S COMUICACIOS EMOCIONAS Y REESTRUCTACION DE LOS MODELOS OPRANS
sentimientos que se esperaba que los niños tueran en as situaciones descrtas lo asustada, rosa y desconsolada que una podía sentirse y también cómo ansiaría una ecui a alguien que la comprendiera y le proporcionara consuelo y proteción Con ello la trapeuta no sólo mostraba compren són por el modo en que la pacient podía haberse senti do sno que comicaba a su manera que a epresión de tales sent mientos y deseos habría encontrado una respuesta comprens va y reconrtant Sólo entonces a la joven madre le resultó posible epresar toda la pena, las lágrimas la inenarrable angustia que sena por sí misma por ser una criatura desecha da sentimiento que había expermentado pero que nunca se había atreido a expresar En este inrme de los métodos de Fraberg para ayudar a un paciente a expresar las emociones que no se atreve a mostrar he subrayado deliberadamente la relación etre emoción y accón El hecho de no epresar emoción se debe en an medda al temor inconsciente de que la acción -de la que la emoción rma part condca a un resultado temido En muchas miias la ira con un adulto conduce al castigo que en ocasiones puede ser severo Además, un rego lastimoso de consuelo y ayuda puede conducir al rechazo y la humillación Tal vez con demasiada ecuencia los clíncos olvidan que muchos niños cuando se muestran aigidos y llorosos y buscan consuelo, son rechazados por comportarse como llorones inso portables En lugar de encontrar el consuelo proporcionado por un progenitor comprenivo y aectuoso, estos niños se encuen tran con un rechazo po comprensivo y cítico Por lo tanto no resulta extraño-si esta pauta prevalece durante la inncia que el niño aprenda a no mostrar nunca aicción a no buscar consuelo y, si se somete a una terapia, que suponga que e terapeuta será tan intolerante con la ira y las láimas como siempre lo eron sus padres
Cuando un terapeuta utiliza el tipo de técnica sustentada aquí, a veces puede ocurrir que la terapia entre en una rutn a en la que e pacient insste continuamente en descibir lo trrible que e su innca y lo mal que lo trataron sus padres sin hacer ningún progreso. Una causa de esta insistenca supongo, es que e paciente está convencdo de que su terapeuta no acepta a verdad de o que él dice: de ahí su interminable repetición Esto puede deberse a que el paciente siempre ha sido tomado en broma por aquelos a quienes les ha contado la historia en el pasado o, quizás, a que el propio terapeuta hay a señalado escepticismo o ncredulidad Esto puede hacerse de innidad de maneras mediante el tono de voz, poniendo en cuestión os detalles, dejando de conceer especial importanca a lo que e paciente describe Evidentemente, cuando el problema radca en la increduli dad del terapeuta la solución consiste en que éste deje claro que sabe muy bien que esas cosas les ocurren a los niños y que no tiene motivos para dudar del relato del paciente Aun así e l callejón sin salida puede continuar la histoia es relatada una y otra vez de un modo totalmente escéptico, sn demostrar ningún senmiento Esta situación ha sido comentada por Selma Fraiberg que, con sus colegas se propuso ayudar a las madres lnerable s que corrían el riesgo de descuidar o maltratar a su s hos (Fraberg Adelson y Shapiro 1975) Desriben las vsitas realizadas a os hogares de dos madres, donde escucharon os angustiosos relatos de las meres Cada una contó una historia de gran crueldad durante a infancia que era objeto de palizas iolen tas, que la dejaban era de a casa en nvierno, que a menudo era abandonada por su madre que la leva ban de un ado a otro y que no tenía a nadie a quen recurrr en busca de ayuda y consuelo Ninguna tenía idea de cómo podría habersesentido n de qué podría haber tenido ganas de hacr. Una de elas una muchacha de diecsés años que evitaba tocar o levantar a su bebé (que lloraba desconsoladamente), insistió: "¿Pero qué sentido tiee hablar? Siempre me ardo las osas para mí misma Quero olvidar No quiero pensar Este es el punt o en que intevno la terapeuta, expresando ella misma todos los
Los terapeutas que adoptan una perspectva psicoanalítica han reconocido hace tiempo que para que resulte ecaz la terapiarequere que e paciente no sólo hable de sus recuerdos, de sus ideas y sueños de sus esperanzas y deseos sino que también exprese sus sentimientos La discusón de la técnica de Fraiberg para ayudar a una joven cínica y a a descubrir
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prondidad de sus sentimientos y a expresarlos librement a su terapeuta es, por tanto, una no apropiada para conclur. Al redactar esta conrenca, he sido consciente de que al ulzar términos como "inrmación, "comunicación y "moe los opeantes, resultara fácil que un lector incauto supusiera que pertenecen a una psicología relacionada únicamente con la coición y prvada de sentimientos y acción Aunque durante muchos años ha sido muy común que los psicólogos coitivs omitieran toda referencia a la emoción, actualmente se sae que eso es aticial e inúl (Hinde Perret-Clrmont y Steven sonHinde, 1985) De hecho no existe comnicación más impr tan entre un ser humano y otro que la que se expresa emocionalmente, ni inmación más vil para consuir y reconstuir modelos operantes del símismo y los otros ue la inación acerca de lo que cada uno siente hacia el otro En efecto, durante los prmeros ños de nuestras vidas, la expr sión emocional y su recepción son los úncos medios de comuni cación que tenemos, de modo que las bases de nuestros modelos operantes del smismo y de la ga de apeo se asienn, por eza, en la utilización de la inación proveniente de esa única ente Por lo tanto no resulta extraño que, al revsar sus relacones de apeo en el curso de la psicoterapia y reestruct rar sus modelos operanes, es la comuncación emocional entre un paciente y su terapeuta la que desempeña el papel más decisivo
