pf sre
!f
É
pt
Ir
r, :
G'F-[
ry# '
Lri
a
f
HE
I ; Ihésusbtulo Prólogo de tesna
*#w
r
,ffiF
ffW ¡¡,!ig.'-t
'
IT
-'Clíni
'th
q
W€
I
p M.
:
:
fu,
€
ffii
F',x--
b
,F
pf sre
!f
É
pt
Ir
r, :
G'F-[
ry# '
Lri
a
f
HE
I ; Ihésusbtulo Prólogo de tesna
*#w
r
,ffiF
ffW ¡¡,!ig.'-t
'
IT
-'Clíni
'th
q
W€
I
p M.
:
:
fu,
€
ffii
F',x--
b
,F
Clínica de Ia urgencia Inés Sotelo Con prólogo de
Leonardo Gorostiza
La edición de este título se realiza en cumplimiento del Convenio suscripto entre la Facultad de Psicología UBA y JCE Ediciones, cf. Resolución (C. D.) No 1533/04.
Comité Editorial Constituido cónforme la citada Resolución Profesor Lic. Virgilio Enzo Carriolo Profesora Lic. Alicia Noelia Cayssials Profesor Dr. Gustavo Eduardo González Profesor Dr. David Alberto Laznik Profesor Lic. Rodolfo Uribarri
I ] i i ;
Clínica de la urgencia / Inés Sotelo ...let al.); ilustrado por Héctor O.Pérez;con prólogo de Leonardo Gorostiza. 1a ecl. - Buenos Aires : JCE Ediciones, 2007. 192 p. ;23 x 16 cm. tseNgTs-s87-23217-1-0
1. Psicoanálisis. I. Sotelo, Inés. ttt. Corostiz¿t. Leonardo. prolog'
II.
Pétez, H. O., ilus.
cDD 150.195
Rcalización dcl intcrior Y tapas
Héctor Osvaldo Pérez
Rcvisión técnica gcucral:
Juan Carlos Esquivel
e zooz JCE Edit:iones Juan Callos Esquivel - Editor Av. Olivcla 1059. "11" (l4t(r) Ciudad ilc llucnos Ailcs .jc_csquivclfti ¡ rthoo.cotn
Prinrcr-a cdición: abril dc 2007 l. S. B. N. :978-987-23217-l-0 Irrrprcso cn la AI'gcntirta.
llccho cl dcpósito quc rnarca la ley I 1.723
Todos los dct'cchos t'cscrvados.
Prohibida la rcproducción. total o parcial, por cualquicr Ilcdio cluc fircrc.
lndice
Presentación ............
11
Inés Sotelo
Prólogo
............15
Leonardo Gorostiza Capítulo 1: El Sujeto en la Urgencia Institucional ...........21 Saltrd Mental y las Instituciones (27);La urgencia generalizada (23);La Urgencia en la Universidad (2,1);Urgencia cle los profesionales (25); Localización de la tugencia (26); Normalidacl y anormalidad (27); Encuentro con un analista (29); El tiempo, entre la prisa y la pausa (30); Urgencia y gravedad del caso (31); Tiempos lógicos (31); EvaIuación y avaluación (35); Culpa y responsabilidad (3?: Una experiencia en Francia (38); Viole,ncia en las familias, r'io-
lencia en ]as instituciones (39); Etica y Moral (a0); ¿Qué bien? (41);Rivaliclad especular (43); Instituciones y poder (44); Verdad... a mecli¿rs (46): Debates en eI Foro (47):
Momento de concluir (5ü;Bibliografía (56).
Capítulo 2: Urgencia y
psicosis...............
..........59
Entrevista de admisión (59); Entrevista familiar (59); Entrevist¿r familiar en la urgencia (61); Confección de la historia clínica (62); Psiquiatría y psicoanhlisis en la evaIuación (63); ¿,Qué diagnosticanos en la entrevista de admisión? (66); Ruptura, perplejidad, delirio (67); Decisiones del analista en la guartlia (69); Recorrido analítico en la internación Qü;Laesperanza de una pregunta o acerc¿l de una estabilización posible (74); Acerca de la Mujer en la ¡rsicosis (76);Resolución de la urgencia (78); Debates en, el Foro (79);Biblíografía (83).
Capítulo 3: La angustia en la urgencia ............................... 85 En guardia (85); El grafo del deseo (86); Claves para leer
el grafo del deseo (86); La angustia (89); Acción en la guardia (91); Otros cortes en su historia (91); Consbitución clel síntom¿r (93);La operaciór"r analítica (95); Una nueva imagen (96); Pturtualizaciones sobre la angustin (99);Angustia y fantasma (99); Otra versión del Padre (lO1); Debates en eI Foro, (703); Bibliografía (109).
Capítulo 4: Acting out y pasaje al acto en la urgcncia.....111 Acting oul y pasaje al acto en el caso de "Ia joven homosexual" (112); Pasaje al acto: IJna "calculadora sin cálcrrlo" (113); Pasaje al acto y acting or¿l: dos momentos (116); La vacilación calculada cle la neutralidad del analista (117); Dololes que matan (118); Lejos clel síntorna (119); Irrpulsos y caíd¿rs (120)1 Acting out en I¿r cnra (122); Intervenciones del analista (122): Reclarnos de una madre (125); La interconsulLa (727): ¿Qué intervenciones en las psicosis? (128); Para concluir (128); Debates en el lroro (130): Bibliografía (I39).
Capítulo 5: Urgencias y
toxicomanías
............. 141
¿Qué consumo? (141); La clroga como producto en el mercado (142); "Soy toxicómano" (143); El goce es urlo por
uno (145); Los estudiantes en la gr.rardia (145); Sínton1a y consumo de la época (146); Consumos en la urgencia (147); Consumo y acting ou.t (148); La operación toxicóm¿rna (151); Un uso de la ley y de las norrnas (153); Localizar otras urgencias (154); Consumo en la psicosis ( 1 54) ; Ab stinenci¿r... del analista ( 1 56) ; ¿Qué inslituciones proponemos? (157); Debotes en eI Foro (158); Bi-
bliografía
(166).
Capítulo 6: La urgencia, los niños y los adolescentes ...... 169 Nirios en Gnardia (169); Otras urgencias (170); Problemas de aprendizaje (171); Urgencia en la escuela: un niño dice a todo que NO (171); ¿;Qué trae al sujeto a la consulta? (1,72); Tengo un problema (173); El saber del retr¿rsaclo (174); Tiem¡ro cle comprender (175); Identificaciones y apariencias (176); Aprencler lalengua (176); La debilidad mental es la forma en que se €foza del seutido (178); Nombrado por el padre (179); Una persona mayor (179); Su hijo es normal, su hijo es varón (180)l ,,Qué es analizar a un niño? (180); El control y el clescontrol, el sentido se escapa (181); Teorías sobre la enuresis (181); Una rnadre se callsa (183); Pensa-miento (183); Un padre, un hombre (184); Cosas de chicos, cosas de hombres (185); El despertar cle la primavera (186);
Bibli ogrqfíq (187).
Presentación
libro rcúnc algunos de los temas que he desarrollado El.t" l',la lo largo dc 10 años en 1a Facultad de Psicoiogía dc Ia Universidad de Buenos Aires cn ol marco de la Práctica Profesional Clínica de la Urgcncia. Las Prácticas Profesionales forman parte clel plan dc estudios de clicha carrera; cn cllas más de 1.000 alumnos por año cligen prácticas con oricntación psicoanalítica y se insertan en las institucionos participando do los espacios dc asistencia, produciéndosc cn la mayoría dc los casos el primcr cncllcntro con los pacicntos, con los profesionales y con las institucioncs. En Clínica de la Urgencia, con cl compronetido equipo doccnte quc me acompaña dcsdc 1996 hcmos ido construyendo una lógica dc transmisión en la que se invicrte la c1ásica rnodalidad univcrsitaria: lccr y rcproducir con actitud crítica c1 sabcr dc maestros, profesorcs, autores cn lcls cttalcs autol'izarsc. En csta Práctica, el tcxto ccntral será cl del pacientc y os a partir dc é1 quc volvcrán a los autorcs, a ia teoría qr.te han recorrido a lo largo dc los años de fbrmáción acadómica. Texto que sc clesprcnde de las cntrcvistas do guardia o admisión ocurridas cn las instituciones asistonciales cn las que el estudianto ha participado. Ésc scrá el punto dc particla para ponorso a trabajar: haccr cn primcr lugar ttna lcctura dc ia institución y sus dispositivos; dc sus alcanccs y de sus lírnitcs; del entrccruzamicnto discursivo; dc los rocllt:sos dcsplcgados para quo Ia urgoncia so alojc.
12
Clínica de la urgencia
Trabajarán tambión accrca de las cucstiones ligadas a la particularidad con que la urgencia aparece on cada sujcto; diagnóstico, recllrsos, subjetivación; trama en la que se produce el dcsencadenamiento psicótico o cl estallido de la neurosis. Ubicarán las presentaciones clínicas de la época, tiempos dc urgencia cn dondc las presentaciones clínicas más frecucn-
tes son: la angustia , al acting out, eI pasaje al acto, las toxicornanías, y en la infancia el fracaso escolar o el ahora llamaclo dóficit atencional. Finalmente se cncontrarán con los profesionales que sostienen su práctica dccidida; rnédicos, trabajadores sociales, tcrapistas ocupacionalos, musicoterapeutas, enfermeros; también con los psicoanalistas que no desaprovechan la posibilidad dc inventar un espacio dondc sorprendor lo real en juego cn la clínica dc la urgcncia. Los primcros capítulos fucron presentados en cl Curso Virtual ofrccido por la comunidad Russcll,* cuyo director es Jorge Bekcrman. Participaron del mismo, psicoanalistas de distintos lugares del mundo con la cuidadosa modcración de Beatríz Bacco que posibilitó una riquísima intcrlocución e intorcambio de experiencias de analistas que sostiencn su práctica en culturas muy divcrsas. Al final dc cada capítu1o se incluyen algunas intcrvenciones dcl debate quc cl foro produjo. Este libro intenta sostener la intcrlocución entre la clínica, la episteme y la política de transmisión del psicoanálisis, sin estándares pero con todo cl rigor ético. Mi profundo agradecimiento a las autoridades dc Ia facultad, al consejo directivo, a la Decana Sara Slapak con cuya gestión se han desarrollado las Prácticas Profesionales, consolidando así la formación de los psicólogos. A1 editor Juan Carlos Esquivel por haccr posiblc csta publicación.
*Comnniclad Russcll (
[email protected]).
Inés Sotelo
r3
A todos los que han participado de oste libro con sus
relatos clínicos, con los debates en cl foro, transformándolo en un espacio de conversación, lazo fundamental para la formación de los analistas. Mi especial rcconocimiento y gratitud hacia Leonardo Gorostiza quc ha enriquecido estas páginas con cI prólogo así como con su gonorosa lectura e interlocución. A los estudiantes, a quienes está dirigida esta publicación, que con sll presencia comprometida ponen en causa nuestro deseo por la transmisión del psicoanálisis.
Inés Sotelo** Febrero 2007
**Inós Sotckr. Psicoanalista. Profesora dc la Práclica Prof'esional ciinrca do la Urgoncia, Calrcra clc Psicoiogía y Prof'esora cle Psicopatoiogía cic la Car|cra dc Nlusicotcrapia. Facultad dc Psicología. UBA. Micmbro clc la Escucla clc la Orientación Lacaniana (EOL) v dc la Asociación Munclial Psicoanálisis (AMP). (
[email protected]'ar)
cle
Prólogo
T Ttto itnagen ya clásica, que los hunoristas gráficos han LJ sabido popularizar durante dócadas, sin duda contribn-
yó a consolidar un prejuicio en el sabcr popular: la idea de que habría una incompatibilidad o disyunción ontrc cl psicoanálisis y la urgencia. Efcctivamentc, la irnagen aírn hoy cs evocada para delicia de los lcctores. Ei pacientc, tranquilamente rccostado en el diván, se cntrega a la asociación libre, micntras eI analista, atiendc con caltna y realiza sus ocasionales anotacioncs. Una atmósfcra atemporal parece apodcrarse dci cuadro hasta quc alguna ocurrencia del paciente -generalmentc vinculada a la rcalidad cfcctiva o a algún ardid de Iógica pura- sobresalta al analista y lo reconduce aI cstado do viáitia. Bastará entonces alguna elucubración de scntido de cuaiquiera de los integrantes dc la paroja terapéutica para quc la calma vuelva a instalarse para tranquilidad dc ambos. El supuesto sueño analítico prosigue. Hasta aquí Ia versión, más o rnenos fiel, de esta concepción vulgar que a mcnudo hace pensar que un anáIisis sicmpre habrá de irnplicar un minucioso trabajo de remcmoración de la historia infantil clcl sujcto, voiviéndolo así incompatible para haccr frcute q, aquellas situacioncs en las que la prcmura quc impont-'la angustia demanda solucioncs rápidas y cficaces' Sin cmbargo, bastaría con onumerar los comienzos de aigunos ya clásicos historiales clínicos frcudianos para demostru, q.,o, por cl contrario, cabc afirmar quc la urgencia subjetiva lcjos de oponerse al psicoanálisis es consustancial a su práctica. Porque, ¿,no cs una inmanejable situación de urgcncia subjetiva la que lo llcva al Hombre de las Ratas, cn Lrn cstaclo dc agitación que el propio Freud destaca, a pedirle con
t6
Clínica de Ia urgencia
dcsesperación una solución a su ideación obsesiva'/ ¿No cs acaso bajo Ia prcsión de la angustia quc expcrimcntan tanto el padre de Dora como cl de la Joven Homosexual -por el extravío y cl accionar dc sus hijas- que recurrcn a rtreud como último intento dc rcspondcr a lo q'e para ellos no tiene nombre? ¿1Y qué dccir de Juanito y de su padre? ¿No cs tarnbión cn esto caso la angustia cl afecto que preside cl cortcjo sintomático del pcqueño y altera el supuesto cquilibrio familiar hasta cntonces a duras pcnas conservado? Pero además, si se sabe lcerlo,l ha sido Jacqucs-Lacan quien de un'rodo n otro ha señalado a lo largo de su enseñanza esta rolación intrínseca cntre el psicoanálisis y la urgencia. Ya sca cn su temprano
, on 1gb3, ai señalar: .2
Ya sea en un brcvc cscrito de 1g66 titulado .:l
O bicn cn la conclusión de su dondc sorprendentemente hace mon_ ción a Ias urgencias subjetivas:
1. com'lo hacc Jacqucs-Alain Millcr cn su actual curso do la oricntación Lacaniana, clasc del lir dc novicmbre dc' 2006. 2. Escritos 1, Sigto XXI Editorcs, Argcntina 1988, pág. 281.
3. Ibíclen, pág. 226.
4. En In.tert:enciones
I
Textos 2, Manantial, Argcntina, 1ggg, pág. 62.
Inés Sotelo
L7
,-$
Una y otravez, Lacan reitera el lazo indisolublc que existe entre la urgcncia subjetiva y el psicoanálisis. ¿Por qué? Porque la práctica analítica de orientación lacaniana pre- w"p cisamente se funda en aqucllo que al hablanteser se le hace presentc como lo imposiblc de simbolizar, aquello quc sobrepasa lo que su palabra puede nombrar, es decir, se funda en aquello que Lacan llamó: cl traumatisrno -úrou matísme- del agujero de lo reai, es dccir, el traumaf,ismo dcl , inherente a todo ser hablante. Es entonces desde esta perspectiva, bajo este marco, que podemos afirmar que la práctica analítica de las urgencias subjetivas -lejos dc oponersc- constituyc un ámbito privilegiado para 1a práctica del psicoanálisis y, aún más, para el esclarecimiento de sus fundamentos. Porque se trata no sólo de detnostrar Llna y otra vez, como el lector podrá muy bien constatar en las páginas que siguen, Ia enorme efectividad tcrapéutica del psicoanálisis ante las urgencias subjetivas. Esto es fundamental, pero también 1o es destacar {omo también podrá corroborarse en varios pasajes del texto- la dimensión ernincntemente ética de una orientación que no ccdc cn Ia cxigcncia dc apelar a la aparición de una subjetividad responsable allí donde otras prácticas profundizan la victimización del pacicnte. Es así que Clínica de Ia Urgencia, Iibro que reúnc la expericncia dc las clases dictadas por Inós Soteio a lo largo de dicz años de enscñanza cn la Facultad de Psicología de la Univorsidad de Bucnos Aires, sc inscribc en una perspcctiva crucial. Crucial porque se trata dc una expericncia de cnseñanza que proviene de un cspacio anualmentc poblado por aproximadamente trescientos alumnos. Nada más y nada rnenos que trescicntos alumnos pueden acceder así a una dimcnsión dc la cnscrianza y la transmisión que permite contrarrcstar la pendiente a la que habitualmente conducc el discurso universitario. Porque la clínica de Ia urgoncia introduce otra dimcnsión, la que sc oponc a la experiencia concebida como una mcra acumttlación de saber. Dicho dc otro modo, es como si esta práctica -al darle la palabra al sujeto, o mejor dicho, al propiciar que el sujeto advenga cn tanto tal- agujereara
#
J,P
Clínica de la
u
ol que está presente en la estructura misma del discurso univcrsitario. De este modo, tal como rccién subrayábamos, la clínica de la urgencia en tanto apunta a quo el sujeto sea producido y alojado, se oponc a su masificación bajo rasgos comltnos, ya se llamen o los . Y cn cste scntido, al proponerse evitar que los individuos se picrdan, st: desvanezcan en el anonimato de la rnasa, pllode constatarse cómo la clínica de la urgencia necesariamente debc ser inventiva. Hay que inventar cadavez, de nucvo, porque antc la urgcncia (sc nos queman los papeles>, y tambión porque -tal como se trasunta con claridad en estas páginaslos analistas pasan a ocupar lugares que no son los del dispositivo analítico tradicional sobrc el cual, sobre cuya caricatura, bromcábamos al comienzo. Ocurre, como tambión aquí se recuerda, que cstamos cn la , cn los tiempos de o en los tiempos . Es decir, estamos cn los ticmpos que muestran las conscclrencias dc Ia caída dc los grandes relatos, dc los idealcs y de las tradiciones que antes daban cobijo a 1os sujetos; estamos en la ópoca postradicional, la ópoca de los sujetos dosorientados, sin brújula. Todo lo cttal sc manifiesta en una clínica muy precisa - hecha del trauma y de su corrclato,la angustia- que bien podríamos llamar una . Es precisamcntc lo que subrayamos más arriba y que cstablece un nudo fundamcntal entre la urgencia subjetiva y el psicoanálisis. Porque hay dos dirnensiones del trauma a considerar: cl trauma estructural (constituyente) y cl traunt'a como acontecímiento impreuisto quc introduce lo inasirnilable a través del cncucntro con una contingencia. Esta doble caracterización pcrmite entcndor quc' cn cierto modo, cl trauma como aconteciendo imprcvisto no hacc sino reduplicar el trauma estructural por el hccho de ser hablantes, el troumatisme quc antos mencionamos. Y, en cste scntido, así como decimos que para Ia forrnación d<:l analista la práctica con la psicosis es formativa (las prcsentacioncs de enfcrmos, cl estudio dc la psicosis) porqtte , es dccir, revela la relación nativa
*¿41,uLt ú ¿n-'v-!-x-.'tr-a-(*r,l h a+ g;"*"ala q
*4fav^¡W-u¿.*WÁ/ Sotelo Inés
19
del sujeto con el significante cuando no ha sido vestida por la myela edípica, tal vez podríamos dccir otro tanto de Ia práctir:a dc la urgencia por cuanto rcconducc a las rclaciones trauuáticas originales del sujeto cn su propia constitución. Desde esta perspectiva, tal vez poclríamos cntcnder cómo el psicunálisis aplicado a la terapéutica -dc cso se trata en esta clínica de la urgencia- puedc esclarecer cuestiones relativas al psicoanálisis puro,, aquól ligado a 1a formación dcl analista ¡- revitalizar cl dcsco dcl analista.s A modo de una primera aproximación podríamos subrayar cinco puntos que hacen a esta dimcnsión formativa de la práctica con Ias urgcncias y que puede leersc en ias clases que siguen. 1) La práctica con las urgencias subjetivas es una práctica que potencia la exigcncia de cscuchar el detalle. eI relicvc singular en cl discurso de quien consulta.
2) Es también una práctica qlre, en la medida cn quc no se plantea respondcr desde un protocolo prcestablccido, fuerza al practicante a cjorcitarse en la clisciplina de <. 4) Es una exporiencia que l1eva al practicante a confrontarse con Lrn equivalente dc lo traumático constitutivo a todo parlétre. Esto por cuanto suponcmos que toda situación traumática implica de algún modo una rcactualización de su encuentro con eI troumatísme de la no relación sexual.
5) Nos atrevcmos a conjeturar quc una práctica cn la quc resulta imprcscindiblc obtencr csc significante por cl cual
,
cl sujeto puedc localizarse yrcprcsontarse antc ol Otro-< se lo ha llanado tambión-, y para Io cual hacc f'alta tiempo, es decir, hacc faita una (pallsa))
5. Scgúrn una fórn.¡ul¿r clc Eric Laurcut.
¿t4
i'(
lrY
Clínica de la urgencia
que introduzca un tiempo en Ia urgoncia, es una práctica quc necesariamente implica que debe operar algo de lo del deseo del analista. Impiadoso porque el deseo del analista es el que, dosificando Ia angustia, no se detienc ante la piedad propia del eje imaginario intensamente convocada en el colapso, en la contracción temporal que supone la urgencia subjetiva. Tal vez podríamos hablar aquí de las virtudcs dc . Podríamos hablar cntonces de lo impiadoso de una pausa que lc rccucrda constantcmente al practicante que no debe olvidar quc su acto sicmpre está suspendido de una hiancia, en un abismo que no tiene nombre. Es Io que se escribe con el matema del S de A tachado y con el cual Jacques-Alain Miller dijo en una oportunidad qtlo convendría que el anaiista hiciera Lrna periódica (cura)), ya que cs la mejor rnallera de prevenir la infatuación que surgc de la identificación al sujeto supuesto saber. Entonces, ¿la práctica con Ia ttrgcncia como (cura preventiva> de la infatuación? ¿Por qué no? Entendemos que algo de csto es 1o fundamental que el libro de Inés Sotelo logra transrnitir. No sólo una precisa elaboración de saber acerca de la práctica ante las urgencias sino los límites mismos de ese saber ante el real que debe afrontar cadavez. Y de este modo, tarnbién alcanza a transnlitirnos stt pasión: la de sostener tlna práctica de enseñanza quc persevera y que no está dispuesta a abandonar la nobleza, esa noblcza que la práctica anaiítica sólo puede extraer a partir de confrontarse cada vez su imposible.
Leonardo Gorostizax Febrero de 2007
*Lconardo Grlrostiz¿r, Psicoauaiista crn Bucnos Airos. Analista Miembro (ANf E) clc la Escucla dc la Oricntación Lat:aniana y do la Asoci¿rcián Mundial dc Psicoanálisis. Dircctor dcl Instituto Clínico Buenos Ai":, iICBA) ([email protected] ur. ar)
i.
b
F* FF
Capítulo 1 El Sujeto en la Urgencia lnstitucional*
ft
Salud Mental ylas instituciones
pensar cl lugar de la Salud Mental en la instituciones púI blicas, nos lleva a reflexionar acerca de la dernanda quc allí lloga. Utilizarcmos una refcrcncia freudiana para abordar e1 tema: un judío vienés, pobrc, sube a un tren para dirigirse a un lugar para tomar agllas tertnales, famosas por su función terapéutica pero no tienc dincro para comprar boleto. El guarda se 1o pide y, colno no lo tiene lo obliga a bajar del tren; éste salc pcro sttbe nuevanente, el guarda vttelvc a bajarlo y él a entrar. La tercera vez el guarda lc pega y Io baja, repitióndose csta secuencia varias vcces. Finalmentc, se encuentra con un conocido quc le prcgunta ¿hacia donde vas?, el hombre le responde ((voy a tomar aguas tcrmales, si 1a salud me lo permitc...>.
*Est¿r clasc firc dictada tanbión on cl CONNAF-Consejo Nacional rlc la Niñcz, Adolcsccr-rcia y Familia organistno quc dcpondo dc l¿r Sc<:rotaría de Dcsarrt¡llo Soci¿rl-Mirlistt'rio dc D('sarl'()llo S,rcitrl ¡'Mcdio Anlbir'nt<'-Pl't'siclcncia dc la Nación dc la Rc¡lúrbli<:a Argcntina. Estc orgauistno intcrvicno cn múrltiplcs situ¿rcioncs qttc involucron f'amilias, aclolcscentes y niños, rcsultanclo ¡rrcponclcrantc para talos intorvcncioncs cl trabaj
CIínica de Ia urgencia
Eric Laurent tomará este relato afirmando que la Salud Mcntal cs lo que nos pcrmitc permanecer en cl tren y alcanzar cierta paz, si... nuestra salud mental nos Io perrnite.l Al hospital pírblico, a las instituciones llegan pcrsonas golpeadas: dcsocupación, desarraigo, marginalidad, desmembramiento familiar; manifcstando el dolor, el sufrimiento in-
I
soportable como signos dc lo que no anda. En cierto nomcnto, quo no sicmpre coincide con hechos objetivamente graves, se producc la ruptura dc la homeostasis con que la vida transcurría; se rornpe el cquilibrio que sostenía las relacionos con los otros, con cl trabajo, cou los lazos amorosos y farniliares, con los pensamientos y hasta con el propio cuerpo. Esta ruptura podemos ubicarla cotrro urgencia quc rcquicrc intervención profesional. Así, cl sujcto, la familia, la escuela o el juez, solicitan, indican o acompañan para que el cstado por la vía dcl hospital público trabaje para el retorno al bienestar. El cstado dc bienestar asegura que los ciudadanos estón en slls trenos, cn sus cochcs, on sus casas y quc pucdan pcrmanccer allí, .2 Por su parto Ia Organización Mundial de la Salud impulsa la promoción, prcvcnción y asistcncia de la Salud Mental como dorccho includible dentro del carnpo de la salud; para lo cual promucve el trabajo intcrdisciplinario, con todos los profcsionalcs cuyas incumbencias los habilitcn a dcsanollar acciones eficaces que asegurcn tales objetivos. En csta dirección la lcy de salud mental de la ciudad de Buenos Aircs, cstablccc: el rcconocimicnto dc la salud rncntal como un proccso detcrminado histórica y culturalmente cn la sociedad, cuya prescrvación y mcjoramicnto implica una dinámica dc construcción social, y está vinculada a la concrcción dc los derechos al trabajo, al biencstar, a la vivienda, a la segr-rridad social, a Ia cducación, a la cultura, a la capacitación y a un modio ambicnto saludable. La salud mcntal cs inescindiblc de Ia salud integral para lo cual es neccsario el dcsarrollo con cnfoquc de rodes dc la promoción, prevención, asistcncia, rchabilitación, reinserción social y comunitaria, y la articuiación cfectiva dc los recursos, así couo de los lazos
Inés Sotelo
D')
solidarios. Sosticne el respeto a la pluralidad de concepcioncs teóricas cn salud mental estableciendo que es función del Estado ser garante y rosponsablc del derccho a la salud mcntal individual, f'amiliar, grupal y comunitaria. Evitando políticas, técnicas y prácticas que tengan como fin el control social. ¿Cómo pcnsar en este contcxto, el lugar del psicoanálisis? El psicoanálisis está incluido en los prograrnas de Salud Mental y lo encontraremos sicmp4e que haya un imposible: .3 Si bien cl psicoanáIisis como terapia ef\.caz, permite tal inclusión, agrega Laurcnt, no es una terapia dela psyché, es decir del pensamiento, del órgano sino del sentido. Ordcnar la prolifcración de sentidos, fundamentáTlmcnte el sE-tiffi s política que alcanza el programa de la civilización>.'1 { Incluirnos como psicoanalistas en las institucioncs, cnlaizándonos con otros saberes es cl clesafío con el quc entramos tdccididamcnte cn el siglo XXI. Scrá necesario ubicar el lugar del r, ¡5¡s¿. producido por un discurso al que habrá que encontrarlc su uso ya que cl espacio analítico es un espacio en cl cual se juega un destino fundamental dcl scntido de la civilizaci6n.i'
La urgencia general tzada De csta forma caracteríza Guillermo Belaga, Jefc dc Servicio de Salud Mental del Hospital dc San Isidro, a la prescntación mas frecuento en guardias y admisiones en las institucioncs. Bntidad clínica y política. dirá, en corrcspondencia con cI nllevo rógimen social, producto de un mundo transformado por la ciencia y la globalizacíín económica .6
Afirmará quc frentc al vacío subjctivo ante la falta de un ideal común, la ciencia pasa a ser un discurso que da cierto
CIínica de la urgencia
abrochamiento, un sontido como Nombre dcl Padro, qlle rnediante una descripción programada hace existir una causalidad detcrrninista univcrsal. La prcscncia del analista, su intervención, posibilita el pasajc a la urqencia-subjctiva que la diferencia dc la crnci'gerrcia psiquiátrica con su presentaffia cn los manuales. Mientras Ia rnedicina trabaja a partir do probabilidades y estadísticas, (para el psicoanálisis los efectos dc gocc son incalculables>, afirma Lucas Leserre.T Síntomg, angustia, traurna, respuesta del sujeto q eregl, rccu-r.sos-dcl strjcto, límites dcl sujcto, cobran una dimcnsión oscnETáTTn cfdia$nóstico así como cn la táctica v ostralcqijl quc
La Urgencia en la Universidad Si los usos dcl psicoanálisis dependen de la producción de analistas, la universidad es un espacio de formación epistémico qtre a la vez pcrrnite la inclusión de quienes sostiencn allí su transrnisión, posibilitando cl cncueetro de los ostudiantes, no sólo con los textos sino tambión con la clínica y con los analistas en las instituciones. La Práctica Profesional Clínica de la Urgencia, materia del plan de estudios de la Carrera de Psicología dc la Univcrsidad dc Buenos Aires, que dicto dcsdo 1996, surgió con la idca de que los alumnos llcgucn a las guardias dc los hospitales; csta propuesta se fue ampliando a las admisiones y a otros dispositivos asistcnciales. A travós del ticmpo, fuimos verificando cólqq la _urtrn$ a una situación de criatraviesa no rir, .ilgln*biór u l9s profeslgleleq¿a la institución misrna.
.-La
cllos están más preocupados cn cl modo de intervenir de los profcsionalcs, cn verificar cómo sosticnen su práctica 1os psicóIogos, psicoanalistas pcro tarnbién trabajadores sociales, torapistas ocupacionalcs, tallcristas, y así dcscubren como la urgoncia atraviesa cste quehacer.
25
Inés Sotelo
En lo particular dc la práctica del psicoanalista, sosticne Eric Laurent, un r.:e
Urgencia de los profesionales
.
t
Una de las cucstiones para pensar es ¿de quién es la urgóncia en esta situación de crisis? Podría iocalizarge en el sufrimicnto de'esa persona qlre llega; cada profesional que trabaja en instituciones asistenciales, podría aportar distintos ejemplos de esta practica par- " ticular quc sostiene. En primcr lugar intentamos ubicar de quíén es esa Llrgencia, si provienc del paciente misrno, si vicnc de la familia' dc1 juez, dc 1a cscuela, dol policía que 1o encontró deambulando por la callc. ¿Para quién, ésa, es ttna situación insoportabie quc hay quc resolver'l, ésta cs Lrna primera localización' En el hospital dc Ste. Annc Lacan definió: . Franqois Lcguil, sostiene quc osta definición no nos permitc retroccdcr en csta clínica particular quo encuentra su lugar clc alojamiento on guardias, admisiones, y en la clínica cn gencral.s) En ias urgcncias lo irnposible dc soportar cs cl qttedar inr¡erso en la repctición dc lo mismo donde la dimcnsiírn del sujeto aparcce totalmente arrasada. Esto no sólo es para los pacientcs sino que también atraviesa a los profesionales a cargo; por oso una de las cuestiones a rcsolver e.s cómo hacer soporlabic la monotonía, la cotidiancidad de la pobreza, de la. rniscria, dc la falta de reclrrsos; esto sc transita en cada situación, cn los problemas institucionales, cn la violencia, cn cl desalnparo..' Quiero dcstacar la importancia de reunirse cn la diversidad cle formación, cn la diversidad dc tarcas, en la divcrsidad idcológica, y tratar de construir el cspacio institucional corro
26
Clínica de la urgencia
ospacio crcativo, dc invenciones y ficciones, donde so consolidcn las transferencias de trabajo. Buscar un hilo en comírn, un hilo qilffi's pe'nita interlocución, es .ñffii6. 'naesta urgencia. mas de salir o de tramitar <...ali¿trse cor"r todos los que luchan dentro de la psiquiatría
o dentro de la Salucl pública para construir estructuras menos cmeles y esto sllpone tener una idea de los goces eu juego en las organizqciones y en slr funcionamientor.l0
Las situaciones que se generan en las instituciones ticnen la rnarca del exceso con lo cual poder hacer algo con estg, y soportar la divcrsidad en la insrcunirsc. trabaiar, ¿ ponsgr ^ titución cion dondc donck: clijarnos, r:lii o nos eliia transitar ya es un paso para , uurnu propras conlo ir rr rnás rnas propias allá de aila üo las urge urgonclas. IJa|a Sc corrc cl ricsgó sc tcrmina impotentizado. ¡
au.ffimcntc
I¡calización
de la urgencia
-
¿
La urgcncia, en general se prescnta como dolor, corno sufrimicnto insoportablc, como mptura aguda. Frcud decía quiebrc dc la homeostasis con quc la vida transcurría. Habitualmentc cl profcsional se encucntra con aquól que ha tenido dificultadcs y problernas desde sicmpre pero sc ha sostenido en cierto cquilibrio, hasta que algún acontccirniento impensaclo, inesperado, contingentc, llega a su vida. Un nacimicnto, un embarazo, la pórdida dc un trabajo, la pórdida de un ser querido; Lln oncuentro o desencuentro amoroso, puedon irrumpir cn la vida de alguicn conmoviéndoia. euic+ bJq g" este eqlilibrio en cl devc La urgcncia da cucnta siempre dc algo dol órden la ruptura, por oso es impirtiñTdlocaúZer qü6@ do csa honrcostasl$ por quc si csa f'amilia, por quó si csc sujCfdfncionab'a rnas o menos bien cn su vida, con sus problemas, con sus dificultadcs, con sll adicción, con su síntoma, a partir dc cierto mortcnto no logra sostencrse solo. Cuando se I_ocaliza csto, ya pucdo empozar a haccrsc otra lectura.
ta
Inés Sotelo
camo-lll-punfo do tratará d" r-bi.ut ul ot"r,, d" ¡ pone otrusllá-ñiáffi ios lazo con cl cucstión en runtura oue , ---i' : parcja' sus amigos. con cl con p.gññi"n"t lo *d"an. con su trabajo, pero tambñr co" su ptofuggryn, .offiropia caSe
,
n""$X1:ffi.i:T:ilt::iffff,"* * *,ación dcr sujcto
adffiEán cl_afitcra. E@ _ ujr.to--*¿i:zo** c a mi n o s :-iláT q u ic n p u c dc q u c d a l s u rn-iüo én la inhibición absoluta, en el aislamiento, en el mutismo,
con _ cI r
psiEos-is quo dcja a1 Sü: irse a los otros' los casos que-tieñEñ quo ver con la im-
talvaz cTdescncaclEnaTñicnto dc una jcto cn pcrp
tam¡iónffitiarelnos
-
actos dTspgsividad, con Ia agr.csividad, conagtos-ncligrosos, glre ponen en riesgo su ylda o la-de otros. "qp"*-&.t, a u d i n i a t ir ni ar?!üdEirr gc n cEIüEi-"tiv a c s u r] o i a B S i lv de los ltlsargg privilcgiados para vcrificar Ia eficacia dc los efccteekryapiglcos de terapéut Llce un e AoñEF"ó angflJtií o dc micnto dc los cstados Pánico, jes al actLll p-""t"rg".i¿" ¿" tt r cn relación a esto reprineipio dc urla !gc!qle, on requicre glg quiere ao c loer csto que pomas allá de lo apremiante de la situación, dríamos llamar ttna .12
Normalid.ad y anorrnalidad ' Quien atravicsa por una crisis aguda experimenta cste pasajo ontre 1a normalidad y ia anormaiidad; quien ostá atravcsado por esta coyuntura sc sicntc anormal. Nos preguntamos: ¿cómo vamos a al Esa-mánEa de desbordc quo sacudc y desacomoda al sujeto y a su relación con-Ios.otros, tambión produce un pasaje de. Ia intimidad de su sufrimicnto privado a algo que sc hace públiió de nertenccer a Lrc a a la institución cs co. tiong rclación con su síntoma,, cg¡L con la fantasíá, con el cucrpo. A ideas, effi
28
partir
Clínica de la urgencia
dc cicrta situ.ación de urgencia algo se atraviesa y pasa á lo público; cruce clc las baneras de la normalidad, como si estas barreias existicran. Hay una vivencia de lo anormal {g acuerd.o bon lo esperable b io no espeiabie, con los propios idcales, con los valores del sujcto, de la familia, de la oscuela, dcl jucz y hasta dcl profcsional. EncontramoTaquí un juicio normativb, sobre lo norrnal, 1o anormal, lo bueno, lo rnalo, y cn qeneral en la consulta el qa,".. rrt','l'uu n lo rror@p"dido que todo'vuelva a ser como antes, que esa señora que clama, ", ahora cstá delirando vuelva a estar con los chicos, les haga la comida, para quc todo rctornc a sus cauccs normalcs. He trabajado en el Hospital Piñero en la Ciudad dg Buenos Aircs, en sala de internación. Allí hay sala de intcrnSción psiquiátrica do hombros y una sala de mujcres. En gencral, la externación de un hombrc es bastante mas rápida, si hay farnilia sicmpro hay alguien quc 1o aloja; para las mujeres es más complicado. Sc espera quc rdtornen cuando se pucdan hacer cargo nuevarrente de la casa, de los hijos, cuando todo vuclva."a la norrnalidad". Externar a un holnbrc cra, por lo mcnos hacc unos años, más sencillo, siorirprc había una madre, una rnujcr, una hcrmana que lo alojara. Para una mujor la cxigcncia familiar y social era mucho mayor. Era ncccsario realizar Llna gran tarca con la familia en los casos en que no había motivos para sostener cl tratamicnto cn una sala dc agudos y de ninguna manora arneritaba ir a ttna sala do crónicos, pero sí se necesitaba una familia que sostuviera y quo aceptara que probablemcnte esta mujer nunca volvería a la esperada, y cn cambio iba a tcner quc estar para sicmprc, dc una lnancra u otra, sostcnida por familiares o anigos. Tarca muy complicada ya quo sin recursos, es muy difícil implcmcntar la estratogia dc cgrcso, tanto para c1 analista como para el trabajador social. Bl terapcuta puede decir: ((desaparecidos los motivos de internación, se Ic da cl alta>, cl asunto cs ¿a dóndo'/, ¿,quión alpja?, ¿quión recibo?, uno puedc tcner clara esta situación, pero ¿,cómo se instrumenta"el alta'/
Inés Sotelo
Encuentro conun analista
29
.
Voivomos a la urgcncia, a la irrupción de síntomas y al paciente que en realidad no qttierc sabcr nada del por quó io pasa lo que le pasa, 1o quc pide cs <...vttólvame ustcd al cstado anterior, yo quiero cstar como estaba antes, con mis probiemas, con mi sufrimicnto, coll mi propia relación con cI sufrimionto, pero de esto no quiero sabcr nada...>. En realidad, el encuent{o con el a ta-pSlqpggl¡.va y torminar guerio@ zar un tratami .13 EI requcrimionto que recibimos de los jueces, o de la escuela, es: (acolnodar csto para que se normalicc))' para que rctornc a carriles soportables, lo quc es bastantc complicado cuando la cosa se dcsarmó. En todo caso, la cuestión podría ser c.ncontrar otra ((@¿drr, digamos' uqa nueyl&{lgil, cs un irnposible. noro@ido dccir que depcnde dc cómo sc lcan cstos hechos y de quién los lca' Si cl d.iscurso, finalmente es un mo{sllc usar ci lenguaje también va a depender si esta lecturu I@ social o el iuez. Es necesario un ps-iéoáláfiFtálliñ ue está en júego, cuál es la es localizar cuál
idd*.í"tomaypoi@aQ.
El desafío.serl tñEJar con profesionales afiavesados por cliscursos distintos y con diferente cotlcepción, por ejemplo, de lo normal y Io anormal. Cuando los por eI proplo dlsc exclusiva y ex@ados de rse el suieto sobre@ándo. SO_St se a ll¡amilia.-Si y niño, al se anula ;Iffi;¡o"*a se oxpulsa que la situación sc tiene de ia idea e=iá-más centrado en la
'
Clínica de la urgencia
Esta cs la disposición prinera...)) nos indica Lacan en el seminario 3.11 A los alumnos, sumorgirse cn esta rcalidad cotidiana los obliga a salir de las aulas y dirigirse a la comunidad en donde la urgcncia emergc; allí se cncuentran con el sufrirnicnto humano; Eric Laurcnt afirma que éste está cstructurado colno un rncnsaje y os allí donde tt subjetivación de la urgencia. En el tiempo dc formación se corre el riesgo de aspirar a convertirsc en un analista ideal, que tfabaja con ese niño ideal, 'con cl pacicnte ideal, cn la institución ideal. En los rnírltiples dispositivos ernergi: el sufrimiento huinano estructurado como un mensaje y hay que leerlo, en todo caso habrá qlro vt:r si ahí hay lcctorcs, si hay'quien csté dispuesto a lcer y a alojar cse padecimiento tal cual llcga.
El tiempo, entre la prisa y la pausa La dimensión del tiempo es central en la urgencia. Las institucioncs que trabajan con minoridad podrían decir mucho cn relación a esto ya que están apremiados por la exigencia de rcspucs.ta del juez, de las familias, de los niños. Allí so pone cn cvidcncia la nccesidad de decidir a toda prisa; . Todo ticne c! aprcmio de lo que dcbió ser resuelto, no ahora sino ayer, todo parccc dcslizarso on una vcrtiginosidad en la cual, finalmcntc sc picrdc cl pacicnte y se pierde el profesional. Esta exigencia cs la dc tenor quo rcsolver, rápido, bien, sin error, sin soslayar que tambión nuestra práctica está recorrida por la industria dcl juicio, el juicio normativo quc nos atraviesa. La dcmanda do rcsolver urgentemente, sin recursos pcro on forma absolutamcnte cficiente, pone a los profesionales frente a sus propias urgencias. que sc rcsuelva con pronrlra, " "El sujeto tambión roclama (no qne indicar hay ticmpo>, lo cual se vcrifica .todo.parccc guardias aunqlre ésta cs sólo uno dc los con claridad en 1as lugares donde se aloja.
31
Inés Sotelo
que Cada consulta tiene un punto dc urgencia, que hay Ieerla y encontrarla; y aLrnque alguicn pueda esperar un -mes los Conforu ."t atenclido, por las largas listas de espera cnque hubo sultorios Extcrnos hospitalarios, podemos inferir un punto de quiebre y ruptura, de urgencia para esc sujeto' que lo condujo a pedir ser escuchado'
Urgencia y gravedad del caso La urgencia no debe ser homologada a la gravedad del caso. A su vez, si un caso es grave y el sujcto llega intoxicado' o herido por supuesto requicrc de las maniobras módicas' de Ia sutura que prirnero ponga a salvo su vida para luego escuchar de qué se trata. En estos casos la graveclad nos ponc en relación con la ley de internación, 1a seguridad para sí y para terceros, mostrany do csta dimensión dc la urgencia que vincula urgencia riesgo o gravedad; no sicmprc coincidcn'
-Dctodasmanerascuandounsujetocstáatravesadopor
por eso una Lrrgencia, su vivcncia es ia dc ' Es que sicmpre interesa pregttntar bastante cn la primera cntrevista, detoncrsc cn las coordcnadas quc lo trajcron a osa consulta: ¿Por quó llegó? ¿Por qué hoy'? ¿,Qué lo trajo'/ ¿Por quó acá? Es decir, prcguntas quc perrnitirán comenzar a ontramar alguna rcd on relación a cso qlrc apalccc desarticulado del rcsto de la vida.
Tiempos lógicos Trabajaremos un cscrito dc Lacan qlre
so
llarna
pológicoyelasertoclcccrtidtrnrbrcanticipada.IJnnuevo sofirirrar.i i¡ El clircctor dc la cárccl comunica a tres detcnidos quc pondrá cn libertad a quicn resuelva primcro un problema iógi.o. Les mttcstra tres discos blancos y dos ncgros' advirtiJndotes quc colocará uno on la cspaida dc cada uno' Cada
Clínica de la u
individuo podrá ver el color dcr disco de los otros cros y, por supucsto, no podrá ver el color del disco que lleva cn slr propia espalda. cada prisionero dcberá deducir lógicamente el color del disco qtrc tiene tras de sí. Agrega que se les dará todo el tiempo para rosolverlo. Finalmentc Lacan llamará > a la que dan los trcs prisionoros al salir simultáneamente del recinto. Dcsptrós de haberse considerado entrc ellos dura nte cierto tiempo,los tres sujctos dan juntos algunos pasosy cruzan la puerta a la vez diciendo:
otro' se hubiera reco'ocido inmediatamente como blu,r.o
y habría salido enseguida; por Io tanto yo no soy negro.
y
los dos hubieran saliclo juntos convencidos de ser blancos. Si no hacían tal cosa, es que yo era un blanco como elloy.
Lacan refcrirá la rnodulación del tiempo cn el movimiento del sofis'ra: el instanto de vcr, el tiempo para colnprenclcr y cl momento de concluir. El dircctor comicnza diciendo , sin embargo la urgencia del rnornento de concluir también está presente en el cálculo del director. La incógnita rcal del problema, para Lacan, es el atributo ignorado del sujeto mismo. Hay un ticmpo de meditació', un ticmpo qnc el sujcto so ponc en relación a los otros, sujetos indcfinidos salvo por su rcciprocidad. Finahnente, el aserto sobre sí mismo, Ilcva al sujcto a'na conclusión, la urgencia dcl momcnto dc concluir. Es bajo la urgencia del movimicnto lógico, que el sujeto precipita su juicio y su partida. El sujcto en su ascrto alcanza una verdad que va a sor somctida a la prueba de Ia duda, pero que no podría verificar si no la alcanzase primcro en la certidumbrc. Mo intcrcsa pcnsarlo para ci mornento de la urgencia croscle la pcrspcctiva de quicn la atraviesa: frente aI no hay tiernpo, <
Inés Sotelo
síntoma, dc estc desbordc insoportable, dc esta situación dc crisis cuanto antes>. Frente aI no hay tiempo, el director o cada uno do nosotros en tanto analista, propone : hay todo el tiempo: , cuando el profesional sabe que no,Io hay, que ias cosas hay que resolverlas y que éi mismo tiene al juez pidiendo un informe para la resolución de csa internación, adopción, tenencia dei mcnor... Se propone un instante para ver, localizar algo de esta urgencia. Este tiempo en el cual, para que el sujeto pueda decir algo accrca de sí mismo, habrá quc ponerlo en rclación a otros. El prisionero va a poder decir aigo de sí, sin certeza, sin seguridad y avcnturar una afirmación que posibilite la salida. La propuesta es que salga dc su propio encierro sufriente y que pucda decir: < va a anticipar, va a poder decir eso de sí, pero sin garantía.
r34
Clínica de la ursencia
Cuando el profesional escribe un informe, cuando da un alta, pcrmiso un de salida, cuando toma una dccisión, es una decisión sin garantía. En todo caso cs la solución a la cual pudo arribar luego dc que se han desplegado las coordenadas del caso. Lorcna Hojman, quien trabaja en el CONNAF cn el Equipo de Famiiias y Crianzas, afirma que en estc proceso hay qur: abstcncrse de las urgencias institucionalcs permitiendo cl desplieguc dc un tiernpo lógico para cada uno de los sujetos en cuestión, por lo que la duración del proceso no estará predeterminada sino que se va definiendo a partir de los dichos de los niños y los adultos implicados.lT Deberá tornarse una decisión aunque quizás no funcione, o sobrc la que habrá quc volver, que tal vez fracase. Intervenciones sin garantías pero que en todo caso, perrnitirán abrir una trama que ya tiene consecuencias sobre cada sujeto y sobre nosotros misrnos, entre ese instante de ver, del no hay ticmpo a la conclusión. En cl pasajc al acto se anticipa Ia conclusión, cuand.o un sujeto se corta las venas, y concluye antes dc comprender. En las patologías del acto en las cuales hay una conclusión anticipada, se pegan los tiempos, hay un instantc dc ver Io insoportable y hay una conclusión: tirarse por Ia ventana. Nnestra tarea es abrir esa brecha, ese espacio, en el cual, efectivamente, también nos corren los ticmpos, sabemos que Ia conciusión muchas voces debe cstar ahí, cn unas pocas cntrcvistas o t:n Llnas pocas horas. Cuando se logra abrir otro tienpo, esa dimensión deja marca en los sujetos, así como en los pacicntcs, y deja sLr lnarca on ia institución y en cl analista. Intcntarcmos que la conclusión no quede ligada al
Inés Sotelo
.tJ
Evaluación y avaluación Hablábamos dc la lectura dc cicrto acontecimionto, dc Ia posición ética del lector. En estc tiempo, además de lo quc nosotros podcmos dccir dc osc sujoto, dc csa situación, dc csa familia, es fundamental lo que cllos pucdcn dccir de sí mismos; abrir un ticmpo en clcual algo sea dicho. Frccucnternente cn las institucioncs los sujctos son juzgados, no sólo por el juoz, sino por los profesionales: médicos, maestros, trabajadorcs sociales, psicólogos. Miller propone para la clínica la avaluación. En lugar dc la evaluación, la avaluación que uno la cvaluación con el avai del paciente; cn toclo caso la intervención tendrá otro cfito cn tañIo @¡g!o avgle rg ruthlcnle..r8 Esc padecimicnto quc irrttmpe corno ajcno, como algo dol destino, como algo quc ilcgó. puedc virar hacia ttn lugar en quc el sujeto consicnta dc ó1. La decisión dc un jucz dc scparar a un padrc dc los hijos, suclo aparecor como una ley arbitraria, que sc le impone sin qnc cnticnda cuál es la lógica dc csto ni qué cs lo qnc lleva a los profcsionalcs a recomendar csta separación. En estos casos convcndría pensar si es posible introducir algún aval dcl sujeto. El dcsafío será quc cn cstos padres o en cste sujeto que padecc un síntoma, sc prodttzca algírn movimicnto gracias al cual dcjc de ser algo ajcno y extraño para pasar a ser algo propio, algo quc tienc quc vor con slr vida, con su historia y con slrs actos; pcro no cn ol sc'ntido dcl dcrccho, o no exclusivamcntc. Entendcmos entonces qllo
F 36
Clínica de la urgencia
de lo que traumatiza al sujeto y que le concierne al sujeto, hay dcterrninación, hay encuentro con 1o real, hay traunia, pero hay tambión una insondable decisión)).20 El dcrecho, por supuesto, funciona de acuerdo a la ley y dc acuerdo a su propia lógica; no vamos a pretender que los jueces intcrvengan dosde esta perspectiva, pero nuestro trabajo ticnc la posibilidad de proponer que en ese ticrnpo el sujeto avalo su propia posición sufriente. A través de la maniobra del analista podría producirse alguna rectificación para que el sujeto pueda reconocerse en cso quc aparecc corno ajeno: su síntoma, o lo que lc llega por la vía dcl juzgado. Tomaré una referencia aportada por Alicia Lo Giudice, psicoanalista que trabaja con las cn cl Ccntro de Atención por el Derecho a la Identidad>. La autora afirma que .2r Micntras la rnedicina o cl dcrccho van a buscar la objetividad en el diagnóstico, cl movimiento quc el psicoanálisis propone cs ubicar la relación que tiene ese sujeto con su padecimiento. Esto necesita prirncro la localización de su posición corno sujeto. Mas allá do todas las acciones eficaces e inmediatas, nccesarias y que no pucdcn espcrar! apuntar a rm mas allá en el que cl sujeto se comprometa con su padecimiento. El profcsional va dirigiendo la cura, va dirigiendo un proceso terapéutico, va dirigiendo un trabajo social, va coordinando con otros sabercs la tarea pcro sin dirigir la vida de nadie, esa sutil difcrcncia es justamente la quc nos separa, por cjernplo, dc las psicoterapias, dcl derecho, que finahnente dirige de acucrdo a la norma, cumplida o no cumplida. So tratará de dirigir un trabajo personal o conjunto, pero sin guiar la vida do los sujctos desdc cierta moral o desde ciertos valores ni idealcs do familia, dc patcrnidad ni dc cualquicr orden. En esta dirccción cncontramos una precisa afirmación de Mauricio Tarrab:
Inés Sotelo
37
¡econstmcción dcl Otro que se ha perdido, y que hay que oblencr para producir una invención de un camino nucvo. Se ürata también de situar el tiempo de decisión que el sujcto habá de tomar, que tiene la oportunidad de tomar aI borde de ese abismo>.22
Culpa y responsabilidad
El neurótico está atravesado por la culpa por los pgque-ños crímenes, y sobrc todo por ol crimen inaugural. T,a función del psicoanálisis es irrcalizarlos, csto es desplázar el sentimiento de culpa por la respohsabilidad del sujeto, Por Ia vía del cncuontro con cl analista, aún en la institución, cl sujeto pttedc elnpozar a qlroplglse de su sufrimicnto, a hacerse responsable dc sus actos y de aquello que'parece
esta
rna, En los casos de violencia estc padrc golpeador probablemcnte sc cncontrará, sin quc esto lo justifique, con una hisrolia que atravicsa las gcncracioncs de los hombres cn esa familia, violento dc repctición cn la modalidad dc goce, dc rcalizacir'rn y de perpetuación do este crimen de generación cn generación. La intervcnción del analista apunta a provocar ttn punto de basta, esto es un frcno quc permita la localizacíín de un instantc de vcr su propia urgcncia, un ticmpo dc comprcndcr las coordenadas en 1as que csta cmergc con cl horizonto put:sto cn Lrn momento dc concluir. Es cl primcr paso para que el sujeto pucda haccrse rcsponsablc dc stts actos, separarsc dc la historia cle su paclre, apropiarsc cle su propia'historia, de su propia posición cono padrc, dc su propia posición dc gocc. Producir un quicbre dc esc dcstino de repctición, que con tanta frccucncia sc obscrva cn los casos que se prcscntan on institucionos como cl Conscjo Nacional de la Niriez, Adolescencia y Familia, Juzgados dc nenorcs o clc familia, implica tan-rbién corrcr al sujcto dc su lugar de víctirna, hacerlo rosponsablc do sus actos, separarlo de la culpa y dc la victirnización. Habría quc pcnsar cómo poncr a jr.rgar csto, también con los niños. Para qr.rc haya algúrn tratatniento posible con Lln
I 38
CIínica de la urgencia
infantc tendrá que hacorsc responsablc de sus actos, dc su sufrirniento, cle su síntoma, de su goce. En los casos que llegan a las instituciones cs difícil dcsplazarlos dc esc lttgar, porquc cfectivamente hay situaciones muy crudas, muy dramáticas, muy dolorosas, donde hay adultos a los quc la lcy dcbcrá juzgar y sancionar. Sin cmbargo, ci rnovimicnto quc proponemos es el de correr al niño desde esto lugar dc üctima hacia un lugar de responsable. Encrucijadas rnuy complejas, en las quc habrá que dcslindar Ia responsabilidad y sanción a los adultos dc la rcsponsabilidad subjetiva de cada uno, incluidos los niños o adolescentcs. A partir dc allí, del bordc de esc abismo, sería muy propicio quo cacla sujcto tomara su propia decisión.
Una erqperiencia en Francia
En cl llbro Del niño rey al niño uíctima,2:t Carolinc Eliachcff, una psicoanalista quc trabaja cn Francia en una institución similar al Conscjo Nacional de la Niñez, Adolosccncia y tr'amilia (CONNAF) dc 1a Argentina, dcscribo marginalidad, violcncia institucional, dcsamparo. No sé si son exactamcnte los mismos quo sc atraviesan en Arnérica, pero ol texto ponc cn cvidcncia quc uo cstán librcs dc los problerlas quo aquí so rocorrcn cn 1a clínica en las institucioncs. La autora mucstra que hay ciertas dificultades cstructurales; sujctos atravcsados por lo traumático de estar en cI longuajc, cn Ia cultura, de cstar somctidos a la ley. La institución franccsa ticnc por sigla: ASI y esto cs Ayuda Social para la Infancia. Podcmos utilizar csto toxto aprovcchando los ejcmplos quc nos pcnnitan pcnsar nucstra práctica. Hay cn cl ASI una guardcría, cu la quc alojan niños cn situación dc dcsamparo, fundamcntalmentc inmigrantes sin permisos o sin documentos. En la Argontina cstc tema nos atravicsa con los inmigrantes bolivianos o poruanos, y cll Europa scrán los rumanos, marroqttícs, paquistanícs, los inmigrantes dc 1os paíscs dcl estc así como también los .
Inés Sotelo
39
En cada capítulo hay un caso y clla va tomando distintos ejes. Uno es cl tcma dc la violcncia de los padres sobre los
tora se pregunta sobrc la logitimidad de la intcrvonción del Estado sobrc la vida privada, 1o cual permite pensar cn salidas dc Ia victimización a la responsabilidad.
Violencia en las familias, üolencia en las instituciones La problernática de la violencia y cxcesos dc los padrcs hacia los hijos es absolutamente frccuentc, aparece diariamcnte en los periódicos. La autora sosticno quc la cultura, la sociedad y las institucione s francesas cstablccen un juicio normativo y un juicio de valor, clasificando a los padrcs en buenos o malos. Según su propia cxpericncia, csta valoración transforma a ciertos sujetos en padres incapaccs, lo cual conclucc a quc no vuelvan a la institución por scntirsc juzgados, perdiendo así el lazo con los hijos. Probablcmcntc esc padre no pueda convivir con ol niño pcro podría tencr algírn tipo de contacto o relación con ó1, cn tanto el juicio normativo de la institución no funcionc impidióndolo. Tambión señala quc el padrc golpeador suelc ser asirniiado a sus actos, al llamarlo golpeador cs ese atributo qr.rc lo definc. Más allá dc rcsponsabilizarlo por sus actos violentos hacia su hijo, ese padrc no os sólo golpc, como cl hijo no es solo golpcado; un riesgo frecuentc cs asirnilar al padrc a los golpes quc da y al niño a los golpcs quc rccibc; cn los cquipos de mujcr golpcada dc los hospitalcs suele ubicarse algo similar. En cl Hospital Piñcro hacc muchos años se organizó un uEquipo de asistcncia a la mujcr golpcada> y csto llevó a grandes dcbatcs concoptualcs. trl nombre mismo, eI golpeada qnccla ligado al mujer, con lo cual sc dcfinc slr scr, ¿quién cs Ud.? Una mujcr golpeada, vongo porquo so!..., cloja pegado un significantc al scr. Si dcscle ia lcctura institucional so la ubica, se la clasifica en osc lugar, tcndrá sus consecuencias. Esto tambión pone cn
Inés Sotelo
-
En cada capítulo hay un caso y olla va tomando cristintos ejes' uno es cr tcma de'la violcncia de ros padres sobrc los flrijos. " a€ia&f;rua_d.l niñQ.en ) ( d9n d 9 rp qgla,s j "l9.,rg!@ tór'a sc prcsunta sobrc ra Estado sobrc la vida privada] to ..,ut permite pcnsar en salidas do la victimización u lu ."rporrsabilidad.
rcgitiffii:::lr
violencia en Ias familias, üolencia en las instituciones La problernática de la violencia y cxcesos de los paclres hacia los hijos es absorutu-"r.tu-fr"cuentc, aparecc cliariamcnto en los periódicos. La autora sostienc quc la cultura, la sociedad y las instituciones francesas cstabiccen un . 1io dc I según "oro'., su propia cxpericncin, varoración transforma a ciortos sujetos cn padres i".upu.u.r, "rio lo cnal concluce a que no v'elvan a la institución por sentirse juzgaclos, perdicndo así ellazo con los hijos' probablcm"nt" padro no pueda convivir con cl niño pero poclría te'cr "." algírn tipo de contacto o relación con ó1, o.n- tanto el juicio normativo clo la institución no funcione irnpiclióndolo. Tambión scñara c'e e_l padre golpcador suerc ser asirnilado a sus actos, al llaniarlo gorp"iáo" es ese atributo quc lo dcfinc' Más allá dc respons"¡lir""l" por s's actos violcntos hacia su hijo, eso padrl no cs ,óio gotp", como el hijo no cs solo golpeado; un riesgo frecuentc c, n.i-ilo" nr poar" ilos golpos quo da y al niño a los golpcs quc rccibe; u"'lo. .q.,ipo* ¿o mujor golpeada dc los hospitaies ,.*i".,¡i.urse argo similar. En cl Hospital piñcrá hu." n .,.ho. oño"-r"?r*""ir¿ y csto llevó""a grandes debates conccptual".. hl ntrrrbre misrno, cl golpeado qrrcda ligado al mujer,.o" to..,ut ru,l"fi;;-;,",.*,iori¿" os Ud.? Una rnujer golpcacla, ,u"rrgo porqllo soy..., cleja pega_ do un significantc al scr. si dcsdc la lcctura institucional sc la ubica, se la clasifica en esc lugar, tcndrá s,s corsecuoncias. Esto tanibi¿;;;rr" "r,
.iu.iri;;".1";;üj;i:'JffT,::il: Hil:'
40
Clínica de Ia urgencia
cuestión los cquipos que se constituyon por Lrna slrpuesta cspccificidad cn relación a un síntoma: adictos, fóbicos, anoréxicas, alcohólicos. Si todo hccho os un hocho de discurso, depenclerá dc cómo se lee, de cómo se nombre, dc cómo se alojc cl sufrirniento de un sujeto; ser nombrado como golpeado o como goLpcador dificulta el poder dcspcgarse de eso. Identificarse con cstc niño, desdc los profesionales o desde la institución, obtura que pueda producirse algírn movimiento subjetivo. Este infante tiene estos padres, que en rnuchos casos ejercen violencia sobre él y deberá vérsclas con esta rnodalidad dc lazo, con esta modalidad de goce quc será neccsario conmover y separar. Etrgenio Zafaroni, dcstacado penalista, actual Ministro dc Ia Cortc Suprema de Justicia de la Rcpirblica Argentina, y Profcsor de la Facultad de Psicología, en ol tcxto En busca de las penas perdidas sostionc quc cl vcrdadcro y real poder del sistcma penal no es la rcpresión sino su vertiente positiva de control social, somctimicnto clc los carcnciados y difercntes, crirninalizando segÍrn los parárnctros dc la configuración cstablccida.2'1 Las condicionos de las cárccles o institutos dt: monorcs sorl comparablcs con cl tratamiento de los enfcrmos mcntaies previo a Pinel, dcstino dc castigo al cnfcrmo o al transgrcsor. La idcntificación y coagulación dcl niño como víctima llcva a los profesionales y al pcrsonal de la institución al juicio sobrc sus padrcs y de su historia, conducen a decisioncs que operan como castigo más quc como cstratcgias dentro dc la 1ógica dc ese proccso tcrapóutico.
Ética y moral Las familias dc cmigrantcs llcgan con costumbres, lcngna, rnoclalidad dc rclaciones familiares, crcdos, absolutamcnto difcrcntcs. En Europa serán los marroquícs, paquistaníes, bosnios... aquí bolivianos, pcluanos... dan cuenta de la scgregaciíln prcscnto tarnbión cn las intervcnciones. Otra dimensión es la dcl sometimiento que también dcstaca Eliacheff, siernprc cs más fácil trabajar con los padres
¡r40
Clínica de Ia urgencia
cuostión los cquipos quc sc constituyon por una supuesta cspccificidad en relación a un síntoma: adictos, fóbicos, anoróxicas, alcohólicos. Si todo hecho es un hecho de discurso, dependorá dc cómo se lee, de cómo se nombre, dc cómo se alojc el sufrimiento de r,rn sujeto; ser nombrado como golpeado o corllo golpeador dificulta el poder despcgarse de cso. Idcntificarsc con cstc niño, desdc los profcsionalcs o desde la institr,rción, obtura quc pucda producirse algírn movimiento subjctivo. Este infante tiene estos padres, que en rnuchos casos ejercen violoncia sobre él y deberá vérsclas con esta modaiidad dc lazo, con esta modalidad de goce quc será neccsario conmovt:r y separar. Etrgenio Zafaroni, destacado penalista, actual Ministro dc la Cortc Suprema dc Justicia de Ia Repúb1ica Argcntina, y Profcsor de la Facultad de Psicología, en el texto En busca de las penas perdidas sosticnc que el verdadero y real podcr del sistcma penal no cs la roprcsión sino su vcrtientc positiva de control social, sometimicnto de los carcnciados y difercntes, criminalizando según los parámetros de la configuración cstablccida.2'l Las condicioncs de las cárccles o institutos de mcnorcs son comparablcs con cl tratamiento de los cnfcrmos mentales prcüo a Pinel, dcstino de castigo al cnfcrmo o al transgrcsor. La identificación y coagulación dcl niño como víctima llcva a los profesionales y al pcrsonal de la institución al juicio sobrc sus padros y dc su historia, conducen a dccisiones que operan como castigo más quo como cstrategias dentro dc la Iógica dc esc procoso tcrapéutico.
Ética y moral Las familias dc emigrantcs llegan con costumbres, lengua, rnoclalidad de rclaciones familiarcs, crcdos, absolutamcnte difcrentcs. En Europa scrán los marroquícs, paquistaníes, bosnios... aquí bolivianos, pcluanos... dan cttenta de la segtegaci
Inés Sotelo
4r
que se someton acatando las indicacioncs. Están los padres dóciles y los padres qllo no lo son. Esto también ocurrc cn la escucla, o en cualqttier situación dc podcr. Ailí el pcor camino será mostrarse en oposición a quien 1o cjcrce que puede ser la maestra, el empleado quo da los turnos, o cl cncargado del cdificio. Habrá que saber manejarsc sin someterse. Es necesario dctenerse y ubicar el lugar de la institución a Ia que perteneccmos, el lugar do los jucces y nuestro propio lugar allí. Cada profesional está atravesado, por sus urgencias, por su historia, sus valorcs, sus idcales. Desde allí se juzga y se opina, estableciendo lo que está bien o mal. El problema surge si se intervicne desde los propios juicios morales o de valor, y peor aún, si dcsde allí se trabaja por cI supuesto bien de los pacicntcs marginados, adoptados, golpeados, abandonados... En cl reconido cn cl quc sc conducc un tratamicnto habrá dos opcioncs: estar exccsivarncnte impregnado por cl propio cstilo de vida o bicn trabajar sobrc sí mismo, vía ol análisis y el control de los casos para establccer una distancia. Tcncr en cuenta otras perspectivas, otros paradigmas, pernritc al profcsional dialcctizar el propio esqllena concoptual, teórico o hasta moral, intcntando ponerlo entrc paróntesis para que no sca desdc allí dcsdc dondc orientc el tratamiento terapóutico o social. Una clavc scrá ubicar la angustia dcl analista, reconocor las propias dificultadcs, los propios puntos ciegos, localizar aqucllos casos en los cuales es mejor apartarsc y derivar. Hay tenlas que para alguien puedcn sel insoportablcs, cn esto hay que haccr uso dc la institución y dcl trabajo interdisciplinario. Cuando una situación llova al profcsional a puntos dc angustia se corre cl ricsgo de conducir a la gcnte en lugar del ploceso de rcsolución on la dirección de la cura quo son cosas absolutamcnte diferentcs. áQué bien?
La noción del bien cs problcmática para los psicoanalistas, particularmcntc cn las instituciones y en la urgcncia. Allí oncontrarcmos on primcr plano la pulsión de mucrtc.
Clínica de la ursencia
42
Carlos Gustavo Motta afirrnará que csta dimensión es radicalmente ignorada por la cicncia, porque está aI margen de sll campo y para la medicina cuya función es cllrar, la pulsión de muertc cstá al margen del discurso.2i' En cl Scminario de La Ética, Lacan dará indicaciones rnuy precisas: 2(i alertándonos contra Ias vías vulgares del bien, contra la trampa benéfica de querer el bicn del sujeto. La verdadcra naturaleza del bien, dirá Lacan, se debe a quo no es simplcmcnte bien natural sino poder posible, potencia de satisfacer y el dominio del bien se vincula con el uso de podcr ya que disponer dc ellos, supone privar a otros, sicndo imaginaria la función del privador.
llama defencler sus bienes no es mas que prohibirse a si mismo gozar de eilos. La dimensión del bien levanta una murall¿r poderosa en la vía de nuestro deseo. Es incluso la primera con la qlre nos tenemos que enfrentar a cada inst¿rnte>.28
trn la comunidad, el discurso del bien general lo vemos represcntado por los cfcctos del discurso de la ciencia, .2e La moral del amo, al servicio de los bienes proclama , afirmando Lacan que no hay otro bion rnás que ol quc pucdc servir para pagar el prccio del accoso al deseo en tanto metonimia de nuestro scr;... (ese algo quc se llama goce, esa libra de carnc, lo quc del bien es sacrificado por el deseo>.30
Inés Sotelo
43
Esta oricntación es fundamental cn el trabajo institucional, donde la dirnensión humanitaria arrasa muchas veces con la dimensión dcl sujeto dol que sc octtpa el psicoanálisis, aquél atravcsado por cl deseo y cl goce. Laurcnt propone quc nuestra intcrvención, a veces única, no apunte a obtcner cl bicn sino se dirija al sujeto de manera inolvidable, cs dccir quc dirigiéndosc a la letra, .ilr dcje rnarca.
Rivalidad especular Nos rcfcríanos a quc con los padrcs poco dócilcs se establece muchas voct: s un conflicto de podcr, se produco un discurso cn cspcjo: la institución critica y cuestiona a los padrcs y csto vuclve dc la misma nanora dcsdc los padrcs
hacia la institución. Ocurrc frccucntetncnte qtto con los pacientes psicóticos es necesario que alguua trausfercncia sc iustale pat'a quo cstos padrcs acopten indicacioncs terapóuticas qlrc los profesionalcs consideran nccesarias on cl devenir de un tratamicnto: quc el pacicnte quodc intcrnado, o cxtcrnarlo, o respetar quc el pacientc se haya pttesto dc novio, o qtle se dedique a alguna actividad particular, son situaciones que si no se trabajan con los padres es muy probablc quo no puedan sostonersc. Esto no significa ceder a lo qttc no deba cedersc. Una posición firmo deberá a su vez considcrar la perspcctiva de los padres, sus micdos, sus dificultadcs. Carolinc triiacheff tione una posición mlry crítica con ASI. Nos ofrece un cjemplo en cl que los padres eran descalificados por los trabajadorcs sociales y por los psicólogos. En nna cntrevista la autora sc encuc'ntra con quo óstos dccían cxactamcnte lo mismo de la instittrción que lo que los profesionalcs decían de ellos: qne cn la guardería no cuidaban bien a la niña, quc le pegaban, eran las mismas acusacioncs qlte los padres rccibían del ASI.ir2 Es un ejemplo de la cspecularidad mortal. El Estadio del cspejo cn Lacan os una construcción quc permite desplegar la conexión cntrc las relaciones irnaginarias
44
Clínica de la ursencia
fundamentales en cierta etapa del desarrollo. Esta rclación os la que observamos en el niño de seis meses frente al espejo, el bebe sonríe a la sonrisa de quien tiene enfrentc, Lacan caracteriza a cstc momcnto como (asunción triunfante de 1a imagcn con la mímica jubilosa que acompaña y la complacencia lúdica en el control de la identificación especular>.jr3 EI sujcto se identifica en el sentimiento de SI con la imagen del otro. Y la irnagcn del otro cautiva en éI este sentimiento, determinando un efecto de alienación fundamental. lJna consecuencia en los adultos es la relación que establccc con el semcjantc, relación basada en la lógica de qlre en Hegcl lo encontramos como la . Cuando se responde en espejo, en el filo mortal del lcnguaje , so conduce a la cristalización dc la rclación mortífcra, porque nada del deseo aparece ahí; lo quo aparece cs lo qLle cn psicoanálisis se llarna: a - a' (prirna); una duplicación, repetición que en general ocurre cuando algo toca ese punto cicgo, ese aspecto no resuelto, no analizado. Si lo pcnsamos en la vida privada, cuando el otro toca aquello qLrc para el sujeto es insoportable es frecuentc reaccionar con Lrn: (¿y vos qué'/>, es un modo de respondcr en espejo.
Insütuciones ypod€r En las instituciones encontramos nutridos ejernplos en que los el eje de las decisiones está puesto en la rivalidad, en la pulseada de fuerzas y finalmente en el uso de poder, con las consecuencias que esto tiene en la vida de ios sujetos sobre los que hay quc decidir una adopción, una internación, un régimen de visitas... En relación con los actos de maltrato, que se repiten de generación en generación suele haber indicadores clínicos de que estos actos de abuso o violencia pasaron sin ser verbalizados, y sin scr sancionados de alguna manera. La autora dará el ejernplo de un padre violento, con una historia violenta, que encucntra, o busca una mujer que ponga un tope y que logre
Inés Sotelo
45
sacarlo de ese lugar. Pide ayuda, una ayuda externa, un límite a esa modalidad de goce que ha alcanzado niveles excesivos y que provoca el sufrimiento propio y el de los hijos. trse límite posibiiita una salida para el niño y para eI padre tnismo. Detener esa historia de repetición mortificante que funcionaba, en sí misma como condena. Cuando esto es verbalizado y se busca ayuda el padre podrá aceptarla o no, pero permite localizar un sujeto responsable do sus actos saliendo del silencio. Sale del silencio el sujeto, la esposa y el hijo, io cual implica un corrimiento de cada uno de la posición de víctima: víctima de la historia qtte lc tocó vivir, víctima de un marido violento' víctima de los goipes del padre. Otra situación particular en Francia, cstablecida en el código francós, es la figura del que permite a las madres no dar a conocer su idcntidad cuando dan un niño en adopción... La tnadre deciara previamente que no quierc que so conozca su identidad y esto suelc ser muy común entre mujeres extranjeras; que van a Francia a parir porque tienen esta posibilidad. Numerosas historias de mujeres violadas en Bosnia, eu Europa del Estc que se dirigían a Francia a parir 1' en dos meses ei niño podía ser dado en adopción. Habitualmente, esta modalidad de adopción tiene eI problema de que las mujeres para proteger su identidad o por vergüenza, no realizan exámenes ni controlcs durante el embarazo y sc dirigen directarnente a la guardia el día del parto, con las complicaciones clínicas, anímicas, afectivas, que esto puede acarrear.:l'1 En Nantes, hay un hospital con un sistema cn el cual se prepara a las madrcs quc deciden dar a sus hijos en forma anónima. AIIí un equipo formado por trabajadores sociales, psicólogos y médicos, respetando esta decisión que está absolutarnente dentro de la ley, crea las condiciones para que esta mujer se haga responsable de la misma. La orientación de este equipo cstá en dirección a ponor a dccir y poncr a trabajar una decisión, esto es intentar producir alguna marca para subjetivarla. En oposición a osa modalidad de trabajo,la autora daba el ejemplo ocurrido en otro hospital, en donde un niño había nacido cn esas condiciones cn una guardia: su madre había dicho
t-
Clínica de la urgencia
46
que no qucría ni vcrlo, poro los profesionales se lo poncn sobre ,., ..,"rio con ol intento cle que carnbie su decisión. Dctrás de ia búrsquccla del supuesto bien del niño o de Ia ntadre, los médiuna viriencia instituci'onal, que pone de manifiesto .o. "j"rc"r-t toclo
ral. Podemos articularlo con lo trabajado por Lacan en el Seminario dc la Ética <.Haccr las cosas cn nombrc dcl bien' y que cstá muy rnas aúrn, cn nombrc clcl bien del otro, esto es lo
lejos cle ponernos al abrigo no sólo dc la culpa, sino de toda suerte de catástrofcs intcriores>'il:'
Verdad... a medias Bsto nos permitc pt:nsar las cuestioncs ligadas a la verdad' Los juecés piclen qtlc sc jr'rre decir TODA la verdad' tarnbién oxigen a los prof'csionales quc digan la vcrdad dc los padres, niños, f'arniliares. ' Los profcsionales y las instituciones corrcn eI riesgo de crcerse portadorcs dc la Verdad' Lo que cl psicoar-rálisis nos cnseña es qtlo:
-La vcrdad no es fácilmentc acccsible' cie ios cfoctos de lenguaje como -Que la verclad es inscparable tales y esto significa incluir cn cllos al inconscicnte.
-Que no hay LA VtrRDAD. puccle dccirsc dcl todo, siemprc esta dicha -Qr-re la vcrdad no
a trrcdias.
La verclacl e s siempre relativa; uno tiene algunos cncuentros dc vcrdad, algo dc la vcrdad aparcco pcro nunca es toda. Un niño ciccía quc la rnarná Io qucría tirar por la ventana' . La analista trataba jucz esto de la madre' de explicarle que si cl menor ic clice a Ia hacia la vcncrnpujado n'u. á11á dc que Ia marná 'o lo hubicra quc sll tana, cra algo para prcstar atención osta sensación dc
Inés Sotelo
47
madre estaba quericndo matarlo. sin ombargo io que qlrería esta juez era sabcr si a olla cl niño le mentía, cuái cra La Verdad'
Nuestra palabra no pretenderá dccir toda Ia verdad, revelársela a ese sujcto en tiniebias, sino que on todo caso, intcntarcmos quc algo de la vcrdad apatezca, algo dc Ia verd.ad de ese sttjeto, de su historia' dc sus posibilidadcs, en cse rnarco simbólico quo se arma cntre el analista y el sujeto que padece.
-
Debates en el Foro
-
A continttación se transcriben algunas de las intervcnciones clc ios particiPantes
Intcroencíón de Móním
Cardia'
Lic. cn Psicología. Pt'ovincia clo Bucnos Aircs. Rc¡tírblica Argcntina.
El tema dc cstc primer capítr'tlo cstá muy ligado a mi práctica clínica actual con adolescencia y tnonores cn ricsgo para la Subsecretaría do la Provincia de Bucnos Aires, espccíficatnentc con la prcvención cn adicciones. Es frecuLnte 1a clcrivación cte los juzgados para la atcnción asistcncial por la ley dc penalización a1 conslrmo o . Bs habitual que Ia urgcncia jurídica corra por difercntes caminos quc el abordaje clínico, regttlando en ocasiones ia
práctica para pensarlas cn rclación a quión demanda' La urgencia está cn ocasiones paradójicamente determinada por Ios diferontcs discursos: el jurídico, cl social del cuál somos partO y ofccto, por cso cn ocasioncs ()s muy difícil discrirninar donde está situada la demanda. En cstos tiempos de urgéncias, la demanda incluye partc dc uua tcmporalidad quc juesa en contra dc una posible subjotivación. Es irnprescindiblc dcterminar tenpranamente de quién es la dcmanda cle atcnción y Ia urgcncia situándose eI profesional
r¡
I i
48
Clínica de la urgencia
desde una posición ótica que oricnte la cscucha desde una cicrta lógica.
Interuetrción dc Clara Holguín Psicoanalista, micmbro dc la NEL. Cali. Colonbia.
La urgencia atraviesa las instituciones, en gran medicla porqllc estas sc sienten cada vcz más compelidas a rosponclcr a un discnrso quo les exige eficacia y eficicncia, aúrn a costa dc los sujotos que las integran y constituycn. poclcrnos plantearnos cntonces que la urgencia de dar rcspucsta cn rnúltiplcs aspectos al otro social, a la que se enfrentan las instituciones de diversa índole, engendra ella mipma nna scrie de urgcncias subjetivas quo se e.videncian, por ejemplo, cn el deterioro crecicnto de los lazos sociales dc sus miembros, en estados de deprcsión y desesperanza y aún en manifestacioncs y motines que, a tnanera de acting,llaman a la pausa en el Otro, al cstablocimiento del diálogo. En cl árnbito do la Universidad pírblica en Colombia, se hace evidonte la situación planteada. En el día a clía de la vida universitaria asistimos a manifestaciones sintornáticas que van desde los consumos compulsivos, las deserciones, la agresividad cn las relaciones académicas y laborales y los cmbarazos cn adolescentos, hasta las revueltas cstudiantilcs en muchos casos con profundo sesgo de violcncia. Velar por la salud rnental 'n en cstas instituciones pasa necesariamentc por Ia recreación dc vínculos, por el establocimic'to de la paiabra, por reconocer y exigir a cada intcgrante de la comunidad univcrsitaria hacorse cargo clc su propio . De estc modo, prctondemos incidir desdc la instancia dcl Bicnestar universitario -que on nlrcstro país rcsponde a una exigencia lcgal a las institucioncs de Educación superior- y quc tradicionalmente tiene un corte emincntemente asistencialista; apostamos a lograr paulatinamentc lo que podríamos considerar una cspecio de , hacer a los integrantes cle nuestra comunidad strjctos responsablcs de su vida y la de la institución; rcconocomos en cstc trabajo las limitaciones que la urgencia institucional en la búsqueda de cambios
Inés Sotelo
49
abruptos y rápidos, hace emcrgol. a lnanera do resistencra, de obstáculo a ttn ticmpo quo sabemos neccsario' Relataró un evcnto oll una institución escolar que asesoro: una niña dc 11años, molesta con su profesora, hecha un ácido on ei tormo dc la misma. No haríamos nal cn llamar a dicha situación una Llrgencia institucional, la calma y la homeostasis dc la institución se han quebrado. Se sanciona a la niña, sttspendiéndola por unos días. Sin cmbargo, esto en lugar dc causar un alivio institucional, causa un malcstar en la maestra, que considora que nlrnca fue tenida en cuenta y considera el evcnto una amena za para ella y sus demás colcgas (son maestros amcricanos) con una consigna, en la institución qnc da cuenta de lo in.soportablc y ai ticmpo sc abrc la posibilidad do una conversación quo sintomatice este llarnado tanto de lado del niño como dci maestro. Podríamos aquí introducir al menos tres de los puntos que se introduccn en la clase y quc sc menciona arriba. ¿,Dc quión es Ia urgcncia? ¿Quó punto de capitón para esta urgencia? ¿,Quó solución'? Al mcnos podemos tener en clrenta a partir c1e Ia clasc rres aspectos: pausa. tanto dcl lado del sujeto niño como de1 macstro. Avaluación, -l-a institución. -[,a importancia de cspacios clc conversación cn la
-El tiempo -la
b*ruenci'ón
d'e
Marta Muhlru.d
Psicoanalista dc Buouos Aircs Argcntin:r
Plantear la urgcncia desdc la perspcctiva institucional mc llevó a los acontecimientos ocurridos en una escuela en la que trabajo. Hacc unos años un alumno llevó un arma cargada, la tuvo r.onsigo toda Ia mañana y al salir, disparó y mató a un cotnpañcro.
La situación fue tcrriblementc dramática y despertó dirersas cucstioncs:
Clínica de la
-la sorpresa, lo inesperado
de la
irrupción dc violencia.
-el dolor por el jovcn mucrto
-cl dolor, cl micdo y la crisis
dc sus compañcros
-el dolor y los interrogantes
de los docentes y autoridades
-las preocupacioncs ligadas
a la responsabiiidad del establecimiento Algunas consecuencias inrnediatas fueron: -un prcsumario administrativo para las autoridades de la
cscuela.
-asistcncia psicológica grupal para los compañeros dc ambos alumnos.
-una intervención institucional con un psicólogo, para cl personal dc la cscucla cn su totalidad, que no satisfizo las expcctativas, principalmente porque nunca les cxplicaron cuál cra el objetivo de la rcunión.
-cl alulnno, dc 19 años, cra i'rputablc
sogún las leycs argentinas. Se lo detuvo en la comisaría, luego en una cárcel, se kt sometió a pericias y tcrminó interno en un neuropsiquiátrico dc la zorla, cor diagnóstico de esquizofrenia paranoide.
El sentimiento general fue ambivalento, rigado a ro siniestro, a eso familiar quc se torna extraño y peligroso. E'tre los alnmnos había s*rgido el peligro y la amenaza, y pcrmaneció durantc un tiempo. Lucgo, los mecanismos d.e dcfensa van haciendo lo suyo. Para algunos era mas seguro qlle el joven agresor cstu_ viera prcso on rlna cárccl por homicidio. No tenía antccedentes dclictivos de ningírn tipo En ninguna escucla dc la zona se rcalizaron intervenciones a nivel institucional, cn relación al tema. Los profcsores qucrían qlle se nos instruycra sobrc qué haccr si un alumno saca nn arma en el aula. ¿Dónde cstá la urgencia? ¿Dc quién/es es la urgcncia? ¿;Qué rnodalidad dc intervcnción hubiera posibilitado cl alojamionto de la urgcncia dc padros, docentes, alumnos...?
Inés Sotelo
Intcruencíón
d.e
5r
Rodnlfo Ceball,os
Practicantc cit:l psicoanálisis. Provin<:ia
ck:
Salta. Argontina'
Este capítulo me permitió ubicar la posición del psicoanalista en las Llrgencias t:n una institución El curso plantca ia intcrvención dcsdc la pcrspr:ctiva dcl psicoanálisis, lo que cxplica el concepto dc trabajo asistencial en una institución social. El ejcrnplo clegido no adrnite controversias clínicas: el psicoanálisis como práctica que clucida y localiza la urgeucia. entendida ésta como cl punto donde se rornpe el orden del sujcto. Esa vcrificación nro parecc ncccsaria y' a la voz' oporruna clc conscguir por cl sufrimiento mismo dei que consulta. La urgencia cs la lcctttra quc hace el psicoanalista en la ilamada . La prcgunta que se abre cs: ¿es posiblc llcgar a este pttnlo óptirno dc en La urgcncia'/ d'e LíIia Pérez Psicoanalista. Saltillo. Coahuila, Móxit:o.
Interuencíón
Voy a relatar una cxpericncia dc las mucltas, vivida en el hospital dondc trabajó 22 años. Trabajando cu cl Servicio dc Ncfrología, rne encuentro una mañana coll un pedido de urgente intervcnción. Celis' una pcqueña dc 14 años de la Siona dc Oaxaca' Lllla comlrniclaci indígena dc mi país, Móxico, había estado dosdc ha¡ia clos horas couvttlsionando y aventando espuma por la 'coca. Ya habíau acudido los ncurólogos y concluyeron que ro había incrvaciór-r ncrviosa para tal evento y qtlo por tanto cra antc lo que clla rcsponclía con más convul:iones y los ojos cn blanco, rcpito mi apclación y finalmcntc
Clínica de Ia
intervengo diciendo: (.'.ctlando qttieras hacerlo me llamas, tengo otros pacientes> y me di la vuelta. Para mi sorpresa, Ia pacientc se levanta y poniendo la mano cn mi hombro exclama en Lln grito <¡No te vayas, sí quicro hablar!>, cesando tarnbién las convulsiones. A partir ,1" u." momento desplegará Ia angustia iue ie producía dejar el hospital al que había llegado en estado gravísimo que requirió dializarla. La vida y Ia muerte cn eI centro de la escena' Me interesa destacar que la intervención se enmarca en la transferencia de los módicos hacia la analista a quien convocan, así como de la niña quien ya era una paciente que se atendía en eI Scrvicio y tenía un lazo con la analista'
Interumcíón
d.e
Margarct
hqh
Estudiantr: av¿rnzacla dc la liccnciattlta cn psicología on la univcrsidad Regiomontana, en Montcrrcy, Nr'rcvo Lcón, Móxico.
En cI primer capítulo encontró una conexión inmediata con cl contcnicio acerca dc la difrcultad de hacer soportable Ia falta dc recursos y los problemas de la institución, es decir ei modo en qlrc los profesionales somos atravesados por Ia urgencia' En io personal me ha tocado presenciar la revictimización dcl enfermo mental cuando se prescnta a denunciar hechos dc violencia intrafamiliar, pues Ia lcy en este país desacredita automáticamentc el discurso del cnfermo mental al conseguir un dictamen médico o psicológico.
Esta experiencia definitivarnente muestra el grado de indefensión y revictimización cle que se hace objeto al enfermo mental en las instituciones.
Interuencíón de Inés Sotelo
Clara Holguín desdc Colombia aporta interesantes señaIamientos y un ejemplo de urgencia institucional impactante, que nos lleva a puntualizar algunas cuestiones: La caída del padre, del ideal, de1 Otro, se manifiesta crudatnente en la escuela. No hay Otro que ocupe el lugar dc saber sttpuesto, dc quien valga la pena intentar tln (supuesto aprender>>. Devaluación del iugar dei padre, del macstro y dcl saber.
Inés Sotelo
53
padres>, La institución suele culpabilizar a los
a los que no se ocupan, quo no "'tátt-"tt casa' que dejan juicio sobre los paio. ft".rt" aI ielcvisor, que no cliaiogan' transdt*. q.," no sttele estar acompañado de intcrvencioncs como saben tampoco f--"¿otus. En realidad los maestros
gravcs o psicóticos' mo con los famiiiares de los pacientes juzga llegando a y los cuando la institución no los inciuye violcncia y amenaza' -
Clínica de la
posición nos Considcro que la intervención desde cierta cuya eficacia solo veavala para tu1 momcnto cle ccincluir'
rificarcrnos desPuós' Momento de concluir particularidad Estas intcrvcncioncs nos acercan a la atravcsados países' qtte Ia clínica sc prcsenta en diversos salud muy diversos' colllo iu, t"ng.,us, historias, sistcmas de psicoanaiista en las instituasí también ciivcrgc .ilt'go' del puntos en comlrn que ciones. Sin cmbargo hcmos encontrado mo;;;;"t-itido reíanzar nuevos interrogantes para el mcnto de conclnir: de iu posición clcl analista dctcrmina un uso particular asistencialcs las instituciones, Itur"fo"ttando los espacios nos aporta la cxpeclásicos. iln este senticlo Marta Coroncl Isidro' la cttal ricncia clc Ia aciml.iór. "r. el Hospital d'e san un para convertirse.cn ;;j¿ .f" scr Lrn dispositivo univcrsal resultando ."p".i,, cliario ,l"rriro clc ttn proccso clc asistencia'Es dccir qr're en sí mismo un tratamicnto del padecimicnto'3S cs pensado como alcjándosc cle ttn proccclimicnto burocrático' Ia posibilidad de qtte algo nucvo se Inlcre' artificios' en guardias y admitlJ Sc tlata "'"u' "t-tto,-,."t hacicndo uso dc siones, q.," lrur,.titu'-' tn t"tttti'a de los efectos io, ,".,.,r.o, ,lu Io* quc se clisponga':lr) lo La oricnta.i.t i"t ptitootruiitta en las instituciones la prisa institucioconducirá u propo,."t'ttto put-t'u frente a cs solo dc unos qlre vcces a ,rul, ,r"ttgu cié donclc venga; pallsa ticmpo' minutos pero quc posibilita instalar otro es ttn funcionario no Laurcnt, El anaiista, .omo afirma engranaJo' slno un dc del dispositivo,l0 no s0 hacc víctima dccisioncs' Con que se ttbica .ot to tttj"to responsable de sus lo quc allí se deposite' su acto pon".,tu pu.tto pu'u desplegar esc encuentro con cl cn en csc marco simbólico particular' algún valor de versufrimiento cicl otro' tratando dc alcanzar dad sin pretcncler sei: dueño de ella' con
Inés Sotelo
55
Esto posibilitará localizar algo de lo subjctivo, ponienclo en juego la avaluación ciel sujeto cn cucstión, aval del sujeto aoeFca de su Padecer. Desde esta perspcctiva, la ética del psicoanálisis conduce a posponer los juicios, y no anticiparse en la adjudicación del bien que se crec que Ie correspondería a cada uno' La decisión final, siemprc sin garantías' se corresponde otxr un momento de concluir qlrt: aunque deje el sabor de que algo nras se podría habcr sabido o algo mas se podría haber n*"no. entendemos que la conclusión es el tiempo lógico que posibilita la salida.
:l
Clínica de la urgencia
Bibliografía 1-2-3-8-10-40. Laurcnt Eric. >. Tient'pos de urgencia. Estrategias del sujeto, estrategias del analisto. Sotelo Inós (comp.), Buenos Aircs, 2005, JCE Edicioncs. 7. Leserrc Lucas Tientpos de ttrgencia. Estrategias del sujeto, estrategias del analislo. Sotclo Inós (comp.), Buenos Aircs, 2005, JCE Edicioncs. 9. AAW. , Editorial Vcrgara, 1989, Buenos Aires. 11. Batrdini Silvia Tiempos de urgenci.a. Estrategias del sujeto, estrategias del analislo,-Sotclo Inós (comp.), 2005, Buenos Aircs, JCE Ediciones. 12. Millcr Jacques-Alain. uLa experiencia de lo real en lct cura psicoanalíticat, 2003, Buenos Aircs, Paidós. 13. Camaly Daniela . Tiempos de urgencia. Estrategias del su,jeto, estrotegias del analistc. Sotclo Inés (comp.), 2005, Bucnos Aircs, JCE Edicioncs. 1,1. Lacan Jacques. Sentinario 3. uLas Psicosis, Paidós, Buenos Aircs, 1986. 15. Lacan Jacqucs rrEl tiempo lógico y cl ascrto de certidum-
brc anticipada. IJn nuevo sofisnar Escritos. Siglo XXI, Bnenos Airos, 1985. 16-20-22. Tarrab Mauricio > Tiempos de urgencia. Estrategtos del sujeto, estrategias del analista, Sotelo Inós (comp.), 2005, Bucnos Airos, JCE Edicioncs. 18. Miller Jacques-Alain, Introducción al método psicoanalí' tico, Dolia, Btteuos Aircs.
Inés Sotelo
57
1-l-19. Laurent Eric. >, Bdiar, 1 9 89. 25. Motta Carlos Gustavo: , Paidós, Bttcnos Aircs, 1990. :i1. Lacan Jacqucs >, Escritos I, Siglo XXI, 1985. :J-3. Lacan Jacqttcs. . Tiempos de urgencia. Estrutegias del stLjeto, estrategias del analistc¿. Sotclo Inós (corlp.), 2005, Buenos Aires, JCE Edicioncs. :iS. Coronel Marta Tiempos de urgencia. Estrategias del sujeto, estrategias del analista. Sotclo Inós (comp.), 2005, Bucnos Aircs, JCE trdicioncs. 39. Soto Adriana Tiempos de urgencia. Estrategias del sujeto, estrate' gias del analista. Sotclo Inós (comp.), Buenos Aires, 2005, JCE Edicioncs.
Capítulo 2 Urgencia y psicosis
ornettzaró llarnando a la instancia qttc rccibimos cn la guardia o en la admisión, cuando llcgan cl pacicntc y sus familiares atravesados por una situación que los ha conmocionaclo. Esta expresión, quc J.-A. Millcr clige en <,1 reúnc nltlncl.osas variables que el analista a cargo de ia guardia dcberá considerar y pondcrar cuidadosamente. Prcsentaré un caso clínico quc nos permita considerar cada una dc estas cuestioncs'
ft \-/
Entrevista de admisión Entreuista familíar S. cs acompañada al hospital gencral por los padres y varios hcrrnanos. La institución cuenta con guardia psiquiátrica y psicológica y con sala dc intcrnación en la misma especialidad. Scrán entrevistados por cl módico de guardia y por.,rru iicenciada cn psicología, psicoanalista, integrantc clel tquipo cle la sala dc mujcres. Son derivados descle guardia donde la pacicntc fue cvaluada y sc indicó ]a interna"it"rnu ción cn la sala dc agudos del Scrvicio de Psicopatología' Entrcvistar primero a la familia tienc cn cstc caso el objetivo dc obtcner algunos datos sobre los acontccimicntos quc
6o
Clínica de Ia urgencia
motivaron la consulta, ya que Ia paciente impresiona como alucinada y con dificultades para comunicarsc. Se indagará tambión accrca de los antecedcntes: si ha habido otros episodios anteriorcs, si estos pueden ser situados temporahnente y las coordcnadas on quc ocurrieron. La familia rcfcrirá quc dcsde hace unos días <
i
t l l
Ir x
ducta inh,abitual yo que es nluy cariñosa con sus híjosn. Cuando se interroga sobre cl inicio de este cambio en S, rcferirán que dr:sde hacc un año comenzí a estar rara por lo que inició un tratamicnto cn otro hospital. Los síntomas que recucrdan son cl aislamicnto y las alucinacioncs auditivas. En aquel rnomento fue meclicada con ncurolépticos incisivos y scdativos on dosis bajas; rcfiercn tarnbién que on cuanto ccdieron los síntomas. interrumpieron cl tratamicnto y Ia mcdicación. En oste día rcpiticron la dosis para poder tracrla al hospital, ya qltc por Ia agitación y su ncgativa sc les hacía irnposiblc haccrlo de otro modo. La familia ascgura qlro no tuvo internaciones psiquiátricas ni cnfenncdadcs o accidcntcs gravos. En rclación a la historia familiar sc destacan como datos significativos quc S es Ia menor dc docc hcrrnanos. Familia oriunda de un pueblo llamado La Espei'anza dc una provincia dc la Rcpírblica Argentina. Partc dc la fantilia viajó a Bucnos Aircs hace unos arios. S sc casa con P a quien describcn como alguicn raro, introvcrtido y qne no pcrruitc su trato con la familia dc origen. En el írltimo ario la madrc consiguc quc S vaya con sus hijos a vivir al hogar paterno ya quo no la veían bicn y les preocupaba no solo la precariedad econórnica sino también 1as conductas cxtrañas del csposo. La madrc reficrc quc S nnnca cstuvo tranquila a partir de csta mudanza ya que vivir scparada dc ól Ic prodr,rcía gran inquietud. Otro ctato rclcvante cs la pórdida dc un cmbarazo avanzado ocurrido en cl írltirno año. Sc indagará accrca de las posibilidadcs farniliares dc acompañar y sostcncr cl tratamiento durantc la intornación, tenienclo tambión cn cl horizonte los rocursos económicos y humanos con los que so contará en cl moncnto de la extcrnación. Esta pcrspcctiva es fundamcntal pucsto que sc intcntará
lnés Sotelo
6r
que la intornación cn la institución hospitalaria sca 10 mas breve posiblc. Se trata de un rccurso irnprcscindiblc cuando los lazos sociales y familiares st: han quebrado o dcteriorado en tanto
permita ai analista trabajar para lograr un armado posible que posibilite restablecer, al sujeto, los lazos con el exterior. Entreuista familiar en Ia urgencía En cste caso fue decidido entrcvistar primcro a la familia porque aunque los síntomas patológicos aparezcan en S, son ellos los que llegan en situación dc urgencia. Este cambio de conducta, la agresividad con los niños absoiutamentc inhabitual cn clla, fue el lírnite que los condttce a Ia guardia. Las conductas cxtrañas son dc larga data: el sentirsc mirada por compañeros y vecinos, el casarniento, eI lugar donde elige vivir, el ir y venir, los celos enfcrmizos, son leídos hoy por la familia corno anormalos. Con anterioridad si bien hubo alguna consulta prcvia no se sostttvo en un tratamicnto. El episodio dc agrcsividad con los hijos en csc día, se transformó para la familia cn cl límite dc lo soportablc. Quiebre, dolor, rttptttra aguda, desconcierto, dcsequilibrio, transformación cn la vida dc un sujcto, pero quo en cstc caso, corno cn rnuchos otros, cs Ia familia la primcra cn aclrsar recibo y dirigirsc a una consulta cttando la situación ha sobrcpasado lo que esos padrcs, hermanos, esposos o amigos pucden tolcrar y manejar. La urgencia atraviesa tambión a la familia y es por ello necosario cvaluar el irnpacto y las consecuencias quc el dcsencadenamicnto dc una psicosis ploduce cn el grupo familiar. Esto permitirá al analista ubicar el marco y las coordcnadas cn qlrc se desarrolla la vida del sujeto cn cuestión, informarsc dc ia vcrsión familiar y, fundamentalmcnte considerar si sc contará o no con ellos a Io largo del tratamiento, específicamcnte en cl momcnto de la cxtcrnación así como a lo largo dc la vida de ese sujcto que prcsurniblementc necesitará de ciertos soportcs para sostener el tratamiento, Ia economía, las actividadcs, la vida cotidiana. Sc ha producido un qttiebrc, un punto dc ürajc que marca nn antos y un dcspués; csto cs: ya nada volvcrá a ser como antcs.
6z
Clínica de la urgencia
Trabajar adccuadamente con la familia, pcrmito en nluchos casos quo sean ellos quienes faciliten cicrto lazo, clue acomparlcn cl tratamiento, que se ocupen de aqucllas cosas
quc cl sujcto ya no pucde sostcner, que ponclercn y toleren las limitacioncs y, por sobrc todo, quc estón atentos y rcconcluzcan al n'amiliar a la consulta cuando reapareccn signos cle pcrturbacioncs. La familia de S parcco muy comprometicla; han concLlrrido todos y a lo largo de la intornación sostenclrán su presencia colaborando cor los profosionales y respetando las consignas institucionalcs. A partir de esta descstabilización, padres y hermanos ubicarán aquellas conductas qlre hasta cl momento sólo eran consideradas extravagantes, colno sintomáticas. Para cl analista esto es la manifcstación dc una patokrgía estructural, que acompañará al pa_ ciente a lo largo dc su vida y que requicrc de un tratamiento adccuado sostenido en oI ticmpo. concluida la entrcvista familiar invitarnos a pasar a s quien entra sola al consultorio, rcsponde a nnestro saludo y sc sienta cn u'a silla fre'te a nosotros. Está vestida adecuaclamente sin ningún detalle que llamc particularmentc la atención. Las entrcvistas, familiar c individual, pcrmitc'una evaIuació'y Ia confccción dc la historia clínica, hcrramienta indispensable y obligator.ia cn las institucionos Confección de la historia clínica
La Historia Clínica en Psicopatología o Salud Mental ro_ úne diversos datos fundamentales para la institución que recibe al pacientc así como para los profcsionarcs que intcrvendrán en el tratamiento. Scrá un documento que consignará datos importantes para futuros tratamientos o internacioncs en el mismo hospital, así como para las instancias socialcs o jurídicas quo pudieran intcrvcnir cn la actualidad o en cl futuro. Hay divcrsos modclos de Historias clínicas pcro el objetivo dc la rnisma cs consignar el rccorrido clesclc la entrcvista cle admisión hasta las razoncs dc la conclusión dcl tratarnicnto. Los ítems suclen scr los siguicntes:
Inés Sotelo
6S
l. Datos de filiación: dcl pacientc y su familia2. Motivo do intcrnación o dc consulta. 3. tos antecedentcs y cl cstado actual del pacicnte. 4. Examen Psiquiátrico: la entrevista diagnóstica permitirá la evalttación dol paciente a través dc la altoración o conservación dc sus funciones psíquicas: conciencia, atcnción y orientación, pcrcepción, memoria, afectividad, pensamiento y lenguajc y la actividad psicornotriz. 5. Diagnóstico presuntivo: El caráctcr presuntivo indica que no es definitivo sino quc deberá confirmarse a lo largo del tratamiento. La combinación dc determinados síntomas' quc son manifestaciones egodistónicas para el sujcto, y los signos quc son los datos positivos objetivables, conforman los síndromes; por ejemplo la combinación dc ideas delirantes, alucinaciones y perpiejidad, constituycn un síndrome psicótico. En la actualidad, cl DSMIV y el CIE-10 describen trastornos o entidadcs nosológicas. 6. Indicacioncs tcrapóuticas: intcrvcnciones, plan farmacológico, estudios complemcntarios.2 Psiquíatría y psicoanáIísís en Ia eualuacíón
El examcn psiquiátrico indica en cl aquí y ahora clel rnomento dc Ia cntrevista cl cstado actual dcl paciente; estaclo quo ospcramos so vaya tnodificando a lo largo dcl tratamicnto. Tambión sc consignarán los antccedentos, lo cual pcrmitirá una rclación entre cl momento actual, cje transvcrsal cn Ia vida dcl pacicntc y su historia, cje longitudinal. Dcsdc la pcrspectiva del psicoanálisis, Lacan nos invita a ir un poco mas allá dc lo cvidentc; <..'la psicología humana en lo mas antinatural quc hay'..>r agregando que la expcricncia freudiana, no os una cxpericncia pura sino que es una expcriencia cstructurada por algo artificial quc os la rclación analítica, indicándonos con prccisión:
6+
Clínica de la ureencia
Lacan conducía las cntrcvistas sttponióndole ai paciente un saber sobrc su onfcrmedad, dejando muchas vcces a cargo dcl sujcto la dcfinición dc lo que le acontece y las coordenadas en que esto succde. Se dctiene, interesado, en las cuestiones que el paciente rcficrc, pidc dcfiniciones de palabras aunque pcrtcnezcan al lenguaje común. Sc interesa por los fcnómenos qur: dicc padccer, no duda en pedir más explicacioncs, en decir quo no cnticnde. Se detcndrá on los fenómenos elementales, en los fenómenos alucinatorios y on el delirio, en 1a reiación del sujcto con cl lcnguaje. Lacan se ubica en el lttgar de quien toma nota dcl testimonio quc el sujeto Ie ofrczca. En las entrevistas se pesquisará Ia presencia, o no de fenómonos elementalcs. Este término provienc de la psiquiatría y es tomado por Lacan. dc quien }]amará su maestro en psiquiatría: Clórambault. Estc inventó un síndrorne que se 11amó dc autornatismo mental; conjunto de signos y síntomas quc sc dan más o rncnos al rnismo tictnpo y quo se ubica como la basc de la psicosis alucinatoria crónica. Estos fcn
3. Los diálogos intcriorcs. 4. Las alucinacioncs motrices diversas. 5. Las cenestopatías. 6. El pcnsamiento anticipado o mentismo... su pensamiento cmpicza a marchar solo. 7. Asociacionos por contraste, sin ttna idea directriz, se hacen o por contraste o por hornofonía. 8. Las alucinacioncs auditivas y psicomotricos. 9. Las intuiciones; la pcrcepción de una significación sin que haya datos empíricos para ello. 10. Los fcnómcnos de no-scntido. 11. Las impulsioncs vcrbalcs.
Inés Sotelo
X.2-
6S
Juegos silábicos.
l3- Retahíla de palabras. l{- Flujo involuntario do rccuerdos. L5- Vacío del pensamiento.
Para Lacan los fcnómcnos elcmentalcs, dcjan de tencr un carácter basal. esto qttierc dccir, que no son los cl<¡mentos primarios sobrc los cualcs cl delirio se producirá. No son los datos primarios que tomará el delirio para su constitución, sino que dan cuenta de la cstructura. X{ientras quc cl carácter dc quc tenían para Clórambault cstaba sobro todo sostcnido en el valor de clcmento, para Lacan quiere dccir irreductible. Son irreductibles a cualquicr otra cosa que no fuera la misrna cstructura; csto cs: la mucstran. El delirio mismo será tambión un fenómeno clemcntal. Clínicamente, se caractcrizan por la aparición cn lo real y porquc el sujcto queda involucrado on ellos; ticnen valor de mensajc que les os dirigido, lo cuai sostiene la certeza deiirante. Jacques-Alain Millcr propone quc el fenómeno clcmcnial cs a la psicosis lo qr-re la formación dcl inconsciente es a la neurosis y como tal mucstra la cstructura dc toda ia cnfermcdad.6 Encontrarlos cs fundamental para el diagnóstico clc psicosis porquc revelan ia estructura misma, la particttlar pcrturbación quc sc produce en las psicosis cn la rclación entre el sujeto y el aparato dol lcnguaje, cntre el sujeto y la palabra. Para que cstetnos cn la psicosis ticnc qttc habcr trastornos dcl lcnguaje, afirma Lacan en cl Seminario 3:
Clínica de Ia urgencia
áQué diagnosücamos en la enheüsta de admisión?
En Ia cntrevista de admisión, en el momcnto de la internación la paciente prcsenta fcnómenos de interferencia que pcrturban cl curso dcl pensamiento, pcro no ticnetr contenido, anidcísmos divcrsos: sin sentidos, juegos vcrbales silábicos, estribillos vcrbalcs. EIIa dice: <<...escuchq,ba la palabra cqsa, casada, caseroso ruo se de donde es. Es algo que escuchaba...tt <...sietnpre se nte uierte encerrado, encerrer, en'cerra,da, no tengo idea que quíere decir, creo que eso palabra no es de crcá, es de
La
Esperclnze,...>>
uiene puerta normal, es una puerta pu.esta...>> (...une uoz decía Lau¿s, creo qu,e es una fornn. del diablo
<<...se n'Le
qLLe
me hqblaba...>
S también presenta fenómenos ideoverbales: eco del pensarnicnto y comentario dc actos:
uno uoz de uqróru qu.e repite lo que digo, nte dice a pasor, pero ahora es mós afectuosa, yo no nte con odio, miedo, rencor. Antes nte decía: ¿nQtté lwce
<<...escucho
lo qu.e
trato
L)o
esta señora/>>. <<...núró, Jtablo d,e relígión"y sentí que alguien nte dice: cuidoclo, estós hablando ntalb>.
En S se obscrvan fenómcnos alucinatorio-motorcs: scnsaciones do movirniento, alucinacioncs scnsitivas, gcnitalcs, cencstopatías: <<...¡ni uoz no sqle por Io garganta, sale por el costedo...>. <...sentía un cosquilleo de gérntenes, )/ eso tiene que chocar para hocer u.n gol¡te, un retu.ntbo...>. <<...parece que se nte desenroscó eI cordón del ontbligo...>. <<...síento el estóntago aprisionado, nte siento clesorganiza' da por qdentro. ¿Habró una operacíón que pueda organizornte? Tal uez abriendo de lo gargantct ltasta abaio. No se dónde está. el estóntago. Siento que los alimentos se n'Le uon por cualqu.íer ledo...>>. <...los nra,ruos me hablan, dicen el poemo Ojos sin Luz...>>.
Inés Sotelo
6z
Ruptura, perplejidad, delirio Los fenómenos clemcntalcs sc caractcrizan por scr inaccesibies, incrtes, estancados, refractarios a toda dialéctica y no son causados por una idea anterior del sujeto. Hemos ido localizando los fcnómonos que S prescnta y que el psiquiatra de guardia dcscribc, pcro nos preguntamos: ¿cuándo y córno se dcsencadenaron,/ Su f'amilia dicc que siempre fuc rara, cclosa y que siem_ pre se sintió mirada. Aquí destacamos la divergencia entrc la versión de la familia y Ia del sujeto. Trabajarernos con cada uno slr propia vcrsión. ElIa lo sitúa así: tt...estuue bien lmsta entes de entrar al ciuil y o la Iglesio, cuando entré yo. nte sentía mal. Me dí cuenta que yo iba o estar ntql, a tener relqciones con las t¡oces. Cuqndo el juez dijo dos declctro ntarido y ntujern, y los clos tenío¡nás el ntisnto apellido y los dos éramos iguales I lo primero que rne uino: st;pe que no íbetnos a andar bien....>.
Antc la precisión de s accrca del momento del dcsencadenarniento de la psicosis recordaremos la indicación clc Lacan en cl seminario 3: .s Podría'ros pensar este rnornento que rcficre s. a la luz del concepto clínico de Lacan, momento fecundo, un momento de calma y otro dc empujc, una precipitación. Este término lo encontramos a la altura del seminario B ligado al inicio de la paranoia, a modo de brotc, fase, ruptura, cuando se obser_ van una seric de trastornos que sólo luego podrán ser reconstruidos analíticamentc.n En cl Serninario 6, en la clase 24 Lacan se rcferirá al mo_ mento fecundo de la ncurosis, corno aquól que por tener relación con la estructura misma será ccrcado cn cl análisis.10
68
Clínica de la urgencia
Podcmos ubicar entonces la relación en el descncadenamiento psicótico entre la irrupción dcl fenómeno elemental y la ostructura misma. El fcnómeno elemental, siendo el delirio mismo uno de ellos, la mucstra en tanto tal.
Miller utilizará el conccpto griego de gnomon que explipartir de una cólula inicial (un dibujo que sc rcpi-
ca como a
te progrcsivamcnte rcspctando la forma y las proporcioncs del primcro) se pueden reproducir figuras de las mismas proporcioncs encontrando de rnanera más extensa Ia misma estructura. . Millcr sostienc que eI elcmento cs la cstructura y so repite como cn eI gnomon en distintos nivcles; esto significa quc el fenómeno elemental tiene estructura dc lenguajc. 11 En las cntrevistas de admisión se intentará situar la dimcnsión sr"rbjetiva dibujada a través dc los fenómenos. En el trabajo dol Equipo dc urgencias subjetivas del Hospital dc San Isidro, Ios autores proponen la localización de la certcza como lo quc no cngaña cn las psicosis .12 En cl inicio todo parecc indicar que la psicosis no ticnc prchistoria y, afirma Lacan en el Seminario 3 que cn condiciones espccialcs algo aparece en el mundo extcrior quc no fue primitivamcnte simbolizado, cl sujeto sc encuentra absoIutamentc inet'me; desagrcgación en cadena, sustracción de la trama en el tapiz qLre se llarna delirio.13 ¿Quó sucede entonces frcnto al corte, a la ruptura, al sinsentido'i El mornento de pcrplcjidad es el momento de la cspera dc sentido quo no aparoce, tampoco hay mctonimia porque c} sentido se fija, el fcnómeno elemcntal se parccc a la metonimia inmóvil o a la motáfora impotcnte de hacer surgir un sentido, sostiene Miller. La metáfora y la mctonimia son los grandcs mccanismos de producción dc sentido. En la rnetáfora hay sustitución quc produce un nucvo sentido mientras que en
lnés Sotelo
6g
la metoninia, en Ia concxión dc ttn significantc con otro, el sentido no crncrgo, hay dcslizamiento por Ia cadcna. El fcnómeno elemental, continúa Miller, funciona como mctonimia inrnóvil quc produce un cstado de confusión difuso y en tanto funciona como mctáfora irnpotcntc, produce una fijación absoluta. Siempre hay un significante en el fcnómcno elcrnental o algo quc dcbería producir ttn efecto de interrogación sobrc el scntido pcrmitiendo ttna vinculación entre significante y sentido. Propone entonces Miiler un operador de perplojidad, que pcrmita esta conexión que es la situación normal en el habiante en tanto necesita ttn Sz para descifrar al Sn, en tanto el Significante 1 siempre es elerncntal, no se sabc lo que significa.la Volvamos al momcnto del desencadenamicnto de la psicosis en S. A partir dc csc tnotttonto, ciertas cosas lc haccn signo, ella se transforma en vehículo do1 goce dol Otro comenzando a operar cierto sentido, cierto sabor, Sz. Ticne la ccrteza dc quc el hijo que murió cra cn realidad hijo de una prima, aunque ella lo llcvara en ei vicntre. <....mi prima me trajo comicla el luues, la comí sin darme cuenta que Ie podría haber puesto algo, o alguna palabra. y el murtes me sentí tnal, intoxicada...>.
Decisiones del analista en la guardia la paciontc Ia convcnicncia de quedar intelnada por unos días, clla acepta. Se entrevista a la familia para dar explicacioncs precisas sobre la decisión de intornación, indicaciones sobrc la rnisma (indumentaria, rnedicación, acompañantcs, visitas, plazos, etc.), así como para comprometerlos cn cl tratamicnto. La pacientc scrá entrcvistada diariamente por una analista y como instrumento que permita acotar e} exceso sintomático, ol médico prcscribe un plan dc medicación diaria con Se lc explica a
neurolépticos antipsicóticos incisivos y sedativos, en este caso el1 urfa dosis mínima.
7o
Clínica de la urgencia
El ttso de fármacos, la internación, la intervonción con la familia, los talleres, funcionarán como herramicntas imprescinciiblcs dcntro dc una cstrategia que apunta a que algo cornience a aquietarsc. En la misma línea los talleres, el trabajo cn muslcoterapia o cn terapia ocupacional, puedcn cobrar una importancia crucial en el trataniento si se lo picnsa en la lógica de la cura, allí dondc cI lazo social inexiste. En las crisis agttdas, espcciahnente en las crisis psicóticas, eI sujeto no logra sostenerse simbóiicamente en los lugares quo ocupaba como padre. como trabajador' como vecino, como ciud.adano. En S obscrvamos quc no puede ocuparse cle sus hijos, cuidarlos, libidinizarlos. También deja de concurrir a su trabajo, no sólo no logra desarrollar las tarcas de costura sino que la relación con los colegas se torna pcligrosa y hostil' Sc han quobrado los lazos y no consigue prcsentarse ante los otros bajo un scmblantc posiblc dc madre, costurera, vccina' El taller es entonces propuesto corno otro al que el sujcto pueda clirigirse y enlazarsc con otros. Pcnsar la inclusión de un pacicntc cn el tallcr, scrá tambiéu caso por caso (no nos oricnta ni lo ocupacional ni lo laboral, ni las habilidades ni Ia resocialización masiva, sino la política dcl uno por ttno>.ri' Es curioso colno a posar de Ia imposibilidad estructural de constituir un grupo, en los talleres sc vcrifica quc . 17
Inés Sotelo
71
Recorrido analítico en la internación A lo largo del tratamicnto S dospliega cicrtas idcas dclirantcs de tipo persccutorio qr"rc no llegan a cstructurarse en Lrn dclirio. Esta enfcrmcdad, csta intoxicación de la quc habla es la palabra. Está imprognacla de palabra. Tal como Io trabajamos en un apartado antcrior, la estructura aparoce cn el f'cnómeno, cn cl delirio, pcro nos indica Lacan cn el Scminario 3 que la perspectiva del psicoanálisis es difcrente a la dcl punto dc vista fenomenológico que buscará 1o que subsistc dc la rcalidad en sí. El psicoanalista no tendrá esa confianza a príori cn e I fenómeno y, en cambio no rctrocederá frcnte a la palabra.
da es cl siguientc: cl inconscientc cn la psicosis cstá ahí, presente. Estc es todo cl scntido dc lo que enscño dcsde hacc algunos años, y hasta ahí hemos llcgado en lo tocantc a la psicosis. La promoción, la valorización en la psicosis de los fenómcnos de lenguajc cs para nosotros la más fecunda dc las enseñanzas>.rE S prcscnta la contracara dcl aparato de influcncia, donde el sujeto recibc mensajcs a travós, por ejemplo, del tclevisor, dc los quc tienc la certeza quc eso le concierne. Ella como tclópata emisora donde qucda a merccd del Otro, no pncde controlar 1o que ella cmitc ni lo que el Otro recibe: u...lo que yo uiuí fu,e terrible, tuue interferencías con rudios del Paraguoy. Me escucltnban lo que yo pensaba, lo que yo quería decir. Ellos d.eliberabon, ellos son testigos, saben que ltubo una señora que in,terferíq, en su. trabojo y esta señora ya no í.nterfiere más...>>.
En el momcnto quc os intcrnada lleva mescs separada de su marido, ya qllo su familia sc la ha llovado porquo cstaba ma1. En rclación a su marido dicc: <...fuí heredan,do los problentas psicológicos de
é1, siento
que él estó controldnd,onte. Me ntírabct en el espejo ), lado se me uenía la mirqde de é1...>>.
d.e
e
ste
<...qttiero que rcngcl mi esposo paro podcr lener esperanzct. ¡Lo quiero tanto!...>>.
Clínica de la
u
t...Siento que la ttista se me entro poro adentro, mi marido me buscó pcffa usortne, quería conftt'ndirme con el sexo' Yo perusoba que usabcL a mi papó, mi mamó usoba a mi ntctri' do y mi prímo usabq a nú ntarido...¡. u...estqba con P v sentíct unos royos fuertes, que se me rnetío
Ia Virgen
qu,e sonreía.
El signifrcarrta esperanzo sc torna importante en 01 tlatamiento: el rnarido le da esperanza, ella quiere esperanza y hasba proponc al analista quc sc mude al pueblo de La Esperanza. tr...sufrí tarutos tormentos, qlrcra uoy liberá'ndom'e, siento qu,e algo tne sole por la derechq, el hombre síempre está acá, por lq derecha. Si uuelue podremos tener esperonza"')''
Los significantes esperonzü y líberación, el analista trata clc recupcrarlos a 1o iargo del tratamiento. Las intervcnciones apuntan a scguir las líncas de fuerza significante quc la paciente trae . Tomará ciertas palabras que S utiliza con un color particular: libcración, Iccllperación, r-rstcd os Lrstecl. y cs ella quicn las eligc cuando afirma qtte escucharlas, le prodttcc cierto aiivio. Estos sigrifrcantes qr'rc S va desplegando a lo largo dcl cncucntro con la analista, significantc Dos, Sz, arlnan una trama de senticlo quc nos mlrostra cl lcnguajc dc sabor particttlar y a menudo cxtraorclinario quc cs cl del tlclirantc, tal como 1o dcfine (coLacan en cl ser-ninario 3. I\luchos significantcs dc la sujeto bran un ónfasis espccial. una clcnsidacl quc sc manifiesta a vcccs, dándolc csc carácter fi'ancamcnte neológico tan impactante cn las produccioncs de Ia paranoia... puntos de referencia csonciales... la realidacl tocla esta cubierta por Ia rcd dcl lenguajc" '>'1r) En una sesión clirá que fue a la iglcsia y vio a la Virgen nloverse: <<...sentí un golpe t:ti l(1 n'tundíbrtla y qrrc Ia Virgen nte de' cía: uese es el dolor por el sufrimiento de lcts mujeres por el cJolor d'e su,s marídosl. Pensé qu'e ero conlo unq descarga' sentí el golPe...n' una libe'rocióru? -pregttnta la q'nalista' -¿Cómo el n'Lomento que recibí su palabra, siento cotno que -En ustecJ me decía: tAhora tendrós mi mirq'da, no los ojos síno
Inés Sotelo
1a /.t
La uísta espociosan. Al lwblar con u.sted me libero, recíén sentí una líbe.racíón en la espalda cuando usted repitió
uttsted es usted>.
Esta intervcnción, entiendo que íntimamcnte ligada a 1a presencia del analista como secretario que se limita a rcpctir lo que escucha, sin intcrprotar más allá, tiene en el tratamiento efectos importantcs; Ios fenómenos alttcinatorios comienzan a ceder y clla dcposita en la analista mayor confianza, habla entonces dc cosas que prefería ni contar esporando que se le pasaran. por la uista. Tenía una clurídad ntuv intense. Tenía mareos, qsí su.frí de ntírer la chapa oscuro, nte entró lct osu¿ridad de la chapa. De a poco se nte estó yend,o la oscuridqd...>. <<...parecía de,cir algo
<¿Quó es el fcnómeno psicótico? La emcrgencia en la rca-
lidad de una significación cnorrnc que parece una nadcría en 1a medida en quc no sc la pucde vincular a nada, ya que nllnca ontr'ó en cl sistcma dc la simbolización- pcro qlre, cn dcterminadas condiciones puede amenazar todo el eclificio>.20 <<...atqn.do h.ablo corl usted síento que los oídos se nte desta-
pon...'>¿Cónto una liberacíón'/ nte intpregnó eso palabra, no qrdero de,cirla ntós. Pre-Se fiero decir reutperación,, no qu.iero nontbrar esa palabra, la quíero respetar. Yo corafío en usted.
-
En S cncontramos una relación muy particr,rlar con ciorros significantcs quc cobran un valor ncológico. Son palabras ülavcs, originalcs, la significación no remite a otra significación, sino que rcrnitc a la significación. Esto quicrc decir que un neologisrno, anto todo, tione significación,la sujeto no sabe cuáI. La significación está ahí y adquiere significación, aunque no se sepa cuáI. Sin cmbargo dc lo quc no hay ninguna duda es quc osa palabra ha cobrado un valor particular y S proponc cn cierto motncnto abstenerse de utilizarla. A partir de ese rnornento, ya no será pronunciada en el tratamiento. S dirá más acleiante a su analista:
Clínica de la urgerrcia
74
(...yo tne sentía, la Virgen que sonreía. Usted es sen,tirse sonreída todo el tiempo...n.
n.o
sabe lo que
Padccirniento que da cucnta dc quc Io quc está en jucgo no es la rcalidacl sino quo S tiene la ccrteza dc que eso lc concicrno. (El mundo entcro es prcsa de1 delirio cie significación...>.2l EI psicótico es Lln rnártir dcl inconsciente, dando un testimonio abierto, y asegura Lacan quc ol psicoanálisis legitima cl dclirio y rcconoce en su discurso 1o que descubre habitualrncntc coruo discurso del inconsciente pero alavez cste disclrrso de la psicosis se revcla irreductiblc, no curable.22
La eslnaanzzade una pregunta o acerca de una estabilización posible i-:
flq l
d
ii 1Fl
A esta altura dc su tratamiento la pregunta es ¿en que lugar tendría cspcranza? Blla dice que con su mamá sicnte una espc'cie de imán, algo muy fucrte que sc la l1eva por delante. La analista cita al marido que vicne a vcrla después de var-ios meses. Esto ticnc un efccto importantc: se tranquiliza y le pide a la analista que 1c explique a ól acerca dc su recuperación. Los fenórnenos clomcntales se apaciguan y S decide que va a voll.or a vivir con su csposo. S. dirá: (...n1e parece
tnentire la recuperacióru que tengo...t. mi reat.peración, quiero ir más aLld de lq recrtperación qlt.e es sentirnte bien totctl¡nente, porque otra formo de decirlo no habría...>>. ((...tengo fe en
S es dacla de alta después de tres lneses de intcrnación donde rccibió una dosis mínima dc psicofármacos. La analista seguirá atendiéndola cn forma ambulatoria pcro asiste por poco ticmpo. Seis mesos después, vuelvc al hospital traycndo algo cscrito dondc hablaba de la internación: tenía cosqs en la cabezq. qtLe me sal,íctn para fuera, 1, lo qut lo pensaba o quería decir psícológicantente nte salía por afuera, y q.hora me qu.iere uoluer pero soy fuerte para <<...Yo
I I
Inés Sotelo
75
segu,ir enfrentando la enfermedacl. qtte n7e ocosa la cabeza y nte sigu.e a la uista. Debo ha,cer los cosas pero es la ui'stct y la cabeza y me qtt.iere dar trq,stornos. Con' esta terapia escrita nrc uol síntiendo ntejor, tne L)o)t desaltogando con Io que no puedo decirle u nadie, )'a no lo hqblo nLos con mis antígas ni con nti fanñlio, prefiero hablarlo solctmen' te a mi doctora...¡¡.
EIla pedía una operación quc la organizara y ante 1a imposibilidad de Lrna oporación anaiítica, tal vcz ósta consistió en, desde tln lullar de tcstigo, rescatar las líneas dc fucrza significante qlre la sujeto traía, posibilitando acotar algo de ose goce a la dcriva por la falta de metáfora patcrna quc 1o normalizara. Durantc el año siguicntc, S asistc al scrvicio irrcgularmcnte. Los fenómcnos elcmcntales no dcsaparecen dcl todo pcro clla sabc qtlc no dcbc comentarlos con las vccinas ni con los parientcs, sabc haccr con este goce quc la inunda y la escritlrra se torna fttndamcntal para estc autotratamicnto al qtlo arriba. En una ocasión, la analista la invita a ttna prescntación antc los alumnos de la facultad. Accpta con entttsiasmo. En csos días loerá a los cstudiantcs rtn pooma escrito por ella:
igual sentí. (o) es lrosible que ¡tttedn contar los sonidos o es que sólo (o) sólo tenemos que etrtender y (o) ¿Tenemos, tenetttos que enterttler'i>.
Blla toma cl espacio de prcsentación como Lrna nueva forma de tcrapia ya que, dico: <<...tne seruiró en estanueucl etapa, en que' me he conuertído erl una inuestigadora de Ia enferntedad men'tal...t¡. tt...qu'ie' ro aueriguar ¿Porqtté una ntujer que nunco escuchó uoces, un díq. empieza a escu'chQrlas...?t.
76
CIínica de la urgencia
Efectivamcnte, S se ha transformado en una investigadora quo ha producido un sabcr y nos enseña accrca del fenómeno psicótico así como de los recursos y de su trabajo para cl acotamicnto; stt recorrido irá de la perplejidad frcntc a la >, ni podrá sabcrlo por cstructura, lo que cs el goce sin regulación fálica, lo quc ser sonreído por el Otro, gozado por cl Otro. Con cstos pacientcs, ttno puede manejar el ttso de las palabras pcro hay algo dc la significación que permanentemente se cscapa en 1os chistcs, en las expresiones, algo no compartido, la significación fálica.
Acerca de La Mujer en las psicosis A propósito de la psicosis de Schreber, en eI Atolondradicho Lacan se rcferirá al r. Lacan advertirá que (a falta dc poder scr cl falo quc lc falta a la madre>, Schrebcr cncuentra como solución .2l Hay un cfccto de significación no coordinado con el falo pero rclacionado con la sexttación afirma Jean-Claude Maleval cn str libro La forclusión del Nombre del Padre, agregando quc puedc tencr un efccto rcsolutorio para el dclirante. El f'cnómeno de
Inés Sotelo
77
que las mujercs experimentan pero de1 que no plreden docrr nada, con la diferencia que mientras quc cl goce suplomentario de Ia mujer no deja de cstar limitado por el goce fálico, el goce cn la psicosis no cuenta con este lírnite.2i' Las modalidadcs dc prcsentación de este efecto de empujc a la mujcr son variaclos pcro ¿córno se manifiesta en un sujeto femenino? En Ia Sala de Mujcrcs dol Hospital Piñcro, fue un terna dc investigación durante años. Recucrdo una paciente que refería quc su cuerpo de transformaba en el de un trauestl, esto es: que su cuerpo de mujer se transformaba en un cuerpo de hombre con aparicncia dc mujer y que los hombres la seguían por la callc creyendo que lo era. NIenos ovidente pcro en la misma línea se prescntaba Juana quo se transfbrmaba en < no atravesada por la castración. Si es a travós del significante fálico quc un hombrc y una mujer pucden encontrarse sc debe a que , lo cual lleva a Lacan a afirmar y cn la psicosis nos cncontrarcmos colno cfecto dc la forclusión dcl Nombre dol Padre el haccr existir a La Mujcr, encarnación clc un gocc infinito.z(j ¿Podríamos pcnsar en el caso presontado esto particular cfecto? S frcnte a las palabras del juez y a Ia scmejanza on los apellidos dc cila y de su parcja qucda cn perplcjidad, sostenicndo luego: no só cr¡al es la diferencia entre un hombre y una mujer, cual cs la medida, cual cs 1a significación de portar cstc cuerpo. La maternidad sc torna incierta, lo quc cn realidad cs propio de ia paternidad ya quo . S ticne la certeza de quc lleva un cmbarazo de otra mujer. No es la salida histérica que presentifica a la otra rnujer cn pos de una respuesta sobre la feminidad; cs la existcncia y consistcncia de La Mujcr que hace posiblc la relación sexual. S se siente La Virgcn quc sonreía, modo particular de transformación dcl cuerpo tomado y gozado por La Mujcr.
Clínica de la urgencia
78
Podría pcnsarso entonces en la modalidad particular
Resolución de la urgencia S produce un sabcr, inventado, delirante y decide transese sabor a los alumnos de la facultad cn las presenta-
mitir
ciones de cnfermos.
S cncuentra on Ia cscritura un recurso que le perrnite mantcncrse cn cl orclen de la palabra, Sr que sc repite y qlre podría localizarse entre los paréntcsis en su poesía. La rcsolución dc Ia urgencia podríamos pensarla como el rccorrido de la perplcjidad at delirio; Lacan afirrna en su tesis , agregando Miller que en cl texto dcl delirio encontraremos Llna vcrdad cxplícita y casi tcorizada. La interpretación dclirante sc impone, si bicn no hay espacio para la interpretación analítica; la prcsencia del analista sostiene la escucha allí donde cl psicótico trabaja con sn delirio dando un autotratamiento a osc goco sin rneclida qr_re todo lo inunda.2s
Inés Sotelo
79
Debates del Foro
Interve¡rci,ón d,e Móníca Cardia Psicoanalista Bucnos Aircs, Argcntina.
En relación a lo visto sobrc la urgencia en las psicosis y las consecuencias en el entorno familiar, quisicra hacer el comentario sobre un caso. R, dc 20 años, solicitó una cntrevista por la necesidad dc hablar acerca dcl cierto impuiso exhibicionista ocurrido hace ya varios años, impulso irrefrenablc dcl quo nunca había hablado. Estas confesiones son seguidas por el desencadenamionto de la psicosis con la aparición de fenómenos elementales que llevaron a detcrminar cl diagnóstico de . El recorrido dcl caso es extenso, sin embargo lo que quiero puntualizar es:
-La irrupción de los fenómcnos clcnentales dan cuenta
de la psicótica. estructura -Esto pone en crisis a la familia de R, quien al principio alentaba la consulta acorca cle lo quc parccían ideas de tipo obsesivo en un jovcn.
-Fue necesario quc el analista localizara las cuestiones ligadas a la cstructura y a la particularidad en el tratamiento posiblc para csa psicosis. -Fue neccsario también pensar una estrategia para el contcxto familiar desbordado por la situación. Se sugiere una internación dado quc los fenómenos paranoides emergentes parccían difíciles dc acotar en cl tratamiento ambulatorio. -La farnilia sufre un fucrte impacto que obliga a considerar nuevas estratcgias clínicas, clínica de decisiones y accioncs por parte dcl analista. -La estrategia de cxtcrnación tarnpoco f'uo sencilla y requirió dcl trabajo conjunto dcsdc las distintas disciplinas.
Bo
Clínica de la urgencia
Interuención dp Inés Soteln La dccisión de la externación y sus condiciones, reqttiere de todo nucstro cuidado:
Evaluar si los síntomas que motivaron la intcrnación han ccdido o por Io nronos pcrdido suficiente consistencia. 2) Evaluar el riesgo para si y para terceros. 3) Evaluar el contexto familiar quc Io recibirá: -si podrán cumplir las indicaciones terapéuticas -si están cn condiciones de ticmpo, cconómicas y emocionales corno para haccrse cargo d e un pacientc en proceso de rccuperación de una patología psiquiátrica. 1)
4) Suelc scr adecuado que e} paciente sca alojado en Hospital dc día, o con acompañantos terapéuticos o en Casas de Nfedio Camino. Lamentablerlente cn nucstro sistoma de Salud, a pesar de lo que inclica la loy, hay pocas instancias intcrrnedias 5) Tarnbién es aconsejablc que varios profesionales evalúon y den su opinión accrca dol cg::cso del paciente, beneficio de la
intcrdisciplina hospitalaria, aunque de todas mancras siempre habrá un nivcl de ricsgo propio del tratamiento de pacientes graves. Con rcspecto al trabajo con la familia, podcmos afirmar que es sumamentc difícil y por sobre todo a construir. Seguramcntc nos c'ncontraromos con coyunturas farniliares de gran complcjidad, y hasta dc rcchazo a toda intcrvención, o indifcrencia... y allí cstá el dcsafío. Dobemos tencl mucho cuidado de no irnaginarizar a la o al
lnés Sotelo
8r
psicólogos, psicoanalistas, y una población quo cs muy frccuente quc se analicc o quo por lo mcnos haya hecho en algún ntomt¡nto d c su vida una consulta (psi)). La lcy de salud mcntal de la Ciudad de Buenos Aircs, sancionada en 2000 y reción reglamentada el año pasado, ie da un lugar particular a la intcrdisciplina, yendo rnás allá dc la rcspuesta exclusivamcntc médica. Otro aspecto intercsante es el de internación y todas las altcrnativas quc exige antcs dc decidir la intcrnación pcrmancnte. Nuestra ciudad ticnc 2 Nouropsiquiátricos de unas 1.b00 camas cada uno y cn la Provincia dc Bucnos Aircs creo quc hay otros 4 de igualcs dimensiones; además dc las camas dc psiquiatria en los hospitalcs para pacicntcs agudos. Me interesa puntualizar Io dificultoso que rcsulta, primero rcglamentar la lcy y cn algún momento, clcsmontar ostructuras rnanicorniales, por lo mcnos en el diseño y dirnensiones actuales.
Interuencíón d¿ Vercnica Ortiz Psicoanalista. San ffcrn¿rnclo. Provil-rr:ia cic Bucnos Aircs. Argcntina.
La primcra consccucncia dc cntendcr la urgcncia colno un hccho de discurso es la dc situar a qué lc llamamos urgencia en psicoanálisis; conlieva la scparación dcl conccpto cle urgoncia del scntido quc so lc adscribc en otros discursos, cn ospecial cn ol dcl amo; requicrc diferenciar la urgencia subjctiva dr: la descripción dc los acontecimientos. Considcro quc Ia prcgunta: <¿dc quién es }a urgoncia?>, que abordamos cn la prirncra clase, es crucial en ose sentido. Of'crtando Lrna prcscncia, una cscucha y propiciando una maniobra con las coordenadas tcmporales, por ejemplo, intcrcalando una pausa, apostarnos a ofreccr Ia posibilidad de subjetivar la urgcncia. Mc interesa cl dcsarrollo dcl concepto clínico dc
Clínica de la u
Interuención de Inés Sotelo Cuando decimos ¿qué lugar para el analista en la urgencia?, una respllesta posible es la de ofrecorse como un Ótto q.," aloje csc sufrirnicnto que aparece mas cerca del grito quc del llarnado. Prcscncia, cscucha, que recibe io que se presenta y ofrece Ia posibilidad de que eso grito comience a ser dicho en balbuceos al inicio, hasta llegar a aiguna gramática. Posición de quien intentará dejar de lado los prejuicios sobre las familias pnru q.," ellas tambión pucdan hacerse responsables de sus intervenciones personales y del familiar en crisis' En relación al concepto de momento fecundo: en el caso prescntado la pacicnte recorta y relata de este modo: (...estu,ue bien ltasta antes de entrQr al ciuíl y a la lglesio, cuo,nd,o entré ya me sentíQ ntal' Me di cu'entct qu"e yo iba a
estar mol, q tener relaciones con las uoces. Cu'ando el jttez ttlos declaro marido y mujern, y los dos teníamos eI rnisnto apetlido y los dos éramos iguales y Io printero que me t¡ino: supe que no íbatnos q, andQr bien'..n.
clijo
Mc interesaba puntu a\ízar a través de este caso la diferencia entre cl modo de diagnosticar de la psiquiatría y el psicoanáIisis. Para cl psiquiatra cl trastorno psicótico aparcóu .on los síntomas que Ia trajeron a la guardia: ideas delirantes y pcrsecutorias, agresividad, etc. a partir de allí interviene (médica, interna, deriva, etc.). Desdc Ia perspectiva dcl psicoanálisis la invitarnos a ir rnás allá dc lo observablc: la paciente refiere el inicio a ese mornento particular cn que debiendo responder desde 1o simbólico como , no cuenta con que responder' Podría situarse un instante de perplejidad y luego un empuje, dclirantc. Transformarse en esa mujer que porta, en ..|,, ..rurpo cl hijo de otra mujer en consonancia con cicrta referencla posterior de la paciente cuando describe a los alumnos ese momento de perplejidad: ' Lo presenta como cl encandilamiento que ia deja inmóvil, falta de refercntes imaginarios y simbólicos, detenida en el significante Uno. Luego el delirio le permitc armar cicrta trama que ordcna, y funciona como referencia' # *l
t
Inés Sotelo
8g
Bibliografia 1.
Miller Jacques-Alain. to experiencia de Io real en la cura
psicoanalítica, (2003), Buenos Aircs, Paidós. 2. Touloupas Nicolás . Ficha de estudio. Departarncnto de Publicaciones. Facultad de Psicología. Universidad dc Buenos Aircs. 3-7-8-9-13-18-19-20-2I-22. Lacan Jacqucs, Las Psicosis, Seminario 3, Paidós, Bucnos Aires, 1986. 4. Miller Jacqucs-Alain , inédito, 1988. 6-77-14-28. Jacques-Alain Miller cn (El saber delirante),2005, Paidós. 10. Lacan Jacques Scminario 6 El deseo 1, su interpretación, Inódito. 12-AAW. Equipo de urgencias subjetivas ctel Hospital de San Isidro en Tiempos de urgencio. Estrategias del sujeto. estrategias del analisto. Sotolo Inés (comp.), 2005, Buenos Aircs, JCE Bdicioncs. 15. Crasnich Nancy y colaboradores ((La red de talleres>, Tiempos de urgencia. Estrategías del sujeto, estrategias del analisúa. Sotclo Inés (comp.), 2005, Buenos Aires, JCE Edicioncs.
16. Zabalza Scrgio >, Tiempos de urgencia. Estrategias del sujeto, estrategias del analisto. Sotelo Inés (comp.), 2005, Buenos Aircs, JCE Ediciones. 17. Sotelo, Inés. > La urgencia generalizado, Editorial Grama, 2004. 23. Lacan Jacques, L'etourdit, París, Seuil, 1975. 24. Lacan Jacqucs,
Capítulo 3 La angustia en la urgencia
En Guardia
Tl\n
la cuardia o adnlisión cn las institucionc's nos onconla 'tru-"os frccucntementc con pacientes quc llcgan mas cerca dc la acción que dc la palabra: cortes, ingestas tóxicas, fugas, golpes, son cjcmplos dc aquello que ha qr"rcdado por fucra de la palabra para el sujcto: sin embargo para el analista, , aunque no soparnos cuál es su mensaje. Suclcn ser situaciones de gran complejidad ya que cn rnuchos casos se pone en jr.rcgo el , 1o cual es considerado por la ley argentina como causa de internación psiquiátrica. Es habitual que estos pacientes rechacen las indicaciones, así como toda intervención por la vía de la palabra; por lo tanto cs crucial cl cálculo en la toma de decisiones dc quien está a cargo dc la guardia. El analista quc rccibe la urgencia on las guardias o admisiones, apuesta a que sc produzca con el relato del pacientc un decir en el cual cl sujeto estó concerniclo, decir que lo ligue al otro sicndo necesario onmarcar y localizar Ia angustia, afirma Alcjandra Rojasl micntras quc Estela Schussler propone desbaratar ciertos dichos dc quien consulta para que emcrja un dccir quc lo haga responsable de aqucllo que parece vivir como pura extcrioridad.2 Las guardias y admisiones suelen presentar una oncrucijada: la posición de quien llcga tomado por el exceso en el
Clínica de Ia
encucntro contingcntc con un analista. La dimensión de rcchazo del inconscicnte, silencio pulsional ligado a la pulsitin dc muortc y al gocc por partc dcl sujeto y el bucn encucntro con nn analista dccidido que no desaprovecha lás oportunidades que se lc prcsentan para que la urgencia se ponga a dccir algo dcl sujeto cn cucstión. seguiremr)s un caso clínico a la luz de los rccorridos de Lacan a fin dc ubicar con precisión ¿cuál cs la lógica dclacting out y del pasajc al acto?, lo cual nos permitirá accrcarnos a las ostrategias y tácticas posibles para la intervención, cn el marco de la política dcl psicoanálisis. Antcs dc ello haremos un recorrido por algunos conceptos clavcs que introduco Lacan valiéndosc clel grafo clcl desco.
El grafo del deseo En 1962 Jacques Lacan comicnza a dictar el seminario sobre . Dntre sus primeras palabras dirá quc el analista no está librc de sentir angustia en sLls primcras rclacioncs con el paciente, pcro es nccesario interrogarse acerca dcl ostatuto de la misma para el analizante y para el analista. Hay una relación escncial de la angustia con el deseo del Otro ya qlre para cl sujeto la pregunta clave, ¿Che Vuot! ¿evé quieres'/ ¿Quó me quicre? ¿Qué quierc en lo concernientc a cste lugar del Yo'/, es Ia que se mantiene en suspcnso cntre los dos pisos del grafo, ontrc la relación con el deseo y la identificación narcisista. Claues
para leer el grafo del deseo:
Necesidad: está perdida para el humano. se recnpera e'el deseo. S: Sujeto barrado. Sujeto como efecto del lenguaje i(a): imagen especular. Imagen del otro. Alteridacl d.el otro Demanda: será de L,ra presencia o cle urla allsellcia, no cle objetos. A: Otro, tcsoro dc los signilicantcs d: dcsco: condición absolLrta. Rcsto dc la difcrc-ncia entrc la ncccsidad y la dcmanda. No articr¡lablc porquc es lo qLrc dc ra ncccsidad no cntra cn la dcm¿rnda. objcto particulaq rcsto, objcto a causa dc clcsco. Abolido clc la ncccsidad pol cl atravcsamicn{o dc la dcmanda.
8z
Inés Sotelo
Che vuoi? Silencio pulsional castración Goce
Angustia ($oa¡
deseo
Síntoma
Demanda
Necesidad
(SOD): Pulsión: lo qtte adviene de la demanda cuanclo el sujeto se desvanece en ella. Artificio gramatical que la pulsiórt toma del Otro (silencio pulsional). S(.d): Significante de la falta eu el Otro, de la castración del Otro. Las que siguen seráu las respuestas frettte a lo irlsoporbable de la fall¿r en el Otro, del deseo del Otro: I(A): Ideal del Otro. Rasgo uu¿rrio. Identificación del sujeto. Insignia de la omnipotencia del Otro. Respuesta qtte cristaliza al sujeto. moi: imagen del Otro qlle aparece como respttesta. El yo que se articula cotno metonimia cle su significación. s(A): El síntoma como formación del inconsciettte tiene estrttctura de metáfora. Siguificación del Otro. (SOa): Fantastna. Sosbiene al sujeto ett el desvanecimiento que le produce el ser sujeto del deseo. Es el límite al clesliz¿rmiento metonímico. Imaginariza la falta (menos fi) estructural del sujeto o tlel objeto. E1deseo se regula imaginariameute sobre é1.
El grafo del deseo de Jacques Lacan, nos permite ubicar en la clínica las respuestas del sujeto en el encuentro con cI eseo ctel
---En
utro.
Ia SuÑcrsión de1 Sujeto (3) este grafo servirá para prcsentar dónde se sitúa el dcseo cn rclación con el sujeto definido a través de stt articuiación con el significante. Es en el desdoblatniento fundamental dc dos cadenas significantes
88
Clínica de la urgencia
dondc so constitLrye el sujoto, sostiene Lacan cn cl Seminario
VIIr en tanto quo on cl Seminario VI cncotrtrarcmos quc lo quc llamamos dcsco es la distancia que el sujcto pucdc rnantcner entre las dos líneas, .i' Es clccir qr-rc el lugar dcl sujeto como sujcto del deseo es cl intervalo, cl agujcro cntre ambas líneas dcl grafo, cntrc cl enunciado y la cntrnciación. Lo llaniará grafo del deseo porque se constituyo en derredor de un agujero, relación con la falta. En este seminario dirá quc no es inoconte la forma de pcra que tiene cstc grafo, pera dc angustia. Estc Sujcto aparcco en medio de, en cl intervalo entre significantes. La cstructura dcl grafo del deseo articula las nocionos de Nccosidad, Demanda y dcseo plantcando Lacan qr.rc <...cIdcseo so csboza cn cl margcn dondc la demanda sc desgarra dc la neccsidad>(j sicndo cl dcsco inconsciente lo que pcrmitc al sujcto salir del circuito infcrnal dc la demanda. La nccesidad para cl humano eslé igQrllúegn por la
dcmfficcsidaduiotffii-
-r;:'-
l
,rl
,->
\Utro. Lacan sostrcnc cntonccs quc
s@ro
quo aparoco en un I'ctoño, qUelg]_g prcscnta,cn cl hombro colno cl dcseo>7 agrcgando tamQ\c -.sc... -; ;_ --.-_--:==--_---------,-.7 . bión quc la dernanda va ¡nulho ma.s alildc -las satisfaccio- de Lrna prgnes que roclama transfr¡.mándosc-cn dcmanda scnc\a o üo una a\rsencra. En cl grafo, mientras qr-re la Dernanda se escribe con D mayúrscula -por cl caráctcr simbólico de la misma, cl clcseo va con minúscula porquc cs lo quc no puede pasar a lo simbólico, cs cl margcn, el más allá quc éstc prodncc pero que cs imposiblc quo sc rcincorporc, cl dcseo cs ose resto inoliminablc del pasajc dc la noccsiclad porlo-
¡"-
8g
Inés Sotelo
Lacan localiza e! 4-c!g9 on ol intcrvalo cntrc {99 g-q4g"u' si snific a n t('s cl u o r".rrn-t-r drr-r a I a oFñs rTió¡L cffiió-óñ u n c i a clo y -
qli@
opos-icffi
Ia
lgügc-tl"o' {c
cada uno dc ellos. -l,Z@ró es aqlrcllo qr"rc de la nccesidad no pasa al clesco?> intorroga Aifredo Eidclsztcin, rospondicndo qrte cs la particulariclad, no cic lo que sc pide, sino cle ia ; uo sc pide y 1o quc se da y osc resto cs also sc picrde lo que llamamos deseo.rl
La angustia Lacan, en el Seminario 10, introduce ttna indicación clínica muy precisa qlle es la dc ubicar las cooldenadas en qtle aparccc la angustia vinculando lucgo su rclacióu con cl deseo' En un cuadro con un cje horizontal para la ciificultad y un eje vertical para cl movimicnto, Lacan ubicará Inhibición, Síntoma y Angustia.lo DIFICULTAD Nulr,tctÓ¡'l
MOVIMIENTO
Emoción
f urbación
lmpedimento
Embarazo
SINTOMA
ANGUST/A
Tornará el impedimento como síntoma afirmando quc , donde ubicamos la Inhibición on cl grafo.rl Más allá de Ia inhibición c irnpcdimento, estará cl embarazo, cs dccir cl sujcto atravcsado por la barra que lo dividc. En la línea clol movirniento cncontratnos Ia emoción tal como la vomos en las crisis; más abajo la turbación qlrc Lacan
define como trastorno, caída de la potencia afirmando que la turbación es el trastornarse mas profunclo en la clirnensión dcl rnovirnicnto, micntras q*c cl embar¿ zo cs el máximo de la dificultad alcanzada. ¿Qué tipo dc af'ecto es entonces la angustia? .12 Este gráfico quo permite ubicar los lugares destinados para la Inhibición, er síntorna y la Angustiá, también localizados en el grafo_del deseo, deja a esta altura dos lugares
vacíos, quo serán lucgo complctados con particularc.io¿ulidadcs dc acción. Situadas cstas coordenadas pasaremos a trabajar una viñcta clínica en la que intcntarlmos localizar las modali_
dadcs dc respuesta de una sujoto ante cl deseo dcl otro, ante el dcseo do ser calrsa de ose deseo. ciertos acontccimientos de su vida produccn Lrn efecto de c,ncuentro con cl otro cn tanto clescante mas alrá de ra cremanda, antc lo que respondcrá por la vía dcl Idcal del Otro, I(A), o a través de la inragcn cspccular. yoica. En ol rccorrido analítico aparecerán ras rcspuestas por cl síntoma cn tanto significación del Otro s(A) q.," la pacicntc podría ubicarsc cn Ia dificultad pu.u ",una o.-ur pareja y final'rcnte cl fantasma ($ oa) como modo Ju ,u"pucsta frente al dcsco clcr otro. Es allí doncle rocalizaremos la angustia ante la proximiclacl con la castración, rospucsta insoportable quc el neurótico intenta alejar. Verificarnos así como cl grafo del dcseo pu"_ir" situar cn el rccorrido analítico las cliversas respuestas, ubicadas dcl lado izquicrdo clel mismo, respucstas quo el sujeto se va dando a lo largo dcl análisis cn tanto no ha quedado congelado cn Lrn Idcal; esto es por la vía de la éiica del psicoanálisis cl sujcto va más oitá a" los ideares hacia lo quc causa su dcsco.
Inés Sotelo
91
Acción en la guardia María, de 22 años, llcga a }a guardia dcl hospitai general, acompañada por su madre y su tía. So ha hecho un corto cn los brazos, suporficial pero quc produjo gran alarma en la familia por Io que dccidcn dirigirse a un profesional. La joven refierc qttc 1a nadrc lc comttnica quc el padrc se quedará a vivir cn el interior del país por razones laboralcs, ya que ha surgido Llna propucsta mtty convenientc desdo Ia perspectiva económica. Actualmente ól cstá allí cn una estadía quc se suponía transitoria. María rcficre quc al sentirse pt'esa dc descspcración se dirige hacia la pucrta y atravicsa los viclrios con slrs lnanos En ese momcuto, la pacientc no pttede dccir mucho mas que . Bn la guardia sc sanciona quc permanecerá unas horas allí, para volvcr a ovalttarla más tardc. Luego la paciente sc tnostrará angustiada, intentando ordenar y ponor en palabras los sucesos signados por el exccso. Rcfiere quo mttchas cosas hau succclido en su vida dcsde pequcña y quc llcgó al lírnitc, solicitando scr atcndida on Consultorios Externos de Salud Mcntal por ulta mujcr, porquc t:n lo fcnenino rcsidcn, a su parcccr, todos sus conflictos. Considcrando qtto el momcnto agudo había concluido y quo su familia podía acompañarla, se indica el nombrc dcl profcsional quc comonzará a atendcrla a primera hora del día siguiente.
Otros cortes en su historia María cs Ia mcnor dc varios herrnanos, vivc con slls padrcs a quicncs definc como brutos e incultos, clla ha trabajado desde adolescentc y ha lograclo acccdcr a ulla carrera univcrsitaria brillante, por decisión y esfucrzo propios.
Clínica de la ursencia
92
Habiendo sufrido de niña un accidcnte automovilístico, sllceso dcl cual cs la única gravemente lesionada, qucdó con grandes cicatrices en cl rostro y en el cuerpo; sin ombargo csto no parecc haberla afcctado durante la adolescencia. .
Es en ose lnorrcnto quc sc somete a una cirugía reparadora, quc a pesar del éxito rnédico de la misma producc en clla cl desmoronamiento, la caída.
er¿r la mejor, er¿r clistinla, la chiquita, la mimada, ia rn¿rs inteligente, la rn¿rs querida por mis ¡tadres. Ela difícil ser amiga mía pero sólo me im¡roltaba cómo rne veían
los grandes>.
La rncjor para los grandes, la mejor para el Otro, apareco en su discurso como respucsta por cl ideal, I(A). Esta fórmula
implica tomar un significantc dcl Otro y otorgarlc al A la onnipotcncia qr"rc se Ie acljudica a quicn ocupe esc lugar.r:J Funciona como una fbrma dc inscripción de la omnipotencia en relación con el significantc dc la falta en el Otro S(A). El I cs un significantc que funciona como insignia; csta rcspncsta lleva a un punto do detención a la idcntificación dcl sujcto, dejándolo sin posibilidades de maniobra. Cuando la sujeto se fija a L'sta imagen, pensamos en una dctcnción por el Ideal. Si al sujcto dividido lo encontranos entre dos significantcs, S1- S2, introdr"rcir otro significantc producc un desplazamicnto. <¿Córno hace cl sujcto para detener la mctonirnia infinita?> A. Eidelsztcin afirma quc es prccisamcntc idcntificándosc a nno dc los significantes omitiendo quo sean dos y para salir dcl intcrvalo sc afianza con uno; el probierna entonces, es que cl sujcto quccla fijado a Llna imagen como consecucncia dc la función del Icleal simbólico.11 Es en el análisis que el 51 se pondrá en relación con 52, con otros significantes.
Il.rés Sotelo
La insistcncia del significante corte y stt señalamiento por partc del anaiista abre un enigma: <¿Porqué estos cortes me pusieron tan mal? ¿,Porqué mi vida parece cliviclirse eu un antes y un clespués de la cirugía'/>.
María pone en acto un cortc. que quedará en suspenso en relación a cualquicr interprctación, pero la intervención y Ia cscucha del analista produccn un cfecto en tanto aiojamicnto del sujeto. Abriendo la vía significantc, los cortcs cobran nuovos scntidos dando paso también, al sin scntido. Ei corte aparecerá cn la línea sintomática, que la posiciona d.c manera particular on sLl dificultad en el iazo amoroso con el otro.
Constitución del síntoma Para ubicar el síntoma en tauto significación dcl Otro, Lacan afirma <...y airn falta clccir quo os a título do clemcnto dcl discurso particular cótno csa pregunta cn r:l Otro se articula. Pucs es porquo csos fcnótnonos sc ordenan cn las figuras dc ese discurso del Otro por 1o que tiencn fijeza dc síntomas' por Io quo son legiblcs )¡ se rosuelven cuando son dcscifrados. . .)).1i' Ei síntoma es una rnetáfora. Parte dcl S(.4.), significante de Ia falta cn el Otro, y pasando por cl fantasma, Ilcga al síntoma s(A). La rnetáfora scrá la sustitución dc un significanlc dc la cadcna supcrior dcl grafo por ttn significante dc Ia cadcna inferior, tcnicndo tambión una vcrticntc mctonímica que on el grafo sc localiza cn la flccha quo va dc s(A) al A. El síntoma aparecc para cl sujcto como tln enigma, afirma Millcr cn su seminario El sujcto no sabe quc hacer con eso quc ha irrumpido cn su vida y por cso dctnanda interpretación, y si ia instalación dol Sujcto Supucsto Sabcr so ubica a la cntrada dcl análisis cs porquo (en csc motncnto la dcmanda fundarncntal dcl pacicntc cs relativa al cnigma' a la intcrrogación quc lc hacc su propio síntoma>.16
Clínica de la
El cortc cn María, toca también lo real de su cuorpo, di_ mcnsión quc abro cl cnigrna de la ferniniclacl. En cl análisis su posición femenina se abrc corno interrogantc cn relación a su propia rnadre y las otras mujeres. No pucdc co'rprcndcrsc a la mujer si no se pondera la fase de la ligazón prc-cdípica, afir'ra Freud en su conferencia sobrc ra fcmi'idad y dirá quo cs aquella fase en que la maclrc era el primcr objeto dc amor de la niña.r7 La disi'ret.ía untrc ar'bos sexos sc sitúa a nivel simbólico, se clebe al significantc. .rs Su madrc os para la sujoto una mujer fucrte, dccidida, capaz dc enfrentarlo todo y dc arreglarse por su cuenta. Ma_ ría so ofrcce a clla en Lrna cquivarencia cucrpo-fato, * otr"a" cntcra como hija pcrfccta a los ojos cle la maclre, ubiáada curno metonimia de su deseo. _ .Ant9 la progunt a ¿Che Vuoi,! ¿eué rne quierc cl Otro.i Es cl significante dcl otro tachado la esta quc el sujeto no "lspt puedc tolorar ya qllo introduce la castración dcl otro én tanto que deseantc. María sosticnc en su discurso el <, cstas afirmacioncs aparecon como respuesta al Otro que da consistcncia y sustancia al i(a) a su imagen. Dccíamos antes q."u rcspucsta por el I(A) os la idcntiiicación auf ]1 ,.¡"io of significantc dc la ornnipotcncia dcl otro, detcnción que deja al sujcto inrnóvil, sin salicla. La sujeto interpone la düróctrca imaginaria quc encontramos cn ci grafo como i1¿;_lioi.Esta rcspuesta sc intcrponc a lá fi¡eza que daba cl Ideal, I(A) como rcspucsta ubicaclá cn <¡l extre'ro inferior clcl grafb; aparoce la irnagen dcl otro y clcr yo como circuito rnetonlmico imaginario on el grafo: s(A)
,ll -> ri ]V
A
moi<_i(a)
Inés Sotelo
95
La significación permito otra significación. El circuito quc va de la significación del Otro hacia clA, luego baja al i(a), va al moi y dcsdc allí va hacia la significación del Otro, completando el circuito imaginario. En el recorrido analítico María pondrá en cuestión su imagen ante los otros, cstar con un chico seria dejar de ser la chica , la quc pone distancia, la que Ie da un poco de temor a ios chicos para acercarse. IVlujercs que se dividen en . Lacan explica la relación entrc la falta y la causa afirmando que la histeria es por Io que no es por lo que pretcndc scr amada y dcseada, cuando en realidad, debajo dci habito que llarnamos clrerpo no encontraremos más quc ese resto que llarna objeto a.1!) Los cortes del accidentc, los cortes dc la operación' los cortcs en la relación amorosa, los cortes clcl analista, van dcsIizando nuevas significaciones. La irnagen fuerte, scria, entera. con la qttc creía scdttcir al otro, convertirsc en objeto del amol dcl otro, desfallcce. Un nlrcvo accidcntc sc ha producido cn su vida.
La operación analítica Aparece un sueño dírigido a la analista en el cual estando presentes la analista y el cirujano en un lugar sin paredes,
,Un,.*"
9ó
".r",r.," l
náSoy uirgen? ¿Sigo
siéndolo?>
Es muSr interesante ubicar quc primero en el sueño y lue_ go cn cl análisis csta interrogación está dirigida a la u.,áli.t" y no, cn todo caso al rnédico, que dcscle la realidacl es quien
dcboría podcr rcsponclorla. La sujcto interroga a otra rcalidad, la psíquica, es Lln punto cjemplar para comprondcr cl estatuto del cuerpo cn la iristcria, en tanto c'erpo quc habla de un padece*ob.o el cual el sujcto no sabc. La medicina intentó obturar la pregunta con Lrn , forclusivo dc la sujeto en cuestión, mediante Ia cirugía estótica, apuntando al Idcal do b.,lcza del otro instarado en la cultura. La opcración apuntó al bien dcl sujeto y proal grcso dc la cicncia ya quc cl prccio que pagaríu io .,.r¡oto po, ose acto rnódico fr"rc pagar con su cuerpo, la sr_rjeto acepta pa_ gar con la libla dc carnc. La analista propono otro cortc, cn principio con la gratui_ dad institucional al pagar con palabras y pagar con clinero. La instalación dcl sujeto Supuesto saber sc verifica cn cr sueño. Sc ha producido un saber, un 52, y bajo la barra r:n_ contraremos Lrn s.jcto quc padcce de falta de saber, un sujeto dividido, barraclo, atravesaclo por cl d.cseo y cl gocc S¿
$ =X La respuesta por cl Idoal quc la pctrificaba y por la ima_ gon quc la dojaba atrapada e'er circuito rncton?mico, ccdcn su lngar al s'jcto diviclido, ar qne ubicamos cn cl más allá dc los idcalcs. IJna nueva imagen surge en el análisis ,tt equ.íuoco entre el accid.ente y ra operación, como Io que la separa cortand,o la relación ,oi lo, clticos. ¿Fue el accidente o fue la operación?
i
1
Inés Soteio
97
la operación se síen'te frágil y expuesta. Vrlnerable ante la mirada del Otro; había consagrado su cuerpo a ocultar la castracíón de Ia madT¿ uYa que no tienes el falo, lo seras para mín. La angustia pcrmitc pasar por la articulación entre imagen especular y significante; y afirrna Lacan cn las primcras clases dol Seminario dc La Angustia que si cl sujeto se constituye cn ol lugar dcl Otro, es por su marca cn la relación con o1 signifrcante. Dcsarrollará también Lacan, cl modo on que sc anuda la relación espccular a ia rclación con el gran Otro. La función del investimento cspccular cs ul1 ticrnpo fundamental de la
Diró
qtLe luego de
rclación imaginaria y quo ticnc un límite: no todo r:l
investimiento libidinal pasa por la imagcn especular' Hay un rcsto, pivote dc toda dialóctica: el falo. En todo lo que es locaIización irnaginaria, el falo llegará bajo la forma de ttna falta, clc un - fi. trn la mcdida en quo sc lcaliza on la imagcn rcal i(a), la imagcn dcl cucrpo funcionando corno imaginaria' os decir libidinizada, cl f'alo aparece en Inenos, apareco como blanco; ci falo os una roserva opcratoria cortada dc la imagen espccular. Dirá Lacan que hay quc ttbicar la relación clol falo con Ia constitución dcl objcto a, objcto difícil de articular y dol que habla Frcud cuando sc trata de la angustia.20 trl i(a) ostá dado en la cxpcricncia especular pcro autontificada por cl Otro. Si cl sujcto pudicra estar realmcntc, sin la mediación del Otro, tcndría relación con aquclio quc se lc escapa, cl objcto dc su clcsco' el a. Los dos pilares i y a son el soporte do la función dcl dcsco y si cl deseo existo y sosticne al hombre en su existencia dc hombrc, se dcbe a que hay artificios quc nos dan acceso a la relación imaginaria que constituyc el fantastna, sostienc Lacan. El a soporto dcl dcsco en el fantasma, no es visiblc en lo quo para cl hombrc constitttyc la imagen de su deseo. Lacan afirma que ante lo que cl ncurótico rctroccde no es su castración sino haccr dc su castración lo que Ie falta aI Otro. .21
Clínica de la u
Estos concoptos toóricos nos pcrmiten pensar en las respucstas que csta sujeto sc ha dado frente al dcseo, a la castración dol Otlo.
En principio sc inventa un Otro matcrno, fucrtc,
autosuficic'tc y ajcno a todo deseo por Lln hombre. pero para sostoncr esto. ella se ofrcccrá como la hija pcrfecta, virgen, cucrpo-fhlo que obtura la castración materna. La urgcncia aparccc cuando esta respuesta dcja cle funcionar adccuadamentc. La operación, la mirada del otro, ol desco clcl otro, la vuclvcn vulnerable y la angustia surge y permite pasar por la articulación entro la imagen especular y el significante. Esta jovcn que sostenía su imagen, i(a), ante el Otro que la autentificaba, sc topará en el análisis con n'evas vcrsiones de estc otro esto cs pasaje de una maclre 'ratcrno,dcl falo, el autosuficicntc, portadora aparcntcmcnte completa, a Lrna madre dcseantc. Aparccen n*cvas asociacio'cs, la sujeto pucde ubicar, en transfcrcncia, la conmocirin de la por la auscncia del 'raclre incxplicables padre, la angustia, cl llanto y la añoranza por parte dc alguicn quc sicmprc sc lnostró como capaz clc arreglarso sola y sin ningúrn apego por su pareja. Es i'rportanto situar que si bien csta actitud clc la mailrc no es nllcva, sí¡lo cobra valor para la sujeto a la luz dc str propio cambio dc posicici' subjctiva on rclación al dcsco c' tanto dcsco dei Otro. La dimcnsión de la falta cn la macrrc, abre nucvos intcrrogantcs aco'ca dc s'propia posición como cleseantc, do str propia relacirin con los hombrcs, de su cno sabcr> como hacon otras rnujeres. Bstc fragmcnto clínico podc'ros articularlo con aqucllo que sosticnc Gustavo sobcl quien dirá quc cl dcsplieguc de los enllnciados permitirá gcnerar la clir'cnsió' cnig'rática sobrc la madro rointrodncicndo al sujeto cn cl rogistro dcl dcseo.22
Inés Sotelo
99
Funtualizaciones sobre la angusüa Lacan vincula la angustia cono signo dc deseo, cntcndicndo cl dcsco dcl hombre como dcsco dcl Otro el cual concierne al deseo del sujcto cn la mcdida dc lo quc le falta, írnica vía para quo elsujeto cncuentrc lo que le falta en clranto objcto dc desoo. El sujeto será la única vía clc accoso al dcseo, con la dependencia del Otro cn tanto lugar clcl significante. .2:l Bl sujeto del quc habla el psicoanálisis es un sujcto (Sujeto barrado) marcado por el significantc cn cl catnpo del Otro (A) y hay en el sentido de Ia división un resto, el objcto a.
A (Sujeto barnado)
S (ürobanado)
É a
^
Estc cuadro lc pcrmitc a Lacan mostrar quc el Sujcto on tanto barrado E y el objcto a cstán cn el campo dcl Otro ya quc cl fantasma, apoyo dcl dcsco, cstá en la totalidad del campo del Otro. Estc Otro barrado cn Ia meclicla que cl sujeto no lo alcanza cs lo quc Io constituyc como iltconscicntc. .2{ La angr.rstia, afirma Lacan sllrgc cuando cn cl lugar quc Ilamará (menos fi) aparccc lo unlrcintlich., Io siniestro. La angustia cntonces surgirá cuando falta la falta.
Angustia y fantasma Ligada a todo lo quc pucdo surgil cn cl lugar dc (mcnos fi), y para dcfcndersc de cila rccubriéndola, cl neurótico se sirve dc su fantasma quo esta situado totalmente en cl campo dcl Otro.
Clínica de la urgencia
Fantasma: ( É
o
a)
El a del fantasma funcionará colno defensa frente a la
angustia, rcteniendo con ól al otro. En encontraremos la afirmación de Lacan accrca del uso q*e hace el neurótico de su f'antasma: frcntc al deseo cl fantasma aparecc como respuesta del sujeto a la demanda, significación de la necesidad, aunque, agrega Lacan quc el fantasma no tiene nada que ver con la significación en la quc intorfiere, la cual proviene del otro del que depende que ósta sea colmada. El fantasma está allí en cl medio de ese camino de retorno y . Siguiendo el trabajo de Eidelsztcin situaremos quc hay un movimiento de la Idcntificación primera, crel I(A); cl objeto dc la dernanda se dcsvanecc en la demancla misma y cl pasajc del I(A) al objeto abre el camino que conduce al deseó.26 El fhntasrna pone cl rclación de t¡n modo particurar a1 sujcto y al objcto a y nos indica Miller que el fantasma tcndrá un aspccto imaginario que son todas aquellas irnágenes que produce cl sujeto, un aspecto sirnbólico ligado al texto con una gramática quc rcsponde a las lcyes dc la lcngua y ticnc también una dimensión real que en tanto imposible tienc un residuo inmodificablc. El fin de análisis será la modificación dc la rclación del sujeto con lo real dcl fantasma.2T En el caso que estamos trabajando, IVIaría sostienc intacta su virginidad como la pequeña nada que mantienc en re_ serva, como fbrma de rctener al otro. Allí sostendrá la dernanda dcl Otro, se inventa un otro que le demand.a, ,2s pero en el análisis la sujeto pasa dc qucdar atrapada en la dcmanda del Otro a situar cl objeto de la dcma'da, objeto que como nos indicaba Lacan es nn objeto quo se desvanece. uLa cortadan será en María una de las formas con las que Ia sujeto se representa, enlazando Inhibición, síntotna y Angustia.
Inés Sotelo
Ohaversión del Padre Es en el análisis quc comienza a recorrcr la relación con su padre, recordando esconas ticrnas y de protección. El viaje del padre ha producido ttn primer cfecto de dosesperación quc la condujo a los cortcs, frentc a la inminencia dcl Otro materno. Un sogundo efccto recuperado en el análisis es la caída de un velo que mucstra la incompletud materna ante la auscncia de su partenaire. El padre aparoce en ei análisis cn una nueva versión, como mctáfora del deseo materno. En Lacan sosticne que sólo cr,rand o 7a metáfora paterna sc instala apalccc cl síntotr-a y )a netáfora es posible en tanto metáfora'sintomal, a partir de Ia castt'ación ntaterna.2e como venros, cl sujeto ilega a la consulta con cierta sintomatología, con un modo particular de presentarse ante el otro, de rclatat su historia jerarquizando ciertos acontecimicntos, es docir que llega al inicio con cicrta vcrsión de sí rnismo quo sc irá transformando a lo largo de los encuentros con el psicoanalista. Hay una procisa rcfcrencia dc Freud cn la conferencia2T: (...ya ,"rt ." trabaja con la cnfcrmedad antcrior del pacicnte sino con una neurosis rcción creada y recreada que sustituye a la primera...> <'..todos los síntomas del cnfermo han abando,.udn =., significaclo originario y se han incorporado a Lrn sentido nuovo {r,re consistc ón cl vinculo con Ia transfercncia>.30 La dimensión dc Ia angustia en María irá cnlazándosc (rn eI recorricio analítico. Lo más angustiantc es cuando la falta quc produce cl dcsco sc ve perturbada, Lacan scrá tnuy prcciso: oct atdo Ia madre sc lc vienc encima, Iimpiándole cl culo' modelo dc la demancla quo no puedc dcsfallecer>'3l La Angustia, cstá encuadrada por el marco del fantasma quc cn Ia rclaclón dcl fantasma con lo real, afirmanclo Lacan constituycnmicntras que los significantcs en tanto huellas tes d.cl rnund.o, permiten cl engario, la angustia en tanto corte, surco en lo rcal es lo que no cngaña'32
Clínica {C lo_1qgg¡g!,
El carnbio de posición subjetiva tienc co'sccucncias en la imagcn con quo se mostraba ante los otros. Las clificultades cn la actividad profcsional introduccn la dimc'sión dc la falta cn soi:: u¿eué soy? Me siento a la deriuat¡. Dcl al <¿,quó soy?> hay un movimiento cn el qlrc sllrge Ia prcgunta sobrc la oxistencia, prcgunta quo la invadc, la sostienc, la diviclc, la inunda y nos rtrar.u io.ur. (...qllc es a título de clcrnentos dcl disc*rso particular cómo csta pregunta cn cl Otro sc articula>.3r1 un strcño cn cl análisís: @s¿cgq con un chíco, nos acaricidbantos, alguien nos mi,aba y yo me d,ejobo lleuar... me gustobatt. La sujct. oscila cntrc sor Lrna hija perfccta y entcra a'tc los ojos clc la lnadro y sor una mujcr que no sc roconoce como cntcra y busca aqr,rello quc la cansa, pasa'clo nccesariamerte por el paclrc. Irá doscle la mirada quc pucclc vcrro todo (primcr sucño, opcración) a Ia mirada quc sosticne la csccna de ella con un hombrc, recorricndo cl camino clc ra I'hibición, cl sínto'ra y la Angustia a lo largo dcl análisis. Esta sujcto llegó a la consulta traída por los otros luego dc un pasajc al acto q,c nos pcrnitía pcnsarla mas ccrca clcl grito qr,re dol lla'ado. El b'on cncucntro con cl psicoanalista, la instalación dc la transfercncia y cI sujeto supucsto sabcr, producc' un sujcto que padecc falta dc saber, sujcto barrraclo para quicn la angustia cobra otra dimcnsión, rcal quc no cngarla. sostionc Lacan quc es <...mecliante cl cliscur.so analítico quc el Sujcto se manifiesta cn su hiancia, a sabcr, lo que causa su dcsco...>.:l'l Lucgo dc este r.ccorrido, podrcmos ,bicar el cstatuto dc los cortcs quc María pr'ducc cn su cuorpo y que la tracn a la primcra consulta hospitalaria. Actuar, clirá Lacan es sacarle a la angr-rstia su certeza; clc esto nos ocuparemos cn cl capítulo próximo.
Inés Sotelo
103
Debates en el Foro Interuencíón de Antonio Amengual Psicoanalista. Provincia del
Ner"rqLrér-r,
Argentina.
rcsulta dc un intcrós singular cl tema dc csta clase, la localización clínica de las modaiidadcs posiblcs dc actuación: pasaje al acto y actíng out. Particularmente como cálculo y ya no como lcctura a. posteriori, justamentc porque aparccon óstos como f'enómcnos clínicos ubicados al límitc: rnás allá dc cualquicr trama discursiva, particularmcntc cn cl pasajc al acto. Es clara Ia indicación inicial clc la clasc dc quc algo para el analista. Pero a la vcz cl acto irrurnpc para indicar la insuficicncia dc cualquicr dicho. Enticndo quc cl discnrso no sc agota on los dichos. Pcro ¿como ubicar las coordcnadas quo dc a1gúrn rnodo pcrmitan anticipar Ia inmincncia o prccipitación dc un acto? Prctcnder una anticipación prcsuponc una tcmporalidad (ya no Iógica o erótica) sino claramentc cronológica, la de saber quó pucdc haccr alguicn o, más humildcmcnto. qué pucdc prccipitar quo aiguien haga algo con valol dc acto. En la clasc sc proponc nna oi'icntación cstratógica y cs por la transf'crcncia. Pcro csta oricntación, más que rcsponder, ordcna mi ¡rrcgunta, lo quo no cs poco. Queda pencliontc la táctica, ahí dondc Lacan scñalaba quc cl analista cra más libre, cs dondc vomos Ia necesidad de cierta pmdcncia (por ej. no intclprctación dcl actittg).
-Mc por lo quc rlcja pcndicnto: particularmcntc
Interuencíón
d.e
Inés
Sotel,o
Eric Laurcnt nos ofrcce una prccisa indicación para la ncurosis: quc cl síntorna so ponga a dccir hasta qLlc no qtticla dccir nacla más. Antonio Amcnglral scñala algo crucial cn relación al pasajc al acto y acting ouú. No scrá lo misno si sc trata clc lrn
paciente en análisis, neurótico, donde cI cálculo se sosticnc justamcnte cn cl soporte cstratégico dc la transferencia que en Ia psicosis en la cual el analista sostiene un tratamiento posiblc. Allí cs dcscablc que sc logrc ubicar aqucllo clue dcsestabiliza y aqucllo quc sostiene al sujeto. Rccordarán la referencia do Lacan cn el seminario B cuanclo refierc el uso dc los carninitos lateralcs a fhlta de carrctera principal, csto cs cl Nombre dcl Padro. En el caso presentado en el capítulo 2, c's la paciente la que le dice a su terapcuta: . Lcyendo el analista allí un <...respétcla usted tarnbiénr. En cse caso, cuando el pacientc indica qrle no quierc avar'zay por allí, el analista-sccretario tendrá la prudencia dc acompañar tal decisión. Insistir en csa línea podría conducir a una dcsostabilización o al pasaje al acto. Más difícil cs el cálculo en las guardias o admisiones donde, más allá de Ia cstructura no conocemos al paciente y no contamos con el soporte de la transferencia: situaciones dc urgencia dondc r¡nchas veces el acting o pasaje al acto ya se ha producido. El 22 de junio dc 2006 cn la noche de , sc presentaron en Ia Escuela dc'la Orientación Lacaniana dc Buenos Aircs cuatro trabajos sobre aclmisióu dol Hospital dc San Isidro y se intcntaba mostrar un clispositivo cle ad'risión no burocrático, quc alojara al pacientc en s* particularidad. Proponían cjernplos en los quc sc mostraba quc la estrategia dc decidía en cada caso. Se podía. por ejemplo, citar al pacicnte varias vocos en cl día. r'arios días seguiclos, intentando alojar lo quc el sujcto traiavez por vez. Cuando rne refería a tratar de localizar las coordcnadas en osas cntrevistas dcl inicio pcnsaba cn el modo de rodcar la urgencia, o el acontecirilicnto ocurrido, o el dcsborde con algunas hipótesis quc invitar-¡ros al sujcto a plantear: ¿cómo'i, ¿cuándo?, ¿por quó'/, ¿a partir dc qué'/, ¿enlazado con qué otros sucesos'?, ¿es algo nucvo o frecuente?... Podríamos decir quc se intcntará quo csa urgcncia se dirija a alguien, que cleje d.e scr algo ajeno y extraño, para cobrar alguna dimcnsión subjctiva. Dc todas lllanoras sabcmos quc no hay prevención de los acting, ni de los síntomas. Sabemos también que hay acting o
Inés Sotelo
105
pasajes al acto de mucho riesgo para el paciente y otros, en cambio, como la bof'etada cle Dora al Sr K, o el comer sesos frescos del pacicntc de Kris. que no ponen en riesgo la seguridad dc sí o de terccros. En todos los casos el <.3:' En cl capítulo 4 trabajaré el tema con varias viñetas clínicas aportadas por distintos analistas.
Interuención d¿ Marta Muhlmd. Psicoanalista. Bucnos Aires, Argcntina.
Mc intercsa ubicar con prccisión ¿,dónde se localiza la urgencia en este caso? IJna vez que los módicoi crlraron sus cortes en el brazo, parccc un caso como tantos, que puedc ser asistido cn Ia mañana siguicntc. ¿Es csc corte con los vidrios una llamada a un Otro que no la puode escuchar'i ¿,La urgcncia estaría en un (no aguanto más>? ¿Cuál es ol mecanismo que desata el acto de la pacicnte, quc ella describe corno sentirse cnccl'rada, abandonada? Relataré una situación clínica: un sujeto angustiado solicita atención cn forma nrgentc. Al ser cntrovistado se lc interroga ¿Cuál cs Ia urgcncia? El sujeto no sabe que respondcr, reconocc quc sn caso no cs urgentc a pesar dc la angustia, y se avorgticnza. ¿Pucde considerarse Lln modo de decir
Interuención
d.e
Iruás Sotelo
La localización de la urgencia es un hecho de discurso, dependc del lcctor, del intérpretc. La urgcncia médica sc rosuolve con Ia sutura y un tranquilizante, micntras qne t:l psicoanalista interviene entendiendo quc allí pucdc aparcccr una urgencia subjetiva, para lo cual es necesario una operatoria. Opcratoria que como afirma
106
!!jniq¡
1e la urgencia
silvia sassaroli, incluirá cn slr cálculo quc allí dondc habita cl silcncio de la pulsión, <.i16 El psicoa'alista introducc otra rclación con el tiemp', n. una cronología sino 1o quo Millcr llama la crótica del tiompo; csto es Ia rclación dcl ticmpo y el gocc. Ei rnodo dc decir'(no aguanto mas) quc cacla ¡tacicnte elige o tra'sita pucde cncont.arse con clistir-rtas contingcncias: un ((esto no os Lrna ¡rgcncia> del lado del discurso Amo o puedc producirsc un bue n cncuentro con un analista qnc propono una llausa, cscansioncs quc sc modulan dc divcrso modo: varias scsioncs cn cl clía, sesiones diarias, comunicación tclefónica. sc introducc la tc'rporalidad nccesaria para quc la urgcncia sc transforrne cn subjeliva, cs docir diga algo del sujeto cn cucstión, cliga algo dc su gocc ccrrado on un cifrado inacccsiblc para cl sujeto. Signo dc quc hay un sujcto pero airn no lo rcprescnta. La vcrgticnza tambión clice algo del sujcto, habrá quc dcspcjar cl cnigma.
Interuención
d,e
Cecilía CoIIazo
Psico¿rn¿rlista. La Plata, Provin<:ia dc Bncnos Air.cs. Argcntina.
Mc intorcsa un dcsarrollo sobrc ol punto de artictrlación cntrc lo cspccular, la localización imaginaria. cl menos fi, el Otro, y la angustia, cstablccicndo relacioncs cntrc csos términos y la subjetiviclad dc la pacientc cn cucstión. Interuención dc Inés Sotela
\{aría cs traída lnas ccrca del grito quc del llamado; se ha lastimado en Lrn acto dcl quc, al principio. no pueclc dar cuenta. La prescncia dcl psicoanalista cn la guardia no cs sin consecucncias. Si bicn cvalíra cl riesgo para sí y para terccros, su intcrvonción cs fundamentalmente la dc poner una pausa: una tomporalidad quo abra alguna brccha. El primcr efecto quo sc verifica cn la segunda cntrcvista a pocas horas de la primora, cs la aparición dc la angustia.
Inés Sotelo
107
Tar-nbión ponc cn rclación csc signo quo aparecía aislado con otros significantes: S:. Algo dc Ia novcla familiar comicnza a scr dicho y la pacicnte enuncia una suposición: quc csto que Ic pasa no cs nllevo, quc tiene rclación con otros acontecimicntos de Ia vida y que nccesita un intérprcte. Enuncia ttna dcmancla: ttn tttrno para scr atendicla cn Consultorios cxtcrnos dcl hospital. En principio, la transf'orcnci¿r sc localiza en el hospital: cicrta suposición clc quc allí pucclcn darlc la clave de su padecimiento. Sti cstablecimicnto cstá ligado cou la prcscncia del analista quc lcyó osa urgcncia do moclo particular c intcrvieno con una cstrategia particltlar: Ia dc la transforcncia. ¿Por qué aparcce la angustia'/ No pr-rcdc scr rcspondido inmediatamcnte. Sabcmos quo os lo qr.re no cngaña, poro a esa altura no sabot'uos qtio rcal mttcstra a modias. A lo largo clcl tratamicnto ilcmos localizando algunas cuestioncs: El accidcntc. lo más cvidcntc cn cttanto acontecilnicnto traurnático, no parocc scr lo qr.rc ha provocado cl cstallido clc la neurosis. Se arrcgló muy bicn con stts marcas, con rccursos, neuróticos, pcro recursos al fin. Dsto nos llcva cntcnder cuando Millcr cn los signos dcl gocc clicc quc no clobcmos confiar cn lir vcrosímil, qttc la identificacirin quc cr.tcnta cs la invcrosímil. Si buscamos al sujcto cn lo cvidcntc, no lo cncontrarcmos.ilT Alcrta para no aprcsurarnos a intcrvcnir sobrc 1o evidente y mucho rrienos intcrprctarlo. Se tratará clc ubicar a 1o largo del rcconido analítico ¿,quo marcas ha dcjado eso cn el sr.rjcto'/ Antc e1 Che Vuoi'!, ¿Qtré mc quicrc?. María se armó otro, clla rcspondcrá quc csc Otro lc dcmanda: tc quiero pcrfecta, tc quicro cntora, te quicro sin falla. Rcspttcsta quc si bicn podría estar sostcnida cn dichos matcrnos dc la rcalidad, cs irnportante scñalar quc la tttatttá, osa quc cstá cn casa, no cs cl Otlo materno, sino qnc cn lnonlcnLos particularcs, María elcva a ose pcqucño a, pcqttctio otro que cs la madrc, a la catcgoría del gran Otro. Frcnte a la angttstia quc lc provoca quc cl Otro no cletnande sino quc desec, csto cs: quc algo lc falta, quc está castrado.
108
Clínica oe Ia la Itrgencla ursencia -lrnlcfl de
grafo Ia ang'stia se localiza entrc el s(^{) y el fantasma), len cl María ticnc recursos e intcnta algunas otras respuestas: el Ideal de perfccción,'se convierte en niña y alumna modelo: la imagen ante los otros, es dccir cómo sc muestra en ei espejo que son los otros on la rolación imaginaria. Recnrso qr" f.,nlio.rará muy bien por años, ese Otro que se inventó pur".o comple_ to con cila, clla se ofroce como falo para compretar a cse otro matorno que insisto no es la mamá de la rcaliclad. El análisis, deslizamiento discursivo de significaciones antes cristalizadas, producc algunos movimientos. curiosamentc sc abrc otra dimcnsión sobre un acontccimiento imprevisto tal como fuc el viajc del paclre, pero fundamentalmente el efccto que tiene csta ausencia sobre la madre. Re_ ción en ese mornento María logra la localización del cleseo de la madrc (quc tomará la forma de: lo extraña, lo necesita), dcsco quc clla había taponado con las rcspuestas antes mcncionadas' Y fundamentalmente, las respucstas antcriores dejan dc ser eficaccs, el <, sc ponc en duda como respucsta que obtura la falta en el Otro. Es importante señalar que a partir de la angustia, su rclación con la castración, su relación con er desco, se abrcn para María las cucstioncs ligadas a la sexualidacl, a su cucrpo dc mujcr, al cncucntro con el otro sexo, al clcsco que provoca en Lln hombre .
Inés Sotelo
109
Bibliografia Rabinovich Diana, La angustia y el deseo del Otro, Manantial (1993), Bucnos Aires. 1. Rojas A., >, Tiempos de urgencia. Estrategias del sujeto, estrategias del analislo. Sotclo Inós (comp.), 2005, Buenos Aires, JCE Ediciones. 2. Schussler E., > Tíempos de urgencia. Estrategias del sujeto, estrategías del analisto. Sotelo Inés (comp.), 2005, Buenos Aires, JCE Ediciones. 3-6-7-33. Lacan Jacques, , ,Escriros 1, Siglo XXI, Bucnos Aires, 1985. 16-27. Millcr Jacques-Alain, Dos dinensiones clínicas: síntoma y fan"tasrnc, Manantial, 1989, Buenos Aircs. 17. Frcud, S., . conferencia, Amorrortu, Bucnos Aires, T. XXII. 18. Lacan Jaqucs, Seminario 3. Las Psicosis, Paidós. 22. Sobcl G., , Ttempos de urgencía. Estrategios del sujeto, estrategias del analislo. Sotelo Inós (comp.), 2005, Buenos Aires, JCE Bdiciones. 25.Lacan Jacques , Escritos 2, Siglo XXI, Bucnos Aircs, 1985. 29. Lacan Jacqttcs. . Escritos 1, Siglo XXI, Bucnos
Aires, 1985. 30. Freuci Sigrnund, Conferencia 27: , Amorrortu, T. XVI.
Clínica de la urgencia
34. Lacan Jacques, Seminario 20 AUN, paidós, Buenos Aires,1991. 35. Arollano Florcncia, , Tiempos de urgencia. Estrategias d.el sujeto, estrategias del analistc,. Sotclo Inós (comp.), 2005, Buenos Aires, JCE trdicioncs. 36. Sassaroli Silvia, , Tiempos d.e urgencia. Estrategias del sttjeto, estrategías d.el analísta. Sotelo Inós (comp.), 200b, Bucnos Aires, JCE Ediciones. 37. Millcr Jacques-Alain, -Los Signos d,el Goce, paidós, B.c_ nos
Aircs, 1998.
Capítulo 4 Acting outy pasaje at acto en la urgencia
Ia clasc antcri.r 8." r'¡gustia y su
hcmos trabajado cr conccpto cle anlocalización cn la clínica a partir dcl Grafb del deseo y del serninario 10. Allí Lacan afirma quc actuar es sacarlc a la angustia su certeza, ya quc la acción toma prestada su certeza de la angustia. ¿cómo se verifica csta certeza? Mauricio Tarrab sosticnc quc .r En el cuadro prcscntado en la crasc 1 der scminario 10, _ Lacan dcstinará los cspacios que qucclaron vacíos a esas par_ tictlJarca modalidadcs clc acción tal corno son el acting ouiy er pasajc al acto.l
DIFICULTAD INHIBICIÓN
MOVIMIENTO Emoción Turbación
lmpedimento SíNTOMA Acting
out
Embarazo
pasaje at acto ANGUSTIA
11?__
_Clínica de la t¡rgencia
Actíng outy pasaje al acto en el caso de <
j oven homosexual>>
Antcs dc trabajarlo en los casos clínicos que iré presentando, scguiremos cl rccorrido d., Lacan en el seminario 10 en rclación al caso de la paciente de Freud conocido como
de la deccpción por cl nacimiento de su herrnano, ella se orienta hacia la homoscxualidad dirigicndo su amor hacia una mujer de dudosa reputación comportándose de modo viril; cuanto mas sc alcja su objcto amoroso, mas lo valora. La cscena pública quc construye, en la quc se pasea por las calles dc viena del brazo d.e su arnada, estará áestinada al padre como desafío. En una ocasión, el padrc se oncuentra por la callc con la parcja dc mujcres y Ia jovc' sc cruza con la mirada furiosa del padre. La mujer mayor decide cortar la relación y la chica se arroja por un puentc. Se deja caor, NItrDERKOMNT, sc deja caor corno pequeño a, como objcto. ¿Córno cntender la lógica de este pasajc al acto,i En cl pasajc al acto la ventana suclc ser frecuentemento cl espacio propicio para arrojarse; ósta funciona como limitc entre la esccna y cl nundo y Lacan nos enseña qlle cn el acto dc arrojarsc por la ventana .3 El dcseo y la le1' son la misma cosa cn el scntido que su objeto és comirn. El de Edipo signifrca que on eloiigen, ol deseo como deseo 'rito del padre y Ia ley coinciden; es una rclación estrecha cn la que solo la función de la ley traza cl carnino dcl deseo. El deseo por la madre, es idéntico a la función de la ley, ya quc al prohibirla, la ley i.mpone desearla. El deseo del padrc es lo quc hace lcy. El cfccto central dc csta idcntidad entre deseo del padre con la ley, es el complcjo de castración. Lacan dirá que por eso coloca cl (-fi) en el rnismo lugar que cl objcto a, roca d.e la quc hablaba Freud.
l1:l
Inés Sotelo
El objeto a, vinculado a su falta, allí es donde el sujeto se constituye en el lugar del Otro. El salto, el pasaje al acto, se produce en el momento en que se cumple la conjunción dcl desco y Ia loy. La hija, decepcionada del padre, so había dedicado a hacer dc su castración de mujer lo que hace un hombre: ofreccrle una ofrenda de sacrificio a través de dc su conducta viril, que por invcrsión dc dicho sacrificio, dice Lacan, hacía de ella el soportc de lo quc falta en el campo del Otro, o st:a la garantía de la ley que es el dóseo del padre, hay una gioria del padre, un faio absoluto' Sicndo cl rcscntimiento y la venganza cruciales cn csta relación, afirmará qlle son esa lcy, el falo slrprelno. La joven arma esta escena que pierde su valor ante la miracla furiosa dcl padre, produciendo, dice Lacan, ol suprenro embarazo,la división rnáxima del sujeto. Luego aparoce la cmoción antc la osccna de su amada y ol pasaje al acto, cumpliéndose las dos condiciones: identificaiión absoluta del sujeto con el a, al que se reduce y en segundo lugar la confrontación del deseo con la lg, u...ley que so presintifica en la mirada dcl padrc, quc Ia hacc sentirsc identificada con e1 a y al misrno ticmpó rechazada, expulsada, fucra d93-t"-:-:1clr,>j' de ia escen3.- Y osto sólo puede realizarlo
"l
Pasaje al acto: IJna <> sin cálculo En las guardias, cs frccuentc encontrar estos actos desafortunados, quc muchas veces ponen en riesgo Ia vida o la salud de un sujcto. Nos exigen pensar una táctica y estrategia pero sin poder en cse tnomento estableccr si so trata de ln ácting oui o d'cun pasajc ai acto. Habrá quc establ".et "t las coordenadas lógicas doi cSsg en qire lugar quedó ubicado ' el sujeto, la escena del mundo, e-!-O-trg. Volvanios al caso que recibirnos en Ia guardia quc fue presentado en cl capítulo anterior. María, de 22 años, llega a la guardia del hospitai gencral, acompañada por su madrc y su tía. Se ha hecho un corte cn las muñecas, superficial pcro que produjo gran alarma en ia familia por 1o que dcciden dirigirse a un profcsional. I
174
___l!ífrtqa.
la u rgencia
La joven reficre qr.rc la madre le comunica que cl paclrc sc quedará a vivir cn el intorior dc'.I país por razonos laborales, ya quo ha surgido Lllla prolruesta muy convcnientc dcsdc la porspectiva cconómica. Actualmento ól cstá allí cn una ostadía quc se suponía
transitoria. María rcficre sentirsc presa dc dcsesperación, sc dirige hacia la pucrta y atravicsa los vidrios con sus manos En csc mornonto, la paciente no pucdc decir mucho más qne . trn la guardia, ol nódico quc la rccibe la dcriva a los psicoanalistas con el dia¡;nóstico presuntivo: . Las H, son las históricas, esa patología que para algunos psiquiatras no merecc respeto, a pcsar que desdc Hipócrates, Charcot, Iri:cud, liayan sido la callsa dc invcstigaciones, conducic'do hacia la pregunta por csa modalidad de goce que lo
fcmcnino cntraña. Lacan nombrará corno histérico uno clc sns discursos, cl que sosticnc o1 analizantc. Sin ombargo en esa guardia, María quodó rcducida a una lctra: uH,,, y su acción a una actuación_ La contingcncia dcl encuentro con un analista a cargo de Ia guardia, posibilita quc cst: padccimiento tenga trn lugar on ci Otro, que aqucllo qllc se prcscnta conlo urgcncia pasc por cl Otro, pasc dcl grito al llarnado. Es cn estc scntirlo q*e Marta Coroncl afirma quo oi Equipo dc Admisión clcl Hospital dc San Isidro funcionará como Otro alojando .¡' El analista sc abstione dc intcrpretar pero dccidc la pcrmancncia cn la guardia y conclucc al sujeto a rocorrcr los acontccirnicntos quo la prccipitaron hacia la puerta en un actr, y dirá -Millcr en Bonncval- que para Lacan
Inés Sotelo
r15
cl pasaje al acto tiono la cstructura dcl acto, requiricndo dc un paso, dc una mutación sujetiva.G La clínica del pasajc al acto, cstá ligada la clínica de -la urgcncia, dcjando (conlo rcsto crc la'ruy oscena un cucrpo dcsmoronado, como huclla clc un cxcoso cn la propia csccna de aniquilación dcl sujcto>.7 La prccipitación, la prisa por concluir propia dcl pasajc al acto dcja pcgados cl prirncr y cl tcrccr tiempo lógicos, saltando del instantc clc vcr ai momcnto do conóluir; refcrencia quc trabajanos on la prirnora clasc con cl sofisma dc los tres prisioneros. La analista proponc otro ticmpo, Ltn ticmpo do pausa para qllc algo allí sc dcpositc a posar dc quc aún no sca posible su cifrado. A posar clc quo cl pasajc al acto implica cl abandono de todo pcnsamicnto y clcl nalcntcncliclo propio dcl lenguajc sin cmbargo , scñalando que lo ponc cntre comillas para indicar quo ól ptreclc ronaccr clc un modo clifcrcntc cn csto acto. scrá un acto cn scntido propio ya quc cl sujcto no os cl antcs quc dcspuós. hay .,r-ro itorrrf,rr'rismoquc Lacan mación, nna mucrtc fucrza utilizando cl término dc suiciclio. Millcr nos indica con toda prccisión qut: (...todo acto no cs sólo agitación, clcscarga motriz, toclo 'rovimicnto, acto verdadcro. todo acto quc marca, quc cucnta, es trasgrc_ sión.... cl conccpto dc acto cn Lacan, os un conccpto homolo_ gado antc todo a la pulsión de mucrtc, al gocc.s) Nlaría cnsoña quo frcnte al abanclono del otro, librándola a'os la boca dcl cocodrilo, tal como Lacan nornbrará al dosco matorno, olla pronnncia con su acto un No al otro; sin cscona, sin sujcto, atraviesa la p'erta, el rnarco clc la cscona dcl munclo, siondo cstc pasajc mncho mas quc dcscarga rnotriz, podríamos ponsar qnc op0ra como intcnto clc scparación dcl Otro r¡atcrno. Para oricntarsc cn la cuostión dcl acto, indica Millcr, p'i_ mcro hay quc plantcar la antinomia clel pcnsamicnto clol 5, acto, dcl inconscientc y dcl acto.10
116
Clínica de la urgencia
Pasafe al acto y actíng
out
dos momentos
Alejandra Rojas, psicoanalista y docente de Ia práctica profesional Clínica de la Urgencia, nos aporta la siguiontc viñeta clír'rica: M. Ilega a Lr,na guardia externa, en ambulancia y ücompüñado por stt nouia. Luego de una díscusión con ella, se encerró en el baño haciéndose uarios cortes en los brazos. La nouia llamó a la emergencia médica y luego de cierta resistencia para abrir Ia puerta, eI médico le rea,liza torniquetes para detener la hemorragia. En el uiaje repetíd k¡ns quiero morint. Al ingresar a la guardia se niega a ser atendid,o, dice que nada le importa porque su nouia Io h,a abandonad,o, el cirujano de guardia solicita la presencia de un enfermero y un psicóIogo. La situación era límite y clara, había que strturarlo o corría riesgo su, uida. Se indico sedación y se lo suturó. Lo trataron pora saluar su uida y con el despertar comenzaba le apuesta a otro tratamiento, el de Ia urgencia su,bjetiua, El psicoanalista esperaró, a que despierte. M dice que no quiere uiuir, que no quería que lo saluaron, que tiene derecho a morir, que es su uida. Se le preguntó qué lo lleuó a actu,ar así. u-Ella me dijo que me dejaba y me cortén. Ahora, en la gu,ardia repite: u-¡Me quiero tnorir porque me abandona, me deja...no tienen dereclto a tenerme acá, no quiero qL¿e me atiendanlt. Se interuiene señalando que atlí los médicos tienen ta obtigación de atenderlo ya que de de lo contrario pueden tener problemas. La respuesta a este señalamiento fue inmediata y de un efecto pacificador. Se reubice en una serie uhabía otros que podían tener problenre,sD en este caso, los médicos. Sobreuiene la angustia y el interés en hablar d,e lo que le estaba sucediendo con su nouía. Como interuención se decidird su internación, Ia cual seró finalmente de dos días. AIIí referiró que después d,e muchas discusiones, marcados por la uiolencía uer.',"t1 y la
Inés Sotelo
t17
impotencia de no encontror usalidasr, su desesperación lo lleuó a hacer lo que hizo: <-Fue algo rápidot. uSin pensarlon. Sólo recuerda una intensa ongustia que Le tapretabar el pecho y que aún, persiste, wlgo insoportable, me lo quería seccrn). Cada discusión terminaba con el petiido de ella de ucortar la relaciónn. rr-.|y'o puedo soportar que no esté conmígo... qu,iero que alguien me ayuden Lo intolerable lo condujo al pasaje al acto, allí donde no hay palabras que medien, que atentperen lo angustia. Podríamos diferenciar en, la mistna situación clínica: el pasaje al acto en los cortes iniciales, del actrng out en la escena de la guardia. Continuará el tratamiento en consultorios externos.
La vacilación calculada de la neutralidad del analista El joven ingresa a la guardia porqlle cl acto quc ha cometido ponc cn riesgo su vida. El analista no sabc aírn cl cstatuto del mismo pcro sin ninguna duda para que esto pueda ser puesto a trabajar, para que emerja la dirncnsión dcl sujeto cn juego on esta urgencia sc tratará primcro de implernentar un ((acto médico> que desdc el Discurso Amo ponga a salvo su vida. No hay lugar allí para vacilacioncs, es momento de poner en marcha los protocolos módicos quc indican los pasos a seguir. Sin cmbargo, dctengámonos cn el uso de la vacilación calculada de la neutralidad dcl analista. Prcsentc en la guardia, rcaliza cierto cálculo en rclación con lo que entiende como la lógica del caso, una apuesta sin garantía absoluta. Desde su cxperiencia en la guardia, Tomasa San Migucl dirá que cs nocosario calcular Ia intervcnciones cn la urgencia, por fucra de la transferencia < .rr
118
9!qgr
de la urgencia
En ol caso proscntado cl psicoanalista tomará los significantcs dcl sujcto )' dirá . Esta intcrvcnción produce nn primer cfecto de sorprosa ya quo no es la respuesta quc el sujeto espcraba. Hasta esc momcnto las intervcncioncs módicas eran claramente dcl lado dcl discurso Amo, discurso quc hacc ley. Lo'sorprcnclcntc para cl pacicntc dci <...los rnédicos pucdcn tencr problernas...)) nos remitc a la indicación dc Lacan 4l analista, cn tanto dcbe presorvar para ol otro la climensión imaginaria dc sü no-do-
rninio. dc str ncccsalia inrpcrfccción, rcgüIai¿o tanl¡l¿il ó" ñcla caso quc vicnc a ól cn análisis. .12 En csta situación clínica rccibida cn la guardia difcrencianros cl pasajc al acto dcl primcr rnonlento, d,cl actittg ottt quo so dcsplicga cn la guardial cscena quc llama a la intcrprctación incluycndo al Otro. El analista intci-vione sorprcndiendo al sujeto: no fucrza ni prohíbe, vacila con cálculo, sc dividc; sorprendedor dc lo rcal; cl analista sorprendicndo las cmergcncias fngaces de lo roal.l;l El sujeto sc dcticne en sll negativa que finalmentc sostenía la dcmanda dol Otro, posición sostenida por cl ncurótico quc quierc que ic dcmandcn para lto cncontrase con el dcsco dcl Otro, tal como lo ubicamos cn cl grafo del dosco. La urgcncia concluyc cuando cs cl sujeto quicn clcmancla un tratamicnto en Consultorios Externos dcl hospital.
Dolores que matan Dolores es internada en el h,ospital después de un intento de suicidio: cortes en el cuerpo. Pide a gritos que la internen diciendo: u...tal uez acá sepan qué hacer conmigo...n. Habla deL intento cotno si se tratara de una tercero persona: tFue un corte perfecto, rectrerdo qtLe la sangre entpezó a saliru. En ella no aporece eI sufrimiento, hay clistancia entre ella y su cuerpo, se presenta ausente de lo que dice. Sin embargo, enuncia un pedido de internación, de algo que frene el exceso que la habita.
hrés Sotelo
119
Dolores produce un corte en lo real de su cuerpo, corte que no puede producir la interuencíón del padre. Muy ligada a su madre discapacitada, se ofrece a ella como soluadoru, cotno objeto que sustittryct la falta. Es una pacíente de Las que traen problemas en Ia guardia: querellante, conflictiua, poniendo todo el tíempo en cuestión a los terapeutas y denunciando las debilidades del Amo. Su,s denuncias hacia el padre qLte no opera y hacia Ia institu,ción impotente se acrecientan. Episodios de gritos, roturas de uídrios, amenazas, culminan con el anuncio de que se uo del ltospital. La analista escucha detras de estos intentos de significarlo todo, el llamado de alguien que padece y pide uínternaciórut; la emergencia de u,n Sujeto atrapado por el goce debido a la ineficacia paterna. St¿ interuención consíste en anunciarle que inforntará al ju,ez tal conto estó preuisto en la legíslación. La analista conoce la uigencia del poder jurídico en el hospital, pero a la uez conoce sus límites. Se uale de él como signíficante que poniendo una barrera al goce abra la uía del signíficante. A partir de ese ntotnento Dolores se detiene, asiste a las entreuistas y com,ienza e. lnblar del úerrible onlor por su m,adren.
". Lejos del síntoma
-l
Lacan nos cnseña quc el discurso es un modo particular de uso dcl longuajc, fr-rndándosc cl1 la estructura dcl lenguajc cs efecto dc Ia cadena significante. Si la urgencia da cucnta dc nn punto donde el Sujeto no pnede rcprcsentarso cntrc los significantes, de una apelación a restableccr su lugar cn la cacló-ñá, la cscucha dcl analista os una apucsta al advenimiento del Sujcto, a través cie la trama significante, quc interrogándose cuhninará en la producción dc un 51 que será el significantc a través del cual cl Sujeto rcsolvcrá su relación cn la
vcrdad
,
a
-+ $
a ll s.,, -:.1
En cI Discurso dcl Analista: el 51 estará en cl lugar de Ia proclucción y el 52, dicho a mcdias, estará en el lugar cle la Vcrdad.
-9]ír11.I
!-"-lq uIg_g41¡g
La prcsencia del analista tendrá consecuencias para el pacicntc, en tanto no toma la salud como Lrn bien a obtener ni cl síntorna como Lln problerna a solucionar, en toclo caso tornará al síntoma como andarniajc significantc origiclo alredcdor dc lo reprimido primordial. Sin cmbargo Dolores se muestra rnuy lojos aírn de la constitución do un síntorna. su posición aparoce consolidacra on cl (yo soy así>, rcspucsta quc en el grafo localizamos a nivel de la i (a), su forma do prosontar cl yo. El rnalestar, el cnojo, la incomodidad no logran conformarse en algo quc la divida ni la interroguc. La consolidación dc csta posición tienc sus ef'cctos en la relación con el analista y por supuesto con los profcsionales del hospital. Estc dcs_ plieguc dc dcsbordcs sin ningúrn compromiso subjetivo; el rccltazo hacia todo tipo dc intervcnción o palabra, suelen producir la scnsación dc impotcntizaciln por partc dcl anarista; sobrc ól recac la barra quc Io dividc. Habitualmcntc esto rcchazo produce una respuesta cn cspojo por parte de los profcsionales que culmina, muchas veces, cn las peorcs decisionos. Dolores lc otorga consistencia aI Otro, alavez quc trabaja para castrarlo. El dcsco del analista es cl concepto que posibilita otra salida;> se¡16 aqucllo quc nos haco depositarios dcl amor, así como del odio o de otras pasiones; habrá quc calcular cntonces ol rnancjo dc la Transfercncia. El analista cscucha allí algo más y sc cleticnc, ofrccc su prcscncia, apostando a croar con clla una demanda. Irnpulsos y caídas En Dolorcs, cl corle previo a la internación aparocc como un irnpulso frente a csta rnadre quc demanda y dcmanda. La sujcto la constituyc on el lugar de otro voÍaz que Ia acorrala hasta quo so produce NItrDBRKOMNT, sc cleja caor de la oscona a travós dc un corte, queda rcducida al objcto que le asogrlra la Vcrdacl dcl Otro. La demanda insaciablc dc csta madrc llega a límites cxcesivos a los que Dolorcs no puedc responder y es entonccs cuando cac cle la ersccna.
Inés Sotelo
La joven qucda alicnada al propia dc1 pasajc al acto cl cual está ligado a la pulsión, no al síntoma ni al dcsco. Dolores no dicc nada y sólo muestra cn acto .r'1 Siguicndo a Lacan en sLr Seminario como opción alionantc propia dol pasajc al acto. Desde esa posición no hay intcrrogación, interrogación quc sólo scrá posiblc en la opción (yo no soy). Lacan dirá allí quc el problcma de Ia alicnación no es scr. captado o representado por cl Otro sino que está fundada cn el rcchazo del Otro .1:' Bste corte, osta caída dcja por fucra al sujeto del desco y al síntoma colno rcspuesta. Es una rcspuesta muda ligada al silcncio pulsional quc ubicamos cn cl grafo. Esas primcras entrevistas tcndrán como dirección intcntar producir un movimicnto dcl al >,16 tal como lo rcfiero Diana Rabinovich. En cstc caso proscntaclo podcmos diferenciar cl movirniento quc va dcl (yo no picnso>: cortc con la dosaparición clcl sujcto, a cierta dirección al Otro a partir dc la internación. trl hospital y los profcsionalcs opcran como Otro al qr.rc Dolores dirige los actings ouf postcriorcs sostenidos cn una transferencia salvajc. Se producc un virajc ncccsario al . Síntomas, lapsus, forlnacioncs del inconsciente y hasta el acting oul que localizamos dcl lado dcl
Clínica de la urgencia
Actíng outen la cura
El siguicntc fragrncnto fue prcscntado por Gustavo Sobel, psicoanalista y doccnte de la Práctica Profcsional Clínica dc la Urgencia. Inntbre jouen, con cliagnóstíco de neurosis obsesiua, al contienzo de stt tratamiento analítico queda a cargo de la empresa de su padre y durante ese tientpo sale a la luz LLne nloniobra fraudulenta del mismo. Ante dicha sítuación el sujeto decide responder con sus ahorros. Al regreso del padre se produce una discusión y su posterior renuncia a continuar trabajando para é1. A los pocos días el padre enferma grauemente qued.an clo en estado de coma. Por esta razón decide ocupar su lttgar en los negocios. El analizante, luego de ausentarse algu.nas sesiones concurre angustiado y relata Ltna esceno sexual en los siguientes términos: unos reuentanlos con la prima de nti papan. El analista interuiene y solicita asociaciones en relación al significante tpritnan. El sujeto asocia, uinculondo la tprima> con la actiuidacl comercictl cle él y de su padre. El acting nombrado cotno (reuentarse con la príman toca lo reaL del sujeto por cuanto la prima es un costo que clebe afrontar en tanto no sólc¡ es lrcredero de la cartera de clien,tes sino tantbién del fraude del padre. El acting ottt connttreue de tal forma su posición qlle conuoca a la responsabilidad del su.jeto. En este caso se ntuestra cónto el análisis por uía de la asociación tibre rein.troduce al su.jeto a la elaboración por uía del inconsciente y tletiene la actu,ación. Un.
Intervenciones del analista En la claso IX dcl scminario do (1962-1963)
hay una rcf'ercncia al artícuio dc la psicoanalista phyllis Grccnacrc
Inés Sotelo
L2:)
1) Interprctar 2) Prohibir 3) Rcforzar el Yo.
En relación con la intcrprctación Lacan dirá quc si bicn cl acting llama a la interprctación es bajo una transfcrencia salvajc. El síntoma cn cambio no llama al Otro, cs goce rcvostido, atravcsando la barrcra del bicn, cs displaccr, gocc, unLust. El síntoma para quo sea intcrpretado debc scr pucsto cn forma a travós de la transfcrcncia cstablecida. En la urgcncia encontramos la irrupción de un síntoma aislado quc no reprcscnta al sujeto S
S
El significantc, quc al poncrsc cn rclación con un significante cualquicra, Sq; significantc dcl analista. s
_sq
S (Sr, S:
...S")
agrcga bajo la barra una significación al sujeto que cl síntoma scñala. Finalmentc la entrada en análisis se matemiza : S:
S -x La producción dc un sujcto que padccc falta dc saber; a partir dc allí sc autoriza cl anaiista para la intcrprctación a la quc os convocado. En o1 acting oul, nos cnseña Lacan, ia cucstión ccntral estará cn cl mancjo de la transfcrcncia, <...cs saber cómo la transf'crcncia salvajo sc puede domcsticar, córno se hace entrar cl clcfante salvajc cn cl ccrcado, cómo ponor al caballo a dar vueltas on el picadcro>.17
r24
Clínica de la urgencia
Entonces Lacan descarta la interpretación. ¿por qué? Porque si bien es Lrn llamado al Otro no es al Otro del saber. Responder entonces con un saber interpretativo conduce a quc los acting out sa incrcmenten. Por otro lado, el camino dc la prohibición . El analista, adviertc Lacan, hace muchas cosas por cl bien, para cvitar que el paciente sc dañe, pero nos advierte que cl análisis suele ser un seguro de acciciente o de enfermedad y cuando en el transcurso dcl análisis ocurren los acting, hay que localizar cl lugar que ha ocupado el analista como Otro al que se ie dirige. Así, en contraposición al fortalccirniento del yo, nbicamos <;l lugar dtll Sujcto barrado en tanto atravesado por el deseo y cl goce qlle en cl análisis se articula con el concepto central de . La posición del sujeto en la viñeta que estamos trabajando, podríamos pensarla siguiendo a Lacan en .ls Duda y procastinación son sus efectos. Todo su trabajo sc volvcrá así cnajenante. Pcro probablementc a Ia inhibi-
ción y postergación le siga la precipitación por actuar, basculación típica dc la ncurosis obsesiva quo conduce clol letargo a la urgencia.ln En el caso prosontado, cl analista frcnte al acting no intcrpreta, no prohíbc, no refuerza al yo a través cle recomendaciones, abre otra vía a través del equívoco , camino quc conduce al sujeto hacia el padre, la deuda; sexualidad y mucrte. La intervcnción opora por efecto del trabajo de la transferencia quc conciernc al pacientc y al analista en tanto pone en juego cl amor. Abstenióndose dc interpretar y de colocarse on cl lugar de quicn prohíbe por el supuesto bien dcl sujeto, abandona la idealización para scrvir de soporte al objeto a, separador, agrcgando Lacan quc
L
Inés Sotelo
125
encarnar al hipnotizado y no al hipnotizador que sugestiona, ordcna, prohíbe...20
Reclamos de una madre
La viñeta clínica quc a continuación abordaremos, fuc presentada por Andrea Casals, cx alumna dc la práctica profesional Clínica de la Urgencia y cuyo texto está en cursiva. La interconsulta con la Guardia Externa, en un hospital poliualente de la Ciudad de Buenos Aíres, se inicia en el Seruicio de Maternídad quíen conuoca la presencia del psicóIogo de la guardia debido o que allí se lnbía producid.o una situación de u,rgencia. Este h.ospítal cuenta con sala de ínternación de mujeres en el Seruicio de Salud Mental y Seruicio de obstetricia; por Io que toda embarazada que padece además alguna patología psíqu,ica, suele ser deriuada a esta institución. Al llegar al seruicio,la psicóloga se dirige a lmblar con el médico que ltabía solicitado su presencía eI cual refiere que la pacíente P lnbía sido encontrada durmiendo en una sala de partos. El médíco relataró los síguíentes acontecimientos que motiuan la interconsulta. La paciente refirió que la lnbía cltocado un auto y que quería que alguien la reuisara. Fu,e atendida por un médico quien, al no encontrar signos de traumatismo le indica: rr...ly'o tiene nada, puede retírarse e irse a sLL casaD. Conto respuesta, la paciente se lanza sobre una de las puertas, rompiendo el uidrío y cortandose así en distintas partes del brazo y la muñeca izquierdas. Luego de tal episodio, toma interuención tambíén la policía y la trasladan a una sala dentro del seruicio de ntaternidad. Es en este momento que los profesionales de Satud Mental de la gu,ardia interuienen. P. es una mujer de alrededor de 30 años, desaliñoda, en una silla de ruedas, embarazada de 4 nLeses, con el brazo 1, la mano izquierda uendados y rodeada por dos policías.
726
Clínica de la urgencia
La psícóloga
se presenta y le pregunta qué fue lo que le ¡:asó. rt-¿Qué nte pasó? Esto fue lo que rne pasó, esto tne pasón mientras se sacabo la uenda. P se mostraba nttty ogresiua y a cada instctnte intentaba agredir a la psicólogo y los policías debían interuenir para ímpedirlo. La pctciente no poseía ningún documento que acred.itara identiclad. In'tpresiona alucinada o bajo los efectos de strstancias. La presencia de la paciente en el Seruicio de obstetricio altera el funcionamiettto del mismo: tanto al personal como a las pacierttes ínternadas a punto de parir o con los bebés re-
cién nacidos. Tantpoco podría ser trasladada a otro seruicio por falta de espacio físíco. La decisión de medicorla no era sencilla porque se trata_ ba de u'na embarazada y atin no se había cliagnosticado si l^¿abía ingerido sus tancias tóxico s. El resport.sable del Seruicio de Obstetricia, rlecid.e qu. clebe ser retírada por el riesgo que implicaba para las pacientes o,llí internadas, en tanto la alteración qLrc presentaba ponía en ríesgo la segu,r"idad para sí y pora terceros. El ntédico se dirige directamente a la paciente pero su interuención generú atín ntás agresíuidad. Dado que Lu puciente sólo parecía responder a los policías, la psicoortolista en reLación al discurso qtLerelrante y reiuíndicatiuo, le propone que ellos serán quienes la acompctñarón para que rce respetett sus derecltosr. La paciente es aconrpoñada por los policías a la guarclia para ser euctluada por el psiqu,iatra. Se le su¡ninistró un plan de ntedicación j, qu,eclaría en la guardia unos lnras íntentando ubicar a un familiar. conto esto no fue posible se decidira su troslado al un hospitat cre puertas cerradas, )ta que el lrcspital general no cu,enta con infraestru.ctura que garantíce un tratontiento posíble para la paciente. Estas situacioncs habitualcs lloro sicmprc sorprcnclentes, convocan al aualista prcscntc cn las guardias a rcspondcr, no sólo a Ia dol sr.rjeto sino fundamcntalmcnte a 'rgcncia la urgencia dc los otros profcsionalcs o pacientcs clel hospital.
Inés Sotelo
127
La Interconsulta ¿Cuándo sc convoca a los psicólogos para la interconsulta'l ¿Dóndc sr: localiza la urgcncia cn cstos casos? ¿,Quién consulta?
Estas prcguntas son clavcs para quien trabaja en guardia o en cl equipo do intcrconsulta ya que frccuentcmcnto será convocado clcsde distintos scrvicios hospitalarios: cirugía, clínica módica, obstctricia. Habituahncntc quicn solicita la presencia dc un profesional es cl médico. La urgcncia finalmcntc, on estos casos, cs de los médicos o colegas ante una situación para la quc no es cficaz cl discurso de la ciencia. Bn esas consultas el paciente no piclo nada, sirnplemente no colabora, o no mcjora, o se clcja morir o rechaza toda intervcnciónl esto es: se oponc a su propio bicn. Más allá dcl principio del placcr cs arrasado por el gocc: se trata dc
satisfacción dcl dolor qnc, ocasionalmcntc, cuando sc autonomiza osc gocc, llega hasta la lnucrtc>.21 El sujeto no actúa por sll bicn ni accodc a quc otros lo hagan, contrariando cl fundamcnto mismo do las instituciones dc . Esto no cs fácil dc tolerar para la ótica dei Arno. Do cstc modo, cl aualista clebcrá intcrvcnil sobrc clos frcntcs: los profcsionalcs quc lo convocan dcsdc sus ll'opias urgcncias y cl sujcto cn cucstión, on ostc caso P. P llcga al hospital, poro no pide nacla. Sc cscabulle ¡-cncncntra abrigo on Lrna sala dc obstctricia. Imprcsiona incohercntc y alucinada, sin embargo no so ha oricntado mal: llcva un cmbarazo dc cnatro mesos y sc rcfugia cn la sala cle obstctricia. Vcrcmos si hay quien lca cstot cs dccir quó dci embar.azo astá cn juego cl] slr dcscncadcnamiento o dcscstabilización o en su dclirio. Sin clocumcntos, on Llna situación social cviclcntemcnte procaria, sin un marco de contcnción que la acompañe, no sorá fácil rcsolver y tomar docisiones dcntlo cle la coynntura asistoncial dc los hospitalcs.
r2B
QfqSg d" la urgencia
éQué intervenciones en las psicosis?
La pacientc, cn Lln impulso, atraviesa el espejo que csa pnerta conforrnaba antc las palabras . No podemos apresurarnos en la iógica del caso ya que nos cncontramos cn Llna primcra entrevista; la cautela r:s la indicación frente a aquól dc quicn desconocemos su estructura, pero que ticne una prcsentación impulsiva qne no sabemos hacia donde puede conducirlo y, menos aún sabemos aclonde pucdcn caer nucstras palabras. En las psicosis, el impulso, el trieb, da cuenta del estatuto real. .z2 Es dccir que nos encontramos con un real pulsional del quc da cuenta la urgencia en las psicosis. Detrás de un confüso discurso reivindicativo en relación a su derocho corl1o rnadre, la paciente paroce apaciguarse con los policías. La analista tomará seriamente sus dichos e indicará que sean cllos quicncs la acompañen. Por primcra vcz, P accptará retirarse de Materniclad y dirigirse a la guardia. Ya allí sc procedcrá a sn cvaluación para trazar Llna estrategia considerando las posibilidades estructurales, socialcs y coyunturales de la pacicnte así como las posibilidades institucionales. Para concluir Graciela Brodsky cn cl libro llarnado que surge dol curso dictado en el año 2001 cn el Instituto Clínico Buenos Aircs (ICBA), cuya lectura rocorniendo, trabajará los conccptos fundamentales en relación al acto analítico, así como al acting oul y pasaje al acto.2a Mc interesa señalar algunos puntos que ella destaca y quc ido trabajando a Io largo dc este capítulo:
-Lacan esboza un recorrido que va desde la posición inicial cn un análisis hasta el pase conclusivo, en el cual podrán situarse fcnómenos clínicos ligados con el acto.
Inés Sotelo
r29
por Lacan como csa opción rcchazada quc cs ol . Brodsky alirma qLto so trata dc un f'cnómcno absolutamcntc significantc y quc sc rclaciona con la transfcrcncia salvajc. -Ei pasajc al acto, cn cambio, sc lo ubica cn la opción , cs dccir rcchazo absoluto dcl inconscientc, cs dccir no qucrer sabcl nada clc ó1. -Gracicla Brodsky localizará la tcnsión existcnte ontrc acting out y pasajc al acto ya qtlc micntras cl primcro . Concluycndo quc cl suicidio irnplica una posición dc rcchazo al incottscicntc.
-El actirtg
out, as ubicado
La clínica dal actirtg otrt y clcl pasajc al acto, muy plcscntc cn las urgcncias, pcro tarnbión a lo largo dc los análisis, convoca al analista a pi:ccisar con mucho cuidado las coordcnadas quo las dctcrminan ya qttc sin duda sc localiza cn la particulariclad clci caso por caso. Es allí donclc cl analista dcbc responclcl con slt acto ya qlto os, cn irltima instancia, una probiomática ótica. La prcocupación por cl acto cn Lacan ostá cn cl ccntlo de trn scmiuario La étíca del psicoanálisis' cn la mcclicla cn quo la ótica no conciernc on principio a los pcnsatnicntos. Concicrnc a los actos, cs decir, lo quc haccmos en tanto quo cs susccptiblo dc ttn juicio>.2:J
llo
Clínica de la urgerrcia
Debates en el Foro Intervención d¿ Antonío Amengual Psicoanaiista. Provincia deI Neuquéu, Ar-gentina.
A partir dc lo quc so mo ocurrió llamar la 'plasticiclacl dc la técnica'y a la luz dc las viñetas propucstas. es quo recordé algo quo mo dijcra un profcsor de psicoanálisis cn los primeros años dc la Univcrsidaci: rnnchas vccos uno dicc más de lo quc crco o sabe. No ostaba mal para introducirnos al psicoanálisis. Mo parecioron csclarccedores los ejemplos clínicos, clonclc so ve por un lado, cn cl caso dc Alcjandra Rojas, donde la intcrvonción frcnte al acting tiene quc ver con prcsentar un otro, incornplcto, barrado, . La apclaciírn dcl Otro dc la lcy, antc la insuficicncia de la rncdiación patcrna, cn cl caso clc Dolorcs. En cl caso prcsontado, con ol cquívoco cn cl significante 'prinla' y la consccucntc apcrtura asociativa. Y nn gran contracjcmplo cn cl Sorvicio de Matcruidad cuando cl rnódico antc cl pcdido dc intcrnación I'cspondc prccipitanclo .lt pasajc al acto, c' contrastc con Ia intcrvcnció' dc la psicóloga quicn, toma'clo los tír''inos dc su discurso, ofi'ccc custoclia policial para vclar por cl . Rcsnltan sorprcndcntcs las profu'das difcrcncias cn ra olientaciírn clc las intcrvcnciones poro con cl rcstrltaclo comúrn do lograr pacificar o rcintroclucir al sujcto en l¿r cadcna significantc. IJf'cctos cn tocios los casos lograclos por atcnclcr a la lógica clc cacla plcscntaciírn. Por Io quc ptrcclc cntcndcrsc por quó rcsulta irnposiblc prescribir lo quc sc clcbc haccr cn cstas sipcro sí tuacioncs (corno sí lo haccn los prorocolos 'ródicos). poclcmos cstai: aclvortidos clc lo cluc no clcbc haccr.sc.
Inés Sotelo
131
Interuencíón d,e Yeroníca Ortiz Psicoanalista. San Femanclo. Provincia de Buenos Aires Argentina
Mc intcrcsa cl dcs¿rrrolki dcl cpisodio dc la jovcn homoscxualt su condlrcta viril, su sacrificio, su rclación al padrc y al f'alo y corno cntcnclci: cl dcvcnir homosoxual dc csta joven fucrtcmcntc ligada al padrc. Interuención
d,e
Inés Sotelo
Lacan tomará cstc amor, cl clc la jovcn homoscxual, como amor cortós, donclc clla sc comporta corlro Ltn caballero otorgánclolc favorcs a su dama sin cspcrar nada a cambio. Cuanto más sc alcja, lnas so valora al objcto. El interós sc aclocicnta cuando sabicndo quo cs alguicn cio condncta cltrdosa cn al sociedacl dc Vicna, sc propono salvarla. Froucl lcía quc tambión sc trataba dc una pro\'ocación hacia Ia familia, palticularrncntc i-racia cl padrc. entcnclicndo cntrittcos quo csta rclación con cl padlc irabrá
quc dcscifrarla. Podcmos tomar algttnas rcfcrencias frcudianas qrto sogttramcntc ilumir-ran cstas cucstioncs dc la i'clación clc ia niria con la rnadrc y cl paclrc irasta qttc urlijcr. -scgirn cl clccir dc Frcttcl.
Las cncontrarnos cn (1Slil1) Ar-nolrortu Ecliciones Tol-n
-Frclrd so prcgunta iCuánclo v llol' quó sc clcshace dc la madrc'/ Hablará dc una primcl mttcianza: rcsignar cl clítolis por la vagina y clc ttua sogttuda: cl trttcqltc dcl objcto tttaclrc, original, por el padrc. -Dirá quc las mujcrcs con intcusa ligazón al paclrc, scrán por fuci'za ncuróticas. Esta intcnsa ligazón al paclrc va proccdicla dc antcrior intcnsa ligazón a la uraclrc. -Habiará clo la biscxr.raliclad qLro so rcsaita con mayor nitidez cn la nujer qtlc on cl varén.
r32
Clínica de l¡1rtgqnqin
-La vicla scxnai dc la rnujor so dcsarrolla cn dos fascs: Ia primcra dc caráctcr masculino y solo la scgunda como lo cspccíficamcnte fcmcnino. En ol dcsarrollo femcr-rino ha5, ¡¡ transportc clc una fasc a otra quc caroco cl varón. -La mujcr rcconoco su castracirin pcro se rcvuclvc contra clla y dc allí dcrivan trcs oriontacioncs: *cxtrañamicnto rcspccto dc la sexualidad; atcrrortzada por la cornparaciírn, Lcnuncia al quehaccr fálico y con ól a la soxualidad cn general. *cn porfiacia autoafirmación retiene la masculinidad amcnazacla; fantasía cle ser a posal dc todo un varón, cstc complcjo dc masculinidad pucdc torminar.on Lrna clocción dc obj cto Itomoscxual manificsta. *cl tci:ccr dcsarrollo dcscmbcica cn Ia conlignracirin f'cmcnina, toma al padro corno objcto y l-ralla la forma fcmcnina dol Complcjo dc Edipo quo cn la rnujor no os clcstruicla por influjo dc Ia castracitin sino creado por ó1. -Frcud afirma quc la prohibición dc satisfhcción por vía masturbatoria, llcva a algunas niñas a la insistcncia y cl virajc a la masculiniclad. A su voz, cn la confcrcncia 33: ,. (lgg2). Amorrortu cdicioncs 'Iomo XXII sostcndrá Froud quc: -Ei cnigrna dc la fcminidad ha pucsto cavilosos a los hombrcs dc todos los ticmpos. -Lo quc constituyc la masculinidad o la feminidarl os un caráctcr dcsconocido qllo la anatomía no ltucde aprchcnclcr'. -El psicoanálisis no prctcndo dcscribir quó cs Ia mujcr, tarca dc solución casi imposiblc, sino indagar como dcvicnc mujcr, a partir clc su disposición biscxual. -El pasajc a Ia f'cminidad rcquicrc ccder en todo o on parto a la \/agina, su valor. -El dcscubrirnicnto do su castraci
jc cn cl clcsarrollo dc la niria, con trcs saliclas: inhibición sexual. masculinidad o fcminidad normal. -El dosplicguc dc la fcminiiiacl ostá cxpucsto a scr pcrturbado por los f'cnómcnos rcsicluales dc la prchistoria rnasculina. -Acljudicanlos a la f'cminidad, nn alto grado dc narcisismo qno inflr-ryc tambión sobrc la elccción dc objcto, dc sucrtc qnc llara clla cs rnás imporlante scr amada quo alnar.
Inés Sotelo
En . Dn cstc artículo scriala qr-ic ol complcjo dc masculinidad puedc deparar grandcs dificultadcs cn cl desarrollo de la feminiclad. Puedc guardar la csperanza dc rccibir cl pcnc algún día y proclucirsc la dcslncntida, comportándosc como varón. La libido dc la r-riña so dcsliza a una nuova ecttaciíln: pcne = hijo, rcsignando cl dcsco dc ttn ponc por cl dcsco dc un hijo. tomando al ¡radrc conro objcto dc atnor.
Dcspuós dc csta ligazón -padrc, puodc atrinchcrarso cn una iclcntificación- padrc con la cttal rcgrcsa al complcjo dc masculinidad y sc fija a ó1. Ubicadas cstas rcfcrcncias fttndamcntalcs con rcspccto a la scxualidad fcmcnina, volvantos a la jovcn homoscxttal quicn pascanclo por Vicna sc crtrza r:on la mirada irritada dc stt padrc. Estc cncucntro con la interdiccirin provoca qr-rc la clama lc diga a la jovcn dc concluii'con la rclación. En cso mistncr instantc Ia chica sc arloja clcl pttcntc, sc dcja cacr, como cl pcqucño a, rctorna a Ia cxclusión, cn cl momento qllo (dcsdc la pcrspcctiva clcl psicoanálisis) sc producc la conjunción dcl dcsco y la lcy. La hija clcccpcionada con cl padrc a partir del nacimicnto del hcrmano, se ofrccc sacrificialmontc al Otro. Lo sacrificial dc ia histcria sc jucga en ofrcccrso como falo para obturar la f'alta. cl dosco del Otro. Dc csc pcquoño otro ai qttc clcva a la catcgoría dc Gran Otro, cl dcsco clcl paclro como lc-v-, lc da cxistcncia al falo como absoiuto. como fi. En clla, como on tantas históricas, cl rcscntimicnto y la vcnganza son csta lcy, csto f'alo suprcmo. Sc consagra a cllos. Lacan va a dccirlo así: (ya qtto fui dcccpcionada cn mi apcgo a ti, mi padrc, y ya qllc no pudo ser ni tu mujer ui ttt objcto. cntonccs clla será rni Dama y yo scró quicn sostcnga
131__
_
_!lr!tgq
!"
!a u}.gencia
esta rclación con aqLlcllo quc justamcntc luc rcchazaclo, acluc-
llo qtrc dc scr clc r-'njc' cs ins'ficiencia. mi castracióli.>. 'ri La jovo' rcr-runcia a s* coquotcría cic para convcrtirsc
cn caballcro scrviclor dc la dama y así 'rujcr enscñarlc al paclrc qne amar cs dar lo c¡tre no sc ticnc. es dccir, la castraciíln. Todo csto cs lo quc sc prcscnta antc la r¡iracla clcl pa_ d'c, cscc'a qr-rc picrclc todo su valor antc csta miracla. confro'tación clcl clcsco clcl paclrc, cn basc al cual sc constrr-ryc tod¿r la conducta, co' la lcy qr-rc sc prcsentifica en la rniracla del aquóI. Idcntinicacla con cl pcqr-rerio o, cxpulsada fucra dc la csccna sc dcja cacr. Al lcor cstc capítulo v volvcr a las rcfercncias frcudianas. sc ponclcra ia rclación con cl padrc y Io sacrificial quc cstá elr la basc dc la l'ristcria.
Interuención dc Veroníca Ortiz Psicoanalista. San Fcmanclo, Provincia
cle Buenos
Aires, Argentina
Mc parcco intcrosanto clctcnornos cn cl'ornbrc: institu-
ción clc sc cxplaya largarlcntc accrca clc csto. Tra'scrib'tino dc sus párraf.s más cor.cidos: Frc'tc a csta ótica dcl a'ro, crtorccs, la ótica clcl ¿rnalist¿r. Y csta ótica del analista no cs si' la fu'ción dcsco clcl analista. En las rziñctas apat.ccc clalamcnte: no sc trata clc orclcnar. prohibir, r'cfbrzal cl yo... Sc tlata dcl acto clcl anaiista on cl mancjo do la transf'croncia.
Inés Sotelo
1:15
Bn cl caso dc Aicjandra Rojas, un scñalamicnto quc pcrmitc al sujcto rcubicarsc cn Lllta scric, cn c1 caso dc Gustavo Sobci, cquivocar cl significantc . Estas , bion difcrclttcs cntrc sí y, sin cmbargo, sostcnidas cicsclc un misrno lngar, la función dcsoo dcl analista. pcrmi.tcn intclcalar una pausa quc rcordcnc los ticmpos lógicos y quo dó impulsr) a un movimiento cicsclc cl pasajc al acto, la caída del Otro, al ctcting out, al llarnado al Otro, apostando a la cmcrgcncia dc un sujcto y un clocir. Interuención
d.e CecíIia Coll,azo Psicoanalista. La Plata. Provincia de Buenos Aires. Argentinir
Esta frasc la consiclcro nrlry valiosa: . En una institución cic bicn pirblico: Fiospital, Ccntro clc salud o Escuclas, la posición ótica clo un a'alista. posició^ quc silúa al analisl¿r on cl cliscr.rl'so cn i'clación a str clesccl como tal, dcbc ubicarso cn la cscr,rch¿r dcl sujcto dcl inconscientc. \{ás allá clc Ia artictrlacirir-i institucion¿rl. clc clf'elcntcs cliscrirsos cn jucgo, csa ótic¿r cici anahsta scr'ía la clcl bicn-cscuciral (si os quc sc pcrmitc csbozal cstc tórnritro). cs ciccir c,scuchar al sujcto cn cl c¿rso por caso. on sll particularidacl. cn io singular quc io dcfinc. Aptr'tai' a snb'a'a' ia subjctiviclacl cn cl acto o en la actuaciiiu dcl pacicntc cn ia ur.gencia. La sordcra dcl ¿lnalisla cn cl traltajo cou la urgcncia, cs evidcntc, producc rnás dcscontrol o clcsborcic subjctivo. nientras quc Ia cscucha, poi' cl contrario. acota cl gocc, orclcna, hacc bordc, y ltlarca algo dc la ltosició' dc cse sujcto frcntc a lo quc acontece.
Otras interuencíones: Ya quc, a dif'crcncia dcl síntoma, cl acting no cs intcr¡trclablc pucsto quc sc jucga por fucra dc Io simbólico ¿,podría
pensarsc quc la maniobra clcl aualista sería la dc haccr pasar
1:16
Clínica de ia urgencia
ala dimensión dcl síntorna'/, ¿Podría tratarse de algo sc articule a la dimensión sirnbólica, rcconducirlo a la transfcrcncia para qLle lucgo pncda dcvcnir matcrial dc análisis c intcrprctación? eI acting ou.t qr.rc
La actuación trae aparcjado un gran monto de sufrirnicnto para cl pacientc. Allí. hay quc detcnerso, oscuchar, a quicn sufrc por lo quo sc lc aparcco por fucra dcl discurso. En una institución csto lleva su ticmpo: cs cspcrar, darle su ospacio, y armar la trana.
Mc intcrcsa cl punto mcncionado en rclación con Ia homosexnal dc Freud, pucsto qnc es una oscona rnontada para Otro: cl padrc, se trata dc nn pasaje al acto o acting? Otro punto que lno intcresó es la antinomia quo plantca Milicr': Icc-acto; pcnsanricnto-acto.
El caso dc M, dcl capitulo 4... ¿No habría quo pcnsarlo como Lrn acting'! ¿No cstá dirigido a su novia? ¿por quó pcnsai: el acting cn relación a la transfcrcncia salvajc? Interuencíón
d,e
Ines Soteb
La histcria lo hacc síntoma a Ia cicncia, la interroga, la cucstiona, la dividc. La histcria sufre dcl cuorpo pcro dcl cucr.po atravcsado por la palabra, csto cs por cl dcsco y cl gocc. La histcria pone a hablar al cucrpo en sus síntomas, en las parálisis de las maraviilosas pacicntcs dc Frcud, o cn nuostras, porqne no, tambión rnaravillosas anoróxicas. La histeria sc hacc oír a quicn sabc cscricharla y cuando no,... actúra. Aunquc la actuación no os cxclusiva clc ninguna cstructura. Los llamábamos n(rros dcsafortnnados, más allá dc la pcligrosidad quc muchas vccos onciorran, para difcrcnciarlas clcl acto, al quc Lacan lc dcdica un scminario. EI sujeto y su acto cstán ligados a la ética del desco, ótica quo no concicrnc a los pcnsamicntos sino a los actos. El ncurótico, cspccialmcntc cl obscsivo sc ocupa cn la incesante cvaluación dc lo bicn fundado dc sus actos, cn hacer o no haccr... ósa cs la cucstión... quc suclc llevar clcsclc la
Inés Sotelo
1:)7
inhibición y postorgación, al pasajc a la prisa, a la precipitación por actuar, típica cr-r la clínica de la urgcncia. El acto no sc calcula, no so prograrra, sc producc cierto pasc hacia
é1.
Un cjcniplo a nuostro alcancc cs cl cortc dc una scsión, cs
el dccir clcl paciontc el quo prccipita cl cortc ¡tor partc dcl analista. Si ha tcnido cf'ccto de acto sólo podrá ser localizado dcsptrés, cn los cfcctos sobrc ol sujcto. Podcmos cntcnclcl la lógica dcl caso, cl diagnóstico, los significantcs privilcgiados dcl sr.rjcto, pcro cl acto, si bion no es por fr-rcra dc toclos cstos aspectos, us un más al}á. Dc todas maneras, cn la clínica dc la urgencia el cálculo imprcscindiblc dc nncstras intcrvcncioncs, o dc la pcligrosidad para sí o para tcrccros, cs funclamcntal, no cstá reñida con cl conccpto de acto; ticnc otro cstatuto. El sujcto dcl pcnsamicnto, cl quc va a actuar y distribuir sns rocLrrsos quicrc su bicn. su propio bicn, bicncs idcntificados con Io útil. Bl sujcto clcl pcnsamicnto, cl sujeto del inconscientc cs cl sujcto dcl iclcal dci bioncstar; cn oposición ubicamos cl acto suicida colno aqucl quc va jnstarncnto cn contra clcl bicn dcl sujcto. Por cso Lacan dirá quc toclo acto vcrdadcro cs cl , a partir dcl cual puedc ronacor; cl sujcto no cs el mismo que ora antes. El acto suicitla -entendido a partir dc la pulsirin dc mucrtc cn Frcudmucstla 1a disyunción cntrc cl organismo, la vida, la homcostasis y, pof otra ¡tartc, lo quc lo dcstruyc. Lacan llama ¿rcto a aqucllo quc apunta al corazón clcl scr, al goco, al suicidio dcl Sr-rjcto. El acto no cs cifrablc, no sc cxplica, es Lrn NO profcriclo al Otro. La jovcn homoscxual, arma primero una osccna dirigida al otro patcrno, ttn acting oul cnando pasea por Vicua con la clama; podcmos imaginarla dcspotricando contra su padrc, criticándolo furiosa por toclo aqucllo quc ól no lc da y sin cmbargo mcr'occ; conoccrllos cstos argumcntos on nuostras aclolcscctrtcs dc ho¡'y clc todos los tiernpos. Pcro la caída, cl pasajc al acto se producc fuera dc la csccna, soparacirin clcl Otro y dc los otros, clc los argumcntos. clcr l:rs palabras. ]trn csc crllco con la mirada paterna. ltro obstante csta dif'crcncia cstmcLural, muchas vcccs los actings 1, los pasajcs al acto aparocen sllpcrplrcstos o contit-luos.
!!
Clínica de la urgencia
En cl caso cle M, podemos pcnsar el cstatuto del pasajc al acto on la inmccliatcz cntrc cl cortar dc la novia y cl: >. Sólo rccuercla una intcnsa angustia qr,ro lc ci pccho..., ((algo insoportablc, mc lo qucría sacan). Probablcmcntc la oscona quo so dcspliega en la guardia sca dcl ordcn dcl octirtg oul: <¡Me quicro morir porqllc mc abandona, rnc clcja... no tionon clcrccho a tcnormo acá, no qtricrcr qlro rno aticndan!>. El actirtg cs algo, iudcciblc cn la conducta del sujeto qllo so muestra. El actuar se opono al rccordar y sc liga a la transf'crcncia. Está cn rolación con lo rcal y por lo tanto no es dc naturalaza significanto y lto cs pasiblc dc interpi'ctación, aunqlle sc ofrezca a la intcrprctación. Es una concxiírn con ol otro clor dosco pcro rcchazo del Otro cicl sabcr. Por ollo os transfcrcncia pcro no on ia dir.ccción dc Sujcto snpuesto Sabcr, rcclama al analista pcro a travós dc una cscolta, por fucra do la ¡talabra. dcl fallicio o dcl síntonla; por.cso Lacan dirá quc habrá quc vol crimo domcsticar csc animal salvajc ¡' rcconclucirlo por las vías dcl discurso anaiítico.
lués Sotelo
139
Bibliografia 1. Tarrab Mauricio. . Un¿ Próctica de la époc:ct. EL psic:oandlisis en lo contentporó.neo. ()rama, Bllcnos Arrcs. 200o. 2-il-4-17. Lacan Jacques. La Angustie. Sentinctrio 10, Paidós,
2006. 5. Crtroncl
Marta,
gias del anolista. Sotclo Inós (comp.), 2005, Bncnos Aircs. JCE Edicioncs. 6-B- 9- 1 0- 1,1 -I9 -21 -23. N'Iillcl Jacques, Tan ccrca qlrc quorna)) Tíentpos de u,rgencict. Estrategias del sujeto, estrategios del analislo. Sotclo hrós (comp.), 2005, Bucnos Aircs, ,ICE Ildicioncs. 11. Sarr Migucl T.,, . Tientpos cle urgencia. Estrategias clel surieto, estrotegias clel anolistct. Sotclo Inós (comp.), 2005. Bucr-ros Aii'cs, JCE Eclicioncs. 12. Lac¿rn Jacqncs. Escrllos 11. Siglo Vcintiutro. Blrcnos Aircs. 198ó. 13. Millcr, Jacqucs-Alain.
Aircs.
1999.
14-16. Rabinovich Diana. Ltta clíníca cle lu pulsión: lcts itnpu,lsíones, Manantial. Bucnos Aircs. 1989. 15. Lacan Jacqncs Sentittario 11 La logico cIeL fan.tasrna,
Inórlito.
l. Los cuatro cortceptos fundanrcntctles del psicoanúlisis. Paiclis. Bticnos Aircs, 1987. 18. Lacan Jacqucs, Escritos I, Sigi,r Vcirrtittnri. 22. L¿rcan Jacqr.rcs, Sentüt,ario 2 El Yo en la T'eoría cle Freud y en. la Técnica Psicc¡atruliLíca. Paidcis. Buc.nos Ailcs, 198.1. 24. Bi'oclsky, Gi'acicla, , Cuaclernos clel Institttto Clíni.co cle Buettos ¡llres. Blrctros Ailcs. 2()01.
16-20" Lacan Jacqr"rcs. Senúnario I
Capítulo 5 Urgencias y toxicomanías
n las gtrarclias y admisioncs os frccuente cl ingrcso J]t I '/dc sr-rjctos atlavcsados po]'cl consumo dc alcohol, clrogas o psicofármacos. Iln las crisis, encontramos tarnbión que la abstinencia deja a quicn consumo cn nrgcncia. Es necesario dctcrmillar quc si bien el consurno no cla cucnta dc un síntoma ni clc una cstructura psíquica, ticne un valor dc uso para cl toxicómano o cl alcohí¡lico, valor quc intcntaremos esclarecer.
ri,Qué
consumo?
Los objetos qnc la cicncia y la tecnología procluccn, ofrccen una modalidad dc gocc qlto se exticndc, rnultiplica y gcncraliza. La cicncia y la tócnica pucdcn tambión estar al scrvicio dc las leyes dcl mcrcado, ofrcciondo a los sujctos posibilicladcs dc consurno insospechados: cirugías, dietas, áB*aTatos, -cosmótica, irnplantcs, rcsppnclicndgawr impcrativo clc bellcza y juvcntud del quc os muy difícil abstcncrsc. El uso permanentc de Intcrnet, navegación ilimitada quc sc transforma en una ofcrta inagotable que va desde
material científico o turístiió*ña"ta la pornografía, vonta dc objetos, arnas o drogas. Dl consumo de tcléfonos cclularcs incluyc los variados nrodelos y la conunicación permanente por la vía de los mensajes
142
Clínica
cle
la ulgencia
dc tcxto; pi'áctica cacla vcz más gcncrarizada qLlc aísla ar stijcto dcl crtntcxlo cn cl quo sc ct-rcncntra. Esta r¡.dalidad ta'rbió' ¡rr.rso fin a ras corvrl.sacioncs tclcfti'icas traclir:ir'alcs transf'ormándosc cn clc cstil, tclcrgi'áfico clLlc'rl reqnicre'la prc'rc.sajcs scncia cicl otro cLr01.p0. Iln rucst. país. Argorti'a. ci tclófono cclniar n'uc cl ,bjeto más clogid. como rcgaio c'las írlti.ras na'iclaclcs. El consumo clo fármacos so ha gc'cralizaclo incl.vcnclo cstimr.rla'tcs. anticlcpLosivos, cstimula'tcs clcl ánimo ."*l.,o1, lcs. En su libr' , K.a'rcr afirma q.c cl óiito clc cstc a'ticlcpi'.siv. sc l)asa al uTocio" i¡rliyirlrrr¡s. 1¡Lrjt,trs rlcl clolls.'.tor.l La droga como producto en eI mercado Docíamos quc la clroga ticnc .¡i varo' clc uso, cstá c' cl morcaclo, allí ticnc un valor"eli?iritificab-ló cl quc cicponclc, c\i-nuesti:o país, dc su costo, clc ra ilcr-nancla v clc l¿r comcr-
cialización ilcgal. Pa'a quicn la consnmc so t'arsfbrrna, paracirijicamcntc, on *n bic', un bicn c1.o cn cl r-'c'cacl. sc co'rp'a, so'unclc, s. intcrc¿rmbia. Es clccii', c'rra cn cl r;ircriito clc circ,laciírn y rclaciírn clontro dc cicrtos gt.ultos socialcs. ,i El pr,ducto rcquicrc clcl usri rlc corocimic'tos y tccnología, cs clccir, dcl trabajo ck: mlrchos inclivicluos Rolando Astarila, ecoru.rista. ag.cgará quc la ci.oga, al no lrodcr rc¡rrociucirsc librcnrcntc )' a la vcz goncrar híitritos dc co r-rsr"r'ro co'rplilsivos, ¡rr.o'r)ca r,' ¿r clcnl encla i llclá.tica.
Inés Sotelo
41
cl adicto cstará dispuesto a conlprar clroga a cualq'icr p*-cio, supcrior al quc tcndría si ra nlisma sc col'ercializara'ruy libremcntc: csto cs: hay plusvalías cxtraordinanas en cstc producto.il Entonccs, como producto de un mcrcado localizamos la droga cor)ro u'blen dc rrs.. rlc caulbio y rlircctarnt.ntc vinculá*dó co' la tccnología y la cicrcia q.," ,ip".o sobrc l's Áujctos ylsóbrc sr,rs cucrpos. -"*"ói su paltc, Juan carlos I'clart proponc un anudamic'to cntrc , > y , afir'rancro quc oacia u'o dc cstos tór'ri'os cstá por fhcra dc la castración, nuclo quc no sc frena y cxigc algu'a ótica que ponga cn jucgo Ia rclación clcl conslurlo y ol gocc.l Consurno qllo como verificamos en la clínica va allá dc las clrogas: intcrnct. cclularcs, chat, TV, ctc. Lo'rás crucial no scr'á cntonccs la ilcgaliclacl, sino la globalizacilrt clo csc fur-lcionamicnto pursiu,*l f.,""u dcl lírliic, fucra dc la castración. En las viñctas clínicas qlre \¡or.omos más acicla'to, situarcmos como cl problcrna clcl consumo cxccdc al objcto cn cucstión.
La idca dc n*do quc sosticnc Inclart, pcrmitc ubicai' a rcsponsablcs: al'capitolísrcz quc i'vicrtc para proclucir rnás capital. al quc tsende la fuerza d,e trabajo cono rn"..ur.cía qucdando somctido a Lln trabajo compulsivo a la an_ 5, gustia, y fi'al'rcntc a ios técnicos tambión rcsponsables dc la procluccirin ilirnitada. 1os
..Soy toxicómano>>
En las guardias y las admisioncs, cs rrabitual csta lidad dc prcscntación corr qr.rc los sujctos cligen para 'roclaropro-
scntarsc: . Considcrr crr.rcial para cl an¿rlista, ulrigqr q,l" quó signifi_ c a n t c n r s uj cto s c s ic' tc-ñ p róo c . qrÉ g ¿rxr i cc=i r' i Á to., "T; prcsontarsc. qiiórasgo's, quó?ató.c solccciona para suclcn scr rlátitl qrió se articr.rlan con su posiciírn s.bjctiva, su fantasnra. slr síntonla. runquc cl alralista só},, poili'á silrrallrl cn la lógica dcl caso lnas adclantc, c.r tanto sc inicic un ar-rálisis.
114
Clínica de la urgencia
En la cultnra, habitada por cl discurso Amo quc cn la actualidad cs cl discurso dc la cicncia, qrJion consllmo cncontrará una forma dc nombrarse cludienclo la respr¡nsabilidad subjctiva. Las urgcncias dc hoy, afirrna Ricardo Scldos, implican quc los modos do gozar pucdcn ir t:n coltocircuito con cl inconscicntc; cs dccil quo no sc prccisa de él para gozat-, sicndo les adicciorcs su cviclt,llcia. Éstas cncrrentian I". co'luni"n a travós do dados dc gocc noclos dc a la vcz quo como respuesta concluce al fracaso.i, La Jlrodncción dc nlrovos objctos dc gocc. cn cl nndo quc proponía Indart, dcja por firr:ra la castracióu y por lo tanto la falicizaciírn de gocc dcl sr,rjcto. Dc cste modo, cl .G Sc trata dc una aiic- i nacitin ¿ri cliscurso dol otro qrio no resuclvc la ruptula con cl, falo dc la qr.rc habla Lacan. La alicnación. tal como 1o snbrayamos en cl capítulo antcrirx, cstá ligada al rcchazo dcl Otro.I g:l ! 9stá cn,[199*91¿1 "tó.i p a o c r a c i ó' i ir c ó a n ii a . tr I t o ii ír c rn ño J a s e s i t'a -fré*n lCa-r á cncric'ijacla scixual n() colr una ficci,in, siño coll Lln gr." 1.,1 t'1" la int.xicacirn) q.c cstá cn r.ptrlra co' tocla-ficción. un gocc no fractur'ado, a-scxual. Es una ciccción frolttc a Ia castracióii. colrbla la clivisirin clcl sujcto. cor)ti'a cl iuconscicntc.r, 'no sostienc N{auricio Tarrab.t'7 Así E y sutula la división .subjetiva.
lnés Sotelo
1-15
El goce es uno por uno
El intcnto clc gcncraiización dcl gocc quc los
gt,Lrpos
monosintomáticos proponc -<, , r:tc.-, tionc colno consccucncia las moclalidadcs dc intcrvcnción ¡' tratamicnto , tratamicntos de rccnrplazo y dc rcclucción dc daños, tratamicntos humanitarios, tratamicntos cluc por la vía dcl ideal transforman al toxicórnant) cn un . Pcro clc csta manora la domcsticación y Ia abstincncia nada diccn dcl dcstino dc la pulsión. Por el contrario, cl psicoanálisis nos cnscña quc habrá que darlc algún tratamicnto al gocc cn jucgo: poncrlo cn , cucstión, poncrlo a clccir'; sabicndo quc cl psicoanálisis no A se rcdncc a la palabi'a 1' al lcnguajc pucs cl cucrpo cstá hecho paLa gozar.1l, Dt¡sdc osta pcrspcctiva. ci psicoanálisis intcrroga a los tratamicntos olt comunidadcs quo sogrcgan por una modalidad dc goct: o por un moclo dc vicla, proponicndo cn carnbio la intelvcncirin dcl analista quc alllutt¿t a
Los estud.iantes en la guardia En su curso ,i1 Jacqucs-Alain Millcr afirma cn slr primcra clasc c1r-rc ól cnsclia a título clc mártir dcl psicoanálisis, agrcganclo quc la posición dc rnártir os aquclla a 1¿r qno sc llcga cuando unr; ticnc una pasión. Incluir a los alunutos cn cspacios hospitalarios a travós dc la , matcria clc graclo dc la Facultad dc Psicología dc la Univcrsidacl dc Bucnos Aircs, puso cn jncgo la pasión por Ia clínica, sin la cual es muy dificil sostcncr la práctica cn las institucioncs y la pasión por la transmisión quo transforman cl rccorrido con los alumnos on Lln primcr cncucntlo con las institticionos, cor) los sr-rjotos quc padcccn, con los síntomas. dcjando atrás las traclicionalcs clascs acaclémir;¿rs.
r46
cljqp¡ ¡e]af1gencia
¿,Quó cncucntra ol practicante novcl on slls primcras cx_ pcricncias clínicas'/ Ha c'contrado una invcrsión dc la lógica univcrsitaria on la cual sc lec y so roprodncc con rnayor o menor actitud crítica, la palabra con garantía dc antores y profesorcs. Aquí cl tcxto fundarnclttal será cl dcl paciente. Eric La'r'cnt scñala an cit¿dades Analíticos, qllo .12 El abandonar cl lugar fundamentalmcntc tcórico quc la carrera académica ticnc y cmpczar a ponsar nucstro lugar cn la guarclia, la admisión, la intcrconsulta, provoca intcrcsa'tcs movimicntos. En las institucio^cs cncontramos analistas clcciclicbs clue sosticncn su práctica cotidianamcntc. invcntanclo sin cstánclarcs ni programas prccstablcciclos pero con toclo cr rigor óti'co y clispuostos a lograr otla eficacia: cficacia cn Ia subjctivación clc la urgcncia, cn la lcctura y localización der síntoma, cn introclucir una pausa quc pcrmita cl primcr tratamionto dcl cxccso dc gocc quc irrumpc en la vida cle un sujcto.
Síntoma y consruno de Ia época Las pi:csentacioncs clínicas va' toma'clo las formas sintomáticas dc Ia ópoca; cl suf'rimicnto hurnano cstmctnraclo conto Lrn mcnsajc, como dicc Eric Laurcnt, la lctra viva pcro clondc las rnodalidaclcs mas fi'ccucntcs son al actíng out, al pasajc al acto, Ias adiccioncs, anorcxias, ruptura clc los lazos, clínica dc los ticmpos dcl otro qllo no cxistc, clínica clc i's dcsa'rarrados, dc los i.clasificabics; síntoma que habra clc Llna marca dc gocc y allí Ia intcn'cnción a vocos írnica clcl analista apunta a dcjar una marca dirigióndosc al sujoto dc mancr¿t inolvidablc.
lnés Sotelo
r47
Encontraronos tarnbión las urgcncias de ias instittrcionos, dc los profesionalcs, cntcndicnrlo qllc os nccesario para abordar csta ciínica transitallas a travós dcl análisis y cl control. Allí cs donclc cl analista dcbcrá rccorror sus propias urgcncias. En las guardias 5t admisioncs, v¿]mos verificancftl quc cl consllmo de divcrsas slrstancias cs absoiutamcntc habittial cn los pacicntcs quc consultan: cl tóxico y Ia urgcncia se cntraman y toman cn la ó¡toca lrna dimonsirin quc cs nocosario lcor cuidadosanlcntc. porquc la resolución dc la urgoncia depcndcrá clc quicn la }cc. dc cómo sc la akrje. El diagnóstico, cl ticrnpo quc sc ofi'ccc. las intcrvcncioncs qut: sc decidan, dopcnclerán de la conce¡rcirin dc sr-rjeto. clc síntoma, cle cura así como dc la posicirin clc qtiicn rcciba dicha urgcncia. A continuación ircnros dr:lincando las consccucncias dc las intorvcncioncs a la luz clc la oricntación lacaniana cn la clínica dc las toxicomanías v alcoholismo. Consumos cn Ia urgencia NIc intercsa ai:ticnlar nti cxpcricncia en Clínica do la Urgcncia, a trar'ós clo tcxtos dc pacicntcs aportados por alumnos dc csta matcria Llabajaclos con ios conccptos clc la oricntación lacaniana, cntramanclo ut'gcncia y adiccioncs qno oucontramos cn cl libro clc F. Naparstck y colaboraclorcs: >. Con sor¡rrosa, ya quc quicncs sucicn llcgar allí son sujctos quc consumcn sustancias, sc la cscucha dcsplcgar lo quc clla rcficrc como rnta clcpcndcnci¿r cxccsiva qtrc lc procltrcc nivclcs insoportablcs clc sufrimionto, <...necesito uerlo, saber que lo tengo, ¡tero esto lleua a que esté nt(ts tiernpo pcLectcla qu,e con é1. es un su,frimiento que nte deja solc...>.
-
r48
Qliqr. q !g
leffl-c._"-rf t
A
Sc la admitc cn cnlrcvistas; la urgoncia, cl oxceso, la dcpcndcncia, cl intcnto clc consumir al partenalre, aparcccn conlo falta clc mcdida. La apncsta del analista cs la dc producir: un pasaje a constituir cl síntoma. E¡r , Lacan afirma quo so pucdc gozay clo los mcdios, dcl usufmcto dc una hcroncia pcro no dcspilf'arrarla; osto es distribuir lo quc toca al gocc.lr Es una rcfcrcncia muy prccisa qtrc pcrmito ligar cl cxccso quo sc concontra on la urgencia como dcs¡tilfarro. Es cuando sc introclucc cl falo, quc cl gocc, autoerótico quc no sirvc para nada, cobra valor. Sc lc agrcga la f'antasia, al portenaire. crcando las condicioncs necosarias para el síntoma; es clecir la irrupción sintornática quc llaroco ajcna sc ha transformaclo on Lrna urgcncia qno sc ha subjetivado.
Consumo y actz'ngrout Una ahrmna cn Clínica clc la Urgcncia prcscnta cl siguicnte rolato dc una gr-rardia. Verónica tiene l7 años t llega a la guardia ocompañado lJor sus paclres. Presento síntomas extrapiramidales de rigidez. EI clínico la deriua a la gtLardía de salud mental diciendo uEs tuya, es u,na Hr. Una médica psicoanalista estit a corgo de la guardia y la acompaña una estt¿cliante de la materia. Interrogando a Veróníca sobre lo ocurrido, ésta se dirige a su madre: t-Hablá uost¡. La madre relata que su. hija fue a baílar y consumíó drogas y alcohol. La madre intenta minimizar el episodío 3, considera que la lúja actúa y exügera armando escenas para hacerse uer. Ante las preguntas dirigidas a la jouen, ésta espera qu,e su madre lnble por ella. Si bien el procedirniento mds rapido para la desaparición de los síntomas hu,biera sido una intnediata aplicación de un psicofórmaco, la psicoanalista decíde otra táctica en el intento cle poner a hablar la u,rgencia, ponerla a decir. La analista pospone utLos i nstantes la m.edicación y solicita a los padres que se retiren del consultorio.
Inés Sotelo
119
principio intenta tnantenerse en alnta bella, ircesponsable de lo qu,e le acontece: t-Todos tomabann. uDoctora: qu,édese tranquíla, esto no se ua a repetírn
su posíción de
tne yo)).
A Ia semana siguiente comenzaró entreuistas en Consultoríc¡s Erternos del hospital.
La guardia, la urgcncia. nos confi.ontan con la dcmanda dc rcspucstas inmccliatas v cficaccs cn cl scntido dc Ia clcsaparición dc los síntomas. Sin cmbargo, cl psicoauálisis, dicc Lacan en no cs Lrrla tcrapóutica como las clcmás, cxigc toclo cl rigor' ótico.r; Por cllo, sin descuiclar los aspcctos módicos clc cstas patoIogías, la intorvonción del analista cstará ligada a su política: Lacan afirma quo un psicoanálisis cs la cllra quo sc cspcra dc un psicoanalista. Cura quc comicnza colt proponcr. frcnto a la prisa: Lrna pansa. Pausa qtie pcrmita una lectura para quc allí algo sc dcpositc. Entonccs, la primcra cuestión a lccr os ¿dc quó padece? Vcrírnica llega más ccrca clel grito quc del llamado; rigidcz sin palabras propias. Hará falta la maniobra clc otro quc aclrso rccibo para qno cstc grito sc transformc. Recordemos aqní lo trabajado accrca del acting out y las rcfelcncias de la clasc IX dcl scminario dc , dondo sc proponc frcntc aI acting trcs posibilidadcs:
4) Interprctar. 5) Prohibir. 6) Reforzar cl Yo.
150
cljqiq,q4"
lqllgtq.ig
En rclacirin con la int.rprctación Lacan dirá quc si bicn al acting llama a la ir-rtcrprctación es bajo una transfcrcncia salvajc. Y clc lo qno so trat¿r cs dci rnancjo dc esta transf'crcncia pnra rcconducirl:r por las fircrzas clcl trabajo analítico. No cs cntonccs ticrnpo do itrtcrprctación. Tampoco se trata clc prohibir, cn cstc caso el consl'fo entc'diclo como acto clcsafbrtnnado y dirigido al otro; sin' cic localizar dc quó otlr sc trata y quc lugar oc*pará cn l:r
transfcrcncia. Entrar cn análisis, csto cs sintomatizar eI consullto, po_ ncrlo ¿r clccir y a trabajar como rnoclalidad clc gocc, producirá cf'octos dc acotamic'to qur', por añacliclura, scrán cr seguro conlra los cxccsos a los quc Vr:r.ónica oxponc su cncrpo. Por lo tanto, cl clcsco dcl a'alisra sostir:'c su apucsta ótica on cl caminr¡ cipucsto al fbrtalccimicnto clcl ¡,o propio clcl ai el vcrbo pasa a pri'rcra porsona y pcr'ritc localizar lrn moclo clo gocc qllo so rcpitc. qr-rc insisto cn cl sujcto. condición *cccsaria para iniciai' algúr-r tratarnicnto clcl mismo. cs el vaLo'dc ia clroga cn la ccon.mía cle gocc clc un "cuál sujcto? Lacan afirma quc la ciroga pcrmitc romllcr la rclación con cl gocc fálico y os ul-r nrodo cic cvitar cl cncucntro con la castración, con cl dcsco dcl Otro, con cl S (A). E' cl clcsar'ollo dcl capitr-rlo tr.s acc.ca clci grafb crcl clcsco, ubicarros qlro ia angustia vincula al scr hablantc con cl fhio. El parletrc ostá por cl significante quc trans'rarcaclo fblma su o'g.nisrno on clrcrpo, crl crcrlro q'c goza; cl f'alo ful-lciona como mcdida quc posibilita la lcgr-rlación clcl cxcoso.
Inés Sotelo
15r
Localizamos tambión 1as divorsas respttcstas quc cl sujoto sosticnc para cvitarsc cl cncucntro con la castracitin, con cl dosco dcl Otro S (A). El cncucutro con cl otro scxo couf'lont¿r al parletre con Ia no rclación scxttal. cou la no complcmcntaricdad, con la intcrrogación qttc ltbicamos en oi graftr dcl dcsco ¿Qué nte quiere?, cchaudo malto a las rcspttcstas por la vía dol lclcal, dcl síntoma, o clcl fhntasma. Mauricio Tarrab cnf'atiza quc lo itupcrativo dc la irnpr,rlsión en la lrrgcncia ciel no picnso, dcl pas:rjc al acto, actttaliza las formas dcl actnar cn desurcclro dcl dccir: toxicotnanías, bttlimias, anorcxias, muostran cl pttnto dc irrcspottsabilización tlcl sujcto llcvado por ol impcrativo . Antc cste contcxto, el psicoaualista proponc sostcucr la apucsta quc intonta tratar ol malcst¿rr dc un modo quo no sca icliotizantc, cjcrcicnclo cl dcrecho a salir dcl anonimato al quc condcna un goco quc la civilización actual promttevo.ls
La operación toxicórnana Otro cstttcliantc accrca cl siguicnlc tcxto dc ttna adnisión: LIn paciente llega ctcontpañado por su, fant.ílict: traen un oficio judicial que ordeno tratantien,to. I'a madre está desesperoda,llora, rel.ata que no sobe qtLe hacer; su, lúio, atin' ntenor de edad, se drogu, estó. cott ttntalas ju,ntoe y ),a lta cometi' do algunos deli.tos paro cotLse€u,ir dinero. El jouen tietrc una actitud desafiante, dice que tiene que uenir por la con.stan.cia de tratantiento que exíge eI juez, pero qLLe éL maneja la drogo, que sabe h.asta d.onde constLtnír, qL¿e no es paro tanto...
Aquí la tti:gcncia apar'occ localizada clcl lado clc la madrc a quicn csta sitttación sc lc hacc inmancjablc, sc prcgttnta por su culpa cn ia conducta dc su hijo: ul,Quó irice como madrc'J>. M lugar quc ocupa la droga para cstc jovcn cs cl enigura a clcsciflar. Su posicit'rn cu la r,rrgcttcia cs dc rttptura: con la familia. con cl cstttdio, oi trabajo, con cl otro soxo y hasta cot't su paclccimicnto. Arma ttn scmblantc con cl qr-rc sc proscnta antc los otros, sctnblantc qlto allgtlstia a su madrc pcl'o qtlo al jovcn parocc darlc alguna ctlusistcl-lci¿r.
s:
Ciínica de
!4,!,gtlltn
Sc comprucba así que ai faltar a la cita con el falo, cl vcrdadcro toxicómano rcchaza la pucsta cn jucgo clc una vcrdad Iigada al dosco y rcfirgiándose cn un goco que vuclto sobrc cl propio cllcrpo, (genora la ilusión do la indepcndcncia dcl otro, iinsión clc indcpcnclcncia dcl mundo cxtcrior fucntc clc privación)).*-Ls Bs clccir quc la opcración toxicómana cs aquólia qlrc no rcqniclc dcl cucrpo clel Otro como mctáfbra dcl goco pcrciido y cs colrclativa clc un rcchazo mortal dcl inconscionto.2o A dif'ercncia dol caso antci:ior cn ci quc cl consurno clc Vcrónica aparccía conto acting ottt, mcnsajo dirigido al Otro, cn cstc jovcn parcccría rnás bicn como nrptura con cl campo dcl Otrol csto cs: Lln goco quc toma cl cuerpo y no sc articula a ttn partenaire. Siguicndo los dcsai:rollos dc Mauricio Tarrab, podemos afirrn¿rr quc cstc jovcn frcntc al cncucntro con cl otro scxo sc sitíia. no con una ficción sino con un goco tóxico quc lo sinc dc solución al probicma scxnal, cxpcricncia do intoxic¿¡ción, vacía del sujcto del inconsciente, vacía tambión clc sexo. es Llrl gocc a-soxual, cxpcricncia vacía dc significación. .2l ,,Quc h'atamicnto darlc dcsdc la pcrspcctiva dcl psicoanálisis, clrando no sc trata de dar intcrprctacioncs vía ia operación an¿rlítica sino qncbrantar la opcración toxicómana para confrontal al sujoto con cl dcsco? La analista propoltc un ordcnamicnto difcrcntc al judicial: citará a la scñora rcsponsabilizánclola, no clcl consumo dc str hijo, sino do su ¡rropia urgcncia. quc habrá quc dcsplogar. Scparar a la madrc, podría funcionar colno Lllt modo dc abrir la , mctáfora dcl dcsco matcrno csti'agantc. Proponcr un trabajo quc posibilitc cl dcjar clo responclcr crl nombre dcl irijo, confirlntand
h
Inés Sotelo
153
Corncuzarclnos por ieer de quó forma llega, de quien es Ia nrgeucia. En principio cs cl Otro sociai cl qttc ordcna a travós dcl juez aigttna iutcrvcnción. Itrstc jovon ha sobrepasado los límitcs dc lo tolcrablc, sus actos han producido ttn quicbro, ttua ruptura. Sin cmbargo osto no parcco conmovcrlo, al menos por ahora. Es en estc scntido qlro Fabián Naparstck afirma qttc cl verclaclcro toxicílmano mucstra quo con su patología prescindc dcl Otro clcl lengtlajc; csa mtticta quc lc servía para paliar cl malcstar lo deja por fuera dc la rclación con cl otro. Rcconicnda también situar la instancia clínica dcl desenganchc hacia la toxicomanía. Ncccsitarcmos un tiempo para verificar cuál cs Ia rclación dc cste sujcto con el consumo' para aproximarnos a un diagnóstico.22 LJn
uso de la leyy de las normas
Eric Laurcnt sostietrc quc los analistas dcbemos trabajar para qu(r so articlilc ia rciación cntrc lcycs, dispositivos asistcnciales y clispositivos clc salud. La discusiírn no clebcría ccntrarsc cn dcspcnalización si o no, sino que sc llcguc a Lrna dcspcnalización razonada qlir-- sit-r rCnnnciar a ocuparsc dc cstos consumidorCs intCrvenga sostenicndo la rcsponsabiiidad dc los sujotos. El joven clcl quc hablábamos ilcga a travós dc ttn oficio juciicial; 1o cual ticnc consccuencias cn las instituciones y cn 1os tratamicntos. ffrcnte a 1a pcligrosidad qtte el adicto stlponc, cspccialmcntc cnanclo hay otros dclitos asociados al consllrno, cl jucz ordcna ttn tratamicnto. El sujcto ticnc derccho a ncgai:sc poro esto implica gonoralmcntc la rcclusión clt un instituto, por lo qttc los abogados dcf'cnsorcs recomicndan accptarlo. Sin cmbargo qttc asista a Ia consttlta no quicrc dccir qttc clcmanclc nada' En nuestro país 1a jr'rdiciaiización dcl consumo de drogas ticnc como consOcucltcia la intcrvcnción activa clcl Estado imponienclo la obligatoricclad clc rcalizar tratamicnto a qttictr consllm0 clrogas plohibidas, cspcrandt) como rcsttltaclo ia abstinoncia. En cste scntido afirma Darío Galante. <
r54
!¡qU¡
¡Cl4f{gencia
q'c tcrapóutica basarsc, tampoco se clcticnc cl slrfrimicnto subjctivo, sc considcro .,,,roáu c'anclo dcja
cst¿rblecc sobrc
c'
dc consumir...r.2'l Josó L.is Gr¡nzálaz, Dircctor dc cElrARESo; ccntro Nacional dc Rccducación social. en la citrdacl ctc Bucnos Airos, aporta un dato intercsantc: si bicn r-r' 50% de esas dcrivacir¡ncs 'os no cntra cn tratarnicnto, hay un 50 g/o Qu. sí. Es dccir. quc cn muchos casos la contingc'cia dc la intcrvención jucliciai, prndncc una ruptura. un quiebrc, algo quc toca al sujoto. Se tra_ tará dc verificar, caso por casr¡. cl cfecto de tal inclicación.2a sc vislurnbra cntoncos quc la abstincncia clel laclo clcl analista sc locaiiza on csta posición dc artic.laclor c.trc las nornra s clc la civili zación y ia s particr.rlari daclcs incliviclualcs. En cstc caso, cl analista da rcspucsta a las'orrnas dol otro s,cial' pero ubica adcr-.¿is otra urgcncia: la dc ra madrc. Dicho clc obro urodo, haciondo uso dcl entrocruzamicnto clc discnrso y dc las norlnas, cl analista clccide su táctica.
Localizar otras urgencias La adicciri' dcl hijo, la in¿crvcnción juclicial han c,nrnovido a la madrc', la ha' clividickr; algo clcl orclcn clcl cstalliclo sc ha producido con cstc ac'ntocimicnto allí, frcntc a la 1, prisa por concluir, so propono una pausa con otro ordcnamicnto: rcspctar la orclcn iudicial con cntrcvistas para cl jovcn, vcrificar diagnóslico v posibiliclacl clc un tratarnicnto, pcro tambión so proponc a la scriora, ya collro snjctri. c'trcvistas para transitar. su propia urgcncia, rcsponsabilizánclola clcl cxcoso cn qllo cl constrmo dcl iiijo, ia surnc|gc; cstcl cs, clc su propia alionación.
Consumo en las psicosis
cr'ro homos'citcrado, ra g'ai'clia es L,ro cic los lugarcs privilcgiados on los qr-rc la urgcncia sc aloja. Allí IcgJ Mi_ riam, al lios¡tital gcncral, y un cstuciiantc cic Clínica clc la Urgcncia nos aporter cl siguiontc infbrmc.
Inés Sotelo
r55
Presenta la sintontatología de un desencadenamiento psicótico: alucinaciones auditiuas e ideas delirantes. Su ntadrt, refiere que síentpt'e fue una clúca clit'ícil, oislatla 1, sín anúgos hasta que en lct ctdc¡lescerLcio comettzó a juntarse en Io plazct con une borrita qrt.e tontabon aLcr¡ltol \ se drogo,ban. Se puso ntut clifícil: si biett trobajaba el resto del tiernpo qttería estar cc¡n esos clúc:os hasta que l.a madre la conuettce cle ir a u,n,a lglesict euongéltco a lratar de curarse. Entonces, cleja de drogarse pero cotnienzo tetrcr ideas y condu,ct.as rclros. Diró: u-Dios nte elígió cotno a ll[oría Magdalena. Yo fui prostitttto, uno perdida, cuando tengo ganas de drogarnrc es el dento¡tio que se ntete ett ltii sorrgre. en tni cue.rpo y en mi a|n1e...,,. (...-En nti cosct todo estaba re.uuelto, Ias camas reuueltas, mis podres cluerntett separados... Cuanclo ui los cantos reuu,eltas entendí todo, supe que ése rLo ere un ntatrüttonio, qtLe las cosos no estaban ordenaclos, esto! en, el Plon Diuirto 1, el Señor m.e lo reuelór.
La r.rrgcncia er] osta ¡tsicosis sc localiza cn principio cn ia madro. Cuando Nliriam consun]o, aquclla intcnta por toclos los rncdios quc clcjc Ia droga cntcnrlicndo qnc allí cstaba Ia calrsa dc toclos los problcrnas clc str hija. Sin cnbargo podcmos ponsal'quo en cstc caso la droga fr"rncionaba anuclando ¡' cs cl abanciono dcl consumo lo qr.rc clcscncaclcna la psicosis. En Miriam, la r"naclrc intcnta conclucirla pol una tcrtrpia rcligiosa quc Ia conclucc al idcal clcl padrc, cntonccs .2; Ella sostcnía nna 1rráctica dc consnmo qne clc alguna nrancla la cnlazaba con los parcs, cra cl (porro)) io quc ia anudaba a los otlos. Es dccir, r-rna práctica no anuclacla al anclamiajc sinibólicol ttn tratamicnto dc lo roal por lo rcal. Antc su propia nrgcncia, y con la prcr-nula clc una lcspucsta qttc solttcionc. 1a macli'c la conclucc ai tcrnplo clonclt, opcrall intrclducicnclo al Paclrc, hacicndo cacr l¿rs iclcntificacioncs imaginarias qllt: Ia sostcnían. Y allí, cl dcscncaclcnanlicnto ltact'apat'c('('l'nrrc\'¿rs rrrgcrrcias: cl caos. la srrnrclsi,',n radic;al dc tocias las calcgorías. cl clcsorclcn on las rclacioncs. las alucinacioncs, las idoas dclirantcs.
156
Clínica de la urgencia
Abstinencia... del analista l]na vcz más ia clínica nos confronta con la abstincncia dcl analista, con la ncccsidacl dc diagnóstico. Fundamcntalmcnte intcntaremos ubicar el valor quc ticnc para cso sr_rjoto la droga, cI alcohol, csa parcja violenta, cs dccir todo aqucllo quc dcsclc nn scnticlo comírn . Lacan cn cl Scminario clc la Ética cia osta prccisa indicación a los analistas: ,26 alertándonos contra la trampa bcnófica dcl qucrer cl bicn dcl sujeto. Si la droga scrvía on cstc caso para I'cstituir la i:uptura quc cstaba dada dcsdc cl inicio, la indicación quc hubicra convcnido cs la clc un tratamicnto quc pcrmiticra orientar y rcgular ol oxccso. L¿r intcrvcnción rcligiosa: un No a la clroga para todos, opora cn cstc caso producicnckr la catástrofe imaginaria propia dc la dcsrcgulación fálica qr,ic
Inés Sotelo
l5-
éQué insütuciones proponemos?
El desafío hoy para los analistas cs cl clc crcar o cliscriar instituciones quo alojcn ias urgencias y las pongan a trabajar dcsdc la orientación dol psicoanáiisis. lo cual cs Lrn paso mas al clc pensar al analista cn las institucioncs. Esfucrzo dc construir rigurosarlcr-rtc dispositivos quo pcrmitan cl psicoaná1isis en cxtcnsión; tal como Frcnd nos anticipó cuando irnaginaba institucioncs pírblicas y gratuitas cn las quc los analistas dirigieran la cttra dc aquóllos quc padccon. Institucioncs cn las quc so cntrccLuzan los discursos: Amo clcsdr: Ia lcy y la mcdicina, f)iscurso Histórico, cuando la urgoncia sc subjetiviza y sc inicia un tlatarnie nto y ci Discurso Analítico cuando un analista sc ofrccc como Otro qr-rc aloja dicha urgcncia, quc posibilita quc el grito so transformc on llarnaclo. Sc tratará clc discñal institr.rcior-ros quo para las toxicr.rmanías Eric Laurcnt proponc. cada vcz lllcnos cspccializadas y más integradas cn rcdcs rnírltiplcs. Allí r:stará ol analista quc r1o ccntra su intorvcnción cn la prohibición dcl conslrnlo pcro hace uso dc las normas y dc ia lc5'corno cstratcgia cn cl tratamicnto. Tampoco intcrprcta ci consurno, por lo mcnos on los inicios. sino quc intcnta poncrlos a dccir. Finahnentc tarnpoco alcntará nominacioncs sogrcgativas dc un moclo dc gozar: , sino quc propiciará quo cl sujcto salga dcl anonimato ¡' sc apropic de su propia rclación con ol tóxico, con cl consurno y con la cnra.
158
clintss dp_b 1,rygya
Debates en el Foro
Interuencíón de Antonio Amengual Psico¿u-r¿rlisla. Provincia clel Neuqtrén. Ar.gentina.
Mi intcrós actual
la temática clcl curso surgía dc Ia rcvisión dcl proccso dc admisión cn cl Scrvicio clc Adiccioncs cn cl quc mc dcscmpcño. por.
Considoro quc más allá dc las rutinas qlro se pucdan implemcntar para la cvaluación, conscrvar.la mayor'plasticiclaci' posiblc para facilitar cl alojamicnto dc lo quc cadavaz mcnos f'rccucntomcntc, sc prcscnta como dcmanda. llegando cn muchos casos literalmontc traídos, cn Llna franca posición clc objcto.
Interuención dc Móniea Card,ía. Psicoanalista. Provincia
cle Buenos Air.es.
Algentina.
Mi intcrós con ol tcma dc Ia urgencia
sc rclaciona cou cl lrro-
tlatal adiccioncs. La población quc llcga os judicializada v son cn sll mayoría mcnorcs. Esto nos invita a rcflcxionar acor.ca clc csa csccna qllc sc constrtiyc cuanclo una porsolta cs atravcsada por ci cliscurso jr-rrídico y lo privado pasa a scr pírblico. Er-r cl caso prcscntaclo sc ha obscrvado un cfccto y c{)mo cor'Isocllorlcia dc cstc acto, aparocc la urgcncia. Se podría docir. como un¿r csccnificación cfccto dc nn cliscurso silcncioso qllc so hacc púrblico y produco nrl impacto. ccso clc achnisirin on un ccntro pirblico para
Interuención
d,e
Marta Mulhrad
Psico¿rn¿riisla. Buenos Aii'es. Argentina.
Dn cl caso pl'cscntado clc la jovon a sn novio, mc rcsulta intcrc¡santc como modaliclad particular dc adicción: sin cmbargo como cjcm¡rlo cic urgcncia no mo resulta cviclcntc.
Inés Sotelo
r59
Tar¡bión mc intcrcsaría a1gíin desarrollo sobrc la rcf'croncia lacaniana acorca dc la hcrcncia cn rclación al caso clínico. Interuencíón
d.e
Inés Soteln
El cjcmplo que inttoclujc cn cste calrítulo
fu<¡
impactantc
y dcsconccrtantc, no solo para la cstudiantc quc hacía sus
primcras prácticas sino tambión para Ia psicóloga a cargo dc la guardia, con vasta expcriencia cn sj.tnacioncs dc urgoncia. La pacicntc llcga dicicndo cn la guardia de un Scrvicio en Adiccioncs: <.... porqne no aguanto rtas, soy adicta a mi -Vcngo novio...>. Efoctivamonto, no parccc tratarse clc una urgencia dcsde la pcrspoctiva módica, ni que haya riesgo para sí o para tcrccros. Tarnbión podría objctarsc quo sc tratara de una adicción; scguramcnte en otro scrvicio la hubicran derivaclo a un consultorio extLlrno clc adtiltos. Sin cmbargo, todo irccho cs un hccho dc cliscurso y depcndcrá dc como so lcan los hcchtis y fundamcntalmcnto clcsdc qr,rc posición so cllcr.icntrc cl icctor, cl intcrpretc. Scrá mr_ry clistinta la lcctura si cl lcctor cs un psicoanalista, o un móclico, o un trabajador social, sin que on csto haya un juicio cle valor. Las miradas, las lccruras y las intcrvcncirines son clifcrcntes. La analista a posar dc Io observablc, torna como urgcncia cl (no aguanto máu; scñal clc quc allí hay un sujcto quc padccc, quc ha ilcgado a sn pnnto lirnitc. Sc ha qucbrado la homcostasis con qllc osa rclación sufricnto y cxccsiva con ol no\tio, tlanscui'ría. Las intervcncioncs clcbcrán propiciar quc .2e El significantc Scrvicio cle Adiccioncs ha conclucido a la pacicntc, quicn supono quc ailí tcndrírn un sabcr sobrc aqucllo dc kr qnc padccc. L¿r analista lcc allí Llna Llrgoncia subjcrrva y lc cla un lugar. Se la admitc cu cntlcvistas: la ulgcncia.
160
Clínica de la urgencia
cl cxceso, la clcpendcncia, cl intcnto dc consumir al partenairc, aparcccll corno falta dc ntcclida. La apucsta dcl analista cs la dc proclucir un pasajc a constitnir cl síntoma. Como hcmos scñalackr, cn Lacan sosticno quc so pucctc gozat- dc los mcdios, del usnfmcto dc ttna hcrcncia pcro no despilfarrarla; csto cs distribnir lo cluc toca al gocc. Es una lcfcrcncia muy prccisa qnc pcrmitc ligai. cl cxccso quo so concentra cn la nrgcncia como clcspilfarro. ¿Quó quercmos dccir con osto? Que ol punto de partida del goce cs cl cncrpo, cl goco se aprchcndc a travós clcl cucrpo, sc necesita un cucrpo llara gozar. Micntras quc cl desco cstá en rclación con cl significanto, cl goce y cl significante ticncn relacioncs de exclusión. Lacan dccía no sabcllos dc quc goza la ostra porquc no hay distancia entre cl goco y cl cucrpo, csa distancia la introducc el significantc. Pero aclcmás, cl goce no propolciona ltlaccr, sc opono al bicncstar y hasta pue dc pr.oclucir dolor. Iil gocc ticne quo vcr cntonces con ol UNO misrno y el nombrc dc Ia barrera qLlc hace cl significante al goce dcl cuerpo cs cl dcsco. Así lo sosticnc Millcr cuando afirma quc el dcsco cs Lllta barrora al gocc fundacla cn cl lcnguajc.:ir) ¿,Cómo se sopara el gocc clcl cucrpo? A trar.és dcl efecto sujcto quc Frcud llarnó castración. Es cuando se introducc cl f'alo, quc cl gocc, autoorótico, cl clcl Uno mismo, quo no sirvc para nacla, cobi:a valor. Sc lc agr.cga Ia fantasía. cl partcnaire, creanclo las conclicionos nccosarias para cl síntoma; cs dccir la irrupción sintomática quc par'oco ajcna se tlansf'orma cn Llna urgcncia quc sc ha subjctivado. Difcrcntcs scrán los dcstinos dcl gocc scgírn las cstructuras clínicas. En la psicosis, cl gocc forcluiclo cn lo simbólico rotorna on lrl rcal. En la ncurosis. vía Ia castración, cl -fi, cl falo introduco Lrna rncdida. El síntoma conque el ncurótico tambión goza pcrmito cstablccor una mcdida con la que scrá posiblc cl trabajo analítico, cvitanclo cl
Inés Sotelo
r6r
Ercesr¡s en el llornado
Prcsentaró un cjcrnplo dci llamaclo qllc nos pcrrnitc dar otra vnclta por cl exceso dc gocc.* Jorgc va por la aut.pista. como todos ros días, conclucicnclo su auto hacia la cmllrosa cn la quc trabaja, cornicnza a scntir inq'iotud, sudoración, scnsaci
ro bajar!!! Finalmcntc logra salir clc la autopista. Dctienc cl auto y sc qucda allí por largo rakr espcrando quc cl psicofárn-raco quo desdc hace un año lo acornpaña, haga su cfccto. En realidad cl úrltirno ticmpo ha sido vertiginoso: la si_ tuación del país, el ricsgo clc pcrdor cl trabajo, el pcrjuicio clcl corralito y la pesificación (crisis cconómica quc atravesó Ia Argentina cn cl ario 2001) sobrc lo quc crcía su di'cro seg.ro..., Ios rcclanos dc su *rujcr... Los problcmas sc incremcntaban pcro logró mantcncr cicrto cquilibrio y contror hasta quc csta irrupción sint.mática lo dcscstabiliza y cl pánico lo invaclc. La m.crtc ro'da todo cl tic'rpo cI] slr cabcza y lo cluc os poor'. ha atravesado la barrcra clc los ansiolíticos: si bien lo alivia' no lo ¡rrotcgon... sc ha sumcrgiclo cn cicrto más allá. Hasta aquí Ia irrtrpción cs signo dc quc allí hay un sujcto, quc goza dcl IJno mism', dcspilfarrando c'cxcoso, pcro nada de csto lo rcprcscnta. Gocc quc torna cl cuorpo con la n-roclalidacl dc ataquc carcüaco; allí ya sc introduccn algunos significantcs quc dan scntido y lc pcrmitcn clirigirsc a la guardia.
Se dirigc a una guardia, dondc descartan cl infarto quc ól crcía sogrl'o v allí la co'tingcncia: cl cncucntro con un psicoanalista. Encucntra, primcro, un lugar para clccir, para pont:l. a hablar todo cstc sufrimic'to signado por cl cxcoso, por ro clue sc le aparccc corro sin límitcs. Los síntomas quc aparecioron dc golpc, como ajcnos a ól mismo, sc ordcnan dc una lnanora particular cn cstc cliscur.scl *Estc
c¿rso
firc Prcscntado por inós Sotclo cn fltdor:ciórt, publicaciri¡ r[,ia
llcd Asistcnr:ial
clc
la llOL.
t62
Ciínica dc la urgencia
que so dcsplioga cn rclacirin al analista. Allí cobra una climcnsión nucva un acontccimicnto quo Io ha conmocionado: será padrc dc un varón. Sc pondrá cn rolievc la vertiginosa relación con sLl propio padrc. Dirá . Jorgo dcscubre quc la rcalidad actual Ic ha dado lctra, lc ha dado un tcxto que clurantc un ticmpo lc permitió cncontrar un a sus síntomas y un rcmodio común a los mismos: los psicofármacos o las psicoterapias con objetivos limitados, qllo baje la ansiodad y quc rnejoro cl
rondimicnto laboral. El inicio dcl análisis si bien ticne como primer efecto cl alivio sintomático. funclamcntalmcnte lo posiciona cn otro lugar: más allá dc la contingcncia cle vivir en estc país, estc sufrimicnto inundante lc cs propio. Jorgc transita el camino quc va del vórtigo al quc el padrc lo conducía a su propio vórtigo dc convcrtilse en padro. El pánico abandona cl contlo dc la csccna.... Eric Lauront afirma quc cl psicoanálisis no da como rcsultado una mcjor adaptación al mundo sino sabcr quo cnando algo es insoportable, hay quc poder vcr-dadcramcnte decir no. Más ailá dci confbrmismo. rnás allá dc las iclcntificaciones, mhs allá dc toda significación quo tr,rvo para cada uno cl paclro. sicmpre cn falta. Interuennión de Vercnica Ortiz. Psicoanalisla. San Feruanclo, Provinci¿r de Buenos Ailes, Argentina.
Estc capítr.rlo mc pormitió rcflcxionar accrca dc un tcma qllc, crco, cstá cn str órbita. Allí sc hace rcfcrcncia cn la introcltrcción a la clasc a los tclóf'onos colniarcs, los rncusajcs clc tcxto. los monsajcs dc cstilo tolcgráfico. IJn nucvo Lrso. quc mc llcvó a escribir un ti'abajito do roflcxirin qnc prosontó a mis colcgas dircctoros clcl cstableciuricnto cclucativo cn cl quc trabajo, acorca dc un sistcrna clc comnnicación dc calificacioncs, ausoncias, amoncstacioncs, cle los alumnos a sus padrcs vía intcrnct y mcnsajes dc tcxto a sus teléfonos cclularcs.
lnés Sotelo
lft
!
Los puntos qllc so trabajan son algunos de los quc clestaquó on nti rcflr:xitin: a tlavós clc csta modalidad dc comunicación no sc rcquicrr: la prcscncia dcl otro cucrpo y sc aísla a] sujcto del contcxto cn cl qLlo sc cncucntra. Si bicn sc trata clc un toma cspccíficamcntc cscolar. no cstá ajono a los ticnrpos quo corron ya quo, sostienc Inós cn su claso, Transcribo alglrnas dc mis i'cflcxiones: <-Es ncccsario instalar para sll discusión acorca dcl ti¡t,t dc vínculo quc cl sistcma l{otas por la rveb ofrccc cntrc cscucla-farnilia: un vínculo virtual>. <<-Opino csta rlodaliclad pucdc resultar intrusiva cn la intimidad ajona c inoportlrnos a l¿r vcz quo so tcrccriza una baso dc datos import:rntc. la dc nucstla comunidacl cscolai),. <-Cuanclo uno so aprcsta, cclmo padrc o rnach'c, a infor.marsc sobrc Ia situación cscolar clc nn hijo, csto no succdo cn cualqnicl contcxto... Es cstc contcxto cl qr"rc so picrdc cn la comnnicacirin virtr-ral y la doscontcxttialización cs nrás marcacla cuanclo iugrcsa la infolrnación, incspcradamcntc, vía tclófono celularr,. <-La infonlaciól-r os, por otra partc, sintótica y conccntrada, impcrsonal y saca ci cucrpo dc cscena. Poro los quc haccmos cloccncia sabcmos hasta quó punto sc trata, cn ci aula, clc poner cl cuolpo... EI lcngtiajc corporal y cl vínculo afcctivo, idcntificatorio, iclcalizantu, persccutorio, ctc quc krs paclrcs manticncn con los cloccntcs cs pucsto a un costado...>.
bito institucional dc ofrcccr llnlrcrosas y opoltunas rcunionos y citas a padrcs; mantoncr cl cuadcrno dc comunicados como vía principal y oficial clc cornunicación cscucla-hogar: cuidar cl uso quc sc haga clc la basc dc clatos por la clttpr'osa contlatada, exigicndo garantías dc privaciclad. Adcmás. n-Ir, pareco una cncstión sumamcntc importantc, cor-lsr-ritar' la adhcsión al sistcma y rcspctar a aqucllas farnilias quc tcrlsir:l roparos o sc nicgucn a rccibir la información pol cstc mt.cii ,. .
QLf¡Lqldg lqf!rgencia
r todos sus movimicntos y ias consocuoncias dc slrs actos antcs casi quc cllos rnismos, afectándosc sr"r subjctividad y ia posibilidad clc asumir rcsponsabilicladcs y lomar dccisioncs. ¿No os acaso aqucilo para lo cnal los cslamos fbrmando?>.
Interuencíón
d.e
Iruís Sotelo
Estas puntualizacioncs nos accrcan a ubical una vcz más las consccucncias clc la pi'oscncia clo un analista on un ámbito cducativo. Analista quc frcntc a la prisa pol concluir, por comunicar las notas, por tlansmitii'infrrmacirin a los paclrcs, o hacor lo quo (sc clcbc>, pl'oponc una pausa. Pausa clarancntc funclamcnt¿rda qlle prollono quo olt cso cspacio qllc sc abra, sc dcsplicgtic algo dc la pai'ticularidacl dc csc cstudiantc y clc csos padrcs.
Interuención
d,e Mónico, Card,ia Psicoan¿tlist¿r. Pr<¡vincia de Buenos Aires, Argentina.
La ui:gcncia cs lrna problcmática actual, poclomos pcnsarlo corno . N{i práctica clínic¿r incluyo ol trabajo cn adiccionos y cstc fcnóntono so obscrva cn cacla consulta, cuando algr-ricn sc prosonta con la cmcrgcncia cle scr atonclidu, y cn algunos casos os Llna (omol.goncia> quc sc ha prcscntado continuamontc.
Inés Sotelo
t65
Estoy prcparanclo un (Proslanta para adolesccntcs cn la Subsccrctaría clc Acliccionos dc ia Provincia dc Bucnos Airos)), para producir intcrvcncioncs más cficaccs y más acoi'ctcs a la clcmanclas dc cstos ticmpos. En algunas circunstancias piensc)... (nla\/or trlgcncia, ntorlor rclcvancia)), paj:ccc qlle todo cs para ayL\r'...
Interuención de Inés Soteln Trabajando con plof'esionalcs de CiINARESO, institución pírblica cn la Citrclacl dc Bncnos Air.cs para ci tratamicnto clcr las aciiccioncs, sc ponclcra la com¡tlcjidacl dc csta clínica, vcr'dadcramontc mu1'difícii. Por un lado nos cncontrarnos con la cstructura clínica cn jucgo cn cada caso (ncurosis, psicosis, pcrvci'sión) y por otro. la particular rciación con cl consumo. La adicción y sus consoclloncias cn cl cucrpo, y la urgcncia clcl Otro social y f'amiliar quc suclc canalizarsc por la vía judiciat. Las cxigencias iracia cl tcrapcnta o hacia la institución son rnirltiplcs y la dcmanda de tratamionto dcl pacicntc rnuchas vcccs incxistcntc.
Las intcrnaciol-lcs. iltcvitablcs a vocos, f'rccucntomcntc conduccn a afianzar ia rclación con las dtogas, a quo so arlncn nuovas cactcnas dc consumo y tráficit. Sin cnrbalgo lambión para muchos sujctos cs a vcces la única oportunidacl dc cr-rcontrarsc con alguna intcrvcnción clric toquc algo clc cste gocc, intcrvonción clc la quc habla Eric Laurcnt, si allí cncucntra un aualista quc alojcr dicha urgcncia, sabicnclo que ncccsitará haccr uso clc la plasticidad cn la táctic¿r, dc 1a que habla Antonio Arncngual.
166
Clínica de la urgencia
Bibliografia
1. Kranrcr, Pctcr: Escuclruttdo al Prozac Scix-Barrat. 1994. 2. Sinatra, Erncsto . X[ás alló cle las drogas. Plural, B¡-rcnos
Ailes, 2000. 3. Astarit¿r Rolando,
4. Indart Jtran Carlos. rrDrogadicción dc la economían Obstóculos ert el tratantiento cle las toricoma.nías, JVil Edicir¡ncs, Iltr{ln{rs Aircs, 2005. 5. Scldes Ricardo, > Tiempos de urgencia. Estrategias deL stLjeto, estrat,egias del analista. Sotclo Inós (cornp.), 2005, Bncnos Aircs, JCE Edicionos. 6. Untcrbergcr, Mónica, Escrjtos, Siglo Vcintiuno, Bucnos Aircs. 1985. 1.6-17. Lacan, J:rcqucs, < Mós alLá de las drogcts, Pltiral, Bucnos Aircs, 2000. 19. Sillitti, Daniol,
Inés Sotelo
r6-
23. G¿rlantc, Darío,
* Erncsto Sinatra, Mauricio Tarrab y Danicl Sillitti fucron dircctorcs y rosponsablcs clcl dcparlamcnto dc toxicomanías y alcoholismo (TyA) clc ia Escucla dc ia Oricntación Lacani.ana (EOL).
Capítulo G La urgencia, los niños y los adolescentes*
Niños en guardia a clínica dc la urgencia, ticnc su particularidad en Ia clínica con niños y adolcsccntcs. En los hospitalcs gcneralcs, encontra'ros frccuentemente las consultas quc provicncn dc la sala dc intcrnación o de pecliatría cuanclo un niño padcco una cnf'ermcdad orgá'ica y hay un topc para Ia rncdicina. El límitc sucle darsc cnando cle alguna rnanera el niño o jovcn sc resistc a la tcrapóutica con variaclas mociali'ródica, dadcs qLle van desde la inrnoviliclacl, o cl negarsc a comor o a tomar ia medicación...hasta la rosistencia más escand.alosa que revuela la sala. Las prácticas son posibles, en tanto los paclres primero y los niños'ródicas lucgo, aceptan quc ticncn q.," ."g.,i, Io. indicacioncs y tratanric'tos para alcan zar la cura, cl alirrio o por lo mcnos un paliativo pa''a cl paclccer, rnás allá cle Io'roIcstos o dolorosos quc pucdan rosnltar. En ocasi''es sc rcsistcn a su bicn, no obcclccen. 'rnchas sc tornan rebcldcs y hasta vioientos. El llamado al psicóiogo
*Est¿l clasc firc dict¿rcla ptlr Inós Sotolo cn cl martxr cicl Scrninario cliuln,
la EoL
c'
cula> a cargo dc Inírs S'
tnai, uo tcllclrh iutorvcn<:ioncs clc] Foro.
'o
'ii.-
Clinica de la urgencia
__
clc guardia por partc clc un llrofosional so clcbc a quo ha cncontrado un límito cluc cl plotocolo médico no pucdc considcrai:: cl sujcto cn cucstión. Alcjancii'a Paloto, psicoanalista y psicóloga dc guardia dcl Hospital Ricardo Gutiórrez de la ciudad dc Bucnos Aircs, clirá on una clasc dictada cn la F acultacl de Psicología quc la rcsoIución dc la urgcncia no clcpcndo tanto dc lo quc sc haco como dc lo quc va acontecicndo. cn cl intcnto dc construir un saber sobre las coordenadas quc prccipitaron Ia consulta. A difcroncia dcl sabcr dc la ciencia. conocido de antemano, cstc sabcr sc constnrye. Plcscnta una situacióu clc guardia cn la quc Ia analista cs liarnacla a la sala dc intcrnación cn oncología porque Llna jovcn rcchazaba todo tratamicuto cn cl Hospital quc sc le prcsontaba como Otro sin límitcs. La intcrvcnción dc la analista pcrmitió a la joven dccir No, y poder dccir nn No a algo hizo inncccsario ncgarsc a todo lo quc los n-ródicos indicaban.
Otras urgencias Habitualmcntc la nrgcncia aparccc localizada cn los padrcs, son cllos quicncs dctectan cn principio algo del ordcn dc lo sintomático, clc lo quc no anda y son quicnes dccidcn rcalizar Ia primcra consulta. La aparición clc síntomas en la cscucla es un motivo frccucntc: dcsatcnción, dificuitadcs do conccntración o dc aprondizajc, insuficicntc rcndir¡icnto cscolar o bicn problcrnas ligaclos a ia conducta, al rcspcto de las normas o al lazo con los compañclos. Cuando la r-rrgcncia sc localiza cn la cscucla sc prcscnta muy ligacla a la tcmporalidacl dcl calcndario cscolar, quo suclc traclucirse cn cl aprobar o no cl grado, o cn continuar o no cn ol cstablccimicnto cducativo. En la cntrcvista con los padrcs sorá convcnicnte localizar csta dimcnsión dc la urgencia, a la quc habrá qr-rc clarlc algírn lugar a lo largo dcl tratamionto, a travós dc las cntrcvistas quc cl analista considcrc oportunas o aqucllas quc los padres solicitcn.
Inés Sotelo
Dar un ospacio propio y clif'crcnciado pcruritc tambión sostcnor la transf'ercncia dc los padros, tlotor fundaurcntal para qLlo análisis clcl urcuor sc sostcnga. A lo largo dc las cntlcvistas con cl niño. vcrificarcrnos quo no suclc habcr coincidcncia cntrc la ttrgcncia c1c óstc 1'la dc los padrcs o macstt'os, y qno cl sínLotna dcl sujoto cn cl análisis cobra otra clin-rcnsión. Para clcsplcgal algruras clrt:stioncs ligadas a la urgcncirr en niños y jóvoncs trabajaró una viricta prcsentada por Lorcna Rcisis, psicoanalista. doccntc rlc la Práctica Profcsional Clínica clc la Urgcncia, con am¡rlia cxpcricncia cn clínica con niños. El tcxto dc la analista cstá cscrito cn culsiva.
Problernas de aprcndizaje Vivimos ticmpos c1c alarmantc anmcnto dcl fracaso cscolar cn todos los nivclcs clc cnsctianza: primario, sccunclario v univcrsitario, lnás allá clcl uivcl social ¡t cr:onómico; cn ticmpos dc cstrcpitosa caída cic los idealcs ligados al sabcr y a los macstros. Epoca clcl capitaiisrno tardír), como la llama Osvaldo Dclgado, con caícla dc los iclc¿rlcs y dcclinación dc la irnago patcrna...>.1 La cscuela cs cl lugar rescrvado lrara transmitir los valorcs dc la ópoca y clcsclc allí cl fracaso cscolal rctorna a modo dc síntoma; síntoma clc una ópoca cn la que sc privilcgia cl gocc. Un motivo mny fi'ccucntc cic cor-rsttlta al psicoanalista cs la dificultad cscolar quo sc manificsta cn probJ.cnas clc aprcndizajo, dcsintcrós. falta dc conccrttración. No sc trata sino dc la niñcz atravcsada por un síntoura dc la ópoca: caída clel clcsco clc sabcr y dc los iclcalcs iigaclos ¿r la cscucla, a los macstros. a los sabios.
Urgencia en la escuela: un niño dice a todo que NO T, cle 13 años, es deriuaclo por la esurcl.a a la ctLal concurre por presentar problen"tas de aprendizaje. En, la etttret'islct con Ia tnadre se sittian dos problentas.
Qllllgo
dS_!q
!Igg!.'n
1) qtt,e tiene u,n retraso ntadurotiuo estable,.
2) que tiene enuresis ttocturtta hasta la actu,alidad.
Antbos, sitt cau,sct orgóníca. Viuieron uarios años en eL exterior. Regresan a uiuir a La Argentina 1t se instalan en una citt,dacl deL itúerior deL país, donde resiclen. Son u.na familia judía, rasgo que tomará at importanckt. El ospecto del túño cierta sentejctn,za a |os rasgos propios de la debilídod mental. Se nutestra agresiuo especíolmente cort sus conrpoñeros, muchos ueces cotno reacción a lcts burlas. El atwlista ofrece u,n. lrcrctrio pora la printera entret¡ista del jouert quien. finalizctdct la tnisnta, cotnunica a los adultos que o partir de lo prórinta sesión concurrir(t solo.
iQué trae al sujeto a la consulta? T. es traído por la maclrc. En principio hallamos dos localizacioncs dc la urgcncia: la clc la madrc y 1a dc la escucla. Sc ha qucbraclo la homeostasis con qr.rc ia vicla transcurría. Algo quicbr¿r lo cstablc dcl I'ctr¿rso maciurativo: pcga a sLrs compañcros. T ostá pcgado a los ciichos dc la rnadrc: rctraso y cnurcsis. El rctraso madurativo nos rcrnitc a la dimcnsión tcmporal, al ritmo y vclociclad con quc se lnadura, con quo sc alcanza aquollo qr"rc so cspo\ra dc nn jovcn cic 13 años. La onurcsis tambión
rcmitc a la clctcnción cn otro ticmpo. Sin cmbargo, cl rctraso y la cnuresis establcs no fucron motivo clc consulta hasta que algo traspasó los lírnitcs dc lcr soportablc para la ruachc y Ilara la oscucla. La irrupción sintonática quizás soa signo dc quo para r:l niño tanbión. Los síntomas, ias prcocupaciones, las solucioncs, parocoll ajcnas; nada dc csto habla dc ó1, nada dc esto Io rcprcsenta. Todo hccho os un hccho dc discurso y dcpendorá do cómo lcan sc cstos hechos. Un discurso os Lrn modo dc usar cl lcnguajo y tcndrá consocncncias divcrsas si quien lo lcc cs una madrc, una rnacstra o Llna psicoanalista. Es dccir quc la lectura y cl diagnóstico, no están por fuera de la ética en jucgo.
Inés Sotelo
¡.)
T. cs Ilcvado con ias urgcncias dc los otros, con los micdos dc los otlos y poi' las prcocr.rpacioncs dc los otros. sin cnbargo pttcclc cnlpczar a tomar la palabra, hablar quc cs habiar a otro. Podrá ir otorganric) una significación variacla a los hociros y cn cl intcnto dc dcfinir su sor. sc cncontlar'¿i con la lalta cn ser.
Tengo un problema Sc rccortan dos líncas, la rclaci
é1.
Se produce un silencío, y dice:
Se sorprende pues supone- que Lo anaLista es católíca.
En entreuístos postet"iores contíenza a llantarle la atención la paracloja cle que dos compctñeros que lo molestan son también judíos: rr.\,16 r¿ porqLte nte corgon sie.ndo ju.díos. H es uno, él es judío por eL padret. Analista: ¿cuando se es ju,dío? En la sesión siguíente diró: <-Si Los paclres son judíos el chico es judío, si el padre. es judío y la madre católica, el chico es católicot. La analista intercogo: ¿Si la madre es judía ¡, el padre no? Responde: u-El chico es ju.d.íon. Analista: u-Entonces se es judío por la tnodro,. Se queja de su.s cornpañeros, y la analista interuoga ocerca de por qué lo molestan tanto.
Dirá:
yo lmgo algo que les molesta. No sé qué es... l/o sd cómo sacdrnt,elos de encima>>. Refiere: uEstos chicos son adolescentes... yo tlo sé si so-r' adolescenle o no>>. uez
174
Clínica de 1e la ulgenc.ia
onalista sancíon.a: hoy que saber. T. dirú: q-Aclolescente. quiere decir crecitnientot. Fi nolizo Ia entreuista.
Lct
El saber del retrasado Algunos sujctos diagnosticacios como dóbiles mcntalcs domucstran ciorta rclación al sabcr qnc inbcrroga a la cicncia y al psicoanálisis mismo, sosticnc Alclandra GIazc, afirmando quc cuando cl niño no aprcndo o no cnticnde . .2 La autora scguirá los dcsarrollos dc Lacan qllc nos advicrtc quc lo más gravc es la dcficicncia simbólica. La clcbilictacl qnccla separacia dci dófjcit intclcctual ¡' ligada cn cambir) a Lu-r modo particular on qlro cl sujcto sc apropia clcl munclo qnc lo rodca <...1o cluc cviiicncia la dcbilidacl'rcntal os,r rl¿rlcstar clcl sujcto frcntc al sabcr, cntcnclido como la rclación dc csc sujcto con cl ordcn simbíriictu.;l La anaiista pronuncia Lrn¿l intcrvcncirjn ascrtiva: . Dcsdc los dichos clc la cscr.rcla, cstc jovcn cs nonrbrado como ...lrcnos ó1. Nficntras qnc la analista intcrvii:nc ubicándolo corno cl único quc sabc accrca clc su síntoma. Lo ascrtivo clc csta intcrvención nos pci'rnitc pcnsat,cn lo trabajado cn la pri'rcra clasc accrca clc c' los trcs ticmpos lógicos quo Lacan pla'tca a partir clc un p'oblcma clc lógica quc cl dircctor dc la cárccl lcs proponc a trcs pi:isioncros. Rccordcmos cl problcrna lírgico: ci dircctor lcs mucstra trcs cliscos blancos y clos ncgr<;s, advirtiírnclolcs quc colocará Llno on la cspalda dc cada uno. Cada inclividuo poclrá vcr cl color dcl clisco dc los otros clos ¡.', por supucsto, no podrá vcr cl coior clcl clisco quo licva cn slr pro¡tia cspalda.
lnés Sotelo
175
Cada prisioncro dcbcrá doducir lógicarncnte cl color dcl disco que tiene tras clc sí y quien lo logre primcro qttedará cn libcrtad. t
Transcurrido cicrto ticmpo, los tres prisioncros saldrán pronunciando lo quc Lacan llama Ia solución perfecta, fundamentando cada uno como ha llcgado a la conclusión: . Lacan rcfcrirá la modltlación dcl tiempo en cl urovimiento doi sofisma: cl iustantc do vcr, clticmpo para comprcnder y eI momento dc concluir. La incógnita rcal dcl problcma, para Lacatt, es cl atributo ignorado dcl sujeto urismo, oso quc cl sujcto uo sabc dc sí.'1
Tiempo de comprender No só si soy adolcsccntc, tengo cnfi:entc a los otros quc ya no sc comportan como niños...¿,Soy r,ur niño'/ ¿Soy un adolcsccntc'/ Hay un tiempo dc rneditación, un ticmpo on quo cl sujcto se pono cn rclación con otros. sttietos indefinidos salvo cn su rcci¡rrocidad. Finalmcntc cl asclto sobrc si mismo, llcva al sujcto a la conclusióu, Ia ttrgcncia del tttomcttto clc cotrclttir. Es bajo la urgcncia dcl movimicnto Iógico, quc el sujeto prccipita su juicio y su partida. EI sujeto en su asot'to, alcatrza una vcrclad que va a scr sornctida a la prucba de la cluda, poro quo no podría vcrificar si no alcanzase pritnclo cn la ccrtidumbrc. ¡' Esta intcrvcnción, i conchtce - T. lracia lo que hay que saber ciol scr juclío y dcl sor adolcsccnte: cl sabcr sobrc cl origcn y el sabel sobrc cl crccimicnto 5'lo ptrlsional ctr jtrcgo. En cl análisis uos confrontamos con otro sabcr. Ha5,'ttna producción dc sabcr, 52, pcro tal colno nos advicrtc Dialla Campolongo no os cl dc la vcrticntc clcl conocimicnto sino clci sabcr quc no sc sabe como lugar do 1o imposiblc dc sabcr acot'cA dc la scxualidad y la tnucrtc.(i
176
__ _ {Iílica
d_q
la urgencia
La analista lo despido con Lln Sltana touó, qua suponc un sabcr sobrc lo judío alavaz quc conduce al jovcn a invcstigar, a buscar otro sabor. Lo conclucc al discurso dcl otro, csc discllrs() con cl quc fuc nombrado, con el que entró on los dcsfiladcros dol significantc. Para Lacan ol discurso dcl Otro <...cs cl circuito en el que cstoy intogrado. soy uno dc sus cslaboncs. Es cl discurso crc mi paclrc...cl quc mc lcgó, no simplcmcntc porquc soy su hijo, sino porquc la cadcna dcl cliscurso, no es cosa quc alguicn puccla clctencr...forma circular de una palabra quc cstá justo en cl limitc del sentido y cl sin scntido, quo cs problcmática>.7
Identificaciones y apariencias Hay r,rn dctallc cscncial en los i'icios do cstc análisis: sc plcscnta un snjcto cuya aparicncia confirma cl diagnóstico clc los adultos: rctr.aso mcntal. La analista no os cicga, sin cmbargo doja cntrc paróntcsis su juicio inicial, ya quo la obscrvación sólo nos clará parccidos scgúrn adviertc Lacan.s Estc jovcn ticnc apariencia clc retrasado, y por ollo scrá funclamcntal disccrnir si no sc trata dc una idcntificacirin a los significantcs con los qlro os nombraclo pol el Otro. La prcgunta adccuada, afirma J.-A. Miller, es ¿dcsdc donclc sc proclucc la iclcntificacirin'?; . La clave, agrcga Millcr, cs ¿dcsclc dónclc rnc miro?r)Idcntificación invcrosímil para cl sujcto mis'ro, por fucra dc toda imitación o coincicloncia, cl análisis conclncc al sujcto a un punto cn cl quo ya no so roconozca. Dc cstc moclo la analista dcja dc lado su prcjuicio, sus imprcsionos, slls opinioncs y lo confronta con cl .
Aprender lalengrua No habiendo daños ncurológicos, detongámonos cn 1o nombrado como rctraso, co'o incapacidad para aprcnclcr cn los mismos ticmpos quc los otros y dc la forma quc a¡rrcndon los otros.
Inés Sotelo
177
La rclacicin con ci sabcr cstá ligada con el Otro, con cl Otro dc la palabra, con cl tcsoro do los significantcs quo cn cl grafb clcl dcsco localizamos cn cl A. Ds a partir do la proposición do Lacan de quc que csc conjunto crca una pérdida quc conocolllos corno S (Á.), siemprc habrá un elcmonto mcnos. porqLlo una os incomparable con otra, señalanclo quc cl lenguajc no cs lalcngua.l2 Para cl sr,rjeto humano, atravcsado por cl dcsco y cl gocc, lalcngua será cl juego do sonidos y scntidos qllo sc sosticnc dcl malcntcndido; es cl cnjambrc dc S1.i3 Allí se articula un sabcr que va más allá dc lo quc se dicc: el inconscicntc. Si nos refcrimos a la constitución dol sujcto dcl inconscicntc, estamos on prcsencia dc un sujcto atravcsaclo por un goce sornotido a la rogulación f'álica. Como cf'ccto de la castraci Lacan dcstaca quc ci sujeto sc afcn'a a lalangue y paga un prccio, cl gocc del viviontc tal como cs ci
178
Clínica de la urgencia
gocc de la clstra se picrclc por csa marca quc lo dcja gozando dc un gocc limitado: ei gocc fálico.r'r
El lcnguajc es cl trabajo sobre lalengua, cs Llna construcción dc lalcngua, cs la manera de encontrarsc con clla, de cntenclerla, siendo el lcnguaje cl discurso del Amo, elucubración dc sabcr sobrc lalengua.li, Si cl inconscicnte cstá hecho de lalengua y sus efectos van mucho más allá que el cornunical es porqllc tocan cl cuerpo. El inconsciontc ostá cstructurado cono un lengnajc da cue rrta dc lo quc el discurso analítico intenta sabcr da lalen gua y de sns efcctos.l(; I^a
debilidad mental
es la
forrna en que
se goza del
senüdo
EI anirnal, no habitado por lalcngua, logrará cicrtas clostrezas por f'uera dcl sabcr; así lo sostienc Lacan qr.ricn hablará do la rata cn cl labcrinto que pucdc ponor la pata cn cl botrin adccuado sin entcnder el mccanismo-r7 El sr"rjcto barrado en cambio, cs ol rcsultado dc csc sabcr que no sc sabc, allnquo sabe más dc lo quc crec saber. El nirio recibc el significanto quc lo marca quedanclo inmorso cn cl malcntcndido porque oi scntido se lc escapa. EI saber se invcnta, hay nn sabcr quo no sc puedc cnscñar ya quc cstá cn rclación con lo Rcal, con cl fucra de sentido. La cscucla cs cl csccnario clondc transcurrcn las crlcstioncs ligadas al cnscñar, al aprender y cs cn ese contcxto qr-rc las dificultados para aprendcr pueden aparecer.como
una urgcncia. La cducación cs posiblc porquc ticne que ver con los sentidos sabidos, con cl sabcr amo, con un saber quc hacc débilos, sin embargo el psicoanálisis nos mucstla que hay un mas allá dc csta articulación dc sabcr ya qlrc existe la posibilidacl dc invcnción quo sc produco dcsde la falta. La dcbilidacl mcntal dcsdc la pcrspcctiva dc Lacan cn cl desajuste cntrc cl snjcto y su rclación al sabcr.ls afirmando también quo on ese scnticlo, todos los ncuróticos sonros dóbilcs.rnontalcs. El analista, a difcrcncia dcl cducador o dcl psicopcclagogo trabajará para quo cstc sínloma se ponga on forma, se ponga a
Inés Sotelo
L7q
dccir a trar,ós de l¿r iiccitin. del iuvcnto qtto so dcsplicga cn la trama analítica. En cstc scnti(io \Iilta Bcrkoff'afirlna quc aprondcr invcntado es lo opucsto al aplanauricrlto propio dc la dcbilidad montal.rt'Dt'l sabel invcntaclo hará uso cl psicoanalista. El alirendizaje surgiclo clc lalcngua dcja al sujcto prcndido al gocc fálic<,. gozanclo tlc los scnticios, lo sumcrgc cn la dcbilidad ntent¿tl )' ,,lltás r-ale qttc 1o haga>. N{as lc valc a1 sujcto scr dóbil. t:sto es qtte qttcclc ligado al gocc fálico, a la castlacióu. porqtle stl r)tra opci(ill cs la psicosis'20 Si cl saber ltruducc sr:niido. la dcbilidad rncntal no ticnc quo vor con cl déficit dc s¿rbel siuo qttc scrá la ftirma on qtlo so goza dcl seuticlo.
Nombrado por el padre El padre plctnteo lo po'ibilidctd de contbiarlo Q ttno es(:Lte' judío. La anulistQ Qp.)"u estu idea, que' tendrá sus efectos. la Por stt pat'te 1o rrtclc,sl ,'u qttir're pasorlo a u,ncl escuela pctra niños con patolog¿cs -se¿ t'ros. Lo onalista recltaza estu posibi' Iidad afirmando que 7-es un chico norntal con dit'icultades de aprenclizaje como n'Lucl'tcls oiros ll¿ños norn'tal,es. La ntaclre refiere ent,onces que T duernte en lo hctbitación de su' ltija' La anali.sta indica que )'o rto puecle dormir con su lt'erntana. La ma.dre se sorprende ¡tor la intertención., y afirnta qu,e lo posará. al cuarto de lc¡s L'clrorlc-\'. Dtt,rante este período. T contienza a clecir qrLe quiere ir a LLno (escLrcla contún,,, pero no sobe por qu.é no lo pasan" La analista sctstiene ert el tientpo esta pregunta.
Una persona mayor T dirá qtte hizo su Bor llitzu'ó: uEs intportante, nos Ll,amctn ad,ttltos ct los 1,? ctños... En nti religión, qu.iere decir'ser responsablr'... ,'o so1' chiquito, tendría qLLe crecer un' pctco m(t's para ser nru,y responsable,,. La analisto pregunto por la cliferencia entre cltíquito y adttlto: tUl chiquito no entiende... tttt ch'iquito' es de 5 años¡¡.
18o
Qllni.u
4qleruslgq
La ana,lista interuien,e: tVos no tenés 5 años, y sos responsabler. En entreuistas posteriores T co¡ttienza a explicar a la analista sobre las cerentonias religiosas del judaísnro.
Suhijo
es
normal, su hijo
es
varón
La analista sosticnc sn apuesta y ante tu -uaru afirma: . . Micntras quc antc T sosticnc la prcgunta. La posición dc la analista posibilita quo so dcsplicguc cl sabor, quc csc síntoma quc cn cl inicio era signo de quc alií había un strjcto pcro quc no lo rcprcscntaba, so llonga cn rclación con otros significantcs y produzca lur saber inconscicntc, Sr. Sc trata dc transfbt'mal al sujcto: clcl sujcto quc cl síntoma dci inicio scñalaba, cn sujcto qr.rc padecc una f'alta dc sabor S?
S=X Así la prcgunta ¿,Quó so¡-? Aparccc como índicc clc un cfccto, el cf'ccto Snjcto-Supuesto-Sabcr. áQué es analizar a un niño?
Lo qne sopara a un niño dc una porsona mayor cs la ótica que cada uuo hacc dc sll goco. Dicho de otro rnodo, la pcrsona grandc, sosticne Eric Lauront cs la quo se hacc responsablc clc su gocc.2l Lo quc cabc csperal del psicoanálisis clc un niño cs que dc algr.rna nlanora iraya dado una rL)spucsta a la prcgunta <¿Quó dcsca mi ntadrc'?)) y para csta prcgunta hay una rospucsta que paga con cl prccio dc la neurosis. Tomanclo una rcfcrcncia dc Michcl Silvcstrc afirmará quc (...Ia progunta quc so formula aqucl para quicn la castración es la condición dc la scxualidad, scría nas bien la quc formula Frcud ¿Qué quiorc una tnujer'/22 Prcgunta ante la cual no hay r¡ ,. l1'Jesta.
Inés Sotelo
r8l
Allí ci significantc f'alta ya quc cl clesco dc la rnujor cs lo quc nos conducc a la auscncia del significantc cn cl Otro. E} significantc falta y la lcspr-rosta scrá por Ia vía del fantasma.ljl Por lo tanto, ya soa cn cl niño como on cl adulto, .!l Constmir cl fantasma consistc on asogluarse dc cntrada quo su cucrpo no \¡a a rcsponclcr al objcto a, quo slr cuorpo no scrá oi objcto dc gocc clc la r-nadro. l,Pcro cómo producir csa separación'l Latrlcnt sosticnc quc sei'á a travós dc construccioncs de ficción. Así, ,.r;
El control y el desconbol, el sentido se escapa La anolisto pide un cotttrol del caso pare orientar la direccióru cle la cu,ro, olli se localizott aLgunas cuestiones:
1)
el problento con slts pores se debe a su dificttltad para posicionarse conto utto entre otros, en tanto esto implica ceder algo.
2)
el sujeto debe ceder algo, pero por
,?)
la
uía de la transferencia.
ntctrcar que él ya no es un niño, ubicondo su posición sexu,ada.
Teorías sobre la enuresis En una ocasión, uuelue a lnblar del susto: uMe asustó el uepor, porque nte quenté y por lo qtte se quentón. La analista interrogo acerca esto. T: tSoy un chico u,n poco grande, me da uergüenza qu,e todos lo sepan ), esto del uapor sera algo psicológico, porque m.e parece muy estraño piyarme a la edad que tengol.
182
Clínica dc la M9ncra
se ha producicio un'rovimiento, la onr-lresis comio'za a scr Lln problema para cl sujcto y slr calrsa la suponc cle ordcn psíqtrico. sc dirigc al analista como intórprctc clci c'ignra qLlc ol lc proclucc. Antc la analista cl joven sitira un acontccimicnt.z{i Aclcmás, sig'icr-rdo a Laca' ol1 s'.27 quc cstá en cl inicio dc la fbbia.