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Filosofía y Lógica
La Filosofía
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LA FILOSOFÍA
El oficio de pensar
Un quinceañero me preguntó hace unos días: “Pero, perdone: ¿cómo definiría usted su oficio?”. Le respondí por instinto que mi oficio era el de un filósofo, cosa admitida por la ley, ya que estoy doctorado en filosofía y soy docente en materia filosófica. Me siento filósofo culpa de mi maestro Giacomo Marino, él me enseñaba filosofía no solo cuando me explicaba a Kant o Descartes, también cuando respondía a preguntas insensatas como:. 4
“¿Quién era Freud?”, “¿Es lícito practicar el boxeo?”. Eso es filosofar, es preguntarnos por las relaciones entre la vida, la muerte, el cosmos. Filosofar es también pensar en los otros. Leer a Platón, Leibniz, Aristóteles. Descubrir que ninguno ha dicho la verdad, pero todos nos enseñaron un método para buscar la verdad. Cuando un filósofo nos enseña los métodos adecuados para tratar de responder a los interrogantes que el mundo nos plantea, se convierte en un verdadero maestro. Umberto Eco, Página/12, 20/11/87
La palabra filosofía está compuesta por dos términos griegos: philos, que quiere decir amigo, familiar, enamorado y sophia que equivale a sabiduría. Filosofía entonces, significa “amor a la sabiduría”. Es la búsqueda del conocimiento para cuestionar la realidad circundante, para tratar de 5
encontrar las causas más profundas de las cosas, no solo de las consideradas extraordinarias, sino también y especialmente de las vistas como habituales. Es una actitud mental o tendencia hacia la explicación del Universo y del hombre que vive en él. Las preguntas más importantes que se hace son sobre el “qué”, el “dónde” y el “para qué”. Qué es la verdad, qué es lo bueno, cuál es nuestra capacidad para conocer el mundo tal cual es. Para Aristóteles (384-322 a.C.), la filosofía es la investigación de los primeros principios; es decir que se pregunta por los fundamentos de lo que “es”, de lo que existe. La filosofía comienza, según Aristóteles, con el asombro ante lo cotidiano, “pues, mediante el asombro, empiezan a filosofar los hombres”.
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Preguntas que se planteó la filosofía a lo largo de la historia:
Atendió
Atendió a la
Se dedicó
más a la
teoría del
más a la
cuestión
conocimient
filosofía del
del “ser”
o
lenguaje
Relaciones de la filosofía con la ciencia, el arte y el comportamiento humano Como queda dicho, la filosofía puede y debe preguntarse por todas las cosas de la vida, sin embargo existen campos del conocimiento y de la actuación de los hombres que merecen una mirada particular, ellos son: 7
La ciencia
En sus orígenes la filosofía estaba unida a la ciencia, luego aparecieron las disciplinas (física, medicina, matemática, etc.) y se pensó que éstas suplantarían a la filosofía, pero en realidad se plantearon nuevos problemas filosóficos deri vados del accionar científico.
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El arte
La estética es la rama de la filosofía que indaga sobre la belleza. En la teoría del conocimiento sensitivo confluyen la producción artística, los valores estéticos, la imaginación y la subjetividad del artista.
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El comportamiento humano
Ética y Moral se utilizan para preguntarse
sobre
el
comportamiento
humano. Moral es el conjunto de comportamientos que la mayoría de una sociedad acepta como válidos. La ética sirve para reflexionar por qué se los considera válidos.
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“Cuando alguien pregunta para qué sirve la filosofía, la respuesta debe ser agresiva ya que la pregunta se tiene por irónica y mordaz. La filosofía no sirve ni al Estado ni a la iglesia, que tienen otras preocupaciones. No sirve a ningún poder establecido. La filosofía sirve para entristecer, la filosofía que no entristece o contraría a alguien no es filosofía. Sirve para detestar la estupidez, hace de la estupidez una cosa vergonzosa. Solo tiene este uso: denunciar la bajeza del pensamiento bajo todas sus formas. ¿Existe alguna disciplina, fuera de la filosofía, que se proponga la crítica de todas las mistificaciones, sea cual sea su origen y su fin?
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Denunciar en la mistificación esta mezcla de bajeza y estupidez que forma también la asombrosa complicidad de las víctimas y de los autores. En fin, hacer del pensamiento algo agresivo, activo, afirmativo. Hacer hombres libres, es decir, hombres que no confundan los fines de la cultura con el provecho del Estado, la moral o la religión. Vencer lo negativo y sus falsos prejuicios. ¿Quién, a excepción de la filosofía, se interesa por todo esto?”. Gilles Deleuze, Nietzsche y la filosofía , Barcelona, Anagrama, 1971.
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