CAPÍTULO PRIMERO LO QUE LE ESTÁ PASANDO A NUESTRA CASA
i. Contaminación y cambio climático 1.
Contaminación, basura y cultura del descarte
Miércoles, 27 de noviembre de 2013 CONTAMINACIÓN POR MERCURIO EN LA GUAYANA VENEZOLANA Informe de la Red Ara y Fundación Avina El trabajo de las organizaciones ambientales no cesa. La Red de Organizaciones Ambientales de Venezuela (Red ARA), con el apoyo de Fundación Avina, completó el documento “La contaminación por mercurio en la Guayana venezolana: una propuesta de diálogo para la acción” con el apoyo de comunidades indígenas, organizaciones organizaciones de la sociedad civil y especialistas en salud y biología. Este trabajo muestra la situación actual de este problema en los estados de Bolívar y Amazonas y contiene recomendaciones de acción para la mitigación de sus efectos. La minería artesanal del oro es la causa de este contaminante. Las consecuencias son muchas. Un porcentaje significativo de la población minera e indígena se encuentra afectado. Se han detectado concentraciones importantes de este tóxico en la atmósfera, cuerpos de agua, sedimentos, suelos, animales acuáticos y vegetación. Y las investigaciones han mostrado una disminución de la diversidad biológica en ríos. En la actividad de extracción se utiliza el mercurio para separar el oro de otros minerales con los cuales se encuentra en estado natural, pero el proceso se realiza usando tecnologías inapropiadas, de allí el conflicto que tal como indica el informe es un asunto de salud pública desde hace 25 años. Aunque parezca una realidad muy lejana al resto del país, es necesario pensar que los recursos naturales son patrimonio nacional y del mundo, de ahí que sea imprescindible la sinergia nacional para apoyar y atender este álgido tema. El documento expone que ¨actualmente la pequeña minería se practica de manera intensiva en las cuencas de los ríos Cuyuní, C aroní y Caura del Estado Bolívar, así como en diferentes zonas del estado Amazonas. En este último caso, esta actividad se realiza contraviniendo el Decreto 269 del 06 de junio de 1989, que prohíbe la minería en todo eseestado. Adicionalment Adicionalmente, e, se practica en Áreas Bajo Régimen Régimen de Administración Especial (ABRAES) tanto en el estado Bolívar, en el Parque Nacional Canaima y en el estado Amazonas en los Parques Nacionales Duida Marawaka, Yapacana, Parima Tapirapecó, La Neblina, así como en la Reserva de Biósfera Alto Orinoco-Casiquiare¨. Además algunos estudios han encontrado concentraciones concentraciones importantes de este tóxico en el embalse del Guri. Durante la refinación del oro la inhalación de vapores de mercurio puede producir daños físicos que generan desórdenes de comportamiento, temblores y retardo mental en la infancia. ¨Recientemente, un estudio solicitado por la Organización Indígena de la Cuenca del Caura Kuyujani dirigido a evaluar los niveles de contaminación contaminación por mercurio en las poblaciones Ye´kuana y Sanema en la cuenca del río Caura, concluyó que el 92% de las mujeres examinadas presentan niveles muy superiores a los máximos establecido por la Organización Mundial de la Salud¨. En el ámbito social la práctica ha invadido territorios ancestrales de diversos pueblos indígenas y los ha captado para una actividad económica que no respeta su entorno, aunado a que a la par, estas comunidades consumen pescado y otros organismos acuáticos contaminados. contaminados.
Otros problemas sociales se suman también como: comercialización informal del oro, comercio de mercurio, tráfico de drogas, licor, alimentos y gasolina, así como la prostitución y otras formas de explotación humana. La investigación expone algunas medidas que se han tomado. Entre 2006 y 2007, el Gobierno desarrolló un programa para eliminar la minería en la cuenca del río Caroní. Posteriormente en el 2010, se inició el llamado “Plan Caura” con el mismo objetivo. Pero estos intentos de ordenar y controlar no parecen haber logrado sus objetivos. El Ministerio del Poder Popular para el Ambiente ha intentado establecer una plataforma interinstitucional gubernamental gubernamental para una política de control, pero estas acciones están todavía en fase de formulación o se hallan en espera de la asignación de recursos. En cuanto a organizaciones de la Sociedad Civil, se han realizado importantes labores educativas, de investigación y de promoción de actividades actividades ambientalmente ambientalmente sustentables. Este informe presenta propuestas de acción en varios ámbitos: salud pública; vigilancia y control ambiental; procesos de gestión local y desarrollo futuro y procesos de financiamiento. Se exponen alternativas como desplegar programas de despistaje de contaminación, contaminación, garantizar atención médica permanente, fomentar programas educativos y comunicacionales, capacitar mineros, hacer cumplir las leyes, emprender programas de investigación, lograr la cooperación internacional, promover eventos científicos y abrir procesos de diálogo y participación nacional. Una palestra de actividades ejecutables ejecutables a la cual sólo falta voluntad y consenso nacional. Alejandro Álvarez, miembro del comité coordinador de la Red ARA (conformada por 30 organizaciones ambientales venezolanas), indicó ante los alarmantes datos, que se espera que el documento ayude a destrabar los obstáculos para actuar de manera eficiente y urgente. Guayana Páez Acosta, representante de Avina, señala que “apoyamos esta iniciativa por que estamos convencidos que solo el diálogo amplio e incluyente permitirá permitirá que abordemos esta problemática de manera mancomunada”. En una conversación posterior con Alejandro Alvarez, en la que pudimos hacerle algunas preguntas, amplió la información sobre el tema. Las soluciones o acciones presentadas en el documento son ambiciosas y convocan la acción de varios sectores de la sociedad. ¿Es suficiente ¨exhortar a los organismos competentes¨ tal como indica el informe?La magnitud, severidad y complejidad del problema exige respuestas integrales, sistemáticas y sostenidas en el tiempo. Para ello es necesario que todos los actores involucrados en este problema cooperen y se organicen para atacarlo desde múltiples frentes: ambiental, social, económico y político. En este caso los organismos del Estado venezolano con competencia ambiental y de salud tienen la obligación de actuar y convocar a desarrollar un esfuerzo conjunto de toda la sociedad venezolana y solicitar el apoyo internacional internacional que se requiera. Estamos hablando de instituciones como los ministerios del Ambiente, Salud, Defensa, Banco Central (comprador legal del oro que se produce en Venezuela), Fiscalía, Defensoría del Pueblo y Gobernaciones y Alcaldías involucradas. A este grupo de instituciones es necesario agregar a las universidades que trabajan en el tema, ONG ambientales, sociales y de derechos humanos, así como instituciones educativas y medios de comunicación social. No es suficiente exhortar, es sólo a nuestro entender un primer paso necesario. Como sociedad civil tenemos el deber de recordarle al Gobierno venezolano su obligación a actuar. ¿Qué se puede hacer desde la ciudad frente a un tema que parece tan lejano? A primera vista pareciera que nada. Pero es un tema de violación de derechos humanos y todas las personas deberíamos tener participación en la defensa de los mismos, en particular frente a situaciones donde las víctimas de estas violaciones tienen menos posibilidades de defenderse; también es un tema de nuestro desarrollo como país. ¿Qué implicaciones tiene que la minería se practique en áreas de régimen especial (ABRAES)? En primer lugar es una actividad inconstitucional e ilegal. El artículo 127 de la CRBV establece que es una obligación del Estado proteger los Parques Nacionales. Así mismo es contrario a toda la normativa legal existente sobre estas áreas. Los parques nacionales conservan ecosistemas y servicios fundamentales para el desarrollo nacional. ¿Existe una alternativa económica para los mineros? Las soluciones no pueden ser simplistas y necesitan ser planificadas y puestas en práctica a partir del trabajo participativo de todos los involucrados, principalmente los propios mineros, además necesitamos articular Venezuela con las experiencias y avances que han ocurrido en otros países con situaciones similares y convocar a todos los actores posibles para buscar soluciones social, económica, cultural y ambientalmente pertinentes, viables, aceptables y responsables (sustentables).
2.
El clima como bien común 1.300 millones de chinos quieren dejar de contaminar KRISTIN SULENG 22 AGO 2018 - 08:21 CEST China, con más de 1.300 millones de personas, es el país má s poblado del mundo. Y es también el que más contamina: las emisiones de CO2 per cápita superan las de la UE. Sin embargo, el gobierno del gigante asiático postula a su república como la civilización verde que liderará la ecología global. "En 20 años, China ha logrado resultados económicos que a Occidente le costaron un siglo. Pero también ha concentrado el equivalente a cien años de problemas ambientales”, apuntaba, en 2006, el entonces subdirector de la Administración de Protección Ambiental de China, Pan Yue, en el ensayo On Socialist Ecological Civilisation (Sobre la civilización eco- lógica socialista). La etiqueta 'civilización ecológica' quedó recogida en el capítulo octavo del informe del expresidente Hu Jintao, con motivo de la inauguración del XVIII Congreso Nacional del Partido Comunista Chino, en 2012, para referirse a la esperanza de una coexistencia armoniosa entre los seres humanos y la naturaleza. El actual mandatario, Xi Jinping, ha rescatado la idea en los objetivos de su último plan quinquenal, declarando que su Administración intensificará los esfuerzos para establecer un marco legal que facilite el desarrollo verde, circular y bajo en carbono; promueva la reforestación, la conservación y la restauración de los humedales; y detenga y castigue todas las actividades que dañan el medioambiente, con el fin de contribuir al bienestar de los habitantes chinos y de la humanidad. Pero, ¿tan loable objetivo encaja con ser la segunda economía mundial? Como recuerda Ernest Garcia, catedrático de Sociología y Antropología Social de la Universidad de Valencia, la pretensión de China de convertirse en una civilización ecológica se interpreta como la adaptación al contexto sociopolítico y cultural chino de los criterios que los sociólogos del medioambiente llaman modernización ecológica, crecimiento verde, economía circular o desarrollo sostenible. "Estamos ante una versión nacional de la ilusión de que es posible tener a la vez más desarrollo económico y mejor medioambiente", valora el experto.
ii. La cuestión del agua ¿Quién dijo que esto era el Corredor Seco? Un proyecto de recogida de agua permite regar los campos y criar tilapias en una de las zonas de CARLOS LAORDEN Roma 29 JUN 2018 - 00:03 CEST "En verano [de febrero a abril] no teníamos agua, solo la pública, que nos llega cada 15 o 22 días, cuando contábamos con dos horas para llenar los barriles que tienen que aguantar todo ese tiempo... Era bien complicado regar nada", cuenta Rosaura Díaz Felipe. Esta madre soltera de cuatro hijos, de 40 años, vive en Chiquimula. Una región del Este de Guatemala tristemente conocida por sus altas tasas de desnutrición infantil y de pobreza extrema (cuatro de cada 10 habitantes) y las sequías recurrentes. Uno de los epicentros del Corredor Seco. Así se conoce —desde el punto de vista ecológico y climático — a la región semiárida que se extiende por la costa pacífica de Centroamérica, desde Chiapas (México) hasta Costa Rica y Panamá. Algunos territorios de Guatemala, como Chiquimula, están entre los más expuestos a la falta de a gua (y a otros fenómenos climáticos extremos, como las lluvias torrenciales). Díaz, como la mayoría de las familias de la zona, vive del fruto de la tierra, y ella y su familia se alimentan básicamente con el maíz (en forma de tortillas) y los frijoles que cultivan. Casi todos los problemas venían de la falta de agua. Las lluvias llegan de mayo a julio y de septiembre a octubre. Fuera de esas épocas, nada. "A veces no teníamos ni el 10% del agua que necesitábamos para regar, y teníamos que dejar morir las plantas", cuenta Díaz. "Y cuando la tubería se arruinaba, ni eso", añade. Ahora, dice, las cosas han cambiado. “A veces no teníamos ni el 10% del agua que necesitábamos para regar, y teníamos que dejar morir las plantas”
Desde 2016, 1.000 familias de Chiquimula han instalado embalses (de hasta 450.000 litros de capacidad) para recoger y almacenar el agua de la lluvia, en un proyecto del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación y la FAO (agencia de la ONU para la alimentación y la agricultura) financiado por la agencia sueca de cooperación. Los sistemas —los hay familiares y comunitarios— son relativamente simples: hay uno levantado con una mezcla de cemento, arena, malla de alambre y agua cuyo contenido se utiliza exclusivamente para el riego. Pero otros sirven también para criar caracoles y peces. El que utiliza la comunidad de Rosaura Díaz Felipe, es uno de estos últimos, y se hizo utilizando 1.400 neumáticos para levantar un muro de contención. Ruedas que a su vez quieren llenar de hortalizas.
"Antes éramos un grupo de 20 mujeres que colaborábamos entre nosotras: ahora, al ver los beneficios de los embalses, somos ya 154", cuenta Díaz Felipe. Gracias al agua cultivan rábanos, cilantro, amaranto, hierbamora... "El cilantro, por ejemplo, se vende mucho. Ahora nos permite guardar dinero en un fondo para después invertir y producir más: podremos ayudar a más señoras a tener sus cosechadoras de agua", explica. Antes, la mayoría de las asociadas tenían que buscarse trabajitos para ir tirando, como buscar leña o lavar ropa. Rosaura Díaz Felipe, frente a uno de los embalses.ver fotogalería Rosaura Díaz Felipe, frente a uno de los embalses. ©FAO/RUBÍ LÓPEZ Y también comen pescado. Tilapia, para ser precisos. Antes, si Antonio Marcos Hernández hubiera querido comer pescado, habría tenido que viajar una hora hasta el pueblo más cercano. Y otra hora de vuelta para compartirlo con su mujer y sus cuatro hijos. “Antes no consumíamos. Ya se ve que son caros. Para el transporte ida y vuelta al pueblo seis quetzales (unos 0,70 euros), y cada libra de pescado nos cuesta 15 quetzales (1,70 euros)”, explica Antonio, que en febrero de este año consumió su primera cosecha de tilapias, producidas en su propia casa, en embalses construidos con geomembranas. “La idea inicial del proyecto era promover el consumo de pescado en las familias", apunta Gustavo
García, de la FAO. A finales del año pasado, casi tres de cada 10 familias del Corredor Seco guatemalteco presentaban riesgo de no comer lo suficiente, según el comité interagencias encargado de controlar la seguridad alimentaria. En algunas zonas, siete de cada 10 menores de cinco años sufren desnutrición. El aumento de la producción agrícola y la incorporación de pescado en las dietas buscan reforzar los ingresos de los hogares e incluir más proteína animal en las comidas. "Entre nuestras posibilidades no estaba comer pescado, solo en Semana Santa [con motivo de la costumbre religiosa de no ingerir carne en días señalados] porque lo traen de otros lugares. Pero ahora comemos el que nosotras mismas criamos", apunta Díaz. Además, señala el experto de la FAO, los peces también sirven para controlar las plagas que afectan a las plantas, ya que se comen las larvas de mosquitos y zancudos. "Esto ha sido un gran apoyo para nosotros. Es el machete que necesitábamos para abrirnos paso y despejar el camino para seguir adelante", ilustra Rosaura Díaz Felipe. Y regar el Corredor Seco.
iii. Pérdida de biodiversidad Los paraísos fiscales perjudican al medio ambiente Un estudio muestra la conexión entre pesca ilegal o deforestación y el dinero oculto en territorios opacos MIGUEL ÁNGEL CRIADO 15 AGO 2018 - 10:09 CEST Buena parte del dinero escondido en los paraísos fiscales acaba financiando la pesca ilegal o la deforestación amazónica. Es lo que muestra un estudio que ha analizado los escasos datos públicos que hay sobre los movimientos de este capital opaco y su impacto en el medio. Sus resultados muestran que la mayoría de los pesqueros investigados por esquilmar los mares tenían bandera de conveniencia. Mientras, buena parte de la inversión extranjera en la ganadería y el cultivo de soja que están deforestando la Amazonia proceden de paraísos como Panamá, islas Caimán o Bahamas. Aunque no son ilegales, los paraísos fiscales atraen capitales privados o el trasvase de beneficios entre empresas matrices y subsidiarias que escapan al control de los estados, perjudicando a las sociedades donde ese dinero fue generado vía la evasión de impuestos. Esa insolidaridad es la que provoca el reguero de dimisiones o denuncias políticas cada vez que estalla un escándalo relacionado con estos paraísos, como el de los Panama Papers. Ahora una investigación del Centro de Resiliencia de Estocolmo (SRC, por sus siglas en inglés) muestra que estas jurisdicciones también dañan al medio ambiente. Combinando datos de Interpol, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y bases de datos de gestión pesquera, los autores del estudio han identificado unos 200 barcos implicados en pesca ilegal o irregular. No son muchos si se comparan con el cuarto de millón de pesqueros registrados ante la FAO. Lo llamativo es que el 70% de esos barcos tenían una bandera de conveniencia de uno de estos paraísos fiscales, encabezados por Panamá y Belice. El porcentaje es aún más significativo al considerar que solo el 4% de la flota registrada en la base de la FAO tiene bandera de uno de est os países. El 70% de los barcos investigados por pesca ilegal tienen bandera de un paraíso fiscal
"Si bien el número real de barcos es insignificante en comparación con el registro de la FAO, no lo es el porcentaje. Y esto es lo que importa en nuestro análisis, el 4% versus el 70%", dice el investigador del SRC y coautor del estudio, Jean-Baptiste Jouffray. Esa concentración no diría mucho si se r epitiera en otros tipos de barcos, como cargueros, petroleros que también suelen usar pabellones de conveniencia, algo que no sucede. "Por ejemplo, Mongolia tiene uno de los registros de buques má s grandes del mundo, aunque no tiene un solo kilómetro de costa. Así que buscamos en la base de datos de la FAO para poner en perspectiva el 70% y destacamos que era bastante raro que los barcos pesqueros se concentraran en jurisdicciones de paraísos fiscales", añade Jouffray. El estudio, publicado en Nature Ecology & Evolution, cuantifica también el capital extranjero que llega hasta dos de los sectores que más han participado en la deforestación amazónica: La ganadería y el cultivo de soja, responsables del 80% de la deforestación de la selva. Usando datos del Banco de Brasil, el trabajo muestra que unos 23.500 millones de euros de capital foráneo llegaron hasta las principales empresas de ambos sectores entre octubre de 2000 y agosto de 2011, el lapso para e l que había datos. De ese dinero, algo más de 16.000 millones procedía de paraísos fiscales, con las islas Caimán en cabeza. Flujo de capital extranjero procedente de varios paraísos fiscales al sector ganadero y el de la soja de Brasil. Flujo de capital extranjero procedente de varios paraísos fiscales al sector ganadero y el de la soja de Brasil. STOCKHOLM RESILIENCE CENTRE "En Brasil, en el conjunto de la economía y para 2011, el 17% del capital extranjero procedía de estos paraísos fiscales, para el sector ganadero y el de la soja, fue del 68%", comenta el autor principal del estudio y director adjunto del SRC, Víctor Galaz. Las ventajas de los paraísos fiscales son bien conocidas, su saber hacer legal y fiscal, impuestos mínimos y opacidad. Pero, por qué sectores tan agresivos con el medio aparecen más conectados que otros con los paraísos fiscales es una cuestión para la que, como dice Galaz, "no tenemos respuestas". El estudio tampoco responde a la siguiente pregunta: ¿Qué hay más allá de los paraísos fiscales? ¿De dónde viene el dinero rebotado desde ellos? Para Javier Gódar, experto de la organización SEI y estudioso de los agentes que hay tras la deforestación amazónica no hay que demonizar a los paraísos fiscales. "El impacto ambiental probablemente no se vería muy atenuado si no se usaran. Al final, los paraísos fiscales son un vehículo para ahorrarse un dinero, pero la gente no puede simplemente poner ahí el foco y olvidarse de qué hacen sus gobiernos, bancos, fondos de pensiones, ahorro privado, etcétera..." Y al final de la cadena están los consumidores de ese pescado, esa carne y esa soja.
iv. Deterioro de la calidad de la vida humana y degradación social Despenalización del aborto y control demográfico 14 abril, 2018 a mother with many children is angry with the stork who wants to bring another baby Por Samuel Fuentes Hace unos siete años, la cadena BBC publicaba un artículo respecto de la idea de las potencias y de los poderes económicos mundiales de controlar el crecimiento demográfico. En una parte el art ículo en cuestión señala: “Desde los años ’60, el Banco Mundial, la ONU, y fundaciones estadounidenses, como la Ford o la Rockefeller, empezaron a enfocarse en lo que consideraban el problema de las cifras crecientes del Tercer Mundo. Consideraban que la sobrepoblación era la principal causa de degradación ambiental, el bajo desarrollo económico y la inestabilidad política. La población masiva en el Tercer Mundo se veía como una amenaza al capitalismo occidental y al acceso a los recursos, dice la profesora Betsy Hartman del Hampshire College, en Massachusetts, Estados Unidos. “La vista del sur está muy dentro de este marco malthusiano. Se ha convertido en una ideología poderosa”,
dice. En 1966, el presidente Lyndon Johnson advirtió que Estados Unidos podría verse desbordado por masas desesperadas e hizo que la ayuda a países en desarrollo dependiera de que adaptaran programas de planificación familiar”.
El Informe Kissinger Kissinger presentó en su momento un trabajo amplio al gobierno estadounidense y a las Naciones Unidas sobre la necesidad de controlar los nacimientos en los países del hemisferio sur, es decir en las colonias. Se trata del “Memorandum de Estudio para la Seguridad Nacional nº 200 (NSSM 200) – “Implicaciones del Crecimiento Poblacional Mundial para la Seguridad de Estados Unidos e Intereses de Ultramar”, presentado el 24 de abril de 1974. En 1989 estos documentos fueron desclasificados, y esto permitió saber cómo el Informe Kissinger recomendaba controlar la natalidad en muchos países del Tercer Mundo. El ex secretario de Estado sostenía que la “explosión” demográfica era una “amenaza” para la seguridad de los EE.UU. Entre otras cosas, recomendaba a las agencias del gobierno de Norteamérica no usar el término “control de la natalidad” para no asustar a los políticos, sino expresiones como “planificación familiar” o “paternidad responsable”.
Para el poder económico mundial, para el gobierno único y universal (que existe y que se formalizará con el tiempo) los pobres son necesarios, pero demasiados son un peligro. Son necesarios porque significan mano de obra barata, pero en demasía son peligrosos porque ante la falta de satisfacción de derechos elementales, se convierten en una masa rebelde y desestabilizan los negocios y la utilidad. Las ideas de control de la natalidad y planificación demográfica no son nuevas, ya en el principio del siglo 20 y aun antes, se hablaba en el poder central del mundo sobre el peligro que entrañaba el crecimiebto de la población en los países pobres o subdesarrollados. Thomas Malthus, allá por el 1.800 escribía: “El hombre que nace en un mundo ya ocupado no tiene derecho alguno a reclamar una parte cualquiera de alimentación y está de más en el mundo. En el gran banquete de la naturaleza no hay cubierto para él. La naturaleza le exige que se vaya, y no tardará en ejecutar ella misma tal orden”
Exterminio Las formas de control de la natalidad o, mejor dicho, la forma neonazi de controlar el nacimiento de personas en la masa, especialmente pobre, son varias: planes gratuitos anticonceptivos, fumigación (aunque no se crea), contaminación y fomento del aborto aduciendo derechos. En este último aspecto, cierta izquierda ha sido funcional a la ultra derecha que maneja el mundo. Cierta izquierda decimos, porque algunos dirigentes comprendiendo que la despenalización del aborto es una idea (entre otras) pergeñada por el ultraliberalismo, se opusieron al aborto. Ejemplo Rafael Correa, en Ecuador. Y de paso dígase que el aborto permite conseguir fetos que son utilizados por grande empresas multinacionales ¿No? El 28 de febrero del año 1985 el prestigioso diario español El País publicaba lo siguiente: “El descubrimiento de un comercio ilegal de fetos y órganos humanos destinados a la fabricación de productos de belleza ha provocado en Austria un escándalo de enormes proporciones. Embriones procedentes de las dos principales clínicas de abortos de la capital austriaca han sido vendidos regularmente en los últimos años a la industria cosmética” Despenalización en Argentina Hoy, en la Argentina, un presidente de centro derecho que en su momento se opuso a la despenalización del aborto, fomenta el debate del mismo ¿Por qué? Pues porque ha recibido préstamos del poder internacional, y se sa be que una de las condiciones impuestas por este poder es avanzar sobre el control de la natalidad. Léase lo siguiente: “Permitir que la mujer tenga acceso a medios anticonceptivos modernos y medidas de planificación familiar también contribuye a impulsar el crecimiento económico y reduce las altas tasas de natalidad que están profundamente ligadas a la pobreza endémica, las deficiencias en materia de educación y el elevado número de muertes maternas e infantiles”, señala Joy Phumaphi, vicepresidenta de Des arrollo Humano del Banco Mundial” (Publicación del mismo Banco Mundial). Es decir, para ser claros: el poder mundial sostiene que la forma de garantizar los negocios y evitar conflictos es suprimir la vida. Ni más, ni menos. Lo curioso y paradójico es que mucha gente que se dice defensora de la vida elige a este poder y sus representantes y que muchos progresistas son funcionales a los planes de sus adversarios ideológicos. En fin, que Lenin decía que los extremos se tocan. Parece que es cierto.
v. Inequidad planetaria Aumentan los niveles de contaminación en muchas de las ciudades más pobres del mundo Imagen de edificios en Ciudad de México con el horizonte contaminado. EFE 12/05/2016 06:04Más del 80% de las personas que viven en zonas urbanas están expuestas a niveles de contaminación del aire que exceden los límites que la Organización Mundial de la Salud (OMS) establece como perjudiciales. Aunque todas las regiones del mundo tienen este problema, quienes más sufren este problema son los que viven en ciudades de bajos ingresos, según un informe de la OMS.Según el último informe sobre calidad de aire urbano, el 98% de las ciudades en los países con pocos o medianos ingresos y con más de 100.000 habitantes no cumplen con las directrices de calidad del aire de la OMS. Porcentaje que es considerablemente más bajo en países de altos ingresos, donde el porcentaje se reduce al 56%.En los últimos dos años, esta base de datos -que ahora abarca a unas 3.000 ciudades en 103 países - casi se ha duplicado, con más lugares medición de los niveles de contaminación del aire y con un mayor reconocimiento de los efectos en la salud asociados.A medida que disminuye la calidad del aire urbano, el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular, una enfermedad cardiaca, un cáncer de pulmón, o enfermedades respiratorias crónicas y agudas, incluyendo el asma, aumenta."La contaminación del aire es una de las principales causas de enfermedad y muerte. Es una buena noticia que más ciudades están intensificando la vigilancia de la calidad del aire, ya que toman medidas para mejorarlo al tener estos datos como un punto de referencia ", ha explicado la doctora Flavia Bustreo, subdirectora General, de Familia, Salud de la Mujer y Niños de la OMS. "Cuando el aire sucio llena nuestras ciudades urbanas, las poblaciones más vulnerables -los más jóvenes, los más ancianos y los más pobres- son las más
afectadas."TendenciasLa OMS comparó los niveles de partículas pequeñas y muy finas (PM10 y PM2.5) en un total de 795 ciudades en 67 países durante el período de cinco años, entre 2008 y 2013. Las partículas analizadas incluyen contaminantes como el sulfato, nitrato y carbón, que penetran profundamente en los pulmones y en el sistema cardiovascular, lo que supone los mayores riesgos para la salud humana. Así pudo comprobarse que en este periodo, los niveles globales de contaminación atmosférica urbana aumentaron en un 8%, pese a las mejoras en algunas regiones. En general, la contaminación del aire urbano fue más baja en los países de altos ingresos, encontrándose los niveles más bajos en Europa, América y la Región del Pacífico Occidental.En cambio, los niveles más altos de contaminación se registraron en los países de bajos y medianos ingresos en el Mediterráneo Oriental y en el sudeste asiático, donde han aumentado en más de un 5% en más de dos tercios de las ciudades, seguidas por las ciudades de bajos ingresos de la zona occidental del Pacífico.El precio de la saludLa contaminación del aire es el mayor riesgo ambiental para la salud, causando más de 3 millones de muertes prematuras en todo el mundo cada año. "La contaminación atmosférica urbana sigue aumentando a un ritmo alarmante, y está causando estragos en la salud humana", explica en un comunicado la doctora María Neira, directora del Departamento de Salud Pública, Medio Ambiente y Determinantes Sociales de la Salud. "Actualmente, la concienciación sobre este tema está en aumento y cada vez más ciudades están supervisando la calidad de su aire. Cuando mejora la calidad del aire, las enfermedades relacionadas con el sistema respiratorio y cardiovascular disminuyen"."Es crucial para las ciudades y los gobiernos a nivel nacional que la calidad del aire urbano sea una prioridad de la salud y el desarrollo", señala el doctor Carlos Dora de la OMS. "Cuando mejora la calidad del aire, el coste en salud por enfermedades relacionadas con la contaminación se reduce, mientras que la productividad del trabajador y la esperanza de vida crecen".Durante la Asamblea Mundial de la Salud, que se celebrará entre el 24 y 30 de mayo se lanzará la hoja de ruta para mejorar la respuesta global frente a los efectos adversos para la salud de la contaminación del aire.
vi. La debilidad de las reacciones Colombia perdió el 18% de su área glaciar en los últimos siete a ños; su biodiversidad está en peligro, según informe 13:25 ET (17:25 GMT) 13 julio, 2018 Lo más importante Entre 2010 y 2017 el área glaciar de Colombia disminuyó en un 18%El nevado más afectado es el Nevado de Santa Isabel, que en los dos últimos años perdió el 37% del hieloSi continúa esta tendencia de deshielo, Colombia podría quedarse sin nevados a mediados del siglo XXI (CNN Español) - En los últimos años los glaciales de Colombia han tenido una "tendencia al derretimiento acelerado" y ha visto desaparecer un 18% de nevados, según un reciente reporte del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales IDEAM. Esta situación podría hacerle perder en gran medida su biodiversidad. Según el reporte el IDEAM, el instituto que vigila los glaciales del país, entre 2010 y 2017 hubo una reducción de 8 km² de glaciales en todo el país, lo que representa un 18% de estos ecosistemas. En 2010 el país reportaba un área total de 45,34 km2 de glaciales y en 2017 el área glacial reportada fue de 37km², dijo el IDEAM en el reporte publicado esta semana. En esta foto aparece el volcán nevado del Tolima visto desde el glaciar del Volcán Nevado del Ruiz en 2010. (Crédito: IDEAM/Jorge Luis Ceballos) La atención más especial se enfoca en el Nevado de Santa Isabel en el Parque Nacional Natural Los Nevados, pues en entre enero de 2016 y febrero de 2018 perdió el 37% del hielo, un "proceso nunca antes registrado en tan poco tiempo", según el IDEAM. En 2016 este volcán, ubicado en la cordillera central, entre los departamentos de Caldas, Quindío, Risaralda, tenía 1,06 Km² de hielo y en la medición de 2018 el área glaciar estaba en 0,63 kilómetros cuadrados. Las razones principales de esta "considerable pérdida", según Omar Franco, director del IDEAM, son el reducido tamaño de los nevados, "su baja altitud, las escasas precipitaciones de nieve y la ceniza volcánica" que hay sobre su superficie, dice un comunicado del Ministerio de Ambiente. De continuar con este proceso, es posible que el declive de la nevada Santa Isabel ocurra en la próxima década y los otros glaciares de C olombia desaparezcan a mediados de siglo. "De persistir las condiciones actuales climáticas globales y una variabilidad climática acentuada, como la ocurrencia de eventos climáticos extremos, es probable que la extinción de los nevados colombianos se produzca durante la segunda mitad del presente siglo", dice el informe. Y con la desaparición del glaciar, la biodiversidad del país también está en peligro, pues las implicaciones del calentamiento global exponen a Colombia "a la pérdida de cerca del 30% de su biodiversidad", explicó el ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Luis Gilberto Murillo este jueves. Colombia ha sido testigo de una reducción importante en sus nevados desde la mitad del siglo XIX. En esa época el área glaciar del país era de casi 350 Km² de hielo y a finales de la década del 50 del siglo XX, el área se redujo a 108 Km², según el reporte. Para 2010 el área se redujo a 45,34% y en 2017 el área de glaciares ya es de 36,95%.
Entre 2016 y 2017, los nevados del Ruiz y Tolima, perdieron un 7% de su área; la Sierra Nevada de Santa Marta mantiene una pérdida de 5,5% de pérdida de glaciar; la Sierra Nevada El Cocuy, que es el glaciar más extenso de Colombia, mantiene una pérdida anual del 4,8%, y el volcán el volcán nevado del Huila, mantiene una reducción de área de 2,7% a pesar de su actividad volcánica, según el reporte del IDEAM. "La Sierra Nevada de Santa Marta y la Sierra Nevada El Cocuy, son los dos glaciares en mejores condiciones y es de mencionar que allí se conoce de la existencia de comunidades indígenas que aportan a su cuidado", dijo el Ministerio en un comunicado.
vii. Diversidad de opiniones Una discusión seria sobre el medio ambiente 25 de marzo de 2011 • Opinión > Ciencia Por Luis Vanella* 14 Las políticas ambientales, lejos del facilismo demagógico, deben tener la necesaria seriedad, madurez y continuidad que la cuestión requiere. Luis Vanella. La importancia del cuidado de la naturaleza se nos presenta en forma dramática. Demasiado tiempo se dejó pasar sin interesarnos de las consecuencias negativas que se verificaban en el mundo. Los diferentes ecosistemas están siendo alterados en forma irreversible; el daño es inmenso. En este contexto, se discute empujados por intereses, apoyándose en una gran superficialidad a partir de las ideologías y no de la realidad. Esta modalidad infantil de posicionarse ante los problemas es un obstáculo para encontrar soluciones, porque atenta contra la posibilidad de implementar en lo inmediato políticas y estrategias concretas que no sólo pongan freno a la degradación del ambiente, sino que, además, nos permitan poner en marcha estrategias de remediación. La cuestión no es menor, ya que estamos hablando del rediseño de una parte importante de la matriz productiva nacional. ¿Evidencia científica?. Para el ciudadano común, la ciencia siempre resultó una fuente de conocimiento que ofrecía certezas, a partir de las cuales se puede construir positivamente todo un andamiaje de alto impacto en el hombre, su calidad de vida, los sistemas productivos y la relación que establece con el medio ambiente. Hoy, ya no es así. La diversidad de hipótesis, teorías y conclusiones, sumada a los importantes intereses económicos en juego, ha desprovisto a la ciencia de la necesaria contundencia, del indispensable peso específico para contribuir a fijar rumbos o líneas de trabajo indiscutibles. Meses atrás, en una mesa de debate en la Legislatura de la provincia de Córdoba, con motivo de una posible modificación a la reglamentación de la Ley de Agroquímicos, la mayoría de los panelistas, por no decir todos, suscribía y adhería de manera ferviente a los resultados de la investigación llevada a cabo por un grupo del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), liderado por la doctora Alejandra Paganelli, según la cual el herbicida más usado en la Argentina –el glifosato – puede ser relacionado con malformaciones y abortos espontáneos en mujeres expuestas al producto durante el embarazo. Datos refutados. No salí de mi asombro cuando, posteriormente, el actual director del Centro de Toxicología de la Universidad de Guelph, Canadá, y profesor emérito de la Facultad de Ciencias Ambientales de esa universidad, doctor Keith Solomon, sostuvo: “En la comunidad científica internacional, el glifosato no es motivo de discusión sobre su toxicidad ni es un tema que genere preocupación por sus efectos en la salud humana y el ambiente”. Para mayor sorpresa, Solomon señaló: “La investigación de Paganelli y su grupo de trabajo no fue un buen trabajo de evaluación toxicológica; en él se utilizó una dosis que fue entre 9 y 15 veces superior a la concentración normal. Además, al realizar la experiencia en condiciones in vitro, en placas de Petri, no hay forma de que se lave el producto como ocurre en el medio ambiente. Son condiciones totalmente irreales. Y el hecho de que se haya inyectado directamente el glifosato en embriones de anfibios, para trasladar sus efectos a los humanos, es totalmente estúpido, como el que decide tomarse un trago de plaguicida”. Los resultados de la investigación de Paganelli no sólo fueron descalificados por Solomon; en sentido similar se expresó el científico Jim Seanborn, investigador de la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos, quien concluyó que “ese trabajo serviría para mostrar a los estudiantes todo lo que no hay que h acer en un trabajo científico”. Pero mi capacidad de asombro se vio totalmente superada cuando accedí a un informe de una Comisión Científica Interdisciplinaria del propio Conicet conformada “especialmente para evaluar la información científica vinculada a la incidencia del glifosato sobre l a salud humana y el ambiente”. Cito en forma textual la conclusión expuesta en el abstract (resumen) del informe: “Con base en la información relevada a la fecha del presente estudio, cabe concluir que bajo condiciones de uso responsable –entendiendo por ello la aplicación de dosis recomendadas y de acuerdo con buenas prácticas agrícolas – el glifosato y sus formulados implicarían un bajo riesgo para la salud humana o el ambiente”. Un problema de todos. Es indispensable que la sociedad tome conciencia sobre la cuestión ambiental, fijando puntos de acuerdo que pongan freno a la degradación del ambiente y apunten a su recuperación. Sin el compromiso social, es impensable el establecimiento de políticas de Estado serias. La primera consecuencia del compromiso social debe ser el establecimiento de acuerdos suprapartidarios que posibiliten fijar políticas de Estado. El deterioro de las condiciones medioambientales se mide en decenios y en centurias, no importa quién gobierne, no importa cuántas elecciones haya de por medio. Las políticas ambientales, lejos del facilismo demagógico, deben tener la necesaria seriedad, madurez y continuidad que la cuestión requiere.