La f i l o s o f í a e n u n a é p o c a d e t e r r o r
G i o v a n n a B o r r a d o r í
mejo r que cualquiera cóm o reorientarse incluso cuando los
racional y universal al man ojo de emo ciones que dirigen la exisr
puntos de referencia familiares parecen haber sido pulveri
tencia humana, la tragedia se mueve po r un camino paralelo
zados. Este es el caso tanto con el esquivo conce pto de terro
a la filosofía. En contraste, da do q ue la historia no gira alrede
rismo como con la experiencia del terror que emana de él.
dor d e princ ipios universales, permane ce op aca al análisis filo
En nuestros diálogos, Ha bermas y Derrida trazan claramen
sófico. En la línea del argum ento de Aristóteles, puesto que no
te los riesgos que entraña el en foq ue pragmático q ue se sustrae
hay un p rincipio universal obvio a la luz del cual Nap oleón tu
de manera deliberada a la tarea de enfrentar la comp lejidad
viera que enviar quinientos mil soldados a conquistar a Rusia en 1812, causando la muerte de cuatrocientos setenta mil de
concep tual que subyace a la noció n d e terrorismo. En la última sección de este ensayo introdu ctorio presentaré las razones que ellos ofrecen para hacer esta advertencia. Sin embargo , cre o que el lector sólo podrá apreciar completamente los argumen tos de Habermas y Derrida si se sitúa en la perspectiva de la po sición única en la que se encuentra la filosofía frente a un even to histórico singular de significación mundial. Tras explorar brevemente este asunto en la sección siguiente, pasaré a des cribir dos modelos alternativos de compromiso político, lo cual nos dotará de un contex to para las intervenciones de Habermas y Derrida. En la tercera sección abordo el tema de cómo los enfoque s filosóficos respectivos de estos dos filósofos han si do moldead os po r los traumas de la historia del siglo xx, inclu yend o el colonia lismo, el totalitarismo y el Holocausto . Mi su gerencia es que el terrorismo glo bal es el trauma inaugural del nuevo milenio. ¿T i e n e a l g o q u e d e c i r l a f i l o s o f í a a c e r c a d e l a h i s t o r i a ?
ellos, la filosofía no tiene muc ho q ue de cir al respecto. Así co m o la fi los ofía n o p ue de apo rtar na da a la com pr en sión de la campaña rusa de Napo león, se podría sostener que tampoco tiene nada interesante que añadir acerca del 9/1 1, el cual, según esta interpretació n, man tendría su estatus de m or tal contingencia. A partir de Aristóteles, la indifere ncia d e la filosofí a co n res pecto a la historia dom inó la tradición occiden tal hasta media dos del siglo xvm2, cuand o las revoluciones francesa y norteame ricana revelaron que el presente pued e albergar la posibilidad de un romp imiento radical con el pasado. Sólo entonces la fi losofía empez ó a preguntarse si la razón podría tener una m o ral y una responsabilidad social intrínsecas, y si, sobre esa base, no debe ría desarrollar una relación más activa co n la historia. A pesa r de su dis pos ició n c ons erv ado ra, Kant adm iraba e l es píritu revolucionario p or haberles dad o a los individuos un sen tido de su propia indep ende ncia frente a la autoridad, inclu yendo a la autoridad del pasado. Para Kant y otros filósofos de la Ilustración se hizo claro que la autoafirmación de la razón
Es bien sabido que Aristóteles afirmó qu e, puesto que la fi
tiene un impacto histórico, pues sólo la razón pu ede indicar
losofí a estudia princ ipios universales y la historia eventos sin
có m o transformar el presente en un futuro mejor. Sin embar
gulares, «hasta la poe sía es más filosófica q ue la historia»1. Su
go, la razón seguía siendo para ellos una facultad mental que
argumento dep ende del género p oético d e la tragedia. Desde
poseen todo s los individuos simplemente por el he cho de per
Antí gona, la lectura de toda tragedia griega la Orestíada hasta
tenecer a la especie hu mana y cuya fuerza es enteramente in