COMENTARIO DE TEXTO PLATÓN
¿No sabes -dije-, con respecto a los ojos, que, cuando no se les dirige a aquello sobre cuyos colores se extienda la luz del sol, sino a lo que alcanzan las sombras nocturnas, ven con dificultad y parecen casi ciegos como si no hubiera en ellos visión clara? -fectivamente -dijo! -n cambio, cuando ven perfectamente lo que el sol ilumina, se muestra, creo yo, que esa visión existe en aquellos mismos ojos! -¿"ómo no? -#ues bien, considera del mismo modo lo siguiente con respecto al alma! "uando $sta fija su atención sobre un objeto iluminado por la verdad y el ser, entonces lo comprende y conoce y demuestra tener inteligencia% pero, cuando la fija en algo que est& envuelto en penumbras, que nace o perece, entonces, como no ve bien, el alma no hace m&s que concebir opiniones siempre cambiantes y parece hallarse privada de toda inteligencia! -'al -'al parece, en efecto! -#uedes, por tanto, decir que lo que proporciona la verdad a los objetos del conocimiento y la facultad de conocer al que conoce es la idea del bien, a la cual debes concebir como objeto del conocimiento, pero tambi$n como causa de la ciencia y de la verdad% y as(, por muy hermosas que sean ambas cosas, el conocimiento y la verdad, juzgar&s rectamente si consideras esa idea como otra cosa distinta y m&s hermosa todav(a que ellas! ), en cuanto al conocimiento y la verdad, del mismo modo que en aquel otro mundo se puede creer que la luz y la visión se parecen al sol, pero no que sean el mismo sol, del mismo modo en $ste es *+./ acertado el considerar que uno y otra son semejantes al bien, pero no lo es el tener a uno cualquiera de los dos por el bien mismo, pues es mucho mayor todav(a la consideración que se debe a la naturaleza del bien!Platón bien!Platón,, 0a 1ep2blica 0ibro 34 +5 c-+ a!
1. Sintetiza las ideas ideas del texto mostrando en tu resumen la estructura argumentativa o expositiva desarrollada por el autor. Como es común en los textos y diálogos de Platón, este texto presenta una estructura expositiva. Va razonando evidencias para llegar a lo que desea, expone sus ideas, su pensamiento de manera escalonada, paso a paso, explicando la evolución de los conceptos. Empieza dando un ejemplo, demostrando que los ojos materiales conunden las cosas que están poco iluminadas! l"neas # a $. %ace entonces una comparación& igual le sucede al alma, teniendo como ocos de iluminación a la verdad y el 'ien. Expone que si no estamos iluminados por la verdad y el 'ien! l"neas (!)*, nuestra alma no puede conocer correctamente, divaga entre opiniones imperectas. +ntroduce aora la +dea de -ien como única luz del verdadero conocimiento, que englo'a la verdad y el 'ien. Vuelve entonces al pro'lema de no discernir la luz del sol, creyendo que estas luces sean el mismo, comparando las luces con la verdad y la ciencia, que se parecen al sol, la +dea de -ien, pero no lo son, ya que al ver el sol es cuando vemos que no ay engao. Podemos discernir de todo lo dico la enorme inluencia de la idea del -ien en su acoplamiento inal con la Verdad, lo que dará a la iloso"a platónico un nuevo modo de idealismo que se verá relejado en la iloso"a posterior. *. Define el término "idea del bien" partiendo de la información ofrecida por el texto y complementándola con el conocimiento que tengas de la filosofa del autor. +dea de -ien& /parece una única vez en el texto, deini0ndola como lo que proporciona la verdad y la acultad de conocer. 1ás adelante, acia el inal del texto, encontramos 2naturaleza del 'ien3, que es un sinónimo claro. Entre los dos t0rminos sinónimos, ampl"a una deinición, aciendo una comparación& teniendo a la +dea de -ien como verdadera uente de sa'er& 2el 4ol3, aci0ndola superior a la verdad y la ciencia, espejos que relejan esta +dea 4uprema, que parecen serlo pero no llegan a ser verdaderamente la 5uz que ilumina plenamente. 5a iloso"a platónica se 'asa en el mundo de las +deas, la división de lo sensi'le e imperecto y lo real y verdadero, alcanza'le por la sola razón. Parece que pretende compati'ilizar el movimiento de %eráclito y el 4er de Parm0nides, dividiendo ontológicamente el mundo entre ideas y cosas sensi'les. Como cum're de su iloso"a, la Verdad del conocimiento, el 6odo, 6odo, es la +dea de -ien. Es la perección7 en la alegor"a de la
caverna la compara con el 4ol, que da la luz de la verdad a todo. %ay que destacar por encima de todo el 4er de la +dea de -ien que es lo máximamente ser, lo que es por encima de todo. +ncluso, de alguna manera piensa Platón que es lo que otorga ser a todo lo demás, que es iluminado por ella. 6odo 6odo lo que tiene ser, lo tiene por participación del 4er máximo de la +dea de -ien. 8e este modo, se puede airmar que todo es 'ueno porque participa en algún grado de la +dea de -ien. Pero la +dea de -ien solo es alcanza'le mediante la inteligencia pues es meramente +nteligi'le, lo cual signiica el valor que da Platón a lo espiritual por encima de toda la materia. 9 a la inteligencia por por encima de la sensi'ilidad, como emos sealado arri'a. 5a +dea de -ien es la culminación de la iloso"a platónica, lo que ilumina todo con su luz, lo que da origen a todo.
!. Dualismo antropológico y epistemológico e pistemológico en #latón Platón esta'lece un dualismo antropológico consistente en una clara separación entre el cuerpo y el alma. El cuerpo es material, nace y perece y, por tanto, está sujeto a la generacióny a la corrupción. 4in em'argo, el alma, al ser inmaterial, es de naturaleza inmortal y eterna, de tal modo que tiende acia la región inteligi'le, es decir, al mundo de las +deas, con las que comparte todas sus caracter"sticas caracter "sticas o, por lo menos, gran parte de ellas& es divina, inmortal e inmaterial. 6ras la muerte del cuerpo, el alma transmigra de un cuerpo a otro y sure un proceso de reencarnaciones sucesivas asta que consigue la li'eración total del cuerpo, el cual constituye como su cárcel. 8ica li'eración se consigue paulatinamente mediante el cultivo de la iloso"a y, con ella, mediante el acercamiento al mundo inteligi'le. :econocemos en todo esto la inluencia pitagórica en la concepción que Platón desarrolla acerca del alma. Empero, antes de encarnarse en el cuerpo, el alma a permanecido un tiempo en el mundo de las +deas, y en 0l a conocido la verdadera esencia de las cosas& las +deas ;eidos<7 de tal modo que en el alma existe una uella o recuerdo 'orroso de las +deas, unos conocimientos acerca de lo inteligi'le que permanecen ocultos y enmascarados por las apariencias que nos proporcionan los sentidos en el mundo sensi'le. Estos conocimientos innatos se corresponden con la teor"a de la reminiscencia de Platón ;conocer es recordar!anámnesis<, muy inluido por su maestro 4ócrates, y por la doctrina de la preexistencia del alma en el mundo inteligi'le, de'ido al proceso de reencarnación, tam'i0n deendido por los pitagóricos. El alma, según Platón, consta de tres partes& parte racional, parte irasci'le y parte apetitiva, que se corresponden con las virtudes de la sa'idur"a, la valent"a y la moderación, respectivamente. Esta división tripartita sirve para explicar los conlictos internos y las tendencias opuestas entre las que se de'ate continuamente el alma. El predominio de cada una de las tres partes del alma determina tres tipos de personalidad dierentes, paralelos a lastres clases en que, considera Platón, de'e dividirse el Estado& los ilósoos!go'ernantes, en los que predomina la parte racional y cuya virtud será la sa'idur"a7 los guardianes, en los que predomina la parte irasci'le y cuya virtud de'e ser la valent"a7 y, por último, los productores, en los que predomina la parte apetitiva o concupisci'le, y cuya virtud de'e ser la moderación de los deseos y apetitos que dominan al cuerpo. 1ientras que la mayor"a de las acultades o virtudes del alma, lo mismo que las del cuerpo, pueden adquirirse mediante el ejercicio y la práctica, la virtud o acultad del conocimiento eseterna e inmortal, como el alma. Esta acultad, mayor desarrollada en aquellos que se escogen para ser ormados en la iloso"a, permite discernir la verdad a trav0s del m0todo dial0ctico, que Platón toma en parte de su maestro 4ócrates. 8ico m0todo se 'asa en la inteligencia, dejando a un lado las creencias y opiniones, que tan sólo son apariencias que nos orecen los sentidos, a'iendo compro'ado que no son aut0nticas y verdaderas, y que por lo tanto, no corresponden al conocimiento máximo de la verdad, el cual el ilósoo es capaz de descu'rir por s" mismo, pues, de algún modo oscuro y misterioso, está ya, aunque de orma 'orrosa y conusa, dentro de su alma. :ecordándolas mediante la dial0ctica es como el alma conoce las ideas. Por otro lado, la airmación platónica de que existen ciertos conocimientos innatos en el alma umana contrasta con el empirismo que deienden los soistas ;contemporáneos de Platón<, y que se 'asan en los conocimientos adquiridos mediante la experiencia y que, por ende, de'en ser inundidos. En resumen, Platón considera que el eco de que el alma, por ser inmortal y eterna, permanezca en contacto con el mundo inteligi'le, permite el conocimiento de las +deas, que,aunque de orma oscura y 'orrosa, es innato en las personas, que son capaces de descu'rirlopor s" mismas, particularmente si se posee un alma con predominio de la parte racional so're Con respecto al dualismo epistemológico es la teor"a que explica el conocimiento dividi0ndolo en dos. Platón incurre en dualismo como modo de explicación tanto a nivel de conocimiento, como aora se verá, como tam'i0n en los otros otros niveles, cosmológico, ontológico y antropológico. 4u teor"a de las +deas puede explicarse, con las de'idas especiicaciones, en cualquiera de esos niveles. /'ordando ya la cuestión del dualismo epistemológico lo primero que ay que sealar es que el conocimiento tal y como Platón lo entiende se divide en dos& conocimiento propiamente dico y opinión. 4e conocen las ideas y se opina so're las cosas sensi'les. 9 esto es as" porque las ideas, el mundo de las ideas es el mismo siempre y a 0l solo se puede acceder mediante la inteligencia. El conocimiento, para ser verdadero conocimiento a de ser universal y necesario, es decir, válido para todo el g0nero ;universal< y que no pueda ser de otra manera ;necesario<. Eso solo es posi'le en el mundo de las +deas, que son siempre las mismas, no cam'ian y son tam'i0n origen de todas las cosas del mundo sensi'le que s" están
sujetas al cam'io, al devenir. /s" pues, con la inteligencia se pueden conocer las +deas, pero las cosas del mundo sensi'le solo son o'jeto de opinión. 9 la razón de esto último es muy clara& de las cosas cam'iantes solo se puede tener una opinión que va cam'iando con las cosas mismas. Pero cómo puede sa'erse algo del mundo de las +deas sin alguna amiliaridad con 0l. / esto responde Platón con la teor"a de la reminiscencia, que signiica =recuerdo=, como emos sealado con anterioridad. El alma umana, con motivo de la percepción sensi'le, con ocasión de ella, recuerda una estancia anterior en el mundo de las +deas. Cuando el om're presencia alguna cosa del mundo sensi'le, por ejemplo una mesa, con los sentidos o'serva su color, su tamao, su orma geom0trica pero solo sa'e lo que es, intelectualmente porque prescindiendo de todo ello =conoce= lo que es, una mesa, para lo cual no tiene ninguna relevancia si esta tiene tres, cuatro o diez patas, si su tamao es mayor o menor, o si es circular , cuadrada o rom'oidal. 5a =meseidad= es la +dea del mundo inteligi'le que el alma =re!conoce= cuando está ante la mesa sensi'le. Pero la mesa sensi'le no contiene su propia esencia ;como más tarde admitirá /ristóteles< sino que dica esencia reside en un 1undo de las +deas, trascendente a las cosas del 1undo sensi'le. /plicando lo dico en consonancia con el mito de la caverna y el s"mil de la l"nea dividida se podr"a decir además que cada uno de los dos modos de conocimiento se divide a su vez en otros dos. Es decir, el conocimiento máximo, el de las +deas propiamente dicas es o'jeto de la dial0ctica. Es la dial0ctica, situada en el extremo superior de la l"nea, la orma de llegar a conocer las +deas mismas. 1ediante la dial0ctica el ilósoo preparado será capaz de acercarse a la verdad de las +deas pasando por encima de las ipótesis del segundo segmento, o'jeto de la dianoia. 5as matemáticas están 'asadas en las ipótesis7 la 'ase inicial de la matemática como es la noción misma de =unidad= es una ipótesis puesto que unidad es algo que aplicamos a lo que deseamos en un momento dado& una c0lula, un tejido, un músculo, una pierna, un om're... . > 'ien, las mismas nociones geom0tricas se 'asan asimismo en las ipótesis de sus iguras& recta, triángulo, esera, etc.. que no existen realmente en ningún lugar7 son meras ipótesis con las que tratamos de operar como si no lo ueran. En el mito de la caverna, las +deas están uera y solo son accesi'les a aqu0l que a salido de ella con gran esuerzo intelectual. 9 como al salir de ella, se a cegado por la misma luz existente, tendrá que mirar dica luz en el relejo de las aguas ;dianoia ! matemáticas< para ir acostum'rándose poco a poco a la luz cegadora de la +dea de -ien que es lo último que será posi'le ver y que ilumina a todas las demás ideas. Esa es para Platón la única realidad& la realidad de las +deas. En el ondo de la caverna se allan los prisioneros de lo sensi'le sujetos con las cadenas de los sentidos y que no ven más que ciertas som'ras cam'iantes que no son, por tanto, nada reales. Pero los prisioneros no son conscientes de su nula li'ertad. Como están all" desde pequeos, piensan que no existe ninguna otra realidad. Cuando Platón descri'e el mito de la caverna a su disc"pulo ?laucón que piensa que esos prisioneros son muy extraos, el ilósoo le contesta rápidamente que son iguales a nosotros. 6odos estamos, en principio sujetos a lo sensi'le y ace alta que alguien nos desate de lo sensi'le, pero a la uerza, porque es tanta nuestra costum're sensorial que cuesta desarraigarse de ella. Por eso, dice Platón que alguien nos a de desatar ;educación< porque de suyo nadie por s" mismo lo ace. Ese primer segmento de la l"nea dividida es la mera imaginación que es lo más cam'iante y que var"a por tanto con enorme acilidad. El segundo segmento lo constituye la opinión sensi'le so're los o'jetos que son transportados delante de la oguera. Esa luz de la oguera es la luz de lo sensi'le, luz muy escasa pero suiciente para tener una primera opinión más ajustada a esa realidad sensi'le y cam'iante. Es una opinión "sica ! sensi'le pero todav"a no matematizada. / modo conclusión, podemos sealar que la interrelación entre los dos dualismos es más que evidente a lo largo de la trayectoria de la o'ra de Platón, y que inundirá inconta'les inluencias en la iloso"a posterior.
$%&'()*+,% D' )'-)% D' D'S$*+)'S No s$ si debo hablaros de las primeras meditaciones que hice all(, pues son tan metaf(sicas y tan fuera de lo com2n, que quiz& no gusten a todo el mundo *6/! 7in embargo, para que se pueda apreciar si los fundamentos que he tomado son bastante firmes, me veo en cierta manera obligado a decir algo de esas reflexiones! 'iempo ha que hab(a advertido que, en lo tocante a las costumbres, es a veces necesario seguir opiniones que sabemos muy inciertas, como si fueran indudables, y esto se ha dicho ya en la parte anterior% pero, deseando yo en esta ocasión ocuparme tan sólo de indagar la verdad, pens$ que deb(a hacer lo contrario y rechazar como absolutamente falso todo aquello en que pudiera imaginar la menor duda, con el fin de ver si, despu$s de hecho esto, no quedar(a en mi creencia algo que fuera enteramente indudable! 8s(, puesto que los sentidos nos enga9an, a las veces, quise suponer que no hay cosa alguna que sea tal y como ellos nos la presentan en la imaginación% y puesto que hay hombres que yerran al razonar, aun acerca de los m&s simples
asuntos de geometr(a, y cometen paralogismos, juzgu$ que yo estaba tan expuesto al error como otro cualquiera, y rechac$ como falsas todas las razones que anteriormente hab(a tenido por demostrativas% y, en fin, considerando que todos los pensamientos que nos vienen estando despiertos pueden tambi$n ocurr(rsenos durante el sue9o, sin que ninguno entonces sea verdadero, resolv( fingir que todas las cosas, que hasta entonces hab(an entrado en mi esp(ritu, no eran m&s verdaderas que las ilusiones de mis sue9os! #ero advert( luego que, queriendo yo pensar, de esa suerte, que todo es falso, era necesario que yo, que lo pensaba, fuese alguna cosa% y observando que esta verdad: ;yo pienso, luego soy<, era tan firme y segura que las m&s extravagantes suposiciones de los esc$pticos no son capaces de conmoverla, juzgu$ que pod(a recibirla sin escr2pulo, como el primer principio de la filosof(a que andaba buscando! DESCARTES. =47">17 =0 @A'=! #81' 43
1. Sintetiza las ideas del texto mostrando en tu resumen la estructura argumentativa o expositiva desarrollada por el autor. /. Define el término 0verdad y "creencia" partiendo de la información ofrecida por el texto y completándola con los conocimientos que tengas de la filosofa del autor. ! +edacción2 3a duda metódica en la filosofa y en la moral cartesiana. 4 $omenta brevemente cualquier aspecto del pensamiento del autor del texto que 5uzgues importante en alguno de estos sentidos2 por su relación con otros filósofos6 con 7ec7os 7istóricos relevantes 8especialmente si son coetáneos del autor o tienen relación con su vida9 o con rasgos significativos del mundo contemporáneo.
1. Sintetiza las ideas del texto mostrando en tu resumen la estructura argumentativa o expositiva desarrollada por el autor. 8/ #untos9. Este texto constituye un ragmento de la cuarta parte de 2El discurso del 10todo3 y ace reerencia principalmente a la duda metódica, as" como el proceso que sigue en esta y la consecuencia última de dico proceso. 4e trata de un texto argumentativo puesto que podemos encontrar en 0l tres argumentos de la iloso"a cartesiana y entre ellos, el más importante, el punto de partida por el cual podrá construir el ediicio del conocimiento, el amoso 2Cogito ergo sum3. Estos argumentos son& El primer argumento pertenece a la segunda máxima de la moral provisional de 8escartes. 4e puede localizar en las l"neas @ y $. /irma que es necesario mantenerse irme y re suelto en las decisiones que tomemos y en las opiniones que sigamos, aunque dudemos de su certeza. El segundo argumento se trata de la duda metódica, a trav0s de la cual 8escartes recazará las distintas ormas del conocimiento, la sensi'le y la inteligi'le, con el o'jetivo de llegar a una primera verdad induda'le que sea punto de partida de su iloso"a. Esta duda es un instrumento para re'atir as" el escepticismo, llegando a la primera verdad undamental. El tercer argumento es punto de partida de todo el conocimiento verdadero. 4e trata del amoso 2Pienso, luego existo3 por el que 8escartes descu're por intuición que el pensar es consecuencia y relación de existir, y como 0l duda, 0l piensa y por tanto concluye que 0l existe. 8e esta orma a llegado a la primera verdad, que se presenta como evidente ;clara y distinta<. 6ras a'er analizado los distintos argumentos podemos dar paso a la estructura ormal del texto. El texto puede dividirse as" en # partes dierenciadas en reerencia a los # argumentos previamente explicados. )A parte& ;asta la l"nea $<. Podemos nom'rarla como la introducción al carácter meta"sico del texto y da pie al primer argumento, la segunda máxima de la moral provisional. / partir de esto, comienza la duda metódica ya que aora 'usca alcanzar la verdad y no simplemente salir de la parálisis de la inactividad. *A parte& ;asta la l"nea )$<. %ace reerencia a la duda metódica explicada anteriormente, es decir el proceso por el que recaza las distintas ormas de conocimiento para quedarse únicamente con un principio induda'le, E5 9>.
#A parte& ;asta el inal del texto<. Consiste en el descu'rimiento de la primera verdad, el 2Cogito3, y a partir de la cual desarrollará toda su iloso"a. Constituye la primera verdad universal y se presenta como evidente, es decir, clara y distinta. / modo de conclusión podemos sealar que es un texto argumentativo y se divide en tres partes correspondientes a cada argumento y trata de la duda metódica, clave para la iloso"a cartesiana.
/.Define el término 0verdad y 0creencia partiendo de la información ofrecida por el texto y completándola con los conocimientos que tengas de la filosofa del autor. 8/ puntos9. El t0rmino 2verdad3 se localiza en las l"neas B y )B mientras que el de 2creencia3 únicamente en la . /m'os son undamentales en la iloso"a cartesiana y están muy interrelacionados. !2VE:8/83&;aleteia< 5a verdad según el texto es algo cierto e induda'le, es decir, ni el más esc0ptico podr"a derri'arla. En este texto la única verdad clara y distinta que reconoce 8escartes es 2yo pienso luego existo3 y la toma como principio de su iloso"a.Con este t0rmino 8escartes ace reerencia al o'jetivo del m0todo y de la iloso"a. /l indagar so're la verdad, 'usca el conocimiento que se presenta como induda'le y de orma evidente, es decir de orma clara y distinta. Este es el criterio de verdad de 8escartes a partir del cual evolucionará en el conocimiento asta la demostración de la realidad extramental. El proceso que seguirá para llegar asta la verdad primero es el de la duda metódica, por la que recaza las ormas del conocimiento que presenten me presenten dudas, llegando as" al 2cogito ergo sum3. / partir de la relación entre verdad y realidad podrá demostrar la existencia del mundo. El m0todo podemos decir que es la erramienta indispensa'le para alcanzar la verdad. ! 2C:EEDC+/3 ;pistis<& es el tipo de conocimiento en un grado muco menor que el de la certeza. 5as creencias pueden ser verdad o no. Cuando lo sean se trataran de certezas mientras que cuando se presenten como dudas de'en ser recazadas ;por la duda metódica< por la posi'ilidad de alsedad en ellas. Con la duda metódica, 8escartes analiza todos los elementos de su creencia que a adquirido asta la eca y descartará todo lo dudoso para quedarse con lo claro y lo distinto, esto es, lo evidente. 5a interrelación que existe entre los dos t0rminos es clara. 5a creencia, en un primer estado de plena su'jetividad, puede ser verdadera o no. / trav0s del criterio de verdad, presente en el m0todo y aplicado en la duda metódica, sa'remos cuales de esas creencias son verdad al ser evidentes y as" tomarlas como 'ase del conocimiento.
!. +'D*$$,:(2 la duda metódica en la filosofa y en la moral cartesiana. 8; puntos9. 5a duda metódica cartesiana consiste en la aplicación del m0todo de 8escartes para poder alcanzar una verdad universal y undamental que sirva de 'ase del conocimiento y de la realidad. Esta duda metódica se expone en la +V parte de 2El discurso del m0todo3 y es posterior a la moral provisional cartesiana. Para entender la duda metódica ca'e preguntarse cuestiones como& qu0 proceso sigue en la duda metódicaF, qu0 consecuencias tendráF, qu0 relación tiene con la moralF... / continuación expondr0 el proceso metódico de duda que sigue 8escartes, los pro'lemas y soluciones que produce y su relación con la moral provisional del 8iscurso +++. 5a duda metódica surge como orma de re'atir el escepticismo y poder ayar una verdad evidente en la que undamentar su iloso"a. Para conseguirlo, Cartesius se pone en la piel del esc0ptico y duda de todo conocimiento adquirido asta la eca. 8e esta orma, y siguiendo el criterio de verdad, podrá descartar todas las ideas que presenten duda y quedarse únicamente con las claras y distintas e incapaces de ser sujeto de discusión con los esc0pticos. En primer lugar, duda del conocimiento sensi'le, aquel que proviene de la experiencia y por la actuación de los sentidos. 5os sentidos me engaan mucas veces y por lo tanto no ay nada que me lleva a pensar que no lo agan siempre y por tanto son dudosos. Con este argumento demuestra que no nos podemos iar de la apariencia de lo que perci'imos por medio de los sentidos. Por otra parte, como no podemos distinguir la vigilia del sueo, no nos podemos iar de la existencia de lo perci'ido sensorialmente. En segundo lugar, duda so're el conocimiento inteligi'le ;matemáticas y
geometr"a< Este, en un principio, parece ser verdadero pues es exacto y supera la prue'a del sueo, sin em'argo surge el pro'lema de la duda iper'ólica, por la que un genio maligno nos engaar"a aci0ndonos creer que este conocimiento es verdadero cuando no lo es. Esta duda causada por el 8ios engaador es poco pro'a'le pero posi'le y en consecuencia dudamos, por tanto de'e ser descartada. Ginalmente, se da cuenta que está dudando y que por consiguiente esta pensando. Por medio de la intuición perci'e que entre pensamiento y existencia ay una relación necesaria y que por tanto concluye que como 0l piensa, existe. 4e trata del 9>, el sujeto pensante, puro pensamiento. / ra"z de esto surge el pro'lema del solipsismo, el cual 'usca contrargumentar por medio de la existencia de la realidad extramental. 4eguidamente, comienza la ase deductiva por la que 'usca clasiicar los conocimientos en tipos de idea y estas se construyen de la siguiente manera& ideas adventicias, acticias e innatas. 5as ideas adventicias provienen de los sentidos, por tanto no puedo iarme de ellas. 5as ideas acticias provienen de la propia imaginación y por tanto, tampoco son ia'les. Ginalmente, se encuentra con las ideas innatas , que son propias de la naturaleza del om're. Estas de'en de a'er sido puestas en nosotros por un ser superior. / partir de estas ideas, 'usca la demostración de la existencia de 8ios y consiguientemente la demostración de la realidad extramental para salir, de esta orma, del solipsismo. 5a relación existente entre la duda metódica y la moral de 8escartes es muy simple y puede explicarse de manera temporal. 8escartes desarrolla una moral provisional puesto que es necesaria para evitar la inactividad. 9o puedo dudar de todo, suspender mi juicio pe ro no puedo paralizar el o'rar, por lo tanto esta moral responde al o'jetivo de servir de gu"a en el comportamiento de manera provisional asta que termine con la duda metódica y pueda allar la verdad y certeza y as" desarrollar una moral deinitiva. Pero en este terreno nada tiene que acer la duda metódica puesto que no es posi'le dejar de o'rar ni dejarlo para despu0s, como reconoce el mismo 8escartes al comienzo del texto. 4ealar asimismo que, en 2El discurso del m0todo3 la moral se localiza en el cap"tulo +++ mientras que la duda metódica en el +V, y podemos decir as" que la precede. 8e esta orma se concluye que la moral provisional será vigente asta el momento en que 8escartes desarrolle una nueva 'asada en la verdad. En conclusión, la duda metódica es una parte undamental de la iloso"a de 8escartes pues implica el descu'rimiento de la primera verdad, a trav0s de la cual desarrollará el conocimiento y podrá demostrar la realidad extramental. Pero esa misma duda metódica no se aplica a la moral puesto que el mismo 8escartes recaza la duda en el actuar& no actuar es pecar de omisión, caer ciertamente en la pereza pues siempre ay que acer alguna cosa. :ecordar asimismo que esa moral la escri'e 8escartes con carácter provisional, aunque nunca llegó a desarrollar la deinitiva.
27 MODELOS DE PREGUNTAS CUATRO.
1. D'S$*+)'S < #3*):(. +'3*$,:( '()+' S= >,3%S%>?*. S,&,3,)=D'S < D,>'+'($,*S. Considero adecuado comparar los planteamientos ilosóicos de Platón y 8escartes porque entre am'os existen similitudes y dierencias en tres sentidos& epistemológico, ontológico y antropológico. 8esde el punto de vista epistemológico podemos sealar tres similitudes y tres dierencias. 6anto Platón como 8escartes son autores idealistas7 es decir, creen que las +deas son la 'ase del conocimiento. 4in em'argo, mientras que para Platón las ideas an existido siempre, para 8escartes son producto del razonamiento. En segundo lugar, am'os autores deienden la existencia de ideas innatas. Platón justiica esto a'lando del conocimiento como reminiscencia. 5as ideas existen desde siempre y el alma las conoce, pero al entrar en contacto con el cuerpo olvida este conocimiento que, a trav0s de la educación, recupera. 8escartes, en cam'io, cree que las ideas innatas son connaturales a la propia razón, orman parte de ella, y por eso no ve necesario justiicar su existencia a'lando de la reminiscencia. En tercer lugar, am'os autores descon"an de los sentido s y creen que solo el conocimiento racional nos permite alcanzar la ciencia. 4in em'argo, Platón es o'jetivista, porque cree que las ideas tienen una existencia o'jetiva mientras que 8escartes es su'jetivista, porque su'raya la importancia del sujeto en el conocimiento. 8esde el punto de vista ontológico, existe una dierencia entre am'os autores en lo que respecta a la importancia que le dan al mundo exterior. 8escartes cree que ay tres sustancias& alma, mundo y 8ios. El mundo, la sustancia extensa, tiene una categor"a importante y es real, 'asándonos en la 'ondad divina. Platón, en cam'io, cree que el mundo sensi'le es solo una copia imperecta que imita y participa de las +deas. 8esde el punto de vista antropológico, am'os tienen una concepción dualista del ser umano. El ser umano es un compuesto de alma y cuerpo. 4egún 8escartes alma y cuerpo se unen en la glándula pineal. 4egún Platón, cada parte del alma se localiza en algún lugar del cuerpo y el alma racional, la sustancia pensante de 8escartes, tiene una categor"a superior al resto. Valoración actual 5a actualidad del pensamiento cartesiano es evidente en dos aspectos& la importancia que el autor concedió a las matemáticas y la sospeca de que el mundo que creemos como real no sea más que una ilusión de los sentidos. En cuanto a la primera idea ca'e decir que a partir de 0l el conocimiento de las cosas se a conseguido cuant"icándolas. 5o real se identiica con lo matematiza'le, asta el punto de que oy en d"a la e en la ciencia a sustituido a la e en 8ios. 5o más actual en este sentido es el valor de la inormática oy. El uncionamiento de los ordenadores se toma como modelo del uncionamiento de la mente umana. %oy a'lamos del mundo digital, un mundo en el que todo se rige por la lógica, en el que toda deducción es perecta. En cuanto a la segunda idea ca'e decir que el desarrollo tecnológico y los avances en astronom"a nos pueden llevar a pensar si nuestro mundo o nuestra realidad no es más que un su'mundo ante otra realidad desconocida. Esta idea a inspirado la literatura y cine actual, en el que podemos destacar t"tulos como El soH de 6ruman, 1atrix o la espaola /'re los ojos.
/ (,')@S$A' < #3*):( El pensamiento de Dietzsce ;s. I+I< se caracteriza por ser un vitalismo irracionalista que contrasta con un modo distinto de conce'ir la realidad, como es el caso del idealismo racional de Platón ;s. V!+V a. C.<. /lgunos rasgos comunes con Platón& J El estilo literario de am'os autores con un estilo po0tico expresado mediante el uso de mitos y metáoras como recursos didácticos. J 5a deensa del sentido aristocrático de la existencia aunque desde perspectivas muy dierenciadas. En el caso de Platón es una aristocracia del conocimiento ;el 'ueno es sa'io< y en el caso de Dietzsce de una aristocracia de los creadores de nuevos valores ;los que se reairman, moral de seores<. J Cr"tica a la democracia, como sistema pol"tico, y los igualitarismos& Para Platón es una mala orma de go'ierno porque go'iernan lo que no sa'en, los maleducados. 1ientras que para Dietzsce, que critica la cultura occidental, es una muestra de la moral de esclavos al tomar unos valores e intentar aplicárselos a todos negando la voluntad de poder y sus creatividad.
4us dierencias son& J El o'jetivo de sus iloso"as& Platón recurre al 2mito de la caverna3 para poner de maniiesto que son muy pocos los que tienen acceso al conocimiento de la aut0ntica realidad ;el 1undo de las +deas< y que de'en ser esos los que go'iernen pol"ticamente. Dietzsce critica los comúnmente considerados valores de la cultura occidental, de origen platónico, al considerarlos dogmáticos, decadentes y viciados en su origen por su empeo de instaurar la racionalidad a toda costa siendo el error de la cultura occidental. J Platón y Dietzsce representan dos modos antit0ticos de conce'ir cualquier dimensión de la realidad dierenciados en el arte y la cultura griega como dos uerzas contrapuestas El esp"ritu apol"neo representa los valores de la razón, luz, proporción, equili'rio, perección, 'elleza y serenidad. El intelectualismo moral se deine como& 2razón K virtud K elicidad3. El esp"ritu dionisiaco representa los valores de la vida, ecundidad, uerza instintiva y pasional, rene s" sexual, la música excitante, lo caótico y desmesurado. Diega la razón y acepta los impulsos vitales. Dietzsce elige la vida en vez de la razón y construye& 2vida K instinto K elicidad3. J Estos modos de conce'ir la realidad están estrecamente relacionados con el concepto verdadero conocimiento de cada uno& Platón con su dualismo ontológico coloca la verdad que es universal, a'soluta e inmuta'le en el mundo de las ideas que caliica de real y no en el mundo sensi'le que es caliicado como aparente. Dietzsce, en cam'io cree que no ay conocimiento porque el mundo está en continuo cam'io ;devenir<, recazando el dualismo ontológico y la razón como medio para alcanzar la verdad, y tan solo podemos experimentar. Expone que no existe una única verdad sino que cada uno tiene una interpretación de la vida que depende de la voluntad de poder, el cuerpo y su salud ;perspectivismo< /m'os an tenido una gran inluencia en el pensamiento ilosóico posterior y am'os an tratado con proundidad pro'lemas todav"a actuales condicionando el estilo de vida de la sociedad.
!. +elación entre #latón y Descartes. 3as ,deas innatas2 Platón y 8escartes son dos autores que, aunque muy alejados en el tiempo mantienen en algunos aspectos similitudes aprecia'les. 4ealaremos solamente una& ! 5os dos autores necesitan de las conocidas como 2ideas innatas3. 4in em'argo, eso no signiica que las comprendan del mismo modo pues Platón mantiene la realidad de las +deas en un mundo aparte, si 'ien, el om're por reminiscencia las puede conocer, aún con diicultad. 4egún el auto r griego, el om're las a'r"a conocido en una vida anterior y aora las reconoce, no son nuevas para 0l. En 8escartes, las ideas innatas se encuentran únicamente en la mente del sujeto y no tienen las mismas caracter"sticas que en Platón. En el racionalista ranc0s, las ideas innatas están puestas por 8ios en el om're y son como predisposiciones según las cuales 0ste puede conocer. Podemos llegar a las ideas innatas porque en la mente umana no solo existen ideas adventicias ;de uera< o acticias ;a'ricadas< sino que encontramos otras que no podemos sa'er de ellas sino únicamente entender que sin ser nosotros los autores, sin em'argo, están a" en nosotros. 4e reiere 8escartes a las ideas de ininito, de perección de las cuales no podemos ser nosotros 2responsa'les3 pues no somos ni ininitos ni perectos. 6ampoco las podemos o'tener de una realidad que no es perecta ni ininita, por tanto, no tenemos más remedio que atri'uir a 8ios su origen. Dada de esto último ay en Platón aunque seguramente alguno estar"a dispuesto a suponerlo. 6odo el pro'lema que intentan resolver tanto Platón como 8escartes es cómo puede ser posi'le un conocimiento desde la nada puesto que a'itualmente conocemos algo nuevo por comparación a algo ya conocido. Por ejemplo, podemos sa'er lo que es una ce'ra si decimos que es un ca'allo con rayas. Pero si no sa'emos nada de nada es imposi'le poder entender algo. 8e aqu" parte pues la necesidad de plantear unas ideas primigenias, innatas a partir de las cuales comenzar a conocer. 9 no parece posi'le tener esas ideas sin más ni más puesto que el conocimiento umano tiene algo de divino.
4. +elación entre #latón y *ristóteles. 1ucas son las dierencias y semejanzas ilosóicas entre Platón y /ristóteles, algo maniiesto, ya que Platón ue su maestro. Esta controversia es proclamada tanto por el pupilo de Platón, pues airma que es amigo del mismo, pero que lo es más de la verdad, como por otras personas, tales como el pintor :aael, qui0n en su o'ra 25a escuela de /tenas3 representa al creador de la academia sealando al cielo ;mundo de las ideas<, mientras que su pupilo apunta alrededor ;ilemorismo<. 5a mayor dierencia entre estos ilósoos es suscitada por la meta"sica. Platón airma que lo único que es real es lo inmuta'le, y únicamente conci'e como tal a las ideas, seres reales de otro mundoLPor consiguiente lo cam'iante a de ser algo, no tan real, como las ideas. /ristóteles no conci'e la
existencia de un mundo extraterrenal, y por eso desarrolla otra teor"a meta"sica 'asándose en la existencia de dos tipos de movimiento. Existe e l movimiento o cam'io accidental que modiica cualidades de un ente y el cam'io su'stancial que modiica la esencia del ente. Con esto podemos ya comprender su alternativa meta"sica, llamada ilemorismo. Esta teor"a dice que un ente está ormado por unas cualidades o accidentes y una su'stancia o esencia. Es decir, que /ristóteles cree en unas ideas 2terrenales3 llamadas esencia, que conorman cada ente, junto con unas posi'les cualidades dependientes de la esencia del ser. >'viamente estos ilósoos, por otra parte, coinciden en varias cosas, por ejemplo am'os con"an en la existencia de un ser superior, Platón pensó en un demiurgo que esculpió el mundo con el perecto modelo de las ideas, pero con la caótica materia. /ristóteles induce a un motor inmóvil primero, que es la causa del movimiento existente y de la creación. Ml mueve pero, como e dico no puede ser movido o cam'iado, porque si no de'er"amos 'uscar otro ser inmóvil. /simismo, am'os consideran que la persona es socia'le por naturaleza, porque un individuo solitario no es perecto y necesita la complementación con un semejante. 5os dos creen que la retórica es una erramienta daina y tiránica que no 'usca el 'ien común sino el propio. /m'os piensan tam'i0n que ay una verdad única y a'soluta, muy relacionada con el 'ien y la justicia, o lo que es lo mismo, ay una universalidad en el mundo, en lo que ellos disputan, como ya expliqu0. -ásicamente la discusión trata de dilucidar en qu0 mundo y dónde se encuentra esta universalidad, en el terrenal o en de las ideasL
;. 3* +'3*$,:( #3*):(#*+&B(,D'S Parm0nides de Elea, ilósoo que vivió en tre los siglos V+ y V a.C., es un reerente undamental de la iloso"a de Platón. Parm0nides es llamado a veces el 2ilósoo de la +dentidad3 porque deend"a que nada cam'ia en realidad& que el mundo ;el 4er, como 0l lo denomina en t0rminos meta"sicos< es siempre igual a s" mismo. En otras pala'ras& a pesar del cam'io, de la transormación que o'servamos a nuestro alrededor en el mundo material, existe siempre una esencia inmuta'le e incam'ia'le de las cosas. Esta esencia es lo aut0nticamente real, mientras que aquello que cam'ia, que nace y muere, que se corrompe, es puramente accidental, imperecto e insustancial. Con respecto al conocimiento, Parm0nides distinguió dos v"as de acceso& 26a Pros 8oxan3& la v"a de la opinión, que equivale al conocimiento sensi'le, de las cosas materiales y cam'iantes. Este conocimiento no merece siquiera ese nom're. En realidad es simple opinión, simple sa'er so're lo imperecto. 8ado que depende en gran parte de los sentidos, además, es un conocimiento equ"voco, pues los sentidos nos engaan continuamente. 5a otra v"a de acceso, 26a Pros /leteian3 es la v"a de la verdad. Esta v"a, según Parm0nides, da acceso al aut0ntico conocimiento, al conocimiento racional, el que se o'tiene por puro ejercicio del intelecto sin apoyo sensorial. 5a v"a de la verdad conduce al conocimiento del 4er, de lo que no cam'ia, de lo único aut0nticamente real. Por la v"a de la verdad el ilósoo llega al conocimiento de lo perecto y lo inmuta'le& lo que es siempre igual a s" mismo. Pues 'ien, tanto en la concepción del 4er como una esencia permanente e incam'ia'le como en la consideración de las dos v"as de acceso al conocimiento, encontramos que Platón compartió puntos de vista con su antecesor. En cuanto a lo prime ro, recordemos que Platón sostiene que lo único real son las +deas o Gormas, y que 0stas son, como el 4er de Parm0nides, inmuta'les, eternas y perectas& modelos puros de las cosas sensi'les. 9 que a'itan en un mundo, e l de las +deas, accesi'le sólo por el intelecto, por la razón sin apoyo de los sentidos. En cuanto al conocimiento, la distinción parmen"dea entre v"a de la opinión y v"a de la verdad ue adaptada por Platón en su dualismo epistemológico. Platón distingue, igual que Parm0nides, entre la doxa u opinión ;conocimiento de lo sensi'le, lo cam'iante y lo imperecto< y la epistemeo conocimiento cient"ico ;el conocimiento de los o'jetos matemáticos y las ideas<, conocimiento verdadero so're lo que jamás cam'ia& el mundo de las ideas.
C. #latón y *ristóteles en función del siguiente esquema2 4emejanzas& ).5a sa'idur"a como virtud. *.Conexión 0tica!pol"tica 8ierencias&
).Voluntarismo rente a intelectualismo moral. *.Empirismo rente al desprecio de los sentidos. #.+nexistencia de un 'ien separado. ;el 'ien como telos< Comenzando con las semejanzas, ca'e decir que tam'i0n para /ristóteles es la sa'idur"a una virtud. /ristóteles esta'lece una distinción entre virtudes morales y virtudes intelectuales, y una de las intelectuales es precisamente la sa'idur"a. Con todo, como veremos más adelante, /ristóteles se muestra cr"tico respecto al intelectualismo moral. 5a sa'idur"a es una virtud, pero no la más importante, y tampoco causa suiciente para llegar a ser eliz ;más importante es, a este respecto, la prudencia<. 4" ay que decir, sin em'argo, que en la iloso"a aristot0lica aparece una valoración positiva del conocimiento, lo cual tam'i0n se deja ver en la pol"tica. 4in em'argo ay un sentido distinto, pues la sa'idur"a no implicar"a necesariamente un pereccionamiento moral del ser umano ;más importante ser"a, por ejemplo, ormar un á'ito de o'rar 'ien imitando a los om'res prudentes<, es decir, el om're no se ace más justo por medio del conocimiento. Para terminar de matizar esta aproximación, a'r"a que decir que en la concepción de la elicidad aristot0lica va a jugar un papel muy importante el conocimiento. Entre todos los modelos que /ristóteles considera, piensa que será eliz aquel que lleve una vida contemplativa ;interesada por el conocimiento< acompaada de virtud y de los suicientes 'ienes externos. /s", el conocimiento ;quizás por inluencia platónica< tendr"a un peso espec"ico en la eudaimon"a ;elicidad< aristot0lica. Nna segunda aproximación es la conexión entre 0tica y pol"tica. Para Platón el que conociera la +dea de -ien esta'a preparado para desenvolverse adecuadamente en su vida privada y en la vida pú'lica. Por otro lado, la 0tica y la pol"tica aparecen directamente conectadas, no sólo por la sa'idur"a entendida como virtud, sino por la división en clases sociales ;con sus respectivas virtudes, análogas a las partes del alma<. 6am'i0n para /ristóteles la 0tica y la pol"tica van estar "ntimamente relacionadas. 4i el in del modelo de polis platónico es producir una ciudad justa ;y el in de la 0tica es lograr que el individuo sea justo<, la 0tica y la pol"tica de /ristóteles estarán conectadas por la idea de la elicidad. 5a 0tica de /ristóteles trata de orecer, entre otras cosas, un modelo de elicidad para el ser umano, lo que le lleva a a'lar, necesariamente, de la pol"tica, pues el individuo sólo podrá ser eliz dentro de la polis. Esta coimplicación entre 0tica y pol"tica ;y el importante papel del 2'ien3 en am'as disciplinas< es sin lugar a dudas un punto en común entre la 0tica y la pol"tica de /ristóteles y Platón, que tanto diieren en otros aspectos. 5a primera de las dierencias que vamos a comentar, es la cr"tica al intelectualismo moral de 4ócrates. Para el ilósoo de Estagira, no piensa que 'aste con sa'er que es el 'ien para acerlo. 5os deensores del intelectualismo moral ;como 4ócrates y Platón en sus primeros diálogos< se olvidan de que, además de sa'er qu0 es el 'ien, ay que querer acerlo. 5a voluntad desempea una unción indispensa'le en el o'rar umano, y el intelecto por s" mismo no es suiciente para o'rar 'ien. /ristóteles es consciente de que puede a'er gente que aga el mal con intención, porque quiere acer el mal, y estos son precisamente los om'res viciosos, los acostum'rados a errar, a acer las cosas mal. 4e inicia as" lo que a dado en llamarse voluntarismo aristot0lico. Nna segunda dierencia, aora en el terreno del conocimiento, es la cr"tica al 2intelectualismo3 o 2racionalismo3 platónico. Como sa'emos por el s"mil de la l"nea, el conocimiento más valioso será la dianoia y la ciencia, es decir, la intelección. Do sólo esto sino que el conocimiento sensi'le es despreciado pues puede ser un o'stáculo en el proceso de conocimiento ;por ejemplo, los soistas no llegan al conocimiento de la verdad por estar 2encerrados3 en el conocimiento sensi'le, inseguro, relativo...<. Grente a esto, /ristóteles valora positivamente la experiencia sensi'le como una uente de conocimiento válido, a partir del cual el intelecto puede construir el deseado conocimiento universal. Por tanto, la concepción del conocimiento de Platón y /ristóteles es prácticamente opuesta. / este respecto, ay tam'i0n otras dierencias& mientras que Platón deiende la existencia de conocimientos innatos ;teor"a de la reminiscencia< /ristóteles es un claro representante de la corriente opuesta, y deiende que el ser umano nace sin ningún tipo de conocimiento previo. Nna 'uena muestra de estas divergencias en las ormas de conocimiento, lo podemos ver en las ciencias más próximas a am'os sistemas& mientras que Platón entiende la matemática como el conocimiento más cercano a la ciencia ;Kconocimiento de +deas<, /ristóteles es considerado el undador de la 'iolog"a, y estuvo toda su vida interesado en el conocimiento de los procesos naturales. Por último, ay una dierencia undamental en el concepto de 'ien. /ristóteles critica la teor"a de las +deas platónica, y deiende que el 'ien no puede estar separado de la realidad a la que pertenece. En la 0tica aristot0lica el 'ien de cada ser el conce'ido como el t0los, es decir, el in que la cosa tiende a realizar. Nn ser vivo es 2'ueno3 cuando cumple con el 'ien que le es propio. /ristóteles considera que al duplicar el mundo Platón a duplicado los pro'lemas y que su solución no es realmente eicaz. Por eso conci'e un 'ien no trascendente a las cosas, sino inmanente a ellas, un 'ien teido de consonancias 'iológicas ;otra muestra del peso de esta ciencia en el pensamiento aristot0lico<, pues no en vano toma de la 'iolog"a la idea de t0los. 5a concepción del 'ien aristot0lica ser"a, en este sentido opuesta a la platónica, negándose cualquier posi'ilidad de trascendencia, y tratando de solucionar los pro'lemas de la realidad desde la realidad misma, sin acudir a una tercera instancia.
Para terminar, ca'e su'rayar la importancia del pensamiento platónico. Do sólo tiene el valor de ser el primer ilósoo occidental en construir un sistema completo, sino que su inluencia a lo largo de la istoria del pensamiento es evidente& as" se recuperarán algunas de sus ideas en la edad media ;/gust"n de %ipona<, en la modernidad ;racionalismo cartesiano<, y en algunas ormas de idealismo alemán, por no mencionar su recuperación en terrenos como la 0tica, donde 4celer y %artman entienden los valores al modo en que Platón entend"a las +deas. 4u vigencia, tam'i0n parece, por ello, indiscuti'le. 4us o'ras siguen siendo o'jeto de nuevas lecturas y nuevas interpretaciones, y aunque pudiera parecer o'soleto en teor"a del conocimiento, sus ideas siguen citándose al tratar de undamentar ciencias ormales como la lógica o la matemática. O.! +elación entre los pitagóricos y #latón 5a inluencia de la escuela pitagórica se releja en el lema de la /cademia platónica& =Dadie entre aqu" que no sepa geometr"a=, con el que reconoce el extraordinario valor de las matemáticas. Pitágoras piensa que =los números son la esencia de todas las cosas=. Platón, en cam'io, considera que las matemáticas son una erramienta para alcanzar el conocimiento de las ideas, que son la verdadera esencia. 5as matemáticas pertenecen al mundo inteligi'le, ya que no se ocupan de lo material, y permiten al alma acercarse a las ideas, como se o'serva en el s"mil dela l"nea). El ormalismo pitagórico tam'i0n lo encontramos en Platón& =la realidad no está en sus componentes, s" en su proporción=. 8ico de otro modo, la pregunta acerca del origen de la naturaleza, la pysis, no de'e centrarse en dilucidar de qu0 componentes materiales an surgido las cosas, sino en plantearse cuál es la orma o estructura de las cosas, su proporción. Pitágoras conci'e la naturaleza como un cosmos, una totalidad ordenada a partir de relaciones num0ricas. Platón, en cam'io, traslada a las ideas ese principio organizador que el pitagorismo asigna al número. :especto a la dualidad cuerpo!alma, Platón cree, al igual que Pitágoras, que el cuerpo es una cárcel para el alma, que de'erá li'erarse de esta prisión y puriicarse mediante el conocimiento. 4iguiendo la tendencia m"stico!religiosa de Pitágoras, conci'e la vida como un lugar de tránsito, un camino de puriicación, en el que emos de li'erarnos de las pasiones y servidum'res del cuerpo para ascender, mediante la dial0ctica, a una vida trascendente, al mundo de las ideas. /simismo, Platón considera que el ser umano es un ser escindido, ruto de una unión accidental y =contra natura= entre un alma inmortal y un cuerpo material y mortal. 6am'i0n ace suya la teor"a pitagórica de la reencarnación al airmar que el alma inmortal vaga de cuerpo en cuerpo asta culminar ese proceso de puriicación que le permita llegar a su destino, el ám'ito de lo inteligi'le. /demás, según Platón, el alma a preexistido en ese mundo de las ideas y luego se a encarnado en un cuerpo, =olvidando= con ello los conocimientos previamente adquiridos. Por eso, dice Platón, en su teor"a de la reminiscencia, que conocer es recordar.
.!+elación entre Aeráclito y #latón %eráclito de Meso ;$@@ a.C @@ a.C<. 1urió unos BQ aos antes de que viviera Platón, quien conoció su iloso"a gracias a Cratilo, que ue el disc"pulo de %eráclito. %eráclito es conocido por su airmación 2todo luye3, que todo cam'ia y nada permanece. Es decir, comparándolo con la corriente de un r"o, se reiere a que 2no se puede entrar dos veces en el mismo r"o, pues quienes se meten en 0l se sumergen siempre en aguas distintas3 e incluso el que se mete en el agua es, a la vez, distinto tam'i0n. Viene diciendo pues, que todo en el universo va cam'iando, nunca es lo mismo. Para %eráclito el universo es una luca de contrarios. Cada cosa tiende a transormarse en su opuesto7 el r"o en calor, el calor en r"oL es decir, lo que aora ay nace de la destrucción y muerte de lo que antes a'"a.
%eráclito sosten"a que lo cam'ios continuos en la naturaleza se producen siempre conorme a una 5ey Nniversal ija y eterna, que denomino 5ogos, del cual, su conocimiento es accesi'le a la razón umana. Platón entendió tam'i0n que la realidad "sica es algo evanescente, no permanente, todo cam'ia y no ay nada esta'le. Platón extrajo la conclusión de que es imposi'le alcanzar un conocimiento verdadero y cierto de la realidad, puesto que de lo que cam'ia no puede a'er realidad cierta. Es decir, Platón airma que todas aquellas realidades del mundo "sico y material que perci'imos por los sentidos umanos, es imposi'le tener un conocimiento totalmente verdadero, puesto que como airmó %eráclito todo cam'ia permanentemente. Platón acepta la airmación de %eráclito, no o'stante discrepa por el motivo de que estando todo en constantes cam'io, no pueda a'er un conocimiento verdadero de esos o'jetos. Pero puesto que cuando los empezamos a conocer, cam'ian, se o'tendr"a la conclusión de que la verdad cam'iar"a a cada instante. Pero si la verdad cam'iara, no ser"a verdad. Platón por su parte, airma que de'en existir ciertas realidades que no cam'ien y que permanezcan eternamente esta'les e id0nticas a s" mismas. 8e a", Platón empieza a ormular la teor"a de las +deas, que airma la existencia de ciertas realidades inmateriales, únicas, inmuta'les, eternas, a'solutas, trascendentes, separadas del mundo "sico, no accesi'les a los sentidos pero s" a la inteligencia, y separados de las cosas sensi'les y de las opiniones umanas. 4er"a en ese 1undo de las +deas dónde ca'r"a la posi'ilidad de la verdad y del conocimiento. /ún con enormes diicultades Platón sostiene que ese acceso es posi'le al menos a una inteligencia preparada para ello y con el uso de la dial0ctica.
.#latón y *ristóteles. Compararemos, tanto para ijar parecidos como dierencias a Platón con /ristóteles. Comencemos con los parecidos& 5a existencia de la esencia& para am'os pensadores existe algo universal que supera la contingencia de las cosas materiales y que de alguna orma sirve como reerente para todas ellas, uniicándolas en una sola. Es lo que Platón llamará +dea y /ristóteles orma. /irmación de la verdad& como consecuencia de lo anterior, para am'os ilósoos existe tam'i0n la verdad, como algo exterior y ajeno al sujeto, con lo que criticar"an el relativismo de los soistas. 5a verdad, para Platón y /ristóteles, se reiere precisamente al universal del que a'lá'amos antes, y esto permanece siempre uera del poder de persuasión de los soistas, que ni con el más soisticado de los recursos lingR"sticos podr"an mostrar como also lo que es verdadero y puede ser conocido como tal. Como consecuencia de lo anterior, am'os comparten una concepción uerte del conocimiento, algo que se aprecia incluso en el texto propuesto en el examen. 5o que se pretende decir con esto es que el conocimiento y la educación tienen una unción uman"stica, como queda 'ien claro en el propio mito de la caverna. /lgo que, para /ristóteles, será un deseo natural de todo ser umano, tal y como advierte en el inicio de la meta"sica. %ay una coincidencia vital en am'os ilósoos& los dos empearon 'uena parte de su vida en la docencia, undando una escuela propia. Por de'ajo está el parecido ilosóico& am'os airman que el conocimiento ace li'res a los seres umanos, y que es una de sus máximas aspiraciones. Visión muy distinta, por cierto, de la que ten"an los soistas, que entend"an el conocimiento como algo instrumental, orientado al 0xito social y la ganancia económica. Estos parecidos no impiden que aya importantes dierencias entre am'os autores. 4igamos con el ilo del último parecido& si 'ien los dos valoran la importancia uman"stica de la enseanza, será muy distinta la que se cultive en el 5iceo de /ristóteles respecto a la que se impart"a en la academia. 8e nuevo nos puede servir un eco 'iográico, en este caso de /ristóteles, para tomar conciencia de la dierencia& a la muerte de Platón, la academ"a cayó en manos de Espeusipo, su so'rino, que proundizó en la investigación de la matemática y la a'stracción. Por el contrario, la enseanza aristot0lica esta'a muco más orientada a la realidad, otorgando un valor muy importante a la o'servación. :elacionado con esto, ay una gran dierencia entre am'os autores& idealismo rente a realismo. Para Platón, el mundo material es desprecia'le y no es posi'le encontrar verdad alguna en el mismo, pues este es por deinición puro cam'io. Por el contrario, /ristóteles deenderá el valor de la materia, asta el punto de pasar a la istoria como el undador de la 'iolog"a, la ciencia de los seres vivos. %ay verdad en la vida y en lo concreto, viene a decirnos /ristóteles, y la realidad mate rial es digna de estudio. 9 para terminar con las dierencias, una concepción muy distinta del conocimiento& el racionalismo platónico
no ace 'uenas migas con el empirismo aristot0lico. 1ientras que el undador de la academia está uertemente inluido por los pitagóricos y entenderá las matemáticas como una de las ciencias más importantes, el ilósoo de Estagira, valorará muy positivamente el conocimiento sensi'le, un punto de partida imprescindi'le. /lgo que les llevará a disentir tam'i0n e n el tema del innatismo& la airmación platónica de las ideas innatas a trav0s de la tesis de la reminiscencia será criticada muy duramente por /ristóteles, para que el que no ay conocimiento innato.
1E.#latón y los sofistas. Platón recaza la teor"a mantenida por los soistas que airma'a que es imposi'le conocer la naturaleza. Platón reaccionó ante este escepticismo@ y sostuvo que era posi'le alcanzar la verdad. Para conseguirlo, ay que ir más allá de los datos que nos orecen los sentidos, porque lo que perci'imos a trav0s de ellos son sólo las apariencias de las cosas. 4in em'argo, detrás de las apariencias de las cosas se encuentran las esencias. / pesar de esta dura cr"tica a los soistas Platón está de acuerdo en una de sus teor"as que, incluso, incorporó a su sistema. Esta teor"a es la teor"a de la percepción de Protágoras. Para Protágoras, el om're no perci'e las cosas como son, sino tal como se le aparecen a 0l a trav0s de los sentidos. Para Protágoras la percepción solo nos proporciona opiniones su'jetivas que son válidas únicamente para la propia persona que perci'e y en el momento en que perci'e. Con algunos retoques y matizaciones, Platón cree que esta concepción es válida respecto al conocimiento del mundo sensi'le, mundo de la apariencia o mundo de la simple opinión ;doxa<. Do o'stante, para Platón s" que se puede conocer el ser verdadero de las cosas perci'idas en virtud de otra acultad& la razón. 5a razón es capaz de proporcionar otro tipo de conocimiento más elevado so're las esencias existentes en el mundo de las ideas& la ciencia ;episteme<. Grente a la costum're soista de dar discursos, Platón propone el diálogo como m0todo de 'úsqueda de la verdad, y le exige al alumno su participación activa. Platón d iscrepa con el escepticismo de los soistas, porque este niega rotundamente el conocimiento y para Platón, 0ste s" es posi'le. Critica tam'i0n su relativismo que airma que existen mucas verdades dierentes so're las mismas cosas, y que 0stas dependen del sujeto que las utilice, porque para Platón existen verdades a'solutas, que son las ideas. /demás, el relativismo ace imposi'le la enseanza y la verdad a'soluta, cuestión esta a la que Platón no está dispuesto a renunciar.
11.Sócrates y #latón. 5a inluencia del maestro 4ócrates en Platón es constante a lo largo de mucos de sus diálogos. %ay dos temas undamentales que eredó Platón de su maestro& la teor"a socrática de los conceptos universales y el m0todo dial0ctico como instrumento para llegar al aut0ntico conocimiento. 4ócrates, a dierencia de los soistas, sost iene que existe un tipo de sa'er universal, válido en igual medida para todos. Este sa'er universal es el que proporcionan los conceptos universales. Estos conceptos se adquieren a trav0s de nuestra actividad intelectual porque 4ócrates airma que en las distintas percepciones que tenemos de cualquier cosa, por ejemplo, la 'elleza, existen ciertos elementos comunes que constituyen su esencia. Estos elementos comunes pueden ser expresados mediante los conceptos universales. En esto consiste, precisamente el conocimiento cient"ico. 9 para llegar a dicos elementos comunes el m0todo apropiado es el m0todo dial0ctico o el diálogo. Platón nos a dejado multitud de ejemplos que siguen el m0todo socrático en varios de sus diálogos, por ejemplo, en el 1enón. En esta o'ra, 4ócrates empieza declarando que no sa'e qu0 es la virtud y pregunta a su interlocutor si tiene alguna idea al respecto. Entonces 1enón, su interlocutor, le da una primera deinición. 4in em'argo, 4ócrates se muestra sólo parcialmente satiseco y, por tanto, sigue planteando más preguntas. 8e esta orma, su interlocutor se ve o'ligado a responder, a'lando más, mientras que 4ócrates dirige la conversación para que quede patente, inalmente, lo inadecuado de la primera deinición, que modiica la primera. Pero de nuevo 4ócrates le anima a introducir nuevos elementos de consideración y a proponer otras deiniciones más completas y ajustadas.
1/. D'S$*+)'S '( $%()+*#%S,$,:( *3 ',+,S&%. El :acionalismo y el Empirismo son dos corrientes ilosóicas nacidas entre el siglo IV++ y IV+++ en Europa. El Empirismo se desarrolló principalmente en las islas 'ritánicas mientras que el :acionalismo en Europa continental. 4us dierencias radican en lo undamental y am'as se centran en la epistemolog"a. En primer lugar, el :acionalismo nace con 8escartes y t iene tam'i0n como grandes exponentes a 5ei'niz y 4pinoza. 4e undamenta en que el conocimiento parte del razonamiento y la desconianza total en los sentidos. Ntilizan el modelo anal"tico!deductivo de las matemáticas y creen en las ideas innatas, como 'ase de su iloso"a. Critican el empirismo en cuanto que no es vivi'le puesto que lleva a un escepticismo destacado y que su 'ase se contradice pues por los sentidos no se puede conocer que los sentidos son el único medio ia'le para alcanzar la verdad. Por otra parte, el empirismo nace con %ume y es desarrollado por ilósoos como 5ocSe y -erSeley. 4e undamenta en el conocimiento sensi'le, es decir a partir de la experiencia y recaza la razón como orma de conocimiento de'ido a que se 'asa en la imaginación y en la especulación en el vac"o. 8escartan por completo las ideas innatas y es tomado principalmente de la "sica, es decir, el modelo inductivo, de lo particular a lo general. En conclusión, el empirismo y el racionalismo se relacionan en sus o'jetivos epistemológicos, especialmente en la creación de m0todos para las ciencias y para la iloso"a. 4in em'argo se dierencian en lo undamental, la 'ase de su conocimiento que radica en completas dierencias en sus procesos metodológicos para alcanzar la verdad.
1!. +elación entre Descartes y #latón 1ucas son las semejanzas ilosóicas entre Platón y 8escartes. 4o're todo el pensamiento análogo de estos autores se vio relejado en que am'os podr"an ser clasiicados como racionalistas e idealistas, pero tam'i0n estos ilósoos discrepan en algunos puntos de la iloso"a como veremos a continuación. 5a mayor paridad entre 8escartes y Platón se 'asa so're todo en el racionalismo, los dos ponen la uente de conocimiento en la razón y descon"an de los sentidos, puesto que nos engaan y no demuestran la realidad de las cosas. /demás am'os son dos autores que deend"an el dualismo del om're, constituido de dos principios a'solutamente eterog0neos, alma y cuerpo, y para am'os, el alma es el lugar donde reside la verdad y el cuerpo la uente de nuestros errores. >'viamente estos ilósoos, por otra parte, dier"an en algunas cosas, por ejemplo, a dierencia de Platón que airma que el alma es de naturaleza ideal y preexistente al cuerpo, 8escartes alega que el alma es el pensamiento. Esta dierencia nos conduce a otra oposición que reside en la concepción de idea, para Platón las ideas tienen una realidad separada, una existencia real uera de m", mientras que para 8escartes son contenido mental, están en el pensamiento. /simismo Platón y 8escartes, a pesar de sus dierencias y semejanzas, son dos de los pensadores más relevantes de dos etapas vitales de la iloso"a7 la /ntigRedad y la 1odernidad respectivamente.
14. +'3*$,%('S '()+' 3* >,3%S%>?* D' D'S$*+)'S < #3*):(. El proyecto ilosóico de 8escartes se construye en torno a la sola razón, a un modelo de razón que parece excluir el ám'ito de los sentidos. En este sentido Platón y 8escartes vienen a coincidir en su alta de aprecio por el testimonio de los sentidos, que en el primero nunca pueden ser o'jeto de verdadera ciencia y en el segundo nunca pueden orecernos la seguridad de la certeza. Coinciden tam'i0n am'os autores en su valoración del conocimiento matemático, aunque am'os manejaran distintas concepciones matemáticas. En eecto, para Platón, las matemáticas tienen un valor propedeútico, es decir, que su carácter a'stracto preparan al om're para la captación intelectual de las ideas, siendo además la realidad inmediatamente inerior a la de las ideas. Para 8escartes, las matemáticas orec"an el mejor ejemplo de cómo usar adecuadamente la razón, es decir, su m0todo era el mejor reerente para razonar con orden y seguridad, de a" que 8escartes las tomara como modelo a la ora de esta'lecer las reglas de su m0todo y de ellas extrajera su valoración de la intuición y la deducción como las operaciones undamentales que puede realizar la razón para conocer. 6ampoco ay que olvidar que 8escartes cultivó activamente las matemát icas y que a 0l se de'en algunos descu'rimientos importantes en el campo de la geometr"a anal"tica, por ejemplo. 6am'i0n encontramos en am'os autores un recazo a cualquier planteamiento que pusiera en
duda el poder de la razón para poder conocer la realidad, recazo a la so"stica y a sus m0todos en Platón, y recazo al escepticismo en 8escartes. /m'os se preocuparon por esta'lecer los m0todos adecuados de conocimiento que la razón de'"a usar7 as", en Platón, el m0todo dial0ctico es descrito como el camino, ascendente y descendente, para conocer las ideas y su relación con las cosas sensi'les, y en 8escartes la cuestión metodológica ocupa en su iloso"a un lugar capital, pues proveernos de un 'uen m0todo es asegurarnos que el error será más impro'a'le, que el camino acia la verdad estará más despejado si procedemos ordenada y metódicamente. 6am'i0n podemos apreciar cierta coincidencia en am'os auto res a la ora de explicar el carácter de la verdad. Para Platón, las ideas se pueden captar por intuición intelectual sin recurrir al testimonio de los sentidos, es decir, el alma puede reconocer en s" misma estas verdades que ya contempló en otra existencia y este carácter innato de la verdad excluye el eco de que 0sta se descu'ra para poder conce'irla como existente, a la vez que sólo otorga al mundo sensi'le el papel de 2despertador3 del alma para que pueda iniciarse tal proceso. Para 8escartes, la existencia de ideas innatas como las del cogito tam'i0n se alla por medio de la intuición intelectual y estas verdades tam'i0n son connaturales al propio dinamismo y carácter de la razón. 6anto Platón como 8escartes mantuvieron concepciones dualistas a la ora de explicar al om're, en Platón tal dualismo está revestido de un carácter m"stico y moral puesto que es el cuerpo el culpa'le de que el alma no pueda encaminarse adecuadamente acia las ideas y, por tanto, acia la salvación del om're. En 8escartes, el dualismo alma! cuerpo es el resultado de su concepción de la sustancia y resulta pro'lemático puesto que en el om're se da la conjunción de dos sustancias con atri'utos radicalmente distintos y que parecen interactuar de un modo poco convincente. 8e a" que una de las delicadas erencias del pensamiento cartesiano uera precisamente el pro'lema de la 2comunicación de las sustancias.3 4in em'argo, estos autores diieren en dos aspectos undamentales& en su concepción del t0rmino 2idea3 y en el papel que otorgan a las cosas y al sujeto de conocimiento. En Platón, la idea es una cosa realmente existente que el om're puede conocer, el conocimiento consiste pues en relejar el orden natural de las cosas!ideas. Por el contrario, en 8escartes la idea es una concepción mental que representa en la mente a alguna realidad exterior a ella y nuestro conocimiento siempre lo es a trav0s de ideas, nunca lo es directamente de las cosas. /demás, 8escartes inaugura en la istoria de la iloso"a el su'jetivismo, es decir, a partir de 8escartes e l papel protagonista en el proceso del conocimiento ya no va a recaer en las cosas y sus relaciones sino en el sujeto y su modo de conocer, la iloso"a deja de ser realista u ontolog"a para convertirse en su'jetivista o epistemolog"a ;teor"a del conocimiento<. Valoración& Valorar la uella y repercusión del planteamiento platónico es una tarea compleja pues Platón a marcado gran parte de la istoria de la iloso"a y, por tanto, de toda nuestra cultura. El gran m0rito de Platón, aunque para otros como Dietzsce suponga todo lo contrario, es a'erse mostrado insatiseco con el testimonio de los sentidos y a'er tratado de dar razón, de explicar lo que vemos y perci'imos. 9 el recurso a la razón como medio para investigar y explicar la realidad es aún oy una tarea en marca, pues, a pesar de los pesares, lo que distingue al om're es su capacidad de 'uscar respuestas a las preguntas que racionalmente se va ormulando. 9 esto es especialmente más urgente en unos tiempos como los nuestros, en los que se acusa a la razón de todos nuestros males y en los que un also y supericial edonismo, unido a unas uertes dosis de engao y superstición, impregna todos los ám'itos de nuestra existencia. 5os soistas del siglo II+ son todos aquellos que, con el "ndice de las audiencias en la mano, se reúnen para dar al pue'lo lo que 0ste, dicen, les pide, ni siquiera argumentan sus posturas, son directamente los 2int0rpretes de la voluntad popular3... /s" pues, los ecos de la caverna platónica resuenan aún en nuestros d"as con luces más ulgurantes, pero tam'i0n alsas y espeluznantes. El idealismo, como actitud que pone por encima las ideas, que cree irmemente en su poder de transormación de la realidad, es tam'i0n una clara erencia que emos reci'ido de Platón. /l menos, siempre nos ca'e la posi'ilidad de pensar que el mundo puede ser trasormado puesto que no aceptamos la verdad injusta que se nos presenta como un eco insalva'le. El sueo utópico de Platón, aunque oy seamos más conscientes de las pesadillas que pueden encerrar algunos sueos, resulta 'astante atractivo por mostrar su distancia cr"tica con lo que llamamos realidad. Por ello, 5a :epú'lica a sido o'jeto de múltiples estudios e interpretaciones a la par que modelo, a su vez, de otros proyectos utópicos. En el ragmento que emos comentado se releja la preocupación platónica por encauzar adecuadamente la educación. Nna de las posi'les lecturas de la :epú'lica es la de ver en la o'ra todo un programa educativo ideado por Platón como alternativa a los males de su tiempo. 9 0ste es un tema de 'astante actualidad, pues esa preocupación por cómo de'e ser la educación, qu0 contenidos de'en ser o'jeto de aprendizaje y estudio y qu0 m0todos son los idóneos para tal in es oy o'jeto de un vivo de'ate en nuestra sociedad. /s", es a'itual que, ante cualquier pro'lema social ;drogas, violencia, marginación, etc.<, se recurra a la necesidad de que la educación pueda prevenir y moldear tales conductas pro'lemáticas, del mismo modo que se ace depender de la calidad educativa la sociedad en la que se vive. En deinitiva, gran parte de nuestra cultura a quedado proundamente marcada por el mensaje platónico, el cual, además, está expuesto de una manera muy 'ella y sugerente a trav0s de sus diálogos, mucos de ellos reorzados con la introducción de mitos ;como el amoso 2mito de la caverna3<, eco que viene a constatar tanto la calidad literaria de Platón como su empeo en que su mensaje uera entendido.
1;. 'l problema de los universales visto por Descartes. 8esde la Edad 1edia, mucos ilósoos se cuestiona'an la naturaleza o esencia de los llamados universales, conceptos o ideas. Es decir quer"an conocer, entre otras cuestiones 2dónde3 se localiza'an estos universales, si lo que vislum'ra'an en la naturaleza exterior con los sentidos era lo que correspond"a con la realidad como airma'an los posteriores empiristas, si lo que razona'an e intelig"an con su pensamiento era lo ia'le y verdadero, como dec"an los racionalistas, si simplemente lo único que era real se encontra'a en otro mundo dierente y 2lejano3, como concluyen los platónicos o incluso si esta'an expuestos realmente en la naturaleza externa pero nuestra razón y sentidos no nos desvela'an completamente su esencia, sino que sólo una pequea parte. En esta disputa de los universales, u'o una escisión entre católicos del 1edioevo, los que asegura'an que el conocimiento era a posteriori, y que por tanto, con los sentidos pod"an perci'ir la verdad, si razona'an lo sentido en la inteligencia. 8e eco un claro ejemplo ue 4anto 6omás de /quino, qui0n aseguró, por ejemplo la existencia de 8ios a trav0s de unos argumentos, como el de causalidad última ;muy aristot0lico< que caracteriza'an a los sentidos como uente válida de conocimiento, aunque no única, puesto que lo sentido a'"a de se procesado por la razón, posteriormente. Por otro lado esta'an los que no ve"an ia'les los sentidos y que preer"an la razón como única erramienta de conocimiento. Ellos eran los seguidores del a priori. Nno de sus ejemplos ue el argumento ontológico de 4an /nselmo de Canter'ury ;más platónico<. El pro'lema ormulado se a'"a decantado más por el conocimiento del dominico, pero 8escartes, entonces, propone de nuevo el conocimiento a priori, el que sólo conci'e la veracidad y exactitud de la razón, lo que ocurr"a es que 8escartes no le atri'uye a la razón el conocimiento de todos los universales. Es decir, la razón sólo conoc"a, según qu0 universales, únicamente los universales relativos a las mediciones y a las matemáticas reerentes al mundo 2extensi'le3, las evidencias ciertas y verdaderas, pero puramente a'stractas 2pensantes3 ;pienso luego existo< o las verdades alladas a partir del m0todo, ninguna más. /s" 8escartes esta'lec"a el m0todo para apreender y conocer, y el conocimiento a priori, como el único ia'le si se a utilizado el m0todo, o'viamente.
1C. 'mpirismo racionalismo Do a'lamos de inluencias sino de distintas maneras de llegar al conocimiento entre 8escartes, máximo representante del racionalismo, y la segunda gran corriente ilosóica del siglo IV++ y IV+++, el empirismo. 8e'emos entender que son soluciones alternativas o maneras dierentes de resolver pro'lemas. Do surge una a ra"z de la otra, sino que las dos surgen en espacios geográicos distintos& J racionalismo, Europa continental ;8escartes, 4pinoza, 5ei'niz< cuyos principios son la razón como uente del conocimiento, conocimiento que se undamenta en las ideas innatas ;sin experiencia<, y necesidad de ela'orar un m0todo deductivo ;siendo modelo las matemáticas que acen que lleguemos a la verdad<7 J empirismo, en las islas 'ritánicas ;5ocSe, -erSeley, %ume< cuyos principios son la experiencia como uente del conocimiento, el ser umano no posee ideas innatas, as" que lo primero que conoce es por la experiencia, y el m0todo a seguir es el inductivo, tomando como 2'ase3 el m0todo de la "sica. /m'as parecen contrarias pero plantean el mismo pro'lema, la ?noseolog"a o Epistemolog"a ;teor"a del conocimiento<, y consideran como pro'lema undamental la cuestión del m0todo. 5o único que podemos ver es que plantean los mismos pro'lemas pero con respuestas dierentes, que no quiere decir que no sean complementarios, como ocurrirá con Tant. 1F.Descartes y el mundo contemporáneo. +ntroducción.! Uuizá el aspecto de la iloso"a de 8escartes que mayor relevancia tenga con ecos importantes del mundo contemporáneo sea su propuesta moral. /lgunos de sus preceptos recogidos en las normas de la moral provisional, adaptados a las circunstancias vitales del momento, pueden seguir teniendo vigencia como reerentes de acción en la vida de las personas en la actualidad. 5as máximas de 8escartes Nno de los preceptos de la Primera 1áxima, el de seguir como gu"a, opiniones y conductas moderadas, es un principio moral que se de'e ejercitar para evitar los excesos que en cualquier ám'ito vital ;ideolog"asL< pueden ser perjudiciales a nivel personal y social. 6am'i0n en este mundo nuestro de la apariencia, o'servamos a diario como algunos de los personajes pú'licos y otros de nuestros entorno o'ran de modo distinto a lo que dicen ser y creer, de a" lo que dice 8escartes de ijarnos en lo que acen y no en lo que dicen ;los demás<, es 'uena erramienta para descu'rir las personas que verdaderamente son.
5a 4egunda 1áxima tam'i0n recoge una recomendación muy útil en nuestra existencia7 se pretende minimizar las consecuencias negativas que pueden llegar a tener los errores en las decisiones de nuestra vida. 4e trata de que cuando, ante un dilema o una situación llena de incertidum're, adoptemos la decisión que consideremos más conveniente7 aunque no ayamos acertado, no de'emos arrepentirnos porque la decisión se adoptó con la mejor intención. 5a 6ercera 1áxima se contempla una recomendación muy útil. 6rata de que, para evitar tormen tos, limitemos nuestros deseos y aspiraciones a aquello que entre dentro del ám'ito de nuestras posi'ilidades y que aceptemos como algo inevita'le lo que agamos que se nos acople a nosotros de modo necesario7 solo as" lograremos la tranquilidad para llegar a la elicidad. /ca'ando, la Cuarta 1áxima nos orece un precepto y que puede ser igualmente recomenda'le a la ora de elegir 'ien en un aspecto tan importante de la vida como es el la'oral. Elegiremos aquella ocupación en la que desarrollaremos mejor nuestra vida proesional. 8espu0s de ver las diversas ocupaciones de 8escartes nos recomienda elegir aquella que mejor se ajuste a nuestras capacidades, gustos y preerencias.
1G.Descartes. &odernidad y posmodernidad. 5a iloso"a de 8escartes se plantea un interrogante undamental& Podemos alcanzar algún conocimiento a'solutamente indu'ita'le y evidenteF 5a respuesta que desde el pensamiento del propio 8escartes podr"a ser la siguiente& !El individuo en soledad, en la casi desesperada tarea de encontrar un suelo irme en el que acer descansar sus convicciones. Esta es la pretensión de la iloso"a de 8escartes. El resultado de este aán se concentra en la rase =pienso, luego existo=. Con ella 8escartes expresa el descu'rimiento de una verdad incuestiona'le, pero tam'i0n un ám'ito nuevo de lo real& la su'jetividad individual autoconsciente. 8escartes inaugura as" una nueva 0poca& la 1odernidad, con sus pretensiones revolucionarias de autonom"a de la :azón. Como de'e ser un sujeto capaz de acoger la verdad plenaF / esta pregunta responder"a 8escartes teóricamente& =no un cuerpo, s" una mente, una su'stancia no extensa, transparente a su propia mirada, sin recovecos ni onduras=. Pero esta nueva realidad la alcanza 8escartes mediante la =duda metódica=, que inevita'lemente lleva a =perder el mundo=. Perder el mundo implica entonces la soledad radical ;solipsisimo< que se revela inacepta'le, pero qu0 acer para =salir= de la propia mente acia lo otro ;la Daturaleza, las otras personas...<. /qu" ya no valdrá la inmanencia como undamento de la certeza, y tendrá que ser 8ios el garante de este salto que supone volver al mundo perdido pero imprescindi'le. 6oda la iloso"a moderna se desenvuelve en este nuevo escenario al que nos orzó 8escartes& la mente descu'ri0ndose a s" misma y justiicando mediante la acción de su propio pensamiento el conocimiento y el ser. Pero todo ello desde la dudosa ragilidad& y si los mecanismos de la acción del conocer descansaran más en lo sensorial que en lo racional ;%ume<, o no uese posi'le trascender la propia su'jetividad ;Tant<, o si el sujeto que realmente protagoniza la verdad no uera el individuo concreto o emp"rico sino El 4er mismo ;%egel
1. Huan #ablo ,, y la filosofa de $artesius En el terreno puramente racionalista, la istoria de la iloso"a moderna se inicia con 8escartes, quien, por as" decido, desgajó el pensar del existir y lo identiicó con la razón misma& Cogito, ergo sum ;YPienso, luego existoZ<. Uu0 distinta es la postura de santo 6omás, para quien no es el pensamiento el que decide la existencia, sino que es la existencia, el esse, lo que decide el pensarW Pienso del modo que pienso porque soy el que soy... 8escartes no sólo marca el comienzo de una nueva 0poca en la istoria del pensamiento europeo, sino tam'i0n este ilósoo, que ciertamente está entre los más grandes que Grancia a dado al mundo, inaugura
el gran giro antropoc0ntrico en la iloso"a. YPienso, luego existoZ es el lema del racionalismo moderno. 6odo el racionalismo de los últimos siglos tanto en su expresión anglosajona como en la continental con el Santismo, el egelianismo y la iloso"a alemana de los siglos I+I y II asta %usserl y %eidegger puede considerarse una continuación y un desarrollo de las posiciones cartesianas. El autor de [1editationes de prima pilosopia\, con su prue'a ontológica, nos alejó de la iloso"a de la existencia, y tam'i0n de las tradicionales v"as de santo 6omás. 6ales v"as llevan a 8ios, Yexistencia autónomaZ, +psum esse su'sistens ;Yel mismo 4er su'sistenteZ<. 8escartes, con la a'solutización de la conciencia su'jetiva, lleva más 'ien acia la pura conciencia del /'soluto, que es el puro pensar7 un tal /'soluto no es la existencia autónoma, sino en cierto modo el pensar autónomo& solamente tiene sentido lo que se reiere al pensamiento umano7 no importa tanto la verdad o'jetiva de este pensamiento como el eco mismo de que algo est0 presente en el conocimiento umano. Dos encontramos en el um'ral del inmanentismo y del su'jetivismo modernos. 8escartes representa el inicio del desarrollo tanto de las ciencias exactas y naturales como de las ciencias umanas según esta nueva expresión. Con 0l se da la espalda a la meta"sica y se centra el oco de inter0s en la iloso"a del conocimiento. Tant es el más grande representante de esta corriente. 4i no es posi'le acacar al padre del racionalismo moderno el alejamiento del cristianismo, es di"cil no reconocer que 0l creó el clima en el que, en la 0poca moderna, tal alejamiento pudo realizarse. Do se realizó de modo inmediato, pero s" gradualmente. En eecto, unos ciento cincuenta aos despu0s de 8escartes, compro'amos cómo lo que era esencialmente cristiano en la tradición del pensamiento europeo, se a puesto ya entre par0ntesis. Estamos en los tiempos en que en Grancia el protagonista es el +luminismo, una doctrina con la que se lleva a ca'o la deinitiva airmación del puro racionalismo. 5a :evolución rancesa, durante el 6error, derri'ó los altares dedicados a Cristo, derri'ó los cruciijos de los caminos, y en su lugar introdujo el culto a la diosa :azón, so're cuya 'ase ueron proclamadas la li'ertad, la igualdad y la raternidad. 8e este modo, el patrimonio espiritual, y en concreto el moral, del cristianismo ue arrancado de su undamento evang0lico, al que es necesario devolverlo para que reencuentre su plena vitalidad. 4in em'argo, el proceso de alejamiento del 8ios de los Padres, del 8ios de Xesucristo, del Evangelio y de la Eucarist"a no trajo consigo la ruptura con un 8ios existente más allá del mundo. 8e eco, el 8ios de los de"stas estuvo siempre presente7 quizá estuvo tam'i0n presente en los enciclopedistas ranceses, en las o'ras de Voltaire y de Xean!Xacques :ousseau, aún más en la [Pilosopiae naturalis principia matematica\ de +saac DeHton, que marcan el inicio de la "sica moderna. Este 8ios, sin em'argo, es decididamente un 8ios uera del mundo. Nn 8ios presente en el mundo aparec"a como inútil a una mentalidad ormada so're el conocimiento naturalista del mundo7 igualmente, un 8ios operante en el om're resulta'a inútil para el conocimiento moderno, para la moderna ciencia del om're, del que examina sus mecanismos conscientes y su'conscientes. El racionalismo iluminista puso entre par0ntesis al verdadero 8ios y, en particular, al 8ios :edentor. Uu0 consecuencias trajo estoF Uue el om're ten"a que vivir dejándose guiar exclusivamente por la propia razón, como si 8ios no existiese. Do sólo a'"a que prescindir de 8ios en el conocimiento o'jetivo del mundo de'ido a que la premisa de la existencia del Creador o de la Providencia no serv"a para nada a la ciencia , sino que a'"a que actuar como si 8ios no existiese, es decir, como si 8ios no se interesase por el mundo. El racionalismo iluminista pod"a aceptar un 8ios uera del mundo, so're todo porque 0sta era una ipótesis no compro'a'le. Era imprescindi'le, sin em'argo, que a ese 8ios se le colocara uera del mundo. *Q.! Nietzsche y la actitud de la humanidad en lo que respecta al gregarismo. El mundo actual podr"a dividirse en dos tipos de personas en lo que respecta a este punto de vista. 5os que siguen a todos los demás y los que son independientes del resto. 5a iloso"a nietzsceana considerar"a claramente mejor a los segundos, pues se parecen más al superom're. Estos son más li'res, espontáneos, creativos, caracter"sticas propias de u na voluntad de poder uerte. /ctualmente se podr"an incluir en este grupo los tra'ajadores autónomos y todo aquel que quiere vivir una vida independiente y creativa y que no se dejan go'ernar por nadie y lucan contra los demás para o'tener un posición ventajosa. En cam'io los gregarios son aquellos que tienen una voluntad de poder d0'il, los que actúan a la deensiva, los que no deienden sus instintos y co'ardemente quieren aniquilar sus pasiones porque las juzgan vergonzosas. Entre este último colectivo de om'res gregarios se podr"an incluir los cristianos ;que Dietzsce desprecia<,
que amando la caridad son en realidad co'ardes, no son capaces de atacar a los demás y desprecian la violencia. El mismo Xesús dijo a sus seguidores 2sed mansos y umildes de corazón3. Esto a Dietzsce lo desprecia por encima de todo pues 0l cree que las personas de'en ser uertes, violentas, espontáneas, li'res y no como un 'uey que tira de un arado para acer lo que le mandan y no actúa li'remente. Nna vida independiente es una vida que tiene la posi'ilidad de ser convertida en o'ra de arte personal. En un mundo en el que unos quieren someter a otros en aras de la paz y el orden no se sentir"a 'ien Dietzsce. Ml preiere un dominio del verdaderamente uerte que no tiene que explicar nada ni razonar la conveniencia de algo. 6oda dependencia es despreciada por nuestro autor. >riginalidad, por avor.
/1. $omparación entre autores2 (ietzsc7e y &arx Compararemos a Dietzsce con 1arx, esta'leciendo los parecidos y dierencias más relevantes en las iloso"as de am'os. Comenzamos por los puntos en común& ).5a cr"tica a la razón& como se a expuesto en la pregunta anterior, la razón es para Dietzsce una negación de la vida y la voluntad, por lo que siempre producirá conceptos vac"os, meras ilusiones a las que los seres umanos conceden credi'ilidad y valor, asta el punto de que terminan regulando su vida, pues preieren 2creerse3 racionales antes de asumir la initud y el a'surdo de la vida. Por su parte, 1arx airmará que aquello que se presenta como racional en realidad es una maniestación de los intereses de la 'urgues"a. En este sentido, se podr"a decir que para am'os autores la razón es un gran ca'allo de 6roya, que lleva dentro de s" intereses, pasiones, deseos, que distan muco de ser tan racionales como pretenden. 2.5a cr"tica a la religión& Dietzsce es uno de los grandes ateos de la istoria, y asi lo demuestra en /s" a'ló ]aratustra, o'ra en la que anuncia la muerte de 8ios. Este concepto implica asumir la p0rdida de sentido, el eterno retorno, la repetición incesante de la naturaleza y la istoria. 8ios, en este sentido, encarna la negación de todos los valores nietzsceanos, pues niega la vida al prometer una recompensa ultraterrena inexistente. 8ios implica un sacriicio y una renuncia personal incompati'le con la iloso"a de Dietzsce, y estos valores serán tam'i0n recazados por el marxismo, para el que la religión y el concepto de 8ios desempean una unción ideológica& al prometer la vida eterna, la religión está lanzando impl"citamente un mensaje pernicioso para la dinámica social, invitando a los creyentes a no lucar contra la explotación que suren, pues serán recompensados por ella despu0s de la muerte. 3.5a cr"tica a la moral& si ya en /s" a'ló ]aratustra propone Dietzsce la transmutación de los valores, la cr"tica a la moral alcanza su máximo desarrollo en 5a genealog"a de la moral. El diagnóstico de Dietzsce es claro& la moral occidental es ruto de la venganza y la imposición de las clases más d0'iles de la sociedad so're los mejores, a los que se o'liga a vivir según unos valores que no les pertenecen ni les caracterizan. 5a moral aristocrática de los seores se a visto sustituida por la moral de la compasión y el perdón, propia de los esclavos, siendo 4ócrates y Xesucristo los principales responsa'les de esta inversión que termina negando los valores propios de la vida. Por su parte, 1arx tam'i0n criticará a'iertamente la moral, pues es un elemento más dentro de la superestructura, y está destinada a legitimar el statu quo. El capitalismo se justiica en unción de principios morales tan asentados como el respeto a la propiedad privada, que algunos entienden incluso como un dereco natural. **.! (,')@S$A' < #3*):( El pensamiento de Dietzsce ;s. I+I< se caracteriza por ser un vitalismo irracionalista que contrasta con un modo distinto de conce'ir la realidad, como es el caso del idealismo racional de Platón ;s. V!+V a. C.<. /lgunos rasgos comunes con Platón& J El estilo literario de am'os autores con un estilo po0tico expresado mediante el uso de mitos y metáoras como recursos didácticos. J 5a deensa del sentido aristocrático de la existencia aunque desde perspectivas muy dierenciadas. En el caso de Platón es una aristocracia del conocimiento ;el 'ueno es sa'io< y en el caso de Dietzsce de una aristocracia de los creadores de nuevos valores ;los que se reairman, moral de seores<. J Cr"tica a la democracia, como sistema pol"tico, y los igualitarismos& Para Platón es una mala orma de go'ierno porque go'iernan lo que no sa'en, los maleducados. 1ientras que para Dietzsce, que critica la cultura occidental, es una muestra de la moral de esclavos al tomar unos valores e intentar aplicárselos a todos negando la voluntad de poder y sus creatividad. 4us dierencias son& J El o'jetivo de sus iloso"as& Platón recurre al 2mito de la caverna3 para poner de maniiesto que son muy pocos los que tienen acceso al conocimiento de la aut0ntica realidad ;el 1undo de las +deas< y que de'en ser esos los que go'iernen pol"ticamente. Dietzsce critica los comúnmente considerados valores de la
cultura occidental, de origen platónico, al considerarlos dogmáticos, decadentes y viciados en su origen por su empeo de instaurar la racionalidad a toda costa siendo el error de la cultura occidental. J Platón y Dietzsce representan dos modos antit0ticos de conce'ir cualquier dimensión de la realidad dierenciados en el arte y la cultura griega como dos uerzas contrapuestas El esp"ritu apol"neo representa los valores de la razón, luz, proporción, equili'rio, perección, 'elleza y serenidad. El intelectualismo moral se deine como& 2razón K virtud K elicidad3. El esp"ritu dionisiaco representa los valores de la vida, ecundidad, uerza instintiva y pasional, rene s" sexual, la música excitante, lo caótico y desmesurado. Diega la razón y acepta los impulsos vitales. Dietzsce elige la vida en vez de la razón y construye& 2vida K instinto K elicidad3. J Estos modos de conce'ir la realidad están estrecamente relacionados con el concepto verdadero conocimiento de cada uno& Platón con su dualismo ontológico coloca la verdad que es universal, a'soluta e inmuta'le en el mundo de las ideas que caliica de real y no en el mundo sensi'le que es caliicado como aparente. Dietzsce, en cam'io cree que no ay conocimiento porque el mundo está en continuo cam'io ;devenir<, recazando el dualismo ontológico y la razón como medio para alcanzar la verdad, y tan solo podemos experimentar. Expone que no existe una única verdad sino que cada uno tiene una interpretación de la vida que depende de la voluntad de poder, el cuerpo y su salud ;perspectivismo< /m'os an tenido una gran inluencia en el pensamiento ilosóico posterior y am'os an tratado con proundidad pro'lemas todav"a actuales condicionando el estilo de vida de la sociedad.
/!. +elación crtica entre #latón y (ietzsc7e en su concepción ontológica y moral y propuesta vitalista. El pensamiento de G. Dietzsce es una cr"tica a la tradición cultural ;moral y religión< y a la iloso"a de occidente, que arranca de las ideas de Parm0nides, y que alcanza su más reinada expresión en la iloso"a platónica. 5a relación de nuestro autor con Platón mostrará las dierencias que dimanan de la concepción ontológica del mismo y sus consecuencias 0tico!morales y la propuesta vitalista que pasa por el recazo de cualquier realidad de tipo dualista, transcendente y espiritual. %eráclito será casi el único ilósoo respetado por Dietzsce. Platón ;/tenas, siglo +V a.d.C.<, desarrolla una iloso"a que tiene como o'jetivo la consecución de la justicia en el estado. Este o'jetivo solo se alcanza si los sa'ios ;ilósoos< go'iernan la polis, para justiicar la superioridad moral e intelectual de los ilósoos y la legitimidad de su go'ierno, Platón, inspirándose en la noción socrática del 2concepto3 y en el racionalismo parmen"deo, esta'lece en su iloso"a la existencia de dos 2mundos3& ! un mundo material, de incesante devenir y un mundo de 2esencias3 o 2ideas3 inmuta'les y perectas ! el mundo material está ormado por o'jetos "sicos, que son copias imperectas de las esencias inmateriales. Consecuentemente, el mundo de las esencias es más perecto, verdadero y 'ueno que el mundo "sico ;superioridad de la causa so're el eecto, aplicado al principio de causalidad< En este dualismo platónico ay un claro recazo al mundo material y al conocimiento sensi'le, que es el que nos muestra la realidad "sica. 5a razón de este recazo es la irracionalidad de la diversidad y el cam'io, que ya a'"a anunciado Parm0nides. Platón considera el mundo material proundamente deectuoso y erróneo el conocimiento que los sentidos nos orecen de este mundo, y moralmente repro'a'le el disrute de los placeres sensoriales. Por el contrario, una vida dedicada al conocimiento racional da al sa'io la estatura moral que exige un go'ierno justo de la polis. Dietzsce, tal como vemos a lo largo de la o'ra 2Crepúsculo de los "dolos3, maniiesta en su iloso"a un claro recazo a la ontolog"a platónica, pues al recazar el devenir se está recazando la propia vida, al interpretar el devenir desde conceptos de origen racional, cristalizados en el lenguaje, se 2momiica3 el devenir, se destruye la vida al interpretarla como si uese inmuta'le y estática. 5a propuesta moral de la iloso"a nietzsceana pasa por la destrucción de la idea de trascendencia, con lo que desaparece la ontolog"a dualista esta'lecida por Platón, y se supera la situación de niilismo y decadencia que a sido constante en la istoria de nuestra cultura. 4in em'argo, ay cosas que tienen en común Platón y Dietzsce. /m'os usan un estilo a la ora de escri'ir que podr"amos considerar como 2literario3, usan metáoras, relatos, y tienen un lenguaje 'astante po0tico en ocasiones. >tro punto en el que se parecen es el sentido 2aristocrático3 de la existencia umana, aunque para Platón se trata de una aristocracia del conocimiento ;el 'ueno es el sa'io< mientras que para Dietzsce se trata de una aristocracia de la creación ;el 'ueno es el que crea sus propios valores<.
Por último, creo que tienen en común la cr"tica a la 8emocracia y los igualitarismos. 1ientras que para Platón la 8emocracia es la orma de go'ierno peor, porque es en la que reinan los instintos más 'ajos del 2alma concupisci'le3, para Dietzsce es uno de los ejemplos de la 2moral del esclavo3, que se 'asa en los valores equivocados que niegan la vida *@.! $rtica de (ietzsc7e a los grandes conceptos de la metafsica. 6odo el pensamiento del ilósoo alemán es un omenaje a la vida, a la voluntad de vivir la vida con todas su uerza, con todas las pasiones que implica y que no se le pueden quitar sin traicionarla. %ay que vivir el esp"ritu dionis"aco de goce de todo lo que tenemos, de deseo de contemplar la vida como una o'ra de arte creativo, de la que nada se puede estudiar, solamente vivir intensamente. Podr"a decirse que si quieres vivir, no pienses o, al contrario, si piensas, no vives. 5a meta"sica desarrollada por todos los ilósoos anteriores a'r"a implicado un a'andono del concepto de vida para adentrarse en supuestas ^realidades_. 60rminos meta"sicos como coseidad, sustancia, esencia, ser no son alcanza'les para el sujeto, como ya a'"a sealado el empirismo, sencillamente porque no ca'e ningún conocimiento que los pueda a'arcar, porque apartan al om're sano de la voluntad de vivir y le o'ligan a la racionalidad, aut0ntica enermedad que padece la cultura occidental. Do existe ningún conocimiento, ni ningún intelecto capaz de alcanzar estos conceptos meta"sicos porque son pura invención que el om're a eco para olvidar el caos del mundo en el que vive ;todo luye que dec"a %eráclito< para reugiarse en otro que le sirva de v"a de escape de este. El om're de la cultura occidental a olvidado que esos t0rminos, esos conceptos de los que tanto an discutido al parecer inútilmente los ilósoos del pasado, son para Dietzsce puras metáoras de las que se a olvidado que lo son& pala'ras vac"as de signiicado que ilósoos como 4ócrates, Platón, 8escartes, Tant, entre otros, an ido llenando de mentiras, porque para D. están en su propio dereco. +ncluso el cristianismo, aunque por otros ines ce dorte religioso, a'r"a propuesto sus metáoras para crear en el om're el concepto de ser superior, de un mundo que es perecto y que se alcanza apartándose de este, con cierto platonismo de ondo. Por otro lado, la airmación del caos, del nuevo dualismo nietzsceano 'asado en la realidad del movimiento, al modo de %eráclito como emos sealado antes, implica el inal de la meta"sica, porque nada ay que pueda ser demostrado como ser porque sencillamente lo que ay es el no!ser, el devenir. 8e este modo, Dietzsce nos devuelve a la clásica controversia con Parm0nides. /ora la apariencia es precisamente el ser. Es uno de los aorismos de Dietzsce, una de sus proposiciones ingeniosas sin argumentación, que el lenguaje! iloso"a a martillazos se encarga de imponer. 4i 'ien, se coge la pala'ra meta"sica y se ve que es el estudio de lo!que!ay!más!allá!de!la!"sica, es algo que nuevamente Dietzsce atri'uye al s"ndrome de la loca razón, de querer estudiar grandes conceptos a'stractos que no ayudan a que el om're pueda vivir sino que le engaan en supuestas realidades trascendentes. /s" el om're se ace desgraciado porque desea ansiosamente vivir. En otro sentido, el tópico de que la ignorancia es la elicidadel es un pro'lema que puede plantear esta cr"tica a los conceptos de la meta"sica. 8e esta manera, el om're ya no quiere conocer lo que le rodea, ya no sigue la l"nea de lo apol"neo de lo recto y el modelo, ya no 'usca la armon"a de las ormas, de los accidentes, apartándose as" tam'i0n de la ciencia. Cuando se aparta de la ciencia el progreso del om're se modera, luego no ay ninguna modiicación en su vida, una vida para no sa'er, sino para vivir. /ctualmente en el cine aparecen ejemplos de ese tópico de la ignorancia eliz en pel"culas como Gorre st ?amp , aspecto claramente roussoniano ! nietzsceano. 4in ciencia, ignorante y además contrario, según Dietzsce, a todo lo que sea conocer lo!que!ay!más!allá, queda el om're vitalista a'ierto a las pasiones y a todo lo que la vida quiera orecer dentro de su 'ello caos. Vista as" las cosas, la vida se a de interpretar como o'ra de arte, como creación 'ella.
/;. Aegel6 Sc7open7auer y (ietzsc7e Como cualquier autor, Dietzsce tuvo diversas inluencias entre las cuales a'ordamos supericialmente las de'idas a %egel y 4copenauer. %egel sosten"a que el mundo es el desarrollo de 8ios, conce'ido como +dea que llega a ser consciente de s" misma y con todas sus determinaciones. 4copenauer sostuvo,
contra %egel, que la verdadera realidad del mundo es la voluntad entendida como deseo, que indica que la voluntad no está satiseca. 9 lo que no es voluntad es representación de la voluntad& el gran teatro del mundo. 4e desean las cosas que no se tienen, pero al alcanzarlas descu'rimos que tampoco nos aca'an de satisacer, sino que al contrario nacen nuevos y más uertes deseos. /s" pues, la dial0ctica del deseo ace que mi vida sea una tragedia. 5a solución propuesta por 4copenauer es la de aniquilar el deseo, para descu'rir que mi ser es la nada y de este modo alcanzar la paz. El deseo se aniquila con una uerte ascesis, semejante a las prácticas 'udistas dirigidas a alcanzar el nirvana, advertir que soy realmente nada. Dietzsce se opone tanto a %egel como a 4copenauer. Contra %egel sostendrá que la realidad es voluntad, contra 4copenauer que la voluntad no es deseo sino airmación, poder positivo creador. Nn esp"ritu grande no puede quedarse en la nada o en el deseo. El om're es voluntad de poder. Voluntad de imponerse al medio y a todo aqu0l que quiera poner diicultades al desarrollo del om're que quiere ser 4uperom're. Con todo esto Dietzsce quiere decir s" a todo. 5a voluntad no puede ser la nada, no puede decir no. 4e de'e excluir del principio mismo de la realidad lo que tenga que ver con la nada, la negación, el deseo, ormas todas ellas dede'ilidad. El que airma es el esp"ritu airmativo, la voluntad. 5a verdad es la airmación de la vida& con toda su uerza y todo su dolor expresada como o'ra de arte. 5a voluntad uerte dice s" a pesar de todo, se so'repone a cualquier s"ntoma de de'ilidad y de negación.
/C. (ietzsc7e y DostoyesvIi 1uy conocida es la relación ilosóica entre estos dos pensadores, aunque no llegaron a conocerse personalmenteL 8e eco Dietzsce sa'e de 0l por casualidad, como dice 0l por un zarpazo ortuito del destino, y le ascina, a pesar de que la mayor"a de sus teor"as son radicalmente opuestas. En concreto nos reerimos a la teor"a del superom're, pues aunque parecen tesis semejantes, aca'an siendo radicalmente opuestas. 8onde mejor se perci'en estas dierencias es en la o'ra del autor ruso, Crimen y castigo, ya que muestra el racaso del superom're, que en la o'ra es :asSolniSov, el protagonista. Ml vive convencido de que es muy superior al resto, y no tiene excesivos pro'lemas para cometer un do'le y r"o asesinato, puesto que necesita'a dinero. Pero tras esto surge en 0l una culpa moral no prevista que, entre otras causas le causa miedo, insomnio, enermedades y enemistades. Por ejemplo cuando el inspector en cuestión va a visitarle para interrogarle, se pone nervioso y cam'ia instantáneamente de tema con el o'jetivo de desviar la atención puesta en 0l. 8espu0s de largos ratos de agon"a conoce a 4onia, una nia muy católica y de una gran e. :asSolniSov tendrá unas conversaciones con ella comentando la religión, lo que le ará ver que a pesar de todo, 4onia está muy orgullosa de acer lo que ace, de ser lo que es y de agradec0rselo a 8ios todo, siendo digno de admiración. 6erminará as" por conesarle el crimen a 4onia, quien le convence para que coniese. Evidentemente, la tesis de 8ostoievsSy so're este superom're es opuesta a la del creador de ]aratustra, ya que airma que lo único que es capaz de quitar la culpa moral del om're es la e, la conversión, de aqu" que ponga el modelo de 4oniaL En cam'io, Dietzsce airmar"a que :asSolniSov no posee una voluntad de poder suiciente para soportar las consecuencias del crimen cometido, por esto necesita solucionarlo con un castigo que le quite las penas que, como dije, no puede aguantar o espiritualizar, y por esto mismo recurrir"a a la e cristiana. El ondo de la o'ra Crimen y castigo es plenamente cristiano y decadente para Dietzsce. Concluimos pues que son dos posturas opuestas para el pro'lema del superom're. /l autor ruso le parece imposi'le en la práctica la existencia de ningún superom're y a Dietzsce que, desde un punto de vista más ilosóico, utópico, incluso pro0tico, sigue al parecer esperándolo.
/F. 'l camello6 el león y el niJo El proceso de transormación del om're y de la cultura. 8el niilismo pasivo al activo. Para Dietzsce los mandamientos, las o'ligaciones morales de cualquier tipo son como una carga para el om're, y el que los lleva encima aparece como una 'estia de carga, como un camello asta que se da cuenta que esa carga no es suya ni le 'eneicia para nada. Cuando advierte esto, se revuelve contra ella convirti0ndose en león que se revuelve so're su carga para destrozarla. Pero en el león ay demasiada negatividad& toda su luca es contra una carga inútil. Por eso es preciso que el león se convierta en un nio ya que los nios sólo juegan& crean su propio mundo en donde son los reyes y elices. Por eso, el ideal de om're tendrá que ser una nueva inancia. El om're verdaderamente grande, a dierencia de 4ócrates y de los cristianos, tiene que ser un nio que dice que s", que crea. /s", dirá que =yo ilosoo a martillazos=,
usando la metáora del errero que ela'ora ormas nuevas con el martillo. Por tanto, ese nio que crea, que dice que s", es origen de todo valor. 8e este modo se entiende el em'lemático t"tulo de una de sus o'ras& 1ás allá del 'ien y del mal. Elegir entre el 'ien y el mal es para esp"ritus d0'iles7 el om're puede llegar a más trasmutando los valores y creando otros nuevos. Como dice Dietzsce, =un nuevo para qu0 es lo que necesita la umanidad=, es decir, un in cuya caracter"stica es que atrae porque es 'ueno, es decir, un nuevo 'ien. 9 la condición para que esto o curra es justamente la muerte de 8ios& 2todos los dioses an muerto, aora queremos que viva el superom're3, porque justamente 8ios es la limitación undamental de la voluntad creadora del om're. El om're de'e ocupar el lugar de 8ios& si ay 8ios cómo voy a soportar que yo no lo seaF Pero ay que darse cuenta que no 'asta que sea un s" cualquiera sino eterno. 6iene que ser eterno porque si uera temporal antes o despu0s a'r"a un no y entonces la voluntad dejar"a de ser uerte. 8e este modo, Dietzsce es consecuente cuando sostiene que el om're grande a de maniestar una sumisión completa del destino. 6engo que poder decir que s" a todo lo que ocurre cuando digo que s" a algo. Eso supone decir s" a todo lo 'ueno y malo& decir que s" a cualquier placer signiica aceptar el mundo entero donde ese s" se a pronunciado con todos sus dolores y todo el mal que se encierre. Esto conducirá, por tanto, a la desesperación. 8e eco, Dietzsce terminó loco endógena o exogenamenteF Nna iloso"a que conduzca a la desesperación no puede ser una 'uena iloso"a. Di siquiera un superom're puede vivir as". El pro'lema que se plantea es el siguiente& la interpretación airmativa de la voluntad es, en deinitiva, una voluntad solitaria& no soporta ninguna compa"a, porque no entiende nada de la trascendencia. Es preciso advertir que lo mejor de este mundo no se puede crear& no ay voluntad umana que cree personas, ya que las personas sólo se pueden reconocer y respetar. En este caso la voluntad solitaria es la imagen de la desesperación& no tener a nadie a qui0n regalar o por quien ser regalado. 5a voluntad sólo puede crear cosas ineriores a ella misma, pero nada superior
$%(S'H%S #*+* )%D% '3 '-*&'(. Distribuye el tiempo y el espacio del papel 8máximo ; carillas9. Da prioridad a las preguntas primera y Kltima 8valen más9. *ntes de empezar a responder a cada pregunta piensa y 7az un breve esquema 8en un papel en sucio9 de todo lo que quieres decir 8pero no ocupes más de unos minutos en ello9. $uida la expresión6 la ortografa6 los signos de puntuación6 la claridad de la letra y la presentación. 'vita el lengua5e coloquial6 no abuses de los e5emplos6 evita emitir 5uicios de valor y frases rotundas sobre lo que dicen los autores. )en cuidado con los 7ec7os y datos 7istóricos6 as como con los nombres y términos técnicos. Si no recuerdas bien un dato6 término o nombre6 no los pongas 8me5or una ausencia que una metedura de pata9. 'vita los esquemas6 los dibu5os6 las frases sueltas. 3as respuestas tienen que ser una redacción bien compuesta6 con su principio6 su desarrollo y su conclusión. '3 $%&'()*+,% D' )'-)% )en en cuenta los siguientes pasos2 819 #resenta muy brevemente la obra y el autor a los que pertenece el fragmento 8puedes ver esto en la Luia de 3ectura9M 8/9 analiza el significado de los términos subrayados6 en relación con la filosofa del autorM y 8!9 comenta el sentido del texto indicando lo que nos quiere decir en él el autor6 poniéndolo en relación con su filosofa. N3a parte 8/9 puede estar integrada en la parte 8!9O )odo lo que digas tiene que tener relación con lo que dice el texto que aparece en el examen 8segKn lo interpretas tK9. 's muy recomendable que cites partes del texto 8poniendo la cita entre comillas96 para mostrar a qué te estás refiriendo en tu comentario. 'n cualquier caso (% vale ponerse a escribir sobre la filosofa del autor olvidándonos del texto. 3* #+'L=()* )':+,$* $ontesta a lo que se te pregunta 8ve al grano9. #rocura citar todas las cosas importantes del tema que se te plantea6 y 7acerlo de forma equilibrada 8no unas muc7as y otras muy poco9. #oned bibliografa al final.