Chomsky, Noam. 1997 (1974). Estru Es tru ctu ras ra s sintáctic sin tácticas.as.-
Diecisiete años son muchos años en un campo de rápido desarrollo y expansión. Huelga decir que desde la publicación de Syn tactic s truc tures (SS), escrito en 1956, se ha aprendido mucho sobre los temas esbozados en este estudio introductorio y experimental. No obstante, si intentara revisarlo hoy, personalmente no me sentiría inclinado a cambiar gran cosa en lo que hace a su sustancia. S S fue la primera obra publicada sobre gramática generativa transformacional en el sentido moderno de estos términos. Hablando propiamente, esta obra no fue escrita para ser publicada. Es, más bie n, una un a versión vers ión ligera lig era me nte rehe re hech chaa de las no tas ta s de clase para par a un curso cur so elemental sobre teoría lingüística que di en el M.I.T. [Massachusetts Insti tute of Technology] en 1956. En aquella época había poco interés profesional en estos temas. Yo tuve poca suerte al tratar de publicar esta materia en revistas lingüísticas, y un largoy comprehensivo tiposcrito titulado The logical logical structure o f linguistic linguistic th eory ( L L S L T ) había sido rechazado asimismo por un editor. Siguiendo una sugerencia de Morris Halle, mostré las notas de clase al editor de Mouton Cornelius Van Schooneveld, que se ofreció a publi pu blicar carlas las.. Sospe So spech choo que qu e el libro lib ro no hubi hu biera era de sp erta er tado do dema de ma sia da a te n ción o hecho demasiado impacto en la profesión si no hubiera sido por una extensa y provocativa recensión de.R obe rt Lees Lees que apareció en 1 957 .1 En cosa de unos años había ya un buen número de distinguidos lingüistas, filósofos y psicólogos trabajando en esta área general y en los años 60 hubo una rápida proliferación de estudios variados y muy iluminativos que han dado enorme hondura a nuestra comprensión de la estructura del lenguaje y cuestiones relacionadas de la psicología y la filosofía del lengua je y la m en te. te . SS es esencialmente un esbozo del material presentado con mucho más detalle en L S L T .1 Esta obra trata de tres conceptos fundamentales e íntimamente relacionados: lengua, gramática y estructura. Se entiende que una lengua L es un conjunto (en general infinito) de cadenas finitas de 1. Lees 1957. [Para [Para las las referencias com pleta s, véase la Bibliografía a dicional. C. O.) 2. Aunque nunca ha sido publicad o, este este dp oscrito ha sido sido distribuido distribuido bastante extensamente en forma mimeografiada y en microfilme. Ahora va a ser publicado por Plenum.
símbolos que forman parte de un “alfabeto” finito. Cada una de tales cadenas es una oración de L. El alfabeto de símbolos primitivos es determinado por la teoría lingüística general, en particular por la fonética universal, la cual especifica los elementos mínimos disponibles para una lengua humana cualquiera y proporciona algunas condiciones sobre su selección y combinación. Una gramática de L es un sistema de reglas que especifica el conjunto de oraciones de L y asigna a cada oración una descripción estructural. La descripción estructural de una oración S da, en principio, cuenta completa de los elementos de S y de su organización, y las condiciones respecto al uso apropiado de S. Por “estructura de L” entendemos, pues, el conjunto de descripciones estructurales de las oraciones de L. La noción “gramática” tiene que ser definida en la teoría lingüística general de tal manera que, dada una gramática G, la lengua generada por G y su estructura son determinadas explícitamente, medíante principios generales de la teoría lingüística. Es apropiado, en mi opinión, considerar la gramática de L como una representación del conocimiento de L poseído por el hablanteoyente que ha adquirido dominio de L. Usando términos introducidos varios años después, podemos decir que una gramática genera débilmente una lengua y genera fuertemente una estructura. Las nociones de“generación fuerte” y “generación débil” tienen que ser definidas en la teoría lingüística general para el conjunto de gramáticas postuladas como “gramáticas posibles para las lenguas humanas”. La noción de interés central, por supuesto, es “generación fuerte”. En la primera versión de L S L T , en 1955, no había discusión alguna de la generación débil. En SS el concepto es discutido brevemente y en los años subsiguientes ha habido un buen número de investigaciones sobre la capacidad generativa débil de las gramáticas ahormacionales y otras propiedades de estos sistemas. Véase las referencias de la nota 13. La noción de “estructura” fue enfocada, en LS L S L T \ del modo siguiente: Definimos, en la teoría lingüística general, un sistema de niveles niveles de representación. Un nivel de representación consta de unidades elementales (primos), de una operación de concatenación mediante la cual es posible construir cadenas de primos, y de varias relaciones definidas sobre los primo pri mos, s, las cadena cad enass de primo pri mos, s, y los co nj un to s y secu se cuenc encias ias de estas es tas ca d enas. Entre los objetos abstractos construidos en el nivel N hay horman tesN que son asociados con oraciones, siendo el hormanteN de una oración S la representación de S en el nivel N. Una gramática de una lengua caracterizará, pues, el conjunto de hormantesN para cada nivel N y determinará la asignación de hormantesN a las oraciones. Los niveles considerados en L S L T fueron los siguientes: fonética, fonología, dicción, categoría
sintáctica, morfología, morfofonémica, estructura ahormacional, transformaciones. La tarea primordial de la teoría lingüística, tal como es entendida aquí, es dar cuenta abstracta y precisa de estos niveles y del conjunto de gramáticas posibles para las lenguas humanas, y proporcionar los principios generales que determinan plenamente, para cada una de esas gramáticas, los conjuntos que son generados débil y fuertemente por esa gramática (es decir, la lengua que genera y las relaciones estructurales de las oraciones de L S L T . En SS esa lengua, respectivamente). Los detalles son expuestos en LS son esbozadas informalmente las ideas generales y son presentados algunos ejemplos ilustrativos para motivar las construcciones. Ha sido común en varios campos a los que concierne el. lenguaje descri bir la co nd uc ta lin gü ístic ís tic a co m o “ el uso de las pa labr la br as” as ” . En el es truc tr uc tu ra ra lismo sosiriano [de Saussure], la teoría lingüística no fue mucho más allá de esta caracterización, y nociones similares aparecen en la filosofía del lenguaje y en las elaboraciones motivadas por la teoría matemática.de la comunicación, la cual había alcanzado cierto favor hacia mediados de la década iniciada en 1950, La teoría de los procesos marko vianos de de estados finitos, tal como había sido desarrollada por Shannon y otros autores, pod p od ría rí a ser ap ro piad pi ad am en te to m ad a com co m o un a ca ract ra cter eriz izac ac ión ió n precisa pre cisa de la vaga vaga propue sta de que la cond ucta lingüística es “el uso de las palabras” . En S S y otros trabajos se puso de manifiesto que, cualquiera que fuese su valor, los modelos estudiados en la teoría matemática de la comunicación no podían servir para el propósito de la teoría lingüística, como habían prop pr op ue sto st o un bu en nú m ero er o de lingü lin güista ista s y m uc ho s psicól psi cólogo ogo s e inge in genie nie ros.3 Podemos, naturalmente, continuar sosteniendo la concepción (virtualmente vacía) de que los procesos de estados finitos sirven como modelo para el hablante o el oyente, i. e., para la actuación lingüística. Esto no pasa de de cir ci r qu e el que qu e hace ha ce uso us o del leng uaje es un org anism an ism o fin itam it am en te especificable y que el uso del lenguaje puede ser descrito como un proceso temporal discreto. Pero de estos truismos no se sigue que la gramática representada en la mente del hablanteoyente es un “ingenio” de este carácter, y lg observación de los hechos lingüísticos muestra claramente que no lo es. Los términos “actuación” y “competencia” no aparecen en SS. pero la distinción es clara precisamente en este punto de la discusión. La competencia lingüística, en el sentido de esta frase introducido en investigaciones 3. Ct. C. tr. tr. Hoc ket t, A ma nu al o f p ho n ol og y, Indiana Univcrsitv, 1955. [Cf. fntr., esp. n. 9 . - C. O. | Para Para algunas observacion es sobre {a {a atmós fera inte lectua l del periodo, véase mi La ngu age an d m in d, 1968 [= 1972a], 1.
subsiguientes,4 es entendida como el conocimiento que el hablanteoyente tiene de su lengua tal como es representado por una gramática generativa. Es simplemente una confusión conceptual no distinguir competencia, en este sentido, de actuación, en el sentido de conducta lingüística o uso real del lenguaje. El uso del lenguaje implica sin duda muchos factores además de la gramática que representa el conocimiento que el hablante tiene de su lengua. Es natural suponer que los modelos del hablante y del oyente incorporarán la “gramática de la competencia” como un elemento básico; es decir, esos modelos incorporarán el sistema de reglas y principios que determina la lengua que el hablanteoyente usa y su estructura. De hecho, virtualmente todas las investigaciones serias del uso del lenguaje parten de un supuesto similar, bien implícita bien explícitamente. Debería resultar claro, pues, que una gramática generativa no adopta el punto de vista del hablante o del oyente. Es, más bien, una descripción, en ios términos más neutros posibles, del conocimiento poseído por el hablanteoyente y puesto en uso en el discurso normal. Una gramática generativa es una teoría de la competencia. La distinción relacionada entre locuciones “aceptables” y “gramaticales” aparece también en SS-LSLT, aunque la terminología es introducida, claramente sólo años después. Podemos tomar “aceptabilidad” como un concepto de la teoría de la actuación, y “gramaticalidad” como una noción relacionada de la Teoría de la competencia. Las oraciones generadas por po r la gram gr am átic át icaa dire di rect ctam am en te son las ora cio nes ne s “ gram gr am atica at ica les” le s” (o “g ram ra m aticales en el más alto grado”) de la lengua. Entre ellas hay oraciones que son verdaderas, falsas, divertidas, ininteligibles, triviales, oraciones que no tienen sentido, etc. Puede ser muy apropiado, en algunas ocasiones, construir y usar locuciones que se desvían de las reglas gramaticales en un respecto u otro, y puede muy bien haber principios generales para interpretar tales oraciones (considérese, por ejemplo, el caso de la metáfora perso nificacional, quizá ei caso más obvio de estructura apropiada, pero “desviada”). En L S L T hay considerable discusión de los grados de gramaticalidad y desviación, particularmente en el nivel de las categorías sintácticas.5 Podemos decir que la gramática "genera derivativamente” las oraciones que se desvían de las reglas de modos específicos, y que estas oraciones tienen los grados más bajos de gramaticalidad. Las oraciones son aceptables (o quizá aceptables bajo circunstancias concretas) si son convenientes, 4. CT. Chom Ch omsky sky 1y64. 5. Ct\ también Chomskv 1964, IV; J. J. Kutz. “Semi-scntences”, en R F L . 400-16.
INTRODUCCIÓN A LA EDICION ESPAÑOLA
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apropiadas, adecuadas al propósito del momento, etc. La gramática de la competencia contribuye a determinar la aceptabilidad, pero este concepto implica implica muchos otros factores. La preocupación central de S S y L S L T no es la capacidad generativa débil, sino la fuerte. La teoría de la estructura ahormacional es desarrollada en un esfuerzo por captar las ideas esenciales de las teorías tradicionales y estructuralistas de las categorías y los constituyentes, dentro del nuevo encuadre de la gramática generativa. Se arguye que las gramáticas ahorma cionales, aunque probablemente no deficientes en capacidad generativa débil, son inadecuadas en capacidad generativa fuerte. La teoría de la estructura ahormacional, tal como es desarrollada aquí, no es suficiente para la ca ract ra cter eriz izac ac ión ió n de la com co m pete pe tenc ncia ia ling li ng üíst üí stic ica, a, es de cir , del co no cici miento del que hace uso de la lengua. Se sugiere que la teoría lingüística requiere un nivel de descripción nuevo y más abstracto, el nivel de las transformaciones gramaticales, y un concepto más rico de gramática. El nivel de las transformaciones es construido y aplicado al inglés. Se arguye entonces que con esta elaboración de la teoría lingüística algunos de los defectos esenciales y decisivos de la teoría de la estructura ahormacional son su perados. Las Las gramáticas desarrolladas en estos términos y las descripciones estructurales que generan expresan aspectos bastante sutiles de la forma y la interpretación de las oraciones. Además, parece posible formular principios generales que lleven a la selección de la gramática correcta sobre la base de los tipos de datos de que podría disponer el lingüista y el que aprende una lengua, tema sobre el que volveré enseguida. Una teoríadelagramática concreta, como la versión de la gramática generativa transformacional de SS-LSLT, proporciona principios generales que determinan la capacidad generativa débil y fuerte de las gramáticas po stul st ulad adas as po r esa te o ría rí a como co mo “g ram áticas áti cas hu m an as po sib les” le s” . En co n traste, las gramáticas “estructuralistas” convencionales o las gramáticas tradicionales no intentan determinar explícitamente ias oraciones de una lengua o las descripciones estructurales de esas oraciones. Esas gramáticas describen, más bien, elementos y categorías de varios tipos, y proporcionan ejemplos e indicios para ayudar al iector inteligente a determinar la forma y estructura de las oraciones no presentadas concretamente en la gramática. Tales gramáticas son escritas para el lector inteligente. Para determinar lo que dicen sobre las oraciones es preciso tener una aprehensión intuitiva de ciertos principios de la estructura lingüística. Estos princi pios. pios . que qu e perm pe rm an ec en im plíc pl ícito ito s e inex in expre pre sad os, os , se los lo s da por sabido sab ido s en la construcción e interpretación de esas gramáticas. Aunque quizá perfectamente adecuadas para sus propósitos particulares, tales gramáticas no in-
tentan dar razón de la capacidad del lector inteligente para comprender la gramática. La teoría de la gramática generativa, en contraste, trata precisamen te de explicitar la la “contribución del lector inteligente” . Puede, por tanto, ser descrita muy exactamente como un estudio de un aspecto de la inteligencia humana, a saber, el estudio de la facultad de lenguaje humana. Como tal, la teoría de la gramática generativa pertenece al campo general de la psicología cognoscitiva, como una de sus subramas. Nóte N óte se que qu e estam es tam os disc di scut utie iend nd o do s niveles nive les de te o rí a . La gram gr am átic át icaa de L es una teoría de L, que incorpora las hipótesis del lingüista respecto a los elementos y reglas de L. Esta gramática da cuenta del conocimiento de la lengua L obtenido por el hablanteoyente que ha adquirido dominio de L. La teoría de la gramática generativa transformacional (o alguna otra teoría lingüística general) expresa una hipótesis respecto a la “esencia del lenguaje”, es decir, a las propiedades que definen el lenguaje humano. Podemos considerar una teoría lingüística general, así construida, como una teoría de la facultad de lenguaje innata, intrínseca, que proporciona la base para la adq uis ición ici ón del co no cim ci m ient ie ntoo del lengu len guaje aje.. El niño, en su “estado inicial”, no tiene información alguna respecto a la lengua de la comunidad hablística6 en la que vive. Sencillamente, está dotado de un conjunto de mecanismos (lo que llamamos su “facultad de lenguaje”) para dete rm inar esa lengua, es es decir, para a lcanzar u n “ esta do final 7 en el cual conoce la lengua. La teoría lingüística general describe su estado inicial; la gramática de su lengua describe su estado final. La teoría lingüística general puede ser considerada, apropiadamente, como una teoría explicativa, en el sentido de que explica cómo un niño de una comunidad hablística llega a conocer la lengua de esa comunidad, y a conocer innumerables hechos concretos respecto a la forma y significación de expresiones concretas. y muchas cosas más. De un modo enteramente análogo, se podría investigar otros aspectos de la inteligencia humana. Considérese un sistema cualquiera de conocimiento y creencia que una persona ha desarrollado sobre la base de ciertos datos. Podemos intentar caracterizar ese sistema construyendo una “gramática” para él. Podemos investigar los mecanismos mediante los cuales fue adquirido el sistema. Si, de hecho, la adquisición de ese sistema es, como la adquisición del lenguaje, una función biológica normal de los seres humanos, podemos intentar caracterizar el estado inicial que es un atributo humano común. La condición empírica que tiene que ser satisfecha por 6. Consideram os aquí d caso caso más simple, a saber, saber, ana comu nida d hablísti ca homogénea, Kn ei mundo real, la situación es más compleja, pero no de ningún modo que afecte a esta discusión.
esta caracterización es que, si a un “ingenio” en ese estado inicial se le prop pr op or cion ci on a da to s análo an álo gos go s a los da to s de qu e disp di sp on e un a pe rson rs onaa que qu e adquiere un sistema de conocimiento y creencia dado, alcanzará un estado final en el que está representado ese sistema. La teoría general que caracteriza ese estado inicial, si satisface la condición empírica, es una teoría explicativa de una facultad cognoscitiva humana concreta. Si contásemos con teorías de ese tipo para varios sistemas cognoscitivos, podríamos proceder a investigar la estructura general de la inteligencia humana. Es decir, po dr íam ía m os inv estig est igar ar la in tera te ra cc ió n y rela re laci cion on es de los divers div ersos os sistem sis tem as cognoscitivos, los principios generales (si existen tales principios) mediante los que operan, la relativa independencia de un sistema respecto a otro, y así sucesivamente. Se especula a menudo que existen “mecanismos del aprendizaje generalizados” de los cuales la facultad lingüística es simplemente un caso especial. Pero mientras no contemos con una investigación seria que siga las pautas esbozadas en lo que precede no hay ninguna propuesta sustantiva y plausible a este respecto que pueda ser examinada en lo que se refiere a su adecuación. Pudiera muy bien darse el caso, como se ha especulado a menudo en el pasado, que la facultad de lenguaje humana es relativamente independiente de las otras facultades de la mente y es también un atributo humano único. Tal conclusión no sorprendería, ciertamente, al biólo bi ólo go. go . Por Po r su pu es to , la cu es tió n no tie ne qu e ser dejad de jad a en una un a fo rm ul ación tan vaga e inconclusiva. De hecho, toda teoría lingüística explícita que ofrece una definición de “lengua”, “gramática” y “estructura”, de acuerdo con las pautas esbozadas anteriormente, constituye una propuesta específica respecto a la naturaleza de la facultad de lenguaje, y es posible ver si su manera de dar razón de los hechos del lenguaje es empíricamente adecuada. En lo que se me alcanza, no hay propuestas análogas significativas en otras áreas de la función cognoscitiva o en otros organismos. El que la investigación experimental de la conducta humana se haya apartado, por lo común, de los métodos y enfoques generales de las ciencias naturales, y haya insistido en ciertas condiciones a priori sobre la “construcción de teorías legítima”, es una curiosidad histórica. Las diversas variedades del conductalismo (excluyendo ciertas versiones vacías que no merecen ser tenidas en cuenta) son, en efecto, definidas mediante las condiciones arbitrarias que imponen sobre los conceptos permisibles. No es necesario entrar en las razones históricas de esta tendencia. Por su considerable impacto, a muchos psicólogos les resulta extrailo describir la teoría de la gramática generativa como parte de la psicología, ya que sus conceptos y los principios postulados en un esfuerzo por explicar los hechos de la
forma, interpretación, uso y adquisición del lenguaje, se apartan en general de las restricciones a priori impuestas por una u otra variedad de la teoría conductal (“behavioral”). Algunos psicólogos creen que el enfoque esbozado aquí es “circular” y no ven que, si esto fuera verdad, los diversos princ pri ncip ipio ioss em píric pí ric os po stul st ulad ad os en las teor te oría íass de la gram gr am átic át icaa gene ge nerat rativ ivaa serían irrefutables, mientras que son, de hecho, más bien fáciles de refutar y han sido modificados repetidamente a la luz de nuevos descubrimientos y observaciones. Exacta men te ‘lo mismo cabe, decir de una teo ría de la adquisición del lenguaje que toma los principios de la teoría lingüística general como un esquematismo innato, aplicado por el niño en el aprendizaje del lenguaje. Sencillamente, una propuesta explícita de esa naturaleza puede pu ede ser fácil fá cil me nte nt e de scon sc on firm fi rm ad a, dig amos am os,, po r el de sc ub rim ri m ient ie ntoo de que los datos de alguna lengua son inconsistentes con los principios postulados. O esa teoría podría ser abandonada si se mostrase que alguna teoría más simple y honda puede dar cuenta de la adquisición del lenguaje. La construcción de una gramática de una lengua por un lingüista es en algunos respectos análoga a la adquisición del lenguaje por el niño. El lingüista tiene un corpus de datos; el niño cuenta con los datos inanali zados del uso del lenguaje. El lingüista trata de formular las reglas de la lengua; el niño construye una representación mental de la gramática déla lengua. El lingüista aplica ciertos principios y asunciones para seleccionar una gramática entre las muchas posibilidades compatibles con sus datos; el niño tiene que seleccionar también entre las gramáticas compatibles con los datos pero mutuamente incompatibles entre sí. La teoría general del lenguaje, que trata de descubrir y poner de manifiesto los principios, condiciones y procedimientos que el niño aplica al adquirir su conocimiento de la lengua, puede también ser interpretada como una justificación de la metodología de la investigación lingüística (los métodos por los que el lingüista llega a una gramática). En la lingüística “estructural” hubo esfuerzos serios e importantes por tratar algunos de los problemas que acabo de mencionar. Harris, Bloch, Trubetzkoy, Pike y otros autores intentaron, con diversos grados de expli citación, analizar los procedimientos por los que el lingüista podría llegar a una gramática, dado un corpus de datos. La investigación de los principios generales de la estructura fonológica, particularmente en las investigaciones de Trubetzkoy y Jakobson, es una contribución significativa a esta empresa general. Pero la noción “gramática generativa”, en el sentido de la discusión que precede, no fue desarrollada claramente nunca.7 Si fuera 7. linguistics,
Véase, sin embargo, las observac iones de Z. S. Harrts, Harrts, M et ho ds in ur uc tu ra l 20. 21, sobre la gramática com o un ingenio para para “sintet izar ” locu cio nes . El El
posib po sible le fo rm ular ul ar pr oc ed im ient ie ntos os que qu e pu dier di eran an ser aplic ap licad ados os a un corp co rpus us de datos de manera que produjesen una gramática generativa, estos procedimientos podrían ser formulados como una hipótesis empírica respecto a la facultad de lenguaje. Seria apropiado postular que el niño adquiere una lengua aplicando procedimientos de este tipo a los datos de que dispone.8 S S y L S L T adoptan este enfoque general, sugiriendo, sin embargo, que la lingüística lingüística “est ruc tur ar5 estaba investigan investigando do el problema de un modo que no es del todo correcto y es improbable que dé resultado.9 Las teorías de la lingüística “estructural”, en la medida en que tratan del problema que estamos discutiendo, adoptan el punto de vista de que los métodos del lingüista (y, si se adopta la analogía discutida anteriormente, la facultad de lenguaje del niño) proporcionan un procedimiento de descubrimiento práctico para las gramáticas (un sistema de “procesación de datos” que puede ser aplicado al corpus para determinar una gramática mediante principios de segmentación, sustitución, clasificación, y otros por el estilo). En contraste, en S S - L S L T se sugiere que la teoría lingüística no proporciona tal pr oc ed im ient ie nto, o, sino que qu e m ásb ás bie ienn cara ca ract cter eriza iza un sistem sis tem a de niveles, nive les, una cíase de gramáticas potenciales y un procedimiento de evaluación con la siguiente propiedad: Dados los datos de la lengua L y varias gramáticas con las propiedades requeridas por la teoría lingüística, el procedimiento de evaluación selecciona la más altamente valuada de ellas. Se sugiere por tanto que el que aprende una lengua (análogamente, el lingüista) enfoca el prob pr ob lem a de la adqu ad qu isici isi ción ón de! lengu len guaje aje (con (c on stru st ru cció cc iónn de la g ram ra m átic át ica) a) con un esquematismo que determina de antemano las propiedades generales del lenguaje del que los datos constituyen una muestra, y las propiedades generales de las gramáticas que pueden ser construidas para dar razón de esos datos y de muchísimos otros. Su tarea es seleccionar la gramática más altamente valuada de la forma apropiada compatible con esos datos. Una vez hecho eso, conoce la lengua que la gramática genera. Su conocimiento' pued pu ede, e, p or ta n to , ir m uc ho más allá de lo que qu e p od ría rí a ser pr op or cion ci on ad o estudio de Bloomfietd M en om ini m or ph op ho ne m ic s (TCLP, 194.1) podría ser consi derado como un segmento de una gramática generativa en este sentido más o menos. En lo que se me alcanza, mi M or ph op ho ne m ics o f m o d em He br cw , M. A. thesis, University of Pennsylvania, 1951 (revisión de una tesis tesis de “b achille rato” presentada presentada en 1949) fue la primera primera gramática generativa generativa explíc ita en este sentid o. Sien to tener que decir que fue escrita sin tener conocimiento del estudio de Bloomficld. 8. No preten do implicar que los lingüistas “estructu rales” que investigaron investigaron los procedimientos de análisis habrían aceptado esta interpretación de sus investigacio nes. Sin duda algunos de ellos por lo menos no la hubieran aceptado. 9. Para una discusión crítica de los diversos enfoques en el estudio de los procedimientos, véase Lees 1957:Chomsky 1962; Postal 1964 y 1967.
por po r princ pri ncip ipios ios de indu in du cció cc ió n, gene ge nera raliz lizac ación ión , an alog al og ía , su st itu it u c ió n , s egm eg m enen tación y clasificación del tipo examinado en los enfoques de procesación de datos de la lingüística “estructural”, en sus formas explícitas. Además, el proceso de adquisición del lenguaje (construcción de la gramática) puede implicar y, en general, implicará una revisión de la base de datos misma. Los datos concretos presentados al que aprende la lengua o al lingüista son degenerados en diversos respectos* aparte sus limitaciones de abarque. La gramática que es construida es una idealización. Así, pues, la teoría lingüística general tiene que proporcionar la caracterización de las gramáticas, los niveles lingüísticos, los principios que determinan la capacidad generativa fuerte y débil de las gramáticas, los principios de idealización que son aplicados de hecho por el que aprende la lengua (análogamente, por el lingüista) para llegar a una gramática generativa.explícita, y el método para seleccionar un conjunto de gramáticas potenciales para ser evaluadas. Tenemos, pues, aquí dos aproximaciones bastante distintas a lo que yo, considero el problema fundamental de la teoría lingüística, el problema de determinar cómo es posible para un niño adquirir conocimiento de una lengua. En investigaciones posteriores, yo y otros hemos sugerido que estas dos aproximaciones distintas, cada una de las cuales puede ser precisada de diversas maneras, expresan ciertas ideas primordiales de las teorías del conocimiento empiricistas y racionalistas, respectivamente. El empiricismo tradicional puede ser entendido como un “enfoque de procesación de datos”. La mente contiene un sistema de propiedades que proporciona un análisis análisis inicial inicial de los datos de los los sen tid os. 10 Los sistemas de con ocim iento y creencia son desarrollados mediante procedimientos de generalización, analogía, inducción, asociación y formación de hábitos, es decir, los procedimientos desarrollados en las diversas variedades de la psicología y la filosofía empiricista. Es, creo, apropiado considerar los enfoques procesales de la lingüística “estructural” como una elaboración inusitadamente refinada, detallada y sofisticada de una teoría de ese carácter general. Los enfoques racionalistas, en contraste, asumen que la forma de los sistemas del conocimiento adquirido es determinada por principios a priori de la mente. Es importante tener presente que el racionalismo tradicional no distinguía claramente entre propiedades necesarias y contingentes en el 10. La teoría de los rasgos rasgos distintivos o fonone s, en el sentido del círculo de Praga, puede ser considerada como un sistema de esa naturaleza. Jakobson, en par ticular, ha desarrollado en numerosas obras la concepción de que tales rasgos son percibidos como una propiedad fenoménica, y de que la adquisición de un sistema fonológico se desarrolla de un modo sistemático y relativamente uniforme rcfinando y elaborando un sistema fonónico.
sentido moderno. Por ello, las teorías de la percepción esbozadas por Descartes y p or los p latonistas inglese inglesess —ejemplos paradigm áticos de un enfoque racionalista— postulaban principios principios de la men te y conce ptos de de estructura innata que serían considerados sin duda hipótesis empíricas respecto respecto a las propiedades propiedades con tingentes de la la me nte, en el sentido m oderno de estas nociones. Análogamente, la teoría lingüística desarrollada en S S y L S L T presenta ciertas hipótesis empíricas respecto a la estructura del lenguaje que pueden igualmente ser consideradas como hipótesis respecto a las propiedades de la mente, específicamente, respecto al estado inicial del organismo en el sentido descrito más arriba. Estas hipótesis tratan de caracterizar el esquematismo que la mente impone al examinar los datos de los sentidos y adquirir conocimiento del lenguaje sobre la base de la evidencia prod pr od uc ida id a p o r ese ex am en y análisis. análi sis. Estas cuestiones no son tratadas explícitamente en S S o L S L T , pero los problemas forman parte del fondo de presupuestos de esta obra y han sido tema de considerable discusión y controversia desde entonces. En mi opinión, el interés intelectual general de las investigaciones sobre gramática generativa consiste primariamente en su contribución a la comprensión de estos problemas.11 Continuando el programa de investigación esbozado aquí, el teoriza dor lingüístico intentará construir gramáticas generativas para las lenguas pa rti cu lare la ress y un a te o ría rí a lin gü ístic ís tic a gener ge neral al que qu e satisf sat isface ace las cond co ndici icion on es empíricas siguientes: Tiene que serlo suficientemente estrecha y restrictiva de modo que, como una caracterización del estado inicial del organismo, baste bas te pa ra ex plic pl icar ar có m o es alca al canz nz ad o, sobre so bre la base de los da tos to s disp di sp on i bles, ble s, el es tado ta do final fin al en el que está est á re pr es en tado ta do el co no cim ci m ient ie nt o de la lengua; y tiene que ser lo suficientemente abstracta de modo que sea posibl pos iblee p ro p or ci o na r gram gr am ática át icass desc de scrip rip tiv am en te ad ecua ec uada da s, en co nf or m idad con esta teoría, para todas las “lenguas humanamente posibles” en pa rtic rt icul ular ar,, las lengua len guass na tura tu rales les de que qu e ha y n o tici ti ci a— a—.. Ha y, po r ta n to , un límite superior y un límite inferior, determinado empíricamente, respecto a la riqueza y especificidad de esa teoría lingüística general. Un principio general de la estructura del lenguaje tiene posibilidades de ser incorporado a tal teoría si es consistente con lo que conocemos de la variedad de las lenguas humanas.
II . Para Para más discusión, véase Chomsky 196 0, 196 4, 1966, 1967, 1972a, I-III I-III,, 1969d , 1971a y 1973c; Kaíz 19 66, 197 1; Chomsky & Katz 1973; Grave Gravess et al. 1973; R. Edgley 1969; Stich 1971, 1972;Cooper 1971;Bracken 1972; las contribuciones a Hook (ed.), y muchas otras publicaciones.
Hn la práctica, el problema real con el que tiene que enfrentarse el teorizador lingüístico es idear un sistema de principios lo suficientemente restrictivos de modo que logre dar razón de la transición del estado inicial al estado final, en el caso de las lenguas particulares. Trataremos naturalmente de cons truir la la teo ría general general que es más más susceptible susceptible de desconfirmación mediante testimonio empírico, la teoría que hace las aserciones más fuertes respecto a la naturaleza del lenguaje, sin dejar de satisfacer otras condiciones metodológicas comunes a todas las empresas intelectuales (condiciones de simplicidad, elegancia, naturalidad y demás, que, desgraciadamente, son muy vagas y mal entendidas). Las consideraciones metodológicas y los requisitos empíricos de la investigación lingüística convergen así en la empresa de descubrir una teoría lingüística que circunscribe estrechamente la clase de las gramáticas humanamente posibles, sin dejar de determinar precisamente cómo generan tales gramáticas las lenguas y sus estructuras. Dada una teoría que circunscribe estrechamente la clase de gramáticas alcanzables, podemos esperar ser capaces de proporcionar un pr oc ed im ient ie ntoo de evalu ev alu ación ac ión que selec se leccio cio ne en tre las que qu e son co m pa tib les le s con datos lo bastante ricos. Muchas de las investigaciones sobre teoría lingüística desde hace casi veinte años han sido dedicadas a circunscribir y delimitar la clase de gramáticas generativas potenciales y la manera en la que funcionan, en un esfuerzo por alcanzar ese objetivo y resolver así el prob pr ob lem le m a fund fu nd am en tal ta l de la te or ía lin gü ístic íst icaa esbo es bo za do más má s arrib ar rib a: El prob pr ob lem a de ca ract ra cter eriz izar ar la facu fa culta lta d de lengua len guaje je y d ar as í razó ra zónn de la adquisición del conocimiento de una lengua (y, análogamente, el problema de justificar las gramáticas propuestas por el lingüista para las lenguas pa rticu rti cu lare la res) s).. Los términos “estructura latente” y “estructura patente”, comunes en discusiones posteriores (cf. A sp ec to s de la teor te oría ía d e la s in taxi ta xiss [/ITS]), no L SL T. En la versióndelateoríasintáctica de SS-LSLT, aparecen en S S y LSL una gramática ahormacional (llamada aquí una “gramática [£, F]”) genera cadenas terminales y les asigna Ahormantes, representaciones en el nivel A de la estructura ahormacional. Un Ahormante es un conjunto de cadenas, representadle como un encorchetamiento rotulado o un diagrama arbóreo, que asigna una interpretación ahormacional a la cadena terminal, determinando sus frases y las categorías a las que pertenecen. Más generalmente, la noción “.interpretación ahormacional” es definida de tal modo que un conjunto de cadenas de un tipo concreto en el nivel A, que contenga una sola cadena terminal, asigna una interpretación ahormacional a esa cadena terminal tanto si es generada por la gramática ahormacional como si no lo es. Los Ahormantes son un caso especial, generados por la gramática ahor
m ací on al,12 y asign ados por una proyec ción <í> a una ciase ciase restricta de oraciones llamadas “oraciones meollares”. La proyección <í>puede ser descompuesta en una secuencia de componentes elementales, cada uno de los cuales es una transformación gramatical obligatoria. Las oraci'ones meollares son oraciones declarativas simples sin ninguna frase compleja. Es posi ble in terc te rc alar al ar tran tr ansf sfor orm m acio ac ione ne s gram gr amatic atic ales optat op tativ ivas as entre en tre los co m po ne ntes de la proyección $>; otras oraciones (pasivas, interrogativas, etc.) son derivadas así. Además, las transformaciones generalizadas pueden ser aplicadas a secuencias de Ahormantes, generando oraciones con frases comple jas tam ta m bién bi én basada bas ada s en ú ltim lti m a ins tancia tan cia en cade ca dena nass termi ter mina nales les gen generad eradas as por p or la gram gr am átic át icaa ahor ah orm m ac iona io na l. De esta est a m aner an era, a, se arguye arg uye en detall det allee en gramática ahormacion al puede n, ser ser L S L T , los problemas que plan tea la gramática superados y es posible generar una amplia clase de oraciones complejas. Además, se arguye que, dada la clase de gramáticas transformacionales, puede pue de ser posib po sible le em pr en de r, ah ora or a con alguna alg una espera esp eranz nzaa de éx ito, it o, una investigación del problema fundamental de la lingüística, el problema de just ju stif ific icar ar la selecc sel ección ión de una un a gramá gra mátic ticaa y, anál an álog og am en te, te , dar da r razó ra zónn de la adquisición del lenguaje. La gramática transformacional que de hecho parece captar la intuición lingüística en una clase interesante, de casos y presentar una explicación reveladora del conocimiento del hablanteoyente parece ser la gramática transformacional más altamente valuada, en términos de los procedimientos de evaluación de los tipos que son investigados en LS LT , aunque muchas cuestiones pendientes, tanto conceptuales como empíricas, son puestas de manifiesto. Cada transformación gramatical, incluyendo los componentes de4»,es aplicable a una cadena con una interpretación ahormacional, formando una nueva cadena con una interpretación ahormacional (una “estructura constitucional derivada”, en la terminología usada a menudo). Así, pues, las transformaciones son iterables, como es requerido. Aplicando las transformaciones de la manera permitida por el componente transformacional de la gramática, derivamos en última instancia una cadena con su interpretación ahormacional derivada, representable asimismo como un encorchetamiento rotulado o un diagrama arbóreo. Ésta es la “estructura pat p at en te ” de la ora ció n gene ge nerad rad a, en el sen tido tid o d e A T S . 12. Hay alguna variación en la term inología en este punt o. En LS LT , donde la teoría es desarrollada en más detalle, el término Ahormante es usado como queda dicho. En otras publicaciones, el término es usado en el sentido más general de “interpretación ahormacional*’, i.e. es usado de manera que es aplicable a los Ahor mantes de las cadenas terminales generadas por la gramática ahormacional o a la “interpretación constitucional derivada” (véase más abajo) de las cadenas generadas mediante transformación. transformación.
L S L T , el nivel T de las transformaciones es desarrollado como un En LS nivel de representaciones en el sentido de la discusión anterior. El Transformante de una oración proporciona un registro de los Ahormantes de las cadenas elementales de las que es derivada y la “historia de la derivación” po r la qu e es form fo rm ad a la orac or ac ión ió n m ed ian ia n te la ap lic ac ión ió n de las tran tr an sf or m aciones. Las oraciones meollares son las que tienen un Transformante mínimo, a saber, los componentes de^. Se propone asimismo que estos componentes proporcionan una especie de “esqueleto” fijo para Transformantes más complejos, de de una man era que a qu í no viene viene al caso. caso. La noción más análoga a la de “estructura latente” en la teoría de S S - L S L T es el Transformante de la oración generada. Una innovación teórica importante de las investigaciones posteriores es el principio de aplicación cíclica de las reglas. De acuerdo con este principio, las transformaciones son aplicables en primer lugar a las oraciones mínimas (las frases de la categoría oración) de un Ahormante, luego a las oraciones que las incluyen, etc., hasta llegar a la oración máxima, a saber, el Ahormante entero. (En modificaciones posteriores, las Frases Nominales y las Frases Adjetivales son consideradas asimismo “categorías cíclicas”, sirviendo como dominio de las transformaciones de acuerdo con el principio del ciclo.) Este princi pio cícli cí cli co hac e posible pos ible una reco re co ns truc tr uc ci ón de la te o rí a sint si nt ác tica ti ca sin tran tr an sformaciones generalizadas o un nivel de las transformaciones en el cual Transformantes son asignados a las oraciones (cf. ATS, capítulo 3). Dada esta modificación, era natural introducir la noción de “estructura late nt e” , en el el sentido del del Aho rma nte su byacen te generado p or las las reglas reglas de la gramática ahormacional, al cual son aplicables las transformaciones, formando en última instancia una estructura patente o superficial. La estructura latente u honda es un Ahormante que ahora incorpora todas las cadenas terminales elementales generadas por la gramática ahormacional en el sentido original, cada una en el lugar en que hubiera sido incrustada, en la teoría original, por una transformación generalizada. La prop pr op ieda ie da d recurs rec ursiva iva de la gram gr am átic át icaa (la pr op ied ad de gene ge nerar rar un a clase infinita de estructuras) ahora es asignada a la gramática ahormacional, en vez de ser asignada (como antes) al componente transformacional de la gramática. La importancia de esta modificación no puede ser entendida en términos de la presentación informal de SS, pero en el desarrollo mucho más detallado de la teoría en L S L T surgieron muchos problemas que son superados postulando el principio del ciclo transformacional como un principio general de la teoría lingüística. La versión de la teoría de la gramática generativa de S S - L S L T postulapostula ba que qu e los ele m en tos to s léxicos léx icos o lexem lex em as son in trod tr od uc idos id os p or reglas regl as “ depen* depen *
dientes del contexto” de la gramática ahormacional que permiten que una categoría sea reemplazada en una derivación por un lexema. Así, pues, las reglas convertirían una cadena tal como .. . V . .. en la cadena .. c o n donde el contexto _ _ vencer .. _ _ ___ _____ __ _ _ satisface las condiciones definidas por la regla dependiente del contexto que introduce el verbo conven ___ FN S, donde los dos casos cer. En este caso, el con texto pod ría ser F N ___ de F N son humanos, de modo que podríamos derivar Ju an co nv en ci ó a Guillermo de que el mundo es plano. Otra modificación de la teoría de A T S fue el desarrollo de un sistema de rasgos o monones sintácticos de varios tipos, permitiendo una separación nítida entre el lexicón y el resto de la gramática ahormacional. En este encuadre, la “base” de la gramática consta de un lexicón y de un “componente categorial”, que es un conjunto de reglas ahormacionales que operan independientemente del contexto (por tanto, una “gramática independiente del contexto”, de un tipo que ha sido muy estudiado).13 El lexicón es una colección de lexemas, cada uno de los cuales especifica plenamente las propiedades fonológicas, semánticas y sintácticas de un elemento léxico concreto. Las “transformaciones léxicas” insertan los lexemas en estructuras generadas por el componente cate gorial, regidas por los rasgos o monones del lexema. La base genera, pues, estructuras latentes. latentes. La teoría de la estructura lingüística que incorpora éstas y otras modificaciones relacionadas es designada ahora a menudo como la “teoría común” (“standard”). La gramática de una lengua determina una asociación entre el sonido y la significación en el sentido de que genera fuertemente descripciones estructurales que, en particular, determinan la representación fonética y semántica de las locuciones. En la cuestión de la representación fonética, Halle, Lukoff y yo mostramos que la aplicación cíclica de reglas muy simples, yendo de las frases más pequeñas a las más largas de la estructura pa tent te nt e, de term te rm ina in a los co n to rn o s ac en tu ales al es de un a clase co m plej pl ejaa de or aciones del inglés.14 En investigaciones posteriores, Halle y yo extendimos este enfoque mucho más generalmente, y en The sound p attern o f Engl Englis ish h (Harper & Row, 1968) esbozamos una teoría comprehensiva de la fonología generativa que incorpora el principio de aplicación cíclica de las reglas. Joan Bresnan ha argüido convincentemente que las reglas fonológicas de ben be n ser aplic ap licad ad as, as , no a la es tr u ct u ra p a te n te , co m o ha b íam ía m os po stul st ulad ad o 13. Véase Véase Chomsk y 1963; C homsky & Schützenbe rger 1962 ; Ginsburg Ginsburg 1966; Gross & Lentin 1967; Hopcroft & Ullman 1969; Kimball (ed.) 1972. 14. Chomsk y, Halle Halle & Lu koff 1956 .
nosotros, sino más bien dentro del ciclo transformacional.15 Podemos asumir, por tanto, que la base genera una estructura latente, y que las reglas transformacionales y fonológicas son. aplicadas de acuerdo con el prin pr incip cip io del cic lo, lo , prod pr od uc iend ie nd o en últim úl tim a insta in sta ncia nc ia la re pr es en taci ta ción ón fo n é tica de una oración, con su estructura patente. Considérese ahora la batallona cuestión de la interpretación semántica. En la versión de la teoríadelagramática de S S - L S L T se observó que hay, como es obvio, correspondencias notables entre las propiedades sintácticas y semánticas de las locuciones, y que “estas correspondencias deben ser estudiadas en una teoría más general del lenguaje que incluya una teoría de la forma lingüística y una teoría del uso del lenguaje como subpartes” (SS, 9.3). La teoría de la forma lingüística, entendida aquí en el sentido de que incorpora la sintaxis y la fonología, estudia el lenguaje “como un instrumento o una herramienta, intentado describir su estructura sin hacer referencia explícita alguna al modo en que esteinstrumento es puesto en uso” , siendo la razón de este “autoim puesto requisito de form alidad ” que “no parece existir ninguna otra base que produzca una teoría de la est ruc tura lingüística rigurosa, efectiva y ‘reve lado ra’ Es de espe rar que el estudio de ‘'la estructura del lenguaje como instrumento proyecte luz sobre el uso real real de! de! lenguaje” . En particular, para co mp render una o ración tenemos que conocer sus análisis en cada uno de los niveles lingüísticos, las representaciones en términos de la estructura ahormacional y transformacional que sirven como “los recursos sintácticos primordiales de que dispone el lenguaje lenguaje para la la organización organización y expresión del cont en ido ” . A la la semántica le conciernen los problemas de la significación y la referencia, y el uso sistemático de los recursos sintácticos de que dispone el lenguaje. La noción de “ independencia de la sintaxis” , tal como es esbozada aquí, ha sido a menudo mal entendida. Tiene que ver con una importante cuestión técnica: ¿Pueden ser ser definidas definidas de modo general y sistemático en en términos de una base de nociones primitivas que incluyan “sinonimia” y “significación”, u otras nociones de la teoría semántica, nociones tales como “ distintidad distintidad fonémica” . “gramaticalidad”, “categoría sintáctica” , “dicc ión” y otra s nociones de la teoría gramatical? Se argüyó que la adición de esas nociones a la base primitiva para la definición de las nociones lingüisticas no resuelve ninguno de los problemas que surgen en otras circunstancias. En este sentido, la sintaxis es independiente de la semántica. No tengo noticia de ninguna propuesta seria en contrario en los
15. Bresnan 1970b, 1971b.
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años transcurridos; de hecho, la cuestión apenas ha sido discutida desde entonces. Pero la legitimidad del estudio de la significación, y la necesidad de incorporar un estudio de la referencia y la significación a una teoría del lenguaje completa no fue puesta en duda nunca, ni estuvo jarrtás en duda que esta teoría tratará, en particular, de las relaciones sistemáticas entre la estructura sintáctica y la interpretació n semántica. SS , Fodor y Katz16 Algunos años después de la publicación de SS, emprendieron el primer esfuerzo sistemático para desarrollar una teoría más amplia que investigase la sintaxis y la semántica. SS y L S L T eran vagas respecto a la noción de representación semántica. Una '‘teoría de la significación como aspecto del uso” del tipo entonces corriente quedaba implícita en la inadecuadísima discusión de estas cuestiones. Katz y Fodor sugirieron la construcción de una teoría de la representación semántica, más o menos análoga a la teoría de la representación fonética, y que se le asignase a cada oración una representación en el “espacio semántico”. Así, pues, la te o rí a general gene ral del lengua len guaje je ca ract ra cter eriz izar aría ía las “ signif sig nifica icacio ciones nes posib po sibles les”” de m aner an eraa análog aná logaa a c om o cara ca racte cte riza riz a las “ formas for mas po sibl si bles es”” en la teoría fonética universal. Esta investigación fue extendida por Katz y Postal,17 que sugirieron que las transformaciones no contribuyen a determinar la significación. En la “teoría común” (véase más arriba) se prop pr opus uso, o, por po r ta n to , que qu e la es truc tr uc tu ra late la tent ntee de una ora ció n de term te rm ina in a completamente su significación, gunque se señaló que algunos aspectos de la interpretación de las oraciones parecen estar más íntimamente relacionados con la estructura patente.18 Las investigaciones de Jackendoff y otros sugirieron que lo que contribuye la estructura latente a determinar la significación está limitado al papel de las relaciones funcionales (sujeto verbo, verboobjeto, etc.), tal como son definidas en términos de la estructura latente, al determinar relaciones semánticas tales como agencia, instrumento, etc,19 Se ha sugerido la designación “teoría común extendida” para la mo dific di ficac ación ión de la teor te or ía com co m ún que po stul st ulaa que la rep res enta en taci ción ón semántica es determinada por la estructura latente y la estructura pa tent te nt e, do nd e las re la ci o n es , fun cio nales na les de la es truc tr uc tu ra late la tent ntee y las propiedades particulares de'los lexemas determinan las relaciones semánticas, y todas las otras propiedades (e.g., relaciones anafóricas, abarque de la negación y de los cuantificantes, y otros aspectos de lo que cabría llamar “forma lógica”) son determinados por reglas que operan 16. 17. 18. 18. 19.
Katz& Fodor 1963. Katz & Postal Post al 1964. 1964 . Cf. Chomsky Í96 4, esp. IV.1. y 1972a, V (.escrit (.escritoo en 196 5). Cf. Jacktrndol'f .1971 .1971 para una exp osi ció n com ple ta de su teoría.
sobre la estructura patente.20 Hay buenas razones para postular que las transformaciones que mueven expresiones dejan una “huella” en la posic po sic ión ió n de la que qu e la expr ex pres es ión ió n fue m ov id a:2 a: 2 1 Esta Es ta hu ella el la ab stra st ra cta ct a pued pu edee ser considerada, eri efecto, como una variable trabada. De acuerdo con esta teoría de las transformaciones, una estructura patente es muy análoga a una expresión en los sistemas de lógica convencionales, y en muchos casos interesantes puede ser convertida en una expresión tal por reglas relativamente simples. simples. A m í me parece razo nable pensar que el sistema de transformaciones gramaticales es, en esencia, una proyección de un sistema de relaciones funcionales (expresadas por la estructura latente) sobre una forma lógica lógica (determinada (determinada por la estructura estructura patente). Katz ha sido el más claro defensor del punto de vista de que la teoría lingüística proporciona un sistema para representar la significación, y de que las reglas reglas de de la gramática22 gramática22 proye ctan litera lmen te estruc tura form al en representaciones de significación.23 Mi opinión personal es más escéptica. En A T S se arguye que la línea de demarcación (si hay una) entre la sintaxis y la semántica no tiene nada de clara, y que es dudoso que la teoría de la significación pueda ser divorciada de otras estructuras cognoscitivas (cf. IV.1.2). Sospecho que el enfoque de Katz es correcto sobre un abarque de interés, pero que mucho de lo que es considerado central en el estudio de la significación no puede ser disociado de los sistemas de creencia de ningún modo natural. Sin embargo, no diré más sobre la cuestión aquí. Mi propósito es indicar simplemente algunas de las pa utas ut as de inv estiga est igació ciónn que han sido expl ex plor orad adas as en estos est os año s. Otra innovación teórica de los últimos años de la década de 1960 es la investigación de condiciones abstractas sobre la operación de las reglas transformacionales. La teoría de las transformaciones desarrollada en S S y L S L T era demasiado irrestricta. Parece que existen condiciones mucho más estrechas que determinan la aplicabilidad de las transformaciones y los tipos de proyección que pueden llevar a cabo. Las primeras propuestas sobre esta cuestión aparecen en Current issues issues in Ungías Ungías tic th eo ry [1962]. Un estudio muy importante de Ross lleva la investigación mucho más
20. Véase Chomsky 1972b. 21. Cf. Chomsk y 1971b. Para Para más argumentos en favor de la teoría de que las las reglas de mo vim ient o dejan una huella, véase Wasow 1972 y Selkirk 1972. 22. En SS y LSLT . el término “gramática” está restringido a la sintaxis y la fonología, frente a la semántica. En las formulaciones de la teoría común (incluyendo la extendida), el término es usado generalmente en sentido más amplio, abarcando los tres tres dom inios. 23. Cf. Katz Katz 1971, 1971a, 1973a y 1973b.
adelante,24 He intentado una extensión y revisión adicional de la teoría en “Conditions “Conditions on transfo rma tions” (cf. la la nota 21). Estudios relacionados han sugerido que el conjunto de las transformaciones posibles puede ser restringido bastante más de lo sugerido en S S y dividen en tres LS LT . Emonds ha p ropu esto25 que las transformaciones se dividen categorías primordiales: Transformaciones cíclicas, transformaciones radicales y reglas de movimiento menor. Todas las reglas de movimiento de entre las transformaciones cíclicas “preservan la estructura” en el sentido de que los constituyentes de la categoría X sólo pueden ser movidos a una posici pos ición ón de no m inad in ad a po r la ca teg te g or ía X. Así, Así , po r eje m plo, pl o, las Frase Fr asess N ominales pueden ser movidas a la posición de una Frase Nominal, etc. Las transformaciones radicales se aplican sólo en el estado final o casi final de la aplicación cíclica, de una manera que Emonds define más cuidadosamente. Las Las regla reglass de mov imien to me nor son perm utacio nes de frases frases adya centes, una de las cuales (por lo menos) es una dicción o categoría morfémica. Otros autores han hecho propuestas más radicales, si bien toda* vía inexplícitas y muy provisionales.26 Por las razones que ya he mencionado, es decisivo restringir la clase de las gramáticas transformacionales si.hemos de ser capaces de aproximarnos a la cuestión fundamental de justificar las gramáticas y dar razón de la capacidad humana de adquirir conocimiento del lenguaje. Esto es así si enfocamos la cuestión desde un punto de vista metodológico, tratando de construir la teoría más restrictiva con las aserciones más fuertes, por tanto la teoría que está más sujeta a desconfirmación empírica y que hace la contribución más significativa a la justificación de las gramáticas del lingüista. Es así también si adoptamos la perspectiva psicológica alternativa, intentando caracterizar el “estado, inicial” del organismo capaz de adquirir una lengua humana, el esquematismo innato y los mecanismos que son aplicados en el análisis de los datos de los sentidos. Las investigaciones del tipo que he mencionado brevemente aquí son contribuciones a la solución de este problema. Muchos lingüistas han argüido, en contraste, que las condiciones sobre la gramática tienen que ser debilitadas considerablemente. Se ha propuesto que la teoría lingüística (dejando aparte la fonología) no puede hacer más que caracterizar la noción de “estructura patente” y “representación 24. Ross 1967. 25. Emonds 1970. 26. Cf. S. Peters, “The projection problcm: How is agrammarto be selected”, en Peters (ed.), 171-87.
semántica”, y que además tienen que ser permitidas reglas arbitrarias (llamadas “restricciones derivacionales” en esta teoría).27 Los diversos enfoques dentro de la llamada “semántica generativa” parecen llevar en una dirección similar. He argüido en otra parte (1972b, 111) que la semántica generativa, en la medida en que ha sido formulada claramente, difiere de la teoría común extendida sólo en que debilita ciertas asunciones empíricas de esta última: En particular, prescinde del requisito de que las transformaciones léxicas y noléxicas sean segregadas,28 y permite reglas que relacionan pasos de la derivación muy libremente (“restricciones derivacionales”), mientras que la teoría común extendida permite sólo reglas que relacionan pasos adyacentes y reglas que determinan la interpretación semántica a partir de la estructura latente y la estructura pa p a te n te .29 Los Lo s argu ar gu me ntos nt os em píric pí ric os que qu e han ha n sido ofre of reci cido do s para par a abandonar una teoría más restrictiva (por tanto, preferible) me parecen poco po co conv co nv ince in cent ntes es.. Al co nt ra rio, ri o, las asu ncion nc ion es más má s rest re stric ric tiv as de la te o ría rí a común extendida son respaldadas por los datos empíricos. Para discusión, véase Studies on semantics in generati generative ve grammar, grammar, en especial el capítulo 3 (que aparece también en Peters, ed. 1969). No he he ch o el m en or in te n to a q u í de resu re sum m ir o siq uie ra m en cion ci on ar las muchas contribuciones importantes de estos años a la teoría lingüística y a la teoría de las lenguas particulares, sino sólo indicar algunos de los respectos esenciales en los cuales las investigaciones ulteriores sugieren modificar la teoría de la gramática generativa de SS-LSLT. Una vez más, es 27. Supongo que esto es lo implicado en la “ teoría hom ogénea " esbozada por por P. M. Postal, en Peters (ed.), 131-70. Las restricciones derivacionales tienen que satisfacer condiciones de diversos tipos. Postal da argumentos empíricos en favor de su tesis general y arguye que esta teoría homogénea es la mejor por razones metodo lógicas, por ser conceptualmente la más simple. No creo que los argumentos empíri cos sean en absoluto convincentes, y los argumentos metodológicos son sin duda incorrectos. Al contrario, la teoría que propone es la menos refutable, ya que permite la más amplia clase de gramáticas (y, de modo correspondiente, reduce a un mínimo la posibilidad de emprender la investigación del problema fundamenta! de la lingüísti ca, tal como es definido aquí). Si bien es concebible que las consideraciones empíri cas podrían forzarnos a aceptar una “teoría homogénea” del tipo que Postal propone, éste sería sin duda el resultado más infortunado, y un resultado que,-en mi opinión, no es de ningún modo requerido o sugerido por los hechos empíricos de que ahora disponemos. Postal, en este artículo, expresa un punto de vista muy pesimístico (en mi opinión, completamente injustificado) acerca de las posibilidades de construir la teoría lingüística. 28. Esto implica que la noción de “estructura laten te” en el sentido de la teoría teoría común (extendida) ya no existe. 29. CT además las referencias de la nota 23. para una discusión de estas cues tio nes con una interpretación un tanto diferente de lo que está en juego. Véase también Baker & Brame 1971 y Emonds 197 2b.
INTRODUCCIÓN A LA EDICION ESPAÑOLA
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preciso pre ciso su bray br ay ar que qu e todo to do s esto es toss tem as son m otiv ot ivoo de cont co ntro rove ve rsi a y que qu e todas las conclusiones que pueden ahora ser ofrecidas son extremadamente provis pro vision ionale ales. s. Mucha Mu chass ideas idea s nueva nu evass están est án siend sie ndoo ex plor pl orad ad as y un a ampl am plia ia gama de fenómenos lingüísticos, en una gran variedad de dominios de la estructura y el uso del lenguaje, están siendo investigados activamente. Sobre la base de lo que se conoce ahora, la teoría común extendida me parece pare ce la versió ver siónn más pr om eted et ed or a de la te o ría rí a de la gra má tica tic a g ene rativa rat iva . Creo que en efecto ofrece la posibilidad de enfrentarse con los problemas más hondos esbozados más arriba. NOAM CHOMSKY
El presente estudio trata de la estructura sintáctica tanto en su sentido amplio (lo opuesto a la semántica) como en su sentido restringido (lo opuesto a la fonología y a la m orfolo gía)* 1 y forma parte de una tentativa de construir una teoría general formalizada de la estructura lingüística y de explorar los fundamentos de dicha teoría. El afanarse por una formulación rigurosa en lingüística tiene una motivación mucho más seria que la mera preo pr eo cupa cu pa ción ci ón po r sutili sut ilida dade dess lógicas lóg icas o el de seo se o de pu rifi ri fica ca r m éto ét o d os de análisis lingüístico ya bien establecidos. Los modelos de la estructura lingüística construidos con precisión pueden representar un papel importante, tanto positivo como negativo, en el proceso mismo del descubrimiento. Llevando una formulación precisa pero inadecuada a una conclusión inaceptable, podemos, a menudo, desenmascarar el origen exacto de la inadecuación y, por consiguiente, ahondar en el entendimiento de los datos lingüísticos. iMás aún, una teoría formalizada puede resolver automáticamente muchos problemas distintos de aquellos para los que fue explícitamente ideada. Las nociones oscuras e intuitivas no pueden ni llevar a conclusiones absurdas ni procurar soluciones nuevas y correctas, y por tanto dejan de ser útiles en dos importantes respectos. Creo que algunos de los lingüistas que han puesto en duda el valor de una elaboración precisa y técnica de la teoría lingüística acaso no se hayan percatado del potencial prod pr od uc tiv o del m étod ét od o que consi co nsiste ste en form fo rm ular ul ar rig uros ur osam am en te la teo te o ría rí a que se propone y aplicarla estrictamente al material lingüístico sin tratar de eludir en absoluto, por medio de ajustes ad hoc o de formulaciones vagas, conclusiones inaceptables. Los resultados presentados en este libro fueron obtenidos en una tentativa consciente de seguir sistemáticamente este curso. Como este hecho puede ser oscurecido por el carácter informal de la presentación, es importante hacer aquí hincapié en ello. Específicamente, investigaremos tres modelos de la estructura lingüística y trataremos de determinar las limitaciones de cada uno de ellos. Nos encontraremos con que el simplísimo modelodellenguaje propuesto en la teoría de la comunicación y un modelo más poderoso que incorpora gran *1. El sentido amplio equivale, pues, al de “ forma lingü ísti ca” (cf, Intr., II). El autor asume que es posible investigar la estructura sintáctica sin conocer la estructura morfológica o fonológica o la estructura semántica (cf. 2.3, 9.2.1).- C. O.
parte pa rte de lo qu e ah o ra es ge ne ralm ra lm en te co no cido ci do co m o “ análisi aná lisiss en constituyentes inmediatos” [o modelo ahormacional] no pueden propiamente servir a los propósitos de la descripción gramatical. La investigación y aplicación de estos modelos ilumina ciertos hechos relacionados con la estructura lingüística y revela algunas lagunas en la teoría del lenguaje; en par p artic tic ular ul ar , la im po sibi si bili lida da d de d ar ra zó n de rela re lacio cio nes ne s en tre tr e or ac io ne s tales tal es como la relación activapasiva. Nosotros elaboramos un tercer modelo de la estructura lingüística, el transformacional, que es más potente que el modelo ahormacional en importantes respectos y que da razón de dichas relaciones de manera natural. Cuando formulamos cuidadosamente la teoría de las transformaciones y la aplicamos libremente al inglés, hallamos que proyecta no poca luz sobre una amplia gama de fenómenos distintos de aquellos para los que fue específicamente ideada. En una palabra, la formalización puede, de hecho, prestar tanto el servicio negativo como el servi servicio cio positivo positivo menciona dos an teriorm ente. Durante todo el período de tiempo dedicado a esta investigación, he podi po dido do saca sa carr pr ov ec ho de m u y frec fr ec ue ntes nt es y ex tens te ns os in terc te rc am bi os de ideas ide as con Zellig S. Harris. Son tantas las ideas y sugerencias suyas incorporadas en lo que sigue y en la investigación en la que está basado que no voy a intentar señalarlas por medio de referencias especiales. Las investigaciones de Harris sobre estructura transformacional, que parten de un punto de vista un tanto diferente del adoptado en este estudio, son presentadas en los trabajos señalados con los números 15, 16 y 19 de la Bibliografía que sigue al texto. De maneras menos obvias, quizá, el curso de mi investigación ha sido muy influido por los trabajos de Nelson Goodman y W. V. Quine. También he discutido ampliamente la mayor parte de este material con Morris Halle, y he sacado mucho provecho de sus comentarios y sugerencias. Eric Lenneberg, Israel Scheffler y Yehoshua BarHillel han leído versiones anteriores de esta obra y han hecho muchas críticas y sugerencias valiosas sobre presentación y contenido. La investigación sobre la teoría de las transformaciones y la estructura transformacional del inglés que, aunque sólo brevemente esbozada en las páginas pág inas que qu e siguen sig uen , sirve de bas e a gran pa rte de esta es ta pr es en taci ta ci ón , fue en gran medida llevada a cabo de 1951 a 1955, mientras era Júnior Fellow de la Society of Fdlows en la Universidad de Harvard. Quisiera expresar mi gratitud a la Society of Fellows por haberme proporcionado la libertad necesaria para cominuar esta investigación. NOAM CHOMSKY
/ de agosto de ¡956
INTRODUCCIÓN
La sintaxis es el estudio de los principios y procesos en virtud de los que son construidas las oraciones en las lenguas particulares. La investigación sintáctica de una lengua dada tiene como objetivo la construcción de una gramática que puede ser considerada como una especie de ingenio (“device”) para generar las oraciones de la lengua que se trata de analizar. Más generalmente, a los lingüistas les ha venido preocupando el problema de determ inar las propiedades subyacentes fun dam entales de las las gramáticas gramáticas logradas (“successful”). El resultado final de estas investigaciones debe ser una teoría de la estructura lingüística en la que los recursos descriptivos empleados en las gramáticas particulares sean presentados y estudiados de un modo abstracto, sin referencia específica a las lenguas particulares. Una de las funciones de esta teoría es la de proporcionar un método general para pa ra sele se lecc ccio iona narr una un a gram gr am ática áti ca para pa ra cada ca da leng le ngua ua,, dado da do un corp co rpus us de oraciones de esa lengua. La noción central de la teoría lingüística es es la de “nivel lingüístico ” . Un nivel lingüístico (por ejemplo la fonología, la morfología o la estructura ahormacional) es esencialmente un conjunto de recursos descriptivos disponibles para la construcción de las gramáticas y constituye un cierto método para pa ra repr re pr es en tar ta r orac or acio ione nes. s. Po dem de m os de term te rm inar in ar si una un a te o rí a lin gü íst ica es adecuada desarrollando rigurosa y precisamente la forma de la gramática correspondiente al conjunto de niveles que la teoría contiene, e investigando a continuación la posibilidad de construir gramáticas simples y reveladoras de la misma forma para las lenguas naturales. Nosotros vamos a estudiar varias concepciones diferentes de la estructura lingüística deestamanera^conside rando una sucesión de niveles lingüísticos de complejidad creciente que correspond en a modos más y más poderosos de descripción g ramatical, y vamos vamos a tratar de mostrar que la teoría lingüística debe contener por lo menos esos niveles si ha de proporcionar, en particular, una gramática satisfactoria del inglés. Finalmente, sugeriremos que esta investigación puramente formal de la estructura del lenguaje tiene algunas implicaciones interesantes para los estudios semánticos.1 1. La mot ivac ión para para la espec ial orien tació n de las invest igacion es aquí presentadas será examinada en §6.
2.1. En adelante entende ré que una lengua es un conjunto (finito o infinito) de oraciones, cada una de ellas de una longitud finita y construida a partir de un conjunto de elementos finito.*2 Todas las lenguas naturales, en su forma hablada o escrita, son lenguas en este sentido, ya que cada lengua natural tiene un número finito de fonemas (o letras en su alfabeto), y cada oración es representable como una secuencia finita de estos fonemas (o letras), aun cuando el número de oraciones es infinito. De mod o an álog o, el con jun to de '■“ orac iones ” de uno cualqu iera de los sistemas formalizados de la matemática puede ser considerado una lengua. El propósito fundamental del análisis lingüístico de una lengua L es el de separar las secuencias gramaticales que son oraciones de L, de las secuencias agramaticales que no son oraciones de L, y estudiar la estructura de las secuencias gramaticales. La gramática de Lserá, pues, un ingenio que genere todas las secuencias gramaticales de L y ninguna de las agramaticales. Una manera de probar (“test”) si una gramática propuesta para par a L es ad ecua ec ua da , es de term te rm inar in ar si las ora cio nes ne s que gen genera era son o no son realmente gramaticales, es decir, aceptables para un hablante nativo, etc.*3 Podemos dar ciertos pasos hacia el establecimiento de un criterio con ductal (“behavioral”) para la gramaticalidad de modo que esta prueba (“test”) de adecuación pueda ser llevada a cabo. Sin embargo, para los pr opós op ósito ito s de esta es ta discu dis cusió sión, n, basta ba sta supo su po ne r que qu e asum as um imos im os un co no cim ci m ienie nto intuitivo de las oraciones gramaticales del inglés y nos preguntamos qué clase de gramática será capaz de llevar a cabo la tarea de generar estas *2. Entre las definicione s de esta esta sección y las de la lingüistica entonces vigente media un abismo infranqueable (cf. Intr., II). Nótese que la caracterización de “len gua” es aplicable tanto a las lenguas naturales como a las “lenguas” artificiales, y que, en sentido estricto, el término “lenguaje” (“Language”, con máyúscula, al final de esta sección, en el texto inglés) tiene que ser entendido como lenguaje natural de la especie humana, lenguaje nada “artificial”. V. el Glosario.- C. O. *3. No se confu nda la “gramatícalidad" “gramatícalidad" con la “acep tabilid ad” (cf. 3.2; Intr., Intr., 11.2 11.2,, esp. n. 3 0 y n. 34), cosa no rara rara aun entre profe sionale s. Sobre el important e concepto de “explicación” (2.1, 3.2, 8.1), véase Intr., 1.1, esp. las referencias de la nota 2 sobre teoría de la ciencia.- C. O.
oraciones de manera efectiva e iluminadora. Nos enfrentamos asi con el conocido problema de explicar un concepto intuitivo, en este caso, el concepto “gramatical en inglés”, y, más generalmente, el concepto “gramatical”. Nó tese tes e que qu e para pa ra esta es tabl blec ec er los ob jetiv je tiv os de la gram gr am átic át icaa de un a m an era er a significativa es suficiente asumir un conocimiento parcial de las oraciones y las nooraciones. Es decir, para esta discusión podemos asumir que ciertas secuencias de fonemas son definitivamente oraciones y que otras secuencias son definitivamente nooraciones! En muchos casos intermedios tenemos que dejar que la gramática misma decida, cuando la gramática es construida del modo más simple de manera que incluya las oraciones indudables y excluya las nooraciones indudables. Es ésta una característica conocida de la la explicación.1 Asi, pues, cierto número de casos casos indudables nos proporcionará un criterio de adecuación para cualquier gramática particular. Para una sola lengua, tomada aisladamente, esto prop pr op or cion ci on a sólo una un a prue pr ue ba de d ead adec ecua uació ció n débil dé bil,, ya qu e m uc ha s gr am á titi cas diferentes pueden tratar correctamente los casos indudables. Sin embargo, esto puede ser generalizado a una condición fuerte si insistimos en que los casos indudables sean tratados correctamente para cada una de las lenguas por gramáticas construidas todas por el mismo método. Es decir, cada gramática está relacionada con el conjunto de oraciones de la lengua que describe, de una manera prestablecida para todas las gramáticas por po r un a te o ría rí a lingü lin gü ístic íst icaa dada da da . T enem en em os as í un a prue pr ue ba de ad ec ua ción ci ón muy fuerte para una teoría lingüística que pretenda dar una explicación general a la noción “oración gramatical” en términos de “oración observada”, y para el conjunto de gramáticas construidas de acuerdo con esa teoría. Éste es, además, un requisito razonable, ya que estamos interesados no sólo en las lenguas particulares, sino también en la naturaleza general del lenguaje. Cabría decir mucho más acerca de este tema crucial, pero ello nos llevaría demasiado lejos. Cf. §6. ]. Cf., por ejemplo. N. Goodman, The structure structure o f appearance, appearance, pp. 5-6. (Para las referencias bibliográficas completas, véase la Bibliografía que sigue al texto. | Nótese que para satisfacer tos propósitos de la gramática, dada una teoría lin güística, es suficiente tener un conocimiento parcial de las oraciones de la lengua (i.e., un corpus), ya que una teoría lingüística establecerá la relación entre el conjunto de oraciones observadas y ei conjunto de las oraciones gramaticales; i.e., definirá “oración gramatical” en términos de “oración observada”, ciertas propiedades de las oraciones observadas y ciertas propiedades de las gramáticas. Para usar la formulación de Quine: Una teoría lingüística dará una explicación general de lo que “podría” existir en la len gua sobre la base base de “ lo que existe más la simplicidad de las leyes mediante las cuales describimos y extrapolamos lo que existe" (W. V. Quine [“The problem of meaning in linguistics” |, h'rom a lógic a i po in t o f vi ew . III, p. 54). Cf. § 6.1.
2.2. 2.2. ¿Sobre qué base proced em os a separar las las secuencias gramaticales de las las agramaticales agramaticales?? No intentaré dar aq uí una respuesta com pleta a esta esta preg pr egun unta ta (cf. (c f. § § 6 ,7 ), pe ro sí quisi qu isiera era seña se ñalar lar que varias varia s resp re spue ue stas st as que surgen inmediatamente no pueden ser correctas. En primer lugar, es obvio que el conjunto de las oraciones gramaticales no puede ser identificado con ningún cuerpo de locuciones concreto recogido por el lingüista en sus ta rá investigaciones sobre el terreno. Toda gramática de una lengua pr oy ec tará el cuerpo finito y un tanto casual de locuciones observadas sobre un conjunto (que se supone infinito) de oraciones gramaticales. En este sentido, una gramática refleja la conducta del hablante que, sobre la base de una experiencia finita y casual con la lengua, puede producir o entender un número indefinido de oraciones nuevas. De hecho, toda explicación de la noción “gramatical en L” (es decir, toda caracterización de “gramatical en L” en términos de “locución observada en L”) puede ser entendida como una explicación para este aspecto fundamental de la conducta lingüística.
2.3. En segundo lugar, la noción “gramatical” no puede ser identificada con las nociones “significante” o ‘"significativo” en ninguno de los sentidos semánticos posibles. Las oraciones (1) y (2) son igualmente absurdas, pero cualquier hablante del ingles reconocerá que sólo la primera de ellas es sintácticamente sintácticamente bienformad a: ( 1)
colorless green ideas sleep furiou sly
(2)
fu ri ou sl y sleep sle ep ideas idea s green g reen colorl col orless ess
‘las ideas verdes incoloras duermen furiosamente’ ‘furiosamente dorm ir ideas ideas verdes verdes incoloras’
Análogamente, no ha y razón alguna de carácter semán tico para preferir (3) a (5) o (4) a (6), pero sólo las oraciones (3) y (4) son oraciones [completamente] gramaticales del inglés:
(3)
have have yo u a book on modern music?
(4)
the bo ok seems interesting
(5)
read read yo u a book on modern music?
‘¿tiene usted un libro de música moderna? ’ ‘el libro parece interesante’
‘¿leer usted un libro de música moderna? ’
(6)
the ch ild seems sleeping
‘el niño parece durmiente’*4 Tales ejemplos sugieren que será inútil buscar una definición de la “gramaticalidad” basada en la semántica. Por el contrario, en §7 veremos que existen razones estructurales profundas para distinguir (3) y (4) de (5) y (6); pero antes de poder encontrar una explicación para hechos de esta naturaleza, tenemos que llevar la teoría de la estructura sintáctica mucho más allá de sus límites conocidos.
2.4. En tercer lugar, la noción “gramatical en inglés” no puede ser identificada de ningún modo con la noción “alto orden de aproximación estadís tica al inglés” inglés” . Es razonable supone r que ni la oración (1 ) ni la (2) (ni en realidad ninguna parte de ellas), han aparecido jamás en un discurso (“discourse”) inglés. Por lo tanto, en un modelo estadístico para la gramaticalidad, estas oraciones serían excluidas, sobre la misma base, como igualmente “remotas” del inglés. No obstante (1), aunque absurda, es sintácticamente bienformada, mientras que (2) no lo es. Sí se le dan es as oraciones a un hablante del inglés, éste leerá (2) con una entonación descendente en cada una de las palabras, es decir, con la pauta entonacio nal dada a cualquier secuencia de palabras no relacionadas entre sí. El hablante nativo trata cada una de las palabras de (2) como si fuese una frase separada. De manera análoga, será capaz de recordar (1) mucho más *4. Inmediatamente antes de (1), el texto inglés dice literalmen literalmen te “gramatical" “gramatical" (cf. Jackendoff 1971, 1.6). Retener este término llevaría a dar no pocos traspiés, ya que en esta obra “gramática” alterna con “forma lingüística” o "sintaxis*’ en sentido amplio (cf. supia, n. *1, y la introducción del autor a esta edición, n. 22). En todo caso, lo esencial entonces y ahora (cf. 1972b, 8.2) es lo que sigue a (6), de ahí que en esta versión española el termino “gramatical” sea usado en el sentido de la teoría reformulada, que incluye un componente semántico (cf. Intr., II). Esto facilitará sin duda la aprehensión del significado actual del libro, que de otro modo pudiera ser empañado por avatares terminológicos de interés meramente “genético”, accesibles en la versión original. Una contrapartida perfectamente gramatical de (1) sería la oración (cf. 5.5; Intr,, I). re vo lu tio na ry ne w ide as a pp ea r i nf re qu en tly
‘ideas nuevas revolucionarias aparecen raramente’ (cf. 1964, IV.1.1). Para el contraste entre (3) y (5) y entre (4) y (6), véase infra, 7.1 y 7.3, respectivamente. Es bien sabido que las palabras inglesas terminadas en ing tienen múltiples correspondencias en español, e.g., interesting ‘interesaNTE’ (4), (75), sle ep in g kdurmie NDO’ (6), ( 73) , pr ov in g ‘pruebA’ (32), trai nin g ‘entrenaMIENTO’, tea ch in g ‘ensenaNZA\ etc. (cf. 5.3 y n. *11).-C. O.
fácilmente fácilmente q ue (2), la aprenderá mucho más rápidamente, etc. No obstante pued pu edee no ha be r o íd o ni visto vist o nu nc a ning ni ngún ún pa r de pa lab ras ra s de esas oraciones reunidas en un discurso real. Para tomar otro ejemplo: En el contexto / saw a frág il ____ ______ __ *yo vi una frágil ______ _______ _ _ las palabras whale ‘ballena’ y o f ‘de’ pueden tener igual frecuencia (es decir, cero) en la experiencia lingüística pasada de un hablante, y no obstante reconocerá inmediatamente que una de estas sustituciones da una oración gramatical, pero la o tra tr a no . No po de m os , po r su pu es to , apel ap elar ar al he ch o de que qu e or ac io nes tales como (1) “pudieran” ser producidas en un contexto suficientemente forzado, mientras que (2) no lo sería nunca, ya que la base para esta diferenciación entre (1) y (2) es precisamente lo que estamos interesados en determinar. Evidentemente, la habilidad que el hablante tiene de producir y reconocer locuciones gramaticales no está basada en nociones de aproximación estadística ni cosa por el estilo. La costumbre de llamar oraciones gramaticale caless a aquellas que “p ued en exis tir” , o a aquellas aquellas que son “ posibles” , ha sido responsable de cierta confusión en este punto. Es natural entender “posible” en el sentido de “altamente probable” y asumir que la nítida distinción del lingüista entre gramatical y agramatical2 se debe a la convicción de que, como la “re alidad” de la lengua es demasiado com pleja para para ser ser descrita completamente, el lingüista debe contentarse con una versión esquematizada, en la que se reemplaza “probabilidad cero, y todas las proba bilida bil idades des ex trem tr em ad am en te bajas ba jas , por po r imposible, y todas las probabilidades más altas por po si b le " 3 Vemos, sin embargo, que esta idea es del todo incorrecta, y que un análisis estructural no puede ser entendido como un resumen esquemático desarrollado delimitando nítidamente los márgenes borro bo rro sos so s en la imagen ima gen es ta dí st ic a co m plet pl eta. a. Si o rden rd en am os las sec uenci ue ncias as de una determinada longitud según su aproximación estadística al inglés, encontraremos tanto secuencias gramaticales como secuencias agramaticales dispersas a lo largo de la lista; a lo que parece no hay relación particular alguna entre orden de aproximación y gramaticalidad. A pesar de su innegable interés e importancia, los estudios semánticos y estadísticos sobre el 2. Más adelante sugeriremos que esta nítida distinción puede ser modificada mediante una noción de niveles de gramaticalidad [cf. §5, notas 2 y 7). Pero esto no tiene relación alguna con el punto aquí en disputa. Las cadenas (1) y (2) estarán a niveles de gramaticalidad diferentes aun si (1) es asignada un grado de gramaticalidad más bajo que, por ejemplo, (3) y (4); pero, estadísticamente, ambas estarán al mismo nivel (serán igualmente remotas respecto al inglés). Lo mismo cabe decir de un número indefinido de pares semejantes. 3. C. F. Hock ett, A ma nu al o f p ho no lo gy (1955), p. 10.
lenguaje parecen no atañer directamente al problema de determinar o caracterizar el el conju nto de oraciones oraciones gramaticales. gramaticales. Creo que nos vemos forzados a concluir que la sintaxis es autónoma e independiente de la significación, y que los modelos probabilísticos no proyectan ninguna luz especial sobre algunos de los problemas básicos de la estructura sintáctica.4
4. Volve rem os sobre el problema de la relación entre la sem ántic a y la sínta>is en § § 8,9 , don de argüiremos que esta re lación sólo puede ser estu diad a despue's despue's de que ha sido determinada la estructura sintáctica sobre una base independiente. Creo que se puede decir algo muy similar de la relación entre los estudios sintácticos y los estudios estadísticos sobre el lenguaje. Dada la gramática de una lengua, se puede estudiar estadísticamente el uso del lenguaje de varias maneras; y el desarrollo de modelos probabilísticos para el uso del lenguaje (distinto de la estructura sintáctica del lenguaje) puede ser muy fructífero. Cf. B. Mandelbrot, “Structure formelle des textes et Communications: deux études” (1954); H. A. Simón, “On a class of skew distributi distribution on functions” (1955 ). Se podría tratar de desarrollar entre la estructura estadística y la estructura sintáctica una relación más elaborada que el simple modelo de orden-de-aproximación que hemos rechazado. No se me ocurriría, en modo alguno, argüir que una relación de tal naturaleza es impensable, pero no conozco ninguna sugerencia en ese sentido que no suponga defectos obvios. Nótese, en particular, que para cualquier n podemos encontrar una cadena cuyas primeras n palabras pueden aparecer como principio de una oración gramatical Si y cuyas últimas n palabras pueden aparecer como final de una oración gramatical concreta S 2 . pero donde S] tiene que ser distint o de S¿S¿- Por Por ejemplo, considérese las secuencias de la forma th e man w ho . . . are her e, ‘el hombre q u e . . . están aqu í’, dond e . . . puede ser una frase verbal de long itud arbitraria. arbitraria. Nótese asimismo que podemos tener secuencias de clases-de-palabras nuevas pero perfectamente gramaticales, e.gr., una secuencia de adjetivos más larga que ninguna otra producida jamás en el contexto I saw a ______ ho us e ‘vi una _______ casa’. Los diversos in ten tos de explicar la distinción gramatical/agrama ti cal, com o en el caso de (1), (2), sobre la base de la frecuencia del tipo oracional, del orden de aproximación de secuencias de clases-de-palabras, etc., chocará con numerosos hechos como ésos. (Cf. (Cf. Chomsky Chomsky 1955, IV, IV, esp. esp. fn. fn. 27; 1 97 0, 1, esp. esp. n. 3 2. -C . 0 .|
3.1. Asum iendo que se nos da el conju nto de las oracion es gramaticales del inglés, tenemos que preguntarnos qué tipo de ingenio puede generar ese conjunto (equivalentemente, qué tipo de teoría da razón adecuada de la estructura de ese conjunto de oraciones). Podemos considerar cada oración de ese conjunto como una secuencia de fonemas finita en longitud. Una lengua es un sistema enormemente complicado, y resulta obvio que todo intento de presentar directamente el conjunto de secuencias gramaticales de fonemas llevaría a una gramática tan compleja que seria prácticamente inútil. Por esta razón (entre otras), la descripción lingüística procede en términos términos de u n sistema sistema de “ niveles niveles de representaciones” . En vez de form ular directamente la estructura fonémica de las oraciones, el lingüista esta blece elem el em en tos to s de “ nivel su p er io r” co m o los m or fem fe m as , y form fo rm ula ul a se pa rara damente la estructura morfémica de las oraciones y la estructura fonémica de los morfemas. Es fácil de ver que la descripción conjunta de estos dos niveles será mucho más simple que una descripción directa de la estructura fonémica de las oraciones. Consideremos ahora varios modo s de describir describir la estructura morfémica de las oraciones. Tenemos que preguntarnos qué clase de gramática es necesaria para generar todas las secuencias de morfemas (o palabras) que constituyen oraciones gramaticales del inglés y sólo éstas. Un requisito que la gramática tiene ciertamente que satisfacer es el de ser finita. Por tanto, la gramática no puede ser simplemente una lista de todas las secuencias de morfemas (o palabras), puesto que hay un número infinito de éstas. Un modelo conocido propuesto en la teoría de la comunicación sugiere una manera de superar esta dificultad.*5 Supóngase que *5. La teoría m atemát ica de la comu nicación , elaborada elaborada por por Claude Shannon (n. 1916) en 1948 y 1949 , partiendo de las las investigaciones sobre mensajes cifrados (estimuladas por la guerra), gozó de gran boga a mediados de siglo, al alimón con la “cibernética” de Norbert Wiener (1894-1964), pues por algún tiempo se tendió a creer que el concepto de “información'* automatizada permitiría desarrollar una teoría matemática de la conducta humana sobre bases probabilísticas que fundamen taría y unificaría las “ciencias sociales” (Chomsky 1972a, 1, 3). La demostración de
tenemos una máquina que puede estar en cualquiera de un número finito de estados internos diferentes, y supóngase que esta máquina pasa de un estado a otro al producir un símbolo determinado (digamos, una palabra del inglés). Uno de estos estados es un estado inicial ; otro de ellos es un estado final. Supóngase que la máquina empieza en el estado inicial, recorre una secuencia de estados (produciendo una palabra en cada transición), y termina en el estado final. En tal caso, llamamos “oración” a la secuencia de palabras que ha sido producida. Cada una de dichas máquinas define, pues, pue s, una un a cie rta lengu len gua, a, a sabe sa be r, el co n ju n to de or acio ac ione ne s que qu e pu ed e ser generado de ese modo. Llamamos lengua de estados finitos a toda lengua que puede ser producida por una máquina de ese tipo; y podemos llamar
3.2 es, pues, de cierto modo, una significativa reivindicación del humanismo tradicio nal (deja abierta la puerta a la “creatividad” como noción ensambladoia de las cien cias del hombre y la socied ad). La lógica de su argumento es la siguiente : 1) Las oraciones complejas del inglés (una de las realizaciones del lenguaje humano) pueden contener en su interior oraciones simples; 2) una gramática “de estados finitos” es incapaz de generar estructuras con auto-incrustaciones como las del inglés; por tanto, 3) las oraciones del inglés en su totalidad no pueden ser generadas por una gramática de esa clase, y es de suponer que las de otras lenguas humanas tampoco (cf. Intr., II.2, esp. E. 44). Téngase en cuenta que en este capítulo y, en general, en la teoría de las gramá ticas formales de Chomsky o en la teoría de los autómatas de la generación anterior (la de Wiener y Shannon, Borges y Faz), “máquina” no tiene el sentido de aparato electrónico o mecánico (acaso grasicnto y ruidoso), sino el de autómata idealizado (“generador” o, equivalentemente, “aceptador”), es decir, sistema maquinal, determinístico (cf. Intr., 1.2), El proceso o “máquina” Markov, llamado también autómata finito o sistema “digital", procede en pasos “discretos” (claramente separados) de una a otra de un número finito de configuraciones o “estados” (cf. Intr., II. 1). Estos simples “generadores” de “lenguas” proporcionan automáticamente una descripción de la “estructura” de cada cadena, satisfaciendo así uno de los requisitos fundamen tales que tiene que satisfacer un modelo de gramática adecuado. De ahí que muchas ideas centrales en el estudio de la estructura ahormacional del lenguaje pueden ser desarrolladas desde el punto de vista matemático (aunque no es posible decir lo mismo, por el momento, respecto a su estructura transformacional)._Por otra parte, entre la teoría de las gramáticas formales y la lingüística empírica media un gran trecho (cf. LS R, no, 21). En relación con el ejemplo de (7), nótese que la selección de una palabra (en esta concepción la conducta lingüística es “el uso de las palabras”) limita las posibili dades en la selección de la segunda, y así sucesivamente. Por ejemplo, en español, la selección de la (del conjunto formado por el, la, los, bs, etc.) permite la selección de mu jer , niñ a , pa lo m a, etc. (del conjunto de los nombres), pero no la selección de ho m br e, niñ o, etc., y a su vez la selección de b y m uj er permite seleccionar viene, vino , vendrá, etc., pero no vienen, vinieron, etc. Una observación más: Es sumamente importante no extender la identificación de 3.1 (la “máquina" como representación del hablante) a los capítulo s siguientes. siguientes. Las gramáticas son “neutrales” (5.5) respecto a la producción o a la interpretación de las oraciones.-C.O.
gramáti gramática ca d e estados estados finito s a la máquina misma. Una gramática de estados
finitos puede ser representada gráficamente en forma de un “diagrama de estados” .1 Por ejemplo, la gramática que genera sólo sólo las las dos oraciones th e man comes ‘el hombre viene’ y the men come ‘los hombres vienen’ puede ser representada por el siguiente diagrama de estados:
(7 )
TH E
Podemos extender esta gramática para generar un número infinito de oraciones añadiendo circuitos cerrados (“closed loops”). De este modo, la gramática de estados finitos de la subparte del inglés que contiene tanto las th e oraciones anteriores como the oíd man comes ‘el viejo hombre viene’, the oíd oíd man comes ‘el viejo viejo hombre viene’. . ., the oíd men com e ‘los viejos hombres vienen’, the oíd oíd men come ‘los viejos viejos hombres vienen’. . pued e ser repre senta da por el siguiente diagrama de estado s:
THE TH E
OLD
1. Shann Sha nnon on & Weaver, The mathematical theory theory o f communication (1949), 15 ss. ss.
Dado un diagrama de estados, generamos una oración siguiendo una trayectoria desde el punto inicial a la izquierda hasta el punto final a la derecha, avanzando siempre en la dirección de las flechas. Al llegar a un determinado punto en el diagrama, podemos continuar por cualquier trayectoria que se inicie en ese punto, tanto si esta trayectoria ha sido recorrida antes en la construcción de la oración de que se trate como si no lo ha sido. En un diagrama de este tipo, cada nodulo corresponde, pues, a un estado de la máquina. Podemos permitir la transición de un estado a otro de m aneras varias, varias, y tantos circuitos cerrados, de cualquier longitud, com o queramos. Las máquinas que generan lenguas de esta manera son conocidas matem áticamente como “ procesos procesos markovianos de estados finitos” . Para Para completar este modelo elemental propuesto en la teoría de la comunicación para el lenguaje, asignamos una probabilidad a cada transición de estado a estado. Podemos calcular así la “incertidumbre” asociada con cada estado y podemos definir el “contenido informativo” de la lengua como el promedio de incertidumbre, medido por la probabilidad de estar en los estados asociados. Como aquí estudiamos la estructura gramatical de la lengua, y no su estructura estadística, esta generalización no nos interesa. Esta concepción del lenguaje es extremadamente poderosa y general. Si nos es posible adoptarla, podemos considerar que el hablante es, esencialmente, una máquina del tipo considerado. Al producir una oración, el hablante empieza en el estado inicial, produce la primera palabra de la oración pasando así a un segundo estado que limita la selección de la segunda pala pa labr bra, a, etc. et c. Cada uno de los esta es tado do s po r los que qu e pasa pas a re pr es en ta las restricciones gramaticales que limitan la selección de la palabra siguiente en ese punto de la oración.2 En vista de la generalidad de esta concepción del lenguaje y de su utilidad en disciplinas relacionadas, como la teoría de la comunicación, es importante investigar las consecuencias de adoptar este punto de vista en el estudio sintáctico de alguna lengua como el ingle's o de un sistema formalizado de la matemática. Cualquier tentativa de construir una gramática de estados finitos para el inglés se encuentra, ya al principio, con dificultades y complicaciones, como el lector comprobará fácilmente por sí mismo. Sin embargo, es innecesario intentar mostrar esto por medio de ejemplos, en vista de la siguiente observación más general sobre el inglés: 2.
Éste Éste es esencialmente el mod elo del lenguaje lenguaje que Hock ett desarrolla desarrolla en A sección 02. [Para un juicio general sobre este libro, véase Chomsky 1957a.-C.O.|
man ual o f ph or to lo gy ,
(9)
El inglés no es una lengua de estados finitos.
Es decir, es imposible, y no sólo difícil, construir un ingenio del tipo descrito anteriormente (en diagramas como (7) y (8)) que genere todas las oraciones gramaticales del inglés y sólo éstas. Para demostrar (9) es necesario definir con más precisión las propiedades sintácticas del inglés. Procederemos a describir ciertas propiedades sintácticas del inglés que indican que, bajo cu alqu al qu ier ie r de lim itac it ac ión ió n razo ra zona nabl blee del co n ju n to de las or acio ac ione ne s de la lengua, la observación (9) puede ser considerada un teorema respecto al inglés. Volviendo a la cuestión planteada en el segundo párrafo de este capítulo, (9) afirma que no es posible formular directamente la estructura rnorfémica de las oraciones por medio de un ingenio tal como un diagrama de estados y que la concepción del lenguaje como proceso markoviano esbozada en lo que precede no puede ser aceptada, al menos para los prop pr op ósito ós ito s de la gram gr am átic át ica. a. 3.2. Una lengua es definida dando su “alfabeto” (es decir, el conjunto finito de símbolos de los que son construidas sus oraciones) y sus oraciones gramaticales. Antes de investigar directamente el inglés, consideremos algunas lenguas cuyos alfabetos contienen sólo las letras a, b, y cuyas oraciones son tal como aparecen definidas en (lOiiii): (10)
(i) ab. aabb, aaabbb, . . y, en general, tod as las ora cion es que constan de n casos de a seguidos de n casos de b, y sólo ésas; (ii) aa, bb, abba, baab * aaaa, bbbb. aabbaa , abbbba, . . ., y, en general, todas las oraciones que constan de una cadena X seguida de una “imagen refleja” (“mirror image”) de X (es decir, X en dirección opuesta), y sólo ésas; (iii) aa, bb. abab, baba, aaaa, bbbb, aabaab, abbabb, . . ., y, en .general, todas las oraciones que constan de una cadena X de as y bes seguida de la cadena idéntica X, y sólo ésas [cf. infra, 5.5, n. 11].
Podemos mostrar fácilmente que ninguna de estas tres lenguas es una lengua de estados finitos. De manera análoga, las lenguas como (10) en las que las as y b e s que hacen al caso no son consecutivas, sino que están incrustadas incrustadas (‘em (‘em bed ded ’) en en otras cadenas, resultarán no ser ser tam poco, bajo condiciones muy generales, lenguas de estados finitos.3 3. Para Para una formulación do esas condic iones y una prueba de (9) , véase mi “Three rnodels for the description of language”. Nótese en particular que el conjunto
Pero resulta claro que existen subpartes del inglés con la forma básica de (lOi) y (lOii). Sean S j , S2, S3, . . oracione s declarativas del inglés. inglés. Tenemos entonces oraciones del inglés como las siguientes: (11)
(i) i f S l t t he he n S 2 ‘si S j , ento nces S2’ S2’ (ii) either S 3 , o r S A ‘o bien S3 o bien S4’ (iii) the man who said that S$, is working today ‘el hombre que dijo que S5, está trabajando hoy’
En (11 i), no podemos usar or ‘o’ en lugar de then ‘entonces’; en (1 Iii), no po de m os usa r then 'entonces’ en lugar de or ‘o’; en (lliii), no podemos usar are ‘están’ en vez de is ‘está’. En cada uno de estos casos existe una dependencia entre las palabras que se encuentran en lados opuestos de la coma (es decir, if-then, either-or, man-is). Pero entre las palabras interde pe nd ient ie ntes es po de m os in se rta r, en cada cad a caso, cas o, un a ora ció n de cla rativ ra tiv a S j , S 3, S5, y esta oración declarativa puede en realidad ser una de las oraciones (1 liiii). P or ta n to , si en (1 li ) tom am os S! com o (1 Iii) y S3 com o (11 iii), tendremo s la oración: oración: (12)
if, either (] (] liii), or .?4, ihen Si
‘si, o bien (1 1iii) o bien S4, entonces SV y S 5 en ( ll ii i) p uede ser de nuevo una de las las oracion es de (11 ). Resulta claro, por tanto., que en inglés podemos encontrar una oración a + Sj + b, donde existe una dependencia entre a y b , y podemos seleccionar como Sj otra oración de la forma c + S2 + dy donde existe una dependencia entre c y d, luego seleccionar como S2 otra oración de esa forma, etc. El conjunto de oraciones que es construido de este modo (y deducimos de (11) que po de m os hace ha cerr uso de varias varia s posib po sib ilida ili dade dess de co ns trui tr ui r asi —(1 1) an da lejos de agotar estas posibilidades), tendrá todas las propiedades de la imagen refleja de (lOii) que excluyen a (lOii) del conjunto de las lenguas de estados finitos. Podemos, pues, encontrar varios tipos de modelos de estados nofinitos en el inglés. Ésta es una somera indicación de la pauta que hace posible dar una prueba rigurosa de (9), asumiendo que oraciones tales como (11) y (12) pertenecen al inglés, mientras que las oraciones que de fórmulas bien-formadas no constituye una lengua de estados finitos en ninguno de los sistemas formalizados de la matemática o la lógica, por razón de los paréntesis pareados o de restricciones equivalentes.
contradicen las dependencias citadas en (11) (e.g. cither S\, then S 2 ‘o bien S i , en tonc to nc es S j’, e tc .) , no pe rten rt en ecen ec en al inglés. inglés . Nó tese tes e que qu e mu chas ch as de las oraciones de la forma (12), etc., resultarán bastante extrañas e inusitadas (a menudo se las puede hacer menos extrañas reemplazando i f " si’ por whenever ‘siempre que’, on the assumptiort that ‘asumiendo que’, if it is the case that ‘si es (o se da) el caso de que’, etc., sin cambiar sustancialmente nuestras observaciones). Pero todas ellas son oraciones gramaticales, formadas por medio de procesos tan simples y elementales de construir oraciones que aun la más rudimentaria gramática del inglés los contendría. Pueden asimismo ser entendidas, y hasta podemos formular sin gran dificultad las condiciones bajo las que pueden ser verdaderas. Es difícil conce bir un a posib po sib le m otiv ot ivac ació iónn para pa ra exc luirla lui rlass del co nj un to de las orac or acion ion es gramaticales del inglés. Por tanto, parece bastante claro que ninguna teoría de la estructura lingüística basada exclusivamente en modelos de procesos markovianos o de la misma naturaleza será capaz de explicar o dar razón de la habilidad de un hablante del inglés de producir y entender locuciones nuevas, mientras por otro lado rechaza otras secuencias nuevas como no pe rten rt en ec ient ie ntes es a su s u len gua. gu a.
3.3. Podemos decretar arbitrariamente que los procesos de formación de oraciones del inglés como los que estamos examinando no pueden ser llevados a cabo más de n veces, para un número n determinado. Esto, por supuesto, haría del inglés una lengua de estados finitos, como, por ejem plo, plo , lo ha ría rí a el lim ita r las orac or acion ion es del inglés a una un a long lo ng itu d de m enos en os de un millón de palabras. Sin embargo, tales limitaciones arbitrarias no sirven a ningún propósito útil. El caso es que existen procesos de formación de oraciones que las gramáticas de estados finitos son intrínsecamente incapaces de manipular. Si estos procesos no tienen un límite finito, podemos prob pr ob ar la inap in aplic licab abili ilida dadd litera lit era l de esta est a teor te oría ía ele m en tal. ta l. Si los proces pro ces os tienen un límite, entonces la construcción de una gramática de estados finitos no será literalmente impensable, va que será posible enumerar las oraciones, y una lista es esencialmente una gramática de estados finitos trivial. Pero esta gramática será tan compleja, que resultará de poca utilidad o interés. En general, se asume que las lenguas son infinitas para simplificar su descripción. Si una gramática no tiene artificios recursivos (es decir, circuitos cerrados, como en (8), en la gramática de estados finitos), será prohibitivamente compleja. Si cuenta con artificios recursivos de alguna especie, producirá un número infinito de oraciones. En una palabra, la aproximación al análisis de la gramaticalidad sugerí
do aquí en términos de un proceso markoviano de estados finitos que prod pr od uce uc e ora cio nes ne s de izq uier ui erda da a de rech re ch a pare pa rece ce lle vam va m os a un calle ca llejón jón sin salida no menos decididamente que las propuestas rechazadas en §2. Si una gramática de este tipo produce todas las oraciones del inglés, producirá también muchas nooraciones. Si produce sólo oraciones del inglés, podemos estar seguros de que habrá un número infinito de oraciones verdaderas, oraciones falsas, preguntas razonables, etc., que simplemente no producirá. La concepción de la gramática que acaba de ser rechazada representa, de cierto m odo, la mínim a teoría lingüística que merece una consideración seria. Una gramática de estados finitos es el tipo más simple de gramática que, con una cantidad finita de mecanismos, puede generar un número infinito de oraciones. Hemos visto que una teoría lingüística tan limitada no es adecuada; nos vemos, pues, forzados a buscar un tipo más poderoso de gramática y una forma más abstracta de teoría lingüística. La noción de “nivel lingüístico de representación” propuesta al principio de esta sección debe ser modificada y reelaborada. Al menos un nivel lingüístico no puede tener esta simple estructura. Es decir, en algún nivel, no se dará el caso de que cada oración es representada simplemente como una secuencia finita de elementos de algún tipo, generados de izquierda a derecha por un ingenio muy simple. Otra alternativa es renunciar a encontrar un conjunto de niveles fi n it o , ordenado de arriba a abajo, construido de modo que po da m os gene ge nera rarr tod as las ora cio nes ne s form fo rm ulan ul an do las secu se cuen encia ciass pe rm itida iti da s de los elementos del nivel más alto, la constitución (“constituency”) de cada uno de los elementos del nivel más alto en términos de elementos constitutivos del segundo nivel, etc., para terminar formulando la constitución fonémica de los elementos del penúltimo nivel.4 Al principio de §3 prop pr op usim us im os el esta es tabl blec ec im ient ie ntoo de niveles nive les de este m od o co n el pr op ós ito it o de 4. Una tercera tercera alternativa alternativa sería retener la noción de nivel lingü ístico com o un simple método lineal de representación, pero ¿enerar al menos uno de esos niveles de izquierda a derecha por medio de un ingenio con más capacidad que un proceso maikoviano de estados finitos. Son tantas las dificultades que plantea la noción de nivel lingüístico basada en la generación de izquierda a derecha, tanto en términos de complejidad de la descripción como de carencia de poder explicativo (cf. § 8), que no parece tener sentido explorar más esta avenida. Las gramáticas que examinaremos más adelante que no generan de izquierda a derecha corresponden también a procesos más elementales que los procesos markovianos de estados finitos. Pero quizá son menos poderosas que el tipo de ingenio que sería requerido para la generación directa de izquierda a derecha del inglés. Cf. mi “Three models for the description of lan guage” para un examen más detallado. [Para los resultados de tas investigaciones matemáticas posteriores del autor, véase Chomsky 1963 (resumido en Otero 1968. 2.7) o bien Nelson 1968, ch. 8, o Hopcroft & Ulünan 1969.-C.O. |
simplificar la descripción del conjunto de secuencias gramaticales de fone-
mas. Si una lengua puede ser descrita de una manera elemental, de izquierda a derecha, en términos de un solo nivel (es decir, si es una lengua de estados finitos), entonces esta descripción puede sin duda ser simplificada construyendo dichos niveles más altos; pero para generar lenguas de estados nofinitos, como el inglés, necesitamos métodos fundamentalmente diferentes, y un concepto más general de “nivel lingüístico”.
4.1. Usualm ente, la descripción lingüística al nivel sintáctico es formulada en términos de análisis en constituyentes (“parsing”). Ahora nos preguntamos qué forma de la gramática presupone una descripción de este tipo. No s en co n tram tr am o s con co n que qu e la nue va fo rm a de la gr am átic át icaa es esencialmente más poderosa que el modelo de estados finitos rechazado anteriormente, y que el conceptode“nivellingüístico” asociado a ella es diferente en varios respectos fundamentales. Como ejemplo rruy simple de la nueva forma para las gramáticas asociadas con el análisis en constituyentes, considérese el que sigue: (13) S *• (i) *• F N + F V (Sentencia u oración) (ü) (Frase (Fr ase Arom inal, in al, Frase KerbaJ) KerbaJ) FN Art + N (iii) (Ar tículo , /Vombre) /Vombre) F V > V + FN (iv) A r t >■ th e ‘la’ (v) N -*• wo ma n *mujer!, ball ‘pelota’ (vi) Verbal -* hit ‘golpeó’, took ‘tomó’, etc.
Y de (13) como ia insSupóngase que interpretamos cada regla X trucción “rescríbase X como K” . Diremos que (14) es una derivación de la oración the woman hit the ball *la mujer golpeó la pelota’, en la que les números que van a la derecha de cada línea hacen referencia a la regla de la “ gram ática” (13) usada usada en la construcción de aquella línea a partir de la línea precedente:1
1. Las reglas numeradas nume radas de la gramática gramátic a del inglés a ¡as que se hará rci'crcncia constantemente en las páginas que siguen aparecen reunidas y propiamente ordenadas en § 12, A pénd ice II. II. Las Las conve ncion es notac ional es que usare mos a lo’ lo’ largo de la la discusión de h estructura del inglés son presentadas en §11, Apéndice 1. ¡Véase además el Apéndice genera! y ta segunda parte de !a Introducción.) En su “Axiomatic syntax: the eonstruction and evaluation of a syntactic cakulus” (1955), Harwood describe un sistema de análisis de clases-de-palabras similar en
(14)
5 FN A r t A r t the the the the the the
+FV + N + F V + N + Verbal 4 -F N +‘ N + Verbal -\~FN + woman + Verbal 4 F N +w om an ~¡rh it + FN + wo ma n -\~h -\~hit it -\-Art + N +woman +hit +the +N + w o m a n + h i t 4 the 4 ~ball
(i) (ii)
(üi) (iv)
(V) (Vi)
(ii) (iv)
(V)
Es decir, la segunda línea de (14) es formada a partir de la primera línea rescribiendo S c o m o ' FN + F V de acuerdo con la regla (i) de (13); la om o A r t tercera línea es formada a partir ¡de la segunda rescribiendo F N c om 4 N de acuerdo con la regla (ii) de (13); etc. Podemos representar la derivación de (Í4) de un modo obvio por medio del diagrama siguiente: (15)
la forma al sistema desarrollado más1adelante para la estructura ahormacional El sistema que' describe trataría sólo de la relación entre A rt + N + Verbal -f -f A rt + A' y the 4- w o m a n + h i t + t he he + ba ll en el ejemplo presentado en (13)-(15); es decir, la gramática gramática co nten dría la “'cadena inicial” A rt + /V + Verbal + + A rt + N y reglas como (13 iv-vi). Sería, pues, un sistema rnás débil que la teoría elemental examinada en § 3, ya que no pod rí» generaj con una gramática finita una lengua lengua infinita. {Cf. la nota anterior.} Si bien la exposición formal de Haxwood (pp. 409-11) trata sólo del análisis en clases de palabras, h aplicación lingüística (p. 412) es un caso de análisis en cons titu yen tes inm ediato s, en el que las las clases m se supone que son clases de secuencias-de-palabras, a lo que parece. Sin embargo, esta aplicación así extendida no es del todo compatible con la exposición formal. Por ejemplo, ninguna de las medidas de justeza de acoplamiento (“goodness of fit”) puede sostenerse sin revisión bajo esa interpretación interpretación del formalismo.
El diagrama (15) transmite menos información que la derivación (14), ya que no nos dice en qué orden fueron aplicadas las reglas en (14). Dado (14), podemos construir (15) de una sola manera, pero no viceversa, ya que con un orden diferente de aplicación de las reglas es posible construir una derivación reducible a (15). El diagrama (15) retiene sólo lo que es esencial en (14) para la determinación de la estructura ahormacional (análisis en constituyentes) de la oración derivada the woman hit the ball Una secuencia de palabras'de esta oración es un constituyente de tipo Z si se remonta a un solo punto de origen en (15) y este punto de origen lleva el rótulo Z. Así, por ejemplo, hit the ball ‘golpeó la pelota’ se remonta a F V en (15); por tanto, hit the ball es un F V en la oración derivada. Pero woman hit ‘mujer golpeó’ no se remonta a un solo punto de origen en (15); por tanto, woman hit no no es un constituyente en absoluto. Decimos que dos derivaciones son equivalentes si son reducibles al mismo diagrama de la forma (15). A veces una gramática puede permitirnos construir derivaciones noequivalentes para una cadena de palabras dada. En tales circunstancias decimos que se trata de un caso de ''''homosi la gramática es correcta, esa cad ena de la nimia construccionar \ 2 y, si lengua tiene que ser ambigua. Volveremos sobre la importante noción de homonimia construccional más adelante. Resulta claro que una generalización de (13) es necesaria. Tenemos que ser capaces de limitar la aplicación de una regla a un contexto determinado. Así, por ejemplo, A r t puede ser rescrito a ‘un’ si el nombre que lo sigue sigue es singular [abreviadamente, sw#], pero no si es es plural [p/]; de mane ra análoga, Verbal puede ser rescrito hits ‘golpea’ si el nombre que lo precede es woman ‘mujer’, pero no si es women ‘mujeres’. En general, si queremos limitar la rescrituración de X como Y al contexto Z __ ____ ____ __ W, podemos formular en la gramática la regla (16)
Z + X + W -* Z + K + W
Por ejemplo, en el caso de formas verbales singulares y plurales, en vez de añad ir a (13 ) la regla regla Verbal-*hits, debemos añadir (17)
F N S i„g i„g + Verbal ~*FN3lng + hits
2. Véase §8.1 para algunos algunos ejemplos de homonim ia construccion al. Para Para un logical structure structure o f linguistic linguistic the ory y “Three examen más detallado, véase mi The logical models for the description of language”, C. F. Hockett, “Two models of grammatical description” (1954), y R. S. Wells, “Immediate constituents” (1947).
indicando asi que Verbal es rescrito hits sólo en el contexto FNsing __ ____ ____ __ . Correspondientemente, la regla (13ii) tendrá que ser reformulada para pa ra in clui cl ui r FN$ing y FN P¡.3 P ¡.3 Es ésta una generalización de (13) que no pl an tea te a di fic ul tad ta d alg una. un a. Sin em ba rgo, rg o, un a prop pr op ieda ie da d de (1 3 ) de be ser pres pr eser erva vada da,, co m o lo es en (1 7 ): no es posib po sib le resc re scrib rib ir más má s que qu e un solo so lo elemento en cada regla; es decir, en (16), X tiene que ser un solo símbolo como A r t o Verbal, y no una secuencia como A r t + N. Si esta condición no es satisfecha, no podremos recuperar apropiadamente la estructura ahormacional de las oraciones derivadas a partir de los diagramas de la forma (15 ) asociados a ellas, ellas, como como hicimos en lo lo que precede. Podemos ahora describir más generalmente la forma de la gramática asociada con la teoríadelaestructura*lingüística basada en el análisis en constituyentes. Cada una de tales gramáticas es definida por un conjunto finito £ de cadenas inici iniciales ales y un con junto finito F de “fórmulas instruc cionales” de la forma X ~ * Y , interpretada “rescríbase X como Y " . Aunque X no tiene que ser un solo símbolo, no es posible rescribir más que un solo
3. Así, pues, en una gramática.más comp leta, la regla regla (13ii) podr ía ser reempla zada por un conjunto de reglas que incluyese las siguientes:
(™pl F/Vsing~ * A r t + N + 0 ( + FP) (Frase P re posicional) FNvi -*Ari +N + s (+ FP)
donde S es el morfema que es singular para los verbos y plural para los nombres (comes ‘viene’, b o ys ‘mu chac hos’), y 0 e s el morfema que es singular singular para para los nom bres y plural para los verbos ( b o y ‘muchacho’, co m e ‘vienen’, Venir’). Omitiremos toda mención de la primera y la segunda persona a lo largo de este estudio. La identificación del afijo-de-número nominal y verbal es, en realidad, de validez muy dudosa. [En una exposición menos simplificada de la gramática del inglés, habría que distinguir el morfema de plural para los nombres, que es muy similar al del español (cf. Fo ley 19 66 , J. W. W. Harris 197 0) , del morf ema de plural de ta ta tercera persona para para las formas verbales, que en español es el sufijo -n (dan, ven). Y al incluir también la primera y hi segunda persona, habría que dar razón de las relaciones de concordancia ( / am ‘y° soy’, y o u are ‘tú eres/usted es/ustedes son’), que en español son más complejas que en inglés. En español habría que dar cuenta además de la concordancia de género o número entre núcleos y modificaciones [ tira no (s) de sp ia da do s( s) , tir a nía (s) de sp ia da da (s)} . Son precisamente españoles los ejemplos utilizados en uno de los tratamientos más tempranos del tema en términos transformacionales (Postal 1964, ch, 4, VIII). Pero todo esto no atañe directamente a la tesis de este libro. Repárese en que (16) es equivalente a X —* Y/Z _______ W, formulación más _______W, perspicua.-C.O.]
símbolo de X al formar K En la gramática (13), el único miembro del conjunto 2 de cadenas iniciales iniciales era el sím bolo s, y ^c on sta ba de las las regl reglas as (i)'(vi); pero pudiéramos desear extender 2 pa ra in cl ui r, po r ejem ej em pl o, S declarativa, declarativa, S interrogativa, interrogativa, como símbolos adicionales. Dada la gramática [2, F ], definimos una derivación como una secuencia de cadenas finita, empezand o con una cadena inici inicial al de 2 , y siendo derivada derivada cada cadenade cadenade lasecuencia a partir de la cadena precedente mediante la aplicación de una de las fó rmulas instrucc ión ales ales de F. Así, por ejemplo, (14) es una derivación, y la secuenciadecadenas de cinco términos que consta de las cinco prim pr im era s lín ea s de (1 4) es tam ta m bién bi én un a de riv ació ac ión. n. Cier Ci ertas tas deriv de riv acio ac ione ness son derivaciones terminadas, en el sentido de que su cadena final no puede ser rescrita ni una vez más por las reglas de F . Por ejemplo, (14) es una derivación terminada, pero la secuencia que consta de las primeras cinco líneas de (14) no lo es. Si una cadena es la última línea de una derivación terminada, decimos que es una cadena terminal. Por ejemplo, th e 4 woman 4 h it 4* th e + ball es una cadena terminal de la gramática (13). Algunas gramáticas de la forma [2, F ] pueden no tener ninguna cadena terminal, pero a nosotros nos interesan sólo gramáticas que tengan cadenas terminales, es decir, que describan alguna lengua. Llamamos lengua ter ninal a un conjunto de cadenas si es el conjunto de cadenas terminales p,*ra alguna gramática [2, F ]. Así, pues, cada una de tales gramáticas define alguna lengua terminal (quizá la la lengua ;‘vacía” ;‘vacía” , que no con tiene ninguna oración), y cada lengua terminal es producida por alguna gramática de la F] . Dadas una lengua terminal y su gramática, podemos reconsforma [2, F]. truir la estructura ahormacional de cada oración de la lengua (cada cadena terminal de la gramática) considerando los diagramas de la forma (15) asociados a ella, como vimos anteriormente. También podemos definir las relaciones gramaticales de estas lenguas de un modo formal en términos de los diagramas asociados. 4.2. En §3 consideramos lenguas, llamadas “lenguas de estados finitos”, que eran generadas por procesos markovianos de estados finitos. Ahora estamos considerando lenguas terminales que son generadas por sistemas de la forma [2, F], Estos dos tipos de lenguas están relacionadas del modo siguiente: Teorema,— Toda lengua de estados finitos es una lengua terminal, pero hay lenguas leng uas term te rmina ina les que qu e no son lenguas leng uas de esta es tado do s fi n ito it o s.4 4. Para Para las prueb as de este est e y otros teoremas relacionados sobre el poder relativo de las g r a m á t i c a s , véase mi “Three models for the description of language”. [Cf. §3, n. 4.-C.O.)
Lo que quiere decir este teorem a es que la descripción en térm inos de estructura ahormacional es esencialmente más poderosa que la descripción en términos de la teoría elemental presentada antes en §3. Asi, por ejemplo, ja len gua gu a (J Ui), que qu e co ns ta de to da s las cade ca dena nass a i , aabb, aaabbb, . . . puede pued e ser prod pr od uc ida id a po r la gram gr am ática át ica [S, F ] de (18) (1 8) : (18)
X : 'Z " F : Z ~ * a b Z ~~>a ~~>aZb Zb
Esta gramática tiene la cadena inicial Z (como la de (13) tiene la cadena inicial S ) y tiene dos reglas. Fácilmente se puede ver que cada derivación terminada construida a partir de (18) termina en una cadena de la lengua (10i), y que todas las cadenas de ese tipo son producidas del mismo modo. De manera análoga, las lenguas de la forma (lOii) pueden ser producidas por gram gr am ática át ica s [2 , F ], Sin em barg ba rgo, o, la lengua leng ua (lO (l O iii) ii i) no pued pu edee ser p ro du cida por una gramática de este tipo.*6 En §3 señalamos que las lenguas (lOi) y (lOii) correspo nden a subpar tes del inglés, y que por tanto el modelo de procesos markovianos de estados finitos no es adecuado para el inglés. Ahora vemos que el modelo ahormacional no resulta deficiente en tales casos. No hemos probado la adecuación del modelo ahormacional, pero hemos mostrado que grandes parte pa rtess del inglés inglé s que qu e lit eral er alm m en te no pued pu eden en ser se r desc de scrita rita s en térm té rm inos in os del modelo de procesos de estados finitos pueden ser descritas en términos de estructura ahormacional. Nótese que en el caso de (18) podemos decir que en la cadena aaabbb de (lOi), por ejemplo, ab es un Z, aab b es un 2, y aaabbb es un Z . 5 Así, pues, esta cadena concreta contiene tres “frases”, 'cada una de las cuales es un Z . Esta es, por supuesto, una lengua muy trivial. Es importante observar que en la descripción de esta lengua hemos introducido un símbolo Z que las oraciones de esta lengua no contienen. Éste es el hecho esencial respecto a la estructura ahormacional que le da su caráct carácter er “ab stracto” . Obsérvese también que tanto; en el caso de (13) como en el de (18), y en todo sistema ahormacional, cada cadena terminal tiene muchas representaciones diferentes. Por ejemplo, en el caso de (13), la cadena terminal the woman hit the ball es representada por las cadenas S, FN + FV, Art + *6. Esto es exa cto si se ent ien de que se refiere a una gramática ahormacional simple (independiente del contexto), pero no si la gramática es dependiente del contexto (cf. 5.5). Véase Intr., IL1.-C.Ó. 5. Don de “es un” es la relación definida en §4 .1 en términos de diagrama diagramass tales tales como (15). [Véase la Introducción, II.l.-C.O.)
N + F V , y todas las otras líneas de (14), y además por cadenas tales como FN + Verbal + FN, Art + N + h it + FN , que aparecerían en otras
derivaciones equivalentes a (14) en el sentido definido entonces. Así, pues, en el nivel de la estructura ahormacional, cada oración de la lengua es representada por un conjunto de cadenas, no por una sola cadena como en el nivel de los fonemas, morfemas o palabras. Por tanto, la estructura ahormacional, tomada como un nivel lingüístico, tiene el carácter fundamentalmente diferente y no trivial que, como vimos en el último párrafo de §3, es requerido para un nivel lingüístico. No podemos establecer una je ra rq u ía en tre tr e las diversas dive rsas re pr esen es en taci ta cion on es de the wom an h it the ball, no po de m os subd su bd ivid iv idir ir el sistem sis tem a ah or m ac iona io na l en un co nj u n to de niveles nive les finito, ordenados del más alto al más bajo, con una representación para cada oración en cada uno de estos subniveles. Por ejemplo, no hay posibilidad de ordenar los elementos F N y F V en su relación mutua. En inglés, las frases nominales aparecen contenidas dentro de las frases verbales, y las frases verbales dentro de las frases nominales. La estructura ahormacional debe ser considerada como un solo nivel, con un conjunto de representaciones para cada oración de la lengua. No hay una correspondencia unaa una [biyección] entre los conjuntosderepresentaciones propiam ente selecseleccionados y los diagramas de la forma (15).
4.3. Supóngase Supóngase que por medio medio de una gramática gramática [2, F ] podemos generar todas las secuenciasdemorfemas gramaticales de una lengua. Para completar la gramática tenemos que formular la estructura fonológica de esos morfemas, de modo que la gramática produzca las secuenciasdefonemas gramaticales de la lengua. Pero esta formulación (que llamaríamos la mor fo fo n ém ic a de la lengua) puede también ser dada por medio de un conjunto de reglas de la forma “rescríbase X como Y” , e.g. para el inglés:*7 *7. Como en otros puntos (cf. 9.2 , n. *19 ), en lo lo que respecta a las “d ifíciles e inttincadas” cuestiones de la morfología se diría que este libro representa un estado más avanzado que muchas investigaciones posteriores (Intr., II, n. 19). Aunque sus “reglas morfofonémicas” son las menos desarrolladas, los escasos y vagos comentarios que las acompañan dejan entrever al menos la necesidad de un “nivel morfológico” (8.1), y de “reglas morfológicas” (7.1) que no parecen tener el carácter de “reglas de reajuste” (C homsk y & Halle Halle 1966, 1.5.1; III. 1.1). C om o en ot ros cas os, ia versión original de 1955 (II.8, V.43) es más completa y sin duda mucho más satisfactoria, pues postula postula explícitam ente una morfolog ía (cf. el capít ulo 1 y la la sección 8.1 8.1.. del presente libro) o nivel morfológico, distinto del “nivel fonémico”. Bien es verdad que esas “reglas morfológicas” convierten una cadena de “morfemas” en una cadena de fonemas; en particular si un “morfema” es proyectado en la unidad o elemento neutral del nivel fonémico, i,e., si desaparece, es un “morfema cero”. Nótese, sin embargo,
(19)
(i) w a l k ~ * / w q k / (ii) ta k e 4- p a s t ~+ / tu tu k / (iii) h i t + p a s t / h i t /
(iv) /. . . £ / + p
/. . .D/ 4 /id/ /i d/
( d o nd n d e D = / t / o / d/ d/ > (v) /. . .Csorda/ .Csorda/ 4-patíf -» /. . .Csorda/ 4 -/ t/ ( d o n d e C = C o n s o n a n te te ) (vi) p a s t ^ f d f (vii) ta k e / t e y k / etc.
o algo por el estilo. Nótese, dicho sea de paso, que el orden entre estas reglas reglas tie ne que ser defini do —e.g., (ii) tiene que prec eder a (v) o (vii), o derivaremos formas tales como /teykt/ para el prete'rito de take ‘tomar’. En estas reglas morfofonémicas ya no necesitamos requerir que un solo símbolo sea rescrito en cada regla. Podemos ahora extender las derivaciones ahormacionales aplicando (19), a fin de tener un proceso unificado para la generación de secuencias de fonemas a partir de la cadena inicial S. Esto da la impresión de que la escisión entre el nivel ahormacional más alto y los niveles más bajos es arbitraria. En realidad, la distinción no es arbitraria. En primer lugar, como hemos visto, las propiedades formales de las reglas X -* Y que corresponden a la estructura ahormacional son diferentes de las propiedades de las reglas morfofonémicas, ya que en el caso de las primeras tenemos que requerir que un solo símbolo sea rescrito. En segundo lugar, los elementos que figuran en las reglas de (19) pueden ser clasificados en un conjunto de niveles finito (e.g. fonemas y morfemas; o, quizá, fonemas, morfofonemas y morfemas), cada uno de los cuales es elemental en el sentido de que una sola cadena de elementos de ese nivel es asociada con cada oración como que muchos de los “monones” o haces de monones realizados en los morfemas y fonemas son abstractos (cf. 7.1, n. *15): e.g. pa sa do (65), “wh” (7.2 n. 2), etc.; que la conversión de no -pa sa do + “be” en /iz/ (56). pa sa do 4 “eat" “eat" en /eyt/, etc. (en contraposición con algo tan concreto como salí + is salís, por ejemplo) no tiene nada nada de “f on ém ico ” o fo noló gico; y que a un haz de mono nes abstractos, e.g. ( 4 III, III, -plural] corresponde un “morfema cero" que a su vez es proyectado sobre el ele mento neutral del nivel fonémico y no aparece, por tanto, en secuencias de fonemas como /sale/, /pone/, etc. (cf. Intr. 11.2, esp. E.41). Respecto a la definición de orden, téngase en cuenta que es importante distin guir la ordenación extrínseca (la impuesta explícitamente como condición especial) de la ordenación intrínseca (1964, III n. 6), consecuencia de la formulación misma de las reglas (e.g. la aplicación de la (13i) no puede menos de preceder a la de (I3ii), que a su vez tiene que preceder a la de (I3iv) y (13v), etc.). La ordenación extrínseca, cuestión muy debatida, ha sido recientemente (abril 1973) tema de una conferencia organizada por Andreas Koutsoudas en la Universidad de Indiana.-C.O.
su representación a ese nivel (excepto en casos de homonimia), y cada una de tales cadenas representa una sola oración. Pero los elementos que aparecen en las reglas que corresponden a la estructura ahormacional no pueden ser clasificados de ese modo en niveles más altos y más bajos. Veremos más adelante que hay una razón todavía más fundamental para hacer esta subdivisión entre reglas ahormacionates, de nivel más alto, y las reglas de nivel nivel más bajo que convierten cadenas de morfem as en cadenas cadenas** de fonemas. Las propiedades formales del sistema ahormacional constituyen un objeto de estudio de mucho interés, y es fácil mostrar que una elaboración ulterior de la forma de la gramática es no sólo posible sino necesaria. Así, po r ejem ej em plo, pl o, es fácil de ver que qu e sería se ría m uy vent ve ntaj ajos osoo or d en ar las reglas regl as del conjunto F de modo que algunas de ellas puedan ser aplicables sólo des pués pué s que ot ra s ha ya n sido ap lic adas ad as.. Po r ejem ej em plo, pl o, no cabe cab e du da de que queremos que todas las reglas de la forma (17) sean aplicables antes de ninguna regla que nos permita rescribir F N c o m o F N + Preposición + FN, o algo así; de otra manera la gramática producirá nooraciones tales como the wom en near the the tru ck begins begins work at eight las mujeres que están cerca del camión empieza [sic\ su trabajo a las ocho’. Pero esta elaboración plan pl antea tea prob pr ob lem le m as que nos no s llevar lle var ían más allá de los lím ite s de este est e estu es tudi dio. o.
5.1. Hemos examinado dos modelos para la estructura del lenguaje, un modelo propuesto por la teoría de la comunicación basado en una concepción del lenguaje como un proceso markovíano y que corresponde, en un sentido, a la teoría lingüistica mínima, y un modelo ahormacional basado en el análisis en constituyentes inmediatos. Hemos visto que el primero es sin duda inadecuado para los propósitos de la gramática, y que el segundo es más adecuado que el primero, y no es deficiente del mismo modo. Por supuesto, hay lenguas (en nuestro sentido general) que no pueden ser descritas descritas en térm inos de estr uctu ra "'aho "'ahormaci rmacional onal ((lOiii) es una ), pero yo ignoro si el inglés está o no literalmente fuera del abarque de ese análisis.*8 Sin embargo, creo que hay otras razones para rechazar la teoría de la estructura ahormacional como inadecuada para los propósitos de la descripción cripción lingüística. La más fuerte prueba posible de la inadecuación de una teoría lingüística es mostrar que literalmente no puede ser aplicable a alguna lengua natural. Una pruebadeinadecuación más débil, pero perfectamente suficiente, sería mostrar que la teoría puede ser aplicable sólo de modo chapucero; es decir, mostrar que cualquier gramática que pueda ser construida en términos de esa teoría será extremadamente compleja, ad hoc, y nada “reveladora”, que ciertos modos muy simples de describir oraciones gramaticales no pueden ser acomodados dentro de las formas de la gramática asociadas a ellos, y que ciertas propiedades formales fundamentales del lenguaje natural no pueden ser utilizadas para simplificar las gramáticas. Podemos reunir una gran cantidad de datos de este tipo en favor de la tesis de que la forma de la gramática descrita anteriormente, y la concepción delateoríalipgüística que la subyace, son fundamentalmente inadecuadas. El único modo de poner a prueba (“test”) la adecuación de los mecanismos nismos de la teor ía que estam os considerando es inte ntar aplicarla directa directa
*8. La lengua de (lOiii) puede ser descrita por una gramática ahormacional dependiente del contexto (cf. 4.2 y n. *6). Posteriormente se ha argüido que por lo menos una lengua humana no puede ser generada por una gramática ahormacional independiente del contexto (Postal 1964b).-C.O.
mente a la descripción de las oraciones del inglés. Tan pronto consideramos oraciones que no son del tipo más simple, y, en particular, cuando intentamos definir un orden entre las reglas que producen estas oraciones, nos enco ntramos con que se nos plantean numerosas dificultades dificultades y comp licaciones. Sustanciar este aserto requeriría demasiado esfuerzo y espacio, y aquí sólo me cabe afirmar que esto ha sido demostrado de modo bastante convincen te.1 En vez vez de emprende r aq uí este más bien arduo y ambicioso ambicioso curso, me limitaré a esbozar algunos casos simples en los que es posible una considerable mejora respecto a las gramáticas de la forma [2, F \ En §8 sugeriré un método independiente de demostrar la inadecuación del análisis en constituyentes como medio de describir la estructura oracional del inglés.
5.2. Uno de los procesos más productivos para formar oraciones nuevas es el proceso de coordinación. Si tenemos dos oraciones Z + X + W y Z + Y + W, y si X e Y son realmente constituyentes de estas oraciones, en general po de m os form fo rm ar un a nueva nu eva orac or ac ió n Z — X + a n d + Y ~ W [donde el guión indica una subdivisiónde*lacadena impuesta por una transformación (v. §11 ) , and corresponde a ‘y’]. Por ejemplo, a partir de las oraciones (20ab) po de m os form fo rm ar la ora ció n nueva nu eva ( 21 ): (20)
scene - o f the movie - was in Chicago Chicago (a) the scene ‘el lugar lugar de la la película era en en Chicago’ (b) the scene o f the play play was in Chicago ‘el lugar de la obra dra mática —era en Chicago’
(21)
the scene scene - o f the movie and and o f the play - was was in Chica Chicago go
‘el lugar lugar de la película y de la obra dramática era en Chicago’ Sin embargo, si X e Y no son constituyentes, en general no podemos hacer eso.2 Por ejemplo, no podemos formar (23) a partir de (22a*b): 1. Para Para un análisis detallado de e ste problema, véase mi The logical structure of linguistic theory.
2. Los ejem plos (21> (21> y (23 ) son casos extre mo s en los que no hay la la menor duda respecto a la posibilidad de coordinación. Muchos otros casos son menos claros. Por ejemplo, es obvio que Joh n en jo ye d th e bo o k and lik ed th e p la y ka ka Juan le agradó ag radó el libro y le gustó la obra obra dramática’ (una cadena de [a [a forma FN - F V * a n d * F V ) es una oración perfectamente bien-formada, pero muchos pondrían en duda la gramati calidad de, e.g., Jo hn en jo ye d an d m y fr ie n d lik ed the p la y ‘a Juan le agradó y a mi amigo le gustó la obra obra dramática’ (una cadena cadena de la la forma FN * Ve rba l* an d * FN * Verbal ~ FN). En esta última oración, en la cual la coordinación cruza (“crosses over”)
(22)
(23)
(a) the th e — liner l iner sailed down the river ‘el —vapor zarpó río abajo’ (b) th e tugboat chugged chugged up the - river river ‘el remolcador avanzaba avanzaba haciendo ruidos explosivos explosivos río río arriba’ th e liner sailed down the and tugboat chugged up the river
De análoga manera, si X e Y son constituyentes, pero son constituyentes de naturaleza diferente (es decir, si en el diagrama de la forma (15) cada uno tiene un solo origen, pero este origen aparece rotulado diferentemente), en general no podemos formar una oración nueva por medio de la coordinación. Por ejemplo, no podemos formar (25) a partir de (24ab): (24) (25)
scene - o f the the movie - was was in Chic Chicago ago [=20a] (a) the scene t hat I wrote —waj in Chicago (b)the scene — that ‘la escena escena — que yo escribí tenía lugar en Chicago’ the scene scene ~ o f the the movie and that I wrote Chicago* 9
was was in
lindes entre constituyentes, es mucho menos natural que la alternativa Jo hn en jo ye d Juan le agradó la obra dramática y a mi amigo le gustó’, pero no hay alternativa preferible a la primera oración. Las oraciones con una coordinación que cruza lindes entre constituyentes aparecen también, en general, marcadas por rasgos fonémicos especiales tales como pausas extra-largas (en el ejemplo citado, entre liked y th e) , en tonación y acentu ación contrastiva, no-reduc ción de vocales y no-elisión de consonan tes finales en el habla habla rápida rápida,, etc. Rasgos de esta naturaleza marcan normalmente la lectura de las cadenas no-gramaticales. 1:1 modo más razonable de describir esta situación parece ser una descripción como la siguiente: Para formar oraciones plenamente gramaticales mediante coordinación, es necesario unir constituyentes no compuestos; si unimos pares de constituyentes y estos son constituyentes primordiales (i.e., los “más altos” en el diagrama de (15)), las oraciones resultantes no son plenamente gramaticales; cuanto más completamente violamos la estructura constitucional mediante la coordinación, tanto menos grama tical es la oración resultante. Esta descripción requiere que generalicemos la dicoto mía gramatical/agramatical desarrollando una noción de grado de gramaticalidad. Sin embargo, es inmaterial a nuestro propósito la cuestión de si decidimos excluir oraciones tales como Joh n en jo ye d an d m y fr ie nd lik ed th e pl ay como agramaticales, si las incluimos como no del todo gramaticales (‘‘semi-grammatical”), o si las incluimos como plenamente gramaticales pero con rasgos fonémicos especiales. En todo caso, forman una clase de oraciones distintas de Jo hn en jo ye d th e p la y an d lik ed the bo o k , etc., en las cuales la estructura constitucional es preservada perfectamente; y, por tanto, nuestra conclusión de que la regla para la coordinación tiene que hacer referencia explícita a la estructura constitucional es válida, ya que esta distinción tendrá que ser indicada en la gramática. [Cf. §2.4 n. 2, y 5.4 n. 7. Sobre la importante y debatida distinción entre gra má tic a o co no ci m ie nt o de la lengu a co m pe te nc ia gramatical) y hab la o uso de la lengua ( ac ac tu ac ió n hablística), y la ( co distinción correlativa entre gra ma tic ali da d y ac ep ta b ili da d , véase la Introducción, II.2.-C.0.1 *9. Como las diversas acepciones de sce ne corresponden a palabras españolas the pl ay an d m y fr ie n d lik ed it ‘a
De hecho, la posibilidad de coordinación es uno de los mejores criterios pa ra la d eter et er m inac in ac ión ió n inicia ini ciall de la es tru tr u ct ur a ah or m ac io na l. Po de m os simsim plifi pl ifica carr la desc de sc rip ció n del proc pr oc eso es o de co or dina di na ción ci ón si trat tr ataa m os de esta es tabl bleecer constituy entes inmediatos de m odo que sea valeder valederaa esta regla: regla: (26)
Si S i y S 2 son oraciones gramaticales, y S \ difiere de S 2 sólo en que X aparece en S \ mientras Y aparece en S j (es decir, = . . .X. . . y S 2 - • • ■Y. . .), y X e Y son constituyentes del mismo tipo en S 1 y S 2, respectivamente, entonces S 3 es una oración, donde S 3 es el resultad o de reemplaza r X por X+ X + an d+ Y en S , (es decir, S j =. . . X X + a n d + Y . . .).
Aunque otras cualificaciones son necesarias en este punto, la gramática queda enormemente simplificada si establecemos los constituyentes de modo que la regla (26) sea valedera al menos aproximadamente. Es decir, es más fácil formular la distribución de an d ‘y’ me dian te cualificaciones de esa regla que hacerlo directamente sin esa regla. Pero ahora se nos plantea la siguiente dificultad: No podemos incorporar la regla (26), ni nada por el estilo, a una gramática [2, F ] de estructura ahormacional por razón de ciertas limitaciones fundamentales de esas gramáticas. La propiedad esencial de la regla (26) es que para aplicarla a las oraciones S 1 y par paraa forma r la oración nueva tenemos que conoce r no sólo la forma real de j y S 2 sino tambie'n tambie'n su su estruc tura en constitu yen tes —tenem os que cono S j cer no sólo la figura final (“final shape“) de esas oraciones, sino también su “historia derivacional” respectiva. Pero cada una de las reglas X Y de la gramática [S,/7] es aplicable o no es aplicable a una cadena dada en virtud de la sustancia real de esa cadena. La cuestión de cómo esa cadena fue asumiendo gradualmente esa forma no hace al caso. Si la cadena contiene X como subcadena, la regla X Y es aplicable a ella; si no. la regla no es aplicable. diferentes, la glosa de (25) no puede servil de contrapartida del ejemplo inglés, el cual puede ser reemplazado por el siguiente: (i) (a) el guión —d e la película - va al grano (b) el guión guión - q u e y o escr escrib ibíí - va al grano grano el guión guión - de / j pe líc ul a y qu e y o esc rib í - va al grano (ii) Otro tanto cube decir de
cuya contrapartida pudiera ser ser (iv):
(iii) (a) el - trcxulúitt trcxulúittnso nso se dirigió dirigió hacia hacia el - puer to (b,) el - remolcador 2 arp ó d el - pu er to el - tra sat lán tic o se d irig ió hacia el y el re m ol ca do r za rp ó d e l - pu er to (iv) 1955, VII.60.1). Véase luir. II.I. Nótese que (26) es una regla transformacional, i.e. una función bo na fi d e que preserva la “gramaticalidad" (7.5). Como se sabe, las reglas transformacionales son operaciones dependientes do la estructura (1972a, III; 1971a, I).-C.O.
Podemos plantear esto de un modo algo diferente. La gramática [X, F] puede pue de tam ta m bi én ser se r co ns ider id er ad a co m o un proc pr oces esoo m uy ele m en tal ta l que qu e gene ge nera oraciones no de “izq uierda a derecha ” sino de “arriba a abajo ” . Sup ongamos que tenemos esta gramática de estructura ahormacional:' (27)
Z : S F: X \ - * Y ,
Entonces podemos representar esta gramática como una máquina con un número de estados internos finito, incluyendo un estado inicial y un estado final final [cf. § 3 . 1 n. *5 *5 j. En su estado inicia iniciall puede produ cir solamente solamente el el elemento S, pasando asi a un estado nuevo. Entonces puede producir cualquier cadena Y\ tal que £ »• Y[ es una de las reglas de F en (27), pasan pas ando do o tra tr a vez a un ei ta d o nuev nu evo. o. Sup ónga ón gase se que Y\ es la cadena . ,X¡. . . Entonces la máquina puede producir la cadena. . . Yv . . ‘"aplicando” la regla >Y La má quin a pasa de este mo do de esta do a estad o hasta que finalmente produce una cadena terminal; ahora está en el estado final. Así, pues, la máquina produce derivaciones en el sentido de §4. Lo que importa es que el estado de la máquina es determinado completamente por la cadena cad ena que qu e acaba aca ba de pr od u cir ci r (es decir de cir , po r el últim úl tim o paso pa so p s t e p ” ] de la derivación); más específicamente, el estado es determinado por el subconjunto de elementos "zurdos” X¡ de F contenidos en esa cadena prod pr od ucid uc idaa en úl tim o lugar. luga r. Pe ro la regla (2 6) requ re quier ieree una un a má quina qu ina más podero pod erosa, sa, la cual cu al pued pu edee "volv "v olver er la vista” vis ta” hacia haci a las cade ca dena nass an teri te rior or es de la derivación para determinar cómo producir el paso siguiente de la derivación. La regla (26) es también fundamentalmente nueva en un sentido diferente, pues hace referencia esencial a dos oraciones distintas .St y S 2. pero en las gramáticas del tipo [Z,F] no hay posibilidad de incorporar tales referencias dobles. El hecho de que la regla (26) no puede ser incorporada a la gramática de estructura ahormacional indica que aun si esta forma para la gramática no es literalmente inaplicable al inglés, es ciertamente inadecuada en el sentido más débil, pero suficiente, considerado más arriba. Esta regla lleva a una considerable simplificación de la gramática; de hecho, prop pr op orci or cion onaa uno un o de los mejor me jores es crite cr ite rio s para de term te rm in ar có m o estab es tab lec er constituyentes. Veremos más adelante que hay muchas otras reglas del mismo tipo general de (26) que representan el mismo papel dual.
5.3. En la gramática (13) dimos sólo un modo de analizar el elemento Verbal, a saber, como hi t (cf. (13iv)). Pero aun con la raíz verbal fijada (digamos, como take ‘tomar’), hay muchas otras formas que el elemento Verbal puede asumir, e.g., takes ‘toma’, has + taken ‘ha + tom ado’, will f take ‘tomará’, has + been + taken ‘ha f sido 4 tomado/a’, is -\-being + taken ‘está 4 siendo f tomado/a’, etc. El estudio de estos “verbos auxiliares” resulta decisivo en la elaboración de la gramática del inglés. Veremos más adelante que su comportamiento es muy regular y fácil de describir cuando es observado desde un punto de vista que es muy diferente del desarrollado más arriba, aunque parece ser muy complejo si intentamos incorporar esas frases directamente en una gramática [S,/7]. Considérese en primer lugar los auxiliares que aparecen inacentuados. Por ejemplo, has ‘ha’ en Jo hn has rea d th e b o o k ‘Juan ha leído el libro’, rea d b o o ks ‘Juan sí lee libros’.3 Podemos pero per o no does en Jo h n do es read formular la aparición de esos auxiliares en las oraciones declarativas añadiendo a la gramática (13) las regla reglass siguientes: * 10 (28)
Verbal al -*A ux 4 V (i) Verb (ii) V - * h i t ‘golpear’, ‘golpear’, take ‘tomar’, walk ‘andar’, ‘andar’, read ‘leer’, etc. (iii) A u x -* T (M) ( have f en ) ( be -\-ing) (be -\-en) can, may, shall, must (iv)
(29)
(i)
T~*i i en el contexto FNsing ___ ______ _____ __ 1 en el contexto FNp¡ __ _____ r 4 j ( pasa pasado do (ii) Hagamos que A f represente uno de los afijos ing,en, ing,en, s, 0 , pasado, pasado , y que v represente be o have o cualquie r Mo M o V (es decir, cualquier noafijo de la frase Verbal). Entonces:
3. Volvemos sobre el auxiliar acentuado do más adelante, en §7.1, (45)-(47). (Esta función de d o no tiene contrapartida en español.-C.O-1 *10. Cf. (28ii) y 7.4, (84) y (91). El equivalente de (28iii) en españo l sería (cf. Intr. II.2, esp. E.28): Aux - + T (M) (M) (“haber" (“haber" + participio) participio) (“estar” + participio) (“ser” + participio) donde las expresiones entre comillas son como abreviaciones del conjunto de rasgos distintivos correspondiente (sobre el “ser” de ta pasiva, véase 5.4). En la teoría refornmlada (cf. Intr. II.2, esp. £.37), el símbolo v de (29ii) y § 12 no. 20 (cf. 1972b, III. III. 1.2) podría ser reemplazado por [ +V], +V], en cu yo caso habría aún men os justific a ción paja incluir M en la regla de esta nota (cf. Intr. (I, esp. ft.39).-CO. 4. Asum imos aqu í que la regla regla (1 (1 3ii) ha sido extendid a de la manera manera indicada en la nota 3 de §4.1, o algo por el estilo.
> v -\-Af$, A f + v — donde # e s interpretado interpretado como linde linde dicci diccional onal (“word bound ary”).5 ary”).5 ______ __ A A f. (iii (iii)) Reempláces Reemplácesee + por # excepto en el el contexto v ____ Insértese # al principio y al final de de la cadena. La interpretación de las notaciones de (28iii) es como sigue: Tenemos que seleccionar el elemento T, y podemos seleccionar alguno o algunos o ninguno de los elementos en paréntesis, en el orden dado* En (29i) podemos desarrollar T com o uno de los tres morfe mas , observand o las restricciones contextúales dadas. Como un ejemplo de de aplicación aplicaciónde de e stas reglas, co nstruimos la siguiente derivación en el estilo de (14), omitiendo los pasos iniciales: (30)
(13iv) the + woman f Verbal + the + book the th e 4 woman -\-Aux + V + the + book (28i) (28ii) th e + woman + Au x + read read + the + book the + woman + T +have f en 4 be + ing (28iii) + read read + the -\-book (seleccionamos los elementos T, have +cn, y be 4 -ing) th e 4 woman 4 s + have f en +be +ing j (29i) read-h the + b o o k # (2 9ii )—tres veces veces th e + woman + have + s # be read 4 ing # the -\-book #t h e# w ornan ornan *rha *rhave ve e+en r-rea d+in gjrth e^bo ok (2?iii)
Las regias morfofonémicas (19), etc., convertirán la última línea de la derivación en (3 1)
the woman has been reading the book
‘la mujer ha estado leyendo el libro’ en transcripción fonémica. De análoga manera pueden ser generadas todas las otras frases auxiliares. Volveremos luego sobre la cuestión de que hay que imponer restricciones adicionales a estas reglas para que sólo sean generadas oraciones gramaticales. Nótese, dicho sea de paso, que las reglas 5. Si estu viése mo s formu lando la teoría de la gramática más cuida dosa men te, interpretaríamos # como el operante de la concatenación al nivel diccional, mientras que * es el operante de la concatenación al nivel ahormacional. La regla (29) formaría, pues, parte de la definición de una proyección ("mapping”) que transporta ciertos objetos del nivel ahormacional (esencialmente, diagramas de la forma (15)) a cadenas de palabras. Para una formulación más cuidadosa, véase mi The logtcal stru c ture o f l ing uis tic th eo ry .
morfofonémicas tendrán que incluir reglas tales como will will 4 pas ado ad o -+wo -+ wo uld . Estas reglas pueden ser eliminadas si rescribimos (28iii) de modo que o bien T o bien M (pero no los dos) puedan ser seleccionados. Pero en tal caso habría que añadir las formas would, could, might, should a (28iv), y ciertas formulaciones de “secuencias de tiempos” resultan más complejas. Es indiferente para nuestra discusión ulterior cuál de esos análisis alternativos es adoptado. Otras revisiones menores son posib po sibles les.. Nó tese te se que qu e par a aplic ap licar ar (2 9 i) en (3 0 ) tuvi tu vimo mo s que qu e h ac er uso del he cho ch o de que th e + woman es una frase nominal singular (= FNsing). Es decir, tuvimos que hacer referencia a un paso anterior de la derivación para determinar la estructura en constituyentes de the + woman. (La alternativa de ordenar (29i) y la regla que desarrolla FNsing como th e + woman de modo que (29i) deba preceder a la otra regla no es posible, por razones varias, algunas de las cuales aparecen más adelante.) Por tanto, (29i), como (26), sobrepasa el carácter markoviano elemental de las gramáticas ahorma cionales, y no puede ser incorp orada de ntr o de una gramá tica [S ,/7]. ,/7]. La regla (29i) viola los requisitos de las gramáticas [2, F] aún más severamente. Requiere Requiere también hacer referencia referencia a la estructura con stitucional (es decir, a la historia anterior de la derivación) y, además, no tenemos posi po sibi bilid lidad ad alguna alg una de expr ex pres esar ar en térm té rm inos in os ah or m ac iona io na les le s la invers inv ersión ión requerida. Nótese que esa regla es útil en otras partes de la gramática, al menos en el caso en que A f es ing. Así, por ejemplo, los los morfemas to e ing representan un papel muy similar dentro de la frase nominal en el sentido de que convierten frases verbales en frases nominales, dando e.g.*11 *11. No parece parece que que las las constru cciones de infinitivo como to p ro ve th a t th eo re m sean dominadas por un FN (Emonds 1970a, esp. 1.6). Si no lo son, to no puede aparecer en la rcfjla (33). La otra paite de la regia (cf. 5,3) no tiene contrapartida en español. Las formas terminadas en ing que genera (33) suelen corresponder a nominalizaciones derivadas de raíces verbales, como en la glosa de (32). La relación de cada una de estas nominalizaciones con el verbo correspondiente es más o menos idiosincrática (los diccionarios dejan mucho que desear en este sentido). Las más regulares son las del tipo ac tu ac ió n ‘acción de actuar’, importación ‘acción de importar’, etc. Compárese, e.g., pr ob ar .pru eb a, rehusar: rehúsa, luch ar: lucha (cf. 9.2.7), co m ba tir .-co mb ate , des co nt ar :d es cu en to , lee r.l ect ura , ma tar .-matanza (cf. 8.2, n. *17), adoctrinar: adoctrinar: ado ctri na mi en to, tra ns mi tir .-transmisió n, in ve nta r in ve n ci ó n , . . . Eri algunos casos, e.g., p il o ta r (cf. 8.1), grita r, cocin ar, etc., se impone usar el infinitivo (precedido o no de el) o parafrasear. Con frecuencia, estas nomúaalizaciones son ambiguas (por poca conciencia que el hablante tenga de ello), e.g., pr ue ba puede ser la ‘acción de probar’, i.e. demostración en el sentido de “acción de demostrar’, pr ov in g en inglés (33), o puede ser el resultado de esa acción o algo material que lo contiene, i.e. p r o o f (cf. (cf. the p ro o f wa s di ff ic u lt to un der sta nd ‘la prueba era difícil de entender’); org an iza ció n
(32)
to prove that theorem
l‘probar aquel teorema’ prov pr ov ing th at th eo re m
was difficult
‘fue di fícil’
‘la prueba de aquel teorema’ etc. Podemos sacar partido a este paralelismo añadiendo a la gramática (13) la regla (33) theorem en proving# La regla (29ii) convertirá luego ing + prove + tha t + theorem that 4 theorem . Un análisis más detallado de la frase verbal muestra que, de hecho, ese paralelismo va mucho más lejos. El lector puede determinar fácilmente que para duplicar el efecto de (28iii) y (29) sin sobrepasar los límites de un sistema ahormacional [2,FJ sería necesario dar una formulación bastante compleja. Una vez más, como en el caso del proceso de coordinación, vemos que es posible simplificar significativamente la gramática si se nos permite formular reglas de un tipo más complejo que las que corresponden a un sistema de análisis en constituyentes inmediatos. Permitiéndonos la libertad de (29ii) hemos podido formular la constitución de la frase auxiliar en (28iii) sin tener en cuenta la interdependencia de sus elementos, y es siempre más fácil describir una secuencia de elementos independientes que una secuencia de elementos mutuamente dependientes. Para decirlo de otra manera: En la frase auxiliar liar tenemos en realidad realidad e lementos discontinuos, e.g., en (30), los los elemenelementos have. . .en y be.. .ing. Pero las discontinuidades no pueden ser ser mani mani
puede ser la ‘acción de organizar* o el ‘resultado de organizar* (entre otras cosas), etc. Muchas de estas nominalizaciones tienen también su contrapartida en inglés y entonces sus propiedades léxicas son muy similares (cf. ref usa l, d em o n st ra ro n .), pero e! inglés cuenta además con formaciones regulares de origen transformacional, como pro vin g, generadas por (33). A veces, sin embargo, la transforma y la nominalización léxica son homófonas también en inglés (e.g. rea din g ‘lectura’, fe el in g 'senti m i e n t o sing ing ‘canto’, . ..), por lo que las construcciones que las contienen pueden resultar ambiguas. En cualquier caso, no corresponden nunca a gerundios españoles, lo cual es preciso no perder de vista (cf. 2.3, n. *4). Así, por ejemplo, la expresión Rich ard en jo ys ch ea tin g (cf. 7.3) puede ser interpretada como ‘a Ricardo le encanta defraudar’, en cuyo caso ch ea tin g es análogo a pr ov in g, o como ‘a Ricardo le encanta la defraudación’, en cuyo caso ch ea tin g es análogo a pr o of , y su sujeto puede no ser R ic ha rd (cf. Thompson 1972). La interpretación con gerundio ‘Ricardo goza defraudando’ correspondería más bien a R ic ha rd en jo ys h im se lf ch eat ing , donde chea ting no tiene carácter nominal (cf. 7 .6). V éase 197 2b, I; Jack end off e t a l 1973, , . .
LC.O.
pulad pu ladas as en las gram gr am ática áti cass [ S .F ].6 ]. 6 En (2 8i ii) ii ) tra tr a ta m o s esos eso s el em en to s com co m o si fueran continuos, e introdujimos la discontinuidad por medio de la simplísima regla adicional (29ii). Veremos más adelante, en §7, que este análisis del elemento Verbal sirve como base para un análisisdevarios rasgo simp ortante sdeIa'S sdeIa'SÍnta Íntaxis xisdeNin deNingle' gle'ss de gran alcanc e y ex tre m ad amente simple.
5.4. Como un te rcer ejemplo de la inade cuació n de las con cepc iones ahor macionales, considérese el caso de la relación activapasiva. Las oraciones pasivas pasiv as son form fo rm ad as selec sel eccio cio nand na ndoo el elem el em en to b e + e n ‘ser + participio* de la regla (28iii). Pero las fuertes restricciones sobre este elemento lo hacen único entre los elementos de la frase auxiliar. En primer lugar, be 4 en puede ser seleccionado sólo si el V que lo sigue es transitivo (e.g., was f eaten ‘fue com ido ’ es adm isible, pero was + ocurred ocurred ‘fue ocurrido’ no lo es); sin embargo, con algunas excepciones, los otros elementos de la frase auxiliar pueden aparecer libremente con los verbos. En segundo lugar, be + en no puede ser seleccionado si V va seguido de una frase nominal, como en (30); es decir, FN + is + V + en + F N no es admisible en general, aun cuando V es transitivo (e.g., no podemos formar dinner is eaten John ‘la cena es comida Juan’). En tercer lugar, si V es transitivo y va seguido de la frase preposicional b y + F N ‘por + F N \ t en en e m o s que seleccionarle + e n (podemos formar dinner is eaten by John ‘la cena fue comida por Juan’, ea ting g b y di n ne r ‘Juan está comiendo por la cena’, etc.). pero pe ro no Jo hn is eatin 6. Podríam os internar internar extend er las noc ione s de la estructur a ahorm acion al para para dar razón de las discontinuidades. Se ha señalado repetidamente que surgen dificul tados bastante serias en todo intento sistemático de seguir ese curso hasta el final. Cf. mi “System of syntactic analysis" (1953), C. F. Hockett, “A formal statement of morphemic analysis” (195 2) y 'Two models of grammatical description’' (1954). De manera análoga, se podría tratar de remediar algunas de las otras deficiencias de las gramáticas [£. FJ mediante una formulación más compleja de la estructura ahormacionai. Creo que un enfoque de esa naturaleza no resiste la suficiente deliberación, y que sólo puede llevar al desarrollo de elaboraciones estériles y a d ho c. Parece indudable que las nociones de la estructura ahormacional son completamente adecua das para una pequeña parte de la lengua y que el resto de la lengua puede ser derivado mediante aplicación repetida de un conjunto de transformaciones bastante simple a las las cadenas producidas por la gramática ahormaci onal. Si inte ntá sem os ext end er la la gramática ahormacional de manera que abarcase directamente toda la lengua, perde ríamos la simplicidad de la gramática ahormacional limitada y de la extensión Uansi'ormacional. Tal enfoque no captaría la razón principal de la construcción en niveles (c f. el primer párrafo párrafo de §3 .1 ), a saber, saber, reconstruir la vasta complejidad de la la lengua real más elegante y sistemáticamente extrayendo lo que contribuyen a esta complejidad varios niveles lingüísticos, cada uno de los cuales es simple en sí mismo.
Finalmente, nótese que al desarrollar (13) en una gramática completa y acabad acabadaa tendrem os que im poner m uchas restricciones restricciones sobre la la selección selección de V en términos de sujeto y objeto para permitir oraciones tales como Jo h n admires sincerity ‘Juan admira la sinceridad’, sincerity sincerity frighteñs Joh n ‘la sinceridad atemoriza a Juan’, Jo hn pl ay s g o l f ‘Juan juega al golf, Jo h n drinks wine ‘Juan bebe vino’, y, al propio tiempo, excluir las nooraciones “inversas”7 sincerity admires John ‘la sinceridad admira a Juan’, Jo h n fri gh teñs te ñs si nc er ity it y ‘Juan atemoriza a la sinceri sinceridad', dad', go lf plays J ohn ‘el golf juega a J u a n ’, wine drinks John ‘el vino bebe a Juan’. Pero toda esta red de restricciones resulta del todo insuficiente cuando elegimos be + en como parte part e de la frase fras e au xilia xi lia r. De he ch o, en este es te caso cas o son válidas váli das las mism mi smas as dependencias selecciónales, pero en el orden opuesto. Es decir, a cada je n - b y + oración F N x - V F N 2 corresponde una oración F N 2 - is - V je F N i . Si Si tratam os de inc luir las las pasivas pasivas directa m ente en la gramática (13), te ndre mo s que form ular de , nuevo to das estas restricciones en el el orden opuesto para el caso en que be + en es seleccionado como parte de la frase auxiliar. Esta inelegante duplicación, asi' como las restricciones especiales que atañen al elemento be 4 en, pueden ser evitadas sólo si excluimos deliberadamente las pasivas de la gramática ahormacional y las re introdu cimo s p or medio de una regla como la siguiente: (34)
Si S i es una oración gramatical de la forma F N X - A ux u x - V F N j i entonces la correspondiente cadena de la forma F N 2 - A u x + b e + e n — V — b y + F N {
es también una oración gramatical.
ir e — sin ce rity ri ty es una oración, entonces Por ejemplo, si Jo h n — T — ad m ire sinc sincer erit ityy - T+be+en T+be+en - admire admire - by+John (que (29) y (19) convierten en sincerity is admired by John ‘la sinceridad es admirad a por Ju an ’) es también una oración. Ahora podemos eliminar de (28iii) el elemento be + en, y todas las restricciones asociadas con él. El hecho de que be + en requiere un verbo
7. También aqu aquí' í' podríam os hacer uso de una noción de de niveles de gramatica lidad, como sugerimos en la nota 2 de §5.2. Así, por ejemplo, sin ce rit y ad m ir es Jo hn, aunque claramente menos gramatical que Jo hn ad m ire s si nc er ity , es ciertamente más gramatical que o f ad m ire s J oh n ‘de admira a Juan’. Creo que se puede desarrollar una noción viable de grado de gramaticalidad en términos puramente formales (cf. mi The logical logical structure o f linguistic linguistic theo ry), pero esto sobrepasa los límites del presente estudio. Véase §7.5 para una demostración aún más contundente de que es necesaria la inversión en la pasiva. pasiva. [Sobr e la elaboració n forma l de una escala de gramatic alidad, véase Chomsky 1961a y 1964, 4.1.1.-C.0.1
transitivo, de que no puede aparecer delante de V + FN, de que tiene que aparecer delante de V + b y 4 F N (donde V es transitivo), de que invierte el orden de las frases nominales que lo rodean, es, en cada caso, consecuencia automática de la regla (34). Esta regla lleva, pues, a una considerable simplificación de la gramática. Pero (34) sobrepasa con mucho los límites de las gramáticas [2, F \. Como (29ii), tiene que hacer referencia a la estructura constitucional de la cadena a la que se aplica y efectúa una inversión en esa cadena de una manera estructuralmente determinada.
5.5. Hemos considerado tres reglas ((26), (29) y (34)) que simplifican materialmente la descripción del inglés, pero que no pueden ser incorporadas en una gramática [2,F ]. Hay much as otras regla reglass de este este tipo, alguna algunass de las cuales consideraremos más adelante. El estudio ulterior de las limitaciones de las gramáticas ahormacionales con respecto al inglés nos permite mostrar concluyentemente que estas gramáticas serán tan extraordinariamente complejas complejas que no tendrán apenas interés interés a menos que incorporemos reglas de esa naturaleza. Sin embargo, si examinamos cuidadosamente las implicaciones de esas reglas suplementarias, vemos que nos llevan a una concepción enteramente nueva de la estructura lingüistica. Llamemos a cada una de esas reglas una “transformación gramatical” . Una Una transform ación gramatical gramatical T opera sobre una cadena dada (o, como en el caso de (26), sobre un conjunto de cadenas) con una estructura constitucional dada, y !a convierte en una nueva cadena con una estructura constitucional nueva. Mostrar exactamente cómo es llevada a cabo esta operación requiere un estudio un tanto elaborado que excedería con mucho los límites de estas observaciones, pero pe ro de he ch o pode po dem m os desa de sarro rro lla r un álgebr álg ebraa de las tran tr ansf sfor orm m acio ac ione nes, s, relativamente compleja pero razonablemente natural, que tiene las propiedades aparentemente requeridas para la descripción gramatical.8 Estos pocos ejemplos nos permiten entrever ya algunas de las propiedades esenciales de una gramática transformacional. En primer lugar, resulta claro que tenemos que definir un orden de aplicación de esas transformaciones. La transformación pasiva (34), por ejemplo, tiene que ser aplica8. Para Para una breve present ación de las transform aciones, véase mi “Three model s t'or the description of language”, y para un desarrollo detallado del álgebra transfor macional y de las gramáticas transformacionales, mi The lógical structure o f linguisti linguisticc th eo ry y mi Transformational analysis. Para una aproximación algo distinta al análisis transformacional, véase Z. S. Harris, “Cooccurrence and transformations in linguistic structure”. [Véase § §6 y 7. Para una breve especificación de las gramáticas transfor macionales chomskianas, véase Chomsky & Miller 1963, § 5.-C.O.)
da antes de (29). En particular, tiene que preceder (29), de modo que el elemento verbal de la oración resultante sea del mismo número que el nuevo sujeto gramatical de la oración pasiva. Y tiene que preceder (29ii) de modo que esta regla pueda ser aplicada apropiadamente al nuevo elemento insertado be + en. (Al considerar la cuestión de si (29i) podía o no podía ser ser inco rpora da a una gramática [2 , Z7], hicimos no tar que n o era posible requerir que esta regla fuese aplicada antes de la regla que analiza FNsing en th e 4 woman, etc. Una razón en apoyo de esto resulta ahora obvia: (29i) tiene que ser aplicada después de (34), pero (34) tiene que ser aplicada después de la regla que analiza FNsine o de lo contrario no tendremos las relaciones selecciónales apropiadas entre el sujeto y el verbo y entre el verbo y el “agente” de la pasiva.) En segundo lugar, nótese que ciertas transformaciones son obligato rias, mientras que otras son sólo optativas. Por ejemplo, (29) tiene que ser aplicada a cada una de las derivaciones, o el resultado no será una oración.9 Pero (34), la transform ación pasiva, pasiva, puede ser aplicada aplicada o no en cada caso particular. Tanto si es aplicada como si no lo es, el resultado es una oración. Por tanto, (29) es una transformación obligatoria y (34) es una transformación optativa. Esta distinción entre transformaciones obligatorias y transformaciones optativas nos lleva a establecer una distinción fundamental entre las oraciones de la lengua. Supóngase que tenemos una gramática G que tiene una parte pa rte [2 , F] y una parte transformacional, y supóngase que en la parte transformacional ciertas transformaciones son obligatorias y otras son optativas. Entonces definimos el meollo u hormazón de una lengua (en términos de la gramática G) como el conjunto de oraciones que son producidas cuando aplicamos transformaciones obligatorias a las cadenas terminales de la gramática [Z,F].*12 La parte transformacional de la gramática será 9.
Pero de las tres partes de la reglá (29 i), sólo la tercera es obligatoria. Es decir, puede aparecer después de F.\'si ns o de FN p ¡. Siempre que tenemos un elemento tal como T en (29í) que tiene que ser desarrollado, pero tal vez de varios modos alternativos, podemos ordenar las alternativas y hacerlas todas, excepto la última, optativas, y la última, obligatoria. [La última alternativa incluye "cualquier otro contexto o entorno” (en inglés, “elscwhere”). Sobre sus posibles implicaciones en las reglas reglas fonol ógica s, véase Paul Kípaisk y, “ ‘Elsewh ere’ in phon olog y” , en Anderson & Kiparsky (cds.), 1973.-C.OJ *12 . En la teoría rel'ormulada rel'ormulada (cf. (cf. Intr. Intr. II), el con ce pto de “oración meolla r” no representa un papel destacado en la generación e interpretación de las oraciones (aunque sigue teniendo la misma significatividad intuitiva); la organización de la gramática incluye, además de los “componentes” de (35), un componente semántico (1964, 1.3); 1.3); y el conjunto de transformaciones elementales no incluye p ermutaciones, sino sólo sustituciones, deleciones y adjunciones (1964, III). Sobre la ordenación de las reglas, véase 4.3, n. *7.-C.O.
pas ado
organizada de modo que las transformaciones puedan ser aplicadas a las oraciones meo llares llares u ho rmas (más corre ctam ente , a las las forma s que subya cen a las oraciones meollares, es decir, a las cadenas terminales de la parte [£, F] de la gramática) o a transformas previas. Así, pues, cada oración de la lengua tendrá que o bien pertenecer al meollo o bien ser derivada de las cadenas que subyacen una o más oraciones meollares, por medio.de una secuencia de una o más transformaciones. Estas consideraciones nos llevan a pensar que la estructura natural de las gramáticas es tripartita. Correspondiendo al nivel ahormacional, una gramática tiene una secuencia de reglas reglas de !a form a X Y, y corre spon diendo a niveles más bajos tiene una secuencia de reglas morfofonémicas de la misma forma básica. Estas dos secuencias aparecen unidas por una secuencia de reglas transformacionales. La gramática tendrá, pues, este aspecto: (35)
Z : S
Estructura ahormacional i
Estructura transformacional
Para Para pro ducir una o ración a p artir de una una gramática de este tipo construim os una derivación prolongada empezando con S. Recorriendo las reglas de F construimos una cadena terminal que será una secuencia de morfemas, mas, aunque no necesariamente necesariamente en el el orden correcto. A con tinuación re corremos la secuencia de transformaciones T u ... 7j, aplicando cada una de las que sean obligatorias y quizá ciertas transformaciones optativas. Estas transformaciones pueden reordenar cadenas o pueden añadir o deler morfemas. Como resultado dan una cadena de dicciones. Entonces recorremos las reglas morfofonémicas, convirtiendo así esa cadena de dicciones en una cadena de fonemas. El segmento ahormacional de la gramática incluirá reglas tales como (13). (17) y (28). La parte transformacional incluirá reglas tales como (26), (29) y (34), apropiadamente formuladas en términos que tienen que ser elaborados en una teoría de las transformaciones completa. La parte morfofonémica incluirá reglas tales como (19). Este
esbozo del proceso de generación de oraciones debe (y puede fácilmente) ser generalizado para permitir que reglas tales como (26), que operan sobre un conjunto de oraciones, funcionen apropiadamente, y para permitir que las transformaciones puedan ser reaplicadas a las transformas de modo que pued pu edan an ser pr od uc idas id as orac or ac ione io ne s má s y más comp co mp lejas lej as.. Cuando, en la generación de una oración dada, aplicamos sólo transformaciones obligatorias, llamamos a la oración resultante una oración meollar u horma. La investigación ulterior mostraría que en las partes ahormacional y morfofonémica de la gramática podemos asimismo extraer un esqueleto de reglas obligatorias que tienen que ser aplicadas siempre que se llega a ellas en el proceso de generar una oración. En los últimos párra pá rra fos fo s de § 4 seña se ñalam lam os qu e las reglas regla s ahor ah or m ac io na les le s llevan llev an a una un a concepción de la estructura lingüística y de “nivel de representación” que es fundamentalmente diferente de la proporcionada por las reglas morfofonémicas. En cada uno de los niveles más bajos correspondientes a la tercera parte más baja de la gramática, una oración es representada, en general, por una sola secuencia de elementos. Pero la estructura ahormacional no puede ser subdividida en subniveles: Al nivel ahormacional, una oración es representada por un conjunto de cadenas que no puede ser ordenado en niveles más altos o más bajos. Este conjunto de cadenas que representa la oración es equivalente a un diagrama de la forma (15). Al nive nivell transformacional. una oración es representada representada aun más abstractam ente en términos de una secuencia de transformaciones por las que es derivada, en última instancia, a partir de oraciones meollares (más correctamente, a pa rtir rti r de las cade ca dena nass que qu e suby su by acen ac en las o raci ra cion on es me ollare oll are s). Hay Ha y una un a defin def in ii cióngeneralde“nivel lingüístico'' muy natural que incluye todos estos casos, sos, 10 10 y, com o veremos más adelante, no faltan razones para con siderar cada una de esas estructuras como un nivel lingüístico, Cuando el análisis transformacional es formulado apropiadamente nos encontramos con que es esencialmente más poderoso que la descripción en términos de estructura ahormacional, lo mismo que este último es esencialmente más poderoso que la descripción en términos de procesos markovianos de estados finitos que generan oraciones de izquierda a derecha. En particular, lenguas tales como (lOiii), que sobrepasan los límites de la descripción ahormacional, tal como la hemos formulado [cf. 4.2, n. *6], pueden ser derivadas transformacionalmente.11 Es importante linguistic theor y y Transformational analysis. 10. Cf. The lugical structure o f linguistic 11. Sea G una una gramática gramática [E, F ] que tien e S como cadena inicial y el conjunto de todas las cadenas de os y 6es como su educto terminal. Tal gramática existe. Sea G' la gramática que contiene G como su parte ahormacional, suplementada por la
observar que la gramática queda materialmente simplificada cuando añadimos un nivel transformacional, ya que entonces es necesario proporcionar estructura ahormacional directamente sólo para las oraciones mediares (las cadenas terminales de la gramática [L, F] son justam ente aquellas que subyacen oraciones meollares). Escogemos las oraciones meollares de modo que las cadenas terminales que subyacen el meollo u hormazón sean derivadas fácilme nte por medio de una descripció n [2 , F ], mientras que todas las demás oraciones pueden ser derivadas de estas cadenas terminales por po r tran tr an sfor sf orm m ac ione io ne s fáciles fáci les de form fo rm ular ul ar.. He mo s visto vist o (y volve vo lve rem re m os a ver más adelante) varios ejemplos de las simplificaciones a que lleva el análisis transformacional. Una investigación sintáctica completa del inglés proporciona muchos otros casos. Otra observación sobre las gramáticas de la forma (35) merece ser mencionada. Hemos descrito estas gramáticas como ingenios para generar oraciones. Esta formulación, relativamente conocida, ha llevado a veces a la idea de que hay una cierta asimetría en la teoría gramatical en el sentido de que la gramática adopta el punto de vista del hablante más bien que el del oyente; de que se ocupa del proceso de producir oraciones más bien que del proceso “inverso” de analizar y reconstruir la estructura de una oración dada. En realidad, las gramáticas de la forma que hemos venido considerando son totalmente neutrales respecto al hablante y al oyente, entre la síntesis y el análisis de las oraciones. Una gramática no nos dice cómo sintetizar una oración específica, ni nos dice cómo analizar una oración dada. De hecho, estas dos tareas, que el hablante y el oyente tienen que llevar a cabo, son esencialmente la misma, y las dos caen fuera del alcance de las gramáticas de la forma (35). Cada una de tales gramáticas es simplemente una descripción de un cierto conjunto de oraciones, a saber, las que la gramática genera. Esta gramática nos permite reconstruir las relaciones formales que median entre estas oraciones en términos de las nociones de estructura ahormacional, estructura transformacional, etc. Quizá la cuestión puede ser clarificada por medio de una analogía con una pa rte de la te or ía qu ím ica ic a que qu e tra ta de los co m pu esto es toss es tru tr u ctur ct ur alm al m en te posib po sibles les.. Ca bría br ía decir de cir que esta es ta te o rí a gener ge neraa tod to d os los co m pu es to s fís icaic amente posibles, como una gramática genera todas las oraciones gramáticamente “ posibles” , y que pod ría servir servir como base base teórica para las técnicas técnicas de análisis cualitativo y síntesis cualitativa de compuestos específicos, como sería posible basarse en una gramática en la investigación de problemas especiales tales como el análisis y la síntesis de oraciones concretas. transformación T que opera sobre cualquier cadena K que es un S, convirtiéndola en K+ K. K. En ton ces el educt o de G' G' es (lO iii). [Véase la Intro duc ción, II.—C.O. II.—C.O.JJ
6.1. En § § 3, 4 desarrollamos dos mod elos de la estruc tura lingüística: lingüística: Un modelo muy simple propuesto en la teoría de la comunicación y una versión formalizada del análisis en constituyentes inmediatos. Uno y otro resultaron inadecuados, y en §5 sugerí un modelo más poderoso que combina la estructura ahormacional y transformaciones gramaticales y que pudie pu die ra rem re m ed iar ia r la inad in adec ec ua ción ci ón de los otro ot ro s dos m odelo od elo s. An tes de continuar la exploración de esta posibilidad, quisiera clarificar ciertos pu ntos nt os de vista que suby su by acen ac en el en foqu fo qu e de to do este es tu d io .* 13 *13. Este capítu lo es la la esencia del del libro libro (cf. 9.2 .1, n. *19) y, de de cierto modo, de toda la obra del autor (cf. Intr. II). Trata de teoría de la ciencia (cf. Inti. 1.1) y en particular de la teoría de la ciencia del lenguaje. Para Chomsky, una gramática par ticular es análoga a una ciencia empírica cualquiera (e.g. la embriología) con la significativa diferencia de que, en contraste con el embriólogo, al lingüista le interesa no sólo la teoría particular que trata de construir, sino también la teoría general del lenguaje o gramática universal (1959b; 1972a, II, n. 5), lo cual es de suma importan cia para la filosofía de la ciencia. Para el lingüista, la construcción de una gramática particular, la construcción de la gramática universal, y la justificación de las gramá ticas (preocupación fundamental de esta obra) son tres objetivos interdependientes e inseparables (1955, X.115.3). No se confunda, pues, la “simplicidad” de que habla este capítulo con ninguna noción metodológica del mismo nombre (1964, 1.7; 1972b, III.2.2), ni se crea que al requerir sólo un procedimiento de evaluación el autor aspira a men os que los lingüistas de la generac ión anterior (cf. 1972b , III.2 .2). Una de sus más originales y valiosas contribuciones a la teoría lingüística es la rigurosa sistemati zación formalizada que propone, de precisión matemática hasta donde lo permite el avance de la investigación científica. Otra de sus más originales contribuciones es su concepción de los niveles de representación más abstractos o profundos, y en particular de la "estructura latente”, en la terminología de la versión reformulada (1962, 1964). A este propósito, téngase en cuenta que los diagramas arbóreos como el de 4.1, (15), están vueltos “cabeza abajo" o mejor dicho “raíz arriba” (para algunos estudiosos de los autómatas o de las computadoras electrónicas, Chomsky es el autor que volvió los diagramas arbóreos “cabeza abajo”), con lo que resulta “más alto” (cf. 6.2, 7.2, 8.1, etc.) lo que es en realid realidad ad “ más profund o” (cf. 1955, V.41). Análogamente, la cláusula cláusula principal principal o “más alta” es la “raíz” de una oración compleja, de ahí que Emonds (1970) llame “trans formaciones radicales” a las aplicables sólo a las clausulas “principales” (sobre poco más o menos). Hay un nivel “más alto” que la oración (1955, III n. 2), pero su estudio no es parte del presente libro, como tampoco los niveles “más bajos" como la fonología y ia morfología (cf. 4.3, n. *7). Sobre la relación entre la fonolo-
Nue N ue str a preo pr eo cu pa ción ci ón fu nd am en tal ta l to d o a lo largo lar go de esta est a disc di scus usión ión de la estructura lingüistica es el problema de la justificación de las gramáticas. Una gramática de la lengua L es esencialmente una teoría de L. Toda teoría científica está basada en un número de observaciones finito, y trata de relacionar los fenómenos observados y de predecir fenómenos nuevos construyendo leyes generales en términos de constructos hipotéticos tales como (en física, por ejemplo) “masa” y “electrón”. De manera análoga, una gramática del inglés está basada en un corpus de locuciones (observaciones) finito, y contiene ciertas reglas gramaticales (leyes) formuladas en términos de fonemas, frases, etc., particulares del inglés (constructos hipotéticos). Estas reglas expresan relaciones estructurales entre las locuciones del corpus y el número infinito de oraciones generadas por la gramática (predicciones) más allá del corpus. El problema que se nos pres pr esen enta ta es el de de sarro sa rro lla r y clarif cla rifica icarr los crite cr ite rio s para pa ra selec se lec cio nar na r la gramática correcta para cada lengua, es decir, la teoría correcta de esa lengua. Dos tipos de criterios fueron mencionados en §2.1. Evidentemente, cada gramática tendrá que satisfacer ciertas condiciones de adecuación externas ; e.g., las oraciones generadas tendrán que ser aceptables para el hablante nativo. En §8 consideraremos otras condiciones externas de este tipo. Además, imponemos una condición de generalidad sobre las gramáticas; imponemos el requisito de que la gramática de una lengua dada sea construida de acuerdo con una teoríadelaestructuralingüística específica en la que términos tales como “fonema” y “frase” sean definidos independientemente de toda lengu lenguaa particular. 1 Si eliminamos eliminamos las las condiciones externas o el requisito general, no habrá posibilidad de elegir entre un vasto número de “gramáticas” totalmente diferentes, compatible cada una de ellas con un cuerpo de locuciones dado. Pero, como observamos en gía y ia sintaxis (1955, IV n. 21. IX n. 49. X.l 15.10, 1972b, II: cf. Jackendoff 1971, VI), véase 7.2 y Brcsnan 1970b. 1971b. Téngase en cuenta que no todas las oraciones generadas por la gramática son “aceptables” para el hablante nativo (cf. Intr. II.2). La primensima nota de U obra extractada en este libro señala ya que no todas las observaciones tienen que ser consideradas indiscriminadamente como datos, teína desarrollado en el capítulo IV de la obra original (cf. supra. 2.2). Sobre este problema de “confirmación”, véase 1972a, III. Sobre ta “explicación” científica en el estudio del lenguaje en general, véase 1960, 1962, y 1972a. esp. Ii.-C.O. 1. Supo ngo que estas dos cond icion es son similares a lo que Hjelmslev tiene en mente cuando habla del carácter ap ro pi ad o y arb itra rio de la teoría lingüística. Cf. Hjelmslev, p. 8. Hn relación con esto, véase también las consideraciones de Hockett iobre “metacriterios” para la lingüística (“Two models of grammatical description”, 232-3) . |S obre este importante capítulo, véase véase la Introducción, II.—C.O.l
§2.1, conjuntamente los requisitos citados constituyen una pruebadeade cuación (“test of adequacy”) muy fuerte para una teoría general de la estructura lingüística y para el conjunto de gramáticas que proporciona para par a las len guas gu as pa rtic rt ic ul ar es . Nót N ótes esee qu e, de sde sd e esta est a pers pe rspe pect ctiv iva, a, ni la te o rí a gen era l ni las gram gr am áticas particulares quedan fijadas para siempre. El descubrimiento de hechos nuevos sobre lenguas particulares o de iluminaciones puramente teóricas sobre la organización de los datos lingüísticos, es decir, de nuevos modelos de la estructura lingüística» pueden resultar en revisiones y progreso. En cualquier momento podemos intentar formular, lo más precisamente que sea posible, tanto la teoría general como el conjunto de gramáticas asociadas a ella que tienen que satisfacer las condiciones de adecuación externas, empíricas. Hasta ahora no hemos considerado la siguiente cuestión, que es crucial: cial: ¿Cuál ¿Cuál es la la relación en tre la teoría general y las las gramáticas partic ulares que se derivan de de ella ella ( “ follow from it” )? En otras palabras, ¿qué sentido podemos da r a la noción “se derivan de” en este este contexto ? Es prec pr ecisa isa m ente en te en este es te p u n to en el que qu e nu es tro tr o en fo qu e se ap ar ta de cidi ci di da mente de muchas teorías de la estructura lingüística. El requisito más fuerte que cabe imponer sobre la relación entre una teoría de la estructura lingüística y las gramáticas particulares es el de que la teoría tiene que proporcionar un método práctico y maquinal para construir de hecho la gramática, dado un corpus. Podemos decir que una teoría de esa naturaleza nos proporciona un pro p ro ce d im ie n to d e de sc ub ri miento para las gramáticas. Un requisito más débil sería que la teoría tiene que proporcionar un método práctico y maquinal para determinar si una gramática propuesta para pa ra un co rpus rp us da do es o no es, en real re alid idad ad,, la m ejor ej or gram gr am átic át icaa de la lengua leng ua de la que se ha sacado el corpus. Cabría decir que una teoría de esta nat ura leza , a 1¿ que no le con ciern e la cue stión de cómo fue construida esa gramática, proporciona un pro p ro ce d im ie nt o d e de cisió ci sió n para las gramáticas. Un requisito aún más débil sería que dado un corpus y dadas dos prop pr op ue sta s de gram gr am átic át icas as C j y C 2 . la te or ía tien ti en e que qu e deci de cirn rnos os cuál cuá l es la mejor gramática de la lengua de la que se ha sacado el corpus. En este caso po dr íam ía m os decir de cir que la teor te or ía prop pr op orci or cion on a un p ro ce d im ie nt o d e eva lua ció n para las gra má ticas. tic as. Estas teorías pueden ser representadas gráficamente de esta manera;
(36)
(i)
(iü)
CORPUS
GRAMATICA
GRAMÁTICA
SÍ
CORPUS
NO
G,
G,
g2
g2
CORPUS
La figura (36i) representa una teoría concebida como una máquina con un corpus como aducto (“input”) y una gramática como educto (“output”); po r ta n to , una un a te o ría rí a que qu e prop pr op or cion ci on a un pr oc ed im ie nt o de de sc ub rim ri m ie n ' to. La figura (36ii) es un ingenio con una gramática y un corpus como aductos y las respuestas “sí” o “no” como educios, según la gramática sea o no la correcta; por tanto, representa una teoría que proporciona un proc pr oc ed im ient ie ntoo de dec isión isi ón para las gra má ticas. tic as. La figura figu ra (3 6iii 6i ii)) repr re pres es en ta una teo ría con las gramáticas Gj y G2 y un corpus com o aductos , y la gramática preferida preferida entre Gj y G2 como edu cto; por tanto, una teo ría que prop pr op or cion ci on a un proc pr oc ed im ient ie ntoo de eval ev alua uació ció n para pa ra las gr am átic át icas as .2 El punto de vista adoptado en este estudio es que no es razonable pe dir di r que Ja te o rí a lin güíst gü íst ica prop pr op or cion ci on e más má s que qu e un p ro ce d im ien ie n to de evaluación práctico para las gramáticas. Es decir, adoptamos la más débil de las tres posiciones descritas en lo que precede. Tal como yo interpre2. La cues tión básica en disputa no cambia si estam os disp ues tos a aceptar un pequeño conjunto de gramáticas correctas en vez de una sola.
to la mayoría de las más cuidadosas propuestas para el desarrollo de la teoría lingüística,3 esas propuestas intentan satisfacer el más fuerte de esos tres requisitos. Es decir, intentan formular métodos de análisis que un investigador podría utilizar de hecho, si tuviera tiempo, para reconstruir una gramática de una lengua directamente a partir de datos sin elaborar. En mi opinión es muy dudoso que este objetivo sea alcanzable de algún modo interesante, y sospecho que todo intento de satisfacerlo llevaría a un laberinto de procedimientos analíticos cada vez más elaborados y complejos que no llegarían a proporcionar respuestas para muchas cuestiones importantes acerca de la naturaleza de la estructura lingüística. Creo que reduciendo nuestras aspiraciones al objetivo (más modesto) de desarrollar un procedimiento de evaluación para las gramáticas podemos centrar la atención más claramente en los problemas realmente cruciales de la estructura lingüística y llegar a darles respuestas más satisfactorias. La corrección de este juicio sólo puede ser determinada desarrollando y com paran pa ran do de he ch o te or ía s de esas diversas dive rsas especi esp ecies. es. Nó tese te se,, sin em barg ba rgo, o, que el más débil de esos requisitos es todavía lo bastante fuerte como para garantizar la significatividad de una teoría que lo satisface. Hay pocas áreas de la ciencia en las que sería posible considerar seriamente la posibilidad de desarrollar un método general mecánico y práctico para seleccionar entre varias teorías, compatibles todas y cada una de ellas con los datos de que se dispone. En el caso de cada una de esas concepciones de la teoría lingüística, hemos cualificado la caracterización del tipo de procedimiento con la pala bra “ p rá ct ic o ” . Esta Est a vaga cua lifica lifi cació ció n es crucia cru ciall para par a una ciencia cie ncia em píric pí ric a. Supóngase, por ejemplo, que quisiéramos evaluar las gramáticas midiendo 3. Por ejemp lo, B. Bloch, “A set of postulates for phonem ic analysis” (19 48) ; N. Chomsky, “Systems of syntactic analysis" (1953); Z. S. Harris, “From phoneme to morpheme" (1955) y M et ho ds in sir uc tur al lin gui stic s (1951); C. F. Hockett, “A formal statement of morphemic analysis” (1952) y “Problems of morphemic analy sis” (1947); R. S. Wells, “Immediate constituents” (1947); y muchas otras publica ciones. Aunque los procedimientos de descubrimiento constituyen el objetivo explíci to de estos escritos, al examinarlos cuidadosamente nos encontramos a menudo con que la teoría que en realidad ha sido construida no proporciona más que un procedi miento de evaluación para las gramáticas. Por ejemplo, en “A formal statement of morphemic analysis” Hockett afirma que su objetivo es el desarrollo de “procedi mien tos form ales por los que se pueda ir de la nada nada (“from scratc h” ] a una descrip ción completa de la pauta de una lengua” (p. 27); pero lo que de hecho hace es describir algunas de las propiedades formales del análisis morfológico y luego propo ner un “criterio por el que pueda ser determinada la eficiencia relativa de dos posibles soluciones mórficas; con eso, podemos seleccionar la posibilidad máximamente efi ciente, o, de modo arbitrario, cualquiera de las que son igualmente eficientes pero más eficientes que todas las otras” (p. 29).
alguna propiedad simple tal como la longitud. Entonces sería correcto decir que tenemos un procedimiento de evaluación práctico para las gramáticas, ya que podríamos contar el número de símbolos que contienen; y sería asimismo literalmente correcto decir que tenemos un procedimiento de descubrimiento, ya que podemos ordenar en términos de longitud todas las secuencias del número finito de símbolos de los que son construidas las gramáticas, y podemos poner a prueba (“test”) cada una de esas secuencias para par a ver si es una un a gram gr am ática áti ca,, co n la segu se gurid ridad ad de qu e de sp ué s de una un a cantidad de tiempo finita encontraríamos la más corta secuencia que satisface esos requisitos. Pero éste no es el tipo de procedimiento de descubrimiento contemplado por los que intentan satisfacer el fuerte requisito considerado hace un momento. Supóngase que usamos la palabra “simplicidad” para referirnos al con ju n to de prop pr op ieda ie da de s forma for ma les de las gram gr am átic át icas as qu e co ns id erar er arem em os al elegir entre ellas. Entonces hay tres tareas principales en el programa para la teoría lingüística que hemos sugerido. En primer lugar, es necesario formular precisamente (si es posible, con pruebas conducíales [“behavioral tests” ], operacionales) los los criterios externo s de adecu ación para las las gramá ticas. En segundo lugar, tenemos que caracterizar la forma de las gramáticas de un modo explícito y general de modo que de hecho podamos pr op on er gram gr am ática áti cass de esa for m a para pa ra las lengua len guass pa rtic rt icul ular ares es . En terc te rcer er lugar, tenemos que analizar y definir la noción de simplicidad que nos prop pr op on em os utili ut iliza za r al selecc sel eccion ionar ar en tre tr e gram gr am ática át ica s que qu e son to da s de la forma apropiada. Después de completar estas dos últimas tareas podremos formular una teoría general de la estructura lingüística en la que nociones tales como “fonema en L”, “frase en L”, “transformación en L” son definidas, para una lengua arbitraria L, en términos de propiedades físicas y distribucionales de las locuciones de L y propiedades formales de las gramáticas de L.4 Por ejemplo, definiremos el conjunto de fonemas de L como un conjunto de elementos que tienen ciertas propiedades físicas y distribucionales, y que aparecen en la gramática para L que es más simple. Dada una teoría de esa naturaleza, podemos intentar construir gramáticas para par a las leng uas reales, real es, y pode po demo mo s de term te rm inar in ar si las l as g ram ra m átic át icas as más má s simples simp les 4. i.,a i.,a teoría lingüística será será,, pues, formulada en una metaJengua respe cto a la lengua en la que están escritas las gramáticas -una metametalengua respecto a cual quier lengua para la que es construida una gramática. (Es decir, la gramática de una lengua es formulada en una meta-lengua, y la gramática universal (= teoría lingüística) es form ulada en una meta-lengua re specto a aquella meta lengua, i.e. en una meta-tnetalcngua. La gramática universal constituye, pues, una meta-teoría respecto a las teorías (= gramáticas) de las lenguas particulares. Cf. Otero 1968, 2.8; Anderson & Johnstone 1962, Part ll.-C.O.j
ir , las gram gr am átic át icas as qu e nos no s co m pe le a selec* que po de m os e n co n tr ar (es d ec ir, donar la teoría general) satisfacen o no las condiciones externas de adecuación. Continuaremos revisando nuestras nociones de simplicidad y nuestra caracterización de la form a de las gramá ticas hasta qu e las 'gramáticas seleccionadas por la teoría satisfagan realmente las condiciones externas.5 Nótese Nót ese qu e esa te o rí a pu ed e no de cirn ci rnos os , de un m od o p rá ct ico ic o , cómo có mo pro cede ce derr de h ec h o a co n st ru ir la gram gr am átic át icaa de un a len gua gu a da da a p a rtir rt ir de un corpus. Pero tiene que decirnos cómo evaluar esa gramática; tiene que hacer posible la selección entré dos gramáticas propuestas. En las seccion secciones es anteriores de este estudio nos ha p reocupado la segunda de estas tres tareas. Hemos asumido que el conjunto de oraciones gramaticales del inglés es dado y que tenemos una noción de simplicidad, y hemos tratado de determinar qué tipo de gramática generará exactamente las oraciones gramaticales de algún modo simple. Para formular este objetivo en términos diferentes, hicimos notar más arriba que una de las nociones que tiene que ser definida en la teoría lingüística general es “oración de L”. En las definiciones tendrán que entrar términos como “oración observada en L” , “ simplicidad de la la gramática de L” , etc. De acuerd o con esto corresponde ‘a esta teoría general clarificar la relación entre el conjunto de oraciones gramaticales y el conjunto de oraciones observadas. Nuestra investigación de la estructura del primer conjunto es un estudio preparatorio, partiendo del supuesto de que antes de que podamos caracterizar de manera clara esa relación tendremos que saber mucho más sobre las pro pied pi edad ades es form fo rm ales al es de cad a u no de esto es toss co n ju nt o s. En §7 continuarem os investiga investigando ndo la complejidad relativa relativa de modos diversos de describir la estructura dél inglés. En particular, trataremos de la. cuestión de si la gramá tica ente ra es simplificada si considera mos que ciertas clases clases de ora cione s so n oracio nes me ollares o si cons ider am os que son derivadas mediante transformación. Llegamos así a ciertas decisiones sobre la estructura del inglés. En §8 argüiremos que hay datos independientes en favor de nuestro método para la selección de las gramáticas. Es decir, trataremos de mostrar que las gramáticas más simples satisfacen ciertas condiciones de adecuación, mientras que las gramáticas más com plejas que qu e in co rp o ra n decis de cis ione io ness di fere fe re nt es sobr so bree la asign asi gnac ación ión de orac or ac ione io ne s 5. De hec ho, podemos revis revisar ar también los criterios de adecuac ión en el curso del estudio. Es decir, decir, pode mos decidir que algunas algunas de estas pruebas (“te sts” ) no se aplican a los fenómenos gramaticales. La materia de una teoría no es determinada completamente con anterioridad a la investigación, pues es determinada en parte por la posibilidad de dar cuenta, organizada y sistemáticamente, de un conjunto de fenó menos.
al meollo, etc., no satisfacen estas condiciones. Sin embargo, estos resultados no pueden ser más que sugerencias hasta que demos razón, con todo rigor, de la noción de simplicidad empleada. Creo que es posible dar razón de ella con todo rigor, pero esto sobrepasaría los límites de esta monogra* fía. No obstante, debe resultar relativamente claro que bajo cualquier definición de “simplicidad de la la gramá tica” , la m ayo r parte de las decisiones sobre complejidad relativa que alcanzaremos más adelante seguirán siendo válidas.6 Nó tes e que qu e la sim plicid pli cid ad es un a m ed ida id a sistemática-, q 1ú nico criterio definitivo en la evaluación es la simplicidad del sistema entero. Al examinar casos particulares, sólo podemos indicar cómo afectará una decisión u otra la complejidad total. Tal validación sólo puede ser provisional, ya que al simplificar una parte de la gramática podemos complicar otras partes. Es ju st am en te cu an do nos en co n tram tr am o s co n que qu e la sim si m plifi pl ifica cació ció n de una un a parte pa rte de la gramática lleva a una simplificación correspondiente de otras partes cuando entrevemos que estamos realmente sobre la pista. Más adelante trataremos de mostrar que el análisis transformacional más simple de una clase de oraciones desbroza con frecuencia el camino a un análisis más simple de otras clases. En una palabra, no consideraremos en absoluto la cuestión de cómo se pod p od ría rí a ha be r llegad lle gadoo a la gram gr am átic át icaa cuya cu ya sim plicid pli cid ad está es tá siend sie ndoo de te rm inada; e.g., cómo se podría haber descubierto el análisis de la frase verbal pr es en tado ta do en § 5 .3 . Las cu estio es tio ne s de este est e tipo ti po no atañ at añ en al prog pr og ram ra m a de investigación que hemos esbozado anteriormente. Se puede llegar a la gramática por medio de intuiciones, conjeturas, todo tipo de indicios metodológicos parciales, apoyándose en experiencias previas, etc. No hay duda de que es posible dar razón, de manera organizada, de muchos procedimientos de análisis útiles, pero es dudoso que estos procedimientos puedan ser formulados lo bastante rigurosa, exhaustiva y simplemente como para que merezcan la cualificación de procedimientosdedescubrimiento mecánicos y prácticos. En todo caso, este problema no cae dentro de los límites de la pres pr esen en te inv estig es tigac ación ión . Nu estr es troo pr op ós ito it o fu nd am en tal ta l es pr op or cion ci on ar un 6. Para Para un exame n do los m ét od os de evaluac ión de las gramáticas en términos de propiedades formales do simplicidad, véase mi The lógica! lógica! slructure o f linguistic linguistic th eo ry .
Con esto no negamos, dicho sea de paso, la utilidad de procedimientos de descubrimiento aun parcialmente adecuados, que sin duda pueden proporcionar valio sos indicios al lingüista en d curso de su trabajo o llevarle a un pequeño conjunto de gramáticas que pueden entonces ser evaluadas. Lo que queremos decir es que una teoría lingüística no debe ser identificada con un manual de'procedirnientos útiles, ni se puede esperar que proporcione procedimentos maquinales para el descubrimiento de las gramáticas.
modo objetivo, nointuitivo de evaluar una gramática una vez presentada, y para com co m pa rarl ra rlaa con co n otra ot rass gra má ticas tic as prop pr op ue sta s. Es tam ta m os , pu es, es , i nt eres er es ado doss en describir la form a de las las gramáticas (equivalentem ente, la naturaleza de la estructura lingüística) y en investigar las consecuencias empíricas de adoptar un cierto modelo de la estructura lingüística, más bien que en mostrar cómo se podría llegar, en principio, a la gramática de una lengua.
6.2. 6.2. Una vez que repudiamos toda intenció n de enc ontra r un procedimien todedescubrimiento práctico para las gramáticas, ciertos problemas que han sido objeto de intensa controversia metodológica simplemente no se nos plantean. Conside'rese el problema de la interdependencia de niveles.. Se ha señalado, correctamente, que si los morfemas son definidos en términos de fonemas y, simultáneamente, las consideraciones morfológicas son consideradas pertinentes para el,,análisis fone'mico, la teoría lingüística puede ser inv alid ada ad a por po r un verd ve rdad adero ero círc cí rcul uloo vicios vic ioso. o. Sin em barg ba rgo, o, la interdependencia de niveles no lleva necesariamente a la circularidad. En este caso, por ejemplo, podemos definir “conjunto de fonemas provisional” y “conjunto de morfemas provisional” independientemente, y podemos desarrollar una relación de compatibilidad que media entre conjun tosdefonemas provisionales y conjuntosdemorfemas provisionales. Luego podemos definir un par formado por un conjunto de fonemas y un conjunto de morfemas para una lengua dada como un par compatible de un conjunto de fonemas provisional y un conjunto de morfemas provisional. Esta relación de compatibilidad puede ser encuadrada parcialmente en términos de consideraciones de simplicidad; es decir, podemos definir los fonemas y morfemas de una lengua como los fonemas y morfemas provisionales que, entre otras cosas, llevan conjuntamente a la gramática más simple. Esto nos proporciona un modo nada complicado de definir niveles interdependientes sin circularidad alguna. Por supuesto, ese modo no nos dice cómo descubrir los fonemas y morfemas de modo mecánico, directo. Pero tampoco ninguna otra teoría fonológica o morfológica satisface realmente este fuerte requisito, y no hay demasiada razón para creer que puede ser satisf sat isfec echo ho sig nifica nif icativ tivam amen ente. te. En to do caso, cas o, cu ando an do lim itam ita m os nuestras miras al desarrollo de un procedimiento de evaluación, no queda demasiada motivación para objetar en absoluto a la mezcla de niveles, y no hay dificultad alguna en evitar la circularidad en la definición de niveles interdependientes.7 7. Para Para ejemplos de procedim ientos que llevan llevan a niveles interdependien tes, véase véase
Muchos problemas de análisis morfémico reciben asimismo soluciones muy simples si adoptamos el encuadre general esbozado más arriba. intento de desarrollar procedimientos de descubrimiento para las gramáticas nos lleva naturalmente a considerar que tienen de hecho “contenido” fonémico en un sentido casi literal. Esto crea dificultades en casos bien conocidos tales como el inglés t o o k /tuk/, donde es difícil asociar sin artificialidad una parte de esta palabra con el morfema del pasado que se manifiesta como /t/ en walked /wokt/, como /d/ en fr a m ed /freymd/, etc.*14 No podemos evitar todos los problemas de esa naturaleza conside rando la morfología y la fonología como dos niveles de representación distintos pero interdependientes, relacionados en la gramática por medio de reglas morfofonémicas tales como (19). Así, por ejemplo, t o o k es representado en el nivel morfológico como take + pasado exactamente como walked es representado como walk + pas ado . Las reglas morfofonémicas (19ii), (19v), respectiva respectivamente, mente, convierten esas cadenas cadenas en /tu k/ , /w tjkt/. La única diferencia entre los dos casos es que (19v) es una regla mucho más general que (19ii).8 Si renunciamos a la idea de que los niveles más altos Harris, M et ho ds (e.g., apéndice a 7.4, apéndice a 8.2, capítulos 9 y 12). Creo que las objeciones de Fowler (1952) a los procedimientos morfológicos de Harris pueden ser superadas sin dificultad por medio de una formulación no-circular del tipo que acaba mos de proponer. Para más discusión sobre la interdependencia de niveles, cf. Hockett, A ma nua l o f ph on o lo gy (1955) y “Two fundamental problems in phonemics" (1949); R. Jakobson, “The phonemic and grammatical aspects of language and their interrelation” (1948); K. L. Pike, “Grammatical prerequisites to phonemic analysis" (1947) y “More on grammatical prerequisites” (1952). Véase también Chomsky, Halle & Lukoff, “On accent and juncture in English” (1956). En "Logical syntax and semantics” (1954) Bar-Hillel ha sugerido que las pro puestas de Pike pueden ser formalizadas, sin la ciicularidad que muchos perciben en ellas, haciendo uso de definiciones recursivas, pero no entra en detalles. A lo que se me alcanza, este tipo de solución es improbable. Además, si nos contentamos con un procedimiento de evaluación para las gramáticas podemos construir niveles interde* pendientes con sólo definiciones dilectas, como acabamos de ver. El problema de la interdependencia de los niveles fonémico y morfémico no debe ser confundido con la cuestión de si se requiere información morfológica para leer una transcripción fonémica. Aun si se considera que las consideraciones morfoló gicas son pertinentes para la determinación de los fonemas de una lengua, puede no obstante darse el caso de que la trascripción fonémica proporcione “reglas de lectura” completas que no hacen referencia a otros niveles. Para discusión y ejemplos, cf. Chomsky, Halle & Lukoff, “On accent and juncture in English” (1956). * 14. 14. Sobre todo esto, véase 4.3 n. *7 e Intr. Intr. II.2, esp. E .4 0. -C .0 . 8. Hocket t da una presentación muy clara clara de este enfoq ue de los niveles en A ma nua l o f ph on o lo gy (1 955 ), p. 15. En “Two models of grammatical descr iption” (1954), Hockett rechaza una solución muy similar a la que acabamos de proponer arguyendo que “ t o o k y tak e son en parte similares en figura fonémica, como lo son ba ke d y ba ke , y también similares en significación, del mismo modo; este hecho no debe ser oscurecido" (p. 224). Pero la similaridad de significación no es oscurecida en
son construidos literalmente de elementos de nivel más bajo, como creo que debemos hacer, entonces resulta mucho más natural considerar que aun aun sistemas sistemas de de represen tación a bstractos tales como la e structura transfor macional (donde cada oración es representada por medio de la secuencia de transformaciones por la que es derivada de una cadena terminal de la gramát gramátic icaa ahorm acional) co nstituyen un nivel nivel lingüístico. En realidad no nos vemos forzados a renunciar a la esperanza de encontrar un proce dimientodedescubrimiento p ráctico ni al ado ptar la posición posic ión de que qu e los niveles niv eles son so n in te rd ep en di en tes te s ni al a d o p ta r la co nc ep ción de los niveles lingüísticos como sistemas de representación abstractos, relacionados sólo por reglas generales. No obstante, creo que no hay duda de que la oposición a la mezcla de niveles, y asimismo la idea de que cada nivel es construido literalmente de elementos de nivel más bajo, tiene su origen en el intento de desarrollar un procedimiento de descubrimiento para las gram gr am ática át ica s. Si renu re nu ncia nc iam m os a este est e ob jeti je tivo vo y si d istin is tin gu im os clar cl ar amente entre un manual de procedimientos útiles y sugerentes y una teoría de la estructura lingüística, no hay demasiada razón para mantener ninguna de esas más bien sospechosas posiciones. Muchas otras opiniones comúnmente defendidas parecen perder mucha de su atracción si formulamos nuestros objetivos de la manera sugerida en lo que precede. Así, por ejemplo, se arguye a veces que la investigación de la estructura sintáctica es prematura en este momento en vista del hecho de que muchos de los problemas que surgen en los niveles más bajos (los de la fonología y la morfología) están por resolver. Es verdad que los niveles más altos de la descripción lingüística dependen de los resultados obtenidos en los niveles más bajos. Pero hay asimismo un sentido legítimo en que lo opuesto es verdad. Por ejemplo, hemos visto anteriormente que sería absurdo, y hasta desahuciado, formular los principios de la construcción de oraciones en términos de fonemas y morfemas, pero sólo el desa
nuestra formulación, ya que el morfema pasado pasado aparece tanto en la representación took baked. morfémica de como en la de Y la similaridad en figura fonémica puede ser puesta de manifiesto en la formulación concreta de la regla morfofonémica que convierte take + pasado pasado en /tuk/ (escrito took\. En la formulación morfofonémica concreta, expresaremos esta regla, indudablemente, así: pasado ey -*u en el contexto t ______ k + pasado
Esto nos permitirá simplificar la gramática mediante una generalización que pondrá take¡took, shake/shook, shake/shook, forsake/forsook, y, más gene de manifiesto el paralelo entre take¡took, ralmente, stand/stood , etc. [Para un tratamiento mucho más elaborado, véase Chomsky Chomsky & Halle 1966, IV. 4.3 .5 .-C .O.J
rrolio de niveles como la estructura ahormacional indica que esta inútil tarea no necesita ser llevada a cabo en los niveles más bajos.9 De análoga manera, hemos argüido que la descripción de la estructura oracional p or m edio del análi análisis sis en con stituyen tes no dará resultado alguno alguno si se la lleva más allá de ciertos límites. Pero sólo el desarrollo del nivel de las transformaciones, todavía más abstra cto, puede preparar el camino para el desarrollo de una técnica más simple y más adecuada del análisis en constituyentes con límites más restringidos. La gramática de una lengua es un sistema complejo con numerosas y diversas interconexiones entre sus pa rtes rt es . Para Pa ra desa de sarro rro llar lla r un a pa rte de la gram gr am átic át icaa pl en am en te, te , es a m enud en udoo útil, y aun necesario, tener una idea del carácter del sistema completo. Una vez más creo que la noción de que la teoría sintáctica debe esperar a que estén resueltos los problemas de la fonología y la morfología es completamente insostenible, le preocupe o no a uno el problema de los procedimientos de descubrimiento, pero creo que ha sido fomentada por una defectuosa analogía entre el orden de desarrollo de la teoría lingüística y el supuesto orden de las operaciones en el descubrimiento de la estructura gramatical.
9. Para Para un examen de la posibilidad de que las considerac iones respecto a todos los niveles más a ltos, incluy endo la mor fología, la estructura ahormacional y^ y^ las las transformaciones, sean pertinentes para la selección de un análisis fonémico, véase Chomsky, Halle & LukofT, “On accent and juncture in English” (1956).
7.1. Después de esta digresión, podemos volver a la investigación de las consecuencias de adoptar el enfoque transformacional en la descripción de la sintaxis del inglés. Nuestro objetivo es limitar el meollo u hormazón de modo que las cadenas terminales que subyacen a las oraciones meollares u hormas sean derivadas por medio de un sistema ahormacional simple y prop pr op or cion ci on ar la base de la que qu e to da s las orac or acion ion es pu ed an ser deriv de rivad adas as por po r medio de transformaciones simples: Transformaciones obligatorias en el caso del meollo, transformaciones obligatorias y optativas en el caso de las oraciones no meollares. meollares. Para especificar una transformación explícitamente tenemos que describir el análisis de las cadenas a las que es aplicable y el cambio estructural que efectúa en esas cad ena s.1 Asi, por ejemplo, la la transform ación pasiva es aplicable a cadenas de la forma F N A u x - V - F N y tiene el efecto de intercambiar las dos frase nominales, añadiendo b y ‘por’ delante de la frase nominal final, y añadiendo be + en ‘ser + participio’ a A u x (cf. (34)). Considérese ahora la introducción de n o t o n 't ‘no’ en la frase auxiliar.*15 El modo más simple de describir la negación es por medio de una transfor
1. Para Para un exam en más deta llado de la espe cific ación de las transfor macion es en en general general y de transformaciones específic as, véase las referencias citadas en la nota 8 de
§5.
*15 . En la teor ía reformulada el tratamien to de la negac ión y la interrogac ión difiere del de este capítulo en varios respectos (cf, Katz & Postal 1964, IV; Jackendoff 1971, esp. VIH; Lasnik 1972). Como se sabe, n't es la forma enclítica de no t ‘no’ (cf. Bresnan 1971a). Ni el “portador” d o ni el pro-FV so y la construcción correspondiente (50) tienen contrapartida en español. En español los sufijos verbales son, al propio tiempo, realización del morfema de número y del morfema de persona (cf. 4.1, n. 3). Así, pues, en términos monónicos (Intr. II.2, esp. E.41) los complejos de segunda persona 1*11, -plural] y t+ll,+plural| se realizan -s (aía~s, bebes, . . .) e -is ( ata ata -is, beb e-is , . . .), respectivamente, en uno de los dialectos (cf. Otero 1971, 0.5, esp. M.50); a su vez, los sufijos -n y -mos son realizaciones de (* III, + pl] y f* I, + pl], respectivamente. Téngase en cuenta, de to dos modos, que las contrapartidas españolas de los ejemplos ingleses aspiran a ser más inteligibles y orientadoras que exactas. Observese que la formulación de (60ii) no es idéntica a la de la n. 2 y a la de §12 no. 19 (cf. Klima en MSE , 237 n. 6). Nótese asimismo que la glosa de m y en
marión que es aplicable antes que (29ii) e introduce no t o n ’t después del segundo morfema de la frase dada por (28iii) si esa frase contiene al menos dos morfemas, o después del primer morfema si esa frase contiene sólo uno. Así* pues, esta transformación Tnot opera sobre cadenas que son analizadas en tres segmentos en una de las siguientes maneras: (37)
(i) (ii) (iii) (iv)
FN FN FN F N
T - V . .. T+M - ... T+have T+have — . . . T+be —. . .
donde los símbolos son usados como en (28), (29), y lo que ocupa la posic po sic ión de los pu nt os suspe sus pens nsivo ivo s no hace hac e al cas o. Dad a un a cade ca dena na analizada en tres segmentos de uno de esos modos, Tnot añade n o t (o n ’t) después del segundo segmento de la cadena. Por ejemplo, aplicada a la p la y ‘ello cadena terminal they - 0 +cút/ cút/?? pla elloss n+pu ede jugar’ (un cas casoo can -fri’’t pl a y ‘el de (37ii)), Tnot da they (fr¥ can-fri ‘ellos los — no+n fpuede — ju ga r’ (en (e n ú ltim lti m a insta in sta nc ia, they ca n ’t play ‘ellos/ellas no pueden jugar’); aplicada a th ey - 4>+ ‘ello loss —n+ ha pasado4juga’ (un 4>+have have en+play ‘el (¡r+have ave+n’ +n’t - en+ play ‘el caso de (37iii)), da they - (¡r+h ‘ellos los nofnHia nofnHia pa sa do +j ug a’ (en últim úl tim a inst in stan an cia, ci a, they hav en’t en’t played ‘ellos/ellas no han ju g ad o’); aplic ap lic ada ad a a they - (frH>e - ing+play ‘ell ellos n+esta n+esta ndo 4ju ga’ (un caso de (37iv)), da they (frH> (frH>e-b e-bii 't - ing +p lay ‘ellos —no+n+esta — n’t playing ‘ellos/ellas no están ndofjuga’ (en última instancia, they are n’t ju ga n d o ’). La regla func fu nc iona io na , pu es, es , ap ro pi ad am en te cu an do selec se lec cio nam na m os los tres últimos apartados de (37). Supóngase ahora que seleccionamos un caso de (37i), es decir, una cadena cadena terminal como (38) Jo hn - s - pla y ‘Juan ‘Juan
+ n Y pla y Jo hn - j +n
Pero especificamos que Tn0t se aplica antes que la regla (29ii), la cual prod pr od uce uc e el efec ef ec to de rescri res cribir bir Af-h> como v+/!/#. Sin embargo, vemos que (56) es ‘mí o’ y la de is en (73) es ‘está’ (cf. Intr. 11.2, esp. E.28). En español (cf. interesa) es análogo a be lla d ur m ie n te (q ue du er m e) . (75)), libro interesante (que interesa) Sobre T, véase Intr. II.2. esp. E.40; sobre (71) y (78), Otero 1966, 11.3 (que* estar no es deleble en español, en contraste con que + ser); sobre (77), Emonds 197Q.-C.O.
(29ii) no es aplicable en absoluto a (39) ya que (39) no contiene por el momento una secuencia A f+ v. Aña damo s ahora a la gramática la siguiente siguiente regla transformacional obligatoria que es aplicable después de (29): (40)
#Af~*#do+Af
donde do es el mismo elemento que el verbo principal en Jo h n d o e s his ‘Juan hace sus quehaceres’. (Cf. (29iii) respecto a la introducción h o m e w o r k ‘Juan de #.) Lo que (40) expresa es que do es introducido como “portador” de un afijo inafijado. Aplicando (40) y reglas morfológicas a (39) derivamos Jo h n does n’t n’t pla y ‘Juan no juega’. Las reglas (37) y (40) hacen posible ahora derivar todas las formas gramaticales de la negación oracional y sólo ellas. Tal como aparece, el tratamiento transformacional de la negación es un tanto más simple que un tratamiento alternativo dentro de la estructura ahormacional. La ventaja del tratamiento transformacional (en vez de incluir las oraciones negativas en el meollo) resultaría más clara si pudiéramos encontrar otros casos en los que las mismas formulaciones (i.e., (37) y (40)) son requeridas por razones independientes. Pero de hecho tales casos existen. Considérese la clase de preguntas confirma tivas (“ ‘yesorno1 ‘yesorno1 ques tions”) tales como have they spoken? ‘¿han hablado ellos/e llas?’, can they speak? ‘¿pueden hablar ello s/ella s?\ did they speak? ‘¿hablaron ellos/ellas? \ Podem os generar tod as estas oraciones (y sólo ellas) ellas) por medio de una transformación Tq que opera sobre cadenas con el análisis (37), y tiene el efecto de intercambiar el primero y el segundo segmentos de esas cadenas, tal como estos segmentos son definidos en (37). Requerimos que Tq sea aplicable después de (29Í) y an te s de (29ii). Aplicada a (41)
(i) (ii) (iii) (iv)
th e y - 0 - s p e a k ‘ellos ellos n —ha —ha bla ’ th e y -
-H\ave e n + s p e a k ‘ellos ellos —n+ha th e y <¡)+be — i n g - h p e a k ‘ellos —n+esta
hablar’ pasad o+h abla’ —ndo+habla’
que son de las form as (3 7i —iv), Tq produce las cadenas (42)
(i) (i) 0 t h e y - s p e a k (ii) ( fr fr ic ic a n - t h e y - s p e a k ha ve ve - t h e y - e n + s p e a k (iii) 04 - ha (iv) 01- be be - t h e y i n g + s p e a k
Aplicando a estas cadenas las reglas obligatorias (29ii, iii) y (40), y luego las reglas morfofonémicas, derivamos
(43)
(i) (ii) (iii) (iv)
do they speak? ‘¿hablan?’ can they speak? ‘¿pueden hablar?’ have they spoken? ‘¿han hablado?’ are they speaking? ‘¿están hablando?’
en transcripción fonémica. Si hubiésemos aplicado las reglas obligatorias directamente a (41), sin la mediación de Tq> habríamos derivado las oraciones (44)
(i) (ii) (iii) (iv)
they speak ‘hablan’ they can speak ‘pueden hablar’ the have spoken ‘han hablado’ they are speaking ‘están hablando’
Asi' Asi',, pues, (43iiv) son son las contra partid as interrog ativas d e i(44iiv). ( 44iiv). En el caso de (42i), do es introducido por la regla (40) como el po p o rta rt a d o r de un elem el em en to inaf in afija ija do 0. Si T hubiera sido desarrollado en s o pasad pa sad o por la regla (29i), la regla (40) habría introducido d o como portador de estos elementos, y hubiésemos obtenido oraciones tales como does he speak? ‘¿hab la él? did he speak? ‘¿habló é l? ’. Nótese que no es necesaria ninguna regla morfofonémica para dar razón del hecho de que do-hp -+ /duw/ [escrito d o \ d o + s pa sad o /daz/ [escrito [escrito d o e s \ d o + pasad /did/; necesitamos estas reglas de todos modos para dar razón de las formas de d o como verbo principal. Nótese también que Tq tiene que ser aplicable después de (29i), de lo contrario el número no será asignado correctamente en las preguntas. Al analizar la frase auxiliar en las reglas (28), (29), consideramos s como el morfema de la tercera persona del singular y 0 como el morfema afijado al verbo para todas las demás formas del sujeto. Así, pues, el verbo termina en s si el nombresujeto termina en 0 (the boy speaks ‘el muchacho habla’) y el verbo termina en 0 si el sujeto termina en s (the boys speak ‘los muchachos hablan’). Una alternativa que no consideramos es la de eliminar el morfema 0 y expresar simplemente que no aparece ningún afijo si el sujeto es de la tercera persona de singular. Vemos ahora que esta alternativa no es aceptable. Tenemos que contar con el morfema 0 o de lo contrario no habrá ningún afijo en (42i) para portar do , de manera que la regla (40) no será aplicable a (42i). Hay muchos otros casos en los que el análisis transformacional proporciona razones convincentes a favor o en contra del establecimiento de morfemas cero. Como caso negativo, considérese la sugerencia de que los verbos intransitivos sean analizados como verbos con objeto cero. Si así lo hiciésemos, la transformación pasiva (34) convertiría, e.g., Jo hn sneezed - 0 ‘Juan estornudó —
was sneezed sneezed - by John ‘0 — fue nooración 0 — was fue estornudad o por Juan’ ► was sneezed by John ‘fue estornudado por Juan’. Por tanto, este análisis de las oraciones intransitivas tiene que ser rechazado. Volvemos sobre el pr ob lem le m a más má s gen era l del pape pa pell de las tra ns form fo rm acio ac io ne s en la d et er m in ación de la la estructura constitucional en §7.6. El hecho crucial respecto a la transformación interrogativa Tq es que casi nada tiene que ser añadido a la gramática para describirla. Puesto que tanto la subdivisión de la oración que la transformación impone como la regla para la aparición de do son requeridas requeridas independientem ente en las oraciones negativas, para extender la gramática a fin de dar razón de las pr eg un tas ta s conf co nfirm irm ativ at ivas as sólo sól o nece ne cesit sitam am os de scrib sc rib ir la inv ersión ers ión efec ef ectu tuad adaa por po r Tq . En' otras palabras, el análisis transformacional pone de relieve el hecho de que las oraciones negativas y las oraciones interrogativas tienen fundamentalmente la misma “estructura”, y puede hacer uso de este hecho para pa ra sim si m plific pli ficar ar la sin tax is del inglés. Al tratar de la frase auxiliar no hemos considerado formas con un elemento d o acentuado intensamente como en Jo hn DO ES sp ea k ‘Juan sí habla’, etc. [donde la palabra en mayúsculas recibe acento enfático]. Su pón gase gas e que estab est able lece cem m os un mo rfema rfe ma A c de acento contrastivo al que es aplicable la siguiente regla morfofonémica:
(45) (4 5)
. . .V. . .+Ac-+. . .V. . . donde ' indica acen to extraintenso. extraintenso.
Ahora establecemos una transformación TA c que impone el mismo análisis estructural de las cadenas que impone Tnot (i.e., (i.e., (37)), y añade A c a estas cadenas en exactamente la posición que Tnol añade n o t o n ’t. En tal caso, lo mismo que Tnot produce oraciones tales como (46)
(i) Jo hn do esn ’t spe ak ‘Juan no habla’ (de John#$~{-n 'tfisp eak , aplicando aplicando (40 )) (ii) Jo hn ca n ’t spe ak ‘Juan no puede hablar’ (de John Jo hn fis +can +c an -V n ’ttyspeak)
(iii) Jo hn ha sn 't sp ok en ‘Juan no ha hablado’ (de Jo hn ^s M ^a ve 4*72 ’t#en~hpeak ) TA c produce las oraciones correspondientes
(47)
(i) Jo hn DO ES spe ak ‘Juan sí habla’ (de Jo hn # s+ A c# sp ea k, aplicando (40)) (ii) Jo hn C A N spe ak ‘Juan sí puede hablar’ (de Jo hn #s + ca n + Acf A cf ispe is pe ak )
(iii) Jo hn H A S sp ok en ‘Juan sí ha hablado’ (de Jo hn #s + ha ve + Aciden Acid en ~h pe ak )
Así, pues, TA c es una transformación de “afirmación” que afirma las oraciones Jo hn spea sp ea ks ‘Juan habla’, Jo hn can sp ea k ‘Juan puede hablar’, Joh J oh n has sp ok en ‘Juan ha hablado’, etc., de exactamente el mismo modo que Tnot las niega. Ésta es formalmente la solución más simple, y parece asimismo asimismo intuitivamente correcta. Hay todavía otros casos de transformaciones que son determinadas po r el mism mi sm o análisi aná lisiss sint si ntác ác tic o fu n da m en ta l de las or ac ione io ne s, a sabe sa be r (3 7) . Considérese la transformación Tso que convierte los pares de cadenas de (48) en las cadenas cadenas correspond ientes de (49): (48)
(i) Jo hn - s - speak, —h ab la, la , yo —o spe ak, I - —hab h ab ab la la ’ (ii) Jo h n s+can spea sp eak, k, 1 —<¡ — <¡>' >'h:an h:an speak ‘Juan —
( 4 9 )
(i) Jo hn - s - speak sp eak - and - so - <¡>- I (ii) Joh J oh n s+can speak an d so - <¡) +can +c an — I (iii) Joh J oh n —s~^have — en-hrrrive en-hrrrive and —so — (p-Hiave (p-Hiave — I
Aplicando las reglas (29ii,iii), (40), y las reglas morfofone'micas, derivamos en última instancia (50)
(i) Jo hn spe aks yo también(hablo)’ (hablo)’ ak s and so do I ‘Juan habla y yotambién ea k an d so can I ‘Juan puede hablar y yo tam(ii) Jo hn can sp eak bién bié n (pue (p ue do ha bl ar )’ (iii) Jo hn has sp ok en an d so have hav e I ‘Juan ha hablado y yo tam bién bié n (he (h e ha bl ad o) ’
Tso opera sobre la segunda oración de cada par de (48), primero reempla-
zando el tercer segmento de esta oración por so, y luego intercambiando el prim pr im er elem el em en to y el ter ce ro. ro . (El elem el em en to so es, pues, un proFK, en sentido muy parecido en el que he ‘él’ es un pronombre.) La transformación Tso combina con la transformación coordinativa para dar (49). Si bien bi en es verdad verd ad que no hem os desc de scrit ritoo es to, to , ni co n m uc ho , co n el su fic ient ie ntee detalle, es claro que tanto el análisis (37) de las oraciones como la regla (40) son, una vez más, fundamentales. Así, pues, casi nada nuevo es requerido en la gramática para incorporar oraciones como (50), las cuales están formadas sobre la misma pauta transformacional subyacente que las oraciones afirmativas enfáticas. Hay otra notable indicación del carácter fundamental de este análisis que merece ser mencionada aquí. Considérese las oraciones meollares
(51)
(i) Jo h n has a cha nce nc e to live ‘Juan tiene alguna posibilidad de vivir’
(ii) Jo hn is m y fr ie n d ‘Juan ‘Juan es amigo mío* Las cadenas terminales que subyacen (51) son (52)
(i) Jo hn + T +h av e- ba + ch an ce + to -tiiv -t iiv e J o h n + T + b e + m y + fr ie n d (ii) Jo
donde have en (52i) and be en (52ii) son verbos principales, no auxiliares. Considérese ahora cómo se aplican las transformaciones Tnot> Tq y Tso a estas cadenas subyacentes. T n o t se aplica a cualquier cadena de la forma (37), añadiendo not o n't entre el segundo segmento y el tercero, tal como son dados en (37). Pero (52i) es, de hecho, un caso tanto de (37i) como de (37iii). Por tanto, si se aplica Tnot a (52i) dará o bien (53i) o (53ii): (53)
(i) Jo hn - T 'b x ’t have+a-bchance-ho+live (->John doesn’t have a chance to live) (ii) Jo h n - T+ ha ve -b i ’t a+chance+to+live Jo hn hasn has n ’t ’t a cha nce nc e to Uve Uve ‘Juan no tiene ninguna posi bilidad bili dad de viv ir’)
Pero, de hecho, las dos formas de (53) son gramaticales [y sinónimas]. Es más, fiave es el único verbo transitivo para el que es posible esta doble negación, lo mismo que es el único verbo transitivo que puede ser analizado de dos maneras en términos de (37). Es decir, tenemos Jo h n d o e s n ’t read read boo ks ‘Juan no lee libros’, pero no Jo hn re a d sn ’t b o o k s . De modo análogo, si se aplica Tq a (52i) dará una de las dos formas de (54), y Tso dará una de las dos formas de (55), ya que estas transformaciones están basadas también en el análisis estructural (37): (54)
(i) does John have a chance to live? (ii) has John a chance to live? ‘¿tiene Juan alguna posibilidad posibilidad de vivir ?’
(55)
(i) Bill has a cha nce nc e to live an d so do es Jo hn (ii) Bill has a cha nce nc e to Uve Uve and an d so has Jo hn ‘Guillermo tiene alguna posibilidad de vivir y Juan también (tiene alguna posibilidad de vivir)’
Pero en el caso de todos los otros verbos transitivos formas tales como (54ii), (55ii) son imposibles. No tenemos reads John Books? ni Bi ll read s books and so reads John . Vemos, sin embargo, que el comportamiento en apariencia irregular de have es en realidad una consecuencia automática de
nuestras reglas. Esto resuelve el problema planteado en §2.3 respecto a la gramaticalidad de (3) frente a la de (5). Considérese ahora (52ii). No lo hemos mostrado, pero es de hecho verdad que en la más simple gramática ahormacional del inglés no hay nunca razón alguna para incorporar be a la clase de los verbos; es decir, no se seguirá de esa gramática que b e es un V. Así como una de las formas de la frase verbal es K + FN, otra de sus sus formas es b e + A tr ib u to (“Predi cate”). Por tanto, aun si b e no es un auxiliar en (52ii), se da no obstante el caso de que de los análisis permitidos por (37), sólo (37iv) es válido para (52ii). Por tanto, las transformaciones Tnot, Tq (junto con (29i), aplicadas a (52ii), dan, respectivamente, respectivamente, (56)
(i) Jo hn s+be+n't - my+friend ( Jo hn is n 't m y fr ie n d ‘Juan no es amigo m ío ?’) is John my friend? ‘¿es (ii) s+be Jo hn - m y V fr ie n d ( Juan amigo mío? ’) (iii) Bill Bil l - s+be - m y + f r ie ie n d - a nd nd - so - s +b +b e Jo hn ( ► Bil l is m y fr ie n d an d so is Jo hn ‘Guillermo es amigo mío y Juan también (es amigo mío)’
Una vez más, las formas análogas (e.g., Jo hn re a d sn ’t b o o k s , etc.) son imposibles con verbos auténticos. De manera semejante, T A c da Jo hn IS here ‘Juan está aquí’ en vez de John Jo hn . DO E S be here, her e, como sería el caso con verbos auténticos. Si intentáramos describir la sintaxis del inglés completamente en términos de estructura ahormacional, las formas como be y have aparecerían como notorias y claras excepciones. Pero acabamos de ver que justamente estas formas aparentemente excepcionales resultan automáticamente de la gramática más simple construida para dar razón de los casos regulares. De aquí que este comportamiento de be y have viene a ser en realidad un ejemplo de una regularidad subyacente más profunda cuando consideramos la estructura del inglés desde el punto de vista del análisis trans formacional. Nó tese tes e que qu e la apar ap arici ici ón de have como auxiliar en cadenas terminales tales como Jo hn + T + fia ve + en -h pe ak (que subyace la oración meollar/ü/w has spoken ‘Juan ha hablado’) no es objeto del mismo análisis múltiple. Esta cadena terminal es un caso de (37iii), pero no de (37í). Es decir, pued pu edee ser anali an aliza zada da como en (57i), pero no como en (57ii): (57)
(i) Jo h n T+have — en-^speak (FN T+have — . . i.e., (37íii)) (ii) Jo hn — T ~ h av e+ en -h p ea k (F N — T — V . . i.e., (37i))
Esta última cadena no es un ejemplo de (37i) puesto que ese caso de have no es un V, aunque ciertos otros casos de have (e.g., en (52i)) son casos de V. La estructura ahormacional dé una cadena terminal es determinada a part pa rtir ir de su deriv de riv ació ac ión, n, sig uien ui endo do las línea lín eass de cada cad a un o de los seg me nto s hasta los puntos nodulares a los que se remontan, de la manera descrita en §4.1. Pero have en (57 ) no se remonta a ningún pun to nodular rotulado V en la derivación de esa cadena. Sin embargo, la cadena (52i) puede ser analizada de dos maneras, ya que el caso de have en (52i) se remonta a un V, y, por supuesto, se remonta a un have (a saber, ese mismo have ) en el diagrama correspondiente a la derivación de la cadena (52i). El hecho de que (57ii) no es un análisis análisis permisible nos impide derivar nooraciones tales ha ve s p o k e n ?, etc. como Jo hn do es n ’t’t ha ve sp ok en , do es Jo hn have En esta sección hemos visto que una gran variedad de fenómenos aparentemente distintos encuentran todos su lugar de un modo muy sim ple y na tura tu ra l cu an do ad op ta m os el p un to de vista del análisis aná lisis tran tr an sf or m acional y que, en consecuencia, la gramática del ingle's resulta mucho más simple y ordenada. Este es el requisito básico que debe satisfacer toda concepción de la estructura lingüística (es decir, todo modelo para la forma de las gramáticas). Creo que estas consideraciones justifican ampliamente el que hayamos aseverado antes que las concepciones ahormado nales son fundamentalmente inadecuadas y que la teoría lingüística tiene que ser elaborada siguiendo las directrices sugeridas en esta discusión del análisis transformacional.
7.2. Podemos extender fácilmente e! análisis de las preguntas dado anteriormente para incluir oraciones interrogativas tales como (58)
eat? '¿qué comió Juan?’ (i) what did John eat? (ii) who ate an apple? ‘¿quién ‘¿quién comió comió una man zana?’
las cuales no reciben respuestas confirmativas. El modo más simple de incorporar esta clase de oraciones a la gramática es estableciendo una transformación optativa nueva T w que opera sobre cualquier cadena de la forma (59)
X - F N y
donde X e Y representan cadenas cualesquiera cualesquiera (incluy (incluy endo , en particular, la cadena “nula” i.e., la primera o la tercera posición puede ser vacía). Tw opera, pues, en dos pasos:
(60)
(í) Tw i convierte la cadena de la form a X — F N Y en la correspondiente cadena de la forma F N X - Y; es decir, invierte el primero y el segundo segmentos de (59). Tiene, p u e s , el mism mi sm o ef ec to tran tr an sf o rm ac io na l que qu e TQ (cf. (4IM42)). (ii) T w2 la cadena resultante F N - X Y e n w hó X w2 convierte la es - Y si F N es un F N animado o en what X - Y si F N es inanimado. ■
Ahora requerimos que T w sea aplicable sólo a las cadenas a las que ya se ha aplicado T q. q . Especificamos que T q tiene que; aplicarse después de (29i) y antes de (29ii). T w se aplica después de T q¡ y antes de (29ii), y depende condicionalmente de T q en el sentido de que sólo puede ser aplicada a formas producidas por Tq . Esta dependencia condicional entre las transformaciones es una generalización de la distinción entre transformaciones obligatorias y optativas que podemos incorporar fácilmente a la gramática, y que resulta esencial. La cadena terminal que subyace tanto (58i) como (58ii) (y asimismo (62), (64)) es (61)
Jo hn ~ T - eat -\m n-\ npple np ple (F N - T V . . .), .) ,
donde los guiones indican el análisis impuesto por T q . Así, pues, (61) es un caso de (37i), como queda indicado. Si aplicásemos a (61) sólo transformasa do al desarrollar T por medio de (29i), ciones obligatorias, eligiendo pa sado derivaríamos (62) #John#eat+pasado#anjk¡pple# comió una m anzana’) anzana’)
(~*John ate
an apple ‘Juan
Si aplicamos aplicamos (2 9i) y T q a (61), derivamos (63)
pasado pasa do - Jo hn - ea t’hi t’hi n' ka p pl e
donde T es rescrito como pas ado . Si aplicásemos ahora (40) a (63), introduciendo do como portador de pasad pa sad o, tendríamos la oración interrogativa simple 2.
Más Más simple men te, podem os limitar la aplica ción de T w a las cadenas X - FN es he, him , o íf. y pode mos definir com o la transformación que convierte una cadena cualquiera Z en w/i + Z, donde wh es un morfema. En la morfofonémica del inglés tendremos las reglas: -
Y donde FN
wh+he -> /huw/ | escrito wh o ] wh+him -* /hu wm/1 escrito whom | wh+it ->/w at/ 1escrit escritoo w h a t )
(64)
did Joh n eat an apple? ‘¿comió Juan una manzana? ’
Sin embargo, si aplicamos T w a (63), derivamos primero (65), por medio de T w i . y luego (66), por medio de T w l (65) (66)
Jo h n - pas ado - ea t+ a n \a p p le who - pasado pasado - eat^an -hipple
La regla (29ii) y las reglas morfofonémicas convierten luego (66) en (58ii). Así, pues, para formar (58ii) aplicamds primero T q y luego T w a la cadena terminal (61) que subyace la oración meollar (62). Nótese que. en este caso Tw i deshace lo hecho por T q , lo cual explica la ausencia de inversión en (58ii). Para aplicar T w a una cadena; primero seleccionamos una frase nominal y luego invertimos esta frase nominal y la cadena que la precede. Al formar (58ii) aplicamos T w a (63 ), seleccion ando la frase nom inal Jo hn . Supóngase ahora que aplicamos T w a (63), seleccionando la frase nom inal los propósitos de esta transformación analizamos analizamos an+apple. Así, pues, para los ahora (63) como (67)
p a s a d o + J o h n + e a t - a n -¥ u p p le
que es una cadena de la forma (59), donde Y en este caso es nulo. Aplicando T w a (67) derivamos primero (68), por medio de T w ,, y luego luego (69), por po r m ed io de T w 2 : (68)
(69)
— p a sa d o ~ h /o h k + e a t what - pasado^rJohn+eát pasado^rJohn+eát
a n - h ip p le
Ahora (29ii) no es aplicable a (69), como no era aplicable a (39) o a (42i), ya que (69) no contiene una subcadena de la forma Af~ H\ Por tanto, (40) ado . es aplicable a (69); introduciendo do como portador del morfema pas ado. Aplicando las reglas restantes, derivamos finalmente (58i). T w , tal como ha sido formulada en (59)(60), dará asimismo razón de todas las preguntas inquisitivas (“u'/jquestions”) tales como what will he eat? ‘¿qué comerá él?', what has he been eating} ‘¿qué ha estado comiendo’^, etc., y fácilmente puede ser extendida de modo que abarque oraciones interrogativas como what bo ok did he read‘> ‘¿qué libro leyó él?etc. Nót N ótes esee que qu e T w x tal como aparece definida en (60i) efectúa la misma transformación efectuada por T q \ es decir, invierte los dos primeros seg-
mentos de la cadena a la que se aplica. No hemos examinado el efecto de las las transformaciones sobre sobre la entona ción. Supóngase que establecemos dos entonaciones oracionales fundamentales: Entonaciones descendentes, a las que asociamos con oraciones mediares, y entonaciones ascendentes, a las que asociamos con preguntas confirm ativas. Ento nces el efec to de Tq es, en parte, convertir un tipo de entonación en el otro; por tanto, en el caso de (64), convertir una entonación descendente en una entonación aseen* dente. Pero hemos visto que T w l se aplica sólo después de T q , y que su efecto transformacional es el mismo que el de T q . Por tanto, T w x recon vertirá la entonación ascendente en una entonación descendente. Parece razonable proponer esto como explicación del hecho de que las oraciones interrogativas interrogativas (58iii) (58iii) normalm ente tienen la entonación d escenden te de las oraciones declarativas. Son muchos los problemas que se plantean al extender nuestra discusión a los fenómenos entonacionales y esta observación es demasiado fragmentaria para ser de mucho peso, pero sí sugiere que una extensión de esta naturaleza puede ser fructífera. Resumiendo, tenemos las cuatro oraciones (70)
Jo hn ate an ap ple ( = ( 6 2 ) ) ( i ) John (ii) did John eat an apple? (=(64)) (iii) what did John eat? (=(58i)) (¡v) who ate an apple? (=^58ii))
derivadas todas de la cadena terminal subyacente (61). La oración (70i) es una horma, ya que en su “historia transformacional” entran sólo transformaciones obligatorias. La oración (70ii) es formada a partir de (61) aplicando T q . Las oraciones (70iii) y (70iv) quedan aún más alejadas del meollo, ya que son formadas a partir de (61) aplicando primero T Q y luego Tw . Nos referiremos brevem ente a este análisis análisis en §8.2.
7.3. En §5.3 men cionam os que hay ciertas frases frases nom inales de la forma to+FV, ing+FV ( to prove that theorem ‘probar aquel teorema’, pr ov ing in g that theorem ‘la prueba de aquel teo rem a’ —cf. (32 )(3 3)) . En tre ellas ellas tendremos frases como to be cheated ‘ser ‘ser engañado/a(s)’, being cheated ‘el ser engañado/a(s)\ las cuales son derivadas de pasivas. Pero las pasivas han sido eliminadas del meollo. De aquí que las frases nominales del tipo to+FV, ing+FV ya no puedan ser introducidas dentro de la gramática meollar por regias tales como (33). Tienen que ser, por tanto, introducidas po r una "tra "t ra n sfor sf or m ac ió n no m inal in aliz izat ativ iva” a” que conv co nvier ierte te un a orac or ació iónn de la
forma F N — F V en una frase nominal de la forma t o + F V oo ing+FV. 3 No entraremos en la estructura de este interesantísimo y ramificado conjunto de las las transform aciones nomin alizativas nada más que para esbozar una explicación transfo rmac ional para un problem a p lantead o en § 2.3 [cf. [cf. 5.3, n. n. * U ].]. Una de las transformaciones nominalizativas será la transformación la form a Tadj I 116 ope ra sobre u na ca dena de la (71)
A r t - N - is A d j (i.e., artículo —nombre — es es — adjetivo)
y la convierte en la correspondiente frase nominal de la forma A rt + A d j+ N. Así, pues, convierte the boy is tall ‘el muchacho es alto’ en the tall boy ‘el alto muchacho’, etc. No es difícil mostrar que esta transformación simplifica considerablemente la gramática, y que tiene que ir en esta dirección, y no en dirección opuesta [cf. 7.5]. Cuando formulamos esta transformación apropiadamente, nos encontramos con que nos permite eliminar del meollo todas las combinaciones de nombre y adjetivo, reintroducién dolas por medio de Tadj. En la gramática ahormacional tenemos una regla (72)
A d j
oíd Viejo’, tall ‘alto’, . . .
que da una lista de todos los elementos que pueden aparecer en las oraciones meollares de la forma (71). Sin embargo, las palabras como sleeping ‘durmiendo’ no serán incluidas en esa lista, aun cuando tenemos oraciones tales como (73)
the child is sleeping ‘el niño está durmiendo’.
La razón para esto es que aun si sleeping no es incluido en (72), la oración (73) puede ser generada por la transformación (29ii) (que proyecta A f+ v en V-hA/# ) a partir de la cadena cadena terminal subyacente (74)
the+child+T+be the+child+T+be - ing ing — sleep sleep
donde be+ing es parte del auxiliar (cf. (28iii)). Junto a (73), tenemos oraciones tales como the child witl sleep ‘el niño dormirá’, the child sleeps ‘el niño duerme’, etc., con diferentes selecciones para el auxiliar. 3. Esta transformación nominalizativa será será dada com o una transformación gene ralizada a la manera de (26) y operará sobre un par de oraciones, una de las cuales convierte en toi-FV o ing+FV (a partir de FN - FV), la cual reemplaza entonces un FN de la otra oración. Para un examen detallado, véase mi The logical logical sime s ime ture o f "linguistic theory y Transformational analysis. analysis. |Cf. §5.3, n. * 1 l.-C.O.]
Sin embargo, las palabras como interesting ‘interesante’ tendrán que ser incluidas en la lista (73). En oraciones tales como (75)
the book is interesting ‘el libro es interesante’
interesting es un Adj A dj , no parte del [constituyente] Verbal, como se puede ver por el hecho de que [en inglés] no tenemos the book will interest ‘el libro interesará’, the book interests ‘el libro interesa1, etc. Nos No s da ap oy o inde in de pe nd ient ie ntee pa ra este est e anális an ális is de interesting y sleeping el comportamiento de very ‘muy’, etc., el cual puede aparecer con ciertos adjetivos, pero no con otros. El modo más simple de dar razón de very es
añadir a la gramática ahormacional la regla (76)
A d j v e r y - \ - A d j
El elemento very puede aparecer en (75), y en general con interesting, pero no puede aparecer en (73) o con otros casos de sleeping. Por tanto, si queremos preservar el análisis más simple de very, tenemos que incluir interesting, pero no incluir sleeping, como A d j en (72). No hem he m os ex am inad in adoo la m an era er a co m o las tran tr an sf or m ac io ne s im po ne n estructura constitucional, aunque hemos indicado que ello es necesario;en pa rti cu lar, la r, para par a que qu e las tra nsfo ns fo rm ac ione io ne s pu ed an ser co m bina bi na da s. Una de las condiciones generales sobre la estructura constitucional derivada será ésta: (77)
Si X es un Z en la gramática ahormacional, y una cadena Y, formada por una transformación, es de la misma forma estructural que X, entonces Y es también un Z.
En particular, aun si las pasivas son eliminadas del meollo queremos decir que la frase precedida por b y ‘por’ (como en the fo od was was eaten eaten - by the ma n ‘la comida fue comida comida por el hom bre’) es una frase preposicional (=FP) en la oración pasiva. La condición (77) nos permite esto, ya que sabemos por la gramática meollar que b y + F N es es un FP. En (77) no queda expresada con suficiente exactitud, pero puede ser elaborada como una de las condiciones de un conjunto de condiciones sobre la estructura constitucional derivada. Pero ahora considérese (73). La palabra sleeping ‘durmiendo’ es formada mediante transformación (i.e., (29ii)) y es de la misma forma que la palab pa labra ra interesting ‘interesante’ (i.e., es un V+ing),\a cual como sabemos po r la gra má tica tic a ahor ah orm m acio ac iona nal,l, es un Ad j. Por tanto, según (77). sleeping
es también un A d j en la transforma (73). Pero esto significa que la oración (73) puede ser analizada como una cadena de la forma (71),'de modo que Tadj es aplicable a ella, formando la frase nominal (78)
the sleeping child ‘el niño [que está] durmiendo’
interesting ing boo k ‘el interesante libro’ de (75). Así, lo mismo que forma the interest pues, pu es, au n cu an do sleeping queda excluido de (72), aparecerá como un adjetivo adjetivo que m odifica nombres. Sin embargo, este análisis de los adjetivos (que es todo lo requerido para par a da r ra zó n de las orac or ac ione io ne s ex is tent te nt es de h ec h o ) no in trod tr od u ci rá la palab pa lab ra sleeping en todas las posiciones adjetivales de las palabras como interesting que permanecen en el meollo. Por ejemplo, jamás introducirá sleeping en el contexto very ______ ________‘ __‘m m u y __ ____ ____ ____ __ \ C o m o very nunca modifica verbos, no aparecerá en (74) o (73), y todos los casos de sleeping como modificante son derivados de su aparición como verbo en (74), etc. De modo análogo, habrá frases ahormacionales que analicen la frase verbal en
(79)
A u x + se e m + A d j ‘Aux+parecerfAdj’
lo mismo que otras reglas analizan F V en A u x + V + F N , A u x + b e + A d j, etc. ________ __ Pero sleeping no será nunca introducido en el contexto seems ______ ‘parece________’ por esta gramática, la cual parece ser la más simple cons truible para las oraciones existentes de hecho. Cuando desarrollamos este bosquejo de argumento más cuidadosamente, llegamos a la conclusión de que la gramática transformacional más simple para las oraciones existentes excluirá (80), pero generará (81): (80) (81)
sleeping ‘el niño parece durm ien do ’ (i) the child seems sleeping (ii) the very sleeping child ‘el muy durmiendo niño’ (i) the book seems interesting interesting ‘el libro parece interesante’ (ii) the very interesting book ‘el ‘el muy interesante libro’
Vemos, pues, que las distinciones aparentemente arbitrarias señaladas en §2.3 entre (3) (=have you a book on modern music?) music?) y (4) (=(81 i)) por una parte, y (6) (=(80i)) por otra, tienen un origen estructural claro, y son en realidad casos de regularidad de más alto nivel en el sentido de que son consecuencias de la gramática transformacional más simple. En otras pala bras, bras , cie rto co m po rta m ien to lin gü ístico íst ico de las palab pa labras ras que par ece in m ot ivado e inexplicable en términos de estructura ahormacional resulta ser
simple y sistemático cuando adoptamos el punto de vista transformacional. Para usar la terminología de §2.2, si un hablante proyectase su finita experiencia lingüística' usando estructura ahormacional y transformaciones del modo más simple posible, en consonancia con su experiencia, incluiría las oraciones (3) y (4) como gramaticales gramaticales mientras que rechazaría (5 ) y (6).
7.4. En (28) analizamos el elemento Verbal en A u x- h V , y luego simplemente dimos una lista de las raíces verbales de la ciase V . Sin embargo, hay un gran número de subconstrucciones productivas de V que merecen ser mencionadas, ya que ponen de relieve algunos puntos básicos de un modo bas b as ta nt e clar cl aro. o. Co nsidé ns idé res e en pr im er luga lu garr co ns truc tr uc cion ci on es de verb ve rboo + par p ar tícu tí cu la (=V+Prt) tales como bring in ‘(lit.) traer adentro’, cali up ‘llamar’, drive away ‘ahuy entar’.* 16 Podem os tener formas tales tales com o (82) pero pe ro no co m o (83) (8 3) : (82) (i) the pólice brought in the criminal ‘la policía trajo el criminal’ (83)
(ii) the pólice brought the criminal in (iii) the pólice brought him in ‘la policía lo trajo’ the pólice brought in him
Sabemos que los elementos discontinuos no pueden ser manipulados con facilidad en una gramática ahormacional [5.3]. De aquí que el modo más
*16. Cf. Emonds 1970b. Estas construcciones no sólo no tienen contrapartida sintáctica en español sino que crean problemas de traducción poco menos que insupe rables (para un inventario-glosario de “verbos ingleses modificados por preposiciones” que dista mucho de ser exhaustivo, pese a su considerable extensión, véase FitzGibbon 1949, II). La discusión de 7.5 es más fácil de seguir si se tiene presente este desarrollo de VP: Verbal+NP A u x + V +N P A u x + V2 + C om p+ N P
(13iii) (28i) (91)
Así, pues, en (98), V2 (~consider)+ Comp ( = o fo o f) = V, lo que lleva a corregir el texto original (con la aprobación del autor). Sobre (94)-(95), véase 1964, IV.1.1; sobre (101), Otero 1966, 1.1 (nótese que b e corresponde a ‘ser’ cuando dr un k es una íorina verbal y a ‘estar’ cuando es un adjetivo). La ambigüedad del segundo ejemplo de (103) se debe en definitiva a que puede ser derivado de dos estructuras latentes distintas (cf. Katz & Postal 1964, IV.4.3). En español que + estar no es deleble, como se recordará (n. *15), de ahí la necesaria adición en la glosa glosa del primer primer ejemplo (cf. 11 0) .-C .0 .
natural de analizar estas construcciones sea añadir a (28ii) la siguiente po sib ilid ad: ad : (84)
v-> V\ +Prt
además de un conjunto de reglas suplementarias para indicar qué casos de casos de Prt . Para permitir la posibilidad de (82ii) V\ puede n ir con qué casos establecemos establecemos una transformación optativa optativa 7 ^ , [op(tativa);sep(araci [op(tativa);sep(aración)] ón)] que opera sobre cadenas con el análisis estructural (85)
X - V\ ~ Prt - F N
y tieneel tieneel efecto de intercam biar eltercero y el cuarto segmentos de la cadena a la que es aplicable. Esta transformación convierte, pues,(82i)en (82ii). Para hacer posible (82iii) y al propio tiempo excluir (83), tenemos que indicar que esta transformación es obligatoria cuando el F N objeto es un pronombre (=Pron). De manera equivalente, podemos establecer una transform ación obligatoria [ob(lig atoria )] que produce el mismo efec to que 7Jebp pero pe ro que qu e op era sobre so brecadenas cadenas con el análisisestructural análisisestructural (86)
X - V t - P r t - P ro n .
Sabemos que la transformación pasiva opera sobre una cadena de la forma FN - Verb Verbal al - FN. FN. Si especificamos que la transformación pasiva se aplica antes de o 7^ fp , en ton ces form ará las pasivas pasivas (87)
(i) the criminal was brought in by the pólice ‘el criminal fue traído por la policía’ (ii) he was brought in by the pólice ‘él fue traído por la policía’
a partir de (82), que es lo correcto. La investigación ulterior de la frase verbal muestra que hay una construcción general general verbo verbo + complemento (=V+Comp) que se comporta exactamente como la construcción construcción verbo + partícula que acabamos de examinar. Considérese las oraciones (88)
everyon e in the lab lab considers considers John inco mp eten t ‘todos los que
trabajan en el laboratorio consideran a Juan incompetente1 (89)
Jo hn is cons co nside ide red re d in co m pe te nt by ev er yo ne in th e lab ‘Juan es
considerado incompetente por todos los que trabajan en el laboratorio’.
Si queremos derivar (89) de (88) mediante la transformación pasiva, tenemos que analizar (88) en la estructura F N X Verbal F N 2, donde FNx=everyone+in+the+lab y F N i=Joh i=John. n. Es decir, tene mo s que aplicar la pasiva no a ( 88 ), sin o a la cade ca dena na term te rm inal in al (9 0) que qu e suby su by ace ac e (88) (8 8) : (90)
everyone in in the the lab lab - considers considers inco mp etent - Joh n .
Ahora podemos formar (88) de (90) por medio de una transformación análoga a T¡%p Supóngase que añadim os a la gram ática ahor ma ciona l la regl reglaa (91) , jun to a (84): (91)
K * V 2 +Comp.
T°s%p , permitiendo que se aplique a cadenas de la forma Ahora extendemos T°s (92) y no sólo a cadenas de la forma (86), como antes:
(92)
X - V 2 - C om om p - F N .
Esta transformación revisada T ^ p convertirá (90) en (88). Así, pues, el tratamiento de las construcciones verbo + complemento y verbo + partícula es muy similar. La primera, en particular, es una construcción ex re madamente bien desarrollada en el inglés.4
7.5. Apenas hemos esbozado la justificación para la forma particular de cada una de las transformaciones que hemos examinado, aunque es muy
4. El estudio ulterior ulterior muestra que todas las formas verbo+ com plem ento intro ducidas por la regla (91) deben ser excluidas del meollo y derivadas transformacionalmente a partir de John is incompeten t ‘Juan es incompetente’, etc. Pero ésta es una materia muy compleja que requiere un desarrollo de la teoría transformacional mu cho más detallado del que podemos dar aquí. Cf. mi The logical logical structure o f iinguistic iinguistic theorv y Transformat Trans formatiomi iomi ana ana ly sis sis.. Hay otras características de estas construcciones sobre las que hemos pasado demasiado de prisa. No es en absoluto evidente que esa transformación sea obligato ria. Con objetos largos y complejos podemos tener, e.g., they consider incompetent anyone who is unable to . , . ‘ellos/ellas consideran incompetente a todo el que es T^£p, más bien que T ^ p , para incluir incapaz de . . Por tanto, podría mos ext end er T^£p, este caso. Es interesante estudiar las características del objeto gramatical que requie ren o excluyen esta transformación. Está en juego mucho más que la longitud. Hay as'mismo otras posibilidades para [a pasiva que no consideraremos aquí, por falta de espacio, aunque su estudio es muy interesante. [Cf. Chomsky 1964, II. 2.3.4, y para un análisis nuevo de la pasiva como amalgama de dos operaciones, véase Chomsky 1967b. en particular la n. 28.-C.O.)
importante estudiar la cuestión de la unicidad de este sistema. Creo que se puede pue de m o stra st rarr q u e en cad a uno un o de los casos caso s con c on sid erad er ados os en lo qu e prec pr eced ede, e, y en muchos otros casos, existen consideraciones de simplicidad generaliza bles, m uy claras cla ras y fáciles fác iles,, q ue de term te rm inan in an qu é c o nj u nt o de or ac io ne s p er te n ece al meollo y qué tipos de transform acione s son requeridas para dar razón de las oraciones nomeollares. Como ejemplo paradigmático, consideraremos brev br ev em en te la na tu ra leza le za ( “ st a tu s” ) de la tran tr an sf or m ac ió n pasiva. pasiv a. En §5.4 mostramos que la gramática es mucho más compleja si contiene activas y pasivas en el meollo que si las pasivas son eliminadas del meollo y reintroducidas mediante una transformación que intercambia el sujeto y el objeto de la activa» y reemplaza V por por is^rV-HnM^y. Surgen inmediatamente dos cuestiones sobre la unicidad del análisis. En primer lugar, nos preguntamos si es necesario intercambiar las frases nominales para form fo rm ar la pasiva. pas iva. En seg undo un do luga lu gar, r, no s preg pr eg un tam ta m os si las pasivas pasiv as po dr ían ía n ha be r sido sid o selec se lec cio nada na dass como co mo pa rte rt e del m eo llo , y las activa act ivass derivadas de ellas mediante una transformación “activa” [cf. 7.3], Considérese primero la cuestión del intercambio del sujeto y el objeto. ¿Es necesario este intercambio, o podríamos describir la transformación pasiva co m o un a tran tr an sfor sf or m ac ión ió n que prod pr od uc e el ef ec to de (9 3) ? (93)
x+ b ee- \\- en en FN, - A u x - V - F N 2 es rescrito F N ^ - A u x+
- V -
by+FN2. J oh n loves love s Ma ry ‘Juan ama a María’ sería En particular, la pasiva de Joh Jo J o h n is b v e d b y M ary ar y \Juan es amado por María’. En §5.4 argüimos en contra de (93) y a favor de la inversión sobre la base del hech he ch o de que tene te ne m os orac or acion ion es tales tale s com co m o (9 4 ) pero pe ro no com co m o (95):
(94)
re s si nc er ity it y sincerity is admired b y John ‘Juan (i) Jo h n ad mi res admira la sinceridad sinceridad la sinceridad sinceridad es es admirada por Ju an ’ (ii) Jo hn play pl ay s g o lf — g o lf is p la ye d by Jo hn ‘Juan juega al golf el golf es es jugado por J uan ’ (iii) sincerity frightens John John - John is frightene d by sincerity ‘la sincerida sinceridadd atemoriza a Juan Juan es es atemorizado por la la sinceridad’
(95)
(i) sincerity admires admires John — Joh n is admired by sincerity sincerity ‘la sinceridad sinceridad adm ira a Juan Juan es admirado por la sincesinceridad’ (ii) go lf plays plays John - John is played by go lf ‘el golf juega a Juan —Juan es jugado por el golf
(iii) Joh J oh n frig fr ig ht en s si nc er ity it y - si n ce ri ty is fr ig h te n ed by Jo hn ‘Juan atemoriza la sinceridad —la sinceridad es atemorizada po r Ju an ’ Sin embargo, pusimos de manifiesto que este enfoque requiere desarrollar una noción de “grado de gramaticalidad” para dar apoyo a esa distinción. Creo que este enfoque es correcto, y que hay un sentido claro en el que las oraciones de (94) son más gramaticales que las de (95), las cuales a su vez son más gramaticales que sincerity admires eat ‘sinceridad admira comer’, etc. Cualquier gramática que distingue entre nombres abstractos y nombres prop pr op ios io s será lo ba stan st an te sutil su til co m o para pa ra ca ra cter ct er izar iz ar la dife di fere renc nc ia en tre (94i, iii) y (95i, iii), por ejemplo, y no hay duda de que la teoría lingüística tiene que proporcionar los medios para esta distinción. No obstante, como en esta discusión no hemos entrado en la cuestión del análisis en categorías, es interesante notar que hay un argumento aún más fuerte contra (93). De hecho, cualquier gramática que puede distinguir entre singular y plu ral es lo su fici fi cien en tem te m en te po de rosa ro sa com co m o pa ra p er m itir it irno no s p ro ba r que qu e la pasiva requ re qu ier e la invers inv ersión ión de las frases fra ses no m inal in ales es.. Para ver esto, considérese la construcción verbo 4 complemento examinada en §7.4. Junto con (88), (89), tenemos oraciones tales como (96)
all th e p e o p le in th e la b c o n s id e r J o h n a f o o l ‘todos los que
(97)
J o h n is c o n s id e r e d a f o o l b y a ll th e p e o p le in th e la b
trabajan en el laboratorio consideran a Juan un tonto’
‘Juan es considerado un tonto por todos los que trabajan en el laboratorio’
En §7.4 vimos que la oración (96) es formada mediante la transformación T°/p a partir de la cadena subyacente (98)
a ll th e p e o p le in th e la b - c o n s id e r a f o o l
- J o h n (FN - V - F N )
donde el V consider a fo o l ‘considerar un tonto’ es un caso de (91). Vimos también que la transformación pasiva se aplica directamente a (98). Si la pasiva pasi va inte in terc rc am bia bi a el su jeto je to y el o bj et o, fo rm ará ar á co rr ec ta m en te (9 7) de (98) como la pasiva de (96). Sin embargo, si tomamos (93) como definición de la pasiva, derivaremos la nooración (99)
‘todos los que trabajan en el laboratorio son considerados un tonto por Juan’
a ll th e p e o p le
in th e la b a re c o n s i d e r e d a f o o l b y J o h n
aplicando la transformación (93) a (98).
Esto significa significa que hem os enco ntrado un verbo —a saber, consider a f o o l - que tiene que concordar en número tanto con su objeto como con su suje to. 5 Los verb os de este t ipo prue ban sin lugar a dud as que la pasiva pasiva tiene que ser basada en una inversión del sujeto y del objeto. Considérese ahora la cuestión de si las pasivas pueden ser tomadas como oraciones meollares, en vez de las activas. Es muy fácil de ver que esta propuesta lleva a una gramática mucho más compleja. Con las activas como oraciones meollares, la gramática ahormacional incluirá (28) y be-\ren será eliminado de (28iii). Pero si las pasivas son tomadas como oraciones meollares, be-ten tendrá que ser dado en (28iii) en una lista que incluya todas las otras formas del auxiliar, y tendremos que añadir reglas especiales que indiquen que si V es es intransitivo no puede tomar el auxiliar be-ten (i.e. is occurred ‘es ocurrido’ no es posible), mientras que si V es es transitivo tiene que tomar be-ten (i.e., dinner eats by John ‘la cena come por po r Ju a n ’ no es po sibl si ble) e).. C om pa rand ra nd o las dos do s alter alt erna nativ tiv as, as , no hay ha y duda du da respecto a su complejidad relativa, y nos vemos forzados a tomar las activas, no las pasivas, como oraciones meollares. Nó tese te se que qu e si las pasivas pasiv as fuer fu eran an selec sel eccio cionad nad as como co mo orac or acio ione ness m eo lla res, en vez de las activas, se nos plantearían dificultades de naturaleza muy diferente. La transformación “activa” tendría que ser aplicable a cadenas de la forma A u x + b e- te n ~ V - by-\-F by- \-F N2 ( 1 0 0 ) FN i Au N ^ - A u x V - F N x . Por ejemplo, convertiría convirtiéndolas en F N^
(101) the wine was drunk by the guest? ‘el vino fue bebido por los invitados’ en the guests drank the wine ‘los invitados bebieron el vino’, donde drunk ‘bebido’ en (101) procede de en-Uirink ‘pasadofbeber’. Pero hay también un adjetivo drunk ‘bebido o borracho’ que tiene que ser incluido en la lista de (72) juntorcon juntorcon oíd, interesting, etc., ya que tenemos he is very drunk ‘él está muy bebido1, he seems drunk 'él parece bebido’, etc. (cf. §7.3), y este adjetivo procederá también de en-\drink. Parece, pues, que en el sistema ahormacional más simple para el inglés, la oración 5. La concord incia entre a f o o l y Jo hn en (98) es, naturalmente, el fundamento para el análisis transformacional adicional de tas construcciones verbo + complemen to + frase nortin nortinaa 1m enci onad o en la nota 4 de la sección anterior.
ear ly m or ni ng ‘Juan [ya] estaba bebido por la (102) Jo hn was dr un k by early mañana temprano’
está asimismo basada en una cadena terminal subyacente que puede ser analizada según (100). En otras palabras, no hay ninguna posibilidad estructural de diferenciar apropiadamente entre (101) y (102) si una y otra son tomadas como oraciones meollares. Pero la aplicación de la transformación “activa” a (102) no produce una oración gramatical. Cuando realmente tratamos de establecer, para el inglés, la más simple gramática que contiene una parte ahormacional y otra transformacional, nos encontramos con que el meollo consta de oraciones simples, declarativas, activas (de hecho, probablemente un número finito de ellas), y que todas las otras oraciones pueden ser descritas más simplemente como transformas, Se puede mostrar que cada una de las transformaciones que he investigado son irreversibles en el sentido de que es mucho más fácil efectuar la transformación en una dirección que en la otra, lo mismo que en el caso de la transformación pasiva examinada anteriormente. Este hecho pued pu edee da r raz ón de la prác pr áctic ticaa trad tr ad icio ic iona na l de los gram gr am átic át icos os , los cuales cua les empiezan usualmente la gramática del inglés, por ejemplo, con el estudio de las las oracion es ,Lacto rac ción ” simples y las relaci ones grama ticales simples tales como sujetopredicado o verboobjeto. Nadie empezaría seriamente el estudio de la estructura constitucional del inglés con oraciones tales como whom have th ey nom ina red? red? ‘¿a quién han no m bra do ?’, intenta ndo analizarla en dos partes, etc.; y aunque algunas consideraciones muy detalladas de la estructura del inglés (e.g., la referencia 33 de la Bibliografía) no mencionan las oraciones interrogativas, ninguna deja de incluir oraciones declarativas simples. El análisis transformacional proporciona una explicación muy simple para esa asimetría (por lo demás formalmente inmotivada) asumiendo que los gramáticos han venido actuando sobre la base de una intuición correcta acerca de la lengua.6 6. Así, pues, al determinar cuál de dos form as relac ionad as es más central, seguimos el razonamiento esbozado por Bloomfield para la morfología: “. . .cuando Lis formas son parcialmente similares, se puede plantear un problema respecto a cuál es preferible preferible tomar como la forma forma sub yac en te. . . la estructura de la la lengua puede decidir esa cuestión para nosotros, puesto que, tomándola de una manera, obtenemos una descripción indebidamente complicada, y, lomándola de la otra manera, una relativamente simple" (Language, p. 218). Bloonifield señala a continuación que “esa misma consideración nos lleva a menudo a establecer una forma subyacente artifi ciar'. Hemos encontrado esta idea útil también en el análisis transformacional, como, e.g., cuando establecemos la cadena terminal John - T - have* e n - b e * ing —re ad ‘Jua ‘Juann — T - haber haber + participio participio — estar + ndo — leer’ leer’ subyacíen do la oración meollar has be en rea di ng ‘Juan ha estado leyendo’.
7.6. Un p un to más me rece ser men cionad o antes de dejar el el tema de las las transformaciones del ingle's. Al principio de §5 notamos que la regla para el proceso de coordinación proporciona un criterio útil para el análisis en constituyentes en el sentido de que esta regla es simplificada en gran medida si los constituyentes son establecidos de un modo especial. Ahora estamos interpretando esa regla como una transformación. Hay muchos otros casos en los que el comportamiento de una oración sometida a las transformaciones proporciona un testimonio valioso, y aun convincente, respecto a su estructura constitucional. Considérese, por ejemplo, el par de oraciones [cf. (110)] (103) (i)
‘Juan conoció al muchacho [que está] estudiando en la biblioteca’ (ii) J o h n f o u n d th e b o y s t u d y in g in th e li b r a r y ‘Juan encontró al muchacho estudiando en la biblioteca’. J o h n
knew
th e b o y s t u d y in g in th e li b ra r y
Es intuitivamente obvio que estas oraciones tienen una estructura gramatical diferente (esto resulta claro, por ejemplo, cuando intentamos añadir not running around in the streets ‘no correteando por las calles’ a (103)), pero pe ro no cre o que qu e sea posib po sib le e n co nt ra r razo ra zone ness para pa ra anal an aliz izarl arl as en c o n s titu ti tu yentes distintos sin salir del nivel ahormacional. El análisis más simple en er ba ba l FN - ing+F ing+FV. V. Pero considérese uno y otro caso es como F N - V er el comportamiento de estas oraciones bajo la transformación pasiva. Tenemos las oraciones (104), pero no (105):7 (104)
(i)
‘el muchacho [que está] estudiando en la biblioteca fue conocido (por Juan)’ (ii) th e b o y s t u d y in g in th e li b r a r y w as f o u n d ( b y J o h n ) ‘el muchacho [que está] estudiando en la biblioteca fue encontrado (por Juan)’ (iii) th e b o y w a s f o u n d s t u d y i n g in th e li b r a r y ( b y J o h n ) ;el muchacho fue encontrado estudiando en la biblioteca (por Juan)’
(105)
th e b o y w a s k n o w n s tu d y in g in th e li b r a r y ( b y J o h n )
th e b o y s t u d y in g in th e li b ra ry w a s k n o w n ( b y J o h n )
‘el muchacho
fue conocido estudiando en la biblioteca (por Juan)’ La transformación pasiva se aplica sólo a las oraciones de la forma F N Verbal FN. Por tanto, para dar (104ii), (I03ii) tiene que ser analizable como 7. Las Las oraciones de (10 4) sin h expre sión entre paréntesis son formadas me diante una segunda transformación “deletiva” que convierte, e.g., che b o y wa s seen b y Jo hn ‘el muchacho fue visto por Juan’ en ihe boy was seen ‘el muchacho fue visto’.
(106) Jo hn ~ fo u n d - th e bo y st u d y in g in th e lib rar y ‘Juan —encontró al muchacho estudiando en la biblioteca’ con la frase nominal objeto the boy studying in the library, y (103i) tendrá un análisis similar, ya que tenemos la pasiva (104i). Pero (103ii) tiene asimismo la pasiva (104iii). Esto nos dice que (103ii) es un caso caso de la construcción verbo + c om pleme nto estudiada en §7.4, i.e., que es derivada por la transformación T 0S^P S^P de la cadena subyacente lib raryy the boy ‘Juan —encontró (107) Jo hn ~ fo u n d st ud yi n g in th e librar estudiando en la biblioteca —al muchacho’ f o u n d y el complemento studying in the library. La transforcon el verbo fo mación pasiva convertirá (107) en (104iii), lo mismo que convierte (90) en (89). Sin embargo, (103i) no es una transforma de la cadena Jo h n - kn ew studying in in the librar libraryy - the boy ‘Juan ‘Juan conoció estudiando en la biblioteca al mu chac ho’ (la (la misma forma que (107)), ya que (105) no es es una oración gramatical [en inglés inglés]. ]. Así, pues, estudiando las pasivas gramaticales, determinamos que Jo hn es analizable analizable de dos mane fo u n d th e b o y st ud yi ng in th e lib rary ra ry (={l03 ii)) es erb al al - F N, N, con el objeto the boy studying in ras: O bien como F N - V er the library , o bien como F N - A u x + V F N - C om om p, p, transforma de la cadena (107), con la frase compleja fo f o u n d st u d yi n g in th e lib rar y como Verbal Sin embargo, Jo hn k n ew th e b o y st ud yi ng in th e lib rar y (=103i) sólo tiene el primero de esos análisis. La descripción de (103) resultante parec pa recee co m pl etam et am en te de acue ac ue rd o co n la in tu ic ió n. Como otro ejemplo de tipo similar, considérese la oración
(108)
J o h n ca rn e h o m e
‘Juan vino a casa’.
Aunque Jo hn y h o m e son casos de FN , y carne es un Verbal. la investigación del efecto de las transformaciones sobre (108) muestra que no puede ser analizado como un caso de FN - Verb Verbal al - FN. No podemos tener home was come by John bajo la transformación pasiva, o what did John come? bajo la transform ación interrogativa T w . Por tanto, tenemos que analizar (108) de algún modo (para no complicar indebidamente la descripción de estas transformaciones), quizá como F N — V erbal Ad ve rb io . Aparte de consideraciones como éstas, no parecen existir muy poderosas razones para denegar a (108) el análisis F N - V er (completamener ba ba l - F N (completamente contraintuitivo), con home como objeto de carne.
Creo que es justo decir que un número significativo de los criterios para pa ra de te rm in ar la es tru tr u c tu ra co ns tit uc io na l son de hech he choo tran tr an sfor sf or m ac io io nales. El principio general es éste: Sí tenemos una transformación que simplifica la gramática y lleva de oraciones a oraciones en un buen número de casos (es decir, una transformación bajo la cual el conjunto de oraciones gramaticales es poco menos que cerrado), entonces intentamos asignar la estructura constitucional de modo que esa transformación lleve siempre a oraciones gramaticales, simplificando así la gramática aún más. El lector habrá notado quizá una cierta circularidad y hasta incoherencia aparente en nuestro enfoque. Definimos transformaciones tales como la pasiva pasiv a en térm té rm inos in os de análisis aná lisis ahor ah orma ma cio nales na les pa rticu rti cu lare la res, s, y luego lue go co nsid ns ideeramos el comportamiento de las oraciones bajo estas transformaciones al determinar cómo asignar estructura ahormacional a esas oraciones. En §7.5 hicimos uso del hecho de que Jo hn was d ru n k by ear ly m or ni ng (=(102)) no tiene una correspondiente “activa” como una razón en contra del establecimiento de una transformación pasivaaactiva. En §7.6 hicimos uso del hecho de que Jo hn carne h om e (=(108)) no tiene pasiva como una razón para no asignarle la estructura constitucional F N Verbal FN. Sin emba rgo, si se sigue de cerca el argu me nto ^e ^en cada caso resultará claro que no hay ninguna circularidad o incoherencia. En cada caso nuestra única preocupación ha sido reducir la complejidad de la gramática, y hemos tratado de mostrar que el análisis propuesto es claramente más simple que las alternativas rechazadas. En algunos casos la gramática resulta más simple si rechazamos una cierta transformación; en algunos casos la reasignación de la estructura constitucional es preferible. Hemos, pues, venido siguiendo el el curso esbozado en §6 . Haciendo uso de la estru ctura aho rm acional y de transformaciones, estamos tratando de construir una gramática del inglés que sea más simple que cualquier otra alternativa propuesta; y no nos preocupa la cuestión de cómo se podría llegar de hecho a esta gramática de un modo maquinal para un corpus del inglés, por muy extenso que sea. Nuestro objetivo (evaluación en vez de descubrimiento), que es más débil, elimina todo temor de circularidad viciosa en los casos examinados en lo que precede. Las correspondencias intuitivas y las explicaciones de irregularidades aparentes ofrecen, en mi opinión, un testimonio importante en favor de la corrección del enfoque que hemos venido siguiendo. Cf. §8.
8.1. Hasta ahora hemos considerado que la tarea del lingüista es prod ucir un ingenio del tipo que sea (llamado gramática) para generar todas las oraciones de una lengua y sólo éstas, las cuales hemos asumido eran de algún modo dadas de antemano. Hemos visto que esta concepción de las actividades del lingüista nos lleva naturalmente a describir las lenguas en términos de un conjunto de niveles de representación, algunos de los cuales son muy abstractos y notriviales. En particular, nos lleva a establecer la estructura ahormacional y la estructura transformacional como niveles de representación distintos para las oraciones gramaticales. Pasaremos ahora a formular los objetivos del lingüista en términos muy distintos e independientes que, sin embargo, llevan a nociones de la estructura lingüística muy similares.*17 *17. En lo lo que respecta al origen de (11 0), recuérdese lo dicho sobre (103ii ) en ia nota * ! 6. El nuevo análisis “lexicalista” de la teoría reformutada (cf. 5.3 n. *11) permite derivar la frase de (11 1) de un F/V (como estructura básica), por lo que no tiene que ser derivada de una oración. Obsérvese que cuando el “sujeto paciente” de ma tan za aparece expreso, la primera frase preposicional corresponde en los dos casos al “objeto”: (i) ta m at an za d e los ca za do res (p or los ca m pe sin os ,1 la matan za de los cazadore s) (ii) la matan za de los animales po r ¡os cazad ores En el análisis “lexicalista”, los pares m ata r:m ata nz a, de cid ¡r: de ci$ ió n, aña dir : ad ici ón , . están relac ionados por reglas reglas léxic as que hacen uso de repre sentac iones monó* monó* nicas (cf. Intr. 11.2). El paralelismo entie frases nominales como las de (¡ 11) y (112) y las oraciones correspondientes proyecta a veces luz sobre sus estructuras latentes respectivas, e.gr.
.
Como indica el asterisco, la última posibilidad no es aceptable, lo cual parece indicar que el orden subyacente es el de ta primera opción-tanto en (iv) como en (iii).-C.O.
Son muchos los hechos relativos al lenguaje y a la conducta lingüística, aparte del hecho de que tal y tal cadena (que quizá no haya producido nadie) es o no es una oración, que requieren ser explicados. Es razona ble espe es pe rar ra r que qu e las gram gr am átic át icas as pr op o rc io n en ex plic pl icac acio ione ness para pa ra tale ta less hechos. Por ejemplo, para muchos hablantes del inglés la secuencia de fonemas /aneym / puede ser entendida ambiguam ente como o bien a ñame ‘un nombre’ o bien an aim ‘un blanco o designio’. Si nuestra gramática fuera unsistemadeunnivel que tratase solamente de los fonemas, no tendríamos explicación alguna para este hecho. Pero cuando desarrollamos el nivel de representación morfológica, nos encontramos con que, por razones del todo independientes, nos vemos forzados a establecer los morfemas a o an *uno/una’, ai m ‘designio’ y ñame ‘nombre’, asociados con las figuras fonémicas /a/, /an/, /eym/ y /neym/. Por tanto, como consecuencia automática del intento de establecer la morfología del modo más simple posible posi ble nos no s en co n tram tr am o s co n que qu e la secu se cu en cia ci a de fone fo ne m as /a n ey m / es representada de dos maneras en el nivel morfológico. En general, decimos que tenemos un caso de homonimia construccional cuando una secuencia de fonemas dada es analizada de más de una manera en algún nivel. Esto sugiere un criterio de adecuación para las gramáticas. Podemos poner a prue pr ue ba ( “ te s t” ) la ad ec ua ción ci ón de un a gram gr am átic át icaa da da su sc ita nd o la cues cu estió tió n de si cada caso de homonimia construccional es o no un caso real de ambigüedad y cada caso del tipo apropiado de ambigüedad es realmente un caso caso de homonim ia co nstru ccio nal.1 Más Más generalmen te, si cierta conc epción de la forma de la gramática lleva a una gramática de una lengua dada que no resiste esa prueba, podemos poner en duda la adecuación de esa concepción y de la teoría lingüística que la subyace. Así, pues, un argumento irreprochable para el establecimiento de un nivel morfológico es que este nivel dará razón de la ambigüedad de /aneym/, de otra manera inexplicada. 1. Por supuesto , no todos los tipos de ambigüedad serán serán analizados en términos sintácticos. Por ejemplo, no se nos ocurriría sugerir que la sintaxis explique la ambi güedad reverencial de so nj su n ‘hijo/sol’, Ught (en color o peso) ‘claio/ligcro', etc. (Como es sabido, el vocablo inglés son ‘hijo’ se pronuncia exactamente igual que sun ‘sol’. Compárese, en español, te s to /t e x to , ba ró n! va ró n, jir a/ gira (de gir ar) , is m o / istmo, casa/caza (para muchos hablantes), fu er te (dicho de una persona o de su voz) 'strong/loud' (en inglés), vivo (dicho de un ser, de una persona o de un color) kalive/viva cious/b right\ p er d er (la vida o el tren) ‘lose/miss1, esperar (sentado, expec tante, ilusionado) Svait/expect/hope’, ti em p o (atmosférico, cronológico, verbal) ‘we athe r/time /tense ’, etc .-C .O .] En “Two models of grammatical dcscription” (1954), Hockett usa nociones de ambigüedad estructural para demostrar la independencia de diversas nociones lingüís ticas de una manera muy similar a la sugerida aquí.
Tenemos un caso de homonimia construccional cuando una secuencia de fonemas cualquiera es representada de más de un modo. Supóngase que en algún nivel dos secuencias de fonemas distintas son analizadas similar o idénticamente. Esperamos que esas secuencias sean de algún modo “entendidas” de manera similar, lo mismo que los casos de representación dual son “entendidos” de más de un modo. Por ejemplo, las oraciones (109)
(i) Jo hn play pl ay ed tenn te nn is ‘Juan practicó el tenis' (ii) my friend writes poetry ‘mi amigo escribe poesía1
son completamente distintas en los niveles fonémico y morfémico. Pero en el nivel de la estructura ahormacional las dos son representadas como FN Verbal F N ; correspondientemente, es claro que en algún sentido son entendidas de manera similar. Este hecho no podría ser explicado en términos de una gramática que no fuese más allá del nivel de las palabras o morfemas, y, por tanto, tales casos ofrecen una motivación para establecer el nivel de la estructura ahormacional del todo independiente de la motivación dada en §3. Nótese que cabe también aducir consideraciones de ambigüedad estructural como motivación para establecer un nivel de estructura ahormacional. Expresiones como oíd men and women ‘hombres viejos y mujeres/hombres y mujeres viejos’ y they are flying planes (es those specks on the horizon[—they horizon[—they ]are flying planes planes ‘esas manchitas decir, those en el horizonte son aviones en vuelo’ o bien my friends[=they] are flying plan pl anes es ‘mis amigos están pilotando aviones’) son evidentemente ambiguas, y de hecho son analizadas de dos maneras en. el nivel de la estructura ahormacional, aunque no en ningún otro nivel más bajo. Recuérdese [5.5] que el análisis de una expresión en el nivel de la estructura ahormacional es pro p ro p or ci o na d o , no por po r una sola ca dena de na , sino sin o por po r un diag di agra ram m a co m o (1 5) o, equivalentemente, por un cierto conjunto de cadenas representadoras.2 Lo que estamos sugiriendo es que la noción “comprender una oración” sea explicada en parte en términos de la noción “nivel lingüístico”. Así, pues, para entender una oración es necesario, en primer lugar, reconsEs decir, poi lo que llamo “ahormante” en The logical structure o f linguislic linguislic y en ‘Three models for the description of language” (1956). Véase “Three mod els . . para para un examen de la homo nimia constru ccional de th e y are fl yi ng pla ne s en términos de una gramática ahormacional. Sin embargo, cuando añadimos una gramática transformacional a la gramática ahormacional, esa oración es un ejem plo de ambigüedad transformacional, no de homonimia construccional en el nivel ahormacional. De hecho, no es seguro que exista ning ún caso de homonimia construc cional en el nivel ahormacional propiamente dicho una vez que es desarrollada una gramática transformacional. 2. th eo ry
truir su análisis en cada nivel lingüístico; y podemos poner a prueba la adecuación de un conjunto de niveles lingüísticos abstractos dado preguntándonos si las gramáticas formuladas en términos de esos niveles nos pe rm ite n p ro po rc io na r un análisi aná lisiss satis sa tis fac torio to rio de la noci no ción ón de “ co m pr en sión” (“understanding”). Los casos de similarídadderepresentación de nivel nivel más a lto y di similar ida d (hom onim ia con struc cion al) de nivel más alto son simplemente los casos extremos que, si se acepta este encuadre, pru eban eb an la exist ex ist encia en cia de niveles nive les más má s altos. alt os. En gen era l, no pode po dem m os co m pren pr ende derr del to do un a orac or ació iónn si n o cono co no cem ce m os al me nos no s cóm có m o es analiza ana liza da en todos los niveles, incluyendo niveles superiores tales como la estructura ahormacional, y, com o veremos, la estructura transformacional. Pudimos mostrar la inadecuación de una teoría de la estructura lingüística que no incluye un nivel ahormacional, poniendo de manifiesto casos de ambigüedad y similaridad de comprensión que no eran explicados en niveles más bajos. Pero resulta que hay todavía un numeroso residuo de casos inexplicados aun después de que el nivel de la estructura ahormacional es establecido y aplicado al inglés. El análisis de estos casos demuestra la necesidad de un nivel todavía “más alto”, el del análisis transformacional, de manera independiente a la de §§5, 7. Mencionaré sólo algunos ejemplos representativos.
(i.e.,, John John fou nd the 8.2. En §7 .6 encontram os un un ejemplo ejemplo de una cadena (i.e. boy studying in the library =(103ii)) cuya dualidad de representación no po día dí a ser de m os trad tr ad a sin hace ha cerr uso de crite cr iterio rio s tra nsfo ns form rm acio ac iona nale les. s. Desc De scuu brimo bri mo s que qu e según segú n un a de las dos do s in terp te rp reta re taci cion on es esa caden ca den a es una u na tran tr an slibr ary the boy después de forma de Jo hn - fo u n d st ud yi ng in th e library aplicar aplicar y que según otra interpr etación era analizada como una construcción FN ~ Verbal ~ FN con e! objeto the boy studying in the library. El análisis transformacional ulterior mostraría que en ambos casos la cadena (103ii) es una transforma del par de cadenas terminales que subyacen las oraciones meollares simples
(110)
(i) J o h n f o u n d th e b o y ‘Juan encontró al muchacho’ (ii) th e b o y is s t u d y in g in th e li b ra r y ‘el much acho está estu diando en la biblioteca’
Por tanto, ése es un caso interesante de una cadena cuya ambigüedad es resultado de desarrollos transformacionales alternativos a partir de las mismas cadenas meollares. Sin embargo, ése es un ejemplo muy complicado, qne requiere un estudio bastante detallado del modo en que las transfor
mariones asignan estructura constitucional, y ejemplos más simples de ambigüedad con un origen transformacional no son difíciles de encontrar. Considérese la frase (111), la cual puede ser comprendida ambigua* mente con hunters ‘cazadores’ como sujeto, de manera análoga a (112i), o como ob jeto, de manera análo análoga ga a (112 ii): (111)
the shooting of the hunters ‘la matanza de los cazadores’
(112)
(i) the growling growling o f the lions lions ‘el rugir de los leones’ raising o f the flowe rs ‘el cultivo de las flores’ (ii) the raising
En el nivel de la estructura ahormacional no hay ningún modo adecuado de explicar esa ambigüedad; todas esas frases son representadas como th e +in g - o f + F N . 3 Sin embargo, en términos transformacionales hay una V +i explicación clara y automática. Un análisis cuidadoso del inglés muestra que podemos simplificar la gramática si delemos frases tales como (111) y (112) del meollo y las reintroducimos mediante transformación. Para dar razón de frases tales comó (II 2i), estableceremos una transformación que convierta cualquier oración de la forma F N — T — V en la correspon diente frase de la forma th e V+ing o f + F N ; y esta transformación será formulada de modo que el resultado sea un F N 4 Para Para dar razón de ( 1 12ii), 12ii), estableceremos una transformación que proyecte cualquier oración de la forma F N X - T - V - F N 2 en el correspondiente F N de la forma th e - V-Hn V-Hng g o f + F N 2 . Así, pues, la primera de estas transformaciones growling o f lions lions,, y convertirá lions growl ‘los leones rugen’ en the growling la segunda convertirá Jo hn raises fl ow er s ‘Juan cultiva flores’ en the raising raising o f flowers. flowers. Pero tanto the hunters shoot ‘los cazadores matan’ como they shoot the hunters ‘ellos/ellas matan a los cazadores’ son oraciones meolla* shooting o f the hunters hunters (=^111)) tendrá dos orígenes res. Por tanto, the shooting transformacionales distintos y será representada de dos maneras en el nivel transformacional. La ambigüedad de la relación gramatical en (111) es consecuencia del hecho de que la relación de shoot con hunters difiere 3. Es verdad verdad que la frase frase (1 11) puede ser representada representada ambiguam ente toman do bien como un verbo transitivo o como un verbo intransitivo, pero el hecho esencial, en este caso, es que la relación gramatical de (111) es ambigua (i.e., hu nte rs puede ser sujeto u objeto). Las relaciones gramaticales pueden ser definidas en la estructura ahormacional en términos de la figura de los diagramas (15), etc. Pero en estos términos la aserción de que (111) contiene o bie n la relación sujeto/verbo o bie n la relación verbo/objeto carecerá de base. Si analizamos los verbos en tres clases, transitivos, intransitivos y transitivos-o-intransitivos, entonces aun esta distinción (in suficiente en sí misma) desaparece. 4. Cf. la nota 3 de § 7.3.
sh oo t o
en las dos oraciones meollares subyacentes. No tenemos esa ambigüedad en (112), ya que ni they grow l lions lions ‘ellos/ellas rugen le one s’ ni flo fl o w e rs raise r aise ‘las flores cultivan’ son oraciones meollares gramaticales. De manera análoga, considérese pares tales como (113)
(i) the picture waj pa in te d by a n ew tech te ch ni qu e ‘el cuadro fue pintado por (medio de) una nueva técnica’ rea l a rtis t (ii) the picture waí pa in te d by a real ‘el cuadro cuadro fue pintad o por un verdadero verdadero artista’
Estas oraciones son comprendidas de manera muy diferente, aunque son was+Verbal+ l+en en - by+F N representadas de manera idéntica como FN ~ was+Verba en el nivel ahormacional. Pero su historia transformacional es muy diferente. La oración (113ii) es la pasiva de a real artist painted the picture ‘un verdadero artista pintó el cuadro’. La oración (113i) es formada a partir de, e.g ,, J o h n pa in te d th e pi ct ur e b y a n ew te ch n iq ue ‘Juan pintó el cuadro por po r (m ed io de ) un a nueva nu eva técn té cn ic a’ m ed iant ia ntee un a do ble bl e tra ns fo rm ac ión: ió n: Primero, la pasiva, y luego la transformación deletiva (mencionada en la nota 7 de §7.6) que elide el “agente” en la pasiva. Un homónimo absoluto sobre el modelo de (113) no es difícil de encontrar. Por ejemplo, (114)
Joh J oh n was frightened by the new methods
‘Juan fue amedrentado por los nuevos métodos’ puede pu ede signif sig nif icar ica r o bie n que qu e Jo h n es un conservador (los nuevos métodos lo asustan) o bien que los nuevos métodos de amedrentar a la gente fueron usados para amedrentar a Joh J oh n (interpretación que sería la más normal si se insertase being después de w js) .* 18 En el niv nivel el transformacional, transformacional, (114 ) tiene tanto el análisis de (113i) como el de (113ii), lo cual da razón de su ambigüedad. 8.3. Podemos completar el argumento presentando un ejemplo del caso opuesto, a saber, un caso de oraciones que son comprendidas de una manera similar, aunque son muy distintas en su representación ahormacional y de nivel más bajo. Considérese las siguientes oraciones, examinadas en §7.2:' * 18. Es decir, si reem plazamos ( 11 4) por Jo hn wa s be in g fr ig ht en ed b y th e new ‘Juan estaba siendo amedrentado por los nuevos métodos’. Nótese que el “tiempo*' imperfectivo (Intr. 11.2, E.40) que el aspecto progresivo induce, contribuye a hacer más “normal” la segunda interpretación, i.e., la que corresponde a ‘alguien amedrentó a Juan por los nuevos métodos’ (en conUaste con ‘los nuevos métodos amedrentaron a Juan’).-C.O.
m et h od s
(115)
Decla rativa'.'. A. Declarativa (i) Jo hn ate an ap ple ‘Juan comió una manzana’ B. Inter In terro roga gativ tivas: as: a. Confirmativa: (ii) did John eat an an apple? ‘¿comió Juan una m anza na?’ b. Inqu In qu isitiv isi tiv as: as : (iii) what did John eat? ‘¿qué comió Juan?’ (iv) who ate an apple? ‘¿quién ‘¿quién comió comió una una manzana?’
Es intuitivamente obvio que (115) contiene dos tipos de oraciones, declarativas (115i) e interrogativas (115íiiv). Además, las interrogativas se sub dividen intuitivamente en dos tipos: Preguntas confirmativas (115ii) y preguntas inquisitivas (115iii, iv). Sin embargo, és difícil encontrar una base formal para esta clasificación que no sea arbitraria o ad hoc. Si, por ejem pl o, clasif cla sifica icamo mo s las orac or acio ione ne s según segú n su en to na ció ci ó n “ n o rm al ” , en tonc to nc es (115i), (115iii) y (115iv), con entonación declarativa normal (descendente), se opondrán a (115ii), con entonación ascendente. Si clasificamos las oraciones sobre la base del orden de las palabras, entonces (115i) y (115iv), con orden normal F N — V erbal - F N, N, se opondrán a (115if\ y (115iii), que muestran inversión del sujeto y el auxiliar. No obstante, cualquier gramática del inglés clasificará esas oraciones de la manera indicada en (115), y cualquier hablante del inglés las comprenderá de acueruo con esa pauta. No cabe duda de que una teoría que no proporciona bases para pa ra esa clasif cla sifica icació ciónn tiene tie ne que qu e ser teni te ni da por po r in ad ec ua da . La representación de una cadena en el nivel de las transformaciones es dada por la cadena o cadenas terminales en las que tiene su origen y la secuencia de transform aciones . po r las que es derivada d e esa caden a o cadenas terminales. En §§ 7.12 llegamos a las siguientes conclusiones respecto a las oraciones (115) (=(70)): Cada una de estas oraciones tiene su origen en la cadena terminal subyacente (116)
Joh J oh n — T — ea t+an t+ an +a pp le (=(61))
la cual es derivada en la gramática ahormacional. La oración (115i) es derivada de (116) aplicando sólo transformaciones obligatorias; por tanto, es por definición una oración meollar. La oración (115ii) es formada de (116) aplicando transformaciones obligatorias y T q . Tanto (11.5iii) como (115ív) son formadas aplicando transformaciones obligatorias, T q y T w . Difieren una de la otra sólo en la selección dé la frase nominal a la que T w se aplica. Supóngase que determinamos en generarlos tipos de oraciones en términos de historia transformacional, es decir, representación en el nivel transformacional. Entonces las subdivisiones primordiales de (115) son las
oraciones meollares (115i), por una parte, y, por otra, las oraciones (115iiiv), todas las cuales tienen T q en su representación transformacional. Asf, pues, (115iiiv) son todas Oraciones interrogativas. Las oraciones (115iiiiv) forman una subclase especial de interrogativas, ya que son formadas mediante la transformación subsidiaria adicional T w . Resulta, pues, que cuando formulamos la gramática transformacional más simple para (115), descubrüriósf'que la clasificación intuitivamente correcta de las oraciones es dada por las representaciones transformacionales que resultan.
9.1. Hemos, pues, encontrado casos de oraciones que son comprendidas ambiguamente y son representadas de más de una manera en el nivel transformacional (aunque no en otros niveles) y casos de oraciones que son comprendidas de manera similar y son representadas de manera similar sólo en el nivel transformacional. Esto da una justificación y motivación independientes para la descripción del lenguaje en términos de estructura transformacional, y para el establecimiento de la representación transformacional como un nivel lingüístico con el mismo carácter fundamental que los otros niveles. Además da más fuerza a la sugerencia de que el proceso de “com prender una oración” puede ser explicado en parte en términos de la noción de nivel lingüístico. En particular, para entender una oraciones necesario conocer las oraciones meollares en las que tiene origen (más prec pr ec isa m en te, te , las cade ca denas nas term ter m inale in ale s que qu e su by acen ac en esas esa s orac or ac ione io ne s m eo lla res) y la estructura ahormacional de cada uno de esos componentes elementales, así como la historia transformacional del desarrollo de la oración dada, a p artir de esas esas oraciones oraciones meo llares.1 El problema general de analizar analizar el proceso de “comprensión” queda, pues, reducido, en cierto sentido, al prob pr ob lem a de ex plic pl icar ar cóm có m o son co m pr en dida di da s las orac or ac ione io ne s m eo lla res, re s, sien si en do consideradas éstas los “elementos de contenido” básicos de los que son formadas, mediante desarrollo desarrollo transformacion al, las las oraciones usuales, más más complejas, de la vida real. Al proponer que la estructura sintáctica puede proporcionar cierta luz respecto a los problemas de la significación y la comprensión (“meaning and understanding”) hemos entrado en terreno peligroso. Ningún aspecto del estudio lingüístico es objeto de más confusión y ninguno tiene más necesidad de formulaciones claras y cuidadosas que el que trata de los pu nt os de co ne xión xi ón en tre tr e la sin taxi ta xiss y la sem se m ántic án tic a. La verd ve rdad adera era cues cu es tió n
1. Cuando el análisis análisis transformacional es formulado más cuidadosam ente, des cubrimos que el conocimiento de la representación transformacional de una oración (que incorpora la estructura ahormacional de las cadenas meollares en las que la oración tiene su origen) es todo lo que se necesita para determinar la estructura-ahormacionaI-derivada de la transforma.
que debe ser plantea da es: “ ¿Cómo son puesto s a func ionar los recursos sintácticos con que cuenta una lengua dada en el uso real de esa lengua ?” Sin embargo, en vez de centrar la atención sobre este importante problema, el estudio de las interconexiones entre la sintaxis y la semántica ha sido dominado, en gran parte, por un problema marginal y por una cuestión erróneamente formulada. El problema ha sido el de si se requiere o no información semántica para descubrir o seleccionar una gramática; y la dificultad usualmente planteada por los que toman la posición afirmativa en esta disputa es: “ ¿Cóm o se puede cons truir una gramática sin apelar en absoluto a la significación?” Las observaciones de §8 sobre las posibles implicaciones semánticas semánticas del estudio sintáctico no deben ser erróneamente interpretadas como indicación de que apoyan la idea de que la gramática está basada en la significación. De hecho, la teoría esbozada en §§37 era completamente formal y nosemántica. En §8 hemos indicado brevemente algunos modos en los que puede ser estudiado el uso real de los recursos sintácticos utilizables. Quizá este problema pueda ser elucidado un poco más mediante una discusión puramente negativa de la posibilidad de encontrar fundamentos semánticos para la teoría sintáctica.
9.2.1. Una gran cantid ad de esfuerzo ha sido dedicado al inte nto de res po nd er a la pr eg u nta: nt a: “ ¿C óm o se pu ed e co ns trui tr uirr una un a gram gr am átic át icaa sin apela ap ela r en absoluto a la significación?” Sin embargo, la pregunta misma está mal plan pl an tead te ad a, ya qu e la im plic pl icac ac ión ió n de que qu e es obvio ob vio que qu e se pu ed e co ns trui tr uirr una gramática apelando a la significación está totalmente insustanciada. Ca br ía pr eg un tar ta r con co n igual igua l ju st ific if ic ac ió n: “ ¿Cóm ¿C ómoo se pu ede ed e co n stru st ru ir una gramática sin conocer el color del pelo de los hablantes?’' La cuestión que debee ser planteada es: deb es: “ ¿Cómo se puede construir una gram ática?” No conozco ningún intento detallado de desarrollar la teoría de la estructura sintáctica en términos parcialmente semánticos ni ninguna propuesta específica y rigurosa en favor del uso de información semántica en la construcción o evaluación de las gramáticas. Es innegable que la “intuición respecto a la forma lingüística” es muy útil al investigador de la forma lingüística (es decir, de la sintaxis). También es muy claro que la meta primordial de la teoría gramatical es reemplazar esta oscura dependencia en la intuición por un en fo qu e que sea rig uros ur osoo y ob jetiv je tiv o. Sin em ba rgo, rg o, no es dem de m asia as iado do evidente que la “intuición respecto a la significación” es útil en absoluto en la investigación real de la forma lingüística. Creo que si la inadecuación de las sugerencias respecto al uso de la significación en el análisis grama-
tical no es aparente se debe sólo a su vaguedad y a una lamentable tendencia a confundir “intuición respecto a la forma lingüistica” con “intuición respecto a la significaci significación” ón” , dos término s que no tienen en co mún más que su vaguedad y su indeseabilidad en la teoría lingüística. Sin embargo, debido a la extendida aceptación de sugerencias de esa naturaleza, puede merecer la pena investigar brevemente algunas de ellas, aun cuando la carga de la prueba en este caso pesa completamente sobre el lingüista que pretende haber logrado desarrollar alguna noción sintáctica en términos semánticos.*19 9.2.2. Entre las aserci aserciones ones más comunes propu estas para sustanciar la de pe nd en cia ci a de la gra má tica tic a re sp ec to a la sig nific ni fic ació ac ión, n, tene te ne m os las siguientes: (117)
(i) dos locuciones son foném icam ente distin tas si (y sólo si) si) difieren en su significación; (ii) los morfemas son los elementos más pequeños que tienen significación: (iii) las oraciones gramaticales son aquellas que tienen sígnifi catividad semántica; (iv) (iv) la relación gramatical sujetoverbo (es decir, F N —F como — F V como análisis de 5) corresponde a la “significación estructural” general actoracción; (v) la relación gramatical verboobjeto (es decir, Verbal F N como análisis de F V ) corresponde a la “significación estructural” acción/meta o acción/objetodelaaccíón; (vi) una oración activa y la pasiva correspondiente son sinónimas.
9.2.3. Un gran número de lingüistas han expresado la opinión de que la distintidad fonémica tiene que ser definida en términos de la significación diferencial (sinonimia, para usar un término más corriente) como se propone en (117i). Sin embargo, es inmediatamente palmario que la aserción (117i) no puede ser aceptada, en esa forma, como definición de la distin *19. En este capítu lo aparece aparece toda vía m is claro que en el capítulo 6 el el abismo infranqueable que separa la “nueva lingüística” de las doctrinas discutidas a mediados de siglo. La concepción de las interconexiones entre la sintaxis y la semántica (cf. 1964, IV. 1), que desgraciadamente desgraciadamente apenas ha perdido perdido actualidad actualidad (cf. 1972a, 1972 b), tiene que ser corregida sólo en lo que respecta a la organización de la gramática (cf. Intr. ÍÍ.2). Las investigaciones lingüísticas posteriores representan en muchos casos un paso atrás (Intr. II, n. 19; cf. 4.3, n. *7), en particular en lo que se refiere a (117iv-vi). Obsérvese que el estudio formal dei lenguaje garantiza la objetividad científica (cf. Scheffler 1966) sin conllevar la vacuidad típica del positivismo y el empiricismo.-C.O.
tidad fonémica.2 Si no queremos caer en una petición de principio, las locuciones de que se trata tienen que ser especímenes (“tokens”), no tipos. Pero hay especímenes locucionales que son fonémicamente distintos e idénticos en su significación (sinónimos) y hay especímenes locucionales que son fonémicamente idénticos y diferentes en su significación (homónimos). De aquí que la aserción (117i) sea falsa en ambas direcciones. De izquierda a derecha es falsada por pares tales como bachelor ‘soltero’ y unmarried man ‘hombre no casado’, o, aun más seriamente, por sinónimos absolutos tales como /ekinámiks/ e /iykinámiks/, [transcripciones de] economics, ádult y adúlt, /ráesin/ y /réysin/, ration, y muchos otros, que pu eden ed en co ex istir is tir aun au n d en tro tr o de un estilo est ilo en el habla ha bla . De dere de rech chaa a izquierda, la aserción (117i) es falsada por pares tales como bank ‘orilla’ (de un río) y bank ‘banco’ (para los ahorros),3 metal ‘metal’ y medal ‘medalla’ (en muchos dialectos), y otros muchos ejemplos. En otras pala bra s, si asign asi gnam amos os dos espe es pecí cím m enes en es loc ucion uc ion ale s al mism mi smoo tip o loc ucio uc iona nall sobre la base de (117i), obtendremos sencillamente una clasificación errónea en muchos casos. Se podría proponer una postulación más débil que (117i) en los siguientes términos: Supóngase que tenemos un sistema fonético absoluto dado con prioridad al análisis de cualquier lengua, y con garantía de que es lo suficiente detallado de modo que todos los casos de dos locuciones fonémicamente distintas en cualquier lengua serán transcritos diferentemente. Supóngase que definimos la “significación ambigua” de un espécimen locucional como el conjunto de significaciones de todos los especímenes transcritos idénticamente a ese espécimen locucional. Podríamos entonces revisar (l!7i), reemplazando “significación” por “significación ambigua”. Esto podría proporcionar una manera de enfocar el problema de la homonimia, si tuviésemos un corpus inmenso en el que pudiésemos estar relativamente seguros de que cada una de las formas fonéticamente 2. Para Para una investigac ión más detallada de (117Í) , véase mi ‘‘Sem ‘‘Sem antic considerations in grammar” (1955), 3. Nótese- que no pod emo s argüir argüir que ba nk en the riv er ba nk ‘la orilla del río’ y ban k en th e savin gs ba nk ‘el banco para tos ahorros’ son dos casos de la misma palabra, ya que ésta es precisamente la cuestión que estamos tratando de investigar. Decir que dos especímenes locucionales son casos de la misma palabra es decir que no son fonémicamente distintos, y es de suponer que esto es lo que se espera que el criterio sinonímico (117i) determine para nosotros. [Compárese, en español, ban co para los ahorros y ba nc o para sentarse (en inglés be n ch )H o empeine ‘parte superior del pie’ (relacionado, diatónicamente, con pe in e) y empeine ‘enfermedad del cutis’, taló n ‘calcañar' y taló n ‘hoja de talonario’, vencejo ‘ligadura’ y vencejo ‘pájaro’, etc. En cuanto a los “sinónimos absolutos”, piénsese, e.gr,, en /sétimo/ y /séptimo/, / alk ól/ y /a lk oó l/, m éd ul a y me du la, etc. -C.O . |
distintas de una palabra dada aparecía con cada una de tas significaciones que esa palabra podría tener. Puede ser posible elaborar este enfoque aún más para hacer frente al problema de los sinónimos. De este modo se pod p od ría rí a esp erar er ar de term te rm inar in ar la di stin st in tida ti da d foné fo némi mi ca m ed iant ia nt e la ardu ar du a inv estigación de las significaciones de las unidades (“items”) fonéticamente transcritas del vasto corpus. Sin embargo, la dificultad de determinar de alguna manera precisa y realística cuántas significaciones varias unidades pu ed en tene te ne r en co m ún así as í c om o la en or m id ad de la em pres pr es a ha ce n qu e la pr ob ab ili da d de éx ito it o de un en fo qu e de esa na tu ra leza le za pa rezc re zcaa más má s bien bi en dudosa. 9.2.4. Por fortuna, no tenemos que emprender un extravagante y elaborado programa de esa especie para determinar la distintidad fonémica. En la práctica, todo lingüista usa recursos nosemánticos mucho más simples y directos. Supóngase que un lingüista está interesado en determinar si metal y medal son o no fonémicamente distintos en algún dialecto del inglés. No investigará las significaciones de esas palabras, pues es claro que esta información no atañe a su propósito. Sabe que las significaciones son diferentes (o simplemente no le preocupa la cuestión) y está interesado en determinar si las palabras son fonémicamente distintas o no. El que sea cuidadoso en sus investigaciones sobre el terreno usará probablemente la prueba del par (“pair test”),4 ya sea con dos informantes ya con un informante y una grabadora magnetofónica. Por ejemplo, podría hacer una secuencia fortuita de copias de los especímenes locucionales que le interesan, y luego determinar si el hablante puede o no identificarlas consistentemente. Si la identificación es consistente, el lingüista puede aplicar una prueba todavía más estricta, pidiendo al hablante que repita cada palabra varias veces, y volviendo a usar la prueba del par respecto a las repeticiones. Si mantiene consistentemente la distinguibilidad bajo repetición, dirá que las palabras metal y medal son fonémicamente distintas. La prueba del par con sus variantes y elaboraciones nos proporciona un criterio operacional claro para par a la dist di stin inti tida da d foné fo némi mica ca en térm té rm inos in os co m pl etam et am en te no sem s em án tic os .5 4. Cf. mi “Sem antic consider ations in grammar” (1 95 5) , M. M. Halle, Halle, “Th e stratstrategy of phonemics” (1954), Z. S. Harris, M et ho ds in str uc tu ra l lín gu isti cs ( 1951), pp. 32 ss, y C. F. Hockett, A man ual o f p ho n ol o gy (1955), p. 146. 5. En “A semantic analysis of the Pawnee kinship usage” (1956), p. 190, Lounsbury arguye que es necesario apelar a la sinonimia para distinguir entre varia ción libre y contraste: “Si un lingüista que no sabe nada de inglés registra de mis labios la palabra ca í primero con una oclusiva aspirada final y luego con una oclusiva no-distensa preglotalizada, los datos fonéticos no le dirán si estas formas contrastan o
Es cosa usual considerar enfoques nosemánticos de la gramática como posib po sibles les alte al tern rn ativ at ivas as a los en fo qu es sem se m án tico ti co s, y criti cr itica ca rlo s co m o d em asiado complejos, aun si son tenidos por posibles en principio. Sin embargo, nos hemos encontrado con que, al menos en el caso de la distintidad fonémica, lo verdadero es exactam ente lo opue sto. Hay un enfoque opera cional y relativamente sencillo para la determinación de la distintidad fonémica en términos de recursos nosemánticos tales como la prueba del par. Puede ser posible en principio desarrollar algún equivalente semánticamente orientado a la prueba del par y sus elaboraciones, pero parece que tal procedimiento tendrá que ser muy complejo, requiriendo un análisis exhaustivo de un corpus inmenso, y enredando al lingüista en el nada pro p ro m et ed o r in te n to de de term te rm inar in ar cu án tas ta s sig nifica nif icacio cione ness pu di era er a tene te ne r una secuencia de fonos dada. no. Sólo cuando me pregunte a mí, su informante, si la significación de la primera forma es diferente de la de la segunda, y yo diga que no es, podrá él seguir adelante con su análisis fonémico”. Como método general, este enfoque es insostenible. Su póngase que el lingüista graba /ekinamiks/ e /iykinamics/ (escrito economics ‘econo mía’ en ambos casos), /viksin/ [escrito vixen ‘zorra’) y /fimeyl#faks/ (escrito fe m a le fo x ‘zorra’], etc., y pregunta si (los miembros de cada par] son o no diferentes en significación. Si toma ese principio literalmente, descubrirá que no lo son, y les asignará, incorrectamente, el mismo análisis fonémico. Por otra parte, hay muchos hablantes que no distinguen m e ta l ‘metal’ de m ed al ‘medalla’ (en la pronunciación!, aunque si se les pregunta pueden estar completamente seguros de que distinguen una palabra de la otra. Las respuestas de tales informantes y las preguntas directas de Lounsbury con respecto a la significación sin duda no harán más que obnubilar el problema. Podemos hacer la posición de Lounsbury más aceptable reemplazando la pregun ta "¿tienen la misma significación? ” por “ ¿son la la misma palabra?”. palabra?”. Esto evitará evitará los escollos de la pregunta semántica, esencialmente no-pertinente, pero es difícilmente aceptable en esta forma, pues equivale a pedir al informante que haga el trabajo del lingüista; en definitiva, es reemplazar una prueba operacional de la conducta (tal como la prueba del par) por el juicio del informante sobre su conducta. Las pruebas operacionales para las nociones lingüísticas pueden requerir que el informante respon da, pero no que exprese su opinión sobre su conducta, que exprese su juicio sobre la sinonimia, sobrtf la distintidad fonémica, etc. Las opiniones del informante pueden estar basadas en todo tipo de factores no pertinentes. Es ésta una distinción impor tante que tiene que ser observada cuidadosamente si no se quiere trivializar la base operacional para la gramática. (El profesor Floyd G. Lounsbury, de la Universidad de Yale, especialista en “field methods”, había presentado ya su “argumento” el 16 de abril de 1955 en la discusión que siguió a la ponencia de Chomsky sobre “Semantic considerations in grammar” (que, por extraño que parezca, todavía no ha perdido del todo su actualidad). Es muy instructivo volver, con la perspectiva de los años, sobre las actas (parciales) de aquella discusión (en la que participaron también Pike y Garvin) y de las discusiones que siguieron a las ponencias de Chomsky en las confe rencias de la Universidad de Tex as en 1958 y 1959 (las actas de la primera han sido publicadas por A. A. Hill, pero no las de la segunda) y comparar la hondura intelec tual máxima de la lingüística entonces vigente con la del presente libro. Con ello basta sin duda para entrever el alcance de la revolución chomskiana.-C.O.|
9.2.5. Hay una dificultadde principio adicional que debe ser mencio nada en la discusión de cualquier aproximación semántica a la distintidad foné mica. No nos hemos planteado ta cuestión de si las significaciones asignadas a especímenes distintos (pero fonémicamente idénticos) son idénticas, o simplemente muy similares. Si lo exacto es esto último, entonces todas las dificultades de determinar la distintidad fonémica tienen su paralelo (y son magnificadas, por la oscuridad inherente en la materia) al determinar la identidad de significación. Tendremos que determinar cuándo son lo suficientemente similares dos significaciones distintas para ser consideradas “idénticas” . Si, Si, por otra parte, tratam os de manten er la posición posición de que las significaciones asignadas son siempre idénticas, de que la significación de una palabra es un componente fijo e inmutable de cada aparición (“occur rence”) de la palabra, entonces una imputación de circularidad parece just ju stifi ifi ca da . Parec Pa recee que el ún ico ic o m od o de so sten st en er una po sic ión tal sería se ría concebir la significación de un espécimen como “el modo en el que son (o pu eden ed en ser) ser ) usad us ados os los lo s espe es pe cím cí m enes en es de ese ti p o ” , la clase clas e de situ si tuac ac ione io ne s en las que pueden ser usados, el tipo de respuesta que normalmente evocan, o algo por el estilo. Pero es difícil dar sentido en absoluto a tal idea de la significación sin un concepto previo de tipo locucional. Se diría, pues, que aun al margen de nuestras objeciones anteriores, todo enfoque de la distintidad fonémica en términos semánticos o bien es circular o bien está basado en una distinción que es considerablemente más difícil de establecer que la distinción que tendría que clarificar. 9.2.6. ¿Cómo p odem os, pues, dar razón de de que que una formulació n tal como (117 i) sea tan generalmen te aceptada ? Creo que hay dos explicaciones para par a ello. ell o. En pa rte, rt e, es una cons co nsec ecue uenc ncia ia del su pu es to de que qu e los en fo qu es semánticos son de algún modo dados inmediatamente y son demasiado simples para requerir análisis. Sin embargo, cualquier intento de proporcionar una descripción cuidadosa desvanece enseguida esa ilusión. Toda aproximación semántica a una noción gramatical concreta requiere un desarrollo tan cuidadoso y detallado como el que es requerido, con toda ju stic st icia ia,, de cu alqu al qu ier ie r ap ro xim xi m ac ión ió n no sem s em án tic a. Y, co m o hem he m os visto, vist o, una aprox imac ión semántica a la dis tin tid ad . foném ica está plagada de de dificultades muy considerables. Un segundo origen de formulaciones tales como (117i) es, a lo que creo, una confusión de “significación” con “respuesta del informante”. No es raro encontrar comentarios sobre el método lingüístico tales como el siguiente: “En el análisis lingüístico definimos contraste entre formas ope racionalmente en términos de la diferencia en las respuestas respecto a la
significación” .6 Hemos observado en § 9.2.3 . que si si fuésemos a determ inar el contraste [entre dos locuciones] de un modo directo mediante respuestas respecto a la significación, decidiríamos sencillamente de manera errónea en numerosos casos; y si tratamos de evitar las dificultades que surgen inmediatamente, esto nos lleva a una construcción que es tan elaborada e incluye supuestos tan intolerables que difícilmente puede ser tomada como una propuesta seria. Además vimos en §9.2.5 que hay, a lo que parec pa rec e, di fic ul tade ta de s de prin pr inci cipi pioo aú n más fund fu nd am en tales ta les . Por ta n to , si interpretamos literalmente la aserción citada, tenemos que rechazarla como incorrecta. Sin embargo, si eliminamos del aserto la palabra “significación”, tenemos una referencia perfectamente aceptable a recursos tales como la prue ba del pa r. Pe ro no hay ha y nin gu na just ju stifi ifica caci ción ón pa ra in te rp re ta r las resp re spue uesta stass estudiadas en la prueba del par como semánticas en modo alguno.7 Cabría muy bien desarrollar una prueba ^pperacio ^pperacional nal ( “o perationa l tes t”) para la la rima que mostraría que bilí y pi ll [o, en español, bar y p a r ] están relacionados de un modo en el que bilí y bail [o bar y /ber/, i.e. ve r ] no lo están. Esta prueba no tendría nada de semántico. La identidad fonémica es esencialmente rima completa, y no hay más razón para postular una reacción semántica inobservada concreta en el caso de bilí y bilí que en el caso de bilí y p il l Resulta extraño que los que han objetado al intento de basar la teoría lingüística en formulaciones tales como (117i) hayan sido acusados de desatender la significación. Por el contrario, se diría que lo que ocurre es que los que proponen una de las variantes de (117i) interpretan “significación” tan laxamente, a lo que parece, que llaman “significación” a cualquier respuesta a una expresión lingüística (“response to language”). Pero aceptar esta perspectiva es privar al término “significación” de todo interés o significatividad. Creo que todo el que desee preservar la frase “estudio de la significación” para describir un importante aspecto de la investigación lingüística tiene que rechazar esta identificación de “significación” y “res pu esta es ta a una un a expr ex pres esió iónn lin gü ístic ís tic a” y, con ella, ella , form fo rm ulac ul acio ione ness tales com co m o (117i). O. Loun sbury, sbur y, p. 191. 7. No hay que dejarse contu ndir por el hech o de que en la prueba del par es posible preguntar al hablante que identifique los especímenes locucionales por medio de la significación. Se le podría preguntar igualmente que los identifique por medio de números elegidos arbitrariamente, por los signos del zodiaco, etc. No es más legítimo usar una formulación concreta de la prueba del pai para argüir que la teoría sintáctica depende de la significación que para argüir que la lingüística se basa en la aritmética o la astrología.
9.2.7. Es, por supuesto, imposible imposible probar que las las nociones semánticas no no son de utilidad alguna en la sintaxis, lo mismo que es imposible probar la impertinencia de cualquier otro conjunto de nociones dado. Sin embargo, la investigación de tales propuestas parece llevar invariablemente a la conclusión de que sólo una base puramente formal puede proporcionar un fundamento firme y productivo para la construcción de la teoría gramatical. La investigación detallada de cada una dé las propuestas semánticamente orientadas sobrepasaría los límites de este estudio, y no tendría demasiado sentido, pero podemos mencionar brevemente algunos de los más obvios ejemplos contrarios a conocidas sugerencias tales como las de (117). Difícilmente se puede decir que morfemas tales como to en / want to go ‘quiero ir’ o el portador sustitutivo d o en did he come? ‘¿vino él? ’ (cf. §7.1) están dotados de significación en sentido independiente alguno, y parece par ece razo ra zona nabl blee asu m ir que un a no ción ci ón in de pe nd ie n te de sig nific ni fic ación ac ión , expuesta de manera clara, puede asignar significación a toda suerte de nomorfemas tales como gl- en gleam ‘destello, luz tenue y momentánea’, glimmer ‘vislumbre, luz tenue y vacilante’, glow ‘resplandor, brillo’.8 Así, pues, pu es, estos est os ejem ej em plo s son co nt rario ra rio s a la sug ere ncia nci a de ( 1 17ii) 17ii ) de qu e los morfemas sean sean definidos como elemen tos portadoresdesigni portadoresdesignificación ficación m ínimos. En §2 hemos dado razones para rechazar la “significatividad semántica” como criterio general para la gramaticalidad, como se propone en re ce ive d a le tter tt er ‘Juan recibió una (117iii). Oraciones tales como Jo hn rece carta’ o the fighting stopped ‘la lucha cesó’ muestran claramente que, si la significación es tomada seriamente como concepto independiente de la sintaxis, la aserción (117iv) según la cual la relación gramatical sujetover bo tiene tie ne la “ signif sig nificac icac ión es tru tr u c tu ra l” ac tora to ra cció cc iónn es inso in so ste nibl ni ble. e. De modo análogo, oraciones tales como I wi ll dis regard reg ard his in co m p et en ce ‘pasaré por alto su incompetencia’ o I m iss ed th e trai n ‘perdí el tren’ muestran que no es posible asignar una significación estructural tal como acciónmeta a la relación objetoverbo como tal (117v). En contradicción con ( I ] 7vi), 7vi), podem os describir circunstancias en las que una oración “cuantificacional” tal como everyone in the room knows at least two languages ‘cada uno de los que están en el cuarto conoce al menos dos lenguas’ puede ser verdadera, mientras la pasiva correspondiente at least two languages are known by everyone in the room ‘al menos dos lenguas 8. Para Para muc hos otro s ejem plos, véase L. Blooml'ield, Lan gua ge (1933), p. 156; Z. S. Harris, M et ho d s in str uc tur al ling uis tic s (1951), p. 177; O. Jespersen, Lan gua ge (1922), ch. XX. [Otro tanto cabe decir de tr- en trav esea r, tre be ja r y trisc ar, que tienen en común la idea de ‘retozar, juguetear’.-C.O. f
son conocidas por cada uno de los que están en el cuarto’ es falsa, bajo la interpretación normal de estas oraciones e.g., si una persona de las que están en el cuarto conoce sólo el francés y el alemán, y otra sólo el español y el italiano. Esto indica que ni siquiera la relación semántica más débil (equivalencia factual) media, en general, entre la activa y la pasiva.
9.3. Sin Sin embargo, estos contraejemplos no puede n cegarnos cegarnos ante el el hecho de que hay correspondencias notables entre las estructuras y elementos que son descubiertos en el análisis sintáctico, formal, y en las funciones semánticas específicas. Ninguna de las aserciones de (117) es totalmente falsa; algunas de ellas se acercan mucho a la verdad. Parece, pues, claro que median entre los rasgos formales y semánticos del lenguaje correspondencias innegables, aunque sólo imperfectas. El hecho de que las corres po nden nd enci cias as son so n ta n in ex ac tas ta s sugie su giere re qu e la sig nific ni fic ación ac ión será rela re lati tiva va m en te inútil como base de la descripción gramatical.9 Un análisis cuidadoso de cada una de las propuestas en favor de la dependencia en la significación lo confirma, y muestra, de hecho, que se nos pueden escapar importantes intuiciones y generalizaciones acerca de la estructura lingüística si seguimos demasiado de cerca vagos indicios semánticos. Por ejemplo, hemos visto que la relación activapasiva es sólo un caso de un aspecto muy general y fundamental de la estructura lingüística formal. La similaridad entre activapasiva, afirmativanegativa, declarativainterrogativa y otras relaciones transformacionales no hubiera visto la luz si la relación activapasiva hubiese sido investigada exclusivamente en términos de nociones tales como la sinonimia. Sin embargo, el hecho de que existen correspondencias entre los rasgos formales y los semánticos no puede ser ignorado. Estas correspondencias deben ser estudiadas en una teoría más general del lenguaje que incluya una teoría de ¡a forma lingüística y una teoría del uso del lenguaje 9. Otra razón para para sospecha r que ia sintaxis no pued e ser desarrollada efe cti va mente .sobre una base semántica fue puesta de manifiesto, en el caso particular de la distintidad fonémka, en § 9.2.5. Más generalmente, parece que el estudio de la signifi cación está tan lleno de dificultades aun después de que son especificados los elemen tos lingüísticos portadores de significación que todo in lento de estudiar la significa ción independientemente de esa especificación es impensable. Para decirlo de otra manera, dado el instrumento lengua y sus recursos formales, podemos y debemos investigar su función semántica (como, e.g., en R. Jakobson, “Boilrag zur allgemcinen Kasuslehre" |1936|J; pero no podemos, a lo que parece, descubrir absolutos semánticos, conocidos con 'interioridad a la sintaxis, que puedan ser usados de algún modo para determinar los objetos de ¡a sintaxis.
como subpartes. En §8 descubrimos que hay, a lo que parece, tipos bastante generales de relaciones entre estos dominios que merecen un estudio más intenso. Una vez determinada la estructura sintáctica del lenguaje, po de m os es tu d iar ia r el m od o de ha ce r uso de esa es tr u c tu ra sint si nt ác tica ti ca en el funcionamiento real del lenguaje. Una investigación de la función semántica de la estructura nivelar (“level structure”), como ha sido sugerido brev br ev em en te en §8 , po dr ía ser un paso pa so razo ra zo na ble bl e haci ha ciaa un a te o ría rí a de las interconexiones entre la sintaxis y la semántica. De hecho, señalamos en §8 que las correlaciones entre forma y uso del lenguaje pueden incluso pro p ro p or ci o n ar cier ci erto to s crite cri terio rio s ap ro xim xi m ad os de adec ad ec ua ción ci ón pa ra un a te or ía lingüística y para las gramáticas a las que lleva. Podemos juzgar las teorías formales en términos de su capacidad para explicar y clarificar una variedad de hechos acerca del modo en que son usadas y comprendidas las oraciones. En otras palabras, nos gustaría que el armazón sintáctico del lenguaje que es aislado y exhibido por la gramática sea capaz de sostener la descripción semántica, y, como es natural, valuaremos más altamente una teoría de la estructura formal que lleva a gramáticas que satisfacen este requisito más plenamente. Parece que la estructura ahormacional y la estructura transformacional pro p ro p or cion ci on an los recu re curso rso s sint si ntác áctic tic os prim pr im ordi or dial ales es de qu e disp di sp on e el le nguaje para la organización y la expresión del contenido. La gramática de una lengua dada tiene que mostrar cómo son realizadas esas estructuras abstractas en el caso de la lengua de que se trate, mientras que la teoría lingüística tiene que procurar clarificar esos fundamentos de la gramática y los m étodo s para evaluar y seleccionar entre las gramáticas gramáticas propu estas. Es importante reconocer que, al introducir consideraciones tales como las las de §8 en la me tate oría que tra ta de la sintaxis y la semá ntica y de sus sus pu p u n to s de in te rc o n ex ió n , no he m os alte al tera rado do el ca rá ct er p ur am en te forma for mall de la teoría de la estructura sintáctica misma. En §§37 esbozamos el desarrollo de algunos conceptos fundamentales en términos puramente formales, considerando que el problema de la investigación lingüística es construir un ingenio para producir un conjunto de oraciones gramaticales dado y estudiar las propiedades de las gramáticas que hacen eso de manera efectiva. Las nociones semánticas como referencia, significatividad y sinonimia no representaron ningún papel en la discusión. Naturalmente, la teoría esbozada contiene graves lagunas en particular, el supuesto de que el conjunto de'oraciones gramaticales es dado de antemano es sin duda demasiado fuerte, y la noción noción de “simplicidad” a la que apelamos explícita o tácitamen te quedó inanalizada. inanalizada. Sin em bargo, ni estas estas ni otras lagunas lagunas de de este desarrollo de la teoría lingüistica pueden ser rellenadas o reducidas, a
lo que se me alcanza, construyendo esta teoría sobre una base parcialmente semántica. Así, p ues, en § §37 estudiam os el lenguaje lenguaje como un instru m ento o herramienta (“tool”), intentando describir su estructura sin referencia ex plíc pl ícita ita alg una un a al m od o de ha ce r uso de ese in stru st ru m en to . La m otiv ot ivac ació iónn para par a este es te au to im i m p ue st o re qu isito is ito de for m alida ali da d para pa ra las gram gr am ática át icass es m uy simple: A lo que parece, no hay ninguna otra base que produzca una teoríadelaestructuralingüística rigurosa, efectiva y “reveladora”. El requisito de que esta teoría debe ser una disciplina completamente formal es pe rfec rf ec tam ta m en te co m pa tib le co n el deseo des eo de form fo rm ular ul arla la de tal m od o que tenga interconexiones sugestivas y significativas con una teoría semántica par alela. ale la. Lo qu e he m os seña se ñalad lad o en §8 es que cabe espe es perar rar que qu e este estudio formal de la estructura del lenguaje como instrumento proyecte luz sobre el uso real del lenguaje, es decir, sobre el proceso de comprender las oraciones. 9.4. Para com prender una oración tenemos que conocer much o más que el el análisi análisiss de esa oración en cada u no de los niveles niveles lingüísticos. Tenem os que conocer también la referencia y significación10 de los morfemas o palabras de los que está compuesta; naturalmente, no se puede esperar que la sintaxis sea de mucha ayuda en este punto. Estas nociones constituyen la materia de la semántica. Al describir la significación de una palabra es a menudo conveniente, o necesario, hacer referencia al encuadre sintáctico tn el que esa palabra aparece insertada usualmente; e.g., al describir la significación de h it ‘golpear’ sin duda describiríamos el agente y el objeto de la acción en términos de las nociones “sujeto” y “objeto”, las cuales deben ser analizadas, a lo que parece, como nociones puramente formales 10. Goodm an ha argüido argüido —en mi opinión, muy conv incen tem ente — que la no ción de significación de las palabras puede ser reducida, al menos en parte, a la de referencia de las expresiones que contienen esas palabras. Véase N. Goodman, “On likeness of meaning” (1949) y “On some differences about meaning" (1953). El enfoque de Goodman equivale a reformular una parte de la teoría de la significación en los términos, mucho más claros, de la teoría de la referencia, lo mismo que nuestra discusión puede ser entendida en el sentido de que sugiere una reformulación de partes partes de la teoría, de la significación que tratan de la llamada “sign ificació n estru c tural” en términos de la teoría de la estructura sintáctica, completamente no-semán tica. Parte de la dificultad que presenta la teoría de la significación es que el término “significación” tiende a ser usado como cajón de sastre para incluir todos los aspectos del lenguaje de los que sabemos muy poco. En la medida en que esto es correcto, podemos esperar que diversos aspectos de esta teoría sean reivindicados por otros tratamientos del lenguaje en el curso de su desarrollo. [Cf. Otero 1968, 2.8, esp. n.
31.C.O, j
pe rte ne cien ci en tes te s a la l a te o ría rí a de la si n ta x is .1 1 No s en co nt ra re m o s, n at u ra lm e n te, con que muchas palabras o morfemas de una sola categoría gramatical son descritos semánticamente en términos parcialmente similares, e.g., los verbos en términos de sujeto y objeto, etc. Esto no es sorprendente; significa tan sólo que los recursos sintácticos de que dispone el lenguaje están siendo usados de manera relativamente sistemática. Hemos visto, sin em barg ba rgo, o, que qu e gene ge neral raliza iza r a p ar tir ti r de es te uso rela re lativ tiv am en te sist si stem em átic át icoo y asignar “significaciones estructurales” a las categorías o construcciones gramaticales del mismo modo que se asigna “significaciones léxicas” a las palab pal abra rass o m or fem fe m as es un paso pa so de valide val idezz m ás qu e du do sa. sa . Otro uso común, pero sospechoso, de la noción “significación estructural” se refiere a las significaciones de los llamados “morfemas de función gramatical” tales como ing ‘ndo’, ly ‘mente’, las preposiciones, etc. La aserción de que las significaciones de estos morfemas son fundamentalmente distintas de las significaciones de los nombres, verbos, adjetivos y quizá otras clases extensas es apoyada a menudo apelando al hecho de que estos morfemas pueden ser distribuidos en una secuencia de espacios en blan bl an co y sílab síl abas as sin sent se ntido ido de m aner an eraa que qu e el to d o tien ti en e la ap arie ar ienc ncia ia de una oración y, de hecho, permite determinar la categoría gramatical de los elementos sin sentido. Por ejemplo, en la secuencia pir p ir o ts ka ru líz e elatically ios pirotes carulizan ciáticamente’ sabemos que las tres palabras son nombre, verbo y adverbio en virtud de s, ize ‘izan’ y ly ‘mente’, respectivamente. Pero esta propiedad no distingue de manera nítida los morfemas “gramaticales” de otros morfemas, ya que en secuencias tales como the _____ ___ _ ayer’ o g i v e h i m pi ro ts k a r u l iz __ ____ ____ __ ye st er d a y ‘los pirotes caruliz ___ __ ____ ____ __ water ‘dale_______agua’ los espacios en blanco son determinados también como una variante del pasado, en el primer caso, y como th e ‘el’, some ‘
rías Artículo, Afijo Verbal, etc. En general, cuando distribuimos una secuencia de morfemas en una secuencia de espacios en blanco, limitamos la selección de los elementos que pueden ser insertados en las posiciones irre llenadas para formar una oración gramatical. Cualesquiera quesean las diferencias que hay entre los morfemas con respecto a esa propiedad, se las explica mejor, a lo que parece, en términos de nociones gramaticales tales como productividad, libertad de combinación y tamaño de la clase substi tucíonal que en términos de ningún supuesto rasgo de la significación.
10
RESUMEN
En este estudio hemos dado especial importancia a los siguientes puntos: Lo más que se puede esperar, razonablemente, de la teoría lingüística es que proporcione un procedimiento de evaluación para las gramáticas. La teoría de la estructura lingüística tiene que ser distinguida claramente de un manual de procedimientos útiles para el descubrimiento de las gramáticas, aunque un manual de esa naturaleza hará sin duda uso de los resultados de la teoría lingüística, y el intento de desarrollar ese manual proba ble b lem m en te co nt ribu ri bu irá ir á su stan st an cial ci alm m en te (c om o ha co n trib tr ib u id o en el pasa pa sado do)) a la formación de la teoría del lenguaje. Si se adopta este punto de vista, no hay motivación alguna para la objeción a la mezcla de niveles, para la concepción según la cual los elementos de nivel más alto son construidos literalmente de elementos de nivel más bajo, o para la idea de que la investigación sintáctica es prematura hasta que estén resueltos todos los prob pr ob lem le m as de la fono fo no logí lo gíaa o la m or fo lo g ía .* 20 La mejor manera de formular la sintaxis es como un estudio autónomo (“selfcontained”), independiente de la semántica. En particular, la noción de gramaticalidad no puede ser identificada con significatividad (“meaningfulness”), ni tiene ninguna relación especial, ni aun aproximada, con la noción de orden estadístico de aproximación. Al llevar a la práctica este estudio independiente y formal, descubrimos que un simple modelo del lenguaje como proceso markoviano de estados finitos que produce oraciones de izquierda a derecha no es aceptable, y que la descripción de las lenguas naturales requiere niveles lingüísticos relativamente abstractos tales como la estructura ahormacional y la estructura transform acional. Podemos simplificar extraordinariamente la descripción del inglés y pro p ro ye ct ar una un a luz nueva nu eva y po de rosa ro sa sobre so bre su es truc tr uc tu ra form fo rm al si lim li m ita m os la descripción directa en términos de estructura ahormacional a un meollo de oraciones básicas, simples, declarativas, activas, sin frases verbales o nominales complejas, derivando de éstas (más apropiadamente, de las cadenas *20 . Este ex cel en te resumen del libro pu ede servir a ta ta vez de resumen de la “nueva lingüistica” si se tiene presente que la gramática incluye un componente semántico (Intr. II.2; cf. 4,3, n. *7).
que las subyacen), mediante transformación, posiblemente repetida, todas las demás oraciones. Inversamente, una vez descubierto un conjunto de transformaciones que convierten oraciones gramaticales en oraciones gramaticales, podemos determinar la estructura constitucional de'las oraciones particulares de que se trate investigando su comportamiento cuando se las somete a esas transformaciones con análisisenconstituyentes alternativos. Por consiguiente, entendemo s que las gramáticas gramáticas tienen una estructura tripartita. Una gramática posee una secuencia de reglas que permite reconstruir la estructura ahormacional, y una secuencia de reglas morfofonémicas que convierten cadenas de morfemas en cadenas de fonemas. Conectando estas dos secuencias hay una secuencia de reglas transformacionales que convierten cadenas con estructura ahormacional en nuevas cadenas a las que son aplicables las reglas morfofonémicas. La estructura ahormacional y las reglas morfofonémicas son elementales en un sentido en el que las reglas transformacionales no lo son. Para aplicar una transformación a una cadena, tenemos que conocer parte de la historia de la derivación de esa cadena; pero para aplicar reglas notransformacionales es suficiente conocer la figura de la cadena a la que la regla es aplicable. Como consecuencia automática del intento de construir la gramática más simple para el inglés en términos de los niveles abstractos elaborados en la teoría lingüistica descubrimos descubrimos que el el comportam iento aparen temen te irregular de ciertas palabras (e.g., have ‘haber, tener’, be ‘ser, estar’, seem ‘parecer’) es realmente un caso de regularidad de nivel más alto. Descu brim br im os ta m b ién ié n que qu e m ucha uc hass ora cio nes ne s son asignad asig nadas as repr re pres esen en taci ta cion on es d u a les en algún nivel, y que muchos pares de oraciones son asignados representaciones similares o idénticas en algún nivel. En un número significativo de casos, la representación dual (homonimia construccional) corresponde a la ambigüedad de la oración representada, y la representación simüar o idéntica aparece en casos de similaridad intuitiva de las oraciones. Más generalmente, parece que la noción de “comprender una oración” tiene que ser parcialmente analizada en términos sintácticos. Para com pren pr en de r una un a orac or ac ión ió n es nece ne cesa sario rio (aun (a unqu quee no , po r su pu es to, to , su fic ient ie nte) e) reconstruir su representación en cada nivel, incluyendo el nivel transformacional en el que las oraciones meollares que subyacen una oración dada pu eden ed en ser conc co nc ebid eb idas as,, en un se ntid nt ido, o, com co m o los “ elem el em en tos to s de co nt en id o elementales” de los que es construida esa oración. En otras palabras, un resultado del estudio formal de la estructura gramatical es que se pone de manifiesto un entramado sintáctico que puede servir de base al análisis semántico. La descripción de la significación puede sacar ventaja de hacer
referencia referencia a este este entramado sintáctico suby acente, aunq ue, a lo que parece, parece, las consideraciones semánticas sistema'ticas no son de utilidad en la determinación de ese entramado en principio. Sin embargo, la noción de “significación estructural” en contraste con “significación léxica” parece ser muy sospechosa, y es dudoso que los recursos gramaticales de que dispone el lenguaje sean usados lo bastante consistentemente como para que la significación pueda ser asignada directamente a ellos. No obstante, descu brim br imos os m ucha uc ha s corre co rre lac ion es im po rtan rt an te s en tre tr e la es tru tr u c tu ra sint si nt ác tic a y la significación, lo cual es muy natural; o, para decirio de otra manera, descu brim br im os qu e los lo s rec ursos urs os gram gr am atica ati cales les son usad us ados os m uy sist si stem em átic át icam am en te. te . Estas correlaciones podrían formar parte de la materia de una teoría del lenguaje más general que trate de la sintaxis y la semántica y sus puntos de conexión.
En este apéndice presentaremos una breve relación de las convenciones notacionales y terminológicas nuevas o menos conocidas que hemos usad o.*2 1 Un nivel lingüístico es un me'todo de representar oraciones. Consta de un vocabulario de símbolos finito (en el nivel fonémico, llamamos a este vocabulario el alfabeto de la lengua) que pueden ser colocados en una secuencia lineal para formar cadenas de símbolos por medio de una operación llamada concatenación y simbolizada por +. Así, por ejemplo, en el nivel morfémico en inglés tenemos los elementos vocabulariales th e ‘el’, b o y ‘muchacho’, s, pasa pa sado do , co m e ‘venir’, etc., y podemos formar la cadena the+boy+s+come+pasado (que sería convertida por las reglas morfofo némicas en la cadena de elementos /dibóyz#kéym/) que representa la oración the boys carne ‘los muchachos vinieron’. Con excepción del nivel fonémico, hemos usado cursivas para los símbolos del vocabulario y las cadenas de símbolos representantes; en el nivel fonémico suprimimos el símbolo de concatenación + y empleamos las las líneas diagonales diagonales usuales, usuales,
*21. Los símbolos Verbal, Pron, V¡ y V2 no aparecen en el original inglés en la lista de (122), aunque sí aparecen en los pasajes correspondientes. Los símbolos de esta versión son distintos de los de la edición inglesa en los siguientes casos, ordenados alfabéticamente por la inicial del término español: A c (e n to ) A rt ( íc ulo) F N (~ Frase Frase N ominal) F V (= Frase Verbal) F P (= Frase Preposicional) pa sad o pa rti ci pi o
A ( ccent) ccent) T( he) N P (= No un Phrase) VP(~V&rb Phrase)
S(entencia) u oración TXiempo)
S(entence)
Verbal
W^Prepositional Phrase) pa st en (e.g. b ee n ,
de be )
C Verb
El símbolo A suele ser usado, tam bién en inglés, inglés, para para representar “a dj eti vo” (cf. Intr. II.2, esp. E.37), pero además la obra original usa A c (e.g. IX n. 14), no A . para representar acen to , de ahí la adop ción de de A c. En los demás casos, las razones mnemotécnicas y demás que justifican las diferencias parecen obvias.-C.O.