FILOSOFÍA Y SOCIEDAD MARIO BUNGE
PRÓLOGO A la memoria de Raúl Prebisch (1901-1986) eminente economista, pero amigo del pueblo, undador de la cepal ! mi padrino laico"
Ésta es una colección de trabajos sobre diversos problemas flosófcos que suscitan las ciencias sociales. Cinco de ellos son inéditos. Los demás aparecieron en inglés en diversos libros y revistas. Los he traducido para este volumen. La temática de este libro es muy variada, pero todos los temas se han abordado desde la misma perspectiva sistémica, realista y cientifcista que he venido elaborando en el curso de las tres ltimas décadas, particularmente en los #reatis isee on $asi $asicc Phil Philos osoph oph!! !"#$%&"#'#( y en cuatro libros och ocho tomos de mi #reat dedicados a la floso)*a de las ciencias sociales+ %istemas sociales ! &loso'a !uenos -ires, udamericana, "##/(, $uscar la &loso'a en las ciencias sociales !0é1ico, !0é1ico, iglo 223, "###(4 as ciencias sociales en discusin !uenos -ires, udamericana, "###(, y a cone*in cone*in entre la sociolog'a sociolog'a ! la &loso'a &loso'a !0adrid, eda), 5666(. 7e trabajado en detalle +mergenc encia ia ! cone conerge rgenc ncia ia !arcelona&u algu alguno noss de esos esos temas temas en +merg !arcelona&uenos enos -ires, -ires, 8edisa, 566%( y A la caa de la realidad !arcelona&uenos -ires, 8edisa, 566$(. 0i pró1imo libro, .iloso'a pol'tica, tratará de problemas pol*ticos. 7e aqu* las )uentes de los diversos cap*tulos. ". 3néd 3nédit ito, o, Con) Con)er eren enci ciaa pron pronun unci ciad adaa en el Cong Congre reso so sobr sobree 9eor* eor*aa de istemas, :ontifcia ;niversidad Católica de
ystems and emergence, rationality and imprecision, )ree&Bheeling and evidence, evidence, science science and ideology?, ideology?, Philosoph! o the %ocial %ciences, A", 566", pp. %6%& %5A.. >Cla %5A >Clari ri)yi )ying ng some some misu misund nder erst stan andi ding ngss abou aboutt soci social al syst system emss an and d thei theirr mechanisms?, Philosoph! o the %ocial %ciences, A%, 566%, pp. A$"&A'". %. >- systemic perspective on crime?, en :er&lo) 7. DiEstrFm y Gobert H. +*planatio tionn o rime rime !Cambridge, Cambridge ;niversity ampson ampson !comps.(, !comps.(, #he +*plana :ress, 566@(, pp. '&A6. /. Iid Deber practise the objectivity he preachedJ en LaBrence 0cKalls
!comp.(, 2a* 3eber4s 5b7ectiit!4 Reconsidered, 9oronto, ;niversity o) 9oronto :ress, 566$, pp. ""$&"A%. @. Con)erencia pronunciada en la cátedra del pro)esor 0iguel ngel =uintanilla, ;niversidad de alamanca, 566%. $. ><1perimental economics?, Philosoph! o the %ocial %ciences A$+ /%A&/%$, 566$. '. >9eor*a y práctica de la cooperación?, Reista /beroamericana de Autogestin ! Accin omunal nm. /6+ "A&"@, 566$. #. >:hilosophy )rom the outside?, Philosoph! o the %ocial %ciences A6, 5666, pp. 55$&5%/. "6.3nédito, Con)erencia pronunciada en la ociedad
1. DOS ENFOQUES: SECTORIAL Y SISTÉMICO Nivir es en)rentar y resolver problemas. O toda veP que abordamos un problema adoptamos un punto de vista o en)oque general. sea, nos basamos sobre alguna visión general y emprendemos una averiguación usando algn método. i )allara uno de estos componentes, ya sea la visión general o el método, no lograr*amos siquiera plantear el problema de manera inteligible. :or ejemplo, un ingeniero o un administrador de empresas no logrará descubrir sus problemas, ni menos an resolverlos si, siguiendo a 7usserl, hace de cuenta que el mundo no e1iste de por s*, piensa solamente en s* mismo, y con)*a más en su intuición que en la observación y el cálculo.
5666, )ue diseMado por lord Qorman Koster, el ingeniero más innovador del siglo 11. -l cortarse la cinta en la ceremonia, la muchedumbre se precipitó sobre el puente, el que empePó a oscilar horiPontalmente. Cuando el puente se mov*a a la derecha, el transente se inclinaba a la iPquierda para no caerse. :ero de esta manera ejerc*a sobre el piso una )uerPa que contribu*a a que el puente se desplaPase a la derecha. La amplitud de las oscilaciones )ue tal, que la gente tuvo que regresar a tierra como pudo. R- qué se debió este )racaso, el primero en la brillante carrera de lord KosterJ - que éste olvidó el )actor humano en sus ecuaciones+ olvidó que los puentes se diseMan y construyen para ser usados por personas, las que no son pesos muertos. ;n cálculo reciente !trogaS et al", 566/( muestra cómo incluir la reacción humana en las ecuaciones de movimiento del puente. Las ecuaciones correctas son tan sencillas que están al alcance de cualquier estudiante de ingenier*a. 0i tercer y ltimo ejemplo de pensamiento sectorial es el economicismo, sea de iPquierda como el de Tarl 0ar1, o de derecha como el de 8ary ecEer y los demás entusiastas de las teor*as de elección racional.
7asta aqu* hemos seMalado tres caracter*sticas de un sistema+ su composición, o conjunto de sus partes4 su entorno, o conjunto de los objetos con los que está relacionado, y su estructura, o conjunto de los v*nculos entre las partes y entre éstas y aquellos componentes de su entorno que lo a)ectan o que son a)ectados por el sistema. sea, hemos identifcado tres aspectos de un sistema+ su composición, entorno y estructura.
flóso)os son, ya individualistas, ya globalistas !u holistas(, antes que sistemistas. 9ambién e1plica por qué hoy d*a ni cient*fcos ni técnicos leen a flóso)os. Los individualistas ponen atención a los componentes de los sistemas, pero pasan por alto su estructura. Los globalistas subrayan, con raPón, la importancia de las totalidades y el hecho de que éstas poseen propiedades !emergentes( de las que carecen sus componentes4 pero niegan la posibilidad de e1plicarlas e1hibiendo estructura y mecanismo+ son irracionalistas.
C!s( W coraPón, arterias, venas, capilares y sangre. nerviosidad?, el desarreglo del hipotálamo causa bulimia, y los trastornos a)ectivos a)ectan al crecimiento de tumores cancerosos.
tanto a biopoblaciones como a los individuos que las componen. O, puesto que las novedades evolutivas emergen en el curso del desarrollo individual, se impone la )usión de las dos disciplinas en cuestión+ la biolog*a evolutiva y la biolog*a del desarrollo !que incluye a la embriolog*a(. evo& devo?. u emergencia reciente es un triun)o más del sistemismo, ya que éste invita a transgredir )ronteras disciplinarias. !0ás sobre biofloso)*a en 0ahner y unge, 5666.( :ero regresemos a la ecolog*a. Las comunidades y los ecosistemas poseen propiedades emergentes, tales como la biodiversidad y la sustentabilidad !sustainabilit!(. Éstas no son propiedades biológicas sino supraorgan*smicas.
sistémicos porque abarcan a todo el planeta, a todos nosotros y a nuestros sistemas sociales, desde la )amilia hasta la comunidad internacional. :ara resolver estos problemas se requiere la colaboración de muchas disciplinas+ ecolog*a, demogra)*a, epidemiolog*a, sociolog*a, macroeconom*a, administración, politolog*a, etcétera.
que comparten ciertas propiedades esenciales, como las de tener sangre caliente y antecesores comunes. !in embargo, casi todos los bioflóso)os sostienen que las especies son individuos+ en mi opinión, con)unden la relación lógica de pertenencia de individuo a especie con la relacion ontológica de parte a todo.( :uesto que los ta1ones son colecciones, y no cosas concretas, en particular entes vivos, no satis)acen leyes biológicas.
altemos ahora del organismo y el ecosistema al universo. -ntes de la época moderna, el universo hab*a sido visto casi siempre como consistente en nuestro planeta cubierto por un conglomerado de >cuerpos celestes?. Gecién 8alileo habla del sistema solar, as* como de los dos >sistemas del mundo?, o modelos de dicho sistema, el antiguo o geocéntrico y el moderno o heliocéntrico. :ero sólo QeBton, una generación después, suplió el cemento que mantiene unidos a nuestra estrella con sus planetas y a éstos con sus lunas, a saber, la gravitación. La concepción neBtoniana del universo )ue la primera cosmovisión cient*fca. ;na veP concebido el sistema solar, se comprobo su e1istencia calculando órbitas planetarias, prediciendo la e1istencia de nuevos planetas, y contrastando cálculos con observaciones. !
:oincaré demostró hace un siglo que nuestro sistema solar es dinámicamente estable, o sea, que sobrevivir*a a un impacto de un meteorito. :ero :oincaré no pod*a saber que nuestro sistema solar tiene los eones contados, porque el ol terminará por implotar debido a su consumo de combustible nuclear. 9anto la estabilidad dinámica como la inestabilidad nuclear del sistema solar se determinan analiPando los componentes pertinentes y sus interacciones.
manera impulsiva o sobre la base de cálculos )alsos.
siguiente da una idea esquemática de las tres visiones en pugna.
La sociedad no e1iste+ sólo hay individuos.? O los naPis resumieron su propia doctrina colectivista !para las masas, no para los jerarcas( en su consigna escalo)riante+ >9 nada eres. 9u nación ]nosotros? !)amilia, c*rculo de amigos, congregación religiosa, asociación pro)esional, empresa, gobierno, o lo que )uere( es más que la colección )ormada por t, yo y ellos+ todos juntos constituimos un sistema social caracteriPado por propiedades suprapersonales, tales como numerosidad y distribución de ingresos, cohesión y conUicto, tradición y orden pol*tico, división del trabajo y estratifcación social, nivel económico y nivel cultural.
Neamos ahora cómo contribuye el en)oque sistémico a entender dos problemas sociales sobresalientes en nuestros pa*ses+ la marginalidad y el subdesarrollo. La primera es una propiedad de individuos en sociedad, mientras que la segunda es una propiedad colectiva de ciertas sociedades.
La marginalidad consiste en la e1clusión de algunos sistemas sociales. :or ejemplo, los desocupados son marginados económicos, y los anal)abetos son marginados culturales. sea, la marginalidad es el dual de la pertenencia o participación. :or lo tanto, la marginalidad se combate )acilitando la participación+ la incorporación en una empresa o cooperativa, el ingreso en una escuela, la afliación voluntaria a un sindicato o partido pol*tico, etc" ;na manera efcaP de lograr semejantes inclusiones sin coacción es mediante las ongs. tra es invertir los impuestos a los réditos en obras pblicas, as* como en salud y educación.
sectoriales, como lo ha reconocido incluso 8eorge oros. 0ás an, cualquier programa realista de desarrollo de un pa*s tendrá que adaptarse a los recursos naturales y humanos del pa*s, as* como a sus tradiciones y a las aspiraciones de su pueblo. Qo hay recetas internacionales, sectoriales y simples para lograr en pocos aMos lo que a los pa*ses desarrollados les costó varios siglos.
bastan+ para resolver cualquier problema que no sea de rutina también hace )alta pasión. e necesita pasión intelectual, a)án por entender, en el caso de problemas intelectuales. O hace )alta pasión moral, a)án por hacer el bien, en el caso de problemas sociales. La pasión pol*tica, que anima a la acción pol*tica, debiera estar al servicio de la pasión moral. Cuando no lo está, la pol*tica es esclava de intereses particulares, no del bien pblico. cienti&cismo > moral"
bibliog!"#! unge, 0ario !"#$#(, #reatise on $asic Philosoph!, vol. %, A 3orld o %!stems, Iordrecht, Geidel. `````` !"##/a(, %istemas sociales ! &loso'a, uenos -ires, udamericana. unge, 0ario !"##/b(, iencia, t:cnica ! desarrollo, uenos -ires, udamericana. !"###(, as ciencias sociales en discusin, uenos -ires, udamericana. !"###(, $uscar la &loso'a en las ciencias sociales, 0é1ico, iglo 223. !566%(, +mergencia ! conergencia, arcelona, 8edisa. `````` !566@(, hasing Realit!, 9oronto, ;niversity o) 9oronto :ress. IieS, 9homas, 9he struggle to govern the commons?, %cience A65+ "#6$&"#"5. 8albraith, Hames T. y 0aureen erner !566"(, /neualt! ? /ndustrial hange@ A lobal 9he tragedy o) the commons?, %cience "@5+"5%A& "5%$. Looijen, GicE C. !5666(, olism and Reductionism in $iolog! and +colog!, Iordrecht, TluBer -cademic. 0ahner, 0artin y 0ario unge !5666(, .undamentos de la bio&loso'a, 0é1ico, iglo 223. trogaS, teven 7., Ianiel 0. -brams, -llan 0cGobie, runo CroBd psychology on the 0illennium ridge?, Cature %A'+%A& %%.
$. PROBLEMAS GLOBALES% CIENCIA Y ÉTICA La humanidad está en)rentando nuevos y graves problemas sociales )ormidables en escala planetaria, tales como el calentamiento global, el agotamiento de los recursos naturales, la creciente desigualdad económica dentro y entre las naciones, y el imperialismo, por primera veP sin rivales. RCómo podemos atacar estos problemas y otros similaresJ RCon la ayuda de alguna ideolog*a apolillada, gestada hace tiempo como reacción a situaciones ya superadas, o bien a la luP de la ciencia y de la técnica actualesJ O Rqué podemos esperar de la éticaJ Los objetivos de este trabajo son recordar algunos de los problemas más urgentes y sugerir que todos ellos son sociales, por lo cual no pueden abordarse e1itosamente sin las disciplinas que se ocupan de los problemas sociales+ las ciencias y técnicas sociales, as* como la ética. lo& 'obl()!& &o*i!l(& +i(,(, (, '!-(/(& La voluntad pol*tica es necesaria pero insufciente para abordar problemas sociales+ también se requiere algn conocimiento social y algunas normas de conducta. terapias de choque? neoliberales a los pa*ses e1 soviéticos, hoy preconiPa limosna en gran escala para salvar al )rica subsahariana. L*branos, eMor, de los economistas que no le preguntan a la gente qué necesita ni qué está dispuesta a hacer para conseguirlo.( 9ampoco basta el conocimiento e1perto+ también hace )alta algo de moral.
moral y el homicidio4 mesociales , como la pobrePa, la segregación y el terrorismo4 y macrosociales , como el calentamiento global, el subdesarrollo y la guerra u homicidio en masa. Cualquiera que sea el tamaMo de un problema social, éste se presenta en un sistema también social+ )amilia, empresa, nación, bloque internacional o comunidad internacional. :or este motivo, porque los problemas sociales a)ectan a sistemas sociales, y no a individuos aislados, el en)oque sectorial de problemas sociales está condenado a )racasar. -demás, los problemas sociales son multi)acéticos+ ambientales, biológicos, económicos, pol*ticos y culturales, en particular morales, aun cuando hay casos en que uno de estos aspectos sobresale entre los demás. :or ejemplo, las guerras son procesos pol*ticos, pero suelen tener causas económicas, casi siempre el a)án por adueMarse de recursos ajenos4 pero las consecuencias no son pol*ticas+ muerte, destrucción de bienes privados y pblicos, daMos ambientales, etcétera. Iebido a que los problemas sociales a)ectan a sistemas, no sólo a individuos, debieran en)ocarse sistémicamente. :or ejemplo, la superstición prospera con la inseguridad económica, de modo que no puede combatirse con sólo di)undir la educación.
Como era de esperar, los pol*ticos conservadores y los economistas ortodo1os niegan la e1istencia o importancia del problema, y sostienen que hace )alta más investigación, o sea, mayor dilación. e e1plica as*+ los intereses creados de la trinidad petróleo&industria automotriP&industria caminera, que suele
fnanciar las campaMas de los pol*ticos conservadores y de las iglesias integristas, son todopoderosos.
-)ortunadamente, el problema de la sobrepoblación )ue resuelto hace medio siglo, cuando se inventó la p*ldora anticonceptiva, mediante la cual se puede controlar la población sin recurrir al in)anticidio.
de la ciudad, quien hab*a traicionado a sus conciudadanos. Como lo muestra la /l'ada, los griegos de la misma época eran igualmente sanguinarios4 pero a nadie se le ocurre usar el poema homérico como manual de moral. :resumiblemente, las normas morales nacieron de la necesidad de garantiPar la convivencia y, mucho después, para estimular a la gente a hacer el bien. :ero el poder siempre ha prevalecido sobre la moral. O an peor, los pol*ticos sin principios saben cómo dis)raPar la violencia con moralina. Gecuérdese, por ejemplo, la retórica del presidente estadunidense DoodroB Dilson sobre el derecho de los pueblos a su autodeterminación y a la paP, al mismo tiempo que carneaba a los viejos imperios en benefcio de los vencedores. La violencia en gran escala !guerra, conquista, genocidio( tiene causas y e)ectos económicos, pol*ticos y culturales. :or consiguente, cualquier medida dirigida a impedirla debe tener aspectos económicos, pol*ticos y culturales. O el ncleo del aspecto cultural debiera ser un conjunto de principios morales aceptables a casi todos. :ropongo que la má1ima >Iis)ruta la vida y ayuda a dis)rutarla?, que constituye la cspide de mi sistema ético !unge, "#'#(, es un principio moral universal. /n7usticia social" La injusticia social puede caracteriParse como el privilegio injustifcado, como ocurre con la riquePa heredada, la apropiación de tierras, la discriminación se1ual y racial, el pago desigual por igual trabajo, y la creciente desigualdad de ingresos que ha acompaMado al sensacional aumento de productividad en el curso del ltimo cuarto de siglo.
La injusticia social es generalmente considerada inmoral porque involucra privilegio y e1plotación. :or este motivo los estados de las democracias avanPadas incluyen mecanismos de igualación tales como impuesto progresivo a los réditos, atención médica gratuita, educación gratuita y obligatoria, seguros de vejeP y de desocupación, y derechos de negociación de salarios y de huelga. :ero de hecho sólo una se1ta parte de la humanidad goPa de semejantes benefcios. -un as*, esa se1ta parte e1perimenta injusticias escandalosas. :or ejemplo, el presidente de una gran corporación puede ganar mil veces más que su secretaria, independientemente de las utilidades que realice su compaM*a. 9ales inequidades se multiplican cuando se eliminan los controles que se impusieron para proteger al accionista y al consumidor de la rapacidad ejecutiva. 2arginalidad pol'tica"
individuo dispone de un voto y del derecho a presentarse como candidato para ejercer )unciones pblicas, sin tener que gastar un centavo, propio o ajeno. mentira noble?, la que se necesita para mantener a los de abajo en su lugar.
problemas están acoplados entre s*. :or ejemplo, la ignorancia del derecho internacional, junto con la insensibilidad moral, es una )uente de la creencia de que los estadunidenses tienen el derecho y el deber de decirle al resto de la humanidad qué es lo que puede hacer. tro ejemplo+ la marginalidad pol*tica )acilita la injusticia social, tanto dentro de las naciones como entre ellas, ya que quien no ejerce sus derechos pol*ticos no lucha por los derechos humanos. i desaprobamos las carencias mencionadas, haremos algo por sus duales, a saber, la coe1istencia pac*fca de personas y naciones, la justicia social, la participación pol*tica responsable, y el conocimiento de lo que se requiere para vivir raPonablemente bien y ayudar a otros a vivir de igual manera. La )órmula pol*tica para alcanPar tales fnalidades no es nueva, sino que se conoce desde la Gevolución )rancesa de "$'#+ ibertad, igualdad, raternidad" :ero, dada la enorme complejidad de la sociedad moderna, y en particular del terapia de choque? o instantánea para la econom*a, otra para la cultura, y as* sucesivamente, porque las transiciones violentas son tan di)*ciles como crueles. Los cambios pro)undos, para ser posibles y sostenibles, deben ser graduales y requieren la cooperación de muchos. Los problemas mencionados no pueden resolverse con ayuda de ideolog*as tradicionales, porque éstas )ueron )ormuladas para un mundo que ya no e1iste+ el mundo del capitalismo sin )renos, del imperialismo arrollador, del
0!*i! ,! /i*! 2 ,! i3(olog#! *i(,/#4*!& Las floso)*as morales tradicionales, sean religiosas o seculares, están desgastadas. Iis)ruta de la vida y ayuda a dis)rutarla?.
pero de esta generaliPación antropológica no se sigue que todos los códigos morales sean equivalentes. :or el contrario, unos son mejores que otros porque son más prosociales. i se admite que hay hechos morales debe admitirse también que hay verdades morales. 7e aqu* algunas candidatas plausibles+ >La Gegla de ro?4 >La vida debiera ser dis)rutable?4 >La equidad es justa?4 >La inequidad es injusta?4 >0entir está mal?4 >La e1plotación es injusta?4 >La crueldad es abominable?4 >Los débiles merecen protección?4 >La lealtad es una virtud?4 >La paP es pre)erible a la victoria?. La moral, es decir, el conjunto de preceptos morales, no tiene por qué ser dogmática !aceptada sin discusión( ni pragmática !adoptada por conveniencia(. Iebiera ser racional, es decir, sujeta a debate racional4 y cient*fca, es decir, compatible con lo que la ciencia nos enseMa acerca de la naturalePa humana y de la vida social. :ara justifcar estas tesis en el escaso espacio disponible tendremos que con)ormarnos con tres ejemplos tomados al aPar. ". Altruismo. Contrariamente al dogma utilitario y neoliberal, el altruismo rec*proco !>7oy por ti, maMana por m*?( tiene una frme base cient*fca. La letra con sangre entra?, y de obligar a memoriPar sin entender, intenta hacer el aprendiPaje interesante. 9ambién utiliPa el premio en lugar del castigo, aunque sin e1agerar la importancia de >la nota?, porque el premio e1tr*nseco, el que dispensa el maestro, puede desplaPar al intr*nseco, consistente en descubrir y entender.
A. Procreacin responsable. Los humanistas laicos sostienen que es cruel procrear niMos que, no habiendo sido >encargados?, no serán criados con amor y esmero, por lo cual tenderán a ser desgraciados y a convertirse en cargas sociales. :uesto que la crueldad es abominable, la oposición al control de la natalidad es inmoral. realismo moral?,
y es compatible con el realismo y el materialismo flosófcos, poque es mundana en lugar de supernaturalista. :ero rechaPo el naturalismo, porque pretende reducir las ciencias sociales a las naturales, y la ética a la biolog*a evolutiva. i la moral no )uese sino una herramienta de supervivencia, tendr*amos que pre)erir la mentira a la verdad y el con)ormismo al discon)ormismo. 9ambién tendr*amos que cooperar solamente con parientes, porque nuestra fnalidad principal ser*a proteger y di)undir nuestros preciosos genes, haciendo a un lado todo lo que no tuviese valor biológico inmediato, como la generosidad y el amor por la matemática pura, la astro)*sica y la msica clásica. Ie modo, pues, que el realismo moral y el materialismo que propongo no son reduccionistas. ideolog*a? como programa para resolver problemas sociales, se comprende que es concebible una ideolog*a con)orme a las ciencias y técnicas sociales. Ésta no es mera )antas*a, como lo muestra el caso del
provechosa a corto plaPo para los privilegiados, a la larga es daMina para todos, porque es )uente de inseguridad. Nolveremos a este tema en el cap*tulo /. Lo que vale para las naciones también vale en parte para la comunidad internacional. Las di)erencias entre las naciones son inevitables, y en muchos casos deseables, pero no deber*an servir de e1cusa para dominar a las débiles. :or el contrario, a la larga conviene a todos el que las ricas ayuden a las pobres a desarrollarse, para que de esta manera puedan cooperar con ellas.
bibliog!"#! -lberdi, Huan autista !"#A%( ]"'$6^, +l crimen de la guerra, uenos -ires, Concejo Ieliberante. unge, 0ario !"#'#(, #reatise on $asic Philosoph!, vol. '+ +thics@ the ood and the Right, Iordrecht&oston, Geidel.
5. EQUÍ6OCOS FRECUENTES SOBRE SISTEMAS% MECANISMOS Y EMERGENCIA totalidad orgánica?, sinónimo de >sistema?, pese a que, en rigor, sólo se aplica a sistemas vivos u organismos. :or ejemplo, se dice de una novela que, a di)erencia de una colección de cuentos, constituye una unidad orgánica, cuando habr*a que decir que es un sistema, mientras que la colección de relatos es una colección de sistemas, tantos como cuentos. tro tanto vale para una sin)on*a y una pintura clásicas, las que posen una unidad o sistematicidad poco )recuentes en las obras modernas, las que suelen ser montones de notas sueltas o collages de manchas desconectadas.
nmeros enteros 6, ", 5...4 éstos están relacionados entre s* por la relación de sucesor, la que permite defnir a un entero positivo cualquiera como el sucesor de otro. ;n ejemplo algebraico+ cuando estudian sistemas de ecuaciones, los matemáticos no intentan resolverlas una por una, sino que las estudian todas al mismo tiempo, porque cada una de ellas depende de todas las demás. ;n ejemplo )*sico+ el agua contenida en un recipiente está compuesta por moléculas de h5o unidas entre s* por laPos de hidrógeno, los que se van aUojando a medida que el agua se va calentando. ;n ejemplo qu*mico+ los reactores en una )ábrica qu*mica son recipientes en los que ocurren reacciones qu*micas controladas, las que engendran los productos deseados. ;n ejemplo biológico+ las células son los sistemas vivientes primarios4 los subistemas que los componen, tales como los organillos, cromosomas y moléculas sueltas, no están vivos. ;n ejemplo social+ las )amilias son sistemas de personas unidas por laPos de parentesco, a)ecto o económicos. 7ay sistemas de varios tipos. Conviene distinguir al menos tres+ materiales, como organismos y escuelas4 conceptuales, como clasifcaciones y teor*as4 y semióticos, como te1tos y diagramas. olamente los sistemas semióticos son h*bridos+ sus constituyentes, las palabras, y algunas de sus combinaciones, las oraciones, son cosas concretas, !caracteres impresos( o procesos materiales !ondas que transmiten imágenes televisivas(. :ero, a di)erencia de los sistemas de otros tipos, los semióticos son susceptibles de ser interpretados4 o sea, a algunos de sus componentes, como las oraciones y las partes de diagramas, les apareamos ideas. 0ás an, los sistemas semióticos )orman parte de lo que Ionald !"##"( llama >almacén simbólico e1terno?, caracter*stico de toda cultura dotada de s*mbolos convencionales !jerogl*fcos, palabras, quipus, notas musicales, dibujos, etc.(. 7acemos uso de este almacén toda veP que leemos un te1to, contemplamos un dibujo o miramos un progama televisivo. sistema simbólico? de una cultura dotada de s*mbolos convencionales es de hecho un sistema de signos que evocan procesos mentales. :ero, independientemente de su naturalePa, todos los sistemas tienen tres propiedades+ son compuestos, están embebidos en un entorno, y tienen una estructura, o sea, sus constituyentes están conectados entre s* !endoestructura( y también están vinculados con elementos de su entorno !e1oestructura(.
ejemplo, un glaciar, un lago y una nube tienen la misma composición molecular pero di)erentes propiedades globales !o emergentes(. -lgo similar ocurre con los isómeros qu*micos agct y gatc, las palabras dios ! sido, y los signos numéricos "A y A". 9odos los sistemas sociales humanos están compuestos por seres humanos, pero no todos los individuos desempeMan los mismos papeles ni, por lo tanto, ejercen el mismo poder. :or ejemplo, una mujer puede ser je)a de su )amilia, obrera en una )ábrica, y dirigente en su sindicato. Cada miembro activo de una sociedad pertenece al mismo tiempo a di)erentes sistemas o c*rculos sociales, y se comporta de manera algo di)erente en cada uno de ellos. :or ejemplo, se puede ser cooperativo en uno, obediente en otro, y autoritario en un tercero. Ie aqu* que sus compaMeros en distintos c*rculos tiendan a traPar di)erentes perfles de la misma persona+ uno lo ve como buen tipo, otro como obsecuente, y un tercero como tiranuelo. La manera de ser de cada cual depende cr*ticamente del lugar que ocupa en cada estructura. sistema? y >estructura? pueden con)undirse como lo han hecho 8iddens !"#'/(, Coleman !"##6( y otros.
componentes micro)*sicos4 el metabolismo y la mitosis son peculiares de las células4 algunas neuronas individuales pueden detectar ciertos est*mulos, pero sólo grandes sistemas de neuronas pueden percibir, sentir, pensar o decidir4 el orden social, la estabilidad !o inestabilidad( pol*tica y el desarrollo !o estancamiento( nacional son propiedades de sociedades enteras4 *dem el )eudalismo, el capitalismo, el estado de derecho y el estado de bienestar. -demás, todos los sistemas poseen propiedades emergentes universales, tales como el haber emergido por procesos de ensamble ! assembl!( y ser capaces de desmantelarse por e)ecto de conUictos internos o de choques ambientales.
)(*!,i&)o 9odas las cosas concretas !materiales( son cambiables. 9an es as*, que el predicado >es material ]concreto^? puede defnirse como !identifcarse con( el predicado >es cambiable?. sea, todo lo concreto es mudable y todo cuanto es susceptible de cambiar es concreto. Iicho de otra manera, los objetos inmutables no son concretos sino abstractos+ los concebimos como tales. debieran verse como afrmaciones abreviadas acerca de numerosos individuos?. O su e1 disc*pulo 3an C. Harvie afrmó una veP que >ejército es el plural de soldado?.
disentido.
sobre la )unción de la austeridad en lo que 0ar1 llamó la acumulación primitiva del capital. Ie modo, pues, que cierta creencia y actitud religiosas, y no la religión como una totalidad holista, contribuyen a moldear el comportamiento individual en un medio y un momento )avorables. O las que tienen efcacia causal no son algunas ideas en s* mismas sino los procesos cerebrales consistentes en pensarlas, procesos que )orman parte de una cadena causal que ocurre en el cerebro, y que empiePa pensando y termina actuando+ proceso en el neocorte1 → proceso en el centro de la decisión situado en el lóbulo )rontal → proceso en la banda motriP → proceso en el sistema neuro&msculo&esqueletal. Con los mecanismos ocurre otro tanto+ son tan reales como los sistemas que los poseen. :or ejemplo, la democracia pol*tica es un mecanismo de distribución del poder pol*tico+ es una propiedad de ciertas sociedades, que distintas teor*as conciben de maneras di)erentes. :or ejemplo, chumpeter piensa que la democracia consiste en un procedimiento para elegir autoridades, mientras que Iahl pone el acento sobre la dispersión del poder mediante la participación popular. Qo hay que con)undir un mecanismo con los modelos que inventamos para entenderlo, del mismo modo que no hay que con)undir un territorio con los mapas del mismo. =uien descubrió -mérica )ue el navegante Cristóbal Colón, no el geógra)o -mérico Nespucio.
biológicos, sociales o mi1tos. Las e1plicaciones que invocan mecanismos pueden llamarse mecan'smicas !véanse detalles en unge, 566$(. irreductiblemente sociales?, o sea, que no poseen las personas. :iénsese en el capitalismo, los ciclos económicos, la estratifcación social, la distribución del ingreso, los estados de paP y guerra, la estabilidad pol*tica, y otras propiedades emergentes de los sistemas sociales. (7'li*!*i8, 3( l! ()(g(,*i! Como escribió Hames Coleman !"#@%(, no se trata de negar las propiedades emergentes, ni tampoco de admitirlas como si )ueran ininteligibles. el precio de mercado es una propiedad emergente del sistema que surge de las interacciones entre pares de individuos? !Coleman, "##6, p. 5', cursivas m*as(. Iicho sea de paso, en su carta del "6 de enero de "##6 Coleman admitió ser un criptosistemista, como yo lo califqué, ya que estaba bastante de acuerdo ! preG! much agreed( con mi análisis de las defniciones y e1plicaciones ascendentes ! boGom-up( y descendentes !top-doBn(. :or ejemplo, la distribución de ingresos en una nación se halla averiguando los ingresos de los ciudadanos de esa nación. :ero el *ndice de 8ini que resulta, por ejemplo, más de 6.@6 para rasil o Gusia, es una caracter*stica global de la sociedad de marras. -nálogamente, la estructura social de una sociedad puede analiParse en términos de individuos y sus laPos sociales !véase unge, "#$%(. La cohesión social puede e1plicarse en )unción de la participación de los individuos en las actividades de los distintos grupos o sistemas sociales !8arc*a ucre y unge, "#$@(. Las migraciones voluntarias pueden e1plicarse en términos de decisiones individuales y barreras internacionales !unge, "#@#(. O todos los indicadores sociales, tales como el *ndice de desarrollo humano, se e1plican sobre la base de datos concernientes a individuos !undp, 566@(. :ero el que una propiedad global pueda e1plicarse en )unción de propiedades individuales no la elimina. La emergencia e1plicada sigue siendo emergencia.
es un hecho objetivo. :or ejemplo, una pareja de recién casados constituye una nueva )amilia, independientemente de que los suegros en cuestión entiendan o no los motivos del matrimonio. Con la sumersión o pérdida de propiedades ocurre otro tanto. sob >sobre reve veni nien enci cia? a? !superenience( a >emergencia?. 7ay alguna similitud entre ambos conceptos, pero mientras el primero es oscuro el segundo es claro. sobreviene? a otra si la primera >depende? de la segunda de una manera que nunca se aclara, porque no se hace re)erencia e1pl*cita al sustrato u objeto que posee las propiedades en cuestión+ se trata a las propiedades en s* mismas como si )uesen >)ormas? !ideas( platónicas !Tim, "#$'(. :eor an, se admiten propiedades negativas !>no ser un ele)ante?( y disyuntivas !>ser me1icano o impar?(, lo que lleva a una multiplicación inne inneces cesar aria ia que que horr horrori oriPar Par*a *a a cEh cEham am.. emergencia? piensan en propiedades que adquieren o pierden cosas en el curso de un proceso+ el bebé que da sus primeros pasos, la empresa que )abrica y pone en venta un producto radicalmente nuevo, el
*o,*l&i8, 9odas las ciencias están repletas de conceptos e hipótesis tan generales que requieren discusiones flosófcas. 7abitualmente, estas discusiones versan sobre puntos especiales y no se conducen dentro de un marco flosófco amplio, por lo cuall no tocan cua tocan )ondo )ondo ni result resultan an convin convincen centes tes.. Los sistem sistemas as concept conceptual uales, es, en particular las teor*as cient*fcas y los sistemas flosófcos, tienen la virtud de que todos sus componentes están relacionados entre s*, de modo que se iluminan o invalidan los unos a los otros. in embargo, lo que los )ranceses suelen llamar despectivamente esprit de s!st;me, s!st;me, tiene un alto precio+ gran volumen. R
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9. DELITO Y SOCIEDAD - Dedos $ru7os, célebre carterista y buen compaMero en la cárcel de La :lata, "#/" guerras al crimen?, intentará descubrir las causas del delito con el fn de rediseMar pol*ticas sociales en lugar de ensaMarse en el castigo, particularmente sabiéndose que la cárcel tradicional es una escuela de delincuencia. sea, debiéramos intentar descubrir los mecanismos del delito. O, puesto que hay muchos tipos de delito, debe haber muchos mecanismos delictivos di)erentes.
en parte interciencia y en parte técnica social.
Oo sugiero que, aun cuando cada una de las floso)*as en lidia lleva su grano de verdad, a ambas se les escapa la verdad central+ que todo individuo, incluso el ermitaMo, pertenece al mismo tiempo a varios sistemas sociales !)amilia, red de amigos y conocidos, empresa, club, patota, escuela, congregación religiosa, partido pol*tico(, dada la interacción compleja que constituye la sociedad, la acción se ramifca. us consecuencias no se limitan al área espec*fca a la que está dirigida, sino que ocurre en campos relacionados entre s* que se ignoran e1pl*citamente en el momento en que ocurre la acción? !0erton, "#$@+"/%(. ⁎
emp*ricas?( e ingenier*a.
propiedades de las moléculas constituyentes. -nálogamente, una )amilia humana nuclear está compuesta de un matrimonio y sus hijos, y posee propiedades emergentes o globales, tales como cohesividad y armon*a, ser un hogar y el lugar primordial de la crianPa de los niMos y de su socialiPación, y contar como un ente nico para otros. Iado el gran nmero de especies de sistema, as* como la densa niebla conceptual que rodea a gran parte de la literatura sobre sistemas, convendrá adoptar un modelo general y claro de sistema. (l )o3(lo *(&) 3( &i&/()! Cuando a uno se le presenta la tarea de describir un sistema concreto, empiePa por )ormularse las siguientes preguntas+ RIe qué está hecho ! composicin(J R=ué lo rodea !entorno(J RCuáles son los v*nculos que mantienen unidos a sus componentes !estructura(J RCómo )unciona !mecanismo(J :or esto es que el modelo más simple de sistema concreto s, sea átomo, célula, negocio, o lo que )uere, es lo que llamo un esquema cesm+ V!s( W M(s), +(s), %(s), 2(s)N, donde (s) W Composición W conjunto de las partes de s4 +(s) W
Cada uno de los componentes de la cuaterna ordenada cems cambia en el transcurso del tiempo, como ocurre con todos los objetos concretos !materiales(. :ero algunos componentes de cesm duran más que otros. :or ejemplo, la composición y el entorno de un ejército en acción var*an rápidamente, en tanto que su estructura !cadena de comando( y sus mecanismos !combate y log*stica( permanecen casi constantes. Las bandas criminales son paralelas. :or ejemplo, la composición de una >)amilia? mafosa en un momento dado es la colección de sus miembros4 su
entorno, la sociedad en que opera4 su estructura, el conjunto de las relaciones que preservan su integridad )*sica y el temor de sus v*ctimas4 y su mecanismo consta de todas las actividades delictuosas en que se especialiPa la >)amilia? en cuestión, tales como la e1torsión, el comercio de drogas, la intimidación de los miembros del jurado, y el cumplimiento de la norma de la omertO.
qu*mica, biolog*a, sociolog*a e ingenier*a, el mecanismo de un sistema es la colección de procesos que lo mantiene en marcha. -lgunos ejemplos obvios son el metabolismo en una célula, aprendiPaje en una escuela, trabajo en una )ábrica y robo en una banda de cacos !véase unge, "###, 566%, 566@(. Los mecanismos sociales tienen dos peculiaridades+ tienen propósitos y están conectados entre s*. :or ejemplo, la democracia puede considerarse como un mecanismo para )avorecer la participación4 esta ltima es un mecanismo para re)orPar la cohesión4 a su veP, la cohesión )avorece la estabilidad, la que re)uerPa la democracia.
Los criminólogos se interesan particularmente por tres mecanismos+ los de criminogénesis, comisión y control del delito. La criminogénesis es un mecanismo que abarca a la sociedad *ntegra+ es el conjunto de las v*as que llevan a algunos individuos a in)ringir la ley de manera habitual4 o sea, las historias de personas que, en una sociedad dada y bajo determinadas circunstancias, son inducidas a ganarse la vida a costillas de propiedad o vidas ajenas.
sistemismo tiene dos componentes+ ontológico y gnoseológico. !epistemológico?. Éste es un anglicismo, ya que en las lenguas romances >epistemolog*a? designa la floso)*a de la ciencia, mientras que en inglés epistemolog! designa la teor*a del conocimiento, o sea, la gnoseolog*a.( estructurismo? de -nthony 8iddens !"#'%( es similar, pero restringida a asuntos sociales4 también es mucho menos precisa, ya que no emplea recursos )ormales !véase también Lloyd, "##"(. La fgura %.5 sugiere algunas peculiaridades de las ontolog*as en cuestión en el caso particular de un sistema de tres componentes, tal como una molécula de agua !concebida clásicamente(, un matrimonio con un hijo, o un triunvirato pol*tico.
$. (l (&-()! ,b('* 2 (l (&'(*/o 3( l! 3(li,*(,*i! egn los idealistas flosófcos, en particular los neoEantianos y neo& hegelianos, un hecho es, ya natural, ya cultural !social(, nunca ambos a la veP !véanse Iilthey, "''A4 8eerS, "#$A4 Deber, "#$@(.
cinco aspectos distintos aunque estrechamente ligados entre s*+ ambiental !Q(, biopsicológico !(, económico !<(, pol*tico !:( y cultural !C(. 9ambién he sugerido que un cambio social puede originarse en cualquiera de estas )uentes, de modo que no hay un motor social primero, ni siquiera >en ltimo análisis?. La conjunción de estas dos tesis se representa en la fgura %.A. Creo también que 3bn Haldn, -le1is de 9ocqueville, Tarl 0ar1, el 0a1 Deber maduro y Kernand raudel habr*an asentido.
violación de la ley?. Las e1tensiones de ambos conceptos se solapan parcialmente+ toda sociedad condena algunos delitos morales, tales como la mentira, y condona algunas acciones ilegales pero virtuosas, tales como violar una ley injusta para salvar vidas. :or ejemplo, algunas sociedades condenan el homicidio en pequeMa escala pero no el asesinato al por mayor !guerra, genocidio(.
medicina alternativa?( Nenta de productos nocivos -salto 9ortura 7omicidio e1ismo Gacismo >LimpiePa? étnica 8uerra A. +conmicos
Gobo en pequeMa escala Nandalismo creación inteligente?( :ublicidad mendaP :ropaganda odiosa Censura ideológica -taque a patrimonio u organiPación cultural Las distinciones que acaban de hacerse son puramente anal*ticas.
para robar tierra, recursos naturales, gente o rutas comerciales. O la agresión militar con cualquier propósito es el crimen total, porque tiene las cinco caracter*sticas anotadas. (l 'obl()! g,o&(ol8gi*o RCómo debiera de investigarse el delitoJ La floso)*a contemporánea de la ciencia social está dividida en dos campos principales en lo que respecta a la estrategia óptima para investigar hechos sociales+ realismo y anti&realismo, en particular hermenéutica. Los realistas sostienen que los hechos sociales, por ser reales, debieran investigarse al igual que los hechos )*sicos, o sea, objetivamente. :or el contrario, los hermenéuticos afrman que la investigación de hechos sociales debiera comenPar por poner al descubierto las intenciones de los actores. !interpretar? los hechos.( :or ejemplo, casi todos los antropólogos y arqueólogos empiePan por averiguar cómo se ganan la vida los sujetos que estudian.
:or ejemplo, es importante pero no basta saber que durante la década de "##6 la tasa de homicidio en el delito ocurre debido al debilitamiento de los v*nculos sociales?. :ero esta respuesta no convencerá al
psicólogo del desarrollo !aveces mal llamado >evolutivo?(. ningn estudio ha demostrado )ehacientemente una pauta caracter*stica de dis)unción de la red pre)rontal capaP de predecir un crimen violento? !oBer y :rice, 566"+$56(. -)ortunadamente, el desarrollo posterior del cerebro, que alcanPa su madureP alrededor de los 55 aMos, junto con e1periencias negativas, lleva a un desistimiento notable. Ie modo, pues, que no llevamos el delito en los genes. !Néase la cr*tica de LeBontin, 5666, al determinismo genético.( La moraleja metodológica es obvia+ para entender la gestación del delincuente se necesita la convergencia de la psicolog*a con la sociolog*a !véanse, -gneB, "##54 0o[, "##A4 Loeber, "##@4 Gobinson, 566%4 DiEstrFm, 566%(. in embargo, ésta no es la opinión del individualista metodológico+ éste parte de la mente adulta y trata el medio social del delincuente como una mera colección de v*ctimas potenciales.
los más inteligentes, en términos de cálculos de utilidades esperadas, o más bien estimaciones groseras de riesgos y benefcios. :ero no e1plican a( por qué la enorme mayor*a de los delincuentes son varones, jóvenes, pobres, y poco inteligentes4 y b( qué circunstancias en el curso de la vida pueden empujar a un individuo a imaginar una carrera delictuosa. racionalidad? no ayuda a identifcar el >punto de viraje? en la vida del delincuente potencial !véase ampson Laub, "##A(. racionalidad? económica no ayuda a diseMar pol*ticas ni programas de prevención del delito. Los proyectos e1itosos de este tipo nada deben al en)oque económico !o de elección racional(, y mucho al en)oque psico&socio&económico. <1aminemos brevemente dos de los proyectos mejor conocidos de este tipo. La peración Cese al Kuego !raga et al., 566"(, conducida en oston, )ue un ataque )rontal al problema de la violencia perpetrada por bandas juveniles. in embargo, su fnalidad no )ue represiva sino preventiva+ intentó ayudar a la polic*a a identifcar y diagnosticar bandas violentas con ayuda de sociogramas, as* como a descubrir sus )uentes de armas. !La polic*a hab*a supuesto, erróneamente, que casi todas las armas hab*an sido compradas en los estados sureMos.( tro caso ejemplar )ue el :royecto sobre Iesarrollo 7umano en arrios de Chicago !ampson, Gaudenbush y
Los sistemistas pueden utiliPar los hallaPgos genuinos de todas las escuelas, sean individualistas u holistas, porque les interesa tanto el micronivel como el macronivel.
Las disposiciones de un individuo que desempeMan un papel en la conducta antisocial no son necesariamente genéticas o innatas.
9ampoco la etnicidad cuenta como disposición a la conducta antisocial. :or ejemplo, es verdad que los a)roamericanos, como grupo, son unas siete veces más propensos que los estadunidenses >caucásicos? a cometer delitos o, mejor dicho, a ser atrapados y castigados. :ero este hecho puede e1plicarse en términos sociológicos. Ie modo que es )alaP concluir que un varón a)roamericano particular, carente de antecedentes policiales, sea siete veces más propenso a cometer delitos que su empleador blanco. in embargo, se sabe de polic*as, miembros de jurados e incluso jueces que tienen prejuicios contra los a)roamericanos. La desigualdad pronunciada genera in)elicidad, baja autoestima, envidia, codicia, deshonestidad, anomia, insatis)acción con el orden social, y sus mani)estaciones sociales+ incooperatividad, violencia, y eventualmente rebelión y sus secuelas sangrientas. Cuanto más marginal es el individuo, tanto menos obligado se siente a obedecer los códigos moral y legal vigentes. :or ejemplo, all* donde se discrimina contra los gitanos, éstos se sienten libres de robar a los payos\, a quienes consideran con raPón como e1tranjeros, aunque no se les ocurrir*a robar a miembros de su comunidad.? :ero, desde luego, la moral y el autocontrol no son sino reguladores. :ara encontrar los mecanismos del delito es preciso buscar en otro lado, porque la gente acta por hábito, necesidad o deseo, no por restricciones. La analog*a con el automóvil es obvia+ lo que lo mueve es el motor, no los )renos. La mayor*a de los delincuentes adultos no son patológicos. on personas biológicamente normales que violan la ley porque no pueden o no quieren satis)acer sus necesidades y deseos mediante el trabajo honesto, y no los )renan escrpulos morales ni barrreras e1ternas.
Con todo, sugiero que la desocupación y la segregación no son sino dos aspectos de una en)ermedad social más amplia y di)undida+ la marginalidad. Ésta es, a su veP, consecuencia de la estratifcación pronunciada y r*gida y de la baja movilidad social que la acompaMa, as* como de su contrapartida psicológica, a saber, las bajas e1pectativas. La marginalidad puede defnirse como la e1clusión del individuo de por lo menos uno de los grandes subsistemas de toda sociedad+ la econom*a, la pol*tica y la cultura. La marginalidad económica puede medirse por la tasa de desocupación4 la pol*tica, por la tasa de abstención electoral4 y la cultural, por la tasa de anal)abetismo )uncional. -demás, hay que contar con otras dos microvariables+ la anomia !contrapartida psicológica de la marginaldad( y la solidaridad, que compensa en alguna medida por la anomia. upongo que las cuatro variables en cuestión están relacionadas entre s* como lo muestra el siguiente diagrama.
Las variables del nivel superior son observables o cuasiobservables, mientras que las de nivel in)erior son constructos hipotéticos del mismo tipo que la valencia qu*mica, la propensión a la violencia y la elasticidad de precios. La Uecha simple simboliPa acción causal y la doble sugiere interacción.
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todos los tipos de problemas sociales tienden a estar interrelacionados, lo que hace di)*cil saber qué causa qué y cuándo y cómo hay que intervenir? !Karrington, "##@+$6(. Ésta es la misma raPón por la cual la criminolog*a es interdisciplinaria !Gobinson, 566%(. Iebido a que las anomal*as sociales vienen en paquetes o sistemas, el criminólogo trata con un vasto conjunto de variables entretejidas. La peor estrategia es declarar que la madeja es imposiblemente compleja, y por lo tanto está )uera del alcance de la ciencia, aunque tal veP esté al alcance de la intuición, la comprensión simpática, la imperialismo económico?(. :ero de hecho la mejor manera de entender una madeja es analiParla, identifcar las variables sobresalientes, y construir modelos cada veP más complejos y pro)undos que relacionen entre s* esas variables. RCómo sabemos que éste es el mejor en)oqueJ :orque es el que nos ha dado la ciencia moderna.
!',3i*(: 3o& )o3(lo& *!,/i/!/i+o& DiEstrFm !566%b( sugiere que lo que impulsa a un individuo a cometer un delito es la naturalePa de su >intersección? con un conte1to !entorno, oportunidad, tentación, etcétera(. Cámbiese el individuo o su conte1to, y es posible que resulte una acción di)erente. 7e aqu* una )ormaliPación simplista de esta potente idea intuitiva. upongamos que las personas son motivadas por causas, raPones, y evaluaciones de unas y otras. upongamos también que las variables cr*ticas son+ estado )amiliar, desocupación, socialiPación defciente, estimación de la efcacia de una acción y evaluación de su resultado. Kinalmente, supongamos que estos cinco )actores pueden cuantifcarse como variables que toman valores en el intervalo real ]6,"^, y que se combinan multiplicativamente, de modo que su producto es nulo si cualquiera de ellas se anula y má1imo si todas ellas son má1imas.
donde !estado )amiliar( W 6 si el individuo está casado, " si no4 u !desocupado( W 6 si el individuo tiene un empleo permanente, " si no4 s !socialiPación defciente( W porcentaje de actos antisociales del individuo4 e !estimación de la efcacia de la acción( W !benefcio ` costo( benefcio4 !estimación a priori del valor de la acción( W grado en que la acción satis)ace necesidades o deseos del momento.
e objetará que u no debiera ser una variable dicótoma !6 o "(, puesto que hay empleos de tiempo parcial. :ero hay estudios emp*ricos recientes que muestran que, al menos entre los jóvenes y los adultos jóvenes, el empleo ocasional no es un )reno al delito. Las otras cuatro variables, en particular e , son mucho más problemáticas. :ero son lo sufcientemente importantes para justifcar un serio es)uerPo para estudiarlas más detenidamente.
La )órmula anterior e1hibe el carácter situacional del delito. !Gecuérdese el proverbio >La ocasión hace al ladrón?.( 9ambién hace lugar al desarrollo individual.
tamaMo de 8. sea, : W 8 8. La marginalidad 0 correspondiente es el complemento de : a la unidad, o sea, 0 W " & :. ;sando esta )órmula se podr*a estimar las marginalidades económica, pol*tica y cultural de un grupo social cualquiera en una sociedad dada. O sumando las tres marginalidades parciales se obtendr*a la marginalidad total de 8 en !lo que supone asignarles el mismo peso(.
ustituyendo ]5^ y ]A^ en ]"^ recuperamos la hipótesis inicial+
donde ahora los parámetros macrosociales a y b están analiPados en términos microsociales+
:odemos decir que las hipótesis teóricas ]"^ a ]A^ e1plican la generaliPación emp*rica ]%^. Los rasgos más objetables de este modelo son la linealidad y la presencia de demasiados parámetros emp*ricos. Con todo, los metodólogos nos dicen que, cuando la base de datos es aplastante, como suele serlo en sociolog*a, econom*a y medicina, un modelo matemático crudo es mejor que ninguno. O esto por dos motivos.
puede per)eccionarse. Koundation )or a general strain theory o) crime and delinquency?, riminolog! A6, pp. %$&'$. -nderson, teven D., -ntoine echara, 7anna Iamasio, Ianiel 9ranel y -ntonio G. Iamasio !"###(, >3mpairment o) social and moral behavior related to early damage in human pre)rontal corte1?, Cature Ceuroscience 5,pp. "6A5&"6A$. -tran, co[ !566A(, >8enesis o) suicide terrorism?, %cience 5##, pp. "/A%& "/A#. ecEer, 8ary !"#$6(, >Crime and punishment+ -n economic approach?, Hournal o Political +conom! $@, pp. 5""&5AA. o[oms, -nthony <. !"##%(, >:roblem&oriented policing, deterrence, and youth violence+ -n evaluation o) oston\s peration Ceasefre?, Hournal o Research in rime and Delinuenc! A', pp. "#/&55/. raudel, Kernand !"#@#(, Qcrits sur l4histoire, :ar*s, Klammarion. roBer, 0. C. y . 7. :rice !566"(, >Qeuropsychiatry o) )rontal lobe dys)unction in violent and criminal behaviour+ - critical revieB?, Hournal o Ceurolog! and Ceurosurgical Ps!chiatr! $", pp. $56&$5@. unge, 0ario !"#$%(, >9he concept o) social structure?, en Deelopments in the 2ethodolog! o %ocial %cience, D. Lein)ellner y D. TFhler !comps.(, Iordrecht, Geidel, pp. "$/&5"/. ````` !"#$#a(, >- systems concept o) society+ eyond individualism and holism?, #heor and Decision "6, pp. "A&A6.
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. ;PRACTICÓ MA< =EBER LA OB>ETI6IDAD QUE PRECONI?Ó@ 7oy conmemoramos el primer centenario del manifesto de Deber !"#6%( sobre la objetividad en estudios sociales. Ésta es una ocasión propicia porque, como lo afrmó recientemente el decano de la floso)*a estadunidense !Gescher, "##$+"(, >]l^a objetividad anda de capa ca*da.
(l ethos 3( l! *i(,*i!: (b( 2 )(/o, Deber comenPó su )amoso art*culo distinguiendo correctamente la ciencia social !o cultural( de la técnica social !o polic! science(. La primera es descriptiva, al par que la segunda es prescriptiva o normativa. O agregó que la primera, a di)erencia de la segunda, debe atenerse a la objetividad, la neutralidad en cuanto a los valores, y la imparcialidad. Lamentablemente, Deber con)undió estas tres categor*as, aunque la primera es gnoseológica !o epistemológica, como se dice en espanglés(, mientras que las otras dos son metaéticas. Qo hay duda de que la objetividad, o sea, el respeto por los hechos independientemente de intereses personales, es esencial en las ciencias de hechos, puesto que su objetivo es encontrar hechos e intentar e1plicarlos. 0ás abajo veremos si Deber siempre logró ser objetivo. -hora nos ocuparemos solamente del problema de si es deseable, o incluso posible, evitar )ormular juicios de valor y tomar partido en asuntos sociales, como lo sostuvo Deber en "#6%, y nuevamente en "#"$, cuando an se luchaba en la 8ran 8uerra !Deber, "#''g(. Consideremos estos juicios de valor+ >La guerra es el peor crimen?, >La pobrePa es mala?, y >La opresión es injusta?. Ron realmente subjetivos y por lo tanto in)undados, es decir, asuntos de emoción o gusto, como lo han venido sosteniendo los intuicionistas y positivistasJ ugiero que esos y muchos otros juicios de valor son per)ectamente objetivos e incluso verdaderos. porque todo el mundo sabe que esta guerra ]...^ es necesaria para nuestra e1istencia?. :osturas tales como la de Deber sobre la 8ran 8uerra llevaron a Hulien enda !"#$/ ]"#5$^( a escribir elocuentemente sobre la traición de los intelectuales de ambos lados en aquella época. Lo que es verdad es que el cient*fco social básico !tal como el sociólogo(, a
di)erencia del técnico social !como el jurista(, no está necesariamente capacitado para diseMar pol*ticas y planes para resolver problemas sociales o mediar en conUictos sociales. Con todo, los sociotécnicos, burócratas y pol*ticos no serán muy efcaces a menos que utilicen estudios cient*fcos sobre problemas sociales. :or ejemplo, un plan efcaP para contener la pró1ima pandemia de gripa debiera )undarse sobre estudios epidemiológicos, demográfcos y sociológicos sobre los mecanismos de propagación de en)ermedades in)ecciosas. van adonde los llevan los hechos?, como dir*a un positivista, aunque sólo sea porque cualquier base de datos sociales es e1cesivamente voluminosa, amor)a y con)usa para ser tratada sin ayuda de algunas hipótesis. Los cient*fcos van adonde los llevan sus conjeturas, intuiciones, pre)erencias e inclinaciones ideológicas. la objetividad e1cluye el particularismo?4 b( comunismo gnoseológico, o propiedad comn de los hallaPgos cient*fcos4 c( desinterés, o sea, pasión por el conocimiento por el conocimiento mismo4 d( escepticismo organiPado, es decir, debate racional, libre y pblico sobre cualquier tema digno de ser discutido.
0erton, aunque conocido por su enorme erudición, no citó el )amoso art*culo de Deber sobre la objetividad. ;n motivo de esta omisión puede ser que la e1igencia de objetividad es sólo una de las cuatro condiciones de 0erton. tra raPón es que, a di)erencia de Deber, 0erton va más allá de describir y justifcar los usos cient*fcos+ también investiga su institucionaliPación !asociaciones, congresos, publicaciones especialiPadas(, as* como los conUictos ocasionales entre esas normas y los intereses e1tracient*fcos, tales como la lealtad nacional y el deseo de asegurar la prioridad. :ero la principal raPón de esa omisión debe ser que Deber )undó la sociolog*a de la religión, no de la ciencia, que engendró 0erton. ;-( 0!2 3( ,(+o@ ataque? y no >e1amen? o >análisis?. signifcado? subjetivo !meta( de las acciones es más objetiva o importante que la investigación de las llamadas circunstancias materiales de la e1istencia humana, tales como la manera en que satis)acemos o no nuestras necesidades básicas4 Deber no menciona ninguno de los contraejemplos negativos al determinismo económico, tales como las catástro)es naturales, plagas, e1plosiones e implosiones demográfcas, levantamientos pol*ticos, o las muchas ideas que no >reUejan? relaciones de producción, tales como las del dios uno y trino y la de los nmeros irracionales4 y pierde la oportunidad de ridiculiPar las )antas*as e imprecisiones de la meta)*sica dialéctica !las que critico en unge, "#'6, "##'(.
da el golpe de gracia que se propuso. 0ás an, puede argZirse que, pese a sus )allas, la concepción materialista de la historia es mucho más clara, plausible y pro)unda que la concepción imprecisa de Deber, la que su principal disc*pulo caracteriPó como >subjetivismo e individualismo psicologista&realista? !von chelting, "#A%+%56(, lo que dista de ser un elogio. La nica acusación correcta de Deber es que la enorme mayor*a de los mar1istas contemporáneos de Deber no hicieron investigaciones sociales serias. legos y diletantes?J O Rpor qué su ataque distó de ser ideológicamente neutralJ R:or qué se abstuvo de atacar a sus numerosos colegas que, lejos de mantenerse por encima de la batalla, de)endieron el statu uo o al menos lo dieron por sentado, y muchos de los cuales, incluso el propio Deber, justifcar*an la agresión de las potencias centrales una década despuésJ ugiero que el motivo de este en)oque tendencioso de parte de Deber es que el mar1ismo se hab*a convertido, al menos sobre el papel, en la floso)*a ofcial del :artido ocialdemócrata -lemán, el que entre los dos siglos estaba creciendo a un paso que alarmaba a Deber. )anatismo racionalista? !Deber, "#$@ ]"#55^+5(.
i3(!li&)o *o,/! )!/(i!li&)o: (b( versus 30(i) 2 )!7 :ara entender mejor la posición de Deber, comparémosla con la de Émile IurEheim, su contemporáneo, rival y camarada de armas antisocialista. 9ambién IurEheim abraPó y puso en práctica el realismo gnoseológico. :ero, gracias a que no estaba aplastado por la tradición idealista alemana, e1puso la tesis realista de una manera mucho más clara que Deber. Lo hiPo particularmente en el pre)acio a la segunda edición de sus )amosas R;gles , que aun hoy se leen con provecho. -ll* declaró que >los hechos sociales deben tratarse como cosas? !"#''+$$( y, más an >como e1ternas a los individuos? !op. cit., p. '"(. interpretadas?. Lo que, naturalmente, da rienda suelta a la )antas*a del investigador. La floso)*a que preconiPó Deber )ue la versión del neoEantismo propuesta por Dilhelm Iilthey !"#/# ]"''A^(. La aprendió principalmente de su amigo 7einrich GicEert !véase aEes, "#''(, uno de los tantos pro)esores alemanes que saludaron entusiastamente el acceso de 7itler al poder.
La segunda tesis de la escuela es la regla metodológica segn la cual la manera de abordar los hechos sociales !espirituales( es mediante la teor*a de la mente?, o hacer una lectura de la mente, como cuando un perro intenta adivinar si su dueMo está con ganas de jugar con él !véase :remacE y Doodru, "#$'(. :or consiguiente, la psicolog*a racional? para distinguirla de la e1perimental o cient*fca. -un suponiendo que algunas personas ejerPan la signifcado? de una acción es una importación de la hermenéutica teológica y literaria, puesto que sólo los te1tos pueden tener sentido. bviamente, la e1presión signi&cado ]o sentido^ de una accin sólo tiene sentido si se postula la tesis absurda de que los hechos sociales son te1tos o parecidos a te1tos. !:ara una cr*tica detallada véase unge, "##@, "##'.( Deber e1puso ambas tesis flosófcas en las primeras páginas de su obra
principal !"#$@(, as* como en algunos de sus escritos metodológicos !"#''a(, que son los nicos que leen los flóso)os. ;na fnalidad del presente trabajo es averiguar en qué medida Deber utiliPó esos principios en su obra sustantiva. i)'!*/o 3(l i3(!li&)o &ob( lo& (&/3io& &o*i!l(& La tesis ontológica de que todo lo social es básicamene espiritual lleva directamente al individualismo metodológico y al descuido concomitante de )uerPas supraindividuales tales como cambios climáticos, plagas, migraciones masivas, inUación, desocupación masiva, tradición e innovaciones sociales espontáneas. La tesis de que todo lo social es espiritual suena particularmente grotesca después de dos guerras mundiales, el 7olocausto y otros genocidios, el 8ulag, la 8ran Iepresión, la persistencia del colonialismo, la recurrencia de guerras por el petróleo o los diamantes, y los recientes aumentos de las desigualdades entre individuos y naciones. la ingeniosa ] geniale^ cone1ión entre el sistema indio de castas con la doctrina del Earma?. Deber !"#''+"A"( nos asegura que éste es >absolutamente sólo un producto del pensamiento ético racional, no de condición\ económica alguna?. sea, ese orden socio&teológico >debe haber estado presente como una representación mental? en algunos de los brahmanes dominantes aun antes de la invasión aria del subcontinente indio. egn Deber, pues, no ser*a necesario intentar traPar el desarrollo del sistema de castas a lo largo de siglos, relacionarlo con cambios demográfcos, socioeconómicos, pol*ticos y culturales como la migración hacia el sur, la conquista militar, la trans)ormación de pastores nómadas y guerreros en labradores que se asientan en un pa*s e1tranjero, y la sujeción de muchos de los conquistados a la condición de parias.
una e1plicación instantánea+ Lo que sucedió debe haber sido el producto de alguna mente, aunque no tengamos la menor clave acerca de quién puede haber sido, ni menos an de cómo adquirió el poder necesario para poner en práctica sus ideas. !Compárese esta >interpretación? )ácil y )antasiosa de la realidad social con la concepción materialista, incluso en su versión economicista. Cualesquiera que hayan sido sus )allas, 0ar1 y percibidos? !concebidos( de maneras di)erentes por actores di)erentes, a consecuencia de lo cual las relaciones sociales pasan por la cabePa de la gente, y las acciones sociales son motivadas en parte por procesos mentales.
descendientes, tales como el esp*ritu absoluto de 7egel, el esp*ritu objetivo de Iilthey, y el mundo A de :opper. Creo que esta reconceptuación del concepto de ideación sirve al materialismo y rescata lo rescatable de la concepción idealista de la historia. (b( ;/ili8 *o0((,/()(,/( l! verstehen @ ugiero que Deber no siempre utiliPó el en)oque >interpretativo? o erstehend" 0ás an, puede argZirse que )ue ambiguo en todo, motivo por el cual se le puede interpretar y reinterpretar sin fn, al punto de haber dado origen a toda una industria académica, con un total de / mil publicaciones en inglés !ica, 566%( y vaya a saber cuántas más en otras lenguas. La ambigZedad invita la ambivalencia, como lo ilustra el presente trabajo. 0ás precisamente, sugiero que en lo mejor de su obra Deber recurrió a consideraciones de arriba para abajo !macroµ( además de las del tipo de abajo para arriba !micro¯o(. Los ejemplos siguientes, tomados casi al aPar de su vasta obra, debieran bastar para confrmar mi tesis, ya que son bastante importantes segn el propio Deber+ ". /ndustria moderna" Deber !"#6%&"#6/( describió la )ábrica moderna como una máquina que, una veP puesta en marcha, procede de manera automática independientemente de los deseos de los trabajadores encadenados a ella. La )ábrica acta arrolladoramente !mit IberBXltingendem YBange( sobre sus obreros y sus estilos de vida, lo que es un caso obvio de acción de arriba para abajo ! topdoBn(. 0ás an, 0a1 Deber !"#6'( concuerda con la tesis de su hermano -l)red, de que el >aparato? industrial es tan r*gido que no cambiar*a si el capitalismo )uese remplaPado por el socialismo. esp*ritu? de la frma, aunque de maneras impredecibles ! op. cit., @6(. Éste ser*a un ejemplo más de acción de arriba para abajo. 5. Religin ! capitalismo" -l comienPo mismo de su )amoso libro a :tica protestante ! el esp'ritu del capitalismo !"#6%&"#6/+"#( Deber admite que >la adhesión a una con)esión religiosa no es la causa de )enómenos económicos sino, en cierta medida, su eecto?. Lo que desde luego contradice su tesis principal, que propuso como re)utación del materialismo histórico. !in embargo, al fnal del mismo libro ]op. cit., p. 'A^ rechaPó la tesis >doctrinaria? de que la ética protestante bastó para engendrar el >esp*ritu? del capitalismo.(
el mismo mecanismo obró también en otras culturas. -l fn de cuentas, el moderno capitalismo comercial nació !mejor dicho, renació( en las repblicas católicas de Klorencia, :isa, Nenecia y 8énova antes de di)undirse a los :a*ses ajos, Krancia, 3nglaterra y la legitimación religiosa es más cr*tica para la supervivencia de un régimen pol*tico que para un sistema económico. pacifcación? de las )ronteras+ racionales? !capitalistas(. impersonalidad )ormalista+ sine ira et studio, sin odio ni pasión? !Deber, "#$@+"5#(. 0ás an, la burocracia, como clase, compite por el poder con todas las demás clases sociales. interpretada?.
$. +*plotacin. Contrariamente a 0ar1, Deber no se interesó mucho por la e1plotación. !La ciencia como pro)esión? denunció en términos sarcásticos la e1plotación de que era objeto el asistente universitario, quien pod*a considerarse dichoso si dictaba "5 horas de clase por semana, al tiempo que su patrón, el >rdinarius? !pro)esor titular(, dictaba sólo tres !Deber, "##'h(. Deber comparó esta situación con la del obrero )abril, e incluso usó la e1presión de 0ar1 >separación del trabajador de los medios de producción?, aunque sin mencionar a 0ar1 !lo que puede considerarse como un ejemplo de e1plotación(. La superestructura? o cultura descansa sobre una >in)raestructura? económica, Deber !"#'')( afrma descaradamente que >la esclavitud se convirtió en el portador económico de la cultura antigua? e incluso que >la organiPación del trabajo esclavo con)orma la in)raestructura indispensable de la sociedad romana?. :ara)raseando una vieja canción de cuna alemana, diré+ 2a*, Du hast den Sarl gestohlen ib ihn Bieder her, gib ihn Bieder herW !0a1, t robaste al Tarl Ievuélvelo, devuélvelo(.
conmemoramos por su temor a que los estudios sociales )uesen de)ormados y mal usados por ideólogos iPquierdistas. Iesde luego, eso no )alsea su tesis objetivista+ contrariamente a lo que cre*a el propio Deber, ocasionalmente una buena investigación cient*fca tiene motivaciones espurias, como cuando algunos cient*fcos contemporáneos se embarcan en e1celentes trabajos más por el ansia de obtener subsidios y premios que por pura curiosidad cient*fca. O el que Deber nos pusiese sobre aviso contra el peligro de la contaminación ideológica no implica que rechaPase de entrada todas las ideolog*as. Ie hecho, )ue un liberal de centro&derecha, chovinista y pro& imperialista !véase Deber, "#''d ]"#5"^(. Como tal criticó al socialismo con mayor )recuencia y vehemencia que a la derecha. :or ejemplo, su primera invesigación emp*rica, de "''5, que versó sobre el trabajo agr*cola, se originó en su participación en la ncleo era un grupo de pro)esores universitarios que estaban preocupados por el antagonismo creciente de los obreros alemanes, agrupados en sindicatos socialistas, contra el -lgo más de A666 terratenientes recibieron cuestionarios detallados que requer*an una descripción de la situación en sus áreas particulares? !LaPars)eld y berschall, "##/+"'/(. e consultó al Porro sobre el bienestar de las gallinas. Ése no )ue precisamente un parangón de objetividad.
Lo que preocupó a Deber más que la elección tendenciosa de la muestra )ue que el cuestionario pon*a demasiado én)asis sobre las condiciones materiales de vida de los trabajadores. :ara él, el problema era principalmente subjetivo+ se trataba de saber si >él ]el trabajador^ y su empleador están safs)echos con)orme a su propia evaluación subjetiva? !Deber, en LaPars)eld y berschall, "#@/+"'@(. !abemos cuán engaMosas pueden ser las autoevaluaciones, especialmente en una tradición de resignación y obediencia. :or ejemplo, el obrero estadunidense actual, a di)erencia de su contraparte de hace medio siglo, suele considerarse miembro de la clase media. O, como in)orma -martya en ]566A^, los habitantes de las provincias indias más pobres, ihar y ;[ar :radesh, no se quejan de sus problemas de salud, en tanto que los de Terala, cuya esperanPa de vida al nacer es casi "5 aMos más que el promedio indio, se quejan en alta voP.( ;n aMo después Deber realiPó, nuevamente a distancia, otro estudio sobre los obreros rurales, esta veP por cuenta de una organiPación evangélica. :udo elegir entre distribuir cuestionarios entre sacerdotes luteranos o médicos. sólo? sobre condiciones e1ternas y por ello superfciales, tales como desnutrición, tuberculosis, accidentes de trabajo, y la manera en que se manejaban o ignoraban las quejas.
con sus condiciones de trabajo y sus salarios, ya que casi todos ellos hab*an sido importados de :olonia, de modo que su grupo de re)erencia era el de los campesinos hambreados y sin tierra de su pa*s de origen, proverbialmente atrasado. poniendo en peligro el carácter alemán y la seguidad nacional de esa )rontera del reino alemán? !LaPars)eld y beschhall, "#@/+"'@(. Ie tal modo que desde el comienPo a Deber le interesó más la llamada cuestión nacional que la cuestión social. -nálogamente, durante la primera guerra mundial Deber acompaMó a la enorme mayor*a de los pro)esores europeos, que de)end*an su gobierno. olamente -lbert
>lógicos? pese a que quedaron al margen de la lógica moderna. obre no ser originales, los escritos metodológicos de Deber no )ueron claros. La obra sustantiva de Deber )ue muy voluminosa y ejerció una enorme inUuencia, pese a que incluyó muy pocas investigaciones emp*ricas. Contrariamente a la opinión mayoritaria, sostengo que esta obra está compuesta de dos mitades+ una cient*fca y la otra semicient*fca o aun seudocient*fca. La primera es objetiva y por lo tanto nada debe al subjetivismo Eantiano, en particular al en)oque de la los capitalistas están interesados en la e1pansión del libre mercado siempre que uno de ellos logre ]...^ alcanPar el monopolio y cerrar as* el mercado? !Deber, "#$@+A'%(.
su principal rival.
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. ;SOCIEDAD DE INFORMACIÓN@ ;&o*i(3!3 3( i,"o)!*i8, o 3( *o,o*i)i(,/o@ La sociedad contemporánea ha sido llamada >la sociedad de in)ormación? !Castells, "##@(. i con esto se quiere decir que la in)ormación es el motor de nuestra sociedad, se afrma una verdad a medias, porque todas las relaciones humanas, en todas las sociedades, han sido acompaMadas de Uujos de in)ormación. 9odos, en toda las ocupaciones, recibimos y transmitimos datos y preguntas, peticiones y órdenes, etcétera. Los principales motores de toda sociedad, ya sea moderna o tradicional, no son los Uujos de in)ormación sino el trabajo, el aprendiPaje, la crianPa de los niMos, la cooperación, la competencia, la persuasión y la coerción. Los Uujos de in)ormación )orman parte de todas las relaciones sociales que mantienen y trans)orman a las sociedades, y esas relaciones no son solamente culturales, sino también biológicas, económicas y pol*ticas. Lo que ocurre es que, a medida que una sociedad se moderniPa, el trabajo, la cooperación, la competencia y la coerción se planean y ejecutan en medida creciente con ayuda de conocimientos y prácticas creados por la ciencia y por la técnica. Qótese que acabo de decir >conocimiento?, no >in)ormación?, porque la in)ormación puede comunicar superstición o mentira, pregunta u orden, pedido o e1hortación, promesa o amenaPa, y virtud o pecado, tanto como conocimiento. La cantidad de in)ormación de las consignas >Compre más? y >Compre menos? es la misma, aunque su signifcado o contenido no lo es. Qo es verdad lo que afrmara 0arshall 0cLuhan, que >el medio es el mensaje?. La palabra es la morada del ser.? O su acólito, Hacques Ierrida, afrmó que >nada e1iste )uera del te1to?. Qaturalmente, ni uno ni otro se molestaron en e1hibir elementos de prueba de sus afrmaciones. 9odas las personas cuerdas sabemos que las estrellas y las alimaMas, los
torturadores y los posmodernos y demás entes reales no e1isten en te1tos. i e1istieran de esa manera, todas las ciencias y técnicas ser*an reductibles a la lingZ*stica. i,"o)!*i8, 2 !**i8, Nivir en sociedad es actuar con ayuda de in)ormación. :ero la mera in)ormación no conduce a la acción+ lo que puede detonar una acción es el conocimiento. O no basta disponer de in)ormación para conocer. :or ejemplo, un te1to en sánscrito nada me enseMa, porque no leo esa lengua. :ara aprender algo de un te1to es preciso entenderlo. :or tal motivo, ni siquiera el ordenador más refnado sabe algo+ ya que no comprende, no puede conocer. - lo sumo, la máquina hace de puente entre gentes capaces de conocer. Lo que caracteriPa al trabajo califcado, la cooperación, la competencia y la coerción organiPada en las sociedades modernas es el conocimiento especialiPado, es decir, el que va más allá del conocimiento ordinario. viva? que se propaga, o s*mbolo >congelado? en un documento, puede circular en
un sistema in)ormático, o puede almacenarse en un libro o en un disco, sin que nadie la capte ni procese. 9odo conocimiento lo es de algo y por alguien+ no hay conocimiento de la nada ni conocimiento en s* mismo, salvo como abstracción flosófca, porque el conocer es un proceso cerebral. tra di)erencia entre in)ormación y conocimiento es que la primera puede ser pblica o privada, mientras que el conocer es personal o privado.
vida de los pueblos industrialiPados. Con raPón, solemos saludarla con alboroPo. :ero no debiéramos dar por descontado que este cambio sea progresivo en todos sus aspectos.
La técnica in)ormática es de doble flo, porque no se ocupa del contenido o signifcado de los mensajes, sino sólo de su elaboración y transmisión. :or una red se puede transmitir conocimientos o propaganda, poemas o insultos, llamados a la solidaridad o a la violencia. :or este motivo, todos tenemos algo que aprender y que decir acerca de la revolución in)ormática. Iebemos averiguar cuánto hay de cierto y cuánto de )also, as* como cuánto de bueno y cuánto de malo en la literatura y la propaganda torrenciales que ensalPan las maravillas de los nuevos medios de elaboración y transmisión de in)ormación, al tiempo que olvidan los aspectos negativos de toda innovación. La ambivalencia del correo electrónico en la investigación cient*fca )ue seMalada sólo hace poco. - primera vista, la ampliación y el )ortalecimiento de la red mundial de comunicación debiera de re)orPar los v*nculos interdisciplinarios. colaboratorios? internacionales, as* como la bsqueda de in)ormación que sol*a estar distante tanto conceptual como geográfcamente. -l fn y al cabo, dos documentos escogidos al aPar en la red distan en promedio sólo "# clics !-lbert et al", "###(. Ie modo, pues, que el mundo de la in)ormación es, al menos en principio, lo que técnicamente se llama un >mundo pequeMo?, tal como una red de conocidos. in embargo, Nan -lstyne y rynjol)sson !"##@( han mostrado que el mismo mecanismo de di)usión de la in)ormación también ayuda a >balcaniPar? la ciencia, al re)orPar los v*nculos entre investigadores de campos e1tremadamente especialiPados, tales como la >comunidad de condensados ose&comunidad del hipocampo cerebral?, o la >comunidad del *ndice de 8ini?.
La in)ormación ha llegado a ocupar un lugar tan central en la civiliPación industrial, que ha dado lugar al mito de que el universo no está hecho de cosas materiales, sino de bits o unidades de in)ormación. Ésta es la versión contemporánea del mito sumerio que recogió el evangelista Huan, segn el cual en el inicio )ue la palabra. ;n instante de reUe1ión basta para caer en la cuenta de que esta tesis cosmológica es )alsa. dentro de pocas décadas la inteligencia de las máquinas sobrepasará a la inteligencia humana?, y que incluso se )abricarán >seres humanos
inmortales basados en sotBare?. Cómo seducen las pro)ec*as in)undadas 9odos quisiéramos saber más y, al mismo tiempo, recibir menos in)ormación innecesaria. La nada nadea? y >papepipopu?. Lo que ocurre es que los mensajes de ese estilo, dichos en alemán o en una lengua muerta, suenan a pro)undos.
diseMar algoritmos radicalmente nuevos. :erro mordió a hombre? y >7ombre mordió a perro? valen lo mismo, porque contienen la misma cantidad de in)ormación. Qo as* para el periodista del viejo chiste.
-demás, pensemos en el aspecto social de la di)usión de las computadoras en la educación. u uso está limitado a escuelas bien dotadas, de las cuales casi todas son privadas. Las escuelas pblicas de los pa*ses del tercer mundo no pueden darse el lujo de usar computadoras mientras les )alten lápices, papel, piParras, talleres, laboratorios y bibliotecas, maestros bien preparados y pagados decorosamente4 as* como alumnos que lleguen a clase aseados, desayunados, vestidos, motivados para aprender y, por supuesto, libres de parásitos debilitantes. upongamos que una maestra de una escuela rural o de una >ciudad perdida?, >villa miseria? o >asentamiento humano?, disponga de "66 mil pesos para gastar en material didáctico en el curso de un aMo. R=ué debiera pagar con esta suma+ computadoras y los gastos de telé)ono y de suscripción a internetJ
!)bi+!l(,*i! 3( i,/(,(/ Los tecnólatras afrman que la nov*sima autorruta nos está llevando a una sociedad más culta, cohesiva, solidaria y democrática. egn esta tesis, la )recuentación asidua a la red llevar*a a una sociedad en la que la in)ormación, de la que se dice que es la moneda más valiosa de nuestro tiempo, se di)unde gratuitamente. 0ás an, en la sociedad electrónica que estar*a emergiendo, cada cual podr*a tener millones de compaMeros con quienes ayudarse mutuamente. R
diario. :aradójicamente, algunos de esos libros pro)etiPan la desaparición del libro. 3ncluso Qicholas Qegroponte !"##@(, gur de la autorruta de la in)ormación, advierte en su di)undido libro $eing Digital que los multimedia no pueden remplaPar por completo a la palabra impresa, porque no dan rienda libre a la imaginación+ >la palabra escrita destella imágenes y evoca metá)oras que ganan gran parte de su signifcado de la imaginación y e1periencia del lector?. =uien lo dice es nada menos que el director de un departamento de in)ormática del )amoso 0assachuse[s 3nstitute o) 9echnology, en el que trabajan unos A66 e1pertos. patéticas miserabilidades? de lo cotidiano. Qos lleva a donde queramos ir, e1cepto a lugares reales. i,"o!3i**i8, Qacemos animales sociables y nos socialiPamos, del mismo modo que nacemos con la capacidad de hablar y casi siempre aprendemos a hablar. :or esto, uno de los peores castigos es la privación de compaM*a, en particular el confnamiento solitario. tro es la privación de la libertad de palabra. ;n tercero es la in)oadicción.
para conseguir amigos u ocupación, o al menos para pasar el tiempo. :ero, desde luego, no tienen posibilidad de acceso a ella. -unque estemos conectados con internet, no estamos construyendo la sociedad virtual+ ésta es tan imposible como las ciudades )antásticas que imaginara 3talo Calvino. Qi, por lo tanto, estamos desmantelando las sociedades actuales que, aunque de)ectuosas, al menos son reales y susceptibles de mejoras. Qingn ciberespacio puede remplaPar a los espacios )*sico y social. La imaginación puede complementar a la realidad pero no puede sustituirla. ;sémosla para mejorar la realidad, no para escapar de ella. i,"o!gio/i&)o 2 3()o*!*i! La in)oadicción es un trastorno de la conducta personal. ;n mundo en el que los medios de comunicación están an más monopoliPados que los medios de producción, podr*a )ácilmente dar a luP un mundo orBelliano.?
e1aminar sus consecuencias sociales previsibles. abiendo, como se sabe desde hace casi dos siglos, que las máquinas pueden aumentar la productividad y con ello eliminar puestos de trabajo, una parte de las utilidades que ellas reportan debieran destinarse a acortar la jornada de trabajo. abiendo que la computadora puede, ya aliviar el trabajo, ya aislarnos a unos de otros, también debiéramos proponer que se controle su uso en escuelas y lugares de trabajo, para impedir que la comunicación electrónica elimine los contactos cara a cara. O sabiendo que internet puede hacer perder tanto tiempo como el que ahorra, debiéramos proponer que se di)unda !por internet( la noticia de que este producto es adictivo, de modo que es preciso usarlo con moderación.
:ara alcanPar esta fnalidad debemos )avorecer la libre di)usión de la in)ormación. :ero ésta no basta. 0ás an, puede ser inoperante o incluso contraproducente cuando no se la entiende correctamente. :or ejemplo, la di)usión de in)ormación sobre atentados terroristas, sea los de abajo o los de arriba, tiene el mismo e)ecto negativo sobre las v*ctimas que sobre los victimarios+ en ambos casos e1acerba el deseo de venganPa, la pasión primitiva que alimenta la espiral de violencia. ;n ejemplo claro es el terrorismo. R=uién lo entiende correctamenteJ R=uién ha hecho notar que su mecanismo central es el ciclo autosostenido+ :rovocación → -tentado → Gepresalia → :rovocación →
-tentado...J
R=uién entiende por qué gobiernos presuntamente civiliPados siguen recurriendo a represalias pese a que cada una de éstas origina un nuevo atentado terroristaJ R=uién entiende por qué la mayor*a de los terroristas suicidas no son indigentes e ignorantes, sino que pertenecen a la clase media, han sido escolariPados, y no persiguen fnes utilitarios, aunque tampoco son precisamente altruistasJ O Rcómo se entiende por qué la mayor*a de la gente siga sosteniendo, en nuestro tiempo presuntamente ilustrado, la ecuación bárbara e inmoral >justicia W venganPa?, que hemos heredado de los tiempos b*blicosJ
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. ;SOMOS TAN MALOS COMO NOS PINTA LA TEORÍA ECONÓMICA@ LO QUE RESPONDE LA ECONOMÍA Eteor*a de la acción racional?+ hay teor*as económicas del matrimonio y del divorcio, de la crianPa de niMos y de la educación, del delito y su prevención, del voto y de la devoción religiosa, etc" gen ego*sta? de IaBEins( y por los sociobiólogos y psicólogos evolutivos perplejos ante la conducta altruista. 9odos ellos nos dicen que la cooperación, lejos de ser benefciosa al individuo y al grupo, es costosa y por lo tanto pone en peligro la aptitud darBiniana del cooperador !el tamaMo de su progenie(. i esto es cierto, la cooperación tendrá que deberse a algn oscuro mecanismo genético, tal como la selección de grupo o la aptitud inclusiva, con)orme a la cual uno hará algo por sus descendientes pero no por su cónyuge, mejor amigo, preso pol*tico )avorito o cómplice en un delito, ya que no está relacionado biológicamente con ellos. Los hechos conocidos de que las bandas de delincuentes y las élites de poder, que son bastante cohesivas, están compuestas casi e1clusivamente por individuos que no están relacionados biológicamente entre s*, no debieran manchar las hermosas )órmulas de 7amilton, las que, al fn y al cabo, tal veP valgan para hormigas. Lo mismo vale para los descubrimientos que las bandas de leones, que caPan cooperativamente, no están compuestas por parientes4 o que las hembras bonobos !chimpancés pigmeos( se unen para de)ender a sus cr*as de machos depredadores. :ara un reduccionista biológico, el parentesco es mucho más importante en cuestiones sociales que los v*nculos sociales y la comunidad de intereses y valores.
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Gobert oyd y genoma es destino?, ya >e1periencia temprana es destino?. Cualquiera de estos lemas encontrará millones de partidarios, porque de hecho la conducta humana es determinada tanto por la naturalePa como por la educación, aunque hasta ahora no hemos aprendido a combinarlas, de modo que nos limitamos a mover las manos, tanto más vigorosamente cuanto menos sabemos. Lo mismo vale para el principio del ego*smo, que vemos confrmado diariamente, y que basta para construir un nmero cualquiera de modelos matemáticos de la conducta humana. Rerá que la ma1imiPación de la utilidad está en nuestros genomasJ R7abrá un gen del capitalismo junto a un gen de IiosJ O Rqué ocurrir*a si la e1presión de uno de ellos estimulara o inhibiera la e1presión del otroJ :iénsese en todas las )órmulas matemáticas y todas las memorias que podr*an publicarse sobre estos graves problemas antes de ser ridiculiPados por alguno de esos molestos cient*fcos de laboratorio, que no cesan de e1igir pruebas emp*ricas. :ara apreciar mejor el carácter intuitivo, la simplicidad y la bellePa de las teor*as de la elección racional, )abriquemos un ejemplo sencillo+ una teor*a económica del engaMo en la prueba escrita. asta un nico postulado+ que vale la pena engaMar si la ganancia esperada 8 es mayor que el riesgo esperado G. - su veP, podemos e1presar G como el producto de la penalidad o sanción : por la probabilidad p de ser descubierto. !
educación, que el ignorante de la teor*a de la elección racional es tan ingenuo que cree que sea el aprendiPaje. 9odos los tipos de conducta y de delito se con)unden en uno solo, y la moral puede ignorarse tranquilamente. R=ué mejor prueba de las ventajas de las teor*as económicas de la conducta socialJ Las teor*as de la elección racional no se limitan a e1plicar el comportamiento humano. desertores? !deectors(, y por lo tanto tendremos que ser obligados por la )uerPa a contribuir a la res publica" Éste )ue el mensaje central del inUuyente libro del economista 0ancur lson, #he ogic o ollectie Action !"#@/(. Nista a esta luP pesimista, la e1istencia misma de asociaciones voluntarias y autogobernadas, tales como cooperativas, sociedades de socorros mutuos, de padres y maestros, de bomberos voluntarios, de prevención del crimen, logias masónicas, bibliotecas populares, sociedades pro)esionales, la CruP Goja y -mnist*a 3nternacional, sólo puede e1plicarse por hipocres*a o por la e1istencia de tontos que no saben lo que les conviene. Ie hecho no debieran e1istir ni )amilias, ya que de todo miembro de una )amilia que sea capaP de coordinar sus movimientos se espera que sea un cooperador, aunque rePongón, antes que un garronero. in embargo, elevémonos durante un momento por encima de esos hechos enojosos y supongamos, sólo por a)án de discutir, que el postulado del ego*smo )uese puesto a la prueba e1perimental y resultase )also R=ué ocurrir*aJ i la )alsedad bastase para abandonar una teor*a, los centenares de teor*as de la acción racional ser*an botados rápidamente al bote de desperdicios de la historia intelectual. :ero, desde luego, no es as* como se procede en los terrenos en que la ideolog*a prevalece sobre la objetividad+ en esos campos los embalsamadores matemáticos saben cómo presentar a teor*as muertas como si estuvieran en vida. Como escribió 0ilton Kriedman en el centésimo volumen del prestigioso +conomic Hournal, la teor*a económica contemporánea no es más que >vino aMejo en botellas nuevas?. RNino o aceite de culebraJ Gepito la pregunta. upongamos que un puMado de economistas intentara poner el postulado del ego*smo a la prueba e1perimental, )undándose en la creencia metodológica ingenua de que, puesto que incluso las teor*as económicas más refnadas sostienen re)erirse al mundo real, tendr*an que mantenerse en pie o
caer segn que concuerden con los datos emp*ricos pertinentes o discrepen de ellos. Ie hecho ha habido semejantes herejes desde la década de "#$6, y se llaman a s* mismos >economistas e1perimentales?. La primera generación de esta nueva raPa de economistas, en particular 7erbert imon y Hames 0arch, as* como Ianiel Tahneman y -mos 9versEy, pusieron atención al componente >racional? del postulado. amistad? y >amor?. :ongámonos serios. Iurante la ltima década ha cobrado notoriedad una segunda generación de economistas e1perimentales. Curiosamente, algunos de ellos residen en uiPa, ese modelo de nación conservadora, y sus apellidos empiePan con K+ ego*stas racionales?, tales como los proverbiales piratas de )undamentalistas de mercado?, no constituyen sino un tercio de la población. !
La mayor*a de los sujetos en los e1perimentos de rich resultaron ser reciprocadores, en particular lo que los autores de este libro llaman >reciprocadores )uertes?. Éstos >propenden a cooperar y a compartir con otras personas de actitudes similares, incluso a cierto costo personal, as* como una disposición a castigar a los que violan la cooperación y otras normas sociales, aun cuando el castigar es personalmente costoso y no promete ganancias personales en el )uturo? !C. 0. Kong, . oBles y 7. 8intis, p. 5'5(. bsérvese la di)erencia entre la reciprocidad )uerte y el altruismo rec*proco, el que consiste en devolver bien por bien y mal por mal. ego*smo racional? deja a oscuras. :or ejemplo, la pegajosidad de los salarios !Bage sticiness(, o sea, el hecho de que los salarios decrecen muy poco durante periodos de depresión económica, se e1plica por el deseo de los empresarios de mantener una moral elevada, la que no es sólo satis)acción en el trabajo sino también lealtad y deseo de hacer trabajo de alta calidad. La reciprocidad )uerte e1plica también por qué la gente responde mejor a la motivación interna !por ejemplo la alegr*a de aprender( que a la gratifcación e1terna !por ejemplo notas escolares(. costo oculto de la recompensa?, a saber, que deprime la motivación intr*nseca. O más recientemente los economistas e1perimentales, en particular runo Krey, encontraron que el e)ecto de las intervenciones e1ternas depende de la manera en que las percibe el sujeto. mordidas? o se le amenace, mientras que el pianista hambriento se siente
alimentado por el aplauso del pblico que asiste a su concierto gratuito. :ero en general el principal e)ecto social de las recompensas e1ternas es que tienden a obstaculiPar la autoregulación, la que es tan esencial para el gobierno democrático como para la conducta del agente moral autónomo y responsable. las penas severas desplaPan y tapan la disposición de los individuos a participar en la vigilancia comunitaria, haciendo tanto más necesaria la aplicación de penas severas? !I. 0. Tahan, p. A/#(.
cooperar en algunos respectos aun si se compite en otros. racional?. 7enri :oincaré sostuvo que la cr*tica es la sal de la ciencia. ego*sta racional? de la teor*a económica estándar por el >reciprocador )uerte? de la econom*a e1perimental requerirá algo más que mucho ingenio. 9ambién e1igirá gran coraje intelectual, porque la tentativa será vista como lo que es+ un desa)*o a la ideolog*a dominante. O los economistas han sido entrenados durante dos siglos para di)undir el evangelio del liberalismo económico !el predominio del libro de te1to sobre los datos emp*ricos(, antes que para re)ormar el orden económico para adecuarlo a la naturalePa humana, en lugar de de)ormar a ésta para adaptarla al dogma. -demás, la llamada econom*a e1perimental no es un en)oque alternativo de la econom*a sino de la psicolog*a del actor económico. e1perimentos de campo?, como se viene haciendo en sociolog*a e1perimental desde hace más de medio siglo. :or ejemplo, tomar dos poblaciones rurales similares, y someter a una de ellas a un est*mulo preciso como la organiPación de una cooperativa, el acceso a microcrédito o a una nueva técnica de cultivo.
desde -llais hasta Tahneman y Kehr, son sensacionales.
. TEORÍA Y PRHCTICA DEL COOPERATI6ISMO: DE LOUIS BLANC A LA LEGA Y MONDRAGÓN La teor*a económica estándar presupone que todas las empresas son privadas. :ero de hecho en todos los pa*ses hay frmas estatales y mi1tas, as* como empresas cooperativas además de las privadas, y las primeras no se ajustan a las presuntas leyes del mercado, ya que no procuran ma1imiPar sus utilidades. talleres sociales? !cooperativas de producción( trabajasen solamente siete horas por d*a !la mitad de lo usual en esa época(, los benefcios para s* mismos y para la sociedad ser*an inmensos por los siguientes motivos+ "( :orque trabajar*a para s* mismo, el obrero har*a con entusiasmo, aplicación y rapideP, lo que hoy hace lentamente y con repugnancia4 5( porque la sociedad ya no contendr*a esa masa de parásitos que hoy d*a viven del desorden universal4 A( porque el movimiento de la producción ya no ocurrir*a en la oscuridad y en medio del caos, lo que causa la congestión de los mercados, y ha conducido a sabios economistas a afrmar que, en las naciones modernas, la miseria es causada por el e1ceso de producción4
%( porque, al desaparecer la competencia, ya no tendr*amos que deplorar ese enorme desperdicio de capitales que hoy d*a resulta de las )ábricas que cierran, de las sucesivas bancarrotas, de mercanc*as que quedan sin vender, de obreros en paro, de las en)ermedades que causan en la clase obrera el e1ceso y la continuidad del trabajo, y de todos los desastres nacidos directamente de la competencia. lanc )ue el primero en proponer una sociedad de cooperativas, a las que llamó >talleres sociales?. 3ndependientemente de él otro socialista, Hohn tuart 0ill !quien !quien pasa pasa por liberal( liberal( pro propus pusoo ideas ideas semeja semejante ntess en su inUuy inUuyent entee Principles o Political +conom!, cuya primera edición apareció en "'%'. 9anto 0ill como lanc )ueron socialistas democráticos, es decir, re)ormistas antes que revolucionarios. :ero, :ero, mientr mientras as lanc lanc precon preconiPó iPó una econom* econom*aa sin compete competenci ncia, a, 0ill 0ill ala alabó bó el mercado y el librecambio, de modo que )ue precursor de lo que hoy se llama socialismo de mercado. Iesgraciadamente, 0ar1 y sus acólitos despreciaron tanto el cooperativismo como la democracia pol*tica, con lo que, lejos de contribuir a la socialiPación de los medios de producción, parieron el estatismo dictatorial que caracteriPó al di)unto imperio soviético. 9anto los mar1istas como los )undamentalistas del 0ercado !como los llama el fnancista 8eorge oros( sostienen que el cooperativismo no puede sobrevivir en un medio capitalista, en el que las grandes empresas cuentan con la ayuda de los bancos y del
tra causa de decadencia puede haber sido la que ya hab*a seMalado su )undador, el neurocirujano y dirigente socialista doctor Huan . Husto, en su #eor'a ! prFctica de la historia !"#6$(. -ll* nos dice que, paradójicamente, el triun)o de una cooperativ cooperativaa puede llevar llevar a su ruina. ruina. esp*ritu cooperativo? y también de la democracia auténtica.
. SOCIOLOGÍA DE LAS FILOSOFÍAS capital cultural?, y afrma que la historia de la floso)*a es principalmente la historia de los grupos de flóso)os. GechaPa la imagen clásica del flóso)o como pensador solitario y ensimismado dedicado a asuntos que no son de este mundo. Collins también sostiene, sostiene, a la manera de IurEheim, IurEheim, que incluso incluso las especulacion especulaciones es más abstractas abstractas son construcciones sociales. 0ás an, considera al pensamiento como una variedad de conversación, )recuentemente polémica, con uno mismo y con otros, y por lo tanto como una actividad social. -unque el én)asis en las redes sociales es un saludable ant*doto contra la concentración )antasiosa en pensadores aislados y en ideas desencarnadas que habitan un mundo platónico !o popperiano(, la tesis de la naturalePa social de todo pensamiento, por abstracto que sea, es por lo menos discutible. Neamos. :ero dispensemos algn elogio merecido antes de )ormular muchas cr*ticas. posmoderno >posmodernos?, s?, )ue gestada gestada por el ala radical de la 3lustración. Collins, Collins, Gandall !"##'(, !"##'(, #he %ociolog! o Philosophies@ A lobal #heor! o /ntellectual hange, Cambridge, 7arvard ;niversity :ress. ✻
!Iesgraciadamente, Collins no es una e1cepción+ en todas las universidades estadunidenses se ignora a esa pléyade de pensadores realistas, materialistas y cientifcistas que constituyeron el ncleo de la 3lustración )rancesa. ólo se enseMa a erEeley, 7ume y Tant, ninguno de los cuales entendió la revolución cient*fca que, comenPada en el siglo anterior, continuó vigorosamente en el iglo de las Luces. - esa ignorancia deliberada se le llama imparcialidad académica.( proclamó el fn del criterio de verifcación y su remplaPo por el de )alsación? !p. $5'(. Cualquiera que haya le*do a :opper sabe que consideró la )alsabilidad como criterio de cientifcidad, mientras que los positivistas lógicos consideraban la verifcabilidad como el distintivo del signifcado. 0ientras la tesis de :opper era metodológica, la del C*rculo de Niena era semántica.
eventualmente se casó !p. @A"(. R:or qué habr*a de importar esto más que las infdelidades conyugales de un presidente americanoJ Lo que debiera importar es que, pese a tales contactos personales y a compartir el entorno social, las floso)*as de chelling y 7egel eran bastante di)erentes, y que 7Flderlin terminó dedicándose a la poes*a. er*a interesante saber por qué los tres personajes, liberales en su juventud, terminaron en conservadores. tro mérito de esta obra es que, lejos de aislar a la floso)*a del resto de la cultura, la relaciona con la matemática, la ciencia, la técnica, la seudociencia, el arte y la religión, aunque no con la ideolog*a sociopol*tica. :ero a Collins le cuesta distinguir entre estas corrientes de pensamiento, ya que para él todas ellas son construcciones sociales. Ie hecho, no es que le cueste distinguirlas sino que, en su opinión, las di)erencias conceptuales carecen de importancia. revolución cient*fca? !comillas en el original( no cambió el tipo de ciencia sino su dinámica social !pp. '6@&'6$(. Lo que hace es conectar las redes intelectuales con >las genealog*as del equipo de investigación?, la >tecnolog*a de la investigación? !telescopio, bomba de vac*o, etc.( :or consiguiente, lo que cambió no )ue la naturalePa del descubrimiento sino solamente su ritmo+ nació la >ciencia del descubrimiento rápido?. Collins pasa pues por alto la seculariPación y el >desencantamiento? de la visión del mundo, lo que sorprende porque nuestro autor es un e1perto en Deber. ;n mérito adicional de esta obra es la pro)usión de diagramas genealógicos que muestran quién inUuyó a quién4 o sea, las redes intelectuales. Iesgraciadamente, algunos de estos diagramas incluyen demasiado, otros demasiado poco, y otros más incorporan datos )alsos. :or ejemplo, las fguras "A.%, "A./ y "A.@ muestran al neopositivista 7ans Geichenbach como disc*pulo del antipositivista la ley de los pequeMos
nmeros?, segn la cual >en la vanguardia de la creatividad intelectual siempre hay un pequeMo nmero de posiciones rivales?, rara veP más de media docena !p. %5(. :ero Res ésta una ley propiamente dicha o una tendenciaJ O Rqué si no hay posiciones rivales aun en medio de un intenso trabajo originalJ :lancE entre "#6' y los "#56 de)endió una versión de Eantismo contra la reducción de 0ach de la realidad a un Uujo de sensaciones? !p. $55(. Ie hecho :lancE, igual que continuó la tradición de reconciliar la )*sica con la religión?. :or el contrario, la teolog*a alimenta a la ciencia? !p. /@"(. R=ué pasó con la guerra, tan bien documentada, entre la religión y la cienciaJ R=ué, si no el mito cristiano de la creación de las especies biológicas, ha obstaculiPado el desarrollo y la enseManPa de la biolog*a evolutiva en
tro ejemplo+ Collins acepta sin chistar la tesis de IereE :rice, de que la ciencia es impulsada principalmente por la instrumentación de laboratorio !p. /A@(. La llama >tecnolog*a de investigación? y afrma dogmáticamente que >las técnicas se desarrollan por ensayo y error ]tinering^ en el taller? !loc. cit.(. :ero los instrumentos de medición son diseMados, y todo estudiante de )*sica sabe que tales diseMos hacen uso e1pl*cito de teor*as. :or ejemplo, no es posible diseMar ni calibrar un amper*metro sin usar la relación )uncional entre intensidad de corriente y desplaPamiento de la aguja. -lgunas técnicas de laboratorio de uso corriente en hospitales, tales como la tomogra)*a computariPada, hacen uso de teor*as an más complicadas. ;n ejemplo más+ Collins llama >)enomenista? a la nueva )*sica nacida con el siglo 11. in embargo, esa )*sica )ue marcada por el nacimiento del atomismo y de la relatividad, y los átomos no son aparentes !)enoménicos(4 y la relatividad especial descansa sobre el electromagnetismo clásico, teor*a que, por postular la e1istencia de cosas invisibles tales como campos, también va más allá de los )enómenos. !:osible origen de este error+ muchos de los divulgadores cient*fcos entre "''6 y "#"6, empePando por 0ach, eran positivistas y por ende )enomenistas.( análisis )enomenológico del mundo social? !p. $%#(, presumiblemente debido a la charla vac*a de 7eidegger sobre Dasein ]e1istencia^. Ie hecho 7eidegger no mani)estó ningn interés por asuntos sociales antes de afliarse al :artido QaPi, cuya ideolog*a elogió incluso 56 aMos después, ya terminada la guerra.
ejemplo, en su risis de las ciencias europeas !"#A@( culpó al racionalismo y objetivismo de la 3lustración por lo que consideró la decadencia y crisis de la cultura intelectual europea !la que, en mi opinión, hab*a llegado a su cumbre precisamente hacia "#A6, y empePó a decaer apenas a partir de "#AA, cuando subió el naPismo al poder(. Con toda raPón, Collins dedica muchas páginas a la matemática. :ero, en cuanto se aparta un poquito de los libros de divulgación de que sirvió, pone de manifesto su virginidad matemática. +7emplo 1@ Collins con)unde los nmeros naturales !enteros no negativos( con los nmeros reales !p. $A$ sobre TronecEer(. naturales? le parecen reales, aunque de hecho los nmeros de todas clases son tan fcticios como los personajes de historietas.( +7emplo L+ >la realidad social dura como el cristal de la matemática? !p. '$%(, ignorando el hecho de que la abstracción, ya sea matemática o flosófca, es despegue deliberado del aqu* y ahora, motivo por el cual las ideas abstractas son las más portátiles a través de campos de investigación y de épocas. +7emplo \@ >La matemát*ca es un discurso social? porque casi todos los matemáticos emplean una notación uni)orme? !p. '@5(. - di)erencia de otros constructivistas sociales, quienes se con)orman con hacer afrmaciones, Collins intenta probar su tesis. 7e aqu* su demostración ! loc. cit.(. Consideremos las
)órmulas
La sucesión de proposiciones es verdadera y signifcativa para m* solamente porque sé lo que signifcan los s*mbolos y conoPco los procedimientos aceptables para manipularlos de manera que la ecuación "^ se trans)orma en la ecuación 5^. Los s*mbolos, como cualquier otra )orma de discurso, implican comunicación. 1 es un ignoramus?. !i se las entiende como ecuaciones, es preciso precederlas de los cuantifcadores llamados e1istenciales sobre las presuntas variables 1 e y.( egundo, las )órmulas carecen de sentido a menos que se especifque la naturalePa de las variables y parámetros+ podr*an representar nmeros, matrices, vectores o lo que )uere. 9ercero, puesto que no tienen signifcados precisos, no pueden ser verdaderas ni )alsas. !0ás an, el atribuirle un valor de verdad a una sucesión de afrmaciones, como lo hace Collins, es e1traMo, para decirlo cortésmente.( Cuarto, es imposible que la ecuación "^ >se trans)orme? en la ecuación 5^, porque la matemática ignora el cambio. Las e1presión correcta es >la ecuación "^ puede ser trans)ormada en la ecuación 5^ porque ambas ecuaciones son equivalentes entre s*?. =uinto y más importante+ el hecho de que un te1to pueda comunicarse no lo trans)orma en discurso social. :ara que un te1to pertenePca a un discurso social es preciso que tenga contenido social, o sea, que se refera a hechos sociales. i la matemática tratase de hechos sociales, habr*a desalojado a las ciencias sociales hace rato, acaso para bien de todos. :ero no hay tal cosa, porque las )órmulas matemáticas carecen de contenido espec*fco !social, geográfco, etc.( a menos que se les asigne tal contenido e1pl*citamente. :or ejemplo, un art*culo en sociolog*a o en historia es un troPo de discurso social, no un art*culo matemático.
0ás an, algunos matemáticos como Cardano y 9artaglia !los de la ecuación cbica( escribieron sus hallaPgos en código, para impedir su comunicación. -demás, está la leyenda de que la cabePa de la hermandad pitagórica prohibió la comunicación del hallaPgo de que la ra*P cuadrada de 5 no es una raPón de enteros, porque esto )alseaba el postulado del )undador de la escuela, de que el mundo está hecho de nmeros enteros. los transmuta en una cosa esencialmente nueva, una matemática flosófca? !p. /@$(. 9ambién tuvo el proyecto de >derivar la ciencia ])áctica^ de las técnicas de la matemática? !loc. cit.(. :ero Collins no e1plica qué entiende por >matemática flosófca? ni por >técnicas de la matemática?. :or supuesto que la matemática tiene sus técnicas o métodos especiales, tales como la técnica de Krobenius para resolver ecuaciones di)erenciales lineales mediante series infnitas. :ero nada puede deducirse de tales técnicas. +7emplo ^@ Collins le atribuye a LeibniP la invención de una >meta)*sica matemática? !pp. /#" y ss(. Iesgraciadamente, LeibniP no hiPo nada parecido+ su meta)*sica era imprecisa. 9ambién nos dice que >usando asomos del cálculo ]infnitesimal^de QeBton !y pese a la precavida sospecha de QeBton( desarrolló su propia versión? !p. /#5(. redefniciones? de la suma y el producto aritméticos respectivamente, sino que son notacionalmente similares a ellos. Collins también afrma que Cantor >demostró la e1istencia de nmeros transfnitos? !p. $66(. Qo )ue as*+ la e1istencia de nmeros de cualquier tipo, sean fnitos o transfnitos, tiene que ser postulada. Collins también cree que >Krege se despidió de la lógica en la )orma de sujetos y predicados? !p. $6"(. :ara nada. Lo que Krege !y otros anteriormente( hiPo )ue generaliPar el concepto de predicado unario !tal como >es gordo?( a predicados o relaciones narios !tales como >está entre?(.
+7emplo _@ Iel hecho que 7usserl )uese un matemático )racasado Collins infere que la )enomenolog*a >tiene ra*ces matemáticas? !pp. $A$&$A'(, y que hay una l*nea genealógica Deierstrass&7usserl&7eidegger. ciencia rigurosa?, la )enomenolog*a es an más imprecisa y por lo tanto esotérica que su principal rival en aquella época, el neoEantismo. :or ejemplo, as* como es una tortura leer a 7usserl, da placer leer a Cassirer, casi siempre claro y bien in)ormado.
Collins perpeta algunos de los mitos que ensucian la historia estándar de la floso)*a. 0encionaré sólo tres de ellos, que podr*an haberse evitado de utiliPar )uentes primarias. ;no de esos mitos es el del catolicismo de 8alileo y Iescartes. :or supuesto que ambos eran nominalmente católicos. R=ué otra religión pod*a declararse en sus pa*ses de origen y en su tiempo sin ser torturados y quemadosJ :ero la )e nominal no es importante. Lo que importa es saber si 8alileo y Iescartes contribuyeron a afanPar la doctrina católica, por ejemplo, a la manera en que algunos flóso)os alemanes ayudaron al naPismo, y casi todos los flóso)os soviéticos ayudaron al estalinismo. RCabe alguna duda de que 8alileo y Iescartes contribuyeron poderosamente a destruir la )e que pro)esaban en pblico al construir y divulgar una cosmovisión secular, en particular mecanicista y por lo tanto materialistaJ era un cient*fco practicante? que trabajó en la tradición de QeBton. Collins debe de haber tenido acceso a algn material de archivo recientemente descubierto, porque los demás creemos que Tant jamás entró en un laboratorio ni resolvió problema alguno en mecánica teórica o en óptica, las dos ramas de la )*sica de su tiempo. 0ás an, Tant no pudo leer los Principia de QeBton porque su conocimiento de la matemática no iba más allá de los te1tos de escuela secundaria provinciana. :uesto que no entend*a el principio de inercia, Tant inventó )uerPa repulsiva que, al equilibrarse con la atractiva, e1plicar*a la estabilidad del sistema solar. -demás, contrariamente a QeBton !y a la mayor*a de los demás )*sicos de su tiempo(, Tant sostuvo una concepción subjetivista del espacio y del tiempo. !u distinguido contemporáneo, el matemático, )*sico y flóso)o Lambert, se lo reprochó en carta, pero Tant no le escuchó.( =uienquiera que sustente semejante concepción será incapaP de plantear un problema mecánico empePando por traPar una grilla espacio&temporal !o sea, eligiendo un sistema de coordenadas espacio&temporales ligado a un sistema )*sico de re)erencia(. i Tant
hubiera entendido a QeBton podr*a haber sido el primer epistemólogo moderno. :ero perdió esta oportunidad porque se dejó embrujar por la hermosa prosa y los hábiles sofsmas de erEeley. Ie hecho, Tant, junto con 7ume, )ormó parte de la contra&revolución cient*fca !véase unge, A la caa de la realidad ]566$^(. 9ercer mito+ el inductivismo de Dilliam DheBell !p. @#@(. ciencia inductiva? fgura en las tapas de las dos obras principales de este flóso)o y cient*fco. son hoy prácticamente intiles?. 0ás an, propuso el método de las hipótesis+ >La conjetura se practica comnmente juntando varias suposiciones y eligiendo la que mejor concuerda con lo que sabemos acerca de los hechos observados. :or consiguiente quien deba descubrir las leyes de la naturalePa tendrá que inventar muchas suposiciones antes de dar con la correcta? !p. $'(. Hohn 7erschel !"'6(, otro gran flóso)o y cient*fco, y autor de otro best-seller, aunque hoy desgraciadamente olvidado, hab*a recomendado el método de las hipótesis una generación antes. Iescartes es un blanco )avorito de los posmodernos precisamente porque )ue uno de los progenitores de la modernidad. :or ejemplo, 7usserl, un proto& posmoderno, subrayó la modernidad de Iescartes al tiempo que lo atacó en sus 2editaciones cartesianas !"#A@(, y dos décadas después en su risis" Qo )ue as* segn Collins, quien sostiene que Iescartes no hiPo sino continuar la tradición escolástica tard*a, y que su importancia ha sido muy e1agerada. egn Collins, Iescartes sobresalió solamente porque 0ersenne lo nombró l*der del nuevo movimiento. >Iescartes desempeMó este rol no debido a un genio preordenado sino porque, por un accidente geográfco, cayó en la combinación más efcaP de redes? !p. /@$(. i )ue as* Rpor qué no Iescartes en lugar de algn otro parisiense de su tiempoJ Qo se nos dice. :ero queda la duda+ RQo se encontrará algn d*a, en un polvoriento archivo, que en realidad quien tuvo las ideas cartesianas )ue un oscuro 0onsieur Iupont, que no tuvo la suerte de encajar en una red privilegiada porque no sab*a jugar a los dados o porque no era amigo del padre 0ersenne J >Lo que hace que Iescartes sea una fgura dominante en la red intelectual no es su originalidad sino la manera clara que tuvo de disponer sus materiales. Las piePas de su argumento ]RcuálJ^ yac*an por ah* en el discurso contemporáneo? !p. /@'(. Qsta s* es una tesis original. :ero, desde luego, el probarla insumir*a por lo menos /66 páginas, no una. 0ás an, requerir*a leer los dos tratados cartesianos que ejercieron la mayor inUuencia en el siglo siguiente, el #rait: du monde y el #rait:
de l4homme" :ero Collins no los cita. 0e permito conjeturar que no sabe de su e1istencia porque hasta hace poco no hab*an sido traducidos al inglés, por lo cual tampoco fguran en las )uentes secundarias consultadas por Collins. i los hubiera le*do habr*a advertido un rasgo importante de la floso)*a de Iescartes+ que la mitad de ella, precisamente la e1puesta en esos tratados, es materialista. Qo en vano )ue llamado >el flóso)o enmascarado?, que mostró una cara a la 3nquisición y otra a la posteridad. Lamentablemente, a nuestros estudiantes de floso)*a suele mostrárseles solamente la primera cara.
t*pico pol*mata afcionado? !p. @%/(. Lo que es una pena, porque 0ill ejerció una )uerte inUuencia sobre otro pol*mata,
9ocqueville, a quien Collins ni siquiera menciona. !-demás, 0ill, no :opper ni 7empel, dijo por primera veP que dar una e1plicación cient*fca consiste en deducir la proposición que describe el hecho a e1plicar a partir de una ley junto con las circunstancias del caso.( una obra espléndida?.
sus escritos ejercieron una poderosa inUuencia, y todos los matemáticos conocen por lo menos su nombre gracias al teorema de olPano&Deirstrass. !i Collins hubiera sabido esto, tal veP habr*a inventado la cadena LeibniP&Candide&olPano& Deierstrass eierstrass&7uss &7usserl&7e erl&7eidegge idegger&artr r&artreIerri eIerrida&3ri da&3rigaray. garay. Oo propondr*a propondr*a la cadena cadena literaria -rcipreste de 7ita&Cervantes&Cor*n 9ellado.( 9ellado.( +7emplo 8" Gobert T. 0erton, el )undador de la sociolog*a cient*fca de la ciencia, es menciona onado una sola ola veP, en una nota ota a pie de página y despectivamente.
- Collins se le escapan no sólo importantes pensadores individuales sino también conceptos, doctrinas, movimientos y controversias que han contribuido poderosamente a )ormar la cultura contemporánea. ;no de ellos es la escuela de la floso)*a lingZ*stica iniciada por 8. <. 0oore y LudBig Di[genstein. una )orma flosófca eminentemente conveniente para caballeros ]gentlemen^?. tro tema ausente es la concepción biológica !o materialista( de la mente como colección de procesos cerebrales. imp >imper eria iali lism smoo económico?, o sea, la e1portación de la microeconom*a neoclásica a todos los demás estudios sociales en el curso de las ltimas tres décadas.
consiguiente no e1plicar*a las conductas económicamente irracionales, tales como el altruismo y el terrorismo. ;na tercera idea maestra que )alta en el gigantesco catálogo de Collins es la de la cadena !o escalera( de los seres, y a la que -rthur Lovejoy dedicó un libro tan eat hain o $ein eing !"#A@(. inUu inUuyyente ente como como herm hermos oso+ o+ #he reat !"#A@(. -unque unque Collin Collinss menciona al pasar a Iionisio el seudo&-reopagita, del siglo N3, como a uno de los pocos >aislados?, omite decir que su jerarqu*a celeste )ue la más popular de las cosmolog*as medievales, al punto que Iante la adoptó en su gran poema. ;n cuarto tema ausente de este libro ha sido central en la floso)*a durante por lo menos dos milenios y medio. aste recordar las controversias atomismo& plenismo, asociacionismo&gestaltismo, internalismo&e1ternalismo, reduccionismo& antirreduc antirreduccionis cionismo, mo, e individual individualismo ismo metodológico& metodológico&holis holismo. mo. :or sobre las di)erentes )ormas de propi propied edad ad,, sobr sobree las las cond condic icio ione ness soci social ales es de e1is e1iste tenc ncia ia,, se elev elevaa toda toda un unaa superestructura de sentimientos, ilusiones, modos de pensar y visiones de la vida distintos y )ormados de manera peculiar. La clase ]social^ *ntegra los crea y )orma a partir de sus )undamentos materiales y de las correspondientes relaciones sociales. pr >progr ograma ama )uerte )uerte?? en sociol sociolog*a og*a del conoci conocimie miento nto,, no )ue un constructivista ontológico, y creyó en la posibilidad de alcanPar verdades objetivas y universales. tra raPón para no pasar por alto el debate individualismo&holismo en un estudio sobre la relación floso)*a&sociedad es que está *ntimamente ligado a la ideolog*a. :or ejemplo, a partir de LocEe, el individualismo ha sido aliado del libe libera rali lism smo, o, en tant tantoo que que el holi holism smoo ha sido sido el comp compaM aMer eroo cons consta tant ntee del del autoritarismo, primero cristiano y musulmán, y en nuestro tiempo )ascista y
comunista. !:ara la cone1ión holismo&naPismo véase 7arrington ]"##@^, constructivista moderada que, dicho sea de paso, cree que el holismo es una construcción alemana.( :ero tampoco la pareja liberalismo&autoritarismo fgura en este libro. in embargo, proyecta una larga sombra sobre todas las floso)*as sociales y pol*ticas desde la -ntigZedad. !Compárese el elogio que hace :ericles de la democracia con la cr*tica que )ormula -ristóteles.( ;na posible clave de esa omisión es la admiración de Collins por antidemócratas como QieSsche, 7usserl y 7eidegger, y su tentativa de restarle importancia a la militancia naPi de 7eidegger. !la pol*tica por otros medios? !)rase de runo Latour(. Qi siquiera menciona el tremendo impacto de las dos guerras mundiales, ni de las revoluciones )rancesa y rusa sobre las cosmovisiones tradicionales, que eran estáticas y jerárquicas. 9ampoco menciona el entusiasmo de ergson y cheler por la primera guerra mundial4 la afnidad con el pragmatismo y el relativismo que mani)estó 0ussolini4 el maPaPo que el ministro de educación de 0ussolini, el neohegeliano 8iovanni 8entile, le dio a la Uoreciente escuela italiana de lógica matemática4 la partinost! !partidismo( que esteriliPó a decenas de miles de pro)esores de floso)*a mar1ista4 la supresión del estudio de la rica tradición flosófca materialista en casi todas las universidades estadunidenses4 y el hecho de que muchos posmodernistas, que di)unden las floso)*as y seudofloso)*as, se creen iPquierdistas, como lo denunciaron 8ross y Levi[ !"##%( y oEal y ricmont !"##'(. -)ortunadamente, otros han estudiado la cone1ión floso)*a&pol*tica. :or ejemplo, 9ocqueville !]"'/@^ "##', ", pp. "#@&"#$( dedicó todo el cap*tulo de +l
son son empl emplea eados dos p pbl blic icos os nomb nombra rado doss en lti ltima ma inst instan anci ciaa po porr el mini minist stro ro de la revuelta contra la raPón misma? en su Alemania retrasa el relo7, que )uer )ueraa po popu pula larr en su tiem tiempo. po. Lueg Luego, o, el h hng ngar aroo -urel urel Toln Tolnai ai !"#A' !"#A'(, (, en su volumi voluminos noso, o, valio valioso so y sin embargo embargo ignora ignorado do lib libro ro a guerra contra ccidente, casti castigó gó a mu much chos os flós flóso)o o)oss y escr escrib ibid idor ores es alem aleman anes es,, desd desdee 7eid 7eidegg egger er ha hast staa 8oebbels, que colaboraron con el naPismo. La ciencia y el orden social?, en el que e1aminó el ethos de la statu uo, y denunció el anti& ciencia básica, afrmó que el escepticismo amenaPa el statu intelectualismo naPi.
-dvert -dvertenc encia+ ia+ las convic conviccio ciones nes pol*tic pol*ticas as person personale aless no son necesa necesaria riass ni sufcientes para apoyar o rechaPar doctrinas flosófcas. :or ejemplo, la lógica y la semántica de Krege nada ten*an que ver con su entusiasmo por el naPismo en los ltimos aMos de su vida.
cone1ión por red !netBoring(. :ero Rincrementar*a esto la producción flosófca o mejorar*a su calidadJ Éste es un campo en el que los Borers valen más que los netBorers" !:erdón por este juego de palabras intraducible.( quiPá la guerra aumentó un aislamiento que )avoreció la originalidad. :or cierto que el estilo tradicional de la lealtad )eudal a pro)esores administradores se aUojó durante un tiempo. 9al veP por fn los )*sicos eran libres de seguir sus propias ideas? !p. "6A(. 9odos los )*sicos occidentales admiraban la independencia y originalidad de sus colegas japoneses de ese periodo, y uno se sent*a orgulloso de publicar en su revista, Progress o #heoretical Ph!sics"
Lo que reune a los pensadores en escuelas, redes in)ormales, o sociedades pro)esionales, es el interés comn en ciertos problemas o ideas. - su veP estas redes di)unden y estimulan o, por el contrario, solidifcan, ideas. :or ejemplo, la reciente )usión de la psicolog*a no biológica, la lingZ*stica y la ingenier*a de la computación en la >ciencia cognitiva? )ue un caso de intercone1ión de redes. Kue planeada sobre la base de la idea antibiológica de que la mente es un procesador de in)ormación independiente del sustrato material, idea que es h*brido de dos antiguas floso)*as, el idealismo y el mecanicismo. La red siguió a la idea. O es posible que esta nueva red se debilite a medida que se re)uerce su rival, la red psicolog*a&neurociencia. tro ejemplo+ di)erencias en ideas compartidas pueden e1plicar di)erencias en redes, pero no al revés. :or ejemplo, los individuos con creencias autoritarias tienden a )ormar asociaciones jerárquicas, mientras que los liberales tienden a incorporarse a asociaciones democráticas. in embargo, la mayor*a de las asociaciones pro)esionales son pluralistas y, más an, se parecen entre s* en sus estructuras. Collins ni siquiera intenta e1plicar las grandes di)erencias de en)oque que se encuentran en las humanidades y ciencias sociales en términos de totalidades tales como asociaciones pro)esionales y sociedades. 9ampoco ha convalidado Collins la tesis constructivista&relativista de que el valor subjetivo o percibido de la contribución de uno depende de la posición de uno en la red social relevante y no al revés. Qo ha corroborado esta tesis porque no la ha investigado cient*fcamente. emejante investigación incluir*a un estudio de la correlación estad*stica entre la )recuencia de citas y variables tales como v*nculos sociales y eminencia del autor y prestigio institucional. -hora bien, el nico estudio que conoPco de este tipo !aldi, "##'( )alsea la tesis constructivista& relativista, y corrobora la idea corriente de que los investigadores citan un trabajo para pagar una deuda intelectual as* como para re)orPar su propia contribución. Los investigadores juegan a encontrar verdades, no a acrecentar su poder, mal que les pese a Koucault, Latour y compaM*a.
bibliog!"#! -mpre, -ndré&0arie !"'A%, "'%A(, +ssai sur la philosophie des sciences, 5 vols., :ar*s, achelier. aldi, téphane !"##'(, >Qormative ersus social constructivist processes in the allocation o) citations+ - netBorE&analytic model?, American %ociological ReieB @A, pp. '5#&'%@. enda, Hulien ]"#5$^ !"#$/(, a trahison des clercs, ed. rev., :ar*s, ernard 8rasset. erlin, 3saiah !"##"(, #he rooed #imber o umanit!@ hapters in the istor! o /deas, Londres, Kontana. roBn, Laurie 0. y Ooichiro Qambu !"##'(, >:hysicists in Bartime Hapan?, %cienti&c American 5$# !5(, pp. #@&"6A. unge, 0ario !566/(, +mergencia ! conergencia, arcelona&uenos -ires, 8edisa. !566$(, A la caa de la realidad, arcelona&uenos -ires, 8edisa. Cantor, 8eorg !"''A(, >;eber unendliche lineare :unEtmanni)altigEeiten?, 2athematische Annalen 5", pp. /%/&/#". 8ellner,
Tolnai, -urel !"#A'(, #he 3ar Against the 3est, Londres, Nictor 8ollancP. 0ar1, Tarl y KredericE
1J. ENFOQUE ESCÉPTICO DE LA POLÍTICA egn una opinión muy di)undida entre los italianos, la gente se divide en dos clases+ los urbi o p*caros, y los essi o tontos. O, como lo sugieren los é1itos pasados de ilvio erlusconi, la mitad de los italianos han admirado más a los urbi que a los essi" Lea usted lo que sigue para no caer en la ignominiosa categor*a de los essi" Iurante dos milenios los flóso)os escépticos nos han alertado contra las supercher*as religiosas y los )raudes intelectuales. :ero ninguno de ellos, ni siquiera e1to progresista? y >justicia social? alarman al conservador pero desarman al re)ormista. Iesde luego, no todas las creencias son equivalentes+ unas son más
verdaderas o efcaces que otras.
(o
(7!g(!*i8, el )ascismo es la bsqueda de un estatismo nacionalista ]nation-statism^ trascendente y purifcador mediante el paramilitarismo?. :uesto que la organiPación paramilitar )acciosa, la Kalange, era pequeMa, el )ranquismo no se ajusta a esa defnición. Lo mismo se aplicar*a al régimen del mariscal 7orthy en 7ungr*a. - mi juicio, esto sólo muestra que la defnición de 0ann es de)ectuosa, ya que el régimen )ranquista colmó los deseos de los superrricos, as* como los de 7itler y 0ussolini, escuchó las plegarias del :apa y ejecutó a más opositores que cualquier otro régimen )ascista. R:ara qué montar una )uerte banda paramilitar de seMoritos si se dispone de casi todas las )uerPas armadas del pa*s, de los aviones y buques de guerra alemanes, y de los llamados voluntarios italianosJ
internos graves ni tientan a potencias e1tranjeras. :ero las cosas cambian radicalmente en cuanto aparecen la modernidad, la sociodiversidad pronunciada o una gran riquePa natural. Cuando esto ocurre suceden cambios imprevistos que obligan a cambiar de rumbo. La modernidad, la innovación técnica y la gran diversidad social van acompaMadas de cambios sociales impredictibles. La primera )avorece el cambio, por dar rienda suelta a la creatividad, la que consiste, precisamente, en inventar cosas, procesos e ideas nunca pensados antes. O la gran diversidad social, sobre todo si consiste en desigualdades pronunciadas de acceso al poder económico, pol*tico o cultural, genera conUictos de resultado incierto. aste recordar las grandes revoluciones sociales y los trágicos conUictos bélicos de los ltimos dos siglos. Qadie predijo la Gevolución rusa, el ascenso del naPismo al poder, la gran alianPa contra el un nuevo 0edio riente? al terminar la operación. 9reinta y tres d*as después, al ordenar la retirada de las tropas invasoras, las que no hab*an hecho sino matar y destruir, lmert con)esó que su ánimo se hab*a tornado >sombr*o, humilde y pesimista?. :ese a los )racasos sucesivos de las pro)ec*as desde los tiempos b*blicos, millones creyeron en la pro)ec*a cristiana del fn del mundo, en la mar1ista de la bancarrota del capitalismo y en la neoliberal de la prosperidad que causar*a el libre comercio, pero que no le llegó al 9ercer 0undo. tros creyeron en la pro)ec*a del primer presidente ush, quien en "##6 afrmó que el precio del petróleo bajar*a al ganar la 8uerra del 8ol)o. Ie hecho, desde entonces ese precio subió de 56 a "66 dólares por barril, debido en parte a la pol*tica e1terior de su hijo. La nica región del mundo acerca de la cual me atrevo a hacer una predicción, por cierto sombr*a, es el llamado 0edio riente, que en realidad es pró1imo. Ésta ha sido una región conUictiva desde el colapso del 3mperio otomano porque Uota sobre el mar de petróleo más vasto del planeta, porque el petróleo es muy codiciado por todos los pa*ses, y porque hay una sola potencia capaP de controlarlo o incluso poseerlo por la )uerPa sin que le importe violar una y otra veP el derecho internacional. :or este motivo me atrevo a pro)etiPar que el riente 0edio seguirá siendo conUictivo, aunque se frmen docenas de tratados, mientras le quede un barril de petróleo. Los estadunidenses están dispuestos a sacrifcar por este motivo hasta el ltimo soldado israel*, y los reclutadores islamistas hasta el ltimo mártir&asesino,
para de)ender el óleo sagrado. :oderoso caballero es Ion :etróleo. i quedare duda, imag*nese lo que ocurrir*a si 3srael hubiera sido instalado en :atagonia o en -maPonia en lugar de :alestina. R=ué interés habr*an tenido los estadunidenses en trans)ormar a 3srael en la )ortalePa más potente de la región, la nica dotada de armas de destrucción masiva, y la nica capaP de de)ender el acceso de las empresas estadunidenses a ese tesoro )abuloso, sobre todo tras la ca*da del sha de 3ránJ
(,g!Ko Los terrorismo?. interrogarlos? y sustraerlos a la justicia espaMola. Como dice 8eorge oros en su ltimo libro, #he +ra o .allibilit!, la >guerra al terror? no es sino una metá)ora pol*ticamente conveniente. 9anto, que engaMó al pueblo estadunidense, recortó las libertades civiles, dividió, entonteció y desarmó a la oposición, prometió un torrente inagotable de petróleo barato, e hiPo regalos colosales al puMado de empresas amigas de la Casa lanca. -Mos después el mismo gran periódico admitió la )alsedad de su >in)ormación? de que 3raE pose*a armas de destrucción masiva y hab*a participado en el ataque #"". :ero ya era demasiado tarde+ ya hab*an sido agredidas y ocupadas dos naciones, ya hab*an muerto decenas de miles de civiles inocentes, ya hab*an sido desquiciadas las vidas de centenares de miles de personas, y ya hab*an sido reducidos a escombros centenares de hospitales, escuelas, centrales eléctricas, plantas purifcadoras de agua, )ábricas, puentes y casas privadas. sea, ya se hab*an cometido innumerables cr*menes de guerra. in embargo, estas operaciones en nombre de la libertad y la democracia le ganaron a 8eorge D. ush y su partido una nueva victoria electoral. ;n veP más, la alquimia pol*tica hab*a transmutado a comediantes y delincuentes en grandes estadistas.
>Qosotros somos buenos y ellos son malos, de modo que nuestra guerra con ellos es una cruPada del ien contra el 0al.? nosotros? somos buenos y en cuáles >ellos? son malos. :uede ocurrir que no haya gran di)erencia moral entre ambos bandos, y que su conUicto no sea moral sino material+ que no se trate del ien sino de bienes, tales como tierra, agua, petróleo y mercados. tra cruPada en que están empeMados miles de pol*ticos pro)esionales es la promoción de la libre empresa y el libre comercio, pese a que ninguno de ellos han hecho progresar a los pa*ses subdesarrollados. Los Nargas Llosa, el novelista justamente )amoso y su hijo lvaro, militan en esta cruPada. Nargas Llosa hijo ha acusado a losiPquierdistas latinoamericanos de ser idiotas por persistir en el error socialista y no comprender los benefcios del llamado neoliberalismo, que no es sino la tentativa de volver al capitalismo desen)renado del siglo 1i1. tro hijo )amoso, el del padre del capitalista más poderoso del mundo, disiente. socialismo real?, cuando de hecho se estaban sacrifcando por el socialismo de
'!g! 9odo pol*tico tiene que frmar pagarés, es decir, hacer promesas. i es honesto, los frmará creyendo que podrá levantarlos, aun sabiendo que pueden ocurrir acontecimientos inesperados, tales como sequ*as prolongadas y agresiones e1tranjeras, que le impidan cumplir su palabra. Lenin prometió que la combinación de poder soviético con electrifcación gestar*a el socialismo, pero éste nunca llegó. 7itler prometió un reino milenario, el que no duró sino "5 aMos. Iurante la segunda guerra mundial Goosevelt y Churchill prometieron un mundo sin miedo, en v*speras del peor susto que su)rió la humanidad desde el aMo "666+ la amenaPa de guerra nuclear. :erón prometió la justicia social, la que jamás llegó. O ahora ush promete regalarles libertad y democracia a todos los pueblos aunque no las quieran. Qo hay como frmar pagarés pol*ticos para obnubilar el esp*ritu cr*tico. casionalmente el pol*tico ambicioso, aunque básicamente honesto, frmará pagarés literalmente a diestra y siniestra, para obtener el apoyo de grupos pol*ticos de idearios muy di)erentes del suyo propio. i triun)ara, se encontrar*a con la imposibilidad de cumplir con los diestros sin o)ender a los siniestros y rec*procamente.
bando justo en una guerra. :ero el justo se convierte en injusto si, en el curso de su reacción, comete cr*menes de guerra, tales como bombardear poblaciones civiles. :ese a que la agresión militar es un crimen prohibido por la Carta de las Qaciones ;nidas, sigue habiendo guerras y se sigue usando el s*mil bélico para nombrar campaMas de distintos tipos+ guerra a la droga, al crimen, al sida, al anal)abetismo, etc" 9he )og o) Bar?, dedicado a la vida pblica de Gobert . 0cQamara, éste confesa haber cometido varios errores al organiPar la guerra contra Nietnam en su calidad de secretario de Ie)ensa de los presidentes Tennedy y Hohnson, pero rechaPa categóricamente la acusación de haber cometido cr*menes de guerra, pese a haber ordenado el bombardeo indiscriminado de poblaciones civiles, la )umigación con >agente naranja?, el desmantelamiento de aldeas, y muchos otros actos prohibidos e1pl*citamente por la Convención de 8inebra y la Carta de las Qaciones ;nidas. Las personas normales, en cambio, sabemos que la agresión bélica es criminal y, por lo tanto, inmoral. Con el prete1to de que la mejor de)ensa es la agresión, a menudo el agresor alega que dispara primero para de)enderse mejor. e habla as* de guerra preventiva, se invaden pa*ses enteros para aprehender a un puMado de terroristas y, con el prete1to de la seguridad, se cercenan las libertades civiles. - los ojos del escéptico, la guerra, ya auténtica, ya meta)órica, es un delito que sólo conviene a unas pocas compaM*as y a los pol*ticos que medran con la credulidad del ciudadano. )o!l(!& (&*'/i*!&
9erminaré enunciando un puMado colmado de moralejas escépticas. ". Con)undir deliberadamente es esta)ar. Qo se deje esta)ar. 5. guerra?, descon)*e+ acuda al diccionario y averigZe quién es el auténtico enemigo y cómo combatirlo sin cometer cr*menes de 8uerra. 0etamoraleja+ Iescon)*e de todas las moralejas, incluso de las que acaba de leer, pero no se deje paraliPar por la desconfanPa. La duda sacude y la cr*tica quiebra, pero para que haya algo que sacudir o quebrar es preciso empePar por construirlo. !
11. EL GENERALISTA EN UN MUNDO DE ESPECIALISTAS: TÉCNICAS EMPRESARIALES Y FILOSOFÍA R=ué puede hacer un inocente e ino)ensivo flóso)o en medio de un grupo de temibles e1pertos en reingenier*a, doBnsiing, dela!ering, leeraged bu!out, hostile taeoer, goernment bailout, reajuste, dumping, quiebras, seducción de consumidores y otras prácticas equ*vocasJ R=ué puede tener en comn un soMador con analistas de negocios, gestores de )usiones, alquimistas fnancieros, adivinos bursátiles y empresarios de estilo schumpeterianoJ R7ay acaso pareja más antitética que la constituida por la floso)*a y los negociosJ R
planeados, tienen consecuencias inesperadas, siempre perversas o bien algunas veces benéfcas. =uien medite acerca de cualquiera de estos principios se comportará como un flóso)o. 0ás an, es posible que todos los seres humanos floso)en desde su in)ancia. Los e1pertos en negocios no son la e1cepción. =uien dude de la pertinencia de la floso)*a a la teor*a y práctica de los negocios, que lea a crisis del capitalismo global !"##'(, de 8eorge oros.
en el terreno del pensamiento como en el de la acción. :ero con el progreso también emergen generalistas, precisamente porque la gestión de la multiplicidad requiere unifcación. Gecordemos, por ejemplo, la proverbial )ábrica de alfleres descrita por -dam mith en "$$@+ un artesano estira el alambre, otro lo enderePa, un tercero lo corta, un cuarto lo afla, etc" pantanos? !presas(, es un abogado.
;na veP, durante uno de esos prolongados almuerPos madrileMos, me e1plicó en detalle por qué las bater*as solares y los molinos de viento jamás podrán remplaPar a las usinas hidroeléctricas, las que a su veP tampoco bastan, al menos en Papatero a tus Papatos? ni >cada carancho en su rancho?.
Rcómo se pasa de la sociolog*a de la organiPación industrial al management, o de la micro a la macroeconom*a y iceersaJ R=ué puede hacer un especialista para saltar por sobre las aguas que lo separan de sus vecinosJ bviamente, tendrá que intentar tender puentes. -hora bien, hay puentes de dos clases+ especiales y generales. Los primeros son espec*fcos o dependientes del asunto, tales como las hipótesis que unen a la )*sica con la qu*mica, a ésta con la biolog*a, a ésta con la psicolog*a, a ésta con la sociolog*a, y a ésta con la econom*a. u estudio pertenece a las ciencias especiales involucradas y a sus respectivas metodolog*as. -qu* e1aminaremos los puentes universales, es decir, los que no dependen de la naturalePa del asunto. Los principales son los siguientes. a( gica o ciencia del argumento deductio"
cumplió A6 aMos.( La matemática sirve tanto para sintetiPar como para analiPar, para construir como para destruir. ea, por ejemplo, el principio de optimalidad de :areto, que se invoca a menudo tanto en econom*a como en ética. egn este principio, el estado de una econom*a !o de una sociedad( es óptimo cuando uno no puede obtener más sin que otro pierda algo. !asumir? el mundo. O, para evitar que se nos caiga encima, hay que entenderlo. Ie aqu* la importancia de las ciencias y técnicas )ácticas, sea que traten de la naturalePa o de la sociedad. La segunda cuestión ontológica es+ Rcómo debemos concebir el mundo+ como un bloque, como una colección de individuos, o como un sistema de sistemasJ Éste es el trilema globalismo&individualismo&sistemismo. !Néanse mis libros $uscar la &loso'a en las ciencias sociales y as ciencias sociales en discusin.( Oo soy yo y mi circunstancia.? ólo el sistemismo alienta y e1plica la acción efcaP+ yo puedo hacer algo en la medida en que admita que cada uno de
nosotros pertenece a más de un sistema social,y en que interacte con otros o contra otros a la luP de una visión sistémica y no sectorial de las cosas. viven? menos de un picosegundo, y productos comerciales e incluso compaM*as que no duran un aMo. !La nica constante es el cambio.? 7eráclito ya lo dijo hace 5/ siglos, pero entonces no e1ist*a la arard $usiness ReieB, de modo que su sabidur*a no llegó a los e1pertos en ccee. Lo que nos lleva al cuarto puente. d( noseolog'a o teor'a del conocimiento"
)alibilista. :ero el realista también sabe que a veces es posible corregir el error. sea, será tan meliorista como )alibilista+ acertar es tan humano como errar. compra? la ltima novedad en management que anuncie la arard $usiness ReieB" abe que la neoflia acr*tica es tan riesgosa como la neo)obia acr*tica. La palabra clave aqu* es cr'tica" :or algo solemos decir que el pensamiento cr*tico supera al mágico. =uien triun)a no es el conservador a rajatabla ni el rebelde sin causa, sino quien asume riesgos calculados y acotados. La segunda pregunta, acerca de la bsqueda de la verdad, tiene tres respuestas tradicionales+ el racionalismo radical o apriorismo, que sólo con)*a en la raPón4 el empirismo radical o aposteriorismo, que sólo con)*a en la e1periencia4 y el racioempirismo, o realismo, que preconiPa unir la raPón con la e1periencia. :or ejemplo, Rqué o)rePco a la ventaJ R:roductos ya consagrados o art*culos originalesJ i hago lo primero, en)rentaré una competencia posiblemente ruinosa, a menos que esté dispuesto a emprender una campaMa publicitaria tan mendaP como costosa. i, por el contrario, lanPo al mercado un producto radicalmente nuevo, me arriesgaré enormemente, porque todo nuevo producto es caro y tiene de)ectos.
La moraleja es que la estrategia victoriosa, tanto en las ciencias y técnicas como en la práctica, es la racioempirista. -n más lo es en su variante cientifcista, o sea, la que supone que el mejor medio de obtener verdades es el método cient*fco. Éste es el que emplea una compaM*a )armacéutica para diseMar y ensayar drogas con potencial médico. - di)erencia de la )amosa )ábrica de técnicas de 9homas -. unas pocas reglas sencillas y seguras que defnan la dirección sin confnarla?. 0ejor que confar en un puMado de >reglas sencillas y seguras?, o en el >método? de ensayo y error, es elaborar reglas de manera metódica, o sea, reglas basadas sobre leyes cient*fcas, en este caso psicológicas, sociológicas y económicas. 7ay dos procedimientos para encontrar reglas e1itosas en ccee o en cualquier otro campo. ;no es escarbar el pasado, o sea, estudiar a )ondo casos de é1itos y )racasos, con la esperanPa de encontrar las reglas que condujeron a unos y otros, y confando !sin motivo( en que lo viejo siga sirviendo. Éste es el motivo por el cual en las escuelas estadunidenses de management se sigue estudiando +l arte de la guerra, de un&Su, escrito hace 55 siglos. :ero quien emplee este procedimiento en)renta un problema inverso o de reerse engineering" :or lo tanto es de é1ito incierto, sobre todo dados los rápidos cambios sociales y el secreto que protege las operaciones de las corporaciones.
principio no puede ponerse a prueba y por lo tanto no tiene cabida en una ciencia auténtica ni en una técnica cient*fca. Con la estimación de riesgos económicos y médicos ocurre otro tanto. =uien juega al aPar puede estimar el riesgo de cada jugada+ es igual al producto del monto que apuesta por la probabilidad de perder. -mbos nmeros son objetivos. O si pierde una apuesta puede ensayar recuperar lo perdido en otra jugada. :ero los negocios y la salud, aunque sujetos a accidentes imprevisibles, no son aleatorios ni siempre recuperables. :or lo tanto, es muy arriesgado y, en consecuencia, irresponsable estimar riesgos usando utilidades y probabilidades subjetivas.
g( Qtica o t:cnica &los&ca de la conducta recta" uele creerse que el mundo de los negocios es ajeno a la moral.
empresas de pa*ses pobres, como rasil y la Gepblica uda)ricana, por )abricarla a un precio accesible. !La opinión pblica acaba de obligarlas a dar marcha atrás.( Las reacciones populares a tales medidas impopulares son inevitables y destructivas. Iis)ruta de la vida y ayuda a vivirla.?
i se acepta esta caracteriPación, al menos para empePar a discutir, resulta que las ccee constituyen una técnica a la par de las ingenier*as y las biotécnicas. Constituyen una sociotécnica al igual que el Ierecho, la macroeconom*a normativa, la medicina social normativa, las ciencias de la educación y la asistencia social, porque su fnalidad ltima es controlar el comportamiento de la gente. O puede ser tan cient*fca como la ingenier*a, la agronom*a o la medicina, como es el caso de la investigación operativa. 9odas las técnicas !o tecnolog*as, como se dice en espanglés( se ocupan de sistemas, ya sea como productos, medios de producción, o grupos sociales. :or defnición, los sistemas son entes complejos cuyas partes están entrelaPadas, enlace que origina propiedades emergentes. Lo que caracteriPa a las sociotécnicas es que se ocupan de sistemas sociales y por lo tanto de las propiedades que emergen o se sumergen con ellos. O, puesto que las ccee estudian la gestión de empresas, procuran alterar el comportamiento humano de una manera directa, y no indirectamente como la ingenier*a, la que nos permite congelar alimentos, manejar computadoras, distraernos o embrutecernos con la tele, etcétera. ;n dirigente de empresas maneja gente, no cosas+ su ocupación consiste en especifcar, planear y coordinar tareas, y en procurar que éstas se cumplan, o en modifcar los planes o las especifcaciones cuando los resultados obtenidos diferen de los esperados. Ie aqu* la enorme responsabilidad moral y social del dirigente de una gran empresa, quien, al alcanPar un gran poder, puede tentarse a abusar del mismo. !Gecordemos la con)esión del )undador de la ibm+ lo que le interesaba no era acumular riquePas sino ejercer poder.( Los estudiantes de econom*a sol*an creer que la suya era la ciencia de los bienes y servicios escasos. e hab*an )ormado esta idea a partir de manuales, estad*sticas y balances, ninguno de los cuales mencionaba a la gente, salvo bajo el rubro de sueldos y bonifcaciones. 0ás recientemente, el )oco se ha desplaPado hacia el m*tico consumidor solitario de bienes ca*dos del cielo !pues ya no se habla de producción( y que, por aMadidura, tiene gustos fjos y siempre procura ma1imiPar sus utilidades esperadas. in embargo, es obvio que las ciencias y técnicas sociales no se ocupan de individuos aislados ni de mercanc*as, sino de sistemas sociales de todo tipo y tamaMo, que producen bienes o servicios y los intercambian. Oa mith seMalaba el cambio cualitativo que se opera al pasar de la producción artesanal a la industrial+ aparece la división del trabajo, que es una caracter*stica sistémica, no individual. 9ambién lo son la productividad, el crédito y el prestigio de la empresa !o el valor
de su marca registrada(, as* como su capacidad de adaptarse a nuevas situaciones y de invadir nuevos mercados. ;n punto de vista flosófco puede ayudar a redirigir la mirada, de las cosas inanimadas y de las personas aisladas, a los sistemas compuestos por personas y cosas, tales como las empresas. emejante en)oque puede sugerir que una empresa, ya sea privada, cooperativa o estatal, puede modelarse como un sistema social que trans)orma ciertos insumos, tales como trabajo, materias primas, energ*a, capital y conocimiento, en bienes, servicios, desechos, molestias ambientales, corrupción pol*tica, etc"
Consideremos brevemente tres problemas a la luP de este esquema.
Questro tercer y ltimo problema es clásico en la teor*a de la organiPación+ Rpara qué se montan las organiPaciones )ormalesJ R:ara aprovechar la división del trabajo, minimiPar los costos de transacción, ma1imiPar las utilidades esperadas, o para la mayor gloria de Iios o de la patriaJ La respuesta sistémica es que la gente se organiPa para alcanPar metas que sólo pueden lograrse colectivamente y en )orma coordinada.
-demás, aunque una teor*a sea verdadera, no se le puede aplicar sin recabar nuevos datos sobre cosas y circunstancias. :ropongo que la gnoseolog*a más adecuada tanto a la teor*a como a la práctica de la administración es el realismo cient*fco. egn éste, el mundo e1terior e1iste con independencia del investigador y se le puede conocer, al menos en parte y de a poco. 0ás an, la mejor manera de conocerlo y de diseMar cambios del mismo es adoptar el método cient*fco+ ésta es la tesis cientifcista, tan vilipendiada en décadas recientes. La estrategia cientifcista es la mejor porque preconiPa remplaPar tanto el dogma como la improvisación por la investigación rigurosa y la acción planeada a la luP de los resultados de tal e1ploración. =uien encuentra el hueso es el perro curioso, con buen ol)ato y que cava diligentemente. *o,*l&i8, La gestión e1itosa de cualquier sistema social, en particular un negocio de cualquier tipo, privado, cooperativo o estatal, involucra atenerse a los cinco principios siguientes+ sistemismo, realismo, escepticismo moderado ! organiado, cienti&cismo, y agatonismo" La gestión se ajustará al sistemismo porque éste ayuda a )ormar visiones de conjunto, tanto de las cosas como de nuestras ideas acerca de ellas, evitando as* la visión tnel o sectorial del hiperespecialista, quien ve el árbol pero se le escapa el bosque. e atendrá al realismo, porque éste ayuda a buscar la verdad y a neutraliPar los ácidos irracionalista y relativista, que pretenden destruir todo el conocimiento adquirido desde que bajamos de los árboles. Las deliberaciones del dirigente o consultor de empresas serán escépticas, porque sabe que la verdad es di)*cil de encontrar, y que tanto en las ciencias como en las técnicas sociales hay mucha improvisación y mucha moda4 pero esas deliberaciones también serán optimistas, porque el e1perto e1perimentado sabe que quien busca encuentra, aunque no siempre halla lo que ha buscado. La gestión se ajustará al cientifcismo, porque éste estimula tanto la bsqueda de elementos de prueba de las hipótesis que )ormulamos, como la modelación matemática de los sistemas. Kinalmente, el buen empresario se atendrá al agatonismo, no sólo por empat*a sino también porque es buen negocio.
productiva y cooperativa que la desgraciada, y la empresa que se gana el odio popular provoca boicot, vandalismo, nacionaliPación o aun e1propiación. La consigna correcta es+ +mpresa sana en sociedad sana"
1$. ENTRE6ISTA A ENRY MINT?BERG SOBRE MANAGEMENT Y FILOSOFÍA 7enry 0inSberg, e1perto de )ama mundial en administración de empresas y pro)esor distinguido de management en mi ;niversidad, dialogó conmigo en videocon)erencia con la Cátedra del pro)esor :edro -. asualdo de la Kacultad de Ciencias correcta?, codifcada en )orma verifcable !>basada en evidencias?(. intuición? representa procesos mentales inaccesibles, mientras que la raPón implica el que podemos articular el proceso y e1hibir la lógica que llega a una conclusión.
hecho de que parece obrar rápidamente sugiere que ocurre algo muy di)erente en nuestros cerebros !o hacia ellos, como lo sugiere el libro +l origen de la conciencia ! el descalabro de la mente bicameral(. Oo me inclino a defnir la intuición !la real, no la coraPonada( como el saber con certePa pero no por qué, ni tampoco por qué es verdadera ni por qué lo sabes. Qecesitamos el análisis cuando se conocen los hechos y cuando están estructurados los parámetros !p. ej., los in)ormes fnancieros de las corporaciones(4 necesitamos la intuición cuando hay mucho de tácito y no estructurado !por ejemplo interpretar la e1presión de la cara de una persona(. Ie modo, pues, que necesitamos tanto la intuición como el análisis+ la intuición para diagnosticar un problema, el análisis para evaluar las soluciones. 0. . R=ué piensas acerca de la pre)erencia de 7erbert imon por la satis)acción ]satis&cing^ antes que la ma1imiPaciónJ R0oderno? signifca o debiera signifcar >contemporáneo?. Ie modo que Rcómo es posible que algo sea >posmoderno?J :or otro lado, no creo que haya verdades, y menos an universales.
>empiePa por pensar?.
pertinente el viejo libro de ucEminster KullerJ 7. 0. 9e equivocas, 0ario. Heanne LiedtEa y yo acabamos de publicar un art*culo sobre diseMo en management, en la revista 2anagement Design Hournal" 7ablando en serio, 7erbert imon tuvo una gran idea acerca del papel del diseMo en las >ciencias de lo artifcial?, pero pocos estudiosos la desarrollaron. -s* anda la investigación hoy d*a. 7ay demasiados popperianos. 0. . 0e encanta la caracteriPación de las dieP principales escuelas de administración estratégica que haces en tu libro %aari estrat:gico" La hallo clara y justa. R:odr*as resumirla en pocas palabrasJ 7. 0. 9odo el mundo tiene raPón. La estrategia es diseMo, planifcación !las consecuencias de la estrategia(, ubicación ] positioning^, visión, aventura, y lo que enseMan muchas otras escuelas. 9enemos que entenderlas todas. 0. . 9u propia )avorita, que llamas >escuela de la confguración?, es muy cercana al en)oque sistémico que yo he estado predicando durante décadas. RConcuerdas en que las organiPaciones son sistemas sociales antes que colecciones de invididuos carentes de estructura o bien bloques sólidos opacos al análisisJ i estás de acuerdo, entonces ambos somos sistemistas antes que individualistas o globalistas !holistas(. 7. 0. Ésta no es una vaca.? <1plicaba que las partes de una vaca )uncionan armoniosamente, no como lo mostraba la fgura. O luego preguntaba+ >R=uiere usted que su organiPación )uncione como un diagrama o como una vacaJ? 0. . 0uchos e1pertos en administración se están interesando en fnanPas. burbujas? de la bolsa de valores.
equilibrio entre los distintos aspectos de los negocios. gur? porque >charlatán? no cabe en los titulares. Casi siempre se trata del disparatado culto del héroe. 0. . 7ace poco afrmaste que la contracción ! doBnsiing( o reingenier*a improvisada se hace para benefciar a un pundo de individuos+ que es antisocial. e1ternalidades?, lo que signifca que la compaM*a crea los costos mientras la sociedad paga las cuentas. :ara decirlo de otra manera, en la toma de decisions en materia de negocios siempre e1iste la posibilidad de reprimir las necesidades sociales o de tenerlas en cuenta. -caso la
empresa no e1ista para satis)acer necesidades sociales, pero no puede e1istir si las ignora. 7e pasado toda mi vida bajo un régimen comunista, y les diré que una sociedad sin escala legal objetiva es terrible. :ero tampoco es digna del hombre una sociedad que no tiene más escala que la legal. ;na sociedad basada sobre la letra de la ley, y que jamás llega más alto, no aprovecha el alto nivel de las posibilidades humanas. La letra de la ley es demasiado )r*a y )ormal para que tenga un e)ecto benéfco sobre la sociedad. Cuando el tejido de la vida es un urdido de relaciones legalistas, hay una atmós)era de mediocridad moral que paraliPa los impulsos más nobles del ser humano. O en esa atmós)era vivimos hoy d*a.? 0. . La corporación global+ salvadora o chivo e1piatorio?. RQo lo dice todoJ !unas pocas manPanas podridas?. :ocos meses después su compaM*a aceptó pagar medio billón de dólares por un asunto de in)ormación provista a sus clientes.( 0. . pensamiento nico?, y se dice que ha remplaPado a las demás ideolog*as. us adalides sostienen que esta ideolog*a sirve para todas las sociedades, avanPadas o atrasadas, ricas o pobres, e independientemente de sus peculiaridades regionales, su historia, y de las necesidades y los deseos de sus pueblos. RCuál es tu posición respecto de esta ideolog*a, el llamado Consenso de DashingtonJ 7. 0. Como dije hace un rato, es un disparate peligroso y dogmático. Qecesitamos equilibrar la sabidur*a con la discreción ] 7udgement^, no esa siniestra alianPa de codicia fnanciera con dogma económico.
0. . RCompartes la di)undida creencia de que el llamado