Los Cubiletes y las Bolas
Los cubiletes y las bolas es uno de los trucos de magia más antiguos que se conocen y todavía hoy en día se representa con éxito. Es un verdadero clásico, con material sencillo, trama sencilla y que posee uno de los ingredientes más esenciales en un juego de magia, un final impresionante. Es probablemente este final impresionante el que ha hecho el número tan popular entre magos y público. En la época victoriana se hacía aparecer tres bolas grandes bajo los cubiletes, a modo de final. En Egipto eran pollitos vivos de tres días los que surgían bajo las copas. Vasos de vino, fruta, verduras de todo género, juguetes mecánicos que giraban por encima de la mesa al levantarse los cubiletes, dinero, comida y muchas más cosas han sido utilizadas por magos en diferentes lugares y distintas épocas. Cualquier objeto concebible que pueda ser cubierto por las copas, cuando más estrambótico, mejor, ha sido empleado para finalizar el antiguo truco de los cubiletes y las bolas, pero el juego en sí continúa siendo el mismo. Tres bolitas desaparecen y reaparecen bajo los cubiletes, penetran en ellos, saltan de uno a otro, y al final cuando se levantan los cubiletes de la mesa, aparece un objeto totalmente diferente, normalmente más grande, bajo ellos. 157
El juego constituye de por sí casi una lección completa del arte de la magia . El error se convierte en el efecto en sí y se requiere tanta habilidad como sincronización y audacia. Todo esto junto hace del número de las bolas y los cubiletes uno de los más fascinantes del ilusionismo. Se aviene a variaciones infinitas, lo cual con ser uno de los mayores atractivos para el ilusionista, estimula al mismo tiempo su imaginación. Todo aquel que estudió alguna vez el número detenidamente; ha intentado establecer un método personal. Será poco probable sin embargo que el novato logre hallar una idea original, al empezar la práctica de este número, pero en su empeño se distraerá más que en cualquier otro.
los cubiletes, donde puede esconderse la bola. La altura de los cubiletes puede oscilar de siete centímetros al doble y las bocas pueden tener de 6 cm a 8 cm de diámetro. Pueden estar hechos de madera, plástico, estaño, latón, o cualquier otro metal. Se requiere la habilidad de un artesano para que estén bien hechos y recomiendo encareci-
Instrumentos Tres cubiletes como en la fig . l. Remárquese la forma de dichos cubiletes: son llanos en la base y con un reborde de aproximadamente unos dos centímetros antes de llegar a la boca. Desde el reborde y en dirección a la base va reduciéndose el diámetro, la base es algo cóncava. Esta concavidad es muy importante. Si se coloca una bola encima del cubilete (en realidad será sobre la base) el pequeño hoyo impedirá que la bola caiga sobre la mesa. La parte lateral también es importante. Nótese que en la fig. 2, cuando los cubiletes están encajados uno dentro del otro, la parte lateral crea un espacio entre las bases de
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damente que se compren en una tienda de artículos de magia que sea de toda confianza. También se necesitan cuatro bolas, de dos centímetros y medio más o menos de diámetro y pueden ser de corcho, goma, lana o cualquier otra cosa, excepto metal o madera dura. Y por último se necesitan tres patatas, tres tomates, o tres bolas de goma que no sean exactamente del mismo diámetro que las bocas de los cubiletes, pero casi.
Efecto Para preparar la representación, colocar las tres bolas mayores en el bolsillo derecho de la chaqueta, las tres menores en el bolsillo derecho del pantalón y la cuarta bola pequeña en el centro de uno de los tres cubiletes que estarán sobre una mesa y boca arriba, fig . 3. Está ya todo preparado para actuar y la primera cosa que se debe hacer es mostrar que los tres cubiletes están vacíos, pero sin decirlo en realidad. Tomar los tres cubiletes apilados con la mano derecha y pasarlos a la mano izquierda, sujetándolos como se muestra en la fig. 4. Con la mano derecha se coge el cubilete de debajo, sacándolo de la pila y con un movimiento deslizante se coloca boca abajo sobre la mesa, frente a sí. Dejando el cubilete en la mesa, la mano derecha vuelve a coger el cubilete inferior de la pila de dos que mantiene la mano izquierda y rep-ite el mismo movimiento con este segundo cubilete , pero esta vez colocándolo boca abajo sobre el primer cubilete y encajándolos. Este cubilete tiene dentro una bola (cosa que los espectadores ignoran) y es por ello que hay que hacer un gesto deslizante, para prevenir que caiga la bola sobre la mesa. La fig. S, ilustra el procedimiento. El tercer y último cubilete se coge con la mano derecha y se deposita encima de los otros dos. Resumiendo, lo que e ha hecho es coger uno a uno de la pila los tres cubiletes y volverlos a apilar boca abajo sobre la mesa. El hecho de que haya una bola en el cubilete de en medio, no modifica la acción. Practíguese varias veces la acción de api160
lar los cubiletes con la bola en el de en medio y se sorprenderá de cuán fácil es adquirir la habilidad. Cuando se representa, puede variarse el ritmo con cada cubilete para permitir que los espectadores den un vistazo al interior del cubilete, del primero y del tercero, pero como e~ n<:Ltural no del segundo. Con práctica puede llegarse a héicer dar unas volteretas por el aire a cada cubilete, antes de colocarlo en la mesa. Habiendo apilado y vuelto a apilar los cubiletes una y dos veces, dejándolos boca arriba sobre la mesa, sáquensc del bolsillo del pantalón las tres bolas pequeñas . Colóquense en hilera frente a sí a través de la mesa. Cójanse nuevamente los cubiletes y sosteniéndolos con la mano izquierda, como antes, tómese el cubilete de abajo y colóquese sobre la mesa detrás de la bola a nuestra izquierda, de modo que quede entre nuestro cuerpo y la bola. El segundo cubilete conteniendo una bola, se coloca sobre la mesa detrás de la bola central. La fig . 6 muestra la posición vista desde el público. No se aperciben de que hay una cuarta bola oculta bajo el cubilete central. Tómese la bola del centro y colóquese encima del cubilete central. Tómense luego los dos cubiletes de los dados y colóquense uno a uno encima del central, de manera que se obtenga una pila de tres como antes . Con la mano derecha manténgase la base del cubilete de debajo y levántese la pila para mostrar que la bola colocada en la cima del cubilete está ahora debajo del cubilete central;
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aparentemente ha atravesado el cubilete. La fig. 7 ilustra la posición. Tenemos ahora una bola en el cubilete central de la pila de tres. Sosténgase con la mano izquierda los cubiletes, tal como se hizo anteriormente, y una vez más colocarlos uno· a uno boca abajo sobre la mesa y en hilera. El primer cubilete se coloca detrás de la bola a nuestra izquierda, el segundo cubilete (conteniendo la bola) se coloca sobre la bola central y el tercero detrás de la bola de la derecha. Hay, pues, ahora, dos bolas debajo del cubilete central. Coger la bola de la derecha y colocarla encima del cubilete del centro. Colocar luego los dos cubiletes sobre el central, tal como ya hicimos antes, en una pila. Coger dicha pila con la mano derecha; mostrar cómo la segunda bola ha penetrado a través del cubilete central y cómo ahora hay dos bolas debajo de dicho cubilete. Manteniendo con la mano izquierda como antes la pila de cubiletes boca arriba, retirar el cubilete de debajo y colocarlo boca abajo sobre la mesa, detrás de la bola que hay a nuestra izquierda. El segundo cubilete se coloca sobre
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las dos bolas que están ahora juntas bajo el central y el tercer cubilete se sitúa a nuestra derecha. Hay ahora tres bolas bajo el cubilete central (Fig. 9). Tómese la última bola y colóquese encima del cubilete central. Colóquense los dos cubiletes laterales sobre el central y en fila como antes. Tómese con la mano derecha la pila de cubiletes para m·ostrar cómo la tercera y última bola penetró en el cubilete uentral. Aquí termina laGJITrñera fase de la actuación. Colocar luego los tres cubiletes que continúan apilados boca arriba, a la izquierda, sobre la mesa. Coger las tres bolas y una vez más alinearlas también sobre la mesa. Pero esta vez el primer cubilete se colocará SOBRE la bola a nuestra izquierda, el segundo cubilete conteniendo una bola se pondrá SOBRE la bola a nuestra derecha y el tercero sobre la bola central, fig. 10. Dos bolas son las que hay ahora bajo el cubilete derecho (recordar que las ilustraciones se miran desde el lado del público). Coloque las puntas de los dedos de la mano izquierda encima del cubilete de la derecha e inclínelo un poco hacia
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adelante, de manera que la boca del cubilete se levante por nuestro lado de la mesa. Los dedos de la mano derecha alcanzan la bola bajo el cubilete y la sacan con el dedo primero y segundo, fig. 11. Tener mucho cuidado en
® que no se vea que debajo del cubilete hay otra bola. Dejar caer el cubilete de nuevo boca abajo sobre la mesa. Tomar la bola y hacer como si la hiciera pasar a la mano izquierda, pero en realidad retenerla en posición de escamoteo dedo palma. Hacer el gesto de dirigir la mano izquierda hacia el cubilete de la derecha y abrir la mano para mostrar que la bola ha desaparecido. Tomar el cubilete de la derecha con el pulgar y el índice derechos para mostrar que aparentemente la bola se ha trasladado otra vez bajo el cubilete y colocar el cubilete boca abajo sobre la mesa, detrás de la bola. Ahora hay que estudiar el próximo paso cuidadosamente. Tomar el cubilete central con la mano izquierda y ponerlo boca abajo siempre, en la mano derecha que está ya preparada con la bola retenida entre la palma y dedos. Con la izquierda se coge la bola que está a la vista sobre la mesa, y mientras lo hace, con la derecha vuelve a colocar el cubilete del lado derecho de la mesa, entre los otros dos, tal como estaba antes, y al mismo tiempo deja caer la bola sujeta entre la palma y los dedos . Releer lo anterior, porque es muy importante. Lo que se ha hecho es levantar el cubilete, para poder tomar la bola de debajo y al mismo tiempo se ha colocado el cubilete sobre la bola de la derecha. Al coger la bola de la mesa con la mano izquierda se coloca otra vez el 164
cubilete y al mismo tiempo, sin que se vea, se pone la bola _que se tenía en posición de escamoteo dedo palma, debaJo del cubilete central, abriendo la mano para mostrar que la bola ya no se encuentra allí. Se repetirán los mismos gestos que antes. Tomar el cubilete central con el pulgar y el índice de la mano derecha para que se vea que la bola aparentemente ha pasado otra vez debajo del cubilete. El cubilete se dispone boca abajo sobre la mesa detrás de la bola. Con la mano izquierda se coge el cubilete de la izquierda, lo pasa a la mano derech_a, sobre la bola que hay en la palma de dicha derecha y m1entras la mano izquierda toma la bola de sobre la mesa, la derecha vuelve a colocar el cubilete sobre la mesa y secretamente desliza debajo la bola escondida entre la palma y dedo. Esta última bola, igual que sucedió antes, desaparece al hacer un gesto deslizante hacia el cubilete del lado izquierdo. La mano izquierda toma el cubilete izquierdo pa;a mostrar que la bola, aparente pasó a él, y vuelve a co.ocar el cubilete boca abajo en la mesa detrás de la bola. A uí termina la se un a ase de la actuación. Tenemos en este momento sobre la mesa tres bolas con tres cubiletes detrás. Sin que los espectadores lo vean, tenemos una cuarta bola oculta entre la palma y dedos de la mano derecha, fig. 12.
® Co~, la mano izquierda tomar el cubilete derecho y sostemendolo con la boca cara al público, mostrar que está vacío . Colocarlo en la mano derecha, sobre la bola allí oculta, como antes se hizo, y volver a poner el cubilete
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boca abajo en la mesa y sobre la bola derecha. Al mismo tiempo, sin que se vea , pasar la bola oculta en la palma, debajo del cubilete, de manera que ahora haya dos bolas deba jo de él. Es muy importante que al hacer esto la man o izqui erda, simultá neamente, esté ya en camino de coge r el cubile te central. Mientras la mano derecha vuelve a colocar el cubilete sobre la mesa, la izquierda ha de esta r cogiendo el cubilete del centro. La mano izquierda ma nti ene el cubilete con la boca hacia el público para que se vea que es tá vacío , luego lo pasa a la mano derecha , lo cual lo coloca sobre la bola central mientras la mano izquierda coge el tercer cubilete que está hacia la izquie rda y lo enseña vacío antes de pasarlo a la mano derecha, con la que se coloca sobre la tercera bola. Nó tese que los gestos para los tres cubiletes son siempre los mismos . El cubilete se coge con la izquierda y se pasa a la derecha, la cual lo coloca en la mesa sobre la bola, mi entras la mano izquierda alcanza el cubilete siguiente. posición de los cubiletes es en este momento tal, que los espectadores creen que hay una bola debajo de cada un o de los cubiletes, pero en realidad hay dos bolas deba jo del cubilete del lado derecho, fig . 13.
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Los dedos de la mano izquierda se posan luego sobre el cubilete colocado a la derecha y lo inclinan un poco de m odo que los dedos de la derecha puedan alcanzar una de las bolas . Vuelva el cubilete a su posición primitiva. La bo la se sostiene con la mano derecha y se mete en el bolsillo derecho pero cuando la mano está dentro del bolsillo derecho de la chaqueta, la bola pasa rápidamente a la posición de escamoteo palma con dedo en la mano derecha 166
y se vuelve a sacar la mano del bolsillo. En ese momento exacto la mano izquierda está levantando el cubilete del centro, que pasa a la mano derecha y se coloca sobre la bola oculta entre la palma y dedos. La mano izquierda coge entonces la bola del centro, que está ahora a la vista y mi entras lo hace, la mano derecha vuelve a colocar el cubil e te sobre la mesa , con la bola que había oculta en la pa lm a, debajo , sin que se vea. La bola de la mano izquierda pasa ahora a la mano derecha, y mientras ésta la coge, se comenta con el público el hecho de que muchos piensan qu e se están empleando más de tres bolas. En este punto, la mano derecha debe el e estar casi dentro del bolsillo derecho de la chaqueta y soltar la bola de modo qu e caiga dentro de éste. Se explica entonces al públi co que efectivam ente se usan m ás de tres bolas, «ésta es la cuarta>> , se dice y mient ras, con la mano derecha se extrae una de las bolas grandes del bolsillo de la chaqu e ta. Mi entras se es tá sacando la mano derecha del bols ill o , la izquierda se retira d e la mesa sosteniendo el cubil ete, qu e inmediatamente se colocará sobre la mano derec ha , cub r iendo la bola grande. La mano derecha mant ie ne el cubil e te con e l dedo pulgar colocado en un lado v los tres prime ros dedos al otro lado y el m eñique bajo la boca del cubilete, manteniendo en su interior la bola grande. Una vez que la mano izquierda ha depositado el cubil e te en la de recha , coge rá pidamente la bola que ahora se \'e sobre la mesa y mie ntras recoge esta bola., la man o derecha vuelve a colocar el cubilete sobre la mesa co n la bo la gra nde debajo. E n este mom e nto hay dos bolas, una debajo de cada uno ck los cubiletes, izquierdo y central, cosa que ignoran los c sp~' ctadore: y hay ad em ás o tra bola grande debajo del cuh_llctc derecho, también ignorada por el público, véase la f1 g. 14. S·: t icnc ahora la bola en la mano izquierda. Se repiten los mismos gestos qu e a hora se hicieron. La «cuarta >>bola S_L' pasa a la mano de recha, que la coloca en el bolsillo deJ"l'l·ho v al mismo tiempo la mano izquierda está cogiendo c lcuhilctc central mientras que se dice al público «y ésta es la quinta bola » y con la mano de recha se coge una bola
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® grande del bolsillo derecho. Al saca~ la mano derecha del bolsillo, la izquierda coloca el cubilete sobr~ la _derecha y la bola grande. Luego igualmente con la Izqmerda se coge la bola central y simultáneamente la derecha vuelve a colocar el cubilete encima de la mesa con la segunda bola grande debajo. . La mano izquierda pasa la bola que sostiene_a la mano derecha que inmediatamente la echa en el bolsillo derecho de la chaqueta. Mientras, que la mano izquierda coge el cubilete izquierdo y se dice «Y ésta es la bola número seis» con la mano derecha se está cogiendo la tercera Y últi~a bola grande. El cubilete mantenido en la mano izquierda se pasa a la mano derecha y una vez más se coloca sobre la bola grande. Con la mano izquierda se toma a continuación la <
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lado derecho mostrando la primera bola grande y diciendo «ésta es la séptima» y se coloca el cubilete detrás de la boÍa grande. La mano repite los mismos gestos con el cubilete central, diciéndose «y ésta es la octava bola», y la mano izquierda repite lo mismo con el cubilete del lado izquierdo, diciéndose «y he aquí la novena bola». __... Aquí termina la representación. Necesariamente la explicación anterior ha sido algo larga, pero si se examinan detenidamente los gestos, se verá que una gran cantidad de ellos se repiten con cada uno de los cubiletes, cada vez. El estudiante atento verá que hay una gran cantidad de cosas que aprender en el difícil arte de la estratagema y que todas ellas se hallan en la demostración de las bolas y los cubiletes. Por ejemplo, cada vez que se alza un cubilete para mostrar la bola que hay debajo, se llama automáticamente la atención hacia la bola y es en ese preciso instante en que el cubilete se hace pasar a la otra mano ya lista, y en la que h ay escondida una bola. Psicológicamente esto es normal, pero además, cuando se coge esa misma bola de encima de la m esa con la mano izquierda, la derecha está ya colocando el cubilete en la m esa con la bola oculta en él. Cada vez que se quiere ocultar una bola en el cubilete, se llama la atención con un gesto realizado tan sólo unos segundos antes , el gesto de coger el cubilete, no para ocultar la bola en él, sino para mostrar la bola que hay debajo, y en eso consiste el truco. Hay un momento en el desarrollo del número, cuando se coge un cubilete para mostrar su interior y cuando se vuelve a depositar sobre la m esa, ya se ha ocultado la bola en su interior. El detalle importante, en este caso, es que el cubilete se cogió para demostrar que estaba vacío. Un cuidadoso estudio del número de cubiletes y bolas puede enseñar más, mucho más, de lo que a primera vista parece acerca del arte de repreentar juegos de ilusionismo y magia en público. Este número está considerado como un clásico entre los ilusionis tas. Los números de ilusionismo que no son realmente buenos no dura n tres milenios. Vo lviendo al desarrollo del número, se observará que está descrito en tres fases. Sugerimos que se practique cada 169
fase por separado. Primero la fase preparatoria. Segundo la fase de desaparición y reaparición y en tercer lugar, la fase de «la cuarta, quinta y sexta bola». El esconder las bolas grandes, es sencillamente una repetición de los movimientos de la tercera fase . Si se decide a convertirse en un experto en el número de cubiletes y bolas, comprobará sin duda que hay miles de variaciones posibles, y que algunas de ellas requerirán una habilidad excepcional y muchas horas de práctica. Le deseamos suerte y garantizamos un sinfín de horas de distracción que eventualmente pueden dar fruto cuando realice este número ante un público de no iniciados.
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