencia.
Participación En Actividades Y Ministerios Elecciones Difíciles Los ministerios en nuestras iglesias son muy diversos. Estos ofrecen oportunidad para que los jóvenes y sus líderes elijan participar en las que les resultan más significativas. Cuando una iglesia ha llegado a una etapa de desarrollo en que ya ofrece a la juventud una diversidad de actividades, no puede esperar a que todos los jóvenes colaboren en todos los ministerios. Por ejemplo, no se les puede exigir que trabajen con títeres si hacerlo no les interesa, ni que integren el coro juvenil si son desentonados. Los jóvenes pueden escoger participar en aquello que tiene sentido y significado para ellos.
Las muchas actividades de un ministerio juvenil diversificado debe incluir algo para todos los jóvenes. Pero, no significa que todos están obligados a participar en todas las actividades. Lo importante sí es que todas las actividades tengan el apoyo y la asistencia de un adulto. Aun en las iglesias que tienen un programa juvenil sencillo, tanto jóvenes como adultos deben considerar de cuáles participar sin sentirse culpables si no pueden estar activos en todas.
Tiempo y Transporte Dos factores que influyen sobre la elección de actividades son el tiempo que requiere una actividad y el costo y disponibilidad de transporte. Los jóvenes y adultos que viven a una distancia de más de treinta minutos del templo, muchas veces no pueden ser tan activos como los miembros que viven cerca. ¿Cómo puede la iglesia ayudar al joven para que sea más activo cuando tiempo y transportes son un problema?
1. Los líderes que tienen auto, pueden recoger a los jóvenes que viven dentro de la misma zona que ellos. Quizá estableciendo una “parada” donde se pueden reunir los que llevará para evitar tener que ir de casa en casa.
2. Programe las actividades al mismo tiempo que las actividades de los padres. Por ejemplo, los jóvenes pueden limpiar un aula mientras sus padres participan en un estudio bíblico para adultos.
3. Divida las actividades en áreas geográficas de la ciudad formando un grupo en cada área para tener sociales, estudios bíblicos y otras en que el joven pueda llegar caminando.
4. Programe actividades en conexión con otras cuando los jóvenes ya estarán en la iglesia como:
(1) coro juvenil, o algún estudio especial antes o después del culto del domingo por la noche; (2) Auxiliares y Embajadores antes de la reunión de la Unión o Grupo Juvenil de la tarde del sábado; (3) escuela dominical, culto y una actividad juvenil al mediodía.
5. Consulte el calendario escolar. No todas las escuelas tienen los mismos días libres. Si programa un retiro de un día asegúrese que todas las escuelas tienen asueto ese día.
6. Conozca los problemas de tiempo y transporte de cada uno y soluciónelos. Puede haber jóvenes que no tienen dinero para el ómnibus, otros cuyos padres no quieren que anden solos después que oscurece, otros que no pueden estar
fuera de casa tantas horas, otros cuyas actividades y horarios escolares tienen conflicto con los de la iglesia.
7. Realice una encuesta entre los jóvenes para ver qué actividades les gustaría ver agregadas, eliminadas, o actualizadas para llenar sus necesidades. Las últimas décadas de nuestro siglo presentan nuevas problemáticas para los educadores cristianos. Para subsistir y progresar, el programa juvenil no debe agregar más problemas a las vidas de los jóvenes y sus padres. Los que planifican el ministerio juvenil en la iglesia tendrán que considerar la presión escolar que los jóvenes sienten, las horas que muchos jóvenes trabajan, el precio del transporte y el tiempo que requiere la participación en una actividad. Detengase — Piense — Escriba Si estuviera usted en una comisión que planifica el ministerio juvenil en su iglesia para los próximos diez años, ¿qué sugerencias daría para tener un programa que hiciera frente a las demandas de la época de cambios en que vivimos? Escriba aquí sus sugerencias.
1. 2. 3.
Viejos Enemigos: Superficialidad y Falta de Interés ¿Qué puede hacer el líder para combatir esos viejos enemigos del programa juvenil: la superficialidad y la falta de interés? Conducir a las personas para que tengan una relación con Cristo más significativa es la única solución valedera. Hasta que ame a Cristo, su Palabra, y a su iglesia el joven no dará importancia a sus ministerios. Algunos jóvenes asisten a los cultos porque así mantienen la paz en su casa, o van para ver a un amigo especial, o para no estar solos. Una participación superficial es síntoma de falta de compromiso con el Señor. Es un problema que no se puede remediar fácilmente, pero que empeorará con comentarios como los siguientes: •“No puedo creer que no te interese participar en las Auxiliares de Niñas cuando tu mamá es presidenta de la Unión Femenil.” • “Oye, asistes a la escuela dominical desde que eras bebé. No puedo creer que no sepas algo de esta lección.” • “¿Para qué asistes? ¿Sólo para ver a tus amigos y amigas y hablar con ellos?” •“Me parece que no te gusta venir. Seguro que lo haces porque tus padres te obligan.”
Puede que estos comentarios parezcan exagerados, pero a veces, aunque tenemos buenas intenciones, podemos decir cosas que apartan aún más al jovencito de una vida de consagración. Hacer sentir al joven culpable, o avergonzarlo o destacarlo negativamente, es alejarlo del evangelio. Pero mostrarle amor, paciencia, comprensión y aceptación le ayudará a usted a traer al joven a los pies de Cristo.
El J oven Marginado Es rara la iglesia que no tenga algún joven marginado de las actividades juveniles. Esto es una preocupación para el líder, pues quiere incorporarlo al ministerio juvenil. Algunos asisten sólo a los cultos del domingo en la mañana con sus padres. Otros llegan tarde a la escuela dominical y se escabullen en cuanto termina. O aparecen una o dos veces por año. También son motivo de preocupación los jóvenes que asisten regularmente pero que no tienen amigos, se les ve solos y callados. Considere las siguientes sugerencias para ayudar al joven marginado:
1. En la primera visita que le haga a este joven, vaya solo. Llevar a otro joven o adulto puede ser contraproducente. La presencia de otro joven más sociable y popular puede agudizar los sentimientos de poca valía del joven marginado.
2. Envíele notas con regularidad. Si el joven estuvo presente en la reunión anterior, puede usted agregar algo así: “Me resultaría muy interesante saber qué opinas sobre por qué tantos jóvenes eligen cosas materiales como su dios. Continuaremos la discusión el domingo que viene. Aunque no te pediré que opines en voz alta, espero que te sientas en libertad de compartir tus ideas con el grupo si deseas hacerlo.”
Esta palabra de ánimo con la aclaración de que no le pedirá que hable, ayudará al joven a dar un paso adelante. Si el joven no asiste regularmente, mencione el tema que se está estudiando y varias preguntas concretas sobre las cuales le puede interesar pensar antes de la próxima sesión.
3. Propóngase que el marginado ganará un amigo. Para que surja la amistad, dos personas necesitan estar juntas. Considere las siguientes posibilidades para que el marginado y un posible amigo se lleguen a conocer. * Pida a los dos que lo ayuden en una tarea en su casa. * Cuando asiste usted a una actividad juvenil, pase a recoger o vaya acompañado de los dos. * Asigne a los dos jóvenes a un mismo grupo de estudio o trabajo durante la sesión de estudios.
* Asígneles una tarea como planificar un social o un proyecto misionero. * Invite a los dos jóvenes a salir a tomar un refresco.
4. Anime al marginado a integrar el coro juvenil o la sociedad (unión) de jóvenes. Cuando a un joven con muchos amigos le preguntaron qué podía hacer su grupo para incluir a los marginados, respondió: “Debieran venir al coro juvenil. Allí no hay diferencias y todos somos un solo grupo.” Si el marginado expresa interés en pertenecer a uno de estos grupos, vea que alguien lo acompañe.
5. Asegúrese de que esta persona sepa que usted le aprecia. Quizá está pasando por una etapa de inseguridad típica de la adolescencia o bien de timidez. Efectivamente, es sólo una etapa. El que no se sienta aceptado ahora no significa que no será aceptado cuando sea adulto.
¿Cómo Alcanzar al Que No Participa? ¿Tiene alumnos matriculados que nunca participan en ninguna actividad fuera de las sesiones regulares? ¿Ha analizado la situación de cada uno para saber por qué no participa? ¿Les ha preguntado qué tipos de actividades les gustaría que la iglesia tuviera? ¿Hay jóvenes que no participan porque trabajan muchas horas? ¿Hay alguien que se ocupe de ellos aunque asisten poco? ¿Se informa a los padres sobre las actividades programadas para sus hijos? Los jóvenes a veces no mencionan en casa una actividad hasta que es demasiado tarde para que los padres hagan los arreglos necesarios para que asistan. Si los padres no asisten a la iglesia o concurren poco, ¿ha tratado de que alguien en el departamento de adultos se ocupe de ellos? Es fácil decir: “El joven que no participa, lo hace por su propia decisión. Tenemos actividades para ellos y ellos lo saben. Si eligen no participar, es cuestión de ellos.” Las actividades son programadas para suplir las necesidades de la juventud; pero, si no participan, de nada les sirve. Detengase — Piense — Escriba ¿Qué planes específicos ha hecho usted para guiar a sus jóvenes cuya participación es superficial y no se han entregado a Cristo? Piense en alguien en su grupo que está marginado. ¿Cómo puede ayudarle a ser parte del grupo? Recuerde a algún joven que asiste a su organización. ¿Qué nueva actividad puede ofrecer su iglesia que sería significativa para él?
Los Padres Como Socios Los mejores aliados en la educación de la juventud son los padres. Cuando éstos participan de la planificación, cuando comprenden la filosofía detrás del trabajo juvenil, cuando alguna vez participan de una actividad con los jóvenes darán su apoyo a la educación cristiana juvenil. Un cuerpo consultivo de padres que se reúne con los líderes de los jóvenes para planificar las actividades y que alista a otros padres para que también colaboren es algo que toda iglesia puede tener. Las noches de recreación familiar, las excursiones misioneras en familia y los retiros de familia pueden fortalecer el programa educativo juvenil tanto como a la familia de los que participan. Las reuniones de obreros y padres, los diálogos planificados entre padres e hijos, los talleres y cursos sobre la familia ayudarán a aumentar la comprensión y habilidad de los padres y los hará más sensibles a las necesidades de sus hijos. Si su iglesia todavía no tiene un plan para lograr la colaboración de los padres, considere las siguientes ideas: • Organice una reunión o comida con los padres al comienzo del año administrativo de la iglesia para conocer rápidamente a la mayoría de los padres de sus jóvenes. •Invite a varios padres a participar en un panel de padres y jóvenes.
Cuando los líderes, los padres y los jóvenes se unen en un equipo de aprendizaje, el ministerio con la juventud se enriquecerá. Detengase — Piense — Escriba ¿De qué maneras son los padres de los jóvenes de su iglesia socios en el ministerio juvenil? ¿De qué maneras pueden los padres estar más involucrados en el ministerio juvenil?
El Ministerio Total De La Iglesia El ministerio juvenil no es una entidad independiente dentro de la iglesia sino que es parte de un ministerio integral. Participar en los cultos de adoración, aceptar su papel de mayordomo, apoyar el ministerio, la evangelización, la educación y la obra misionera son responsabilidades tanto de los miembros jóvenes como de los miembros adultos de la iglesia. El director o coordinador de las actividades juveniles puede ser el guía educativo y espiritual de los jóvenes. Pero el pastor de la iglesia es indiscutiblemente el líder espiritual de la congregación total. El ejemplo de los líderes adultos estimulará a los jóvenes a aceptar sus deberes como miembros de la iglesia. Los adultos y jóvenes sostienen el ministerio de la iglesia asistiendo, ofrendando, participando en sus programas y orando a su favor. La iglesia tiene mucho que ofrecer al joven, y el joven tiene mucho que dar a su iglesia. Participar en un coro juvenil es mucho más que una actividad musical. Es también el medio por el cual el joven puede participar de manera especial en los cultos de adoración, puede visitar otras congregaciones para compartir su fe por medio de la música y puede usar su talento para Dios. Cuando el joven recibe su primer sueldo, puede empezar a comprender el verdadero significado de ofrendar a la iglesia. Los jóvenes involucrados en una actividad de bien al prójimo están aprendiendo a compartir el amor de Dios, a darse a sí mismos y a aceptar a personas distintas de ellos. Los que participan en las organizaciones misioneras tienen periódicamente oportunidades de servir a otros. Pero el joven que no pertenece a ellas también necesita tener la oportunidad de servir. Un grupo de jóvenes puede organizar un ministerio de visitación a un hospital. Otro puede enseñar juegos a un grupo de niños en una misión (anexo o local). Y aun otro puede ayudar a los niños en barrios marginados con sus tareas escolares. Cuando la juventud tiene una actividad que requiere su participación fuera de las horas regulares de estudio, los adultos necesitan colaborar con ellos. Pueden supervisar y dirigir según se necesite, creciendo junto con los jóvenes al realizar unidos el ministerio de la iglesia. Cierto grupo de jóvenes y sus líderes se enteraron de que muchos pacientes en un hospital público recibirían con gusto la visita de los jóvenes. Antes de que se pudiera organizar la actividad, ya los líderes opinaban que los jóvenes no serían capaces de cumplir este tipo de proyecto. Sin embargo, siguieron adelante. Comenzó el proyecto y muchos enfermos tuvieron un momento de alegría por la visita de los jóvenes. Los adultos que los acompañaron pudieron apreciar el excelente ministerio de los jóvenes. También descubrieron que ellos podían ser copartícipes en este proyecto.
Tanto los guías como los jóvenes de la iglesia tienen la obligación de alcanzar a los que no integran la iglesia. Pueden ser jóvenes que recién se han mudado a la comunidad, jóvenes que no están matriculados en ninguna organización, jóvenes que viven cerca de la iglesia pero que no asisten a ella, jóvenes que no van a ninguna iglesia, amigos o compañeros de escuela de los jóvenes creyentes o jóvenes que antes concurrían a la iglesia y ya no lo hacen. La visitación es la mejor manera de alcanzar a otros. Será la única forma de conocer a muchos de los jóvenes que necesitan ser alcanzados. Además, es importante que el joven que, en la escuela tiene tantos compañeros inconversos, sea también allí un buen representante de su iglesia. Su contacto diario con sus compañeros puede ayudarles a conocer al Señor y a querer acercarse a la iglesia que el joven representa. Las actividades que se planifican para alcanzar a más jóvenes también son importantes. Al hacerlo, considere lo siguiente: •¿Apelará esta actividad a los jóvenes para quienes fue planeada? •¿Mostrará cómo es en realidad nuestra iglesia? • Esta actividad, ¿incluirá una parte humorística, o una experiencia o evento que contraríe la causa de Cristo? •¿Incluirá juegos u otros medios por los cuales los jóvenes se pueden conocer? • ¿Estarán listos los jóvenes de la iglesia para recibir bien a los miembros en perspectiva que participen? • Después de la actividad, ¿habrá un esfuerzo organizado para seguir los contactos con el miembro en perspectiva? • ¿Habrá una evaluación para determinar si la actividad cumplió su propósito?
Los retiros, campamentos, estudios bíblicos en hogares y actividades recreativas en la iglesia son excelentes herramientas para ganar jóvenes nuevos. Se debe animar a los jóvenes de la iglesia para que incluyan a sus amigos en estas actividades, y los líderes han de incluir a los miembros en perspectiva que visitan. Detengase — Piense — Escriba ¿Qué actividad en su iglesia ha resultado valiosa porque por medio de ella se han alcanzado a jóvenes nuevos? ¿Cómo prepara a sus jóvenes para ser testigos?
¿Qué miembros en perspectiva está tratando de ganar ahora para el ministerio juvenil de la iglesia?
Durante el año hay muchas más actividades en la iglesia que en las sesiones regulares de las organizaciones para jóvenes. Como por ejemplo, como la escuela dominical, la Unión o Grupo de Jóvenes, el coro, Auxiliares y Embajadores. En ella hay sociales, “picnics”, retiros, campamentos, proyectos especiales, días de trabajo en el templo, congresos y conferencias asociacionales y convencionales; estudios bíblicos, grupos que se preparan para el bautismo, ministerios organizados, presentaciones y viajes del coro, representaciones de títeres, excursiones misioneras y muchas otras. En la iglesia de usted, ¿hay actividades donde el joven puede… recibir apoyo y afirmación investigar sus creencias ser amigo divertirse compartir sus ideas servir en el nombre de Cristo desarrollar su vida cristiana formarse como líder ser testigo de Cristo
Como líder cristiano, usted querrá apoyar todo el programa de educación cristiana para la juventud para que la iglesia tenga un mayor impacto sobre el joven.
Capítulo 6. — Llegar A Ser: La Potencialidad Del Alumno ¡Llegar a ser es maravilloso! Los jóvenes de primer año de secundaria llegan al Departamento de Jóvenes luchando con su confusión e inseguridad. Con el correr de los años, los que trabajan con ellos pueden observar las transformaciones que van ocurriendo a medida que se van desarrollando. Uno se emociona cuando piensa que es parte de esta metamorfosis del casi niño que se convierte en un joven más reflexivo y maduro.
Los jóvenes en la iglesia tienen la buena fortuna de contar entre sus amigos a adultos cristianos, quienes se interesan en el desarrollo integral de ellos durante estos años tan críticos. Ven a los jóvenes como personas en formación y como personas que ya son muy importantes. Valoran quiénes son los jóvenes hoy tanto como quiénes serán mañana. El líder en la iglesia ha de aceptar el hecho de que él es sólo una de muchas personas que intervienen en la formación del joven. No debe competir con padres, maestros de escuela, entrenadores, instructores y otros adultos importantes en la vida del joven. Pero, por su relación con Cristo, ocupa un lugar singular en la vida de él.
Aceptarse Como Es: Una Meta Continua Uno de los mayores problemas que enfrenta todo joven es aceptarse tal como es. La severidad del problema varía según el individuo. Pero para llenar las necesidades de todos los jóvenes, el líder ha de tener como una de sus metas continuas la de ayudar al joven a aceptarse como creación especial de Dios. Cada uno necesita orientación para poder reconocer que su singularidad se basa en la combinación de sus puntos fuertes, sus dones y sus debilidades. Cada persona es una criatura distinta de las demás. Cada una tiene dones y limitaciones que lo hacen singular. ¿Cómo se ve el joven a sí mismo? El joven menor con frecuencia opina que falla en todas las áreas. Esto sucede cuando se compara con jóvenes mayores, estrellas de cine, ídolos del deporte o cuando tiene una imagen irreal de cómo es un joven ideal. Los jóvenes un poco mayores, reconocen mejor sus puntos fuertes y débiles, pero por lo general no pueden admitir su verdadero valor. A ella, le gustaría ser la ganadora de un concurso de belleza. A él, el mejor deportista o el alumno con las calificaciones más altas. Los jóvenes adolescentes con frecuencia parecen querer arrollar con todo porque se creen casi adultos. Detrás de esta máscara muchas veces esconden un sentimiento de inseguridad con el cual luchan.
El guía del joven debe ayudarle a formar juicios más reales de sí mismo. Puede sugerir que el joven y sus padres consulten con las autoridades escolares para evaluar sus puntos fuertes y débiles en ese contexto, su habilidad mental y sus posibles vocaciones. Pero aparte de cómo los demás lo evalúan, lo importante es cómo se evalúa uno a sí mismo. ¿Qué le gusta hacer? ¿Qué hace bien? ¿Bajo qué circunstancias se siente cómodo? ¿Incómodo? ¿Qué quiere lograr? Las opiniones de los padres también pueden ayudar al joven a reconocer sus puntos fuertes. Al saberlos el líder, debe tomar nota de ellos y reforzarlos más adelante mencionando al joven las cosas que le ha visto hacer bien. También se pueden organizar actividades como las siguientes para ayudar al joven a comprenderse y aceptarse como es.
Actividad 1 — ¿Cómo Te Ves? ¿Cómo te ves? Pon una “X” en la posición en la línea que demuestre dónde estás entre los dos extremos.
1. hablo_________________________________ escucho
2. planifico_______________________________ realizo
3. líder_________________________________ seguidor
4. participante_____________________________ observador
5. optimista_______________________________ pesimista
6. me motivo solo___________________________ me tienen que motivar
7. no necesito que me elogien _________________ necesito que me elogien
8. sociable ___________________________ solitario
9. ordenado ___________________________ desordenado
10. valoro cosas ___________________________ valoro ideas
Actividad 2 — Una Descripción de Mí Mismo 1. El color que revela mi personalidad cuando me levanto 2. Un personaje de televisión con el cual me identifico 3. Un canto que ilustra mi filosofía de la vida 4. Dónde me gustaría estar en este momento 5. La comida que más me agrada 6. La estación del año que describe cómo actúo cuando estoy enojado 7. La habitación en mi casa donde me siento más cómodo 8. La persona con la cual preferiría estar en un momento de crisis 9. La ropa que uso cuando quiero ser yo mismo 10. El mejor lugar para pasar las vacaciones
Actividad 3 — Análisis Relámpago El joven debe anotar en una tarjeta todo lo que pueda sobre un tema que usted diga, en intervalos de un minuto. Tendrá, entonces, un minuto para cada tema. Algunos temas podrían ser:
1. Describe tu aspecto. 2. ¿Qué cosa haces mejor? 3. ¿Qué papeles cumples en un día promedio? 4. ¿Cuáles son tus debilidades? 5. Menciona tus talentos y habilidades. 6. ¿Cuáles son tus metas más importantes? 7. ¿Qué cosas te hacen sonreír? 8. ¿Qué consideras como un perfecto fin de semana? 9. ¿Cómo piensas que te ven tus padres? 10. ¿Cuáles son tus creencias religiosas básicas? Completar estas actividades y seguirlas con un momento de discusión no le dirá al joven nada nuevo acerca de sí mismo. El es el que se conoce mejor que nadie. Sin embargo, este tipo de actividad puede hacerle ver que es una
persona con una personalidad singular. Con su intuición y con la dirección de Dios, puede llegar a aceptarse como es. Detengase — Piense — Escriba Conteste las preguntas en una de las tres actividades anteriores. ¿En qué áreas de su vida tiene más dificultades en aceptarse usted tal cual es? De usted mismo, ¿qué sabe ahora que no sabía cuando era joven?
El Riesgo de Fracasar A nadie le gusta fracasar. Y los jóvenes odian el fracaso. La sociedad honra al triunfador. Pero toda persona que se aventura más allá de sus experiencias rutinarias, tiene que enfrentar el riesgo de fracasar. Por la naturaleza amante y de aceptación de sus miembros, la iglesia es el mejor contexto en el cual él tiende a tomar ese riesgo. En la escuela el joven puede retraerse antes que arriesgarse a hacer el ridículo ante sus amigos o sus maestros si fuera a fracasar al intentar algo nuevo. En sus hogares a veces los padres protegen al joven de cualquier desencanto o dolor, y esto los lleva a temer el riesgo. La iglesia ha de proveer al joven la oportunidad de soñar grandes sueños, emprender grandes tareas que son un verdadero desafío, profundizar el estudio de la Biblia y colaborar en la planificación de sus propias actividades, presentar excelentes dramatizaciones o representaciones musicales y aceptar papeles de liderazgo. Cierto grupo de jóvenes se arriesgó a hacer un viaje misionero lleno de desafíos. Regresaron a su iglesia desbordando de emocionantes testimonios. Andrea expresó que el viaje fue de especial significación para ella porque “Tuve oportunidad de ser una líder.” Eduardo pudo usar sus talentos musicales de varias maneras. Cantó en un coro y en un conjunto especial, tocó la flauta y enseñó cantos a los niños en las Escuelas Bíblicas de Vacaciones donde los jovencitos trabajaron. En sus experiencias diarias con los niños, Raúl descubrió que el amor puede tender un puente entre personas muy diferentes, pues los niños indígenas a los cuales enseñó eran muy distintos de él. Nadie había garantizado a los jóvenes que tendrían éxito en esta aventura misionera. Sencillamente se les dio una oportunidad de hacer algo extraordinario para el Señor. Por medio de su propio esfuerzo y las bendiciones de Dios, se arriesgaron y lograron el triunfo. En Hechos leemos los riesgos que corrieron los primeros cristianos. Nadie les garantizaba el éxito, pero estaban dispuestos a arriesgarse por la causa de Cristo. Actuaban con confianza, sabiendo que Dios estaba con ellos al arriesgarse en su nombre.
La repetición, la regimentación y la rutina detienen el crecimiento. Y los líderes cristianos son llamados a promover el crecimiento. Detengase — Piense — Escriba ¿Qué riesgo personal ha corrido usted en los últimos seis meses? ¿Qué riesgos se les ha permitido tomar a los jóvenes de su iglesia en los últimos seis meses? ¿Qué riesgos ha tomado usted como líder con su grupo de jóvenes en los últimos seis meses?
Libre para Ser Quien Soy Dios nos da a cada uno la libertad de ser quienes somos. Conoce, ama y acepta nuestro auténtico yo. Su ejemplo es un desafío a los líderes juveniles para que dejen que los jóvenes sean como son. Cada persona tiene valor para Dios. Por lo tanto, el líder no tratará de moldear a la juventud para que sea lo que él piensa que debe ser un joven ideal. Porque el joven es muy sensible al rechazo, necesita desesperadamente ser aceptado por sus líderes. A medida que percibe que lo es, aumentará su aceptación de sí mismo. A veces le resulta difícil derribar las barreras que no lo dejan ser él mismo en la iglesia. Los campamentos, excursiones misioneras, salidas con el coro, retiros y otras actividades “largas” pueden ser un laboratorio donde cada uno puede ser como es, sin caretas, ni máscaras de autosuficiencia. La vida abundante espera a la persona que es como Dios la creó y espera que sea. El joven que es presionado por sus amigos en la calle o en la escuela para que abandone las enseñanzas de la Biblia, la iglesia y sus padres, necesita el apoyo de sus amigos en la iglesia para ayudarle a permanecer firme ante las presiones que enfrenta. Como parte natural de su vida de iglesia, se han de proveer oportunidades para que compartan sus problemas, ofrezcan sus propias posibles soluciones, y se den ánimo unos a otros. En este contexto, luchan por ser las personas que ellos saben que Dios creó. Si han de seguir siendo fieles a Dios y leales a sí mismos, necesitan que la iglesia sea su fuerte aliada.
Desarrollo De Su Potencial Es obligación del líder cristiano desarrollar las habilidades y las cualidades de liderazgo de sus jóvenes. Quizá la manera más fácil de estimularles es ser entusiastas acerca de la participación de ellos en una actividad. El entusiasmo del adulto será el agente catalizador que estimula y encauza las energías de la juventud. Este entusiasmo también es una prueba de la confianza del líder en los jóvenes. Si, por otro lado, el líder no siente entusiasmo ante la perspectiva
de que el joven desarrolle su potencial, el joven se sentirá insignificante y no esperará triunfar en ninguna actividad que el líder sugiera. Cuando el líder mira al grupo juvenil, es importante que vea a cada individuo tanto como al conjunto formado por los individuos que lo componen. Al enseñar o guiar a cada uno, ha de animar y sacar a la luz la persona que Dios hizo. Porque los jóvenes van abandonando algunas de las sujeciones de su niñez, los líderes pueden ayudar a liberar la persona que va surgiendo. El joven continuará su desarrollo después de la escuela secundaria, pero el guía debe enfatizar mucho que el joven debe ser todo lo que puede llegar a ser ahora. Hay que animar al joven a usar sus dones ahora. Nuestros dones son préstamos de Dios y hemos de rendir cuentas sobre cómo los usamos. Hemos de usarlos sabiamente dejando la evaluación en las manos de Dios. Cuando los dones no se usan, se pierden. El líder que hace uso de actividades cuando enseña a la juventud les está capacitando para descubrir y usar sus talentos. Dora es ese tipo de líder. Incluye con entusiasmo a todos los jóvenes de su departamento en las actividades de aprendizaje. Aunque ella ya conoce muy bien a casi todos los jóvenes de su iglesia, siempre descubre nuevas facetas de sus personalidades y dones que se van revelando a medida que ella y ellos pasan un año juntos estudiando la Biblia. En cambio, cuando un director de departamento o líder que sólo da conferencias cuando se reúnen todos los jóvenes o cuando el maestro se limita a dirigir discusiones de la lección, tema, o estudio del día, impide que los jóvenes descubran y usen sus talentos en un ambiente cristiano. Igualmente, los guías cuyo único método de enseñanza es usar su propio razonamiento para descubrir conceptos bíblicos privan a los jóvenes inteligentes de la oportunidad de desarrollar su capacidad mental de analizar, sintetizar y evaluar.
Valores Personales Usted enseña a tres niveles. Puede enseñar datos, puede enseñar conceptos y puede guiar a los jóvenes al nivel de valorización donde tienen que enfrentar una situación sugerida por los datos y conceptos. Al tratar de guiar a la juventud para que pase del nivel de aprendizaje de memorización a niveles más altos, debe enfatizar la formación de valores. Para poder salir adelante en el mundo en que vive, el joven tiene que tener la capacidad de tomar decisiones rápidas basadas en su propio sistema de valores. El joven se encuentra diariamente en situaciones donde debe tomar decisiones. Cada una que toma, consciente o inconscientemente, se basará en lo que cree, en lo que valora y en sus actitudes. Tiene que decidir qué creer, qué pensar y
cómo actuar. Tiene presiones en la escuela, en casa, en la iglesia, en el trabajo y con sus amigos. Las elecciones que debe hacer no son fáciles, y con frecuencia se siente confundido. La cantidad de elecciones que debe tomar son muchas más que las que enfrentan sus propios padres. También, por las complejidades de la vida actual, en muchos casos, elegir es muy difícil. En el pasado se procuraba guiar a los jóvenes a tomar decisiones correctas sermoneándoles. Se trataba de darles un paquete completo de valores ya establecidos. Se buscaba protegerlos para que no tomaran decisiones equivocadas, casi obligando al joven a seguir un sistema de valores apropiado. Esta técnica cada vez es menos efectiva porque el joven recibe un bombardeo de sistemas de valores conflictivos de sus padres, la iglesia, los maestros de escuela, sus amigos, los medios masivos de comunicación y la publicidad. Cuando a uno lo bombardean con tantos valores distintos, necesita más que una prédica de los valores del adulto, valores que probablemente todavía no ha analizado y definido para su propia vida. Hay adultos que piensan que ningún sistema de valores es válido para todos y que cada uno tiene que determinar los propios. Permiten que el niño y el joven a quienes guían hagan lo que quieren. Este tipo de adulto piensa que al final todo saldrá bien. Desgraciadamente, el joven que tiene que enfrentar todo solo, con frecuencia se siente en un conflicto y confuso. Ser un ejemplo es otra manera de transmitir valores. Es lo mejor que puede hacer la iglesia. Al seleccionar con cuidado a los guías de la juventud, les da su aprobación como ejemplos que la juventud puede seguir. Viendo sus vidas, el joven capta papeles positivos para imitar. Al mismo tiempo está observando otros ejemplos, desde sus padres, a estrellas de rock, de maestros a héroes del deporte, desde sus amigos a los líderes de la nación. Sin embargo, para estar preparado para tomar decisiones, el joven tiene que adquirir un sistema de valores que es de él y no uno prestado de alguien a quien toma como ejemplo. Las actividades de aprendizaje en la iglesia pueden aportar mucho para que el joven se desarrolle estableciendo su sistema de valores. Allí se le capacita para avanzar desde lo que ha sido enseñado a lo que él mismo cree. El guía puede edificar sobre lo que está pasando en su vida de hogar, escolar, con sus amigos y en la iglesia. En este proceso, el joven va determinando lo que valora y cómo aplicar sus valores cuando toma decisiones morales. Para lograr esto, el guía en las organizaciones juveniles de la iglesia ha de dirigir al joven para que haga aplicaciones prácticas en cada experiencia de aprendizaje que comparte. Una sesión no está completa si sólo hay tiempo para motivación y análisis. Cada verdad bíblica que se estudia sólo tiene valor para
el alumno si éste la puede aplicar o apropiarse de ella y convertirla en una de sus propias creencias. Los jóvenes han de avanzar de lo que han sido enseñados a lo que ellos mismos creen.
Ayudar al joven a determinar lo que cree y lo que considera importante es uno de los beneficios más grandes que la iglesia puede ofrecer a sus jóvenes. Pocas son las respuestas fáciles en nuestra sociedad actual. El joven en la iglesia tiene la oportunidad de examinar regularmente sus propios valores a la luz de los valores que enseña la Biblia. Considere el siguiente breve análisis de cómo puede usted guiar a los jóvenes a establecer valores estudiando un pasaje bíblico conocido: la entrada triunfal a Jerusalén.
1. El primer paso de toda sesión es motivar al joven. 2. El líder pasa de la motivación a un análisis del pasaje. Para este estudio puede usar Marcos 11. En este período el joven descubre o repasa los datos de lo que sucedió y determina el significado del pasaje. También descubre los conceptos que se desprenden del pasaje.
3. Ahora el joven pasa a una aplicación personal de las verdades que descubrió. Puede que determine que le hubiera dado vergüenza estar con J esús cuando echó a los mercaderes del templo. Entonces el líder puede preguntar: “¿Cómo expresas lo que crees cuando no es lo que todos creen?” Esta es una pregunta difícil de contestar sinceramente. Con ella, el líder puede dirigir al grupo a dramatizar situaciones que enfrentan, hacer estudios de casos, pedir respuestas escritas anónimas o hacer otras actividades que faciliten las respuestas. Después podrá dirigir a los jóvenes para que tomen decisiones personales sobre si necesitan o no expresar lo que creen, cuándo es necesario decir lo que uno cree y qué condiciones se deben dar para que tengan la valentía de decir lo que creen. En las organizaciones misioneras, capacitar al joven para que haga una aplicación personal dará más significado al estudio. Después de motivar y analizar el material de estudio, los participantes deben pasar al área de aplicación. El estudio misionero será más significativo cuando aprenden a aceptar, amar y servir a otros. Pero si el líder se detiene después del análisis, el joven no tendrá oportunidad de examinar su propia vida a la luz del estudio, ni de llevar a la acción las ideas que parecían tan buenas cuando eran parte de la vida de otro.
Detengase — Piense — Escriba ¿Qué actividades ha usado usted con éxito, logrando que el joven pesara sus propios valores y tomara decisiones relacionadas con la aplicación de los mismos?
1. 2. 3.
Capacidades y Dones Muchas veces el joven piensa que el uso de sus dones se relaciona únicamente con lo que será su vocación. En realidad, el joven cristiano debe verlos en un contexto más amplio: el de usar su vida para glorificar a Dios y atraer a otros para que quieran ser salvos y miembros de la iglesia. Cada joven es un representante de la iglesia y puede ser decisivo en la salvación de otros jóvenes. Detengase — Piense — Escriba ¿Qué actividades patrocina su iglesia que ayudan a la juventud a descubrir y usar sus dones? ¿Qué dones percibe que tiene usted? ¿Qué está haciendo concretamente para usar sus dones para la gloria de Dios?
El J oven Aprende a Ser Líder Si le preguntamos a un grupo de jóvenes que describan a un líder de entre ellos mismos, probablemente describirían a un joven que ha alcanzado alguna posición especial: presidente de la Unión o Grupo de Jóvenes, capitán de un equipo deportivo en el club, o el principal en un conjunto musical. Estos pueden ser líderes auténticos o pueden ser jóvenes que ya han aprendido a manipular a otros. Pocos serán los jóvenes que se destacan como presidentes, o por nombramientos especiales, pero todos pueden desarrollar su capacidad de ser líderes en casa, en la escuela, en la iglesia y en la comunidad. El siguiente cuadro sugiere actividades específicas que la iglesia puede recomendar y el líder promover, para que el joven pruebe dentro y fuera de la iglesia a fin de desarrollar su capacidad de liderazgo.
——————— En casa el joven puede… 1. Aceptar la responsabilidad de hacer los mandados y otras compras.
2. Llevar a los hermanos menores a la escuela, al dentista y otros lugares donde tienen que ir.
3. Animar a su familia para que miren menos televisión. 4. Organizar y preparar salidas recreativas para la familia. 5. Ofrecerse a realizar tareas fuera de las que tiene la obligación de hacer regularmente.
6. Organizar los documentos de la familia o las fotografías. 7. Comprometerse con sus padres para realizar trabajos especiales como limpiar el patio, lavar las ventanas, etc.
8. Visitar regularmente a vecinos ancianos. 9. Cuidar los animales domésticos. 10. Planchar su propia ropa, limpiar siempre su cuarto y ayudar a sus hermanitos menores a hacer lo mismo.
———————
En la escuela, el joven puede… 1. Mantener sus normas cristianas en cada situación. 2. Contribuir al buen espíritu de la escuela participando en todas las funciones escolares.
3. Ser un alumno excelente. 4. Ser un compañero excelente. 5. Ofrecerse cuando se pide la colaboración de un voluntario para un trabajo especial en una función escolar como vender entradas, acomodar sillas, etc.
6. Preparar a un alumno que tiene dificultades en alguna materia. 7. Recoger la basura y colocarla donde corresponde. 8. Ayudar al alumno nuevo en su primer día de clase. 9. Incluir a compañeros nuevos en su círculo de amigos. 10. Prestar sus libros o materiales escolares cuando a otros les falta o no los pueden conseguir.
———————
En la iglesia el joven puede… 1. Decir los anuncios en su departamento o en el culto. 2. Colaborar en el trabajo del boletín de los jóvenes o de la iglesia, ya sea escribiendo, pasando a máquina, haciendo copias, doblando o repartiéndolos. programar retir retiros, cam campam pamentos y socia sociales. 3. Ayudar a program ñar en la la Escue Escuela Bí Bíbli blica de de Va Vacacione caciones s en en una una obra obra nueva o en en un 4. Enseñar programa de evangelización del niño.
5. Concurrir y participar en las reuniones administrativas de la iglesia. nvitarr a sus sus am amigos a pa partici rticipa parr en la las acti activi vida dade des juve juveni nilles. 6. Invita ceptarr y cumpli plir un cargo cargo en en la la Unión nión o Grup Grupo o Juve J uveni nill, o en en otras otras 7. Acepta organizaciones. rti cipa parr en la las acti activi vida dade des s de la Semana de los Jóven J óvene es. 8. Partici
9. Organizar una actividad misionera. 10. Expresar sus opiniones cuando se discuten distintos temas.
——————— En la comunidad, el joven puede… 1. Recoger la basura y colocarla donde corresponde. doptar un “abue “abuelo” en un asi asillo de ancia ncianos. 2. Adoptar
3. Hacer trabajos voluntarios en un hospital. 4. Enseñar natación a niños. 5. Recolectar dinero para una obra de bien. algo a un cie ciego. 6. L eer algo
7. Recolectar ropa para alguna organización que ayude a niños pobres. yudar en acti activi vida dade des s recrea recreativas tivas pa para niños niños inca incapa paci cita tados. dos. 8. Ayudar
9. Tener una conducta intachable en su vecindario. 10. Ofrecerse para alguna tarea voluntaria en la Cruz Roja. Un buen líder busca servir
El joven necesita ampliar su concepto de lo que es ser líder y pensar más allá de cargos o puestos. El tipo de liderazgo que la iglesia ha de fomentar es el que se expresa sirviendo en lugar de esperar ser servido. Es el que extiende su mano para amar y aceptar aceptar a otros. otros.
¿Cuáles son algunas características del líder eficaz? • Es sensible a lo que los integrantes del grupo sienten. •A nim nima a los otros otros en en el el grupo a dar dar sus ide ideas as y re reconoce sus sus contribuci contri bucione ones. s. • Tiene capacidad para hacer aflorar la potencialidad escondida de los miembros del grupo para que aún los que parecen tener pocos talentos puedan brindar su contribución. • Se siente seguro como líder porque confía en el amor de Dios. • Saca a luz lo mejor en otros porque comparte sus opiniones sinmenoscabar y criticar a otros. • Es honesto al considerar sus limitaciones y las limitaciones de su grupo. • Fomenta un espíritu de equipo basado en la cooperación. •Se interesa interesa sinceram sincerame ente en en otr otras per personas. • Conoce las metas del grupo. • Observa a otros líderes y aprende de las técnicas que ellos practican. • Busca motivar en lugar de manipular a los que le siguen. •Está dispue dispuesto sto a darse.
Cuando el joven comienza a descubrir sus dones, sus talentos y su capacidad de liderazgo derazgo se le ha de anim nimar a dedi dedica carl rlos os a Dios. La L a paráb parábol ola a de los tal talentos (Mat. 25:1425:14-30) tiene un mensaje para la juventud. No incita a usar los talentos para para Dios Di os por tem temor a la las conse consecuenci cuencia as. Ma M as bie bien, ll l lama a la dedi dedica caci ción ón por amor a Dios. Tanto los jóvenes como los adultos son más felices cuando sus vida vidas s cuenta cuentan n pa para Dios. Dios. La L as expe experi rie encia ncias de del joven en la la igle glesia sia han han de de ayudarle yudarle a proba probarr mane manerras de usar usar sus tale talentos para compartir tir el amor de Dios y extender el evangelio. L a unión unión de jóvene óvenes y el coro juve j uveni nill dem demanda ndan un gran gran se sentido ntido de de responsa responsabi billidad dad de de part parte e de sus integran ntegrantes tes.. Los L os que que cumpl cumpla an la las obl obligaci gacione ones s inherentes a estas actividades tendrán un sentido de haber logrado algo, de pertenecer a un grupo de valor y una percepción de los dones de liderazgo que están desarrollando. Sienten que ya son una parte vital de su iglesia.
Cuand uando o el el joven oven pa partici rticipa pa en Auxi Auxilliares de Niñas ñas o Em Embaj bajadores dores de del Rey, tie tiene oportunidad de ser parte del programa total de la iglesia sirviendo en nombre de Cristo. Participa en acciones misioneras en su comunidad, y por medio de su oraci oración ón y ofren ofrenda da y cola colabora en la la obra misione sionera ra mundi undial. A l compre comprend nde er que es part parte e de de un un mi ministeri nisterio o tan grande, grande, per percibe cibe que una sola sola persona persona puede puede importar en la tarea misionera y que los creyentes unidos pueden tener un gran impacto en la extensión del evangelio. Estas organizaciones desafían al joven a usar usar su capa capacida cidad d de de liderazgo derazgo para para compa compart rtiir el mensaj nsaje de Dios. Ayuda A yudan n al al jov joven a desarrollar llar segurida idad en sí mism ismo complet letando estudios ios misio ision neros y real realizando zando acci accione ones s mi misione sioneras ras.. Abren bren la la mente y el corazón del del joven que que busca la dirección de Dios para su vida. A parte parte de su mi ministe nisteri rio o de enseña nseñanza nza,, la escue escuella dom domiinica nicall tie tiene tam tambié bién la la obl obligaci gación ón de de desa desarrol rrolllar un mi ministe nisteri rio o de amor. A l term termiinar nar un año año en en la la escuel scuela dominica nicall, el director director del del depa departam rtamento de de J óvene óvenes le les pi pidió dió que que escribi scri bie eran notas notas a los lí líderes deres que que aprecia preciaron durante el año. La L as notas notas que que luego se distribuyeron entre los maestros decían: “Usted me ayudó a ocuparme más de las actividades de nuestra iglesia. Muchas gracias.” “Gracias a usted, ahora me siento parte de este grupo.” “Gracias por quererme como soy.” “Usted siempre tiene tiempo para escucharme. Gracias.”
L os ma maestros que reci recibi bie eron estas estas notas notas habí había an ayuda ayudado do a los los jóvene jóvenes sa descubrirse a sí mismos y a comprender cómo podían servir a Dios. Quizá no serán reconocidos como líderes en sus escuelas, pero están aprendiendo quie quienes son y qué cosas son im importante portantes. s. Ser Ser par parte de este este pro proceso ceso de “llegar egar a ser” es uno de los grandes privilegios de quienes los dirigen.
E l Rol De Dell E spír píritu itu Sant Santo o Tan Tanto los los maestros y consejer jeros en las las escuelas las como los los líde líderes de las las iglesias, guían y estimulan a la juventud. Sin embargo, la diferencia más marcada entre la orientación que ofrece la iglesia y la que ofrece la escuela es que el líder en la iglesia reconoce el papel del Espíritu Santo en su desarrollo personal. Tanto los líderes seculares como los religiosos quieren que el joven desarrolle sus talentos, su capacidad de liderazgo y que se acepten como personas singulares. El líder secular hace encuestas, pruebas y exámenes, y jun junta otros datos para usar como base de sus consejos jos. El líde líder crist istian iano tien iene como sus puntos de referencia para aconsejar al joven a seguir la dirección de
Dios en su vida: Su propia experiencia con Cristo, las experiencias que relata la Biblia y las vidas de otros creyentes. El jovencito que todavía no tiene la madurez mental para captar ideas abstractas y el joven mayor que piensa que tiene que tener pruebas de la existencia de cualquier fuente de poder antes de poder confiar, requieren atención especial. Necesitan descubrir que el Espíritu Santo vive dentro de ellos cuando han aceptado a Cristo y que los puede guiar a vivir la vida abundante reservada para los que se entregan a Cristo. No hay tarea más crítica para el líder de jóvenes que ayudarles a reconocer y seguir la dirección del Espíritu Santo. La juventud busca respuestas a muchas preguntas fundamentales. ¿Cuál es la voluntad de Dios para mi vida? ¿Cómo puedo saber a qué vocación me llama Dios? ¿Cómo guía Dios a cada uno? El líder de jóvenes tiene la responsabilidad especial de guiarles a que reconozcan y valoren al Espíritu Santo. Como en las demás áreas de liderazgo juvenil, el ejemplo es la herramienta principal de enseñanza. El maestro cuya vida muestra evidencias de la dirección de Dios puede lograr más compartiendo su fe por su ejemplo y por su testimonio personal que un maestro que preparó muy bien su estudio pero tiene poco contacto diario con el Espíritu Santo. No tiene límites la capacidad del joven de ser instrumento de Dios, de ser un líder hoy y en el futuro, de aceptarse tal como es y de usar sus talentos sabiamente. El que sirve a Dios guiando al joven tiene la responsabilidad especial de ayudarle a lograr su potencialidad.
Capítulo 7. — Disciplina: Una Expresión De Amor Especial “Si esos jóvenes no se componen para la semana que viene, ¡renuncio! ¡Cómo puedo enseñarles si se portan tan mal!” “No sé para que viene Manuel a la reunión. Si aparece nuevamente esta semana, lo mando a su casa. No lo aguanto más.” “J ovencitas, ¿cómo podemos ensayar el número musical si ustedes siguen hablando? Son las más charlatanas que hemos tenido en el coro juvenil.” “Roberto, es imposible que seas tan ignorante como aparentas. ¿Por qué nunca contestas las preguntas que te hago? Tu problema es que eres muy terco.” “Mimí, sigues interrumpiendo y preguntando para hacernos desviar del tema. Ni siquiera te importa el tema que estamos estudiando. Siempre tratas de hacerme pasar vergüenza preguntando cosas que ni el pastor podría contestar.”
¿Alguna de estas observaciones le recuerdan algo que le dijeron a usted o a sus amigos cuando eran adolescentes? ¿Son cosas que alguien (no usted, por supuesto) diría ahora? Nadie ha dicho jamás que enseñar fuera fácil. A un líder sin experiencia la perspectiva de tener que enfrentar problemas de disciplina puede serle aterrador. Aun el líder de experiencia, puede tener que intervenir en una situación difícil. La disciplina es importante en las experiencias de aprendizaje. Hay que tener un ambiente de orden para que el participante aprenda. A la vez, hay que mostrar amor cristiano. No existen respuestas fáciles. Pero cuando usted ama a la juventud y se ha entregado para guiarles hacia la madurez cristiana, tratará de comprender por qué reaccionan como lo hacen y les estimulará para que su conducta sea responsable. Su meta para fomentar el orden es guiar al joven a ser autodisciplinado.
Conducta Individual Y De Grupo Es indispensable que el guía comprenda al joven adolescente y al joven mayor si piensa evitar, eliminar o reducir los problemas de disciplina. Por ejemplo, el adolescente normal no siempre guarda silencio, rara vez se queda quieto, y con frecuencia está distraído. Si usted espera que se porte como un adulto, espera lo imposible. “Un caos controlado” es una descripción más acertada de los momentos de aprendizaje, que la quietud y el orden que existen sólo en nuestros sueños. La rebelión es una característica del adolescente. Hay que aprender a encauzar esa rebelión hacia algo constructivo en lugar de permitir
que cause problemas. El joven respetará los límites razonables que se le impongan. Tratará de extenderlos, pero en su interior, los deseará. La persona que no deja tiempo para que el joven comparta lo que para él es importante tiene menos tiempo para enseñar que la otra que anima a sus jóvenes que hablen y compartan lo que es importante en sus vidas. ¿Por qué? El joven hará tiempo para exteriorizar, aun cuando signifique tomar tiempo de un estudio o de una actividad planificada. La conducta del joven depende del día y la hora de la actividad organizada. El líder que quiere orden preferirá enseñar en la escuela dominical porque su estructura es más ordenada y los alumnos serán más receptivos al orden el domingo en la mañana. Pero el domingo en la noche y entre semana las actividades son menos estructuradas y el joven tiende a tener una conducta más natural en ellas. Al ir teniendo experiencia, el líder verá que cada grupo tiene una personalidad distinta. No espere que dos grupos de jóvenes sean iguales, como no se espera que lo sean dos personas. Además, la reacción del grupo será distinta con diferentes líderes. En pocas sesiones, el líder que no quiere oír otras ideas fuera de las suyas eliminará toda discusión y aporte de los alumnos. Y el líder que espera poco del grupo hará que los que normalmente demuestran curiosidad intelectual parezcan perezosos. Por otro lado, en pocas sesiones, el líder que aprecia las ideas de sus jóvenes y que planifica actividades que presentan un desafío, los puede estimular a participar en experiencias de aprendizaje de gran valor. Es necesario planificar tanto para el individuo como para el grupo en que se convierten los individuos. Es indispensable que los jóvenes y sus líderes trabajen unidos para que el grupo no se divida en un bando de jóvenes y uno de adultos. Los líderes y jóvenes se han de unir para lograr un propósito común, han de trabajar para cubrir la brecha que divide al adulto del joven, y han de apreciar la singularidad de cada uno. El líder levanta barreras que dificultan la unión cuando muestra favoritismo, es sarcástico, trata a los jóvenes como si fueran niños, se niega a escuchar, avergüenza a los alumnos, establece metas irreales, menoscaba al joven o se estanca con actividades rutinarias. El líder que trata de ejercer poder sobre la juventud la pierde. Cuando hay una lucha de poderes entre el líder y los jóvenes, estos terminarán haciendo lo contrario de lo que se les está tratando de obligar a hacer. Un secreto para tener éxito al guiar es evitar dirigir demasiado. Habrá una influencia más positiva cuando se establece con la juventud una relación de confianza en lugar de una basada en el temor. El adolescente busca independencia, y la logrará, ya sea con o sin el apoyo de sus líderes adultos.
Porque usted ama a la juventud quiere que desarrollen patrones de conducta maduros. La mejor manera de hacerlo es siendo usted mismo maduro. Cuando el joven ve adultos dueños de sí mismos que tienen autodisciplina, dignidad y orden, percibe que ésta es la manera de vivir. El joven que es amado y valorado por adultos maduros puede creer que él también es una persona de valor. Cuando uno siente que vale, va desarrollando una autodisciplina que le permite afirmar quién es uno y aceptar la responsabilidad de la propia conducta. Cuando la armonía en el grupo juvenil se quiebra por problemas disciplinarios, todos se ponen tensos. El líder tendrá que decidir cómo reaccionar a lo que sucede o sucedió. El que causó el problema puede temer lo que pasará ahora. Y los demás estarán tensos pensando cómo evitar una crisis y cómo salir del paso. Hay que aprender a observar y analizar para poder enfrentar problemas disciplinarios. Primero hay que buscar la causa o causas reales del problema. El incidente que dio lugar al problema quizá no sea la única causa de esa conducta inaceptable e irresponsable.
Causas Detras De Los Problemas Las causas de los problemas de disciplina pueden estar en los líderes o en los jóvenes. Cuando el líder no ha preparado actividades para lograr una o dos metas tendrá una hora pésima con los jóvenes. Habrá en su grupo alguien que sí está preparado para lograr otras metas. La discusión que debió centrarse en el estudio bíblico pasa al deporte, el sexo opuesto, la escuela o se convierte en una hora de quejas. La lectura prolongada de la Biblia para rellenar el tiempo no mantendrá el interés de los alumnos, y la falta de actividades planificadas resultará en que se escribirán notas, se darán puntapiés debajo de la mesa, se tirarán papelitos, se distraerán y conversarán. Cuando el líder no vive la realidad de quiénes son los jóvenes, tendrá problemas. No se les puede moldear hasta la perfección, ni menoscabar para lograr la perfección, ni hacer sentir tan culpables que logren la perfección. Uno actúa según lo que el otro espera; el joven que causa problemas probablemente esté haciendo lo que se espera de él. Es un peligro cuando un líder previene a otro líder acerca del “grupo malo” o “ese muchacho imposible” que ahora le tocará dirigir. Cuando el líder es optimista y estimula a los jóvenes, tendrá menos problemas que cuando encara la clase receloso de lo que puede suceder. El joven hará lo que se espera de él. La inseguridad que siente el joven, agregada a la crisis de identidad que está sufriendo, puede causar problemas en la clase. Porque se cree sin valor, le
resulta difícil creer que Dios, sus amigos y sus líderes lo vean como un individuo valioso. En una situación de grupo, algunos reaccionan haciendo cualquier cosa para llamar la atención. Consideran que cualquier atención que logren es valedera aún cuando sea una reprimenda después de una pelea. Otros quieren tanta atención, que se vuelven sumisos para lograr la atención del líder, con el riesgo de perder la buena voluntad de sus amigos. Los jóvenes inmaduros a veces se portan mal en clase para llamar la atención. O puede ocurrir lo opuesto, el joven que se cree que vale poco será sumiso a cualquier sugerencia; se conformará totalmente al grupo o se retraerá detrás de una máscara de indiferencia. Estos tipos de conducta son tan diversos, que hay que mirar más allá de la superficie para encontrar la causa de la conducta indisciplinada. Es común que el joven transfiera sus patrones de conducta de un ambiente al otro. Esto hace que sus problemas de relación o emocionales no queden fuera de la puerta del templo cuando él acude a sus reuniones. Sí hay dos hermanos en el mismo departamento o grupo pueden surgir problemas de celos que entorpezcan las actividades. El joven rebelde contra sus padres puede llevar su rebeldía a retiros, a los ensayos de coro o a la clase de escuela dominical. El jovencíto que no se hace responsable por su propia conducta puede tener dificultad en colaborar como parte de un equipo de trabajo, en el campamento, o en prepararse con anticipación para ser parte de un panel en la Unión o Grupo de Jóvenes. Hay una diferencia entre negarse rotundamente a aceptar una responsabilidad y sencillamente no saber cumplirla como el adulto piensa. Por ejemplo, con frecuencia el joven adolescente carece de la madurez que necesita para terminar una tarea por la cual, en cierto momento, sintió mucho entusiasmo. Cuando el joven no cumple sus compromisos, hay que mirar más allá de la superficie para ver qué pasa. Si es por inmadurez, ¿cómo se le puede ayudar a tener más sentido de responsabilidad? Si el joven es rebelde, ¿cómo reconocer sus causas? Los jóvenes de desarrollo más lento pueden presentar problemas de disciplina o dar que hacer. En las iglesias donde los jóvenes se reúnen, los más inmaduros se sentirán aun más inseguros. Sus respuestas nunca parecen tan acertadas como las de los jóvenes mayores. Ni sus proyectos serán tan buenos o incisivos como los de aquellos. En estos casos, es bueno formar parejas entre un joven mayor y uno menor. Lisa es estudiante universitaria. Ha ayudado a muchos jóvenes a sentirse más seguros e integrados en el grupo juvenil. Estando en los últimos años de secundaria, ya dirigía grupos de discusión entre los jóvenes. Bajo su liderazgo,
un grupo de estos jóvenes se fue desarrollando hasta convertirse en jóvenes hábiles en expresar sus creencias y sus sentimientos. Ahora, Lisa es consejera de niñas en los campamentos. Estas están encantadas cuando les toca Lisa de consejera porque es preciosa y popular, y se interesa por cada una de ellas. Lisa no ve a los jóvenes menores como chiquillos que molestan, y ha ayudado a los jóvenes mayores a aceptar a los más jóvenes como parte vital del grupo. El joven que tiene problemas de aprendizaje puede causar problemas de disciplina. Para compensar su incapacidad, a veces se hace el payaso. El líder inteligente detectará los problemas de aprendizaje que le aquejan y trabajará con el joven y sus padres para que las actividades en la iglesia le sean provechosas. Detengase — Piense — Escriba Escriba cinco problemas de disciplina que ha observado al guiar a la juventud, o que recuerda de su propia experiencia juvenil sí todavía no ha empezado a trabajar con los jóvenes.
1. 2. 3. 4. 5. Analice incidentes entre los jóvenes e identifique los problemas que los causaron.
1. 2. 3. 4. 5.
Como Evitar Problemas De Disciplina Como líder, ¿qué puede hacer para evitar problemas de disciplina? Crear un ambiente de aprendizaje es vital. Cuando el joven entra al aula, ¿puede percibir que se está realizando algo significativo? ¿Siente que su líder está de veras contento de verlo? ¿Percibe que se espera que colabore? ¿Se siente importante? La creación de un ambiente de aprendizaje se logra cuando se imparten enseñanzas bien planeadas y con propósito; cuando las actividades se preparan para llenar las necesidades juveniles. Cuando se sigue el horario del día para que haya orden en lugar de confusión y para que haya aprendizaje en lugar de actividad indisciplinada.
Desanimar a los alumnos es fácil, no se necesita preparación para lograrlo. Pero animar a los alumnos sí requiere observación y análisis especial de parte del líder. Sencillamente una sonrisa o mostrar una actitud positiva son acciones que animan. Planificar para evitar posibles problemas vale el tiempo y esfuerzo que los líderes tengan que dedicar para prepararse, para conocer y comprender a la juventud y para conocer y comprender su rol como líderes. Para evitar problemas hay que desarrollar una disposición a cambiar. Puede que para lograr una relación aceptable con un joven en particular tenga que descartar ideas preconcebidas de cómo tiene que funcionar una clase de escuela dominical o una Unión o Grupo Juvenil. El maestro que siempre ha enseñado parado detrás del atril en la escuela dominical un día descubrirá que un grupo particularmente activo no puede quedarse quieto y en silencio mientras él habla. La persona rígida que dirige un grupo en el Programa de Desarrollo Cristiano o en el Programa de Preparación tendrá que tomar una decisión consciente de cambiar o tendrá que encontrar otro lugar para servir si se cree que tiene todas las respuestas y que los jóvenes no tienen ninguna. Habrá problemas si alguien con esta actitud trata de dirigir a un grupo de jóvenes que tiene mucha curiosidad intelectual. También hay que hacer planes para evitar que cualquier incidente insignificante se convierta en un problema. Se puede hablar con el joven que causó el incidente. O, se pueden probar otras maneras de resolver la cuestión, pedir el asesoramiento de líderes de más experiencia, planificar actividades que dirigen la atención del grupo a otra cosa, se puede leer libros sobre el tema y aplicar las experiencias de los expertos en conducta. Pero si no se hace nada o si se hace algo que empeora el problema, puede llegarse al extremo de no tener salida. Por ejemplo, si usted amenaza al joven, éste puede desafiarle a que la cumpla. Puede forzar tanto la situación que los jóvenes lo rechazarán. Puede ofender a la familia del joven que sentirá hostilidad hacia usted y la iglesia. O puede ser tan rígido y estricto que pierde el respeto del joven ofensivo, de los otros jóvenes que lo observan y los otros obreros que aman y aprecian a los jóvenes.
Como Resolver Problemas De Disciplina Cuando se hace un viaje en auto, se usa un mapa caminero para planearlo. Cuando se prepara una comida especial, se usan las indicaciones de una receta. Desgraciadamente, nadie ha encontrado un mapa, una receta, o una serie de indicaciones fáciles que aseguren la solución perfecta a los problemas disciplinarios. Ofrecemos las siguientes sugerencias como punto de partida.
Paso Uno — Defino el problema. Paso Dos — Cambio mi conducta para neutralizar el problema. Paso Tres — Dos evidencias de ese cambio a través de mis acciones. Paso Cuatro — Las dos partes consideramos las posibles soluciones. Paso Cinco — Determino cómo poner en práctica la solución. Paso Seis — Probamos la solución. Paso Siete — Evalúo el resultado. Considere las siguientes situaciones imaginarias. En cada caso el que habla es un adulto, molesto por problemas de disciplina.
Situación Uno — “Alberto, deja de tirar avioncitos de papel en mi clase.”… “No tires los borradores en esta aula, Alberto.”… “Si tiras un avioncito más, o un borrador más, te voy a obligar a sentarte aquí al lado mío. Tengo que terminar este tema y te prohíbo que vuelvas a interrumpir.”
Situación Dos — “Daniel, párate derecho”… “No mastiques chicle mientras practicamos”… “Daniel, basta de charlar con Nancy. Este es un ensayo de coro, no una reunión social.” “Mírame cuando dirijo el coro.”
Situación Tres — “Y a dijimos quésignifica ese versículo, Graciela.”… “No, no hay otra interpretación para este pasaje.”… “Graciela, ¿cómo pretendes decirme a mí lo que quiere decir la Biblia?”
Situación Cuatro — “Carlos, ¿por qué nunca llegas a tiempo a las reuniones?”… “Carlos, ya que no puedes llegar a tiempo, al menos podrías hacer menos ruido cuando entras. Estamos ocupados. No necesitas hacerte el payaso para que todos vean que llegaste”… “¿Qué?… ¿Me quieres decir que además de llegar tarde no leíste la historia misionera que prometiste?”
Situación Cinco — “Alicia y Diana, basta de charlar.”… “Muchachas, ¿me están escuchando o están conversando?”… “Venimos aquí para aprender de la obra misionera, no para perder el tiempo.”
Por suerte, ninguna de estas situaciones es verídica. Las exageramos para enfatizar una verdad. Es fácil describir, en cada situación, el incidente que causó el problema. Pero, ¿cuál es realmente el problema? ¿Qué problema tienen los jóvenes? ¿Qué problemas tienen los adultos? Antes que ambos puedan resolverlo juntos, es necesario identificarlo. Escriba qué problemas nota en cada situación.
Problemas… del adulto
del joven
Situación Uno Situación Dos Situación Tres Situación Cuatro Situación Cinco
Después de identificar el problema, el líder necesita evaluar su propia conducta para determinar si puede neutralizarlo con un cambio de conducta. Los alumnos no aprenden cuando tienen problemas, los maestros no pueden enseñar cuando los alumnos dan problemas al líder. Si el maestro o el alumno no cambia sus patrones de conducta que producen un problema, no habrá aprendizaje. A veces el mejor consejo para el líder es no dar demasiada importancia al asunto. A veces al hacer caso omiso a pequeñas infracciones, el líder le quita al alumno el incentivo de su mala conducta. Si el maestro no se ha preparado bien para una sesión, puede cambiar y prepararse a fondo. Así, no habrá vacíos en la hora de aprendizaje. Si el ensayo de coro ha sido lento, el director puede planear un ensayo más movido que desafíe al joven y demande toda su atención. Si el líder ha sido sarcástico, si ha avergonzado a algún joven o si ha esperado una conducta irreal, tiene que tratar de desarrollar una actitud de aceptación y aprecio por sus jóvenes. Cuando manda mensajes “Y o”, aumentará sus probabilidades de conseguir buenos resultados que cuando manda mensajes “Tú”. El mensaje “Yo” minimiza su acusación del alumno y no lastima la relación como lo hace un mensaje “Tú”. Considere las diferencias entre los siguientes pares de mensajes:
A. “Eh, tú, deja de hablar mientras explico lo que deben hacer, si no, no sabrás lo que tienes que hacer.”
B. “Si se me interrumpe cuando explico lo que deben hacer yo tengo miedo que algunos de ustedes no captarán lo que quiero que hagan.”
A. “Cuando tú empujas a tu compañero no estás prestando atención a la música.”
B. “Cuando alguien empuja a otro durante el ensayo, yo tengo el problema de que no puedo enseñarles una música muy especial.”
A. “Tú no preparaste el cartel que prometiste traer hoy.” B. “Cuando medoy cuenta que no se hizo lo que encargué me pregunto cómo fallé en comunicar la importancia de lo que había pedido.”
Al adulto en las oraciones B no le gusta lo que está pasando, más que al adulto en la oración A, pero ha adoptado un método de comunicación que no lastima su relación con los jóvenes. La reacción con mensajes “tú” acusan al joven. Los mensajes “Y o” desplazan la culpa del joven y pone el problema donde realmente está: con el adulto. Los jóvenes en el primer par de mensajes ven que tienen un problema, pero el problema de que ellos conversen es realmente problema del adulto. La falta de atención del joven en el segundo par de mensajes para él es un juego inocente, pero puede ser un verdadero problema para el adulto. La reacción natural es echar la culpa a alguien, pero cuando el líder manda un mensaje “Yo” reduce una situación tensa diciendo que él es quien tiene un problema. Poder mandar mensajes “Y o” es una señal de madurez de parte del líder, de su habilidad de aceptar responsabilidad por su propia conducta y de su consideración por el delicado ego de sus alumnos. Si el líder no puede neutralizar el problema cambiando su conducta o mandando mensajes “yo” que no condenan a nadie, debe reunirse en privado con el joven que necesita orientación especial. Así los dos podrán considerar soluciones al problema y cómo poner en práctica la mejor solución. Ofrecemos las siguientes sugerencias como posibles soluciones a algunos problemas comunes.
1. Si dos jóvenes menores dan problemas solamente cuando se sientan juntos, el líder puede decir algo así: “Tengo problemas en mantenerlos a ustedes dos interesados en el estudio cuando se sientan juntos. Creo que tendría menos problemas si acordáramos que se sentaran separados durante la clase. Y quizá si los estudios fueran más interesantes les resultaría más fácil prestar atención. Ayúdenme a pensar qué puedo hacer para mejorar los estudios para toda la clase. ¿Les parece que tendría que dar más tiempo para discutir los temas o incluir otros tipos de actividades, por ejemplo arte o drama? ¿Qué les parece?”
2. Si usted como líder ha determinado que la causa de las interrupciones de un joven es el aburrimiento puede decir algo así: “Veo que tienes una mente muy ágil, Susana, y a veces me parece que no te doy bastantes oportunidades para desarrollarla. Tengo que tratar de enseñar a jóvenes en muchos niveles de madurez espiritual y mental. ¿Te parece que podrías ayudarme con un trabajo de investigación? Durante el estudio que estamos haciendo del sermón del monte, ¿estarías dispuesta a hojear estos libros sobre diferentes religiones para ver qué consideran como una vida feliz y bienaventurada comparándolas con las enseñanzas de Jesús? Te estoy pidiendo que hagas algo difícil, pero creo que tienes la capacidad de hacerlo. ¿Qué te parece?”
3. Si el joven es mayor, puede él mismo ofrecer soluciones al problema cuando se le pregunta lo siguiente: “Raúl, los ensayos de coro no han sido buenos últimamente. ¿Qué podríamos tú y yo hacer para que esta hora sea más provechosa para todos los que vienen al ensayo?” “Laly, cuando las auxiliares te hacen reír durante nuestros programas especiales, ¿será porque estoy equivocada en algo que hago? A ver sí entre tú y yo podemos ver cómo lograr que nuestras reuniones valgan la pena.” “María, me preocupo cuando veo que no quieres participar en las actividades que sugiero en la escuela dominical. ¿Qué podemos hacer los otros jóvenes y yo para ayudarte a participar otra vez? ¿Te podrías reunir conmigo cuando planifico los estudios del mes para que incluyamos cosas que te gusten?”
Ofrecemos estas soluciones sólo como ideas para ayudarle a establecer una comunicación con sus jóvenes. La solución, en cada caso, tiene que ser específica porque usted y los jóvenes con quienes está teniendo problemas tendrán que ser específicos. Si la solución que el joven sugiere es: “Necesito estar más callado” usted necesita disponerse a encontrar cosas específicas que usted y él pueden hacer para ayudarle a estar callado. Si su solución es: “No debiera reírme cuando las respuestas parecen tontas” usted necesita ayudarle a aprender maneras más aceptables de reaccionar a respuestas que a él le parecen incorrectas. Si su solución es “Y o tendría que dejar que otros hablen” usted necesita ayudarle a descubrir maneras de compartir sus buenas ideas y a la vez dar a otros la oportunidad de hablar. Si su solución es: “No debo escribir en las camisas de los chicos” entonces usted y él necesitan descubrir maneras más aceptables de obtener la atención de otros. Los jóvenes que causan problemas son rápidos en responder y decir lo que hicieron que resultó en incidente. Pero lo que hicieron ya pasó. Lo importante es qué pueden hacer para evitar que este tipo de conducta interfiera en las actividades de aprendizaje en el futuro. Después que se han puesto de acuerdo en las posibles soluciones y las han probado durante varias semanas, el líder y el joven necesitan reunirse privadamente para evaluar los resultados. Uno de los resultados ha de ser que no habrá ningún resentimiento en ninguno de los dos. El líder y los alumnos se han juntado para buscar una solución práctica con la cual nadie pierde sino que los dos ganan. Y el maestro no ha forzado su autoridad sobre el alumno.
GANADOR/PERDEDOR GANADOR/GANADOR
Cuando las interrupciones han cesado, líder y joven pueden continuar desarrollando actividades de aprendizaje que llenan las necesidades de éste. Su respeto por el adulto aumentará y por eso podrán conversar de amigo a amigo sobre las razones del problema en el pasado y cómo evitarlas en el futuro. Cada uno de estos pasos puede estar impregnado por un poder mayor que el del guía cristiano. Como cristiano buscará usted la dirección de Dios al encarar los problemas que surgen en el grupo de jóvenes. Orará específicamente pidiendo sabiduría y compasión al manejar las diversas situaciones. Y orará para que los jóvenes encuentren respuestas permanentes a los problemas que se manifiestan en su conducta. Porque ama a la juventud, quiere guiar su desarrollo mental, social y espiritual. Y confiará en que Dios dará a los jóvenes el deseo de crecer. El amor cristiano, la oración y el poder de Dios pueden transformar un episodio desastroso en una experiencia provechosa de enseñanza-aprendizaje.
Capítulo 8. — Reflexion: ¿Qué Del Futuro? “La educación, más que cualquier otra expresión del cristianismo, ha de tener su vista puesta en el mañana.”
Por lo general, cuando se habla del mañana en relación con la educación, se piensa en el joven. Se enfoca lo que aprenderá, cómo aprenderá y cómo aplicará lo que aprende del mundo fuera de las paredes del templo. Pero, en este capítulo, haremos algo distinto. Enfocaremos al líder. ¿Qué puede esperar lograr el guía eficaz? ¿Cómo puede evitar estancarse? ¿Qué puede hacer para no desanimarse? Allá en el futuro, ¿sentirá satisfacción al pensar que dedicó uno o varios años a la tarea de guiar a la juventud?
Expectativas Personales Compañerismo con Otros Líderes Los adultos involucrados en la educación cristiana de la juventud trabajan bajo presiones tremendas. Saben que el ministerio juvenil de su iglesia no puede ser mejor que sus líderes. Sienten sinceramente su responsabilidad de ser líderes que inspiran a la juventud a ser como Cristo. Pero como personas con necesidades propias, serán efectivos sólo si éstas son suplidas y si sienten los beneficios de guiar a los jóvenes. Una de las alegrías de este trabajo es la oportunidad de gozar del compañerismo de otros adultos que comparten su mismo interés. Porque uno establece su identidad por medio de sus relaciones, es importante que el miembro de la iglesia encuentre gente en su iglesia con la cual puede entablar amistad. Por su lugar de liderazgo y por sus relaciones mutuas, los líderes juveniles pueden sentir que son parte del trabajo de la iglesia, que se les necesita y que cuentan con un grupo de apoyo que estimulará su desarrollo personal. Pueden ser una pequeña familia cariñosa dentro de la familia más grande que es la iglesia. Pueden aprender de líderes de más experiencia, lo que nunca encontrarán en un libro. Y pueden gozar del sentido de unidad que brota cuando varias personas se unen para alcanzar una meta común.
Saber Que Se Han Plantado Semillas Como adultos, a veces quisiéramos crecer en lugar del adolescente con quien trabajamos. Estamos seguros de que resistiríamos las presiones de usar drogas; que no discutiríamos con nuestros padres, que aprovecharíamos al máximo las oportunidades que hoy se le ofrecen al joven y que a los dieciséis años seríamos ya muy consagrados. Pero crecer es la responsabilidad de cada
individuo; no es algo que podemos hacer por otro. Sí, podemos influir sobre la forma como crece. Quizá el tiempo que tenemos con los jóvenes es poco, pero hemos de dar gracias porque cada semana esa porción de tiempo nos da la oportunidad de alentar al joven a crecer como Cristo. La decisión más importante que puede tomar el joven es manifestar su fe en Cristo y crecer en ella. Cuando crece en Cristo, él y su líder son una paradoja. Cuando el líder se da para guiar a la juventud, recibe bendiciones de los jóvenes a quienes se está dando. De esta manera, las necesidades tanto del adulto como del joven son suplidas al mismo tiempo. ¿Qué guía no encontrará satisfacción en saber que ha plantado semillas espirituales entre sus jóvenes? Cierto líder dedicado y entusiasta ha dicho que una de las mejores satisfacciones de trabajar con adolescentes es oírles volver a decir lo que hace solo unos meses era un concepto nuevo para ellos. Cuando a una respuesta seria el joven responde, no con un: “Esto es lo que siempre me han enseñado”, sino: “Y a sé que esto es lo que siempre me han enseñado, pero ahora estoy pensando de verdad en lo que creo, y no estoy muy seguro sí esto es así o no”, el guía ha dado un paso adelante. Cuando el joven pasa de repetir como un loro “Dios bendice a todo el mundo” a una comunicación auténtica con el Padre, el guía ha dado un paso adelante. Cuando el joven puede aceptar sus responsabilidades de comprometerse con la obra misionera, el guía ha dado un paso adelante. Los pasos hacia la madurez no serán uniformes y nunca serán fáciles. Pero la esperanza de avanzar un paso y la evidencia de que las semillas van germinando vale la pena el esfuerzo que el desarrollo del joven requiere. Deténgase — Piense — Escriba ¿Quién de entre sus colegas en el trabajo juvenil le ha sido de más bendición? ¿Cómo, específicamente, ha bendecido su vida? ¿Puede pensar en algún joven que ha crecido en Cristo mientras fue miembro de su grupo juvenil? ¿Qué hizo usted para estimular su desarrollo?
Crecer en Conocimiento Podemos estar seguros que aprenderemos más cuando enseñamos que cuando participamos de una clase de adultos como alumnos. Cuando estudiamos la Biblia, la obra misionera, o doctrina cristiana en el contexto actual, no
podemos menos que percibir y comprender cosas nuevas. Por eso, un gran beneficio de guiar a la juventud es que por nuestra dedicación a la tarea nos vemos obligados a estudiar los materiales que enseñaremos. Si nos hemos consagrado a la tarea no podemos ser estudiantes perezosos. El consejo de Pablo a Timoteo puede ser para nosotros: “Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad” (2 Tim. 2:15). Al ir aumentando su comprensión de la Biblia, la obra misionera y la doctrina cristiana, su vida dará evidencias de esas verdades en su relación con Dios y con los demás. Pensemos si los que comparten nuestra vida, nuestro trabajo y nuestras diversiones pueden notar nuestro desarrollo espiritual. Si pueden, entonces de verdad hemos aprendido las lecciones que hemos enseñado. Detengase — Piense — Escriba Haga una lista de las evidencias específicas de su desarrollo cristiano desde que ha empezado a enseñar.
1. 2. 3. 4. 5. ¿Ha dejado atrás algún prejuicio? Sí ___ No___ Explique. ¿Cómo han madurado sus conceptos de Dios, del amor y de la felicidad? ¿En qué sentido es usted distinto espiritualmente a lo que era antes de empezar a guiar a la juventud?
Participación en el Ministerio de la Iglesia Al guiar a la juventud, participamos activamente en el ministerio de su iglesia. Para algunos jóvenes, sus líderes en la iglesia son la única influencia cristiana adulta en sus vidas. Cuando es así, éstos tienen la obligación especial de ministrar a la familia tanto como al joven mismo. ¿Qué puede ser más emocionante que ayudar a una familia a conocer a Cristo y unirse a la iglesia? Cuando el joven tiene problemas serios, el líder puede ser un intermediario entre la familia y la iglesia para coordinar las acciones de servicio de la iglesia con las necesidades específicas de la familia. Porque el joven en la iglesia no está exento de crisis, el líder que se da a sí mismo sin condenar o juzgar podrá
ministrar sinceramente como siervo de Cristo. El líder que busca jóvenes nuevos para su grupo es parte del ministerio evangelístico de su iglesia. Esto no siempre es fácil porque podemos sentirnos muy cómodos con un grupo ya establecido. El joven nuevo hará preguntas raras, o requerirá más tiempo. El líder que se acerca al joven que lo necesita puede hacer suya la promesa “bien, buen siervo y fiel” al ministrar en el nombre de Cristo. Detengase — Piense — Escriba ¿Cuándo ha aceptado usted la responsabilidad de ayudar a un joven en nombre de Cristo y de su iglesia? ¿Cómo pudo provocar un cambio en la vida de esa persona?
Desarrollo de la Idoneidad del Líder A todos nos gusta progresar y comprobar nuestro progreso. Si nos esforzamos por mejorar nuestra habilidad de trabajar con la juventud, veremos los resultados de nuestro esfuerzo. Iremos mejorando en lugar de conformarnos con nuestros primeros esfuerzos. A medida que invertimos tiempo en nuestra educación y desarrollo, nos veremos recompensados con una mayor habilidad de enseñar y de comprender a la juventud. Pero jamás llegaremos al punto de saber todo lo que hay que saber sobre la educación cristiana de la juventud y, si somos obreros consagrados, no nos cansaremos jamás de aprender más. Detengase — Piense — Escriba ¿Qué considera usted como lo más importante que ha aprendido durante el tiempo que ha trabajado como guía de la juventud?
Percepción del Poder de Dios Un concepto que se ha repetido en este libro es que el aprendizaje eficaz ocurre cuando el joven puede descubrir nuevas ideas y principios en actividades planificadas. Pero hay que reconocer que a veces aprenden algo que no se planificó. Puede que las circunstancias se hayan prestado, o que las necesidades eran muy grandes, o que la mente de los jóvenes estaba muy receptiva o quizá que Dios permitió que sucediera algo muy especial, o puede que nunca sepamos qué pasó realmente. Lo único que sabemos es que pudimos ser parte de una experiencia singular. Si tratamos de duplicarla, nunca volveremos a lograrla. Si tratamos de contarla, no podremos describirla porque es imposible expresar lo que sentimos. Por más especiales que sean estas ocasiones, no podemos darnos el lujo de dejar de prepararnos esperando que suceda algo milagroso. Estos momentos
especiales suceden cuando hemos planificado algo bueno. Y no quitan el valor de todo lo positivo que sucede cuando nos hemos preparado bien. Dios nos ha dado a todos los creyentes el don de la vida misma, salvación, vida eterna, el poder y la presencia del Espíritu Santo. Además nos ha dado a cada uno las cualidades que nos hacen singulares. Como líderes juveniles hemos escogido usar nuestra singularidad para glorificar a Dios por medio de nuestro ministerio con los jóvenes. Si en algún momento dedicamos nuestros talentos a Dios, lo hicimos en una forma abstracta; pero al dirigir a los jóvenes pasamos de lo abstracto a lo práctico. No todos los líderes tienen los mismos talentos. Elizabeth es una líder excelente por su habilidad de escuchar. Verónica puede ver al mundo por los ojos del joven. Rubén desafía a los jóvenes a pensar. Bertha es una mujer de oración. J oaquín comprende a la juventud. Mario pasa mucho tiempo con los jóvenes. Cecilia es especial porque es cálida y cariñosa. Lalo es vivaz y Mario es una roca. Todos son líderes eficaces porque han encontrado maneras de usar sus dones y servir a Dios al guiar a la juventud. Antes de poder sentirnos líderes eficaces, debemos aceptarnos como somos. Cada uno de nosotros tiene algo que dar que nadie más tiene. Aumentamos nuestra eficacia cuando aceptamos el hecho de que nuestros dones son, en realidad, préstamos de Dios. Podemos usar nuestros dones, o podemos malgastarlos. Cada uno de nosotros es el que decide, y hemos de rendir cuentas de cómo los usamos. Descubrir nuestros dones, disciplinamos para usarlos y aceptar la responsabilidad de lo que hacemos con ellos nos producirá gozo y un sentido de contentamiento al disfrutarlos. Detengase — Piense — Escriba ¿Qué talentos está usando al trabajar con los jóvenes en este momento? ¿Le parece que tiene algún talento que no ha empezado a usar con efectividad?
La Gran Satisfacción de Ver el Desarrollo Espiritual del J oven El líder que permite que Dios obre por medio de él gozará de un gran sentido de satisfacción. Sentirá el gozo de ver crecer al joven en su comprensión de Dios y de saber que está logrando más de lo que hubiera podido sin la bendición y presencia del Señor. El éxito del trabajo juvenil puede atribuirse al mucho trabajo y a la planificación. Pero la razón principal del éxito será que ha
dejado que Dios lo use para guiar a la juventud. Las organizaciones en las cuales trabajamos sencillamente son puertas para llegar a la vida del joven. Las organizaciones en sí van perdiendo importancia a medida que el joven y sus necesidades cobran mayor importancia. Ser un adulto significativo en la vida del joven es ser partícipe de la obra de Dios. Mario era un líder importante en las vidas de sus jóvenes. Siempre planificaba bien las sesiones. El y sus muchachos aparecían juntos en los sociales. Los alentaba a pensar y a aceptar responsabilidades. Y por su ejemplo enseñaba la importancia de la oración y la adoración. Y mejor aún, estimulaba a los jóvenes a usar sus talentos. Bajo su dirección descubrieron sus talentos y que los podían usar sabiamente como ofrendas a Dios. ¡Cuántas vidas cambiaron porque Mario dejaba que Dios lo usara para lograr el crecimiento espiritual de muchos jóvenes! Detengase — Piense — Escriba ¿Qué parte de guiar a los jóvenes le da mayor satisfacción? ¿Qué cosas hace para asegurarse de que las experiencias llenas de satisfacción sigan siendo parte de su papel como líder?
Hay Que Evitar El Desaliento ¿Cómo se expresa el desaliento? Se expresa cuando un maestro dice: “Los jóvenes de mi clase no aprenden nada de mí.”
Se expresa cuando el pastor dice: “Nuestros jóvenes son los únicos en las iglesias de nuestra ciudad que no tiene interés en participar del programa de la iglesia.”
Se expresa cuando el coordinador del trabajo juvenil dice: “No entiendo por qué en todos los demás departamentos en la iglesia sobran maestros y guías cuando a nosotros todavía nos faltan.”
Se expresa cuando el director del coro dice: “No puedo lograr que estos jóvenes canten bien.”
Se expresa cuando uno de los líderes juveniles dice: “No vale la pena esforzarme. Nada de lo que hago da resultado.”
Se expresa cuando un consejero de las organizaciones juveniles misioneras dice: “Los que escribieron estos programas no conocen a nuestros jóvenes. Ninguna de las ideas daría resultado aquí.”
Se expresa cuando un líder del Programa de Preparación o Desarrollo Cristiano dice: “¿Para qué me molesto en venir cada semana cuando la asistencia es tan baja?”
Se expresa cuando un padre dice: “¿Por qué no podemos ver la influencia de la iglesia en nuestro hijo?”
Las expresiones de desaliento abundan. ¿Cómo podemos evitar contagiarnos? ¿Qué motivos nos mueven a guiar a la juventud? Cuando los motivos no son dignos viene el desaliento. Es posible que nunca recibamos un reconocimiento público por nuestra labor. Puede que nunca ningún joven se tome el tiempo de escribirnos y decirnos cómo influimos sobre su vida. Puede que ninguna madre se acerque para conocer a la persona que influyó para que su joven hija aceptara a Cristo. Los motivos valederos son: querer ayudar al joven a crecer en Cristo, anhelar servir al prójimo y desear desarrollar nuestro don de enseñar. No esperamos reconocimientos, ni honores. Doña Rosa sirvió a Dios y a la juventud de su iglesia durante más de cuarenta años. Cuando le pidieron que diera su testimonio de esos años, dijo: “Si tuviera cuarenta vidas para vivir, las invertiría en la obra juvenil. Trabajar con los jóvenes me dio más dividendos que ninguna otra obra que he realizado. Me encantaba estar con la juventud y mi corazón sigue estando con ellos.”
Agregó que los problemas que tuvo que enfrentar eran insignificantes en comparación con la satisfacción que le produjo su servicio, y que las dos razones de su éxito fueron que aceptaba a los jóvenes tal cual eran y les ayudaba a descubrir su potencialidad. Su recompensa más grande fue saber que quizá pudo influir sobre los jóvenes para que vivieran una vida abundante para Cristo. Doña Rosa es un ejemplo de una persona que guía a la juventud impulsada por móviles dignos y, sin lugar a duda, a ella esos móviles le ayudaron a no desalentarse.
Hay Que Arriesgarse ¿Se atreve usted a arriesgarse? Marque las respuestas que se aplican a usted en las siguientes afirmaciones:
1. Siempre Nunca pruebo nuevas comidas cuando como fuera de casa. 2. Siempre Nunca varío lo que hago temprano en la mañana. 3. Siempre Nunca invito a gente que no conozco a comer en casa. 4. Siempre Nunca cambio la posición de los muebles en el aula donde guío a la juventud.
5. Siempre Nunca pruebo nuevas técnicas de enseñanza. 6. Siempre Nunca leo lecturas que me hacen pensar, evaluar distintas ideas y examinar mis valores.
7. Siempre Nunca cambio de idea una vez que he tomado una decisión. 8. Siempre Nunca doy mi opinión cuando no estoy de acuerdo con lo que sucede a mi alrededor.
9. Siempre Nunca busco nuevas e interesantes actividades para disfrutar en mis momentos libres.
10. Siempre Nunca quiero conocerme mejor. El líder dispuesto a arriesgarse evita el desaliento. Pregúntese: ¿Estoy dispuesto a cambiar? La naturaleza humana teme el cambio. ¿Se conforma usted con la seguridad que da lo que le es familiar para evitar el riesgo? Cuando usted usa sus dones creativamente, puede lograr cambios positivos, pero tendrá qué arriesgarse. El apóstol Pablo siempre estaba dispuesto a arriesgarse. Cuando el profeta Agabo quiso desanimarlo para que no fuera a Jerusalén, Pablo lo reprendió a él y a los que le apoyaban diciendo: “¿Qué hacéis llorando y quebrantándome el corazón? Porque yo estoy dispuesto no sólo a ser atado, mas aun a morir en Jerusalén por el nombre del Señor J esús” (Hech. 21:13). Cuando permitimos que el Espíritu Santo obre por medio nuestro estamos dispuestos a cambiar a fin de seguir la dirección de Dios. Tener disposición para recibir sugerencias parece una cosa sencilla, pero puede ser un arma poderosa para evitar el desaliento. Estar dispuesto a pedir a alguien que le dé sus ideas es muchas veces el primer paso para la solución de
un problema. El consejo de tanto jóvenes como adultos puede ayudarle a ser un líder mejor. Se le preguntó a cierta joven muy perceptiva si tenía sugerencias para que el adulto pudiera comprender mejor a la juventud. Ella respondió: “No trate de comprender, sencillamente aguante.” Este consejo es muy bueno para el líder que está a punto de desanimarse. A veces la única manera de manejar una situación crítica es “sencillamente aguantar” hasta que el momento pasa. En los casos cuando un grupo o un individuo no puede desarrollar buenas estrategias de enseñanza, otro líder quizá pueda ayudarle con sugerencias que llenen las necesidades de los alumnos. La persona que estuvo a cargo de su grupo el año pasado puede ser una ayuda valiosa al comenzar a hacer planes para el año que comienza. Las personas que tienen experiencias de satisfacción al enseñar a los jóvenes son las que se muestran sensibles a las necesidades de ellos. Están dispuestos a ser amigos del joven y de conocer su familia para que el rato de enseñanza sea de más valor para él. Si el maestro quiere ser escuchado, debe usar un vocabulario que el que escucha entienda y al nivel en que éste tiene capacidad de actuar. El llamado a enseñar al joven es un llamado a ayudarle a suplir sus necesidades. Ha de dar usted lo mejor de sí mismo pensando en las necesidades y las potencialidades de sus alumnos. Para suplir necesidades es necesario comprometerse. No se puede ignorar la necesidad del alumno de tener un lugar donde quedarse cuando su vida de hogar es un absoluto desastre. Ni se puede ignorar las necesidades del joven muy inteligente de encarar estudios más profundos que los demás. El joven que tiene problemas de drogas o de alcohol requiere una paciencia que quizá el líder no sabía que tenía. Los padres del muchacho que tiene graves problemas en la escuela y en el vecindario tienen necesidades que requieren ayuda. Pero, ¿quién ayudará? La iglesia no puede ignorar los problemas de los jóvenes y sus padres si pretende suplir las necesidades de sus miembros. Si viéramos únicamente los problemas que tenemos que enfrentar, nos desanimaríamos; pero el aliento viene cuando nos damos cuenta que hemos podido ayudar a un joven a enfrentar sus problemas y encaminarlo hacia la solución. Nadie nos garantiza cuánto éxito tendremos al guiar a la juventud a solucionar sus problemas, pero cada éxito es una señal visible de lo que hacemos e influimos sobre la vida de alguien. Tener que dar el tiempo que el trabajo requiere puede desanimarnos si pensábamos que íbamos a poder cumplir bien la tarea sin tener que esforzarnos. Lo que logremos será en proporción directa con el tiempo que le
dediquemos. Nadie nos fuerza a dar nuestro tiempo: nosotros mismos lo determinamos. Pero el líder eficaz quiere dar el tiempo necesario a sus responsabilidades. Amar a la juventud requiere tiempo y esfuerzo. Decir que amamos a la juventud pero que no tenemos tiempo de estudiar, de visitar, de entablar relaciones o de orar es demostrar que no somos sinceros. Cosechamos los beneficios o las consecuencias de la inversión de nuestro tiempo. Para no desanimarnos al trabajar con la juventud, necesitamos ordenar nuestras prioridades a fin de dedicar tiempo suficiente a este llamado. Es fácil desanimarnos si creemos que todos los jóvenes son iguales. A algunos les gusta hablar incesantemente. Otros se ríen por cualquier cosa. A los adolescentes menores les falta madurez mental y espiritual. Y algunos se comportan como si no hay nada que pueda despertar su interés. Pero cuando dejamos atrás las generalizaciones y descubrimos a cada individuo que integra el grupo juvenil, encontramos personas magníficas. Al ser aceptado tal cual es, el joven compartirá sus sentimientos, expresará sus inquietudes y dejará que el líder vea la personalidad detrás de la máscara que usa para ser igual a los demás. Si no miramos más allá del grupo para encontrar al individuo, nunca sabremos a quién hemos tenido oportunidad de dirigir. Si creemos que cada momento que pasamos con los jóvenes será un éxito para nosotros y para ellos, pronto nos desanimaremos. Tendremos fracasos al trabajar con el joven, pero el fracaso no significa darse por vencido. No nos volvamos atrás, ni enterremos nuestros dones si el período con el grupo grande en la escuela dominical resulta en un desastre. Ni renunciemos si las sopranos en el coro nunca empiezan a cantar a tiempo durante una presentación musical. Si nos preocupamos más por nuestra propia imagen que por la voluntad de Dios nos daremos por vencidos. Nos volveremos atrás o nos limitaremos a programar actividades aburridas y rutinarias en lugar de arriesgarnos una segunda vez. El fracaso puede obligarnos a tomar una nueva dirección, puede darnos un sentido de liberación cuando nos damos cuenta de que ya todos se dieron cuenta de que somos humanos y mortales como los demás. Ser perfectos aburrirá a nuestros colegas e intimidará a cualquiera que tenga contacto con nosotros. ¿Estamos desalentados por algún fracaso? ¡ Recordemos que otros se sentirían desalentados si fuéramos perfectos! En una lindísima historieta vi hace poco a una princesa arropada en todo su esplendor, hablando a un príncipe vestido en su brillante uniforme. Con cara de disgusto y con las manos en las caderas, ella le dice a él: “¡Te quería más cuando eras sapo!” Esto encierra una gran verdad. La mayoría nos sentimos más atraídos por personas que muestran que son humanas que por las que parecen perfectas.
El poder de Cristo es, al final de cuentas, la fuerza que nos sostiene cuando dirigimos a la juventud. Podemos seguir las sugerencias de este libro y de muchos otros y todavía necesitar aliento para seguir siendo líderes juveniles. Dios puede darnos fuerza para las tareas a las cuales nos llama. Cuando a un grupo de líderes de jóvenes se le preguntó cómo evitar el desaliento, dieron las siguientes respuestas: “Converso con otros obreros juveniles para recibir aliento. Por lo general veo que ellos tienen experiencias similares a las mías.” “Pruebo algo nuevo. A lo mejor me había desalentado porque hacía siempre lo mismo.” “Traigo a mi mente a los jóvenes que ocasionalmente dicen: ¡ Esto estuvo magnífico! ¡Hagámoslo otra vez!” “Si sigo aguantando, veré evidencias de que pude influir en la vida de alguien.” “Trato de no esperar que haya cambios inmediatos. Lleva tiempo levantar una buena clase.” “De cuando en cuando me vienen a ver algunos de los jóvenes y señoritas. Me dicen algo que se les grabó de mi clase. Son ellos los que me dan ánimo para seguir adelante.” “No podemos resolver los problemas juveniles, ni manipular su desarrollo; sólo podemos proveerles de las condiciones que posibilitan su crecimiento: el calor de una amistad, la libertad de preguntar y una percepción del mensaje de Dios.”
Las respuestas que acabamos de leer pueden recordarnos que aunque como guías cumplamos muchos papeles, lo que realmente hacemos es proveer las circunstancias bajo las cuales el joven puede, si lo desea, crecer y cambiar. Si hemos hecho lo mejor posible y los resultados no han sido los que esperábamos, no debemos pensar que las experiencias de aprendizaje carecieron de valor. Quizá hayamos plantado una idea que algún día cambiará una vida. El apoyo positivo que brindamos al joven puede ser el comienzo de un cambio en el concepto que éste tiene de sí mismo. Así recibe la seguridad que necesita para poder intervenir en las discusiones y en las actividades misioneras. También puede ser que esté luchando por cimentar sus creencias básicas tanto como su sistema de valores para que concuerden con esas creencias. Muchos de los cambios en el joven no son espectaculares, y, aunque sutiles, son muy significativos. Por ejemplo, un adolescente empieza a orar
regularmente, a cubrir las brechas que antes lo separaban de los que son diferentes a él, a sentir el perdón de Dios o a madurar en su relación con Dios, su vida está cambiando. Los cambios de conducta, una mayor percepción de sí mismo y de Dios, más conocimiento de la Biblia son también ejemplos de cambios sutiles que se van dando en los grupos juveniles. Cuando suceden estos cambios sutiles, quizá son tan lentos que no nos damos cuenta por un tiempo. Pero son cambios válidos, y la vida será distinta porque han ocurrido. Si queremos ver los resultados de nuestro trabajo con la juventud quizá tengamos que esperar varios años para ver realmente a la persona que se va formando lenta, pero segura. Cuando trabajamos donde Dios nos quiere, podemos contar con su poder para hacer frente a la tarea a la cual nos ha llamado. Sabemos que con su dirección, podemos ser útiles. Y podemos estar en paz y aceptar el tiempo que llevará ver los resultados. Detengase — Piense — Escriba La última vez que sintió desaliento como guía de la juventud, ¿cuál fue la causa? ¿Fue un estudio aburrido? ¿Alguien lo decepcionó? Explique lo que sucedió para hacerle sentir que había fracasado. ¿Por qué no renunció inmediatamente? ¿Qué hizo para superar el momento de desaliento? ¿Qué ha aprendido de los momentos de desaliento?
Como Evitar El Estancamiento Se ha dicho que “la calidad nunca puede ser producto de un accidente.” Podemos seguir haciendo lo mismo durante dos, cinco, diez, quince o veinte años; o podemos tener experiencias nuevas con cada grupo de jóvenes. Para lograrlo, tenemos que estar dispuestos a probar cosas nuevas. Estar dispuestos no equivale a hacerlo. El Día de Promoción podemos pensar “Sería interesante probar algo nuevo”, pero a menos que comencemos a planificar inmediatamente cómo vamos a poner en práctica esas nuevas ideas en el próximo encuentro con los jóvenes, lo más probable es que no lo hagamos. Ser creativos y usar técnicas que nunca antes fueron probadas es algo que cada uno debe decidir. Nadie puede obligarnos a renovar nuestro pensamiento y nuestras técnicas de enseñanza.
¿El coro que usted dirige canta los mismos himnos todos los años? ¿Cuándo fue la última vez que sus Auxiliares o Embajadores realizaron una acción misionera que nadie en la iglesia había hecho? ¿Ha probado métodos originales con su grupo en la unión de jóvenes o programa de preparación en las últimas dos semanas? ¿Qué libros ha leído en los últimos seis meses que ampliaron su concepto de Dios, de la Biblia y de la iglesia? ¿Cómo podemos mejorar como líderes cuando nuestra iglesia no cuenta con un plan de desarrollo para su liderazgo?
1. Lo más fácil es leer y estudiar la literatura periódica usada en la escuela dominical y en las otras organizaciones, y los libros sugeridos para los líderes de la organización o departamento en el cual trabajamos. Las sugerencias que se dan pueden ser fácilmente adaptadas a nuestros grupos. Nadie conoce nuestra situación mejor que nosotros mismos, así que hemos de adaptar las ayudas para que sean prácticas en nuestro caso. Recordemos que las actividades sugeridas en cualquier publicación son un medio para lograr un fin. Las hemos de usar para que los jóvenes aprendan. El programa de cada organización está diseñado para suplir las necesidades de los participantes.
2. Otra buena fuente a la cual recurrir y que no requiere un programa organizado de desarrollo la constituyen los libros que le ofrece su librería cristiana más cercana, y editados especialmente para este fin. Algunos de éstos son: Mejor Enseñanza Bíblica para Maestros de Adolescentes, por I. S. Lambdin; Actividades Dinámicas para el Aprendizaje, los tres tomos de Pedagogía Ilustrada y Ayudas Visuales: Cómo Realizarlas, por LeRoy Ford; Ideas Prácticas para Maestros y Otros Obreros, por varios autores; Practiquemos la Visitación, por J. T. Sisemore; Recreación Cristiana: J uegos, Actividades y Programación, por Viola D. Campbell; Guía para Consejeros de Embajadores del Rey, Guía para Consejeras de Auxiliares de Niñas, Cómo Compartir su Fe, por Paúl E. Little; Cómo Alcanzar a Más J óvenes para Cristo, por Marín y Swenson; Preludio, Ministerio Musical y Adoración Libro No, 1. por W. J. Blair.
3. Al leer y estudiar es bueno empezar un fichero de ideas prácticas para ir teniendo para más adelante.
4. Aprovechemos los talleres y cursillos para líderes y maestros que ofrece nuestra asociación o convención. Nos ayudarán a renovarnos, y podemos aprender del contacto con líderes de jóvenes de otras iglesias. Para mantenernos renovados, debemos alimentarnos. Para poder dar hemos de tener qué dar. ¿Cómo nos alimentamos? ¿Por medio de la oración, la lectura de la Biblia y libros cristianos, la meditación o la adoración? Renovar nuestro
caudal de poder espiritual es indispensable si hemos de dar continuamente. Si no alimentamos nuestro espíritu, tendremos poco para dar. Deténgase — Piense — Escriba ¿Qué hará durante la próxima semana para alimentar su espíritu?
A veces podemos sentir que necesitamos unas “vacaciones” del trabajo con los jóvenes. Nuestra iglesia ha de darnos esa opción y luego permitirnos volver a trabajar con ellos cuando ya nos sentimos renovados y con nuevos bríos. La gran fuente de energía para evitar el estancamiento es el poder del Espíritu Santo. Enseñamos para que por medio de nuestra enseñanza Dios pueda obrar en el corazón del joven para que llegue a ser un discípulo consagrado a su evangelio. Esto es algo que no podemos hacer nosotros. El joven es quien tiene que dejar que el Espíritu Santo cambie su vida. Podemos saber cómo aprende el ser humano y como enseñar con entusiasmo y originalidad, pero será el Espíritu Santo quien revele al joven el mensaje de la Biblia y lo llame para ministrar a las necesidades de su prójimo. Como maestros, proveeremos las experiencias por medio de las cuales el Espíritu Santo pueda hacer su obra:
La Importancia De Ser Excelentes Las siguientes características distinguen al maestro excelente del común. • El maestro excelente tiene la convicción de que el joven quiere aprender y que él le puede ayudar a hacerlo. • El maestro excelente siente empatía por sus alumnos y demuestra que los comprende. •El maestro excelente sabe escuchar. • El maestro excelente ve al joven como un individuo. • El maestro excelente usa técnicas de enseñanza específicas que puede explicar. • El maestro excelente siente satisfacción cuando el joven aprende. • El maestro excelente mantiene un equilibrio entre organización y flexibilidad. •El maestro excelente espera mucho de sus alumnos. • El maestro excelente acepta al joven tal cual es. • El maestro excelente demuestra su originalidad.
• El maestro excelente sabe lo que está pasando en su grupo de aprendizaje.
¿Ha tomado usted alguna decisión al leer este libro? Si al empezar a leer no estaba seguro de que podía ser un líder, ¿ha tomado la decisión de que guiar a los jóvenes puede ser el desafío para usted? Si era un líder desalentado, ¿ha encontrado algunas sugerencias prácticas que le ayuden a superar el desaliento? Si se sentía incómodo como líder, ¿ha encontrado alguna sugerencia que le ha ayudado a sentirse más seguro? Si hasta ahora trataba de guiar usted solo sin depender de Dios, ¿tiene ahora el deseo de dejar que él obre por medio suyo? Si no estaba satisfecho con su forma de enseñar, ¿ha podido analizar sus técnicas de enseñanza a fin de mejorar como líder? Si tenía dudas acerca de que si era o no usted un buen maestro, ¿pudo comprobar que el maestro que se va superando reconoce sus limitaciones como maestro y se dedica a aprender más? Detengase — Piense — Escriba ¿Qué decisiones ha tomado usted en cuanto a su papel como guía al leer este libro? ¿Cómo puede poner en práctica las decisiones que ha tomado? ¿Cómo podrá comprobar si ha mejorado?
Los jóvenes en su iglesia en muchos casos dependen de usted. Sinceramente necesitan líderes que se ocupen de ellos, que escuchen, que los acepten, que se involucren en sus vidas, que estudien, que desafíen y que sean llamados por Dios para esta tarea muy especial. ¿Y acaso no necesita usted de la juventud de su iglesia? ¿No le entusiasma su entusiasmo? ¿No es verdad que valora sus mentes que todo lo preguntan o cuestionan? ¿No se goza al verlos crecer, madurar, formar parejas y casarse? ¿Acaso no está agradecido por esta oportunidad de usar sus dones para la gloria de Dios? Feliz es la persona acertada en el lugar del liderazgo acertado dando lo mejor de sí misma mientras deja que Dios obre por medio de ella. Si se siente usted impulsado a dirigir a la juventud, si se entrega a la tarea, si deja que Dios lo use como su instrumento para que la juventud lo conozca, su gozo no tendrá límites. Quizá nunca sea famoso por haber realizado bien su obra, ¡pero en los
años venideros habrá quienes conozcan mejor a Dios porque usted trabajó con ellos!
Oración del Obrero Como guía de la juventud, Me dedico a ti. Amaré a cada joven y lo veré como una persona de mucho valor. Dedicaré el tiempo y la energía necesarios para guiarles bien. Alimentaré mi espíritu por medio de la oración, el estudio bíblico y la adoración. Llegaré a ser un perito en métodos educativos para poder usarlos para alcanzar a la gente. Pondré las bases para que tu Espíritu pueda obrar entre mis jóvenes. Y te daré toda la gloria porque me usas para cambiar una vida para Ti.
Actividades De Aprendizaje Personal Capítulo 1 1. Mencione varias cualidades del guía de jóvenes. 2. ¿De qué maneras puede el obrero enriquecer la vida de sus jóvenes? 3. ¿Qué organizaciones o departamentos de la iglesia trabajan unidas para suplir las necesidades del joven?
Capítulo 2 1. Haga una lista de los problemas más comunes que debe enfrentar el maestro nuevo.
2. ¿Cuáles son las dos áreas de enseñanza? Haga una lista de las características de cada una.
3. Mencione cinco maneras en que el líder juvenil puede mantener abierta la línea de comunicación con el joven.
4. Mencione cuatro de los varios métodos de enseñanza presentados en este capítulo.
Capítulo 3 1. Haga una lista de maneras de mejorar el uso del espacio en su área juvenil. 2. Mencione tres tipos de centros de apoyo. Haga una lista de materiales de apoyo que deben incluir estos centros de apoyo.
Capítulo 4 1. Haga una lista de varios problemas comunes que se dan en los lugares de los jóvenes. ¿Qué puede hacer el líder juvenil para ayudar en cada caso?
Capítulo 5 1. Mencione varias maneras de mostrarle al joven que lo ama. ¿Qué estrategias puede usar para conocerle mejor?