FASOLI CIUDAD Y FEUDALIDAD o
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Fasoli determina los términos, ciudad: aquellos asentamientos que eran ex municipios romanos, que más tarde se convirtieron en sedes episcopales y en cabezas de condado. Las ciudades nunca fueron concedidas en feudo por los soberanos a sus fieles y nunca perdieron su carácter público, ni siquiera cuando fueron concedidas in perpetuo a sus obispos, que las gobernaron como funcionarios públicos. Ningún centro urbano fue jamás desmembrado en señoríos dispersos, a pesar de que hallemos vasallos episcopales o condales en posesión de lugares de importancia estratégica o económica. económica. Hasta mediados del siglo XI, los habitantes de la ciudad siempre gozaron de ciertas formas de autonomía, de participación en el gobierno, en la vida publica, aunque solo las ejercieran un grupo restringido de ciudadanos en consideración a su riqueza y prestigio familiar y personal, con capacidad de tomar iniciativa contra el obispo y el conde: una casta heterogénea, la nobleza. Define feudalidad: hace referencia a todos aquellos grupos sociales insertos en un sistema de relaciones de dependencia personal, expresada en un juramento de fidelidad, sustentada en la concesión de un beneficio, gravada con la prestación de determinados servicios. servicios. En esta casta social puede ser distinta de la de los propietarios de tierras, los cuales poseen cortes y castillos, pero a titulo de alodio; en la práctica se funden y confunden a través de la riqueza, los hábitos de vida, el parentesco, parentesco, las prerrogativas prerrogativas administrativas y judiciales ejercitadas en cortes y castillos. Con este término pretende referirse a normas, a los usos expresados en términos legislativos, en actos públicos y privados. Castillo : es el centro ce ntro fortificado fortifi cado en el que residía residí a el dominus loci, agentes del poder publico ciudadano. Los documentos reales de los siglos IX-X hablan de cives mayores, que aludían a estratificaciones estratificaciones sociales, calificadas sobre la base del modo de vida y del prestigio individual. No disponemos de documentos que nos muestren con certeza de la residencia habitual de milites en la ciudad y mucho menos de su participación activa y consolidada en la vida ciudadana. Cerca del año 1000, se produjo una inmigración del condado a la ciudad, uno de los resultados que produce es la inserción en la casta de ciudadanos notables genuinos, de núcleos militares y feudales que mantenían relaciones estrechas estrechas con la zona rural, con el lugar de procedencia. Los señores rurales querían tener un punto de apoyo en la ciudad para reforzar a su posición en el campo, donde poseían alodios y beneficios, donde controlaban los centros de poder para acceder a un campo de acción mas amplia que permitiera la realización de sus ambiciones, de su voluntad de poder y de enriquecimiento, en el ámbito local y en el eclesiástico. La formación del primer municipio aparece como una medida de emergencia que de provisional se convierte en estable, que suple una carencia o una debilidad momentánea momentánea o duradera del poder, hasta entonces legitimo, del conde laico o del obispo.
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El nuevo organismo político administrativo se basaba en efectos en la relación personal entre el vértice y la base, relación de tipo feudal El sueldo de los funcionarios municipales esta indicado con la palabra feudum. Los hombres de la Edad Media tenían un riguroso sentido del ceremonial. El único modelo que poseían los municipios eran el eclesiástico y el feudal → la elaboración de las formalidades diplomáticas emergió de los ejemplos procedentes de la chancillería de los soberanos, de los obispos y condes y de los señores, llevada a cabo por los notarios. La inmigración del condado a la ciudad de propietarios de tierras, vasallos, guerreros no se cortó en el siglo XI, sino que prosiguió a lo largo de los siglos XII y XIII, en parte por propia elección, en parte por solicitud o imposición inmediata de los gobernantes de la ciudad. El establecimiento de los señores rurales en las ciudades organizadas ya como municipios empieza después del año 1100. En el caso del establecimiento voluntario todavía influían las viejas motivaciones; la ciudad seguía siendo el lugar donde se buscaba seguridad, éxito, riqueza, lujo, poder. En el caso de las sumisiones forzadas de señores locales, el nuevo régimen instaurado en la ciudad quería afirmar la propia autoridad en el área territorial que había sido administrada x el conde y cuya jefatura espiritual era ostentada por el obispo, del cual las ciudades eran el centro topográfico y económico, asistido por una milenaria red de caminos que convergían en ella y le comunicaban con las ciudades vecinas. Los burgos y castillos que surgían a lo largo de los caminos eran centros económicos en los que convergían los recursos económicos de las tierras sujetas al señor que las poseía y explotaba. El gobierno de la ciudad quiere coordinar esa pluralidad de centros económicos y fiscales en beneficio del centro urbano. Muchos castillos del condado se convirtieron en refugio y base militar de grupos de desterrados y bandidos políticos. El instrumento que utilizaron las ciudades para lograr y establecer una relación duradera con los señores feudales es la instauración de un vínculo feudal de vasallaje. → Lo hicieron para evitar que los castillos se convirtieran en base de fuerzas enemigas. Estos acuerdos también incluían la obligación por parte del señor de adquirir o construir una casa en la ciudad y residir en ella, por un tiempo. El proceso de reunificación territorial se desarrolló rápidamente, pero no de forma uniforme. No se encontró en las fuentes de ninguna ciudad italiana las indicaciones contenidas en los documentos que permiten ver cuanto tiempo transcurrió entre el sometimiento de un señor rural y su asentamiento en la ciudad de modo estable. En el plano edilicio y urbanístico, la agrupación se traduce en la formación de “islas” territoriales, en torno a la casa en la que residía el núcleo familiar originario se apiñaban las casas en las que habitaban los descendientes y colaterales. Los señores feudales llegaron a acceder al cargo de justicia, en conexión con su acceso a la universidad.
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No todos los señores feudales estuvieron vinculados a sus ciudades con una relación feudo-vasallática, ni todos se vieron obligados a residir en ellas. Las ciudades ofrecían posibilidades de éxito político, económico, mundano. En el siglo XIII, con las expresiones milite, magnates, barones se indicaba a aquellos personajes que tenían su campo de operaciones en la ciudad y en el territorio, que a la riqueza y a la autoridad asociaban la turbulencia y la prepotencia, siempre dispuestos a oprimir a los débiles y a imponerles sus cargas fiscales y sus servicios, a apoderarse de sus tierras. El condado será a su vez objeto de una nueva feudalización que tendrá su centro motor en los señoríos urbanos, instaurada por familias que son de origen feudal en su mayoría.
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