CANGUILHEM: Lo normal y lo patológico Capitulo 1: ¿Es el estado patológico sólo una modificación cuantitativa del estado normal?
La iniciativa para cualquier teoría ontológica de la enfermedad hay que atribuirla al a necesidad terapéutica, se considera a todo enfermo como un hombre al cual se le ha quitado o agregado un ser, lo que ha perdido puede serle restituido restituido y lo que ha entrado puede salir de él. Todavía Todavía existe una jerarquía vulgar vulgar de las enfermedades basada en la facilidad para localizar sus síntomas. La medicina griega presenta una concepción no ontológica sino dinámica de la enfermedad, totalizante, siendo la naturaleza una armonía y un equilibrio. La enfermedad está en todo el hombre, no solo es desequilibrio o desarmonía, tb es esfuerzo de la natura en el hombre p/ obtener un nuevo equilibrio. El organismo organismo desarrolla una enfermedad p/ curarse. La terapéutica terapéutica tiene q tolerar y “reforzar” tales reacciones hedonísticas y terapéuticas espontáneas. La técnica médica debe imitar a la medicina natural. Entre ambas concepciones hay un pto en común: consideran a la enfermedad como una polémica, como una lucha entre organismo- ser extraño o como una lucha interna de fuerzas enfrentadas. La enfermedad difiere del estado de salud, lo patológico de lo normal, como una cualidad difiere de otra. Esta heterogeneidad de lo normal- patol puede tolerarse todavía en la concepción naturista, q poco espera de la intervención humana p/ la restauración de lo normal. Pero en una concepción q admite y espera q el hombre pueda forzar a la natura y hacer q se pliegue a sus intenciones normativas, la alteración cualitativa q separa lo normal de lo patol resulta difícilmente sostenible. Goberna Gobernarr la enferme enfermedad dad signific significaa conoce conocerr sus relaciones relaciones con el estado estado normal normal q se desea desea restaura restaurar, r, necesidad necesidad teórica de fundar una patol científica en relación con la fisiología. Sydenham Sydenham considera q hay un orden en las patol, por ej. Se agrupan síntomas en relación con lesiones en ciertos órganos. Se forma así una teoría de las relaciones entre lo normal y lo patol, siendo esto último un a variación cuantitativa de los fenómenos fisiológicos (como hiper o hipo, por ej). Se busca vencer por medios técnicos el mal, concepción muy distante de la diferencia cualitativa entre fuerzas en lucha. La convicción de poder restaurar científicamente lo normal es tal, q termina x anular lo patol, la enfermedad ya no es objeto de angustia p/ el hombre sano, sino q se ha convertido en objeto de estudio p/ el teórico de la salud. La identidad real de los fenómenos normales- patológicos cargados de valores opuestos se convierte en el s XIX en una especie de dogma (filosófico, psicológico, etc.). En Francia, ese dogma fue expuesto por Comte y Bernard.
Capítulo 2: Auguste Comte y el Principio de Broussais.
Comte afirma la identidad identidad real de los fenómenos fenómenos patol y de los respectivos respectivos fenómenos fenómenos fisiológicos fisiológicos durante los tres estadios principales de su evol intelectual: intelectual: en el período de la fisiología positiva. Comte Comte atribuye al “principio de Broussais” un alcance universal en los fenómenos biológicos, ps, sociológicos. Pero fue primero Bichat, Bichat, quien quien proclama proclama q todas las las enfermedades enfermedades admitidas admitidas solo solo son síntomas síntomas y q no podrían podrían existir desórdenes de las funciones vitales sin lesiones de órganos o tejidos. Las enfermedades enfermedades son los efectos de cambios cambios de intensidad intensidad en la acción de los estimulantes estimulantes indispensables indispensables p/ el mantenimiento mantenimiento de la salud. Comte eleve la concepción concepción nosológica nosológica de Broussais Broussais al rango de axioma gral, valor de dogma. La teoría positivista expresa a partir de Broussais, Broussais, q toda modificación, modificación, artificial o natural, natural, del orden real se refiere solo a la intensidad de los fenómenos, fenómenos, a pesar de las variaciones de grado, los fenómenos conservan conservan siempre la misma disposición y todo cambio de naturaleza es reconocido como contradictorio. Comte llega a reivindicar para sí la paternidad intelectual de ese principio. Esta Estado do Patol Patol:: relac relacio ionad nado o con con leyes leyes difer diferen ente tess de las las q gobi gobiern ernan an el estad estado o norm normal al de mane manera ra q la exploración de uno no permitiría decidir nada acerca del otro. Broussais: los fenómenos de la enfermedad coinciden con los de la salud, de los q difieren en intensidad. Comte piensa q lo esencial en la experimentación es la comparación entre el fenómeno testigo y un fenómeno alterado, las enfermedades tienen q desempeñar p/ el científico el papel de experimentación espontánea q permiten una comparación entre los diversos estados anormales del organismo y su estado normal.
Toda concepción de patol tiene q apoyarse sobre un conocimiento previo del estado normal, pero a la inversa, el estudio científico de los casos patol se convierte en un momento indispensable de toda investigación de las leyes del estado normal. Ignoramos en q punto de vista se coloca Comte para afirmar q el fenómeno patol posee su análogo en un fenómeno fisiológico, nada nuevo. Hay q entender q en salud o enfermedad las leyes de los fenómenos vitales son las mismas. Comte insiste en determinar primero los límites de lo normal y sus variaciones antes de explorar metódicamente los casos patol. Pero no propone ningún criterio de fenómeno normal; tal vez se refiere al concepto usual respectivo, ya que utiliza indiferentemente las nociones de estado normal, fisiológico y natural. El concepto de normal o fisiológico resulta reducido aun concepto cualitativo y polivalente, estético y moral, más q cs. La intención de Comte consiste en negar la diferencia cualitativa entre normal- patol, afirmando la homogeneidad expresable cuantitativamente. Teoría de Broussais: la excitación es el hecho vital primordial, el hombre solo existe en virtud de la excitación q ejercen sobre sus órganos los medios ambientes en los q vive. Aplicar la doctrina fisiológica a la patología significa investigar de q manera la excitación puede desviarse del estado normal y constituir un estado anormal o enfermizo. Broussais identifica los términos anormal y patol o mórbido, utilizándolos indiferentemente. Diferencia cuantitativa: exceso o defecto, tanto para los fenómenos mentales como orgánicos, a partir de la teoría fisiológica de las facultades intelectuales. Broussais confunde la causa con el efecto en la definición del estado patol: una causa puede variar cuantitativamente y de modo continuo y provocar sin embargo efectos cualitativamente diferentes. La continuidad de los dos estados (normal- patol) puede ser compatible con la heterogeneidad de tales estados. La objeción a la tesis según la cual la patol es una fisiología extendida o ampliada, se basa en la ambición de convertir a la patol y a la terapéutica en integrantes científicas, haciendo q simplemente procedan de una fisiología instituida. Para Brown, la vida se mantiene por obra de una propiedad particular q les permite a los seres vivos ser afectados y reaccionar. Las enfermedades solo son una modificación cuantitativa de esta propiedad, según sea la incitación fuerte o débil. El médico entonces, solo debe preocuparse en llevar la incitación por los caminos convenientes al punto en el cual reside la salud. Las teorías de Brown, Bichat o Broussais se conocen en el medio médico por q Comte las tomó.
Capítulo 3: Claude Bernard y La Patología Experimental
Bernard considera a la medicina como la cs de las enfermedades y a la fisiol como la cs de la vida. En las cs, la teoría es la q esclarece y domina a la práctica. La terapéutica racional solo podría sostenerse s/ una patol cs, y esta s/ la cs fisiología. Fisiología y patol se confunden y en el fondo son la misma cosa. Toda enfermedad tiene una función normal respectiva, de la cual solo es una expresión perturbada, exagerada, aminorada o anulada. Con esto se opone Bernard a muchos fisiólogos de su época que consideran la enfermedad como una entidad extraña que se agrega al organismo. La tesis a la que apunta Bernard con sus críticas es aquella que admite una diferencia cualitativa en los mecanismos y los productos de las funciones vitales en el estado patol y en el normal. Considera que salud y enfermedad no son esencialmente diferentes sino que sólo existirían diferencias de grado entre estos estados. A diferencia de Broussais y Comte, Bernard apoya su principio general de patol mediante la introducción de argumentos controlables, protocolos de experimentos y especialmente métodos cuantitativos para los conceptos fisiológicos. Para Bernard algunas veces el estado patol es el desorden de un mecanismo normal; otras el estado enfermizo está constituido por la exageración de los fenómenos normales. Aquí el término exageración tiene un sentido cuantitativo de la primera definición y un sentido cualitativo en la segunda definición. Bernard emplea indiferentemente las dos expresiones que son: variaciones cuantitativas y diferencias de grado, es decir 2 conceptos: HOMOGENEIDAD y CONTINUIDAD. Si afirma la homogeneidad de 2 objetos está obligado a definir la naturaleza de 1 o alguna naturaleza común a ambos. Pero si afirma una continuidad puede sólo intercalar entre los extremos sin reducirlos uno al otro, todos los intermediarios. Algunos autores toman como pretexto la continuidad entre salud y enfermedad para negarse a definir a una o a otra. No existe estado normal completo. Esto puede querer decir que sólo hay enfermos. El problema de la existencia de una salud perfecta es análogo. Decir que la salud perfecta no existe, significa que el concepto
de salud no es el de una existencia sino el de una norma cuya función y valor consisten en ser puesta en relación con la existencia para suscitar su modificación. Pero Bernard está muy lejos de un relativismo tan fácil: Primero porque la afirmación de continuidad sobreentiende la de homogeneidad y luego porque piensa que siempre puede dar un contenido experimental al concepto de normal. la continuidad del estado normal-patológico no parece real en las enfermedades infecciosas como tampoco lo parece la homogeneidad en las enfermedades nerviosas. Une terapéutica eficaz supone para Bernard una patología experimental que no se aparta de una fisiología. La ciencia de la vida tomaría como objetos teóricos y mutuamente comprensibles a ambos tipos de fenómenos, con el fin de adecuarse a la totalidad de las vicisitudes de la vida. Esto no quiere decir que la patol no sea otra cosa que la fisiología y menos que la enfermedad sea su agrandamiento o reducción del estado normal. Estar enfermo significa verdaderamente vivir una vida diferente, incluso en el sentido biológico de la palabra. Cuando se califica de patol a un síntoma o mecanismo aislados, se olvida que aquellos que los hace tales es su relación de inserción en la totalidad indivisible de un comportamiento individual. La patol, anatómica o fisiológica, analiza para conocer mejor pero sólo puede saber qué es una patol (los mecanismos de la enfermedad) porque recibe de la clínica esa noción de enfermedad cuyo origen tiene que ser buscado en la experiencia que los hombres tienen de sus relaciones de conjunto con el medio ambiente.
Capítulo 4: Las Concepciones de R Leriche :
La falta de validez del juicio del enfermo acerca de la verdadera realidad de su propia enfermedad es un argumento de peso en una reciente teoría del a enfermedad, la de Leriche; este piensa que la salud es la vida en el silencio de los órganos y a la inversa, la enfermedad es aquello que molesta a los hombres en el normal ejercicio de su vida, en sus ocupaciones y todo aquello que los hace sufrir. Salud es la inconsciencia del sujeto con respecto a su cuerpo. Ala inversa, la conciencia del cuerpo se produce en el sentimiento de los límites, de las amenazas, de los obstáculos par ala salud. Entonces lo normal depende de la posibilidad de infracciones ala norma. Por lo tanto, el término primitivo no es positivo y el término negativo no es una nada. La salud es positiva pero no primitiva, la enfermedad es negativa pero como oposición. Leriche muestra que el silencio de los órganos no es necesariamente equivalente a la ausencia de enfermedad, que existen en el organismo lesiones o perturbaciones funcionales que son imperceptibles. Si se quiere definir la enfermedad es necesario deshumanizarla, en la enfermedad lo menos importante es el hombre. Por lo tanto ya no es el dolor o la incapacidad funcional y la inseguridad social lo que constituye la enfermedad, sino la alteración anatómica o la perturbación fisiológica. De esta manera existe la enfermedad sin enfermo. Leriche reivindica para el punto de vista dinámico en patol una primacía completa sobre el punto de vista estático, es decir que lo dinámico es más importante que lo estático. El hecho anatómico tiene que ser considerado como secundario, producto de una desviación primitivamente funcional del organismo; secundario porque sólo es un elemento en la enfermedad y no el elemento dominante. Impone la noción de que la enfermedad del hombre enfermo no es la enfermedad anatómica del médico. Quizás la lesión no basta para convertir a la enfermedad clínica en la enfermedad del enfermo. Lo que Leriche entiende por enfermo es el organismo en acción en funciones, ya no es de ninguna manera una entidad de anatomista, pero sigue siendo una entidad de fisiólogo, porque Leriche especifica: “esta nueva representación de la enfermedad conduce a la medicina a un contacto más estrecho con la fisiología, a ocuparse por lo menos tanto de la fisiología patológica como de la anatomía patológica”. De esta manera la coincidencia enfermedad – enfermo se opera en la ciencia del fisiólogo pero no todavía en la conciencia de hombre concreto. Retomando las ideas de Bernard, Leriche afirma la continuidad y la imposibilidad de discernir entre el estado fisiológico y el patológico. “El dolor es un fenómeno individual monstruoso y no una ley de la especie, un hecho de enfermedad”; ya no se define la enfermedad por el dolor sino que se presenta al dolor como enfermedad. Enfermedad no es la modificación cuantitativa de un fenómeno fisiológico normal, sino un estado auténticamente anormal, un accidente a contrapelo de las leyes de la normalidad. La enfermedad es la consecuencia de una desviación inicialmente mínima del orden fisiológico, es un orden fisiológico nuevo y la terapéutica tiene que plantearse como objetivo la tarea de adaptar al enfermo a ese orden. Leriche define la enfermedad por sus efectos.
Leriche formula acerca de las relaciones entre fisiología y patol un juicio de técnico y no de filósofo (como Comte) o de científico (como Bernard). Estos dos se basan en la idea positivista fundamental: saber para actuar, la fisiología tiene que iluminar ala patología para fundar la terapéutica. Comte piensa que la enfermedad reemplaza los experimentos y Bernard piensa que los experimentos son una introducción a las enfermedades del hombre. Leriche piensa que la mayoría de las veces se procede partiendo de la técnica médica y quirúrgica, suscitada por el estado patológico, hacia el conocimiento fisiológico. El hombre enfermo puede ser útil para el conocimiento del hombre normal, aparentemente estas ideas se aproximan más alas de Comte que alas de Bernard. Y sin embargo hay una diferencia profunda: Comte piensa que el conocimiento tiene que proceder normalmente a la apreciación del estado patol y que en rigor podría constituirse sin la menor referencia a la patol; paralelamente defiende la independencia de la biología teórica con respecto a la medicina y la terapéutica. Leriche en cambio, piensa que la fisiología es la colección de las soluciones cuyos problemas han sido planteados por los enfermos mediante sus enfermedades. La enfermedad son nuevos procesos de la vida. Sin las enfermedades la fisiología marcharía siempre por el mismo terreno. La enfermedad nos revela funciones normales en el momento en que nos impide ejercerlas. Si la salud es la vida en el silencio de los órganos, no existe en rigor una ciencia de la salud, la salud como inocencia orgánica tiene que ser perdida para que sea posible un conocimiento.
Capítulo 1: Introducción al Problema:
En psiquiatría contemporánea se produjo una rectificación y un ajuste de los conceptos de normal y patológico. BLONDEL: describe casos de alienación donde el médico tiene la impresión de estar frente a otra estructura de mentalidad, siendo imposible de comprender la experiencia del enfermo, porque aquello que los enfermos expresan con los conceptos usuales n es su experiencia sino su interpretación de una experiencia para la cual se encuentran desprovistos de conceptos adecuados. LAGACHE: piensa que la conciencia anormal presenta variaciones de naturaleza y variaciones de grado. La psicopatología es una fuente de documentos utilizables en psicología general. RIBOT: la enfermedad alcanza lo inaccesible pero respeta la naturaleza de los elementos normales, la enfermedad desorganiza pero no transforma. Como no existen hechos psíquicos elementales separables, no es posible comparar los síntomas patológicos con la normalidad, por la razón de que un síntoma tiene sentido dentro de un contexto clínico que expresa una perturbación global. MINKOWSKI: el hecho de la alienación no se deja únicamente reducir a un hecho de enfermedad determinado por referencia a una imagen o idea precisa del ser humano normal o promedio. No es tanto desviado como diferente (es mas diferente que desviado). La anomalía aparta al ser humano de la totalidad de los hombres y la vida, es una forma completamente singular. La alienación o anomalía psíquica tiene caracteres propios que para él no contiene el concepto de enfermedad. En la anomalía hay una primacía de lo negativo y encuentra su sentido únicamente en una constante progresión a desbordar toda norma. La anomalía o alienación es una categoría más inmediatamente vital que la enfermedad. GOLDSTEIN: la norma en materia de patol es ante todo una norma individual. Considera la vida como una potencia dinámica de superación, lo cual significa obligarse a tratar idénticamente a la anomalía somática y psíquica. EY: lo normal no es un promedio, no es un juicio de realidad, sino un juicio de valor, una noción límite que define el máximo de capacidad psíquica de un ser. Al fin y al cabo son los enfermos quienes las mayorías de las veces juzgan si ya no son normales o si han vuelto a serlo. JASPERS: el médico es quien menos investiga el sentido de las palabras salud y enfermedad. La apreciación de los pacientes y del medio social, más que el juicio de los médicos, es lo que determina lo que se llama enfermedad. Enfermo es un concepto general de no valor que comprende todos los valores negativos posibles. Lo que es deseado como valor es la vida, la capacidad de reproducción, un estado en el cual se note lo menos posible al cuerpo fuera del gozoso sentimiento de existencia. La cs médica determina cuales son los fenómenos vitales de los cuales los hombres se declaran enfermos, cuales son sus orígenes, sus leyes de evolución y las acciones q lo modifican. A los médicos les interesa diagnosticar y curar. Curar significa volver a llevar a la norma una función u organismo q se ha apartado de ella.
Capítulo 2: Examen Crítico de algunos conceptos de lo normal, de la anomalía y de la enfermedad, de lo normal y de lo experimental.
El diccionario de medicina de Littre y Robin define lo normal: q es conforme a la regla regular. La filosofía de Lalande es más explícita: es normal, puesto q norma designa la escuadra, aquello q no se inclina hacia la derecha o hacia la izquierda; por lo tanto, lo q se mantiene en punto medio, de aquí surgen dos sentidos derivados: es normal aquello q es tal como debe ser, y es normal en el sentido más usual de la palabra, aquello q se vuelve a encontrar en la mayoría de los casos de una especie determinada, o aquello q constituye el promedio. Una gralidad observable de hecho adquiere el valor de una percepción realizada, un carácter común adquiere el valor de un tipo ideal. El estado normal designa al mismo tiempo el estado habitual de los órganos y su estado ideal. En medicina el estado normal es el q se desea reestablecer. El ser vivo prolonga un esfuerzo espontáneo, propio de la vida, por luchar contra aquello q presenta un obstáculo a su existencia y desarrollo considerado como normas. La vida es una actividad normativa. Por normativo se entiende en filosofía todo juicio q aprecia o califica un hecho con relación a una norma, pero esta modalidad de juicio se encuentra subordinada en el fondo a aquella q instituye normas. La vida misma y no el juicio médico, convierte a lo normal biológico en un concepto de valor, y no en un concepto estadístico de la realidad. El vocabulario filo de Lalande define anomalía: etimológicamente, an- omalos, aquello q es desigual, riguroso, irregular. En anatomía el término anomalía tiene q conservar estrictamente su sentido de insólito, desacostumbrado. Ser anómalo significa alejarse por desorganización de la gran mayoría de los seres con los cuales debe ser comparado. Saint Hilaire define la anomalía desde el punto de vista morfológico, toda desviación del tipo específico o toda particularidad orgánica q presenta un individuo comparado con la mayoría de los de su especia, de su edad, de su sexo. Es una desviación estadística. ¿Es correcto considerar equivalentes anomalía y monstruosidad? P/ Saint Hilaire la monstruosidad es una especie de género de anomalía. Las variedades de anomalías son: - simples y leves, que no obstaculizan el cumplimiento de ninguna función y no producen deformidad. - vicios de conformación son anomalías simples, poco graves desde el punto de vista anatómico, que imposibilitan el cumplimiento de una o varias funciones o producen una deformidad. Por ejemplo: labio leporino. - heterotaxia: son anomalías complejas, graves en apariencia desde el punto de vista anatómico, pero que no obstaculizan ninguna función y no son perceptibles desde el exterior. Por ejemplo: la transposición completa de las vísceras. - monstruosidad: son anomalías muy complejas, muy graves que hacen imposible o difícil el cumplimiento de 1 o varias funciones, o producen en los individuos a quienes afectan una conformación viciosa muy diferente de la que presentan ordinariamente su especie. Por ejemplo: ectromelía.
El interés de esta clasificación consiste en que utiliza 2 principios diferentes de discriminación y jerarquía: Las anomalías son ordenadas de acuerdo con su complejidad creciente y de acuerdo a la gravedad creciente. La relación simplicidad – complejidad es puramente objetiva. La relación levedad – gravedad es de un carácter lógico. La gravedad de las anomalías es un hecho anatómico, el criterio de gravedad en la anomalía es la importancia del órgano en cuanto a sus conexiones fisiológicas o anatómicas. La importancia es una noción subjetiva ya que incluye una referencia al ser vivo y es quien posibilita calificar de favorable o desfavorable. El tercer principio de clasificación es el fisiológico, que implica la relación anatómica con el ejercicio de las funciones y el principio psicológico cuando introducen la noción de influencia perjudicial o molesta sobre el ejercicio de las funciones. La anomalía es ignorada en la medida en que carece de expresión en el orden de los valores vitales. La anomalía sólo es conocida por la ciencia cuando ha sido antes sentida en la conciencia como obstáculo para
el ejercicio de las funciones, como molestia o nocividad. Pero el sentimiento de obstáculo, molestia o nocividad es un sentimiento el que es necesario calificar de normativo. Para que se pueda hablar de anomalías en el lenguaje científico es necesario que un ser haya aparecido ante sí mismo o ante el otro como anormal, mientras la anomalía no tiene incidencia funcional experimentada por el individuo o referida ala polaridad dinámica de la vida en el caso de otro ser vivo. Normatividad vital: vivir es preferir y excluir. Hay una polaridad dinámica de la vida. Mientras las variaciones morfológicas o funcionales sobre el tipo específico no contrarien o inviertan esta polaridad, la anomalía es un hecho tolerado, en el caso contrario, la anomalía es sentida como teniendo valor vital negativo y se traduce exteriormente como tal. Porque la anomalía ha llegado a ser patológica, suscita el estudio científico de las anomalías. Toda anomalía no es patológica, pero inicialmente la existencia de anomalías patológicas ha suscitado una ciencia especial de las anomalías y que tiende normalmente a expulsar de la definición de la anomalía toda huella de noción normativa. Cuando se habla de anomalía no se piensa en las desviaciones estadísticas sino que se piensa en las deformaciones perjudiciales o incluso incompatibles con la vida, refiriéndose ala forma viviente o al comportamiento del ser vivo, no como un hecho estadístico sino como un tipo normativo de vida. Anómalo – Patológico: Lo anómalo no es lo patológico. Patológico implica PATHOS, sentimiento directo y concreto de sufrimiento y de impotencia, sentimiento de vida contrariada. Pero lo patológico es por cierto lo anormal. Hay un modo de considerar a lo patológico como normal: Se dirá que una salud perfecta continua es un hecho anormal. Sucede que la palabra salud tiene 2 sentidos: 1) tomada en absoluto, la salud es un concepto normativo que define un tipo ideal de estructura y de comportamiento orgánico, la salud es un bien orgánico. 2) La salud calificada es un concepto descriptivo, que define determinada disposición y reacción de un organismo individual frente a posibles enfermedades. Cuando se dice que una salud continuamente perfecta es anormal, se expresa el hecho de que la experiencia del ser vivo incluye de hecho a la enfermedad. “ANORMAL” quiere decir precisamente INEXISTENTE, INOBSERVABLE. Por lo tanto sólo es otra manera de decir que la salud continua es una norma y que una norma no existe. En este sentido abusivo es evidente que lo patológico no es anormal. Lo es tan poco, que resulta posible hablar de funciones normales de defensa orgánica y de lucha contra la enfermedad. La enfermedad es prevista por el organismo, pero no por ello deja de ser la enfermedad prevista como un estado contra el cual es necesario luchar para poder seguir viviendo, es decir que es prevista como un estado anormal en relación a la persistencia de la vida que desempeña aquí el papel de norma. Otra razón para no confundir anomalía y enfermedad es que la anomalía se hace patente en la multiplicidad espacial, la enfermedad se hace patente en la sucesión cronológica. Lo propio de la enfermedad consiste en venir e interrumpir un curso, en ser propiamente crónica. Lo propio de la anomalía consiste en ser constitucional, congénita, incluso cuando la aparición se atrasa con respecto al nacimiento y sólo es contemporánea del ejercicio de la función. Por lo tanto quien lleva una anomalía no puede ser comparado consigo mismo. Desde el momento en que la etiología y la patología de una anomalía son conocidas, lo anómalo se convierte en patológico. La anomalía carece de sentido para el ser vivo, cuyos comportamientos en el medio ambiente están fijados en el punto de partida por las particularidades de su estructura. Cuando la anomalía es interpretada en cuanto sus efectos, en relación con la actividad del individuo y por lo tanto con la representación que este se forja de su valor y de su destino, la anomalía es flojedad. El hombre normal es el hombre normativo, el ser capaz de instituir nuevas normas, incluso orgánicas. Una única norma de vida es sentida de un modo privativo y no de un modo positivo. La anomalía puede convertirse en enfermedad, pero por sí sola no es una enfermedad: no es fácil determinar en qué momento la anomalía se transforma en enfermedad. El medio ambiente es normal por el hecho de que el ser vivo despliega en el su vida, mantiene en él mejor su propia norma. Solo es normal porque se refiere a una norma morfológica y funcional. El ser vivo y el medio ambiente no son normales tomados por separado, sino su relación es la que lo hace tales. El medio ambiente es normal para una forma viviente dada. Un ser vivo es normal en un medio ambiente dado, en l amedida en
que es la solución morfológica y funcional hallada por la vida para responder a todas las exigencias del medio ambiente. Se advierte por qué una anomalía, y especialmente unamutación no es patológica por el hecho de que sea una anomalía, es decir una desviación a partir de un tipo específico, definido por un agrupamiento de caracteres, más frecuentes en su dimensión promedio. La anomalía o mutación noson por sí patol, expresan otras posibles normas de vida. Si esas normas son inferiores, en cuanto ala estabilidad, fecundidad, variabilidad de la vida, con respecto a las normas específicas anteriores, de la denominará patologicas. Si esas normas se revelan en el mismo meido ambiente como equivalentes o en otro medio ambiente como superiores, se las denominará normales. Su normalidad provendrá de su normatividad. Lo patológico no es ausencia de norma de biológico sino una norma diferente pero que ha sido comparativamente rechazada por la vida. Se presenta otro problema: el de las relaciones entre lo normal y lo experimental. Los filósofos entienden por fenómenos normales caracteres medidos que se revelan como idénticos a si mismos para un individuo dado, en condiciones dadas y salvo por algunas desviaciones de amplitud definida, idénticas de un individuo a otro en condiciones idénticas. A partir de esto toda desviación mas allá de ciertos límites sería tachada lógicamente de patológica. El fisiólogo si define lo anormal o patológico por la desviación estadística o por lo insólito, hay que decir que las condiciones de examen en laboratorio colocan al ser vivo en una situación patológica, de la cual paradójicamente se pretende extraer conclusiones que tengan alcance normativo. Capítulo 3: Norma y Promedio El fisiólogo encuentra en el promedio un equivalente objetivo y científicamente válido del conepto de normal o de norma. Según Bernard, la utilización de los promedios hace que desaparezca el carácter escencialemente oscilatorio y rítmico del fenómeno biológico funcional. Define lo normal como tipo ideal en condiciones experimentales determinadas y no tanto como promedio aritmético o frecuencia estadística. Vendryes interpreta las variaciones experimentadas por las constantes fisiológicas como desviaciones a partir de un valor promedio, pero d eun valor promedio individual. Mayer dice que el ser vivo es aquel que existe conforme a normas constantes determinadas por el valor promedio. ¿Pero acaso es preciso que consideremos toda desviación como anormal? El modelo es en realidad fruto de una estadística. Si bien es cierto que el cuerpo humano es, un producto dela actividad social no es absurdo suponer que la constancia de determinados rasgos, revelados por un valor promedio depende de la fidelidad consciente o inconsciente a ciertas normas de vida. En la especie humana la frecuencia estadística no sólo traduce una normatividad vital sino también una normatividad social. Un rasgo humano no sería normal porque fuese frecuente sino a la inversa, sería frecuente por ser normal, es decir, normativo en un género de vida dado. Si se puede hablar de hombre normal, determinado por el fisiólogo, es porque existen hombres normativos, hombres para quienes es normal hacer quebrar las normas e instituir nuevas normas. Cada vez más la idea de salud o de normalidad deja de aparecernos como la de conformidad a un ideal exterior. Las constantes fisiológicas no son constantes en el sentido absoluto del término. Para cada función y para el conjunto de las funciones existe un margen en el que se juega la capacidad de adaptación funcional del grupo o de la especie. En pocas palabras: Considerar los valores promedios de las constantes psicológicas humanas como expresión de normas de colectivas de vida, significaría decir simplemente que la especie humana al inventar géneros de vida inventa al mismo tiempo modos de andar psicológico. En resumen: Pensamos que es necesario considerar los conceptos de norma y promedio como 2 conceptos diferentes cuya reducción ala unidad por anulación de la originalidad del primero es inútil intentar. La fisiología reconoce la original normatividad de la vida. El verdadero papel determina exactamente el criterio de las normas en las que la vida consiguió estabilizarse, sin prejuzgar acerca de la posibilidad o imposibilidad de un eventual corrección de esas normas.
Capítulo 4: Enfermedad, Curación, Salud: Confiamos al propio ser vivo el cuidado de distinguir donde comienza la enfermedad. Afirma Goldstein que un promedio obtenido estadísticamente no permite decir si determinado individuo presente ante nosotros es o no normal. También Sigerist insiste en la relatividad individual de lo normal biológico. Agrega que sería necesario no contentarse con establecer la comparación con una norma que resulta del promedio, sino de las condiciones del individuo examinado. La frontera entre lo normal y lo patológico es imprecisa para los múltiples individuos considerados simultáneamente pero es perfectamente precisa para un solo e idéntico individuo considerado sucesivamente. Aquello que es normal puede convertirse en patol en otra situación si se mantiene idéntica a sí misma. El individuo es juez de esta transformación porque es él quien lo padece. El estado patol normal no está instituido por la ausencia de normas. La enfermedad es aún una norma de vida, pero es una norma inferior en el sentido de que no tolera ninguna desviación de las condiciones en las que vale, puesto que es incapaz de transformarse en otra normal, el ser vivo enfermo está normalizado en condiciones de existencia definidas y ha perdido la capacidad normativa, la capacidad de instituir nuevas normas en condiciones diferentes. Es necesario comenzar ante todo por comprender el fenómeno patológico como algo que revela una estructura individual modificada. Es necesario tener presente siempre la transformación de la personalidad del enfermo.
Para definir el estado normal es necesario tener en cuenta: COMPORTAMIENTO PRIVILEGIADO: por este tipo de comportamiento es preciso entender aquel que de todas las reacciones de que es capaz un organismo, utiliza y en cierto modo, prefiere sólo algunas. Este modo de andar de la vida caracterizado por un conjunto de reacciones privilegiadas es aquel en cual el ser vivo responder mejor a las exigencias del medio ambiente. Las constantes fisiológicas son la expresión de esta estabilidad ordenada del comportamiento para un organismo individual en condiciones definidas de ambientación. Para comprender la enfermedad es necesario tener en cuenta REACCION CATASTROFICA: los síntomas patológicos son la expresión del hehco de que las relaciones entre organismo y medio ambiente que responden a la norma han sido transformadas por el cambio del organismo; y de que muchas cosas que eran normales para el organismo normal ya no lo son para el organismo modificado. La enfermedad aparece cuando el organismo es modificado de tal manera que llega a reacciones catastróficas dentro del medio ambiente que les es propio. Goldstein describió en sus enfermos la instrumentación de nuevas normas de vida mediante la reducción del nivel de actividad en relación con un medio ambiente nuevo pero estrechado. El estrechamiento del medio ambiente responde a su impotencia para responder a las exigencias del medio ambiente normal. El enfermo está enfermo porque sólo puede admitir una norma, no es anormal por ausencia de norma sino por incapacidad de ser normativo. La enfermedad no es una variación en la dimensión de la salud, es una nueva dimensión de la vida. El enfermo tiene que ser juzgado siempre en relación a la situación frente a la cual reacciona y a los instrumentos de acción que el medio ambiente propio le ofrece. La enfermedad es una nueva vida caracterizada por nuevas constantes fisiológicas, por nuevos mecanismos para obtener resultados aparentemente idénticos, no crea nada sino que hace retroceder al enfermo a una etapa más atrás en esa ruta que la humanidad tuvo que abrirse lentamente por medio del esfuerzo. Para Goldstein estar sano significa ser capaz de comportarse de manera ordenada y esta puede existir a pesar de la imposibilidad de ciertas realizaciones posibles con anterioridad. Curar a pesar de los déficit, es algo que siempre es acompañado por pérdidas esenciales para el organismo y al mismo tiempo para la reparación de un orden, a esto corresponde una nueva norma individual. Eventualmente en el curso de la curación encontramos nuevas constantes que garantizan el nuevo orden. Si se reconoce que la enfermedad sigue siendo una especie de norma biológica, esto entrama que el estado patol NO puede ser denominado anormal de un modo absoluto, sino anormal dentro de la relación en una situación determinada. Estar sano y ser normal no son cosas totalmente equivalentes, porque lo patol es una
especie de normalidad. Estar sano no es solo ser normal en una situación dada sino ser normativo en esa situación y en otras situaciones eventuales. Lo característico de la salud es la posibilidad de superar la norma que define lo momentáneamente normal, la posibilidad de tolerar infracciones ala norma habitual e instituir normas nuevas en situaciones nuevas. La salud es un margen de tolerancia con respecto alas infidelidades del medio ambiente social. La vida de un ser vivo solo reconoce las categorías de salud y enfermedad en el plano de la experiencia que es ante todo una prueba en el sentido afectivo del término, y no en el plano de la ciencia. La salud es un conjunto de seguridades en el presente y aseguramientos para el futuro. “estar en buen estado de salud significa poder enfermarse y reestablecerse, es un lujo psicológico”. Lo propio de la enfermedad consiste en que es una reducción del margen de tolerancia con respecto alas infidelidades del medio ambiente. Esta reducción consiste en no poder vivir más que en un medio ambiente diferente, y no sólo en algunas de las partes del antiguo. Cada enfermedad reduce el poder de enfrentar las otras, desgasta el aseguramiento biológico inicial sin el cual ni siquiera habría vida. El hombre sano mide su salud por capacidad para superar las crisis orgánicas ocn el fin de instaurar un nuevo orden. El hombre sólo se siente en un buen estado de salud cuanto más que normal (es decir adaptado al medio ambiente y a sus exigencias) se siente normativo, apto para seguir nuevas normas de vida. El hombre considera a su cuerpo como el medio de todo los posibles medios de accion, por lo tanto para apreciar que es lo normal y que es lo patológico para el cuerpo es necesario mirar mas alla de ese mismo cuerpo. Solo se comprende bien como en los medios ambientes propios al hombre, el mismo hombre se encuentra en diferentes momentos, normal o anormal, teniendo los mismo órganos, si se comprende como la vitalidad orgánica se despliega en el hombre como plasticidad técnica y avidez por dominar el medio ambiente (podemos relacionar esto con el vitalismo). La salud es una manera de abordar la existencia sintiéndose poseedor o portador sino también si es necesario creador de valor, instaurador de normas vitales.
Adjunto Bachelard
Sostuvo la idea de que cada ciencia en un determinado momento histórico produce sus propias normas de verdad. El epistemólogo se propuso estudiar el concepto de normal y patológico a lo largo de diferentes momentos históricos en el terreno de la medicina. En su tesis mostro que lo normal y lo patológico son cuestiones solidarias. Concentro su atención en las condiciones de aparición delos conceptos y descubrió y rectificó el origen del concepto reflejo hasta ese momento adjudicado a Descartes, hallazgo que puso en evidencia el papel decisivo que jugo el vitalismo para la formulacion del concepto de reflejo.
VITALISMO Es un ateoría filosofica que razona los fenómenos de los seres vivos a partir de premisas que reinvindican la vida ocmo valor primordial, reconoce la originalidad del hecho vital y rtaduce las exigencias permanentes de la vida en el viviente (siglo XXI). Podemos distinguir 2 ambitos de aplicación del vitalismo uno en la ciencias y 2 en la filosofia. El vitalismo en las ciencias plantea la existencia en elos seres vivos de un principio generadore y directo de las diversas actividades vitales cuyo fin por excelencia es la perpetucacion de la vida. El vitalismo en la filosofia centra su atencio ne en la vida misma, vitalismo o filosofia de la vida son sinonimos. El concepto de vida en el sentido biologico privilegia y valora el cuerop, los instintos, la naturaleza, la fuerza y la lucha por la supervivencia. Canguilhem afirmo que lo normal tiene que ver ocn una cuestion vitalista en tantio interviene la norma en su funcion ordenadora, como asi tb lopatologico tiene q ver con una falla en la capacidad normativa del sujeto. El autor afirmo quer la terapeutica que adquiere el positivismo se prsenta siemrpe ocmo un dispositivo que procura en el paciente la restitucion del estao normal y agrego que en tal proceder subyace una concepción de ser vivo, caracterizado por estar regido por un sistema de leyes. El enfoque positvista establecio el termino normal a partir d euna descripción por senso estadistico. Canguilhem tb formulo sus propias reflexiones para lo ucal se apoyo en el vitales mo y particularmente en las ideas de bergson, su concepción de la vida se centro ene la existencia de un orden de propiedades especidficas que integran la naturaleza. Dice que C rectidfiqo que lo normal tiene q ver con wel viviente y su medio de esta formulaicon subrayo la importancia del medio en la vida para el suejto asi tb asimilo el concepto de normal la capacidad del s para instituir y destuituir normas. Lo anormal parece carecder de norma, es sinonimo de muerte, el vitalismo concibe ala vida ocmo polaridad y actuididad normativa, localizo la salud y la enfermedad en el ambito de llo normal, precisamente por tratarse de fenómenos regulados por normas. Canguilhem planteo q el sujeto reacciona ante el estado de enfermedad porque lo q esta en juego son cuestiones de valor en relacion a la z salud. Valor tiene un significado q c utiliza para dar cuenta de la intensa lucha de fuerzas que entraña la polaridad de la vida, q en la enfermedad del paciente no solo se queja por el dlor o las molestaias q experiementa sino q centra su protesta ante lel estrechamiento y disminución q la patolog impuso a su vida.